[Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
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[Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
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Después de adentrarse casi un kilómetro desde las orillas del río y a través de escuetos senderos donde la maleza amenazaba con quedarse con las pertenencias de los viajeros así como con alguna parte de su cuerpo, los valientes equipos llegaron al sitio donde llevarían a cabo sus labores. Lo que llevaban limpiado no era mucho, sino alrededor de 30x40 metros que estaban a flor de tierra más unos tantos para la zona de campamentos y demás necesidades.
El olor a tierra removida podía llegar a todos los presentes. Ruido de hachas contra grandes troncos, el retumbar seco de los picos contra las piedras incrustadas en la tierra. De vez en cuando el sonar de un látigo seguido por el quejido ahogado de alguien. De aquí para allá pasaban diferentes seres cargados con grandes volúmenes de ramas, maderas, basura o bultos de pasto. En varios lugares habían altas fogatas donde se quemaban los deshechos además de que se cocinaban las presas cazadas.
Pieles de animales estaqueadas en el suelo y carpas en algunos lugares. En el campamento habían mujeres, pero ninguna encinta, tampoco niños. Si bien algunos sectores estaban callados y con los ánimos bajos por la cantidad de trabajo, el calor y el cansancio, habían otros que eran bastante ruidosos y entonaban canciones de taberna que hacían eco en el resto del monte.
La señora Von Valdembrung, bajita y regordeta, con menos arrugas que su viejito iría corriendo a alcanzarle y tirarse en sus brazos cual una novia recién casada para luego colmarle a besos. Varias risas y chiflidos se escucharon en el ambiente, pero la vieja ni se inmutó. Cuando terminó de recibir “propiamente” a su marido, se alisó la ropa y agradeció a los espectadores con una agrandada inclinación y una mueca irreverente entre sus labios. De esta forma, el grupo de Von Valdembrung se uniría al campamento y a la mañana siguiente a las labores manuales.
Por otro lado, Miranda y su séquito llegarían unos minutos después, pero por una entrada distinta a la del río, entre un camino bien escondido dentro de la maleza y la piedra. Ellos también irían a las carpas, en donde la gente con ojos llenos de muerte les estarían eserando para recibirles y darles su cálida bienvenida como la "carne fresca" que eran.
El olor a tierra removida podía llegar a todos los presentes. Ruido de hachas contra grandes troncos, el retumbar seco de los picos contra las piedras incrustadas en la tierra. De vez en cuando el sonar de un látigo seguido por el quejido ahogado de alguien. De aquí para allá pasaban diferentes seres cargados con grandes volúmenes de ramas, maderas, basura o bultos de pasto. En varios lugares habían altas fogatas donde se quemaban los deshechos además de que se cocinaban las presas cazadas.
Pieles de animales estaqueadas en el suelo y carpas en algunos lugares. En el campamento habían mujeres, pero ninguna encinta, tampoco niños. Si bien algunos sectores estaban callados y con los ánimos bajos por la cantidad de trabajo, el calor y el cansancio, habían otros que eran bastante ruidosos y entonaban canciones de taberna que hacían eco en el resto del monte.
La señora Von Valdembrung, bajita y regordeta, con menos arrugas que su viejito iría corriendo a alcanzarle y tirarse en sus brazos cual una novia recién casada para luego colmarle a besos. Varias risas y chiflidos se escucharon en el ambiente, pero la vieja ni se inmutó. Cuando terminó de recibir “propiamente” a su marido, se alisó la ropa y agradeció a los espectadores con una agrandada inclinación y una mueca irreverente entre sus labios. De esta forma, el grupo de Von Valdembrung se uniría al campamento y a la mañana siguiente a las labores manuales.
Por otro lado, Miranda y su séquito llegarían unos minutos después, pero por una entrada distinta a la del río, entre un camino bien escondido dentro de la maleza y la piedra. Ellos también irían a las carpas, en donde la gente con ojos llenos de muerte les estarían eserando para recibirles y darles su cálida bienvenida como la "carne fresca" que eran.
Última edición por Master6 el Mar Jul 29 2014, 00:22, editado 1 vez
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Off: Disculpen la tardanza, no he podido conectarme en todo el día y he redactado en un Word desde mi casa el post mientras tanto, y hasta ahora no he podido poner nada. Digamos que he llegado un par de horas tarde. Para compensar, he puesto dos posts en uno: el anterior y el que correspondería al entrar en el campamento.
La chica a la que me dirigí respondió afirmativamente y de forma no menos misteriosa que el adjetivo que me atribuyó. Parecía estar siniestramente feliz, no había duda de que había que tener cuidado con ella fueran cuales fueran sus intenciones. Afortunadamente todo esto se limitó a recorrer mis pensamientos mientras subía a la carroza y tomaba asiento en el lateral, en el único hueco que había libre.
Frente a mí estaban sentados el señor rubio y musculoso con barba y, a su lado, un hombre que parecía una mezcla entre montaraz y caballero errante, castaño y de ojos azules. A mi derecha iba sentado un hombre de mediana edad con barba de pocos días, con el pelo largo y castaño claro, armadura ligera de cuero, una ballesta colgando en su espalda y una espada bastarda la cual sujetaba con ambas manos y apoyaba verticalmente en el piso del carromato. Tenía el aspecto del típico espada de alquiler para el cual la palabra nunca valdría más que un saco lleno de aeros por un trabajo bien hecho.
Mientras agarraba la espada miraba a un punto fijo del horizonte, en lugar de vigilar los alrededores. Parecía que algo le preocupaba. Le pregunté:
-Perdona, ¿te ocurre algo?
-Siempre que paso por esta parte del camino tengo malos recuerdos -contestó.
-¿Y eso?
-Preferiría no hablar de ello -respondió secamente.
Pensé por un momento que me entrometí demasiado en sus problemas, así que traté de ser algo más cordial. Me disculpé:
-No quería invadir ningún pensamiento personal, apenas acabo de conocerte. Siento haber sido así. -dije para después presentarme-. Me llamo Narem, ¿y tú eres?
-Pontius -replicó con la misma seriedad-. El placer es todo tuyo.
-Bueno, bueno, tampoco hay por qué ponerse así...
-Tú solo asegúrate de que nos paguen y vivamos para contarlo. Sobre todo lo primero.
-Se hará.
Mientras tanto me enteré de los nombres de los que iban enfrente: Kevan para el rubio, que parecía ser un experimentado marino, y Jacob para el otro, que parecía ser el mismo tipo de mercenario sin escrúpulos que Pontius. La poca conversación que me dio mi compañero me hizo ser un buen oyente. Terminamos bajándonos en un trecho del camino porque las mulas se resignaban a huir. Vi cómo la hermosa pero oscura jefa se adelantaba a unos vendedores ambulantes que estaban por allí con sus caballos y se los robó para colocarlos en el carromato. Las mulas quedaron libres y proseguimos nuestro camino.
No dirigí mi palabra a la siniestra mujer de cabello negro y rostro pálido por si mi palabra por sí sola podría resultar insolente. La tuve en mi cabeza como alguien con quien hay que escoger todas las palabras que fuese a decirle, pues podrían ser mis últimas como Narem Adalbert. La observé con cierto recelo y cautela cuando nos dijo el plan:
-Al llegar al campamento tendremos algunos esclavos a nuestra disposición. Si quieren escapar y no pueden traerles de regreso, les matan. Tú misterioso, -dijo refiriéndose a mí- No pareces muy diestro con tu cuerpo, asumirás el mando del escuadrón de limpieza. Si no sirves, te aporrearé ¿entendido?
Asentí aun sabiendo que no me estaba mirando. Claramente era alguien con quien hay que tener mucho cuidado. Después continuó hablando, haciendo caso omiso de mi aparentemente inútil presencia.
-El trabajo tiene que estar bien hecho. Nos encargaremos de limpiar el terreno, eso incluye alimañas que estén demasiado preguntonas. Hay un viejo especialmente, Von Vandelbrung y su mujer. Cuidado con él y su grupo, él tiene cierta protección, así que irse con ojo. Si causa demasiados problemas me lo hacen saber y buscaremos la forma de hacerle tener algún accidente…
Eso de que cause demasiados problemas parece como si le guardase algún rencor. Traté captar sus órdenes más bien como un aviso de que su plan puede oler a chamusquina: el hecho de atacar a un anciano y su esposa me parece algo muy cruel. Pero me limité simplemente a acatar las órdenes: todavía no sé en quién puedo y en quién no puedo confiar. Debo remitirme a observaciones, no a palabras. Cualquiera de los aquí presentes podría mentir, Miranda, que así descubrí que se llamaba la chica, la primera. Empecé a vigilar las inmediaciones del camino con los ojos bien abiertos, y sin quitar la vista del mercenario tan poco conversador que iba a mi lado.
Llegamos a un cruce de caminos en el río Tymer y cogimos un caballo cada uno. Yo fui en la retaguardia, justo detrás de Pontius y de Jacob, y los animales empezaron a segregar un sudor espumoso del esfuerzo. Poco después pudimos vislumbrar unas columna de humo entre la espesura. Aquello parecía un campamento militar.
-Por aquí, por detrás -dijo Miranda desviándose del sendero principal hacia las carpas de ese campamento.
Entramos con los caballos en la maleza y desmontamos para después atarlos y entrar por detrás. Pareciera como si otra gente ya se hubiera infiltrado en el campamento y el objetivo sea arrasarlo desde dentro. O si no parece que hay que afianzar este campamento militar y expulsar a los invasores hasta construirlo por completo. Quién sabe lo que deparará esta siniestra compañía.
La chica a la que me dirigí respondió afirmativamente y de forma no menos misteriosa que el adjetivo que me atribuyó. Parecía estar siniestramente feliz, no había duda de que había que tener cuidado con ella fueran cuales fueran sus intenciones. Afortunadamente todo esto se limitó a recorrer mis pensamientos mientras subía a la carroza y tomaba asiento en el lateral, en el único hueco que había libre.
Frente a mí estaban sentados el señor rubio y musculoso con barba y, a su lado, un hombre que parecía una mezcla entre montaraz y caballero errante, castaño y de ojos azules. A mi derecha iba sentado un hombre de mediana edad con barba de pocos días, con el pelo largo y castaño claro, armadura ligera de cuero, una ballesta colgando en su espalda y una espada bastarda la cual sujetaba con ambas manos y apoyaba verticalmente en el piso del carromato. Tenía el aspecto del típico espada de alquiler para el cual la palabra nunca valdría más que un saco lleno de aeros por un trabajo bien hecho.
Mientras agarraba la espada miraba a un punto fijo del horizonte, en lugar de vigilar los alrededores. Parecía que algo le preocupaba. Le pregunté:
-Perdona, ¿te ocurre algo?
-Siempre que paso por esta parte del camino tengo malos recuerdos -contestó.
-¿Y eso?
-Preferiría no hablar de ello -respondió secamente.
Pensé por un momento que me entrometí demasiado en sus problemas, así que traté de ser algo más cordial. Me disculpé:
-No quería invadir ningún pensamiento personal, apenas acabo de conocerte. Siento haber sido así. -dije para después presentarme-. Me llamo Narem, ¿y tú eres?
-Pontius -replicó con la misma seriedad-. El placer es todo tuyo.
-Bueno, bueno, tampoco hay por qué ponerse así...
-Tú solo asegúrate de que nos paguen y vivamos para contarlo. Sobre todo lo primero.
-Se hará.
Mientras tanto me enteré de los nombres de los que iban enfrente: Kevan para el rubio, que parecía ser un experimentado marino, y Jacob para el otro, que parecía ser el mismo tipo de mercenario sin escrúpulos que Pontius. La poca conversación que me dio mi compañero me hizo ser un buen oyente. Terminamos bajándonos en un trecho del camino porque las mulas se resignaban a huir. Vi cómo la hermosa pero oscura jefa se adelantaba a unos vendedores ambulantes que estaban por allí con sus caballos y se los robó para colocarlos en el carromato. Las mulas quedaron libres y proseguimos nuestro camino.
No dirigí mi palabra a la siniestra mujer de cabello negro y rostro pálido por si mi palabra por sí sola podría resultar insolente. La tuve en mi cabeza como alguien con quien hay que escoger todas las palabras que fuese a decirle, pues podrían ser mis últimas como Narem Adalbert. La observé con cierto recelo y cautela cuando nos dijo el plan:
-Al llegar al campamento tendremos algunos esclavos a nuestra disposición. Si quieren escapar y no pueden traerles de regreso, les matan. Tú misterioso, -dijo refiriéndose a mí- No pareces muy diestro con tu cuerpo, asumirás el mando del escuadrón de limpieza. Si no sirves, te aporrearé ¿entendido?
Asentí aun sabiendo que no me estaba mirando. Claramente era alguien con quien hay que tener mucho cuidado. Después continuó hablando, haciendo caso omiso de mi aparentemente inútil presencia.
-El trabajo tiene que estar bien hecho. Nos encargaremos de limpiar el terreno, eso incluye alimañas que estén demasiado preguntonas. Hay un viejo especialmente, Von Vandelbrung y su mujer. Cuidado con él y su grupo, él tiene cierta protección, así que irse con ojo. Si causa demasiados problemas me lo hacen saber y buscaremos la forma de hacerle tener algún accidente…
Eso de que cause demasiados problemas parece como si le guardase algún rencor. Traté captar sus órdenes más bien como un aviso de que su plan puede oler a chamusquina: el hecho de atacar a un anciano y su esposa me parece algo muy cruel. Pero me limité simplemente a acatar las órdenes: todavía no sé en quién puedo y en quién no puedo confiar. Debo remitirme a observaciones, no a palabras. Cualquiera de los aquí presentes podría mentir, Miranda, que así descubrí que se llamaba la chica, la primera. Empecé a vigilar las inmediaciones del camino con los ojos bien abiertos, y sin quitar la vista del mercenario tan poco conversador que iba a mi lado.
Llegamos a un cruce de caminos en el río Tymer y cogimos un caballo cada uno. Yo fui en la retaguardia, justo detrás de Pontius y de Jacob, y los animales empezaron a segregar un sudor espumoso del esfuerzo. Poco después pudimos vislumbrar unas columna de humo entre la espesura. Aquello parecía un campamento militar.
-Por aquí, por detrás -dijo Miranda desviándose del sendero principal hacia las carpas de ese campamento.
Entramos con los caballos en la maleza y desmontamos para después atarlos y entrar por detrás. Pareciera como si otra gente ya se hubiera infiltrado en el campamento y el objetivo sea arrasarlo desde dentro. O si no parece que hay que afianzar este campamento militar y expulsar a los invasores hasta construirlo por completo. Quién sabe lo que deparará esta siniestra compañía.
Narem Adalbert
Experto
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Kevan alzó una ceja al escuchar la respuesta de Miranda. Cerró el puño con fuerza al escuchar como llegaba a amenazarles a todos de una manera no tan sútil a la que estaba acostumbrado por norma general. Estaba claro que tenía algo que el resto no, y no se refería a las tetas. No era cuestión de ser vulgar en aquel momento. Posiblemente fuese una bruja, cosa que sería del todo idónea y previsible. ¿Ser esclavos por el resto de nuestras vidas? Eso sonaba mucho a control mental, como cuando antes estuvo a punto de tocarle el pecho, muy seguramente para influirle con algún tipo de magia. No hacía falta ser muy espabilado para saber que aquella tipa no era de fiar y tampoco era tan inocente como su aspecto frágil aparentaba.
La marcha desde que habían robado los caballos a aquel mercader, había sido vertiginosa. No querían darle mucha caña el resto, excepto Miranda. Jack se quedo un poco atrás para no maltratar al animal, pero la bruja le instó para que se diese prisa, incluso diciendo mal su nombre. Kevan no pudo evitar escupir al suelo en mitad de su marcha, encima de repelente no sabía ni siquiera el nombre de las personas a su servicio.
Por desgracia, Jacob renegó y tuvo que azotar al caballo para que se apurase. Poniéndose a la altura de Kevan. Ambos cruzaron una mirada y luego volvieron a clavarla al frente.
Kevan pasó su mano por la melena del animal y intentó tranquilizarlo, aunque para un Licántropo no era fácil lidiar con otros animales que no fuesen los lobos, el animal pareció sosegarse.
Por fortuna para el firmamento y los caballos, en la lejanía se dislumbraron las primeras columnas de humo negro del campamento al que se dirigían. Redujo un poco la marcha, ya le daba igual perder de vista a Miranda, aunque no era lo idóneo, no podía perderse y el animal se lo agradecería.
Antes de llegar, oyó el grito de Miranda indicando que no entrarían por delante, sino por detrás. ¿Por qué? Chistó con la lengua. Otra cosa más para la lista de cosas que no le olían bien en todo aquel barullo.
El camino que siguieron no parecía muy concurrido, aunque no eran los primeros que lo usaban en un par de días. Había muchas huellas, secas en el barro. De muchos caballos, tampoco podía pararse a investigarlas a fondo ni saber cuantas más o menos eran, pero lo que estaba claro es que Miranda conocía el camino porque alguien se lo había enseñado antes, ¿Quizás? Aunque le gustasen los acertijos, Kevan solía buscar la respuesta más enrevesada, normalmente no se acercaba a la realidad. Pero no le gustaba aquello.
Iban en silencio, rodeando el campamento aprovechando la maleza para que las miradas incautas no vieran a los cinco jinetes cruzar.
Por fin llegaron a una parte apartada del campamento, donde desmontó y ató al caballo a un árbol. Luego buscó a Jacob y le dio una palmada en el hombro. -Espero que la birra esté buena- Bromeó con media sonrisa en su rostro, quitandole hierro al asunto. Su compañero esbozó otra sonrisa y caminó junto a Kevan. -Yo también lo espero, Kev- Le respondió llamándole por el diminutivo de su nombre, a lo que sonrió. Le gustaba que le llamasen así.
El campamento en sí no tenía un orden claro, por lo que estaba claro que ni de lejos era un campamento militar, el cual, aún con todo el ajetreo y el ruido, estaba dividido en sectores y tenía unas calles principales. Este, sin embargo era más caótico y parecía que la gente montaba las tiendas allá donde le hubiese dado la gana por comodidad o quien sabe por qué. Cada tienda era de un color y un material distintos, dejando claro que cada cual se había traído lo suyo o lo había improvisado allí mismo. Había alguna fogata por allí y por allá, gente alrededor calentando algo de comida y charlando. A aquellas horas parecía que no había nadie trabajando, aunque eso no podía asegurarlo ya que ni siquiera había visto aún la zona que tenían que limpiar.
No destacaban entre la multitud, al igual que ellos, no vestían elegantes ropas de gala, ni nada pulcro. Todos estaban sucios, vestían ropas cómodas y no olía demasiado bien allí, cosa que era destacable
Por la parte de Jacob y Kevan, siguieron a Miranda, la única persona destacable entre la multitud, sus ropas aunque oscuras, impolutas y su tez tan clara, denotaban que ella no pintaba nada allí. Sin embargo, era ella quien los había contratado. ¿Con qué próposito? No parecía una mujer quien le importase que aquel estúpido lago estuviese limpio o no, debía haber algo allí que sí mereciese la pena. Kevan sintió alguna mirada furtiva que parecía clavarse en su nuca, sintiéndose de algún modo acosado. Quizás se estaba volviendo paranoico, pero no le gustaba aquello.
La marcha desde que habían robado los caballos a aquel mercader, había sido vertiginosa. No querían darle mucha caña el resto, excepto Miranda. Jack se quedo un poco atrás para no maltratar al animal, pero la bruja le instó para que se diese prisa, incluso diciendo mal su nombre. Kevan no pudo evitar escupir al suelo en mitad de su marcha, encima de repelente no sabía ni siquiera el nombre de las personas a su servicio.
