[Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
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El viento soplaba con fuerza en aquella cálida y soleada tarde, las aves revoloteaban en un hermoso trino que acariciaba con sutileza los oídos de cualquiera que recorriera ese lugar, tras salir de la agitada ciudad, Destino se preparaba para probar y adaptarse a su nueva espada, había sufrido demasiados ataques e incontables batallas en muy poco tiempo, por lo que no estaría de más tomarse un descanso antes de comenzar a entrenar, dejó a un lado su espada mientras se sentaba junto a un árbol que le ofrecería su sombra mientras cerraba sus ojos para meditar y encontrar la armonía entre su propia esencia y el bosque que lo rodeaba.
Como de costumbre, al meditar, era agobiado aún por aquellas terribles imágenes de la guerra entre elfos y brujos, era algo inexplicable, pues no había participado de ella, pero desde lo acontecido en aquella mansión, siempre venían a su mente las imágenes de eventos que aunque no había vivido, los podía sentir presentes en cada rincón, tal vez los traía consigo desde que recorrió los bosques de Beltrexus, arrastraba con él, el sufrimiento de sus hermanos caídos - ¡¡Débiles, todo por ser débiles, por eso han caído!! - Gritó mientras abría los ojos con cierto enojo, se levantó del suelo y observó a su alrededor - ¡¡Débiles elfos!! - Gritaba como loco aunque sabía que no había nadie cerca que pudiera oírlo, o al menos eso pensaba - Destino prefiere estar solo - Dijo mientras daba un par de pasos hacia adelante para finalmente caer de rodillas y acabar golpeando el piso con los puños - Solo - Dijo mientras una pequeña lágrima salía de uno de sus ojos - Destino debe ser fuerte para sobrevivir, debe ser el más fuerte - Murmuró apretando los puños.
El extraño elfo permaneció un par de minutos inmóvil en el piso hasta que finalmente se levantó y caminó hasta tomar su espada nuevamente - El más fuerte - Repitió finalmente con su mirada llena de decisión, hacerse más fuerte no era un deseo, sino una necesidad, si estaba solo en el mundo debía ser fuerte para defenderse por sí mismo, primero debía adaptarse al peso de su espada, la giró con una mano un par de veces hasta calcular la fuerza necesaria para realizar ataques rápidos y precisos aunque sin llegar a ser muy fuertes, luego de esto practicaría algunas estocadas hasta que fue bruscamente interrumpido y como reacción inmediata y espontánea se puso en guardia mirando en todas direcciones, escuchaba algunos pasos acercarse de prisa y aunque giraba en todas direcciones no alcanzaba a ver a nadie, los pasos se seguían acercando sin que pudiera evitarlo hasta que estuvieron sobre él, y aún no lograba ver nada - Muéstrate, misteriosa y amenazante criatura - Alcanzó a decir apenas antes de sentir una masa peluda estrellarse contra su pierna izquierda y rebotar hacia atrás, era una pequeña criatura del bosque que lo observaba asustada al ver que Destino levantaba la espada a punto de dejarla caer sobre la criatura, aunque al verlo desistió y bajó la espada para luego agacharse y acariciar la cabeza del despistado animal - Destino no te hará daño, pequeña bola de pelo con patas - Susurró al animal mientras le regalaba una tenue sonrisa.
Como de costumbre, al meditar, era agobiado aún por aquellas terribles imágenes de la guerra entre elfos y brujos, era algo inexplicable, pues no había participado de ella, pero desde lo acontecido en aquella mansión, siempre venían a su mente las imágenes de eventos que aunque no había vivido, los podía sentir presentes en cada rincón, tal vez los traía consigo desde que recorrió los bosques de Beltrexus, arrastraba con él, el sufrimiento de sus hermanos caídos - ¡¡Débiles, todo por ser débiles, por eso han caído!! - Gritó mientras abría los ojos con cierto enojo, se levantó del suelo y observó a su alrededor - ¡¡Débiles elfos!! - Gritaba como loco aunque sabía que no había nadie cerca que pudiera oírlo, o al menos eso pensaba - Destino prefiere estar solo - Dijo mientras daba un par de pasos hacia adelante para finalmente caer de rodillas y acabar golpeando el piso con los puños - Solo - Dijo mientras una pequeña lágrima salía de uno de sus ojos - Destino debe ser fuerte para sobrevivir, debe ser el más fuerte - Murmuró apretando los puños.
El extraño elfo permaneció un par de minutos inmóvil en el piso hasta que finalmente se levantó y caminó hasta tomar su espada nuevamente - El más fuerte - Repitió finalmente con su mirada llena de decisión, hacerse más fuerte no era un deseo, sino una necesidad, si estaba solo en el mundo debía ser fuerte para defenderse por sí mismo, primero debía adaptarse al peso de su espada, la giró con una mano un par de veces hasta calcular la fuerza necesaria para realizar ataques rápidos y precisos aunque sin llegar a ser muy fuertes, luego de esto practicaría algunas estocadas hasta que fue bruscamente interrumpido y como reacción inmediata y espontánea se puso en guardia mirando en todas direcciones, escuchaba algunos pasos acercarse de prisa y aunque giraba en todas direcciones no alcanzaba a ver a nadie, los pasos se seguían acercando sin que pudiera evitarlo hasta que estuvieron sobre él, y aún no lograba ver nada - Muéstrate, misteriosa y amenazante criatura - Alcanzó a decir apenas antes de sentir una masa peluda estrellarse contra su pierna izquierda y rebotar hacia atrás, era una pequeña criatura del bosque que lo observaba asustada al ver que Destino levantaba la espada a punto de dejarla caer sobre la criatura, aunque al verlo desistió y bajó la espada para luego agacharse y acariciar la cabeza del despistado animal - Destino no te hará daño, pequeña bola de pelo con patas - Susurró al animal mientras le regalaba una tenue sonrisa.
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Última edición por Destino el Dom Oct 25 2015, 20:59, editado 2 veces
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
El día estaba bonito, sin embargo me había levantado de mal humor. Una pesadilla había invadido mis sueños y los consumió hasta no poder diferenciar entre la realidad y aquellas desagradables escenas. No podía recordar con exactitud aquella pesadilla, pero tenía en mi cabeza algunas nítidas imágenes de lo ocurrido.
Me encontraba en mi casa, donde vivía con mi papá y no había querido ir desde su desaparición; esta se empezó a incendiar con un fuego muy caliente y rojizo quemando todo a su paso, por suerte tanto mi papi y yo logramos salir del lugar pero al parecer estábamos haciendo exactamente lo que querían los malos que hiciéramos, porque al salir capturaron a mi papá y me capturaron a mí, nos separaron y a mí me vendaron los ojos y la boca. La parte más horrible del sueño fue que no había podido hacer nada para ayudarlo ni para salvarme yo. Nos habían capturado por sorpresa pero eso no significaba que el resultado de mi sueño tuviese que ser tan negativo.
Luego de que fuimos capturados lo único que recordaba era el dolor de las torturas físicas que me estaban aplicando para luego despertarme exaltada y con los pelitos de punta ante aquella horrible sensación de ahogo
Ya en la realidad mi respiración era bastante acelerada y procedí a contarme los dedos de las manos para estar segura de que estaba fuera de mi mente. Como dije al principio, el día parecía haberse levantado con muchos ánimos para ser lindo, pero mi mente estaba en otro mundo, quería saber como deshacerme de esas feas imágenes que seguían paseando.
Al ver a Pelusa revolotear por el campo todo pensamiento negativo se había desaparecido, él estaba muy alegre y energético, no dejaba de moverse por todos lados como queriendo jugar, corría entre mis piernas, alrededor de mí, se revolcaba en el césped e incluso lo vi darle muchas vueltas a unos pocos árboles que se encontraban en los alrededores. Sonreí y sin más cosas en que pensar me puse a perseguirlo haciendo sonidos de monstruo para atraparlo y comérmelo a besos.
Mi chiquito se había tomado esto muy en serio y empezó a correr a toda velocidad, se desplazaba bastante rápido, más de lo que esperaba y de paso le di cierta ventaja para poder seguir jugando, así que lo dejé alejarse.
En mi carrera por atraparlo había escuchado una voz conocida, sin embargo no le di mucha importancia mientras me acercaba con velocidad, hasta que vi una peligrosa espada apuntar a mi chiquito, me alarmé y corrí más rápido, preparada para cortar cabezas, pero era alguien conocido.
-¿Destino?- dije dudosa mientras me acercaba a él.
Me encontraba en mi casa, donde vivía con mi papá y no había querido ir desde su desaparición; esta se empezó a incendiar con un fuego muy caliente y rojizo quemando todo a su paso, por suerte tanto mi papi y yo logramos salir del lugar pero al parecer estábamos haciendo exactamente lo que querían los malos que hiciéramos, porque al salir capturaron a mi papá y me capturaron a mí, nos separaron y a mí me vendaron los ojos y la boca. La parte más horrible del sueño fue que no había podido hacer nada para ayudarlo ni para salvarme yo. Nos habían capturado por sorpresa pero eso no significaba que el resultado de mi sueño tuviese que ser tan negativo.
Luego de que fuimos capturados lo único que recordaba era el dolor de las torturas físicas que me estaban aplicando para luego despertarme exaltada y con los pelitos de punta ante aquella horrible sensación de ahogo
Ya en la realidad mi respiración era bastante acelerada y procedí a contarme los dedos de las manos para estar segura de que estaba fuera de mi mente. Como dije al principio, el día parecía haberse levantado con muchos ánimos para ser lindo, pero mi mente estaba en otro mundo, quería saber como deshacerme de esas feas imágenes que seguían paseando.
Al ver a Pelusa revolotear por el campo todo pensamiento negativo se había desaparecido, él estaba muy alegre y energético, no dejaba de moverse por todos lados como queriendo jugar, corría entre mis piernas, alrededor de mí, se revolcaba en el césped e incluso lo vi darle muchas vueltas a unos pocos árboles que se encontraban en los alrededores. Sonreí y sin más cosas en que pensar me puse a perseguirlo haciendo sonidos de monstruo para atraparlo y comérmelo a besos.
Mi chiquito se había tomado esto muy en serio y empezó a correr a toda velocidad, se desplazaba bastante rápido, más de lo que esperaba y de paso le di cierta ventaja para poder seguir jugando, así que lo dejé alejarse.
En mi carrera por atraparlo había escuchado una voz conocida, sin embargo no le di mucha importancia mientras me acercaba con velocidad, hasta que vi una peligrosa espada apuntar a mi chiquito, me alarmé y corrí más rápido, preparada para cortar cabezas, pero era alguien conocido.
-¿Destino?- dije dudosa mientras me acercaba a él.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Mientras frotaba la cabeza del pequeño coso pudo escuchar pasos cercanos que acabaron con esa voz tan peculiar que parecía conocerlo - Niña problemática - Dijo el elfo al reconocerla a pesar de los cambios que presentaba, se veía más grande y madura, aunque no había perdido esa cara que delataba una enorme curiosidad que seguro más de una vez la metía en problemas, el pequeño animalejo corrió hacia ella con alegría mientras el elfo tomaba sus cosas y se preparaba para marcharse - No meterás en problemas a Destino de nuevo - Dijo mientras caminaba de prisa para alejarse de ella pero el pequeño animalejo le cortó el camino - Si ahora viajan de a dos, significa doble problema - Afirmó mientras se agachaba para tomar al pequeño peludo y apartarlo del camino, entonces volteó de nuevo a donde estaba la chiquilla - Este animal tiene tus mismos ojos de aventurero, cuando se meten en problemas ¿Tú lo cuidas o él te cuida a ti? - El pelinegro alzó una ceja esperando una respuesta para luego dejar de nuevo en el piso al animal y tratar de continuar.
Sin embargo, mientras iniciaba su camino totalmente decidido a abandonarla, una fuerte brisa sopló en dirección contraria, el elfo se detuvo por unos instantes, tal vez podría interpretar eso como una señal de la naturaleza misma, tal vez el deseo de Imbar era que se quedara junto a la niña y la cosa peluda, no terminaba de decidirlo así que volteó de nuevo hacia la niña para terminar de aclarar sus dudas - Andas muy lejos de la ciudad, es peligroso - Dijo en tono muy serio - No se sabe si es peligroso para ti, o para quienes te encuentren, pero el peligro es impredecible en este lugar - El elfo tomó la vaina de su espada y la arrojó hacia el pecho de la niña esperando su reacción, debía confirmar que era capaz de defenderse por sí sola antes de abandonarla.
Tras observarla por unos instantes decidió formularle una oferta - Destino tomará una tarde de entrenamiento, si deseas, puedes entrenar también - Ofreció en tono todavía bastante serio, sabía que la niña era peligrosa y atraía problemas de maneras impensables, pero una parte de él sabía que no debía abandonarla de esa manera, incluso sentía la necesidad de llevarla de nuevo a la ciudad, aunque luego escapara de nuevo, sentía que debía hacer lo correcto - Entonces... ¿Qué dices? - Dijo el elfo mientras pateaba algunas hojas del piso para lanzarlas a la cara de la chica - ¿Quieres ser fuerte o no? Enana - Tras un par de giros clavó la espada en el suelo para apoyarse sobre ella mientras esperaba la respuesta de la pequeña.
Sin embargo, mientras iniciaba su camino totalmente decidido a abandonarla, una fuerte brisa sopló en dirección contraria, el elfo se detuvo por unos instantes, tal vez podría interpretar eso como una señal de la naturaleza misma, tal vez el deseo de Imbar era que se quedara junto a la niña y la cosa peluda, no terminaba de decidirlo así que volteó de nuevo hacia la niña para terminar de aclarar sus dudas - Andas muy lejos de la ciudad, es peligroso - Dijo en tono muy serio - No se sabe si es peligroso para ti, o para quienes te encuentren, pero el peligro es impredecible en este lugar - El elfo tomó la vaina de su espada y la arrojó hacia el pecho de la niña esperando su reacción, debía confirmar que era capaz de defenderse por sí sola antes de abandonarla.
Tras observarla por unos instantes decidió formularle una oferta - Destino tomará una tarde de entrenamiento, si deseas, puedes entrenar también - Ofreció en tono todavía bastante serio, sabía que la niña era peligrosa y atraía problemas de maneras impensables, pero una parte de él sabía que no debía abandonarla de esa manera, incluso sentía la necesidad de llevarla de nuevo a la ciudad, aunque luego escapara de nuevo, sentía que debía hacer lo correcto - Entonces... ¿Qué dices? - Dijo el elfo mientras pateaba algunas hojas del piso para lanzarlas a la cara de la chica - ¿Quieres ser fuerte o no? Enana - Tras un par de giros clavó la espada en el suelo para apoyarse sobre ella mientras esperaba la respuesta de la pequeña.
