[Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
[Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Y acá estábamos, a la entrada del bosque de los elfos, un lugar prohibido para los vampiros... Y para los brujos... Y para los humanos... Y para todo el que no fuera elfo, en general; mi hombro se encontraba un poco mejor gracias a los medicamentos que encontré en el pequeño morral de Arygos, quien parecía tener su mochila preparada para cada ocasión y cada problema posible, era toda una cajita de sorpresas esa dragona y me calmaba mucho tenerla cerca, aunque de momento, hacerla entrar con un vampiro a un bosque lleno de elfos no parecía ser la mejor de las ideas, pero quisiéramos o no, volver a la misma ciudad, o a cualquier otra, significaba arriesgarnos a más cazadores, o peor aún, los sujetos que me habían estado siguiendo cuando llevaba el libro; por lo que, pese a lo peligroso, el bosque de Sandorai era la mejor opción.
Aún traía en mi cuello el bolso de la pequeña y adorable dragona blanca, realmente no sabía si los elfos la considerarían más peligrosa como dragona o como humana, así que simplemente la dejaría ser ella misma, si se mantenía como dragona me quedaría con su mochila un rato más, y si cambiaba a su forma humana se la regresaría, aunque para ello esperaría su decisión -Todo va a estar bien- Dije a la pequeña con una sonrisa tranquilizadora.
Rachel era quien nos había metido en la cabeza la idea de venir por acá, sin embargo no era quien iba a la cabeza, cosa que me resultaba bastante extraño pero a la vez, y juzgando por su tragicómica forma de lidiar con los cazadores, tal vez necesitaba más ayuda de la que yo había pensado al principio -Al fin he encontrado la utilidad de tus luces- Dije a la chica brillante -Si te mantenemos en el centro, sirves como lámpara para ver el camino- Sonreí ante lo cruel que podía sonar mi comentario, aunque lo cierto era que con aquello esperaba recibir una respuesta acerca de la verdadera función de tan llamativo adorno.
Hasta ahora no había tenido la oportunidad de pisar el bosque de los elfos, sabiendo que yo era un vampiro y además con lo territoriales que podían llegar a ser los guardianes del bosque, podríamos tener problemas a causa de algún malentendido, el bosque estaba adornado por un coctel de olores agradables, incluso placenteros, plantas de múltiples formas y colores reaccionaban a las luces de Rachel emitiendo pequeños destellos, el piso ligeramente mojado a causa de la humedad que causaba el frío de la noche hacía que los pies se hundieran un poco en el piso y los incontables sonidos de animales se escuchaban desde cada rincón como una hermosa sinfonía natural orquestada milimétricamente por la naturaleza misma; grandes árboles de colores se repartían por todo el terreno abarcando incluso terreno hacia los lados con sus grandes raíces que en algunos casos sobresalían del suelo; era sin duda alguna, un hermoso y peligroso lugar.
Aún traía en mi cuello el bolso de la pequeña y adorable dragona blanca, realmente no sabía si los elfos la considerarían más peligrosa como dragona o como humana, así que simplemente la dejaría ser ella misma, si se mantenía como dragona me quedaría con su mochila un rato más, y si cambiaba a su forma humana se la regresaría, aunque para ello esperaría su decisión -Todo va a estar bien- Dije a la pequeña con una sonrisa tranquilizadora.
Rachel era quien nos había metido en la cabeza la idea de venir por acá, sin embargo no era quien iba a la cabeza, cosa que me resultaba bastante extraño pero a la vez, y juzgando por su tragicómica forma de lidiar con los cazadores, tal vez necesitaba más ayuda de la que yo había pensado al principio -Al fin he encontrado la utilidad de tus luces- Dije a la chica brillante -Si te mantenemos en el centro, sirves como lámpara para ver el camino- Sonreí ante lo cruel que podía sonar mi comentario, aunque lo cierto era que con aquello esperaba recibir una respuesta acerca de la verdadera función de tan llamativo adorno.
Hasta ahora no había tenido la oportunidad de pisar el bosque de los elfos, sabiendo que yo era un vampiro y además con lo territoriales que podían llegar a ser los guardianes del bosque, podríamos tener problemas a causa de algún malentendido, el bosque estaba adornado por un coctel de olores agradables, incluso placenteros, plantas de múltiples formas y colores reaccionaban a las luces de Rachel emitiendo pequeños destellos, el piso ligeramente mojado a causa de la humedad que causaba el frío de la noche hacía que los pies se hundieran un poco en el piso y los incontables sonidos de animales se escuchaban desde cada rincón como una hermosa sinfonía natural orquestada milimétricamente por la naturaleza misma; grandes árboles de colores se repartían por todo el terreno abarcando incluso terreno hacia los lados con sus grandes raíces que en algunos casos sobresalían del suelo; era sin duda alguna, un hermoso y peligroso lugar.
Última edición por Bio el Vie Mar 11 2016, 05:53, editado 1 vez
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Los seguí volando un buen rato, incluso una vez haber aterrizado mas alla de las murallas, pero una vez llevábamos un rato adentrados en los bosques elficos, en donde mi cuerpo grande empezaba a ser una molestia para caminar, y con el cual no podía comunicarme en lo mas mínimo, decidí, sin ser necesario y pro cuenta propia, hacer algo que no hacía sin no tener opción des de hacía mucho tiempo. Tomar mi forma humanoide.
Tras eso, avance con premura para engancharme al brazo del vampiro y no tener problemas para caminar, de forma que, cuando daba un traspié, cosa que sucedía seguido, quedaba colgando del mismo, y podía enderezarme y seguir caminando sin estrellarme estrepitosamente contra el suelo.
-¿De verdad que sirven para eso?.-El comentario de las luces llevó mi mirada directamente hacia la cibernética con interés.- ¿No sería mas útil si pudieras encenderlas y pagarlas como un velador entonces? Sajin no las tiene... ¿no? Yo no se las ví....-ahora mi mirada pasó hacia el vampiro.-¿Supiste algo de el?.- Aunque me había cruzado al vampiro muchas mas veces por separado, no había vuelto a encontrarme con el cibernético, a quien tenia asociado a ese mismo recuerdo del que nacía mi confianza hacia el sujeto que me acompañaba.- Espero que esté bien.
Volví a ver a la cibernetica, reparando entonces en el libro que portaba.
-¿De que va ese libro?¿Porque hay tanta gente buscándolo? ¿No seria mas fácil darles una copia para que no intentaran robaros el vuestro? Oh.. Rachelle, imagino que es muy delicado y eso, y que no voy a poder verlo pero... ¿Esta en algún idioma que sepas leer? y de ser así... ¿Podrías leerme un pedacito? ¿Por favor?.- Aun y la gran cantidad de preguntas que salían de mis labios, seguía pronunciado con gran lentitud cada silaba, si no, habría sido claramente un atropello de palabras una encima de la otra.
La verdad es que aquello me sucedía a menudo, como no tendía a poder hablar, cuando podía surgía de mi a veces, una verborrea con poco orden u sentido, en la que trataba de solventar todo lo que se me había ocurrido en mi forma draconiana, y que no había podido formular hasta el momento.
Solo esperaba, que esta vez, no hiciera caso omiso a mis preguntas, y me diera alguna clase de respuesta, por los seis, esperaba que afirmativa.
Tras eso, avance con premura para engancharme al brazo del vampiro y no tener problemas para caminar, de forma que, cuando daba un traspié, cosa que sucedía seguido, quedaba colgando del mismo, y podía enderezarme y seguir caminando sin estrellarme estrepitosamente contra el suelo.
-¿De verdad que sirven para eso?.-El comentario de las luces llevó mi mirada directamente hacia la cibernética con interés.- ¿No sería mas útil si pudieras encenderlas y pagarlas como un velador entonces? Sajin no las tiene... ¿no? Yo no se las ví....-ahora mi mirada pasó hacia el vampiro.-¿Supiste algo de el?.- Aunque me había cruzado al vampiro muchas mas veces por separado, no había vuelto a encontrarme con el cibernético, a quien tenia asociado a ese mismo recuerdo del que nacía mi confianza hacia el sujeto que me acompañaba.- Espero que esté bien.
Volví a ver a la cibernetica, reparando entonces en el libro que portaba.
-¿De que va ese libro?¿Porque hay tanta gente buscándolo? ¿No seria mas fácil darles una copia para que no intentaran robaros el vuestro? Oh.. Rachelle, imagino que es muy delicado y eso, y que no voy a poder verlo pero... ¿Esta en algún idioma que sepas leer? y de ser así... ¿Podrías leerme un pedacito? ¿Por favor?.- Aun y la gran cantidad de preguntas que salían de mis labios, seguía pronunciado con gran lentitud cada silaba, si no, habría sido claramente un atropello de palabras una encima de la otra.
La verdad es que aquello me sucedía a menudo, como no tendía a poder hablar, cuando podía surgía de mi a veces, una verborrea con poco orden u sentido, en la que trataba de solventar todo lo que se me había ocurrido en mi forma draconiana, y que no había podido formular hasta el momento.
Solo esperaba, que esta vez, no hiciera caso omiso a mis preguntas, y me diera alguna clase de respuesta, por los seis, esperaba que afirmativa.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
“Protege el libro” Me repetía NIA durante todo el trayecto. Pero ahora que habíamos llegado a Sandorái, la inteligencia también trataba de informarme sobre el medio en el que nos encontrábamos: “Se trata de un bosque de árboles enormes. Habitado principalmente por los elfos, que suelen ser hostiles hacia cualquier tipo de raza…”. NIA iba contándome poco a poco interesantes datos sobre aquel nuevo lugar que observaba, con completa fascinación. Perdía la vista entre los inmensos mares de árboles enormes que cubrían totalmente. La vegetación era muy distinta a la que había en la península de Verisar. “Los elfos suelen vivir en clanes o tribus. Y suelen ser bastante reacios a relacionarse con otra gente.”. Jamás me había topado con un elfo, por lo que no tenía ni idea de cómo eran, más allá de por algunos retratos que NIA almacenaba en su memoria.
Incluso dentro del bosque, el viaje fue bastante tranquilo. Bio y Arygos, que avanzaba en su forma humana, conversaban de sus cosas. El vampiro mostró cierto interés sobre mis luces, diciendo que serviría como lámpara.
-No… yo… No creo que alumbrara lo suficiente. – le respondí con inocencia. “Bio estaba siendo irónico. Quiere saber la utilidad de tus luces”. Me reclamó la inteligencia. Yo había tratado con poca gente y no sabía aún las maneras de expresarse comunes de la población. Desconocía lo que era la sátira. Tras unos instantes pensativa por la respuesta de mi guía. – Ah… te referías a la utilidad de las bandas luminosas. Bueno. Si te fijas, por dentro avanza un líquido denso – señalé a una banda que recorría mi abdomen - Son mi soporte vital. Ahora mismo estoy sana, por ello el color azul. Si estuviese dañada, se volvería de color rojo, y si mi parte orgánica cayera enferma, de color verde. Incluso creo que puedo ponerlas de otros colores según mi actitud, pero eso no depende de mí. – Y es que NIA era la única que podía cambiar el color de las luces si no me encontraba dañada. La inteligencia quiso ser también parecer graciosa, y no tuvo mejor idea que cambiar el color de mis bandas a rosa. - ¡Oh vamos! Eso no tiene gracia. – me dije a mí misma. Justo antes de volver a su color normal, el azul-blanquecino.
Entre risas continuamos avanzando por el bosque. Todo hasta que Arygos me realizó una pregunta acerca del libro que llevaba, lo que me hizo protegerlo con más fuerza. “No estás autorizada para realizar esa acción”. Ella quería que le leyera un fragmento del mismo, pero no estaba autorizada para ello.
-No… no puedo. Lo siento. - .le dije con un tono de tristeza. Agarré el libro con ambas manos, alejándolo un poco de ambos. La Hermandad no quería que ni yo ni nadie supiésemos el contenido de ese libro. “Si están interesados en el libro, es porque pueden tratar de robártelo. Mantente alerta”. Y es que puede que NIA tuviese razón.
De todos modos no tardamos mucho tiempo en aparecer, pues rápidamente sentí el tensar de unos arcos. Varios elfos nos estaban apuntando desde la copa de unas plataformas distribuidas a lo largo de altos árboles. Era cuanto menos peligroso. Uno de ellos. El que parecía el jefe, ataviado con un pañuelo en su cabeza, se dirigió a nosotros, sin dejar de apuntarnos con su arco.
-Kela sina yamen, edan (1). – dijo el tipo. No entendía nada de lo que había dicho. Sin embargo, NIA, que tenía varias lenguas. Sí que parecía haber entendido lo que el hombre había dicho. "Activando traductor de lengua: Élfico sandoraití tar'quel". Así debía llamarse el dialecto. Y así, rápidamente me envió al cerebro lo que tenía que responder.
-Lye uma il- merna a'. Lye ere' duila waan- i' iaur (2) – le recriminé al tipo en un perfecto élfico. Hablaba según lo que NIA me iba diciendo. Ella tenía base para más de 200 lenguas y dialectos antiguos almacenados, lo que me permitía comunicarme vagamente. Según fuera leyendo, la propia inteligencia iría adquiriendo más conocimiento, y yo con ella. En aquella ocasión, sabía perfectamente lo que le había dicho al tipo, y también lo que me había dicho él. Era increíble tener alguien así en tu cabeza.
-Amin maa ie' i' ranqui (3)– replicó el hombre, mirando a mi libro, que iba aún tapado con la manta que me había dado Bio.
-Nothien, ta naa ere' y' parma (4)– Respondí con sinceridad. Apretando fuerte lo que llevaba.
Mi respuesta no pareció convencer al tipo. Que hizo una mueca de desagrado sin dejar de ver lo que llevaba bajo el brazo. Hizo un gesto con la cabeza a varios elfos para que bajaran.
-Creo que quieren el libro. – advertí a mis compañeros con cierta cara de circunstancias.
-----------------------------------Incluso dentro del bosque, el viaje fue bastante tranquilo. Bio y Arygos, que avanzaba en su forma humana, conversaban de sus cosas. El vampiro mostró cierto interés sobre mis luces, diciendo que serviría como lámpara.
-No… yo… No creo que alumbrara lo suficiente. – le respondí con inocencia. “Bio estaba siendo irónico. Quiere saber la utilidad de tus luces”. Me reclamó la inteligencia. Yo había tratado con poca gente y no sabía aún las maneras de expresarse comunes de la población. Desconocía lo que era la sátira. Tras unos instantes pensativa por la respuesta de mi guía. – Ah… te referías a la utilidad de las bandas luminosas. Bueno. Si te fijas, por dentro avanza un líquido denso – señalé a una banda que recorría mi abdomen - Son mi soporte vital. Ahora mismo estoy sana, por ello el color azul. Si estuviese dañada, se volvería de color rojo, y si mi parte orgánica cayera enferma, de color verde. Incluso creo que puedo ponerlas de otros colores según mi actitud, pero eso no depende de mí. – Y es que NIA era la única que podía cambiar el color de las luces si no me encontraba dañada. La inteligencia quiso ser también parecer graciosa, y no tuvo mejor idea que cambiar el color de mis bandas a rosa. - ¡Oh vamos! Eso no tiene gracia. – me dije a mí misma. Justo antes de volver a su color normal, el azul-blanquecino.
Entre risas continuamos avanzando por el bosque. Todo hasta que Arygos me realizó una pregunta acerca del libro que llevaba, lo que me hizo protegerlo con más fuerza. “No estás autorizada para realizar esa acción”. Ella quería que le leyera un fragmento del mismo, pero no estaba autorizada para ello.
-No… no puedo. Lo siento. - .le dije con un tono de tristeza. Agarré el libro con ambas manos, alejándolo un poco de ambos. La Hermandad no quería que ni yo ni nadie supiésemos el contenido de ese libro. “Si están interesados en el libro, es porque pueden tratar de robártelo. Mantente alerta”. Y es que puede que NIA tuviese razón.
De todos modos no tardamos mucho tiempo en aparecer, pues rápidamente sentí el tensar de unos arcos. Varios elfos nos estaban apuntando desde la copa de unas plataformas distribuidas a lo largo de altos árboles. Era cuanto menos peligroso. Uno de ellos. El que parecía el jefe, ataviado con un pañuelo en su cabeza, se dirigió a nosotros, sin dejar de apuntarnos con su arco.
-Kela sina yamen, edan (1). – dijo el tipo. No entendía nada de lo que había dicho. Sin embargo, NIA, que tenía varias lenguas. Sí que parecía haber entendido lo que el hombre había dicho. "Activando traductor de lengua: Élfico sandoraití tar'quel". Así debía llamarse el dialecto. Y así, rápidamente me envió al cerebro lo que tenía que responder.
-Lye uma il- merna a'. Lye ere' duila waan- i' iaur (2) – le recriminé al tipo en un perfecto élfico. Hablaba según lo que NIA me iba diciendo. Ella tenía base para más de 200 lenguas y dialectos antiguos almacenados, lo que me permitía comunicarme vagamente. Según fuera leyendo, la propia inteligencia iría adquiriendo más conocimiento, y yo con ella. En aquella ocasión, sabía perfectamente lo que le había dicho al tipo, y también lo que me había dicho él. Era increíble tener alguien así en tu cabeza.
-Amin maa ie' i' ranqui (3)– replicó el hombre, mirando a mi libro, que iba aún tapado con la manta que me había dado Bio.
-Nothien, ta naa ere' y' parma (4)– Respondí con sinceridad. Apretando fuerte lo que llevaba.
Mi respuesta no pareció convencer al tipo. Que hizo una mueca de desagrado sin dejar de ver lo que llevaba bajo el brazo. Hizo un gesto con la cabeza a varios elfos para que bajaran.
-Creo que quieren el libro. – advertí a mis compañeros con cierta cara de circunstancias.
1.-¿Cómo osáis irrumpir terreno sagrado, extranjero?
2.-Nosotros no queremos molestar. Tan sólo necesitamos atravesar el bosque.
3.-¿Qué escondes bajo tu brazo?
4.-Nada, solo es un libro.
Subrayado el uso de pasiva: Conocimiento antiguo: Lenguas
Última edición por Rachel Roche el Sáb Feb 20 2016, 09:14, editado 1 vez
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
El viaje había sido largo, pero para mi sorpresa, esta vez la adorable Arygos había decidido venir en su forma humana, y no como dragona que era lo habitual, sonreí al verla en esa forma y recordé todas las veces y todo el tiempo que había pasado pensando que era un dragón en lugar de una dragona; no pude evitar soltar una ligera sonrisa ante lo tonto que había sido todo ese tiempo, le ofrecí de nuevo mi brazo para que caminara con más facilidad y fuera menos propensa a estrellarse contra el piso, en algunas ocasiones casi me hacía perder el equilibrio, pero conseguía mantenerme fuerte solo para darle seguridad al caminar junto a mí; también me resultaron graciosas sus preguntas acerca de mi comentario -No, Sajin no las tiene, él es diferente, de hecho, todos los que he visto lo son- Respondí con lo poco que había visto de esa metálica raza en mis anteriores viajes -Hace mucho que no sé de él- Respondí con un poco de tristeza -Espero que esté bien- Observé con ganas de reír, cómo las franjas de la chica cambiaban de color a un rosado fresa, lo cual hacía parecer, junto con su reacción, que se jugaba una broma a sí misma -Rachel ¿Conoces a un bio llamado Sajin?- Pregunté con curiosidad a la chica que tal vez, al ser de su raza, podría saber algo de nuestro amigo.
La explosión de preguntas de Arygos me resultaba muy graciosa, aunque me mantenía atento a las posibles respuestas de la chica luminosa, además de analizar sus reacciones y esa especie de batalla interna que parecía tener consigo misma hasta que comencé a notar algo sospechoso; si algo caracteriza a los vampiros es una poderosa capacidad de ver en lugares oscuros, aunque no alcanzaba a ver claramente, podía distinguir algunas siluetas moviéndose entre la sombra de los árboles -Silencio...- Susurré a las chicas interrumpiendo su charla al notar que ya no estábamos solos y no tardó en dejarse escuchar una voz entre los árboles.
Como reacción inmediata y sin pensarlo siquiera me paré frente a Arygos para protegerla de cualquier flecha, sería más fácil para mí sanar que para ella, siendo más frágil en su forma humana, una voz que había emergido de entre los árboles nos acusaba de forma amenazante -Kela sina yamen, edan- Susurré tratando de descifrar lo que significaba aquella frase -Estamos en terreno sagrado, como extranjeros- Murmuré para que Arygos pudiera entender lo que nos decían; mi amistad con la elfa Niniel había servido para más que sanarme cada vez que terminaba deshecho en una batalla, también me había motivado a aprender algunas frases y palabras en su idioma, al menos las suficientes para defenderme; finalmente se habían antojado de querer el libro, y es que tal vez, la magia que contenía podía ser sentida por algunos seres más cercanos y afines a la magia como eran los elfos, sin embargo, la misión de Rachel era entregar ese libro y algo me decía que su misión era más importante que su propia vida -Daro! Av-'osto- [1] Dije con voz firme y decidida, mostrando autoridad pero a la vez, intentando no parecer hostil -Im Víctor, Ni ú-edhel- [2] Continué explicando en la lengua de aquellos seres -Garas atisha- [3] Dije mientras levantaba las manos lentamente, entendiendo que una batalla en tales condiciones era demasiado peligrosa -Peditham hi sui vellyn?- [4] Esperaba que al ver que no teníamos ninguna intención hostil desistieran de la agresividad con que nos habían recibido, aunque aún no sabía si se habían percatado de que yo era un vampiro -Isala halani la hamin- [5] Dije pidiendo algo de ayuda, en última instancia quien más posibilidades tenía de agradar a los elfos era la joven dragona pero hasta donde había visto, apenas y sabía comunicarse, aunque tal vez Rachel o yo le podríamos servir de intérpretes, para comunicarse con los guardianes del bosque.
La explosión de preguntas de Arygos me resultaba muy graciosa, aunque me mantenía atento a las posibles respuestas de la chica luminosa, además de analizar sus reacciones y esa especie de batalla interna que parecía tener consigo misma hasta que comencé a notar algo sospechoso; si algo caracteriza a los vampiros es una poderosa capacidad de ver en lugares oscuros, aunque no alcanzaba a ver claramente, podía distinguir algunas siluetas moviéndose entre la sombra de los árboles -Silencio...- Susurré a las chicas interrumpiendo su charla al notar que ya no estábamos solos y no tardó en dejarse escuchar una voz entre los árboles.