Por desgracia, Jacob renegó y tuvo que azotar al caballo para que se apurase. Poniéndose a la altura de Kevan. Ambos cruzaron una mirada y luego volvieron a clavarla al frente.
Kevan pasó su mano por la melena del animal y intentó tranquilizarlo, aunque para un Licántropo no era fácil lidiar con otros animales que no fuesen los lobos, el animal pareció sosegarse.
Por fortuna para el firmamento y los caballos, en la lejanía se dislumbraron las primeras columnas de humo negro del campamento al que se dirigían. Redujo un poco la marcha, ya le daba igual perder de vista a Miranda, aunque no era lo idóneo, no podía perderse y el animal se lo agradecería.
Antes de llegar, oyó el grito de Miranda indicando que no entrarían por delante, sino por detrás. ¿Por qué? Chistó con la lengua. Otra cosa más para la lista de cosas que no le olían bien en todo aquel barullo.
El camino que siguieron no parecía muy concurrido, aunque no eran los primeros que lo usaban en un par de días. Había muchas huellas, secas en el barro. De muchos caballos, tampoco podía pararse a investigarlas a fondo ni saber cuantas más o menos eran, pero lo que estaba claro es que Miranda conocía el camino porque alguien se lo había enseñado antes, ¿Quizás? Aunque le gustasen los acertijos, Kevan solía buscar la respuesta más enrevesada, normalmente no se acercaba a la realidad. Pero no le gustaba aquello.
Iban en silencio, rodeando el campamento aprovechando la maleza para que las miradas incautas no vieran a los cinco jinetes cruzar.
Por fin llegaron a una parte apartada del campamento, donde desmontó y ató al caballo a un árbol. Luego buscó a Jacob y le dio una palmada en el hombro. -Espero que la birra esté buena- Bromeó con media sonrisa en su rostro, quitandole hierro al asunto. Su compañero esbozó otra sonrisa y caminó junto a Kevan. -Yo también lo espero, Kev- Le respondió llamándole por el diminutivo de su nombre, a lo que sonrió. Le gustaba que le llamasen así.
El campamento en sí no tenía un orden claro, por lo que estaba claro que ni de lejos era un campamento militar, el cual, aún con todo el ajetreo y el ruido, estaba dividido en sectores y tenía unas calles principales. Este, sin embargo era más caótico y parecía que la gente montaba las tiendas allá donde le hubiese dado la gana por comodidad o quien sabe por qué. Cada tienda era de un color y un material distintos, dejando claro que cada cual se había traído lo suyo o lo había improvisado allí mismo. Había alguna fogata por allí y por allá, gente alrededor calentando algo de comida y charlando. A aquellas horas parecía que no había nadie trabajando, aunque eso no podía asegurarlo ya que ni siquiera había visto aún la zona que tenían que limpiar.
No destacaban entre la multitud, al igual que ellos, no vestían elegantes ropas de gala, ni nada pulcro. Todos estaban sucios, vestían ropas cómodas y no olía demasiado bien allí, cosa que era destacable
Por la parte de Jacob y Kevan, siguieron a Miranda, la única persona destacable entre la multitud, sus ropas aunque oscuras, impolutas y su tez tan clara, denotaban que ella no pintaba nada allí. Sin embargo, era ella quien los había contratado. ¿Con qué próposito? No parecía una mujer quien le importase que aquel estúpido lago estuviese limpio o no, debía haber algo allí que sí mereciese la pena. Kevan sintió alguna mirada furtiva que parecía clavarse en su nuca, sintiéndose de algún modo acosado. Quizás se estaba volviendo paranoico, pero no le gustaba aquello.
Kevan Rhodes
Aprendiz
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Lo peor del carromato era viajar tan cerca de los otros hombres presentes. Odiaba el contacto con otras personas, y mucho más si estos eran desconocidos de una raza inferior: la humana. Iba sentado junto a un hombre joven, de anchos hombros y cabello castaño. Apreciaba el paisaje con ojos ignorantes, como si lo que viese fuese desconocido para él a pesar de conocerlo desde siempre. Esa era una cualidad muy particular con la que no todos contaban: el asombro. La capacidad de ver en lo cotidiano y lo aparentemente 'normal' algo asombroso, algo espectacular, algo único.
Se giró hacia mí mientras yo tenía la vista perdida en el camino de tierra que pasaba por debajo de las ruedas de madera. Por supuesto, yo no tenía el más mínimo interés en socializar, únicamente esperaba concluir ese trabajo para recibir los aeros correspondientes. Odiaba tener que 'ensuciarme las manos' en un trabajo tan burdo y banal.
Mirada ida, la mente enfocada en Vlad "¿qué estará haciendo? ¿cómo estará?" y parecía alejarme hacia otro mundo, un mundo de ensueño al que ingresé cuando empecé a soñar despierto. Regresé a un mundo que ni siquiera recordaba...
...caminaba con Vlad en brazos por una extensa pradera, que formaba parte de un paisaje precioso. Las flores violáceas despedían un curioso brillo y liberaban un exquisito aroma.
Luciérnagas nos acompañaban y nos guiaban en el sendero hacia una criatura de lo más extraña. No había forma de saberlo, pero yo sabía que se trataba de una mujer de actitud muy pacífica. Ella sonrío y alzó una mano hacia nosotros, a lo que respondí con otra sonrisa. Agaché la cabeza por segundos, presentando mi respeto hacia ella, y posteriormente apoyé mi mano sobre la que ella había alzado anteriormente. Me giré y
- ¿Por qué tu cabello es blanco? - El joven a mi lado habló, arrastrándome de un tirón hacia la realidad nuevamente. Había olvidado ese sueño en el que me había sumergido durante un curioso trance, más ahora volvía a mi memoria de manera inesperada.
- El paso del tiempo. - Respondí secamente con una mentira, apenas dirigiendo una corta mirada al hombre. Él, en cambio, me inspeccionaba con curiosidad e intriga. - Soy Heswil. - Dijo estirando una mano con el afán de estrechar la mía. Miré sus intenciones con desprecio, sin embargo mi rostro denotaba indiferencia. - Nafen. - Estreché su mano a pesar de no desearlo realmente, si iba a trabajar con estos tipos necesitaba tener una mínima comunicación al menos. En el momento en el que nuestros dedos se separaron él lanzó una mirada cómplice, sembrando en mí algunas interrogantes.
Hubo una silenciosa pausa mientras nuestros otros dos compañeros charlaban con aparente amistad. - Nunca había trabajado con un brujo antes. - Arqueé una ceja. "¿cómo podría saberlo?" Pensé. - ¿Disculpa? - El joven rió un poco, miró el paisaje a nuestro alrededor y devolvió su vista a mí. - Eres un brujo, ¿cierto? - Fruncí el ceño. Demasiadas preguntas surgieron de repente. - Pero... - El joven rió nuevamente. - ¿Cómo lo sé? Tu cabello es blanco, no eres lo suficientemente viejo para tenerlo de ese color, pues no hay muchas arrugas en tu rostro. Eres demasiado delgado y tus manos se ven sanas, no tienes cayos ni cicatrices, eso significa que no has trabajado mucho, quizás debido a tu frecuente uso de la magia. Podrías venir de una familia rica, claro, pero si así fuese no habrías venido hasta aquí. - Concluyó Heswil con satisfacción tras su respuesta.
- Impresionante, chico. - Dije adoptando un semblante más soberbio, altivo. Era bueno saber que al menos uno de mis compañeros tenía la suficiente astucia como para ser considerado 'competente'.
Pasadas unas horas fue momento de cambiar de transporte, entonces comenzamos a viajar en una barcaza. El señor Von Valdembrung nos comentó los verdaderos objetivos de la misión, aunque probablemente ocultaría cosas, sin embargo no era del todo necesario saberlas. O eso creí yo.
Arribar al campamento fue un tanto extraño. Se podía sentir que el sudor y sangre, producto del trabajo, parecían hacer más tenso el ambiente. La tarea asignada era 'mezclarnos', lo cual quizás no sería muy difícil, pero nuestros alrededores eran un tanto hostiles; había 'algo' que me daba una sensación de ser cauteloso. No sabía qué, quizás me estaba volviendo paranoico tras todo lo sucedido en el Pantano Misterioso.
Se giró hacia mí mientras yo tenía la vista perdida en el camino de tierra que pasaba por debajo de las ruedas de madera. Por supuesto, yo no tenía el más mínimo interés en socializar, únicamente esperaba concluir ese trabajo para recibir los aeros correspondientes. Odiaba tener que 'ensuciarme las manos' en un trabajo tan burdo y banal.
Mirada ida, la mente enfocada en Vlad "¿qué estará haciendo? ¿cómo estará?" y parecía alejarme hacia otro mundo, un mundo de ensueño al que ingresé cuando empecé a soñar despierto. Regresé a un mundo que ni siquiera recordaba...
...caminaba con Vlad en brazos por una extensa pradera, que formaba parte de un paisaje precioso. Las flores violáceas despedían un curioso brillo y liberaban un exquisito aroma.
- Paisaje:
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Luciérnagas nos acompañaban y nos guiaban en el sendero hacia una criatura de lo más extraña. No había forma de saberlo, pero yo sabía que se trataba de una mujer de actitud muy pacífica. Ella sonrío y alzó una mano hacia nosotros, a lo que respondí con otra sonrisa. Agaché la cabeza por segundos, presentando mi respeto hacia ella, y posteriormente apoyé mi mano sobre la que ella había alzado anteriormente. Me giré y
- ¿Por qué tu cabello es blanco? - El joven a mi lado habló, arrastrándome de un tirón hacia la realidad nuevamente. Había olvidado ese sueño en el que me había sumergido durante un curioso trance, más ahora volvía a mi memoria de manera inesperada.
- El paso del tiempo. - Respondí secamente con una mentira, apenas dirigiendo una corta mirada al hombre. Él, en cambio, me inspeccionaba con curiosidad e intriga. - Soy Heswil. - Dijo estirando una mano con el afán de estrechar la mía. Miré sus intenciones con desprecio, sin embargo mi rostro denotaba indiferencia. - Nafen. - Estreché su mano a pesar de no desearlo realmente, si iba a trabajar con estos tipos necesitaba tener una mínima comunicación al menos. En el momento en el que nuestros dedos se separaron él lanzó una mirada cómplice, sembrando en mí algunas interrogantes.
Hubo una silenciosa pausa mientras nuestros otros dos compañeros charlaban con aparente amistad. - Nunca había trabajado con un brujo antes. - Arqueé una ceja. "¿cómo podría saberlo?" Pensé. - ¿Disculpa? - El joven rió un poco, miró el paisaje a nuestro alrededor y devolvió su vista a mí. - Eres un brujo, ¿cierto? - Fruncí el ceño. Demasiadas preguntas surgieron de repente. - Pero... - El joven rió nuevamente. - ¿Cómo lo sé? Tu cabello es blanco, no eres lo suficientemente viejo para tenerlo de ese color, pues no hay muchas arrugas en tu rostro. Eres demasiado delgado y tus manos se ven sanas, no tienes cayos ni cicatrices, eso significa que no has trabajado mucho, quizás debido a tu frecuente uso de la magia. Podrías venir de una familia rica, claro, pero si así fuese no habrías venido hasta aquí. - Concluyó Heswil con satisfacción tras su respuesta.
- Impresionante, chico. - Dije adoptando un semblante más soberbio, altivo. Era bueno saber que al menos uno de mis compañeros tenía la suficiente astucia como para ser considerado 'competente'.
Pasadas unas horas fue momento de cambiar de transporte, entonces comenzamos a viajar en una barcaza. El señor Von Valdembrung nos comentó los verdaderos objetivos de la misión, aunque probablemente ocultaría cosas, sin embargo no era del todo necesario saberlas. O eso creí yo.
Arribar al campamento fue un tanto extraño. Se podía sentir que el sudor y sangre, producto del trabajo, parecían hacer más tenso el ambiente. La tarea asignada era 'mezclarnos', lo cual quizás no sería muy difícil, pero nuestros alrededores eran un tanto hostiles; había 'algo' que me daba una sensación de ser cauteloso. No sabía qué, quizás me estaba volviendo paranoico tras todo lo sucedido en el Pantano Misterioso.
Nafen
Honorable
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Por fin habian acabado la ardua tarea que suponía remar, pero ahora les tocaba caminar, caminar mucho, aunque eso no suponía un problema, a caminar si que estaba acostumbrado, se había pateado Lunargenta de arriba a abajo, por lo que un paseito y unas pequeñas plantas no serian un problema, aunque esperaba que fuera el ultimo esfuerzo que tuviera que hacer, al fin y al cabo, espiar era un trabajo intelectual, puede que consiguiera contentar a Von Valdembrung sin pegar palo al agua. Había disfrutado anteriormente de sus paseos por el bosque, más allá de alguna pelea con unas ardillas traviesas, pero parecía que en ese kilómetro se habian reunido la mayor cantidad de insectos, pedruscos y hiervas urticantes del continente, colmando la paciencia del brujo cuando apenas habian recorrido doscientos metros. Solo necesitaba una palabra de su patrón, una sola, para calar fuego a toda la zona, por el bien de los futuros viajeros y desgracia de las pobres ardillas.
De manera que un kilómetro después, con la cara llena de arañazos debido a una rama que le había atizado en la cara, llegaron a ese maldito campamento. Habían empezado sin ellos, no es que hubieran hecho mucho, pero era suficiente como para montar un campamento y aun sobraba bastante tierra como para ampliarlo muchísimo más. Aunque los ojos del brujo no tardaron en desviarse de los hombres trabajando con hachas y esos fajos de ramas y hiervas, se concentraron en las fogatas, estaban quemando lo que sacaban. Si no usáis lo que sacáis para nada, podríais simplemente despejar los alrededores de la zona que queréis e incendiarla... Corría el peligro de incendiar medio reino, pero si se hacia bien, con cuidado, podían despejar un área enorme con muchísimo menos tiempo, aunque no insistiría en la idea, no queria perpetuar el tópico de que todos los brujos de fuego eran piromanos, aunque por otro lado tampoco sabían que era un brujo... Con esas cavilaciones, apenas se dio cuenta de la mujer de Von Valdembrung hasta que ya estuvo pegada a su marido, momento en el que la saludó.
Brutus, que te parece si empezamos por allí disimulo, señalo una zona en la que ya había unos obreros cantarines despejando un árbol que parecía un roble de proporciones titánicas. Brutus asintió y se dirigió hacia el campamento, de donde regreso con un par de hachas. Su acompañante llevaba un hacha enorme, digna de un minotauro, aunque la suya parecía más bien un arma arrojadiza, pequeña y maniobrable Pillo la indirecta el otro se limito a soltar un bufido burlón y mirarle con una sonrisa. Luego miro al anciano, con la esperanza de que aceptara incendiar medio bosque para acelerar el proceso, o al menos señalarles un área en concreto por la que empezar, quedaría sospechoso que empezaran a "infiltrarse" nada más llegar.
De manera que un kilómetro después, con la cara llena de arañazos debido a una rama que le había atizado en la cara, llegaron a ese maldito campamento. Habían empezado sin ellos, no es que hubieran hecho mucho, pero era suficiente como para montar un campamento y aun sobraba bastante tierra como para ampliarlo muchísimo más. Aunque los ojos del brujo no tardaron en desviarse de los hombres trabajando con hachas y esos fajos de ramas y hiervas, se concentraron en las fogatas, estaban quemando lo que sacaban. Si no usáis lo que sacáis para nada, podríais simplemente despejar los alrededores de la zona que queréis e incendiarla... Corría el peligro de incendiar medio reino, pero si se hacia bien, con cuidado, podían despejar un área enorme con muchísimo menos tiempo, aunque no insistiría en la idea, no queria perpetuar el tópico de que todos los brujos de fuego eran piromanos, aunque por otro lado tampoco sabían que era un brujo... Con esas cavilaciones, apenas se dio cuenta de la mujer de Von Valdembrung hasta que ya estuvo pegada a su marido, momento en el que la saludó.
Brutus, que te parece si empezamos por allí disimulo, señalo una zona en la que ya había unos obreros cantarines despejando un árbol que parecía un roble de proporciones titánicas. Brutus asintió y se dirigió hacia el campamento, de donde regreso con un par de hachas. Su acompañante llevaba un hacha enorme, digna de un minotauro, aunque la suya parecía más bien un arma arrojadiza, pequeña y maniobrable Pillo la indirecta el otro se limito a soltar un bufido burlón y mirarle con una sonrisa. Luego miro al anciano, con la esperanza de que aceptara incendiar medio bosque para acelerar el proceso, o al menos señalarles un área en concreto por la que empezar, quedaría sospechoso que empezaran a "infiltrarse" nada más llegar.
Geralt
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
- Kevan/Narem:
- -Eh mi terroncito de azúcar, no te vayas muy lejos. Tengo planes para ti- dijo Miranda al llegar su destino, estaba claro que se dirigía a Kevan. Después de unos segundos se volvió y miró al resto con algo de desdén -También tengo planes para ustedes. ¿Ven aquellas carpas bancas con runas rojas? Esas serán las suyas. Esperen ahí. Ah, y… háganse cargo de esas bestias mal olientes- señaló a los caballos y se internó en una carpa negra y muy grande.
Al cabo de lo que fuese una hora, la mujer se presentó ante ellos. Ahora lucía pantalones negros de cabalgar, con una camisa del mismo color, corsé de cuero y una fusta. En su cabeza un sombrero con velo para cubrir toda su piel del sol. –Tu, Nar… no me gusta tu nombre, desde ahora te diré… Nana y no te preocupes, estoy siendo benevolente, hay otros que ni te sabes jajajaja- se rio bastante de su chiste interno y luego lo miró con un poco de compasión –Igualmente, no tiene que gustarte, sólo no recordaré tu nombre- el segundo de una Miranda humana se había acabado.
-Bien, Nana, tú irás con tu amiguito… pony al escuadrón que lleva hachas negras. Procura aprender del tipo ese que manda. Ugh ni siquiera me cae bien pero sabe bastante. Aprenderás primero las labores básicas: limpiar tu mismo, tirar un árbol y esas mierdas. Tienes para eso tres días, y otros dos para aprender a mandarlos.¿Dudas?- parecía que el brujo le sacaba algo así como una especie de… instinto femenino de casi madre, su rostro se volvió ligeramente blando para esucharle.
-Mi gran gran lobo feroz- le dijo a Kevan, desconociendo su naturaleza –Tú y tu amiguito parecen ser muy fuertes- examinó sus brazos, sin llegar a tocarles –Cuidarán que todos hagan sus tareas, para ellos seguirán el consejo de Pata de Palo, es un buen tipo, bueno, en realidad malo, pero ese es el punto ¿no?- arqueó una ceja y se volvió hacia Jacob -Si alguien se pasa, ustedes también, los esclavos se les trata como tales. También deberán ayudar a mover troncos y hacer tablas. -
- Geralt/Nafen:
- -Ah, pero muchacho. ¡Que ansias por trabajar!-diría la viejita mirando al grupo recién llegado. Luego observaría de reojo a su viejito y le daría un zape en el brazo –¡Pero que le has dicho y hecho a estos muchachitos! Se nota que están fatigados y con hambre- suspiró y se acercaría a cada uno para estrecharles la mano presentándose bajo el nombre de Alelí y acariciarles las mejillas o darles palmaditas en los hombros. -A ver Geralt, no quieres un poquito de mi caldo? ¿Y conocer al resto…? Eso de andar prendiendo fuego es peligroso, además, igual tendrías que limpiar… y necesitamos la madera para la construcción mientras la viejita hablaba, Von Valdembrung le haría señas a su empleado por detrás de su mujer para que se negara, pero ella no aceptaría un “no” por respuesta.
Dentro de la humilde pero espaciosa carpa, estarían un grupo alrededor de diez personas hablando ni muy alto ni muy bajo. Pese a sus rostros preocupados, al verles sonreirían y se levantarían para saludarles. -Muchachos, estos son Nafen y Heswil por este lado y por este otro Geralt y su nuevo compañero Brutus. Sean buenos y enséñenle lo que saben. Geralt y Heswil parecen bastante competentes para eso de las labores más pensadas, quizás puedan ir al lado de la planificación para armar la casa y sus patios. Mark, ve si los puedes meter por allí. Nafen es bastante reservado, creo que podría muy bien ayudarte con la contabilidad del grupo Lizbeth pero…- hizo una pausa poniéndose frente al brujo y levantando la mirada para al menos llegarle al cuello –Como eso no te tendrá fuera mucho tiempo para… conseguir la chica de la que hablabas…- le guiñaría un ojo-¿Pueden creer que ha visto a Miranda por un segundo y parece que le gustó- el viejo era bueno fingiendo asombro.
Von Valdembrung le palmearía el pecho al brujo y le susurraría por lo bajo -Miranda es bien real, tanto como mala. Acércate pero con cuidado niño- miró a los presentes y a su viejita en el gran caldero y suspiró, como el resto también lo hizo, pero de un futuro dolor de estómago. La comida de la viejita era tan pero tan desabrida que de verla nada más daban ganas de llorar. Llegando la comida, el viejo miraría a Brutus -No te dije lo que tienes que hacer muchacho, sólo ve a derribar árboles y finge que no te importa más nada. Las moscas caen solas-
Después de terminar sus alimentos, a los cuatro les serían otorgados un juego de hachas nuevo, además de unas telas para cubrir sus cabezas del sol y fuertes guantes de cuero. También se les mostraría sus respectivas carpas.
El sol estaba en la cuarta parte de su recorrido. Faltaban dos o tres horas para que sus últimos rayos iluminaran el espejo del rio. En ese momento todos tenían su hora libre antes de dormir, podían ir al lago a refrescarse, salir a entablar conversación o simplemente tirarse a dormir. Era la hora también de refrigerios y en la que los esclavos eran curados para al siguiente día volver a ser torturados hasta el delirio. Claro que los esclavos eran dirigidos por la facción a la que pertenecía Miranda y lo que los curaban los que pertenecían a la de Von Valdembrung. Pero a esa hora había una especie de acuerdo velado en el que no habían peleas o disputas… aunque sí siseos y burlas que serían desquitadas a la hora del trabajo del siguiente día.
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Quería perderse en aquel lugar, beber hasta caer derrotado, comer algún animal desconocido y en general, despertarse en unas trece horas completamente renovado, pero antes de poder llegar a alguna carpa con suficiente comida o bebida con Jacob, Miranda le llamó la atención. No quería que se fuese demasiado lejos, le había llamado terroncito de azúcar, lo cual era excesivamente extraño y quizás lo asustase un poco. Nunca nadie lo había llamado así, ni siquiera su madre cuando era un crio. ¿Sabiaís el miedo que daba que una mujer con el aspecto de Miranda te llamase así?
Arqueó una ceja y esperó por ahí junto a Jacob.
Clavó su mirada en las carpas blancas de runas rojas, no conocía esas runas. Realmente no conocía ningún tipo de runas, pero tenía entendido que podían hacer cosas mágicas y todo eso. Le gustaba la magia, aunque no la practicase. Pensandolo bien, tampoco podría practicarla aunque quisiera, pero seguía gustandole. Obedeció al instante cuando Miranda les dijo de ocuparse de los caballos, ¿No estaban ya bien ahí? Renegó pero le hizo caso. Desató al caballo y junto a Jack, ambos llevaron a sus monturas a un lugar donde todos dejaban sus caballos atados a unos postes, donde les daban comida y algo de beber de vez en cuando.
Lo cual estaba bien, porque le quitaba la preocupación al menos mientras estuviesen por ahí currando o lo que sea.
Cuando volvió enfrente de la carpa negra donde estaba Miranda, no tuvo que esperar demasiado a que saliese para recibir más indicaciones. Se sentía como un niño en aquel campamento, al menos hasta que no les diesen las órdenes suficientes. Cuando salió comenzó por ser tan cabrona como de costumbre, con aquel tipo que... creía que se llamaba Narem, pero el caso es que ella empezó a llamarlo Nana. Le cabreó incluso a Kevan, que por su parte recibía motes tan estúpidos, pero no tan indignos.
Finalmente acabó con Narem y se dirigió a Jack y Kevan, aunque especialmente al último.
Se sintió casi desnudado con la mirada, luego le dio que pensar que lo llamase su gran lobo feroz. ¿Sabía que era un licántropo? Alzó ambas cejas sorprendido, pero luego le quitó importancia.
Al fin y al cabo, no estaba seguro de ello, pero ya había supuesto que era algún tipo de bruja, así que no sabía porque se sorprendía.
Asintió con la cabeza y luego, cuando por fin acabó. -Entendido- Se lo aclaró, quería al menos ganarase unos cuantos puntos con ella. Tenía que seguirle el juego, no porque realmente pensase que era peligrosa, ni por lo cabrona que pudiese ser, sino porque era la rutina con todos los posibles jefes que pudieses llegar a tener en tu vida, tenías que caerles bien y así, ganarías más dinero y eso significaba, más birra.
Ambos comenzaron a andar a lo que creían que era su zona de trabajo. -¿Sabes? El rollo ese de la esclavitud me toca un poco la moral.- Aclaró Jacob, renegando con la cabeza mientras andaba por el campamento. Kevan esbozó media sonrisa mientras asentía brevemente con la cabeza. -Mientras Miranda no se entere de eso, iremos bien. No pienso ser un negrero, nunca lo he sido y nunca lo seré.- Respondió Kev, estando de acuerdo con su compañero.
Aquel hombre, Pata de Palo. ¿Tendría una pata de palo realmente? Había conocido a muchos piratas que se hacían llamar así porque les había mordido algún tiburon en la pierna y la habían dejado inservible, o porque habían amputado su extremidad por la gangrena o algo así. Aunque había muchos que simplemente se hacían llamar así porque el nombre molaba, te daba un plus a la hora de ser pirata. Al igual que nombres como Barbanegra o Ojo Loco, ¿Por qué se hacían llamar así si tenían los ojos normales o ni siquiera tenías barba? Renegó con la cabeza.
Jacob por su parte no quería ir preguntando donde estaba Pata de Palo, pero Kevan no tenía tanta verguenza o orgullo, así que cada veinte metros iba preguntando a los pobres desgraciados que por allí rondaban la localización de aquel hombre que debía darles indicaciones.
Unos decían que ni siquiera sabían quien era, otros que no tenían ni idea de donde estaba, alguno les dio indicaciones, otros tantos les dieron unas distintas.
Con un poco de suerte al final lo encontraron hablando con un jovenzuelo que salió corriendo poco antes de que Jacob y Kevan llegasen a darles encuentro.
Pata de Palo no había defraudado a Kevan, era un hombre viejo con barba canosa, pelo largo y blanquecino. Ciertamente, tenía una pierna menos, pero una prótesis de madera le daba su sobrenombre, seguramente. Cuando vio a ambos hombres acercarséle, esbozó una sarcástica sonrisa. De esas que no sabes si te recomfortan o te incomodan.
-¿Quienes sois vosotros?- Aunque estuviese sonriendo, sus palabras no resultaban ser tan agradables. Su voz, por otro lado era tan rasposa como cualquier otro hombre de su edad, pero se notaba el efecto del tabaco y el alcohol en su interior, aunque sobretodo en su aliento. -Yo soy Jacob y este es Kevan. Nos trae Miranda para que nos des unas directrices en el uso y cuidado de los esclavos.- Kevan no pudo evitar esbozar una sonrisa cuando escuchó a Jack, parecía que estaban pidiéndole ayuda a aquel viejo para usar algún tipo de instrumento. Por un lado le hacía gracia y por otro, una mezcla entre pena y asco. Como cuando haces chistes sobre cosas que no debes y no apoyas, pero te ríes de ello. Exactamente igual.
-Ah, vosotros sereis los nuevos capataces, no es muy frecuente que vengan en parejas. Suele haber problemas con la autoridad cuando no se centraliza todo el poder en una sola figura, ¿No sereís pareja verdad?- El viejo soltó una carcajada que acabó en tosidos, a Kevan se le puso la mosca tras la oreja. Le empezaba a caer mal aquel viejo perro. Pata de Palo miró al firmamento y renegó. -Hoy ni siquiera merece la pena que vayaís con los esclavos. Sin embargo puedo ir dandoós unos cuantos consejillos. Primera norma, no son personas, son escoria y tienen que saberlo en todo momento.- Sentenció él, esbozando una sonrisa. Kevan tragó saliva y arqueó una ceja.
El viejo se dio cuenta. -¿A ti no te hace especialmente gracia esto eh?- Comenzó a reir de nuevo. -Pues será mejor que te vayas acostumbrando, chico. Quien sabe que puede pasar el día de mañana- Finalizó el viejo, a Kev eso le sonó básicamente como una amenaza, al menos en esencia.
-Tengo una pregunta, viejo- Comenzó a decir el lobo, esbozando una pequeña sonrisa en su rostro. -¿Te robó la pierna un esclavo?- Clavó su mirada en la del viejo. Se hizo un pequeño silencio. No respondió. -Venir a buscarme mañana para comenzar con la jornada.- Sentenció, antes de darse la vuelta y irse a su ritmo.
Ambos compañeros cruzaron miradas. No hacía falta hablar para saber lo que pensaban, aquello era una putada.
-Vamos a ver si encontramos algún sitio donde nos den algo de comer, estoy hambriento- Habló Jacob, comenzando a andar sin rumbo fijo. Kevan lo siguió a su par. -Y algo de beber también- Añadió el lobo de mar, esbozando media sonrisa.
Arqueó una ceja y esperó por ahí junto a Jacob.
Clavó su mirada en las carpas blancas de runas rojas, no conocía esas runas. Realmente no conocía ningún tipo de runas, pero tenía entendido que podían hacer cosas mágicas y todo eso. Le gustaba la magia, aunque no la practicase. Pensandolo bien, tampoco podría practicarla aunque quisiera, pero seguía gustandole. Obedeció al instante cuando Miranda les dijo de ocuparse de los caballos, ¿No estaban ya bien ahí? Renegó pero le hizo caso. Desató al caballo y junto a Jack, ambos llevaron a sus monturas a un lugar donde todos dejaban sus caballos atados a unos postes, donde les daban comida y algo de beber de vez en cuando.
Lo cual estaba bien, porque le quitaba la preocupación al menos mientras estuviesen por ahí currando o lo que sea.
Cuando volvió enfrente de la carpa negra donde estaba Miranda, no tuvo que esperar demasiado a que saliese para recibir más indicaciones. Se sentía como un niño en aquel campamento, al menos hasta que no les diesen las órdenes suficientes. Cuando salió comenzó por ser tan cabrona como de costumbre, con aquel tipo que... creía que se llamaba Narem, pero el caso es que ella empezó a llamarlo Nana. Le cabreó incluso a Kevan, que por su parte recibía motes tan estúpidos, pero no tan indignos.
Finalmente acabó con Narem y se dirigió a Jack y Kevan, aunque especialmente al último.
Se sintió casi desnudado con la mirada, luego le dio que pensar que lo llamase su gran lobo feroz. ¿Sabía que era un licántropo? Alzó ambas cejas sorprendido, pero luego le quitó importancia.
Al fin y al cabo, no estaba seguro de ello, pero ya había supuesto que era algún tipo de bruja, así que no sabía porque se sorprendía.
Asintió con la cabeza y luego, cuando por fin acabó. -Entendido- Se lo aclaró, quería al menos ganarase unos cuantos puntos con ella. Tenía que seguirle el juego, no porque realmente pensase que era peligrosa, ni por lo cabrona que pudiese ser, sino porque era la rutina con todos los posibles jefes que pudieses llegar a tener en tu vida, tenías que caerles bien y así, ganarías más dinero y eso significaba, más birra.
Ambos comenzaron a andar a lo que creían que era su zona de trabajo. -¿Sabes? El rollo ese de la esclavitud me toca un poco la moral.- Aclaró Jacob, renegando con la cabeza mientras andaba por el campamento. Kevan esbozó media sonrisa mientras asentía brevemente con la cabeza. -Mientras Miranda no se entere de eso, iremos bien. No pienso ser un negrero, nunca lo he sido y nunca lo seré.- Respondió Kev, estando de acuerdo con su compañero.
Aquel hombre, Pata de Palo. ¿Tendría una pata de palo realmente? Había conocido a muchos piratas que se hacían llamar así porque les había mordido algún tiburon en la pierna y la habían dejado inservible, o porque habían amputado su extremidad por la gangrena o algo así. Aunque había muchos que simplemente se hacían llamar así porque el nombre molaba, te daba un plus a la hora de ser pirata. Al igual que nombres como Barbanegra o Ojo Loco, ¿Por qué se hacían llamar así si tenían los ojos normales o ni siquiera tenías barba? Renegó con la cabeza.
Jacob por su parte no quería ir preguntando donde estaba Pata de Palo, pero Kevan no tenía tanta verguenza o orgullo, así que cada veinte metros iba preguntando a los pobres desgraciados que por allí rondaban la localización de aquel hombre que debía darles indicaciones.
Unos decían que ni siquiera sabían quien era, otros que no tenían ni idea de donde estaba, alguno les dio indicaciones, otros tantos les dieron unas distintas.
Con un poco de suerte al final lo encontraron hablando con un jovenzuelo que salió corriendo poco antes de que Jacob y Kevan llegasen a darles encuentro.
Pata de Palo no había defraudado a Kevan, era un hombre viejo con barba canosa, pelo largo y blanquecino. Ciertamente, tenía una pierna menos, pero una prótesis de madera le daba su sobrenombre, seguramente. Cuando vio a ambos hombres acercarséle, esbozó una sarcástica sonrisa. De esas que no sabes si te recomfortan o te incomodan.
-¿Quienes sois vosotros?- Aunque estuviese sonriendo, sus palabras no resultaban ser tan agradables. Su voz, por otro lado era tan rasposa como cualquier otro hombre de su edad, pero se notaba el efecto del tabaco y el alcohol en su interior, aunque sobretodo en su aliento. -Yo soy Jacob y este es Kevan. Nos trae Miranda para que nos des unas directrices en el uso y cuidado de los esclavos.- Kevan no pudo evitar esbozar una sonrisa cuando escuchó a Jack, parecía que estaban pidiéndole ayuda a aquel viejo para usar algún tipo de instrumento. Por un lado le hacía gracia y por otro, una mezcla entre pena y asco. Como cuando haces chistes sobre cosas que no debes y no apoyas, pero te ríes de ello. Exactamente igual.
-Ah, vosotros sereis los nuevos capataces, no es muy frecuente que vengan en parejas. Suele haber problemas con la autoridad cuando no se centraliza todo el poder en una sola figura, ¿No sereís pareja verdad?- El viejo soltó una carcajada que acabó en tosidos, a Kevan se le puso la mosca tras la oreja. Le empezaba a caer mal aquel viejo perro. Pata de Palo miró al firmamento y renegó. -Hoy ni siquiera merece la pena que vayaís con los esclavos. Sin embargo puedo ir dandoós unos cuantos consejillos. Primera norma, no son personas, son escoria y tienen que saberlo en todo momento.- Sentenció él, esbozando una sonrisa. Kevan tragó saliva y arqueó una ceja.
El viejo se dio cuenta. -¿A ti no te hace especialmente gracia esto eh?- Comenzó a reir de nuevo. -Pues será mejor que te vayas acostumbrando, chico. Quien sabe que puede pasar el día de mañana- Finalizó el viejo, a Kev eso le sonó básicamente como una amenaza, al menos en esencia.
-Tengo una pregunta, viejo- Comenzó a decir el lobo, esbozando una pequeña sonrisa en su rostro. -¿Te robó la pierna un esclavo?- Clavó su mirada en la del viejo. Se hizo un pequeño silencio. No respondió. -Venir a buscarme mañana para comenzar con la jornada.- Sentenció, antes de darse la vuelta y irse a su ritmo.
Ambos compañeros cruzaron miradas. No hacía falta hablar para saber lo que pensaban, aquello era una putada.
-Vamos a ver si encontramos algún sitio donde nos den algo de comer, estoy hambriento- Habló Jacob, comenzando a andar sin rumbo fijo. Kevan lo siguió a su par. -Y algo de beber también- Añadió el lobo de mar, esbozando media sonrisa.
Kevan Rhodes
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Ah, parecía que SI usaban la madera para algo, lastima, habría sido un espectáculo bonito, pero no insistiría. ¿Caldo?estaba viendo las señales de su patrón bueno, la verdad es que aun no tengo hambre... pero la señora lo ignoro, y acabaron dentro de la carpa igualmente. Era de apariencia humilde, pero espaciosa, parecía construida para primar el espacio por encima de la comodidad.
El peliblanco se quedo al margen mientras los presentaban, recordando sus caras y alguno de los nombres, puesto que era incapaz de recordar tantos nombres de golpe, pero intentando recordar todo lo que decían. Armar una casa... el brujo tenia los conocimientos de arquitectura de un percebe, pero dibujar un patio o interpretar un plano ya hecho no parecía muy complicado, se veía perfectamente haciendo de capataz diciendo "una columna aqui" o "aqui va una puerta", solo esperaba que no se les hundiera... Tendría que preguntarle a Mark por la mañana, pero mientras tanto se limito a aceptar el caldo que la señora le ofrecía tan amablemente, se moría de ganas de probar la cocina local, no había comido nada preparado dese que había desembarcado, comiendo siempre peces o frutas que encontraba por el bosque y algo de pan con sus escasos ahorros, de manera que le dio un sorbo sin siquiera mirarlo, no tardo en arrepentirse. El sabor era...curioso, una mezcla de sabores tan variada que Geralt no supo especificar si era dulce o salado, ácido o picante, pero con un obvio regusto amargo, y luego estaba el aspecto ¿eso era un tentáculo? Una mirada al resto le basto para ver que compartían su opinión, por lo que reunió valor y se lo acabo tan rapido como pudo Oh, parece que tienes hambre, toma otro cuenco una sonrisita burlona salio del resto de los presentes, había metido la pata, hasta el fondo, por lo que esta vez se aseguro de comer más lentamente, acabando al mismo tiempo que el resto.
Y ahora era su hora libre, aunque el brujo no estaba seguro de que hacer con ella. Invertirla en conocer a las "alimañas" seria sospechoso, tampoco sabia como curar a los esclavos, y no comería NADA, por si era peor de lo que tenia en el estomago. De manera que guardo los objetos que recibió en su carpa y se fue al lago, se saco la ropa y se dio un chapuzón, podía relajarse unos 40 minutos, dándole tiempo de sobras de hacer una pequeña hoguera y secarse después. No estaba solo, pero se metió en una zona en la que no había nadie, esperando que no le molestaran, dejándose flotar en las aguas, limpiándose del sudor, la sangre de los arañazos y esas malditas plantas irritantes. Luego haría una hoguera, se secaría y se iría a dormir, mañana tendria que trabajar en esa casa, aunque tenia curiosidad por saber de quien seria, allí, en medio de la nada....
