[Evento] La resistencia de Terpoli
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[Evento] La resistencia de Terpoli
EVENTO: LA RESISTENCIA
Terpoli, un pequeño pueblo, insignificante hasta para los mapas, de pronto concentra la atención de todo Aerandir. Un grupo de nigromantes lo ha tomado por la fuerza y ahora amenaza con llevar a cabo horribles rituales con los habitantes. Sus calles están repletas de muertos vivientes, volviendo realidad las peores pesadillas.
Una expedición ha salido desde Lunargenta, al mando de Lord Treki el Rubio. Un elfo a cargo de la guardia de la ciudad. En sus filas se cuentan muchos aventureros apenas reclutados hace unos días atrás para esta misión, sedientos de gloria. Uno de ellos eres tú.
Habéis realizado una marcha desde la ciudad, establecido un asedio y descansado una jornada, pero ya no podéis esperar más, los habitantes están en peligro y sólo vosotros estáis en condiciones de salvarles.
¿Cumplirás con tu parte en esta misión?
Terpoli no es sólo un cementerio caminante, sino que aún quedan muchos de sus ciudadanos con vida, refugiados o encerrados, aterrados por todo lo que ha ocurrido, por la muerte de sus familias, por ver a sus mismos seres queridos levantarse como seres sin mente.
Tu misión será infiltrarte en la ciudad en medio del combate y hacer lo posible por ayudar a estas personas. Para ello tu misión será doble, por un lado debes ser capaz de encender sus corazones para dejar atrás sus miedos y luchar por lo que es suyo, pero también deberás ser capaz de guiarlos con seguridad para que el mayor número abandone la ciudad antes de ser alcanzados por los efectos del combate.
No será fácil, muchos están aterrados y al salir será inevitable enfrentarse a muertos vivientes, pero tú sabes que la situación es peor de lo que Lord Treki había pensado y que el ejército no será capaz de obtener la victoria si hay civiles indefensos atrapados en el combate.
Una expedición ha salido desde Lunargenta, al mando de Lord Treki el Rubio. Un elfo a cargo de la guardia de la ciudad. En sus filas se cuentan muchos aventureros apenas reclutados hace unos días atrás para esta misión, sedientos de gloria. Uno de ellos eres tú.
Habéis realizado una marcha desde la ciudad, establecido un asedio y descansado una jornada, pero ya no podéis esperar más, los habitantes están en peligro y sólo vosotros estáis en condiciones de salvarles.
¿Cumplirás con tu parte en esta misión?
Terpoli no es sólo un cementerio caminante, sino que aún quedan muchos de sus ciudadanos con vida, refugiados o encerrados, aterrados por todo lo que ha ocurrido, por la muerte de sus familias, por ver a sus mismos seres queridos levantarse como seres sin mente.
Tu misión será infiltrarte en la ciudad en medio del combate y hacer lo posible por ayudar a estas personas. Para ello tu misión será doble, por un lado debes ser capaz de encender sus corazones para dejar atrás sus miedos y luchar por lo que es suyo, pero también deberás ser capaz de guiarlos con seguridad para que el mayor número abandone la ciudad antes de ser alcanzados por los efectos del combate.
No será fácil, muchos están aterrados y al salir será inevitable enfrentarse a muertos vivientes, pero tú sabes que la situación es peor de lo que Lord Treki había pensado y que el ejército no será capaz de obtener la victoria si hay civiles indefensos atrapados en el combate.
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Instrucciones:
- Puede participar cualquier PJ de cualquier nivel, siempre y cuando no esté participando de una quest, mastereado o evento.
- El participante debe poseer una especialización, habilidad o trasfondo de PJ que justifique su comunicación carismática y su liderazgo, debe ser capaz de liderar a personas aterradas.
- Los hechos ocurrirán entre las 12:00 y las 17:00 horas (12pm - 5pm), aproximadamente, aunque los participantes pueden relatar sólo una parte de este periodo.
- Se acepta 1 sólo personaje.
- Las instrucciones generales de esta mega evento, así como la trama, se encuentran en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
- Para unirte, debes primero postear tu reclutamiento en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Othel
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Re: [Evento] La resistencia de Terpoli
Me había inscrito en las filas de combate para ayudar, me parecía una experiencia interesante y siempre había pensado que las pequeña acciones podrían hacer una gran diferencia. No conocía nada acerca de ese poblado al que teníamos que ir, no sabía ni siquiera que existía y aquello me creaba cierta pena, que desapareció al darme cuenta de que tenían el apoyo de varias escuadras e incluso habían dos pelotones con el fin de salvar y ayudar a quién pudiéramos.
