Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
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Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
- Música de ambientación. :
Existía lo de tener un mal día en el trabajo y luego existía correr la suerte de este mercenario, quien había cometido un error fatal, uno que le costaría un viajecito a una tierra maldita controlada por criaturas que detestaba hasta la medula.
Por su exceso de confianza al ver lo exitoso de sus últimos trabajos decidió tomar el encargo de asesinar a un vampiro que había sido encontrado culpable de varios crímenes, tanto que ni siquiera era bienvenido por los de su propia raza, parecía una presa fácil, pero el bastardo lucho, primero con sus piernas y luego, literalmente, con uñas y dientes para aferrarse a su existencia blasfema, incluso cuando el guerrero separaba su cabeza del resto de su cuerpo a golpe de espada este continuo golpeando al mercenario con furia sobrenatural.
El joven ahora con algunas heridas no muy profundas gracias a su gruesa armadura de cuero intentaba abrirse paso por ese condenado bosque de noche mientras cargaba con su trofeo en una bolsa de cuero para poder cobrar la recompensa, aun así no tenía la confianza de poder salir con vida de esa situación, sus heridas, aunque no muy profundas, sangraban, y prácticamente lo convertían en una enorme carnada para sanguijuelas.
Apretó sus dientes ensangrentados en una sonrisa mientras se alegraba de que ese malnacido no hubiese llegado a morderlo, intentaba avanzar con velocidad, pero la noche era oscura, sus heridas lo entorpecían y su cansancio no le facilitaba nada las cosas, aun así no se daba por vencido –no moriré aquí!- se repetía una y otra vez –no en un lugar así! No a manos de ellos!- su pura voluntad de sobrevivir le daba fuerzas insospechadas, aun en su más desesperada hora seguía desafiando a la providencia de los dioses –mi muerte estará llena de sangre y gloria, seré recordado como un autentico guerrero por siglos, me oyen?!- bramo envalentonado por su furia antes de correr a largas zancas sobre una colina iluminada por la luna llena para lanzar un grito de guerra ampliamente escuchado por todo el bosque a modo de desafío a toda criatura que se encontrara por las cercanías.
Parecía que el dolor y la fatiga ya había terminado de mermar su cordura, si alguna vez tuvo, el mercenario entonces desenfundo una de sus espadas y levanto los brazos al cielo como invocando a los dioses –ustedes decidieron mi hora hace mucho tiempo, si ha de ser aquí entonces no me tengan esperando… LANZENME LO MEJOR QUE TIENEN!!!
Por su exceso de confianza al ver lo exitoso de sus últimos trabajos decidió tomar el encargo de asesinar a un vampiro que había sido encontrado culpable de varios crímenes, tanto que ni siquiera era bienvenido por los de su propia raza, parecía una presa fácil, pero el bastardo lucho, primero con sus piernas y luego, literalmente, con uñas y dientes para aferrarse a su existencia blasfema, incluso cuando el guerrero separaba su cabeza del resto de su cuerpo a golpe de espada este continuo golpeando al mercenario con furia sobrenatural.
El joven ahora con algunas heridas no muy profundas gracias a su gruesa armadura de cuero intentaba abrirse paso por ese condenado bosque de noche mientras cargaba con su trofeo en una bolsa de cuero para poder cobrar la recompensa, aun así no tenía la confianza de poder salir con vida de esa situación, sus heridas, aunque no muy profundas, sangraban, y prácticamente lo convertían en una enorme carnada para sanguijuelas.
Apretó sus dientes ensangrentados en una sonrisa mientras se alegraba de que ese malnacido no hubiese llegado a morderlo, intentaba avanzar con velocidad, pero la noche era oscura, sus heridas lo entorpecían y su cansancio no le facilitaba nada las cosas, aun así no se daba por vencido –no moriré aquí!- se repetía una y otra vez –no en un lugar así! No a manos de ellos!- su pura voluntad de sobrevivir le daba fuerzas insospechadas, aun en su más desesperada hora seguía desafiando a la providencia de los dioses –mi muerte estará llena de sangre y gloria, seré recordado como un autentico guerrero por siglos, me oyen?!- bramo envalentonado por su furia antes de correr a largas zancas sobre una colina iluminada por la luna llena para lanzar un grito de guerra ampliamente escuchado por todo el bosque a modo de desafío a toda criatura que se encontrara por las cercanías.
Parecía que el dolor y la fatiga ya había terminado de mermar su cordura, si alguna vez tuvo, el mercenario entonces desenfundo una de sus espadas y levanto los brazos al cielo como invocando a los dioses –ustedes decidieron mi hora hace mucho tiempo, si ha de ser aquí entonces no me tengan esperando… LANZENME LO MEJOR QUE TIENEN!!!
Última edición por Klinge el Miér Feb 08 2017, 02:15, editado 1 vez
Klinge
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Había comenzado un largo y exhaustivo camino para cerrar todos mis ciclos pendientes, había puesto fin al malentendido en Dundarak y ahora solo me restaba una cosa, acabar con el miserable vampiro que había amenazado con dañar a mi pequeña Magazubi, aunque para ello lo primero sería encontrarlo; usando las redes de los informantes me enteré que se le había visto recientemente realizando ciertas actividades lucrativas en los alrededores de los bosques del oeste, un lugar para nada estratégico si andaba acompañado, pero si lograba encontrarlo solo y atacarlo por la espalda entonces sería un trabajo muy fácil; entrar, matar, salir, sin complicaciones.
Lamentablemente al llegar me di cuenta que la información no era del todo certera y justamente ese día parecía no haber actividades vampíricas, mala suerte para mí que tendría que esperar acechante o irme a tomar una siesta y descansar, en condiciones normales me habría vencido la pereza pero dada la importante tarea que tenía y lo mucho que había caminado para llegar hasta aquí; decidí que mejor esperaría, aunque no de manera vulnerable.
Recorrí el lugar con la vista buscando algún árbol al que pudiera treparme para descansar tranquilamente sin correr más riesgos de la cuenta; no hizo falta mucho pues había uno de tronco enorme y fuertes lianas que me podrían llevar a un lugar elevado entre sus ramas sin demasiado esfuerzo; seleccioné de inmediato la rama a donde pensaba hacer cuna esta noche; y tal vez también el día siguiente; pues la ventaja del bosque de los vampiros era que incluso durante el día, se podían encontrar muchos escondrijos para ocultarse y mantenerse seguro incluso durante el día.
Me colgué de la liana indicada y comencé a subir pero justo cuando puse el primer pie sobre la rama ideal un espantoso grito llegó a mis oídos, alguien parecía quejarse de algo, con un poco de suerte habría conseguido ayudar a esa persona a liberarse de sus problemas al mismo tiempo que me alimentaba, dos pájaros de una pedrada; esta vez un asesinato podría considerarse como una labor social, ayudar a esa pobre alma en sufrimiento, claro, cómo negarme a tal bondad.
Me deslicé de nuevo hacia abajo por la liana y ocultándome entre los árboles me acerqué al lugar del grito; no sabía exactamente con qué me iba a encontrar así que me mantenía escondido hasta reunir más información, para mi sorpresa encontré una cara conocida, el mismo humano que había estado en aquella situación contra los lobos -¡¡Lucho!!- Dije mientras salía de los arbustos con mucha naturalidad -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Le dije acercándome lo suficiente para entrar en confianza aunque manteniendo un margen de distancia suficiente en caso de que no me reconociera luego del tiempo que había pasado -¿Me recuerdas? Di que me recuerdas- Le dije en tono bromista esperando al momento indicado en que bajara la guardia para... Bueno, ya pensaría luego si hincarle el diente o no.
Lamentablemente al llegar me di cuenta que la información no era del todo certera y justamente ese día parecía no haber actividades vampíricas, mala suerte para mí que tendría que esperar acechante o irme a tomar una siesta y descansar, en condiciones normales me habría vencido la pereza pero dada la importante tarea que tenía y lo mucho que había caminado para llegar hasta aquí; decidí que mejor esperaría, aunque no de manera vulnerable.
Recorrí el lugar con la vista buscando algún árbol al que pudiera treparme para descansar tranquilamente sin correr más riesgos de la cuenta; no hizo falta mucho pues había uno de tronco enorme y fuertes lianas que me podrían llevar a un lugar elevado entre sus ramas sin demasiado esfuerzo; seleccioné de inmediato la rama a donde pensaba hacer cuna esta noche; y tal vez también el día siguiente; pues la ventaja del bosque de los vampiros era que incluso durante el día, se podían encontrar muchos escondrijos para ocultarse y mantenerse seguro incluso durante el día.
Me colgué de la liana indicada y comencé a subir pero justo cuando puse el primer pie sobre la rama ideal un espantoso grito llegó a mis oídos, alguien parecía quejarse de algo, con un poco de suerte habría conseguido ayudar a esa persona a liberarse de sus problemas al mismo tiempo que me alimentaba, dos pájaros de una pedrada; esta vez un asesinato podría considerarse como una labor social, ayudar a esa pobre alma en sufrimiento, claro, cómo negarme a tal bondad.
Me deslicé de nuevo hacia abajo por la liana y ocultándome entre los árboles me acerqué al lugar del grito; no sabía exactamente con qué me iba a encontrar así que me mantenía escondido hasta reunir más información, para mi sorpresa encontré una cara conocida, el mismo humano que había estado en aquella situación contra los lobos -¡¡Lucho!!- Dije mientras salía de los arbustos con mucha naturalidad -Que bueno que llegaste, te estábamos esperando- Le dije acercándome lo suficiente para entrar en confianza aunque manteniendo un margen de distancia suficiente en caso de que no me reconociera luego del tiempo que había pasado -¿Me recuerdas? Di que me recuerdas- Le dije en tono bromista esperando al momento indicado en que bajara la guardia para... Bueno, ya pensaría luego si hincarle el diente o no.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Eva había pasado alrededor de 22 años lejos de las tierras del oeste. Pero, ¿qué es apenas un poco más de veinte años en la vida de un inmortal? Poco más que un suspiro. A pesar del tiempo trascurrido, la vampiresa se sentía cómoda en aquel bosque particular en el que había vivido memorables sucesos en los primeros años consiguientes a su despertar. Lo sentía como una especie de hogar, al fin y al cabo fue el primer lugar al que acudió luego de su transformación, aquel lugar la había visto crecer en su nueva condición. Ahora se encontraba allí sin un motivo particular, casi sin darse cuenta terminó en los reinos del oeste, había arribado allí con pasos inconscientes pero no se arrepentía, al contrario, era gratificante.
Caminaba Evangeline sumida en cavilaciones, recordando tiempos pasados, de juventud mental. En medio de la eterna niebla que poblaba el bosque se sentía en su elemento. Se paró un momento e inspiró profundamente, llenando sus pulmones del aire helado que la reconfortó en su interior. «Me pregunto porque rayos he pasado tanto tiempo alejada de este lugar.» Miró alrededor y hacía arriba, las copas de los arboles se perdían entre la niebla, casi tocando el cielo encapotado de nubes, eran las reinas del lugar. Eva decidió dar una mirada más general del panorama por lo que localizó un árbol alto, de tronco fuerte y se subió sin dificultad. Llegó a la copa y vio extenderse a sus pies el bosque que antaño fue su hogar.
Sus pensamientos y añoranzas se vieron interrumpidos por unos gritos salvajes, llenos de ira y furor. Venían del suelo, justo debajo de Eva. Al parecer un humano tenía severas quejas que gustaba expresar a los gritos, a los cuatro vientos. La vampiresa lo distinguió desde las alturas, llevaba un pañuelo rojo en la cabeza que lo hacía sobresalir de entre los grises de la niebla. Pasó junto al árbol del Eva caminando a paso seguro, sin notarla.
Ahora que el humano había interrumpido sus cavilaciones, tenía su total atención, por lo que decidió seguirlo, solo por curiosidad, acechando entre las sombras sin que él llegara a verla. Lo siguió hasta un claro alumbrado por la luna dónde dio fin a su catarsis con un desafío directo a los dioses. Eva se mantenía a gran distancia, un humano corriente no habría podido divisar la escena desde donde ella estaba, pero ella no era un humano corriente, claro.
Mientras observaba con curiosidad ascendente al humano en su sufrimiento, un segundo hombre, a quien no había notado hasta entonces, salió de entre los árboles y llamó al primero por su nombre. Grandioso, Eva estaba hambrienta, cuanto más mejor. Pero todo se descolocó para la vampiresa cuando el segundo hombre, quién evidentemente no era humano, sino no había otra explicación para que la haya notado, habló en plural. Evidentemente él era consciente de su presencia. Pasó de ser acechadora a acechada en segundos. Se debatió en su fuero interno y decidió actual con naturalidad y confianza y salió de las sombras decidida. —He aquí la respuesta a tus plegarias.— Dijo Eva luego de haber escuchado al que ahora tenía la espada en mano, pedir a los dioses lo mejor que tengan.
Caminaba Evangeline sumida en cavilaciones, recordando tiempos pasados, de juventud mental. En medio de la eterna niebla que poblaba el bosque se sentía en su elemento. Se paró un momento e inspiró profundamente, llenando sus pulmones del aire helado que la reconfortó en su interior. «Me pregunto porque rayos he pasado tanto tiempo alejada de este lugar.» Miró alrededor y hacía arriba, las copas de los arboles se perdían entre la niebla, casi tocando el cielo encapotado de nubes, eran las reinas del lugar. Eva decidió dar una mirada más general del panorama por lo que localizó un árbol alto, de tronco fuerte y se subió sin dificultad. Llegó a la copa y vio extenderse a sus pies el bosque que antaño fue su hogar.
Sus pensamientos y añoranzas se vieron interrumpidos por unos gritos salvajes, llenos de ira y furor. Venían del suelo, justo debajo de Eva. Al parecer un humano tenía severas quejas que gustaba expresar a los gritos, a los cuatro vientos. La vampiresa lo distinguió desde las alturas, llevaba un pañuelo rojo en la cabeza que lo hacía sobresalir de entre los grises de la niebla. Pasó junto al árbol del Eva caminando a paso seguro, sin notarla.
Ahora que el humano había interrumpido sus cavilaciones, tenía su total atención, por lo que decidió seguirlo, solo por curiosidad, acechando entre las sombras sin que él llegara a verla. Lo siguió hasta un claro alumbrado por la luna dónde dio fin a su catarsis con un desafío directo a los dioses. Eva se mantenía a gran distancia, un humano corriente no habría podido divisar la escena desde donde ella estaba, pero ella no era un humano corriente, claro.
Mientras observaba con curiosidad ascendente al humano en su sufrimiento, un segundo hombre, a quien no había notado hasta entonces, salió de entre los árboles y llamó al primero por su nombre. Grandioso, Eva estaba hambrienta, cuanto más mejor. Pero todo se descolocó para la vampiresa cuando el segundo hombre, quién evidentemente no era humano, sino no había otra explicación para que la haya notado, habló en plural. Evidentemente él era consciente de su presencia. Pasó de ser acechadora a acechada en segundos. Se debatió en su fuero interno y decidió actual con naturalidad y confianza y salió de las sombras decidida. —He aquí la respuesta a tus plegarias.— Dijo Eva luego de haber escuchado al que ahora tenía la espada en mano, pedir a los dioses lo mejor que tengan.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Dos vampiros decidieron aparecer por iniciativa propia como respondiendo al desafío del espadachín, no habría sido difícil para ellos notar la ensangrentada sonrisa que se dibujaba en el rostro del humano, uno con cara conocida que actuaba de forma sospechosamente amistosa y otra que tenía una postura más neutral.
Pero desde aquí es donde la cosa se pone interesante, verán, un ser humano, por más de que no quiera admitirlo, sigue siendo un animal, y como tal, tiene instintos que fácilmente pueden tomar control de su racionalidad en muchas circunstancias, principalmente con el objetivo de sobrevivir… pero estoy divagando; a lo que quiero llegar es que, en la situación en la que se encontraba el mercenario, sus instintos combinados con el disparo de adrenalina sufrido en la situación en la que se encontraba mas su particular forma de ser, provocaron que los sentidos del joven humano se nublaran y agudizaran a la vez provocando una especie de “visión de túnel total” en la cual todo su cuerpo se predisponía a funcionar de la forma más efectiva posible para cumplir con una de las dos más básicas respuestas ante una situación de peligro “pelear”.
Sin decir nada el guerrero dejo caer la bolsa que sostenía con su mano izquierda a la vez que desenfundaba la espada que colgaba de ese lado de su cintura con la mano izquierda usando su típico desenfunde rápido, para luego lanzarse a la carrera contra el “oponente” que tenía más cerca (Bio).
Se movía con un arma a cada lado apuntando hacia delante con la cabeza agachada y a gran velocidad, no le tomo más que meros segundos estar al alcance de su oponente, para luego lanzarle un tajo horizontal a la altura del pecho de derecha a izquierda con su espada zurda, que resultaría no ser más que una finta, escondiendo la estocada que pretendía lanzar con su espada diestra en dirección a la cara del vampiro, que de poder evitar estos ataques podría notar por unos instantes como su “amigo” se encontraba en una especie de trance por la expresión de su rostro, y como realmente no estaba del todo consciente de lo que estaba haciendo.
Pero desde aquí es donde la cosa se pone interesante, verán, un ser humano, por más de que no quiera admitirlo, sigue siendo un animal, y como tal, tiene instintos que fácilmente pueden tomar control de su racionalidad en muchas circunstancias, principalmente con el objetivo de sobrevivir… pero estoy divagando; a lo que quiero llegar es que, en la situación en la que se encontraba el mercenario, sus instintos combinados con el disparo de adrenalina sufrido en la situación en la que se encontraba mas su particular forma de ser, provocaron que los sentidos del joven humano se nublaran y agudizaran a la vez provocando una especie de “visión de túnel total” en la cual todo su cuerpo se predisponía a funcionar de la forma más efectiva posible para cumplir con una de las dos más básicas respuestas ante una situación de peligro “pelear”.
Sin decir nada el guerrero dejo caer la bolsa que sostenía con su mano izquierda a la vez que desenfundaba la espada que colgaba de ese lado de su cintura con la mano izquierda usando su típico desenfunde rápido, para luego lanzarse a la carrera contra el “oponente” que tenía más cerca (Bio).
Se movía con un arma a cada lado apuntando hacia delante con la cabeza agachada y a gran velocidad, no le tomo más que meros segundos estar al alcance de su oponente, para luego lanzarle un tajo horizontal a la altura del pecho de derecha a izquierda con su espada zurda, que resultaría no ser más que una finta, escondiendo la estocada que pretendía lanzar con su espada diestra en dirección a la cara del vampiro, que de poder evitar estos ataques podría notar por unos instantes como su “amigo” se encontraba en una especie de trance por la expresión de su rostro, y como realmente no estaba del todo consciente de lo que estaba haciendo.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Pese a que el humano siempre me había parecido un poco extraño, esta vez se veía mucho más rarito que la primera vez, algo en él me resultaba poco natural, aunque en principio no le daría mucha importancia, en gran parte porque mi atención se desvió hacia la nueva persona que se había presentado en el lugar ofreciéndose como la respuesta a las plegarias -¿La respuesta a sus plegarias o a las mías?- Pregunté esperando que se refiriera a las mías aunque luego caí en cuenta que no había hecho ninguna plegaria -Nunca me eligen a mí- Murmuré de mala gana pero desafortunadamente esta vez sí sería el objetivo de alguien, y no de la mejor manera.
Klinge decidió correr hacia mí de un modo bastante agresivo -Calma, Lucho, no doy abrazos, lo sabes, somos hombres- Dije a modo de broma esperando que su veloz carrera también lo fuera pero me tocó reaccionar poniendo a prueba mi velocidad para dar un pequeño salto hacia atrás evitando que me abrieran una boca en el pecho, aunque mi camisa no había tenido la misma suerte; quedó semi rasgada y con una delgada línea roja que cruzaba horizontalmente mi pecho; apenas un rasguño pero un poco más y no la habría contado, realmente había intentado matarme -¿Pero qué rayos te pasa?- Pregunté alterado tan solo para ver que el primer peligro había sido tan solo un truco para distraerme y esconder su verdadera intención que era una estocada a la cara.
Rápidamente aparté la cara hacia el lado derecho y me impulsé hacia atrás retrocediendo un par de pasos; saqué mis dagas y tras girarlas entre mis dedos las lancé al piso en señal de que no deseaba pelear contra él -¡¡BASTA!!- [1] Grité con fuerza una palabra cargada con magia de voz cuyo efecto no sería propiamente dañino, pero sí limitaría las opciones de ataque del humano haciendo que al menos dejara de atacar, esperaba tener éxito aunque en su estado no sabía qué tan poco racional podría llegar a ser, en el peor de los caso me tocaría usar algo más severo, esperaba no llegar a tanto.
La mujer por su parte jugaría un papel determinante ahora -Espero que no tengas pensado volverte loca tú también- Le dije a la recién llegada esperando que me echara una mano con el frenético espadachín aunque no me atrevería a pedir auxilio directamente...
[1] Habilidad de Nivel 3: El miedo que acecha Klinge decidió correr hacia mí de un modo bastante agresivo -Calma, Lucho, no doy abrazos, lo sabes, somos hombres- Dije a modo de broma esperando que su veloz carrera también lo fuera pero me tocó reaccionar poniendo a prueba mi velocidad para dar un pequeño salto hacia atrás evitando que me abrieran una boca en el pecho, aunque mi camisa no había tenido la misma suerte; quedó semi rasgada y con una delgada línea roja que cruzaba horizontalmente mi pecho; apenas un rasguño pero un poco más y no la habría contado, realmente había intentado matarme -¿Pero qué rayos te pasa?- Pregunté alterado tan solo para ver que el primer peligro había sido tan solo un truco para distraerme y esconder su verdadera intención que era una estocada a la cara.
Rápidamente aparté la cara hacia el lado derecho y me impulsé hacia atrás retrocediendo un par de pasos; saqué mis dagas y tras girarlas entre mis dedos las lancé al piso en señal de que no deseaba pelear contra él -¡¡BASTA!!- [1] Grité con fuerza una palabra cargada con magia de voz cuyo efecto no sería propiamente dañino, pero sí limitaría las opciones de ataque del humano haciendo que al menos dejara de atacar, esperaba tener éxito aunque en su estado no sabía qué tan poco racional podría llegar a ser, en el peor de los caso me tocaría usar algo más severo, esperaba no llegar a tanto.
La mujer por su parte jugaría un papel determinante ahora -Espero que no tengas pensado volverte loca tú también- Le dije a la recién llegada esperando que me echara una mano con el frenético espadachín aunque no me atrevería a pedir auxilio directamente...
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Eva observaba al humano que guardaba silencio y hubo un instante eterno de tensión, la vampiresa no sabía que esperar de aquel extraño cuadro.
Sin previo aviso el hombre desenfundó una gran espada y adoptó posición de lucha para atacar directamente al vampiro, quien le habló en tono amistoso, pero claramente el sentimiento de fraternidad era unilateral pues el guerrero tiró a matar. La velocidad del hombre pálido fue una gran ventaja pues esquivó gracilmente el primer ataque.
El humano se sumió entonces en una encarnizada batalla contra el vampiro, ignorando totalmente a Eva que se debatía en su interior sobre de que manera debía actuar. Estaba en medio de estas cavilaciones cuando vio al vampiro esquivar habilidosamente el nuevo ataque del guerrero y arrojar sus armas al suelo elevando implícitamente la bandera blanca.
Dio un grito para tratar de frenar la contienda y luego se dirigió a Eva: —Espero que no tengas pensado volverte loca tú también.— La mujer había estado tan sumida en sus pensamientos y concentrada en la acción que se vio un tanto sorprendida. Tenía sus dagas arrojadizas en las manos y había adoptado posición de lucha de manera inconsciente a la primera señal de peligro. —No te preocupes por mi, no soy quien va a causar problemas... Aunque no podemos decir lo mismo de este.— Dijo Eva señalando al guerrero con la barbilla.
Sin duda el hombre era peligroso e impredecible, Eva no soltaría sus armas tan fácil, no porque estuviera precisamente de humor para luchar, sino porque le gustaba estar precavida. Se puso al lado del vampiro para mirar de frente al hombre embravecido. —Supongo que somos dos contra uno, así que te calmarás si sabes lo que te conviene.
Sin previo aviso el hombre desenfundó una gran espada y adoptó posición de lucha para atacar directamente al vampiro, quien le habló en tono amistoso, pero claramente el sentimiento de fraternidad era unilateral pues el guerrero tiró a matar. La velocidad del hombre pálido fue una gran ventaja pues esquivó gracilmente el primer ataque.
El humano se sumió entonces en una encarnizada batalla contra el vampiro, ignorando totalmente a Eva que se debatía en su interior sobre de que manera debía actuar. Estaba en medio de estas cavilaciones cuando vio al vampiro esquivar habilidosamente el nuevo ataque del guerrero y arrojar sus armas al suelo elevando implícitamente la bandera blanca.
Dio un grito para tratar de frenar la contienda y luego se dirigió a Eva: —Espero que no tengas pensado volverte loca tú también.— La mujer había estado tan sumida en sus pensamientos y concentrada en la acción que se vio un tanto sorprendida. Tenía sus dagas arrojadizas en las manos y había adoptado posición de lucha de manera inconsciente a la primera señal de peligro. —No te preocupes por mi, no soy quien va a causar problemas... Aunque no podemos decir lo mismo de este.— Dijo Eva señalando al guerrero con la barbilla.
Sin duda el hombre era peligroso e impredecible, Eva no soltaría sus armas tan fácil, no porque estuviera precisamente de humor para luchar, sino porque le gustaba estar precavida. Se puso al lado del vampiro para mirar de frente al hombre embravecido. —Supongo que somos dos contra uno, así que te calmarás si sabes lo que te conviene.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
El espadachín parecía más bestia que hombre en ese momento, sus ojos estaban totalmente en blanco y enseñaba los dientes mientras gruñía como un animal, de no ser por los trucos del vampiro este hubiese seguido con su implacable ofensiva sin importar que se encontrara en desventaja numérica.
A pesar de no poder atacar el guerrero continuaba en una postura agresiva, daba vueltas a sus espadas manteniendo la distancia frente a los dos vampiros que se habían alineado ante él mucho para su gusto, como se le podía notar por la macabra sonrisa que se dibujaba en su rostro mientras caminaba de un lado al otro como un animal enjaulado.
El joven mercenario seguía esperando el momento exacto para atacar como si fuera un depredador esperando para abalanzarse sobre una presa acorralada, llego un punto en donde su forma de caminar y de mantenerse callado parecía más una provocación que un intento de intimidación en confronte de sus rivales, aparentemente esperaba a que ellos lo atacaran a él, podía ser un exceso de confianza, o la locura que había tomando control de sus pensamientos, pero algo se traía entre manos.
A pesar de no poder atacar el guerrero continuaba en una postura agresiva, daba vueltas a sus espadas manteniendo la distancia frente a los dos vampiros que se habían alineado ante él mucho para su gusto, como se le podía notar por la macabra sonrisa que se dibujaba en su rostro mientras caminaba de un lado al otro como un animal enjaulado.
El joven mercenario seguía esperando el momento exacto para atacar como si fuera un depredador esperando para abalanzarse sobre una presa acorralada, llego un punto en donde su forma de caminar y de mantenerse callado parecía más una provocación que un intento de intimidación en confronte de sus rivales, aparentemente esperaba a que ellos lo atacaran a él, podía ser un exceso de confianza, o la locura que había tomando control de sus pensamientos, pero algo se traía entre manos.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Al contrario de lo que representaba aquel mercenario perdido en su propia ira, la mujer parecía al menos amigable; aunque resultaba bastante sospechoso que una dama tan aparentemente inofensiva anduviera sola en ese bosque, por lo que posiblemente no fuese humana -Éste tampoco va a causar problemas- Dije aunque aquello parecía más la esperanza de un deseo que una interpretación de la realidad, pues aquel hombre parecía distar mucho de querer detenerse.
Estiré la camisa con ambas manos para ver cuánto había sido cortada por aquel ataque que por poco me partía en dos -Vamos, Lucho, era mi camisa favorita- Protesté con claro resentimiento mientras la dama se ponía a mi lado, al menos no me atacaría y eso ya era una ventaja -Si sabe lo que le conviene, grandes palabras para una inofensiva dama- Dije intrigado ante la seguridad que la mujer tenía en sí misma; saber que estaba de mi lado me aliviaba un poco, pero eso no respondía todas las preguntas que habían comenzado a saturar mi mente -No eres humana ¿Qué eres?- Me atreví a preguntar finalmente al tenerla más cerca.
El humano se mostraba renuente a desistir de la batalla, por lo que tal vez lo mejor sería darle un poco de lo que estaba pidiendo -¿Quiéres pelear?- Dije tomando del piso una rama que parecía ligeramente resistente, no me serviría mucho contra sus filosas espadas pero al menos me ayudarían a mantenerlo ocupado por un rato -Cuando esté distraído, intenta golpearlo y derribarlo- Le dije a la mujer en voz baja mientras avanzaba hacia el enloquecido hombre con mi espléndida rama en la mano derecha; si conseguía distraer su atención sobre mí, le daría una oportunidad a la mujer para sorprenderlo.
En primer lugar corrí hacia él pegando al piso la punta de la rama para levantar algunas hojas y lanzarlas a su cara mezcladas con polvo y piedras pequeñas que poco daño podrían hacer, pues en principio la idea era tan solo distraerlo para darle una oportunidad clara a mi compañera -Reacciona Lucho, contrólate- Le dije mientras me movía para esquivar sus golpes como mejor pudiera; la frágil rama no duraría mucho frente a sus espadas, evidenciado por el hecho de que cada vez quedaba menos de dicha rama entre mis manos; debía tan solo evadir los ataques para no ser destajado y confiar en que la chica podría neutralizar al humano cuando éste estuviera enfocado en mí; era un plan bastante arriesgado pero a falta de uno mejor, tendríamos que hacerlo funcionar.
Estiré la camisa con ambas manos para ver cuánto había sido cortada por aquel ataque que por poco me partía en dos -Vamos, Lucho, era mi camisa favorita- Protesté con claro resentimiento mientras la dama se ponía a mi lado, al menos no me atacaría y eso ya era una ventaja -Si sabe lo que le conviene, grandes palabras para una inofensiva dama- Dije intrigado ante la seguridad que la mujer tenía en sí misma; saber que estaba de mi lado me aliviaba un poco, pero eso no respondía todas las preguntas que habían comenzado a saturar mi mente -No eres humana ¿Qué eres?- Me atreví a preguntar finalmente al tenerla más cerca.
El humano se mostraba renuente a desistir de la batalla, por lo que tal vez lo mejor sería darle un poco de lo que estaba pidiendo -¿Quiéres pelear?- Dije tomando del piso una rama que parecía ligeramente resistente, no me serviría mucho contra sus filosas espadas pero al menos me ayudarían a mantenerlo ocupado por un rato -Cuando esté distraído, intenta golpearlo y derribarlo- Le dije a la mujer en voz baja mientras avanzaba hacia el enloquecido hombre con mi espléndida rama en la mano derecha; si conseguía distraer su atención sobre mí, le daría una oportunidad a la mujer para sorprenderlo.
En primer lugar corrí hacia él pegando al piso la punta de la rama para levantar algunas hojas y lanzarlas a su cara mezcladas con polvo y piedras pequeñas que poco daño podrían hacer, pues en principio la idea era tan solo distraerlo para darle una oportunidad clara a mi compañera -Reacciona Lucho, contrólate- Le dije mientras me movía para esquivar sus golpes como mejor pudiera; la frágil rama no duraría mucho frente a sus espadas, evidenciado por el hecho de que cada vez quedaba menos de dicha rama entre mis manos; debía tan solo evadir los ataques para no ser destajado y confiar en que la chica podría neutralizar al humano cuando éste estuviera enfocado en mí; era un plan bastante arriesgado pero a falta de uno mejor, tendríamos que hacerlo funcionar.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Claramente el hombre había perdido sus estribos, había adoptado una actitud animal e hizo caso omiso a la advertencia de Evangeline quien al notar que el guerrero no se iba a rendir y a pesar de que el otro hombre le dijo que aquel no causaría problemas, lamentó que hubiera arrojado sus dagas.
Al verse en peligro, la mujer instintivamente mostró sus colmillos adoptando ella también un deje de esencia animal aunque mucho más grácil y controlada que la del hombre que ahora sonreía como un poseso y el cual tenía los ojos totalmente blancos. Cuando su compañero le preguntó qué era se limito a mirarle, con los dientes expuestos aún.
Aquel que estaba de su lado inició una maniobra de distracción al atacar al otro hombre con una rama que de casi nada valía contra las afiladas espadas del guerrero. Pero eso no importaba. El golpe maestro quedaba en manos de la vampiresa quien en el momento justo lanzó sus dagas a los pies del embravecido hombre que atacaba fervientemente a su compañero. No estaba segura de cuanto daño sería prudente causar. Tal vez en circunstancias normales aquel desquiciado no era así, tal vea fuera bueno; pero todo esto constituía uno de los peores defectos de Eva quien siempre intentaba buscar el lado bueno aún del ser más oscuro. Al ver que aquel no se calmaba decidió lanzar una última hoja de advertencia, pero esta vez apuntó más arriba, en dirección a una de sus orejas.
Al verse en peligro, la mujer instintivamente mostró sus colmillos adoptando ella también un deje de esencia animal aunque mucho más grácil y controlada que la del hombre que ahora sonreía como un poseso y el cual tenía los ojos totalmente blancos. Cuando su compañero le preguntó qué era se limito a mirarle, con los dientes expuestos aún.
Aquel que estaba de su lado inició una maniobra de distracción al atacar al otro hombre con una rama que de casi nada valía contra las afiladas espadas del guerrero. Pero eso no importaba. El golpe maestro quedaba en manos de la vampiresa quien en el momento justo lanzó sus dagas a los pies del embravecido hombre que atacaba fervientemente a su compañero. No estaba segura de cuanto daño sería prudente causar. Tal vez en circunstancias normales aquel desquiciado no era así, tal vea fuera bueno; pero todo esto constituía uno de los peores defectos de Eva quien siempre intentaba buscar el lado bueno aún del ser más oscuro. Al ver que aquel no se calmaba decidió lanzar una última hoja de advertencia, pero esta vez apuntó más arriba, en dirección a una de sus orejas.
Evangeline
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
De repente se da otra reacción inesperada del espadachín; el antes brutal y violento guerrero ahora tomaba una postura de combate mas defensiva al notar cómo se lanzaba en su contra el vampiro armado con una rama.
Su postura más calmada y calculadora le permitió evitar recibir tierra y polvo a la cara, a lo que inmediatamente reacciono lanzando un par de estocadas con sus espadas en contra de su adversario, aunque este logro esquivarlas a mala pena dando uso a su arma improvisada.
Antes de que pudiera dar un paso más, una pequeña daga se clava en el suelo cerca de los pies del mercenario, cuando desvía la mirada en dirección del origen de ese ataque otro cuchillo vuela cerca de su cara dejando una leve línea roja debajo de su ojo derecho, casi perforándole la oreja de no ser que el aparto la cabeza por mero reflejo. Dicho ataque venia de mano de la segunda vampira que parecía estar trabajando en conjunto con el chupasangre anterior, en ese momento Klinge opto de nuevo una postura defensiva, apuntando con una espada a cada una de las sanguijuelas.
Aunque parecía que no conseguían hacerlo entrar en razón, el espadachín había dejado de lanzar esos ataques tan feroces y parecía calmarse gradualmente, optando por una estrategia de defenderse y contraatacar cuando el enemigo estaba al alcance, aunque seguía siendo difícil de entender que se le pasaba por la cabeza.
Su postura más calmada y calculadora le permitió evitar recibir tierra y polvo a la cara, a lo que inmediatamente reacciono lanzando un par de estocadas con sus espadas en contra de su adversario, aunque este logro esquivarlas a mala pena dando uso a su arma improvisada.
Antes de que pudiera dar un paso más, una pequeña daga se clava en el suelo cerca de los pies del mercenario, cuando desvía la mirada en dirección del origen de ese ataque otro cuchillo vuela cerca de su cara dejando una leve línea roja debajo de su ojo derecho, casi perforándole la oreja de no ser que el aparto la cabeza por mero reflejo. Dicho ataque venia de mano de la segunda vampira que parecía estar trabajando en conjunto con el chupasangre anterior, en ese momento Klinge opto de nuevo una postura defensiva, apuntando con una espada a cada una de las sanguijuelas.
Aunque parecía que no conseguían hacerlo entrar en razón, el espadachín había dejado de lanzar esos ataques tan feroces y parecía calmarse gradualmente, optando por una estrategia de defenderse y contraatacar cuando el enemigo estaba al alcance, aunque seguía siendo difícil de entender que se le pasaba por la cabeza.
Klinge
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Para mi sorpresa, o no tan sorpresa pues ya sospechaba que no era una damisela en peligro, resultó ser una vampira que además parecía defenderse bien con las dagas por la manera en que las sujetaba, o al menos esa era mi impresión hasta que decidió lanzar una de sus armas a los pies del humano; algo debíamos tener los vampiros en la sangre que nos llevaba a arrojar las ventajas para quedar desarmados, pues al igual que yo, la chica también seguiría los pasos, de ser así todos, era válido pensar que los vampiros se extinguirían pronto.
La rubia decidió atacar al humano, y aunque al principio había sido un lanzamiento de advertencia, el segundo ataque sería más definitivo, buscando alcanzar la oreja de Lucho aunque al final solo había conseguido dejarle una ligera marca bajo el ojo -Espera, no lo mates- Advertí a la mujer -Lo conozco, es raro pero no es idiota- Abogué a favor del humano -Algo le pasa, podría estar bajo alguna alucinación- Intentaba buscar una explicación para su comportamiento tan hostil pero no se me ocurría alguna manera de justificar sus acciones.
El ataque de la mujer, al contrario de conseguir amedrentar al hombre, solo consiguió enojarlo más de lo que ya parecía estar al inicio; aunque de momento había dejado de atacar, se mantenía atento y en guardia, dejando claro que acercarnos a él no iba a resultar nada fácil -Vamos Lucho, somos amigos, recuerda todo lo que hemos pasado juntos- Intenté hacerlo entrar en razón y de momento parecía funcionar ligeramente, pues el hombre se había acorazado de manera defensiva y apuntándonos con su par de espadas -Cálmate, Lucho, somos nosotros, tus amigos favoritos- Dije en un nuevo intento por acercarme al humano.
El humano en aquel estado parecía cuando menos un animal salvaje, una bestia que había aprendido a reaccionar únicamente por instinto; intenté acercarme de nuevo pero el hombre saltó en un contra ataque, una y otra vez se repitieron los infructuosos intentos por acercarme y decidí entonces mantener la distancia -¡¡LUCHO!! ¡¡REACCIONA!!- Grité un poco cansado de la situación, pelear contra el humano estado lúcido podría ser algo muy entretenido, pero en esta ocasión causarle cualquier daño sería nocivo para asegurar su relajación.
La rubia decidió atacar al humano, y aunque al principio había sido un lanzamiento de advertencia, el segundo ataque sería más definitivo, buscando alcanzar la oreja de Lucho aunque al final solo había conseguido dejarle una ligera marca bajo el ojo -Espera, no lo mates- Advertí a la mujer -Lo conozco, es raro pero no es idiota- Abogué a favor del humano -Algo le pasa, podría estar bajo alguna alucinación- Intentaba buscar una explicación para su comportamiento tan hostil pero no se me ocurría alguna manera de justificar sus acciones.
El ataque de la mujer, al contrario de conseguir amedrentar al hombre, solo consiguió enojarlo más de lo que ya parecía estar al inicio; aunque de momento había dejado de atacar, se mantenía atento y en guardia, dejando claro que acercarnos a él no iba a resultar nada fácil -Vamos Lucho, somos amigos, recuerda todo lo que hemos pasado juntos- Intenté hacerlo entrar en razón y de momento parecía funcionar ligeramente, pues el hombre se había acorazado de manera defensiva y apuntándonos con su par de espadas -Cálmate, Lucho, somos nosotros, tus amigos favoritos- Dije en un nuevo intento por acercarme al humano.
El humano en aquel estado parecía cuando menos un animal salvaje, una bestia que había aprendido a reaccionar únicamente por instinto; intenté acercarme de nuevo pero el hombre saltó en un contra ataque, una y otra vez se repitieron los infructuosos intentos por acercarme y decidí entonces mantener la distancia -¡¡LUCHO!! ¡¡REACCIONA!!- Grité un poco cansado de la situación, pelear contra el humano estado lúcido podría ser algo muy entretenido, pero en esta ocasión causarle cualquier daño sería nocivo para asegurar su relajación.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Eva consiguió hacerle un pequeño rasguño debajo de un ojo al guerrero enloquecido, en su momento pensó que seria advertencia más que suficiente, aunque por si acaso deslizó otra hoja arrojadiza a su mano, alistándose para atacar y esta vez de manera más letal si aquel humano no se calmaba. El guerrero, apenas aplacado por el ataque de la vampiresa, opto por adoptar una posición defensiva, cesando en sus ataques pero sin dejar de apuntar sus armas hacia ellos.
Evangeline giró la cabeza sorprendida cuando su compañero habló en favor de aquel que había comenzado la contienda lanzandoles constantes estocadas e intentaba alcanzarlos con sus letales espadas. Eva recordó que al inició de aquel molesto episodio el pálido habló al humano como viejos amigos aunque el aludido no correspondió su saludo. Cuando el vampiro mencionó la posibilidad de que el hombre podría estar bajo alguna alucinación tuvo sentido para ella. O era una alucinación o las heridas que tenía habían ahondado en lo más profundo de su cerebro haciéndole creer que se encontraba rodeado de enemigos.
La mujer decidió dar crédito a su compañero de raza puesto que no conocía la historia que tenia con aquel individuo y quería respetarla, por lo tanto decidió no atacar mientras aquel se enfrascaba en un nuevo de intento de tranquilizar la furia de nuestro atacante. Evangeline deseaba profundamente que aquella batalla sin sentido diera su fin, que aquel se calmara y les contara que hacia en el territorio de los vampiros pidiendo desafíos a los dioses, cual era la empresa que lo había conducido a aquellos terrenos tan peligrosos, incluso para el mejor guerrero humano, donde había conseguido las terribles heridas que cargaba en su cuerpo y sobretodo que llevaba en aquella bolsa que había despertado la curiosidad de la vampiresa.
Evangeline giró la cabeza sorprendida cuando su compañero habló en favor de aquel que había comenzado la contienda lanzandoles constantes estocadas e intentaba alcanzarlos con sus letales espadas. Eva recordó que al inició de aquel molesto episodio el pálido habló al humano como viejos amigos aunque el aludido no correspondió su saludo. Cuando el vampiro mencionó la posibilidad de que el hombre podría estar bajo alguna alucinación tuvo sentido para ella. O era una alucinación o las heridas que tenía habían ahondado en lo más profundo de su cerebro haciéndole creer que se encontraba rodeado de enemigos.
La mujer decidió dar crédito a su compañero de raza puesto que no conocía la historia que tenia con aquel individuo y quería respetarla, por lo tanto decidió no atacar mientras aquel se enfrascaba en un nuevo de intento de tranquilizar la furia de nuestro atacante. Evangeline deseaba profundamente que aquella batalla sin sentido diera su fin, que aquel se calmara y les contara que hacia en el territorio de los vampiros pidiendo desafíos a los dioses, cual era la empresa que lo había conducido a aquellos terrenos tan peligrosos, incluso para el mejor guerrero humano, donde había conseguido las terribles heridas que cargaba en su cuerpo y sobretodo que llevaba en aquella bolsa que había despertado la curiosidad de la vampiresa.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
El griterío del vampiro pareció llegar a algún lado con el guerrero que se lo tonaba muy desorientado, sacudiendo la cabeza y llevándose las manos que aun sostenían sus espadas a la cara.
De pronto parecía que el espadachín recupero la cordura mientras miraba todo a su alrededor confundido para luego verle la cara al otro par que se encontraba en el bosque junto a él noto un rostro conocido.
El espadachín enfunda sus espadas y se acerca con un rostro mucho menos amenazante que antes –cuanto tiempo viejo amigo!- dijo con una expresión alegre que desaparece inmediatamente tener al vampiro al alcance, donde le lanzo un brutal puñetazo de derecha a la cara –que no me llames Lucho imbécil!- exclamo con obvio disgusto en su tono –entérate! Me llamo Klinge!- agrego antes de volver a mirar a su alrededor para orientarse.
El, ahora identificado, mercenario vio algo de alegría en su mirada donde se encontraba la colina desde la cual cargo contra Bio en primera instancia y rápidamente fue a recoger la bolsa que dejo tirada cuando entro en su frenesí asesino.
Al recogerla del suelo el muchacho se fijo en el pequeño corte que tenia debajo de su ojo derecho, de todas las heridas que tenia no podía recordar esa, fue entonces cuando se recordó de aquella mujer. Al bajar de la colina se dirigió a ella con una mano sobre el mango de una de sus espadas enfundadas mientras tenia la bolsa colgando de su hombro izquierdo –quien eres tú? Conoces de algo al otro chupa sangre llamado Bio?- le echa una rápida mirada de pies a cabeza, una chica rubia de cuerpo fuerte que no parecía tomar mucho sol –seguro que debes de ser congénere del otro estimado, vienes a por un bocadillo nocturno?
Era más que obvio que, a pesar de recuperar su cordura, el humano no bajaba la guardia, cosa sensata tomando en cuenta su situación actual, lo más probable que el par de mosquitos que vinieron a por él en el bosque no venían con buenas intenciones en mente, nunca se podía confiar mucho en ellos de todos modos.
De pronto parecía que el espadachín recupero la cordura mientras miraba todo a su alrededor confundido para luego verle la cara al otro par que se encontraba en el bosque junto a él noto un rostro conocido.
El espadachín enfunda sus espadas y se acerca con un rostro mucho menos amenazante que antes –cuanto tiempo viejo amigo!- dijo con una expresión alegre que desaparece inmediatamente tener al vampiro al alcance, donde le lanzo un brutal puñetazo de derecha a la cara –que no me llames Lucho imbécil!- exclamo con obvio disgusto en su tono –entérate! Me llamo Klinge!- agrego antes de volver a mirar a su alrededor para orientarse.
El, ahora identificado, mercenario vio algo de alegría en su mirada donde se encontraba la colina desde la cual cargo contra Bio en primera instancia y rápidamente fue a recoger la bolsa que dejo tirada cuando entro en su frenesí asesino.
Al recogerla del suelo el muchacho se fijo en el pequeño corte que tenia debajo de su ojo derecho, de todas las heridas que tenia no podía recordar esa, fue entonces cuando se recordó de aquella mujer. Al bajar de la colina se dirigió a ella con una mano sobre el mango de una de sus espadas enfundadas mientras tenia la bolsa colgando de su hombro izquierdo –quien eres tú? Conoces de algo al otro chupa sangre llamado Bio?- le echa una rápida mirada de pies a cabeza, una chica rubia de cuerpo fuerte que no parecía tomar mucho sol –seguro que debes de ser congénere del otro estimado, vienes a por un bocadillo nocturno?
Era más que obvio que, a pesar de recuperar su cordura, el humano no bajaba la guardia, cosa sensata tomando en cuenta su situación actual, lo más probable que el par de mosquitos que vinieron a por él en el bosque no venían con buenas intenciones en mente, nunca se podía confiar mucho en ellos de todos modos.
Klinge
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
La sucesión de eventos se habían desarrollado a tal prisa que me sentía incluso desorientado, apenas habíamos visto al humano y ya de inmediato había saltado al ataque; sin embargo y a pesar de lo peligroso que parecía, la chica cesó sus ataques ante mis advertencias de que conocía al hombre, Klinge se mantenía a la defensiva, no tenía idea de por qué actuaba como actuaba pero me resultaba bastante extraño.
Finalmente tal como había entrado en su frenesí de furia, volvió a un estado de misteriosa calma y sin explicación alguna me saludó de manera un tanto efusiva y misteriosa a la vez; se acercó para saludarme aunque después de lo anterior y de casi abrirme el pecho con su espada era más que obvio que me mantendría alerta aunque un nuevo ataque de furia, tal como había imaginado, cuando apenas me tuvo al alcance lanzó un puñetazo a la cara; apenas alcancé a girar el rostro mientras intentaba esquivarlo pero el infeliz consiguió darme, para luego quejarse de que no lo llamara de esa manera sino “Klinge”.
Retrocedí un par de pasos en caso de que le volviera a dar la rabia loca y miré a la mujer un poco desconcertado ante la actitud del humano -Vamos, Lucho, no es un nombre tan feo, no es razón para intentar matarnos- Le dije en tono jocoso aún sin tomarlo completamente en serio -Además Klin es un nombre muy largo- Llevé mis manos a mi mejilla -Incluso podría llamarte Klucho ¡Eso! ¡Serás Klucho!- Dije emocionado sugiriendo el que ahora sería su nuevo apodo.
Igual no parecía estar muy contento con que lo llamaran de una manera diferente, pero dada mi mala memoria y mi extraordinaria habilidad para olvidar nombres de personas, sabía que ni de chiste recordaría su extraño nombre cuando nos volviéramos a ver, aunque de seguir como iba su expectativa de vida parecía ser bastante baja.
Después de regresar por su bolsa se dirigió entonces a la mujer con una serie de acusaciones que aunque no estaban lejos de la verdad, lo mejor sería hacer borrón y cuenta nueva ahora que al ser un rostro conocido se salvaba de entrar en mi dieta y seguramente también en la dieta de la rubia -Jamás pensaría en comerte, eres mi humano favorito, y no le digo eso a todo el mundo- Le dije a Klucho de forma amigable mientras pasaba mi mano izquierda por la mejilla en donde me había alcanzado su golpe -¿Ahora a dónde vamos? Klucho- Pregunté para saber la ruta que tomaría el humano, con lo peligroso que era nuestra escena actual lo mejor sería viajar en grupo y por raro que fuera el humano, era un buen guerrero, podría ser útil si nos atacaba alguien más...
Finalmente tal como había entrado en su frenesí de furia, volvió a un estado de misteriosa calma y sin explicación alguna me saludó de manera un tanto efusiva y misteriosa a la vez; se acercó para saludarme aunque después de lo anterior y de casi abrirme el pecho con su espada era más que obvio que me mantendría alerta aunque un nuevo ataque de furia, tal como había imaginado, cuando apenas me tuvo al alcance lanzó un puñetazo a la cara; apenas alcancé a girar el rostro mientras intentaba esquivarlo pero el infeliz consiguió darme, para luego quejarse de que no lo llamara de esa manera sino “Klinge”.
Retrocedí un par de pasos en caso de que le volviera a dar la rabia loca y miré a la mujer un poco desconcertado ante la actitud del humano -Vamos, Lucho, no es un nombre tan feo, no es razón para intentar matarnos- Le dije en tono jocoso aún sin tomarlo completamente en serio -Además Klin es un nombre muy largo- Llevé mis manos a mi mejilla -Incluso podría llamarte Klucho ¡Eso! ¡Serás Klucho!- Dije emocionado sugiriendo el que ahora sería su nuevo apodo.
Igual no parecía estar muy contento con que lo llamaran de una manera diferente, pero dada mi mala memoria y mi extraordinaria habilidad para olvidar nombres de personas, sabía que ni de chiste recordaría su extraño nombre cuando nos volviéramos a ver, aunque de seguir como iba su expectativa de vida parecía ser bastante baja.
Después de regresar por su bolsa se dirigió entonces a la mujer con una serie de acusaciones que aunque no estaban lejos de la verdad, lo mejor sería hacer borrón y cuenta nueva ahora que al ser un rostro conocido se salvaba de entrar en mi dieta y seguramente también en la dieta de la rubia -Jamás pensaría en comerte, eres mi humano favorito, y no le digo eso a todo el mundo- Le dije a Klucho de forma amigable mientras pasaba mi mano izquierda por la mejilla en donde me había alcanzado su golpe -¿Ahora a dónde vamos? Klucho- Pregunté para saber la ruta que tomaría el humano, con lo peligroso que era nuestra escena actual lo mejor sería viajar en grupo y por raro que fuera el humano, era un buen guerrero, podría ser útil si nos atacaba alguien más...
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Luego de una serie de ataques mas inofensivos esta vez, pero igual de llenos de furia, el guerrero entró finamente en calma, o eso parecía. Después de mantener una discusión acerca de su nombre con el hombre pálido, se dirigió a recoger aquella bolsa que se había caído de sus manos al iniciar la trifulca y que había llamado tanto la atención de la vampiresa.
Mientras Eva cavilaba sobre qué podría haber en aquella condenada bolsa, el guerrero se dirigió a ella a fin de saber quien era y que relación tenía con su compañero a quien llamó chupasangre. Aquel apodo peyorativo lejos de molestar a Eva, la divirtió. Le divertía tremendamente la furia de aquel de hombre y el desafío y misterio que representaba.
—Mi nombre es Evangeline, Kluncho.— Pronunció el nuevo apodo creado por su compañero, que según lo que pudo enterarse por el guerrero, se llamaba Bio, a fin de molestarlo simplemente ya que él había apodado al hombre como chupasangre y deducio que seguramente ella también sería clasificada de ese modo. —Y no conocía al tal Bio hasta hace un momento.— Eva no respondió a la pregunta sobre si era congénere de Bio, simplemente lo miró algo irritada y le mostró sus dientes para que supiera que aquella inesperada calma no la había hecho relajarse ni bajar la guardia, al contrario, estaba más atenta que nunca.
Cuando Bio preguntó hacía donde debían dirigirse ahora, de forma plural, en un comienzo deseó que ella no estuviera incluida en aquella invitación y finalmente decidió que si así lo era, los acompañaría, pues luego de pensárselo un poco, se dio cuenta de que después de tanta acción no podría descansar. Por ultimo su curiosidad terminó por adueñarse de ella y dijo:
—Antes de ir a algún lugar, dinos que hay en la condenada bolsa a la que te aferras.
Mientras Eva cavilaba sobre qué podría haber en aquella condenada bolsa, el guerrero se dirigió a ella a fin de saber quien era y que relación tenía con su compañero a quien llamó chupasangre. Aquel apodo peyorativo lejos de molestar a Eva, la divirtió. Le divertía tremendamente la furia de aquel de hombre y el desafío y misterio que representaba.
—Mi nombre es Evangeline, Kluncho.— Pronunció el nuevo apodo creado por su compañero, que según lo que pudo enterarse por el guerrero, se llamaba Bio, a fin de molestarlo simplemente ya que él había apodado al hombre como chupasangre y deducio que seguramente ella también sería clasificada de ese modo. —Y no conocía al tal Bio hasta hace un momento.— Eva no respondió a la pregunta sobre si era congénere de Bio, simplemente lo miró algo irritada y le mostró sus dientes para que supiera que aquella inesperada calma no la había hecho relajarse ni bajar la guardia, al contrario, estaba más atenta que nunca.
Cuando Bio preguntó hacía donde debían dirigirse ahora, de forma plural, en un comienzo deseó que ella no estuviera incluida en aquella invitación y finalmente decidió que si así lo era, los acompañaría, pues luego de pensárselo un poco, se dio cuenta de que después de tanta acción no podría descansar. Por ultimo su curiosidad terminó por adueñarse de ella y dijo:
—Antes de ir a algún lugar, dinos que hay en la condenada bolsa a la que te aferras.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
El espadachín enfureció inmediatamente al escuchar semejante apodo que ahora le estaba poniendo ese chupasangre, cosa que izo sabérsela inmediatamente al fulminarlo con la mirada mientras amenazaba con desenfadar su espada de nuevo –escúchame estiércol de trol!- bramo con furia –no me estés buscando las costillas, lucido no soy nada comparado a lo que acabas de ver, ya mate a uno de los tuyos esta noche y puedo hacerlo de nuevo!- le bastaba con amenazar y amedrentar a Bio, después de todo, aunque Evangeline le siguiera el juego con la broma no fue a ella quien se le ocurrió tal estupidez de nombre.
La otra vampira se notaba intrigada por la bolsa del mercenario, así que este se dio la vuelta mirándola a la cara y dijo con una sonrisa burlona –esta es la razón por la que vine a esta tierra maldita.- dijo sosteniendo la bolsa a la altura de su cabeza para luego abrirla y sacar lo que guardaba revelando la cabeza cercenada de un hombre en cuyo rostro aun se podía notar parte de la expresión de desesperación y miedo con la que murió que, por la peculiar forma de sus dientes se podía notar el hecho de que se trataba de un vampiro.
Klinge sostenía la cabeza de las greñas y pregunto a modo de broma –es un conocido suyo por si acaso?- mientras, levantándola por los aires para que fuera más fácil de verse, se la enseñaba a sus acompañantes, luego se dispuso a guardarla de nuevo en la bolsa –este desgraciado se dejo ver mientras se alimentaba de una pobre campesina, y su recompensa era particularmente alta, debido a que, para colmo, era bien sabido que estaba involucrado en actividades ilegales.- dijo mientras se volvía a colgar la bolsa de la espalda –justo lo pesque y lo perseguí hasta que lo mate y ahora me llevare esto con migo para cobrar la recompensa.
La otra vampira se notaba intrigada por la bolsa del mercenario, así que este se dio la vuelta mirándola a la cara y dijo con una sonrisa burlona –esta es la razón por la que vine a esta tierra maldita.- dijo sosteniendo la bolsa a la altura de su cabeza para luego abrirla y sacar lo que guardaba revelando la cabeza cercenada de un hombre en cuyo rostro aun se podía notar parte de la expresión de desesperación y miedo con la que murió que, por la peculiar forma de sus dientes se podía notar el hecho de que se trataba de un vampiro.
Klinge sostenía la cabeza de las greñas y pregunto a modo de broma –es un conocido suyo por si acaso?- mientras, levantándola por los aires para que fuera más fácil de verse, se la enseñaba a sus acompañantes, luego se dispuso a guardarla de nuevo en la bolsa –este desgraciado se dejo ver mientras se alimentaba de una pobre campesina, y su recompensa era particularmente alta, debido a que, para colmo, era bien sabido que estaba involucrado en actividades ilegales.- dijo mientras se volvía a colgar la bolsa de la espalda –justo lo pesque y lo perseguí hasta que lo mate y ahora me llevare esto con migo para cobrar la recompensa.
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Re: Un mal día en una mala época [LIBRE 3/3] INCONCLUSO
Finalmente todo parecía volver a la calma, aunque esta calma se vería interrumpida tras la presentación de la chica cuyo nombre me resultaba particularmente agradable, aunque algo largo, tal vez debería llamarla simplemente Evucha, por ser más corto; aunque de momento me resultaba más entretenido observar las reacciones del mercenario que no demoró en armar todo un drama con respecto a su nuevo nombre; y es que si algo había que reconocerle era su originalidad para idear insultos, incluso me llegaba a recordar un poco a mi viejo amigo Werner, tal vez por eso me había terminado agradando el humano a pesar de que siempre tenía el humor de una adolescente con cólicos menstruales aunque el término aún no se había inventado.
¿Estiercol de troll?- Pregunté retrocediendo un poco en caso que el humano sufriera otro arranque aunque manteniendo una sonrisa en el rostro ante tan creativo y singular insulto -Pero no estoy interesado en tus costillas- Dije extrañado y sin comprender del todo su planteamiento, seguramente sería alguna de esas raras expresiones de los humanos; preferí no decir nada y dejarlo continuar hasta que nos amenazó diciendo que había matado a uno de los nuestros, cosa que en realidad me importaba muy poco pues no era precisamente un patriota ni tenía la mejor relación con los de mi raza; incluso consideraba a la mayoría como menos que animales salvajes, aunque no dejaba de llamarme la atención saber contra quién había podido el humano.
Gracias a la pregunta de Eva quien afortunadamente me había quitado las palabras de la boca para saciar la curiosidad, Kluncho se decidió a mostrarnos el contenido de su cacería -Que... Asco...- Murmuré al notar que efectivamente el cazador se había tomado literal la expresión de “precio por su cabeza”; sin lugar a dudas tendrían que darle una buena recompensa por haber acabado con semejante amenaza -¿Conocerlo? Déja ver- Respondí al humano -Pero no la muevas tanto que me mareas- Protesté ante su manera de menear la pobre cabeza aunque al final no logré saber de quién se trataba -¡Oh! ¡Por los dioses! ¡Has matado a...!- Comencé a gritar con alarma -Ese es... Sí, estoy seguro que es...- Continué para generar suspenso -No, espera, ni idea, pero si era malvado genial, deberías matar a todos esos chupasangres, menos a Eva por ser guapa y a mí por ser... ¿Chévere?- Bromeé un poco aunque Kluncho no parecía destacar precisamente por su hilarante sentido del humor, de hecho comenzaba a creer que por alguna razón los dioses le habían negado la facultad de reír; lo cual resultaba bastante triste.
Finalmente caí en cuenta de otro detalle, y era que algunos vampiros tenían la costumbre de cazar en manadas, incluso algunos debían reportarse a otros de mayor estatus, y si ese descabezado era parte de alguna banda había la posibilidad de que sus compañeros salieran a buscarlo -Es tu día de suerte, Kluncho... Me debes una camisa nueva así que te acompañaré a entregar tu cabeza, creo que voy en la misma dirección, también voy al sur- Dije asumiendo que iba a la ciudad de los humanos -Aunque si vas al norte creo que yo también- Dije en caso que su dirección fuera otra -O tal vez voy al este, o al oeste- Añadí para quitar la posibilidad de que el humano se me escapara por su cuenta.
¿Estiercol de troll?- Pregunté retrocediendo un poco en caso que el humano sufriera otro arranque aunque manteniendo una sonrisa en el rostro ante tan creativo y singular insulto -Pero no estoy interesado en tus costillas- Dije extrañado y sin comprender del todo su planteamiento, seguramente sería alguna de esas raras expresiones de los humanos; preferí no decir nada y dejarlo continuar hasta que nos amenazó diciendo que había matado a uno de los nuestros, cosa que en realidad me importaba muy poco pues no era precisamente un patriota ni tenía la mejor relación con los de mi raza; incluso consideraba a la mayoría como menos que animales salvajes, aunque no dejaba de llamarme la atención saber contra quién había podido el humano.
Gracias a la pregunta de Eva quien afortunadamente me había quitado las palabras de la boca para saciar la curiosidad, Kluncho se decidió a mostrarnos el contenido de su cacería -Que... Asco...- Murmuré al notar que efectivamente el cazador se había tomado literal la expresión de “precio por su cabeza”; sin lugar a dudas tendrían que darle una buena recompensa por haber acabado con semejante amenaza -¿Conocerlo? Déja ver- Respondí al humano -Pero no la muevas tanto que me mareas- Protesté ante su manera de menear la pobre cabeza aunque al final no logré saber de quién se trataba -¡Oh! ¡Por los dioses! ¡Has matado a...!- Comencé a gritar con alarma -Ese es... Sí, estoy seguro que es...- Continué para generar suspenso -No, espera, ni idea, pero si era malvado genial, deberías matar a todos esos chupasangres, menos a Eva por ser guapa y a mí por ser... ¿Chévere?- Bromeé un poco aunque Kluncho no parecía destacar precisamente por su hilarante sentido del humor, de hecho comenzaba a creer que por alguna razón los dioses le habían negado la facultad de reír; lo cual resultaba bastante triste.
Finalmente caí en cuenta de otro detalle, y era que algunos vampiros tenían la costumbre de cazar en manadas, incluso algunos debían reportarse a otros de mayor estatus, y si ese descabezado era parte de alguna banda había la posibilidad de que sus compañeros salieran a buscarlo -Es tu día de suerte, Kluncho... Me debes una camisa nueva así que te acompañaré a entregar tu cabeza, creo que voy en la misma dirección, también voy al sur- Dije asumiendo que iba a la ciudad de los humanos -Aunque si vas al norte creo que yo también- Dije en caso que su dirección fuera otra -O tal vez voy al este, o al oeste- Añadí para quitar la posibilidad de que el humano se me escapara por su cuenta.
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