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Mi lindo Pelusa al verme corrió hacia mí, yo lo tomé con fuerza y lo abrace con cariño para luego dejarlo otra vez en el suelo y poder conversar tranquilamente con el elfo.
- No meterás en problemas a Destino de nuevo. Si ahora viajan de a dos, significa doble problema. Este animal tiene tus mismos ojos de aventurero, cuando se meten en problemas ¿Tú lo cuidas o él te cuida a ti? - dijo él.
Aquellas palabras me sacaron una enorme sonrisa y una leve risa que se hacía notar, luego me sonrojé ya que me parecía muy dulce que él pensara todo eso de mí, me hacía sentir orgullosa de mis pequeñas travesuras.
-Él me cuida- dije mientras veía al elfo miedoso huir de mi presencia -Y se llama Pelusa- contesté finalmente.
Me quedé quietecita mirando hacia donde iría Destino, me encantaba su reacción y disfrutaba cada segundo de su presencia; me hacía mucha gracia. Luego me crucé de brazos para preparar una estrategia de ataque -O él se queda conmigo, o yo me quedo con él- pensé muy decidida.
No tenía planes para hoy más que intentar que mi pesadilla no se cumpliese, pero que el elfo estuviese ahí me parecía una buena oportunidad para hacer algo divertido, como ir a pasear y tratar de no meternos en problemas, pero definitivamente no iba a quedarme solita.
No tuve que esperar mucho tiempo, el elfo no tardó en darse la vuelta y comentarme sobre la seguridad de ciertos lugares para luego intentar… realmente no sé qué pretendía el elfo, pero me lanzó el estuche de su espada. Hice que el estuche fuese un poco más lento por unos segundos para darme tiempo de apartarme del camino de aquel objeto, di un paso a la derecha y dejé que este cayera a un lado. Miré con decepción el objeto y luego volteé a ver con duda a Destino.
-¿Qué intentas?- pregunté sin esperar una respuesta y luego me reí -Definitivamente el peligro es para quien me encuentre- dije cruzándome de brazos.
Escuché atentamente la propuesta del elfo miedoso, algo me sonaba a que hoy iba a ser un día muy interesante y divertido. Quería coger un poco de ventaja en este juego, un brujo una vez me dijo que no peleara una batalla que no estuviese segura de su resultado, así que tenía que asegurar mi resultado. Me paré firme y decidí concentrarme, la oferta estaba muy jugosa y necesitaba aprovecharla con astucia.
-¿Has oído hablar de una lluvia metálica?- le pregunté con mucha malicia levantando una ceja, mi sonrisa se había puesto un poco macabra y mis ojos brillaban de emoción.
- No meterás en problemas a Destino de nuevo. Si ahora viajan de a dos, significa doble problema. Este animal tiene tus mismos ojos de aventurero, cuando se meten en problemas ¿Tú lo cuidas o él te cuida a ti? - dijo él.
Aquellas palabras me sacaron una enorme sonrisa y una leve risa que se hacía notar, luego me sonrojé ya que me parecía muy dulce que él pensara todo eso de mí, me hacía sentir orgullosa de mis pequeñas travesuras.
-Él me cuida- dije mientras veía al elfo miedoso huir de mi presencia -Y se llama Pelusa- contesté finalmente.
Me quedé quietecita mirando hacia donde iría Destino, me encantaba su reacción y disfrutaba cada segundo de su presencia; me hacía mucha gracia. Luego me crucé de brazos para preparar una estrategia de ataque -O él se queda conmigo, o yo me quedo con él- pensé muy decidida.
No tenía planes para hoy más que intentar que mi pesadilla no se cumpliese, pero que el elfo estuviese ahí me parecía una buena oportunidad para hacer algo divertido, como ir a pasear y tratar de no meternos en problemas, pero definitivamente no iba a quedarme solita.
No tuve que esperar mucho tiempo, el elfo no tardó en darse la vuelta y comentarme sobre la seguridad de ciertos lugares para luego intentar… realmente no sé qué pretendía el elfo, pero me lanzó el estuche de su espada. Hice que el estuche fuese un poco más lento por unos segundos para darme tiempo de apartarme del camino de aquel objeto, di un paso a la derecha y dejé que este cayera a un lado. Miré con decepción el objeto y luego volteé a ver con duda a Destino.
-¿Qué intentas?- pregunté sin esperar una respuesta y luego me reí -Definitivamente el peligro es para quien me encuentre- dije cruzándome de brazos.
Escuché atentamente la propuesta del elfo miedoso, algo me sonaba a que hoy iba a ser un día muy interesante y divertido. Quería coger un poco de ventaja en este juego, un brujo una vez me dijo que no peleara una batalla que no estuviese segura de su resultado, así que tenía que asegurar mi resultado. Me paré firme y decidí concentrarme, la oferta estaba muy jugosa y necesitaba aprovecharla con astucia.
-¿Has oído hablar de una lluvia metálica?- le pregunté con mucha malicia levantando una ceja, mi sonrisa se había puesto un poco macabra y mis ojos brillaban de emoción.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
El elfo levantó una ceja extrañado por la cara de emoción que tenía la niña, lo miraba con una gran sonrisa como si él fuera algo realmente divertido, la pequeña consiguió evitar la vaina de la espada con telequinesis, Destino había visto a varios brujos con un formidable manejo de la telequinesis, pero la niña aún no llegaba a tal control, al menos por ahora, pues para su edad su dominio se veía bastante prometedor, tal vez no por la fuerza, pero sí por la capacidad de reacción que había tenido para pensar en la acción e intensidad correctas al momento de desviar el ataque - Destino intenta medir tus habilidades - Dijo en tono bastante serio - Si eres fuerte, entrenarás con Destino, y si eres débil serás su cena - Finalizó agravando su voz para dar un aspecto de terror - Destino come niñas de tu edad - Puso las manos a la altura del rostro de la niña simulando garras de monstruo.
El elfo dejó a un lado su espada y se sentó en el piso frente a la pequeña niña - ¿Lluvia metálica? - Respondió a su pregunta con otra pregunta - ¿Qué es eso? - Preguntó muy interesado en el tema - ¿Es alguna poderosa técnica que aprendiste a hacer? - Dijo el pelinegro, la niña realmente había conseguido despertar su curiosidad - ¿O es algún efecto negativo que han causado los habitantes de este nuevo mundo? - Preguntó con algo de enojo - Destino ha conocido creaciones extrañas, abominaciones que no debieron ser creadas, algunas de metal - Hablaba ya casi para sí mismo mientras miraba hacia el suelo hasta que volvió en sí, dirigiendo entonces la vista hasta la pequeña niña - ¿Qué es entonces esa lluvia de metal? - Concluyó el elfo mientras miraba a la pequeña esperando una respuesta.
El animal peludo que había estado correteando hasta ahora, se acercó al elfo y comenzó a rodearlo a toda carrera hasta que el chico lo interrumpió tomándolo por una pata y levantándolo - ¿Qué clase de animal es esto? Destino jamás había visto uno igual - Preguntó el elfo a la pequeña, tal vez podría aprender de ella algunas cosas sobre el nuevo mundo al que tenía que enfrentarse, pues hasta ahora sus interacciones con personas habían sido efímeras y fugaces, sin tiempo para pláticas, solo combates, uno tras otro, sin descanso, sin final.
El elfo dejó a un lado su espada y se sentó en el piso frente a la pequeña niña - ¿Lluvia metálica? - Respondió a su pregunta con otra pregunta - ¿Qué es eso? - Preguntó muy interesado en el tema - ¿Es alguna poderosa técnica que aprendiste a hacer? - Dijo el pelinegro, la niña realmente había conseguido despertar su curiosidad - ¿O es algún efecto negativo que han causado los habitantes de este nuevo mundo? - Preguntó con algo de enojo - Destino ha conocido creaciones extrañas, abominaciones que no debieron ser creadas, algunas de metal - Hablaba ya casi para sí mismo mientras miraba hacia el suelo hasta que volvió en sí, dirigiendo entonces la vista hasta la pequeña niña - ¿Qué es entonces esa lluvia de metal? - Concluyó el elfo mientras miraba a la pequeña esperando una respuesta.
El animal peludo que había estado correteando hasta ahora, se acercó al elfo y comenzó a rodearlo a toda carrera hasta que el chico lo interrumpió tomándolo por una pata y levantándolo - ¿Qué clase de animal es esto? Destino jamás había visto uno igual - Preguntó el elfo a la pequeña, tal vez podría aprender de ella algunas cosas sobre el nuevo mundo al que tenía que enfrentarse, pues hasta ahora sus interacciones con personas habían sido efímeras y fugaces, sin tiempo para pláticas, solo combates, uno tras otro, sin descanso, sin final.
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Aquel elfo me parecía realmente divertido, era complicado tomar en serio a alguien que hablaba siempre en tercera persona y como si él fuese una especie de ser traído por las divinidades del cielo y resucitado tras complejos procesos de sacrificios místicos unidos a conjuros oscuros.
Al parecer mi paso hacia un lado no había impresionado al elfo, todos pueden dar pasos a los lados al fin y al cabo, pero -¿quién realmente los da a tiempo?- pensé. Destino pretendía causar miedo en mí, intimidarme e incluso subestimar mis habilidades pero como buen elfo su especialidad era curar, no dañar.
-No soy fuerte, pero si inteligente- hice una breve pausa en cuanto sentí su mano en mi cara -Podrás ser muy “malo” pero te preocupas por protegerme, dudo que eso sea indicio de que me quieras comer… De paso eres un elfo, a lo mejor ni siquiera comes carne… Y debo confesarte que soy bien carnosa, con pellejos de sobra, cartílagos y cosas que posiblemente se te hagan difícil de masticar- dije picandole el ojo -Así que debes ser tú quién suplique por entrenar con una carnívora-
Destino después de unos instantes fue que cayó en cuenta de lo que podría significar una lluvia metálica, realizó varias preguntas al respecto mientras se acercaba a mí para luego sentarse al frente. No parecía tomarse muy enserio el asunto, realmente me consideraba indefensa o tal vez alguien que no significase un gran peligro hacia su persona y aquello empezaba a molestarme, me había encantado la idea de entrenar, pero aquello me parecía una charla con conejitos en vez de un entrenamiento.
-Es un murciélago de fuego blanco, si le haces mucho cariño en la cabeza se convierte en serpiente- le dije irónicamente refiriéndome a Pelusa mientras sacaba de mi carcaj una flecha y la colocaba contra su pecho -Se llama Aion…¿Estás listo?- dije haciendo un poco de presión en su cuerpo esperando una respuesta.
Al escucharlo guardé mi flecha otra vez en su lugar y con telequinesis desenterré la espada de Destino y la enterré a mi lado para luego yo sujetarla con clara ventaja, no pretendía usar como arma algo que no sabía manejar, pero quitarle al oponente su única arma aparente me parecía un buen paso.
-Está linda tu espada, creo que me la quedaré- le dije sonriendo esperando que reaccionara -Si logras quitarme tu espada te contestaré sin ironías todas tus dudas acerca de este “mundo”- comenté mientras enterraba más la espada y la sujetaba con fuerza.
Al parecer mi paso hacia un lado no había impresionado al elfo, todos pueden dar pasos a los lados al fin y al cabo, pero -¿quién realmente los da a tiempo?- pensé. Destino pretendía causar miedo en mí, intimidarme e incluso subestimar mis habilidades pero como buen elfo su especialidad era curar, no dañar.
-No soy fuerte, pero si inteligente- hice una breve pausa en cuanto sentí su mano en mi cara -Podrás ser muy “malo” pero te preocupas por protegerme, dudo que eso sea indicio de que me quieras comer… De paso eres un elfo, a lo mejor ni siquiera comes carne… Y debo confesarte que soy bien carnosa, con pellejos de sobra, cartílagos y cosas que posiblemente se te hagan difícil de masticar- dije picandole el ojo -Así que debes ser tú quién suplique por entrenar con una carnívora-
Destino después de unos instantes fue que cayó en cuenta de lo que podría significar una lluvia metálica, realizó varias preguntas al respecto mientras se acercaba a mí para luego sentarse al frente. No parecía tomarse muy enserio el asunto, realmente me consideraba indefensa o tal vez alguien que no significase un gran peligro hacia su persona y aquello empezaba a molestarme, me había encantado la idea de entrenar, pero aquello me parecía una charla con conejitos en vez de un entrenamiento.
-Es un murciélago de fuego blanco, si le haces mucho cariño en la cabeza se convierte en serpiente- le dije irónicamente refiriéndome a Pelusa mientras sacaba de mi carcaj una flecha y la colocaba contra su pecho -Se llama Aion…¿Estás listo?- dije haciendo un poco de presión en su cuerpo esperando una respuesta.
Al escucharlo guardé mi flecha otra vez en su lugar y con telequinesis desenterré la espada de Destino y la enterré a mi lado para luego yo sujetarla con clara ventaja, no pretendía usar como arma algo que no sabía manejar, pero quitarle al oponente su única arma aparente me parecía un buen paso.
-Está linda tu espada, creo que me la quedaré- le dije sonriendo esperando que reaccionara -Si logras quitarme tu espada te contestaré sin ironías todas tus dudas acerca de este “mundo”- comenté mientras enterraba más la espada y la sujetaba con fuerza.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
La situación comenzaba a volverse un poco incómoda, la niña no dejaba de mostrar esa enorme sonrisa y el elfo comenzaba a ponerse nervioso, hasta ahora, nadie le había ofrecido una sonrisa tan tierna y sincera, eso perturbaba un poco su tranquilidad, sin embargo, por ahora intentaba seguir adelante con esto, el elfo observaba a la pequeña detallando el tamaño de su cuerpo, su brazos y piernas de corto alcance suponían un gran problema para el alcance de sus ataques cuerpo a cuerpo, la fuerza no era algo que pudiera destacar en ella, pero su tamaño podría hacerla bastante escurridiza, así que debían reforzar su agilidad y velocidad, al menos para mantenerse con vida.