Yo formaba parte de uno de los últimos pelotones, este estaba comandado por una licantropa de tez bronceada y ojos claros que al parecer mantenía una expresión de molestia por ser uno de los grupos que saldrían de último.
Llegué a la hora pautada en el punto de encuentro y los saludé a todos con una enorme sonrisa y deseándoles lo mejor para que entre todos nos protegiésemos, la mayoría me ignoró, unos por estar nerviosos y otros por estar muy concentrados y considerarme un estorbo, esto se le notaba en las caras. No le di mucha importancia al asunto y seguí con mi entusiasmo por pertenecer a este pelotón, era excitante y mi papá claramente no me dejaría hacer nada como esto.
Un hombre bastante alto y grande, con musculatura definida y creo que con una espalda más ancha que la extensión de mis brazos se acercó a mí y se agachó para hablarme.
-Gracias, que tengas un gran día también- dijo él en un tono muy amable -Ten cuidado-.
Aquellas palabras era las que esperaba de la mayoría de mis compañeros, pero sólo 1 de 8 se dignó a contestarme, contando a la guía. Me alegraba mucho que alguien tuviese educación y realmente le interesara el bien de los demás así que no dejé que el grandote se fuera, tomé su manota y no la solté hasta que nos dieran la orden para emprender el viaje.
No estábamos muy lejos de Terpoli y ya se podían escuchar algunos gritos, rugidos, armas por los aires y las muertes prematuras de varios guerreros. Era nuestro turno de participar, las ordenes claras eran entrar y salvar todo lo que se pudiera salvar. La misión era bastante complicada para algunos de nuestro grupo ya que ellos esperaban la acción, tener que matar a los nigromantes y luchar hasta morir; pero las instrucciones eran diferentes: no era matar, era salvar.
El cielo estaba oscuro, al parecer efecto de aquellos seres pero lo curioso era que se notaba el gran cambio de ambiente entre un lugar a otro. Tres de los guerreros que se encontraban en nuestro grupo se emocionaron mucho y se lanzaron a ayudar a los otros guerreros que se encontraban en la entrada principal del pueblo. La mujer loba respiró profundo para no matarlos con los ojos y se preocupó por cumplir nuestra parte de la misión con los soldados que le quedaban.
-Vamos por la otra entrada, habrá menos riesgo y podremos salvar a más personas- dijo con mucha autoridad.
Todos le hicimos caso y nos dirigimos al pueblo con el mayor sigilo posible. La putrefacción era escalofriante y los sonidos del peligro se escuchaban cada vez más cerca, teníamos que estar preparados para todo aquello así que me concentré en la misión y le dije a mi cerebro que apagara todos los sistemas de “miedo”.
Como era de esperarse no se me fue por completo el miedo, pero al menos me sentía más tranquila hasta que vi caer hacía nosotros una lluvia de fuego verde que amenazaba con liquidarnos. Rápidamente vi a nuestra capitana salir del peligro con un salto impresionante halando a uno de nuestros compañeros y luego el gigantón hizo lo mismo conmigo, me cargo en su espalda y haló a otra compañera, pero esta no aguantó el fuego y se murió en el camino.
La loba corría a gran velocidad olfateando el lugar para encontrar de forma rápida a los sobrevivientes, el humano que ella había salvado le seguía el paso y el señor gigante iba un poco más lento pero sin embargo seguíamos en la batalla.
Teníamos que atravesar unos campos espinados para poder llegar, mi amigo grandote los había pasado con facilidad destruyendo algunas espinas pero sufrió gran daño físico al hacerlo, nuestros acompañantes lograron cruzar y seguimos en la búsqueda. Me lancé al suelo para no crear más dolor en el gigante.
-Vamos que ya casi llegamos- le dije tomándolo de la mano otra vez.
Ahí se encontraba el pueblo, abundante en escombros, destrucción, fuego y escenarios vueltos cenizas. Casas que se desarmaban, cosechas quemadas y más polvo que seguramente eran construcciones ya destruidas y molidas.
Desconcertados mirábamos para todos lados buscando algo con vida.
-Necesito más tiempo para olfatear- dijo la loba.
-No tenemos mucho tiempo, van a acabar con toda el pueblo si no hacemos algo- dijo el guerrero señalando a unos muertos vivientes que se acercaban a eliminarnos.
El hombre salió corriendo para meter su espada en una hilera de no vivos y clavarlos a una estructura para mantenerlos quietos, por otro lado el grandote los pateaba para alejarlos y los pisaba. Mis flechas no parecían hacerle nada a aquellos seres y empecé a sentirme inútil, incluso la loba mientras olfateaba destruía algunos muertos con sus garras, yo no tenía algo concreto con que defenderme y claramente necesitaban toda la ayuda posible.
La situación se estaba tornando difícil y miraba lo que habían hecho mis compañeros y pensaba en lo que yo no podía hacer, mi autoestima se estaba yendo al subsuelo y se me aguaron los ojos.
-Tranquila, sólo quédate conmigo- me dijo el gigante al ver que no me encontraba muy bien.
-¿Quédate conmigo?- pensé por unos instantes -¡Eso es!- dije muy animada porque gracias a mi drama tenía un plan.
Con telequinesis le desamarré al gigante la cuerda que tenía para sujetar sus prendas de vestir y amarré rápidamente un extremo de la misma con el mango del cuchillo que tenía en mi bota.
-Estaremos todos juntos- le dije con picardía al gigante pensando en mi idea – Jajaja deberías agarrar tus pantalones- dije sonrojada y riéndome al ver los enormes calzones de mi compañero.
Arrojé mi cuchillo al pecho de uno de los muertos vivientes y después con telequinesis hice que el cuchillo lo atravesara por completo y empecé a clavar a varios con la misma técnica, para al final hacer un nudo con los extremos de la cuerda y quedaran todos los feos atrapados y unidos.
Devolví mi cuchillo a la bota y me coloqué mi arco atrás, sabía que ya no lo iba a necesitar -Usaré mi inteligencia-
-Haz los honores- le dije al grandote para que se encargara de jugar con ellos.
No esperó mucho y les metió una patada para tumbar a unos cuantos que no estaban amarrados con su cinturón.
-¡Aquí!- gritó la loba señalando un almacén que aún se mantenía en pie -¡Manténganlos alejados de aquí!- ordenó ella.
-Necesito ayudar a esas personas- pensaba mientras abandonaba el campo de defensa para seguir a la loba. El almacén no se quería abrir -Deben estar protegiendo la entrada- pensé mientras sostenía a la mujer loba para que no reventara las puertas.
-Por favor, auxilio, ayudaaaa- dije con un tono de mucho miedo y ternura hasta que nos abrieran las puertas.
Al principio no abrieron pero insistí varias veces hasta que nos dejaran pasar. Verificaron que no estábamos muy heridos y luego sentí un halón fuerte por parte de mi capitana.
-¡No tenemos como sacar a toda esta gente del pueblo! Sí aguantamos un poco, pero no somos tan fuertes para protegerlos a todos- me susurró preocupada pensando en una solución viable.
La chica tenía razón, -somos sólo cuatro, sí es que todavía se puede contar con los chicos que siguen afuera luchando-. Necesitábamos más soldados y no los teníamos. -Sí los tenemos- pensé como respuesta inmediata.
-Cargarme y confía en mí- le dije a la loba.
-¡HEY! TODOS, ESCUCHENME- grité para que me prestaran atención – Ah llegado nuestro momento de actuar- dije con determinación -Soy una vidente y sé que todo esto va a salir bien pero se va a necesitar ayuda de todos- tapé con mis manos la cara de la loba para que ella no delatara mi pequeña mentira, sin embargo empecé a escuchar cotilleos de burla y falta fe. -CÁLLENSE- grité enojada como si fuese una bruja loca. -Esperó que esto funcione- pensé mientras me lanzaba de los hombros de la joven y apartaba a todos en mi camino para sacar nuevamente mi cuchillo de la bota y cortarme la palma de la mano para dibujar con sangre un símbolo en el piso, fue lo primero que se me había ocurrido hacer para darles un poco de esperanza. Más que el efecto que podía hacer aquello, yo lo que pretendía era que confiaran en mí.
Yo formaba parte de uno de los últimos pelotones, este estaba comandado por una licantropa de tez bronceada y ojos claros que al parecer mantenía una expresión de molestia por ser uno de los grupos que saldrían de último.
Llegué a la hora pautada en el punto de encuentro y los saludé a todos con una enorme sonrisa y deseándoles lo mejor para que entre todos nos protegiésemos, la mayoría me ignoró, unos por estar nerviosos y otros por estar muy concentrados y considerarme un estorbo, esto se le notaba en las caras. No le di mucha importancia al asunto y seguí con mi entusiasmo por pertenecer a este pelotón, era excitante y mi papá claramente no me dejaría hacer nada como esto.
Un hombre bastante alto y grande, con musculatura definida y creo que con una espalda más ancha que la extensión de mis brazos se acercó a mí y se agachó para hablarme.
-Gracias, que tengas un gran día también- dijo él en un tono muy amable -Ten cuidado-.
Aquellas palabras era las que esperaba de la mayoría de mis compañeros, pero sólo 1 de 8 se dignó a contestarme, contando a la guía. Me alegraba mucho que alguien tuviese educación y realmente le interesara el bien de los demás así que no dejé que el grandote se fuera, tomé su manota y no la solté hasta que nos dieran la orden para emprender el viaje.
No estábamos muy lejos de Terpoli y ya se podían escuchar algunos gritos, rugidos, armas por los aires y las muertes prematuras de varios guerreros. Era nuestro turno de participar, las ordenes claras eran entrar y salvar todo lo que se pudiera salvar. La misión era bastante complicada para algunos de nuestro grupo ya que ellos esperaban la acción, tener que matar a los nigromantes y luchar hasta morir; pero las instrucciones eran diferentes: no era matar, era salvar.
El cielo estaba oscuro, al parecer efecto de aquellos seres pero lo curioso era que se notaba el gran cambio de ambiente entre un lugar a otro. Tres de los guerreros que se encontraban en nuestro grupo se emocionaron mucho y se lanzaron a ayudar a los otros guerreros que se encontraban en la entrada principal del pueblo. La mujer loba respiró profundo para no matarlos con los ojos y se preocupó por cumplir nuestra parte de la misión con los soldados que le quedaban.
-Vamos por la otra entrada, habrá menos riesgo y podremos salvar a más personas- dijo con mucha autoridad.
Todos le hicimos caso y nos dirigimos al pueblo con el mayor sigilo posible. La putrefacción era escalofriante y los sonidos del peligro se escuchaban cada vez más cerca, teníamos que estar preparados para todo aquello así que me concentré en la misión y le dije a mi cerebro que apagara todos los sistemas de “miedo”.
Como era de esperarse no se me fue por completo el miedo, pero al menos me sentía más tranquila hasta que vi caer hacía nosotros una lluvia de fuego verde que amenazaba con liquidarnos. Rápidamente vi a nuestra capitana salir del peligro con un salto impresionante halando a uno de nuestros compañeros y luego el gigantón hizo lo mismo conmigo, me cargo en su espalda y haló a otra compañera, pero esta no aguantó el fuego y se murió en el camino.
La loba corría a gran velocidad olfateando el lugar para encontrar de forma rápida a los sobrevivientes, el humano que ella había salvado le seguía el paso y el señor gigante iba un poco más lento pero sin embargo seguíamos en la batalla.
Teníamos que atravesar unos campos espinados para poder llegar, mi amigo grandote los había pasado con facilidad destruyendo algunas espinas pero sufrió gran daño físico al hacerlo, nuestros acompañantes lograron cruzar y seguimos en la búsqueda. Me lancé al suelo para no crear más dolor en el gigante.
-Vamos que ya casi llegamos- le dije tomándolo de la mano otra vez.
Ahí se encontraba el pueblo, abundante en escombros, destrucción, fuego y escenarios vueltos cenizas. Casas que se desarmaban, cosechas quemadas y más polvo que seguramente eran construcciones ya destruidas y molidas.
Desconcertados mirábamos para todos lados buscando algo con vida.
-Necesito más tiempo para olfatear- dijo la loba.
-No tenemos mucho tiempo, van a acabar con toda el pueblo si no hacemos algo- dijo el guerrero señalando a unos muertos vivientes que se acercaban a eliminarnos.
El hombre salió corriendo para meter su espada en una hilera de no vivos y clavarlos a una estructura para mantenerlos quietos, por otro lado el grandote los pateaba para alejarlos y los pisaba. Mis flechas no parecían hacerle nada a aquellos seres y empecé a sentirme inútil, incluso la loba mientras olfateaba destruía algunos muertos con sus garras, yo no tenía algo concreto con que defenderme y claramente necesitaban toda la ayuda posible.
La situación se estaba tornando difícil y miraba lo que habían hecho mis compañeros y pensaba en lo que yo no podía hacer, mi autoestima se estaba yendo al subsuelo y se me aguaron los ojos.
-Tranquila, sólo quédate conmigo- me dijo el gigante al ver que no me encontraba muy bien.
-¿Quédate conmigo?- pensé por unos instantes -¡Eso es!- dije muy animada porque gracias a mi drama tenía un plan.
Con telequinesis le desamarré al gigante la cuerda que tenía para sujetar sus prendas de vestir y amarré rápidamente un extremo de la misma con el mango del cuchillo que tenía en mi bota.
-Estaremos todos juntos- le dije con picardía al gigante pensando en mi idea – Jajaja deberías agarrar tus pantalones- dije sonrojada y riéndome al ver los enormes calzones de mi compañero.
Arrojé mi cuchillo al pecho de uno de los muertos vivientes y después con telequinesis hice que el cuchillo lo atravesara por completo y empecé a clavar a varios con la misma técnica, para al final hacer un nudo con los extremos de la cuerda y quedaran todos los feos atrapados y unidos.
Devolví mi cuchillo a la bota y me coloqué mi arco atrás, sabía que ya no lo iba a necesitar -Usaré mi inteligencia-
-Haz los honores- le dije al grandote para que se encargara de jugar con ellos.
No esperó mucho y les metió una patada para tumbar a unos cuantos que no estaban amarrados con su cinturón.
-¡Aquí!- gritó la loba señalando un almacén que aún se mantenía en pie -¡Manténganlos alejados de aquí!- ordenó ella.
-Necesito ayudar a esas personas- pensaba mientras abandonaba el campo de defensa para seguir a la loba. El almacén no se quería abrir -Deben estar protegiendo la entrada- pensé mientras sostenía a la mujer loba para que no reventara las puertas.
-Por favor, auxilio, ayudaaaa- dije con un tono de mucho miedo y ternura hasta que nos abrieran las puertas.
Al principio no abrieron pero insistí varias veces hasta que nos dejaran pasar. Verificaron que no estábamos muy heridos y luego sentí un halón fuerte por parte de mi capitana.
-¡No tenemos como sacar a toda esta gente del pueblo! Sí aguantamos un poco, pero no somos tan fuertes para protegerlos a todos- me susurró preocupada pensando en una solución viable.
La chica tenía razón, -somos sólo cuatro, sí es que todavía se puede contar con los chicos que siguen afuera luchando-. Necesitábamos más soldados y no los teníamos. -Sí los tenemos- pensé como respuesta inmediata.
-Cargarme y confía en mí- le dije a la loba.
-¡HEY! TODOS, ESCUCHENME- grité para que me prestaran atención – Ah llegado nuestro momento de actuar- dije con determinación -Soy una vidente y sé que todo esto va a salir bien pero se va a necesitar ayuda de todos- tapé con mis manos la cara de la loba para que ella no delatara mi pequeña mentira, sin embargo empecé a escuchar cotilleos de burla y falta fe. -CÁLLENSE- grité enojada como si fuese una bruja loca. -Esperó que esto funcione- pensé mientras me lanzaba de los hombros de la joven y apartaba a todos en mi camino para sacar nuevamente mi cuchillo de la bota y cortarme la palma de la mano para dibujar con sangre un símbolo en el piso, fue lo primero que se me había ocurrido hacer para darles un poco de esperanza. Más que el efecto que podía hacer aquello, yo lo que pretendía era que confiaran en mí.
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Al terminar mi símbolo me acordé de las enseñanzas que me había dado el brujo del lobo negro y en lo que había investigado después acerca de la potencia de mis hechizos y la buena utilización de estos. Por suerte me había aprendido varias palabras que sabía que me serían útiles. Me senté en el medio del dibujo, posé mis dos manos sobre mi sangre y con todas mis fuerzas traté de transferirle mi confianza.
-ελπίζω- dije con los ojos cerrados.
Sentí toda aquella energía desprenderse de mi cuerpo, respiraba lento y podía incluso sentir el color de la luz que emano de aquel símbolo. Quería que se dieran cuenta de que realmente hablaba en serio cuando decía que nosotros podíamos salvarnos, así sólo saliera la luz.
Al terminar el proceso la capitana había entendido lo que trataba de hacer y me cargo en brazos para que no me golpeara con el piso, había quedado muy débil después de eso, sin embargo pude escuchar a la chica decir -LA PROFECÍA SE ESTÁ CUMPLIENDO, LA BRUJA NOS HA DADO TODA SU FUERZA Y PROTECCIÓN, DEBEMOS LUCHAR-
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OffRol
Subrayé habilidad pasiva, mi especialidad y la búsqueda de la resolución del evento.
Magazubi
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Re: [Evento] La resistencia de Terpoli
La pequeña bruja, la licántropa y otros dos soldados se encontraron con ocho personas, escondidas en ese almacén, ocho civiles con apenas algo digno de llamarse armas. El objetivo era sacarlos del pueblo tan rápido como fuera posible, hacia la seguridad del ejército de rescate.
A pesar del discurso arcano de Magazubi, los efectos se fueron desvaneciendo a medida que recorrían las calles, a medida que veían la desolación causada en Terpoli. La esperanza resurgió como un fénix cuando vieron que la salida se encontraba al final de la calle, pero esa esperanza murió en cuando se percataron de que el camino estaba bloqueado por ocho cadáveres, ocho cadáveres que se movían hacia ellos con aspecto amenazante.
Ellos eran más, claramente, pero los civiles apenas tenían algo que se pareciera a un arma, poco más que palos y piedras.
Nosotros no pedimos nada de esto
Vamos a morir
No me merezco morir, hago el mejor pan de todo el pueblo incluso en medio del creciente pánico, los ciudadanos se las apañaron para desviar la mirada, como si discreparan del ultimo comentario.
Las ocho personas retrocedieron un poco, sus pies empezaron a girarse, estaban a segundos de salir corriendo en un ataque de histeria, un ataque que los separaría de los soldados y los acabaría matando eventualmente. Además, los soldados, cansados por las luchas y el esfuerzo realizado para llegar hasta allí no lo tendrían fácil para ganar si eran superados en número. Se necesitaban los unos a otros.
• Un pequeño empujón y ya estáis a salvo, pero para ello debes conseguir que luchen y ganen. En este momento hay un zombie para cada soldado y uno para cada dos civiles, algo que consideraría igualado. Dado que el evento está centrado en "animar", debes conseguir que luchen por ti, reduciendo tu participación directa al mínimo imprescindible (Al estar cansada por tu uso de arcanos, tiene sentido que no intervengas demasiado).
• Este es mi primer y último post, así que si cuando postees solucionando la situación no hay ningún problema, te enviare mp para que postees para recibir la recompensa.
A pesar del discurso arcano de Magazubi, los efectos se fueron desvaneciendo a medida que recorrían las calles, a medida que veían la desolación causada en Terpoli. La esperanza resurgió como un fénix cuando vieron que la salida se encontraba al final de la calle, pero esa esperanza murió en cuando se percataron de que el camino estaba bloqueado por ocho cadáveres, ocho cadáveres que se movían hacia ellos con aspecto amenazante.
Ellos eran más, claramente, pero los civiles apenas tenían algo que se pareciera a un arma, poco más que palos y piedras.
Nosotros no pedimos nada de esto
Vamos a morir
No me merezco morir, hago el mejor pan de todo el pueblo incluso en medio del creciente pánico, los ciudadanos se las apañaron para desviar la mirada, como si discreparan del ultimo comentario.
Las ocho personas retrocedieron un poco, sus pies empezaron a girarse, estaban a segundos de salir corriendo en un ataque de histeria, un ataque que los separaría de los soldados y los acabaría matando eventualmente. Además, los soldados, cansados por las luchas y el esfuerzo realizado para llegar hasta allí no lo tendrían fácil para ganar si eran superados en número. Se necesitaban los unos a otros.
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• Un pequeño empujón y ya estáis a salvo, pero para ello debes conseguir que luchen y ganen. En este momento hay un zombie para cada soldado y uno para cada dos civiles, algo que consideraría igualado. Dado que el evento está centrado en "animar", debes conseguir que luchen por ti, reduciendo tu participación directa al mínimo imprescindible (Al estar cansada por tu uso de arcanos, tiene sentido que no intervengas demasiado).
• Este es mi primer y último post, así que si cuando postees solucionando la situación no hay ningún problema, te enviare mp para que postees para recibir la recompensa.
Othel
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Re: [Evento] La resistencia de Terpoli
Cerré mis ojos por el cansancio y me dejé llevar por la licántropa, que no me dejó recuperar todas mis fuerzas y me cacheteo unas 5 veces para despertarme y activarme; la misión aún no estaba completa, necesitábamos ahora salir del lugar y llevar a los sobrevivientes sanos y salvos hasta el ejercito de rescate.
Habíamos convencido a los ciudadanos de seguir adelante, salir del almacén y llegar hasta su salvación, pero era preciso que estos se sintieran fuertes, tomaran cualquier utensilio que tuviesen a la mano y lucharan por su vida.
Me bajé de los brazos de la capitana y me preparé para seguirla y verificar que todos nos siguieran. Ella salió primero, luego salieron todas las personas del almacén y de último pasé yo. A primera vista no había ninguna amenaza que nos detuviera o retrasara, sin embargo el entorno no era un ambiente cálido y muy amable para los del pueblo ya que ellos sabían como eran aquellas instalaciones antes de ese desastre.
-Sigan, que ya vamos a llegar- les dije a los ciudadanos mientras corríamos para salir de aquella pesadilla.
Las personas seguían corriendo pero se les hacía muy difícil ignorar su pueblo, miraban para todos lados nerviosos y preocupados. No podía evitar que mirasen sus casas destruidas o sus tiendas favoritas, pero aquello no era prioridad para nosotros, necesitábamos sacarlos de ahí lo más rápido posible. Por suerte ya estábamos llegando y nos encontramos a nuestros compañeros para ayudarnos; estos nos informaron que estaban débiles como para seguir peleando y que se acercaban a nosotros varios no-muertos, era necesaria la ayuda de todos para poder salir de Terpoli.
Esa noticia no fue muy bien recibida por los ciudadanos y empezaron a dudar del plan de escape, nosotros los capacitados para luchar no teníamos mucho tiempo ni muchas fuerzas como para defenderlos a todos. Eran muchos cadáveres, pero en total nosotros le superábamos en número; la única forma de salvarnos era que nos ayudáramos todos y lucháramos todos pero -¿Cómo convencerlos de que ellos realmente podrían salir de aquello?-.
Antes de que yo pudiese idear algún plan concreto teníamos a los muertos al frente, así que la lican y los otros dos soldados fueron a atacar para tratar de abrir paso a los ciudadanos o simplemente defenderlos por completo para que se salvaran, sin embargo las cosas no estaban saliendo bien y empecé a ponerme nerviosa.
-Los necesitamos, nadie merece morir- les dije con la voz cortada -¿Van a dejar que los soldados arriesguen su vida para que ustedes no se salven?- gruñí un poco molesta -¿Les dejé mis fuerzas con ese hechizo para que se rindieran? Awwwww- suspiré muy desilusionada -Sean dueños de su propio destino- dije tajante para ir corriendo y ayudar a mis compañeros con las pocas fuerzas que me quedaban.
Fui a luchar como una simple niña, no tenía fuerzas como para emplear bien mi arco y mucho menos para utilizar magia; saqué mi cuchillo y fui por todo. Agarré mi arma con fuerza y se lo enterré a un cadáver, luego otro me cargó clavándome las uñas y me lanzó lejos de la batalla. Gruñí con fuerza y aún sangrando volví a acercarme hasta donde se encontraban mis ya molidos compañeros y me aferré a la pierna de uno los muertos para que no se acercara a los ciudadanos.
Alcé mi vista a ver si se encontraban bien y vi que corrían hacía nosotros para ayudarnos. Golpeaban a los muertos vivientes con unos palos, trozos de madera, hoyas de cocina y cualquier cosa que tuviesen a la mano. Al parecer tenían muchas ganas de sobrevivir y al ver a una simple niña desarmada intentar ayudar les dio suficiente motivo como para ellos también intentarlo.
Los ciudadanos lograron aturdir a muchos de los cadáveres y por la adrenalina rematar a unos cuantos dándole tiempo suficiente al cuerpo de rescate para que llegara y nos sacara del pueblo.
A mí me habían acostado en una camilla y lo último que recordaba antes de cerrar mis ojos fue un sincero gracias en el oído.
Habíamos convencido a los ciudadanos de seguir adelante, salir del almacén y llegar hasta su salvación, pero era preciso que estos se sintieran fuertes, tomaran cualquier utensilio que tuviesen a la mano y lucharan por su vida.
Me bajé de los brazos de la capitana y me preparé para seguirla y verificar que todos nos siguieran. Ella salió primero, luego salieron todas las personas del almacén y de último pasé yo. A primera vista no había ninguna amenaza que nos detuviera o retrasara, sin embargo el entorno no era un ambiente cálido y muy amable para los del pueblo ya que ellos sabían como eran aquellas instalaciones antes de ese desastre.
-Sigan, que ya vamos a llegar- les dije a los ciudadanos mientras corríamos para salir de aquella pesadilla.
Las personas seguían corriendo pero se les hacía muy difícil ignorar su pueblo, miraban para todos lados nerviosos y preocupados. No podía evitar que mirasen sus casas destruidas o sus tiendas favoritas, pero aquello no era prioridad para nosotros, necesitábamos sacarlos de ahí lo más rápido posible. Por suerte ya estábamos llegando y nos encontramos a nuestros compañeros para ayudarnos; estos nos informaron que estaban débiles como para seguir peleando y que se acercaban a nosotros varios no-muertos, era necesaria la ayuda de todos para poder salir de Terpoli.
Esa noticia no fue muy bien recibida por los ciudadanos y empezaron a dudar del plan de escape, nosotros los capacitados para luchar no teníamos mucho tiempo ni muchas fuerzas como para defenderlos a todos. Eran muchos cadáveres, pero en total nosotros le superábamos en número; la única forma de salvarnos era que nos ayudáramos todos y lucháramos todos pero -¿Cómo convencerlos de que ellos realmente podrían salir de aquello?-.
Antes de que yo pudiese idear algún plan concreto teníamos a los muertos al frente, así que la lican y los otros dos soldados fueron a atacar para tratar de abrir paso a los ciudadanos o simplemente defenderlos por completo para que se salvaran, sin embargo las cosas no estaban saliendo bien y empecé a ponerme nerviosa.
-Los necesitamos, nadie merece morir- les dije con la voz cortada -¿Van a dejar que los soldados arriesguen su vida para que ustedes no se salven?- gruñí un poco molesta -¿Les dejé mis fuerzas con ese hechizo para que se rindieran? Awwwww- suspiré muy desilusionada -Sean dueños de su propio destino- dije tajante para ir corriendo y ayudar a mis compañeros con las pocas fuerzas que me quedaban.
Fui a luchar como una simple niña, no tenía fuerzas como para emplear bien mi arco y mucho menos para utilizar magia; saqué mi cuchillo y fui por todo. Agarré mi arma con fuerza y se lo enterré a un cadáver, luego otro me cargó clavándome las uñas y me lanzó lejos de la batalla. Gruñí con fuerza y aún sangrando volví a acercarme hasta donde se encontraban mis ya molidos compañeros y me aferré a la pierna de uno los muertos para que no se acercara a los ciudadanos.
Alcé mi vista a ver si se encontraban bien y vi que corrían hacía nosotros para ayudarnos. Golpeaban a los muertos vivientes con unos palos, trozos de madera, hoyas de cocina y cualquier cosa que tuviesen a la mano. Al parecer tenían muchas ganas de sobrevivir y al ver a una simple niña desarmada intentar ayudar les dio suficiente motivo como para ellos también intentarlo.
Los ciudadanos lograron aturdir a muchos de los cadáveres y por la adrenalina rematar a unos cuantos dándole tiempo suficiente al cuerpo de rescate para que llegara y nos sacara del pueblo.
A mí me habían acostado en una camilla y lo último que recordaba antes de cerrar mis ojos fue un sincero gracias en el oído.
Magazubi
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Re: [Evento] La resistencia de Terpoli
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Othel
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