[Cerrado] Diario de Magita con su arco y flechas [Interpretativo][Privado]

    Era un día soleado en un segmento hermoso del bosque, tranquilo y callado, podría escuchar mis propios latidos con facilidad si así lo quisiera.

    Había un excelente aroma que anunciaba la mañana, todas las plantas se habían despertado y estaban listas para sonreír al sol, y yo estaba dispuesta a hacer lo mismo.

    -Buenos días día- sonrío levemente mientras miro a mi alrededor y extiendo mis brazos con un arco en la mano.

    Me percato de tener todo lo necesario para empezar, así que comienzo la mañana revisando toda la zona y el área que utilizaré. Después de asegurarme de estar sola y tranquila, respiro profundamente para llenarme de ánimos para empezar la jornada. Observo mi arco, analizo su tamaño, siento su textura, estudio su resistencia, me acostumbro a su peso. La mano que tengo libre la llevo a mi espalda y de un morralito pequeño saco una flecha, la estudio de la misma forma que al arco; tenía mucho tiempo sin tocar mi viejo arco y mucho más tiempo sin lanzar alguna flecha.

Arco:

Flecha:

    Tomo la flecha y la coloco en su respectiva posición, colocando su colita en la delgada cuerda del arco que empiezo a halar para atrás hasta soltarla y ver el patético resultado de mi primer intento -esto es por esos 6 meses sin practicar- pienso.

    Mi segundo intento llegó más lejos que el primero, la flecha dibujó una pequeña parábola que podría haber matado a cualquier sapito que estuviese cerca, a mi alcance... pero hubiese sido más efectivo y rápido pisarlo...

    Mi cuarto intento logró hacer una línea recta durante unos 3 o 4 segundos. Me detengo para respirar, meditar mis errores y armarme de paciencia. En mi décima lanzada logré impactar suavemente un árbol que se encontraba en el bosque, sin embargo mi flecha no se enterró dentro de la corteza de aquel árbol, sin embargo me dio mucho aliento poder impactar, al fin y al cabo, ya yo se supone que sabía manejar un arco y flecha. En mi vigésimo intento ya tenía el control del arco y me sentía mucho más segura de mi misma, no del todo pero sentía como los aprendizajes de mi infancia volvían a surgir de mi cuerpo.

    Las primeras 50 flechas fueron lanzadas con dedicación, una por una, meditando los errores de la flecha anterior a esa y me sirvió bastante para agarrar confianza. Pero a partir de la flecha 50, empecé a lanzar las 25 flechas que dispone mi morralito de forma rápida y seguida fingiendo ser una súper arquera profesional y dando vueltas en el piso para parecer que hago movimientos impresionantes... algunas cosas salieron bien, otras no tanto pero ya estaba feliz, sentía que había recuperado la magia y que poco a poco lograría ser más precisa en cuanto a mis flechas.

    Luego de mi agotadora imitación de súper héroe con mala puntería me acuesto en el verde césped a mirar el cielo y pensar como podría enseriar mi entrenamiento. Así que lo dividí en varias etapas.

Etapas:

Cosas que debo practicar constantemente:

    Me levanté de mi suave cama verde y empecé a entrenar serio, así que di algunos pasos hacia atrás para alejarme unos 3 metros de mi objetivo fijo y empezar a lanzar las siguientes 25 flechas una por una meditando cada lanzamiento y los últimos tres me dejaron bastante complacida, recogí otra vez todas las flechas que estaban sobre el verde pasto, me seque un poco el sudor por las lanzadas y por el sol que le daba calorcito a mi cuerpo y seguí lanzando unas 25 flechas más pero con más fuerza esperando enterrar bien las flechas al árbol, y de esas 25 logré enterrar 10.

    Volví a recoger las flechas y a proponerme a lanzar las últimas 25 flechas por hoy de la cuál logro enterrar 17.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: 125
Horas de Entrenamiento: 3h
Etapa entrenada: Lanzamiento Fijo y Corto
Logros del entrenamiento: Acostumbrarme otra vez al arco y la flecha, lograr enterrar 27 flechas en la corteza de un árbol a 3m de distancia.

Referencias en cuanto mediciones:

    -Es un nuevo día- pensé mientras estiraba mi cuerpo al amanecer – y tengo ya un día que no entreno- hago una breve pausa - si no soy constante entonces no llegaré a nada y cualquier lobo feroz me podrá comer con facilidad si decido andar sola por las partes más peligrosas de la isla...- añado a mis pensamientos – y de seguro que mi sabor es sabroso y pondré en peligro a más niños- analizo mientras lamo mi brazo para verificar mi sabor... - realmente mi sabor no es mejor que el de un pastelito- imagino un pastelito. Tenía tiempo sin comer algo tan delicioso y esponjoso.