La niña argumentaba ser inteligente, y además, lo demostraba con sus conclusiones acerca de los elfos - Destino no come carne - Dijo el elfo - Ningún animal merece morir para ser el alimento de otro - Tras decir aquello inició un ataque llevando el puño derecho hasta la cara de la pequeña en un veloz golpe que detuvo justo antes de llegar a tocarla, para luego estirar los dedos y apretarle la nariz - Debes ser rápida aquí - Señaló el cuerpo de Magazubi - Y aquí - Dijo mientras señalaba la cabeza de la pequeña.
La reacción de la pequeña no se hizo esperar mientras distraía al elfo explicándole la naturaleza del pequeño animal, consiguió sacar una flecha de su caraj, la cual colocó frente al pecho del elfo - Esa sí es una buena reacción - Dijo Destino un poco emocionado mientras daba un paso atrás y observaba como la pequeña usaba su telequinesis para arrancar la espada del suelo y llevarla cerca de ella - Quitarte la espada no será problema - Dijo Destino mientras avanzaba de prisa hasta quedar detrás de ella, entonces tomó la vaina de la espada y la usó para intentar darle una nalgada suave con la vaina de medio lado, rápidamente dio una voltereta en el suelo pasando junto a ella para colocarse junto a la espada, entonces la tomó del piso donde estaba clavada; tras levantarla la giró un par de veces con elegante gracia y destreza para finalmente guardarla en su vaina.
La pequeña le había dado una sorpresa, era definitivamente más lista de lo que aparentaba ser - El entrenamiento se dividirá en tres partes, una referente a tus habilidades físicas, otra para tus habilidades mentales y una última para tus habilidades mágicas - Destino se deshizo de su espada lanzándola lejos de donde se encontraban, luego se quitó su guante metálico para arrojarlo hacia el mismo sitio, luego de eso se agachó para tomar al pequeño aión y lo lanzó a unos metros de Magazubi - Atrápalo antes que caiga... Sin magia - Dijo el elfo en tono desafiante mientras el pequeño volaba, no sería difícil atraparlo, pero debía reaccionar rápido y darse prisa - Luego de eso, tu desafío será halar el cabello a Destino... Si puedes - Continuó desafiando las habilidades de la pequeña esperando motivarla a sacar todo su potencial.
La niña argumentaba ser inteligente, y además, lo demostraba con sus conclusiones acerca de los elfos - Destino no come carne - Dijo el elfo - Ningún animal merece morir para ser el alimento de otro - Tras decir aquello inició un ataque llevando el puño derecho hasta la cara de la pequeña en un veloz golpe que detuvo justo antes de llegar a tocarla, para luego estirar los dedos y apretarle la nariz - Debes ser rápida aquí - Señaló el cuerpo de Magazubi - Y aquí - Dijo mientras señalaba la cabeza de la pequeña.
La reacción de la pequeña no se hizo esperar mientras distraía al elfo explicándole la naturaleza del pequeño animal, consiguió sacar una flecha de su caraj, la cual colocó frente al pecho del elfo - Esa sí es una buena reacción - Dijo Destino un poco emocionado mientras daba un paso atrás y observaba como la pequeña usaba su telequinesis para arrancar la espada del suelo y llevarla cerca de ella - Quitarte la espada no será problema - Dijo Destino mientras avanzaba de prisa hasta quedar detrás de ella, entonces tomó la vaina de la espada y la usó para intentar darle una nalgada suave con la vaina de medio lado, rápidamente dio una voltereta en el suelo pasando junto a ella para colocarse junto a la espada, entonces la tomó del piso donde estaba clavada; tras levantarla la giró un par de veces con elegante gracia y destreza para finalmente guardarla en su vaina.
La pequeña le había dado una sorpresa, era definitivamente más lista de lo que aparentaba ser - El entrenamiento se dividirá en tres partes, una referente a tus habilidades físicas, otra para tus habilidades mentales y una última para tus habilidades mágicas - Destino se deshizo de su espada lanzándola lejos de donde se encontraban, luego se quitó su guante metálico para arrojarlo hacia el mismo sitio, luego de eso se agachó para tomar al pequeño aión y lo lanzó a unos metros de Magazubi - Atrápalo antes que caiga... Sin magia - Dijo el elfo en tono desafiante mientras el pequeño volaba, no sería difícil atraparlo, pero debía reaccionar rápido y darse prisa - Luego de eso, tu desafío será halar el cabello a Destino... Si puedes - Continuó desafiando las habilidades de la pequeña esperando motivarla a sacar todo su potencial.
Última edición por Destino el Sáb Ago 01 2015, 05:44, editado 1 vez
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Sentía que el elfo me subestimaba, el conocía cierta parte de mí y se notaba que su intención era ayudar pero realmente yo podía hacer más de lo que él había visto; sin embargo me tomó por sorpresa que acercara velozmente su mano a mi cara y me tocara la nariz como queriendo burlarse de mi reacción. Tenía lo que quería, demostrar que aún no era lo suficientemente rápida mental ni físicamente, aquello me acordó al sueño que había tenido con la casa incendiada y mi papá siendo lastimado, yo no podía hacer nada en aquellas vivas imágenes, pero estaba decidida a que aquello no me pasaría ahora que sabía los puntos que necesitaba trabajar -Necesito ser más rápida- pensé.
Después de mi pequeño truco retador de quitarle el arma a Destino este se vio un poco emocionado y alardeaba de que sería fácil recuperarla; se acercó a mí con rapidez mientras yo estaba a la expectativa dejando que el hiciera su movimiento, no conocía lo suficiente a ese orejudo para saber si realmente me iba a placar o sólo recuperaría su arma esquivándome pacíficamente.
Llegó el momento en donde sabría que movimiento haría él, tomó su vaina y pretendía golpearme -¿es en serio?- quedé sorprendida porque no esperaba aquello. Coloqué mis manos hacía atrás para bloquear el golpe que se dirigía a mi pompis para luego tomar la vaina con ambas manos y también arrebatársela. Mi posición no era muy favorable y sin esperarmelo Destino se escabulló por debajo para aproximarse a su objetivo -¡¡¡Aww!!! Fue una distracción- pensé un poco frustrada. El elfo lo había conseguido, agarró su espada con sutileza y un gran estilo para luego osar de guardar su arma en la vaina que aún sostenía en mis manos estando perpleja por haber caído en su trampa.
Puse cara de niña regañada y luego extendí mis brazos para entregarle su arma, se la había ganado justamente y sabía que si no se la devolvía igual me la arrebataría de alguna u otra forma. -Toda tuya- dije un poco desilusionada de mis habilidades.
No había logrado retener la espada por mucho tiempo, sin embargo considero que “pasé la prueba de Destino”, ya que luego de entregarle su arma me propuso un orden y una estructura para entrenar juntos. Dijo que entrenariamos tres partes: la parte física, la mental y la magica, aquello me hizo recordar una palabra que había leído hace tiempito “triskalion”, un símbolo con tres espirales que podrían significar 3 ordenes, como por ejemplo las tres cosas que no se pueden ocultar: el sol, la luna y la verdad; la familia: el padre, la madre e hijo; pero los tres ordenes que me habían llamado la atención era: mente, cuerpo y alma, y de eso iba a tratar el entrenamiento.
Me impresionó que el elfo se desarmara; por lo que había entendido el primer factor que había mencionado era la parte física, esperaba tener que luchar con él cuerpo a cuerpo o algo parecido.
-¡¡¡¡¡Pelusaaaaaaaaaaaaaa!!!!!- grité al ver a mi aionsito (no volador) volar por los aires.
Mi corazón empezó a disparar adrenalina y sangre por todo mi cuerpo, mi bebé estaba en peligro, no quería que se lastimara. Me encontraba muy nerviosa y preocupada, parecía como si me picaran las manos por no tenerlo cerquita para protegerlo, así que salí corriendo con la esperanza de atraparlo. Cuando lo logré sentí un enorme alivio, mi corazón empezó a disminuir su ritmo y el elfo empezaba a molestarme.
-¡Hey, no metas a Pelusa en esto!- le dije con autoridad, mientras alejaba a mi peludito de las “garras de Destino”.
-¿Halar tu cabello? Será un placer para mí después de ese susto que me diste- le dije con ganas de halar tan fuerte que lo dejaría calvo.
Por suerte para mí su cabello era bastante largo, o por lo menos más largo que el promedio de los hombres, eso me facilitaba la tarea, pero necesitaba idear algo pronto, porque ya había visto que actuar por reflejo puede ser efectivo pero no siempre lo más inteligente. Lo primero que intenté hacer fue lanzarme sobre él para guindarme en su cuerpo y halar su cabello, pero el movimiento había sido muy obvio y pudo esquivarme con facilidad.
-No te lo halaré- le dije en tono malcriada por no ponérmelo fácil -Jumm- me di media vuelta.
Esperé un tiempo prudencial y luego lo volví a intentar, corrí para lanzarme encima pero obtuve el mismo resultado, el elfo no bajaba la guardia. Luego sonreí con picardía y empecé a seguirlo como una niña loca, corría alrededor de él, saltaba, giraba y seguía intentado todo para halarle el cabello, hasta que sucedió.
Después de un rato persiguiendo a Destino me quedé parada cruzada de brazos y sonriendo como si la victoria hubiese sido mía, la cara del elfo quedo extrañada porque sabía que aún mi cometido no había sido logrado, pero se equivocaba. Mientras lo correteaba, saltaba y mareaba estaba infiltrando en su espacio una de mis agujas que tenía la tarea de ocultarse cerca de su cabello para actuar al momento que yo avisara. Al detenerme hice que la aguja dibujara un pequeño circulo que permitiera enrollar varios cabellos a su alrededor para luego hacer que la aguja se acercara a mi mano causando un gran halón en el cuero cabelludo del elfo.
Después de mi pequeño truco retador de quitarle el arma a Destino este se vio un poco emocionado y alardeaba de que sería fácil recuperarla; se acercó a mí con rapidez mientras yo estaba a la expectativa dejando que el hiciera su movimiento, no conocía lo suficiente a ese orejudo para saber si realmente me iba a placar o sólo recuperaría su arma esquivándome pacíficamente.
Llegó el momento en donde sabría que movimiento haría él, tomó su vaina y pretendía golpearme -¿es en serio?- quedé sorprendida porque no esperaba aquello. Coloqué mis manos hacía atrás para bloquear el golpe que se dirigía a mi pompis para luego tomar la vaina con ambas manos y también arrebatársela. Mi posición no era muy favorable y sin esperarmelo Destino se escabulló por debajo para aproximarse a su objetivo -¡¡¡Aww!!! Fue una distracción- pensé un poco frustrada. El elfo lo había conseguido, agarró su espada con sutileza y un gran estilo para luego osar de guardar su arma en la vaina que aún sostenía en mis manos estando perpleja por haber caído en su trampa.
Puse cara de niña regañada y luego extendí mis brazos para entregarle su arma, se la había ganado justamente y sabía que si no se la devolvía igual me la arrebataría de alguna u otra forma. -Toda tuya- dije un poco desilusionada de mis habilidades.
No había logrado retener la espada por mucho tiempo, sin embargo considero que “pasé la prueba de Destino”, ya que luego de entregarle su arma me propuso un orden y una estructura para entrenar juntos. Dijo que entrenariamos tres partes: la parte física, la mental y la magica, aquello me hizo recordar una palabra que había leído hace tiempito “triskalion”, un símbolo con tres espirales que podrían significar 3 ordenes, como por ejemplo las tres cosas que no se pueden ocultar: el sol, la luna y la verdad; la familia: el padre, la madre e hijo; pero los tres ordenes que me habían llamado la atención era: mente, cuerpo y alma, y de eso iba a tratar el entrenamiento.
Me impresionó que el elfo se desarmara; por lo que había entendido el primer factor que había mencionado era la parte física, esperaba tener que luchar con él cuerpo a cuerpo o algo parecido.
-¡¡¡¡¡Pelusaaaaaaaaaaaaaa!!!!!- grité al ver a mi aionsito (no volador) volar por los aires.
Mi corazón empezó a disparar adrenalina y sangre por todo mi cuerpo, mi bebé estaba en peligro, no quería que se lastimara. Me encontraba muy nerviosa y preocupada, parecía como si me picaran las manos por no tenerlo cerquita para protegerlo, así que salí corriendo con la esperanza de atraparlo. Cuando lo logré sentí un enorme alivio, mi corazón empezó a disminuir su ritmo y el elfo empezaba a molestarme.
-¡Hey, no metas a Pelusa en esto!- le dije con autoridad, mientras alejaba a mi peludito de las “garras de Destino”.
-¿Halar tu cabello? Será un placer para mí después de ese susto que me diste- le dije con ganas de halar tan fuerte que lo dejaría calvo.
Por suerte para mí su cabello era bastante largo, o por lo menos más largo que el promedio de los hombres, eso me facilitaba la tarea, pero necesitaba idear algo pronto, porque ya había visto que actuar por reflejo puede ser efectivo pero no siempre lo más inteligente. Lo primero que intenté hacer fue lanzarme sobre él para guindarme en su cuerpo y halar su cabello, pero el movimiento había sido muy obvio y pudo esquivarme con facilidad.
-No te lo halaré- le dije en tono malcriada por no ponérmelo fácil -Jumm- me di media vuelta.
Esperé un tiempo prudencial y luego lo volví a intentar, corrí para lanzarme encima pero obtuve el mismo resultado, el elfo no bajaba la guardia. Luego sonreí con picardía y empecé a seguirlo como una niña loca, corría alrededor de él, saltaba, giraba y seguía intentado todo para halarle el cabello, hasta que sucedió.
Después de un rato persiguiendo a Destino me quedé parada cruzada de brazos y sonriendo como si la victoria hubiese sido mía, la cara del elfo quedo extrañada porque sabía que aún mi cometido no había sido logrado, pero se equivocaba. Mientras lo correteaba, saltaba y mareaba estaba infiltrando en su espacio una de mis agujas que tenía la tarea de ocultarse cerca de su cabello para actuar al momento que yo avisara. Al detenerme hice que la aguja dibujara un pequeño circulo que permitiera enrollar varios cabellos a su alrededor para luego hacer que la aguja se acercara a mi mano causando un gran halón en el cuero cabelludo del elfo.
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OffRol
-Pompis: trasero, colita, nalgas.
-Orejudo: Persona con orejas grandes.
-Placar: es un termino utilizado en rugby como para abalanzarse sobre una persona para detenerlo.
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-Orejudo: Persona con orejas grandes.
-Placar: es un termino utilizado en rugby como para abalanzarse sobre una persona para detenerlo.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Ver a la pequeña gritando y corriendo para atrapar a su peludo amigo había resultado sumamente gracioso, el elfo luchó para contener la risa ante aquella escena llena de ternura, sin embargo a la pequeña no le había parecido nada gracioso; había sido una buena motivación, ahora la chica mostraba una mirada decidida a cumplir su cometido, manos y pies a la obra la pequeña se lanzó hacia el chico en un ataque directo que el elfo pudo imaginar desde el inicio, así que flexionó un poco las piernas y justo antes que la niña llegara saltó sobre ella cayendo a su espalda y dando una voltereta en el piso para girarse y quedar de frente a ella.
Parecía rendirse, pero conociéndola, Destino sabía que no se daría por vencida en apenas un intento, así que se mantuvo alerta para evadirla de nuevo; la pequeña se dio la vuelta y echó a correr en un segundo intento que el elfo ya se esperaba, y aunque esta vez había estado más cerca, consiguió saltar hacia un lado y girar en el piso para quedar de nuevo de frente a ella - Eres muy rápida - Dijo a modo de cumplido - Pero no basta la velocidad, si realizas demasiados esfuerzos para una misma cosa te agotarás más rápido, debes calcular cada acción que hagas, que nada sea en vano, piensa y luego actúa - Aconsejaba el elfo mientras se movía ligeramente atento al siguiente movimiento.
La pequeña pareció entender el consejo, pero no parecía ponerlo en práctica, corría, saltaba y gritaba tras el elfo que lograba esquivarla con gracia una y otra vez - Haz un plan y ejecútalo - Dijo el pelinegro luego de esquivarla de nuevo de un salto a la derecha, del que tuvo que reponerse rápidamente para saltar sobre la pequeña y correr para alejarse unos metros, la niña parecía incansable - ¿Cómo puede tener tanta energía? - Susurró el elfo esperando a que la excesiva cantidad de movimientos que realizaba, acabaran por cansar a la pequeña, sin embargo, al contrario de lo que se podía esperar, la determinación de la pequeña parecía darle cada vez más velocidad, estaba decidida a cumplir su cometido, aunque había una contradicción entre su mirada y sus acciones, hacía movimientos locos y desordenados, como si sus pensamientos estuvieran en otra idea.
Fue entonces cuando el elfo entendió que todo era una distracción, pero ¿Para qué? La pequeña se detuvo con aires de victoria aunque no había conseguido su objetivo, el elfo miró las manos de la pequeña en busca de algún indicio, pero no había ninguna evidencia, él tampoco había sentido ningún contacto a su cabello, sin embargo la niña lo miraba con cierto orgullo, fue entonces cuando pudo sentirlo, algo estaba halando su cabello, al parecer la pequeña lo había conseguido, aunque con un método muy agotador, había usado su ingenio; se acercó a ella y llevó una mano a la cabeza de la pequeña para revolverle el cabello - Lo has hecho bien, aunque usas demasiada energía, de ese modo te cansarías antes en una batalla larga - Se sentó en el piso indicándole a la pequeña que hiciera lo mismo - El aspecto físico es una gran debilidad de los brujos - Dijo en tono severo - Aunque los elfos también poseen esa debilidad, la pueden compensar con una gran destreza - Explicaba mientras mantenía la mirada fija en la pequeña - Así que los brujos tienen una tendencia a resolver todo con magia - Tomó lo que se había enredado en su cabello descubriendo que era una pequeña aguja y tras detallarla la entregó a la pequeña - ¿Lo habrías logrado sin magia? - Cuestionó el chico con una mirada muy seria - Aunque los brujos no poseen la gran destreza de la que presumen los elfos, poseen una gran capacidad intelectual, y es ese atributo el que inconscientemente has mostrado, has usado tu ingenio y la magia para lograr un fin - Destino movía las manos mientras explicaba a la pequeña - Eres bastante rápida - Dijo a modo de cumplido - Pero si tu resistencia es poca tu velocidad bajará, debes aprender a coordinar tus acciones de modo que logres tu objetivo con la menor cantidad posible de movimientos.
Tras decir eso el elfo se levantó de prisa, la intención de la charla había sido, no solo aconsejar, sino también darle tiempo a la pequeña de recuperar las energías gastadas en sus incesantes carreras - Ahora es el turno de tu concentración y coordinación mental - Destino tomó tres pequeñas piedras del suelo y las arrojó cerca de la pequeña - Usa tu telequinesis para levantar las tres piedras, y mientras sostienes una sobre tu cabeza, usarás las otras dos para intentar golpear a Destino - La tarea era difícil, sin duda, pondría a prueba toda su concentración - Deberás mantener concentración y coordinación en equilibrio para que la piedra en tu cabeza no te golpee, al tiempo que mantienes las otras en movimiento - Dijo el elfo mientras se ponía en guardia, no solo sería el entrenamiento, sino que además le serviría a él para mejorar sus reflejos y capacidad de reacción.
Parecía rendirse, pero conociéndola, Destino sabía que no se daría por vencida en apenas un intento, así que se mantuvo alerta para evadirla de nuevo; la pequeña se dio la vuelta y echó a correr en un segundo intento que el elfo ya se esperaba, y aunque esta vez había estado más cerca, consiguió saltar hacia un lado y girar en el piso para quedar de nuevo de frente a ella - Eres muy rápida - Dijo a modo de cumplido - Pero no basta la velocidad, si realizas demasiados esfuerzos para una misma cosa te agotarás más rápido, debes calcular cada acción que hagas, que nada sea en vano, piensa y luego actúa - Aconsejaba el elfo mientras se movía ligeramente atento al siguiente movimiento.
La pequeña pareció entender el consejo, pero no parecía ponerlo en práctica, corría, saltaba y gritaba tras el elfo que lograba esquivarla con gracia una y otra vez - Haz un plan y ejecútalo - Dijo el pelinegro luego de esquivarla de nuevo de un salto a la derecha, del que tuvo que reponerse rápidamente para saltar sobre la pequeña y correr para alejarse unos metros, la niña parecía incansable - ¿Cómo puede tener tanta energía? - Susurró el elfo esperando a que la excesiva cantidad de movimientos que realizaba, acabaran por cansar a la pequeña, sin embargo, al contrario de lo que se podía esperar, la determinación de la pequeña parecía darle cada vez más velocidad, estaba decidida a cumplir su cometido, aunque había una contradicción entre su mirada y sus acciones, hacía movimientos locos y desordenados, como si sus pensamientos estuvieran en otra idea.
Fue entonces cuando el elfo entendió que todo era una distracción, pero ¿Para qué? La pequeña se detuvo con aires de victoria aunque no había conseguido su objetivo, el elfo miró las manos de la pequeña en busca de algún indicio, pero no había ninguna evidencia, él tampoco había sentido ningún contacto a su cabello, sin embargo la niña lo miraba con cierto orgullo, fue entonces cuando pudo sentirlo, algo estaba halando su cabello, al parecer la pequeña lo había conseguido, aunque con un método muy agotador, había usado su ingenio; se acercó a ella y llevó una mano a la cabeza de la pequeña para revolverle el cabello - Lo has hecho bien, aunque usas demasiada energía, de ese modo te cansarías antes en una batalla larga - Se sentó en el piso indicándole a la pequeña que hiciera lo mismo - El aspecto físico es una gran debilidad de los brujos - Dijo en tono severo - Aunque los elfos también poseen esa debilidad, la pueden compensar con una gran destreza - Explicaba mientras mantenía la mirada fija en la pequeña - Así que los brujos tienen una tendencia a resolver todo con magia - Tomó lo que se había enredado en su cabello descubriendo que era una pequeña aguja y tras detallarla la entregó a la pequeña - ¿Lo habrías logrado sin magia? - Cuestionó el chico con una mirada muy seria - Aunque los brujos no poseen la gran destreza de la que presumen los elfos, poseen una gran capacidad intelectual, y es ese atributo el que inconscientemente has mostrado, has usado tu ingenio y la magia para lograr un fin - Destino movía las manos mientras explicaba a la pequeña - Eres bastante rápida - Dijo a modo de cumplido - Pero si tu resistencia es poca tu velocidad bajará, debes aprender a coordinar tus acciones de modo que logres tu objetivo con la menor cantidad posible de movimientos.
Tras decir eso el elfo se levantó de prisa, la intención de la charla había sido, no solo aconsejar, sino también darle tiempo a la pequeña de recuperar las energías gastadas en sus incesantes carreras - Ahora es el turno de tu concentración y coordinación mental - Destino tomó tres pequeñas piedras del suelo y las arrojó cerca de la pequeña - Usa tu telequinesis para levantar las tres piedras, y mientras sostienes una sobre tu cabeza, usarás las otras dos para intentar golpear a Destino - La tarea era difícil, sin duda, pondría a prueba toda su concentración - Deberás mantener concentración y coordinación en equilibrio para que la piedra en tu cabeza no te golpee, al tiempo que mantienes las otras en movimiento - Dijo el elfo mientras se ponía en guardia, no solo sería el entrenamiento, sino que además le serviría a él para mejorar sus reflejos y capacidad de reacción.
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
En mi ataque distractor el elfo había comentado algo muy sabio, el gasto energético era muy grande; podía tener mucha velocidad, pero sí mi resistencia no aguantaba mi “movimiento distractor”, luego de ejecutar mi plan sí algo no sale como lo esperado o hay un contraataque no tendré la energía suficiente como para resolver aquella situación.
Después de terminada mi tarea Destino me señaló que lo acompañara en el piso, me explicaba su percepción de mis habilidades y los atributos que tenían las diferentes especies, como una cosa contrarresta la otra. El análisis me había parecido bastante interesante y aproveché ese momento para descansar un poco. Luego de eso al elfo se lo ocurrió la brillantísima idea de poner a prueba mi concentración; el ejercicio que me proponía sonaba bastante difícil.
Tenía que mantener una piedra sobre mi cabeza y mientras, debía atacarlo con otras dos. El primer paso era claramente sencillo, ya había practicado el manejo de varios objetos con telequinesis, pero por lo general todos los objetos tenían un mismo objetivo. Levanté las tres piedras y como preparación me las coloqué todas sobre la cabeza, respire profundo y empecé a mover una de ellas sin mover las otras dos de su posición inicial. -Tengo que lograrlo- me dije a mí misma -Es la oportunidad de ver hasta dónde pueden llegar mis habilidades-. Abrí mis ojos y comencé a tener mejor dominio de la piedra que había empezado a mover, decidí mover la otra con cuidado pero la que se supone que se mantendría en mi cabeza me dió un pequeño golpesito; cerré los ojos y la posicioné en su lugar. -Claro que puedo- me dije en un tono más serio.
Obtuve un mejor control de las piedras después de aquella afirmación así que me deje llevar un poco e hice que las dos piedras en movimiento se dirigieran hacia el elfo, no con mucha potencia ni la mejor puntería pero al menos había podido sacar las piedras de mi perímetro.
Pude observar que Destino las veía aproximarse hasta con flojera. -Ups, finge que te entreno en cámara lenta- dije sonriendo ampliamente antes de que el feo elfo se durmiera; sin embargo, a medida que las piedritas se alejaban, comenzaban a perder fuerza hasta caer al piso; intenté levantarlas de nuevo pero en medio del esfuerzo, perdí la concentración y la otra cayó sobre mi cabeza dándome un golpecito fuerte en la cabeza -Auch- Dije mientras mis ojitos se cerraban intentando contener el agua que se aproximaba, al parecer no era tan buena como creía que podría ser, era mejor, sólo que estaba oculto en mi interior, muy muy oculto, así que dejé en el piso todas las piedras y me crucé de brazos mientras le sacaba la lengua al elfo, él era el culpable de todo, totalmente.
Después de terminada mi tarea Destino me señaló que lo acompañara en el piso, me explicaba su percepción de mis habilidades y los atributos que tenían las diferentes especies, como una cosa contrarresta la otra. El análisis me había parecido bastante interesante y aproveché ese momento para descansar un poco. Luego de eso al elfo se lo ocurrió la brillantísima idea de poner a prueba mi concentración; el ejercicio que me proponía sonaba bastante difícil.
Tenía que mantener una piedra sobre mi cabeza y mientras, debía atacarlo con otras dos. El primer paso era claramente sencillo, ya había practicado el manejo de varios objetos con telequinesis, pero por lo general todos los objetos tenían un mismo objetivo. Levanté las tres piedras y como preparación me las coloqué todas sobre la cabeza, respire profundo y empecé a mover una de ellas sin mover las otras dos de su posición inicial. -Tengo que lograrlo- me dije a mí misma -Es la oportunidad de ver hasta dónde pueden llegar mis habilidades-. Abrí mis ojos y comencé a tener mejor dominio de la piedra que había empezado a mover, decidí mover la otra con cuidado pero la que se supone que se mantendría en mi cabeza me dió un pequeño golpesito; cerré los ojos y la posicioné en su lugar. -Claro que puedo- me dije en un tono más serio.
Obtuve un mejor control de las piedras después de aquella afirmación así que me deje llevar un poco e hice que las dos piedras en movimiento se dirigieran hacia el elfo, no con mucha potencia ni la mejor puntería pero al menos había podido sacar las piedras de mi perímetro.
Pude observar que Destino las veía aproximarse hasta con flojera. -Ups, finge que te entreno en cámara lenta- dije sonriendo ampliamente antes de que el feo elfo se durmiera; sin embargo, a medida que las piedritas se alejaban, comenzaban a perder fuerza hasta caer al piso; intenté levantarlas de nuevo pero en medio del esfuerzo, perdí la concentración y la otra cayó sobre mi cabeza dándome un golpecito fuerte en la cabeza -Auch- Dije mientras mis ojitos se cerraban intentando contener el agua que se aproximaba, al parecer no era tan buena como creía que podría ser, era mejor, sólo que estaba oculto en mi interior, muy muy oculto, así que dejé en el piso todas las piedras y me crucé de brazos mientras le sacaba la lengua al elfo, él era el culpable de todo, totalmente.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
La escena resultaba bastante graciosa, luchaba por mantener las pequeñas piedras sobre su cabeza de forma que el elfo, enternecido por aquella imagen podría dejarse golpear sólo por la ternura de la niña. Destino se alejó lentamente contando los pasos que daba hasta detenerse en un punto relativamente alejado y se cruzó de brazos esperando que la enana comenzara su intento; se sorprendió al ver que lograba mantener a flote los objetos incluso moviéndolos hacia lugares diferentes hasta que finalmente logró dirigirlas hasta donde se encontraba el pelinegro, sin embargo, el intento era muy pobre, debido tal vez a la inexperiencia, o desconocimiento de su propio potencial.