Como reacción inmediata y sin pensarlo siquiera me paré frente a Arygos para protegerla de cualquier flecha, sería más fácil para mí sanar que para ella, siendo más frágil en su forma humana, una voz que había emergido de entre los árboles nos acusaba de forma amenazante -Kela sina yamen, edan- Susurré tratando de descifrar lo que significaba aquella frase -Estamos en terreno sagrado, como extranjeros- Murmuré para que Arygos pudiera entender lo que nos decían; mi amistad con la elfa Niniel había servido para más que sanarme cada vez que terminaba deshecho en una batalla, también me había motivado a aprender algunas frases y palabras en su idioma, al menos las suficientes para defenderme; finalmente se habían antojado de querer el libro, y es que tal vez, la magia que contenía podía ser sentida por algunos seres más cercanos y afines a la magia como eran los elfos, sin embargo, la misión de Rachel era entregar ese libro y algo me decía que su misión era más importante que su propia vida -Daro! Av-'osto- [1] Dije con voz firme y decidida, mostrando autoridad pero a la vez, intentando no parecer hostil -Im Víctor, Ni ú-edhel- [2] Continué explicando en la lengua de aquellos seres -Garas atisha- [3] Dije mientras levantaba las manos lentamente, entendiendo que una batalla en tales condiciones era demasiado peligrosa -Peditham hi sui vellyn?- [4] Esperaba que al ver que no teníamos ninguna intención hostil desistieran de la agresividad con que nos habían recibido, aunque aún no sabía si se habían percatado de que yo era un vampiro -Isala halani la hamin- [5] Dije pidiendo algo de ayuda, en última instancia quien más posibilidades tenía de agradar a los elfos era la joven dragona pero hasta donde había visto, apenas y sabía comunicarse, aunque tal vez Rachel o yo le podríamos servir de intérpretes, para comunicarse con los guardianes del bosque.
Offrol: Subrayado inicio y fin de uso de la profesión Erudición (Conocimiento Cultural)
Offrol [1] Daro Av-'osto: ¡Alto! No teman
Offrol [2] Im Víctor, Ni ú-edhel: Soy Víctor, no soy un elfo
Offrol [3] Garas atisha: Vamos en paz
Offrol [4] Peditham hi sui vellyn?: ¿Podemos hablar como amigos ahora?
Offrol [5] Isala halani la hamin: Necesitamos ayuda y descanso
Última edición por Bio el Dom Mar 13 2016, 05:07, editado 1 vez
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Escuché atentamente la explicación de la cibernética sobre su propio funcionamiento, y los datos que daba sobre es liquido, que me pareció por los datos que nos había dado, el equivalente a la sangre para su parte mecánica. Entonces cambió de color.
-¿Que significa el rosa?.- Pregunté automáticamente nada mas percibir el cambio, observando el denso liquido luminiscente como si este fuera a variar en cualquier momento, y así fue, volvió a su color original.
Por desgracia me temía al respuesta que dio en cuanto al libro,y eso solo hacía que acrecentar mi curiosidad.
-¿Porque no?...si es tan secreto que no te dejan leerlo. ¿Como sabes que es lo que tienes que llevar y no que te dieron otra cosa?.- Nada es lo que parece, había escuchado a algunas personas decir eso, y siempre me había mostrado bastante reacia a ello, pero en los encuentros con Bio, era una frase a la que prestaba bastante atención, ya que cosas desconcertantes y engañosas surgían siempre a su alrededor, como si fuera presa de alguna clase de maldición.
Y, como era costumbre también de mis viajes con el vampiro, aparecieron unos elfos aparentemente poco contentos con nuestra presencia en sus bosques, que encontraron que el mejor modo de darnos la bienvenida a sus tierras era apuntarnos con sus arcos como si fuéramos animales rabiosos.
Escuché los intentos de parlamentar de mis dos compañeros, aun que Bio pareció dar por sentado que no podía entender su lenguaje. Lo hacía, de forma rudimentaria, pero podía comprender por contexto la mayoría de palabras que no entendía por si solas, la situación ayudaba también, y el hecho de que no debatieran de cosas abstractas ni usaran vocabulario complejo.
-Entiendo un poco lo que dicen Victor.- Le susurré a bio en respuesta, sorprendida del nombre que había dado a los elfos. Ya me imaginaba que "Bio" era alguna clase de sobre-nombre, a fin de cuentas, los vampiros eran humanos malditos, y Bio, no era el diminutivo de ningún nombre humano que conociera, lo mas similar era Boris, y no era ni remotamente similar, pero de algún modo lo había terminado sumiendo como su nombre.
-Quizás habría sido mas prudente que lo llevaras dentro de una bolsa, así la gente no sabría que estas llevando un libro.- Le respondí a Rachel, aun que era un poco tarde para tener esa clase de ideas, y por ahora, no nos iba a servir, sobre todo si tenía razón con las intenciones de los elfos.
-Si tanto lo quieren, que transcriban una copia, y nos dejen seguir.- Dudaba que esa fuera una opción viable, por el secretismo con el que la cibernética manejaba el asunto del manuscrito que transportaba, pero si querían arrebatarnos algo, era mejor explorar todas las opciones antes de vernos envueltos en una batalla campal de nuevo. Esta vez en terreno desconocido, y favorable para la otra facción, y en inferioridad numérica. Si se llegaba a dar una refriega, teníamos pocos numeros de salir victoriosos.-O quizás solo tengan curiosidad.- Era otra remota opción, si estaban alerta, se fijarían en cualquier gesto sospechoso, y llevar un libro envuelto en mantas como si fuera una cria de humano, era muy raro, hasta yo me daba cuenta de ello.
-¿Que significa el rosa?.- Pregunté automáticamente nada mas percibir el cambio, observando el denso liquido luminiscente como si este fuera a variar en cualquier momento, y así fue, volvió a su color original.
Por desgracia me temía al respuesta que dio en cuanto al libro,y eso solo hacía que acrecentar mi curiosidad.
-¿Porque no?...si es tan secreto que no te dejan leerlo. ¿Como sabes que es lo que tienes que llevar y no que te dieron otra cosa?.- Nada es lo que parece, había escuchado a algunas personas decir eso, y siempre me había mostrado bastante reacia a ello, pero en los encuentros con Bio, era una frase a la que prestaba bastante atención, ya que cosas desconcertantes y engañosas surgían siempre a su alrededor, como si fuera presa de alguna clase de maldición.
Y, como era costumbre también de mis viajes con el vampiro, aparecieron unos elfos aparentemente poco contentos con nuestra presencia en sus bosques, que encontraron que el mejor modo de darnos la bienvenida a sus tierras era apuntarnos con sus arcos como si fuéramos animales rabiosos.
Escuché los intentos de parlamentar de mis dos compañeros, aun que Bio pareció dar por sentado que no podía entender su lenguaje. Lo hacía, de forma rudimentaria, pero podía comprender por contexto la mayoría de palabras que no entendía por si solas, la situación ayudaba también, y el hecho de que no debatieran de cosas abstractas ni usaran vocabulario complejo.
-Entiendo un poco lo que dicen Victor.- Le susurré a bio en respuesta, sorprendida del nombre que había dado a los elfos. Ya me imaginaba que "Bio" era alguna clase de sobre-nombre, a fin de cuentas, los vampiros eran humanos malditos, y Bio, no era el diminutivo de ningún nombre humano que conociera, lo mas similar era Boris, y no era ni remotamente similar, pero de algún modo lo había terminado sumiendo como su nombre.
-Quizás habría sido mas prudente que lo llevaras dentro de una bolsa, así la gente no sabría que estas llevando un libro.- Le respondí a Rachel, aun que era un poco tarde para tener esa clase de ideas, y por ahora, no nos iba a servir, sobre todo si tenía razón con las intenciones de los elfos.
-Si tanto lo quieren, que transcriban una copia, y nos dejen seguir.- Dudaba que esa fuera una opción viable, por el secretismo con el que la cibernética manejaba el asunto del manuscrito que transportaba, pero si querían arrebatarnos algo, era mejor explorar todas las opciones antes de vernos envueltos en una batalla campal de nuevo. Esta vez en terreno desconocido, y favorable para la otra facción, y en inferioridad numérica. Si se llegaba a dar una refriega, teníamos pocos numeros de salir victoriosos.-O quizás solo tengan curiosidad.- Era otra remota opción, si estaban alerta, se fijarían en cualquier gesto sospechoso, y llevar un libro envuelto en mantas como si fuera una cria de humano, era muy raro, hasta yo me daba cuenta de ello.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Bio tradujo las palabras de los elfos para que Arygos entendiese. Los tipos comenzaron a acercarse hacia nosotros. Afortunadamente, no era la única que hablaba élfico. Bio también sabía la lengua de aquellos hombres y se dirigió a ellos. NIA iba traduciéndome todo lo que iba diciendo el vampiro, cuyo verdadero nombre parecía ser Víctor. Básicamente intentaba, al igual que yo, ser cordial con ellos. Por su parte, Arygos mencionaba que debería llevarlo en una bolsa. Eso hubiese sido buena opción, pero no había conseguido ninguna y me fiaba más de llevarlo bajo mis brazos de metal que bajo el brazo.
Un elfo fuerte, con el torso descubierto, rubio y de larga melena, que parecía ser el jefe de aquella tribu se acercó a nosotros. En primer lugar a mí. “No dejes que se acerque al libro”. Pero parecía que esto no era lo único que le interesaba al hombre de mí. Lo primero que hizo fue tocar en mi brazo las luces azules brillantes blancas.
-¿I' slang beth ten? (1)– me dijo. NIA tradujo lo que había dicho.
-Tul e arinya ar' leite (2)– le respondí sonrientemente. Pero el tipo miraba ahora a mi libro, retrocedí.
-I' log float e' i' lann duin i’ parma (3)– abrí los ojos. Asustada. “No lo permitas”. El hombre ofrecía darnos cobijo, tal y como había pedido Bio, a cambio del libro.
-¡N'uma! ¡Bio, iire lle tena i' nyelle deanam! (4)– apreté el libro fuertemente con mi pecho. Pidiéndole a Bio que le dijera que no al tipo. No estaba dispuesta a darle mi libro por nada del mundo. Y el vampiro era más fuerte, tal vez
El hombre me miró con frialdad, se acercó a mí. Tomó con ambas manos mi libro y tiró. Tratando de arrancármelo de los brazos. Yo traté de hacer lo mismo y tirar por el libro, que continuaba envuelto. Finalmente, el hombre me sacudió un tortazo en la cara que me hizo caer al suelo y tomó mi libro.
-Sanka i' log yassen ostar (5)– contestó el hombre implacable. Dándose la vuelta y comenzando a andar por el camino. Rumbo al pueblo. Su intención era que los acompañásemos.
-Capullo… - dije en voz baja, levantándome y llevándome la mano a la cara por el golpe que me había dado. Pero lo peor es que me había despojado de mi libro. “Tienes que recuperarlo como sea. Iré estudiando los puntos débiles del grupo y buscaré la mejor opción para recuperarlo”.
Espero que NIA fuera capaz de darme alguna idea. El Centinela nunca me permitiría aparecer en la base sin el libro. Por el momento, no me quedaba más que seguir al tipo y no perderlo de vista. Ahora tal vez sería necesario explicarle a Bio y Arygos la importancia de recuperar el libro. Su primera idea fue permitirme contar el objeto del libro: “Tienes permisos para contarles tu misión. No creo que sola puedas enfrentarte a ellos”.
-Ese libro cuenta las vivencias y cacerías de un antiguo gremio de cazadores de vampiros. – les dije mientras caminábamos tras el grupo de elfos, todavía llevándome la mano a la cara, dolorida por el tortazo que me había propinado el elfo. – Los estudios que realizaron sobre la biología de los vampiros, las historias de sus cacerías, sus secretos… Es la enciclopedia e identidad del grupo. – les dije. De hecho, por el contenido del libro, tal vez al propio Bio le interesase ayudarme. A fin de cuentas estaba haciendo un bien para su especie. Pues las intenciones de la Hermandad no eran otras que la de identificar el nivel de conocimiento que había alcanzado aquel extinto gremio. – Seguro que tenéis más preguntas, y estaré encantada de responder si me ayudáis a recuperarlo... – “Eso lo decidiré yo”, me reclamó NIA - … hasta donde pueda – rectifiqué con un tono más apagado.
También durante la caminata. Tuve tiempo para recordar lo que me habían preguntado sobre un biocibernético llamado Sajin, al que casualmente había conocido pocas horas antes de encontrarme con ellos. Conocía a poca gente y el mundo era demasiado grande.
Antes me habíais hablado de un bio-cibernético llamado Sajin – les dije recordando lo que me habían preguntado – Precisamente lo conocí en Baslodia horas antes de encontrarme con vosotros. ¡Qué casualidad! Se encuentra bien
Caminábamos a buen ritmo. En aproximadamente una hora llegaríamos. Cinco elfos iban delante, incluido el que portaba mi libro, y otros tantos detrás, al ritmo que se movían, no tardaríamos en llegar al lugar. Espero que no se le hiciera demasiado duro a Arygos, que parecía bastante torpe en su forma humana.
(1) ¿Para qué sirven las luces?Un elfo fuerte, con el torso descubierto, rubio y de larga melena, que parecía ser el jefe de aquella tribu se acercó a nosotros. En primer lugar a mí. “No dejes que se acerque al libro”. Pero parecía que esto no era lo único que le interesaba al hombre de mí. Lo primero que hizo fue tocar en mi brazo las luces azules brillantes blancas.
-¿I' slang beth ten? (1)– me dijo. NIA tradujo lo que había dicho.
-Tul e arinya ar' leite (2)– le respondí sonrientemente. Pero el tipo miraba ahora a mi libro, retrocedí.
-I' log float e' i' lann duin i’ parma (3)– abrí los ojos. Asustada. “No lo permitas”. El hombre ofrecía darnos cobijo, tal y como había pedido Bio, a cambio del libro.
-¡N'uma! ¡Bio, iire lle tena i' nyelle deanam! (4)– apreté el libro fuertemente con mi pecho. Pidiéndole a Bio que le dijera que no al tipo. No estaba dispuesta a darle mi libro por nada del mundo. Y el vampiro era más fuerte, tal vez
El hombre me miró con frialdad, se acercó a mí. Tomó con ambas manos mi libro y tiró. Tratando de arrancármelo de los brazos. Yo traté de hacer lo mismo y tirar por el libro, que continuaba envuelto. Finalmente, el hombre me sacudió un tortazo en la cara que me hizo caer al suelo y tomó mi libro.
-Sanka i' log yassen ostar (5)– contestó el hombre implacable. Dándose la vuelta y comenzando a andar por el camino. Rumbo al pueblo. Su intención era que los acompañásemos.
-Capullo… - dije en voz baja, levantándome y llevándome la mano a la cara por el golpe que me había dado. Pero lo peor es que me había despojado de mi libro. “Tienes que recuperarlo como sea. Iré estudiando los puntos débiles del grupo y buscaré la mejor opción para recuperarlo”.
Espero que NIA fuera capaz de darme alguna idea. El Centinela nunca me permitiría aparecer en la base sin el libro. Por el momento, no me quedaba más que seguir al tipo y no perderlo de vista. Ahora tal vez sería necesario explicarle a Bio y Arygos la importancia de recuperar el libro. Su primera idea fue permitirme contar el objeto del libro: “Tienes permisos para contarles tu misión. No creo que sola puedas enfrentarte a ellos”.
-Ese libro cuenta las vivencias y cacerías de un antiguo gremio de cazadores de vampiros. – les dije mientras caminábamos tras el grupo de elfos, todavía llevándome la mano a la cara, dolorida por el tortazo que me había propinado el elfo. – Los estudios que realizaron sobre la biología de los vampiros, las historias de sus cacerías, sus secretos… Es la enciclopedia e identidad del grupo. – les dije. De hecho, por el contenido del libro, tal vez al propio Bio le interesase ayudarme. A fin de cuentas estaba haciendo un bien para su especie. Pues las intenciones de la Hermandad no eran otras que la de identificar el nivel de conocimiento que había alcanzado aquel extinto gremio. – Seguro que tenéis más preguntas, y estaré encantada de responder si me ayudáis a recuperarlo... – “Eso lo decidiré yo”, me reclamó NIA - … hasta donde pueda – rectifiqué con un tono más apagado.
También durante la caminata. Tuve tiempo para recordar lo que me habían preguntado sobre un biocibernético llamado Sajin, al que casualmente había conocido pocas horas antes de encontrarme con ellos. Conocía a poca gente y el mundo era demasiado grande.
Antes me habíais hablado de un bio-cibernético llamado Sajin – les dije recordando lo que me habían preguntado – Precisamente lo conocí en Baslodia horas antes de encontrarme con vosotros. ¡Qué casualidad! Se encuentra bien
Caminábamos a buen ritmo. En aproximadamente una hora llegaríamos. Cinco elfos iban delante, incluido el que portaba mi libro, y otros tantos detrás, al ritmo que se movían, no tardaríamos en llegar al lugar. Espero que no se le hiciera demasiado duro a Arygos, que parecía bastante torpe en su forma humana.
(2) Son parte de mi organismo
(3) Pero me parece aún más interesante tu libro. Entrégamelo.
(4) ¡No! ¡Bio, dile que el libro es nuestro!
(5) Seguidnos. Os llevaremos al pueblo.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
A pesar de la típica ingenuidad de la dragona, su comentario me pareció bastante acertado y hasta curioso, si Rachel no sabía lo que era el libro ¿Cómo sabía que era el libro correcto? Estaba seguro que no le habían dado uno equivocado porque yo mismo lo había llevado a Baslodia, pero yo tampoco tenía idea ¿Cómo sabía yo que era el libro correcto y no otro? Levanté una ceja mientras miraba a la peliblanca ante su asombrosamente curiosa pregunta, también me sorprendió que dijera que podía entender a los elfos -Eres toda una cajita de sorpresas- Le dije con una sonrisa aunque sin apartar la vista de los peligros que se acercaban.
Una tras otra, las ingenuas palabras de Arygos me hacían olvidar lo incómodo del momento y acababa por sonreír ante tales ocurrencias; aunque finalmente los elfos hicieron que tomara ya una actitud más seria al acercarse a nosotros de manera agresiva; uno de ellos con actitud de líder se acercó hasta la chica de las luces de manera hostil, por lo que no sabía realmente cómo actuar en ese momento, mi prioridad era proteger a la adorable dragona, pero tampoco podía dejar sola a Rachel, y como intentara algo el elfo seguramente se armaría la guerra -Rayos- Murmuré al ver que el elfo se había antojado de querer el libro, aunque al menos ahora accedían a darnos lo que había pedido a cambio del fulano libro.
Cuando el elfo se acercó a Rachel para quitarle violentamente el libro salté hacia adelante para enfrentarlo pero apenas dar un paso me detuvo el ver como se tensaban los arcos de los elfos que lo custodiaban a cierta distancia; no lograría esquivar todas esas flechas y aún si pudiera, las que siguieran podían golpear a Arygos, así que lo mejor sería seguirles el juego hasta el momento indicado -Calme, nous récupérons le libre- [1] Dije a Rachel para tratar de calmarla, no quería arriesgarme a hablar en una lengua que los elfos conocieran e imaginando las posibilidades con que tal vez contaba Rachel, no le sería difícil conocer esa otra lengua.
Ofrecí de nuevo mi brazo a Arygos para que se apoyara cuando los elfos nos indicaron seguirlos, esperaba que no nos internaran en el bosque profundo o sería realmente difícil escapar, mientras caminábamos pensaba en algunas ideas que podrían servir para ingeniarnos un escape en base a las habilidades y posibilidades de cada uno: Arygos podía volar, yo podía desvanecerme entre sombras y Rachel pues, ella podía quedarse y entretener a los elfos mientras escapábamos, era un sacrificio aceptable, aunque al final la brillantita también me había caído bien, seguro aunque lo intentara, mi conciencia no me dejaría abandonarla, prefería quedarme yo.
Me sorprendí un poco cuando por fin Rachel accedió a contarnos un poco de lo que contenía aquel libro, lo que me llevó a más preguntas -¿A quién debes entregarle el libro? ¿Cuál es ese grupo?- Dije con firmeza a la chica deteniendo mis pasos para llamar su atención, aunque luego seguí caminando para no quedarnos atrás; aunque ella solo dijo que respondería más preguntas si le ayudábamos a recuperar el libro, aunque a estas alturas, si el grupo era quienes yo pensaba, tal vez sería mejor que se quedara en manos de los elfos.
Observé a Arygos cuando Rachel habló de Sajin, seguro se emocionaría al tener noticias del espadachín, aunque yo tenía mi mente llena de demasiadas preguntas.
Una tras otra, las ingenuas palabras de Arygos me hacían olvidar lo incómodo del momento y acababa por sonreír ante tales ocurrencias; aunque finalmente los elfos hicieron que tomara ya una actitud más seria al acercarse a nosotros de manera agresiva; uno de ellos con actitud de líder se acercó hasta la chica de las luces de manera hostil, por lo que no sabía realmente cómo actuar en ese momento, mi prioridad era proteger a la adorable dragona, pero tampoco podía dejar sola a Rachel, y como intentara algo el elfo seguramente se armaría la guerra -Rayos- Murmuré al ver que el elfo se había antojado de querer el libro, aunque al menos ahora accedían a darnos lo que había pedido a cambio del fulano libro.
Cuando el elfo se acercó a Rachel para quitarle violentamente el libro salté hacia adelante para enfrentarlo pero apenas dar un paso me detuvo el ver como se tensaban los arcos de los elfos que lo custodiaban a cierta distancia; no lograría esquivar todas esas flechas y aún si pudiera, las que siguieran podían golpear a Arygos, así que lo mejor sería seguirles el juego hasta el momento indicado -Calme, nous récupérons le libre- [1] Dije a Rachel para tratar de calmarla, no quería arriesgarme a hablar en una lengua que los elfos conocieran e imaginando las posibilidades con que tal vez contaba Rachel, no le sería difícil conocer esa otra lengua.
Ofrecí de nuevo mi brazo a Arygos para que se apoyara cuando los elfos nos indicaron seguirlos, esperaba que no nos internaran en el bosque profundo o sería realmente difícil escapar, mientras caminábamos pensaba en algunas ideas que podrían servir para ingeniarnos un escape en base a las habilidades y posibilidades de cada uno: Arygos podía volar, yo podía desvanecerme entre sombras y Rachel pues, ella podía quedarse y entretener a los elfos mientras escapábamos, era un sacrificio aceptable, aunque al final la brillantita también me había caído bien, seguro aunque lo intentara, mi conciencia no me dejaría abandonarla, prefería quedarme yo.
Me sorprendí un poco cuando por fin Rachel accedió a contarnos un poco de lo que contenía aquel libro, lo que me llevó a más preguntas -¿A quién debes entregarle el libro? ¿Cuál es ese grupo?- Dije con firmeza a la chica deteniendo mis pasos para llamar su atención, aunque luego seguí caminando para no quedarnos atrás; aunque ella solo dijo que respondería más preguntas si le ayudábamos a recuperar el libro, aunque a estas alturas, si el grupo era quienes yo pensaba, tal vez sería mejor que se quedara en manos de los elfos.
