[Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
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[Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Por fin había cesado la lluvia, pero aún el frío nos embestía de forma despiadada, al menos por ahora, pues el cielo delataba que se acercaban los primeros rayos del sol, caminaba junto a la extraña rubia que había conocido en el Lago de la Luna, íbamos con destino a quién sabe dónde cuando nos tocó correr hacia el refugio más cercano que pudimos encontrar, aquellas sombrías y tenebrosas minas abandonadas llenas de inimaginables peligros, me parecieron un lugar seguro para pasar el día - Por acá, de prisa - Dije mientras me internaba en las minas apartando algunas cosas atravesadas en el camino para que pudiéramos pasar tranquilamente, nos adentramos tanto como pudimos dejando atrás la amenaza que representaban los rayos del día.
El lugar era bastante perturbador, los diversos senderos se bifurcaban unos tras otros y a medida que avanzábamos parecíamos estar más y más perdidos, no tenía idea de donde estábamos, todos los pasajes parecían iguales, no tenía la más remota idea de a dónde íbamos, o de como volver, pero no me atrevía a admitirle eso a Noctivaga después que la había hecho seguirme hasta acá - ¿Tienes un nombre normal o solo eres Noctivaga? Es que me resulta demasiado largo - Dije con una ligera sonrisa para tratar de bajar la tensión del momento.
Me detuve un instante en el camino levantando mi mano a la chica para que detuviera sus pasos - Creo que nos siguen - Dije en voz baja mientras guardaba silencio, me parecía hacer escuchado ruidos en la distancia, ecos de pasos tal vez, pero no lograba distinguir de qué era, o si tal vez era solo alguna sustancia cayendo, procuré no darle importancia y seguimos adelante, aunque a ratos seguía escuchando el mismo sonido pegajoso en la distancia ¿pasos? ¿Ecos? Había algo más ahí, estaba completamente seguro de ello.
Finalmente llegamos a una puerta fuertemente cerrada, no había manera de seguir adelante, y volver no parecía ser la mejor opción ¿ahora cómo saldríamos de esto?
El lugar era bastante perturbador, los diversos senderos se bifurcaban unos tras otros y a medida que avanzábamos parecíamos estar más y más perdidos, no tenía idea de donde estábamos, todos los pasajes parecían iguales, no tenía la más remota idea de a dónde íbamos, o de como volver, pero no me atrevía a admitirle eso a Noctivaga después que la había hecho seguirme hasta acá - ¿Tienes un nombre normal o solo eres Noctivaga? Es que me resulta demasiado largo - Dije con una ligera sonrisa para tratar de bajar la tensión del momento.
Me detuve un instante en el camino levantando mi mano a la chica para que detuviera sus pasos - Creo que nos siguen - Dije en voz baja mientras guardaba silencio, me parecía hacer escuchado ruidos en la distancia, ecos de pasos tal vez, pero no lograba distinguir de qué era, o si tal vez era solo alguna sustancia cayendo, procuré no darle importancia y seguimos adelante, aunque a ratos seguía escuchando el mismo sonido pegajoso en la distancia ¿pasos? ¿Ecos? Había algo más ahí, estaba completamente seguro de ello.
Finalmente llegamos a una puerta fuertemente cerrada, no había manera de seguir adelante, y volver no parecía ser la mejor opción ¿ahora cómo saldríamos de esto?
Última edición por Bio el Dom 28 Jun 2015, 05:58, editado 2 veces
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Hacía muchos años que Erzsébeth no contemplaba la aurora, mucho tiempo en que no se encontraba fuera de la mansión de Cassandra a horas tan intempestivas, horas en las que solo un pequeño haz de luz podría acabar con el vampiro, pero la lluvia había desaparecido, se había llevado consigo el manto de la noche y lo primero que vieron sus ojos antes de volver a la oscuridad fue la tenue luz de la aurora, un tono rosado y hermoso que le recordaba a otros tiempos, donde el dolor era solo una palabra y donde no se imaginaba qué sería de él. Pero la nostalgia le duró poco, el cielo diurno volvió a quedar lejos de él y de sus pensamientos, ahora Bio le había arrastrado hacia una cueva (no sabía muy bien dónde, y al parecer su acompañante tampoco) y se adentraron en lo profundo del lugar para huir del sol. Su único refugio sería ese aquel día, así que intentaría que su relación siguiera viento en popa y no se tornase incómoda para ninguno de los dos... no querría tener que enfadarse ni tener que buscar otros lares donde ocultarse a plena luz del día.
Mientras andaban por aquella cueva amplia pero oscura, daba la sensación de que Bio jamás hubiese estado allí antes, al principio parecía tan seguro para guiar los pasos de ambos que le siguió sin más, por otro lado se veía como un cachorro asustado sin saber dónde estaba su madre. Camino tras camino, decisión tras decisión tomada, la cueva se iba haciendo más y más estrecha, más y más oscura, menos acogedora y más tenebrosa... ¿Tienes un nombre normal o solo eres Noctivaga? Es que me resulta demasiado largo. La pregunta le resultó graciosa y no pudo evitar soltar una risita mientras se acercaba a su compañero para susurrarle una respuesta, ya que en aquel lugar la más mínima voz producía eco y no quería escucharse a sí mismo como un idiota.
—Mi nombre no es importante, Bio, algún día sabrás. Mas si tanto ansías otro por el que llamarme, mi apellido es Bathory. Noctívaga es mi marca, es lo que soy, y ni mi nombre ni apellido definen quién soy, ya no...¿y tú, tienes nombre? — dijo, y empezó a escuchar pequeños pasos a su alrededor. No quiso dar muestra de ello al muchacho, pero él también se había percatado. Restó importancia al asunto hasta que llegaron a una puerta cobriza y bien atorada, Erzsébeth le propinó varias patadas de forma inútil e incluso blasfemó contra la misma. La cerradura se veía corroída por el paso del tiempo y el pomo estaba medio roto, pero la madera se resistía a ser quebrada. Buscó los ojos de Bio dándose la vuelta y lo que encontró fue algo más extraño y perturbador. ¿Se puede saber qué es esa cosa?
La pregunta en unos momentos estaría mal planteada, ya que al inicio lo único que vio gracias a su buena visión en la oscuridad fue una araña de no más de 20 centímetros de diámetro observándoles en la oscuridad, con unos ojitos rojos y relucientes. Era completamente negra con una pequeña mancha rojiza en la espalda. Al pasar unos instantes el bicho cobró un color rojizo en toda su envergadura y como si fuese un imán atrajo a su vez a otras luces rojizas, unas cuatro más, un poco más grandes que esta que había visto a primeras, y se dio cuenta de que algo no iba bien. Agarró sus dagas y empezó a darle vueltas con sus dedos como de costumbre y se removió hasta quedar pegado a su compañero.
—¡Cómo traes a una dama como yo a un lugar como este, Bio! Las primeras citas no son así.
Mientras andaban por aquella cueva amplia pero oscura, daba la sensación de que Bio jamás hubiese estado allí antes, al principio parecía tan seguro para guiar los pasos de ambos que le siguió sin más, por otro lado se veía como un cachorro asustado sin saber dónde estaba su madre. Camino tras camino, decisión tras decisión tomada, la cueva se iba haciendo más y más estrecha, más y más oscura, menos acogedora y más tenebrosa... ¿Tienes un nombre normal o solo eres Noctivaga? Es que me resulta demasiado largo. La pregunta le resultó graciosa y no pudo evitar soltar una risita mientras se acercaba a su compañero para susurrarle una respuesta, ya que en aquel lugar la más mínima voz producía eco y no quería escucharse a sí mismo como un idiota.
—Mi nombre no es importante, Bio, algún día sabrás. Mas si tanto ansías otro por el que llamarme, mi apellido es Bathory. Noctívaga es mi marca, es lo que soy, y ni mi nombre ni apellido definen quién soy, ya no...¿y tú, tienes nombre? — dijo, y empezó a escuchar pequeños pasos a su alrededor. No quiso dar muestra de ello al muchacho, pero él también se había percatado. Restó importancia al asunto hasta que llegaron a una puerta cobriza y bien atorada, Erzsébeth le propinó varias patadas de forma inútil e incluso blasfemó contra la misma. La cerradura se veía corroída por el paso del tiempo y el pomo estaba medio roto, pero la madera se resistía a ser quebrada. Buscó los ojos de Bio dándose la vuelta y lo que encontró fue algo más extraño y perturbador. ¿Se puede saber qué es esa cosa?
La pregunta en unos momentos estaría mal planteada, ya que al inicio lo único que vio gracias a su buena visión en la oscuridad fue una araña de no más de 20 centímetros de diámetro observándoles en la oscuridad, con unos ojitos rojos y relucientes. Era completamente negra con una pequeña mancha rojiza en la espalda. Al pasar unos instantes el bicho cobró un color rojizo en toda su envergadura y como si fuese un imán atrajo a su vez a otras luces rojizas, unas cuatro más, un poco más grandes que esta que había visto a primeras, y se dio cuenta de que algo no iba bien. Agarró sus dagas y empezó a darle vueltas con sus dedos como de costumbre y se removió hasta quedar pegado a su compañero.
—¡Cómo traes a una dama como yo a un lugar como este, Bio! Las primeras citas no son así.
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El ambiente en la mina era cada vez más tétrico, algo no estaba bien ahí abajo, y aunque se distraía levemente con las palabras de la rubia, luego volvía a la angustiante realidad - Bonito Apellido - Dije mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa - Yo solía llamarme Víctor, ahora solo soy Bio, larga historia, por ahora hay que volver - Dije con un poco de preocupación, realmente imaginaba que había algo ahí además de nosotros, pero su pregunta finalmente me hizo salir de dudas, no tenía idea de lo que pudiera ser eso, solo parecía una especie de araña sobrealimentada.
Mientras pensaba qué hacer, me dirigí a la vampiresa - No es mi mejor cita, eso sí lo sé - Dije con tono gracioso y con un poco de sarcasmo, Bathory ya estaba completamente lista para atacar, aunque algo me decía que eso tampoco era una buena idea, esas arañas eran muy grandes, pero además de eso eran demasiado ágiles, caminaban del piso a la pared y por el techo en fracciones de segundos.
Cada vez llegaban más y más arañas aunque por alguna razón aún no nos atacaban, lo cual ya era bastante sospechoso, seguramente había algún tipo de líder entre esas cosas, y los guiaría para conseguir devorarnos - Yo no seré comida de arañas - Dije mientras sacaba mis dagas y esperaba al que primero se atreviera a acercarse.
Finalmente acabaron por comenzar a avanzar, venían por todos lados, en el suelo, paredes y techo, incluso salían por esos pequeños agujeros de las paredes, tal vez nos tocaría matar a esos bichejos - Tranquila, prometo sacarte de esto, a fin de cuetas yo he he arrastrado conmigo a esto...
Mientras pensaba qué hacer, me dirigí a la vampiresa - No es mi mejor cita, eso sí lo sé - Dije con tono gracioso y con un poco de sarcasmo, Bathory ya estaba completamente lista para atacar, aunque algo me decía que eso tampoco era una buena idea, esas arañas eran muy grandes, pero además de eso eran demasiado ágiles, caminaban del piso a la pared y por el techo en fracciones de segundos.
Cada vez llegaban más y más arañas aunque por alguna razón aún no nos atacaban, lo cual ya era bastante sospechoso, seguramente había algún tipo de líder entre esas cosas, y los guiaría para conseguir devorarnos - Yo no seré comida de arañas - Dije mientras sacaba mis dagas y esperaba al que primero se atreviera a acercarse.
Finalmente acabaron por comenzar a avanzar, venían por todos lados, en el suelo, paredes y techo, incluso salían por esos pequeños agujeros de las paredes, tal vez nos tocaría matar a esos bichejos - Tranquila, prometo sacarte de esto, a fin de cuetas yo he he arrastrado conmigo a esto...
Última edición por Bio el Vie 05 Jun 2015, 02:32, editado 2 veces
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
La multitud de arañas parecía tener una sola mente, un solo objetivo, que les impulsaba a seguir avanzando hacia la pareja de vampiros que había osado irrumpir en su territorio. La cantidad de seres que habitaban esa cueva era innumerable, y todas estaban saliendo de sus escondites para acechar a aquellos incautos.
Cuantas más arañas veían, más fácil les sería ver que al principio solo salían las más pequeñas. En cuestión de segundos, pudieron contemplar como tres ejemplares especialmente grandes se adelantaban al resto. Superaban en tamaño al resto con una gran diferencia con un tamaño de medio metro, dándoles una apariencia mucho más peligrosa. Cuando llegaron a la distancia suficiente, dos de ellas saltaron, una hacia cada vampiro, buscando engancharse a sus piernas para llegar a morderles. La restante, sin embargo, avanzaba por el techo, dispuesta a caer encima de Bio cuando se le presentase la oportunidad.
Por fortuna para ellos, no estaban arrinconados, aún no. Si buscaban huir de la legión arácnida, podrían encontrar un túnel que se adentraba hacia las oscuras profundidades de la mina. Si la suerte les volvía a sonreir, tal vez consiguiesen hallar un sitio más seguro en el que quedarse... o una muerte rápida. El eco de unos chasquidos resonaba por los túneles de la cueva, indicando que aquellas arañas no eran la mayor amenaza que había en la mina.
α: Las arañas no son una amenaza mayor y no les costará acabar con ellas, pero, cuidado, pues su mordedura es venenosa.
β: Habéis desencadenado una serie de acontecimientos que solo puede culminar con el precio de al menos una vida. Sed precavidos, y tal vez no sean las vuestras.
γ: Aún no debeis tirar la Voluntad de los Dioses. Ninguna deidad os podrá salvar ahora.
Cuantas más arañas veían, más fácil les sería ver que al principio solo salían las más pequeñas. En cuestión de segundos, pudieron contemplar como tres ejemplares especialmente grandes se adelantaban al resto. Superaban en tamaño al resto con una gran diferencia con un tamaño de medio metro, dándoles una apariencia mucho más peligrosa. Cuando llegaron a la distancia suficiente, dos de ellas saltaron, una hacia cada vampiro, buscando engancharse a sus piernas para llegar a morderles. La restante, sin embargo, avanzaba por el techo, dispuesta a caer encima de Bio cuando se le presentase la oportunidad.
Por fortuna para ellos, no estaban arrinconados, aún no. Si buscaban huir de la legión arácnida, podrían encontrar un túnel que se adentraba hacia las oscuras profundidades de la mina. Si la suerte les volvía a sonreir, tal vez consiguiesen hallar un sitio más seguro en el que quedarse... o una muerte rápida. El eco de unos chasquidos resonaba por los túneles de la cueva, indicando que aquellas arañas no eran la mayor amenaza que había en la mina.
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α: Las arañas no son una amenaza mayor y no les costará acabar con ellas, pero, cuidado, pues su mordedura es venenosa.
β: Habéis desencadenado una serie de acontecimientos que solo puede culminar con el precio de al menos una vida. Sed precavidos, y tal vez no sean las vuestras.
γ: Aún no debeis tirar la Voluntad de los Dioses. Ninguna deidad os podrá salvar ahora.
Ansur
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Cuando aparecieron aquellas tres titánicas arañas Erzsébeth no pudo pensar en otra cosa que no fuese aniquilar a su compañero. Realmente parecía que le había tendido una trampa para que la matasen, o algo peor, pero no le creía tan estúpido como para quedarse a cavar su propia tumba. Decidió no desconfiar por el momento ya que solo empeoraría la situación, sacudió la cabeza y se centró. Un espécimen se acercaba a toda velocidad, rojo como una bola de fuego a punto de abrasarla viva, de unas dimensiones increíbles para ser una araña. Por suerte tenía sus dagas en las manos y, en el momento en que la araña quiso trepar y colocarse entre sus piernas, consiguió con un rápido movimiento quedar al lado de la susodicha y cortarle una pata con una de sus armas. Brotó un líquido extraño, suponía que era la sangre del insecto, mas sacudió la daga por si acaso se tratase de algún tipo de sustancia venenosa; su conocimiento en venenos no era tan bueno como para salvarla en aquella situación. La criatura soltó un quejido extraño y quedó sin movimiento en el suelo, como si no tuviese otras tantas patas para moverse, por lo visto necesitaba todas para realizar una buena cacería. El trabajo del vampiro siempre había sido buscar la salida fácil en caso de emergencia, y pudo discernir un hueco entre todas las arañas por el que huir sin ser mordido. Echó un último vistazo a Bio y logró ver una figura en el techo, aguardando el momento justo para caerle encima. Apuntó con cierta agonía al estar tan a oscuras, lanzó la daga que no había utilizado, con desilusión ante la idea de perderla por el momento; por otro lado no veía otra solución. La daga impactó en lo que parecía ser el estómago de la criatura y soltó otro chillido, aun aferrándose al techo y chorreando el mismo líquido que su compañera inmóvil, sustancia que caía a penas unos metros en frente de Bio.
—¡Morir es cosa de mortales! ¡Me voy, sígueme si puedes, que me debes una daga! —dijo sin más señalando a todos lados, y emprendió la carrera entre aquel maravilloso pasillo desprovisto de arañas. Algunas intentaron treparle en su recorrido, sin embargo eran tan diminutas que pisarlas suponía una auténtica diversión, ese ruidito que hacían al morir era suculento. Dejó atrás al criadero de arañas y aunque sabía que algunas de las pequeñas le seguían no le dio más importancia, necesitaba encontrar un lugar seguro y no había tiempo para pequeñeces. Logró discernir entre las oscuras paredes una especie de túnel y un sentimiento de alarma recorrió su cuerpo. No sabía si había tomado la mejor de las decisiones, pero con esperanzas de que Bio lograse seguirla y no la dejase pasar aquella noche sola (ya que podría ser la última) esperó a su compañero frente a la entrada del hallazgo, matando arañitas y escondiéndose de vez en cuando, sintiendo que algo la miraba sin conocer de dónde provenía.
—¡Morir es cosa de mortales! ¡Me voy, sígueme si puedes, que me debes una daga! —dijo sin más señalando a todos lados, y emprendió la carrera entre aquel maravilloso pasillo desprovisto de arañas. Algunas intentaron treparle en su recorrido, sin embargo eran tan diminutas que pisarlas suponía una auténtica diversión, ese ruidito que hacían al morir era suculento. Dejó atrás al criadero de arañas y aunque sabía que algunas de las pequeñas le seguían no le dio más importancia, necesitaba encontrar un lugar seguro y no había tiempo para pequeñeces. Logró discernir entre las oscuras paredes una especie de túnel y un sentimiento de alarma recorrió su cuerpo. No sabía si había tomado la mejor de las decisiones, pero con esperanzas de que Bio lograse seguirla y no la dejase pasar aquella noche sola (ya que podría ser la última) esperó a su compañero frente a la entrada del hallazgo, matando arañitas y escondiéndose de vez en cuando, sintiendo que algo la miraba sin conocer de dónde provenía.
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Definitivamente venir acá no había sido la mejor de mis ideas - Vamos a las minas - Susurré para mí mismo - Ahí estaremos a salvo - Murmuré con sarcasmo, apenas había terminado de hablar cuando la situación se hizo más tensa, los pasos de las arácnidas amenazas se hacían cada vez más numerosos y fuertes, avanzaban sin detenerse, mostraban una coordinación demasiado insólita para ser simples animalejos, finalmente aparecieron un par de arañas más grandes que las otras, movían las babosas tenazas de sus bocas como anhelando devorarnos, una de ellas avanzó buscando mi pierna, pero logré levantarla a tiempo para apartarla y en el mismo instante la bajé de prisa para pisarla con fuerza, aunque sus fuertes patas fueron capaces de detener la fuerza de la pierna con la que intentaba pisarla y me empujó hacia atrás haciéndome perder el equilibrio, caí al piso sentado y la vi venir sobre mí, dio un salto para alcanzar mi rostro pero más por reflejo que por habilidad, logré interponer mi daga en su camino atravesando el torax de la araña con mi daga, un extraño y viscoso líquido salido de su cuerpo cayó sobre mi camisa, por lo que preferí quitarla de mi cuerpo para evitar inconvenientes con esa cosa viscosa.
La clavé el piso con mi daga mientras le clavaba la otra daga en la cabeza para dejarla fuera de combate, luego de eso me levanté un poco agitado, pude ver a Bath que se giraba hacia mí y me lanzaba una de sus dagas - Ahora sí quiere matarme, seguro está furiosa - Susurré mientras me preparaba para bloquear su ataque aunque la daga finalmente tomaría otra dirección hasta su objetivo encima de mi cabeza, al levantar la vista pude ver a una araña que antes ni siquiera había notado, venía caminando por el techo justo hacia mí, afortunadamente Bath la había visto y me había evitado el susto, finalmente la araña perdió sus fuerzas y se desplomó sobre mí, aunque logré apartarme para verla caer al piso completamente inmóvil.
Tras invitarme a marcharnos, la vampira se dirigió hacia un pequeño túnel, al parecer había encontrado una salida, corrí tras ella pero luego me detuve, la daga en la araña, regresé de prisa a buscar la daga pero para mi sorpresa algo le ocurría a su filo, el contacto con el líquido viscoso de la araña la hacía ver un poco... Diferente... Omitiendo finalmente ese detalle decidí tomarla por el mango e ir tras mi amiga, no era difícil seguir su rastro entre las arañas aplastadas, aunque ahora las criaturas de desquitaban conmigo, mis pies tropezaron en lo que parecía ser una fuerte tela de araña, mis pies habían quedado ligeramente pegados a la red pero casi por instinto corté la tela con la daga de Bath que resultó ser muy efectiva, me levanté sin prestarle mucha atención y seguí corriendo hasta el final del túnel hasta volver a encontrar a la rubia al final del camino.
Finalmente logré alcanzarla, había un pequeño instante de silencio, las arañas parecían haber quedado atrás, pero aún no me sentía tranquilo, podía escuchar un leve y distante chasqueo que comenzaba a ponerme nervioso - ¿Puedes escuchar eso? - Le pregunté a la chica mientras ponía en sus manos de nuevo su amada daga perdida - Tiene una buena hoja, no la pierdas - Al terminar de decir eso noté que el ambiente se volvía cada vez más oscuro - ¿Qué rayos está pasando? - Murmuré mientras tomaba mis propias dagas y me ponía en guardia...
La clavé el piso con mi daga mientras le clavaba la otra daga en la cabeza para dejarla fuera de combate, luego de eso me levanté un poco agitado, pude ver a Bath que se giraba hacia mí y me lanzaba una de sus dagas - Ahora sí quiere matarme, seguro está furiosa - Susurré mientras me preparaba para bloquear su ataque aunque la daga finalmente tomaría otra dirección hasta su objetivo encima de mi cabeza, al levantar la vista pude ver a una araña que antes ni siquiera había notado, venía caminando por el techo justo hacia mí, afortunadamente Bath la había visto y me había evitado el susto, finalmente la araña perdió sus fuerzas y se desplomó sobre mí, aunque logré apartarme para verla caer al piso completamente inmóvil.
Tras invitarme a marcharnos, la vampira se dirigió hacia un pequeño túnel, al parecer había encontrado una salida, corrí tras ella pero luego me detuve, la daga en la araña, regresé de prisa a buscar la daga pero para mi sorpresa algo le ocurría a su filo, el contacto con el líquido viscoso de la araña la hacía ver un poco... Diferente... Omitiendo finalmente ese detalle decidí tomarla por el mango e ir tras mi amiga, no era difícil seguir su rastro entre las arañas aplastadas, aunque ahora las criaturas de desquitaban conmigo, mis pies tropezaron en lo que parecía ser una fuerte tela de araña, mis pies habían quedado ligeramente pegados a la red pero casi por instinto corté la tela con la daga de Bath que resultó ser muy efectiva, me levanté sin prestarle mucha atención y seguí corriendo hasta el final del túnel hasta volver a encontrar a la rubia al final del camino.
Finalmente logré alcanzarla, había un pequeño instante de silencio, las arañas parecían haber quedado atrás, pero aún no me sentía tranquilo, podía escuchar un leve y distante chasqueo que comenzaba a ponerme nervioso - ¿Puedes escuchar eso? - Le pregunté a la chica mientras ponía en sus manos de nuevo su amada daga perdida - Tiene una buena hoja, no la pierdas - Al terminar de decir eso noté que el ambiente se volvía cada vez más oscuro - ¿Qué rayos está pasando? - Murmuré mientras tomaba mis propias dagas y me ponía en guardia...
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Aunque la pareja vampírica consiguió derrotar a las arañas más grandes sin problemas, el resto no dudaba en seguir avanzando. El mar de delgadas patas avanzaba, imparable, aunque lentamente. Los visitantes no tardaron en dejarlas atrás, pero tarde o temprano les alcanzarían. Hasta entonces, estarían a salvo del ejercito arácnido. No obstante, pronto tendrían cosas más importantes de lo que preocuparse...
A medida que avanzaban, la oscuridad más absoluta empezaba a envolverles. Pronto no podrían ver nada, pero como si el destino quisiese impedirlo, uno de ellos se tropezaría con algo metálico. Al inspeccionarlo más de cerca, verían que se trataba de un farolillo de latón, tirado en el suelo, abandonado. De inspeccionarlo más de cerca, verían como todavía conservaba suficiente como para iluminar tenuemente su camino durante un rato. La suerte debía seguir de su parte...
Pero, al encender la linterna, verían ante ellos una imagen algo macabra: un gran saco de telarañas en la que abultaba una figura inconfundiblemente humana. Si cortaban el blanco sarcófago que ocultaba a aquel pobre desgraciado, notarían algo curioso: el humano estaba vivo. O al menos, lo había estado hasta que fue liberado de su prisión, pues no tardó en exhalar su último aliento sin llegar a decir palabra. No parecía tener heridas mortales, pero tenía multitud de cortes en la mano derecha, llena de sangre. La inspección del cuerpo sería interrumpida por un centenar de diminutas arañas que salían de su nariz y boca, al parecer, recien nacidas.
La aterradora escena no era lo único interesante de esa cueva. A unos metros de la victima de las arañas, en la pared, se hallaba una especie de mensaje o mural tallado en la pared. Un trozo de espada con la punta mellada y cubierto de sangre indicaban con claridad como se había hecho. Lo interesante del mural, sin embargo, era que estaba en un idioma desconocido
"id raem lec kiriha dem buroc salma ter delna. Sid xaela brol paed bis na ma'ker soba tse niagur furk deloha niut debon durla buroc aheeos id perun dor delna pred ier divaur, sed delna kios"
Los chasquidos parecían hacerse más frecuentes y fuertes, lo cual enervaría a cualquiera que hubiese sido tan osado como para explorar aquella mina. Además, ambos vampiros podrían sentir como una presencia les acechaba: y no la de una araña cualquiera. De entre las sombras, una extraña figura aparecería. A primera vista, parecía el torso de un hombre gris con largos cabellos flotando en el aire, pero bastarían segundos para notar que estaba unido al cuerpo de una araña. El extraño ser portaba una alabarda y tenía una mirada hostil, pero no parecía querer atacar.
-Buroc... ¿daeh sinv daius? Delna perun dum.- dijo, con una voz aspera y extraña. Bajó la alabarda, al parecer, esperando una respuesta.
δ: Teneis la fortuna de que uno de vosotros conoce lenguas antiguas. Aunque es un lenguaje desconocido, tal vez se puedan descifrar algunas palabras, e incluso hablarlas. Bio recibirá un MP con lo que pueda entender.
ε: Si decidís combatir con el hombre, tendréis que tirar runas.
A medida que avanzaban, la oscuridad más absoluta empezaba a envolverles. Pronto no podrían ver nada, pero como si el destino quisiese impedirlo, uno de ellos se tropezaría con algo metálico. Al inspeccionarlo más de cerca, verían que se trataba de un farolillo de latón, tirado en el suelo, abandonado. De inspeccionarlo más de cerca, verían como todavía conservaba suficiente como para iluminar tenuemente su camino durante un rato. La suerte debía seguir de su parte...
Pero, al encender la linterna, verían ante ellos una imagen algo macabra: un gran saco de telarañas en la que abultaba una figura inconfundiblemente humana. Si cortaban el blanco sarcófago que ocultaba a aquel pobre desgraciado, notarían algo curioso: el humano estaba vivo. O al menos, lo había estado hasta que fue liberado de su prisión, pues no tardó en exhalar su último aliento sin llegar a decir palabra. No parecía tener heridas mortales, pero tenía multitud de cortes en la mano derecha, llena de sangre. La inspección del cuerpo sería interrumpida por un centenar de diminutas arañas que salían de su nariz y boca, al parecer, recien nacidas.
La aterradora escena no era lo único interesante de esa cueva. A unos metros de la victima de las arañas, en la pared, se hallaba una especie de mensaje o mural tallado en la pared. Un trozo de espada con la punta mellada y cubierto de sangre indicaban con claridad como se había hecho. Lo interesante del mural, sin embargo, era que estaba en un idioma desconocido
"id raem lec kiriha dem buroc salma ter delna. Sid xaela brol paed bis na ma'ker soba tse niagur furk deloha niut debon durla buroc aheeos id perun dor delna pred ier divaur, sed delna kios"
Los chasquidos parecían hacerse más frecuentes y fuertes, lo cual enervaría a cualquiera que hubiese sido tan osado como para explorar aquella mina. Además, ambos vampiros podrían sentir como una presencia les acechaba: y no la de una araña cualquiera. De entre las sombras, una extraña figura aparecería. A primera vista, parecía el torso de un hombre gris con largos cabellos flotando en el aire, pero bastarían segundos para notar que estaba unido al cuerpo de una araña. El extraño ser portaba una alabarda y tenía una mirada hostil, pero no parecía querer atacar.
-Buroc... ¿daeh sinv daius? Delna perun dum.- dijo, con una voz aspera y extraña. Bajó la alabarda, al parecer, esperando una respuesta.
- Drider:
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δ: Teneis la fortuna de que uno de vosotros conoce lenguas antiguas. Aunque es un lenguaje desconocido, tal vez se puedan descifrar algunas palabras, e incluso hablarlas. Bio recibirá un MP con lo que pueda entender.
ε: Si decidís combatir con el hombre, tendréis que tirar runas.
Ansur
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
—Sí, lo escucho, Bio... adentrarnos es la mejor opción que tenemos. Y gracias por mi nueva y reformada daga, amigo mío —dijo entre sonrisas, luego averiguaría que tenía esa daga impregnada en la hoja—.
En la oscuridad todo estaba mucho más claro, mas en aquella penumbra melancólica y tétrica que les rodeaba, lo único que estaba claro es que nada bueno les depararía a ninguno de ellos. Cada paso era una apuesta a ciegas en una mesa donde las cartas decentes las tenía alguien desconocido y perturbador que les observaba, en silencio, expectante como si de fichas de ajedrez se tratasen, que avanzaban ingenua e inevitablemente hacia los dominios del ser que, con más que exacta seguridad, les aguardaba en algún lugar de aquel túnel, de aquellas minas malditas de las que Erzsébeth temió no salir nunca más. Maldijo entre dientes a todos los seres vivientes y anímicos que pudo a medida que avanzaba, lamentando haber dejado que Cassandra le abandonara una vez más a su suerte. El eco de sus tacones tamborileaba creando sonidos engañosos, ya no sabía si se trataban de sus propios pasos o si realmente aquellos chasquidos eran fruto de ese ser misterioso del que notaba su presencia pero que aun no había logrado apreciar con sus ojos (de todas formas en aquella oscuridad tan profunda no lo habría visto demasiado).
De pronto chocó contra algo con la punta de su pie, se agachó para palparlo con cuidado de que no fuera una araña bio-cibernética o algo por el estilo, y lo que encontró fue una maravillosa y pálida luz que lograba alumbrar al menos una pequeña parte de la apagada cárcel de piedra. Se giró para mostrárselo a Bio, orgulloso de su hallazgo, mas lo que vio a continuación le retiró cualquier rastro de alegría. Entre sábanas de telarañas blancas yacía un hombre, y sin saber si estaría vivo o no tomó la iniciativa de desgarrar su prisión, con tal mala suerte de que en lugar de darle las gracias comenzó a escupir arañas por todos los orificios de su cuerpo. Una mueca de asco se dibujó en la cara del vampiro, que retrocedió un par de pasos agradeciendo no haber tenido nada en el estómago que expulsar ante tal escenita. Con el candil alumbró las paredes que rodeaban al cadáver, encontrando un mural con letras extrañas e indescifrables para él, así que no le hizo mucho caso; sin embargo lo alumbró durante unos momentos para darle una oportunidad de contemplarlo a su compañero.
—¿Sabes qué dice ahí por casualidad, Bio? —preguntó, por mera curiosidad—. De pronto el ruido que creía ser producido por sus pisadas se intensificó, se magnificó tanto que logró sentirlo en sus propios latidos, buscó con la mirada por toda la zona, moviendo el farolillo de un lado a otro, pudiendo vislumbrar en uno de sus movimientos agitados una figura que parecía ser humana. Mantuvo la luz fija para poder observar su error: no era un humano normal y corriente, era mitad humano mitad araña. Unas largas y finas patas sujetaban su gran cuerpo, negro por debajo y grisáceo en el tren superior, con unos cabellos largos y hermosos, y aunque la situación no era la idónea, no pudo dejar de apreciar la magnificencia del ser. Desde que había llegado no había contemplado nada igual, nada tan extraño y a la vez interesante como aquella criatura que tanto pavor e intriga le había provocado. Guardó sus dagas en gesto de que no quería guerra con el desconocido, ya que podría ser visceral pero no era estúpido. Notó que una de sus dagas escocía levemente al rozar su muslo desnudo, pero no le dio importancia. Su nuevo acompañante recitó unas palabras que sonaban a un martillo forjando una espada: música pero que no lograba entender. Al fin y al cabo la voz del ser era áspera, como lo eran sus armas, y no había mejor sonido que ese.
Quedó inmóvil ante la idea de decir algo que no fuera apropiado y alterar a la araña, así que buscó ayuda con la mirada en Bio. Se acercó lentamente y sin movimientos bruscos, no había de olvidar que aquel lugar era la casa del extraño, y que no era agradable cuando perturban la paz del hogar de uno. Susurró con esperanzas de que no suscitara mal genio a la criatura.
—Dijiste que sacarías a esta dama en apuros de este lío, Bio —dijo, con tono agridulce—, así que es momento de que cumplas tu palabra como un vampiro. Si tienes alguna mínima idea de lo que quiere, por favor, complácele... no me quedan bien las telarañas. Ni la cara de muerta.
En la oscuridad todo estaba mucho más claro, mas en aquella penumbra melancólica y tétrica que les rodeaba, lo único que estaba claro es que nada bueno les depararía a ninguno de ellos. Cada paso era una apuesta a ciegas en una mesa donde las cartas decentes las tenía alguien desconocido y perturbador que les observaba, en silencio, expectante como si de fichas de ajedrez se tratasen, que avanzaban ingenua e inevitablemente hacia los dominios del ser que, con más que exacta seguridad, les aguardaba en algún lugar de aquel túnel, de aquellas minas malditas de las que Erzsébeth temió no salir nunca más. Maldijo entre dientes a todos los seres vivientes y anímicos que pudo a medida que avanzaba, lamentando haber dejado que Cassandra le abandonara una vez más a su suerte. El eco de sus tacones tamborileaba creando sonidos engañosos, ya no sabía si se trataban de sus propios pasos o si realmente aquellos chasquidos eran fruto de ese ser misterioso del que notaba su presencia pero que aun no había logrado apreciar con sus ojos (de todas formas en aquella oscuridad tan profunda no lo habría visto demasiado).
De pronto chocó contra algo con la punta de su pie, se agachó para palparlo con cuidado de que no fuera una araña bio-cibernética o algo por el estilo, y lo que encontró fue una maravillosa y pálida luz que lograba alumbrar al menos una pequeña parte de la apagada cárcel de piedra. Se giró para mostrárselo a Bio, orgulloso de su hallazgo, mas lo que vio a continuación le retiró cualquier rastro de alegría. Entre sábanas de telarañas blancas yacía un hombre, y sin saber si estaría vivo o no tomó la iniciativa de desgarrar su prisión, con tal mala suerte de que en lugar de darle las gracias comenzó a escupir arañas por todos los orificios de su cuerpo. Una mueca de asco se dibujó en la cara del vampiro, que retrocedió un par de pasos agradeciendo no haber tenido nada en el estómago que expulsar ante tal escenita. Con el candil alumbró las paredes que rodeaban al cadáver, encontrando un mural con letras extrañas e indescifrables para él, así que no le hizo mucho caso; sin embargo lo alumbró durante unos momentos para darle una oportunidad de contemplarlo a su compañero.
—¿Sabes qué dice ahí por casualidad, Bio? —preguntó, por mera curiosidad—. De pronto el ruido que creía ser producido por sus pisadas se intensificó, se magnificó tanto que logró sentirlo en sus propios latidos, buscó con la mirada por toda la zona, moviendo el farolillo de un lado a otro, pudiendo vislumbrar en uno de sus movimientos agitados una figura que parecía ser humana. Mantuvo la luz fija para poder observar su error: no era un humano normal y corriente, era mitad humano mitad araña. Unas largas y finas patas sujetaban su gran cuerpo, negro por debajo y grisáceo en el tren superior, con unos cabellos largos y hermosos, y aunque la situación no era la idónea, no pudo dejar de apreciar la magnificencia del ser. Desde que había llegado no había contemplado nada igual, nada tan extraño y a la vez interesante como aquella criatura que tanto pavor e intriga le había provocado. Guardó sus dagas en gesto de que no quería guerra con el desconocido, ya que podría ser visceral pero no era estúpido. Notó que una de sus dagas escocía levemente al rozar su muslo desnudo, pero no le dio importancia. Su nuevo acompañante recitó unas palabras que sonaban a un martillo forjando una espada: música pero que no lograba entender. Al fin y al cabo la voz del ser era áspera, como lo eran sus armas, y no había mejor sonido que ese.
Quedó inmóvil ante la idea de decir algo que no fuera apropiado y alterar a la araña, así que buscó ayuda con la mirada en Bio. Se acercó lentamente y sin movimientos bruscos, no había de olvidar que aquel lugar era la casa del extraño, y que no era agradable cuando perturban la paz del hogar de uno. Susurró con esperanzas de que no suscitara mal genio a la criatura.
—Dijiste que sacarías a esta dama en apuros de este lío, Bio —dijo, con tono agridulce—, así que es momento de que cumplas tu palabra como un vampiro. Si tienes alguna mínima idea de lo que quiere, por favor, complácele... no me quedan bien las telarañas. Ni la cara de muerta.
Bathory
Experto
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El ambiente de la lúgubre mina era por si solo bastante amenazador, no parecía haber un remanso de paz incluso cuando no existía ninguna amenaza evidente, incluso, era más seguro estar amenazado por algo de forma directa, que caminar sin saber hacia dónde, o sentirse observados sin saber por quién, afortunadamente mis oídos eran bastante buenos y los efímeros ecos distantes me servían como guía para avanzar o detenerme, sin embargo, mi compañera se agachó de sorpresa y ante la falta de avisos casi acabé por tropezar con ella, perdí un poco el equilibrio hasta que finalmente estiré mi mano buscando de dónde sostenerme pero ésta acabó incrustada en una extraña y pegajosa masa, la vampira se levantó de prisa y alumbró hacia mí, dejándome observar esa cosa donde había incrustado mi mano, la retiré de prisa, pero tras ella se vino una parte de la masa espesa de telas de araña descubriendo adentro una figura humana.
Me alejé un poco pero la pegajosa red se vino detrás de mi mano en una larga estela que fue rasgando esa especie de cápsula donde se encontraba el sujeto que sin más, se vino al piso mientras exhalaba su último suspiro - Mira eso - Le dije a Bathory un poco invadido por la curiosidad, examiné el cuerpo y noté que aunque parecía ileso, tenía algunas heridas en su mano, pero, no tenía sentido, parecía haber sido atrapado con vida, sin heridas de ningún tipo, pero, eso en su mano, no tenía sentido, busqué su otra mano pero antes de lograrlo una legión de arañas comenzaron a salir de todos los agujeros de su cuerpo - (¿Habría sido usado para incubar?) - Pensé por un instante pero luego retrocedí de un salto hacia atrás hasta estrellar mi espalda con una pared, mi agitada reacción llamó la atención de la vampira que me alumbró para comprobar mi estado, encontrando tras de mí una extraña inscripción en la pared, era un idioma que jamás había visto antes, y además, ese olor, estaba escrito con sangre, un pequeño y deteriorado filo de espada revelaba la razón de los cortes en la mano del sujeto, había usado su propia vida para dejar un mensaje, debía recordar esas palabras para tratar de resolverlas más adelante, por ahora, sería mejor salir de ese lugar.
No pude responder la pregunta de mi amiga, pues no tenía la certeza de lo que decía, aunque comenzaba a relacionar algunas palabras, tal vez con otros idiomas también antiguos - Debemos encontrar una salida rápido - Dije mientras intentaba caminar pero mis pasos fueron interrumpidos al ver aquel engendro, mitad humano, mitad araña, tal vez tendría alguna relación con la plaga de arañas que estaba por todos lados, mis suposiciones quedarían para luego pues las palabras del sujeto me habían resultado más inquietantes, algunas palabras sonaban muy similares a las escritas en la pared, las palabras de Bathory me hicieron pensar más a prisa, debía asegurarme de mantenerla a salvo, y luchar contra la criatura no parecía una buena opción, tal vez complacerlo nos daría más tiempo para planear un escape - No ier buroc, ma'ker niagur pred ier perun delna - Le respondí a la criatura intentando acertar de alguna forma un rápido e improvisado collage de palabras medianamente relacionadas, retrocedí unos pasos y me coloqué frente a Bath para evitar amenazas contra ella.
Me alejé un poco pero la pegajosa red se vino detrás de mi mano en una larga estela que fue rasgando esa especie de cápsula donde se encontraba el sujeto que sin más, se vino al piso mientras exhalaba su último suspiro - Mira eso - Le dije a Bathory un poco invadido por la curiosidad, examiné el cuerpo y noté que aunque parecía ileso, tenía algunas heridas en su mano, pero, no tenía sentido, parecía haber sido atrapado con vida, sin heridas de ningún tipo, pero, eso en su mano, no tenía sentido, busqué su otra mano pero antes de lograrlo una legión de arañas comenzaron a salir de todos los agujeros de su cuerpo - (¿Habría sido usado para incubar?) - Pensé por un instante pero luego retrocedí de un salto hacia atrás hasta estrellar mi espalda con una pared, mi agitada reacción llamó la atención de la vampira que me alumbró para comprobar mi estado, encontrando tras de mí una extraña inscripción en la pared, era un idioma que jamás había visto antes, y además, ese olor, estaba escrito con sangre, un pequeño y deteriorado filo de espada revelaba la razón de los cortes en la mano del sujeto, había usado su propia vida para dejar un mensaje, debía recordar esas palabras para tratar de resolverlas más adelante, por ahora, sería mejor salir de ese lugar.
No pude responder la pregunta de mi amiga, pues no tenía la certeza de lo que decía, aunque comenzaba a relacionar algunas palabras, tal vez con otros idiomas también antiguos - Debemos encontrar una salida rápido - Dije mientras intentaba caminar pero mis pasos fueron interrumpidos al ver aquel engendro, mitad humano, mitad araña, tal vez tendría alguna relación con la plaga de arañas que estaba por todos lados, mis suposiciones quedarían para luego pues las palabras del sujeto me habían resultado más inquietantes, algunas palabras sonaban muy similares a las escritas en la pared, las palabras de Bathory me hicieron pensar más a prisa, debía asegurarme de mantenerla a salvo, y luchar contra la criatura no parecía una buena opción, tal vez complacerlo nos daría más tiempo para planear un escape - No ier buroc, ma'ker niagur pred ier perun delna - Le respondí a la criatura intentando acertar de alguna forma un rápido e improvisado collage de palabras medianamente relacionadas, retrocedí unos pasos y me coloqué frente a Bath para evitar amenazas contra ella.
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Off: Intenté decir “No ser extranjeros, entrar a la mina para ser llevados a nuestra señora” Espero haberlo logrado =pBio
Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El extraño ser miraba atentamente cada movimiento de los dos intrusos, con una mezcla entre curiosidad y desconfianza, pero pareció tranquilizarse un poco al ver como Bathory enfundaba sus armas. El arácnido emitió unos chasquidos con la lengua mientras movía sus patas levemente, tal vez indicando impaciencia o simplemente inquietud. Giró la cabeza levemente al notar que uno de los vampiros emitia susurros que no comprendía, como si no esperase que hablase un idioma distinto del suyo.
Cuando Bio pronunció su respuesta, el ser frunció el ceño. Algo no terminaba de encajar en el comentario del vampiro, pero pareció dejarlo pasar. Comprendiendo que no entendía demasiado el idioma, empezó a usar frases más simple. -Delna. Ier, buroc.- se dio la vuelta y empezó a caminar, deteniendose un segundo y mirando a los vampiros, como esperando que le siguiesen.
A medida que avanzaban, el trio podría observar como las telarañas eran cada vez más numerosas y firmes. Las arañas pequeñas ya no se enfrentaban a ellos, sino que se apartaban de su camino y les seguían a una distancia prudente con cierto respeto. Definitivamente, algo había hecho que cambiase su comportamiento, algo que los seres nocturnos no podían entender aún. Su acompañante aún miraba de reojo hacia ellos de vez en cuando para asegurarse de que aún estaban con él. Los tres, con su legión de escoltas, llegaron a una sección extraña. Era un agujero en una de las paredes, lo suficientemente grande como para que pudieran caber seres del doble del tamaño del hombre semiaraña. Sin embargo, no era parte de la mina, eso estaba claro. A partir de ahí, no podrían ver más paredes, suelo, ni techo, solo telarañas gruesas y densas cubriendolo todo, lo suficientemente endurecidas como para ser suelo firme.
Los túneles se ensanchaban más y más, hasta que, finalmente, acabaron en una gigantesca sala. Estaba plagada de seres como el que les guiaba, que caminaban por las paredes con determinación, siguiendo cada uno un objetivo claro. Había algo curioso, sin embargo. Las arañas habían hecho una especie de rampa con sus telarañas, a pesar de que no la necesitaban, que subía hasta lo más alto de la cueva. Los vampiros tendrían que seguir subiendo, pues su acompañante no parecía dudar. Señaló la rampa y empezó a subirla. No tendrían problema en caminar por ella por su densidad, dureza y escasa inclinación, pero el camino se les haría largo hasta arriba. Cuando llegaran a lo más alto, podrían ver un tunel a su izquierda que parecía llevar de vuelta a la mina, pero su escolta se interpuso entre ellos y la huida. Entonces es cuando se darían cuenta de que algo en el techo se movía.
Pero no era "algo" en el techo. Había estado allí todo el tiempo, observandoles mientras subían. Era una araña colosal, que había permanecido inmóvil todo el tiempo hasta ahora, que bajaba lentamente creando su tela hasta ponerse a la altura de los vampiros. El gigantesco ser les miró con sus rojizos ojos a solo un par de metros de sus caras y chasqueó las mandíbulas. Pero entonces se giró, mostrando una faceta totalmente opuesta al repugnante y monstruoso ser. En el lado opuesto al rostro arácnido se encontraba el torso de una mujer, bella y de apariencia frágil, con las manos cruzadas, como si estuviese rezando. Les miró a ambos y esbozó una preciosa sonrisa.
-Bienvenidos a mi hogar.- dijo, con una suave y débil voz. Extrañamente, hablaba la misma lengua que los vampiros. -Mi nombre es... disculpadme, pues no lo puedo pronunciar en este idioma. Soy la madre de todo lo que veis aquí... me suelen llamar "delna", que significa "mi señora", pero vosotros... hay quien me ha llamado Aracne. Supongo que es apropiado. -sonrió ligeramente, risueña. Hablaba con pausas, como si dudase o fuese tímida. -Lo siento, me parece que os habéis perdido... supongo que tendréis preguntas... no temáis, no os haré daño, pero por favor, tened cuidado con ese fuego... podría quemar nuestras telarañas.- pronunció esto con un deje triste, temiendo lo que pudiera pasar.
-Tenemos mucho de que hablar... por favor, dadme la mano y dialoguemos...- terminó. Extendió ambas manos, ofrenciendo una a Bio y a Bathory, acercandose lo suficiente como para que pudieran tomarla.
Cuando Bio pronunció su respuesta, el ser frunció el ceño. Algo no terminaba de encajar en el comentario del vampiro, pero pareció dejarlo pasar. Comprendiendo que no entendía demasiado el idioma, empezó a usar frases más simple. -Delna. Ier, buroc.- se dio la vuelta y empezó a caminar, deteniendose un segundo y mirando a los vampiros, como esperando que le siguiesen.
A medida que avanzaban, el trio podría observar como las telarañas eran cada vez más numerosas y firmes. Las arañas pequeñas ya no se enfrentaban a ellos, sino que se apartaban de su camino y les seguían a una distancia prudente con cierto respeto. Definitivamente, algo había hecho que cambiase su comportamiento, algo que los seres nocturnos no podían entender aún. Su acompañante aún miraba de reojo hacia ellos de vez en cuando para asegurarse de que aún estaban con él. Los tres, con su legión de escoltas, llegaron a una sección extraña. Era un agujero en una de las paredes, lo suficientemente grande como para que pudieran caber seres del doble del tamaño del hombre semiaraña. Sin embargo, no era parte de la mina, eso estaba claro. A partir de ahí, no podrían ver más paredes, suelo, ni techo, solo telarañas gruesas y densas cubriendolo todo, lo suficientemente endurecidas como para ser suelo firme.
Los túneles se ensanchaban más y más, hasta que, finalmente, acabaron en una gigantesca sala. Estaba plagada de seres como el que les guiaba, que caminaban por las paredes con determinación, siguiendo cada uno un objetivo claro. Había algo curioso, sin embargo. Las arañas habían hecho una especie de rampa con sus telarañas, a pesar de que no la necesitaban, que subía hasta lo más alto de la cueva. Los vampiros tendrían que seguir subiendo, pues su acompañante no parecía dudar. Señaló la rampa y empezó a subirla. No tendrían problema en caminar por ella por su densidad, dureza y escasa inclinación, pero el camino se les haría largo hasta arriba. Cuando llegaran a lo más alto, podrían ver un tunel a su izquierda que parecía llevar de vuelta a la mina, pero su escolta se interpuso entre ellos y la huida. Entonces es cuando se darían cuenta de que algo en el techo se movía.
Pero no era "algo" en el techo. Había estado allí todo el tiempo, observandoles mientras subían. Era una araña colosal, que había permanecido inmóvil todo el tiempo hasta ahora, que bajaba lentamente creando su tela hasta ponerse a la altura de los vampiros. El gigantesco ser les miró con sus rojizos ojos a solo un par de metros de sus caras y chasqueó las mandíbulas. Pero entonces se giró, mostrando una faceta totalmente opuesta al repugnante y monstruoso ser. En el lado opuesto al rostro arácnido se encontraba el torso de una mujer, bella y de apariencia frágil, con las manos cruzadas, como si estuviese rezando. Les miró a ambos y esbozó una preciosa sonrisa.
-Bienvenidos a mi hogar.- dijo, con una suave y débil voz. Extrañamente, hablaba la misma lengua que los vampiros. -Mi nombre es... disculpadme, pues no lo puedo pronunciar en este idioma. Soy la madre de todo lo que veis aquí... me suelen llamar "delna", que significa "mi señora", pero vosotros... hay quien me ha llamado Aracne. Supongo que es apropiado. -sonrió ligeramente, risueña. Hablaba con pausas, como si dudase o fuese tímida. -Lo siento, me parece que os habéis perdido... supongo que tendréis preguntas... no temáis, no os haré daño, pero por favor, tened cuidado con ese fuego... podría quemar nuestras telarañas.- pronunció esto con un deje triste, temiendo lo que pudiera pasar.
-Tenemos mucho de que hablar... por favor, dadme la mano y dialoguemos...- terminó. Extendió ambas manos, ofrenciendo una a Bio y a Bathory, acercandose lo suficiente como para que pudieran tomarla.
- Araña colosal:
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- Aracne, diosa de las arañas:
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ζ Impresionante, Bio, has estado muy cerca de decirlo perfectamente.
η No hay instrucciones, solo una advertencia: lo que hagáis ahora puede ser especialmente relevante, y no solo en este hilo. Buena suerte.
η No hay instrucciones, solo una advertencia: lo que hagáis ahora puede ser especialmente relevante, y no solo en este hilo. Buena suerte.
Ansur
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Solo conocía a Bio de hacía un buen par de horas e inexplicablemente se sentía medianamente seguro y protegido a su lado. Sin dudarlo se había interpuesto ante la monstruosa criatura y él, poniendo en peligro su propia existencia solo por darle un poco de confianza, una de las manos del cazador fueron a parar a las de Bio, dándole un pequeño apretón como expresión de gratitud. Las palabras que había musitado a aquel engendro parecían, por un lado, haberle incomodado y puesto un gesto de confusión en su rostro, y por otro, relajado en cierta manera. Erzsébeth creyó que el ser simplemente se había aburrido de ellos y se disponía a marcharse cuando vio que sus patas caminaban unos pasos dándoles la espalda, pero de pronto la araña se giró, como metiéndoles prisa para que siguieran sus pasos. El vampiro no dudó ni un instante en acatar sus órdenes, estaban en su terreno y no tenían por dónde huir: si volvía sobre sus pisadas encontraría una muerte segura debido a las arañas. Lo único que le quedaba era perseguir a la criatura hacia lo desconocido para descubrir qué quería de ellos. Al fin y al cabo eran intrusos.
Ambos persiguieron a ritmo constante a su anfitrión, quien parecía conocerse cada centímetro de las minas y cada recoveco de las mismas como si las hubiese construido él con sus propias patas (improbable pero el vampiro ya no sabía qué pensar de aquella loca situación). Todo se tornó blanco y gris, todo telarañas y sin rastro de las minas. Erzsébeth se encontraba muy tenso, aguantando aun el candil, que iluminaba millones de arañas diminutas que, en lugar de treparle por la pierna, decidían seguirle con recelo, curiosas, expectantes. Cuando vio al ser trepar por una especie de rampa construida por telarañas maldijo por lo bajo. Dejó que Bio se le adelantase y le siguió con determinación. No estaba dispuesto a soltar la única luz de aquel lugar, mas trepar usando solo una mano se le presentaba difícil, aun así lo hizo y consiguió llegar hasta el final de las improvisadas escaleras arácnidas.
Vislumbró una salida que llevaría seguramente a las minas y tuvo la tentación de adentrarse por aquel túnel, pero de pronto, del techo descendió la araña más grande y negra que había visto en todo el día, vio el reflejo de su rostro descompuesto en los ojos rojos y profundos de la mala bestia, y sintió que el corazón se le desbocaba como caballo al galope en una pradera en llamas. Su respiración se agitó, buscó refugio en la mano de su nuevo compañero de aventuras y se la apretó con fuerza, intentando encontrar un poco del valor que se le acababa de caer entre las telarañas. El susto pasó rápido, cuando el engendro horrible y asqueroso se convirtió en una doncella que con su belleza y esplendor ridiculizaba a cualquiera de las princesas de cuento. Cuando su voz sonó en la penumbra, sintió que desfallecía, era auténticamente una dulzura, para su sorpresa después de ver su faceta más oscura. Procuró no dejar de alumbrarla con el candil mientras recitaba poesía en prosa con su voz, aunque parecía que las leves llamas incomodaban a la tal Aracne. Cuando ofreció su mano al vampiro y dejó al descubierto su desnudo torso, soltó la de Bio para hacerle una exagerada y humilde reverencia.
—Mi señora Aracne, vuestra belleza y presencia son totalmente sobrecogedoras, es un auténtico placer que alguien de vuestra clase se haya prestado a mantener una reunión con dos intrusos como nosotros —dijo, con la voz más melosa y el tono más fuerte que pudo emitir—.Y debo admitir que aunque si uno no tiene lugar a donde ir nunca está perdido, en esta ocasión sí, estamos perdidos, somos dos simples seres de la noche que buscaban refugio y han terminado por penetrar en su morada, y me disculpo por ello y por las molestias que hayamos podido causar. La mano del vampiro fue a parar a la que le había ofrecido la araña tras estas palabras, para que no se ofendiese por no tomársela, realmente no quería tocarla porque no se sentía digno en aquellos momentos de acariciar la piel de una criatura tan horripilante y majestuosa a la vez. El tacto era extraño, la única palabra que encontraba para definirlo era "frío". Creo que hablo con sensatez cuando le digo que tanto yo, una dama escandalizada por toda esta situación tan confusa, como mi compañero Bio, estaríamos más que complacidos de charlar con usted y hallar las respuestas que usted nos brinde, Aracne. Y no se preocupe por estas insignificantes llamas, las mantendré alejadas de sus telarañas, no quisiera yo perturbar su hospitalidad con malos actos. Ahora lo que quedaba era saber qué quería decirles la que parecía la reina de un mundo sin sombras.
Ambos persiguieron a ritmo constante a su anfitrión, quien parecía conocerse cada centímetro de las minas y cada recoveco de las mismas como si las hubiese construido él con sus propias patas (improbable pero el vampiro ya no sabía qué pensar de aquella loca situación). Todo se tornó blanco y gris, todo telarañas y sin rastro de las minas. Erzsébeth se encontraba muy tenso, aguantando aun el candil, que iluminaba millones de arañas diminutas que, en lugar de treparle por la pierna, decidían seguirle con recelo, curiosas, expectantes. Cuando vio al ser trepar por una especie de rampa construida por telarañas maldijo por lo bajo. Dejó que Bio se le adelantase y le siguió con determinación. No estaba dispuesto a soltar la única luz de aquel lugar, mas trepar usando solo una mano se le presentaba difícil, aun así lo hizo y consiguió llegar hasta el final de las improvisadas escaleras arácnidas.
Vislumbró una salida que llevaría seguramente a las minas y tuvo la tentación de adentrarse por aquel túnel, pero de pronto, del techo descendió la araña más grande y negra que había visto en todo el día, vio el reflejo de su rostro descompuesto en los ojos rojos y profundos de la mala bestia, y sintió que el corazón se le desbocaba como caballo al galope en una pradera en llamas. Su respiración se agitó, buscó refugio en la mano de su nuevo compañero de aventuras y se la apretó con fuerza, intentando encontrar un poco del valor que se le acababa de caer entre las telarañas. El susto pasó rápido, cuando el engendro horrible y asqueroso se convirtió en una doncella que con su belleza y esplendor ridiculizaba a cualquiera de las princesas de cuento. Cuando su voz sonó en la penumbra, sintió que desfallecía, era auténticamente una dulzura, para su sorpresa después de ver su faceta más oscura. Procuró no dejar de alumbrarla con el candil mientras recitaba poesía en prosa con su voz, aunque parecía que las leves llamas incomodaban a la tal Aracne. Cuando ofreció su mano al vampiro y dejó al descubierto su desnudo torso, soltó la de Bio para hacerle una exagerada y humilde reverencia.
—Mi señora Aracne, vuestra belleza y presencia son totalmente sobrecogedoras, es un auténtico placer que alguien de vuestra clase se haya prestado a mantener una reunión con dos intrusos como nosotros —dijo, con la voz más melosa y el tono más fuerte que pudo emitir—.Y debo admitir que aunque si uno no tiene lugar a donde ir nunca está perdido, en esta ocasión sí, estamos perdidos, somos dos simples seres de la noche que buscaban refugio y han terminado por penetrar en su morada, y me disculpo por ello y por las molestias que hayamos podido causar. La mano del vampiro fue a parar a la que le había ofrecido la araña tras estas palabras, para que no se ofendiese por no tomársela, realmente no quería tocarla porque no se sentía digno en aquellos momentos de acariciar la piel de una criatura tan horripilante y majestuosa a la vez. El tacto era extraño, la única palabra que encontraba para definirlo era "frío". Creo que hablo con sensatez cuando le digo que tanto yo, una dama escandalizada por toda esta situación tan confusa, como mi compañero Bio, estaríamos más que complacidos de charlar con usted y hallar las respuestas que usted nos brinde, Aracne. Y no se preocupe por estas insignificantes llamas, las mantendré alejadas de sus telarañas, no quisiera yo perturbar su hospitalidad con malos actos. Ahora lo que quedaba era saber qué quería decirles la que parecía la reina de un mundo sin sombras.
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Lo que siguió a mis palabras fue un profundo, inquietante e incómodo silencio, sin embargo, no parecía que lo hubiese hecho tan mal, la criatura se dio la vuelta, tal vez solo le habíamos parecido aburridos, pero tras dar unos pasos se detuvo y entre gestos nos invitó a seguirlo, volver atrás no era una buena opción, así que nos tocaría seguir adelante hasta donde la criatura decidiera llevarnos, avanzamos casi sin rumbo, al menos para nosotros, porque la criatura parecía conocerse todo el camino de memoria, a fin de cuentas, era su hogar, lentamente las paredes de la mina fueron quedando atrás y quedaron sustituidas por muros y cortinas de telarañas en todos lados, de a poco el camino se había menos espacioso, rodeado de arañas que se apartaban abriendo camino para nosotros como si fueran guiadas por una misma mente.
Finalmente llegamos a una especie de escalera, aunque eso no era lo más impresionante de la sala, al observar a los lados, al menos hasta donde la poca luz nos permitía ver, estábamos completamente rodeados de seres similares al que nos había acompañado, atacarle habría sido una pésima idea, definitivamente habíamos tomado la decisión correcta, ahora en lugar de ser comidos por una semiaraña, seríamos comidos por una legión de semiarañas.
Subimos la escalera con algo de dificultad hasta que la criatura se detuvo frente a un túnel, una salida tal vez, aunque no nos dio tiempo de pensar en eso, pues desde el techo comenzó a descender una enorme y brutalmente intimidante araña más grande que cualquiera que hubiésemos visto hasta ahora, su sola presencia me erizaba completamente la piel, se acercó hasta casi rozar nuestras caras, permanecí completamente inmóvil a la espera del momento que que llegara el inminente ataque, aunque en lugar de eso la araña se volteó dejando ver a una criatura tan hermosa y frágil, dejé caer mis brazos completamente rendido ante la criatura que misteriosamente, hablaba nuestro idioma.
Escuché atónito sus palabras que destilaban un enigmático encanto, misteriosamente envolvente, me costaba por poco confiar en tal efecto de atracción, pero no podría evitarlo aunque quisiera - Delna Aracne - Dije para luego hacer una pausa - Tal como dice mi amiga, nos hemos perdido, buscábamos refugio y acabamos acá, aunque ahora creo que ha sido nuestro destino venir acá, tal vez podamos ofrecerte algo, a cambio de que nos permitas regresar a salvo - Dije mientras estiraba mi mano para alcanzar la mano de la reina araña...
Finalmente llegamos a una especie de escalera, aunque eso no era lo más impresionante de la sala, al observar a los lados, al menos hasta donde la poca luz nos permitía ver, estábamos completamente rodeados de seres similares al que nos había acompañado, atacarle habría sido una pésima idea, definitivamente habíamos tomado la decisión correcta, ahora en lugar de ser comidos por una semiaraña, seríamos comidos por una legión de semiarañas.
Subimos la escalera con algo de dificultad hasta que la criatura se detuvo frente a un túnel, una salida tal vez, aunque no nos dio tiempo de pensar en eso, pues desde el techo comenzó a descender una enorme y brutalmente intimidante araña más grande que cualquiera que hubiésemos visto hasta ahora, su sola presencia me erizaba completamente la piel, se acercó hasta casi rozar nuestras caras, permanecí completamente inmóvil a la espera del momento que que llegara el inminente ataque, aunque en lugar de eso la araña se volteó dejando ver a una criatura tan hermosa y frágil, dejé caer mis brazos completamente rendido ante la criatura que misteriosamente, hablaba nuestro idioma.
Escuché atónito sus palabras que destilaban un enigmático encanto, misteriosamente envolvente, me costaba por poco confiar en tal efecto de atracción, pero no podría evitarlo aunque quisiera - Delna Aracne - Dije para luego hacer una pausa - Tal como dice mi amiga, nos hemos perdido, buscábamos refugio y acabamos acá, aunque ahora creo que ha sido nuestro destino venir acá, tal vez podamos ofrecerte algo, a cambio de que nos permitas regresar a salvo - Dije mientras estiraba mi mano para alcanzar la mano de la reina araña...
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
La reina araña parecía complacida ante la cortesía y el respeto de los vampiros que allanaban su territorio. -Seres de la noche... ¿a que os referís con eso?- inquirió con su dulce voz, curiosa. Después sonrió, y, llevó su atención a Bio. -No os preocupeis. Os dejaré salir pronto...- sin embargo, algo iba mal. Los dos vampiros notarían como las manos de Aracne eran pegajosas. Tanto, que no podían separarse de ella, por mucha fuerza que hicieran. -...solo os pido vuestra servidumbre eterna.- su tono de voz cambió, volviéndose más grave e imperativo, como el de una general. Dos minúsculas arañas caminaron por sus brazos hasta posarse en las muñecas de ambos vampiros, y, antes de que pudiesen apartarlas a tiempo, ya les habrían mordido.
Al instante, ambos sentirían un extraño cansancio, y, sin poder evitarlo, caerían en un estado extraño, de aletargamiento. Se sentirían completamente agotados, y la voz de la diosa arácnida se hundiría en sus mentes. Tenían que hacer todo lo que les pidiese, protegerla de todo mal, servir solo a su nueva diosa. La marca del mordisco en las muñecas de ambos permanecería en sus pieles, con un extraño brillo verde. Incluso sin oírla, podrían sentir las órdenes de su señora, y pasarían a cumplirlas inmediatamente. Incluso cuando, poco después de ser mordidos, cayesen inconscientes, le seguirían sirviendo: sus cuerpos se moverían pesadamente a pesar de que sus conciencias estuviesen dormidas. Y así sería, para siempre.
O así debería haber sido.
Horas después, ambos vampiros despertarían poco a poco. A pesar del involuntario descanso, sus cuerpos seguirían fatigados. Pero la marca brillaría un poco menos de lo que hacía antes. ¿Sería la lejanía con la reina la que debilitaba el vínculo? ¿O sería algo más? Fuera como fuese, su conciencia seguía siendo débil, y sus movimientos, lentos. Bio se encontraría con que había estado ensanchando uno de los túneles de telarañas, cortándolo con su daga, durante horas. Bathory despertaría llevando en sus brazos multitud de insectos envueltos en la seda arácnida, probablemente para llevarlos como comida a los recién nacidos. Los dos necesitarían un descanso, y su reina lo sabía, tras haberles visto caer al suelo repetidas veces. En su mente, sonó la orden de Aracne, clara como si estuviese allí. "Id a vuestro nuevo nido y descansad." e, incluso en la oscuridad, sabrían instintivamente donde debían dirigirse y como moverse para no tropezar. Ambos se encontrarían en una de las partes más alta de la caverna solo para acabar durmiéndose en el frío suelo.
θ: Habéis ganado la Marca de la Reina. Esta marca hará que os sintáis con menos energía y que debáis obedecer todos los deseos de Aracne. Oiréis sus órdenes en vuestra mente y la marca brillará más cuanto mayor sea el vínculo, pero os da conocimiento completo de todo lo que las arañas saben, de forma que conoceréis todo el laberinto, y el idioma arácnido. La única forma de eliminarla sería matando a la reina...
ι: Debéis terminar el post narrando como os dormís, aunque os es imposible saber cuanto ha pasado. Podéis hablar entre vosotros y planear una huida, pero no podréis matar a la reina aún. Vosotros elegís si queréis huir antes de que os despierte Aracne o esperar que haya un momento mejor. Buena suerte.
Al instante, ambos sentirían un extraño cansancio, y, sin poder evitarlo, caerían en un estado extraño, de aletargamiento. Se sentirían completamente agotados, y la voz de la diosa arácnida se hundiría en sus mentes. Tenían que hacer todo lo que les pidiese, protegerla de todo mal, servir solo a su nueva diosa. La marca del mordisco en las muñecas de ambos permanecería en sus pieles, con un extraño brillo verde. Incluso sin oírla, podrían sentir las órdenes de su señora, y pasarían a cumplirlas inmediatamente. Incluso cuando, poco después de ser mordidos, cayesen inconscientes, le seguirían sirviendo: sus cuerpos se moverían pesadamente a pesar de que sus conciencias estuviesen dormidas. Y así sería, para siempre.
O así debería haber sido.
Horas después, ambos vampiros despertarían poco a poco. A pesar del involuntario descanso, sus cuerpos seguirían fatigados. Pero la marca brillaría un poco menos de lo que hacía antes. ¿Sería la lejanía con la reina la que debilitaba el vínculo? ¿O sería algo más? Fuera como fuese, su conciencia seguía siendo débil, y sus movimientos, lentos. Bio se encontraría con que había estado ensanchando uno de los túneles de telarañas, cortándolo con su daga, durante horas. Bathory despertaría llevando en sus brazos multitud de insectos envueltos en la seda arácnida, probablemente para llevarlos como comida a los recién nacidos. Los dos necesitarían un descanso, y su reina lo sabía, tras haberles visto caer al suelo repetidas veces. En su mente, sonó la orden de Aracne, clara como si estuviese allí. "Id a vuestro nuevo nido y descansad." e, incluso en la oscuridad, sabrían instintivamente donde debían dirigirse y como moverse para no tropezar. Ambos se encontrarían en una de las partes más alta de la caverna solo para acabar durmiéndose en el frío suelo.
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θ: Habéis ganado la Marca de la Reina. Esta marca hará que os sintáis con menos energía y que debáis obedecer todos los deseos de Aracne. Oiréis sus órdenes en vuestra mente y la marca brillará más cuanto mayor sea el vínculo, pero os da conocimiento completo de todo lo que las arañas saben, de forma que conoceréis todo el laberinto, y el idioma arácnido. La única forma de eliminarla sería matando a la reina...
ι: Debéis terminar el post narrando como os dormís, aunque os es imposible saber cuanto ha pasado. Podéis hablar entre vosotros y planear una huida, pero no podréis matar a la reina aún. Vosotros elegís si queréis huir antes de que os despierte Aracne o esperar que haya un momento mejor. Buena suerte.
Ansur
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Vamos a unas minas desconocidas, oscuras y llenas de arañas, pensó, será divertido. Eh, una araña gigante te está ofreciendo su mano, vamos, tómala, será la mejor decisión de tu vida, pensó Erzsébeth, arrepentido de haber sido un estúpido y caído en el juego de una abominación como aquella. Cuando sintió el mordisco del bicho, no pudo más que abrir los ojos e intentar escaparse con fiereza de las garras de su captora, mas fue inútil, estaba demasiado pegajosa y cualquier esfuerzo lo único que producía era más y más cansancio. Su vista se nubló y lo último que percibió con claridad fue un brillo verde intenso y extraño en su brazo. Lo que transcurrió en las horas que siguieron fue un auténtico misterio para el vampiro, mas de pronto empezó a recobrar el sentido, notó el cansancio recorriendo su columna vertebral, sus brazos temblaban y se descubrió cargando una pila enorme de insectos sin saber muy bien a dónde o por qué. Hizo un gesto de asco y soltó a los mismos en el suelo. En su cabeza resonaba la voz de la maldita Aracne, diciéndole que fuese a su nido a descansar, como si fuese su dueña; su única dueña era Cassandra, y la belleza de la misma no era comparable con ninguna reinucha del averno. Voy a arrancarle las patas a mordiscos, pensó, mas su cuerpo se empezó a mover en busca del dichoso nido.
Con la mirada buscó a Bio, y lo halló escarbando la mina con la daga, como intentando agrandar los túneles de las arañas. La situación se tornaba confusa y Erzsébeth lo único que sentía era impotencia. Debían salir del lugar antes de que fuese demasiado tarde y pudiesen recordar ni quiénes eran. Se acercó hacia él, le tomó del brazo con cariño y observó que la marca de ambos estaba debilitada por algún motivo. Lo relacionó con la ausencia de su "reina", se acercó al oído de Bio mientras seguían caminando; al parecer ambos iban al mismo lugar así que la marcha no se vio interrumpida ni la charla tampoco.
—Hemos caído ante una cara bonita, ¿eh,? —dijo, con el poco sarcasmo que le quedaba—. Tenemos que salir de aquí, como sea... es decir... ahora tengo mucho sueño, Bio... —sus palabras se arrarstraban y algunas se quedaban en el aire, como sin acabar, debido al cansancio que llevaba—. Cuando nos despertemos de la siesta... esto... sí, cuando nos despertemos tenemos que escapar, y quemar esta mierda hasta los cimientos... esa bruja tiene que pagármelas todas... Yo no quiero quedarme aquí y no volver a ver la luna, Bio...
Mientras caminaba, esquivaba con gracia los obstáculos que se iban presentando por su camino, tenía una visión clara y concisa de toda la caverna, como si fuera una araña más, y lo mismo pasaba con su compañero. Al rato llegaron a un lugar elevado, parecía que estaban ellos solos en la penumbra, y el sueño envolvió por completo la mente del cazador. Echó un último vistazo a Bio y le dedicó una sonrisa desganada. Cayó al suelo como si hubiese estado cargando mucho peso desde tiempos inmemoriales, y se dejó llevar por la oscuridad una vez más, siendo despojado de cualquier preocupación hasta que volviese a abrir los ojos y se encontrase con la cruda y arácnida realidad.
Con la mirada buscó a Bio, y lo halló escarbando la mina con la daga, como intentando agrandar los túneles de las arañas. La situación se tornaba confusa y Erzsébeth lo único que sentía era impotencia. Debían salir del lugar antes de que fuese demasiado tarde y pudiesen recordar ni quiénes eran. Se acercó hacia él, le tomó del brazo con cariño y observó que la marca de ambos estaba debilitada por algún motivo. Lo relacionó con la ausencia de su "reina", se acercó al oído de Bio mientras seguían caminando; al parecer ambos iban al mismo lugar así que la marcha no se vio interrumpida ni la charla tampoco.
—Hemos caído ante una cara bonita, ¿eh,? —dijo, con el poco sarcasmo que le quedaba—. Tenemos que salir de aquí, como sea... es decir... ahora tengo mucho sueño, Bio... —sus palabras se arrarstraban y algunas se quedaban en el aire, como sin acabar, debido al cansancio que llevaba—. Cuando nos despertemos de la siesta... esto... sí, cuando nos despertemos tenemos que escapar, y quemar esta mierda hasta los cimientos... esa bruja tiene que pagármelas todas... Yo no quiero quedarme aquí y no volver a ver la luna, Bio...
Mientras caminaba, esquivaba con gracia los obstáculos que se iban presentando por su camino, tenía una visión clara y concisa de toda la caverna, como si fuera una araña más, y lo mismo pasaba con su compañero. Al rato llegaron a un lugar elevado, parecía que estaban ellos solos en la penumbra, y el sueño envolvió por completo la mente del cazador. Echó un último vistazo a Bio y le dedicó una sonrisa desganada. Cayó al suelo como si hubiese estado cargando mucho peso desde tiempos inmemoriales, y se dejó llevar por la oscuridad una vez más, siendo despojado de cualquier preocupación hasta que volviese a abrir los ojos y se encontrase con la cruda y arácnida realidad.
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Todo marchaba de maravilla hasta que la personalidad de Aracne cambió radicalmente, como si fueran dos personas completamente distintas en un mismo cuerpo, aquellas palabras “Servidumbre Eterna”, resonaban en mi mente una y otra vez mientras intentaba separar mi mano de la suya pero era completamente imposible, me encontraba firmemente adherido a su mano como si ésta estuviera rodeada de pegajosa telaraña, comencé a forcejar con más fuerza al ver que un par de arañas caminaban hacia nuestros brazos hasta acabar en nuestras muñecas donde acabaron por morder, dejando una dolorosa herida, intenté matarla estrellando mi mano libre sobre la muñeca pero solo conseguí aplastarla más contra la muñeca haciendo que sus colmillos se enterraran aún más, y aunque la araña cayó al piso muerta, el mal ya estaba hecho y una extraña marca brillaba en mi muñeca.
El efecto no se hizo esperar, mi cuerpo se sentía cada vez más pesado, más lento, me costaba mucho moverme y mis párpados se cerraban, sentía como mi cuerpo se apagaba lentamente y cesaba todas sus funciones motoras hasta finalmente desplomarme sobre el piso mientras escuchaba la susurrante voz de la diosa Aracne en mi cabeza, o más bien, sus voces, la amable y la imperativa, ambas a la vez.
Desperté más tarde sumamente agotado, como si llevara horas de trabajo forzado sin descansar, estaba en una especie de túnel, abriendo el túnel con mis dagas, al principio, mi cuerpo no me obedecía, solo seguía haciendo lo que fuera que hacía mientras yo observaba como un simple pasajero, un prisionero en mi propio cuerpo, sin embargo, con el pasar de algunos instantes comencé a recuperar el control de mí mismo, sacudí mi cabeza intentando recuperar la cordura, esperando que todo hubiera sido un mal sueño pero no era así, la marca de la picadura seguía estando en mi muñeca, aunque ahora brillaba menos que cuando estábamos frente a la reina; me detuve en seco mientras detallaba todo a mi alrededor, aunque jamás había estado en ese lugar, conocía perfectamente mi ubicación - Parte alta de las cuevas - Murmuré sin saber por qué, pero tenía la seguridad de que era el lugar donde me encontraba, incluso podría aventurarme a encontrar la salida, podía pensar en varias maneras de escapar de ahí, guardé mis dagas y traté de correr pero mis piernas fallaron tras apenas unos pasos y fui a dar al piso, intenté levantarme logrando tan solo ponerme de rodillas sin ser capaz aún de levantarme, hasta que finalmente pude sentir una mano en mi brazo, al llevar la vista hacia un lado encontré con la mirada a Bath, igual de cansada que yo, me hablaba acerca de escapar, escapar era una buena opción, tal vez la única coherente, pero, había algo en la diosa que aún me llamaba la atención, todo parecía indicar que eran dos cuerpos, dos voces, dos almas unidas en un solo ser, si bien la diosa de voz imperativa nos había atrapado, la diosa de voz amable podría ayudarnos, aunque era una apuesta demasiado riesgosa - Tienes razón Bath... Escapar... Debemos... - Intenté hablar pero mis fuerzas mermaban a cada instante hasta que finalmente llegamos a nuestro destino y tras haber caminado largo rato en la oscuridad, eché un último vistazo a Bath mientras mi cuerpo se desplomaba hasta caer sobre la fina y resistente seda en la que acabaría por dejarme caer mientras pensaba y balbuceaba cosas sin sentido - Ellas, ellas temen al fuego, esclavos, obedecer, fuego... - Y así tras ser abandonado por todas mis fuerzas, volví a caer aletargado.
El efecto no se hizo esperar, mi cuerpo se sentía cada vez más pesado, más lento, me costaba mucho moverme y mis párpados se cerraban, sentía como mi cuerpo se apagaba lentamente y cesaba todas sus funciones motoras hasta finalmente desplomarme sobre el piso mientras escuchaba la susurrante voz de la diosa Aracne en mi cabeza, o más bien, sus voces, la amable y la imperativa, ambas a la vez.
Desperté más tarde sumamente agotado, como si llevara horas de trabajo forzado sin descansar, estaba en una especie de túnel, abriendo el túnel con mis dagas, al principio, mi cuerpo no me obedecía, solo seguía haciendo lo que fuera que hacía mientras yo observaba como un simple pasajero, un prisionero en mi propio cuerpo, sin embargo, con el pasar de algunos instantes comencé a recuperar el control de mí mismo, sacudí mi cabeza intentando recuperar la cordura, esperando que todo hubiera sido un mal sueño pero no era así, la marca de la picadura seguía estando en mi muñeca, aunque ahora brillaba menos que cuando estábamos frente a la reina; me detuve en seco mientras detallaba todo a mi alrededor, aunque jamás había estado en ese lugar, conocía perfectamente mi ubicación - Parte alta de las cuevas - Murmuré sin saber por qué, pero tenía la seguridad de que era el lugar donde me encontraba, incluso podría aventurarme a encontrar la salida, podía pensar en varias maneras de escapar de ahí, guardé mis dagas y traté de correr pero mis piernas fallaron tras apenas unos pasos y fui a dar al piso, intenté levantarme logrando tan solo ponerme de rodillas sin ser capaz aún de levantarme, hasta que finalmente pude sentir una mano en mi brazo, al llevar la vista hacia un lado encontré con la mirada a Bath, igual de cansada que yo, me hablaba acerca de escapar, escapar era una buena opción, tal vez la única coherente, pero, había algo en la diosa que aún me llamaba la atención, todo parecía indicar que eran dos cuerpos, dos voces, dos almas unidas en un solo ser, si bien la diosa de voz imperativa nos había atrapado, la diosa de voz amable podría ayudarnos, aunque era una apuesta demasiado riesgosa - Tienes razón Bath... Escapar... Debemos... - Intenté hablar pero mis fuerzas mermaban a cada instante hasta que finalmente llegamos a nuestro destino y tras haber caminado largo rato en la oscuridad, eché un último vistazo a Bath mientras mi cuerpo se desplomaba hasta caer sobre la fina y resistente seda en la que acabaría por dejarme caer mientras pensaba y balbuceaba cosas sin sentido - Ellas, ellas temen al fuego, esclavos, obedecer, fuego... - Y así tras ser abandonado por todas mis fuerzas, volví a caer aletargado.
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
A pesar de que sus fuerzas les abandonaban, los dos vampiros estaban determinados a escapar cuando tuviesen una buena oportunidad, pero, ¿Como poder huir de algo que les controlaba mentalmente? Era sencillamente imposible. Pero no perderían la esperanza, al menos hasta el momento.
Horas después, ambos noctívagos se despertarían al mismo tiempo con una voz en la cabeza que diría "Despertad", pero había algo distinto esa vez... solo había sido un susurro. No podían estar tan lejos de Aracne, a no ser que ella misma se hubiese movido. ¿Sería posible que estuviese debilitada? ¿O sería algo distinto? Las marcas, grabadas en su piel, habían perdido casi todo su brillo, su tono verde se había apagado casi hasta parecer un tatuaje negro. De igual manera, se sentían menos cansados, aunque no era de extrañar, habían dormido durante un buen rato, aunque no tenían forma de saberlo.
La noche anterior podrían haber sabido donde se hallaba cada rincón de ese nido de arañas. Pero ahora, solo tenían una vaga idea, como si lo hubiesen aprendido años atrás y ya se les hubiese olvidado. "Venid aquí" decía la voz telepática, y sus cuerpos se movieron involuntariamente como si de un acto reflejo se tratase... pero solo durante un segundo. Después, su mente seguiría clara y despejada, algo que parecía confundir y enfurecer a la diosa arácnida. No podían fingir que obedecían, la propia Aracne sabía cuando algo se escapaba de su control... aunque nada lo hubiese hecho nunca. Era la oportunidad que necesitaban. Si los vampiros salían de su "habitación", podrían ver que se les presentaban dos oportunidades. Una de ellas era hacia un túnel que ascendía, y, con sus ligeros conocimientos, podrían intuir que se alejaba de la Delna. El otro, sin embargo, iba directo hacia ella, pero media docena de seres medio humano y medio araña como el que habían conocido antes estarían entre ellos y Aracne, con intención de perseguirlos y capturarlos.
Afortunadamente, el tunel era lo bastante estrecho como para que tuviesen que luchar de uno en uno, pero esos seres eran rápidos. Si los vampiros se quedaban sin suerte, no podrían llegar al final...
κ:Debeis tirar voluntad de los dioses, tanto si queréis huir como si queréis luchar.
λ:Teneis que elegir quien de los dos va primero, pues el segundo estará más vulnerable. Buena suerte.
Horas después, ambos noctívagos se despertarían al mismo tiempo con una voz en la cabeza que diría "Despertad", pero había algo distinto esa vez... solo había sido un susurro. No podían estar tan lejos de Aracne, a no ser que ella misma se hubiese movido. ¿Sería posible que estuviese debilitada? ¿O sería algo distinto? Las marcas, grabadas en su piel, habían perdido casi todo su brillo, su tono verde se había apagado casi hasta parecer un tatuaje negro. De igual manera, se sentían menos cansados, aunque no era de extrañar, habían dormido durante un buen rato, aunque no tenían forma de saberlo.
La noche anterior podrían haber sabido donde se hallaba cada rincón de ese nido de arañas. Pero ahora, solo tenían una vaga idea, como si lo hubiesen aprendido años atrás y ya se les hubiese olvidado. "Venid aquí" decía la voz telepática, y sus cuerpos se movieron involuntariamente como si de un acto reflejo se tratase... pero solo durante un segundo. Después, su mente seguiría clara y despejada, algo que parecía confundir y enfurecer a la diosa arácnida. No podían fingir que obedecían, la propia Aracne sabía cuando algo se escapaba de su control... aunque nada lo hubiese hecho nunca. Era la oportunidad que necesitaban. Si los vampiros salían de su "habitación", podrían ver que se les presentaban dos oportunidades. Una de ellas era hacia un túnel que ascendía, y, con sus ligeros conocimientos, podrían intuir que se alejaba de la Delna. El otro, sin embargo, iba directo hacia ella, pero media docena de seres medio humano y medio araña como el que habían conocido antes estarían entre ellos y Aracne, con intención de perseguirlos y capturarlos.
Afortunadamente, el tunel era lo bastante estrecho como para que tuviesen que luchar de uno en uno, pero esos seres eran rápidos. Si los vampiros se quedaban sin suerte, no podrían llegar al final...
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κ:Debeis tirar voluntad de los dioses, tanto si queréis huir como si queréis luchar.
λ:Teneis que elegir quien de los dos va primero, pues el segundo estará más vulnerable. Buena suerte.
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
"Despertad". "Despertad". El eco de una voz lejana hizo que Erzsebéth abriese los párpados con lentitud, asimilando poco a poco que no era Cassandra la que la llamaba. Los recuerdos invadieron su mente una vez más y recordó lo sucedido, se levantó de golpe y buscó con la mirada a su captora, pero no vio a nadie. Al ponerse de pie tan deprisa, un mareo le invadió y tuvo que sentarse para recomponerse. Se llevó las manos a la cabeza y vio que Bio seguía allí con ella, saliendo a la vez de su letargo. No sabía cuánto llevaba dormido, pero lo que sí sabía es que la fuerza había reaparecido en su cuerpo y que estaba listo para salir de allí. No para enfrentarse a la araña, ni a todo lo que habitaba en aquel hostil lugar, pero sí para salir disimulada y apresuradamente del lugar, con objetivo de volver con refuerzos e intentar destruirlo todo. Pensó en cómo podían hacerlo cuando un pequeño impulso desconocido la obligó a ponerse en pie nuevamente, a dar un paso y luego a quedarse quieta. No entendía lo que ocurría, la voz de la tal Aracne ya no hacía ningún efecto en sus movimientos. Observó que su tatuaje ya no brillaba con tanta intensidad, y llevó los ojos hasta Bio, con incredulidad. Una sonrisa se dibujó en su rostro recordando las palabras de su amigo vampiro. "Ellas, ellas temen al fuego", y una chispa cruzó sus pensamientos.
Su querida antorcha, la que les había guiado hasta allí, había sido apagada y llevada a algún otro lugar lejos de las telarañas, lo cual era comprensible debido a que no se caracterizaban por su resistencia a las llamas. Chasqueó los dedos con decepción y se volteó hacia la salida de su habitación para intentar vislumbrar el mejor camino a seguir para escapar de aquel infierno blanco y nauseabundo. Recordaba vagamente los laberintos de las minas, los túneles y lo que escondían, como si algo le hubiese arrancado la memoria acerca de lo que había aprendido en las últimas horas. Pero no tardó en encontrar lo que parecía el túnel hacia la salida: uno que ascendía, y un sentimiento de certeza le hizo saber que serían capaces de huir casi sin ningún percance si conseguían llegar hasta él.
Corrió hasta Bio, le agarró de los hombros y le miró a los ojos. Unas ojeras se dibujaban en la cara del vampiro, seguramente igual que en la cara de Erzsebéth. Posó un dedo sobre sus labios para que guardase silencio hasta que acabase.
—He encontrado un túnel, la salida perfecta —dijo, sonriendo cada vez más, aunque con temor a estarse equivocando—. Caminemos pausadamente, como cuando nos controlaba Aracne, para que los otros no se den cuenta de que ya no nos manda, así podremos acceder al pasadizo sin distracciones... Saldremos y traeremos refuerzos, ¡cuánta gente querrá venir cuando se enteren de lo que aquí se esconde! —musité, a la vez que vigilaba que nadie nos observase u espiase, cerciorándome de que cada palabra quedase entre los oidos de Bio y los míos—. Solo tienes que seguirme. Yo saldré primero, tú solo sigue mis pasos —agarró sus manos con fuerza y le soltó, caminando relajadamente hasta la salida—.
Una vez fuera, actuó como si fuese uno más de las criaturas de la cueva para no llamar su atención. Aracne sabría perfectamente que no la obedecían, pero, ¿lo sabrían los demás entes espantosos del lugar? Arrastraba los pasos y siempre miraba al suelo, como distraído. Una vez llegó a las puertas del túnel echó a correr como avanzadilla para ver si algún peligro se les presentaba, por el momento nada aparecía ante el cazador noctívago, pero no sabría lo que el futuro le depararía hasta que Bio volviese a su lado... Palpó sus muslos para comprobar que sus dagas seguían allí y avanzó, en busca de la tan deseada salida...
Su querida antorcha, la que les había guiado hasta allí, había sido apagada y llevada a algún otro lugar lejos de las telarañas, lo cual era comprensible debido a que no se caracterizaban por su resistencia a las llamas. Chasqueó los dedos con decepción y se volteó hacia la salida de su habitación para intentar vislumbrar el mejor camino a seguir para escapar de aquel infierno blanco y nauseabundo. Recordaba vagamente los laberintos de las minas, los túneles y lo que escondían, como si algo le hubiese arrancado la memoria acerca de lo que había aprendido en las últimas horas. Pero no tardó en encontrar lo que parecía el túnel hacia la salida: uno que ascendía, y un sentimiento de certeza le hizo saber que serían capaces de huir casi sin ningún percance si conseguían llegar hasta él.
Corrió hasta Bio, le agarró de los hombros y le miró a los ojos. Unas ojeras se dibujaban en la cara del vampiro, seguramente igual que en la cara de Erzsebéth. Posó un dedo sobre sus labios para que guardase silencio hasta que acabase.
—He encontrado un túnel, la salida perfecta —dijo, sonriendo cada vez más, aunque con temor a estarse equivocando—. Caminemos pausadamente, como cuando nos controlaba Aracne, para que los otros no se den cuenta de que ya no nos manda, así podremos acceder al pasadizo sin distracciones... Saldremos y traeremos refuerzos, ¡cuánta gente querrá venir cuando se enteren de lo que aquí se esconde! —musité, a la vez que vigilaba que nadie nos observase u espiase, cerciorándome de que cada palabra quedase entre los oidos de Bio y los míos—. Solo tienes que seguirme. Yo saldré primero, tú solo sigue mis pasos —agarró sus manos con fuerza y le soltó, caminando relajadamente hasta la salida—.
Una vez fuera, actuó como si fuese uno más de las criaturas de la cueva para no llamar su atención. Aracne sabría perfectamente que no la obedecían, pero, ¿lo sabrían los demás entes espantosos del lugar? Arrastraba los pasos y siempre miraba al suelo, como distraído. Una vez llegó a las puertas del túnel echó a correr como avanzadilla para ver si algún peligro se les presentaba, por el momento nada aparecía ante el cazador noctívago, pero no sabría lo que el futuro le depararía hasta que Bio volviese a su lado... Palpó sus muslos para comprobar que sus dagas seguían allí y avanzó, en busca de la tan deseada salida...
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El miembro 'Bathory' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Aquella risa se alejaba como un eco aletargado en las paredes del tiempo, los pasillos de mi mente eran sutilmente acariciados por el recuerdo de sus graciosas palabras y su tierna voz, era ella, mi pequeña maguita, corriendo hacia mí, por fin, después de tanto tiempo, pero ¿Cómo había llegado ahí? Nada podía ser real, nada de eso - Despertad - Escuché finalmente al tiempo que abría los ojos y dejaba escurrir mi agradable sueño entre los rieles del viento, la dura realidad era otra muy distinta - Despertad - Sonaba el tenue susurro en mi mente, tan tenue, tan distante, la voz ya no es escuchaba como antes, conseguí abrir completamente mis ojos aunque la poca luz no me dejaba ver mucho, sin embargo, lograba ver lo suficiente como para desplazarme con precaución, levanté mi brazo para darme cuenta que la marca de la reina ya no brillaba con tanta fuerza como antes, se había debilitado, pero ¿Cómo? ¿Por qué? No tenía sentido, a menos que ella misma lo hubiera hecho, ¿O acaso algún otro enigmático misterio nos acechaba? Por ahora, solo sentía que había estado durmiendo un largo rato, minutos, horas, el tiempo era tan solo un espejismo que se desdibujaba entre los bifurcados destellos de cordura que se mostraban efímeros en mi mente.
Finalmente la voz de Bath me trajo de nuevo a este mundo, sacando mi mente del vórtice de pensamientos que me devoraban sin piedad, tenía un plan, un plan de escape, mi mente estaba demasiado confundida para pensar en nada, por ahora me limitaría a seguirla - Está bien, hay que hacerlo - Le dije mientras asentía con la cabeza - Saldremos - Le dije mientras tomaba sus manos - (O lograré que al menos tú salgas) - Pensé sin decir nada y esbozando una ligera sonrisa.
Al salir de la sala el plan de Bath parecía funcionar, nos movíamos lentamente como si aún estuviéramos bajo el dominio de Aracne, sin embargo, las criaturas comenzaban a mirarnos, la reina lo sabía, podía decirle mentalmente a sus súbditos lo que ocurría, por lo que no tardaron en avanzar hacia nosotros, finalmente Bath comenzó a correr hacia el túnel que sería nuestra ruta de escape, yo corrí tras ella unos instantes hasta que vi la velocidad a la que se acercaban las criaturas, nos alcanzaría pronto, al entrar al túnel pude ver que no lograrían entrar las grandes arañas si no era de uno en uno, por lo que usaría su mismo tamaño contra ellos - [1] Silencio... - Susurré despacio mientras cerraba mis ojos por unos instantes, los sonidos de las patas de arañas incrustándose contra el suelo me permitieron ubicarlos y contarlos, eran unos seis, al menos hasta donde lograba escucharlos, avancé internándome en el túnel volteando a ratos para asegurarme de que me seguían, luego me detuve y regresé sobre mis pasos, tal como había calculado solo podían venir uno tras otro, por lo que mi plan sería usar a uno de ellos mismos para bloquear el camino y evitar el paso a los otros.
Llevé mis manos a la parte baja de mi espalda para tomar mis dagas mientras corría hacia el primero de los arácnidos perseguidores, el sonido de sus pisadas más lo poco que lograba ver en la sala me daban una idea de su ubicación, por lo que al estar cerca salté hacia un lado apoyando mis pies en la pared de la izquierda para empujarme de un salto hacia la pared contraria, de la que luego volvería a impulsarme para dar un par de volteretas en el piso, dirigí mis dagas hacia una de sus patas repetidas veces tan rápido como pude para intentar derribar a la criatura hasta que fue necesario dar un salto hacia atrás para evitar ser perforado por su arma, la cual acabó incrustada en el piso - (Es ahora o nunca) - Pensé mientras me lanzaba de nuevo a atacar con mis dagas, esta vez a su pata del lado contrario, si lograba herir ambas patas le sería difícil avanzar y serviría de obstrucción a los otros, supe que se terminaba mi tiempo cuando dejó de insistir en arrancar su arma del suelo y tras soltarla, me golpeó con ambas manos estrellándome de espalda contra el muro, caí al piso un poco aturdido y tras entender que no podría vencerlo con mis escasas fuerzas, decidí correr tras Bath, esperaba haber logrado mi meta de herir sus patas y que obstruyera el camino a los otros, corrí tan de prisa como pude siguiendo los pasos de mi compañera mientras dejaba detrás se mí, el sonido de algunas palabras en ese extraño idioma.
Finalmente conseguí alcanzar la inconfundible silueta de Bath, la carrera me había resultado agotadora, sin embargo aún me quedaban fuerzas para correr un poco más, mantenía toda mi atención en los sonidos que pudiera escuchar detrás de mí para estar atento ante cualquier amenaza, pero esa concentración me resultaba aún más agotadora, por lo que mi ritmo de carrera fue cada vez más pausado hasta finalmente alcanzar a Bath - ¿Ahora a dónde iremos? Intrépida líder - Pregunté intentando ser gracioso, aunque difícilmente lo lograría en aquel momento...
Finalmente la voz de Bath me trajo de nuevo a este mundo, sacando mi mente del vórtice de pensamientos que me devoraban sin piedad, tenía un plan, un plan de escape, mi mente estaba demasiado confundida para pensar en nada, por ahora me limitaría a seguirla - Está bien, hay que hacerlo - Le dije mientras asentía con la cabeza - Saldremos - Le dije mientras tomaba sus manos - (O lograré que al menos tú salgas) - Pensé sin decir nada y esbozando una ligera sonrisa.
Al salir de la sala el plan de Bath parecía funcionar, nos movíamos lentamente como si aún estuviéramos bajo el dominio de Aracne, sin embargo, las criaturas comenzaban a mirarnos, la reina lo sabía, podía decirle mentalmente a sus súbditos lo que ocurría, por lo que no tardaron en avanzar hacia nosotros, finalmente Bath comenzó a correr hacia el túnel que sería nuestra ruta de escape, yo corrí tras ella unos instantes hasta que vi la velocidad a la que se acercaban las criaturas, nos alcanzaría pronto, al entrar al túnel pude ver que no lograrían entrar las grandes arañas si no era de uno en uno, por lo que usaría su mismo tamaño contra ellos - [1] Silencio... - Susurré despacio mientras cerraba mis ojos por unos instantes, los sonidos de las patas de arañas incrustándose contra el suelo me permitieron ubicarlos y contarlos, eran unos seis, al menos hasta donde lograba escucharlos, avancé internándome en el túnel volteando a ratos para asegurarme de que me seguían, luego me detuve y regresé sobre mis pasos, tal como había calculado solo podían venir uno tras otro, por lo que mi plan sería usar a uno de ellos mismos para bloquear el camino y evitar el paso a los otros.
Llevé mis manos a la parte baja de mi espalda para tomar mis dagas mientras corría hacia el primero de los arácnidos perseguidores, el sonido de sus pisadas más lo poco que lograba ver en la sala me daban una idea de su ubicación, por lo que al estar cerca salté hacia un lado apoyando mis pies en la pared de la izquierda para empujarme de un salto hacia la pared contraria, de la que luego volvería a impulsarme para dar un par de volteretas en el piso, dirigí mis dagas hacia una de sus patas repetidas veces tan rápido como pude para intentar derribar a la criatura hasta que fue necesario dar un salto hacia atrás para evitar ser perforado por su arma, la cual acabó incrustada en el piso - (Es ahora o nunca) - Pensé mientras me lanzaba de nuevo a atacar con mis dagas, esta vez a su pata del lado contrario, si lograba herir ambas patas le sería difícil avanzar y serviría de obstrucción a los otros, supe que se terminaba mi tiempo cuando dejó de insistir en arrancar su arma del suelo y tras soltarla, me golpeó con ambas manos estrellándome de espalda contra el muro, caí al piso un poco aturdido y tras entender que no podría vencerlo con mis escasas fuerzas, decidí correr tras Bath, esperaba haber logrado mi meta de herir sus patas y que obstruyera el camino a los otros, corrí tan de prisa como pude siguiendo los pasos de mi compañera mientras dejaba detrás se mí, el sonido de algunas palabras en ese extraño idioma.
Finalmente conseguí alcanzar la inconfundible silueta de Bath, la carrera me había resultado agotadora, sin embargo aún me quedaban fuerzas para correr un poco más, mantenía toda mi atención en los sonidos que pudiera escuchar detrás de mí para estar atento ante cualquier amenaza, pero esa concentración me resultaba aún más agotadora, por lo que mi ritmo de carrera fue cada vez más pausado hasta finalmente alcanzar a Bath - ¿Ahora a dónde iremos? Intrépida líder - Pregunté intentando ser gracioso, aunque difícilmente lo lograría en aquel momento...
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[1] Silencio: Habilidad de nivel 1Última edición por Bio el Lun 29 Jun 2015, 00:05, editado 1 vez
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El miembro 'Bio' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Los vampiros intentaron ser sigilosos para confundir a aquellos insectos, pero habían subestimado su inteligencia. Esos seres sabían perfectamente que no obedecían a su reina, y no tardaron en dar alcance a sus dos prisioneros. Bio intentó hacer frente a sus perseguidores para retenerlos, pero no lo logró: sus ataques no tocaron más que el aire, sin ralentizar al monstruo lo más mínimo. Sus acrobacias fueron lentas y malogradas, solo consiguieron hacer evidente su ataque, que el medio-araña evitó sin dificultad. Puede que no fuera tan diestro como creía, o que hubiese tenido mala suerte, o una combinación de las dos...
A pesar de todo, pareció eludir a sus perseguidores... o eso pensaba. Cuando alcanzó a Bathory, una pegajosa sustancia se aferró a su cuello y tiró de él, haciéndole caer al suelo de espaldas. Era una telaraña, muy grande y gruesa, conectada a uno de aquellos seres. Los dioses parecían haber abandonado al vampiro, pues al caer, su cabeza dio con una piedra de tamaño considerable. Permanecería consciente, pero aturdido, podría sentir como la sangre mojaba su pelo, lo cual era mala señal.
Bathory se encontraría con una ruta de escape: un agujero en el túnel, demasiado pequeño para aquellos seres, por los que podría pasar sin mucha dificultad. La luz de una antorcha al otro lado daba a entender que era una sección de las minas poco profunda y, muy posiblemente, segura. Pero la esperanza se vería sustituida por dolor cuando una araña, cerca de la que retenía a Bio, le arrojó su alabarda, provocandole una herida considerable en su costado izquierdo. Ahora tendría que tomar una decisión: abandonar a su amigo y ponerse a salvo, o intentar rescatarle y exponerse a peligros mayores. Fuera como fuese, tenía que actuar deprisa.
A pesar de todo, pareció eludir a sus perseguidores... o eso pensaba. Cuando alcanzó a Bathory, una pegajosa sustancia se aferró a su cuello y tiró de él, haciéndole caer al suelo de espaldas. Era una telaraña, muy grande y gruesa, conectada a uno de aquellos seres. Los dioses parecían haber abandonado al vampiro, pues al caer, su cabeza dio con una piedra de tamaño considerable. Permanecería consciente, pero aturdido, podría sentir como la sangre mojaba su pelo, lo cual era mala señal.
Bathory se encontraría con una ruta de escape: un agujero en el túnel, demasiado pequeño para aquellos seres, por los que podría pasar sin mucha dificultad. La luz de una antorcha al otro lado daba a entender que era una sección de las minas poco profunda y, muy posiblemente, segura. Pero la esperanza se vería sustituida por dolor cuando una araña, cerca de la que retenía a Bio, le arrojó su alabarda, provocandole una herida considerable en su costado izquierdo. Ahora tendría que tomar una decisión: abandonar a su amigo y ponerse a salvo, o intentar rescatarle y exponerse a peligros mayores. Fuera como fuese, tenía que actuar deprisa.
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μ: Bio, estás aturdido durante la siguiente ronda. Aún así, debes postear y lanzar voluntad de los dioses.
ν: Bathory, puedes elegir: huir te dejará a salvo, sin que ningún daño adicional pueda alcanzarte. Si decides ayudar a tu compañero, deberás lanzar voluntad de los dioses.
ξ: Sin importar el resultado, tras la siguiente ronda dejaré el hilo. Pero eso no significa que ahora no podáis salir más heridos. Buena suerte
Ansur
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Cuando todo parecía perfecto, cuando la salida estaba tan clara como la luna llena, cuando el vampiro casi se relaja por un momento pensando en que aquel era el fin de su desdichada aventura, se dio de bruces con la realidad: los dioses no existían y, por consecuente, los milagros tampoco. Veía cómo su amigo avanzaba hacia él, con una sonrisa burlona en la cara, esperando a que se acercase lo suficiente como para darle un rápido y efusivo abrazo, pero ese momento jamás llegó. Una fuerza que al principio no distinguió arrebató el equilibrio de Bio, haciéndole caer al suelo y golpeándose contra una titánica roca. Erzsébeth se llevó las manos a la boca para no dejar escapar un grito al ver un pequeño hilillo de sangre rebosar al lado de la cabeza de su amigo. Tragó saliva y volvió la vista un momento atrás para cerciorarse de que la salida seguía allí y aquel instante fue suficiente para que el dolor se manifestara. Vio pasar delante de sus narices una alabarda de un tamaño considerable, se llevó las manos al costado y se descubrió una sustancia carmesí que brotaba entre sus dedos. Hacía muchísimo tiempo que no veía ni olía su propia sangre, le revolvió el estómago y por poco no se vomita. Se giró y contempló que había dos arañas, una justo detrás de su compañero y otra recién llegada, la cual dedujo que era la que había atacado por la espalda.
Notó como el miedo recorría su cuerpo, décadas habían pasado desde que se encontraba rodeado de depredadores viscerales dispuestos a arrancar cada centímetro de su piel, intentando matar lo que ya estaba muerto. Una vez más Erzsébeth quedaba expuesto ante sentimientos enfrentados; por una parte, bien había aprendido a no desaprovechar oportunidades como aquellas: la salida estaba clara ante ella, grande y profunda, ofreciéndose como caramelo a un niño, y los compañeros de aventuras normalmente eran los primeros en morir, eran los amigos que más fácil se perdían... pero por otro, Bio había actuado de una forma tan protectora hacia él, le había tratado con tanto cariño, había incluso interpuesto su persona ante aquellas despreciables criaturas y Erzsébeth solo por mantenerlo a salvo...
¿Arriesgaría Erzsébeth, como un estúpido, su vida por alguien a quien a penas conocía? ¿Sería capaz de abandonar a su suerte a un muchacho que había intentado demostrarle por activa y por pasiva que podía confiar en él? Bio permanecía en el suelo inmóvil, inconsciente seguramente, mientras que los segundos transcurrían como eones en lo que Bathory se decantaba por una respuesta. Dio un paso hacia atrás, hacia el túnel, hacia su adorada escapatoria y echó a correr. Pero no para abandonar a su nuevo amigo; el miedo se había convertido en ira ciega.
Llegó hasta la alabarda que la araña le había regalado y la estrechó entre sus manos con fuerza. Sus dagas no eran lo bastante grandes para cortar las telarañas que estaban sosteniendo a Bio, así que corrió y, cuando estuvo a una distancia razonable, cortó con la alabarda de un solo tajo todas las telarañas que le envolvían. Tiró lejos la alabarda y con el mismo movimiento de muñeca sacó las dos dagas, empezó a darles vueltas en sus manos y se encaró hacia las dos arañas. No eran demasiado grandes y estaban desarmadas, pero aun así representaban todo un desafío. No voy a dejar que te maten, pensó, no aquí. Un vampiro merece morir en la penumbra que ofrece la noche, no en una cueva asquerosa llena de insectos podridos. Así que rezó por lo bajo a su reina Cassandra y arremetió contra las arañas en defensa de Bio, con objetivo de mutilarles las patas con las dagas y que así no pudiesen seguir sus pasos. Si conseguía lo que se proponía y Bio continuaba inconsciente, lo arrastraría fuera de allí con uñas y dientes...
Notó como el miedo recorría su cuerpo, décadas habían pasado desde que se encontraba rodeado de depredadores viscerales dispuestos a arrancar cada centímetro de su piel, intentando matar lo que ya estaba muerto. Una vez más Erzsébeth quedaba expuesto ante sentimientos enfrentados; por una parte, bien había aprendido a no desaprovechar oportunidades como aquellas: la salida estaba clara ante ella, grande y profunda, ofreciéndose como caramelo a un niño, y los compañeros de aventuras normalmente eran los primeros en morir, eran los amigos que más fácil se perdían... pero por otro, Bio había actuado de una forma tan protectora hacia él, le había tratado con tanto cariño, había incluso interpuesto su persona ante aquellas despreciables criaturas y Erzsébeth solo por mantenerlo a salvo...
¿Arriesgaría Erzsébeth, como un estúpido, su vida por alguien a quien a penas conocía? ¿Sería capaz de abandonar a su suerte a un muchacho que había intentado demostrarle por activa y por pasiva que podía confiar en él? Bio permanecía en el suelo inmóvil, inconsciente seguramente, mientras que los segundos transcurrían como eones en lo que Bathory se decantaba por una respuesta. Dio un paso hacia atrás, hacia el túnel, hacia su adorada escapatoria y echó a correr. Pero no para abandonar a su nuevo amigo; el miedo se había convertido en ira ciega.
Llegó hasta la alabarda que la araña le había regalado y la estrechó entre sus manos con fuerza. Sus dagas no eran lo bastante grandes para cortar las telarañas que estaban sosteniendo a Bio, así que corrió y, cuando estuvo a una distancia razonable, cortó con la alabarda de un solo tajo todas las telarañas que le envolvían. Tiró lejos la alabarda y con el mismo movimiento de muñeca sacó las dos dagas, empezó a darles vueltas en sus manos y se encaró hacia las dos arañas. No eran demasiado grandes y estaban desarmadas, pero aun así representaban todo un desafío. No voy a dejar que te maten, pensó, no aquí. Un vampiro merece morir en la penumbra que ofrece la noche, no en una cueva asquerosa llena de insectos podridos. Así que rezó por lo bajo a su reina Cassandra y arremetió contra las arañas en defensa de Bio, con objetivo de mutilarles las patas con las dagas y que así no pudiesen seguir sus pasos. Si conseguía lo que se proponía y Bio continuaba inconsciente, lo arrastraría fuera de allí con uñas y dientes...
OFFROL: se me olvidó tirar voluntad, y no me dejaba borrar el post, así que autorizo a Bio a que realice mi tirada.
Bathory
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Corría tan de prisa como la oscuridad me lo permitía pero sabía que algo andaba mal - No puede ser tan fácil - Me susurraba a mí mismo una y otra vez sin dejar de correr, a lo lejos, la etérea silueta de Bath se dibujaba entre efímeros destellos de luces fugaces, estaba cerca, tan cerca de salir de esta aberrante pesadilla pero finalmente todo comenzó a ir mal, detuve mis pasos al sentir una sustancia pegajosa caer en mi cuello, estaba por llevar mi mano al sitio para palparla pero no hubo tiempo suficiente, sin poder evitarlo fui arrastrado hacia atrás perdiendo completamente el equilibrio hasta caer de bruces sobre el piso, mi espalda se estrelló violentamente contra el piso, aunque antes mi cabeza fue a dar directo a una roca...
De un instante a otro, como si me apagaran el cerebro, perdí el control de mi motricidad, era completamente incapaz de mover un solo dedo y acabé por cerrar mis ojos ante el insoportable peso de mis párpados, podía escuchar todo a mi alrededor, al menos unos instantes, pues lentamente todo se fue oscureciendo hasta caer en las más completa y profunda oscuridad.
Voces, muchas voces, de todos lados, hablaban todas al mismo tiempo, susurrantes, a gritos, risas, llanto, todo a la vez, y luego, tan solo silencio, un profundo y completo silencio que me helaba los huesos, y de nuevo el torrente de voces llegaba para atormentarme... - Servidumbre eterna... Tenemos que salir de aquí, como sea... Papi... Servidumbre eterna... Caos... Papi... - Múltiples voces recorrían incesantes los pasillos de mi mente - Papi dormilón, levántate, tengo hambre - Escuché en mi mente la voz de maguita, llamándome, como tantas veces lo había hecho antes, pero no podía ser cierto, no podía estar ahí ¿Ahí dónde? ¿Dónde estaba yo? - Vamos Bio, arriba, salgamos de acá - Escuché la voz de Bath un poco distante - Arriba papi, no me dejes sola - Escuché de nuevo en la voz de mi pequeña maguita que finalmente me hizo recuperar mis fuerzas, ahora intentaría recuperarme y salir de mi aletargado estado, escuchaba pasos cercanos, alguien venia por mí, intentaba abrir mis ojos, moverme, ponerme de pie, escapar, intentar... Sobrevivir...
De un instante a otro, como si me apagaran el cerebro, perdí el control de mi motricidad, era completamente incapaz de mover un solo dedo y acabé por cerrar mis ojos ante el insoportable peso de mis párpados, podía escuchar todo a mi alrededor, al menos unos instantes, pues lentamente todo se fue oscureciendo hasta caer en las más completa y profunda oscuridad.
Voces, muchas voces, de todos lados, hablaban todas al mismo tiempo, susurrantes, a gritos, risas, llanto, todo a la vez, y luego, tan solo silencio, un profundo y completo silencio que me helaba los huesos, y de nuevo el torrente de voces llegaba para atormentarme... - Servidumbre eterna... Tenemos que salir de aquí, como sea... Papi... Servidumbre eterna... Caos... Papi... - Múltiples voces recorrían incesantes los pasillos de mi mente - Papi dormilón, levántate, tengo hambre - Escuché en mi mente la voz de maguita, llamándome, como tantas veces lo había hecho antes, pero no podía ser cierto, no podía estar ahí ¿Ahí dónde? ¿Dónde estaba yo? - Vamos Bio, arriba, salgamos de acá - Escuché la voz de Bath un poco distante - Arriba papi, no me dejes sola - Escuché de nuevo en la voz de mi pequeña maguita que finalmente me hizo recuperar mis fuerzas, ahora intentaría recuperarme y salir de mi aletargado estado, escuchaba pasos cercanos, alguien venia por mí, intentaba abrir mis ojos, moverme, ponerme de pie, escapar, intentar... Sobrevivir...
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Off: Lanzaré dos runas, la primera corresponde a la suerte de Bathory y la segunda a la suerte de Bio =)Última edición por Bio el Lun 22 Jun 2015, 03:41, editado 1 vez (Razón : Error de colores =S)
Bio
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
El miembro 'Bio' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Cerrado] Aracnofobia [Interpretativo - Libre]
Las arañas se acercaban cada vez más al vampiro, que aún yacía aturdido en el suelo. Uno de los terribles seres tomó con ambas manos a Bio por los hombros, levantandolo con facilidad, mientras recibía nuevas órdenes de Aracne. El ser abrió la boca, de la cual empezó a salir algún tipo de gusano gigante, con miles de patas que se abrían y cerraban, creando un espectáculo verdaderamente grotesco y dejando claro que esos seres no eran normales. El gusano, de un color amarillo pálido, miró al vampiro y empezó a acercarse en dirección a su boca, buscando un orificio lo suficientemente grande para meterse e infectarlo como un parásito, o, peor aún, colocar sus huevos.
El repugnante ser empezó a rozar la piel del hombre, amenazando con un destino poco deseable para cualquiera, el cual se habría completado... si no fuese por Bathory. Desafiando a la diosa fortuna, Bathory se lanzó contra las arañas en un torbellino de cortes, partiendo las múltiples patas de las arañas e hiriendolas gravemente, incapacitando su movimiento casi por completo. El movimiento fue suficiente como para que el gusano que iba a introducirse en Bio volviese a su huésped sin causar ningún daño al vampiro.
Sin embargo, el peligro no había acabado. Las otras arañas estaban apartando a sus compañeros heridos para matar a los intrusos, y Bio no despertaba, así que, en otro acto heroico, Bathory lo arrastró hasta el túnel, lo introdujo, y consiguió salir antes de que las arañas llegasen hasta ellos. Durante unos instantes, podrían respirar. Ya estaban a salvo, la luz de la antorcha parecería más cálida y acogedora que nunca, aunque al despertarse, Bio notaría algo que se le había clavado en la espalda, siendo una molestia. Al levantarse, vería lo que era: una pequeña caja con una bolsa, y en ella, aeros, abandonados por algún aventurero o incauto que se habría adentrado en el territorio de las arañas. Los vampiros aún seguían en las minas, claro, pero en una zona muy poco profunda. No tendrían dificultades en encontrar la salida si se lo proponían, y podrían ver el resplandor de la luna en lo alto del cielo.
El repugnante ser empezó a rozar la piel del hombre, amenazando con un destino poco deseable para cualquiera, el cual se habría completado... si no fuese por Bathory. Desafiando a la diosa fortuna, Bathory se lanzó contra las arañas en un torbellino de cortes, partiendo las múltiples patas de las arañas e hiriendolas gravemente, incapacitando su movimiento casi por completo. El movimiento fue suficiente como para que el gusano que iba a introducirse en Bio volviese a su huésped sin causar ningún daño al vampiro.
Sin embargo, el peligro no había acabado. Las otras arañas estaban apartando a sus compañeros heridos para matar a los intrusos, y Bio no despertaba, así que, en otro acto heroico, Bathory lo arrastró hasta el túnel, lo introdujo, y consiguió salir antes de que las arañas llegasen hasta ellos. Durante unos instantes, podrían respirar. Ya estaban a salvo, la luz de la antorcha parecería más cálida y acogedora que nunca, aunque al despertarse, Bio notaría algo que se le había clavado en la espalda, siendo una molestia. Al levantarse, vería lo que era: una pequeña caja con una bolsa, y en ella, aeros, abandonados por algún aventurero o incauto que se habría adentrado en el territorio de las arañas. Los vampiros aún seguían en las minas, claro, pero en una zona muy poco profunda. No tendrían dificultades en encontrar la salida si se lo proponían, y podrían ver el resplandor de la luna en lo alto del cielo.
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ο: En la caja encontrareis 500 aeros. Podeis repartirlos como querais, o dejarselo todo a uno. Acordadlo por privado, si quereis.
π: También habeis ganado un hueco en una quest especial. Si decidís participar, tendréis un papel importante, además de una recompensa especial, aunque necesitareis refuerzos si quereis acabar con Aracne...
ρ: Me retiro del tema. Podeis continuarlo como querais, pero no volver al nido de las arañas aún. Es de noche fuera, así que podreis salir sin problemas. Y recordad: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ansur
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