    Aún recuerdo el delicioso sabor que se esparcía en mi paladar aquellos días en las fiestas a las que asistí, y recordé aquella lluvia de animalitos sabrosos en la fiesta de los brujos -como me encantaría tener uno de esos ahorita-

    -Bueno, bueno, es hora de concentrarse- digo mientras sigo pensando en pastelitos – ya me cansé de las fruticas... si en esta práctica todo va bien me premiare comiéndome un ponquesito en la tarde- digo animada.

    El día estaba frío y con algunas nubes tapando el sol, temía que algunas lágrimas de Dioses quisieran arruinar mi práctica, así que empecé por retomar mi entrenamiento en donde lo dejé, me alejé de un árbol unos 3 metros y empecé por lanzar mis 25 flechas, una a una, sin mucho análisis, sin mucha velocidad, sólo estaba preparandome, pero mi cuerpo temblaba y mis músculos se comenzaron a tensar, el frío estaba inundandome, así que trote unos minutos después de lanzar las flechas para mantener mi cuerpo caliente, pero no sirvió de nada, ya que la lluvia me alcanzó y se llevó mis ganas de entrenar.

Lluvia:

    Me quede embobada mirando la lluvia caer y ver como poco a poco se detenía para dejar ver unos rayitos de sol, que aparentaban no durar mucho; el clima parecía estar realmente indeciso ese día, me refugié bajo un árbol a esperar que el ambiente fuese apto para salir y escapar en busca de ponquesitos; realmente me parecía aburrido entrenar hoy, sólo pensaba en los ricos dulces que podría comerme en Beltrexus.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: 25
Horas de Entrenamiento: 10 minutos
Etapa entrenada: Ninguna
Logros del entrenamiento: Día perdido

    Que perdida de tiempo aquel día, claro, en cuanto a mi entrenamiento, de resto puedo considerar que la pasé bien.

    Me acerqué al pueblo de Beltrexus, asistí a una excelente panadería con un ambiente muy hogareño y cálido para encontrarme con la presencia de un parca y un joven muy muy blanco, este último fue muy amable y caballero conmigo, me brindo unos cuantos ponquesitos sabrosos y luego se dirigió a su posada. Por otro lado pude pasar mucho más tiempo con el hombre encapuchado, resultó ser un brujo feo y arrugado, super pesimista pero un gran maestro del fuego; sus intenciones no eran malas  y fue forzosamente amable para llevarme por el bosque hacia la casa de un extraño. Disfruté mucho el paseo ya que tuve momentos de adrenalina, pelea y amor con aquel feo ser, pero aprendí que no debo limitarme sino aprovechar las pequeñas cositas que tengo cerca (comer animales pequeños en vez de pretender cazar un oso, por ejemplo).

    El tal Neros (el encapuchado) me dejó sola en medio camino para que continuara con unas vagas señalizaciones; no me gustó para nada su actitud, sin embargo no puedo pretender tenerlo amarrado de por vida así que seguí, estaba sola en el bosque, en donde estaba al principio, odio estar sola; pero así son las cosas, debo condicionar mi mente para aprender a sobrevivir por mis medios sin depender de nada ni de nadie y valerme por mis propios meritos, pero... odio estar sola. Extraño querer de verdad.

    Seguí el camino descrito por el brujo y me ayude con un mapa que me obsequio una señorita llamada Leinil para poder acercarme a una cabañita en las afueras del lugar, pretendía dormir aquella noche ahí y esto fue lo que sucedió:

    Llegue con mucha sed a la cabañita ya que en el camino me había tomado un pequeño aperitivo, la puerta de madera se abrió y se asomo un hombre alto, peludo, musculoso y con pinta de mala fama con cara de extrañado y desilusionado porque no era la visita que él estaba esperando.

- Quien eres tu y qué haces aquí?- dijo el hombre con un tono de mal humor.

- Eres Zach Gorét?- le pregunto usando el mapa de ayuda.

- Si, y tu eres?- hizo una breve pausa – Ah... ya sé quien eres... eres la cosita chiquitica que tengo que cuidar hasta que llegue Leinil a buscarte- dijo mientras se frotaba la frente.

- Soy Magazubi, un placer-

- Prefiero decirte cosita chiquitica – dijo en tono despectivo.

    Levanté una ceja al sentirme ofendida por aquella etiqueta dada así que sin más presentaciones le lancé un golpe directo a la boca del estomago con todas mis fuerzas y pase sin su permiso a su casa; él se acerco a mi unos segundos después y me indicó que se tenía que ir ya que iba a salir con una “amiga” y me dio permiso para agarrar alguna de sus bebidas alcohólicas de su despensa.

- Ahí también tienes un sofá para dormir... y si te portas mal te lanzo a los lobos- dijo terminando de explicar las condiciones a las que estaba sujeta bajo su techo.

- Lobos?- digo un poco nerviosa  y asutada pero dudando que esté hablando en serio.

- Si, tengo una loba y un lobo, seguro están ahorita destripando a cualquier cosa viviente que se les atraviesen, no son muy amistosos y menos con los extraños- dijo como vegandose del golpe y yéndose de la casa con mucha prisa por su gran cita.

    Perpleja por la nueva información suministrada lo único que quería hacer era huir – me gustan los animalitos, son lindos pero de lejos, de esos que sé que no me harán daño, pero... - No aguanté, revise la cabaña de pies a cabeza, buscaba alguna forma de distraerme, tomé agua e hice todo lo posible para no dormirme en espera de las grandes amenazas lobunas – No puedo dormirme. Y si esas cosas me comen viva?- pensaba constantemente.

    A media noche se abrió la puerta, llego Zach con un tumbado al caminar diferente y una enorme sonrisa en la cara, yo abrí bien mis ojos y lo mire con alivio al ver que no era un lobo. El hecho de que me encontrara en el sofá despierta y paranoica le produjo un ataque de risa al brujo.

- Jajajaaaa si eres tontaaaa... Mis bebes hoy están de guardia en una transacción, me los traen mañana- decía mientras no podía dejar de reírse.

    Mi cara de molesta no podía esconderla, realmente aquel peludo había jugado bien, logró alarmarme y sin mucho esfuerzo. - Te odiooooo, dormiré en tu cama por malo...- le dije mientras me dirigí a la cama; en cuanto él estaba satisfecho y feliz por tenerme despierta toda la noche preocupada y no le molesto mucho mi decisión de dormir en su cama entonces se acostó en el sofá aun riéndose de su logro.

    Al día siguiente me presento a sus “bebes”, los hizo entender que estaría en la casa un tiempo y que no me atacaran a menos que él lo mandase. Él jugaba a la pelota con ellos mientras yo desarmaba la casa en busca de algún libro o algo interesante que leer pero mi búsqueda fue en vano así que me senté a fuera de la casa a verlos jugar y reírme de lo tonto que se veía aquel “macho” con sus lobitos.

Destripadora (Tripita)

Foto:

Bravo

Foto:

    Al poco tiempo me aburrí de verlos jugar y me acerque a la casa en busca de mi arco y mi flecha para ir a entrenar un poco, no muy lejos de la casa.

    Lance unas 75 flechas para practicar y afinar mi puntería pero no pase de unos 4m de distancia.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: 75
Horas de Entrenamiento: 50 minutos
Etapa entrenada: Lanzamiento Fijo y Corto
Logros del entrenamiento: Afinación de puntería en mis lanzamientos

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    Dormir en el sofá no era muy cómodo que se diga pero es mucho mejor que dormir en el suelo sin un techo que me proteja. Me levanté temprano como de costumbre y me acerque a la despensa para alimentarme de cualquier cosa que consiguiese; luego agarré una jarra de agua y se la lancé a Zach que dormía tranquilito en su cuarto, este se levanto de mal humor y me maldijo en varios tonos de voz y supongo que en varios idiomas. Necesitaba levantarlo, me prometió acompañarme a alguna biblioteca y comprarme libros si alimentaba en las mañanas a Tripita y a Bravo, pero como esa idea no me gustaba le propuse que hiciera él cosas que no le gustaran.

    Mi primera vez alimentando a los lobos... una experiencia aterradora, Zach me acompaño y me explicó como alimentarlos aunque en una de esas mis dedos rozaron con los filosos colmillos de “Tripita” que en ese momento tenía más aspecto de Destripadora que Tripita, mi estomago se volvió un desastre y me escondí atrás de Zach para protegerme. Él ya consideraba que eso valía lo suficiente como para ir a acompañarme por algunos libros.

    De regreso de mi gran paseo en busca de sabiduría conversaba con el peludo feo sobre algunos libros que había leído antes y sobre mi entrenamiento con el arco. Yo no tenía muchas ganas de entrenar hoy ya que ayer había entrenado lo suficiente – me está aburriendo un poco lanzar tantas flechas-, pero Zach me convenció de entrenar un rato con él, ponernos ambos unas metas para el entrenamiento de hoy y quien no cumpliera tenía que traer la cena a la casa, donde estaba estipulado cazar de noche solo y con comida suficiente para los 4 de la casa.

    Dejé mis 4 libros nuevos en la mesa de la cocina: “Como sobrevivir a un ataque de lobos” del Cazador Corethino – un regalo por parte de Zach- , “Cartas a Lolita” por Rosa Weshinfhtaf – este es el segundo libro de una trilogía romántica que estaba leyendo- , Cuentos para Dormir vol 1 y vol 2 - esta recopilación la tenía cuando vivía con mi papá, sin embargo no llegamos a leer el volumen 2-. Luego fui a la sala en busca de mi arco y mis 25 flechas y me adentré en el bosque con Zach para entrenar.

- Hoy yo entrenare velocidad, puntería y cambio de objetivo; al cabo de 2 horas tendré que impactar a 10 árboles diferentes y a una manzana en 15 segundos con unos cuchillos- dijo Zach convencido con su propósito.

- No creo que lo logres pero bueno, mi meta será impactar 3 flechas seguidas en un mismo árbol pero a 7m de distancia- le conteste pero luego arrepintiéndome porque 7m es bastante para mí.

- Esta bien cosita chiquita, espero que tu entrenamiento te sea útil para cuando vayas de caza sola en la noche-

    A Zach le encanta meterme miedo pero esta vez creo que no tendría porque temer ya que estaba decidida a lograr mi objetivo de hoy.

    Empezó la cuenta regresiva, tenía 2h y podía distribuirlas como quisiese pero tendría que organizarme; comencé por lanzar 3 flechas seguidas hacia un mismo objetivo pero a unos 4 y 5 metros de distancia, no se me hacia tan difícil pero normalmente alguna de las 3 flechas se desviaba por falta de fuerza y velocidad en el movimiento. Al poco tiempo le agarré el gustico a la velocidad, sin embargo aún me faltaba práctica para lograr lanzar a un tiempo aceptable las 3 flechas y que tuviesen un buen resultado en cuanto a la puntería. Se hacía tarde, el tiempo se me estaba agotando y no había aumentado la distancia así que procedí a alejarme de mi objetivo unos 7m y lanzar flechas para practicar. Me había esforzado bastante, pero ya mis brazos dolían y se quejaban por el constante entrenamiento, me senté en un tronco cerca a descansar unos 20mins y sin darme cuenta el tiempo de entrenamiento ya había terminado.

    Llegó la hora de la verdad, saber quién será el que buscará la cena esta noche. Mi cara demostraba una actitud de superioridad ante el asunto sin embargo estaba consciente que el logro de mi objetivo estaría determinado por la suerte o el fracaso por mi trabajo. Primero fue el turno de él, los 10 cuchillos salieron volando de su mano a alta velocidad impactando impresionantemente en 10 objetivos diferentes mientras yo le contaba los segundos, pero no logró acertar a la manzana, el onceavo cuchillo paso unos centímetros por debajo haciendo que su preciado objetivo fuese fallido. Era mi turno de demostrar mi resultado así que me posicioné a unos 7 metros de distancia a un árbol y le lancé lo más rápido y preciso que pude las 3 flechas postuladas, las 3 encajaron perfectas en el objetivo -fiuffff, gracias Dioses...- pensé suspirando de alivio para luego restregarle en la cara a Zach que quería de cenar carne fresca.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: 113
Horas de Entrenamiento: 2h
Etapa entrenada: Lanzamiento Fijo y Medio.
Logros del entrenamiento: Aumento de Velocidad en Lanzamientos Fijos y Cortos. Mejora de Puntería. Impactar 3 flechas (en tiempo de turno) a una distancia de 7m.

- Chiquita, tenemos que hablar.- dijo muy seriamente Zach.

- ¿ Qué pasó? - le pregunté intrigada.