La niña dijo algunas palabras a modo de broma mientras el elfo observaba las piedras con mucha calma mientras llevaba una especie de cuenta regresiva y al llegar a cero, pasaron apenas un par de segundos cuando las piedras finalmente fueron a dar al piso; esto hizo que su concentración desapareciera completamente y la otra piedra acabara golpeando su cabeza de nuevo, los ojos de la pequeña parecían inundarse de lágrimas que se negaban a salir debido tal vez a su orgullo de mujer... O de niña... Y como un acto de adorable rebeldía le sacó la lengua al pelinegro, aunque éste no supo interpretar lo que eso significaba; Destino se agachó para tomar ambas piedritas y caminó con ellas lentamente hasta donde estaba la pequeña -Si conoces a los demás y te conoces a ti misma, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti misma, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti misma, correrás peligro en cada batalla- Recitó el elfo casi de memoria mientras se agachaba y tras colocar las piedras junto a la niña, estiró una mano a la cara de la pequeña para intentar quitarle las lágrimas -Necesitas conocer los límites de tus habilidades- Dijo en tono serio -Hay un alcance para tu telequinesis, no puedes por ejemplo, enviar una piedra desde acá hasta Beltrexus- Dijo mientras se sentaba junto a ella -Eso seguro ya lo sabías, pero difícilmente te habrías preguntado cuál es la mayor distancia que puede alcanzar tu poder- Colocó ambas piedras frente a la pequeña y se alejó solo un poco esta vez -Destino puede sentir el mana, y con ello, el control que tienes del mismo para tu telequinesis; ésta vez Destino se mantendrá dentro de tus límites para que puedas alcanzarlo- En un tono más serio y hasta aburrido terminó su sermón antes de alejarse -No pienses que usas las piedras para golpear a un elfo, piensa que las piedras desean cumplir ese objetivo, que todo el universo lo desea, y tú eres quien les ayuda a lograrlo.
El elfo se detuvo un instante a cierta distancia de la pequeña -Recuerda que todos pueden fallar alguna vez, pero solo quienes han caído muchas veces, aprenden a levantarse más rápido- Aplaudió un par de veces para intentar animar a la pequeña -Arriba, enana, que esas piedras no se moverán solas- Dijo mientras se ponía en guardia esperando al nuevo intento de la pequeña.
La niña dijo algunas palabras a modo de broma mientras el elfo observaba las piedras con mucha calma mientras llevaba una especie de cuenta regresiva y al llegar a cero, pasaron apenas un par de segundos cuando las piedras finalmente fueron a dar al piso; esto hizo que su concentración desapareciera completamente y la otra piedra acabara golpeando su cabeza de nuevo, los ojos de la pequeña parecían inundarse de lágrimas que se negaban a salir debido tal vez a su orgullo de mujer... O de niña... Y como un acto de adorable rebeldía le sacó la lengua al pelinegro, aunque éste no supo interpretar lo que eso significaba; Destino se agachó para tomar ambas piedritas y caminó con ellas lentamente hasta donde estaba la pequeña -Si conoces a los demás y te conoces a ti misma, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti misma, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti misma, correrás peligro en cada batalla- Recitó el elfo casi de memoria mientras se agachaba y tras colocar las piedras junto a la niña, estiró una mano a la cara de la pequeña para intentar quitarle las lágrimas -Necesitas conocer los límites de tus habilidades- Dijo en tono serio -Hay un alcance para tu telequinesis, no puedes por ejemplo, enviar una piedra desde acá hasta Beltrexus- Dijo mientras se sentaba junto a ella -Eso seguro ya lo sabías, pero difícilmente te habrías preguntado cuál es la mayor distancia que puede alcanzar tu poder- Colocó ambas piedras frente a la pequeña y se alejó solo un poco esta vez -Destino puede sentir el mana, y con ello, el control que tienes del mismo para tu telequinesis; ésta vez Destino se mantendrá dentro de tus límites para que puedas alcanzarlo- En un tono más serio y hasta aburrido terminó su sermón antes de alejarse -No pienses que usas las piedras para golpear a un elfo, piensa que las piedras desean cumplir ese objetivo, que todo el universo lo desea, y tú eres quien les ayuda a lograrlo.
El elfo se detuvo un instante a cierta distancia de la pequeña -Recuerda que todos pueden fallar alguna vez, pero solo quienes han caído muchas veces, aprenden a levantarse más rápido- Aplaudió un par de veces para intentar animar a la pequeña -Arriba, enana, que esas piedras no se moverán solas- Dijo mientras se ponía en guardia esperando al nuevo intento de la pequeña.
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Destino no parecía entender mi expresión, sin embargo, recogió las piedritas que se encontraban en el piso. Era super molesto que el elfo no hubiese entendido lo que había hecho, me desesperaba sobre manera, me daban ganas de lanzarle la lluvia metálica para destrozarlo por completo, pero en el fondo me caía bien y se estaba esforzando en realmente ayudarme a ser una mejor luchadora.
Pensar en que mi papá podría depender de mí para seguir con su vida y no poder salvarlo me dejó preocupada por aprender con seriedad técnicas, truquitos y algunas cosas que me pudiesen ayudar. No quería seguir siendo la misma niñita dulce e indefensa que lo único que hacía era hablar como un lorito y lastimar diciéndole “feos” a los malos.
Mi forma verbal de tratar a las personas variaba mucho dependiendo de la situación, pasaba de intelectual e hiriente a palabritas tonticas como con malcriadez. Aquello me era útil, pero no sería suficiente para vivir en aerandir; precisamente por eso es que mi papi me había dado la alternativa de utilizar el arco.
Se me presentaba la oportunidad en una bandeja de plata, tenía a Destino, un elfo que al menos aparentaba saber un poco de todas esas cositas de las que hablaba, sería de mal gusto no prestarle atención y sería de tontos no aprovechar algo de esos consejos para prosperar en cuanto a defensa y ataque.
Dejé que aquel pelinegro me explicara, aquello me dio sentimiento y una lagrimita se me escapó, me sentía muy mala persona por no darle la suficiente importancia al entrenamiento, pero el muy lindo elfo retiró con cuidado el desagüe que había en mi rostro. Le devolví una sonrisa agradecida y seguí escuchándolo con mucho detenimiento. Todo lo que decía tenía muchísima lógica y era bastante motivacional a decir verdad, así que me paré para dar la cara y demostrarle al elfo de lo que estoy hecha.
-Tú puedes hacer todo lo que te propongas- me dije con determinación. Sin dudar de mis capacidades elevé las piedras y coloque una encima de la otra sobre mi cabeza, estas empezaron a separarse de mi cuero cabelludo y las dos que estaban en la cima se dirigieron con seguridad hacia donde se encontraba el elfo. Sentía pleno control sobre ellas, era impresionante, nunca me había sentido con tanto dominio de los objetos que movía con telequinesis. De principio el elfo las esquivo sin mucho problema (1) y yo dejé que estas piedras siguieran de largo, Destino me había despertado el sentido de la curiosidad hacía mí misma. Por lo general estudiaba todo a mi alrededor, pero no me había estudiado a mí misma y aunque lo consideraba un tanto extraño se sentía muy bien.
Cuando sentí que perdía cierto contacto con mis piedras las halé mentalmente hacía el elfo, -¿De qué estará hecho él? ¿Las esquivara?-
Pensar en que mi papá podría depender de mí para seguir con su vida y no poder salvarlo me dejó preocupada por aprender con seriedad técnicas, truquitos y algunas cosas que me pudiesen ayudar. No quería seguir siendo la misma niñita dulce e indefensa que lo único que hacía era hablar como un lorito y lastimar diciéndole “feos” a los malos.
Mi forma verbal de tratar a las personas variaba mucho dependiendo de la situación, pasaba de intelectual e hiriente a palabritas tonticas como con malcriadez. Aquello me era útil, pero no sería suficiente para vivir en aerandir; precisamente por eso es que mi papi me había dado la alternativa de utilizar el arco.
Se me presentaba la oportunidad en una bandeja de plata, tenía a Destino, un elfo que al menos aparentaba saber un poco de todas esas cositas de las que hablaba, sería de mal gusto no prestarle atención y sería de tontos no aprovechar algo de esos consejos para prosperar en cuanto a defensa y ataque.
Dejé que aquel pelinegro me explicara, aquello me dio sentimiento y una lagrimita se me escapó, me sentía muy mala persona por no darle la suficiente importancia al entrenamiento, pero el muy lindo elfo retiró con cuidado el desagüe que había en mi rostro. Le devolví una sonrisa agradecida y seguí escuchándolo con mucho detenimiento. Todo lo que decía tenía muchísima lógica y era bastante motivacional a decir verdad, así que me paré para dar la cara y demostrarle al elfo de lo que estoy hecha.
-Tú puedes hacer todo lo que te propongas- me dije con determinación. Sin dudar de mis capacidades elevé las piedras y coloque una encima de la otra sobre mi cabeza, estas empezaron a separarse de mi cuero cabelludo y las dos que estaban en la cima se dirigieron con seguridad hacia donde se encontraba el elfo. Sentía pleno control sobre ellas, era impresionante, nunca me había sentido con tanto dominio de los objetos que movía con telequinesis. De principio el elfo las esquivo sin mucho problema (1) y yo dejé que estas piedras siguieran de largo, Destino me había despertado el sentido de la curiosidad hacía mí misma. Por lo general estudiaba todo a mi alrededor, pero no me había estudiado a mí misma y aunque lo consideraba un tanto extraño se sentía muy bien.
Cuando sentí que perdía cierto contacto con mis piedras las halé mentalmente hacía el elfo, -¿De qué estará hecho él? ¿Las esquivara?-
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
La enana se había mantenido en silencio durante toda la explicación, por lo que el elfo no sabía si se lo había tomado de buena o mala manera, a fin de cuentas, no esperaba tener el tacto necesario para hacer de dulce niñera, sin embargo, la niña se levantó con una mirada llena de determinación, Destino llegó a sentirse incluso, casi intimidado por la mirada de la pequeña que se erguía orgullosa y soberbia preparando su próximo intento, el mana en el ambiente parecía buscar a la pequeña, aunque seguro ella no era consciente de ese detalle, en tan solo unos instantes, inconscientemente había canalizado una gran cantidad de mana para mover las piedras con gran facilidad, sin embargo su estrategia parecía ser bastante básica, atacaba con las dos piedras juntas, era prácticamente un mismo ataque, por lo que no resultaría difícil esquivarlas al mismo tiempo; Destino se apartó hacia un lado dejando pasar las piedras ya sin prestarles mucha atención, sin embargo, aún sentía magia tras él, así que se mantuvo atento, pues a diferencia de la vez anterior, no había escuchado el impacto de las piedras contra el piso, seguramente seguían en el aire -Ingeniosa... Pero predecible- Dijo mientras escuchaba el leve zumbido de las piedras volver.
Sin mucho esfuerzo, el elfo se apartó en el momento justo sin siquiera voltear hacia atrás, sin embargo, para su sorpresa, lo que había esquivado era tan solo una de las dos, la segunda venía más atrás como un segundo ataque con el que el elfo no contaba, había sido una estrategia bastante impredecible, o tal vez el pelinegro se había confiado subestimando a la niña; al encontrarse desconcertado no logró reaccionar a tiempo y aunque trató de apartarse tan rápido como pudo, la piedra acabó por golpear su hombro izquierdo dándole a la pequeña la victoria en el desafío.
Una leve y disimulada sonrisa se dibujó en la cara del elfo al entender el éxito de la pequeña niña, era más lista de lo que aparentaba ser, sin embargo, durante el ataque, había notado algo diferente en la pequeña, algo que no había percibido antes, en su mirada se había reflejado un sentimiento difícil de explicar, tal vez una mezcla entre miedo y furia, como si algo la atormentara por dentro, como si por alguna razón pensara mucho en alguien más, aunque el elfo no quiso preguntar acerca de eso y se limitó a celebrar la hazaña de la pequeña -Lo has hecho bien, enana- Dijo mientras aplaudía pausadamente tres veces y se acercaba de nuevo hacia ella para invitarla, otra vez, a sentarse en el piso -Ha sido una buena estrategia- Expresó el elfo intentando ocultar lo impresionado que estaba.
Continuó explicando mientras permanecía sentado -Tu magia no solo tiene un límite en distancia física, sino también en la fuerza que puedes usar para levantar algún objeto; ese es otro factor que debes tener en cuanta, no solo hasta donde puedes llevar un objeto, sino también el máximo peso que puedes levantar- Tras levantar la vista hacia el árbol a donde había lanzado sus armas, se levantó en busca del guante metálico y lo trajo a donde se encontraba la pequeña, mientras se sentaba dejó caer el guante frente a ella -Además de la limitación representada por el peso de un objeto, se encuentra el límite de tu resistencia, y entre más pesado sea el objeto que mueves, menor será el tiempo que puedas sostenerlo- Hablaba de manera pausada para asegurarse de que la pequeña lo entendía claramente -Tu siguiente ejercicio será levantar ese guante de metal y usarlo como escudo para bloquear los ataques, ten en cuenta que por su peso deberás saber administrar los movimientos que realices, la telequinesis conlleva a un agotamiento mental, si no sabes administrarlo acabarás por perder el control tras un corto periodo de tiempo- Destino se levantó en un santiamén y comenzó a moverse en círculos alrededor de la pequeña mientras se agachaba a ratos para tomar piedras pequeñas que luego lanzaba en el momento y lugar indicados, no eran simples ataques a donde cayeran, sino que cada uno tenía como objetivo causar el mayor agotamiento posible a la pequeña, si una piedra iba dirigida a su hombro izquierdo para hacerla levantar el guante, la siguiente iría a su rodilla izquierda para hacer que necesitara recorrer una larga distancia al bloquear dicho ataque, en principio solo lanzaba una piedrita a la vez para darle tiempo de adaptarse al control del guante que le resultaría pesado al inicio, pero luego iba agregando más lanzamientos, dos piedritas seguidas, luego tres, hasta acabar en sucesiones de cuatro piedras seguidas y enfocadas en lugares diferentes y alejados entre sí.
Sin mucho esfuerzo, el elfo se apartó en el momento justo sin siquiera voltear hacia atrás, sin embargo, para su sorpresa, lo que había esquivado era tan solo una de las dos, la segunda venía más atrás como un segundo ataque con el que el elfo no contaba, había sido una estrategia bastante impredecible, o tal vez el pelinegro se había confiado subestimando a la niña; al encontrarse desconcertado no logró reaccionar a tiempo y aunque trató de apartarse tan rápido como pudo, la piedra acabó por golpear su hombro izquierdo dándole a la pequeña la victoria en el desafío.
Una leve y disimulada sonrisa se dibujó en la cara del elfo al entender el éxito de la pequeña niña, era más lista de lo que aparentaba ser, sin embargo, durante el ataque, había notado algo diferente en la pequeña, algo que no había percibido antes, en su mirada se había reflejado un sentimiento difícil de explicar, tal vez una mezcla entre miedo y furia, como si algo la atormentara por dentro, como si por alguna razón pensara mucho en alguien más, aunque el elfo no quiso preguntar acerca de eso y se limitó a celebrar la hazaña de la pequeña -Lo has hecho bien, enana- Dijo mientras aplaudía pausadamente tres veces y se acercaba de nuevo hacia ella para invitarla, otra vez, a sentarse en el piso -Ha sido una buena estrategia- Expresó el elfo intentando ocultar lo impresionado que estaba.
Continuó explicando mientras permanecía sentado -Tu magia no solo tiene un límite en distancia física, sino también en la fuerza que puedes usar para levantar algún objeto; ese es otro factor que debes tener en cuanta, no solo hasta donde puedes llevar un objeto, sino también el máximo peso que puedes levantar- Tras levantar la vista hacia el árbol a donde había lanzado sus armas, se levantó en busca del guante metálico y lo trajo a donde se encontraba la pequeña, mientras se sentaba dejó caer el guante frente a ella -Además de la limitación representada por el peso de un objeto, se encuentra el límite de tu resistencia, y entre más pesado sea el objeto que mueves, menor será el tiempo que puedas sostenerlo- Hablaba de manera pausada para asegurarse de que la pequeña lo entendía claramente -Tu siguiente ejercicio será levantar ese guante de metal y usarlo como escudo para bloquear los ataques, ten en cuenta que por su peso deberás saber administrar los movimientos que realices, la telequinesis conlleva a un agotamiento mental, si no sabes administrarlo acabarás por perder el control tras un corto periodo de tiempo- Destino se levantó en un santiamén y comenzó a moverse en círculos alrededor de la pequeña mientras se agachaba a ratos para tomar piedras pequeñas que luego lanzaba en el momento y lugar indicados, no eran simples ataques a donde cayeran, sino que cada uno tenía como objetivo causar el mayor agotamiento posible a la pequeña, si una piedra iba dirigida a su hombro izquierdo para hacerla levantar el guante, la siguiente iría a su rodilla izquierda para hacer que necesitara recorrer una larga distancia al bloquear dicho ataque, en principio solo lanzaba una piedrita a la vez para darle tiempo de adaptarse al control del guante que le resultaría pesado al inicio, pero luego iba agregando más lanzamientos, dos piedritas seguidas, luego tres, hasta acabar en sucesiones de cuatro piedras seguidas y enfocadas en lugares diferentes y alejados entre sí.
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Quería conocer mis límites y aprovechar de ese estudio para golpear al elfo, de vez en cuando me parecía divertida la idea de lastimarlo, -es un elfo que ínsita a ser golpeado- pensé con bastante gracia.
Estratégicamente lo había logrado, pegarle un piedrazo con mucho “cariño”, incluso logré ver su pequeña sonrisa de aprobación, eso me animaba bastante y aunque él no lo sabía me daba mucha fuerza para seguir adelante en mi tarea de ser más fuerte.
El elfo se volvió a sentar para darme más explicaciones y para felicitarme de forma forzada, aquello me hacía pensar que estaba haciendo las cosas bien. Tenía mucha energía y ánimos acumulados, así que permanecí parada viéndolo y oyendo la siguiente tarea.
Consistía en mantener en el aire un guante de metal y usarlo como escudo, aquel ejercicio me parecía bastante interesante ya que me sería muy útil en el futuro; un escudo... no había pensado en eso.
Levantar el guante realmente no fue muy difícil, sin embargo sabía que en un tiempo me iba a cansar, tal como el elfo decía, tenía que administrar mis movimientos, mis energías. Actuar inteligentemente era lo que me quedaba. Seguramente Destino esperaría que todos los lanzamientos los bloqueara con el guante, pero -¿por qué no agotar un poco mi resistencia física?-. Se me había ocurrido la maravillosa idea de esquivar la mayor cantidad de piedras posibles con mi agilidad, pero sólo aquellas que presentaban grandes dificultadas eran bloqueadas por el guante. Algunas piedras me golpearon al principio, hasta que logré acostumbrarme, concentrarme por completo para incluso tratar de predecir los lanzamientos que él hacia. Tuve pequeñas equivocaciones pero sentía que lo estaba haciendo bien, aunque a Destino no pareció gustarle de momento mi gran idea. Lo entiendo, no era lo que esperaba, pero suponía que en su plan de entrenamiento estaba usar todos los recursos, incluso los mentales.
Al cabo de unos 10 o 15 minutos terminé por cansarme, a pesar de no saturarme moviendo aquel objeto, era muy pesado y mi resistencia no había sido muy buena, o por lo menos eso demostraron los resultados.
Admito ser una persona terca y a la que le gustan los retos, así que tomé el guante con mis manitos y se lo lancé en dirección al estomago con un toque de picardía -¡Niño, deja de jugar conmigo! ¡Que venga lo bueno!- le piqué el ojo esperando que entendiera que quería enfrentarlo.
Estratégicamente lo había logrado, pegarle un piedrazo con mucho “cariño”, incluso logré ver su pequeña sonrisa de aprobación, eso me animaba bastante y aunque él no lo sabía me daba mucha fuerza para seguir adelante en mi tarea de ser más fuerte.
El elfo se volvió a sentar para darme más explicaciones y para felicitarme de forma forzada, aquello me hacía pensar que estaba haciendo las cosas bien. Tenía mucha energía y ánimos acumulados, así que permanecí parada viéndolo y oyendo la siguiente tarea.
Consistía en mantener en el aire un guante de metal y usarlo como escudo, aquel ejercicio me parecía bastante interesante ya que me sería muy útil en el futuro; un escudo... no había pensado en eso.
Levantar el guante realmente no fue muy difícil, sin embargo sabía que en un tiempo me iba a cansar, tal como el elfo decía, tenía que administrar mis movimientos, mis energías. Actuar inteligentemente era lo que me quedaba. Seguramente Destino esperaría que todos los lanzamientos los bloqueara con el guante, pero -¿por qué no agotar un poco mi resistencia física?-. Se me había ocurrido la maravillosa idea de esquivar la mayor cantidad de piedras posibles con mi agilidad, pero sólo aquellas que presentaban grandes dificultadas eran bloqueadas por el guante. Algunas piedras me golpearon al principio, hasta que logré acostumbrarme, concentrarme por completo para incluso tratar de predecir los lanzamientos que él hacia. Tuve pequeñas equivocaciones pero sentía que lo estaba haciendo bien, aunque a Destino no pareció gustarle de momento mi gran idea. Lo entiendo, no era lo que esperaba, pero suponía que en su plan de entrenamiento estaba usar todos los recursos, incluso los mentales.
Al cabo de unos 10 o 15 minutos terminé por cansarme, a pesar de no saturarme moviendo aquel objeto, era muy pesado y mi resistencia no había sido muy buena, o por lo menos eso demostraron los resultados.
Admito ser una persona terca y a la que le gustan los retos, así que tomé el guante con mis manitos y se lo lancé en dirección al estomago con un toque de picardía -¡Niño, deja de jugar conmigo! ¡Que venga lo bueno!- le piqué el ojo esperando que entendiera que quería enfrentarlo.
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Aunque para el elfo resultaba muy agotador el esfuerzo de moverse de prisa hacia los lados, agacharse a tomar piedras, analizar que no fueran demasiado grandes o pequeñas, volver arriba, apuntar y lanzarlas, intentaba fingir que no le costaba esfuerzo alguno; para su sorpresa, la niña era más lista de lo que había imaginado, Destino lanzaba las piedras hacia lugares muy diferentes, justo para obligarla a no depender solo de su escudo, sino también, a evadir cuanto pudiera, de hecho, la opción ideal era evadir las más grandes que serían más lentas, y bloquear las más pequeñas que eran más rápidas, la enana parecía haberse dado cuenta, consciente o inconscientemente estaba haciendo lo indicado, al pasar los diez minutos el elfo casi no podía continuar, mientras la niña parecía tener más y más energías para continuar; Destino bajó un poco el ritmo de lanzamientos para resistir un poco más y afortunadamente, a los quince minutos la niña de detuvo, por fin se había cansado, o tal vez solo había decidido detenerse, esa última idea asustaba un poco al elfo, al que ya casi le temblaban las piernas de agotamiento.
Finalmente la pequeña pareció ponerse más agresiva pero al mismo tiempo seguía pareciendo juguetona; arrojó el guante en dirección al estómago del elfo y éste no tuvo más opción que apartarse y dejarlo pasar, intentar atraparlo habría sido riesgoso debido a los filos en las puntas de los dedos del guante, tras memorizar el lugar donde había caído, se acercó nuevamente a la pequeña -Destino te ha dado algunos consejos para defenderte, o atacar, es momento de demostrar lo que harías en una situación de combate- Dijo el pelinegro mientras se acercaba con una mirada maliciosa -En una pelea real, no te tendrán piedad por ser niña- Dijo mientras se acercaba y lanzaba una ligera patada al lado externo de la rodilla pequeña de maguita. A pesar de todo, esperaba que pudiera esquivarla, aunque era solo una distracción ante el golpe que ahora se dirigía directo hacia el hombro de la pequeña -Debes mantenerte siempre atenta y preparada- Le susurró mientras lanzaba un rápido golpe hacia el abdomen de la pequeña, acción bastante riesgosa, pues el tamaño de la enana lo obligaba a agacharse para poder alcanzar esa zona, lo cual, le daría a ella la posibilidad de contra atacar.
Destino retrocedió un par de pasos mientras provocaba a la pequeña -Vamos, enana, ¿Qué sabes hacer?- Se puso en guardia con los codos flexionados para cubrirse, aunque el combate cuerpo a cuerpo no era su fuerte, no podría ser tan difícil defenderse de una niña tan inofensiva, o al menos eso pensaba el elfo, y tal vez por confiado se acabaría llevando una gran sorpresa...
Finalmente la pequeña pareció ponerse más agresiva pero al mismo tiempo seguía pareciendo juguetona; arrojó el guante en dirección al estómago del elfo y éste no tuvo más opción que apartarse y dejarlo pasar, intentar atraparlo habría sido riesgoso debido a los filos en las puntas de los dedos del guante, tras memorizar el lugar donde había caído, se acercó nuevamente a la pequeña -Destino te ha dado algunos consejos para defenderte, o atacar, es momento de demostrar lo que harías en una situación de combate- Dijo el pelinegro mientras se acercaba con una mirada maliciosa -En una pelea real, no te tendrán piedad por ser niña- Dijo mientras se acercaba y lanzaba una ligera patada al lado externo de la rodilla pequeña de maguita. A pesar de todo, esperaba que pudiera esquivarla, aunque era solo una distracción ante el golpe que ahora se dirigía directo hacia el hombro de la pequeña -Debes mantenerte siempre atenta y preparada- Le susurró mientras lanzaba un rápido golpe hacia el abdomen de la pequeña, acción bastante riesgosa, pues el tamaño de la enana lo obligaba a agacharse para poder alcanzar esa zona, lo cual, le daría a ella la posibilidad de contra atacar.
Destino retrocedió un par de pasos mientras provocaba a la pequeña -Vamos, enana, ¿Qué sabes hacer?- Se puso en guardia con los codos flexionados para cubrirse, aunque el combate cuerpo a cuerpo no era su fuerte, no podría ser tan difícil defenderse de una niña tan inofensiva, o al menos eso pensaba el elfo, y tal vez por confiado se acabaría llevando una gran sorpresa...
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
No quería sobre saturar mis capacidades mentales, eran mi fuerte y si estaban débiles no sería nada bueno.
Al elfo le pareció una idea interesante probar nuestras capacidades luchando y se acercó a mí para decirme lo que necesitaba en ese momento, sin embargo, no me esperaba que atacara de una vez. Puse por reflejo mi mano a la altura de mi rodilla como para detener el golpe, pero no pude agarrar su pierna ni esquivar el golpe a mi hombro que fue justo después de eso. Para mi suerte el elfo no demostraba lo que decía, me estaba teniendo piedad por ser precisamente una niña, estaba claro que no usaba todo su potencial y mucho menos intentó dislocarme el hombro, porque de ser así seguro lo hubiese logrado sin mucho esfuerzo.
Siguió hablando, pero siguió “golpeándome”, era muy gracioso. Cuando se dirigía a lastimarme el abdomen coloqué mis dos manitos para sostenerle el puño y aproveche para escupirle en la cara. -¡Gané!- le dije sacando mi lengua de forma divertida.
La terrible voz del elfo se metió en mi cabeza para aconsejarme y decirme -¡No bloquees todo!¡Esquiva! Si alguien te golpea muy duro te romperá las manos-. Aquella voz me extrañó bastante y mis expresiones faciales lo delataron de forma rápida. Moví mi cabeza a los lados para sacudirme a Destino del cerebro y ocuparme del Destino de la realidad. Lo vi alejarse y aquello me dio un espacio para sacar mis armas.
-Esto va a ser más interesante de lo que crees- le dije mientras sacaba mis agujas y estas se posicionaban entre mis dedos aparentando garras.
Saqué exclusivamente 6 agujas y una de ellas tenía un cascabel. Le devolví una mirada retadora, me sentía en pleno control de la situación y tal como él se veía confiado, yo también lo estaba. Mi sonrisa paso a ser macabra y con la mano derecha lancé mi primer proyectil sin magia apuntando entre sus cejas. Al salir la primera aguja, salió la segunda inmediatamente, el cascabel produjo un leve sonido y esta aguja que también lancé sin magia iba dirigida un poco más abajo ya que suponía que el elfo se agacharía. Me quedaba una sola aguja en la mano derecha y la 3era aguja que iba directo al elfo provenía de mi mano izquierda que por mi déficit de puntería en esa mano preferí lanzar con magia y hacerla rodear su cuerpo para que se enterrara en la parte trasera de la rodilla.
