[evento] El herrero

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-El evento es para cualquier personaje independiente de raza, sexo, edad, etc.
-Pueden participar aquellos que tengan al menos diez post son rol
-Es individual, ganará una recompensa sorpresa el primero que postee y resuelva la situación planteada en un solo post de al menos veinte líneas.

Hola, buenos días, querría...

Pasante

No creo que pasante sea la palabra para alguien que esta de pa...

Mi vista vieja ya no puede reparar este viejo candado, si lo logras por mí te daré una recompensa Recompensa... El brujo no pudo evitar que le picara la curiosidad. Viene de las Islas ilidinenses, es un tesoro familiar antiquísimo

No digas más.  Recompensa, tesoro e Islas ilidinenses eran cuatro palabras mágicas para el brujo. ¿Que sabia de herrería? Que las cosas se calentaban, golpeaban, y remojaban, poco más, y de candados aun sabia menos, pero... tesoro... Ademas, siempre había pensado que los brujos de fuego serian grandes herreros, no necesitaban forja. Aunque ya estaba encendida, así que daba igual...

Hubo un momento de duda cuando le entrego la llave ¿Le daba la llave del cofre y se dormía? ¿En serio? Luego se dio cuenta de que si el candado del cofre no abría, tendría que repararlo igualmente... Bueno, vamos a ello. Empezó por examinar esa cosa incandescente que le había dado el herrero. Sin saber que le pasaba al candado, de nada le servia, por lo que lo dejo en la forja y fue a examinar el candado. Efectivamente, parecía un candado, pero tenia una duda muy seria. Esas cosas tendrían algo en su interior, pistones o algo así que reconocerían esa llave y no otra, si lo fundía demasiado, lo destrozaría... Pero enseguida pudo ver el problema. Esa semicircunferencia de todos los candados, la que abría o cerraba el cacharro, era demasiado corta, podía ver como casi no entraba en el agujero, por lo que no había manera de que pudiera abrirse con una llave, tocaba romper ese cilindro y hacer otro nuevo, por lo que se ayudo de ese hierro incandescente para partir en dos al candado. Podría haber robado el cofre en ese momento, pero había hecho un trato, más o menos, y el cumplía su palabra. Por eso y porque esa runa de encima del cofre se parecía peligrosamente a la palabra "rayo". Era muy joven para morir.

Reflexiono sobre la chapuza revienta-candados que acababa de hacer. Parecía un método de apertura muy de Wernack, pero eso no debía ser muy difícil de arreglar, solo necesitaba un poco de metal y luego pegarlo, por lo que busco un poco de chatarra, algo pequeño, de nada le servia un kilo de hierro, necesitaba un par de dedos o algo así. Mientras rebuscaba, chuto un escudo de madera, lo que mando una llave rodando por los aires. El brujo paro de rebuscar, miro la llave, pero siguió a lo suyo, no era para nada importante.

Cuando por fin encontró algo que parecían las escamas sobrantes de una armadura de escamas, las metió en esa especie de cacerola con mango y las metió a la forja, lanzando un par de llamaradas para acelerar la cosa. Rápidamente quedo un mejunje viscoso y rojizo, que tenia que conseguir, de alguna manera, que tuviera forma de cilindro. Dio un vistazo rápido por la tienda. Ese hombre tenia moldes, mierda, el no había hecho ninguno, tendría que improvisar...

Vertió el mejunje en una recta sobre el yunque. A martillazos parecía improbable que pudiera darle forma de cilindro, por lo que tocaba una pequeña ayuda mágica. Acerco su mano izquierda, la menos útil, y se concentro, si ejercía suficiente presión, debería poder usar la telequinesis para darle forma de cilindro... El primer intento fue infructuoso, espachurrando el liquido y mandándolo por la tienda, el primer incendio no provocado de su vida, que por suerte también fue pequeño y controlable. Finalmente, la segunda vez resulto, teniendo un cilindro que debía encajar por el agujero del candado y ser lo suficientemente largo. Soldó su creación al resto del candado y lo enfrió. Ahora tenia que probarlo.

Y... nada, soltó una retahíla de insultos y, cuando se quedo sin, examino que pasaba. No tenia porque ser fallo suyo, la llave no giraba, y el no había ni tocado ese mecanismo, por lo que no era culpa suya... Luego recordó esa llave que no había abierto el cofre, por probar. Efectivamente, ese hombre le había dado la llave equivocada, pero ya había acabado, así que le daba un poco igual.

Eh, señor, ya esta... se sentó sobre el cofre, ahora su cofre. Luego recordó la runa y pego un bote. Mejor poner ese candado a su sitio antes de que se despertara.