Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
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Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Níniel había perdido la noción del tiempo desde que habían llegado a aquella pequeña, recogida y aún así impresionante biblioteca con la que contaban en aquellos cuarteles de la guardia de la ciudad. Era cierto que allí no encontraría nada de literatura, teatro o poesía, ni siquiera alguna de las obras con mayor calado en la sociedad humana, o al menos en aquella parte de dicha sociedad que tuviera ese tipo de inquietudes intelectuales y no consideraran la arena como el máximo exponente de la cultura, lo cual reducía bastante la lista, aunque no tanto como la peliblanca hubiese esperado antes de su primer viaje a la ciudad. Por el contrario, en aquellos estantes que aprovechaban tan bien el escaso espacio disponible de forma bastante ingeniosa, aprovechando hasta el último centímetro de espacio y con un sistema de estantes desplazables que permitía colocar el doble de libros, encontraría todo cuanto una persona quisiera saber sobre bandas criminales, delitos, juicios, sentencias y la historia de la guardia desde poco después de la fundación de la ciudad. También contaba con una gran selección de mapas detallados de prácticamente todo Aerandir, y no esas versiones baratas típicas en aventureros y similares, aquellos eran de los caros, de los que costaban una bolsa de monedas de oro llena hasta arriba...Cada uno. La elfa sabía que estaban haciendo una gran excepción con ella, Chimar y Demian permitiéndoles ojear aquellos tomos, aunque por supuesto, Vic, el encargado de aquel lugar, se ocupaba de permitirles acceso solo a los libros y mapas adecuados y no a todos.
¿Cuánto tiempo habían pasado los cuatro y Vic revisando aquellos tomos buscando información sobre aquel símbolo del puño alzado, tratando de descifrar el extraño código alfanumérico o buscando referencias a un templo como el del boceto?. A juzgar por las quejas de su vacío estómago demasiadas, de hecho posiblemente la hora de la cena ya hubiese pasado hacía rato.La peliblanca se tomó un descanso dejándose caer sobre una de las sillas soltando un largo suspiro, a pesar de todo el tiempo invertido aún no tenían nada y realmente había sido un largo día. La elfa pensó en Beor y los demás de la posada, quizá estuvieran preocupados por su larga ausencia sin avisar, tendría que ir a tranquilizarles, o al menos hacer que alguien les llevara una nota para que estuvieran tranquilos. Aquella familia prácticamente la había adoptado como a una más de los suyos, como a una hija...Aunque Beor no disimulaba nada bien que sus ojos solían desviarse a zonas de la anatomía de la peliblanca que ningún padre miraría a su hija. Al fin y al cabo era humano.
Níniel desvió la mirada hacia una de las ventanas y se acercó hasta ella para abrirla y disfrutar de un poco de aire fresco. Tras dar la primera bocanada del frescor de la noche y mientras jugueteaba con los dedos sobre uno de los mapas extendidos en la mesa al lado de la ventana les propuso a los demás que quizá debieran dejarlo para el día siguiente.
-Casi parece mentira que salvo un par de incidentes aislados no haya gran cosa sobre estos tipos, es casi como si fueran un grupo secreto que por alguna razón se ha visto obligado a revelarse para conseguir esos fragmentos...Es como perseguir fantasmas.-Deslizó su mano por el mapa pasándola por todos los lugares que ya habían descartado por no albergar ninguna estructura del tipo que buscaban y comenzó a trazar círculos con el índice a la zona de Sandorai, una zona que el mapa simplemente mostraba como un bosque inexplorado y nada más salvo por la aldea del Claro, aquella en la que Alanna y ella se conocieran. -Y no se vosotros pero tengo hambre...Y sueño, malos compañeros para esta tarea.-
Comentaba aquello cuando Vic soltó un eufórico "Lo encontre" y se agitó sobre la escalera en la que se encontraba subido causando que casi se cayera desde aquella altura, suficiente para romperse algún hueso y dependiendo de la posición de la caída incluso suficiente para poder ser mortal. Níniel logró sujetar la escalera y evitar la caída pero aún así el humano se golpeó la cara contra la estantería, de forma más cómica que aparatosa por fortuna. Bajó con un libro bajo el brazo y trató de hacer parecer que el golpe apenas le había dolido aunque sangraba un poco por la nariz. A pesar de ello sonreía con orgullo y colocó el libro delante de Alanna, casi como si quisiera impresionarla, cosa que no era extraña, era un chico joven, Alanna era una humana atractiva...
-Se trata del templo de Niord reconvertido en templo cristiano...-
-¿Sabés dónde está?- Preguntó la peliblanca acercándose a revisar el libro el humano y comprobando que efectivamente el dibujo de aquel libro concordaba con el boceto casi a la perfección.
-Ese es el problema...Estaba aquí en la península de Verisar, junto a la costa al sur de Lunargenta...Hubo un hundimiento general durante la gran guerra...El templo, y de hecho todo el pueblo a su alrededor...fue engullido por las aguas.-
-De nuevo perseguimos fantasmas...¿Y los números y letras?.-
-Estoy cerca, estoy casi seguro de que forman una frase, pronto podré deciros qué dice, creo. Aunque sea me quedaré toda la noche trabajando en ello. Vosotros deberíais comer algo y descansar.-
Aquello sonaba muy bien, aunque hasta nueva orden seguían siendo "invitados" de la guardia y estaban bajo la responsabilidad de Alanna por lo que no podrían salir de allí salvo como mucho volver a la casa de la Gata y abusar de su hospitalidad. Quizá pudieran quedarse en el propio cuartel. En cualquier caso Alanna decidía. Níniel se acercó al humano y tocándole la nariz, lo cual le puso algo nervioso, le sanó en un santiamén. Ya había impresionado, o no, a la gata, no podía dejar que siguiera sangrando por hacerse el machote y menos si como decía iba trabajar toda lo noche.
¿Cuánto tiempo habían pasado los cuatro y Vic revisando aquellos tomos buscando información sobre aquel símbolo del puño alzado, tratando de descifrar el extraño código alfanumérico o buscando referencias a un templo como el del boceto?. A juzgar por las quejas de su vacío estómago demasiadas, de hecho posiblemente la hora de la cena ya hubiese pasado hacía rato.La peliblanca se tomó un descanso dejándose caer sobre una de las sillas soltando un largo suspiro, a pesar de todo el tiempo invertido aún no tenían nada y realmente había sido un largo día. La elfa pensó en Beor y los demás de la posada, quizá estuvieran preocupados por su larga ausencia sin avisar, tendría que ir a tranquilizarles, o al menos hacer que alguien les llevara una nota para que estuvieran tranquilos. Aquella familia prácticamente la había adoptado como a una más de los suyos, como a una hija...Aunque Beor no disimulaba nada bien que sus ojos solían desviarse a zonas de la anatomía de la peliblanca que ningún padre miraría a su hija. Al fin y al cabo era humano.
Níniel desvió la mirada hacia una de las ventanas y se acercó hasta ella para abrirla y disfrutar de un poco de aire fresco. Tras dar la primera bocanada del frescor de la noche y mientras jugueteaba con los dedos sobre uno de los mapas extendidos en la mesa al lado de la ventana les propuso a los demás que quizá debieran dejarlo para el día siguiente.
-Casi parece mentira que salvo un par de incidentes aislados no haya gran cosa sobre estos tipos, es casi como si fueran un grupo secreto que por alguna razón se ha visto obligado a revelarse para conseguir esos fragmentos...Es como perseguir fantasmas.-Deslizó su mano por el mapa pasándola por todos los lugares que ya habían descartado por no albergar ninguna estructura del tipo que buscaban y comenzó a trazar círculos con el índice a la zona de Sandorai, una zona que el mapa simplemente mostraba como un bosque inexplorado y nada más salvo por la aldea del Claro, aquella en la que Alanna y ella se conocieran. -Y no se vosotros pero tengo hambre...Y sueño, malos compañeros para esta tarea.-
Comentaba aquello cuando Vic soltó un eufórico "Lo encontre" y se agitó sobre la escalera en la que se encontraba subido causando que casi se cayera desde aquella altura, suficiente para romperse algún hueso y dependiendo de la posición de la caída incluso suficiente para poder ser mortal. Níniel logró sujetar la escalera y evitar la caída pero aún así el humano se golpeó la cara contra la estantería, de forma más cómica que aparatosa por fortuna. Bajó con un libro bajo el brazo y trató de hacer parecer que el golpe apenas le había dolido aunque sangraba un poco por la nariz. A pesar de ello sonreía con orgullo y colocó el libro delante de Alanna, casi como si quisiera impresionarla, cosa que no era extraña, era un chico joven, Alanna era una humana atractiva...
-Se trata del templo de Niord reconvertido en templo cristiano...-
-¿Sabés dónde está?- Preguntó la peliblanca acercándose a revisar el libro el humano y comprobando que efectivamente el dibujo de aquel libro concordaba con el boceto casi a la perfección.
-Ese es el problema...Estaba aquí en la península de Verisar, junto a la costa al sur de Lunargenta...Hubo un hundimiento general durante la gran guerra...El templo, y de hecho todo el pueblo a su alrededor...fue engullido por las aguas.-
-De nuevo perseguimos fantasmas...¿Y los números y letras?.-
-Estoy cerca, estoy casi seguro de que forman una frase, pronto podré deciros qué dice, creo. Aunque sea me quedaré toda la noche trabajando en ello. Vosotros deberíais comer algo y descansar.-
Aquello sonaba muy bien, aunque hasta nueva orden seguían siendo "invitados" de la guardia y estaban bajo la responsabilidad de Alanna por lo que no podrían salir de allí salvo como mucho volver a la casa de la Gata y abusar de su hospitalidad. Quizá pudieran quedarse en el propio cuartel. En cualquier caso Alanna decidía. Níniel se acercó al humano y tocándole la nariz, lo cual le puso algo nervioso, le sanó en un santiamén. Ya había impresionado, o no, a la gata, no podía dejar que siguiera sangrando por hacerse el machote y menos si como decía iba trabajar toda lo noche.
- Spoiler:
- A parte de lo mencionado podéis encontrar información sobre actividades del puño carmesí en otras partes, Concretamente han actuado otras 3 veces en busca de más de aquella piezas. Así que habrá información de robos, asesinatos, ataques...a vuestro gusto. También hay notas que señalan que este grupo estuvo implicado en el robo frustrado durante una representación de teatro en una de las plazas de la ciudad (Trabajo de Nín Y Alanna Ladies Night). Por lo demás es un grupo del que poco o nada se sabe. Este turno es un post de enlace, el rol comenzará de verdad a la mañana siguiente, tras descansar.
Última edición por Níniel Thenidiel el Sáb Ene 23 2016, 23:37, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Llevaba rondando entre archivos ocultos horas, había dejado durante unos instantes a Demian, Chimar y Níniel junto a Vic, el chico era un portento de la investigación, algo torpe, adorablemente torpe, pero inteligente como el solo. Tomó uno de los tomos rojos, esos que tenían archivos que poca gente era capaz de ver, y lo ojeó por encima, lo único que aparecía eran nombres en clave que de poco o nada servían en ese momento.
"El cuervo" Leyó repetidas veces sin saber por qué, negó con la cabeza y volvió a la sala donde estaban los otros, tomando uno de los tomos que había sobre la mesa. Se sentó frente a Vic, y leyó con atención lo que ponía en las ojas y lineas, si el chico había sacado esos tomos, sería porque confiaba en que lo podrían encontrar allí.
No había a penas nada, se mencionaban un par de situaciones, asaltos a aldeas, asesinatos múltiples, persecuciones, una en particular le llamó la atención, una familia completa, sacada a la fuerza de su casa, negandose a acabarlo de leer, giró la hoja, y suspiró apoyando su mejilla en una mano. Miró a su alrededor, todos parecían cansados. Se levantó y, salió del cuarto en silencio.
Bajó a las cocinas de la guardia y pidió 3 tazas de café, y un par de tazas de té para los niños, agradeció al pinche de cocina las tazas y las subió en una bandeja, junto a las teteras. Subió las frías escaleras y llegó nuevamente a la puerta del cuarto, abriendola empujandola con la cadera, entrando en la sala de espaldas. Cerró la puerta empujando con el trasero, con cuidado de que no se cayera nada de lo que portaba y lo dejó sobre la mesa.
Parecía que su entrada había heco que Vic alzase la vista de los libros. Sirvió una taza de café y se la pasó al joven con una sonrisa, mientras dejaba que los demás tomasen por si mismos lo que prefirieran. Volvió a sentarse mientras daba un sorbo a su taza y siguió leyendo, empezaban a picarle los ojos, pero le gustaba trabajar en la biblioteca, menos que el trabajo de campo y los entrenamientos, claro, pero no le desagradaba, disfrutaba de la lectura, aunque esta fuera de archivos de esa indole, investigar cansaba, pero era divertido.
El tiempo pasó pesado, cuando se quiso dar cuenta, Nín se había levantado de su sitio y había abierto a ventana dejando que entrase el fresco aire del anochecer. La Gata tomó un soplo de aire de los que entró y se estiró en su silla haciendo que le crujieran los huesos, llevaba demasiado tiempo centrada en los libros, estba agarrotada y le picaban un poco los ojos.
A ella también le resultaba raro que no hubieran más datos sobre la organización, le gustaría mirar en los archivos ocultos, pero ya se había arriesgado demasiado ojeandolos, no tenía todos los permisos necesarios para mirarlo todo, con un suspiro sonrió a la chica, ella también se sentía cansada, y con apetito, pero debía entrarse, por ello, volvió a centrarse en la lectura, hasta que, un segundo después, la voz de Vic sonó victoriosa.
La chica alzó la cabeza, y lo vio golpearse la cabeza con uno de los estantes, se preocupó al principio, levantandose de golpe, pero dada la alegría que seguía demostrando el joven, estaba claro que no se había hecho demasiado daño, por lo que soltó una risilla y esperó a que el chico, con ese entusiasmo que parecía haber adquirido de repente, acudiera, dejando frente a ella el libro, y dando la explicación. Alanna, entusiasmada, le dio un fuerte abrazo.
- Genial Vic, sabía que si alguien podía averiguar algo, eras tu.- sonrió antes de soltarlo y escuchar atentamente. Como decía Nin, perseguían fantasmas, sombras que eran y no eran a la vez, pero, al fin y al cabo, menos daba una piedra.- Puedo quedarme a ayudarte si quieres.- Propuso la chica, al fin y al cabo, era mucho trabajo para una sola persona, y, aunque estuviera cansada, era ella quien acabaría usando la información.
- No, tu tienes que vigilarlos, ¿verdad? yo me encargo, y para cuando vengais mañana, lo tendré todo resuelto.- Alanna vio a los demás, todos estaban cansados, y ella ya tenía una misión, escoltarlos, los llevaría a su casa, allí, al menos, habría algo más de calma que en el cuartel.
- Gracias.- sonrió abriendo la puerta, dejando tras de si el café, aun caliente.- Vamos chicos, aun tenemos que cruzar media ciudad.- dijo antes de despedirse con una sonrisa, cerrando tras de si la puerta.
"El cuervo" Leyó repetidas veces sin saber por qué, negó con la cabeza y volvió a la sala donde estaban los otros, tomando uno de los tomos que había sobre la mesa. Se sentó frente a Vic, y leyó con atención lo que ponía en las ojas y lineas, si el chico había sacado esos tomos, sería porque confiaba en que lo podrían encontrar allí.
No había a penas nada, se mencionaban un par de situaciones, asaltos a aldeas, asesinatos múltiples, persecuciones, una en particular le llamó la atención, una familia completa, sacada a la fuerza de su casa, negandose a acabarlo de leer, giró la hoja, y suspiró apoyando su mejilla en una mano. Miró a su alrededor, todos parecían cansados. Se levantó y, salió del cuarto en silencio.
Bajó a las cocinas de la guardia y pidió 3 tazas de café, y un par de tazas de té para los niños, agradeció al pinche de cocina las tazas y las subió en una bandeja, junto a las teteras. Subió las frías escaleras y llegó nuevamente a la puerta del cuarto, abriendola empujandola con la cadera, entrando en la sala de espaldas. Cerró la puerta empujando con el trasero, con cuidado de que no se cayera nada de lo que portaba y lo dejó sobre la mesa.
Parecía que su entrada había heco que Vic alzase la vista de los libros. Sirvió una taza de café y se la pasó al joven con una sonrisa, mientras dejaba que los demás tomasen por si mismos lo que prefirieran. Volvió a sentarse mientras daba un sorbo a su taza y siguió leyendo, empezaban a picarle los ojos, pero le gustaba trabajar en la biblioteca, menos que el trabajo de campo y los entrenamientos, claro, pero no le desagradaba, disfrutaba de la lectura, aunque esta fuera de archivos de esa indole, investigar cansaba, pero era divertido.
El tiempo pasó pesado, cuando se quiso dar cuenta, Nín se había levantado de su sitio y había abierto a ventana dejando que entrase el fresco aire del anochecer. La Gata tomó un soplo de aire de los que entró y se estiró en su silla haciendo que le crujieran los huesos, llevaba demasiado tiempo centrada en los libros, estba agarrotada y le picaban un poco los ojos.
A ella también le resultaba raro que no hubieran más datos sobre la organización, le gustaría mirar en los archivos ocultos, pero ya se había arriesgado demasiado ojeandolos, no tenía todos los permisos necesarios para mirarlo todo, con un suspiro sonrió a la chica, ella también se sentía cansada, y con apetito, pero debía entrarse, por ello, volvió a centrarse en la lectura, hasta que, un segundo después, la voz de Vic sonó victoriosa.
La chica alzó la cabeza, y lo vio golpearse la cabeza con uno de los estantes, se preocupó al principio, levantandose de golpe, pero dada la alegría que seguía demostrando el joven, estaba claro que no se había hecho demasiado daño, por lo que soltó una risilla y esperó a que el chico, con ese entusiasmo que parecía haber adquirido de repente, acudiera, dejando frente a ella el libro, y dando la explicación. Alanna, entusiasmada, le dio un fuerte abrazo.
- Genial Vic, sabía que si alguien podía averiguar algo, eras tu.- sonrió antes de soltarlo y escuchar atentamente. Como decía Nin, perseguían fantasmas, sombras que eran y no eran a la vez, pero, al fin y al cabo, menos daba una piedra.- Puedo quedarme a ayudarte si quieres.- Propuso la chica, al fin y al cabo, era mucho trabajo para una sola persona, y, aunque estuviera cansada, era ella quien acabaría usando la información.
- No, tu tienes que vigilarlos, ¿verdad? yo me encargo, y para cuando vengais mañana, lo tendré todo resuelto.- Alanna vio a los demás, todos estaban cansados, y ella ya tenía una misión, escoltarlos, los llevaría a su casa, allí, al menos, habría algo más de calma que en el cuartel.
- Gracias.- sonrió abriendo la puerta, dejando tras de si el café, aun caliente.- Vamos chicos, aun tenemos que cruzar media ciudad.- dijo antes de despedirse con una sonrisa, cerrando tras de si la puerta.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Tanta información al alcance de sus manos, tantos textos con datos clave que pocos ojos tenían el privilegio de leer. Por supuesto, no tenían rienda suelta para sacar lo que quisieran, pero aún así era bastante el material dispuesto y que no tendría otra oportunidad de ojear.
Demian comenzó a fijarse en datos que pudieran serle de utilidad, relegando a un segundo lugar el asunto de investigar sobre aquel grupo misterioso. De todas maneras no parecía haber demasiada información, así que su atención estuvo más puesta en cierta información relevante, el modo cómo la guardia actuaba frente a los asesinatos. No habían manuales de procedimientos, pero en el relato de cada episodio podía obtener información al respecto, como qué habían investigado primero, cómo habían obtenido información, a quiénes habían interrogado, incluso qué tipo de interrogación habían llevado a cabo. Una cosa era clara, la guardia no se andaba con suavidad cuando se trataba de hacer su trabajo.
No es que pretendiera asesinar a nadie, pero para alguien con los talentos de Demian y, ¿por qué no decirlo? su tendencia a solucionar los problemas de modo directo, saber cómo ocultarle un asesinato a sus principales enemigos cuando actuaba como un delincuente resultaba sumamente útil.
De todos modos, lo anterior no significaba que hubiera olvidado el asunto del Puño Carmesí, recolectaba la información que pudiera al respecto, seguían siendo una amenaza con la que había que lidiar. Claro que no fue necesario desvelarse demasiado con ello, ya que aquel joven eventualmente encontró información relevante, aunque ya era bastante tarde y estaban cansados.
Tomó una de las tazas de té haciéndola levitar hasta sus manos, aunque esperó un poco a que se enfriara, mientras daba una ojeada a lo que Vic había pillado. No era mucho tampoco, pero les daba una línea a seguir. Ya seguirían con ello al día siguiente.
—Ejem... —Demian caminó hasta ponerse entre las mujeres— , digamos que he conocido a algunos asesinos en mi vida y, bueno... si yo fuera uno de ellos, hipotéticamente, a estas alturas ya habría preparado una emb-boscada o trampas alrededor de la c-casa de Alanna. No es que les tenga miedo o algo, pero no jugaría según sus reglas —opinó el chico.
A continuación dio un sorbo a su taza de té, aunque aún estaba algo caliente para su gusto.
—Jamás pensé que diría est-to, pero preferiría pasar la noche con La Guardia y salir mañana muy t-temprano, antes de la hora que los enemigos pudieran esperar, por alguna puerta lateral poco notoria, al mismo tiempo que pediría a alguien hacer ruido por la puerta principal. Con algo de suerte nos pierden el rastro y ganamos el f-factor sorpresa. No se ustedes, pero que me persigan a flechazos no es p-parte de mis planes.
Luego se encogió de hombros y sopló en su taza. El engaño y el pasar desapercibidos eran, a fin de cuentas, su especialidad y no veía razón para tener que cruzar media ciudad sólo para dormir.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Nada puede describir el aburrimiento que siente Chimar durante toda la investigación, si bien está acostumbrado a los libros sus temas de interés resultan diferentes. Para él una búsqueda documental usualmente le transporta al intelecto directo de varios genios, técnicamente se escapa del mundo unos instantes, por el contrario revisar papeles legales y tácticas de control ciudadano es algo muy tedioso.
Bah…
Resopla fastidiado, ¿A quién rayos le interesa si el noble de nombre raro asesino a la familia del otro?, menuda tontería. No existe lógica en el control de descarriados dentro de las sociedades humanas, solo técnicas obsoletas que nunca cambian para bien. La guardia como institución siempre será ineficiente aunque pasen mil años de por medio, el hombre tiende a burlar los mecanismos de seguridad siempre.
“Genial”
Como si no fuera suficientemente malo todo también debe revisar un montón de documentos jurídicos, pérdida de tiempo extrema. Las leyes son el compendio de fundamentos legales que rige una sociedad y se cambian tanto como las herraduras de un caballo, siempre terminan siendo injustas. Técnicamente varían Según los caprichos del gobernante de turno, ¿cómo puede existir eficiencia en algo así?
La recolección de datos en si resulta lenta y poco productiva, más que todo solo se logran conseguir acontecimientos dispersos que nunca fueron encasillados en un mismo archivo. Sean quienes sean estos sujetos tienen en muy alta estima la discreción, parecen una organización profesional que procura permanecer en las sombras durante todo el tiempo posible, nada alentador.
Níniel abre una ventana dejando entrar algo de aire nocturno, esto instintivamente ocasiona cierto bostezo por parte del científico. Con cansancio y hambre no se puede realizar un trabajo de calidad, especialmente teniendo un tema tan aborrecible. Chimar se estira levemente sonándose algunos huesos, lo que daría por un golpe de suerte. Sigue revisando libros aunque algo externo llama su atención rápido.
El encargado realiza una manifestación de euforia y paga por su torpeza, gana un golpe leve que no se convierte en nada grave gracias a la elfa. Parece haber encontrado algo, quien diría que las suplicas infantiles son escuchadas de vez en cuando. Todos se acercan y reciben la explicación, pronto descubren que se trata de otro callejón sin salida. Primera vez que el inventor fracasa en algo relacionado con libros.
Es como buscar una aguja en una fábrica de agujas…
Por suerte Alanna trae algunas bebidas calientes para recuperar la moral, sin duda bien jugado. El intelectual sirve su taza de té y pega varios sorbos, esta bueno aunque debe soplar un poco para no quemarse la boca. Aquel bibliotecario adquiere voluntariamente la responsabilidad de seguir buscando ocasionando cierta sonrisa en el más joven, delegar es una buena forma de liberarse de algo perturbante.
Concuerdo con Dem… al menos por esta vez…
Tiene sentido, abandonar el refugio de noche con un cansancio intermitente puede resultar peligroso. Es mejor dormir con buenas murallas y un montón de hombres recios protegiéndote, al menos hasta que los sentidos vuelvan a su nivel normal. No cabe duda de que los intereses hostiles se mantienen vigilantes, no parecen el tipo de personas que olvidan las cosas tan fácilmente.
No tentemos a la suerte, al menos hasta que salga el sol.
Bah…
Resopla fastidiado, ¿A quién rayos le interesa si el noble de nombre raro asesino a la familia del otro?, menuda tontería. No existe lógica en el control de descarriados dentro de las sociedades humanas, solo técnicas obsoletas que nunca cambian para bien. La guardia como institución siempre será ineficiente aunque pasen mil años de por medio, el hombre tiende a burlar los mecanismos de seguridad siempre.
“Genial”
Como si no fuera suficientemente malo todo también debe revisar un montón de documentos jurídicos, pérdida de tiempo extrema. Las leyes son el compendio de fundamentos legales que rige una sociedad y se cambian tanto como las herraduras de un caballo, siempre terminan siendo injustas. Técnicamente varían Según los caprichos del gobernante de turno, ¿cómo puede existir eficiencia en algo así?
La recolección de datos en si resulta lenta y poco productiva, más que todo solo se logran conseguir acontecimientos dispersos que nunca fueron encasillados en un mismo archivo. Sean quienes sean estos sujetos tienen en muy alta estima la discreción, parecen una organización profesional que procura permanecer en las sombras durante todo el tiempo posible, nada alentador.
Níniel abre una ventana dejando entrar algo de aire nocturno, esto instintivamente ocasiona cierto bostezo por parte del científico. Con cansancio y hambre no se puede realizar un trabajo de calidad, especialmente teniendo un tema tan aborrecible. Chimar se estira levemente sonándose algunos huesos, lo que daría por un golpe de suerte. Sigue revisando libros aunque algo externo llama su atención rápido.
El encargado realiza una manifestación de euforia y paga por su torpeza, gana un golpe leve que no se convierte en nada grave gracias a la elfa. Parece haber encontrado algo, quien diría que las suplicas infantiles son escuchadas de vez en cuando. Todos se acercan y reciben la explicación, pronto descubren que se trata de otro callejón sin salida. Primera vez que el inventor fracasa en algo relacionado con libros.
Es como buscar una aguja en una fábrica de agujas…
Por suerte Alanna trae algunas bebidas calientes para recuperar la moral, sin duda bien jugado. El intelectual sirve su taza de té y pega varios sorbos, esta bueno aunque debe soplar un poco para no quemarse la boca. Aquel bibliotecario adquiere voluntariamente la responsabilidad de seguir buscando ocasionando cierta sonrisa en el más joven, delegar es una buena forma de liberarse de algo perturbante.
Concuerdo con Dem… al menos por esta vez…
Tiene sentido, abandonar el refugio de noche con un cansancio intermitente puede resultar peligroso. Es mejor dormir con buenas murallas y un montón de hombres recios protegiéndote, al menos hasta que los sentidos vuelvan a su nivel normal. No cabe duda de que los intereses hostiles se mantienen vigilantes, no parecen el tipo de personas que olvidan las cosas tan fácilmente.
No tentemos a la suerte, al menos hasta que salga el sol.
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
La votación dejaba claro que la mayoría prefería quedarse en el cuartel donde parecían sentirse seguros tras sus altos muros y paredes de piedra. Níniel no podía negar que también se sentiría más tranquila allí, especialmente tras las amenazas directas, con nombre y apellidos, que aquel tipo enmascarado había pregonado delante mismo de todo el mundo con la seguridad de quien se siente intocable. Asintió con la cabeza ante las palabras de los niños que a pesar de su edad no eran ningunos tontos y esperó que Alanna cediera en ese punto y pudiera buscarles acomodo por allí, ya que, por mucho que aquel extraño grupo opinara en un sentido nadie había mencionado que aquello fuera una democracia, de hecho otros guardias menos amables y espabilados les hubieran encerrado en una celda sin preguntar por su opinión y mucho menos les dejarían ayudar en aquel asunto por mucho que el puño carmesí quisiera sus cabezas y fueran los primeros interesados en poner fin a sus tropelías.
Finalmente se decidió que pasarían allí la noche aunque si alguno de los allí presentes pensaba que iban a cederles una habitación para cada uno con servicio incluido y todas las comodidades de una posada de alto postín estaba muy pero que muy equivocado. Los oficiales tenían sus propios alojamientos o sus viviendas propias en la ciudad y las únicas camas disponibles eran los catres de los barracones que deberían compartir con el resto de la soldadesca. Se trataba de grandes dormitorios comunales repletos de camas meramente funcionales y separados estríctamente por género bajo pena de latigazos o incluso expulsión si encontraban a miembros de ambos géneros compartiendo lecho. Chimar y Demian sabían cuidarse de sobra solos pero a pesar de ello antes de separarse de ellos Níniel les dijo que si pasaba cualquier cosa no dudaran en ir a avisarla ya que ambos dormitorios estaban uno al lado del otro.
Desde luego Níniel había visto posadas peores pero también mucho mejores para que negarlo. El olor a "compañerismo" era bastante fuerte incluso en el dormitorio de mujeres por lo que no quiso ni imaginarse cómo sería el de hombres. Lo bueno era que aquellos barracones estaban pensados para poder ubicar a un número mucho mayor de guardias que el de efectivos disponibles en aquellos momentos, seguramente en previsión una guerra o un asedio, y gracias a ello podían escoger entre decenas de catres disponibles e incluso contar con cierta sensación de espacio. Libres de hombres las mujeres soldado se paseaban por allí en paños menores o incluso sin ropa con total naturalidad, cosa que no molestaba en lo más mínimo a la peliblanca pues también había disfrutado momentos de ese estilo en los manantiales de Sindorai junto con sus amigas y familiares...Al menos hasta que, cuando la sacerdotisa estuvo a punto de quitarse la túnica para dormir cómodamente, una de aquellas mujeres, desnuda de cintura para arriba, le hizo toda una señora insinuación para la que no necesito ni decir palabra al pasar cerca de ella. Tras aquello decidió dormir con la ropa puesta por poco que esta hiciera. Roja hasta la punta de las orejas no pudo evitar comentarle lo sucedido a Alanna, que probablemente también lo hubiese visto.
-Me avisaste de las manos largas de los hombres de la guardia, no de las mujeres.- Dijo tapándose hasta la nariz con la manta de forma que resultaba bastante mona y graciosa sin pretenderlo.
A pesar de los nervios que el atrevimiento de aquella soldado de grandes pechos le causaron, el cansancio acabó por vencer a la peliblanca que durmió un sueño ligero a causa de todo cuanto había vivido en las horas anteriores aunque lo suficientemente reparador gracias a los dioses. De hecho estaba lo suficientemente dormida como para despertar sobresaltada al escuchar el fuerte y apremiante tañido de unas campanas con un claro tono de urgencia. -No sin mi permiso.- Musitó la elfa antes de poder abrir los ojos del todo y ver que a su alrededor todo el mundo se vestía y se armaba rápidamente mientras unas se animaban a otras a ir más rápido y a presentarse de inmediato en el patio de armas.
-¿Qué ocurre...Alanna estás bien?.-
Al final dormir vestida tuvo sus ventajas y Níniel estuvo lista enseguida por lo que decidió seguir a las demás fuera de los barracones. Lo que allí estaba aconteciendo era algo que la peliblanca no creía posible. En pleno centro del patio descansaban los cuerpos sin vida de varios guardias colocados en fila y en una pose digna a pesar de haber muerto. A su lado, colocados uno sobre otro de forma que denotaba un gran desdén estaban los cuerpos de otros dos hombres con el emblema del puño rojo, Níniel reconoció el cuerpo de uno de ellos, era aquel que no había dejado de mirarla en el cementerio cuando la elfa quiso revisar el mapa encontrado en las catacumbas. Con el rostro serio el padre de Alanna impartía orden tras orden mientras a su lado el mismísimo capitán de la guardia real apretaba la mandíbula sin poder disimular una mirada llena de odio. En cuanto cio a la gata le hizo un simple gesto con un dedo para que se acercara, y con ella su grupo.
-Han atacado desde dentro, sucios traidores...Harris y Pelps...Los muy hijos de puta llevaban años con nosotros...- Escupió a los dos cuerpos con el emblema del puño rojo. -Su objetivo eran los archivos...Han destruido varios tomos y mapas antes de que les detuviéramos...Estuvisteis trabajando allí con Vic hasta tarde...Fuese lo que fuese tras lo que ibais no querían que lo encontrarais.- Era evidente que esperaba que su subordinada la gata le dijera algo, quizá algo que implicara que las muertes de aquellos soldados no había sido en vano y que tenían una pista que seguir, incluso a pesar de la destrucción de varios documentos. Al menos así lo entendió la peliblanca pero lo cierto es que solo habían tratado de agarrar humo con las manos y...
-Vic...Vic tenía el mapa, dijo que iba a trabajar toda la noche en él hasta descifrarlo, que estaba cerca...-
-¿Vic?. No le he visto...¿Alguien a visto a Vic?- Nadie de los allí presentes sabía nada sobre el encargado de los archivos. -Maldita sea...Buscad debajo de cada piedra si hace falta, dad con él, es prioritario. Alanna...No me falles. -
Toda la guardia se puso manos a la obra con la búsqueda de aquel joven al que normalmente pocos prestaban atención por ser un estudioso y no un guerrero como la mayoría de los que pasaban su día a día en aquel lugar. Que su cuerpo no estuviera entre los fallecidos en acto de servicio hacía pensar a la peliblanca que de algún modo había conseguido salvar la vida, pero que a esas alturas no hubiera aparecido ya resultaba extraño. También había otra cosa que causaba que escalofríos recorrieran la espalda de la joven elfa.Finalmente se decidió que pasarían allí la noche aunque si alguno de los allí presentes pensaba que iban a cederles una habitación para cada uno con servicio incluido y todas las comodidades de una posada de alto postín estaba muy pero que muy equivocado. Los oficiales tenían sus propios alojamientos o sus viviendas propias en la ciudad y las únicas camas disponibles eran los catres de los barracones que deberían compartir con el resto de la soldadesca. Se trataba de grandes dormitorios comunales repletos de camas meramente funcionales y separados estríctamente por género bajo pena de latigazos o incluso expulsión si encontraban a miembros de ambos géneros compartiendo lecho. Chimar y Demian sabían cuidarse de sobra solos pero a pesar de ello antes de separarse de ellos Níniel les dijo que si pasaba cualquier cosa no dudaran en ir a avisarla ya que ambos dormitorios estaban uno al lado del otro.
Desde luego Níniel había visto posadas peores pero también mucho mejores para que negarlo. El olor a "compañerismo" era bastante fuerte incluso en el dormitorio de mujeres por lo que no quiso ni imaginarse cómo sería el de hombres. Lo bueno era que aquellos barracones estaban pensados para poder ubicar a un número mucho mayor de guardias que el de efectivos disponibles en aquellos momentos, seguramente en previsión una guerra o un asedio, y gracias a ello podían escoger entre decenas de catres disponibles e incluso contar con cierta sensación de espacio. Libres de hombres las mujeres soldado se paseaban por allí en paños menores o incluso sin ropa con total naturalidad, cosa que no molestaba en lo más mínimo a la peliblanca pues también había disfrutado momentos de ese estilo en los manantiales de Sindorai junto con sus amigas y familiares...Al menos hasta que, cuando la sacerdotisa estuvo a punto de quitarse la túnica para dormir cómodamente, una de aquellas mujeres, desnuda de cintura para arriba, le hizo toda una señora insinuación para la que no necesito ni decir palabra al pasar cerca de ella. Tras aquello decidió dormir con la ropa puesta por poco que esta hiciera. Roja hasta la punta de las orejas no pudo evitar comentarle lo sucedido a Alanna, que probablemente también lo hubiese visto.
-Me avisaste de las manos largas de los hombres de la guardia, no de las mujeres.- Dijo tapándose hasta la nariz con la manta de forma que resultaba bastante mona y graciosa sin pretenderlo.
A pesar de los nervios que el atrevimiento de aquella soldado de grandes pechos le causaron, el cansancio acabó por vencer a la peliblanca que durmió un sueño ligero a causa de todo cuanto había vivido en las horas anteriores aunque lo suficientemente reparador gracias a los dioses. De hecho estaba lo suficientemente dormida como para despertar sobresaltada al escuchar el fuerte y apremiante tañido de unas campanas con un claro tono de urgencia. -No sin mi permiso.- Musitó la elfa antes de poder abrir los ojos del todo y ver que a su alrededor todo el mundo se vestía y se armaba rápidamente mientras unas se animaban a otras a ir más rápido y a presentarse de inmediato en el patio de armas.
-¿Qué ocurre...Alanna estás bien?.-
Al final dormir vestida tuvo sus ventajas y Níniel estuvo lista enseguida por lo que decidió seguir a las demás fuera de los barracones. Lo que allí estaba aconteciendo era algo que la peliblanca no creía posible. En pleno centro del patio descansaban los cuerpos sin vida de varios guardias colocados en fila y en una pose digna a pesar de haber muerto. A su lado, colocados uno sobre otro de forma que denotaba un gran desdén estaban los cuerpos de otros dos hombres con el emblema del puño rojo, Níniel reconoció el cuerpo de uno de ellos, era aquel que no había dejado de mirarla en el cementerio cuando la elfa quiso revisar el mapa encontrado en las catacumbas. Con el rostro serio el padre de Alanna impartía orden tras orden mientras a su lado el mismísimo capitán de la guardia real apretaba la mandíbula sin poder disimular una mirada llena de odio. En cuanto cio a la gata le hizo un simple gesto con un dedo para que se acercara, y con ella su grupo.
-Han atacado desde dentro, sucios traidores...Harris y Pelps...Los muy hijos de puta llevaban años con nosotros...- Escupió a los dos cuerpos con el emblema del puño rojo. -Su objetivo eran los archivos...Han destruido varios tomos y mapas antes de que les detuviéramos...Estuvisteis trabajando allí con Vic hasta tarde...Fuese lo que fuese tras lo que ibais no querían que lo encontrarais.- Era evidente que esperaba que su subordinada la gata le dijera algo, quizá algo que implicara que las muertes de aquellos soldados no había sido en vano y que tenían una pista que seguir, incluso a pesar de la destrucción de varios documentos. Al menos así lo entendió la peliblanca pero lo cierto es que solo habían tratado de agarrar humo con las manos y...
-Vic...Vic tenía el mapa, dijo que iba a trabajar toda la noche en él hasta descifrarlo, que estaba cerca...-
-¿Vic?. No le he visto...¿Alguien a visto a Vic?- Nadie de los allí presentes sabía nada sobre el encargado de los archivos. -Maldita sea...Buscad debajo de cada piedra si hace falta, dad con él, es prioritario. Alanna...No me falles. -
-¿Cómo sabemos que no hay más puños carmesí infiltrados aquí y ahora?-
- Sugerencias, cualquier cosa que se os ocurra me adapto:
- Alanna: Tu pj conocía a Vic, sabía sobre sus gustos y quizá en algún momento confiara en ella para contarle qué lugares del cuartel visitaba o dónde encontraba un refugio donde leer o estudiar tranquilo.
Demian y Chimar: Puede haber pistas que unas mentes agudas como las vuestras sepan ver y unos cabezacubo no...
En cualquier caso no cerréis la acción con un éxito, en mi siguiente post haré de master resolviendo quien le encuentra juzgando vuestros post.
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Sonrió con paciencia antes las reflexiones de los niños, tenían razón la guardia era, muy posiblemente, el lugar más seguro de toda Lunargenta, sin embargo, ella había propuesto su casa porque, teniendo en cuenta que eran dos niños y una elfa, no pensaba que fueran a sentirse cómodos en los cuartos comunes que ofrecía la guardia. había pensado ofrecerles, tras la noche que habían debido pasar, un sitio cálido y relajado, similar a un hogar, donde poder recuperar fuerzas, pero al parecer, preferían no moverse.
Con un suspiro, asintió y los dejó salir antes que ella, mirando a Vic para despedirse con una sonrisa, al joven le quedaban largas horas de lectura, y probablemente, ninguna de ellas en la biblioteca, era un chico curioso al que costaba conocer, no solía hablar con la gente, se quedaba encerrado en sus libros y mapas, creando su propio mundo, tejiéndolo como una fina tela de seda que, a pesar de su belleza, es difícil romper. Por mucho que lo intentabas, no podías entrar en su mundo si el no te dejaba, Alanna se sentía afortunada de que el chico le hubiera permitido descubrir parte de ese enorme pañuelo que bordaba en su mente, recordaba cuando le mostró su sitio preferido para leer, la despensa de las cocinas. En ese momento Alanna había reído suavemente, siempre pensó que era un ratón de biblioteca, no un ratón a secas.
Cerró la puerta con un gracias y guió a los demás hasta los cuartos, ambos eran contiguos, compartidos por un montón de cadetes frente a los cuartos, decidió explicarse, ya que podrían buscarse un buen lío si intentaban andar por allí solos, los cuartos se dividían por sexos, y las zonas por categorías, daba gracias a no tener que ir a de los hombres, si el de las chicas olía mal, el de los hombres era como una carreta de pescado podrido y a queso, del fuerte, con moho.
- Esos son los camastros de los chicos, estos los de las chicas, vosotros dormiréis en esos, se supone que no podéis pasar al nuestro pero...- eran niños, ¿y si les pasaba algo? Níniel pareció pensar lo mismo que ella y les dijo que si necesitaban algo, acudieran sin miedo, haciendo asentir a Alanna.- eso mismo, si pasa lo que sea, no temáis venir, yo cargaré con las culpas.- les sonrió agachada para mirarlos de frente.- Buenas noches peques- se despidió antes de entrar al dormitorio.
Las chicas se paseaban en ropa interior por la sala riendo y sin pudor alguno, eso era, en parte, porque no le gustaba pasar allí la noche, había dormido en el lugar durante años por exámenes, entrenamientos, guardias o investigaciones, y siempre había visto a las demás mujeres, con cuerpos fornidos, capaces de levantar perfectamente mandobles o martillos, ella era, con diferencia, la más pequeña del cuerpo, mas de una vez se habían reído de ella por su cuerpo, acusándola de no ser capaz de resistir golpes. Razón no les faltaba, la verdad.
Alanna se quitó las botas y las dejó a un lado de su camastro para, a continuación, sacarse la protección de cuero, dejarla sobre las sábanas y, por la cabeza, la camisa, dejando a la vista su vientre plano, se atrevió a mirar a sus espaldas y vio a Nin alterada, ya debían haber empezado. Alanna hizo rodar los ojos, sus compañeras podían ser bastante... especiales, eran geniales, pero cuando llegaba alguien nuevo, había que fastidiar. Lo que no esperaba era que mientras ella acababa de quitarse la ropa para quedarse con la ropa interior y colgar el resto, viese a Níniel, la altiva elfa que tan bien le caía esconderse entre las sábanas avergonzada. La chica no pudo menos que reír ante ese gesto tan adorable y que tan poco preveía y se disculpó corriendo una cortina para cubrirlas a ambas de las luces de las velas. Se tumbó en la cama, tapándose con la sábana y se durmió tras decir buenas noches.
La mañana amaneció ajetreada, el movimiento del cuarto se inició cuando sonaron unos golpes en la puerta y ella, la más cercana se levantó a abrir sin preocuparse de su ropa, una mujer de estatura baja les dijo lo del ataque y la Gata inició una seguidilla de despertares. apartó las cortinas de su cama y comenzó a vestirse con prisas en un silencio serio mientras el cuarto despertaba temeroso. mientras se ataba los arneses de su coraza de cuero, escuchó a Niniel y la miró con seriedad.
- Nos han atacado.- dijo simplemente antes de salir corriendo hacia la puerta- Espera a Demian y a Chimar y acudid al patio de armas.- Pidió mientras aceleraba el paso.
Pasó de largo a varios guardias que, como ella corrían hasta el patio, dejó de lado las normas para deslizarse por la barandilla llegando instantáneamente a la planta baja y correr fuera tan a prisa como le dieron las piernas. El espectáculo era horrible. Los cuerpos se repartían desperdigados de cualquier modo por la plaza la arena estaba empapada de sangre y la gente era incapaz de moverse, todos se encontraban incrédulos ante los sucesos. Fue ella la que, dando el primer paso, colocó al primero de los guardias en posición de honor, mirando al cielo, con la espada en las manos, cerrándole los ojos.
Ese fue el pie que los demás necesitaban para hacer lo mismo. La guarda se separó de los cuerpos y miró incrédula, apretando dientes y puños, furiosa. Los oficiales se reunieron y el teniente, su padrastro, que esa noche estaba de guardia, la llamó. Alanna se acercó con aspecto serio, lágrimas airadas querían escapar de sus ojos, pero ni de lejos iban a lograrlo. Escuchó sintiendo como la ira ascendía por su garganta, un ataque interior, "sucias ratas traidoras" pensó irritada, hasta que escuchó que habían atacado los archivos.
"Vic" Pensó aterrada, él se había quedado revisando notas, notó el temor de Niniel, que reflejaba el suyo propio en los gestos que ella no podía permitirse mostrar, pasaron unos segundos en los que la mente de Alanna, nublada, no quiso reaccionar, para, después, sin mediar palabra, sin excusarse de modo alguno, salió corriendo. Se dirigió primero a los archivos, abrió la puerta haciendo que esta retumbase al chocar con fuerza contra la pared, sus ojos brillaban con lágrimas de miedo retenidas.
El lugar era un desastre, papeles por el suelo, lámparas y mapas rotos, sillas por el suelo, astillas y cristales, tinta y plumas esparcidos por el suelo, pero no había sangre. Llamó en voz alta a su amigo, que no parecía estar por la sala y volvió a salir corriendo. Pasó varios minutos recorriendo el lugar con la cabeza embotada hasta que, cansada, sin aliento, se detuvo a pensar. ¿Cual era el lugar donde el pasaba las noches estudiando? Solo él lo sabía, y solo lo había compartido con ella, al final, una luz se encendió en su cabeza. La despensa.
Descorrió todo el camino recorrido con la fuerza que eran capaces de usar sus piernas y llegó a la cocina agotada, con unas tremendas ganas de desfallecer, pero sin atreverse a moverse y, con precaución, con el miedo de quien teme no encontrar algo, puso su mano en el pomo de la puerta y la abrió viendo iluminarse el interior con as luces de fuera mientras en el patio seguían los movimientos y los signos de respeto a los compañeros fallecidos.
Con un suspiro, asintió y los dejó salir antes que ella, mirando a Vic para despedirse con una sonrisa, al joven le quedaban largas horas de lectura, y probablemente, ninguna de ellas en la biblioteca, era un chico curioso al que costaba conocer, no solía hablar con la gente, se quedaba encerrado en sus libros y mapas, creando su propio mundo, tejiéndolo como una fina tela de seda que, a pesar de su belleza, es difícil romper. Por mucho que lo intentabas, no podías entrar en su mundo si el no te dejaba, Alanna se sentía afortunada de que el chico le hubiera permitido descubrir parte de ese enorme pañuelo que bordaba en su mente, recordaba cuando le mostró su sitio preferido para leer, la despensa de las cocinas. En ese momento Alanna había reído suavemente, siempre pensó que era un ratón de biblioteca, no un ratón a secas.
Cerró la puerta con un gracias y guió a los demás hasta los cuartos, ambos eran contiguos, compartidos por un montón de cadetes frente a los cuartos, decidió explicarse, ya que podrían buscarse un buen lío si intentaban andar por allí solos, los cuartos se dividían por sexos, y las zonas por categorías, daba gracias a no tener que ir a de los hombres, si el de las chicas olía mal, el de los hombres era como una carreta de pescado podrido y a queso, del fuerte, con moho.
- Esos son los camastros de los chicos, estos los de las chicas, vosotros dormiréis en esos, se supone que no podéis pasar al nuestro pero...- eran niños, ¿y si les pasaba algo? Níniel pareció pensar lo mismo que ella y les dijo que si necesitaban algo, acudieran sin miedo, haciendo asentir a Alanna.- eso mismo, si pasa lo que sea, no temáis venir, yo cargaré con las culpas.- les sonrió agachada para mirarlos de frente.- Buenas noches peques- se despidió antes de entrar al dormitorio.
Las chicas se paseaban en ropa interior por la sala riendo y sin pudor alguno, eso era, en parte, porque no le gustaba pasar allí la noche, había dormido en el lugar durante años por exámenes, entrenamientos, guardias o investigaciones, y siempre había visto a las demás mujeres, con cuerpos fornidos, capaces de levantar perfectamente mandobles o martillos, ella era, con diferencia, la más pequeña del cuerpo, mas de una vez se habían reído de ella por su cuerpo, acusándola de no ser capaz de resistir golpes. Razón no les faltaba, la verdad.
Alanna se quitó las botas y las dejó a un lado de su camastro para, a continuación, sacarse la protección de cuero, dejarla sobre las sábanas y, por la cabeza, la camisa, dejando a la vista su vientre plano, se atrevió a mirar a sus espaldas y vio a Nin alterada, ya debían haber empezado. Alanna hizo rodar los ojos, sus compañeras podían ser bastante... especiales, eran geniales, pero cuando llegaba alguien nuevo, había que fastidiar. Lo que no esperaba era que mientras ella acababa de quitarse la ropa para quedarse con la ropa interior y colgar el resto, viese a Níniel, la altiva elfa que tan bien le caía esconderse entre las sábanas avergonzada. La chica no pudo menos que reír ante ese gesto tan adorable y que tan poco preveía y se disculpó corriendo una cortina para cubrirlas a ambas de las luces de las velas. Se tumbó en la cama, tapándose con la sábana y se durmió tras decir buenas noches.
La mañana amaneció ajetreada, el movimiento del cuarto se inició cuando sonaron unos golpes en la puerta y ella, la más cercana se levantó a abrir sin preocuparse de su ropa, una mujer de estatura baja les dijo lo del ataque y la Gata inició una seguidilla de despertares. apartó las cortinas de su cama y comenzó a vestirse con prisas en un silencio serio mientras el cuarto despertaba temeroso. mientras se ataba los arneses de su coraza de cuero, escuchó a Niniel y la miró con seriedad.
- Nos han atacado.- dijo simplemente antes de salir corriendo hacia la puerta- Espera a Demian y a Chimar y acudid al patio de armas.- Pidió mientras aceleraba el paso.
Pasó de largo a varios guardias que, como ella corrían hasta el patio, dejó de lado las normas para deslizarse por la barandilla llegando instantáneamente a la planta baja y correr fuera tan a prisa como le dieron las piernas. El espectáculo era horrible. Los cuerpos se repartían desperdigados de cualquier modo por la plaza la arena estaba empapada de sangre y la gente era incapaz de moverse, todos se encontraban incrédulos ante los sucesos. Fue ella la que, dando el primer paso, colocó al primero de los guardias en posición de honor, mirando al cielo, con la espada en las manos, cerrándole los ojos.
Ese fue el pie que los demás necesitaban para hacer lo mismo. La guarda se separó de los cuerpos y miró incrédula, apretando dientes y puños, furiosa. Los oficiales se reunieron y el teniente, su padrastro, que esa noche estaba de guardia, la llamó. Alanna se acercó con aspecto serio, lágrimas airadas querían escapar de sus ojos, pero ni de lejos iban a lograrlo. Escuchó sintiendo como la ira ascendía por su garganta, un ataque interior, "sucias ratas traidoras" pensó irritada, hasta que escuchó que habían atacado los archivos.
"Vic" Pensó aterrada, él se había quedado revisando notas, notó el temor de Niniel, que reflejaba el suyo propio en los gestos que ella no podía permitirse mostrar, pasaron unos segundos en los que la mente de Alanna, nublada, no quiso reaccionar, para, después, sin mediar palabra, sin excusarse de modo alguno, salió corriendo. Se dirigió primero a los archivos, abrió la puerta haciendo que esta retumbase al chocar con fuerza contra la pared, sus ojos brillaban con lágrimas de miedo retenidas.
El lugar era un desastre, papeles por el suelo, lámparas y mapas rotos, sillas por el suelo, astillas y cristales, tinta y plumas esparcidos por el suelo, pero no había sangre. Llamó en voz alta a su amigo, que no parecía estar por la sala y volvió a salir corriendo. Pasó varios minutos recorriendo el lugar con la cabeza embotada hasta que, cansada, sin aliento, se detuvo a pensar. ¿Cual era el lugar donde el pasaba las noches estudiando? Solo él lo sabía, y solo lo había compartido con ella, al final, una luz se encendió en su cabeza. La despensa.
Descorrió todo el camino recorrido con la fuerza que eran capaces de usar sus piernas y llegó a la cocina agotada, con unas tremendas ganas de desfallecer, pero sin atreverse a moverse y, con precaución, con el miedo de quien teme no encontrar algo, puso su mano en el pomo de la puerta y la abrió viendo iluminarse el interior con as luces de fuera mientras en el patio seguían los movimientos y los signos de respeto a los compañeros fallecidos.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Si bien no era precisamente el lugar más cómodo en que había estado el muchacho, tampoco pareció importarle mucho dormir allí, salvo por el hecho de tener un montón de humanos cerca que seguramente no tenían mayores intenciones de ser sus amigos. De cualquier manera, sabía que tenía, al menos de momento, la protección de su líder, así que todo indicaba que sería posible tener una noche tranquila.
Y vale, puede ser necesaria una pequeña explicación al respecto, pero recordemos que Demian creció en un lugar donde entrenaban asesinos. Si bien en aquel templo se le daba a cada miembro una pequeñísima y austera celda que proveía de cierta intimidad, al final todas sus actividades diarias eran realizadas junto a un montón de gente, muchos adultos, los cuales no tenían la más mínima intención de tratarlo como un niño. De más está decir que jamás ha conocido lo que es vivir en un hogar.
Así fue que, dentro de todo, el chico se permitió pasar una buena noche. No necesitaba de una cama cómoda, ni de un beso de buenas noches, simplemente se acostó.
—Chim, no hay motivo para burlarse más de los pies de Ratita —dice a su amigo con una pequeña risa mientras percibe el aroma del recinto.
Decide, por lo demás, ignorar las miradas de los guardias que van a buscar descanso allí, lo que sabe que es la mejor forma de evitar problemas (y sí, que Demian no busca problemas gratuitamente, digan lo que digan).
—Oye Chim, si las cosas en algún mo-momento se ponen feas, sólo dame una señal y nos cubro con algún hechizo para que huyamos. Se que t-tienes estima a la elfa y yo conozco a la humana de antes, pero al final del día la supervivencia de los Gorriones está por sobre todo, ¿vale?
Dicho esto, procede a cerrar sus ojos y logra quedarse dormido sorprendentemente rápido, considerando la tensión a la que están sometidos. Su maestro le ha enseñado con claridad sobre ello, cuando hay misiones difíciles es importante estar descansado y dormir bien, o puedes equivocarte por cansancio cuando menos lo esperas.
A la mañana siguiente el asunto, saltándonos toda la parte aburrida sobre cómo lleva a cabo las primeras necesidades del día, el primer momento significativo ocurre cuando se encuentra con el alboroto por algo ocurrido en la noche. No tarda en llegar al lugar de los hechos y mira con seriedad el asunto. Alguien se ha metido en la noche, o más bien alguien al interior de la guardia, por lo que escucha luego, estaba involucrado con aquellos enemigos.
—Pero... ¿es que sois idiotas? —exclama con la delicadeza de un toro— y os hacéis llamar la Guardia de Lunargenta... ¡¿cómo se os ocurre mover los cadáveres?!
Se acerca, entre la mirada de reproche de otro guardias, a los cadáveres de los caídos, todos dispuestos de manera honorable, excepto por los dos que aparentan ser de los enemigos. Se lleva luego de manera sonora una mano a su frente.
—Quién sabe cuántas pi-pistas podemos hab-ber perdido por moverlos —agrega con algo de fastidio, estudiando la escena.
A pesar de las huellas que han hecho daño a las marcas, trata de seguir el rastro de la sangre, haciendo uso de pequeñas ilusiones para hacer aparecer marcas flotantes sobre los lugares donde aparentemente ha habido una descarga de sangre mayor, indicando que allí ocurrió algo en la pelea. Es difícil decir dónde murió cada cual, ya que los cadáveres han sido movidos, pero trata de seguir las marcas de arrastre para deducir de dónde ha salido cada uno. Puede parecer simple, pero espera con ello saber de dónde emergieron los asesinos y qué pretendían.
—Podían t-tener acceso rápido a los dormitorios para asesinarnos, así que su único objetivo parece haber sido la destrucción de archivos... extraño.
Va completando sus marcas en la escena para tener más claridad sobre el destino de los ataques. Se dirige a la zona de los archivos y va tomando nota de lo que intentaron destruir.
—Si ya tuviéramos toda la información disponible, no tendría sentido destruir archivos, ¿no?, sería más útil asesinarnos, eso q-quiere decir que aún queda material que no hemos v-visto.
Comienza a recoger los papeles dañados y arrancados de su lugar par revisarlos nuevamente, sabe que debe haber allí información que han pasado por alto, por algo han intentado destruirla.
—Q-que alguien desnude a los cadáveres de los atacantes y revise si hay alguna not-ta o algo.
Se da nuevamente a la lectura y revisión de documentos, con la ventaja de tener ahora una selección reducida de material que sobrevivió a la destrucción, pero que al mismo tiempo era tan importante como para que intentaran destruirlo.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
La aguja se decanta por lo lógico, de momento permanecerán con murallas fuertes como cobertura. A veces las votaciones tienen efecto, aunque sea en meros problemas sin importancia real. Rápidamente abandonan los archivos y se dirigen directamente al dormitorio comunal del barracón, no debería costar demasiado pegar el ojo, especialmente para chicos como Demian y Chimar.
Se dividen por géneros, sin duda los adultos ponen bastante énfasis en remarcar tales diferencias. Alanna y Níniel avanzan hasta los catres femeninos dejando al par de niños en su propia sección, técnicamente si ocurre un problema pueden alertar a las mujeres así que aceptan sin chistar. Los Gorriones ingresan y seleccionan un par de camas vecinas, se nota que el cuartel esta a media capacidad.
Ni que lo digas hermano…
El olor es… no se puede tener tacto, es horrible. Aunque técnicamente todo en las ciudades apesta cuando se concentran varios focos los sentidos pueden recibir sorpresas, la nariz nunca llega a acostumbrarse. Según dicen varios libros los elfos ostentan el titulo de la raza más higiénica, sus extrañas ciudades no poseen suciedad. Sería interesante visitar algo así, con un salvoconducto incluido claro.
Estamos juntos en esto Dem.
El comentario de su hermano le molesta un poco pero tiene tanto sueño que no se pone a discutir, ese brujo debe aprender un poco más sobre las relaciones interpersonales. Finalmente el sueño se apodera de Chimar permitiéndole viajar al mundo de lo "posible", figurativamente hablando claro. Algunos estudios señalan que solo se sueña en los últimos cinco minutos del reposo así que…
Rayos… no debí pensar en eso…
Como es usual la noche a pasado, pensar en teorías consume el tiempo de descanso rápido. Menuda forma de desperdiciar algo agradable, lo peor de todo es que no es la primera. El inventor se estira un poco mientras avanza al borde de la cama, naturalmente se acostó vestido así que no necesita mayores preparaciones para estar funcional. En breve una conmoción le hace despabilar completamente.
Eso no suena bien…
Campanas y gritos alterados inician la jornada para todos los demás, claramente algo diferente a lo acostumbrado está pasando. Solo se debe sumar un poco para sacar la conclusión correcta, los causantes pueden ser el extraño puño rojo. Aquel científico sale con la multitud y pronto localiza a su grupo, es muy tranquilizador ver a todos bien. Una vez en el patio observa la bizarra escena que ocasiona todo el alboroto.
Han matado una buena cantidad de guardias, varios agresores yacen muertos también. Como las hipótesis iniciales sugerían parece ser obra del grupo secreto, nada alentador. Si tienen los recursos para meterse de lleno con la guardia de Lunargenta pueden ser dos cosas, locos o muy poderosos. Desgraciadamente todo apunta a la segunda opción, esta vez parece que el cuarteto ha molestado un avispero peligroso.
Alanna parlamenta con los oficiales, pronto sale a flote un individuo clave. Aquel bibliotecario puede estar en dificultades, en el mejor de los casos tal vez tenga información más profunda del problema si aun está vivo. Ahora mismo la mejor opción que tienen todos es encontrar a la rata de biblioteca, puede ser la única pista valida fácil de obtener en mucho tiempo.
Dem… un poco mas de “control”.
Menudo momento para salirse de sus cabales, comprender al enano puede ser complicado. No es buena idea meter el dedo en la herida, seguramente un montón de guardias no se tomaran amistosamente que un niño les grite incompetentes luego de perder varios colega. Por suerte todo queda en miradas de desprecio, nada logra conformarse en una situación física directa desagradable.
El brujo emite un estudio, a pesar de su edad sabe muchas cosas sobre el tema. No debería resultar sorpresa si conoces sus orígenes, al final el mismo hubiera podido realizar un trabajo homicida mejor. La información no es agradable, parece que nunca estuvieron realmente seguros. Por fortuna los sujetos parecían más preocupados en borrar sus datos del mapa que atar otros cabos sueltos.
Los demás se dirigen a la biblioteca para interceptar al encargado, por su parte el más joven decide revisar los cuerpos en busca de pistas. Los guardias pueden ser muy eficientes en algunas cosas pero les falta mucha pericia, dicho de forma mundana son muy tontos para los detalles. Saben patear traseros aunque sus investigaciones dan un podo de risa, obviamente eso no saldrá de la boca del niño en este instante.
Veamos.
Tal vez el puño rojo no es tan eficiente como alardea, perder efectivos en una misión de infiltración es sin duda el error más garrafal que puede cometer cualquier organización secreta. Indiferentemente lograron eliminar más guardias así que es mejor tenerles cuidado, últimamente parece que en cada esquina existe un grupo asesino secreto de poder indiscutible con carta blanca para realizar sus fechorías.
Volviendo al punto de los muertos, han tenido mejores días. Uno perdió su brazo derecho a manos de cierto mandoble y murió desangrado, el otro ya no tiene la cabeza intacta. Desagradable aunque no es la primera vez que el pequeño ve gente muerta, con destreza se acerca y registra los cadáveres en busca de pistas. En el proceso consigue varias cosas de interés incluyendo algunas monedas que conserva para una “investigación mas exhaustiva”.
¿Y que tenemos aquí?
Encuentra dos cartas, una está llena de sangre por lo que su contenido es inservible, la otra es un mapa de instrucciones. Parece mostrar los pasos necesarios para superar algunas contramedidas automáticas aunque sin la otra parte no se puede determinar el lugar exacto, está cerca de un arco arquitectónico grande pero allí acaban los detalles. Chimar pega un último vistazo a los cadáveres, llevan ropas rojas y negras mientras que sus rostros están cubierto por capuchas. Poco después sale disparado a la biblioteca, con un poco de suerte otra pista podría ponerles en el sendero correcto.
Se dividen por géneros, sin duda los adultos ponen bastante énfasis en remarcar tales diferencias. Alanna y Níniel avanzan hasta los catres femeninos dejando al par de niños en su propia sección, técnicamente si ocurre un problema pueden alertar a las mujeres así que aceptan sin chistar. Los Gorriones ingresan y seleccionan un par de camas vecinas, se nota que el cuartel esta a media capacidad.
Ni que lo digas hermano…
El olor es… no se puede tener tacto, es horrible. Aunque técnicamente todo en las ciudades apesta cuando se concentran varios focos los sentidos pueden recibir sorpresas, la nariz nunca llega a acostumbrarse. Según dicen varios libros los elfos ostentan el titulo de la raza más higiénica, sus extrañas ciudades no poseen suciedad. Sería interesante visitar algo así, con un salvoconducto incluido claro.
Estamos juntos en esto Dem.
El comentario de su hermano le molesta un poco pero tiene tanto sueño que no se pone a discutir, ese brujo debe aprender un poco más sobre las relaciones interpersonales. Finalmente el sueño se apodera de Chimar permitiéndole viajar al mundo de lo "posible", figurativamente hablando claro. Algunos estudios señalan que solo se sueña en los últimos cinco minutos del reposo así que…
Rayos… no debí pensar en eso…
Como es usual la noche a pasado, pensar en teorías consume el tiempo de descanso rápido. Menuda forma de desperdiciar algo agradable, lo peor de todo es que no es la primera. El inventor se estira un poco mientras avanza al borde de la cama, naturalmente se acostó vestido así que no necesita mayores preparaciones para estar funcional. En breve una conmoción le hace despabilar completamente.
Eso no suena bien…
Campanas y gritos alterados inician la jornada para todos los demás, claramente algo diferente a lo acostumbrado está pasando. Solo se debe sumar un poco para sacar la conclusión correcta, los causantes pueden ser el extraño puño rojo. Aquel científico sale con la multitud y pronto localiza a su grupo, es muy tranquilizador ver a todos bien. Una vez en el patio observa la bizarra escena que ocasiona todo el alboroto.
Han matado una buena cantidad de guardias, varios agresores yacen muertos también. Como las hipótesis iniciales sugerían parece ser obra del grupo secreto, nada alentador. Si tienen los recursos para meterse de lleno con la guardia de Lunargenta pueden ser dos cosas, locos o muy poderosos. Desgraciadamente todo apunta a la segunda opción, esta vez parece que el cuarteto ha molestado un avispero peligroso.
Alanna parlamenta con los oficiales, pronto sale a flote un individuo clave. Aquel bibliotecario puede estar en dificultades, en el mejor de los casos tal vez tenga información más profunda del problema si aun está vivo. Ahora mismo la mejor opción que tienen todos es encontrar a la rata de biblioteca, puede ser la única pista valida fácil de obtener en mucho tiempo.
Dem… un poco mas de “control”.
Menudo momento para salirse de sus cabales, comprender al enano puede ser complicado. No es buena idea meter el dedo en la herida, seguramente un montón de guardias no se tomaran amistosamente que un niño les grite incompetentes luego de perder varios colega. Por suerte todo queda en miradas de desprecio, nada logra conformarse en una situación física directa desagradable.
El brujo emite un estudio, a pesar de su edad sabe muchas cosas sobre el tema. No debería resultar sorpresa si conoces sus orígenes, al final el mismo hubiera podido realizar un trabajo homicida mejor. La información no es agradable, parece que nunca estuvieron realmente seguros. Por fortuna los sujetos parecían más preocupados en borrar sus datos del mapa que atar otros cabos sueltos.
Los demás se dirigen a la biblioteca para interceptar al encargado, por su parte el más joven decide revisar los cuerpos en busca de pistas. Los guardias pueden ser muy eficientes en algunas cosas pero les falta mucha pericia, dicho de forma mundana son muy tontos para los detalles. Saben patear traseros aunque sus investigaciones dan un podo de risa, obviamente eso no saldrá de la boca del niño en este instante.
Veamos.
Tal vez el puño rojo no es tan eficiente como alardea, perder efectivos en una misión de infiltración es sin duda el error más garrafal que puede cometer cualquier organización secreta. Indiferentemente lograron eliminar más guardias así que es mejor tenerles cuidado, últimamente parece que en cada esquina existe un grupo asesino secreto de poder indiscutible con carta blanca para realizar sus fechorías.
Volviendo al punto de los muertos, han tenido mejores días. Uno perdió su brazo derecho a manos de cierto mandoble y murió desangrado, el otro ya no tiene la cabeza intacta. Desagradable aunque no es la primera vez que el pequeño ve gente muerta, con destreza se acerca y registra los cadáveres en busca de pistas. En el proceso consigue varias cosas de interés incluyendo algunas monedas que conserva para una “investigación mas exhaustiva”.
¿Y que tenemos aquí?
Encuentra dos cartas, una está llena de sangre por lo que su contenido es inservible, la otra es un mapa de instrucciones. Parece mostrar los pasos necesarios para superar algunas contramedidas automáticas aunque sin la otra parte no se puede determinar el lugar exacto, está cerca de un arco arquitectónico grande pero allí acaban los detalles. Chimar pega un último vistazo a los cadáveres, llevan ropas rojas y negras mientras que sus rostros están cubierto por capuchas. Poco después sale disparado a la biblioteca, con un poco de suerte otra pista podría ponerles en el sendero correcto.
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
El ambiente era muy tenso en el cuartel y aunque toda la guarnición se apresura a cumplir con la órdenes de sus oficiales superiores pronto se hizo patente que no eran los adecuados para resolver aquella situación. En sus caras se veía escrito que en su ánimo no estaba el buscar a un académico al que pocos consideraban realmente de los suyos, o estar atentos a las pequeñas cosas que pudieran haber pasado por alto, querían sangre y venganza, su actuación de hecho resultaba contraproducente en la mayoría de casos. Demian no ayudaba tampoco, parecía haber estado el último de la cola cuando los dioses repartían el don de la oportunidad y supo granjearse el odio de casi todos los soldados allí presentes. Siempre había pensado que aquel chico era una mala influencia para Chimar, pero por cómo el inventor le miró en esos momentos supo que quizá fuera el pequeño inventor la buena influencia para el brujo, al que a pesar de todo, incluso de haber cometido la desfachatez de llamarla gorda, la peliblanca tampoco podía colocar la etiqueta de demonio...Las visiones fuera de control que manifestó, la daga negra tatuada en su cuello...Había muchas cosas que desconocía de aquel chico como para encasillarlo.
Alanna salió del patio sin decir nada aunque con gesto preocupado, por su parte los chicos también fueron en su misma dirección con las ideas sobre cómo ayudar aparentemente claras también. Seguramente sabían qué hacer mejor que muchos de los guardias, al fin y al cabo Alanna era la gata y era experta en asuntos de aquella índole y los chicos difícilmente pudiesen ser igualados en ingenio ya que se las apañaban diariamente para vivir sin adultos y para ser un constante quebradero de cabeza para los comerciantes y la guardia, escapando siempre para seguir siéndolo. Ella también quiso ir tras sus amigos, ayudarles a buscar a Vic o a tratar de salvar algo de entre los restos del ataque, pero aquella refriega no había dejado solo varios muertos, también había habido heridos y, aunque no quería darse aires, sus capacidades sanadoras superaban con creces las posibilidades de un humano por muy docto que éste fuera, principalmente por su capacidad para usar magia. Decidió quedarse allí y comenzar a ayudar a los médicos del cuartel con los heridos, quizá así ganara algo de agradecimiento y pudiera compensar el desplante de Demian.
No había muchos heridos y la mayoría solo presentaba pequeños cortes que no revestían apenas gravedad. Ni siquiera tuvo que usar la magia o la alquimia con ellos, bastó con limpiar bien as heridas asegurándose de que ningún cuerpo extraño quedara en ellas e infectarlas, abundante agua limpia y un vendaje firme y podrían unirse de inmediato a sus compañeros en su misión. Había un guardia con el tobillo torcido a causa de una mala caída y un par de leves contusiones. Rápidamente por lo que el guardia sentía tras echarle un vistazo Níniel declaró que no estaba roto y que bastaría con un vendaje de compresión, hielo aplicación de algo frío y todo el descanso que pudiera permitirse con el pié en alto. En cuanto a las contusiones, sencillamente dejarían un bonito morado y ligeras molestias que no necesitaban mayor atención, aunque solo para congraciarse con los soldados le entregó una flor azul de su bolsa y le indicó que se hiciera infusiones con ella para reducir las molestias. Tal y como esperaba no le agradecieron sus esfuerzos, pero al menos la miraban con otros ojos, eso con los humanos solía ser señal de éxito cuando se tenían las orejas de punta.
Chimar regresó en esos momentos al patio y parecía interesado en el contenido de los bolsillos de los atacantes muertos, pero antes de que la elfa pueda preguntarle sobre ello o si ha encontrado algo el chico sale corriendo de nuevo a toda velocidad sin darle la oportunidad. tantas prisas deben de ser señal de algo bueno así que decide seguirle y ver cómo les va a los demás con su búsqueda. No obstante, justo cuando está a punto de entrar por la puerta del cuartel una guardia la detiene.
-Señorita elfa, la gata ha encontrado a Vic, en las despensas, cerca de las cocinas del cuartel, está herido. Sígame, llegaremos antes por aquí.- Dijo señalando en dirección a otra de las muchas puertas que conectaban el edificio principal con el patio, las murallas, los establos y demás zonas del acuartelamiento.La guardia la condujo hasta las cocinas y de allí hasta las despensas de la guarnición.
Cuando la gata abrió la puerta de las despensas, no encontró nada más que lo que cabría esperar en aquel lugar, pero aquello no debía desesperanzarla pues el lugar no era precisamente pequeño. En uno de los grandes estantes de los quesos la luz que se colaba a través de la puerta iluminaba un pequeño rastro de sangre, la forma difusa de una mano ensangrentada que allí fue a apoyarse. Más adelante, en el suelo, comenzaría un rastro de gotas de sangre que conducía inequívocamente al altillo de la despensa. Allí se guardaban los encurtidos y en aquella ocasión era el refugió de un asustado encargado de archivos, que temblaba de miedo con una daga entre las manos. Un corte en el brazo denotaba su encontronazo con los atacantes.
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Mientras en la biblioteca, Demian rebuscaba entre los restos de los mismos tomos que revisaran el día anterior durante horas sin éxito basándose en una corazonada no falta de lógica, como era de esperar en él. Pasan los minutos y nada nuevo que no viera anteriormente sale a la luz. Quizá hubiese estado en lo cierto pero los traidores destruyeran la información más importante mejor que aquellos escasos restos que habían dejado a medio quemar y ya no quedara nada. Caer en el desánimo en tales circunstancias no es motivo de vergüenza ni mucho menos indicativo de que a pesar de todo el esfuerzo dedicado a aquella búsqueda el puño carmesí hubiera ganado aquella guerra, quizá sí una batalla, pero no la guerra. En ese momento, al moverlo, de un libro medio quemado una lámina cayó al suelo. para haber estado en el fuego se había mantenido en bastante buen estado pues salvo por los bordes quemados y estar algo manchada de hollín su contenido podía verse con bastante claridad. Se trataba del boceto de aquel templo que Vic encontró la noche anterior justo antes de que el grupo se retirara a dormir. Apenas nada más se había salvado de aquel tomo, era casi como una broma del destino. Al menos hasta que un ojo atento viera que el hollín había causado que, sobre el dibujo, un casi invisible relieve del papel hubiese quedado marcado. Todo el dibujo parecía tener ese extraño relieve...Un relieve que al marcarlo con más hollín o carboncillo mostraba que en esa página no había un dibujo si no dos. De nuevo aparecía la palabra "Resurrección" y al dibujo se le añadía un largo túnel que parecía comunicar el templo con...Lo que fuese que había dibujado en la página de al lado...Ya perdida.
Chimar por su parte, a parte de unas monedas, había encontrado algo que podría ser de una importancia capital. Su mente de genio lo supo en cuanto lo vio y fue una suerte que fuese así y no que lo hubiese encontrado un guardia iletrado y lo hubiese desechado. Nadie mejor que él podría descifrar qué clase de mecanismos representaban los dibujos y sacar el máximo de información de ello.
Subrayado el uso de la pasiva primeros auxilios y alquimia.
Alanna salió del patio sin decir nada aunque con gesto preocupado, por su parte los chicos también fueron en su misma dirección con las ideas sobre cómo ayudar aparentemente claras también. Seguramente sabían qué hacer mejor que muchos de los guardias, al fin y al cabo Alanna era la gata y era experta en asuntos de aquella índole y los chicos difícilmente pudiesen ser igualados en ingenio ya que se las apañaban diariamente para vivir sin adultos y para ser un constante quebradero de cabeza para los comerciantes y la guardia, escapando siempre para seguir siéndolo. Ella también quiso ir tras sus amigos, ayudarles a buscar a Vic o a tratar de salvar algo de entre los restos del ataque, pero aquella refriega no había dejado solo varios muertos, también había habido heridos y, aunque no quería darse aires, sus capacidades sanadoras superaban con creces las posibilidades de un humano por muy docto que éste fuera, principalmente por su capacidad para usar magia. Decidió quedarse allí y comenzar a ayudar a los médicos del cuartel con los heridos, quizá así ganara algo de agradecimiento y pudiera compensar el desplante de Demian.
No había muchos heridos y la mayoría solo presentaba pequeños cortes que no revestían apenas gravedad. Ni siquiera tuvo que usar la magia o la alquimia con ellos, bastó con limpiar bien as heridas asegurándose de que ningún cuerpo extraño quedara en ellas e infectarlas, abundante agua limpia y un vendaje firme y podrían unirse de inmediato a sus compañeros en su misión. Había un guardia con el tobillo torcido a causa de una mala caída y un par de leves contusiones. Rápidamente por lo que el guardia sentía tras echarle un vistazo Níniel declaró que no estaba roto y que bastaría con un vendaje de compresión, hielo aplicación de algo frío y todo el descanso que pudiera permitirse con el pié en alto. En cuanto a las contusiones, sencillamente dejarían un bonito morado y ligeras molestias que no necesitaban mayor atención, aunque solo para congraciarse con los soldados le entregó una flor azul de su bolsa y le indicó que se hiciera infusiones con ella para reducir las molestias. Tal y como esperaba no le agradecieron sus esfuerzos, pero al menos la miraban con otros ojos, eso con los humanos solía ser señal de éxito cuando se tenían las orejas de punta.
Chimar regresó en esos momentos al patio y parecía interesado en el contenido de los bolsillos de los atacantes muertos, pero antes de que la elfa pueda preguntarle sobre ello o si ha encontrado algo el chico sale corriendo de nuevo a toda velocidad sin darle la oportunidad. tantas prisas deben de ser señal de algo bueno así que decide seguirle y ver cómo les va a los demás con su búsqueda. No obstante, justo cuando está a punto de entrar por la puerta del cuartel una guardia la detiene.
-Señorita elfa, la gata ha encontrado a Vic, en las despensas, cerca de las cocinas del cuartel, está herido. Sígame, llegaremos antes por aquí.- Dijo señalando en dirección a otra de las muchas puertas que conectaban el edificio principal con el patio, las murallas, los establos y demás zonas del acuartelamiento.La guardia la condujo hasta las cocinas y de allí hasta las despensas de la guarnición.
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Tras unos minutos tratando de encontrar alguna pista o rastro sin éxito, Alanna hizo bien en confiar en su intuición. A ninguno de los guardias se les habría ocurrido buscar en la despensa, un lugar donde almacenaban los sacos de grano, los barriles de fruta y bebida y cuyos estantes estaban a rebosar de encurtidos, quesos y carne salada para su conservación hasta el momento de cumplir su función de llenar los estómagos de los soldados tras su paso por las cocinas. No era un lugar donde nadie querría estar salvo por trabajo o en busca de algo para comer a deshoras, cosa terminantemente prohibida ya que solo tenían permiso para acceder allí el personal de cocina y los oficiales para evitar robos. El lugar ideal para estar tranquilo una vez se conocían los horarios de las comidas y los de carga y descarga para alguien criado en una granja como Vic, al que aquellos fuertes olores le encantaban. Cuando la gata abrió la puerta de las despensas, no encontró nada más que lo que cabría esperar en aquel lugar, pero aquello no debía desesperanzarla pues el lugar no era precisamente pequeño. En uno de los grandes estantes de los quesos la luz que se colaba a través de la puerta iluminaba un pequeño rastro de sangre, la forma difusa de una mano ensangrentada que allí fue a apoyarse. Más adelante, en el suelo, comenzaría un rastro de gotas de sangre que conducía inequívocamente al altillo de la despensa. Allí se guardaban los encurtidos y en aquella ocasión era el refugió de un asustado encargado de archivos, que temblaba de miedo con una daga entre las manos. Un corte en el brazo denotaba su encontronazo con los atacantes.
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Mientras en la biblioteca, Demian rebuscaba entre los restos de los mismos tomos que revisaran el día anterior durante horas sin éxito basándose en una corazonada no falta de lógica, como era de esperar en él. Pasan los minutos y nada nuevo que no viera anteriormente sale a la luz. Quizá hubiese estado en lo cierto pero los traidores destruyeran la información más importante mejor que aquellos escasos restos que habían dejado a medio quemar y ya no quedara nada. Caer en el desánimo en tales circunstancias no es motivo de vergüenza ni mucho menos indicativo de que a pesar de todo el esfuerzo dedicado a aquella búsqueda el puño carmesí hubiera ganado aquella guerra, quizá sí una batalla, pero no la guerra. En ese momento, al moverlo, de un libro medio quemado una lámina cayó al suelo. para haber estado en el fuego se había mantenido en bastante buen estado pues salvo por los bordes quemados y estar algo manchada de hollín su contenido podía verse con bastante claridad. Se trataba del boceto de aquel templo que Vic encontró la noche anterior justo antes de que el grupo se retirara a dormir. Apenas nada más se había salvado de aquel tomo, era casi como una broma del destino. Al menos hasta que un ojo atento viera que el hollín había causado que, sobre el dibujo, un casi invisible relieve del papel hubiese quedado marcado. Todo el dibujo parecía tener ese extraño relieve...Un relieve que al marcarlo con más hollín o carboncillo mostraba que en esa página no había un dibujo si no dos. De nuevo aparecía la palabra "Resurrección" y al dibujo se le añadía un largo túnel que parecía comunicar el templo con...Lo que fuese que había dibujado en la página de al lado...Ya perdida.
Chimar por su parte, a parte de unas monedas, había encontrado algo que podría ser de una importancia capital. Su mente de genio lo supo en cuanto lo vio y fue una suerte que fuese así y no que lo hubiese encontrado un guardia iletrado y lo hubiese desechado. Nadie mejor que él podría descifrar qué clase de mecanismos representaban los dibujos y sacar el máximo de información de ello.
Subrayado el uso de la pasiva primeros auxilios y alquimia.
- Spoiler:
- Me han encantado todas vuestras respuestas y os daré puntito a todos conforme vaya teniéndolo disponible. Por ello he querido darle a todos relevancia:
Alanna, has encontrado a Vic, pero está herido y muy muy nervioso, hasta el punto de poder ser peligroso. Además el corte que tiene está envenenado. Salvarlo es prioritario pues tiene información vital. (Podemos usar ambas alquimia-venenos si te parece bien)
Demian: Descubres un secreto oculto en el dibujo. Un pasadizo o la reseña a uno que conectaba el templo con otro lugar...Si recuerdas el dibujo a su lado...A tu gusto con qué conecta el templo.
Chimar: Robar a un muerto es muy feo, tienes que dejar de jugar Skyrim...xDD. Puedes usar tus pasivas para descifrar esos mecanismos cuyo dibujo has encontrado. A tu gusto.
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
La luz de la mañana que se colaba por las ventanas de la cocina iluminó el interior de la inmensa despensa de dos pisos, Entró despacio, respirando con dificultad por la carrera y los nervios, y, silenciosa, miró a su alrededor, esperando, cruzando los dedos, para poder ver a Vic.
El fuerte olor a queso, grano, vino, cerveza, ron, y a cientos de especias, de las cuales no podría reconocer más que la mitad destacaban por sobre cualquier otra cosa, se escuchaban sonidos remotos, pasos de ratas, sus chillidos. Tomó un gran golpe de aire, que le metió en la boca el sabor a queso rancio, y entró con manos temblorosas. La estancia estaba fría, y a medida que se adentraba el olor a pescado, a carne, a sal, y a hierro se volvía más notable.
Notó que pisaba algo pegajoso, y, al bajar la mirada, pudo ver el brillo rojizo de la sangre espesa en el suelo de piedra. La sangre se heló en sus venas. ¿Estaría bien el estudioso? El rastro de color carmín llevaba al segundo piso de la despensa, donde guardaban para secar el grano. Tomó aire por la nariz, notando el aroma a óxido y trago saliva. Sus pasos sonaron suaves en las escaleras viejas, que crujieron a cada pisada.
Arriba, entre grandes sacos y matas de cereales secos, un asustado chico pelirrojo temblaba arrinconado. Su pelo desordenado, sus ojos llorosos totalmente abiertos, su ropa desordenada, manchada de sangre que se escurría de un corte en el brazo, daban una tremenda expresión de pánico a la cara delgada del chico. Con una daga alzada, amenazaba a la chica, que no se atrevía a acercarse.
El chico la debería haber reconocido, la pequeña ventana redonda que dejaba entrar la luz del día iluminaba sus pies y, en parte, sus rasgos finos, sin embargo, daba la impresión de tener trastorno tal, que no sería capaz de reconocer a su propia madre. Con calma, alzando las manos, Alanna dio un par de pasos al frente. El tremendo alivio que había sentido al ver al chico, que la había hecho soltar el aire que había retenido sin saberlo, volvía a estar ahora enredado en sus pulmones, haciéndola tensarse.
- Vic...- murmuró con calma- No te preocupes- siguió con la voz más suave de la que podía disponer.- ya ha pasado todo.- prometió intentando tranquilizar al joven. El chico se levantó apuntandola con la daga, con aire de furia y miedo, desesperado. Alanna detuvo su lento avance.- Vic... soy yo, Alanna, ya ha pasado todo...- intentó lograr que el chico la reconociera.- Vamos, baja la daga, ya no hay peligro...- siguió avanzando entre susurros calmados.
El joven, cegado por el miedo, se lanzó hacia delante, con pasos lentos y torpes, con clara intención de atacarla. La chica, a pesar de que sospechaba que la heriría, no sacó sus armas, si el chico viera sus dagas desenfundadas, el remedio sería peor que la enfermedad, y no quería herir al chico, que se había visto metido en tal peligro por culpa suya. Cuando el joven corrió hacia ella, apuntando con el filo a su corazón, la joven movió un poco su cuerpo, haciendo que el golpe llegase al brazo.
Notó clavarse la daga en su piel, y atravesarla con fuerza. Cerró los ojos con un gemido de dolor y, sin preocuparse por su brazo o su herida, avanzó un paso más y abrazo al chico que, a notar como la daga penetraba en la delicada piel de la chica, la había soltado asustado de si mismo. La gata envolvió al delgado chico en un abrazo cálido, intentando no pensar en el dolor de su herida recién abierta. Y, mientras la daga caía al suelo, rebotando en la madera, dejando marcas de golpes y sangre en el parqué, susurró:
- Ya ha pasado Vic, ya estás bien, has sido muy valiente.- Dijo antes de suspirar dolorida.
Al cabo de unos segundos sintió al chico devolverle el abrazo y comenzar a llorar, cayendo ambos al suelo, arrodillados, sin soltar el abrazo. El joven se veía claramente asustado, pero poco a poco parecía ir calmándose. La chica no dejó, en los dos largos minutos que pasaron allí, de susurrar palabras de calma, hasta que, finalmente, el chico se separó de ella y la miró avergonzado. Alanna respondió con una sencilla sonrisa, no había razón para sentirse de ese modo, al fin y al cabo, el chico no estaba en la guardia por sus pericias en combate, si no por ser un autentico genio. Se levantó y, con el brazo que no tenía herido, tendió la mano al chico para que se levantase también.
Por fin salieron a la cocina, Vic estaba pálido, aunque Alanna lo atribuía al miedo que había pasado, descartó la idea cuando, de pronto, el joven calló al suelo de golpe ante la mirada sorprendida de la guarda. La chica se agachó con prisas a ver el estado del chico. Palidez en la piel, pupilas rojas, casi ensangrentadas, los bordes de la herida comenzaban a hincharse, la fiebre le subía de modo apresurado, tenía la boca seca, y parecía que no hubiera bebido nada en días. Estaba claro, le habían envenenado, y, posiblemente, hubiera sido todo a causa del corte pues cuando le había visto a penas unas horas antes era el chico más sano del mundo.
Con prisas, se levantó y se dirigió a la despensa, por los síntomas debía ser veneno de flor de loto roja, era sencillo solucionar ese envenenamiento. El veneno de la flor de loto roja, al entrar en contacto con el torrente sanguineo, provocaba un déficit de vitamina C en el cuerpo, una carencia inmensa. Provocando sequedad en la boca, fiebre e hinchazón en los ojos, sintomas de desnutrición, como si fuera escorbuto, por ello la solución era sencilla. Había que proporcionarle dicha vitamina al envenenado.
Con prisas, volvió a entrar a la despensa, y acercándose al lugar donde olía de modo más dulce, localizó la fruta. Tomó varias naranjas mientras sentía que la sangre resbalaba por su brazo y salió de modo apresurado. Las partió usando sus dagas y, abriéndole la boca al chico, vertió el liquido de las naranjas apretandolas con fuerza en la boca del joven.
A medida que el chico tragaba, el color volvía a su piel, la fiebre descendía y los ojos dejaban de estar hinchados, dejando entrever parte del joven saludable que había sido anteriormente. Cuando el joven pareció estar más tranquilo, sin necesidad de respirar de modo acelerado, con un buen tono de piel, y con la boca cubierta del jugo pegajoso cuyo aroma había inundado la cocina. Lo dejó unos segundos para abrir la puerta de la cocina que daba al patio de armas y buscar a Níniel.
Esperaba que la joven tuviera alguna de sus pociones mágicas para cerrarles las heridas a ambos. Desde la puerta, sosteniéndose el brazo que aun sangraba, empezando a marearse por la perdida de sangre, llegó a ver acercarse a Níniel corriendo junto a un soldado. Fue tal la calma que la inundó que decidió dejarse caer al suelo, sentándose junto a un agotado Vic que la miraba con agradecimiento.
- No me des las gracias a mi, aquí la que va a dejarte como nuevo es Níniel.- Sonrió la chica, intentando sobreponerse al mareo.
- Alanna, creo que he encontrado lo que buscabais.- dijo cuando por fin pudo hablar, estando ya todo lo tranquilo que podía estarse en una situación de ese tipo.
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Off: Subrayado uso de la habilidad pasiva; trampas y venenos.
El fuerte olor a queso, grano, vino, cerveza, ron, y a cientos de especias, de las cuales no podría reconocer más que la mitad destacaban por sobre cualquier otra cosa, se escuchaban sonidos remotos, pasos de ratas, sus chillidos. Tomó un gran golpe de aire, que le metió en la boca el sabor a queso rancio, y entró con manos temblorosas. La estancia estaba fría, y a medida que se adentraba el olor a pescado, a carne, a sal, y a hierro se volvía más notable.
Notó que pisaba algo pegajoso, y, al bajar la mirada, pudo ver el brillo rojizo de la sangre espesa en el suelo de piedra. La sangre se heló en sus venas. ¿Estaría bien el estudioso? El rastro de color carmín llevaba al segundo piso de la despensa, donde guardaban para secar el grano. Tomó aire por la nariz, notando el aroma a óxido y trago saliva. Sus pasos sonaron suaves en las escaleras viejas, que crujieron a cada pisada.
Arriba, entre grandes sacos y matas de cereales secos, un asustado chico pelirrojo temblaba arrinconado. Su pelo desordenado, sus ojos llorosos totalmente abiertos, su ropa desordenada, manchada de sangre que se escurría de un corte en el brazo, daban una tremenda expresión de pánico a la cara delgada del chico. Con una daga alzada, amenazaba a la chica, que no se atrevía a acercarse.
El chico la debería haber reconocido, la pequeña ventana redonda que dejaba entrar la luz del día iluminaba sus pies y, en parte, sus rasgos finos, sin embargo, daba la impresión de tener trastorno tal, que no sería capaz de reconocer a su propia madre. Con calma, alzando las manos, Alanna dio un par de pasos al frente. El tremendo alivio que había sentido al ver al chico, que la había hecho soltar el aire que había retenido sin saberlo, volvía a estar ahora enredado en sus pulmones, haciéndola tensarse.
- Vic...- murmuró con calma- No te preocupes- siguió con la voz más suave de la que podía disponer.- ya ha pasado todo.- prometió intentando tranquilizar al joven. El chico se levantó apuntandola con la daga, con aire de furia y miedo, desesperado. Alanna detuvo su lento avance.- Vic... soy yo, Alanna, ya ha pasado todo...- intentó lograr que el chico la reconociera.- Vamos, baja la daga, ya no hay peligro...- siguió avanzando entre susurros calmados.
El joven, cegado por el miedo, se lanzó hacia delante, con pasos lentos y torpes, con clara intención de atacarla. La chica, a pesar de que sospechaba que la heriría, no sacó sus armas, si el chico viera sus dagas desenfundadas, el remedio sería peor que la enfermedad, y no quería herir al chico, que se había visto metido en tal peligro por culpa suya. Cuando el joven corrió hacia ella, apuntando con el filo a su corazón, la joven movió un poco su cuerpo, haciendo que el golpe llegase al brazo.
Notó clavarse la daga en su piel, y atravesarla con fuerza. Cerró los ojos con un gemido de dolor y, sin preocuparse por su brazo o su herida, avanzó un paso más y abrazo al chico que, a notar como la daga penetraba en la delicada piel de la chica, la había soltado asustado de si mismo. La gata envolvió al delgado chico en un abrazo cálido, intentando no pensar en el dolor de su herida recién abierta. Y, mientras la daga caía al suelo, rebotando en la madera, dejando marcas de golpes y sangre en el parqué, susurró:
- Ya ha pasado Vic, ya estás bien, has sido muy valiente.- Dijo antes de suspirar dolorida.
Al cabo de unos segundos sintió al chico devolverle el abrazo y comenzar a llorar, cayendo ambos al suelo, arrodillados, sin soltar el abrazo. El joven se veía claramente asustado, pero poco a poco parecía ir calmándose. La chica no dejó, en los dos largos minutos que pasaron allí, de susurrar palabras de calma, hasta que, finalmente, el chico se separó de ella y la miró avergonzado. Alanna respondió con una sencilla sonrisa, no había razón para sentirse de ese modo, al fin y al cabo, el chico no estaba en la guardia por sus pericias en combate, si no por ser un autentico genio. Se levantó y, con el brazo que no tenía herido, tendió la mano al chico para que se levantase también.
Por fin salieron a la cocina, Vic estaba pálido, aunque Alanna lo atribuía al miedo que había pasado, descartó la idea cuando, de pronto, el joven calló al suelo de golpe ante la mirada sorprendida de la guarda. La chica se agachó con prisas a ver el estado del chico. Palidez en la piel, pupilas rojas, casi ensangrentadas, los bordes de la herida comenzaban a hincharse, la fiebre le subía de modo apresurado, tenía la boca seca, y parecía que no hubiera bebido nada en días. Estaba claro, le habían envenenado, y, posiblemente, hubiera sido todo a causa del corte pues cuando le había visto a penas unas horas antes era el chico más sano del mundo.
Con prisas, se levantó y se dirigió a la despensa, por los síntomas debía ser veneno de flor de loto roja, era sencillo solucionar ese envenenamiento. El veneno de la flor de loto roja, al entrar en contacto con el torrente sanguineo, provocaba un déficit de vitamina C en el cuerpo, una carencia inmensa. Provocando sequedad en la boca, fiebre e hinchazón en los ojos, sintomas de desnutrición, como si fuera escorbuto, por ello la solución era sencilla. Había que proporcionarle dicha vitamina al envenenado.
Con prisas, volvió a entrar a la despensa, y acercándose al lugar donde olía de modo más dulce, localizó la fruta. Tomó varias naranjas mientras sentía que la sangre resbalaba por su brazo y salió de modo apresurado. Las partió usando sus dagas y, abriéndole la boca al chico, vertió el liquido de las naranjas apretandolas con fuerza en la boca del joven.
A medida que el chico tragaba, el color volvía a su piel, la fiebre descendía y los ojos dejaban de estar hinchados, dejando entrever parte del joven saludable que había sido anteriormente. Cuando el joven pareció estar más tranquilo, sin necesidad de respirar de modo acelerado, con un buen tono de piel, y con la boca cubierta del jugo pegajoso cuyo aroma había inundado la cocina. Lo dejó unos segundos para abrir la puerta de la cocina que daba al patio de armas y buscar a Níniel.
Esperaba que la joven tuviera alguna de sus pociones mágicas para cerrarles las heridas a ambos. Desde la puerta, sosteniéndose el brazo que aun sangraba, empezando a marearse por la perdida de sangre, llegó a ver acercarse a Níniel corriendo junto a un soldado. Fue tal la calma que la inundó que decidió dejarse caer al suelo, sentándose junto a un agotado Vic que la miraba con agradecimiento.
- No me des las gracias a mi, aquí la que va a dejarte como nuevo es Níniel.- Sonrió la chica, intentando sobreponerse al mareo.
- Alanna, creo que he encontrado lo que buscabais.- dijo cuando por fin pudo hablar, estando ya todo lo tranquilo que podía estarse en una situación de ese tipo.
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Off: Subrayado uso de la habilidad pasiva; trampas y venenos.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Era caso perdido, todo lo importante parecía haber sido destruido y, lo que había sobrevivido, ya había sido revisado. No había allí nada nuevo, nada que no hubieran visto un centenar de veces con anterioridad. No podían estar a merced de ese grupo, no iba a acabar nuevamente en una celda a merced de la tortura de un grupo sin escrúpulos. La primera vez se había salvado, pero a ese paso no podría volver a contar la misma historia.
Frustrado, derribó un montón de libros y los pisoteó. Era un acto totalmente innecesario, pero debía deshacerse de esa rabia. Su maestro le había enseñado que la rabia era un obstáculo, que un buen asesino jamás siente rabia, que eso es para los soldados mandados a morir a una línea de combate, pero a veces era difícil, tan difícil sobreponerse a ella.
Las palabras de Chimar, control, se repitieron en su mente.
Por años había practicado la meditación, junto a los otros del templo, esa práctica tan antigua y que muchos brujos modernos habían dejado de lado, pero que era tan necesaria en su orden. Muchos piensan que aquel acto consiste en cerrar los ojos y soñar, abstraerse del mundo, pero todo lo contrario, la meditación involucra un estado de apertura mental, poner los sentidos a disposición del medio, sin filtrar, sin imponer la propia voluntad, simplemente dejar que lo que es, sea, que el mundo sea uno e indivisible y la propia esencia no sea más que una continuación del mismo, parte del todo y de la nada.
Respiró profundo, dejó escapar el aire lentamente y se sentó en el suelo, en medio de los papeles, dejando que el presente, el pasado y el futuro no representen más que estados de una misma cosa, parte del flujo del universo que corre como un río, aquí, allá, mayormente independiente de lo que uno haga o piense, pero al mismo tiempo tan delicado en su equilibrio...
Y entonces le vio, primero en su mente, luego la prueba justo frente a sus ojos. Había pasado varias veces su vista sobre el dibujo, pero no había notado el cambio del mismo sino hasta dejarse ser uno con el tiempo. Algo era distinto, algo no encajaba. Una inspección más minuciosa de aquel mapa le dio la respuesta. El hollín, casi por mera casualidad (aunque Demian sabía que la casualidad, por si misma, no es más que una ilusión, ya que todo acto tiene una consecuencia), había hecho aparecer algo que antes había estado oculto a la vista, como si de una ilusión se tratase. Era una línea, aparentemente un túnel, que pasaba debajo de aquella zona y daba a una aledaña. Lamentablemente parte de la hoja estaba destruida y no aparecía el qué era lo aledaño.
Cerró sus ojos y limpió su mente. No existía nada más en el universo que él y ese trozo de papel. Había estado antes en sus manos, había podido verle, largo rato, mientras trataban de encontrar una relación a todo ello. Lo imaginó en sus manos, completo, lo giró, lo miró por todos lados... y allí estaba, en su mente se encontraba la pieza faltante.
***
—Que en la muerte encuentren paz y que nueva vida surja allí donde la sangre ha sido derramada —dijo el chico con una voz tranquila, al mismo tiempo que realizaba una profunda reverencia a los caídos.
Aquel mantra era casi un lema de su orden, una frase que repetían cada vez que derramaban sangre, demostrando con ello que con la muerte se cerraba un ciclo, que no se podía tener odio hacia lo que ya no era ni volvería a ser jamás.
Los guardias le miraron sorprendidos, algunos confundidos, otros recordando las palabras y los gestos de ese desagradable niño que se creía capaz de criticarles ante la pérdida de sus amigos. Uno de ellos se acercó molesto.
—No vengas a pretender que sientes algo por los caídos, niño raro —dijo aquel.
—¿Sentir algo?, no siento nada por ellos. Ustedes tampoco deberían, ya no existen, no son más que huesos y c-carne que con el tiempo desaparecerá —aquella no parecía ayudar mucho, al contrario, el sujeto lucía aún más ofendido— . Lo que sí siento es miedo, ¿no lo sientes t-t-tú?, pudimos haber muerto esta noche y q-quién sabe si pasemos la siguiente. No quiero morir... ¿y tú?
De alguna manera la frialdad de aquellas palabras contrastaba con lo dicho de tal modo que el sujeto no supo qué decir.
—Déjalo, Malak, es sólo un crío, míralo, lo asustas, hasta tartamudea —interrumpió otro de los guardias.
Demian se giró y fue en dirección a sus amigos, ausente de lo que ocurría a sus espaldas, aunque a juzgar por la ausencia de ataques en su contra no parecía que los guardias quisieran hacerle daño. No se detuvo hasta encontrar a Chimar.
—Estos locos se traen algo con la religión, los fanáticos p-pueden ser los más peligrosos, dijo mi maestro una vez... creo que su base est-tá bajo una vieja iglesia cristiana.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
El grupo se divide momentáneamente, diferentes métodos al parecer. Chimar detiene sus pasos de golpe, mejor será revelar el descubrimiento cuando todos estén reunidos. Pega cierto vistazo al plano encontrado minutos antes, tal vez pueda adelantarse y estudiarlo mejor. Se recuesta de una pared y deja que su prodigiosa mente inicie los procesos pertinentes, no debería tomar más de cinco minutos recibir el informe completo.
Interesante…
Aunque no está versado en las trampas puede deducir algunas cosas gracias a sus conocimientos en herrería y carpintería, ser un genio también ayuda claro. Mecanismos estilizados de nivel avanzado, no debería sorprender si tenemos en cuenta a que organización pertenecen. Parece difícil de desactivar, los sistemas están detrás de gruesas paredes y toda parte vulnerable se encuentra blindada.
Nada mal, alguien hizo su tarea.
Finalmente un punto importante sale a flote, el método efectivo para sobrevivir y avanzar. Si bien el único objetivo del papel es lograr dicho propósito sin una instrucción inicial pocas personas pueden descifrarle correctamente, obviamente eso no se aplica al chico listo. es un sistema de reconfiguración ambiental en el que todo su entorno varia, irónicamente solo se debe seguir avanzando a una velocidad especifica sin tener en cuenta nada más.
Demasiado fácil jeje.
Para ese entonces Demian se acerca al patio y expresa respeto por los muertos, su hermano inventor le mira con cautela pues sin duda es un momento tenso. El científico avanza discretamente hasta quedar a pocos pasos intentando influir de alguna manera en el destino para que todo salga bien, poco después nota que no lo logra. Las cosas se ponen complicadas gracias a la poca empatía del enano hechicero.
El Gorrión inventor queda pálido, las palabras de su contemporáneo son de muy mal gusto. Por un momento se prepara para lo peor pero otro individuo interviene como la voz de la razón, suerte que son niños o hubiera comenzado un linchamiento colectivo. Dem necesita más clases de socialización y unas cuantas de sentido común, si sigue así no pasara la pubertad totalmente conformado.
Rayos Dem recuerda lo que te dije hace tiempo, si no suena bien no lo digas…
Expresa mientras se retiran del patio, es hora de reencontrarse con sus compañeras. Sin duda deben tener situaciones interesantes entre manos también, quien diría que un cuartel podría ser tan “entretenido”. A pesar de todo fue buena idea quedarse, si hubieran partido a la casa de Alanna el desenlace hubiera sido muy diferente, técnicamente el mundo tendría cuatro personas menos.
Chimar siente un poco de tensión, no le gusta ser cazado. No puede esperar para llevar la pelea directamente al puño rojo, si todo sale bien ese sería el próximo paso. Cortar la cabeza de la serpiente puede suponer una mejoría en su situación aunque tal vez despierten intereses más oscuros, sea como sea resulta ser la única opción lógica y viable, menuda cantidad de problemas adquiridos.
Los niños llegan rápidamente hasta la lacena siguiendo los comentarios de varios guardias anónimos, pronto descubren una escena peculiar. Alanna y Vic yacen heridos en el suelo mientras que Níniel calienta sus habilidades curativas, se nota que la faena estuvo intensa. Chimar sonríe, a pesar de todo parece que los involucrados se encuentran fuera de peligro real, ojala eso no cambie.
¿Soy yo o huele a naranjas?
Comentario extraño aunque relativamente acertado, con el nivel de rarometro actual tal vez fueron atacados por naranjas gigantes. Volviendo a la realidad sera necesario esperar unos instantes a que los heridos reciban curación y los demás estén listos para compartir sus descubrimientos, en pocas palabras existe tiempo libre de sobra. Chimar toma una manzana de la cocina y le pega varios mordiscos.
¿Qué? No desayune con tanto alboroto…
Interesante…
Aunque no está versado en las trampas puede deducir algunas cosas gracias a sus conocimientos en herrería y carpintería, ser un genio también ayuda claro. Mecanismos estilizados de nivel avanzado, no debería sorprender si tenemos en cuenta a que organización pertenecen. Parece difícil de desactivar, los sistemas están detrás de gruesas paredes y toda parte vulnerable se encuentra blindada.
Nada mal, alguien hizo su tarea.
Finalmente un punto importante sale a flote, el método efectivo para sobrevivir y avanzar. Si bien el único objetivo del papel es lograr dicho propósito sin una instrucción inicial pocas personas pueden descifrarle correctamente, obviamente eso no se aplica al chico listo. es un sistema de reconfiguración ambiental en el que todo su entorno varia, irónicamente solo se debe seguir avanzando a una velocidad especifica sin tener en cuenta nada más.
Demasiado fácil jeje.
Para ese entonces Demian se acerca al patio y expresa respeto por los muertos, su hermano inventor le mira con cautela pues sin duda es un momento tenso. El científico avanza discretamente hasta quedar a pocos pasos intentando influir de alguna manera en el destino para que todo salga bien, poco después nota que no lo logra. Las cosas se ponen complicadas gracias a la poca empatía del enano hechicero.
El Gorrión inventor queda pálido, las palabras de su contemporáneo son de muy mal gusto. Por un momento se prepara para lo peor pero otro individuo interviene como la voz de la razón, suerte que son niños o hubiera comenzado un linchamiento colectivo. Dem necesita más clases de socialización y unas cuantas de sentido común, si sigue así no pasara la pubertad totalmente conformado.
Rayos Dem recuerda lo que te dije hace tiempo, si no suena bien no lo digas…
Expresa mientras se retiran del patio, es hora de reencontrarse con sus compañeras. Sin duda deben tener situaciones interesantes entre manos también, quien diría que un cuartel podría ser tan “entretenido”. A pesar de todo fue buena idea quedarse, si hubieran partido a la casa de Alanna el desenlace hubiera sido muy diferente, técnicamente el mundo tendría cuatro personas menos.
Chimar siente un poco de tensión, no le gusta ser cazado. No puede esperar para llevar la pelea directamente al puño rojo, si todo sale bien ese sería el próximo paso. Cortar la cabeza de la serpiente puede suponer una mejoría en su situación aunque tal vez despierten intereses más oscuros, sea como sea resulta ser la única opción lógica y viable, menuda cantidad de problemas adquiridos.
Los niños llegan rápidamente hasta la lacena siguiendo los comentarios de varios guardias anónimos, pronto descubren una escena peculiar. Alanna y Vic yacen heridos en el suelo mientras que Níniel calienta sus habilidades curativas, se nota que la faena estuvo intensa. Chimar sonríe, a pesar de todo parece que los involucrados se encuentran fuera de peligro real, ojala eso no cambie.
¿Soy yo o huele a naranjas?
Comentario extraño aunque relativamente acertado, con el nivel de rarometro actual tal vez fueron atacados por naranjas gigantes. Volviendo a la realidad sera necesario esperar unos instantes a que los heridos reciban curación y los demás estén listos para compartir sus descubrimientos, en pocas palabras existe tiempo libre de sobra. Chimar toma una manzana de la cocina y le pega varios mordiscos.
¿Qué? No desayune con tanto alboroto…
Off: subrayado uso de las habilidades pasivas (Herrería) (Carpintería)
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
El camino hasta las cocinas era corto, cortísimo de hecho, pero con todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor la elfa sintió la extraña sensación de que el tiempo y la distancia se dilataban como por obra de un hechizo. El golpe del puño carmesí no había causado solo la muerte de varios guardias y la destrucción de valiosos archivos, había herido el orgullo de los militares y de la propia guardia como institución y estaba claro que no iban a dejar que aquello quedara así, no iban a poner la otra mejilla o a seguir ignorando el problema como habían hecho hasta ese momento. Por todo el patio y el cuartel se buscaba a Vic, pero también se enviaban correos sin parar cuyo destino la elfa solo podía suponer, constantemente llegaban al lugar más y más guardias que una vez equipados volvían a salir, aumentando el número de tropas disponibles. Los herreros de la guarnición y sus ayudantes habían comenzado a trabajar a destajo afilando armas y ajustando y preparando piezas de armadura. Era como un avispero, ¿Contarían con semejante reacción aquellos asesinos traidores cuando actuaron?, ¿Tan seguros estaban de su superioridad como para poner a toda la guardia en su contra?, ¿O quizá había sido un acto desesperado para borrar sus huellas?. Si aquella última era la pregunta correcta...¿Por qué en ese momento?. Esos documentos llevaban décadas allí guardados, ¿Aquello era culpa del extraño grupo de dos adultas y dos niños?, ¿Tan peligrosos resultaban?.
Eran muchas preguntas las que asaltaban la mente de la sacerdotisa, pero incluso con tiempo para tratar de responderlas poco más que conjeturas obtendría y no respuestas. Por ello era casi de agradecer poder mantenerse ocupada en vez de darle vueltas a la cabeza, mientras tuviera algo que hacer no pensaría en el riesgo en el que estaba, todo por culpa de aquel fragmento que consiguiera en su primera misión como sacerdotisa...Realmente desde el primer momento en el que había abandonado su hogar no había hecho más que meterse en líos, incluso algunos de los que no era consciente. ¿Ashara, su madre, también pasó por lo mismo en su día?. Pensar en eso le hizo gracia pues para eso si que tenía respuesta. Su madre participó en la gran guerra, se metió en el lío más gordo de todos...Así que la cosa venía de familia.
Enseguida pudo ver a Alanna en la puerta de las cocinas y apremió a su guía para acelerar el paso pues sus ojos habían visto que la gata se encontraba malherida. Aquello no se lo esperaba, ¿quién habría podido herir a su amiga?, algo así no estaba al alcance de cualquiera, ni siquiera pillándola por sorpresa ya que hasta eso estaba fuera del alcance de la mayoría. Esa duda la había obligado a estar prevenida en caso de un ataque y a prevenir a la guardia que la acompañaba, pero todo quedó rápidamente aclarado mientras la sacerdotisa les revisaba. No había más enemigos allí si no que todo había sido un accidente causado por un erudito demasiado asustado y herido, también envenenado aunque aquello ya estaba resuelto por el momento.
-Es una buena herida Alanna, la tuya Vic no reviste gravedad más allá del veneno, lo hiciste bien logrando escapar, no eran ningunos principiantes. Toma, mantén esta venda limpia apretada sobre la herida mientras curo a Alanna.- Le dijo para contribuir a mantenerlo calmado tendiéndole un trozo de tela blanca. A diferencia del estudioso la gata no tenía un corte si no una puñalada en todo regla, de hecho había faltado poco para que hubiese herida de salida y aquel ataque le hubiera atravesado del todo el fino brazo. Era demasiado grave para simplemente vendar la herida si no se quería una larga convalecencia y quizá hasta daños permanentes en el brazo, algo que habría que evitar ya que la gata usaba ambos brazos para luchar y moverse en su oficio. Níniel instó a la guardia que la había acompañado hasta allí a ayudar a la gata a presionar la herida con vendas y se apresuró a sacar de su bolsa una pequeña cajita de madera con varios pequeños viales con contenidos de todo tipo y color. seleccionó uno de color rojo como la sangre y se acercó hasta su amiga para dárselo de beber ella misma. -Esto te ayudará, bébelo de un trago, sabe a cereza, más o menos.- En realidad su sabor resultaría muy amargo pero animaba a la gente a tomárselo de un trago y cuando el amargor llenara su paladar ya era tarde para escupirlo o para dejar parte del líquido en el vial. Se trataba de una poción de esencia de veneno de abeja tratado para obtener únicamente los efectos beneficiosos y de punta de raíz de ranúnculo encorvado pulverizada en polvo y diluida con agua destilada. Aquella poción la ayudaría a recuperarse de la pérdida de sangre y ayudaría a cerrar su herida, aunque quizá no fuera suficiente para reparar totalmente músculo y ligamentos. Por ello Níniel una vez ingerida la poción aplicó también sobre la herida su magia sanadora. -Quedará como nuevo, quizá hasta notes que las tortas las pegas más fuerte.- Por supuesto lo último era una broma. Una vez hubo acabado con Alanna, Níniel buscó de nuevo en su cajita de viales y sacó uno de un color anaranjado, contenía preparado de ayite, un fuerte antídoto usado para una gran cantidad de envenenamientos. Bastaría para expulsar el veneno del cuerpo de Vic y así evitarle tener que tomar un barril de naranjas frescas al día, aunque así estaría blindado frente a los resfriados. Para finalizar la peliblanca le hizo un buen vendaje con el que a parte de dejar de sangrar y proteger la herida de infecciones, podría hacer vida normal sin molestias. -Bien, aquí ya he terminado, sobreviviréis.-
Durante el tratamiento habían llegado hasta allí Chimar y Demian y parecía que ambos tenían noticias que comunicar a los demás pero Vic fue el primero en comunicarles que, a pesar del ataque, había logrado descifrar los secretos que el dibujo de aquel templo y sus extrañas combinaciones de números y letras escondían. Buscó entre los pliegues de su ropa y sacó el dibujo, manchado con algo de sangre, aunque por suerte no en zonas vitales para poder leerlo.
-Es una frase como pensaba, dice lo siguiente: "Más allá de la fé la puerta se halla, oculta por los arcanos. El camino solo se mostrará a quienes junto a los muertos caminen". Y al final, cuatro letras que no significan nada pero que forman parte del mismo código, eso seguro. "N-E-N-N". Debe de servir para algo, quizá algún tipo de contraseña.- Finalizó satisfecho cogiendo también una pieza de fruta, una naranja en su caso aunque tenía dificultades para pelarla. Níniel también siguió el ejemplo de Chimar y cogió una manzana tras pedirle permiso a Alanna como miembro de la guardia. Sentía que se la había ganado y se pensaba mejor con el estómago lleno, aunque antes ayudó a Vic a pelar la naranja, también se la había ganado.
-Más allá de la fé...Ummm, desde luego lo de caminar con los muertos no me gusta como suena.-
Eran muchas preguntas las que asaltaban la mente de la sacerdotisa, pero incluso con tiempo para tratar de responderlas poco más que conjeturas obtendría y no respuestas. Por ello era casi de agradecer poder mantenerse ocupada en vez de darle vueltas a la cabeza, mientras tuviera algo que hacer no pensaría en el riesgo en el que estaba, todo por culpa de aquel fragmento que consiguiera en su primera misión como sacerdotisa...Realmente desde el primer momento en el que había abandonado su hogar no había hecho más que meterse en líos, incluso algunos de los que no era consciente. ¿Ashara, su madre, también pasó por lo mismo en su día?. Pensar en eso le hizo gracia pues para eso si que tenía respuesta. Su madre participó en la gran guerra, se metió en el lío más gordo de todos...Así que la cosa venía de familia.
Enseguida pudo ver a Alanna en la puerta de las cocinas y apremió a su guía para acelerar el paso pues sus ojos habían visto que la gata se encontraba malherida. Aquello no se lo esperaba, ¿quién habría podido herir a su amiga?, algo así no estaba al alcance de cualquiera, ni siquiera pillándola por sorpresa ya que hasta eso estaba fuera del alcance de la mayoría. Esa duda la había obligado a estar prevenida en caso de un ataque y a prevenir a la guardia que la acompañaba, pero todo quedó rápidamente aclarado mientras la sacerdotisa les revisaba. No había más enemigos allí si no que todo había sido un accidente causado por un erudito demasiado asustado y herido, también envenenado aunque aquello ya estaba resuelto por el momento.
-Es una buena herida Alanna, la tuya Vic no reviste gravedad más allá del veneno, lo hiciste bien logrando escapar, no eran ningunos principiantes. Toma, mantén esta venda limpia apretada sobre la herida mientras curo a Alanna.- Le dijo para contribuir a mantenerlo calmado tendiéndole un trozo de tela blanca. A diferencia del estudioso la gata no tenía un corte si no una puñalada en todo regla, de hecho había faltado poco para que hubiese herida de salida y aquel ataque le hubiera atravesado del todo el fino brazo. Era demasiado grave para simplemente vendar la herida si no se quería una larga convalecencia y quizá hasta daños permanentes en el brazo, algo que habría que evitar ya que la gata usaba ambos brazos para luchar y moverse en su oficio. Níniel instó a la guardia que la había acompañado hasta allí a ayudar a la gata a presionar la herida con vendas y se apresuró a sacar de su bolsa una pequeña cajita de madera con varios pequeños viales con contenidos de todo tipo y color. seleccionó uno de color rojo como la sangre y se acercó hasta su amiga para dárselo de beber ella misma. -Esto te ayudará, bébelo de un trago, sabe a cereza, más o menos.- En realidad su sabor resultaría muy amargo pero animaba a la gente a tomárselo de un trago y cuando el amargor llenara su paladar ya era tarde para escupirlo o para dejar parte del líquido en el vial. Se trataba de una poción de esencia de veneno de abeja tratado para obtener únicamente los efectos beneficiosos y de punta de raíz de ranúnculo encorvado pulverizada en polvo y diluida con agua destilada. Aquella poción la ayudaría a recuperarse de la pérdida de sangre y ayudaría a cerrar su herida, aunque quizá no fuera suficiente para reparar totalmente músculo y ligamentos. Por ello Níniel una vez ingerida la poción aplicó también sobre la herida su magia sanadora. -Quedará como nuevo, quizá hasta notes que las tortas las pegas más fuerte.- Por supuesto lo último era una broma. Una vez hubo acabado con Alanna, Níniel buscó de nuevo en su cajita de viales y sacó uno de un color anaranjado, contenía preparado de ayite, un fuerte antídoto usado para una gran cantidad de envenenamientos. Bastaría para expulsar el veneno del cuerpo de Vic y así evitarle tener que tomar un barril de naranjas frescas al día, aunque así estaría blindado frente a los resfriados. Para finalizar la peliblanca le hizo un buen vendaje con el que a parte de dejar de sangrar y proteger la herida de infecciones, podría hacer vida normal sin molestias. -Bien, aquí ya he terminado, sobreviviréis.-
Durante el tratamiento habían llegado hasta allí Chimar y Demian y parecía que ambos tenían noticias que comunicar a los demás pero Vic fue el primero en comunicarles que, a pesar del ataque, había logrado descifrar los secretos que el dibujo de aquel templo y sus extrañas combinaciones de números y letras escondían. Buscó entre los pliegues de su ropa y sacó el dibujo, manchado con algo de sangre, aunque por suerte no en zonas vitales para poder leerlo.
-Es una frase como pensaba, dice lo siguiente: "Más allá de la fé la puerta se halla, oculta por los arcanos. El camino solo se mostrará a quienes junto a los muertos caminen". Y al final, cuatro letras que no significan nada pero que forman parte del mismo código, eso seguro. "N-E-N-N". Debe de servir para algo, quizá algún tipo de contraseña.- Finalizó satisfecho cogiendo también una pieza de fruta, una naranja en su caso aunque tenía dificultades para pelarla. Níniel también siguió el ejemplo de Chimar y cogió una manzana tras pedirle permiso a Alanna como miembro de la guardia. Sentía que se la había ganado y se pensaba mejor con el estómago lleno, aunque antes ayudó a Vic a pelar la naranja, también se la había ganado.
-Más allá de la fé...Ummm, desde luego lo de caminar con los muertos no me gusta como suena.-
Subrayado el uso de Alquimia y primeros auxilios.
- Spoiler:
- Demian: Puedes usar tus trampas para saber más del medio mapa de Chimar.
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Se sostuvo la herida con fuerza, rezando por no perder más sangre, empezaba a marearse y a tenervisión nublada, el brazo comenzaba a entumecersele, lo notaba frío, y le costaba moverlo, cerró los dedos de forma lenta, a pesar del dolor, intentando, así dejar de notar el cosquilleo de adormecimiento muscular, con una puñalada nunca es bueno notar ese tipo de cosas.
La elfa entró entonces por la puerta seguida por un guardia de aspecto nervioso que, mientras Níniel se agachaba para ver las heridas del investigador y de Alanna, revisaba la zona en busca de posibles atacantes, sin saber que, en realidad, el mayor peligro de la cocina, en ese momento, eran los ratones que mordisqueaban el queso en las alacenas.
La joven sacerdotisa cedió una venda limpia a VIc mientras pasaba a revisar las heridas de la guardia que, agradecida, suspiró de alivio. En otros casos habria pedido que se viera primero al otro herido, pero, como había dicho Níniel, el chico a penas tenía una herida leve ahora que se había solucionado el tema del veneo, y era ella la que sentía que dentro de poco no podría mover el brazo.
- Ya sabes que me gusta hacer las cosas a lo grande.- intentó bromear sintiendo aumentas la presión de su dolorido y ensangrentado brazo.- Níniel, por favor, haz que pueda seguir moviendo el brazo...- Murmuró en una petición sentida, ella vivía de sus brazos y sus piernas, no podía permitirse que ninguna de las partes de su cuerpo le funcionase a menor rendimiento que las otras.
Con paciencia, confiando en la experiencia de su amiga, dejó que la revisara. Sintió a la guardia que había ido allí con la sacerdotisa presionar su herida con fuerza, la fuerza que, en ese momento, le faltaba a ella, con vendas blancas que pronto fueron teñidas de rojo. Alanna soltó un gemido de dolor que ahogó con la mano que, tras la llegada de la guardia a socorrerla, había quedado libre, manchando de sangre su cara.
Respiró hondo y atendió, mareada por el dolor, a las indicaciones que le daba la elfa, abriendo la boca para tragar ese vial tan amargo que de cereza tenía menos, o nada. Notó correr el liquido por su garganta seca con la amargura de la fruta sin madurar y la acidez del limón, en la vida había probado nada tan horrible, y eso que había experimeintado con venenos.
- Me has timado Nin, esto sabe a truenos.- murmuró luchando por no escupir lo que acababa de tomar.
La guardia que le había taponado la herida se apartó y Alanna comenzó a sentir la calidez de la magia de Niniel sobre sus heridas, era bastante agradable en comparación a la táctica que sus própios doctores usaban para sanar heridas o entablillar huesos, los golpes eran el metodo más usado, y las heridas más duraderas de lo que a Alanna le gustaría admitir, aunque no es que ella fuera precisamente marcada, para su satisfacción.
Sonrió ante la broma de Níniel, y hechó la cabeza hacia atrás con ojos cerrados, empezando a sentirse mejor, notaba como la sangre volvía a fluir con calma, su brazo ya no era un reguero rojo, podía mover los dedos y lejos estaba ya ese entumecimiento tan horrible que había sentido momentos antes. Alzó la vista y vio a Demian y a Chimar, no sabía muy bien en que momento habían entrado ahí, pero el caso es que estaban bien, al parecer la unica idiota que acababa siempre herida era ella.
Cuando acabaron los tratamientos y curas, con la segguridad de que, como había dicho la experta, sobrevivirían, era hora de las teorías disparatadas. Vic, ya totalmente calmado, empezó a contar sus descubrimientos, al tiempo que la mente embotada de Alanna comenzaba a entrar en funcionamiento. Dando vueltas con la esperanza de ser capaz de localizar algo lógico en su mente. La frase "quienes junto a los muertos caminen..." le bailaba en la cabeza. Religión y fe eran claramente, terminos basicos para comprender el misterio.
- Solo se me ocurren dos sitios donde se camine entre muertos.- Dijo tras una pausa de reflexión.- O bien el cementerio, o las catacumbas, conociendo como es el recorrido de la ciudad bajo la ciudad, no sería raro encontrar alguna iglesia o lugar de culto.- Reflexionó levantandose para coger una manzana y entrar a la despensa a por algo más que todos se pudieran llevar a la boca. Había perdido sangre, comiendo recuperaría energía, además, tenía hambre.
La elfa entró entonces por la puerta seguida por un guardia de aspecto nervioso que, mientras Níniel se agachaba para ver las heridas del investigador y de Alanna, revisaba la zona en busca de posibles atacantes, sin saber que, en realidad, el mayor peligro de la cocina, en ese momento, eran los ratones que mordisqueaban el queso en las alacenas.
La joven sacerdotisa cedió una venda limpia a VIc mientras pasaba a revisar las heridas de la guardia que, agradecida, suspiró de alivio. En otros casos habria pedido que se viera primero al otro herido, pero, como había dicho Níniel, el chico a penas tenía una herida leve ahora que se había solucionado el tema del veneo, y era ella la que sentía que dentro de poco no podría mover el brazo.
- Ya sabes que me gusta hacer las cosas a lo grande.- intentó bromear sintiendo aumentas la presión de su dolorido y ensangrentado brazo.- Níniel, por favor, haz que pueda seguir moviendo el brazo...- Murmuró en una petición sentida, ella vivía de sus brazos y sus piernas, no podía permitirse que ninguna de las partes de su cuerpo le funcionase a menor rendimiento que las otras.
Con paciencia, confiando en la experiencia de su amiga, dejó que la revisara. Sintió a la guardia que había ido allí con la sacerdotisa presionar su herida con fuerza, la fuerza que, en ese momento, le faltaba a ella, con vendas blancas que pronto fueron teñidas de rojo. Alanna soltó un gemido de dolor que ahogó con la mano que, tras la llegada de la guardia a socorrerla, había quedado libre, manchando de sangre su cara.
Respiró hondo y atendió, mareada por el dolor, a las indicaciones que le daba la elfa, abriendo la boca para tragar ese vial tan amargo que de cereza tenía menos, o nada. Notó correr el liquido por su garganta seca con la amargura de la fruta sin madurar y la acidez del limón, en la vida había probado nada tan horrible, y eso que había experimeintado con venenos.
- Me has timado Nin, esto sabe a truenos.- murmuró luchando por no escupir lo que acababa de tomar.
La guardia que le había taponado la herida se apartó y Alanna comenzó a sentir la calidez de la magia de Niniel sobre sus heridas, era bastante agradable en comparación a la táctica que sus própios doctores usaban para sanar heridas o entablillar huesos, los golpes eran el metodo más usado, y las heridas más duraderas de lo que a Alanna le gustaría admitir, aunque no es que ella fuera precisamente marcada, para su satisfacción.
Sonrió ante la broma de Níniel, y hechó la cabeza hacia atrás con ojos cerrados, empezando a sentirse mejor, notaba como la sangre volvía a fluir con calma, su brazo ya no era un reguero rojo, podía mover los dedos y lejos estaba ya ese entumecimiento tan horrible que había sentido momentos antes. Alzó la vista y vio a Demian y a Chimar, no sabía muy bien en que momento habían entrado ahí, pero el caso es que estaban bien, al parecer la unica idiota que acababa siempre herida era ella.
Cuando acabaron los tratamientos y curas, con la segguridad de que, como había dicho la experta, sobrevivirían, era hora de las teorías disparatadas. Vic, ya totalmente calmado, empezó a contar sus descubrimientos, al tiempo que la mente embotada de Alanna comenzaba a entrar en funcionamiento. Dando vueltas con la esperanza de ser capaz de localizar algo lógico en su mente. La frase "quienes junto a los muertos caminen..." le bailaba en la cabeza. Religión y fe eran claramente, terminos basicos para comprender el misterio.
- Solo se me ocurren dos sitios donde se camine entre muertos.- Dijo tras una pausa de reflexión.- O bien el cementerio, o las catacumbas, conociendo como es el recorrido de la ciudad bajo la ciudad, no sería raro encontrar alguna iglesia o lugar de culto.- Reflexionó levantandose para coger una manzana y entrar a la despensa a por algo más que todos se pudieran llevar a la boca. Había perdido sangre, comiendo recuperaría energía, además, tenía hambre.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
A veces Demian podía parecer un bruto, en especial por su falta de delicadeza para enfrentar las relaciones sociales, sin embargo tenía una mente muy aguda y especialmente eficaz para procesar detalles y recordarlos. Su cabeza en ese momento realizaba un trabajo intenso que sólo se reflejaba en el exterior con una aparente calma casi ausente.
Pero había más que mapas y trampas en ese momento en su cabeza. Su amigo le había llamado la atención de modo sutil y prácticamente cada persona con la que andaba lo había hecho en algún momento.
—¿Cómo se c-cuándo no suena bien? —le dice a Chimar cuando ya están junto a las mujeres, habiendo ya pasado un buen rato desde el comentario— , y no te rías, lo d-digo en serio. El guardia dijo que yo mentía pretendiendo senti-tir algo, le expliqué que no sentía nada por ellos y que tenía miedo. Se supone que la gente dice lo que siente cuando otro muere, ¿no?
Seguido del ejemplo de su amigo, Demian hace levitar un pan y lo acerca a sí, dando un mordisco antes de tomarlo con las manos. Se sienta en un banco y come con pocas ganas. El lugar está cada vez más ajetreado de gente y hay pocas cosas que el joven brujo odie más que los grupos grandes de personas. Meten ruido, tienen olores desagradables, hablan sin cesar, chocan unos con otros. Nada de eso es del agrado del pequeño y, al contrario de su afán de la noche anterior de permanecer a resguardo, ahora sólo quiere largarse cuanto antes. Aún así, todavía está reflexivo.
—Chim, honestamente, ¿soy t-tan raro?, casi todos me llaman así —le pregunta a su amigo.
Terminado el trozo de pan y viendo que ya las chicas parecen haber hecho l propio con sus dificultades, lo que incluía un confuso incidente que dejó a Alanna lastimada, Demian decide que es momento de juntar la información. Para ello recurre a un práctico uso de su magia ilusoria.
Una forma emerge en el aire, como una estructura en miniatura, la cual luce como un templo y, a su lado, pero más arriba, se encuentra una iglesia coronada por una cruz.
—Buscamos una iglesia más o menos así —dice indicando con la mano la segunda estructura— . Debe tener una cruz en la punta y se encuentra al pa-parecer por sobre las catacumbas. Bajo ella se extiende una compleja r-red de túneles que son más antiguos q-que la iglesia. Al parecer los cristianos simplemente se apropiaron de algo que ya ex-existía, algo quizás muy antiguo.
Las estructuras pierden su techo y se muestran los túneles principales.
—Lástima que en el mapa sólo está el recorrido principal, pero d-debe haber más. ¿Ven cada una de esas marcas? son trampas. Según lo que obtuvo Chimar, están marc-cadas por arcanos. Pude ver la representación de sólo 4 runas, Fuego, Agua, Aire y Tierra. Son los elementos pri-principales. Lo que entiendo, aunque falta información, es q-que hay que contrarrest-tar cada uno. Por ejemplo, Agua y Fuego son opuestos, lo mismo que Tierra y Aire. No se dónde sacaremos la información de qué contrarrestar o cómo, pero re-recuerden esas parejas.
A continuación dibuja en el suelo, usando su dedo, cada una de las 4 runas mencionadas, para que los otros las puedan memorizar, poniendo cada una de modo contrario a su opuesto. En cada una de ellas, a modo de ejemplo, emerge una sutil manifestación del elemento. Fuego provoca una pequeña llamita, Tierra hace que la tierra se levante, Agua humedece la runa y Aire forma un diminuto remolino.
—La mejor forma de entrar parece ser por las c-catacumbas.
Subrayado uso de habilidad pasiva de arcanos.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Ya reunidos con las mujeres pueden respirar tranquilos, un grupo numeroso siempre da confianza. Para ese entonces Níniel gasta sus energías mágicas en regenerar cierta herida de Alanna, por la cantidad de sangre desparramada se puede decir que fue grave. Al final la sanación sobrenatural cumple su cometido, se le debe dar crédito a los elfos pues dichas técnicas resultan bastante útiles en determinadas circunstancias.
Como nuevo al parecer jeje.
Es curioso pero todos los presentes han recibido curaciones por parte de la elfa, mejor será no vociferarlo o puede comenzar a cobrar. Chimar termina su manzana mientras medita la pregunta de Dem, es raro escucharle hablar así. El inventor contiene una risa burlona incial al ver que su hermano mantiene la seriedad, parece que no esta bromeando. Mientras las mujeres finalizan sus detalles el brujo obtiene respuesta.
Ya llevas algo de tiempo en el "mundo real" así que debes saber cómo se manejan las cosas aquí… al menos un poco. Las personas tienden a ser muy dramáticas por lo que debes cuidar tus palabras, piensa mas antes de hablar y si notas que desagradara a alguien omite el comentario... si la situación lo amerita claro.
Algunos consejos que el mismo intelectual a puesto en práctica, esas palabras tienen mucha verdad. Maquiavelo en un punto estuvo igual que Dem, solo en un mundo que no comprendía. Cuando quedo en orfandad conocía muy poco de la sociedad y sus costumbres, obviamente tuvo varios problemas. Luego de mucho ensayo y error logro entender como desenvolverse, claro que aun puede sonar como si fuera el cónsul de la humanidad pero solo si quiere.
Pues… digamos que eres único en el buen sentido, después de todo no existen dos seres iguales ¿verdad?
Sin duda el enano hechicero tendrá una adaptación más complicada pues su crianza fue muy diferente pero seguramente luego de varios años podrá pasar inadvertido, solo debe aprender algunas cosas más. No importa realmente pues es un chico listo, al final lograra dicho objetivo. Cuando deje de estar tan obsesionado con la muerte su transformación abra finalizado, eso puede tomar un poco más.
Si necesitas ayuda sabes donde vivo jeje.
Pronto esa conversación es opacada por un punto más importante, deben cotejar la información. Todos consiguen varias piezas del puzle así que pueden establecer una imagen general, buen trabajo investigativo. El joven mago crea una ilusión para facilitar el estudio de toda variable, las maquetas son para novatos. Cuando todos exponen sus puntos Chimar decide agregar más cosas.
Todo un hormiguero… debo agregar que algunas trampas modifican el entorno “literalmente”, si pasa demasiado tiempo podríamos quedar atrapados o muertos. Debemos movernos a velocidad constante y sobrellevar las runas sin detenernos.
Un asalto complicado para solo cuatro personas, pueden haber muchos efectivos enemigos allí dentro. La idea de sortear esas trampas molestas solo para caer bajo las armas de un contingente no suena agradable, esto debe hacerse con tacto e ingenio. Ya tienen suficientes datos para identificar el lugar, tampoco es que existan muchas iglesias enormes y abandonas conectadas a la red de catatumbas.
¿Oigan y si ponemos los números a nuestro favor para variar? Ya saben… un cuartel de guardias molestos contra la guarida de asesinos local… mientras la pelea ocurre arriba nosotros hacemos el trabajo discreto por abajo… ¿suena bien?
Como nuevo al parecer jeje.
Es curioso pero todos los presentes han recibido curaciones por parte de la elfa, mejor será no vociferarlo o puede comenzar a cobrar. Chimar termina su manzana mientras medita la pregunta de Dem, es raro escucharle hablar así. El inventor contiene una risa burlona incial al ver que su hermano mantiene la seriedad, parece que no esta bromeando. Mientras las mujeres finalizan sus detalles el brujo obtiene respuesta.
Ya llevas algo de tiempo en el "mundo real" así que debes saber cómo se manejan las cosas aquí… al menos un poco. Las personas tienden a ser muy dramáticas por lo que debes cuidar tus palabras, piensa mas antes de hablar y si notas que desagradara a alguien omite el comentario... si la situación lo amerita claro.
Algunos consejos que el mismo intelectual a puesto en práctica, esas palabras tienen mucha verdad. Maquiavelo en un punto estuvo igual que Dem, solo en un mundo que no comprendía. Cuando quedo en orfandad conocía muy poco de la sociedad y sus costumbres, obviamente tuvo varios problemas. Luego de mucho ensayo y error logro entender como desenvolverse, claro que aun puede sonar como si fuera el cónsul de la humanidad pero solo si quiere.
Pues… digamos que eres único en el buen sentido, después de todo no existen dos seres iguales ¿verdad?
Sin duda el enano hechicero tendrá una adaptación más complicada pues su crianza fue muy diferente pero seguramente luego de varios años podrá pasar inadvertido, solo debe aprender algunas cosas más. No importa realmente pues es un chico listo, al final lograra dicho objetivo. Cuando deje de estar tan obsesionado con la muerte su transformación abra finalizado, eso puede tomar un poco más.
Si necesitas ayuda sabes donde vivo jeje.
Pronto esa conversación es opacada por un punto más importante, deben cotejar la información. Todos consiguen varias piezas del puzle así que pueden establecer una imagen general, buen trabajo investigativo. El joven mago crea una ilusión para facilitar el estudio de toda variable, las maquetas son para novatos. Cuando todos exponen sus puntos Chimar decide agregar más cosas.
Todo un hormiguero… debo agregar que algunas trampas modifican el entorno “literalmente”, si pasa demasiado tiempo podríamos quedar atrapados o muertos. Debemos movernos a velocidad constante y sobrellevar las runas sin detenernos.
Un asalto complicado para solo cuatro personas, pueden haber muchos efectivos enemigos allí dentro. La idea de sortear esas trampas molestas solo para caer bajo las armas de un contingente no suena agradable, esto debe hacerse con tacto e ingenio. Ya tienen suficientes datos para identificar el lugar, tampoco es que existan muchas iglesias enormes y abandonas conectadas a la red de catatumbas.
¿Oigan y si ponemos los números a nuestro favor para variar? Ya saben… un cuartel de guardias molestos contra la guarida de asesinos local… mientras la pelea ocurre arriba nosotros hacemos el trabajo discreto por abajo… ¿suena bien?
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Níniel prestó atención a las distintas presentaciones de la información que tanto Vic como los chicos habían conseguido descubrir aunque no dijeron cómo, claro que tampoco importaba. Tras pasar el día interior horas y horas encerrada en los archivos del cuartel sin encontrar poco más que un puñado de notas y tras todo el miedo por lo ocurrido aquella mañana, para la peliblanca ver como aquellos pedazos de información encajaban unos con otros hasta resolver aquel enigma que tan alto precio se había cobrado hacía que un sentimiento de euforia creciera en su pecho casi hasta el punto de hacerla gritar para proclamar la victoria del grupo sobre sus enemigos. Menos mal que era una joven bastante educada y contenida porque la verdad era que a pesar de estar muy cerca de poder localizar aquel lugar casi sagrado para el puño carmesí, la cantidad de trampas y defensas resultaba abrumadora. Tanto que no pudo estar más de acuerdo con Chimar cuando éste propuso que se ocupara la guardia, aunque al final dicha idea añadía que ellos mismos debían de hacer una parte para nada exenta de riesgos.
-¿No debería ocuparse la guardia de todo?. Con toda esta información no solo les hemos dicho dónde buscar, también incluso cómo sortear las trampas. Ellos tienen hombres y mujeres fuertes y entrenados en combate y nosotros...Bueno, salvo por Alanna, somos una sanadora y dos niños...Sí, ya se que uno es un sorprendente brujo y otro un genio capaz de armar un arma con cuatro piezas del suelo...Pero la guardia podrá ocuparse.- Comentó la elfa esperando que no la consideraran una cobarde pues no lo era, pero si que era una chica bastante lógica que sabía hasta dónde llegaban sus habilidades y que desde luego distaba mucho de ser una de las feroces forestales de su hogar o una de las aguerridas centinelas.
Mientras hablaban Vic se había quedado en silencio y parecía darles vueltas a algo mientras miraba el boceto de la carta de Chimar y la "maqueta" ingeniosamente dispuesta por Demian con su magia de ilusión. De hecho Níniel estaba segura de que si se concentrara un poco más se podría escuchar a su mente trabajar. De repente, llegando incluso a sobresaltar a la peliblanca, se levantó de un salto del suelo causando que la naranja que tenía a medio comer en la mano salpicara un poco de su zumo en dirección al resto de los allí reunidos.
-Ya lo tengo, ya sé que templo es ese. Sabía que me sonaba de algo. Es el templo que los cristianos llaman la iglesia "De la divina promesa". No caí en la cuenta porque buscábamos templos abandonados...Y este no lo está. Está en el sur, junto a la muralla. He visto bastantes informes informando de problemas a sus alrededores ya que a veces dan limosna o reparten comida y hay por la zona bastantes mendigos y demás que causan problemas a los tenderos y vecinos locales. No me extrañaría que bajo sus suelos conectara con las catacumbas.-
Parecía bastante seguro de ello y en cierto modo tenía sentido que el lugar que buscaran no estuviese abandonado. La gente sospecharía si viese entrar y salir constantemente a individuos extraños de un templo sagrado abandonado, sin embargo si el lugar de culto se encontrara activo, sería tan fácil como hacerse pasar por creyentes y nadie sospecharía nada. Incluso por lo que la elfa sabía no era raro que lugares así permitieran a sus fieles rezar incluso por las noches. Resultaba ideal para cualquier grupo de maleantes.
-Debemos contárselo todo al padre de Alanna y al capitán de la guardia de inmediato, ellos sabrán cómo debe actuar la guardia. Seguramente dejemos de estar bajo sospecha y podamos volver a casa.-
-¿Informar de qué?-Dijo una fuerte voz masculina proveniente de la entrada a las despensas que de nuevo causó que la elfa se girara rápidamente y llevara una mano al lugar en el que bajo sus ropas escondía una daga. Enseguida identificó a aquel hombre, se trataba del capitán, pero si seguían sobresaltándola así iban a conseguir que al final le diera un ataque, bastante peliaguda era la situación para andar dando esos sobresaltos a una pobre elfa. -Espero que sea algo más que comentarme lo buena que es la comida de mi despensa.- Le habrían avisado de que por fín habían encontrado a Vic y se había acercado a comprobarlo él mismo. Aunque su tono de voz era serio en su rostro estaba claro que poco le importaban una hogaza de pan y un par de piezas de fruta pero no estaban las cosas para sonrisas paternales.-Me alegra que estés bien y que no seas un traidor Vic, serví con tu padre, un gran hombre, y no me hacía gracia la idea de tener que cortarte la cabeza.- Dijo antes de plantarse junto a ellos cuan alto e imponente era, esperando que le contaran lo que habían descubierto. Mientras los demás encontraban a Vic o encontraban información sobre el puño carmesí, Níniel había estado atendiendo heridos de modo que dejó que fuese otro quien pusiera al corriente al oficial, no tenía nada que ver que aquel hombre impusiera lo suyo, para nada. El capitán escuchó cuanto tenían que decirle en silencio, sin expresión alguna salvo el par de veces que se atusó la barba.
-Hoy habéis prestado un gran servicio a la guardia y a la ciudad. Desde este momento os considero libres de sospecha sobre este asunto. Enviaré de inmediato a mis hombres a ese lugar...Y vosotros iréis con ellos.- La cara de Níniel era todo un poema, pasó de la alegría de saberse libre a la incertidumbre. -Trampas, runas, sanación. Requiero de vuestros servicios. Alanna está bajo mis órdenes, no puede negarse, sin embargo vosotros...Tampoco. Por el poder que me ha otorgado la corona de Lunargenta, quedáis reclutados con carácter de emergencia. Alanna será vuestra inmediata superior. Pertrechaos y estad preparados para salir en diez minutos soldados. -Sin más comenzó a alejarse del lugar aunque antes de perderse de vista volvió a dirigirse a ellos. -Ah, y bienvenidos a la guardia.- Níniel había podido cerrar la boca por pura fuerza de voluntad porque realmente estaba en shock. Miró a su amiga humana ojiplática.
-Pero... Pero si ni siquiera soy humana. ¿Puede hacer eso?- Antes la peliblanca había dicho que la guardia podría ocuparse de aquel asunto, bien, pues era cierto.
-¿No debería ocuparse la guardia de todo?. Con toda esta información no solo les hemos dicho dónde buscar, también incluso cómo sortear las trampas. Ellos tienen hombres y mujeres fuertes y entrenados en combate y nosotros...Bueno, salvo por Alanna, somos una sanadora y dos niños...Sí, ya se que uno es un sorprendente brujo y otro un genio capaz de armar un arma con cuatro piezas del suelo...Pero la guardia podrá ocuparse.- Comentó la elfa esperando que no la consideraran una cobarde pues no lo era, pero si que era una chica bastante lógica que sabía hasta dónde llegaban sus habilidades y que desde luego distaba mucho de ser una de las feroces forestales de su hogar o una de las aguerridas centinelas.
Mientras hablaban Vic se había quedado en silencio y parecía darles vueltas a algo mientras miraba el boceto de la carta de Chimar y la "maqueta" ingeniosamente dispuesta por Demian con su magia de ilusión. De hecho Níniel estaba segura de que si se concentrara un poco más se podría escuchar a su mente trabajar. De repente, llegando incluso a sobresaltar a la peliblanca, se levantó de un salto del suelo causando que la naranja que tenía a medio comer en la mano salpicara un poco de su zumo en dirección al resto de los allí reunidos.
-Ya lo tengo, ya sé que templo es ese. Sabía que me sonaba de algo. Es el templo que los cristianos llaman la iglesia "De la divina promesa". No caí en la cuenta porque buscábamos templos abandonados...Y este no lo está. Está en el sur, junto a la muralla. He visto bastantes informes informando de problemas a sus alrededores ya que a veces dan limosna o reparten comida y hay por la zona bastantes mendigos y demás que causan problemas a los tenderos y vecinos locales. No me extrañaría que bajo sus suelos conectara con las catacumbas.-
Parecía bastante seguro de ello y en cierto modo tenía sentido que el lugar que buscaran no estuviese abandonado. La gente sospecharía si viese entrar y salir constantemente a individuos extraños de un templo sagrado abandonado, sin embargo si el lugar de culto se encontrara activo, sería tan fácil como hacerse pasar por creyentes y nadie sospecharía nada. Incluso por lo que la elfa sabía no era raro que lugares así permitieran a sus fieles rezar incluso por las noches. Resultaba ideal para cualquier grupo de maleantes.
-Debemos contárselo todo al padre de Alanna y al capitán de la guardia de inmediato, ellos sabrán cómo debe actuar la guardia. Seguramente dejemos de estar bajo sospecha y podamos volver a casa.-
-¿Informar de qué?-Dijo una fuerte voz masculina proveniente de la entrada a las despensas que de nuevo causó que la elfa se girara rápidamente y llevara una mano al lugar en el que bajo sus ropas escondía una daga. Enseguida identificó a aquel hombre, se trataba del capitán, pero si seguían sobresaltándola así iban a conseguir que al final le diera un ataque, bastante peliaguda era la situación para andar dando esos sobresaltos a una pobre elfa. -Espero que sea algo más que comentarme lo buena que es la comida de mi despensa.- Le habrían avisado de que por fín habían encontrado a Vic y se había acercado a comprobarlo él mismo. Aunque su tono de voz era serio en su rostro estaba claro que poco le importaban una hogaza de pan y un par de piezas de fruta pero no estaban las cosas para sonrisas paternales.-Me alegra que estés bien y que no seas un traidor Vic, serví con tu padre, un gran hombre, y no me hacía gracia la idea de tener que cortarte la cabeza.- Dijo antes de plantarse junto a ellos cuan alto e imponente era, esperando que le contaran lo que habían descubierto. Mientras los demás encontraban a Vic o encontraban información sobre el puño carmesí, Níniel había estado atendiendo heridos de modo que dejó que fuese otro quien pusiera al corriente al oficial, no tenía nada que ver que aquel hombre impusiera lo suyo, para nada. El capitán escuchó cuanto tenían que decirle en silencio, sin expresión alguna salvo el par de veces que se atusó la barba.
-Hoy habéis prestado un gran servicio a la guardia y a la ciudad. Desde este momento os considero libres de sospecha sobre este asunto. Enviaré de inmediato a mis hombres a ese lugar...Y vosotros iréis con ellos.- La cara de Níniel era todo un poema, pasó de la alegría de saberse libre a la incertidumbre. -Trampas, runas, sanación. Requiero de vuestros servicios. Alanna está bajo mis órdenes, no puede negarse, sin embargo vosotros...Tampoco. Por el poder que me ha otorgado la corona de Lunargenta, quedáis reclutados con carácter de emergencia. Alanna será vuestra inmediata superior. Pertrechaos y estad preparados para salir en diez minutos soldados. -Sin más comenzó a alejarse del lugar aunque antes de perderse de vista volvió a dirigirse a ellos. -Ah, y bienvenidos a la guardia.- Níniel había podido cerrar la boca por pura fuerza de voluntad porque realmente estaba en shock. Miró a su amiga humana ojiplática.
-Pero... Pero si ni siquiera soy humana. ¿Puede hacer eso?- Antes la peliblanca había dicho que la guardia podría ocuparse de aquel asunto, bien, pues era cierto.
- Spoiler:
Pertrechaos, coged, equipo, hierbas, armas, lo que vayáis a necesitar. Puede que nos salve la vida.
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Mientras seguía comiendo, muerta de hambre por la perdida de sangre anterior, prestó atención a lo que tanto Demian como Chimar habían podido encontrar, conociendo al brujo, prefierio no hacer preguntas del modo en el que había recogido la información, porque, visto lo visto, bien podría ser motivo de detención, en el caso del chiquillo, prefería mantenerse en la inopia sobre esos temas.
El niño había mejorado mucho en cuanto a su talento en magia, la ultima vez que se habían visto era a penas un chiquillo que acababa de empezar a andar, y en ese instante presentaba una asombrosa maqueta a escala de lo que, a su parecer, era una iglesia. La chica podría apostar que había visto ese templo cientos de veces, pero... ¿Dónde? no era capaz de recordarlo. Sin embago, los datos acerca de trampas, runas y diferentes trucos, no la animaban a acercarse a ese sitio.
Cuando empezó a morder una manzana, Níniel perdió los nervios. La chica sonrió compasiva, entendía el punto de vista de la chica, sin embargo, ya estaban metidos hasta el cuello. Alanna se alzó del suelo donde se había vuelto a sentar y tocó el brazo de la chica, intentando calmarla, sin embargo, VIc fue más rápido, y de un salto tal que hizo dar un respingo a Alanna, sorprendiendola, comenzó a hablar.
- Cierto, yo también he pasado por allí, y creo que Genevive me comentó algo sobre eso, ¿esa no era su zona asignada esta semana?- Pregunto a sabiendas de que, desde que oyese eso, no había vuelto a ver a la chica, comenzando a preocuparse.
En cuanto su amiga empezaba a ponerse nuevamente nerviosa, cuando Alanna ya se dirigía a la puerta en busca de su padrastro u algún otro oficial, entró el capitán. La guarda se tensó y saludó como era costumbre frene a un oficial superior, que preguntó por sus planes, mirando de modo cambiante a Vic, que parecía estar ya perfectamente, y a la propia Alanna, cubierta de sangre. Su cara era seria, pero su tono, paternal.
- Señor- dijo Alanna tomando la iniciativa- Pensamos haber encontrado la base de los traidores, creemos que forman parte de un peigroso grupo que se reune en la "Iglesia de la Divina Promesa" y si no nos equivocamos, bueno, si no se equivocan, cosa que, si me permite decir, dudo que hagan, pues son de las mentes más brillantes que encontrará, el lugar es un nido de trampas.- informó con seriedad, dandoles el credito a quienes realmente lo merecían, pues eran Vic, Demian y Chimar quienes habían encontrado la información.
Cuando finalizó el informe, se retiró un par de pasos, tragando saliva, nerviosa por la expresión del hombre, nunca era bueno verle tan serio, y su temor no tardó en verse confirmado. Los cuatro, ella por no tener más remedio, y Níniel, Chimar y Demian por ser reclutados en situación de peligro inminente, debían presentarse frente a la Iglesia dispuestos para la infiltración y la lucha, y, para colmo, ella sería la superior directa de los nuevos recultas.
La guarda tomó aire y tragó saliva, nerviosa, debía ser una broma, no sabía dar ordenes, era una inutil para ello, ella acostumbraba a acatarlas, no le interesaba tener bajo su mando a nadie, sobretodo porque, si debía guiar a alguien, quería decri que era su responsabilidad cuidarlos, si salían heridos, sería su causa, si metían la pata, también. Sin embargo, asintió tomado fuerzas y con esperanzas de que no sucediera nada.
- Si señor.- Asintió mientras el hombre se retiraba, escuchando la protesta de Níniel a sus espaldas.- Te sorprenderías- sonrió la chica pensando en Lord Treki, el elfo que había llegado a ser importante por meritos más que propios. - Tranquila, tranquilos, todo saldrá bien, confiad en mi, solo hace falta que trabajemos juntos.- Intentó alentar a los presentes.- Vayamos a prepararnos, os dare armaduras y armas a todos, cuanto mejor preparados vayamos, más posibilidades de salir ilesos.- Dijo antes de iniciar el camino a la armería.
La sala era inmensa, repleta de armas de todo tipo, desde simples herramientas de práctica a armas de gran calidad y precisión. Tomó varias cuerdas y venenos de un estante reservado unicamente para los de su división, cogió seis dagas y dos arneses, uno para el pcho, que se colocó sobre su armadura de cuero, donde metió dos de ellas. otro fue a parar a las piernas, y metio otras dos, y las últimas fueron a parar a las botas.
En el ultimo momento, recordó que tenía la camisa rota, y, quitandose arnés y coraza, tomó una camisa de un armario de la armería y se cambió con rapidez, tranquila al ser los únicos que se hayaban dentro del cuarto en ese momento, poniendose la protección y las armas nuevamente. Siguió buscando que más tomar del lugar, y decidió que un gancho sería util si debía escalar alguna pared. Finalmente, armada hasta los dientes, tomó un bastón y se lo puso a la espalda, era de un metal ligero, no costaba de trasportar, pero daba unos golpes como pocos objetos podían dar.
Por fin, decidida a no tomar más cosas, o se acabaría llevando el cuarto entero sobre ella, esperó a que los demás estuvieran listos para cerrar la puerta y salir en la dirección marcada, los desastres provocados por ese grupo armado acababan ahí. Y ella se encanrgaría de eso personalmente, ya que el recuerdo de los compañeros caidos aun bullia con fuerza en su mente y latía con potencia en su corazón.
El niño había mejorado mucho en cuanto a su talento en magia, la ultima vez que se habían visto era a penas un chiquillo que acababa de empezar a andar, y en ese instante presentaba una asombrosa maqueta a escala de lo que, a su parecer, era una iglesia. La chica podría apostar que había visto ese templo cientos de veces, pero... ¿Dónde? no era capaz de recordarlo. Sin embago, los datos acerca de trampas, runas y diferentes trucos, no la animaban a acercarse a ese sitio.
Cuando empezó a morder una manzana, Níniel perdió los nervios. La chica sonrió compasiva, entendía el punto de vista de la chica, sin embargo, ya estaban metidos hasta el cuello. Alanna se alzó del suelo donde se había vuelto a sentar y tocó el brazo de la chica, intentando calmarla, sin embargo, VIc fue más rápido, y de un salto tal que hizo dar un respingo a Alanna, sorprendiendola, comenzó a hablar.
- Cierto, yo también he pasado por allí, y creo que Genevive me comentó algo sobre eso, ¿esa no era su zona asignada esta semana?- Pregunto a sabiendas de que, desde que oyese eso, no había vuelto a ver a la chica, comenzando a preocuparse.
En cuanto su amiga empezaba a ponerse nuevamente nerviosa, cuando Alanna ya se dirigía a la puerta en busca de su padrastro u algún otro oficial, entró el capitán. La guarda se tensó y saludó como era costumbre frene a un oficial superior, que preguntó por sus planes, mirando de modo cambiante a Vic, que parecía estar ya perfectamente, y a la propia Alanna, cubierta de sangre. Su cara era seria, pero su tono, paternal.
- Señor- dijo Alanna tomando la iniciativa- Pensamos haber encontrado la base de los traidores, creemos que forman parte de un peigroso grupo que se reune en la "Iglesia de la Divina Promesa" y si no nos equivocamos, bueno, si no se equivocan, cosa que, si me permite decir, dudo que hagan, pues son de las mentes más brillantes que encontrará, el lugar es un nido de trampas.- informó con seriedad, dandoles el credito a quienes realmente lo merecían, pues eran Vic, Demian y Chimar quienes habían encontrado la información.
Cuando finalizó el informe, se retiró un par de pasos, tragando saliva, nerviosa por la expresión del hombre, nunca era bueno verle tan serio, y su temor no tardó en verse confirmado. Los cuatro, ella por no tener más remedio, y Níniel, Chimar y Demian por ser reclutados en situación de peligro inminente, debían presentarse frente a la Iglesia dispuestos para la infiltración y la lucha, y, para colmo, ella sería la superior directa de los nuevos recultas.
La guarda tomó aire y tragó saliva, nerviosa, debía ser una broma, no sabía dar ordenes, era una inutil para ello, ella acostumbraba a acatarlas, no le interesaba tener bajo su mando a nadie, sobretodo porque, si debía guiar a alguien, quería decri que era su responsabilidad cuidarlos, si salían heridos, sería su causa, si metían la pata, también. Sin embargo, asintió tomado fuerzas y con esperanzas de que no sucediera nada.
- Si señor.- Asintió mientras el hombre se retiraba, escuchando la protesta de Níniel a sus espaldas.- Te sorprenderías- sonrió la chica pensando en Lord Treki, el elfo que había llegado a ser importante por meritos más que propios. - Tranquila, tranquilos, todo saldrá bien, confiad en mi, solo hace falta que trabajemos juntos.- Intentó alentar a los presentes.- Vayamos a prepararnos, os dare armaduras y armas a todos, cuanto mejor preparados vayamos, más posibilidades de salir ilesos.- Dijo antes de iniciar el camino a la armería.
La sala era inmensa, repleta de armas de todo tipo, desde simples herramientas de práctica a armas de gran calidad y precisión. Tomó varias cuerdas y venenos de un estante reservado unicamente para los de su división, cogió seis dagas y dos arneses, uno para el pcho, que se colocó sobre su armadura de cuero, donde metió dos de ellas. otro fue a parar a las piernas, y metio otras dos, y las últimas fueron a parar a las botas.
En el ultimo momento, recordó que tenía la camisa rota, y, quitandose arnés y coraza, tomó una camisa de un armario de la armería y se cambió con rapidez, tranquila al ser los únicos que se hayaban dentro del cuarto en ese momento, poniendose la protección y las armas nuevamente. Siguió buscando que más tomar del lugar, y decidió que un gancho sería util si debía escalar alguna pared. Finalmente, armada hasta los dientes, tomó un bastón y se lo puso a la espalda, era de un metal ligero, no costaba de trasportar, pero daba unos golpes como pocos objetos podían dar.
Por fin, decidida a no tomar más cosas, o se acabaría llevando el cuarto entero sobre ella, esperó a que los demás estuvieran listos para cerrar la puerta y salir en la dirección marcada, los desastres provocados por ese grupo armado acababan ahí. Y ella se encanrgaría de eso personalmente, ya que el recuerdo de los compañeros caidos aun bullia con fuerza en su mente y latía con potencia en su corazón.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
La respuesta de Chimar seguro le daría para pensar, pero tendría que ser en otro momento. Por ahora tenían asuntos más urgentes que ocuparse que su "rareza" y falta de tacto.
Las opiniones fueron y vinieron, Níniel no quería involucrarse más allá, dejando el asunto en manos de la Guardia, mientras Chimar optaba más bien por un punto intermedio. A Demian no le gustaba ninguno de los anteriores, prefería el efectivo enfoque de su orden, infiltrar un par de expertos en la noche, matar a las piezas claves y salir sin ser visto, nada de combates masivos o asuntos bélicos.
—Hasta el árbol más frondoso t-tiene puntos débiles —mencionó, pero la conversación se vio interrumpida tanto por el joven bibliotecario como por el capitán de la guardia.
Su arrogancia al reclutarlos no cayó nada de bien al chico, quien, si bien había crecido en un ambiente jerárquico, debía lealtad sólo a su orden y a los Gorriones. En particular, la Guardia de Lunargenta no era de sus facciones preferidas.
—No cometa errores que le p-pu-puedan hacer quedar en ridículo más tarde, soldado —dijo con su ya recurrente falta de tacto— , no soy ni seré miembro de la g-guardia. Sin embargo, iré a ese lugar por mi p-propia iniciativa. No se puede dejar un trabajo tan delicado en manos de la g-guardia.
Si los brujos tenían fama de arrogantes y orgullosos, Demian acababa de sumar esos adjetivos a la opinión que podían tener los presentes sobre él, sin embargo por algún motivo el anciano guerrero no pareció enfadado, sino que siguió su camino. Quizás sólo ignoraba los berrinches de un niño, pero parecía haber también un poco de respeto a quien era capaz de plantarle cara de pleno derecho. No era menor considerar que hace menos de 24 horas ese niño había puesto sus dagas apuntándole directamente a su más delicada arma.
Demian miró a Alanna. No había odio hacia ella, la recordaba con cariño, pero aún así quería que quedara claro el mensaje.
—Y eso significa que no t-te reconozco como superior —le dijo a la joven— , pero puedes conformarte con 'amiga'.
El chico tenía un carácter complicado, sin duda, pero quienes le conocían sabían que si había una virtud destacable en su forma de ser era su lealtad. Si llamaba a alguien amigo significaba que lo protegería a muerte.
A continuación dejó la sala para ir en busca de los guardias de portería, exigiendo de vuelta sus armas. Considerando que el capitán los había nombrado para una misión, no había objeción significativa, así que pronto estuvo armado con su propio equipamiento. No sacó nada del cuartel, una armadura no sólo no le hubiera quedado, sino que limitaría su movimiento, mientras que las pesadas armas de los soldados no le servirían de nada. Fuera de todo ello, había orgullo también.
Lo que sí utilizó fue el taller de venenos. No tomó veneno alguno de la propia guardia, pero sí recurrió a algunos ingredientes presentes, en especial esencia de serpie bicéfala, lo que mezcló con un par de gotas de flores venenosas. El veneno del reptil era de manejo delicado, ya que una vez mezclado el proveniente de cada cabeza se activaba su efecto, pero pronto se descomponía, pero considerando que lo necesitaría dentro del mismo día lo mezcló de inmediato, viendo con fascinación el cambio de tono de la mezcla al activarse las enzimas.
Ya preparado volvió con sus compañeros.
Off 1: Les dije que podían saltarme, perdón por la demora.
Off 2: Demian usó su habilidad de Trampas y Venenos.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Las ideas fluyen como el agua de un rio, todos tienen algo que decir. Técnicamente han logrado un buen trabajo investigativo y ahora se encuentran en los planes previos a una intervención, complicado con todo el sentido de la palabra. Chimar termina su comida rápido, resulta increíble lo mucho que le gustan las manzanas, esa específica combinación de sabores le encanta.
Níniel está algo tensa y lo demuestra en varias ocasiones, no es para menos teniendo en cuenta lo vivido hasta ahora, no todos los días despiertas el interés asesino de una organización secreta. Lo bueno de todo es que tienen la posibilidad de contraatacar, obviamente eso significa más problemas adquiridos pero nada es perfecto en el mundo, con excepción de la ciencia claro.
Interesante.
Vic lanza información relevante luego de poner en alerta a todos, finalmente conocen la localización exacta del reducto enemigo. Tener un nido de serpientes en plena ciudad no es para nada alentador pero resulta imposible mantener el control hegemónico en cualquier capital superpoblada, por lo menos no tienen que someterse a un largo y tedioso viaje para llegar al destino objetivo.
En ese momento aparece una figura de peso y por alguna jugarreta del destino recluta a todos los presentes, la vida da muchas vueltas. Dejando de lado la impresionante ironía que significa poner en servicio a un par de rateros y una elfa la situación acaba de evolucionar, que sea algo bueno o malo es un aspecto de perspectiva. Ahora oficialmente el grupo es un brazo secundario de la guardia.
Quien lo diría…
Dem muestra su típica actitud rebelde pero afortunadamente no despierta la cólera del oficial superior, es una suerte que siga siendo tan pequeño. Si continua así es muy probable que no sobreviva la adolescencia, no se puede ir por el mundo haciendo enemigos… o no se debería. Quizás mas adelante aprenda una valiosa lección, que la gente puede ser buena también.
En realidad nadie se muestra muy entusiasmado por la medida del sujeto, menudo comportamiento. Chimar siente un poco de alivio por tener una institución armada como resguardo, ahora el puño rojo tendrá que pasar sobre mucha más gente para llegar hasta él. A vísperas de una guerra total eso puede significar la diferencia entre vivir o morir, o quedar vivo en buenas y agradables condiciones.
Dejando todo de lado es momento de equiparse, Alanna les conduce hasta el arsenal. El inventor emite un gesto de aburrimiento, muchas antigüedades juntas. La guardia no se caracteriza por tener cosas de vanguardia, su equipo es prehistórico. Teniendo en cuenta que es mejor usar lo que se tiene el niño rebusca algunos objetos de interés, tal vez encuentre algo funcional debajo de tantas tonterías.
Las armaduras y armas de dos manos quedan descartadas por obvias razones, toda la amplia gama de artículos a distancia también, nadie crea cosas para matar en tamaño infantil. Al final se coloca un par de brazales de cuero duro y dos espinilleras, pueden resultar útiles. Toma una espada corta por motivos prácticos, es suficientemente liviana para ser usada por cualquier pequeño y tiene más potencial que la daga ligera. Como toque final se lleva algunas botellas de veneno, no es su rama de especialidad pero untar un virote lo puede hacer cualquiera.
Listo.
Nada más que valor agregado, técnicamente solo necesita su ballesta pero nunca viene mal aumentar el equipo. Seguirá el liderato de su amiga guerrera en esta empresa, valora la experiencia en combate. Claro que si descubre algo pertinente intervendrá como es debido, no se puede mantener a un científico quieto ni callado. Sea como sea el trabajo de verdad comenzara en breve con todo lo que implica.
Níniel está algo tensa y lo demuestra en varias ocasiones, no es para menos teniendo en cuenta lo vivido hasta ahora, no todos los días despiertas el interés asesino de una organización secreta. Lo bueno de todo es que tienen la posibilidad de contraatacar, obviamente eso significa más problemas adquiridos pero nada es perfecto en el mundo, con excepción de la ciencia claro.
Interesante.
Vic lanza información relevante luego de poner en alerta a todos, finalmente conocen la localización exacta del reducto enemigo. Tener un nido de serpientes en plena ciudad no es para nada alentador pero resulta imposible mantener el control hegemónico en cualquier capital superpoblada, por lo menos no tienen que someterse a un largo y tedioso viaje para llegar al destino objetivo.
En ese momento aparece una figura de peso y por alguna jugarreta del destino recluta a todos los presentes, la vida da muchas vueltas. Dejando de lado la impresionante ironía que significa poner en servicio a un par de rateros y una elfa la situación acaba de evolucionar, que sea algo bueno o malo es un aspecto de perspectiva. Ahora oficialmente el grupo es un brazo secundario de la guardia.
Quien lo diría…
Dem muestra su típica actitud rebelde pero afortunadamente no despierta la cólera del oficial superior, es una suerte que siga siendo tan pequeño. Si continua así es muy probable que no sobreviva la adolescencia, no se puede ir por el mundo haciendo enemigos… o no se debería. Quizás mas adelante aprenda una valiosa lección, que la gente puede ser buena también.
En realidad nadie se muestra muy entusiasmado por la medida del sujeto, menudo comportamiento. Chimar siente un poco de alivio por tener una institución armada como resguardo, ahora el puño rojo tendrá que pasar sobre mucha más gente para llegar hasta él. A vísperas de una guerra total eso puede significar la diferencia entre vivir o morir, o quedar vivo en buenas y agradables condiciones.
Dejando todo de lado es momento de equiparse, Alanna les conduce hasta el arsenal. El inventor emite un gesto de aburrimiento, muchas antigüedades juntas. La guardia no se caracteriza por tener cosas de vanguardia, su equipo es prehistórico. Teniendo en cuenta que es mejor usar lo que se tiene el niño rebusca algunos objetos de interés, tal vez encuentre algo funcional debajo de tantas tonterías.
Las armaduras y armas de dos manos quedan descartadas por obvias razones, toda la amplia gama de artículos a distancia también, nadie crea cosas para matar en tamaño infantil. Al final se coloca un par de brazales de cuero duro y dos espinilleras, pueden resultar útiles. Toma una espada corta por motivos prácticos, es suficientemente liviana para ser usada por cualquier pequeño y tiene más potencial que la daga ligera. Como toque final se lleva algunas botellas de veneno, no es su rama de especialidad pero untar un virote lo puede hacer cualquiera.
Listo.
Nada más que valor agregado, técnicamente solo necesita su ballesta pero nunca viene mal aumentar el equipo. Seguirá el liderato de su amiga guerrera en esta empresa, valora la experiencia en combate. Claro que si descubre algo pertinente intervendrá como es debido, no se puede mantener a un científico quieto ni callado. Sea como sea el trabajo de verdad comenzara en breve con todo lo que implica.
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Níniel no esperaba que Alanna fuera a replicarle a su superior, al menos no delante de alguien más y arriesgarse a recibir una reprimenda por minar su autoridad por mucho que su acción reclutando a todo el grupo fuera cuestionable como poco, pero al menos si que le hubiera gustado que le dijera algo más, que se mostrara más comprensiva y la ayudara a calmar los ánimos aunque fuera recordando a la peliblanca que no era la primera vez que había trabajado para la guardia, aunque nunca de un modo tan directo y siempre por extrañas carambolas cósmicas. Más inesperado resultaba que los dos niños aceptaran la nueva situación y se lo tomaran tan bien. Chimar apenas dijo nada y Demian, a pesar de tener uno de sus prontos, lo encajó correctamente o de lo contrario ya habría usado alguno de sus trucos para salir de allí aunque hubiese tenido que pasar por encima de media guarnición. Parecía que la sacerdotisa no podía negarse tampoco, pero eso no significaba que le gustase o que lo aprobara y tras negar lentamente con la cabeza en silencio siguió a su amiga hasta el arsenal.
Níniel no sabía manejar espada, hacha o lanza por lo que una vez allí rápidamente pudo descartar la gran mayoría de opciones de armamento disponibles, además carecía de las habilidades y la fuerza necesaria para portar escudos salvo los más pequeños y ligeros de estilo broquel o rodela. El lugar también tenía una sección destinada a piezas de protección y armaduras que sí atrajeron la atención de la peliblanca pues con todo lo vivido aquel día bien iba a necesitar algo que pudiese evitar que la ensartaran o que pudiese desviar un proyectil y evitar que se clavara en su pecho, por desgracia a los humanos solían gustarles piezas demasiado pesadas. Níniel miró a Alanna, pensando en que lo mejor sería que ella decidiera qué equipo podría servirle pero al hacerlo pudo ahorrarse la vergüenza de declarar públicamente que era una negada en aquel campo. La humana tenía ante si un equipo mucho más apto para personas de su complexión y no solo eso si no que además abundaban las diseñadas para mujeres. Aquella sección del arsenal daba la sensación de ser un mundo aparte, más oscuro, más a la sombra, incluso el lugar dentro del edificio parecía un discreto rinconcito.
La joven revisó las distintas piezas, buscando a ojo una que pudiera servirle más que la más adecuada para sus necesidades pues de poco iba a servirle ni siquiera una armadura élfica si no podía respirar con ella puesta o si le iba grande. Finalmente encontró una de cuero negro y tachones de metal con la que pensó que podía haber dado en el clavo y comenzó a ponérsela por encima del vestido que Alanna le había prestado, solo para comprobar que colocada de esa manera no iba a poder moverse con soltura, quizá por encima de una de sus finas túnicas sí, pero con aquel vestido no. La sacerdotisa vio como a su lado Alanna se desprendía de su camisa sin pudor para cambiarla por una nueva y, aunque roja, contagiada de su atrevimiento, echando antes un tímido vistazo para comprobar que no hubiese nadie más por allí a parte de ellos cuatro, retiró los tirantes de sus hombros y deslizó su vestido hasta el suelo con cuidado sustituyéndolo por la armadura. Le estaba algo justa de pecho pero por lo demás casi parecía diseñada para ella y podía moverse con soltura que era lo más importante.
-Ya que has perdido una camisa, al menos salvamos el vestido ¿No te parece?- Le comentó a la humana permitiendo que revisara que todas las cinchas y correas estuviesen bien ajustadas aún con cierto rubor en sus mejillas y esperando que no hubiese comentarios al respecto de su impropia exhibición, especialmente de Demian, pues no sería sensato volver a llamarla gorda rodeada como estaba la elfa de armas. -Mientras acabáis iré a la enfermería a por algunas cosas.- Les dijo a los demás recogiendo de aquel lugar solo su bastón y su daga, ningún arma más, aunque tentada estuvo de coger un arco con los que si bien no era ninguna experta, al menos sabía disparar.
De camino a la enfermería notó como la mirada de más de uno de los soldados se posaba en ella pero ya estaba más que acostumbrada a esa clase de miradas de humanos hechos a que sus mujeres estuvieran tapadas desde la cabeza hasta los tobillos. Durante muchos días desde la primera vez que la peliblanca llegó a Lunargenta fue igualmente tapada y hasta con la capucha de la capa echada, pero conforme ganó en confianza tomó la decisión de no ocultar lo que era ni de dónde venía...Así como la de evitar los barrios donde los hombres no se conformaban con mirar si estaba sola. Ya en la enfermería llenó su bolsa con vendas y algo de material médico así como con algunos frascos de pociones curativas que esperaba de corazón no necesitar aunque su cabeza la instaba a seguir cogiendo más. Ya totalmente preparada se reunió con los demás en el patio de armas donde el capitán ya les esperaba.
-No podemos perder más tiempo, iréis con este grupo de soldados y os reuniréis con el resto cerca de ese templo. Recordad a los camaradas perdidos y cumplid con vuestro deber.- Níniel no supo si el capitán quería darles ánimo y fuerzas al recordar a los compañeros de armas lamentablemente fallecidos, como sería el caso si quien dijera esas palabras fuera su padre y el modo de actuar de su clan familiar o si estaba haciendo una llamada a la venganza. Trató de cruzar su mirada con la de Alanna esperando no encontrar sed de sangre en sus ojos, al menos no en ella, el resto de soldados le daban igual.
Contando con ellos, aquel grupo estaba formado por doce miembros a los que habría que sumar los que ya estuvieran desplegados en la zona. Aquello le daba a la peliblanca una extraña sensación de seguridad y confianza basada en el número y un compañerismo no menos extraño pues no conocía a ninguno de aquellos hombres. Se desplazaban a pie y al menos los guardias lo hacían en formación, moviéndose de forma más o menos sincronizada los unos con los otros aunque en silencio. Salieron de altaciudad y entraron en los barrios populares de Lunargenta donde su paso levantó no pocos cuchicheos de los ciudadanos que les miraban y señalaban de forma mal disimulada. Si no eran los primeros que pasaban por allí era normal, los vecinos debían de saber que algo gordo estaba por ocurrir, muy posiblemente algo malo si la guardia estaba implicada. Si aquellas gentes no se encerraban ya en sus casas era porque la curiosidad era una poderosa tentación...Una que podría llegar a ser peligrosa. Quizá sería buena idea que alguien les avisara del peligro.
Finalmente llegaron a las cercanías de la iglesia. La torre del campanario resultaba visible e intimidante incluso desde la distancia cuando aparecía entre los edificios y casas de la zona, entrecortada. Al acercarse un poco más se situaron en una calle desde donde tenían una línea de visión clara de la entrada del recinto sagrado y desde donde se podía contemplar su hermosa aunque mal envejecida fachada. Con su vista de elfa Níniel podía distinguir los detalles del pórtico, la representación de criaturas del averno que buscaban simbolizar el mal de fuera en contraposición al bien y la gloria del dios de los cristianos que albergaba el interior...Irónicamente parecía que su dios había abandonado aquel lugar a su suerte hacía mucho y ahora había demonios más peligrosos dentro que fuera. La fachada contaba también con dos vidrieras, una a cada lado del pórtico. que ya apenas conservaban unos pocos de los cristales tintados. Desde donde estaban ellos hasta la entrada del templo había una plaza amplia con el suelo empedrado libre de obstáculos. Parecía que no mucho tiempo antes la plaza había tenido árboles para embellecerla pero alguien los había cortado, los tocones eran visibles y aún había astillas, ramas y hojas por el suelo. El lugar estaba casi vacío, salvo por un par de pequeños grupos de mendigos cerca de la entrada principal y un par más de desventurados que parecían estar tratando de arreglar algo, Níniel no podía ver qué, bajo la sombra que proyectaba el campanario.
-Veo que te has dado cuenta elfa.- Dijo una voz cercana que sobresaltó a la peliblanca y la sacó de sus reflexivas observaciones. -Esos bastardos han talado los árboles para eliminar obstáculos que entorpezcan su vigilancia. Si vigilan desde el campanario, cosa que harán salvo que sean imbéciles...Nos verán en cuanto asomemos la cabeza. Paredes de piedra gruesa, altura, ventanales desde donde dispararnos...Esto prácticamente será como tomar un castillo, perderemos muchos hombres.- Se trataba de un humano de unos treinta años con barba media muy cuidada y una armadura pulida con esmero. Su mirada delataba inteligencia y valentía pero también arrogancia, aunque eso no le restaba demasiados puntos como para dejar de resultar bastante atractivo. -Me alegra ver que contamos contigo gata- Añadió sonriendo a Alanna mostrando todos los dientes. -¿Estos son los nuevos reclutas?. Cada vez más jóvenes...Y más elfos...Aunque de eso no me puedo quejar al veros mi señora.- Finalizó tomando la mano de la elfa y volviendo a mostrar esa amplia, amplísima sonrisa, causando que la peliblanca se ruborizara y mirara a los demás como queriendo decir. "Me está tocando, ha cogido mi mano...Ayudaaaa".
Níniel no sabía manejar espada, hacha o lanza por lo que una vez allí rápidamente pudo descartar la gran mayoría de opciones de armamento disponibles, además carecía de las habilidades y la fuerza necesaria para portar escudos salvo los más pequeños y ligeros de estilo broquel o rodela. El lugar también tenía una sección destinada a piezas de protección y armaduras que sí atrajeron la atención de la peliblanca pues con todo lo vivido aquel día bien iba a necesitar algo que pudiese evitar que la ensartaran o que pudiese desviar un proyectil y evitar que se clavara en su pecho, por desgracia a los humanos solían gustarles piezas demasiado pesadas. Níniel miró a Alanna, pensando en que lo mejor sería que ella decidiera qué equipo podría servirle pero al hacerlo pudo ahorrarse la vergüenza de declarar públicamente que era una negada en aquel campo. La humana tenía ante si un equipo mucho más apto para personas de su complexión y no solo eso si no que además abundaban las diseñadas para mujeres. Aquella sección del arsenal daba la sensación de ser un mundo aparte, más oscuro, más a la sombra, incluso el lugar dentro del edificio parecía un discreto rinconcito.
La joven revisó las distintas piezas, buscando a ojo una que pudiera servirle más que la más adecuada para sus necesidades pues de poco iba a servirle ni siquiera una armadura élfica si no podía respirar con ella puesta o si le iba grande. Finalmente encontró una de cuero negro y tachones de metal con la que pensó que podía haber dado en el clavo y comenzó a ponérsela por encima del vestido que Alanna le había prestado, solo para comprobar que colocada de esa manera no iba a poder moverse con soltura, quizá por encima de una de sus finas túnicas sí, pero con aquel vestido no. La sacerdotisa vio como a su lado Alanna se desprendía de su camisa sin pudor para cambiarla por una nueva y, aunque roja, contagiada de su atrevimiento, echando antes un tímido vistazo para comprobar que no hubiese nadie más por allí a parte de ellos cuatro, retiró los tirantes de sus hombros y deslizó su vestido hasta el suelo con cuidado sustituyéndolo por la armadura. Le estaba algo justa de pecho pero por lo demás casi parecía diseñada para ella y podía moverse con soltura que era lo más importante.
-Ya que has perdido una camisa, al menos salvamos el vestido ¿No te parece?- Le comentó a la humana permitiendo que revisara que todas las cinchas y correas estuviesen bien ajustadas aún con cierto rubor en sus mejillas y esperando que no hubiese comentarios al respecto de su impropia exhibición, especialmente de Demian, pues no sería sensato volver a llamarla gorda rodeada como estaba la elfa de armas. -Mientras acabáis iré a la enfermería a por algunas cosas.- Les dijo a los demás recogiendo de aquel lugar solo su bastón y su daga, ningún arma más, aunque tentada estuvo de coger un arco con los que si bien no era ninguna experta, al menos sabía disparar.
De camino a la enfermería notó como la mirada de más de uno de los soldados se posaba en ella pero ya estaba más que acostumbrada a esa clase de miradas de humanos hechos a que sus mujeres estuvieran tapadas desde la cabeza hasta los tobillos. Durante muchos días desde la primera vez que la peliblanca llegó a Lunargenta fue igualmente tapada y hasta con la capucha de la capa echada, pero conforme ganó en confianza tomó la decisión de no ocultar lo que era ni de dónde venía...Así como la de evitar los barrios donde los hombres no se conformaban con mirar si estaba sola. Ya en la enfermería llenó su bolsa con vendas y algo de material médico así como con algunos frascos de pociones curativas que esperaba de corazón no necesitar aunque su cabeza la instaba a seguir cogiendo más. Ya totalmente preparada se reunió con los demás en el patio de armas donde el capitán ya les esperaba.
-No podemos perder más tiempo, iréis con este grupo de soldados y os reuniréis con el resto cerca de ese templo. Recordad a los camaradas perdidos y cumplid con vuestro deber.- Níniel no supo si el capitán quería darles ánimo y fuerzas al recordar a los compañeros de armas lamentablemente fallecidos, como sería el caso si quien dijera esas palabras fuera su padre y el modo de actuar de su clan familiar o si estaba haciendo una llamada a la venganza. Trató de cruzar su mirada con la de Alanna esperando no encontrar sed de sangre en sus ojos, al menos no en ella, el resto de soldados le daban igual.
Contando con ellos, aquel grupo estaba formado por doce miembros a los que habría que sumar los que ya estuvieran desplegados en la zona. Aquello le daba a la peliblanca una extraña sensación de seguridad y confianza basada en el número y un compañerismo no menos extraño pues no conocía a ninguno de aquellos hombres. Se desplazaban a pie y al menos los guardias lo hacían en formación, moviéndose de forma más o menos sincronizada los unos con los otros aunque en silencio. Salieron de altaciudad y entraron en los barrios populares de Lunargenta donde su paso levantó no pocos cuchicheos de los ciudadanos que les miraban y señalaban de forma mal disimulada. Si no eran los primeros que pasaban por allí era normal, los vecinos debían de saber que algo gordo estaba por ocurrir, muy posiblemente algo malo si la guardia estaba implicada. Si aquellas gentes no se encerraban ya en sus casas era porque la curiosidad era una poderosa tentación...Una que podría llegar a ser peligrosa. Quizá sería buena idea que alguien les avisara del peligro.
Finalmente llegaron a las cercanías de la iglesia. La torre del campanario resultaba visible e intimidante incluso desde la distancia cuando aparecía entre los edificios y casas de la zona, entrecortada. Al acercarse un poco más se situaron en una calle desde donde tenían una línea de visión clara de la entrada del recinto sagrado y desde donde se podía contemplar su hermosa aunque mal envejecida fachada. Con su vista de elfa Níniel podía distinguir los detalles del pórtico, la representación de criaturas del averno que buscaban simbolizar el mal de fuera en contraposición al bien y la gloria del dios de los cristianos que albergaba el interior...Irónicamente parecía que su dios había abandonado aquel lugar a su suerte hacía mucho y ahora había demonios más peligrosos dentro que fuera. La fachada contaba también con dos vidrieras, una a cada lado del pórtico. que ya apenas conservaban unos pocos de los cristales tintados. Desde donde estaban ellos hasta la entrada del templo había una plaza amplia con el suelo empedrado libre de obstáculos. Parecía que no mucho tiempo antes la plaza había tenido árboles para embellecerla pero alguien los había cortado, los tocones eran visibles y aún había astillas, ramas y hojas por el suelo. El lugar estaba casi vacío, salvo por un par de pequeños grupos de mendigos cerca de la entrada principal y un par más de desventurados que parecían estar tratando de arreglar algo, Níniel no podía ver qué, bajo la sombra que proyectaba el campanario.
-Veo que te has dado cuenta elfa.- Dijo una voz cercana que sobresaltó a la peliblanca y la sacó de sus reflexivas observaciones. -Esos bastardos han talado los árboles para eliminar obstáculos que entorpezcan su vigilancia. Si vigilan desde el campanario, cosa que harán salvo que sean imbéciles...Nos verán en cuanto asomemos la cabeza. Paredes de piedra gruesa, altura, ventanales desde donde dispararnos...Esto prácticamente será como tomar un castillo, perderemos muchos hombres.- Se trataba de un humano de unos treinta años con barba media muy cuidada y una armadura pulida con esmero. Su mirada delataba inteligencia y valentía pero también arrogancia, aunque eso no le restaba demasiados puntos como para dejar de resultar bastante atractivo. -Me alegra ver que contamos contigo gata- Añadió sonriendo a Alanna mostrando todos los dientes. -¿Estos son los nuevos reclutas?. Cada vez más jóvenes...Y más elfos...Aunque de eso no me puedo quejar al veros mi señora.- Finalizó tomando la mano de la elfa y volviendo a mostrar esa amplia, amplísima sonrisa, causando que la peliblanca se ruborizara y mirara a los demás como queriendo decir. "Me está tocando, ha cogido mi mano...Ayudaaaa".
- Spoiler:
- Difícil prueba nos espera, el templo es prácticamente una fortaleza como bien a indicado el Sargento Rickson, un galante oficial de la guardia con fama de ser bastante mujeriego. (Alanna puedes conocerlo y llevarte con él como gustes si te apetece, también puede ser un viejo conocido de los gorriones pues suele ligar..ejem, patrullar por la zona del mercado). A parte de los hombres que nos acompañan hay otros dos pelotones de 8 guardias cada uno colocados en las otras dos calles que convergen en la plaza. la distancia desde los edificios a cualquier parte del templo es la misma y está igualmente despejada de obstáculos.
Níniel Thenidiel
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
La chica sonrió ante lo dicho por Níniel, si, al menos ese vestido no se había roto, aunque no le habría importado que la elfa se lo quedase, Níniel era más voluptuosa que ella, y, lo cierto era que, ese vestido, le quedaba mejor a la elfa, pero sencillamente sonrió en respuesta y salió al patio de armas a recibir instrucciones.
No acostumbraba a dirigir, tampoco podía decir que le gustase, solía trabajar en solitario, o en grupos pequeños, y siempre era la que recibía ordenes, no sabía ni quería dictarlas, por ello, posiblemente su grupo fuera a ser algo... diferente. Alanna no era capaz de considerar a los pequeños y a la sacerdotisa como soldados, ni como inferiores, como había dicho el pequeño brujo, los consideraba amigos. Eso para ella, valía más que cualquier arma o herramienta. No se puede confiar en soldados que van obligados, sin embargo, ella confiaba ciegamente en sus amigos, y estando con ellos se esforzaría mil veces más con tal de que estos no resultasen heridos.
Observó con atención el ajetreo del patio, en silencio, parecía que se preparaban para una pequeña guerra. La guarda, cerró los ojos negando con la cabeza. Si, habían muerto dos de los suyos, pero poner en riesgo toda la ciudad con algo así era una locura, no deberían estar haciendo estas cosas, no deberían actuar así. Si se miraba de modo frío, la mejor forma de acabar con ese grupo de malnacidos era enviar a un pequeño grupo que se introdujera en el interior y, en total sigilo, los destrozase desde su base. Solo esperaba que la ciudad no se acabase convirtiendo en un campo de batalla entre la guardia y... quienes fuera que fuesen los miembros del puño carmesí.
Los integrantes de su equipo acabaron por llegar a su lado, reuniéndose con ella y quien había organizado toda la salida se acercó a darles instrucciones. Alanna intentó controlar sus expresiones, pero no logró evitar fruncir el ceño en cuanto el hombre desapareció. No le gustaba la dirección que había decidido tomar la guardia. Las cosas no se hacían así, no en caliente, era necesario reflexionar, aunque fuera unos minutos, sobretodo si lo que guía a alguien es la venganza. Eso era algo que ella sabía mejor que nadie.
Negó con la cabeza y, tras dar una inclinación de cabeza a su padre y los demás dirigentes que se ocuparían de investigar a otros miembros de la guardia y reforzar la seguridad para evitar que se repitiera el suceso, subió a Juvia e inició la marcha, pensativa. Las calles desiertas no presagiaban nada bueno a vistas de futuro, sospechaba que, en esa andanza, se perderían más guardias que si se hubieran tomado otro tipo de medidas. Entendía que quisieran aplacar pronto ese fuego, pero probablemente, por no se cuidadosos, desencadenasen todo un incendio.
A medida que se acercaban, la torre del campanario de la capilla se comenzó a alzar ante ellos, eran tan fáciles de distinguir, los otros tenían una posición tan endemoniadamente buena, que probablemente fueran ratones que corrían de frente a una trampa. Serían más fáciles de atrapar que un cachorro herido, a los oficiales se les debían haber cruzado los cables, era, prácticamente un suicidio.
Negó con la cabeza, no podía ser tan pesimista, con una buena estrategia, por muy poderoso que fuera el rival, y por muy buena que fuera su posición, podrían salir a flote con pocas bajas, pero, sin duda, lo mejor sería enviar una avanzadilla pequeña, invisible, para que se introdujese de algún modo.
La imagen proyectada por Demian en las cocinas le vino a la mente. Estaba claro que era imposible entrar por arriba. Sin embargo, el sistema de cloacas, bajo el suelo, conectaba toda la ciudad, dudaba que un lugar como aquel no dispusiera de desagües, si no podían por arriba... tal vez pudieran entrar por debajo, solo necesitaban retroceder, con un grupo pequeño sería suficiente, podrían ir los niños, Níniel y ella hacia calles algo alejadas, no demasiado, con dos o tres de distancia sería suficiente, solo debían trazar un pequeño mapa mental de la dirección de la iglesia y seguirlo hasta ella, no debería ser difícil, no con dos genios como los que la acompañaban.
El comentario del sargento la sacó de su ensimismamiento, había estado tan ocupada pensando, que no había notado el ambiente de batalla que empezaba a gestarse ni los ligeros nervios de Níniel. La chica sonrió en respuesta, era un buen hombre, a pesar de sus prejuicios.
- No se preocupe, Sargento, le aseguro que mis amigos- dijo refiriéndose a "los nuevos reclutas" con lo que eran en realidad- son tan capaces como el que más, independientemente de su edad o raza, estos niños nos ganan en inteligencia a usted y a mi juntos, y esta elfa, es una de las personas más fiables que he conocido, y me ha salvado en más de una ocasión, confio en ellos ciegamente.- sonrió- Por ello quería proponer un plan- comentó poniendose más seria y explicando, entre murmullos, su idea para acceder al interior.- Un grupo pequeño será más facil de ocultar, y con este pequeño- sonrió a Demian- con nosotros, seremos indetectables.¿Alguna idea mejor? estoy abierta a sugerencias.- Preguntó tras explicar su plan.
Le habría gustado poder decirle algo a Níniel para tranquilizarla, pero no era momento para ello, no hasta que no tuvieran un plan de acción, después de ponerse en marcha, habría tiempo para discursos de ánimo, discursos que les valieran a ellos, y no solo a los guardias que clamaban sangre.
No acostumbraba a dirigir, tampoco podía decir que le gustase, solía trabajar en solitario, o en grupos pequeños, y siempre era la que recibía ordenes, no sabía ni quería dictarlas, por ello, posiblemente su grupo fuera a ser algo... diferente. Alanna no era capaz de considerar a los pequeños y a la sacerdotisa como soldados, ni como inferiores, como había dicho el pequeño brujo, los consideraba amigos. Eso para ella, valía más que cualquier arma o herramienta. No se puede confiar en soldados que van obligados, sin embargo, ella confiaba ciegamente en sus amigos, y estando con ellos se esforzaría mil veces más con tal de que estos no resultasen heridos.
Observó con atención el ajetreo del patio, en silencio, parecía que se preparaban para una pequeña guerra. La guarda, cerró los ojos negando con la cabeza. Si, habían muerto dos de los suyos, pero poner en riesgo toda la ciudad con algo así era una locura, no deberían estar haciendo estas cosas, no deberían actuar así. Si se miraba de modo frío, la mejor forma de acabar con ese grupo de malnacidos era enviar a un pequeño grupo que se introdujera en el interior y, en total sigilo, los destrozase desde su base. Solo esperaba que la ciudad no se acabase convirtiendo en un campo de batalla entre la guardia y... quienes fuera que fuesen los miembros del puño carmesí.
Los integrantes de su equipo acabaron por llegar a su lado, reuniéndose con ella y quien había organizado toda la salida se acercó a darles instrucciones. Alanna intentó controlar sus expresiones, pero no logró evitar fruncir el ceño en cuanto el hombre desapareció. No le gustaba la dirección que había decidido tomar la guardia. Las cosas no se hacían así, no en caliente, era necesario reflexionar, aunque fuera unos minutos, sobretodo si lo que guía a alguien es la venganza. Eso era algo que ella sabía mejor que nadie.
Negó con la cabeza y, tras dar una inclinación de cabeza a su padre y los demás dirigentes que se ocuparían de investigar a otros miembros de la guardia y reforzar la seguridad para evitar que se repitiera el suceso, subió a Juvia e inició la marcha, pensativa. Las calles desiertas no presagiaban nada bueno a vistas de futuro, sospechaba que, en esa andanza, se perderían más guardias que si se hubieran tomado otro tipo de medidas. Entendía que quisieran aplacar pronto ese fuego, pero probablemente, por no se cuidadosos, desencadenasen todo un incendio.
A medida que se acercaban, la torre del campanario de la capilla se comenzó a alzar ante ellos, eran tan fáciles de distinguir, los otros tenían una posición tan endemoniadamente buena, que probablemente fueran ratones que corrían de frente a una trampa. Serían más fáciles de atrapar que un cachorro herido, a los oficiales se les debían haber cruzado los cables, era, prácticamente un suicidio.
Negó con la cabeza, no podía ser tan pesimista, con una buena estrategia, por muy poderoso que fuera el rival, y por muy buena que fuera su posición, podrían salir a flote con pocas bajas, pero, sin duda, lo mejor sería enviar una avanzadilla pequeña, invisible, para que se introdujese de algún modo.
La imagen proyectada por Demian en las cocinas le vino a la mente. Estaba claro que era imposible entrar por arriba. Sin embargo, el sistema de cloacas, bajo el suelo, conectaba toda la ciudad, dudaba que un lugar como aquel no dispusiera de desagües, si no podían por arriba... tal vez pudieran entrar por debajo, solo necesitaban retroceder, con un grupo pequeño sería suficiente, podrían ir los niños, Níniel y ella hacia calles algo alejadas, no demasiado, con dos o tres de distancia sería suficiente, solo debían trazar un pequeño mapa mental de la dirección de la iglesia y seguirlo hasta ella, no debería ser difícil, no con dos genios como los que la acompañaban.
El comentario del sargento la sacó de su ensimismamiento, había estado tan ocupada pensando, que no había notado el ambiente de batalla que empezaba a gestarse ni los ligeros nervios de Níniel. La chica sonrió en respuesta, era un buen hombre, a pesar de sus prejuicios.
- No se preocupe, Sargento, le aseguro que mis amigos- dijo refiriéndose a "los nuevos reclutas" con lo que eran en realidad- son tan capaces como el que más, independientemente de su edad o raza, estos niños nos ganan en inteligencia a usted y a mi juntos, y esta elfa, es una de las personas más fiables que he conocido, y me ha salvado en más de una ocasión, confio en ellos ciegamente.- sonrió- Por ello quería proponer un plan- comentó poniendose más seria y explicando, entre murmullos, su idea para acceder al interior.- Un grupo pequeño será más facil de ocultar, y con este pequeño- sonrió a Demian- con nosotros, seremos indetectables.¿Alguna idea mejor? estoy abierta a sugerencias.- Preguntó tras explicar su plan.
Le habría gustado poder decirle algo a Níniel para tranquilizarla, pero no era momento para ello, no hasta que no tuvieran un plan de acción, después de ponerse en marcha, habría tiempo para discursos de ánimo, discursos que les valieran a ellos, y no solo a los guardias que clamaban sangre.
Alanna Delteria
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
No todos los días se tenía la oportunidad de ver una chica sin camisa, ¿pero dos? eso ya era totalmente nuevo. Recordó su encuentro con aquella dragona desnuda y cómo se había paralizado del nerviosismo, pero había algo distinto en el hecho de que las actuales fueran conocidas.
Se quedó en silencio, no dijo nada, incluso se giró para no parecer un mirón (no sin antes tardar un poco). No necesitaba más, tenía una memoria visual excelente, producto de su entrenamiento como ilusionista, se había hecho una imagen mental bastante detallada. Había aprendido algo de anatomía, venían en distintos tamaños y formas.
Pronto estuvieron en camino, un camino más bien silencioso. Todos sabían que se acercaban a algo peligroso, que iba a correr sangre, a montones, aunque la pregunta era de qué lado iba a derramarse más, así que el dialogo fue más bien escueto y pragmático. Demian, por su parte, se mantuvo en silencio, sólo intercambiando palabras ocasionalmente con Chimar. En su mente intentaba analizar los posibles escenarios.
Al llegar y tras escuchar algunas explicaciones fue claro que, más que una iglesia, se encontraban frente a una especie de fortaleza. Según describían los expertos en combate (y es que Demian sabía mucho de asesinato, pero no tanto de batallas formales), el punto clave de todo el asunto se encontraba en la torre.
Alanna describió un plan bastante interesante, que involucraba infiltrarse, pero Demian sabía que tenían un punto débil. La guardia no iba a quedarse tranquila esperando a que unos niños y un par de chicas hicieran todo el trabajo, inevitablemente se revelarían y encenderían todas las alarmas, lo que podía tener serias repercusiones para sus intentos de infiltrarse.
Demian miró a Alanna y proyectó nuevamente el mapa de la estructura, mostrando una habitación en un color distinto, una bajo el nivel del suelo.
—Nos juntamos allí, ustedes son b-buenos, no necesitan mi magia, Chimar recordará el camino, lleguen desde las c-cloacas —dijo— , y hay algo que yo hago bien.
No especificó qué era ese algo, pero se giró hacia el que estaba a cargo.
—Soldado, mantenga sus hombres bajo c-control, deme quince minutos, que nadie se asome al campo antes de eso. Aprovech-chen de preparar sus armas y estrategias, pero por ningún motivo se asomen.
Miró a Alanna con ojos de pedir ayuda. Sabía que los soldados le verían como apenas un chiquillo, uno problemático y que les había causado más que un insulto, por lo demás, así que su única oportunidad de que los hombres le hicieran caso pasaba por la hija de su líder, quien además tenía su propia reputación.
Entonces, literalmente, desapareció.
Envuelto en su manto de ilusiones, se dispuso a alejarse del grupo, pero antes se permitió un momento de inmadurez.
—Por cierto, estás algo pasadita de peso —dijo en dirección a Níniel antes de iniciar su camino en la planicie.
El trecho no era demasiado extenso, pero se le hizo eterno al chico. Sabía que cualquier error podría comprometer no sólo la misión, sino su propia vida, a pesar de que el acto de pasar invisible lo había hecho ya tantas veces que no necesitaba esfuerzo alguno. Así llegó hasta la puerta de la iglesia, una que, evidentemente, estaba cerrada. Intentar forzarla haría mucho ruido, así que tenía que buscar una manera alternativa. Miró a lo alto.
Los vitrales podían ser una obra impresionante en detalle y elegancia, con sus colores realzados por la transparencia y el efecto de la luz daban una impresión de algo sobrenatural y sobrecogedor. Pero tenían un defecto, eran de vidrio. Con los años y el descuido más de alguno había sufrido los embates del tiempo. Quizás alguna paloma perdida o el simple efecto de los cambios de temperatura acumulados en el tiempo, tal vez alguna piedra perdida, pero había algunos rotos o faltantes.
Demian agradeció no haber tomado carga de peso alguna, pues su siguiente acto sería trepar. No era demasiado complejo, la iglesia estaba construida en base a múltiples piedras que, a pesar del cuidado, dejaban numerosos salientes o recovecos donde encajar el pie o las manos.
El chico gozaba de una destreza envidiable, lo que sumado a su bajo peso le convertía en un buen escalador, por lo que no tuvo mayores dificultades para hacerse camino hasta lo alto del muro, llegando hasta el lugar donde notaba que faltaba la mayor parte de vitral. El espacio no era, de todas maneras, muy amplio, incluso para alguien tan pequeño y delgado, de modo que tuvo que moverse con mucho cuidado.
Un dolor en la espalda le recordó que el vidrio roto era filoso, pero aparentemente no había sido más que un rasguño. Irónicamente, era como si la mujer a la que había matado se vengara desde el otro mundo, dañándolo en el mismo punto donde él había clavado las dagas, pues era ella quien le había desprovisto de la camisa.
Con cuidado terminó de pasar, penetrando así en la imponente estructura. El interior era deprimente. Hilera tras hilera de asientos polvorosos daban cuenta del abandono del lugar. Algunos estaban rotos, otros retirados, quizás para hacer leña para el fuego. Imágenes que debían haber valido una fortuna en su tiempo yacían rotas o ultrajadas, todo coronado con una enorme estatua que mostraba un hombre casi desnudo clavado en un madero. De su costado parecía manar abundante sangre, lo mismo que de sus manos y pies. Llevaba una corona de espinas y marcas de latigazos.
—¿Quién puede adorar a un dios derrotado? —se dijo en voz baja, meneando la cabeza. Los humanos podían tener costumbres muy raras.
Miró entonces a las escaleras que, esperaba, llevaban al campanario. Era hora de ponerse en movimiento, no tenía demasiados minutos restantes.
Off: En el siguiente post Demian intentará asesinar al vigía de la torre.
Demian
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
En un momento Chimar esta ocupándose de lo suyo y al otro las mujeres se desnudan con total naturalidad, la gente es errática. Se queda mirando con cierta sonrisa extraña hasta que su pudor le indica que es momento de voltearse, la civilización por delante. No es la primera vez que ve un espécimen femenino desnudo aunque los cadáveres no despiertan sensaciones tan extrañas… al menos en el inventor.
Pega algunos vistazos curiosos por inercia pero en definitiva logra mantener su buena actitud, ese género puede resultar misterioso. Anota algunos puntos mentales para revisar más tarde, necesita material documental sobre el tema, preferiblemente con buenas ilustraciones. Cuando sus compañeras estuvieron vestidas pudo relajarse más, la mujer requiere una investigación a profundidad.
Una vez listo y con la temperatura corporal nuevamente a niveles normales sigue al grupo de cerca, pronto están en el patio. Allí escucha el extraño discurso de la figura a cargo, nada fuera del patrón. Obviamente los guardias quieren sangre y venganza, típica naturaleza humana que puede explotarse de manera muy productiva. La carne de cadalso atrae muchas flechas, proyectiles que eluden completamente individuos más importantes.
El inventor le da cierto codazo a su hermano, algo leve con propósito obvio. Matar guardias desencadena tales caserías de brujas, haría bien en recordarlo la próxima vez que empuñe dagas. En un mundo idílico aprendería la lección observando pero eso no pasara, podría pero no. Al final tendrá que asimilarlo de una manera más fuerte, podrá ser un brujo pero tarda como cualquier humano corriente en modificar comportamientos.
La motivadora charla termina con algunas muestras de apoyo, se nota que quieren pelea. Chimar suspira, algunas veces le gustaría sorprenderse con las personas. Irónicamente un poco de violencia es justo lo necesario, el puño rojo no puede ser vencido con cartas subidas de tono. Cuando todo el mundo está listo inician la marcha, en breve deberían llegar al destino objetivo con todo lo que eso implica.
Es raro estar del lado legal, especialmente si eres un Gorrión. Chimar ocasionalmente tiene la extraña idea de que alguien le reconocerá y arrestara por ratero, cosa que sería perfectamente justificada pues en efecto lo es. Al final esos miedos solo quedan en pensamientos dispersos sin manifestarse realmente, los sabuesos saben cuando tienen un peligro mayor, simple descarte de prioridades.
Avanzan coordinadamente por las calles ocasionando variadas reacciones en la gente, todo el mundo sabe que algo interesante pasara. No es común ver efectivos pavoneándose en grupos grandes, las personas notan anomalías en el comportamiento circundante. Lo bueno de todo es que abren paso al grupo armado, resulta excelente eludir el típico desplazamiento lento que a veces atormenta la gran ciudad.
Pronto se vislumbra el templo o parte de él, un enorme campanario sobresale de los edificios. Minutos después ya están apostados en coberturas estratégicas, la calma antes del conflicto. El intelectual pega algunos vistazos puntuales y deduce que esa estructura será difícil de tomar. Es demasiado maciza, muy grande y con buenas características defensivas. Parece más un castillo de verano.
Cuando la opción directa falla antes de empezar viene el momento de los planes extraños, afortunadamente el cuarteto está bien versado en esas cosas. Cierto guardia de aspecto conocido se acerca y expone lo obvio, nada mal para un asalariado. Es bueno saber que no tienen completos tontos como cobertura, eso facilita mucho las cosas. Pronto los demás idean una estrategia completamente lógica, más sorpresas.
Suena bien.
No vale la pena dañar un combo matador, esa idea tiene buen cuerpo. Mientras Dem hace “lo que mejor sabe” el resto se infiltra por las cloacas, una vez ambas piezas estén adentro comienza el festejo. Simple pero elegante, fascinante vestigio de brillantes. El enano inicia su parte sin esperar permiso mientras los demás quedan parlamentando, tendrá que hacer su numerito del acróbata.
Señoritas, la cloaca espera…
Eso sonó mejor en su mente sin duda, al final no tienen tiempo para galanterías. Chimar se aleja discretamente y llega a una entrada vertical, cierto par de guardias al tanto retiran la trampilla dejando escapar una esencia concentrada. Los ojos del inventor se humedecen mientras busca aire limpio, ni siquiera Terpoli olía tan mal. Cientos de personas usan el sistema para desechar sus… mejor dejar de pensar.
Dem… te hare sufrir por esto…
Menuda broma de mal gusto le ha jugado su hermano, la próxima puede meterse sus halagos tartamudos por el ojo. Suspira mientas espera a las mujeres, al menos no sufrirá solo. La bañera del refugio tendrá mucho trabajo en algunas horas, quizás hasta requiera limpieza posterior. Extrañamente mientras buscaban una base los Gorriones tomaron en consideración las cloacas, sin duda fue un día con mucha hambre.
Las damas primero…
Pega algunos vistazos curiosos por inercia pero en definitiva logra mantener su buena actitud, ese género puede resultar misterioso. Anota algunos puntos mentales para revisar más tarde, necesita material documental sobre el tema, preferiblemente con buenas ilustraciones. Cuando sus compañeras estuvieron vestidas pudo relajarse más, la mujer requiere una investigación a profundidad.
Una vez listo y con la temperatura corporal nuevamente a niveles normales sigue al grupo de cerca, pronto están en el patio. Allí escucha el extraño discurso de la figura a cargo, nada fuera del patrón. Obviamente los guardias quieren sangre y venganza, típica naturaleza humana que puede explotarse de manera muy productiva. La carne de cadalso atrae muchas flechas, proyectiles que eluden completamente individuos más importantes.
El inventor le da cierto codazo a su hermano, algo leve con propósito obvio. Matar guardias desencadena tales caserías de brujas, haría bien en recordarlo la próxima vez que empuñe dagas. En un mundo idílico aprendería la lección observando pero eso no pasara, podría pero no. Al final tendrá que asimilarlo de una manera más fuerte, podrá ser un brujo pero tarda como cualquier humano corriente en modificar comportamientos.
La motivadora charla termina con algunas muestras de apoyo, se nota que quieren pelea. Chimar suspira, algunas veces le gustaría sorprenderse con las personas. Irónicamente un poco de violencia es justo lo necesario, el puño rojo no puede ser vencido con cartas subidas de tono. Cuando todo el mundo está listo inician la marcha, en breve deberían llegar al destino objetivo con todo lo que eso implica.
Es raro estar del lado legal, especialmente si eres un Gorrión. Chimar ocasionalmente tiene la extraña idea de que alguien le reconocerá y arrestara por ratero, cosa que sería perfectamente justificada pues en efecto lo es. Al final esos miedos solo quedan en pensamientos dispersos sin manifestarse realmente, los sabuesos saben cuando tienen un peligro mayor, simple descarte de prioridades.
Avanzan coordinadamente por las calles ocasionando variadas reacciones en la gente, todo el mundo sabe que algo interesante pasara. No es común ver efectivos pavoneándose en grupos grandes, las personas notan anomalías en el comportamiento circundante. Lo bueno de todo es que abren paso al grupo armado, resulta excelente eludir el típico desplazamiento lento que a veces atormenta la gran ciudad.
Pronto se vislumbra el templo o parte de él, un enorme campanario sobresale de los edificios. Minutos después ya están apostados en coberturas estratégicas, la calma antes del conflicto. El intelectual pega algunos vistazos puntuales y deduce que esa estructura será difícil de tomar. Es demasiado maciza, muy grande y con buenas características defensivas. Parece más un castillo de verano.
Cuando la opción directa falla antes de empezar viene el momento de los planes extraños, afortunadamente el cuarteto está bien versado en esas cosas. Cierto guardia de aspecto conocido se acerca y expone lo obvio, nada mal para un asalariado. Es bueno saber que no tienen completos tontos como cobertura, eso facilita mucho las cosas. Pronto los demás idean una estrategia completamente lógica, más sorpresas.
Suena bien.
No vale la pena dañar un combo matador, esa idea tiene buen cuerpo. Mientras Dem hace “lo que mejor sabe” el resto se infiltra por las cloacas, una vez ambas piezas estén adentro comienza el festejo. Simple pero elegante, fascinante vestigio de brillantes. El enano inicia su parte sin esperar permiso mientras los demás quedan parlamentando, tendrá que hacer su numerito del acróbata.
Señoritas, la cloaca espera…
Eso sonó mejor en su mente sin duda, al final no tienen tiempo para galanterías. Chimar se aleja discretamente y llega a una entrada vertical, cierto par de guardias al tanto retiran la trampilla dejando escapar una esencia concentrada. Los ojos del inventor se humedecen mientras busca aire limpio, ni siquiera Terpoli olía tan mal. Cientos de personas usan el sistema para desechar sus… mejor dejar de pensar.
Dem… te hare sufrir por esto…
Menuda broma de mal gusto le ha jugado su hermano, la próxima puede meterse sus halagos tartamudos por el ojo. Suspira mientas espera a las mujeres, al menos no sufrirá solo. La bañera del refugio tendrá mucho trabajo en algunas horas, quizás hasta requiera limpieza posterior. Extrañamente mientras buscaban una base los Gorriones tomaron en consideración las cloacas, sin duda fue un día con mucha hambre.
Las damas primero…
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Re: Persiguiendo fantasmas. (Libre - Completo)[Continuación de trama][Cerrado]
Hasta su llegada parecía que el plan de los soldados se reducía a un asalto directo contra el templo usando su número y su entrenamiento marcial para intentar tomar el lugar por las malas. Sabían que aquello sería un baño de sangre pero aún así parecían dispuestos a intentarlo lo cual les honraba y hacía que la peliblanca viera a aquellos hombres y mujeres de otro modo distinto al que estaba acostumbrada. No había tenido mucha suerte la sacerdotisa con los guardias humanos salvo por Alanna esa era la verdad. Desde su primer día en Lunargenta en el que los guardias se negaron a ayudarla con un envió paralizado y casi robado en el puerto, hasta aquellos cobardes que se encerraban en su cuartel para jugar a las cartas y beber cerveza mientras el pueblo era atacado por ladrones de órganos, todos los soldados se habían mostrado como pervertidos, inútiles y cobardes incapaces de servir como deberían a los suyos. Era un buen cambio verles dispuestos a cumplir con su deber incluso enfrentándose ante la muerte y, por suerte para ellos, el grupo bajo el mando de Alanna había llegado en el momento justo y con ideas y perspectivas mucho más atractivas que lanzarse en un ataque suicida.
Tan pronto como la cortesía se lo permitió, Níniel se zafó del besamanos de aquel oficial, que se presentó a sí mismo como Rickson, y centró su atención en las ideas que el grupo compartía con los guardias. Alanna proponía usar las alcantarillas y un grupo reducido para entrar sin ser vistos. Una gran idea aunque para su gusto la gata pasaba más tiempo en las alcantarillas de las que resultaban recomendables salvo que se quisiera coger ese "delicioso" aroma a tufillo omnipresente en la red de túneles que se extendía como las raíces de un árbol bajo la ciudad y que en varios puntos conectaba con aquella ciudad subterránea formada por las catacumbas. La gata debía de estar en lo cierto, las catacumbas eran obra de los cristianos y aquel había sido un templo cristiano antes de caer en el abandono, con total seguridad estaría conectado de algún modo en el subsuelo. -Aún así debemos de ir con cuidado, esos criminales también usan las catacumbas. Bajo la tumba donde nos encontramos tenían toda una guarida con celdas y todo, quizá también conozcan esta zona del subsuelo.- Demian por su parte pide un lapso de tiempo para actuar por su cuenta sin terminar de aclarar cuáles son sus intenciones y tras confirmarlo con Alanna se torna invisible dejando el misterio de su plan en el aire. Aunque antes dedica un nuevo insulto gratuito a la peliblanca al que ésta no se digna ni a responder. Es evidentemente un insulto fruto de la malicia y la falta de educación del crío que no merece mayor atención. -Procura que no te maten.- Es lo único que le dijo antes de volver a centrarse en el resto de los allí presentes.
-Bien, sabía que podía contar contigo Alanna, y veo que no exageras al hablar de tus nuevos compañeros. Haré que se vigilen las cloacas alrededor de la zona y los accesos a la plaza para que nadie pueda entrar o salir y esperaré a una señal vuestra para asaltar el templo si necesitáis ayuda. No sabemos cuántos enemigos puede haber dentro pero teniendo en cuenta que tenían infiltrados incluso en el cuartel podrían ser bastantes. Eso sí, daos prisa, si en quince minutos no sé nada de vosotros, asaltaremos el lugar aunque no me guste.- Les comunicó el sargento claramente complacido ante el nuevo plan aunque teniendo sus dudas sobre el brujo y quizá con un poco de resquemor porque aquella idea no se le hubiera ocurrido a él.
Con el plan listo, el grupo se separó unos metros de aquel lugar en busca de un acceso a las cloacas, uno adecuado y que pareciera poder llevarles en la dirección correcta y no a acabar dando vueltas en la oscuridad perdiendo un tiempo más que valioso. No tardaron en encontrarlo cerca, a solo un par de calles de donde estaban y el olor que ascendió hasta la superficie una vez la pesada tapa de metal quedó abierta casi tira para atrás a la peliblanca por lo fuerte que resultaba. Por desgracia no era la primera vez que se veía obligada a usar esos conductos para moverse, pero parecía que en aquel distrito el olor era incluso peor que en altaciudad. -Muy amable Chimar, eres todo un caballero.- Respondió al chico con evidente ironía pero comenzando a descender haciendo de tripas corazón. Tenían solo quince minutos y no era tiempo para remilgos. No solo el éxito de la misión dependía de su premura, también la vida de los soldados que permanecerían en la superficie.
Sentir que sus botas se hundían un par de centímetros en el suelo al llegar al final de la escalerilla y escuchar el asqueroso sonido de la mugre bajo sus pies en vez del del agua causó que la peliblanca descompusiera el rostro con un gesto de infinito asco y repugnancia que no debió de animar mucho a los demás a bajar, pero tampoco iba a mentir. Era el lugar más asqueroso en el que jamás hubiese estado, tan sucio y apestoso que seguramente para poder volver a oler normal tendría que bañarse usando todas sus sales de baño perfumadas así como quemar su ropa interior. Por suerte la armadura no era suya porque también habría que quemarla. -Podría crear algo de luz, pero si hay enemigos aquí abajo nos verían llegar, tendrá que valer con la luz que llega de la superficie.- Les comentó en voz baja. Lo cierto es que así era mucho mejor, al menos en la penumbra, las cosas que flotaban a su alrededor seguirían siendo un misterio en su mayor parte y no una asquerosa y vomitiva certeza.
Comenzaron a caminar, en el caso de Níniel tratando de penar en cosas bonitas, y tal como parecía desde la superficie aquel túnel continuaba recto varios metros en la dirección que buscaban. Pero antes de llegar o conectar con algo que les hiciera creer que estaban bajo el templo, el túnel se bifurcaba en dos caminos diferentes ninguno de los cuales continuaba en dirección a la iglesia. La cosa comenzaba a complicarse pero al menos continuaba sin haber ni rastro del enemigo, quizá porque aquella asquerosa alcantarilla no conducía a pesar de todo hasta ellos. -Derecha o izquierda...Ambos parecen iguales- Comentó en voz baja dando un paso al azar hacia la izquierda por si veía alguna pista que le indicara cual de los caminos conducía a los sótanos que buscaban mientras pensaba que quizá mereciera la pena el riesgo de iluminar el lugar. Entonces, al asentar el pie en el suelo pudo escuchar un claro "click" seguido de una sombra que se acercaba velozmente hasta ella. Se trataba de pequeño ariete construido con un tronco de madera y el cráneo de un macho cabrío. Acababa de accionar una trampa.
Mientras, lejos de la peste de las alcantarillas, Demian contemplaba el otrora hermoso interior de aquel templo venido a menos en busca de las escaleras que le conducirían hasta su objetivo. No obstante, la figura del dios de los cristianos crucificado en la cruz no debía de ser lo que más llamaba su atención, no al menos que quisiera acabar como él y sin posibilidad de volver tres días después a la vida como si tal cosa. Y es que aunque lo pareciera a simple vista, el lugar no estaba del todo vacío. Tras el altar, en la sacristía, un pequeño grupo de hombres terminaba su descanso y comenzaba a salir en dirección a la zona de los desvencijados bancos de madera dispuestos a continuar con su vigilancia del lugar. Eran seis en total y aunque parecían gente normal y corriente que había ido hasta aquel lugar en busca de refugio, como solían hacer los mendigos y otros desafortunados, para el ojo atento había pequeños detalles con ellos que no encajaban. Parecían fuertes, demasiado para no tener apenas qué llevarse a la boca, estaban bastante limpios aunque sus ropas parecieran desgastadas y sus botas eran de calidad. También era extraño que no parecían portar arma alguna
-¿Véis?. Ya os dije que podíamos echar una partidita y nadie iba a enterarse. Nadie sabe que estamos aquí, además Farún vigila desde la torre y Filmore y Yavis vigilan fuera...- Dijo uno con tono distendido sin percatarse en lo más mínimo de que sus palabras debían de estar resultándole tremendamente graciosas a cierto ilusionista.
-Sí, sí, pero mejor volvamos al trabajo. Si "El cuervo" se entera de que nos estamos escaqueando hará que nos corten la cabeza y nos den de comer a los sanguinarios. Y quizá no en ese orden.- Respondió otro acercándose hasta las vidrieras rotas y echando un vistazo al exterior. Allí, en el borde de uno de los cristales tintados, una pequeña mancha de sangre fresca pasó desapercibida a sus ojos y tras comprobar que todo estaba tranquilo volvió con los demás.
-Bah, solo es un hombre, todo ese rollo de los apodos imponentes, es como si a mi empezarais a llamarme puño asesino. Solo es un nombre para dar miedo a las nenazas como vosotros.- Continuó el primero, no obstante los demás prefirieron guardar silencio al respecto, parecía que sí que temían a ese "cuervo" merecida o inmerecidamente.
Tan pronto como la cortesía se lo permitió, Níniel se zafó del besamanos de aquel oficial, que se presentó a sí mismo como Rickson, y centró su atención en las ideas que el grupo compartía con los guardias. Alanna proponía usar las alcantarillas y un grupo reducido para entrar sin ser vistos. Una gran idea aunque para su gusto la gata pasaba más tiempo en las alcantarillas de las que resultaban recomendables salvo que se quisiera coger ese "delicioso" aroma a tufillo omnipresente en la red de túneles que se extendía como las raíces de un árbol bajo la ciudad y que en varios puntos conectaba con aquella ciudad subterránea formada por las catacumbas. La gata debía de estar en lo cierto, las catacumbas eran obra de los cristianos y aquel había sido un templo cristiano antes de caer en el abandono, con total seguridad estaría conectado de algún modo en el subsuelo. -Aún así debemos de ir con cuidado, esos criminales también usan las catacumbas. Bajo la tumba donde nos encontramos tenían toda una guarida con celdas y todo, quizá también conozcan esta zona del subsuelo.- Demian por su parte pide un lapso de tiempo para actuar por su cuenta sin terminar de aclarar cuáles son sus intenciones y tras confirmarlo con Alanna se torna invisible dejando el misterio de su plan en el aire. Aunque antes dedica un nuevo insulto gratuito a la peliblanca al que ésta no se digna ni a responder. Es evidentemente un insulto fruto de la malicia y la falta de educación del crío que no merece mayor atención. -Procura que no te maten.- Es lo único que le dijo antes de volver a centrarse en el resto de los allí presentes.
-Bien, sabía que podía contar contigo Alanna, y veo que no exageras al hablar de tus nuevos compañeros. Haré que se vigilen las cloacas alrededor de la zona y los accesos a la plaza para que nadie pueda entrar o salir y esperaré a una señal vuestra para asaltar el templo si necesitáis ayuda. No sabemos cuántos enemigos puede haber dentro pero teniendo en cuenta que tenían infiltrados incluso en el cuartel podrían ser bastantes. Eso sí, daos prisa, si en quince minutos no sé nada de vosotros, asaltaremos el lugar aunque no me guste.- Les comunicó el sargento claramente complacido ante el nuevo plan aunque teniendo sus dudas sobre el brujo y quizá con un poco de resquemor porque aquella idea no se le hubiera ocurrido a él.
Con el plan listo, el grupo se separó unos metros de aquel lugar en busca de un acceso a las cloacas, uno adecuado y que pareciera poder llevarles en la dirección correcta y no a acabar dando vueltas en la oscuridad perdiendo un tiempo más que valioso. No tardaron en encontrarlo cerca, a solo un par de calles de donde estaban y el olor que ascendió hasta la superficie una vez la pesada tapa de metal quedó abierta casi tira para atrás a la peliblanca por lo fuerte que resultaba. Por desgracia no era la primera vez que se veía obligada a usar esos conductos para moverse, pero parecía que en aquel distrito el olor era incluso peor que en altaciudad. -Muy amable Chimar, eres todo un caballero.- Respondió al chico con evidente ironía pero comenzando a descender haciendo de tripas corazón. Tenían solo quince minutos y no era tiempo para remilgos. No solo el éxito de la misión dependía de su premura, también la vida de los soldados que permanecerían en la superficie.
Sentir que sus botas se hundían un par de centímetros en el suelo al llegar al final de la escalerilla y escuchar el asqueroso sonido de la mugre bajo sus pies en vez del del agua causó que la peliblanca descompusiera el rostro con un gesto de infinito asco y repugnancia que no debió de animar mucho a los demás a bajar, pero tampoco iba a mentir. Era el lugar más asqueroso en el que jamás hubiese estado, tan sucio y apestoso que seguramente para poder volver a oler normal tendría que bañarse usando todas sus sales de baño perfumadas así como quemar su ropa interior. Por suerte la armadura no era suya porque también habría que quemarla. -Podría crear algo de luz, pero si hay enemigos aquí abajo nos verían llegar, tendrá que valer con la luz que llega de la superficie.- Les comentó en voz baja. Lo cierto es que así era mucho mejor, al menos en la penumbra, las cosas que flotaban a su alrededor seguirían siendo un misterio en su mayor parte y no una asquerosa y vomitiva certeza.
Comenzaron a caminar, en el caso de Níniel tratando de penar en cosas bonitas, y tal como parecía desde la superficie aquel túnel continuaba recto varios metros en la dirección que buscaban. Pero antes de llegar o conectar con algo que les hiciera creer que estaban bajo el templo, el túnel se bifurcaba en dos caminos diferentes ninguno de los cuales continuaba en dirección a la iglesia. La cosa comenzaba a complicarse pero al menos continuaba sin haber ni rastro del enemigo, quizá porque aquella asquerosa alcantarilla no conducía a pesar de todo hasta ellos. -Derecha o izquierda...Ambos parecen iguales- Comentó en voz baja dando un paso al azar hacia la izquierda por si veía alguna pista que le indicara cual de los caminos conducía a los sótanos que buscaban mientras pensaba que quizá mereciera la pena el riesgo de iluminar el lugar. Entonces, al asentar el pie en el suelo pudo escuchar un claro "click" seguido de una sombra que se acercaba velozmente hasta ella. Se trataba de pequeño ariete construido con un tronco de madera y el cráneo de un macho cabrío. Acababa de accionar una trampa.
Mientras, lejos de la peste de las alcantarillas, Demian contemplaba el otrora hermoso interior de aquel templo venido a menos en busca de las escaleras que le conducirían hasta su objetivo. No obstante, la figura del dios de los cristianos crucificado en la cruz no debía de ser lo que más llamaba su atención, no al menos que quisiera acabar como él y sin posibilidad de volver tres días después a la vida como si tal cosa. Y es que aunque lo pareciera a simple vista, el lugar no estaba del todo vacío. Tras el altar, en la sacristía, un pequeño grupo de hombres terminaba su descanso y comenzaba a salir en dirección a la zona de los desvencijados bancos de madera dispuestos a continuar con su vigilancia del lugar. Eran seis en total y aunque parecían gente normal y corriente que había ido hasta aquel lugar en busca de refugio, como solían hacer los mendigos y otros desafortunados, para el ojo atento había pequeños detalles con ellos que no encajaban. Parecían fuertes, demasiado para no tener apenas qué llevarse a la boca, estaban bastante limpios aunque sus ropas parecieran desgastadas y sus botas eran de calidad. También era extraño que no parecían portar arma alguna
-¿Véis?. Ya os dije que podíamos echar una partidita y nadie iba a enterarse. Nadie sabe que estamos aquí, además Farún vigila desde la torre y Filmore y Yavis vigilan fuera...- Dijo uno con tono distendido sin percatarse en lo más mínimo de que sus palabras debían de estar resultándole tremendamente graciosas a cierto ilusionista.
-Sí, sí, pero mejor volvamos al trabajo. Si "El cuervo" se entera de que nos estamos escaqueando hará que nos corten la cabeza y nos den de comer a los sanguinarios. Y quizá no en ese orden.- Respondió otro acercándose hasta las vidrieras rotas y echando un vistazo al exterior. Allí, en el borde de uno de los cristales tintados, una pequeña mancha de sangre fresca pasó desapercibida a sus ojos y tras comprobar que todo estaba tranquilo volvió con los demás.
-Bah, solo es un hombre, todo ese rollo de los apodos imponentes, es como si a mi empezarais a llamarme puño asesino. Solo es un nombre para dar miedo a las nenazas como vosotros.- Continuó el primero, no obstante los demás prefirieron guardar silencio al respecto, parecía que sí que temían a ese "cuervo" merecida o inmerecidamente.
- Spoiler:
- Bien, el camino de la izquierda está lleno de trampas ocultas de diferentes maneras aprovechando la suciedad del lugar. Pero eso no significa que sea el camino correcto. A ver cómo evitáis las trampas que por otro lado pueden ser a vuestro gusto. En cuanto al camino de la derecha puede tener una complicación narrada por vosotros a vuestro gusto, salvo guardianes del puño. Ambos caminos pueden conducir al templo.
Demian. No saben que estás ahí por el momento. No obstante las escaleras hasta el campanario no son accesibles ya que una puerta cerrada con llave impide el paso. La llave está en posesión de nuestro amigo "puño asesino". En cuanto a Farún, es un enemigo genérico con arco y espada corta no obstante para llegar hasta él debes cruzar una trampilla en el suelo del campanario (Techo al final de las escaleras).
Níniel Thenidiel
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