Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
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Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Níniel comenzó a sentir un frío penetrante proveniente de su espalda por todo el cuerpo incluso antes de abrir los ojos. Se notaba embotada, como si cada vez que tratara de evocar algún recuerdo o pensamiento una aguja se le clavara en la cabeza a modo de protesta. Su cuerpo se sentía pesado y reaccionaba despacio a sus intentos por flexionar brazos y piernas para despejarse, incluso sus párpados se resistían a abrirse, pero aún así se forzó a ello.
Tan pronto como pudo enfocar bien su visión vio que se encontraba tumbada en un suelo de piedra, lo cual explicaba la sensación intensa de frío, estaba en un lugar no muy grande rodeada por tres paredes y un techo de piedra, mientras que la cuarta pared estaba formada por gruesos barrotes de metal en los que no había señal de puerta alguna. El sitio estaba iluminado únicamente por la luz de una antorcha que llegaba desde el otro lado de los barrotes y que dejaba el habitáculo en penumbra a la vez que iluminaba un pasillo que conectaba con otras celdas como aquella, desde su posición Níniel contó al menos tres frente a ella aunque no pudo saber si estaban ocupadas o no pues también se encontraban a oscuras.
¿Qué había pasado?¿Dónde estaba?. No recordaba nada salvo que se encontraba de camino a la posada para pasar la noche y...Nada más hasta despertarse allí. Inmediatamente recordó aquella vez en la que despertó en el camarote de un barco tras haber sido raptada para ser vendida como esclava a un horroroso humano. Aún en el suelo se palpó el cuerpo para comprobar que su ropa seguía en su sitio, aunque no su capa, ni su daga, a pesar de ello que su ropa siguiera ahí era un alivio. Con un enorme esfuerzo se incorporó y volvió a echar un nuevo vistazo alrededor. No había nada en aquella celda salvo una bandeja con un mendrugo de pan duro y un sucio baso con agua aún mas sucia y un cubo cuyo propósito estuvo claro para la elfa y era repugnante. No pensarían que iba a hacer sus necesidades ahí y a la vista de cualquiera.
Se puso de pie y trató de entrar en calor moviéndose. Se acercó hasta los barrotes y trató de ver lo máximo posible del pasillo a pesar de que su cabeza no pasaba por ellos y su ángulo de visión era muy limitado. No había puerta y parecía que aquellos barrotes salían o se enterraban en el suelo para abrir o cerrar la celda. Ninguna pista mas pudo obtener con aquello aunque la arquitectura del lugar le resultaba conocida, se parecía mucho a aquella que había visto cuando recorrió las catacumbas junto con Alanna para escapar de un grupo de peligrosos ladrones. ¿Era allí donde estaba? ¿Quién la había llevado hasta allí y por qué?.
No se escuchaba nada, ni voces, ni pasos y en su mente también solo había silencio por respuesta a sus interrogantes. Un escalofrío recorrió su cuerpo, la peliblanca trató de auto convencerse de que era frío y no miedo lo que sentía, pero sabía de sobra que eran las dos cosas. Entonces decidió hablar en voz alta, por si acaso había alguien mas en las otras oscuras celdas, nada tenía que perder.
-¿Hay alguien ahí?- Preguntó aunque tratando de modular la voz para que solo se la escuchara en las cercanías. -¿Hola?. Estoy encerrada en una celda ¿Alguien me oye?-
Tan pronto como pudo enfocar bien su visión vio que se encontraba tumbada en un suelo de piedra, lo cual explicaba la sensación intensa de frío, estaba en un lugar no muy grande rodeada por tres paredes y un techo de piedra, mientras que la cuarta pared estaba formada por gruesos barrotes de metal en los que no había señal de puerta alguna. El sitio estaba iluminado únicamente por la luz de una antorcha que llegaba desde el otro lado de los barrotes y que dejaba el habitáculo en penumbra a la vez que iluminaba un pasillo que conectaba con otras celdas como aquella, desde su posición Níniel contó al menos tres frente a ella aunque no pudo saber si estaban ocupadas o no pues también se encontraban a oscuras.
¿Qué había pasado?¿Dónde estaba?. No recordaba nada salvo que se encontraba de camino a la posada para pasar la noche y...Nada más hasta despertarse allí. Inmediatamente recordó aquella vez en la que despertó en el camarote de un barco tras haber sido raptada para ser vendida como esclava a un horroroso humano. Aún en el suelo se palpó el cuerpo para comprobar que su ropa seguía en su sitio, aunque no su capa, ni su daga, a pesar de ello que su ropa siguiera ahí era un alivio. Con un enorme esfuerzo se incorporó y volvió a echar un nuevo vistazo alrededor. No había nada en aquella celda salvo una bandeja con un mendrugo de pan duro y un sucio baso con agua aún mas sucia y un cubo cuyo propósito estuvo claro para la elfa y era repugnante. No pensarían que iba a hacer sus necesidades ahí y a la vista de cualquiera.
Se puso de pie y trató de entrar en calor moviéndose. Se acercó hasta los barrotes y trató de ver lo máximo posible del pasillo a pesar de que su cabeza no pasaba por ellos y su ángulo de visión era muy limitado. No había puerta y parecía que aquellos barrotes salían o se enterraban en el suelo para abrir o cerrar la celda. Ninguna pista mas pudo obtener con aquello aunque la arquitectura del lugar le resultaba conocida, se parecía mucho a aquella que había visto cuando recorrió las catacumbas junto con Alanna para escapar de un grupo de peligrosos ladrones. ¿Era allí donde estaba? ¿Quién la había llevado hasta allí y por qué?.
No se escuchaba nada, ni voces, ni pasos y en su mente también solo había silencio por respuesta a sus interrogantes. Un escalofrío recorrió su cuerpo, la peliblanca trató de auto convencerse de que era frío y no miedo lo que sentía, pero sabía de sobra que eran las dos cosas. Entonces decidió hablar en voz alta, por si acaso había alguien mas en las otras oscuras celdas, nada tenía que perder.
-¿Hay alguien ahí?- Preguntó aunque tratando de modular la voz para que solo se la escuchara en las cercanías. -¿Hola?. Estoy encerrada en una celda ¿Alguien me oye?-
- Off:
- Nos encontramos en celdas diferentes, nos han quitado las armas y las capas. Aunque quizá unos chicos tan espabilados pudieran ocultar algo pequeño a los captores. Estamos en penumbra, hace frío y por el momento no hay señal de enemigo alguno, lo cual no significa que no los haya, alguien ha dejado bandejas de comida en las celdas...Níniel no sabe el motivo de su captura, Los chicos tampoco deberían pero eso depende de cómo llegarais aquí.
Última edición por Níniel Thenidiel el Miér Jun 10 2015, 12:24, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
La primera impresión fue tranquila, como cada mañana. La Ratonera era de piedra y no del todo raro despertar con la cara haciendo contacto con lo duro y frío de su suelo, si te movías mucho, pero pronto su cerebro comenzó a procesar la información. Cuando recordó que lo último que había hecho no era precisamente irse a dormir y que ni siquiera estaba en su refugio dio un pequeño salto y abrió los ojos grandes y con una expresión mezcla de miedo y sorpresa.
Se pasó una mano en el cuello. Lo último que recordaba era un pinchazo, un dolor agudo en la zona, como una aguja clavándose. Sus dedos hicieron contacto con una pequeña herida, apenas perceptible, pero allí estaba, no era ningún tipo de sueño, alguien le había clavado algo en el cuello y se había sentido mareado, la cabeza le había dado vueltas de manera vertiginosa y no había podido sostenerse en pie. Claro, él sabía también de esas cosas, le habían puesto un veneno seguro, uno para dormir. Tenía incluso una idea de qué plantas habían usado para ello, pero ya daba lo mismo, ahora tenía que saber por qué y qué pasaría a continuación y seguramente no tenía mucho tiempo.
Procuró recordar, todo había comenzado cuando vio a ese pomposo guardia pavonearse por el mercado. No era un guardia raso, no, parecía tener algún rango, ser de importancia. ¿Qué hacía allí?, en ese lugar tan infestado de gente y vendedores de todo tipo. No podía saberlo, pero le había llamado la atención la manera en que manipulaba un objeto brillante para luego meterlo en su bolsillo.
El asunto no había sido simplemente por obtener unas monedas, no, eso había sido por orgullo. Robarle a alguien tan importante era como subir de nivel, mostrar a sus amigos que ya no era un principiante, cosa que necesitaba especialmente luego de tener que pasar unos días escondido en la Ratonera por el temor de que tomaran represalias en su contra, luego de los sucesos en que había terminado con un hombro dislocado. Debían recuperar la confianza, dejar de lado el temor, retomar sus vidas normales.
Lo había seguido un par de cuadras, pavoneándose con Chimar de que le robaría a ese tipo tan importante, aún cuando el sentido común le decía que lo dejara. Incluso, para hacerlo más interesante, se había paseado frente al guardia, haciéndole un pequeño saludo, como cualquier persona que saluda a la guardia por respeto. El pomposo sujeto había contestado como todos los guardias cuando alguien les saluda por la calle, con una sonrisa ausente, con su mente en otros asuntos. Era fornido, en sus 40, lo que le daba una presencia imponente. Su barba era como un aviso para todos de que no era un novato, lo que sumado a sus canas inspiraba sabiduría.
No había tenido mucha oportunidad de pensar sobre ello, tan pronto estuvo fuera de la vista del sujeto se puso en modo sigilo, apenas rozando el suelo al caminar, buscando el punto ciego de su objetivo. Cuando estaba a punto de tocarle había lanzado una ilusión, una figura de una paloma que parecía volar directamente a la cara del guardia, como si fuera a chocar, pero en el último momento se elevaba. Eso le había hecho detenerse un segundo, desviar su vista al cielo y levantar un poco sus brazos, todo lo necesario para que Demian pudiera meter su mano al bolsillo ajeno y sacarla en apenas un segundo.
Había caminado de vuelta donde Chimar con una cara de orgullo que rayaba en lo fanfarrón, manoseando una pequeña pieza metálica triunfante. Fue entonces que sintió el pinchazo, que sus recuerdos se mezclaban con el sueño repentino y que luego despertaba en ese lugar oscuro.
¿Dónde estaba?. Lo más lógico era pensar que la guardia le había capturado, seguramente habían visto el hecho, no había sido tan discreto como esperaba y ahora se encontraba en una celda esperando un juicio. La naturaleza del lugar efectivamente lucía como una celda, una bastante sencilla y oscura, pero no podía esperar una posada de lujo para un ladrón de la calle. Lo único que no cuadraba en todo aquello era el dardo envenenado o lo que fuera que le habían clavado en el cuello, eso no sonaba a los procedimientos de la Guardia, no necesitaban ese tipo de trucos sucios, sino que más bien se iban por lo sonoro de una detención a vivo pulmón. ¿Habrían refinado sus métodos?, no parecía muy probable, pero al final era la mejor explicación que tenía.
Se sentó en la oscuridad y palpó sus pies. Iba descalzo, claro, seguramente habían encontrado el pequeño arsenal en sus botas. No necesitaba siquiera revisar su cintura para saber que sus dagas también habían sido tomadas y pronto comprobó que hasta sus muñequeras, donde solía esconder un bisturí, habían sido removidas. La Guardia no era tan inútil después de todo.
Suspiró, era claro que lo que se venía era una buena paliza, se sabía que eso hacía la guardia con niños como él, sorprendidos in fraganti en robo u otras acciones criminales menores, una buena azotaina y a un orfanato. Si la falta era mayor terminaban en prisión, junto a los adultos, pero eso no era común, para cosas menores preferían no complicarse mucho. Abrazó sus piernas con cierto miedo, no estaba de ánimo para recibir una paliza.
Entonces algo completamente sin sentido ocurrió. Escuchó una voz, pero no una voz cualquiera, era un voz que conocía. Tardó algunos segundos en procesarla, pero finalmente se convenció que era cierto, sus oídos no le engañaban, en algún lugar de esa prisión se encontraba la elfa que le había sanado su hombro en ese altercado callejero.
-¿Elfa?, ¿qué demonios haces aquí? -preguntó francamente. A la última persona que esperaba encontrar en prisión era a ella. Trató de hilar cabos- ¿Al final te han agarrado por eso de la cartera?, pensé que Chimar la había devuelto.
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Hace tiempo que no dormía tan relajado pero sin duda hubiera sido mejor haber llegado hasta su litera, las razones por las que quedo tirado en el suelo se le escapan y una pereza intermitente le impide aplicar el raciocinio, al final la incomodidad termina por despertarle ocasionándo cierta sorpresa, no está en la ratonera, para ser más específicos ni siquiera goza de libertad, se encuentra atrapado en una prisión.
Mierda…. Otro vampiro no….
Murmura al asociarlo con aquella experiencia desagradable, intenta concentrarse pero se le hace algo difícil, es como si el cerebro siguiera apagado, nota que todos sus utensilios han desaparecido incluyendo la capa ¿en qué problema se ha metido esta vez? Difícil saberlo, zarandea un poco la cabeza y las cosas comienzan a llegar de golpe, se queda pensativo mientras descifra toda la información.
Lo último que recuerda es acompañar a Demian en un robo a cierto personaje de buen rango, para variar su compañero brujo quería retar a la suerte pero le siguió sin protestar pues sus habilidades han mejorado con el tiempo, el objetivo era un guardia que no tardo demasiado en caer victima de las ilusiones mágicas, a partir de allí todo salió como la seda, o al menos hasta que su colega cayo inconsciente.
O rayos…
Lo recuerda todo, el piquete en el cuello y la siesta prolongada, esto no se ve bien, Chimar tiene la certeza de que no están en el cuartel de la guardia, esos tontos no hacen nada tan discreto nunca, suena más a gremio oculto o algo por el estilo, quizás asesinos, los motivos de momento se le escapan por mucho, solo sabe que está atrapado y probablemente su hermano languidezca cerca ¿esta gente serán acaso esclavistas?
La iluminación es limitada, una antorcha que lleva buen tiempo ardiendo a juzgar por sus residuos, dentro de la diminuta celda todo es oscuridad a excepción del área llena de barrotes, el pequeño inventor baja la mirada, es una situación que le provoca bastante miedo pero debe ser fuerte, se lleva una grata sorpresa al escuchar varias voces que resultan ser conocidas, tarda en responder tratando de identificar el tono femenino.
¡¡Demian, señorita Níniel!! ¿Están bien?
Pregunta sin alzar demasiado la voz, encontrarse rodeado le da esperanza y comienza a detallar la puerta, es un mecanismo hidráulico de acción a distancia, dicho sistema es refinado por lo que vuelve imposible sabotear el procedimiento desde adentro, debe haber un dispositivo que permita abrir las puertas afuera, si logran accionarlo de alguna forma podrán salir, busca en su mente hasta que encuentra cierto dato pertinente.
Demian creo que se cómo sacarnos…. Afuera debe existir una palanca o algo similar para abrir todas las celdas, si la logras accionar con tu magia nos liberas, no debe estar muy lejos…
La mayoría de las veces dicho componente está a pocos pasos de distancia cuando se trata de instalaciones pequeñas, si fuera una cárcel enorme seria otra cosa, Chimar tiene cierto conocimiento sobre dichos sistemas pues utilizan mecánica simple, aunque en su mente no es más que un juego para niños los jornaleros comunes le consideran algo de última tecnología, solo espera que nadie haya jugado con sus cosas o se molestara.
Mierda…. Otro vampiro no….
Murmura al asociarlo con aquella experiencia desagradable, intenta concentrarse pero se le hace algo difícil, es como si el cerebro siguiera apagado, nota que todos sus utensilios han desaparecido incluyendo la capa ¿en qué problema se ha metido esta vez? Difícil saberlo, zarandea un poco la cabeza y las cosas comienzan a llegar de golpe, se queda pensativo mientras descifra toda la información.
Lo último que recuerda es acompañar a Demian en un robo a cierto personaje de buen rango, para variar su compañero brujo quería retar a la suerte pero le siguió sin protestar pues sus habilidades han mejorado con el tiempo, el objetivo era un guardia que no tardo demasiado en caer victima de las ilusiones mágicas, a partir de allí todo salió como la seda, o al menos hasta que su colega cayo inconsciente.
O rayos…
Lo recuerda todo, el piquete en el cuello y la siesta prolongada, esto no se ve bien, Chimar tiene la certeza de que no están en el cuartel de la guardia, esos tontos no hacen nada tan discreto nunca, suena más a gremio oculto o algo por el estilo, quizás asesinos, los motivos de momento se le escapan por mucho, solo sabe que está atrapado y probablemente su hermano languidezca cerca ¿esta gente serán acaso esclavistas?
La iluminación es limitada, una antorcha que lleva buen tiempo ardiendo a juzgar por sus residuos, dentro de la diminuta celda todo es oscuridad a excepción del área llena de barrotes, el pequeño inventor baja la mirada, es una situación que le provoca bastante miedo pero debe ser fuerte, se lleva una grata sorpresa al escuchar varias voces que resultan ser conocidas, tarda en responder tratando de identificar el tono femenino.
¡¡Demian, señorita Níniel!! ¿Están bien?
Pregunta sin alzar demasiado la voz, encontrarse rodeado le da esperanza y comienza a detallar la puerta, es un mecanismo hidráulico de acción a distancia, dicho sistema es refinado por lo que vuelve imposible sabotear el procedimiento desde adentro, debe haber un dispositivo que permita abrir las puertas afuera, si logran accionarlo de alguna forma podrán salir, busca en su mente hasta que encuentra cierto dato pertinente.
Demian creo que se cómo sacarnos…. Afuera debe existir una palanca o algo similar para abrir todas las celdas, si la logras accionar con tu magia nos liberas, no debe estar muy lejos…
La mayoría de las veces dicho componente está a pocos pasos de distancia cuando se trata de instalaciones pequeñas, si fuera una cárcel enorme seria otra cosa, Chimar tiene cierto conocimiento sobre dichos sistemas pues utilizan mecánica simple, aunque en su mente no es más que un juego para niños los jornaleros comunes le consideran algo de última tecnología, solo espera que nadie haya jugado con sus cosas o se molestara.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
-¿Demian?- Preguntó en voz alta la peliblanca sorprendida por escuchar aquella voz conocida en tales circunstancias. Después pensó unos instantes en sus palabras, en si el chico tendría razón y el motivo de su encarcelación podía ser debida a aquel incidente en la zona de comercios. Tenía cierto sentido, lo mas cerca que había estado la elfa de cometer un delito en su vida había ocurrido al conocer a Demian y a Ratita, los compañeros del joven Chimar, que de hecho había sido quién mas la había liado aunque al hacerlo les había permitido escapar de unos matones. Pero ¿cómo se había enterado la guardia de su participación? ¿Por qué tras unos días si desde que se separase de los niños había vuelto a hacer vida normal y no había intentado esconderse ni pasar desapercibida?. Si incluso había hablado con una pareja de guardias especialmente agradables que encontraron a su mascota adorable.
Iba a responder cuando desde otro de los cubículos en penumbras llegó la voz de Chimar. Aquello, aunque extraño, hacía creer que Demian estaba en lo cierto en su teoría por muy raro que resultara. O estaban allí por aquello, lo único que tenían en común, o se encontraban ante una de esas extrañas carambolas de la suerte que parecían mas propias de un libro que de la realidad.
-!Chimar!. Estoy bien, helada pero bien, pero me han quitado todas mis cosas, solo me han dejado la ropa, incluso la capa se la han llevado- La elfa pensó en Geralt, la ardilla blanca, no sabía si se las había apañado para escapar o si por el contrario estaba en manos de algún humano al que quizá se le ocurriera probar la carne de ardilla alimentada con bellotas, cosas peores les había visto comer.
-¿De verdad esto es por lo del barrio de comercios?. Si han pasado días haciendo vida normal...¿Y desde cuando la guardia droga a los prisioneros a los que quiere capturar?. Porque a mi me han dado algo y no ha sido un golpe en la cabeza.-
La elfa escuchó el plan del inventor sobre usar la magia de Demian para salir de allí. Tenía ideas encontradas sobre aquel plan. En si el plan le parecía una gran idea, lo que no tenía tan claro era si debían escapar o no. Si estaban en la cárcel, salir de allí solo haría que los problemas aumentasen, la cosa era que la lógica le decía a la joven que no estaba en la cárcel de la guardia si no en otro sitio.
-Creo que debemos...-
Comenzó a decir cuando el resonar de unos pasos provenientes del pasillo la interrumpió. Los pasos se hicieron cada vez mas y mas fuertes hasta que la luz de otra antorcha comenzó a aumentar la iluminación de aquel grupo de celdas. La figura de una mujer esbelta, vestida de cuero negro, con botas a juego y que llevaba encima una capa con capucha roja con la capucha hacia atrás de mostró ante ellos. Era joven, de unos veintitantos años y llevaba su largo pelo negro en una trenza sobre su hombro derecho. Sus labios estaban pintados de un fuerte color rojo y sus ojos miraban a los prisioneros con curiosidad al acercar su antorcha a cada una de las celdas. Sobre su pecho llevaba bordado un emblema que representaba a un puño cerrado y alzado en alto. Níniel reconoció aquel símbolo en cuanto lo vio y se alejó de los barrotes, asustada. La joven de la antorcha sonrió y había un deje de peligro en sus labios.
-Veo que reconoces este símbolo elfa, no es la primera vez que lo ves. Sin embargo estos pequeños ladronzuelos parece que aún no han tenido el placer de conocernos. La verdad es que me encantaría quedarme a charlar pero debo partir a ver al maestro y entregarle las piezas, así que espero que no me hagáis perder el tiempo.-
La mujer buscó en sus bolsillos y sacó una pequeña cajita de madera. La abrió y les mostró el contenido a los prisioneros. Sobre terciopelo rojo y cuidadósamente colocados había tres fragmentos metálicos de pequeño tamaño que viéndolos unos al lado de otros dejaban claro que eran una parte de algo mayor, como piezas de un rompecabezas. Una era la pieza de Níniel, otra la que Demian había robado. Una mente ágil uniría aquellas piezas mentalmente y vería que, junto con las que faltaban, debían de formar una figura geométrica con un símbolo inscrito, como si se tratara de una runa.
-Dime chico- Dijo mirando a Demian. -¿Quién te encargó que la robaras?¿Quién te dijo de su valor?. Contéstame y podrás salir de aquí, incluso podrías trabajar para mi. Miénteme y te enseñare que cualquier dolor que hayas podido sentir en tu corta vida era una caricia en comparación con el que yo te haré padecer.- Luego se acercó hasta la celda de Chimar para repetir la pregunta, aunque esta segunda vez solo con una sobreentendida sonrisa maliciosa de sus rojos labios. -Y no me olvido de ti elfa, no se si matarte o darte un beso...Matar a ese condenado brujo que tantos aires se daba en el bosque y quitarle la pieza...Me has hecho un gran favor. ¿Qué sabes tú de la pieza?-
Níniel tragó saliva, la verdad es que no sabía nada. Había preguntado pero solo habían sabido decirle que parecía un fragmento de algo mayor relacionado con templos humanos antiguos, y eso solo por el estilo y el material de la pieza. Nadie había sabido decirle su función y el por qué aquel brujo y sus secuaces habían atacado una caravana dos veces y luchado hasta la muerte por aquel trozo de metal carente de valor por el material y carente de magia alguna. De hecho lo llevaba como una especie de amuleto de la suerte y como recuerdo de aquella aventura, la primera tras su prueba de madurez no por nada más.
-No se nada- Dijo tratando de mantener la calma y mostrarse serena a pesar del miedo. -Solo que es una parte de algo humano, de un templo.-
La joven de labios carmesí le mantuvo la mirada unos segundos y luego comenzó a reírse como si aquellas palabras le hicieran gracia. -Si, de un templo, eso es cierto...Vas a morir por haberte metido donde no te llaman...Sin ni siquiera saber dónde...Una pena, aunque resulta divertido, ¿No crees?-
Iba a responder cuando desde otro de los cubículos en penumbras llegó la voz de Chimar. Aquello, aunque extraño, hacía creer que Demian estaba en lo cierto en su teoría por muy raro que resultara. O estaban allí por aquello, lo único que tenían en común, o se encontraban ante una de esas extrañas carambolas de la suerte que parecían mas propias de un libro que de la realidad.
-!Chimar!. Estoy bien, helada pero bien, pero me han quitado todas mis cosas, solo me han dejado la ropa, incluso la capa se la han llevado- La elfa pensó en Geralt, la ardilla blanca, no sabía si se las había apañado para escapar o si por el contrario estaba en manos de algún humano al que quizá se le ocurriera probar la carne de ardilla alimentada con bellotas, cosas peores les había visto comer.
-¿De verdad esto es por lo del barrio de comercios?. Si han pasado días haciendo vida normal...¿Y desde cuando la guardia droga a los prisioneros a los que quiere capturar?. Porque a mi me han dado algo y no ha sido un golpe en la cabeza.-
La elfa escuchó el plan del inventor sobre usar la magia de Demian para salir de allí. Tenía ideas encontradas sobre aquel plan. En si el plan le parecía una gran idea, lo que no tenía tan claro era si debían escapar o no. Si estaban en la cárcel, salir de allí solo haría que los problemas aumentasen, la cosa era que la lógica le decía a la joven que no estaba en la cárcel de la guardia si no en otro sitio.
-Creo que debemos...-
Comenzó a decir cuando el resonar de unos pasos provenientes del pasillo la interrumpió. Los pasos se hicieron cada vez mas y mas fuertes hasta que la luz de otra antorcha comenzó a aumentar la iluminación de aquel grupo de celdas. La figura de una mujer esbelta, vestida de cuero negro, con botas a juego y que llevaba encima una capa con capucha roja con la capucha hacia atrás de mostró ante ellos. Era joven, de unos veintitantos años y llevaba su largo pelo negro en una trenza sobre su hombro derecho. Sus labios estaban pintados de un fuerte color rojo y sus ojos miraban a los prisioneros con curiosidad al acercar su antorcha a cada una de las celdas. Sobre su pecho llevaba bordado un emblema que representaba a un puño cerrado y alzado en alto. Níniel reconoció aquel símbolo en cuanto lo vio y se alejó de los barrotes, asustada. La joven de la antorcha sonrió y había un deje de peligro en sus labios.
-Veo que reconoces este símbolo elfa, no es la primera vez que lo ves. Sin embargo estos pequeños ladronzuelos parece que aún no han tenido el placer de conocernos. La verdad es que me encantaría quedarme a charlar pero debo partir a ver al maestro y entregarle las piezas, así que espero que no me hagáis perder el tiempo.-
La mujer buscó en sus bolsillos y sacó una pequeña cajita de madera. La abrió y les mostró el contenido a los prisioneros. Sobre terciopelo rojo y cuidadósamente colocados había tres fragmentos metálicos de pequeño tamaño que viéndolos unos al lado de otros dejaban claro que eran una parte de algo mayor, como piezas de un rompecabezas. Una era la pieza de Níniel, otra la que Demian había robado. Una mente ágil uniría aquellas piezas mentalmente y vería que, junto con las que faltaban, debían de formar una figura geométrica con un símbolo inscrito, como si se tratara de una runa.
-Dime chico- Dijo mirando a Demian. -¿Quién te encargó que la robaras?¿Quién te dijo de su valor?. Contéstame y podrás salir de aquí, incluso podrías trabajar para mi. Miénteme y te enseñare que cualquier dolor que hayas podido sentir en tu corta vida era una caricia en comparación con el que yo te haré padecer.- Luego se acercó hasta la celda de Chimar para repetir la pregunta, aunque esta segunda vez solo con una sobreentendida sonrisa maliciosa de sus rojos labios. -Y no me olvido de ti elfa, no se si matarte o darte un beso...Matar a ese condenado brujo que tantos aires se daba en el bosque y quitarle la pieza...Me has hecho un gran favor. ¿Qué sabes tú de la pieza?-
Níniel tragó saliva, la verdad es que no sabía nada. Había preguntado pero solo habían sabido decirle que parecía un fragmento de algo mayor relacionado con templos humanos antiguos, y eso solo por el estilo y el material de la pieza. Nadie había sabido decirle su función y el por qué aquel brujo y sus secuaces habían atacado una caravana dos veces y luchado hasta la muerte por aquel trozo de metal carente de valor por el material y carente de magia alguna. De hecho lo llevaba como una especie de amuleto de la suerte y como recuerdo de aquella aventura, la primera tras su prueba de madurez no por nada más.
-No se nada- Dijo tratando de mantener la calma y mostrarse serena a pesar del miedo. -Solo que es una parte de algo humano, de un templo.-
La joven de labios carmesí le mantuvo la mirada unos segundos y luego comenzó a reírse como si aquellas palabras le hicieran gracia. -Si, de un templo, eso es cierto...Vas a morir por haberte metido donde no te llaman...Sin ni siquiera saber dónde...Una pena, aunque resulta divertido, ¿No crees?-
- Spoiler:
- OFF: Chimar menciona una palanca, y está en lo cierto, quizá la cabeza de un niño si quepa entre los barrotes, al menos lo justo para ver que dicha palanca está a 20 pasos de distancia, en la pared del final del pasillo, en dirección contraria a la que ha llegado la mujer de labios y capa rojos. De hecho allí hay 10 palancas, una por cada celda.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
No sólo Níniel estaba presente, sino también Chimar. Aquello parecía una pequeña reunión y eso le causaba, debía reconocerlo, cierta alegría. No es que, claro, disfrutara de ver a su amigo encerrado, todo lo contrario, pero la presencia de ambos, incluso de la elfa, le daba una sensación de seguridad, al menos tenía algo a lo que aferrarse en medio de la desesperanzadora situación. Sonrió en medio de la oscuridad.
-Estoy bien, sólo me faltan mis... cosas, las... ya sabes.
En realidad no tenía mucho sentido que la guardia les hubiera cogido, no de esa manera, pero era lo único que tenían en común. En ningún otro momento de su corta vida había interactuado con aquella elfa. Era eso o los matones tenían amigos poderosos, no cabía de otra. Eso último le hizo tragar saliva, si eran los mismos que le había dislocado el hombro no podía esperar que fueran muy suaves. Aunque pareciera extraño, comenzó a desear que fuera la guardia dispuesta a darle una paliza y ya. Eso podía soportarlo, si eran los matones no tenía seguridad alguna.
Abrazó fuertemente sus piernas en la oscuridad, debía reconocer que tenía miedo, pero no lo mostraría abiertamente, las sombras eran el lugar perfecto para permitirse un momento de angustia. No alcanzaría a ser muy extenso.
Chimar comenzaba a actuar con la cabeza fría y eso hizo espabilar al joven brujo, él era mayor, aunque fuera por poco, y solía ser rápido para idear planes, se estaba portando como un niño al atemorizarse en un rincón. ¿Acaso no lo era?.
-Haré lo que pueda -dijo poniéndose de pie y acercándose a los barrotes.
Forzó su cabeza a asomarse. No quedaba mucho espacio entre barra y barra, de hecho su cabeza no cabía completa, de lo contrario hubiera podido escapar sin molestarse mucho por palancas, pero su ojo alcanzó a divisar una serie de palancas. No sería muy difícil accionarlas con su telekinesis. Se concentró y movió una, escuchando un sonido cercano de una puerta abrirse. Chimar estaba en lo correcto, las palancas accionaban las puertas, sólo necesitaba encontrar las de sus celdas y todo podría acabar pronto... claro, si no se encontraban una serie de guardias en la salida. No podía esperar que fuera tan fácil como abrir las celdas y salir caminando como si nada, pero ya tendrían tiempo de lidiar con esos problemas. Iba a proceder a activar una segunda, pero debió detenerse... alguien se acercaba.
La mujer que entró parecía preocuparse mucho de tener un aspecto que inspirara temor, con su traje de cuero tan llamativo y sus labios que parecían sangre. Algo de su apariencia le hizo pensar en vampiros, pero no podía estar seguro. Lo más llamativo de ella era su emblema del pecho, seguro debía significar algo, pero Demian no podía recordar conocerlo de ninguna parte.
Las dudas parecían responderse por ella misma, aunque al mismo tiempo se generaban nuevas interrogantes. No estaban allí ni por la guardia ni por los matones, sino por unos fragmentos. ¿Todo esto por esa baratija?, pensó el niño, él sólo la había robado por casualidad, ni siquiera sabía que fuera importante. ¿Se puede tener tan mala suerte?.
Como fuera, no tenía sentido preocuparse sobre el por qué estaba allí, lo importante era lo que pasaría a continuación, ya tendría tiempo para lo otro. La mujer parecía querer intimidarlos e interrogarlos. Eso no era bueno y despertó en Demian una inquietante preocupación, en especial por su amigo. No tenían nada que revelar, no tenían nada que darle a la mujer para librarse de un interrogatorio. No era un asunto de lealtad a nadie, sino simplemente no tenían información alguna de lo que ella quería, pero era muy poco probable que se contentara con escuchar esa simple explicación y les dejara ir con una disculpa. Era obvio que aunque su amigo parecía algo más fuerte que él, no estaba preparado para ser torturado.
-Yo te puedo guiar hacia quienes estaban detrás de esa cosa, no me dieron explicaciones sobre qué era, pero vi quienes eran -mintió Demian, con un rostro que intentaba ser duro, pero que era acompañado con un casi imperceptible temblor del mentón y un intenso palpitar en su pecho.
No era un gran mentiroso, pero la oscuridad ocultaba la mayor parte de los signos que podían delatarle. La mujer hizo una señal y apareció un tipo fornido que no dijo palabra alguna, sino que parecía obedecer ciegamente y sin preguntar. Bastó un gesto para que supiera lo que tenía que hacer, bajó una palanca, de la cual Demian tomó nota mental... la tercera de la primera fila... y luego entró a la celda donde se encontraba el chico.
Demian no opuso resistencia y prefirió salir por sus propias piernas, aunque, como si con eso justificara su trabajo, el hombre le sujetó firmemente del hombro. Se paró frente a la mujer tratando de no mostrar miedo.
-Cuéntame más -ordenó ella.
-M...m...me contrataron hace d...dos días -dijo con evidente nerviosismo, aunque claro, era comprensible en un chico puesto en tal situación- sólo me d...dijeron que robara a ese g...g...guardia, nada más... era un sujeto de cara larga, ojos az...zules y...
-¡Basta! -interrumpió ella, hastiada- es obvio que estás mintiendo, no me tomes por una novata, ¿quién te crees que soy?.
Demian bajó la vista, no conseguiría nada con seguir con la farsa. Ella entonces le hizo un gesto al sujeto y éste rasgó la camisa del chico, aparentemente dispuesto a azotarle con algo, pero entonces la mujer lo detuvo, percatándose de algo en la espalda del niño.
-La daga negra... sabía que no eran simples ladronzuelos, pero no esperaba que esa orden de asesinos estuviera involucrada -dijo con asombro. Eso claramente estaba fuera de sus planes.
Se dirigió a la elfa, que era la que recién había hablado y que había parecido sincera, incluso, al parecer, engañando su agudo ojo para la mentira.
-¿Qué tienes que ver con la orden de la daga negra? -le preguntó, luego se giró hacia Chimar- y tú... ¿también perteneces a esa orden de asesinos?, muéstrenme sus espaldas, debajo de sus cuellos.
Demian no pudo evitar sentir un fugaz alivio al verse, al menos temporalmente, libre de su atención, aunque ahora se encontraba en problemas más graves. Sería muy difícil de explicar que sólo había sido una casualidad ahora que ella conocía su origen.
Off: Demian lleva un pequeño tatuaje con forma de daga negra en su espalda, poco más abajo del cuello. Normalmente cubierto por su ropa. Todos los asesinos de su orden lo llevan en el mismo lugar.
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Sus amigos parecen pensar que toda la situación es obra del altercado acontecido en el mercado días atrás, suena creíble pero las propias circunstancias conspiran en contra de la teoría. Los guardias no actúan así y a menos que exista un cuerpo especial recién salido del horno no se les puede atribuir algo como esto. Nada alentador sin duda pues los agentes de la ley son hasta cierto grado predecibles.
Al menos todos están físicamente bien, lejos del temor intrínseco a la situación actual no tienen daños visibles. Chimar comienza a temblar ligeramente, Lo cierto es que el miedo y el frio no se llevan muy bien, su temperatura corporal baja drásticamente lo que le obliga a cruzar los brazos mientras se acurruca buscando calor. Siempre que se encuentra en una situación similar queda despojado de sus utensilios, debe buscar una forma de camuflar mejor sus cosas.
Un ruido le hace estremecer, se acerca a los barrotes y saca su cabeza para detallar mejor el exterior, no puede traspasar el espacio pero obtiene buena óptica. Demian parece haber encontrado las palancas, buenas noticias para variar pues luego de varios intentos deberían estar libres. Siempre resulta útil tener conocimientos en ciencia, gracias a ellos el joven inventor pudo deducir lo del mecanismo rápidamente.
Se escuchan varios pasos acercándose por lo que cesaron los intentos de escape, una segunda antorcha ilumino mas el recinto revelando su propietaria. Cierta mujer joven y de aspecto severo entro en la escena, Les mira minuciosamente hasta que considera oportuno hablar. Chimar se le queda mirando varios instantes, le inspira temor por lo que se encoge de hombros mientras escucha el parlamento.
Todo apunta a que el diminuto fragmento que tomo el brujo para retarse a si mismo desencadeno todo, por algún acto de terrible mala suerte resulto llamar la atención de la mujer con aspecto vampírico y su grupo hasta ahora desconocido. El niño científico trata de no perderse pero muchas cosas se le escapan, el símbolo que pavonea la mujer, el extraño resto, ¡toda la jodida situación! Parece estar atrapado en una fiesta sin invitación.
Se reserva una respuesta pues es mejor no revelar su condición de inútil tan rápido, a veces el misterio te ayuda a seguir vivo. La mujer de la capa roja parece no tener ningún reparo en amenazar de muerte, eso dice mucho de la calaña que representa, es difícil saber qué intereses siniestros abran perturbado por un simple acto de rebeldía infantil. Que ellos y la elfa estén atrapados en el mismo “bote” solo se puede considerar como una coincidencia demencial.
Demian hace cierta jugada arriesgada, opta por mentirle a la dama de rojo. El corazón de Chimar se acelera pues sabe que su amigo no es muy bueno en ese aspecto, es el mejor atacando desde las sombras pero la elocuencia no es lo suyo. Su tartamudeo característico delata la mentira desencadenando la ira en aquella criminal, es obvio que quieren enseñarle una “lección” al chico pero por alguna razón antes de los golpes se detienen.
El pequeño intelectual detalla todo desde la celda. El tatuaje que su amigo lleva parece haberle salvado, no es raro que los elementos oscuros se teman entre sí. La carcelera pide que descubran sus cuellos y el Gorrión acepta acercando dicha zona despejada a los barrotes, actúa de manera obediente para evitar que le rompan alguna prenda. Es obvio que carece de afiliación por lo que se asusta un poco, pueden no mostrar reparo en su persona gracias a ese aspecto.
Segundos después vuelve a entablar contacto visual, quiere estar preparado por si se ponen hostiles, no es que pueda hacer mucho pero intentara cubrirse la cara al menos. En este aspecto es bastante maduro, a pesar de ser el más pequeño en ese lugar se preocupa más por sus amigos que por el mismo. Las heridas se curan, los camaradas muertos no. Es difícil saber qué ocurrirá a continuación pero tratara de estar a la altura.
La lógica comienza a jugar en contra de su estabilidad. Si no tienen nada que darle a esta organización les mataran sin mediar palabra y lo peor es que ese es el caso, solo son un grupo de personas con mala suerte. Necesitan liberarse, armarse y comenzar a buscar una salida rápido pero no podrán hacerlo mientras la “señorita siniestra” siga con su espectáculo. De momento Chimar no puede hacer nada.
Al menos todos están físicamente bien, lejos del temor intrínseco a la situación actual no tienen daños visibles. Chimar comienza a temblar ligeramente, Lo cierto es que el miedo y el frio no se llevan muy bien, su temperatura corporal baja drásticamente lo que le obliga a cruzar los brazos mientras se acurruca buscando calor. Siempre que se encuentra en una situación similar queda despojado de sus utensilios, debe buscar una forma de camuflar mejor sus cosas.