Observé a Arygos cuando Rachel habló de Sajin, seguro se emocionaría al tener noticias del espadachín, aunque yo tenía mi mente llena de demasiadas preguntas.
Offrol [1]: Tranquila, recuperaremos el libro.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Escuché aquello por lo que llevaba esperando tanto rato, el libro, su contenido, de un modo más específico de lo que habría podido llegar a imaginar tras la anterior respuesta de la cibernética, y no me gustaba. le dedique una mirada a bio con cara de circunstancias.
Catalogar e identificar un grupo como ese con tanto apuro o secretismo descartaba el estudio, asi que o bien los hombres a quien iba destinado eran descendientes de esa orden, o la misma, o bien los querían cazar. Si fuera por identificar y perseguir a los integrantes de lo que quedara de aquello, el secreto sería una baza de ventaja, pero no algo imprescindible, si era porque eran ellos mismos, el secreto era, mucho mas importante, ya que recababa información propia que otros podían usar en su contra. Así que, lamentablemente, me inclinaba mas en que los jefes de Rachell eran predadores de Vampiros.
-Hasta donde pueda quizás no es una opción que puedas barajar ahora.-Señalé con la nariz a los elfos. No me agradaba hacer esa clase de acotaciones, siempre había sido mejor con los rugidos, pero estaba segurisima de que los elfos no se tomarian demasiado bien que me pusiera a hacer gorgoritos de bestia de la nada, y que solo ayudaría a ponerlos mas recelosos, y la muchacha necesitaba nuestra ayuda, o mucho ingenio. Poner en peligro a Victor por estar desinformada no era algo a lo que pensara prestarme.
La caminata estaba siendo extenuante, demasiado para mi frágil cuerpo actual, me costaba seguir el ritmo, y sentía los pulmones arder mientras respiraba agitadamente por el esfuerzo, firmemente agarrada al brazo de Bio, mientras cada paso resultaba mas agotador que el anterior.
-Quizás pueda tratar de conseguir ayuda de Sajin, si aun se encuentra allí....- aunque difícilmente podría hacer algo a no ser que nos metieramos en un claro conflicto armado.-No dije nada...no es buena idea.- O teniendo en cuenta la ultima proclama que hizo, ni eso, y solo sería otra criatura que podía salir lastimada.
Catalogar e identificar un grupo como ese con tanto apuro o secretismo descartaba el estudio, asi que o bien los hombres a quien iba destinado eran descendientes de esa orden, o la misma, o bien los querían cazar. Si fuera por identificar y perseguir a los integrantes de lo que quedara de aquello, el secreto sería una baza de ventaja, pero no algo imprescindible, si era porque eran ellos mismos, el secreto era, mucho mas importante, ya que recababa información propia que otros podían usar en su contra. Así que, lamentablemente, me inclinaba mas en que los jefes de Rachell eran predadores de Vampiros.
-Hasta donde pueda quizás no es una opción que puedas barajar ahora.-Señalé con la nariz a los elfos. No me agradaba hacer esa clase de acotaciones, siempre había sido mejor con los rugidos, pero estaba segurisima de que los elfos no se tomarian demasiado bien que me pusiera a hacer gorgoritos de bestia de la nada, y que solo ayudaría a ponerlos mas recelosos, y la muchacha necesitaba nuestra ayuda, o mucho ingenio. Poner en peligro a Victor por estar desinformada no era algo a lo que pensara prestarme.
La caminata estaba siendo extenuante, demasiado para mi frágil cuerpo actual, me costaba seguir el ritmo, y sentía los pulmones arder mientras respiraba agitadamente por el esfuerzo, firmemente agarrada al brazo de Bio, mientras cada paso resultaba mas agotador que el anterior.
-Quizás pueda tratar de conseguir ayuda de Sajin, si aun se encuentra allí....- aunque difícilmente podría hacer algo a no ser que nos metieramos en un claro conflicto armado.-No dije nada...no es buena idea.- O teniendo en cuenta la ultima proclama que hizo, ni eso, y solo sería otra criatura que podía salir lastimada.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
La pregunta de Bio me hizo abrir ligeramente la boca y mirar hacia otro lado. Esperando a que NIA se pronunciara sobre poder responder a esa cuestión o no. “Estás autorizada para responder. Pero di la verdad a medias”. Asentí con la cabeza instintivamente, como dispuesta a obedecer lo que la inteligencia me había ordenado. Me tomé un segundo para pensar antes de dar la respuesta.
-Va dirigido a un grupo de vampiros... Unos amigos míos. – dije sin mentir y evitando entrar en detalles de quién era el grupo exactamente. – Y es un objeto perseguido por unos cazadores. Tengo que llevarlo a salvo. Ante mis jefes. – evité decir quién era el jefe, pues NIA me acababa de decir que ni por asomo mencionara el nombre del Centinela. Volví a mirar con ansia el libro que llevaba el elfo. Había que recuperarlo como fuera. La idea de Arygos de llamar a Sajin no creo que fuera posible. Pues me había separado hace más de un día del biocibernético y no sé cuando me volvería a encontrar con él.
Éramos los extraños del pueblo, un lugar camuflado entre enormes árboles. Cabañas y chozas de madera, unas en el suelo y otras suspendidas de los árboles. Quedé sorprendida, mirando absorta todo cuanto mis ojos alcanzaban a ver. Todo aquello era nuevo para mí y no era capaz de asimilar tanta información… tanto contraste respecto a una ciudad humana y un pueblo élfico en medio del bosque. El elfo nos dirigió a una de las cabañas. Donde se encontraba otro elfo de aspecto de anciano, con una enorme barba que le llegaba hasta las rodillas.
-Nous avons de recuperer le livre – le dije a Bio mirándole gracias a las frases que me enviaba NIA – mais nous nevons fair ce que personne ne nous verra. (1)
Nuestra conversación pronto se vería interrumpida por el anciano, que en esos momentos se encontraba ojeando el libro. Sorprendentemente, se dirigiría a nosotros en la lengua común y no en élfico, como había hecho el desagradable tipo que nos había atendido antes. Tres guardias élficos armados con lanzas y escudo permanecían al lado del que parecía ser el jefe de la tribu.
-Este libro es muy antiguo y contiene secretos sobre los vampiros. – dijo tras ojearlo. – ¿Dónde decís que lo lleváis? – Me dispuse a contestarle con velocidad.
-Pues íbamos al La… - NIA cortó rápidamente mi frase y me impidió hablar. Por poco se me escapa decir el lugar donde se encontraba la guarida. “Ten cuidado con lo que dices, Rachel”. La inteligencia tenía capaz de hacerlo pues era lo suficientemente rápida como para saber que pasaba por mi cabeza antes de pronunciarlo – a los bosques del Oeste, señor.
El elfo puso un gesto de desconcierto ante mi dubitativa frase y mi repentino cambio. Detalle que confiaba en que Bio y Arygos no advirtiesen. El elfo sí parecía haberlo hecho y no estaba muy convencido.
-Nuestro pueblo sufre ataques de vampiros casi todas las noches. Si decís de llevarlo a los bosques del oeste, es porque pretendéis entregárselo a los vampiros. Por lo que deduzco que sois amigos. – el tipo miró a Bio, con cara de pocos amigos y a Arygos – tus compañeros bien podrían ser dos vampiros por su tono de piel blanquecino.
-Los vampiros a los que se lo tengo que entregar no son los que acechan en vuestro bosque, señor. – apunté con un tono cordial, juntando ambas manos.
“Ha sido tu culpa, Rachel. No deberías haber dicho que íbamos a los bosques del oeste”. Lo sabía perfectamente, pero no soy buena mintiendo, se me notaba demasiado, y encima casi cometo el error de decir dónde se encontraba la guarida en la que debía hacer la entrega. “El Centinela te desmantelará si se entera de esto”. Esto me hizo morderme los dientes, con cara de circunstancias. Encima, puede que tanto Bio como Arygos también sospecharan de la bondad de mi misión, por lo que puede que a la larga contara con más enemigos de los previstos. Esperaba que no y se mantuvieran fieles a mí. El elfo, tras pensárselo mucho, volvió a hablar.
-En cualquier caso, el libro nos servirá para descubrir los secretos de estas criaturas. Como mis cazadores no tienen indicios de que seáis peligrosos, podéis partir. – concluyó.
“No podemos partir sin el libro”. Me recriminó NIA. Apreté los puños. No sabía muy bien que hacer. Miré a Bio y Arygos a ver que decidían. Por el momento, haría lo que ellos decidieran y les seguiría. Pero si decidían marchar tarde o temprano tendría que volver por el libro, aunque me costara la vida. Por otra parte, tal vez iniciar un combate fuera un suicidio. Yo no sabía prácticamente luchar y tenía mucho miedo. Y había demasiados elfos. Esperaría a que mis compañeros me diesen alguna idea.
-Va dirigido a un grupo de vampiros... Unos amigos míos. – dije sin mentir y evitando entrar en detalles de quién era el grupo exactamente. – Y es un objeto perseguido por unos cazadores. Tengo que llevarlo a salvo. Ante mis jefes. – evité decir quién era el jefe, pues NIA me acababa de decir que ni por asomo mencionara el nombre del Centinela. Volví a mirar con ansia el libro que llevaba el elfo. Había que recuperarlo como fuera. La idea de Arygos de llamar a Sajin no creo que fuera posible. Pues me había separado hace más de un día del biocibernético y no sé cuando me volvería a encontrar con él.
Éramos los extraños del pueblo, un lugar camuflado entre enormes árboles. Cabañas y chozas de madera, unas en el suelo y otras suspendidas de los árboles. Quedé sorprendida, mirando absorta todo cuanto mis ojos alcanzaban a ver. Todo aquello era nuevo para mí y no era capaz de asimilar tanta información… tanto contraste respecto a una ciudad humana y un pueblo élfico en medio del bosque. El elfo nos dirigió a una de las cabañas. Donde se encontraba otro elfo de aspecto de anciano, con una enorme barba que le llegaba hasta las rodillas.
-Nous avons de recuperer le livre – le dije a Bio mirándole gracias a las frases que me enviaba NIA – mais nous nevons fair ce que personne ne nous verra. (1)
Nuestra conversación pronto se vería interrumpida por el anciano, que en esos momentos se encontraba ojeando el libro. Sorprendentemente, se dirigiría a nosotros en la lengua común y no en élfico, como había hecho el desagradable tipo que nos había atendido antes. Tres guardias élficos armados con lanzas y escudo permanecían al lado del que parecía ser el jefe de la tribu.
-Este libro es muy antiguo y contiene secretos sobre los vampiros. – dijo tras ojearlo. – ¿Dónde decís que lo lleváis? – Me dispuse a contestarle con velocidad.
-Pues íbamos al La… - NIA cortó rápidamente mi frase y me impidió hablar. Por poco se me escapa decir el lugar donde se encontraba la guarida. “Ten cuidado con lo que dices, Rachel”. La inteligencia tenía capaz de hacerlo pues era lo suficientemente rápida como para saber que pasaba por mi cabeza antes de pronunciarlo – a los bosques del Oeste, señor.
El elfo puso un gesto de desconcierto ante mi dubitativa frase y mi repentino cambio. Detalle que confiaba en que Bio y Arygos no advirtiesen. El elfo sí parecía haberlo hecho y no estaba muy convencido.
-Nuestro pueblo sufre ataques de vampiros casi todas las noches. Si decís de llevarlo a los bosques del oeste, es porque pretendéis entregárselo a los vampiros. Por lo que deduzco que sois amigos. – el tipo miró a Bio, con cara de pocos amigos y a Arygos – tus compañeros bien podrían ser dos vampiros por su tono de piel blanquecino.
-Los vampiros a los que se lo tengo que entregar no son los que acechan en vuestro bosque, señor. – apunté con un tono cordial, juntando ambas manos.
“Ha sido tu culpa, Rachel. No deberías haber dicho que íbamos a los bosques del oeste”. Lo sabía perfectamente, pero no soy buena mintiendo, se me notaba demasiado, y encima casi cometo el error de decir dónde se encontraba la guarida en la que debía hacer la entrega. “El Centinela te desmantelará si se entera de esto”. Esto me hizo morderme los dientes, con cara de circunstancias. Encima, puede que tanto Bio como Arygos también sospecharan de la bondad de mi misión, por lo que puede que a la larga contara con más enemigos de los previstos. Esperaba que no y se mantuvieran fieles a mí. El elfo, tras pensárselo mucho, volvió a hablar.
-En cualquier caso, el libro nos servirá para descubrir los secretos de estas criaturas. Como mis cazadores no tienen indicios de que seáis peligrosos, podéis partir. – concluyó.
“No podemos partir sin el libro”. Me recriminó NIA. Apreté los puños. No sabía muy bien que hacer. Miré a Bio y Arygos a ver que decidían. Por el momento, haría lo que ellos decidieran y les seguiría. Pero si decidían marchar tarde o temprano tendría que volver por el libro, aunque me costara la vida. Por otra parte, tal vez iniciar un combate fuera un suicidio. Yo no sabía prácticamente luchar y tenía mucho miedo. Y había demasiados elfos. Esperaría a que mis compañeros me diesen alguna idea.
(1)-Tenemos que recuperar el libro, pero sin que nadie nos vea
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Las respuestas de Rachel no terminaban de convencerme, no confiaba en ella y la desconfianza crecía a cada instante, ciertamente éramos nosotros quienes habíamos decidido seguirla por mera curiosidad, o más bien, mi curiosidad, y había arrastrado conmigo a la incauta dragona que nuevamente había terminado en problemas por mi culpa -Todo va a estar bien- Le dije a Arygos con una dolorosa sonrisa para tratar de calmarla, sin embargo le dije a Rachel en un tono más serio -Si me ofreces información a medias tendrás mi ayuda a medias- No pensaba discutir con ella o reclamarle nada, pero tenía muy claro que su libro me importaba mucho menos que la seguridad de Arygos, y en caso de problemas mi prioridad sería la dragona; pero por otro lado, la joven luminosa parecía algo desorientada acerca de una estrategia para escapar, aunque, si había decidido venir por este bosque, con lo lista que era debía tener prevista esta posibilidad y algunas maneras de resolverla.
Al cabo de un rato llegamos a la pequeña aldea de los elfos, un lugar arcaico pero acogedor, en donde todos nos miraban de manera extraña, algunos con miedo, otros con desconfianza, pero definitivamente captábamos las miradas de todos por donde pasábamos, hasta que finalmente fuimos llevados a donde se encontraba un elfo bastante enjuto, por su apariencia y considerando el lento envejecimiento de su raza, debía tener muchísimos años para verse de esa forma, seguramente sus muchos años de experiencia le habían convertido en el sabio patriarca.
Al estar rodeados, la chica me respondió inteligentemente en el mismo lenguaje que yo había usado para dirigirme a ella, aunque antes de poder responderle fuimos interrumpidos por el anciano que ahora interrogaba a la pelinegra con certeras preguntas; llevé mi mano a la frente mientras bajaba la cabeza ante el desastre que era cada respuesta de la chica de las luces -¿Habrá tenido algún entrenamiento? ¿Será nueva?- Pensaba sin llegar a decir nada mientras me acercaba más a la peliblanca para asegurarme de mantenerla a salvo, manteniendo siempre la boca cerrada para no evidenciar con mis colmillos la raza a la que pertenecía, más aún después que el anciano mencionó que eran atacados por vampiros, no obstante, el viejo era más listo de lo esperado y sospechaba de nosotros por el pálido tono de piel.
A pesar de las sospechas, todo había salido bien, sin embargo, le había ofrecido a Rachel que saldríamos con el libro y debía cumplirle, a pesar de mis constantes engaños para lograr mis fines, jamás ofrecía algo que no pudiera cumplir, no podría ser tan difícil, y los ataques de vampiros me habían dado un par de ideas -Podemos aceptar con gusto su ofrecimiento- Dije con una voz amable y atrayente al mismo tiempo que usaba una ligera ilusión sobre mi rostro para hacer que éste pareciera más amigable y sincero -Sin embargo...- Hice una pausa para llamar la atención de todos los presentes -Si esos vampiros atacan todas las noches, seguro lo harán hoy también- Di algunos pasos hasta ubicarme en el centro del pequeño lugar donde nos encontrábamos -El libro no puede ayudarles tanto como yo lo haría, pues soy un vampiro- Dije abriendo la boca para mostrar mis colmillos, ante lo cual más de un arco se tensó apuntando en mi dirección mientras de prisa sacaba a flote la medalla que me habían hecho llegar luego de aquella espantosa batalla contra los nigromantes -Pero no soy un enemigo, luché junto a elfos en la Batalla de Terpoli bajo las órdenes de Lord Treki, un elfo; valientes y feroces guerreros- Dejé caer la medalla colgando de mi mano izquierda mientras levantaba ambas manos -Sería un honor volver a pelear junto a los elfos- Dije mientras sacaba mis dagas de la parte baja de mi espalda para luego dejarlas caer clavadas a los lados de mis pies -Puedo quedarme y luchar junto a ustedes si me garantizan que mis amigas van a estar bien- La jugada había sido un poco arriesgada pero la medalla era auténtica y para algo debía servir.
De momento, y hasta saber si el plan funcionaba, evitaba mirar a mis amigas, aunque me mantenía muy atento a reaccionar en caso de cualquier eventualidad, esperaba poder robar el libro en medio de la batalla o ganar el derecho a recuperarlo al terminar la misma.
Al cabo de un rato llegamos a la pequeña aldea de los elfos, un lugar arcaico pero acogedor, en donde todos nos miraban de manera extraña, algunos con miedo, otros con desconfianza, pero definitivamente captábamos las miradas de todos por donde pasábamos, hasta que finalmente fuimos llevados a donde se encontraba un elfo bastante enjuto, por su apariencia y considerando el lento envejecimiento de su raza, debía tener muchísimos años para verse de esa forma, seguramente sus muchos años de experiencia le habían convertido en el sabio patriarca.
Al estar rodeados, la chica me respondió inteligentemente en el mismo lenguaje que yo había usado para dirigirme a ella, aunque antes de poder responderle fuimos interrumpidos por el anciano que ahora interrogaba a la pelinegra con certeras preguntas; llevé mi mano a la frente mientras bajaba la cabeza ante el desastre que era cada respuesta de la chica de las luces -¿Habrá tenido algún entrenamiento? ¿Será nueva?- Pensaba sin llegar a decir nada mientras me acercaba más a la peliblanca para asegurarme de mantenerla a salvo, manteniendo siempre la boca cerrada para no evidenciar con mis colmillos la raza a la que pertenecía, más aún después que el anciano mencionó que eran atacados por vampiros, no obstante, el viejo era más listo de lo esperado y sospechaba de nosotros por el pálido tono de piel.
A pesar de las sospechas, todo había salido bien, sin embargo, le había ofrecido a Rachel que saldríamos con el libro y debía cumplirle, a pesar de mis constantes engaños para lograr mis fines, jamás ofrecía algo que no pudiera cumplir, no podría ser tan difícil, y los ataques de vampiros me habían dado un par de ideas -Podemos aceptar con gusto su ofrecimiento- Dije con una voz amable y atrayente al mismo tiempo que usaba una ligera ilusión sobre mi rostro para hacer que éste pareciera más amigable y sincero -Sin embargo...- Hice una pausa para llamar la atención de todos los presentes -Si esos vampiros atacan todas las noches, seguro lo harán hoy también- Di algunos pasos hasta ubicarme en el centro del pequeño lugar donde nos encontrábamos -El libro no puede ayudarles tanto como yo lo haría, pues soy un vampiro- Dije abriendo la boca para mostrar mis colmillos, ante lo cual más de un arco se tensó apuntando en mi dirección mientras de prisa sacaba a flote la medalla que me habían hecho llegar luego de aquella espantosa batalla contra los nigromantes -Pero no soy un enemigo, luché junto a elfos en la Batalla de Terpoli bajo las órdenes de Lord Treki, un elfo; valientes y feroces guerreros- Dejé caer la medalla colgando de mi mano izquierda mientras levantaba ambas manos -Sería un honor volver a pelear junto a los elfos- Dije mientras sacaba mis dagas de la parte baja de mi espalda para luego dejarlas caer clavadas a los lados de mis pies -Puedo quedarme y luchar junto a ustedes si me garantizan que mis amigas van a estar bien- La jugada había sido un poco arriesgada pero la medalla era auténtica y para algo debía servir.
De momento, y hasta saber si el plan funcionaba, evitaba mirar a mis amigas, aunque me mantenía muy atento a reaccionar en caso de cualquier eventualidad, esperaba poder robar el libro en medio de la batalla o ganar el derecho a recuperarlo al terminar la misma.
Offrol: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Mi mirada pasaba por cada pequeño detalle con el brillo y la emoción de descubrir algo nuevo, buscaba con mis pupilas hasta la mas pequeña pista que me delatara como estaba construido cada muro, y si eran del mismo constructor, o de otros diferentes. Observaba a la gente, con el mismo entusiasmo, y pequeños suspiros de admiración escapaban de mis labios en mi contemplación, haciéndome mas propensa a los tropiezos, que sin embargo, no me sacaban de mi ensimismamiento.
Los bosques de los elfos, los había sobrevolado, pero jamás había aterrizado en ellos, y ahora, tenía ganas de recorrerlos por entero.
Me pareció que Victor y Rachell hablaban, pero solo alcancé a comprender la promesa del primero, de que todo iria bien.
-No pasa nada, no tengo miedo.- Aseguré. Había escuchado esa frase dirigida sobre todo a los niños, en alunas desafortunadas situaciones por el territorio humano. Muchos de ellos asustados o llorosos. Yo no me sentía ni con miedo ni con tristeza, solo algo nerviosa, y ahora fascinada.
La primera vez que nos habíamos encontrado, era asustadiza como un cachorro, pero de eso hacia meses, viajes, y demasiados problemas en mi truncado camino como para que no se hubiera fortalecido mi carácter, por lo menos en algunos aspectos.
Pero nuestro breve tour no era turístico, y mucho menos enrevesados, eramos conducidos directamente a un punto especifico de la aldea, y pronto, mi atención se vio desviada, casi por obligación, de la fascinante cultura elfica a uno de sus exponentes como especie.
El anciano elfo habló, debía de ser alguna especie de patriarca, pero en vez del de una familia el de la aldea. Rachell no había mentido, el libro era efectivamente sobre vampiros, y por un momento me morí de ganas por cambiarme de lugar con el elfo para poder pasear la mirada por las mismas paginas del libro que el había estado ojeando.
Por desgracia, el cometido en el que estábamos ayudando resultaba cuanto menos sospechoso para los elfos, y aunque proponían dejarnos libres, pretendían quedarse con el manuscrito, objeto primordial en lo que tenia entendido, para proseguir nuestro camino.
Y, para mi sorpresa, aunque a esas alturas del cuento, no debería ya haberme sorprendido, Bio hizo una temeridad al mostrarse como vampiro, tal y como nos habían acusado a ambos ante el grupo de elfos, pese a aliviar la situación ofreciendo su ayuda.
Nada mas ver como se tensaban los arcos, rugí. No un rugido poderoso ni demasiado fuerte, en parte por las cuerdas vocales de mi forma actual, en parte porque era una advertencia, mostré mis rectos dientes de humano, y arrugue la nariz en dirección a los arqueros para que no apuntaran mas a Bio en una reacción puramente instintiva.
-Soy un dragón.- Aclaré, tanto apra sacarles la idea de que era un vampiro, como para explicar mi exabrupto.-Ayudaré se siempre que eso garantice que no recibiremos fuego amigo.-dirigí una mirada a los arqueros.- y se nos devolverá el libro.
No era mentira, pero en parte me estaba aprovechando de los múltiples prejuicios que había visto que tenían los bípedos con mi raza, siempre nos pensaban mas grandes, mas poderosos, y mas feroces.
Y aun que podía comerme a uno de ellos si quisiera, no de un bocado como narraban cuentos infantiles, ni tampoco esputaba lluvias de fuego, como el vampiro creyó en un primer lugar, ni era tan grande como para portar jinetes. Pero la palabra dragón solía transmitir o miedo o respeto, y ahora mismo, me venía de perlas.
Los bosques de los elfos, los había sobrevolado, pero jamás había aterrizado en ellos, y ahora, tenía ganas de recorrerlos por entero.
Me pareció que Victor y Rachell hablaban, pero solo alcancé a comprender la promesa del primero, de que todo iria bien.
-No pasa nada, no tengo miedo.- Aseguré. Había escuchado esa frase dirigida sobre todo a los niños, en alunas desafortunadas situaciones por el territorio humano. Muchos de ellos asustados o llorosos. Yo no me sentía ni con miedo ni con tristeza, solo algo nerviosa, y ahora fascinada.
La primera vez que nos habíamos encontrado, era asustadiza como un cachorro, pero de eso hacia meses, viajes, y demasiados problemas en mi truncado camino como para que no se hubiera fortalecido mi carácter, por lo menos en algunos aspectos.
Pero nuestro breve tour no era turístico, y mucho menos enrevesados, eramos conducidos directamente a un punto especifico de la aldea, y pronto, mi atención se vio desviada, casi por obligación, de la fascinante cultura elfica a uno de sus exponentes como especie.
El anciano elfo habló, debía de ser alguna especie de patriarca, pero en vez del de una familia el de la aldea. Rachell no había mentido, el libro era efectivamente sobre vampiros, y por un momento me morí de ganas por cambiarme de lugar con el elfo para poder pasear la mirada por las mismas paginas del libro que el había estado ojeando.
Por desgracia, el cometido en el que estábamos ayudando resultaba cuanto menos sospechoso para los elfos, y aunque proponían dejarnos libres, pretendían quedarse con el manuscrito, objeto primordial en lo que tenia entendido, para proseguir nuestro camino.
Y, para mi sorpresa, aunque a esas alturas del cuento, no debería ya haberme sorprendido, Bio hizo una temeridad al mostrarse como vampiro, tal y como nos habían acusado a ambos ante el grupo de elfos, pese a aliviar la situación ofreciendo su ayuda.
Nada mas ver como se tensaban los arcos, rugí. No un rugido poderoso ni demasiado fuerte, en parte por las cuerdas vocales de mi forma actual, en parte porque era una advertencia, mostré mis rectos dientes de humano, y arrugue la nariz en dirección a los arqueros para que no apuntaran mas a Bio en una reacción puramente instintiva.
-Soy un dragón.- Aclaré, tanto apra sacarles la idea de que era un vampiro, como para explicar mi exabrupto.-Ayudaré se siempre que eso garantice que no recibiremos fuego amigo.-dirigí una mirada a los arqueros.- y se nos devolverá el libro.
No era mentira, pero en parte me estaba aprovechando de los múltiples prejuicios que había visto que tenían los bípedos con mi raza, siempre nos pensaban mas grandes, mas poderosos, y mas feroces.
Y aun que podía comerme a uno de ellos si quisiera, no de un bocado como narraban cuentos infantiles, ni tampoco esputaba lluvias de fuego, como el vampiro creyó en un primer lugar, ni era tan grande como para portar jinetes. Pero la palabra dragón solía transmitir o miedo o respeto, y ahora mismo, me venía de perlas.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Reconozco que era un completo desastre al expresarme. Y esa sensación de lástima era la cara que reflejaba Bio. Yo no tenía ni la más remota idea de cómo hablar y defenderme con rapidez, me faltaba esa agilidad mental cuya falta se explicaba por mi ignorancia total sobre el mundo. Hacía poco tiempo que había “salido del huevo” y aquel era mi primer viaje por el mundo.
Por suerte para mí, contaba con dos buenos compañeros que parecían dispuestos a luchar por recuperar mi libro. Bio se declaró como vampiro, lo cual era peligroso para él y para nosotros. Pero gracias a su cordial tono y a su ofrecimiento a la lucha, con un poco de suerte tal vez los elfos entraran al trapo.
Debo reconocer que sentí un nudo en la garganta cuando vi que mis compañeros querían enfrentarse a los vampiros que el elfo había mencionado a cambio de recuperar mi libro. Un gesto muy noble por su parte. Miré hacia ellos con una sonrisa de agradecimiento y aguardé con expectación la respuesta del anciano, que se acariciaba la barba pensativo.
-Está bien. – dijo – Nos ayudaréis y partiréis con el libro.
Sonreí y me fui a abrazar a Bio y Arygos. Ahora al menos sabía que no tendría que jugarme el tipo para recuperar el libro sino que lo recibiría de buenas de manos de aquel poblado de elfos. Sin embargo, NIA pronto se empeñaría en bajarme de nuevo al suelo: “No sé que sería más difícil. Si robar el libro sigilosamente o enfrentarnos a vampiros. No estás lo suficientemente preparada para un combate de esta envergadura, Rachel.” Y eso era algo totalmente cierto, y que me hizo cambiar el gesto a uno de preocupación.
Salimos de la cabaña, yo estaba ligeramente apagada y pensando en lo que se nos iba a venir encima. Nos observaban, especialmente a mí gracias a las luces blanquiazules que desprendía mi traje. ¿Qué hora era? No lo sé, NIA lo sabría. Pero no faltará mucho para que nos ataquen. “Necesito que hagas un reconocimiento del terreno. Da un rodeo completo a la ciudad. Activando sensores de percepción.”. Y es que NIA se supone que era capaz de generar un mapa de probabilidades de los posibles lugares por los que vendrían los enemigos en función de las características del terreno, de tal manera que pudiésemos reforzar determinadas zonas.
-Sería bueno reconocer el terreno – les dije a mis compañeros. No quería ir sola. Pues lo mismo algún vampiro suelto me enganchaba y me hacía puré. Yo no tenía ni idea de combatir y por lo visto los vampiros eran fuertes.
Me sentía ciertamente en deuda con ellos, y no olvidé lo que Bio había dicho sobre verdades a medias. Que no pareció haber quedado satisfecho con mi primera respuesta anterior. Pensándolo en frío, si ellos estaban dispuestos a sacrificarse.
-Os explicaré todo, pero por favor, no digáis a nadie lo que os voy a contar. – dije atemorizada. Me pausé unos instantes para ver qué opinaba NIA. Pero no dijo nada. Así que supongo que entendería que merecían salir de dudas definitivamente. – Tengo que entregarlo en el Lago de la Luna. Allí está un pequeño asentamiento de la Hermandad, y debo entregárselo a alguien que llamamos El Centinela. Es un biocibernético enmascarado, fuerte y alto – levanté el brazo por encima de la cabeza de Bio. ¿Cuánto mediría? – Dos metros, catorce centímetros y noventaisiete milímetros – precisé gracias a la ayuda de NIA, que me había enviado dicha información a la cabeza. – Es un hombre complicado… Duro… Os podéis imaginar lo que haría conmigo si no le entrego el libro. – que era bajita. Cambié mi tono a algo más lastimoso – Así que por favor, si tenéis intención de quitármelo, no lo hagáis. – pedí casi suplicando.
Por suerte para mí, contaba con dos buenos compañeros que parecían dispuestos a luchar por recuperar mi libro. Bio se declaró como vampiro, lo cual era peligroso para él y para nosotros. Pero gracias a su cordial tono y a su ofrecimiento a la lucha, con un poco de suerte tal vez los elfos entraran al trapo.
Debo reconocer que sentí un nudo en la garganta cuando vi que mis compañeros querían enfrentarse a los vampiros que el elfo había mencionado a cambio de recuperar mi libro. Un gesto muy noble por su parte. Miré hacia ellos con una sonrisa de agradecimiento y aguardé con expectación la respuesta del anciano, que se acariciaba la barba pensativo.
-Está bien. – dijo – Nos ayudaréis y partiréis con el libro.
Sonreí y me fui a abrazar a Bio y Arygos. Ahora al menos sabía que no tendría que jugarme el tipo para recuperar el libro sino que lo recibiría de buenas de manos de aquel poblado de elfos. Sin embargo, NIA pronto se empeñaría en bajarme de nuevo al suelo: “No sé que sería más difícil. Si robar el libro sigilosamente o enfrentarnos a vampiros. No estás lo suficientemente preparada para un combate de esta envergadura, Rachel.” Y eso era algo totalmente cierto, y que me hizo cambiar el gesto a uno de preocupación.
Salimos de la cabaña, yo estaba ligeramente apagada y pensando en lo que se nos iba a venir encima. Nos observaban, especialmente a mí gracias a las luces blanquiazules que desprendía mi traje. ¿Qué hora era? No lo sé, NIA lo sabría. Pero no faltará mucho para que nos ataquen. “Necesito que hagas un reconocimiento del terreno. Da un rodeo completo a la ciudad. Activando sensores de percepción.”. Y es que NIA se supone que era capaz de generar un mapa de probabilidades de los posibles lugares por los que vendrían los enemigos en función de las características del terreno, de tal manera que pudiésemos reforzar determinadas zonas.
-Sería bueno reconocer el terreno – les dije a mis compañeros. No quería ir sola. Pues lo mismo algún vampiro suelto me enganchaba y me hacía puré. Yo no tenía ni idea de combatir y por lo visto los vampiros eran fuertes.
Me sentía ciertamente en deuda con ellos, y no olvidé lo que Bio había dicho sobre verdades a medias. Que no pareció haber quedado satisfecho con mi primera respuesta anterior. Pensándolo en frío, si ellos estaban dispuestos a sacrificarse.
-Os explicaré todo, pero por favor, no digáis a nadie lo que os voy a contar. – dije atemorizada. Me pausé unos instantes para ver qué opinaba NIA. Pero no dijo nada. Así que supongo que entendería que merecían salir de dudas definitivamente. – Tengo que entregarlo en el Lago de la Luna. Allí está un pequeño asentamiento de la Hermandad, y debo entregárselo a alguien que llamamos El Centinela. Es un biocibernético enmascarado, fuerte y alto – levanté el brazo por encima de la cabeza de Bio. ¿Cuánto mediría? – Dos metros, catorce centímetros y noventaisiete milímetros – precisé gracias a la ayuda de NIA, que me había enviado dicha información a la cabeza. – Es un hombre complicado… Duro… Os podéis imaginar lo que haría conmigo si no le entrego el libro. – que era bajita. Cambié mi tono a algo más lastimoso – Así que por favor, si tenéis intención de quitármelo, no lo hagáis. – pedí casi suplicando.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Por instantes llegué a dudar que mi osada decisión hubiera sido la correcta, sobre todo al ver como Arygos se unía a mi locura presentándose como una dragona hostil y peligrosa; alcé una ceja sabiendo lo tierna que me parecía y me preocupé un poco, caminé un poco hacia ella hasta apoyar mi mano en su hombro; fueron unos instantes de tensión antes que el anciano dijera algo, primero levantó su mano haciendo que los arqueros bajaran sus armas, para luego aceptar la ayuda que le estaba ofreciendo a cambio de recuperar el libro.
Una vez resuelto el problema al menos de manera temporal, Rachel corrió a abrazarnos, aunque a causa de todo lo que había sucedido, era claramente comprensible que yo no correspondiera su abrazo, en lugar de eso le susurré al oído -Recuperaremos tu libro y nos iremos, pero si algo le pasa a Arygos... Te arrancaré la cabeza- Finalmente le di un par de palmaditas suaves en la espalda, la amenaza era muy en serio, pero tampoco estaba enojado con ella, tan solo me preocupaba mi escamosa amiga.
Tras esto salimos de la cabaña, no sin antes, como de costumbre, ofrecer mi brazo a Arygos por si se animaba a caminar conmigo -Eso ha sido muy valiente, gracias...- Dije con respecto a su acto anterior y por haberme apoyado en mi locura-Acerca de lo que viene, los vampiros no vuelan, si te mantienes en el aire estarás a salvo- Le susurré a la joven dragona, aunque no me gustaba mucho que participara en una batalla, bien había demostrado que era capaz de defenderse, además, en ningún momento habíamos ofrecido exterminar a los vampiros, simplemente sería la ayuda de una noche, bastaba con resistir y si había heridas, los elfos podrían ayudarnos -Si recibes algún daño, regresa con los elfos sanadores y estarás bien- Advertí finalmente a la peliblanca antes de ser interrumpidos por la petición de Rachel, que sugería hacer un recorrido por el terreno -Sería conveniente, para planificar una estrategia- Respondí a Rachel dispuesto a acompañarla.
A pesar de ayudarle, aún guardaba cierta desconfianza hacia la luminosa chica, afortunadamente decidió compartir algunas cosas más acerca de su misión y las personas para las que trabajaba, escuché atentamente su explicación mientras comenzábamos a caminar en el recorrido al mismo tiempo que me fijaba en las formas del terreno, había muchos lugares para emboscar aunque seguro los elfos ya estaban conscientes de eso, a fin de cuentas, era su bosque -Tranquila, niña, ya no quiero tu libro- Dije finalmente para calmarla un poco, jamás había tenido realmente la idea de quitarle el libro, tan solo me daba algo de curiosidad saber un poco más acerca de su destino, y por ahora no me había gustado conocerlo, tenía un mal presentimiento acerca de esa hermandad tan misteriosa, en un lugar peligrosamente conocido.
Una vez resuelto el problema al menos de manera temporal, Rachel corrió a abrazarnos, aunque a causa de todo lo que había sucedido, era claramente comprensible que yo no correspondiera su abrazo, en lugar de eso le susurré al oído -Recuperaremos tu libro y nos iremos, pero si algo le pasa a Arygos... Te arrancaré la cabeza- Finalmente le di un par de palmaditas suaves en la espalda, la amenaza era muy en serio, pero tampoco estaba enojado con ella, tan solo me preocupaba mi escamosa amiga.
Tras esto salimos de la cabaña, no sin antes, como de costumbre, ofrecer mi brazo a Arygos por si se animaba a caminar conmigo -Eso ha sido muy valiente, gracias...- Dije con respecto a su acto anterior y por haberme apoyado en mi locura-Acerca de lo que viene, los vampiros no vuelan, si te mantienes en el aire estarás a salvo- Le susurré a la joven dragona, aunque no me gustaba mucho que participara en una batalla, bien había demostrado que era capaz de defenderse, además, en ningún momento habíamos ofrecido exterminar a los vampiros, simplemente sería la ayuda de una noche, bastaba con resistir y si había heridas, los elfos podrían ayudarnos -Si recibes algún daño, regresa con los elfos sanadores y estarás bien- Advertí finalmente a la peliblanca antes de ser interrumpidos por la petición de Rachel, que sugería hacer un recorrido por el terreno -Sería conveniente, para planificar una estrategia- Respondí a Rachel dispuesto a acompañarla.
A pesar de ayudarle, aún guardaba cierta desconfianza hacia la luminosa chica, afortunadamente decidió compartir algunas cosas más acerca de su misión y las personas para las que trabajaba, escuché atentamente su explicación mientras comenzábamos a caminar en el recorrido al mismo tiempo que me fijaba en las formas del terreno, había muchos lugares para emboscar aunque seguro los elfos ya estaban conscientes de eso, a fin de cuentas, era su bosque -Tranquila, niña, ya no quiero tu libro- Dije finalmente para calmarla un poco, jamás había tenido realmente la idea de quitarle el libro, tan solo me daba algo de curiosidad saber un poco más acerca de su destino, y por ahora no me había gustado conocerlo, tenía un mal presentimiento acerca de esa hermandad tan misteriosa, en un lugar peligrosamente conocido.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
El abrazo de la cibernética me tomó pro sorpresa, e identificándolo como un gesto de cariño, se lo devolví a mi modo de forma automática, sin reparar antes, en que no formaba parte de su repertorio de gestos, con un cabezazo de fuerza moderada.
Vi de reojo como Bio le daba unas palmaditas, y, entendiendo que esa era la respuesta correcta, y no mi arrebato, lo imité, dándole unos suaves golpecitos con la mano.
Por suerte todo había salido... bien, mas o menos, iban a devolver el libro, y solo teníamos que pasar una noche allí, siendo atacados por vampiros, lo cual sonaba horriblemente mal, pero contando por otra parte, con un numeroso clan de elfos, que también tomarían cartas en el asunto.
-Y tu un poco imprudente.- reté a bio, cuando este cambio de tema, apoyándome en su brazo para caminar, que ya me ofrecía con gentileza.- Si en una aldea dicen que un dragón esta comiéndose su ganado, lo ultimo que voy a hacer es decirles que soy uno... de nuevo.- Aun que en ese caso, habían tenido algo de razón, yo no sabía que esas ovejas eran suyas, las tenían muy sueltas pastando por la pradera, y me había entrado mucha hambre mientras volaba. ¿Como iba a saber que esas tierras, esponjosas y sabrosas ovejas eran de alguien de una aldea que se encontraba a pocos kilometros y aun no había visto?
Sacudí la cabeza, despejando esos pequeños traspiés de mis viajes de mi mente, y centrándome de nuevo en el presente que nos ocupaba.
-Con lo tupido del bosque, difícilmente pueda ver nada des de arriba que nos ayude demasiado.- me disculpé, ya que el vuelo, era de las pocas ventajas que podía ofrecer en combate, y los bosques de los elfos eran especialmente frondosos.
Rachell por su parte se puso a dar mas datos sobre su encargo, datos que escuche ávida y memorice con dedicación, antes de soltar mi siguiente ristra de preguntas.
-¿Que es la hermandad?¿A que se dedican?¿si son una hermandad, porque les tienes miedo?No parece algo muy entre hermanos tener asustados a los suyos...¿O es así entre los vuestros?¿Los ciberneticos tenéis hermanos? ¿y los vampiros?.- Y con esa ultima palabra, me acordé de algo que había sucedido mucho tiempo atrás, que había suscitado miles de preguntas en mi, pero no había tenido el tiempo de paz necesario como para preguntarle a Bio.
-Victor...tengo algunas preguntas sobre vampiros.- Le mire fijamente, sin parpadear, esperando cualquier pequeño gesto para empezar a esputar la ristra de cuestiones que tenia almacenadas en mi mente. Por suerte, mi pronunciación seguía siendo lo suficientemente lenta como para que por mucho que hablara de corrido, todo fuera, perfectamente entendible.
-¿Los vampiros tienden a ir desnudos por sus casas delante de los invitados?¿Y acostumbran a pedirles a estos que se desnuden también?Tu no pareces tener ese problema pero, ¿Es común no tener consciencia del espacio personal entre los tuyos?
Vi de reojo como Bio le daba unas palmaditas, y, entendiendo que esa era la respuesta correcta, y no mi arrebato, lo imité, dándole unos suaves golpecitos con la mano.
Por suerte todo había salido... bien, mas o menos, iban a devolver el libro, y solo teníamos que pasar una noche allí, siendo atacados por vampiros, lo cual sonaba horriblemente mal, pero contando por otra parte, con un numeroso clan de elfos, que también tomarían cartas en el asunto.
-Y tu un poco imprudente.- reté a bio, cuando este cambio de tema, apoyándome en su brazo para caminar, que ya me ofrecía con gentileza.- Si en una aldea dicen que un dragón esta comiéndose su ganado, lo ultimo que voy a hacer es decirles que soy uno... de nuevo.- Aun que en ese caso, habían tenido algo de razón, yo no sabía que esas ovejas eran suyas, las tenían muy sueltas pastando por la pradera, y me había entrado mucha hambre mientras volaba. ¿Como iba a saber que esas tierras, esponjosas y sabrosas ovejas eran de alguien de una aldea que se encontraba a pocos kilometros y aun no había visto?
Sacudí la cabeza, despejando esos pequeños traspiés de mis viajes de mi mente, y centrándome de nuevo en el presente que nos ocupaba.
-Con lo tupido del bosque, difícilmente pueda ver nada des de arriba que nos ayude demasiado.- me disculpé, ya que el vuelo, era de las pocas ventajas que podía ofrecer en combate, y los bosques de los elfos eran especialmente frondosos.
Rachell por su parte se puso a dar mas datos sobre su encargo, datos que escuche ávida y memorice con dedicación, antes de soltar mi siguiente ristra de preguntas.
-¿Que es la hermandad?¿A que se dedican?¿si son una hermandad, porque les tienes miedo?No parece algo muy entre hermanos tener asustados a los suyos...¿O es así entre los vuestros?¿Los ciberneticos tenéis hermanos? ¿y los vampiros?.- Y con esa ultima palabra, me acordé de algo que había sucedido mucho tiempo atrás, que había suscitado miles de preguntas en mi, pero no había tenido el tiempo de paz necesario como para preguntarle a Bio.
-Victor...tengo algunas preguntas sobre vampiros.- Le mire fijamente, sin parpadear, esperando cualquier pequeño gesto para empezar a esputar la ristra de cuestiones que tenia almacenadas en mi mente. Por suerte, mi pronunciación seguía siendo lo suficientemente lenta como para que por mucho que hablara de corrido, todo fuera, perfectamente entendible.
-¿Los vampiros tienden a ir desnudos por sus casas delante de los invitados?¿Y acostumbran a pedirles a estos que se desnuden también?Tu no pareces tener ese problema pero, ¿Es común no tener consciencia del espacio personal entre los tuyos?
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
La amenaza de Bio de arrancarme la cabeza me hizo cerrar los ojos y apretar mi boca en un claro gesto de repugnancia imaginándome la escena. Me estaba imaginando mi cabeza separada del cuerpo y, definitivamente, creo que eso no sería nada bueno, aunque lo mismo si los científicos de la Hermandad habían sido capaces de ponerme un brazo metálico, lo mismo podrían ponerme una cabeza nueva.
Víctor parecía tener un especial cariño a la dragona. Tal vez por su ingenuidad. Tan grande o incluso mayor que la mía. Ambos coincidían en que sería buena idea diseñar un plan de defensa. NIA iba haciendo un análisis exhaustivo del escenario, pasándome información y pistas sobre la zona gracias a los sitios a los que miraba, aunque para mí resultaba difícil identificar algo por culpa de los frondosos matorrales que cubrían el bosque, tal y como apuntó Arygos. Precisamente sería la dragona la que durante nuestro recorrido me haría unas cuestiones comprometidas sobre la Hermandad, aunque se notaba que no lo hacía con mala fe, sino por mera curiosidad. “Tienes permiso para responder. Será mejor tenerlos de lado. No parecen ir a ninguna parte con sus preguntas.”. Además Bio, que era el que más miedo me daba, ya había declarado que no perseguía mi libro.
-La Hermandad no es más que un grupo paramilitar de vampiros que busca la perseverancia de su raza. En su manifiesto expone que los vampiros merecen un rol mucho más importante en Aerandir que el resto de razas, gracias a la sabiduría que ofrece la inmortalidad. – comencé diciendo en un tono afable y sonriente – Además, se preocupa por la evolución, y emplea mucho esfuerzo y muchos recursos en el campo de la investigación y el desarrollo tecnológico. Creando y entrenando super-hombres que les ayuden a luchar y mantener el futuro orden no solo de noche, sino también de día. – En teoría, yo era una de esas super mujeres. Aunque estaba claro que tenía mucho que mejorar. Pero iba esforzándome poco a poco para ayudar al grupo que había cuidado de mí.
Además, NIA quiso ampliarme información confidencial para que tuviera cuidado con lo que decía: “Rachel, diga lo que diga esta gente no quiero que nadie te infunda ideas equivocadas. Lo cierto es que suelen acusarnos de falta de sentido ético y de obsesión por la obtención de resultados a cualquier precio. Por ello dicen que somos terroristas. Pero eso es un concepto equivocado pues nadie es capaz de entender nuestra filosofía sin pertenecer a ella. Tú sirves a la Hermandad y debes sentir orgullo. No haces ningún mal a nadie con ello.”. Sonreí forzadamente. No sé muy bien por qué dijo esto NIA. Tal vez por miedo a que alguno de mis compañeros intentase decirme que la Hermandad era un grupo malvado. Definitivamente yo estaba convencida de que no lo éramos. El concepto de el bien y el mal, tal y como me había explicado NIA en multitud de ocasiones, era algo totalmente subjetivo.
No obstante en aquel momento no pude evitar entristecerme pensando en el Centinela y lo que aquel hombre sería capaz de hacerme si no le entregaba el libro. Torné mi rostro triste. Yo no quería pelearme con nadie ni ser castigada por no poder hacer algo. El Centinela era un hombre muy duro e imponente, que no permitía el mínimo fallo a nadie. Rápidamente se me vino a la cabeza la escena de cómo le arrancó los brazos a un compañero por no haber sido capaz de recuperar el libro que ahora portaba yo. “Por eso es muy importante que vuelvas con él”, me recordaba NIA. Volví de nuevo tímidamente mi cara hacia Arygos
-Si no llevo el libro me castigarán severamente. Todos tenemos que cumplir nuestro deber. – concluí a la pregunta de Arygos de por qué les tengo miedo. – Y no, no tengo hermanos. – terminé.
No tardaríamos mucho más en recorrer el exterior del campamento. Y en mi cabeza rondaban aún cuestiones sobre ética y moral. NIA no me explicaba apenas nada de esos temas y en el poco tiempo que llevaba en el mundo no había tenido tiempo para leer nada. Nadie me había enseñado nada. Decidí dar un cambio a mi mente mientras Bio respondía a Arygos y cuando éste terminó me dirigí a ellos.
-Creo que ya tengo la información que necesito sobre la zona. – dije - Podemos volver al campamento. No tardarán en aparecer.
Víctor parecía tener un especial cariño a la dragona. Tal vez por su ingenuidad. Tan grande o incluso mayor que la mía. Ambos coincidían en que sería buena idea diseñar un plan de defensa. NIA iba haciendo un análisis exhaustivo del escenario, pasándome información y pistas sobre la zona gracias a los sitios a los que miraba, aunque para mí resultaba difícil identificar algo por culpa de los frondosos matorrales que cubrían el bosque, tal y como apuntó Arygos. Precisamente sería la dragona la que durante nuestro recorrido me haría unas cuestiones comprometidas sobre la Hermandad, aunque se notaba que no lo hacía con mala fe, sino por mera curiosidad. “Tienes permiso para responder. Será mejor tenerlos de lado. No parecen ir a ninguna parte con sus preguntas.”. Además Bio, que era el que más miedo me daba, ya había declarado que no perseguía mi libro.
-La Hermandad no es más que un grupo paramilitar de vampiros que busca la perseverancia de su raza. En su manifiesto expone que los vampiros merecen un rol mucho más importante en Aerandir que el resto de razas, gracias a la sabiduría que ofrece la inmortalidad. – comencé diciendo en un tono afable y sonriente – Además, se preocupa por la evolución, y emplea mucho esfuerzo y muchos recursos en el campo de la investigación y el desarrollo tecnológico. Creando y entrenando super-hombres que les ayuden a luchar y mantener el futuro orden no solo de noche, sino también de día. – En teoría, yo era una de esas super mujeres. Aunque estaba claro que tenía mucho que mejorar. Pero iba esforzándome poco a poco para ayudar al grupo que había cuidado de mí.
Además, NIA quiso ampliarme información confidencial para que tuviera cuidado con lo que decía: “Rachel, diga lo que diga esta gente no quiero que nadie te infunda ideas equivocadas. Lo cierto es que suelen acusarnos de falta de sentido ético y de obsesión por la obtención de resultados a cualquier precio. Por ello dicen que somos terroristas. Pero eso es un concepto equivocado pues nadie es capaz de entender nuestra filosofía sin pertenecer a ella. Tú sirves a la Hermandad y debes sentir orgullo. No haces ningún mal a nadie con ello.”. Sonreí forzadamente. No sé muy bien por qué dijo esto NIA. Tal vez por miedo a que alguno de mis compañeros intentase decirme que la Hermandad era un grupo malvado. Definitivamente yo estaba convencida de que no lo éramos. El concepto de el bien y el mal, tal y como me había explicado NIA en multitud de ocasiones, era algo totalmente subjetivo.
No obstante en aquel momento no pude evitar entristecerme pensando en el Centinela y lo que aquel hombre sería capaz de hacerme si no le entregaba el libro. Torné mi rostro triste. Yo no quería pelearme con nadie ni ser castigada por no poder hacer algo. El Centinela era un hombre muy duro e imponente, que no permitía el mínimo fallo a nadie. Rápidamente se me vino a la cabeza la escena de cómo le arrancó los brazos a un compañero por no haber sido capaz de recuperar el libro que ahora portaba yo. “Por eso es muy importante que vuelvas con él”, me recordaba NIA. Volví de nuevo tímidamente mi cara hacia Arygos
-Si no llevo el libro me castigarán severamente. Todos tenemos que cumplir nuestro deber. – concluí a la pregunta de Arygos de por qué les tengo miedo. – Y no, no tengo hermanos. – terminé.
No tardaríamos mucho más en recorrer el exterior del campamento. Y en mi cabeza rondaban aún cuestiones sobre ética y moral. NIA no me explicaba apenas nada de esos temas y en el poco tiempo que llevaba en el mundo no había tenido tiempo para leer nada. Nadie me había enseñado nada. Decidí dar un cambio a mi mente mientras Bio respondía a Arygos y cuando éste terminó me dirigí a ellos.
-Creo que ya tengo la información que necesito sobre la zona. – dije - Podemos volver al campamento. No tardarán en aparecer.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
La ternura de la joven dragona no dejaba de sorprenderme, y acabé riendo alegremente al escuchar su historia del dragón come-ganado, o al menos el poco que me contó como ejemplo -Las mentiras sirven para evadir problemas, pero las verdades sirven para solucionarlos- Le dije en tono de sermón mientras la miraba intentando aún controlar la risa por su gracioso comentario -¿Sabes qué deberías entrenar?- Le acusé con emoción -Vuelo acrobático- Respondí yo mismo la pregunta -Vueltas, subidas y descensos rápidos que hagan difícil golpearte- Mi idea era más un plan a futuro que una recomendación para la batalla que se acercaba, aunque igual era algo que le podría ser útil aunque requeriría mucho esfuerzo y dedicación.
Luego de esto la adorable peliblanca dirigió más preguntas a Rachel acerca de su misteriosa hermandad que me daba cada vez más mala espina, no me parecía que fuesen nada agradable, pero no me explicaba cómo alguien tan ingenua como ella había ido a parar con semejante grupo, a medida que escuchaba su explicación me recordaba más a mi antiguo grupo, lo cual me resultaba bastante peligroso pues eran ellos quienes habían puesto precio a mi cabeza, pero por otro lado, si fueran realmente los mismos no habrían atentado contra la misma Rachel en Baslodia, lo cual me calmaba un poco ante la incómoda y sospechosa situación.
La última frase de la pelinegra me hizo sentir algo de pena, cumplir o ser castigada, no estaría nada mal encontrar a esa fulana hermandad y exterminarlos, pero yo no era lo suficientemente fuerte y además, ella parecía disfrutar esa vida, tal vez le gustaba o tal vez no conocía nada mejor, pero fuera como fuera, al menos de momento y hasta saber más, respetaría su decisión.
Arygos me sacó de mis pensamientos con unas preguntas que me hicieron detenerme al instante y mirarla con cara de desconcierto, frustración, enojo, impotencia, ira, angustia, preocupación, incertidumbre, temor, indignación y cuanto sentimiento aparecía en mi mente -¿Qué?- Respondí en voz alta halando mi brazo para detenerla también -¿Quién te ha dicho eso?- Pregunté con evidente enojo mientras apretaba los puños -¿Dónde has estado metida? ¿Qué te hicieron? ¿Te desnudaron?- Continué preguntando con un poco de temor por las posibles respuestas -Eso no es cosa de vampiros, es cosa de depravados- Respondí en tono muy serio -Tu desnudez es algo especial que solo debes compartir con alguien muy cercano, no con desconocidos- Le aconsejé en tono paternal, entendía que los dragones como ella, pasaban la mayor parte de su tiempo en forma dracónica y por tanto, desnudos, pero en su forma humana debía ser más precavida -Te enseñaré dos cosas- Le dije con algo de malicia mientras tomaba su mano y extendía sus dedos para luego colocarla en mi mejilla -Si alguien intenta tocarte en tus partes privadas, colocas la mano de esta forma y lo golpeas aquí en la mejilla- Hice el ejemplo gráfico intentando mover su mano para estrellarla con suavidad contra mi cara -Pero si eso no basta- Retrocedí un poco para crear espacio entre nosotros -Simplemente estira la pierna hacia adelante con todas tus fuerzas hasta golpear con tu pie en esta parte- Dije señalando mi entrepierna -¡A mí no!- Dije con las manos hacia adelante agitándolas a los lados antes que intentara practicar conmigo -Algo dentro de ti, te dirá cuando sea el momento- Le dije con picardía -Nadie tiene el derecho a tocarte si tú no quieres- Concluí con un tono más paternal y protector mientras abría los brazos para estrecharla en un abrazo, aunque sin acercarme a ella, sino que tendría que ser ella misma quien se acercara, como gesto de respeto hacia su espacio personal.
Yo también he tomado algunos datos- Señalé a Rachel pues mientras caminábamos había tomado algo de tiempo para detallar el entorno -Tenemos todo para emboscarlos- Dije con mucha malicia -Eres brillante y yo soy rápido; podríamos llamar su atención, hacer que nos persigan y llevarlos a una trampa, necesitaríamos arqueros, flechas con fuego y alguien que pueda dar un fuerte alarido que sirva de señal para iniciar el ataque, caerán sin siquiera saber qué los golpeó- Expliqué a Rachel aunque sin mucho detalle, era un plan fácil y rápido, tal vez con algunos vacíos pero al menos podría servir de base para hacer algo más -Regresemos para planear algo- Dije mientras esperaba a Arygos para servirle de apoyo.
Luego de esto la adorable peliblanca dirigió más preguntas a Rachel acerca de su misteriosa hermandad que me daba cada vez más mala espina, no me parecía que fuesen nada agradable, pero no me explicaba cómo alguien tan ingenua como ella había ido a parar con semejante grupo, a medida que escuchaba su explicación me recordaba más a mi antiguo grupo, lo cual me resultaba bastante peligroso pues eran ellos quienes habían puesto precio a mi cabeza, pero por otro lado, si fueran realmente los mismos no habrían atentado contra la misma Rachel en Baslodia, lo cual me calmaba un poco ante la incómoda y sospechosa situación.
La última frase de la pelinegra me hizo sentir algo de pena, cumplir o ser castigada, no estaría nada mal encontrar a esa fulana hermandad y exterminarlos, pero yo no era lo suficientemente fuerte y además, ella parecía disfrutar esa vida, tal vez le gustaba o tal vez no conocía nada mejor, pero fuera como fuera, al menos de momento y hasta saber más, respetaría su decisión.
Arygos me sacó de mis pensamientos con unas preguntas que me hicieron detenerme al instante y mirarla con cara de desconcierto, frustración, enojo, impotencia, ira, angustia, preocupación, incertidumbre, temor, indignación y cuanto sentimiento aparecía en mi mente -¿Qué?- Respondí en voz alta halando mi brazo para detenerla también -¿Quién te ha dicho eso?- Pregunté con evidente enojo mientras apretaba los puños -¿Dónde has estado metida? ¿Qué te hicieron? ¿Te desnudaron?- Continué preguntando con un poco de temor por las posibles respuestas -Eso no es cosa de vampiros, es cosa de depravados- Respondí en tono muy serio -Tu desnudez es algo especial que solo debes compartir con alguien muy cercano, no con desconocidos- Le aconsejé en tono paternal, entendía que los dragones como ella, pasaban la mayor parte de su tiempo en forma dracónica y por tanto, desnudos, pero en su forma humana debía ser más precavida -Te enseñaré dos cosas- Le dije con algo de malicia mientras tomaba su mano y extendía sus dedos para luego colocarla en mi mejilla -Si alguien intenta tocarte en tus partes privadas, colocas la mano de esta forma y lo golpeas aquí en la mejilla- Hice el ejemplo gráfico intentando mover su mano para estrellarla con suavidad contra mi cara -Pero si eso no basta- Retrocedí un poco para crear espacio entre nosotros -Simplemente estira la pierna hacia adelante con todas tus fuerzas hasta golpear con tu pie en esta parte- Dije señalando mi entrepierna -¡A mí no!- Dije con las manos hacia adelante agitándolas a los lados antes que intentara practicar conmigo -Algo dentro de ti, te dirá cuando sea el momento- Le dije con picardía -Nadie tiene el derecho a tocarte si tú no quieres- Concluí con un tono más paternal y protector mientras abría los brazos para estrecharla en un abrazo, aunque sin acercarme a ella, sino que tendría que ser ella misma quien se acercara, como gesto de respeto hacia su espacio personal.
Yo también he tomado algunos datos- Señalé a Rachel pues mientras caminábamos había tomado algo de tiempo para detallar el entorno -Tenemos todo para emboscarlos- Dije con mucha malicia -Eres brillante y yo soy rápido; podríamos llamar su atención, hacer que nos persigan y llevarlos a una trampa, necesitaríamos arqueros, flechas con fuego y alguien que pueda dar un fuerte alarido que sirva de señal para iniciar el ataque, caerán sin siquiera saber qué los golpeó- Expliqué a Rachel aunque sin mucho detalle, era un plan fácil y rápido, tal vez con algunos vacíos pero al menos podría servir de base para hacer algo más -Regresemos para planear algo- Dije mientras esperaba a Arygos para servirle de apoyo.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
"La sabiduría que ofrece la inmortalidad" Sin duda, la inmortalidad daba cierta ventaja a la hora de aprender y conocer cosas, pero, ¿Cuantos de los suyos realmente eran lo suficientemente ancianos, activos, y bien vistos, o solo como para vivir o suficiente, si no como para que les permitieran tener acceso a gran cantidad de cosas?
-Rachell...¿cual es la edad media de la población de vampiros? porque por su aversión al sol, tiene aproximadamente 12 horas en las cuales no pueden hacer nada, eso son entre 4 y 6 horas menos por día que la mayoría de criaturas humanoides, además de que, por su mala fama, la mayoría de la población aerendiana que no conforma su propia especie tiene o rechazo o recelo hacia los mismos, esas son cosas que dificultan mucho poder asumir cualquier conocimiento, o explorar diversas perspectivas como para adquirir sabiduría.- justo el motivo de mi viaje.- Fuera de eso... y sin animo de ofender Victor, tampoco son un predador tan pavoroso, siendo vulnerables a varias de las otras especies, no veo la superioridad por ningún lado, me parece que así como tienen grandes ventajas, las grandes desventajas que los acompañan, pueden ponerlos en una relación de igualdad con la mayoría de especies, pero no de superioridad.
Hice una pequeña pausa, mirando a la cibernética hasta que esa mencionó lo del severo castigo. Arrugué la nariz instintivamente ante aquello.
-El terror tiende a causar mas revueltas que respeto, si son tan sabios, ¿Porque no emplean un recurso mas practico y útil que la fuerza para que sus efectivos sean.. bueno eso, efectivos...? el control por miedo es efímero y circunstancial... -parpadeé un par de veces, sin encontrar la lógica a lo que la cibernética había mencionado. Tenia casi como regla, que ellos funcionaban de forma racional, pero en este momento, me daba una sensación muy diferente.- Ojala tuvieras hermanos.- añadí finalmente, con cierta nostalgia, tanto por todo el cariño que les tenía a los mismos, como porque de ese modo, Rachell podría saber que es exactamente una hermandad, palabra que provenía justamente de eso.
Bio también tubo la gentileza de responder a mis preguntas, pesé todo, era un buen momento, uno en el que recibía muchas respuestas, y eso me agradaba tanto, que una sonrisa satisfecha se pintó en mi rostro, como si no me acordase de la tarea que estábamos realizando.
-Yo no se mentir, me pongo nerviosa, así que si no quiero que se sepa algo, lo omito, y cuento algo que si sea verdad y que parezca una respuesta.
Su tono, afable, cambio dramáticamente, cuando escucho mis preguntas sobre los suyos, y encogí la cabeza de forma instintiva ante su palpable enojo, y miraba de refilón el puño prieto del brazo en el que me sostenía, rozándolo con la nariz indicándole que se tranquilizara.
Abrí la boca para responder, pero el ya estaba enseñándome como golpear a alguien tal y como había visto hacer en algunas ciudades, palpe con cuidado su cara para no lastimarle, un tacto muy diferente al escamoso que me resultaba tan familiar de mi familia, pero que tras todos mis viajes no me resultaba ya desconocido.
Luego se aparto, y empezó a dar instrucciones para dar otra clase de golpe, empecé a alzar la pierna cuando me advirtió de que no hiciéramos una prueba de eso también, cayendo de culo al detener mi pierna que quedo suspendida en el aire.
Me levanté, despacio, sacándome la tierra de las ropas, y tratando de registrar todas esas preguntas y datos, el se paro con los brazos extendidos, otro gesto que pude reconocer gracias a mis dotes de observación, así que me acerqué, y el di un abrazo, y tras ponerme de puntillas, un pequeño cabezazo, gesto que sentía transmita mucho mas afecto y confianza, que apresar a otro entre tus extremidades superiores.
Tomé aire, fruncí el ceño para recordar cada una de las preguntas, y empecé a responder, todo lo bien que pude, intentando que no se exaltara tanto de nuevo.
-Nadie me dijo eso, yo supuse que era una opción, porque hace tiempo me estrelle contra Sacrestic ville en una ventisca, y un vampiro llamado Paul y su grupo de amigos me hicieron de anfitriones en la casa del primero. Hacer hacer, nada, me dio al sensación de que me amenazaban con que tomara mi forma humana, y nadie me desnudó...solo que ese vampiro tenia la costumbre extraña de ir sin ropa, y pegarse mucho...también hacia cosas raras con la lengua, y podría haber tenido una mejor higiene corporal...pero eso ya sabía que no era algo genérico porque tu no hueles así-fruncí mas el ceño, tratando de recordar los hechos con exactitud.- La verdad es que hay varias cosas que no entendí, pero me invitó a que me sacara mis ropajes también, y tenía una extraña manía con encerrarme contra las paredes... Pero no me tocó, solo me respiraba encima.-arrugué la nariz de nuevo.- olía bastante a alcohol.- esa situación extraña me hacia sentir mas perdida que un cordero sin su perro pastor. Y hablando, o mejor dicho, pensando en ovejas, empezaba a tener hambre.
El tema de conversación extraño en el que habían derivado mis dudas sobre el vampirismo había llegado a su fin, y por suerte, el tema de la emboscada me desorientaba mucho menos.
-Yo puedo rugir fuerte.- Era mi pequeño aporte cuando me sentí identificada con el rol de dar la señal. Me sostuve de nuevo en el brazo del vampiro, yd eje que mis compañeros me guiaran ahcia nuestra proxima parada.
-Rachell...¿cual es la edad media de la población de vampiros? porque por su aversión al sol, tiene aproximadamente 12 horas en las cuales no pueden hacer nada, eso son entre 4 y 6 horas menos por día que la mayoría de criaturas humanoides, además de que, por su mala fama, la mayoría de la población aerendiana que no conforma su propia especie tiene o rechazo o recelo hacia los mismos, esas son cosas que dificultan mucho poder asumir cualquier conocimiento, o explorar diversas perspectivas como para adquirir sabiduría.- justo el motivo de mi viaje.- Fuera de eso... y sin animo de ofender Victor, tampoco son un predador tan pavoroso, siendo vulnerables a varias de las otras especies, no veo la superioridad por ningún lado, me parece que así como tienen grandes ventajas, las grandes desventajas que los acompañan, pueden ponerlos en una relación de igualdad con la mayoría de especies, pero no de superioridad.
Hice una pequeña pausa, mirando a la cibernética hasta que esa mencionó lo del severo castigo. Arrugué la nariz instintivamente ante aquello.
-El terror tiende a causar mas revueltas que respeto, si son tan sabios, ¿Porque no emplean un recurso mas practico y útil que la fuerza para que sus efectivos sean.. bueno eso, efectivos...? el control por miedo es efímero y circunstancial... -parpadeé un par de veces, sin encontrar la lógica a lo que la cibernética había mencionado. Tenia casi como regla, que ellos funcionaban de forma racional, pero en este momento, me daba una sensación muy diferente.- Ojala tuvieras hermanos.- añadí finalmente, con cierta nostalgia, tanto por todo el cariño que les tenía a los mismos, como porque de ese modo, Rachell podría saber que es exactamente una hermandad, palabra que provenía justamente de eso.
Bio también tubo la gentileza de responder a mis preguntas, pesé todo, era un buen momento, uno en el que recibía muchas respuestas, y eso me agradaba tanto, que una sonrisa satisfecha se pintó en mi rostro, como si no me acordase de la tarea que estábamos realizando.
-Yo no se mentir, me pongo nerviosa, así que si no quiero que se sepa algo, lo omito, y cuento algo que si sea verdad y que parezca una respuesta.
Su tono, afable, cambio dramáticamente, cuando escucho mis preguntas sobre los suyos, y encogí la cabeza de forma instintiva ante su palpable enojo, y miraba de refilón el puño prieto del brazo en el que me sostenía, rozándolo con la nariz indicándole que se tranquilizara.
Abrí la boca para responder, pero el ya estaba enseñándome como golpear a alguien tal y como había visto hacer en algunas ciudades, palpe con cuidado su cara para no lastimarle, un tacto muy diferente al escamoso que me resultaba tan familiar de mi familia, pero que tras todos mis viajes no me resultaba ya desconocido.
Luego se aparto, y empezó a dar instrucciones para dar otra clase de golpe, empecé a alzar la pierna cuando me advirtió de que no hiciéramos una prueba de eso también, cayendo de culo al detener mi pierna que quedo suspendida en el aire.
Me levanté, despacio, sacándome la tierra de las ropas, y tratando de registrar todas esas preguntas y datos, el se paro con los brazos extendidos, otro gesto que pude reconocer gracias a mis dotes de observación, así que me acerqué, y el di un abrazo, y tras ponerme de puntillas, un pequeño cabezazo, gesto que sentía transmita mucho mas afecto y confianza, que apresar a otro entre tus extremidades superiores.
Tomé aire, fruncí el ceño para recordar cada una de las preguntas, y empecé a responder, todo lo bien que pude, intentando que no se exaltara tanto de nuevo.
-Nadie me dijo eso, yo supuse que era una opción, porque hace tiempo me estrelle contra Sacrestic ville en una ventisca, y un vampiro llamado Paul y su grupo de amigos me hicieron de anfitriones en la casa del primero. Hacer hacer, nada, me dio al sensación de que me amenazaban con que tomara mi forma humana, y nadie me desnudó...solo que ese vampiro tenia la costumbre extraña de ir sin ropa, y pegarse mucho...también hacia cosas raras con la lengua, y podría haber tenido una mejor higiene corporal...pero eso ya sabía que no era algo genérico porque tu no hueles así-fruncí mas el ceño, tratando de recordar los hechos con exactitud.- La verdad es que hay varias cosas que no entendí, pero me invitó a que me sacara mis ropajes también, y tenía una extraña manía con encerrarme contra las paredes... Pero no me tocó, solo me respiraba encima.-arrugué la nariz de nuevo.- olía bastante a alcohol.- esa situación extraña me hacia sentir mas perdida que un cordero sin su perro pastor. Y hablando, o mejor dicho, pensando en ovejas, empezaba a tener hambre.
El tema de conversación extraño en el que habían derivado mis dudas sobre el vampirismo había llegado a su fin, y por suerte, el tema de la emboscada me desorientaba mucho menos.
-Yo puedo rugir fuerte.- Era mi pequeño aporte cuando me sentí identificada con el rol de dar la señal. Me sostuve de nuevo en el brazo del vampiro, yd eje que mis compañeros me guiaran ahcia nuestra proxima parada.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Arygos seguía intrigada en conocer más sobre los vampiros, pero no sabía hasta qué punto tenía yo conocimientos para responder. Todo cuanto sabía de esta curiosa raza se lo debía a NIA La dragone me preguntó sobre la edad media de los vampiros.
-La media no es un estimador viable en este caso. Al ser inmortales hay vampiros que viven 500 años y otros que mueren al poco de convertirse. Podría darte un número pero no sería un valor fiable y te estaría engañando. – le expliqué gracias a la información que NIA me aportaba a mi cabeza.
A continuación, la dragona hizo una interesante reflexión sobre cómo alcanzar la sabiduría en tan poco tiempo disponible. Así como sacaba las virtudes y los defectos de las criaturas de la noche. Sin duda era una criatura inteligente. También declaró que la Hermandad no debería utilizar la fuerza para conseguir sus métodos, algo sobre lo que NIA rápidamente me reclamó en la cabeza. “No dejes que las palabras de Arygos te descoloquen, Rachel. La única manera de indicar a un burro que camine es azotándole. La mayoría de gentes que te encontraras no saben ni leer y son violentos por naturaleza. ¿Qué otra manera hay de hacerles entender lo que significa el respeto?”. Y es que probablemente no la hubiera. Y no tenía más que pensar en los piratas que nos habían atacado sin motivo a Sajin y a mí por una simple equivocación mía.
Aunque yo no le dije a la dragona ni que estaba a favor ni en contra de ese argumento, pues rápidamente comenzó a habla con Bio de un problema que tuvo con un tal Paul en Sacrestic Ville, lugar que no conocía aún. Preferí no meterme en ese tema pues ya tenía bastante con preocuparme con lo mío.
Finalmente Bio se dirigiría a mí proponiendo un plan de emboscada. Su genial idea era aprovecharse de mi luminosidad para atraerlos.
-¿Podríamos llamar su atención? Jum – dije inocentemente molesta copiando literalmente lo que había dicho - Querrás decir: Podrías llamar su atención. – respondí señalándome en tono de algo picada. Ya que las insinuaciones de Bio eran que yo hiciera de cebo. No tenía ganas de correr delante de vampiros, no me veía suficientemente rápida. Era un suicidio. No sobreviviría. Y NIA era la primera que lo sabía.
“Recuerda que puedo tomar el control si lo necesitas”, me recordó. La inteligencia podía ayudarme en combate mediante apoyos menores, como había hecho hasta ahora, o podía directamente tomar el control de todo mi organismo y luchar ella misma. Sin embargo, esto tenía un inconveniente, y es que al igual que yo no tenía acceso al control de su base de datos, NIA como representante de mi parte inorgánica, tampoco podía efectuar acciones propiamente humanas, como por lo que no podía efectuar acciones básicas como sentir sensaciones ni emociones, deteriorando el organismo, además, no podría acceder a sus bases de datos e información al ocupar su memoria al control de mi cuerpo, por eso ella me necesitaba a mí tanto o más que yo a ella, y juntas formábamos una especie de simbionte. Pero no. No estaba dispuesta a que NIA tomara el control de mi cuerpo. No había otra solución, así que lo haría yo personalmente.
-Intentaré hacerlo, pero por favor actuad rápido, no quiero morir. – dije con un poco de tristeza. “No te va a pasar nada, Rachel, tranquila”. Me tranquilizaba NIA, que sabía que los nervios eran uno de mis puntos débiles.
Un grito de un elfo rompería nuestra conversación. -¡Están aquí! – se escuchó decir a un elfo subido a un árbol. Cosa que me hizo ponerme aún más nerviosa. Muchos elfos comenzaron a pasar de un lado a otro armados con sus arcos y preparados para el combate que se iba a celebrar allí mismo.
-Hay que organizarlos. – le dije a Bio ante el repentino ataque de los tipos. Los elfos no parecían tener un plan de ataque. – Yo voy a atraerlos hacia aquí. – dije partiendo hacia el bosque. “He aumentado la luminosidad de tu traje y durante el reconocimiento he establecido una ruta llena de obstáculos hasta aquí que deberás seguir. Iré indicándote la posición de los enemigos más próximos. Si estás muy apurada, tomaré el control, aunque eso suponga un peligro para las dos. Buena suerte”. Fueron las últimas palabras de NIA mientras me adentraba corriendo entre los matorrales por donde mi cabeza me indicaba.
-La media no es un estimador viable en este caso. Al ser inmortales hay vampiros que viven 500 años y otros que mueren al poco de convertirse. Podría darte un número pero no sería un valor fiable y te estaría engañando. – le expliqué gracias a la información que NIA me aportaba a mi cabeza.
A continuación, la dragona hizo una interesante reflexión sobre cómo alcanzar la sabiduría en tan poco tiempo disponible. Así como sacaba las virtudes y los defectos de las criaturas de la noche. Sin duda era una criatura inteligente. También declaró que la Hermandad no debería utilizar la fuerza para conseguir sus métodos, algo sobre lo que NIA rápidamente me reclamó en la cabeza. “No dejes que las palabras de Arygos te descoloquen, Rachel. La única manera de indicar a un burro que camine es azotándole. La mayoría de gentes que te encontraras no saben ni leer y son violentos por naturaleza. ¿Qué otra manera hay de hacerles entender lo que significa el respeto?”. Y es que probablemente no la hubiera. Y no tenía más que pensar en los piratas que nos habían atacado sin motivo a Sajin y a mí por una simple equivocación mía.
Aunque yo no le dije a la dragona ni que estaba a favor ni en contra de ese argumento, pues rápidamente comenzó a habla con Bio de un problema que tuvo con un tal Paul en Sacrestic Ville, lugar que no conocía aún. Preferí no meterme en ese tema pues ya tenía bastante con preocuparme con lo mío.
Finalmente Bio se dirigiría a mí proponiendo un plan de emboscada. Su genial idea era aprovecharse de mi luminosidad para atraerlos.
-¿Podríamos llamar su atención? Jum – dije inocentemente molesta copiando literalmente lo que había dicho - Querrás decir: Podrías llamar su atención. – respondí señalándome en tono de algo picada. Ya que las insinuaciones de Bio eran que yo hiciera de cebo. No tenía ganas de correr delante de vampiros, no me veía suficientemente rápida. Era un suicidio. No sobreviviría. Y NIA era la primera que lo sabía.
“Recuerda que puedo tomar el control si lo necesitas”, me recordó. La inteligencia podía ayudarme en combate mediante apoyos menores, como había hecho hasta ahora, o podía directamente tomar el control de todo mi organismo y luchar ella misma. Sin embargo, esto tenía un inconveniente, y es que al igual que yo no tenía acceso al control de su base de datos, NIA como representante de mi parte inorgánica, tampoco podía efectuar acciones propiamente humanas, como por lo que no podía efectuar acciones básicas como sentir sensaciones ni emociones, deteriorando el organismo, además, no podría acceder a sus bases de datos e información al ocupar su memoria al control de mi cuerpo, por eso ella me necesitaba a mí tanto o más que yo a ella, y juntas formábamos una especie de simbionte. Pero no. No estaba dispuesta a que NIA tomara el control de mi cuerpo. No había otra solución, así que lo haría yo personalmente.
-Intentaré hacerlo, pero por favor actuad rápido, no quiero morir. – dije con un poco de tristeza. “No te va a pasar nada, Rachel, tranquila”. Me tranquilizaba NIA, que sabía que los nervios eran uno de mis puntos débiles.
Un grito de un elfo rompería nuestra conversación. -¡Están aquí! – se escuchó decir a un elfo subido a un árbol. Cosa que me hizo ponerme aún más nerviosa. Muchos elfos comenzaron a pasar de un lado a otro armados con sus arcos y preparados para el combate que se iba a celebrar allí mismo.
-Hay que organizarlos. – le dije a Bio ante el repentino ataque de los tipos. Los elfos no parecían tener un plan de ataque. – Yo voy a atraerlos hacia aquí. – dije partiendo hacia el bosque. “He aumentado la luminosidad de tu traje y durante el reconocimiento he establecido una ruta llena de obstáculos hasta aquí que deberás seguir. Iré indicándote la posición de los enemigos más próximos. Si estás muy apurada, tomaré el control, aunque eso suponga un peligro para las dos. Buena suerte”. Fueron las últimas palabras de NIA mientras me adentraba corriendo entre los matorrales por donde mi cabeza me indicaba.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Sonreí con una mezcla de admiración y orgullo al escuchar las opiniones de Arygos quien parecía estar más llena de sabiduría de la que yo pensaba, a pesar de su gran inocencia, tenía una bonita manera de percibir el mundo, algo que yo hace mucho tiempo había perdido, no podía evitar verla como una cosita tierna, aunque todo cambiaría un poco luego de su pregunta acerca de ese tal Paul, en unos instantes mi estado de ánimo había cambiado drásticamente a un gran enojo, aunque su actitud y el roce de su nariz en mi hombro me hicieron caer en cuenta que la estaba asustando y decidí cambiar el tono para, en lugar de asustarla, orientarla; me tranquilicé al saber que no le habían hecho nada indebido, aunque al encontrar al fulano Paul...
Terminé riendo abiertamente al ver como se caía después de interrumpir su patada, pero luego me acerqué de prisa a darle mi mano para ayudarle a levantarse, había escuchado con atención sus respuestas y poco a poco me iba calmando, ya le había dado algunos consejos que le serían útiles en esos casos y no quería parecer que la estaba sermoneando, así que simplemente la abracé mientras sonreía ante su extraño gesto para expresar cariño con un toque de su frente.
Al momento de anunciar la emboscada, Rachel no parecía del todo contenta con la idea de hacer de cebo, preferí no decir nada más, pues ciertamente yo la apoyaría, pero lo mejor era hacerle creer que estaría sola, de ese modo mostraría su potencial al máximo al pensar que solo disponía de sus propias capacidades, me habría gustado tener más tiempo para ingeniarnos algo mejor, pero la voz de un elfo nos interrumpió violentamente para anunciar la cercanía de los vampiros -Yo me haré cargo, tú ve a traerlos- Dije a Rachel ante su nueva disposición a servir como damisela en apuros -Al encontrarlos, llama su atención y regresa tan rápido como puedas- Le señalé a la chica de las luces para luego ver cómo se alejaba corriendo.
Los elfos comenzaban a prepararse para ir también al encuentro de los atacantes así que los detuve con una voz muy autoritaria -¡¡Alto!! No deben atacar a la ligera, los vampiros son buenos para acechar, así que ellos los verán llegar antes que puedan atacar- Advertí en tono serio mientras me apartaba un poco de Arygos para ir al centro del lugar y dirigirme a los elfos -Seremos las arañas, tejeremos la red en la que caerán atrapados, haremos que se confíen y luego los aplastaremos- Estaba completamente decidido y aunque al principio algunos elfos se resistían a seguir mis órdenes, bastó con un gesto del anciano para que comenzaran a obedecer aunque no a todos les gustara la idea -Los más hábiles, vayan a los árboles y aguarden hasta que llegue el momento, los más silenciosos, escóndanse en tierra entre los arbustos, atacaremos desde todos lados, los más rápidos, dispérsense y aguarden, al escuchar la señal regresen desde ambos lados para encerrarlos- Era un buen plan, al menos si era bien ejecutado pero aún faltaba algo; me acerqué lentamente hacia mi adorable amiguita dragona que seguramente estaba ansiosa por su parte en el plan; me incliné un poco para pegar mi frente a la suya tal como ella acostumbraba a expresar su aprecio -Allá- Le dije mientras señalaba un grueso árbol con grandes ramas que le servirían de apoyo sin romperse fácilmente, además era bastante alto y cubierto de hojas que podrían ocultarla de la vista de los atacantes -Te necesito allá arriba, esperarás en silencio hasta que Rachel y los vampiros hayan pasado por debajo de ti, no antes, la idea es atraparlos- Expliqué lentamente mientras ponía mis manos en sus hombros -Una vez que pasen, debes rugir tan fuerte como puedas para que el resto de los elfos se acerquen y cuando estén rodeados, si tratan de escapar, los babeas- Finalicé con una manera graciosa de referirme a su particular habilidad -No bajes a menos que sea muy necesario- Le advertí con cierta preocupación.
Al volver la vista hacia los elfos, ya habían partido hacia sus posiciones mientras el anciano líder me observaba un poco intrigado por lo que estaba planeando -Cuento con ustedes- Susurré mientras comenzaba a correr al encuentro de Rachel quien seguramente iba a necesitar mucha ayuda.
Terminé riendo abiertamente al ver como se caía después de interrumpir su patada, pero luego me acerqué de prisa a darle mi mano para ayudarle a levantarse, había escuchado con atención sus respuestas y poco a poco me iba calmando, ya le había dado algunos consejos que le serían útiles en esos casos y no quería parecer que la estaba sermoneando, así que simplemente la abracé mientras sonreía ante su extraño gesto para expresar cariño con un toque de su frente.
Al momento de anunciar la emboscada, Rachel no parecía del todo contenta con la idea de hacer de cebo, preferí no decir nada más, pues ciertamente yo la apoyaría, pero lo mejor era hacerle creer que estaría sola, de ese modo mostraría su potencial al máximo al pensar que solo disponía de sus propias capacidades, me habría gustado tener más tiempo para ingeniarnos algo mejor, pero la voz de un elfo nos interrumpió violentamente para anunciar la cercanía de los vampiros -Yo me haré cargo, tú ve a traerlos- Dije a Rachel ante su nueva disposición a servir como damisela en apuros -Al encontrarlos, llama su atención y regresa tan rápido como puedas- Le señalé a la chica de las luces para luego ver cómo se alejaba corriendo.
Los elfos comenzaban a prepararse para ir también al encuentro de los atacantes así que los detuve con una voz muy autoritaria -¡¡Alto!! No deben atacar a la ligera, los vampiros son buenos para acechar, así que ellos los verán llegar antes que puedan atacar- Advertí en tono serio mientras me apartaba un poco de Arygos para ir al centro del lugar y dirigirme a los elfos -Seremos las arañas, tejeremos la red en la que caerán atrapados, haremos que se confíen y luego los aplastaremos- Estaba completamente decidido y aunque al principio algunos elfos se resistían a seguir mis órdenes, bastó con un gesto del anciano para que comenzaran a obedecer aunque no a todos les gustara la idea -Los más hábiles, vayan a los árboles y aguarden hasta que llegue el momento, los más silenciosos, escóndanse en tierra entre los arbustos, atacaremos desde todos lados, los más rápidos, dispérsense y aguarden, al escuchar la señal regresen desde ambos lados para encerrarlos- Era un buen plan, al menos si era bien ejecutado pero aún faltaba algo; me acerqué lentamente hacia mi adorable amiguita dragona que seguramente estaba ansiosa por su parte en el plan; me incliné un poco para pegar mi frente a la suya tal como ella acostumbraba a expresar su aprecio -Allá- Le dije mientras señalaba un grueso árbol con grandes ramas que le servirían de apoyo sin romperse fácilmente, además era bastante alto y cubierto de hojas que podrían ocultarla de la vista de los atacantes -Te necesito allá arriba, esperarás en silencio hasta que Rachel y los vampiros hayan pasado por debajo de ti, no antes, la idea es atraparlos- Expliqué lentamente mientras ponía mis manos en sus hombros -Una vez que pasen, debes rugir tan fuerte como puedas para que el resto de los elfos se acerquen y cuando estén rodeados, si tratan de escapar, los babeas- Finalicé con una manera graciosa de referirme a su particular habilidad -No bajes a menos que sea muy necesario- Le advertí con cierta preocupación.
Al volver la vista hacia los elfos, ya habían partido hacia sus posiciones mientras el anciano líder me observaba un poco intrigado por lo que estaba planeando -Cuento con ustedes- Susurré mientras comenzaba a correr al encuentro de Rachel quien seguramente iba a necesitar mucha ayuda.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
La media no es estimable, parpadee un par de veces repitiendo eso en mi mente.
-Si no se puede hacer una media, de algo tan sencillo como eso, entonces es una raza inestable, en una valor a nivel organizativo fundamental....además...no tienen crías.- sacudí la cabeza, los estaba distrayendo mucho, a ambos, y aunque me parecía un tema importante a debatir una vez las cosas estuvieran calmadas, no tenía que dejarme llevar por aquello.
Ya había visto con sajin una forma curiosa de razonar, la de rachell, era interesante, y similar de algún modo también, quizas el hecho de poder hablar ahora, era lo que me hacía decantarme mas por cualquier tipo de debate, por suerte, era una forma que podría seguir asumiendo cuando las cosas se tranquilizaran, y quizás, ya que los elfos habían visto el libro, pudiera ojearlo yo también.
La voz de un elfo nos llamó la atención de que no teníamos mas tiempo para organizarnos ya, y Rachell partió valientemente hacia el bosque a cumplir con su luminiscente papel de carnada.
Víctor, empezó a organizar a los recelosos elfos, de los cuales muchos se resistieron a acatar hasta que el anciano tubo en bien intervenir, en pro de que hubiera una buena coordinación durante la defensa.
Por ultimo, el vampiro me explico mi papel, asentí ante sus indicaciones, una tarea sumamente sencilla, esperar, y rugir con fuerza, fácil para mi, quizás no tanto para sus frágiles gargantas.
Bio puso, de nuevo un tono preocupado, como muchos otros antes lo habían hecho. Ya no me sorprendía,... demasiado, pero seguía resultandome sumamente extraño, para mi ellos eran tan frágiles en muchos aspectos, había de ser tan cuidadoso para no lastimarlos u romperlos, y en cambio ellos veían en mi, algo vulnerable.
-Victor... soy un dragón, ¿recuerdas?.- Ladeé el rostro hacia un costado, y adopté por fin mi forma de dragón, solté un resoplido de alivio por la nariz, y estire mis alas de forma progresiva, mientras me acercaba y le devolvía el cariñoso coscorrón, con mas delicadeza de antes.
Tras eso, di un salto y planeé hacia la rama a la que me habían asignado, y me encogí sobre la misma, tratando de ocultarme bien entre sus hojas, ante un buen numero de ojos de elfos estupefactos, que probablemente, no habían visto un dragón todavía en toda su vida.
Ahora tocaba esperar, algo que no me entusiasmaba demasiado, pero que sabía hacer muy bien y quedando prácticamente inmóvil como una estatua de cal, enfoqué mi mirada en el bosque atenta a ver a la cibernética pasar, para emboscar a sus presuntos perseguidores.
De todos modos, no creo que el liquido de soporte vital supiera demasiado bien para los vampiros, así que tanto ella como yo, estábamos pseudo a salvo de mordidas no deseadas.
-Si no se puede hacer una media, de algo tan sencillo como eso, entonces es una raza inestable, en una valor a nivel organizativo fundamental....además...no tienen crías.- sacudí la cabeza, los estaba distrayendo mucho, a ambos, y aunque me parecía un tema importante a debatir una vez las cosas estuvieran calmadas, no tenía que dejarme llevar por aquello.
Ya había visto con sajin una forma curiosa de razonar, la de rachell, era interesante, y similar de algún modo también, quizas el hecho de poder hablar ahora, era lo que me hacía decantarme mas por cualquier tipo de debate, por suerte, era una forma que podría seguir asumiendo cuando las cosas se tranquilizaran, y quizás, ya que los elfos habían visto el libro, pudiera ojearlo yo también.
La voz de un elfo nos llamó la atención de que no teníamos mas tiempo para organizarnos ya, y Rachell partió valientemente hacia el bosque a cumplir con su luminiscente papel de carnada.
Víctor, empezó a organizar a los recelosos elfos, de los cuales muchos se resistieron a acatar hasta que el anciano tubo en bien intervenir, en pro de que hubiera una buena coordinación durante la defensa.
Por ultimo, el vampiro me explico mi papel, asentí ante sus indicaciones, una tarea sumamente sencilla, esperar, y rugir con fuerza, fácil para mi, quizás no tanto para sus frágiles gargantas.
Bio puso, de nuevo un tono preocupado, como muchos otros antes lo habían hecho. Ya no me sorprendía,... demasiado, pero seguía resultandome sumamente extraño, para mi ellos eran tan frágiles en muchos aspectos, había de ser tan cuidadoso para no lastimarlos u romperlos, y en cambio ellos veían en mi, algo vulnerable.
-Victor... soy un dragón, ¿recuerdas?.- Ladeé el rostro hacia un costado, y adopté por fin mi forma de dragón, solté un resoplido de alivio por la nariz, y estire mis alas de forma progresiva, mientras me acercaba y le devolvía el cariñoso coscorrón, con mas delicadeza de antes.
Tras eso, di un salto y planeé hacia la rama a la que me habían asignado, y me encogí sobre la misma, tratando de ocultarme bien entre sus hojas, ante un buen numero de ojos de elfos estupefactos, que probablemente, no habían visto un dragón todavía en toda su vida.
Ahora tocaba esperar, algo que no me entusiasmaba demasiado, pero que sabía hacer muy bien y quedando prácticamente inmóvil como una estatua de cal, enfoqué mi mirada en el bosque atenta a ver a la cibernética pasar, para emboscar a sus presuntos perseguidores.
De todos modos, no creo que el liquido de soporte vital supiera demasiado bien para los vampiros, así que tanto ella como yo, estábamos pseudo a salvo de mordidas no deseadas.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
No… no creo que esto sea buena idea. – dije caminando temblorosa, mirando en todas las direcciones, preparándome para correr en cuanto viniesen los vampiros. “Relájate. Yo te ayudaré si es necesario”. Trataba de calmarme la inteligencia. No había mucho ruido de momento en el bosque y eso me ponía aún más nerviosa.
De repente, escuché un ruido detrás de unos de los muchos matorrales que había en aquel bosque… - ¡ay! – grité, y, sin casi tiempo de reacción, una criatura que poseía una cola mucho mayor que el resto de su cuerpo salió de entre los frondosos arbustos… “Es una ardilla.”, me dijo NIA. No había visto un animal así, pero al menos era pequeño. Respiré tranquila llevándome la mano al corazón e incluso me reí.
Pronto NIA empezaría a detectar algo que yo no y me advertiría de ello: “Mantente alerta, están cerca.”. Y traté de ponerme seria y tranquilizarme, avanzando lentamente y prácticamente agachada. “Voy a intensificar la luz del soporte vital.”. Eso haría que los atrajeran aún más hacia mí. Lo aumentó tanto que ahora tanto mi rostro como parte de mi pelo se veían de un teñido color azul dada la brillantez que emitían mis bandas lumínicas.
-¿Cómo lo haces? – le preguntaba interesada, observándome a mí misma. “Son reacciones químicas, el hexaclorato de litio reacciona con el líquido de tu soporte vital, provocando una transformación de éste en tetraborosilicato de neón, aumentando tu luminiscencia durante el tiempo que dure la reacción, no más de cinco minutos.”. Asentí con la cabeza, aunque en realidad no entendía nada de lo qué había dicho.
En cualquier caso, ahora era una diana con patas metálicas y no tardaría en ver aparecer al primer vampiro corriendo a cuatro patas a por mí, con sus colmillos y emitiendo gritos guturales. Rápidamente y muy asustada me di la vuelta. Corrí tanto como pude, sabía por donde tenía que hacerlo gracias a la ruta que me había propuesto NIA, además sabía perfectamente dónde se encontraban los obstáculos, por lo que los saltaba automáticamente en cuanto notaba que me aproximaba a ellos, como si estuviese programada para ello, y todo gracias al reconocimiento previo que habíamos hecho.
Lo que no estaba en los datos era la posición de los enemigos y no contaba con que uno de los vampiros saliese por mi costado y se abalanzara sobre mí. Comenzando a tratar de arañarme rápidamente, así como a golpearme. Trataba de esquivar sus ataques como podía, pero no lo lograba bien.
Comencé a chillar histérica. Tapándome la cabeza con los brazos para evitar los golpes del vampiro, que se encontraba encima mía. A medida que recibía golpes, iba notando cómo se el color se iba tornando rojizo, lo que significaba el daño que estaba recibiendo. Estaba desesperada, y encima venían cada vez más vampiros a por mí. “¡Rachel! Te está hiriendo demasiado. ¡Defiéndete!”, me ordenó. Y automáticamente le propiné una patada con mis partes de metal en el mentón y me liberé de la criatura, rápidamente me levanté y continué corriendo hacia el poblado, que ya estaba muy cerca. No sin antes echar un vistazo hacia atrás para observar al tipo, que aún seguía persiguiéndome.
Unos elfos no tardaron en dispararle en cuanto llegué al poblado, donde se encontraban Bio y Arygos, además del resto de los elfos, los había llevado hasta donde el vampiro me había indicado. Nada más llegar me caí patas arriba al suelo y le envié una sonrisa a Bio, para demostrarle que lo había conseguido, era fuerte. Por lo que pronto se encontraron con mis compañeros además de con el resto de elfos. Ya había hecho mi parte, ahora les tocaba a ellos luchar.
Sin embargo, la inteligencia artificial no parecía contenta con aquello “¿Crees que el elfo nos dará el libro?”. Hice un gesto de desconocimiento con la cabeza y susurré – No lo sé – a lo que NIA respondería “¿Qué motivos crees que tiene? Los elfos son traicioneros y no suelen cumplir su palabra. Cuando acabe la batalla volverá a estar en posición de ventaja con todo el pueblo de su lado y estaremos como al principio, no podemos poner nuestra misión en manos de la voluntad de un elfo, la Hermandad no actúa así”. Me remarcaba en la cabeza, pero en esta ocasión opinaba distinto a la inteligencia. – No sé, NIA. Creo que deberíamos darle un voto de confianza… ¿no? – pregunté en voz baja, con dudas, pues no sabía qué estaba bien y qué mal. Todavía permanecía sentada en el suelo. Estaba lejos del resto de mis compañeros, que se mataban con los vampiros. “No. Lo que debemos hacer es aprovechar el caos para recuperar el libro. Es lo mejor.”.
-¡No, NIA! Yo no soy una traidora. Esta gente confía en nosotros. – grité. Esta vez sí en voz más alta y con tono enfadado, por lo que la gente podría haberme oído. No estaba de acuerdo con la inteligencia y no, no traicionaría a nadie, no me parecía lo correcto. Mi intención era ir a pelear con Bio y Arygos.
“Entonces, tendré que hacerlo yo”. Y sentí un pequeño calambrazo a la espalda y automáticamente perdí la consciencia durante unos segundos, sentí la vista en blanco y, cuando me di cuenta. Sentí las bandas de mi traje totalmente en rojo, con las pupilas de mis ojos del mismo color. Noté como mi cuerpo se levantaba automáticamente sin que yo le diera órdenes y se dirigía corriendo hacia la cabaña donde el tipo nos había interrogado. NIA había tomado el control de mi cuerpo, imagino que lo hiciera con la mejor de las intenciones. Abrí la puerta con fuerza, allí se encontraba el elfo anciano, en soledad.
-Elfo. Entrega. Libro. Inmediatamente. – dijo la IA con una voz robótica sin entonación, inclinando el brazo hacia delante para que lo entregara.
De repente, escuché un ruido detrás de unos de los muchos matorrales que había en aquel bosque… - ¡ay! – grité, y, sin casi tiempo de reacción, una criatura que poseía una cola mucho mayor que el resto de su cuerpo salió de entre los frondosos arbustos… “Es una ardilla.”, me dijo NIA. No había visto un animal así, pero al menos era pequeño. Respiré tranquila llevándome la mano al corazón e incluso me reí.
Pronto NIA empezaría a detectar algo que yo no y me advertiría de ello: “Mantente alerta, están cerca.”. Y traté de ponerme seria y tranquilizarme, avanzando lentamente y prácticamente agachada. “Voy a intensificar la luz del soporte vital.”. Eso haría que los atrajeran aún más hacia mí. Lo aumentó tanto que ahora tanto mi rostro como parte de mi pelo se veían de un teñido color azul dada la brillantez que emitían mis bandas lumínicas.
-¿Cómo lo haces? – le preguntaba interesada, observándome a mí misma. “Son reacciones químicas, el hexaclorato de litio reacciona con el líquido de tu soporte vital, provocando una transformación de éste en tetraborosilicato de neón, aumentando tu luminiscencia durante el tiempo que dure la reacción, no más de cinco minutos.”. Asentí con la cabeza, aunque en realidad no entendía nada de lo qué había dicho.
En cualquier caso, ahora era una diana con patas metálicas y no tardaría en ver aparecer al primer vampiro corriendo a cuatro patas a por mí, con sus colmillos y emitiendo gritos guturales. Rápidamente y muy asustada me di la vuelta. Corrí tanto como pude, sabía por donde tenía que hacerlo gracias a la ruta que me había propuesto NIA, además sabía perfectamente dónde se encontraban los obstáculos, por lo que los saltaba automáticamente en cuanto notaba que me aproximaba a ellos, como si estuviese programada para ello, y todo gracias al reconocimiento previo que habíamos hecho.
Lo que no estaba en los datos era la posición de los enemigos y no contaba con que uno de los vampiros saliese por mi costado y se abalanzara sobre mí. Comenzando a tratar de arañarme rápidamente, así como a golpearme. Trataba de esquivar sus ataques como podía, pero no lo lograba bien.
Comencé a chillar histérica. Tapándome la cabeza con los brazos para evitar los golpes del vampiro, que se encontraba encima mía. A medida que recibía golpes, iba notando cómo se el color se iba tornando rojizo, lo que significaba el daño que estaba recibiendo. Estaba desesperada, y encima venían cada vez más vampiros a por mí. “¡Rachel! Te está hiriendo demasiado. ¡Defiéndete!”, me ordenó. Y automáticamente le propiné una patada con mis partes de metal en el mentón y me liberé de la criatura, rápidamente me levanté y continué corriendo hacia el poblado, que ya estaba muy cerca. No sin antes echar un vistazo hacia atrás para observar al tipo, que aún seguía persiguiéndome.
Unos elfos no tardaron en dispararle en cuanto llegué al poblado, donde se encontraban Bio y Arygos, además del resto de los elfos, los había llevado hasta donde el vampiro me había indicado. Nada más llegar me caí patas arriba al suelo y le envié una sonrisa a Bio, para demostrarle que lo había conseguido, era fuerte. Por lo que pronto se encontraron con mis compañeros además de con el resto de elfos. Ya había hecho mi parte, ahora les tocaba a ellos luchar.
Sin embargo, la inteligencia artificial no parecía contenta con aquello “¿Crees que el elfo nos dará el libro?”. Hice un gesto de desconocimiento con la cabeza y susurré – No lo sé – a lo que NIA respondería “¿Qué motivos crees que tiene? Los elfos son traicioneros y no suelen cumplir su palabra. Cuando acabe la batalla volverá a estar en posición de ventaja con todo el pueblo de su lado y estaremos como al principio, no podemos poner nuestra misión en manos de la voluntad de un elfo, la Hermandad no actúa así”. Me remarcaba en la cabeza, pero en esta ocasión opinaba distinto a la inteligencia. – No sé, NIA. Creo que deberíamos darle un voto de confianza… ¿no? – pregunté en voz baja, con dudas, pues no sabía qué estaba bien y qué mal. Todavía permanecía sentada en el suelo. Estaba lejos del resto de mis compañeros, que se mataban con los vampiros. “No. Lo que debemos hacer es aprovechar el caos para recuperar el libro. Es lo mejor.”.
-¡No, NIA! Yo no soy una traidora. Esta gente confía en nosotros. – grité. Esta vez sí en voz más alta y con tono enfadado, por lo que la gente podría haberme oído. No estaba de acuerdo con la inteligencia y no, no traicionaría a nadie, no me parecía lo correcto. Mi intención era ir a pelear con Bio y Arygos.
“Entonces, tendré que hacerlo yo”. Y sentí un pequeño calambrazo a la espalda y automáticamente perdí la consciencia durante unos segundos, sentí la vista en blanco y, cuando me di cuenta. Sentí las bandas de mi traje totalmente en rojo, con las pupilas de mis ojos del mismo color. Noté como mi cuerpo se levantaba automáticamente sin que yo le diera órdenes y se dirigía corriendo hacia la cabaña donde el tipo nos había interrogado. NIA había tomado el control de mi cuerpo, imagino que lo hiciera con la mejor de las intenciones. Abrí la puerta con fuerza, allí se encontraba el elfo anciano, en soledad.
-Elfo. Entrega. Libro. Inmediatamente. – dijo la IA con una voz robótica sin entonación, inclinando el brazo hacia delante para que lo entregara.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Hasta ahora no había notado lo impresionante que era la transformación de humana a dragona, en unos instantes Arygos comenzó a cambiar hasta convertirse en dragón; sonreí con picardía recordando todo el tiempo que pasé pensando que era un feroz dragón escupe fuego en lugar de una adorable dragoncita lanza babas, pero ciertamente el tiempo que llevaba en Verisar la había hecho crecer y tras alzar el vuelo alcanzó en instantes la rama donde se prepararía para esperar su momento de acción.
Al volver la mirada observé algunos elfos aún impresionados, aunque rápidamente corrieron a tomar sus posiciones, así que yo haría lo mismo, en primer lugar asegurarme de que nada le pasara a Rachel; corrí de prisa a través de los árboles bañados en la oscuridad de la noche que me sirvió para envolverme entre sombras y ocultarme visualmente [1], no fue difícil ubicarla debido al aumento de luminiscencia que experimentaba la chica, me quedé cerca de ella escondido tras un árbol mientras cerraba mis ojos para concentrarme y escuchar cada sonido cercano en busca de los vampiros [2]; tras unos instantes detenida, Rachel comenzó a correr en dirección contraria mientras yo comenzaba a escuchar pasos agitados, uno, dos, cuatro ¿Cinco? Hasta ahora parecían ser todos ¿O no? Seis, siete, ocho; eran más de los que había calculado y todos ellos venían tras la pobre Rachel que corría valientemente aunque parecía asustada, atravesaba el terreno como si lo hubiese memorizado con tan solo recorrerlo una vez, con lo cual me recordó un poco a Seek quien tenía una impresionante memoria para recordar momentos y lugares.
Comencé a moverme intentando mantener la velocidad de la chica, aunque mi velocidad era mayor, no me había memorizado el camino, lo cual servía para equilibrar la situación, un par de vampiros se preparaban para saltar sobre ella al haberla alcanzado por un lateral pero antes que lo lograran conseguí interceptarlos con una palabra -Metum- [3] Dije de frente a ella con una carga de magia de voz que los haría frenar alinstante como si su cuerpo se resistiera a atacar, avanzaban aún tras ella, pero al tratar de alcanzarla se verían impedidos durante un buen rato; lamentablemente no alcancé a detener a un tercero que se abalanzó sobre ella llevándola al piso y haciendo que sus luces cambiaran a un tono rojizo, lo cual según lo que había dicho, no era una buena señal, no estaba haciendo bien mi trabajo de cuidarla -Suffer- [4] Dije con una palabra dirigida al vampiro que se encontraba sobre ella, el cual vería interrumpidas sus acciones a causa de un fuerte dolor mental que la pelinegra aprovechó para patearle el mentón y continuar su carrera.
Yo por mi parte había aprovechado el momento para correr a gran velocidad hacia el punto a donde Rachel debía llegar, dejando también a un lado el manto de sombras que me cubrían para hacerme fácilmente visible a los ojos de todos justo cuando la brillantita comenzaba a llegar, una vez que pasó por debajo de la rama donde se encontraba Arygos esperé un poco más hasta asegurarme que todos los vampiros estuvieran dentro de la trampa -Ruge, Ahora- Dije a la dragona en un susurro que no salió de mis labios sino de un punto detrás de ella [5] Una vez con los vampiros dentro de la emboscada las flechas no tardaron en aparecer, aunque uno de los vampiros se paró frente a ellos creando de su espalda unas grandes alas negras de sombras que usaba como escudo para bloquear la mayor parte de las flechas, por lo que solo algunas conseguían atravesar el camino hasta alcanzar a los vampiros que parecían no sufrir mucho a causa de ellas, o al menos no por ahora, pues con la señal de Arygos debían llegar los elfos más ofensivos, cuyos ataques con magia de luz serían devastadores para los vampiros.
Otros vampiros hacían crecer de sus manos una garras color sangre con las que trepaban los árboles para alcanzar a los elfos que se encontraban elevados, o herir a los que se escondían tras los arbustos, no era una pelea fácil, necesitarían toda la ayuda posible para poder ganar esta batalla; alcé la vista en busca de Rachel que había estado muy desaparecida y apenas alcancé a ver su silueta mientras entraba a la morada del anciano elfo, por alguna razón tenía el presentimiento de que eso no era bueno, con la necesidad que tenía de llevarse el libro, tal vez podría querer aprovechar el momento; sacudí la cabeza para sacar esa idea de mi mente, ella no nos traicionaría, aunque no estaba de más asegurarme -Alcanza a Rachel, en la casa del anciano, podría estar en problemas- [6] Dije nuevamente a Arygos con la misteriosa voz que saldría justo junto a ella como un leve susurro, esperaba que la dragona pudiera volar sobre nosotros y alcanzarla en menos tiempo de lo que yo podría al estar atrapado ¿Conseguiría ella llegar a tiempo? ¿Qué pretendía Rachel?
Al volver la mirada observé algunos elfos aún impresionados, aunque rápidamente corrieron a tomar sus posiciones, así que yo haría lo mismo, en primer lugar asegurarme de que nada le pasara a Rachel; corrí de prisa a través de los árboles bañados en la oscuridad de la noche que me sirvió para envolverme entre sombras y ocultarme visualmente [1], no fue difícil ubicarla debido al aumento de luminiscencia que experimentaba la chica, me quedé cerca de ella escondido tras un árbol mientras cerraba mis ojos para concentrarme y escuchar cada sonido cercano en busca de los vampiros [2]; tras unos instantes detenida, Rachel comenzó a correr en dirección contraria mientras yo comenzaba a escuchar pasos agitados, uno, dos, cuatro ¿Cinco? Hasta ahora parecían ser todos ¿O no? Seis, siete, ocho; eran más de los que había calculado y todos ellos venían tras la pobre Rachel que corría valientemente aunque parecía asustada, atravesaba el terreno como si lo hubiese memorizado con tan solo recorrerlo una vez, con lo cual me recordó un poco a Seek quien tenía una impresionante memoria para recordar momentos y lugares.
Comencé a moverme intentando mantener la velocidad de la chica, aunque mi velocidad era mayor, no me había memorizado el camino, lo cual servía para equilibrar la situación, un par de vampiros se preparaban para saltar sobre ella al haberla alcanzado por un lateral pero antes que lo lograran conseguí interceptarlos con una palabra -Metum- [3] Dije de frente a ella con una carga de magia de voz que los haría frenar alinstante como si su cuerpo se resistiera a atacar, avanzaban aún tras ella, pero al tratar de alcanzarla se verían impedidos durante un buen rato; lamentablemente no alcancé a detener a un tercero que se abalanzó sobre ella llevándola al piso y haciendo que sus luces cambiaran a un tono rojizo, lo cual según lo que había dicho, no era una buena señal, no estaba haciendo bien mi trabajo de cuidarla -Suffer- [4] Dije con una palabra dirigida al vampiro que se encontraba sobre ella, el cual vería interrumpidas sus acciones a causa de un fuerte dolor mental que la pelinegra aprovechó para patearle el mentón y continuar su carrera.
Yo por mi parte había aprovechado el momento para correr a gran velocidad hacia el punto a donde Rachel debía llegar, dejando también a un lado el manto de sombras que me cubrían para hacerme fácilmente visible a los ojos de todos justo cuando la brillantita comenzaba a llegar, una vez que pasó por debajo de la rama donde se encontraba Arygos esperé un poco más hasta asegurarme que todos los vampiros estuvieran dentro de la trampa -Ruge, Ahora- Dije a la dragona en un susurro que no salió de mis labios sino de un punto detrás de ella [5] Una vez con los vampiros dentro de la emboscada las flechas no tardaron en aparecer, aunque uno de los vampiros se paró frente a ellos creando de su espalda unas grandes alas negras de sombras que usaba como escudo para bloquear la mayor parte de las flechas, por lo que solo algunas conseguían atravesar el camino hasta alcanzar a los vampiros que parecían no sufrir mucho a causa de ellas, o al menos no por ahora, pues con la señal de Arygos debían llegar los elfos más ofensivos, cuyos ataques con magia de luz serían devastadores para los vampiros.
Otros vampiros hacían crecer de sus manos una garras color sangre con las que trepaban los árboles para alcanzar a los elfos que se encontraban elevados, o herir a los que se escondían tras los arbustos, no era una pelea fácil, necesitarían toda la ayuda posible para poder ganar esta batalla; alcé la vista en busca de Rachel que había estado muy desaparecida y apenas alcancé a ver su silueta mientras entraba a la morada del anciano elfo, por alguna razón tenía el presentimiento de que eso no era bueno, con la necesidad que tenía de llevarse el libro, tal vez podría querer aprovechar el momento; sacudí la cabeza para sacar esa idea de mi mente, ella no nos traicionaría, aunque no estaba de más asegurarme -Alcanza a Rachel, en la casa del anciano, podría estar en problemas- [6] Dije nuevamente a Arygos con la misteriosa voz que saldría justo junto a ella como un leve susurro, esperaba que la dragona pudiera volar sobre nosotros y alcanzarla en menos tiempo de lo que yo podría al estar atrapado ¿Conseguiría ella llegar a tiempo? ¿Qué pretendía Rachel?
Offrol [1] Habilidad de nivel 4: Espíritus de la noche
Offrol [2] Habilidad de nivel 1: Morador de las tinieblas
Offrol [3] Habilidad de nivel 3: El miedo que acecha
Offrol [4] Habilidad de nivel 0: El que susurra en la oscuridad
Offrol [5] Habilidad de nivel 6: El que acecha en el umbral
Offrol [6] Habilidad de nivel 6: El que acecha en el umbral
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Aguardé, agazapada en la rama, los segundos se hacían mas largos, como si el tiempo transcurriera mas despacio. Acechar a la espera de que algo apareciera siempre era así, y, aun que ne vez de animales, se trataba ahora de un enemigo, no había tanta diferencia, no ahora que no había un combate abierto, aún.
No podría calcular cuanto tiempo tardaron en empezar a verse las siluetas, se sintió como mucho, y pro experiencia, juraría que muy poco, pero finalmente los vampiros vinieron persiguiendo a sus objetivos sin percatarse de que esta vez, su asalto a la aldea, iba a transcurrir de un modo distinto al acostumbrado.
La voz de bio me desconcertó un poco, pero para cuando la oi, ya tenía las fauces abiertas, y soltaba un rugido con todas mis fuerzas que reverberó por el recién iniciado campo de batalla, atrayendo hacia esa posición a mas defensores, y, distrayendo a algunos de los atacantes unos valiosos segundos mientras buscaban desorientados el origen del ruido, y recibían, por contra, algunas flechas por haber descuidado su guardia.
Pronto, el aire empezó a resultar impregnada del aroma a carnaza de una masacre, sangre y gritos y el silbar de las flechas en el aire, y mi actuación, llegaría a su fin, así que antes de que se mezclaran demasiado los unos con los otros, haciendo imposible que prestara mi ayuda sin exponer a los elfos a un gran riesgo, esputé hacia los cúmulos de vampiros, chorros de agua hirviendo dispersos en una lluvia para que alcanzaran mas extensión, aunque con menos intensidad.
Iba a despegar, y a intentar buscar otro modo de ayudar sin aterrizar cuando la voz de Victor se presento de nuevo de esa misteriosa forma a mi costado, haciéndome cambiar de objetivo. Las luces rojas de Rachell llamaron mi atención por el rabillo del ojo, y apenas pude ver la ultima de sus extremidades al colarse en la casa del anciano.
¿Que iba a hacer allí? Quizás era ingenua, lo sabía, pero no era estúpida, y se trataba del libro. Recuperarlo mientras todos estaban ocupados. Aquello podía tener graves consecuencias, para mi, para bio, si ella huya con el, para los tres si permanecía allí, pero algo me decía que no lo haría.
Me impulsé en la rama, y aleteé, llegando frente a la casa con suma rapidez, quedando a espaldas de la cibernética que hablaba, su voz sonaba extraña, vacía de alguna forma, y su liquido vital rojizo por el daño que había recibido, tendría que tener cuidado, para parar su estupidez, sin terminar de romperla.
Pase la cola por al puerta, y la enrolle en torno a sus piernas,para que no pudiera moverse, mientras le gruñía en tono de advertencia, y erizaba todos los cuernos y púas de mi cuerpo, mostrando a su vez los dientes. Esperaba, sinceramente, no tener que pelear contra ella, pero siendo que mi cuerpo taponaba por completo la salida de la cabaña, y que no iba a dejarla marchar con el libro ahora, era una posibilidad, sobre todo si la joven no se percataba de que, estando ella herida, me daba, una importante ventaja.
Tendría que esperar, tendría que calmarse, disculparse con el anciano, a quien controlaba de soslayo, y una vez terminado el combate, pedir el libro adecuadamente para que pudiéramos proseguir, y si eso no funcionaba, recuperar el libro por otros medios, sería una opción, puesto que los elfos, lo habían tomado sin permiso en primer lugar, y por asustados que estuvieran por los vampiros, no les pertenecía.
No podría calcular cuanto tiempo tardaron en empezar a verse las siluetas, se sintió como mucho, y pro experiencia, juraría que muy poco, pero finalmente los vampiros vinieron persiguiendo a sus objetivos sin percatarse de que esta vez, su asalto a la aldea, iba a transcurrir de un modo distinto al acostumbrado.
La voz de bio me desconcertó un poco, pero para cuando la oi, ya tenía las fauces abiertas, y soltaba un rugido con todas mis fuerzas que reverberó por el recién iniciado campo de batalla, atrayendo hacia esa posición a mas defensores, y, distrayendo a algunos de los atacantes unos valiosos segundos mientras buscaban desorientados el origen del ruido, y recibían, por contra, algunas flechas por haber descuidado su guardia.
Pronto, el aire empezó a resultar impregnada del aroma a carnaza de una masacre, sangre y gritos y el silbar de las flechas en el aire, y mi actuación, llegaría a su fin, así que antes de que se mezclaran demasiado los unos con los otros, haciendo imposible que prestara mi ayuda sin exponer a los elfos a un gran riesgo, esputé hacia los cúmulos de vampiros, chorros de agua hirviendo dispersos en una lluvia para que alcanzaran mas extensión, aunque con menos intensidad.
Iba a despegar, y a intentar buscar otro modo de ayudar sin aterrizar cuando la voz de Victor se presento de nuevo de esa misteriosa forma a mi costado, haciéndome cambiar de objetivo. Las luces rojas de Rachell llamaron mi atención por el rabillo del ojo, y apenas pude ver la ultima de sus extremidades al colarse en la casa del anciano.
¿Que iba a hacer allí? Quizás era ingenua, lo sabía, pero no era estúpida, y se trataba del libro. Recuperarlo mientras todos estaban ocupados. Aquello podía tener graves consecuencias, para mi, para bio, si ella huya con el, para los tres si permanecía allí, pero algo me decía que no lo haría.
Me impulsé en la rama, y aleteé, llegando frente a la casa con suma rapidez, quedando a espaldas de la cibernética que hablaba, su voz sonaba extraña, vacía de alguna forma, y su liquido vital rojizo por el daño que había recibido, tendría que tener cuidado, para parar su estupidez, sin terminar de romperla.
Pase la cola por al puerta, y la enrolle en torno a sus piernas,para que no pudiera moverse, mientras le gruñía en tono de advertencia, y erizaba todos los cuernos y púas de mi cuerpo, mostrando a su vez los dientes. Esperaba, sinceramente, no tener que pelear contra ella, pero siendo que mi cuerpo taponaba por completo la salida de la cabaña, y que no iba a dejarla marchar con el libro ahora, era una posibilidad, sobre todo si la joven no se percataba de que, estando ella herida, me daba, una importante ventaja.
Tendría que esperar, tendría que calmarse, disculparse con el anciano, a quien controlaba de soslayo, y una vez terminado el combate, pedir el libro adecuadamente para que pudiéramos proseguir, y si eso no funcionaba, recuperar el libro por otros medios, sería una opción, puesto que los elfos, lo habían tomado sin permiso en primer lugar, y por asustados que estuvieran por los vampiros, no les pertenecía.
Arygos Valnor
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 781
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
-¡Un momento, eso no es lo que habíamos acordado! – gritó el elfo, poniéndose en posición defensiva.
-Sujeto elfo. Tus intenciones no son buenas. Pretendes engañar. – replicó NIA con su voz robótica al tipo. Le resultaba difícil hacer un correcto uso de la lengua, pues tenía que utilizar mi parte orgánica para hablar. – Devuelve el libro. – finalizó, extendiendo el brazo para que lo hiciera.
NIA iba a tomar el libro, que se encontraba sobre la mesa, sin embargo en ese momento apareció un dragón por la puerta. No era muy grande. NIA se giró de manera muy tosca, ella no controlaba tan bien como yo mis extremidades y le costaba moverse. Lo hacía de manera muy robotizada.
-Saludos. Arygos Valnor. – dijo con su peculiar tono de voz. Ahora mismo, mi cuerpo brillaba en un intenso rojo. – Solicito ayuda para arrebatar. El libro al elfo. – replicó.
Sin embargo, Arygos no parecía muy contenta con la actitud de NIA, algo lógico. Su actitud podía pecar de malvada incluso para mí. Yo veía todo, lo hacía todo, y sentía lo que NIA sentía, pero no podía hacer ni decir nada. Era todo muy extraño. La dragona gruñó ante mi presencia y rápidamente rodeó con su cola a NIA, que consideraría esto como una hostilidad y, con sus ojos totalmente rojos y sin gesticular, pues la inteligencia artificial era incapaz de hacerlo, tomó el aro luminoso de su espalda y trató de propinarle un corte en su cola para liberarse. No acerté a ver si le había llegado a dar o la dragona había apartado la cola antes de que lo hiciera, pero al menos había conseguido liberarse. En cualquier caso, NIA no podría escapar pues la criatura ocupaba toda la puerta con su enorme cuerpo.
-Arygos Valnor. Muestras hostilidad. – NIA comenzó a retroceder de manera torpe, mostrando el aro a la dragona – Recomiendo que replantees tu posicionamiento en la batalla. No querrás desafiar a la Hermandad. – le amenazó. La inteligencia parecía saber más cosas de las que sabía yo, eso estaba claro. – Están fuera. A ochocientos cuarenta y cinco metros. - ¿A qué se refería NIA con que la Hermandad estaba a ochocientos cuarenta y cinco metros? Se hizo el silencio unos segundos. – Ochocientos cuarenta y dos. Tiempo estimado de llegada: Quince minutos y veintidós segundos. Arrasarán el pueblo.
De manera robótica y forzada, sonrió maliciosamente. Parecía ser que los vampiros que en aquel momento atacaban el pueblo, no eran los únicos que iban a aparecer por allí. Los propios de la Hermandad, mucho más experimentados y poderosos, aparecerían por allí en un escaso cuarto de hora. No sabía ni cuántos eran. Espero que no muchos, pues la base estaba bastante lejos. Pero, por lo visto, NIA nos había llevado a una trampa, o eso o había avisado por algún medio telepático a la Hermandad de que el libro corría peligro. Seguramente todo aquello estuviese planeado por la propia inteligencia o por quienes la hubieran programado, a fin de cuentas no dejaba de ser “un programa”.
En cualquier caso, lo que pretendía NIA era horrible. Y me ponía en una difícil tesitura pues yo le debía lealtad a la Hermandad. NIA volvió a sonreír muy despacio en una rara mirada que no iba acompasada de los ojos. Momento en el que recibió un golpe en la cabeza que me hizo caer al suelo, prácticamente KO. El elfo, al que le había dado la espalda, le propinó un sonoro golpetazo en la cabeza. Haciéndome recuperar a mí de nuevo el control sobre mi cuerpo.
-Ay… ¿Qué… qué ha pasado? – dije con mi voz inocente levantándome poco a poco, y llevándome la mano a la cabeza. Estaba un poco desorientada y perdida, no recordaba nada de lo que había dicho. Solía pasarme cuando volvía en mí. - ¿NIA? – pregunté. Esperando que la inteligencia me respondiera, pero el golpe debió desactivarla durante un rato. Solía pasar. Aunque volvería a estar operativa en un rato. Y cometí el error de hacer referencia a la inteligencia, que los allí presentes podrían haber escuchado mi referencia a ésta, pero estaba demasiado atontada. Mi soporte vital volvió a su característico color azul habitual y mis ojos volvieron a su color original. - ¿Arygos? ¿Ha terminado ya la batalla? – pregunté cordialmente.
-Sujeto elfo. Tus intenciones no son buenas. Pretendes engañar. – replicó NIA con su voz robótica al tipo. Le resultaba difícil hacer un correcto uso de la lengua, pues tenía que utilizar mi parte orgánica para hablar. – Devuelve el libro. – finalizó, extendiendo el brazo para que lo hiciera.
NIA iba a tomar el libro, que se encontraba sobre la mesa, sin embargo en ese momento apareció un dragón por la puerta. No era muy grande. NIA se giró de manera muy tosca, ella no controlaba tan bien como yo mis extremidades y le costaba moverse. Lo hacía de manera muy robotizada.
-Saludos. Arygos Valnor. – dijo con su peculiar tono de voz. Ahora mismo, mi cuerpo brillaba en un intenso rojo. – Solicito ayuda para arrebatar. El libro al elfo. – replicó.
Sin embargo, Arygos no parecía muy contenta con la actitud de NIA, algo lógico. Su actitud podía pecar de malvada incluso para mí. Yo veía todo, lo hacía todo, y sentía lo que NIA sentía, pero no podía hacer ni decir nada. Era todo muy extraño. La dragona gruñó ante mi presencia y rápidamente rodeó con su cola a NIA, que consideraría esto como una hostilidad y, con sus ojos totalmente rojos y sin gesticular, pues la inteligencia artificial era incapaz de hacerlo, tomó el aro luminoso de su espalda y trató de propinarle un corte en su cola para liberarse. No acerté a ver si le había llegado a dar o la dragona había apartado la cola antes de que lo hiciera, pero al menos había conseguido liberarse. En cualquier caso, NIA no podría escapar pues la criatura ocupaba toda la puerta con su enorme cuerpo.
-Arygos Valnor. Muestras hostilidad. – NIA comenzó a retroceder de manera torpe, mostrando el aro a la dragona – Recomiendo que replantees tu posicionamiento en la batalla. No querrás desafiar a la Hermandad. – le amenazó. La inteligencia parecía saber más cosas de las que sabía yo, eso estaba claro. – Están fuera. A ochocientos cuarenta y cinco metros. - ¿A qué se refería NIA con que la Hermandad estaba a ochocientos cuarenta y cinco metros? Se hizo el silencio unos segundos. – Ochocientos cuarenta y dos. Tiempo estimado de llegada: Quince minutos y veintidós segundos. Arrasarán el pueblo.
De manera robótica y forzada, sonrió maliciosamente. Parecía ser que los vampiros que en aquel momento atacaban el pueblo, no eran los únicos que iban a aparecer por allí. Los propios de la Hermandad, mucho más experimentados y poderosos, aparecerían por allí en un escaso cuarto de hora. No sabía ni cuántos eran. Espero que no muchos, pues la base estaba bastante lejos. Pero, por lo visto, NIA nos había llevado a una trampa, o eso o había avisado por algún medio telepático a la Hermandad de que el libro corría peligro. Seguramente todo aquello estuviese planeado por la propia inteligencia o por quienes la hubieran programado, a fin de cuentas no dejaba de ser “un programa”.
En cualquier caso, lo que pretendía NIA era horrible. Y me ponía en una difícil tesitura pues yo le debía lealtad a la Hermandad. NIA volvió a sonreír muy despacio en una rara mirada que no iba acompasada de los ojos. Momento en el que recibió un golpe en la cabeza que me hizo caer al suelo, prácticamente KO. El elfo, al que le había dado la espalda, le propinó un sonoro golpetazo en la cabeza. Haciéndome recuperar a mí de nuevo el control sobre mi cuerpo.
-Ay… ¿Qué… qué ha pasado? – dije con mi voz inocente levantándome poco a poco, y llevándome la mano a la cabeza. Estaba un poco desorientada y perdida, no recordaba nada de lo que había dicho. Solía pasarme cuando volvía en mí. - ¿NIA? – pregunté. Esperando que la inteligencia me respondiera, pero el golpe debió desactivarla durante un rato. Solía pasar. Aunque volvería a estar operativa en un rato. Y cometí el error de hacer referencia a la inteligencia, que los allí presentes podrían haber escuchado mi referencia a ésta, pero estaba demasiado atontada. Mi soporte vital volvió a su característico color azul habitual y mis ojos volvieron a su color original. - ¿Arygos? ¿Ha terminado ya la batalla? – pregunté cordialmente.
- OFF Topic:
OFF: Espero que no os moleste la dualidad de mi personaje, pero tiene un yo interno malvado fuera de lo inocente que es su parte humana >.<. Lo cual la puede hacer un poco traicionera y bipolar.
Rachel Roche
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 149
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado] Primera captura: Antiguo libro (Parte 2) [Interpretativo-Libre]
Los vampiros comenzaron llenando el lugar aunque su hegemonía no le duraría mucho, pues con el poderoso rugido de Arygos, los pasos veloces de más elfos comenzaron a escucharse y se acercaban de prisa, la gran ventaja de la que siempre habían gozado los vampiros para propiciar el asedio era el dominio de las sombras para esconderse y atacar con el mayor de los sigilos, sumado al miedo que esto generaba en algunos elfos haciendo que se descontrolaran, pero ésta vez estaban rodeados, expuestos, todos los ojos estaban sobre ellos y más ojos se acercaban -¡Esto no puede ser cierto! Nos han tendido una...- Decía uno de los vampiros cuando su pecho fue atravesado por una flecha brillante que le dibujó un hermoso agujero en el cuerpo, aunque eso no sería todo, un par de elfos salieron de entre los arbustos y con una serie de ágiles movimientos y acrobáticos saltos hicieron trizas al vampiro sin darle siquiera tiempo de reaccionar; seguido a eso corrieron hasta otros matorrales hasta ocultarse de nuevo, creando aún más confusión entre los atacantes nocturnos.
El vampiro que había generado un escudo de sombras sucumbió ante la lluvia que dejó caer Arygos antes de partir en busca de Rachel y el lastimado vampiro acabó retorciéndose en el piso convirtiéndose al final en una víctima inmóvil para la lluvia de flechas que le decoraron todo el cuerpo en segundos; no importaba los hábiles o poderosos que fueran, al final quedaban cada vez menos y la superioridad de los elfos era considerablemente intimidante -¡Retirada!- Gritó furioso uno de ellos justo antes de ser alcanzado por una flecha que aunque no brillaba, impregno su piel con un líquido verdoso, veneno tal vez; el vampiro arrancó la flecha sin muestras de dolor, aunque evidentemente el daño estaba hecho -No podrán con nosotros, somos superiores- Dijo mientras una nueva sucesión de flechas le llenaban el pecho; arrancó con furia 4 flechas de su pecho, siendo la quinta la que dejó salir una fuerte hemorragia; era su fin, sin embargo parecía estar sonriendo ¿Por qué? Otras flechas acudieron a su encuentro siendo la última por fin una de las flechas brillantes -Ellos saben que está aquí- Dijo finalmente antes que la flecha brillante le explotara en el pecho abriéndolo en dos.
Mientras un par de vampiros intentaban huir... Sin éxito, me pareció ver entre las ramas de un árbol a uno más que no había participado en el combate y que se veía muy diferente a los que habían atacado la aldea de los elfos -¿Quién eres?- Susurré para mí mismo, mas al intentar correr hacia él, se ocultó tras el árbol desapareciendo completamente para el momento en que llegué, no tenía idea de a dónde había ido pero me daba muy mala espina, entre eso y la última frase del vampiro anterior -¿Ellos quienes? ¿De quién hablaba?- Pensé mientras regresaba al lugar donde los elfos victoriosos celebraban el logro de esta noche; fue entonces cuando recordé la misteriosa actitud de Rachel y corrí hacia el lugar donde la había visto entrar, aunque mi camino fue cortado por un par de elfos que ahora me apuntaban a mí con sus flechas -Necesito ir con el anciano, puede estar en peligro- Dije alarmado a los elfos que se miraron uno al otro mientras yo ignoraba que me hubieran entendido realmente, hasta que otro que sí parecía haber comprendido mis palabras se acercó en tono más intimidante -Solo quieres el libro, lo sabemos, pero no lo tendrás, ese libro no debe salir de acá- Retrocedí mientras me apuntaban cada vez más elfos y levanté las manos en señal de paz, era un momento tenso y Arygos podría estar en peligro, aún me quedaba un truco bajo la manga sin embargo esperaría convencerlos antes de atacarlos con mi último recurso.
El vampiro que había generado un escudo de sombras sucumbió ante la lluvia que dejó caer Arygos antes de partir en busca de Rachel y el lastimado vampiro acabó retorciéndose en el piso convirtiéndose al final en una víctima inmóvil para la lluvia de flechas que le decoraron todo el cuerpo en segundos; no importaba los hábiles o poderosos que fueran, al final quedaban cada vez menos y la superioridad de los elfos era considerablemente intimidante -¡Retirada!- Gritó furioso uno de ellos justo antes de ser alcanzado por una flecha que aunque no brillaba, impregno su piel con un líquido verdoso, veneno tal vez; el vampiro arrancó la flecha sin muestras de dolor, aunque evidentemente el daño estaba hecho -No podrán con nosotros, somos superiores- Dijo mientras una nueva sucesión de flechas le llenaban el pecho; arrancó con furia 4 flechas de su pecho, siendo la quinta la que dejó salir una fuerte hemorragia; era su fin, sin embargo parecía estar sonriendo ¿Por qué? Otras flechas acudieron a su encuentro siendo la última por fin una de las flechas brillantes -Ellos saben que está aquí- Dijo finalmente antes que la flecha brillante le explotara en el pecho abriéndolo en dos.
Mientras un par de vampiros intentaban huir... Sin éxito, me pareció ver entre las ramas de un árbol a uno más que no había participado en el combate y que se veía muy diferente a los que habían atacado la aldea de los elfos -¿Quién eres?- Susurré para mí mismo, mas al intentar correr hacia él, se ocultó tras el árbol desapareciendo completamente para el momento en que llegué, no tenía idea de a dónde había ido pero me daba muy mala espina, entre eso y la última frase del vampiro anterior -¿Ellos quienes? ¿De quién hablaba?- Pensé mientras regresaba al lugar donde los elfos victoriosos celebraban el logro de esta noche; fue entonces cuando recordé la misteriosa actitud de Rachel y corrí hacia el lugar donde la había visto entrar, aunque mi camino fue cortado por un par de elfos que ahora me apuntaban a mí con sus flechas -Necesito ir con el anciano, puede estar en peligro- Dije alarmado a los elfos que se miraron uno al otro mientras yo ignoraba que me hubieran entendido realmente, hasta que otro que sí parecía haber comprendido mis palabras se acercó en tono más intimidante -Solo quieres el libro, lo sabemos, pero no lo tendrás, ese libro no debe salir de acá- Retrocedí mientras me apuntaban cada vez más elfos y levanté las manos en señal de paz, era un momento tenso y Arygos podría estar en peligro, aún me quedaba un truco bajo la manga sin embargo esperaría convencerlos antes de atacarlos con mi último recurso.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
Cantidad de envíos : : 2016
Nivel de PJ : : 10
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Primera captura: Antiguo libro [Libre 3/3] [Cerrado]
» Primera parte Xcii [Libre] [2/3]
» Primera Parada: Ulmer [Libre][3/3][Cerrado]
» El Reino del Terror - Parte 1 [Libre] [3/4] [+18] [Cerrado]
» [Trama Sandorái] [Parte C-2] El libro negro
» Primera parte Xcii [Libre] [2/3]
» Primera Parada: Ulmer [Libre][3/3][Cerrado]
» El Reino del Terror - Parte 1 [Libre] [3/4] [+18] [Cerrado]
» [Trama Sandorái] [Parte C-2] El libro negro
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 19:18 por Raven
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Hoy a las 16:30 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr