Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Página 1 de 1. • Comparte
Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Midsummarblót: Solsticio de Verano
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Hoy era un día de alegría y celebración en Aerandir, pero eso no impedía que muchos, a la orilla de la playa, tuvieran lágrimas en los ojos mientras veían arder el barco funerario. Dentro no había ningún cadáver. Nada de valientes héroes caídos en batalla ni fallecidos nobles que quisieran elevarse al Valhalla. En el barco no había más que paja, tablas de madera y viejas armas melladas que un gran número de guerreros había donado para dar tributo al Dios Balder.
Fue en un día como hoy que el Dios Balder falleció por culpa del disparo de una flecha. Ésta era la representación de su funeral:
La playa estaba repleta de pequeños asentamientos con pequeñas hogueras donde los aerandianos reunían a sus familias y amigos para bailar y beber. Las doncellas más jóvenes, muchas de ellas eran todavía unas niñas, paseaban entre los pequeños grupos para repartir coronas de flores que ellas mismas habían hecho durante aquella mañana. El alcohol y el calor del fuego, hacían que las muchachas parecieran mucho más guapas de lo que ya eran. Numerosas mujeres saltaban las olas del mar para pedir al Dios Balder que le bendijera con el don de la fertilidad. En la orilla de la playa, un grupo de arqueros se quedó apartado de los demás miembros de la fiesta. Tensaban sus arcos y los disparaban hacia el barco (tumba) en llamas de Balder. Tenían lágrimas en los ojos. Un arco, como el que ellos llevaban, era el que había matado a Balder. Aquella era su forma de pedir disculpas al Dios.
Comida, alcohol, canciones y mujeres. Balder, allá donde esté, debía de estar orgulloso al saber que se le honraba con los mejores dones que los aerandianos tenían por ofrecer.
El Pequeño Boomer no sabía qué estaba pasando ni por qué había tanta gente durante la noche en la playa. Cuando vivía en el circo, nunca tuvo oportunidad de asistir a ninguna fiesta. Esto se le parecía bastante a lo que siempre había soñado. Las personas estaban alegres y reían con fuerza sin necesidad de estar hechizados por la magia de Shappy. ¡Le gustaba aquel lugar! Se había puesto un casco de metal que había encontrado en la arena para vestir como los guerreros de la playa. Por poco no le entró en la cabeza, tuvo que doblarlo un poco y arrancarle las orejeras para poder ponérselo. Una vez hecho esto, fue hacia el mar junto con las mujeres a saltar las olas que venían. Por cada ola daba una palmada. ¡Era muy divertido! Le gustaban las fiestas.
Hont estaba en una de las hogueras. Se había puesto sus mejores galas para la ocasión: una capa roja más grande que él y nada más. Como en todos los lugares donde hay una gran multitud de personas, Hont se distraía yendo de uno a otro “nuevo mejor amigo” a contarle todas las historias que había vivido. Para desgracia de muchos de los presentes, el pequeño hombre zarigüeya no se callaba ni debajo del agua; literalmente. Fue Heck Hartem (más conocido por el sobrenombre de Thundermaul) que, cansado de escuchar a la zarigüeya hablar, lo cogió por el cuello de la camisa y lo hundió un minuto en el agua. Ni si quiera así se calló.
Adda Lovelace era la mujer más anciana del grupo de chicas que repartían coronas a los presentes. Era como una madre para todas ellas. En la mano izquierda llevaba una niña de siete años, en la derecha a otra de ocho y una tan solo cuatro añitos se sujetaba de la bata de blanca de Adda para no perderse entre la gente. Las tres niñas, y todas las demás, llevaban una cesta de coronas de flores. Las doncellas más mayores, las que tenían más de dieciocho años, iban delante detrás del grupo, las más lindas en medio para que las viese todo el mundo y, delante de todo, presidiendo la escena, estaba Adda Lovelace con las niñas repartiendo besos y flores a todo aquel que quisera.
Adie, cibernético mensajero y muchas otras funciones, realizaba la función de dar saltos. Un hombre le había retado a que saltase con él las hogueras de la playa. Hubo una apuesta entre ellos: Quien saltase la hoguera más alta sin quemarse ganaría, en el caso del hombre, un jarra gigante de hidromiel pagada por el mensajero y, en el caso de Adie, el hombre le tendría que regalar su brillante y crujiente armadura. Ganó el cibernético y, con una sonrisa, empezó a realizar sus funciones gustativas con la armadura. No notaba su sabor, pero le gustaba notar como el metal de crujía en su boca.
_____________________
Como ya es costumbre, aquí tenéis el Evento Mensual de Junio. Para los que hayan venido nuevos, dejadme que os explique un poco la intención de estos Eventos. Se pretende hacer un tema en el que, la mayor parte del foro, pueda participar por igual y divertirse viviendo una festividad propia de las leyendas vikingas pero adaptadas a nuestros tiempos y, sobre todo, al lore de Aerandir. Como habéis podido deducir, muchas de las costumbres que he puesto de ejemplo en la presentación del Evento están relacionadas con la Noche de San Juan. Es similar, pero diferente.
Información:
* Libre partición. Todos los usuarios con más de 10 posts on rol puede participar.
* El Midsummarblót finalizará el día 2 de julio. Si alguno necesita unos días más, como hice con el Evento anterior, estoy dispuesta a alargar un par de días más el cierre si alguien me manda un mp previo.
* Como objetivo principal deberéis ir a la playa y participar en alguno de los muchos entretenimientos de esta noche. No es necesario que sean, estrictamente, los que he yo he explicado en la presentación; podéis inventaros algo nuevo siempre y cuando esté relacionado con el lore.[/strike]
* Aunque el objetivo se puede completar con un único post, si creéis que el ambiente de festividad y la ocasión puede veniros bien para generar una pequeña trama entre vosotros, está permitido postear más de una vez. Si lo hacéis así, sería divertido que os retaseis entre vosotros como lo ha hecho Adie. Cualquier cosa que os ocurra: Quien bebé más, saltos en la hoguera, quién dispara más lejos con el arco, quién recibe más besos de las doncellas… La ocasión da mucho juego.
* Tenéis total libertad con los turnos. No tendréis que esperar a que otro usuario para postear. Aun así, os pido, que postéis con lógica.
* Si has conocido a cualquiera de mis npjs, aunque no sea de los que he nombrado en el tema, en una misión o desafío puedes utilizarlo, de manera lógica, en el tema si crees que te puede generar juego en el rol. Mis npjs o los de cualquier Master.
Recompensas:
* +5 ptos de experiencia
* 50 aeros
* Pequeño objeto recordatorio del evento.
* Aquellos que creen una pequeña trama dentro del tema serán recompensados con una sorpresa muy golosa.
Última edición por Sigel el Sáb 1 Jul 2017 - 12:04, editado 1 vez
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Caí de cara al suelo de hierba con las manos por delante, saliendo de detrás de unos matorrales saliendo al fin del bosque, con la ropa medio hecha polvo y aspecto algo desnutrido, jadeando con los párpados medio cerrados del cansacio que llevaba encima. Al levantar la cabeza, iluminando toda mi piel con una luz anaranjada medio amarillenta, mis ojos se iluminan como si acabaran de ver aparecer ante ellos la escalera de ascensión al sagrado Valhalla. Una rala fiesta en la playa. Personas. Gente. Comida, bebida, luz, risas, hombres de cuerpos semidesnudos untando sus seres barbudos en vino, mujeres saltando olas en el agua. Un barco quemando cerca de la orilla. Jolgorio bramando alegría y bendiciones. Arqueros disparando. Aquella imagen era la escenificación exacta de una de las tradiciones Aeridianas que leí del libro de historia de mi padre de su pequeña biblioteca, cuando tenía diez años. Ya sea por la melancolía de "los buenos tiempos" o por la visión tan esperanzadora de aquella festividad una de las noches donde, como de costumbre, pensé que iba a morir, volví a deslizarme más allá del filo de la vida para encontrar un lugar donde salvarme. No logro evitar echar a llorar con una cara llena de patetismo. A pesar de aquellos pensamientos que, cuales aves fatídicas, rondaban mi cabeza, asegurándome que había sido maldita por los seres divinos... ¡Los dioses tienen piedad de mi! ¡Al fin, mi mala suerte ha llegado a su exiguo final!
Me levanto del suelo, solo para tropezar y caer nuevamente. Sin dejar que ese desafortunado inicio me distraiga, echo a correr, metiendome en medio de la fiesta llorando a todo volumen. Arrebato de las manos de un hombre de dos metros de alto y cachas cualquiera un pedazo de carne, mordiéndolo, y cuando éste me mira, quejándose, jalándome del brazo, le solto un llanto tan fuerte que le retumba los oídos, soltándome como siacabara de intentar agarrar metal ardiente de una espada siendo forjada. Me giro y me dirijo, con la boca llena de carne deliciosamente cocinada y especiada, a meterme de cabeza a un barril lleno de vino. Empiezo a patalear, sin poder salir de allá. Casi me ahogo. Dos humanos me cogen de los pies y me sacan antes de que me convierta en un cadaver, y me alzan, para luego, entre risas, creyendo que estaba haciendo el payaso, me vuelven a meter. Y me sacan. Y me vuelven a meter. Y a la decena vez, me dejan salir, y se ponen a aplaudir.
Mareada, bañada en aquella sustancia, y con todo el vino que he tragado, me voy haciendo eses pasando entre la gente y chocando con más que dos o tres personas y mesas, riendo de manera totalmente irregular con tono embriagado típico de una borracha, hacia la orilla, donde están las mujeres, y me dejo caer al agua. De cara. Una de ellas me coge, nuevamente, antes de que me ahogue. Lo bueno, es que me había dado un baño. Lo malo, es que aún apestaba a vino por todo el cuerpo.
¡Pero bueno, hijita mía, ten cuidado! Aún riendo, moviendo la cabeza de un lado a otro sin fuerza en el cuello para sostenerla recta, me entra el hipo. Estoy... en el valhalla... ¡hic! logro de algún modo decir, acariciando la mejilla de la mujer. Fenrir, ¿eres tú...? ¿Has venido a darme tus bendiciones...? ¡Hic! Dios mío, pobrecita... está toda borracha... A ver si va a ocurrir una desgracia, no te puedo dejar sola. Venid a ayudarme a llevar a la orilla, chicas.
Mientras me arrastraban fuera del agua, fui intentando, más que logrando, dar pequeños saltitos para saltar las olas como había visto que hacían instantes antes de pasar entre ellas y lanzarme al agua. Según había leído en los libros de la pequeña biblioteca de mi madre, eso se hacía para aumentar la fertilidad de las mujeres. No tenia ni idea de qué significaba "fertilidad", pero estaba segura que seria algo bueno. ¡Con todos esos saltos, mi fertilidad eshtá por lash nubeeeeeesh! Y me puse a reír, otra vez, mientras me dejaban en la orilla, tumbada de cara al cielo. ¡Alaaaa...! ¡Cuantash luceshitash... ¡hic! Mira... yo solo te voy a dejar aquí, vale? Ya vendrá tu padre a recogerte, o algo. Solo... trata de no matarte. ¡Oh! Me intento levantar del suelo, solo para dar manotazos descontrolados por la arena, y acabar en la misma posición. ¡Eso, esas palabras, fueron las que me dijo mi hermano antes de que fuera! ¿¡Lo conocesh!? Te... ¿te ha enviado el...? ¡..Hic! Achino los ojos, mirando con desconfianza a la mujer. Ya... bueno, mira, buena suerte con... tu vida.
Y la mujer se vuelve con sus amigas en la orilla. ¡Eeeh..! ¡O-oye, e-esperaaa! ¿Qué hago con toda la fertilidad que he recogido saltando las olash!? ¡Eeeeh! ¡Amiga de Eriiiic! ¿Qué hago con mi fertilidaaaaad? Un hombre se acercó a mi, arrodillándose a mi lado, sujetando una jarra de vino en la mano izquierda. Yo te puedo ayudar con eso, preciosa... ¿Ah, shi? ¡Perfecto... hic! ¿Y... qué harásh para...? Repentinamente vi cómo sus labios enmarcados en su barba desaliñada caían sobre mí como mi madre se lanzaba al cazar un conejo. Viendo rápidamente sus intenciones, le propiné un puñetazo en la mejilla, sin miramientos y sin escatimar en fuerza, apartándolo. ¡Mmnooo...! ¡Hic! ¡El primer besho ha de sher... ser... espaci...no, no, especial... ha de sher bajo la luz de la luna...y... y, con una cena digna de tal ocasión a las espaldas... y... y con un fuego iluminando tenuemente los cuerpos de ambos... y.... eh... Al contemplar mejor la situación, el hombre borracho, tocándose la mejilla con una ceja alzada, esperó a que siguiera hablando. B-bueno, eso al menos técnicamente... p-porque, ya sabesh... las buenas situacionesh no shuelen... El hombre me agarró con firmeza de los brazos, separándomelos y haciendo presión contra el suelo con ellos, apresándomelos sobre la arena a cada lado. ¡Suficiente, mocosa! ¡Ven aquí que te daré un hijo! Si hombre, ¡y qué más, lloran mucho y son muy molestosh... ¡hic! L-lo digo porque yo me molestaba a mi misma de pequeña cuando lloraba, y no es nada agradable! A demás, ¿dónde está? ¡Antes debo conocerlo, no voy a quedármelo sin másh! ¿Y qué hay de los términos legalesh? ¿Quién traerá el pan a casa...? ¡...Hic! ¡Madre un día me dijo que...! ¡Que te calles! Y me dio una bofetada en la cara.
Traté de forcejear, pero con la debilidad de los días que había pasado vagabundeando por el bosque, más la embriagadez del vino, poco o nada podía hacer contra la fuerza de un hombre adulto. Pensé en patearle las partes bajas, pero Erik me hizo jurar que nunca lo haría a ningún hombre, no importaba qué, por razones que no supe entender muy bien. Iba a darme el primer beso. Mi primer beso. Iba a ser con un borracho desconocido, estando borracha, en medio de la nada. Cerré los ojos con fuerza, dejando que el velo de la oscuridad que oculta los párpados, actuase de barrera contra la desgracia que estaba a punto de sufrir.
Me levanto del suelo, solo para tropezar y caer nuevamente. Sin dejar que ese desafortunado inicio me distraiga, echo a correr, metiendome en medio de la fiesta llorando a todo volumen. Arrebato de las manos de un hombre de dos metros de alto y cachas cualquiera un pedazo de carne, mordiéndolo, y cuando éste me mira, quejándose, jalándome del brazo, le solto un llanto tan fuerte que le retumba los oídos, soltándome como siacabara de intentar agarrar metal ardiente de una espada siendo forjada. Me giro y me dirijo, con la boca llena de carne deliciosamente cocinada y especiada, a meterme de cabeza a un barril lleno de vino. Empiezo a patalear, sin poder salir de allá. Casi me ahogo. Dos humanos me cogen de los pies y me sacan antes de que me convierta en un cadaver, y me alzan, para luego, entre risas, creyendo que estaba haciendo el payaso, me vuelven a meter. Y me sacan. Y me vuelven a meter. Y a la decena vez, me dejan salir, y se ponen a aplaudir.
Mareada, bañada en aquella sustancia, y con todo el vino que he tragado, me voy haciendo eses pasando entre la gente y chocando con más que dos o tres personas y mesas, riendo de manera totalmente irregular con tono embriagado típico de una borracha, hacia la orilla, donde están las mujeres, y me dejo caer al agua. De cara. Una de ellas me coge, nuevamente, antes de que me ahogue. Lo bueno, es que me había dado un baño. Lo malo, es que aún apestaba a vino por todo el cuerpo.
¡Pero bueno, hijita mía, ten cuidado! Aún riendo, moviendo la cabeza de un lado a otro sin fuerza en el cuello para sostenerla recta, me entra el hipo. Estoy... en el valhalla... ¡hic! logro de algún modo decir, acariciando la mejilla de la mujer. Fenrir, ¿eres tú...? ¿Has venido a darme tus bendiciones...? ¡Hic! Dios mío, pobrecita... está toda borracha... A ver si va a ocurrir una desgracia, no te puedo dejar sola. Venid a ayudarme a llevar a la orilla, chicas.
Mientras me arrastraban fuera del agua, fui intentando, más que logrando, dar pequeños saltitos para saltar las olas como había visto que hacían instantes antes de pasar entre ellas y lanzarme al agua. Según había leído en los libros de la pequeña biblioteca de mi madre, eso se hacía para aumentar la fertilidad de las mujeres. No tenia ni idea de qué significaba "fertilidad", pero estaba segura que seria algo bueno. ¡Con todos esos saltos, mi fertilidad eshtá por lash nubeeeeeesh! Y me puse a reír, otra vez, mientras me dejaban en la orilla, tumbada de cara al cielo. ¡Alaaaa...! ¡Cuantash luceshitash... ¡hic! Mira... yo solo te voy a dejar aquí, vale? Ya vendrá tu padre a recogerte, o algo. Solo... trata de no matarte. ¡Oh! Me intento levantar del suelo, solo para dar manotazos descontrolados por la arena, y acabar en la misma posición. ¡Eso, esas palabras, fueron las que me dijo mi hermano antes de que fuera! ¿¡Lo conocesh!? Te... ¿te ha enviado el...? ¡..Hic! Achino los ojos, mirando con desconfianza a la mujer. Ya... bueno, mira, buena suerte con... tu vida.
Y la mujer se vuelve con sus amigas en la orilla. ¡Eeeh..! ¡O-oye, e-esperaaa! ¿Qué hago con toda la fertilidad que he recogido saltando las olash!? ¡Eeeeh! ¡Amiga de Eriiiic! ¿Qué hago con mi fertilidaaaaad? Un hombre se acercó a mi, arrodillándose a mi lado, sujetando una jarra de vino en la mano izquierda. Yo te puedo ayudar con eso, preciosa... ¿Ah, shi? ¡Perfecto... hic! ¿Y... qué harásh para...? Repentinamente vi cómo sus labios enmarcados en su barba desaliñada caían sobre mí como mi madre se lanzaba al cazar un conejo. Viendo rápidamente sus intenciones, le propiné un puñetazo en la mejilla, sin miramientos y sin escatimar en fuerza, apartándolo. ¡Mmnooo...! ¡Hic! ¡El primer besho ha de sher... ser... espaci...no, no, especial... ha de sher bajo la luz de la luna...y... y, con una cena digna de tal ocasión a las espaldas... y... y con un fuego iluminando tenuemente los cuerpos de ambos... y.... eh... Al contemplar mejor la situación, el hombre borracho, tocándose la mejilla con una ceja alzada, esperó a que siguiera hablando. B-bueno, eso al menos técnicamente... p-porque, ya sabesh... las buenas situacionesh no shuelen... El hombre me agarró con firmeza de los brazos, separándomelos y haciendo presión contra el suelo con ellos, apresándomelos sobre la arena a cada lado. ¡Suficiente, mocosa! ¡Ven aquí que te daré un hijo! Si hombre, ¡y qué más, lloran mucho y son muy molestosh... ¡hic! L-lo digo porque yo me molestaba a mi misma de pequeña cuando lloraba, y no es nada agradable! A demás, ¿dónde está? ¡Antes debo conocerlo, no voy a quedármelo sin másh! ¿Y qué hay de los términos legalesh? ¿Quién traerá el pan a casa...? ¡...Hic! ¡Madre un día me dijo que...! ¡Que te calles! Y me dio una bofetada en la cara.
Traté de forcejear, pero con la debilidad de los días que había pasado vagabundeando por el bosque, más la embriagadez del vino, poco o nada podía hacer contra la fuerza de un hombre adulto. Pensé en patearle las partes bajas, pero Erik me hizo jurar que nunca lo haría a ningún hombre, no importaba qué, por razones que no supe entender muy bien. Iba a darme el primer beso. Mi primer beso. Iba a ser con un borracho desconocido, estando borracha, en medio de la nada. Cerré los ojos con fuerza, dejando que el velo de la oscuridad que oculta los párpados, actuase de barrera contra la desgracia que estaba a punto de sufrir.
Niura Caelia
Aprendiz
Aprendiz
Cantidad de envíos : : 39
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Había pasado la noche anterior en su taberna, la cual se había quedado bacía, cuando llegó su mejor amigo, el señor Leñador -Pero preciosa ¿No vas a cerrar la taberna ni un día?- Siempre decía lo mismo, se sentó en un taburete y cuando ella iba a servirle una jarra, se negó -Vamos al solsticio de verano. ¿Es que no vas a venir?- Ella no sabía que era aquello, nunca había ido a ninguna fiesta de esas y ahora no recordaba nada acerca de ello, aun habiendo leído tantos libros -No se que es eso...- Él se rio y tras explicarlo por un rato, la ayudó a colocar un cartel de cerrado en su taberna.
Había viajado junto a la familia de él, jugando todo el camino con sus hijos los cuales no se cansaban, pero vamos, que ella tampoco, se pasaron el camino entero hablando de cosas del festival, de historias, del barco al que le prendían fuego; era una historia muy bonita y triste, a ella le gustaba ese tiempo de historias. Tras una larga caminata, estaba con ellos alrededor de una hoguera, la cual calentaba buenos trozos de carne que ella había traído, conjunto a grandes barriles de cerveza y vino. Era un día especial y se lo tenían que pasar bien todo -¿Por qué saltan?- Le preguntó a la mujer del Leñador, ya que este estaba ya borracho y la noche apenas había comenzado -Por la fertilidad, yo mejor no salto esas olas o voy a tener tantos niños como arboles hay en el bosque- Tenían 4 y un recién nacido. A Oce le hizo gracia a la vez que la ruborizó un poco mirando las olas -A este ritmo no vas a tener descendencia- Se había colocado casi encima de ella mirándola con una ceja levantada -A ver si en esta noche... te llevas a un buen hombre- Sonrió volviendo a su posición anterior -Fuerte y guapo- Oce negó mas roja aun -No, no estoy lisa, me voy a dar un paseo- Se alejó apresurada por evitar mas comentario acerca de ello.
Ella no se sentía muy bien en la fiiesta, estaba acostumbrada a borrachos y a que algún que otro hombre intentase ligar con ella, pero aun así, prefería que no lo hicieran. Aun mas siendo Sol, pues a ella no le agradaba mucho los hombres, aunque a Luna tampoco, actuaba como que si, para luego matarlos y hacerlos pasar mal. Cada cual era como era y actuaba dependiendo de la situación. De pronto, vio a una chica que estaba metida de cabeza en un barril de vino, estaba entera mojada por el vino y parecía que hasta le gustaba que esos hombres jugasen con ella, quizás era algún tipo de apuesta. Se fue acercando a la orilla cuando de golpe, ella pasó por su lado cayendo al agua. Iba a ayudarla pero se le adelantaron; vio como la dejaban en la tierra y se iban a seguir con sus juegos. Supuso que era normal, pero no era normal que poco después un hombre estuviera encima de ella.
Se acercó a ellos, escuchando lo que decían -Luna, actúa- Y como si de una trasformación tratase, se quitó el manto que tenía encima y se preparó para hacer lo que cualquier otra persona debería hacer en un momento como aquel y no haber dejado a una pobre chica sola en la arena, borracha y sola, que poco pensaban la gente en los demas.
El hombre no llegó a besar los labios de la pobre chica, sino que beso el arenoso pie de Oce -¡Cerdo!- Le dijo al hombre, el cual cayó al suelo sangrando por la boca y se levantó tambaleándose por el impacto para pegar a Oce, pero la diferencia de él a ella, era que ella no estaba borracha, y sin pensarlo, golpeo con su pie a la entrepierna del hombre, haciendo que este cayera al suelo nuevamente llorando por el dolor. Oce se agachó para ayudar a la chica a levantarse -Dios...- Si, Luna ayudando. Ella solo trataba bien a otras mujeres, a los hombres solo los trataba bien si después podía matarlos de una forma cruel y peligrosa -Vamos, pequeña, levanta- Se podía escuchar como el hombre lloraba por el dolor, hecho un ovillo en el suelo. Había notado algo crujir en su pierna, quizás fuese algún hueso de ese hombre, o algo mas doloroso. Pensar en ello le hizo sonreír.
Oce intentó que la chica pusiera su brazo sobre los hombros de ella para llevarla con el Leñador y su mujer -Estos hombres son de lo peor, espero que no te haya hecho nada, te voy a llevar con unos amigos, podrás comer y descansar, no voy a dejar que abusen de ti- La había escuchado antes y entendía que sabía bien poco sobre lo que era ser fértil y demás -Tienes cosas que aprender pequeña- Le dijo con una leve risa -No me he presentado, me llamo Luna, espero ser amiga tuya- La miró a los ojos sonriendo feliz, le gustaba estar con otras chicas, se sentía mas cómoda, como si no tuviese problemas al hablar o contar cosas, era una sensación que la llenaba de paz -¿Tu como te llamas preciosa?- Miraba el aspecto de ella gracias a la luz de una de las hogueras, esa pobre chica no estaba nada bien y quizás necesitase algo mas que descansar. Podría proporcionarle un hueco en su taberna y algo de ayuda, quizás podría trabajar para ella también,
CERRADO POR SOLSTICIO DE VERANO,
NO DUDES DE DISFRUTAR ESTE DÍA ALLÍ
NO DUDES DE DISFRUTAR ESTE DÍA ALLÍ
Había viajado junto a la familia de él, jugando todo el camino con sus hijos los cuales no se cansaban, pero vamos, que ella tampoco, se pasaron el camino entero hablando de cosas del festival, de historias, del barco al que le prendían fuego; era una historia muy bonita y triste, a ella le gustaba ese tiempo de historias. Tras una larga caminata, estaba con ellos alrededor de una hoguera, la cual calentaba buenos trozos de carne que ella había traído, conjunto a grandes barriles de cerveza y vino. Era un día especial y se lo tenían que pasar bien todo -¿Por qué saltan?- Le preguntó a la mujer del Leñador, ya que este estaba ya borracho y la noche apenas había comenzado -Por la fertilidad, yo mejor no salto esas olas o voy a tener tantos niños como arboles hay en el bosque- Tenían 4 y un recién nacido. A Oce le hizo gracia a la vez que la ruborizó un poco mirando las olas -A este ritmo no vas a tener descendencia- Se había colocado casi encima de ella mirándola con una ceja levantada -A ver si en esta noche... te llevas a un buen hombre- Sonrió volviendo a su posición anterior -Fuerte y guapo- Oce negó mas roja aun -No, no estoy lisa, me voy a dar un paseo- Se alejó apresurada por evitar mas comentario acerca de ello.
Ella no se sentía muy bien en la fiiesta, estaba acostumbrada a borrachos y a que algún que otro hombre intentase ligar con ella, pero aun así, prefería que no lo hicieran. Aun mas siendo Sol, pues a ella no le agradaba mucho los hombres, aunque a Luna tampoco, actuaba como que si, para luego matarlos y hacerlos pasar mal. Cada cual era como era y actuaba dependiendo de la situación. De pronto, vio a una chica que estaba metida de cabeza en un barril de vino, estaba entera mojada por el vino y parecía que hasta le gustaba que esos hombres jugasen con ella, quizás era algún tipo de apuesta. Se fue acercando a la orilla cuando de golpe, ella pasó por su lado cayendo al agua. Iba a ayudarla pero se le adelantaron; vio como la dejaban en la tierra y se iban a seguir con sus juegos. Supuso que era normal, pero no era normal que poco después un hombre estuviera encima de ella.
Se acercó a ellos, escuchando lo que decían -Luna, actúa- Y como si de una trasformación tratase, se quitó el manto que tenía encima y se preparó para hacer lo que cualquier otra persona debería hacer en un momento como aquel y no haber dejado a una pobre chica sola en la arena, borracha y sola, que poco pensaban la gente en los demas.
El hombre no llegó a besar los labios de la pobre chica, sino que beso el arenoso pie de Oce -¡Cerdo!- Le dijo al hombre, el cual cayó al suelo sangrando por la boca y se levantó tambaleándose por el impacto para pegar a Oce, pero la diferencia de él a ella, era que ella no estaba borracha, y sin pensarlo, golpeo con su pie a la entrepierna del hombre, haciendo que este cayera al suelo nuevamente llorando por el dolor. Oce se agachó para ayudar a la chica a levantarse -Dios...- Si, Luna ayudando. Ella solo trataba bien a otras mujeres, a los hombres solo los trataba bien si después podía matarlos de una forma cruel y peligrosa -Vamos, pequeña, levanta- Se podía escuchar como el hombre lloraba por el dolor, hecho un ovillo en el suelo. Había notado algo crujir en su pierna, quizás fuese algún hueso de ese hombre, o algo mas doloroso. Pensar en ello le hizo sonreír.
Oce intentó que la chica pusiera su brazo sobre los hombros de ella para llevarla con el Leñador y su mujer -Estos hombres son de lo peor, espero que no te haya hecho nada, te voy a llevar con unos amigos, podrás comer y descansar, no voy a dejar que abusen de ti- La había escuchado antes y entendía que sabía bien poco sobre lo que era ser fértil y demás -Tienes cosas que aprender pequeña- Le dijo con una leve risa -No me he presentado, me llamo Luna, espero ser amiga tuya- La miró a los ojos sonriendo feliz, le gustaba estar con otras chicas, se sentía mas cómoda, como si no tuviese problemas al hablar o contar cosas, era una sensación que la llenaba de paz -¿Tu como te llamas preciosa?- Miraba el aspecto de ella gracias a la luz de una de las hogueras, esa pobre chica no estaba nada bien y quizás necesitase algo mas que descansar. Podría proporcionarle un hueco en su taberna y algo de ayuda, quizás podría trabajar para ella también,
Ocelote
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 84
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Luego de mi recorrido por Sandorai seme ocurrió volver a la Playa de los Ancestros antes de seguir mi viaje, pero me lleve la pequeña sorpresa, la playa estaba a rebosar de gente de todas las especies, lo cual me lleno de curiosidad lo cual no era casa nueva en mi al acercarme me percate, pase entre las hogueras de las personas y me llego el olor de la hidromiel por todas partes como también el olor abundante de cenizas por la madera de las hogueras y me fije de como por todas las hogueras hay gente riéndose y disfrutando justo allí siento como me jalaban por un brazo y al fijarme era una mujer humana que de seguro me tubo que confundir con su hija su puse y luego me llevo a una tienda de la cual salían muchas mujer mas que todas niñas me fije que la señora iba mascullando una que otra maldición para luego lanzarme dentro de la tienda - Ya es suficiente que me toque arreglar a las niñas para arreglarte a ti ¿No cres? - sin dejarme al menos contestarle la señora me sentó me quito la ropa y me soltó el cabello para luego echarme agua fría, aunque admito que me merecía un buen baño desde ase tiempo no era para que me tratara como una niña, esto me recordaba como se ponía mi madre cuando volvía toda sucia a casa y con el vestido echo jirones mugrientos aunque no me frotaba tan fuerte la piel como para tratar de arrancarme la con el cepillo tanto asi que trato de quitarme los tatuajes de la cara con el cepillo. Luego de bañarme entre maldiciones la mujer me peino, mejor dicho me jalo el cabello asta estar desenredado y me puso un vestido sencillo pero simpático aunque claro no me gustaba tener los hombros descubiertos - Bueno y que esperas ve a repartir las flores - dijo dándole una canasta con las flores - Pero... - no logre terminar la face cuando ya me volvía a regañar - No tengo tiempo para discutir si quieres ve a hacer lo que te plazca pero no me molestes que estoy ocupada - me dijo en regaño para luego pasar a arreglar a una niñita, algo asombrada deje la canasta a un lado y tome mis cosas para luego guardarlas en silencio en mi bolso y salir lo mas rápido que pude, luego de estar algo lejos de la tienda de la mujer gruñona me senté de espalda a una hoguera para ponerme las botas para luego levantarme - Bueno debo agradecerle a la señora que ya no huelo mal y tampoco me veo tan mal... Aunque me duelen los cachetes - dije mientras caminaba por la arena palpándome los cachetes.
Veía a la gente reír cantar bailar incluso contar historias, aunque nadie me llamaba allí me acerque y me senté para escuchar como un hombre de como se había enfrentado a una pandilla de hombres bestias el solo y salio sin un rasguño del combate y que no se podía decir lo mismo de la pandilla de ladrones, yo solo me quede escuchando la historia irreal tratando no soltar una carcajada burlona ya que se notaba que el hombre tenia rato bebiendo hidromiel o cerveza o lo que estuviera bebiendo, luego cuando se sentó en el trono agarrando de la cintura a la una muchacha que tenia sentada a su lado mientras seguía bebiendo - Ja, perdoname pero la historia suena algo irreal - el hombre seme quedo mirando mientras bebía para luego hablarme - ¿Por que lo dises? - dijo sin dirigirme mucha importancia - Por que digamos que me a pasado algo parecido y es mentira que ayas salido sin un rasguño - el muchacho que estaba junto ami se echo a reír - Aver cuenta entonces - dijo con un ademan para que me levantara y hablara - Primero denme un poco de lo que beben - dije con una sonrisa para tomar la jarra que me ofrecía y beber un poco del contenido antas de levantarme y limpiarme la boca con el dorso de la mano - Bueno la historia es algo larga asi que tratare de resumirla - dije para luego dar otro trago a la jarra, como extrañaba beber ya ni recordaba cuando fue la ultima vez que había saboreado la hidromiel. Explique mi loca aventura por las catatumbas junto a magita claro evitando mencionar su nombre frente a desconocidos. Les empece a explicar como había acabado con los vampiros, como me habían capturado luego y de como habíamos escapado - Les mostraría las otras heridas pero me da pena - dije mostrando nada mas las quemaduras de mi mano - Asi que es imposible evitar recibir un rasguño - dije mientras me volvía a sentar en el tronco.
Seguí bebiendo la hidromiel mientras escuchaba las historias de los demás, ya fueran obscenas, divertidas, dramáticas, sangrientas, etc. Todo estaba muy entretenido y fue cuando recordé por que toda esa gente se encontraban allí celebraban era Solsticio de Veranó, hace casi 7 años desde el ultimo que había ido a celebrar junto a mi familia no solo mis hermanos y padres sino también tíos y primos sin olvidar a mis abuelos, el recuerdo iso que me quedara mirando un rato el fuego y lo que logro hacer que saliera de mis pensamientos fue la mano de el hombre que tenia al lado sobre mi hombro para preguntarme que si quería otro poco de hidromiel y si me encontraba bien, yo simplemente asentí a ambas cosas y pasarle la jarra para que me sirviera mas. Luego tome de nuevo la jarra para seguir bebiendo mientras escuchaba las historias sin evitar reír junto a los desconocidos del grupo.
Veía a la gente reír cantar bailar incluso contar historias, aunque nadie me llamaba allí me acerque y me senté para escuchar como un hombre de como se había enfrentado a una pandilla de hombres bestias el solo y salio sin un rasguño del combate y que no se podía decir lo mismo de la pandilla de ladrones, yo solo me quede escuchando la historia irreal tratando no soltar una carcajada burlona ya que se notaba que el hombre tenia rato bebiendo hidromiel o cerveza o lo que estuviera bebiendo, luego cuando se sentó en el trono agarrando de la cintura a la una muchacha que tenia sentada a su lado mientras seguía bebiendo - Ja, perdoname pero la historia suena algo irreal - el hombre seme quedo mirando mientras bebía para luego hablarme - ¿Por que lo dises? - dijo sin dirigirme mucha importancia - Por que digamos que me a pasado algo parecido y es mentira que ayas salido sin un rasguño - el muchacho que estaba junto ami se echo a reír - Aver cuenta entonces - dijo con un ademan para que me levantara y hablara - Primero denme un poco de lo que beben - dije con una sonrisa para tomar la jarra que me ofrecía y beber un poco del contenido antas de levantarme y limpiarme la boca con el dorso de la mano - Bueno la historia es algo larga asi que tratare de resumirla - dije para luego dar otro trago a la jarra, como extrañaba beber ya ni recordaba cuando fue la ultima vez que había saboreado la hidromiel. Explique mi loca aventura por las catatumbas junto a magita claro evitando mencionar su nombre frente a desconocidos. Les empece a explicar como había acabado con los vampiros, como me habían capturado luego y de como habíamos escapado - Les mostraría las otras heridas pero me da pena - dije mostrando nada mas las quemaduras de mi mano - Asi que es imposible evitar recibir un rasguño - dije mientras me volvía a sentar en el tronco.
Seguí bebiendo la hidromiel mientras escuchaba las historias de los demás, ya fueran obscenas, divertidas, dramáticas, sangrientas, etc. Todo estaba muy entretenido y fue cuando recordé por que toda esa gente se encontraban allí celebraban era Solsticio de Veranó, hace casi 7 años desde el ultimo que había ido a celebrar junto a mi familia no solo mis hermanos y padres sino también tíos y primos sin olvidar a mis abuelos, el recuerdo iso que me quedara mirando un rato el fuego y lo que logro hacer que saliera de mis pensamientos fue la mano de el hombre que tenia al lado sobre mi hombro para preguntarme que si quería otro poco de hidromiel y si me encontraba bien, yo simplemente asentí a ambas cosas y pasarle la jarra para que me sirviera mas. Luego tome de nuevo la jarra para seguir bebiendo mientras escuchaba las historias sin evitar reír junto a los desconocidos del grupo.
Zukura Kito
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 184
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Según los rumores escuchados en las tabernas, aquella noche se iba a celebrar el Midsummarblót, por lo que entendía era una celebración importante, nunca había tenido tiempo de ir a alguna… principalmente porque me había obligado a permanecer alejado de la sociedad pro dos años, dos años de los cuales realmente no me quejaba ya que habían sido muy tranquilos “Quitando las largas charlas sin respuesta de los animales… y las heridas por ideas estúpidas”.
Esta vez mi decisión había sido más rápida de lo normal, iba a asistir a aquel evento, si había comida gratis no dudaría en ir; otros tal vez iban por pasar un rato a menos o recordar buenos momentos, a mi me bastaba con el hecho de que no comería lo típico… o sea, roedores silvestres con fruta.
Había terminado de hacer los trueques y me dirigí directamente al sitio donde se iba a realizar el evento, el sol estaba cayendo y la gente comenzaba a reunirse en el sitio. Por mi parte observé desde los arbustos, no había nadie que conociera y tampoco veía necesario el hecho de conocer caras nuevas por el momento “A menos que esa cara nueva traiga consigo algo de comer claramente”.
Un barco ardió en el mar, parecía una de esas piras que solían hacerles a algunos difuntos… aunque por los balbuceos de la gente sabía que el barco estaba vacío. Comencé a caminar entre el gentío en busca de los alimentos, ya los débiles al alcohol comenzaban a vociferar canciones levantando las jarras.
Llegué a una mesa que tenía varios platos servidos y no dudé en tomar una porción decente de carne, era bueno saborear algo que no fuese conejo o ardilla, sin despegarme de los platillos observé ahora alrededor captando más de cerca el aire festivo, hasta había visto al Bio-cibernético Adie por allí con una armadura “¿Por qué mastica una armadura?” Posiblemente luego fuese a preguntarle para tener una respuesta.
Luego di un vistazo a las olas y no fue extraño notar como una pareja por lo visto se revolcaba en la arena, ciertamente repugnante tomando en cuenta la cantidad de personas que habían… aunque solían pasar cosas así muy a menudo en esta clase de festividades, a veces hasta salían crías luego de los acontecimientos. Estaba por apartar la mirada cuando una cola blanca me hizo centrar la atención en la joven, centré la atención otro momento para darme cuenta bien que era Niura la que se encontraba en el suelo. Tuve que analizar la situación para fijarme que en realidad estaba a punto de ser forzada a realizar ciertos actos, cosa que no resultaba agradable en ningún lado.
Guardé la carne restante en mi bolsa de provisiones, ni loco iba a permitirme perder aquel tipo de comida. Traté de caminar rápidamente ante los “tortolitos en el suelo”, generalmente no sabía cómo lidiar con actos así en persona… generalmente cuando los hombres forzaban a chicas en el bosque la medida contraproducente era dispararles una flecha en la rodilla y a veces no era lo suficiente, no evité pensar en Delilah que no había corrido con la suerte de ser ayudada a tiempo… al menos ya estaba segura en el bosque y dudaba que aquel vampiro ahora ciego se atreviera a buscarla.
Consideré sacar el arco pero una joven de cabellos blanquecinos había interrumpido en el acto, con un par de golpes bruscos y tachados de “No justos” dejó al atacante de Niura en el suelo; con aquello bastó que no debía usar un arma en la festividad. Terminé de acercarme a ambas jóvenes y le eché un último vistazo al sujeto que sollozaba por los golpes.
- Pobre sujeto. – Comenté por lo bajo, no justificando sus actos pero comprendiendo el dolor. - ¿Tú quien eres? O mejor dicho ¿La conoces? – Comenté observando a la de pelo blanco, por lo que conocía de la licántropo la chica era algo torpe “Realmente lo era de más” y no conocía mucho del mundo, aquello dejaba claro que tampoco personas. – Aunque eso realmente no es importante por el momento. – Regresé la mirada a la licántropo que parecía estar en estado de ebriedad. - ¿Tú cómo estás? Aparte de…borracha por lo visto. – Sostuve el rostro de la licántropo y examiné sus pupilas un momento. - ¿Nada de drogas aún? Porque al parecer es solo alcohol.
Esta vez mi decisión había sido más rápida de lo normal, iba a asistir a aquel evento, si había comida gratis no dudaría en ir; otros tal vez iban por pasar un rato a menos o recordar buenos momentos, a mi me bastaba con el hecho de que no comería lo típico… o sea, roedores silvestres con fruta.
Había terminado de hacer los trueques y me dirigí directamente al sitio donde se iba a realizar el evento, el sol estaba cayendo y la gente comenzaba a reunirse en el sitio. Por mi parte observé desde los arbustos, no había nadie que conociera y tampoco veía necesario el hecho de conocer caras nuevas por el momento “A menos que esa cara nueva traiga consigo algo de comer claramente”.
Un barco ardió en el mar, parecía una de esas piras que solían hacerles a algunos difuntos… aunque por los balbuceos de la gente sabía que el barco estaba vacío. Comencé a caminar entre el gentío en busca de los alimentos, ya los débiles al alcohol comenzaban a vociferar canciones levantando las jarras.
Llegué a una mesa que tenía varios platos servidos y no dudé en tomar una porción decente de carne, era bueno saborear algo que no fuese conejo o ardilla, sin despegarme de los platillos observé ahora alrededor captando más de cerca el aire festivo, hasta había visto al Bio-cibernético Adie por allí con una armadura “¿Por qué mastica una armadura?” Posiblemente luego fuese a preguntarle para tener una respuesta.
Luego di un vistazo a las olas y no fue extraño notar como una pareja por lo visto se revolcaba en la arena, ciertamente repugnante tomando en cuenta la cantidad de personas que habían… aunque solían pasar cosas así muy a menudo en esta clase de festividades, a veces hasta salían crías luego de los acontecimientos. Estaba por apartar la mirada cuando una cola blanca me hizo centrar la atención en la joven, centré la atención otro momento para darme cuenta bien que era Niura la que se encontraba en el suelo. Tuve que analizar la situación para fijarme que en realidad estaba a punto de ser forzada a realizar ciertos actos, cosa que no resultaba agradable en ningún lado.
Guardé la carne restante en mi bolsa de provisiones, ni loco iba a permitirme perder aquel tipo de comida. Traté de caminar rápidamente ante los “tortolitos en el suelo”, generalmente no sabía cómo lidiar con actos así en persona… generalmente cuando los hombres forzaban a chicas en el bosque la medida contraproducente era dispararles una flecha en la rodilla y a veces no era lo suficiente, no evité pensar en Delilah que no había corrido con la suerte de ser ayudada a tiempo… al menos ya estaba segura en el bosque y dudaba que aquel vampiro ahora ciego se atreviera a buscarla.
Consideré sacar el arco pero una joven de cabellos blanquecinos había interrumpido en el acto, con un par de golpes bruscos y tachados de “No justos” dejó al atacante de Niura en el suelo; con aquello bastó que no debía usar un arma en la festividad. Terminé de acercarme a ambas jóvenes y le eché un último vistazo al sujeto que sollozaba por los golpes.
- Pobre sujeto. – Comenté por lo bajo, no justificando sus actos pero comprendiendo el dolor. - ¿Tú quien eres? O mejor dicho ¿La conoces? – Comenté observando a la de pelo blanco, por lo que conocía de la licántropo la chica era algo torpe “Realmente lo era de más” y no conocía mucho del mundo, aquello dejaba claro que tampoco personas. – Aunque eso realmente no es importante por el momento. – Regresé la mirada a la licántropo que parecía estar en estado de ebriedad. - ¿Tú cómo estás? Aparte de…borracha por lo visto. – Sostuve el rostro de la licántropo y examiné sus pupilas un momento. - ¿Nada de drogas aún? Porque al parecer es solo alcohol.
Fredericksen
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 394
Nivel de PJ : : 2
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
De repente escuché un golpe, abriendo los ojos de par en par, y vi un pie ante mi cara, golpeando la cara del hombre ese. El señor salió disparado hacia atrás para luego ser pateado en las partes que mi hermano me prohibió patear nunca jamás. Ualaa... ha roto el tabú... hic!
Luego la mujer albina que me salvó me ofrece la mano para levantarme. Si bien es cierto que nunca antes había visto una mujer con el pelo blanco, me sorprendió gratamente, pues me recordaba a montones a la protagonista de uno de mis libros favoritos: los gemelos gunham, donde se narraba la historia de dos mellizos albinos, una chica y un chico, que robaban la reliquia de un dios y empezaban a recorrer el mundo escondiendose de su ira allá donde iban, burlándose del dios, jugando con él, hasta que, años después, acaban cansandose y se lo devolvían, solo para recibir las felicitaciones del dios por haber logrado huír de él durante tantos años, y acaba regalándoles dicha reliquia. Siempre me imaginé saliendo un dia de mi territorio y robar yo también un artefacto místico o de un gran poder solo para molestar a un dios y jugar con él para pasar un buen rato.
Pelos blancosh... en forma humana... qué chulo... No pude evitar decir, fijándome en ese detalle más que en nada. Luego la chica se presentó. ¡Luna! Lunaa... LuuuUUUuuuuna... Me puse a reír, a pesar de no saber exactamente el por qué. Pero... creo que podía adivinarlo. Mi... ¡hic! ¡Mi nombre...! Oh, si... claro... espera... si... Cuando me ayudó a levantarme, me despulsé con las manos las nalgas y las rodillas, y me erguí, sacando pecho. ¡Mi nombre es Niura Ca-blurg...! ¡Ñng...! Me volví a caer de rodillas, poniéndome una mano delante de la boca. Creo que por milagro del cielo, no saqué todo lo que había tragado de alcohol... y algo de agua de mar. Mi barriga de hierro entrenada durante toda mi vida con carne cruda volvió a demostrar su utilidad. E... eshtoy bien... graciash... por ayudarme... en mi encarnizada batalla... contra aquel sher de dudosa moralidad... ¡hic!
Repentinamente, un hombre se movió por delante de mí, hablando con una voz conocida, y cuando me fijé mejor, abrí mucho los ojos. ¡¡Uuoooh!! ¡Eresh tú, el señor Candau...hic! No te vi desde aquella vez que... que, ya sabesh... que me salvaste... dos veces... de aquella tramp a y... y luego... una niña muy muy mona... y... Intentaba esforzarme, pero mi mente se hallaba cubierto con una manta de densa niebla. Acabé agitando la cabeza de un lado a otro, deshaciéndome de lo que estaba hablando para cambiar de tema. ¿Qué hacesh aquí... y por qué ahora tienesh un hermano gemelo translushido...? Abrí mucho los ojos y luego los achiné, mirándolo con desconfianza.
Me deshice del agarre de la señorita Luna y di dos zancadas irregulares hasta quedar ante el humano, agarrándolo de la camisa. Acerco la cabeza, mirándolo muy, muy de cerca. ¿A ti tambien... ¡te ha enviado Errrric!? Mas no tardé ni un segundo en esclatar en una risa floja de borracha, soltándolo y abrazándome a él. Giré un poco la cabeza para mirar a la chica albina. Éshte ser de aquí... ¿sabes? ¡E... éste! Lo señalé bien con el dedo para asegurarme que viera quién es, a pesar de estar los tres apartados del gentío y ser inconfundible a quién me refería. Él... ¡es un genio! Is...His... ¡Hizo una hoguera, de la nada! ¡Con unosh palitos! ¿¡Te lo puedesh creer!? ...¡Hic! O-oh! Shi! Candau... Candau... ¿Sabesh que? He saltado lash olas... y tengo uuuuuun monton de fertilidaaaad... a ver... a ver... la verdad, esh que no se qué significa... pe-pero... pero, ¿sabes? Pero, ¿sabes? Pero, pero, pero, ¿sabes lo que si se? ¿Sabesh...? Pues, se... ¡que tengo muuuuucha! ¡Muchísima... hic! aaahahahaha... Y volví a caer sobre sus brazos, dejando el peso de mi cuerpo muerto, flaqueándome las rodillas.Mientras íban haciendo sus cosas, yo iba hablando en off, tratando de hacer algo similar a una cancioncita.
Mi nombre Niura Caelia ser, miembro de la... ¡hic! Descendiente de la mejor manada... yoohohooo... una gran caelia soy... yooohoho... a hacer historia vooy... ¡hic!
Tras repetir la misma frase dos o tres veces me puse a reír para mí misma, dejando en todo momento que me llevaran y manipularan mi cuerpo como quisieran, importándome poco o menos, ensimismada en mis fantásticas historias intrínsecas de mi mente, avivadas por el alcohol y el embriagador buen ambiente que me azoraba.
Luego la mujer albina que me salvó me ofrece la mano para levantarme. Si bien es cierto que nunca antes había visto una mujer con el pelo blanco, me sorprendió gratamente, pues me recordaba a montones a la protagonista de uno de mis libros favoritos: los gemelos gunham, donde se narraba la historia de dos mellizos albinos, una chica y un chico, que robaban la reliquia de un dios y empezaban a recorrer el mundo escondiendose de su ira allá donde iban, burlándose del dios, jugando con él, hasta que, años después, acaban cansandose y se lo devolvían, solo para recibir las felicitaciones del dios por haber logrado huír de él durante tantos años, y acaba regalándoles dicha reliquia. Siempre me imaginé saliendo un dia de mi territorio y robar yo también un artefacto místico o de un gran poder solo para molestar a un dios y jugar con él para pasar un buen rato.
Pelos blancosh... en forma humana... qué chulo... No pude evitar decir, fijándome en ese detalle más que en nada. Luego la chica se presentó. ¡Luna! Lunaa... LuuuUUUuuuuna... Me puse a reír, a pesar de no saber exactamente el por qué. Pero... creo que podía adivinarlo. Mi... ¡hic! ¡Mi nombre...! Oh, si... claro... espera... si... Cuando me ayudó a levantarme, me despulsé con las manos las nalgas y las rodillas, y me erguí, sacando pecho. ¡Mi nombre es Niura Ca-blurg...! ¡Ñng...! Me volví a caer de rodillas, poniéndome una mano delante de la boca. Creo que por milagro del cielo, no saqué todo lo que había tragado de alcohol... y algo de agua de mar. Mi barriga de hierro entrenada durante toda mi vida con carne cruda volvió a demostrar su utilidad. E... eshtoy bien... graciash... por ayudarme... en mi encarnizada batalla... contra aquel sher de dudosa moralidad... ¡hic!
Repentinamente, un hombre se movió por delante de mí, hablando con una voz conocida, y cuando me fijé mejor, abrí mucho los ojos. ¡¡Uuoooh!! ¡Eresh tú, el señor Candau...hic! No te vi desde aquella vez que... que, ya sabesh... que me salvaste... dos veces... de aquella tramp a y... y luego... una niña muy muy mona... y... Intentaba esforzarme, pero mi mente se hallaba cubierto con una manta de densa niebla. Acabé agitando la cabeza de un lado a otro, deshaciéndome de lo que estaba hablando para cambiar de tema. ¿Qué hacesh aquí... y por qué ahora tienesh un hermano gemelo translushido...? Abrí mucho los ojos y luego los achiné, mirándolo con desconfianza.
Me deshice del agarre de la señorita Luna y di dos zancadas irregulares hasta quedar ante el humano, agarrándolo de la camisa. Acerco la cabeza, mirándolo muy, muy de cerca. ¿A ti tambien... ¡te ha enviado Errrric!? Mas no tardé ni un segundo en esclatar en una risa floja de borracha, soltándolo y abrazándome a él. Giré un poco la cabeza para mirar a la chica albina. Éshte ser de aquí... ¿sabes? ¡E... éste! Lo señalé bien con el dedo para asegurarme que viera quién es, a pesar de estar los tres apartados del gentío y ser inconfundible a quién me refería. Él... ¡es un genio! Is...His... ¡Hizo una hoguera, de la nada! ¡Con unosh palitos! ¿¡Te lo puedesh creer!? ...¡Hic! O-oh! Shi! Candau... Candau... ¿Sabesh que? He saltado lash olas... y tengo uuuuuun monton de fertilidaaaad... a ver... a ver... la verdad, esh que no se qué significa... pe-pero... pero, ¿sabes? Pero, ¿sabes? Pero, pero, pero, ¿sabes lo que si se? ¿Sabesh...? Pues, se... ¡que tengo muuuuucha! ¡Muchísima... hic! aaahahahaha... Y volví a caer sobre sus brazos, dejando el peso de mi cuerpo muerto, flaqueándome las rodillas.Mientras íban haciendo sus cosas, yo iba hablando en off, tratando de hacer algo similar a una cancioncita.
Mi nombre Niura Caelia ser, miembro de la... ¡hic! Descendiente de la mejor manada... yoohohooo... una gran caelia soy... yooohoho... a hacer historia vooy... ¡hic!
Tras repetir la misma frase dos o tres veces me puse a reír para mí misma, dejando en todo momento que me llevaran y manipularan mi cuerpo como quisieran, importándome poco o menos, ensimismada en mis fantásticas historias intrínsecas de mi mente, avivadas por el alcohol y el embriagador buen ambiente que me azoraba.
Niura Caelia
Aprendiz
Aprendiz
Cantidad de envíos : : 39
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Sus pasos eran lentos pero firmes. Su mirada se perdía en los más nimios detalles, en los colores, olía a... ¿mar? Sin pensárselo dos veces, siguió aquel olor tan poco familiar para ella. ¿Realmente había llegado al mar? Su vista entonces se deleitó con aquel espectáculo: las olas rompiendo sobre la arena, el sonido del agua que repetía su ciclo una y otra vez sobre la tierra. Era la primera vez que veía tanta agua junta y era una visión que no iba a olvidar con facilidad, con la luna trazando un camino de plata sobre el agua oscura.
Al parecer, además, se celebraba una fiesta. Tuvo que reírse, le recordaba un poco a su tribu. Cualquier excusa era buena para enganchar el vino y acabar vomitando en una esquina. Se acercó hasta aquel ambiente de festividad y nada más llegar vio algo alucinante: una especie de hombre de hierro comiéndose una armadura. ¿Qué diantres era eso? Tuvo que quedarse con una cara muy graciosa, pues más adelante una mujer anciana se le acercó y colocó una corona de flores en su cuello. Malvas.
-A tono con tu pelo, querida. -la mujer le sonrió, observando su incertidumbre- Bienvenida al Midsummarblót
Iredia entonces cayó. La fiesta funeral del dios Balder. Giró la cabeza y vio la barca alejada, quemada. Le hubiera gustado llegar antes y haber presenciado aquel bello espectáculo. Un poco más alejados vio a tres siluetas, una de ellas parecía llevar una suprema cogorza. Prestó atención de nuevo a la mujer anciana. Iba con tres niñas a sus pies. Un poco más lejos pero próximas había una hilera de chicas jóvenes y hermosas, sonrientes que repartían flores de todos los colores y formas. La anciana entonces le hizo una seña a una de las crías, quien se marchó corriendo, cogió otra cesta llena de flores y se la tendió a Iredia.
-Eres una joven y hermosa flor, repártelas por ahí y disfruta.
Antes de que pudiesen seguir con la conversación, una de las jóvenes se acercó a ellas. Alta, esbelta, de cabello rubio y ojos celestes como el mar que tenían a su lado. Miró a Iredia con cara de muy pocos amigos, cosa que la elfa no comprendió. Acababan de conocerse, no le había dado tiempo a cagarla todavía.
-Adda, se supone que solo nosotras repartimos las flores, ¿no? -dijo con un tono indignado.
La anciana comprendió en un primer vistazo que la joven rubia sentía su belleza amenazada por la de la elfa. Por supuesto, era un detalle tonto que a Iredia no se le hubiese ocurrido jamás.
-¿Y qué hay de malo en que esta joven belleza se una a vosotras, Lucelia? Es elfa. Seguro que las flores y ella han convidido juntas más tiempo que nosotras.
-Es que no quiero que se ponga en medio y me haga tropezar. -miró a Iredia de arriba abajo con desprecio.
La elfa se hartó.
-Si te tropiezas, igual es que no miras por dónde caminas.
La rubia, Lucelia, crispó el rostro y se acercó a menos de un palmo.
-Pues ten cuidado no te pise a ti, enana. -bueno, si comparábamos a Iredia con aquella modelo, sí, ella era más enana. Seguía sin comprender esa hostilidad, pero en lo único que pensaba en ese momento era en romperle los dientes a esa mema.
Adda entonces agitó las manos. Las niñas observaban todo en silencio.
-Repartid las flores juntas, una al lado de la otra. Quizás hasta recibáis alguna un regalo por vuestra belleza... -dejó caer la anciana.
Lucelia se quedó un momento dudando. Entrecerró entonces los ojos y miró a Iredia fijamente.
-La que reciba el mejor piropo de las dos, gana.
<<Vaya suprema tontería...>>, pensó la elfa.
Pero, sin pensar mucho en lo que hacía, cogió una de las flores, la olió y se la puso en el pelo, sin dejar de mirar a la rubia.
-Trato hecho, humana. -dijo con cierto tono despectivo.
Al parecer, además, se celebraba una fiesta. Tuvo que reírse, le recordaba un poco a su tribu. Cualquier excusa era buena para enganchar el vino y acabar vomitando en una esquina. Se acercó hasta aquel ambiente de festividad y nada más llegar vio algo alucinante: una especie de hombre de hierro comiéndose una armadura. ¿Qué diantres era eso? Tuvo que quedarse con una cara muy graciosa, pues más adelante una mujer anciana se le acercó y colocó una corona de flores en su cuello. Malvas.
-A tono con tu pelo, querida. -la mujer le sonrió, observando su incertidumbre- Bienvenida al Midsummarblót
Iredia entonces cayó. La fiesta funeral del dios Balder. Giró la cabeza y vio la barca alejada, quemada. Le hubiera gustado llegar antes y haber presenciado aquel bello espectáculo. Un poco más alejados vio a tres siluetas, una de ellas parecía llevar una suprema cogorza. Prestó atención de nuevo a la mujer anciana. Iba con tres niñas a sus pies. Un poco más lejos pero próximas había una hilera de chicas jóvenes y hermosas, sonrientes que repartían flores de todos los colores y formas. La anciana entonces le hizo una seña a una de las crías, quien se marchó corriendo, cogió otra cesta llena de flores y se la tendió a Iredia.
-Eres una joven y hermosa flor, repártelas por ahí y disfruta.
Antes de que pudiesen seguir con la conversación, una de las jóvenes se acercó a ellas. Alta, esbelta, de cabello rubio y ojos celestes como el mar que tenían a su lado. Miró a Iredia con cara de muy pocos amigos, cosa que la elfa no comprendió. Acababan de conocerse, no le había dado tiempo a cagarla todavía.
-Adda, se supone que solo nosotras repartimos las flores, ¿no? -dijo con un tono indignado.
La anciana comprendió en un primer vistazo que la joven rubia sentía su belleza amenazada por la de la elfa. Por supuesto, era un detalle tonto que a Iredia no se le hubiese ocurrido jamás.
-¿Y qué hay de malo en que esta joven belleza se una a vosotras, Lucelia? Es elfa. Seguro que las flores y ella han convidido juntas más tiempo que nosotras.
-Es que no quiero que se ponga en medio y me haga tropezar. -miró a Iredia de arriba abajo con desprecio.
La elfa se hartó.
-Si te tropiezas, igual es que no miras por dónde caminas.
La rubia, Lucelia, crispó el rostro y se acercó a menos de un palmo.
-Pues ten cuidado no te pise a ti, enana. -bueno, si comparábamos a Iredia con aquella modelo, sí, ella era más enana. Seguía sin comprender esa hostilidad, pero en lo único que pensaba en ese momento era en romperle los dientes a esa mema.
Adda entonces agitó las manos. Las niñas observaban todo en silencio.
-Repartid las flores juntas, una al lado de la otra. Quizás hasta recibáis alguna un regalo por vuestra belleza... -dejó caer la anciana.
Lucelia se quedó un momento dudando. Entrecerró entonces los ojos y miró a Iredia fijamente.
-La que reciba el mejor piropo de las dos, gana.
<<Vaya suprema tontería...>>, pensó la elfa.
Pero, sin pensar mucho en lo que hacía, cogió una de las flores, la olió y se la puso en el pelo, sin dejar de mirar a la rubia.
-Trato hecho, humana. -dijo con cierto tono despectivo.
Iredia
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 297
Nivel de PJ : : 1
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Me levante del circulo de la hoguera en la que me encontraba escuchando historias pero ya me estaba aburriendo asi que me fui a caminar por la orilla aver que encontraba, tal vez alguien con quien divertirme un buen rato, mientras caminaba seguí tomando de la jarra la cual seria la segunda que bebía y ya la llevaba por la mitad mientras caminaba por la orilla y los pies se me hundían en la arena mojada para luego ser enterrados por las olas que llegaban a lo cual le asia caso miso, cuando me termine la jarra me acerque a una mesa para volver a llenarla y seguir mi camino claro notando ya los leves efectos de la bebida - Mejor dejo de beber antes que termine borracha y aga alguna locura de la que me arrepienta - Le di otro trago dejando la jarra a la mitad - Luego de terminar con esta - mostré una sonrisa mientras caminaba para luego terminarme el contenido de la jarra y limpiándome la boca con la mano y luego dejar la jarra por allí para seguir mi camino dando brinquitos por la arena.
Mi caminata me llevo a un pequeño grupito de personas que parecían acabar con una discusión ya que había uno tirado en el suelo lloriqueando al escuchar a la mas joven del grupo hablar como borracha comprendí rapido, la niña bebió accidentalmente y un hombre quiso abusar de ella pero los otros dos que suponía eran sus amigos la ayudaron - Deberían vigilar mejor a su amiguita, a muchos hombres ya seles subí la bebido a la cabeza y no piensan con la cabeza sino con su miembro - dije con una sonrisa y un leve sonrojo por la bebida, luego me percate de que la niña tenia una cola y me quede mirándola como tonta ya que era raro ver a una humana con cola de lobo amenos claro que fuera una bestia pero esa cola seria su único rasgo animal como sea eso no me incumbe - Lo mejor es que se sienten alrededor de una hoguera y la vigilen hasta que sele pase la borrachera - dije señalando hacia una que no estaba tan lejos - Claro si quieren - me encogí de hombros para luego mirar a mi alrededor y seguí mi camino por la playa.
Seguí mi camino con un paso torpe para luego pararme en seco cuando las tripas me gruñeron pidiendo algo de comer así que me dirigí a las mesas para ver que encontraba, cuando llegue encontré una mesa en la cual había pies de pollo y me acerque a tomar una y dos y tres, ya cuando me empeñaba en comer la cuarta me tomaron por el brazo para luego voltear al ver a un hombretón corpulento y barbudo gruñéndome me limpie la boca para luego sonreírle - ¿Puedo ayudarte? - no tuve que preguntar eso ya que el hombretón parecía mas enojado que antes - ¿Sabes de quien era esa comida? - me pregunto entre gruñidos - ¿Tuya? - respondí con una pregunta para ver como se ponía - Y tu te la estabas comiendo ¿Quieres terminar en el mar con los peces niña? - dijo para luego darme un empujón, en otros momento me hubiera lanzado sobre el sin dudarlo pare estaba medio borracha y el alcohol no me ayudaría a mantener el control - Es que tenia hambre y aqui no había nadie - dije en un tono inocente el cual pericia no satisfacerlo asi que antes que la que terminara gruñendo fuera yo me aleje a paso rápido entre la gente esperando que no me siguiera en hombretón - Valla que eso fue raro - dije entre risas para luego bajarle al paso y buscar la orilla de la playa para caminar entre las olas que chocaban contra la arena.
Mi caminata me llevo a un pequeño grupito de personas que parecían acabar con una discusión ya que había uno tirado en el suelo lloriqueando al escuchar a la mas joven del grupo hablar como borracha comprendí rapido, la niña bebió accidentalmente y un hombre quiso abusar de ella pero los otros dos que suponía eran sus amigos la ayudaron - Deberían vigilar mejor a su amiguita, a muchos hombres ya seles subí la bebido a la cabeza y no piensan con la cabeza sino con su miembro - dije con una sonrisa y un leve sonrojo por la bebida, luego me percate de que la niña tenia una cola y me quede mirándola como tonta ya que era raro ver a una humana con cola de lobo amenos claro que fuera una bestia pero esa cola seria su único rasgo animal como sea eso no me incumbe - Lo mejor es que se sienten alrededor de una hoguera y la vigilen hasta que sele pase la borrachera - dije señalando hacia una que no estaba tan lejos - Claro si quieren - me encogí de hombros para luego mirar a mi alrededor y seguí mi camino por la playa.
Seguí mi camino con un paso torpe para luego pararme en seco cuando las tripas me gruñeron pidiendo algo de comer así que me dirigí a las mesas para ver que encontraba, cuando llegue encontré una mesa en la cual había pies de pollo y me acerque a tomar una y dos y tres, ya cuando me empeñaba en comer la cuarta me tomaron por el brazo para luego voltear al ver a un hombretón corpulento y barbudo gruñéndome me limpie la boca para luego sonreírle - ¿Puedo ayudarte? - no tuve que preguntar eso ya que el hombretón parecía mas enojado que antes - ¿Sabes de quien era esa comida? - me pregunto entre gruñidos - ¿Tuya? - respondí con una pregunta para ver como se ponía - Y tu te la estabas comiendo ¿Quieres terminar en el mar con los peces niña? - dijo para luego darme un empujón, en otros momento me hubiera lanzado sobre el sin dudarlo pare estaba medio borracha y el alcohol no me ayudaría a mantener el control - Es que tenia hambre y aqui no había nadie - dije en un tono inocente el cual pericia no satisfacerlo asi que antes que la que terminara gruñendo fuera yo me aleje a paso rápido entre la gente esperando que no me siguiera en hombretón - Valla que eso fue raro - dije entre risas para luego bajarle al paso y buscar la orilla de la playa para caminar entre las olas que chocaban contra la arena.
Zukura Kito
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 184
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Que Luna estuviera a cargo del cuerpo no era lo mas seguro, pero al menos era la mas valiente y la que mejor manejaba estas situaciones de peligro, aunque claro, amaba demasiado a los hombres fuertes y valientes -Bonita, no me des las gracias, es lo menos que puedo hacer- de pronto dio un saltito cogida a Niu cuando llegó el hombre, no sabía porque ni le dio tiempo a preguntar, Niu se lanzó a los brazos de aquél hombre, parecía que lo conocía y que ese hombre la había salvado en mas de una ocasión, cosa que no la sorprendía -Esto… hola- Dijo tímidamente, no le esperaba para nada -Soy… Soy Luna- Ya cogió algo de fuerza en la voz y le sonrió -Y tu… ¿eres?- Preguntó con curiosidad acercándose mas a él.
Ya estaba buscando una victima para la noche, aun con una chica tan guapa al lado, estaba en un dilema mora, aunque nunca fuese moralmente correcta -veo que os conocéis, es algo bueno- y mucho mejor que no se conocieran a otro nivel, así podría tenerlo para ella. De pronto otro salto dio, una mujer aparecía -Esto… hola y gracias por el consejo- Sonrió algo forzada por el nuevo susto, se giró asegurándose que no pasaba nada de nuevo -Chico- Le dijo a ese hombre que tenía delante -Podríamos irnos a mi hoguera, tengo comida y ella podría descansar en una de las camas que hay- No eran de las mejores, pero pasaría bien la noche aquella pobre borrachina.
Ella le hizo una seña a ellos –Venid, que vamos a ir a donde os digo- Le sonrió al hombre guiñando un ojo y andando hasta la hoguera, en donde estaba el Leñador borracho como una cuba, comiendo un trozo de carne –Mi mujé é la ma shuapa- Le decía a un amigo suyo mientras reian, su mujer se reía de su marido y lo beso en la mejilla. Cuando la vio a ella fue corriendo -¡Hay Sol! Te has perdido el como mi marido se enfrentaba a un hombre que me lanzaba los tejos- Dijo riendo y miró a los otros dos -¿Quienes son?- Le contó lo que había pasado y ella fue corriendo a por una manta de lino para darsela a Niu –Hay que ver, no deberías de beber tanto, no sabes las cosas que podría pasarte- Dijo negando.
Ya estaba buscando una victima para la noche, aun con una chica tan guapa al lado, estaba en un dilema mora, aunque nunca fuese moralmente correcta -veo que os conocéis, es algo bueno- y mucho mejor que no se conocieran a otro nivel, así podría tenerlo para ella. De pronto otro salto dio, una mujer aparecía -Esto… hola y gracias por el consejo- Sonrió algo forzada por el nuevo susto, se giró asegurándose que no pasaba nada de nuevo -Chico- Le dijo a ese hombre que tenía delante -Podríamos irnos a mi hoguera, tengo comida y ella podría descansar en una de las camas que hay- No eran de las mejores, pero pasaría bien la noche aquella pobre borrachina.
Ella le hizo una seña a ellos –Venid, que vamos a ir a donde os digo- Le sonrió al hombre guiñando un ojo y andando hasta la hoguera, en donde estaba el Leñador borracho como una cuba, comiendo un trozo de carne –Mi mujé é la ma shuapa- Le decía a un amigo suyo mientras reian, su mujer se reía de su marido y lo beso en la mejilla. Cuando la vio a ella fue corriendo -¡Hay Sol! Te has perdido el como mi marido se enfrentaba a un hombre que me lanzaba los tejos- Dijo riendo y miró a los otros dos -¿Quienes son?- Le contó lo que había pasado y ella fue corriendo a por una manta de lino para darsela a Niu –Hay que ver, no deberías de beber tanto, no sabes las cosas que podría pasarte- Dijo negando.
- Lee:
- He sufirdo muchos problemas con esta respuesta, ni le voy a poner color y si tiene faltas de orcografia, perdonenme, pero esta hecho desde el movil despues de que se me borrase 3 veces el post.
Ocelote
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 84
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Me senté en la orilla de la playa mientras la falda se mojaba por las olas me quede mirando el océano y mirar como las mujeres jugaban en el agua cuando me di de cuenta de que la jarra ya estaba vacía asi que me acoste en la arena mirando el cielo mientras el agua subía y bajaba por mis piernas mientras miraba al otro lado de la playa donde todas las personas disfrutaba de la celebración - Que aburrida estoy - dije para luego volverme a levantar y sacudirme la arena de la cabeza y caminar a la zona en las que la gente estaba sentada alrededor de las hogueras mientras jugaba con la jarra vacía en las manos mientras la lanzaba al aire para luego atajarla para dejarla en una mesa por la cual pase cerca para seguir mi camino por la playa buscando algo que hacer.
Cuándo me senté en una silla sin que nadie me prestara atención para acostar la cabeza en la mesa escuchando a las personas que tenia cerca mirándolas sin que me presten atención hasta que el efecto de la bebida me empezó a adormilar rápidamente hasta que me quede dormida sin ningún problema. No se cuanto tiempo me pase dormida pero solo se que me empece a despertar al sentir unas caricias en la cabeza sin prestar atención a quien me daba las caricias por que sacudí la mano para luego estirarme en la silla para luego taparme la boca del bostezo.
Me levante de la silla para luego seguir caminando adormilada y con la cabeza mareada pero trataba de no prestarle mucha atención al mareo y seguir caminando cuando me encontré con un grupo de chicas en donde se peleaban por estupideces que no entendía, cuando estuve lo suficientemente cerca logre escuchar algo sobre quien era la que llegaba a tener mas piropos y no pude evitar soltar una carcajada - Esa es la estupidez mas grande que e escuchado en todo el día - me acerque a la muchacha y a la ¿Elfa? Por que me sorprendía al fin y al cabo en estos lugares abundaban - No es algo recomendable los hombres beben mucho y recibirán algo mas que simples piropos eso se los aseguro a las dos pero... - no pude evitar volver a reírme - ¿Quien le hace caso a una licántropo borracha? - les dije a las dos con una sonrisa torpe - Pero deseo unirme al juego yo llevare la cuenta de los piropos ¿Les parece? - dije de forma amistosa
Cuándo me senté en una silla sin que nadie me prestara atención para acostar la cabeza en la mesa escuchando a las personas que tenia cerca mirándolas sin que me presten atención hasta que el efecto de la bebida me empezó a adormilar rápidamente hasta que me quede dormida sin ningún problema. No se cuanto tiempo me pase dormida pero solo se que me empece a despertar al sentir unas caricias en la cabeza sin prestar atención a quien me daba las caricias por que sacudí la mano para luego estirarme en la silla para luego taparme la boca del bostezo.
Me levante de la silla para luego seguir caminando adormilada y con la cabeza mareada pero trataba de no prestarle mucha atención al mareo y seguir caminando cuando me encontré con un grupo de chicas en donde se peleaban por estupideces que no entendía, cuando estuve lo suficientemente cerca logre escuchar algo sobre quien era la que llegaba a tener mas piropos y no pude evitar soltar una carcajada - Esa es la estupidez mas grande que e escuchado en todo el día - me acerque a la muchacha y a la ¿Elfa? Por que me sorprendía al fin y al cabo en estos lugares abundaban - No es algo recomendable los hombres beben mucho y recibirán algo mas que simples piropos eso se los aseguro a las dos pero... - no pude evitar volver a reírme - ¿Quien le hace caso a una licántropo borracha? - les dije a las dos con una sonrisa torpe - Pero deseo unirme al juego yo llevare la cuenta de los piropos ¿Les parece? - dije de forma amistosa
Última edición por Zukura Kito el Sáb 1 Jul 2017 - 8:09, editado 1 vez
Zukura Kito
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 184
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Niura aun parecía reconocerme aunque pareciese estar en un estado de ebriedad mucho mayor al que aparentaba, aunque aquello podía ser porque mi traje verde y ridículo podía ser reconocido en cualquier sitio ¿Quién más usaría unas prendas tan torpes? Absolutamente nadie… aunque esa era la ventaja, si nadie creía que podía existir esta clase de atuendo dudaba de que se sospechara que sería servible para el camuflaje en la maleza.
- ¿Hermano gemelo translucido? Creo que ves cosas que no son. – Según había investigado aquello podía ser culpa del estado de ebriedad.
La joven de cola blanca ahora me sujetaba de la camisa y parecía examinarme, quizá tenía sospechas de que fuese real o no… aunque el simple contacto debía bastar para responder aquella incógnita. Aunque lo único que sospechaba era si me había mandado “Erik”, según recordaba aquel era el nombre de su hermano. – No, no me ha enviado ningún “Errrric” – Le contesté imitando el mismo tono que ella había usado, tuve que sujetarla cuando me soltó y terminó abrazándome, temía que qué si la dejaba a su suerte terminara con la cara en el piso.
Mientras la joven divagaba y contaba sucesos que me trataban como “genio” solo por hacer fuego, pasó otra chica que parecía haber notado lo ocurrido posteriormente con el sujeto que seguía agonizando. – A veces no es necesario que beban para que eso suceda. – Le contesté a la mujer que por lo visto iba de pasada. Observé un momento a las hogueras que había señalado aquella desconocida, era verdad que lo mejor era dejar descansando a Niura un rato. Me giré para agradecerle la idea pero ya se había retirado, quizá tenía prisa en llegar a algún otro lado o hablar con alguien más.
Por otro lado la chica de pelo blanco ahora se dirigía a mi persona, por lo visto aquella noche la gente estaba muy ingeniosa para proponer ideas “Debe ser por culpa de las festividades, la emoción seguro les acelera la creación de pensamientos” Si, aquello debía ser lo más probable después de todo.
- Si puede descansar por mí no hay problema. Por cierto, soy Candau… Candaau. – Dije enfatizando bien el apellido evitando futuros errores. – Si es necesario lo puedo deletrear.
La de cabellos blancos nos guío y había realizado un gesto con el ojo, posiblemente un tic nervioso o algo por el estilo, aquello solía pasarle a la gente con mucha presión o al borde del pánico… resultaba extraño. Mientras caminábamos Niura se había tomado el tiempo de explicarme que estaba rebosando de fertilidad, ya había visto desvariar a la joven antes pero ebria resultaba darle un tono de gracia a sus palabras.
- Pues cuidado con tanta fertilidad, si no la controlas puede que te crezca una rama en la frente. – Bromeé cuando recordé a aquel granjero explicarme que los suelos se fertilizaban para tener mejores cosechas y de que las plantas crecieran mejor.
Los pasos de la licantropa iban acompañados por una canción que repitió pocas veces, lo más seguro porque ya le costaba cada vez más hablar… y caminar. – Supongo que es aquí. – Le dije a la albina, si la habían recibido de aquella manera era seguramente porque le conocían.
Tras una leve explicación de lo sucedido, la mujer que había recibido a la albina se dispuso a buscar una manta “¿Cómo se supone que una manta cure una borrachera?” Realmente no tenía idea pero aun así agradecí el gesto con un movimiento de cabeza. Senté con cuidado a la joven de cola blanca en un tronco junto al fuego evitando que se fuese a caer a causa de su poca estabilidad, allí lo peor que podía pasarle era que se quemase.
- Nada le pasaría por beber, le pasaría algo por la gente que tiene malas intenciones. – Respondi ante la acotación de la mayor. – Ella solo está más enérgica.
- ¿Hermano gemelo translucido? Creo que ves cosas que no son. – Según había investigado aquello podía ser culpa del estado de ebriedad.
La joven de cola blanca ahora me sujetaba de la camisa y parecía examinarme, quizá tenía sospechas de que fuese real o no… aunque el simple contacto debía bastar para responder aquella incógnita. Aunque lo único que sospechaba era si me había mandado “Erik”, según recordaba aquel era el nombre de su hermano. – No, no me ha enviado ningún “Errrric” – Le contesté imitando el mismo tono que ella había usado, tuve que sujetarla cuando me soltó y terminó abrazándome, temía que qué si la dejaba a su suerte terminara con la cara en el piso.
Mientras la joven divagaba y contaba sucesos que me trataban como “genio” solo por hacer fuego, pasó otra chica que parecía haber notado lo ocurrido posteriormente con el sujeto que seguía agonizando. – A veces no es necesario que beban para que eso suceda. – Le contesté a la mujer que por lo visto iba de pasada. Observé un momento a las hogueras que había señalado aquella desconocida, era verdad que lo mejor era dejar descansando a Niura un rato. Me giré para agradecerle la idea pero ya se había retirado, quizá tenía prisa en llegar a algún otro lado o hablar con alguien más.
Por otro lado la chica de pelo blanco ahora se dirigía a mi persona, por lo visto aquella noche la gente estaba muy ingeniosa para proponer ideas “Debe ser por culpa de las festividades, la emoción seguro les acelera la creación de pensamientos” Si, aquello debía ser lo más probable después de todo.
- Si puede descansar por mí no hay problema. Por cierto, soy Candau… Candaau. – Dije enfatizando bien el apellido evitando futuros errores. – Si es necesario lo puedo deletrear.
La de cabellos blancos nos guío y había realizado un gesto con el ojo, posiblemente un tic nervioso o algo por el estilo, aquello solía pasarle a la gente con mucha presión o al borde del pánico… resultaba extraño. Mientras caminábamos Niura se había tomado el tiempo de explicarme que estaba rebosando de fertilidad, ya había visto desvariar a la joven antes pero ebria resultaba darle un tono de gracia a sus palabras.
- Pues cuidado con tanta fertilidad, si no la controlas puede que te crezca una rama en la frente. – Bromeé cuando recordé a aquel granjero explicarme que los suelos se fertilizaban para tener mejores cosechas y de que las plantas crecieran mejor.
Los pasos de la licantropa iban acompañados por una canción que repitió pocas veces, lo más seguro porque ya le costaba cada vez más hablar… y caminar. – Supongo que es aquí. – Le dije a la albina, si la habían recibido de aquella manera era seguramente porque le conocían.
Tras una leve explicación de lo sucedido, la mujer que había recibido a la albina se dispuso a buscar una manta “¿Cómo se supone que una manta cure una borrachera?” Realmente no tenía idea pero aun así agradecí el gesto con un movimiento de cabeza. Senté con cuidado a la joven de cola blanca en un tronco junto al fuego evitando que se fuese a caer a causa de su poca estabilidad, allí lo peor que podía pasarle era que se quemase.
- Nada le pasaría por beber, le pasaría algo por la gente que tiene malas intenciones. – Respondi ante la acotación de la mayor. – Ella solo está más enérgica.
Fredericksen
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 394
Nivel de PJ : : 2
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Incapaz de asumir lo que había ocurrido, Helyare siguió corriendo por entre los árboles con intención de salir cuanto antes del bosque. Había dejado a Vincent atrás, asegurándose que él también conseguía escapar. Y ahora estaba sola, completamente sola de nuevo. El lugar que durante años había sido su hogar, conociéndose cada raíz, cada rama, cada flor que salía en la base de los árboles, ahora se le hacía desconocido. Se veía torpe, tropezaba con las raíces como lo hubiera hecho cualquier humano. Tardaba demasiado en levantarse del suelo y seguir su patética carrera. ¡Cualquiera diría que era una elfa! Pero su mente estaba nublada y sus ojos empañados en lágrimas al conocer cuál sería su futuro. Ya no tenía el arco, sólo un pequeño trozo de la madera envuelto entre sus dedos. No se daba cuenta, pero lo apretaba con tanta fuerza que se estaba clavando las astillas. Ahora ese dolor daba igual, apenas lo sentía. Ni siquiera era consciente de su propio cuerpo durante la carrera. Y así, tropezó varias veces más, además que una de sus piernas no estaba del todo bien. No ayudaba mucho a mantener el equilibrio.
Su aspecto era horrible, estaba sucia, despeinada y cualquiera hubiese dicho que era una vagabunda que había ido a sacarse unos aeros a la fiesta. Pero nada más lejos de la realidad. Helyare ni siquiera sabía que había fiesta.
Al salir de entre los árboles volvió a caer, apoyándose en sus antebrazos. Los tenía descubiertos, pudo ver perfectamente las cicatrices que los cubrían. ¿Qué dios la odiaba tanto para hacerle esto? Miró hacia atrás con rapidez y, al encontrarse con los árboles, retrocedió hacia la playa, aún en el suelo. Sólo unos segundos, luego se quedó ahí, sentada, mirando al bosque.
Quien hubiese conocido a Helyare unos años atrás y ahora iba a ver a dos personas completamente diferentes. Destacaba su fortaleza, determinación, capacidad de mando. Nada quedaba de todo eso en ese momento. Parecía un fantasma, un ente sin alma.
Ni supo cuánto tiempo estuvo allí, sentada. Ya no pasaba el tiempo a pesar de que su vida iba a contrarreloj. Su cerebro trabajaba en exceso, y a veces se bloqueaba. Ni siquiera era capaz de razonar, pensar, o tan siquiera hablar. Tampoco era consciente de que estaba llorando. Simplemente estaba ahí, sentada.
Sonagashira revoloteaba contenta por la costa con intención de dirigirse a la festividad. Había escuchado a unos mercaderes hablar sobre el Midsummarblot, una celebración con hogueras. Pero lo más importante: con baile y flores. Ya en Lunargenta habían quedado prendados de su baile, esta vez no iba a ser menos. Deleitaría a todos con sus movimientos. La chica mariposa estaba muy, muy feliz por ello. Tenía ganas de regalar coronas de flores a sus amigas y de conocer a mucha gente.
Pero en su camino se encontró con algo… Más bien alguien. En cuanto supo quién era corrió con ímpetu hacia ella. –¡¡RINYYYY!! –Se abalanzó sobre su amiga, tirándola al suelo y la abrazó con mucha fuerza. -¿Qué tal estás? ¡Te he echado de menos, Riny!
Helyare apenas se dio cuenta de que la mariposa se acercaba a ella. Sólo sintió el golpe, no fuerte, de chocarse contra el suelo y tenerla encima. Ni siquiera saludó y, aunque lo hubiera hecho, la rapidez con la que Sona hablaba impedía que se escuchase si la elfa decía algo. –¿¡Qué te ha pasado!? –Hasta la mariposa se dio cuenta de su horrible aspecto. Se incorporó y le tendió las manos a su amiga para ayudarla a levantarse. A la elfa le costó un poco, pero pudo tenerse en pie. ¿Qué le había pasado a su amiga? No la había visto tan horrible nunca. ¡Iba a vengarse de quien la hizo eso! Pero ahora quería estar con ella y colmarla de cariño. Volvió a abrazarla y con cuidado la dirigió a la costa. –Te voy a limpiar para que vuelvas a estar preciosa. –La muchacha pensaba que sólo con limpiar su piel ella se encontraría mejor. ¡Todo lo que hiciera falta para que su amiga estuviese bien!
La acompañó hasta la orilla a paso lento. A su parecer, Riny iba demasiado despacio. Pero no le importó. Se sentó con ella en la arena y comenzó a lavarle las manos. Se las había visto en otras ocasiones a su amiga y su piel era blanca. Estaba tan sucia que ahora la tenía negra y con sangre. No le gustaba eso. Sus amigas siempre debían ser preciosas como sus amigas las mariposas, no podía permitir que la suciedad las hiciera feas. Se fijó en que la elfa tenía algo en una de sus manos pero cuando intentó quitárselo para tirarlo, Helyare apartó la mano, negándose a que lo hiciera. Nunca entendería a su amiga, era demasiado rara. Continuó lavándole la mano, aunque con el agua salada sobre sus heridas, a veces le resultaba molesto a Helyare.
Luego pasó a la cara. En alguna ocasión había podido ver el rostro de Riny y le parecía muy hermosa. Comenzó a lavar su cara, acariciándole la piel con delicadeza para hacer que toda esa suciedad desapareciese. Quiso echarle el pelo hacia atrás, pero de nuevo, Helyare se apartó con un brusco movimiento. –Tranquila, Riny. Sólo te limpio. Cuando acabe, ¿quieres venir conmigo a jugar al campo de amapolas? –Era una buena forma de que se alegrase. Si estaba triste, jugarían con sus amigas las mariposas. ¡Ellas la animarían! Sona sonrió ampliamente. Su plan le parecía el mejor del mundo. ¡Jugaría con sus amigas! ¿Cómo no iba a ponerse feliz? –Me gusta tu pelo. Es blanco como la luna. –Sonrió más aún. Los comentarios bonitos animaban a la gente. Ella también se los iba a hacer a su amiga para que se pusiera contenta.
Cuando más o menos consiguió limpiar a la elfa tomó una de sus coronas de flores, que había conseguido para esa ocasión, y se la colocó a su amiga en la cabeza. Ni se inmutó. Pero aunque ella no hubiese hecho nada, a Sona le parecía que le quedaba perfectamente, la hacía ver más hermosa. Volvió a abrazarla con efusividad y a recordarle lo bella que era. ¡Ya estaba lista para ir a jugar con ella!
La agarró de la mano y caminaron así por la playa. Helyare sólo la seguía, su mente continuaba bloqueada, si alguien le hubiese preguntado que dónde estaba, posiblemente no hubiese sabido contestar. Sólo miraba al suelo y, en ocasiones, hacia el bosque. Un escalofrío recorría todo su cuerpo cuando veía los árboles y sus pies comenzaba a pesar, sentía un nudo en la garganta y de nuevo volvían a escaparse sus lágrimas. Por eso, cuando pasaron por la fiesta, ella sólo se fijó en las hogueras, incluso se detuvo frente a una de ellas. Sona se quedó a su lado.
La mariposa miraba a los que saltaban. ¡Ella también podía hacerlo! –¡Qué divertido! –Sonrió contenta, pensando que su amiga también miraba a los saltarines. No, ella sólo miraba el fuego. Dio un paso hacia delante pero rápidamente Sona la agarró del brazo. –¡Ten cuidado! Te puedes quemar. –Y no iba a permitir que su amiga se quemase. De un suave tirón la alejó de la hoguera y siguieron su camino. ¡Sus amigas estarían encantadas de jugar con ellas dos y no quería hacerlas esperar!
Su aspecto era horrible, estaba sucia, despeinada y cualquiera hubiese dicho que era una vagabunda que había ido a sacarse unos aeros a la fiesta. Pero nada más lejos de la realidad. Helyare ni siquiera sabía que había fiesta.
Al salir de entre los árboles volvió a caer, apoyándose en sus antebrazos. Los tenía descubiertos, pudo ver perfectamente las cicatrices que los cubrían. ¿Qué dios la odiaba tanto para hacerle esto? Miró hacia atrás con rapidez y, al encontrarse con los árboles, retrocedió hacia la playa, aún en el suelo. Sólo unos segundos, luego se quedó ahí, sentada, mirando al bosque.
Quien hubiese conocido a Helyare unos años atrás y ahora iba a ver a dos personas completamente diferentes. Destacaba su fortaleza, determinación, capacidad de mando. Nada quedaba de todo eso en ese momento. Parecía un fantasma, un ente sin alma.
Ni supo cuánto tiempo estuvo allí, sentada. Ya no pasaba el tiempo a pesar de que su vida iba a contrarreloj. Su cerebro trabajaba en exceso, y a veces se bloqueaba. Ni siquiera era capaz de razonar, pensar, o tan siquiera hablar. Tampoco era consciente de que estaba llorando. Simplemente estaba ahí, sentada.
Sonagashira revoloteaba contenta por la costa con intención de dirigirse a la festividad. Había escuchado a unos mercaderes hablar sobre el Midsummarblot, una celebración con hogueras. Pero lo más importante: con baile y flores. Ya en Lunargenta habían quedado prendados de su baile, esta vez no iba a ser menos. Deleitaría a todos con sus movimientos. La chica mariposa estaba muy, muy feliz por ello. Tenía ganas de regalar coronas de flores a sus amigas y de conocer a mucha gente.
Pero en su camino se encontró con algo… Más bien alguien. En cuanto supo quién era corrió con ímpetu hacia ella. –¡¡RINYYYY!! –Se abalanzó sobre su amiga, tirándola al suelo y la abrazó con mucha fuerza. -¿Qué tal estás? ¡Te he echado de menos, Riny!
Helyare apenas se dio cuenta de que la mariposa se acercaba a ella. Sólo sintió el golpe, no fuerte, de chocarse contra el suelo y tenerla encima. Ni siquiera saludó y, aunque lo hubiera hecho, la rapidez con la que Sona hablaba impedía que se escuchase si la elfa decía algo. –¿¡Qué te ha pasado!? –Hasta la mariposa se dio cuenta de su horrible aspecto. Se incorporó y le tendió las manos a su amiga para ayudarla a levantarse. A la elfa le costó un poco, pero pudo tenerse en pie. ¿Qué le había pasado a su amiga? No la había visto tan horrible nunca. ¡Iba a vengarse de quien la hizo eso! Pero ahora quería estar con ella y colmarla de cariño. Volvió a abrazarla y con cuidado la dirigió a la costa. –Te voy a limpiar para que vuelvas a estar preciosa. –La muchacha pensaba que sólo con limpiar su piel ella se encontraría mejor. ¡Todo lo que hiciera falta para que su amiga estuviese bien!
La acompañó hasta la orilla a paso lento. A su parecer, Riny iba demasiado despacio. Pero no le importó. Se sentó con ella en la arena y comenzó a lavarle las manos. Se las había visto en otras ocasiones a su amiga y su piel era blanca. Estaba tan sucia que ahora la tenía negra y con sangre. No le gustaba eso. Sus amigas siempre debían ser preciosas como sus amigas las mariposas, no podía permitir que la suciedad las hiciera feas. Se fijó en que la elfa tenía algo en una de sus manos pero cuando intentó quitárselo para tirarlo, Helyare apartó la mano, negándose a que lo hiciera. Nunca entendería a su amiga, era demasiado rara. Continuó lavándole la mano, aunque con el agua salada sobre sus heridas, a veces le resultaba molesto a Helyare.
Luego pasó a la cara. En alguna ocasión había podido ver el rostro de Riny y le parecía muy hermosa. Comenzó a lavar su cara, acariciándole la piel con delicadeza para hacer que toda esa suciedad desapareciese. Quiso echarle el pelo hacia atrás, pero de nuevo, Helyare se apartó con un brusco movimiento. –Tranquila, Riny. Sólo te limpio. Cuando acabe, ¿quieres venir conmigo a jugar al campo de amapolas? –Era una buena forma de que se alegrase. Si estaba triste, jugarían con sus amigas las mariposas. ¡Ellas la animarían! Sona sonrió ampliamente. Su plan le parecía el mejor del mundo. ¡Jugaría con sus amigas! ¿Cómo no iba a ponerse feliz? –Me gusta tu pelo. Es blanco como la luna. –Sonrió más aún. Los comentarios bonitos animaban a la gente. Ella también se los iba a hacer a su amiga para que se pusiera contenta.
Cuando más o menos consiguió limpiar a la elfa tomó una de sus coronas de flores, que había conseguido para esa ocasión, y se la colocó a su amiga en la cabeza. Ni se inmutó. Pero aunque ella no hubiese hecho nada, a Sona le parecía que le quedaba perfectamente, la hacía ver más hermosa. Volvió a abrazarla con efusividad y a recordarle lo bella que era. ¡Ya estaba lista para ir a jugar con ella!
La agarró de la mano y caminaron así por la playa. Helyare sólo la seguía, su mente continuaba bloqueada, si alguien le hubiese preguntado que dónde estaba, posiblemente no hubiese sabido contestar. Sólo miraba al suelo y, en ocasiones, hacia el bosque. Un escalofrío recorría todo su cuerpo cuando veía los árboles y sus pies comenzaba a pesar, sentía un nudo en la garganta y de nuevo volvían a escaparse sus lágrimas. Por eso, cuando pasaron por la fiesta, ella sólo se fijó en las hogueras, incluso se detuvo frente a una de ellas. Sona se quedó a su lado.
La mariposa miraba a los que saltaban. ¡Ella también podía hacerlo! –¡Qué divertido! –Sonrió contenta, pensando que su amiga también miraba a los saltarines. No, ella sólo miraba el fuego. Dio un paso hacia delante pero rápidamente Sona la agarró del brazo. –¡Ten cuidado! Te puedes quemar. –Y no iba a permitir que su amiga se quemase. De un suave tirón la alejó de la hoguera y siguieron su camino. ¡Sus amigas estarían encantadas de jugar con ellas dos y no quería hacerlas esperar!
- Off:
Uso al npc de Máster Sigel, Sonagashira, para introducir el futuro mastereado que tengo con ella n.n
Si hay algo más, avísame para editarlo, máster.
Helyare
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 768
Nivel de PJ : : 3
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Mi tour vacacional no parecía tener fin. Me estaba cansando de estar todos los días vigilada por mi madre, por las doncellas o a saber por qué otro espía más. ¿Acaso se pensaba que porque me llevaba a fiestas iba a conseguir que quisiera dejar el gremio? Cada vez me daban más ganas de regresar y tomar las riendas. ¿Cuánto había pasado? Aún no lo recordaba, pero mantenerme en una burbuja de cristal, alejada de todo, no iba a conseguir que mis ganas de regresar desaparecieran. Teníamos que hacer mucho trabajo. Y más después de lo que había pasado.
A pesar de mis quejas, a esta festividad sí había querido ir yo. Iba a estar la maestra Lovelace y hacía mucho que no la veía. Con mi séquito de doncellas, unas tres o cuatro esta vez, nos dirigimos a la playa. La fiesta no había empezado cuando llegamos y nos pasamos un rato mojándonos los pies en el agua. Las damas de mi cohorte estaban muy divertidas y animadas jugando con las olas. La más joven, después de un rato, se había sentado en una roca a trenzar flores para hacer una corona, aunque no fue su mejor obra. En cuanto intentó levantarla se deshizo y estuvo durante horas desilusionada por el fracaso de su corona.
Al caer la noche volvió a alegrarse, varias niñas las repartían. Dejé que me pusieran una y esperé a que los invitados hubiesen dejado tranquila a la maestra Lovelace para ir yo a darle mis saludos.
- Maestra Lovelace… - Llamé su atención. La anciana se giró con una amplia sonrisa.
- Maestra Harrowmont. –Se me hacía tan raro que me llamase así ella, quien me había dado clases en algunas asignaturas durante mi estancia en el Hekshold. - ¿Cómo estás? - La mujer sujetó mis manos con una ternura que no había visto antes.
- Bien. - Hice una leve mueca. Era lo que había que decir, “bien”. -¿Y usted, maestra?
- ¡Ay! Harrowmont, me llegaron las noticias de lo que sucedió en Sacrestic Ville. - Ignoró mi pregunta y suspiró. - Lo lamenté mucho. Boisson era alguien formidable… - Ella había tenido que ver nuestra enemistad en algunas ocasiones pero me había notado en la cara que, aunque Huracán fuese peor que una herida infectada, la echaba de menos. Haber sufrido tantas pérdidas en Sacrestic Ville hacía que en Beltrexus hablasen de ello como algo sombrío. Y así había sido. Por muy lamentable que lo pintaran, podía asegurarles que no se acercaban a lo que había pasado. Y la maestra Lovelace trataba de compadecerse de mí. Yo había sobrevivido, estaba contenta por ello. Pero había dejado atrás muchas vidas de quienes lucharon a mi lado. Incluso Anastasia, merecía cierto reconocimiento por mi parte.
- Lo era.
- Lo tuvisteis que pasar mal, pero los cazadores sois ahora unos héroes. No podemos estar más agradecidos. Sois recordadas como heroínas, Cassandra. - Era la primera vez que me había llamado por mi nombre y con tanta ternura. Era lo que no me gustaba. Que se apiadasen de esa forma. Agradecía lo que hacían, lo que intentaban, hacer que me sintiera mejor. Pero a cada rato escuchaba lo mismo: “¿Estás bien?” “Debió ser muy duro”. No podía olvidarme de lo sucedido y seguir con mi vida, no podía tomar las riendas del gremio si a cada paso me recordaban el día negro de Sacrestic Ville.
Suspiré. Había pensado en hablar de otras cosas con la maestra, cosas más triviales y sin importancia. - Me está gustando la celebración.
- En realidad lo hacemos para rendir homenaje al dios Balder, falleció por el disparo de una flecha.
¿Qué dios fallece por el disparo de una flecha?, pensé. - Oh, pues… Me pasaré a ver un poco cómo va la fiesta. - Comenté para intentar evadir el momento de los lamentos. - Voy a ver a los que saltan las hogueras, veo que algunos lo hacen.
- Sí, verás qué bien lo hacen. La gente lo está disfrutando. Y ya veo que tienes tu corona. - Sonrió levemente señalando mi cabeza. También asentí. La conversación era un sinsentido y, al menos para mí, incómoda. Había querido saludar a la maestra pero no encontrarme con este despliegue de compasión, sino que buscaba hablar de tonterías, volver a tener una conversación banal que no supusiera sentir pena por mí, recordarme la muerte de Anastasia, de todos los del gremio que habían fallecido, ni recordarme lo tristes que estaban por todos nosotros. Sólo quería una conversación normal. Hablar de la fiesta, de recuerdos tontos cuando estábamos en clase, un poco de diversión.
- Gracias, maestra Lovelace, voy a seguir por aquí. - Sonreí levemente y me fui, despidiéndome con la mano.
- Adiós, maestra Harrowmont. - Al voltearme y darle la espalda a la maestra pude respirar tranquila. Mis doncellas estaban entretenidas en la fiesta y eso me dio un rato a solas, contemplando como todos se divertían, ajenos a lo que había pasado en Sacrestic Ville. Eso quería ver: normalidad. Pese a que esa ciudad no desaparecía de mi mente.
A pesar de mis quejas, a esta festividad sí había querido ir yo. Iba a estar la maestra Lovelace y hacía mucho que no la veía. Con mi séquito de doncellas, unas tres o cuatro esta vez, nos dirigimos a la playa. La fiesta no había empezado cuando llegamos y nos pasamos un rato mojándonos los pies en el agua. Las damas de mi cohorte estaban muy divertidas y animadas jugando con las olas. La más joven, después de un rato, se había sentado en una roca a trenzar flores para hacer una corona, aunque no fue su mejor obra. En cuanto intentó levantarla se deshizo y estuvo durante horas desilusionada por el fracaso de su corona.
Al caer la noche volvió a alegrarse, varias niñas las repartían. Dejé que me pusieran una y esperé a que los invitados hubiesen dejado tranquila a la maestra Lovelace para ir yo a darle mis saludos.
- Maestra Lovelace… - Llamé su atención. La anciana se giró con una amplia sonrisa.
- Maestra Harrowmont. –Se me hacía tan raro que me llamase así ella, quien me había dado clases en algunas asignaturas durante mi estancia en el Hekshold. - ¿Cómo estás? - La mujer sujetó mis manos con una ternura que no había visto antes.
- Bien. - Hice una leve mueca. Era lo que había que decir, “bien”. -¿Y usted, maestra?
- ¡Ay! Harrowmont, me llegaron las noticias de lo que sucedió en Sacrestic Ville. - Ignoró mi pregunta y suspiró. - Lo lamenté mucho. Boisson era alguien formidable… - Ella había tenido que ver nuestra enemistad en algunas ocasiones pero me había notado en la cara que, aunque Huracán fuese peor que una herida infectada, la echaba de menos. Haber sufrido tantas pérdidas en Sacrestic Ville hacía que en Beltrexus hablasen de ello como algo sombrío. Y así había sido. Por muy lamentable que lo pintaran, podía asegurarles que no se acercaban a lo que había pasado. Y la maestra Lovelace trataba de compadecerse de mí. Yo había sobrevivido, estaba contenta por ello. Pero había dejado atrás muchas vidas de quienes lucharon a mi lado. Incluso Anastasia, merecía cierto reconocimiento por mi parte.
- Lo era.
- Lo tuvisteis que pasar mal, pero los cazadores sois ahora unos héroes. No podemos estar más agradecidos. Sois recordadas como heroínas, Cassandra. - Era la primera vez que me había llamado por mi nombre y con tanta ternura. Era lo que no me gustaba. Que se apiadasen de esa forma. Agradecía lo que hacían, lo que intentaban, hacer que me sintiera mejor. Pero a cada rato escuchaba lo mismo: “¿Estás bien?” “Debió ser muy duro”. No podía olvidarme de lo sucedido y seguir con mi vida, no podía tomar las riendas del gremio si a cada paso me recordaban el día negro de Sacrestic Ville.
Suspiré. Había pensado en hablar de otras cosas con la maestra, cosas más triviales y sin importancia. - Me está gustando la celebración.
- En realidad lo hacemos para rendir homenaje al dios Balder, falleció por el disparo de una flecha.
¿Qué dios fallece por el disparo de una flecha?, pensé. - Oh, pues… Me pasaré a ver un poco cómo va la fiesta. - Comenté para intentar evadir el momento de los lamentos. - Voy a ver a los que saltan las hogueras, veo que algunos lo hacen.
- Sí, verás qué bien lo hacen. La gente lo está disfrutando. Y ya veo que tienes tu corona. - Sonrió levemente señalando mi cabeza. También asentí. La conversación era un sinsentido y, al menos para mí, incómoda. Había querido saludar a la maestra pero no encontrarme con este despliegue de compasión, sino que buscaba hablar de tonterías, volver a tener una conversación banal que no supusiera sentir pena por mí, recordarme la muerte de Anastasia, de todos los del gremio que habían fallecido, ni recordarme lo tristes que estaban por todos nosotros. Sólo quería una conversación normal. Hablar de la fiesta, de recuerdos tontos cuando estábamos en clase, un poco de diversión.
- Gracias, maestra Lovelace, voy a seguir por aquí. - Sonreí levemente y me fui, despidiéndome con la mano.
- Adiós, maestra Harrowmont. - Al voltearme y darle la espalda a la maestra pude respirar tranquila. Mis doncellas estaban entretenidas en la fiesta y eso me dio un rato a solas, contemplando como todos se divertían, ajenos a lo que había pasado en Sacrestic Ville. Eso quería ver: normalidad. Pese a que esa ciudad no desaparecía de mi mente.
Cassandra C. Harrowmont
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 142
Nivel de PJ : : 1
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
La última que fuimos a la playa fue por el funeral de Runa. Merrigan me ha dicho que esto es parecido. Es un como el funeral de Runa, pero con la diferencia que éste es de mentira. La persona que murió lo hizo hace mucho tiempo y no era una persona sino un Dios humano. Desde entonces, se rinde tributo al Dios repitiendo su funeral todos los años. ¿Harán lo mismo con Runa? Merrigan me explicó que no. Los humanos solo repiten los funerales de sus Dioses que nunca han existido. ¿Si no han existido por qué le hacen funeral? Merrigan se sonrío sin dejar de preparar sus instrumentos para la orquesta.
No es hasta que veo a Merrigan subida al escenario de madera de la playa tocando su arpa y a la gente de Aerandir bailar a su alrededor que no llego a comprender por qué los humanos dan ofrendas a Dioses que no existe. Lo hacen por la fiesta. Es una excusa. Quieren divertirse y disfrutar del espectáculo. Recuerdo las bodas en Sandorai. En aquel entonces, era un niño; pero lo recuerdo bien. Los elfos de la mayoría de clanes se unían a en la fiesta. Hacían entrechocar sus copas al cielo, bailaban, comían y reían como los humanos hacen por sus Dioses. Pocos eran quienes conocían a la pareja que se casaba; era una excusa para festejar. Los humanos son iguales. Pocos son los que rezan a sus dioses.
A mí no me gustan las celebraciones. El alcohol me hace marear, no sé bailar, no como ni tampoco sonrío. La razón por la que estoy en la playa es Merrigan. Si no es por ella, jamás hubiera venido. Ni al falso funeral del Dios de mentira ni al funeral de verdad de Runa.
Me siento en una roca de la playa. Está húmeda. Con un palo de madera que me he encontrado en el suelo, hago figuras en la arena. Al principio son letras, intento escribir las pocas palabras que me ha enseñado Merrigan. No escribo bien. Mis letras no son buenas. Me rindo. Dejo de intentar escribir letras y dibujo figuras geométricas. Círculos, cuadrados, triángulos…. Es aburrido. Al cabo de un rato, las borro con la mano y dibujo ondas siguiendo la melodía de la canción de Merrigna. Las ondas parecen las olas del mar. Dibujo un rectángulo encima de las olas dibujadas y lo corono con un triángulo; es el barco de Midsummarblót que se está quemando en el agua.
A un lado del mar dibujado en la arena, dibuja las personas que le rinden tributo. A otro lado, dibujo el escenario de Merrigan y, más allá, las hogueras en la playa y las personas que bailan a su alrededor. Son dibujos muy arcaicos. Malos dibujos hechos a partir de líneas y círculos. Me entretiene dibujar en la arena. Lo hago tan mal como escribir, pero es más entretenido.
No es hasta que veo a Merrigan subida al escenario de madera de la playa tocando su arpa y a la gente de Aerandir bailar a su alrededor que no llego a comprender por qué los humanos dan ofrendas a Dioses que no existe. Lo hacen por la fiesta. Es una excusa. Quieren divertirse y disfrutar del espectáculo. Recuerdo las bodas en Sandorai. En aquel entonces, era un niño; pero lo recuerdo bien. Los elfos de la mayoría de clanes se unían a en la fiesta. Hacían entrechocar sus copas al cielo, bailaban, comían y reían como los humanos hacen por sus Dioses. Pocos eran quienes conocían a la pareja que se casaba; era una excusa para festejar. Los humanos son iguales. Pocos son los que rezan a sus dioses.
A mí no me gustan las celebraciones. El alcohol me hace marear, no sé bailar, no como ni tampoco sonrío. La razón por la que estoy en la playa es Merrigan. Si no es por ella, jamás hubiera venido. Ni al falso funeral del Dios de mentira ni al funeral de verdad de Runa.
Me siento en una roca de la playa. Está húmeda. Con un palo de madera que me he encontrado en el suelo, hago figuras en la arena. Al principio son letras, intento escribir las pocas palabras que me ha enseñado Merrigan. No escribo bien. Mis letras no son buenas. Me rindo. Dejo de intentar escribir letras y dibujo figuras geométricas. Círculos, cuadrados, triángulos…. Es aburrido. Al cabo de un rato, las borro con la mano y dibujo ondas siguiendo la melodía de la canción de Merrigna. Las ondas parecen las olas del mar. Dibujo un rectángulo encima de las olas dibujadas y lo corono con un triángulo; es el barco de Midsummarblót que se está quemando en el agua.
A un lado del mar dibujado en la arena, dibuja las personas que le rinden tributo. A otro lado, dibujo el escenario de Merrigan y, más allá, las hogueras en la playa y las personas que bailan a su alrededor. Son dibujos muy arcaicos. Malos dibujos hechos a partir de líneas y círculos. Me entretiene dibujar en la arena. Lo hago tan mal como escribir, pero es más entretenido.
Sarez
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 871
Nivel de PJ : : 3
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
A petición de unos usuarios (que no diré el nombre para mantener el anonimato); pospongo el cierre de este tema al martes 4 de Julio. Está siendo muy divertido; mis felicidades a los participantes.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Wind y Fuga continuaban con su trayecto, caminando de la mano y en silencio por los parajes de Aerandir, sin rumbo fijo, pero con una obstinada determinación de llegar a algún lugar interesante… y que, con un poco de suerte, también les proporcionara algo de dinero.
Ya era media tarde y las muchachas esperaban encontrar algún lugar agradable dónde dormir, pero los caminos parecían tener otros planes para ellas.
Tras un rato caminando, sus pasos desembocaron en una playa. Una playa demasiado bulliciosa para ser normal - ¿Qué está pasando aquí?- Preguntó la pequeña al escuchar el gentío y ver una barca algo lejana ardiendo -Pues… no estoy segura. Parece un funeral… un funeral muy divertido- Contestó Wind sin demasiada seguridad mientras examinaba la escena y pensaba en los motivos que podría llevar a un grupo de gente a montar una fiesta por un funeral.
La elfina rebuscó en sus recuerdos unos segundos hasta que dio con el motivo de todo aquello - ¡Midsummarblot!- Exclamó con una enorme sonrisa en el rostro mientras Fuga la miraba sin comprender. Wind ensanchó la sonrisa y comenzó a explicarle la fiesta mientras se acercaban al gentío -Se celebra el funeral del Dios… ¿Bardel? No… ¿Balder? - Lo cierto era que la peliazul no estaba demasiado convencida del nombre, pero aquello eran nimiedades -El caso es que se celebra su funeral todos los años. Se hace con una gran fiesta para conmemorar su muerte y que se siga sintiendo querido en el Valhalla, que sepa que aquí nadie ha olvidado el asesinato de un Dios.- Wind terminó la historia con una sonrisa de satisfacción pues, aunque Fuga no parecía muy convencida de aquella historieta, la elfina estaba convencida de que había rellenado los huecos de su memoria de un modo bastante acertado -No lo entiendo… pero hay comida- Fuga se encogió de hombros y, con una risueña Wind de la mano, se dirigieron hacia la comida. Al menos ese día comerían y beberían como es debido.
Las muchachas no tardaron en coger un par de jarras de hidromiel y comenzar a explorar más de cerca el ambiente de la fiesta.
Unas muchachas repartían flores, otros saltaban hogueras, otras tantas personas lanzaban con arco… Todos parecían divertirse como si realmente estuvieran disfrutando el conmemorar la muerte del Dios Balder, lo cual seguía pareciéndole algo extraño a Fuga - ¿Por qué se conmemora la muerte de alguien con alegría? ¿No debería hacerse una celebración triste? - A pesar de aquella pregunta que podía parecer lúgubre a cualquiera que la hubiera escuchado, para la pequeña licántropa era simple curiosidad. La pequeña no era capaz de comprender el motivo por el cual se monta una fiesta cuando alguien muere en vez de llorar su pérdida y lo cierto era que Wind no sabía demasiado bien cómo explicárselo mejor de lo que lo había hecho antes -Pues… En fin, a los Dioses les gusta que se sepa que los humanos seguimos acordándonos de ellos y que su asesinato sigue siendo recordado y conmemorado incluso a día de hoy…- Miró a Fuga y continuó – Es como pensar en un ser querido cuando muere, pero a los dioses no les vale sólo con que pienses en ellos, sino que hay que celebrar su vida… y eso se hace el día de su muerte- Aquella explicación era lo mejor que podía ofrecerle a su amiga y esperaba que fuera suficiente, a pesar de que la mayoría del razonamiento se lo hubiera inventado... o más bien, imaginado.
Fuga miró con curiosidad disimulada a Wind. La pequeña seguía sorprendiéndose cada vez que la elfina hacía algún comentario realmente inteligente o seguía razonamientos correctos y lógicos, los cuales no eran habituales, pero desde luego, cada vez que aparecían eran contundentes e inamovibles o al menos, eso le parecía a la rubita así que, asintió ante aquella explicación y continuó andando.
Las dos muchachas siguieron andando hasta que se encontraron un pequeño escenario sobre el cual había una muchacha pelirroja tocando el arpa, que decidieron parar allí y disfrutar de la música y los bailes de la gente.
Wind juraría que había visto antes a aquella muchacha, pero sabía exactamente dónde y, ante aquella duda, decidió dedicarse a bailar con su amiga, disfrutando del evento y la música que la pelirroja les proporcionaba.
Ya era media tarde y las muchachas esperaban encontrar algún lugar agradable dónde dormir, pero los caminos parecían tener otros planes para ellas.
Tras un rato caminando, sus pasos desembocaron en una playa. Una playa demasiado bulliciosa para ser normal - ¿Qué está pasando aquí?- Preguntó la pequeña al escuchar el gentío y ver una barca algo lejana ardiendo -Pues… no estoy segura. Parece un funeral… un funeral muy divertido- Contestó Wind sin demasiada seguridad mientras examinaba la escena y pensaba en los motivos que podría llevar a un grupo de gente a montar una fiesta por un funeral.
La elfina rebuscó en sus recuerdos unos segundos hasta que dio con el motivo de todo aquello - ¡Midsummarblot!- Exclamó con una enorme sonrisa en el rostro mientras Fuga la miraba sin comprender. Wind ensanchó la sonrisa y comenzó a explicarle la fiesta mientras se acercaban al gentío -Se celebra el funeral del Dios… ¿Bardel? No… ¿Balder? - Lo cierto era que la peliazul no estaba demasiado convencida del nombre, pero aquello eran nimiedades -El caso es que se celebra su funeral todos los años. Se hace con una gran fiesta para conmemorar su muerte y que se siga sintiendo querido en el Valhalla, que sepa que aquí nadie ha olvidado el asesinato de un Dios.- Wind terminó la historia con una sonrisa de satisfacción pues, aunque Fuga no parecía muy convencida de aquella historieta, la elfina estaba convencida de que había rellenado los huecos de su memoria de un modo bastante acertado -No lo entiendo… pero hay comida- Fuga se encogió de hombros y, con una risueña Wind de la mano, se dirigieron hacia la comida. Al menos ese día comerían y beberían como es debido.
Las muchachas no tardaron en coger un par de jarras de hidromiel y comenzar a explorar más de cerca el ambiente de la fiesta.
Unas muchachas repartían flores, otros saltaban hogueras, otras tantas personas lanzaban con arco… Todos parecían divertirse como si realmente estuvieran disfrutando el conmemorar la muerte del Dios Balder, lo cual seguía pareciéndole algo extraño a Fuga - ¿Por qué se conmemora la muerte de alguien con alegría? ¿No debería hacerse una celebración triste? - A pesar de aquella pregunta que podía parecer lúgubre a cualquiera que la hubiera escuchado, para la pequeña licántropa era simple curiosidad. La pequeña no era capaz de comprender el motivo por el cual se monta una fiesta cuando alguien muere en vez de llorar su pérdida y lo cierto era que Wind no sabía demasiado bien cómo explicárselo mejor de lo que lo había hecho antes -Pues… En fin, a los Dioses les gusta que se sepa que los humanos seguimos acordándonos de ellos y que su asesinato sigue siendo recordado y conmemorado incluso a día de hoy…- Miró a Fuga y continuó – Es como pensar en un ser querido cuando muere, pero a los dioses no les vale sólo con que pienses en ellos, sino que hay que celebrar su vida… y eso se hace el día de su muerte- Aquella explicación era lo mejor que podía ofrecerle a su amiga y esperaba que fuera suficiente, a pesar de que la mayoría del razonamiento se lo hubiera inventado... o más bien, imaginado.
Fuga miró con curiosidad disimulada a Wind. La pequeña seguía sorprendiéndose cada vez que la elfina hacía algún comentario realmente inteligente o seguía razonamientos correctos y lógicos, los cuales no eran habituales, pero desde luego, cada vez que aparecían eran contundentes e inamovibles o al menos, eso le parecía a la rubita así que, asintió ante aquella explicación y continuó andando.
Las dos muchachas siguieron andando hasta que se encontraron un pequeño escenario sobre el cual había una muchacha pelirroja tocando el arpa, que decidieron parar allí y disfrutar de la música y los bailes de la gente.
Wind juraría que había visto antes a aquella muchacha, pero sabía exactamente dónde y, ante aquella duda, decidió dedicarse a bailar con su amiga, disfrutando del evento y la música que la pelirroja les proporcionaba.
Windorind Crownguard
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 519
Nivel de PJ : : 1
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Al no recibir respuesta de la elfa lo cual de seguro me ignoraba igual le hice caso omiso y seguí de largo hacia un escenario donde una muchacha de cabellos rojizos tocando un arpa y no pude evitar acercarme mas para escuchar mejor me fije de que ya tenia muchos espectadores - Esta música es hermosa - dije con una sonrisa a una elfa que estaba justo a mi lado luego me percate de la niña que iba con ella de la mano y su aroma me llamo la atención ¿Que hace una niña Licántropo con una elfa? Y no se si es por la bebida pero estaba mas curiosa - Se ven muy tiernas las dos juntas una pequeña Licántropo y una elfa muy tierna - dije de forma amistosa hacia las dos espectadoras del espectáculo de música de arpa - Por sierto, hola - dije mientras seguía el ritmo de la musica con la cabeza.
La barriga me volvió a gruñir un poco de seguro seguía con hambre y volví a ver a las dos espectadoras que tenia al lado - ¿Quieren acompañarme a buscar algo de comer? - pregunte con amabilidad para luego hacerles una seña con la cabeza para que me siguieran a las mesas que estaban cerca donde había gente tomando de ellas la comida que se llevaban para comer a otro lugar con sus amigos y compañeros - Por cierto me llamo Zukura, si quieren díganme Zuk es mas fácil de decir - dije volteándome para verlas mientras llegábamos a las mesas para luego tomar unos platos y pasarles dos a la elfa para luego tomar uno para mi.
Me pase por la mesa para tomar un poco de la comida y servírmela en el plato y echar en una jarra hidromiel para luego tomar camino hacia unos troncos que estaban cerca de una hoguera y darle un lado a las chicas en el tronco - Buen provecho - les dije con una sonrisa antes de empezar a comer lo que tenía en el plato.
La barriga me volvió a gruñir un poco de seguro seguía con hambre y volví a ver a las dos espectadoras que tenia al lado - ¿Quieren acompañarme a buscar algo de comer? - pregunte con amabilidad para luego hacerles una seña con la cabeza para que me siguieran a las mesas que estaban cerca donde había gente tomando de ellas la comida que se llevaban para comer a otro lugar con sus amigos y compañeros - Por cierto me llamo Zukura, si quieren díganme Zuk es mas fácil de decir - dije volteándome para verlas mientras llegábamos a las mesas para luego tomar unos platos y pasarles dos a la elfa para luego tomar uno para mi.
Me pase por la mesa para tomar un poco de la comida y servírmela en el plato y echar en una jarra hidromiel para luego tomar camino hacia unos troncos que estaban cerca de una hoguera y darle un lado a las chicas en el tronco - Buen provecho - les dije con una sonrisa antes de empezar a comer lo que tenía en el plato.
Zukura Kito
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 184
Nivel de PJ : : 0
Re: Midsummarblót: Solsticio de Verano [Evento]
Midsummarblót: Solsticio de Verano
El Midsummarblót terminó del mismo modo que empezó la noche: Un grupo de jóvenes chicas, todas muy guapas, liderados por Adda Lovelace repartían sus ofrendas a todos los llegados a la fiesta. Las más pequeñas dejaban en las manos de invitados los regalos del Midsummarblót y se despedían con una leve reverencia sujetándose con la punta de los dedos sus faldas. Las jóvenes, continuaban la despedida con un beso en la mejilla. Había quien aprovechaba y acercaba sus besos en la comisura de los labios de los chicos más guapos. Lovelace se daba cuanta, pero prefería fingir que no lo hacía. “Cosas de jovencitas” pensaba con una sonrisa de oreja a oreja.
_____________________
Recompensas:
* +5 ptos de experiencia
* 50 aeros
* Todos los participantes “Arena Midsummarblót”. Las niñas os ha diferentes frascos con arenas de colores. Cualquier lugar donde pongáis la arena pasará a tener el mismo color que ésta; perfectas para teñiros el pelo o cambiar el color de ojos. El efecto solo durará el tema donde lo utilizáis. Imposible usarlos para contrarrestar el efecto de alguna maldición. Cada usuario podrá tener hasta cuatro colores (a elegir). Una vez coloreáis algo de un color, no podréis volver a usar la arena de dicho color.
- Arena Midsummarblót :
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Ocelote
Fredericksen
Zukura Kito
Niura Caelia
Vosotros cuatro recibís un frasco de lágrimas de Balder. Tres lágrimas, para ser más exacta. El Al poner una de las lágrimas sobre un animal salvaje, éste será tan dócil como un cachorrito. El frasco de lágrimas de Balder solo se podrá utilizar tres veces.
- Lágrimas de Balder:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Creo que debo felicitar públicamente a Zukura Kito . Tus posts no son los más largos ni los más literarios, pero haces algo que muy poca gente y es animar a los demás a participar en el Evento. A cada quién nuevo usuario que participaba, en seguida estabas tú para recibirla con un abrazo. ¡Bravo por ti! Estás cosas yo las valoro mucho <3
_____________________
Lo de siempre. Me gustaría saber vuestra opinión y vuestras ideas para futuros me lo que quedo. Todo me lo quedo, cualquier cosa que me digáis, me lo guardo y lo utilizo en futuro. Cualquier idea o cualquier opinión me sirve para mejorar.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» Midsummarblót, Solsticio de Verano [Evento]
» [evento] La sal
» Midsummarblót - El día más largo, la noche más corta [Evento Social]
» Feria de los Horrores [Evento global] [Evento Horrorween]
» Noche de Verano [interpretativo][libre 1/1]
» [evento] La sal
» Midsummarblót - El día más largo, la noche más corta [Evento Social]
» Feria de los Horrores [Evento global] [Evento Horrorween]
» Noche de Verano [interpretativo][libre 1/1]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 19:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 15:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 12:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 1:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Mar 19 Nov 2024 - 20:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar 19 Nov 2024 - 18:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar 19 Nov 2024 - 18:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun 18 Nov 2024 - 8:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun 18 Nov 2024 - 0:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb 16 Nov 2024 - 17:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér 13 Nov 2024 - 16:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar 12 Nov 2024 - 0:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom 10 Nov 2024 - 9:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie 8 Nov 2024 - 14:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Jue 7 Nov 2024 - 21:19 por Tyr