Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
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Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
-Por mucho que lo pintes tan bonito sigue pareciéndome mal, Erick, Es un modo de obtener dinero muy...-Continuó diciendo la peliblanca al joven dueño de los establos tratando de convencerle de que desistiera de aquella idea que tan poco digna se le antojaba. Ya llevaban un buen rato hablando sobre el mismo asunto y ninguno de los dos parecía querer complacer al otro, aunque al menos el tono entre ambos era afable e incluso habían compartido una vaso de leche caliente durante el interminable intercambio de opiniones. El joven gesticuló exageradamente por enésima vez aquella tarde interrumpiéndola tratando de quitarle importancia a si el dinero era totalmente lícito o solo un poco. -¿Sucio?. Nadie les obliga a apostar, lo hacen porque quieren o porque son idiotas. No es robar, no es timar, ni siquiera es que esté prohibido, mientras no molestemos a nadie incluso la guardia se animará a poner algunas monedas al montón, montón que ganaremos nosotros.-
La sacerdotisa volvió a negar lentamente con la cabeza demostrando no pensar igual. Carreras, esa era la gran idea de Erick para hacer, según él, montañas de oro que compartiría con ella pues la necesitaba para su plan. Seguramente estaría maldiciendo por dentro su mala suerte por el hecho de tener que contar con ella para aquello y a su cabezonería por no dejarse convencer pero parecía no tener opción. El motivo de necesitar a Níniel era que su caballo ganador con el que decía poder ganar con una mano a la espalda a cualquiera de los competidores de aquellas carreras, no era exactamente un caballo si no un upelero, y uno de pelaje blanco con bastante mala uva con la mayoría de personas que trataban siquiera de acercarse hasta él. Trickster, pues es era su nombre, por azares del destino había establecido un lazo con la peliblanca, lazo que era mutuo. De hecho Níniel podía llamarlo un flechazo. Cuando ella no estaba presente apenas permitía que dejaran la comida en su cubículo, mucho menos que nadie lo montara, salvo ella.
-Sigo sin entender por qué molestarte con esas apuestas. Eres el dueño de los establos de la ciudad, debes ganar monedas más que suficientes para formar esas montañas de las que tanto hablas. No tienes necesidad de usar a Trickster así.- ¿Cuánto debía ganar si tan solo el alquiler de una montura ya costaba ciento cincuenta monedas y una pequeña fortuna comprarla, además cuidaba de las monturas de otros y sus servicios tampoco es que fueran precisamente baratos.
-Es cierto, no me puedo quejar, pero sería un necio de no aprovechar esta oportunidad de ganar aún más. Pagué mucho por Trickster y no he podido ni acercarme a él, mi idea era usarlo para criar y también por su velocidad...Pero no he sido capaz de conseguir ni lo uno ni lo otro. Hasta que llegaste tú y de repente, sin más, te aceptó. Pero sobretodo lo hago por orgullo, para que se sepa quién vende las mejores monturas de todo Aerandir. Igual que un orfebre busca reconocimiento yo lo busco. ¿Qué puedo hacer para convencerte?, ¿Quieres más oro?.- La peliblanca volvió a negar. No le interesaba el oro, lo necesitaba como todos y sin duda le vendría muy bien obtener las sumas prometidas para poder comprar más de los caros instrumentos de alquimia y algunos ingredientes raros como la flor de la felicidad, pero el modo de obtenerlo era importante para ella. -No es por el dinero y lo sabes...Pero soy una sacerdotisa...Mira, se hace tarde y no tardarán en venir a buscarme. He dicho que no y es no, lo siento.- Dijo levantándose y preparándose para coger sus cosas y abrigarse con la capa antes de salir de allí. Pero aquel joven humano aún tenía una última oferta para ella.
-Participa...Y si ganas, podrás quedarte a Trickster.- La elfa no pudo dar el siguiente paso hasta la puerta y se quedó donde estaba, girándose lentamente para mirar a los ojos a aquel chico. No había mentira en su mirada, lo decía totalmente en serio. Había sentido un vínculo con aquel animal desde que lo vio por primera vez y no podía negar que ser su amazona la haría muy feliz, es más diría que les haría muy felices a ambos, pero su precio era demasiado alto para poder permitírselo hasta aquella propuesta. Aquel orejas redondas sabía dónde apuntar. -Sin trucos...-
-Sin trucos, tienes mi palabra.-
La sacerdotisa volvió a negar lentamente con la cabeza demostrando no pensar igual. Carreras, esa era la gran idea de Erick para hacer, según él, montañas de oro que compartiría con ella pues la necesitaba para su plan. Seguramente estaría maldiciendo por dentro su mala suerte por el hecho de tener que contar con ella para aquello y a su cabezonería por no dejarse convencer pero parecía no tener opción. El motivo de necesitar a Níniel era que su caballo ganador con el que decía poder ganar con una mano a la espalda a cualquiera de los competidores de aquellas carreras, no era exactamente un caballo si no un upelero, y uno de pelaje blanco con bastante mala uva con la mayoría de personas que trataban siquiera de acercarse hasta él. Trickster, pues es era su nombre, por azares del destino había establecido un lazo con la peliblanca, lazo que era mutuo. De hecho Níniel podía llamarlo un flechazo. Cuando ella no estaba presente apenas permitía que dejaran la comida en su cubículo, mucho menos que nadie lo montara, salvo ella.
-Sigo sin entender por qué molestarte con esas apuestas. Eres el dueño de los establos de la ciudad, debes ganar monedas más que suficientes para formar esas montañas de las que tanto hablas. No tienes necesidad de usar a Trickster así.- ¿Cuánto debía ganar si tan solo el alquiler de una montura ya costaba ciento cincuenta monedas y una pequeña fortuna comprarla, además cuidaba de las monturas de otros y sus servicios tampoco es que fueran precisamente baratos.
-Es cierto, no me puedo quejar, pero sería un necio de no aprovechar esta oportunidad de ganar aún más. Pagué mucho por Trickster y no he podido ni acercarme a él, mi idea era usarlo para criar y también por su velocidad...Pero no he sido capaz de conseguir ni lo uno ni lo otro. Hasta que llegaste tú y de repente, sin más, te aceptó. Pero sobretodo lo hago por orgullo, para que se sepa quién vende las mejores monturas de todo Aerandir. Igual que un orfebre busca reconocimiento yo lo busco. ¿Qué puedo hacer para convencerte?, ¿Quieres más oro?.- La peliblanca volvió a negar. No le interesaba el oro, lo necesitaba como todos y sin duda le vendría muy bien obtener las sumas prometidas para poder comprar más de los caros instrumentos de alquimia y algunos ingredientes raros como la flor de la felicidad, pero el modo de obtenerlo era importante para ella. -No es por el dinero y lo sabes...Pero soy una sacerdotisa...Mira, se hace tarde y no tardarán en venir a buscarme. He dicho que no y es no, lo siento.- Dijo levantándose y preparándose para coger sus cosas y abrigarse con la capa antes de salir de allí. Pero aquel joven humano aún tenía una última oferta para ella.
-Participa...Y si ganas, podrás quedarte a Trickster.- La elfa no pudo dar el siguiente paso hasta la puerta y se quedó donde estaba, girándose lentamente para mirar a los ojos a aquel chico. No había mentira en su mirada, lo decía totalmente en serio. Había sentido un vínculo con aquel animal desde que lo vio por primera vez y no podía negar que ser su amazona la haría muy feliz, es más diría que les haría muy felices a ambos, pero su precio era demasiado alto para poder permitírselo hasta aquella propuesta. Aquel orejas redondas sabía dónde apuntar. -Sin trucos...-
-Sin trucos, tienes mi palabra.-
Última edición por Níniel Thenidiel el Mar Feb 09 2016, 03:40, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
La conversión de Barbacero había sido toda una odisea, no solo por lo peligroso que había llegado a ser su estado, sino también el acoso de los cazadores, que aunque acabamos con algunos, otros seguían rondando y fue necesario salir a escondidas para no llamar la atención de ninguno de ellos que no solo irían por mí en busca de la recompensa, sino también en busca de venganza.
La noche había sido larga, afortunadamente, aunque el viaje de regreso desde Roilkat también había resultado eterno, y había sido más largo de no ser por la pareja de viejos mercaderes que habían accedido a traerme durante una gran parte del camino, finalmente llegaba la hora de separarnos -Hasta aquí podemos traerte, forastero- Dijo el anciano con su voz gastada mientras halaba las riendas para detener al pobre caballo que sin ayuda ni descanso le tocaba halar la carreta cargada de las diferentes mercancías que transportaba la pareja con destino a los negocios de Lunargenta.
Bajé de la carreta de un salto y me acerqué a los ancianos para agradecerles con un gesto inclinando la cabeza para luego quedarme parado mientras ellos se alejaban, de momento no me interesaba llegar a Lunargenta, perseguido como andaba, no sería buena idea meterme entre tanta gente, lo mejor sería retirarme a la segura soledad de la torre hasta que pudiera formar un plan de acción; caminé en línea recta durante varios minutos en los que el camino parecía estirarse y alargarse a cada paso, la noche dibujaba en su cielo una interminable caravana de nubes que amenazaban con una lluvia que apenas se dejaba caer como un simple rocío; no era un gran problema, pero el viento frío de la noche sí que era de terror, aunque no tanto como los climas helados del norte.
Por si todo aquello no fuera suficiente, ya se me comenzaba a abrir el apetito, dentro de poco iba a necesitar alimentarme y no sería nada divertido, o al menos no para la víctima que encontrara en aquellos solitarios y oscuros caminos de las afueras de la ciudad.
La noche había sido larga, afortunadamente, aunque el viaje de regreso desde Roilkat también había resultado eterno, y había sido más largo de no ser por la pareja de viejos mercaderes que habían accedido a traerme durante una gran parte del camino, finalmente llegaba la hora de separarnos -Hasta aquí podemos traerte, forastero- Dijo el anciano con su voz gastada mientras halaba las riendas para detener al pobre caballo que sin ayuda ni descanso le tocaba halar la carreta cargada de las diferentes mercancías que transportaba la pareja con destino a los negocios de Lunargenta.
Bajé de la carreta de un salto y me acerqué a los ancianos para agradecerles con un gesto inclinando la cabeza para luego quedarme parado mientras ellos se alejaban, de momento no me interesaba llegar a Lunargenta, perseguido como andaba, no sería buena idea meterme entre tanta gente, lo mejor sería retirarme a la segura soledad de la torre hasta que pudiera formar un plan de acción; caminé en línea recta durante varios minutos en los que el camino parecía estirarse y alargarse a cada paso, la noche dibujaba en su cielo una interminable caravana de nubes que amenazaban con una lluvia que apenas se dejaba caer como un simple rocío; no era un gran problema, pero el viento frío de la noche sí que era de terror, aunque no tanto como los climas helados del norte.
Por si todo aquello no fuera suficiente, ya se me comenzaba a abrir el apetito, dentro de poco iba a necesitar alimentarme y no sería nada divertido, o al menos no para la víctima que encontrara en aquellos solitarios y oscuros caminos de las afueras de la ciudad.
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Níniel no pudo rechazar aquel trato. Una única carrera y si todo salía tal y como Erick decía él sería un poco más rico y la elfa sería la dueña del upelero, logrando no solo una montura si no un compañero. Nahar era un corcel magnífico, pero no era algo que hubiese ganado por ella misma, su vínculo radicaba en que era el caballo de su padre y por ello la había aceptado a ella durante aquel tiempo de modo provisional, pero no solo odiaba estar en la ciudad si no que echaba de menos Sandorai y a su legítimo jinete. Si finalmente conseguía a Trickster podría por fín permitirle volver a casa. Todos ganaban, menos los que perdieran la apuesta claro. No obstante y tras haber aceptado el acuerdo en la mente de la peliblanca comenzaron a surgir dudas sobre si realmente iba a resultar tan fácil ganar aquella carrera nocturna como afirmaba el chico de los establos, cuestión que ya se había planteado antes pero que hasta después de aceptar competir carecían de la relevancia que cobraron una vez estuvo clara su participación. No dudaba de la velocidad del upelero blanco, y de hecho ya había demostrado su resistencia durante su intento de secuestro unos días antes, pero tampoco es que el resto de competidores fuese a apostar su dinero por ninguna parsimoniosa mula de carga.
-¿Qué te hace estar tan seguro de que ganaré?.- Le preguntó tras entrar en los establos, donde un par de trabajadores del lugar se apresuraron a buscar el equipo de monta del upelero en cuanto Erick les hizo un leve asentimiento como señal.
-Básicamente que los demás irán a caballo y tú en un animal de tres metros de altura con pico afilado y potentes patas acabadas en garras. Nah, es broma, bueno no del todo. Además los demás jinetes serán todo hombres, humanos. Eres mucho más ligera, eso también es una ventaja. Por último conozco el recorrido, es perfecto para las aptitudes de un upelero.- Níniel asintió, desde luego el joven lo tenía todo muy bien pensado, debía de llevar tiempo con aquella idea en la cabeza, puede que incluso antes de adquirir a Trickster.
-¿Y eso no es hacer trampas?. Usar un upelero y no un caballo. Podría competir con Nahar, Es muy rápido. El acuerdo sería el mismo si gano.- Sugirió la peliblanca aunque intuía que la respuesta iba a ser negativa, todo parecía apuntar a que usar a Trickster era una especie de apuesta personal más allá de la económica, como si quisiera demostrar mucho más que únicamente a pesar de la muerte de su padre los establos de Lunargenta seguían siendo una opción muy a tener en cuenta.
-No es mala opción, es una animal muy noble, una pena que no quisieras vendérmelo. Pero no, quiero hacerlo con el upelero. No incumple ninguna norma. Nada dice que no se puede participar con una montura que no sea un caballo. Quizá después de esta noche lo hagan.- Respondió comenzando a reírse de su propio comentario y causando que la elfa se encogiera de hombros. una cosa estaba clara, aquella gente de la carrera no le caía muy bien.
Tal y como era costumbre, en cuanto los trabajadores del establo se acercaron hasta el upelero con la silla este comenzó a agitarse en su redil y a hinchar sus plumas mientras emitía sonoras amenazas con las que advertía a todo aquel que se acercara que no estaba en su ánimo dejar que le tocaran. Y tal y como ocurría desde que ambos se conocieran cejó su tono hostil en cuanto vio que era la peliblanca quien entraba en su cubículo, aunque miraba de reojo al resto solo por si acaso y elevaba su cabeza tan alto como podía en cuanto alguien más se movía cerca. Níniel le tranquilizó acariciando su blanco y suave plumaje, rascando la zona del nacimiento de su pico haciéndole que cerrara los ojos y comenzase a emitir un sonido parecido a un ronroneo. -Buen chico. Ahora voy a ponerte la silla, tenemos trabajo. En cuanto lo cumplamos podremos ir a todos los sitios de los que te hablé. - El animal giró la cabeza mirándola con interés, aunque quizá no tuviera nada que ver con sus palabras. En cualquier caso se dejó ensillar colaborando con dicha tarea agachándose hasta el suelo y dejándola montar con un alegre "Uh-Uh" al salir de su cómodo aunque reducido habitáculo. Fuera del establo Erick la esperaba montado en su montura, un flamante semental de pelaje totalmente negro que comenzó a agitarse en cuanto el upelero se acercó hasta allí, causando en su jinete una amplia sonrisa de satisfacción.
