[Cerrado] Como pez en el agua [Aliena][Interpretativo][Libre][Día]

**Magazubi** Jue 9 Jul - 21:20

Venía de los reinos del norte, de haber conseguido un tierno acompañante. El viaje en dragón no había sido fácil para nosotros, pero juntos todo era mejor. Hicimos una pequeña parada en los reinos del este, cerca del río que si mal no recuerdo Zach me había comentado que se llamaba Río Tymer.

Los tonos anaranjados del cielo se mostraron como una enorme cortina y las nubes claras le daban un aspecto esponjoso a nuestro escenario. El sol estaba saliendo reflejando claridad, lo que hacía que los detalles de cada cosita a nuestro alrededor se apreciaran más.

Zach y el dragón que nos transportaba de vuelta a Beltrexus se instalaron en una cueva, dejaron nuestras cosas y ellos se fueron a planificar nuevos viajes de negocios. Como era de esperarse el alcohólico de Zach me había comentado cosas feas con respecto a los lobos para que tuviese miedo y no me alejara mucho por ahí sola, pero no le hice caso, necesitaba explorar la zona con Pelusa.

Cargué a mi aionsito y lo mecí en mis brazos, quería que se sintiera cómodo y mimado, al fin y al cabo es mi bebé. Estuve caminando con él un largo tiempo, el suficiente como para alejarme baste de la cueva. El bosque era muy diverso, plantas de colores muy vivos y unas estructuras impresionantes -Uff, ya entiendo porque aquí viven hombres lobos, esto debe ser un santuario para ellos-

A medida que iba caminando la brisa era más fuerte y fresca -Pelusita, vamos a bañarnos- le comenté a mi acompañante mientras relacionaba el viento con la cercanía del agua.

Unos minutos después habíamos llegado al Río Tymer, estaba muy cansada, habíamos caminado bastante y echarse un chapuzón ahí se asemejaba con la gloria en su estado más puro. Imaginarme el agua correr por mi cuerpo y la frescura de esa sensación tan fría me emocionó.

-Vamos Pelusa- dije mientras corría hacía el río a lanzarme así sin más.

Al entrar en contacto con el agua sentí un alivio inmenso, pero desapareció unos instantes después al darme cuenta de que mis pies no tocaban el suelo y de que se me hacía súper difícil “mi nado” al cargar a Pelusa en los brazos. Cabe destacar que “mi nado” era muy particular, ya que consistía en moverse como loca para no ahogarse y tratar de que con el impulso de los pies pudiese desplazarme hacia algún destino.

Metí la cabeza unos segundos para refrescarme y empezar a idear un plan de escape, respiré profundo y … nada. No se me ocurría nada, pero al menos no me encontraba desesperada.

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Ni Zach ni el dragón nos van a interrumpir así que no hace falta mucha explicación

Aliena Vie 10 Jul - 8:41

La había asaltado desde aproximadamente 2 horas antes de que el sol apareciera en el horizonte. No pudo controlarla. Sabía perfectamente cómo llenar su existencia de incomodidad, de desespero, de descontento con ella misma. Disimulada, descarada, tediosa e insoportable era La Ansiedad. Desgraciada. Toda una desgracia adquirida al tiempo de todos los demás infortunios que habían aparecido en su vida durante el último año según el calendario marino empleado por sirenas y tritones.
Nadó sin tregua, sin importar cuanto cansancio físico sintiera en su cuerpo. Esa era la única forma de huir de su archinémesis. Lo hacía porque La Ansiedad cubría toda su piel, como si fuera una pupa alrededor de una oruga, con la única diferencia de que la cobertura de ansiedad era nociva. Quizá cuando pasaban sus ataques, podría ser una mejor sirena, alguna cara positiva debía hallarle.

Llevaba así un buen rato hasta que comprobó su no-presencia bajo aguas salinas. Lo sabía porque sus branquias podían respirar con mayor libertad. Era extraño. Jamás había navegado en tal lugar. Bueno… Ahora que recuerdo, sí, Aliena estuvo cerca de la desembocadura del río Tymer. En aquel tiempo tendría unos 11 años, se percibía aún muy pequeña a sí misma como para aventurarse allí, eran aguas muy turbulentas para su pre púber cuerpo. Esta era la oportunidad, tenía 15, casi 16, podría hacerlo. ¿Qué tan malo podría ser? Además, estaba ya rozando el punto del agotamiento físico máximo. Debía descansar.

El ambiente parecía muy propicio, aguas cristalinas y dulces por debajo. Encima, oxígeno abundante para lograr su respiración pulmonar a cabalidad. El tufo del lugar era diferente, completamente diferente al que podría encontrarse en la playa. Era un lugar increíble. Le agradaba la cálida humedad que podía percibir en el ecosistema boscoso. Aliena no tenía idea donde estaba, pero muy poca importancia tenía eso. Si no molestaba a nadie, ella no molestaría tampoco. Solo necesitaba un reposo, completaba 3 horas de nado sin tregua sin alimento en la panza.
Se decidió finalmente por reposar en una de las grandes rocas que yacían alrededor del río. Contaba cada exhalación e inhalación para darle sosiego a su circulación. Su estómago tronaba de hambre, estaba haciéndose notar. Esperaba encontrar pronto algo de alimento, cualquier cosa; después de todo, era omnívora. Lo único que no se atravería a probar sería a otro ser vivo que pudiese moverse por si mismo, sentir dolor. No, eso no. Levantó un poco la cabeza y miró de derecha a izquierda, buscando una posible presa vegetal o algosa.
De repente, escuchó algo o alguien chapotear en el agua. Parecía ser que había caído, algo se movía sobre ésta haciendo bastante ruido. Pudo haber ido a buscar inmediatamente pero consideró mucho más prudente esperar a que los sonidos continuaran. Sus orejas escamosas se pusieron en alerta. El sonido provenía de atrás.
¿Qué podrá ser?...

OFF: Lamento la falta de inspiración xD Te prometo que en el resto de rol tendré mucha más creatividad

**Magazubi** Sáb 11 Jul - 0:29

Era inevitable que el agua me cubriera completa de vez en cuando, mi cuerpo no flotaba por sí sólo y esto hacía más probable el hecho de hundirme con todo y Pelusa encima. No podía nadar con él, era una misión imposible así que tenía que deshacerme rápido de ese pesito tan lindo para luego intentar salir. -¡Ya sé!- pensé.

Con todo el dolor de mi alma sabía que ambos no podríamos sobrevivir en el agua así, entonces lo lancé. Sí, Pelusa salió volando por los aires y no precisamente como un bonito pájaro, incluso hacía piruetas involuntarias para después caer -Me matará por esto, si es que yo no lo mato primero-.

Cerré mis ojos y los apreté, tenía mucho miedo de que mi amiguito se lastimara. Por suerte sonó un “k-push” que me confirmó que todo estaba bien y me dejó una tranquilidad en toda la piel. Después “nadé” a todo dar hasta donde se encontraba Pelusa, mi aionsito volador, al que lancé al agua cerca de la orilla para poder yo movilizarme y salir bien de esa situación.

Lo empujé por la colita hasta que salió del agua y luego me ayudé con la orilla para yo terminar de salir. Lo bueno es que no había mucha corriente que impidiera mis movimientos, lo malo es que aquel chapuzón me había dejado cansada, incluso más que la caminata así que al salir lo primero que hice fue exhalar de alivio y acostarme sobre mi pequeño para descansar. El pobre no pudo evitar mi invasión de espacio, lo abracé con fuerza y lo único que hizo fue hacerme un sonido de queja con la boca que no pude dejar pasar por alto.

- Si te sigues quejando te vuelvo a lanzar- le dije sin poder parar mi risa de lo gracioso que había sido aquel sonido – Pareces un burrito- le comentaba mientras le hacía cosquillitas a mi cosito en la barriga. -Te comeré, ¿lo sabes verdad?-

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Jaja tranquila no te preocupes, lo que es igual no es trampa xD (mi post está cortico)

Aliena Sáb 11 Jul - 8:36

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Aguardó unos segundos más, quieta como si fuera una parte más de la gigante roca sobre la cual se encontraba recostada boca abajo… Otra vez. Algo chapoteaba en el agua. Ese sonido se le hacía muy conocido a la sirena… ¡Por los mares! ¡Parece un ahogado! Con aquel pensamiento como impulso, se arrojó al agua. Se acercó lo suficiente a otra piedra, estratégicamente ubicada en la mitad del río. Allí llegó, agarrándose un poco de donde pudo, asomando solamente la frente, parte de los ojos y sus singulares orejas para poder tener un buen panorama de la situación.

Resulta que era una pequeña humana, a ojo superficial. Con una criatura rarísima. Por su pelaje Aliena sabía que era un mamífero, pero por los demás rasgos, no podía reconocer qué sería aquel ser. Justo cuando pudo acomodarse, el raro ser fue lanzado al agua ¡¿Qué está haciendo?! Como consecuencia, varias gotas de agua le cayeron sobre el rostro. Gruñó un poco aunque sin rabia. Nada de qué preocuparse, agua más, agua menos. Ni que fuera un ser terrestre quien despreciara los líquidos. Meneó las ñatas y los párpados con velocidad para secarlos, así no se perdía un segundo más. Los movimientos de la mini humana lucían realmente curiosos. Parecían de alguien confundido, o tal vez, solo jugaba con la criatura. Puede ser cualquier ser vivo de estatura pequeña. ¿Qué creer? No conozco mucho este mundo… No me sorprendería que no fuera humana porque… Los humanos y humanas no lucen así. No los que yo conocí… Quizá sea una cría, por eso su tamaño. Empero, ¿En qué especie evolucionada no habría un mayor cerca?

Hubo un sospechoso sonido proveniente del igualmente sospechoso organismo. Al parecer le causaba molestia el hecho de que la chiquilla estuviera sobre él. Aliena río por lo bajo. Sin embargo, esta risa no le duraría mucho en cuanto comprendió las palabras de la niña.
- Si te sigues quejando te vuelvo a lanzar-

No importa. Todo bien. Acá estoy yo para salvarlo por si ella piensa ahogarlo

– Pareces un burrito-

¿Qué sequías significará ‘parecer un burro’

-Te comeré, ¿lo sabes verdad?-

La acuática entró en pánico. No iba a presenciar por nada del mundo una cacería ni la deglución de un ser vivo. No de nuevo. Ya había ocurrido el accidente de Sarez la segunda vez que decidió volver a tierra. No si podía evitarlo. El hambre se le olvidó por completo.

—¡NOOOOOOOO! ¡AGUARDAD! ¡NO OS LO COMAÍS! ¡YO TAMBIÉN MUERO DE HAMBRE! ¡PODREMOS BUSCAR ALGO QUE NO SE MUEVA PARA COMER! — Gritó desesperada, subiendo en la roca torpemente pues cayó al agua. Ahí se dio cuenta de su error.
Oh, no… ¿Y si es algún ser diabólico con poderes mágicos? ¿Qué tal si me asesina por quitarle su desayuno? No, no, qué hice… Volvió a sacar parte de la cabeza, solo para confirmar sus sospechas.

**Magazubi** Dom 12 Jul - 20:36

Mientras estaba sobre mi pequeño amiguito y amenazándolo con ternura una voz con algo de exaltación me desconcentró.

—¡NOOOOOOOO! ¡AGUARDAD! ¡NO OS LO COMAÍS! ¡YO TAMBIÉN MUERO DE HAMBRE! ¡PODREMOS BUSCAR ALGO QUE NO SE MUEVA PARA COMER! — dijo aquel ser.

Agarré a Pelusa por las paticas, lo apegué a mi pecho y volteé rápido para observar quién había dicho eso.

No pude ver nada en el momento pero si había escuchado un chapuzón en el agua, eso significaba que si había algo o alguien que podía hablar. Me acerqué a la orilla y me senté en el borde.

-No me lo comeré de verdad, es una forma de...- me quedé pensando por unos instantes cómo explicarle a la “cosa viviente” aquella expresión -Significa que lo llenaré de besitos y mordisquitos suaves y empalagosos- dije finalmente.

Apretaba mucho a Pelusa y este se volvió a quejar, no le di mucha importancia y asomé un poco más mi rostro para tratar de observar lo que había bajo el agua, parecía una especie de pez largo porque logré ver su cola. -¡Uyy que interesante, un pez que habla! ¿Será gordo? No, lo dudo. Tiene la voz muy finita como para ser un pez gordo, a menos que sea un pez gordo con voz de niña- me dediqué al dialogo interno – y si es una sirena ¿las sirenas existen?, ¿sabrá cantar? ¿si canta me moriré? ¿existen sirenos?- pensé -¡Seguramente es un pecesote largo con una bocota!-.

Mi imaginación y pensamientos se vieron interrumpidos por un sonido del bosque pero no muy alejado de nosotros. -¡¡Uy!! ¿qué fue eso?- me exalté.

El sonido se repitió y pude distinguir que era como un llamado -¿acuático tal vez?-, así que me paré de la orilla y volteé a ver de que se trataba.

Era como un monstruo oscuro con bronquios que se paraba en dos patas, sus ojos eran de un amarillo opaco y su dientes bastante filosos. Quedé petrificada ante aquella abominación y abracé más a mi pequeño.

Mounstro:

Aliena Lun 13 Jul - 8:46

La pobre criaturita continuaba siendo apachurrada por su dueña y eso no parecía ser mucho de su agrado. Aliena podía sentir cómo la piel se erizaba bajo el agua ante los chillidos.
Al margen de haber prestado oídos atentos a la explicación de la pequeña humana, no encontraba coherencia entre la expresión 'comer' con dar muestras de afecto desmesurado. Asimismo, no captaba muy bien ese frecuente uso de diminutivos. Le debía el conocimiento del lenguaje de tierra firme a su antiguo amor. Tenía una razón menos para no odiarlo. Mas, se demoraba quitándole la terminación a cada palabra para poder asimilarla. En un segundo, como el impacto de un rayo sobre la tierra, su mente se desempolvó y trajo consigo aquellas ocasiones en que su antiguo amado le decía que se la comería a besos y mordiscos. Justo como la chica le decía a su mascota. Al principio sintió mucho miedo ante la curiosa declaración. Pero pronto, pudo experimentar de nuevo la sensación que hacía a toda su sangre volverse espuma. Se sonrojó hasta la punta de las aletas. Debió menear la cabeza para volver a concentrarse.

Besitos… En este contexto suena muy similar a… Besi… no, eso no es nada que yo sepa. Bes… ¡BESO! Vale. ¿Cuál es la otra palabra? ¡Vanimere, es más larga…! Mordis… Uh, ¡Mordiscos! Suena similar a esa palabra. Seguro sí es. Prosiguió en su traducción hasta que advirtió un movimiento inusual en el bosque confirmado por el gritico de la pequeña. Algo retumbó por el lugar ¡Maldiciones secas! ¡Conozco ese alarido! La sirena comprobó sus suposiciones hasta que el monstruo se materializó. ¿Cómo fue que me dijo mi madre que se llamaba? ¡Ella me advirtió que salían cerca a los puntos donde el agua de mar se mezcla con la dulce... Aunque a veces gustan de viajar más lejos cuando están muy hambrientos. Ya... ¡Es un asqueroso Dro! Se quedó atenta a sus movimientos. Si se acerca a la niña, no la soltará hasta hacerla desmayar con su aliento a la carne en putrefacción de sus víctimas miles. Como picada por un enorme impulso incontrolable, nadó hasta la niña, tomándola por los pies y susurrándole al oído .

—Espero que vos y vuestro amigo sepan nadar. O al menos, contener la respiración…Esa criatura es horrible pero tengo un plan ¿Me seguís? — propuso, deseando una pronta respuesta. Lo siguiente que haría si la chica se lo permitía, sería llevarla hasta un lugar seguro, como un árbol o algún arbusto donde pudiesen esconderse. Ella se encargaría de esa cosa
¿¡Por qué no traje mi tetra diente conmigo?! Se quejó de su naturaleza pacífica como para cargar con
armas.

OFF: Habilidad pasiva subrayada.
En los próximos posts explayaré el uso de la misma.

**Magazubi** Mar 14 Jul - 2:22

Estaba petrificada, aquella bestia se acercaba a nosotros con un gran escándalo, jamás había visto a un ser como ese, ni siquiera en los feos dibujos de mi papi. Me quedé encerrada en mi propia garganta, el miedo no me permitía reaccionar y mis ojos lo único que hacían era parpadear.

De pronto sentí como me agarraban los tobillos y me exalté, era la criatura que había escuchado con anterioridad. Volteé a verla y era una sirena, tenía un cabello rubio y no pude concentrarme como para ver algo más ya que el monstruo hacía sonar varias ramas que anunciaban su proximidad, así que devolví la mirada a la abominación y escuché atenta la propuesta de la rubia.

Sin darle respuesta verbal alguna me lancé al agua con mi Pelusa entre las manos. Luego de mi caída al agua me puse a pensar si realmente era buena idea confiar en la sirena, o si realmente aquella sirena era real o sólo ilusión del monstruo, también podría ser viceversa, que la joven me hizo alucinar para atraparme con sus manos y comerme viva -Lo pensé tarde- me dije a mí misma rogando a las fuerzas superiores que me protegieran.

-¿Cuál es el plan?- le pregunté ya resignada por mi decisión -Que sea lo que el destino quiera...-

El monstruo caminaba bastante lento en tierra, pero eso ya no importaba mucho ya que se encontraba próximo a la orilla. Aquella cosa se metió al agua.

Aliena Miér 15 Jul - 8:07

El hecho de la que la nena saltara al agua le pareció una afirmación suficientemente convincente confirmada por la pregunta de ésta -¿Cuál es el plan?-. No le importó mucho invadir el espacio de la chica acercándose a ella y abrazándola para cargarla. Esto facilitaría mucho su transporte bajo el agua hasta la copa de un árbol que Aliena visualizó a lo lejos lo suficientemente alto para que la niña pudiese escalar con rapidez y ponerse a salvo.

—Os llevaré hasta cierto árbol que ya reconoceréis. Ahí te quedarás hasta que os dé la señal… Ahí os encargarás de rematar lo que yo pueda hacer… Explicaba al tiempo que iba moviéndose en el agua, solo con las cabezas de los 3 seres por fuera. De improviso, un chapuzón resonó detrás de la sirena. Era momento de darse prisa. —Respirad profundo, a la 1, a las 2, a las 3…—Concluyó para hundirse con la chica y su mascota en brazos.
No tenía muy claro las fortalezas y debilidades del monstruo en el agua así que coordinó ambas aletas y bajó hasta una profundidad considerable para poder aprovechar mucho mejor el impulso de sus aletas. Calculó que alrededor de unos 10 minutos llegarían a su destino. No obstante, debía tener muy presente que la aparente humana no resistiría mucho bajo el agua. Por tanto, luego de unos 20 segundos, salió para permitirles respirar. El nado no se detenía, sin embargo. Pudo aprovechar este momento para vigilar dónde iba el Dror: parecía no tener muy buena percepción visual por lo que miraba de aquí y allá para encontrar sus posibles presas. Si su vista no era muy buena, tendría su olfato; en este caso, sería mucho mejor seguir bajo profundidades. También estaba la opción de que la bestia tuviera buen oído, si esta fuese la situación, seguir trasladándose sobre la superficie era una pésima idea.

—De nuevo, respirad y aguantad— Advirtió para continuar. Apretaba a la niña en sus brazos sin quererlo solo por simple impulso del miedo. No podría dejarse de dominar de él pero tenía claro que podría canalizarlo para que sus instintos le hicieran acrecentar la velocidad exponencialmente. Y eso fue lo que sucedió. Salía de a segundos para que sus acompañantes pudiesen tomar el oxígeno de la superficie, completamente quieta por si el Dror le escuchaba. Comprobó que el susodicho tenía el sentido de la vista desarrollado pues en un momento les mostró su horrenda cara sin orificios nasales y unos ojos muy grandes.
—Vamos, chica. Nos verá— Afanó hasta volver al camino. Por desgracia, en esos pocos segundos afuera permitieron al ser oloroso detectar dónde estaban. Se hundió también y las persiguió. Aliena sintió un punzón en la barriga debido a los nervios.

MUÉVETE, MUJER PEZ. ¡ERES UN PEZ! ¡RÁPIDO! NO TIENES ESE APELLIDO POR NADAAAA Se auto reprendía para motivarse. ¡Ya! ¡Llegaste! Agarró impulso de su cola y llegó a la orilla donde a unos pocos centímetros el árbol yacía. Sacó a la niña con prontitud, sentándola en la orilla.

Le quitó los cabellos del rostro y le recordó —Corred hasta esa planta y subid— Señaló el vegetal predilecto ¿Y la niña si sabe escalar? ¡Maldición! No conté con eso Hubiese visto la escena de no ser porque sintió un mordisco en su pantorrilla. De inmediato gritó.

—¡AHHHHH! ¡QUE NO SOY COMIDA! — Movió toda su pierna para zafarla. Posteriormente, se perdió en el agua para defenderse del monstruo. Le propinó un fuerte cabezazo el cual dejó aturdidos a ambos pero que también brindó a Aliena tiempo para alejarse y buscar algún arma. Una rama oportunamente en la orilla llamó su atención.

OFF:

OFF 2: El uso del personaje de Magazubi fue previamente acordado con su user.

**Magazubi** Vie 17 Jul - 1:06

No me quedaba más remedio que confiar en aquel ser acuático, aquella sirena quién parecía realmente querer ayudar así que me dejé llevar por mis impulsos y seguirle la corriente a la joven. Abracé con fuerza a Pelusa y escuché atenta las instrucciones de la chica. Nos había dicho que se iba a sumergir y que nos trasladaría a un árbol en donde estaríamos a salvo; aquel plan sonaba excelente y dejé que hiciera la cuenta regresiva para trancar la respiración y poner mi manito en el hocico de mi aion para que no tragara agua.

El monstruo acuático había entrado en el agua, ya estábamos en su juego y lo malo era que no era buena en ese campo de batalla.

La sirena parecía tener una idea de lo que podía ser aquella cosa y pasó a sumergirnos en el agua para nadar con más facilidad, cada cierto tiempo la golpeaba un poco para que se acordara que ni mi bebé ni yo respiramos bajo el agua y ella muy amablemente nos daba tiempo de respirar. La chica era verdaderamente rápida en las profundidades y me alegraba que conociese la zona. Me preocupaba era mi peludo, si yo no estaba acostumbrada a nadar, él menos pero teníamos que aguantar, lo necesitábamos o seriamos el almuerzo de aquella cosa.

El peligro nos acechaba, estaba muy cerca de nosotros, la criatura extraña se movía relativamente rápido en el agua y aquello no me tranquilizaba, por el contrario me desconcentraba y me hacía tragar agua de vez en cuando, lo bueno es que no habíamos escogido a un mal aliado, la sirena tenía el cuerpo acelerado, eso denotaba un miedo incesante que significaba que aquello de verdad estaba sucediendo, realmente estábamos siendo la presa de esa extraña criatura -Ella también está en peligro, por ende sí tiene la necesidad de ayudarnos-.

Se acercaba muy rápido a nosotros, lo teníamos casi en la espalda y por suerte para nosotros habíamos llegado a la orilla a la que se refería la sirena. Dejé a Pelusa fuera de peligro bajo un árbol para que se sentara a respirar y yo me acerqué de nuevo a la orilla para ayudar a la sirena que se encontraba claramente en peligro y en cierta desventaja.

Me asusté un poco por el grito que había hecho la sirena y corrí a escalar rápidamente la rama cercana al agua. Me acordé que tenía un cuchillo en mi bota y no dude en lanzarlo al agua para que la joven lo agarrara y pudiese defender con facilidad, mientras yo aproveche de acomodarme sobre la rama, sentarme cómoda y como ya me sentía más segura me preparé para atacar. Saqué mi arco y le preparé una flecha lista para ser lanzada, sin embargo quería salir rápido de aquella amenaza y no lanzar flechas para perder.

-¿Le conoces un punto débil?- grité para que la joven se sintiera apoyada.

Aliena Lun 20 Jul - 6:44

Debía ver si su plan estaba funcionando; al menos la parte que respectaba a la pequeña. Por lo tanto, y a pesar del pequeño dolorcito de cabeza que empezó a molestarle, salió a superficie para comprobar que la chica había escalado ¡Síiiii! Qué suerte, mi intuición no estuvo nada mal. Si es una cría de humana abandonada seguramente sabe cómo sobrevivir sola… Concluyó con una descarga de esperanza ante la visión.

Seguidamente, le siguió el trayecto a algo que la niña lanzó. Parecía ser un objeto filoso, lo suficientemente bien elaborado para que no dañara las manos de quien lo empuñara Sé que en algún otro momento lo vi… Cómo se llama, cómo se llama… Los marinos llevan muy parecidos todo el tiempo…No hay tiempo para eso… Ya se está recuperando la bestia esta… Se apuró bajo el agua para moverse y tomar lo que podría servirle como arma. El bicho había reaccionado y se acercó para tomar esta también. Aliena se aproximó a él, haciéndolo a un lado con un codazo. No obstante, la bestia aprovechó para halarla de una muñeca y acercarla; abrió el hocico como intentando usar su aliento para hacerle desmayar. Vaya, no es una criatura muy inteligente. En el agua no se dispersa su mal aliento… Aprovechó para chuzarle los ojos con cierto triunfo que hubiese podido ser más grande sino fuera porque olvidó que llevaba sus guantes puestos. Por eso, apropiándose del cuchillo volvió a salir y arrojó los guantes cerca a la niña.

—¡Cuidado ahí! — Advirtió luego de haber escuchado a la chica decir -¿Le conoces un punto débil?-
—¡Aún no! ¡Pero os aseguro que estoy muy cerca! ¡Aguardad! Evitaré que se mueva para que tú puedas usar tu… — Evocó la palabra que Sarez le había enseñado pues el arma de ella lucía muy similar. Si estaba errada, seguro sería corregida — ¡Tu arco! —

El monstruo aprovechó la distracción de Aliena para tomarla de las piernas y halarla, sin ni siquiera permitirle gritar. Forcejearon unos minutos bajo el agua, él intentando quitarle el cuchillo, ella evitando su cometido. El Dror aprovechó para darle un mordisco en el hombro y como si quisiera comérsela viva, enterraba sus colmillos para desgarrarle la piel. La sirena entendió que no debía hacer más combate cuerpo a cuerpo pues Gusta de la carne cruda... Por eso me muerde sin importarle más. El combate cuerpo a cuerpo no es una buena idea. Soportó el dolor del mordisco para claverle el cuchillo en un ojo. Después, lo sacó con algo de dificultad. Su hombro fue libre aunque estaba sangrando. Saltó encima de la cabeza de su victimario por fuera del agua.

— ¡ES AHORA! — Bramó como señal. El engendro soltó un horrible chillido de dolor, sacando su cabeza fuera del agua, buscando su presa

**Magazubi** Mar 21 Jul - 22:54

El arma que le había facilitado a la sirena calló al agua y tanto la chica como el monstruo querían apropiarse de ella; me ponía un tanto nerviosa que no hubiese tomado la decisión correcta al dejar un arma así en el campo de batalla, pero por la velocidad de la joven aquella duda se me dispersó; confiaba en que ella podría defenderse mejor con algo filoso que la ayudara un poco.

Yo por mi parte estaba preparada y armada esperando la señal de aquella joven. -¿Sabría ella como deshacernos de la amenaza?-. Realmente no lo sabía, pero no quería desperdiciar mis tiros en algo que no funcione. Sostuve los guantes que la joven me había pasado y no estaba segura si lanzar la flecha o no.

No me molestaba para nada que el monstruo se moviera, igual le impactaría, sin embargo no sabía a donde apuntar. Estiré la cuerda de mi arco pero en ese instante el monstruo sumergió a la joven y se la llevó al fondo para -¿Bailar bajo el agua? Lo dudo-. Aquello parecía una pelea ruda dentro del agua y por más que quisiese no veía absolutamente nada.

-Si tiro puedo darle a la sirena- pensé preocupada, me frustraba no poder hacer nada para ayudar a alguien que me había ayudado con anterioridad.

Entre cerré los ojos para tratar de ver mejor, pero aquella tarea se me hacía muy difícil sólo veía agua moviéndose por todos lados. Después de un rato pude precisar que la chica me hizo la famosa "señal" para disparar -¿A donde lanzo?- pensé entrando en crisis mental. Solté la cuerda y luego cerré los ojos para no ver el resultado de aquel disparo, no estaba segura si funcionaria clavarle una flecha en el cuello a aquel ser tan feo.

La flecha atravesó su cuello, ¿pero podría detener al monstruo?. No estaba muy segura pero mi argumento era que la mayoría de las especies que había conocido y tenido la oportunidad de tratar tenían un cuello con la tarea de ser una transición del cráneo al resto del cuerpo y que esta parte contenía una estructura importantísima para los procesos biológicos de las especies. ¿Sería letal para este monstruo una puntada en el cuello? Necesitaba esperar unos segundos para averiguarlo, pero esperaba que lo fuera, no quería que la sirena tuviese más problemas, incluso parecía amable y agradable, pero en todo este tiempo no había tenido tiempo de conocerla.

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Pd: Aliena, no tiene porque funcionar lo del golpe en el cuello, igual Maguita aprenderá de anatomía cualquiera que fuese el resultado... Guía a tu criatura como desees *insertar sonrisita*

Aliena Dom 26 Jul - 21:51

La sangre de la herida se esparcía por el agua. No obstante, Aliena poco se inmutó de esto. Debía deshacerse del monstruo y punto. Al principio intentó inmovilizarlo por detrás. Sin embargo, esto resultó infructífero puesto que el Dror tenía espinas dorsales. ¡Vaya dolor que se llevó al punzarse con estas! Qué bien que no hizo tanta fuerza o hubiese terminado clavadas en su dorso. El corsé ayudó a evitar cortadas. Cosa que no ocurrió sobre su rostro. Salió a superficie.

Aprovechó que el monstruo arrancaba el cuchillo de su ojo y una flecha que la niña lanzó al cuello. Esto no lo mató inmediatamente, mas, ella sabía que tarde o temprano debía vaciar su cuerpo de aquella viscosa sangre verde. El desgraciado solo utiliza la fuerza bruta. Ahí debe estar su debilidad, debo utilizar aquello que nos diferencia: la inteligencia Por eso, tuvo la idea de que seguir agotándolo más mientras buscaba algas para atarle las garras. Podría funcionar

Fue entonces cuando nadó delante de él, llamándolo. Este inmediatamente sumergió su desangrado cuerpo para ir tras ella. Su pulso estaba al mil, tanto que seguía sin notar la sangre que brotaba por la herida en su hombro. El Dror a veces estiraba su garra para rasguñar sus piernas escamosas. Qué suerte que estaban cubiertas de estas estructuras que terminaron por clavársele y hacerlo sangrar. La sirena mientras tanto buscaba algas resistentes y largas en el río. No estaba su territorio por lo que no estaba muy segura de que estuviera agarrando las acertadas. Debía arriesgarse. La bestia estaba cada vez más lenta y sus reflejos habían disminuido considerablemente. ¡Sí! ¡Sí! ¡Ya casi![i] Desgraciadamente, ella comenzaba a sentir mareo también. Debía concluir de una vez por todas.

Lo llevó a una zona rocosa, donde las piedras formaban cuevas subacuáticas estrechas. Ventaja para el cuerpo menudo de la sirena puesto que cabía allí sin problema. Por su parte el Dror era mucho más robusto, viéndose obligado a encaramarse por los picos rocosos que alcanzaban a salir. Esto resultó ser una decisión equivocada para este último ya que [i]La falta de fluidos internos y el desgaste de otros, lo terminarán finalmente por disecar Pudo así abandonar la idea de amarrarlo.

La sirena se devolvió en un rápido movimiento hacia la pequeña humana. El monstruo tropezó intentado girar sobre su propio eje hasta caer sobre las rocas. Aún tenía algo de resistencia para volver a levantarse. Aliena ya estaba donde la niña.
—Vamos, pequeña. Es lo último que queda. Solo una flecha más a su pecho— Motivó muy agotada, con la respiración entre cortada a punto de desmayarse al observar la mordida en su hombro —Mil veces desgraciado— Susurró con rabia, apretándose la herida con la palma de su garra. De pronto los párpados se pusieron pesados, el mareo aumento junto con un molesto dolor de cabeza. El estómago le ardía pues los jugos gástricos desde hacía rato esperaban algo que digerir. Pasó su brazo por una rama cercana y se desmayó.

OFF: Lo ideal sería que mientras el Dror está sobre estas [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] tú vayas lanzándole flechas por la espalda y brazos sean fallidas o no. Cuando le aciertes al pecho morirá al fin.

**Magazubi** Miér 29 Jul - 0:45

Mi flecha no había causado el efecto que esperaba, el monstruo que nos acechaba aún seguía de pie, estaba sangrando pero seguía causando daños a la pobre sirena que no tenía más remedio que buscar solucionar lo de aquel pez gigante desde la arena de batalla. Por mi parte yo seguía guindada en la rama del árbol, sin saber como ayudar ya que no tenía idea del punto débil de aquella amenaza, y tampoco sabía nadar como para lanzarme a intentar ayudar a la joven desde un punto más “útil”, aunque eso claramente es relativo ya que si me lanzaba la sirena no sólo tenía que preocuparse de no morir sino que también tenía que preocuparse de que yo no me ahogara. Realmente preferí quedarme quietesita en un lugar en donde pudiese aportar de vez en cuando mi granito de arena pero sin entorpecer el proceso.

El monstruo se deshizo con gran facilidad de mi cuchillo y de mi flecha, los desenterró de su cuerpo como si fuese alejar con la mano a un mosquito fastidioso, los arrojó al agua y siguió con la meta de atrapar a la chica y lastimarla más. Al ver mis armas ser de poca ayuda las saqué del agua con telequinesis y las guarde para que no interrumpieran el paso, no quería ver como la sirena se podría lastimar sin querer con aquellas punzantes y arrojadizas herramientas.

Me quedé observando la escena y de vez en cuando volteaba para verificar que Pelusa se encontraba bien. Trataba de ser una ayuda pero no estaba funcionando. Tanto la sirena como el monstruo estaban perdiendo condiciones de lucha, aquello me alertó, podía significar una oportunidad para salir de ese inconveniente, pero también era un llamado de peligro para la chica acuática. Esta parecía tener un plan, pero no me comunicaba nada -Debe tenerlo todo controlado... espero...-. Se lo llevó a una área rocosa y estrecha en donde ella se podía mover claramente con más facilidad que la amenaza, lo cuál le dio cierta ventaja como para que se acercara a mi posición y me diera una instrucción.

La voz de la joven parecía decaer, pero tenían un aire de certeza así que sin más adornos que hacerle al monstruo decidí acabarlo de una vez por todas, sujeté mi cuchillo, llevé mi brazo hasta atrás y lancé el cuchillo con fuerza directo al pecho, no había formas de fallar, confiaba plenamente en mi puntería y si esta me llegaba a fallar tenía la telequinesis que no me iba a dejar que aquel ser siguiera haciendo daño; mis intenciones eran atravesarle el tronco completo, sin embargo se me hizo un poco difícil así que preferí no gastar energías en algo ya terminado.

No le presté más atención al monstruo después de eso, dediqué mi vista a la joven en el agua parecía estar desmayándose, corrí hasta la orilla y la vi desplomarse en el agua, me acerqué lo más rápido que pude y la agarré por un brazo para que no se -¿ahogara?-. La sujeté de la forma más incomoda conocida y sin conocer mientras pensaba en cómo despertarla.

-¡Ya lo tengo!- dije mientras me concentraba para ayudar a la joven.

Cerré mis ojos y respiré exclusivamente por la nariz, llenando mi barriguita y vaciándola para filtrar mis ideas; con telequinesis saqué de mi carcaj una flecha y una piedra que tenía en el bolsillo para empezar a tallarla con la punta, escribí el símbolo correspondiente al trueno y luego dejé caer la piedra al suelo liberando el efecto de aquel hechizo de contacto. Este consistía en emitir un sonido fuerte que a lo mejor podría levantar a la joven que se había preocupado por salvarme.

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OffRol

Subrayada Hab. Pasiva Arcanos (Runa sonora)

Símbolo usado:

Aliena Sáb 1 Ago - 8:04

El monstruo finalmente cayó sobre las rocas y allí quedó. En un par de horas seguramente el río se lo llevaría a cuestas hasta un destino final incierto. Lo único que podría ser asegurado es que él ahora sería alimento para otros seres invisibles, pero Aliena y la pequeña no. No obstante, la sirena ya yacía en un sueño de inconsciencia como para ver el fructífero ataque de la pequeña. Su mano lentamente se resbalaba de la rama. Todo estaba negro para ella hasta que de pronto, aún sin tener los ojos abiertos percibió un cambio en la luz exterior, un impacto fuerte fue percibo por sus oídos.

—¡AHHHHHHHHHH! ¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?— Gritó con muchas fuerzas debido al golpe que la dejó un momento en shock; a tal punto de propinar a la niña un abrazo rompe costillas —¿Qué pasó? ¿Otra criatura?—

Se percató de que todo estaba en calma. Por tanto, se dirigió a la orilla del río para reposar allí e inspeccionar las marcas de la batalla. —Un mordisco en el hombro— que ya comenzaba a arder debido a la disminución de la adrenalina —Me faltan algunas escamas… Pero bueno… No haber problema… Esas crecen pronto— Expresó tocando cada parte la cual iba inspeccionando.

Luego, acercó su rostro al agua, dándose cuenta de que tenía algunos rasguños.

—Auchhh, auchhhh ¡Maldito Dror! ¡Se metió con el rostro de una sirena!— Se quejó al tiempo que volteaba a ver a la niña con preocupación. Además, pudo ver su palidez casi acercándose a un tono amarillento enfermo.
—Antes de cualquier cosa… ¿Conocéis algo que pueda comer y que no se mueva? — Posicionó las garras sobre su abdomen —Moriré de hambre…— Su estómago tronó. Observó la sangre que brotaba del hombro por el brazo —Y creo que esto es más grave de lo que parece…—

Sintió tristeza por los dolores que aquejaban su cuerpo. Mas, recordó que le había salvado la vida a un posible cría de alguna especie similar a la humana. Esto le subió el ánimo.

OFF: El uso del personaje de Magazubi fue previamente acordado

**Magazubi** Mar 4 Ago - 19:39

La chica se despertó aturdida gracias a mi pequeña runa, realmente se había producido el efecto que estaba esperando. No pude evitar reírme un poco cuando la sirena no tenía ni idea de donde estaba ni qué era lo que estaba pasando, incluso recibí un fuerte abrazo que hizo que mis carcajadas terminaran de salir por completo -Que ternura de sirena- pensé muy alegre.

-Tranquila, no ha pasado nada malo, estamos a salvo- le dije para calmarla mientras yo trataba de disminuir mi risa.

Solté a la chica para que pudiese mover su cuerpo con libertad, se sujetó ella sola en la orilla y observaba preocupada las heridas que tenía. La sirenita estaba muy lastimada, pero la joven parecía tomarlas de la mejor forma, se quejaba con la debida intensidad, ni tan exagerada ni obviando el dolor que aquella batalla le pudo causar, aquel feo y malo -¿Dror?- ese era el nombre que le había puesto la sirena a aquella bestia. Jamás había escuchado acerca de ellos y sinceramente hubiese preferido solamente escuchar sobre ellos y no tener que luchar contra uno.

La sirena pasaba de mal en peor, no tenía buen aspecto, las heridas no eran tan superficiales como pensábamos y las condiciones previas de la muchacha tampoco apoyaban su estado. Tenía hambre y me pidió que le llevara algo de comer “que no se mueva”. Por más lastimada que pudiese encontrarse la chica mi humor no disminuía y le sonreí.

-Todo se mueve- le dije mientras hacía que unas mandarinas levitaran hacía nosotras y se posaran sobre mis manos. -Espera y aguanta- le dije a la chica mientras sacaba mi cuchillo para enjuagarlo en el agua y limpiarlo con mis ropas.

Había leído sobre runas que se hacían sobre armaduras, armas y ropas, -¿por qué no intentarlo sobre alimentos?- pensé de forma creativa -¡incluso podría hacer hechizos venenosos!-. Justo en ese momento no necesitaba un encantamiento malo sino más bien uno bueno, alguno que le de una especie de bonificación a alguien; así que preparé mi afilada cuchilla y tallé en la concha de la mandarina una triqueta. Cerré los ojos para intentar hacer que aquel símbolo funcionara como un regenerador de vida. El hechizo me descompensó bastante pero estaba claramente muchísimo mejor que la sirena así que le ofrecí aquella mandarina para que se alimentara y se sintiera un poco mejor.

-Me llamó Magazubi- le dije con amabilidad -Gracias por ayudarme-.

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OffRol

Primera vez que Maga usa las runas sobre alimentos y primera vez que hace hechizos bonificadores (estos salen en mi ficha de habilidades, la cuál esta parte de las hab.pasivas arcanas que fue previamente redactada por Wyn). Sin embargo para no abusar de mi habilidad prefiero usar la voluntad de los Dioses... (Sí sale muy mala suerte la runa me descompenzará mucho a mí y no le hará mucho efecto a la sirena, si me salé intermedio tendré una leve descompensación y la sirena se sentira mejor, si me salé excelente tendremos el mejor de los resultados: poca descompenzación y la sirena se sentirá mucho mejor).

**Tyr** Mar 4 Ago - 19:39

El miembro 'Magazubi' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses

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Aliena Lun 17 Ago - 3:46

Realmente entró en pánico cuando la pequeña niña afirmó que todo se movía. Aliena se desilusionó. ¿Tendré que replantear mi régimen alimenticio de nuevo? Hizo una mueca de preocupación mucho más marcada por el semblante hambriento que cargaba ya antes. Se pudo relajar un poco porque la chica recomendó espera Seguramente tiene un plan… Ojalá que sí… Ahí se quedó, mirándose en el río y tocándose suavemente las heridas que tenía en el rostro. Una que tenía en la frente dolía bastante. Deseaba que no fuera profunda y solo un pequeño raspón. Esto la haría sentirse y verse muy incómoda.

Un extraño movimiento que percibían sus ojos sin estar fijos en el origen, la hizo distraerse de su actividad. Al parecer las frutas podían moverse. Aliena abrió los ojos como platos.

—¿Estás segura de que no está viva?— Tomó el fruto naranja en su mano y lo observó con terror. Tenía demasiada hambre como para seguir aguantando. Por tanto, se consoló a sí
misma —Queridas Aguas, Mareas y Corrientes, esto lo hace una hija vuestra en situación de desespero. No se repetirá por un buen tiempo, y si me es posible, nunca. Perdonadme esta vez— Realizó una especie de rezo ante de introducir un gajo a la boca. La masticó con algo de inseguridad aunque interiormente complacida por la necesidad suplida.
Giró la cabeza para escuchar a la chica presentarse. Le correspondió con una sonrisa.

—Yo soy Aliena Kuehnemund. Y no hay por qué. Es mi misión en las aguas— Con disimulo puso otro gajo de mandarina en su boca. Su ánimo comenzaba a subir.

—¿Y qué hacéis por estos lugares?— Interrogó conteniéndose de también cuestionar sobre su especie.

**Magazubi** Dom 23 Ago - 4:16

La sirena no parecía muy contenta de mi oferta, realmente estaba muy dudosa de todo después de varias palabras mías, incluso podría afirmar que parecía como si la chica no entendiese su mundo. -¿Ella no sabe que existen los brujos? ¡Uy! seguramente no sabe nada acerca de lo que sucede afuera del mar- pensé un tanto impresionada por lo que muchas personas pueden desconocer.

Todo lo que estaba sucediendo la joven lo veía de forma extraña, era como si jamás hubiese salido a echar un respiro en la superficie. No pude evitar reírme al escuchar algunas preguntas retóricas que salían de la boca de la joven -¿Una fruta viva? Jajajaa-. Realmente la chica vivía en otro mundo.

Por suerte ya la mandarina estaba funcionando, poquito a poquito pero estaba ayudando a la joven sirena a recuperarse, por lo menos a aliviarle el dolor que sus múltiples heridas le causaban y la escuché atentamente, parecía estar loca, pero eso era bastante interesante, la chica era muy diferente a mí, de hecho, muy diferente a las personas de la superficie. La miré intrigada hasta que por fin le hablé un poco sobre mí.

- Me llamo Magazubi, y estoy aquí para descansar un rato, estoy acompañando a un amigo en sus negocios y luego nos vamos a casa- le comenté explicándole la situación.

No soportaba ver que alguien ignorara lo que yo podía ofrecerle, me parecía agradable que la sirena no viviese en un mundo donde podría desconocer su alrededor. Yo estaba consciente de que no poseía todos los conocimientos existentes, pero si podía ayudarla no veía el porque dejar que la sirena que me había ayudado estuviese ciega por el mundo.

-Así como vi que sabes sobre los monstruos acuáticos, es importante que sepas que hay varios tipos de “humanos”, hay algunos que son “SÓLO humanos”, que lo único que hacen es comer y dormir; están los “humanos súper poderosísimos”, que son brujos, aquellos que pueden mover cosas con la mente así como yo, incluso pueden hacer hechizos, y algunos tienen poderes que hacen kpush- hago una señal de ataque mágico con la mano mientras le explico lo de los poderes, para ser más gráfica -hay algunos humanos que tienen poderes y besan los arboles, pero ellos sólo curan y saben de plantas y cosas locas como esas... hay otros que se convierten en lobos y hacen “Auuuuuuu”- aullé para que se entienda la explicación – otros que se convierten en grandes dragones que escupen cosas por la boca, generalmente fuego; están también los humanos que tienen colmillos y no les gusta el sol, son silenciosos y se hacen los muy malotes, pero realmente tienen un corazón de oro, pero es porque chupan mucha sangre. Hay unos humanos que no son humanos... es algo difícil de explicar- pienso un poco para expresarlo con exactitud a la sirenita -¡Tú! Eso es...- se me ocurrió la forma perfecta de explicarlo -Tú eres una humana mitad pez, hay humanos que son mitad gato, mitad gusano, mitad pollo, mitad cerdo, mitad mariposa, mitad perros, mitad sapos, mitad lagartijas, mitad todo... Ahhh y están los mitad robots, que son los que tienen piezas metálicas por su cuerpo- me río un poco por el resumen explicativo que le di a la joven -Yo soy una brujita, puedo mover las cosas con mi mente y no puedo hacer el kpush que te dije al principio, pero sí puedo hechizar cosas- le sonreí esperando que entendiera.-El resumen rápido es: Están los "sólo humanos", "humanos poderosísimos", "humanos besa arboles", "humanos escupe cosas", "humanos que se transforman en lobos", "humanos que le temen al sol", "los humanos mitad algo" y los "humanos con metal".-

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OffRol

La mejor definición de las razas xD

Aliena Dom 13 Sep - 10:14

Escuchó el nombre de la niña atentamente mientras que con apetito voraz, casi que se atragantaba con el cítrico. Lentamente sentía que las fuerzas le regresaban al cuerpo. Vociferó en voz alta el nombre de su interlocutora para recordarlo.

— M-A-G-A-Z-U-B-I ¿Qué significa, por cierto? —

Tan pronto se percató de que en sus manos ya no tenía el fruto naranja, sintió algo de vergüenza de pedir más a la chica. Sin embargo, ella ya la había salvado antes, lo justo era que le fuera retribuido. Este último pensamiento le brindó la seguridad para decir —¿De casualidad no tenéis más de estas?... — en el tono más amable posible.

Luego, Magazubi comenzó con una muy curiosa explicación. Aliena sintió un gran interés por ella. No explicaba como hasta ahora estaba acostumbrada a recibir explicaciones. Las primeras, no muy directas, por parte de marineros a quienes espiaba en conversaciones. Las siguientes, de un marino muy culto, tal vez por eso, también resultó enamorada de este. Y finalmente, las de pocas personas… O más bien, la única que hasta el momento había conocido y revelado el significado de la palabra puta: Sarez. Todas muy sobrias, hasta academicistas. La rubia notó que la niña era tan inexperta como ella en la vida, pero que se valía de los recursos que tenía parar sobrevivir, para hacerse entender. Llevaba poco tiempo para atreverse a decir que hasta podrían ser buenas amigas.

Las expresiones de la bruja, como ella había dicho llamarse, eran cómicas y peculiares. No podía desconcentrarse de la explicación con una profesora poseedora de semejante carisma. Ese ‘’Auuu’’ le sonaba familiar. El corazón de la marina latió más rápido. Había conocido más del mundo terrestre de lo que ella había podido pensar hasta ahora. El único problema es que no sabía cómo describir lo conocido. La niña había denominado de alguna manera, los aspectos que la sirena había logrado ver sin observar.

Lanzó una carcajada cuando su interlocutora terminó. No obstante, tuvo miedo al saber que el mundo estaba lleno de humanos y que esos mismos humanos sobre superficie se habían hecho cargo de denominarla y clasificarla junto con otros, de modo que pudieran entender algo más de su especie.

—¿No tienen un nombre en específico? ¿No tienen su propia identidad? ¿Simplemente son ‘humano’ más algo? Porque yo no me considero humana. Soy una s-i-r-e-n-a — Preguntó Aliena con cierto tono de reproche. Estaba en desacuerdo si es que todo eran llamados ‘humano’ más algo.

**Magazubi** Miér 16 Sep - 23:48

La joven sirena había pronunciado mi nombre con cuidado y me preguntó si tenía algún significado. - ¿A caso su nombre, Aliena, significaría algo?- pensé.

Esperé a terminar toda mi intervención sobre las razas y que la chica se riera para luego completar -Mi nombre no significa nada... que yo sepa- dije con una sonrisa y haciendo que otra mandarina y una manzana bajaran de los arboles para ofrecérselos a la chica que por el cansancio necesitaba recuperar fuerzas. -Estas frutas no son mías, vienen de los arboles- le expliqué mientras hacía que aquellos aperitivos volaran frente a los ojos de la sirena.

Me reí un poco al darme cuenta que toda la información que le había proporcionado a la chica con respecto a las distintas especies pensantes que conocía en aerandir estaban explicadas en función a los humanos y el hecho de ser “humanos modificados” dejaban de propiamente serlo y pasaban a formar parte una de las distintas razas. Era complicado explicarle a la chica sobre cosas tan básicas para la supervivencia en este mundo; la bestia que nos conseguimos ahorita no sería nada en comparación a algún hombre bestia (pensante) que quisiese hacernos daño.

-Disculpa que te haya explicado todo en función de los humanos, pensé que sería más fácil para ti entenderlo. Pero no te preocupes, tienes razón, tú eres una sirena, una “mujer bestia”, mitad humana y mitad pecesita.- hice una pausa para aclarar -No te ofendas, no es que seas propiamente una “bestia”, sino que ese fue el nombre que les designaron a los que son mitad animales- respiré para ubicarla mejor – Al principio te comenté que hay humanos con poderes, a esos se les llama “Brujos” o “Elfos”, son magias diferentes pero ambas son muy importantes. Yo soy bruja y por eso puedo hacer que las “frutas” vuelen, los elfos son los que besan los arboles- le hago referencia a lo que le acabo de explicar para que se acuerde qué es lo que pueden hacer esas especies -están los que dicen “Auuu”, se les dice “hombres lobos”, luego están los “dragones” escupe cosas; luego vienen los “vampiros” que tienen colmillos y se alimentan de sangre- pienso que me falta alguno pero no recuerdo -¡Ah! Y los metálicos que son “bio cibernéticos”. Esas son las especies pensantes aquí-

Me quedo observándola esperando su reacción ante mi explicación, no estaba muy segura de que ahora sí todos los conceptos le iban a quedar más claros, pero sentía que iba a saturar su cerebro, realmente era mucha información para asimilarla un sólo día y más sino dominaba muy bien el tema. -Debes descansar- le dije mientras la veía comer sus frutas. -¿Por qué será que ella no sabe nada de esto?-

Aliena Sáb 26 Sep - 23:36

Se limitó a afirmar con la cabeza cuando la muchacha expresó que su nombre no tenía un significado conocido. No habría dicho más, de todos modos, puesto que volvió a concentrarse en comer los frutos. Sonrío mientras volteaba a ver un árbol, para conservar el nombre en su mente gracias a la asociación con la imagen respectiva.

Al deglutir la manzana esbozó un sonido de satisfacción ante el sabor en su paladar. Escuchaba atenta: repartía su atención entre el alimento para el cuerpo y para la mente, que resultó ser las palabras de Magazubi.
—No tenéis que disculparos. No os preocupéis, he comprendido todo perfectamente — Hizo un ademán de ternura con el hombro por el diminutivo de la palabra pez empleado por la pequeña. —Además, no me ofende ser una bestia. Estoy orgullosa de ser parte de una nueva raza, diferente y llena de diversidad. Es una regla para las sirenas conocer su historia— Recordó e informó también.

Ahora venía un momento decisivo en la conversación, la chica había revelado finalmente los nombres de esos ‘humanos’ más algo. Lo repitió en su cabeza de nuevo y varias veces para luego poder decirlo en voz alta.
—Así que: Humanos e imagino que también humanas poderosos en realidad se llaman Brujos o Brujas— Puso otro trozo de fruta en la boca para proseguir —Quienes besan árboles son elfos o elfas. Hombres y mujeres que aúllan, son hombres-mujeres lobo— Masticó, tragó el pedazo, puso otro hasta acabar —Quienes escupen cosas son Dragones o Dragonas. Después, bio…ciber…néticos… ¿Estoy bien? — Quiso confirmar. Sin embargo, se dio cuenta de que algo le faltaba —¡Ah, esperad! Vampiros o vampiras que tienen colmillos y succionan… ¿Qué? ¿Sangre? — Se sorprendió ante lo terrible que le pareció imaginarse a sí misma bebiéndose el líquido vital de otro ser vivo. —Descansaré hasta que me digáis por qué beben sangre. Es… terrible— Resaltó con un rostro de horror. Ya deglutía el último pedazo de manzana. Seguiría con la mandarina inmediatamente.

**Magazubi** Mar 29 Sep - 3:45

Sabía que mi explicación había sido bastante elocuente y extraña, pero que la sirena lo repitiese todo sonaba aún más gracioso de lo que realmente era.

Sonreí y afirmé todo lo que la joven decía, sí lo había entendido todo y aquello me alegraba bastante, pero seguía impresionada por algunas cuantas cosas que yo jamás me hubiese preguntado. La experiencia de hablar con alguien que desconoce muchas cosas era diferente a lo que me imaginaba, siempre pensé que eran manipulables y gente muy vulnerable, el conocimiento para mí siempre había sido una cualidad del ser humano muy importante; pero más que pobres peones de ajedrez era muy complicado establecer una comunicación clara con la joven. Sentía como si me hubiesen cortado la lengua, me sentía limitada, limitada por la perspectiva de la chica, incluso me incomodaba el hecho de no poder transmitirle con facilidad cosas elementales.

Explicarle a Aliena el por qué los vampiros chupan sangre es como tener que explicarle por qué los bio-cibernéticos tenían metal incrustado en el cuerpo, o peor, explicarle por qué el sol y la luna no salen al mismo tiempo. Cosas básicas de la vida pero tan complejas de entender teóricamente, así que respiré profundo y traté de aclarar mis ideas, debía ser lo más precisa posible para que realmente le quedara en su memoria la idea que le estaba intentando plasmar.

-Los vampiros y vampiras sí, se alimentan de sangre, es su naturaleza hacerlo- sabía que aquello le faltaba mayor explicación, pero me interesaba que lo entendiera y lo viera de forma gráfica mas que se leyera un libro de historia de la creación de los vampiros – Es como....- pensé unos segundos -Los humanos comen carne y para ello tienen que matar algunos animales-. Aquel ejemplo me hizo pensar en un razonamiento bastante interesante -Los vampiros sólo comen sangre, incluso pueden dejar a su víctima con vida si ellos desean; pero el ser humano no, nosotros matamos y luego comemos- sentí como mis ojos se abrían más al hacer ese razonamiento tan macabro pero tan cierto.

No quería asustar a la joven con todo esto que le estaba diciendo, pero sí era importante que se enterara en donde vivía -Mi papá un día me dijo que el cuchillo es sólo un cuchillo, tú lo puedes usar para picar la comida o para lastimar a alguien- respiré -Los vampiros son sólo vampiros, ser buenos o malos depende de ellos- hice el ejemplo para que entendiera mejor.

Hablar de vampiros me hacia recordar al feo vampiro con quién conviví nueve años de mi vida -ese barriguita peluda- sonreí por instinto.

-¡¡Cambiando el tema!!- le dije haciendo que la fruta que tenía en ese momento en las manos volara hasta las mías -Intentémoslo otra vez- dije mientras me lanzaba al agua muy animada -¿Me enseñas a nadar? Sino no te devolveré la comida- le dije mientras sacaba mi lengua de forma divertida.

Aliena Dom 4 Oct - 9:05

Le perturbó aún más la confirmación de la idea. No había entendido mal, es que así realmente era. ¡Podían beber tejidos vivos! Su tez blanca al sol se tornó casi verdosa. Tuvo deseos de regurgitar la fruta digerida. Todo empeoró cuando la chica le recordó que los humanos asesinaban para comer. Vio la necesidad de respirar profundamente, juntando sus manos en posición de oración, justo en la mitad de su pecho. La variación era que, como ella no le rezaba al cielo, sus manos estaban inclinadas hacia abajo. Pudo encontrar algo de calma.

-Mi papá un día me dijo que el cuchillo es sólo un cuchillo, tú lo puedes usar para picar la comida o para lastimar a alguien- Fueron las palabras más hermosas que Aliena jamás había podido escuchar desde su regreso a tierra firme. Todo el tinte verde del rostro se fue sin más. Sonrió enormemente.

—Bueno… Jamás lo había visto de esa forma… Vuestro progenitor tiene razón… Es sabio— Expresó espontáneamente Así como hay sirenas y tritones virtuosos, los hay también muy malvados… Voy entendiendo esto cada vez más Reflexionó con la alegría que sólo el conocimiento produce en su menudo cuerpo —Tienes un talento especial, Magazubi— Halagó sin miedo, dejándose llevar con simpleza por la fascinación que le habían causado sus explicaciones. No obstante, ganas de retractarse la invadieron cuando la chica abusivamente tomó su comida Eso no se hace… ¡NO SE HACE! ¡NO SE LE QUITA LA COMIDA A NADIE! Estuvo a punto de sacar a la luz sus pensamientos sino fuera porque entendió el gesto de la niña como una especie de soborno.

Le miró un momento seria —¿Me estaís chantajeando? — Se lanzó al río —Porque si es así, no hace falta. Compartiría mis conocimientos como vos has hecho conmigo. Además, casi estaba saciada—Advirtió acercándose a la niña por detrás y poniendo una garra sobre su abdomen —Ahora dime, ¿No tienes ninguna estructura acuática que os permita respirar? — Cuestionó bobamente pues la respuesta era muy evidente. La niña antes no había podido respirar para escapar del Dror.

Para empezar el entrenamiento, aún sin retirar la mano del pequeño abdomen, hizo una especie de silla para la niña, flexionando las rodillas.

**Magazubi** Mar 6 Oct - 1:21

Al zambullirme me lleve una gran sorpresa ya que no me esperaba que el agua se enfriase de esa manera. Cuando mi cara subió a tomar aire logré escuchar a la sirena decir algo muy lindo —Tienes un talento especial, Magazubi—. Mi reacción inmediata fue ladear la cabeza en forma de duda y luego sonreír por el sincero pensamiento de la chica.

La miré con curiosidad, estaba interesada en saber si estaba dispuesta a ayudarme y cómo se había tomado mi pequeño chantaje. Al principio pensé que la había hecho molestar, pero luego hizo una comparación de favores y se dispuso a enseñarme a nadar. Todo aquello me alegraba, puesto que ya me había lanzado a la “acción” y mis piernas por instinto empezaron a moverse de forma exagerada para poder mantener mi rostro en la superficie. Me movía bastante, pero cuando la chica se puso tras de mí con sus garras tan cerca preferí mover exclusivamente mis brazos y patalear con suavidad, no quería que su garra me rasguñara la barriguita.

Los movimientos de mi cuerpo disminuían para evitar un accidente, pero estos por no ser adecuados me estaban llevando al fondo de la tierra, mi cuerpo se sumergía cada vez más, pronto me hundiría completa y con el arma letal cerca de mi cuerpo no tenía muchos planes de escapatoria en donde no saliera herida. El agua llegó a taparme las cejas y en eso sentí un impulso desde abajo, la joven sirena me había hecho una especie de silla con su parte inferior y así pude volver a sacar la cabeza. Aproveché la superficie para respirar grandes cantidades de aire y contestarle la pregunta a la sirenita.

-Sólo tengo nariz- dije mientras tomaba aire -...pero no es acuática- traté de normalizar mi respiración -Y dime... ¿Qué debo hacer primero?-

Aliena Vie 9 Oct - 2:19

Qué pregunta más inteligente. Bravo Aliena. ¿No habíais notado ya que era una humana con dones especiales? H-u-m-a-n-a… Pero un segundo… ¿Su magia no le permitiría desarrollar dichas estructuras? Ojalá que no… Las aguas podrían ser invadidas por humanos y humanas con poderes… ¿Y si llegase a preguntarle a la niña acerca de la posibilidad de poder respirar bajo el agua sembraré en ella la semilla de curiosidad para buscar la forma de hacerlo? Quizá debería preguntarle de una forma indirecta… Caviló en unos pocos segundos concluyendo con un pequeño carraspeo.

—Bueno… Estas estructuras la magia no las puede crear así que deberás hacer lo siguiente…— Se detuvo como dando un pequeño espacio para la reacción de Magazubi ante tal afirmación —Primero, para relajaos, debéis perder el miedo al agua. Debéis entender que Las Corrientes y Las Aguas no son para tenerles miedo aunque sí respeto. Hay una delgada línea divisoria entre estos dos conceptos— Aconsejó seriamente. Luego, dejó un murmuro en su oído —Cerrad vuestros ojos— Inclinó la cabeza hacia adelante para comprobar que sus palabras hubiesen sido obedecidas.

—Respetar significa dar el lugar que le corresponde a cada quien. En este caso, al agua. Ese líquido vital que todos los seres vivos necesitamos para seguir…— ¿Disfrutar? ¿De verdad se disfruta el estar vivo? —…Para seguir existiendo… Prosiguió. No quería agregarle un tono de inseguridad a la sesión de meditación de la pequeña. Si todo salía bien no se daría cuenta el momento en el cual Aliena decidió retirar sus rodillas flexionadas debajo de ella ya que ahora flotaría. Asimismo, le podría tomar de los brazos para ayudarle en ello.

—Confiad en mí. Esto es para que el líquido y tu os conecten— Volvió a murmurar en el oído de la aprendiz. Finalmente, para impulsar su relajación, empezó a entonar un suave canto, una melodía sin líricas.

Sonido del lugar:

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