[Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
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[Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Un frío viento comenzaba a soplar en la noche anunciando y preparando el paisaje nocturno para una inevitable tormenta, las gotas de lluvia comenzaban a dejarse caer con disimulo, delicadamente al principio pero con toda la intención de intensificarse en poco tiempo. El elfo había entrado a la cabaña en busca de las llaves del establo, mientras tanto yo intentaba forzar la cadena pero todo esfuerzo era en vano, finalmente el pequeño apareció con un manojo de llaves que parecía interminable, una tras otra las fue probando y descartando hasta que solo quedó una, la cual afortunadamente resultó ser la indicada.
La manera en que el elfo abrió la puerta del establo me llenó de energía -Busca algo en qué montar- Le dije mientras caminaba hacia la izquierda en busca del primer caballo que pude encontrar a la vista, era un espécimen negro con largas greñas en la espalda, era un ejemplar tan raro que no sabía si el caballo tenía pelo, o el pelo tenía caballo -Vamos amigo, tienes trabajo- Dije mientras abría la puerta de su pequeño e incómodo corral, sin embargo, al apenas acabar de abrirla salió corriendo a toda prisa llevándome arrastrado un buen rato -¡¡Detente pedazo de engendro!!- Grité hasta que al final, después de algunas decenas de metros conseguí impulsarme para montarlo, afortunadamente había partido en la dirección que debíamos ir para alcanzar al cobarde Alimet, quien nos llevaba varios minutos de ventaja, no sería nada fácil.
Estaba por mirar hacia atrás para asegurarme de que el elfo me venía siguiendo pero antes de lograrlo entramos a un frondoso bosque donde las ramas me obligaban a estar atento del camino para evitar ser golpeado, el caballo se manejaba a través de todo con una destreza impresionante mientras yo viajaba con la boca llena de hojas y era golpeado por la mayoría de las ramas esquivando solo las que se veían más grandes y peligrosas hasta que finalmente salimos a un claro, un espacio grande desde donde se podía ir en cualquier dirección -¿Hacia dónde te fuiste?- Murmuré con odio pensando en el posible camino que habría tomado mi presa pero al mirar al suelo pude ver en algunas partes las huellas de la pesada carreta donde se había fugado aquel traidor -Por ahí- Señalé mientras nos poníamos de nuevo en marcha para seguir con la cacería.
La manera en que el elfo abrió la puerta del establo me llenó de energía -Busca algo en qué montar- Le dije mientras caminaba hacia la izquierda en busca del primer caballo que pude encontrar a la vista, era un espécimen negro con largas greñas en la espalda, era un ejemplar tan raro que no sabía si el caballo tenía pelo, o el pelo tenía caballo -Vamos amigo, tienes trabajo- Dije mientras abría la puerta de su pequeño e incómodo corral, sin embargo, al apenas acabar de abrirla salió corriendo a toda prisa llevándome arrastrado un buen rato -¡¡Detente pedazo de engendro!!- Grité hasta que al final, después de algunas decenas de metros conseguí impulsarme para montarlo, afortunadamente había partido en la dirección que debíamos ir para alcanzar al cobarde Alimet, quien nos llevaba varios minutos de ventaja, no sería nada fácil.
Estaba por mirar hacia atrás para asegurarme de que el elfo me venía siguiendo pero antes de lograrlo entramos a un frondoso bosque donde las ramas me obligaban a estar atento del camino para evitar ser golpeado, el caballo se manejaba a través de todo con una destreza impresionante mientras yo viajaba con la boca llena de hojas y era golpeado por la mayoría de las ramas esquivando solo las que se veían más grandes y peligrosas hasta que finalmente salimos a un claro, un espacio grande desde donde se podía ir en cualquier dirección -¿Hacia dónde te fuiste?- Murmuré con odio pensando en el posible camino que habría tomado mi presa pero al mirar al suelo pude ver en algunas partes las huellas de la pesada carreta donde se había fugado aquel traidor -Por ahí- Señalé mientras nos poníamos de nuevo en marcha para seguir con la cacería.
- Caballo Peludo:
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Última edición por Bio el Sáb Ene 30 2016, 07:18, editado 1 vez
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Después de abrir la puerta con una gran patada, una pequeña gota cae en mi nariz para avisar que muy pronto comenzaría la lluvia que tanto se veía venir, sin prestarle mucha atención a eso entré al establo en busca de algún caballo veloz o que por lo menos se viese bien, pero solo había uno y era el que Bio estaba tomando, los demás animales parecían que tenían una semana con diarrea, así que no tuve otra opción que no fuese conformarme. Abrí la puerta del corral que se encontraba más cerca, dentro estaba una yegua roja con una franja blanca en su espalda que comenzaba en su cabeza y terminaba en su cola, el animal también tenía forma de poni, era muy pequeña para mi gusto y se veía como un regalo para niña consentida -Bueno, dame lo mejor que tienes- Dije tras montar al animal que inmediatamente comenzó a patalear el suelo y a brincar como si se estuviera incendiando o algo así.
Por otro lado, Bio tenía mayores problemas, el caballo que él había elegido salió del establo a toda prisa llevándoselo de arrastras por unos cuantos metros -¿Siempre tendrá mala suerte?- Me pregunté mientras trataba de hacer correr mi yegua que todavía no tenía ganas de moverse hacia donde yo le indicaba, entonces tomé mi ocarina y luego interpreté una canción que de alguna forma tranquilizó al animal -Vamos, ahora muévete como el viento- Susurré con una cálida voz, de inmediato la yegua arrancó con una gran velocidad hacia afuera, se me hacía muy difícil mantenerme encima, solo pude agarrar unos cabellos de su cuello y abrazar el torso del corcel con mis piernas -Eres increíble, por eso te daré un nombre… Epona, te llamaré “Epona”- Le di un nombre con las primeras letras que llegaban a mi mente y luego miré hacia adelante en busca de mi compañero.
Finalmente había logrado ver a Bio una vez más, él estaba entrando por una vía boscosa en vez de entrar por el camino despejado que se encontraba al lado, no sabía porque había tomado esa ruta, pero yo no lo seguiría por allí, tal vez su camino era más corto y él estaba apurado -¿Por qué siento cómo unos bichos me caminan por encima?- Me preguntaba mientras sentía las pulgas de Epona recorriendo todo mi cuerpo, intenté sacudirme pero al intentarlo me resbalé y quedé guindando en el lomo de la yegua por un buen rato -¡No te atrevas a dejarme caer!- Grité intentando quitarme los nervios y las pulgas.
Después de unos segundos de sufrimiento, logré subirme al lugar correspondiente de Epona -No puedo creer que sea más difícil montar una yegua que eliminar a un brujo poderoso- Dije con cansancio en cada una de mis palabras, entonces pude ver a Bio nuevamente, pero esta vez estaba cubierto de hojas y algunas ramas -¡¡Hola Bio!!- Grité lo más fuerte que podía para llamar la atención del vampiro.
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Por otro lado, Bio tenía mayores problemas, el caballo que él había elegido salió del establo a toda prisa llevándoselo de arrastras por unos cuantos metros -¿Siempre tendrá mala suerte?- Me pregunté mientras trataba de hacer correr mi yegua que todavía no tenía ganas de moverse hacia donde yo le indicaba, entonces tomé mi ocarina y luego interpreté una canción que de alguna forma tranquilizó al animal -Vamos, ahora muévete como el viento- Susurré con una cálida voz, de inmediato la yegua arrancó con una gran velocidad hacia afuera, se me hacía muy difícil mantenerme encima, solo pude agarrar unos cabellos de su cuello y abrazar el torso del corcel con mis piernas -Eres increíble, por eso te daré un nombre… Epona, te llamaré “Epona”- Le di un nombre con las primeras letras que llegaban a mi mente y luego miré hacia adelante en busca de mi compañero.
Finalmente había logrado ver a Bio una vez más, él estaba entrando por una vía boscosa en vez de entrar por el camino despejado que se encontraba al lado, no sabía porque había tomado esa ruta, pero yo no lo seguiría por allí, tal vez su camino era más corto y él estaba apurado -¿Por qué siento cómo unos bichos me caminan por encima?- Me preguntaba mientras sentía las pulgas de Epona recorriendo todo mi cuerpo, intenté sacudirme pero al intentarlo me resbalé y quedé guindando en el lomo de la yegua por un buen rato -¡No te atrevas a dejarme caer!- Grité intentando quitarme los nervios y las pulgas.
Después de unos segundos de sufrimiento, logré subirme al lugar correspondiente de Epona -No puedo creer que sea más difícil montar una yegua que eliminar a un brujo poderoso- Dije con cansancio en cada una de mis palabras, entonces pude ver a Bio nuevamente, pero esta vez estaba cubierto de hojas y algunas ramas -¡¡Hola Bio!!- Grité lo más fuerte que podía para llamar la atención del vampiro.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Llevaba horas volando, con libertad, las alas completamente desplegadas, no estaba lejos de mi destino, pero había bajado la velocidad al advertir el olor de la lluvia en el aire, y las nubes densas que tanto me conocía tras pasar tanto tiempo en los cielos.
En parte porque me gustaba la lluvia, el agua resbalando por mis escamas, incluso la ligera dificultad de ver en pleno vuelo que eso generaba, por otro lado, estaba cansada, y siempre era más difícil ir contra los vientos tormentosos.
La península de verisar, mucho más colorida que mi hogar se teñía con sombras grises, como si sus colores perdieran viveza bajo los nubarrones que encapotaban el cielo, como si de una pintura nostálgica se tratase.
Incluso un jinete corría desbocado por su paisaje... o mas bien aprecia que era arrastrado por el caballo sin control.
La imagen Lírica se convirtió rápidamente en la crónica de una muerte anunciada, el jinete se metió torpemente en el bosque chocando con las ramas.
Inmediatamente perdí altura, intentando ayudar a ese desventurado, y viré para encaminarme en su dirección. Otro jinete paso por debajo mio entonces, colgando del caballo de mala manera, no me cabía duda de que esa no era la forma de montar, y parecía tener muchos problemas así como su predecesor.
Tome impulso y los seguí por arriba de las copas de los arboles, hasta un claro, aterrizando delante del caballo, pero con cierto margen para ver si había alguna forma de ayudar a esos desventurados.
Cual fue mi sorpresa al ver que el primer caballero que había visto no, era otro que Bio.
Abrí las fauces y solté un gorgojeo animado, tras ver que ya no parecía en apuros con su montura, y me acerque con cuidado al animal para no asustarlo. una vez en su costado me erguí sobre las patas traseras y le golpee con suavidad la frente con el hocico para saludar al Vampiro.
Guardaba muy buenos recuerdos de mi encuentro con el y el cibernético, eran los primeros a los que había podido considerar compañeros de viaje, y, aunque nuestras aventuras habían sido, como poco, accidentadas, desde que nos separamos en esa derruida cabaña, había anhelado que nuestros caminos se cruzasen de nuevo al viajar.
Mi mirada pasó entonces hacia el otro jinete que lo acompañaba, ladeé el rostro hacia un costado mientras lo examinaba desde la distancia, y tras una silenciosa contemplación de su persona, incliné mi alargada cabeza reptiliana mientras semi abría las alas, para saludarle a su vez, mirándolo inquisitivamente esperando alguna clase de presentación por su parte.
Yo no podía hablar, y escribir, mientras estaban montados, podía costarles de leer. Confiaba en que Bio, que me conocía poco mas que el elfo, pudiera hacer de intérprete de aquello que no pudiera escribir.
En parte porque me gustaba la lluvia, el agua resbalando por mis escamas, incluso la ligera dificultad de ver en pleno vuelo que eso generaba, por otro lado, estaba cansada, y siempre era más difícil ir contra los vientos tormentosos.
La península de verisar, mucho más colorida que mi hogar se teñía con sombras grises, como si sus colores perdieran viveza bajo los nubarrones que encapotaban el cielo, como si de una pintura nostálgica se tratase.
Incluso un jinete corría desbocado por su paisaje... o mas bien aprecia que era arrastrado por el caballo sin control.
La imagen Lírica se convirtió rápidamente en la crónica de una muerte anunciada, el jinete se metió torpemente en el bosque chocando con las ramas.
Inmediatamente perdí altura, intentando ayudar a ese desventurado, y viré para encaminarme en su dirección. Otro jinete paso por debajo mio entonces, colgando del caballo de mala manera, no me cabía duda de que esa no era la forma de montar, y parecía tener muchos problemas así como su predecesor.
Tome impulso y los seguí por arriba de las copas de los arboles, hasta un claro, aterrizando delante del caballo, pero con cierto margen para ver si había alguna forma de ayudar a esos desventurados.
Cual fue mi sorpresa al ver que el primer caballero que había visto no, era otro que Bio.
Abrí las fauces y solté un gorgojeo animado, tras ver que ya no parecía en apuros con su montura, y me acerque con cuidado al animal para no asustarlo. una vez en su costado me erguí sobre las patas traseras y le golpee con suavidad la frente con el hocico para saludar al Vampiro.
Guardaba muy buenos recuerdos de mi encuentro con el y el cibernético, eran los primeros a los que había podido considerar compañeros de viaje, y, aunque nuestras aventuras habían sido, como poco, accidentadas, desde que nos separamos en esa derruida cabaña, había anhelado que nuestros caminos se cruzasen de nuevo al viajar.
Mi mirada pasó entonces hacia el otro jinete que lo acompañaba, ladeé el rostro hacia un costado mientras lo examinaba desde la distancia, y tras una silenciosa contemplación de su persona, incliné mi alargada cabeza reptiliana mientras semi abría las alas, para saludarle a su vez, mirándolo inquisitivamente esperando alguna clase de presentación por su parte.
Yo no podía hablar, y escribir, mientras estaban montados, podía costarles de leer. Confiaba en que Bio, que me conocía poco mas que el elfo, pudiera hacer de intérprete de aquello que no pudiera escribir.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
El cobarde Alimet parecía ir cada vez más lejos, sin embargo no sería difícil alcanzarle, su pesada carreta no podía competir contra un ligero caballo peludo, el viento soplaba cada vez más fuerte aunque la lluvia indecisa se resistía a dejarse caer sobre nosotros, lo cual era una fortuna pues la lluvia definitivamente borraría las huellas de la carreta, me disponía a continuar a toda prisa cuando un grito llamó mi atención, el elfo por fin había logrado alcanzarme a bordo de un minicaballo, a estas alturas no sabía si Rauko dirigía el caballo o el caballo lo dirigía a él; esperé unos instantes a que me alcanzara para explicarle el plan a seguir.
Una vez que me alcanzó le señalé las marcas que dejaba la carreta en el piso y luego la dirección que tomaríamos -No será difícil alcanzarlo, pero debemos darnos prisa- Dije mientras comenzaba a mover los pies sobre el caballo para que entendiera que debíamos seguir adelante, ignorando por completo la extraña picazón que comenzaba a sentir en mi espalda; pero un nuevo personaje aterrizó frente a nosotros; aquella majestuosa figura de un imponente dragón blanco que avanzó hacia mí para saludarme no podía ser otro que mi amigo el dragón a quien tanto había extrañado desde que nos separamos en aquella tétrica cabaña -¡¡Babitas!!- Exclamé emocionado olvidando todo de momento para correr a abrazarlo por el cuello evitando quedar incrustado en alguna de sus púas -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Le dije en tono amistoso mientras me giraba hacia el elfo -El es Babitas, no preguntes por qué- Expliqué para hacer las debidas presentaciones -Él es Rauko, es un no-elfo- Mencioné la extraña condición del chico mientras me volvía a montar en el caballo que se había quedado inmóvil ante la presencia del dragón -Adora que lo llamen Babitas, le gusta mucho- Indiqué a Rauko para que supiera cómo hablarle al gran reptil.
Una vez presentados era momento de continuar la persecución -Oye Babitas ¿Visté una carreta cerca de aquí mientras volabas?- Sabía que no podría responder con información específica, pero al menos si lo había visto significaría que no estaba muy lejos, entonces recordé que algo del dragón se había quedado conmigo, una capa azul que había mantenido doblada y sujeta a mi pantalón a modo de una pequeña bulto, pensaba dársela justo en ese momento pero el caballo arrancó antes de que lograra reaccionar, iniciando la persecución por sí mismo.
Las huellas en el piso parecían cada vez más recientes, lo que indicaba que cada vez estábamos más cerca, seguramente no tardaríamos demasiado en alcanzarlo si acelerábamos el paso, pero si además contábamos con la vista aérea del dragón sería solo cuestión de tiempo para dar con aquel fugitivo.
Una vez que me alcanzó le señalé las marcas que dejaba la carreta en el piso y luego la dirección que tomaríamos -No será difícil alcanzarlo, pero debemos darnos prisa- Dije mientras comenzaba a mover los pies sobre el caballo para que entendiera que debíamos seguir adelante, ignorando por completo la extraña picazón que comenzaba a sentir en mi espalda; pero un nuevo personaje aterrizó frente a nosotros; aquella majestuosa figura de un imponente dragón blanco que avanzó hacia mí para saludarme no podía ser otro que mi amigo el dragón a quien tanto había extrañado desde que nos separamos en aquella tétrica cabaña -¡¡Babitas!!- Exclamé emocionado olvidando todo de momento para correr a abrazarlo por el cuello evitando quedar incrustado en alguna de sus púas -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Le dije en tono amistoso mientras me giraba hacia el elfo -El es Babitas, no preguntes por qué- Expliqué para hacer las debidas presentaciones -Él es Rauko, es un no-elfo- Mencioné la extraña condición del chico mientras me volvía a montar en el caballo que se había quedado inmóvil ante la presencia del dragón -Adora que lo llamen Babitas, le gusta mucho- Indiqué a Rauko para que supiera cómo hablarle al gran reptil.
Una vez presentados era momento de continuar la persecución -Oye Babitas ¿Visté una carreta cerca de aquí mientras volabas?- Sabía que no podría responder con información específica, pero al menos si lo había visto significaría que no estaba muy lejos, entonces recordé que algo del dragón se había quedado conmigo, una capa azul que había mantenido doblada y sujeta a mi pantalón a modo de una pequeña bulto, pensaba dársela justo en ese momento pero el caballo arrancó antes de que lograra reaccionar, iniciando la persecución por sí mismo.
Las huellas en el piso parecían cada vez más recientes, lo que indicaba que cada vez estábamos más cerca, seguramente no tardaríamos demasiado en alcanzarlo si acelerábamos el paso, pero si además contábamos con la vista aérea del dragón sería solo cuestión de tiempo para dar con aquel fugitivo.
- Alimet:
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Última edición por Bio el Dom Ene 17 2016, 16:47, editado 1 vez
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Esa noche se volvía cada vez más extraña, mientras trataba de controlar a la yegua podía ver en el cielo la silueta de una gran criatura alada, esperé que no tuviera hambre y que no fuese carnívoro o peor aún… Un come elfos -¿Qué hacemos?- Pregunté al vampiro mientras me acercaba a su posición, de inmediato me señaló las marcas que estaban en el suelo que sin duda alguna nos llevaría con Alimet, tal vez estaría lejos de nosotros y alcanzarlo nos tomaría un poco de tiempo -Lo que tenemos que hacer para salvar a un upelero- Dije para mí mismo, salvar a un animal era más difícil de lo que esperaba.
Nos preparábamos para movernos hacia nuestro destino, pero antes de partir apareció un gran dragón frente a nosotros, si esa criatura escupía fuego entonces Bio estaría en problemas por su vulnerabilidad al calor. Lentamente dirigí mi mano derecha hacia mi espalda en busca de mi espada, nunca había tenido la oportunidad de luchar contra un dragón, pero sabía muy bien que hacer eso sería peligroso -(¿Eso es hombre o mujer?)- Me pregunté sin decir nada, no podía evitar averiguar cuál era el sexo de esa criatura, no obstante, Bio baja de su caballo y luego se aproximó al gran dragón como si fuesen los mejores amigos, pero el nombre de aquella cosa me resultó un poco gracioso -Después dicen que los elfos tienen nombres raros- Dije en voz baja para no ser escuchado, entonces es cuando el vampiro me presenta el dragón que parecía tener la imposibilidad de hablar -Entonces no me comerá. Ahora me siento mejor- Dije calmado mientras me rascaba la espalda y los brazos, las pulgas seguían allí invadiendo mi cuerpo como si no tuvieran suficiente con Epona.
Alimet se encontraría lejos de nosotros y tal vez ya se hubiese refugiado en un escondite, pero Bio no parecía recordar nuestro objetivo, era desesperante esperar que terminara de platicar con el dragón que no hablaba mientras que un ejército de pulgas me devoraba sin piedad. Me acerqué al caballo del vampiro y traté de pasarles una de mis pequeñas enemigas y así ellos podrían sentir lo mismo que yo, solo faltaron unos segundos para que el caballo fuese mordido por las criaturitas y le hicieran perder el control dándole la necesidad de correr desesperadamente -Ven con nosotros si quieres un poco de emoción- Dije al dragón y luego traté que mi yegua arrancara, pero no se movía por ninguna razón -Tranquila, todo estará bien- Le susurraba a Epona mientras acariciaba su espalda y después de unos segundos de espera halé uno de sus cabellos provocando que corriera a toda velocidad.
Por unos instantes era Epona quien tenía el control, pero después logré que siguiera al caballo peludo de Bio, sin embargo, las pulgas seguían molestando y no sabía cómo deshacerme de ellas, no me quedaba de otra que acostumbrarme a las constantes picaduras -(Espero que no lleguen a mis genitales)- Pensé un poco preocupado por mis testículos, rascarme allí daría una mala impresión de mi persona y mi dignidad era algo que debía cuidar a toda costa.
Nos preparábamos para movernos hacia nuestro destino, pero antes de partir apareció un gran dragón frente a nosotros, si esa criatura escupía fuego entonces Bio estaría en problemas por su vulnerabilidad al calor. Lentamente dirigí mi mano derecha hacia mi espalda en busca de mi espada, nunca había tenido la oportunidad de luchar contra un dragón, pero sabía muy bien que hacer eso sería peligroso -(¿Eso es hombre o mujer?)- Me pregunté sin decir nada, no podía evitar averiguar cuál era el sexo de esa criatura, no obstante, Bio baja de su caballo y luego se aproximó al gran dragón como si fuesen los mejores amigos, pero el nombre de aquella cosa me resultó un poco gracioso -Después dicen que los elfos tienen nombres raros- Dije en voz baja para no ser escuchado, entonces es cuando el vampiro me presenta el dragón que parecía tener la imposibilidad de hablar -Entonces no me comerá. Ahora me siento mejor- Dije calmado mientras me rascaba la espalda y los brazos, las pulgas seguían allí invadiendo mi cuerpo como si no tuvieran suficiente con Epona.
Alimet se encontraría lejos de nosotros y tal vez ya se hubiese refugiado en un escondite, pero Bio no parecía recordar nuestro objetivo, era desesperante esperar que terminara de platicar con el dragón que no hablaba mientras que un ejército de pulgas me devoraba sin piedad. Me acerqué al caballo del vampiro y traté de pasarles una de mis pequeñas enemigas y así ellos podrían sentir lo mismo que yo, solo faltaron unos segundos para que el caballo fuese mordido por las criaturitas y le hicieran perder el control dándole la necesidad de correr desesperadamente -Ven con nosotros si quieres un poco de emoción- Dije al dragón y luego traté que mi yegua arrancara, pero no se movía por ninguna razón -Tranquila, todo estará bien- Le susurraba a Epona mientras acariciaba su espalda y después de unos segundos de espera halé uno de sus cabellos provocando que corriera a toda velocidad.
Por unos instantes era Epona quien tenía el control, pero después logré que siguiera al caballo peludo de Bio, sin embargo, las pulgas seguían molestando y no sabía cómo deshacerme de ellas, no me quedaba de otra que acostumbrarme a las constantes picaduras -(Espero que no lleguen a mis genitales)- Pensé un poco preocupado por mis testículos, rascarme allí daría una mala impresión de mi persona y mi dignidad era algo que debía cuidar a toda costa.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Observe al elfo de pelo cenizo mientras Bio realizaba esa curiosa presentación. "No-elfo" Un termino, cuanto menos peculiar que no pudo si no llamarme la atención. Clavé la mirada sobre el muchacho, ladeando el rostro hacia un costado con desconcierto, hasta que el vampiro clamo lo mucho que me agradaba el horrible sobrenombre que me había puesto.
Giré mi reptiliano rostro hacia el, alargando el cuello hasta quedar a la altura de su rostro, y resoplé fuertemente por las narinas haciendo que algunos mechones de su pelo volaran hacia atrás.
Una carreta, parpadee un par de veces, haciendo memoria, y omitiendo momentáneamente cualquier curiosidad que pudiera despertar la búsqueda de un carruaje estando montados para esos dos pesimos jinetes. Me había parecido ver alguna especie de carro que ni iba muy bien en dirección opuesta de la que venía mi antiguo compañero, aun que eso no aseguraba que fuera la que estaban buscando.
Rasguñe a falta de nada mejor el suelo con las garras, ese carruaje no era mu rapido, y quizas podia alcanzar a vislumbrar de lejos.
·"Espera"
Marque con letras del tamaño de 3 palmos en el suelo para que fueran bien legibles desde su caballo, tras lo cual me impulsé y alcé el vuelo para corroborar mis sospechas. La letra, con una lamentable caligrafía, era, pese a eso, clara y entendible, pero muy distinta a la que solía emplear, mucho mas cuidada, Y es que aun que yo podía volar, lo cual me confería mas velocidad y la ventaja de un terreno despejado, las carretas no eran tampoco algo lento, y como mas me demorase, mas lejos podría haber ido.
Batí las alas todo lo rápido que pude, y esta vez, por suerte, el viento me empujaba en dirección a mi destíno.
Una silueta marrón avanzaba en mi rango de visión, torcida, y con mas dificultades de las debidas por el agreste terreno. Efectivamente el era una carreta, y en pésimas condiciones, pero por ahora aguantaba la marcha, y por algún motivo, su conductor no quería parar a intentar reparar lo que pudiera antes de proseguir si viaje.
Con el mismo empuje con el que había partido en su busca, volví hacia el claro donde había pedido aguardar a mis compañeros, borrando de un coletazo brusco mi anterior mensaje lo sustituí con letras nuevas.
"Hay un carruaje algo roto en esa dirección"
Esta vez una letra mucho más decente decoraba el suelo, pero mantuve el magno tamaño de las palabras para no generar mayor inconveniente del que ya suponía el no poder ser escuchada.
Señalé entonces con la cabeza y el cuello el lugar del que acaba de volver, mirando de reojo hacia los dos hombres, cuidando de no moverme para que no se perdieran la indicación si se demoraban en leer mi mensaje.
Con la cola, y por ende con mas suavidad, añadí en la tierra una pregunta, en pago en parte por mi ayuda para peinar el terreno.
"¿Porqué buscas una carreta? Ya tienes un caballo"
La acotación era algo obvia e innecesaria, dudaba que sus motivos fueran el desplazarse, pese a que su condición de vampiro, lo limitaba mucho a la hora de viajar en horas solares, y había una ínfima posibilidad de que sus intenciones fueran esta vez fruto de la practicidad y no de otra desventura.
Fuere como fuere, un pequeño desvío no haría daño a nadie, o eso me repetía a mi misma pese a ser una falaz mentira, todos mis recreos de la linea inicial trazada para el viaje, habían sido tremendos desastres donde había salido gente herida, pero por lo menos, esta vez tenia a alguien conocido cerca, y ese era, sin duda alguna, un agradable cambio en mi continuo.
Giré mi reptiliano rostro hacia el, alargando el cuello hasta quedar a la altura de su rostro, y resoplé fuertemente por las narinas haciendo que algunos mechones de su pelo volaran hacia atrás.
Una carreta, parpadee un par de veces, haciendo memoria, y omitiendo momentáneamente cualquier curiosidad que pudiera despertar la búsqueda de un carruaje estando montados para esos dos pesimos jinetes. Me había parecido ver alguna especie de carro que ni iba muy bien en dirección opuesta de la que venía mi antiguo compañero, aun que eso no aseguraba que fuera la que estaban buscando.
Rasguñe a falta de nada mejor el suelo con las garras, ese carruaje no era mu rapido, y quizas podia alcanzar a vislumbrar de lejos.
·"Espera"
Marque con letras del tamaño de 3 palmos en el suelo para que fueran bien legibles desde su caballo, tras lo cual me impulsé y alcé el vuelo para corroborar mis sospechas. La letra, con una lamentable caligrafía, era, pese a eso, clara y entendible, pero muy distinta a la que solía emplear, mucho mas cuidada, Y es que aun que yo podía volar, lo cual me confería mas velocidad y la ventaja de un terreno despejado, las carretas no eran tampoco algo lento, y como mas me demorase, mas lejos podría haber ido.
Batí las alas todo lo rápido que pude, y esta vez, por suerte, el viento me empujaba en dirección a mi destíno.
Una silueta marrón avanzaba en mi rango de visión, torcida, y con mas dificultades de las debidas por el agreste terreno. Efectivamente el era una carreta, y en pésimas condiciones, pero por ahora aguantaba la marcha, y por algún motivo, su conductor no quería parar a intentar reparar lo que pudiera antes de proseguir si viaje.
Con el mismo empuje con el que había partido en su busca, volví hacia el claro donde había pedido aguardar a mis compañeros, borrando de un coletazo brusco mi anterior mensaje lo sustituí con letras nuevas.
"Hay un carruaje algo roto en esa dirección"
Esta vez una letra mucho más decente decoraba el suelo, pero mantuve el magno tamaño de las palabras para no generar mayor inconveniente del que ya suponía el no poder ser escuchada.
Señalé entonces con la cabeza y el cuello el lugar del que acaba de volver, mirando de reojo hacia los dos hombres, cuidando de no moverme para que no se perdieran la indicación si se demoraban en leer mi mensaje.
Con la cola, y por ende con mas suavidad, añadí en la tierra una pregunta, en pago en parte por mi ayuda para peinar el terreno.
"¿Porqué buscas una carreta? Ya tienes un caballo"
La acotación era algo obvia e innecesaria, dudaba que sus motivos fueran el desplazarse, pese a que su condición de vampiro, lo limitaba mucho a la hora de viajar en horas solares, y había una ínfima posibilidad de que sus intenciones fueran esta vez fruto de la practicidad y no de otra desventura.
Fuere como fuere, un pequeño desvío no haría daño a nadie, o eso me repetía a mi misma pese a ser una falaz mentira, todos mis recreos de la linea inicial trazada para el viaje, habían sido tremendos desastres donde había salido gente herida, pero por lo menos, esta vez tenia a alguien conocido cerca, y ese era, sin duda alguna, un agradable cambio en mi continuo.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Había extrañado mucho a este dragón, y al parecer él también, pues al presentarlo como Babitas me resopló cariñosamente en el rostro -Seguro así expresan cariño los dragones- Pensé mientras me acomodaba el cabello para luego rascar esa extraña comezón en mis costados; el inteligente reptil se dispuso de inmediato a ayudarnos lanzándose al vuelo a pesar del mal clima; esperé tal como me había indicado en la escritura que no duró mucho a causa de la lluvia que comenzaba a caer; al regresar borró de un coletazo lo que quedaba de sus efímeras letras para ahora indicarnos que había una carreta no muy lejos, señalándonos la dirección con su cabeza, antes de iniciar la carrera alcancé a leer la pregunta acerca de lo que hacíamos -El que lleva la carreta es un vil traidor y ladrón, debemos entregarlo para recuperar a un animal que robó y vendió a otras personas, y tenemos menos de dos horas antes que cocinen al animal- Era una explicación rápida y precisa, sin más detalles de los que realmente se podían incluir, y es que a fin de cuentas, tampoco sabíamos mucho de él, tal vez trabajaba para alguien más, pero de momento no había manera de saberlo.
Mientras comenzaba a avanzar, pensaba en la pregunta del dragón, y es que responderle me había dejado con muchas dudas, no teníamos realmente un plan, ni tampoco información acerca del misterioso fugitivo ¿Qué tal si no trabajaba solo? Si era parte de algo más grande o incluso, si era solo un subordinado de algún influyente y poderoso criminal tal vez no seríamos suficientes, en tal caso solo se me ocurría detenerlo antes que llegara a donde fuera que quisiera llegar; tal vez estaba siendo paranoico y exageraba un poco la situación, pero ir sin un plan nos podría meter en una situación como la del brujo que casi nos mata.
A lo lejos podía verse la pequeña carrosa a la que no tardaríamos en alcanzar, parecía haber sufrido un percance en una de sus ruedas traseras que parecía querer salirse en cualquier momento -¡¡Allá está!!- Grité mientras aceleraba el paso para alcanzar al ladrón, no tardaríamos mucho en alcanzarlo con la poca velocidad que podía llevar y acabé acercando mi caballo lo suficiente como para saltar a la carreta, resbalé un par de veces casi a punto de caer pero conseguí sujetarme de los bordes mientras Alimet al darse cuenta que estábamos casi sobre él, intentó dar más prisa al único caballo que llevaba su carreta, causando que tras algunos saltos en el maltrecho camino, la rueda dañada acabara por salirse, ante lo cual la carrera acabó arrastrándose de un lado hasta detenerse cuando el caballo ya no pudo más -No tienes a donde ir- Dije mientras caminaba hacia él pero el muy astuto separó la carreta del caballo y lo montó para huir solo, sin la carga de la carreta; al parecer su vida le valía más que el dinero; había que acelerar un poco más si deseábamos alcanzarle -No lo dejen huir- Dije a Rauko -Báñalo desde arriba- Supliqué al reptil que la tendría fácil, pues había visto la buena puntería de la que gozaba y lo bien que se le dabababear mojar personas -Ya casi lo tenemos- Dije mientras avanzaba hacia mi caballo que se había detenido un poco más adelante.
Mientras comenzaba a avanzar, pensaba en la pregunta del dragón, y es que responderle me había dejado con muchas dudas, no teníamos realmente un plan, ni tampoco información acerca del misterioso fugitivo ¿Qué tal si no trabajaba solo? Si era parte de algo más grande o incluso, si era solo un subordinado de algún influyente y poderoso criminal tal vez no seríamos suficientes, en tal caso solo se me ocurría detenerlo antes que llegara a donde fuera que quisiera llegar; tal vez estaba siendo paranoico y exageraba un poco la situación, pero ir sin un plan nos podría meter en una situación como la del brujo que casi nos mata.
A lo lejos podía verse la pequeña carrosa a la que no tardaríamos en alcanzar, parecía haber sufrido un percance en una de sus ruedas traseras que parecía querer salirse en cualquier momento -¡¡Allá está!!- Grité mientras aceleraba el paso para alcanzar al ladrón, no tardaríamos mucho en alcanzarlo con la poca velocidad que podía llevar y acabé acercando mi caballo lo suficiente como para saltar a la carreta, resbalé un par de veces casi a punto de caer pero conseguí sujetarme de los bordes mientras Alimet al darse cuenta que estábamos casi sobre él, intentó dar más prisa al único caballo que llevaba su carreta, causando que tras algunos saltos en el maltrecho camino, la rueda dañada acabara por salirse, ante lo cual la carrera acabó arrastrándose de un lado hasta detenerse cuando el caballo ya no pudo más -No tienes a donde ir- Dije mientras caminaba hacia él pero el muy astuto separó la carreta del caballo y lo montó para huir solo, sin la carga de la carreta; al parecer su vida le valía más que el dinero; había que acelerar un poco más si deseábamos alcanzarle -No lo dejen huir- Dije a Rauko -Báñalo desde arriba- Supliqué al reptil que la tendría fácil, pues había visto la buena puntería de la que gozaba y lo bien que se le daba
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
El tiempo pasaba mientras que el dragón hacía gestos y escribía garabatos en el suelo buscando comunicarse, pero Bio no parecía entender algunas cosas que trataba de decir “Babitas” mientras que Alimet escapaba de nosotros como podía, y yo tenía que soportar las desagradables picaduras, pero nadie parecía notar que me estaba rascando constantemente, aunque trataba de disimular, pues era obvio que algo me estaba sucediendo. Después de unos segundos el vampiro también había comenzado a sentir a las molestas criaturas como consecuencia de estar cerca de mí y de Epona -(Trataré de que nadie se entere que soy el culpable de la comezón)- Pensé mirando hacia el rostro de “Babitas” -No te gusta ese nombre ¿Verdad? No te preocupes, no te diré así- Dije esperando ganarme un poco la confianza del dragón, en cualquier momento podría devorarme y eso era algo que quería evitar, luego comenzaron las pequeñas gotas a caer desde el cielo, tal vez con una lluvia se podrían calmar las pulgas y así nos dejarían encontrar la paz.
Luego de un rato partimos en busca del descarado de Alimet, gracias a la ayuda del dragón sabíamos por dónde debíamos buscar, pero si queríamos alcanzarlo era necesario que nos diéramos prisa antes de que fuese demasiado tarde, no obstante, por el camino se veía a Bio un poco pensativo, nunca lo había visto así y eso me preocupaba, tal vez sabía algo que no quería decir o las pulgas lo estaban matando -Todo estará bien, no te angusties o te saldrán canas como a mí- Dije mostrando una leve sonrisa, no acostumbraba a animar a las personas y mucho menos a vampiros asesinos, pero no quería que estuviera distraído durante la persecución o podría equivocarse en alguna cosa y eso podría costarle la vida.
La silueta de una carreta por fin se hacía ver a lo lejos, sin duda alguna se trataría de Alimet que por nuestra suerte había tenido dificultades con su carrosa -Lo encontra…- Intenté terminar la oración pero el vampiro me había interrumpido con su grito, entonces nos apresuramos para alcanzar a nuestro objetivo -Esta vez no escapará de nosotros ¡Por Dorado!- Vociferé con entusiasmo para animar el momento, pero seguramente el dragón no entendería muy bien lo que estaba tratando de decir debido a que no conocía al upelero en ese momento -Dorado es el que cocinarán en dos horas- Comenté para dejar las cosas más claras, tenía la necesidad de hacer que entendiera más sobre la situación en la que se estaba metiendo. Me aproximé a la carreta y traté de colocarme en uno de sus lados, Alimet al detectar nuestra presencia casi encima de él decidió aumentar su velocidad, pero eso solo causó que la carreta sufriera graves daños y en pocos segundos se detuvo -Ríndete… O sufrirás la furia de nuestro poderoso dragón destructor de relámpagos- Dije con un tono áspero y grueso tratando de intimidar, nunca había hecho una voz tan “malvada” pero Alimet logró escapar en su caballo dejando atrás a la carreta que transportaba toda su fortuna.
La persecución no parecía terminar, sin embargo, con la ayuda del amigo alado de Bio no sería problema capturar al ladrón, pero no sabía cuáles eran sus habilidades -(¿Escupirá fuego? ¿Electricidad? ¿Algo más asombroso? ¿En esa forma será capaz de reproducirse? ¿Cómo será su aspecto humano?)- Mi cabeza se llenaba de tantas preguntas de poca importancia, lo peor era que no encontraba respuestas convincentes, pero por lo menos había dejado de pensar en las pulgas.
Luego de un rato partimos en busca del descarado de Alimet, gracias a la ayuda del dragón sabíamos por dónde debíamos buscar, pero si queríamos alcanzarlo era necesario que nos diéramos prisa antes de que fuese demasiado tarde, no obstante, por el camino se veía a Bio un poco pensativo, nunca lo había visto así y eso me preocupaba, tal vez sabía algo que no quería decir o las pulgas lo estaban matando -Todo estará bien, no te angusties o te saldrán canas como a mí- Dije mostrando una leve sonrisa, no acostumbraba a animar a las personas y mucho menos a vampiros asesinos, pero no quería que estuviera distraído durante la persecución o podría equivocarse en alguna cosa y eso podría costarle la vida.
La silueta de una carreta por fin se hacía ver a lo lejos, sin duda alguna se trataría de Alimet que por nuestra suerte había tenido dificultades con su carrosa -Lo encontra…- Intenté terminar la oración pero el vampiro me había interrumpido con su grito, entonces nos apresuramos para alcanzar a nuestro objetivo -Esta vez no escapará de nosotros ¡Por Dorado!- Vociferé con entusiasmo para animar el momento, pero seguramente el dragón no entendería muy bien lo que estaba tratando de decir debido a que no conocía al upelero en ese momento -Dorado es el que cocinarán en dos horas- Comenté para dejar las cosas más claras, tenía la necesidad de hacer que entendiera más sobre la situación en la que se estaba metiendo. Me aproximé a la carreta y traté de colocarme en uno de sus lados, Alimet al detectar nuestra presencia casi encima de él decidió aumentar su velocidad, pero eso solo causó que la carreta sufriera graves daños y en pocos segundos se detuvo -Ríndete… O sufrirás la furia de nuestro poderoso dragón destructor de relámpagos- Dije con un tono áspero y grueso tratando de intimidar, nunca había hecho una voz tan “malvada” pero Alimet logró escapar en su caballo dejando atrás a la carreta que transportaba toda su fortuna.
La persecución no parecía terminar, sin embargo, con la ayuda del amigo alado de Bio no sería problema capturar al ladrón, pero no sabía cuáles eran sus habilidades -(¿Escupirá fuego? ¿Electricidad? ¿Algo más asombroso? ¿En esa forma será capaz de reproducirse? ¿Cómo será su aspecto humano?)- Mi cabeza se llenaba de tantas preguntas de poca importancia, lo peor era que no encontraba respuestas convincentes, pero por lo menos había dejado de pensar en las pulgas.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Bio había entendido mi gesto como le había dado en gana, por lo menos el elfo, si había logrado comprender mis gestos, y asentí con gratitud cuando mencionó que no me nombraría con ese ridículo apodo que el vampiro me había otorgado.
No tardamos en ponernos en marcha, tampoco en alcanzar a la malmetida carreta, cuyas ruedas empezaban a enterrarse en la tierra ya húmeda por la lluvia que había empezado a caer minutos antes, no torrencial, pero si perenne e inexorable, que calaba en el suelo y lo ablandaba, convirtiéndolo en un pantanal de barro.
La rueda chueca terminó de desprenderse en cuanto intentó dejarnos atrás, y finalmente se decidió en abandonar su carga y salir solo con el caballo. Para su desgracia, dos de sus perseguidores también poseían monturas, mucho menos exhaustas que la suya por no haber tenido que llevar sobrecarga, y claro, estaba yo, que volaba, y seria probablemente lo mas difícil de dejar atrás.
Miré al elfo con curiosidad cuando amenazó al hombre de que lo friera con descargas, del mismo modo en el que Bio tiempo atrás había amenazado a los bandidos con mi aliento de fuego. Me resultaban similares entre si pese sus obvias diferencias físicas, y había sonreído, o incluso estallado en risotadas si no hubiéramos estado persiguiendo un ladrón.
El habitante de Sandoral tuvo en bien darme unos pocos datos mas para ponerme en situación, mientras mi antiguo compañero me incitaba a detener violentamente al fugitivo. Que clase de criatura sería a la que estaba salvando, me intrigaba, también el porque protegían algo que era comestible, pero esperaba que todas esas dudas quedaran resueltas una vez atrapado el truan.
Quien habría imaginado que tendría tanta confianza en esa criatura, pero la verdad es que no lo dudé dos veces, y me impulsé con fuerza, ayudada del viento a favor para quedar planeando sobre el jinete que se escapaba, y rociar sobre el un chorro de agua hirviendo.
El grito de mi victima no se hizo esperar, quien cayo del caballo agarrandose la piel quemada, con tanta suerte que no se hizo mas que unas pocas magulladuras mientras su corcel, quien también había sido alcanzado por algunas gotas del caliente liquido elemento, huía y se perdía en la distancia.
Sin embargo llovía, el agua fría que lloraba de las nubes aliviaria el dolor de las quemaduras, y si bien no remitirá por completo, lo haría soportable prontamente, dándole la posibilidad de intentar escapar por tierra.
Su destino estaba cantado, tarde o temprano le darían alcance, y ahora, ya no tenía los medios para huír de sus perseguidores. Intentando no alargar mas de la cuenta el encontronazo,aterrice unos metros delante del sujeto apra bloquearle el paso, extendiendo las alas y alzando el cuello, tanto para intimidar, como para impedirle el paso, retrasando aun mas si optaba por rodearme.
El hombre se puso en pie finalmente, conteniendo el dolor tensando la mandíbula y soltando algunos quejidos, sosteniéndose algunas de las quemaduras con las manos, miró hacia adelante para toparse conmigo, y empezó a ver alrededor buscando la mejro ruta de escape.
No tardamos en ponernos en marcha, tampoco en alcanzar a la malmetida carreta, cuyas ruedas empezaban a enterrarse en la tierra ya húmeda por la lluvia que había empezado a caer minutos antes, no torrencial, pero si perenne e inexorable, que calaba en el suelo y lo ablandaba, convirtiéndolo en un pantanal de barro.
La rueda chueca terminó de desprenderse en cuanto intentó dejarnos atrás, y finalmente se decidió en abandonar su carga y salir solo con el caballo. Para su desgracia, dos de sus perseguidores también poseían monturas, mucho menos exhaustas que la suya por no haber tenido que llevar sobrecarga, y claro, estaba yo, que volaba, y seria probablemente lo mas difícil de dejar atrás.
Miré al elfo con curiosidad cuando amenazó al hombre de que lo friera con descargas, del mismo modo en el que Bio tiempo atrás había amenazado a los bandidos con mi aliento de fuego. Me resultaban similares entre si pese sus obvias diferencias físicas, y había sonreído, o incluso estallado en risotadas si no hubiéramos estado persiguiendo un ladrón.
El habitante de Sandoral tuvo en bien darme unos pocos datos mas para ponerme en situación, mientras mi antiguo compañero me incitaba a detener violentamente al fugitivo. Que clase de criatura sería a la que estaba salvando, me intrigaba, también el porque protegían algo que era comestible, pero esperaba que todas esas dudas quedaran resueltas una vez atrapado el truan.
Quien habría imaginado que tendría tanta confianza en esa criatura, pero la verdad es que no lo dudé dos veces, y me impulsé con fuerza, ayudada del viento a favor para quedar planeando sobre el jinete que se escapaba, y rociar sobre el un chorro de agua hirviendo.
El grito de mi victima no se hizo esperar, quien cayo del caballo agarrandose la piel quemada, con tanta suerte que no se hizo mas que unas pocas magulladuras mientras su corcel, quien también había sido alcanzado por algunas gotas del caliente liquido elemento, huía y se perdía en la distancia.
Sin embargo llovía, el agua fría que lloraba de las nubes aliviaria el dolor de las quemaduras, y si bien no remitirá por completo, lo haría soportable prontamente, dándole la posibilidad de intentar escapar por tierra.
Su destino estaba cantado, tarde o temprano le darían alcance, y ahora, ya no tenía los medios para huír de sus perseguidores. Intentando no alargar mas de la cuenta el encontronazo,aterrice unos metros delante del sujeto apra bloquearle el paso, extendiendo las alas y alzando el cuello, tanto para intimidar, como para impedirle el paso, retrasando aun mas si optaba por rodearme.
El hombre se puso en pie finalmente, conteniendo el dolor tensando la mandíbula y soltando algunos quejidos, sosteniéndose algunas de las quemaduras con las manos, miró hacia adelante para toparse conmigo, y empezó a ver alrededor buscando la mejro ruta de escape.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Durante la carrera para alcanzar a nuestra presa había escuchado al elfo ¿Animarme? Definitivamente era un sujeto muy raro, pero todos esos pensamientos desaparecieron al alcanzar al fugitivo que en su desesperación había dañado la carreta, aunque había pensado rápido para desatar al caballo y tratar de escapar sin la carga, eso no lo ayudaría en lo absoluto pues mientras el elfo aún lo perseguía, mi amigo el dragón voló ágilmente surcando el cielo y rompiendo la lluvia con sus grandes alas para finalmente dejar caer sobre el humano incauto un espeluznante chorro de baba agua caliente que de inmediato hizo que el caballo se sacudiera adolorido y lanzara al piso a su asustado jinete quien se había llevado la peor parte de las quemaduras y se retorcía en el piso, sin embargo la lluvia le aliviaría un poco el dolor de las quemaduras en corto tiempo.
Mientras Alimet se encontraba en el piso su fiel corcel escapó asustado dejando a su amo solo y abandonado; corrí hasta donde se encontraba ese cobarde al que ahora el inteligente dragón le bloqueaba el paso -Ustedes no entienden- Dijo Alimet bastante asustado por su situación actual -Debo irme lejos y no volver nunca- Vociferaba con evidente espanto -Le he fallado y él no permite que le fallen, va a matarme- Repetía una y otra vez que su vida estaba en peligro, pero había mentido tanto que ya no le creería ni una sola palabra más de lo que pudiera decir para volver a confundirnos -¡¡Cállate!!- Le grité con ira para hacer que guardara silencio -Debemos volver pronto, no queda mucho tiempo- Dije mientras tomaba al fugitivo de un brazo y lo arrastraba hasta el caballo que había decidido quedarse atrás, a bordo de los caballos llegaríamos en poco tiempo -Estén atentos a lo que pueda suceder, tengo un mal presentimiento acerca de esto- Una nueva frase surgiría en el momento -Vámonos- Dije con voz dominante para ponernos en marcha hacia el poblado antes que ocurriera un accidente, debíamos recorrer el camino a toda prisa y queríamos llegar a tiempo.
Apenas unos treinta minutos habían bastado para regresar al pequeño pueblo, pero nuevamente se podía apreciar un alboroto entre las personas -¿Será el brujo de nuevo?- Pensé mientras continuaba dirigiendo al caballo hacía una posible batalla que lo lograba ni siquiera entender, al acercarnos un poco más veríamos una figura cuyo tamaño sobrepasaba al de muchas casas, un imponente gigante de roca que hacía estremecer el piso cuando lo golpeaba con su arma, ahora ya no parecía una simple ilusión, estaba ahí, peleando contra quién sabe qué cosa y nosotros, inteligentemente tendríamos que rodear la batalla para llegar a un lugar despejado.
Mientras Alimet se encontraba en el piso su fiel corcel escapó asustado dejando a su amo solo y abandonado; corrí hasta donde se encontraba ese cobarde al que ahora el inteligente dragón le bloqueaba el paso -Ustedes no entienden- Dijo Alimet bastante asustado por su situación actual -Debo irme lejos y no volver nunca- Vociferaba con evidente espanto -Le he fallado y él no permite que le fallen, va a matarme- Repetía una y otra vez que su vida estaba en peligro, pero había mentido tanto que ya no le creería ni una sola palabra más de lo que pudiera decir para volver a confundirnos -¡¡Cállate!!- Le grité con ira para hacer que guardara silencio -Debemos volver pronto, no queda mucho tiempo- Dije mientras tomaba al fugitivo de un brazo y lo arrastraba hasta el caballo que había decidido quedarse atrás, a bordo de los caballos llegaríamos en poco tiempo -Estén atentos a lo que pueda suceder, tengo un mal presentimiento acerca de esto- Una nueva frase surgiría en el momento -Vámonos- Dije con voz dominante para ponernos en marcha hacia el poblado antes que ocurriera un accidente, debíamos recorrer el camino a toda prisa y queríamos llegar a tiempo.
Apenas unos treinta minutos habían bastado para regresar al pequeño pueblo, pero nuevamente se podía apreciar un alboroto entre las personas -¿Será el brujo de nuevo?- Pensé mientras continuaba dirigiendo al caballo hacía una posible batalla que lo lograba ni siquiera entender, al acercarnos un poco más veríamos una figura cuyo tamaño sobrepasaba al de muchas casas, un imponente gigante de roca que hacía estremecer el piso cuando lo golpeaba con su arma, ahora ya no parecía una simple ilusión, estaba ahí, peleando contra quién sabe qué cosa y nosotros, inteligentemente tendríamos que rodear la batalla para llegar a un lugar despejado.
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Alimet se encontraba desesperado por escapar, pero el dragón se elevó hacia el cielo de forma magistral y luego dejó salir de su boca una gran cantidad de… Saliva, Alimet quedó completamente bañado por el torrente de saliva del dragón y quedó sintiendo una gran sensación de dolor y sufrimiento, por suerte se había salvado el caballo de sufrir tanta agonía como su jinete. El grandioso baño no había sido solamente con baba, había un efecto adicional y por el vapor que se dejaba ver sobre el sujeto bañado, supuse que se trataba de agua ardiendo. Todos los dragones que había conocido hasta esa noche solo tenían la habilidad de escupir fuego o electricidad, y este nuevo compañero me había dejado sorprendido, aunque no era lo que esperaba, era lo mejor para el momento, para que todo saliera bien había que evitar cualquier muerte innecesaria -“Babitas”, ahora entiendo el ridículo nombre que Bio le había dado- Dije para mí mismo tratando de no mostrar gestos con mi rostro, pues me parecía gracioso pero era mejor mantenerme con una imagen de tipo serio.
Al notar que Alimet se encontraba herido y vulnerable gracias a lo ocurrido, me aproximé para ayudar al dragón que le bloqueaba el paso al ladrón que tanto problemas nos había ocasionado, pero accidentalmente patiné unos centímetros por el húmedo suelo, de inmediato recuperé el control y traté de actuar de manera natural y así disimular mi torpeza, luego Bio se acerca a Alimet quien se encontraba muy asustado, pero ¿Quién no lo estaría? Estar rodeado por un dragón, un vampiro y un asesino demente no era algo que una persona normal pudiera asimilar de buena forma. Entonces Bio perdió la paciencia y le gritó a Alimet, me mantuve en silencio mientras observaba al vampiro y así dejaría que se desahogara -No te preocupes, Dorado… Pronto iremos por ti- Susurré mientras me preparaba para marcharnos, tal vez el dragón estaría impresionado por el comportamiento de su amigo, pero tras las órdenes de Bio nos dirigimos hacia el pueblo donde habíamos estado anteriormente, no era el momento para pensar en cosas de poca relevancia.
Al llegar al lugar destinado, un nuevo escándalo se había formado en ese sitio, al parecer había un nuevo ataque -¿Otra vez?- Me pregunté levantando una ceja, hacía poco tiempo que eran invadidos por un gran dragón malvado (que parecía ser falso), tal vez el brujo que había sido tratado como un héroe estaba haciendo otro espectáculo, sin embargo, al estar más cerca del campo de batalla nos dimos cuenta de que esta vez no era una criatura alada, sino un gigante de piedra y éste parecía ser muy real, pero no era nuestra obligación detener a esa cosa, ya tenía a un contrincante que por el momento no se lograba ver desde la posición donde estábamos -Creo que es mejor evitar involucrarnos ¿Tú qué opinas?- Pregunté a nuestro amigo dragón para darle la oportunidad de opinar de alguna forma.
Al notar que Alimet se encontraba herido y vulnerable gracias a lo ocurrido, me aproximé para ayudar al dragón que le bloqueaba el paso al ladrón que tanto problemas nos había ocasionado, pero accidentalmente patiné unos centímetros por el húmedo suelo, de inmediato recuperé el control y traté de actuar de manera natural y así disimular mi torpeza, luego Bio se acerca a Alimet quien se encontraba muy asustado, pero ¿Quién no lo estaría? Estar rodeado por un dragón, un vampiro y un asesino demente no era algo que una persona normal pudiera asimilar de buena forma. Entonces Bio perdió la paciencia y le gritó a Alimet, me mantuve en silencio mientras observaba al vampiro y así dejaría que se desahogara -No te preocupes, Dorado… Pronto iremos por ti- Susurré mientras me preparaba para marcharnos, tal vez el dragón estaría impresionado por el comportamiento de su amigo, pero tras las órdenes de Bio nos dirigimos hacia el pueblo donde habíamos estado anteriormente, no era el momento para pensar en cosas de poca relevancia.
Al llegar al lugar destinado, un nuevo escándalo se había formado en ese sitio, al parecer había un nuevo ataque -¿Otra vez?- Me pregunté levantando una ceja, hacía poco tiempo que eran invadidos por un gran dragón malvado (que parecía ser falso), tal vez el brujo que había sido tratado como un héroe estaba haciendo otro espectáculo, sin embargo, al estar más cerca del campo de batalla nos dimos cuenta de que esta vez no era una criatura alada, sino un gigante de piedra y éste parecía ser muy real, pero no era nuestra obligación detener a esa cosa, ya tenía a un contrincante que por el momento no se lograba ver desde la posición donde estábamos -Creo que es mejor evitar involucrarnos ¿Tú qué opinas?- Pregunté a nuestro amigo dragón para darle la oportunidad de opinar de alguna forma.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Bio no tardó en llegar al igual que su compañero, y de ese modo apresar al fugitivo, una tarea mucho mas fácil que el resto que habíamos desempeñado juntos, ahora solo quedaba asegurarse de que el preso acabara en donde tuviera que estar. La guardia, probablemente.
El hombre había clamado estar en peligro, mas asustado por un tercero desconocido para mi que con la situación actual. Mi mirada fue hacia los dos sujetos que me acompañaban con curiosidad, ¿Porque estaba tan asustado ese hombre?¿Que había pasado? Tenía muy pocos detalles, pero aparentemente, también prisa.
Respiré hondo, resuelta a confiar por ahora en el vampiro, luego habría tiempo para pedir respuestas.
No había pasado demasiado cuando una aldea se dibujo ante nosotros, imagine que nuestro destino, pero algo mas llamativo que el pueblo en si eran sus habitantes, una turba reunida entorno a algo, comos i hubiera un espectaculo o....
-¿Otra vez..?
Las palabras del elfo no contenían alarma, de hecho, lo decían como si fuera algo ya habitual en ese lugar, lo cual, calmó mis nervios, y me desoriento a partes iguales.
Un gigante de piedra estaba entorno a la turba de gente. ¿Porque no huían? ¿Estarían defendiendo su aldea o sería alguna clase de criatura protectora local?
-Creo que es mejor evitar involucrarnos ¿Tú qué opinas?- Las palabras del elfo detuvieron mis especulaciones, y dirigí la mriada a mis dos acompañantes, para escribir en el suelo.
"Me faltan datos. Pero ustedes tienen un prisionero, y poco tiempo por lo que entendí, esta en sus manos. Parecen conocer esta situación y sus gentes mejor que yo."
Si era algo apra lo que necesitaran ayuda, estaba segura de que bio lo aclararía, no era una mala persona, sabría hacer un balance entre la tarea que tenía entre manos y la situación de la gente.A fin de cuentas, si solo estábamos salvando a un animal de ser cocinado, no seria algo tan grave, debía haber demasiadas cosas que estaba pasando pro alto en ese momento, no podía confiar en mu juicio si este permanecía ciego.
El hombre había clamado estar en peligro, mas asustado por un tercero desconocido para mi que con la situación actual. Mi mirada fue hacia los dos sujetos que me acompañaban con curiosidad, ¿Porque estaba tan asustado ese hombre?¿Que había pasado? Tenía muy pocos detalles, pero aparentemente, también prisa.
Respiré hondo, resuelta a confiar por ahora en el vampiro, luego habría tiempo para pedir respuestas.
No había pasado demasiado cuando una aldea se dibujo ante nosotros, imagine que nuestro destino, pero algo mas llamativo que el pueblo en si eran sus habitantes, una turba reunida entorno a algo, comos i hubiera un espectaculo o....
-¿Otra vez..?
Las palabras del elfo no contenían alarma, de hecho, lo decían como si fuera algo ya habitual en ese lugar, lo cual, calmó mis nervios, y me desoriento a partes iguales.
Un gigante de piedra estaba entorno a la turba de gente. ¿Porque no huían? ¿Estarían defendiendo su aldea o sería alguna clase de criatura protectora local?
-Creo que es mejor evitar involucrarnos ¿Tú qué opinas?- Las palabras del elfo detuvieron mis especulaciones, y dirigí la mriada a mis dos acompañantes, para escribir en el suelo.
"Me faltan datos. Pero ustedes tienen un prisionero, y poco tiempo por lo que entendí, esta en sus manos. Parecen conocer esta situación y sus gentes mejor que yo."
Si era algo apra lo que necesitaran ayuda, estaba segura de que bio lo aclararía, no era una mala persona, sabría hacer un balance entre la tarea que tenía entre manos y la situación de la gente.A fin de cuentas, si solo estábamos salvando a un animal de ser cocinado, no seria algo tan grave, debía haber demasiadas cosas que estaba pasando pro alto en ese momento, no podía confiar en mu juicio si este permanecía ciego.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Esta vez la situación del brujo era muy diferente a la de antes, al acercarnos un poco más pudimos escuchar que las personas al parecer habían descubierto los engaños del brujo y su amiga -Es un mentiroso, charlatán- Gritaban unos sujetos que parecían venir desde otra aldea -A nosotros también nos engañó y si no lo detenemos seguirá engañando a otros- Justificaban aquellos hombres que parecían estar muy molestos -Ese hombre es un estafador, y creo que lo han descubierto-Dije entre susurros al dragón para aclarar sus dudas -Antes usó la ilusión de un dragón para asustar a las personas y luego derrotó al dragón para parecer un héroe- Expliqué con algo de rabia ante semejante engaño -Ese monstruo no es real- Gritó uno de los acosadores pero el brujo respondió de inmediato -Les mostraré lo real que es- Dijo mientras bajaba su mano y tras eso, un fuerte golpe contra el piso con su pesado mazo haciendo que todo el lugar se moviera -Rápido, debemos evitar que cocinen a Dorado- Dije mientras señalaba el camino para rodear el lugar del encuentro, ya el brujo encontraría la manera de resolver sus asuntos.
El camino parecía cada vez más congestionado y era necesario esquivar mucha gente -¡¡Un dragón!!- Gritó alguien aterrado señalando a nuestro adorable reptil, de inmediato todas las miradas se voltearon hacia nosotros, después de todos los problemas que han tenido los pueblerinos con dragones, el ver a uno auténtico frente a ellos parecía ser demasiada tentación -Nadie tocará al dragón- Advertí con fiereza; bajo ninguna circunstancia permitiría que le hicieran daño a mi amigo -Yo acabaré con él- Dijo el brujo con aspecto arrogante, lanzó al aire una especie de pergaminos donde se podía leer una extraña serie de runas que rodearon al gigante formando un círculo alrededor de él; de inmediato el gigante detuvo todos sus ataques para girar y dirigirse hacia nosotros, o más bien hacia el dragón.
Mientras todo aquello sucedía, pude notar que el brujo ya no tenía su cetro, lo cual parecía ser bastante curioso pero no tanto como el concierto privado que daba su compañera y hacía parecer que sus notas, en lugar de producir música normalmente, solo emitía un ruido sordo, pero al compás de sus movimientos eran también los movimientos del girón -Ella es la ilusionista- Dije en voz baja pero lo suficiente como para ser escuchado por el elfo y el dragón que ahora estaba en serio peligro -¡¡Apártense!!- Grité al ver que el mazo que se dejaría caer sobre nosotros para acabar dando un fuerte salto había un lado para no ser aplastado -Creo que no nos permitirán entregar al fulano dorado- Murmuré con descaro al ver la peligrosa situación negativo en la que sin querer habíamos acabado destruidos y cansados...
El camino parecía cada vez más congestionado y era necesario esquivar mucha gente -¡¡Un dragón!!- Gritó alguien aterrado señalando a nuestro adorable reptil, de inmediato todas las miradas se voltearon hacia nosotros, después de todos los problemas que han tenido los pueblerinos con dragones, el ver a uno auténtico frente a ellos parecía ser demasiada tentación -Nadie tocará al dragón- Advertí con fiereza; bajo ninguna circunstancia permitiría que le hicieran daño a mi amigo -Yo acabaré con él- Dijo el brujo con aspecto arrogante, lanzó al aire una especie de pergaminos donde se podía leer una extraña serie de runas que rodearon al gigante formando un círculo alrededor de él; de inmediato el gigante detuvo todos sus ataques para girar y dirigirse hacia nosotros, o más bien hacia el dragón.
Mientras todo aquello sucedía, pude notar que el brujo ya no tenía su cetro, lo cual parecía ser bastante curioso pero no tanto como el concierto privado que daba su compañera y hacía parecer que sus notas, en lugar de producir música normalmente, solo emitía un ruido sordo, pero al compás de sus movimientos eran también los movimientos del girón -Ella es la ilusionista- Dije en voz baja pero lo suficiente como para ser escuchado por el elfo y el dragón que ahora estaba en serio peligro -¡¡Apártense!!- Grité al ver que el mazo que se dejaría caer sobre nosotros para acabar dando un fuerte salto había un lado para no ser aplastado -Creo que no nos permitirán entregar al fulano dorado- Murmuré con descaro al ver la peligrosa situación negativo en la que sin querer habíamos acabado destruidos y cansados...
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Al ver mejor lo que estaba sucediendo en aquel lugar, notamos que habían descubierto la farsa del brujo que anteriormente había sido tratado como un gran héroe, aunque no sabía cómo era capaz de hacer ilusiones o cómo lo habían desenmascarado, de todas formas me gustaba que todas las personas lo tratasen como un gran estafador, pero aquel mentiroso no se rendía ante eso, intentaba demostrar que su teatro era totalmente cierto -Larguémonos de este lugar, quiero liberar a Dorado antes de que sea demasiado tarde- Dije con un poco de nervios por ver al gigantesco monstruo de roca preparándose para golpear el suelo, y de un momento a otro terminé perdiendo el control de mi yegua gracias al gran impacto de un mazo contra la tierra -Tienes razón, debemos irnos- Respondí a Bio y finalmente logré recuperar el mando sobre Epona quien se encontraba aterrada.
Dirigirnos hacia el lugar donde tenían capturado al upelero era más difícil que antes, había más personas corriendo atemorizadas por lo que estaba aconteciendo en el pueblo, eso nos dificultaba el paso, no obstante, un sujeto por alguna razón se detuvo a mi lado y luego gritó justo en mi oído para señalar que estábamos acompañados por un dragón -Genial, ahora estamos en graves problemas- Dije para mí mismo mientras que todas las personas a nuestro alrededor se pararon a mirar a nuestra criatura alada, entonces Bio indica a todos que no tocarán a su amigo, resultaba tierno que intentara protegerlo a pesar de ser más débil que el que intentaba defender, luego es cuando el brujo que anteriormente se había hecho llamar “Cazador de dragones” dijo que se encargaría de nuestro reptil y después realizó un espectáculo de pergaminos que terminaron controlando la voluntad del gigante de piedra que de inmediato se dirigió hacia nuestra posición -(No puedo creer que rescatar a un upelero pueda ser tan complicado)- Pensé mientras me preparaba para lo peor.
La situación ameritaba de acción, ser detallista en momentos de tensión no era algo que me identificara, solo quería rodear la zona y recuperar al upelero, pero gracias a la ayuda de Bio pude notar que la persona que realmente realizaba las ilusiones era la chica con el extraño instrumento musical que por alguna razón no emitía sonidos, tanta curiosidad por saber cómo sonaba y al final no hacía nada además de las ilusiones ¿Quién querría un instrumento que no suena? Mi ocarina es mejor -Me encargaré de ella- Dije con el mismo tono del vampiro, no obstante, un grito me advierte sobre la venida de un nuevo ataque por parte de la gigantesca escultura de piedras, pero gracias a mi adorable yegua que se movió como el viento salí con vida -Gracias amiga, pero es hora de separarnos- Dije tras bajarme de Epona para hacer que se alejara del lugar hasta estar a salvo, solo era un animal y por eso no debería luchar mis batallas -Sabía que todo esto era mala idea- Susurré mientras corría velozmente hacia la ilusionista, sin embargo, mis piernas no daban lo mejor, al parecer mi cuerpo no era capaz de aguantar toda una noche de acción, pero no podía darme por vencido o Bio y el dragón estarían en mayores problemas.
Dirigirnos hacia el lugar donde tenían capturado al upelero era más difícil que antes, había más personas corriendo atemorizadas por lo que estaba aconteciendo en el pueblo, eso nos dificultaba el paso, no obstante, un sujeto por alguna razón se detuvo a mi lado y luego gritó justo en mi oído para señalar que estábamos acompañados por un dragón -Genial, ahora estamos en graves problemas- Dije para mí mismo mientras que todas las personas a nuestro alrededor se pararon a mirar a nuestra criatura alada, entonces Bio indica a todos que no tocarán a su amigo, resultaba tierno que intentara protegerlo a pesar de ser más débil que el que intentaba defender, luego es cuando el brujo que anteriormente se había hecho llamar “Cazador de dragones” dijo que se encargaría de nuestro reptil y después realizó un espectáculo de pergaminos que terminaron controlando la voluntad del gigante de piedra que de inmediato se dirigió hacia nuestra posición -(No puedo creer que rescatar a un upelero pueda ser tan complicado)- Pensé mientras me preparaba para lo peor.
La situación ameritaba de acción, ser detallista en momentos de tensión no era algo que me identificara, solo quería rodear la zona y recuperar al upelero, pero gracias a la ayuda de Bio pude notar que la persona que realmente realizaba las ilusiones era la chica con el extraño instrumento musical que por alguna razón no emitía sonidos, tanta curiosidad por saber cómo sonaba y al final no hacía nada además de las ilusiones ¿Quién querría un instrumento que no suena? Mi ocarina es mejor -Me encargaré de ella- Dije con el mismo tono del vampiro, no obstante, un grito me advierte sobre la venida de un nuevo ataque por parte de la gigantesca escultura de piedras, pero gracias a mi adorable yegua que se movió como el viento salí con vida -Gracias amiga, pero es hora de separarnos- Dije tras bajarme de Epona para hacer que se alejara del lugar hasta estar a salvo, solo era un animal y por eso no debería luchar mis batallas -Sabía que todo esto era mala idea- Susurré mientras corría velozmente hacia la ilusionista, sin embargo, mis piernas no daban lo mejor, al parecer mi cuerpo no era capaz de aguantar toda una noche de acción, pero no podía darme por vencido o Bio y el dragón estarían en mayores problemas.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Asentí comprendiendo el tumulto cuando bio me dio ese breve pero conciso informe sobre el hombre al que pretendía linchar la turba, problema con el que estaban lidiando los aldeanos, y que no nos incumbía a nosotros en absoluto.
Tenía la intención de seguir caminando cuando la gente clamo por algo que había pasado pro alto. Con la caza del fugitivo y la sorpresa de mi reencuentro con el vampiro, había olvidado completamente que mi forma podía trastocar a los humanos. El charlatán no desaprovechó el momento para gritar en mi contra, y proclamar que tomaría mi vida, naturalmente para defender la suya.
-Genial, ahora estamos en graves problemas- Comentó el elfo, ante lo cual respondí con un gorgojeo acongojado a modo disculpa.
Podría haberme vuelto humana y explicado las cosas a la turba, si la maza el gigante no se hubiera estrellado en nuestra posición. Por suerte bio había avisado a tiempo como para que me impulsara fuera del rango de tan terrible arma.
El elfo tomo a la ilusionista como su victima, de mientras, me encargaría del brujo lo mejor que pudiera, sin lastimar a los pueblerinos, que suficiente tenían con su ignorancia,, sin percatarse de quienes eran realmente sus enemigos. Emprendí el vuelo, allí donde los aldeanos no pudieran alcanzarme, e igual que había hecho con el fugitivo de la carreta descargue sobre el mi aliento. Concentrando el agua en un solo punto, e intentando ser lo mas precisa posible, un chorro de agua partió de mis entrañas rodeado de vapor que marcaba su elevada temperatura.
Si el mago realmente poseía alguna clase de control sobre el gigante, con este distraído, la bestia sería menos efectiva, menos peligro para bio, para mi, y para el elfo que nos acompañaba.Sería mas sencillo dar fin a la contienda, y perderíamos menos tiempo, algo de lo que mis compañeros no parecían especialmente sobrados.
Mi list de técnicas de combate no era extensa, ni innovadora, vista una de mis peleas vistas todas, para que mentir, no era una luchadora, cazaba para comer, y peleaba para defenderme. Pero no se podía negar que mi agua fuera efectiva. Por ahora, no había encontrado criatura alguna que fuera inmune a una buena quemadura, y no corría el riesgo de generar incendios.
Tenía la intención de seguir caminando cuando la gente clamo por algo que había pasado pro alto. Con la caza del fugitivo y la sorpresa de mi reencuentro con el vampiro, había olvidado completamente que mi forma podía trastocar a los humanos. El charlatán no desaprovechó el momento para gritar en mi contra, y proclamar que tomaría mi vida, naturalmente para defender la suya.
-Genial, ahora estamos en graves problemas- Comentó el elfo, ante lo cual respondí con un gorgojeo acongojado a modo disculpa.
Podría haberme vuelto humana y explicado las cosas a la turba, si la maza el gigante no se hubiera estrellado en nuestra posición. Por suerte bio había avisado a tiempo como para que me impulsara fuera del rango de tan terrible arma.
El elfo tomo a la ilusionista como su victima, de mientras, me encargaría del brujo lo mejor que pudiera, sin lastimar a los pueblerinos, que suficiente tenían con su ignorancia,, sin percatarse de quienes eran realmente sus enemigos. Emprendí el vuelo, allí donde los aldeanos no pudieran alcanzarme, e igual que había hecho con el fugitivo de la carreta descargue sobre el mi aliento. Concentrando el agua en un solo punto, e intentando ser lo mas precisa posible, un chorro de agua partió de mis entrañas rodeado de vapor que marcaba su elevada temperatura.
Si el mago realmente poseía alguna clase de control sobre el gigante, con este distraído, la bestia sería menos efectiva, menos peligro para bio, para mi, y para el elfo que nos acompañaba.Sería mas sencillo dar fin a la contienda, y perderíamos menos tiempo, algo de lo que mis compañeros no parecían especialmente sobrados.
Mi list de técnicas de combate no era extensa, ni innovadora, vista una de mis peleas vistas todas, para que mentir, no era una luchadora, cazaba para comer, y peleaba para defenderme. Pero no se podía negar que mi agua fuera efectiva. Por ahora, no había encontrado criatura alguna que fuera inmune a una buena quemadura, y no corría el riesgo de generar incendios.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Aquel gigantón había conseguido detenernos, y aunque los antecedentes del brujo y su fácil manejo de la criatura hacían parecer que era otra ilusión para distraer a las ingenuas personas de aquel extraño lugar, los golpes que daba con su mazo y la manera como estremecían el suelo resultaban evidentemente reales, a menos que sus ilusiones fueran tan fuertes como para hacer temblar la tierra, difícilmente podría ser capaz de crear algo tan engañoso al grado de confundir todos los sentidos a la vez; el mazo era real, sin embargo, eso no significaba que el gigante también lo fuera -Este gigante no es el enemigo, no se dejen engañar- Dije a mis compañeros aunque cada uno ya había formulado su propio plan de acción, el elfo se había lanzado hacia la ilusionista mientras el dragón había salido en persecución del brujo, infiriendo tal vez que él estaba detrás de todo, a fin de cuentas era quien había ordenado al gigante que nos atacara.
La ilusionista se percató de que Rauko iba directo hacia ella, ante lo cual alzó su mano izquierda y en un instante desapareció a los ojos de todos, aunque su experiencia en fugas no parecía la mejor del mundo, el piso mojado dibujaba claramente sus huellas que intentaban llegar a una de las casas para esconderse en un lugar seguro, no obstante, su carrera y la concentración que necesitaba para mantenerse invisible debilitaron la ilusión del gigante que lentamente comenzó a perder consistencia hasta desaparecer en un estallido de blanquecino polvo brillante y dejando solo el mazo sostenido en el aire -Telequinesis- Murmuré al entender lo que sucedía y que luego la nueva jugada del brujo confirmaría.
Babitas había salido disparado a hacer eso que hacía tan bien, su espeluznante lluvia de babas se dejó caer sobre el brujo pero justo en el último instante, el mazo desapareció también y un escudo apareció sobre el brujo quien gracias a ello había conseguido salvarse de una parte del ataque del dragón, sin embargo, evitar que le cayera el baño encima no lo dejaba del todo a salvo, pues al caer al piso, el agua se regaba en varias direcciones rodeándolo por completo hasta comenzar a quemar sus pies y llevándolo al piso de rodillas; había creado un escudo de la nada, seguramente del mismo modo que había creado el mazo, sin embargo su creación iba perdiendo fuerzas lentamente mientras los daños en sus piernas por el agua caliente se hacían más evidentes.
Era el momento ideal para atacarlo y dar el golpe de gracia -Déjalo, bestia- Comenzaron a gritar los aldeanos que se acercaban para tratar de proteger a su falso héroe mientras tomaban algunas piedras del suelo para arrojárselas al dragón -¡¡Basta!!-[1] Grité desde lejos con una voz mágica que serviría para intimidar a los aldeanos y detener sus ataques -¿Es que no se dan cuenta? ¡Han sido engañados!- Dije para tratar de convencerlos de que el brujo los engañaba pero estaban negados a aceptar cualquier explicación de parte de un extraño, tal vez la única manera sería que el mismo brujo confesara su fechoría -Tú, diles la verdad y mi amigo allá arriba te convertirá en su cena- Le dije mientras señalaba al dragón -No, no es cierto, ellos mienten- Dijo a las personas que aunque lo intentaban, no eran capaces de arrojar nada contra nosotros, al menos de momento, pero era necesario hacer confesar al brujo…
La ilusionista se percató de que Rauko iba directo hacia ella, ante lo cual alzó su mano izquierda y en un instante desapareció a los ojos de todos, aunque su experiencia en fugas no parecía la mejor del mundo, el piso mojado dibujaba claramente sus huellas que intentaban llegar a una de las casas para esconderse en un lugar seguro, no obstante, su carrera y la concentración que necesitaba para mantenerse invisible debilitaron la ilusión del gigante que lentamente comenzó a perder consistencia hasta desaparecer en un estallido de blanquecino polvo brillante y dejando solo el mazo sostenido en el aire -Telequinesis- Murmuré al entender lo que sucedía y que luego la nueva jugada del brujo confirmaría.
Babitas había salido disparado a hacer eso que hacía tan bien, su espeluznante lluvia de babas se dejó caer sobre el brujo pero justo en el último instante, el mazo desapareció también y un escudo apareció sobre el brujo quien gracias a ello había conseguido salvarse de una parte del ataque del dragón, sin embargo, evitar que le cayera el baño encima no lo dejaba del todo a salvo, pues al caer al piso, el agua se regaba en varias direcciones rodeándolo por completo hasta comenzar a quemar sus pies y llevándolo al piso de rodillas; había creado un escudo de la nada, seguramente del mismo modo que había creado el mazo, sin embargo su creación iba perdiendo fuerzas lentamente mientras los daños en sus piernas por el agua caliente se hacían más evidentes.
Era el momento ideal para atacarlo y dar el golpe de gracia -Déjalo, bestia- Comenzaron a gritar los aldeanos que se acercaban para tratar de proteger a su falso héroe mientras tomaban algunas piedras del suelo para arrojárselas al dragón -¡¡Basta!!-[1] Grité desde lejos con una voz mágica que serviría para intimidar a los aldeanos y detener sus ataques -¿Es que no se dan cuenta? ¡Han sido engañados!- Dije para tratar de convencerlos de que el brujo los engañaba pero estaban negados a aceptar cualquier explicación de parte de un extraño, tal vez la única manera sería que el mismo brujo confesara su fechoría -Tú, diles la verdad y mi amigo allá arriba te convertirá en su cena- Le dije mientras señalaba al dragón -No, no es cierto, ellos mienten- Dijo a las personas que aunque lo intentaban, no eran capaces de arrojar nada contra nosotros, al menos de momento, pero era necesario hacer confesar al brujo…
Offrol [1] Uso de mi habilidad de nivel 3: El miedo que acecha
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Mientras me dirigía hacia la ilusionista, el dragón se elevó al cielo y sobrevoló por lo alto para dirigirse hacia la posición del brujo, sin embargo, Bio no parecía tener las más mínimas intenciones de colaborar en alguna cosa, siempre lo había visto ayudar en lo más sencillo, yo tenía que luchar y hacer la parte más difícil mientras que él solo me decía lo que debía hacer, su parte a veces era importante pero nunca tan complicada -(De todas formas no me atrevería a enfrentarme a ese gigante)- Pensé tras escuchar las palabras de Bio, la fuerza bruta nunca me había caracterizado y por eso me inclinaba más a las situaciones donde tuviera que utilizar mi velocidad y mi destreza natural.
Al encontrarme cerca de la chica que estaba causando las ilusiones, ella simplemente desapareció de mi vista, mis ojos no me servirían en esa ocasión, pero mis otros sentidos me ayudarían a detectar a la bruja, Sin embargo, eso no fue necesario debido a que en el suelo se podía ver cómo mi objetivo intentaba escapar corriendo hacia una de las casas, la lluvia había sido de gran utilidad además de calmar la incesante furia de las pulgas de Epona -Si Bio tiene razón, Entonces el gigante debería desaparecer- Dije para mí mismo sin dejar de seguir los pasos de la bruja, la cantidad de poder para realizar tantas ilusiones debería de ser bastante y por eso, alguna cosa le saldría mal a la chica y sus ilusiones desaparecerían, pero sin mirar atrás para asegurarme de eso, conseguí ver cómo la puerta de una casa se abría aparentemente sin razón alguna -Te tengo- Dije mientras tomaba mi espada para prepararme a entrar en el escondite y atacar, pero eso seguramente sería una mala idea si la chica esperaba que la siguiera para hacerme caer en una emboscada.
Ignorando cualquier tipo de contraataque, entré en la desolada casa, habían unas que otras velas encendidas en diferentes lugares dándole un poco de claridad al ambiente, pero allí dentro no estaba el suelo mojado y ver las huellas de la ilusionista era meramente imposible, no obstante, aquella chica no había pensado en secar su vestimenta que no dejaba de gotear, podía ver ese detalle y pensaba utilizar eso en su contra -¿Dónde estarás?- Pregunté sin esperar realmente una respuesta, solo quería hacer que la bruja pensara en que no sabía dónde estaba, sin embargo, ella tomó una vela con su telequinesis y la arrojó a mi cabeza, por suerte no recibí daño alguno gracias a que su poder para mover las cosas era escaso, pero mi paciencia finalmente se había agotado -Insignificante- Dije con una voz apagada y neutra mientras lanzaba una estocada en la dirección de ilusionista, pero ella bloqueó mi ataque utilizando su instrumento como herramienta de protección, sin embargo, mi espada había logrado partir a la mitad su improvisado escudo e instantáneamente desapareció toda ilusión.
Solo me faltaba dar el último golpe para acabar con la bruja que al sentirse indefensa se dejó caer de rodillas -Pagarás por tus pecados- Dije mientras colocaba la punta de mi espada cerca de su cuello, estaba listo para aniquilarla, pero… No pude. Ver los ojos de la chica me hicieron parar, su mirada expresaba una profunda tristeza y al mismo tiempo miedo a morir, dejó salir unas pocas lágrimas que se deslizaron sobre sus mejillas y me obligaron a pensar en lo que me había convertido, hasta ese momento no había tenido la necesidad de asesinar a una mujer y hacerlo en ese instante me alejaría completamente de la poca bondad que podía sentir mi corazón, al matarla también me mataría el alma y me convertiría en aquello que tanto aborrecía, me convertiría en el mismo demonio que años atrás había asesinado a mi madre -(Tiene que haber otra solución)- Pensé sin decir nada, quería buscar otro camino y al mirar por una ventana descubrí una nueva salida al problema, afuera se encontraba el brujo siendo rodeado por saliva hirviendo del dragón, su única escapatoria era confesar sus fechorías y como él no haría tal cosa, pues la ilusionista podría hablar para salvar a su compañero y así todos evitaríamos tener que matar -¿Quieres salvar a tu amigo? Solo debes confesar lo que hicieron en este pueblo y luego los ayudaré a escapar si es necesario. Te lo prometo- Mis palabras hicieron que la chica reaccionara y cediera a ayudar, aunque ella no parecía confiar en mí, de todas formas era su mejor opción.
La ilusionista y yo salimos de la casa para acercarnos al lugar donde se encontraba la gran multitud de personas enfurecidas, allí se aclararía todo y tal vez ella correría peligro si eso pasaba, pero mi promesa todavía estaba vigente -Recuerda lo que dije, confiesas y luego te ayudaré a escapar si corres peligro- Le susurré al oído de la bruja y luego esperé que hiciera su parte del trato, lancé una mirada a Bio intentando que entendiera mi mensaje, aunque posiblemente no lo haría por falta de detalles -(¿Ella podrá hablar o tendrá el mismo problema del dragón?)- Me pregunté sin decir nada, hasta el momento no había escuchado palabra alguna por parte de la ilusionista, si tenía la imposibilidad de hablar entonces estaríamos en un grave problema.
Al encontrarme cerca de la chica que estaba causando las ilusiones, ella simplemente desapareció de mi vista, mis ojos no me servirían en esa ocasión, pero mis otros sentidos me ayudarían a detectar a la bruja, Sin embargo, eso no fue necesario debido a que en el suelo se podía ver cómo mi objetivo intentaba escapar corriendo hacia una de las casas, la lluvia había sido de gran utilidad además de calmar la incesante furia de las pulgas de Epona -Si Bio tiene razón, Entonces el gigante debería desaparecer- Dije para mí mismo sin dejar de seguir los pasos de la bruja, la cantidad de poder para realizar tantas ilusiones debería de ser bastante y por eso, alguna cosa le saldría mal a la chica y sus ilusiones desaparecerían, pero sin mirar atrás para asegurarme de eso, conseguí ver cómo la puerta de una casa se abría aparentemente sin razón alguna -Te tengo- Dije mientras tomaba mi espada para prepararme a entrar en el escondite y atacar, pero eso seguramente sería una mala idea si la chica esperaba que la siguiera para hacerme caer en una emboscada.
Ignorando cualquier tipo de contraataque, entré en la desolada casa, habían unas que otras velas encendidas en diferentes lugares dándole un poco de claridad al ambiente, pero allí dentro no estaba el suelo mojado y ver las huellas de la ilusionista era meramente imposible, no obstante, aquella chica no había pensado en secar su vestimenta que no dejaba de gotear, podía ver ese detalle y pensaba utilizar eso en su contra -¿Dónde estarás?- Pregunté sin esperar realmente una respuesta, solo quería hacer que la bruja pensara en que no sabía dónde estaba, sin embargo, ella tomó una vela con su telequinesis y la arrojó a mi cabeza, por suerte no recibí daño alguno gracias a que su poder para mover las cosas era escaso, pero mi paciencia finalmente se había agotado -Insignificante- Dije con una voz apagada y neutra mientras lanzaba una estocada en la dirección de ilusionista, pero ella bloqueó mi ataque utilizando su instrumento como herramienta de protección, sin embargo, mi espada había logrado partir a la mitad su improvisado escudo e instantáneamente desapareció toda ilusión.
Solo me faltaba dar el último golpe para acabar con la bruja que al sentirse indefensa se dejó caer de rodillas -Pagarás por tus pecados- Dije mientras colocaba la punta de mi espada cerca de su cuello, estaba listo para aniquilarla, pero… No pude. Ver los ojos de la chica me hicieron parar, su mirada expresaba una profunda tristeza y al mismo tiempo miedo a morir, dejó salir unas pocas lágrimas que se deslizaron sobre sus mejillas y me obligaron a pensar en lo que me había convertido, hasta ese momento no había tenido la necesidad de asesinar a una mujer y hacerlo en ese instante me alejaría completamente de la poca bondad que podía sentir mi corazón, al matarla también me mataría el alma y me convertiría en aquello que tanto aborrecía, me convertiría en el mismo demonio que años atrás había asesinado a mi madre -(Tiene que haber otra solución)- Pensé sin decir nada, quería buscar otro camino y al mirar por una ventana descubrí una nueva salida al problema, afuera se encontraba el brujo siendo rodeado por saliva hirviendo del dragón, su única escapatoria era confesar sus fechorías y como él no haría tal cosa, pues la ilusionista podría hablar para salvar a su compañero y así todos evitaríamos tener que matar -¿Quieres salvar a tu amigo? Solo debes confesar lo que hicieron en este pueblo y luego los ayudaré a escapar si es necesario. Te lo prometo- Mis palabras hicieron que la chica reaccionara y cediera a ayudar, aunque ella no parecía confiar en mí, de todas formas era su mejor opción.
La ilusionista y yo salimos de la casa para acercarnos al lugar donde se encontraba la gran multitud de personas enfurecidas, allí se aclararía todo y tal vez ella correría peligro si eso pasaba, pero mi promesa todavía estaba vigente -Recuerda lo que dije, confiesas y luego te ayudaré a escapar si corres peligro- Le susurré al oído de la bruja y luego esperé que hiciera su parte del trato, lancé una mirada a Bio intentando que entendiera mi mensaje, aunque posiblemente no lo haría por falta de detalles -(¿Ella podrá hablar o tendrá el mismo problema del dragón?)- Me pregunté sin decir nada, hasta el momento no había escuchado palabra alguna por parte de la ilusionista, si tenía la imposibilidad de hablar entonces estaríamos en un grave problema.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Un escudo apareció encima de mi objetivo antes de que pudiera terminar de chamuscarlo, el agua ya no era una opción o me arriesgaba a lastimar a los aldeanos, por lo que me lance en picado hacia la chapa metálica y aterrice en su superficie con fuerza, para impulsarme con las patas traseras y alzar el vuelo de nuevo, golpeando ese enorme escudo para hacer flaquear al brujo. ¿Cuantas veces podría resistir con su magia el peso de todo mi cuerpo impulsado por la caída des de las alturas? Esperaba que no demasiado, esperaba que confesara a los aldeanos y terminase toda esa estupida contienda lo mas rápido posible, mis compañeros tenían prisa.
Los aldeanos seguían molestos por mi presencia, quizás incluso algo asustados, y corrieron a defender al brujo, alzando piedras que arrojaron en mi dirección, por lo que tube que disminuir la frecuencia de mis embates para evitar las pedradas lo mejor que pude. Algunas de las rocas impactaron contra mic uerpo escamoso, y las que chocaron contra mis alas desequilibraron mi vuelo haciendome rugir con enojo y desagrado. ¡Que peligrosa podía resultar la necedad y la ignorancia! Estaban defendiendo a quienes pretendian aprovecharse de ellos por pura apariencia.
Bio habló, y la mayoría de ellos bajaron las piedras. Si le creían o no, era algo que no podía asegurar, pero fuera por eso, o porque el vampiro imponía cierto respeto, agradecí no tener que estar esquivando semejante cantidad de proyectiles al mismo tiempo, ardua e imposible tarea.
Por lo menos, mientras el brujo estuviera ocupado con el escudo, no lastimaria a nadie mas, y daría tiempo al elfo de dar caza a su cómplice, así que seguí embistiendo, una vez tras otra, la placa metálica que se interponía entre yo y mi presa.
Finalmente me pareció ver entre la multitud el pelo plateado de nuestro longevo acompañante, llevando consigo una mujer. Recé mentalmente a los seis para que la hubiera convencido de desmantelar el tiempo, y exponer a su compañero ante la turba furiosa de aldeanos, o que por lo menos, la llevara hasta bío para lograr tal fin.
Los aldeanos seguían molestos por mi presencia, quizás incluso algo asustados, y corrieron a defender al brujo, alzando piedras que arrojaron en mi dirección, por lo que tube que disminuir la frecuencia de mis embates para evitar las pedradas lo mejor que pude. Algunas de las rocas impactaron contra mic uerpo escamoso, y las que chocaron contra mis alas desequilibraron mi vuelo haciendome rugir con enojo y desagrado. ¡Que peligrosa podía resultar la necedad y la ignorancia! Estaban defendiendo a quienes pretendian aprovecharse de ellos por pura apariencia.
Bio habló, y la mayoría de ellos bajaron las piedras. Si le creían o no, era algo que no podía asegurar, pero fuera por eso, o porque el vampiro imponía cierto respeto, agradecí no tener que estar esquivando semejante cantidad de proyectiles al mismo tiempo, ardua e imposible tarea.
Por lo menos, mientras el brujo estuviera ocupado con el escudo, no lastimaria a nadie mas, y daría tiempo al elfo de dar caza a su cómplice, así que seguí embistiendo, una vez tras otra, la placa metálica que se interponía entre yo y mi presa.
Finalmente me pareció ver entre la multitud el pelo plateado de nuestro longevo acompañante, llevando consigo una mujer. Recé mentalmente a los seis para que la hubiera convencido de desmantelar el tiempo, y exponer a su compañero ante la turba furiosa de aldeanos, o que por lo menos, la llevara hasta bío para lograr tal fin.
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
El brujo parecía tener cada vez menos energías para sostener el recién creado escudo sobre su cuerpo mientras el dragón embestía con todas sus fuerzas, estaba por flaquear y el escudo se desvanecía lentamente cuando los aldeanos comenzaron a lanzar piedras, aunque su heroico acto no duraría mucho al ser intimidados por mi magia de voz, el brujo sin embargo no parecía enojado, sino más bien asustado, preocupado, tal vez porque sabía que estaba perdido, pero alguien con sus habilidades podría encontrar más de una manera de acabar con nosotros, sin embargo solo se dedicaba a defenderse, ciertamente si la turba de creyentes se enteraban que su héroe no era más que un engaño estarían en graves problemas.
La expresión en el rostro del brujo cambió a una gran angustia cuando vio a su compañera ilusionista acercarse junto al elfo; éste tal vez esperaría que la ilusionista confesara todo lo que había sucedido pero lamentablemente ella no era capaz de hablar, ninguna palabra salió de sus labios sino que se comunicó con el brujo mediante señas para finalmente mostrarle su instrumento roto -Está bien- Dijo el brujo mientras dejaba caer a un lado el escudo que lo protegía -Lo reconozco, los he engañado, pero he sido solo yo- Dijo mientras señalaba a su compañera -Ella no tiene nada que ver, deben dejarla ir- La chica reaccionó negando con la cabeza y dejando salir un par de lágrimas.
Levanté la mano izquierda como una seña al dragón para que dejara de atacar, ya no sería necesario continuar, el brujo ya no era un problema, sin embargo, la multitud enojada comenzaba a caer en cuenta del engaño y arremeterían contra la pareja sin importarles nada -Nos han engañado- Gritó una vieja -Pagarán por ello- Continuó alborotando al resto de las personas; las piedras comenzaron a volar hacia el brujo pero la chica corrió y se interpuso para acabar recibiendo algunas pedradas; no podía soportar lo que sabía que pasaría así que me interpuse para tratar de detener a las personas enfurecidas, mostré mis colmillos de manera intimidante para que se detuvieran pero solo logré empeorar todo -Es un vampiro, él y el dragón seguro son amigos del brujo, todos saben que los brujos, dragones y vampiros trabajan juntos- Gritó la anciana con una voz muy irritante -Creo que tendremos que resolver esto entre todos- Dije para que el brujo pudiera escucharme pero cuando giré a verlo ya iba corriendo a varios metros junto a la ilusionista -Desgraciado- Murmuré con rabia al ver que ahora estaba solo y los ciudadanos querrían desquitarse conmigo y tal vez con el dragón, eso dejaba al elfo como el único capaz de recuperar a Dorado, retrocedí lentamente y luego cada vez más de prisa mientras la multitud enfurecida comenzaba a lanzar piedras de nuevo contra mí y tal vez contra Babitas si se quedaba en ese lugar -Hay que irnos Babis- Dije al reptil volador mientras intentaba comenzar a correr pero otro grupo de aldeanos me cerraron el paso -¿Cómo es que esto terminó tan mal?- Murmuré para mí mismo mientras buscaba alguna manera de escapar, de momento solo esperaba que el elfo supiera qué hacer y tratara de recuperar al upelero.
La expresión en el rostro del brujo cambió a una gran angustia cuando vio a su compañera ilusionista acercarse junto al elfo; éste tal vez esperaría que la ilusionista confesara todo lo que había sucedido pero lamentablemente ella no era capaz de hablar, ninguna palabra salió de sus labios sino que se comunicó con el brujo mediante señas para finalmente mostrarle su instrumento roto -Está bien- Dijo el brujo mientras dejaba caer a un lado el escudo que lo protegía -Lo reconozco, los he engañado, pero he sido solo yo- Dijo mientras señalaba a su compañera -Ella no tiene nada que ver, deben dejarla ir- La chica reaccionó negando con la cabeza y dejando salir un par de lágrimas.
Levanté la mano izquierda como una seña al dragón para que dejara de atacar, ya no sería necesario continuar, el brujo ya no era un problema, sin embargo, la multitud enojada comenzaba a caer en cuenta del engaño y arremeterían contra la pareja sin importarles nada -Nos han engañado- Gritó una vieja -Pagarán por ello- Continuó alborotando al resto de las personas; las piedras comenzaron a volar hacia el brujo pero la chica corrió y se interpuso para acabar recibiendo algunas pedradas; no podía soportar lo que sabía que pasaría así que me interpuse para tratar de detener a las personas enfurecidas, mostré mis colmillos de manera intimidante para que se detuvieran pero solo logré empeorar todo -Es un vampiro, él y el dragón seguro son amigos del brujo, todos saben que los brujos, dragones y vampiros trabajan juntos- Gritó la anciana con una voz muy irritante -Creo que tendremos que resolver esto entre todos- Dije para que el brujo pudiera escucharme pero cuando giré a verlo ya iba corriendo a varios metros junto a la ilusionista -Desgraciado- Murmuré con rabia al ver que ahora estaba solo y los ciudadanos querrían desquitarse conmigo y tal vez con el dragón, eso dejaba al elfo como el único capaz de recuperar a Dorado, retrocedí lentamente y luego cada vez más de prisa mientras la multitud enfurecida comenzaba a lanzar piedras de nuevo contra mí y tal vez contra Babitas si se quedaba en ese lugar -Hay que irnos Babis- Dije al reptil volador mientras intentaba comenzar a correr pero otro grupo de aldeanos me cerraron el paso -¿Cómo es que esto terminó tan mal?- Murmuré para mí mismo mientras buscaba alguna manera de escapar, de momento solo esperaba que el elfo supiera qué hacer y tratara de recuperar al upelero.
Bio
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Ver al dragón dejarse caer sobre el brujo una y otra vez me implantaba un poco de miedo, sabía que podía ser peligroso y la ilusionista también se sentía atemorizada ante eso -(Lo que tengo que hacer para no matar a una mujer)- Pensé después de ver a la chica enseñarle su instrumento roto a su compañero, ella no podía hablar y la única forma en la que se comunicaba era a través de señas, pero por lo menos el brujo confesó que todo era su engaño, sin embargo, no comentó que la chica era su cómplice, quería dejarla fuera de toda consecuencia que obviamente se trataría de un castigo severo y doloroso -Genial, ya no estarás en peligro- Dije para motivar a la ilusionista, pero ella ya había corrido hacia el brujo para tratar de protegerlo de las personas enfurecidas que comenzaron a arrojarle piedras, lo que vendría después sería la muerte de aquellos dos y no había forma de que yo pudiera ayudar, mis habilidades no eran suficientes -Tal vez eso sea lo mejor. Lo lamento- Dije mientras me dirigía hacia el lugar donde se encontraba el inconsciente Alimet, Dorado todavía estaba en peligro y ya había desperdiciado mucho tiempo valioso.
Busqué a Epona para continuar con el rescate y después de unos pocos segundos logré notar que ya no estaba la yegua, no tuve otra opción que conformarme con el caballo peludo que aún estaba allí con Alimet inconsciente, preparé todo y partí hacia la casa donde anteriormente había visto al upelero -(Encontré una gran cantidad de aeros y los dejé atrás, Encontré un establo con caballos ejemplares y los dejé atrás, Encontré una casa con una mesa cubierta de aeros y los dejé atrás, luego encontré otro establo con este caballo y una yegua especial y los dejaré atrás, todo para recuperar a un upelero y posiblemente no seré recompensado con gran cosa)- Por el camino no dejaba de pensar en todas las cosas valiosas a las que no les di importancia, cosas que me pudieron ser de gran utilidad.
Entonces sin darme cuenta conseguí llegar a mi destino, me acerqué a la puerta trasera de la casa para entrar por el mismo lugar por donde lo había hecho antes, por suerte la puerta continuaba abierta, así que me tomé la molestia de entrar con todo y caballo -¡¿Qué demonios?!- Exclamó un sujeto que custodiaba el upelero, su expresión me causó un poco de gracia pero conservé mi carácter -¡¿Acaso piensas que porque eres un guardia puedes entrar así?!- Preguntó con evidente desconcierto, pues tenía razón en actuar de esa forma, mi manera de entrar no había sido la más cortés -Lamento mi entrada, pero debo hacer cumplir la justicia. Aquí te entrego a Alimet, ahora es momento que cumplas tu parte del trato- Dije con un tono autoritario para parecerme lo más posible a un guardia de Lunargenta -Está bien, toma al upelero antes de que lleguen los demás, mi jefe no quería que te entregáramos al animal porque no creía que tú fueras un guardia, pero él es muy desconfiado- Explicó el sujeto, los demás no estaban y tal vez estarían viendo al brujo y su ejecución -Conserva el caballo, recuerda que dije que serían recompensados por ayudar- Dije mientras bajaba del caballo para montar a Dorado -¡Gracias! ¡Sabía que si eras de fiar! Mi jefe se pondrá contento cuando se entere sobre este regalo- El sujeto se encontraba feliz mientras observaba cada detalle de mi obsequio, entonces aproveché ese momento de distracción para salir de la casa con Dorado.
Después de recuperar a Dorado, me dirigí hacia el lugar donde se encontraba la granja de upeleros, Bio podría defenderse solo y el dragón también, así que marché hacia la granja tratando de no tropezar con las molestas personas que solo estorbaban, y por el camino, una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que por allí estaban la ilusionista y del brujo corriendo hacia un lugar seguro ¿Por qué eso me haría sentir felicidad? Tal vez mi corazón no era tan malo como pensaba, pero no dejaría que eso se supiera o los demás me considerarían como un ser débil.
Sin mirar hacia atrás continué mi curso, tal vez si entregaba a Dorado sin compañía me llevaría mi recompensa y la de Bio, aunque para eso debía darme prisa o algún otro problema me impediría lograr mi meta.
Busqué a Epona para continuar con el rescate y después de unos pocos segundos logré notar que ya no estaba la yegua, no tuve otra opción que conformarme con el caballo peludo que aún estaba allí con Alimet inconsciente, preparé todo y partí hacia la casa donde anteriormente había visto al upelero -(Encontré una gran cantidad de aeros y los dejé atrás, Encontré un establo con caballos ejemplares y los dejé atrás, Encontré una casa con una mesa cubierta de aeros y los dejé atrás, luego encontré otro establo con este caballo y una yegua especial y los dejaré atrás, todo para recuperar a un upelero y posiblemente no seré recompensado con gran cosa)- Por el camino no dejaba de pensar en todas las cosas valiosas a las que no les di importancia, cosas que me pudieron ser de gran utilidad.
Entonces sin darme cuenta conseguí llegar a mi destino, me acerqué a la puerta trasera de la casa para entrar por el mismo lugar por donde lo había hecho antes, por suerte la puerta continuaba abierta, así que me tomé la molestia de entrar con todo y caballo -¡¿Qué demonios?!- Exclamó un sujeto que custodiaba el upelero, su expresión me causó un poco de gracia pero conservé mi carácter -¡¿Acaso piensas que porque eres un guardia puedes entrar así?!- Preguntó con evidente desconcierto, pues tenía razón en actuar de esa forma, mi manera de entrar no había sido la más cortés -Lamento mi entrada, pero debo hacer cumplir la justicia. Aquí te entrego a Alimet, ahora es momento que cumplas tu parte del trato- Dije con un tono autoritario para parecerme lo más posible a un guardia de Lunargenta -Está bien, toma al upelero antes de que lleguen los demás, mi jefe no quería que te entregáramos al animal porque no creía que tú fueras un guardia, pero él es muy desconfiado- Explicó el sujeto, los demás no estaban y tal vez estarían viendo al brujo y su ejecución -Conserva el caballo, recuerda que dije que serían recompensados por ayudar- Dije mientras bajaba del caballo para montar a Dorado -¡Gracias! ¡Sabía que si eras de fiar! Mi jefe se pondrá contento cuando se entere sobre este regalo- El sujeto se encontraba feliz mientras observaba cada detalle de mi obsequio, entonces aproveché ese momento de distracción para salir de la casa con Dorado.
Después de recuperar a Dorado, me dirigí hacia el lugar donde se encontraba la granja de upeleros, Bio podría defenderse solo y el dragón también, así que marché hacia la granja tratando de no tropezar con las molestas personas que solo estorbaban, y por el camino, una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que por allí estaban la ilusionista y del brujo corriendo hacia un lugar seguro ¿Por qué eso me haría sentir felicidad? Tal vez mi corazón no era tan malo como pensaba, pero no dejaría que eso se supiera o los demás me considerarían como un ser débil.
Sin mirar hacia atrás continué mi curso, tal vez si entregaba a Dorado sin compañía me llevaría mi recompensa y la de Bio, aunque para eso debía darme prisa o algún otro problema me impediría lograr mi meta.
Rauko
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
El brujo había confesado, finalmente podíamos dejar a esa estúpida gente que nos había tomado por enemigos cuando eramos aliados, miré a bio para que guiara el camino, y entonces vi, el actuar mas necio que podía presumir por su parte. Se puso delante de los desgraciados que nos habían intentado hacer papilla con una maza gigantesca y que nos lanzaron encima una turba de aldeanos furiosos, para que los mismos no castigaran a los estafadores por su engaño.
olte un rugido de frustración e incredulidad al ver, no solo el actuar de Bio, si no las deficientes conclusiones a las que llegaban los aldeanos gracias a aquello. Como era de esperar, los timadores no esperaron para hacer piña, si no que aprovecharon la distracción para huir del lugar.
Los aldeanos cerraron al vampiro cuando ese clamo en retirada, complicando aun mas las cosas.
Resoplé con molestia, y rugiendo apra asustar a los aldeanos, me lancé en picado al lado de bió, estos se apartaron por temor a ser.. ¿que? aplastados, comidos, rociados con agua hirviendo o cualquier otra cosa que pudiera pasarse por sus mentes, la verdad era que solo quería apartarlos.
Una vez al costado del vampiro, agache la cabeza y plegue mis púas, la pase por debajo de sus piernas hasta que quedó pésimamente montado encima mio, e impulsando con las alas y las patas fui dando saltos, para alejarme, era cansado, y la gente se alejaba porque si no lograba pasarles por encima los iba a embestir, y estaba muy segura, que des de a fuera se veía sumamente ridiculo.
Un siseo de frustración salia entre los jadeos y resoplidos que exhalaba a cada paso por el esfuerzo, buscando así de algún modo, reñir a mi raro jinete. Pesaba mucho. Cada poco rato volteaba la cabeza y rugía o escupía una pequeña cantidad de agua para que los aldeanos no se acercaron demasiado, y además de algunas piedras, y algún que otro valiente que me agarro la cola y se pinchó con los cuernos, finalmente pudimos abandonar su alcance.
Cuando la aldea ya no se veía, o por lo menos, los aldeanos ya habían quedado fuera de mi vista, me ladee hacia un costado, haciendo que el vampiro se resbalase por mi cuepro humedo de la lluvia y aterrizara en el suelo a mi lado. Me dejé caer sobre mi lomo, y entrecerré los ojos, respirando agitadamente para recobrar el aliento.
Mis zarpas rasguñaron el césped húmedo y la tierra blanda.
"Bio, eso fue estúpido."
Entonces mire alrededor pro primera vez y me fijé que el elfo no venía con nosotros. Lo había olvidado por completo! Esperaba que la turba no se hubiera desquitado con el, y hubiera huido mientras bio era acorralado, actuar que aun que cobarde, podía haberle salvado la vida.
"No veo a tu amigo."
olte un rugido de frustración e incredulidad al ver, no solo el actuar de Bio, si no las deficientes conclusiones a las que llegaban los aldeanos gracias a aquello. Como era de esperar, los timadores no esperaron para hacer piña, si no que aprovecharon la distracción para huir del lugar.
Los aldeanos cerraron al vampiro cuando ese clamo en retirada, complicando aun mas las cosas.
Resoplé con molestia, y rugiendo apra asustar a los aldeanos, me lancé en picado al lado de bió, estos se apartaron por temor a ser.. ¿que? aplastados, comidos, rociados con agua hirviendo o cualquier otra cosa que pudiera pasarse por sus mentes, la verdad era que solo quería apartarlos.
Una vez al costado del vampiro, agache la cabeza y plegue mis púas, la pase por debajo de sus piernas hasta que quedó pésimamente montado encima mio, e impulsando con las alas y las patas fui dando saltos, para alejarme, era cansado, y la gente se alejaba porque si no lograba pasarles por encima los iba a embestir, y estaba muy segura, que des de a fuera se veía sumamente ridiculo.
Un siseo de frustración salia entre los jadeos y resoplidos que exhalaba a cada paso por el esfuerzo, buscando así de algún modo, reñir a mi raro jinete. Pesaba mucho. Cada poco rato volteaba la cabeza y rugía o escupía una pequeña cantidad de agua para que los aldeanos no se acercaron demasiado, y además de algunas piedras, y algún que otro valiente que me agarro la cola y se pinchó con los cuernos, finalmente pudimos abandonar su alcance.
Cuando la aldea ya no se veía, o por lo menos, los aldeanos ya habían quedado fuera de mi vista, me ladee hacia un costado, haciendo que el vampiro se resbalase por mi cuepro humedo de la lluvia y aterrizara en el suelo a mi lado. Me dejé caer sobre mi lomo, y entrecerré los ojos, respirando agitadamente para recobrar el aliento.
Mis zarpas rasguñaron el césped húmedo y la tierra blanda.
"Bio, eso fue estúpido."
Entonces mire alrededor pro primera vez y me fijé que el elfo no venía con nosotros. Lo había olvidado por completo! Esperaba que la turba no se hubiera desquitado con el, y hubiera huido mientras bio era acorralado, actuar que aun que cobarde, podía haberle salvado la vida.
"No veo a tu amigo."
Arygos Valnor
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Re: [Cerrado] Recuperando al Dorado [Interpretativo-Libre]
Hasta el momento, mi estrategia de escape no había resultado tan bien como me había parecido en mi mente, se veía tan diferente en mi imaginación, me veía a mí mismo, surcando los cielos a gran velocidad a bordo de un poderoso dragón, pero aquí estaba, a duras penas sostenido sobre un minidragón que a duras penas conseguía levantarme; desde que aterrizó a mi lado había tenido un mal presentimiento acerca de todo esto, pero finalmente ya estaba hecho, me había dejado llevar, igual quedarme con los adorables ancianos no era tampoco una muy buena idea, así que cualquier oportunidad sería tomada con el mayor de los gustos; para los aldeanos la situación resultó bastante graciosa, aunque dejaban de reírse al ver que nos acercábamos aunque al final acabaron enviar a su guerrero más fiero, aunque éste fue enviado al suelo, bajo los pies del dragón en una de sus muchas caídas, ya casi lográbamos salir para estar a salvo.
Una vez que nos alejamos de los aldeanos ya estaba comenzando a emocionarme pero por un inesperado giro del destino me fui hacia un lado como varios han hecho hasta caer al piso aparatosamente de bruces y sin poder dejar de reír como loco, cada instante que recordaba al dragón me ocasionaba una fuerte necesidad de sentirme seguro, a salvo, por lo que resultó bastante sencillo llevarlo a cabo, con la presencia de Barbacero por ejemplo, habría sido una tarea bastante difícil pero muy posible.
Al observar que el dragón se quedaba mirando nada, tal vez actuar ahora cuente como una gran idea aunque no tenía tiempo para recomponerme de prisa; nuevamente la escritura se convertía en una forma de comunicación bastante práctica -A veces hago cosas muy estúpidas, pero tuve una corazonada sobre esos dos estafadores- Respondí a su pregunta tratando de mantenerme libre y severo -Espero que el elfo haya conseguido sacar de ahí al upelero y si lo hizo seguramente irá a la granja para entregar al animal- Cerré los ojos y me recosté al piso mientras sonreía al recordar los detalles de la aparatosa fuga.
Registré de prisa entre las pocas cosas que llevaba encima hasta encontrar aquella capa azul que el dragón me había dejado aquella vez en la casa del anciano -Esto te pertenece- Dije mientras levantaba mi mano sosteniendo la capa en dirección al dragón -Muchas gracias por todo, espero volver a encontrarte pronto- Dije mientras me levantaba de prisa al ver que no tardaría mucho en llegar el amanecer, me alejé algunos pasos y luego me detuve, giré mi cuerpo y regresé para darle un efusivo abrazo al dragón, ciertamente los abrazos no eran algo que se me diera muy bien pero ésta vez había sentido la necesidad de hacerlo, luego de eso sí me alejé muy de prisa en busca de alguna posada en el poblado más cercano que pudiera encontrar...
Una vez que nos alejamos de los aldeanos ya estaba comenzando a emocionarme pero por un inesperado giro del destino me fui hacia un lado como varios han hecho hasta caer al piso aparatosamente de bruces y sin poder dejar de reír como loco, cada instante que recordaba al dragón me ocasionaba una fuerte necesidad de sentirme seguro, a salvo, por lo que resultó bastante sencillo llevarlo a cabo, con la presencia de Barbacero por ejemplo, habría sido una tarea bastante difícil pero muy posible.
Al observar que el dragón se quedaba mirando nada, tal vez actuar ahora cuente como una gran idea aunque no tenía tiempo para recomponerme de prisa; nuevamente la escritura se convertía en una forma de comunicación bastante práctica -A veces hago cosas muy estúpidas, pero tuve una corazonada sobre esos dos estafadores- Respondí a su pregunta tratando de mantenerme libre y severo -Espero que el elfo haya conseguido sacar de ahí al upelero y si lo hizo seguramente irá a la granja para entregar al animal- Cerré los ojos y me recosté al piso mientras sonreía al recordar los detalles de la aparatosa fuga.
Registré de prisa entre las pocas cosas que llevaba encima hasta encontrar aquella capa azul que el dragón me había dejado aquella vez en la casa del anciano -Esto te pertenece- Dije mientras levantaba mi mano sosteniendo la capa en dirección al dragón -Muchas gracias por todo, espero volver a encontrarte pronto- Dije mientras me levantaba de prisa al ver que no tardaría mucho en llegar el amanecer, me alejé algunos pasos y luego me detuve, giré mi cuerpo y regresé para darle un efusivo abrazo al dragón, ciertamente los abrazos no eran algo que se me diera muy bien pero ésta vez había sentido la necesidad de hacerlo, luego de eso sí me alejé muy de prisa en busca de alguna posada en el poblado más cercano que pudiera encontrar...
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