[Cerrado] Como pez en el agua [Aliena][Interpretativo][Libre][Día]

    La sirena empezó explicando su método y tratando que me relajará y me conectara, que me volviera uno con el agua. Por más extraño que sonase, aquellas escenas me recordaban al señor con quién me vino el primer sangrado; él trataba de enseñarme sobre control, disciplina, concentración y respiración, así que supuse que la actividad que Aliena estaba sugiriendo también tenía algo de eso -¿Será porque los peces también se concentran?- pensé dudosa.

    El siguiente paso que sugería la chica era cerrar los ojos, sin embargo estar en el agua con los ojos cerrados no me inspiraba mucha confianza, podía ahogarme en cualquier momento y no tendría como manejar la situación; definitivamente no tendría el control de la situación si algo pasara dentro del mar. Quería confiar en Aliena, pero se me hacía difícil, no quería crear dependencia ni nada parecido; le hice una seña a la sirena que aún no estaba lista y respiré para enfocarme en la actividad -¡Sí puedo! ¡Todo estará bien! ¡El agua es uno conmigo! ¡Yo soy el agua y entre aguas nos protegemos!- (1). Me concentré mucho en aquellos objetivos, realmente quería aprender y la oportunidad la tenía frente mis ojos, estiré mis brazos y traté de ponerme livianita, quería imitar el movimiento del mar, moverme como él, ser parte de él; hasta que por fin cerré mis ojos y como cosa extraña pude estirar mis piernas (2). Me encontraba en un estado entre dormida y despierta en donde no estaba muy consciente de lo que pasaba, pero la corriente en mi cuerpo se sentía muy bien. Después de unos instantes de caer en ese estado extraño empezó a sonar una melodía, muy dulce y sutil, un sonido que me mantenía despierta en medio de mi “trance”. Mi cuerpo se dejaba llevar por todo lo que sucedía y me sentía realmente dada al mar que me rodeaba.

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OffRol

(1) Uso de Habilidad nivel 2 (Aumento de moral)
(2) Esto es cuando Aliena quita sus rodillas pero Maga no es consiente de eso.

    Me sentía totalmente calmada y serena, mi respiración era pausada y mi concentración era máxima, todas las condiciones estaban dadas como para salir volando en ese mismo instante, o por lo menos esa era mi percepción, hasta que sentí unos extraños movimientos en mi brazo lo cuál me dejaron pensando que a lo mejor estaba un poco tensa, cosa que se terminó de confirmar cuando el canto de sirena se detuvo para decirme algo.

    Cuando escuché la voz de la chica me descoloqué, abrí mis ojos rápidamente y mis brazos y piernas empezaron a moverse de forma extraña tratando de mantener mi cuerpo en la superficie. Me había desconcentrado, aunque realmente me estaba quedando dormida más bien por lo que agradecí que me sacara de ese trance. Estiré mi brazo con calma hasta ella para ofrecerle la fruta mientras mis pies seguían pataleando desde abajo para no hundirme. A pesar de no hacer movimientos muy profesionales después de haberle entregado la fruta a la chica me sentí realmente muy bien, ya que al menos estaba flotando con mis pies. -¡¡Estoy nadando!!- le dije a la chica emocionada mientras ahora mis brazos trataban de hacer círculos en el aire para intentar desplazarme -¿Así estoy bien?- pregunté mientras chapoteaba y salpicaba mucha agua, lo que hizo que en unos instantes después empezara a ahogarme tragando el agua que yo misma movía.

    Aprender a nadar era algo que sabía que me podía ayudar en el futuro para cualquier cosa, y qué mejor forma de aprender que no sea con una sirena, una criatura del mar que a pasado toda su vida rodeada de agua. Era la oportunidad de aprender algo nuevo con la experta en la materia.

    No me estaba yendo muy bien que se diga, sin embargo yo no dejaba de intentarlo, para algo estaba ahí. Cada minuto mejoraba mi técnica pero yo en el fondo sabía que no era por completo la forma correcta de nadar, me sentía muy cansada y el exceso de agua me estaba fastidiando, tuve que sumergir mi cabeza unas cuantas veces en el agua para evitar todo el chapoteo que estaba causando y luego salir para tratar de disminuirlo. Ya me estaban dando ganas de devolverme a la tierra firme y seguir caminando con mis piernas de la forma que ya sabía.

    En una de esas entradas y salidas al agua me di cuenta que la sirenita se había alejado de mí para luego llamarme. Al principio pensé que jugaba conmigo pero luego pensé que a lo mejor esa era la mejor forma que ella encontraba para enseñarme a desplazarme y no lo iba a discutir, por lo que dejé de moverme bruscamente, respiré profundo antes de que mi nariz se sumergiera y luego salí para patalear y mover mis brazos con el fin de acercar el agua hacía mi cuerpo, tal vez así me desplazaría un poco más. Aliena no estaba muy lejos de mí, sin embargo acercarme a ella se me estaba dificultando, por lo que me detuve a medio camino a pensar en por qué la chica me había enseñado primero a tranquilizarme, tal vez esa era la clave de todo: Relajarme primero y con esa armonía desplazarme.

    Me sentía desesperada por llegar a donde ella se encontraba pero necesitaba intentar otros métodos, ya que el que tenía al principio no me estaba ayudando, así que busqué mantener la calma y desplazarme de poquito en poquito. El desplazamiento con ese método era mucho más efectivo, pero como aún no lo controlaba muy bien era bastante lento, por lo que tenía que luchar con mi dragón interno que trataba de llegar rápido al objetivo.

-¿Algún consejo?- le pregunté mientras me acercaba con mucha lentitud hasta donde se encontraba la chica de mar comiendo plácidamente su comida. -Ya estoy muy cansadita- dije justo antes de quedarme dormida a la orilla del mar.