Re: El puño carmesí. [Interpretativo][Libre] (Completo) [Cerrado]

Alanna Delteria Mar Jun 23 2015, 09:11

Confirmado el estado de sus compañeros, Alanna dio un suspiro y asintió al ofrecimiento de Niniel, ciertamente necesitaba tratamiento. Al menos ya se había quitado el trozo más grande, pero seguía doliéndole. Cuando iban a salir hacia la enfermería una voz resonó por el lugar, dando amenazas claras hacia las cuatro personas que acababan de entrar en el palacio. El capitán, en seguida se hizo cargo de la situación, permitiendo que las mujeres fueran a tratar la herida.

- Pero capitán, esas amenazas...- intentó protestar Alanna, sintiendo que era más urgente la información que su tratamiento.
- Basta, como te pase algo tu padre empieza a cortar cabezas, así que ve a que te traten. hablaremos más tarde.
- Si, capitán- asintió ella como una chiquilla a la que acaban de regañar.

No era la primera vez que se ganaba una reprimenda por preocuparse por los demás o por otros asuntos antes que por si misma, ella sabía que debía cuidarse, o las marcas en su cuerpo no dejarían de ir aumentando, pero era algo que no podía evitar, siempre había cosas más importantes, gente en peligro o investigaciones en curso. Llegadas al lugar, con cuidado, Alanna dejó que Niniel la tratase.

Era doloroso, con mucho cuidado, sin conseguir evitar los pinchazos, Alanna se quitó la camisa por la cabeza y se cubrió el pecho con una sábana, a pesar de lo que pudiera parecer, Alanna era bastante vergonzosa, si pudiera iría siempre bastante tapada, no lo hacía por comodidad, cuanta más ropa, más se dificultaba el movimiento y, por lo tanto, su trabajo. Se sentó frente al respaldo de una silla, apoyando allí sus brazos y dejó que Niniel trabajase. Al parecer se habían quedado varias astillas incrustadas en la herida y había que rebuscar para sacarlas todas.

Con gemidos de dolor finalmente, terminó el tratamiento y, aliviada, sonrió al comentario de la elfa, si, si que traía recuerdos. Con la cálida magia élfica, finalmente, se cerró su herida. Era la tercera vez que la curaban de esa forma. acostumbrada como estaba al dolor de las curaciones, le resultaba increíble esa sanación tan suave.

- Gracias Niniel.- sonrió a la elfa antes de pedir prestado a una de las enfermeras una camisa.

Cuando se la dieron se la puso de inmediato y, sobre esta un corsé, al fin y al cabo, la prenda de lino era demasiado ancha para ella, y en el palacio había ciertas normas de vestir. Salió de detrás de la cortina y sonrió a la sacerdotisa, instándola a seguirla. Primero irían a por Demian y Chimar y luego saldrían en dirección a ver a su contacto.

Una vez encontrados los niños, avanzaron por varios pasillos hasta llegar a una gran puerta de madera. Haciendo una señal de silencio abrió la puerta con cuidado, y se asomó. Era una inmensa biblioteca, con estantes hasta el techo repletos de información en varias lenguas, la sala estaba muy bien iluminada, y, en una mesa desordenada en el centro, tras una enorme montaña de libros, Evy, un joven de unos 25 años, de pelo alborotado, mirada fija, ceño fruncido y un raro casco con lo que parecían, unas gafas de aumento.

- Evy- llamó Alanna sonriendo- te traigo visita.- Finalizó mientras el hombre asomaba su cabeza para mirar a quienes había allí presentes.

Demian Mar Jun 23 2015, 16:31

Demian asintió a Níniel, comenzando a contar la historia al capitán, desde cuando era misteriosamente pinchado en el cuello, olvidando convenientemente la parte donde robaba el objeto al padre de Alanna. No alcanzaría a contar mucho más, porque entonces una voz les interrumpió.

Era una amenaza y no una cualquiera, contenía incluso su nombre y el de su amigo. Sintió la sangre hervir en su interior. No se trataba de un asunto de orgullo, sino de lo que implicaba una amenaza de esa naturaleza. Recordó cuando otros chicos se aprovechaban de golpearlo por ser más grandes en los entrenamientos y su maestro le había dicho que no sacaría nada con dejar que le amenazaran y golpearan, que tenía que dejarles claro que no se dejaría abusar. El asunto había terminado con uno de los aprendices con una daga clavada en el hombro.

Llegó hasta la puerta dispuesto a salir, pero entonces su paso se detuvo. "¿Qué estás haciendo?", se preguntó. "¿Qué esperas lograr?". Si daba un paso más acabaría de frente con los enemigos, indefenso y en el lugar donde le querían. "¿En qué momento te has vuelto un idiota de cabeza caliente?".

Apretó los puños e hizo rechinar los dientes. Olvidaba que su maestro siempre había recalcado la importancia de la prudencia y jamás luchar en desventaja si podía evitarlo. Estaba dejando que sus emociones interrumpieran mucho sus pensamientos racionales últimamente.

Su monstruo interior se estaba saliendo de control, la sed de sangre debía ser controlada.

—Chim... termina de explicarle tú lo ocurrido, ¿vale? —dijo a su amigo.

Entonces, allí mismo, se puso en la posición de la flor de loto y cerró sus ojos. Respiró profundo y dejó que sus pensamientos se limpiaran. No pensó sobre la amenaza, ni la batalla, ni en nada de lo vivido durante las últimas horas. Ni siquiera pensó sobre su maestro, sólo dejó que su cabeza descansara. Pequeños objetos levitaron a su alrededor y ocasionales ilusiones sin forma alguna, sólo manchas sin sentido, aparecían y desaparecían, producto de dejar que su magia fluyera con libertad, sin restricción ni control alguno.

Cuando terminó no supo exactamente cuánto rato había pasado, ni nada de lo que había ocurrido a su alrededor, pero se sentía más tranquilo, con la cabeza despejada.

Se puso de pie y se encontró con Alanna, quien los dirigió por varios pasillos hasta que finalmente dieron con una enorme biblioteca. Su expresión de asombro fue evidente, lo que era aún más llamativo considerando que su rostro solía ser inexpresivo.

—¡Genial! —dijo, pero pronto pareció querer retractarse— claro, en Beltrexus encuentras algunas mucho mejores...

Se acercó al joven de pelo alborotado.

—Quiero todo lo que tengas sobre el puño carmesí... sobre teorías conspirativas... y sobre templos —dijo con entusiasmo.

El joven miró algo confundido de ver a apenas un niño en ese rol, pero tras comprobar que Alanna estaba con ellos supo que debía ser algo oficial y asintió, apuntando algunos ejemplares.

—Voy por la escalera —dijo.

—No será necesario —contestó Demian con una sonrisa de satisfacción.

Estirando sus manos usó su telekinesis para traer los ejemplares ante si y depositarlos en el piso. El joven pareció querer reclamar, pero el entusiasmo del chico lo detuvo.

Podía siempre haber sido débil en los entrenamientos físicos en el templo, pero ciertamente los libros eran su elemento, era como estar en casa otra vez. Claro, aquello probablemente no hablaban de los secretos de la magia y el arte del asesinato, pero ya se estaba oxidando de la lectura tras tanto robo y combate. Era como volver a estar en el templo.

Se sentó en el suelo, de piernas cruzadas, mientras un libro levitaba para abrirse frente a sí. En tanto, otro ejemplar comenzaba a pasar de página a su lado y lo iba mirando de reojo, hasta llegar a un lugar donde se detuvo y un pergamino se extendía en el piso a todo su largo. Pequeñas ilusiones empezaron a destacar partes específicas, como si subrayara o encerrara lo más importante, aunque sin dejar marcas permanentes.

—Hora de estudiar.

Invitado Miér Jun 24 2015, 21:24

Ya en una zona bien defendida sus posibilidades acaban de cambiar a favor. Níniel se centra en tratar la herida de Alanna pidiendo cierta privacidad por el género femenino de su paciente, ambas mujeres se retiran acompañadas por varias enfermeras. Aun en el patio Chimar suspira de tranquilidad mientras la adrenalina baja su nivel, le da algunas palmaditas leves al caballo que los saco del embrollo a modo de recompensa.

Pero que….

Desde afuera de las murallas se escucha una amenaza demasiado puntual para ser tomada como cualquier desvarió, viene con nombre incluido sumándole validez. Chimar despabila, parece que carecer de algún fragmento no les salva de “culpa”, en efecto ese grupo demuestra ser más del tipo que se encarga de todos los cabos sueltos sin importar repercusiones. los problemas no se acaban tan fácilmente de momento.

Rayos esto no me gusta...

Por muy preocupado que estuviera el joven inventor sus pensamientos inestables fueron claramente superados por Demian, aquel brujo se acerca hasta la puerta dispuesto a entablar batalla con cualquier enemigo que se le pudiera atravesar. Chimar se le queda mirando, últimamente su hermano a estado actuando de manera errática cosa que le hace dudar sobre su estabilidad, no lo dirá en vos alta nunca pues el mismo posee algunos episodios psicóticos ocasionales.

Al final el hechicero se calma y vuelve a ser el chico controlado de siempre, de forma extraña empieza un ejercicio de meditación en medio del patio atrayendo cierta cantidad de miradas. Cuando las manifestaciones de magia se vuelven tangibles la curiosidad aumenta entre los demás humanos, seguramente se preguntan si se trata de algún tipo de ataque o cosas de ese estilo. El niño intelectual se adelanta para evitar malos entendidos.

Tranquilos solo está meditando…. si lo sé…. escogió un lugar extraño pero el es así jeje.

El capitán hace un gesto para que los demás se tranquilicen y Chimar aprovecha de terminar la historia que su amigo había empezado “todo sea por los informes”. Aquel jovencito expresa lo vivido omitiendo las partes más comprometedoras hacia su condición de ladrón claro, pone especial hincapié en la base secreta y los extraños jefes que parece tener el misterioso grupo del puño grabado.

Eso es todo…

Al Parecer la persona adulta está satisfecha y les permite marchar para reunirse con sus compañeras, ya Demian a terminado su “ejercicio de respiración” por lo que ambos pequeños van en grupo hasta las mujeres. No tardan mucho en encontrarse pues los dos equipos se buscaban entre sí, ya unidos siguen el liderato de Alanna. El chico listo se alegra por ver como la herida de la mujer guerrera está tratada, Níniel es una formidable sanadora sin duda.

Con silencio ingresan en un recinto que contrasta soberanamente con cualquier organización de sujetos armados “una biblioteca”. Chimar sonríe pues le encantan los libros, duda que tengan planos y diseños técnicos pero siempre es bueno repasar la lectura. Demian se adelanta y pide su selección pero antes de recibirla toma la iniciativa usando magia para atraer los tomos, es bastante divertido verle usar telequinesis e ilusiones para asuntos tan mundanos.

No alardees Dem….

Expresa con cierta seriedad antes de reírse un poco, solo está jugando. Se sienta y espera que el “guardián del dominio” le traiga algunos textos, luego saca su monocular de aumento y comienza una lectura rápida. Avanza con velocidad gracias a su destreza innata con las letras, es una suerte tener el lente especial pues algunas partes son tan pequeñas que parecen criptografías de espionaje.

Denme unos… quince minutos chicos.

Contenido patrocinado