Todo aquello sucedió extremadamente rápido, nada era tan letal si él al menos lograba esquivar la primera, luego dejé de lanzarle agujas, sin embargo saqué otras 2 para mi mano derecha y una para la izquierda y las coloqué de nuevo como garras. Lamí una de las agujas más próximas que tenía en una de las manos con un aire altamente malévolo y luego fui corriendo hacía Destino con intenciones de rasguñarlo con mis nuevas garras, hacerlo sangrar un poco estaba dentro de mis objetivos principales.
-¡Miauu!- dije fingiendo ser una felina.
Al elfo le pareció una idea interesante probar nuestras capacidades luchando y se acercó a mí para decirme lo que necesitaba en ese momento, sin embargo, no me esperaba que atacara de una vez. Puse por reflejo mi mano a la altura de mi rodilla como para detener el golpe, pero no pude agarrar su pierna ni esquivar el golpe a mi hombro que fue justo después de eso. Para mi suerte el elfo no demostraba lo que decía, me estaba teniendo piedad por ser precisamente una niña, estaba claro que no usaba todo su potencial y mucho menos intentó dislocarme el hombro, porque de ser así seguro lo hubiese logrado sin mucho esfuerzo.
Siguió hablando, pero siguió “golpeándome”, era muy gracioso. Cuando se dirigía a lastimarme el abdomen coloqué mis dos manitos para sostenerle el puño y aproveche para escupirle en la cara. -¡Gané!- le dije sacando mi lengua de forma divertida.
La terrible voz del elfo se metió en mi cabeza para aconsejarme y decirme -¡No bloquees todo!¡Esquiva! Si alguien te golpea muy duro te romperá las manos-. Aquella voz me extrañó bastante y mis expresiones faciales lo delataron de forma rápida. Moví mi cabeza a los lados para sacudirme a Destino del cerebro y ocuparme del Destino de la realidad. Lo vi alejarse y aquello me dio un espacio para sacar mis armas.
-Esto va a ser más interesante de lo que crees- le dije mientras sacaba mis agujas y estas se posicionaban entre mis dedos aparentando garras.
Saqué exclusivamente 6 agujas y una de ellas tenía un cascabel. Le devolví una mirada retadora, me sentía en pleno control de la situación y tal como él se veía confiado, yo también lo estaba. Mi sonrisa paso a ser macabra y con la mano derecha lancé mi primer proyectil sin magia apuntando entre sus cejas. Al salir la primera aguja, salió la segunda inmediatamente, el cascabel produjo un leve sonido y esta aguja que también lancé sin magia iba dirigida un poco más abajo ya que suponía que el elfo se agacharía. Me quedaba una sola aguja en la mano derecha y la 3era aguja que iba directo al elfo provenía de mi mano izquierda que por mi déficit de puntería en esa mano preferí lanzar con magia y hacerla rodear su cuerpo para que se enterrara en la parte trasera de la rodilla.
Todo aquello sucedió extremadamente rápido, nada era tan letal si él al menos lograba esquivar la primera, luego dejé de lanzarle agujas, sin embargo saqué otras 2 para mi mano derecha y una para la izquierda y las coloqué de nuevo como garras. Lamí una de las agujas más próximas que tenía en una de las manos con un aire altamente malévolo y luego fui corriendo hacía Destino con intenciones de rasguñarlo con mis nuevas garras, hacerlo sangrar un poco estaba dentro de mis objetivos principales.
-¡Miauu!- dije fingiendo ser una felina.
Magazubi
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Aunque intentaba no ser muy duro con la pequeña, definitivamente la había tomado desprevenida y con ello había conseguido atinarle un par de golpes que con mayor preparación la enana tenía que haber podido esquivar, aunque la niña no parecía tomar aún en serio la pelea, pues en un descuido escupió a Destino justo a la cara y aunque se giró un poco la saliva le cayó en la mejilla y necesitó retroceder un poco para limpiarse, eso lo había enojado un poco, pero debía mantenerse controlado, la ira lleva al descontrol, y un peleador descontrolado es predecible y fácil de vencer, fue entonces cuando Destino se acercó de nuevo dirigiendo un golpe directo a la cara de la pequeña aunque lo detuvo poco antes de alcanzarla -No te descuides en ningún momento- Dijo el elfo mientras lanzaba una rápida patada al lado externo de la rodilla de la pequeña, se acertaba la haría caer al piso, aunque hizo el movimiento lento de modo que le diera tiempo a Maguita de reaccionar y esquivar.
Luego de eso la actitud de la enana cambió enigmáticamente, ahora ya no parecía la dulce y traviesa niña juguetona sino que mostraba cierta malicia en su mirada, sacó un grupo de agujas que colocó entre sus dedos simulando garras, al parecer quería lastimar en serio, estaría bien para un buen entrenamiento, dado que la pequeña difícilmente podría dar un golpe fuerte, era estratégicamente aceptable que intentara hacer daño de otras maneras, y con cortes precisos en lugares exactos definitivamente podría hacer mucho daño.
Destino había imaginado que la enana se lanzaría torpemente sobre él intentando arañarlo con sus improvisadas garras, y eso lo hizo confiarse demasiado, sin embargo fue tomado por sorpresa cuando Maguita lanzó las agujas en lugar de intentar acercarse, los ataques a distancia podrían ser sin lugar a dudas el punto fuerte de la enana, solo haría falta enseñarle algunas cosas para convertirla en una verdadera amenaza; un primer proyectil salió directo hacia el rostro del elfo, estaba por incrustarse entre ceja y ceja cuando Destino alcanzó a interponer la mano izquierda, con la que acostumbraba a bloquear ese tipo de ataques con su guante de metal, sin embargo, esta vez no cargaba dicho accesorio y la aguja acabó por incrustarse en el centro de la palma; había sido descuidado pero ahora sabía que no debía subestimar a la pequeña, el cascabel de la segunda aguja sirvió para alertar al elfo, y aunque pensó en agacharse, notó que la aguja iba en esa dirección así que decidió esquivarla saltando hacia el lado izquierdo, aunque al caer quedó un poco desbalanceado y de momento perdió de vista una tercera aguja que acabó por incrustarse en la parte posterior de la rodilla izquierda del elfo.
La batalla comenzaba a salirse de control, pues Destino sin pensarlo dos veces, y tras arrancar las agujas que tenía incrustadas en la mano y la rodilla, dio un par de volteretas hacia atrás hasta alcanzar el lugar donde se encontraba su guante, el cual colocó de prisa en su mano izquierda, ahora estaría preparado para bloquear nuevos ataques, pero además era momento de atacar en serio, la pequeña se lanzó contra el elfo de manera, aparentemente, descontrolada, ante lo cual Destino la esperó paciente y cuando estuvo cerca se movió hacia la izquierda como si danzara en el aire con la gracia característica de los elfos, para luego lanzar una nueva patada a la rodilla de la pequeña con el fin de hacerle perder el equilibrio, era la misma patada de antes pero esta vez la había hecho de manera más rápida y fuerte para que fuera realmente difícil de esquivar...
Luego de eso la actitud de la enana cambió enigmáticamente, ahora ya no parecía la dulce y traviesa niña juguetona sino que mostraba cierta malicia en su mirada, sacó un grupo de agujas que colocó entre sus dedos simulando garras, al parecer quería lastimar en serio, estaría bien para un buen entrenamiento, dado que la pequeña difícilmente podría dar un golpe fuerte, era estratégicamente aceptable que intentara hacer daño de otras maneras, y con cortes precisos en lugares exactos definitivamente podría hacer mucho daño.
Destino había imaginado que la enana se lanzaría torpemente sobre él intentando arañarlo con sus improvisadas garras, y eso lo hizo confiarse demasiado, sin embargo fue tomado por sorpresa cuando Maguita lanzó las agujas en lugar de intentar acercarse, los ataques a distancia podrían ser sin lugar a dudas el punto fuerte de la enana, solo haría falta enseñarle algunas cosas para convertirla en una verdadera amenaza; un primer proyectil salió directo hacia el rostro del elfo, estaba por incrustarse entre ceja y ceja cuando Destino alcanzó a interponer la mano izquierda, con la que acostumbraba a bloquear ese tipo de ataques con su guante de metal, sin embargo, esta vez no cargaba dicho accesorio y la aguja acabó por incrustarse en el centro de la palma; había sido descuidado pero ahora sabía que no debía subestimar a la pequeña, el cascabel de la segunda aguja sirvió para alertar al elfo, y aunque pensó en agacharse, notó que la aguja iba en esa dirección así que decidió esquivarla saltando hacia el lado izquierdo, aunque al caer quedó un poco desbalanceado y de momento perdió de vista una tercera aguja que acabó por incrustarse en la parte posterior de la rodilla izquierda del elfo.
La batalla comenzaba a salirse de control, pues Destino sin pensarlo dos veces, y tras arrancar las agujas que tenía incrustadas en la mano y la rodilla, dio un par de volteretas hacia atrás hasta alcanzar el lugar donde se encontraba su guante, el cual colocó de prisa en su mano izquierda, ahora estaría preparado para bloquear nuevos ataques, pero además era momento de atacar en serio, la pequeña se lanzó contra el elfo de manera, aparentemente, descontrolada, ante lo cual Destino la esperó paciente y cuando estuvo cerca se movió hacia la izquierda como si danzara en el aire con la gracia característica de los elfos, para luego lanzar una nueva patada a la rodilla de la pequeña con el fin de hacerle perder el equilibrio, era la misma patada de antes pero esta vez la había hecho de manera más rápida y fuerte para que fuera realmente difícil de esquivar...
Última edición por Destino el Vie Oct 16 2015, 05:18, editado 1 vez
Destino
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
A pesar de que estuviésemos en plena pelea el elfo me aconsejaba en mi cabeza y en la realidad, era una excelente persona que me iba a lastimar si no empezaba a escuchar sus cosas, aunque se podía sentir que no quería hacerme daño, tan bueno era que lanzó una patada fingiendo querer pegarme pero a mí se me hizo fácil de esquivar. Aunque el puño que me iba a dar justo antes de eso no creía poder detenerlo a tiempo.
Mi sonrisa malvada no desaparecía, me sentía como el gato jugando con el ratón antes de comérselo, mi jugada con las agujas me parecía una enorme ventaja que Destino no podría controlar lo suficiente como para salir ileso. Estaba muy segura de mis habilidades como para tenerle miedo al elfo que se había movido bastante bien con mi ataque, de hecho mejor de lo que pensaba. Aunque admito que fue bastante insensato correr a su búsqueda, sabía que no era nada buena en batallas cuerpo a cuerpo y también subestimé las habilidades de Destino. No sabía que era lo que él podía llegar a hacerme si de verdad se molestaba y por si fuera poco ya tenía razones verdaderas para querer lastimarme, aunque sea para darme una lección. Era demasiado tarde, no podía arrepentirme y opté por tratar de rasguñarlo con mis garras, aquel movimiento fue totalmente en vano y peligroso ya que Destino me esquivo con una facilidad impresionante dejándome a mi indefensa -Grrrr- gruñí porque estaba segura de lo que me tocaba y no sería nada fácil, ya que ahora estaba armado con su guante y yo estaba muy cerca. En cuanto pude di un salto hacía atrás para volver a agarrar distancia y recuperar el control del enfrentamiento, pero no tuve mucho tiempo, una patada veloz se acercaba a mi rodilla -Mald##- pensé rápidamente sin darme tiempo de reaccionar. No pude evitar el golpeé que termino por hacer que me cayera y me lastimara verdaderamente. Mis ojos se aguaron y el llanto no tardaría en salir de mi boca, así que para evitarlo apreté mis labios y los mordí -¡¡¡¡¡Me las va a pagar, grrr, lo odioooo!!!!!- pensé quitándome el cinturón y haciendo que todas las agujas salieran del bolsillo a lastimarlo, primero de abajo para arriba y luego de arriba para abajo, aquellas gotas de metal salían con cierta velocidad y aunque quería lastimarlo bastante para castigarlo ninguna aguja arriesgaba realmente su vida, todas apuntaban a partes dolorosas y que sabía que no lo matarían.
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Mi sonrisa malvada no desaparecía, me sentía como el gato jugando con el ratón antes de comérselo, mi jugada con las agujas me parecía una enorme ventaja que Destino no podría controlar lo suficiente como para salir ileso. Estaba muy segura de mis habilidades como para tenerle miedo al elfo que se había movido bastante bien con mi ataque, de hecho mejor de lo que pensaba. Aunque admito que fue bastante insensato correr a su búsqueda, sabía que no era nada buena en batallas cuerpo a cuerpo y también subestimé las habilidades de Destino. No sabía que era lo que él podía llegar a hacerme si de verdad se molestaba y por si fuera poco ya tenía razones verdaderas para querer lastimarme, aunque sea para darme una lección. Era demasiado tarde, no podía arrepentirme y opté por tratar de rasguñarlo con mis garras, aquel movimiento fue totalmente en vano y peligroso ya que Destino me esquivo con una facilidad impresionante dejándome a mi indefensa -Grrrr- gruñí porque estaba segura de lo que me tocaba y no sería nada fácil, ya que ahora estaba armado con su guante y yo estaba muy cerca. En cuanto pude di un salto hacía atrás para volver a agarrar distancia y recuperar el control del enfrentamiento, pero no tuve mucho tiempo, una patada veloz se acercaba a mi rodilla -Mald##- pensé rápidamente sin darme tiempo de reaccionar. No pude evitar el golpeé que termino por hacer que me cayera y me lastimara verdaderamente. Mis ojos se aguaron y el llanto no tardaría en salir de mi boca, así que para evitarlo apreté mis labios y los mordí -¡¡¡¡¡Me las va a pagar, grrr, lo odioooo!!!!!- pensé quitándome el cinturón y haciendo que todas las agujas salieran del bolsillo a lastimarlo, primero de abajo para arriba y luego de arriba para abajo, aquellas gotas de metal salían con cierta velocidad y aunque quería lastimarlo bastante para castigarlo ninguna aguja arriesgaba realmente su vida, todas apuntaban a partes dolorosas y que sabía que no lo matarían.