- Si vas a permanecer conmigo necesitas aprender a solucionar tus problemas sola o entorpecerás mi trabajo- dijo mientras suspiraba – eres muy chiquita como para meter golpes o utilizar armas para pelear a corta distancia, te sugiero que utilices armamento de larga distancia, así como tu tonto arco- hizo una pausa y siguió – tienes que tener un plan B, ¿has pensado en tu poder de telequinesis? ¿Has probado arrojar cosas?-

- No realmente no, muevo algunos objetos pero ayudándome con la gravedad- contesto un poco triste.

- Ok. Hoy practicaras con eso, al finalizar la tarde pelearemos, puedes usar lo que desees... - me dijo amenazadoramente – nos vemos en la noche pequeña-

    Eso fue lo ultimo que logré escuchar de Zach en la mañana, al parecer tenía que ir a entregar algunas armas y como siempre se perdía largas horas. Realmente me daba mucha flojera entrenar ese día pero el barbudo me iba a dar una enorme paliza, tenía que pensar rápido. - Me iré por lo seguro, entrenaré un poco más con el arco y luego veré como resuelvo-

    Salí con mi arco y las hermosas 25 flechas que me había comprado mi dulce papá, tenía que hacerle honor y quería ser la mejor haciendo lo que fuese que me provocase hacer. Me alisté y empecé a lanzar flechas una tras otra buscando perfeccionar la técnica, puntería y velocidad. Realmente me estaba yendo muy bien con el entrenamiento, podía observar poco a poco que no era tan difícil dominar el arco.

    Practique unas cuantas horas y sentía que me había ido excelente, no quería dejar de entrenar, todo lo estaba logrando, sin embargo ya como a las 3h me canse lo suficiente como para entrar a la casa a tomarme toda el agua posible y a descansar leyendo uno de los libros que tenía por leer.

    Las horas pasaron a gran velocidad y no me percaté de que ya era de noche, Zach llego animado y me apretó el cuello con fuerza. - ¿Estás lista niñita? Sal de aquí o estarás muerta en unos 2 minutos...-

    No estaba preparada para eso, no tenía ni idea de que hacer y él se dio cuenta enseguida – No practicaste nada...- me dijo en cuanto me soltó, me sentía aliviada de no morir – Si no fuese yo ya estarías muerta, ¿ lo sabes verdad ? Deja de hacerte la lista y aprende a sobrevivir, no espero que luches mis batallas, sólo espero que si alguien viene aquí a matarme o a sobornarme tu no seas una carga, porque no te salvaré- me dijo en tono molesto. - Te deje aquí todo el día y te apuesto a que aún no sabes ni mover una pluma, ¿qué hiciste todo este tiempo?-

- Practicar con el arco...- dije en tono afligido y triste.

- Eso está bien, pero no siempre vas a tener el arco encima. Por lo menos deberías aprender a mover con telequinesis tu arco o las flechas – dijo – Mira chiquita, no espero que lo entiendas pero no soy muy bien visto aquí en la ciudad y mucha gente quiere hacerme daño pero no tienen las agallas para hacerlo y ya llevas varias semanas aquí, muchas personas te han visto, intentaran sobornarme contigo, pero como ya te dije NO TE SALVARÉ y para evitar malos ratos necesito que aprendas a sobrevivir- dijo desilusionado de mí – hoy dormirás en mi cuarto, si mañana no logras al menos rasgarme dormirás 3 metros bajo tierra- dijo en tono fuerte.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: 225
Horas de Entrenamiento: 3h
Etapa entrenada: Lanzamiento Fijo y Largo, Lanzamiento Fijo y Medio con 2 y 3 flechas. (simultaneas o una tras otra con alta velocidad).
Logros del entrenamiento: Logré aumentar el alcance de mis flechas y aumentar la velocidad, pero aún hay fallas en la puntería a largas distancias.

    Vivir con Zach era un verdadero desafío. Él tenía razón en cuanto a su reputación y sinceramente no quería quedar como la princesita que necesita auxilio. Él me había mostrado su punto, realmente me  había demostrado mi baja capacidad para sobrevivir y eso me hizo abrir los ojos a la imaginación en cuanto a la pelea. La época en la que estamos no se presta mucho para las charlas, mucha gente esta utilizando su fuerza y su potencial al 100% para conseguir a la fuerza con todas sus capacidades todo lo que se les plazca.

    Mi objetivo era sencillo, demostrarle a Zach que no merezco tener 3 metros de tierra encima, al menos no todavía. Valerme por mí misma era una tarea más difícil pero con practica y con constancia lograría asumir. La noche entera estuve pensando en mis capacidades, en mis habilidades, en lo que podría hacer para salir de situaciones no muy agradables, en algunas ventajas que pudiese conseguir en el ambiente en el que me encuentre.

    A la mañana siguiente Zach me despertó y me pidió que no lo esperara, que al día siguiente temprano podría enterrarme ya que ese día iba a estar fuera de casa. Me pidió que alimentara a tripita y a bravo y que no volviera tan tarde a casa.

    Salí muy aliviada porque esa noche dormiría tranquila, sin embargo no quería tentar a mi suerte, tarde o temprano Zach me iba a atacar y necesitaba al menos salir con vida de eso así que me sumergí en la tarea de observar a otros brujos usar su telequinesis, ver como eran sus vida, saber como funciona su magia a ver si podía comprender la mía.

    No pasé mucho tiempo afuera, quería llegar rápido a casa a probar mis habilidades. Les di la comida a los “dulces perritos” y me concentré en practicar, mover cosas. Mi fuerza mental había aumentado haciendo que pudiese mover algunas cosas que antes no podía. Ya no sólo me ayudaba la gravedad, ahora podía mover objetos en contra de ella.

    Zach pasó por la casa en la tarde, cosa que me parecía super extraña y sin aviso previo me arrojó a mi brazo una de sus dagas favoritas. Mi adrenalina se disparó, no estaba preparada para ese ataque, sin embargo detuve la daga en el aire y calló al suelo unos segundos antes de que penetrara mi piel. Sentía como si hubiesen destapado una lata dentro de mí, - toda mí vida he tenido esto dentro y no he sabido aprovecharlo-. Zach me sonrió levemente, asintió con la cabeza y me pidió que le devolviera la daga; enseguida lo hice y se volvió a ir, al parecer sólo se le había quedado una mercancía en la casa y fue a recuperarla.

    Haber dominado de esa forma la telequinesis me dio impulsos para intentar atacar a las personas con pequeños objetos, no tiene porque ser con grandes cosas -eso me recuerda a lo que me dijo el brujo todo encapuchado la vez pasada.- Agarré mis cosas y partí al bosque en busca de nuevas armas, mi mente movió una piedrita y empezó a lanzarla hacía algunos blancos.

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Registro de hoy

Cantidad de Flechas Lanzadas: -
Cantidad de Objetos lanzados con telequinesis: No me acuerdo.
Horas de Entrenamiento: 1h
Etapa entrenada: Lanzamiento Fijo y Largo de piedras.
Logros del entrenamiento: Relacionar mi entrenamiento de flechas con el lanzamiento de otros objetos con ayuda de la telequinesis.

    Mi dominio iba aumentando progresivamente con mis entrenamientos, el idiota me había obligado a practicar ya que cada día se acercaba a mí con más fuerzas y más ganas de realmente lastimarme, pero también me dio algunos consejitos y me llevó a conocer las armas que él vendía, me explicó porque sus armas son tan bien vendidas y me estuvo instruyendo en varías cosas.

    En algunas ocasiones llegaban a la casa hombres armados en busca de Zach y me tocaba recibirlos con un buen flechazo o unas cuantas pedradas. Esta tarea no era tan sencilla ya que entraban muchos humanos, pero de vez en cuando me tocaba lidiar con algunos brujos con poderes interesantes y más fuertes que yo, en donde he tenido que usar la astucia o simplemente “rendirme” y confesar que no tengo ni idea en donde se encuentra. Me han herido varias veces pero gracias al cielo no ha sido nada grave aún.

    Esos tres meses habían sido de gran ayuda en el ámbito mágico y en mi puntería sin magia. Ya había tenido varios enfrentamientos y ya dominaba con mucha facilidad los objetivos que tenía planeados al principio de este diario y ahora no sólo lo hacía con mi arco sino que también aprendí a lanzar mis piedras y algunos objetos de mayor tamaño.

    El estar en peligro me ha dado un impulso enorme para entrenar y mejorar mis habilidades. Logré dominar con mayor fluidez los lanzamientos en movimiento gracias a mi telequinesis. También aprendí a utilizar algunos objetos como catalizadores de energías y magia. Y todo este logro se lo debo a Zach.

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Fin del Diario

Magita puede lanzar flechas con objetivo estático a una distancia de 30 metros sin usar magia, puede lanzar simultáneamente de 2 a 3 flechas y puede impactar a objetivos dinámicos a  con ayuda de su telequinesis a 80km/h. Su puntería y su velocidad son muy buenas sin embargo se va a ir afinando a lo largo de su trayectoria.