[Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Página 2 de 3. • Comparte
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Ingela resopló aliviada al verlo girarse. Se permitió unos instantes para admirar su firme espalda y cómo caía su cabello. Le atraía sobremanera. -Mierda- murmuró cuando sintió avivarse la sensación de hormigas corriendo frenéticas en su cuerpo. Se giró rápidamente sacudiendo su cabeza para sacarse cualquier idea, comenzó a buscar desesperada en su mochila una muda de ropa a ver si se distraía. Sacaba prendas como loca, dejando todo amontonado a un lado. Ella no era desordenada, todo lo contrario. Normalmente, sacaría las cosas y las dejaría en orden, la ropa doblada para luego volverlo a guardar todo con mucho cuidado, ya que todo tenía un espacio calculado dentro de su mochila.
-Calma Ingela, no hay prisa... tómate tu tiempo, elige tu ropa... ¡Mira! Esta camisa y este pantalón servirán- se decía tratando de calmarse. Sentada sobre sus talones estiró la camisa seca a su lado y con cuidado de no tropezar su vendaje, se sacó la húmeda. Tenía que sacarse también el sujetador, aquello le costó mucho más trabajo; deslizó las tiras por sus hombros para sacar los brazos, primera parte del plan completada. Intentó desanudar el nudo que amarraba la cinta que mantenía la prenda firmemente pegada a su cuerpo pero fue en vano, tendría que sacárselo por encima de la cabeza. ¿Cómo podría sacarlo con una sola mano?. Intentó hacerlo con una mano, resoplando tras cada intento fallido y murmurando alguna maldición si se pasaba a llevar la mano vendada. Finalmente, torció la boca y decidió que lo mejor sería continuar con el pantalón y luego se encargaría del sostén.
Se desabrochó el cinturón y el botón del pantalón el que cayó fácilmente tras sacudir la cadera un poco. Sacar su calzón también fue fácil. Rápidamente, tomó el pantalón seco, se lo subió y aunque asegurarlo en su cintura fue un poco más difícil, pudo pasar los botones por los ojales.
Había que retomar la tarea del sostén. Meditó un momento y decidió cortar la cinta, al fin y al cabo, la podía reemplazar. Buscó en un su bolso y encontró una pequeña navaja, cortó la cinta y el sujetador se deslizó por su cintura. Respiró aliviada y se puso la camisa que le quedaba bastante holgada. Por fin estaba cómoda y calentita. Tomó su ropa y la puso cerca del fuego para que se secara. -Gracias por esperar- le dijo al elfo sentándose nuevamente junto a él.
Afuera, un relámpago cruzó el cielo y el trueno retumbó con fuerza. La lluvia en vez de menguar, arreciaba.
-Calma Ingela, no hay prisa... tómate tu tiempo, elige tu ropa... ¡Mira! Esta camisa y este pantalón servirán- se decía tratando de calmarse. Sentada sobre sus talones estiró la camisa seca a su lado y con cuidado de no tropezar su vendaje, se sacó la húmeda. Tenía que sacarse también el sujetador, aquello le costó mucho más trabajo; deslizó las tiras por sus hombros para sacar los brazos, primera parte del plan completada. Intentó desanudar el nudo que amarraba la cinta que mantenía la prenda firmemente pegada a su cuerpo pero fue en vano, tendría que sacárselo por encima de la cabeza. ¿Cómo podría sacarlo con una sola mano?. Intentó hacerlo con una mano, resoplando tras cada intento fallido y murmurando alguna maldición si se pasaba a llevar la mano vendada. Finalmente, torció la boca y decidió que lo mejor sería continuar con el pantalón y luego se encargaría del sostén.
Se desabrochó el cinturón y el botón del pantalón el que cayó fácilmente tras sacudir la cadera un poco. Sacar su calzón también fue fácil. Rápidamente, tomó el pantalón seco, se lo subió y aunque asegurarlo en su cintura fue un poco más difícil, pudo pasar los botones por los ojales.
Había que retomar la tarea del sostén. Meditó un momento y decidió cortar la cinta, al fin y al cabo, la podía reemplazar. Buscó en un su bolso y encontró una pequeña navaja, cortó la cinta y el sujetador se deslizó por su cintura. Respiró aliviada y se puso la camisa que le quedaba bastante holgada. Por fin estaba cómoda y calentita. Tomó su ropa y la puso cerca del fuego para que se secara. -Gracias por esperar- le dijo al elfo sentándose nuevamente junto a él.
Afuera, un relámpago cruzó el cielo y el trueno retumbó con fuerza. La lluvia en vez de menguar, arreciaba.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Iltharion sonrió suavemente con derrota, la suerte había decidido que no fuera requerido para esos menesteres, por el momento. Inspiró profundamente del cigarrillo que reposaba entre sus labios, y soltó el humo lentamente por las narinas, como las ilustraciones de los dragones que aparecían en los cuentos y leyendas. Luego tomó el canuto entre los dedos, y lo hizo bailar entre los mismos haciendo equilibrios y piruetas mientras alargaba el brazo hacia el hogar en el cual dejó caer las cenizas, dando un par de golpes con la yema en el tronco del cigarrillo.
-Faltaría mas.-Giró el rostro el elfo para mirar a la muchacha.- No quisiera que se enfermara, y además está en su alcoba.- Le recordó. Si bien el bardo no parecía cohibido por el lugar y la situación, tampoco iba a acomodarse tanto como para ponerse quejoso cuando era un invitado.
El cielo y la tormenta al chasquear con furia parecieron querer recordarle que mas le valía seguir comportándose si no quería practicar algo de nado en las calles annnegadas por esa diluvio interminable.
Iltharion tomó con la mano libre el paño sobre el que antes habían rallado algo de corteza y lo coloco delante suyo, luegoo tomó la corteza y la daga y se puso a seguir rallando de la misma para dejar una buena pila hecha para la muchacha, pues dudaba que en los próximos días pudiera hacerlo por si misma.
-Lleva poco viajando, y seguro que los caminos y las horas muertas dan que pensar. ¿Que clase de cosas esperas ver o hacer en tu viaje?.-Era una pregunta inofensiva y que siempre revelaba algo con la respuesta, pesé a que había ciertos temas que se repetían. Ciertas fiestas, o comidas que probar, algunos lugares famosos que visitar, etc.. Mientras, el trovador separo una pizca del tamaño de la alfanje en la palma de su mano, y ató el resto con el paño.
-Toma.-Le dejó el paquete al lado.- Así no tendrás que forzar la mano.-Luego extendió la propia con el pilón ya poriconado, esperando que colocara la mano en cuenco para darle el polvito.
-Siento mi pretensión de abusar de tu hospitalidad, pero ¿Me permitirías quedarme hasta que amaine un poco la tormenta? Me alojo en otra posada y no tengo encima como para permitirme otra habitación.-Arreglar el laúd era caro, y no solía llevar mas dinero de la cuenta encima, además de que nunca le duraba demasiado. Y, aunque podía robarle a los clientes del salón, prefería no arriesgarse, estaba muy cómodo allí, y tenía compañía.
-Faltaría mas.-Giró el rostro el elfo para mirar a la muchacha.- No quisiera que se enfermara, y además está en su alcoba.- Le recordó. Si bien el bardo no parecía cohibido por el lugar y la situación, tampoco iba a acomodarse tanto como para ponerse quejoso cuando era un invitado.
El cielo y la tormenta al chasquear con furia parecieron querer recordarle que mas le valía seguir comportándose si no quería practicar algo de nado en las calles annnegadas por esa diluvio interminable.
Iltharion tomó con la mano libre el paño sobre el que antes habían rallado algo de corteza y lo coloco delante suyo, luegoo tomó la corteza y la daga y se puso a seguir rallando de la misma para dejar una buena pila hecha para la muchacha, pues dudaba que en los próximos días pudiera hacerlo por si misma.
-Lleva poco viajando, y seguro que los caminos y las horas muertas dan que pensar. ¿Que clase de cosas esperas ver o hacer en tu viaje?.-Era una pregunta inofensiva y que siempre revelaba algo con la respuesta, pesé a que había ciertos temas que se repetían. Ciertas fiestas, o comidas que probar, algunos lugares famosos que visitar, etc.. Mientras, el trovador separo una pizca del tamaño de la alfanje en la palma de su mano, y ató el resto con el paño.
-Toma.-Le dejó el paquete al lado.- Así no tendrás que forzar la mano.-Luego extendió la propia con el pilón ya poriconado, esperando que colocara la mano en cuenco para darle el polvito.
-Siento mi pretensión de abusar de tu hospitalidad, pero ¿Me permitirías quedarme hasta que amaine un poco la tormenta? Me alojo en otra posada y no tengo encima como para permitirme otra habitación.-Arreglar el laúd era caro, y no solía llevar mas dinero de la cuenta encima, además de que nunca le duraba demasiado. Y, aunque podía robarle a los clientes del salón, prefería no arriesgarse, estaba muy cómodo allí, y tenía compañía.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
La chica estiró su mano buena poniéndola en cuenco para recibir el polvillo que había raspado el elfo para ella. -Espero no morir- dijo con una impactante naturalidad, como si fuese cualquier cosa. No era que quería conocer la tierra de los mago, o ir a alguna playa paradisiaca, no ella solo quería salir viva, ni siquiera completa, con llegar respirando y por sus propios medios al seno de su hogar se daba por bien servida.
-No puedo decir que ha sido un viaje aburrido, todo lo contrario...- dijo abriendo los ojos. Aquellos dos meses le habían marcado sobremanera y lo único que quería era terminar aquella travesía. Aunque a decir verdad, no sabía realmente cuál sería su próximo destino. Fue por eso que se había quedado más días en Baslodia, porque no sabía qué hacer, su itinerario se había ido a la mierda.
-¿Qué hago ahora con esto?- le dijo hablando acerca del polvillo que le había pasado. -Debo guardarlo, ¿cierto? ¿O me lo echo en la mano? No entiendo, ya tengo la mano vendada- dijo mirándolo con extrañeza. Justo en ese momento le picaba la nariz y no tenía mano con la cual rascarse, sin contar con que quería acercarse más al fuego para secarse mejor el cabello.
Hizo una media sonrisa y le dijo -Si me ayudas a secar el cabello, te puedes quedar conmigo esta noche. Ya veremos cómo nos las arreglamos para dormir- dijo sonriente.
-No puedo decir que ha sido un viaje aburrido, todo lo contrario...- dijo abriendo los ojos. Aquellos dos meses le habían marcado sobremanera y lo único que quería era terminar aquella travesía. Aunque a decir verdad, no sabía realmente cuál sería su próximo destino. Fue por eso que se había quedado más días en Baslodia, porque no sabía qué hacer, su itinerario se había ido a la mierda.
-¿Qué hago ahora con esto?- le dijo hablando acerca del polvillo que le había pasado. -Debo guardarlo, ¿cierto? ¿O me lo echo en la mano? No entiendo, ya tengo la mano vendada- dijo mirándolo con extrañeza. Justo en ese momento le picaba la nariz y no tenía mano con la cual rascarse, sin contar con que quería acercarse más al fuego para secarse mejor el cabello.
Hizo una media sonrisa y le dijo -Si me ayudas a secar el cabello, te puedes quedar conmigo esta noche. Ya veremos cómo nos las arreglamos para dormir- dijo sonriente.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
El bardo no había imaginado esa respuesta aunque le hubieran dado largo rato para jugar a las adivinanzas. Tan sencilla y practica, "no morir" era, en fin de cuentas, lo que la mayoría esperaba no solo de sus viajes si no de su día a día. Para dar esa clase de respuesta la chica tenía que haber tenido realmente mala suerte, aunque el ataque que había descrito antes ya había arrojado algo de luz sobre el desventurado viaje de la muchacha.
El bardo se puso a guardar todos sus bártulos, cayendo en la cuenta tarde y por las preguntas de la joven que se había olvidado de dar indicaciones.-Lo tienes que tomar, lo colocas bajo la lengua y esperas a que se humedezca, después vas tragando a medida que se disuelva, aunque lo puedes pasar con agua si lo necesitas.- Explicó.-No intentes tomártelo de golpe o se te puedes atragantar al respirar.
El trovador casi se atragantó con el humo de su propio cigarrillo ante la sonriente oferta de la joven, aunque disimuló rápidamente aquel desliz, y dando una ultima calada al arrollado de menta, lo tiró a las llamas. Devolviendole la sonrisa se acercó a la muchacha, toalla en mano, y se acomodó mas cerca de la misma, en frente de ella, y se inclinó hacia la misma. Le colocó el paño sobre la cabeza como si fuera un velo apra empezar a secar las raices con total confianza, y una sonrisa juguetona ante la nueva oportunidad de proximidad que le había brindado la muchacha.
Rompiendo el pequeño silenció, y con ese tono confiado y confidente, el trovador habló de nuevo.
-Bueno, no puedo asegurarte lo que ansias, pero si podemos jugar un pequeño juego, y dejar de ser dos extraños.-Su sonrisa se ensancho ligeramente.- Puedo formular acertijos de medicinas que pueden ayudarte en momentos de problemas, como también eres sanadora, no sabré cuales conoces y cuales no. Si aciertas puedes preguntarme o pedirme algo, y si fallas tres veces, seré yo quien pueda gozar de dicho premio. ¿Que te parece?
El permiso para quedarse le proporcionaba al bardo un largo tiempo que podía ser cuanto menos entretenido, entre tanto lograra mantener un ambiente cálido.
Iltharion secó el cabello en conjunto hasta la nuca, y entonces separó con los dedos la melena trigueña de la dragona por el medio des de la nuca, dividiéndola en dos porciones. Tomó una de ellas y uso las falanges para desenredarla con cuidado antes de envolverla con el paño y empezar a secarla, con la misma minuciosidad y cuidado que el solía dedicar a su propio pelo. Des de esa distancia, sus ojos turquesa mostraban de forma mucho mas notoria esa ligera heterocromía que la distancia solía diluir, y, pese a que mantenía la mirada en el pelo de la joven casi todo el tiempo, como si se hallara concentrado en esa tarea, aquellos orbes heterogéneos oteaban a la muchacha de soslayo con cierta picara diversión.
El bardo se puso a guardar todos sus bártulos, cayendo en la cuenta tarde y por las preguntas de la joven que se había olvidado de dar indicaciones.-Lo tienes que tomar, lo colocas bajo la lengua y esperas a que se humedezca, después vas tragando a medida que se disuelva, aunque lo puedes pasar con agua si lo necesitas.- Explicó.-No intentes tomártelo de golpe o se te puedes atragantar al respirar.
El trovador casi se atragantó con el humo de su propio cigarrillo ante la sonriente oferta de la joven, aunque disimuló rápidamente aquel desliz, y dando una ultima calada al arrollado de menta, lo tiró a las llamas. Devolviendole la sonrisa se acercó a la muchacha, toalla en mano, y se acomodó mas cerca de la misma, en frente de ella, y se inclinó hacia la misma. Le colocó el paño sobre la cabeza como si fuera un velo apra empezar a secar las raices con total confianza, y una sonrisa juguetona ante la nueva oportunidad de proximidad que le había brindado la muchacha.
Rompiendo el pequeño silenció, y con ese tono confiado y confidente, el trovador habló de nuevo.
-Bueno, no puedo asegurarte lo que ansias, pero si podemos jugar un pequeño juego, y dejar de ser dos extraños.-Su sonrisa se ensancho ligeramente.- Puedo formular acertijos de medicinas que pueden ayudarte en momentos de problemas, como también eres sanadora, no sabré cuales conoces y cuales no. Si aciertas puedes preguntarme o pedirme algo, y si fallas tres veces, seré yo quien pueda gozar de dicho premio. ¿Que te parece?
El permiso para quedarse le proporcionaba al bardo un largo tiempo que podía ser cuanto menos entretenido, entre tanto lograra mantener un ambiente cálido.
Iltharion secó el cabello en conjunto hasta la nuca, y entonces separó con los dedos la melena trigueña de la dragona por el medio des de la nuca, dividiéndola en dos porciones. Tomó una de ellas y uso las falanges para desenredarla con cuidado antes de envolverla con el paño y empezar a secarla, con la misma minuciosidad y cuidado que el solía dedicar a su propio pelo. Des de esa distancia, sus ojos turquesa mostraban de forma mucho mas notoria esa ligera heterocromía que la distancia solía diluir, y, pese a que mantenía la mirada en el pelo de la joven casi todo el tiempo, como si se hallara concentrado en esa tarea, aquellos orbes heterogéneos oteaban a la muchacha de soslayo con cierta picara diversión.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
-De acuerdo- dijo con los ojos cerrados -Veamos qué tanto sabe el elfo acerca de las plantas medicinales- dijo haciendo alarde de una soltura que ni ella misma reconocería. Ella era una simple aprendiz de medicina con mala memoria. Pero en ese momento se sentía segura y confiada, sin contar que estaba entregada completamente al goce de ser mimada. Porque así se sentía la forma en que el elfo le secaba el cabello. Cuidaba de no tirar cuando se encontraba con nudos y era minucioso al frotar con el paño, lo unico que le faltaba era tararear alguna canción de cuna antigua para ser su oma Elle.
¿O acaso habrá sido el efecto analgésico de la rayadura de la corteza que le había pasado Iltharion? Porque ni bien le indicó cómo usarla, se la llevó a la boca y lentamente la convirtió en una masita que tragó. Le costó mucha saliva y amasar bastante con la lengua para conseguir algo tragable, ya que a pesar del esfuerzo del elfo por darle le polvillo más fino posible, sin cómo macerarlo, tenía pequeñas astillas que le pinchaban la lengua y el paladar. Le gustó el sabor de la madera, dulzón y algo picante, le dejó la boca adormecida al poco tiempo después.
Abrió los ojos y se encontró con el elfo muy de cerca. Tanta cercanía del cuerpo inpropio causó en ella un respingo, desde su partida de Dundarak que no tenía tan cerca a alguien. De hecho, desde su partida no había recibido afecto de ninguna clase por lo que el gesto del elfo, aunque haya sido una petición de parte de ella, era lo más cercano a cariño que recibía. Tras la sorpresa inicial, se tranquilizó -Gracias Iltharion- le dijo arrastrando las palabras debido a lo adormecida que tenía la lenga -Yo... sinceramente no sé cómo agradecer la atención que me das y la compañía que me brindas- dijo. -Este viaje no ha sido como yo esperaba, ha tenido tanto de dulce como de agráz- dijo con tristeza para luego esbozar una sonrisa -Y tu apareción hace parte de lo dulce- dijo ella con sinceridad, mirándolo a los ojos, los cuales encontró fascinantes, siendo uno de un color levemente distinto al otro.
¿O acaso habrá sido el efecto analgésico de la rayadura de la corteza que le había pasado Iltharion? Porque ni bien le indicó cómo usarla, se la llevó a la boca y lentamente la convirtió en una masita que tragó. Le costó mucha saliva y amasar bastante con la lengua para conseguir algo tragable, ya que a pesar del esfuerzo del elfo por darle le polvillo más fino posible, sin cómo macerarlo, tenía pequeñas astillas que le pinchaban la lengua y el paladar. Le gustó el sabor de la madera, dulzón y algo picante, le dejó la boca adormecida al poco tiempo después.
Abrió los ojos y se encontró con el elfo muy de cerca. Tanta cercanía del cuerpo inpropio causó en ella un respingo, desde su partida de Dundarak que no tenía tan cerca a alguien. De hecho, desde su partida no había recibido afecto de ninguna clase por lo que el gesto del elfo, aunque haya sido una petición de parte de ella, era lo más cercano a cariño que recibía. Tras la sorpresa inicial, se tranquilizó -Gracias Iltharion- le dijo arrastrando las palabras debido a lo adormecida que tenía la lenga -Yo... sinceramente no sé cómo agradecer la atención que me das y la compañía que me brindas- dijo. -Este viaje no ha sido como yo esperaba, ha tenido tanto de dulce como de agráz- dijo con tristeza para luego esbozar una sonrisa -Y tu apareción hace parte de lo dulce- dijo ella con sinceridad, mirándolo a los ojos, los cuales encontró fascinantes, siendo uno de un color levemente distinto al otro.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Al bardo le gusto esa seguridad que exhibió de golpe la muchacha, siempre había considerado que el orgullo y la firmeza era algo que les quedaba bien a los dragones de forma natural, y esa no era una excepción.
No tardó mas que unos segundos en escoger con que planta empezaría. Una del norte, por empezar sin hacérselo muy difícil a ella, y también por mostrar que conocía hasta las plantas de esos recondidos lugares, pues crecía en los lados mas agrestes.
En su morral aun quedaban unas bolsistas, con la planta despiezada que había recogido tiempo atrás, y a la cual le estaba dando unos rentables beneficios con aquellos burgueses cuya buena vida les estaba empezando a pasar factura.
-Con las semillas sana la vista, con cualquier tipo de infusión sencilla. Con la sabia algo diluida, Haz ungüentos para aliviar alguna herida. Dichos ungüentos sanan los músculos y las articulaciones, y hacen milagros con la gota. Además, si la sabia se calienta, puedes hacer supurar algunos venenos de serpiente. Si limpias sus raices, puedes hacer tes e infusiones útiles contra las enfermedades del frío.-Iltharion entornó los ojos, pensando en alguna aplicación mas, pero no fue capaz de recordar nada mas allá de su síntesis, solo recetas especificas para afecciones que ya se hallaban englobadas en su explicación.-Crece tan al norte como puedas llegar, y sin una buena vista no la vas a identificar.¿Que es?.-Termino.-Oh, no me dgas "una planta".-Pidió medio en broma, evitando que le gastaran esa jugarreta que el hubiera sido capaz de hacer.
El trovador ignoro el respingo de la muchacha, acomodó el primer mechón de pelo, ya seco, por detrás de la oreja de ella, y tomó el resto de ese mismo costado entre el paño una vez lo desenrredó entre sus dedos.
-Viajar tiende a tener unos inicios horribles.-Explicó el elfo.-Para casi todo el mundo.-El incluido. Aunque de aquello hacia ya muchísimos años, tantos, que probablemente la madre de la joven a quien galanteaba podría no haber nacido aun perfectamente.-El mundo es a veces como un territorio agreste con pequeños oasis, y hasta que la mente mas que el cuerpo no se acostumbra a tratar con ello, es difícil poder disfrutar y ver la belleza que alberga. A medida que viajes se te hará todo mas fácil.-Sobre todo porque ella sería mas prudente, cometería menos errores, sabría por que calles y caminos moverse, que clase de cosas comer, aprendería a identificar a la gente con quien no tenía que confiar, o moriría antes, quien sabía, el bardo siempre daba la opción buena, era la que la gente necesitaba escuchar en ese momento.
Iltharion sonrió ante el tierno y cándido agradecimiento de la muchacha, deteniéndose un momento para tomar un mechon de pelo rubio que se había escapado de su sitio por culpa de los gestos del bardo al secar la melena trigueña de la joven, y lo apartó del rostro de la misma, colocandoselo nuevamente tras su oreja con delicadeza.-Me halaga que disfrutes tanto de mi compañía.-Sonrió.-Que sepas que es mutuo.-Rió con suavidad y brevedad, antes de volver a sostener el paño y el pelo de ella para secar la parte restante.
Teniendo que tomar la parte que caía hacia la espalda se inclino algo mas hacia la muchacha de forma que su rostro quedara al costado del de ella, en vez de en frente como hacía un rato, y sus labios cerca de la oreja, no por un enfoque consciente, si no por aparentemente la posición natural e ineludible resultante de la atención que le propiciaba al pelo de la doncella.-Me alegro de haber podido aliviar un poco esa tristeza que la retenía, al menos ahora no luce tan abatida, tiene una sonrisa demasiado hermosa como para ocultarla como antes.-Prosiguió, esta vez con un tono algo mas bajo, para que el sonido de su voz no resultara molesto, y permitiéndose esbozar una sonrisa divertida ahora que ella no podía verla, mientras su mirada se desviaba hacia la punta de las orejas de la muchacha, para ver si como antes estas se encendían por el halago o por el aliento que habría rozado su piel.
No tardó mas que unos segundos en escoger con que planta empezaría. Una del norte, por empezar sin hacérselo muy difícil a ella, y también por mostrar que conocía hasta las plantas de esos recondidos lugares, pues crecía en los lados mas agrestes.
En su morral aun quedaban unas bolsistas, con la planta despiezada que había recogido tiempo atrás, y a la cual le estaba dando unos rentables beneficios con aquellos burgueses cuya buena vida les estaba empezando a pasar factura.
-Con las semillas sana la vista, con cualquier tipo de infusión sencilla. Con la sabia algo diluida, Haz ungüentos para aliviar alguna herida. Dichos ungüentos sanan los músculos y las articulaciones, y hacen milagros con la gota. Además, si la sabia se calienta, puedes hacer supurar algunos venenos de serpiente. Si limpias sus raices, puedes hacer tes e infusiones útiles contra las enfermedades del frío.-Iltharion entornó los ojos, pensando en alguna aplicación mas, pero no fue capaz de recordar nada mas allá de su síntesis, solo recetas especificas para afecciones que ya se hallaban englobadas en su explicación.-Crece tan al norte como puedas llegar, y sin una buena vista no la vas a identificar.¿Que es?.-Termino.-Oh, no me dgas "una planta".-Pidió medio en broma, evitando que le gastaran esa jugarreta que el hubiera sido capaz de hacer.
El trovador ignoro el respingo de la muchacha, acomodó el primer mechón de pelo, ya seco, por detrás de la oreja de ella, y tomó el resto de ese mismo costado entre el paño una vez lo desenrredó entre sus dedos.
-Viajar tiende a tener unos inicios horribles.-Explicó el elfo.-Para casi todo el mundo.-El incluido. Aunque de aquello hacia ya muchísimos años, tantos, que probablemente la madre de la joven a quien galanteaba podría no haber nacido aun perfectamente.-El mundo es a veces como un territorio agreste con pequeños oasis, y hasta que la mente mas que el cuerpo no se acostumbra a tratar con ello, es difícil poder disfrutar y ver la belleza que alberga. A medida que viajes se te hará todo mas fácil.-Sobre todo porque ella sería mas prudente, cometería menos errores, sabría por que calles y caminos moverse, que clase de cosas comer, aprendería a identificar a la gente con quien no tenía que confiar, o moriría antes, quien sabía, el bardo siempre daba la opción buena, era la que la gente necesitaba escuchar en ese momento.
Iltharion sonrió ante el tierno y cándido agradecimiento de la muchacha, deteniéndose un momento para tomar un mechon de pelo rubio que se había escapado de su sitio por culpa de los gestos del bardo al secar la melena trigueña de la joven, y lo apartó del rostro de la misma, colocandoselo nuevamente tras su oreja con delicadeza.-Me halaga que disfrutes tanto de mi compañía.-Sonrió.-Que sepas que es mutuo.-Rió con suavidad y brevedad, antes de volver a sostener el paño y el pelo de ella para secar la parte restante.
Teniendo que tomar la parte que caía hacia la espalda se inclino algo mas hacia la muchacha de forma que su rostro quedara al costado del de ella, en vez de en frente como hacía un rato, y sus labios cerca de la oreja, no por un enfoque consciente, si no por aparentemente la posición natural e ineludible resultante de la atención que le propiciaba al pelo de la doncella.-Me alegro de haber podido aliviar un poco esa tristeza que la retenía, al menos ahora no luce tan abatida, tiene una sonrisa demasiado hermosa como para ocultarla como antes.-Prosiguió, esta vez con un tono algo mas bajo, para que el sonido de su voz no resultara molesto, y permitiéndose esbozar una sonrisa divertida ahora que ella no podía verla, mientras su mirada se desviaba hacia la punta de las orejas de la muchacha, para ver si como antes estas se encendían por el halago o por el aliento que habría rozado su piel.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Escuchaba atenta la adivinanza, mientras tanto, tomó uno de los collares del elfo entre las manos y lo miraba con tranquila curiosidad. -¡Vaya, no me dejaste responder!- exclamó riendo.
¿Qué será? Bueno para el catarro... para los ojos... -¿Me serviría ahora con esta lesión?- preguntó y esbozó una sonrisa pícara. Ella ya sabía lo que era. Su oma era una venerable médico de su comunidad, conocía bien las plantas de la zona y siempre que se aventuraba a buscar suministros, la llevaba con ella. Cuando Ingela era más niña, los viajes solían ser muy dinámicos, subían corriendo y jugaban en la nieve. Uno de los juegos era encontrar los "ojitos felices", unas flores que usaban para endulzar las bebidas y que las hábiles manos de su oma sabía usar para los kuchen y strudel que hacía. Con el tiempo, los viajes fueron menos frecuentes, ya no corrían colina arriba ni llegaban tan lejos como para buscar los ojitos felices.
Miró al elfo haciendo cara de duda, aunque se veía tan falsa que daba risa -¿Sería la acruire agria la que sirve para el veneno de las serpientes?- dijo y se largó a reír. Como estaba segura de su respuesta, cobró inmediatamente la penitencia -Los elfos saben muchas canciones, ¿por qué no me cantas una tú?- pidió alegremente.
¿Qué será? Bueno para el catarro... para los ojos... -¿Me serviría ahora con esta lesión?- preguntó y esbozó una sonrisa pícara. Ella ya sabía lo que era. Su oma era una venerable médico de su comunidad, conocía bien las plantas de la zona y siempre que se aventuraba a buscar suministros, la llevaba con ella. Cuando Ingela era más niña, los viajes solían ser muy dinámicos, subían corriendo y jugaban en la nieve. Uno de los juegos era encontrar los "ojitos felices", unas flores que usaban para endulzar las bebidas y que las hábiles manos de su oma sabía usar para los kuchen y strudel que hacía. Con el tiempo, los viajes fueron menos frecuentes, ya no corrían colina arriba ni llegaban tan lejos como para buscar los ojitos felices.
Miró al elfo haciendo cara de duda, aunque se veía tan falsa que daba risa -¿Sería la acruire agria la que sirve para el veneno de las serpientes?- dijo y se largó a reír. Como estaba segura de su respuesta, cobró inmediatamente la penitencia -Los elfos saben muchas canciones, ¿por qué no me cantas una tú?- pidió alegremente.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
-Vagamente.-Respondió el elfo, no porque quisiera ser ambiguo. Además, la sonrisa picaresca de la muchacha le decía al hijo de Sandorai que la muchacha no necesitaba realmente aquella respuesta, si no que ya había advertido que clase de planta estaba mencionando. Lo cierto es que había sido muy especifico sobre las propiedades mas comunes y características de la planta como para que cupiera alguna duda sobre su identidad.
El trovador rió por lo bajo, un sonido grave y suave que no duro mas que unos pocos segundos, al ver el intento de cara de duda que performó la doncella que tenía entre sus brazos.-Podría ser.-Se hizo el enigmático, y por un instante se mesó la barbilla como si pudiera ser otra.- La vitoria es tuya.-Le concedió finalmente, volviendo al ultimo mechón de pelo que quedaba por secar de la joven, en el lado opuesto del rostro que había estado secando hasta el momento.
Iltharion rió nuevamente, de aquel modo tan característico cuando escuchó la petición. No porque fuera una canción, si no porque la justificación fuere por ser elfo en vez de por ser bardo.-Si tuviera aquí mi laúd se entretendría mas, cantar acapela no me hace justicia.- Dijo con bien fingida modestia, pese a que tenía una bien entrenada voz, y muchos años de practica a su espalda.
El bardo carraspeo, aclarándose la garganta por un instante, y sin dejar de hacer lo que hacía, empezó a pronunciar en su lengua madre aquellos versos de su propio puño.
-Rosa, flor fugaz, extraño tu sabor, apaciguaste el ocaso que precede el alba de un día nuevo.-Empezó con su aterciopelada y grave voz aquella tranquila melodía.- Atrás quedaron los nombres del pasado, las Margaritas de los prados, la Soledad, lejana y que a su vez me acompaña, el fresco Roció de Flora y Primavera, los lagos de aguas Esmeralda, esquivo Azhar de escasos encuentros, las aventuras del pernoctar se vuelven verso, y solo queda el recuerdo, la imagen y en la piel el toque de la libertad que siempre ganó la contienda, adiós pues entonces, que mientras vuele aun me espera en la vida, tanto como dejo en el recuerdo.-Una suave sonrisa se dibujó en los labios del bardo, que con los ojos entrecerrados disfrutaba de su propia canción, sin dejar de observar a la muchacha a través del velo de sus pestañas. Aquella era de sus canciones favoritas, porque como el mismo, entrañaba una doble verdad, la hermosa poesía que todos querían ver, de pureza y conocimiento, mientras que en el fondo era un cantar a su vida de libertino, y se escondían entre los versos los nombres de todas aquellas mujeres con quienes había compartido unos momentos, y después había dejado atrás.
-Y si algún día el ave abandona su vuelo, no será por esposas, si no por acero, pues del celo es prisionero, todo aquel que posee, y todo aquél que anhela, pero no sabe para si, guardar los encantos que ofrece el camino. Hasta entonces compañeros, solo seré música y viento. Y cuando la ultima nota llame a mi puerta, será una sonrisa mi ultimo aliento.-Finalizó el bardo, y tras ese ultimo verso su sonrisa se ensanchó unos momentos, antes de volver a su posado, afable y sereno.-¿Fue de tu agrado?.-Preguntó con tranquilidad el bardo, apartando sus manos finalmente de la muchacha, y alejándose un poco para dejar el paño delante de la chimenea.
Con esa grácil parsimonía que caracterizaba todos sus movimientos llevó sus manso al morral del que volvió a sacar la labrada cajeta de churros de menta, e volvió a inclinarse sobre el fuego para encender ese sahumerio del cual pipaba con avidez.
-Uno a cero, aun guardo la esperanza de poder ganarte un poco.-Sonrió divertido el elfo.-A ver, déjame pensar.-Dio una calada con cara de concentrado, aunque en realidad ya había escogido de que iba a hablar.-Se encuentra en cualquier latitud, y casi en cualquier altitud. Su aroma es inconfundible, pero no viene de la flor.-Prosiguió, tomándose un instante para soltar el humo despacio, haciendo aros con el mismo.- Alivia los síntomas del frío aunque no los cura, y es gran aliado de cualquier problema de estomago, su frescor alivia inflamaciones y heridas, y palia los cólicos de forma admirable. Se usa en infusiones, pastas, polvo e inciensos, mascada, untada e incluso en baños, y principalmente solo se aprovecha su hoja serrada.¿Que es?.-Finalizó el bardo, mientras miraba con cierto desafió en el gesto.
El trovador rió por lo bajo, un sonido grave y suave que no duro mas que unos pocos segundos, al ver el intento de cara de duda que performó la doncella que tenía entre sus brazos.-Podría ser.-Se hizo el enigmático, y por un instante se mesó la barbilla como si pudiera ser otra.- La vitoria es tuya.-Le concedió finalmente, volviendo al ultimo mechón de pelo que quedaba por secar de la joven, en el lado opuesto del rostro que había estado secando hasta el momento.
Iltharion rió nuevamente, de aquel modo tan característico cuando escuchó la petición. No porque fuera una canción, si no porque la justificación fuere por ser elfo en vez de por ser bardo.-Si tuviera aquí mi laúd se entretendría mas, cantar acapela no me hace justicia.- Dijo con bien fingida modestia, pese a que tenía una bien entrenada voz, y muchos años de practica a su espalda.
El bardo carraspeo, aclarándose la garganta por un instante, y sin dejar de hacer lo que hacía, empezó a pronunciar en su lengua madre aquellos versos de su propio puño.
-Rosa, flor fugaz, extraño tu sabor, apaciguaste el ocaso que precede el alba de un día nuevo.-Empezó con su aterciopelada y grave voz aquella tranquila melodía.- Atrás quedaron los nombres del pasado, las Margaritas de los prados, la Soledad, lejana y que a su vez me acompaña, el fresco Roció de Flora y Primavera, los lagos de aguas Esmeralda, esquivo Azhar de escasos encuentros, las aventuras del pernoctar se vuelven verso, y solo queda el recuerdo, la imagen y en la piel el toque de la libertad que siempre ganó la contienda, adiós pues entonces, que mientras vuele aun me espera en la vida, tanto como dejo en el recuerdo.-Una suave sonrisa se dibujó en los labios del bardo, que con los ojos entrecerrados disfrutaba de su propia canción, sin dejar de observar a la muchacha a través del velo de sus pestañas. Aquella era de sus canciones favoritas, porque como el mismo, entrañaba una doble verdad, la hermosa poesía que todos querían ver, de pureza y conocimiento, mientras que en el fondo era un cantar a su vida de libertino, y se escondían entre los versos los nombres de todas aquellas mujeres con quienes había compartido unos momentos, y después había dejado atrás.
-Y si algún día el ave abandona su vuelo, no será por esposas, si no por acero, pues del celo es prisionero, todo aquel que posee, y todo aquél que anhela, pero no sabe para si, guardar los encantos que ofrece el camino. Hasta entonces compañeros, solo seré música y viento. Y cuando la ultima nota llame a mi puerta, será una sonrisa mi ultimo aliento.-Finalizó el bardo, y tras ese ultimo verso su sonrisa se ensanchó unos momentos, antes de volver a su posado, afable y sereno.-¿Fue de tu agrado?.-Preguntó con tranquilidad el bardo, apartando sus manos finalmente de la muchacha, y alejándose un poco para dejar el paño delante de la chimenea.
Con esa grácil parsimonía que caracterizaba todos sus movimientos llevó sus manso al morral del que volvió a sacar la labrada cajeta de churros de menta, e volvió a inclinarse sobre el fuego para encender ese sahumerio del cual pipaba con avidez.
-Uno a cero, aun guardo la esperanza de poder ganarte un poco.-Sonrió divertido el elfo.-A ver, déjame pensar.-Dio una calada con cara de concentrado, aunque en realidad ya había escogido de que iba a hablar.-Se encuentra en cualquier latitud, y casi en cualquier altitud. Su aroma es inconfundible, pero no viene de la flor.-Prosiguió, tomándose un instante para soltar el humo despacio, haciendo aros con el mismo.- Alivia los síntomas del frío aunque no los cura, y es gran aliado de cualquier problema de estomago, su frescor alivia inflamaciones y heridas, y palia los cólicos de forma admirable. Se usa en infusiones, pastas, polvo e inciensos, mascada, untada e incluso en baños, y principalmente solo se aprovecha su hoja serrada.¿Que es?.-Finalizó el bardo, mientras miraba con cierto desafió en el gesto.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Ingela escuchó la canción con los ojos cerrados, imaginando nubes de colores que se arremolinaban y danzaban con la melodía, las nubes se apretaban y fundían entre sí como amantes que se derretían uno en los brazos del otro. El elfo hacía gala de su bien entrenada voz, la cual envolvía a la chica en un abrazo cálido, en un aterciopelado arrullo. -Cuando terminó de cantar, la dragona abrió los ojos lentamente -Este es sin lugar a dudas un ser mágico... ¿no me lo estaré imaginando?- pensó mirándolo en silencio un par de segundos. -No la entendí... no hablo élfico. Aún así es muy hermosa- dijo sonriente.
El cielo seguía negro y continuaba lloviendo. La noche había avanzado y la hora de cenar se les había pasado. Ingela estaba tan distraída con el elfo, que había olvidado comer, pero un punzante dolor de estómago le recordó su descuido -¿Tienes hambre? Yo sí- dijo abrazándose la barriga -Menos mal que esta mañana tuve un momento de lucidez y compré unos bollos, pero no tengo con qué acompañarlos- dijo -Tendríamos que bajar y conseguir algo de beber, jamón, queso... ¿qué te gustaría?- preguntó poniéndose de pie.
Mientras buscaba zapatos secos con qué calzarse los pies pensó en la respuesta al acertijo -Vaya, si la primera la pusiste fácil, esta está muy difícil...- dijo torciendo los morros. En su mente repasaba los nombres de las hierbas medicinales y sus propiedades -¿El kortinque?... no, esa no quita el frío... ¿el tuore? ...no... ¿Neien? El berrimorth es del norte solamente- pensaba y pensaba y no hallaba respuesta esta vez. -¿Osaris? No. ¿Inhibis? No- decidió responder a la suerte -Diría que es... el kortinque de flor blanca- dijo con notable tono de duda mirándolo con la esperanza de acertar.
El cielo seguía negro y continuaba lloviendo. La noche había avanzado y la hora de cenar se les había pasado. Ingela estaba tan distraída con el elfo, que había olvidado comer, pero un punzante dolor de estómago le recordó su descuido -¿Tienes hambre? Yo sí- dijo abrazándose la barriga -Menos mal que esta mañana tuve un momento de lucidez y compré unos bollos, pero no tengo con qué acompañarlos- dijo -Tendríamos que bajar y conseguir algo de beber, jamón, queso... ¿qué te gustaría?- preguntó poniéndose de pie.
Mientras buscaba zapatos secos con qué calzarse los pies pensó en la respuesta al acertijo -Vaya, si la primera la pusiste fácil, esta está muy difícil...- dijo torciendo los morros. En su mente repasaba los nombres de las hierbas medicinales y sus propiedades -¿El kortinque?... no, esa no quita el frío... ¿el tuore? ...no... ¿Neien? El berrimorth es del norte solamente- pensaba y pensaba y no hallaba respuesta esta vez. -¿Osaris? No. ¿Inhibis? No- decidió responder a la suerte -Diría que es... el kortinque de flor blanca- dijo con notable tono de duda mirándolo con la esperanza de acertar.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Durante todo el rato estuvo observando a través de sus pestañas,de los parpados semi entornados, la muchacha disfrutar de su pequeño canto. La conclusión final le arrancó una sonrisa, como si se riera de alguna clase de chiste privado, que era, mas o menos, lo que hacía.
-Quizás si pudiera entenderla no le parecería tan hermosa.-Bromeó, aunque estaba seguro de que había parte de verdad en ello.
Una breve risa entre dientes escapo de los labios del bardo cuando observó como la joven se abrazaba a si misma mientras hablaba. Se enderezó como la muchacha, tomó su camisa del suelo y se la vistió. -Una bebida estaría bien.-Luego sacó del bolsillo de su pantalón una cinta de raso azul, y peinándose el pelo con los dedos, se hizo una improvisada trenza.-Tengo la garganta algo seca.-Respondió a la muchacha. Un poco de aguamiel nunca estaba de mas, tanto para el que era un bebedor empedernido, como para caldear un poco el ambiente, ayudar a bajar alguna que otra barrera.
Iltharion se detuvo ante la puerta, haciendo rodar el cigarrillo entre los dedos antes de darle otra calada.-Menta.-Negó con una sonrisa divertida, mientras soltaba la espesa humareda de esa misma planta entre sus labios, haciendo pequeños aros, solo le faltaban dos aciertos mas para ganar, y estaba seguro de poder archivar ese logro, aunque aun no había decidido del todo que le pediría a la joven. Probablemente dependiera de que estuvieran haciendo en ese momento.
El trovador abrió la puerta esperando a que la muchacha la cruzara, dispuesto a cerrar tras de si y seguirla hacia el piso de abajo, bastante mas animado ahora que cuando habían llegado.
Tanta gente encerrada en un lugar lleno de alcohol daba a un resultado inevitable, una gran cantidad de personas ebrias, hablando y cantando a voces, riéndose estridentemente, o persiguiendo a las camareras y fulanas del lugar en busca de un buen rato o una rebajilla.
El trovador, uno un brazo a modo escudo para generar un espacio seguro y que ningún borracho de los que caminaban en eses pisara o chocara accidentalmente con la joven, mientras los dirigía a ambos a la barra para pedir. Pidió para el una jarra de hidromiel, y dejó que la muchacha pidiera para si misma.
-Muy conocida por su flor, de pétalos blancos, y gran núcleo amarillo, se usa principalmente en infusiones para dolores de barriga, indigestiones y demás afecciones de la panza. Siempre se usa en forma de una infusión amarillenta. Algunas mujeres lo usan en el pelo o la piel para mantener el buen estado de ambos.
También dicen que sirve para los ojos hinchados o malheridos. Se usa principalmente la flor.Crece durante todo el año, y necesita una buena cantidad de sol.-Iltharion tubo que inclinarse hacia la joven para que se le escuchara por encima del barullo del local. -¿Que es?.-Finalizó el acertijo de turno, y se enderezó dando un trago a su hidromiel, después deslizó la jarra hasta colocarla delante de la muchacha, en una implícita invitación a tomar de la misma.
-Quizás si pudiera entenderla no le parecería tan hermosa.-Bromeó, aunque estaba seguro de que había parte de verdad en ello.
Una breve risa entre dientes escapo de los labios del bardo cuando observó como la joven se abrazaba a si misma mientras hablaba. Se enderezó como la muchacha, tomó su camisa del suelo y se la vistió. -Una bebida estaría bien.-Luego sacó del bolsillo de su pantalón una cinta de raso azul, y peinándose el pelo con los dedos, se hizo una improvisada trenza.-Tengo la garganta algo seca.-Respondió a la muchacha. Un poco de aguamiel nunca estaba de mas, tanto para el que era un bebedor empedernido, como para caldear un poco el ambiente, ayudar a bajar alguna que otra barrera.
Iltharion se detuvo ante la puerta, haciendo rodar el cigarrillo entre los dedos antes de darle otra calada.-Menta.-Negó con una sonrisa divertida, mientras soltaba la espesa humareda de esa misma planta entre sus labios, haciendo pequeños aros, solo le faltaban dos aciertos mas para ganar, y estaba seguro de poder archivar ese logro, aunque aun no había decidido del todo que le pediría a la joven. Probablemente dependiera de que estuvieran haciendo en ese momento.
El trovador abrió la puerta esperando a que la muchacha la cruzara, dispuesto a cerrar tras de si y seguirla hacia el piso de abajo, bastante mas animado ahora que cuando habían llegado.
Tanta gente encerrada en un lugar lleno de alcohol daba a un resultado inevitable, una gran cantidad de personas ebrias, hablando y cantando a voces, riéndose estridentemente, o persiguiendo a las camareras y fulanas del lugar en busca de un buen rato o una rebajilla.
El trovador, uno un brazo a modo escudo para generar un espacio seguro y que ningún borracho de los que caminaban en eses pisara o chocara accidentalmente con la joven, mientras los dirigía a ambos a la barra para pedir. Pidió para el una jarra de hidromiel, y dejó que la muchacha pidiera para si misma.
-Muy conocida por su flor, de pétalos blancos, y gran núcleo amarillo, se usa principalmente en infusiones para dolores de barriga, indigestiones y demás afecciones de la panza. Siempre se usa en forma de una infusión amarillenta. Algunas mujeres lo usan en el pelo o la piel para mantener el buen estado de ambos.
También dicen que sirve para los ojos hinchados o malheridos. Se usa principalmente la flor.Crece durante todo el año, y necesita una buena cantidad de sol.-Iltharion tubo que inclinarse hacia la joven para que se le escuchara por encima del barullo del local. -¿Que es?.-Finalizó el acertijo de turno, y se enderezó dando un trago a su hidromiel, después deslizó la jarra hasta colocarla delante de la muchacha, en una implícita invitación a tomar de la misma.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Ingela tomó un par de sandalias que tenía guardadas, las había comprado para el calor pero luego de tenerlas no le gustaron tanto. El elfo ya estaba abriendo la puerta cuando ella apenas y terminaba de calzarse la segunda. Allí escuchó la respuesta a la adivinanza. -¿¡Menta!?- exclamó -Vaya... y yo que me puse a divagar por la flora más exótica de Aerandir- dijo y se soltó a reír.
Ingela iba maravillada con la amabilidad y cortesía del elfo, sin detectar la galantería en las acciones de él o su doble sentido; no veía su proximidad física como la intención de arrimar los cuerpos, al contrario, era para ella un gesto de protección e interés en el bienestar del otro que ella correspondía. Incluso lo anhelaba. La hacía sentir importante para él. ¿Acaso ella despertaba en él nobles sentimientos y las hormigas en el cuerpo? ¿Haría para ella canciones de amor? ¿Sería su musa en las gestas nobles del bardo? ¿Sería el suyo la otra mitad de su corazón, latiendo en otro pecho? Ingela lo miraba y en su mente juvenil aparecían imágenes de ella y el elfo de la mano por los caminos. Ella bailaría mientras él cantara sus canciones y serían felices juntos.
Se sentaron en la barra, el posadero los miró con picardía y levantó las cejas -Vaya... ¿el hambre los obligó a bajar?- dijo y soltó una risilla que Ingela no supo identificar, así que optó por sonreír. -Pues sí- dijo ella con inocencia. El elfo pidió una jarra de hidromiel que le sirvieron enseguida. Ella pidió un emparedado en pan dulce.
Escuchó el acertijo mirando la jarra que el elfo le ofrecía, Ella conocía la hidromiel, pero poco la había probado. Dudaba de pedirla, pues sabía el efecto que el licor causaba en las personas. Lo veía cada vez que su padre se juntaba con sus hermanos y el tío Olaf se mandaba a traer barriles de vino especiado y ron. Ella no quería hacer los espectáculos que hacía su tío ni quedar en ridículo frente a todos esos paletos. Mucho menos mostrar la hilacha frente al magnífico elfo que tenía a su lado.
Respiró hondo y tomó la jarra, llevándosela a la boca -Es la manzanilla- dijo antes de dar un largo sorbo a la bebida de miel.
Ingela iba maravillada con la amabilidad y cortesía del elfo, sin detectar la galantería en las acciones de él o su doble sentido; no veía su proximidad física como la intención de arrimar los cuerpos, al contrario, era para ella un gesto de protección e interés en el bienestar del otro que ella correspondía. Incluso lo anhelaba. La hacía sentir importante para él. ¿Acaso ella despertaba en él nobles sentimientos y las hormigas en el cuerpo? ¿Haría para ella canciones de amor? ¿Sería su musa en las gestas nobles del bardo? ¿Sería el suyo la otra mitad de su corazón, latiendo en otro pecho? Ingela lo miraba y en su mente juvenil aparecían imágenes de ella y el elfo de la mano por los caminos. Ella bailaría mientras él cantara sus canciones y serían felices juntos.
Se sentaron en la barra, el posadero los miró con picardía y levantó las cejas -Vaya... ¿el hambre los obligó a bajar?- dijo y soltó una risilla que Ingela no supo identificar, así que optó por sonreír. -Pues sí- dijo ella con inocencia. El elfo pidió una jarra de hidromiel que le sirvieron enseguida. Ella pidió un emparedado en pan dulce.
Escuchó el acertijo mirando la jarra que el elfo le ofrecía, Ella conocía la hidromiel, pero poco la había probado. Dudaba de pedirla, pues sabía el efecto que el licor causaba en las personas. Lo veía cada vez que su padre se juntaba con sus hermanos y el tío Olaf se mandaba a traer barriles de vino especiado y ron. Ella no quería hacer los espectáculos que hacía su tío ni quedar en ridículo frente a todos esos paletos. Mucho menos mostrar la hilacha frente al magnífico elfo que tenía a su lado.
Respiró hondo y tomó la jarra, llevándosela a la boca -Es la manzanilla- dijo antes de dar un largo sorbo a la bebida de miel.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Iltharion tubo que contener una risotada ante el comentario del tabernero, que disimulo con una tos fingida, tapándose la boca con la mano fingiendo cortesía para esconder la sonrisa divertida que se había formado automáticamente en su rostro ante esa descarada asunción y la ingenuidad con la que la doncella había respondido.
El trovador pidió otra jarra para el cuando vio que la muchacha aceptaba su invitación de tomar, y también porque así era mas difícil que le devolviera la jarra, y dio un trago a su nueva bebida.
-Acertaste.-Alzó ambas cejas el bardo que había esperado que la muchacha pasara esa flor y la confundiera con alguna similar como las margaritas. -¿Que te vas a cobrar esta vez?-No tardó mucho en pensar en otra planta que podía servir para su pequeño juego, mientras esperaba que la joven pensara que iba a pedir por su acierto.
-Es un árbol. Se usa su corteza y sus ramas y hojas secas, para las fiebres y los estertores, las convulsiones o los nervios. Sin embargo su fruto, pequeño y rojo es sumamente venenoso, comer unos cuantos puede provocar la muerte, y comer algunos meses puede provocar convulsiones, vómitos, dificultad respiratoria, oclusión de la traquea, visión borrosa y algún que otro desagradable efecto mas.-Explicó volviendo a encorvarse hacia la muchacha para que lo escuchara, con su característico tono amable y ese aire docente que adoptaba cuando daba su pequeño acertijo.-¿Que es?
Si alguien le hubiera preguntado porque sabía todos esos efectos negativos habría dicho que su deber de medico era poder diagnosticar a sus pacientes, y saber que habían tomado era indispensable para curarlos. La realidad era muy distinta, y, aunque ver los efectos de esa planta en directo había sido sumamente didáctico no había tenido nada que ver con su profesión si no con la conveniencia. Algo que no pensaba formular delante de esa joven, ni de ninguna otra.
Iltharion dio una calada a su cigarrillo y otro trago a la jarra, enderezándose de nuevo y dando buena cuenta de la ambarina y dulce embriagadora bebida que tenía en la jarra. Su mirada examinaba a la muchacha mientras deliberaba que podía pedir si lograba hacerse con las tres victorias que necesitaba para pedir algo. No iba a ser tan bruto como para revelar sus intenciones, pero quizás podía decantarse hacia algo que tentara a la muchacha, o volviera a subirle los colores tan graciosamente como antes.
El trovador pidió otra jarra para el cuando vio que la muchacha aceptaba su invitación de tomar, y también porque así era mas difícil que le devolviera la jarra, y dio un trago a su nueva bebida.
-Acertaste.-Alzó ambas cejas el bardo que había esperado que la muchacha pasara esa flor y la confundiera con alguna similar como las margaritas. -¿Que te vas a cobrar esta vez?-No tardó mucho en pensar en otra planta que podía servir para su pequeño juego, mientras esperaba que la joven pensara que iba a pedir por su acierto.
-Es un árbol. Se usa su corteza y sus ramas y hojas secas, para las fiebres y los estertores, las convulsiones o los nervios. Sin embargo su fruto, pequeño y rojo es sumamente venenoso, comer unos cuantos puede provocar la muerte, y comer algunos meses puede provocar convulsiones, vómitos, dificultad respiratoria, oclusión de la traquea, visión borrosa y algún que otro desagradable efecto mas.-Explicó volviendo a encorvarse hacia la muchacha para que lo escuchara, con su característico tono amable y ese aire docente que adoptaba cuando daba su pequeño acertijo.-¿Que es?
Si alguien le hubiera preguntado porque sabía todos esos efectos negativos habría dicho que su deber de medico era poder diagnosticar a sus pacientes, y saber que habían tomado era indispensable para curarlos. La realidad era muy distinta, y, aunque ver los efectos de esa planta en directo había sido sumamente didáctico no había tenido nada que ver con su profesión si no con la conveniencia. Algo que no pensaba formular delante de esa joven, ni de ninguna otra.
Iltharion dio una calada a su cigarrillo y otro trago a la jarra, enderezándose de nuevo y dando buena cuenta de la ambarina y dulce embriagadora bebida que tenía en la jarra. Su mirada examinaba a la muchacha mientras deliberaba que podía pedir si lograba hacerse con las tres victorias que necesitaba para pedir algo. No iba a ser tan bruto como para revelar sus intenciones, pero quizás podía decantarse hacia algo que tentara a la muchacha, o volviera a subirle los colores tan graciosamente como antes.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
-¡Es la zarzaparrilla!- exclamó entusiasmada, golpeando la jarra contra la barra. Lo miró entusiasmada, con una sonrisa amplia. No lo había escuchado bien, mientras él hablaba con su encanto, ella había bebido la hidromiel, solo se quedó con la parte del pequeño fruto rojo. -Y por haber acertado la vez pasada, quiero que me regales uno de tus collares- dijo envalentonada por la bebida.
Cuando cayó en cuenta de su osadía, se ruborizó. -Dragones, soy una pequeña Tío Olaf- pensó y alejó un poco la dulce bebida que le había gustado pero que comenzaba a causar extraños efectos en ella. de verdad, de verdad que no quería que el elfo pensara que ella era una loca borracha. Aunque a decir verdad, realmente quería uno de esos collares que le colgaban al elfo. Quería algo de él, o bien a él completo. Si seguía ganando, quizás lo conseguiría.
Justo en ese momento, apareció frente a ella el plato con el pan dulce relleno de jamón y queso -En esta posada podrán haber chinches, pero el pan dulce que hachen es maravilloso- dijo mientras tomaba el pan con ambas manos y se lo llevaba a la boca para darle un generoso mordisco. La joven dragona adoraba la comida casi tanto como adoraba darle abrazos a sus gatos. Era un gran placer para ella el saciar su apetito con los numerosos manjares que preparaba su abuela.
-Iltharion, ¿cuál es la mejor comida que has probado?- preguntó mirando con amor su pan. Porque sí, ella dedicaba amorosas miradas a la comida que ingería.
Cuando cayó en cuenta de su osadía, se ruborizó. -Dragones, soy una pequeña Tío Olaf- pensó y alejó un poco la dulce bebida que le había gustado pero que comenzaba a causar extraños efectos en ella. de verdad, de verdad que no quería que el elfo pensara que ella era una loca borracha. Aunque a decir verdad, realmente quería uno de esos collares que le colgaban al elfo. Quería algo de él, o bien a él completo. Si seguía ganando, quizás lo conseguiría.
Justo en ese momento, apareció frente a ella el plato con el pan dulce relleno de jamón y queso -En esta posada podrán haber chinches, pero el pan dulce que hachen es maravilloso- dijo mientras tomaba el pan con ambas manos y se lo llevaba a la boca para darle un generoso mordisco. La joven dragona adoraba la comida casi tanto como adoraba darle abrazos a sus gatos. Era un gran placer para ella el saciar su apetito con los numerosos manjares que preparaba su abuela.
-Iltharion, ¿cuál es la mejor comida que has probado?- preguntó mirando con amor su pan. Porque sí, ella dedicaba amorosas miradas a la comida que ingería.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
La pequeña exclamación entusiasta y repentina hizo que el bardo diera un pequeño respingo y encarara una ceja. Durante unos segundo permaneció en silencio, riendo entre dientes y fumando de su cigarrillo, retrasando el hecho de darle la mala noticia de que no había acertado en lo mas mínimo.
-No, lo lamento es el ace...-La petición de la muchacha lo tomó aun mas desprevenido y parpadeo un par de veces con desconcierto, volviendo a encarar la ceja mientras miraba a la muchacha. Sin embargo en su rostro no había ninguna clase de reproche por tan extraña petición.
El rubor consiguiente a la petición hizo reír al bardo, quien dio un trago a su hidromiel bien largo, para luego apartar su jarra por un rato.
-Era el acebo.-Corrigió finalmente.-La diferencia mas clara es que el acebo tiene la hoja serrada y punzante y la zarzaparrilla no.-Explico, percatándose de que se había olvidado de ese detalle.
El trovador llevo las manso a la nuca y desató una de las cadenas que sostenía los anillos. Con los años se habían hecho tantos que en los ultimo meses había decidido separarlos en dos colgantes, pero lo cierto es que empezaban a pesar. Por otro lado, al elfo no podía dejar de resultarle gracioso que la muchacha hubiera escogido bien una de las pocas cosa que realmente eran personales, a menudo lo que le pedían era un mechón de su trenza para un guardapelo, o una de las cintas de raso, de las cuales tenía montones en el bolsillo.
-Ojalá alguien me mirara con el mismo amor que recibe su comida.- Comentó el bardo con tono bromista al ver la mirada de ansia que recibía aquel panecillo.
Iltharion sacó la cadena que se metía por dentro de la camisa, ya desatada, haciendo emerger un cumulo de varios anillos, en el interior de los mismos estaban gravadas iniciales, una sola letra por anillo, el resto habían sido pulidos. Esa letra era la del nombre de la persona a la que se los había arrebatado, el resto del nombre y del del cónyuge se habían desvanecido del metal como si nunca hubieran estado allí, restandole peso a las alianzas de matrimonio de las que se había agenciado el trovador.
La mayoría de personas nunca se figuraban que eran esos anillos, y esperaba que si Ingela lo hacía en algún momento, fuera después de un tiempo de llevarlos colgados.
-El de la bellota no puedo cedértelo, pues fue un regalo, espero que este sea de tu agrado.-Eran, por lo menos, los anillos que mas tiempo había portado consigo, sin contar los de las orejas, así que parecía apropiado que dejaran lugar a los nuevos.
El bardo se separó de la barra y caminó hasta colocarse detrás de la muchacha. Con la mano libre, le apartó el pelo del cuello y de la nuca, permitiéndose rozar la misma con el pulgar. Luego rodeo a la joven con sus brazos, dejando caer la cadena alrededor de ella, y el colgante apoyarse sobre su pecho. Deslizó las manos hacia aras, haciendo que el collar se cerrara tras envolver su cuerpo, abrochandolo con cuidado. -Pesa un poco.-Se disculpó el elfo, soltando las cadenas para repasar el contorno del cuello de la muchacha y sacar de debajo del collar algún que otro pelo que se le había escapado al apartarlo por primera vez.
-Mi comida favorita... las Biusas. Son unas frutas mágicas que adoptan el sabor de lo que mas ansíes comer en ese momento.-Explicó el bardo, quien había tenido apenas un par de ocasiones de probar ese manjar por azares del destino en toda su larga existencia, y que había quedado intrigado y fascinado a partes iguales por esas translucidas frutas de tan curiosas propiedades.
Iltharion volvió a colocarle bien el pelo a la muchacha, dejando que cayese por su espalda y retomó su sitio al lado de la muchacha en la barra, dando un nuevo trago de aguamiel, y una calada a su cigarrillo de menta.
-Vamos empatados.-Sonrió ampliamente. Un fallo mas de la joven le daría su primer premio.
-Es una planta con una flor cuyos pétalos son tan suaves y frágiles que parecen pura seda, y su color rojo es tan intenso como la sangre fresca, su tallo es velludo, y se encuentra en aglomeraciones en llanuras, tiñendo grandes extensiones con presencia. Es, principalmente calmante y sedante, y se infusiona para su uso, tanto para el consumo como para gárgaras. Su exceso produce problemas respiratorios. ¿Que flor es?.-Aquel acertijo ahora se había vuelto aun mas emocionante, la muchacha había hecho una petición peculiar, que despertaba la curiosidad del elfo sobre que mas podía pedir o ansiar la joven, y aun así, tenía esas ganas por orgullo de alzarse con la victoria. Fuera como fuera, el terminaba ganando de algún modo.
-No, lo lamento es el ace...-La petición de la muchacha lo tomó aun mas desprevenido y parpadeo un par de veces con desconcierto, volviendo a encarar la ceja mientras miraba a la muchacha. Sin embargo en su rostro no había ninguna clase de reproche por tan extraña petición.
El rubor consiguiente a la petición hizo reír al bardo, quien dio un trago a su hidromiel bien largo, para luego apartar su jarra por un rato.
-Era el acebo.-Corrigió finalmente.-La diferencia mas clara es que el acebo tiene la hoja serrada y punzante y la zarzaparrilla no.-Explico, percatándose de que se había olvidado de ese detalle.
El trovador llevo las manso a la nuca y desató una de las cadenas que sostenía los anillos. Con los años se habían hecho tantos que en los ultimo meses había decidido separarlos en dos colgantes, pero lo cierto es que empezaban a pesar. Por otro lado, al elfo no podía dejar de resultarle gracioso que la muchacha hubiera escogido bien una de las pocas cosa que realmente eran personales, a menudo lo que le pedían era un mechón de su trenza para un guardapelo, o una de las cintas de raso, de las cuales tenía montones en el bolsillo.
-Ojalá alguien me mirara con el mismo amor que recibe su comida.- Comentó el bardo con tono bromista al ver la mirada de ansia que recibía aquel panecillo.
Iltharion sacó la cadena que se metía por dentro de la camisa, ya desatada, haciendo emerger un cumulo de varios anillos, en el interior de los mismos estaban gravadas iniciales, una sola letra por anillo, el resto habían sido pulidos. Esa letra era la del nombre de la persona a la que se los había arrebatado, el resto del nombre y del del cónyuge se habían desvanecido del metal como si nunca hubieran estado allí, restandole peso a las alianzas de matrimonio de las que se había agenciado el trovador.
La mayoría de personas nunca se figuraban que eran esos anillos, y esperaba que si Ingela lo hacía en algún momento, fuera después de un tiempo de llevarlos colgados.
-El de la bellota no puedo cedértelo, pues fue un regalo, espero que este sea de tu agrado.-Eran, por lo menos, los anillos que mas tiempo había portado consigo, sin contar los de las orejas, así que parecía apropiado que dejaran lugar a los nuevos.
El bardo se separó de la barra y caminó hasta colocarse detrás de la muchacha. Con la mano libre, le apartó el pelo del cuello y de la nuca, permitiéndose rozar la misma con el pulgar. Luego rodeo a la joven con sus brazos, dejando caer la cadena alrededor de ella, y el colgante apoyarse sobre su pecho. Deslizó las manos hacia aras, haciendo que el collar se cerrara tras envolver su cuerpo, abrochandolo con cuidado. -Pesa un poco.-Se disculpó el elfo, soltando las cadenas para repasar el contorno del cuello de la muchacha y sacar de debajo del collar algún que otro pelo que se le había escapado al apartarlo por primera vez.
-Mi comida favorita... las Biusas. Son unas frutas mágicas que adoptan el sabor de lo que mas ansíes comer en ese momento.-Explicó el bardo, quien había tenido apenas un par de ocasiones de probar ese manjar por azares del destino en toda su larga existencia, y que había quedado intrigado y fascinado a partes iguales por esas translucidas frutas de tan curiosas propiedades.
Iltharion volvió a colocarle bien el pelo a la muchacha, dejando que cayese por su espalda y retomó su sitio al lado de la muchacha en la barra, dando un nuevo trago de aguamiel, y una calada a su cigarrillo de menta.
-Vamos empatados.-Sonrió ampliamente. Un fallo mas de la joven le daría su primer premio.
-Es una planta con una flor cuyos pétalos son tan suaves y frágiles que parecen pura seda, y su color rojo es tan intenso como la sangre fresca, su tallo es velludo, y se encuentra en aglomeraciones en llanuras, tiñendo grandes extensiones con presencia. Es, principalmente calmante y sedante, y se infusiona para su uso, tanto para el consumo como para gárgaras. Su exceso produce problemas respiratorios. ¿Que flor es?.-Aquel acertijo ahora se había vuelto aun mas emocionante, la muchacha había hecho una petición peculiar, que despertaba la curiosidad del elfo sobre que mas podía pedir o ansiar la joven, y aun así, tenía esas ganas por orgullo de alzarse con la victoria. Fuera como fuera, el terminaba ganando de algún modo.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
La emoción de recibir aquel collar era comparable con la que sentía al recibir un suculento trozo de strudel hecho por su Oma. No hay cosa más sabrosa que el strudel de Oma Elle en todo Aerandir y ella solo lo hace en ocasiones especiales, así que era en definitivas un manjar raro cuya presencia en la misma sala causaba a la chica una emoción que la llevaba hasta las lágrimas. Y que sintiera una emoción similar por el collar que colgaban en su cuello, era bastante decir. Era el primer obsequio que recibía de un chico, y justo del chico que le estaba gustando mucho. -No he probado las biusas, he escuchado mucho de ellas. Espero tener la fortuna de encontrar una algún día. Mientras, me conformo con el strudel de manzanitas amarillas de mi Oma. Quizás las biusas sean un maravilloso y afortunado misterio, pero el strudel de Oma es magia pura. No sabes lo que es sentir el cielo en la boca si no has probado el strudel de Oma Elle- le contó ella y su rostro se iluminaba al evocar los sabores y la sensación de comer aquella obra de arte que su Oma le regalaba para cada navidad y año nuevo.
Mientras recibía el collar, le habían dicho que había perdido, que era el acebo y no la zarzaparrilla. Y bueno, ¡qué importa! iban empatados y mientras siguiera habiendo hidromiel, cualquier juego sería divertido. Efectivamente, estaba un poco pesado el collar, sobre todo por los anillos que colgaban de él -Oh... no te preocupes... ya me acostumbraré al peso. Gracias, no pensé que me darías uno de tus collares realmente- dijo mirando los anillos, recogiéndolos entre sus manos. Notó que algunos tenían letras grabadas -¿Qué son estas letras?- preguntó con su acostumbrada curiosidad.
Escuchó atenta la nueva adivinanza, esa estaba más difícil que cualquiera de las anteriores. Se quedó mirando el fondo de su jarra, el cual cada vez se hacía más visible ya que ella bebía su contenido con avidez. -Podría ser... ¿la amapola?- dijo eligiendo una flor con propiedades calmantes y sedativas. No esperaba ganar esta partida y tampoco lo buscaba, no se había esforzado en buscar la respuesta certera pues tenía curiosidad en saber lo que él le pediría.
Mientras recibía el collar, le habían dicho que había perdido, que era el acebo y no la zarzaparrilla. Y bueno, ¡qué importa! iban empatados y mientras siguiera habiendo hidromiel, cualquier juego sería divertido. Efectivamente, estaba un poco pesado el collar, sobre todo por los anillos que colgaban de él -Oh... no te preocupes... ya me acostumbraré al peso. Gracias, no pensé que me darías uno de tus collares realmente- dijo mirando los anillos, recogiéndolos entre sus manos. Notó que algunos tenían letras grabadas -¿Qué son estas letras?- preguntó con su acostumbrada curiosidad.
Escuchó atenta la nueva adivinanza, esa estaba más difícil que cualquiera de las anteriores. Se quedó mirando el fondo de su jarra, el cual cada vez se hacía más visible ya que ella bebía su contenido con avidez. -Podría ser... ¿la amapola?- dijo eligiendo una flor con propiedades calmantes y sedativas. No esperaba ganar esta partida y tampoco lo buscaba, no se había esforzado en buscar la respuesta certera pues tenía curiosidad en saber lo que él le pediría.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Una cálida sonrisa se dibujó en el rostro del bardo, que se veía igual de cómodo y relajado que si fuera el dueño de la posada y se movía con gracia felina entorno a la muchacha para acomodarle el collar en su fino y delgado cuello.
-Algo me dice que el día que pruebes las Biusas va a ser el strudel de manzanas amarillas de tu abuelo lo que te van a evocar esas frutas.-Rió con su melodiosa voz, mientras contemplaba como se le iluminaba la faz a la muchacha al evocar ese manjar de su hogar que ocupaba un espacio tan grande en su recuerdo.
El bardo aun a la espalda de la joven miró el examen que esta le proporcionaba a los anillos, espió discretamente las expresiones del perfil de la muchacha, y luego volvió a su sitio, tranquilo y confiado en que el origen de su obsequio permaneciera como un misterio por el momento.
Iltharion tomó la jarra que se había pedido para si mismo y le dio un largo trago, saboreando el liquido, y con la misma delicadeza que exhibía siempre, de modo que no pareciera que acababa de vaciar la mitad de el recipiente de un trago como había hecho.
-Los grabados son la letra capital de palabras que tuvieron un significado para mi en alguno de mis muchos años de travesía.-Comentó, ocultando sin mentir la verdad que se escondía tras esos trabajos de orfebrería.
Iltharion controlaba de refilon cada trago que hacia la joven, no porque esperaba que perdiera el conocimiento ni nada similar, el alcohol solo controlaba la mente en cantidades ingentes, si no porque en pequeña medida ayudaba a acallar la voz del reparo y la decencia que a menudo retenía la voluntad del cuerpo. Cada ácido trago de ese liquido ambarino que desaparecía en la garganta de la muchacha era mermar la fuerza del candor y la timidez de una doncella.
Iltharion disimuló como siempre hacía esa sonrisa de predador que luchaba por dibujarse en su rostro cuando sentía que las cosas discurrían en su favor, y que de no controlarla podría delatarlo. Por suerte, eran muchos años de actor los que le aseguraban mantener la compostura.
El trovador aspiró con profundidad y asintió ante la respuesta. No había esperado que adivinara aquello, pero tampoco le molestaba en lo mas mínimo.
-No puedes pedir nada mas sobre mis colgantes.-Alzó el indice, añadiendo esa regla en medio del juego antes de que intentara preguntar sobre los mismos mas que agenciarse otro.
Iltharion tubo entonces una idea que se le antojo mas graciosa que otra cosa, y tras dar una segunda calada antes de soltar el humo, giró el cigarrillo en sus propios dedos y se lo ofreció a la joven, al tiempo que soltaba su propio humo lentamente.
Se preguntaba si podría manejar el humo bien, o si tosería. Si ocurria lo segundo bebería de su hidromel para calmar el cuello, y si podía hacerlo bien, al menos le habría descubierto a la muchacha no solo otra aplicación de la menta, si no la ventana a que evocara con el gesto.
-Algo me dice que el día que pruebes las Biusas va a ser el strudel de manzanas amarillas de tu abuelo lo que te van a evocar esas frutas.-Rió con su melodiosa voz, mientras contemplaba como se le iluminaba la faz a la muchacha al evocar ese manjar de su hogar que ocupaba un espacio tan grande en su recuerdo.
El bardo aun a la espalda de la joven miró el examen que esta le proporcionaba a los anillos, espió discretamente las expresiones del perfil de la muchacha, y luego volvió a su sitio, tranquilo y confiado en que el origen de su obsequio permaneciera como un misterio por el momento.
Iltharion tomó la jarra que se había pedido para si mismo y le dio un largo trago, saboreando el liquido, y con la misma delicadeza que exhibía siempre, de modo que no pareciera que acababa de vaciar la mitad de el recipiente de un trago como había hecho.
-Los grabados son la letra capital de palabras que tuvieron un significado para mi en alguno de mis muchos años de travesía.-Comentó, ocultando sin mentir la verdad que se escondía tras esos trabajos de orfebrería.
Iltharion controlaba de refilon cada trago que hacia la joven, no porque esperaba que perdiera el conocimiento ni nada similar, el alcohol solo controlaba la mente en cantidades ingentes, si no porque en pequeña medida ayudaba a acallar la voz del reparo y la decencia que a menudo retenía la voluntad del cuerpo. Cada ácido trago de ese liquido ambarino que desaparecía en la garganta de la muchacha era mermar la fuerza del candor y la timidez de una doncella.
Iltharion disimuló como siempre hacía esa sonrisa de predador que luchaba por dibujarse en su rostro cuando sentía que las cosas discurrían en su favor, y que de no controlarla podría delatarlo. Por suerte, eran muchos años de actor los que le aseguraban mantener la compostura.
El trovador aspiró con profundidad y asintió ante la respuesta. No había esperado que adivinara aquello, pero tampoco le molestaba en lo mas mínimo.
-No puedes pedir nada mas sobre mis colgantes.-Alzó el indice, añadiendo esa regla en medio del juego antes de que intentara preguntar sobre los mismos mas que agenciarse otro.
Iltharion tubo entonces una idea que se le antojo mas graciosa que otra cosa, y tras dar una segunda calada antes de soltar el humo, giró el cigarrillo en sus propios dedos y se lo ofreció a la joven, al tiempo que soltaba su propio humo lentamente.
Se preguntaba si podría manejar el humo bien, o si tosería. Si ocurria lo segundo bebería de su hidromel para calmar el cuello, y si podía hacerlo bien, al menos le habría descubierto a la muchacha no solo otra aplicación de la menta, si no la ventana a que evocara con el gesto.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
-¡Oh! ¿Adiviné?- exclamó emocionada la chica y se soltó a reír. -¡Esta vez realmente ni me esforcé en pensar! Parece que te está afectando la bebida, ven yo me la tomo por ti- le dijo bromeando, aunque si le pasaba su jarra, seguramente la terminaría bebiendo.
-Si vuelves a Dundarak, puedes preguntar por el strudel de Elle Steinherz, es muy conocido- dijo adquiriendo un semblante más solemnde, pero que se perdió entre las carcajadas que soltó cuando él le advirtió que no podría pedir otro de sus collares -¡Oh! ¿Y ahora qué pediré? Planeaba dejarte sin alhajas esta noche- dijo sonriente. -Posadero, tráigame otro platillo como el de antes, ¿sí?- le dijo al tabernero, recordando en un instante de lucidez que comiendo la bebida no le haría tanto efecto y notaba que reía mucho más de lo normal.
Cuando volvió a mirar a Iltharion, este le ofrecía de su cigarro de menta. Ella nunca había fumado de esa planta, así que la curiosidad por probarla la llevó a tomar el rollo de hojas secas sin dudarlo un instante. -Gracias- dijo al tomarlo entre sus dedos índice y pulgar. Lo puso entre sus labios para poder tomarlo entre su índice y anular y aspiró suavemente, no quería ahogarse y toser. Sintió el mentol del humo refrescarle la boca y el pecho. Exhaló el humo por la nariz y le devolvió el cigarrito a Iltharion -Es una sensación que no podría describir- le dijo refiriéndose al cigarro de menta -Pero me ha gustado, quizás lo vuelva a probar- le dijo. No era la primera vez que Ingela fumaba, su hermano le había enseñado tiempo atrás.
Al llegar su pedido, miró alegremente su emparedado -Y lo que te pediré, es que pagues esta ronda- le dijo sonriendo con malicia.
-Si vuelves a Dundarak, puedes preguntar por el strudel de Elle Steinherz, es muy conocido- dijo adquiriendo un semblante más solemnde, pero que se perdió entre las carcajadas que soltó cuando él le advirtió que no podría pedir otro de sus collares -¡Oh! ¿Y ahora qué pediré? Planeaba dejarte sin alhajas esta noche- dijo sonriente. -Posadero, tráigame otro platillo como el de antes, ¿sí?- le dijo al tabernero, recordando en un instante de lucidez que comiendo la bebida no le haría tanto efecto y notaba que reía mucho más de lo normal.
Cuando volvió a mirar a Iltharion, este le ofrecía de su cigarro de menta. Ella nunca había fumado de esa planta, así que la curiosidad por probarla la llevó a tomar el rollo de hojas secas sin dudarlo un instante. -Gracias- dijo al tomarlo entre sus dedos índice y pulgar. Lo puso entre sus labios para poder tomarlo entre su índice y anular y aspiró suavemente, no quería ahogarse y toser. Sintió el mentol del humo refrescarle la boca y el pecho. Exhaló el humo por la nariz y le devolvió el cigarrito a Iltharion -Es una sensación que no podría describir- le dijo refiriéndose al cigarro de menta -Pero me ha gustado, quizás lo vuelva a probar- le dijo. No era la primera vez que Ingela fumaba, su hermano le había enseñado tiempo atrás.
Al llegar su pedido, miró alegremente su emparedado -Y lo que te pediré, es que pagues esta ronda- le dijo sonriendo con malicia.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
El trovador rió suavemente al ver ele estallido de alegría y emoción que era la muchacha de a ratos, esa energía desbordante y fruto de la juventud, que se perdía con la lozanía y los inviernos que quedaban atrás de la espalda de cada uno. Cuando la joven lo acusó en broma el bardo se limitó a deslizar la bebida hasta dejarla en frente de la joven, con una expresión de desafío jovial. Todo en su rostro parecía decir "Como si fueras capaz de terminarte la mía también!" Y la sonrisa socarrona de dicho gesto se mantuvo durante un buen rato.
El strudel de manzana devolvió la seriedad a la conversación durante un instante, y, aunque había algo en todo ello que le resultaba vagamente conocido, Iltharion no hizo esfuerzo alguno para regirar en su memoria, no queriendo perderse en el pasado pudiendo disfrutar en aquel momento del presente, y, siendo consciente, que después de tantos viajes, era posible que alguien le hubiera hecho la misma recomendación en alguna de sus estadías en Dundarak, y que probablemente no era mas que eso lo que despertaba vagamente su memoria.-¿Y tu especialidad cual es?.-Le preguntó entonces a la dama, que mucho hablaba de otros y poco de si misma, quien realmente interesaba al bardo.
Iltharion encaró ambas cejas cuando vió que la muchacha fumaba sin problema, y recuperó su cigarrillo, esbozando esta vez un gesto amable y una leve inclinación cuando recibió la respuesta. -Yo no soy capaz de estar mucho tiempo sin ellos.-Admitió riéndose un poco de si mismo, y mirando esa pequeña planta que lo había logrado retener a su lado mas que cualquier otra cosa en el mundo. Incluyendo su laúd.
-Son fáciles de hacer, luego te muestro como, si gustas.-Dió otra calada a su cigarrillo, y exhalo del mismo con lentitud, disfrutando del sabor de la menta, y de su aroma la acariciar los conductos por los que pasaba, refrescandolos. El bardo era capaz de sentir aun ese olor, pese a que ya se había impregnado a su cuerpo, su aliento y su pelo como si formara parte de el mismo después de tanto tiempo.
El trovador, buen perdedor, metió la mano en un bolsillo, luego en el otro, y encontró apenas unos pocos aeros, porque la mayoría se hallaban en su morral que había quedado arriba. Los depositó sobre la barra, y los deslizó hacia el tabernero que parecía hasta sorprendido de lo mucho que la muchacha estaba comiendo y bebiendo.
Iltharion se rió mentalmente de aquel sujeto, de vida tan tediosa que se entretenía imaginando la del resto, y controlandola mientras se hallaban en su negocio, pero no le dijo nada. Le habría compadecido de no importarle un bledo, pero el elfo no era considerado en el fondo, y no empezaría a serlo ahora.
-Es un flor azul como el mar, y llena de espinas. Necesita del frío para vivir, pero mas para florecer, y es su néctar el que se emplea, que provoca una sanación mas presta.-No había mucho mas de esa flor que pudiera decir, ni que fuera necesario, y considero que ya que la joven estaba ganando, empezaría a dar un poco menos de datos para mantener el desafío.-¿Que es?.
La taberna se había animado aun mas, quedaban pocos sobrios, la mayoría de meretrices se hallaban en algún cuarto con clientes, el tedio, la bebida y las apuestas, ademas del encierro, les habían proporcionado los empujones necesarios a la clientela como para animarse a subir, con mas o menos discreción con esas casquivanas. Por eso el salón se había descongestionado un poco, ahora se podía transitar por el mismo, había espacios vacíos donde uno se podía mover en paz, y aquellos que se habían quedado con nada mas que los calzones salían del local dispuestos a someterse al diluvio para no tentarse a seguir apostando hasta la casa.
El strudel de manzana devolvió la seriedad a la conversación durante un instante, y, aunque había algo en todo ello que le resultaba vagamente conocido, Iltharion no hizo esfuerzo alguno para regirar en su memoria, no queriendo perderse en el pasado pudiendo disfrutar en aquel momento del presente, y, siendo consciente, que después de tantos viajes, era posible que alguien le hubiera hecho la misma recomendación en alguna de sus estadías en Dundarak, y que probablemente no era mas que eso lo que despertaba vagamente su memoria.-¿Y tu especialidad cual es?.-Le preguntó entonces a la dama, que mucho hablaba de otros y poco de si misma, quien realmente interesaba al bardo.
Iltharion encaró ambas cejas cuando vió que la muchacha fumaba sin problema, y recuperó su cigarrillo, esbozando esta vez un gesto amable y una leve inclinación cuando recibió la respuesta. -Yo no soy capaz de estar mucho tiempo sin ellos.-Admitió riéndose un poco de si mismo, y mirando esa pequeña planta que lo había logrado retener a su lado mas que cualquier otra cosa en el mundo. Incluyendo su laúd.
-Son fáciles de hacer, luego te muestro como, si gustas.-Dió otra calada a su cigarrillo, y exhalo del mismo con lentitud, disfrutando del sabor de la menta, y de su aroma la acariciar los conductos por los que pasaba, refrescandolos. El bardo era capaz de sentir aun ese olor, pese a que ya se había impregnado a su cuerpo, su aliento y su pelo como si formara parte de el mismo después de tanto tiempo.
El trovador, buen perdedor, metió la mano en un bolsillo, luego en el otro, y encontró apenas unos pocos aeros, porque la mayoría se hallaban en su morral que había quedado arriba. Los depositó sobre la barra, y los deslizó hacia el tabernero que parecía hasta sorprendido de lo mucho que la muchacha estaba comiendo y bebiendo.
Iltharion se rió mentalmente de aquel sujeto, de vida tan tediosa que se entretenía imaginando la del resto, y controlandola mientras se hallaban en su negocio, pero no le dijo nada. Le habría compadecido de no importarle un bledo, pero el elfo no era considerado en el fondo, y no empezaría a serlo ahora.
-Es un flor azul como el mar, y llena de espinas. Necesita del frío para vivir, pero mas para florecer, y es su néctar el que se emplea, que provoca una sanación mas presta.-No había mucho mas de esa flor que pudiera decir, ni que fuera necesario, y considero que ya que la joven estaba ganando, empezaría a dar un poco menos de datos para mantener el desafío.-¿Que es?.
La taberna se había animado aun mas, quedaban pocos sobrios, la mayoría de meretrices se hallaban en algún cuarto con clientes, el tedio, la bebida y las apuestas, ademas del encierro, les habían proporcionado los empujones necesarios a la clientela como para animarse a subir, con mas o menos discreción con esas casquivanas. Por eso el salón se había descongestionado un poco, ahora se podía transitar por el mismo, había espacios vacíos donde uno se podía mover en paz, y aquellos que se habían quedado con nada mas que los calzones salían del local dispuestos a someterse al diluvio para no tentarse a seguir apostando hasta la casa.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Tras escuchar la adivinanza de Iltharion, Ingela se giró sobre su taburete para mirar el resto de la taberna mientras daba un trago a su bebida. Mantuvo la jarra entre sus manos, apoyada sobre su regazo en una forma hasta cariñosa. -A ver... una flor de pétalos azules...- murmuró pero con poca concentración. Más le llamaba la atención una gorda meretriz con un grandes tetas que casi se le salían por el escote. Ella estaba sentada en el regazo de un hombre que por cuyo aspecto ya estaba bastante ebrio y no se daba cuenta que la mujer además de llenarlo de zalamerías para subirlo a una habitación, le robaba las monedas de los bolsillos.
-¿Qué crees que le estará diciendo?- preguntó al elfo y señalando a la prostituta que meneaba su trasero sobre la entrepierna del pobre borracho. -¡Oh! Querido, eres tan gracioso y guapo- dijo Ingela haciendo una voz chillona -¡Uh! ¡Qué pechote fuerte tienes! ¡Déjame sentir tus músculos, hombrón!- dijo con la voz chillona al ver que la mujer sobaba el pecho huesudo del borracho. La chica se largó a reír de su chiste y volvió a beber de su jarra.
No dejó de observar a la prostituta ni por un instante, pero adquirió un semblante más serio -¿Tú crees que ella disfrute esa vida?- preguntó al elfo. -Digo, estar sentada en las piernas de un borracho feo y maloliente, llenarle la cara y la boca de besos... no es algo que me gustaría hacer para vivir- dijo sintiendo tristeza por la mujer y por todas las que estaban arriba sirviendo a los hombres. -¿Has estado con una prostituta?- dijo, haciendo una nueva pregunta al elfo. -Tengo entendido que los elfos viven muchos años sin envejecer siquiera, viven más que los dragones. De hecho, podrías ser incluso más viejo que mi Oma Elle pero luces mucho más joven, quizás apenas más adulto que yo. ¿Cuántos años tienes?- dijo mirándolo.
Esbozó una sonrisa y antes que él pudiera responder le dijo -Y la respuesta es Rosa Sangrante- dijo y calló para que él pudiera hablar.
-¿Qué crees que le estará diciendo?- preguntó al elfo y señalando a la prostituta que meneaba su trasero sobre la entrepierna del pobre borracho. -¡Oh! Querido, eres tan gracioso y guapo- dijo Ingela haciendo una voz chillona -¡Uh! ¡Qué pechote fuerte tienes! ¡Déjame sentir tus músculos, hombrón!- dijo con la voz chillona al ver que la mujer sobaba el pecho huesudo del borracho. La chica se largó a reír de su chiste y volvió a beber de su jarra.
No dejó de observar a la prostituta ni por un instante, pero adquirió un semblante más serio -¿Tú crees que ella disfrute esa vida?- preguntó al elfo. -Digo, estar sentada en las piernas de un borracho feo y maloliente, llenarle la cara y la boca de besos... no es algo que me gustaría hacer para vivir- dijo sintiendo tristeza por la mujer y por todas las que estaban arriba sirviendo a los hombres. -¿Has estado con una prostituta?- dijo, haciendo una nueva pregunta al elfo. -Tengo entendido que los elfos viven muchos años sin envejecer siquiera, viven más que los dragones. De hecho, podrías ser incluso más viejo que mi Oma Elle pero luces mucho más joven, quizás apenas más adulto que yo. ¿Cuántos años tienes?- dijo mirándolo.
Esbozó una sonrisa y antes que él pudiera responder le dijo -Y la respuesta es Rosa Sangrante- dijo y calló para que él pudiera hablar.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Iltharion siguió la mirada de la joven cuando s percató que había perdido la atención, para contemplar el cuadro de aquella mujer en sus carnes que parecía estar a punto de quebrar las piernas al escuálido sujeto embriagado que la sostenía, y que estaba perdiendo todo su jornal sin siquiera darse cuenta de ello.
La pregunta de la doncella hizo que el elfo encarase una ceja, pero antes de poder abrir la boca ella misma hizo una teatralización de la situación bastante buena, y que hizo que el elfo riese de buena gana, sobre todo porque estaba seguro de que había acertado casi por completo con lo que estaba ocurriendo a poca distancia.
-Yo creo que ella no tiene mucho mas que hacer.-Respondió el elfo.-Es demasiado mayor como para conseguirse un esposo, y probablemente tenga varios hijos que alimentar, fruto de esta vida que escogió cuando era mas joven y tan ingenua como para creer que sería algo temporal. Creo que hace demasiado que lleva esa vida como para dejarla, y que hace lo que se le da bien hacer. Creo que prefiere estar encima del hombre y robarle sus monedas a subir con el a una de las habitaciones.-Respondió con total sinceridad, agarrando su jarra y dándole un largo trago para después prestarle la misma atención a su cigarrillo. El humo se le atragantó cuando escucho la siguiente pregunta que salio de los labios de su acompañante.
-No me agrada estar con gente que no quiere estar conmigo.-Dejo de observar la escena de aquella triste pareja, para ver a la dragona con quien compartía ese nublado día.-Hay muchas formas de compartir el lecho, si ellos lo hacen el es el único que lo va a disfrutar, para ella será una tortura silenciosa que ha aprendido a disimular. Eso es.... deprimente.-Exhalo, esta vez sin problemas, la espesa humareda mentolada.-A mi me agrada elevar al otro, hacerlo sentir bien, perderle hasta que se olvide de su nombre.-Sonrió con una pizca de egolatría, y un tono bajo y confidente.-Todo el mundo puede hacer daño, pero deleitar es mucho mas complejo. Es... como la música, todos los presentes pueden intentar tocar una flauta, pero la mayoría solo te harán doler las orejas.-Sentenció.
No era ni un si ni un no, pero el bardo consideró aquello una respuesta mas que decente, y que a fin de cuentas, tocaba el punto casi moral que se estaba planteando, que era aquel ligado con la desdicha de la meretriz a la que contemplaban desde lejos hacer su teatro.
-No es la primera vez que debes contemplar algo así, ¿Porque te llama tanto la atención?.-No había reproche en su tono, solo una genuina curiosidad que se notaba en su voz tanto como brillaba en sus ojos celestinos.
La siguiente pregunta le hizo gracia, por alguna razón la mayoría de jovencitas sentían cierto interés por ese numero que jamás llegarían a alcanzar. Iltharion rió divertido, entre dientes, un sonido suave y melodioso a la vez que grave, mientras daba otra calada a su cigarrillo mentolado, cuya brasa ya casi llegaba a sus labios.
-Ciento sesenta y dos, casi ciento sesenta y tres.-Respondió, riendo una vez mas antes de tirar el churro de hojas al suelo y pagarlo con el talón de la bota.
-Eres buena con las plantas.-Le concedió.-Pensé que tendrías mas problemas.-Chasqueó la lengua y negó para si mismo.-Por lo menos no se me ocurrió hacerlo con dibujos, o si no mi escasa y solitaria victoria no habría sido siquiera eso.-Negó para si mismo, pese a que no se veía para nada apenado de su derrota, simplemente la aceptaba pues lo realmente divertido, mas que ganar o perder, era el juego en si mismo.-Y bien, ¿Que puedo hacer por ti?
La pregunta de la doncella hizo que el elfo encarase una ceja, pero antes de poder abrir la boca ella misma hizo una teatralización de la situación bastante buena, y que hizo que el elfo riese de buena gana, sobre todo porque estaba seguro de que había acertado casi por completo con lo que estaba ocurriendo a poca distancia.
-Yo creo que ella no tiene mucho mas que hacer.-Respondió el elfo.-Es demasiado mayor como para conseguirse un esposo, y probablemente tenga varios hijos que alimentar, fruto de esta vida que escogió cuando era mas joven y tan ingenua como para creer que sería algo temporal. Creo que hace demasiado que lleva esa vida como para dejarla, y que hace lo que se le da bien hacer. Creo que prefiere estar encima del hombre y robarle sus monedas a subir con el a una de las habitaciones.-Respondió con total sinceridad, agarrando su jarra y dándole un largo trago para después prestarle la misma atención a su cigarrillo. El humo se le atragantó cuando escucho la siguiente pregunta que salio de los labios de su acompañante.
-No me agrada estar con gente que no quiere estar conmigo.-Dejo de observar la escena de aquella triste pareja, para ver a la dragona con quien compartía ese nublado día.-Hay muchas formas de compartir el lecho, si ellos lo hacen el es el único que lo va a disfrutar, para ella será una tortura silenciosa que ha aprendido a disimular. Eso es.... deprimente.-Exhalo, esta vez sin problemas, la espesa humareda mentolada.-A mi me agrada elevar al otro, hacerlo sentir bien, perderle hasta que se olvide de su nombre.-Sonrió con una pizca de egolatría, y un tono bajo y confidente.-Todo el mundo puede hacer daño, pero deleitar es mucho mas complejo. Es... como la música, todos los presentes pueden intentar tocar una flauta, pero la mayoría solo te harán doler las orejas.-Sentenció.
No era ni un si ni un no, pero el bardo consideró aquello una respuesta mas que decente, y que a fin de cuentas, tocaba el punto casi moral que se estaba planteando, que era aquel ligado con la desdicha de la meretriz a la que contemplaban desde lejos hacer su teatro.
-No es la primera vez que debes contemplar algo así, ¿Porque te llama tanto la atención?.-No había reproche en su tono, solo una genuina curiosidad que se notaba en su voz tanto como brillaba en sus ojos celestinos.
La siguiente pregunta le hizo gracia, por alguna razón la mayoría de jovencitas sentían cierto interés por ese numero que jamás llegarían a alcanzar. Iltharion rió divertido, entre dientes, un sonido suave y melodioso a la vez que grave, mientras daba otra calada a su cigarrillo mentolado, cuya brasa ya casi llegaba a sus labios.
-Ciento sesenta y dos, casi ciento sesenta y tres.-Respondió, riendo una vez mas antes de tirar el churro de hojas al suelo y pagarlo con el talón de la bota.
-Eres buena con las plantas.-Le concedió.-Pensé que tendrías mas problemas.-Chasqueó la lengua y negó para si mismo.-Por lo menos no se me ocurrió hacerlo con dibujos, o si no mi escasa y solitaria victoria no habría sido siquiera eso.-Negó para si mismo, pese a que no se veía para nada apenado de su derrota, simplemente la aceptaba pues lo realmente divertido, mas que ganar o perder, era el juego en si mismo.-Y bien, ¿Que puedo hacer por ti?
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Ingela lo escuchó con atención aunque seguía mirando a la meretriz. Al parecer había llegado a su cuota y dejó solo al hombre que siguió bebiendo con el mismo entusiasmo de siempre. Se compadeció de la familia que lo esperaba, preocupada seguramente por la lluvia que caía torrencial. Sintió lástima de la mujer que lo recibiría borracho y con los bolsillos pelados. Sintió una gran tristeza por los niños que no tendrían qué comer por culpa de un padre borracho y manilarga que gustaba de sentar en sus piernas a putas gordas y sinvergüenzas. Miraba con desprecio a la prostituta sin disimular su asco -Ser puta no debería ser una opción. Siempre se pueden encontrar mejores y más dignos trabajos que ese- dijo escupiendo la última palabra. Giró sobre su taburete para mirar de nuevo al elfo, él le ofrecía mejores vistas. No quería seguir mirando prostitutas ni paletos brutos.
-Me parece por lo menos curioso como la moral es un concepto tan flexible y como la honra es tan fácilmente vilipendiada- le dijo -Las prostitutas, ¿qué honra tienen? No encuentro mucho honor en entregar el cuerpo por unas monedas, sean muchas o pocas. Me parece que es el oficio más fácil al que se puede aspirar, es lo que elijen las flojas. Tampoco veo como un hombre honorable a aquel que prefiera perder su tiempo, dinero y salud en los brazos de una mujer de la vida alegre. Es triste además, si tiene una mujer en casa esperándolo, porque no saben el valor de una mujer bien atendida.- continuó diciendo -Yo no tengo experiencia con hombres, no he compartido lecho ni tenido sexo... pero me enseñaron que una mujer que mantiene a su hombre feliz en las lides amatorias, hará que esté agradecido y hará todo lo posible por hacerla feliz a ella. No hay mezquindad ni egoísmo en el lecho, hay entrega. Por lo menos así es con nuestras mujeres.- dijo sintiendo orgullo de sus costumbres. -Aunque en Dundarak hay prostitutas y hombres que gustan de estas, como en todos lados- dijo y dio un trago a su jarra.
Luego el elfo dijo su edad, le sorprendió mucho -Es la misma edad que mi Oma Elle, pero vaya que a los dragones nos llega antes la vejez- dijo riendo -Debes tener muchas historias, aunque si te pasa como a ella, debes haber olvidado muchas más. Los años no llegan solos- le dijo bromeando.
La chica suspiró pensando en qué podría pedirle esta vez, nada interesante se le venía a la mente. -A ver... ¿qué podría ser?- decía en voz baja -¡Ya sé! Como no se me ocurre nada, me dejaré esto como un comodín. Cuando se me ocurra algo o necesite de ti, me lo cobraré. Ahora, sigamos el juego.- le dijo alegremente.
-Me parece por lo menos curioso como la moral es un concepto tan flexible y como la honra es tan fácilmente vilipendiada- le dijo -Las prostitutas, ¿qué honra tienen? No encuentro mucho honor en entregar el cuerpo por unas monedas, sean muchas o pocas. Me parece que es el oficio más fácil al que se puede aspirar, es lo que elijen las flojas. Tampoco veo como un hombre honorable a aquel que prefiera perder su tiempo, dinero y salud en los brazos de una mujer de la vida alegre. Es triste además, si tiene una mujer en casa esperándolo, porque no saben el valor de una mujer bien atendida.- continuó diciendo -Yo no tengo experiencia con hombres, no he compartido lecho ni tenido sexo... pero me enseñaron que una mujer que mantiene a su hombre feliz en las lides amatorias, hará que esté agradecido y hará todo lo posible por hacerla feliz a ella. No hay mezquindad ni egoísmo en el lecho, hay entrega. Por lo menos así es con nuestras mujeres.- dijo sintiendo orgullo de sus costumbres. -Aunque en Dundarak hay prostitutas y hombres que gustan de estas, como en todos lados- dijo y dio un trago a su jarra.
Luego el elfo dijo su edad, le sorprendió mucho -Es la misma edad que mi Oma Elle, pero vaya que a los dragones nos llega antes la vejez- dijo riendo -Debes tener muchas historias, aunque si te pasa como a ella, debes haber olvidado muchas más. Los años no llegan solos- le dijo bromeando.
La chica suspiró pensando en qué podría pedirle esta vez, nada interesante se le venía a la mente. -A ver... ¿qué podría ser?- decía en voz baja -¡Ya sé! Como no se me ocurre nada, me dejaré esto como un comodín. Cuando se me ocurra algo o necesite de ti, me lo cobraré. Ahora, sigamos el juego.- le dijo alegremente.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Iltharion cerro los parpados con lentitud y esbozó una sonrisa algo nostálgica, pro aquella inocencia perdida tantas décadas atrás que apenas si podía recordar donde la había olvidado, quizás en el primer bolsillo en el que metió la mano, en la primera golpiza que recibió, el día en el que descubrió que tan terrible podía suponer ser un elfo huérfano en una ciudad de humanos, o que el placer de unos es a veces fruto del dolor de otros. O quizás mucho, muchísimo antes, en el día en el que fue consciente de la realidad de su propia gente y huyo de casa.
En un tiempo anterior a ese habría dado una respuesta similar a la de la joven dragona, repleta de moralidad y de honor, de valores restrictivos que condenaban a aquellos que ya vivían un infierno. Ahora simplemente le resultaba hasta cómico como los años y el conocimiento lo volvían mas comprensivo, y mas frío.
-Espero, por tus seis, y por los divinos que otros veneran, que jamás te encuentres en la coyuntura de no tener otra opción que la de vender tu cuerpo, pero mucho más, que jamás tengas que enfrentar la realidad de todas esas cosas, mucho peores, que se encuentran ocultas tras ese linde.-Comentó casi como un salmo.
Iltharion abrió los ojos con la misma lentitud con que los había cerrado, y esbozó una sonrisa como antes, volviendo a su rictus alegre que dominaba su rostro casi todo el tiempo. Con un gesto ágil y aprovechando una distracción del hombre que tenía a su lado en la barra cambio sus jarras, dándole al desdichado una casi vacía para quedarse con una casi llena, procurando que su propio cuerpo impidiera a la dragona ver su ardid.
La confianza con la que la joven dragona hablaba de sus enseñanzas hizo que su sonrisa se ensanchara.
-No te falta razón.-Respondió el bardo.-Sobre su mujer y sus hijos.-Acotó.- Pero cuanto sabe una doncella sobre las artes amatorias?.-Encaró una ceja, y dio un trago largo a su recién adquirida bebida.
Muchas doncellas ni siquiera sabían en que consistía yacer con un hombre cuando llegaban a su noche de bodas, y tenían serios problemas para desenvolverse, pero lo cierto es que también ocurría aquello a muchos hombres.-Es difícil hacer bien algo que no has hecho nunca, o que no sabes como se hace.-Y hasta el había tenido que transitar esas turbulentas aguas. Una pequeña risa, burla de si mismo se le escapo solo de recordar hasta que extremo podía llegar la torpedad y la ignorancia.
-Parece que tienes las cosas muy claras.-Comentó distraidamente. La mención sobre las mujeres del norte le había parecido graciosa, por lo cierto, y es que siempre le habían parecido faltas del sosiego que solía apoderarse de las sureñas, quizás por su naturaleza draconiana. El trovador se preguntó si eso parecía ser las presente en esa muchacha por ser un dragón de fuego, esa fuerza que parecía tener pese a hallarse en una forma tan fragil e indefensa.
-Me tomaré eso como un cumplido.-Se unió el bardo alegremente a las risas de su acompañante cuando esta hizo mención sobre el envejecimiento.-Tengo muchas historias, pero aun conservo bastante bien mi memoria. Y por si a caso, las recuerdo con canciones, con los aros.-señaló con un grácil gesto el colgante que ahora pendía sobre el pecho de la dragona.-Y mis dibujos.-Dió otro trago.-Pero no soy una venturero, solo un bardo, recojo mas historias ajenas y cuentos de cada región que mis propias vivencias. Soy un mal protagonista.
Iltharion chasqueó la lengua cuando escuchó lo que había ingeniado la muchacha, y como pedía seguir jugando.-¿Cuan aplastantemente humillante harás mi derrota?.-Colocó teatralmente la mano sobre el corazón y se reclinó ligeramente sobre la barra.
-Se me ocurrió otro juego.-Sonrió.- Ya que yo tengo muchas historias, y me estas ganando inmisericordemente en este.- Prosiguió.- Se trata de jugar a adivinar, pero sobre el otro, la tormenta no a parar, asi que. ¿Porque no conocernos un poco mejor?.-Su sonrisa se ensanchó con cierta picardía.
-Va por turnos, se dicen tres cosas sobre uno mismo, dos falsas y una cierta, y el otro tiene que adivinar cual de ellas es la correcta. Con el mismo premio, a no ser que te plazca otro.-Dió un largo trago a su jarra, mientras pensaba en tres cosas, para ilustrar su explicación.-Por ejemplo. Fui jinete de carreras de upeleros, Pese a que se tocar varios instrumentos nunca he aprendido a bailar, y una vez viajé de polizón en un barco, me pase todo el trayecto metido en un barril de limones, no pude sacarme el olor del pelo por un mes.-Cada una de esas afirmaciones estaba hecha con suma seguridad, mientras extendía una de sus manos hacia la muchacha en señal de reto, con una expresión divertida en el rostro, y una sonrisa de desafío.
En un tiempo anterior a ese habría dado una respuesta similar a la de la joven dragona, repleta de moralidad y de honor, de valores restrictivos que condenaban a aquellos que ya vivían un infierno. Ahora simplemente le resultaba hasta cómico como los años y el conocimiento lo volvían mas comprensivo, y mas frío.
-Espero, por tus seis, y por los divinos que otros veneran, que jamás te encuentres en la coyuntura de no tener otra opción que la de vender tu cuerpo, pero mucho más, que jamás tengas que enfrentar la realidad de todas esas cosas, mucho peores, que se encuentran ocultas tras ese linde.-Comentó casi como un salmo.
Iltharion abrió los ojos con la misma lentitud con que los había cerrado, y esbozó una sonrisa como antes, volviendo a su rictus alegre que dominaba su rostro casi todo el tiempo. Con un gesto ágil y aprovechando una distracción del hombre que tenía a su lado en la barra cambio sus jarras, dándole al desdichado una casi vacía para quedarse con una casi llena, procurando que su propio cuerpo impidiera a la dragona ver su ardid.
La confianza con la que la joven dragona hablaba de sus enseñanzas hizo que su sonrisa se ensanchara.
-No te falta razón.-Respondió el bardo.-Sobre su mujer y sus hijos.-Acotó.- Pero cuanto sabe una doncella sobre las artes amatorias?.-Encaró una ceja, y dio un trago largo a su recién adquirida bebida.
Muchas doncellas ni siquiera sabían en que consistía yacer con un hombre cuando llegaban a su noche de bodas, y tenían serios problemas para desenvolverse, pero lo cierto es que también ocurría aquello a muchos hombres.-Es difícil hacer bien algo que no has hecho nunca, o que no sabes como se hace.-Y hasta el había tenido que transitar esas turbulentas aguas. Una pequeña risa, burla de si mismo se le escapo solo de recordar hasta que extremo podía llegar la torpedad y la ignorancia.
-Parece que tienes las cosas muy claras.-Comentó distraidamente. La mención sobre las mujeres del norte le había parecido graciosa, por lo cierto, y es que siempre le habían parecido faltas del sosiego que solía apoderarse de las sureñas, quizás por su naturaleza draconiana. El trovador se preguntó si eso parecía ser las presente en esa muchacha por ser un dragón de fuego, esa fuerza que parecía tener pese a hallarse en una forma tan fragil e indefensa.
-Me tomaré eso como un cumplido.-Se unió el bardo alegremente a las risas de su acompañante cuando esta hizo mención sobre el envejecimiento.-Tengo muchas historias, pero aun conservo bastante bien mi memoria. Y por si a caso, las recuerdo con canciones, con los aros.-señaló con un grácil gesto el colgante que ahora pendía sobre el pecho de la dragona.-Y mis dibujos.-Dió otro trago.-Pero no soy una venturero, solo un bardo, recojo mas historias ajenas y cuentos de cada región que mis propias vivencias. Soy un mal protagonista.
Iltharion chasqueó la lengua cuando escuchó lo que había ingeniado la muchacha, y como pedía seguir jugando.-¿Cuan aplastantemente humillante harás mi derrota?.-Colocó teatralmente la mano sobre el corazón y se reclinó ligeramente sobre la barra.
-Se me ocurrió otro juego.-Sonrió.- Ya que yo tengo muchas historias, y me estas ganando inmisericordemente en este.- Prosiguió.- Se trata de jugar a adivinar, pero sobre el otro, la tormenta no a parar, asi que. ¿Porque no conocernos un poco mejor?.-Su sonrisa se ensanchó con cierta picardía.
-Va por turnos, se dicen tres cosas sobre uno mismo, dos falsas y una cierta, y el otro tiene que adivinar cual de ellas es la correcta. Con el mismo premio, a no ser que te plazca otro.-Dió un largo trago a su jarra, mientras pensaba en tres cosas, para ilustrar su explicación.-Por ejemplo. Fui jinete de carreras de upeleros, Pese a que se tocar varios instrumentos nunca he aprendido a bailar, y una vez viajé de polizón en un barco, me pase todo el trayecto metido en un barril de limones, no pude sacarme el olor del pelo por un mes.-Cada una de esas afirmaciones estaba hecha con suma seguridad, mientras extendía una de sus manos hacia la muchacha en señal de reto, con una expresión divertida en el rostro, y una sonrisa de desafío.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
La chica lo miró con fingida suspicacia y tras dar un trago a lo que quedaba de hidromiel en su jarra, le dio la mano aceptando el nuevo juego -Apuesto a que fuiste jinete de upeleros- le dijo -Los que por cierto son muy sabrosos asados- dijo y sonrió al evocar el recuerdo del sabor de la carne de aquella ave cocinada a las brasas. -Sin embargo, cambiar de juego no va a cambiar el que me debes una, y ya sabes, la cobraré cuando menos te lo esperes- dijo e hizo un gesto para que le rellenaran la jarra. Dio un pequeño sorbo y miró por última vez a la prostituta gorda -Espero no tener que verme en esa situación, sí... aunque no veo cómo podría terminar en una posición tal- dijo y allí terminó el tema para ella.
Afuera la lluvia continuaba cayendo, dentro del local los ánimos eran alegres aunque se veían menos hombres en las mesas. Si bien muchos habían desaparecido con alguna muchacha, la mayoría ya había gastado todo lo que llevaban en el bolsillo y habían partido a sus respectivas casas aunque llegasen nadando. Ingela estaba contenta, pero el efecto de las jarras de hidromiel crecía en la dragona. Se sentía aletargada y con sueño -¿Te parece si terminando esta ronda nos vamos a dormir? Arriba continuamos charlando hasta quedar dormida.- propuso poniendo una carita de súplica.
Afuera la lluvia continuaba cayendo, dentro del local los ánimos eran alegres aunque se veían menos hombres en las mesas. Si bien muchos habían desaparecido con alguna muchacha, la mayoría ya había gastado todo lo que llevaban en el bolsillo y habían partido a sus respectivas casas aunque llegasen nadando. Ingela estaba contenta, pero el efecto de las jarras de hidromiel crecía en la dragona. Se sentía aletargada y con sueño -¿Te parece si terminando esta ronda nos vamos a dormir? Arriba continuamos charlando hasta quedar dormida.- propuso poniendo una carita de súplica.
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
Iltharion rió ante la firme respuesta de la muchacha, pues tendía a empezar ese mismo juego de aquel modo, y rara vez la acertaban. No solían relacionarle con cosas atléticas, y, aunque era bastante ágil, no los culpaba. Sus peripecias por los tejados, ventanas y balcones no era algo que tendiera a mencionar, así como tampoco las largas carreras para salvar el pescuezo que protagonizaba de vez en cuando.
-Oh, no, pero quizás termine ganando yo alguna ronda.-Rió.-Aunque viendo como empiezas, ya has sembraron la duda. En efecto, fui jinete de upeleros, y prefiero comerlos a montarlos.-Miró de refilón como el tabernero volvía a rellenare la jarra a la muchacha. Había perdido la cuenta de cuanto había bebido la joven, pero estaba seguro de que había bebido mas que.
-¿Que posibilidades corren por tu mente con tal de cobrarte el premio?.-Era pura curiosidad, aunque no apremiante. Iltharion quería saber que mas podía querer la joven de el que pudiera pedir en voz alta, si es que había algo que se le hubiese pasado por la mente a la doncella, o si solo había agotado la imaginación de la jovencita.
La cara de suplica de la muchacha le arrancó una corta y melodiosa risa entre dientes. El hijo de Sandorai alzó su jarra y la vació de un solo trago, antes de depositarla sobre la misma y deslizarla lejos sobre la tabla de madera.
-¿Eso cuenta como tu petición?.-Bromeó iltharion, mientras se aseguraba de pagar lo que quedaba de consumiciónes, y oteaba la barra para corroborar que no se dejaba nada allí perdido. El tabernero si bien no se hallaba lo suficientemente cansado como para dejar de echarles alguna que otra miradita con picardía al escuchar a la joven, si se contenía lo suficiente, por hastió o por prudencia, de hacer algún comentario fuera de lugar. El bardo también lo prefería así.
El hijo de los bosques se estuvo de recordarle a la muchacha que era el turno de ella de ofrecer tres posibilidades, y dejó que terminase su bebida antes de seguirla hacia la escalera. Quedó tras la misma, en parte porque no tenía las llaves, y también para poder sostenerla si, por la embriaguez, daba un paso en falso en las escaleras, manteniendo una mano a la altura de la parte baja de la espalda de ella, pero a una poca distancia, de modo que solo quedara recostada sobre su brazo y pudiera enderezarse hasta llegar al segundo piso en el caso de que tropezara.
-Oh, no, pero quizás termine ganando yo alguna ronda.-Rió.-Aunque viendo como empiezas, ya has sembraron la duda. En efecto, fui jinete de upeleros, y prefiero comerlos a montarlos.-Miró de refilón como el tabernero volvía a rellenare la jarra a la muchacha. Había perdido la cuenta de cuanto había bebido la joven, pero estaba seguro de que había bebido mas que.
-¿Que posibilidades corren por tu mente con tal de cobrarte el premio?.-Era pura curiosidad, aunque no apremiante. Iltharion quería saber que mas podía querer la joven de el que pudiera pedir en voz alta, si es que había algo que se le hubiese pasado por la mente a la doncella, o si solo había agotado la imaginación de la jovencita.
La cara de suplica de la muchacha le arrancó una corta y melodiosa risa entre dientes. El hijo de Sandorai alzó su jarra y la vació de un solo trago, antes de depositarla sobre la misma y deslizarla lejos sobre la tabla de madera.
-¿Eso cuenta como tu petición?.-Bromeó iltharion, mientras se aseguraba de pagar lo que quedaba de consumiciónes, y oteaba la barra para corroborar que no se dejaba nada allí perdido. El tabernero si bien no se hallaba lo suficientemente cansado como para dejar de echarles alguna que otra miradita con picardía al escuchar a la joven, si se contenía lo suficiente, por hastió o por prudencia, de hacer algún comentario fuera de lugar. El bardo también lo prefería así.
El hijo de los bosques se estuvo de recordarle a la muchacha que era el turno de ella de ofrecer tres posibilidades, y dejó que terminase su bebida antes de seguirla hacia la escalera. Quedó tras la misma, en parte porque no tenía las llaves, y también para poder sostenerla si, por la embriaguez, daba un paso en falso en las escaleras, manteniendo una mano a la altura de la parte baja de la espalda de ella, pero a una poca distancia, de modo que solo quedara recostada sobre su brazo y pudiera enderezarse hasta llegar al segundo piso en el caso de que tropezara.
Iltharion Dur'Falas
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 638
Nivel de PJ : : 1
Re: [Cerrado]Tañido de Aguacero [dia][2/3]
-¿Entonces le atiné a la respuesta correcta?- dijo mientras apuraba el último trago de su jarra. De verdad quería irse a dormir. -La verdad, pensé que perdería y que habías demorado un mes sacándote el aroma a limón del cabello- dijo riendo mientras se levantaba de su asiento haciendo alarde de un desequilibrio bastante impropio en ella.
-¡Hoopla! Pero cómo se mueve este piso- exclamó risueña. Al parecer, en ella había bastante de su tío Olaf. Caminaba dando pasos largos, parecía una garza en un manglar, y se agarraba de las sillas. Las escaleras fueron todo un desafío, aferrada iba a los pasamanos para no caerse y bien que lo hizo, ya que trastabilló un par de veces. no se daba cuenta que por detrás, quien la sostenía era el elfo. Cuando llegaron arriba exclamó contenta -¡Fui Pequeña Señorita Dundarak cuando cumplí los 10 años!- Soltó una carcajada tras eso. Adquiriendo un semblante más serio, tomó la mano del elfo y lo miró -O quizás no y lo que hice a los 10 años fue ir por primera vez de cacería- abrió los ojos y la boca muy grande con expresión de sorpresa antes de decir -Tal vez todo eso sea mentira y lo cierto es que a los 10 ¡todavía mojaba la cama!- dijo y se largó a reír con muchas ganas retomando el camino hacia su habitación, llevando en una mano al elfo y con la otra buscando en sus bolsillos la llave.
Cuando llegaron ante la puerta, soltó al elfo y siguió buscando, al fondo de su bolsillo lateral estaba la llavecita amarrada a un pedazo de madera con el número 42 grabado en ella, -Esta cerradura es mágica, mira como se mueve- dijo en voz baja intentando meter la llave dentro, pero no lo conseguía por más que podía. Ahora tenía ganas de ir al baño y eso la apremiaba más .
-¡Hoopla! Pero cómo se mueve este piso- exclamó risueña. Al parecer, en ella había bastante de su tío Olaf. Caminaba dando pasos largos, parecía una garza en un manglar, y se agarraba de las sillas. Las escaleras fueron todo un desafío, aferrada iba a los pasamanos para no caerse y bien que lo hizo, ya que trastabilló un par de veces. no se daba cuenta que por detrás, quien la sostenía era el elfo. Cuando llegaron arriba exclamó contenta -¡Fui Pequeña Señorita Dundarak cuando cumplí los 10 años!- Soltó una carcajada tras eso. Adquiriendo un semblante más serio, tomó la mano del elfo y lo miró -O quizás no y lo que hice a los 10 años fue ir por primera vez de cacería- abrió los ojos y la boca muy grande con expresión de sorpresa antes de decir -Tal vez todo eso sea mentira y lo cierto es que a los 10 ¡todavía mojaba la cama!- dijo y se largó a reír con muchas ganas retomando el camino hacia su habitación, llevando en una mano al elfo y con la otra buscando en sus bolsillos la llave.
Cuando llegaron ante la puerta, soltó al elfo y siguió buscando, al fondo de su bolsillo lateral estaba la llavecita amarrada a un pedazo de madera con el número 42 grabado en ella, -Esta cerradura es mágica, mira como se mueve- dijo en voz baja intentando meter la llave dentro, pero no lo conseguía por más que podía. Ahora tenía ganas de ir al baño y eso la apremiaba más .
Ingela
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 690
Nivel de PJ : : 4
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Wonder [Libre] [Cerrado]
» [Cerrado] Vuelta a las andadas
» Big world [Privado] [Cerrado]
» Camino que une [Privado] CERRADO
» Persecución [Interpretativo][1/1][Cerrado]
» [Cerrado] Vuelta a las andadas
» Big world [Privado] [Cerrado]
» Camino que une [Privado] CERRADO
» Persecución [Interpretativo][1/1][Cerrado]
Página 2 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 21:37 por Akanke
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Hoy a las 17:58 por Reike
» Conocidos por error [Solitario]
Hoy a las 17:16 por Eberus
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Hoy a las 11:17 por Monza Sylroc
» El secreto del Ahogado [Privado] [Noche]
Ayer a las 16:56 por Thomas J. Hidalgo
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Ayer a las 16:15 por Thomas J. Hidalgo
» Una sombra sobre Lunargenta: 2ª parte. [Privado]
Vie Nov 22 2024, 04:03 por Níniel Thenidiel
» Ecos De Guerra [Evento Sacrestic] [Noche]
Jue Nov 21 2024, 21:35 por Cohen
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Jue Nov 21 2024, 20:16 por Seraphine Valaryon
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Jue Nov 21 2024, 16:30 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Miér Nov 20 2024, 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Miér Nov 20 2024, 16:18 por Mina Harker
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana