[Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
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[Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Caminaba con tanta prisa como podía, una ligera lluvia se había mantenido cayendo durante toda la tarde, lo cual por lo menos había mantenido el clima bastante nublado como para permitirme salir temprano, debía darme prisa pues no sabía cuánto tiempo se demoraría Maguita en llegar al punto de reunión, o si lograría llegar, tal vez había sido demasiado fuerte con el acertijo, pero algo dentro me decía que mi pequeña sería lo suficientemente lista como para conseguir resolverlo, de momento, lo más importante era mantenerme alerta y tener todo preparado para cuando ella llegara, y si no conseguía llegar por su cuenta, siempre tenía a Seek para enviarla a buscar a mi brujita.
El Lago Frey no era muy conocido por todos, pero aparecía en los libros de historia de Arandir y recordaba haber contado a mi pequeña más de una historia ocurrida en ese lago, eso tal vez la ayudaría un poco a descifrar la nota con las instrucciones -Lo logrará- Dijo Seek con su voz que aunque intentaba pasar por humana, dejaba escapar a ratos un pequeño sonido metálico y chillón -Estoy seguro que sí- Respondí con una sonrisa mientras llegaba a un pequeño árbol de hojas rojas que aparecía en la nota como el destino al que debía llegar al principio.
Me acerqué al árbol y saqué una de mis dagas para dibujar una runa en su corteza “Σύνδεση” se vería escrito en la corteza, tallado sutilmente sobre la madera rojiza, debajo de la palabra, hice una pequeña figura con forma de mano, calculando aproximadamente el tamaño de la mano de mi princesa, dudaba que lo entendiera de buenas a primeras, así que me esforcé un poco más en hacer que la figura tuviera realmente forma de mano; luego de eso bajé un poco para cortar un trozo de la corteza del mismo árbol en donde dibujé con mi sangre las mismas runas que había hecho en el árbol, y avancé desprendiendo pedazos de la misma por el suelo dibujando un largo camino hasta el siguiente árbol, el objetivo era que cuando maga pusiera la mano en la marca, la runa se activaría encendiendo los pedazos del mismo árbol que había dejado por el suelo y haciendo con ellos un camino de orbes brillantes hasta el siguiente árbol en donde dejaría la siguiente nota con un nuevo acertijo; recordaba que a mi pequeña le gustaban los desafíos a su inteligencia, así que aprovecharía eso para mantenerla interesada.
La siguiente prueba la encontraría al pie de ese árbol en una pequeña bolsita, un grupo de pedazos de madera cortados con letras escritas en cada uno para dar un mensaje oculto “φως” tallé esta vez sobre la corteza de este nuevo árbol, luego escribí el cada uno de los trozos una de las siguientes letras “ACEILSTU”. Si conseguía ordenar las letras para formar la palabra indicada activaría el hechizo arcano de este árbol; reí con un poco de malicia ante este nuevo desafío ¿Lograría resolverlo?
Había encargado a Seek la tarea de vigilar y avisarme cuando viera venir a Maguita, así que de momento trataría de completar todos los preparativos necesarios para darle a mi pequeña un lindo recuerdo de esta noche.
El Lago Frey no era muy conocido por todos, pero aparecía en los libros de historia de Arandir y recordaba haber contado a mi pequeña más de una historia ocurrida en ese lago, eso tal vez la ayudaría un poco a descifrar la nota con las instrucciones -Lo logrará- Dijo Seek con su voz que aunque intentaba pasar por humana, dejaba escapar a ratos un pequeño sonido metálico y chillón -Estoy seguro que sí- Respondí con una sonrisa mientras llegaba a un pequeño árbol de hojas rojas que aparecía en la nota como el destino al que debía llegar al principio.
Me acerqué al árbol y saqué una de mis dagas para dibujar una runa en su corteza “Σύνδεση” se vería escrito en la corteza, tallado sutilmente sobre la madera rojiza, debajo de la palabra, hice una pequeña figura con forma de mano, calculando aproximadamente el tamaño de la mano de mi princesa, dudaba que lo entendiera de buenas a primeras, así que me esforcé un poco más en hacer que la figura tuviera realmente forma de mano; luego de eso bajé un poco para cortar un trozo de la corteza del mismo árbol en donde dibujé con mi sangre las mismas runas que había hecho en el árbol, y avancé desprendiendo pedazos de la misma por el suelo dibujando un largo camino hasta el siguiente árbol, el objetivo era que cuando maga pusiera la mano en la marca, la runa se activaría encendiendo los pedazos del mismo árbol que había dejado por el suelo y haciendo con ellos un camino de orbes brillantes hasta el siguiente árbol en donde dejaría la siguiente nota con un nuevo acertijo; recordaba que a mi pequeña le gustaban los desafíos a su inteligencia, así que aprovecharía eso para mantenerla interesada.
La siguiente prueba la encontraría al pie de ese árbol en una pequeña bolsita, un grupo de pedazos de madera cortados con letras escritas en cada uno para dar un mensaje oculto “φως” tallé esta vez sobre la corteza de este nuevo árbol, luego escribí el cada uno de los trozos una de las siguientes letras “ACEILSTU”. Si conseguía ordenar las letras para formar la palabra indicada activaría el hechizo arcano de este árbol; reí con un poco de malicia ante este nuevo desafío ¿Lograría resolverlo?
Había encargado a Seek la tarea de vigilar y avisarme cuando viera venir a Maguita, así que de momento trataría de completar todos los preparativos necesarios para darle a mi pequeña un lindo recuerdo de esta noche.
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Última edición por Bio el Vie Abr 14 2017, 06:13, editado 3 veces
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Al terminar mi pequeño trabajo con el rinoceronte de cristal pasó algo increíblemente extraño... Recibí unos cuantos regalos de un admirador secreto, al principio me preguntaba si podía ser algún príncipe que me vio por ahí y le parecí bonita, luego pensé en la posibilidad de que fuera mi amiguito pulposo y por último se me cruzó por la mente que mi papá pudiese estar vivo. Esa última opción hacía presión sobre mi pecho, por lo que prefería no pensar en esa posibilidad como algo real, así que me quedé con los primeros pretendientes, era menos doloroso.
Recibí en primer lugar un adorable y esponjoso peluche morado con forma de pulpo, con una diminuta boquita y unos enormes ojos; aquel animalito marino me recordaba mucho a mi compañero de gremio, el capitán Werner, un calamar que a pesar de ser bastante feo se había ganado gran parte de mi cariño y eso hacía que mis ojos lo vieran con ternura y no con horror, era el feito más tierno que había conocido. “Capitansito” había sido el nombre designado para mi nueva adquisición, aquel animalito que hacía de jinete sobre la espalda de Pelusa, mi aionsito peludo.
Otro de los regalos fue un collar con forma de gota, que inicialmente era morado y pasó con un hechizo a ser de color azul claro. Este colgante se la pasaba metido en mi boca en ciertos momentos en que me ponía nerviosa o ansiosa por algún evento. Y por último recibí una carta, que era un tanto difícil de abrir, de hecho me preocupaba romperla; por suerte la mensajera mecánica me había abierto un pedazo, y por la forma en que me lo leyó y me dijo todo me dio a entender que se trataba de alguien que había sido muy cercano a mí, pero ¿podía ser posible que después de año y medio mi papá se hubiese dignado a aparecer? Todo el tema me daba mucha intriga así que después de entregar mi rinoceronte emprendí un viaje hacía la primera pista de la carta.
“Dos caminos tiene Frey, y no los puede evitar, uno lo lleva hacia el mar y el otro es a donde vas...”, aquello era lo único que la carta había logrado decirme... un lugar y para asegurarme de estar ubicada compré en el mercado de Lunargenta una especie de mapa por el cual guiarme hasta el lago de Frey, el pequeño, ya que era lo que me indicaba. No quise seguir husmeando la carta, tenía el presentimiento que con esta aventura tenía que ir con calma y dejándome abundar por los misterios que este viaje significaba, por lo que respiré profundo y decidí dedicarme a esta aventura un tiempo dejando en el gremio la información de que iba a estar ocupada a lo máximo un mes y luego volvía a estar a la disposición de sus tareas. Sin más asuntos que atender me dirigí hacía el lago Frey y busqué arboles con hojas rojas, esas eran las instrucciones.
Yo conocía arboles sólo con hojas verdes o un poco marrones y naranjas por el otoño, pero rojas rojas era complicado... no debía ser tan difícil conseguir un árbol así... a menos que hayan muchos arboles al rededor con colores parecidos, como era en mi caso. Las hojas de la mayoría de los arboles eran naranjas y colores cálidos por lo que tenía que estar pendiente con la búsqueda. Pelusa parecía cansado y sin muchas ganas de seguir con la aventura, de vez en cuando se sentaba en el suelo, tumbaba a Capitansito y de rabia se ponía a morderle los tentaculitos a mi pobre peluchito; tuve que separarlos porque sino el Capitán se quedaría sin sus extremidades. La actitud malcriada de Pelusa nos retrasó bastante y creo momentos tensos entre nosotros, pero en un momento de descanso sobre el suelo mi aionsito me empezó a empujar como queriéndome enseñar algo, al principio me molesté por su último comportamiento, pero después entendí que Pelusa había encontrado el árbol. Me monté a mi pulpito en el hombro y seguí emocionada a mi aionsito súper inteligente.
Al llegar vi una palabra en un idioma conocido, ya que había visto algunas escrituras de ese estilo por mi constante uso de poderes arcanos, pero esa palabra no estaba muy segura de lo que significaba, sólo me sabía las palabras necesarias para mis hechizos de costumbre; pero más abajo de la palabra había una mano... ¿mía? Estaba bastante claro que la persona que lo hizo quería que pusiera la mano para activar la runa, pero eso me ponía muy nerviosa ¿y si fuese una trampa y poner mi mano me produce una descarga eléctrica? No me gustaba mucho la incertidumbre por lo que agarré al capitansito y con uno de sus tentáculos intenté activar la runa. Luego se me ocurrió tratar de deformar mi peluche aprentandolo mucho para hacer que 5 de sus tentáculos encajaran como si fuera mi mano, pero nada sucedió. Luego intenté con Pelusa, ya que pensé en que a lo mejor debía ser alguien vivo, pero su patica si no la pude deformar para que hicieran mis cinco dedos, así que con los ojos cerrados, los nervios en el estómago y la intriga en el corazón puse la mano sobre la figura, esperé unos cuantos segundos y luego abrí los ojos aún con la mano sobre la corteza rojiza del árbol. Unos cuantos punticos en el suelo se iluminaron en el camino hacía otro árbol, así que agarré a mis dos compañeros y nos fuimos al siguiente acertijo.
Antes de enfocarme en la tarea que venía a continuación empecé a preocuparme puesto que el sol ya estaba en la parte baja, pronto algunas montañas taparían lo que quedaba de él y tendría que buscar refugio, no me gustaba estar tan tarde por ahí en los bosques.
Analicé el siguiente árbol, me había gustado bastante lo que habían hecho con el primero, estaba ansiosa por saber que me depararía este segundo árbol, pero por las inscripciones sonreí maliciosamente -Fos-(1) dije mientras pasaba mis dedos sobre la inscripción en el árbol, eso era una inscripción que ya yo había usado, sin embargo por la forma en que estaba escrito deducí que era un hechizo por activación, lo que me parecía raro era que no había pasado nada cuando dije la palabra. -Aw- suspiré con un poco de tristeza por no saber como hacer el siguiente paso, de hecho ni sabía de qué trataba; hasta que Pelusa me llevó hasta los pies una bolsita con runas. -¡Ay! Que ternurita... ¿Quién es mi pequeño inteligente?- le dije mimosamente a mi aion ya que había hecho un buen trabajo. Abrí la bolsita y empecé a ordenar las palabras, quería hacerlo lo más rápido posible ya que la noche pronto se acercaría. La primera palabra que ordene era “Culitaes”, me dió bastante risa y al ver que nada sucedía seguí probando combinaciones al azar; “Calsetiu” fue la segunda palabra que armé que consideraba que pudiese tener sentido, incluso volteé la u a ver si era una “n” mal escrita, pero no pasaba nada. Al cuarto intento ya estaba un poco cansada y deje de hacer combinaciones para poder pensar claramente, -¡Esto tiene que tener un sentido lógico!- suspiré pensando en algo que tuviese que ver conmigo, con mi papá, con mi pulpo, con la mensajera, con el lago Frey y luego con el árbol. -¡Fos!- dije emocionada porque había conseguido la combinación -Es lucesita, ¿cómo no se me ocurrió antes?- dije emocionada ordenando las palabras en el piso.
Recibí en primer lugar un adorable y esponjoso peluche morado con forma de pulpo, con una diminuta boquita y unos enormes ojos; aquel animalito marino me recordaba mucho a mi compañero de gremio, el capitán Werner, un calamar que a pesar de ser bastante feo se había ganado gran parte de mi cariño y eso hacía que mis ojos lo vieran con ternura y no con horror, era el feito más tierno que había conocido. “Capitansito” había sido el nombre designado para mi nueva adquisición, aquel animalito que hacía de jinete sobre la espalda de Pelusa, mi aionsito peludo.
Otro de los regalos fue un collar con forma de gota, que inicialmente era morado y pasó con un hechizo a ser de color azul claro. Este colgante se la pasaba metido en mi boca en ciertos momentos en que me ponía nerviosa o ansiosa por algún evento. Y por último recibí una carta, que era un tanto difícil de abrir, de hecho me preocupaba romperla; por suerte la mensajera mecánica me había abierto un pedazo, y por la forma en que me lo leyó y me dijo todo me dio a entender que se trataba de alguien que había sido muy cercano a mí, pero ¿podía ser posible que después de año y medio mi papá se hubiese dignado a aparecer? Todo el tema me daba mucha intriga así que después de entregar mi rinoceronte emprendí un viaje hacía la primera pista de la carta.
“Dos caminos tiene Frey, y no los puede evitar, uno lo lleva hacia el mar y el otro es a donde vas...”, aquello era lo único que la carta había logrado decirme... un lugar y para asegurarme de estar ubicada compré en el mercado de Lunargenta una especie de mapa por el cual guiarme hasta el lago de Frey, el pequeño, ya que era lo que me indicaba. No quise seguir husmeando la carta, tenía el presentimiento que con esta aventura tenía que ir con calma y dejándome abundar por los misterios que este viaje significaba, por lo que respiré profundo y decidí dedicarme a esta aventura un tiempo dejando en el gremio la información de que iba a estar ocupada a lo máximo un mes y luego volvía a estar a la disposición de sus tareas. Sin más asuntos que atender me dirigí hacía el lago Frey y busqué arboles con hojas rojas, esas eran las instrucciones.
Yo conocía arboles sólo con hojas verdes o un poco marrones y naranjas por el otoño, pero rojas rojas era complicado... no debía ser tan difícil conseguir un árbol así... a menos que hayan muchos arboles al rededor con colores parecidos, como era en mi caso. Las hojas de la mayoría de los arboles eran naranjas y colores cálidos por lo que tenía que estar pendiente con la búsqueda. Pelusa parecía cansado y sin muchas ganas de seguir con la aventura, de vez en cuando se sentaba en el suelo, tumbaba a Capitansito y de rabia se ponía a morderle los tentaculitos a mi pobre peluchito; tuve que separarlos porque sino el Capitán se quedaría sin sus extremidades. La actitud malcriada de Pelusa nos retrasó bastante y creo momentos tensos entre nosotros, pero en un momento de descanso sobre el suelo mi aionsito me empezó a empujar como queriéndome enseñar algo, al principio me molesté por su último comportamiento, pero después entendí que Pelusa había encontrado el árbol. Me monté a mi pulpito en el hombro y seguí emocionada a mi aionsito súper inteligente.
Al llegar vi una palabra en un idioma conocido, ya que había visto algunas escrituras de ese estilo por mi constante uso de poderes arcanos, pero esa palabra no estaba muy segura de lo que significaba, sólo me sabía las palabras necesarias para mis hechizos de costumbre; pero más abajo de la palabra había una mano... ¿mía? Estaba bastante claro que la persona que lo hizo quería que pusiera la mano para activar la runa, pero eso me ponía muy nerviosa ¿y si fuese una trampa y poner mi mano me produce una descarga eléctrica? No me gustaba mucho la incertidumbre por lo que agarré al capitansito y con uno de sus tentáculos intenté activar la runa. Luego se me ocurrió tratar de deformar mi peluche aprentandolo mucho para hacer que 5 de sus tentáculos encajaran como si fuera mi mano, pero nada sucedió. Luego intenté con Pelusa, ya que pensé en que a lo mejor debía ser alguien vivo, pero su patica si no la pude deformar para que hicieran mis cinco dedos, así que con los ojos cerrados, los nervios en el estómago y la intriga en el corazón puse la mano sobre la figura, esperé unos cuantos segundos y luego abrí los ojos aún con la mano sobre la corteza rojiza del árbol. Unos cuantos punticos en el suelo se iluminaron en el camino hacía otro árbol, así que agarré a mis dos compañeros y nos fuimos al siguiente acertijo.
Antes de enfocarme en la tarea que venía a continuación empecé a preocuparme puesto que el sol ya estaba en la parte baja, pronto algunas montañas taparían lo que quedaba de él y tendría que buscar refugio, no me gustaba estar tan tarde por ahí en los bosques.
Analicé el siguiente árbol, me había gustado bastante lo que habían hecho con el primero, estaba ansiosa por saber que me depararía este segundo árbol, pero por las inscripciones sonreí maliciosamente -Fos-(1) dije mientras pasaba mis dedos sobre la inscripción en el árbol, eso era una inscripción que ya yo había usado, sin embargo por la forma en que estaba escrito deducí que era un hechizo por activación, lo que me parecía raro era que no había pasado nada cuando dije la palabra. -Aw- suspiré con un poco de tristeza por no saber como hacer el siguiente paso, de hecho ni sabía de qué trataba; hasta que Pelusa me llevó hasta los pies una bolsita con runas. -¡Ay! Que ternurita... ¿Quién es mi pequeño inteligente?- le dije mimosamente a mi aion ya que había hecho un buen trabajo. Abrí la bolsita y empecé a ordenar las palabras, quería hacerlo lo más rápido posible ya que la noche pronto se acercaría. La primera palabra que ordene era “Culitaes”, me dió bastante risa y al ver que nada sucedía seguí probando combinaciones al azar; “Calsetiu” fue la segunda palabra que armé que consideraba que pudiese tener sentido, incluso volteé la u a ver si era una “n” mal escrita, pero no pasaba nada. Al cuarto intento ya estaba un poco cansada y deje de hacer combinaciones para poder pensar claramente, -¡Esto tiene que tener un sentido lógico!- suspiré pensando en algo que tuviese que ver conmigo, con mi papá, con mi pulpo, con la mensajera, con el lago Frey y luego con el árbol. -¡Fos!- dije emocionada porque había conseguido la combinación -Es lucesita, ¿cómo no se me ocurrió antes?- dije emocionada ordenando las palabras en el piso.
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OffRol
Fos es una de las runas arcanas que Maguita más usa, significa Luz y se escribe como lo puso Bio en el post anterior. (φως)
Este post debería valer como 3... mínimo jajaja
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Última edición por Magazubi el Mar Abr 19 2016, 22:52, editado 1 vez
Magazubi
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Era tarde y aún me encontraba terminando los preparativos, terminar de tallar en el árbol todo lo que me faltaba era demasiado, así que preferí tomar un pedazo de pergamino de los que llevaba encima últimamente y escribir en él un pequeño poema -Se acerca- Dijo Seek acercándose a mí, obligándome a correr para esconderme, aunque no sin antes entregarle el pequeño pergamino con los versos para Maga; miré hacia todos lados aunque tampoco había mucho a dónde ir, corrí hasta unos pequeños arbustos y me lancé entre ellos donde quedé bien escondido, logrando asomar apenas un poco la cabeza para ver a mi pequeña mientras se acercaba; Seek por su parte de escondió tras el árbol esperando el momento indicado para salir.
Finalmente pude ver a la pequeña desde lo lejos, estaba bastante nervioso, no sabía si podría atreverme por fin a dejarme ver por ella, e incluso haciéndolo, no sabía qué hacer después, aún debía resolver el problema con mi antiguo grupo, sabía que no era ni de lejos el mejor momento para volver a estar junto a ella, pero mi parte más egoísta me obligaba a desear verla; sacudí mi cabeza apartando todas esas preocupaciones y me dediqué a disfrutar el momento.
Definitivamente había crecido, ya no era la misma niña, tal vez habría tenido que atravesar momentos duros y de alguna manera debía compensarle todo aquello; se acercó al árbol de hojas rojas con cierta emoción cuando al fin pudo ubicarlo; al llegar cerca consiguió ver la inscripción tallada, no parecía ser muy confiada, lo que me alegró bastante, así sería más difícil que pudieran engañarla, me causaba mucha gracia y sonreí un par de veces al ver cómo se ingeniaba diversos métodos para activar el hechizo arcano sin tener que usar su mano, pero a fin de cuentas era el único método; al cabo de un rato se rindió y dejó de intentar burlar al sistema, colocó su mano en la marca y un leve destello salió de entre sus dedos bajando por el árbol hasta la base; luego de esto, lentamente los pedazos de árbol que estaban en el piso comenzaron a despedir un leve brillo que llamaría la atención de la niña hasta otro árbol en donde encontraría un nuevo acertijo.
La observé emocionado mientras llegaba al siguiente árbol donde la tendría un poco más difícil, esta vez debía armar una palabra con unas letras que se encontraba desordenadas, estaba tan concentrada intentando activar la runa que no notó la pequeña bolsita con la letras hasta que su pequeño animalito que parecía ser muy listo, se las entregó llamando su atención; se veía emocionada con el desafío, por lo que me alegré de al menos haber captado su interés, debía mantenerla interesada y concentrada en ello para que no notara que los últimos rayos de sol habían desaparecido completamente; parecía estarse estresando con las combinaciones, y es que no estaba nada fácil, pero finalmente tras calmarse y pensar acabó por ordenar la palabra correcta “LUCESITA” y al ponerlas en el orden indicado se activó la inscripción del árbol haciendo que algunas de las hojas del árbol se encendieran en una especie de fuego mágico que aunque no era más que una ilusión, parecía que realmente algunas de las hojas comenzaban a arder, formando entre las hojas iluminadas un corazón tan grande como mi pequeña Maguita.
Has estado increíble, siempre supe que lo lograrías con facilidad- Dijo Seek a la pequeña mientras salía del árbol donde había permanecido escondida; se acercó a la pequeña con cuidado para no asustarla, asegurándose de que la reconociera después de haber estado juntas en aquel peligroso encuentro para conseguir la pequeña figura de cristal -Pero la noche apenas comienza- Dijo la joven metálica con aires de intriga mientras sacaba el pequeño pergamino con el poema y avanzaba hasta entregárselo a la brujita -Esto también es para ti- Dijo con un intento de sonrisa bastante gracioso, a pesar de que la bio se esforzaba en pasar por humana, había algunas expresiones que, tal vez por lo poco útiles que resultarían en una misión, no se había preocupado en desarrollarlas, entre ella, sonreír.
Tras dejar unos instantes para que la niña leyera el contenido del pergamino, una mirada maliciosa se dibujó en Seek -Sé que imaginas de quién se trata- Dijo en tono de complicidad -Él había planeado solo verte, pero me parece más justo que tú también puedas verlo esta vez- Eso definitivamente no era parte del plan, pero al parecer Seek había trazado su propio plan B completamente ajeno al mío, el cual consistía en exponerme vilmente -Te está observando, justo... ¡Allá!- Dijo mientras apuntaba en mi dirección logrando que mis ojos se abrieran como platos ante lo inesperado que resultaba la situación; ya no tenía sentido seguirme escondiendo, no quería parecer un cobarde, así que sin más, me levanté dejando ver la mitad superior de mi cuerpo y con una sonrisa culpable levanté mi mano derecha para moverla lentamente hacia los lados como saludo -¿Hola?- Dije con voz algo tímida desconociendo la reacción que podría tener Maguita al verme ¿Estaría feliz, enojada, triste, decepcionada, confundida o tal vez todo a la vez?
Finalmente pude ver a la pequeña desde lo lejos, estaba bastante nervioso, no sabía si podría atreverme por fin a dejarme ver por ella, e incluso haciéndolo, no sabía qué hacer después, aún debía resolver el problema con mi antiguo grupo, sabía que no era ni de lejos el mejor momento para volver a estar junto a ella, pero mi parte más egoísta me obligaba a desear verla; sacudí mi cabeza apartando todas esas preocupaciones y me dediqué a disfrutar el momento.
Definitivamente había crecido, ya no era la misma niña, tal vez habría tenido que atravesar momentos duros y de alguna manera debía compensarle todo aquello; se acercó al árbol de hojas rojas con cierta emoción cuando al fin pudo ubicarlo; al llegar cerca consiguió ver la inscripción tallada, no parecía ser muy confiada, lo que me alegró bastante, así sería más difícil que pudieran engañarla, me causaba mucha gracia y sonreí un par de veces al ver cómo se ingeniaba diversos métodos para activar el hechizo arcano sin tener que usar su mano, pero a fin de cuentas era el único método; al cabo de un rato se rindió y dejó de intentar burlar al sistema, colocó su mano en la marca y un leve destello salió de entre sus dedos bajando por el árbol hasta la base; luego de esto, lentamente los pedazos de árbol que estaban en el piso comenzaron a despedir un leve brillo que llamaría la atención de la niña hasta otro árbol en donde encontraría un nuevo acertijo.
La observé emocionado mientras llegaba al siguiente árbol donde la tendría un poco más difícil, esta vez debía armar una palabra con unas letras que se encontraba desordenadas, estaba tan concentrada intentando activar la runa que no notó la pequeña bolsita con la letras hasta que su pequeño animalito que parecía ser muy listo, se las entregó llamando su atención; se veía emocionada con el desafío, por lo que me alegré de al menos haber captado su interés, debía mantenerla interesada y concentrada en ello para que no notara que los últimos rayos de sol habían desaparecido completamente; parecía estarse estresando con las combinaciones, y es que no estaba nada fácil, pero finalmente tras calmarse y pensar acabó por ordenar la palabra correcta “LUCESITA” y al ponerlas en el orden indicado se activó la inscripción del árbol haciendo que algunas de las hojas del árbol se encendieran en una especie de fuego mágico que aunque no era más que una ilusión, parecía que realmente algunas de las hojas comenzaban a arder, formando entre las hojas iluminadas un corazón tan grande como mi pequeña Maguita.
Has estado increíble, siempre supe que lo lograrías con facilidad- Dijo Seek a la pequeña mientras salía del árbol donde había permanecido escondida; se acercó a la pequeña con cuidado para no asustarla, asegurándose de que la reconociera después de haber estado juntas en aquel peligroso encuentro para conseguir la pequeña figura de cristal -Pero la noche apenas comienza- Dijo la joven metálica con aires de intriga mientras sacaba el pequeño pergamino con el poema y avanzaba hasta entregárselo a la brujita -Esto también es para ti- Dijo con un intento de sonrisa bastante gracioso, a pesar de que la bio se esforzaba en pasar por humana, había algunas expresiones que, tal vez por lo poco útiles que resultarían en una misión, no se había preocupado en desarrollarlas, entre ella, sonreír.
Tras dejar unos instantes para que la niña leyera el contenido del pergamino, una mirada maliciosa se dibujó en Seek -Sé que imaginas de quién se trata- Dijo en tono de complicidad -Él había planeado solo verte, pero me parece más justo que tú también puedas verlo esta vez- Eso definitivamente no era parte del plan, pero al parecer Seek había trazado su propio plan B completamente ajeno al mío, el cual consistía en exponerme vilmente -Te está observando, justo... ¡Allá!- Dijo mientras apuntaba en mi dirección logrando que mis ojos se abrieran como platos ante lo inesperado que resultaba la situación; ya no tenía sentido seguirme escondiendo, no quería parecer un cobarde, así que sin más, me levanté dejando ver la mitad superior de mi cuerpo y con una sonrisa culpable levanté mi mano derecha para moverla lentamente hacia los lados como saludo -¿Hola?- Dije con voz algo tímida desconociendo la reacción que podría tener Maguita al verme ¿Estaría feliz, enojada, triste, decepcionada, confundida o tal vez todo a la vez?
- Poema:
- Caigo de nuevo en una noche fría
El día se va sin verte junto a mí
Buscan mis ojos encontrar los tuyos
Bajo un cielo negro que llora por ti
Dulce y fugaz primavera brillante
Rompe el invierno de mi corazón
Dame el placer de escuchar tus palabras
Que huyen errantes muy lejos de aquí
El cruel silencio lacera mi alma
Que grita callada al no poderte oír
Dame la dicha de sentirme vivo
Al saber que puedo aún hacerte feliz
Háblame y cierra todas mis heridas
Llena mi mente y hazme sonreír
Calla el silencio que aturde mi alma
Ven a mi mundo y lléname de ti.
Bio
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
En cuanto logré combinar las runas en el orden correcto el ambiente se alumbro de un tono anaranjado, di unos cuantos pasos hacía atrás para luego ver el hermoso espectáculo de hojas ardientes que se formaban en la copa del árbol y dibujaban un inmenso corazón que llenaba mi pecho de calor. Aquella experiencia era maravillosa, no estaba muy segura de que alguien pudiese hacer algo así por mí de nuevo; me parecía muy lindo de parte de la persona que hubiese sido, puesto que se notaba el interés y el esmero que le había dedicado para crear un bonito escenario para mí. Todo esto me daba una creciente sensación en la piel, era como si ese fuego recorriera toda mi piel, no estaba muy segura de cómo responder ante aquel estímulo, por lo que dejé que mis sentimientos fluyeran solos sin pensarlo demasiado.
Una voz conocida comenzó a acercarse mientras me decía lo orgullosa que estaba de mis habilidades, se trataba de la bio cibernética que me había ayudado en el caso del rinoceronte y era la que con sus recados me había traído hasta este punto. A demás de estar ahí con ganas de seguir dándome acertijos y dándole vueltas al asunto me entregó un pedasito de pergamino. Suspiré mientras extendía mi mano para sujetar mi nuevo regalo o acertijo y respiré profundo para tener fuerzas de seguir adentrándome en este misterio no tan misterioso, en el que no estaba segura de querer llegar al final.
La chica se quedo mirándome como con intensiones de esperar a hacer el siguiente movimiento, pero se notaba que era preciso primero leer el pergamino; pasé mi vista otra vez por el corazón en el árbol, miré a Pelusa con una mirada que suplicaba que me salvara y luego me encontré con los ojos sobre el papel, no podía huir de eso, o por lo menos no sabía como hacerlo. Cada letra, cada palabra llenaba de emociones mi pequeño cuerpo, el corazón me latía fuerte y yo sentía que si seguía leyendo me hundiría en llanto, aquellos versos preciosos y llenos de amor sólo podrían provenir de un corazón y aunque algo me decía desde el principio que se trataba de él, no sé por qué desde un principio no dejé en el basurero aquellos presentes de su parte; tal vez había sido porque realmente se había esforzado por hacerme saber que seguía ahí, pero ahora me arrepentía porque me encontraba inmersa en un túnel de emociones realmente fuertes. Mis ojos no pudieron parar de leer, llegaron hasta la ultima palabra y se dirigieron luego a la bio cibernética, y en cuanto esta hizo referencia a el autor de todo esto y reveló su ubicación todo mi mundo se fue bajo tierra, mis creencias, mis falsas esperanzas, mi realidad había dado un vuelco completo mientras mis ojos curiosos que aunque ya sabían lo que se encontrarían seguían la ruta que la chica indicaba para demostrar lo masoquista que podían ser; y al cruzar mis ojos con los oscuros ojos de mi papá las crecientes emociones me hicieron caer sentada en el piso con un llanto silencioso, agarré a Pelusa para apretarlo en mi pecho y bajé la mirada al suelo para soltar todas las lágrimas reprimidas que ahogaban mi corazón. Quería evitar todo el tiempo posible aquella mirada que me cuidó durante tanto tiempo, pero que en ese momento me torturaba de formas inimaginables. No tenía palabras que decirle a alguien que había desaparecido de mi vida como si fuese un muerto y luego reapareciera encendiendo ferozmente la llama del amor. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Abrazarlo y decirle que me hizo mucha falta? ¿Decirle lo mucho que lo amo? ¿Reprocharle por haberme abandonado? ¿Preguntarle si alguna vez me quiso de verdad? No sabía que pensar, así que simplemente me quede sentada dejando que mi interior se descargara con aquellas ardientes lágrimas que perforaban mi corazón al estar atrapadas.
Una voz conocida comenzó a acercarse mientras me decía lo orgullosa que estaba de mis habilidades, se trataba de la bio cibernética que me había ayudado en el caso del rinoceronte y era la que con sus recados me había traído hasta este punto. A demás de estar ahí con ganas de seguir dándome acertijos y dándole vueltas al asunto me entregó un pedasito de pergamino. Suspiré mientras extendía mi mano para sujetar mi nuevo regalo o acertijo y respiré profundo para tener fuerzas de seguir adentrándome en este misterio no tan misterioso, en el que no estaba segura de querer llegar al final.
La chica se quedo mirándome como con intensiones de esperar a hacer el siguiente movimiento, pero se notaba que era preciso primero leer el pergamino; pasé mi vista otra vez por el corazón en el árbol, miré a Pelusa con una mirada que suplicaba que me salvara y luego me encontré con los ojos sobre el papel, no podía huir de eso, o por lo menos no sabía como hacerlo. Cada letra, cada palabra llenaba de emociones mi pequeño cuerpo, el corazón me latía fuerte y yo sentía que si seguía leyendo me hundiría en llanto, aquellos versos preciosos y llenos de amor sólo podrían provenir de un corazón y aunque algo me decía desde el principio que se trataba de él, no sé por qué desde un principio no dejé en el basurero aquellos presentes de su parte; tal vez había sido porque realmente se había esforzado por hacerme saber que seguía ahí, pero ahora me arrepentía porque me encontraba inmersa en un túnel de emociones realmente fuertes. Mis ojos no pudieron parar de leer, llegaron hasta la ultima palabra y se dirigieron luego a la bio cibernética, y en cuanto esta hizo referencia a el autor de todo esto y reveló su ubicación todo mi mundo se fue bajo tierra, mis creencias, mis falsas esperanzas, mi realidad había dado un vuelco completo mientras mis ojos curiosos que aunque ya sabían lo que se encontrarían seguían la ruta que la chica indicaba para demostrar lo masoquista que podían ser; y al cruzar mis ojos con los oscuros ojos de mi papá las crecientes emociones me hicieron caer sentada en el piso con un llanto silencioso, agarré a Pelusa para apretarlo en mi pecho y bajé la mirada al suelo para soltar todas las lágrimas reprimidas que ahogaban mi corazón. Quería evitar todo el tiempo posible aquella mirada que me cuidó durante tanto tiempo, pero que en ese momento me torturaba de formas inimaginables. No tenía palabras que decirle a alguien que había desaparecido de mi vida como si fuese un muerto y luego reapareciera encendiendo ferozmente la llama del amor. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Abrazarlo y decirle que me hizo mucha falta? ¿Decirle lo mucho que lo amo? ¿Reprocharle por haberme abandonado? ¿Preguntarle si alguna vez me quiso de verdad? No sabía que pensar, así que simplemente me quede sentada dejando que mi interior se descargara con aquellas ardientes lágrimas que perforaban mi corazón al estar atrapadas.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Observar desde las sombras, acechante y silencioso era algo que a estas alturas debería ser de lo más natural, sin embargo la acusación de Seek me había dejado completamente desenfocado y expuesto, no sabía cómo reaccionar ante eso y simplemente acabé por levantarme y saludar; pero al parecer yo no era el único que se encontraba conmocionado por la extraña situación, mi pequeña Maguita parecía estar en shock emocional por toda aquella situación; la expresión en su rostro parecía como si le estrujaran el pecho, ante lo cual no pude evitar sentirme culpable, o más bien, mucho más culpable de su tristeza, por un momento me arrepentí de haber hecho todo aquello, sin embargo, ya estaba hecho, abandonarlo sería un atraso en mis planes, además ya la extrañaba demasiado como para soportar alejarme de nuevo, y tal vez no tendría una nueva oportunidad de llamar su atención con una sorpresa similar.
El instante en que levantó su mirada para cruzarla con la mía me desgarró el corazón, unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y se dejó caer al piso estrujando a su compañero peludo, lancé una mirada acusadora a Seek que seguía manteniendo una actitud se satisfacción al forzar el encuentro sin todo el espectáculo que yo pensaba hacer para emocionar a mi hija; avancé lentamente hacia la brujita lentamente esperando no asustarla y finalmente me dejé caer de rodillas frente a ella -Tal vez ya no me creas si te digo que te amo- Le dije mientras me atrevía a acercar mi mano a sus mejillas para secar sus lágrimas -Tal vez no me creas si te digo que lo siento mucho- Continué mientras un pequeño nudo comenzaba a formarse en mi garganta -Pero debes creerme cuando te digo que no hay nada en este mundo, que yo no sería capaz de hacer por ti- Alcancé a decir apenas pues en nudo en mi garganta me dificultaba hablar con claridad.
Deslicé mi mano rozando su cara desde la mejilla hasta la barbilla donde traté de empujarla lentamente hacia arriba para, delicadamente forzarla a mirarme, ver sus lágrimas me rompía el corazón en mil pedazos, no hallaba las palabras correctas para decirle todo lo que tenía guardado en el corazón, esperando el día en que pudiera volverla a ver -Sé que no tengo el derecho a aparecer así, después de haberme marchado, pero no pasó un solo día sin que te extrañara- Dije en tono bajo y melancólico mientras Seek se alejaba discretamente para dejarnos solos.
El instante en que levantó su mirada para cruzarla con la mía me desgarró el corazón, unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y se dejó caer al piso estrujando a su compañero peludo, lancé una mirada acusadora a Seek que seguía manteniendo una actitud se satisfacción al forzar el encuentro sin todo el espectáculo que yo pensaba hacer para emocionar a mi hija; avancé lentamente hacia la brujita lentamente esperando no asustarla y finalmente me dejé caer de rodillas frente a ella -Tal vez ya no me creas si te digo que te amo- Le dije mientras me atrevía a acercar mi mano a sus mejillas para secar sus lágrimas -Tal vez no me creas si te digo que lo siento mucho- Continué mientras un pequeño nudo comenzaba a formarse en mi garganta -Pero debes creerme cuando te digo que no hay nada en este mundo, que yo no sería capaz de hacer por ti- Alcancé a decir apenas pues en nudo en mi garganta me dificultaba hablar con claridad.
Deslicé mi mano rozando su cara desde la mejilla hasta la barbilla donde traté de empujarla lentamente hacia arriba para, delicadamente forzarla a mirarme, ver sus lágrimas me rompía el corazón en mil pedazos, no hallaba las palabras correctas para decirle todo lo que tenía guardado en el corazón, esperando el día en que pudiera volverla a ver -Sé que no tengo el derecho a aparecer así, después de haberme marchado, pero no pasó un solo día sin que te extrañara- Dije en tono bajo y melancólico mientras Seek se alejaba discretamente para dejarnos solos.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Abrazar a mi aion sólo me hizo sentir un poquitico mejor, pero todavía el extraño vacío que había ahogado mi corazón seguía ahí, doliéndome más que una herida en las piernas. Mi papá estaba ahí al frente de mí después de un año de haberlo dado por muerto, respuesta que era menos dolorosa por su partida. Tenía muchas dudas en mi cabeza, pero me sentía tan engañada y dolida que preferí no saber nada por los momentos.
Él se acercó a mí y me dijo que me amaba, dejé que su mano arrepentida tocara mis mejillas y con una inhalación dolorosa le contesté a sus primeras palabras. Lo escuché con mucha melancolía, mas no me atrevía a responderle nada, ya que no me parecía correcto contestarle de ninguna forma, seguramente le hubiese gritado o me hubiese puesto más dramática de lo necesario. No lo quería hacer sentir mal ni mucho menos, pero quería que supiera el daño que me había causado. Dejé que su mano me levantara la mirada para así ver sus ojos cristalinos que se llenaban de lágrimas tanto como los míos y fui fuerte hasta que me dijo que me extrañaba, luego no pude soportarlo más, bajé la mirada y me lancé a abrazarlo apretando mi carita sobre su pecho, para que con sus ropas me secara las lágrimas. Me adherí a su cuerpo y no había absolutamente nada que pudiese hacer que me separara de mi papá. Lo apreté fuerte y deje que mis emociones se calmaran lo suficiente como para atreverme a decir algo.
Pasé un largo rato en un pequeño silencio mientras me recuperaba, él lo era todo para mí y no lo quería perder por un simple acto tonto. –También te extrañé muchísimo- alcancé a decir sin siquiera subir la mirada.
El tiempo seguía pasando y yo ya estaba un poco más tranquila, sin embargo no quería seguir revolviendo tantos sentimientos negativos, sino que mas bien quería recordar lo que era la vida hace un año.
-Papá, ¿me podrías contar un cuento? Así como los que me contabas antes de ir a dormir- le pedí levantando mi mirada y dirigiendo mis ojos hacia los suyos si me lo permitía.
Él se acercó a mí y me dijo que me amaba, dejé que su mano arrepentida tocara mis mejillas y con una inhalación dolorosa le contesté a sus primeras palabras. Lo escuché con mucha melancolía, mas no me atrevía a responderle nada, ya que no me parecía correcto contestarle de ninguna forma, seguramente le hubiese gritado o me hubiese puesto más dramática de lo necesario. No lo quería hacer sentir mal ni mucho menos, pero quería que supiera el daño que me había causado. Dejé que su mano me levantara la mirada para así ver sus ojos cristalinos que se llenaban de lágrimas tanto como los míos y fui fuerte hasta que me dijo que me extrañaba, luego no pude soportarlo más, bajé la mirada y me lancé a abrazarlo apretando mi carita sobre su pecho, para que con sus ropas me secara las lágrimas. Me adherí a su cuerpo y no había absolutamente nada que pudiese hacer que me separara de mi papá. Lo apreté fuerte y deje que mis emociones se calmaran lo suficiente como para atreverme a decir algo.
Pasé un largo rato en un pequeño silencio mientras me recuperaba, él lo era todo para mí y no lo quería perder por un simple acto tonto. –También te extrañé muchísimo- alcancé a decir sin siquiera subir la mirada.
El tiempo seguía pasando y yo ya estaba un poco más tranquila, sin embargo no quería seguir revolviendo tantos sentimientos negativos, sino que mas bien quería recordar lo que era la vida hace un año.
-Papá, ¿me podrías contar un cuento? Así como los que me contabas antes de ir a dormir- le pedí levantando mi mirada y dirigiendo mis ojos hacia los suyos si me lo permitía.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Mi pequeña parecía devastada, y justamente esa era la razón por la que había venido evitando este momento hasta ahora, no sabía exactamente cuál sería su reacción al verme así que me había preparado psicológicamente para el rechazo y el odio, aunque en lugar de eso solo parecía un cascarón vacío de sentimientos, al menos hasta que abrazó a su pequeño compañero peludo, mostrando una gran tristeza en la mirada; no dudé más en acercarme a ella y mientras limpiaba sus pequeñas lágrimas no recibí más que una inhalación adornada de silencios, cuando mi mirada encontró a la suya apenas pasaron unos instantes para que se lanzara sobre mí, sonreí con el rostro lleno de lágrimas y la abracé fuertemente mientras le daba palmaditas en la espalda preguntándome cómo había podido pasar tanto tiempo lejos de ella, o cómo había logrado ella sobrevivir hasta entonces, sin duda mi pequeña era más fuerte de lo que yo hubiera imaginado jamás.
Mientras se metía de cabeza en mi pecho como un pequeño roedor me dediqué a acariciar su cabello esperando calmar el torrente de sentimientos y emociones que seguro se revolvían dentro de su cabecita; esperaba que el pequeño collar azul, similar al suyo, no le molestara al estar atravesado en mi pecho; sonreí al escuchar que también me había extrañado, aunque a la vez me sentía muy culpable por haberla abandonado, sobre todo porque aún no había resuelto todos los asuntos que tenía pendientes y por los cuales me había alejado de ella, sus palabritas tocaron mi pecho cuando me pidió que le contara un cuento, me sorprendió la mágica solución que había encontrado ella para romper la tensión del momento, recordar todo aquello que antes nos había unido serviría sin duda para recuperar la confianza perdida tras tanto tiempo alejados.
¿Un cuento?- Pregunté para confirmar que era tan solo eso lo que me pedía; miré a Seek y le señalé una pequeña cabaña abandonada cercana al lugar, para que fuera a prepararla, luego empujé lentamente a Maguita hacia un lado para hacerla caer sobre mis brazos y levantarla cargada para caminar con ella hasta el árbol cuyas luces arcanas comenzaban a apagarse lentamente, me senté en el piso recostado al árbol mientras la acomodaba a ella sobre mis piernas y con su cabeza en mi pecho, haciendo un poco de tiempo hasta que se me ocurriera una historia digna del momento -Había una vez...- Dije tan solo para generar emoción, aunque para entonces no tenía ni la más remota idea de qué contarle, aunque las ideas no tardaron mucho en llegar a mi mente -En un reino muy muy lejano- Continué la historia aunque esta vez ya tenía más de un par de historias para contar -Había un capitán pirata- Dije improvisando un personaje con lo primero que me vino a la mente, el peluche de pulpo que le había regalado me recordó a Werner, quien era pirata, aunque no sería la estrella del cuento -El capitán pirata había pasado muchos años buscando un gran tesoro, y al conseguirlo, se había convertido en la razón de su vida- Continué narrando aunque ahora trataría de aprovechar el cuento para contarle mi historia.
La noche avanzaba rápidamente, sin embargo aún no era tan tarde, el viento soplaba fuerte y comenzaba a embestir el frío -Pero un día...- Seguí con la historia con un tono más misterioso -Unos hombres malos querían arrebatarle el tesoro al pobre capitán... Eran demasiados y él sabía que no podría contra todos, así que decidió llevarse el tesoro lejos y dejarlo escondido para que no corriera peligro- Narré casi con un nudo en la garganta -Al capitán le dolía mucho estar alejado de su tesoro, y cada noche pensaba que algo podría ocurrirle, sin embargo sabía que estaba mejor lejos, porque cerca de él correría más peligro; simplemente se dedicó a hacerse más y más fuerte para ir a buscar su tesoro y asegurarse de poder evitar que cualquiera se acercara con malas intenciones a su tesoro...- Hasta ese punto hasta me había emocionado la historia, pero al bajar la mirada pude notar que la pequeña se había quedado dormida -Esa costumbre de dormirte mientras hablo- Susurré con una sonrisa mientras le apartaba de la cara un mechón de cabello -Hay cosas que nunca cambian- Pensé mientras me levantaba y la llevaba en mis brazos hasta la pequeña cabaña que Seek había preparado, la misma cabaña donde había criado a la pequeña años atrás.
Una vez dentro me dirigí hacia una pequeña cama improvisada donde la acosté con mucho cuidado para no despertarla, para luego sentarme a su lado y verla dormir; lo mejor por ahora era dejarla descansar, ya habría tiempo luego para responder todas sus dudas, se acercaba un día muy difícil...
Mientras se metía de cabeza en mi pecho como un pequeño roedor me dediqué a acariciar su cabello esperando calmar el torrente de sentimientos y emociones que seguro se revolvían dentro de su cabecita; esperaba que el pequeño collar azul, similar al suyo, no le molestara al estar atravesado en mi pecho; sonreí al escuchar que también me había extrañado, aunque a la vez me sentía muy culpable por haberla abandonado, sobre todo porque aún no había resuelto todos los asuntos que tenía pendientes y por los cuales me había alejado de ella, sus palabritas tocaron mi pecho cuando me pidió que le contara un cuento, me sorprendió la mágica solución que había encontrado ella para romper la tensión del momento, recordar todo aquello que antes nos había unido serviría sin duda para recuperar la confianza perdida tras tanto tiempo alejados.
¿Un cuento?- Pregunté para confirmar que era tan solo eso lo que me pedía; miré a Seek y le señalé una pequeña cabaña abandonada cercana al lugar, para que fuera a prepararla, luego empujé lentamente a Maguita hacia un lado para hacerla caer sobre mis brazos y levantarla cargada para caminar con ella hasta el árbol cuyas luces arcanas comenzaban a apagarse lentamente, me senté en el piso recostado al árbol mientras la acomodaba a ella sobre mis piernas y con su cabeza en mi pecho, haciendo un poco de tiempo hasta que se me ocurriera una historia digna del momento -Había una vez...- Dije tan solo para generar emoción, aunque para entonces no tenía ni la más remota idea de qué contarle, aunque las ideas no tardaron mucho en llegar a mi mente -En un reino muy muy lejano- Continué la historia aunque esta vez ya tenía más de un par de historias para contar -Había un capitán pirata- Dije improvisando un personaje con lo primero que me vino a la mente, el peluche de pulpo que le había regalado me recordó a Werner, quien era pirata, aunque no sería la estrella del cuento -El capitán pirata había pasado muchos años buscando un gran tesoro, y al conseguirlo, se había convertido en la razón de su vida- Continué narrando aunque ahora trataría de aprovechar el cuento para contarle mi historia.
La noche avanzaba rápidamente, sin embargo aún no era tan tarde, el viento soplaba fuerte y comenzaba a embestir el frío -Pero un día...- Seguí con la historia con un tono más misterioso -Unos hombres malos querían arrebatarle el tesoro al pobre capitán... Eran demasiados y él sabía que no podría contra todos, así que decidió llevarse el tesoro lejos y dejarlo escondido para que no corriera peligro- Narré casi con un nudo en la garganta -Al capitán le dolía mucho estar alejado de su tesoro, y cada noche pensaba que algo podría ocurrirle, sin embargo sabía que estaba mejor lejos, porque cerca de él correría más peligro; simplemente se dedicó a hacerse más y más fuerte para ir a buscar su tesoro y asegurarse de poder evitar que cualquiera se acercara con malas intenciones a su tesoro...- Hasta ese punto hasta me había emocionado la historia, pero al bajar la mirada pude notar que la pequeña se había quedado dormida -Esa costumbre de dormirte mientras hablo- Susurré con una sonrisa mientras le apartaba de la cara un mechón de cabello -Hay cosas que nunca cambian- Pensé mientras me levantaba y la llevaba en mis brazos hasta la pequeña cabaña que Seek había preparado, la misma cabaña donde había criado a la pequeña años atrás.
Una vez dentro me dirigí hacia una pequeña cama improvisada donde la acosté con mucho cuidado para no despertarla, para luego sentarme a su lado y verla dormir; lo mejor por ahora era dejarla descansar, ya habría tiempo luego para responder todas sus dudas, se acercaba un día muy difícil...
Offrol: La user de Magazubi me ha autorizado el manejo de su pj para dormirla =)
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Mi papi me cargó de forma cariñosa hasta un árbol para empezar a relatar su historia. Esta se trataba de un capitán y yo de inmediato pensé en el mejor capitán del mundo, mi compañerito de gremio con una barba móvil, con un curioso nombre: Werner. Sé que comentó algo sobre un tesoro, lo que relacioné rápidamente con una aventura que había tenido con el pulposo hace poco, pero ¿Qué pasó después? No recordaba como había terminado la historia que mi papá me estaba contando sobre aquel pirata, resulta que me había quedado dormida sin dejarlo terminar su cuento. -Siempre me quedo dormida cuando me habla en la noche- sonreí con un poco de malicia al acordarme que eso lo frustraba porque lo hacía parecer aburrido.
Terminé de abrir mis ojos y restregarlos con cuidado; me encontraba en una casita de madera muy acogedora, pequeña y un poco descuidada, era de un color oscuro y expendía un olor a roble muy rico. Estiré mis brazos y mi espalda mientras con los ojos buscaba a mi pequeño aionsito. No pude encontrarlo visualmente, pero en cuanto moví mi pierna para ir en su búsqueda lo empujé sin querer y este se calló de la cama. Me levanté enseguida y lo levanté del suelo, el pobresito se había pegado duro contra el piso y a demás lo había despertado.
-Pelusa, pelusa, disculpameeeee por esos buenos días tan tan... ¡¡discúlpame y ya!!- le comenté a mi bolita de pelos mientras lo levantaba y le hacía cariñitos para que este no llorara.
Mi animalito soltó una lagrimita y empezó a hacer sonidos de queja, al principio se veía muy fragil llorando, pero a los tres segundos empezó a ponerse agresivo a gruñirme y a mover sus paticas y cuernos con agresividad.
-Aww gordito lindo- dije mirándolo con ternura -De verdad discúlpame- dije ya soltándolo sobre una mesita de noche bastante alta como para que él saltara o intentara agredirme. -Por cierto... ¿Y mi papá?- dije con un poco de dificultad y aún con una extraña sensación en el corazón -Ayer estaba con mi papá- dije en voz baja para practicarlo, era una situación difícil de procesar -Mi papá está vivo, me hizo un espectáculo anoche y....- se me cortó la voz mientras empezaron a llegar a mi cabeza ideas muy tristes, aunque de manera instantánea mi cerebro empezó a rechazar pensamiento negativos, no quería arriesgarme a perder a mi papá otra vez. Así que agarre una pluma, tinta y un pedazo de papel para escribirle una carta. Aproveché que el no se encontraba visible para tratar de inspirarme, pero cuando estaba por las últimas líneas lo vi acercarse. Corrí hacía el mientras una pluma flotante se encargaba de escribir las líneas que faltaban mientras yo me abalancé sobre mi papá para desearle buenos días y entregarle la carta.
Me quede mirando su reacción expectante a sus críticas, no estaba muy segura de si le gustaba mi escritura, ya que creo que esta es la primera vez que le escribía algo a parte de mi nombre o dibujos abstractos como en cien pergaminos cuando estaba más pequeña.
Terminé de abrir mis ojos y restregarlos con cuidado; me encontraba en una casita de madera muy acogedora, pequeña y un poco descuidada, era de un color oscuro y expendía un olor a roble muy rico. Estiré mis brazos y mi espalda mientras con los ojos buscaba a mi pequeño aionsito. No pude encontrarlo visualmente, pero en cuanto moví mi pierna para ir en su búsqueda lo empujé sin querer y este se calló de la cama. Me levanté enseguida y lo levanté del suelo, el pobresito se había pegado duro contra el piso y a demás lo había despertado.
-Pelusa, pelusa, disculpameeeee por esos buenos días tan tan... ¡¡discúlpame y ya!!- le comenté a mi bolita de pelos mientras lo levantaba y le hacía cariñitos para que este no llorara.
Mi animalito soltó una lagrimita y empezó a hacer sonidos de queja, al principio se veía muy fragil llorando, pero a los tres segundos empezó a ponerse agresivo a gruñirme y a mover sus paticas y cuernos con agresividad.
-Aww gordito lindo- dije mirándolo con ternura -De verdad discúlpame- dije ya soltándolo sobre una mesita de noche bastante alta como para que él saltara o intentara agredirme. -Por cierto... ¿Y mi papá?- dije con un poco de dificultad y aún con una extraña sensación en el corazón -Ayer estaba con mi papá- dije en voz baja para practicarlo, era una situación difícil de procesar -Mi papá está vivo, me hizo un espectáculo anoche y....- se me cortó la voz mientras empezaron a llegar a mi cabeza ideas muy tristes, aunque de manera instantánea mi cerebro empezó a rechazar pensamiento negativos, no quería arriesgarme a perder a mi papá otra vez. Así que agarre una pluma, tinta y un pedazo de papel para escribirle una carta. Aproveché que el no se encontraba visible para tratar de inspirarme, pero cuando estaba por las últimas líneas lo vi acercarse. Corrí hacía el mientras una pluma flotante se encargaba de escribir las líneas que faltaban mientras yo me abalancé sobre mi papá para desearle buenos días y entregarle la carta.
Me quede mirando su reacción expectante a sus críticas, no estaba muy segura de si le gustaba mi escritura, ya que creo que esta es la primera vez que le escribía algo a parte de mi nombre o dibujos abstractos como en cien pergaminos cuando estaba más pequeña.
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OffRol
Feliz día del padre
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Después de dejar a mi pequeña acostada en la cama, salí a la sala de la pequeña cabaña, debía apresurarme a cerrar las ventanas antes que llegara el día para evitar la luz solar, no quería convertirme en polvo de vampiro justo el día que reencontraba a mi adorable enana; debido a la inesperada manera como se sucedieron los acontecimientos preferí enviar a Seek a la torre del clan para que me esperara en un lugar seguro en vez de andar deambulando por las afueras de Lunargenta pues podría ser peligroso para ella.
Justo cuando terminaba de tapar las ventanas como medianamente pude escuché un golpe contra el piso, imaginé que Maguita se había caído, pero de ser ella habría ya un alboroto dramático, por lo que debía ser cualquier otra cosa; terminé de colocar cortinas sobre las ventanas que faltaban y luego me acerqué caminando con mucho cuidado para no despertarla en caso de que aún durmiera; varias veces me pasó por la mente irme de nuevo y dejarla ahí, había tanto peligro rodeándome y tantas cosas sin terminar que posiblemente terminaría envuelta en alguna batalla; aunque de momento todos esos pensamientos fugaces escapaban de mi mente perseguidos por los dulces recuerdos que me llenaban la mente tras ver por fin a mi pequeña.
Nada más hacer contacto visual, la brujita dejó lo que estaba haciendo, corrió y se lanzó sobre mí como dejando claro que no me dejaría escapar, ver su emoción me dio a entender que había hecho lo correcto al quedarme a su lado un poco más y sin dudarlo me agaché para abrazarla hasta que me sorprendió entregándome una pequeña carta -¿Qué tienes ahí? Princesa- Le dije con una sonrisa mientras tomaba el papel; intentaba sonreírle con naturalidad aunque aún me sentía muy culpable por haberla abandonado antes ¿Habría sido lo mejor? Tomé la carta y comencé a leerla aunque mis fuerzas me abandonaron en las primeras líneas y caí sentando en el piso; leí y releí el primer párrafo hasta que sin darme cuenta mis ojos estaban llenos de lágrimas; seguí leyendo mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa que contrastaba con las lágrimas que comenzaban a desfilar por mis mejillas.
Eran tantos recuerdos juntos los que venían a mi mente que me costaba mantenerme concentrado, ella jamás me había tratado como un monstruo malvado, y aunque había intentado esconderle mi alimentación tanto como me fue posible, lo había notado sin decirme nada para no preocuparme -Perdóname- Le dije mientras la envolvía en un fuerte abrazo pegando su cabeza contra mi pecho y acariciando tu cabello -No te volveré a dejar, no dejaré que nadie nos vuelva a separar- Dije con los ojos llenos de lágrimas mientras acariciaba su espalda.
Veo que te has hecho con un fuerte aliado- Dije señalando a su peluda mascota -¿Cómo se llama?- Pregunté intrigado por la bola de pelos que ya había visto antes en aquella misión del gremio -Yo también hice un amigo peludo, se llama Señor Caballo, ya lo conocerás- Intentaba hablar de otras cosas para calmar las lágrimas pero las muy desconsideradas seguían apareciendo sin control alguno -Tal parece que estaremos atrapados acá todo el día, así que tendremos tiempo para nosotros, hay mucho que quiero preguntarte y mucho que debo responderte- Le propuse mientras me recostaba a la pared y la invitaba a sentarse en mis piernas, sería un buen momento para ponernos al corriente de lo que habíamos estado haciendo, y aunque la había venido espiando, esperaba saber los detalles de sus propios labios...
Justo cuando terminaba de tapar las ventanas como medianamente pude escuché un golpe contra el piso, imaginé que Maguita se había caído, pero de ser ella habría ya un alboroto dramático, por lo que debía ser cualquier otra cosa; terminé de colocar cortinas sobre las ventanas que faltaban y luego me acerqué caminando con mucho cuidado para no despertarla en caso de que aún durmiera; varias veces me pasó por la mente irme de nuevo y dejarla ahí, había tanto peligro rodeándome y tantas cosas sin terminar que posiblemente terminaría envuelta en alguna batalla; aunque de momento todos esos pensamientos fugaces escapaban de mi mente perseguidos por los dulces recuerdos que me llenaban la mente tras ver por fin a mi pequeña.
Nada más hacer contacto visual, la brujita dejó lo que estaba haciendo, corrió y se lanzó sobre mí como dejando claro que no me dejaría escapar, ver su emoción me dio a entender que había hecho lo correcto al quedarme a su lado un poco más y sin dudarlo me agaché para abrazarla hasta que me sorprendió entregándome una pequeña carta -¿Qué tienes ahí? Princesa- Le dije con una sonrisa mientras tomaba el papel; intentaba sonreírle con naturalidad aunque aún me sentía muy culpable por haberla abandonado antes ¿Habría sido lo mejor? Tomé la carta y comencé a leerla aunque mis fuerzas me abandonaron en las primeras líneas y caí sentando en el piso; leí y releí el primer párrafo hasta que sin darme cuenta mis ojos estaban llenos de lágrimas; seguí leyendo mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa que contrastaba con las lágrimas que comenzaban a desfilar por mis mejillas.
Eran tantos recuerdos juntos los que venían a mi mente que me costaba mantenerme concentrado, ella jamás me había tratado como un monstruo malvado, y aunque había intentado esconderle mi alimentación tanto como me fue posible, lo había notado sin decirme nada para no preocuparme -Perdóname- Le dije mientras la envolvía en un fuerte abrazo pegando su cabeza contra mi pecho y acariciando tu cabello -No te volveré a dejar, no dejaré que nadie nos vuelva a separar- Dije con los ojos llenos de lágrimas mientras acariciaba su espalda.
Veo que te has hecho con un fuerte aliado- Dije señalando a su peluda mascota -¿Cómo se llama?- Pregunté intrigado por la bola de pelos que ya había visto antes en aquella misión del gremio -Yo también hice un amigo peludo, se llama Señor Caballo, ya lo conocerás- Intentaba hablar de otras cosas para calmar las lágrimas pero las muy desconsideradas seguían apareciendo sin control alguno -Tal parece que estaremos atrapados acá todo el día, así que tendremos tiempo para nosotros, hay mucho que quiero preguntarte y mucho que debo responderte- Le propuse mientras me recostaba a la pared y la invitaba a sentarse en mis piernas, sería un buen momento para ponernos al corriente de lo que habíamos estado haciendo, y aunque la había venido espiando, esperaba saber los detalles de sus propios labios...
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Aquellas oraciones cargadas de sentimientos caían sobre mí como una lluvia turbia, tenía que dejarla salir, y sinceramente no hallaba una mejor forma de demostrar lo que sientía sino escribiéndoselo antes de que aquella inspiración se me cortara por la aparición de cualquier otro pensamiento negativo. Antes de lo que me hubiese gustado imaginar ya le había puesto el punto y final a mi escrito y me encontraba sobre mi papá abrazándolo con mucha emoción y fuerza. En cuestión de segundos mi papi estaba con la carta en la mano y listo para leer, tan listo como lo estaba aquellas noches de desvelo por algún final de un cuento. Me alejé un poco para que él pudiese leer con comodidad y yo me quede observando su reacción ante la ola de emociones que buscaban revolcar aquellas cortas lineas de sentimientos.
Las lágrimas no tardaron en salir, pero una leve sonrisa no se hizo esperar. Le había gustado lo que le había escrito y eso me daba mucha esperanza, realmente quería recuperar mi relación con él, ya que era la única persona que me había importado con tal intensidad. Él siempre fue lo único que tuve; aunque sin él aprendí a buscar otras alternativas y abrí mi corazón a otras personitas, pero... ahora él volvía a mi vida, y podía disfrutar de su excelente compañía y gozar de los beneficios y fortalezas que obtuve tras su partida. Quería quedarme a su lado, necesitaba seguir siendo la consentida de mi papá, pero también estaba lista y preparada para defenderme cuando hiciese falta. Una de las cosas que aprendí cuando se alejó de mí fue que en esta vida siempre están sucediendo cosas... y estés solo o acompañado, tengas armas o estés sin magia había que afrontarlos; por lo que no quería que este reencuentro significara vulnerabilidad otra vez para mí. De hecho, ahora quería que mi padre me acompañara a conquistar el mundo.
Una cosa llevó a la otra, la sinceridad en mi escrito había causado grandes emociones en él, sus brazos me rodearon sin ánimos de dejarme escapar otra vez y aquella sensación de satisfacción me inundó otra vez. Ya me sentía completa, me sentía en paz y me sentía muy feliz de estar rodeada de el cariño más grande del mundo.
-¿Por qué te alejaste tanto?- pregunté sin poder aguantarlo un segundo más mientras veía en sus ojos y en sus lágrimas la felicidad que él compartía conmigo al estar a mi lado.
El ambiente estaba bastante dramático y él parecía retrasar un poco aquella respuesta, sin embargo alcanzó a cambiarme el tema como esquivándolo una última vez para mencionar algo sobre Pelusa. Yo respiré profundo y entendí que a lo mejor era un tema difícil de tratar, así que no le di mucha importancia a su cambio de tema y sin molestarme ni preocuparme preferí contestarle yo a él las preguntas fáciles que él tenía por hacer.
-Se llama Pelusa, es un aionsito que me dieron por haber ayudado a una familia a reunir a una manada de aiones...- hice una pausa acordándome un poco de aquella experiencia -Pelusa es muy especial... es un poco cobarde pero ya se le está quitando. Tengo el presentimiento de que será un gran guerrero... y cuando crezca espero poder montarlo y vivir miles de aventuras con él- le comenté mientras me sentaba en sus piernas esperando la respuesta a mi pregunta inicial o a que me lanzara otra pregunta, realmente sí había mucho de qué hablar y no todo giraba en torno a que me haya abandonado, ansiaba saber que había hecho sin mí.
Las lágrimas no tardaron en salir, pero una leve sonrisa no se hizo esperar. Le había gustado lo que le había escrito y eso me daba mucha esperanza, realmente quería recuperar mi relación con él, ya que era la única persona que me había importado con tal intensidad. Él siempre fue lo único que tuve; aunque sin él aprendí a buscar otras alternativas y abrí mi corazón a otras personitas, pero... ahora él volvía a mi vida, y podía disfrutar de su excelente compañía y gozar de los beneficios y fortalezas que obtuve tras su partida. Quería quedarme a su lado, necesitaba seguir siendo la consentida de mi papá, pero también estaba lista y preparada para defenderme cuando hiciese falta. Una de las cosas que aprendí cuando se alejó de mí fue que en esta vida siempre están sucediendo cosas... y estés solo o acompañado, tengas armas o estés sin magia había que afrontarlos; por lo que no quería que este reencuentro significara vulnerabilidad otra vez para mí. De hecho, ahora quería que mi padre me acompañara a conquistar el mundo.
Una cosa llevó a la otra, la sinceridad en mi escrito había causado grandes emociones en él, sus brazos me rodearon sin ánimos de dejarme escapar otra vez y aquella sensación de satisfacción me inundó otra vez. Ya me sentía completa, me sentía en paz y me sentía muy feliz de estar rodeada de el cariño más grande del mundo.
-¿Por qué te alejaste tanto?- pregunté sin poder aguantarlo un segundo más mientras veía en sus ojos y en sus lágrimas la felicidad que él compartía conmigo al estar a mi lado.
El ambiente estaba bastante dramático y él parecía retrasar un poco aquella respuesta, sin embargo alcanzó a cambiarme el tema como esquivándolo una última vez para mencionar algo sobre Pelusa. Yo respiré profundo y entendí que a lo mejor era un tema difícil de tratar, así que no le di mucha importancia a su cambio de tema y sin molestarme ni preocuparme preferí contestarle yo a él las preguntas fáciles que él tenía por hacer.
-Se llama Pelusa, es un aionsito que me dieron por haber ayudado a una familia a reunir a una manada de aiones...- hice una pausa acordándome un poco de aquella experiencia -Pelusa es muy especial... es un poco cobarde pero ya se le está quitando. Tengo el presentimiento de que será un gran guerrero... y cuando crezca espero poder montarlo y vivir miles de aventuras con él- le comenté mientras me sentaba en sus piernas esperando la respuesta a mi pregunta inicial o a que me lanzara otra pregunta, realmente sí había mucho de qué hablar y no todo giraba en torno a que me haya abandonado, ansiaba saber que había hecho sin mí.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Respiré profundo luego de leer aquella hermosa carta, no encontraba manera de evitar que algunas lágrimas salieran e inevitablemente acabaron por caer de mis ojos, tras abrazarla por unos instantes me hizo la pregunta que más deseaba responderle aunque a la vez era la que más temía, se merecía conocer la causa de mi abandono pero también podría derrumbar la imagen que tenía de su padre, a fin de cuentas siempre me había considerado una especie de héroe, incluso conociendo mis hábitos nocturnos de alimentación había mantenido en su mente una buena imagen de mí, demostrarle ahora que había huido como un cobarde podría derrumbar la forma como sentía que me veía; por lo que preferí esperar un poco, solo un poco más.
De momento tampoco le diría nada sobre aquella misión en donde la vi junto a Werner, pero era allí donde inicialmente había visto a su peludo amigo, me alegró mucho notar que al igual que yo con mi oso, ella no trataba al animal como una mascota sino como un amigo, un compañero de viajes tal vez; me hacía mucha gracia su deseo de vivir aventuras, a pesar del tiempo no había dejado de ser la niñita saltona de antes, tal vez este tiempo alejada había tenido su lado bueno, la había visto ser muy independiente y segura de sí misma, lo cual me daba mucha tranquilidad al imaginar que si alguien intentaba hacerle daño no la tendría nada fácil.
Cuando se sentó en mis piernas la halé para recostarla en mi pecho mientras acariciaba su cabello -Parece que has viajado mucho- Le dije imaginando que así era debido a los lugares en donde la había visto y a la facilidad que había tenido para encontrar este lugar a pesar del acertijo en la nota que le había dado -Yo también estuve viajando... O huyendo- Le dije entre silencios preparando la mejor manera de explicarla la situación que de hecho aún no había solucionado.
Tengo un pasado muy oscuro con personas muy malas- Dije finalmente dispuesto a escupirlo todo -Andaba por la vida asesinando personas junto a otros vampiros hasta que una noche en una misión te encontré a ti- Relaté con algo de miedo por no saber cómo iba a reaccionar ante lo que iba a revelarle -Esa noche mi compañero y yo debíamos eliminar a un grupo de brujos, entre ellos una pareja de prominentes intelectuales- Lentamente iba llegando a la parte más difícil -Me encargué de algunos visitantes que estaban en la casa, mientras que mi compañero se encargó de la pareja objetivo, el padre fue el primero en caer mientras la madre escapaba con una niña en sus brazos aunque fue alcanzada y asesinada en el comedor de la casa- Expliqué tan despacio como podía.
Respiré profundo y continué la historia -Cuando fui al comedor, mi compañero estaba a punto de matar a la pequeña niña, por alguna razón no pude permitirlo y decidí salvarla, aunque para ello tuve que asesinar a mi propio compañero- A estas alturas ya podría imaginar que la niña era ella y que yo había tenido que ver con la muerte de sus padres, esto también le revelaría que yo no era su padre biológico aunque a su edad eso ya lo habría descubierto seguramente -Huí lejos con la niña y me escondí durante varios años, la crié como si fuera mi hija y la amé como nunca antes había amado a nadie- Estas palabras salieron con toda la sinceridad del mundo mientras, sin que ella lo notara, un par de lágrimas recorrían mis mejillas al pensar que podría odiarme por la muerte de sus padres.
Respiré profundo de nuevo para desatar el nudo en mi garganta antes de continuar -Años después, fui encontrado por esos vampiros a los que había traicionado, no pude derrotarlos en aquella ocasión y sobreviví porque quisieron dejarme ir con la amenaza de que matarían a todo ser que yo amara- La abracé con fuerza -No podía arriesgarme a volver contigo, si te hacían algo por mi culpa no me lo perdonaría jamás, así que preferí hacerme más fuerte y matar a todo el que intentara hacerte daño- La mantenía apretada en un fuerte abrazo mientras respondía todo lo que consideraba que debía saber -Aún no he conseguido deshacerme de ellos, pero ya no soportaba tu ausencia y quise verte- Acaricié su cabello -Cada día lejos de ti era como si me arrancaran un pedazo del corazón y lo echaran al fuego, no podía más- Dije con los ojos cerrados -Te extrañé tanto- Continué de manera dramática -Si me odias lo entenderé, pero siempre estaré para cuidarte- Le dije con la certeza de que era algo que podía cumplir.
De momento tampoco le diría nada sobre aquella misión en donde la vi junto a Werner, pero era allí donde inicialmente había visto a su peludo amigo, me alegró mucho notar que al igual que yo con mi oso, ella no trataba al animal como una mascota sino como un amigo, un compañero de viajes tal vez; me hacía mucha gracia su deseo de vivir aventuras, a pesar del tiempo no había dejado de ser la niñita saltona de antes, tal vez este tiempo alejada había tenido su lado bueno, la había visto ser muy independiente y segura de sí misma, lo cual me daba mucha tranquilidad al imaginar que si alguien intentaba hacerle daño no la tendría nada fácil.
Cuando se sentó en mis piernas la halé para recostarla en mi pecho mientras acariciaba su cabello -Parece que has viajado mucho- Le dije imaginando que así era debido a los lugares en donde la había visto y a la facilidad que había tenido para encontrar este lugar a pesar del acertijo en la nota que le había dado -Yo también estuve viajando... O huyendo- Le dije entre silencios preparando la mejor manera de explicarla la situación que de hecho aún no había solucionado.
Tengo un pasado muy oscuro con personas muy malas- Dije finalmente dispuesto a escupirlo todo -Andaba por la vida asesinando personas junto a otros vampiros hasta que una noche en una misión te encontré a ti- Relaté con algo de miedo por no saber cómo iba a reaccionar ante lo que iba a revelarle -Esa noche mi compañero y yo debíamos eliminar a un grupo de brujos, entre ellos una pareja de prominentes intelectuales- Lentamente iba llegando a la parte más difícil -Me encargué de algunos visitantes que estaban en la casa, mientras que mi compañero se encargó de la pareja objetivo, el padre fue el primero en caer mientras la madre escapaba con una niña en sus brazos aunque fue alcanzada y asesinada en el comedor de la casa- Expliqué tan despacio como podía.
Respiré profundo y continué la historia -Cuando fui al comedor, mi compañero estaba a punto de matar a la pequeña niña, por alguna razón no pude permitirlo y decidí salvarla, aunque para ello tuve que asesinar a mi propio compañero- A estas alturas ya podría imaginar que la niña era ella y que yo había tenido que ver con la muerte de sus padres, esto también le revelaría que yo no era su padre biológico aunque a su edad eso ya lo habría descubierto seguramente -Huí lejos con la niña y me escondí durante varios años, la crié como si fuera mi hija y la amé como nunca antes había amado a nadie- Estas palabras salieron con toda la sinceridad del mundo mientras, sin que ella lo notara, un par de lágrimas recorrían mis mejillas al pensar que podría odiarme por la muerte de sus padres.
Respiré profundo de nuevo para desatar el nudo en mi garganta antes de continuar -Años después, fui encontrado por esos vampiros a los que había traicionado, no pude derrotarlos en aquella ocasión y sobreviví porque quisieron dejarme ir con la amenaza de que matarían a todo ser que yo amara- La abracé con fuerza -No podía arriesgarme a volver contigo, si te hacían algo por mi culpa no me lo perdonaría jamás, así que preferí hacerme más fuerte y matar a todo el que intentara hacerte daño- La mantenía apretada en un fuerte abrazo mientras respondía todo lo que consideraba que debía saber -Aún no he conseguido deshacerme de ellos, pero ya no soportaba tu ausencia y quise verte- Acaricié su cabello -Cada día lejos de ti era como si me arrancaran un pedazo del corazón y lo echaran al fuego, no podía más- Dije con los ojos cerrados -Te extrañé tanto- Continué de manera dramática -Si me odias lo entenderé, pero siempre estaré para cuidarte- Le dije con la certeza de que era algo que podía cumplir.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Sus manos acariciaban mi cabello, sus brazos me arropaban y mi corazonsito latía junto con el de él. No pude evitar ver nuestros collares iguales y sonreír levemente antes de que él comenzara a relatar el por qué, esa razón que me atormentó los primeros meses de su partida. Cerré los ojos para dejarme llevar por sus latidos y su pecho para que mis oídos se enfocaran en aquello que habían esperado durante unos años.
Comenzó su historia contando que tenía un oscuro pasado y que había matado a muchas personas; eso hace un tiempo me hubiese alarmado bastante, pero yo había tenido que hacer cosas no muy buenas por supervivencia, por lo que no juzgue sus razones. Siguió relatando y aunque al principio parecía no tener relación con mi pasado poco a poco fue revelando pequeños datos que hacían evidente que se trataba de mí. En cuanto supe que él y su grupo habían matado a mis padres biológicos lo abracé aún más fuerte y presioné mi cara contra su pecho. No tenía recuerdos de mis padres, tampoco había algo que me atara a ellos, sin embargo me sentía impotente ya que me habían quitado la opción de conocerlos y de nacer en una familia de brujos. No lo reproché, no tenía ánimos de hacerlo sentir peor, por lo que me limité a enterrar mi frente en su cálido pecho y dejar que mis lágrimas se secaran con sus ropas. Ellos me habían quitado a mis padres... ni siquiera los conocí, eso significaba que yo era producto de una sangre y unos cuerpos que ya no existían. -Supongo que lo que dicen de que uno nace de las cenizas era cierto...- pensé desconcertada. Siempre había pensado que los hijos son una extensión de sus padres, son como de su misma carne y aunque sabía que tenía muchas diferencias en cuanto a mi papá pensé que era algo normal tener un papá vampiro.
Dejé que soltara todo lo que tuviese que decir al respecto, no quería preguntar más del tema para no forzar la situación, me conformaría con todo lo que él quisiera contarme de mis padres, de su oscuro pasado, de lo que pasó en detalle con su misión y lo que hizo que él me salvara. -¿Por qué me había salvado? Todo hubiese sido más sencillo si no lo hubiese hecho- pensé, pero obviamente uno no puede enojarse con alguien que aunque no te haya dado su piel... te dio la vida; al fin y al cabo quién me había criado había sido Victor, solo que no tenemos la misma sangre.
-No te preocupes- alcancé a decir con la voz cortada y aún muy cerca de su cuerpo. -Yo también te extrañe- dije separándome un poco más de él para que se entendiera lo que yo decía, pero sin dejar de soltar pequeñas gotas de lágrimas en los ojos. Me sequé rápidamente las mejillas, soné un poco mi nariz llena de tristezas también y le regalé una sincera y leve sonrisa. -Tenemos la misma nariz- le comenté un poco más tranquila y en cuanto me toqué la nariz y vi la de él no pude evitar reírme porque era la parte del cuerpo que teníamos menos similar. -Bueno... al menos tenemos 20 dedos, una boca, dos ojos y dos orejas y ambos tenemos una pansita grande- le dije ya con mejor humor por mi comentario irónico de la nariz. -Tú eres mi papá y algo que sé que heredé fue mi cariño hacía ti... es tan tan grande como el cariño que tu me tienes... y eso es lo que importa- respiré profundo -Te amo papi... y cuando vayas a irte para ser más fuerte, llévame contigo... yo soy más fuerte que tú- comenté mientras le estampaba un enorme beso en la mejilla -De hecho... lo correcto es “llévanos contigo”- le dije mientras que por telekinesis la mesita en donde se encontraba Pelusa se transado hasta donde estábamos nosotros.
Comenzó su historia contando que tenía un oscuro pasado y que había matado a muchas personas; eso hace un tiempo me hubiese alarmado bastante, pero yo había tenido que hacer cosas no muy buenas por supervivencia, por lo que no juzgue sus razones. Siguió relatando y aunque al principio parecía no tener relación con mi pasado poco a poco fue revelando pequeños datos que hacían evidente que se trataba de mí. En cuanto supe que él y su grupo habían matado a mis padres biológicos lo abracé aún más fuerte y presioné mi cara contra su pecho. No tenía recuerdos de mis padres, tampoco había algo que me atara a ellos, sin embargo me sentía impotente ya que me habían quitado la opción de conocerlos y de nacer en una familia de brujos. No lo reproché, no tenía ánimos de hacerlo sentir peor, por lo que me limité a enterrar mi frente en su cálido pecho y dejar que mis lágrimas se secaran con sus ropas. Ellos me habían quitado a mis padres... ni siquiera los conocí, eso significaba que yo era producto de una sangre y unos cuerpos que ya no existían. -Supongo que lo que dicen de que uno nace de las cenizas era cierto...- pensé desconcertada. Siempre había pensado que los hijos son una extensión de sus padres, son como de su misma carne y aunque sabía que tenía muchas diferencias en cuanto a mi papá pensé que era algo normal tener un papá vampiro.
Dejé que soltara todo lo que tuviese que decir al respecto, no quería preguntar más del tema para no forzar la situación, me conformaría con todo lo que él quisiera contarme de mis padres, de su oscuro pasado, de lo que pasó en detalle con su misión y lo que hizo que él me salvara. -¿Por qué me había salvado? Todo hubiese sido más sencillo si no lo hubiese hecho- pensé, pero obviamente uno no puede enojarse con alguien que aunque no te haya dado su piel... te dio la vida; al fin y al cabo quién me había criado había sido Victor, solo que no tenemos la misma sangre.
-No te preocupes- alcancé a decir con la voz cortada y aún muy cerca de su cuerpo. -Yo también te extrañe- dije separándome un poco más de él para que se entendiera lo que yo decía, pero sin dejar de soltar pequeñas gotas de lágrimas en los ojos. Me sequé rápidamente las mejillas, soné un poco mi nariz llena de tristezas también y le regalé una sincera y leve sonrisa. -Tenemos la misma nariz- le comenté un poco más tranquila y en cuanto me toqué la nariz y vi la de él no pude evitar reírme porque era la parte del cuerpo que teníamos menos similar. -Bueno... al menos tenemos 20 dedos, una boca, dos ojos y dos orejas y ambos tenemos una pansita grande- le dije ya con mejor humor por mi comentario irónico de la nariz. -Tú eres mi papá y algo que sé que heredé fue mi cariño hacía ti... es tan tan grande como el cariño que tu me tienes... y eso es lo que importa- respiré profundo -Te amo papi... y cuando vayas a irte para ser más fuerte, llévame contigo... yo soy más fuerte que tú- comenté mientras le estampaba un enorme beso en la mejilla -De hecho... lo correcto es “llévanos contigo”- le dije mientras que por telekinesis la mesita en donde se encontraba Pelusa se transado hasta donde estábamos nosotros.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Estaba seguro de que ya nada volvería a ser como antes, sin embargo intentaba atesorar aquel momento como si nada hubiera pasado, como si no me hubiera ido nunca, se veía tan frágil que a ratos me odiaba a mí mismo por haberla abandonado, sin embargo, mi parte sensata me recordaba que había sido lo mejor; vivir escondidos o huyendo no era la vida que quería para ella.
Había tenido ciertas dudas al inicio, saber toda la historia podría ser demasiado duro, sin embargo era mejor que lo supiera de mí y no que mis enemigos aprovecharan mis secretos para ponerla en mi contra, si alguien más le contara la misma historia podría realmente odiarme; a pesar de lo duro que seguramente le había resultado enterarse de todo aquello de un solo golpe, parecía tranquila y feliz, lo cual al menos me aliviaba, con lo malcriada y peleoncita que había sido siempre, me sorprendía ver la paz que ahora la envolvía.
Correspondí su sonrisa con otra de mi parte y le ayudé a quitarse las lágrimas de los ojos con mis dedos -Tu nariz es más linda- Le corregí divertido -No, no, no, tu panza es más grande porque comes más- Dije mientras puyaba suavemente su barriga con mis dedos -Jamás me arrepentiré de haberte llevado conmigo esa noche- Le dije mirándola fijamente -Eres mi hija y nada cambiará eso- Dije antes de abrazarla y acariciar su cabello -¿Eres más fuerte que yo?- Le pregunté fingiendo no saber nada de sus peligrosas aventuras -Eso quiero verlo- Dije desafiante esperando una demostración de habilidades en cuanto fuera posible -Nadie se atrevería a pelear contigo, matas de ternura a cualquiera- Expresé en tono muy serio a pesar de que lo decía a modo de broma.
Su gesto de mostrarme a la bola de pelo no pasó desapercibida -Claro, llevaré a ambos a todos lados- Le dije aunque claramente había lugares a los que ni de broma pensaba llevarlos -Has hecho crecer la familia, ahora somos tres- Le dije señalando al peluso -¿Qué más puedes mover con la mente?- Le pregunté curioso ante su leve demostración de telequinesis aunque había otra cosa que me interesaba un poco más, si sus padres eran peligrosos por su control de la magia arcana, ella seguramente habría heredado algo de eso y cuando llegara el momento trataría de explotar sus capacidades para hacerla más fuerte y capaz de defenderse sola.
Era una suerte estar ahora dentro de la cabaña, pues afuera comenzaba a caer un ligero rocío que pronto se transformó en una densa lluvia, sería un día bastante húmedo y frío al parecer, afortunadamente nos tendríamos el uno al otro para darnos calor y abrazos, además de que el mal clima me evitaría irme y terminaríamos pasando más tiempo juntos.
Había tenido ciertas dudas al inicio, saber toda la historia podría ser demasiado duro, sin embargo era mejor que lo supiera de mí y no que mis enemigos aprovecharan mis secretos para ponerla en mi contra, si alguien más le contara la misma historia podría realmente odiarme; a pesar de lo duro que seguramente le había resultado enterarse de todo aquello de un solo golpe, parecía tranquila y feliz, lo cual al menos me aliviaba, con lo malcriada y peleoncita que había sido siempre, me sorprendía ver la paz que ahora la envolvía.
Correspondí su sonrisa con otra de mi parte y le ayudé a quitarse las lágrimas de los ojos con mis dedos -Tu nariz es más linda- Le corregí divertido -No, no, no, tu panza es más grande porque comes más- Dije mientras puyaba suavemente su barriga con mis dedos -Jamás me arrepentiré de haberte llevado conmigo esa noche- Le dije mirándola fijamente -Eres mi hija y nada cambiará eso- Dije antes de abrazarla y acariciar su cabello -¿Eres más fuerte que yo?- Le pregunté fingiendo no saber nada de sus peligrosas aventuras -Eso quiero verlo- Dije desafiante esperando una demostración de habilidades en cuanto fuera posible -Nadie se atrevería a pelear contigo, matas de ternura a cualquiera- Expresé en tono muy serio a pesar de que lo decía a modo de broma.
Su gesto de mostrarme a la bola de pelo no pasó desapercibida -Claro, llevaré a ambos a todos lados- Le dije aunque claramente había lugares a los que ni de broma pensaba llevarlos -Has hecho crecer la familia, ahora somos tres- Le dije señalando al peluso -¿Qué más puedes mover con la mente?- Le pregunté curioso ante su leve demostración de telequinesis aunque había otra cosa que me interesaba un poco más, si sus padres eran peligrosos por su control de la magia arcana, ella seguramente habría heredado algo de eso y cuando llegara el momento trataría de explotar sus capacidades para hacerla más fuerte y capaz de defenderse sola.
Era una suerte estar ahora dentro de la cabaña, pues afuera comenzaba a caer un ligero rocío que pronto se transformó en una densa lluvia, sería un día bastante húmedo y frío al parecer, afortunadamente nos tendríamos el uno al otro para darnos calor y abrazos, además de que el mal clima me evitaría irme y terminaríamos pasando más tiempo juntos.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Encontrarme con mi papá había sido una experiencia muy mágica y dramática. Realmente quería mucho a aquel vampirito terco, y sabía que él me quería mucho a pesar de haber heredado su malcriadez. Me alegraba y me llenaba tanto el corazón haberlo visto, que quería apartar las lágrimas y disfrutar los hermosos momentos juntos que podría pasar con él. A demás me había hecho un sorpresa espectacular.
Lo miraba tiernamente a los ojos mientras hablaba, sentía como mi corazón se aceleraba y se ablandaba con cada una de sus palabras, era el hombre más tierno y bello que hubiera conocido jamás. Definitivamente él era el dueño de mi corazón. Su sonrisa y su mirada eran una obra de arte para mí, y las cositas bellas y bromista que decía eran lo que le daban vida a mi corazón.
Sentí que el pecho se me iba a salir, lo observé un rato mientras me corregía y no aguanté mucho tiempo para tener ganas de volver a abrazarlo con fuerza. Lo apreté contra mi cuerpito y le dije: -Por favorsitooo, quédate conmigo-
-Eres mi hija y nada cambiará eso- dijo él correspondiendo mi abrazo.
Luego hizo referencia a mi fuerza y a que ahora seríamos los tres contra el mundo. Aquella idea me emocionó bastante pues sabía que a Pelusa le agradaría conocer a su abuelo. -Uy, que viejito suena mi papi- pensé.
-Bueno mira… puedo mover muchas cositas… pero pero si te digo todos mis trucos ya no seré tan “malota”- me reí cuando pronuncié la última palabra -Soy la “lacra” de las lacrísimas- me reí aún más – Es una palabra nueva que leí por ahí… pero significa que soy super mega recontrisimamente buena peleando... o eso creo.-.
Hice volar con telekinesis unas cuantas agujas de mi bolsito, saliendo un arma tras de otra desfilando para terminar haciendo un corazón en el aire. Lo hice girar alrededor de nosotros sin que la figura de corazón se perdiera y a demás moví independientemente la pluma, con la cuál escribí la carta, y la hice levitar hasta su mano.
Dejé que el corazón bajara lentamente al piso y las agujas se amontonaran.
-Papi, en estos días vi un niño brujo que contaba historias y movía pedacitos de papel y juguetes, era súper impresionante lo creativo que era…- le conté con entusiasmo levantándome de sus brazos y lista para buscar dos objetos para simular una historia -¡Vamos a intentarlo! ¿Quieres?- dije emocionada mientras corría por la cabaña en busca de algo que pudiese usar para mi historia.
Había encontrado una mandarina, una manzana y le pedí a mi papá que me prestara la pluma.
-Papi, imagina que la naranja eres tú… no, mejor la pluma, eres muy alto- hice una pausa -La naranja es un monstruo y la manzanita… soy yo- empecé la historia con entusiasmo -Erase una vez, en un reino muy muy lejano… habían dos personitas que se querían muchísimo- junté la manzanita con la pluma -Pero había un guerrero súper malo al que le decían naranjin… no sé por qué…- me reí con mi papi -Que quería mantenerlos separados. La situación era que el señor malvado tenía la misión de separarlos. Lo que él no sabía es que eran inseparables y que ninguna naranja, digo… mandarina…. Ups, entonces sería mandarinin… ninguna fruta, mejor dicho… podría separar a los ya encontrados padre plumón y su hija manzanarina. ¡Fin!- terminé la historia.
Agarré las manos de mi papi y las moví para fingir que estaba aplaudiendo por la genialidad y la brutalidad de mi historia.
-El niño contaba las historias con más emoción, y los personajes se movían extraordinariamente… pero admite que para ser una manzana, una mandarina y una pluma… mi historia fue una obra excelentísima- le dije abrazándolo nuevamente.
Lo miraba tiernamente a los ojos mientras hablaba, sentía como mi corazón se aceleraba y se ablandaba con cada una de sus palabras, era el hombre más tierno y bello que hubiera conocido jamás. Definitivamente él era el dueño de mi corazón. Su sonrisa y su mirada eran una obra de arte para mí, y las cositas bellas y bromista que decía eran lo que le daban vida a mi corazón.
Sentí que el pecho se me iba a salir, lo observé un rato mientras me corregía y no aguanté mucho tiempo para tener ganas de volver a abrazarlo con fuerza. Lo apreté contra mi cuerpito y le dije: -Por favorsitooo, quédate conmigo-
-Eres mi hija y nada cambiará eso- dijo él correspondiendo mi abrazo.
Luego hizo referencia a mi fuerza y a que ahora seríamos los tres contra el mundo. Aquella idea me emocionó bastante pues sabía que a Pelusa le agradaría conocer a su abuelo. -Uy, que viejito suena mi papi- pensé.
-Bueno mira… puedo mover muchas cositas… pero pero si te digo todos mis trucos ya no seré tan “malota”- me reí cuando pronuncié la última palabra -Soy la “lacra” de las lacrísimas- me reí aún más – Es una palabra nueva que leí por ahí… pero significa que soy super mega recontrisimamente buena peleando... o eso creo.-.
Hice volar con telekinesis unas cuantas agujas de mi bolsito, saliendo un arma tras de otra desfilando para terminar haciendo un corazón en el aire. Lo hice girar alrededor de nosotros sin que la figura de corazón se perdiera y a demás moví independientemente la pluma, con la cuál escribí la carta, y la hice levitar hasta su mano.
Dejé que el corazón bajara lentamente al piso y las agujas se amontonaran.
-Papi, en estos días vi un niño brujo que contaba historias y movía pedacitos de papel y juguetes, era súper impresionante lo creativo que era…- le conté con entusiasmo levantándome de sus brazos y lista para buscar dos objetos para simular una historia -¡Vamos a intentarlo! ¿Quieres?- dije emocionada mientras corría por la cabaña en busca de algo que pudiese usar para mi historia.
Había encontrado una mandarina, una manzana y le pedí a mi papá que me prestara la pluma.
-Papi, imagina que la naranja eres tú… no, mejor la pluma, eres muy alto- hice una pausa -La naranja es un monstruo y la manzanita… soy yo- empecé la historia con entusiasmo -Erase una vez, en un reino muy muy lejano… habían dos personitas que se querían muchísimo- junté la manzanita con la pluma -Pero había un guerrero súper malo al que le decían naranjin… no sé por qué…- me reí con mi papi -Que quería mantenerlos separados. La situación era que el señor malvado tenía la misión de separarlos. Lo que él no sabía es que eran inseparables y que ninguna naranja, digo… mandarina…. Ups, entonces sería mandarinin… ninguna fruta, mejor dicho… podría separar a los ya encontrados padre plumón y su hija manzanarina. ¡Fin!- terminé la historia.
Agarré las manos de mi papi y las moví para fingir que estaba aplaudiendo por la genialidad y la brutalidad de mi historia.
-El niño contaba las historias con más emoción, y los personajes se movían extraordinariamente… pero admite que para ser una manzana, una mandarina y una pluma… mi historia fue una obra excelentísima- le dije abrazándolo nuevamente.
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Entre abrazos que me asfixiaban a cada rato escuché con atención sus palabritas y explicaciones para conocer más de lo que había estado haciendo en mi ausencia, al parecer se había esforzado en hacerse muy fuerte y eso me alegraba, aunque también significaba que ya tal vez no me necesitaría para defenderse en la vida; fue entonces cuando me sorprendió con una demostración de destreza que me dejó con la boca abierta, no solo era capaz de controlar varios objetos a la vez, sino que lo hacía de una manera muy precisa y metódica -Eso es increíble- Dije mientras una pluma se posaba sobre mi mano.
Entonces continuó diciéndome que había visto un niño brujo que hacía cosas raras y creativas, alcé una ceja con intriga acerca de lo que pudiera haber hecho tal niño para impresionarla y resultó ser algo bastante ingenioso, habría imaginado cualquier cosa en lugar de solo contar historias, pero del modo en que ella lo describía debía ser realmente entretenido -Bueno- Respondí afirmativamente a su petición de intentarlo sin saber exactamente en qué me estaba metiendo.
Escuché con atención sus instrucciones -No, no, naranjas no, son mi debilidad- Interrumpí para hacerla reír pero luego presté atención al resto de su historia, escuché con mucha atención hasta terminar explotando en un ataque de risa; aplaudí finalmente ante su insistencia -Es una excelente historia, me encanta- Dije aplaudiendo un poco más -Hablando de historias- Dije un poco nervioso -Debo comentarte que tal vez seamos más de tres- Acaricié su cabello -He formado un grupo de... compañeros- Dije refiriéndome al clan -Me gustaría que te unieras a nosotros, tenemos una torre y ahí estarás a salvo- La miré fijamente esperando su respuesta -Nos llaman el Séptimo Círculo... No preguntes qué pasó con los otros seis- Reí un poco nervioso pensando en lo que tendría que inventar para no decir que murieron de formas espantosas.
Respiré profundo antes de continuar pues no era fácil lo que debía decir -Hay algo que debo hacer en unos días, pero no tardaré y estaré bien- Aclaré antes que entrara en pánico -Me gustaría que fueras con mis amigos y te quedes con ellos, yo iré luego hacia allá y te llevaré panquesitos- le extendí mi mano con el dedo meñique extendido para que lo tomara con el suyo como símbolo de una promesa -Necesito que estés a salvo y no te metas en problemas- Añadí con rostro serio aunque de hecho yo mismo iba a meterme en problemas, pero ella no tenía por qué enterarse.
Entonces continuó diciéndome que había visto un niño brujo que hacía cosas raras y creativas, alcé una ceja con intriga acerca de lo que pudiera haber hecho tal niño para impresionarla y resultó ser algo bastante ingenioso, habría imaginado cualquier cosa en lugar de solo contar historias, pero del modo en que ella lo describía debía ser realmente entretenido -Bueno- Respondí afirmativamente a su petición de intentarlo sin saber exactamente en qué me estaba metiendo.
Escuché con atención sus instrucciones -No, no, naranjas no, son mi debilidad- Interrumpí para hacerla reír pero luego presté atención al resto de su historia, escuché con mucha atención hasta terminar explotando en un ataque de risa; aplaudí finalmente ante su insistencia -Es una excelente historia, me encanta- Dije aplaudiendo un poco más -Hablando de historias- Dije un poco nervioso -Debo comentarte que tal vez seamos más de tres- Acaricié su cabello -He formado un grupo de... compañeros- Dije refiriéndome al clan -Me gustaría que te unieras a nosotros, tenemos una torre y ahí estarás a salvo- La miré fijamente esperando su respuesta -Nos llaman el Séptimo Círculo... No preguntes qué pasó con los otros seis- Reí un poco nervioso pensando en lo que tendría que inventar para no decir que murieron de formas espantosas.
Respiré profundo antes de continuar pues no era fácil lo que debía decir -Hay algo que debo hacer en unos días, pero no tardaré y estaré bien- Aclaré antes que entrara en pánico -Me gustaría que fueras con mis amigos y te quedes con ellos, yo iré luego hacia allá y te llevaré panquesitos- le extendí mi mano con el dedo meñique extendido para que lo tomara con el suyo como símbolo de una promesa -Necesito que estés a salvo y no te metas en problemas- Añadí con rostro serio aunque de hecho yo mismo iba a meterme en problemas, pero ella no tenía por qué enterarse.
Bio
Aerandiano de honor
Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Estrellas Fijas... [Privado] [Magazubi]
Mi papá no podía dejar de ser tan gracioso como siempre, sus ocurrencias siempre sabían como sacarme las más sinceras de las sonrisas; me encantaba volver a estar con él, lo había extrañado mucho, y aunque quería pasar mi vida pegada a él como un parásito sabía que eso ya no iba a poder ser posible, me había acostumbrado a estar sin él.
-Acepto ir a tu torre si puedo hacer como Rapunsel, sino no- le dije divertida -¿El séptimo circulo?- me reí ante su tonto comentario -¿Tengo que ponerme gordita como tú para pertenecer a ese grupo de gorditos? Jaja, ok papi bello, seré del séptimo triángulo - dije estampandole un beso en la mejilla.
-No te preocupes…- dije después de oír sobre su partida -Me alegra saber que estás bien… yo también tengo cosas que hacer, soy una bruja muy ocupada y que tiene que atender asuntos importantísimos- me reí ante su expresión -Estoy en un grupo… es como un gremio- trago saliva – pertenezco al gremio de ladrones de aerandir y de vez en cuando tengo que hacer cosas peligrosas papi; pero soy una chica fuerte- digo inflando mi pecho -Gracias por criarme y hacerme tan inteligente como tú… pero aunque de verdad pasé mucho tiempo buscándote para volver a dormir en tus brazos, aprendí a dormir bajo la luz de la luna-.
El momento a su lado era muy cálido, el cariño que sentía por él se me desbordaba por los poros y sentía que mi papi también se encontraba muy feliz por el reencuentro, sin embargo no me extrañó que me dijera que se tenía que volver a ir; lo que sí me dejo pensativa fue que tenía un grupo de amigos en una torre.
-Papi, no puedo ir a esa torre ahorita, tengo asuntos que resolver… pero estaré bien- respiré profundo -Quedate conmigo, por favorsito, una noche más y luego nos vamos ¿sí?- le supliqué colocando mi cabeza sobre su pecho mientras con mi mano le hacía cariñitos -Siempre estaré contigo- dije jugando con su collar de unión -Prometeme que nos volveremos a ver ¿sí?- volteo a mirar sus ojitos.
-Acepto ir a tu torre si puedo hacer como Rapunsel, sino no- le dije divertida -¿El séptimo circulo?- me reí ante su tonto comentario -¿Tengo que ponerme gordita como tú para pertenecer a ese grupo de gorditos? Jaja, ok papi bello, seré del séptimo triángulo - dije estampandole un beso en la mejilla.
-No te preocupes…- dije después de oír sobre su partida -Me alegra saber que estás bien… yo también tengo cosas que hacer, soy una bruja muy ocupada y que tiene que atender asuntos importantísimos- me reí ante su expresión -Estoy en un grupo… es como un gremio- trago saliva – pertenezco al gremio de ladrones de aerandir y de vez en cuando tengo que hacer cosas peligrosas papi; pero soy una chica fuerte- digo inflando mi pecho -Gracias por criarme y hacerme tan inteligente como tú… pero aunque de verdad pasé mucho tiempo buscándote para volver a dormir en tus brazos, aprendí a dormir bajo la luz de la luna-.
El momento a su lado era muy cálido, el cariño que sentía por él se me desbordaba por los poros y sentía que mi papi también se encontraba muy feliz por el reencuentro, sin embargo no me extrañó que me dijera que se tenía que volver a ir; lo que sí me dejo pensativa fue que tenía un grupo de amigos en una torre.
-Papi, no puedo ir a esa torre ahorita, tengo asuntos que resolver… pero estaré bien- respiré profundo -Quedate conmigo, por favorsito, una noche más y luego nos vamos ¿sí?- le supliqué colocando mi cabeza sobre su pecho mientras con mi mano le hacía cariñitos -Siempre estaré contigo- dije jugando con su collar de unión -Prometeme que nos volveremos a ver ¿sí?- volteo a mirar sus ojitos.
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