-Pongámonos en marcha, el lugar no está lejos de aquí.- Indicó controlando a su caballo tirando de sus riendas con determinación y abriendo la marcha rumbo a los caminos que conectaban la ciudad con el establo y un buen número de granjas de las afueras. Aquellos caminos eran ideales para una carrera, eso había que admitirlo. Tranquilos a aquellas horas, tierra alisada por el paso durante años de miles y miles de personas, animales y mercancías...De hecho por la noche rara vez se veían caminantes pues los caminos podían ser peligrosos. Bandidos y otras amenazas usaban la oscuridad y las sombras para acechar a los residentes, viajeros y comerciantes que no tenían más remedio que correr aquel riesgo. Por ello, encontrar una figura solitaria apenas a unos cientos de metros del establo, aunque no increible si que resultaba extraño y ligeramente perturbador, especialmente una que caminaba en la noche sin ningún tipo de lámpara o antorcha y cuya silueta solo resultó visible al ser alumbrada por la luz que Erick portaba.
-No sé ni cómo puede ver dónde pisa caminante.- Le saludó el joven humano con tono jovial aunque intercalando miradas entre la figura nocturna y su cinto, donde descansaba una espada corta en su funda.
-¿Qué te hace estar tan seguro de que ganaré?.- Le preguntó tras entrar en los establos, donde un par de trabajadores del lugar se apresuraron a buscar el equipo de monta del upelero en cuanto Erick les hizo un leve asentimiento como señal.
-Básicamente que los demás irán a caballo y tú en un animal de tres metros de altura con pico afilado y potentes patas acabadas en garras. Nah, es broma, bueno no del todo. Además los demás jinetes serán todo hombres, humanos. Eres mucho más ligera, eso también es una ventaja. Por último conozco el recorrido, es perfecto para las aptitudes de un upelero.- Níniel asintió, desde luego el joven lo tenía todo muy bien pensado, debía de llevar tiempo con aquella idea en la cabeza, puede que incluso antes de adquirir a Trickster.
-¿Y eso no es hacer trampas?. Usar un upelero y no un caballo. Podría competir con Nahar, Es muy rápido. El acuerdo sería el mismo si gano.- Sugirió la peliblanca aunque intuía que la respuesta iba a ser negativa, todo parecía apuntar a que usar a Trickster era una especie de apuesta personal más allá de la económica, como si quisiera demostrar mucho más que únicamente a pesar de la muerte de su padre los establos de Lunargenta seguían siendo una opción muy a tener en cuenta.
-No es mala opción, es una animal muy noble, una pena que no quisieras vendérmelo. Pero no, quiero hacerlo con el upelero. No incumple ninguna norma. Nada dice que no se puede participar con una montura que no sea un caballo. Quizá después de esta noche lo hagan.- Respondió comenzando a reírse de su propio comentario y causando que la elfa se encogiera de hombros. una cosa estaba clara, aquella gente de la carrera no le caía muy bien.
Tal y como era costumbre, en cuanto los trabajadores del establo se acercaron hasta el upelero con la silla este comenzó a agitarse en su redil y a hinchar sus plumas mientras emitía sonoras amenazas con las que advertía a todo aquel que se acercara que no estaba en su ánimo dejar que le tocaran. Y tal y como ocurría desde que ambos se conocieran cejó su tono hostil en cuanto vio que era la peliblanca quien entraba en su cubículo, aunque miraba de reojo al resto solo por si acaso y elevaba su cabeza tan alto como podía en cuanto alguien más se movía cerca. Níniel le tranquilizó acariciando su blanco y suave plumaje, rascando la zona del nacimiento de su pico haciéndole que cerrara los ojos y comenzase a emitir un sonido parecido a un ronroneo. -Buen chico. Ahora voy a ponerte la silla, tenemos trabajo. En cuanto lo cumplamos podremos ir a todos los sitios de los que te hablé. - El animal giró la cabeza mirándola con interés, aunque quizá no tuviera nada que ver con sus palabras. En cualquier caso se dejó ensillar colaborando con dicha tarea agachándose hasta el suelo y dejándola montar con un alegre "Uh-Uh" al salir de su cómodo aunque reducido habitáculo. Fuera del establo Erick la esperaba montado en su montura, un flamante semental de pelaje totalmente negro que comenzó a agitarse en cuanto el upelero se acercó hasta allí, causando en su jinete una amplia sonrisa de satisfacción.
-Pongámonos en marcha, el lugar no está lejos de aquí.- Indicó controlando a su caballo tirando de sus riendas con determinación y abriendo la marcha rumbo a los caminos que conectaban la ciudad con el establo y un buen número de granjas de las afueras. Aquellos caminos eran ideales para una carrera, eso había que admitirlo. Tranquilos a aquellas horas, tierra alisada por el paso durante años de miles y miles de personas, animales y mercancías...De hecho por la noche rara vez se veían caminantes pues los caminos podían ser peligrosos. Bandidos y otras amenazas usaban la oscuridad y las sombras para acechar a los residentes, viajeros y comerciantes que no tenían más remedio que correr aquel riesgo. Por ello, encontrar una figura solitaria apenas a unos cientos de metros del establo, aunque no increible si que resultaba extraño y ligeramente perturbador, especialmente una que caminaba en la noche sin ningún tipo de lámpara o antorcha y cuya silueta solo resultó visible al ser alumbrada por la luz que Erick portaba.
-No sé ni cómo puede ver dónde pisa caminante.- Le saludó el joven humano con tono jovial aunque intercalando miradas entre la figura nocturna y su cinto, donde descansaba una espada corta en su funda.
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
El viento soplaba fuerte, inclemente, incesante, las ramas retorcidas de los árboles resonaban fuertemente haciendo eco del batir de sus hojas; el camino parecía completamente solitario, vacío, incluso un poco siniestro, difícilmente alguien se atrevería a recorrer esos caminos a tales horas de la noche a menos que fuera muy valiente o muy malvado, yo lamentablemente no era ninguna de ambas; caminaba atento a cualquier señal de vida en el camino, no deseaba tener que enfrentarme a ningún bandido, después de lo ocurrido con los cazadores en Roilkat, no deseaba arriesgarme con peligros innecesarios.
Varias veces detuve mi andar al escuchar pasos en la densa oscuridad, pero que al final resultaban ser simplemente animales que acababan asustándose de mí; por otro lado tampoco deseaba acechar a nadie para alimentarme, francamente solo quería atravesar la distancia en el menor tiempo posible.
Mi avance se detuvo bruscamente más por instinto y precaución que por inteligencia al ver que un par de figuras se acercaban a los lejos sobre sus respectivos corceles, uno de ellos traía una lámpara que me permitía detallar su rostro al menos mientras se acercaba, no parecía amenazador, mentiroso y tramposo tal vez, ambicioso de pronto, pero no amenazador, así que seguí caminando hacia ellos aunque apenas lograba ver la silueta de la persona que le acompañaba; en cualquier caso, la oscura noche me daría la ventaja para desvanecerme y escapar en caso de problemas.
Tras dar algunos pasos más ya sería demasiado tarde para cambiar de opinión, me habían visto, ya de nada serviría tratar de ocultarme pues eso solo me haría parecer más sospechoso, tampoco pretendía asustarlos, la voz del sujeto me pareció tranquila y amable, aunque tal vez un poco precavida, seguramente estaría algo nervioso, así que lo mejor era seguirle el juego para tratar de calmarlo -Apenas y veo mis manos ¿Ya estoy cerca de Ulmer?- Pregunté con picardía aunque estaba seguro que caminaba en dirección contraria al pueblo de los licántropos, esperaba no ser muy llamativo y pasar de largo, aunque buscaba con la mirada identificar al otro jinete que parecía ir a bordo de un ¿Upelero?
Varias veces detuve mi andar al escuchar pasos en la densa oscuridad, pero que al final resultaban ser simplemente animales que acababan asustándose de mí; por otro lado tampoco deseaba acechar a nadie para alimentarme, francamente solo quería atravesar la distancia en el menor tiempo posible.
Mi avance se detuvo bruscamente más por instinto y precaución que por inteligencia al ver que un par de figuras se acercaban a los lejos sobre sus respectivos corceles, uno de ellos traía una lámpara que me permitía detallar su rostro al menos mientras se acercaba, no parecía amenazador, mentiroso y tramposo tal vez, ambicioso de pronto, pero no amenazador, así que seguí caminando hacia ellos aunque apenas lograba ver la silueta de la persona que le acompañaba; en cualquier caso, la oscura noche me daría la ventaja para desvanecerme y escapar en caso de problemas.
Tras dar algunos pasos más ya sería demasiado tarde para cambiar de opinión, me habían visto, ya de nada serviría tratar de ocultarme pues eso solo me haría parecer más sospechoso, tampoco pretendía asustarlos, la voz del sujeto me pareció tranquila y amable, aunque tal vez un poco precavida, seguramente estaría algo nervioso, así que lo mejor era seguirle el juego para tratar de calmarlo -Apenas y veo mis manos ¿Ya estoy cerca de Ulmer?- Pregunté con picardía aunque estaba seguro que caminaba en dirección contraria al pueblo de los licántropos, esperaba no ser muy llamativo y pasar de largo, aunque buscaba con la mirada identificar al otro jinete que parecía ir a bordo de un ¿Upelero?
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
-¿Ulmer?. Por todos los dioses debe de estar tomándome el pelo. Esas luces que se ven al final del camino no podrían ser más distintas de las que vería camino a Ulmer.- Respondió el joven Erick sosteniendo su lámpara de tal modo que iluminara en la dirección al solitario caminante con la intención de ver su rostro y de paso si portaba algún arma u otro signo de resultar peligroso. Su montura se agitó nerviosa aunque la controló rápidamente -Para no ver ni sus manos le veo bastante resuelto. ¿Vive por aquí cerca?.- Níniel pudo notar en las inflexiones de su voz que Erick desconfiaba de aquel hombre, que sus palabras no habían logrado calmar los nervios por el extraño encuentro en el joven y que comenzaba a creer que era alguien problemático, y no era para menos. La peliblanca soltó un largo suspiro y negó con la cabeza incluso antes de que la titilante luz de la lampara iluminara el rostro de Bio enmarcado por su larga melena tan negra como la misma noche, reconocería esa voz en cualquier parte.
-¿Ulmer?. En serio, a veces parece que buscas los problemas en vez de intentar evitarlos, Bio.Me alegro de verte- Dijo en voz alta con su característico y melodioso tono de voz interrumpiendo la conversación y haciendo que el chico de los establos se girara para mirarla, claramente sorprendido al saber que su compañera conocía al caminante. -Bastaba con decir que eras un granjero buscando el camino a casa tras pasarse con la bebida en la ciudad o incluso un simple caminante rumbo a la ciudad tratando de pasar desapercibido para los ojos de ladrones y asaltantes...Pero no.- Trickster avanzó un par de pasos hasta quedar en la zona suficientemente iluminada permitiendo así que el pelinegro pudiese verla bien, puede que la vista nocturna de los vampiros fuera buena pero la gente comenzaba a sospechar cuando hacían alardes públicos de tal don. Níniel podía decir que era una sorpresa encontrarle allí, porque que lo era, pero tras sus últimos encuentros se podría decir que comenzaba a estar acostumbrada a verle aparecer en circunstancias...Poco habituales.
-¿Le conoces?.- Preguntó Erick tomando una posición sobre su montura más cómoda, menos dispuesto a soltar la lámpara y desenvainar la espada ante la más mínima sensación de amenaza. Mirando al pelinegro de forma evaluativa como si tratase de adivinar de qué podía conocer una elfa como Níniel amante de los animales a alguien como él. Su semental negro agitó una vez más su cabeza y retrocedió un par de pasos inquieto. -Tranquilo chico, menuda noche me estás dando.-
-Sí, es un amigo. Hemos luchado juntos en más de una ocasión contra bandidos y demás personajes de esa calaña. Bueno, más bien él lucha y yo pongo a su servicio mis habilidades curativas.- Explicó la peliblanca sin querer entrar en detalles. La historia entre ellos venía de lejos y habían pasado juntos por todo tipo de situaciones...Casi todas ellas bastante peligrosas y peliagudas. Por no hablar del asunto del séptimo círculo que se llevaba la palma.
-Por la respuesta me temí que fuera un asaltante o algo peor...Debe de haber venido entonces por la carrera. Es por allí, en el viejo molino.- Dijo el joven señalando con la lámpara hacia el este. -Vamos hacia allá ahora mismo, puede venir con nosotros si quiere. Y si apuesta, bueno, mejor para mi.- Terminó de decir forzando una leve sonrisa que denotaba que a pesar de ser amigo de la elfa no acababa de sentirse cómodo en su presencia. Níniel no tenía nada que objetar si el vampiro se unía a ellos, más bien todo lo contrario, extrañamente se sentía segura con él cerca, quizá porque a parte de ser un guerrero de valía probada además siempre se desvivía por protegerla.
Continuaron avanzando un par de cientos de metros hasta que la silueta del mencionado molino, iluminada por la luz de varias antorchas, se hizo visible en la distancia. Bastaba su figura recortada en la noche para darse cuenta de que no lo llamaban el viejo molino por nada. La parte superior de la estructura estaba medio derrumbada y de sus cuatro grandes aspas originales solo quedaban dos y de una de ellas la mitad colgaba precariamente en el aire. A sus pies un grupo bastante numeroso de gente se encontraba reunida aunque parecían guardar relativo silencio o al menos no montar ninguna algarabía. Conforme el grupo se acercaba comenzó a poder distinguirse que se trataba de cerca de una cincuentena de individuos que hablaban entre sí, estudiaban a varios caballos como si quisieran comprarlos y hacían que unas bolsas, de monedas seguramente, cambiaran de manos constantemente conforme las apuestas iban de un lado para otro.
-Vaya, vaya, mirad quién ha venido...¿No es el señorito Erick?. Y parece que viene a correr con la joya de los establos de Lunargenta. ¿No es un poco viejo "Bird" para competir?.- Dijo un hombre barrigón entrado en la cuarentena y casi totalmente calvo que vestía con ropas opulentas en un tono de condescendencia tal que incluso a la propia Níniel le resultó ofensivo.
-Bird se ganó con creces un descanso cuando venció a vuestros animales de arrastre por más de tres cuerpos.- Respondió el joven acariciando el cuello del semental que montaba con evidente orgullo. Y haciendo que el gordinflón torciera el gesto. -Esta noche no vengo a competir, vengo a llevarme vuestro oro. Igualaré cualquier apuesta que hagáis...Contra Trickster y su amazona elfa.- Dijo señalando a Níniel y al upelero blanco disfrutando claramente de la cara que pusieron todos los allí reunidos ante su desafío.
-¿Ulmer?. En serio, a veces parece que buscas los problemas en vez de intentar evitarlos, Bio.Me alegro de verte- Dijo en voz alta con su característico y melodioso tono de voz interrumpiendo la conversación y haciendo que el chico de los establos se girara para mirarla, claramente sorprendido al saber que su compañera conocía al caminante. -Bastaba con decir que eras un granjero buscando el camino a casa tras pasarse con la bebida en la ciudad o incluso un simple caminante rumbo a la ciudad tratando de pasar desapercibido para los ojos de ladrones y asaltantes...Pero no.- Trickster avanzó un par de pasos hasta quedar en la zona suficientemente iluminada permitiendo así que el pelinegro pudiese verla bien, puede que la vista nocturna de los vampiros fuera buena pero la gente comenzaba a sospechar cuando hacían alardes públicos de tal don. Níniel podía decir que era una sorpresa encontrarle allí, porque que lo era, pero tras sus últimos encuentros se podría decir que comenzaba a estar acostumbrada a verle aparecer en circunstancias...Poco habituales.
-¿Le conoces?.- Preguntó Erick tomando una posición sobre su montura más cómoda, menos dispuesto a soltar la lámpara y desenvainar la espada ante la más mínima sensación de amenaza. Mirando al pelinegro de forma evaluativa como si tratase de adivinar de qué podía conocer una elfa como Níniel amante de los animales a alguien como él. Su semental negro agitó una vez más su cabeza y retrocedió un par de pasos inquieto. -Tranquilo chico, menuda noche me estás dando.-
-Sí, es un amigo. Hemos luchado juntos en más de una ocasión contra bandidos y demás personajes de esa calaña. Bueno, más bien él lucha y yo pongo a su servicio mis habilidades curativas.- Explicó la peliblanca sin querer entrar en detalles. La historia entre ellos venía de lejos y habían pasado juntos por todo tipo de situaciones...Casi todas ellas bastante peligrosas y peliagudas. Por no hablar del asunto del séptimo círculo que se llevaba la palma.
-Por la respuesta me temí que fuera un asaltante o algo peor...Debe de haber venido entonces por la carrera. Es por allí, en el viejo molino.- Dijo el joven señalando con la lámpara hacia el este. -Vamos hacia allá ahora mismo, puede venir con nosotros si quiere. Y si apuesta, bueno, mejor para mi.- Terminó de decir forzando una leve sonrisa que denotaba que a pesar de ser amigo de la elfa no acababa de sentirse cómodo en su presencia. Níniel no tenía nada que objetar si el vampiro se unía a ellos, más bien todo lo contrario, extrañamente se sentía segura con él cerca, quizá porque a parte de ser un guerrero de valía probada además siempre se desvivía por protegerla.
Continuaron avanzando un par de cientos de metros hasta que la silueta del mencionado molino, iluminada por la luz de varias antorchas, se hizo visible en la distancia. Bastaba su figura recortada en la noche para darse cuenta de que no lo llamaban el viejo molino por nada. La parte superior de la estructura estaba medio derrumbada y de sus cuatro grandes aspas originales solo quedaban dos y de una de ellas la mitad colgaba precariamente en el aire. A sus pies un grupo bastante numeroso de gente se encontraba reunida aunque parecían guardar relativo silencio o al menos no montar ninguna algarabía. Conforme el grupo se acercaba comenzó a poder distinguirse que se trataba de cerca de una cincuentena de individuos que hablaban entre sí, estudiaban a varios caballos como si quisieran comprarlos y hacían que unas bolsas, de monedas seguramente, cambiaran de manos constantemente conforme las apuestas iban de un lado para otro.
-Vaya, vaya, mirad quién ha venido...¿No es el señorito Erick?. Y parece que viene a correr con la joya de los establos de Lunargenta. ¿No es un poco viejo "Bird" para competir?.- Dijo un hombre barrigón entrado en la cuarentena y casi totalmente calvo que vestía con ropas opulentas en un tono de condescendencia tal que incluso a la propia Níniel le resultó ofensivo.
-Bird se ganó con creces un descanso cuando venció a vuestros animales de arrastre por más de tres cuerpos.- Respondió el joven acariciando el cuello del semental que montaba con evidente orgullo. Y haciendo que el gordinflón torciera el gesto. -Esta noche no vengo a competir, vengo a llevarme vuestro oro. Igualaré cualquier apuesta que hagáis...Contra Trickster y su amazona elfa.- Dijo señalando a Níniel y al upelero blanco disfrutando claramente de la cara que pusieron todos los allí reunidos ante su desafío.
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
El joven reaccionó tal como era de esperarse ante tal situación, el momento era tenso aunque yo solo deseaba pasar desapercibido, sin embargo mi pésima excusa no me ayudaba mucho, giré el rostro al ser alumbrado por el pequeño farol del chico, con la intención de que mi cabello cubriera discretamente mi rostro -Vengo del norte, iba rumbo a Ulmer pero según dices, creo que ya pasé de largo- Dije intentando sonar convincente pero fui interrumpido por la inconfundible voz de Niniel -Que no los busco, me persiguen- Respondí como una reacción espontánea ante sus palabras como si simplemente hubiésemos estado hablando desde siempre hasta que caí en cuenta que realmente estaba ahí -Espera ¿Qué?- Alcé la vista y moví mi cuerpo intentando esquivar al sujeto de la lámpara para alcanzar a ver a la elfa que se encontraba aún tras él -Una noche tan oscura no es lugar para una elfa -Dije adoptando un tono protector mientras miraba en detalle a su acompañante en busca de cualquier sospecha que pudiera poner en peligro a la peliblanca -Oh, rayos, me han descubierto entonces, solo soy un granjero buscando el camino a casa tras pasarse con la bebida en la ciudad- Dije con cierta jocosidad para luego dejar salir una sonrisa aunque aún sin apartar la vista del acompañante de la elfa.
El sujeto al parecer tampoco se fiaba de mí, y era totalmente comprensible, incluso me parecía bien que lo hiciera, desconfiar de cualquiera ayudaría a mantener a salvo a Niniel, y si deseaba cuidarla entonces podía tolerar su trato y desconfianza; finalmente Niniel logró convencerlo de que me conocía y tras las debidas explicaciones acabaron por invitarme al lugar donde se dirigían -No, gracias, yo voy hacia... Espera ¿El Molino?- Pregunté un poco sorprendido, había escuchado algunas historias acerca del tipo de personas que frecuentaban ese lugar y de ninguna manera permitiría que la inocente elfa entrara en semejante lugar sin al menos un poco de protección -Iré con ustedes- Dije decidido aunque intentando no hacer una alarma de aquella noticia, lo que menos necesitaba era alarmar a la elfa, con lo terca que era, pedirle que no fuera sería completamente inútil, así que se perdía menos tiempo y energías acompañándola.
No estábamos tan lejos del lugar, sin embargo varios minutos fueron necesarios para nuestra llegada, la silueta del molino se podía ver desde lejos, tal vez como una especie de faro para atraer a quienes iban a perder su dinero, para que algunos pocos pudieran ser ricos, otros muchos debían perder; mientras nos acercábamos al lugar intenté rodear a ambos jinetes hasta estar al lado de Niniel -Vaya lugares en los que te metes- Le dije a modo de ligera reprimenda aunque no sabía si entendería lo peligroso que podía resultar aquel lugar. Una vez dentro el acompañante de Niniel se convirtió en el protagonista, o cual me serviría para pasar desapercibido; hice un recorrido del lugar con la vista y alcancé a ver a varios personajes peligrosos aunque ningún peligro como cuando escuché decir que la elfa competiría contra los caballos a bordo de un upelero -Y luego yo soy el que está loco- Murmuré con ironía al comenzar a comprenderlo todo; de nuevo, intentar detener a la elfa sería perder el tiempo, así que en lugar de eso preferí inspeccionar al animal, sus fuertes garras parecían agarrarse bien del suelo, cosa que le podía dar buen manejo en las curvas, y una aceleración bastante envidiable por el grosor de sus patas.
A juzgar por las caras de los presentes, yo no era el único sorprendido, aunque lo más preocupante fueron las reacciones de algunos sujetos que no parecían muy contentos con la idea de un participante desconocido, y es que uno de los rumores acerca del lugar era que en ocasiones, las carreras eran arregladas, lo cual podría suponer un problema para los organizadores, un jinete no controlado podría hacer perder dinero a personas importantes, así que debería estar atento y encontrar la manera de proteger a la elfa del peligro en el que se había metido.
El sujeto al parecer tampoco se fiaba de mí, y era totalmente comprensible, incluso me parecía bien que lo hiciera, desconfiar de cualquiera ayudaría a mantener a salvo a Niniel, y si deseaba cuidarla entonces podía tolerar su trato y desconfianza; finalmente Niniel logró convencerlo de que me conocía y tras las debidas explicaciones acabaron por invitarme al lugar donde se dirigían -No, gracias, yo voy hacia... Espera ¿El Molino?- Pregunté un poco sorprendido, había escuchado algunas historias acerca del tipo de personas que frecuentaban ese lugar y de ninguna manera permitiría que la inocente elfa entrara en semejante lugar sin al menos un poco de protección -Iré con ustedes- Dije decidido aunque intentando no hacer una alarma de aquella noticia, lo que menos necesitaba era alarmar a la elfa, con lo terca que era, pedirle que no fuera sería completamente inútil, así que se perdía menos tiempo y energías acompañándola.
No estábamos tan lejos del lugar, sin embargo varios minutos fueron necesarios para nuestra llegada, la silueta del molino se podía ver desde lejos, tal vez como una especie de faro para atraer a quienes iban a perder su dinero, para que algunos pocos pudieran ser ricos, otros muchos debían perder; mientras nos acercábamos al lugar intenté rodear a ambos jinetes hasta estar al lado de Niniel -Vaya lugares en los que te metes- Le dije a modo de ligera reprimenda aunque no sabía si entendería lo peligroso que podía resultar aquel lugar. Una vez dentro el acompañante de Niniel se convirtió en el protagonista, o cual me serviría para pasar desapercibido; hice un recorrido del lugar con la vista y alcancé a ver a varios personajes peligrosos aunque ningún peligro como cuando escuché decir que la elfa competiría contra los caballos a bordo de un upelero -Y luego yo soy el que está loco- Murmuré con ironía al comenzar a comprenderlo todo; de nuevo, intentar detener a la elfa sería perder el tiempo, así que en lugar de eso preferí inspeccionar al animal, sus fuertes garras parecían agarrarse bien del suelo, cosa que le podía dar buen manejo en las curvas, y una aceleración bastante envidiable por el grosor de sus patas.
A juzgar por las caras de los presentes, yo no era el único sorprendido, aunque lo más preocupante fueron las reacciones de algunos sujetos que no parecían muy contentos con la idea de un participante desconocido, y es que uno de los rumores acerca del lugar era que en ocasiones, las carreras eran arregladas, lo cual podría suponer un problema para los organizadores, un jinete no controlado podría hacer perder dinero a personas importantes, así que debería estar atento y encontrar la manera de proteger a la elfa del peligro en el que se había metido.
Bio
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
-Sé dónde me meto...Más o menos. Creeme si te digo que a Erick le ha costado varias horas convencerme de esto y me negaba a participar de estos chanchullos que por lo visto no son del todo ilegales, aunque supongo a qué clase de individuos atrae. Pero al final recibí una oferta que no podía rechazar.- Le explicó la peliblanca al vampiro durante su camino hasta el viejo molino tratando de dejar lo más claro posible que no habría accedido a ir hasta allí sin una buena razón mientras acariciaba a Trickster en el cuello, lo cual al upelero parecía encantarle aunque lanzaba pequeños picotazos al aire para que Bio no se acercara demasiado a su jinete. Normalmente era al revés entre ellos, el pelinegro se tiraba de cabeza a un absurdamente letal peligro y era ella quien trataba de dar alternativas que al menos redujeran las posibilidades de acabar sin cabeza. Resultaba gracioso que en aquella ocasión fuera él quien se preocupara por las locuras de la peliblanca, tanto que no pudo evitar sonreír por lo irónico y seguramente su nuevo acompañante también se había percatado de ello.
Al llegar al molino Erick no tardó ni un instante en dejar claras sus intenciones las cuales aunque conocidas por la peliblanca la sorprendieron por su tono arrogante y absoluto. No había dudas en sus palabras. O realmente estaba totalmente seguro o sabía controlar muy bien su voz y su tono. Una cosa sí estaba clara, a Erick no le gustaba aquella gente y a mucha de aquella gente no le gustaba el joven chico de los establos, y había más que competencia entre criadores en el aire...Si le preguntaban a la peliblanca diría que había habido roces económicos entre ellos pero bien podía ser cualquier otra cosa. Los humanos solían ser muy rencorosos y tardaban en olvidar afrentas pasadas, incluso las más nimias. En cualquier caso las palabras del joven convirtieron a la elfa peliblanca y al upelero de blanco plumaje en el centro de todas las miradas y comentarios. Algunos parecían estudiarles, otros fruncían el ceño con evidente enfado, algunos incluso preguntaban si participar con algo que no fuera un caballo estaba permitido.
-Les tengo cogidos por los huevos, si apuestan perderán y si no quedarán como los cobardes asustadizos que son.- Le comentó Erick mientras la elfa echaba un vistazo a su alrededor tratando de localizar el circuito de la carrera al mismo tiempo que bajo el molino comenzaba una vorágine de nuevas apuestas y cambios en las ya realizadas que así lo permitieran. A unos metros de donde estaba un hombre se negó a devolver algunas monedas y comenzó un trifulca que acabó con un segundo humano recibiendo una paliza a manos de los matones del corredor de apuestas. -¿Veis?. No han pasado ni cinco minutos y ya empiezan a pelearse.- Níniel no estaba tan segura de que la pelea fuese a causa de la aparición del grupo del chico, mucha de aquella gente parecía no necesitar pensarse mucho las excusas para comenzar a repartir manporros. Era como estar en una taberna pero al aire libre. -Bueno, el circuito cambia en cada carrera usando diferentes tramos del los caminos. nadie sabe qué ruta será la de la carrera así que no tendrás desventaja por no conocer esta zona.Iré a formalizar la apuesta. Podéis venir conmigo o echar un vistazo, pero tened los ojos abiertos por si acaso. Hay mucho dinero en juego esta noche .- Dijo separándose de los demás y dirigiéndose hacia la base del molino donde parecía estar el puesto principal de apuestas.
-¿Qué hacías caminando solo en mitad de la noche Bio?.- Le preguntó la sacerdotisa sin paños calientes al pelinegro tan pronto como se quedaron solos. Al menos relativamente solos, pues no faltaban curiosos que se acercaban y hacían preguntas sobre el tipo de dieta que seguía Trickster y su ascendencia. También preguntaban por la experiencia como amazona de la peliblanca y un tipo achispado incluso preguntó si quería casarse con él, llevándose por respuesta un rotundo y sincero "No". Conociéndole como conocía al vampiro sería raro que no estuviera a punto de meterse en un lío o que acabara de salir de uno. Él rara vez admitiría que necesitaba su ayuda, especialmente si creía que había peligro para ella por eso le preguntaba pues tampoco la mentiría.
En ese momento un hombrecillo bastante pequeño para lo que solía ser habitual en los humanos se acercó flanqueado por dos fuertes hombretones que parecían a todas luces matones o guardaespaldas. Níniel no pudo evitar pensar que puede que aquellos dos armarios puede que fueran grandes guardianes pero en lo referente a tamaño le hacían flaco favor al que debía ser su jefe pues a su lado aquel retaco parecía aún más pequeño, casi un infante de escasos años de edad. El enano caminaba con cierta dificultad debido a sus cortas y algo arqueadas extremidades inferiores pero en su cara sus ojos azules brillaban con cierta malicia y desde luego no le faltaba seguridad en si mismo.
-Asique tu eres la elfa que va a correr con un pollo...- Dijo una vez estuvo a un par de pasos de ella con una voz sorprendentemente grave teniendo en cuenta del tamaño de aquel tipo y que resultaba sinceramente cómica por eso mismo. -No me andaré por las ramas, puede que creas que tienes opciones de ganar pero no ganarás. ¿Está claro?.-Señaló en dirección a otro jinete que cepillaba con mimo a excelente ejemplar de pura sangre de color blanco con pequeñas manchas grises que había a su derecha. -Él va a ganar. No sé cuanto te paga ese mocoso engreído, pero creo que si pierdes verás que sales ganando.- Continuó con una insinuación que la peliblanca cogió al vuelo. -De hecho algunos ganadores acaban descubriendo que la victoria es más una carga que algo positivo.- Finalizó clavando esos ojos azules en los aguamarina de la elfa antes de dar media vuelta y alejarse de allí. Níniel miró a Bio buscando en él algo de ayuda, había entendido claramente a qué se refería aquel hombrecillo pero no acababa de saber qué debía hacer al respecto. Acababan de ofrecerle doblar sus posibles ganancias solo por perder. Aquel enano estaba amañando la carrera. ¿Debía decírselo a Erick?. ¿Evitar que apostara?. Para ser tan pequeñito aquel sujeto había logrado en solo un par de frases meterle el miedo en el cuerpo a la elfa.
Al llegar al molino Erick no tardó ni un instante en dejar claras sus intenciones las cuales aunque conocidas por la peliblanca la sorprendieron por su tono arrogante y absoluto. No había dudas en sus palabras. O realmente estaba totalmente seguro o sabía controlar muy bien su voz y su tono. Una cosa sí estaba clara, a Erick no le gustaba aquella gente y a mucha de aquella gente no le gustaba el joven chico de los establos, y había más que competencia entre criadores en el aire...Si le preguntaban a la peliblanca diría que había habido roces económicos entre ellos pero bien podía ser cualquier otra cosa. Los humanos solían ser muy rencorosos y tardaban en olvidar afrentas pasadas, incluso las más nimias. En cualquier caso las palabras del joven convirtieron a la elfa peliblanca y al upelero de blanco plumaje en el centro de todas las miradas y comentarios. Algunos parecían estudiarles, otros fruncían el ceño con evidente enfado, algunos incluso preguntaban si participar con algo que no fuera un caballo estaba permitido.
-Les tengo cogidos por los huevos, si apuestan perderán y si no quedarán como los cobardes asustadizos que son.- Le comentó Erick mientras la elfa echaba un vistazo a su alrededor tratando de localizar el circuito de la carrera al mismo tiempo que bajo el molino comenzaba una vorágine de nuevas apuestas y cambios en las ya realizadas que así lo permitieran. A unos metros de donde estaba un hombre se negó a devolver algunas monedas y comenzó un trifulca que acabó con un segundo humano recibiendo una paliza a manos de los matones del corredor de apuestas. -¿Veis?. No han pasado ni cinco minutos y ya empiezan a pelearse.- Níniel no estaba tan segura de que la pelea fuese a causa de la aparición del grupo del chico, mucha de aquella gente parecía no necesitar pensarse mucho las excusas para comenzar a repartir manporros. Era como estar en una taberna pero al aire libre. -Bueno, el circuito cambia en cada carrera usando diferentes tramos del los caminos. nadie sabe qué ruta será la de la carrera así que no tendrás desventaja por no conocer esta zona.Iré a formalizar la apuesta. Podéis venir conmigo o echar un vistazo, pero tened los ojos abiertos por si acaso. Hay mucho dinero en juego esta noche .- Dijo separándose de los demás y dirigiéndose hacia la base del molino donde parecía estar el puesto principal de apuestas.
-¿Qué hacías caminando solo en mitad de la noche Bio?.- Le preguntó la sacerdotisa sin paños calientes al pelinegro tan pronto como se quedaron solos. Al menos relativamente solos, pues no faltaban curiosos que se acercaban y hacían preguntas sobre el tipo de dieta que seguía Trickster y su ascendencia. También preguntaban por la experiencia como amazona de la peliblanca y un tipo achispado incluso preguntó si quería casarse con él, llevándose por respuesta un rotundo y sincero "No". Conociéndole como conocía al vampiro sería raro que no estuviera a punto de meterse en un lío o que acabara de salir de uno. Él rara vez admitiría que necesitaba su ayuda, especialmente si creía que había peligro para ella por eso le preguntaba pues tampoco la mentiría.
En ese momento un hombrecillo bastante pequeño para lo que solía ser habitual en los humanos se acercó flanqueado por dos fuertes hombretones que parecían a todas luces matones o guardaespaldas. Níniel no pudo evitar pensar que puede que aquellos dos armarios puede que fueran grandes guardianes pero en lo referente a tamaño le hacían flaco favor al que debía ser su jefe pues a su lado aquel retaco parecía aún más pequeño, casi un infante de escasos años de edad. El enano caminaba con cierta dificultad debido a sus cortas y algo arqueadas extremidades inferiores pero en su cara sus ojos azules brillaban con cierta malicia y desde luego no le faltaba seguridad en si mismo.
-Asique tu eres la elfa que va a correr con un pollo...- Dijo una vez estuvo a un par de pasos de ella con una voz sorprendentemente grave teniendo en cuenta del tamaño de aquel tipo y que resultaba sinceramente cómica por eso mismo. -No me andaré por las ramas, puede que creas que tienes opciones de ganar pero no ganarás. ¿Está claro?.-Señaló en dirección a otro jinete que cepillaba con mimo a excelente ejemplar de pura sangre de color blanco con pequeñas manchas grises que había a su derecha. -Él va a ganar. No sé cuanto te paga ese mocoso engreído, pero creo que si pierdes verás que sales ganando.- Continuó con una insinuación que la peliblanca cogió al vuelo. -De hecho algunos ganadores acaban descubriendo que la victoria es más una carga que algo positivo.- Finalizó clavando esos ojos azules en los aguamarina de la elfa antes de dar media vuelta y alejarse de allí. Níniel miró a Bio buscando en él algo de ayuda, había entendido claramente a qué se refería aquel hombrecillo pero no acababa de saber qué debía hacer al respecto. Acababan de ofrecerle doblar sus posibles ganancias solo por perder. Aquel enano estaba amañando la carrera. ¿Debía decírselo a Erick?. ¿Evitar que apostara?. Para ser tan pequeñito aquel sujeto había logrado en solo un par de frases meterle el miedo en el cuerpo a la elfa.
El enano:
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Última edición por Níniel Thenidiel el Lun Feb 08 2016, 03:37, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Había escuchado con detenimiento la explicación de la elfa esperando entender sus razones, aunque todo aquello no dejaba de parecerme una mala idea, guardaba silencio y reaccionaba alejándome cada vez que el peculiar upelero se encargaba de alejarme de si jinete -Me agrada tu pájaro, justo así quiero que te defienda durante la carrera, ya que persuadirte de no correr sería perder el tiempo- Dije en un tono que aunque no era del todo serio, tampoco era mi relajado tono habitual, y es que generalmente era yo el que se lanzaba a los peligros contando con el apoyo de la elfa, pero esta vez era yo quien debía apoyarla; el acompañante de Niniel parecía ser popular en aquellas carreras, lo cual lo hacía aún más peligroso, eso significaba que podría tener una lista con más de un enemigo, y si la elfa acababa con al menos un rasguño, entonces me contaría también en esa lista.
Las palabras del tal Erick parecían ser más como parte de una venganza personal, o la necesidad de demostrar algo, antes que el deseo de obtener más dinero, tal vez ganar el premio de la carrera era solo un valor agregado, y lo realmente importante era demostrar algo, y lo dejaba muy en claro con su manera de hablar y presentarse como el desafío a vencer. La mala reputación del lugar se hizo notar cuando se formó una pequeña pelea, o más bien una golpiza contra un pobre sujeto aunque con lo pasado de tragos que estaba, seguro pasaría un buen rato antes de comenzar a sentir las consecuencias de los golpes.
Detallaba a los sujetos cercanos cuando fui sorprendido por las palabras de Niniel quien parecía empeñada en saber a dónde iba o de dónde venía -¿Recuerdas el hombre que vimos en la mansión de los Cambridge? Dijo que me habían encontrado, ahora sé a qué se refería- Dije en voz baja para evitar ser escuchado por alguien que no fuera la elfa aunque su animal me obligaba a mantener cierta distancia -Me dirigía a la torre para estar a salvo al menos hasta planear algo- Dije decidido -Han puesto precio a mi cabeza en varias ciudades... Debo poner fin a ese asunto de una vez por todas- Exclamé finalmente antes de ser interrumpido por algunos sujetos que se acercaron a conocer al nuevo pollo corredor.
Habían tardado- Murmuré al ver acercarse a un sujeto de aspecto más gracioso que intimidante, pero respaldado por otros cuyo tamaño sí resultaba bastante amenazador; avancé hasta quedar interpuesto entre la elfa y los que claramente parecían ser matones tan descarados que ni se preocupaban en disimularlo, me mantuve en silencio para no empeorar la situación aunque atento ante cualquier intento de agredir a Niniel o su upelero -Si quieres huir, ahora es un buen momento- Dije mientras la miraba fijamente -Pero si te quedas te apoyaré hasta el final... Sé que tienes buenas razones para estar aquí- Volví a mirar al enano que se alejaba para luego regresar la vista a Niniel -Debes entender que no será una carrera justa- Le dije en tono protector -No solo vas contra el corredor de este sujeto- Aclaré mientras lo señalaba discretamente -Si tiene comprada la carrera, los demás no solo dejarán ganar a ese sujeto, sino que harán todo lo posible para detenerte- No deseaba asustarla antes de tiempo, pero era necesario advertirle para que no la tomara por sorpresa -Serás tú contra todos los demás, ve adelante y por el lado interior del camino, no dejes que te arrinconen o te encierren- Sabía que la elfa no perdería intencionalmente, esa era una opción no discutible, ante eso cualquier consejo era bueno en aquel momento y realmente deseaba poder hacer más por ella que solo eso, aunque tampoco pensaba quedarme de brazos cruzados...
Las palabras del tal Erick parecían ser más como parte de una venganza personal, o la necesidad de demostrar algo, antes que el deseo de obtener más dinero, tal vez ganar el premio de la carrera era solo un valor agregado, y lo realmente importante era demostrar algo, y lo dejaba muy en claro con su manera de hablar y presentarse como el desafío a vencer. La mala reputación del lugar se hizo notar cuando se formó una pequeña pelea, o más bien una golpiza contra un pobre sujeto aunque con lo pasado de tragos que estaba, seguro pasaría un buen rato antes de comenzar a sentir las consecuencias de los golpes.
Detallaba a los sujetos cercanos cuando fui sorprendido por las palabras de Niniel quien parecía empeñada en saber a dónde iba o de dónde venía -¿Recuerdas el hombre que vimos en la mansión de los Cambridge? Dijo que me habían encontrado, ahora sé a qué se refería- Dije en voz baja para evitar ser escuchado por alguien que no fuera la elfa aunque su animal me obligaba a mantener cierta distancia -Me dirigía a la torre para estar a salvo al menos hasta planear algo- Dije decidido -Han puesto precio a mi cabeza en varias ciudades... Debo poner fin a ese asunto de una vez por todas- Exclamé finalmente antes de ser interrumpido por algunos sujetos que se acercaron a conocer al nuevo pollo corredor.
Habían tardado- Murmuré al ver acercarse a un sujeto de aspecto más gracioso que intimidante, pero respaldado por otros cuyo tamaño sí resultaba bastante amenazador; avancé hasta quedar interpuesto entre la elfa y los que claramente parecían ser matones tan descarados que ni se preocupaban en disimularlo, me mantuve en silencio para no empeorar la situación aunque atento ante cualquier intento de agredir a Niniel o su upelero -Si quieres huir, ahora es un buen momento- Dije mientras la miraba fijamente -Pero si te quedas te apoyaré hasta el final... Sé que tienes buenas razones para estar aquí- Volví a mirar al enano que se alejaba para luego regresar la vista a Niniel -Debes entender que no será una carrera justa- Le dije en tono protector -No solo vas contra el corredor de este sujeto- Aclaré mientras lo señalaba discretamente -Si tiene comprada la carrera, los demás no solo dejarán ganar a ese sujeto, sino que harán todo lo posible para detenerte- No deseaba asustarla antes de tiempo, pero era necesario advertirle para que no la tomara por sorpresa -Serás tú contra todos los demás, ve adelante y por el lado interior del camino, no dejes que te arrinconen o te encierren- Sabía que la elfa no perdería intencionalmente, esa era una opción no discutible, ante eso cualquier consejo era bueno en aquel momento y realmente deseaba poder hacer más por ella que solo eso, aunque tampoco pensaba quedarme de brazos cruzados...
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
-Desde luego Erick no mencionó nada de esto...Me esperaba algún truco poco honorable o alguna jugada más o menos inteligente por parte de los demás competidores, pero no esto. Juego sucio, no, criminal...Pero no, no me retiraré. Es mi única opción de conseguir que Erick me entregue a Trickster.- Respondió decidida la peliblanca a pesar de la preocupación más que fundada del pelinegro y que ella misma también sentía. Tenía toda la razón, quizá no fueran a tratar de atacarla directamente a ella o a su montura para que no pudiera correr o sus posibilidades de ganar fuera prácticamente nulas pues resultaría demasiado evidente el amaño, pero seguramente más de uno de lo otros jinetes no tendría tantos escrúpulos como para rechazar la oferta del enano como ella y defenderían sus ingresos aunque para ello tuvieran que echar del camino a cualquier posible rival con posibilidades. Por desgracia la gran apuesta de Erick voz en grito había pintado la diana más grande sobre la peliblanca, la había convertido en la rival a batir. -Bueno, si se piensan que van a poder jugar conmigo y con Trickster tendremos que demostrarles que no son los únicos con la posibilidad de jugar...Duro. Yo me ocupo de la carrera, me las apañaré, ya sabes que soy una elfa con recursos. Mientras quizá encuentres el modo de hacer que ese pequeño hombrecillo quiera mostrarse más amable con nosotros. No me gustaría que sus matones estuvieran esperándome en la meta. No son mi tipo de humano.-
Erick regreso con una sonrisa de suficiencia dibujada en el rostro y sin un ápice de la preocupación que atenazaba a Níniel y a Bio. Realmente tenía una confianza casi estúpida en que todo iba a acabar muy bien o era un estúpido que ignoraba la mayor parte de los asuntos que aquella gente se traía entre manos.-Deberíais haber visto sus caras cuando les puse el pagaré delante de sus caras. Después de esta noche todo el mundo querrá una de mis monturas, dejaran de llamarme el chico de los establos y usarán mi nombre con respeto. ¿Qué os pasa?, menuda cara tenéis. Me alegra que te tomes la carrera en serio pero no tanto, estás mucho más guapa cuando sonríes.- La elfa rodó los ojos y soltó todo el aire de sus pulmones en un largo suspiro. Que después de la visita del enano encima soltara semejante aborto de piropo acercaba a aquel humano peligrosamente a recibir un tortazo.
-Verás, ha venido un hombrecillo. Ha sido muy amable al indicarme que de ganar, es posible que aprenda por las malas que la victoria no siempre es...Positiva. ¿Entiendes lo que estoy diciendo?.- Trató de explicarle la peliblanca con su siempre melodiosa voz y tratando de no elevar mucho el tono y mantenerse dentro de los cánones de una conversación tranquila y educada.
-¿Un hombrecillo?...Espera ¿dices que han tratado de untarte para amañar la carrera?. Pero eso no...Estas carreras aunque se apueste siempre han sido justas...Eso no está bien, he apostado... ¿Te negaste verdad?. Solo yo puedo darte a Trickster, esa es una oferta que solo yo puedo hacerte.- Puede que hasta aquel momento pecara de exceso de confianza pero el humano lo entendió enseguida y su sonrisa desapareció de su rostro sustituida por otra de nerviosismo y miedo.
-Incluso si nuestro acuerdo hubiese sido dinero por correr no lo hubiese aceptado. No, participaré y trataré de ganar pero las cosas no van a ser ni de cerca el paseo que creías que sería. Como dice Bio, muy posiblemente tengan a otros participantes...¿Untados has dicho?. Vaya expresiones más raras tenéis los humanos...¿Cómo se unta a alguién?. Da igual, yo que tú anulaba la apuesta, por precaución.- Le explicó la peliblanca al ahora encogido chico de los establos que había comenzado a sudar profusamente y se tocaba la cara con una mano presa de los nervios.
-No puedo, algunos correderos aceptan cambios hasta que comienza la carrera, e incluso durante la misma, pero no éste. Y tampoco lo haría de poder...Ellos son los cobardes no yo...¿Crees que puedes ganar?. ¿Si verdad?. Por los dioses dime que sí.- Dijo comenzando a alzar la voz, a punto de acabar gritando mientras se acercaba a Níniel y la sujetó del brazo con demasiada fuerza, haciéndola daño. Trickster lo notó y con una coz de sus potentes patas desmontó al joven enviándolo al suelo y causando que algunas risas se extendieran por allí cerca.
"Corredores, acudan a la salida. Corredores acudan a la salida"
Voceó una potente voz de barítono llamando a todos los participantes a acudir a sus marcas avisando de paso a todo el mundo de que la carrera estaba a punto de empezar. Níniel lanzó una mirada severa a Erick pero decidió dejar las cosas así pues culpaba a los nervios del chico de su actuación. -Haré cuanto esté en mi mano.- Finalizó dirigiéndose al otro lado de la zona del molino, donde se encontraba la salida. Dirigió una última mirada a Bio y asintió al pasar a su lado. -Evita que haga alguna tontería...-
Erick regreso con una sonrisa de suficiencia dibujada en el rostro y sin un ápice de la preocupación que atenazaba a Níniel y a Bio. Realmente tenía una confianza casi estúpida en que todo iba a acabar muy bien o era un estúpido que ignoraba la mayor parte de los asuntos que aquella gente se traía entre manos.-Deberíais haber visto sus caras cuando les puse el pagaré delante de sus caras. Después de esta noche todo el mundo querrá una de mis monturas, dejaran de llamarme el chico de los establos y usarán mi nombre con respeto. ¿Qué os pasa?, menuda cara tenéis. Me alegra que te tomes la carrera en serio pero no tanto, estás mucho más guapa cuando sonríes.- La elfa rodó los ojos y soltó todo el aire de sus pulmones en un largo suspiro. Que después de la visita del enano encima soltara semejante aborto de piropo acercaba a aquel humano peligrosamente a recibir un tortazo.
-Verás, ha venido un hombrecillo. Ha sido muy amable al indicarme que de ganar, es posible que aprenda por las malas que la victoria no siempre es...Positiva. ¿Entiendes lo que estoy diciendo?.- Trató de explicarle la peliblanca con su siempre melodiosa voz y tratando de no elevar mucho el tono y mantenerse dentro de los cánones de una conversación tranquila y educada.
-¿Un hombrecillo?...Espera ¿dices que han tratado de untarte para amañar la carrera?. Pero eso no...Estas carreras aunque se apueste siempre han sido justas...Eso no está bien, he apostado... ¿Te negaste verdad?. Solo yo puedo darte a Trickster, esa es una oferta que solo yo puedo hacerte.- Puede que hasta aquel momento pecara de exceso de confianza pero el humano lo entendió enseguida y su sonrisa desapareció de su rostro sustituida por otra de nerviosismo y miedo.
-Incluso si nuestro acuerdo hubiese sido dinero por correr no lo hubiese aceptado. No, participaré y trataré de ganar pero las cosas no van a ser ni de cerca el paseo que creías que sería. Como dice Bio, muy posiblemente tengan a otros participantes...¿Untados has dicho?. Vaya expresiones más raras tenéis los humanos...¿Cómo se unta a alguién?. Da igual, yo que tú anulaba la apuesta, por precaución.- Le explicó la peliblanca al ahora encogido chico de los establos que había comenzado a sudar profusamente y se tocaba la cara con una mano presa de los nervios.
-No puedo, algunos correderos aceptan cambios hasta que comienza la carrera, e incluso durante la misma, pero no éste. Y tampoco lo haría de poder...Ellos son los cobardes no yo...¿Crees que puedes ganar?. ¿Si verdad?. Por los dioses dime que sí.- Dijo comenzando a alzar la voz, a punto de acabar gritando mientras se acercaba a Níniel y la sujetó del brazo con demasiada fuerza, haciéndola daño. Trickster lo notó y con una coz de sus potentes patas desmontó al joven enviándolo al suelo y causando que algunas risas se extendieran por allí cerca.
"Corredores, acudan a la salida. Corredores acudan a la salida"
Voceó una potente voz de barítono llamando a todos los participantes a acudir a sus marcas avisando de paso a todo el mundo de que la carrera estaba a punto de empezar. Níniel lanzó una mirada severa a Erick pero decidió dejar las cosas así pues culpaba a los nervios del chico de su actuación. -Haré cuanto esté en mi mano.- Finalizó dirigiéndose al otro lado de la zona del molino, donde se encontraba la salida. Dirigió una última mirada a Bio y asintió al pasar a su lado. -Evita que haga alguna tontería...-
Última edición por Níniel Thenidiel el Dom Feb 07 2016, 20:37, editado 2 veces
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
¿Has apostado al upelero?- Pregunté impresionado de lo habilidosa que se había vuelto la peliblanca, había pasado de ser una frágil damisela en apuros para convertirse en una feroz guerrera y negociante -Eso sí que es novedad- Dije mientras me echaba a reír ante la sorpresa, olvidando el asunto de la amenaza al menos por unos instantes -Por ahora solo preocúpate en ganar la carrera, yo te estaré esperando al terminar- Dije ya un poco más tranquilo para luego ser interrumpidos por el amigo de Niniel; bajé la cabeza un poco decepcionado de la poca percepción de la realidad que el chico tenía ¿Realmente pensaba que lo dejarían ganar e irse como si nada? Debería tener muy poca edad, ser muy ingenuo o vivir en un mundo de fantasías, tal vez su deseo de ser reconocido le había impedido darse cuenta de los peligros que eso podía representar.
Escuché en silencio los reproches que la elfa le soltaba al pobre “Chico de los Establos” para tratar de hacerlo entrar en razón, pero también podía entender al pobre, no iba a venir de tan lejos a presumir y alardear para luego retirarse como un cobarde, si lo que pretendía era demostrar algo, huír mostraría lo contrario de lo que quería.
Di otro vistazo alrededor mientras mis acompañantes discutían los peligros a los que se enfrentaban y no pude evitar notar como las miradas de los otros jinetes comenzaban a apuntar hacia la elfa, los había de todas las formas y colores, o al menos hasta donde la corta gama posible lo permitía -Ella ganará- Dije con total firmeza interrumpiendo al fin la conversación, aquel enano no era el único que podía influenciar el desarrollo de una carrera, y si en este momento era necesario hacerlo, pues encontraría la manera.
El llamado a los participantes me hizo pensar en algo apresurado para ayudar a mi amiga, y aunque podría parecer un tanto descabellado, pocas ideas racionales se me cruzaban por la mente en ese momento, mientras la elfa pasaba a mi lado recordé el pergamino que había encontrado tras la conversión de Nicolás y sin pensarlo siquiera lo saqué de mi camisa donde se encontraba enrollado, de alguna manera, sentía como un misterioso poder mágico me invitaba a leerlo en aquel momento ¿Intuición? Tal vez, pero fuera como fuera, me dejé llevar -Nihil enim potest prohibere viam tuam- [1] Dije en voz alta para que pudiera escucharlo a pesar de que ya se encontraba a un par de metros, no sabía con certeza lo que había dicho, ni siquiera sabía cómo o porqué lo había hecho pero sabía que mis palabras habían ido cargadas de magia, los sonidos se escucharon fuerte y determinados, sin embargo, a pesar de mi ignorancia, las palabras que tal vez para ninguno de los presentes significarían algo, la magia haría que la elfa las escuchara en su significado correcto “Nada puede detener tu camino”. Sin embargo el efecto mágico no se limitaba solo al entendimiento de una frase, sino que además anularía cualquier temor que estuviera presente en la mente de la peliblanca, permitiéndole correr llena de confianza y convicción de que era capaz de ganar.
Sacudí la cabeza a los lados para reaccionar y noté entonces que el pequeño pergamino se hacía polvo entre mis dedos tras usarlo, o usarse, fuera como fuera, ya estaba hecho. Miré de medio lado al dueño del upelero y sin decirle una palabra me dirigí al lugar de la carrera, aunque no exactamente hacia donde se dirigían los espectadores...
Escuché en silencio los reproches que la elfa le soltaba al pobre “Chico de los Establos” para tratar de hacerlo entrar en razón, pero también podía entender al pobre, no iba a venir de tan lejos a presumir y alardear para luego retirarse como un cobarde, si lo que pretendía era demostrar algo, huír mostraría lo contrario de lo que quería.
Di otro vistazo alrededor mientras mis acompañantes discutían los peligros a los que se enfrentaban y no pude evitar notar como las miradas de los otros jinetes comenzaban a apuntar hacia la elfa, los había de todas las formas y colores, o al menos hasta donde la corta gama posible lo permitía -Ella ganará- Dije con total firmeza interrumpiendo al fin la conversación, aquel enano no era el único que podía influenciar el desarrollo de una carrera, y si en este momento era necesario hacerlo, pues encontraría la manera.
El llamado a los participantes me hizo pensar en algo apresurado para ayudar a mi amiga, y aunque podría parecer un tanto descabellado, pocas ideas racionales se me cruzaban por la mente en ese momento, mientras la elfa pasaba a mi lado recordé el pergamino que había encontrado tras la conversión de Nicolás y sin pensarlo siquiera lo saqué de mi camisa donde se encontraba enrollado, de alguna manera, sentía como un misterioso poder mágico me invitaba a leerlo en aquel momento ¿Intuición? Tal vez, pero fuera como fuera, me dejé llevar -Nihil enim potest prohibere viam tuam- [1] Dije en voz alta para que pudiera escucharlo a pesar de que ya se encontraba a un par de metros, no sabía con certeza lo que había dicho, ni siquiera sabía cómo o porqué lo había hecho pero sabía que mis palabras habían ido cargadas de magia, los sonidos se escucharon fuerte y determinados, sin embargo, a pesar de mi ignorancia, las palabras que tal vez para ninguno de los presentes significarían algo, la magia haría que la elfa las escuchara en su significado correcto “Nada puede detener tu camino”. Sin embargo el efecto mágico no se limitaba solo al entendimiento de una frase, sino que además anularía cualquier temor que estuviera presente en la mente de la peliblanca, permitiéndole correr llena de confianza y convicción de que era capaz de ganar.
Sacudí la cabeza a los lados para reaccionar y noté entonces que el pequeño pergamino se hacía polvo entre mis dedos tras usarlo, o usarse, fuera como fuera, ya estaba hecho. Miré de medio lado al dueño del upelero y sin decirle una palabra me dirigí al lugar de la carrera, aunque no exactamente hacia donde se dirigían los espectadores...
Offrol [1] Uso de objeto master: Voz de Aliento
Bio
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Níniel sintió un agradable cosquilleo por todo su cuerpo el escuchar el poético modo de Bio de desearle buena suerte el cual agradeció con un gesto de la mano. De hecho por alguna extraña razón sentía como si de algún modo aquellas palabras hubieran dado con la tecla dentro de ella para hacerla sentir totalmente segura de su victoria. Su cuerpo se relajó y tras un corto suspiro en el que cerró los ojos todo a su alrededor le pareció mucho menos problemático y amenazador al volver a abrirlos. Era tal sensación de calma y superioridad que incluso una sonrisa de medio lado se dibujó en su cara mientras seguía las indicaciones de los encargados de la carrera y ocupaba su posición en la línea de salida entre medias de otros dos de los competidores que ya se encontraban allí formados.
En total serían seis participantes contándola a ella y tal y como le había dicho Erick en los establos, todos eran hombres y todos competirían a lomos de caballos aunque ahí acababan las similitudes. Dos de los corredores, aquellos situados a su derecha e izquierda eran altos y fuertes, el primero, con una larga barba muy arreglada montaba sobre un caballo totalmente blanco mientras que el otro, un joven de larga nariz lo hacía en uno marrón de brillante pelaje. Más allá, el primero por la izquierda era aquel que se suponía iba a ganar la carrera según el enano. Se trataba de un hombre rubio de unos veintipocos con el ceño fruncido por la concentración sobre su semental blanco con manchas. A la derecha tras el corpulento barbudo un pelirrojo con el pelo alborotado y un hombre de piel oscura montaban sobre un caballo gris y uno negro respectivamente, este último con aspecto de ser realmente rápido. Desde luego ninguno parecía ser de los que pudiesen ser superados con una mano en la espalda como alardeaba Erick un rato antes, incluso obviando el amaño. Aún así la peliblanca no estaba nada nerviosa, sentía que era mejor que ellos, nada le hacía dudar que no fuera así.
-Eh guapa. Al acabar deberías pasarte por mi casa. Le pondré ungüento a las heridas que te hagas al caerte de ese pollo...Y si eres buena puede que en alguna zona más...- Le espetó el barbudo al mirar en aquella dirección con un tono que en otras circunstancias le hubiera causado un gran repelus a la elfa y la hubiera instado a alejarse de allí. Pero no aquella noche. En lugar de ello la elfa amplió su sonrisa. -Cuando esto acabe ese enano no estará nada contento contigo y será él el que te ponga ungüento a ti. Pero no tienes que arrugar la cara, seguro que te gustará.- Le respondió causando su ira y que le costara tragarse los insultos que sin duda deseaba soltar pero que solo serían una aceptación de su derrota dialéctica. La mirada que el hombrecillo de ojos saltones le dedicó al señalarlo con la mirada entre el público la hizo recordar que ganar aquella carrera solo era parte de lo que debía hacerse pero hacer callar al barbudo así la hizo sentir de maravilla.
"Jinetes preparados" Anunció la misma potente voz que llamó a los participantes unos instantes antes, haciendo que la peliblanca le diera una última caricia a Trickster, sujetara con fuerza las riendas y apretara con fuerza sus muslos. "Listos....!Ya!" Gritó el hombre.
Trickster, no acostumbrado a las carreras, no pudo aprovechar del todo sus potentes patas durante la salida y perdió algo de distancia pero no podía calificarse como una mala salida pues se recuperó y tras el primer giro del circuito a seguir ocupaba la tercera posición justo por detrás del caballo blanco manchado y el de color negro. Pronto quedó claro que en las rectas los caballos eran más veloces que el upelero pero pronto quedó claro por qué Erick había insistido en competir con Trickster y no con alguno de sus excelentes caballos. Las rectas eran breves y algunas de las abundantes curvas marcadas con antorchas a los lados del camino a seguir bastante cerradas. Gracias a ello Trickster pudo colocarse segundo y poco después en cabeza. Lamentablemente tras una recta más larga volvió a perder posiciones hasta quedar una vez más en tercera posición muy pegado al barbudo y al tipo de la larga nariz que no lo hacían nada mal a pesar de su tamaño.
En ese momento, sin mediar provocación el barbudo cargó contra Níniel, obligándola a desviar a su upelero hasta casi chocar con el narigón que hizo lo mismo que su compañero, pues debían de estar compinchados, colocándola en una mala posición entre ambos que frenaba a Trickster y causaba que la diferencia con el primero y el segundo aumentara. No contento con eso, el hombre de la barba lanzó un golpe de fusta con toda la mala intención del mundo hacia la elfa que ésta evitó por muy poco agachándose.
-Esta noche serás mi yegua, elfa.- Lanzó un segundo golpe de fusta que falló. -Y lo voy a disfrutar.-
La peliblanca apretó los dientes pero no se achantó. Debía librarse de aquellos enseguida o no podría recuperar la distancia con el primero. Centró su mirada al frente y vio cómo las antorchas anunciaban un giro a la derecha. Aquella curva sería su oportunidad de zafarse de aquella artimaña y para asegurarse de que no volvieran a intentarlo. Voluntariamente recibió el tercer fustazo y aguantando el dolor sujetó la fusta con la mano para sorpresa de aquel odioso sujeto que inmediatamente trató de tirar fuerte para hacer que la elfa la soltara. Se sabía más fuerte que la elfa y la peliblanca lo sabía, de hecho si tratara de sujetarla mientras el humano tiraba acabaría por caer. Por ello cuando el barbudo tiró, Níniel simplemente soltó la fusta ante el tirón. El humano, esperando resistencia se desequilibró justo en la curva causando que su caballo continuara recto y acabara saliéndose del camino y haciendo caer a su jinete entre unos arbustos para consternación del narigudo. En ese momento Níniel podría volver a recuperar distancia con el primero y el segundo. La carrera aún no había acabado.
En total serían seis participantes contándola a ella y tal y como le había dicho Erick en los establos, todos eran hombres y todos competirían a lomos de caballos aunque ahí acababan las similitudes. Dos de los corredores, aquellos situados a su derecha e izquierda eran altos y fuertes, el primero, con una larga barba muy arreglada montaba sobre un caballo totalmente blanco mientras que el otro, un joven de larga nariz lo hacía en uno marrón de brillante pelaje. Más allá, el primero por la izquierda era aquel que se suponía iba a ganar la carrera según el enano. Se trataba de un hombre rubio de unos veintipocos con el ceño fruncido por la concentración sobre su semental blanco con manchas. A la derecha tras el corpulento barbudo un pelirrojo con el pelo alborotado y un hombre de piel oscura montaban sobre un caballo gris y uno negro respectivamente, este último con aspecto de ser realmente rápido. Desde luego ninguno parecía ser de los que pudiesen ser superados con una mano en la espalda como alardeaba Erick un rato antes, incluso obviando el amaño. Aún así la peliblanca no estaba nada nerviosa, sentía que era mejor que ellos, nada le hacía dudar que no fuera así.
-Eh guapa. Al acabar deberías pasarte por mi casa. Le pondré ungüento a las heridas que te hagas al caerte de ese pollo...Y si eres buena puede que en alguna zona más...- Le espetó el barbudo al mirar en aquella dirección con un tono que en otras circunstancias le hubiera causado un gran repelus a la elfa y la hubiera instado a alejarse de allí. Pero no aquella noche. En lugar de ello la elfa amplió su sonrisa. -Cuando esto acabe ese enano no estará nada contento contigo y será él el que te ponga ungüento a ti. Pero no tienes que arrugar la cara, seguro que te gustará.- Le respondió causando su ira y que le costara tragarse los insultos que sin duda deseaba soltar pero que solo serían una aceptación de su derrota dialéctica. La mirada que el hombrecillo de ojos saltones le dedicó al señalarlo con la mirada entre el público la hizo recordar que ganar aquella carrera solo era parte de lo que debía hacerse pero hacer callar al barbudo así la hizo sentir de maravilla.
"Jinetes preparados" Anunció la misma potente voz que llamó a los participantes unos instantes antes, haciendo que la peliblanca le diera una última caricia a Trickster, sujetara con fuerza las riendas y apretara con fuerza sus muslos. "Listos....!Ya!" Gritó el hombre.
Trickster, no acostumbrado a las carreras, no pudo aprovechar del todo sus potentes patas durante la salida y perdió algo de distancia pero no podía calificarse como una mala salida pues se recuperó y tras el primer giro del circuito a seguir ocupaba la tercera posición justo por detrás del caballo blanco manchado y el de color negro. Pronto quedó claro que en las rectas los caballos eran más veloces que el upelero pero pronto quedó claro por qué Erick había insistido en competir con Trickster y no con alguno de sus excelentes caballos. Las rectas eran breves y algunas de las abundantes curvas marcadas con antorchas a los lados del camino a seguir bastante cerradas. Gracias a ello Trickster pudo colocarse segundo y poco después en cabeza. Lamentablemente tras una recta más larga volvió a perder posiciones hasta quedar una vez más en tercera posición muy pegado al barbudo y al tipo de la larga nariz que no lo hacían nada mal a pesar de su tamaño.
En ese momento, sin mediar provocación el barbudo cargó contra Níniel, obligándola a desviar a su upelero hasta casi chocar con el narigón que hizo lo mismo que su compañero, pues debían de estar compinchados, colocándola en una mala posición entre ambos que frenaba a Trickster y causaba que la diferencia con el primero y el segundo aumentara. No contento con eso, el hombre de la barba lanzó un golpe de fusta con toda la mala intención del mundo hacia la elfa que ésta evitó por muy poco agachándose.
-Esta noche serás mi yegua, elfa.- Lanzó un segundo golpe de fusta que falló. -Y lo voy a disfrutar.-
La peliblanca apretó los dientes pero no se achantó. Debía librarse de aquellos enseguida o no podría recuperar la distancia con el primero. Centró su mirada al frente y vio cómo las antorchas anunciaban un giro a la derecha. Aquella curva sería su oportunidad de zafarse de aquella artimaña y para asegurarse de que no volvieran a intentarlo. Voluntariamente recibió el tercer fustazo y aguantando el dolor sujetó la fusta con la mano para sorpresa de aquel odioso sujeto que inmediatamente trató de tirar fuerte para hacer que la elfa la soltara. Se sabía más fuerte que la elfa y la peliblanca lo sabía, de hecho si tratara de sujetarla mientras el humano tiraba acabaría por caer. Por ello cuando el barbudo tiró, Níniel simplemente soltó la fusta ante el tirón. El humano, esperando resistencia se desequilibró justo en la curva causando que su caballo continuara recto y acabara saliéndose del camino y haciendo caer a su jinete entre unos arbustos para consternación del narigudo. En ese momento Níniel podría volver a recuperar distancia con el primero y el segundo. La carrera aún no había acabado.
Última edición por Níniel Thenidiel el Dom Feb 07 2016, 20:38, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Una vez que me separé de la elfa lo siguiente fue trabajo encubierto, me deshice de la compañía de su amigo, el chico de los establos, aunque lo mantenía vigilado en caso de cualquier inconveniente, y no es que me interesara lo que pudiera pasarle; incluso, bien merecido se lo tendría por haber traído a la Niniel a semejante lugar, me quedé cerca de los apostadores principales, durante algunos momentos tratando de escuchar algo que me diera una pista de lo que se venía, aunque poco podía hacer desde mi posición, en la pista la peliblanca estaba sola y por ahora era yo quien solo podía apoyarla, era su batalla y sabía que estaba en juego algo más valioso que el premio de la carrera, sino la libertad de su amigo el pollo.
El enano se veía bastante confiado, se suponía que nada podría salirle mal aquella noche, o al menos era eso lo que pensaba hasta la llegada de la elfa, eso definitivamente había sembrado una duda en sus planes ¿Qué tal si eran derrotados? Y además, por una chica; para él, no solo el premio de la carrera estaba en juego, sino también su orgullo y su dignidad, perder contra la elfa significaría un fuerte golpe contra sus intereses y su posición intimidante, o al menos eso era lo que me parecía al verlo.
La carrera comenzó dejando atrás a la elfa, lo que me recordó mi triste historia como jinete de upeleros en aquella granja donde había pasado más tiempo dando vueltas en círculos que corriendo en línea recta, sin embargo la elfa logró reponerse fácilmente dejando atrás a la mitad de los competidores, rebasada apenas por dos jinetes bastante rápidos, en las rectas no tenía esperanza alguna, pero en las curvas la historia era otra, si la peliblanca sabía aprovechar eso, tendría muchas posibilidades de ganar la carrera, cosa que también era evidente para el enano que rompió con su mano el pequeño vaso de vidrio que sostenía al ver como la elfa adelantaba a todos sin problemas durante una curva, su mano comenzó a sangrar pero poco parecía importarle y de inmediato hizo unas señas a dos de los jinetes en la carrera y sin pensarlo dos veces trataron de acorralar a Niniel.
Ambos jinetes habían rodeado a mi compañera y la hacían ir cada vez más lento, a ese paso ellos tampoco lograrían ganar la carrera pero poco parecía importarles, pues miraban con bastante frecuencia al enano en las tribunas para recibir instrucciones; aunque finalmente tanto el enano, como sus hombres e incluso yo mismo, nos sorprendimos por la estrategia agresiva y osada que había tomado la peliblanca y que tras la cual uno de los jinetes fue a dar al piso tras estrellarse contra unos arbustos -Bien hecho- Murmuré mientras abandonaba mi posición para acercarme a la meta, lugar donde la elfa seguramente estaría en problemas y nos veríamos en la necesidad de sacarla de prisa.
El enano se veía bastante confiado, se suponía que nada podría salirle mal aquella noche, o al menos era eso lo que pensaba hasta la llegada de la elfa, eso definitivamente había sembrado una duda en sus planes ¿Qué tal si eran derrotados? Y además, por una chica; para él, no solo el premio de la carrera estaba en juego, sino también su orgullo y su dignidad, perder contra la elfa significaría un fuerte golpe contra sus intereses y su posición intimidante, o al menos eso era lo que me parecía al verlo.
La carrera comenzó dejando atrás a la elfa, lo que me recordó mi triste historia como jinete de upeleros en aquella granja donde había pasado más tiempo dando vueltas en círculos que corriendo en línea recta, sin embargo la elfa logró reponerse fácilmente dejando atrás a la mitad de los competidores, rebasada apenas por dos jinetes bastante rápidos, en las rectas no tenía esperanza alguna, pero en las curvas la historia era otra, si la peliblanca sabía aprovechar eso, tendría muchas posibilidades de ganar la carrera, cosa que también era evidente para el enano que rompió con su mano el pequeño vaso de vidrio que sostenía al ver como la elfa adelantaba a todos sin problemas durante una curva, su mano comenzó a sangrar pero poco parecía importarle y de inmediato hizo unas señas a dos de los jinetes en la carrera y sin pensarlo dos veces trataron de acorralar a Niniel.
Ambos jinetes habían rodeado a mi compañera y la hacían ir cada vez más lento, a ese paso ellos tampoco lograrían ganar la carrera pero poco parecía importarles, pues miraban con bastante frecuencia al enano en las tribunas para recibir instrucciones; aunque finalmente tanto el enano, como sus hombres e incluso yo mismo, nos sorprendimos por la estrategia agresiva y osada que había tomado la peliblanca y que tras la cual uno de los jinetes fue a dar al piso tras estrellarse contra unos arbustos -Bien hecho- Murmuré mientras abandonaba mi posición para acercarme a la meta, lugar donde la elfa seguramente estaría en problemas y nos veríamos en la necesidad de sacarla de prisa.
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Una vez más el recorrido de la carrera se tornó favorable para las aptitudes de Trickster y tras un par de curvas especialmente cerradas que obligaron a los caballo en cabeza a disminuir drásticamente su velocidad Níniel pudo alcanzarlos y recuperar sus opciones de victoria ocupando la segunda plaza, aunque el hombre de piel oscura no se lo quiso poner nada fácil. Era un gran jinete y a diferencia de aquel par de antes no necesitó hacer nada sucio para evitar que la adelantara, solo lo normal y perfectamente válido. Pasarlo fue un gran logro que causó gran satisfacción en la elfa, no solo por el éxito si no también por haber tenido aquel duelo justo con alguien que no parecía haber sido comprado.
Pronto estuvo a la altura de aquel hombre a lomos del caballo blanco con manchas y no pudo evitar lanzarle una mirada severa al juzgarlo como una escoria peor aún incluso que el barbudo y el narigón. No le faltaban aptitudes para correr y su montura era formidable pero aún así se había rebajado a trabajar con aquel enano de ojos azules, era lamentable. El hombre sabía que era ella y sabía que estaba ahí pero se mantuvo mirando al frente todo el rato y ni siquiera cuando comenzó a hablar desvió su mirada de la pista
-No sabes donde te metes. Si ganas te matará. Nos matará a los dos. Puede que no hoy, pero lo hará.- Dijo con la voz entrecortada por el esfuerzo y los movimientos de su corcel justo antes de tratar de cargar contra ella en la entrada de una curva para hacerla caer, sin lograrlo ante la robustez de Trickster que emitió un feroz chillido y sin que Níniel se lo ordenara cargó a su vez contra el caballo poniéndolo bastante nervioso. -Maldita sea, te estoy salvando la vida.- Gritó el hombre entendiendo que sus opciones de ganar la carrera se esfumaban al no poder empujar al upelero blanco fuera de la pista. Trickster parecía haberse tomado muy mal tantas embestidas y buscaba seguir golpeando al caballo manchado pero Níniel consiguió controlarlo y gracias a ello el la siguiente curva se puso en cabeza encarando la última y corta recta con ventaja pues su competidor necesitaría más metros para superarla.
Con una amplia sonrisa de satisfacción Níniel cruzó la primera la línea de meta con un cuerpo de ventaja con respecto al segundo y algo más con respecto al tercero. La carrera había terminado donde empezó a escuchar los vítores de varias personas entre el público que seguramente habrían apostado por Trickster y debían de acabar de ganar una buena suma de dinero. Erick, como loco de euforia y gritando cosas sin sentido, algunas de las cuales sonaban parecidas a "Soy el rey" se acercó hasta ella dando brincos de alegría olvidándose incluso de que a trickster no le hacía gracia que se acercara a él y llevándose un cabezazo que lo mandó al suelo, aunque ni eso acabó con su celebración. -Eres el mejor, sois los mejores, me casaré contigo, me casaré con los dos.- Continuó diciéndole al upelero y a la elfa rascándose la cabeza y causando que la blanca montura girara la cabeza con curiosidad y Níniel rodara los ojos. El golpe debía de haberle trastocado.
Pero no todo el mundo estaba tan contento. Varios entre el público comenzaron a abuchear y a pedir que se descalificara a la elfa por haber echado de la pista a un competidor. Otros clamaban al cielo nocturno impugnando que se la dejara participar con un upelero y no con un caballo como todos los demás. Entre el público comenzó a haber serias discusiones e intercambios de golpes que amenazaban con convertirlo todo en una gran tangana. Mientras los ánimos se caldeaban el enano y sus matones, que en ese momento eran cuatro en vez de dos, se acercaron a la línea de salida-meta y comenzó a hablar con el jinete del caballo blanco manchado aunque sin dejar de lanzar miradas de fría ira en dirección a la elfa que no acobardaba. ¿Habría conseguido Bio encontrar el modo de neutralizar la amenaza de aquel enano?.No parecía nada contento y aquel jinete parecía tratar de disculparse y suplicar realmente asustado.
Pronto estuvo a la altura de aquel hombre a lomos del caballo blanco con manchas y no pudo evitar lanzarle una mirada severa al juzgarlo como una escoria peor aún incluso que el barbudo y el narigón. No le faltaban aptitudes para correr y su montura era formidable pero aún así se había rebajado a trabajar con aquel enano de ojos azules, era lamentable. El hombre sabía que era ella y sabía que estaba ahí pero se mantuvo mirando al frente todo el rato y ni siquiera cuando comenzó a hablar desvió su mirada de la pista
-No sabes donde te metes. Si ganas te matará. Nos matará a los dos. Puede que no hoy, pero lo hará.- Dijo con la voz entrecortada por el esfuerzo y los movimientos de su corcel justo antes de tratar de cargar contra ella en la entrada de una curva para hacerla caer, sin lograrlo ante la robustez de Trickster que emitió un feroz chillido y sin que Níniel se lo ordenara cargó a su vez contra el caballo poniéndolo bastante nervioso. -Maldita sea, te estoy salvando la vida.- Gritó el hombre entendiendo que sus opciones de ganar la carrera se esfumaban al no poder empujar al upelero blanco fuera de la pista. Trickster parecía haberse tomado muy mal tantas embestidas y buscaba seguir golpeando al caballo manchado pero Níniel consiguió controlarlo y gracias a ello el la siguiente curva se puso en cabeza encarando la última y corta recta con ventaja pues su competidor necesitaría más metros para superarla.
Con una amplia sonrisa de satisfacción Níniel cruzó la primera la línea de meta con un cuerpo de ventaja con respecto al segundo y algo más con respecto al tercero. La carrera había terminado donde empezó a escuchar los vítores de varias personas entre el público que seguramente habrían apostado por Trickster y debían de acabar de ganar una buena suma de dinero. Erick, como loco de euforia y gritando cosas sin sentido, algunas de las cuales sonaban parecidas a "Soy el rey" se acercó hasta ella dando brincos de alegría olvidándose incluso de que a trickster no le hacía gracia que se acercara a él y llevándose un cabezazo que lo mandó al suelo, aunque ni eso acabó con su celebración. -Eres el mejor, sois los mejores, me casaré contigo, me casaré con los dos.- Continuó diciéndole al upelero y a la elfa rascándose la cabeza y causando que la blanca montura girara la cabeza con curiosidad y Níniel rodara los ojos. El golpe debía de haberle trastocado.
Pero no todo el mundo estaba tan contento. Varios entre el público comenzaron a abuchear y a pedir que se descalificara a la elfa por haber echado de la pista a un competidor. Otros clamaban al cielo nocturno impugnando que se la dejara participar con un upelero y no con un caballo como todos los demás. Entre el público comenzó a haber serias discusiones e intercambios de golpes que amenazaban con convertirlo todo en una gran tangana. Mientras los ánimos se caldeaban el enano y sus matones, que en ese momento eran cuatro en vez de dos, se acercaron a la línea de salida-meta y comenzó a hablar con el jinete del caballo blanco manchado aunque sin dejar de lanzar miradas de fría ira en dirección a la elfa que no acobardaba. ¿Habría conseguido Bio encontrar el modo de neutralizar la amenaza de aquel enano?.No parecía nada contento y aquel jinete parecía tratar de disculparse y suplicar realmente asustado.
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
La carrera transcurría de prisa y a cada hazaña de la peliblanca el enano saltaba alguna expresión de furia -¡¡No, no, no!!- Gritaba mientras pataleaba golpeando el piso con sus pies ante lo cual, lo que se encontraban cerca comenzaron a alejarse discretamente, al parecer no era una buena idea hacerlo enojar y aunque si bien, el suspenso le daba un poco de terror, la manera en que pataleaba resultaba de lo más graciosa al punto que a ratos no podía evitar reírme discretamente aunque de prisa retomaba la compostura para que no se ensañaran en mi contra.
Finalmente llegaba el final de la carrera y todo el público se puso de pie, lo cual no agradó en nada al enano que quedó totalmente a ciegas, aunque bastó con una mínima señal para que uno de sus matones golpeara al par de sujetos que estaban delante para hacerlos caer al piso inconscientes. Cuando volví la mirada a la pista ya la elfa estaba llegando en primer lugar, había conseguido ganar la carrera contra todo pronóstico aunque poco pude ver de su celebración pues el público enloqueció en una mezcla de algarabía y quejas de parte de quienes habían apostado a favor o en contra de la peliblanca, más de uno había perdido grandes sumas de dinero pues las apuestas estaban muy en contra del upelero; el caos no tardó en hacerse presente cuando unos y otros comenzaron a golpearse pero no el enano, él fue sacado del lugar por sus matones y caminaron hasta la pista donde se encontraron con otros dos.
Yo por mi parte hice lo mismo aunque manteniendo cierta distancia para ver como los amenazantes sujetos avanzaban haciendo que los otros jinetes se retiraran a las orillas con miradas suplicantes como si esperaran lo peor, aunque definitivamente el más atemorizado era aquel que debía ganar, se dijeron varias cosas, pero apenas alcancé a escuchar el final de las palabras del enano -... Y si pienses en escapar o tu familia pagará las consecuencias- Bajo, vil y descarado me parecía aquel maldito enano y me hacía enojar como pocas veces lo había estado, con sus manipulaciones conseguía amañar la carrera y con sus amenazas mantenía todo en secreto, al parecer era un secreto a voces pero por miedo nadie se atrevía a decirlo abiertamente.
Finalmente el enano y sus cuatro matones avanzaron hasta donde se encontraba la elfa junto a su eufórico amigo que poco parecía poder enterarse de lo que sucedía. Corrí como pude hasta colocarme cerca de la Niniel aunque sabía que con la reputación del enano, atentar contra la elfa en la meta frente a todos, sería una completa locura pues dejaría más en evidencia para todos, que la carrera obedecía a sus intereses propios -Lo has hecho bien... Elfa- Dijo entre dientes disimulando su enfado -Has ganado y como caballero que soy, aceptaré mi derrota invitándote a cenar- Indicaba el camino con sus manos que temblaban de rabia y claramente la cena no era más que un engaño para deshacerse de ella -No, gracias- Respondí con una sonrisa fingida para resolver la situación antes que desencadenara en un problema peor -Por favor, insisto- Dijo el enano ya casi alzando la voz, claramente no estaba acostumbrado a recibir un NO por respuesta y su enojo se hacía cada vez más evidente -Muchas gracias, pero no- Respondí con una sonrisa claramente fingida lo cual acentuó el enojo del sujeto -Debemos irnos, ahora- Murmuré a Niniel con disimulo mientras le lanzaba una mirada al chico de los establos señalándole la salida a ver si por fin entendía lo que estaba pasando.
Caminé hacia la salida dejando atrás al enano y esperando que Niniel hiciera lo mismo, aunque al alejarnos escucharíamos la amenaza que había tardado en llegar -Tengan cuidado al salir, podría ocurrirles algún... Accidente- Me detuve y apreté los puños pensando en regresar y arrancarle la lengua, pero la seguridad de Niniel y su amigo estarían en riesgo en un lugar donde no sabíamos con certeza cuántos estaban de parte del enano, lo mejor sería salir y tratar de alejarnos antes que el enano lograra orquestar algo en nuestra contra; seguí mi camino tratando de mantenerme calmado para ignorar las cosas que continuó diciendo el hombre antes de dar algunas instrucciones a sus matones, al parecer la carrera no sería el único desafío de la noche.
Finalmente llegaba el final de la carrera y todo el público se puso de pie, lo cual no agradó en nada al enano que quedó totalmente a ciegas, aunque bastó con una mínima señal para que uno de sus matones golpeara al par de sujetos que estaban delante para hacerlos caer al piso inconscientes. Cuando volví la mirada a la pista ya la elfa estaba llegando en primer lugar, había conseguido ganar la carrera contra todo pronóstico aunque poco pude ver de su celebración pues el público enloqueció en una mezcla de algarabía y quejas de parte de quienes habían apostado a favor o en contra de la peliblanca, más de uno había perdido grandes sumas de dinero pues las apuestas estaban muy en contra del upelero; el caos no tardó en hacerse presente cuando unos y otros comenzaron a golpearse pero no el enano, él fue sacado del lugar por sus matones y caminaron hasta la pista donde se encontraron con otros dos.
Yo por mi parte hice lo mismo aunque manteniendo cierta distancia para ver como los amenazantes sujetos avanzaban haciendo que los otros jinetes se retiraran a las orillas con miradas suplicantes como si esperaran lo peor, aunque definitivamente el más atemorizado era aquel que debía ganar, se dijeron varias cosas, pero apenas alcancé a escuchar el final de las palabras del enano -... Y si pienses en escapar o tu familia pagará las consecuencias- Bajo, vil y descarado me parecía aquel maldito enano y me hacía enojar como pocas veces lo había estado, con sus manipulaciones conseguía amañar la carrera y con sus amenazas mantenía todo en secreto, al parecer era un secreto a voces pero por miedo nadie se atrevía a decirlo abiertamente.
Finalmente el enano y sus cuatro matones avanzaron hasta donde se encontraba la elfa junto a su eufórico amigo que poco parecía poder enterarse de lo que sucedía. Corrí como pude hasta colocarme cerca de la Niniel aunque sabía que con la reputación del enano, atentar contra la elfa en la meta frente a todos, sería una completa locura pues dejaría más en evidencia para todos, que la carrera obedecía a sus intereses propios -Lo has hecho bien... Elfa- Dijo entre dientes disimulando su enfado -Has ganado y como caballero que soy, aceptaré mi derrota invitándote a cenar- Indicaba el camino con sus manos que temblaban de rabia y claramente la cena no era más que un engaño para deshacerse de ella -No, gracias- Respondí con una sonrisa fingida para resolver la situación antes que desencadenara en un problema peor -Por favor, insisto- Dijo el enano ya casi alzando la voz, claramente no estaba acostumbrado a recibir un NO por respuesta y su enojo se hacía cada vez más evidente -Muchas gracias, pero no- Respondí con una sonrisa claramente fingida lo cual acentuó el enojo del sujeto -Debemos irnos, ahora- Murmuré a Niniel con disimulo mientras le lanzaba una mirada al chico de los establos señalándole la salida a ver si por fin entendía lo que estaba pasando.
Caminé hacia la salida dejando atrás al enano y esperando que Niniel hiciera lo mismo, aunque al alejarnos escucharíamos la amenaza que había tardado en llegar -Tengan cuidado al salir, podría ocurrirles algún... Accidente- Me detuve y apreté los puños pensando en regresar y arrancarle la lengua, pero la seguridad de Niniel y su amigo estarían en riesgo en un lugar donde no sabíamos con certeza cuántos estaban de parte del enano, lo mejor sería salir y tratar de alejarnos antes que el enano lograra orquestar algo en nuestra contra; seguí mi camino tratando de mantenerme calmado para ignorar las cosas que continuó diciendo el hombre antes de dar algunas instrucciones a sus matones, al parecer la carrera no sería el único desafío de la noche.
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
De la boca del enano salían invitaciones para llevarla a cenar en tono cortés pero de sus ojos azules no salía más que una ira sin límite que de algún modo lograba controlar, demostrando por qué a pesar de su tamaño y la discapacidad que ello implicaba era capaz de atemorizar a tanta gente solo con palabras. Por supuesto los matones ayudaban pero por extraño que pudiese parecer la peliblanca estaba bastante segura de que llegar hasta donde había llegado lo había logrado por sí mismo, con inteligencia e insomne malicia. No obstante aquella invitación resultaba demasiado burda, ¿quién en su sano juicio aceptaría tras las amenazas y tras saber que había sido la causante de que el anfitrión a dicha cena acabase de perder bastante dinero y puede que parte de su reputación.?. Sería una locura, ni aunque estuviera muerta de hambre y aquella comida fuera la única que podría tener en días aceptaría. La respuesta a eso llegó enseguida por el modo en el que los matones tensaron sus cuerpos tras el pequeño hombre ante su insistencia en invitarla evidentemente molesto por la negativa recibida. No era una invitación, era una "invitación", de esas que no se podían rechazar y los matones y el gesto del enano deteniéndolos como si la perdonara la vida eran una puesta en escena para dejarlo claro y que los más asustadizos aceptaran incluso sin quererlo.
Erick, recompuesto de golpe de su locura transitoria, al notar la tensión en el ambiente y sabiendo que aquel hombre era el enano del que le habían hablado montó sobre su caballo y les siguió con rostro serio. Especialmente cuando antes de haberse podido alejar demasiado de la línea de meta el hombrecillo les dedicó una última amenaza de despedida haciendo que tragara saliva. -Definitivamente esto ya no es lo que era, la última vez que estuve aquí fue de niño y aunque había apuestas todo era más...Noble. O eso pensaba.- Comentó al llegar a la altura del molino donde pidió que se detuvieran un momento para cobrar su apuesta ganadora, aunque sin ganas ya de regodearse y con prisa por salir de allí. Ni siquiera cuando pasó al lado de aquel hombre regordete con el que intercambiara puyas nada más llegar y que parecía totalmente hundido lanzó ni una sola palabra hiriente. Delante de ellos un hombre alzó la voz y golpeó la mesa de madera donde se anotaban las cifras y nombres y se preparaban los recibos.
-Sabes que competir con un upelero es trampa, me niego a entregarte el dinero. Mira lo que hago con tu papel.- Decía enfadado ante la pasividad del corredor de apuestas a la vez que rompía el documento que acreditaba la deuda contraída al haber perdido su apuesta. -Seguro que estás en el ajo. !Mira!, aquí viene el timador. Tramposo de mierda, te partiré la cara.- Añadió amenazante al ver a Erick allí, y no era el único que al haber perdido dinero secundaba a aquel sujeto aunque también había ganadores que increpaban al primero como mal perdedor y nenaza llorona.. En ese momento uno de los matones del corredor de apuestas agarró al alborotador por la cabeza y se la estampó contra la pared de piedra del molino con tal fuerza que el hombre no pudo levantarse. Se hizo un silencio sepulcral en el lugar y el corredor se levantó de su asiento con toda la calma del mundo antes de hablar.
-Las apuestas conmigo son contratos vinculantes, quien ha ganado ha ganado y quien ha perdido ha perdido y quien se atreva a decir lo contrario y vuelva a hablar de trampas va a acabar muy mal. Ninguna norma dice que sean carreras de caballos. Todo está en orden ¿Estamos?- Le hizo una señal a Erick para que se acercara y le tendió un pagaré que cubría sus ganancias. -Es todo el dinero, ahora márchate.- Dijo aquel sujeto siguiendo con el resto de los allí congregados como si no hubiera ocurrido nada. Níniel no pudo pasar por alto su comentario sobre "hablar de trampas" pues Erick había usado una triquiñuela legal pero antes de eso la carrera ya estaba más que amañada. ¿Lo sabría aquel corredor?. ¿Estaba del lado del enano o por lo contrario la victoria de Trickster le habría beneficiado?. Quizá solo le beneficiara que nadie hablara de trampas ya fuera en un sentido u otro y realmente le diera igual mientras la gente siguiera apostando con él.
En cualquier caso el grupo pronto salió de allí, rumbo de vuelta a los establos a través de los oscuros y solitarios caminos de las afueras de la ciudad. Un lugar donde las amenazantes palabras de aquel odioso retaco cobraban más fuerza aún que antes en la cabeza de la peliblanca. Desde luego si el enano quería desquitarse con ellos de algún modo aquellos senderos eran el lugar idóneo, aunque pensándolo bien resultaría demasiado evidente. -Esto me recuerda al asunto de los segundos escorpiones...Aunque la verdad es que comparados con ellos ese tipo parece un principiante.- Comentó la elfa a Bio que sin duda vería enseguida el parecido de ambas situaciones. -Me pregunto que tenía pensado para la cena, quizá macedonia de fruta, me encanta la macedonia.- Comentó la elfa en tono de broma aún sintiéndose imparable por lo que ella pensaba eran simples palabras de ánimo y la adrenalina de la carrera y la victoria.
-¿Creéis que lo decía en serio?. ¿Tratará de hacernos algo?. Entiendo que esté cabreado pero son apuestas por algo...- Dijo Erick que a pesar de haber obtenido mucho dinero no parecía demasiado contento.
-Es posible, pero también es posible que antes de que haga nada nosotros le hagamos algo a él. ¿Escuchaste con qué amenazó a aquel jinete del caballo manchado Bio?. Podríamos enseñarle que ha amenazado a las personas equivocadas, igual que a los escorpiones.¿Tú qué opinas Trickster?- El upelero blanco emitió un claro "Uh-uh" de respuesta. Aunque seguía manteniendo a raya al pelinegro.
Erick, recompuesto de golpe de su locura transitoria, al notar la tensión en el ambiente y sabiendo que aquel hombre era el enano del que le habían hablado montó sobre su caballo y les siguió con rostro serio. Especialmente cuando antes de haberse podido alejar demasiado de la línea de meta el hombrecillo les dedicó una última amenaza de despedida haciendo que tragara saliva. -Definitivamente esto ya no es lo que era, la última vez que estuve aquí fue de niño y aunque había apuestas todo era más...Noble. O eso pensaba.- Comentó al llegar a la altura del molino donde pidió que se detuvieran un momento para cobrar su apuesta ganadora, aunque sin ganas ya de regodearse y con prisa por salir de allí. Ni siquiera cuando pasó al lado de aquel hombre regordete con el que intercambiara puyas nada más llegar y que parecía totalmente hundido lanzó ni una sola palabra hiriente. Delante de ellos un hombre alzó la voz y golpeó la mesa de madera donde se anotaban las cifras y nombres y se preparaban los recibos.
-Sabes que competir con un upelero es trampa, me niego a entregarte el dinero. Mira lo que hago con tu papel.- Decía enfadado ante la pasividad del corredor de apuestas a la vez que rompía el documento que acreditaba la deuda contraída al haber perdido su apuesta. -Seguro que estás en el ajo. !Mira!, aquí viene el timador. Tramposo de mierda, te partiré la cara.- Añadió amenazante al ver a Erick allí, y no era el único que al haber perdido dinero secundaba a aquel sujeto aunque también había ganadores que increpaban al primero como mal perdedor y nenaza llorona.. En ese momento uno de los matones del corredor de apuestas agarró al alborotador por la cabeza y se la estampó contra la pared de piedra del molino con tal fuerza que el hombre no pudo levantarse. Se hizo un silencio sepulcral en el lugar y el corredor se levantó de su asiento con toda la calma del mundo antes de hablar.
-Las apuestas conmigo son contratos vinculantes, quien ha ganado ha ganado y quien ha perdido ha perdido y quien se atreva a decir lo contrario y vuelva a hablar de trampas va a acabar muy mal. Ninguna norma dice que sean carreras de caballos. Todo está en orden ¿Estamos?- Le hizo una señal a Erick para que se acercara y le tendió un pagaré que cubría sus ganancias. -Es todo el dinero, ahora márchate.- Dijo aquel sujeto siguiendo con el resto de los allí congregados como si no hubiera ocurrido nada. Níniel no pudo pasar por alto su comentario sobre "hablar de trampas" pues Erick había usado una triquiñuela legal pero antes de eso la carrera ya estaba más que amañada. ¿Lo sabría aquel corredor?. ¿Estaba del lado del enano o por lo contrario la victoria de Trickster le habría beneficiado?. Quizá solo le beneficiara que nadie hablara de trampas ya fuera en un sentido u otro y realmente le diera igual mientras la gente siguiera apostando con él.
En cualquier caso el grupo pronto salió de allí, rumbo de vuelta a los establos a través de los oscuros y solitarios caminos de las afueras de la ciudad. Un lugar donde las amenazantes palabras de aquel odioso retaco cobraban más fuerza aún que antes en la cabeza de la peliblanca. Desde luego si el enano quería desquitarse con ellos de algún modo aquellos senderos eran el lugar idóneo, aunque pensándolo bien resultaría demasiado evidente. -Esto me recuerda al asunto de los segundos escorpiones...Aunque la verdad es que comparados con ellos ese tipo parece un principiante.- Comentó la elfa a Bio que sin duda vería enseguida el parecido de ambas situaciones. -Me pregunto que tenía pensado para la cena, quizá macedonia de fruta, me encanta la macedonia.- Comentó la elfa en tono de broma aún sintiéndose imparable por lo que ella pensaba eran simples palabras de ánimo y la adrenalina de la carrera y la victoria.
-¿Creéis que lo decía en serio?. ¿Tratará de hacernos algo?. Entiendo que esté cabreado pero son apuestas por algo...- Dijo Erick que a pesar de haber obtenido mucho dinero no parecía demasiado contento.
-Es posible, pero también es posible que antes de que haga nada nosotros le hagamos algo a él. ¿Escuchaste con qué amenazó a aquel jinete del caballo manchado Bio?. Podríamos enseñarle que ha amenazado a las personas equivocadas, igual que a los escorpiones.¿Tú qué opinas Trickster?- El upelero blanco emitió un claro "Uh-uh" de respuesta. Aunque seguía manteniendo a raya al pelinegro.
Níniel Thenidiel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Afortunadamente Niniel y su amigo me siguieron, lo mejor era salir de ese lugar tan pronto como fuera posible, sin embargo no sería tan sencillo, pues un par de matones del enano nos habían estado siguiendo peligrosamente a cierta distancia pensando que nadie lo notaba, me quedé parado mientras mis acompañantes iban a buscar su premio al tiempo que también dejaba adelantarse al par de matones, usé la multitud de personas para escabullirme y perderme de vista a los sujetos que siendo Niniel el objetivo seguramente irían por ella directamente y más aún al ver que el chico la había dejado sola para ir por la recompensa, ambos sujetos se miraron entre ellos aprobando el momento indicado para embestir a la elfa, la pequeña distracción que se había formado con los agitadores y el corredor tenían toda la atención de los presentes, lo que dejaba a la elfa como una presa muy fácil -No, no lo harán- Dije al estar cerca de ellos sorprendiéndolos por la espalda -ad visum- [1] Dije en tono imperativo con más fuerza de la que había usado jamás contra alguien, a lo que los sujetos reaccionaron llevando las manos a su cabeza y cayendo al piso de rodillas sin entender aún lo que sucedía, estaban escondidos tras un pequeño muro por lo que sumado a la otra distracción, difícilmente alguien podría darse cuenta de lo ocurrido; me lancé sobre ellos aprovechando el momento de debilidad para estrellar sus caras contra el piso -Pueden dejarnos ir y perder su dinero, o buscar problemas y perder mucho más- Dije con voz gutural en un tono muy amenazador, no era algo muy común verme tan enojado, pero cuando se trataba de mis amigas poco me importaba restarle vidas al mundo; tomé sus cabezas por el cabello para luego empujarlas violentamente contra el piso para dejarlos inconscientes.
Acto seguido me levanté y corrí hacia donde se encontraba la elfa para colocarme junto a ella y partir de ese lugar junto al chico que parecía estar ya un poco desilucionado, la elfa por su parte hacía memoria del asunto de los escorpiones, aunque de momento yo estaba lidiando con un grupo que podría llegar a ser incluso peor, aunque lo mejor sería mantenerla alejada de todo aquello -¿Macedonia?- Repetí con ironía mirando a la elfa mientras alzaba una ceja -Es demasiado poco, seguro te ofrecería manjares inalcanzables para nosotros los de clase baja- Dije como una parodia de reproche para luego reír caminando junto a la peliblanca -Todo va a estar bien, chico- Dije tratando de calmarlo -Aunque te aconsejo no volver a ese lugar en un buen tiempo- Con todo lo que había ocurrido, regresar sería lo mismo que tentar a la suerte, nadie en su sano juicio debería siquiera pensar en regresar allá -Y si vuelves a meter a Niniel en eso- Dije finalmente en tono amenazante -Vendré por ti y desearás que sea el enano quien te encuentre primero- Su respuesta no se hizo esperar -Está bien amigo, cálmate, eso no pasará, ya he demostrado que puedo ganarles con un upelero, eso les dolerá por un buen tiempo, incluso se me han ocurrido nuevos planes para este muchachón, hay otros sitios para correr...- Hablaba sin parar hasta que lo interrumpí -Me temo que el muchachón ya no te pertenece, hay un trato y debes respetarlo- Dije en tono severo, no conocía muy bien los términos del acuerdo al que habían llegado, pero sabía que Niniel se quedaría con el animal si ganaba la carrera -Oh ¿En serio? Vamos, no puedes hacerme esto, sé que te ha gustado correr- Insistió el chico tratando de convencer a la elfa aunque el silencio bastaría para hacerle entender que la respuesta sería un “No” rotundo -Bien, si es lo que quieres, tal vez deba dejar que te lo lleves...
Acto seguido me levanté y corrí hacia donde se encontraba la elfa para colocarme junto a ella y partir de ese lugar junto al chico que parecía estar ya un poco desilucionado, la elfa por su parte hacía memoria del asunto de los escorpiones, aunque de momento yo estaba lidiando con un grupo que podría llegar a ser incluso peor, aunque lo mejor sería mantenerla alejada de todo aquello -¿Macedonia?- Repetí con ironía mirando a la elfa mientras alzaba una ceja -Es demasiado poco, seguro te ofrecería manjares inalcanzables para nosotros los de clase baja- Dije como una parodia de reproche para luego reír caminando junto a la peliblanca -Todo va a estar bien, chico- Dije tratando de calmarlo -Aunque te aconsejo no volver a ese lugar en un buen tiempo- Con todo lo que había ocurrido, regresar sería lo mismo que tentar a la suerte, nadie en su sano juicio debería siquiera pensar en regresar allá -Y si vuelves a meter a Niniel en eso- Dije finalmente en tono amenazante -Vendré por ti y desearás que sea el enano quien te encuentre primero- Su respuesta no se hizo esperar -Está bien amigo, cálmate, eso no pasará, ya he demostrado que puedo ganarles con un upelero, eso les dolerá por un buen tiempo, incluso se me han ocurrido nuevos planes para este muchachón, hay otros sitios para correr...- Hablaba sin parar hasta que lo interrumpí -Me temo que el muchachón ya no te pertenece, hay un trato y debes respetarlo- Dije en tono severo, no conocía muy bien los términos del acuerdo al que habían llegado, pero sabía que Niniel se quedaría con el animal si ganaba la carrera -Oh ¿En serio? Vamos, no puedes hacerme esto, sé que te ha gustado correr- Insistió el chico tratando de convencer a la elfa aunque el silencio bastaría para hacerle entender que la respuesta sería un “No” rotundo -Bien, si es lo que quieres, tal vez deba dejar que te lo lleves...
Offrol [1]: Habilidad de nivel 1: El que susurra en la oscuridad.
Bio
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Níniel, el upelero es, oficialmente, tuyo.
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Othel
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Re: Carrera nocturna. (Privado)[Cerrado]
Agrego un post más al tema para otorgarle a Bio los dos puntos de pasivas correspondientes al uso de la habilidad pasiva de conocimiento en lenguas. El puntaje se debe a la utilización de un objeto master [pergamino] entregado en el mastereado siguiente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Bio
+2 puntos de habilidad pasiva en conocimiento antiguo.
Bio
+2 puntos de habilidad pasiva en conocimiento antiguo.
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