Un ruido le hace estremecer, se acerca a los barrotes y saca su cabeza para detallar mejor el exterior, no puede traspasar el espacio pero obtiene buena óptica. Demian parece haber encontrado las palancas, buenas noticias para variar pues luego de varios intentos deberían estar libres. Siempre resulta útil tener conocimientos en ciencia, gracias a ellos el joven inventor pudo deducir lo del mecanismo rápidamente.
Se escuchan varios pasos acercándose por lo que cesaron los intentos de escape, una segunda antorcha ilumino mas el recinto revelando su propietaria. Cierta mujer joven y de aspecto severo entro en la escena, Les mira minuciosamente hasta que considera oportuno hablar. Chimar se le queda mirando varios instantes, le inspira temor por lo que se encoge de hombros mientras escucha el parlamento.
Todo apunta a que el diminuto fragmento que tomo el brujo para retarse a si mismo desencadeno todo, por algún acto de terrible mala suerte resulto llamar la atención de la mujer con aspecto vampírico y su grupo hasta ahora desconocido. El niño científico trata de no perderse pero muchas cosas se le escapan, el símbolo que pavonea la mujer, el extraño resto, ¡toda la jodida situación! Parece estar atrapado en una fiesta sin invitación.
Se reserva una respuesta pues es mejor no revelar su condición de inútil tan rápido, a veces el misterio te ayuda a seguir vivo. La mujer de la capa roja parece no tener ningún reparo en amenazar de muerte, eso dice mucho de la calaña que representa, es difícil saber qué intereses siniestros abran perturbado por un simple acto de rebeldía infantil. Que ellos y la elfa estén atrapados en el mismo “bote” solo se puede considerar como una coincidencia demencial.
Demian hace cierta jugada arriesgada, opta por mentirle a la dama de rojo. El corazón de Chimar se acelera pues sabe que su amigo no es muy bueno en ese aspecto, es el mejor atacando desde las sombras pero la elocuencia no es lo suyo. Su tartamudeo característico delata la mentira desencadenando la ira en aquella criminal, es obvio que quieren enseñarle una “lección” al chico pero por alguna razón antes de los golpes se detienen.
El pequeño intelectual detalla todo desde la celda. El tatuaje que su amigo lleva parece haberle salvado, no es raro que los elementos oscuros se teman entre sí. La carcelera pide que descubran sus cuellos y el Gorrión acepta acercando dicha zona despejada a los barrotes, actúa de manera obediente para evitar que le rompan alguna prenda. Es obvio que carece de afiliación por lo que se asusta un poco, pueden no mostrar reparo en su persona gracias a ese aspecto.
Segundos después vuelve a entablar contacto visual, quiere estar preparado por si se ponen hostiles, no es que pueda hacer mucho pero intentara cubrirse la cara al menos. En este aspecto es bastante maduro, a pesar de ser el más pequeño en ese lugar se preocupa más por sus amigos que por el mismo. Las heridas se curan, los camaradas muertos no. Es difícil saber qué ocurrirá a continuación pero tratara de estar a la altura.
La lógica comienza a jugar en contra de su estabilidad. Si no tienen nada que darle a esta organización les mataran sin mediar palabra y lo peor es que ese es el caso, solo son un grupo de personas con mala suerte. Necesitan liberarse, armarse y comenzar a buscar una salida rápido pero no podrán hacerlo mientras la “señorita siniestra” siga con su espectáculo. De momento Chimar no puede hacer nada.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Para su sorpresa, Demian dijo tener información que podría interesar a la mujer de labios carmesí, no sobre la pieza, si no sobre un hombre que le había contratado para adquirirla. ¿Pero qué demonios eran esas piezas para que pareciera que todo el mundo iba detrás de ellas?. Incluso viendo tres fragmentos juntos que ayudaban a crear una imagen mental de la pieza una vez estuviese completa, la elfa seguía sin comprender por qué merecía tantos esfuerzos. ¿Era una antigüedad valiosa?. ¿Estaban ante unos fanáticos religiosos?.
Al final la mujer, tras sacar a Demian de su celda, ayudándose un corpulento lacayo, acabó por descubrir que las palabras del niño eran un embuste, y no parecía que le gustase que la mintieran. Con un simple gesto el hombre destrozó la camisa de Demian y parecía que la mujer se preparaba para cumplir su anterior promesa de inflingirle al mentiroso una gran cantidad de dolor. Desde su posición, Níniel vio como la mujer sacaba una especie de dedal acabado en punta y se lo colocaba en el dedo índice de la mano derecha. La punta de aquel dedal metálico parecía filosa pero no parecía capaz de causar una herida significativa, ni siquiera a un niño, ¿Era algún tipo de tortura? ¿Arañazos? ¿Pinchazos?. Por suerte para el brujo algo en su cuello llamó la atención de la mujer y evitó que el proceso diera comienzo. Algo de una daga negra y una orden de asesinos, la peliblanca por supuesto no tenía ni la mas remota idea de sobre qué estaba hablando pero parecía alterada, incluso nerviosa.
La mujer entonces se giró hacia Níniel y le preguntó por su relación con aquello.
Si del fragmento ya sabía muy poco, sobre aquello no sabía nada y así lo expresó pero no convenció a su carcelera pues la miró iracunda antes de desviar su atención a Chimar y exigir que ambos les mostraran la zona bajo sus cuellos, buscando sin duda la misma señal que el brujo parecía tener allí.
Níniel, asustada y sabiendo que de no obedecerla seguramente la mujer haría que aquel matón suyo la obligara por la fuerza y sería mucho peor para ella, se giró y le mostró la zona solicitada retirando su larga melena. Gracias a su túnica, por suerte no hizo falta que se desprendiera de ninguna prenda pues dejaba al descubierto el cuello y parte de la espalda. La única marca que Níniel tenía en su blanca piel era el tatuaje de un dragón.
-Quizá tenga esa marca en otra parte jefa- Dijo el matón con una cadencia de palabras que dejaba claro que no era muy espabilado y que aquella ocurrencia la hacia por mera lujuria y no por ser de ayuda o por pensar con la cabeza. La elfa volvió a retroceder temiéndose que la mujer accediera a aquella idea pero no lo hizo.
-Solo la llevan en el cuello, ya tendrás tiempo para divertirte mas tarde- Y a continuación puso su atención en el pequeño inventor.
Una vez satisfecha y aunque parecía confusa por no haber encontrado la misma marca en los otros dos prisioneros, la mujer volvió a acercarse hasta Demian sonriendo con malicia. Tomó su cara con su mano izquierda y apretó hasta hacer daño.
-Si tuviera tiempo tu y yo nos íbamos a divertir mucho juntos, te obligaría a elegir de cual de los otros prisioneros debería encargarme y luego a seguir escogiendo cómo ocuparme de ellos...Luego te lo haría a ti. Pero no tengo tiempo así que os dejaré al cuidado del bueno de Olaf- Le dio unas palmaditas en la espalda al grandullón. -Volveremos a hablar cuando vuelva, seguro que entonces ya no tendréis ganas de mentirme. Os sacaré hasta la última palabra...Y si no tenéis palabras, os sacaré hasta el último grito.-
Ordenó que volvieran a meter a Demian en la celda y ambos carceleros se alejaron por el pasillo dejándolos solos de nuevo, no sin que antes el hombre le dirigiera a la elfa una mirada cargada de lascivia. Níniel temía que aquel asqueroso sujeto no tardaría mucho en considerar que el "mas tarde" de su superior se había convertido en "ahora". En cuanto el sonido de las pisadas dejó de oírse volvió a acercarse a los barrotes y susurró.
-Tenemos que salir de aquí ya-
La mujer de labios carmesí había quedado inquieta a pesar de su dominio de la situación. Mientras caminaba acompañada por Olaf no deja de pensar en la implicación de aquellos asesinos y en si debería importunar a su maestro con aquella información y quizás incurrir en su ira o no mencionarlo y ocuparse ella misma del asunto. Sus pasos la llevaron pronto al final del pasillo donde unas escaleras de caracol de piedra ascendían hasta un nivel superior de aquel lugar. Una vez arriba pasó por una sala donde, a la luz de las antorchas, un par de guardias ataviados con cuero negro y con aquel símbolo del puño en el pecho, revisaban los objetos del trío de prisioneros y se jugaban a los dados quién se quedaría qué. En aquel momento uno de ellos acababa de ganar la capa de Níniel y se jactaba ante el perdedor de lo bien que olía a flores.
La mujer ni les saludó y continuó su caminar hasta salir de aquella sala.
Al final la mujer, tras sacar a Demian de su celda, ayudándose un corpulento lacayo, acabó por descubrir que las palabras del niño eran un embuste, y no parecía que le gustase que la mintieran. Con un simple gesto el hombre destrozó la camisa de Demian y parecía que la mujer se preparaba para cumplir su anterior promesa de inflingirle al mentiroso una gran cantidad de dolor. Desde su posición, Níniel vio como la mujer sacaba una especie de dedal acabado en punta y se lo colocaba en el dedo índice de la mano derecha. La punta de aquel dedal metálico parecía filosa pero no parecía capaz de causar una herida significativa, ni siquiera a un niño, ¿Era algún tipo de tortura? ¿Arañazos? ¿Pinchazos?. Por suerte para el brujo algo en su cuello llamó la atención de la mujer y evitó que el proceso diera comienzo. Algo de una daga negra y una orden de asesinos, la peliblanca por supuesto no tenía ni la mas remota idea de sobre qué estaba hablando pero parecía alterada, incluso nerviosa.
La mujer entonces se giró hacia Níniel y le preguntó por su relación con aquello.
Si del fragmento ya sabía muy poco, sobre aquello no sabía nada y así lo expresó pero no convenció a su carcelera pues la miró iracunda antes de desviar su atención a Chimar y exigir que ambos les mostraran la zona bajo sus cuellos, buscando sin duda la misma señal que el brujo parecía tener allí.
Níniel, asustada y sabiendo que de no obedecerla seguramente la mujer haría que aquel matón suyo la obligara por la fuerza y sería mucho peor para ella, se giró y le mostró la zona solicitada retirando su larga melena. Gracias a su túnica, por suerte no hizo falta que se desprendiera de ninguna prenda pues dejaba al descubierto el cuello y parte de la espalda. La única marca que Níniel tenía en su blanca piel era el tatuaje de un dragón.
-Quizá tenga esa marca en otra parte jefa- Dijo el matón con una cadencia de palabras que dejaba claro que no era muy espabilado y que aquella ocurrencia la hacia por mera lujuria y no por ser de ayuda o por pensar con la cabeza. La elfa volvió a retroceder temiéndose que la mujer accediera a aquella idea pero no lo hizo.
-Solo la llevan en el cuello, ya tendrás tiempo para divertirte mas tarde- Y a continuación puso su atención en el pequeño inventor.
Una vez satisfecha y aunque parecía confusa por no haber encontrado la misma marca en los otros dos prisioneros, la mujer volvió a acercarse hasta Demian sonriendo con malicia. Tomó su cara con su mano izquierda y apretó hasta hacer daño.
-Si tuviera tiempo tu y yo nos íbamos a divertir mucho juntos, te obligaría a elegir de cual de los otros prisioneros debería encargarme y luego a seguir escogiendo cómo ocuparme de ellos...Luego te lo haría a ti. Pero no tengo tiempo así que os dejaré al cuidado del bueno de Olaf- Le dio unas palmaditas en la espalda al grandullón. -Volveremos a hablar cuando vuelva, seguro que entonces ya no tendréis ganas de mentirme. Os sacaré hasta la última palabra...Y si no tenéis palabras, os sacaré hasta el último grito.-
Ordenó que volvieran a meter a Demian en la celda y ambos carceleros se alejaron por el pasillo dejándolos solos de nuevo, no sin que antes el hombre le dirigiera a la elfa una mirada cargada de lascivia. Níniel temía que aquel asqueroso sujeto no tardaría mucho en considerar que el "mas tarde" de su superior se había convertido en "ahora". En cuanto el sonido de las pisadas dejó de oírse volvió a acercarse a los barrotes y susurró.
-Tenemos que salir de aquí ya-
La mujer de labios carmesí había quedado inquieta a pesar de su dominio de la situación. Mientras caminaba acompañada por Olaf no deja de pensar en la implicación de aquellos asesinos y en si debería importunar a su maestro con aquella información y quizás incurrir en su ira o no mencionarlo y ocuparse ella misma del asunto. Sus pasos la llevaron pronto al final del pasillo donde unas escaleras de caracol de piedra ascendían hasta un nivel superior de aquel lugar. Una vez arriba pasó por una sala donde, a la luz de las antorchas, un par de guardias ataviados con cuero negro y con aquel símbolo del puño en el pecho, revisaban los objetos del trío de prisioneros y se jugaban a los dados quién se quedaría qué. En aquel momento uno de ellos acababa de ganar la capa de Níniel y se jactaba ante el perdedor de lo bien que olía a flores.
La mujer ni les saludó y continuó su caminar hasta salir de aquella sala.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Toda la situación despertó en el chico el coraje. Hacía tiempo que no era Demian, el aprendiz de asesino de la daga negra, sino Demian, el gorrión. El primero era capaz de matar a sangre fría, el segundo evitaba cualquier derramamiento de sangre; el primero se fijaba en qué parte de tu cuerpo era más vulnerable para enterrar sus dagas, el segundo buscaba qué tan gordos eran tus bolsillos; el primero velaba por sí mismo, el segundo tenía amigos. Dejó que el primero, el asesino de la daga negra, se manifestara completamente. Era la misma persona, no tenía doble personalidad ni nada sobrenatural, era sólo dejar rienda suelta al aspecto más oscuro de su personalidad.
Su mirada se hizo más fría, vacía, pero al mismo tiempo profunda. Se quedó parado, quieto, como ausente, mientras la mujer interrogaba a sus compañeros para saber si tenían algo que ver con la orden. No, por supuesto que ninguno de ellos tenía la marca. Una vez que ella volviera a poner su atención en él se encontraría con su nueva mirada, pero ella parecía muy segura de sí misma a su vez, tomándole su cara de manera firme, apretando hasta hacerle sentir dolor, al tiempo que dejaba ver ese objeto que seguro tenía efectos que era mejor no conocer.
Demian no pestañeó, no mostró temor, ni siquiera interés, mientras ella iba describiendo la horrible escena de tortura física y psicológica que haría sobre ellos. Yo te sacaré hasta la última gota de sangre, pensó, pero no llegaría a decirlo, tan sólo le sostuvo la mirada, impasible, ausente. Estaba dispuesto a mantener su determinación, incluso si eso implicaba soportar tortura. Para su suerte, ninguna de las amenazas se llevó a cabo y, contra todo pronóstico, los dejó con cierta prisa. Primer error de un novato, hablar más de lo que serás capaz de cumplir, pensó. Tuviste tu oportunidad, ahora viene la mía.
Se dejó conducir hasta su celda sin oponerse ni mostrar miedo. A decir verdad, sí tenía miedo, mucho, pero una de las primeras lecciones de su maestro había sido como saber ocultar lo que sentía frente a un enemigo. Los sentimientos eran una debilidad que el otro podía utilizar en tu contra. Antes de que el fornido ayudante cerrara la celda le miró a los ojos, directo a los ojos.
Esperó en silencio en su celda el efecto de su magia. Era muy simple, había agregado un pequeño efecto ilusorio, una voz apenas perceptible, como un susurro en la lejanía, tan sutil que no estaría seguro si era realmente una voz o apenas su pensamiento, un recuerdo quizás. "Ha escapado, ha escapado", sería lo único que diría esta voz.
No tardaron en verse los efectos, el sujeto volvió al lugar de las celdas con una expresión de curiosidad, rascándose la cabeza extrañado. ¿Por qué pensaba eso?, esas celdas eran muy seguras. Caminó hasta pararse frente a la celda donde estaba Demian y entonces sus temores se confirmaron, el pequeño asesino ya no estaba en ese lugar. El lugar de escape era evidente, la pared estaba rota y un agujero del tamaño suficiente para que entrara un niño mostraba la ruta de escape. El corazón del sujeto pareció a punto de estallar, ella no estaría contenta.
No perdió tiempo, accionó el mecanismo y abrió la celda, entrando presuroso para intentar asomarse por la abertura. El sonido hizo a Demian, oculto con su magia, apretar un poco los dientes, pues el impacto del cráneo humano contra la piedra seguro había sido doloroso. No podía esperar tener tanta suerte como para que el tipo perdiera la conciencia, pero al menos el golpe le daba una pequeña oportunidad de distracción.
Emergió de las sombras en el mismo instante en que aquel se golpeaba la cabeza y tomaba la espada que éste portaba con sus manos. Se apoyó de la telekinesis para sacarla con rapidez de su funda y sostenerla entre sus manos. La espada era grande y pesaba bastante, especialmente para un chico menudo como Demian, pero compensaba con su magia para mantenerla en posición, apuntando justo a la espalda de quien hubiera amenazado con golpearle, tocando su piel.
-Prometo no hacerte daño, pero debes quedarte quieto, eso es, muy bien, así... ahora levanta tus manos y ponlas detrás de tu nuca... eso es, lentamente, no te haré nada -dio las instrucciones el pequeño, su voz sonando más grave de lo normal.
Apuntó tranquilamente, buscando el punto exacto, para luego empujar la espada con todas sus fuerzas más su telekinesis en el cuello del fornido tipo, que a pesar de su musculatura poco podía hacer para impedir que el acero entrara en su carne.
Pocos segundos más tarde Demian emergía de su celda arrastrando una espada ensangrentada. Él mismo tenía salpicaduras de sangre por sus brazos y algunos arañazos y golpes en el cuerpo. Al parecer el tipo había intentado dar lucha mientras tenía el cuello abierto, pero poco podía hacer en esas condiciones.
Dejó caer la espada en el pasillo, el arma era muy pesada para él y usar la telekinesis le desgastaba. Una cosa era asesinar con la espada a un tipo inmóvil, otra pretender pelear con ella. Sus energías además habían descendido notoriamente con la magia utilizada en todo el acto. No había llegado a su límite, pero tenía un aire de cansancio.
Fue hasta las palancas y comenzó a accionarlas una a una, partiendo de la que ya sabía pertenecía a su celda. No fue difícil dar con las de Níniel y Chimar.
Dentro de la celda, el sujeto aún parecía estar consciente, pero incapaz ya de intentar nada, mientras terminaba de desangrarse.
Demian sonrió a sus compañeros, contento de que pudieran encontrarse bien. Era momento de intentar escapar.
Última edición por Demian el Vie Jun 12 2015, 15:38, editado 1 vez
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Una falta de afiliación pareció confundir a la mujer quien descargo su frustración en el brujo, por suerte solo fue un acto de brusquedad y no paso a mayores. Las amenazas parecen tener cierto fundamento lo que genera un fuerte temor en Chimar, no puede esperar para largarse de allí, el niño se acerca a los barrotes y observa con preocupación a su compañero quien se encuentra en el punto de mira, lejos del ataque psicológico no parece recibir daño.
Demian se muestra con una fortaleza sorprendente, parece mantener la cabeza fría a pesar de todo. El pequeño inventor estaría temblando de miedo pero no su compañero, a veces olvida que fue criado en un gremio de asesinos secreto por lo que su fortaleza esta fuera de dudas. La mujer sigue el numerito atemorizante y resulta una sorpresa cuando se retira con su lacayo. Nuevamente están solos lo que les da espacio para respirar.
¿Alguna idea chicos?
No pasa mucho para que la respuesta se de sola, el tosco carcelero vuelve algo confundido lanzándose de cabeza en la celda del mago. Chimar se pega de la puerta pero no puede distinguir nada, escucha a su hermano dar varios comandos ¿logro manejar la situación? De repente un sonido bastante grotesco tiene lugar, como si alguien se estuviera ahogando, el forcejeo dura unos instantes hasta que Demian sale empuñando una espada ensangrentada.
¿¿¡¡Estas Bien!!?? ¿Lo…..?
Se queda frio, es un chico listo así que no deben pintarle con colores una respuesta, abre los ojos de par en par mientras se acelera su respiración. Era la decisión lógica pero no por ello menos cruda. Se tranquiliza pues su amigo acaba de salvarles el trasero, no estaría bien mostrar indignación bajo ningún concepto. Las puertas se abren dejando salir a los prisioneros, acaban de burlar el encarcelamiento.
Temeroso el niño se acerca a la antigua celda de su hermano, allí ve la grotesca escena en todo su esplendor. Un cuerpo yace degollado en el suelo reposando sobre gran cantidad de sangre. Intenta no desmayarse pero se tambalea ligeramente, al final corta el contacto visual y se siente mejor, ver a Demian tan sonriente es un claro contraste pero esa ha sido la historia de su vida, no le juzgara.
Chicos es hora de “retirarnos”, señorita Níniel ¿puede usar esa espada?
Lo cierto es que no llegaran lejos sin armas y eso se hace evidente con cada paso que dan. El pequeño detalla el entorno buscando cualquier cosa que puedan utilizar pero todo está limpio “figurativamente hablando claro”, se le ocurre cierta idea al ver varias piezas de metal por lo que hace un gesto solicitando al grupo detenerse. Incluso sin herramientas su inventiva sigue funcionando, es capaz de crear algo con lo que ve.
Denme un minuto.
Selecciona las mejores partes metálicas y rasga algunos trozos de su polvorera, con habilidad establece un mango creando cinco puñales improvisados. Le da un par a Demian, luego reparte el resto entre su persona y Níniel, es posible que la elfa encuentre más cómodo su par de armas cortas a la pesada espada pero es cosa de ella. El pequeño se queda solo con uno pues no es muy diestro con las cosas de Melee.
Nos darán una oportunidad.
Avanzan hasta llegar a una escalera de caracol y cuando suben divisan un par de brutos jugando con sus cosas. El joven intelectual se molesta debido a la impropia manipulación de sus artefactos. El enfrentamiento parece inevitable por lo que siente un golpe de adrenalina, no es bueno con las peleas de cerca y se asusta con un poco de sangre, duda tener alguna posibilidad en un combate directo pero apoyara a su grupo. En esta oportunidad su condición de niño no ayuda para nada. Por razones similares invento el arma que lleva siempre.
Les sigo….
Demian se muestra con una fortaleza sorprendente, parece mantener la cabeza fría a pesar de todo. El pequeño inventor estaría temblando de miedo pero no su compañero, a veces olvida que fue criado en un gremio de asesinos secreto por lo que su fortaleza esta fuera de dudas. La mujer sigue el numerito atemorizante y resulta una sorpresa cuando se retira con su lacayo. Nuevamente están solos lo que les da espacio para respirar.
¿Alguna idea chicos?
No pasa mucho para que la respuesta se de sola, el tosco carcelero vuelve algo confundido lanzándose de cabeza en la celda del mago. Chimar se pega de la puerta pero no puede distinguir nada, escucha a su hermano dar varios comandos ¿logro manejar la situación? De repente un sonido bastante grotesco tiene lugar, como si alguien se estuviera ahogando, el forcejeo dura unos instantes hasta que Demian sale empuñando una espada ensangrentada.
¿¿¡¡Estas Bien!!?? ¿Lo…..?
Se queda frio, es un chico listo así que no deben pintarle con colores una respuesta, abre los ojos de par en par mientras se acelera su respiración. Era la decisión lógica pero no por ello menos cruda. Se tranquiliza pues su amigo acaba de salvarles el trasero, no estaría bien mostrar indignación bajo ningún concepto. Las puertas se abren dejando salir a los prisioneros, acaban de burlar el encarcelamiento.
Temeroso el niño se acerca a la antigua celda de su hermano, allí ve la grotesca escena en todo su esplendor. Un cuerpo yace degollado en el suelo reposando sobre gran cantidad de sangre. Intenta no desmayarse pero se tambalea ligeramente, al final corta el contacto visual y se siente mejor, ver a Demian tan sonriente es un claro contraste pero esa ha sido la historia de su vida, no le juzgara.
Chicos es hora de “retirarnos”, señorita Níniel ¿puede usar esa espada?
Lo cierto es que no llegaran lejos sin armas y eso se hace evidente con cada paso que dan. El pequeño detalla el entorno buscando cualquier cosa que puedan utilizar pero todo está limpio “figurativamente hablando claro”, se le ocurre cierta idea al ver varias piezas de metal por lo que hace un gesto solicitando al grupo detenerse. Incluso sin herramientas su inventiva sigue funcionando, es capaz de crear algo con lo que ve.
Denme un minuto.
Selecciona las mejores partes metálicas y rasga algunos trozos de su polvorera, con habilidad establece un mango creando cinco puñales improvisados. Le da un par a Demian, luego reparte el resto entre su persona y Níniel, es posible que la elfa encuentre más cómodo su par de armas cortas a la pesada espada pero es cosa de ella. El pequeño se queda solo con uno pues no es muy diestro con las cosas de Melee.
Nos darán una oportunidad.
Avanzan hasta llegar a una escalera de caracol y cuando suben divisan un par de brutos jugando con sus cosas. El joven intelectual se molesta debido a la impropia manipulación de sus artefactos. El enfrentamiento parece inevitable por lo que siente un golpe de adrenalina, no es bueno con las peleas de cerca y se asusta con un poco de sangre, duda tener alguna posibilidad en un combate directo pero apoyara a su grupo. En esta oportunidad su condición de niño no ayuda para nada. Por razones similares invento el arma que lleva siempre.
Les sigo….
- Puñal:
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Última edición por Chimar el Vie Jun 12 2015, 19:29, editado 1 vez
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Aquel sujeto corpulento volvió hasta ellos casi de inmediato y parecía tener prisa cuando lo hizo. Níniel se encogió de miedo y se mentalizó para lo que seguramente iba a pasar a continuación, no tenía dudas de que aquel tipo, ya sin la mujer de labios rojos iba a intentar violentarla. La elfa no era una luchadora, tampoco era fuerte, pero no pensaba dejar que aquel energúmeno hiciera lo que quisiera sin resistirse. Arañaría, mordería y patearía como un gato panza arriba mientras tuviera el mas mínimo ápice de fuerza. Con esa idea en mente la peliblanca se tensó dispuesta a darle la bienvenida al tipo cuando para su sorpresa no se detuvo ante su celda si no ante la de Demian, una de las que estaban frente a la suya.
Comenzó a hacer aspavientos y a soltar maldiciones balbuceando cosas sin sentido como "ella se enfadará" o "maldito crío". Tal era su congoja que Níniel llegó a pensar que pasaba algo malo con Demian al que ella tampoco veía. Olaf abrió la celda del brujo, entró en ella iluminando el lugar con su antorcha y entonces, sin motivo ninguno, se lanzó a la carrera contra la pared de piedra golpeándose fuertemente la cabeza que comenzó a sangrar y quedando atontado en el absurdo proceso. Desde su celda Níniel podía verlo todo y se llevó una mano a la boca para reprimir un sonido y un gesto de sorpresa e incredulidad aunque pronto su mente supo sumar dos y dos y se dio cuenta de que Demian y sus habilidades debían de tener la culpa del errático comportamiento del carcelero.
Instantes después, Olaf estaba en el suelo desangrándose por una herida en el cuello que ni Níniel podría curar con su magia, era mortal de necesidad. La peliblanca no podía decir que aquel hombre no se lo mereciera, había visto maldad en sus ojos y sabía lo que les podría haber hecho a ella y a los niños de no haberse agotado su tiempo entre los vivos, pero aún así aquella muerte...Y que se la hubiera dado Demian, ver a alguien tan pequeño arrastra aquella arma ensangrentada...Era un espectáculo dantesco.
Pronto los barrotes de su celda descendieron hasta desaparecer por completo en el suelo y pudo salir al pasillo. Miró al ya sin vida cuerpo de Olaf y luego a los dos muchachos. Le preocupaba especialmente Demian, no por que estuviese herido, pues solo tenía una pequeñas magulladuras sin importancia, si no por su estado mental, estaba sonriendo. Chimar le pregunta si puede usar el arma del carcelero muerto.
-Puedo blandirla, un poco al menos supongo, pero la verdad es que no se usarla mas allá de lo lógico, clavar la punta a los malos.- Respondió la elfa mientras se agachaba ante el brujo y limpiaba la sangre de sus manos y brazos con su túnica, sin importar que la estuviese manchando. Era el modo de la elfa de decirle que no le culpaba por aquella muerte, que así como en su anterior encuentro les recriminó a los dos su violencia innecesaria, aquella vez lo había hecho bien. Mientras, el inventor parecía estar apañando algo, aun sin su equipo. Cuando Demian estuvo relativamente limpio y aunque seguramente el brujo no gustaba de esas muestras de afecto, la elfa le acarició el rostro allí donde la mujer de labios rojos le había agarrado con fuerza y con intención de hacerle daño. Después se levantó y tomó la espada manchada de sangre con ambas manos y practicó unos movimientos aprendidos mas por imitación que por práctica. Era evidente que su manejo dejaba mucho que desear.
Por suerte lo que Chimar estaba preparando era algo mucho mas manejable y ligero que la espada, por no mencionar lo fácil que resultaría ocultar aquellas pequeñas armas parecidas a punzones entre los pliegues de la ropa si la situación lo hacía necesario. Níniel se quedó con dos de ellos guardándolos en su túnica pero también conservó la espada, ya tendría tiempo para dejarla donde fuera mas adelante si no la necesitaban.
Sin mas preparativos que hacer y sin mas camino a seguir que aquel pasillo recto, comenzaron a caminar por el hasta que este acabó en unas escaleras de piedra ascendentes. Al subir por ellas serían vulnerables pero no les quedaba mas opción, por lo que tras acordar moverse despacio y en silencio, las subieron hasta que comenzaron a oír las voces de los guardias que seguían jugando a los dados. Unos pocos escalones más arriba y la elfa y los chicos pudieron ver a los jugadores enfrascados a lo suyo pero imposibles de evitar sin ser vistos ya que aquella sala solo tenía otro acceso y para llegar hasta el habría que pasar por delante de ellos.
La mejor opción sería recurrir de nuevo a las habilidades de Demian, pero ya había hecho un gran esfuerzo para sacarles de las celdas y la magia siempre se cobra un precio. Con mejores habilidades de lucha, sería ella la que se ocupara de aquellos dos pero como no era el caso, luchar de forma directa solo les haría acabar muertos o de nuevo en las celdas. Entonces tuvo una idea que ya había funcionado una vez en el pasado, el engaño sobre sus propias habilidades. Comenzó a susurrarles el plan a los niños.
-Los humanos sienten mucho respeto por la magia, incluso miedo y temen a cualquiera que la sepa usar. Saldré a la vista, manchada de sangre y con la espada de ese matón de Olaf y diré que lo he matado yo con mi magia, haré brillar mi mano y vosotros aprovechareis el momento de confusión para pillarles por la espalda. Diría que no les matéis, pero ya me he topado con gente con ese emblema antes y son malvados, no os arriesguéis. Si no funciona, entonces usa tu magia Demian, pero guarda fuerzas salvo que no haga falta.-
Entonces, con el plan ya compartido, la elfa sale caminando del hueco de las escaleras como si el lugar fuese de su propiedad y pasa por delante de los dos guardias que se sorprenden de verla y se levantan apresurádamente de sus sus sillas, causando que la mesa donde jugaban se volcase. Desenvainan sus armas y se enfrentan a la elfa peliblanca dando la espalda a las escaleras. La elfa sigue con el plan tratando de aparentar normalidad y calma y comienza a hacer brillar sus mano apuntada contra los mercenarios como si se tratara de un hechizo ofensivo.
-No quiero mataros como hice con Olaf, pero si seguís empeñados en interponeros en mi camino...Os mataré a todos- Dijo mostrando la espada. No se sentía cómoda diciendo esas cosas pero pensó en qué diría Geralt el brujo de fuego en una situación así y se le ocurrió aquello.- Los humanos sois tan necios...por eso...Perdisteis la guerra.-
Los dos hombres retrocedieron en un primer momento al desconocer la naturaleza de la magia de la elfa y se fijaron en la espada creyéndose sus palabras, pero no tardarían en darse cuenta del farol. Pronto alguno de ellos diría "Mentirosa" como en el juego de dados, esperaba que para entonces sus amigos hubiesen cumplido su parte del plan.
Comenzó a hacer aspavientos y a soltar maldiciones balbuceando cosas sin sentido como "ella se enfadará" o "maldito crío". Tal era su congoja que Níniel llegó a pensar que pasaba algo malo con Demian al que ella tampoco veía. Olaf abrió la celda del brujo, entró en ella iluminando el lugar con su antorcha y entonces, sin motivo ninguno, se lanzó a la carrera contra la pared de piedra golpeándose fuertemente la cabeza que comenzó a sangrar y quedando atontado en el absurdo proceso. Desde su celda Níniel podía verlo todo y se llevó una mano a la boca para reprimir un sonido y un gesto de sorpresa e incredulidad aunque pronto su mente supo sumar dos y dos y se dio cuenta de que Demian y sus habilidades debían de tener la culpa del errático comportamiento del carcelero.
Instantes después, Olaf estaba en el suelo desangrándose por una herida en el cuello que ni Níniel podría curar con su magia, era mortal de necesidad. La peliblanca no podía decir que aquel hombre no se lo mereciera, había visto maldad en sus ojos y sabía lo que les podría haber hecho a ella y a los niños de no haberse agotado su tiempo entre los vivos, pero aún así aquella muerte...Y que se la hubiera dado Demian, ver a alguien tan pequeño arrastra aquella arma ensangrentada...Era un espectáculo dantesco.
Pronto los barrotes de su celda descendieron hasta desaparecer por completo en el suelo y pudo salir al pasillo. Miró al ya sin vida cuerpo de Olaf y luego a los dos muchachos. Le preocupaba especialmente Demian, no por que estuviese herido, pues solo tenía una pequeñas magulladuras sin importancia, si no por su estado mental, estaba sonriendo. Chimar le pregunta si puede usar el arma del carcelero muerto.
-Puedo blandirla, un poco al menos supongo, pero la verdad es que no se usarla mas allá de lo lógico, clavar la punta a los malos.- Respondió la elfa mientras se agachaba ante el brujo y limpiaba la sangre de sus manos y brazos con su túnica, sin importar que la estuviese manchando. Era el modo de la elfa de decirle que no le culpaba por aquella muerte, que así como en su anterior encuentro les recriminó a los dos su violencia innecesaria, aquella vez lo había hecho bien. Mientras, el inventor parecía estar apañando algo, aun sin su equipo. Cuando Demian estuvo relativamente limpio y aunque seguramente el brujo no gustaba de esas muestras de afecto, la elfa le acarició el rostro allí donde la mujer de labios rojos le había agarrado con fuerza y con intención de hacerle daño. Después se levantó y tomó la espada manchada de sangre con ambas manos y practicó unos movimientos aprendidos mas por imitación que por práctica. Era evidente que su manejo dejaba mucho que desear.
Por suerte lo que Chimar estaba preparando era algo mucho mas manejable y ligero que la espada, por no mencionar lo fácil que resultaría ocultar aquellas pequeñas armas parecidas a punzones entre los pliegues de la ropa si la situación lo hacía necesario. Níniel se quedó con dos de ellos guardándolos en su túnica pero también conservó la espada, ya tendría tiempo para dejarla donde fuera mas adelante si no la necesitaban.
Sin mas preparativos que hacer y sin mas camino a seguir que aquel pasillo recto, comenzaron a caminar por el hasta que este acabó en unas escaleras de piedra ascendentes. Al subir por ellas serían vulnerables pero no les quedaba mas opción, por lo que tras acordar moverse despacio y en silencio, las subieron hasta que comenzaron a oír las voces de los guardias que seguían jugando a los dados. Unos pocos escalones más arriba y la elfa y los chicos pudieron ver a los jugadores enfrascados a lo suyo pero imposibles de evitar sin ser vistos ya que aquella sala solo tenía otro acceso y para llegar hasta el habría que pasar por delante de ellos.
La mejor opción sería recurrir de nuevo a las habilidades de Demian, pero ya había hecho un gran esfuerzo para sacarles de las celdas y la magia siempre se cobra un precio. Con mejores habilidades de lucha, sería ella la que se ocupara de aquellos dos pero como no era el caso, luchar de forma directa solo les haría acabar muertos o de nuevo en las celdas. Entonces tuvo una idea que ya había funcionado una vez en el pasado, el engaño sobre sus propias habilidades. Comenzó a susurrarles el plan a los niños.
-Los humanos sienten mucho respeto por la magia, incluso miedo y temen a cualquiera que la sepa usar. Saldré a la vista, manchada de sangre y con la espada de ese matón de Olaf y diré que lo he matado yo con mi magia, haré brillar mi mano y vosotros aprovechareis el momento de confusión para pillarles por la espalda. Diría que no les matéis, pero ya me he topado con gente con ese emblema antes y son malvados, no os arriesguéis. Si no funciona, entonces usa tu magia Demian, pero guarda fuerzas salvo que no haga falta.-
Entonces, con el plan ya compartido, la elfa sale caminando del hueco de las escaleras como si el lugar fuese de su propiedad y pasa por delante de los dos guardias que se sorprenden de verla y se levantan apresurádamente de sus sus sillas, causando que la mesa donde jugaban se volcase. Desenvainan sus armas y se enfrentan a la elfa peliblanca dando la espalda a las escaleras. La elfa sigue con el plan tratando de aparentar normalidad y calma y comienza a hacer brillar sus mano apuntada contra los mercenarios como si se tratara de un hechizo ofensivo.
-No quiero mataros como hice con Olaf, pero si seguís empeñados en interponeros en mi camino...Os mataré a todos- Dijo mostrando la espada. No se sentía cómoda diciendo esas cosas pero pensó en qué diría Geralt el brujo de fuego en una situación así y se le ocurrió aquello.- Los humanos sois tan necios...por eso...Perdisteis la guerra.-
Los dos hombres retrocedieron en un primer momento al desconocer la naturaleza de la magia de la elfa y se fijaron en la espada creyéndose sus palabras, pero no tardarían en darse cuenta del farol. Pronto alguno de ellos diría "Mentirosa" como en el juego de dados, esperaba que para entonces sus amigos hubiesen cumplido su parte del plan.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Sus amigos no parecían tan contentos por lo que acababa de pasar, por extraño que eso le pareciera a Demian. Había matado al malo, ¿no?, ese tipo seguro iba a hacer cosas horribles si le dejaba suelto, debían estar alegres. Ellos no le reprocharon, pero su silencio ante la escena decía mucho por sí mismo. Las personas eran difíciles de entender, incluso si eran sus amigos. ¿Sería acaso la sangre?, claro, seguro pensaban que estaba herido.
-No se preocupen, no es mi sangre -aclaró para calmarles, ignorante de que lo que a ellos les impactaba era la escena.
La elfa se acercó a él y comenzó entonces a hacer algo de lo más extraño. A limpiarle. ¿En serio se preocupaba de la estética en un momento así?. Aquello era nuevo para él, pero había oído que las apariencias eran importantes para los elfos, sólo que nunca pensó que fuera para tanto. Supuso que lo mejor era dejar que terminara aquello hasta que se sintiera tranquila y finalmente lo hizo, para alivio del niño, sólo que no terminó en eso, sino que suavemente pasó una mano por su rostro. ¿Acaso tenía allí también manchas de sangre?. Aquello le molestó, la mujer de labios rojos le había lastimado en esa zona, nada grave, pero aún tenía la parte interna de la boca lastimada y no tenía muchas intenciones de que refregaran para limpiarle de alguna que otra gota de sangre. Para su suerte, la elfa no le causó daño, apenas fue un roce suave. No le dio más vueltas al asunto.
Chimar no estuvo ocioso. Sin perder tiempo su amigo se había puesto a recolectar materiales y cosas que parecían apenas basura para armar con ellos algo útil. No eran nada menos que puñales arcaicos. Demian sonrió, no eran nada comparado con sus finas y afiladas dagas, pero representarían un enorme cambio. Desarmado tenía escasas oportunidades de hacer daño, pero eso ahora cambiaba.
-Gracias, hermano.
Antes de salir de ese lugar, Demian se giró hacia la celda y notó que al fin Olaf se había dejado de mover. No podía estar completamente seguro de si ya había perdido la vida, pero no tenía tiempo de comprobarlo y su muerte era inevitable, a juzgar por la cantidad de sangre que ya rodeaba su cuerpo. Una horrible manera de morir, desangrándose y ahogándose en su propia sangre al intentar desesperadamente respirar. Realizó entonces un acto que podía resultar de lo más extraño, en especial para Níniel que no lo había visto nunca. Miró directamente al caído y se puso en una simple, pero prolija, posición erguida, inclinando luego su cuerpo hasta completar una profunda reverencia, como rindiendo un homenaje al caído. Su maestro era claro al respecto, no importaba quién fuera que hubieras matado, ni cuánto daño te hubiera o podría haber hecho, todas sus malas acciones eran olvidadas con la muerte, no había rencores, sólo quedaba el respeto.
-Que en la muerte encuentres paz y nueva vida surja donde la sangre ha sido derramada -repitió las palabras aprendidas de memoria de su maestro, el pequeño homenaje que todo caído se merecía de quien le ha arrebatado la vida.
Finalmente se pusieron en movimiento, para alivio de Demian, subiendo una escalera de manera sigilosa. No sabían dónde estaban ni qué podía haber más allá, pero no tenía intenciones de quedarse, menos aún con la promesa de tortura de parte de la mujer de labios rojos. Se encontraron con un grupo de hombres que se jugaban a apuestas unas cosas... ¡sus cosas!. Como hagan daño a esas dagas se las enterraré en el cuello.
La elfa relató un plan y Demian asintió. Ella jugaría a ser Demian por un momento, lo cual sonaba interesante. Bien podía él ayudarla, darle unos cuernos, llamas ilusorias, algo que le diera realce a sus esfuerzos, pero decidió que no intervendría en su acto, ella parecía segura de sí misma. En cambio aprovecharía la oportunidad para actuar.
Se cubrió con su manto ilusorio, para desaparecer de la vista directa. No sería tan fácil pasar desapercibido en ese lugar cerrado, pero al menos tenía la distracción de Níniel a su favor. En cuanto ella empezó el acto se desplazó sigilosamente hasta buscar la espalda de los enemigos. Escogió uno, el que parecía haberse llevado una de sus dagas, parándose detrás de él. Infeliz.
La elfa logró captar la atención de los sujetos, con amenazas vacías y trucos de luz. Nada mal... para una elfa. Demian mira el puñal, no está muy seguro de si será capaz de hacer mucho con un arma improvisada que no conoce, pero no tiene tiempo de dudas. Es hora de la acción.
El chico descargó una puñalada con todas sus fuerzas sobre el riñón izquierdo de su objetivo, en el momento en que éste retrocedía por Níniel, considerando que en ese lugar la armadura no parecía reforzada. El puñal fue capaz de romper la barrera de cuero, por lo que Chimar merecía gran crédito por su improvisada creación. Incluso vio un poco de sangre teñir el arma, mas no sintió que se enterrara lo suficiente. Era un chico con escasa fuerza, muy ágil, pero su limitada fuerza, sumada a un arma de poco filo, más una armadura de cuero... no pudo herirlo de muerte en un sólo intento, por mucho que lo deseara. La reacción no se hizo esperar, el tipo se giró de inmediato, impactando con su rodela al pequeño brujo, quien como si se tratase de un muñeco fue derribado con facilidad, a pesar de que al menos evitó con sus brazos que la rodela diera de lleno en su rostro.
¡Emboscada! -gritó para avisar a sus aliados.
El tipo se giró y se llevó una mano a la zona afectada, retirando el puñal que se había quedado incrustado en la armadura y la carne. Al menos era evidente que había hecho daño, pero no parecía a punto de caer, al contrario, se acercaba a un desarmado Demian con la espada en alto, dispuesto a partirle la cabeza al niño aún en el suelo.
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Resulta agradable ver como tus inventos son apreciados. Los compañeros de Chimar aceptan de buena gana sus puñales, son una creación muy sencilla pero con cierta agilidad no tienen nada que envidiarle a un arma más estilizada, tal vez un poco de filo pero eso es todo. Es curioso que el diseño sea utilizado en las cárceles permanentes para la “defensa” autónoma de prisioneros, en otro contexto la analogía con su situación actual seria como mínimo hilarante.
Todo eso quedo atrás pues ahora tienen un problema frente a ellos, un par de fornidos guardias les estorban. No tienen opción, deben sacarles de la ecuación. El propio intelectual lo tiene bien claro y se prepara mentalmente para lo que tendrá que realizar, le gustaría tener el optimismo de Níniel pero la lógica es clara, no pueden dejar títere con cabeza. Empieza a temblar pero se controla, matar resulta difícil para él, en realidad debería ser difícil para cualquier persona de once años.
La elfa tiene un plan, jugar al numerito del teatro. Es extraño que la idea venga de ella en vez de Demian pero siempre hay una primera vez ¿no? Se preparan para lo que tendrá lugar y a medida que Níniel inicia su actuación se puede sentir la tensión ambiental. El brujo mueve pieza camuflándose mientras que el niño inventor espera un momento oportuno para colocarse detrás sin ser visto. De repente empieza la jugada.
El combate inicia con un ataque directo del hechicero, apunta al torso y da su estocada. Inmediatamente después del golpe algo va mal, el objetivo sigue vivo, responde con un porrazo de escudo que manda a volar al pequeño mago. Con la iniciativa perdida las cosas se ven mal para el niño pues aquel hombre se le arroja con la espada en alto dispuesto a partirle la cabeza como si fuera una sandia.
¡¡No lo harás!!
Sacando un profundo valor Chimar se arroja en carga contra el agresor de su amigo, gracias a la agilidad logra esquivar un intento de corte por parte del otro bruto y se sube encima del mastodonte objetivo, escala hasta la cabeza con punzón en mano. No lo piensa dos veces y se lo entierra completamente en la sien, la improvisada arma penetra el delgado hueso tocando el cerebro de golpe. Aquel sujeto dobla los ojos mientras cae completamente muerto.
El niño intenta asimilar lo que hizo cuando es sujetado por el hostil restante, responde lanzando otra estocada pero es detenida. Esta aterrorizado y no puede hacer nada cuando recibe unos cuatro cabezazos violentos, casi noqueado sangra por toda la cara, al final le arrojan bruscamente contra una pared. Aun esta consiente por lo que se lleva las manos al rostro, está llorando y es obvio que su intervención termino.
Mal… “sollozo” ¡¡maldito!!
El criminal con escudo y espada en mano mira a sus múltiples objetivos, intenta decidir a quién atacar. Si bien son apenas dos niños con una mujer está en clara desventaja numérica, decide que los mocosos no pueden recuperarse tan rápido por lo que se lanza en carga contra la elfa. Su idea es golpearle con el escudo haciéndola caer al suelo, sin equilibrio procederá a perforarla con su arma.
Lo cierto es que la mesa con sus cosas esta sin protección alguna, sería buena idea tomar algún arma de mayor capacidad ofensiva. Ahora solo queda uno pero si se pone a gritar puede atraer más gente, por suerte su diminuto cerebro no le ha dado para eso. El pequeño inventor parece estar fuera de combate así que de momento todo depende de sus compañeros, sigue siendo un niño y si recibe mucho daño se paraliza.
Todo eso quedo atrás pues ahora tienen un problema frente a ellos, un par de fornidos guardias les estorban. No tienen opción, deben sacarles de la ecuación. El propio intelectual lo tiene bien claro y se prepara mentalmente para lo que tendrá que realizar, le gustaría tener el optimismo de Níniel pero la lógica es clara, no pueden dejar títere con cabeza. Empieza a temblar pero se controla, matar resulta difícil para él, en realidad debería ser difícil para cualquier persona de once años.
La elfa tiene un plan, jugar al numerito del teatro. Es extraño que la idea venga de ella en vez de Demian pero siempre hay una primera vez ¿no? Se preparan para lo que tendrá lugar y a medida que Níniel inicia su actuación se puede sentir la tensión ambiental. El brujo mueve pieza camuflándose mientras que el niño inventor espera un momento oportuno para colocarse detrás sin ser visto. De repente empieza la jugada.
El combate inicia con un ataque directo del hechicero, apunta al torso y da su estocada. Inmediatamente después del golpe algo va mal, el objetivo sigue vivo, responde con un porrazo de escudo que manda a volar al pequeño mago. Con la iniciativa perdida las cosas se ven mal para el niño pues aquel hombre se le arroja con la espada en alto dispuesto a partirle la cabeza como si fuera una sandia.
¡¡No lo harás!!
Sacando un profundo valor Chimar se arroja en carga contra el agresor de su amigo, gracias a la agilidad logra esquivar un intento de corte por parte del otro bruto y se sube encima del mastodonte objetivo, escala hasta la cabeza con punzón en mano. No lo piensa dos veces y se lo entierra completamente en la sien, la improvisada arma penetra el delgado hueso tocando el cerebro de golpe. Aquel sujeto dobla los ojos mientras cae completamente muerto.
El niño intenta asimilar lo que hizo cuando es sujetado por el hostil restante, responde lanzando otra estocada pero es detenida. Esta aterrorizado y no puede hacer nada cuando recibe unos cuatro cabezazos violentos, casi noqueado sangra por toda la cara, al final le arrojan bruscamente contra una pared. Aun esta consiente por lo que se lleva las manos al rostro, está llorando y es obvio que su intervención termino.
Mal… “sollozo” ¡¡maldito!!
El criminal con escudo y espada en mano mira a sus múltiples objetivos, intenta decidir a quién atacar. Si bien son apenas dos niños con una mujer está en clara desventaja numérica, decide que los mocosos no pueden recuperarse tan rápido por lo que se lanza en carga contra la elfa. Su idea es golpearle con el escudo haciéndola caer al suelo, sin equilibrio procederá a perforarla con su arma.
Lo cierto es que la mesa con sus cosas esta sin protección alguna, sería buena idea tomar algún arma de mayor capacidad ofensiva. Ahora solo queda uno pero si se pone a gritar puede atraer más gente, por suerte su diminuto cerebro no le ha dado para eso. El pequeño inventor parece estar fuera de combate así que de momento todo depende de sus compañeros, sigue siendo un niño y si recibe mucho daño se paraliza.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
El plan no salió bien, al menos no todo lo bien que debería y las cosas no hicieron si no empeorar cada vez mas. Teniendo en cuenta los miembros que conformaban el pequeño grupo que trataba de escapar de su encierro, tras la distracción de la elfa que en principio tomaba el mayor riesgo, los dos chicos debían ocuparse de los dos guardias de manera rápida y pillándolos por sorpresa. Si llegaban a la lucha la balanza se inclinaría a favor de los vigilantes y se complicarían horrores la vida. Un golpe preciso hubiera sido lo mas deseable de disponer de objetos contundentes pero como no era el caso no tenían mas remedio que apuñalar a sus carceleros. Níniel contaba con que los jóvenes pudieran acabar de un solo tajo con los enemigos, Demian sin duda sabía dónde producir la herida y con Chimar ya había cazado trasgos y había visto como no le temblaba el pulso y sabía dónde apuntar sus flechas. Sin embargo aquella vez la fortuna no estuvo de su parte y todo se desmadró. Una puñalada no letal de Demian a su objetivo acabó con el brujo en el suelo y en peligro de muerte. Como una exhalación Chimar se lanzó en su ayuda sin ocuparse de su propio objetivo, lo que a punto estuvo de costarle caro cuando este casi lo parte por la mitad, y de alguna manera se las apañó para hacer lo más difícil, matar al que amenazaba a Demian ante la mirada de su compañero, causando que la rabia se apoderara del segundo guardia y que la descargara sobre el chico.
Níniel apretó los dientes y blandió la espada contra el enemigo dispuesta a usarla, pero ahora el hombre estaba en guardia y alerta y controlaba la posición de los tres, no temeroso, si no furioso y pensando a cual debería matar primero para vengar la muerte de su compañero, cuyo cuerpo estaba tirado en el suelo y sangraba por sus dos heridas abiertas y que le habían causado la muerte. Al final se decidió por la elfa, para alivio de la misma pues no quería que hiciera mas daño a los niños, aún así el alivio duró poco pues necesitaría hasta el último gramo de suerte para poder salir de aquella situación con vida.
Trató de mantener una apariencia serena y severa, como si intentase hacer ver que aquel pequeño revés no era nada importante y que aún controlaba la situación. De nuevo hizo brillar su mano a modo de amenaza pero aquella artimaña ya no funcionaba, no con un tipo furioso y que además había visto como la presunta asesina de Olaf no había hecho nada aún a pesar del estado de sus dos pequeños compañeros de huida. El final de aquella mentira también suponía que su rival tampoco iba a creerse que fuera una gran espadachina, por lo que tampoco se amilanó cuando la peliblanca alzó la espada contra él, acortando la distancia entre ellos a la mitad de una zancada espada en alto. Incapaz de seguir ocultando su miedo y ante la necesidad de un plan alternativo o acabaría sin cabeza, comenzó a mirar alrededor, buscando algo que le fuese de ayuda. Como medida desesperado cogió una de las antorchas de la pared y se la lanzó al sujeto.
El hombre movió la espada casi con desdén y desvió la antorcha sin problemas y sin perder la posición ni la compostura, a la peliblanca no le quedaba mas opción que la resignación, pero intentaría luchar a pesar de todo con la espada, sin embargo los dioses demostraron una vez mas que estaban con ella en ese momento.
Algunas de las pequeñas ascuas que se desprendieron de la antorcha al ser desviada por la espada del guardia, acabaron sobre su ropa y prendieron al entrar en contacto con restos de alcohol que el hombre había estado tomando junto con su compañero para hacer mas amena la guardia y la partida de dados. Apenas fue un poco de fuego en la manga con la que sostenía la espada pero desvió la atención de la elfa y su espada dejó de estar en posición de guardia. Ante una situación de vida o muerte, Níniel no dudo lanzó la mejor estocada que pudo contra el pecho del guardia, casi obligándose a no cerrar los ojos. El hombre reaccionó y acertó a desviar el estoque pero no lo suficiente, la punta de la espada empujada por toda la fuerza de la que la elfa disponía y por su propio peso atravesó su peto de cuero en el lado superior izquierdo de su pecho y salió por detrás, dejando a la peliblanca casi en los brazos de un sorprendido carcelero que la miró a los ojos con la boca abierta por el dolor y la sorpresa. Níniel retrocedió entonces dejando la espada allí clavada. El hombre aguantó unos segundos mas en pie, y se desplomó en el suelo, muerto.
Níniel contempló el fruto de sus actos unos segundos, murmurando para sus adentros una corta plegaria por los muertos y, aún sintiendo la adrenalina arder por su cuerpo, se acercó a los dos muchachos. Su tiempo era para con los vivos, no para con los muertos en aquellos momentos.
Chimar era el que peor estaba y para el fueron sus atenciones en primer lugar. Tenía la nariz rota, contusiones por la cara y todo manchado de sangre.
-Déjame ver eso, Demian...Nuestras cosas-
La elfa le hechó un vistazo a Chimar aunque antes que por su nariz, se preocupó por su cuello, a veces un duro golpe en la cara causaba lesiones allí. -Vale, respira por la boca e inclínate hacia delante- Luego comenzó a revisar la nariz y el resto de la cara, por suerte no necesitaba drenar la sangre en la nariz ni había ningún hueso facial roto por lo que inmediatamente comenzó a aplicar su magia sobre la zona. Para cuando Demian tuviera preparadas sus cosas, la curación habría acabado.
Mientras busca sus cosas en aquel estropicio, Demian se topa con un extraño dibujo de un templo con el mismo símbolo en sus paredes que el de los fragmentos en posesión de la mujer de rojos labios. Es un boceto hecho a mano a carboncillo por un gran pintor. En el dibujo se pueden ver ciertos números y letras en los bordes, sin sentido aparente, y una palabra, "Resurreción".
No muy lejos de allí, la mujer carmesí, ajena a lo que está ocurriendo unos metros por debajo de ella, ha salido de la extraña y siniestra capilla, subido un nuevo tramo de escalones de piedra en forma de caracol y salido a la superficie tras cruzar unas puertas de madera. Allí la espera un carruaje negro tirado por dos parejas de caballos y su cochero. El cochero la invita a subir pero la mujer parece echar en falta algo y se entretiene buscándolo entre los pliegues de su ropa antes de subir.
Níniel apretó los dientes y blandió la espada contra el enemigo dispuesta a usarla, pero ahora el hombre estaba en guardia y alerta y controlaba la posición de los tres, no temeroso, si no furioso y pensando a cual debería matar primero para vengar la muerte de su compañero, cuyo cuerpo estaba tirado en el suelo y sangraba por sus dos heridas abiertas y que le habían causado la muerte. Al final se decidió por la elfa, para alivio de la misma pues no quería que hiciera mas daño a los niños, aún así el alivio duró poco pues necesitaría hasta el último gramo de suerte para poder salir de aquella situación con vida.
Trató de mantener una apariencia serena y severa, como si intentase hacer ver que aquel pequeño revés no era nada importante y que aún controlaba la situación. De nuevo hizo brillar su mano a modo de amenaza pero aquella artimaña ya no funcionaba, no con un tipo furioso y que además había visto como la presunta asesina de Olaf no había hecho nada aún a pesar del estado de sus dos pequeños compañeros de huida. El final de aquella mentira también suponía que su rival tampoco iba a creerse que fuera una gran espadachina, por lo que tampoco se amilanó cuando la peliblanca alzó la espada contra él, acortando la distancia entre ellos a la mitad de una zancada espada en alto. Incapaz de seguir ocultando su miedo y ante la necesidad de un plan alternativo o acabaría sin cabeza, comenzó a mirar alrededor, buscando algo que le fuese de ayuda. Como medida desesperado cogió una de las antorchas de la pared y se la lanzó al sujeto.
El hombre movió la espada casi con desdén y desvió la antorcha sin problemas y sin perder la posición ni la compostura, a la peliblanca no le quedaba mas opción que la resignación, pero intentaría luchar a pesar de todo con la espada, sin embargo los dioses demostraron una vez mas que estaban con ella en ese momento.
Algunas de las pequeñas ascuas que se desprendieron de la antorcha al ser desviada por la espada del guardia, acabaron sobre su ropa y prendieron al entrar en contacto con restos de alcohol que el hombre había estado tomando junto con su compañero para hacer mas amena la guardia y la partida de dados. Apenas fue un poco de fuego en la manga con la que sostenía la espada pero desvió la atención de la elfa y su espada dejó de estar en posición de guardia. Ante una situación de vida o muerte, Níniel no dudo lanzó la mejor estocada que pudo contra el pecho del guardia, casi obligándose a no cerrar los ojos. El hombre reaccionó y acertó a desviar el estoque pero no lo suficiente, la punta de la espada empujada por toda la fuerza de la que la elfa disponía y por su propio peso atravesó su peto de cuero en el lado superior izquierdo de su pecho y salió por detrás, dejando a la peliblanca casi en los brazos de un sorprendido carcelero que la miró a los ojos con la boca abierta por el dolor y la sorpresa. Níniel retrocedió entonces dejando la espada allí clavada. El hombre aguantó unos segundos mas en pie, y se desplomó en el suelo, muerto.
Níniel contempló el fruto de sus actos unos segundos, murmurando para sus adentros una corta plegaria por los muertos y, aún sintiendo la adrenalina arder por su cuerpo, se acercó a los dos muchachos. Su tiempo era para con los vivos, no para con los muertos en aquellos momentos.
Chimar era el que peor estaba y para el fueron sus atenciones en primer lugar. Tenía la nariz rota, contusiones por la cara y todo manchado de sangre.
-Déjame ver eso, Demian...Nuestras cosas-
La elfa le hechó un vistazo a Chimar aunque antes que por su nariz, se preocupó por su cuello, a veces un duro golpe en la cara causaba lesiones allí. -Vale, respira por la boca e inclínate hacia delante- Luego comenzó a revisar la nariz y el resto de la cara, por suerte no necesitaba drenar la sangre en la nariz ni había ningún hueso facial roto por lo que inmediatamente comenzó a aplicar su magia sobre la zona. Para cuando Demian tuviera preparadas sus cosas, la curación habría acabado.
Mientras busca sus cosas en aquel estropicio, Demian se topa con un extraño dibujo de un templo con el mismo símbolo en sus paredes que el de los fragmentos en posesión de la mujer de rojos labios. Es un boceto hecho a mano a carboncillo por un gran pintor. En el dibujo se pueden ver ciertos números y letras en los bordes, sin sentido aparente, y una palabra, "Resurreción".
No muy lejos de allí, la mujer carmesí, ajena a lo que está ocurriendo unos metros por debajo de ella, ha salido de la extraña y siniestra capilla, subido un nuevo tramo de escalones de piedra en forma de caracol y salido a la superficie tras cruzar unas puertas de madera. Allí la espera un carruaje negro tirado por dos parejas de caballos y su cochero. El cochero la invita a subir pero la mujer parece echar en falta algo y se entretiene buscándolo entre los pliegues de su ropa antes de subir.
Última edición por Níniel Thenidiel el Mar Jun 09 2015, 23:49, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Ver a su amigo siendo brutalmente golpeado era una experiencia totalmente nueva para Demian. Una cosa era ver un camarada caído, eso ya lo había experimentado en más de una ocasión cuando acompañaba a los expertos en misiones complejas como parte de su entrenamiento, pero ellos no eran sus amigos.
Una escena fugaz cruza su mente, una escena perdida en tiempos inciertos. El pequeño Demian, antes de tener siquiera 8 años, juega solo en la playa, haciendo unas figuras con la arena como tantos otros niños suelen hacer, pero él no tiene amigos. Se acerca a unos chicos que juegan. Los niños lo aceptan, comienza a correr con ellos, se siente alegre... pero llega la madre de uno de ellos y le dice que se retire, con ojos duros. La figura en su espalda lo delata y los lugareños saben lo que significa. Los chicos se alejan y queda nuevamente solo, pateando la arena de la playa.
Demian se pone de pie con fuerzas renovadas y una nueva expresión en el rostro. Sea cual sea la situación, el chico siempre tiene un rostro vacío y sereno, sin mostrar ni rabia, ni miedo, ni sorpresa con facilidad. En esta ocasión es diferente, su rostro sólo expresa una emoción y queda claro que esta sólo lleva a la aniquilación del sujeto que le ha causado daño a su amigo, el único amigo que ha tenido.
El chico extiende su mano hasta donde ha visto su daga y esta vuela hacia su mano, movida por la telekinesis. Si Olaf ha sufrido, este sujeto verá lo que es realmente una muerte dolorosa, lenta. Suplicará clemencia, pero nada evitará lo que se viene para él, excepto...
La espada que se asoma por su armadura da una señal clara de cuál ha sido su destino. El infeliz ha muerto, ha muerto antes de que pueda poner su daga en sus arterias. Frustrado se acerca para cerciorarse de si ha muerto está y, efectivamente, ha dejado el mundo. No saca nada con atacar el cuerpo inerte, la filosofía de su orden es clara al respecto, cuando alguien muere el cadáver no es ya una persona, no se puede tener odio hacia un cadáver como no se puede odiar la coronta de una manzana que ya has terminado. Eso no logra quitarle la rabia, pero ya no tiene dónde descargarla, así que se la reprime. Su rostro vuelve a su vacía normalidad, aunque aún parece apretar sus dientes.
Níniel se acerca rápidamente a ayudar a Chimar y Demian se queda parado unos instantes. No hay nada que pueda hacer realmente por su amigo en ese momento, nada más que mirar y esperar. Ella es una elfa, sabe de esas cosas mejor que él, se ocupará de sus heridas. Finalmente termina haciendo lo que le indica la elfa y va por las cosas de todo.
Observa un extraño dibujo, pero no tiene mucho tiempo para sacar conclusiones. De todas maneras la imagen se queda grabada en su mente, junto a aquella palabra, seguro de que en algún momento aquello cobrará sentido.
Cuando llega de vuelta el chico parece estar ya mejor. Las heridas no eran, después de todo, tan graves como había parecido en un comienzo, lo que es un gran alivio para Demian, aunque su rostro no dice mucho, parece el rostro de siempre, como si nada hubiera pasado.
Se ajusta sus dagas a su cintura y se pone sus muñequeras y sus botas, lo que le deja una apariencia un poco inusual. Normalmente su camisa cubre sus armas, pero ahora son evidentes, lo que sumado a las marcas difusas de la sangre y una actitud diferente suman para formar un aspecto más agresivo que de costumbre.
Le tiende una mano a su amigo para ayudarlo a ponerse de pie, mientras en la otra porta las pertenencias del joven inventor.
-Arriba Chim, tenemos que seguir adelante, no es hora de dormir.
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Chimar Yace en el suelo lastimado pero no por ello ignorante a la situación circundante. La elfa está sola en las primeras etapas del combate singular hasta que Demian se reincorpore totalmente, no es la mejor situación posible pues dicha mujer carece de algún talento marcial. El niño inventor intenta volver al juego pero le duele demasiado la cara para salir de su parálisis, en el estado actual no puede apoyar de ninguna forma.
Níniel gasta todas sus cartas intentando salir victoriosa en su encuentro y contra todas las probabilidades lo logra. La suerte jugo a su favor claro pero todo combatiente sabe que nunca debe subestimar a la buena fortuna. Al final otro cadáver termino decorando el suelo dejando al trió en su mejor situación hasta el momento, en teoría ya están un paso más cerca de la superficie por lo que van bien encaminados.
La mujer se acerca rápidamente al niño herido y le estudia con pericia. Chimar sigue sollozando de dolor pero la victoria acontecida sirve para mejorarle el ánimo. La sanadora empieza con su tratamiento mágico por lo que una sensación de mejoría se siente al instante, lo bueno es que ese tipo de curaciones son rápidas, con menos de cinco minutos debería bastar para regenerar el daño.
Nun… nunca me habían golpeado así…
Es cierto, es la primera vez que le atinan con tanta violencia. Cuando el pequeño pide que le traten como adulto no se refiere a estas situaciones. La curación hace su trabajo y para cuando Demian se acerca con sus pertenencias la inflamación a desaparecido, aquella magia medica es bastante útil cosa que hace tener en buena estima a los elfos, al menos por parte de los heridos. Es una lástima que las artes arcanas solo se den en pocas razas, todos deberían poder utilizarlas.
El brujo presta ayuda a Chimar para levantarse. El proceso regenerativo esta culminado así que deben continuar, no estarán fuera de peligro hasta que les vuelva a tocar el sol. Con destreza aquel intelectual se equipa sus cosas, ajusta las herramientas en el cinturón y coloca la ballesta en su lugar, el mecanismo del arma se amolda automáticamente cosa que siempre resulta bastante vistosa.
Muchas gracias señorita Níniel… es la mejor, ahora debemos…. ¡¡largarnos de aquí!!
Manipula los sistemas de su artilugio para estar cien por ciento seguro de que todo funciona, la ballesta esta lista y prácticamente grita por algún blanco, seguro podrá saciar su sed con los acontecimientos que tendrán lugar más adelante pues la situación parece lejos de terminar. A este punto Chimar se siente bastante curioso acerca de las fuerzas contra las que están lidiando, en especial esos jodidos fragmentos que desencadenaron todo.
Bien chicos mostrémosles con quienes se metieron.
Dice con una confianza renovada gracias a su arma principal, a este punto no le molesta estar perturbando algún ente poderoso pues dichas potencias movieron ficha primero. La adrenalina mantiene su suministro cosa que aumenta la seguridad, luchar contra un grupo sin equipo es una cosa, enfrentarse con todas las de la ley a alguien es otra. Tiene claro lo que debe hacer, cuidar de sus amigos y salir todos de la jodida prisión. Haber ocasionado la muerte de una persona sigue intermitente en su mente pero disminuye los efectos con la voluntad, no es momento de flanquear.
Níniel gasta todas sus cartas intentando salir victoriosa en su encuentro y contra todas las probabilidades lo logra. La suerte jugo a su favor claro pero todo combatiente sabe que nunca debe subestimar a la buena fortuna. Al final otro cadáver termino decorando el suelo dejando al trió en su mejor situación hasta el momento, en teoría ya están un paso más cerca de la superficie por lo que van bien encaminados.
La mujer se acerca rápidamente al niño herido y le estudia con pericia. Chimar sigue sollozando de dolor pero la victoria acontecida sirve para mejorarle el ánimo. La sanadora empieza con su tratamiento mágico por lo que una sensación de mejoría se siente al instante, lo bueno es que ese tipo de curaciones son rápidas, con menos de cinco minutos debería bastar para regenerar el daño.
Nun… nunca me habían golpeado así…
Es cierto, es la primera vez que le atinan con tanta violencia. Cuando el pequeño pide que le traten como adulto no se refiere a estas situaciones. La curación hace su trabajo y para cuando Demian se acerca con sus pertenencias la inflamación a desaparecido, aquella magia medica es bastante útil cosa que hace tener en buena estima a los elfos, al menos por parte de los heridos. Es una lástima que las artes arcanas solo se den en pocas razas, todos deberían poder utilizarlas.
El brujo presta ayuda a Chimar para levantarse. El proceso regenerativo esta culminado así que deben continuar, no estarán fuera de peligro hasta que les vuelva a tocar el sol. Con destreza aquel intelectual se equipa sus cosas, ajusta las herramientas en el cinturón y coloca la ballesta en su lugar, el mecanismo del arma se amolda automáticamente cosa que siempre resulta bastante vistosa.
Muchas gracias señorita Níniel… es la mejor, ahora debemos…. ¡¡largarnos de aquí!!
Manipula los sistemas de su artilugio para estar cien por ciento seguro de que todo funciona, la ballesta esta lista y prácticamente grita por algún blanco, seguro podrá saciar su sed con los acontecimientos que tendrán lugar más adelante pues la situación parece lejos de terminar. A este punto Chimar se siente bastante curioso acerca de las fuerzas contra las que están lidiando, en especial esos jodidos fragmentos que desencadenaron todo.
Bien chicos mostrémosles con quienes se metieron.
Dice con una confianza renovada gracias a su arma principal, a este punto no le molesta estar perturbando algún ente poderoso pues dichas potencias movieron ficha primero. La adrenalina mantiene su suministro cosa que aumenta la seguridad, luchar contra un grupo sin equipo es una cosa, enfrentarse con todas las de la ley a alguien es otra. Tiene claro lo que debe hacer, cuidar de sus amigos y salir todos de la jodida prisión. Haber ocasionado la muerte de una persona sigue intermitente en su mente pero disminuye los efectos con la voluntad, no es momento de flanquear.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Níniel no tiene tantas cosas como sus pequeños compañeros, de hecho solo necesitó unos instantes para colocar la daga en su lugar, echarse la capa encima y tomar su largo bastón para tenerlo todo, bueno, todo no, no había ni rastro de Geralt, la ardilla blanca, ni en los bolsos de la capa ni en ninguna parte entre sus pertenencias, ni por el lugar. La elfa estaba preocupada por su amiguito pero sabía que era un bichillo de lo mas inteligente, seguramente estaría bien y a salvo esperando a su regreso en la habitación de la posada tras haberse colado por la ventana.
Por suerte aquellos tipos no habían encontrado los bolsillos ocultos de la capa y tras una rápida confirmación pudo comprobar que todo estaba en su sitio, desde la pequeña bolsa de monedas hasta los pequeños viales en sus recipientes con algunas pociones.
Mientras revisaba sus bolsillos, se fijo en aquel boceto de un templo en el que antes se había fijado Demian mientras la peliblanca atendía a un sangrante y dolorido Chimar. Inmediatamente llamó su atención al reconocer el símbolo dibujado en la pared del templo representado como el mismo o muy parecido al que se intuía en los tres fragmentos reunidos que les había mostrado la dama carmesí en las celdas. Miró las combinaciones de números y letras sin sentido y pronunció en voz baja la única palabra entendible del boceto.
-Resurrección...-
La situación requería premura y no podía quedarse allí mirando el dibujo y tratando de entender el significado de aquellas letras y números, pero sabía que era algo importante por aquel símbolo. ¿Podía tratarse del templo de dónde provenían los fragmentos? ¿Ese templo humano que le mencionó el líder del claro como única pista y que la mujer de labios rojos había confirmado con desdén?. Sin dudarlo dobló el papel con cuidado y se lo guardó, si salían de aquella podría serle útil.
El grupo abrió la puerta opuesta al lugar por donde habían llegado con cuidado y se encontraron ante una especie de santuario iluminado por antorchas. Con aquellas hileras de bancos podridos que miraban hacia un altar donde quizá en otros tiempos hubiese algo a lo que dedicar plegarias y rezos, pero que en esos momentos no era mas que piedra desnuda cubierta de polvo. El alto techo de piedra sin tallar le daba al lugar una amplitud que hacía que Níniel se sintiera pequeña, incluso a pesar de haber crecido a la sombra de árboles centenarios e incluso milenarios, quizá era porque la piedra era fría y los árboles no.
El lugar estaba en total silencio, y de nuevo se sentía esa sensación de frío helador que calaba hasta los huesos como en la zona de celdas, pero a pesar de ello la peliblanca se sentía aliviada, no había nadie allí, el lugar estaba vacío. Lo habían pasado mal con dos guardias, la mera idea de tener que vérselas con más de ellos, quizá incluso más numerosos, no era agradable. Tras un primer vistazo en silencio para comprobar que efectivamente ningún enemigo los vigilaba desde las sombras la peliblanca habló.
-Tiene que haber alguna salida. Esta gente tiene que entrar y salir por algún lado.-
La verdad es que con la zona solo iluminada por antorchas en las columnas dejaba muchas zonas en penumbra y era difícil distinguir si lo que se veía en la pared era una puerta o una talla de adorno cincelada. Pronto, y aunque el lugar era amplio, lo revisaron todo y no parecía haber ninguna puerta o pasadizo a primera vista, aquel lugar parecía un callejón sin salida aunque la lógica dictaba que debía de haber una salida por alguna parte.
Pensativa y con la mirada perdida, la elfa se percató de que una de las antorchas en las columnas no mantenía su llama totalmente estable, con un poco de buena vista y de intuición consiguió encontrar una de las tallas de la pared y una pequeña rendija en la misma por la que se colaba un poco de corriente de aire, apenas perceptible. Tras mirarla mas de cerca fue evidente que a diferencia de otras tallas, esta no tenía tanto polvo encima, incluso había marcas de desplazamiento en el suelo.
-Por aquí.- Indicó a sus compañeros. -Creo que es una especie de...Puerta secreta, como las de los castillos de los libros- Intentó empujar y tirar de ella sin resultado alguno. -Maldita sea-
La joven retrocedió unos pasos para tener mejor perspectiva y al final acabó cogiendo una de las antorchas de las columnas para iluminar mejor el lugar.
A ambos lados de la supuesta puerta secreta había dos columnas talladas en la piedra con figuras de cráneos humanos idénticos. Cada columna tenía cuatro filas con cuatro cráneos por fila, dos al frente y dos a los lados de cada fila. Daban la sensación de observar en todas direcciones con sus cuencas oculares vacías desde la pared, como si vigilaran.
Había también una inscripción en común:
"Incierto es el lugar donde la muerte te espera; espérala pues, en todo lugar"
Por suerte aquellos tipos no habían encontrado los bolsillos ocultos de la capa y tras una rápida confirmación pudo comprobar que todo estaba en su sitio, desde la pequeña bolsa de monedas hasta los pequeños viales en sus recipientes con algunas pociones.
Mientras revisaba sus bolsillos, se fijo en aquel boceto de un templo en el que antes se había fijado Demian mientras la peliblanca atendía a un sangrante y dolorido Chimar. Inmediatamente llamó su atención al reconocer el símbolo dibujado en la pared del templo representado como el mismo o muy parecido al que se intuía en los tres fragmentos reunidos que les había mostrado la dama carmesí en las celdas. Miró las combinaciones de números y letras sin sentido y pronunció en voz baja la única palabra entendible del boceto.
-Resurrección...-
La situación requería premura y no podía quedarse allí mirando el dibujo y tratando de entender el significado de aquellas letras y números, pero sabía que era algo importante por aquel símbolo. ¿Podía tratarse del templo de dónde provenían los fragmentos? ¿Ese templo humano que le mencionó el líder del claro como única pista y que la mujer de labios rojos había confirmado con desdén?. Sin dudarlo dobló el papel con cuidado y se lo guardó, si salían de aquella podría serle útil.
El grupo abrió la puerta opuesta al lugar por donde habían llegado con cuidado y se encontraron ante una especie de santuario iluminado por antorchas. Con aquellas hileras de bancos podridos que miraban hacia un altar donde quizá en otros tiempos hubiese algo a lo que dedicar plegarias y rezos, pero que en esos momentos no era mas que piedra desnuda cubierta de polvo. El alto techo de piedra sin tallar le daba al lugar una amplitud que hacía que Níniel se sintiera pequeña, incluso a pesar de haber crecido a la sombra de árboles centenarios e incluso milenarios, quizá era porque la piedra era fría y los árboles no.
El lugar estaba en total silencio, y de nuevo se sentía esa sensación de frío helador que calaba hasta los huesos como en la zona de celdas, pero a pesar de ello la peliblanca se sentía aliviada, no había nadie allí, el lugar estaba vacío. Lo habían pasado mal con dos guardias, la mera idea de tener que vérselas con más de ellos, quizá incluso más numerosos, no era agradable. Tras un primer vistazo en silencio para comprobar que efectivamente ningún enemigo los vigilaba desde las sombras la peliblanca habló.
-Tiene que haber alguna salida. Esta gente tiene que entrar y salir por algún lado.-
La verdad es que con la zona solo iluminada por antorchas en las columnas dejaba muchas zonas en penumbra y era difícil distinguir si lo que se veía en la pared era una puerta o una talla de adorno cincelada. Pronto, y aunque el lugar era amplio, lo revisaron todo y no parecía haber ninguna puerta o pasadizo a primera vista, aquel lugar parecía un callejón sin salida aunque la lógica dictaba que debía de haber una salida por alguna parte.
Pensativa y con la mirada perdida, la elfa se percató de que una de las antorchas en las columnas no mantenía su llama totalmente estable, con un poco de buena vista y de intuición consiguió encontrar una de las tallas de la pared y una pequeña rendija en la misma por la que se colaba un poco de corriente de aire, apenas perceptible. Tras mirarla mas de cerca fue evidente que a diferencia de otras tallas, esta no tenía tanto polvo encima, incluso había marcas de desplazamiento en el suelo.
-Por aquí.- Indicó a sus compañeros. -Creo que es una especie de...Puerta secreta, como las de los castillos de los libros- Intentó empujar y tirar de ella sin resultado alguno. -Maldita sea-
La joven retrocedió unos pasos para tener mejor perspectiva y al final acabó cogiendo una de las antorchas de las columnas para iluminar mejor el lugar.
A ambos lados de la supuesta puerta secreta había dos columnas talladas en la piedra con figuras de cráneos humanos idénticos. Cada columna tenía cuatro filas con cuatro cráneos por fila, dos al frente y dos a los lados de cada fila. Daban la sensación de observar en todas direcciones con sus cuencas oculares vacías desde la pared, como si vigilaran.
Había también una inscripción en común:
"Incierto es el lugar donde la muerte te espera; espérala pues, en todo lugar"
- Spoiler:
- Off: Para abrir la puerta hay que accionar el mecanismo de apertura. Tocar lo que no se debe, por el contrario activará una trampa.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
El grupo finalmente se encontraba en condiciones casi ideales. Habían recuperado sus cosas, ninguno estaba herido de gravedad y contaban, al menos en apariencia, con el factor sorpresa de su lado. Los tres habían ya agotado algo de sus energías, ya fuera por el uso de la magia o por el combate físico, pero todos parecían disponibles para algo de más acción, llegado el caso de necesitarlo.
Lo siguiente que vieron era totalmente extraño. No sólo era lo último que esperaba ver, sino que ni siquiera sabía que hubiera tales estructuras bajo tierra. Parecía alguna especie de templo, pero abandonado hacía mucho tiempo. El silencio y vacío sepulcrales que reinaba sólo contribuía a acentuar el aspecto tétrico del recinto, lo que hizo que incluso a Demian se le encogiera el corazón. Si lidiaba con alguna especie de fanáticos las cosas podían complicarse mucho.
