"Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
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"Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Comenzaba la noche, y Ébano, su camino de nuevo con ella.
Había recogido sus cosas después de tomar un baño al anochecer, y era hora de seguir caminando. No llevaba más que el tejido de cuero cubriendo su pecho, y un pantalón corto y botas en el mismo material. Negro, como su capa, como la noche.
Tenía claro que quería llegar hasta las afueras de lunargenta a través del bosque, para encontrar de una vez por todas su casa, o el resto de su casa, aunque esperaba la primera opción... Sacudió la cabeza y miró la luna, resplandeciente. No quería pensar en aquello, no por el momento, aunque ya era hora de enfrentarse a lo que fuese que encontrase ahí.
Un olor peculiar llegó hasta Ébano. Un olor de un ser conocido, muy conocido, aunque no lograba identificarlo con exactitud. Fuese quien fuese, y si ella se había percatado de aquel olor, probablemente el individuo también sería consciente de que no estaba solo por aquellos bosques.
De modo que echó la vista al frente, y se quitó la capucha, sacando la melena rubia sobre la espalda e inhalando el aire puro. Sería una noche muy despejada, podían escucharse con claridad sus pasos sobre la hojarasca, y el viento entre las ramas de los árboles.
Había recogido sus cosas después de tomar un baño al anochecer, y era hora de seguir caminando. No llevaba más que el tejido de cuero cubriendo su pecho, y un pantalón corto y botas en el mismo material. Negro, como su capa, como la noche.
Tenía claro que quería llegar hasta las afueras de lunargenta a través del bosque, para encontrar de una vez por todas su casa, o el resto de su casa, aunque esperaba la primera opción... Sacudió la cabeza y miró la luna, resplandeciente. No quería pensar en aquello, no por el momento, aunque ya era hora de enfrentarse a lo que fuese que encontrase ahí.
Un olor peculiar llegó hasta Ébano. Un olor de un ser conocido, muy conocido, aunque no lograba identificarlo con exactitud. Fuese quien fuese, y si ella se había percatado de aquel olor, probablemente el individuo también sería consciente de que no estaba solo por aquellos bosques.
De modo que echó la vista al frente, y se quitó la capucha, sacando la melena rubia sobre la espalda e inhalando el aire puro. Sería una noche muy despejada, podían escucharse con claridad sus pasos sobre la hojarasca, y el viento entre las ramas de los árboles.
Ébano
Aerandiano de honor
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Había andado lo suficiente ya entre los árboles como para echarme en una rama y contemplar la luna, mi mirada se perdía en aquella inmensa bola de queso como algunos humanos la llamabas. Dí un tremendo bostezo, sinónimo de hambre a lo que estiré un brazo hacia un costado y brotó un pequeño durazno y sin pensarlo lo tomé, dando un mordisco agradecí a los Dioses y comencé a saborear ignorando de cualquier manera lo que sucedía en mi entorno hasta que no pude evitar sentir como mis orejas saltaban.
Compañía de nuevo.. Musité lanzando aquella semilla de durazno a lo lejos, mientras inclinaba mi cabeza hacia abajo y podía observar a una chica rubia quitándose una capucha y de pronto sus pasos se escuchaban mas fuertes, al parecer estaba exactamente debajo de mí, simplemente me mantuve en quietud saltando muy sigilosamente entre las ramas, siguiendo sus pasos y evitando cualquier sonido estruendoso.
Mi olor era como el de los animales, llevaba una capa encima de la cabeza evitando que mis puntiagudas orejas se pudiesen ver, mi altura era normal, pasaría desapercibido.
Compañía de nuevo.. Musité lanzando aquella semilla de durazno a lo lejos, mientras inclinaba mi cabeza hacia abajo y podía observar a una chica rubia quitándose una capucha y de pronto sus pasos se escuchaban mas fuertes, al parecer estaba exactamente debajo de mí, simplemente me mantuve en quietud saltando muy sigilosamente entre las ramas, siguiendo sus pasos y evitando cualquier sonido estruendoso.
Mi olor era como el de los animales, llevaba una capa encima de la cabeza evitando que mis puntiagudas orejas se pudiesen ver, mi altura era normal, pasaría desapercibido.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Ébano andaba pensando en el olor del sujeto que, por otra parte, llegaba cada vez de manera más intensa. Era una mezcla entre algo animal, salvaje, y tierra mojada. ¿Un lobo, tal vez? "No, tendría los dientes fuera a estas alturas..." -pensó la chica.
Siguió caminando sumida entre los aromas de la noche y el del individuo, por el cual sentía cada vez más curiosidad. Interiormente trataba de lidiar una lucha entre su deber -no detenerse aquella noche en su camino- y su inmensa curiosidad que a tantas extravagantes situaciones la había llevado.
Y como en otras ocasiones, aquella vez no pudo ser menos.
Un objeto salió volando, supuso ella, porque pudo escuchar el musitado impacto con otras hojas. Definitivamente, alguien había, y muy cerca de ella, lo cual le suponía mayor tentación de detenerse, y por otro lado un posible peligro.
Suspiró, sabiéndose presa de ella misma, de sus instintos y su gusto por la noche, y aflojó el ritmo de los pasos. Sacudió un poco la capa sobre sus hombros dejándolos en parte a descubierto, considerándolo una muestra de buenas intenciones, descubrirse en cierto modo como señal de paz.
No obstante, tenía bien localizadas las dos dagas a ambos lados de sus claras caderas.
-Puedo olerte, y oírte, si te mueves de ese modo. -hizo una pausa antes de añadir algo que pudiera resultar ofensivo, uno de sus tantos comentarios... De modo que pensó, mejor resultar amigable, no sabía a quién se dirigía- ¿Puedo verte?
Siguió caminando sumida entre los aromas de la noche y el del individuo, por el cual sentía cada vez más curiosidad. Interiormente trataba de lidiar una lucha entre su deber -no detenerse aquella noche en su camino- y su inmensa curiosidad que a tantas extravagantes situaciones la había llevado.
Y como en otras ocasiones, aquella vez no pudo ser menos.
Un objeto salió volando, supuso ella, porque pudo escuchar el musitado impacto con otras hojas. Definitivamente, alguien había, y muy cerca de ella, lo cual le suponía mayor tentación de detenerse, y por otro lado un posible peligro.
Suspiró, sabiéndose presa de ella misma, de sus instintos y su gusto por la noche, y aflojó el ritmo de los pasos. Sacudió un poco la capa sobre sus hombros dejándolos en parte a descubierto, considerándolo una muestra de buenas intenciones, descubrirse en cierto modo como señal de paz.
No obstante, tenía bien localizadas las dos dagas a ambos lados de sus claras caderas.
-Puedo olerte, y oírte, si te mueves de ese modo. -hizo una pausa antes de añadir algo que pudiera resultar ofensivo, uno de sus tantos comentarios... De modo que pensó, mejor resultar amigable, no sabía a quién se dirigía- ¿Puedo verte?
Ébano
Aerandiano de honor
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Desde las alturas seguía inclinado viendo hacia abajo, notando como aquella chica rubia cada vez se acercaba un poco mas, continuaba moviéndose y con ella lo hacía yo, hasta que aflojó el paso y poco a poco caminó mas lento y por ende hice lo mismo que ella, movilizándome entre las ramas al mismo ritmo, aquella chica parecía humana pero había visto tantas cosas en el bosque que todo era posible. Cuando observé que descubrió sus hombros sonreí, hasta que mi sonrisa fue borrada por su comentario, ya sabía que estaba con ella, a lo que grité como un lobo. ¡AUUUUU! Acto seguido salté desde la rama dando un par de volteretas y cayendo frente a la chica con los pies inclinados, respondiendole con una sonrisa, saludé. ¿A donde te diriges? Pregunté sujetando aún mas el gorro a mi cabeza evitando que mis puntiagudas orejas se pudieran ver, además continuaba aquella sonrisa dibujada en mi rostro, una hermosa y perfecta sonrisa blanca.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Los pasos por los árboles por encima de la chica no continuaron el ritmo veloz, con lo que, supuso, el individuo también la observaba. Sonrió para sí misma, a la vez que sentía un escalofrío en los hombros, erizándose su piel.
De modo que él aminoraba su paso para alcanzarla... Interesante.
Cuando habló, obtuvo respuesta:
-¡AUUUUU! -pudo escuchar la vampiresa a través de los árboles.
Acto seguido, se detuvo; sintió los músculos tensarse y alzó una ceja, en parte por ese "aullido" y en parte porque hizo aparición, con un alto salto y volteretas que le hicieron posarse frente a ella.
Era un muchacho, en apariencia, por supuesto, no iba a caer en el error de hacer prematuras afirmaciones.
Aún con la ceja enarcada, Ébano esbozó media sonrisa enseñando sus dientes y ladeó el rostro, observándolo. Cabello claro, sobre los hombros, una prenda cubriendo su cabeza, rasgos suaves, estilizados, y cuerpo esbelto un tanto atlético... La imaginación de la chica, como de costumbre, empezó a volar, pero deshechó ideas, pues aparentaba ser muy jóven.
Lo siguiente que pensó fue que podría ser prácticamente de cualquier raza, exceptuando bio-cibernéticos y tal vez hombre-bestia, además de un lobo, o ya habrían saltado todas las alertas del cuerpo de la chica.
"Interesante encuentro, sin duda.." -pensó ella.
-¿A donde te diriges? -profirió él. Mantenía una reluciente sonrisa y la miraba. Ébano se acercó a él un par de pasos, quedando bastante cerca, a centímetros de él como acostumbraba a hacer con desconocidos. La curiosidad, algún día, acabaría por matarla... O no, esperaba ella.
Observó sus ojos muy claros, y el cabello. Ébano abrió mucho los ojos y alargó la mano hacia su pelo y acarición un mechón castaño mientras observaba sus ajustadas ropas y su rostro. Ella ladeó el rostro exáminando el de él. Su olor seguía siendole muy familiar...
-A las afueras de Lunargenta. Y es todo lo que sabrás en cuanto a dónde voy. ¿Y vos?
De modo que él aminoraba su paso para alcanzarla... Interesante.
Cuando habló, obtuvo respuesta:
-¡AUUUUU! -pudo escuchar la vampiresa a través de los árboles.
Acto seguido, se detuvo; sintió los músculos tensarse y alzó una ceja, en parte por ese "aullido" y en parte porque hizo aparición, con un alto salto y volteretas que le hicieron posarse frente a ella.
Era un muchacho, en apariencia, por supuesto, no iba a caer en el error de hacer prematuras afirmaciones.
Aún con la ceja enarcada, Ébano esbozó media sonrisa enseñando sus dientes y ladeó el rostro, observándolo. Cabello claro, sobre los hombros, una prenda cubriendo su cabeza, rasgos suaves, estilizados, y cuerpo esbelto un tanto atlético... La imaginación de la chica, como de costumbre, empezó a volar, pero deshechó ideas, pues aparentaba ser muy jóven.
Lo siguiente que pensó fue que podría ser prácticamente de cualquier raza, exceptuando bio-cibernéticos y tal vez hombre-bestia, además de un lobo, o ya habrían saltado todas las alertas del cuerpo de la chica.
"Interesante encuentro, sin duda.." -pensó ella.
-¿A donde te diriges? -profirió él. Mantenía una reluciente sonrisa y la miraba. Ébano se acercó a él un par de pasos, quedando bastante cerca, a centímetros de él como acostumbraba a hacer con desconocidos. La curiosidad, algún día, acabaría por matarla... O no, esperaba ella.
Observó sus ojos muy claros, y el cabello. Ébano abrió mucho los ojos y alargó la mano hacia su pelo y acarición un mechón castaño mientras observaba sus ajustadas ropas y su rostro. Ella ladeó el rostro exáminando el de él. Su olor seguía siendole muy familiar...
-A las afueras de Lunargenta. Y es todo lo que sabrás en cuanto a dónde voy. ¿Y vos?
Ébano
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Tenía frente a mi a toda una dama de alta alcurnia o al menos eso reflejaba la chica rubia, aquella prenda de hombro que cubría su cabeza era realmente hermosa, tenía apariencia física de alguien bastante joven pero se veían tantas cosas en los bosques que no me confiaría a la primera. Tras haberle preguntado cual era su norte esta se acercó quedando a escasos centímetros de distancia. " Vaya.. No tiene temor alguno Pensé por un instante mientras mantenía estable aquella reluciente sonrisa y la detallaba, era una mujer bastante estilizada.
La rubia tomó un mechón de su cabello y examinó mi figura, a lo que respondí enarcando una ceja, la brisa sopló un poco a lo que inmediatamente soplé hacia el frente haciendo que el cabello que tapaba mis ojos se moviera.
¿Por qué irte de acá? Es un lugar muy lindo y tranquilo.. Apenas cerré la boca mis orejas saltaron, era una señal e inmediatamente una flecha pasaba entre nosotros, a la altura de mis hombros y su cabeza, seguramente ella también había podido captar antes de que la flecha fuese disparada que provenía de algún sitio.
Aquél imprevisto no me permitió contarle acerca de mi viaje, sino que mas bien flexioné ambas rodillas y di un salto hacia atrás y mientras esto sucedía tomaba mi arco y una de las flechas, cuestión de que al caer sobre mis pies estar ya apuntando en dirección de donde venía la flecha. Abre bien tus ojos.. Son 8 Agregué escabulléndome entre las sombras.
La rubia tomó un mechón de su cabello y examinó mi figura, a lo que respondí enarcando una ceja, la brisa sopló un poco a lo que inmediatamente soplé hacia el frente haciendo que el cabello que tapaba mis ojos se moviera.
¿Por qué irte de acá? Es un lugar muy lindo y tranquilo.. Apenas cerré la boca mis orejas saltaron, era una señal e inmediatamente una flecha pasaba entre nosotros, a la altura de mis hombros y su cabeza, seguramente ella también había podido captar antes de que la flecha fuese disparada que provenía de algún sitio.
Aquél imprevisto no me permitió contarle acerca de mi viaje, sino que mas bien flexioné ambas rodillas y di un salto hacia atrás y mientras esto sucedía tomaba mi arco y una de las flechas, cuestión de que al caer sobre mis pies estar ya apuntando en dirección de donde venía la flecha. Abre bien tus ojos.. Son 8 Agregué escabulléndome entre las sombras.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
¿Por qué irte de acá? Es un lugar muy lindo y tranquilo.. -dijo él, sin apartarse de Ébano.
"Un sin miedo... interesante" -pensó ella. Pero no le dio tiempo a nada más, ni tan siquiera a contestar, pues una flecha salió zumbando de entre un lugar en los árboles y como a cámara lenta, Ébano la vio, y se precipitó a empujar al muchacho y a apartarse con el impulso, mas como vio, no hizo falta. Había estado atento y se había retirado igualmente.
"Necia, necia, necia..." -se reprendió a si misma por no haber estado más alerta y pendiente de cualquier movimiento ajeno.
Miró en derredor mientras sentía los músculos tensarse, y los dientes crecer alarmantemente tocando con sus labios, ante la posibilidad de un ataque, de pelea, de sangre. Inspiró hondo y miró al chico que se fundía con las sombras diciendo: -Abre bien los ojos... Son ocho.
Supuso que sería elfo, pues por sus formas estilizadas y habilidad visual, no quedaban muchas más posibilidades, aunque seguía sin querer hacer suposiciones sin pruebas.
La vampiresa caminó sigilosamente hasta unos troncos muy juntos, se situó entre ellos y se desprendió de la pesada capa. Sacó ambas dagas, una en la bota y otra en las caderas, y flexionó el cuello, a la espera del ataque. O no. Tal vez viajeros con una flecha extaviada... "Bah, a quien quiero engañar" -pensó. Casi con toda seguridad era un ataque, y eso suponía que era la hora de cenar.
Empuñó ambas dagas y se dejó invadir por el deseo de sangre. Localizó a su compañero y esperó los pasos que de seguro estaban en camino. Estaban en un claro, el muchacho en el lado opuesto a la vampiresa, ambos ocultos.
Y entonces, hicieron aparición. Eran ocho, como bien había predicho el chico, pero dos de ellos eran rehenes. Un muchacho y una muchacha con pañuelos en la boca para no emitir sonidos y las manos sobre la espalda, atadas con cuerdas. Ellos mismos estaban también atados entre sí con las cuerdas, y uno de los, llamémoslos bandidos, tiraba con fuerza de ambos rehenes.
Hablaban apresuradamente y al parecer habían apretado el paso cuando se dieron cuenta de las voces en el claro donde estaban Ébano y el muchacho. Se desplegaron y miraron alrededor, dejando en medio a los rehenes, de los cuales la chica sollozaba nerviosamente, temblaba, y miraba con ojos frenéticos al otro cautivo, que miraba desafiante alrededor, a pesar del temblor de sus hombros.
Ébano no sabía qué haría su compañero, pero no estaba dispuesta a quedarse quieta para comprobar cuán afiladas estaban las flechas de los bandidos, de modo que sin ser oída se desplazó entre los árboles en circulos, rodeandolos y les habló.
-Exijo saber por qué habéis disparado. Quienes sois.
"Un sin miedo... interesante" -pensó ella. Pero no le dio tiempo a nada más, ni tan siquiera a contestar, pues una flecha salió zumbando de entre un lugar en los árboles y como a cámara lenta, Ébano la vio, y se precipitó a empujar al muchacho y a apartarse con el impulso, mas como vio, no hizo falta. Había estado atento y se había retirado igualmente.
"Necia, necia, necia..." -se reprendió a si misma por no haber estado más alerta y pendiente de cualquier movimiento ajeno.
Miró en derredor mientras sentía los músculos tensarse, y los dientes crecer alarmantemente tocando con sus labios, ante la posibilidad de un ataque, de pelea, de sangre. Inspiró hondo y miró al chico que se fundía con las sombras diciendo: -Abre bien los ojos... Son ocho.
Supuso que sería elfo, pues por sus formas estilizadas y habilidad visual, no quedaban muchas más posibilidades, aunque seguía sin querer hacer suposiciones sin pruebas.
La vampiresa caminó sigilosamente hasta unos troncos muy juntos, se situó entre ellos y se desprendió de la pesada capa. Sacó ambas dagas, una en la bota y otra en las caderas, y flexionó el cuello, a la espera del ataque. O no. Tal vez viajeros con una flecha extaviada... "Bah, a quien quiero engañar" -pensó. Casi con toda seguridad era un ataque, y eso suponía que era la hora de cenar.
Empuñó ambas dagas y se dejó invadir por el deseo de sangre. Localizó a su compañero y esperó los pasos que de seguro estaban en camino. Estaban en un claro, el muchacho en el lado opuesto a la vampiresa, ambos ocultos.
Y entonces, hicieron aparición. Eran ocho, como bien había predicho el chico, pero dos de ellos eran rehenes. Un muchacho y una muchacha con pañuelos en la boca para no emitir sonidos y las manos sobre la espalda, atadas con cuerdas. Ellos mismos estaban también atados entre sí con las cuerdas, y uno de los, llamémoslos bandidos, tiraba con fuerza de ambos rehenes.
Hablaban apresuradamente y al parecer habían apretado el paso cuando se dieron cuenta de las voces en el claro donde estaban Ébano y el muchacho. Se desplegaron y miraron alrededor, dejando en medio a los rehenes, de los cuales la chica sollozaba nerviosamente, temblaba, y miraba con ojos frenéticos al otro cautivo, que miraba desafiante alrededor, a pesar del temblor de sus hombros.
Ébano no sabía qué haría su compañero, pero no estaba dispuesta a quedarse quieta para comprobar cuán afiladas estaban las flechas de los bandidos, de modo que sin ser oída se desplazó entre los árboles en circulos, rodeandolos y les habló.
-Exijo saber por qué habéis disparado. Quienes sois.
Ébano
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Desde mi posición podía observar a la chica rubia moverse hasta los troncos de manera muy sigilosamente.. Humana no parece.. Pensé por un instante ya que muchas veces me había topado con humanos y estos resultaban ser bastante toscos, aún así, lo más ágiles en su presencia el aura era un poco mas fría. Tanta pensadera me hizo ignorar el hecho de que se había despojado de su capa, pero logré ver como tomaba dos dagas, una de su bota y la otra de sus caderas. Esbocé una media sonrisa y continué quieto. Hasta que los pasos se hicieron cada vez mas fuertes y logramos observar que llevaban consigo rehenes cuyas manos estaban atadas entre sí y de espaldas.
Desde mi posición entre las sombras decidí colgar mi arco en la espalda y guardar la flecha en el carcaj, de pronto la chica rubia rodaba entre los árboles con una agilidad increíble. Humana no es.. Pensé mientras ella se disponía a hablarle a los bandidos, velozmente llevé una de mis manos a la ebilla de mi pantalón y tomé una daga.. Dolerá un poco dije por lo bajo cuando observando a los rehenes en el medio de los bandidos, me dispuse a lanzar la daga agilmente, la que rompió la cuerda de ambos rehenes pero que a su vez también hizo pequeños cortes en sus muñecas.
No esperaría ver si corrían o si por el nervio se quedarían paralizados, sin esperar respuesta de ninguno de los bandidos tomé dos dagas mas y las lancé a dos de los sujetos, a los mas grandes clavando una directo al corazón y la otra en la columna vertebral, pues uno estaba de espalda y por razones obvias quedaría paralizado el bandido.
Desde mi posición entre las sombras decidí colgar mi arco en la espalda y guardar la flecha en el carcaj, de pronto la chica rubia rodaba entre los árboles con una agilidad increíble. Humana no es.. Pensé mientras ella se disponía a hablarle a los bandidos, velozmente llevé una de mis manos a la ebilla de mi pantalón y tomé una daga.. Dolerá un poco dije por lo bajo cuando observando a los rehenes en el medio de los bandidos, me dispuse a lanzar la daga agilmente, la que rompió la cuerda de ambos rehenes pero que a su vez también hizo pequeños cortes en sus muñecas.
No esperaría ver si corrían o si por el nervio se quedarían paralizados, sin esperar respuesta de ninguno de los bandidos tomé dos dagas mas y las lancé a dos de los sujetos, a los mas grandes clavando una directo al corazón y la otra en la columna vertebral, pues uno estaba de espalda y por razones obvias quedaría paralizado el bandido.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Salió como de la nada. Ébano vio pasar casi ante ella una daga de un extremo del claro, atravesó el espacio y del mismo modo pasó entre ambos rehenes, que ni la vieron llegar. Se rasgaron sus ataduras, les quedaron arañazos, pero ahora eran libres. O no.
Se quedaron en medio del tumulto mientras los bandidos miraban en derredor, nerviosos.
"Mierda mierda mierda... Necio..." - pensaba la chica. Ahora los bandidos podrían decidir matar a aquellos dos, porque sí, por sentirse inseguros. Trató de pensar con fluidez y vio, de la nada de nuevo, salir dos dagas que acabaron con dos de los maleantes.
Cuatro restaban ahora. La mujer, en medio de todo chilló horrorizada y se acuclilló allí en medio, el hombre trató de protegerla con su cuerpo, y entonces la vampiresa decidió intervenir.
-Ya basta. Id por donde habéis venido y dejad los rehenes aquí. Nadie más saldrá herido. -dijo Ébano en un intento de serenar la situación. No le apetecía lidiar con más culpa en su cabeza.
-¡¡Quienes sois!! ¡¡Descubríos!! Estúpidos... ¡¡Ignorantes!! ¡¡Volveremos!! -dijo uno de ellos. Dio media vuelta y echó a correr con los otros tres detrás. La muchacha sollozaba ahí en medio, y ahora el hombre parecía desorientado, no sabía qué hacer con ella. ¿No se conocían después de todo?
Miraban frenéticos alrededor. "Normal..." - pensó ella. Pensó, también, que tal vez su compañero debería salir antes que ella, pues era una vampiresa y no estaba segura de ser bien recibida.
Se quedaron en medio del tumulto mientras los bandidos miraban en derredor, nerviosos.
"Mierda mierda mierda... Necio..." - pensaba la chica. Ahora los bandidos podrían decidir matar a aquellos dos, porque sí, por sentirse inseguros. Trató de pensar con fluidez y vio, de la nada de nuevo, salir dos dagas que acabaron con dos de los maleantes.
Cuatro restaban ahora. La mujer, en medio de todo chilló horrorizada y se acuclilló allí en medio, el hombre trató de protegerla con su cuerpo, y entonces la vampiresa decidió intervenir.
-Ya basta. Id por donde habéis venido y dejad los rehenes aquí. Nadie más saldrá herido. -dijo Ébano en un intento de serenar la situación. No le apetecía lidiar con más culpa en su cabeza.
-¡¡Quienes sois!! ¡¡Descubríos!! Estúpidos... ¡¡Ignorantes!! ¡¡Volveremos!! -dijo uno de ellos. Dio media vuelta y echó a correr con los otros tres detrás. La muchacha sollozaba ahí en medio, y ahora el hombre parecía desorientado, no sabía qué hacer con ella. ¿No se conocían después de todo?
Miraban frenéticos alrededor. "Normal..." - pensó ella. Pensó, también, que tal vez su compañero debería salir antes que ella, pues era una vampiresa y no estaba segura de ser bien recibida.
Ébano
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
La chica rubia os alentó a irse, pero de seguro si lo hacían volverían con mas, a lo que salté a una de las ramas nuevamente y dije en voz firme Conozco este bosque .. Entre las sombras de las ramas me perdí saltando entre estas y llevando empuñado mi arco, junto a una flecha roja que sin pensar, lancé a lo lejos a uno de los maleantes directamente en su espalda.
Mientras tanto en aquél sitio estaba uno de los maleantes con vida pero con la daga en su espalda clavada, lo que le impedía moverse.
De pronto un cuchillo rústico pasó por mi hombro derecho, traté de omitir cualquier sonido También ven en la oscuridad.. Me alerté, pero escuché un grito a lo lejos y el gruñir de una bestia, al parecer uno de los tres maleantes que seguía vivo estaba siendo devorado por una criatura, me despisté y sentí un golpe en la nuca, ¿una roca tal vez? caí al suelo arrodillado, pero como pude me levanté tomé otra daga y se la encesté en el cuello, como pude corrí, tome la daga y me escabullí hasta donde se encontraba la vampiresa, en ese sitio caí desmayado.
Mientras tanto en aquél sitio estaba uno de los maleantes con vida pero con la daga en su espalda clavada, lo que le impedía moverse.
De pronto un cuchillo rústico pasó por mi hombro derecho, traté de omitir cualquier sonido También ven en la oscuridad.. Me alerté, pero escuché un grito a lo lejos y el gruñir de una bestia, al parecer uno de los tres maleantes que seguía vivo estaba siendo devorado por una criatura, me despisté y sentí un golpe en la nuca, ¿una roca tal vez? caí al suelo arrodillado, pero como pude me levanté tomé otra daga y se la encesté en el cuello, como pude corrí, tome la daga y me escabullí hasta donde se encontraba la vampiresa, en ese sitio caí desmayado.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Todo pasó demasiado rápido. Y a pesar de la audaz vista de la chica y el oído, de pronto, uno de los maleantes tenía una daga clavada y estaba herido en el suelo. Se adelantó, no lo pensó dos veces, entró al claro localizando con la miraba a los restantes, constantemente. Agarró del brazo a la muchacha y al chico rehenes, y reanudó el camino de vuelta, impasible.
La miraban con miedo, y la muchacha chillaba, Ébano la miró significativamente para hacerla callar. Entendía que la mirasen así, el trato no era el más adecuado, pero no estaba para exquisiteces. Tenía sed, era de noche y había mucha sangre. Estaba necesitando más autocontrol del previso.
Con esto, en un abrir y cerrar de ojos, estaba de vuelta entre los árboles, con los rehenes a cuestas, que apoyó en un árbol.
-No hagáis ruido, podría ser peor. Todo pasará pronto. -dijo suavizando el tono con la última frase, sabiendo que alguna bestia estaba dando buena cuenta de los cadáveres. Flexionó el cuello la vampiresa, ante el seductor aroma de la sangre.. Pero sacudió la cabeza con el sonido.
Y sin previo aviso, escuchó un quejido del otro muchacho, el de pelo plateado con el que antes se había encontrado, se había olvidado de él...
Ébano se giró al lugar de donde parecía venir el sonido, desenfundó la última daga y echó a andar, veloz, pero no dio ni cuatro pasos cuando el chico apareció tambaleandose con expresión lívida y cayó ante ella.
-Joder.... ¡Por los dioses! -dijo ella casi para si misma. Miró al cielo, esperando tener tiempo aún, y haciendo acopio de la fuerza de su raza, cogió al chico por un hombro y lo levantó, lo llevó a cuestas hasta donde estaban los demás y se arrodilló junto a él. Tenía que pensar, y rápido. No sabía si podían volver.
Miró a la pareja. -No os vayáis lejos, cuantos más seamos, mejor. No sabemos si van a volver, no sabemos nada. -decía mientras sacaba de su bolsa una botella de vino. La descorchó, dio un trago y la roció por la cara del chico para que despertase, y luego por su herida, para desinfectarla, en la nuca. No era grave, pero la contusión le produciría el mareo, seguro, ya que la herida era solo un rasguño..
-Nos sorprendieron en el bosque, ella es mi prima. Nos dirigíamos a comerciar a una aldea, hierbas y setas raras. Esto solía ser un bosque tranquilo... Sentimos la intromisión, estamos realmente agradecidos.. eh....
-Ébano. Pueden llamarme así. Es una suerte que estuviesemos aquí y que haya salido bien.
Él la miraba aún con recelo mientras acunaba a su prima, sollozante todavía.
La miraban con miedo, y la muchacha chillaba, Ébano la miró significativamente para hacerla callar. Entendía que la mirasen así, el trato no era el más adecuado, pero no estaba para exquisiteces. Tenía sed, era de noche y había mucha sangre. Estaba necesitando más autocontrol del previso.
Con esto, en un abrir y cerrar de ojos, estaba de vuelta entre los árboles, con los rehenes a cuestas, que apoyó en un árbol.
-No hagáis ruido, podría ser peor. Todo pasará pronto. -dijo suavizando el tono con la última frase, sabiendo que alguna bestia estaba dando buena cuenta de los cadáveres. Flexionó el cuello la vampiresa, ante el seductor aroma de la sangre.. Pero sacudió la cabeza con el sonido.
Y sin previo aviso, escuchó un quejido del otro muchacho, el de pelo plateado con el que antes se había encontrado, se había olvidado de él...
Ébano se giró al lugar de donde parecía venir el sonido, desenfundó la última daga y echó a andar, veloz, pero no dio ni cuatro pasos cuando el chico apareció tambaleandose con expresión lívida y cayó ante ella.
-Joder.... ¡Por los dioses! -dijo ella casi para si misma. Miró al cielo, esperando tener tiempo aún, y haciendo acopio de la fuerza de su raza, cogió al chico por un hombro y lo levantó, lo llevó a cuestas hasta donde estaban los demás y se arrodilló junto a él. Tenía que pensar, y rápido. No sabía si podían volver.
Miró a la pareja. -No os vayáis lejos, cuantos más seamos, mejor. No sabemos si van a volver, no sabemos nada. -decía mientras sacaba de su bolsa una botella de vino. La descorchó, dio un trago y la roció por la cara del chico para que despertase, y luego por su herida, para desinfectarla, en la nuca. No era grave, pero la contusión le produciría el mareo, seguro, ya que la herida era solo un rasguño..
-Nos sorprendieron en el bosque, ella es mi prima. Nos dirigíamos a comerciar a una aldea, hierbas y setas raras. Esto solía ser un bosque tranquilo... Sentimos la intromisión, estamos realmente agradecidos.. eh....
-Ébano. Pueden llamarme así. Es una suerte que estuviesemos aquí y que haya salido bien.
Él la miraba aún con recelo mientras acunaba a su prima, sollozante todavía.
Ébano
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
Estaba inconsciente o eso creía, no tenía mucha fuerza, pero aquella vampiresa tenía la fuerza suficiente como para cargarme de un hombro, desde ese momento no recordé absolutamente nada, mas que de pronto estaba abriendo los ojos con un poco de vino que esparció la chica en mi rostro. Cof cof Me había ahogado con mi propia saliva, algo embarazoso.. Cuando me compuse sobre una roca que tenía detrás agradecí a Ébano, como antes había dicho que se llamaba. Soy Saintus.. Dije ya habiéndome integrado, traté de levantarme pero comenzó a dolerme la cabeza y sufrí un poco de mareo. ¿Crees que debemos ayudarlos a seguir a su aldea o nos vamos? Pregunté inmediatamente a la rubia pequeña. Y gracias.. Caminé hasta la parejita y coloqué ambas manos sobre sus heridas elevando plegarias a los dioses elfos, un idioma que no conocerían, de pronto, sus heridas comenzaron a arder un poco producto de que cicatrizaban de manera eficaz.
Había quedado al descubierto, podian saber que era un elfo, aún asi no me importaba, de pronto se escuchaban a los animales del bosque con sus diferentes cantareas, uno que otro buho ululando, un par de ranas croando y animales salvajes que parecían cazar.
No teman, los animales del bosque no tienen instinto asesino.. Quería una respuesta de la rubia ya. Después de todo, no eran familiares míos, y dejarlos alli tirados me daba igual, esperando la respuesta de la rubia comencé a acomodar mis dagas de nuevo, y boté una de las flechas que había roto sin intención.
Había quedado al descubierto, podian saber que era un elfo, aún asi no me importaba, de pronto se escuchaban a los animales del bosque con sus diferentes cantareas, uno que otro buho ululando, un par de ranas croando y animales salvajes que parecían cazar.
No teman, los animales del bosque no tienen instinto asesino.. Quería una respuesta de la rubia ya. Después de todo, no eran familiares míos, y dejarlos alli tirados me daba igual, esperando la respuesta de la rubia comencé a acomodar mis dagas de nuevo, y boté una de las flechas que había roto sin intención.
Saintus
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Re: "Noche a descubierto. " Interpretativo - libre. Saintus.
El muchacho recobraba el sentido, entre toses y vino escupido. Empezaba a tornar el color a sus mejillas. Ébano tenía un oído puesto en la bestia que devoraba al resto herido en el claro, la chica queria irse de allí y pronto. Echó una mirada rápida a los recién liberados rehenes mientras ecuchaba el comentario del elfo:
-Cof cof. Soy Saintus.. -decía. -Bien, encantada. ¿Puedes levantarte? -inquirió la chica, pero rápidamente, él le inquirió a la vampiresa sobre los recién aparecidos:
-¿Crees que debemos ayudarlos a seguir a su aldea o nos vamos? Y gracias.. -decía mientras se levantaba e iba hasta ellos. Dispuso sus manos sobre las heridas y se dispuso a sanarlas. Aquello le recordó a alguien.. Enrojeció y sacudió la cabeza. Miró de nuevo al chico fijamente y sopesó la idea.
-Es decisión suya. Pueden quedarse, o irse, pero para amas opciones necesitan estar bien. Tal vez con tu magia haya bastado. -dijo mirándolos ella, a ambos, fijamente.
-La molestia deja de ser física. Volveremos a casa, no es momento de seguir con lo nuestro. -dijo el muchacho abrazando por un hombro a susodicha prima. Él miraba a Saintus con reticencia, era obvio que había notado el tono de desagrado en la voz de Saintus, o al menos Ébano lo había notado.
-No teman, los animales del bosque no tienen instinto asesino.. -dijo el elfo en un tono más tranquilizador... Ébano miró al cielo, algún pájaro cruzaba el firmamento, ululaban los búhos, y el resto de sonidos y aromas eran tan perceptibles...
-No, es cierto.. El peligro no son los animales. -dijo ella enseñando los colmillos en una sonrisa. Se giró y miró a la pareja. Asintió a modo de saludo y ellos comenzaron a caminar de vuelta, con un escueto "Buenas noches" por parte de ellos. Los sollozos de la muchacha se oían aún en la lejanía.
-Bueno. Parece que podemos seguir el camino, ¿no? -dijo Ébano mirando diréctamente a Saintus. Pasó por su lado pegada a él y a su brazo. -Ignoro tus quehaceres, pero yo debería atender los míos. Continuaré sola, si no te importa. Buenas noches, ve con cuidado. -dijo, y apresuró el paso.
Había recapacitado y encontrar los restos de su hogar o... su hogar, entero, esperaba, era su principal meta en ese momento. Y continuar acompañada solo ralentizaría sus pasos.
-Cof cof. Soy Saintus.. -decía. -Bien, encantada. ¿Puedes levantarte? -inquirió la chica, pero rápidamente, él le inquirió a la vampiresa sobre los recién aparecidos:
-¿Crees que debemos ayudarlos a seguir a su aldea o nos vamos? Y gracias.. -decía mientras se levantaba e iba hasta ellos. Dispuso sus manos sobre las heridas y se dispuso a sanarlas. Aquello le recordó a alguien.. Enrojeció y sacudió la cabeza. Miró de nuevo al chico fijamente y sopesó la idea.
-Es decisión suya. Pueden quedarse, o irse, pero para amas opciones necesitan estar bien. Tal vez con tu magia haya bastado. -dijo mirándolos ella, a ambos, fijamente.
-La molestia deja de ser física. Volveremos a casa, no es momento de seguir con lo nuestro. -dijo el muchacho abrazando por un hombro a susodicha prima. Él miraba a Saintus con reticencia, era obvio que había notado el tono de desagrado en la voz de Saintus, o al menos Ébano lo había notado.
-No teman, los animales del bosque no tienen instinto asesino.. -dijo el elfo en un tono más tranquilizador... Ébano miró al cielo, algún pájaro cruzaba el firmamento, ululaban los búhos, y el resto de sonidos y aromas eran tan perceptibles...
-No, es cierto.. El peligro no son los animales. -dijo ella enseñando los colmillos en una sonrisa. Se giró y miró a la pareja. Asintió a modo de saludo y ellos comenzaron a caminar de vuelta, con un escueto "Buenas noches" por parte de ellos. Los sollozos de la muchacha se oían aún en la lejanía.
-Bueno. Parece que podemos seguir el camino, ¿no? -dijo Ébano mirando diréctamente a Saintus. Pasó por su lado pegada a él y a su brazo. -Ignoro tus quehaceres, pero yo debería atender los míos. Continuaré sola, si no te importa. Buenas noches, ve con cuidado. -dijo, y apresuró el paso.
Había recapacitado y encontrar los restos de su hogar o... su hogar, entero, esperaba, era su principal meta en ese momento. Y continuar acompañada solo ralentizaría sus pasos.
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Off Rol: ¡salgo del tema! Está inactivo y preciso del hueco de rol
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Ébano
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