El peliblanco se quedo al margen mientras los presentaban, recordando sus caras y alguno de los nombres, puesto que era incapaz de recordar tantos nombres de golpe, pero intentando recordar todo lo que decían. Armar una casa... el brujo tenia los conocimientos de arquitectura de un percebe, pero dibujar un patio o interpretar un plano ya hecho no parecía muy complicado, se veía perfectamente haciendo de capataz diciendo "una columna aqui" o "aqui va una puerta", solo esperaba que no se les hundiera... Tendría que preguntarle a Mark por la mañana, pero mientras tanto se limito a aceptar el caldo que la señora le ofrecía tan amablemente, se moría de ganas de probar la cocina local, no había comido nada preparado dese que había desembarcado, comiendo siempre peces o frutas que encontraba por el bosque y algo de pan con sus escasos ahorros, de manera que le dio un sorbo sin siquiera mirarlo, no tardo en arrepentirse. El sabor era...curioso, una mezcla de sabores tan variada que Geralt no supo especificar si era dulce o salado, ácido o picante, pero con un obvio regusto amargo, y luego estaba el aspecto ¿eso era un tentáculo? Una mirada al resto le basto para ver que compartían su opinión, por lo que reunió valor y se lo acabo tan rapido como pudo Oh, parece que tienes hambre, toma otro cuenco una sonrisita burlona salio del resto de los presentes, había metido la pata, hasta el fondo, por lo que esta vez se aseguro de comer más lentamente, acabando al mismo tiempo que el resto.
Y ahora era su hora libre, aunque el brujo no estaba seguro de que hacer con ella. Invertirla en conocer a las "alimañas" seria sospechoso, tampoco sabia como curar a los esclavos, y no comería NADA, por si era peor de lo que tenia en el estomago. De manera que guardo los objetos que recibió en su carpa y se fue al lago, se saco la ropa y se dio un chapuzón, podía relajarse unos 40 minutos, dándole tiempo de sobras de hacer una pequeña hoguera y secarse después. No estaba solo, pero se metió en una zona en la que no había nadie, esperando que no le molestaran, dejándose flotar en las aguas, limpiándose del sudor, la sangre de los arañazos y esas malditas plantas irritantes. Luego haría una hoguera, se secaría y se iría a dormir, mañana tendria que trabajar en esa casa, aunque tenia curiosidad por saber de quien seria, allí, en medio de la nada....
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
-Eh mi terroncito de azúcar, no te vayas muy lejos. Tengo planes para ti- dijo Miranda a Kevan, para después mirarnos a nosotros-. También tengo planes para vosotros. ¿Veis aquellas tiendas blancas con runas rojas? Esas serán las vuestras. Esperad ahí. Ah, y… haceos cargo de esas bestias malolientes- dijo refiriéndose a los caballos, para luego entrar en una gran tienda negra y volver ante nosotros con ropa provocativa más funcional para ir a caballo. Me miró y me dijo:
–Tú, Nar… no me gusta tu nombre, desde ahora te diré… Nana -dijo Miranda, viendo mi cara de desdén- y no te preocupes, estoy siendo benevolente, hay otros que ni te sabes. ¡Ja ja ja ja! Igualmente, no tiene que gustarte, sólo no recordaré tu nombre- esto último lo dijo con bastante frialdad.
-Bien, Nana, tú irás con tu amiguito… pony -vi cómo Pontius mantenía la calma, aunque también fruncía el ceño- al escuadrón que lleva hachas negras. Procura aprender del tipo ese que manda. Ugh, ni siquiera me cae bien, pero sabe bastante. Aprenderás primero las labores básicas: limpiar tu mismo, tirar un árbol y esas mierdas. Tienes para eso tres días, y otros dos para aprender a mandarlos. ¿Dudas?- me preguntó, mirando de una forma siniestramente maternal, lo cual en el fondo me pareció hasta cómico.
-No, señorita.
Ella no respondió y le dio las órdenes al marinero rubio, al cual se refirió como "lobo feroz" de una forma no menos siniestra. Me fui con Pontius hacia la tienda donde estarían esos matones de las hachas, mientras Miranda les daba las órdenes a Kevan y Jack, e intentando que ella no me oyera, le dije por lo bajo:
-Esclavitud, motes estúpidos... ¿qué será lo siguiente? ¿masacrar a todo el mundo junto con los matones, para que ellos nos empalen?
-He trabajado para gente sin ningún escrúpulo, pero esta Miranda se lleva la palma. ¿En serio nos quiere de negreros o algo así? Si por mí fuera la empalaba mañana mismo, pero si ha podido esclavizar a tanta gente y que se le respete tanto, hay que usar un poco la cabeza.
-Mencionó antes a un tal Von Vanderlum o algo así -dije, acordándome de algo.
-Von Valdembrung -respondió.
-Sí, eso. Era un nombre de esos extranjeros. ¿Es el mismo Von Valdembrung para el que se supone que íbamos a trabajar, según el anuncio de la posada?
-Sí, pero nos hemos encontrado con el diablo en persona. No sé yo, pero creo que estaría bien aunque sea conocerle un poco. Luego veremos si es de fiar o no.
-Primero vayamos a ver qué quieren los de las hachas, que no sabemos quién está del lado de ese... Valdembrung y quién de Miranda. De hecho ni siquiera sé si esa rivalidad o ese odio no es sino una tapadera y nos quieren tender una emboscada.
-Así que eres de dar el pego, ¿no? Vámonos.
Fuimos a un tenderete donde había una cuadrilla de hombres con armaduras ligeras de pieles sin curtir, con hachas de hierro oscuro bastante grandes, las cuales se veía que estaban a medio camino entre las que usan para talar y las que usan para ejecutar. Había uno de ellos que tenía el pelo largo y una cinta en la cabeza, y era bastante más musculoso que los demás. Me dirigí a él.
-Buenas tardes, nos envía Miranda. ¿Sois lo que se conoce como "el escuadrón de limpieza"?
-¡Vaya, vaya, vaya, si se ha traído a un par de cluecas del gallinero! ¿Qué quiere esa... maldita bruja de nosotros?
-Dice que nos enseñes cómo va lo de la limpieza por aquí, y que en unos días estaréis a nuestras órdenes -dijo Pontius con tono serio.
-¿Así que sois capataces? ¿Dos además? Bueno, supongo que, por muy... -articuló la boca sin hablar para decir lo que sería "zorra"- que sea tendrá una razón para que curremos para vosotros dos. Aunque tal vez os tenga que dar algunas lecciones básicas. Sobre todo a ti, encapuchado -me dijo claramente a mí, viendo que mi constitución es bastante poco robusta-. Yo soy Craig, ¿y vosotros?
-Yo soy Narem, y él Pontius.
-Narem y Pontius -murmuró-... Otra vez os ha puesto motes estúpidos la jefa, ¿eh? Bueno, no pasa nada, al final uno se acostumbra a que cada cinco minutos lo llamen "carga inútil". Aunque bueno, al principio tampoco me hizo gracia eso de abrir en canal a los animalejos que viven por aquí, y aquí estoy. Supongo que querréis saber de qué va esto, ¿no?
-Me hago una idea. ¿Talar árboles y abrir cosas en canal? -dije.
-Más o menos, pero Miranda se olvidó de mencionar que a quien sea que desobedezca, incluyendo esclavos insumisos y soplones, también se les debe abrir en canal. Si por mí fuera, ya le habría abierto a ella en canal, pero se dice que Miranda ha burlado a la muerte tantas veces como personas ha engañado en su vida. Y eso es bastante decir.
Craig era un hombre bastante tosco y algo simplón, pero no era del todo mala persona. Se nota que está trabajando aquí porque no sabe hacer otra cosa, y Miranda le caía tan mal como a todos nosotros. Pero qué se le va a hacer.
–Tú, Nar… no me gusta tu nombre, desde ahora te diré… Nana -dijo Miranda, viendo mi cara de desdén- y no te preocupes, estoy siendo benevolente, hay otros que ni te sabes. ¡Ja ja ja ja! Igualmente, no tiene que gustarte, sólo no recordaré tu nombre- esto último lo dijo con bastante frialdad.
-Bien, Nana, tú irás con tu amiguito… pony -vi cómo Pontius mantenía la calma, aunque también fruncía el ceño- al escuadrón que lleva hachas negras. Procura aprender del tipo ese que manda. Ugh, ni siquiera me cae bien, pero sabe bastante. Aprenderás primero las labores básicas: limpiar tu mismo, tirar un árbol y esas mierdas. Tienes para eso tres días, y otros dos para aprender a mandarlos. ¿Dudas?- me preguntó, mirando de una forma siniestramente maternal, lo cual en el fondo me pareció hasta cómico.
-No, señorita.
Ella no respondió y le dio las órdenes al marinero rubio, al cual se refirió como "lobo feroz" de una forma no menos siniestra. Me fui con Pontius hacia la tienda donde estarían esos matones de las hachas, mientras Miranda les daba las órdenes a Kevan y Jack, e intentando que ella no me oyera, le dije por lo bajo:
-Esclavitud, motes estúpidos... ¿qué será lo siguiente? ¿masacrar a todo el mundo junto con los matones, para que ellos nos empalen?
-He trabajado para gente sin ningún escrúpulo, pero esta Miranda se lleva la palma. ¿En serio nos quiere de negreros o algo así? Si por mí fuera la empalaba mañana mismo, pero si ha podido esclavizar a tanta gente y que se le respete tanto, hay que usar un poco la cabeza.
-Mencionó antes a un tal Von Vanderlum o algo así -dije, acordándome de algo.
-Von Valdembrung -respondió.
-Sí, eso. Era un nombre de esos extranjeros. ¿Es el mismo Von Valdembrung para el que se supone que íbamos a trabajar, según el anuncio de la posada?
-Sí, pero nos hemos encontrado con el diablo en persona. No sé yo, pero creo que estaría bien aunque sea conocerle un poco. Luego veremos si es de fiar o no.
-Primero vayamos a ver qué quieren los de las hachas, que no sabemos quién está del lado de ese... Valdembrung y quién de Miranda. De hecho ni siquiera sé si esa rivalidad o ese odio no es sino una tapadera y nos quieren tender una emboscada.
-Así que eres de dar el pego, ¿no? Vámonos.
Fuimos a un tenderete donde había una cuadrilla de hombres con armaduras ligeras de pieles sin curtir, con hachas de hierro oscuro bastante grandes, las cuales se veía que estaban a medio camino entre las que usan para talar y las que usan para ejecutar. Había uno de ellos que tenía el pelo largo y una cinta en la cabeza, y era bastante más musculoso que los demás. Me dirigí a él.
-Buenas tardes, nos envía Miranda. ¿Sois lo que se conoce como "el escuadrón de limpieza"?
-¡Vaya, vaya, vaya, si se ha traído a un par de cluecas del gallinero! ¿Qué quiere esa... maldita bruja de nosotros?
-Dice que nos enseñes cómo va lo de la limpieza por aquí, y que en unos días estaréis a nuestras órdenes -dijo Pontius con tono serio.
-¿Así que sois capataces? ¿Dos además? Bueno, supongo que, por muy... -articuló la boca sin hablar para decir lo que sería "zorra"- que sea tendrá una razón para que curremos para vosotros dos. Aunque tal vez os tenga que dar algunas lecciones básicas. Sobre todo a ti, encapuchado -me dijo claramente a mí, viendo que mi constitución es bastante poco robusta-. Yo soy Craig, ¿y vosotros?
-Yo soy Narem, y él Pontius.
-Narem y Pontius -murmuró-... Otra vez os ha puesto motes estúpidos la jefa, ¿eh? Bueno, no pasa nada, al final uno se acostumbra a que cada cinco minutos lo llamen "carga inútil". Aunque bueno, al principio tampoco me hizo gracia eso de abrir en canal a los animalejos que viven por aquí, y aquí estoy. Supongo que querréis saber de qué va esto, ¿no?
-Me hago una idea. ¿Talar árboles y abrir cosas en canal? -dije.
-Más o menos, pero Miranda se olvidó de mencionar que a quien sea que desobedezca, incluyendo esclavos insumisos y soplones, también se les debe abrir en canal. Si por mí fuera, ya le habría abierto a ella en canal, pero se dice que Miranda ha burlado a la muerte tantas veces como personas ha engañado en su vida. Y eso es bastante decir.
Craig era un hombre bastante tosco y algo simplón, pero no era del todo mala persona. Se nota que está trabajando aquí porque no sabe hacer otra cosa, y Miranda le caía tan mal como a todos nosotros. Pero qué se le va a hacer.
Narem Adalbert
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
La mujer de Von Valdemrbung se introdujo como "Alelí" y se tomó el delicado trabajo de saludarnos uno por uno. La pareja de ancianos nos guió hacia el interior de una muy amplia carpa donde numerosas personas nos dieron una amigable bienvenida. Von Valdembrung habló sobre una tal Miranda; yo no tenía idea de a quién se refería... ¿se refería a la misma mujer que estaba en el otro carromato? Eso pensé, pues era la única mujer que había visto, y no era mala la idea de acercarme a ella. "Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca". Quizás ganarme su confianza también concedería una ventaja para nuestra empresa.
Fue una agradable noticia saber que la hora de comer estaba cerca y una vez estuvimos sentados junto a la mesa nos fue servido un peculiar caldo. Observé el plato hondo con detenimiento y repetí el proceso con el caldo. Levanté la cuchara y olisqueé el poco caldo que esta cargaba. Sin pensarlo demasiado degusté lo que la señora Alelí había preparado para nosotros: era desabrido, amargo, para muchos quizás repugnante, pero para mí ¡era delicioso! Estaba hambriento, sin embargo debía mantener mis impulsos a raya, siempre quería dar la impresión de ser alguien educado y con cierta "clase". Quizás era algo tonto, pero aún así prefería hacerlo, me hacía sentir que estaba en una posición más altiva que el resto.
Concluyó el momento de comer y cada uno era libre de realizar la actividad que desease, teníamos una hora de ocio antes de que fuese el momento de dormir. Decidí emplear la mía en salir a buscar a la dichosa 'Miranda' y por qué no, entablar una conversación con ella. Apenas la había visto de reojo anteriormente, esperaba poder recordar su rostro lo suficiente como para reconocerla.
Fue una agradable noticia saber que la hora de comer estaba cerca y una vez estuvimos sentados junto a la mesa nos fue servido un peculiar caldo. Observé el plato hondo con detenimiento y repetí el proceso con el caldo. Levanté la cuchara y olisqueé el poco caldo que esta cargaba. Sin pensarlo demasiado degusté lo que la señora Alelí había preparado para nosotros: era desabrido, amargo, para muchos quizás repugnante, pero para mí ¡era delicioso! Estaba hambriento, sin embargo debía mantener mis impulsos a raya, siempre quería dar la impresión de ser alguien educado y con cierta "clase". Quizás era algo tonto, pero aún así prefería hacerlo, me hacía sentir que estaba en una posición más altiva que el resto.
Concluyó el momento de comer y cada uno era libre de realizar la actividad que desease, teníamos una hora de ocio antes de que fuese el momento de dormir. Decidí emplear la mía en salir a buscar a la dichosa 'Miranda' y por qué no, entablar una conversación con ella. Apenas la había visto de reojo anteriormente, esperaba poder recordar su rostro lo suficiente como para reconocerla.
Nafen
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
- Kevan/Narem:
- El alcohol llegó para los sedientos hombres. Al parecer era lo único que aliviaba sus pesares… además de otros muchos dolores. Después de una noche alegre, todo el mundo se fue a acostar para esperar sin ansias el comienzo de un nuevo día.* * *
La mañana siguiente comenzaría ajetreada. El frescor de la mañana apiñaba los huesos contra la carne y endulzaba a los jóvenes hombres para que se quedaran un rato más en la cama. Kevan y su compañero Jacob encontrarían que Pata de Palo era estricto pero bastante moderado, aunque algunas veces se le pasaba la mano, sobre todo con la bebida. Quizás por eso, Miranda estaría buscando reemplazarle.
-¿Ven a ese hombre de pelo rubio? Él ha sido uno de los que me ha dejado cojo. Arg ajajajaja jajaja pero ahora, él tiene un dedo de menos. Y apuesto que su hija lo ha recibido con mucho cariño, además de mis saludos a su hermanito mayor- hizo una pausa, para escupir al suelo con rencor. -Aquí entre nos, él y su familia se oponían a la conspiración… Miranda se enteró y lo trajo aquí. ¿A que ha sido una buena idea? Usar a un hombre muerto como manos de trabajo…
El trabajo era arduo, el calor abrazador, los espinos y basura silvestres demasiado amenazantes. Miranda no solía salir a plena luz del día de su carpa. De vez en cuando recibía algunos hombres que como ella no querían ser vistos o que su piel tocase la luz. Algunos de ellos incluso habían matado y bebido la sangre de algunos obreros que no hacían bien su trabajo o estaban demasiado débiles.
Las cosas comenzaban a entremezclarse en el ambiente. Con el correr de los días, los hombres podrían irse enterando de varias cosas, además de sentir la tensión entre las facciones que allí mismo habían. Durante la tercer noche en el campamento, Narem encontraría sobre su cama una serpiente venenosa y Jacob un escorpión. ¿Serían señales?.
Las lecciones de Craig eran rigurosas, apuntaban a hacer de Narem un tipo fuerte no sólo mentalmente, aunque quizás se le estuviera pasando un poco la hoja. Cuando no llegaba al resultado deseado afilaba su cuchillo y siempre le apuntaba a alguna parte sensible seguido por alguna palabra bastante ridiculizante. Sin embargo, las cosas iban mejor para Pontius quién se había hecho de algunos amigos en el escuadrón, era como una especie de campo de batallas y él un capitán o comandante. Nada mal para un tipo que al principio sólo había estado ahí por la birra y aunque parecía bastante más ocupado ahora, no dejaba de echarle una mano a su compañero cuando éste le necesitaba.
Esclavos- 1:
- -Eh, amigo… Sí tú. Sé que estás bajo el mando de Miranda, pero te hemos estado observando y ella parece bastante apegada a ti. Además, no pareces estar de acuerdo con esto. Te propongo que nos ayudes en nuestra revolución. Queremos volver al lado de nuestras familias, queremos venganza.-
- 2:
- -No permitas que esto continúe así. Por favor amo Kevan, amo Jacob. Tengo una esposa y ella estaba embarazada…han visto u oído cómo mataron a palos a aquél chico que no pudo terminar de cavar las fosas de la casa. Ellos son malos, quieren derrocar al rey, quieren conquistar ciudades, enfermar a la población-
- 3:
- -¿Por qué no averiguas qué se está construyendo? Quizás te sorprendas… y aún más ¿Quién ocupará este lugar?
Trabajadores- 1:
- -Ah esa maldita bruja, he tenido sueños húmedos con ella y hasta me he follado a aquella perra imaginando que era ella jajaja-
- 2:
- - ¿Nunca te has preguntado por qué ella actúa así? Aprovecha que parece haber bajado la guardia ante tu presencia. Quizás te sorprenda.-
- 3:
- -He escuchado que hace brujería y que antes era cercana a Von Vandelbrung. Yo creo que es una bruja. Deberíamos despellejarla cuando duerme por ser tan cruel, aunque quizás sea como las víboras y no muera y y y nos castigue y y AHHHHAAAAAA!!![/b-
- Nafen/Geralt:
- Antes de la hora de dormir, el mismo Von Valdembrung con un ayudante pasaría por las carpas de los chicos para dejarles una taza de café y dos jarras grandes de cualquier bebida además de unas hogazas de pan en compensación por la comida terrible.
Geralt se encontraría con una bella mujer de cabellos platinados y orejas en punta; ella le espiaba desde los juncos de la orilla del río. Al parecer trabajaba en los planos de la construcción a la que él habría sido designado minutos atrás.
-Un peliblanco sexy y con el bosque en sus ojos. – Diría entre risas sin reconocerlo como enemigo natural o uno forjado por la ley de ese lugar. –Mi nombre es Hilary, el tramposín de Mark me ha dicho que te buscara para ponernos la corriente. –Y-va-lla-que-lo-es-ta-mos-haciendo- diría entre risas y suspiros. -Bueno, creo que es hora de que me retire, pero ten en cuenta quién soy ya que tú amigo y tú sereis los únicos de otra facción en esa lista. Cuidaos las espaldas mutuamente- con un guiño y una seña se retiraría por entre los matorrales sin decir palabra. Desapareciendo como llegó.
La elfa fue la encargada de orientar a los dos jóvenes en eso de los planos y la construcción. No parecía desagradarle el par que parecía avanzar a grandes pasos en todo ese lío. En verdad habían estado necesitando gente y ellos habían venido como anillo al dedo, aunque aún algunos se cuidaban de sus palabras frente a ellos.
Por su parte Nafen se encontraría con varias negativas y cierta hostilidad para hacer contacto con Mirna, pero si insistiera lo suficiente al transcurso de esos dos días ella finalmente le recibiría.- Nafen:
- –Nafen, brujo, ayudas a Vandelbrung y con esas mierdas llamadas finanzas. Tienes un buen puesto y no te quedan demasiados días. ¿Me equivoco?- no le dejaría hablar, simplemente continuaría con su monólogo –Ciertamente llevas varios días hartando a mis esclavos… y a mí misma. Asumiré entonces que tienes algo importante por decirme ya que si quisieras matarme esta no sería la forma más inteligente.- arquearía la ceja y levantaría su falda para mostrarle sus piernas mientras se sentaba sobre un escritorio y bebía una copa de vino blanco. –¿Te apetece? Puede que la frívola de Lizbeth t tenga desatendido…- preguntaría con indirectas insinuando no sólo infomación
Finalmente Brutus se dedicaría a cortar troncos y usar esa fortaleza a lo macho, por lo que se ganó el apodo de “bruto-bruto” y gran respeto. Lentamente obreros de ambas facciones comenzaron a acercarse a él no sólo para observarle.Planificador- 1:
- –Bien, podríamos hacer unas mazmorras bajo tierra y una muralla sería demasiado evidente. Si queremos darle la apariencia de una casa no pueden haber separaciones importantes con el exterior. ¿Quizás rejas?-
- 2:
- - No estaría nada mal plantar un laberinto y que la parte inferior sea tan o más grande que la superior. Salas de torturas y esas vainas. Me gusta tanto!!-
- 3:
- -Entonces, más que una base, ¿convertiremos esto en una prisión? Tengo que averiguarlo para elegir bien los materiales y proporciones maldita sea!-
Otros- doctor:
- -No entiendo por qué tenemos que curarlos… esto es una desgracia, no sólo para esta profesión sino que ateta contra el entendimiento de todo el mundo-
- Aguatera:
- -Quizás deberían de preguntarle a Gabrielle, sabe mucho de esto. Antes pertenecía a los mandos pero le rebajaron aquí
- monteador:
- -Todo esto es culpa de ellos. Tenemos que matarles ¡matarles! Jajajajaja
Instrucciones:Algunas conversaciones surgieron en el transcurso del tiempo, algunas buenas, otras malas y otras que quizás es mejor ni siquiera recordar. Ya pueden interactuar entre los cuatro y con sus pnj’s. Nadie puede haber escuchado todas las conversaciones de su grupo, ni aunque usen tanto a su pj como al pnj. Quiero que interactúen. Animo
Última edición por Master6 el Lun Jul 21 2014, 22:33, editado 1 vez
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Geralt estaba chapoteando tranquilamente en el lago, como si de un niño se tratara cuando noto que no estaba solo, por lo que se giro a encarar la presencia, que no tardo en hablarle. Elfa, pelo castaño, muy mona, y al parecer trabajaría juntos, interesante...
Un placer Hilary, yo soy Geralt pero la elfa ya se estaba marchando, mañana seria otro día. Antes de ir a dormir, el señor Von Valdembrung se paso por su carpa, con algo de pan y bebidas, el peliblanco agradeció la cortesia de su jefe y le dio las buenas noches antes de ponerse a dormir tambien
Amaneció y el brujo se dirigió raudo veloz hacia Mark, aun no había visto a Brutus desde la cena, pero le dejo una nota en su tienda para reunirse a la hora de la cena, para poner su información en común, al parecer los trabajadores lo admiraban, seguramente habría aprendido algo de ellos mientras el se dedicaba a hacer dibujos y planos, puede que algo que le ayudara a lucirse en su propio trabajo y así destacar por encima del resto, al fin y al cabo, estaban haciendo eso para espiar a Miranda, ¿y que mejor manera de conseguir información que conseguir que se fijaran en el?.
Ah, eres tu, por fin, ve con esa chica de allí, te pondrá al día se limito a decirle Mark cuando por fin lo encontró. Estaba señalando a la misma chica de la noche anterior.
¿Hilary? Vale, ahora voy
La muchacha le estuvo explicando sus funciones y como hacerlas, tenían que diseñar una casa, una casa grande, aunque los trabajadores parecían ser vagos en los requerimientos, parecía que no confiaban del todo en el. Por suerte para el, escucho a uno de los planificadores hablar acerca de una muralla y de como tenia que "parecer" una casa. ¿Para que pensaban usar una "aparente" casa? Eso, sumado a la lejanía de cualquier lugar civilizado, hacia incrementar las sospechas sobre el futuro dueño, pero no dijo nada y siguió atendiendo a las instrucciones de Hilary, intentando ser lo más eficiente, atento y encantador que podía, ya que habian empezado bien, podía intentar conseguir información de ella, con el tiempo.
Si queréis una manera discreta de bloquear el paso, yo tengo una dijo de pronto, cuando pasaban cerca de otros planificadores, lo suficientemente fuerte como para que lo oyeran plantad un jardín alrededor, algo bonito pero que no deban pisar, como flores con espinas o hiervas urticantes, parecerá una excentricidad propia de alguien rico, y obligaría a los "intrusos" a caminar alzando mucho los pies para evitar rozar las plantas hasta aqui era una tontería, ahora venia el truco y luego, cuando el suelo no se vea entre tanta flor y planta, ponéis un foso, la gente estará tan pendiente de no arañarse las piernas que pisara rapido y caerá de lleno, aunque deberíais aseguraros de que no pueden salir de allí solos, con estacas o algo así... Su patrono queria que fueran malos, muy malos, así que un foso captura-curiosos era un comienzo bastante bueno, en opinión del peliblanco Así podríais tener protección contra... curiosos, ¿que te parece bonita? le acabo preguntando a Hilary. Ademas, el truco de esa trampa era que aunque supieras que había una trampa, las plantas impedirán ver donde esta exactamente, obligándote a avanzar muy lentamente, aumentando las posibilidades de que te pillen. Siempre podrían venir por el camino principal, pero supongo que tendréis guardias... todo podría solucionarse calando fuego al jardín, pero había pocas cosas que no se solucionaran con un incendio...
No se mucho de construcción de mazmorras, pero si supiera un poco mejor que quiere el cliente, puede que pudiera intentar mejorar las... peculiaridades que especifica Alguien que menciona un foso con pinchos y una mazmorra sin inmutarse tenia que tener sangre fría, puede que consiguiera un poco más de manga ancha con el grupo de Miranda.
Un placer Hilary, yo soy Geralt pero la elfa ya se estaba marchando, mañana seria otro día. Antes de ir a dormir, el señor Von Valdembrung se paso por su carpa, con algo de pan y bebidas, el peliblanco agradeció la cortesia de su jefe y le dio las buenas noches antes de ponerse a dormir tambien
Amaneció y el brujo se dirigió raudo veloz hacia Mark, aun no había visto a Brutus desde la cena, pero le dejo una nota en su tienda para reunirse a la hora de la cena, para poner su información en común, al parecer los trabajadores lo admiraban, seguramente habría aprendido algo de ellos mientras el se dedicaba a hacer dibujos y planos, puede que algo que le ayudara a lucirse en su propio trabajo y así destacar por encima del resto, al fin y al cabo, estaban haciendo eso para espiar a Miranda, ¿y que mejor manera de conseguir información que conseguir que se fijaran en el?.
Ah, eres tu, por fin, ve con esa chica de allí, te pondrá al día se limito a decirle Mark cuando por fin lo encontró. Estaba señalando a la misma chica de la noche anterior.
¿Hilary? Vale, ahora voy
La muchacha le estuvo explicando sus funciones y como hacerlas, tenían que diseñar una casa, una casa grande, aunque los trabajadores parecían ser vagos en los requerimientos, parecía que no confiaban del todo en el. Por suerte para el, escucho a uno de los planificadores hablar acerca de una muralla y de como tenia que "parecer" una casa. ¿Para que pensaban usar una "aparente" casa? Eso, sumado a la lejanía de cualquier lugar civilizado, hacia incrementar las sospechas sobre el futuro dueño, pero no dijo nada y siguió atendiendo a las instrucciones de Hilary, intentando ser lo más eficiente, atento y encantador que podía, ya que habian empezado bien, podía intentar conseguir información de ella, con el tiempo.
Si queréis una manera discreta de bloquear el paso, yo tengo una dijo de pronto, cuando pasaban cerca de otros planificadores, lo suficientemente fuerte como para que lo oyeran plantad un jardín alrededor, algo bonito pero que no deban pisar, como flores con espinas o hiervas urticantes, parecerá una excentricidad propia de alguien rico, y obligaría a los "intrusos" a caminar alzando mucho los pies para evitar rozar las plantas hasta aqui era una tontería, ahora venia el truco y luego, cuando el suelo no se vea entre tanta flor y planta, ponéis un foso, la gente estará tan pendiente de no arañarse las piernas que pisara rapido y caerá de lleno, aunque deberíais aseguraros de que no pueden salir de allí solos, con estacas o algo así... Su patrono queria que fueran malos, muy malos, así que un foso captura-curiosos era un comienzo bastante bueno, en opinión del peliblanco Así podríais tener protección contra... curiosos, ¿que te parece bonita? le acabo preguntando a Hilary. Ademas, el truco de esa trampa era que aunque supieras que había una trampa, las plantas impedirán ver donde esta exactamente, obligándote a avanzar muy lentamente, aumentando las posibilidades de que te pillen. Siempre podrían venir por el camino principal, pero supongo que tendréis guardias... todo podría solucionarse calando fuego al jardín, pero había pocas cosas que no se solucionaran con un incendio...
No se mucho de construcción de mazmorras, pero si supiera un poco mejor que quiere el cliente, puede que pudiera intentar mejorar las... peculiaridades que especifica Alguien que menciona un foso con pinchos y una mazmorra sin inmutarse tenia que tener sangre fría, puede que consiguiera un poco más de manga ancha con el grupo de Miranda.
Geralt
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Un largo rato duró mi búsqueda de la dichosa Miranda. Me esforcé por recordar los detalles físicos de la mujer... era extremadamente pálida mientras que sus labios y cabellos eran de un negro muy oscuro; a pesar de tener un aspecto un tanto tétrico, había cierta belleza en sus delicados rasgos. Con esto también me di cuenta de que otro de los hombres contratados por Von Valdembrung tenía el cabello blanco al igual que yo. "Tu cabello es blanco, no eres lo suficientemente viejo para tenerlo de ese color, pues no hay muchas arrugas en tu rostro." había dicho Heswil. ¿El otro hombre era un brujo también? Hacía mucho tiempo que no me encontraba con otro de mi raza, no desde Arathon, quien estaba desaparecido.
Aunque probablemente sería otro de esos mediocres brujos que creen ser superiores que los demás mientras sus poderes no son capaces de enfrentar ni al más débil de los Tanuri. En todo caso, eso no importaba entonces, pues había encontrado a la mujer a la que buscaba. Sí, justo como la recordaba: rasgos finos, elegantes y bellos aún cuando debajo de su piel se escondía la malicia. - Hola, mi nombre es Nafen. - Agaché la cabeza un poco con motivo de reverencia.
–Nafen, brujo, ayudas a Vandelbrung y con esas mierdas llamadas finanzas. Tienes un buen puesto y no te quedan demasiados días. ¿Me equivoco?- ¿Brujo? ¿Cómo lo sabía? ¿Y cómo sabía que trabajaba con Vandelbrung? Caí en un chocante estado de confusión. Quizás ella podía hacer uso de la magia para saber ciertas cosas, o bien sus espías eran realmente buenos y rápidos. –Ciertamente llevas varios días hartando a mis esclavos… y a mí misma. Asumiré entonces que tienes algo importante por decirme ya que si quisieras matarme esta no sería la forma más inteligente. ¿Te apetece? Puede que la frívola de Lizbeth te tenga desatendido…- "¿Acaso me está ofreciendo su cuerpo?" Me planteé. "Debe ser algún truco." Debía ser callado y hablar con suma cautela, aunque probablemente ella ya estuviese al tanto de lo encargado por el viejo lo mejor era no revelar más detalles al respecto.
Con aire serio me acerqué hacia ella y sostuve una mirada en sus ojos, que esperaba ella compartiese. - No he visto una belleza tan agraciada como la tuya. El sosiego toca mi corazón sólo con verte. - Mentí, sin alterar mi ceño fruncido, mientras acercaba mi mano con el afán de acariciar su rostro.
Aunque probablemente sería otro de esos mediocres brujos que creen ser superiores que los demás mientras sus poderes no son capaces de enfrentar ni al más débil de los Tanuri. En todo caso, eso no importaba entonces, pues había encontrado a la mujer a la que buscaba. Sí, justo como la recordaba: rasgos finos, elegantes y bellos aún cuando debajo de su piel se escondía la malicia. - Hola, mi nombre es Nafen. - Agaché la cabeza un poco con motivo de reverencia.
–Nafen, brujo, ayudas a Vandelbrung y con esas mierdas llamadas finanzas. Tienes un buen puesto y no te quedan demasiados días. ¿Me equivoco?- ¿Brujo? ¿Cómo lo sabía? ¿Y cómo sabía que trabajaba con Vandelbrung? Caí en un chocante estado de confusión. Quizás ella podía hacer uso de la magia para saber ciertas cosas, o bien sus espías eran realmente buenos y rápidos. –Ciertamente llevas varios días hartando a mis esclavos… y a mí misma. Asumiré entonces que tienes algo importante por decirme ya que si quisieras matarme esta no sería la forma más inteligente. ¿Te apetece? Puede que la frívola de Lizbeth te tenga desatendido…- "¿Acaso me está ofreciendo su cuerpo?" Me planteé. "Debe ser algún truco." Debía ser callado y hablar con suma cautela, aunque probablemente ella ya estuviese al tanto de lo encargado por el viejo lo mejor era no revelar más detalles al respecto.
Con aire serio me acerqué hacia ella y sostuve una mirada en sus ojos, que esperaba ella compartiese. - No he visto una belleza tan agraciada como la tuya. El sosiego toca mi corazón sólo con verte. - Mentí, sin alterar mi ceño fruncido, mientras acercaba mi mano con el afán de acariciar su rostro.
Última edición por Nafen el Miér Jul 23 2014, 20:15, editado 1 vez
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
La noche se mecía sobre el manto azulado mientras la calma del bosque comenzaba a arrullar en ensueños a aquellos quienes habían trabajado durante todo el día. Era una tarde tranquila, quizás la mejor desde que los viajeros llegaran al lago. Unos elfos salieron con gesto amable de la carpa de Narem comentando lo bien que había resultado la curación, además de que a esta vez no se le había pasado la mano a Miranda.
La mujer en compañía del brujo acercó su rostro a la mano de él y se dejó acariciar, luego la tomó con cuidado y aspiró su esencia para finalmente sonreírle con cierta inocencia. Se bajó del escritorio pegando su cuerpo al de él y le besó el cuello para finalmente apartarse riendo con malicia. -Me sentiría halagada de que alguien como tú realmente se interesase en mi- le dio la espalda para quedar directamente frente a un espejo de cuerpo completo. Le sonrió a través del frío cristal y le hizo señas para que le acompañase a la carpa de su subordinado Narem.
-Estas cosas… no son fáciles para una mujer. Pero verás, este brujo, Narem, le ha filtrado información a Von Valdembrung. Ahora duerme porque le he hecho torturar aporreándole. Ya se lo había advertido, pero parece que no me creyó. Te preguntarás el por qué de la curación. De alguna forma es… un alargamiento de la tortura.- se volvió para ver la expresión del peliblanco, sonreírle y luego girarse al joven que comenzaba a despertarse - Yo, Miranda Lodzswitch te maldigo a ti Narem Adalbert a vivir como un lagarto por el resto de tu corta vida a partir del plazo de un año desde hoy. Tu transformación será lenta y dolorosa, habrán días que preferirás la muerte pero yo te lo prohíbo, la muerte se alejará de ti como el agua del aceite y cuando quieras agradecer de pensamiento o palabra reirás con malicia hasta que alguien selle tus labios con un beso de amor o… un golpe apasionado. He dicho-
El brujo maldito sentiría por unos segundos los pinchazos de miles de agujas y luego mucho sueño. Al despertar tendría la piel del brazo derecho muy caliente, en donde el futuro comenzarían a salirle escamas. Por su parte Miranda abandonó el lugar, se giró y esperó a Nafen. –No te preocupes, cuando caiga la noche será puesto en un barco río abajo con comida y bastante alcohol, después de todo, no rompo mis promesas. ¿Aún deseas acompañarme?-
Hilary pareció complacida ante las palabras de Geralt, alabándole frete al resto; sus palabras eran bien cotejadas y todo el mundo asintió a las palabras del nuevo. Incluso Heswil fue tratado con más respeto y dignidad. Pronto, el infiltrado se enteraría que el lugar que estaba diseñando estaba destinado a ser el nuevo cuartel general del grupo de los tipos malos, de los tipos bien malos. Pero a medida que Geralt y Heswil progresaban dentro del grupo de Miranda, la bella elfa se volvería cada vez más hostil contra él, evitándole y evadiéndole cada vez más.
Llegando a la noche, se daría un movimiento extraño en el campamento. Geralt había sido invitado a comer del lado de las carpas negras, pero antes de que saliera de su carpa Brutus le estaría esperando con algunas palabras en sus labios. –Últimamente hemos hablado poco mi amigo Geralt. He estado pensando bastante en mi amigo Pack y las circunstancias por las que no pudo llegar a este lugar, aunque no quiero hablar ahora de eso- sonrió de lado y le miró a los ojos -¿Cuánto llevamos por aquí? Unos… tres días si no me equivoco. Todo ha progresado bien, pero te he notado más distante, ahora te diriges con aquella gente, no te culpo por eso, pero espero no tener que recordarte por qué estás allí. Von Valdembrung espera tu informe y Miranda, esa belleza sexy parece enojada contigo por algo. Ala, te he advertido, ahora puedes marchar- se daría la media vuelta pero luego le tomaría por el hombro para no dejarle continuar. –Espero que estés al tanto de lo que ha hecho esta tarde. Maldijo a uno de los suyos, sólo… vete con cuidado mi amigo-
Los encargados de los planes y planos estaban alegres. Habían hecho una gran fogata y cantaban y bailaban al son de las llamas. La limpieza se había adelantado bastante y al siguiente día se podría poner la piedra inaugural. Kevan y Jacob verían a una silueta tratar de escabullirse por entre las sombras y como uno de los perros de Miranda le mataba por la espalda para luego dárselo a los perros.
- A que es una putada ¿cierto? Esta noche ustedes deberían estar asumiendo sus funciones como capataces, pero parece que sólo lo harás tú Jacob, a partir de mañana. Tú Kevan, has sido elegido por la- hizo una pausa para intentar no maldecir - tú trabajo consistirá en ser la mano derecha de la señora. Ella pidió que te presentes a primera hora de la mañana en su carpa. Entra sin llamar y esperala- cuando terminó de hablar, pata de palo escupió al suelo y le golpeó la espalda entre alegre y triste al mismo tiempo.
Antes de que nada más pudiera suceder, la elfa Hilary aparecería ante la dupla con una mirada ácida. - Vaya, parece que habéis superado la prueba. Mi nombre es Hilary quizás no me conozcáis, aunque mi trabajo aquí es saber quienes son todos por estos lares, lo que hacen y dejan de hacer. También estoy en el equipo que participa en el diseño de lo que se hará aquí. Ey Jacob, sé bueno y traele a esta elfa algo de aguamiel, la encontrarás en aquella gran fogata, con el elfo de pelo gris. Ser un caballero no restará puntos conmigo- le guiñaría un ojo y le sonreiría coqueta.
Una vez que Kevan y ella estuvieran solos su mirada cambiaría completamente. -No te atrevas a hacerle daño a Miranda Kevan. Ella tiene una misión aquí y si metes tu gran patota, entonces te irá muy mal.- luego bajaría sus orejas para mirar a los costados y coqueteándole se pegaría a él. En susurros que apenas serían audibles para él continuaría-Von Valdembrung, Nafen, Brutus y Heswil son buenos nombres. Geralt está siendo vigilado. Pórtate bien y podrás salir de aquí con ellos. Procura ver y oír todo, eso te liberará de esta carga-. Al terminar le daría un beso en cada mejilla y partiría hacia el gran fogón directo hacia Jacob para finalmente posarse como una mariposa nocturna a una distancia prudencial de Geralt.
Instrucciones: Narem, estás maldito. Tienes un año on rol para deshacerte de la maldición, lo que harás en un hilo que diga “[pena]”. Tiene que curarte un personaje jugador y con un ritual. Al menos ocho posts cada uno. En cuanto a la otra maldición, también tendrás que deshacerte de ella on rol o modificarla o lo que sea.Ganas 300 aeros por tu participación.
Al resto, Kevan, no he sabido nada de ti. Nafen y Geralt, seguid como hasta ahora
La mujer en compañía del brujo acercó su rostro a la mano de él y se dejó acariciar, luego la tomó con cuidado y aspiró su esencia para finalmente sonreírle con cierta inocencia. Se bajó del escritorio pegando su cuerpo al de él y le besó el cuello para finalmente apartarse riendo con malicia. -Me sentiría halagada de que alguien como tú realmente se interesase en mi- le dio la espalda para quedar directamente frente a un espejo de cuerpo completo. Le sonrió a través del frío cristal y le hizo señas para que le acompañase a la carpa de su subordinado Narem.
-Estas cosas… no son fáciles para una mujer. Pero verás, este brujo, Narem, le ha filtrado información a Von Valdembrung. Ahora duerme porque le he hecho torturar aporreándole. Ya se lo había advertido, pero parece que no me creyó. Te preguntarás el por qué de la curación. De alguna forma es… un alargamiento de la tortura.- se volvió para ver la expresión del peliblanco, sonreírle y luego girarse al joven que comenzaba a despertarse - Yo, Miranda Lodzswitch te maldigo a ti Narem Adalbert a vivir como un lagarto por el resto de tu corta vida a partir del plazo de un año desde hoy. Tu transformación será lenta y dolorosa, habrán días que preferirás la muerte pero yo te lo prohíbo, la muerte se alejará de ti como el agua del aceite y cuando quieras agradecer de pensamiento o palabra reirás con malicia hasta que alguien selle tus labios con un beso de amor o… un golpe apasionado. He dicho-
El brujo maldito sentiría por unos segundos los pinchazos de miles de agujas y luego mucho sueño. Al despertar tendría la piel del brazo derecho muy caliente, en donde el futuro comenzarían a salirle escamas. Por su parte Miranda abandonó el lugar, se giró y esperó a Nafen. –No te preocupes, cuando caiga la noche será puesto en un barco río abajo con comida y bastante alcohol, después de todo, no rompo mis promesas. ¿Aún deseas acompañarme?-
* * *
Hilary pareció complacida ante las palabras de Geralt, alabándole frete al resto; sus palabras eran bien cotejadas y todo el mundo asintió a las palabras del nuevo. Incluso Heswil fue tratado con más respeto y dignidad. Pronto, el infiltrado se enteraría que el lugar que estaba diseñando estaba destinado a ser el nuevo cuartel general del grupo de los tipos malos, de los tipos bien malos. Pero a medida que Geralt y Heswil progresaban dentro del grupo de Miranda, la bella elfa se volvería cada vez más hostil contra él, evitándole y evadiéndole cada vez más.
Llegando a la noche, se daría un movimiento extraño en el campamento. Geralt había sido invitado a comer del lado de las carpas negras, pero antes de que saliera de su carpa Brutus le estaría esperando con algunas palabras en sus labios. –Últimamente hemos hablado poco mi amigo Geralt. He estado pensando bastante en mi amigo Pack y las circunstancias por las que no pudo llegar a este lugar, aunque no quiero hablar ahora de eso- sonrió de lado y le miró a los ojos -¿Cuánto llevamos por aquí? Unos… tres días si no me equivoco. Todo ha progresado bien, pero te he notado más distante, ahora te diriges con aquella gente, no te culpo por eso, pero espero no tener que recordarte por qué estás allí. Von Valdembrung espera tu informe y Miranda, esa belleza sexy parece enojada contigo por algo. Ala, te he advertido, ahora puedes marchar- se daría la media vuelta pero luego le tomaría por el hombro para no dejarle continuar. –Espero que estés al tanto de lo que ha hecho esta tarde. Maldijo a uno de los suyos, sólo… vete con cuidado mi amigo-
Los encargados de los planes y planos estaban alegres. Habían hecho una gran fogata y cantaban y bailaban al son de las llamas. La limpieza se había adelantado bastante y al siguiente día se podría poner la piedra inaugural. Kevan y Jacob verían a una silueta tratar de escabullirse por entre las sombras y como uno de los perros de Miranda le mataba por la espalda para luego dárselo a los perros.
- A que es una putada ¿cierto? Esta noche ustedes deberían estar asumiendo sus funciones como capataces, pero parece que sólo lo harás tú Jacob, a partir de mañana. Tú Kevan, has sido elegido por la- hizo una pausa para intentar no maldecir - tú trabajo consistirá en ser la mano derecha de la señora. Ella pidió que te presentes a primera hora de la mañana en su carpa. Entra sin llamar y esperala- cuando terminó de hablar, pata de palo escupió al suelo y le golpeó la espalda entre alegre y triste al mismo tiempo.
Antes de que nada más pudiera suceder, la elfa Hilary aparecería ante la dupla con una mirada ácida. - Vaya, parece que habéis superado la prueba. Mi nombre es Hilary quizás no me conozcáis, aunque mi trabajo aquí es saber quienes son todos por estos lares, lo que hacen y dejan de hacer. También estoy en el equipo que participa en el diseño de lo que se hará aquí. Ey Jacob, sé bueno y traele a esta elfa algo de aguamiel, la encontrarás en aquella gran fogata, con el elfo de pelo gris. Ser un caballero no restará puntos conmigo- le guiñaría un ojo y le sonreiría coqueta.
Una vez que Kevan y ella estuvieran solos su mirada cambiaría completamente. -No te atrevas a hacerle daño a Miranda Kevan. Ella tiene una misión aquí y si metes tu gran patota, entonces te irá muy mal.- luego bajaría sus orejas para mirar a los costados y coqueteándole se pegaría a él. En susurros que apenas serían audibles para él continuaría-Von Valdembrung, Nafen, Brutus y Heswil son buenos nombres. Geralt está siendo vigilado. Pórtate bien y podrás salir de aquí con ellos. Procura ver y oír todo, eso te liberará de esta carga-. Al terminar le daría un beso en cada mejilla y partiría hacia el gran fogón directo hacia Jacob para finalmente posarse como una mariposa nocturna a una distancia prudencial de Geralt.
Instrucciones: Narem, estás maldito. Tienes un año on rol para deshacerte de la maldición, lo que harás en un hilo que diga “[pena]”. Tiene que curarte un personaje jugador y con un ritual. Al menos ocho posts cada uno. En cuanto a la otra maldición, también tendrás que deshacerte de ella on rol o modificarla o lo que sea.Ganas 300 aeros por tu participación.
Al resto, Kevan, no he sabido nada de ti. Nafen y Geralt, seguid como hasta ahora
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Había colado, completamente, el brujo fue cubierto rápidamente de alabanzas, como un manto cálido, de repente todo el mundo era algo más abierto, menos criptico, pero a su vez, Hilary se mostraba más arisca. El peliblanco había supuesto que seria igual de mala que el resto, a pesar de que fuera una elfa, ¿pero podía haberse topado con la única buena persona de ese lado del campamento? ¿O simplemente se había hecho la amable para saber de que estaba hecho y ya había cumplido? Pero ya era un poco tarde para hacer preguntas y lamentarse, ademas, no había venido a ligar.
El encontronazo con Brutus no le sorprendió, había estado muy ocupado y casi se había olvidado de su trabajo, casi. Antes de dormir escribiría una pequeña nota con lo que sabia, algo menos de lo que había descubierto en realidad, si decía todo lo que sabia y lo pillaban, no podría negar que la nota era suya, era mejor no especificar mucho para poder culpar a otro. No te preocupes amigo, tenemos un trato con el viejo... lo mantendría, lo intentaría al menos, pero su mente ya vagaba, "maldito", Miranda había "maldito" a alguien. Unas pocas preguntas antes de reunirse con sus compañeros planificadores le indicaron que no era un eufemismo, lo había convertido en alguna alimaña, aunque no conseguía que le dijeran que animal era exactamente. Pero esto era igual, Geralt ya vibraba de emoción. No era la magia de sanación elfa, cutre cuanto menos a ojos de un brujo, ni siquiera un poder elemental como el fuego o el rayo, o un poder rarisimo pero teóricamente posible como la manipulación de luz o oscuridad. Eso era un tipo de magia desconocido, seguramente antiguo y poderoso. El brujo penso que, aunque este conjuro en particular lo consideraba poco útil, seguramente habría otros de donde fuera que hubiera salido este, pero ya preguntaría en otro momento, tuvo una fugaz visión de el montando a lomos de un dragón, seguida de el partido por la mitad de un bocado, puede que esperara unos días antes de preguntar...
Y Geralt comió con sus compañeros de trabajo, aunque no tuvieran los mismos jefes, los recientes acontecimientos los habian llevado a conocerse un poco mejor, no todos eran malos, algunos incluso parecían majos, y la inmensa mayoría odiaban a su jefa, aunque la toleraban por miedo, miedo a que los convirtiera en sapos a juzgar por los recientes acontecimientos. Pero como tenia que hacer su informe, se despidió un poco mas temprano, una media hora después de acabarse su ración de algo que parecía conejo pero sabia a pollo, agradeció la cena y la compañía y se fue a su carpa. Escribiría su informe, se iria a dormir y se lo entregaría a su patrón cuando fuera a almorzar, discretamente. Lo importante en ese momento no era entregar la información, sino que no le pillaran haciéndolo, por lo que si tenia que esperar todo el día, esperaría.
El encontronazo con Brutus no le sorprendió, había estado muy ocupado y casi se había olvidado de su trabajo, casi. Antes de dormir escribiría una pequeña nota con lo que sabia, algo menos de lo que había descubierto en realidad, si decía todo lo que sabia y lo pillaban, no podría negar que la nota era suya, era mejor no especificar mucho para poder culpar a otro. No te preocupes amigo, tenemos un trato con el viejo... lo mantendría, lo intentaría al menos, pero su mente ya vagaba, "maldito", Miranda había "maldito" a alguien. Unas pocas preguntas antes de reunirse con sus compañeros planificadores le indicaron que no era un eufemismo, lo había convertido en alguna alimaña, aunque no conseguía que le dijeran que animal era exactamente. Pero esto era igual, Geralt ya vibraba de emoción. No era la magia de sanación elfa, cutre cuanto menos a ojos de un brujo, ni siquiera un poder elemental como el fuego o el rayo, o un poder rarisimo pero teóricamente posible como la manipulación de luz o oscuridad. Eso era un tipo de magia desconocido, seguramente antiguo y poderoso. El brujo penso que, aunque este conjuro en particular lo consideraba poco útil, seguramente habría otros de donde fuera que hubiera salido este, pero ya preguntaría en otro momento, tuvo una fugaz visión de el montando a lomos de un dragón, seguida de el partido por la mitad de un bocado, puede que esperara unos días antes de preguntar...
Y Geralt comió con sus compañeros de trabajo, aunque no tuvieran los mismos jefes, los recientes acontecimientos los habian llevado a conocerse un poco mejor, no todos eran malos, algunos incluso parecían majos, y la inmensa mayoría odiaban a su jefa, aunque la toleraban por miedo, miedo a que los convirtiera en sapos a juzgar por los recientes acontecimientos. Pero como tenia que hacer su informe, se despidió un poco mas temprano, una media hora después de acabarse su ración de algo que parecía conejo pero sabia a pollo, agradeció la cena y la compañía y se fue a su carpa. Escribiría su informe, se iria a dormir y se lo entregaría a su patrón cuando fuera a almorzar, discretamente. Lo importante en ese momento no era entregar la información, sino que no le pillaran haciéndolo, por lo que si tenia que esperar todo el día, esperaría.
Geralt
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Mi intento había sido exitoso, la bruja caía en mis mentiras. Todo iba bien, esperaba rescatar alguna información que pudiese ser útil para mi empresa y de la forma más inesperada, así fue.
Mientras buscaba a Miranda había oído rumores de sus asombrosos poderes, pero era común que aquellos que no gozaran del acceso a la magia exageraran sobre las habilidades de brujos, quizás debido a que no conocían mucho del tema. El analfabetismo aportaba mucho a esto, pues la mayor parte de los campesinos y gente de bajo nivel socio-económico tendía a ser privados del acceso a los conocimientos que los libros y escritos podían brindar.
Para mi suerte, al ser un brujo, era casi innata la capacidad de leer y escribir, pues era así cómo se aprendia en las academias de magia; y por medio del estudio se abrían puertas a nuevas habilidades.
En todo caso, en esta oportunidad parecía que no era ninguna exageración lo que se hablaba de Miranda. Había sido capaz de maldecir a otro brujo, ¡lo transformó en lagarto! O al menos se suponía que eso sucedería con el pasar del tiempo. Si yo tuviese esos poderes no los desperdiciaría con seres tan ordinarios como los que rodeaban a esa afortunada bruja.
Sin duda alguna decidí acompañarla. Ahora se tornaba más personal: si me mantenía cerca de ella quizás podía obtener algún beneficio, aprendiendo algo más sobre la magia, o quizás podría adquirir alguna clase de bendicion de su parte, o incluso podía llegar a robar algún objeto mágico, algo que los brujos frecuentemente poseían. De una manera u otra, era importante mantenerla cerca, por lo que intentaría continuar con mi cortejo.
Mientras buscaba a Miranda había oído rumores de sus asombrosos poderes, pero era común que aquellos que no gozaran del acceso a la magia exageraran sobre las habilidades de brujos, quizás debido a que no conocían mucho del tema. El analfabetismo aportaba mucho a esto, pues la mayor parte de los campesinos y gente de bajo nivel socio-económico tendía a ser privados del acceso a los conocimientos que los libros y escritos podían brindar.
Para mi suerte, al ser un brujo, era casi innata la capacidad de leer y escribir, pues era así cómo se aprendia en las academias de magia; y por medio del estudio se abrían puertas a nuevas habilidades.
En todo caso, en esta oportunidad parecía que no era ninguna exageración lo que se hablaba de Miranda. Había sido capaz de maldecir a otro brujo, ¡lo transformó en lagarto! O al menos se suponía que eso sucedería con el pasar del tiempo. Si yo tuviese esos poderes no los desperdiciaría con seres tan ordinarios como los que rodeaban a esa afortunada bruja.
Sin duda alguna decidí acompañarla. Ahora se tornaba más personal: si me mantenía cerca de ella quizás podía obtener algún beneficio, aprendiendo algo más sobre la magia, o quizás podría adquirir alguna clase de bendicion de su parte, o incluso podía llegar a robar algún objeto mágico, algo que los brujos frecuentemente poseían. De una manera u otra, era importante mantenerla cerca, por lo que intentaría continuar con mi cortejo.
Nafen
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
-Cada vez que digas palabras grotescas o te enojes, comenzarás a Maullar hasta que le hagas bien a un gato o uno de tus iguales de un buen golpe. – hizo una pausa para reír y luego continuó- Tienes un año para que la sangre de un inocente agradecido y puro levante esta maldición, yo, Miranda Lodzswitch te maldigo a ti, Kevan Rhodes a vagar por este mundo como un humano más y morir trágicamente bajo esa piel. Que así sea-
El licántropo se encontraba atado a un árbol, vigilado por dos esbirros de la bruja. Jacob estaba atado también, aunque él se salvó de las palabras bífidas de la bruja. Miranda estaba furiosa con ambos y también con Hilary. Algunas veces esa elfa tenía la lengua del tamaño de un oso hormiguero. Suspiró y con una seña vulgar los despachó río abajo aún atados con buenas cargas de alimentos y alcohol. El motivo de todo ese alboroto fue que Kevan descubrió cierta parte de la naturaleza de ella que no debía de ser desvelada, no aún. Para colmo, ese mismo día llegaban las visitas desde Lunargenta con algunos de los jefes máximos. Ella no se podía arriesgar.
La información de Geralt llegó a tiempo antes de que el viejo decidiese tomar acciones contra él. Con alegría Von Vandelbrung abrazó las intenciones de su nuevo aliado y elevó un informe a sus superiores que envió a través de los bosques. El brujo se daría cuenta de que Hilary volvía a acercarse a él, esta vez con los ojos limpios y sin tapujos. -Geralt, mañana se pone la piedra inaugural. Los planos están finalizados. Debes memorizarlos o copiarlos en algún lugar seguro y huir en breve. Por algún tiempo cambiar de nombre. Von Valdembrung está organizándolo todo. Recuerda, mañana a la noche.- le besó ambas mejillas y susurró -Eres muy valiente- y pronunció algunas palabras más en su idioma elfo.
Para entonces era pasado el mediodía. Brutus tendría algo de información acerca de la huida así como Heswil. La movida sería silenciosa y se aprovecharía la noche sin luna. El viejo pata de palo vagaría por el campamento sin mucho corazón ahora que se veía solo sin la compañía de Jacob y Kevan.-Eh, mocoso. Esto es una mierda ¿a que si?. Tu trabajo aquí está por terminar, la construcción esta terminará en pocos días más. ¿Sabes a donde te mandarán? Probablemente yo mismo tenga que despacharte jajaja- el viejo se atoró con su baba y escupió para proseguir mientras se limpiaba la boca con la manga –Sólo Miranda y unos pocos sobrevivirán. Quizás y con suerte envíen a unos pocos al gran barco…- se alejó lentamente y cojeando sin rumbo con su botella de ron en mano, disfrutando sus últimas horas de vida.
Miranda había perdido el interés en Nafen, o al menos eso demostraba aunque cada vez más se interesaba por él. Quizás por eso decidió advertirle. - Nafen, como todo brujo eres ávido por el aprendizaje, el conocimiento y el poder… como yo lo fui en algún momento. Si sabes lo que te conviene aléjate de aquí. Mañana Valdembrung saldrá de aquí con un contingente. Lo único que te puedo regalar es tu vida misma. Se que hay alguien que te espera…- hizo una pausa y su rostro se tensó- Yo nací maldita pero busco la redención y lo haré llevándome a la tumba a los malditos que quieren hacerle daño a…- ella se detuvo en seco. Parpadeó un par de veces y miró a los ojos al brujo –Alguien se acerca, escucha el mes siguiente algunos capos de la organización viajarán hacia Lunargenta o hacia aquí- Le besó los labios con pasión y le empujó fuera de su carpa por la puerta trasera al mismo tiempo que una figura siniestra se adentraba sin aviso.
Instrucciones: Ir cerrando acciones y planifiquen en conjunto una forma de salir. Nos quedan uno o dos turnos.
Kevan, no supe nada de ti por lo que igual que Narem tienes dos maldiciones. Una que puedes tomarla para jugar, haz lo que quieras con ella. La segunda, dispones de un año on para deshacerte de ella. Poco a poco perderás fuerzas como lycan e irás convirtiéndote en humano. Eso lo manejas tu. Cuando la pienses quitar abre un hilo con alguien y con un ritual la levantas. En el título tiene que decir “[pena]”[/color]
El licántropo se encontraba atado a un árbol, vigilado por dos esbirros de la bruja. Jacob estaba atado también, aunque él se salvó de las palabras bífidas de la bruja. Miranda estaba furiosa con ambos y también con Hilary. Algunas veces esa elfa tenía la lengua del tamaño de un oso hormiguero. Suspiró y con una seña vulgar los despachó río abajo aún atados con buenas cargas de alimentos y alcohol. El motivo de todo ese alboroto fue que Kevan descubrió cierta parte de la naturaleza de ella que no debía de ser desvelada, no aún. Para colmo, ese mismo día llegaban las visitas desde Lunargenta con algunos de los jefes máximos. Ella no se podía arriesgar.
* * *
La información de Geralt llegó a tiempo antes de que el viejo decidiese tomar acciones contra él. Con alegría Von Vandelbrung abrazó las intenciones de su nuevo aliado y elevó un informe a sus superiores que envió a través de los bosques. El brujo se daría cuenta de que Hilary volvía a acercarse a él, esta vez con los ojos limpios y sin tapujos. -Geralt, mañana se pone la piedra inaugural. Los planos están finalizados. Debes memorizarlos o copiarlos en algún lugar seguro y huir en breve. Por algún tiempo cambiar de nombre. Von Valdembrung está organizándolo todo. Recuerda, mañana a la noche.- le besó ambas mejillas y susurró -Eres muy valiente- y pronunció algunas palabras más en su idioma elfo.
Para entonces era pasado el mediodía. Brutus tendría algo de información acerca de la huida así como Heswil. La movida sería silenciosa y se aprovecharía la noche sin luna. El viejo pata de palo vagaría por el campamento sin mucho corazón ahora que se veía solo sin la compañía de Jacob y Kevan.-Eh, mocoso. Esto es una mierda ¿a que si?. Tu trabajo aquí está por terminar, la construcción esta terminará en pocos días más. ¿Sabes a donde te mandarán? Probablemente yo mismo tenga que despacharte jajaja- el viejo se atoró con su baba y escupió para proseguir mientras se limpiaba la boca con la manga –Sólo Miranda y unos pocos sobrevivirán. Quizás y con suerte envíen a unos pocos al gran barco…- se alejó lentamente y cojeando sin rumbo con su botella de ron en mano, disfrutando sus últimas horas de vida.
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Miranda había perdido el interés en Nafen, o al menos eso demostraba aunque cada vez más se interesaba por él. Quizás por eso decidió advertirle. - Nafen, como todo brujo eres ávido por el aprendizaje, el conocimiento y el poder… como yo lo fui en algún momento. Si sabes lo que te conviene aléjate de aquí. Mañana Valdembrung saldrá de aquí con un contingente. Lo único que te puedo regalar es tu vida misma. Se que hay alguien que te espera…- hizo una pausa y su rostro se tensó- Yo nací maldita pero busco la redención y lo haré llevándome a la tumba a los malditos que quieren hacerle daño a…- ella se detuvo en seco. Parpadeó un par de veces y miró a los ojos al brujo –Alguien se acerca, escucha el mes siguiente algunos capos de la organización viajarán hacia Lunargenta o hacia aquí- Le besó los labios con pasión y le empujó fuera de su carpa por la puerta trasera al mismo tiempo que una figura siniestra se adentraba sin aviso.
Instrucciones: Ir cerrando acciones y planifiquen en conjunto una forma de salir. Nos quedan uno o dos turnos.
Kevan, no supe nada de ti por lo que igual que Narem tienes dos maldiciones. Una que puedes tomarla para jugar, haz lo que quieras con ella. La segunda, dispones de un año on para deshacerte de ella. Poco a poco perderás fuerzas como lycan e irás convirtiéndote en humano. Eso lo manejas tu. Cuando la pienses quitar abre un hilo con alguien y con un ritual la levantas. En el título tiene que decir “[pena]”[/color]
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Después de entregar su informe a su patrón, Hilary volvia a ser amable con el. Que complicadas eran las elfas, pero ahora ya la entendía mejor. Tenia cierta lógica que Von Vandelbrung tuviera alguien de confianza dentro, por si acaso, y esta parecía ser ella. El brujo se limito a asentir ante su nueva misión, seria más fácil, ya tenia un plan, un pequeño apaño al plan que había pensado para fugarse si la cosa iba mal, aunque no entendió ni una palabra del elfico, un idioma demasiado cantarín para aprenderlo de los libros de su tierra natal, puede que si se lo hubiera escrito... En cualquier caso, se lo tomo como un piropo y siguió a lo suyo.
Por la noche le contó su plan a Von Vandelbrung. Robaría el mapa en las narices de todos, pero corría un riesgo enorme, si lo hacia muy pronto, cerrarían el campamento, muy tarde y tendría que volver a Lunargenta a pie, necesitaba una distracción, y otra como fuga. Aunque en teoría debía ser una fuga sigilosa, bueno, técnicamente lo seguiría siendo, después del follón que montarían, nadie se daría cuenta de que no estaban...
Señor... empezó mientras exponía su plan, a la hora de la cena Aunque no le tienen mucho cariño a los esclavos, nunca tolerarían que se fugaran, pondrían a todo hombre armado en su búsqueda, relajando la seguridad de otros "posibles delitos" alzo los dedos haciendo unas comillas con las dos ultimas palabras Pero claro, se notara, muchísimo, no puedo arriesgarme a que me pillen dentro por lo que tendré que robarlo simplemente, pero notaran que falta, eso abre otra opción, una opción incendiariamente sigilosa... desde que había llegado en ese lugar perdido en medio de la nada, parecía morirse de ganas por incendiar cosas, esperaba que se le pasara con el aire de la ciudad en cuando tenga el mapa, incendio la carpa, en la que habrá material incendiario peligrosamente cerca preferiblemente. No hay tienda, no hay plano, buscaran el culpable del sabotaje, pero parecerá algo provocado por los esclavos, algo aislado, no un plan para robar información Orden en el caos, según recordaba de sus días de academia. Esperaba no tener que cargarse a nadie para hacerlo, pero traería el hacha por si acaso. Luego podremos irnos tranquilamente, sin que nadie se de cuenta, ciertamente sera un poco sospechoso, pero según tengo entendido la disputa viene de lejos, y no podrían demostrar nada. Reharian el plano sin problema y seguirían adelante. Supongo que nuestra amiga en común acabo refiriéndose a Hilary podría encargarse de que acumularan madera, tela, aceite, o algo así al lado de la carpa, yo puedo encender un fuego en un instante sin problema, solo necesito algo que arda bien, pero aun necesitamos a otro para nuestra pequeña revolución... Le daba un poco de pena usar a los esclavos de cebo, solo un poco, pero después del infierno que desatarían, muchos podrían escapar, seguramente. Podía considerarse un tipo de lotería macabra, aunque si les daban armas... Bueno, no era asunto suyo, ya se encargaría otro de esta parte
Resumiendo, necesitaba a alguien que montara una distracción y a otro que se asegurara de que su fuego ardía intensamente, siempre podía entrar, robarlo y salir por patas con los guardias persiguiéndole, pero queria dejar su pequeña huella en ese campamento de "malos malisimos", un pequeño rastro de caos y destrucción que hablaría de sus capacidades, aunque sin señalarlo directamente. Ademas de llevar al mínimo el numero de victimas. Victimas de su bando al menos.
Por la noche le contó su plan a Von Vandelbrung. Robaría el mapa en las narices de todos, pero corría un riesgo enorme, si lo hacia muy pronto, cerrarían el campamento, muy tarde y tendría que volver a Lunargenta a pie, necesitaba una distracción, y otra como fuga. Aunque en teoría debía ser una fuga sigilosa, bueno, técnicamente lo seguiría siendo, después del follón que montarían, nadie se daría cuenta de que no estaban...
Señor... empezó mientras exponía su plan, a la hora de la cena Aunque no le tienen mucho cariño a los esclavos, nunca tolerarían que se fugaran, pondrían a todo hombre armado en su búsqueda, relajando la seguridad de otros "posibles delitos" alzo los dedos haciendo unas comillas con las dos ultimas palabras Pero claro, se notara, muchísimo, no puedo arriesgarme a que me pillen dentro por lo que tendré que robarlo simplemente, pero notaran que falta, eso abre otra opción, una opción incendiariamente sigilosa... desde que había llegado en ese lugar perdido en medio de la nada, parecía morirse de ganas por incendiar cosas, esperaba que se le pasara con el aire de la ciudad en cuando tenga el mapa, incendio la carpa, en la que habrá material incendiario peligrosamente cerca preferiblemente. No hay tienda, no hay plano, buscaran el culpable del sabotaje, pero parecerá algo provocado por los esclavos, algo aislado, no un plan para robar información Orden en el caos, según recordaba de sus días de academia. Esperaba no tener que cargarse a nadie para hacerlo, pero traería el hacha por si acaso. Luego podremos irnos tranquilamente, sin que nadie se de cuenta, ciertamente sera un poco sospechoso, pero según tengo entendido la disputa viene de lejos, y no podrían demostrar nada. Reharian el plano sin problema y seguirían adelante. Supongo que nuestra amiga en común acabo refiriéndose a Hilary podría encargarse de que acumularan madera, tela, aceite, o algo así al lado de la carpa, yo puedo encender un fuego en un instante sin problema, solo necesito algo que arda bien, pero aun necesitamos a otro para nuestra pequeña revolución... Le daba un poco de pena usar a los esclavos de cebo, solo un poco, pero después del infierno que desatarían, muchos podrían escapar, seguramente. Podía considerarse un tipo de lotería macabra, aunque si les daban armas... Bueno, no era asunto suyo, ya se encargaría otro de esta parte
Resumiendo, necesitaba a alguien que montara una distracción y a otro que se asegurara de que su fuego ardía intensamente, siempre podía entrar, robarlo y salir por patas con los guardias persiguiéndole, pero queria dejar su pequeña huella en ese campamento de "malos malisimos", un pequeño rastro de caos y destrucción que hablaría de sus capacidades, aunque sin señalarlo directamente. Ademas de llevar al mínimo el numero de victimas. Victimas de su bando al menos.
Geralt
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
El tiempo se detuvo por escasos segundos, segundos que no se distinguían de horas. Caí en tropel sobre la tierra, con la carpa de Miranda a mis espaldas. Era dificultoso comprender qué acababa de suceder... un repentino beso, confusas palabras, una aparición sombría. Allí, sentado en la tierra, recobraba la razón con relativa lentitud. Sin dudarlo mucho me alejé de la carpa encaminándome hacia donde estaría Von Valdembrung, con numerosos pensamientos revoloteando en mi cabeza.
"El mes siguiente algunos capos de la organización viajarán hacia Lunargenta o hacia aquí" repetí mentalmente, al tiempo que repasaba lo sucedido. ¿A quién quería defender Miranda, y de quiénes? "Quizás ella tiene su propio 'Vlad' " Era extraño imaginarse a Miranda con un hijo, ¿o se trataba de algún amorío suyo? De ser así no habríamos compartido un beso. Nada parecía seguro, lo único que sabía era que tenía que salir de allí y que quería regresar con Vlad cuanto antes.
Mis labios todavía susurraban la pasión del beso de la bruja. Mucho tiempo había pasado desde mi último beso... el cual ni siquiera había sido con una mujer. Me asqueé con sólo recordar a ese extraño hombre en la Isla Lunar, pero después de todo gracias a él y sus huevos de pascua me había deshecho del mortal veneno de una serpiente. Siempre opinaba que las relaciones amorosas eran inútiles, más este beso había sido diferente. Por razones que aún no conocía, el beso de Miranda me había hecho sentir cosas que creía ser incapaz de sentir.
Llegué a donde estaba Von Valdembrung, justo a tiempo para oír las palabras de quien yo suponía era un brujo. Su plan parecía ser capaz de funcionar, así que la mejor idea sería seguirlo. - Liberaré a los esclavos, eso será suficiente distracción. - Dije una vez el hombre de pelo blanco cesó su habla. - Con mi magia no será difícil. - Casi sin dar lugar a respuestas di media vuelta y antes de poder notarlo, la carpa se encontraba a una gran distancia a mis espaldas.
Cubrí mi cuerpo con la capa multibolsillos y escondí mi rostro -a excepción de mis ojos- bajo una pañoleta negra, evitando así ser identificado. Agachado, me acerqué hacia donde estaban los esclavos, privados de su libertad por medio de grilletes y potentes cadenas.
Eran vigilados por un robusto hombre que bebía de una damajuana junto a una modesta fogata, y sentado sobre una roca, miraba desde las afueras del lugar, asegurándose de que nadie entrara ni saliera del lugar.
Una piedra le golpeó la cabeza, viniendo desde unos arbustos cercanos. Un tanto iracundo fue a investigar, dándome lugar a pasar a la carpa donde estaban los esclavos. Oh, la telequinesis era tan útil para engañar a los demás.
Una vez el 'guardia' regresó a su posición original, dando la espalda a donde yo me encontraba, usé nuevamente mi magia para robar las llaves que permitirían la apertura de los grilletes y así, la liberación de los esclavos.
Bastó lanzar las llaves a los esclavos para que se perdiese el control. Inmediatamente salí del lugar, empujando al guardia que, gracias a su ebriedad, no fue capaz de mantenerse en pie cuando lo empujé.
"El mes siguiente algunos capos de la organización viajarán hacia Lunargenta o hacia aquí" repetí mentalmente, al tiempo que repasaba lo sucedido. ¿A quién quería defender Miranda, y de quiénes? "Quizás ella tiene su propio 'Vlad' " Era extraño imaginarse a Miranda con un hijo, ¿o se trataba de algún amorío suyo? De ser así no habríamos compartido un beso. Nada parecía seguro, lo único que sabía era que tenía que salir de allí y que quería regresar con Vlad cuanto antes.
Mis labios todavía susurraban la pasión del beso de la bruja. Mucho tiempo había pasado desde mi último beso... el cual ni siquiera había sido con una mujer. Me asqueé con sólo recordar a ese extraño hombre en la Isla Lunar, pero después de todo gracias a él y sus huevos de pascua me había deshecho del mortal veneno de una serpiente. Siempre opinaba que las relaciones amorosas eran inútiles, más este beso había sido diferente. Por razones que aún no conocía, el beso de Miranda me había hecho sentir cosas que creía ser incapaz de sentir.
Llegué a donde estaba Von Valdembrung, justo a tiempo para oír las palabras de quien yo suponía era un brujo. Su plan parecía ser capaz de funcionar, así que la mejor idea sería seguirlo. - Liberaré a los esclavos, eso será suficiente distracción. - Dije una vez el hombre de pelo blanco cesó su habla. - Con mi magia no será difícil. - Casi sin dar lugar a respuestas di media vuelta y antes de poder notarlo, la carpa se encontraba a una gran distancia a mis espaldas.
Cubrí mi cuerpo con la capa multibolsillos y escondí mi rostro -a excepción de mis ojos- bajo una pañoleta negra, evitando así ser identificado. Agachado, me acerqué hacia donde estaban los esclavos, privados de su libertad por medio de grilletes y potentes cadenas.
Eran vigilados por un robusto hombre que bebía de una damajuana junto a una modesta fogata, y sentado sobre una roca, miraba desde las afueras del lugar, asegurándose de que nadie entrara ni saliera del lugar.
Una piedra le golpeó la cabeza, viniendo desde unos arbustos cercanos. Un tanto iracundo fue a investigar, dándome lugar a pasar a la carpa donde estaban los esclavos. Oh, la telequinesis era tan útil para engañar a los demás.
Una vez el 'guardia' regresó a su posición original, dando la espalda a donde yo me encontraba, usé nuevamente mi magia para robar las llaves que permitirían la apertura de los grilletes y así, la liberación de los esclavos.
Bastó lanzar las llaves a los esclavos para que se perdiese el control. Inmediatamente salí del lugar, empujando al guardia que, gracias a su ebriedad, no fue capaz de mantenerse en pie cuando lo empujé.
Nafen
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
-Incendiariamente…sigilosa- Se complementaron los viejitos. La señora Alelí entraba a la carpa con una gran olla de un extraño guiso el que bullía desprendiendo olores extraños. Su color era entre caoba y verde sapo. Le sonrió al joven brujo y le ofreció una porción con una sonrisa compradora.
La entrada de Nafen fue bastante intempestiva. Alelí que se había mantenido en un lugar fuera de la vista del brujo pretendió ir tras él, al menos para darle algo de comer, aunque su marido la detuvo. -Déjale mi viejita, todo está decidido… parece que tendremos que adelantar planes. Sólo hay una cosa que me intriga Geralt. ¿Qué amiga en común?- Timmy entró casi que corriendo a la carpa, con el aliento cansado y bastante agitado. -Todo esta comenzando, ¡¡¡ya ya ya!!-. La señora Von Vandelbrung pestañeó dos veces e intercambió una mirada con su marido.
-Parece mi niño que tendré que empacar tu porción. Mi viejito, mueve ese vetusto esqueleto y comienza a hacer rodar “la rueca”. Timmy, no es momento para el pánico, despierta a todos y que Velvesia se ocupe de los barcos, dile a la gran mamá que le de las armas a los esclavos y asegúrate de que Eloise se encargue de Miranda y sus perros fieles. Vamos todos, como lo planeamos.- Von Valdembrung sonrió de lado –Ya recuerdo qué le ganó a tus guisos cuando decidí casarme contigo amor- le tapó la boca de un beso y con ella aún ruborizada todos salieron hacia el caos que se revolvía fuera de su remanso de paz.
Gritos y sangre llenaban el aire. Nafen sería rozado por un cuchillo silbante, el filo del mismo apenas acariciaría la piel de su brazo, dándole tiempo a reaccionar ante un golpe galopante que venía hacia su rostro. -¡Te he visto Sassem!! Sufrirás la muerte a mis manos, U’Khan-
Una vez que Geralt robara los planos, una bella guerrera se interpondría en su camino. Los alrededores estaban llenos de escaramuzas y ya no se sabía quién era amigo o enemigo, al parecer el brujo estaba solo frente a la sonrisa filosa de aquella mujer que dijo llamarse Lila Gryley, la mano derecha de Miranda.
La mejor luchadora entre las mujeres del campamento y diestra en el arte de la espada.
Las cosas comenzaban a complicarse para nuestros amigos, mientras el resto de la maquinaria seguía con los planes como un perfecto engranaje. Las canoas estaban listas para la huida, y solamente esperaban a los aliados atascados dentro de aquella tormenta.
Instrucciones: Deshacerse de sus oponentes. Se que son brujos, pueden buscar formas originales. Este es el último turno, por lo que al acabar, relanten la huida que puede o no ser en el mismo medio o el mismo transporte.
La entrada de Nafen fue bastante intempestiva. Alelí que se había mantenido en un lugar fuera de la vista del brujo pretendió ir tras él, al menos para darle algo de comer, aunque su marido la detuvo. -Déjale mi viejita, todo está decidido… parece que tendremos que adelantar planes. Sólo hay una cosa que me intriga Geralt. ¿Qué amiga en común?- Timmy entró casi que corriendo a la carpa, con el aliento cansado y bastante agitado. -Todo esta comenzando, ¡¡¡ya ya ya!!-. La señora Von Vandelbrung pestañeó dos veces e intercambió una mirada con su marido.
-Parece mi niño que tendré que empacar tu porción. Mi viejito, mueve ese vetusto esqueleto y comienza a hacer rodar “la rueca”. Timmy, no es momento para el pánico, despierta a todos y que Velvesia se ocupe de los barcos, dile a la gran mamá que le de las armas a los esclavos y asegúrate de que Eloise se encargue de Miranda y sus perros fieles. Vamos todos, como lo planeamos.- Von Valdembrung sonrió de lado –Ya recuerdo qué le ganó a tus guisos cuando decidí casarme contigo amor- le tapó la boca de un beso y con ella aún ruborizada todos salieron hacia el caos que se revolvía fuera de su remanso de paz.
Gritos y sangre llenaban el aire. Nafen sería rozado por un cuchillo silbante, el filo del mismo apenas acariciaría la piel de su brazo, dándole tiempo a reaccionar ante un golpe galopante que venía hacia su rostro. -¡Te he visto Sassem!! Sufrirás la muerte a mis manos, U’Khan-
- U’Khan:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Una vez que Geralt robara los planos, una bella guerrera se interpondría en su camino. Los alrededores estaban llenos de escaramuzas y ya no se sabía quién era amigo o enemigo, al parecer el brujo estaba solo frente a la sonrisa filosa de aquella mujer que dijo llamarse Lila Gryley, la mano derecha de Miranda.
- Lila:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La mejor luchadora entre las mujeres del campamento y diestra en el arte de la espada.
Las cosas comenzaban a complicarse para nuestros amigos, mientras el resto de la maquinaria seguía con los planes como un perfecto engranaje. Las canoas estaban listas para la huida, y solamente esperaban a los aliados atascados dentro de aquella tormenta.
Instrucciones: Deshacerse de sus oponentes. Se que son brujos, pueden buscar formas originales. Este es el último turno, por lo que al acabar, relanten la huida que puede o no ser en el mismo medio o el mismo transporte.
Thorn
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Todo iba sobre ruedas, el brujo se encontraba "casualmente" en el campamento de Miranda cuando oyó los disturbios, de manera que aprovecho la confusión. Se subió la capucha, se puso un pañuelo en la cara y se colo en la carpa para coger el mapa, que enrollo cuidadosamente y se guardo bajo la ropa, luego encendió una pequeña llamita con su dedo y prendió un cubo con diversos papeles, para después tumbarlo de una patada.
No hubo dado ni dos pasos fuera de la tienda cuando se dio cuenta que había alguien parado a pocos metros, inmediatamente la reconoció, era Lila, una de las mujeres del campamento, aunque lo que destacaba de ella era que los hombres se fijaban más en el enorme espadón que llevaba que en su belleza. Seguramente el instinto de supervivencia podía más que el de reproducción...
Esto... buscaba a Hilary, esa elfa me dijo que podía darme clases de planificación... soltó con una voz más grave y grosera de lo normal, recordando que no le veía la cara. Pero para variar, la suerte no lo acompañaba, no había pasado ni un segundo desde su ultima palabra cuando la tienda que tenia detras estallo en llamas naranjas, que se extendieron a las carpas de los alrededores como si se hubiera desatado el mismísimo infierno.
Si... claro se limito a decir la chica mientras desenfundaba, era ahora o nunca, o conseguía convencerla ahora o lo pasaría muy mal.
Jajajajaja, estúpidos humanos no había oído nunca a un supervillano, pero estaba seguro que hablaban con esa voz, se agacho un momento a coger arena, mientras sacaba el hacha que el habian dado el primer día Me atrapasteis porque estaba debil, pero ya he recuperado mis poderes, nunca más seré un esclavo, NUNCA su mano izquierda, aun con la arena, estallo en llamas, el peliblanco estaba girando respecto a su adversario, unos pocos segundos más y podría echar a correr, pero sabia que eso no pasaría Nunca podrás derrotar a Hurk, el emperador de la llama, padre de dragones y... Lila se había hartado y le lanzo un tajo, que el brujo pudo bloquear con su hacha a duras penas, pero que lo mando volando hasta entrar en una de las carpas.
¿Donde están tus dragones ahora, pringado? se limito a decir mientras entraba a su vez en la carpa, pero eso era lo que el brujo había previsto. El peliblanco hizo un solo gesto, aun desde el suelo, simplemente le arrojo la arena, ahora caliente, a la cara, y aprovechando que se había quedado ciega momentáneamente, se levanto y la empujo contra una de las paredes de la carpa. La carpa se desplomo justo cuando el brujo salia, atrapando a Lila como si de una red se tratara. No se molesto en hacer nada más, se giro y camino a paso rapido hacia fuera del campamento, para no levantar sospechas. Después de una caminata, no tardo en localizar las barcas con las que habian subido el primer día, ahora solo quedaba bajar tranquilamente hasta la ciudad y localizar a su patrón para el pago, al fin y al cabo, aun tenia el mapa...
No hubo dado ni dos pasos fuera de la tienda cuando se dio cuenta que había alguien parado a pocos metros, inmediatamente la reconoció, era Lila, una de las mujeres del campamento, aunque lo que destacaba de ella era que los hombres se fijaban más en el enorme espadón que llevaba que en su belleza. Seguramente el instinto de supervivencia podía más que el de reproducción...
Esto... buscaba a Hilary, esa elfa me dijo que podía darme clases de planificación... soltó con una voz más grave y grosera de lo normal, recordando que no le veía la cara. Pero para variar, la suerte no lo acompañaba, no había pasado ni un segundo desde su ultima palabra cuando la tienda que tenia detras estallo en llamas naranjas, que se extendieron a las carpas de los alrededores como si se hubiera desatado el mismísimo infierno.
Si... claro se limito a decir la chica mientras desenfundaba, era ahora o nunca, o conseguía convencerla ahora o lo pasaría muy mal.
Jajajajaja, estúpidos humanos no había oído nunca a un supervillano, pero estaba seguro que hablaban con esa voz, se agacho un momento a coger arena, mientras sacaba el hacha que el habian dado el primer día Me atrapasteis porque estaba debil, pero ya he recuperado mis poderes, nunca más seré un esclavo, NUNCA su mano izquierda, aun con la arena, estallo en llamas, el peliblanco estaba girando respecto a su adversario, unos pocos segundos más y podría echar a correr, pero sabia que eso no pasaría Nunca podrás derrotar a Hurk, el emperador de la llama, padre de dragones y... Lila se había hartado y le lanzo un tajo, que el brujo pudo bloquear con su hacha a duras penas, pero que lo mando volando hasta entrar en una de las carpas.
¿Donde están tus dragones ahora, pringado? se limito a decir mientras entraba a su vez en la carpa, pero eso era lo que el brujo había previsto. El peliblanco hizo un solo gesto, aun desde el suelo, simplemente le arrojo la arena, ahora caliente, a la cara, y aprovechando que se había quedado ciega momentáneamente, se levanto y la empujo contra una de las paredes de la carpa. La carpa se desplomo justo cuando el brujo salia, atrapando a Lila como si de una red se tratara. No se molesto en hacer nada más, se giro y camino a paso rapido hacia fuera del campamento, para no levantar sospechas. Después de una caminata, no tardo en localizar las barcas con las que habian subido el primer día, ahora solo quedaba bajar tranquilamente hasta la ciudad y localizar a su patrón para el pago, al fin y al cabo, aun tenia el mapa...
Geralt
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Intentaba alejarme del grupo de carpas cuando un salvaje fuego se desató. Se desenvolvía a cierta lejanía, a tal punto que no podía ver con total claridad de qué lugar provenía, simplemente veía a las inmensas llamas rasguñar el aire. Eso me indicaba que ya había llegado el momento de retirarme de allí, las condiciones eran las ideales.
Miraba de reojo al fuego, verificando que no se extendiera lo suficiente como para evitar mi salida; era un arma de doble filo.
No noté de inmediato el cuchillo que rozó mi brazo derecho, tardé un poco en entender, más todo era muy claro con la aparición del llamado U'khan. Su cuchillo no había hecho mella alguna en mi piel, pues la armadura de cuero había neutralizado el poco daño que la hoja de esa daga habría hecho.
Un puñetazo se dirigía a mi rostro, pero con más suerte que destreza pude evadirlo. Y luego repetí el proceso con otro, y otro, y otro puñetazo más. Intenté golpearlo en el pecho, pero tras haberlo logrado mi poca fuerza ni siquiera hacía cosquillas al potente pecho de mi adversario.
U'khan me hizo retroceder hacia los pies de un árbol, empujandome hacia esa posición entre insultos y maldiones, lanzando un golpe fallido de vez en cuando. Tropecé con la raíz de un árbol, cayendo al suelo con temor, al tiempo que U'khan me miraba con brazos cruzados de pie frente a mí.
Gruñó para luego reír un poco. Alzó su puño para golpearme, pero al hacerlo noté un brillo plateado entre sus pies: era la daga que él me había lanzado antes. Estaba exactamente en el centro de ambos pies, en una muy oportuna posición. Extendí muy levemente mi mano en direccion a la hoja y luego formé un puño con la misma, haciendo que, antes de que U'khan me golpease, el cuchillo saltara gracias a mí telequinesis desde el suelo para clavarse en la entrepierna de mi enemigo.
Gritó iracundo y se llevó ambas manos hacia su entrepierna sangrante mientras caía al suelo. Sin titubear salí corriendo del lugar, yendo hacia el río por el que habíamos llegado, donde me esperaban a mí y a otros un grupo de canoas.
Miraba de reojo al fuego, verificando que no se extendiera lo suficiente como para evitar mi salida; era un arma de doble filo.
No noté de inmediato el cuchillo que rozó mi brazo derecho, tardé un poco en entender, más todo era muy claro con la aparición del llamado U'khan. Su cuchillo no había hecho mella alguna en mi piel, pues la armadura de cuero había neutralizado el poco daño que la hoja de esa daga habría hecho.
Un puñetazo se dirigía a mi rostro, pero con más suerte que destreza pude evadirlo. Y luego repetí el proceso con otro, y otro, y otro puñetazo más. Intenté golpearlo en el pecho, pero tras haberlo logrado mi poca fuerza ni siquiera hacía cosquillas al potente pecho de mi adversario.
U'khan me hizo retroceder hacia los pies de un árbol, empujandome hacia esa posición entre insultos y maldiones, lanzando un golpe fallido de vez en cuando. Tropecé con la raíz de un árbol, cayendo al suelo con temor, al tiempo que U'khan me miraba con brazos cruzados de pie frente a mí.
Gruñó para luego reír un poco. Alzó su puño para golpearme, pero al hacerlo noté un brillo plateado entre sus pies: era la daga que él me había lanzado antes. Estaba exactamente en el centro de ambos pies, en una muy oportuna posición. Extendí muy levemente mi mano en direccion a la hoja y luego formé un puño con la misma, haciendo que, antes de que U'khan me golpease, el cuchillo saltara gracias a mí telequinesis desde el suelo para clavarse en la entrepierna de mi enemigo.
Gritó iracundo y se llevó ambas manos hacia su entrepierna sangrante mientras caía al suelo. Sin titubear salí corriendo del lugar, yendo hacia el río por el que habíamos llegado, donde me esperaban a mí y a otros un grupo de canoas.
Nafen
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Re: [Finalizada] Misterios en el Lago [Quest]
Alelí y Von Valdembrung se habían dividido, al igual que el resto de los aliados. Heswil recibió a Nafen con una sonrisa a flor de labios y un cálido abrazo. - Oh mi querido niño, aquí tienes algo de mi super-estofado- le diría la viejita después de que la canoa se moviera lentamente a través de pasadizos de arbustos por sobre el agua, los movimientos serían suaves y cuando quisieran acordar, estarían kilómetros lejos de aquella abrumadora batalla así como de los rastros del fuego.
-Mi viejito me ha dicho que recibiera tu información y que te recompensara por tus esfuerzos. Aquí tienes seiscientos aeros y este viejo collar, será un buen amuleto. Estaba destinado a alguien más, pero creo que a ti te sentará mejor- le sonrió con expresión maternal y se tomó la libertad de acariciarle la mejilla. Ella escucharía todo lo que el brujo tuviera para decir y le dejaría lo más cerca posible del destino que él le informara. Al momento de despedirse, le daría un cálido abrazo. -¿Podremos contar contigo para la siguiente misión?- su mirada era serena pero ligeramente ruda. Seguramente en su juventud habría sido una mujer de armas tomar.
A geralt le esperaría Von Valdembrung junto a su inseparable nuevo compañero Brutus. El viejo le abrazaría, palmeándole la espalda. ¡Lo has hecho bien muchacho! Realmente estoy satisfecho de haberte contratado. ¿Te interesaría seguir en el negocio mi amigo incendiario?- le preguntaría con una gran sonrisa marcada de años. Un barril de cerveza les aguardaba en la barcaza que se movía a través del juego de las olas. Su dirección habría sido distinta al del resto de sus compañeros.
Después de un intercambio de palabras acompañadas de alcohol, el viejo procedería a entregar su recompensa.- Aquí tienes Geralt, tus seiscientos aeros, es una buena pasta ¿no? Jojojo. También ten- le dijo entregándole un colgante- Es una chuchería, simplemente tiene el potencial de ayudar a un buen brujo a invocar a 4 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] bajo su comando por alrededor de media hora. Podrán apartarse de ti alrededor de trescientos metros antes de extinguirse.-Le dio un buen zarandeo y luego se echó despatarrado en la canoa con su vieja y conocida frazada cubriéndolo completamente.
Felicitaciones, han terminado con éxito la quest.
Geralt: tienes 10 puntos básicos+ 14 puntos por buen desarrollo.
Tu rol fue parejo y tuviste tintes de originalidad que te valieron casi un puntaje perfecto. Además, siempre estuviste puntual.
Recibes on rol ese collar mágico, con las propiedades descritas allí.
También te corresponden 600 aeros.
Nafen: Recibes el colgante que te entregó Aleli. Para poder usarlo efectivamente tendrás que activarlo on rol brevemente. Te dará la habilidad de convocar un solo hombre bestia que crearás tú mismo. No podrá ser más alto que un niño de 7 años, y los puntos máximos para sus stats serán 20.
Recibes además los 600 aeros.
Puntaje: recibirás los 10 puntos básicos+ 11 puntos por desarrollo. Entiendo las razones por las que te retrasaste, pero me veo en la obligación se “penalizarte” por ello. Tu hilo y narrativa sin embargo, amenizaron el puntaje. También hubieron cosas en las que pudiste haberte explayado, supongo que no lo viste por las razones que conocemos.
Finalmente: Se que les hago trabajar mucho y que a veces complico los roles, pero se tienen que currar el puntaje. Dicho esto, me siento muy bien por los resultados obtenidos.
Les recuerdo que los objetos entregados se rigen por [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] norma
-Mi viejito me ha dicho que recibiera tu información y que te recompensara por tus esfuerzos. Aquí tienes seiscientos aeros y este viejo collar, será un buen amuleto. Estaba destinado a alguien más, pero creo que a ti te sentará mejor- le sonrió con expresión maternal y se tomó la libertad de acariciarle la mejilla. Ella escucharía todo lo que el brujo tuviera para decir y le dejaría lo más cerca posible del destino que él le informara. Al momento de despedirse, le daría un cálido abrazo. -¿Podremos contar contigo para la siguiente misión?- su mirada era serena pero ligeramente ruda. Seguramente en su juventud habría sido una mujer de armas tomar.
* * *
A geralt le esperaría Von Valdembrung junto a su inseparable nuevo compañero Brutus. El viejo le abrazaría, palmeándole la espalda. ¡Lo has hecho bien muchacho! Realmente estoy satisfecho de haberte contratado. ¿Te interesaría seguir en el negocio mi amigo incendiario?- le preguntaría con una gran sonrisa marcada de años. Un barril de cerveza les aguardaba en la barcaza que se movía a través del juego de las olas. Su dirección habría sido distinta al del resto de sus compañeros.
Después de un intercambio de palabras acompañadas de alcohol, el viejo procedería a entregar su recompensa.- Aquí tienes Geralt, tus seiscientos aeros, es una buena pasta ¿no? Jojojo. También ten- le dijo entregándole un colgante- Es una chuchería, simplemente tiene el potencial de ayudar a un buen brujo a invocar a 4 [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] bajo su comando por alrededor de media hora. Podrán apartarse de ti alrededor de trescientos metros antes de extinguirse.-Le dio un buen zarandeo y luego se echó despatarrado en la canoa con su vieja y conocida frazada cubriéndolo completamente.
Felicitaciones, han terminado con éxito la quest.
Geralt: tienes 10 puntos básicos+ 14 puntos por buen desarrollo.
Tu rol fue parejo y tuviste tintes de originalidad que te valieron casi un puntaje perfecto. Además, siempre estuviste puntual.
Recibes on rol ese collar mágico, con las propiedades descritas allí.
- collar Geralt:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
También te corresponden 600 aeros.
Nafen: Recibes el colgante que te entregó Aleli. Para poder usarlo efectivamente tendrás que activarlo on rol brevemente. Te dará la habilidad de convocar un solo hombre bestia que crearás tú mismo. No podrá ser más alto que un niño de 7 años, y los puntos máximos para sus stats serán 20.
- Colgante NAfen:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Recibes además los 600 aeros.
Puntaje: recibirás los 10 puntos básicos+ 11 puntos por desarrollo. Entiendo las razones por las que te retrasaste, pero me veo en la obligación se “penalizarte” por ello. Tu hilo y narrativa sin embargo, amenizaron el puntaje. También hubieron cosas en las que pudiste haberte explayado, supongo que no lo viste por las razones que conocemos.
Finalmente: Se que les hago trabajar mucho y que a veces complico los roles, pero se tienen que currar el puntaje. Dicho esto, me siento muy bien por los resultados obtenidos.
Les recuerdo que los objetos entregados se rigen por [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] norma
Thorn
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