Había allí antorchas encendidas, lo que daba a entender que era usado, claro, pero el aspecto sucio y lleno de polvo contrastaba con aquello. Era claro que no se había usado para su propósito ese lugar, más que como lugar de paso, pero ¿por qué?. Una idea cruzó por su cabeza, se preparaban para algo, pero primero debían realizar un paso previo, un paso que al parecer tenía relación con el asunto de la baratija robada que era parte de algo más. Despejó estos pensamientos de su mente, fuera lo que fuera, por ahora tenía asuntos más urgentes que resolver.
Mientras divagaba Níniel había dado con alguna especie de puerta secreta. Eso era un alivio, no iban a tener que luchar tanto por dejar ese lugar, pero claro, las cosas no podían ser tan fáciles. La puerta no era llegar y empujar para abrirla. El hecho de que las celdas hayan sido abiertas con un mecanismo especial le permitió inferir que algo similar debía ocurrir aquí. Al mirar las calaveras las cosas se hicieron más claras.
-Que nadie toque nada -indicó a sus compañeros.
Miró de cerca lo que parecía estar asociado a ese mecanismo, una serie de cráneos ordenados, idénticos uno a otro. Fue entonces por una de las antorchas y la usó para iluminar el dispositivo. Una vez que la luz le permitió ver con mucho detalle toda esa estructura se dio a la tarea de revisar minuciosamente cada uno de los cráneos, lentamente, pero sin tocarlos.
-Ajá -exclamó finalmente- este ha sido usado, el resto está lleno de polvo y hasta arañas, pero éste se encuentra limpio, debe ser aquí-
Sin dudarlo, Demian puso su dedo en el lugar señalado, presionando con convicción. Tras unos instantes, la pared confirmó sus sospechas y una puerta se abría por algún extraño mecanismo. Cuando el proceso terminó, Demian pudo contemplar una escalera que aparecía. Estaba escasamente iluminada, pero al menos se notaba que daba hacia arriba y todo parecía indicar que esa era la dirección que debían seguir.
-Siguiente parada, la libertad -añadió con escasa convicción. No sabía en realidad que podía deparar en el extremo superior de esa subida.
Fuera como fuera, sacó sus dagas de las fundas y las sostuvo firmemente en sus manos. Una cosa era cierta, no lo pillarían con las manos en los bolsillos si llegaban a tener que pelear.
Última edición por Demian el Vie Jun 12 2015, 15:45, editado 1 vez
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Ya con todas sus cosas equipadas es hora de seguir. Fue un golpe de suerte que no se perdiera nada, esto en parte por el juego improvisado llevado a cabo entre los dos cadáveres, cierta estupidez que resulto beneficiosa pues si hubieran repartido las cosas tradicionalmente ya abrían cambiado unas veinte veces de manos. De cualquier forma es momento de salir de allí pues debe haber más lacayos por la instalación.
El pequeño se revisa la cara varias veces usando las manos, aun no se cree que este totalmente curado pero ese es el caso, de manera tradicional hubiera tardado una semana por lo que está agradecido con la curación mágica. Bajo todo concepto evitara estar tan cerca de un hostil ahora que tiene la ballesta, desgraciadamente ninguno de los integrantes es particularmente bueno con el combate cuerpo a cuerpo así que de igual forma deben andarse con cuidado.
¿Esto es…..?
Se encuentran de lleno con una capilla rompiendo el estereotipo de calabozo común. Es posible que sea una estructura abandonada y ahora reclamada por los malvivientes pues de otro modo resultaría muy extraño de justificar, quizás hasta aterrador. Lo cierto es que la estructura es casi monumental ¿un templo subterráneo? Se debió invertir buenos conocimientos en física para crearle y mantenerle de pie.
Bastante bizarro… de tu tipo ¿no Dem?…
Dice para romper el hielo, a pesar de su estado de abandono aquel recinto tiene algo que altera los nervios, tal vez es el jodido frio o una acústica de lo más rara pero hace sentir extraño al pequeño científico. De preferencia no quiere pasar demasiado tiempo en ese lugar, entre los grabados extraños y las calaveras decorativas generan el aspecto perfecto para la guarida de alguna criatura maligna.
Pronto surge un ligero problema, no hay salida “literalmente”. Algo irracional pues no existe otro camino que tomar en todo el nivel. Chimar pega un vistazo a la habitación anterior para convencerse de que están en los rieles correctos, confirma con su mirada que en efecto no hay otras puertas. Níniel junto con Demian se encargan de evaluar todo, encuentran una entrada secreta y la activan luego de deliberar algunos instantes, parece tener cierto truco pero no es rival para las habilidades del brujo.
Bien chicos ya casi llegamos.
Dice entre susurros pues no hace falta adivinar que deben ser precavidos en los siguientes pasos. La escalera asciende hasta llegar a una puerta y el trió hace su mayor esfuerzo para disimular el ruido, se puede sentir cierto nerviosismo cuando aquel niño intelectual acciona el mecanismo para ingresar ¿Cómo termino moviendo la perilla? A veces no te salva ser listo, la entrada queda descubierta y entonces.
¡¡Olaf!! Estúpido inútil ven a…. un momento…
¡¡Hasta allí llego la sorpresa!!
La puerta se abre de par en par revelando un obstáculo, la mujer de rojo está en la escena, Chimar se arroja a un lateral para no interferir e inmediatamente después empieza el proceso de apuntado. No deben dar tregua pues aquella hostil desprende cierta veteranía indicando que será un combate intenso, tal vez sus amigos sean capaces de aprovechar la limitada sorpresa pero el no, debe entablar el ángulo para hacer un tiro de precisión.
Cabeza, cuello o corazón…
El pequeño se revisa la cara varias veces usando las manos, aun no se cree que este totalmente curado pero ese es el caso, de manera tradicional hubiera tardado una semana por lo que está agradecido con la curación mágica. Bajo todo concepto evitara estar tan cerca de un hostil ahora que tiene la ballesta, desgraciadamente ninguno de los integrantes es particularmente bueno con el combate cuerpo a cuerpo así que de igual forma deben andarse con cuidado.
¿Esto es…..?
Se encuentran de lleno con una capilla rompiendo el estereotipo de calabozo común. Es posible que sea una estructura abandonada y ahora reclamada por los malvivientes pues de otro modo resultaría muy extraño de justificar, quizás hasta aterrador. Lo cierto es que la estructura es casi monumental ¿un templo subterráneo? Se debió invertir buenos conocimientos en física para crearle y mantenerle de pie.
Bastante bizarro… de tu tipo ¿no Dem?…
Dice para romper el hielo, a pesar de su estado de abandono aquel recinto tiene algo que altera los nervios, tal vez es el jodido frio o una acústica de lo más rara pero hace sentir extraño al pequeño científico. De preferencia no quiere pasar demasiado tiempo en ese lugar, entre los grabados extraños y las calaveras decorativas generan el aspecto perfecto para la guarida de alguna criatura maligna.
Pronto surge un ligero problema, no hay salida “literalmente”. Algo irracional pues no existe otro camino que tomar en todo el nivel. Chimar pega un vistazo a la habitación anterior para convencerse de que están en los rieles correctos, confirma con su mirada que en efecto no hay otras puertas. Níniel junto con Demian se encargan de evaluar todo, encuentran una entrada secreta y la activan luego de deliberar algunos instantes, parece tener cierto truco pero no es rival para las habilidades del brujo.
Bien chicos ya casi llegamos.
Dice entre susurros pues no hace falta adivinar que deben ser precavidos en los siguientes pasos. La escalera asciende hasta llegar a una puerta y el trió hace su mayor esfuerzo para disimular el ruido, se puede sentir cierto nerviosismo cuando aquel niño intelectual acciona el mecanismo para ingresar ¿Cómo termino moviendo la perilla? A veces no te salva ser listo, la entrada queda descubierta y entonces.
¡¡Olaf!! Estúpido inútil ven a…. un momento…
¡¡Hasta allí llego la sorpresa!!
La puerta se abre de par en par revelando un obstáculo, la mujer de rojo está en la escena, Chimar se arroja a un lateral para no interferir e inmediatamente después empieza el proceso de apuntado. No deben dar tregua pues aquella hostil desprende cierta veteranía indicando que será un combate intenso, tal vez sus amigos sean capaces de aprovechar la limitada sorpresa pero el no, debe entablar el ángulo para hacer un tiro de precisión.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Aquella clase de situaciones no solían terminar muy bien en los libros. Esa clase de mecanismos incorporaban trampas espantosas para evitar que los intrusos entraran o salieran y causaban la muerte de los curiosos y los buscatesoros que trataban de abrir las puertas sin conocer el método exacto para ello, y las calaveras no inspiraban precisamente confianza. Níniel pensaba que quizá sería mejor dejarla estar y buscar otro modo de salir, podrían esperar allí a que alguien accionase el mecanismo desde el otro lado y entonces salir...Pero Demian, tras advertir a los demás de que no se movieran, se atrevió a tocar una de las calaveras haciendo que el ruido de un mecanismo comenzara a escucharse proveniente de la pared.
Cuando la puerta se deslizó hacia un lado de golpe la peliblanca no pudo evitar pegar un respingo de miedo y sorpresa, temiendo que la intuición del joven brujo no hubiese sido correcta...Pero lo fue. La puerta se abrió del todo y ninguna lanza había salido del suelo para intentar arrebatarles la vida, tampoco ninguna enorme piedra circular les había intentado aplastar ni un montón de animales venenosos habían salido del suelo. Al fin y al cabo los libros eran eso, libros.
Chimar fue el primero en ascender y Níniel le siguió. Aquella escalera era larga, mucho mas que la que habían subido anteriormente para dejar atrás la zona de las celdas. ¿A cuánta profundidad les habían llevado?. Cuando por fin las escaleras acabaron, se encontraron un pequeño habitáculo de bloques de ladrillos de piedra y unas puertas de madera en buen estado. Pero lo mejor fue ver que por unas pequeñas hendiduras entre bloques de piedra, se colaban pequeños rayos de luz solar y el olor a tierra y a flores. Estaban por fin en la superficie, quedaba por ver si aquello era motivo de alegría o de nuevos problemas. Debían ser cautos.
Chimar no parecía opinar lo mismo pues comenzó a manipular los picaportes de las puertas. Seguramente tenía la intención de entreabrirlas y echar un pequeño vistazo para recabar información de qué les esperaba fuera...Pero como accionada por resortes las puertas en vez de abrirse un poco se abrieron de par en par.
La cara de la dama carmesí al ver que salían ellos en vez de al ya difunto Olaf fue de gran sorpresa, y lo cierto es que la cara de Níniel al toparse con ella cara a cara de aquella forma fue todo un poema también. Con la boca abierta y los ojos como platos, incluso a pesar de sus modales y educación no pudo evitar soltar:
-Oh mierda-
El primer impulso de la peliblanca fue querer retroceder y cerrar la puerta para dejar a aquella mujer fuera, pero Chimar se echó adelante, haciéndose a un lado y preparándose para luchar. Entonces la elfa colocó su bastón delante de si dispuesta a usarlo como arma mientras el rostro de la mujer de rojos labios cambiaba rápidamente de la sorpresa a la furia.
Casi con desdén pateó una piedra con una precisión tal que acertó al arma de Chimar y llenó el sofisticado mecanismo de disparo del arma de restos que lo atascaban e impedían que el virote saliera propulsado. Nada que no se arreglara con unos golpes y algo fino para retirar los restos si el pequeño inventor podía permitirse el lujo de hacer algo así ante tan peligroso enemigo. Entonces, la mujer se quitó la capa arrojándola al suelo y, tras llevar las manos a su espalda, desenvaino dos espadas cortas de negro filo y se puso en guardia cruzándolas ante si. Tras ella, el cochero del carruaje había sacado una ballesta clásica y apuntaba a la elfa con ella, pero la mujer, sin apenas mirarle le dijo que no hiciera nada.
-Son míos, saca el carro de aquí, no quiero que se manche de sangre y la guardia haga preguntas. - Después se dirigió a los prófugos. -No sé cómo habéis escapado y llegado hasta aquí, tampoco sé por qué Olaf no os lo ha impedido...Pero hasta aquí llegáis. Ya puestos a llegar tarde...Que sea por un buen motivo. Hacerme un collar con vuestras orejas-
Justo cuando el carro comenzaba a moverse y a alejarse de allí tirado por sus dos pares de caballos, la mujer se lanzó como una flecha sobre la elfa. Era rápida, muy rápida y sus ojos solo anunciaban muerte. Aquel ataque era demasiado rápido y demasiado profesional para Níniel, jamás podría evitarlo, no con sus habilidades. Apretó los dientes y a pesar de todo trató de golpear con su bastón en el momento que le pareció adecuado. Con una agilidad felina la mujer lo esquivó, esbozó una sonrisa y preparó una estocada con su brazo derecho directa al pecho de la peliblanca.
Cuando la puerta se deslizó hacia un lado de golpe la peliblanca no pudo evitar pegar un respingo de miedo y sorpresa, temiendo que la intuición del joven brujo no hubiese sido correcta...Pero lo fue. La puerta se abrió del todo y ninguna lanza había salido del suelo para intentar arrebatarles la vida, tampoco ninguna enorme piedra circular les había intentado aplastar ni un montón de animales venenosos habían salido del suelo. Al fin y al cabo los libros eran eso, libros.
Chimar fue el primero en ascender y Níniel le siguió. Aquella escalera era larga, mucho mas que la que habían subido anteriormente para dejar atrás la zona de las celdas. ¿A cuánta profundidad les habían llevado?. Cuando por fin las escaleras acabaron, se encontraron un pequeño habitáculo de bloques de ladrillos de piedra y unas puertas de madera en buen estado. Pero lo mejor fue ver que por unas pequeñas hendiduras entre bloques de piedra, se colaban pequeños rayos de luz solar y el olor a tierra y a flores. Estaban por fin en la superficie, quedaba por ver si aquello era motivo de alegría o de nuevos problemas. Debían ser cautos.
Chimar no parecía opinar lo mismo pues comenzó a manipular los picaportes de las puertas. Seguramente tenía la intención de entreabrirlas y echar un pequeño vistazo para recabar información de qué les esperaba fuera...Pero como accionada por resortes las puertas en vez de abrirse un poco se abrieron de par en par.
La cara de la dama carmesí al ver que salían ellos en vez de al ya difunto Olaf fue de gran sorpresa, y lo cierto es que la cara de Níniel al toparse con ella cara a cara de aquella forma fue todo un poema también. Con la boca abierta y los ojos como platos, incluso a pesar de sus modales y educación no pudo evitar soltar:
-Oh mierda-
El primer impulso de la peliblanca fue querer retroceder y cerrar la puerta para dejar a aquella mujer fuera, pero Chimar se echó adelante, haciéndose a un lado y preparándose para luchar. Entonces la elfa colocó su bastón delante de si dispuesta a usarlo como arma mientras el rostro de la mujer de rojos labios cambiaba rápidamente de la sorpresa a la furia.
Casi con desdén pateó una piedra con una precisión tal que acertó al arma de Chimar y llenó el sofisticado mecanismo de disparo del arma de restos que lo atascaban e impedían que el virote saliera propulsado. Nada que no se arreglara con unos golpes y algo fino para retirar los restos si el pequeño inventor podía permitirse el lujo de hacer algo así ante tan peligroso enemigo. Entonces, la mujer se quitó la capa arrojándola al suelo y, tras llevar las manos a su espalda, desenvaino dos espadas cortas de negro filo y se puso en guardia cruzándolas ante si. Tras ella, el cochero del carruaje había sacado una ballesta clásica y apuntaba a la elfa con ella, pero la mujer, sin apenas mirarle le dijo que no hiciera nada.
-Son míos, saca el carro de aquí, no quiero que se manche de sangre y la guardia haga preguntas. - Después se dirigió a los prófugos. -No sé cómo habéis escapado y llegado hasta aquí, tampoco sé por qué Olaf no os lo ha impedido...Pero hasta aquí llegáis. Ya puestos a llegar tarde...Que sea por un buen motivo. Hacerme un collar con vuestras orejas-
Justo cuando el carro comenzaba a moverse y a alejarse de allí tirado por sus dos pares de caballos, la mujer se lanzó como una flecha sobre la elfa. Era rápida, muy rápida y sus ojos solo anunciaban muerte. Aquel ataque era demasiado rápido y demasiado profesional para Níniel, jamás podría evitarlo, no con sus habilidades. Apretó los dientes y a pesar de todo trató de golpear con su bastón en el momento que le pareció adecuado. Con una agilidad felina la mujer lo esquivó, esbozó una sonrisa y preparó una estocada con su brazo derecho directa al pecho de la peliblanca.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
El camino de subida era largo y por un momento le pareció interminable, pero mientras más se acercaban a la posible salida más alerta se pone. Parecía tan fácil, tan expedito... eso no daba buena espina.
-Algún día irás conmigo al templo donde crecí, Chim -dice distendiendo un poco el ambiente- es más lindo que esto, todo limpio y reluciente, te gustaría... claro, hay asesinos a cada esquina, jeje... pero descuida, mi maestro es un gran tipo, seguro hasta te da galletas, él nunca haría daño a alguien sin motivo, menos aún a un niño. -en sus ojos hay una evidente admiración cuando habla de aquel brujo asesino.
La memoria de su maestro salvando su pellejo cuando los mayores la agarraban con él por ser más pequeño se viene a su mente, fresca como si hubiera sido hace una semana atrás, pero no tiene tiempo de recordar demasiado, han llegado a la puerta. Chimar hace los honores, pero con tan mala suerte que se vuelven el objeto de atención de nada menos que la mujer que le había prometido un dolor inimaginable hacía tan poco atrás.
Se queda en la retaguardia. Su amigo está en problemas, preparando su ballesta, pero no puede simplemente lanzarse a lo bestia, acabaría él mismo muerto sin duda. Ella no parece ser cualquiera. Desde la cobertura aún del habitáculo utiliza su magia para cubrirse en un manto de ilusiones, mientras escucha a Níniel decir un improperio. "No era tan inocente".
Demian abre la pequeña botellita de su muñequera y vierte una gota de aquella viscoza preparación sobre el filo de su daga derecha. No tiene tiempo de hacer lo mismo por la otra, la situación requiere de atención inmediata, ya que su fiel amigo se encuentra complicado por unas piedras en su preciada arma. "Rayos".
Se escabulle lo más presto que es capaz sin romper el hechizo, aprovechando que la atención está puesta sobre la más alta de las posibles amenazas para la mujer de labios rojos, la elfa. Es una sombra, no más que un fantasma, como siempre lo ha sido, dando pasos seguros y ligeros, apenas rozando el piso, para dejar pasar al enemigo y luego enfocarse en su espalda. Sus dos dagas están firmes en sus manos, puede no ser un gran luchador, pero desde esa posición es usualmente sencillo actuar.
Espera una señal, un error, un espacio abierto de parte de ella para hacer su movida. Es paciente, como un felino al acecho, conteniendo su respiración en esos cortos, pero eternos instantes en que las mujeres llegan a estar una frente a la otra. Entonces el momento llega, la elfa descarga su bastón con fuerza, sólo para ser esquivado en el último instante por la mujer. Demian sabe que es su única oportunidad, sabe que no tendrá otra ventana y la aprovecha.
Su ataque es simultáneo con ambas dagas cada una enfocada a uno de los lados de la espalda de la temible mujer, a la altura de sus riñones. Las puntas de sus armas son filosas y diseñadas para entrar en la carne humana, una de ellas posee veneno.
Sea cual sea el resultado, el pequeño se encuentra extremadamente cerca de la mujer.
Última edición por Demian el Vie Jun 12 2015, 15:52, editado 1 vez
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Gracias al golpe de mala suerte con la puerta están todos enfrascados en un combate con la vampira. Chimar yace en el suelo apuntando como si se tratara de cualquier guardia cuando de repente una piedra estropea momentáneamente su arma, si exactamente ¡una jodida piedra! Se queda con una expresión de incredulidad un par de instantes antes de ponerse con los trabajos de reparación.
Pero qué rayos….
Sin la ballesta está indefenso pues es su único mecanismo de defensa actual. Por suerte la mujer de rojo parece tener otra víctima en mente y aunque el niño siente un alivio inicial no puede evitar preocuparse por su amiga. Le da un golpe al arma removiendo los residíos y realiza un tiro rápido, aquel proyectil sale disparado fallando a la mujer por mucho sin embargo da en otro blanco, se incrusta en la cabeza del cochero.
Mierda…
Dice al ver que efectivamente acaba de matar al conductor del carruaje por error, no le da mucha importancia convenciéndose de la mala afiliación que mantenía el individuo con la banda. Revisa nuevamente su arma y encuentra el problema, aquel golpe descuadro el cuerpo ocasionando ángulos erráticos al disparar. El niño inventor saca su llave de tuercas y realiza algunos ajustes rápidos corrigiendo el inconveniente.
Apunta a la mujer quien ya está a punto de contacto con Níniel y se prepara a disparar. Hubiera sido bueno el tiro de no ser por una corrección en la trayectoria ocasionada premeditadamente, el chico disparo más arriba al ver la jugada de Demian. No puede correr el riesgo de herir a su amigo por error, en realidad llegado a ese punto es imposible disparar sin poner en peligro a sus dos compañeros.
No…. No tengo Angulo.
Desiste de sus intentos y se lanza a la carrera. Sigue a una distancia muy cercana por lo que solo da dos pasos largos mientras salta sobre la elfa quitándola de la trayectoria hostil bruscamente, una vez en el suelo y sin peligro toma cierta posición de apuntado como precaución. La verdad es que no sabe como resulto lo de Demian, en caso de que la mujer siga funcionando le disparara un virote a la cara.
Tiembla ligeramente por la adrenalina pero no modifica su pose. Con el arma en mano se mantiene amenazante a la espera de que su amigo brujo dé el visto bueno, desea que haya terminado todo y no deba seguir ocasionando muertes. Pueden ser unos miserables bastardos pero siguen siendo personas, todas estas acciones violentas le quitaran el sueño al chico mínimo una semana. Matar le sigue pareciendo aberrante así que intenta evitar un choque emocional en el peor momento posible.
Es…. Es suficiente….
Pero qué rayos….
Sin la ballesta está indefenso pues es su único mecanismo de defensa actual. Por suerte la mujer de rojo parece tener otra víctima en mente y aunque el niño siente un alivio inicial no puede evitar preocuparse por su amiga. Le da un golpe al arma removiendo los residíos y realiza un tiro rápido, aquel proyectil sale disparado fallando a la mujer por mucho sin embargo da en otro blanco, se incrusta en la cabeza del cochero.
Mierda…
Dice al ver que efectivamente acaba de matar al conductor del carruaje por error, no le da mucha importancia convenciéndose de la mala afiliación que mantenía el individuo con la banda. Revisa nuevamente su arma y encuentra el problema, aquel golpe descuadro el cuerpo ocasionando ángulos erráticos al disparar. El niño inventor saca su llave de tuercas y realiza algunos ajustes rápidos corrigiendo el inconveniente.
Apunta a la mujer quien ya está a punto de contacto con Níniel y se prepara a disparar. Hubiera sido bueno el tiro de no ser por una corrección en la trayectoria ocasionada premeditadamente, el chico disparo más arriba al ver la jugada de Demian. No puede correr el riesgo de herir a su amigo por error, en realidad llegado a ese punto es imposible disparar sin poner en peligro a sus dos compañeros.
No…. No tengo Angulo.
Desiste de sus intentos y se lanza a la carrera. Sigue a una distancia muy cercana por lo que solo da dos pasos largos mientras salta sobre la elfa quitándola de la trayectoria hostil bruscamente, una vez en el suelo y sin peligro toma cierta posición de apuntado como precaución. La verdad es que no sabe como resulto lo de Demian, en caso de que la mujer siga funcionando le disparara un virote a la cara.
Tiembla ligeramente por la adrenalina pero no modifica su pose. Con el arma en mano se mantiene amenazante a la espera de que su amigo brujo dé el visto bueno, desea que haya terminado todo y no deba seguir ocasionando muertes. Pueden ser unos miserables bastardos pero siguen siendo personas, todas estas acciones violentas le quitaran el sueño al chico mínimo una semana. Matar le sigue pareciendo aberrante así que intenta evitar un choque emocional en el peor momento posible.
Es…. Es suficiente….
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Todo ocurrió muy rápido. Níniel solo tenía ojos para aquella arma negra que se dirigía directa a su corazón de una manera tan rápida como precisa y apenas era consciente de lo que ocurría a su alrededor. No era muy consciente del disparo del pequeño inventor ni del daño colateral que había causado, matando al cochero y causando que los caballos se desbocaran y comenzaran una carrera por el camino hasta acabar volcando unos cientos de metros mas adelante en el camino, tampoco de los planes de Demian.
Trató de mover su cuerpo, de esquivar el impacto o al menos de evitar que supusiera su muerte inmediata y que la herida no fuese letal, pero sabía que no iba a poder hacerlo a tiempo, la muerte se acercaba de forma demasiado rápida...Y entonces notó como algo la empujaba con fuerza y la apartaba de la trayectoria del arma que atravesó aire y solo aire.
Mientras caía, notó como la mirada furiosa de la mujer de labios rojos la seguía, preparando otro golpe más, uno que no pudiera esquivar, y entonces aterrizó contra el suelo estrepitosamente. Alzó rápidamente la vista haciendo caso omiso a la molestia del impacto, centrándose en su enemiga y tratando de poner inmediatamente distancia entre ambas, temiendo otro ataque, para lo cual no duda en arrastrarse por el suelo.
Era consciente de que Chimar estaba a su lado, que había salvado su vida arriesgando la suya propia, pero no es momento de agradecimientos, siguen en gran riesgo pues la mujer les mira a los dos con...De repente ya no hay odio en su mirada, parece sorprendida y se ha quedado inmóvil. La figura de Demian aparece detrás de ella y la mujer acaba de rodillas en el suelo y después se desploma, muerta.
Níniel abrió los ojos perpleja, aún en el suelo. No era la primera vez que veía aquel ataque del pequeño brujo aunque si que era la primera vez que lo veía ejecutado realmente bien. En la anterior ocasión no funcionó del todo y casi le cuesta una buena paliza a Demian y a ella por ir a salvarlo. Cuando la sorpresa inicial pasó, comenzó a sentir alivio y se permitió mirar alrededor, pensando en que realmente lo habían logrado y eran libres, incluso el sol parecía calentar más en esos momentos.
Estaban en un campo de hierba cruzado por un camino de tierra, el mismo donde unos metros mas adelante dos pares de caballos se movían nerviosos tratando de librarse de las correas que los ataban al carruaje volcado. Salpicando el verde campo, había otras estructuras parecidas a la que habían dejado atrás. Todas cerradas a cal y canto. La elfa miró a la que tenía a sus espaldas y vio que sobre la puerta había unas letras sobre una placa. "Familia Solvein".
Niniel se levantó y miró con mas atención alrededor.
-Estamos en el cementerio...- Y así era, concrétamente en la zona de las criptas familiares donde solo podían ser enterrados aquellos con el suficiente dinero como para permitirse un terreno muy cotizado. Y ellos habían salido de las entrañas de la tierra desde una de aquellas criptas y eran responsables de varios cuerpos sin vida y un carruaje volcado en un lugar sagrado...Eso suponía dar muchas explicaciones.
-Creo que debemos avisar a la guardia, de esto y de esta entrada a las catacumbas. También tienen que saber lo de los fragmentos y estos locos del emblema del puño- La elfa volvió a girarse para buscar los fragmentos en el cuerpo de la enemiga derrotada y al hacerlo pegó un grito.
-!No está!...El cuerpo de esa mujer no está.-
Efectivamente el cuerpo había desaparecido, no había ni rastro de él y era imposible que se hubiera podido arrastrar sin que se dieran cuenta y sin dejar un reguero de sangre incluso en el hipotético caso de que hubiese sobrevivido de algún modo al ataque de Demian.
Trató de mover su cuerpo, de esquivar el impacto o al menos de evitar que supusiera su muerte inmediata y que la herida no fuese letal, pero sabía que no iba a poder hacerlo a tiempo, la muerte se acercaba de forma demasiado rápida...Y entonces notó como algo la empujaba con fuerza y la apartaba de la trayectoria del arma que atravesó aire y solo aire.
Mientras caía, notó como la mirada furiosa de la mujer de labios rojos la seguía, preparando otro golpe más, uno que no pudiera esquivar, y entonces aterrizó contra el suelo estrepitosamente. Alzó rápidamente la vista haciendo caso omiso a la molestia del impacto, centrándose en su enemiga y tratando de poner inmediatamente distancia entre ambas, temiendo otro ataque, para lo cual no duda en arrastrarse por el suelo.
Era consciente de que Chimar estaba a su lado, que había salvado su vida arriesgando la suya propia, pero no es momento de agradecimientos, siguen en gran riesgo pues la mujer les mira a los dos con...De repente ya no hay odio en su mirada, parece sorprendida y se ha quedado inmóvil. La figura de Demian aparece detrás de ella y la mujer acaba de rodillas en el suelo y después se desploma, muerta.
Níniel abrió los ojos perpleja, aún en el suelo. No era la primera vez que veía aquel ataque del pequeño brujo aunque si que era la primera vez que lo veía ejecutado realmente bien. En la anterior ocasión no funcionó del todo y casi le cuesta una buena paliza a Demian y a ella por ir a salvarlo. Cuando la sorpresa inicial pasó, comenzó a sentir alivio y se permitió mirar alrededor, pensando en que realmente lo habían logrado y eran libres, incluso el sol parecía calentar más en esos momentos.
Estaban en un campo de hierba cruzado por un camino de tierra, el mismo donde unos metros mas adelante dos pares de caballos se movían nerviosos tratando de librarse de las correas que los ataban al carruaje volcado. Salpicando el verde campo, había otras estructuras parecidas a la que habían dejado atrás. Todas cerradas a cal y canto. La elfa miró a la que tenía a sus espaldas y vio que sobre la puerta había unas letras sobre una placa. "Familia Solvein".
Niniel se levantó y miró con mas atención alrededor.
-Estamos en el cementerio...- Y así era, concrétamente en la zona de las criptas familiares donde solo podían ser enterrados aquellos con el suficiente dinero como para permitirse un terreno muy cotizado. Y ellos habían salido de las entrañas de la tierra desde una de aquellas criptas y eran responsables de varios cuerpos sin vida y un carruaje volcado en un lugar sagrado...Eso suponía dar muchas explicaciones.
-Creo que debemos avisar a la guardia, de esto y de esta entrada a las catacumbas. También tienen que saber lo de los fragmentos y estos locos del emblema del puño- La elfa volvió a girarse para buscar los fragmentos en el cuerpo de la enemiga derrotada y al hacerlo pegó un grito.
-!No está!...El cuerpo de esa mujer no está.-
Efectivamente el cuerpo había desaparecido, no había ni rastro de él y era imposible que se hubiera podido arrastrar sin que se dieran cuenta y sin dejar un reguero de sangre incluso en el hipotético caso de que hubiese sobrevivido de algún modo al ataque de Demian.
- Off:
- Los guardias no tardarán en aparecer. Toca post final decidiendo si os quedáis a explicar lo ocurrido o decidís evitar contacto con la autoridad. El cuerpo de la mujer se ha esfumado como por arte de magia, y con el los fragmentos.
La historia continuará.
Níniel Thenidiel
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Era ese instante donde dejaba de ser una persona, era sólo un ente, una sombra, no era nadie, nada... sólo un par de dagas unidas a un cuerpo. Era el instante en que saboreaba la adrenalina del asesinato. Debía confesarlo, se había preparado para ese tipo de momentos toda su vida y se sentía bien, era como si el estrés y el miedo se fueran en un segundo. No era más que un fantasma.
Al caer inerte el cuerpo de la mujer se hace visible para sus compañeros la imagen de un niño con el rostro y el pecho salpicados en sangre, pero el niño sonríe. No es una risa de alegría, es una simple expresión de satisfacción. Las cosas han salido bien.
Mira a sus compañeros, entendiendo de a poco lo que ha pasado con ellos. Chimar ha sido quien ha salvado a Níniel, arriesgándose incluso él mismo en el proceso. Su compañero no ha pensado en sí, tampoco en matar, ha pensado primero en sus aliados. Si Chimar no hubiera intervenido el resultado sobre la mujer de los labios rojos probablemente no hubiera cambiado, pero la elfa estaría muerta.
Es un instante de revelación, él ha pensado primero en matar, su amigo en salvar. Pueden parecer tan similares, tan cercanos, pero al final del día hay algo que los distingue. Darse cuenta de ello le duele, le duele en lo profundo de su ser, a pesar de que su rostro no lo revela. Es el mismo sentimiento de cuando asesinó a sangre fría al enfermo pescador. En ese entonces pensó que era compasión, pero ver el rostro de sus amigos le había enseñado que en realidad él era un peligro. Sus amigos nunca podrían estar seguros a su lado hasta que no lograra un cambio... pero ¿cómo?.
Sus pensamientos son interrumpidos, Níniel menciona que están en un cementerio y mira a su alrededor. En efecto, han salido a un cementerio, lo que tiene un aire de ironía. Hace no mucho había huido de unos enemigos en un cementerio. Nuevamente la elfa habla, esta vez con una idea que a los oídos de Demian no suena precisamente fascinante.
-Pero... ¡¿tú estás tonta?! -dice con espanto- a nosotros la guardia no nos tratará con amor y respeto, nos buscan de robos y... ¿qué crees que pensarán de un niño con dagas ensangrentadas?... una paliza es lo menos que nos espera a mí y a Chimar... hay un jodido cadáver justo a...
Mira el lugar, el comentario de ella lo confirma. No está.
-¿Cómo... cuándo?
Está confundido, se suponía que no había nadie y estaba seguro de haber sentido sus dagas entrar a fondo en la carne de esa mujer, incluso las salpicaduras de sangre por toda su piel lo confirmaban, nadie podría sobrevivir de algo así, mucho menos escapar sin ser detectado. Ni siquiera había señales de un escape.
-Chimar -dice a su amigo- debemos salir de aquí... debemos salir de aquí ahora, hay muchas cosas aquí que no tienen sentido, pero como llegue la guardia seguro nos cuelgan en la plaza, vámonos.
Le ofrece la mano a su amigo para que se ponga de pie y luego mira a la elfa.
-Algún día comeremos algo rico con Chimar y Ratita, los cuatro... pero usted paga.
Se dirige luego hacia las lápidas y criptas, buscando perderse y desaparecer de la vista, pero decide no alejarse por completo. Lo siga o no su compañero, Demian se esconderá en alguna lápida lejana para mirar lo que ocurre, sabiendo que, de alguna manera, lo que le pase a la elfa tendrá repercusiones en sus propias vidas.
Demian
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
Chimar sigue tirado en el suelo sin flanquear su puntería esperando solo una reacción para disparar. Sabe que su amigo es certero en su “profesión” pero no quiere dejar cabo suelto, apenas tuvo tiempo de salvar a Níniel y no desea otra situación de vida o muerte. Varias gotas de sudor le caen del rostro mientras espera unos intensos segundos. No pasa mucho tiempo para que se refleje el resultado.
…. Bien hecho hermano.
Menciona a modo de ánimo pues la mujer está muerta. Lo lograron con todas las de la ley, no solo consiguieron eludir el encarcelamiento sino que también se las arreglaron para neutralizar ese antro. El pequeño está feliz de que sus compañeros estén bien y que la peligrosa situación haya sido superada, toma la mano del brujo para ponerse de pie mientras se queda detallando la escena, ha sido una refriega para recordar.
Señorita Níniel… no nos llevamos bien con la guardia. Me temo que debemos retirarnos antes de que lleguen… de igual forma son demasiado incompetentes para lograr captar algo con tantas ramificaciones, solo lo archivaran…
Lo que dice es cierto, con su aspecto les tomaran de delincuentes inmediatamente “al menos al par de niños”. El otro punto tiene mucho de verdad también, si no pudieron resolver un caso trascendental como el de “la noche en que mueren las mentes” mucho menos dedicaran recursos y personal a varios criminales muertos en unas ruinas. La política de las fuerzas civiles humanas es bastante sencilla, si no le atrapas a la primera no vale la pena seguir.
Mira alrededor y reconoce el lugar, es el área pudiente del cementerio “si es que eso tiene algún sentido”. Aquí se entierran las personas acomodadas que poseen suficiente dinero para permitirse construir un mausoleo, lógicamente queda abandonado varios meses después ya que a nadie le interesan los muertos. Una soberana perdida de dinero y tiempo que podrían utilizar en construir un nuevo acueducto o varios hospitales más.
Qué rayos…. Ese truco esta gastado.
El numerito del muerto que desaparece ya lo ha visto antes, aquel asesino en casa de Reaver lo uso como mecanismo final para no dejar pista, definir si es algo nacido de la magia o un aditamento refinado es difícil pero resulta bastante útil en lo que hace. Chimar se queda pensativo pues los fragmentos se esfumaron también, sea lo que sea ya no pueden volver a ligarles con ellos.
Si señorita Níniel ¡¡es la regla!! Quien es salvado paga la comida jeje.
Expresa con cierta sonrisa infantil, luego se despide usando un gesto y sigue a su compañero de cerca. A moderada distancia el par se detiene mientras proceden a ocultarse, todo esto por iniciativa de Demian quien parece tener interés en lo que sucederá a continuación. Chimar no duda que tendrá otro encuentro con la elfa pero espera unas mejores condiciones, se le queda mirando discretamente esperando las reacciones del brujo.
…. Bien hecho hermano.
Menciona a modo de ánimo pues la mujer está muerta. Lo lograron con todas las de la ley, no solo consiguieron eludir el encarcelamiento sino que también se las arreglaron para neutralizar ese antro. El pequeño está feliz de que sus compañeros estén bien y que la peligrosa situación haya sido superada, toma la mano del brujo para ponerse de pie mientras se queda detallando la escena, ha sido una refriega para recordar.
Señorita Níniel… no nos llevamos bien con la guardia. Me temo que debemos retirarnos antes de que lleguen… de igual forma son demasiado incompetentes para lograr captar algo con tantas ramificaciones, solo lo archivaran…
Lo que dice es cierto, con su aspecto les tomaran de delincuentes inmediatamente “al menos al par de niños”. El otro punto tiene mucho de verdad también, si no pudieron resolver un caso trascendental como el de “la noche en que mueren las mentes” mucho menos dedicaran recursos y personal a varios criminales muertos en unas ruinas. La política de las fuerzas civiles humanas es bastante sencilla, si no le atrapas a la primera no vale la pena seguir.
Mira alrededor y reconoce el lugar, es el área pudiente del cementerio “si es que eso tiene algún sentido”. Aquí se entierran las personas acomodadas que poseen suficiente dinero para permitirse construir un mausoleo, lógicamente queda abandonado varios meses después ya que a nadie le interesan los muertos. Una soberana perdida de dinero y tiempo que podrían utilizar en construir un nuevo acueducto o varios hospitales más.
Qué rayos…. Ese truco esta gastado.
El numerito del muerto que desaparece ya lo ha visto antes, aquel asesino en casa de Reaver lo uso como mecanismo final para no dejar pista, definir si es algo nacido de la magia o un aditamento refinado es difícil pero resulta bastante útil en lo que hace. Chimar se queda pensativo pues los fragmentos se esfumaron también, sea lo que sea ya no pueden volver a ligarles con ellos.
Si señorita Níniel ¡¡es la regla!! Quien es salvado paga la comida jeje.
Expresa con cierta sonrisa infantil, luego se despide usando un gesto y sigue a su compañero de cerca. A moderada distancia el par se detiene mientras proceden a ocultarse, todo esto por iniciativa de Demian quien parece tener interés en lo que sucederá a continuación. Chimar no duda que tendrá otro encuentro con la elfa pero espera unas mejores condiciones, se le queda mirando discretamente esperando las reacciones del brujo.
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Re: Prisioneros en las tinieblas [Interpretativo -Libre] (2/2) [Cerrado]
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Demian +2 puntos de hp
Chimar +1 punto de hp
Si los demás queréis que os revise las partes con hp subrayarlas en el texto. Saludos.
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