[Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
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[Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Apenas entrar a la casa vi salir al sujeto cuya forma de caminar dejaba entrever una gran preocupación, sus manos pálidas se escondieron temerosas en sus bolsillos sin dejar de temblar mientras que Manuela, giraba hacia la escalera con gran preocupación para luego caminar hasta perderse entre los pasillos de la enorme casa; yo resultaba ser el más nuevo, poco podría saber acerca de los “amigos” de la casa, pero alguien más antiguo podría ofrecerme algo de información; me acerqué a Justine, la misteriosa chica cuyos cabellos rojos como rubíes se deslizaban danzando al borde de sus hombros, su piel blanca como la leche hacía un excelente contraste con el rojo de su vestido, era imposible no notarla cuando estaba presente, aunque de momento lo más importante de ella era que parecía estar más enterada de lo que estaba sucediendo en el lugar y antes de llegar a ella me abordó con cara de preocupación -Tú eres el indicado- Dijo con total seguridad de su argumento -¿Disculpa?- Dije mientras alzaba una ceja, pues a fin de cuentas, solo nos habíamos cruzado un par de veces en aquella enorme casa pero ella parecía saber algunas cosas de mí, entre ellas, que era el novato, pero no solo eso, sino que además mi primera misión había resultado exitosa, así que eso me había ayudado a ganar cierta reputación dentro del gremio -Espérame afuera- Dijo sin dar explicación alguna mientras emprendía una vertiginosa carrera hacia las habitaciones para luego regresar y encontrarme justo en el mismo lugar sin haber dado un solo paso -A... Fue... Ra...- Dijo en tono chocante mientras yo permanecía inmutable en el mismo lugar -No sin un buen motivo- Murmuré en el mismo tono chocante pero entonces su actitud cambió de forma inesperada -Por favor- Dijo de manera suplicante y con sus ojos tan tristes y engañosos que no pude resistirme, aunque esperaba que tuviera una buena explicación para todo aquello.
La seguí durante algunos minutos hasta estar bajo un árbol algo alejado de la casa -Tengo una misión para ti, es algo personal, por lo que debe quedar entre nosotros- La situación sonaba más grave de lo que había pensado al inicio -El hombre de hace rato es Renk, un hombre humilde que vive en el extremo norte de Beltrexus- Hasta ese punto nada de lo dicho parecía ser un problema, pero eso cambiaría pronto -Hay otro hombre, un acaudalado brujo llamado Tenret, quien ha estado comprando las propiedades de los habitantes de su zona, a quienes venden, les paga mucho más del valor de la vivienda, pero Renk no desea dejar su hogar, y por eso ha sido amenazado con algunas cartas anónimas que ponen en peligro su vida y la de su familia- El rostro de Justine se veía bastante preocupado, tal vez era amiga de la familia pero de momento no me parecía prudente preguntar al respecto -¿Qué esperas que haga?- Pregunté con seriedad -Eres de los más nuevos en el gremio, nadie te reconocería en Beltrexus, debes ir, infiltrarte en la mansión de Tenret y descubrir lo que sucede, debe haber alguna razón por la que está comprando el territorio- La verdad, poco me interesaba el bienestar de los brujos, pero no podía apartar la vista del preocupado rostro de Justine -Está bien, igual estaba aburrido- Murmuré para aceptar el trabajo mientras comenzaba mi camino hasta la fulana mansión -Espera- Dijo la chica mientras me entregaba un pequeño bolso con algunos implementos -Eso te puede ser útil- Dijo mientras me daba un ligero empujón para encaminarme a la mansión -Ve, rápido, no hay mucho tiempo- Fue lo último que le escuché decir mientras comenzaba una carrera hacia mi objetivo.
La seguí durante algunos minutos hasta estar bajo un árbol algo alejado de la casa -Tengo una misión para ti, es algo personal, por lo que debe quedar entre nosotros- La situación sonaba más grave de lo que había pensado al inicio -El hombre de hace rato es Renk, un hombre humilde que vive en el extremo norte de Beltrexus- Hasta ese punto nada de lo dicho parecía ser un problema, pero eso cambiaría pronto -Hay otro hombre, un acaudalado brujo llamado Tenret, quien ha estado comprando las propiedades de los habitantes de su zona, a quienes venden, les paga mucho más del valor de la vivienda, pero Renk no desea dejar su hogar, y por eso ha sido amenazado con algunas cartas anónimas que ponen en peligro su vida y la de su familia- El rostro de Justine se veía bastante preocupado, tal vez era amiga de la familia pero de momento no me parecía prudente preguntar al respecto -¿Qué esperas que haga?- Pregunté con seriedad -Eres de los más nuevos en el gremio, nadie te reconocería en Beltrexus, debes ir, infiltrarte en la mansión de Tenret y descubrir lo que sucede, debe haber alguna razón por la que está comprando el territorio- La verdad, poco me interesaba el bienestar de los brujos, pero no podía apartar la vista del preocupado rostro de Justine -Está bien, igual estaba aburrido- Murmuré para aceptar el trabajo mientras comenzaba mi camino hasta la fulana mansión -Espera- Dijo la chica mientras me entregaba un pequeño bolso con algunos implementos -Eso te puede ser útil- Dijo mientras me daba un ligero empujón para encaminarme a la mansión -Ve, rápido, no hay mucho tiempo- Fue lo último que le escuché decir mientras comenzaba una carrera hacia mi objetivo.
Última edición por Bio el Sáb 27 Feb - 3:52, editado 4 veces
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Después de caminar un rato por las calles de Beltrexus, finalmente logré llegar al lugar indicado, no dejaba de recordar el día anterior cuando mi compañero Hyro me consiguió un trabajo, no habló mucho sobre los detalles, solo me dio unas pocas instrucciones para llegar a la casa del empleador llamado Renk -Espero salir con vida- Dije para mí mismo mientras tocaba la puerta de la casa donde debería estar el contratante, pero allí no parecía haber nadie, toqué una y otra vez hasta que mi paciencia se terminó, estar en tierras de brujos me causaba escalofríos y esa sensación me parecía desagradable.
Esperé unos segundos antes de marcharme y finalmente se escucha una voz -¿Tú eres Rauko?- Preguntó un extraño sujeto tras abrir la puerta de la casa -Eso depende ¿Tú eres Renk?- Fue mi respuesta, ambos nos quedamos mirándonos fijamente sin dejar salir sonido alguno de nuestros labios -Si, está bien, soy Rauko- Dije para terminar con el silencio, el momento se estaba poniendo incómodo y no quería desperdiciar mi tiempo en ese lugar -Entonces quiero que te encargues de averiguar sobre un tal brujo llamado Tenret, él ha estado comprando todas las casas de esta zona, y también quiere mi hogar, pero me he negado a vender y todo parecía estar bien, hasta que en esta mañana recibí una carta anónima en donde decía que me eliminarían del mapa si seguía resistiéndome a dejar mi hogar- Explicaba Renk mientras miraba hacia todos lados como si estuviese loco o en peligro, su desesperación se dejaba dibujar en su rostro y no pude evitar creer en sus palabras -¿Por qué requieres de mis servicios y no las de un brujo?- Pregunté mientras levantaba una ceja, me parecía extraño que quisiera la ayuda de un elfo y más si el trabajo debía realizarse en Beltrexus -Ya no confío en nadie de por aquí, creo que todos me traicionaron y están aliados con Tenret- Comentó el sujeto expresando todo su temor y locura, luego me miró de arriba abajo con cierta desconfianza, después de eso no pude evitar mirar a mi alrededor, ahora me sentía igual que él -Tenret vive en aquella mansión, solo debes ir y averiguar lo que te he pedido, y antes de eso...- Renk se dirigió al fondo de su casa antes de terminar la oración y me dejó con curiosidad.
Después de unos minutos de espera, Renk aparece de nuevo, esta vez tenía una capucha negra cubriendo su cuerpo y parecía tener pinta de brujo macabro o algo así causándome un poco de miedo -Toma esto, te servirá para esconder tu blancura- Susurró y luego me lanzó la túnica que vestía -Ahora vete, y si algo te sucede… Nunca tuvimos esta conversación- Fueron las últimas palabras de Renk antes que cerrara la puerta de su casa y me dejara en medio de la soledad. Me cubrí con la túnica del brujo y me dirigí al lugar destinado, no obstante, al caminar por unos minutos, unos pasos se dejaban escuchar detrás de mí, si era un brujo entonces el ocaso de mi vida estaría cerca, pero antes de eso tendría que luchar -¿Qué quieres?- Pregunté utilizando mi voz más gruesa y carrasposa para hacer creer que yo era un anciano, tal vez eso me salvaría y con la capucha tapando mi rostro sería más fácil lograr esa meta, sin embargo, no fue necesario, solo se trataba de un cachorro -Me estoy volviendo loco- Dije para mí mismo, entonces continué mi curso hacia la mansión del famoso Tenret.
Esperé unos segundos antes de marcharme y finalmente se escucha una voz -¿Tú eres Rauko?- Preguntó un extraño sujeto tras abrir la puerta de la casa -Eso depende ¿Tú eres Renk?- Fue mi respuesta, ambos nos quedamos mirándonos fijamente sin dejar salir sonido alguno de nuestros labios -Si, está bien, soy Rauko- Dije para terminar con el silencio, el momento se estaba poniendo incómodo y no quería desperdiciar mi tiempo en ese lugar -Entonces quiero que te encargues de averiguar sobre un tal brujo llamado Tenret, él ha estado comprando todas las casas de esta zona, y también quiere mi hogar, pero me he negado a vender y todo parecía estar bien, hasta que en esta mañana recibí una carta anónima en donde decía que me eliminarían del mapa si seguía resistiéndome a dejar mi hogar- Explicaba Renk mientras miraba hacia todos lados como si estuviese loco o en peligro, su desesperación se dejaba dibujar en su rostro y no pude evitar creer en sus palabras -¿Por qué requieres de mis servicios y no las de un brujo?- Pregunté mientras levantaba una ceja, me parecía extraño que quisiera la ayuda de un elfo y más si el trabajo debía realizarse en Beltrexus -Ya no confío en nadie de por aquí, creo que todos me traicionaron y están aliados con Tenret- Comentó el sujeto expresando todo su temor y locura, luego me miró de arriba abajo con cierta desconfianza, después de eso no pude evitar mirar a mi alrededor, ahora me sentía igual que él -Tenret vive en aquella mansión, solo debes ir y averiguar lo que te he pedido, y antes de eso...- Renk se dirigió al fondo de su casa antes de terminar la oración y me dejó con curiosidad.
Después de unos minutos de espera, Renk aparece de nuevo, esta vez tenía una capucha negra cubriendo su cuerpo y parecía tener pinta de brujo macabro o algo así causándome un poco de miedo -Toma esto, te servirá para esconder tu blancura- Susurró y luego me lanzó la túnica que vestía -Ahora vete, y si algo te sucede… Nunca tuvimos esta conversación- Fueron las últimas palabras de Renk antes que cerrara la puerta de su casa y me dejara en medio de la soledad. Me cubrí con la túnica del brujo y me dirigí al lugar destinado, no obstante, al caminar por unos minutos, unos pasos se dejaban escuchar detrás de mí, si era un brujo entonces el ocaso de mi vida estaría cerca, pero antes de eso tendría que luchar -¿Qué quieres?- Pregunté utilizando mi voz más gruesa y carrasposa para hacer creer que yo era un anciano, tal vez eso me salvaría y con la capucha tapando mi rostro sería más fácil lograr esa meta, sin embargo, no fue necesario, solo se trataba de un cachorro -Me estoy volviendo loco- Dije para mí mismo, entonces continué mi curso hacia la mansión del famoso Tenret.
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Última edición por Rauko el Vie 19 Feb - 4:13, editado 1 vez
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
No me tomó mucho tiempo llegar a la imponente mansión, una estructura grande y majestuosa de grandes y costosos lujos que se erguía majestuosa sin nada que envidiarle a las grandes casas de las que los humanos presumían en Lunargenta; al estar en el borde de Beltrexus y cerca del bosque de la isla, muchos árboles decoraban sus alrededores, desde fuera una muralla no muy alta custodiaba e impedía el paso a extraños aunque no de manera muy severa, pues bastaba trepar por un lado para lograr pasar al otro lado, pues a fin de cuentas dichos muros no tenían el objetivo de impedir que los extraños entraran, sino más bien impedir que los guardianes gemelos salieran.
Una vez pasado el muro la fachada de la mansión quedaba a la vista, el centro de la fachada era la amplia entrada con un modesto balcón desde donde se podía ver fácilmente todo el patio frontal de la casa; a la izquierda tenía una pequeña habitación misteriosamente sellada donde al menos desde fuera no se veía manera de entrar; a la derecha, se levantaba una torre circular con escaleras externas que llevaban hasta la cima donde un par de centinelas custodiaban, aunque por la noche su visibilidad era poca y comenzaban a depender más de los guardianes gemelos, estos eran un par de perros de gran tamaño entrenados para buscar y destruir a cualquier intruso que se atreviera a adentrarse en el lugar.
Claramente lo primero sería la infiltración, no tenía claro a dónde ir luego, pero una vez dentro, con algo de suerte encontraría el camino a seguir, recorrí el exterior del muro buscando un lugar por donde poder trepar sin ser visto por los centinelas, claramente el mejor lugar para ello era por el lado izquierdo de la casa, sin embargo era justo ahí donde se encontraban comiendo los guardianes gemelos, esperar a que terminaran de comer parecía una buena opción pero también existía la posibilidad de que se quedaran en el mismo sitio una vez que hubieran terminado de comer; la siguiente idea fue abrirme camino por la parte de atrás de la casa donde, aunque existía la remota posibilidad de que los centinelas de la torre pudieran verme, al menos todo parecía estar más despejado, sin grandes perros intentando devorarme sin piedad, lo cual me parecía cuando menos aceptable.
Tras subir el muro me dejé caer al otro lado pisando sobre unas hojas secas que hicieron un poco de ruido, por lo que decidí moverme de prisa hasta unos arbustos cercanos donde me quedé escondido hasta que cesara la vigilancia de las torres donde los centinelas se mantenían en alerta ante el sospechoso ruido -Nada ha pasado, nada ha pasado, soy invisible y ligero como el viento- Susurré para mí mismo intentando convencerme a mí mismo de que aquello era realmente cierto
Una vez pasado el muro la fachada de la mansión quedaba a la vista, el centro de la fachada era la amplia entrada con un modesto balcón desde donde se podía ver fácilmente todo el patio frontal de la casa; a la izquierda tenía una pequeña habitación misteriosamente sellada donde al menos desde fuera no se veía manera de entrar; a la derecha, se levantaba una torre circular con escaleras externas que llevaban hasta la cima donde un par de centinelas custodiaban, aunque por la noche su visibilidad era poca y comenzaban a depender más de los guardianes gemelos, estos eran un par de perros de gran tamaño entrenados para buscar y destruir a cualquier intruso que se atreviera a adentrarse en el lugar.
Claramente lo primero sería la infiltración, no tenía claro a dónde ir luego, pero una vez dentro, con algo de suerte encontraría el camino a seguir, recorrí el exterior del muro buscando un lugar por donde poder trepar sin ser visto por los centinelas, claramente el mejor lugar para ello era por el lado izquierdo de la casa, sin embargo era justo ahí donde se encontraban comiendo los guardianes gemelos, esperar a que terminaran de comer parecía una buena opción pero también existía la posibilidad de que se quedaran en el mismo sitio una vez que hubieran terminado de comer; la siguiente idea fue abrirme camino por la parte de atrás de la casa donde, aunque existía la remota posibilidad de que los centinelas de la torre pudieran verme, al menos todo parecía estar más despejado, sin grandes perros intentando devorarme sin piedad, lo cual me parecía cuando menos aceptable.
Tras subir el muro me dejé caer al otro lado pisando sobre unas hojas secas que hicieron un poco de ruido, por lo que decidí moverme de prisa hasta unos arbustos cercanos donde me quedé escondido hasta que cesara la vigilancia de las torres donde los centinelas se mantenían en alerta ante el sospechoso ruido -Nada ha pasado, nada ha pasado, soy invisible y ligero como el viento- Susurré para mí mismo intentando convencerme a mí mismo de que aquello era realmente cierto
- La mansión:
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- Los guardianes gemelos:
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
En tan solo unos pocos minutos logré llegar a la mansión de Tenret, era un hogar digno de los dioses, el lujo estaba presente en cada rincón del lugar y todo a su alrededor parecía ser tan solo basura, pero la seguridad no era la mejor que se pudiera apreciar, lo único que debía hacer para llegar a la mansión era trepar una muralla que carecía de altura -No será problema- Dije mientras buscaba con la mirada el mejor camino para infiltrarme, entonces decidí caminar por alrededor del muro y así tal vez tendría un poco de suerte y encontrar alguna entrada viable -¿Qué ha sido eso?- Me pregunté tras escuchar el ladrido de un canino, presté un poco más de atención y comprobé que había más de un perro del otro lado del muro, eso me hizo pensar que anteriormente había subestimado la seguridad de aquella enorme mansión, seguramente los perros serían enormes y tendrían un arsenal de colmillos en sus mandíbulas -Tendré que continuar caminando- Dije para mí mismo y luego suspiré alzando la mirada al oscuro cielo.
Seguí circulando alrededor de la mansión hasta llegar a la parte trasera, allí no se encontraban animales peligrosos ni nada por el estilo, sin embargo, para entrar por ahí debía trepar el muro y eso podría llamar la atención de los centinelas que vigilaban la zona desde una torre ubicada al este de la mansión, pero aun así seguía siendo la mejor opción para infiltrarme, no obstante, un sujeto se encontraba caminando por el lado exterior del muro y si me quedaba allí podría verme, por eso tuve que caminar hacia un lado para esconderme detrás de un árbol con gran anchura, escabullirme entre los arbustos y finalmente llegar al lado derecho de la casa, no era el mejor lugar para ocultar mi presencia, pero el miedo me había hecho actuar sin mi consentimiento -Todo este trabajo es una mala idea- Susurré a la vez que miraba la torre donde se encontraban los dos centinelas, con suerte bajarían la guardia y así yo obtendría una oportunidad para entrar, aunque eso sería casi imposible.
Después de unos segundos de espera, un extraño y conveniente ruido se deja escuchar desde la parte trasera de la mansión, eso llamó la atención de los centinelas que de inmediato bajaron de su torre para averiguar lo que sucedía, aunque solo uno de los dos se dirigió hacia el lugar origen del misterioso sonido dejando al otro al lado de la torre, pero solo hicieron falta unos segundos para que aquellos dos estuvieran inspeccionando el lugar dejando desolado la torre -No dejaré pasar esta oportunidad- Dije para luego lanzarme al otro lado del muro y finalmente encontrarme dentro, después me dirigí hacia las escaleras de la torre para llegar a arriba y luego entrar en un pasillo dentro de la mansión, todo había sido muy fácil y eso me parecía muy sospechoso, una vez dentro todo sería arriesgado y peligroso si daba algún mal paso -(¿Ahora qué?)- Me pregunté sin decir nada, todavía no tenía idea de lo que debía hacer y eso me hizo sentir como un tonto, no obstante, unos pasos se dejan escuchar detrás de mí acercándose cada vez más, esta vez no sería otro cachorro ¿O sí? Pues de todas maneras sería mi fin a menos que me arriesgara a avanzar por el pasillo con la probabilidad de ser visto por algún sujeto, pero también podría esperar al que se estaba aproximando a mi posición para emboscarlo y así silenciarlo, pero al final opté por avanzar de prisa por el pasillo conservando el mayor sigilo posible ¿Qué es lo peor que podría pasar?
Seguí circulando alrededor de la mansión hasta llegar a la parte trasera, allí no se encontraban animales peligrosos ni nada por el estilo, sin embargo, para entrar por ahí debía trepar el muro y eso podría llamar la atención de los centinelas que vigilaban la zona desde una torre ubicada al este de la mansión, pero aun así seguía siendo la mejor opción para infiltrarme, no obstante, un sujeto se encontraba caminando por el lado exterior del muro y si me quedaba allí podría verme, por eso tuve que caminar hacia un lado para esconderme detrás de un árbol con gran anchura, escabullirme entre los arbustos y finalmente llegar al lado derecho de la casa, no era el mejor lugar para ocultar mi presencia, pero el miedo me había hecho actuar sin mi consentimiento -Todo este trabajo es una mala idea- Susurré a la vez que miraba la torre donde se encontraban los dos centinelas, con suerte bajarían la guardia y así yo obtendría una oportunidad para entrar, aunque eso sería casi imposible.
Después de unos segundos de espera, un extraño y conveniente ruido se deja escuchar desde la parte trasera de la mansión, eso llamó la atención de los centinelas que de inmediato bajaron de su torre para averiguar lo que sucedía, aunque solo uno de los dos se dirigió hacia el lugar origen del misterioso sonido dejando al otro al lado de la torre, pero solo hicieron falta unos segundos para que aquellos dos estuvieran inspeccionando el lugar dejando desolado la torre -No dejaré pasar esta oportunidad- Dije para luego lanzarme al otro lado del muro y finalmente encontrarme dentro, después me dirigí hacia las escaleras de la torre para llegar a arriba y luego entrar en un pasillo dentro de la mansión, todo había sido muy fácil y eso me parecía muy sospechoso, una vez dentro todo sería arriesgado y peligroso si daba algún mal paso -(¿Ahora qué?)- Me pregunté sin decir nada, todavía no tenía idea de lo que debía hacer y eso me hizo sentir como un tonto, no obstante, unos pasos se dejan escuchar detrás de mí acercándose cada vez más, esta vez no sería otro cachorro ¿O sí? Pues de todas maneras sería mi fin a menos que me arriesgara a avanzar por el pasillo con la probabilidad de ser visto por algún sujeto, pero también podría esperar al que se estaba aproximando a mi posición para emboscarlo y así silenciarlo, pero al final opté por avanzar de prisa por el pasillo conservando el mayor sigilo posible ¿Qué es lo peor que podría pasar?
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Soy invisible y ligero como el viento, soy invisible y ligero como el viento- Me repetía en mi mente una y otra vez esperando que nadie hubiese notado nada, sin embargo mi suerte no era tan buena como podría esperar, en apenas unos instantes los centinelas de la torre estarían dando vueltas en el lugar. Un árbol de tronco grueso me servía de escondite aunque sabía que eso no duraría mucho, ambos sujetos se seguían acercando lentamente pero de forma decidida, se susurraban cosas uno al otro mientras se dividían intentando rodearme -¡¡Alto ahí!!- Gritaron los sujetos mientras aparecían uno a cada lado con el fin de acorralarme aunque no encontraron nada, pues afortunadamente unos instantes antes había conseguido trepar al árbol y ocultarme entre las ramas aprovechando la oscuridad de la noche -Eres un idiota Hal, vaya susto que me has dado con esto- Dijo uno de los centinelas mientras enfundaba la espada que ya traía preparada -¿Crees que solo tú estabas asustado? Yo acepté este trabajo porque necesitaba el dinero, pero ni sé usar esta espada- Expuso el segundo sujeto mientras yo los observaba en silencio desde lo alto del árbol escuchando toda su charla -Volvamos a la torre antes que vuelva Syd o nos romperá todos los huesos- dijo uno mientras comenzaba a correr hacia la torre seguido por su compañero -Ese Syd sí que da miedo- Respondió el otro mientras lo seguía corriendo de prisa.
Por ahora había conseguido mantenerme oculto pero ¿Quién era ese fulano Syd? ¿Tendría algo que ver con lo que me habían pedido investigar? Y ¿Por qué aquellos sujetos le tenían tanto miedo? De momento eran preguntas que no podía responder, pero en algún momento tendría que averiguarlas, esperaba saber algo más de ese tal Syd antes que me tocara enfrentarme a él, aunque por el trabajo lo más sensato sería evitar cualquier enfrentamiento.
Bajé del árbol esta vez con menos prisa y más cuidado para no hacer ruido como antes; los centinelas estaban en lo alto de la torre aunque parecían muy distraídos hablando entre ellos, lo que me permitió correr de prisa hasta la casa pero no sin antes escuchar la veloz carrera de un par de canes que por alguna razón habían logrado verme -Ah vamos, denme un respiro- Murmuré de mala gana mientras comenzaba a correr hacia la casa y tras saltar para esconderme detrás de unos arbustos encontré una pequeña entrada hacia una especie de sótano, los barrotes flojos y oxidados no fueron problemas y tras algunas patadas los aflojé como para luego solo tener que halarlos con las manos y arrancarlos haciéndome una entrada al nivel más bajo de aquella misteriosa casa.
Una vez dentro observé con alivio que los canes no iban realmente tras de mí y había sido tan solo una falsa alarma, realmente solo habían olfateado a su amo o al menos, aquel que los entrenaba y cuidaba, y habían corrido a recibirlo con gran emoción; uno de los dos perros se detuvo frente al agujero por donde había logrado escaparme y comenzó a olfatear, pensaba que sería el final de mi noche de sigilo pero al final la emoción de ver a su amo fue más fuerte que el deber y corrió junto a su gemelo hacia el lugar donde su amo, un hombre de voz gruesa que no alcancé a ver, les esperaba.
Por ahora había conseguido mantenerme oculto pero ¿Quién era ese fulano Syd? ¿Tendría algo que ver con lo que me habían pedido investigar? Y ¿Por qué aquellos sujetos le tenían tanto miedo? De momento eran preguntas que no podía responder, pero en algún momento tendría que averiguarlas, esperaba saber algo más de ese tal Syd antes que me tocara enfrentarme a él, aunque por el trabajo lo más sensato sería evitar cualquier enfrentamiento.
Bajé del árbol esta vez con menos prisa y más cuidado para no hacer ruido como antes; los centinelas estaban en lo alto de la torre aunque parecían muy distraídos hablando entre ellos, lo que me permitió correr de prisa hasta la casa pero no sin antes escuchar la veloz carrera de un par de canes que por alguna razón habían logrado verme -Ah vamos, denme un respiro- Murmuré de mala gana mientras comenzaba a correr hacia la casa y tras saltar para esconderme detrás de unos arbustos encontré una pequeña entrada hacia una especie de sótano, los barrotes flojos y oxidados no fueron problemas y tras algunas patadas los aflojé como para luego solo tener que halarlos con las manos y arrancarlos haciéndome una entrada al nivel más bajo de aquella misteriosa casa.
Una vez dentro observé con alivio que los canes no iban realmente tras de mí y había sido tan solo una falsa alarma, realmente solo habían olfateado a su amo o al menos, aquel que los entrenaba y cuidaba, y habían corrido a recibirlo con gran emoción; uno de los dos perros se detuvo frente al agujero por donde había logrado escaparme y comenzó a olfatear, pensaba que sería el final de mi noche de sigilo pero al final la emoción de ver a su amo fue más fuerte que el deber y corrió junto a su gemelo hacia el lugar donde su amo, un hombre de voz gruesa que no alcancé a ver, les esperaba.
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Al encontrar una habitación con la puerta completamente abierta, no pude evitar entrar para esconderme, aunque dicha acción pudo haber sido catastrófica si dentro hubiese estado alguien, por suerte ese no fue el caso y me mantuve calmado esperando que nadie llegara y me matara -Todavía no es el momento, tranquilo- Me decía a mí mismo tratando de calmar mis nervios, quería salir corriendo y escapar para nunca volver, pero lo único que logró tranquilizarme fue pensar en la deliciosa comida que podría comprar con los aeros que ganaría al completar el trabajo para suicidas -(Tal vez este trabajo es una trampa creada con el único fin de eliminarme, y la mente maestra detrás de todo es Hyro. Él nunca me quiso en su casa y finalmente decidió tramar esta macabra trampa, pero ¿Por qué haría eso si soy el único que trabaja para mantenernos?)- Pensaba por unos instantes sin darme cuenta de que todo lo que pasaba por mi cabeza era una gran ridiculez.
Al recuperar el sentido de la razón salí de la habitación con cierta cautela, luego decidí explorar el lugar hasta encontrarme en el piso inferior y así descubrir un nuevo pasillo, si seguía por ese camino podría llegar el salón que desde afuera no había forma de entrar, me llamaba la atención la idea de revisar ese lugar, la mansión no se encontraba muy habitada en ese momento dándome posibilidades de andar con gran libertad, pero si me tardaba demasiado me arriesgaría a ser visto por algún entrometido -¿Otro intruso?- Me pregunté al escuchar los ladridos de los perros, si eso era cierto entonces el sigilo desaparecería completamente y todos estarían en alerta por culpa de un idiota imprudente, por eso apresuré mi paso.
Abrir la puerta del salón no resultó ser tan fácil de lo que parecía, tenía que utilizar toda mi fuerza para empujar la puerta hasta que por fin logré entrar, y dentro se encontraban unas cuantas cajas que contenían cristales de color rojizo formando una gran colección que se podía apreciar, el valor de todo eso tal vez sería mayor cantidad a la de la mansión -Si tomo unos cuantos nadie lo notará, además yo necesito un recuerdo de esta noche, un valioso recuerdo- Dije con cierta malicia esas últimas tres palabras y luego dirigí lentamente mi mano derecha hacia uno de esos llamativos cristales -Por lo menos uno, nunca lo notarán- Susurré mirando fijamente lo que quería como trofeo, sin embargo, me detuve tras escuchar unos pasos acercándose -Mira eso, la puerta está abierta- Murmuró un sujeto fuera del salón -Escucha, si nuestro jefe se entera de que le robaron…- Susurró otro individuo pero no terminó su oración, tal vez era costumbre de la gente de esas tierras dejar sus oraciones sin terminar -No importa, tomemos lo que podamos de ahí dentro y larguémonos de Beltrexus para nunca volver- Dijo el sujeto para luego acercase a mi posición junto con su compañero. Sin pensarlo dos veces me escondí detrás de una caja ubicada cerca del rincón más alejado, tal vez allí no me encontrarían, pero mi suerte era cada vez peor, unos nuevos pasos se aproximaban y mi fin estaría cerca si no pensaba en una forma de salir con vida…
Al recuperar el sentido de la razón salí de la habitación con cierta cautela, luego decidí explorar el lugar hasta encontrarme en el piso inferior y así descubrir un nuevo pasillo, si seguía por ese camino podría llegar el salón que desde afuera no había forma de entrar, me llamaba la atención la idea de revisar ese lugar, la mansión no se encontraba muy habitada en ese momento dándome posibilidades de andar con gran libertad, pero si me tardaba demasiado me arriesgaría a ser visto por algún entrometido -¿Otro intruso?- Me pregunté al escuchar los ladridos de los perros, si eso era cierto entonces el sigilo desaparecería completamente y todos estarían en alerta por culpa de un idiota imprudente, por eso apresuré mi paso.
Abrir la puerta del salón no resultó ser tan fácil de lo que parecía, tenía que utilizar toda mi fuerza para empujar la puerta hasta que por fin logré entrar, y dentro se encontraban unas cuantas cajas que contenían cristales de color rojizo formando una gran colección que se podía apreciar, el valor de todo eso tal vez sería mayor cantidad a la de la mansión -Si tomo unos cuantos nadie lo notará, además yo necesito un recuerdo de esta noche, un valioso recuerdo- Dije con cierta malicia esas últimas tres palabras y luego dirigí lentamente mi mano derecha hacia uno de esos llamativos cristales -Por lo menos uno, nunca lo notarán- Susurré mirando fijamente lo que quería como trofeo, sin embargo, me detuve tras escuchar unos pasos acercándose -Mira eso, la puerta está abierta- Murmuró un sujeto fuera del salón -Escucha, si nuestro jefe se entera de que le robaron…- Susurró otro individuo pero no terminó su oración, tal vez era costumbre de la gente de esas tierras dejar sus oraciones sin terminar -No importa, tomemos lo que podamos de ahí dentro y larguémonos de Beltrexus para nunca volver- Dijo el sujeto para luego acercase a mi posición junto con su compañero. Sin pensarlo dos veces me escondí detrás de una caja ubicada cerca del rincón más alejado, tal vez allí no me encontrarían, pero mi suerte era cada vez peor, unos nuevos pasos se aproximaban y mi fin estaría cerca si no pensaba en una forma de salir con vida…
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Había llegado a un pequeño sótano con algunas cajas y cosas cubiertas por sábanas, así que nada me impediría curiosear un rato esperando encontrar algún indicio de lo que estaba planeando ese tal Tenret, las cajas estaban abiertas y también vacías, en una mesa al fondo se veían algunos pergaminos sobre una mesa iluminada por la tenue luz de una pequeña vela, al parecer había pasado mucho tiempo desde que alguien estuvo en ese lugar, muestra de ello era el gran estado de desgaste que presentaba la diminuta vela; me acerqué con mucha curiosidad y entre otras cosas menos importantes encontré una serie de mapas, la mayoría de ellos eran todos parecidos, mapas de todo Aerandir con algunas flechas y nombres escritos en un idioma que no lograba entender, tal vez podría ser la pista para algún buen descubrimiento, pero de momento no tenía cabeza para resolver semejante acertijo con tan pocas evidencias.
Sin embargo uno de los mapas era solamente de la pequeña isla de los brujos, se veía claramente marcado en un sombrío color rojo un gran espacio del dibujo, justamente por donde se encontraba la casa y extendiéndose hasta diversos lugares a modo de ramificaciones -¿Qué tenemos aquí?- Dije al tomar del piso otro mapa pero éste en lugar de describir la isla, solo mostraba cada uno de los terrenos que aún no le pertenecían, siendo uno de ellos el que albergaba la casa del amigo de Justine -ingilazi okwegazi olungenakuqhathaniswa- Leí la inscripción al pie del pequeño mapa donde estaban marcados con equis algunos puntos muy específicos; coloqué ese mapa sobre el otro que había encontrado antes en donde se marcaba el terreno de color rojo y pude ver que casa del hombre misterioso estaba construida sobre un sitio donde el color rojo del mapa era mucho más intenso, eso deba algunas pistas, sin embargo no eran del todo suficientes, además no alcanzaba a leer el extraño escrito al pie del mapa pero entonces ya no podría seguir perdiendo el tiempo de esa manera, así que sin pensarlo mucho tomé ambos mapas y los metí bajo mi camisa para guardarlos y revisarlos luego con mucha calma.
Al llegar a la puerta e intentar hacer girar la manija pude notar con cierto espanto que la puerta no parecía querer abrirse para ningún lado, parecía estar cerrada desde afuera o tal vez obstruida por alguien que me estaba observando tal vez desde más tiempo del que pensaba -Hey, abre la puerta, necesito salir- Dije en tono autoritario para lograr que me obedeciera, sin embargo el efecto causado fue muy diferente, pues solo conseguí hacer que huyera asustado tropezando con algunas cosas antes de finalmente dejar de hacer ruidos, no sabía si el asustadizo custodio se había largado o ahora permanecía escondido a lo lejos esperando la llegada de más guardias pero eso jamás paso; debía encontrar una manera de salir de ese lugar; trepar hacia el agujero por donde había entrado no parecía una buena opción así que de momento lo mejor sería intentar salir de ahí aunque no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo.
Sin embargo uno de los mapas era solamente de la pequeña isla de los brujos, se veía claramente marcado en un sombrío color rojo un gran espacio del dibujo, justamente por donde se encontraba la casa y extendiéndose hasta diversos lugares a modo de ramificaciones -¿Qué tenemos aquí?- Dije al tomar del piso otro mapa pero éste en lugar de describir la isla, solo mostraba cada uno de los terrenos que aún no le pertenecían, siendo uno de ellos el que albergaba la casa del amigo de Justine -ingilazi okwegazi olungenakuqhathaniswa- Leí la inscripción al pie del pequeño mapa donde estaban marcados con equis algunos puntos muy específicos; coloqué ese mapa sobre el otro que había encontrado antes en donde se marcaba el terreno de color rojo y pude ver que casa del hombre misterioso estaba construida sobre un sitio donde el color rojo del mapa era mucho más intenso, eso deba algunas pistas, sin embargo no eran del todo suficientes, además no alcanzaba a leer el extraño escrito al pie del mapa pero entonces ya no podría seguir perdiendo el tiempo de esa manera, así que sin pensarlo mucho tomé ambos mapas y los metí bajo mi camisa para guardarlos y revisarlos luego con mucha calma.
Al llegar a la puerta e intentar hacer girar la manija pude notar con cierto espanto que la puerta no parecía querer abrirse para ningún lado, parecía estar cerrada desde afuera o tal vez obstruida por alguien que me estaba observando tal vez desde más tiempo del que pensaba -Hey, abre la puerta, necesito salir- Dije en tono autoritario para lograr que me obedeciera, sin embargo el efecto causado fue muy diferente, pues solo conseguí hacer que huyera asustado tropezando con algunas cosas antes de finalmente dejar de hacer ruidos, no sabía si el asustadizo custodio se había largado o ahora permanecía escondido a lo lejos esperando la llegada de más guardias pero eso jamás paso; debía encontrar una manera de salir de ese lugar; trepar hacia el agujero por donde había entrado no parecía una buena opción así que de momento lo mejor sería intentar salir de ahí aunque no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo.
Última edición por Bio el Dom 14 Feb - 6:49, editado 6 veces
Bio
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Me encontraba en graves problemas y mi mente no trataba de idear un buen plan, me sentía frustrado por no saber qué hacer, mi única posibilidad de poder salir sin ser visto era que todos murieran sin razón alguna, pero eso sería imposible sin importar lo que sucediera -(Podría intentar asesinarlos, pero ellos me vencerían. Tal vez si intento salir corriendo… no, me atraparían)- Pensaba sin poder tener por lo menos una buena idea, ya lo último era rendirme y esperar que un milagro pasara -¿Qué hacen ustedes dos aquí?- Preguntó un nuevo sujeto que llegaba a la escena, su voz era autoritaria y firme, tal vez se trataba de alguien con poder dentro de la mansión -Nada, no pasa nada- Respondió con tono temeroso uno de los sujetos que habían llegado primero -Salgan de ahí o todos estaremos en problemas- Ordenó con una gran seriedad y nuevamente con autoridad, por suerte su orden fue obedecida y en pocos segundos me encuentro sin compañía.
Todo marchaba bien, pero cuando los sujetos salieron decidieron cerrar la puerta conmigo adentro, no se veía tan mal, esperé un par de minutos para tratar de salir y en ese momento es cuando pude notar que esta vez la puerta estaba cerrada con llave -Sabía que todo este trabajo era una mala idea- Afirmé una vez más mientras cerraba mis ojos para intentar deshacerme de mi estrés, pero nada podía evitar el hecho de que me encontraba encerrado, así que no tuve otra opción que no fuese buscar una salida. Ese salón no tenía ventanas, no tenía pasadizos ni nada por el estilo -Vamos, piensa, piensa- Me decía una y otra vez mientras presionaba mis labios con el pulgar de mi mano derecha.
Finalmente es cuando logré recordar un detalle muy importante, me di una palmada en mi cabeza por no haber pensado en eso antes, me sentía como un estúpido por no recordar que mis conocimientos en la herrería me servirían para abrir la puerta -Comencemos- Dije para mí mismo para luego analizar la dichosa puerta, ésta no era muy compleja y su construcción parecía ser improvisada, solo habían dos bisagras compuestas por dos hojas planas con una clavija que las unía. Sabiendo eso, coloqué la punta de mi espada entre la bisagra y el embellecedor superior de la clavija para empujarla hacia arriba hasta finalmente sacar el clavo de la bisagra -Ahora solo quedas tú- Dije mientras me preparaba para desarmar la siguiente, con ésta utilicé el mismo proceso aunque con mi cuerpo en una posición incómoda, la bisagra estaba cerca del suelo y así era más complicado, pero todo valió la pena, al final logré quitar la puerta.
Al realizar todo este proceso, la puerta se me vino encima y gracias a mis reflejos logré detenerla con mis manos, sin embargo, ésta era un poco pesada, pero al final pude levantarme y acomodar una caja para que quedara como base que pudiera sostener la puerta, así no se notaría tanto que ya no estaba puesta, sin embargo, debía moverme rápido antes de que alguien llegara.
Todo marchaba bien, pero cuando los sujetos salieron decidieron cerrar la puerta conmigo adentro, no se veía tan mal, esperé un par de minutos para tratar de salir y en ese momento es cuando pude notar que esta vez la puerta estaba cerrada con llave -Sabía que todo este trabajo era una mala idea- Afirmé una vez más mientras cerraba mis ojos para intentar deshacerme de mi estrés, pero nada podía evitar el hecho de que me encontraba encerrado, así que no tuve otra opción que no fuese buscar una salida. Ese salón no tenía ventanas, no tenía pasadizos ni nada por el estilo -Vamos, piensa, piensa- Me decía una y otra vez mientras presionaba mis labios con el pulgar de mi mano derecha.
Finalmente es cuando logré recordar un detalle muy importante, me di una palmada en mi cabeza por no haber pensado en eso antes, me sentía como un estúpido por no recordar que mis conocimientos en la herrería me servirían para abrir la puerta -Comencemos- Dije para mí mismo para luego analizar la dichosa puerta, ésta no era muy compleja y su construcción parecía ser improvisada, solo habían dos bisagras compuestas por dos hojas planas con una clavija que las unía. Sabiendo eso, coloqué la punta de mi espada entre la bisagra y el embellecedor superior de la clavija para empujarla hacia arriba hasta finalmente sacar el clavo de la bisagra -Ahora solo quedas tú- Dije mientras me preparaba para desarmar la siguiente, con ésta utilicé el mismo proceso aunque con mi cuerpo en una posición incómoda, la bisagra estaba cerca del suelo y así era más complicado, pero todo valió la pena, al final logré quitar la puerta.
Al realizar todo este proceso, la puerta se me vino encima y gracias a mis reflejos logré detenerla con mis manos, sin embargo, ésta era un poco pesada, pero al final pude levantarme y acomodar una caja para que quedara como base que pudiera sostener la puerta, así no se notaría tanto que ya no estaba puesta, sin embargo, debía moverme rápido antes de que alguien llegara.
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Subrayada el uso de mi habilidad pasiva “Herrería"
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Me encontraba atrapado al menos temporalmente, pero ese encierro finalmente me serviría para algo, pues al fondo logré ver un pequeño cúmulo de libros al que me acerqué por mera casualidad y para mi sorpresa, uno de ellos parecía ser una especie de diccionario, desafortunadamente no era un diccionario bilingüe, por lo que la traducción no serían tan sencilla, pero al menos estaba muy bien ilustrado; saqué de prisa el mapa que tenía la pequeña nota que antes no había conseguido descifrar y busqué la primera de las tres palabras, “ingilazi” la cual estaba al lado de un conjunto de afilados y transparentes cristales -¡Eso, es un cristal!- Dije emocionado mientras ojeaba en busca de la siguiente palabra -okwegazi, okwegazi- Repetía susurrante mientras hojeaba el libro hasta llegar al punto indicado, el cual tenía varios dibujos junto a su significado, un pájaro, un pez y una bebida, lo único común entre ellos era el color carmesí -¿Cristal Carmesí?- Murmuré para mí mismo mientras me dedicaba a buscar la última palabra -olun... gena... kuqha... thanis... wa- Intenté dividirla en sílabas para poder buscarla de manera ordenada sin embargo su significado era más largo en palabras pero menor en dibujos donde apenas tenía una pila de monedas; fruncí el entrecejo al no encontrarle significado coherente así que intenté leer algo pero todo estaba en ese idioma tan extraño que no alcanzaba a entender nada -¡¡Rayos!!- Susurré al ver que quien había estado tras la puerta había regresado junto con alguien más; así que corrí a esconderme detrás del estante que contenía los libros esperando que no me hubiesen visto.
El chico que había estado espiando antes, consiguió volver junto con otro de los guardias, un descomunal sujeto con un par de hachas en sus manos y con toda la actitud de querer hacerme puré cuando me encontrara -Eres un cobarde niño, nada es tan valioso como un intruso, nos pagan bien por eliminarlos- Dijo el sujeto con una voz muy gruesa para luego escupir al suelo y seguir buscándome -Gran valor- Pensé detenidamente y luego empujé fuerte el estante para que le cayera encima aunque al final no conseguí aplastarlo, apenas había conseguido molestarlo con los libros que le cayeron encima y lo distrajeron apenas el tiempo suficiente como para correr y con mucha velocidad colocarme detrás del “Chico Cobarde” tomando una de mis dagas para colocarla en su cuello -Atrás grandote- Dije al ver que se acercaba enojado -No des un paso más o...- Dije tratando de ganar tiempo pero fui interrumpido por su hacha que se dejó caer partiendo a la mitad al chico y tal vez a mí también si no hubiera saltado hacia un lado -¿O qué?- Preguntó sin remordimiento alguno mientras caminaba lentamente hacia mí -Espera, detente- Dije para tratar de ganar tiempo pero me tocó agacharme rápidamente para evitar ser decapitado por un hachazo que venía horizontalmente hacia mi cuello -Deja de moverte flacucho- Dijo el sujeto con su gruesa voz -Ah disculpa, me quedaré quieto para que puedas matarme- Dije mientras me acercaba a la pared donde en poco quedaría arrinconado, esperé el momento indicado en que se disponía a lanzar el hachazo y cuando llegó el momento rodé por el piso hacia la izquierda para esquivar y antes que consiguiera reponérseme levanté y tras un salto le di una fuerte patada en la entrepierna; por más fuerte que alguien sea esos golpes siempre duelen, el grandulón lo dejaría en evidencia al caer de rodillas al piso donde aproveché para morder su cuello y alimentarme de él mientras mis colmillos se encargaban de adormecerlo hasta que perdió la movilidad de su cuerpo, entonces me levanté dispuesto a salir por la puerta que ahora por fin estaba abierta, aunque no sin antes murmurar la solución -Cristal carmesí de gran valor- Aunque por ahora saber eso no me serviría de mucho.
El grandulón no estaba muerto pero al menos tendría bastante tiempo antes que despertara, caminé por un largo pasillo y subí unas pequeñas escaleras para dejar el sótano, al subir vi como la puerta del lugar que desde afuera se veía muy cerrado, comenzaba a moverse, como si trataran de tumbarla desde adentro -¿Qué está pasando ahí?- Pensé mientras me quedaba escondido tras uno de los pilares que sostenían el balcón a la vez que adornaban el pequeño pasillo, sorprendiéndome finalmente al ver que quien salía de la habitación parecía ser nada menos que el pequeño y extraño No-Elfo, su rostro estaba casi cubierto pero algunos mechones de pelo se asomaban discretamente, no conocía muchos elfos pequeños y de cabello blanco, tenía que ser él -¿Rauko? ¿Eres tú? ¿Por qué me estás siguiendo? No lo hagas, es peligroso- Le susurré para no ser escuchado por nadie más mientras me acercaba lo suficiente como para ver antes que acomodara la puerta, en el interior de esa sala, algunos cristales rojos, o más bien, carmesí, los cuales parecían ser muy valiosos, no dije nada pero al menos ya tenía una idea más clara de lo que estaba sucediendo -Ven, escóndete- Dije a Rauko invitándolo a bajar las escaleras del sótano para evitar ser vistos por los centinelas que se acercaban caminando al pasillo -¿Qué haces aquí?- Pregunté al peliblanco mientras intentaba adivinar sus razones ¿Sería uno más de los centinelas de la mansión?
El chico que había estado espiando antes, consiguió volver junto con otro de los guardias, un descomunal sujeto con un par de hachas en sus manos y con toda la actitud de querer hacerme puré cuando me encontrara -Eres un cobarde niño, nada es tan valioso como un intruso, nos pagan bien por eliminarlos- Dijo el sujeto con una voz muy gruesa para luego escupir al suelo y seguir buscándome -Gran valor- Pensé detenidamente y luego empujé fuerte el estante para que le cayera encima aunque al final no conseguí aplastarlo, apenas había conseguido molestarlo con los libros que le cayeron encima y lo distrajeron apenas el tiempo suficiente como para correr y con mucha velocidad colocarme detrás del “Chico Cobarde” tomando una de mis dagas para colocarla en su cuello -Atrás grandote- Dije al ver que se acercaba enojado -No des un paso más o...- Dije tratando de ganar tiempo pero fui interrumpido por su hacha que se dejó caer partiendo a la mitad al chico y tal vez a mí también si no hubiera saltado hacia un lado -¿O qué?- Preguntó sin remordimiento alguno mientras caminaba lentamente hacia mí -Espera, detente- Dije para tratar de ganar tiempo pero me tocó agacharme rápidamente para evitar ser decapitado por un hachazo que venía horizontalmente hacia mi cuello -Deja de moverte flacucho- Dijo el sujeto con su gruesa voz -Ah disculpa, me quedaré quieto para que puedas matarme- Dije mientras me acercaba a la pared donde en poco quedaría arrinconado, esperé el momento indicado en que se disponía a lanzar el hachazo y cuando llegó el momento rodé por el piso hacia la izquierda para esquivar y antes que consiguiera reponérseme levanté y tras un salto le di una fuerte patada en la entrepierna; por más fuerte que alguien sea esos golpes siempre duelen, el grandulón lo dejaría en evidencia al caer de rodillas al piso donde aproveché para morder su cuello y alimentarme de él mientras mis colmillos se encargaban de adormecerlo hasta que perdió la movilidad de su cuerpo, entonces me levanté dispuesto a salir por la puerta que ahora por fin estaba abierta, aunque no sin antes murmurar la solución -Cristal carmesí de gran valor- Aunque por ahora saber eso no me serviría de mucho.
El grandulón no estaba muerto pero al menos tendría bastante tiempo antes que despertara, caminé por un largo pasillo y subí unas pequeñas escaleras para dejar el sótano, al subir vi como la puerta del lugar que desde afuera se veía muy cerrado, comenzaba a moverse, como si trataran de tumbarla desde adentro -¿Qué está pasando ahí?- Pensé mientras me quedaba escondido tras uno de los pilares que sostenían el balcón a la vez que adornaban el pequeño pasillo, sorprendiéndome finalmente al ver que quien salía de la habitación parecía ser nada menos que el pequeño y extraño No-Elfo, su rostro estaba casi cubierto pero algunos mechones de pelo se asomaban discretamente, no conocía muchos elfos pequeños y de cabello blanco, tenía que ser él -¿Rauko? ¿Eres tú? ¿Por qué me estás siguiendo? No lo hagas, es peligroso- Le susurré para no ser escuchado por nadie más mientras me acercaba lo suficiente como para ver antes que acomodara la puerta, en el interior de esa sala, algunos cristales rojos, o más bien, carmesí, los cuales parecían ser muy valiosos, no dije nada pero al menos ya tenía una idea más clara de lo que estaba sucediendo -Ven, escóndete- Dije a Rauko invitándolo a bajar las escaleras del sótano para evitar ser vistos por los centinelas que se acercaban caminando al pasillo -¿Qué haces aquí?- Pregunté al peliblanco mientras intentaba adivinar sus razones ¿Sería uno más de los centinelas de la mansión?
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Última edición por Bio el Mar 16 Feb - 5:27, editado 1 vez
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Mientras intentaba de colocar la puerta en una posición razonable, una extraña sensación no me dejaba tranquilo, tenía la sensación de que alguien o algo me estaba observando desde un corto periodo de tiempo, miré a mi alrededor tratando de encontrar a una persona, pero no logré ver nada, el pasillo se encontraba vacío y mi miedo aún continuaba presente en mi mente -Me estoy volviendo loco, pero espero que al final todo valga la pena- Susurré para mí mismo mientras respiraba profundamente para tranquilizar mis nervios, pero con eso no pude lograr esa meta. Fue entonces cuando finalmente se deja escuchar una voz que me resultó muy familiar, desafortunadamente… Muy familiar -No puede ser, no puede ser, no puede ser- Me decía una y otra vez deseando que no se tratara del vampiro que de alguna forma siempre se encontraba en problemas que él nunca intentaba resolver sin ayuda, sin embargo, nada podía evitar el hecho de que Bio estuviera allí, y lo primero que hizo fue hacerme unas preguntas estúpidas junto con un consejo que me era imposible tomar -El problema no es que yo te siga, sino que tú estás en mi camino- Le respondí con un tono bajo para no llamar la atención de alguien más que estuviera cerca, no obstante, unos sujetos se aproximaban al lugar motivándome a escapar, pero no sin antes tomar el cristal más cercano y terminar de una buena vez de acomodar la puerta. Con el cristal en mis manos ya podía largarme sin preocuparme de nada, sin embargo, la presencia de Bio me parecía muy sospechosa y no podía confiar en él sin un poco más de información que me ayudara a entender.
Seguí a Bio hacia unas escaleras para escondernos en un lugar aparentemente seguro pero sin dejar de estar alerta -Sabía que robarle al jefe era una mala idea, nunca debí obedecerte, por tu culpa nos disminuirán la paga- Dijo con decepción uno de los centinelas que se acercaban a la sala de los cristales -Hubiéramos tenido éxito si el cretino de Mak no nos hubiera atrapado. Por cierto yo nunca te obligué a nada- Respondió su acompañante, sin duda alguna se trataba de los dos sujetos que anteriormente habían intentado robar los cristales, debido a que no me parecía una amenaza opté por ignorarlos para responderle a mi inusual compañero -Estoy aquí para buscar información sobre un tal Tenret- Le susurré a Bio pero sin querer dar más detalles, hasta el momento no sabía si él estaba de mi lado o del brujo, y revelar información al enemigo nunca termina bien -¿Sabes algo de ese brujo? ¿Eres otro guardia de la mansión? ¿Cómo lograste saber mi identidad? ¿Qué haces aquí?- Le hice tantas preguntas que posiblemente no me respondería ninguna, pero de todas formas continué -¿A dónde vamos?- Fue mi última pregunta, después me dispuse a escuchar sus palabras si realmente él estaba dispuesto a responder, aunque lo más probable era que me dijera algo parecido a “No hables tanto” y eso no era lo que buscaba, no obstante, un recuerdo llega a mi cabeza y no pude evitar preocuparme por el detalle de la puerta que desarmé, en poco tiempo se descubriría lo sucedido y toda la mansión estaría en alerta.
Seguí a Bio hacia unas escaleras para escondernos en un lugar aparentemente seguro pero sin dejar de estar alerta -Sabía que robarle al jefe era una mala idea, nunca debí obedecerte, por tu culpa nos disminuirán la paga- Dijo con decepción uno de los centinelas que se acercaban a la sala de los cristales -Hubiéramos tenido éxito si el cretino de Mak no nos hubiera atrapado. Por cierto yo nunca te obligué a nada- Respondió su acompañante, sin duda alguna se trataba de los dos sujetos que anteriormente habían intentado robar los cristales, debido a que no me parecía una amenaza opté por ignorarlos para responderle a mi inusual compañero -Estoy aquí para buscar información sobre un tal Tenret- Le susurré a Bio pero sin querer dar más detalles, hasta el momento no sabía si él estaba de mi lado o del brujo, y revelar información al enemigo nunca termina bien -¿Sabes algo de ese brujo? ¿Eres otro guardia de la mansión? ¿Cómo lograste saber mi identidad? ¿Qué haces aquí?- Le hice tantas preguntas que posiblemente no me respondería ninguna, pero de todas formas continué -¿A dónde vamos?- Fue mi última pregunta, después me dispuse a escuchar sus palabras si realmente él estaba dispuesto a responder, aunque lo más probable era que me dijera algo parecido a “No hables tanto” y eso no era lo que buscaba, no obstante, un recuerdo llega a mi cabeza y no pude evitar preocuparme por el detalle de la puerta que desarmé, en poco tiempo se descubriría lo sucedido y toda la mansión estaría en alerta.
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
En principio, el elfo parecía negarse a aceptar que de nuevo se cruzaban nuestros caminos, no parecía muy feliz de encontrarme pero ahora ya no había vuelta atrás, solo esperaba que no fuera uno más de los guardias de la mansión, aunque su vestimenta y su actitud decían lo contrario -Ya cállate y ven- Le dije mientras le señalaba las escaleras; se escuchaban unos pasos acercándose y una conversación sin mucho sentido -¿Qué haces? ¡Ven!- Insistí sin entender lo que hacía hasta ver que había tomado consigo un extraño cristal de color rojizo -Cristal Carmesí de Gran Valor- Pensé a ver la joya en su mano aunque no llegué a decir nada por ahora, de momento lo más importante era ocultarnos ante la llegada de los centinelas.
Al ponernos a cubiertos me dijo algo que a pesar de todo no me esperaba -Yo también busco información de ese tal Tenret- Respondí con algo de duda pues no sabía con qué finalidad estaba ahí -¿Quién te envió? ¿Ahora eres espía?- Mis preguntas quedaron en el aire por culpa de las suyas, aunque con algo de precaución podría responderle algunas cosas -No hay muchos elfos enanos de cabello blanco, tampoco soy un guardia, soy espía, y este Tenret está comprando los territorios donde hay unos cristales rojos muy valiosos- Aunque pareciera que me estaba reservando muchos datos, la verdad es que eso era todo lo que sabía, lo cual resultaba bastante triste para ser un espía tan experimentado, un soldado del gremio de informantes -Vamos hacia abajo- Dije mientras comenzaba a descender por las escaleras ante la cercanía de los molestos centinelas que ahora llegaban y veían la puerta medio puesta -Esto no debería estar así- Dijo uno de ellos -¿Crees que alguien nos copió la idea?- Preguntó su compañero para ser reprendido luego -Claro que no, idiota, nos han robado, y nos cortarán la cabeza si no encontramos a los culpables, ve rápido a buscar a Syd- Dijo uno de ellos, y el otro sin la más mínima intención de negarse salió corriendo en busca del tal Syd.
Hay que salir de aquí, ya hay suficiente información para saber lo que sucede, cualquier enfrentamiento ahora es innecesario- Dije mientras terminaba de bajar las escaleras hasta el pequeño pasillo que daba al pequeño sótano por donde había entrado a la casa, aunque mis intenciones no servirían de mucho pues el centinela que había quedado ahora venía bajando las escaleras justo hacia donde estábamos, la única opción era correr hacia el pequeño sótano pero ahí no había un escape seguro, lo más probable era que nos descubrirían y tratarían de matarnos, de cualquier modo sería el fin de todo el sigilo y eso no era lo peor, si lográbamos deshacernos de este sujeto, quedaba el otro que no tardaría en volver acompañado por el fulano Syd.
Al ponernos a cubiertos me dijo algo que a pesar de todo no me esperaba -Yo también busco información de ese tal Tenret- Respondí con algo de duda pues no sabía con qué finalidad estaba ahí -¿Quién te envió? ¿Ahora eres espía?- Mis preguntas quedaron en el aire por culpa de las suyas, aunque con algo de precaución podría responderle algunas cosas -No hay muchos elfos enanos de cabello blanco, tampoco soy un guardia, soy espía, y este Tenret está comprando los territorios donde hay unos cristales rojos muy valiosos- Aunque pareciera que me estaba reservando muchos datos, la verdad es que eso era todo lo que sabía, lo cual resultaba bastante triste para ser un espía tan experimentado, un soldado del gremio de informantes -Vamos hacia abajo- Dije mientras comenzaba a descender por las escaleras ante la cercanía de los molestos centinelas que ahora llegaban y veían la puerta medio puesta -Esto no debería estar así- Dijo uno de ellos -¿Crees que alguien nos copió la idea?- Preguntó su compañero para ser reprendido luego -Claro que no, idiota, nos han robado, y nos cortarán la cabeza si no encontramos a los culpables, ve rápido a buscar a Syd- Dijo uno de ellos, y el otro sin la más mínima intención de negarse salió corriendo en busca del tal Syd.
Hay que salir de aquí, ya hay suficiente información para saber lo que sucede, cualquier enfrentamiento ahora es innecesario- Dije mientras terminaba de bajar las escaleras hasta el pequeño pasillo que daba al pequeño sótano por donde había entrado a la casa, aunque mis intenciones no servirían de mucho pues el centinela que había quedado ahora venía bajando las escaleras justo hacia donde estábamos, la única opción era correr hacia el pequeño sótano pero ahí no había un escape seguro, lo más probable era que nos descubrirían y tratarían de matarnos, de cualquier modo sería el fin de todo el sigilo y eso no era lo peor, si lográbamos deshacernos de este sujeto, quedaba el otro que no tardaría en volver acompañado por el fulano Syd.
Offrol: Subrayado el inicio de la complicación (Atentan contra nosotros al descubrir algo importante)
Última edición por Bio el Vie 26 Feb - 5:17, editado 2 veces
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Finalmente había logrado obtener un poco de información de Bio y la desconfianza que tenía hacia él desapareció, pero al diálogo se le fueron incorporadas sus preguntas que tal vez no se podrían responder en aquellas circunstancias, eso disminuyó las probabilidades de que mis dudas fuesen aclaradas, sin embargo, al final respondió mis preguntas y ahora todo tenía un poco más de sentido, aunque parecía que él no quería decir más de la cuenta, tal vez no me tenía la confianza suficiente para contarme todo lo que sabía, pero de todas formas tenía más información que yo -Me ha enviado un sujeto que vive por esta zona- Comenté sin querer revelar más datos de Renk -Pues sí, soy un espía, pero tenía mucho tiempo que no hacía este tipo de trabajos- Susurré mientras escuchaba la conversación de los centinelas que notaron el “pequeño” detalle de la puerta, entonces uno de ellos marchó en busca de refuerzos mientras que el otro se quedó para revisar, ahora solo debíamos preocuparnos por buscar la mejor forma de escapar de aquella mansión.
Tras escuchar las palabras de Bio y bajar las escaleras, los pasos del centinela que había quedado arriba se aproximaban a mi posición, esconderme sería la mejor opción, pero ya estaba cansado de tener que correr cada vez que alguien se acercaba, en esta ocasión sería diferente, el sigilo ya no era tan importante y eso me motivó a actuar de una forma más agresiva -Me encargaré de él- Dije en voz baja y luego desenvainé mi espada lentamente. El sonido de sus pasos era cada vez más fuerte, más cerca, la adrenalina recorría mi cuerpo y mi mente intentaba despejarse de toda distracción, en ese momento lo único que importaba era que mi espada pudiera silenciar de forma permanente al centinela, si algo salía mal, entonces todos se enterarían de mi presencia en la mansión -(Todo saldrá bien)- Pensé para desvanecer toda preocupación de mi mente y así tener la confianza que necesitaba en mí mismo.
Una vez que el centinela llegó al pasillo emprendí una carrera hacia él para eliminarlo con una estocada, no obstante, él pudo reaccionar ante aquella situación gracias a sus reflejos, aunque no sirvió de mucho -¡¡Intruso!!- Vociferó mientras me veía acercarme a él, pero mi carrera continuó hasta lograr que las hojillas de mi espada atravesara su abdomen -¡Ayuda!- gritó expresando todo el dolor que sentía mientras que desde su herida salía un poco de sangre que lentamente bañaba sus piernas -Con esta lección no volverás a robarle cristales a tu jefe- Le susurré al oído para luego girar mi espada y finalmente sacarla de su estómago causando que desde su herida salieran pequeños chorros de sangre. Su cuerpo no tardó mucho en caer de espaldas al suelo, pero su corazón seguía latiendo, por eso no pude evitar pisar su cuello y presionarlo violentamente sin que él pudiera hacer algo para evitarlo, sin embargo, los gritos acabaron de forma definitiva con el sigilo y todo se pondría complicado.
Después de darle final a mi víctima, me dirigí hacia donde se encontraba Bio, los demás centinelas llegarían pronto y nuestro tiempo se hacía más corto, volver a subir las escaleras tal vez sería mala idea, así que la mejor opción era seguir por el pasillo, aunque no tenía ni la más mínima idea de los obstáculos que por allí se podrían encontrar -¿Qué hacemos?- Pregunté mientras limpiaba mi espada con mi vestimenta.
Tras escuchar las palabras de Bio y bajar las escaleras, los pasos del centinela que había quedado arriba se aproximaban a mi posición, esconderme sería la mejor opción, pero ya estaba cansado de tener que correr cada vez que alguien se acercaba, en esta ocasión sería diferente, el sigilo ya no era tan importante y eso me motivó a actuar de una forma más agresiva -Me encargaré de él- Dije en voz baja y luego desenvainé mi espada lentamente. El sonido de sus pasos era cada vez más fuerte, más cerca, la adrenalina recorría mi cuerpo y mi mente intentaba despejarse de toda distracción, en ese momento lo único que importaba era que mi espada pudiera silenciar de forma permanente al centinela, si algo salía mal, entonces todos se enterarían de mi presencia en la mansión -(Todo saldrá bien)- Pensé para desvanecer toda preocupación de mi mente y así tener la confianza que necesitaba en mí mismo.
Una vez que el centinela llegó al pasillo emprendí una carrera hacia él para eliminarlo con una estocada, no obstante, él pudo reaccionar ante aquella situación gracias a sus reflejos, aunque no sirvió de mucho -¡¡Intruso!!- Vociferó mientras me veía acercarme a él, pero mi carrera continuó hasta lograr que las hojillas de mi espada atravesara su abdomen -¡Ayuda!- gritó expresando todo el dolor que sentía mientras que desde su herida salía un poco de sangre que lentamente bañaba sus piernas -Con esta lección no volverás a robarle cristales a tu jefe- Le susurré al oído para luego girar mi espada y finalmente sacarla de su estómago causando que desde su herida salieran pequeños chorros de sangre. Su cuerpo no tardó mucho en caer de espaldas al suelo, pero su corazón seguía latiendo, por eso no pude evitar pisar su cuello y presionarlo violentamente sin que él pudiera hacer algo para evitarlo, sin embargo, los gritos acabaron de forma definitiva con el sigilo y todo se pondría complicado.
Después de darle final a mi víctima, me dirigí hacia donde se encontraba Bio, los demás centinelas llegarían pronto y nuestro tiempo se hacía más corto, volver a subir las escaleras tal vez sería mala idea, así que la mejor opción era seguir por el pasillo, aunque no tenía ni la más mínima idea de los obstáculos que por allí se podrían encontrar -¿Qué hacemos?- Pregunté mientras limpiaba mi espada con mi vestimenta.
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Las respuestas del chico me causaban más curiosidad que certeza, aunque recordaba que Renk, el nombre que me había mencionado Justine, se encontraba en peligro, tal vez había decidido contratar ayuda por su propia cuenta pero ¿De este chico? Debía estar muy desesperado para aceptar la ayuda de un niño, y peor aún, un elfo en medio de una isla de brujos, me resultaba una completa locura, casi un suicidio para el chico que seguramente había aceptado sin saber en qué se estaba metiendo; centré la atención en las escaleras al escuchar los pasos que se acercaban con mucho cuidado; me sorprendió la actitud del elfo que más que espía parecía un asesino, pues avanzó sin titubear hasta acabar cruelmente con la vida de su oponente en apenas unos movimientos; tal vez hasta hubiese sido entrenado para matar; sin embargo el sigilo no parecía ser su prioridad, pues no alcanzó a evitar que el centinela gritara alertando que había intrusos en la mansión, lo que haría nuestro escape un poco más difícil.
Un fuerte grito se dejó escuchar en la parte de afuera -Noooooo- Dijo alguien de voz gruesa que parecía ser el amo de los perros que había visto antes -Si los intrusos saben de los cristales, no deben salir de la mansión- Dijo con su voz gruesa que sonaba más como un potente rugido -Iré por acá, ustedes rodeen la casa, que nadie salga- Dio instrucciones a los centinelas que si trabajaban coordinados nos harían el trabajo más difícil -Ven comigo- Dije al elfo para indicarle que me siguiera mientras me dirigía al pequeño sótano donde recordaba haber dejado una entrada con los barrotes desprendidos, pero poco antes de llegar a la puerta fuimos alcanzados por la vista del imponente Syd a quien tanto temían los centinelas de la mansión -¡Les arrancaré el corazón a ambos- Dijo mientras comenzaba a correr y luego a golpear la puerta con desespero, aunque para entonces ya me encontraba dentro y con algo de suerte el elfo habría cerrado bien la puerta al entrar.
El pequeño sótano se encontraba tal como lo recordaba, con el desastre que había hecho antes y un par de cuerpos derrotados -Allá arriba- Señalé al elfo el lugar por donde yo había entrado -Podemos salir por ahí- Avancé hasta el lugar y moví unas cajas para improvisar una arcaica escalera; simplemente quedaba salir, aunque ese no sería el último de los problemas, la puerta que el hombre-león tocaba violentamente comenzaba a ceder, y fuera, si el elfo lograba salir antes, encontraría a los grandes perros que había visto antes, nos encontrábamos entonces si saber si quedarnos a luchar y morir, o huir para ser alcanzados y morir, de cualquier modo no habría muchas esperanzas.
Un fuerte grito se dejó escuchar en la parte de afuera -Noooooo- Dijo alguien de voz gruesa que parecía ser el amo de los perros que había visto antes -Si los intrusos saben de los cristales, no deben salir de la mansión- Dijo con su voz gruesa que sonaba más como un potente rugido -Iré por acá, ustedes rodeen la casa, que nadie salga- Dio instrucciones a los centinelas que si trabajaban coordinados nos harían el trabajo más difícil -Ven comigo- Dije al elfo para indicarle que me siguiera mientras me dirigía al pequeño sótano donde recordaba haber dejado una entrada con los barrotes desprendidos, pero poco antes de llegar a la puerta fuimos alcanzados por la vista del imponente Syd a quien tanto temían los centinelas de la mansión -¡Les arrancaré el corazón a ambos- Dijo mientras comenzaba a correr y luego a golpear la puerta con desespero, aunque para entonces ya me encontraba dentro y con algo de suerte el elfo habría cerrado bien la puerta al entrar.
El pequeño sótano se encontraba tal como lo recordaba, con el desastre que había hecho antes y un par de cuerpos derrotados -Allá arriba- Señalé al elfo el lugar por donde yo había entrado -Podemos salir por ahí- Avancé hasta el lugar y moví unas cajas para improvisar una arcaica escalera; simplemente quedaba salir, aunque ese no sería el último de los problemas, la puerta que el hombre-león tocaba violentamente comenzaba a ceder, y fuera, si el elfo lograba salir antes, encontraría a los grandes perros que había visto antes, nos encontrábamos entonces si saber si quedarnos a luchar y morir, o huir para ser alcanzados y morir, de cualquier modo no habría muchas esperanzas.
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Última edición por Bio el Vie 26 Feb - 6:58, editado 1 vez
Bio
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
No se tardó mucho tiempo para que todos se pusieran alerta, la fuerte voz de alguien se dejaba escuchar como el rugido de un león, tal vez se trataba del jefe al que todos temían con gran pavor -Tengo un mal presentimiento, nunca debí aceptar este trabajo- Me dije a mí mismo mientras seguía los pasos de Bio quien me dirigía a lo que parecía ser el sótano de la gran mansión, no sabía si él tenía pensado algún plan para escapar, pero de todas formas esa ruta era nuestra única opción, ya que por el otro lado se aparecía una nueva amenaza, un monstruo mitad hombre y mitad león cuya apariencia era más intimidante que un dragón -Corre- Dije intentando acelerar hasta entrar al sótano y cerrar la puerta, pero debía hacer algo más o Syd lograría entrar, por eso, coloqué unas cajas en la puerta para dar más resistencia y así obtener un poco de tiempo para por lo menos pensar en algo, entonces el hombre mitad león comenzó a golpear la puerta una y otra vez con gran fuerza, sus rugidos se dejaban escuchar junto con los golpes que hacían estremecer todo el lugar.
La situación me mantenía con preocupación y aunque trataba de disimularlo no podía mantenerme quieto, escuché las palabras de Bio y después le ayudé a mover las cajas y así crear una improvisada escalera -(Vamos, rápido)- Pensé intentando motivarme, pero nada podía evitar el hecho de que me encontraba en grave peligro, por suerte, la escalera estaba lista para ser usada, sin embargo, seguir por ese camino nos conduciría a encontrarnos con los perros que seguramente todavía estarían afuera esperando algo que pudieran cenar, pero cualquier cosa sería mejor que enfrentarnos al enfurecido Syd, así que subí hasta llegar a salir.
Una vez fuera, todo parecía estar tranquilo, sin embargo, un pequeño grupo de tres sujetos se encontraban frente a la respectiva puerta del sótano, tal vez me movía con cautela lograría escapar sin tanto problema, pero para mi desgracia, los perros me vieron y de inmediato ladraron para avisar de mi presencia -¡¡Ahí hay uno!!- Vociferó un centinela mientras señalaba mi posición -¡¡Tras él!!- Gritó uno de sus compañeros para luego correr hacia mí -Vete al infierno, intruso- Dijo uno de mis perseguidores, no tuve otra opción que no fuese salir corriendo, pero no sin una estrategia. Con la espada en mis manos corría lo más veloz posible y como no todos los demás tenían mi velocidad, me detenía para atacar con una estocada al que estaba más cerca y luego seguir corriendo para repetir el proceso. Con eso pude deshacerme de los sujetos en cuestión de minutos, pero los perros eran persistentes, se me hacía difícil lograr golpearlos y a ellos también se les dificultaba tocarme debido a que ninguno tenía buena precisión, sin embargo, me encontraba cansado y no podía seguir así a menos que algo sucediera.
La situación me mantenía con preocupación y aunque trataba de disimularlo no podía mantenerme quieto, escuché las palabras de Bio y después le ayudé a mover las cajas y así crear una improvisada escalera -(Vamos, rápido)- Pensé intentando motivarme, pero nada podía evitar el hecho de que me encontraba en grave peligro, por suerte, la escalera estaba lista para ser usada, sin embargo, seguir por ese camino nos conduciría a encontrarnos con los perros que seguramente todavía estarían afuera esperando algo que pudieran cenar, pero cualquier cosa sería mejor que enfrentarnos al enfurecido Syd, así que subí hasta llegar a salir.
Una vez fuera, todo parecía estar tranquilo, sin embargo, un pequeño grupo de tres sujetos se encontraban frente a la respectiva puerta del sótano, tal vez me movía con cautela lograría escapar sin tanto problema, pero para mi desgracia, los perros me vieron y de inmediato ladraron para avisar de mi presencia -¡¡Ahí hay uno!!- Vociferó un centinela mientras señalaba mi posición -¡¡Tras él!!- Gritó uno de sus compañeros para luego correr hacia mí -Vete al infierno, intruso- Dijo uno de mis perseguidores, no tuve otra opción que no fuese salir corriendo, pero no sin una estrategia. Con la espada en mis manos corría lo más veloz posible y como no todos los demás tenían mi velocidad, me detenía para atacar con una estocada al que estaba más cerca y luego seguir corriendo para repetir el proceso. Con eso pude deshacerme de los sujetos en cuestión de minutos, pero los perros eran persistentes, se me hacía difícil lograr golpearlos y a ellos también se les dificultaba tocarme debido a que ninguno tenía buena precisión, sin embargo, me encontraba cansado y no podía seguir así a menos que algo sucediera.
Última edición por Rauko el Miér 24 Feb - 18:22, editado 1 vez
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Me sorprendió un poco la velocidad que tenía el pequeño elfo para correr, pues casi se encierra solo y me deja por fuera, afortunadamente logré entrar a la habitación antes que cerrara la puerta para luego ayudarle a empujar algunas cajas y bloquear la entrada; los golpes del hombre bestia sacudían la puerta haciendo que incluso la pared se sacudiera desprendiendo pequeños trozos de tierra y polvo -Debe doler un golpe de ese sujeto- Murmuré mientras corría hacia la pequeña salida en donde rápidamente apilamos otras cajas para improvisar una escalera por donde el elfo fue el primero en salir -Busca escapar, no te detengas... Y cuidado con los perros- Dije como advertencia aunque para cuando dije la última parte ya había salido, esperaba que no lo tomaran por sorpresa.
Al mirar hacia atrás pude notar que habían cesado los golpes a la puerta, incluso los rugidos del tal Syd habían dejado de escucharse, pero en su lugar otros hombres seguían intentando abrir la puerta -Rayos- Dije al imaginar lo que pensaba, ahora buscarían rodearme, lo mejor sería salir de ese lugar lo más pronto posible, trepé por el agujero aunque con menos facilidad de la que había tenido Rauko, pues yo era más grande y pesado, cuando finalmente estaba llegando vi al elfo correr a lo lejos perseguido por varios centinelas; suspiré aliviado al pensar que si se enfocaban en él, yo podría escapar con más calma, aunque nada más lejos de la realidad, al mirar en dirección al árbol por donde pensaba trepar para saltar el muro noté que estaba custodiado por dos guardias al mismo tiempo que se acercaba desde un lado el furioso Syd quien con solo un silbido consiguió detener a los perros que acosaban a Rauko, de inmediato se colocaron frente al elfo con una gran coordinación para cortarle el camino y tratar de hacerlo volver.
Sabía que pelear contra el león y sus perros en el mismo espacio podría ser una gran desventaja, así que lo mejor sería mantenerlos separados, tanto como se pudiera; así que tomé mis dagas y me acerqué al hombre bestia para al menos distraerlo y que no pudiera dar las instrucciones correctas al par de canes -¿Crees poder vencerme? E-na-no...- Dijo el grandulón en tono retador, debía medir al menos dos metros y medio y aunque era bastante peludo, conseguía verse muy intimidante; en su rostro, llevaba una cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo, tal vez un recuerdo de alguna batalla -¿Vencerte? Yo no voy a vencerte...- Dije intentando aparentar estar calmado -Yo voy a hacerte polvo- Sonreí ante mi disparatada afirmación y el fortachón no demoró en reírse ante mi loca amenaza -¿Tú y cuántos más?- Preguntó mientras colocaba sus manos en la barriga y trataba de controlar la risa -Yo y todos ellos- Dije mientras señalaba hacia algún punto detrás de él; extrañado, el hombre león volteó a ver solo para darse cuenta que no había nadie más para ayudarme -¿Te burlas de mí?- Preguntó mientras regresaba a buscarme con la mirada golpeando sus puños uno con el otro pero para entonces ya me encontraba corriendo hacia él; había demasiados ojos como para desvanecerme y desaparecer efectivamente, así que lo mejor sería pelear; los centinelas que custodiaban el árbol también se acercaron para detenerme pero el león alzó su mano en señal de que no intervinieran -Aléjense o los mataré a ustedes también- Dijo con su voz gruesa mientras levantaba la vista un instante hacia donde se encontraban sus dos perros y con un nuevo silbido daba algún tipo de instrucción a los perros que ahora atacarían al elfo, uno desde el suelo buscando sus piernas, y el otro con saltos que apuntaban a morderle los brazos, los ataques coordinados con sincronía conseguían sucederse uno tras otro sin dar descanso a su víctima quien si resistía terminaría agotado en poco tiempo.
Al mirar hacia atrás pude notar que habían cesado los golpes a la puerta, incluso los rugidos del tal Syd habían dejado de escucharse, pero en su lugar otros hombres seguían intentando abrir la puerta -Rayos- Dije al imaginar lo que pensaba, ahora buscarían rodearme, lo mejor sería salir de ese lugar lo más pronto posible, trepé por el agujero aunque con menos facilidad de la que había tenido Rauko, pues yo era más grande y pesado, cuando finalmente estaba llegando vi al elfo correr a lo lejos perseguido por varios centinelas; suspiré aliviado al pensar que si se enfocaban en él, yo podría escapar con más calma, aunque nada más lejos de la realidad, al mirar en dirección al árbol por donde pensaba trepar para saltar el muro noté que estaba custodiado por dos guardias al mismo tiempo que se acercaba desde un lado el furioso Syd quien con solo un silbido consiguió detener a los perros que acosaban a Rauko, de inmediato se colocaron frente al elfo con una gran coordinación para cortarle el camino y tratar de hacerlo volver.
Sabía que pelear contra el león y sus perros en el mismo espacio podría ser una gran desventaja, así que lo mejor sería mantenerlos separados, tanto como se pudiera; así que tomé mis dagas y me acerqué al hombre bestia para al menos distraerlo y que no pudiera dar las instrucciones correctas al par de canes -¿Crees poder vencerme? E-na-no...- Dijo el grandulón en tono retador, debía medir al menos dos metros y medio y aunque era bastante peludo, conseguía verse muy intimidante; en su rostro, llevaba una cicatriz que cruzaba su ojo izquierdo, tal vez un recuerdo de alguna batalla -¿Vencerte? Yo no voy a vencerte...- Dije intentando aparentar estar calmado -Yo voy a hacerte polvo- Sonreí ante mi disparatada afirmación y el fortachón no demoró en reírse ante mi loca amenaza -¿Tú y cuántos más?- Preguntó mientras colocaba sus manos en la barriga y trataba de controlar la risa -Yo y todos ellos- Dije mientras señalaba hacia algún punto detrás de él; extrañado, el hombre león volteó a ver solo para darse cuenta que no había nadie más para ayudarme -¿Te burlas de mí?- Preguntó mientras regresaba a buscarme con la mirada golpeando sus puños uno con el otro pero para entonces ya me encontraba corriendo hacia él; había demasiados ojos como para desvanecerme y desaparecer efectivamente, así que lo mejor sería pelear; los centinelas que custodiaban el árbol también se acercaron para detenerme pero el león alzó su mano en señal de que no intervinieran -Aléjense o los mataré a ustedes también- Dijo con su voz gruesa mientras levantaba la vista un instante hacia donde se encontraban sus dos perros y con un nuevo silbido daba algún tipo de instrucción a los perros que ahora atacarían al elfo, uno desde el suelo buscando sus piernas, y el otro con saltos que apuntaban a morderle los brazos, los ataques coordinados con sincronía conseguían sucederse uno tras otro sin dar descanso a su víctima quien si resistía terminaría agotado en poco tiempo.
Bio
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Mientras corría para no ser alcanzado, pude ver la silueta de Bio asomándose por el agujero por donde yo había salido, pero él no parecía tener la más mínima intención de ayudarme o tal vez estaba analizando la situación para idear alguna estrategia para salvarme -(Si intentas escapar sin mí… te mataré)- Pensé al mismo tiempo que el intimidante Syd aparecía por un lado de la mansión para luego silbar y así detener al par de caninos -¿Se detuvieron? Mejor me voy- Susurré para mí mismo con cierta desconfianza, si se habían rendido entonces era mi mejor oportunidad para escapar, sin embargo, las cosas se pudieron peor. Los perros con una gran coordinación se colocaron frente a mí evitando mi huida, luego fueron avanzando lentamente hacia mi posición mientras gruñían de una forma intimidante y mostrando sus afilados colmillos -Esto no vale 400 aeros- Me dije a mí mismo intentando pensar en algo para salir del peligro, pero lo único que podía hacer era rendirme y esperar algún milagro.
El hombre león cada vez se veía más enfurecido, o tal vez solo era mi imaginación, de todas formas me preparé para la lucha que posiblemente no podría ganar, fue entonces cuando Bio se atreve a acercarse a Syd para entablar una conversación -Eso es, convéncelo de dejarnos ir- Dije con la esperanza de que las cosas se pudieran arreglar. Desde donde me encontraba se me hacía difícil escucharlos, pero con tan solo ver que Syd estaba riéndose a carcajadas supuse que todo estaba bien, sin embargo, nada resultó como lo esperaba, al final todo volvió a lo de antes -(Inútil)- Pensé mientras giraba mi cabeza de un lado a otro como gesto de decepción, entonces un nuevo silbido de Syd se dejó escuchar y los perros se prepararon para acabar conmigo, uno se enfocó en buscar morder mis piernas mientras que el otro solo quería mis brazos como cena, retrocedí intentando esquivarlos, pero cada uno de sus ataques estaban sincronizados para no darme ningún descanso.
Si las cosas seguían así entonces en poco tiempo llegaría mi fin, tenía que hacer algo más que no fuera solo retroceder, un contraataque era lo ideal -No quería lastimarlos, pero no me dejan otra opción- Murmuré mientras me preparaba para atacar al que se encontrara más cerca, sin embargo, uno de ellos saltó hacia mí en busca de mi rostro y gracias a mis reflejos logré usar como escudo a mi antebrazo izquierdo que terminó siendo mordido por el canino, y no solo me mordió, sino que no quería soltarse, agité mi brazo en busca de deshacerme del animal, pero el otro al ver que me encontraba vulnerable aprovechó la oportunidad para morder mi pierna derecha, por suerte solo logró alcanzar el borde de la túnica que me cubría -Todos morirán- Murmuré entre mis dientes mientras pensaba seriamente derramar sangre animal, mi espada la tenía en mi mano derecha que se encontraba libre, así que tuve que actuar de forma violenta.
Con la empuñadura de mi espada golpee la cabeza del canino que seguía clavando sus colmillos en mi antebrazo, sin embargo, al no ser suficiente golpee una y otra vez su ojo izquierdo hasta que por fin logré hacer que me soltara, su persistencia era admirable, pero eso le había costado un ojo que ya no podría usar, no obstante, el otro perro al ver a su compañero herido marchó velozmente hacia mí en busca de venganza, corrí hacia atrás mientras me quitaba la túnica para luego lanzársela al canino y así podría liberarme de él por unos segundos, por suerte logré mi objetivo y el perro quedó cubierto por la capa negra evitando que pudiera verme -¡Muere!- Grité enfurecido y luego dirigí mi espada hacia su columna vertebral, ese ataque lo dejó inmóvil y no sabía si estaba vivo o no, pero ya no me sería una molestia.
El perro faltante había durado un poco en recuperarse de mis golpes y cuando lo hizo se enfureció tras ver a su hermano aparentemente sin vida, gruñó durante unos segundos mostrando sus colmillos y con sangre que salía desde su ojo herido, la noche aún era joven y la batalla no parecía tener fin, intenté mirar hacia al lado para saber cómo estaba Bio, pero el perro emprendió una veloz carrera hacia mí y no pude quitarle los ojos de encima -También te aniquilaré- Dije con un tono amenazante para parecer intimidante, aunque la verdad era que me encontraba cansado y ya no quería luchar, pero ese dato no podía ser revelado o los demás lo usarían en mi contra.
El hombre león cada vez se veía más enfurecido, o tal vez solo era mi imaginación, de todas formas me preparé para la lucha que posiblemente no podría ganar, fue entonces cuando Bio se atreve a acercarse a Syd para entablar una conversación -Eso es, convéncelo de dejarnos ir- Dije con la esperanza de que las cosas se pudieran arreglar. Desde donde me encontraba se me hacía difícil escucharlos, pero con tan solo ver que Syd estaba riéndose a carcajadas supuse que todo estaba bien, sin embargo, nada resultó como lo esperaba, al final todo volvió a lo de antes -(Inútil)- Pensé mientras giraba mi cabeza de un lado a otro como gesto de decepción, entonces un nuevo silbido de Syd se dejó escuchar y los perros se prepararon para acabar conmigo, uno se enfocó en buscar morder mis piernas mientras que el otro solo quería mis brazos como cena, retrocedí intentando esquivarlos, pero cada uno de sus ataques estaban sincronizados para no darme ningún descanso.
Si las cosas seguían así entonces en poco tiempo llegaría mi fin, tenía que hacer algo más que no fuera solo retroceder, un contraataque era lo ideal -No quería lastimarlos, pero no me dejan otra opción- Murmuré mientras me preparaba para atacar al que se encontrara más cerca, sin embargo, uno de ellos saltó hacia mí en busca de mi rostro y gracias a mis reflejos logré usar como escudo a mi antebrazo izquierdo que terminó siendo mordido por el canino, y no solo me mordió, sino que no quería soltarse, agité mi brazo en busca de deshacerme del animal, pero el otro al ver que me encontraba vulnerable aprovechó la oportunidad para morder mi pierna derecha, por suerte solo logró alcanzar el borde de la túnica que me cubría -Todos morirán- Murmuré entre mis dientes mientras pensaba seriamente derramar sangre animal, mi espada la tenía en mi mano derecha que se encontraba libre, así que tuve que actuar de forma violenta.
Con la empuñadura de mi espada golpee la cabeza del canino que seguía clavando sus colmillos en mi antebrazo, sin embargo, al no ser suficiente golpee una y otra vez su ojo izquierdo hasta que por fin logré hacer que me soltara, su persistencia era admirable, pero eso le había costado un ojo que ya no podría usar, no obstante, el otro perro al ver a su compañero herido marchó velozmente hacia mí en busca de venganza, corrí hacia atrás mientras me quitaba la túnica para luego lanzársela al canino y así podría liberarme de él por unos segundos, por suerte logré mi objetivo y el perro quedó cubierto por la capa negra evitando que pudiera verme -¡Muere!- Grité enfurecido y luego dirigí mi espada hacia su columna vertebral, ese ataque lo dejó inmóvil y no sabía si estaba vivo o no, pero ya no me sería una molestia.
El perro faltante había durado un poco en recuperarse de mis golpes y cuando lo hizo se enfureció tras ver a su hermano aparentemente sin vida, gruñó durante unos segundos mostrando sus colmillos y con sangre que salía desde su ojo herido, la noche aún era joven y la batalla no parecía tener fin, intenté mirar hacia al lado para saber cómo estaba Bio, pero el perro emprendió una veloz carrera hacia mí y no pude quitarle los ojos de encima -También te aniquilaré- Dije con un tono amenazante para parecer intimidante, aunque la verdad era que me encontraba cansado y ya no quería luchar, pero ese dato no podía ser revelado o los demás lo usarían en mi contra.
Última edición por Rauko el Miér 24 Feb - 18:02, editado 1 vez
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Una vez que dio las instrucciones a sus canes, el salvaje Syd se acercó a mí chocando sus puños de forma intimidante; el sonido que hacían al chocar me ponía los pelos de punta, huir sería una muy buena opción si pudiera hacerlo, tal vez si dejaba al elfo como distracción me daría tiempo para escapar solo, pero estaba demasiado lejos y los perros lo acabarían de todos modos -¿Cómo terminé metido en esto?- Me dije a mí mismo mientras esquivaba el primer golpe de aquel sujeto, un fuerte manotazo que incluso sin llegar a tocarme me movió un poco hasta casi hacerme caer, retrocedí un poco más apenas a tiempo para esquivar un rodillazo y luego me lancé al piso para rodar esquivando un par de golpes aunque al final parecía no tener descanso, pues antes que pudiera levantarme intentó pisar mi cabeza repetidas heces obligándome a rodar en el piso de un lado a otro sin poder levantarme; hasta ahora solo me había estado defendiendo, sus constantes ataques no me badan oportunidad de hacer nada más que reaccionar, mis posibilidades de ganar en un enfrentamiento físico eran bastante escasas, así que de nuevo necesitaría recurrir a métodos poco honestos para obtener la victoria -Irritum... animae- [1] Dije en tono fuerte cargado con magia de voz que causaría un fuerte dolor mental; tras un grito llevó las manos a su cabeza siendo el momento ideal para atacar, me lancé contra él haciendo una serie de cortes en su pecho con mis dagas que iban dibujando las pequeñas heridas que si bien, no llegaban a ser graves, la cantidad de sangre perdida en la hemorragia global seguramente le causaría graves estragos.
Pensaba que la batalla había terminado solo con eso hasta que sentí un fuerte golpe en mi costado izquierdo, el enorme felino había conseguido sacar fuerzas para acertarme un potente golpe que me envió a rodar por el suelo, al levantarme del piso me revisé tocando con las manos el sitio del impacto y afortunadamente no había nada roto, al menos por ahora, pero sabía que no podría resistir otro golpe como ese -Pagarás por esto, canalla- Dijo el hombre bestia que parecía estar muy enojado, furioso -Te voy a romper todos los huesos- Afirmó mientras comenzaba a acercarse hasta que algo llamó su atención, el llanto fugaz de uno de sus perros que se apagó casi al mismo tiempo de haberse iniciado nos dio a entender que una de sus mascotas había sido eliminada -Bien hecho, pequeño elfo- Dije con orgullo para regresar mi atención al hombre león que ahora corría directamente hacia Rauko casi ignorándome por completo, la muerte del animal lo había cegado por completo y tan ciego de ira como estaba, centraba toda su atención en el peliblanco, lo cual me dejaba a mí la posibilidad de hacer lo indicado, escapar por mi vida.
Me lancé hacia un lado para apartarme del furioso Syd que avanzaba imparable hacia el elfo, ahora solo debía correr hacia el árbol, no sería difícil deshacerme de los dos centinelas con algún truco y escapar con vida, sin embargo detuve mis pasos, no podía dejar así al enano peliblanco, así que regresé hacia él a toda prisa, Syd pasó directo hacia el animal que reposaba en el piso ya sin vida, lo sostuvo en sus brazos y dejó salir un desgarrador grito de dolor y rabia -Pagarás- Dijo mientras miraba al elfo, con un silbido ordenó al otro animal atacar para luego lanzarse él mismo; por instantes atacó al elfo lanzando algunos golpes pero antes que lograra hacerle daño salté clavando mis dagas en su espalda y quedando colgado de las mismas; el grandulón se movía sacudiéndose para quitarme de su espalda pero yo me agarraba más fuerte y cada vez que podía sacaba una daga para volver a enterrarla más fuerte, finalmente se detuvo y se dejó caer de espalda para aplastarme pero me solté a tiempo para caer fuera de su alcance, entonces me impulsé con las manos para ponerme de pie y lancé una estocada con una daga directamente a su rostro pero logró detenerla con una mano apretando mi muñeca hasta casi romperla, justo entonces usé la otra daga de la mano que me quedaba libre y la clavé en su cuello causando otra fuerte hemorragia, era increíble cómo se mantenía con vida después de tanto daño y para mi sorpresa, tomó mi otra mano sacando la daga de su cuello, contemplé la escena aterrado de su fuerza y resistencia aunque desafortunadamente al sacar la daga había empeorado la hemorragia en su cuello y en instantes comenzó a dar síntomas de ahogamiento con su propia sangre; incluso agonizando seguía apretando mis muñecas sin soltarlas mientras los centinelas se acercaban a atacarnos por haber derrotado a Syd -¿Rauko?- Dije mientras levantaba la mirada buscándolo para ver si estaba bien.
Pensaba que la batalla había terminado solo con eso hasta que sentí un fuerte golpe en mi costado izquierdo, el enorme felino había conseguido sacar fuerzas para acertarme un potente golpe que me envió a rodar por el suelo, al levantarme del piso me revisé tocando con las manos el sitio del impacto y afortunadamente no había nada roto, al menos por ahora, pero sabía que no podría resistir otro golpe como ese -Pagarás por esto, canalla- Dijo el hombre bestia que parecía estar muy enojado, furioso -Te voy a romper todos los huesos- Afirmó mientras comenzaba a acercarse hasta que algo llamó su atención, el llanto fugaz de uno de sus perros que se apagó casi al mismo tiempo de haberse iniciado nos dio a entender que una de sus mascotas había sido eliminada -Bien hecho, pequeño elfo- Dije con orgullo para regresar mi atención al hombre león que ahora corría directamente hacia Rauko casi ignorándome por completo, la muerte del animal lo había cegado por completo y tan ciego de ira como estaba, centraba toda su atención en el peliblanco, lo cual me dejaba a mí la posibilidad de hacer lo indicado, escapar por mi vida.
Me lancé hacia un lado para apartarme del furioso Syd que avanzaba imparable hacia el elfo, ahora solo debía correr hacia el árbol, no sería difícil deshacerme de los dos centinelas con algún truco y escapar con vida, sin embargo detuve mis pasos, no podía dejar así al enano peliblanco, así que regresé hacia él a toda prisa, Syd pasó directo hacia el animal que reposaba en el piso ya sin vida, lo sostuvo en sus brazos y dejó salir un desgarrador grito de dolor y rabia -Pagarás- Dijo mientras miraba al elfo, con un silbido ordenó al otro animal atacar para luego lanzarse él mismo; por instantes atacó al elfo lanzando algunos golpes pero antes que lograra hacerle daño salté clavando mis dagas en su espalda y quedando colgado de las mismas; el grandulón se movía sacudiéndose para quitarme de su espalda pero yo me agarraba más fuerte y cada vez que podía sacaba una daga para volver a enterrarla más fuerte, finalmente se detuvo y se dejó caer de espalda para aplastarme pero me solté a tiempo para caer fuera de su alcance, entonces me impulsé con las manos para ponerme de pie y lancé una estocada con una daga directamente a su rostro pero logró detenerla con una mano apretando mi muñeca hasta casi romperla, justo entonces usé la otra daga de la mano que me quedaba libre y la clavé en su cuello causando otra fuerte hemorragia, era increíble cómo se mantenía con vida después de tanto daño y para mi sorpresa, tomó mi otra mano sacando la daga de su cuello, contemplé la escena aterrado de su fuerza y resistencia aunque desafortunadamente al sacar la daga había empeorado la hemorragia en su cuello y en instantes comenzó a dar síntomas de ahogamiento con su propia sangre; incluso agonizando seguía apretando mis muñecas sin soltarlas mientras los centinelas se acercaban a atacarnos por haber derrotado a Syd -¿Rauko?- Dije mientras levantaba la mirada buscándolo para ver si estaba bien.
Offrol [1] Habilidad de nivel 0: El que susurra en la oscuridad.
Bio
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Seguir luchando no parecía ser una buena idea, mis piernas no daban para más, al parecer lo único que lograba mantenerme de pie era la adrenalina y las esperanzas de salir con vida, una vez que el perro saltó hacia mí buscando morder mi rostro salté hacia la izquierda para luego tratar de contraatacar, sin embargo, algo llamó mi atención, giré mi cuello para ver lo que se estaba acercando y aquello se convertiría en el protagonistas de mis siguientes pesadillas, el hombre León se enfureció al enterarse de lo que le había sucedido a una de sus queridas mascotas -No importa, también puedo vencerte- Dije con un tono desafiador mientras me disponía a lanzarme hacia Syd, pero él me ignoró completamente y se dirigió hacia el canino caído para luego tenerlo entre sus brazos -(¿Se ha rendido? ¿Podré irme sin que lo note? ¿Dónde está Bio?)- Mi mente se llenó de dudas que después se contestaron solas, el desgarrador grito del hombre León me dieron a entender que las cosas se pondrían peor para mí y su comentario completó esa afirmación.
En ese momento mi vida estaba en grave peligro y el único que podría ayudarme era Bio, pero éste todavía no llegaba para salvarme, con un silbido el enfurecido Syd le ordenó a su perro que me atacara, nada nuevo en eso, si ya había acabado con uno podría eliminar al otro, sin embargo, el hombre León se unió al combate y quedé en gran desventaja, dos contra mí nuevamente, por suerte los ataques del canino me parecían predecibles y los de Syd resultaban ser muy lentos, aunque de todos modos era difícil esquivarlos a ambos, solo me atrevía a saltar hacia atrás para tomar distancia ya que si se me ocurría contraatacar no acabaría muy bien para mí, fue entonces cuando Bio aparece para ayudarme, aunque solo llegó para encargarse del Syd, pero eso me daría más libertad para terminar con el perro que por el momento lo había perdido de vista, miré hacia todos lados y en un último momento encontré a mi objetivo cuando éste se encontraba casi encima de mí tras dar un gran salto, con la ayuda de mis reflejos logré sujetarlo por las costillas utilizando mis manos, pero la fuerza que llevaba en la carrera me impulsó hacia atrás y como no lo había agarrado muy bien debido a que tenía mi espada en la mano derecha, acabé soltando al canino que terminó impactando con el rostro peludo de Syd y los tres nos dirigimos al suelo.
Después de ese momento que en otras circunstancias me hubiera matado de risa, me levanté del suelo lo más rápido que podía para luego tomar una posición defensiva, pero el perro aún seguía en el suelo y Syd se mantenía ocupado con Bio haciendo una escena sangrienta para que todo espectador con estómago débil pudiera vomitar, por el momento no era necesaria mi ayuda allí, pues Bio tenía controlada la situación después de que clavara una de sus dagas en el cuello del hombre León, así que me dirigí hacia el lugar donde se encontraba el canino que seguía siendo una molestia, éste se encontraba un poco desorientado gracias al último impacto que había recibido -Terminemos con tu sufrimiento- Dije en voz baja mientras me preparaba para comenzar una carrera hacia mi objetivo, el perro tardó unos pocos segundos mirándome y luego partió velozmente hacia mí buscando morderme una vez más, sin embargo, con uno solo de sus ojos no podría tener la misma eficiencia en la precisión. Una vez que el canino se encontraba muy cerca de mí saltó tratando de alcanzar mi cuello, en ese instante di un vertiginoso paso hacia la derecha mientras giraba mi cuerpo hacia la izquierda y así aprovechar la fuerza del giro para lanzar con mi espada un ataque vertical ascendente al perro que en ese momento se encontraría en el aire.
Logré herir gravemente un costado del perro y después caí al suelo tras perder el equilibrio, realizar esa acrobacia necesita una gran cantidad de destreza pero de todas formas me funcionó. El canino al estar en estado crítico comenzó a aullar de dolor mientras reposaba en el suelo, él ya no sería un estorbo, por otro lado aún quedaba Syd, el lamento de la última de sus mascotas llamaría su atención, pero de todas maneras me levanté del suelo y corrí hacia el hombre León para ayudar a Bio por si llegaba a necesitar mi ayuda.
En ese momento mi vida estaba en grave peligro y el único que podría ayudarme era Bio, pero éste todavía no llegaba para salvarme, con un silbido el enfurecido Syd le ordenó a su perro que me atacara, nada nuevo en eso, si ya había acabado con uno podría eliminar al otro, sin embargo, el hombre León se unió al combate y quedé en gran desventaja, dos contra mí nuevamente, por suerte los ataques del canino me parecían predecibles y los de Syd resultaban ser muy lentos, aunque de todos modos era difícil esquivarlos a ambos, solo me atrevía a saltar hacia atrás para tomar distancia ya que si se me ocurría contraatacar no acabaría muy bien para mí, fue entonces cuando Bio aparece para ayudarme, aunque solo llegó para encargarse del Syd, pero eso me daría más libertad para terminar con el perro que por el momento lo había perdido de vista, miré hacia todos lados y en un último momento encontré a mi objetivo cuando éste se encontraba casi encima de mí tras dar un gran salto, con la ayuda de mis reflejos logré sujetarlo por las costillas utilizando mis manos, pero la fuerza que llevaba en la carrera me impulsó hacia atrás y como no lo había agarrado muy bien debido a que tenía mi espada en la mano derecha, acabé soltando al canino que terminó impactando con el rostro peludo de Syd y los tres nos dirigimos al suelo.
Después de ese momento que en otras circunstancias me hubiera matado de risa, me levanté del suelo lo más rápido que podía para luego tomar una posición defensiva, pero el perro aún seguía en el suelo y Syd se mantenía ocupado con Bio haciendo una escena sangrienta para que todo espectador con estómago débil pudiera vomitar, por el momento no era necesaria mi ayuda allí, pues Bio tenía controlada la situación después de que clavara una de sus dagas en el cuello del hombre León, así que me dirigí hacia el lugar donde se encontraba el canino que seguía siendo una molestia, éste se encontraba un poco desorientado gracias al último impacto que había recibido -Terminemos con tu sufrimiento- Dije en voz baja mientras me preparaba para comenzar una carrera hacia mi objetivo, el perro tardó unos pocos segundos mirándome y luego partió velozmente hacia mí buscando morderme una vez más, sin embargo, con uno solo de sus ojos no podría tener la misma eficiencia en la precisión. Una vez que el canino se encontraba muy cerca de mí saltó tratando de alcanzar mi cuello, en ese instante di un vertiginoso paso hacia la derecha mientras giraba mi cuerpo hacia la izquierda y así aprovechar la fuerza del giro para lanzar con mi espada un ataque vertical ascendente al perro que en ese momento se encontraría en el aire.
Logré herir gravemente un costado del perro y después caí al suelo tras perder el equilibrio, realizar esa acrobacia necesita una gran cantidad de destreza pero de todas formas me funcionó. El canino al estar en estado crítico comenzó a aullar de dolor mientras reposaba en el suelo, él ya no sería un estorbo, por otro lado aún quedaba Syd, el lamento de la última de sus mascotas llamaría su atención, pero de todas maneras me levanté del suelo y corrí hacia el hombre León para ayudar a Bio por si llegaba a necesitar mi ayuda.
Última edición por Rauko el Miér 24 Feb - 17:51, editado 1 vez
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Al levantar la mirada pude encontrar al elfo aún atrapado en una violenta pelea contra el animal que quedaba en pie, yo por mi parte me encontraba cansado y adolorido, aunque no quedaba mucho tiempo para tomar un respiro, pues los centinelas restantes ya se acercaban a atacarnos, me dirigí hacia ellos para evitar que alcanzaran a Rauko quien aún se encontraba en una encarnizada lucha con aquel animal; no quería matar a aquellos sujetos a menos que fuera estrictamente necesario, así que tal vez un simple y engañoso truco mental podría ser útil para deshacernos de ellos -Metum- [1] Dije fuerte hacia ellos desprendiendo una onda mágica que acompañando al sonido de mi voz haría que los sujetos se sintieran aterrados y no lograran atacar; me acerqué a ellos mientras solo me observaban temblorosos casi sin poder moverse o tropezando y cayendo al piso al intentar hacerlo.
Por su parte, el elfo por fin había conseguido dominar al animal, y con un rápido corte lo mandó al piso agonizante -¡¡Por acá!!- Le grité al elfo al ver que iba a donde se encontraba el fallecido hombre león, no nos quedaba mucho tiempo, en cualquier momento podrían llegar más guardianes o tal vez el dueño de la casa, el hombre que había causado todo aquello y al que aún no habíamos visto, aunque con las pruebas que había tomado, no sería difícil crear acusaciones en su contra y las autoridades de la isla se encargaría de ello, aunque para eso mi trabajo debía ser terminado -Es hora de irnos- Le dije al elfo mientras le señalaba un árbol por donde podríamos trepar para luego saltar el muro y caer a la calle -Los espías que viven más tiempo son los que saben cuándo escapar- Le dije a modo de consejo de espía para luego correr hacia el fulano árbol donde luego subiría como una ardilla hiperactiva, salté hacia una rama gruesa y comencé a subir hasta estar lo suficientemente alto como para lograr saltar hacia la calle, al caer esperé un rato a que saliera el elfo y una vez que estuviera a salvo comenzaría a correr para alejarme de ese lugar; el elfo no era la persona más afectuosa del mundo, así que un abrazo era mucho pedir, un simple gesto con la cabeza sería más que suficiente para despedirnos, aunque esperaba que lograra salir de la isla sin problemas, siendo un elfo le podría resultar complicado abandonar el lugar.
No tardé más que un par de horas en volver a la casa de Manuela, donde a las afueras, me esperaba la impaciente Justine, luego de ofrecerle la información que había obtenido y explicarle las conclusiones, el misterioso hombre parecía estar adquiriendo los terrenos debido a los cristales que se encontraban en ellos, tal vez para extraerlos y venderlos, finalmente ella me dijo que se encargaría del resto, por ahora mi trabajo había finalizado y solo me quedaba entrar a mi habitación y tomar un merecido descanso de toda aquella espantosa noche.
Por su parte, el elfo por fin había conseguido dominar al animal, y con un rápido corte lo mandó al piso agonizante -¡¡Por acá!!- Le grité al elfo al ver que iba a donde se encontraba el fallecido hombre león, no nos quedaba mucho tiempo, en cualquier momento podrían llegar más guardianes o tal vez el dueño de la casa, el hombre que había causado todo aquello y al que aún no habíamos visto, aunque con las pruebas que había tomado, no sería difícil crear acusaciones en su contra y las autoridades de la isla se encargaría de ello, aunque para eso mi trabajo debía ser terminado -Es hora de irnos- Le dije al elfo mientras le señalaba un árbol por donde podríamos trepar para luego saltar el muro y caer a la calle -Los espías que viven más tiempo son los que saben cuándo escapar- Le dije a modo de consejo de espía para luego correr hacia el fulano árbol donde luego subiría como una ardilla hiperactiva, salté hacia una rama gruesa y comencé a subir hasta estar lo suficientemente alto como para lograr saltar hacia la calle, al caer esperé un rato a que saliera el elfo y una vez que estuviera a salvo comenzaría a correr para alejarme de ese lugar; el elfo no era la persona más afectuosa del mundo, así que un abrazo era mucho pedir, un simple gesto con la cabeza sería más que suficiente para despedirnos, aunque esperaba que lograra salir de la isla sin problemas, siendo un elfo le podría resultar complicado abandonar el lugar.
No tardé más que un par de horas en volver a la casa de Manuela, donde a las afueras, me esperaba la impaciente Justine, luego de ofrecerle la información que había obtenido y explicarle las conclusiones, el misterioso hombre parecía estar adquiriendo los terrenos debido a los cristales que se encontraban en ellos, tal vez para extraerlos y venderlos, finalmente ella me dijo que se encargaría del resto, por ahora mi trabajo había finalizado y solo me quedaba entrar a mi habitación y tomar un merecido descanso de toda aquella espantosa noche.
Offrol [1] Habilidad de nivel 3: El miedo que acecha.
Última edición por Bio el Sáb 27 Feb - 3:51, editado 1 vez
Bio
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
El temido y respetado Syd finalmente dejó de implantar miedo en los demás, su cuerpo reposaba sin vida en el suelo y ya no habría nada que pudiera ser un obstáculo en mi huida, entonces Bio me señala un camino por donde podríamos escapar, miré a mi entorno y pude ver a dos sujetos que intentaban moverse pero al hacerlo no dejaban de temblar y de tropezarse con ellos mismos, era tan gracioso -Bien, tenemos suficiente información- Respondí al comentario de Bio para luego recibir un dato sobre los espías que viven más tiempo, entonces partimos hacia el árbol por donde podríamos escalar para llegar al otro lado del muro, aunque esperé que Bio fuera de primero para que no me viera subir el árbol, no estaba acostumbrado a trepar cosas ya que mi habilidad para hacer ese tipo de cosas me era escasa y hacerlo en público me daba un poco de vergüenza, pero al final ignoré todo eso y seguí hacia adelante.
Al llegar a una parte alta del árbol lo único que me faltaba era saltar hacia la calle, Bio sin problemas logró esta acción y no sintió dolor alguno, así que lo imité y al impactar con el suelo esperé unos segundos inmóvil hasta que el dolor de mis piernas desapareciera, pero conservando la postura para disimular lo que sentía -Puedes irte, no hay más que podamos hacer por aquí- Dije tratando de alejar a Bio, el dolor de mis piernas ya había desaparecido pero quería tomarme un poco más de tiempo, así que tuve que hablar innecesariamente -Por cierto, antes de que te vayas…- Dije intentando olvidar mi orgullo que de alguna forma me dificultó terminar la oración, aunque tal vez lo que me impedía hablar era la timidez -Me has sido útil en esta noche, agradezco tu ayuda- Le dije quitando lo sentimental de la frase que tenía pensado decirle, luego al sentirme con nuevas fuerzas marché hacia el lugar donde vivía mi contratante.
Después de unos minutos caminando por las calles de Beltrexus, una sola cosa impedía que me reuniera con Renk, un solo detalle que no estaba relacionado con brujos, hombres bestias o cristales, este problema no era nada más ni nada menos que ya no recordaba donde quedaba la casa de mi empleador -Vamos, recuerda- Me dije a mí mismo intentando recordar por lo menos en alguna cosa que me ayudara, miré hacia los lados y a la derecha encontré una calle que me resultaba familiar, recorrí este camino hasta llegar a otra calle donde pude reconocer ciertos detalles que me fueron útiles para llegar a mi destino.
Me tomó un largo rato para llegar a la casa de Renk pero todo valió la pena, toqué la puerta de su hogar y luego me recibió con desesperación, le informé sobre todos los datos que había obtenido en la mansión y de lo que había sucedido en ese lugar, una vez hecho mi trabajo ya solo me faltaba cobrar por mis servicios, todo estaba bien hasta que Renk hace una pregunta que me dejó mal parado -¿Dónde está mi túnica?- Preguntó mientras me examinaba con la vista desde arriba hasta abajo -Se la comió un perro- Respondí con una voz de niño y expresando mis disculpas, no quise decir la verdad y tampoco le tomé gran importancia al asunto, después de todo lo anterior solo quería descansar, pero opté por esperar un poco para luego volver a Lunargenta antes del amanecer, al otro día todos se enterarían sobre lo ocurrido, mi presencia sería sospechosa y no recibiría un buen trato, evitar eso sería lo mejor.
Al llegar a una parte alta del árbol lo único que me faltaba era saltar hacia la calle, Bio sin problemas logró esta acción y no sintió dolor alguno, así que lo imité y al impactar con el suelo esperé unos segundos inmóvil hasta que el dolor de mis piernas desapareciera, pero conservando la postura para disimular lo que sentía -Puedes irte, no hay más que podamos hacer por aquí- Dije tratando de alejar a Bio, el dolor de mis piernas ya había desaparecido pero quería tomarme un poco más de tiempo, así que tuve que hablar innecesariamente -Por cierto, antes de que te vayas…- Dije intentando olvidar mi orgullo que de alguna forma me dificultó terminar la oración, aunque tal vez lo que me impedía hablar era la timidez -Me has sido útil en esta noche, agradezco tu ayuda- Le dije quitando lo sentimental de la frase que tenía pensado decirle, luego al sentirme con nuevas fuerzas marché hacia el lugar donde vivía mi contratante.
Después de unos minutos caminando por las calles de Beltrexus, una sola cosa impedía que me reuniera con Renk, un solo detalle que no estaba relacionado con brujos, hombres bestias o cristales, este problema no era nada más ni nada menos que ya no recordaba donde quedaba la casa de mi empleador -Vamos, recuerda- Me dije a mí mismo intentando recordar por lo menos en alguna cosa que me ayudara, miré hacia los lados y a la derecha encontré una calle que me resultaba familiar, recorrí este camino hasta llegar a otra calle donde pude reconocer ciertos detalles que me fueron útiles para llegar a mi destino.
Me tomó un largo rato para llegar a la casa de Renk pero todo valió la pena, toqué la puerta de su hogar y luego me recibió con desesperación, le informé sobre todos los datos que había obtenido en la mansión y de lo que había sucedido en ese lugar, una vez hecho mi trabajo ya solo me faltaba cobrar por mis servicios, todo estaba bien hasta que Renk hace una pregunta que me dejó mal parado -¿Dónde está mi túnica?- Preguntó mientras me examinaba con la vista desde arriba hasta abajo -Se la comió un perro- Respondí con una voz de niño y expresando mis disculpas, no quise decir la verdad y tampoco le tomé gran importancia al asunto, después de todo lo anterior solo quería descansar, pero opté por esperar un poco para luego volver a Lunargenta antes del amanecer, al otro día todos se enterarían sobre lo ocurrido, mi presencia sería sospechosa y no recibiría un buen trato, evitar eso sería lo mejor.
Rauko
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Re: [Trabajo] El Misterioso caso del comprador de tierras [Cerrado]
Buen trabajo.
Aconsejaría que hicierais los párrafos más cortos, la información que ofrecéis está bien, pero la condensáis en un solo párrafo y hace la lectura pesada. Si lo separáis en párrafos por ideas lograréis que sea más ameno y apetezca más lanzarse a su lectura.
Rauko, me temo que la imagen del spoiler no es la que querías poner, en Aerandir no existen transportes de ese tipo.
Rauko:
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+ 2 puntos de habilidad pasiva, herrería.
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Bio:
+ 18 puntos de experiencia.
+ 450 aeros
*Paso a registrarlo en vuestro perfil.
Othel
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