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Magazubi
Honorable
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Nivel de PJ : : 5
Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
La batalla llegaba a su momento de mayor intensidad, Destino mantenía todos sus sentidos en alerta pues la pequeña le estaba exigiendo bastante, aunque había conseguido impactarle algunos golpes, siempre procuraba que la fuerza de los impactos fuera bastante moderada, sin embargo el ritmo del combate los llevó a caer en una batalla más encarnizada donde el elfo dejaba de verla como esa molesta y dulce enana que tanto lo molestaba para comenzar a verla como una verdadera adversaria.
La patada en la rodilla pareció molestar en exceso a la enana que casi por instinto, como una reacción de reflejos, dejó salir de su pequeño bolso una serie de pequeñas agujas movidas con su telequinesis; los ojos del elfo se abrieron como platos al ver el peligro que aquello significaba y saltó hacia atrás mientras usaba su guante metálico para bloquear algunas de las púas, aunque un par de ellas acabaron por incrustarse en el abdomen del pelinegro.
El daño recibido, más el evidente agotamiento le hicieron perder el equilibrio al caer después del salto y fue a dar al piso; por si fuera poco, las agujas que antes habían subido, ahora comenzaban a caer como una lluvia de metal de la que Destino no tendría escapatoria alguna. El derrotado elfo miró a los lados en busca de alguna esperanza que le permitiera refugiarse para evitar ser convertido en un colador élfico pero toda esperanza moría irremediablemente.
No quedaba más remedio que aceptar la derrota, así que inteligentemente el elfo se aseguró de mantener su supervivencia -Me rindo- Dijo en tono fuerte pero calmado mientras cerraba los ojos y se cubría la cara con el guante a la espera de ser alcanzado por el diluvio de agujas que se aproximaban y de las que no tenia manera de escapar a menos que ocurriera algún milagro improbable.
Al final, estaba feliz de saber que la enana no era tan inofensiva como aparentaba, y que si alguien intentaba lastimarla seguro que la iba a pasar terriblemente mal.
La patada en la rodilla pareció molestar en exceso a la enana que casi por instinto, como una reacción de reflejos, dejó salir de su pequeño bolso una serie de pequeñas agujas movidas con su telequinesis; los ojos del elfo se abrieron como platos al ver el peligro que aquello significaba y saltó hacia atrás mientras usaba su guante metálico para bloquear algunas de las púas, aunque un par de ellas acabaron por incrustarse en el abdomen del pelinegro.
El daño recibido, más el evidente agotamiento le hicieron perder el equilibrio al caer después del salto y fue a dar al piso; por si fuera poco, las agujas que antes habían subido, ahora comenzaban a caer como una lluvia de metal de la que Destino no tendría escapatoria alguna. El derrotado elfo miró a los lados en busca de alguna esperanza que le permitiera refugiarse para evitar ser convertido en un colador élfico pero toda esperanza moría irremediablemente.
No quedaba más remedio que aceptar la derrota, así que inteligentemente el elfo se aseguró de mantener su supervivencia -Me rindo- Dijo en tono fuerte pero calmado mientras cerraba los ojos y se cubría la cara con el guante a la espera de ser alcanzado por el diluvio de agujas que se aproximaban y de las que no tenia manera de escapar a menos que ocurriera algún milagro improbable.
Al final, estaba feliz de saber que la enana no era tan inofensiva como aparentaba, y que si alguien intentaba lastimarla seguro que la iba a pasar terriblemente mal.
Destino
Maestro de las Mil Espadas
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
El elfo realmente había logrado que me enojara, esto no era muy difícil pero no me ponía tan malvada con mucha frecuencia. Había sacado la parte más violenta que conocía de mí misma y eso podía llegar a ser realmente malo para él.
Varias agujas llegaron a impactarle y otras tantas no, sin embargo aún me quedaba un poco de energía para seguir generando tormentas de agujas, pero Destino se rindió, sí, así como lo leyeron. El elfo prefirió quedarse tranquilo y no seguir propiciando a que esta pequeña batalla de entrenamiento terminase por crearle múltiples perforaciones por todo el cuerpo. La sabia decisión de Destino me había proporcionado cierto aumento de autoestima y de superación, aunque también estaba cociente de que le llevaba bastante ventaja, si estuviésemos a la par las circunstancias serían diferentes.
Detuve las agujas que estaban en el aire listas por caerle encima, realmente no quería lastimarlo, pero dejarlo libre tampoco era una opción ya que él me había lastimado muy en serio mi rodilla, así que con unas cuantas agujas decidí dejarle una marca de cariño: un lindo y tierno corazonsito hecho a punta de pinchazos en su nalguita izquierda, algo como para que se acordara un tiempo de mí, no quise ser tan mala así que las heridas no fueron tan profundas, seguramente se borraría la marca en una semana, pero para mí iba a ser muy divertido el saber que Destino iba a pasar una bonita semana recordándome.
-La alumna ha superado al maestro- le dije en tono burlón -Espero que te haya gustado mi pequeño regalito- piqué mi ojo con cierta picardía -Ahora cárgame, juguemos al caballito y cómprame muchos dulces- sonreí de forma inocente aunque con una mirada malvada -Por cierto, Pelusa también quiere golosinas y un buen baño en aguas termales- comenté mientras me tumbaba en el césped con cuidado estirando todo mi cuerpito, ya que a pesar de todo el elfo me había dejado bastante cansada -¿Qué estás esperando para consentirme?- pregunté autoritaria mientras me disponía a girar como un tronquito en el césped con cierto aire infantil y juguetón.
Varias agujas llegaron a impactarle y otras tantas no, sin embargo aún me quedaba un poco de energía para seguir generando tormentas de agujas, pero Destino se rindió, sí, así como lo leyeron. El elfo prefirió quedarse tranquilo y no seguir propiciando a que esta pequeña batalla de entrenamiento terminase por crearle múltiples perforaciones por todo el cuerpo. La sabia decisión de Destino me había proporcionado cierto aumento de autoestima y de superación, aunque también estaba cociente de que le llevaba bastante ventaja, si estuviésemos a la par las circunstancias serían diferentes.
Detuve las agujas que estaban en el aire listas por caerle encima, realmente no quería lastimarlo, pero dejarlo libre tampoco era una opción ya que él me había lastimado muy en serio mi rodilla, así que con unas cuantas agujas decidí dejarle una marca de cariño: un lindo y tierno corazonsito hecho a punta de pinchazos en su nalguita izquierda, algo como para que se acordara un tiempo de mí, no quise ser tan mala así que las heridas no fueron tan profundas, seguramente se borraría la marca en una semana, pero para mí iba a ser muy divertido el saber que Destino iba a pasar una bonita semana recordándome.
-La alumna ha superado al maestro- le dije en tono burlón -Espero que te haya gustado mi pequeño regalito- piqué mi ojo con cierta picardía -Ahora cárgame, juguemos al caballito y cómprame muchos dulces- sonreí de forma inocente aunque con una mirada malvada -Por cierto, Pelusa también quiere golosinas y un buen baño en aguas termales- comenté mientras me tumbaba en el césped con cuidado estirando todo mi cuerpito, ya que a pesar de todo el elfo me había dejado bastante cansada -¿Qué estás esperando para consentirme?- pregunté autoritaria mientras me disponía a girar como un tronquito en el césped con cierto aire infantil y juguetón.
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OffRol
¡¡I WIN BABYS!!
Soy es una súper yo xD
Pd: Destino no estaba muy de acuerdo con lo del corazonsito, pero accedió cuando le recordé la lluvia de metal.
PostPd: no lo amenacé, sólo le recordé bellos momentos en nuestras vidas de pjs xD
Así que legalmente tengo su permiso.
OffRol
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Pd: Destino no estaba muy de acuerdo con lo del corazonsito, pero accedió cuando le recordé la lluvia de metal.
PostPd: no lo amenacé, sólo le recordé bellos momentos en nuestras vidas de pjs xD
Así que legalmente tengo su permiso.
Magazubi
Honorable
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Cantidad de envíos : : 755
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Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
El final parecía ser inminente para el pobre elfo por haber subestimado a la pequeña, si bien no lograría matarlo con las agujas, definitivamente lo dejaría con severos daños por todo el cuerpo y una posterior hemorragia podría ser devastadora, además, si una aguja conseguía atravesarlo hasta algún órgano vital, podría ser una muerte inmediata, aunque solo era un entrenamiento amistoso, tal vez la enana no estaba consciente del daño que podría llegar a causar al pelinegro en su impulsiva venganza.
Sin embargo, sorpresivamente las agujas se detuvieron y la pequeña desistió de realizar el último ataque, el elfo se levantó del piso y fue entonces cuando las agujas se lanzaron en un sorpresivo ataque, desviándose al final para luego regresar hasta el blanco trasero del elfo y dejarle entre pinchazos la silueta de un corazón; él mismo no llegaría a darse cuenta, tan solo pensó que había sido un ataque de advertencia hasta que la pequeña, alardeando de su victoria le señaló el “Regalito”, Destino volteó para verse y aunque las gotas de sangre que salían no le dejaban ver con claridad, alcanzó a imaginar, por la forma de los agujeros en la ropa, que su trasero estaba herido graciosamente con la forma de un deformado y mal dibujado corazón.
El elfo se dejó caer al piso sentado de medio lado para no lastimarse la nalga que tenía los pinchazos, se encontraba muy agotado y era necesario dejar un momento para descansar -Destino no es tu juguete- Contestó el pelinegro con cierto resentimiento y orgullo -No habrá golosinas ni aguas termales- Expresó Destino mientras veía a la pequeña revolcándose en el piso -Lo has hecho bien- Dijo el elfo antes de levantarse del suelo para buscar sus armas y continuar su camino -Tienes mucho potencial, pero recuerda que la arrogancia merma la sabiduría, necesitas planificar tus acciones para lograr más cosas con el menor esfuerzo- Dijo de forma seria mientras se alejaba, deteniéndose solo un instante para decir sus últimas palabras antes de marcharse -Fue agradable verte- Tras eso, caminó para continuar su camino dejando atrás a la pequeña y su peludo amigo.
Sin embargo, sorpresivamente las agujas se detuvieron y la pequeña desistió de realizar el último ataque, el elfo se levantó del piso y fue entonces cuando las agujas se lanzaron en un sorpresivo ataque, desviándose al final para luego regresar hasta el blanco trasero del elfo y dejarle entre pinchazos la silueta de un corazón; él mismo no llegaría a darse cuenta, tan solo pensó que había sido un ataque de advertencia hasta que la pequeña, alardeando de su victoria le señaló el “Regalito”, Destino volteó para verse y aunque las gotas de sangre que salían no le dejaban ver con claridad, alcanzó a imaginar, por la forma de los agujeros en la ropa, que su trasero estaba herido graciosamente con la forma de un deformado y mal dibujado corazón.
El elfo se dejó caer al piso sentado de medio lado para no lastimarse la nalga que tenía los pinchazos, se encontraba muy agotado y era necesario dejar un momento para descansar -Destino no es tu juguete- Contestó el pelinegro con cierto resentimiento y orgullo -No habrá golosinas ni aguas termales- Expresó Destino mientras veía a la pequeña revolcándose en el piso -Lo has hecho bien- Dijo el elfo antes de levantarse del suelo para buscar sus armas y continuar su camino -Tienes mucho potencial, pero recuerda que la arrogancia merma la sabiduría, necesitas planificar tus acciones para lograr más cosas con el menor esfuerzo- Dijo de forma seria mientras se alejaba, deteniéndose solo un instante para decir sus últimas palabras antes de marcharse -Fue agradable verte- Tras eso, caminó para continuar su camino dejando atrás a la pequeña y su peludo amigo.
Destino
Maestro de las Mil Espadas
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Cantidad de envíos : : 453
Nivel de PJ : : 5
Re: [Cerrado] El tamaño no lo es todo [Magazubi-Destino]
Tengo algunos comentarios que hacer a este entrenamiento.
En primer lugar, recordad que en esta zona, salvo que haya habido un acuerdo explícito de otro tipo, se consideran válidos los atributos y las fichas de habilidades, lo que significa que en ocasiones Destino se ha excedido en sus capacidades en relación a Magazubi, que le supera en nivel. Así mismo, la especialización de Destino está enfocada en la empatía con lo natural, sin embargo a ratos aparenta ser un guerrero con experiencia en armas.
Por otro lado, Magazubi se excede en dos aspectos, por un lado, muestra un dominio de agujas arrojadizas que no tiene relación con lo respaldado por su ficha de habilidades, escapándose de lo que sería razonable asumir que cualquiera puede llegar a hacer, ya que realiza ataques rápidos y precisos. Por otro lado, la interpretación de su telekinesis se toma variadas libertades como ataques potentes con mútiples objetos al mismo tiempo.
Ambos cometéis excesos interpretativos con la resolución de sus actos, a menudo dando por hecho el resultado efectivo de vuestras acciones y limitando la posibilidad del otro de reaccionar. Recordad que esto no es un rol libre interpretativo. Entiendo que ambos estuvisteis de acuerdo en muchas de estas decisiones, motivo por el que no seré severo al valorarlo en puntos, pero quiero que recordéis que cuando hay PJ contra PJ se aplican las normas de una manera más exigente.
Ambos obtienen 23 puntos de experiencia.
En primer lugar, recordad que en esta zona, salvo que haya habido un acuerdo explícito de otro tipo, se consideran válidos los atributos y las fichas de habilidades, lo que significa que en ocasiones Destino se ha excedido en sus capacidades en relación a Magazubi, que le supera en nivel. Así mismo, la especialización de Destino está enfocada en la empatía con lo natural, sin embargo a ratos aparenta ser un guerrero con experiencia en armas.
Por otro lado, Magazubi se excede en dos aspectos, por un lado, muestra un dominio de agujas arrojadizas que no tiene relación con lo respaldado por su ficha de habilidades, escapándose de lo que sería razonable asumir que cualquiera puede llegar a hacer, ya que realiza ataques rápidos y precisos. Por otro lado, la interpretación de su telekinesis se toma variadas libertades como ataques potentes con mútiples objetos al mismo tiempo.
Ambos cometéis excesos interpretativos con la resolución de sus actos, a menudo dando por hecho el resultado efectivo de vuestras acciones y limitando la posibilidad del otro de reaccionar. Recordad que esto no es un rol libre interpretativo. Entiendo que ambos estuvisteis de acuerdo en muchas de estas decisiones, motivo por el que no seré severo al valorarlo en puntos, pero quiero que recordéis que cuando hay PJ contra PJ se aplican las normas de una manera más exigente.
Ambos obtienen 23 puntos de experiencia.
Rad
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