[Quest] Entre sedas y algodones
Página 2 de 2. • Comparte
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
El guardia que estaba allí, en un principio pareció mirarme extrañado y me ojeó de arriba a abajo con cara de pocos amigos, pero finalmente accedió y respondió a mi pregunta. -Si, ocúpate de cachear a las que entran mientras voy a por algo de comer, luego supongo que te reclamarán dentro para que acompañes a las que vayan entrando, ya sabes. La última vez una no soportó el rechazo y empezó a lloriquearle a Lettuce y a comportarse como una auténtica ramera. A las que rechacen, mándalas fuera.- Dijo, con un tono de voz firme. Yo asentí y volví a cuadrarme mientras él se dirigía hacia el interior de la residencia. Suspiré con profundidad y me di la vuelta para echar un vistazo. Cacheé sin demasiado problema a algunas de las que entraron, exceptuando el detalle de que no aprovechaba para agarrarles el trasero, aunque cuando vi a Lys casi me da un ataque, no por nada, sino porque me tocaría cachearla.(que tontería, precisamente estaba allí para ayudarla con el cacheo...)
Pude observar que venía con otra mujer, aunque algo me sonaba en su cara, y no era precisamente de tener esas pintas que llevaba ahora, pero parecía haber colado. Sonreí en mis interiores al ver en el plan un atisbo de que podría salir bien. Me acerqué a Lys y a la otra "joven", la detuve y la cacheé como bien pude, intentando ser lo más delicado y respetuoso que en ese momento mi papel me permitía; tan solo le palpe el largo de los brazos, las caderas y las piernas, no me excedí mucho más, aunque la vergüenza de haberlo hecho ya la había tenido que pasar. Después cacheé a quien la acompañaba y pude notar que esos brazos no eran muy de mujer, a no ser que las mujeres tengan brazos más grandes que el cuello de un soldado. Suspiré mientras trataba de aparentar que hacía bien mi trabajo y les indiqué que podían pasar mientras le dirigía una mirada de asentimiento a Lys.
Las mujeres pasaban como si se tratase de un matadero de pollos. Algunas eran guapas y otras quizá no tanto, aunque ese era mi punto de vista. Algunas me guiñaban el ojo como si de algo les fuese ayudar, y en cierto modo me dieron pena, todas y cada una de las que entraban. No entendía por qué tanto interés en impresionar a un malnacido como Lettuce que sabían de primeras que las acabaría tratando como si fuesen animales. ¿Qué llevaba a una mujer joven y bella a tales derroteros? Siempre era más digno vivir una vida de penurias mendigando o ganándose el pan trabajando en alguna taberna que resignarse a que las tratasen como si fuesen trapos. No entendía la vanidad que inundaba el corazón de los humanos, siempre buscando la forma de ser el mejor frente a los demás, o el que tiene más cosas, como si la vida se tratase de una carrera hacia la excelencia y hacia la riqueza, pero quien sabe, seguramente la mayoría de aquellas chicas solo eran víctimas de aquella sociedad emponzoñada.
Miraba a mi alrededor mientras cacheaba la silueta de cada una de las mujeres que pasaban mientras otro guardia me miraba con una sonrisa en los labios. -Chico, como se nota que eres nuevo, joder. Aprovecha que las tienes tan a mano, que no todos los días se puede agarrar un buen par de tetas.- Dijo, mientras le dirigía una mirada que distaba poco del agrado, algo que hizo que negase con la cabeza y siguiese a lo suyo. Parecía que, al final, colaba por guardia sin ningún problema.
Pude observar que venía con otra mujer, aunque algo me sonaba en su cara, y no era precisamente de tener esas pintas que llevaba ahora, pero parecía haber colado. Sonreí en mis interiores al ver en el plan un atisbo de que podría salir bien. Me acerqué a Lys y a la otra "joven", la detuve y la cacheé como bien pude, intentando ser lo más delicado y respetuoso que en ese momento mi papel me permitía; tan solo le palpe el largo de los brazos, las caderas y las piernas, no me excedí mucho más, aunque la vergüenza de haberlo hecho ya la había tenido que pasar. Después cacheé a quien la acompañaba y pude notar que esos brazos no eran muy de mujer, a no ser que las mujeres tengan brazos más grandes que el cuello de un soldado. Suspiré mientras trataba de aparentar que hacía bien mi trabajo y les indiqué que podían pasar mientras le dirigía una mirada de asentimiento a Lys.
Las mujeres pasaban como si se tratase de un matadero de pollos. Algunas eran guapas y otras quizá no tanto, aunque ese era mi punto de vista. Algunas me guiñaban el ojo como si de algo les fuese ayudar, y en cierto modo me dieron pena, todas y cada una de las que entraban. No entendía por qué tanto interés en impresionar a un malnacido como Lettuce que sabían de primeras que las acabaría tratando como si fuesen animales. ¿Qué llevaba a una mujer joven y bella a tales derroteros? Siempre era más digno vivir una vida de penurias mendigando o ganándose el pan trabajando en alguna taberna que resignarse a que las tratasen como si fuesen trapos. No entendía la vanidad que inundaba el corazón de los humanos, siempre buscando la forma de ser el mejor frente a los demás, o el que tiene más cosas, como si la vida se tratase de una carrera hacia la excelencia y hacia la riqueza, pero quien sabe, seguramente la mayoría de aquellas chicas solo eran víctimas de aquella sociedad emponzoñada.
Miraba a mi alrededor mientras cacheaba la silueta de cada una de las mujeres que pasaban mientras otro guardia me miraba con una sonrisa en los labios. -Chico, como se nota que eres nuevo, joder. Aprovecha que las tienes tan a mano, que no todos los días se puede agarrar un buen par de tetas.- Dijo, mientras le dirigía una mirada que distaba poco del agrado, algo que hizo que negase con la cabeza y siguiese a lo suyo. Parecía que, al final, colaba por guardia sin ningún problema.
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Por fin ya se habían alistado. Era el momento de comenzar a realizar la misión… Absolutamente todos debían entrar encubiertos, dado que se necesitan todos para poder llevarla a cabo de una buena vez. Mientras caminaban, las mujeres no paraban de llegar a ese castillo, algo que era demasiado raro… ¿Por qué unas muchachas tan hermosas irían detrás de ese tal Lettuce?... Aún se levantaban las sospechas.
El joven se sentía bastante incómodo con su traje y no podía mover ni un milímetro sus brazos o rompería la blusa por su cuerpo fornido. Algunas personas se le quedaban mirando y se sorprendían ante la musculatura de esa “mujer”. Estaban cerca hasta que por fin llegaron a ese lugar. Unos guardias estaban checando a todas y como siempre, las manoseaban exageradamente. Los nervios aparecieron de repente, sintiendo que unas pequeñas gotas de sudor, recorrían el rostro de él, haciendo que respire agitado. Por un comportamiento inapropiado, podrían descubrirlo y llevarlo a la cárcel… Lys tomó de la mano a su “amiga”, para luego hablar con los guardias sobre ello… Sin rechistar ni nada, las dejaron pasar aunque no desviaban la mirada del grandullón que temía por ser descubierto.
-*No debí haber molestado a esos soldados… Ahora me buscan por cielo, tierra y mar…-Pensó, haciendo un rostro amargado mientras trataba de esconder su rostro en el hombro de la elfa, tratando de que no le descubriesen. Pero más adelante, vio a un joven de cabello largo que estaba requisando a las jovencitas, pero lo raro era que él no las toqueteaba ni se aprovechaba de ellas, algo que fue bueno por el momento. El morocho disfrazado se aseguró que no la toqueteara el que la requisó y efectivamente no lo hizo, fue algo respetuoso de su parte. Cuando Sakun le tocó ser cacheado, giró un poco el rostro para mirar al hombre y se le hacía conocido de algún modo. –*¿Dónde lo he visto a él?...*-Se preguntaba en la mente pero no le dio tanta importancia y al ver que les dejó pasar, Sakun sintió que se liberó de una carga.
En resumen, Lys se encargó de que no descubrieran a su “compañera”, dado que sus excusas fueron bastante creíbles. El joven dragón se alivió dado que no sabe fingir la voz por si le llegaban a preguntar algo y eso le traería problemas. Casi estando cerca de la puerta, un soldado se hizo al frente del morocho y le miró serio. –Espera… ¿cómo te llamas? Necesitamos saber tu nombre.-Su voz era grave y la angustia junto con los nervios apareció. El guerrero escondió un poco su cara y pensó en algún nombre. –Ammmm… Me llamo Sak… Saklin jijijiji…-Se ruborizó y trataba de fingir la voz de una mujer pero no le salía, quedando como un tonto.
-¿Sak Saklin?... Qué nombre tan raro… Hmmmm, esa voz…-Con decisión, el guardia le iba a levantar la vela pero “Saklin” esquivó la mano. –Si, es que me duele la garganta… Deja de mirarme, que me da pena…-Comenzó a jugar con su cabello, tratando de convencerlo.
-Oh perdón Sak Saklin… No era mi intención. Por cierto, ¿cómo hiciste para conseguir ese cuerpo?-La tensión aumentó de repente. –Es que… Mi papá me obligaba a… a… hacer ejercicio. Le gustaban las chicas musculosas jijiji…-Todo estaba saliendo bien pero de repente y en el momento menos pensado, a Sakun le dieron ganas de estornudar. –Vale, pues puedes pas…-¡AAAAAACHUUUUUUU!-Estornudó varonilmente, haciendo estremecer a casi todo el castillo.
-¡JODER!, ¡NI MI PADRE ESTORNUABA ASÍ!. LEVÁNTATE LA VELA, TU ERES UN HOMBRE ¿VERDAD?.-Todo se iba arruinar pero de repente llegaron algunas chicas un poco molestas y le metieron una bofetada al guardia. –¡Eres un machista!. Estás celoso porque ella tiene más músculos que tú ¿verdad?. ¡Déjalas pasar y no moleste más!-Ya se iba a armar un problema pero el guardia del miedo, las dejó pasar.
- Oh perdón, perdón… Sak Saklin, puedes pasar. Es que estornudaste como un caballero pero no, al parecer fue algo repentino jeje…-Dijo el soldado completamente nervioso mientras les dejaba pasar y Sakun estaba al borde de la muerte.
-*Estuvo cerca…*-Susurró a Lys para luego entrar al castillo de Lettuce, por fin luego de varias horas.
Off: Ya hemos entrado a la residencia Master7, puedes continuar
El joven se sentía bastante incómodo con su traje y no podía mover ni un milímetro sus brazos o rompería la blusa por su cuerpo fornido. Algunas personas se le quedaban mirando y se sorprendían ante la musculatura de esa “mujer”. Estaban cerca hasta que por fin llegaron a ese lugar. Unos guardias estaban checando a todas y como siempre, las manoseaban exageradamente. Los nervios aparecieron de repente, sintiendo que unas pequeñas gotas de sudor, recorrían el rostro de él, haciendo que respire agitado. Por un comportamiento inapropiado, podrían descubrirlo y llevarlo a la cárcel… Lys tomó de la mano a su “amiga”, para luego hablar con los guardias sobre ello… Sin rechistar ni nada, las dejaron pasar aunque no desviaban la mirada del grandullón que temía por ser descubierto.
-*No debí haber molestado a esos soldados… Ahora me buscan por cielo, tierra y mar…-Pensó, haciendo un rostro amargado mientras trataba de esconder su rostro en el hombro de la elfa, tratando de que no le descubriesen. Pero más adelante, vio a un joven de cabello largo que estaba requisando a las jovencitas, pero lo raro era que él no las toqueteaba ni se aprovechaba de ellas, algo que fue bueno por el momento. El morocho disfrazado se aseguró que no la toqueteara el que la requisó y efectivamente no lo hizo, fue algo respetuoso de su parte. Cuando Sakun le tocó ser cacheado, giró un poco el rostro para mirar al hombre y se le hacía conocido de algún modo. –*¿Dónde lo he visto a él?...*-Se preguntaba en la mente pero no le dio tanta importancia y al ver que les dejó pasar, Sakun sintió que se liberó de una carga.
En resumen, Lys se encargó de que no descubrieran a su “compañera”, dado que sus excusas fueron bastante creíbles. El joven dragón se alivió dado que no sabe fingir la voz por si le llegaban a preguntar algo y eso le traería problemas. Casi estando cerca de la puerta, un soldado se hizo al frente del morocho y le miró serio. –Espera… ¿cómo te llamas? Necesitamos saber tu nombre.-Su voz era grave y la angustia junto con los nervios apareció. El guerrero escondió un poco su cara y pensó en algún nombre. –Ammmm… Me llamo Sak… Saklin jijijiji…-Se ruborizó y trataba de fingir la voz de una mujer pero no le salía, quedando como un tonto.
-¿Sak Saklin?... Qué nombre tan raro… Hmmmm, esa voz…-Con decisión, el guardia le iba a levantar la vela pero “Saklin” esquivó la mano. –Si, es que me duele la garganta… Deja de mirarme, que me da pena…-Comenzó a jugar con su cabello, tratando de convencerlo.
-Oh perdón Sak Saklin… No era mi intención. Por cierto, ¿cómo hiciste para conseguir ese cuerpo?-La tensión aumentó de repente. –Es que… Mi papá me obligaba a… a… hacer ejercicio. Le gustaban las chicas musculosas jijiji…-Todo estaba saliendo bien pero de repente y en el momento menos pensado, a Sakun le dieron ganas de estornudar. –Vale, pues puedes pas…-¡AAAAAACHUUUUUUU!-Estornudó varonilmente, haciendo estremecer a casi todo el castillo.
-¡JODER!, ¡NI MI PADRE ESTORNUABA ASÍ!. LEVÁNTATE LA VELA, TU ERES UN HOMBRE ¿VERDAD?.-Todo se iba arruinar pero de repente llegaron algunas chicas un poco molestas y le metieron una bofetada al guardia. –¡Eres un machista!. Estás celoso porque ella tiene más músculos que tú ¿verdad?. ¡Déjalas pasar y no moleste más!-Ya se iba a armar un problema pero el guardia del miedo, las dejó pasar.
- Oh perdón, perdón… Sak Saklin, puedes pasar. Es que estornudaste como un caballero pero no, al parecer fue algo repentino jeje…-Dijo el soldado completamente nervioso mientras les dejaba pasar y Sakun estaba al borde de la muerte.
-*Estuvo cerca…*-Susurró a Lys para luego entrar al castillo de Lettuce, por fin luego de varias horas.
Off: Ya hemos entrado a la residencia Master7, puedes continuar
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Prácticamente todas las muchachas que aguardaban en los jardines, a excepción de dos o tres por razones desconocidas, consiguieron pasar el cacheo sin problemas, pues no muchas se atrevían a colar objetos ilícitos cuando claramente sus intenciones residían en beneficiarce de los lujos y comodidades que podía ofrecerles Lettuce a cambio de pertenecer a su harén personal. El gran recibidor constaba de paredes adornadas con bellos tapices y cuadros gigantescos, lámparas colgantes y un exquisito suelo de madera al alcance de pocos nobles. Las seleccionadas aguardaron mientras los guardias debían de colocarlas ordenadamente para presentarlas a su señor, que no tardó en hacer acto de presencia desde unas empinadas escaleras desde las que podía observar su "nueva mercancía" con una sonrisa en los labios.
Los guardias se hicieron a un lado del salón y conservaron en silencio su posición, con las manos tras la espalda y el cuerpo completamente recto. Las mujeres empezaron a acomodarse sus escotes y sus cortas faltas, su cabello y la forma de sus labios, todo para impresionar a Pierre Lettuce. Éste empezó a bajar las escaleras lentamente y con esfuerzo, pues su gran barrigón apenas le permitía ver dónde pisaba.
- Sed bienvenidas a mi residencia, señoritas -exclamó con una voz ronca y desgastada por el alcohol- Veamos qué podéis ofrecerme este año...
Al parecer el hombre no era muy dados a grandes discursos de bienvenida, pues iba a lo que iba y desde luego quería acabar rápido para disfrutar de sus nuevas elegidas. Se paseó una por una, admirando y observando todos los aspectos que le llamaban la atención, a veces gruñendo disconforme y otras sonriendo satisfecho. Aquellas que despertaban su interés las hacía dar un paso adelante. Tras examinar varias candidatas, se paró frente a Lys con una expresión de sorpresa en el rostro.
- Vaya, vaya, vaya... quién lo diría, una elfa en mi casa -la tomó de la barbilla para girarle el rostro y observar los perfiles de su cuello, así como sus puntiagudas orejas- No es frecuente que las mujeres de tu raza opten por esta clase de trabajo, por lo que sé son bastante reservadas y tímidas como para entregar su intachable pureza élfica a un humilde mortal como yo -sonrió y se reverenció con burla, y varios guardias le rieron la gracia- Es una experiencia que no he probado nunca...
Le acarició el rostro con sus gordos dedos y bajó por su cuello, luego por su hombro y descendiendo por su brazo hasta llegar a su muñeca, deleitándose con su suave piel. Finalmente, con un seco tirón, agarró su brazo y la obligó a dar un paso al frente. Era una de las seleccionadas. Continuó con su proceso de eliminación, y tras examinar a tres chicas más y descartarlas, se detuvo frente a Sakun. El muchacho le superaba por varios centímetros de altura, pero eso no fue problema para que Lettuce fijara sus atenciones en aquella "gran mujer".
- Interesante -sus ojos brillaban extrañamente- Nunca he tenido una mujer como tú... ¿de dónde eres? ¿del norte? -sabía que en las frías tierras del norte existían pequeños asentamientos de grandes hombres acostumbrados a empuñar gigantescas hachas y soportar temperaturas extremas, comúnmente entrenados como berserkers, por lo que su volumen corporal era a veces superior a la media, incluyendo algunas mujeres- Permíteme que te vea mejor -antes de que Sakun pudiera hacer nada, Lettuce le retiró el velo que cubría su rostro. Pese a la varonil mandíbula, el gran trabajo de Lys con el maquillaje y la ausencia de barba del muchacho consiguieron que el hombre continuara cegado por la creencia de haber dado con una mujer norteña- Eres muy hermosa -pareció incluso relamerse, y varios guardias empezaron a cuestionarse los extraños gustos de su amo- Sí, sin duda tienes algo que las otras no tienen... algo que me hipnotiza... y quiero saber qué es... -se acercó a su oído y posó su mano muy cerca de la ingle, un par de centímetros más y posiblemente hubiera descubierto el "pastel". Al igual que hizo con Lys, jaló su brazo y le hizo dar un paso al frente.
Sakun era la última candidata, resultando un total de cuatro seleccionadas. Lettuce retrocedió varios pasos y prosiguió a dar más órdenes antes de regresar a sus aposentos.
- Aquellas que no hayan sido seleccionadas pueden marcharse -se escucharon sollozos y quejidos entre las descartadas, que empezaron a desalojar el salón- Ahora, vosotras cuatro... empezaremos con las entrevistas individuales, quiero comprobar si podéis ofrecerme lo que busco -informó y miró directamente a Sakun sonriendo- Empezaré contigo, sígueme. Y vosotros dos... -señaló a Thomas y al guardia más próximo a él- ...acompañad a las damiselas al cuarto de invitados, aseguraos de que estén cómodas.
Indicaciones
- Volveré a postear una vez haya concluido este turno (Lys - Thomas - Sakun)
- Lamento mucho el retraso, estos días he estado bastante liado.
- imágenes:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Los guardias se hicieron a un lado del salón y conservaron en silencio su posición, con las manos tras la espalda y el cuerpo completamente recto. Las mujeres empezaron a acomodarse sus escotes y sus cortas faltas, su cabello y la forma de sus labios, todo para impresionar a Pierre Lettuce. Éste empezó a bajar las escaleras lentamente y con esfuerzo, pues su gran barrigón apenas le permitía ver dónde pisaba.
- Sed bienvenidas a mi residencia, señoritas -exclamó con una voz ronca y desgastada por el alcohol- Veamos qué podéis ofrecerme este año...
Al parecer el hombre no era muy dados a grandes discursos de bienvenida, pues iba a lo que iba y desde luego quería acabar rápido para disfrutar de sus nuevas elegidas. Se paseó una por una, admirando y observando todos los aspectos que le llamaban la atención, a veces gruñendo disconforme y otras sonriendo satisfecho. Aquellas que despertaban su interés las hacía dar un paso adelante. Tras examinar varias candidatas, se paró frente a Lys con una expresión de sorpresa en el rostro.
- Vaya, vaya, vaya... quién lo diría, una elfa en mi casa -la tomó de la barbilla para girarle el rostro y observar los perfiles de su cuello, así como sus puntiagudas orejas- No es frecuente que las mujeres de tu raza opten por esta clase de trabajo, por lo que sé son bastante reservadas y tímidas como para entregar su intachable pureza élfica a un humilde mortal como yo -sonrió y se reverenció con burla, y varios guardias le rieron la gracia- Es una experiencia que no he probado nunca...
Le acarició el rostro con sus gordos dedos y bajó por su cuello, luego por su hombro y descendiendo por su brazo hasta llegar a su muñeca, deleitándose con su suave piel. Finalmente, con un seco tirón, agarró su brazo y la obligó a dar un paso al frente. Era una de las seleccionadas. Continuó con su proceso de eliminación, y tras examinar a tres chicas más y descartarlas, se detuvo frente a Sakun. El muchacho le superaba por varios centímetros de altura, pero eso no fue problema para que Lettuce fijara sus atenciones en aquella "gran mujer".
- Interesante -sus ojos brillaban extrañamente- Nunca he tenido una mujer como tú... ¿de dónde eres? ¿del norte? -sabía que en las frías tierras del norte existían pequeños asentamientos de grandes hombres acostumbrados a empuñar gigantescas hachas y soportar temperaturas extremas, comúnmente entrenados como berserkers, por lo que su volumen corporal era a veces superior a la media, incluyendo algunas mujeres- Permíteme que te vea mejor -antes de que Sakun pudiera hacer nada, Lettuce le retiró el velo que cubría su rostro. Pese a la varonil mandíbula, el gran trabajo de Lys con el maquillaje y la ausencia de barba del muchacho consiguieron que el hombre continuara cegado por la creencia de haber dado con una mujer norteña- Eres muy hermosa -pareció incluso relamerse, y varios guardias empezaron a cuestionarse los extraños gustos de su amo- Sí, sin duda tienes algo que las otras no tienen... algo que me hipnotiza... y quiero saber qué es... -se acercó a su oído y posó su mano muy cerca de la ingle, un par de centímetros más y posiblemente hubiera descubierto el "pastel". Al igual que hizo con Lys, jaló su brazo y le hizo dar un paso al frente.
Sakun era la última candidata, resultando un total de cuatro seleccionadas. Lettuce retrocedió varios pasos y prosiguió a dar más órdenes antes de regresar a sus aposentos.
- Aquellas que no hayan sido seleccionadas pueden marcharse -se escucharon sollozos y quejidos entre las descartadas, que empezaron a desalojar el salón- Ahora, vosotras cuatro... empezaremos con las entrevistas individuales, quiero comprobar si podéis ofrecerme lo que busco -informó y miró directamente a Sakun sonriendo- Empezaré contigo, sígueme. Y vosotros dos... -señaló a Thomas y al guardia más próximo a él- ...acompañad a las damiselas al cuarto de invitados, aseguraos de que estén cómodas.
- sakun:
- El muchacho sería el primero en ser entrevistado por el magnate. Éste le condujo por una serie de pasillos y escaleras hasta acabar frente a unos grandes portones de madera custodiados por dos guardias a cada lado, que saludaron con una reverencia a su señor y procedieron a abrir las puertas. Se trataban de los aposentos privados de Lettuce.
- imagen:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Las puertas se cerraron a sus espaldas y ambos quedaron completamente solos en aquella gran y lujosa habitación. Lettuce avanzó hacia una especie de diván y se rescostó cómodamente, regresando su mirada a la gran mujer que había despertado su interés.
- Sírveme una copa de vino -le ordenó al tiempo que señalaba una bandeja de plata con una jarra y dos copas al otro lado de la habitación. Quería comprobar sus dotes de obediencia a la hora de realizar tareas de servicio, ya que si era demasiado torpe puede que no fuese la compañía que estaba buscando- Y ahora dime, preciosa, ¿cuál es tu nombre?, ¿qué motivos te traen a presentarte en mi hogar?[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Instrucciones
- Puedes aprovechar y usar el suero de la verdad para sacarle información sobre el paradero de la hija de Morgause, o cualquier otra cosa que desees saber. Recuerda: máximo tres preguntas. Yo las responderé en el siguiente post.
- También puedes decidir no usar el suero y reservarlo para otra ocasión. En ese caso deberás inventarte la entrevista, y yo valoraré si ha resultado convincente o no.
- thomas y lys:
- Thomas y el guardia que le acompañan tienen la orden de escoltar a las tres mujeres a la habitación de invitados donde esperarán pacientemente su turno para ser entrevistadas. El decorado de los pasillos de la residencia resultaban mucho más simples que los salones principales, y pese a que muchos de ellos constaban de grandes ventanales, otros eran tan oscuros como la mismísima noche. No parecía haber demasiada vigilancia en aquellos solitarios pasillos.
- imagen:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
- Así que eres el nuevo, ¿eh, colega? -inquirió el guardia a Thomas mientras caminaban despreocupados- Tu cara me suena demasiado. ¿Frecuentas la taberna?... Porque estoy seguro de haber visto esa expresión de memo por algún lado -rió con gracia.
Era uno de los guardias que había custodiado los jardines anteriormente, y aún no se había dado cuenta de que se trataba del mismo hombre que había rondado los alrededores acompañado de la elfa.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Instrucciones
- Deshaceos del guardia silenciosamente y esconded el cuerpo, de ésta forma tendréis libertad total de movimientos para investigar la residencia más adelante.
- Las dos mujeres que os acompañan se pondrán de vuestra parte y os ayudarán en todo lo posible. Manejadlas como queráis.
- Sakun se unirá a vosotros en el próximo turno, esperadle en la habitación de invitados para poder continuar, ya que la información que pueda obtener de Lettuce puede facilitar muchísimo vuestra búsqueda.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Indicaciones
- Volveré a postear una vez haya concluido este turno (Lys - Thomas - Sakun)
- Lamento mucho el retraso, estos días he estado bastante liado.
Ger
Master
Master
Cantidad de envíos : : 973
Nivel de PJ : : 0
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Noté la incomodidad de Thomas al tener que fingir que cumplía su trabajo de revisarme, pero de todos modos, no tenía nada a la vista que lo comprometiera de alguna manera, por lo que aún contando son su ayuda, fácilmente pasé y cabe destacar que gracias a su contextura, Sakun se vio mucho más beneficiado que yo por tal ventaja. Desde afuera se notaba que una casa de esas dimensiones debía ser propiedad de alguien bastante adinerado, pero fue mucho más claro cuando ingresamos a la residencia. Suntuosidad, color y el brillo de la lustrada madera que pisábamos, nos daban la bienvenida al ingresar. El lugar era impresionante, pero no iba a mentir, habiendo conocido y vivido en las ciudades de los elfos, el lujo no me resultaba tan deslumbrante como a otros le podía suceder.
Los guardias se encargaron de acomodarnos mientras poco después el dueño bajaba por las escaleras. Era realmente desagradable pero no lo imaginaba muy diferente tampoco, cumplía con todas las características que un viejo verde con ese tipo de ocupación podía tener. Si verlo no resultaba muy agradable que digamos que se acercara y no se molestara en disimular la cara de libidinoso, era por lejos peor. Mantuve la mirada impasible mientras se presentaba sin problemas, pero cuando se acercó demasiado tuve que contener las ganas de atravesarle la garganta con algo mientras con dificultad mantenía una sonrisa en los labios. Baje la mirada y contuve la respiración ante su tacto, miré la curva del hombro opuesto que estaba tocando, si se encontraba con mis ojos, notaría el asco y el odio reflejados, por lo que no le miré aún después de que con un brusco tirón hizo me adelantara. Continuó y centró su atención en Sakun que al parecer le gustó más de lo que creímos posible, tanto que mientras algunas se iban desconsoladas, él pedía sea el muchacho el primero en entrevistarse.
A nosotros nos tocó irnos, acompañados por sólo un guardia, pues el otro era el mismo Thomas. Mientras el extraño conversaba, fingí arreglar algo en mi calzado para quedar un paso detrás de él. Mirando a mi colega, le hice una seña de abrir algo con llave y señalé llevaba una escondida en mi cabello. La realidad era que si las chicas se ponían difíciles no eran muy difíciles de manejar, a menos claro que alguna sea algo más de los que parecía. Miré la nuca del despreocupado guardia y luego a mi alrededor, el gigantesco pasillo se encontraba vacío y sólo nuestras pisadas resonaban contra la gris piedra que lo conformaban. Espere a que Thomas cruzara mirada conmigo para hacer otra seña de lo que pretendía: deshacernos del guardia.
- ¿Thania? - pregunté y miré hacia los lados como si creyera escuchar algo. - ¿La oyó? - pregunté mirando al guardia –Me pareció escuchar que alguien decía algo de Thania.. ¿Sabe quién es? - Pretendía distraerlo para que Thomas pudiera encargarse de él, y si largaba algo antes de eso, mejor aun. Las otras dos me miraron extrañados y miraron alrededor intentando prestar atención a una voz que claramente nunca oirían.
Los guardias se encargaron de acomodarnos mientras poco después el dueño bajaba por las escaleras. Era realmente desagradable pero no lo imaginaba muy diferente tampoco, cumplía con todas las características que un viejo verde con ese tipo de ocupación podía tener. Si verlo no resultaba muy agradable que digamos que se acercara y no se molestara en disimular la cara de libidinoso, era por lejos peor. Mantuve la mirada impasible mientras se presentaba sin problemas, pero cuando se acercó demasiado tuve que contener las ganas de atravesarle la garganta con algo mientras con dificultad mantenía una sonrisa en los labios. Baje la mirada y contuve la respiración ante su tacto, miré la curva del hombro opuesto que estaba tocando, si se encontraba con mis ojos, notaría el asco y el odio reflejados, por lo que no le miré aún después de que con un brusco tirón hizo me adelantara. Continuó y centró su atención en Sakun que al parecer le gustó más de lo que creímos posible, tanto que mientras algunas se iban desconsoladas, él pedía sea el muchacho el primero en entrevistarse.
A nosotros nos tocó irnos, acompañados por sólo un guardia, pues el otro era el mismo Thomas. Mientras el extraño conversaba, fingí arreglar algo en mi calzado para quedar un paso detrás de él. Mirando a mi colega, le hice una seña de abrir algo con llave y señalé llevaba una escondida en mi cabello. La realidad era que si las chicas se ponían difíciles no eran muy difíciles de manejar, a menos claro que alguna sea algo más de los que parecía. Miré la nuca del despreocupado guardia y luego a mi alrededor, el gigantesco pasillo se encontraba vacío y sólo nuestras pisadas resonaban contra la gris piedra que lo conformaban. Espere a que Thomas cruzara mirada conmigo para hacer otra seña de lo que pretendía: deshacernos del guardia.
- ¿Thania? - pregunté y miré hacia los lados como si creyera escuchar algo. - ¿La oyó? - pregunté mirando al guardia –Me pareció escuchar que alguien decía algo de Thania.. ¿Sabe quién es? - Pretendía distraerlo para que Thomas pudiera encargarse de él, y si largaba algo antes de eso, mejor aun. Las otras dos me miraron extrañados y miraron alrededor intentando prestar atención a una voz que claramente nunca oirían.
- Off:
- Thomas, no quise definir todo el movimiento en mi post para no metarolearte tampoco, pero si dejar sentada una base de lo que nos proponíamos. En tu post puedes contar con la ayuda de Lys si necesitas que te ayude con algo. ^^
Lys
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 524
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
En cuanto terminaron los cacheos pasamos adentro escoltando a las señoritas hasta la recepción de Lettuce. Iba con la mirada bien fija en Lys para no perderla de vista. En cuanto llegamos a la supuesta zona donde nos recibiría el señor de aquella mansión, los nervios se tensaron, especialmente cuando Lettuce apareció. De todas las posibles imágenes que en mi cabeza me había hecho imaginándome a aquella sabandija, ninguna era tan despreciable y vomitiva como la cruda realidad. Me resultaba imposible imaginarme algo que me diese tanto asco, y más aun cuando no disimulaba sus intenciones. Tenía ganas de acabar con todo, de mostrar mi verdadero yo y acabar con aquello, pero ponía en peligro la vida de los que estaban allí, además de la mía. No era una gran idea, desde luego.
Mientras las rechazadas se iban de la mansión, yo acompañé a Lys y a otras 2 mujeres, junto con otro guardia, a las dependencias que Lettuce tenía como "sala de espera". Aunque aquello no parecía para nada una sala de espera. Tuve que hacer caso omiso de las gracias del guardia hasta que estuvimos solos. De momento todo iba bien y Lys parecía darse cuenta de lo mismo que yo: la mansión estaba vacía y solo había un guardia, el que nos acompañaba. Tardé unos segundos en darme cuenta de lo que tramaba preguntando por Thania pero la treta resulto plausible. El guardia miro extrañado a Lys y empezó a girar la cabeza intentando escuchar a la supuesta joven que mi compañera elfa mencionaba. Cuando estaba de espaldas a mí, le hice una seña a Lys asintiendo con la cabeza.
Me acerqué al guardia. -Quizá deberíamos discutir eso de quién es un memo, amigo, pero me temo que no tengo tiempo para alguien con un cerebro tan escueto.- Dije, y justo antes de que se diese la vuelta le propiné un fuerte rodillazo tras la pierna que le hizo flexionarla, lo suficiente como para que aquel individuo tan alto estuviese a mi altura para agarrarle con fuerza por el cuello y que Lys cogiese un ostentoso candelabro de plata que había por allí y le diese un buen golpe que le dejo inconsciente, aunque he de decir que la falta de oxigeno ayudo bastante.
Arrastré el cuerpo del guardia mientras las otras dos chicas miraron atónitas por unos segundos la situación. Amordacé al hombre con uno de sus cintos y le até las manos y los pies juntos con la vaina de su espada (sin espada, claro...). Lo metí bajo una mesa cuyo interior estaba tapado por un colorido mantel y me acerqué un momento a Lys.
-Antes de nada... ¿puedes echarme una mano con esto?- Le dije con un tono de voz suave, mientras me retiraba la cota y la tela que cubría mi brazo izquierdo para que pudiese ver el corte de espada que me había hecho el guardia del que cogí prestado el disfraz. Llevaba bastante rato molestándome y había sido una suerte que la malla pudiese ocultar la sangre que me bajaba hacia la mano. -¿Puedes hacer algo?- Le pregunté, con la esperanza de que pudiese usar su magia élfica para sanarlo.
La incógnita ahora era qué hacer. Podríamos echar un vistazo por el resto de la mansión en busca de pistas sobre el paradero de la hija de Arthur, pero tendríamos que tener en cuenta que Lettuce pediría entrevistar a más mujeres, así que tendríamos que controlar bien nuestros movimientos si no queríamos que nos acabasen pillando.
Miré a las dos jóvenes, escudriñando en sus rostros. -¿Nos echaréis una mano?- Pregunté, sin más dilación.
Mientras las rechazadas se iban de la mansión, yo acompañé a Lys y a otras 2 mujeres, junto con otro guardia, a las dependencias que Lettuce tenía como "sala de espera". Aunque aquello no parecía para nada una sala de espera. Tuve que hacer caso omiso de las gracias del guardia hasta que estuvimos solos. De momento todo iba bien y Lys parecía darse cuenta de lo mismo que yo: la mansión estaba vacía y solo había un guardia, el que nos acompañaba. Tardé unos segundos en darme cuenta de lo que tramaba preguntando por Thania pero la treta resulto plausible. El guardia miro extrañado a Lys y empezó a girar la cabeza intentando escuchar a la supuesta joven que mi compañera elfa mencionaba. Cuando estaba de espaldas a mí, le hice una seña a Lys asintiendo con la cabeza.
Me acerqué al guardia. -Quizá deberíamos discutir eso de quién es un memo, amigo, pero me temo que no tengo tiempo para alguien con un cerebro tan escueto.- Dije, y justo antes de que se diese la vuelta le propiné un fuerte rodillazo tras la pierna que le hizo flexionarla, lo suficiente como para que aquel individuo tan alto estuviese a mi altura para agarrarle con fuerza por el cuello y que Lys cogiese un ostentoso candelabro de plata que había por allí y le diese un buen golpe que le dejo inconsciente, aunque he de decir que la falta de oxigeno ayudo bastante.
Arrastré el cuerpo del guardia mientras las otras dos chicas miraron atónitas por unos segundos la situación. Amordacé al hombre con uno de sus cintos y le até las manos y los pies juntos con la vaina de su espada (sin espada, claro...). Lo metí bajo una mesa cuyo interior estaba tapado por un colorido mantel y me acerqué un momento a Lys.
-Antes de nada... ¿puedes echarme una mano con esto?- Le dije con un tono de voz suave, mientras me retiraba la cota y la tela que cubría mi brazo izquierdo para que pudiese ver el corte de espada que me había hecho el guardia del que cogí prestado el disfraz. Llevaba bastante rato molestándome y había sido una suerte que la malla pudiese ocultar la sangre que me bajaba hacia la mano. -¿Puedes hacer algo?- Le pregunté, con la esperanza de que pudiese usar su magia élfica para sanarlo.
La incógnita ahora era qué hacer. Podríamos echar un vistazo por el resto de la mansión en busca de pistas sobre el paradero de la hija de Arthur, pero tendríamos que tener en cuenta que Lettuce pediría entrevistar a más mujeres, así que tendríamos que controlar bien nuestros movimientos si no queríamos que nos acabasen pillando.
Miré a las dos jóvenes, escudriñando en sus rostros. -¿Nos echaréis una mano?- Pregunté, sin más dilación.
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Con dificultades, por fin habían entrado los tres a esa residencia. Se notaba las hermosas paredes, el suelo tan pulido que apenas se veía el reflejo de cada uno de los presentes. Todos de alguna forma se sentían incómodos al estar en un lugar tan precioso como ese. A los lados del castillo, habían retratos, objetos e incluso cuadros valiosos que de alguna forma, ese tal Lettuce pudo haber conseguido pero la pregunta era... ¿Cómo rayos alguien podría tener tanto dinero y de dónde lo había sacado?. Es verdad, todo se veían aún más sospechoso y quizá podría ser una trampa o algo parecido.
Finalmente se vieron los zapatos del "rey" que bajaba con lentitud incomparable. Los soldados de repente se ordenaron y colocaron sus manos atrás, tratando de ser leales con su cuerpo recto y la cabeza mirando al frente. Todos miraban la aparición del hombre tragando saliva y la tensión había aparecido rápidamente, haciendo que la curiosidad comience a matarlos literalmente. Todo se arruinó al ver esa barriga de un tamaño exagerado... En fin... Ya se esperaba quién iba a ser. El joven al verlo, se llenó de asco pero también de rabia y estuvo a punto de levantarse para zamparle un puñetazo pero no... Era mejor seguir el plan dado que se estaba llevando bien y no habían problemas por ahora. Al escucharle la voz tan perversa y parecida a los chillidos de un marrano, calló y comenzó a mirar al suelo, tratando de que no le viese o si no era obvio que la sacaría del castillo... ¿A quién le gustaría un cuerpo tan grande como el de "Saklin?...
De repente y sin previo aviso, sintió la presencia de Lettuce, cerca de Lys, haciéndole cumplidos raros y extravagantes. Obviamente el dragón no iba a permitir eso y estuvo a punto de tratar de coquetear para que no se fijara en ella pero obviamente, lo iba a rechazar ese gordo. Al escoger a la elfa, Sakun se resignó y miró al suelo pero de repente, ese panzón le dirigió la mirada, pero esos ojos no eran de rechazo, eran de otro sentimiento. Sakun se quedó perplejo al ver que comenzó a hacerle cumplidos y con suavidad pero rapidez, le removió la vela, dejándolo con su rostro al aire.
-*Diablos... Ya se dio cuenta*--Dijo haciendo un gesto de vergüenza, mirando a un lugar incierto. "Eres muy hermosa...", el silenció se llevó el lugar y apenas Sakun, pudo sonreír de forma nerviosa y sin poder hacer algún otro movimiento, fue escogido como candidata y pasó junto con Lys y las otras tres.
-Ese tipo está loco...-Sakun le susurró al oído de su compañera y en ese entonces, vio como las otras eran "echadas" del palacio. Lettuce les habló a las cuatro, diciéndoles que busca algo e iba a hacer una entrevista una por una. En ese momento, el barrigón le sonrió a nuestro héroe, haciendo que lo intimide demasiado pero también que frunza el ceño.
-*Diablos, Diablos... ¿Ahora qué...?.-Pensó, para luego seguir al tipo ese, dejándose llevar fácilmente y tratando de idear un plan para no ser descubierto por el rey o si no, sería aún más peor...
Cuando llegaron, les abrieron la puerta y los hicieron entrar a una habitación espectacular, con un olor fragante pero llena de cuadros valiosos igualmente. Sakun al ver que estaban cerrando las puertas, trató de correr para que no lo hicieran. -Espera no...-Cerraron y los dejaron dentro. El joven dragón giró su cuerpo nervioso y le regaló una sonrisa fingida al amo del castillo.
-Jajaja... Lo siento, es que me da pena...-Esta vez si pudo hacer una voz aguda y casi parecida a la de una mujer. Con serenidad, Lettuce se acomodó en la habitación y de forma coqueta, le pidió a "Saklin" que sirviera vino.
Al pedir eso, el guerrero disfrazado fue caminando con tranquilidad, pensando en algún plan hasta que se le ocurrió una idea fascinante. -Lo haré jijiji...-Habló en tono coqueto mientras tomaba la copa con una mano y con la otra, discretamente, sacaba el frasco. Caminó hacia la jarra y sirvió el vino para luego colocar la esencia del suero. Al terminar de hacerlo, se acercó lentamente, moviendo la cadera para verse aún más "coqueta" y se la entregó, sonriendo.
-Me llamo Sak Saklin. Vengo a tu palacio porque no sé... Mis amigas pensamos que tu eres lindo y pues... Queríamos probar suerte jijiji...-Respondió mientras jugaba con su cabello y se lamía los labios con dulzura.
Esperando a que bebiese, se quedó callada pero cuando se aseguró de que ya haya probado el suero, quiso hablar para ver si funcionaba. -Oye... Mi querido Lettuce... Tengo unas preguntas, espero que me las respondas...-Le guiñó el ojo de forma provocativa y pensaba con detenimiento.
-Mmmm... ¿Podrías decirme donde se encuentra Thania, la hija de Arthur Morgause?...-Preguntó con tranquilidad. -Es que es una de mis amigas y pues me preocupa un poco... Aunque obviamente ella no tenía oportunidades contigo jijiji....-Trató de ser lo más creíble posible mientras preparaba otra pregunta.
-¡Oh!... ¿Podrías decirme dónde se encuentran armas filosas como espadas o hachas en el palacio?...-Preparó la explicación sin dejar de fingir una voz femenina... -Es que soy fanática de las armas y me gustaría conocerlas... Claro, si me dejas mi amado Lettuce jijiji...-Sakun se levantó y le acarició esa grasosa piel para tratar de que acceda a contestar y no sospeche nada, todavía quería ser discreto en el castillo.
-Ah... Y una última pregunta, por favor mi bello rey...-Hizo un gesto de tristeza mientras le acaricia con suavidad el rostro.
-¿Podrías decirme alguna salida secreta del palacio?... Por favor...-Se mordió el labio pero se alejó de él, volviendo a sentarse cerca. -Es que si no soy escogida como candidata, me gustaría salirme discreta del lugar...-Terminó mientras le volvía a guiñar el ojo a Lettuce.
-*No me puedo imaginar haciendo esta mierda... Me veo como un homosexual... Espero que Arthur haga valer la pena de hacer toda esta porquería solo por rescatar a su hijita...-Pensó, frunciendo el ceño y mirando al suelo...
Finalmente se vieron los zapatos del "rey" que bajaba con lentitud incomparable. Los soldados de repente se ordenaron y colocaron sus manos atrás, tratando de ser leales con su cuerpo recto y la cabeza mirando al frente. Todos miraban la aparición del hombre tragando saliva y la tensión había aparecido rápidamente, haciendo que la curiosidad comience a matarlos literalmente. Todo se arruinó al ver esa barriga de un tamaño exagerado... En fin... Ya se esperaba quién iba a ser. El joven al verlo, se llenó de asco pero también de rabia y estuvo a punto de levantarse para zamparle un puñetazo pero no... Era mejor seguir el plan dado que se estaba llevando bien y no habían problemas por ahora. Al escucharle la voz tan perversa y parecida a los chillidos de un marrano, calló y comenzó a mirar al suelo, tratando de que no le viese o si no era obvio que la sacaría del castillo... ¿A quién le gustaría un cuerpo tan grande como el de "Saklin?...
De repente y sin previo aviso, sintió la presencia de Lettuce, cerca de Lys, haciéndole cumplidos raros y extravagantes. Obviamente el dragón no iba a permitir eso y estuvo a punto de tratar de coquetear para que no se fijara en ella pero obviamente, lo iba a rechazar ese gordo. Al escoger a la elfa, Sakun se resignó y miró al suelo pero de repente, ese panzón le dirigió la mirada, pero esos ojos no eran de rechazo, eran de otro sentimiento. Sakun se quedó perplejo al ver que comenzó a hacerle cumplidos y con suavidad pero rapidez, le removió la vela, dejándolo con su rostro al aire.
-*Diablos... Ya se dio cuenta*--Dijo haciendo un gesto de vergüenza, mirando a un lugar incierto. "Eres muy hermosa...", el silenció se llevó el lugar y apenas Sakun, pudo sonreír de forma nerviosa y sin poder hacer algún otro movimiento, fue escogido como candidata y pasó junto con Lys y las otras tres.
-Ese tipo está loco...-Sakun le susurró al oído de su compañera y en ese entonces, vio como las otras eran "echadas" del palacio. Lettuce les habló a las cuatro, diciéndoles que busca algo e iba a hacer una entrevista una por una. En ese momento, el barrigón le sonrió a nuestro héroe, haciendo que lo intimide demasiado pero también que frunza el ceño.
-*Diablos, Diablos... ¿Ahora qué...?.-Pensó, para luego seguir al tipo ese, dejándose llevar fácilmente y tratando de idear un plan para no ser descubierto por el rey o si no, sería aún más peor...
Cuando llegaron, les abrieron la puerta y los hicieron entrar a una habitación espectacular, con un olor fragante pero llena de cuadros valiosos igualmente. Sakun al ver que estaban cerrando las puertas, trató de correr para que no lo hicieran. -Espera no...-Cerraron y los dejaron dentro. El joven dragón giró su cuerpo nervioso y le regaló una sonrisa fingida al amo del castillo.
-Jajaja... Lo siento, es que me da pena...-Esta vez si pudo hacer una voz aguda y casi parecida a la de una mujer. Con serenidad, Lettuce se acomodó en la habitación y de forma coqueta, le pidió a "Saklin" que sirviera vino.
Al pedir eso, el guerrero disfrazado fue caminando con tranquilidad, pensando en algún plan hasta que se le ocurrió una idea fascinante. -Lo haré jijiji...-Habló en tono coqueto mientras tomaba la copa con una mano y con la otra, discretamente, sacaba el frasco. Caminó hacia la jarra y sirvió el vino para luego colocar la esencia del suero. Al terminar de hacerlo, se acercó lentamente, moviendo la cadera para verse aún más "coqueta" y se la entregó, sonriendo.
-Me llamo Sak Saklin. Vengo a tu palacio porque no sé... Mis amigas pensamos que tu eres lindo y pues... Queríamos probar suerte jijiji...-Respondió mientras jugaba con su cabello y se lamía los labios con dulzura.
Esperando a que bebiese, se quedó callada pero cuando se aseguró de que ya haya probado el suero, quiso hablar para ver si funcionaba. -Oye... Mi querido Lettuce... Tengo unas preguntas, espero que me las respondas...-Le guiñó el ojo de forma provocativa y pensaba con detenimiento.
-Mmmm... ¿Podrías decirme donde se encuentra Thania, la hija de Arthur Morgause?...-Preguntó con tranquilidad. -Es que es una de mis amigas y pues me preocupa un poco... Aunque obviamente ella no tenía oportunidades contigo jijiji....-Trató de ser lo más creíble posible mientras preparaba otra pregunta.
-¡Oh!... ¿Podrías decirme dónde se encuentran armas filosas como espadas o hachas en el palacio?...-Preparó la explicación sin dejar de fingir una voz femenina... -Es que soy fanática de las armas y me gustaría conocerlas... Claro, si me dejas mi amado Lettuce jijiji...-Sakun se levantó y le acarició esa grasosa piel para tratar de que acceda a contestar y no sospeche nada, todavía quería ser discreto en el castillo.
-Ah... Y una última pregunta, por favor mi bello rey...-Hizo un gesto de tristeza mientras le acaricia con suavidad el rostro.
-¿Podrías decirme alguna salida secreta del palacio?... Por favor...-Se mordió el labio pero se alejó de él, volviendo a sentarse cerca. -Es que si no soy escogida como candidata, me gustaría salirme discreta del lugar...-Terminó mientras le volvía a guiñar el ojo a Lettuce.
-*No me puedo imaginar haciendo esta mierda... Me veo como un homosexual... Espero que Arthur haga valer la pena de hacer toda esta porquería solo por rescatar a su hijita...-Pensó, frunciendo el ceño y mirando al suelo...
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
- sakun:
- Lettuce observó todos y cada uno de los movimientos de su peculiar candidata, deleitándose con sus... ¿curvas?... Ok, es posible que ésta candidata no tuviese curvas, pero ciertamente había algo extraño en ella que deleitaba a nuestro magnate. Algo que nunca había visto en una mujer. Mientras se preguntaba qué sería, "Saklin" sirvió el vino, y Lettuce no tuvo reparos en llevarse un buen trago a los labios. Se acomodó y le indicó a su candidata que le hiciera compañía; fue tiempo suficiente para que el suero de la verdad empezase a surtir efecto. Lettuce arrugó el entrecejo y se relamió, volvió a probar el vino como asegurándose de que era el mismo de siempre y saboreó la nueva textura. Lo encontró algo más dulzón de lo normal, pero como no sentía nada raro, se encogió de hombros y descartó el pequeño detalle.
- ¿Thania? ¡¿Esa maldita perra?! -soltó un berrido, y de pronto su rostro se tornó de furia- ¡Vaya carácter tiene! Un cochino en el matadero haría menos ruido que ella. He tenido que encerrarla bajo llave en los calabozos. Hay algunas damiselas muy problemáticas, se pelean entre ellas o me roban a mis espaldas, pero ésta es la primera que intenta matarme. Y a mi me gusta que sean tranquilas y obedientes, ¿sabes lo que te digo?... Deben portarse bien -inconscientemente el suero ya había hecho efecto, y Lettuce estaba empezando a soltar la lengua sin darse cuenta.
Tras beber otro sustancioso trago de vino, respondió a la siguiente pregunta.
- ¿Armas? Hmmm... Tienes gustos muy peculiares, ¿verdad? Sabía que eras especial, juajuajua -al reír, su panza se agitó como una gelatina- Podrás deleitarte con mi colección privada más tarde, cuando finalice el casting. Está en el piso de abajo, al final del pasillo izquierdo. Pero los guardias no te dejarán pasar, les he dado la orden de no abrir las puertas de la armería a nadie hasta que yo en persona les diga lo contrario. Más de la mitad de mi guardia está ocupada con el casting y no puedo descuidar la seguridad de mis pertenencias en un día tan ajetreado como hoy.
Pareció encantarle que su musculosa damisela le acariciase la piel, y no dudó en agarrarla de la cintura y empezar a manosearla mientras aspiraba su aroma. En sus ojos podía leerse el deseo, y de no ser porque aún le quedaban candidatas por entrevistar, hubiera llevado a Saklin a la cama directamente.
- ¿Alguna salida secreta? ¿Es que quieres escaparte de mi, traviesa? -se mojó los labios con la lengua y la miró con ojos lujuriosos- Hay una trampilla en la despensa de las cocinas, en el ala oeste... conecta con las alcantarillas de Lunargenta, un lugar demasiado sucio para alguien tan puro y hermoso como tú...[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Instrucciones
- Termina la entrevista de la forma que quieras. Al salir, un guardia te escoltará hasta la habitación donde están Thomas y Lys (no podrás librarte de él de ninguna forma).
- thomas, lys y sakun:
- El guardia caminaba totalmente abstraído, pensando en cualquier cosa menos en lo que estaba a punto de venírsele encima. Empezó a silbar una cancioncita, y fue la voz de Lys lo que le sacó de su ensimismamiento.
- Te cansarás de escuchar su nombre, linda -soltó una irónica risa- No he visto a una mujer más peleona en siglos. Estuvo a punto de rajarle la garganta al amo y derribó a tres de mis compañeros. Cualquiera diría que es costurera, ¿eh?. Que no te extrañe que hayan rumores. Pero tiene lo que se merece, y sirve de ejemplo para todas las demás. Aquí el mal comportamiento se castiga.
No dijo nada más; el guardia no era idiota y sabía que habían ciertas cosas de las que no debería hablar, especialmente de un tema tan delicado como aquel. Continuó caminando sin más ni más, y en cuestión de segundos... puf. Sintió un golpe, empezó a verlo todo negro y finalmente cayó inconsciente. Pasaron varios segundos antes de que estuviera completamente amordazado. No volvería a levantarse en una hora. Las jóvenes miraban a ambos lados, conmocionadas, preguntándose qué motivos tenían aquellas personas para cargar contra la guardia personal de Lettuce. Rápidamente comprendieron que la elfa no era una candidata, y el guardia tampoco era un guardia. La pregunta que les hizo éste les desconcertó.
- Haced lo que queráis, pero nos metáis en vuestros asuntos -contestó una de ellas- Si os cuelgan, os colgarán a vosotros solos.
- Bueno, si me dan a elegir entre Lettuce y este hombretón tan apetitoso... -la segunda de las mujeres miró a Thomas con un aire más interesado- No sé lo qué os traéis entre manos, pero si las cosas se ponen feas haré como que no os conozco, ¿entendido?
Apenas unos minutos después, la puerta de la habitación se abre. Un guardia da paso a "Saklin" que regresaba de la entrevista con Lettuce, y acto seguido señala a Lys.
- Tú, eres la siguiente -exclama con voz neutral.
No obstante, una de las muchachas se adelanta con rapidez.
- Maldita sea, ¿cuánto tiempo más van a hacerme esperar? -hace gestos de impaciencia con las manos- Estoy empezando a perder la paciencia. Quiero ver a Lettuce ahora mismo, o de lo contrario los nervios van a acabar conmigo. Esto es MUY importante -sin preguntar, camina hacia el guardia y abandona la habitación- ¡Vamos! ¿A qué esperas para llevarme, zoquete? -el guardia pone los ojos en blanco, suspira y vuelve a cerrar la puerta. Poco antes de eso, la muchacha os dedica una mirada de complicidad.
La joven hará todo lo que esté en su mano para alargar la entrevista con Lettuce y daros más tiempo. Ahora que volvéis a estar los tres juntos, podéis poneros al día en cuanto a información.
Instrucciones
- Aprovechad el momento para hablar e intercambiar información.
- Tenéis control total absoluto sobre la joven restante (al convertirse en PNJ, podéis manejar sus acciones y sus diálogos). Utilizadla como queráis, aunque tened en cuenta que no sabe pelear (como señuelo, distracción, vigilante, acompañamiento, etc). Si no, siempre podéis dejarla en la habitación y continuar con vuestra misión.
- Gracias a Sakun, ahora sabéis que Thania está encerrada en las catacumbas. Buscadla. En un determinado momento del trayecto os encontraréis una patrulla de seis guardias que os cortarán el paso (deshaceos de ellos, procurad no armar mucho escándalo o el ruido de la pelea podría atraer más soldados). Tras llegar a las catacumbas, debéis buscar al carcelero para arrebatarle las llaves. El carcelero es un hombre fuerte, grande y robusto, y debéis trabajar en equipo para derribarlo. Cuando consigáis la llave, yo volveré a postear.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Indicaciones
- Postead las veces que sean necesarias, no hay límite de turnos.
- Volveré a intervenir una vez hayáis abierto la puerta de las catacumbas (el último que me avise con un OFF)
Ger
Master
Master
Cantidad de envíos : : 973
Nivel de PJ : : 0
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Respiré aliviada cuando el guardia comenzó a decir lo que sabía de la joven, ya que aseguraba no sólo que estaba viva, sino también con las fuerzas y habilidades suficientes como para rebelarse cada vez que tenía la oportunidad. Sin embargo la ultima frase quedó flotando en el aire con la suficiente ambigüedad que bien podía interpretarse como que no continuaba con vida. ¿Que tipo de castigo podía aleccionar con su simple mención a las demás muchachas? Pero el guardia no dijo más que eso y no tuvo luego mucha oportunidad que digamos para hacerlo tampoco: Pocos minutos después, trabajando en equipo, conseguimos librarnos de él. - Claro - respondí ante el pedido de Thomas de curar su herida. Miré como estaba rogando por dentro que no fuera demasiado grave pues no ejercitaba mucho mis habilidades curativas, y me quedé más tranquila al notar que así era. Tomé su brazo e invocando con palabras a la magia ancestral de mi especie, mi mano comenzaba a emitir un suave destello que cubría asimismo el corte que comenzaba a sanar. Pocos minutos después la herida en el brazo de Thomas estaba en perfectas condiciones. Recordé como esto mismo años atrás (cuando era nivel cero cofcof) me resultaba agotador y ahora no notaba cambio alguno en mí y me alegré por eso. Necesitaba mi energía de aquí en más.
- Muy bien. No se preocupen, no es nuestra intención ponerlas en peligro - respondí a las muchachas que se vieron dispuestas a ayudarnos siempre que no las impliquemos o pongamos en riesgo, lo cual, a decir verdad, era totalmente lógico y justo para ellas y al mismo tiempo, de gran ayuda para nosotros. Ni bien el pasillo quedo limpio de cuerpos comprometedores, esto es, un guardia desmayado que podía complicarnos la cuestión si era descubierto, llevé una mano a mi cabello, retiré el gancho que lo sujetaba y lo dejé caer suelto mientras tomaba la llave y la colocaba delante mío mirando a Thomas. - Me ha dicho nuestro empleador que abre todas las puertas del lugar a excepción de los calabozos – Le guiñé un ojo. - Es algo por donde empezar... Si está en una habitación de aquí – miré rápidamente hacia ambos lados del largo pasillo – podremos dar con ella y si no, está en otro sector de la mansión o en los calabozos mismos y tendremos que buscar otra forma de entrar. - Recordé el collar que llevaba y lamenté no haber tomado ambas llaves en su momento, pero ya era tarde para lamentos, por lo que lo desprendí de mi cuello y lo giré en mi muñeca a como de pulsera, ya que a mi parecer, sería mucho más sencillo utilizarlo de ese modo.
Lancé una mirada fugaz hacia la mesa bajo la cual se encontraba el guardia. Levanté el mantel que lo ocultaba y comencé a revisarlo en busca de alguna daga o similar que me sirviera luego. (Dejo en manos del Master si encuentro alguna o no) - Deberíamos ponernos en movimiento y comenzar a buscar – dije mientras me ponía nuevamente de pie. - No sabemos cuanto tiempo podemos tenemos a nuestro favor. - Medio caminamos medio corrimos por el pasillo buscando puertas que revisar y sugerí a Thomas sea el que se asomara pues su disfraz de guardia no levantaría tanta sospecha como si se asomaban mis orejas. Pronto dimos con una puerta que no necesitó usáramos la llave y por lo que había dentro comprendimos que sería quizás aquel lugar en que debíamos prepararnos para la entrevista y allí nos quedamos. Minutos después y para confirmar estábamos en el lugar correcto, ingresa la versión femenina de Sakun al cuarto escoltada por un guardia que pidió lo acompañara. Suspiré un poco más fuerte de lo que me hubiese gustado ya que no sólo no quería ver al viejo sino que quería aprovechar también el tiempo que teníamos para buscar a la muchacha. Me ponía de pie al mismo tiempo que una de las muchachas tomaba mi turno con la clara intención de ayudarnos. Le agradecí con una sonrisa en los labios mientras articulaba sin sonido un “gracias” hacia ella que salió del lugar acompañada.
Apenas cerró la puerta miré a los que me acompañaban. - Deberíamos seguir buscando en las puertas que nos faltan – insté ya que no habíamos terminado de revisar algunas. Miré a Sakún de arriba a abajo buscando algún tipo de señal que pelea o algo parecido y me alegre de no notar nada a simple vista al menos. - ¿Cómo estás? ¿Averiguaste algo? -
- Muy bien. No se preocupen, no es nuestra intención ponerlas en peligro - respondí a las muchachas que se vieron dispuestas a ayudarnos siempre que no las impliquemos o pongamos en riesgo, lo cual, a decir verdad, era totalmente lógico y justo para ellas y al mismo tiempo, de gran ayuda para nosotros. Ni bien el pasillo quedo limpio de cuerpos comprometedores, esto es, un guardia desmayado que podía complicarnos la cuestión si era descubierto, llevé una mano a mi cabello, retiré el gancho que lo sujetaba y lo dejé caer suelto mientras tomaba la llave y la colocaba delante mío mirando a Thomas. - Me ha dicho nuestro empleador que abre todas las puertas del lugar a excepción de los calabozos – Le guiñé un ojo. - Es algo por donde empezar... Si está en una habitación de aquí – miré rápidamente hacia ambos lados del largo pasillo – podremos dar con ella y si no, está en otro sector de la mansión o en los calabozos mismos y tendremos que buscar otra forma de entrar. - Recordé el collar que llevaba y lamenté no haber tomado ambas llaves en su momento, pero ya era tarde para lamentos, por lo que lo desprendí de mi cuello y lo giré en mi muñeca a como de pulsera, ya que a mi parecer, sería mucho más sencillo utilizarlo de ese modo.
Lancé una mirada fugaz hacia la mesa bajo la cual se encontraba el guardia. Levanté el mantel que lo ocultaba y comencé a revisarlo en busca de alguna daga o similar que me sirviera luego. (Dejo en manos del Master si encuentro alguna o no) - Deberíamos ponernos en movimiento y comenzar a buscar – dije mientras me ponía nuevamente de pie. - No sabemos cuanto tiempo podemos tenemos a nuestro favor. - Medio caminamos medio corrimos por el pasillo buscando puertas que revisar y sugerí a Thomas sea el que se asomara pues su disfraz de guardia no levantaría tanta sospecha como si se asomaban mis orejas. Pronto dimos con una puerta que no necesitó usáramos la llave y por lo que había dentro comprendimos que sería quizás aquel lugar en que debíamos prepararnos para la entrevista y allí nos quedamos. Minutos después y para confirmar estábamos en el lugar correcto, ingresa la versión femenina de Sakun al cuarto escoltada por un guardia que pidió lo acompañara. Suspiré un poco más fuerte de lo que me hubiese gustado ya que no sólo no quería ver al viejo sino que quería aprovechar también el tiempo que teníamos para buscar a la muchacha. Me ponía de pie al mismo tiempo que una de las muchachas tomaba mi turno con la clara intención de ayudarnos. Le agradecí con una sonrisa en los labios mientras articulaba sin sonido un “gracias” hacia ella que salió del lugar acompañada.
Apenas cerró la puerta miré a los que me acompañaban. - Deberíamos seguir buscando en las puertas que nos faltan – insté ya que no habíamos terminado de revisar algunas. Miré a Sakún de arriba a abajo buscando algún tipo de señal que pelea o algo parecido y me alegre de no notar nada a simple vista al menos. - ¿Cómo estás? ¿Averiguaste algo? -
- Off:
- Espero no haber puesto nada raro porque es tarde y ya ni sé que escribo a esta hora xD
Lys
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 524
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Asentí y observé con detenimiento como Lys utilizaba su magia para cerrar el corte, que me había dejado una buena mancha de sangre a lo largo de todo el brazo. Miré con detenimiento a las dos mujeres y permanecí impasible ante lo que dijeron. Sería de gran ayuda que hubiesen decidido echarnos una mano, especialmente cuando llego aquel guardia con aquel armario pintado. El corazón me dio un salto cuando dijo que le tocaba a Lys, dado que si ella tenía que ir con Lettuce, perderíamos mucho tiempo y tendríamos que hacerlo sin ella, y fue entonces cuando la otra mujer consiguió convencer al guardia de que debía ir ella. Aquella actuación había resultado ciertamente creíble; yo en lugar del guardia habría hecho lo mismo.
Una vez se fueron miré con cierta desconfianza a aquel tipo disfrazado, es decir, ¿en serio no se habían dado cuenta? Ahora la idea estaba en encontrar a la hija de Arthur y salir de allí sin que se diesen cuenta.
Mientras Lys preguntaba y el otro hablaba, yo me fui acomodando de nuevo la armadura del brazo, la cual me había tenido que poner a correr, y ya que ahora tenía algo de tiempo mientras sacábamos en claro conclusiones, podía ajustarme todos los cinchos a mi gusto. La armadura, que en un principio me parecio pesada y aparatosa, ya no me lo resultaba tanto. Me había adaptado y ya no me costaba tanto llevarla encima.
La idea de salir de allí era la que me rondaba más la cabeza. Ya me sorprendía que hubiésemos llegado hasta allí, y no me imaginaba lo complicado que sería salir sin que nadie se percatase de que llevábamos con nosotros una prisionera de Lettuce o un cadáver, eso dependiendo de como hubiesen acabado las cosas para la desafortunada Thania. De momento teníamos que encontrarla y luego ya... ya se vería, porque si no había algún tipo de salida trasera, la idea de sacarla por la puerta principal no es que me atrayese precisamente. Esperaba que aquel engendro maquillado le hubiese sacado algo interesante.
Me ajusté la vaina de la espada mientras ellos hablaban, desenvainándola con cuidado de no hacer demasiado ruido y observando con detenimiento el trabajo de forja del arma. La hendidura del acero era exquisita, se notaba que aquel Lettuce tenía dinero hasta para armar bien a sus guardaespaldas.
Esperé a que terminaran de darse las nuevas noticias y me ajusté de nuevo el casco. -En fin, ¿nos ponemos en marcha?-
Una vez se fueron miré con cierta desconfianza a aquel tipo disfrazado, es decir, ¿en serio no se habían dado cuenta? Ahora la idea estaba en encontrar a la hija de Arthur y salir de allí sin que se diesen cuenta.
Mientras Lys preguntaba y el otro hablaba, yo me fui acomodando de nuevo la armadura del brazo, la cual me había tenido que poner a correr, y ya que ahora tenía algo de tiempo mientras sacábamos en claro conclusiones, podía ajustarme todos los cinchos a mi gusto. La armadura, que en un principio me parecio pesada y aparatosa, ya no me lo resultaba tanto. Me había adaptado y ya no me costaba tanto llevarla encima.
La idea de salir de allí era la que me rondaba más la cabeza. Ya me sorprendía que hubiésemos llegado hasta allí, y no me imaginaba lo complicado que sería salir sin que nadie se percatase de que llevábamos con nosotros una prisionera de Lettuce o un cadáver, eso dependiendo de como hubiesen acabado las cosas para la desafortunada Thania. De momento teníamos que encontrarla y luego ya... ya se vería, porque si no había algún tipo de salida trasera, la idea de sacarla por la puerta principal no es que me atrayese precisamente. Esperaba que aquel engendro maquillado le hubiese sacado algo interesante.
Me ajusté la vaina de la espada mientras ellos hablaban, desenvainándola con cuidado de no hacer demasiado ruido y observando con detenimiento el trabajo de forja del arma. La hendidura del acero era exquisita, se notaba que aquel Lettuce tenía dinero hasta para armar bien a sus guardaespaldas.
Esperé a que terminaran de darse las nuevas noticias y me ajusté de nuevo el casco. -En fin, ¿nos ponemos en marcha?-
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Saklin dejó de responder y tan solo le guiñó el ojo a él para luego irse con el guardia que comenzó a escoltarle hacia donde las chicas que faltan. Mientras caminaba, comenzaba a pensar sobre una estrategia, mirando al suelo y mordiéndose el labio tratando de idear algo para por fin liberarse de todo. La mente estaba más abierta puesto que sabía varia información y quizá sería más fácil en buscar más salvar a la chica.
Al llegar, por fin vio a sus compañeros y se acercó a ellos para esperar a que se fuera el guardia y comenzar a hablarles de todo lo que averiguó pero de repente llamaron a Lys para que fuese. De manera sorprendente, una chica se sacrificó a ir e hizo que todo saliese a la perfección dejando que aquel grupo de 3 (más una chica) pudieran dialogar sobre el plan y también todo lo que averiguaron durante la pequeña división que hubo. -Vale... Hay muchas cosas que debo contarles.-Habló detenidamente y de forma agitada, desacomodándose un poco la ropa que lo tenía apretado.
La reunión al fin se había dado y solo faltaban horas o incluso minutos para terminar el rescate. Todos estaban dispuestos a combatir contra quién sea solo para poder terminar eso rápido. Había una ventaja notable, aún no habían sido pillados y podían hacer las cosas de manera sigilosa sin tener que enloquecer a todo el castillo. Se tenía en cuenta que habían varios guardias custodiando la zona y no sería buena idea enfrentarlos a todos. Lys le preguntó sobre su estado y si había averiguado algo. Sakun cerró los ojos y comenzó a rememorar las respuestas, logrando recordar de manera exitosa y al fin, poder decirles la verdad de todo.
-Vale, Atentos a todo por favor...-Todo quedó en silencio y el joven dragón tragó saliva de manera exagerada, sudando y comenzando a hablar. -Thania al parecer quería matar a Lettuce y por eso fue llevaba y encerrada a los calabozos. Parece que le han torturado... Aún no estoy seguro de nada...-Dijo para luego tomar aire y decir la otra información. -Me tomé la molestia de hacer otras preguntas y le dije sobre una salida secreta para escapar cuando tengamos a la chica. Hay una salida en la despensa de las cocinas, en el ala oeste... conecta con las alcantarillas de Lunargenta. Y para terminar de hablar... -Miró al barbudo de cabello largo que le acompañaba. -Hay armas en el piso de abajo, al final del pasillo izquierdo. Pero los guardias no nos dejarán pasar, les ha dado la orden de no abrir las puertas de la armería a nadie hasta que él en persona les diga lo contrario.-Al terminar de hablar, se volvió a acomodar el vestido y esperó a que Lys dijese una orden para por fin, ir en busca de la chica para salvarla. Sin exagerar, la elfa es la líder del grupo o bueno, al menos así pensaba Sakun.
Al llegar, por fin vio a sus compañeros y se acercó a ellos para esperar a que se fuera el guardia y comenzar a hablarles de todo lo que averiguó pero de repente llamaron a Lys para que fuese. De manera sorprendente, una chica se sacrificó a ir e hizo que todo saliese a la perfección dejando que aquel grupo de 3 (más una chica) pudieran dialogar sobre el plan y también todo lo que averiguaron durante la pequeña división que hubo. -Vale... Hay muchas cosas que debo contarles.-Habló detenidamente y de forma agitada, desacomodándose un poco la ropa que lo tenía apretado.
La reunión al fin se había dado y solo faltaban horas o incluso minutos para terminar el rescate. Todos estaban dispuestos a combatir contra quién sea solo para poder terminar eso rápido. Había una ventaja notable, aún no habían sido pillados y podían hacer las cosas de manera sigilosa sin tener que enloquecer a todo el castillo. Se tenía en cuenta que habían varios guardias custodiando la zona y no sería buena idea enfrentarlos a todos. Lys le preguntó sobre su estado y si había averiguado algo. Sakun cerró los ojos y comenzó a rememorar las respuestas, logrando recordar de manera exitosa y al fin, poder decirles la verdad de todo.
-Vale, Atentos a todo por favor...-Todo quedó en silencio y el joven dragón tragó saliva de manera exagerada, sudando y comenzando a hablar. -Thania al parecer quería matar a Lettuce y por eso fue llevaba y encerrada a los calabozos. Parece que le han torturado... Aún no estoy seguro de nada...-Dijo para luego tomar aire y decir la otra información. -Me tomé la molestia de hacer otras preguntas y le dije sobre una salida secreta para escapar cuando tengamos a la chica. Hay una salida en la despensa de las cocinas, en el ala oeste... conecta con las alcantarillas de Lunargenta. Y para terminar de hablar... -Miró al barbudo de cabello largo que le acompañaba. -Hay armas en el piso de abajo, al final del pasillo izquierdo. Pero los guardias no nos dejarán pasar, les ha dado la orden de no abrir las puertas de la armería a nadie hasta que él en persona les diga lo contrario.-Al terminar de hablar, se volvió a acomodar el vestido y esperó a que Lys dijese una orden para por fin, ir en busca de la chica para salvarla. Sin exagerar, la elfa es la líder del grupo o bueno, al menos así pensaba Sakun.
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
La información que Sakun nos proveyó era tan importante como útil. Ya sabíamos que no debíamos gastar energía buscando en vano en cada puerta que se encontrara en nuestro camino, sin embargo, volvió a mí el recuerdo de no tener justamente las llaves que mayor utilidad nos podían dar. Me puse de pie y comencé a caminar de lado a lado, antes de salir a correr ciegamente por los pasillos debíamos ponernos de acuerdo en algo, sea lo que sea. Separarnos no era buena idea ya que eran allí dentro claramente mayoría y no podíamos pasar por alto el detalle de que estábamos en terreno desconocido: ninguno de los tres conocía el lugar.
- Veamos.. creo poder afirmar que ninguno de nosotros conoce el lugar.. o no al menos como para saber dónde estamos y por sobre todo, dónde están los calabozos por aquí. - Caminaba de lado a lado deteniéndome en alguna que otra palabra para mirarlos. - Asumo que por ser lo que son, deben estar en algún piso inferior, por lo que podríamos probar suerte en la primer escalera que baje – terminé la última palabra con un acento extraño que la hacía parecer una pregunta sin realmente serlo, pero esperando me contradigan o agreguen algún dato de importancia pero estaba algo impaciente y continué caminando un poco.
De repente me quedé mirando fijamente a la puerta y sin decir nada giré mi rostro a la derecha para observar a la otra muchacha a entrevistar que se encontraba sentada en un sillón mirando atentamente, asintiendo y negando y asintiendo una vez más. Giré el cuerpo hacia ella. - ¿Has estado alguna vez aquí? - ella me miró y miró a mis compañeros luego para volver a mí.- Mejor aún ¿Tienes idea en donde están los calabozos de Lettuce? -
- Yo.. ehm.. no me llevaron nunca. Vine antes y no quedé pero nunca hice nada para que me encierren.. vamos.. no soy tonta.. no hubiese regresado de ser así – lanzó una sonrisa nerviosa. Levanté ambas cejas dando a entender que eso no respondía a mi pregunta y continuó. - Pero si he visto que se llevaban a alguien.. Una vez una chica intentó robarse varias cosas al ver que tendría poca suerte.. lo cual era obvio porque tenía el pelo pajoso y ojeras que le llegaban a la garganta.. - aclaré mi garganta y retomó – pero.. sé mas o menos por donde la llevaron.. aunque no exactamente a dónde porque como decía no fui ... - me giré hacia ellos e interrumpí antes que siguiera con cualquier cosa.
- Es un buen lugar por dónde empezar – la miré a la joven con una sonrisa – Gracias. Salgamos y empecemos antes que a los desmayados se les ocurra despertar – Abrí la puerta despacio y me asomé despacio para comprobar que el pasillo se encontraba vacío. - Muy bien dónde tú digas – dije a la muchacha mientras salía fuera para seguirla. La joven miró a ambos lados y comenzó a corretear en puntas de pie hacia la derecha sin dejar de mirar para todos lados todo el tiempo algo nerviosa, pero mi oído decía que no había nadie en las cercanías. Se detuvo frente a una enorme puerta de madera que se notaba era más gruesa que las demás y la señaló con el dedo.
- Por acá entraron.. mucho más no sé – agregó mientras se encogía de hombros. No era mucho pero si nos evitaba correr a lo loco en todas las direcciones. Acerqué el oído a la puerta en busca de algún sonido que anunciara alguien detrás de ella pero no logré escuchar nada de eso. Por lo que adelanté la llave que tenía y la probé en la cerradura y funcionó. Pedí ayuda para correrla porque la puerta era gruesa y pesada, y al traspasarla un nuevo pasillo se presentó ante nosotros.
No era ni largo ni con tantas puertas lo cual era una ventaja. Unos 7 u 8 metros delante nuestro se encontraba otra puerta de las mismas magnitudes de la que acabábamos de abrir y sobre el pasillo derecho notamos una abertura sin puerta hacia la cual me aventuré para observar a dónde iba. Primero, me apoyé en su costado intentando escuchar voces o algo por el estilo pero hubo el silencio suficiente que me animara a mirar dentro. Se trataba de una escalera que descendía y tanto la misma como las paredes del pasillo eran mucho más rústicos que el resto del lugar, ya no había tanta elegancia sino que eran de piedra que aunque pulidas, desentonaba un poco con el resto de la casa. Miré a los demás.
- Creo que es por acá – dije en un susurro y debajo se escucharon unos gritos o protestas lo que me hizo comprender el porqué de una puerta tan gruesa: tapaba los gritos – Y se escucha como si lo fuera también... ¿Deberíamos decir que nos llevas de castigo? - pregunté a Thomas, debíamos buscar una buena excusa de porqué paseábamos por esos lares si alguien nos preguntaba y estaba casi segura de que esa escalera y lo que siguiera a continuación no se encontraría tan vacío como veníamos encontrando hasta ahora.
- Veamos.. creo poder afirmar que ninguno de nosotros conoce el lugar.. o no al menos como para saber dónde estamos y por sobre todo, dónde están los calabozos por aquí. - Caminaba de lado a lado deteniéndome en alguna que otra palabra para mirarlos. - Asumo que por ser lo que son, deben estar en algún piso inferior, por lo que podríamos probar suerte en la primer escalera que baje – terminé la última palabra con un acento extraño que la hacía parecer una pregunta sin realmente serlo, pero esperando me contradigan o agreguen algún dato de importancia pero estaba algo impaciente y continué caminando un poco.
De repente me quedé mirando fijamente a la puerta y sin decir nada giré mi rostro a la derecha para observar a la otra muchacha a entrevistar que se encontraba sentada en un sillón mirando atentamente, asintiendo y negando y asintiendo una vez más. Giré el cuerpo hacia ella. - ¿Has estado alguna vez aquí? - ella me miró y miró a mis compañeros luego para volver a mí.- Mejor aún ¿Tienes idea en donde están los calabozos de Lettuce? -
- Yo.. ehm.. no me llevaron nunca. Vine antes y no quedé pero nunca hice nada para que me encierren.. vamos.. no soy tonta.. no hubiese regresado de ser así – lanzó una sonrisa nerviosa. Levanté ambas cejas dando a entender que eso no respondía a mi pregunta y continuó. - Pero si he visto que se llevaban a alguien.. Una vez una chica intentó robarse varias cosas al ver que tendría poca suerte.. lo cual era obvio porque tenía el pelo pajoso y ojeras que le llegaban a la garganta.. - aclaré mi garganta y retomó – pero.. sé mas o menos por donde la llevaron.. aunque no exactamente a dónde porque como decía no fui ... - me giré hacia ellos e interrumpí antes que siguiera con cualquier cosa.
- Es un buen lugar por dónde empezar – la miré a la joven con una sonrisa – Gracias. Salgamos y empecemos antes que a los desmayados se les ocurra despertar – Abrí la puerta despacio y me asomé despacio para comprobar que el pasillo se encontraba vacío. - Muy bien dónde tú digas – dije a la muchacha mientras salía fuera para seguirla. La joven miró a ambos lados y comenzó a corretear en puntas de pie hacia la derecha sin dejar de mirar para todos lados todo el tiempo algo nerviosa, pero mi oído decía que no había nadie en las cercanías. Se detuvo frente a una enorme puerta de madera que se notaba era más gruesa que las demás y la señaló con el dedo.
- Por acá entraron.. mucho más no sé – agregó mientras se encogía de hombros. No era mucho pero si nos evitaba correr a lo loco en todas las direcciones. Acerqué el oído a la puerta en busca de algún sonido que anunciara alguien detrás de ella pero no logré escuchar nada de eso. Por lo que adelanté la llave que tenía y la probé en la cerradura y funcionó. Pedí ayuda para correrla porque la puerta era gruesa y pesada, y al traspasarla un nuevo pasillo se presentó ante nosotros.
No era ni largo ni con tantas puertas lo cual era una ventaja. Unos 7 u 8 metros delante nuestro se encontraba otra puerta de las mismas magnitudes de la que acabábamos de abrir y sobre el pasillo derecho notamos una abertura sin puerta hacia la cual me aventuré para observar a dónde iba. Primero, me apoyé en su costado intentando escuchar voces o algo por el estilo pero hubo el silencio suficiente que me animara a mirar dentro. Se trataba de una escalera que descendía y tanto la misma como las paredes del pasillo eran mucho más rústicos que el resto del lugar, ya no había tanta elegancia sino que eran de piedra que aunque pulidas, desentonaba un poco con el resto de la casa. Miré a los demás.
- Creo que es por acá – dije en un susurro y debajo se escucharon unos gritos o protestas lo que me hizo comprender el porqué de una puerta tan gruesa: tapaba los gritos – Y se escucha como si lo fuera también... ¿Deberíamos decir que nos llevas de castigo? - pregunté a Thomas, debíamos buscar una buena excusa de porqué paseábamos por esos lares si alguien nos preguntaba y estaba casi segura de que esa escalera y lo que siguiera a continuación no se encontraría tan vacío como veníamos encontrando hasta ahora.
- Spoiler:
- Estaba pensando que podríamos decir que quisimos robar algo, ya sea yo, el “armario pintado” (JAJA) Saklin o la chica que es la descartable del grupo xDDDD Puse la entrada nomás para encaminarnos xD pero no el calabozo en sí por lo que todavía falta encontrar a los que m7 puso y demás. Cualquier cosa pregunten por mp o skype porque yo nunca los encuentro.
Lys
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 524
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Escuché con atención la conversación. Al parecer aquel armariop pintado no resultaría tan lastre después de todo. ¿Una salida segura y fuera de la vista de los guardias, un arsenal, una ubicación concreta? ¿En serio? Me costaba creer que aquel estúpido de Lettuce no se hubiese percatado de lo obvio, y mucho más que respondiese sin más a preguntas como aquellas. No me daba buena espina.
Salí de la habitación al frente del grupo, más que nada por el hecho de que tendría que ser yo quien lidiase con los guardias si nos topábamos con alguno, aunque no nos encontramos con nadie en el camino hacia aquella pesada puerta de madera. Una vez dentro, a pesar de no fiarme de aquella joven desconocida que nos había guiado, continué hacia adelante. El contraste entre la mansión y aquel nivel subterráneo era dantesca. Era como bajar del cielo al mismísimo infierno. Los lujos se convertían en empedrados toscos y faltos de aliño, y el silencio musical en una orquesta de gritos y quejidos que provenían desde las entrañas de aquel pasadizo.
Mientras bajábamos por las estrechas escaleras de piedra, me giré para observar con detenimiento a mis acompañantes. No iban armados, y eso resultaría un problema si las cosas saliesen mal. -Estad atentos, no creo que vaya a ser tan fácil como hasta ahora.- Comenté, mientras llevaba la mano izquierda a la empuñadura de la espada, que seguía en la vaina, simplemente como mero formalismo.
Pasado el corto trayecto por aquellas escaleras que bajaban en espiral, llegamos a un ancho pasillo empedrado, igual de desaliñado que el resto de aquel nivel inferior. Una andrajosa y descolorida alfombra tapaba el suelo, y la única iluminación que había consistía en hachas situadas cada dos o tres metros en las frías y desnudas paredes.
El pasillo se dividía en dos direcciones. Cuando llegamos a la bifuración observé cada uno de los caminos. Uno resultó ser un ala inacabada que terminaba en una pared de tabiques a medio poner, y el otro seguía unos cinco metros hasta que volvía a girar hacia la izquierda, pero esto no era tan sencillo como pareció en un principio. Justo frente a la desviación a la derecha, en un huevo, se escuchaban voces y risas, y una luz de velas salía desde el hueco donde se podía ver bien parte de una mesa. Se escuchaban muchas, no menos de tres o cuatro, quién sabe. Lo único que divisaba a parte de aquello, eran dos guardias que custodiaban el propio pasillo y que nos miraban atentamente. Me giré hacia mis compañeros y les miré de nuevo, intentando pensar rápido y que aquello no resultase más sospechoso de lo que ya estaba siendo. Suspiré y les hice un gesto para que me siguiesen hasta donde se encontraba aquel grupo de guardias.
Tosí levemente. -Buenas noches, traigo a esta panda de desgraciados. Les pillé intentando robar en una de las habitaciones privadas de Lettuce.- Dije, mientras observé como el grupo que estaba sentado se levantaba y se acercaba a sus compañeros. En total eran seis, seis guardias de apariencia no muy avispada pero sí peligrosa. Permanecí firme y en silencio esperando algún tipo de respuesta, aunque aquello no pintaba muy bien.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Off: Dejo la respuesta del guardia al siguiente, vamos a intentar que la pelea se reparta en la siguiente ronda (Sakun-Lys-Thomas)
Salí de la habitación al frente del grupo, más que nada por el hecho de que tendría que ser yo quien lidiase con los guardias si nos topábamos con alguno, aunque no nos encontramos con nadie en el camino hacia aquella pesada puerta de madera. Una vez dentro, a pesar de no fiarme de aquella joven desconocida que nos había guiado, continué hacia adelante. El contraste entre la mansión y aquel nivel subterráneo era dantesca. Era como bajar del cielo al mismísimo infierno. Los lujos se convertían en empedrados toscos y faltos de aliño, y el silencio musical en una orquesta de gritos y quejidos que provenían desde las entrañas de aquel pasadizo.
Mientras bajábamos por las estrechas escaleras de piedra, me giré para observar con detenimiento a mis acompañantes. No iban armados, y eso resultaría un problema si las cosas saliesen mal. -Estad atentos, no creo que vaya a ser tan fácil como hasta ahora.- Comenté, mientras llevaba la mano izquierda a la empuñadura de la espada, que seguía en la vaina, simplemente como mero formalismo.
Pasado el corto trayecto por aquellas escaleras que bajaban en espiral, llegamos a un ancho pasillo empedrado, igual de desaliñado que el resto de aquel nivel inferior. Una andrajosa y descolorida alfombra tapaba el suelo, y la única iluminación que había consistía en hachas situadas cada dos o tres metros en las frías y desnudas paredes.
El pasillo se dividía en dos direcciones. Cuando llegamos a la bifuración observé cada uno de los caminos. Uno resultó ser un ala inacabada que terminaba en una pared de tabiques a medio poner, y el otro seguía unos cinco metros hasta que volvía a girar hacia la izquierda, pero esto no era tan sencillo como pareció en un principio. Justo frente a la desviación a la derecha, en un huevo, se escuchaban voces y risas, y una luz de velas salía desde el hueco donde se podía ver bien parte de una mesa. Se escuchaban muchas, no menos de tres o cuatro, quién sabe. Lo único que divisaba a parte de aquello, eran dos guardias que custodiaban el propio pasillo y que nos miraban atentamente. Me giré hacia mis compañeros y les miré de nuevo, intentando pensar rápido y que aquello no resultase más sospechoso de lo que ya estaba siendo. Suspiré y les hice un gesto para que me siguiesen hasta donde se encontraba aquel grupo de guardias.
Tosí levemente. -Buenas noches, traigo a esta panda de desgraciados. Les pillé intentando robar en una de las habitaciones privadas de Lettuce.- Dije, mientras observé como el grupo que estaba sentado se levantaba y se acercaba a sus compañeros. En total eran seis, seis guardias de apariencia no muy avispada pero sí peligrosa. Permanecí firme y en silencio esperando algún tipo de respuesta, aunque aquello no pintaba muy bien.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Off: Dejo la respuesta del guardia al siguiente, vamos a intentar que la pelea se reparta en la siguiente ronda (Sakun-Lys-Thomas)
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Llegaba el momento de terminar por fin con la misión que se había llevado a cabo desde hace varias horas. Varias sensaciones se sentían en aquel lugar y después de haber caminado, fingido e incluso engañado al rey del palacio, por fin iban a la recta final de esa ardua búsqueda. Tres seres fuertes, cada uno desempeñado en algo pero con el mismo propósito de vencer y salvar a la chica, hija del tendero por quién tanto lloró, grito y se arrodilló ante sus presencias. Ahora todos trabajaban juntos para tratar de salir victoriosos de allí e intentar no tener que combatir pero en cambio Sakun, tenía ganas de hacerlo... Era la única forma de probar su fuerza por la que tanto ha entrenado durante varios años, tratando de ser el mejor y teniendo experiencias desesperantes donde ha estado a punto de morir pero ha tratado de aguantar como buen guerrero.
El tiempo pasaba y no se sabía el estado de la joven. De repente los tres muchachos notaron una gran puerta, a la que abrieron y atravesaron para comenzar a descender lentamente mientras daban pasos cortos, sintiendo malas sensaciones en ese ambiente tan raro e incierto... ¿Acaso allí era?. Pequeños alaridos se escuchaban y todo se volvía bastante siniestro. La incertidumbre volvía a pasear por cada uno de los seres que habitaban allí, sintiendo que algo iría mal y en cualquier momento, estallaría un combate entre todos los que habían presentes. Desde lejos se notó algunas sombras que hablaban, reían y festejaban como una reunión.
Al llegar, el barbudo que se hacía pasar de un guardia, ideó un plan y dijo que estábamos robando el castillo del señor "barriga". El joven dragón se cruzó de brazos y miró al suelo, zapateando y tragando saliva, esperando las respuesta de los soldados. -Tsk... Fernel, ¿quién es ese tipo?.-Cuestionó uno de ellos, que estaba embriagado pero consciente y jugando con su espada de forma alegre.
-Deja de preguntar George y mejor lárgate a dormir. En fin... Si los llevas al calabozo, pueden seguir por este pasillo ¿vale?.-Dijo de manera tan servicial que no parecía un guardia, si no un mesero o algo parecido. Al decir esto, se apartaron y les dejaron pasar pero cuando iban a pasar por el último guardia, fueron amenazados, colocando la espada cerca del cuello de Sakun y el otro humano. -Pero... No los dejaré pasar solos... Tendrán que ir con nosotros. o... ¡Exterminarnos!. JAJAJAJA...-La voz de ese otro tipo era siniestra y un tanto ronca como si estuviese borracho pero aún se notaba la maestría de la espada.
"Saklin" quedó perplejo y comenzó a pensar en algo... En un plan pero era tan tonto que ni siquiera podía idear uno.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Off: Dejé en su decisión si peleamos o no
El tiempo pasaba y no se sabía el estado de la joven. De repente los tres muchachos notaron una gran puerta, a la que abrieron y atravesaron para comenzar a descender lentamente mientras daban pasos cortos, sintiendo malas sensaciones en ese ambiente tan raro e incierto... ¿Acaso allí era?. Pequeños alaridos se escuchaban y todo se volvía bastante siniestro. La incertidumbre volvía a pasear por cada uno de los seres que habitaban allí, sintiendo que algo iría mal y en cualquier momento, estallaría un combate entre todos los que habían presentes. Desde lejos se notó algunas sombras que hablaban, reían y festejaban como una reunión.
Al llegar, el barbudo que se hacía pasar de un guardia, ideó un plan y dijo que estábamos robando el castillo del señor "barriga". El joven dragón se cruzó de brazos y miró al suelo, zapateando y tragando saliva, esperando las respuesta de los soldados. -Tsk... Fernel, ¿quién es ese tipo?.-Cuestionó uno de ellos, que estaba embriagado pero consciente y jugando con su espada de forma alegre.
-Deja de preguntar George y mejor lárgate a dormir. En fin... Si los llevas al calabozo, pueden seguir por este pasillo ¿vale?.-Dijo de manera tan servicial que no parecía un guardia, si no un mesero o algo parecido. Al decir esto, se apartaron y les dejaron pasar pero cuando iban a pasar por el último guardia, fueron amenazados, colocando la espada cerca del cuello de Sakun y el otro humano. -Pero... No los dejaré pasar solos... Tendrán que ir con nosotros. o... ¡Exterminarnos!. JAJAJAJA...-La voz de ese otro tipo era siniestra y un tanto ronca como si estuviese borracho pero aún se notaba la maestría de la espada.
"Saklin" quedó perplejo y comenzó a pensar en algo... En un plan pero era tan tonto que ni siquiera podía idear uno.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Off: Dejé en su decisión si peleamos o no
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Bajamos por la escalera en grupo y nos encontramos con varias bifurcaciones que nos adentraban en el sector subterráneo de la mansión. Varias voces y sombras nos dieron la pista por donde seguir y no tardamos mucho en dar con un total de seis guardias. Noté como la joven que nos acompañaba daba un paso hacia atrás, temerosa de enfrentarse con ellos, pero la realidad era que nos gustara o no, muchas opciones no teníamos. Thomas había optado por la opción de que eramos todas prisioneras y parecían dejarnos pasar pero uno no tardó en abalanzarse sobre Sakun amenazante.
La realidad es que si hubiésemos pasado la cosa se habría facilitado bastante, pero no podía olvidar el hecho que al salir con Thania, si era que la encontrábamos, tendríamos que encargarnos de ellos de todas formas... además de que si oían algo sospechoso, podían dar grito de alarma y, a decir verdad, más guardias no estábamos necesitando.
- Prometo no volver a tocar los cuadros.. no quería robar nada... sólo lo admiraba.. lo siento.. - comencé a decir y terminé en un falso sollozo para el que tuve que taparme el rostro, intenté moverme un poco, fingiendo llorar desconsolada y pasando cerca de Thomas, le susurré despacio – Ahora – al tener tapado el rostro fingí chocar con uno de ellos a mi derecha. Estaba sentado en una especie de banqueta ignorándonos un poco mientras hablaba por lo bajo con otro guardia. Al chocar con él levantó la vista y mientras intentaba ponerse de pie, activé mi escudo de energía un instante para que chocara con él y así lo hizo. El escudo tenía una especie de fuerza repelente que lo impulsó hacia atrás tumbando a su compañero. - Lo siento – dije mientras intentaba no salirme de personaje.
Había un problema en mi caso, no tenía la fuerza para desmayarlos de un golpe sin un objeto contundente cerca.Y lamenté que no fueran los hombres que me acompañaban los que tomaran la iniciativa en todo esto pues si quería acabar con ellos rápidamente, debía matarlos. No me agradaba la idea pero no tenía muchas opciones que digamos. Para su suerte, o la mía, mi pie chocó contra el pequeño e improvisado banco que estaban usando y tomándolo con una mano lo cubrí de mi magia para que provocara mayor daño al golpear con él y, contando con la destreza que a través de los años había conseguido, me lancé y lo golpee en la cabeza. Si no hubiese usado magia, no creía que mi ataque hubiere sido muy efectivo como para desmayarlo, pero de este modo si lo fue. Levanté la vista al frente para ver al amigo tumbado levantarse con el ceño fruncido hacia mí. No se me escapó el detalle que los demás no se estaban interponiendo, por lo que asumí que los muchachos se estaban encargando, al menos eso sugeria también el rostro que ponía el guardia al mirar a mis espaldas. Tiré al suelo el banco ya que la distancia no era la suficiente como para golpearlo y no contaba como antes con el elemento sorpresa. El guardia pretendía dar aviso a otros cuando la joven humana que nos acompañaba lo empujaba hacia mí para que callara. Vencida la distancia, saqué la daga oculta en mi pierna (El master no puso que no la conseguí por lo que tomo como que lo hice) y la clavé en su costado. El hombre cayó sobre mí y aferró sus manos en mi garganta intentando ahogarme mientras yo, empujando y ayudada por su propio peso, hundía aún más la daga en su vientre. El hombre era fuerte e insistía y me estaba ahogando, giré el puñal con el poco aire que me quedaba y escuché como largó un gemido de dolor y liberó mi garganta.
Aspiré fuerte, del mismo modo que aspiras cuando sales del agua luego de aguantar demasiado bajo ella, llevé una mano a mi cuello y me sacudí para quitármelo de encima sin éxito. El hombre no estaba muerto pero sus manos se encontraban en la herida que sangraba ahora demasiado. La joven lo empujó con el pie ayudándome a salir de debajo, por lo que pude apoyarme sobre mis brazos para contemplar mi estado. Estaba empapada de sangre, que si bien no era mía, no lo hacía menos asqueroso, y mi vestido no tenía mucha tela que digamos como para sacármela de encima. Me levanté con dificultad mientras la solidaria joven me tendía una mano para ayudarme. Una vez de pie quité el cinturón con la espada que llevaba el guardia y lo ajusté a mi cintura para que no se cayera. Mi "disfraz" requería que tuviera poca ropa pero no era por eso que me sentía prácticamente desnuda, sino por no llevar una buen arma en mi costado.
La realidad es que si hubiésemos pasado la cosa se habría facilitado bastante, pero no podía olvidar el hecho que al salir con Thania, si era que la encontrábamos, tendríamos que encargarnos de ellos de todas formas... además de que si oían algo sospechoso, podían dar grito de alarma y, a decir verdad, más guardias no estábamos necesitando.
- Prometo no volver a tocar los cuadros.. no quería robar nada... sólo lo admiraba.. lo siento.. - comencé a decir y terminé en un falso sollozo para el que tuve que taparme el rostro, intenté moverme un poco, fingiendo llorar desconsolada y pasando cerca de Thomas, le susurré despacio – Ahora – al tener tapado el rostro fingí chocar con uno de ellos a mi derecha. Estaba sentado en una especie de banqueta ignorándonos un poco mientras hablaba por lo bajo con otro guardia. Al chocar con él levantó la vista y mientras intentaba ponerse de pie, activé mi escudo de energía un instante para que chocara con él y así lo hizo. El escudo tenía una especie de fuerza repelente que lo impulsó hacia atrás tumbando a su compañero. - Lo siento – dije mientras intentaba no salirme de personaje.
Había un problema en mi caso, no tenía la fuerza para desmayarlos de un golpe sin un objeto contundente cerca.Y lamenté que no fueran los hombres que me acompañaban los que tomaran la iniciativa en todo esto pues si quería acabar con ellos rápidamente, debía matarlos. No me agradaba la idea pero no tenía muchas opciones que digamos. Para su suerte, o la mía, mi pie chocó contra el pequeño e improvisado banco que estaban usando y tomándolo con una mano lo cubrí de mi magia para que provocara mayor daño al golpear con él y, contando con la destreza que a través de los años había conseguido, me lancé y lo golpee en la cabeza. Si no hubiese usado magia, no creía que mi ataque hubiere sido muy efectivo como para desmayarlo, pero de este modo si lo fue. Levanté la vista al frente para ver al amigo tumbado levantarse con el ceño fruncido hacia mí. No se me escapó el detalle que los demás no se estaban interponiendo, por lo que asumí que los muchachos se estaban encargando, al menos eso sugeria también el rostro que ponía el guardia al mirar a mis espaldas. Tiré al suelo el banco ya que la distancia no era la suficiente como para golpearlo y no contaba como antes con el elemento sorpresa. El guardia pretendía dar aviso a otros cuando la joven humana que nos acompañaba lo empujaba hacia mí para que callara. Vencida la distancia, saqué la daga oculta en mi pierna (El master no puso que no la conseguí por lo que tomo como que lo hice) y la clavé en su costado. El hombre cayó sobre mí y aferró sus manos en mi garganta intentando ahogarme mientras yo, empujando y ayudada por su propio peso, hundía aún más la daga en su vientre. El hombre era fuerte e insistía y me estaba ahogando, giré el puñal con el poco aire que me quedaba y escuché como largó un gemido de dolor y liberó mi garganta.
Aspiré fuerte, del mismo modo que aspiras cuando sales del agua luego de aguantar demasiado bajo ella, llevé una mano a mi cuello y me sacudí para quitármelo de encima sin éxito. El hombre no estaba muerto pero sus manos se encontraban en la herida que sangraba ahora demasiado. La joven lo empujó con el pie ayudándome a salir de debajo, por lo que pude apoyarme sobre mis brazos para contemplar mi estado. Estaba empapada de sangre, que si bien no era mía, no lo hacía menos asqueroso, y mi vestido no tenía mucha tela que digamos como para sacármela de encima. Me levanté con dificultad mientras la solidaria joven me tendía una mano para ayudarme. Una vez de pie quité el cinturón con la espada que llevaba el guardia y lo ajusté a mi cintura para que no se cayera. Mi "disfraz" requería que tuviera poca ropa pero no era por eso que me sentía prácticamente desnuda, sino por no llevar una buen arma en mi costado.
Lys
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 524
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Suspiré tranquilo cuando pude comprobar que pasábamos bien, pero algo cambio cuando uno de los guardias amenazo al armario de las narices. ¿Qué le pasaba a ese guardia? ni hablaba ni se comportaba como uno, pero el caso es que ya era tarde y cuando quise darme cuenta, la pelea se había iniciado cuando Lys me dio la señal, y rápidamente, en aquella oscuridad que hacía difícil distinguir ciertas cosas, aticé al guardia que tenía delante con un fuerte puñetazo. Vi como se encogía, y al recomponerse se lanzo encima mía mientras otro me agarraba por la espalda.
De alguna manera todo se había torcido y ahora teníamos que encargarnos de aquel grupo de guardias, y a ser posible sin hacer demasiado escándalo. Quizá pudiésemos con seis, pero no con todo el regimiento de la mansión, y mucho menos si venían en masa. Lo curioso es que todo aquello me recordaba un poco a un incidente con el que tuve que lidiar en Villa Sacrestic. Había ido a descansar a una taberna tranquilamente, no quería meterme en líos, iba a ser una noche tranquila, pero todo se torció también y se inicio una pelea entre un montón de chupasangres y unas forasteras a las que me vi en posición de ayudar, aunque no esperaba que todo aquello me diese tantos problemas como me dio.
Sin divagar más en aquellos pensamientos que se me amontonaron en la mente mientras el guardia me daba puñetazos y patadas como un descosido mientras me agarraba su compañero, alcé el codo para darle un buen golpe en la parte vulnerable de la armadura de la cadera, justo bajo los riñones. El guardia soltó un quejido y se encogió, oportunidad que aproveché para atizarle de nuevo al otro.
No me hacía ilusión matar a nadie, no había por qué derramar sangre, pero tampoco era el típico imbécil: si me atacan, respondo, y cuando aquel tipo desenvaino su arma para lanzarse contra mí hice lo mismo y le empujé contra la pared para clavar la afilada hoja en su costado. Aquel pobre hombre que solo cumplía con su trabajo expiro con un desagradable gemido mientras retiraba la hoja, que salía limpia de su cuerpo y se dirigía con decisión contra el que estaba a mis espaldas, que paro el golpe con una larga alabarda que no había visto hasta aquel momento y que, desde luego, resulto intimidante, pero no lo suficiente para evitar que deslizase la hoja y le diese un buen golpe con la empuñadura del arma en la cabeza, dejándolo inconsciente.
La pregunta no era como habíamos llegado a esa situación; la pregunta era, en realidad, como narices íbamos a librarnos de esa, porque aunque fuese cierto y hubiese una salida trasera en las cocinas, no pasaríamos desapercibidos con Thania, y mucho menos manchados de sangre, pero... ¡eureca! viendo aquella pelea se me ocurrió algo que podría funcionar. Si no había que recorrer media mansión hasta las cocinas una vez tuviésemos a Thania y no nos topábamos con más guardias, estaba seguro de que aquella treta funcionaría, pero ya habría tiempo de contarle a mis compañeros el plan, ahora tocaba mancharse las manos...
De alguna manera todo se había torcido y ahora teníamos que encargarnos de aquel grupo de guardias, y a ser posible sin hacer demasiado escándalo. Quizá pudiésemos con seis, pero no con todo el regimiento de la mansión, y mucho menos si venían en masa. Lo curioso es que todo aquello me recordaba un poco a un incidente con el que tuve que lidiar en Villa Sacrestic. Había ido a descansar a una taberna tranquilamente, no quería meterme en líos, iba a ser una noche tranquila, pero todo se torció también y se inicio una pelea entre un montón de chupasangres y unas forasteras a las que me vi en posición de ayudar, aunque no esperaba que todo aquello me diese tantos problemas como me dio.
Sin divagar más en aquellos pensamientos que se me amontonaron en la mente mientras el guardia me daba puñetazos y patadas como un descosido mientras me agarraba su compañero, alcé el codo para darle un buen golpe en la parte vulnerable de la armadura de la cadera, justo bajo los riñones. El guardia soltó un quejido y se encogió, oportunidad que aproveché para atizarle de nuevo al otro.
No me hacía ilusión matar a nadie, no había por qué derramar sangre, pero tampoco era el típico imbécil: si me atacan, respondo, y cuando aquel tipo desenvaino su arma para lanzarse contra mí hice lo mismo y le empujé contra la pared para clavar la afilada hoja en su costado. Aquel pobre hombre que solo cumplía con su trabajo expiro con un desagradable gemido mientras retiraba la hoja, que salía limpia de su cuerpo y se dirigía con decisión contra el que estaba a mis espaldas, que paro el golpe con una larga alabarda que no había visto hasta aquel momento y que, desde luego, resulto intimidante, pero no lo suficiente para evitar que deslizase la hoja y le diese un buen golpe con la empuñadura del arma en la cabeza, dejándolo inconsciente.
La pregunta no era como habíamos llegado a esa situación; la pregunta era, en realidad, como narices íbamos a librarnos de esa, porque aunque fuese cierto y hubiese una salida trasera en las cocinas, no pasaríamos desapercibidos con Thania, y mucho menos manchados de sangre, pero... ¡eureca! viendo aquella pelea se me ocurrió algo que podría funcionar. Si no había que recorrer media mansión hasta las cocinas una vez tuviésemos a Thania y no nos topábamos con más guardias, estaba seguro de que aquella treta funcionaría, pero ya habría tiempo de contarle a mis compañeros el plan, ahora tocaba mancharse las manos...
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Peligro... Incertidumbre... Dudas... Aún seguía atónito el pobre muchacho que había aceptado la misión, pensando que sería lo más fácil del mundo. Cuando caminaron hacia adelante, ya con todo "superado" y con ganas de seguir, fueron amenazados por una espada filosa de uno de los guardias. Fue algo muy grosero, incluso hizo hervir la sangre de los presentes, haciendo que haya un preludio de un combate que iba a iniciar. Por fin, luego de varias horas, se podría entrenar las habilidades que tanto practicó alrededor de 100 años de vida. El ultimo combate que tuvo, fue con Epilor, un robot bastante habilidoso en el arte de la guerra.
Aún recordaba cada moretón, puñetazo, cabezazo e incluso rodillazo de ese cibernético. Rememoraba que había sido una lucha para ganar dinero y fama en las afueras de Lunargenta, donde varios tipos borrachos apostaban por su guerrero preferido. Varios dieron su voto de confianza por el robot pero nadie se esperó que Sakun, un hombre "débil" se iba a convertir en un dragón gigantesco y lleno de escamas aunque también con garras largas. Nadie pensó que un color negro le iba a tornar ni tampoco una gran cola le iba a hacer compañía durante el torneo donde disputaría el seguir vivo. Su diálogo había cambiado por rugidos graves desde las entrañas y la derrota perseguía a Epilor, el robot "Genial" que tenía soniditos o bueno, así lo recordaba el tonto de Sakun. En fin, después de rememorar esos momentos, volvió a la situación y miró seriamente a sus compañeros, esperando que alguien comenzara la pequeña guerra.
Y sucedió, sus conocidos comenzaron a derrotar a los guardias, haciendo que el joven dragón tenga que enfrentarlos también. Uno se lanzó a atacarle con puñetazos coordinantes pero ninguno le llegaba a las partes del cuerpo dado que él las bloqueaba con destreza y además, sabía que no le harían tanto daño. Un rodillazo bastó para herir al soldado pero éste no se dejó y sacó su espada de manera torpe, dañando la funda que llevaba. -Vas a ver maldita macha.-Habló para luego comenzar a hacer ataques, haciendo que le corte una parte del brazo. La sangre apareció, haciendo que Sakun con su hoja oculta, entierre el pequeño fierro en el cuello del tipo, haciendo que caiga lentamente al suelo con sus ojos perdidos. -Mierda, no quería matarlo.-Dijo el guerrero pero fue demasiado tarde, ya estaba desangrando el tipo y ni siquiera le dio tiempo para reaccionar y salvarlo.
-No me gusta matar gente... Creo que ellos no merecían perder la vida aunque nos la querían quitar.-Tomó aire y les cerró los ojos a los guardias que habían muerto para luego poner la palma de la mano en la frente y recitar unas palabras. -Descanse en paz.- (Si se parece a Assassins Creed, es pura coincidencia xDD.
Al terminar, prefirió no ver más los cuerpos y caminó hacia adelante, esperando que le siguiesen todos para ir en grupo y no separarse por nada.
Aún recordaba cada moretón, puñetazo, cabezazo e incluso rodillazo de ese cibernético. Rememoraba que había sido una lucha para ganar dinero y fama en las afueras de Lunargenta, donde varios tipos borrachos apostaban por su guerrero preferido. Varios dieron su voto de confianza por el robot pero nadie se esperó que Sakun, un hombre "débil" se iba a convertir en un dragón gigantesco y lleno de escamas aunque también con garras largas. Nadie pensó que un color negro le iba a tornar ni tampoco una gran cola le iba a hacer compañía durante el torneo donde disputaría el seguir vivo. Su diálogo había cambiado por rugidos graves desde las entrañas y la derrota perseguía a Epilor, el robot "Genial" que tenía soniditos o bueno, así lo recordaba el tonto de Sakun. En fin, después de rememorar esos momentos, volvió a la situación y miró seriamente a sus compañeros, esperando que alguien comenzara la pequeña guerra.
Y sucedió, sus conocidos comenzaron a derrotar a los guardias, haciendo que el joven dragón tenga que enfrentarlos también. Uno se lanzó a atacarle con puñetazos coordinantes pero ninguno le llegaba a las partes del cuerpo dado que él las bloqueaba con destreza y además, sabía que no le harían tanto daño. Un rodillazo bastó para herir al soldado pero éste no se dejó y sacó su espada de manera torpe, dañando la funda que llevaba. -Vas a ver maldita macha.-Habló para luego comenzar a hacer ataques, haciendo que le corte una parte del brazo. La sangre apareció, haciendo que Sakun con su hoja oculta, entierre el pequeño fierro en el cuello del tipo, haciendo que caiga lentamente al suelo con sus ojos perdidos. -Mierda, no quería matarlo.-Dijo el guerrero pero fue demasiado tarde, ya estaba desangrando el tipo y ni siquiera le dio tiempo para reaccionar y salvarlo.
-No me gusta matar gente... Creo que ellos no merecían perder la vida aunque nos la querían quitar.-Tomó aire y les cerró los ojos a los guardias que habían muerto para luego poner la palma de la mano en la frente y recitar unas palabras. -Descanse en paz.- (
Al terminar, prefirió no ver más los cuerpos y caminó hacia adelante, esperando que le siguiesen todos para ir en grupo y no separarse por nada.
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Cuando giré al resto del grupo comprobé que tal y como había pensado, se habían encargado de los restantes. Comencé a esquivar los cuerpos en el piso mientras por dentro lamentaba no tener un arco a mi alcance, sabiendo que con eso no fallaría y me evitaría tanta pelea y estar empapada como estaba. Hice un gesto de repulsión cuando el fuerte y metálico olor de la sangre penetró en mis fosas nasales. En momentos como esos, prefería no tener un olfato tan sensible, pero poco podía hacer en ese momento para quitarla ya que baños o duchas en el camino a las catacumbas no iba a encontrar seguro y con la ausencia de estos, no quería no acercarme a los cubos de madera que veia por el camino, sabiendo que iba a encontrar cualquier cosa menos agua limpia allí abajo.
Esquivé a uno e hinqué mi rodilla a su lado, estaba muerto pero aún así musité un “lo siento” en voz baja cuando corté con la espada un trozo de su camisa para limpiarme un poco. El hombre tenía dos dagas cortas cruzadas en la espalda y decidí tomarlas. Estaban completamente limpias y resplandecientes, a tal punto que no pude evitar mirar mi cuello en una de ellas a la espera de alguna marca del reciente ataque, pero no vi nada a excepción de una leve enrojecimiento con forma de dedos que esperaba pronto desapareciera de allí. Antes de partir rebusqué en los demás armas de ese tipo, sabía que no tendría suerte de encontrar arco por allí pero al menos podía lanzar las cuchillas para no tener que combatir cuerpo a cuerpo la próxima vez que fuera necesario. No encontré muchas más, con la que ya tenía antes de entrar, no obtuve más de cinco de los desafortunados guardias en el piso.
Continuamos nuestro camino y al parecer los guardias que encontrábamos eran los únicos pues no vimos a nadie más. Asumí que quizás estuvieran tonteando porque seis guardias juntos en un pasillo, en lugar de estar repartidos de a dos por todo el trayecto, no eran muy útiles que digamos. De a ratos, algún que otro grito (por lo general insultos) nos indicaba que estábamos bien encaminados. No tardamos mucho en encontrar del pasillo. Me detuve en la abertura del desvió, sujeté mi cabello con una mano y me incliné un poco para rápidamente mirar adentro. En una silla de madera con ambos pies sobre una mesa de mismo material, se encontraba no un hombre sino como dos hombres juntos por su tamaño y, a pesar de no verse muy atlético que digamos, se balanceaba en la silla mientras se miraba sus no muy largas pero si mugrientas uñas de la mano derecha. Pero lo más importante era que de su costado izquierda (el cual yo veía) pendía el juego de llaves que necesitábamos para continuar. Volví a mi lugar para hablar con ellos sin estar expuesta al carcelero.
- Hay un hombre enorme se balanceasobre la tela de una araña en una silla que debe ser buena para aguantar tal peso– susurré hacia ellos. - está solo pero no va a ser tan sencillo de pasar. Detrás de él hay rejas y de su costado cuelgan las llaves. - expiré –Como decía, no será tan fácil de pasar por encima.- Llevé mi mano a mi cintura en la cual sujetaba, gracias al cinto que arrebaté, las cinco dagas que disponía.- No tengo arco y aunque me encantaría encontrar uno, puedo aprovechar mi puntería con lo tengo… puedo distraerlo y con suerte herirlo, pero ustedes tendrán que encargarse de luchar frente a frente con él – esperé por ideas o propuestas por parte de ellos y luego de acordar cómo seguiría continué – Esperen un poco para entrar... Bueno. Voy.
Tomé dos dagas de mi cintura y comenzando por el mango hasta llegar al extremos de las mismas, las cubrí de magia. Les miré y les guiñé un ojo – Así causará mayor daño. Pero deben apurarse –Me asomé rápidamente e hincando una rodilla en el suelo lancé ambas cuchillas. Cuando el hombre me miró era demasiado tarde, la primera erró pero al menos el roce dejó una linea sangrante en su pierna y la segunda dio de lleno en su muslo izquierdo. La luz de la daga desapareció pero así como con mis flechas, la herida causante cuando las recubría era por lejos mayor a la que causaría el arma sola. Caminé por el lugar que era más una amplia habitación que un pasillo como veníamos recorriendo, tendría unos cuatro metros de largo por un tanto más que cuatro de ancho. El hombretón llevó la mano a la cuchilla, la retiró y la lanzó al suelo. Había caído al suelo por la sorpresa de la situación y aproveché a distraer su atención hacia mí mientras caminaba despacio por el otro extremo del lugar. Quería que perdiera de vista al entrada para que los compañeros pudieran tomarlo por sorpresa también y tener mayor posibilidad de atacarlo de ese modo. El carcelero largó una extensa perorata de insultos hacia mi persona mientras cojeando intentaba acercarse. Continué moviéndome, era grande por lo tanto lento, además de encontrarse convenientemente herido y ya hacía rato tenía en mis manos otras dos dagas dispuestas a ser lanzadas y así lo hice. En un instante cubrí la primera y la lancé. El hombre, para mi sorpresa, la agarró con la mano aún a riesgo de herirse con la misma y, para su sorpresa, terminó con la mano chamuscada, no por el filo sino por la magia que había depositado en ella. Se miró la mano furioso y confundido. Me moví a la izquierda y saltando usé la pared para rebotar hacia el otro extremo aprovechando la confusión del hombre que me miró con ganas de despellejarme viva y no lo culpaba después de todo. Sin embargo conseguí lo que quería, estaba de espaldas a la puerta y los demás se estaban acercando. Lancé mi cuarta cuchilla a su pie y se clavó en su empeine derecho, ya no tenía tanta estabilidad en sus piernas al menos, aunque con los pesados brazos que tenía bien podía defenderse. Cuando los demás lo interceptaron me moví, no quería que me pusiera una mano encima semejante mole y en cuanto viera la oportunidad les ayudaría lanzando mi ultima cuchilla o bien con la espada que ya tenía en la mano.
Esquivé a uno e hinqué mi rodilla a su lado, estaba muerto pero aún así musité un “lo siento” en voz baja cuando corté con la espada un trozo de su camisa para limpiarme un poco. El hombre tenía dos dagas cortas cruzadas en la espalda y decidí tomarlas. Estaban completamente limpias y resplandecientes, a tal punto que no pude evitar mirar mi cuello en una de ellas a la espera de alguna marca del reciente ataque, pero no vi nada a excepción de una leve enrojecimiento con forma de dedos que esperaba pronto desapareciera de allí. Antes de partir rebusqué en los demás armas de ese tipo, sabía que no tendría suerte de encontrar arco por allí pero al menos podía lanzar las cuchillas para no tener que combatir cuerpo a cuerpo la próxima vez que fuera necesario. No encontré muchas más, con la que ya tenía antes de entrar, no obtuve más de cinco de los desafortunados guardias en el piso.
Continuamos nuestro camino y al parecer los guardias que encontrábamos eran los únicos pues no vimos a nadie más. Asumí que quizás estuvieran tonteando porque seis guardias juntos en un pasillo, en lugar de estar repartidos de a dos por todo el trayecto, no eran muy útiles que digamos. De a ratos, algún que otro grito (por lo general insultos) nos indicaba que estábamos bien encaminados. No tardamos mucho en encontrar del pasillo. Me detuve en la abertura del desvió, sujeté mi cabello con una mano y me incliné un poco para rápidamente mirar adentro. En una silla de madera con ambos pies sobre una mesa de mismo material, se encontraba no un hombre sino como dos hombres juntos por su tamaño y, a pesar de no verse muy atlético que digamos, se balanceaba en la silla mientras se miraba sus no muy largas pero si mugrientas uñas de la mano derecha. Pero lo más importante era que de su costado izquierda (el cual yo veía) pendía el juego de llaves que necesitábamos para continuar. Volví a mi lugar para hablar con ellos sin estar expuesta al carcelero.
- Hay un hombre enorme se balancea
Tomé dos dagas de mi cintura y comenzando por el mango hasta llegar al extremos de las mismas, las cubrí de magia. Les miré y les guiñé un ojo – Así causará mayor daño. Pero deben apurarse –Me asomé rápidamente e hincando una rodilla en el suelo lancé ambas cuchillas. Cuando el hombre me miró era demasiado tarde, la primera erró pero al menos el roce dejó una linea sangrante en su pierna y la segunda dio de lleno en su muslo izquierdo. La luz de la daga desapareció pero así como con mis flechas, la herida causante cuando las recubría era por lejos mayor a la que causaría el arma sola. Caminé por el lugar que era más una amplia habitación que un pasillo como veníamos recorriendo, tendría unos cuatro metros de largo por un tanto más que cuatro de ancho. El hombretón llevó la mano a la cuchilla, la retiró y la lanzó al suelo. Había caído al suelo por la sorpresa de la situación y aproveché a distraer su atención hacia mí mientras caminaba despacio por el otro extremo del lugar. Quería que perdiera de vista al entrada para que los compañeros pudieran tomarlo por sorpresa también y tener mayor posibilidad de atacarlo de ese modo. El carcelero largó una extensa perorata de insultos hacia mi persona mientras cojeando intentaba acercarse. Continué moviéndome, era grande por lo tanto lento, además de encontrarse convenientemente herido y ya hacía rato tenía en mis manos otras dos dagas dispuestas a ser lanzadas y así lo hice. En un instante cubrí la primera y la lancé. El hombre, para mi sorpresa, la agarró con la mano aún a riesgo de herirse con la misma y, para su sorpresa, terminó con la mano chamuscada, no por el filo sino por la magia que había depositado en ella. Se miró la mano furioso y confundido. Me moví a la izquierda y saltando usé la pared para rebotar hacia el otro extremo aprovechando la confusión del hombre que me miró con ganas de despellejarme viva y no lo culpaba después de todo. Sin embargo conseguí lo que quería, estaba de espaldas a la puerta y los demás se estaban acercando. Lancé mi cuarta cuchilla a su pie y se clavó en su empeine derecho, ya no tenía tanta estabilidad en sus piernas al menos, aunque con los pesados brazos que tenía bien podía defenderse. Cuando los demás lo interceptaron me moví, no quería que me pusiera una mano encima semejante mole y en cuanto viera la oportunidad les ayudaría lanzando mi ultima cuchilla o bien con la espada que ya tenía en la mano.
- Spoiler:
- Chicos acabemos con este rápido xD y Sakun recuerda poner el off para el master en tu turno
Lys
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 524
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Todo paso muy rápido, tanto que hasta que vi todos los cuerpos en el suelo y a Lys manchada de sangre no me percaté del todo de como había acabado aquello. Volví a envainar mi espada y me acerqué al guardia de la alabarda para cogerla, ya que quizá sería útil más adelante y seguimos hacia adelante por los angostos pasillos, que se hacían estrechos y más claustrofobicos, a parte de estar cada vez menos iluminados. Pasaron algunos minutos hasta que llegamos a una enorme reja que estaba custodiada por un enorme carcelero. Iba con un capuchón similar al de los verdugos y con aquella poca iluminación, aquella humedad, la suciedad y su gran tamaño, se convertía en un obstáculo intimidante.
Lys había comenzado la lucha y su treta parecía dar resultado: el enfurecido carcelero iba a por ella sin centrarse en que nosotros estábamos ahora a sus espaldas. Corrí hacia él y aprovechando el elemento sorpresa utilicé la alabarda para seccionar la parte interior de su rodilla, haciendo que el hombre cayese hacia el lado, arrodillándose con la pierna que ahora mismo le resultaría inútil. Había seccionado su tendón y no podría moverse, sin cojear, y con las heridas causadas por Lys estaba prácticamente incapacitado; o eso pensaba yo hasta que se giro y agarro la alabarda, atrayéndome hacia él y asestándome un fuerte golpe en la boca del estomago con la vara del arma, lo que hizo que me encogiese de dolor y cayese también arrodillado. Era un tipo difícil de abatir, pero era nuestra última gran batalla antes de poder sacar a Thania de los calabozos y terminar aquel trabajo.
Miré a Sakun, esperando que hiciese algo por rematarle, y en un intento de ayudarle desenvainé mi espada y hundí su afilada hoja en el costado del carcelero, que emitió un sonoro quejido y me aparto de él con un fuerte puñetazo. Era el momento de que nuestro compañero acabase con aquel hombre que ya estaba más vivo que muerto, y que aun así estaba resultando difícil de vencer.
Ahora que estaba desarmado y que no tenía nada con qué defenderme de él, intenté agarrarle para que Sakun pudiese terminar con él. Era un hombre fuerte e incluso teniéndolo tan debilitado me costaba mantener quietos sus brazos, que se zarandeaban y trataban de liberarse de mis ataduras, pero no le soltaría, no hasta que expirase sin remedio y su cuerpo sin vida cayese derrotado.
-¡Acaba con él!- Dije, mientras le sujetaba. Había colocado mis brazos bajo los suyos y había juntado mis manos en su nuca, dificultándole así la capacidad de movimiento, pero temía que no lo podría aguantar mucho más tiempo así. Sakun debía darse prisa.
Lys había comenzado la lucha y su treta parecía dar resultado: el enfurecido carcelero iba a por ella sin centrarse en que nosotros estábamos ahora a sus espaldas. Corrí hacia él y aprovechando el elemento sorpresa utilicé la alabarda para seccionar la parte interior de su rodilla, haciendo que el hombre cayese hacia el lado, arrodillándose con la pierna que ahora mismo le resultaría inútil. Había seccionado su tendón y no podría moverse, sin cojear, y con las heridas causadas por Lys estaba prácticamente incapacitado; o eso pensaba yo hasta que se giro y agarro la alabarda, atrayéndome hacia él y asestándome un fuerte golpe en la boca del estomago con la vara del arma, lo que hizo que me encogiese de dolor y cayese también arrodillado. Era un tipo difícil de abatir, pero era nuestra última gran batalla antes de poder sacar a Thania de los calabozos y terminar aquel trabajo.
Miré a Sakun, esperando que hiciese algo por rematarle, y en un intento de ayudarle desenvainé mi espada y hundí su afilada hoja en el costado del carcelero, que emitió un sonoro quejido y me aparto de él con un fuerte puñetazo. Era el momento de que nuestro compañero acabase con aquel hombre que ya estaba más vivo que muerto, y que aun así estaba resultando difícil de vencer.
Ahora que estaba desarmado y que no tenía nada con qué defenderme de él, intenté agarrarle para que Sakun pudiese terminar con él. Era un hombre fuerte e incluso teniéndolo tan debilitado me costaba mantener quietos sus brazos, que se zarandeaban y trataban de liberarse de mis ataduras, pero no le soltaría, no hasta que expirase sin remedio y su cuerpo sin vida cayese derrotado.
-¡Acaba con él!- Dije, mientras le sujetaba. Había colocado mis brazos bajo los suyos y había juntado mis manos en su nuca, dificultándole así la capacidad de movimiento, pero temía que no lo podría aguantar mucho más tiempo así. Sakun debía darse prisa.
Thomas Brethil
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 266
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Al fin caminaron y avanzaron más. Era cuestión de segundos para terminar todo. Esperanza... Fe pero resistencia y fuera también se necesitaba para poder triunfar en ese castillo de la perdición. La sangre ya había sido derramada anteriormente por primera vez en el día. Quizá para sus 100 años de vida, Sakun consideraría que fue la misión más difícil que tuvo en su larga y ardua vida de combates donde casi ha perdido sus brazos, sus ojos e incluso sus pies. Mientras caminaba lentamente por allí, vio que había una espada colgada en el pasillo. No estaba muy segura y en una nota arriba de la empuñadura, decía: "En caso de emergencia, usar.". Sin más preámbulo, la tomó y sonrío al ver el hermoso filo que llevaba. Es más era perfecto para "rebanar" cabezas y matar más de los guardias rebeldes. Al fin había encontrado algo con lo que se podría relacionar aún más. Aún se escuchaban los alaridos de las personas desde sus celdas y algunos sacaban las manos para tratar de agarrarlos. Era algo siniestro pero a la vez, hacía que tuviesen adrenalina. Aún el joven guerrero trataba de resistir las ganas de seguir matando, por eso mismo no le gustaba asesinar a las personas.... Porque se vuelve un psicópata al que le gusta matar por cada cosa.
Al dar algunos pasos más, encontraron una sombra gigante proveniente de un tipo fornido. Apenas casi dejó sin aire a los presentes que había allí. Se veía un poco horripilante y apenas daba miedo pararse al frente de él. -*Joder, qué tipazo.*-Pensó el guerrero, agarrando bien su espada por si recibía algún ataque de él. Apenas se sintió intranquilidad y además de ello, incertidumbre porque no se veía tan fácil de derrotar. Lys de repente, inició la lucha final, haciendo que el grandullón ese fuera a pelear solamente contra ella. En ese momento, Sakun frunció el ceño con rapidez, para luego tomar un pedazo de aire por la boca e ir hacia el tipo. Con maestría, le enterró la espada en el torso, haciendo que ese monstruo voltee con brusquedad y le meta una bofetada fuerte en el cuello y el mentón del guerrero, haciéndolo chocar contra una pared. Sin rechistar, se volvió a levantar y le metió un puñetazo en el rostro a ese guardián, casi derribándolo pero no… Era muy imposible para desearlo. Solo bastó una patada para hacerlo sentir un poco mareado, teniendo recuerdos.
Recordó a su madre que le enseñaba a esquivar los golpes y todo lo básico en ello. Rememoraba que casi fue asesinado por un saqueador pero gracias a la destreza del niño Sakun, pudo asesinarlo. En fin… Volvió al presente y sacudió un poco su rostro para luego ver al musculoso ese, mientras agarraba con fuerza la espada y salivaba por asesinar a ese gigantón. Thomas lo sostuvo un momento y le pidió al joven dragón que lo matara rápidamente antes de que se soltara.
Como un tigre, corrió de forma sorprendente hacia él y puso su espada de lado, reflejando el filo de la espada de los presentes. De un salto “volador, llegó al cuello del grandullón y con lentitud, preparó su espada para matarlo. –Dile adiós a tu cabeza.-Fueron las últimas palabras que habría escuchado el guardián de la celda cuando con velocidad, pasó la espada por el cuello del hombre y Sakun cayó arrodillado al suelo, con su espada sangrando.
Apenas la cabeza del monstruo salió volando con un chorro de sangre por el techo, dando giros por el aire, mientras que los ojos los tenía en blanco y el cuerpo del decapitado, caía lentamente al suelo como un títere, primero con las rodillas y luego todo su cuerpo tocando el asfalto, si así se podría llamar. Al terminar de hacerlo, lanzó la espada ensangrentada a un lado e hizo un rostro de asco y no quiso mirar nada.
- Listo, los gigantes se derrotan por la cabeza.-Habló de manera seria mientras con una manga de la prenda, se limpia el rostro de sangre y agarraba con fuerza las llaves y las alzaba, para luego lanzarlas a Lys.
-Ten el manojo…-Dijo para finalizar.
Off: Master, ya hemos conseguido las llaves y hemos matado al gigante.
Al dar algunos pasos más, encontraron una sombra gigante proveniente de un tipo fornido. Apenas casi dejó sin aire a los presentes que había allí. Se veía un poco horripilante y apenas daba miedo pararse al frente de él. -*Joder, qué tipazo.*-Pensó el guerrero, agarrando bien su espada por si recibía algún ataque de él. Apenas se sintió intranquilidad y además de ello, incertidumbre porque no se veía tan fácil de derrotar. Lys de repente, inició la lucha final, haciendo que el grandullón ese fuera a pelear solamente contra ella. En ese momento, Sakun frunció el ceño con rapidez, para luego tomar un pedazo de aire por la boca e ir hacia el tipo. Con maestría, le enterró la espada en el torso, haciendo que ese monstruo voltee con brusquedad y le meta una bofetada fuerte en el cuello y el mentón del guerrero, haciéndolo chocar contra una pared. Sin rechistar, se volvió a levantar y le metió un puñetazo en el rostro a ese guardián, casi derribándolo pero no… Era muy imposible para desearlo. Solo bastó una patada para hacerlo sentir un poco mareado, teniendo recuerdos.
Recordó a su madre que le enseñaba a esquivar los golpes y todo lo básico en ello. Rememoraba que casi fue asesinado por un saqueador pero gracias a la destreza del niño Sakun, pudo asesinarlo. En fin… Volvió al presente y sacudió un poco su rostro para luego ver al musculoso ese, mientras agarraba con fuerza la espada y salivaba por asesinar a ese gigantón. Thomas lo sostuvo un momento y le pidió al joven dragón que lo matara rápidamente antes de que se soltara.
Como un tigre, corrió de forma sorprendente hacia él y puso su espada de lado, reflejando el filo de la espada de los presentes. De un salto “volador, llegó al cuello del grandullón y con lentitud, preparó su espada para matarlo. –Dile adiós a tu cabeza.-Fueron las últimas palabras que habría escuchado el guardián de la celda cuando con velocidad, pasó la espada por el cuello del hombre y Sakun cayó arrodillado al suelo, con su espada sangrando.
Apenas la cabeza del monstruo salió volando con un chorro de sangre por el techo, dando giros por el aire, mientras que los ojos los tenía en blanco y el cuerpo del decapitado, caía lentamente al suelo como un títere, primero con las rodillas y luego todo su cuerpo tocando el asfalto, si así se podría llamar. Al terminar de hacerlo, lanzó la espada ensangrentada a un lado e hizo un rostro de asco y no quiso mirar nada.
- Listo, los gigantes se derrotan por la cabeza.-Habló de manera seria mientras con una manga de la prenda, se limpia el rostro de sangre y agarraba con fuerza las llaves y las alzaba, para luego lanzarlas a Lys.
-Ten el manojo…-Dijo para finalizar.
Off: Master, ya hemos conseguido las llaves y hemos matado al gigante.
Sakun
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 335
Nivel de PJ : : 1
Re: [Quest] Entre sedas y algodones
Master 7 escribió:Pierre Lettuce es un enorme magnate residente en Lunargenta conocido por sus frecuentes chanchullos y negocios ilícitos, pero sobre todo por su enfermiza adicción a las mujeres. A su residencia tan sólo le falta ganarse el título de burdel, incluso se dice que organiza concursos para elegir a sus chicas. No suele despertar demasiada simpatía entre los habitantes, y es por esto por lo que posee su propia guardia personal que le custodia las veinticuatro horas.
Por medios que sólo vosotros conocéis, habéis recibido información sobre un mercader local llamado Arthur Morgause que busca voluntarios para adentrarse en los peligrosos dominios de Pierre Lettuce. No sabéis nada más, aparte de que se trata de un rescate.
Información
- Razas: Cualquiera (excepto hombres-bestia, bio-cibernéticos y vampiros)
- Nivel recomendado: 0 a 2
- Máximo de participantes: 3
- Recompensa: 30 exp de base + variables (en función de la coherencia, la inventiva y el buen rol) + extra adicional
Requisitos a tener en cuenta
- Es necesario poseer una ficha de habilidades (aunque sea el contenido más básico, como la especialización y la habilidad de raza)
- Los atributos deben constar debidamente en la ficha, pues habrán ocasiones donde podrían influir en el desarrollo de la quest.
- Es posible que surjan situaciones de leve contenido adulto.
- Se requiere de cierta agudeza interpretativa, pues se plantearán circunstancias donde una mala (o buena) decisión del usuario pueda alterar el curso de la misión y afectar a sus compañeros.
- No participes si no estás seguro de tu estadía en el foro, o vas a tener periodos largos de ausencia (vacaciones, etc)
Normas
- No se debe estar participando en otra quest.
- Si se abandona la quest, habrán consecuencias que afecten al personaje.
- El periodo máximo de posteo para cada participante son 48 horas. Si por cualquier razón no pueden postear en ese tiempo, han de notificar al master su ausencia con un mensaje privado (y también a sus compañeros, sería todo un detalle)
- Si un usuario no postea dentro de las 48 horas sin haber informado de su ausencia al master, recibirá un primer aviso. Al segundo aviso será expulsado de la quest y sufrirá una severa penalización.
Postead aquí los interesados. De entre todos los que posteen se realizará un sorteo.
La misión se abrirá en el plazo de una semana.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Cada uno recibe:
+500 aeros
+24 de experiencia por desarrollo y por las molestias ocasionadas debido al tiempo transcurrido hasta la fecha debido a las ausencias de Máster 7.
+En cada una de las recompensas viene un pergamino incluido con el modo de uso de los artefactos.
Lys
- Cajita musical:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
3 usos:
1: La música provoca un sueño en una habitación cerrada. El efecto es de inmediato. Debes cantar una música para ti misma para evitar que te afecte también.
2: La melodía causa un efecto hipnótico sobre una sola persona y podrás pedirle que haga lo que quiera por ti.
3: La música causará que todos se concentren en lo suyo y pases desapercibida. Aunque mates a alguien, nadie se enterará... al menos hasta que la melodía acalle.
Thomas Brethil
- Bola de cristal con flor de cereso:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Debes agitar el artefacto que causará un resplandor brillante que llamará la atención de cualquiera, dentro de una habitación cerrada. Debes cuidar de no mirarlo para no caer bajo el efecto también.
1 er uso: Quien la vea, quedará embobado con la flor y tú podrás hacer lo que desees y pasar desapercibido.
2: Quien vea el destello, quedará enceguecido. Hasta tres personas pueden ser las afectadas. El efecto pasará luego de un turno.
3: Quien vea el destello, hará lo que le ordenes. (Solo una persona, los demás quedarán atontados)
Sakun
- La pluma:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]" />
Tiene tinta para 3 usos. Escribe cualquiera de las tres palabras:
1: Duérmete [nombre de quien quieras que caiga dormido delante de ti]
2: Canta [nombre de quien quieras que caiga dormido delante de ti]
3: Vete a [nombre de quien quieras que caiga dormido delante de ti] (Aún si dices a la "mierda") el afectado hará caso y se tirará con la primera que encuentre... Cuidado de que no quieran vengarse luego ^^.
Bueno, como ya se sabe, esta quest se debió haber terminado hace tiempo. He decidido finalizar ya que ninguno la está disfrutando. Dada la situación, he tratado de compensar la falta. Comprendo lo que es hacer un rol que no disfrutas y no tiene ningún sentido seguir con esta.
Nada que decir respecto a los requisitos que se pusieron para entrar a esta misión... Es irónico.
Saludos ^^
Ansur
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2001
Nivel de PJ : : 0
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» El rescate (II) [quest]
» [Quest] La puerta
» Herencia [QUEST]
» El rescate [III] [quest]
» Herencia [QUEST]
» [Quest] La puerta
» Herencia [QUEST]
» El rescate [III] [quest]
» Herencia [QUEST]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 21:35 por Cohen
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Hoy a las 21:14 por Ingela
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Hoy a las 20:55 por Aylizz Wendell
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Hoy a las 20:16 por Seraphine Valaryon
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Hoy a las 16:30 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas