Detective PikaHont [Desafío]
Página 1 de 1. • Comparte
Detective PikaHont [Desafío]
Reunió a los seis sospechosos en la bodega de la taberna con la ayuda de los dnomos del servicio. Muy bien, aquí no podrán escapar. Hont se subió a la mesa para estar a la misma altura que los acusados. Dio la una vuelta sobre sí mismo pasando la punta de la espada por cada uno de ellos como si les estuviera señalando. Uno de vosotros a matado a Tau Farley, y yo lo averiguaré. Se dijo para sí mismo. Antes de que cualquiera de ellos hiciera un movimiento en falso, hizo alusión al punto débil de cada uno. Los tenía cogidos por los cataplines. Puede que no sea el héroe más alto y fuerte de Aerandir, pero sí uno de los más inteligentes y el mejor detective de talla mundial.
Después de llamar la atención general, quiso instigarlos uno por uno. Jaylon era uno de los chicos más guapos que Hont había conocido y también el que más papeletas tenía para resultar ser, finalmente, el verdadero culpable. Era un licántropo que gustaba de beber de buen vino, directamente de la botella, y soltar amenazas a los taberneros con tal de no pagárselas. Era muy posible que el joven Jaylon hubiera dado con la taberna equivocada. El señor Farley le habría visto amenazar al tabernero y hubiera intervenido para implantar justicia. Jaylon se habría visto obligado a pagar, algo nuevo para él. Farley contaba con la ayuda de sus buenos amigo. No estaba solo, pero en un momento de la noche podría estarlo y Jaylon era tan paciente y taimado como guapo…
—…y entonces esperaste al señor Farley en la parte trasera de la taberna. Te transformarte en lobo y le mataste. El plan perfecto. Nadie y podrías salir corriendo. Pero cometiste dos errores: el primero regresar al interior de la taberna y pedir una segunda botella de vino. El segundo: te olvidaste que todavía quedaba un compañero del señor Farley en la taberna, yo.
—Todo eso está muy bien, peluche. Tienes la imaginación de una hiena. Solo un pequeño detalle — Jaylon se puso tan cerca de Hont que casi podía besarle; quería provocarle —. A Farley le mataron con un cuchillo. Si hubiera sido yo, lo hubiera hecho con un mordisco.
Terminó mordiendo suavemente el hocico de Hont con malsanas intenciones de invitarle quizás a una habitación o quizás en un pajar. Hont salto hacia atrás y se irguió de golpe. No quería saber nada de Jaylon. Negó con la cabeza e hizo una señal al dnomo del gorro rojo para que trajese el arma secreta contra el licántropo: una coliflor.
—Como vuelvas a hacerlo, juro que pasaré esa coliflor por todo tu cuerpo. Sé qué eres alérgico. Será peor que darte un baño de ortigas.
La siguiente era la vampiresa Itanna. Una señora de la voz que estaba acostumbrada a que los hombres perdiesen los estribos por ella. Perdición de marineros y sueño de jovenzuelos. A las vampiresas les gustaban divertirse con los hombres y en aquella noche, Itanna se habría encaprichado de Tau Farley como podría haberse encaprichado de cualquier otro. No contó con el hecho de que Farley era un dragón de firmes ideales. Priorizaba el honor de su sagrada raza ante todo lo demás...
—… y como no pudiste enamorarle, quisiste vengarte. Sí, lo llevas escrito en la cara. Esos ojos rasgados no me engañan. ¡Tú eres la culpable! Esperaste a Farley en un rincón oscuro del callejón. A los vampiros os gustan los cuchillos. No me lo puedes negar. Ya has bebido suficiente sangre por hoy; por eso decidiste matarle con el cuchillo. Así no levantarías sospechas. Muy inteligente. Muy inteligente. Pero no tanto como yo. — Itanna no contestó. — Confiesa o haré que hables. Dnomo Verde, abre las cortinas, haz el favor. No tenemos que gastar la cera de las velas cuando ES DE DÍA.
La vampiresa siseó sin abrir la boca.
—No fui yo. Farley no me gustaba. No sé qué coño tienes en cabeza. El dragón tenía casi cuatrocientos años; parecía un humano de cincuenta. A mí me gustan más jovencitos.
Hont dio la espalda a la vampiresa Itanna ignorando, con buena gracia, sus intentos de seducción. A él no le interesaban las mujeres ni tampoco las personas que no tuvieran pelo en el cuerpo.
R0B3, cariñosamente apodado como Robe o Robi por los lugareños, era un cibernético que trabajaba como ayudante en la herrería del pueblo, afilando espadas y cuchillos. ¡Ahí estaba la relación con el arma homicida! El señor Farley pidió a R0B3 que le afilase su espada. Le dijo que tenía prisa, que tenía intención de partir al cabo de un par de días y le pagó por adelantado. El cibernético le prometió que lo tendría listo para mañana, es decir, para hoy, y fue a la herrería. En una mala metedura de pata, Robi rompió la espada de Farley. Se vio en un apuro porque ya se había gastado los aeros que le dio en mejoras para su cuerpo de metal…
—… por eso pensaste que sí le matabas no tendrías que devolverle el dinero. Muerto el perro se acabó la rabia. A grandes males, grandes remedios. Y más vale pájaro en mano que ciento volando. Ese último no tiene mucho sentido, pero no te hagas el tonto, Robi, me estás entendiendo perfectamente. Fuiste tú quien mató al señor Farley.
—Robe bueno. Robe promete que es bueno. Robe vender sus piezas bonitas para comprar espada nueva a maestro Eilwen — el jefe herrero — Robe quiere disculparse con señor Farley. Robe no puede hacer daño a nadie.
—No me creo tus mentiras, Robi. Conmigo no puedes hacerte el tonto. Dnomo azul, tráeme el alfiler. Mi amigo Harambe lo encantó para mí. Es tan pequeñito que puede introducirse en cualquier parte. Quema como un demonio. ¿Te lo imaginas dentro de tus engranajes y tornillos? Quema la piel y derrite los metales más blandos. Es maravilloso. ¡Una pasada! Lo mejor es que puedo controlarlo con mi espada. ¿Vas a hablar ahora?
—Robe promete. Robe no puede hacer daño. Robe vender sus cosas bonitas… Robe….
Se quitó la camisa y mostró un agujero en su panza dejando al descubierto sus órganos humanos que todavía funcionaban. Era cierto que había vendido la mitad de su cuerpo, pero eso no quería decir que fuera inocente. Hont hizo una mueva y pasó al siguiente acusado.
* Bienvenidos/as acusados: Para este desafío necesito dos usuarios. Ambos sois sospechosos por diferentes razones de haber matado al dragón Tau Farley. Hont os ha conducido a la bodega de la taberna con lo ayuda de unos dnomos. Tiene en su poder un “arma” (qué puede ser ridícula como la coliflor o más gore como la aguja encantada) para mantenerlos en el lugar. En este primer turno deberéis explicar vuestra relación con el muerto y demostrar vuestra inocencia en un mininterrogatorio como los que he mostrado de ejemplo. Deberéis lanzar la Voluntad de los Dioses con 4 runas, 1 para Hont y las otras 3 para Jaylon, Itanna y R0B3, respectivamente. La suerte dictará la confianza con los personajes.
Os adelanto: en segundo turno lo usaremos para averiguar quién, de los cinco, miente. En caso de no hallar al culpable, usaré la suerte para seleccionar a uno de vosotros dos.
Requisitos:
Prioridad a aquellos usuarios con la maestría Carisma o la especialización Táctico; ya que es lo más relacionado que encuentro a la investigación. No quiero decir que sea un requisito fundamental, sino que entre tres usuarios que quieran participar en el tema, usaré este punto para tomar una decisión.
Links de interés:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Después de llamar la atención general, quiso instigarlos uno por uno. Jaylon era uno de los chicos más guapos que Hont había conocido y también el que más papeletas tenía para resultar ser, finalmente, el verdadero culpable. Era un licántropo que gustaba de beber de buen vino, directamente de la botella, y soltar amenazas a los taberneros con tal de no pagárselas. Era muy posible que el joven Jaylon hubiera dado con la taberna equivocada. El señor Farley le habría visto amenazar al tabernero y hubiera intervenido para implantar justicia. Jaylon se habría visto obligado a pagar, algo nuevo para él. Farley contaba con la ayuda de sus buenos amigo. No estaba solo, pero en un momento de la noche podría estarlo y Jaylon era tan paciente y taimado como guapo…
—…y entonces esperaste al señor Farley en la parte trasera de la taberna. Te transformarte en lobo y le mataste. El plan perfecto. Nadie y podrías salir corriendo. Pero cometiste dos errores: el primero regresar al interior de la taberna y pedir una segunda botella de vino. El segundo: te olvidaste que todavía quedaba un compañero del señor Farley en la taberna, yo.
—Todo eso está muy bien, peluche. Tienes la imaginación de una hiena. Solo un pequeño detalle — Jaylon se puso tan cerca de Hont que casi podía besarle; quería provocarle —. A Farley le mataron con un cuchillo. Si hubiera sido yo, lo hubiera hecho con un mordisco.
Terminó mordiendo suavemente el hocico de Hont con malsanas intenciones de invitarle quizás a una habitación o quizás en un pajar. Hont salto hacia atrás y se irguió de golpe. No quería saber nada de Jaylon. Negó con la cabeza e hizo una señal al dnomo del gorro rojo para que trajese el arma secreta contra el licántropo: una coliflor.
—Como vuelvas a hacerlo, juro que pasaré esa coliflor por todo tu cuerpo. Sé qué eres alérgico. Será peor que darte un baño de ortigas.
La siguiente era la vampiresa Itanna. Una señora de la voz que estaba acostumbrada a que los hombres perdiesen los estribos por ella. Perdición de marineros y sueño de jovenzuelos. A las vampiresas les gustaban divertirse con los hombres y en aquella noche, Itanna se habría encaprichado de Tau Farley como podría haberse encaprichado de cualquier otro. No contó con el hecho de que Farley era un dragón de firmes ideales. Priorizaba el honor de su sagrada raza ante todo lo demás...
—… y como no pudiste enamorarle, quisiste vengarte. Sí, lo llevas escrito en la cara. Esos ojos rasgados no me engañan. ¡Tú eres la culpable! Esperaste a Farley en un rincón oscuro del callejón. A los vampiros os gustan los cuchillos. No me lo puedes negar. Ya has bebido suficiente sangre por hoy; por eso decidiste matarle con el cuchillo. Así no levantarías sospechas. Muy inteligente. Muy inteligente. Pero no tanto como yo. — Itanna no contestó. — Confiesa o haré que hables. Dnomo Verde, abre las cortinas, haz el favor. No tenemos que gastar la cera de las velas cuando ES DE DÍA.
La vampiresa siseó sin abrir la boca.
—No fui yo. Farley no me gustaba. No sé qué coño tienes en cabeza. El dragón tenía casi cuatrocientos años; parecía un humano de cincuenta. A mí me gustan más jovencitos.
Hont dio la espalda a la vampiresa Itanna ignorando, con buena gracia, sus intentos de seducción. A él no le interesaban las mujeres ni tampoco las personas que no tuvieran pelo en el cuerpo.
R0B3, cariñosamente apodado como Robe o Robi por los lugareños, era un cibernético que trabajaba como ayudante en la herrería del pueblo, afilando espadas y cuchillos. ¡Ahí estaba la relación con el arma homicida! El señor Farley pidió a R0B3 que le afilase su espada. Le dijo que tenía prisa, que tenía intención de partir al cabo de un par de días y le pagó por adelantado. El cibernético le prometió que lo tendría listo para mañana, es decir, para hoy, y fue a la herrería. En una mala metedura de pata, Robi rompió la espada de Farley. Se vio en un apuro porque ya se había gastado los aeros que le dio en mejoras para su cuerpo de metal…
—… por eso pensaste que sí le matabas no tendrías que devolverle el dinero. Muerto el perro se acabó la rabia. A grandes males, grandes remedios. Y más vale pájaro en mano que ciento volando. Ese último no tiene mucho sentido, pero no te hagas el tonto, Robi, me estás entendiendo perfectamente. Fuiste tú quien mató al señor Farley.
—Robe bueno. Robe promete que es bueno. Robe vender sus piezas bonitas para comprar espada nueva a maestro Eilwen — el jefe herrero — Robe quiere disculparse con señor Farley. Robe no puede hacer daño a nadie.
—No me creo tus mentiras, Robi. Conmigo no puedes hacerte el tonto. Dnomo azul, tráeme el alfiler. Mi amigo Harambe lo encantó para mí. Es tan pequeñito que puede introducirse en cualquier parte. Quema como un demonio. ¿Te lo imaginas dentro de tus engranajes y tornillos? Quema la piel y derrite los metales más blandos. Es maravilloso. ¡Una pasada! Lo mejor es que puedo controlarlo con mi espada. ¿Vas a hablar ahora?
—Robe promete. Robe no puede hacer daño. Robe vender sus cosas bonitas… Robe….
Se quitó la camisa y mostró un agujero en su panza dejando al descubierto sus órganos humanos que todavía funcionaban. Era cierto que había vendido la mitad de su cuerpo, pero eso no quería decir que fuera inocente. Hont hizo una mueva y pasó al siguiente acusado.
_____________________
* Bienvenidos/as acusados: Para este desafío necesito dos usuarios. Ambos sois sospechosos por diferentes razones de haber matado al dragón Tau Farley. Hont os ha conducido a la bodega de la taberna con lo ayuda de unos dnomos. Tiene en su poder un “arma” (qué puede ser ridícula como la coliflor o más gore como la aguja encantada) para mantenerlos en el lugar. En este primer turno deberéis explicar vuestra relación con el muerto y demostrar vuestra inocencia en un mininterrogatorio como los que he mostrado de ejemplo. Deberéis lanzar la Voluntad de los Dioses con 4 runas, 1 para Hont y las otras 3 para Jaylon, Itanna y R0B3, respectivamente. La suerte dictará la confianza con los personajes.
Os adelanto: en segundo turno lo usaremos para averiguar quién, de los cinco, miente. En caso de no hallar al culpable, usaré la suerte para seleccionar a uno de vosotros dos.
Requisitos:
Prioridad a aquellos usuarios con la maestría Carisma o la especialización Táctico; ya que es lo más relacionado que encuentro a la investigación. No quiero decir que sea un requisito fundamental, sino que entre tres usuarios que quieran participar en el tema, usaré este punto para tomar una decisión.
Links de interés:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Detective PikaHont [Desafío]
—Otro día, la misma mierda... — murmuré al salir de la pocilga que tenía por alcoba.
Mis planes de trabajar como contrabandista se vieron frustrados por una terrible tormenta que azotó dos semanas atrás, devastando el barco de mi socio, con ello dejándome desempleado y con la misma cantidad de Aeros que un limosnero. La austeridad me llevó a reducir los lujos al mínimo: mudarme a una humilde choza junto al basurero, donde apenas y podía distinguir si el olor venía de la basura o la porquería de comida; contagiarme de la pestilencia hasta el punto de que nadie quería estar cerca de mí. No era la mejor temporada de mi vida, y por si fuera poco, la guardia de Sacrestic Ville se había vuelto más cautelosa, reduciendo el flujo de trabajos.
Para mi suerte, a pocas cuadras del basurero yacía una taberna variopinta, donde uno encontraría personajes de lo más pintorescos, de todas las razas: un licántropo de costumbres amaneradas, una vampiresa provocativa, un dragón tabernero y una especie de peluche parlante con un gusto excesivo por meterse donde no le llaman. El alcohol era accesible para mi bolsillo y los movimientos seductores de la vampiresa me atraían lo suficiente como para tener una mano en la bebida y la otra en la intimidad. La suma de todos estos factores me llevó a convertirme en cliente regular.
Eso me trae al comienzo del relato, cuando salía de mi alcoba para dirigirme a la taberna y a mitad de camino sentí un golpe en la cabeza, para luego encontrarme con la oscuridad.
Desperté de un brinco, empapado por una fría cubeta de agua. Con mi visión aún borrosa, vislumbré frente a mí una canija y peluda figura, que conforme se fue aclarando resultó ser el ayudante del tabernero.
—Espera, yo te conozco... debes de ser Honk. — dije entrecerrando los ojos para aclarar la vista.
—¡Hont! ¡Me llamo Hont! Y estarás aquí hasta que comiences a cantar ¡Oh, sí! Seremos muy buenos amigos de ahora en adelante.
Miré a mis lados, y por el sentimiento de humedad, junto con la amplia colección de licores dispuesta en la habitación, supuse que estaba en una bodega. Noté a mi lado a cuatro personajes familiares: la vampiresa, el licántropo, y para mi sorpresa Valeria, la moza, estaba en la misma situación que yo. Quedaba por saber cómo habría llegado hasta allí, pero le daría el beneficio de la duda. El cuarto era el autómata de la herrería, que me había afilado la espada un par de veces ya. Andaba sin camisa y con sus órganos al descubierto. Tragué saliva, imaginándome lo que le habrían hecho los jodidos dnomos.
—No te estoy entendiendo, peluchín. — me le dirigí con seguridad.
—¡Solo mira cómo vas vestido! Esos harapos mugrientos, la barba grasienta, ese olor a... ¡urgh!, ¡y siempre pides el alcohol más barato! Ya lo veo, ya lo veo. — conforme hablaba, me señalaba con su espada de madera en un ademán detectivesco — ... te escabulliste en el callejón cuando el señor Farley tomaba un descanso y ¡zas! ¡una puñalada
y se acabó lo que se daba! Y ya de remate, robaste sus pertenencias y saliste pitando. Bien pensado, bien pensado. De seguro que te compraste esa espada tan bonita con el dinero del señor Farley. Además, encaja perfectamente con la herida de arma punzante.
—No sabría decir si eres estúpido por naturaleza o por conveniencia, pero si tienes más de dos dedos de frente sabrías que no hice ni mierdas. Apenas y conocía al fulano. — fruncí el ceño y me contuve antes de golpearlo; no quería sentirme como un bravucón— Mi espada me ha acompañado por toda mi vida; si la inspeccionas, sabrás que tiene sus años de antigüedad.
El velludo hombrecito instigó a uno de los dnomos a buscar algo entre los barriles, que resultó ser mi espada. En concordancia, el duendecillo la desenvainó y se la extendió a Hont.
—Interesante, muy interesante... Nunca había visto un arma tan elegante, y aunque se ve frágil parece algo resistente... ¡ya sé! Por ahí tengo un martillo de acero excelente, que me fabricó mi amigo Ligma. Estoy seguro de que un golpe y ¡clack! Se acabó lo que se daba. — dijo con un tono tan vacilón como amenazador.
—Eh, vamos a hablarlo con más calma.... — le propuse mientras sudaba — Me gano mi vida honradamente, es solo que el trabajo ha ido algo mal últimamente. Por eso estoy como me ves, ¡pero eso no significa que sea un asesino! ¿No crees que si hubiera matado al hideputa ese, ya estaría bien lejos, haciendo algo con el dinero?
Recordé la fría mirada asesina de la vampiresa. Llevaba demasiado tiempo en el negocio como para reconocer a un asesino solo por su mirada. Su descripción era perfecta: seductora pero mortal. Cada bocanada de aire que exhalaba al hablar venía como un viento gélido, añadiendo aún más a ese perfil de culpabilidad. ¡Tenía que ser ella! Y si no, por lo menos serviría para quitarme ese peso de encima.
—No tengo la menor idea de quién pueda haber sido, pero si me preguntaras, yo diría que fue la vampiresa. ¿Quién sería tan estúpido para confiar en un vampiro, hoy en día? — concluí con una cínica sonrisa, esperando que me creyera.
-----------------------------
El orden de las runas es el descrito en la descripción del desafío.
Mis planes de trabajar como contrabandista se vieron frustrados por una terrible tormenta que azotó dos semanas atrás, devastando el barco de mi socio, con ello dejándome desempleado y con la misma cantidad de Aeros que un limosnero. La austeridad me llevó a reducir los lujos al mínimo: mudarme a una humilde choza junto al basurero, donde apenas y podía distinguir si el olor venía de la basura o la porquería de comida; contagiarme de la pestilencia hasta el punto de que nadie quería estar cerca de mí. No era la mejor temporada de mi vida, y por si fuera poco, la guardia de Sacrestic Ville se había vuelto más cautelosa, reduciendo el flujo de trabajos.
Para mi suerte, a pocas cuadras del basurero yacía una taberna variopinta, donde uno encontraría personajes de lo más pintorescos, de todas las razas: un licántropo de costumbres amaneradas, una vampiresa provocativa, un dragón tabernero y una especie de peluche parlante con un gusto excesivo por meterse donde no le llaman. El alcohol era accesible para mi bolsillo y los movimientos seductores de la vampiresa me atraían lo suficiente como para tener una mano en la bebida y la otra en la intimidad. La suma de todos estos factores me llevó a convertirme en cliente regular.
Eso me trae al comienzo del relato, cuando salía de mi alcoba para dirigirme a la taberna y a mitad de camino sentí un golpe en la cabeza, para luego encontrarme con la oscuridad.
Desperté de un brinco, empapado por una fría cubeta de agua. Con mi visión aún borrosa, vislumbré frente a mí una canija y peluda figura, que conforme se fue aclarando resultó ser el ayudante del tabernero.
—Espera, yo te conozco... debes de ser Honk. — dije entrecerrando los ojos para aclarar la vista.
—¡Hont! ¡Me llamo Hont! Y estarás aquí hasta que comiences a cantar ¡Oh, sí! Seremos muy buenos amigos de ahora en adelante.
Miré a mis lados, y por el sentimiento de humedad, junto con la amplia colección de licores dispuesta en la habitación, supuse que estaba en una bodega. Noté a mi lado a cuatro personajes familiares: la vampiresa, el licántropo, y para mi sorpresa Valeria, la moza, estaba en la misma situación que yo. Quedaba por saber cómo habría llegado hasta allí, pero le daría el beneficio de la duda. El cuarto era el autómata de la herrería, que me había afilado la espada un par de veces ya. Andaba sin camisa y con sus órganos al descubierto. Tragué saliva, imaginándome lo que le habrían hecho los jodidos dnomos.
—No te estoy entendiendo, peluchín. — me le dirigí con seguridad.
—¡Solo mira cómo vas vestido! Esos harapos mugrientos, la barba grasienta, ese olor a... ¡urgh!, ¡y siempre pides el alcohol más barato! Ya lo veo, ya lo veo. — conforme hablaba, me señalaba con su espada de madera en un ademán detectivesco — ... te escabulliste en el callejón cuando el señor Farley tomaba un descanso y ¡zas! ¡una puñalada
y se acabó lo que se daba! Y ya de remate, robaste sus pertenencias y saliste pitando. Bien pensado, bien pensado. De seguro que te compraste esa espada tan bonita con el dinero del señor Farley. Además, encaja perfectamente con la herida de arma punzante.
—No sabría decir si eres estúpido por naturaleza o por conveniencia, pero si tienes más de dos dedos de frente sabrías que no hice ni mierdas. Apenas y conocía al fulano. — fruncí el ceño y me contuve antes de golpearlo; no quería sentirme como un bravucón— Mi espada me ha acompañado por toda mi vida; si la inspeccionas, sabrás que tiene sus años de antigüedad.
El velludo hombrecito instigó a uno de los dnomos a buscar algo entre los barriles, que resultó ser mi espada. En concordancia, el duendecillo la desenvainó y se la extendió a Hont.
—Interesante, muy interesante... Nunca había visto un arma tan elegante, y aunque se ve frágil parece algo resistente... ¡ya sé! Por ahí tengo un martillo de acero excelente, que me fabricó mi amigo Ligma. Estoy seguro de que un golpe y ¡clack! Se acabó lo que se daba. — dijo con un tono tan vacilón como amenazador.
—Eh, vamos a hablarlo con más calma.... — le propuse mientras sudaba — Me gano mi vida honradamente, es solo que el trabajo ha ido algo mal últimamente. Por eso estoy como me ves, ¡pero eso no significa que sea un asesino! ¿No crees que si hubiera matado al hideputa ese, ya estaría bien lejos, haciendo algo con el dinero?
Recordé la fría mirada asesina de la vampiresa. Llevaba demasiado tiempo en el negocio como para reconocer a un asesino solo por su mirada. Su descripción era perfecta: seductora pero mortal. Cada bocanada de aire que exhalaba al hablar venía como un viento gélido, añadiendo aún más a ese perfil de culpabilidad. ¡Tenía que ser ella! Y si no, por lo menos serviría para quitarme ese peso de encima.
—No tengo la menor idea de quién pueda haber sido, pero si me preguntaras, yo diría que fue la vampiresa. ¿Quién sería tan estúpido para confiar en un vampiro, hoy en día? — concluí con una cínica sonrisa, esperando que me creyera.
-----------------------------
El orden de las runas es el descrito en la descripción del desafío.
Última edición por Tatsuya Suō el Dom Jul 14 2019, 19:30, editado 1 vez
Tatsuya Suō
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 136
Nivel de PJ : : 1
Re: Detective PikaHont [Desafío]
El miembro 'Tatsuya Suō' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2233
Nivel de PJ : : 0
Re: Detective PikaHont [Desafío]
«No sé qué te diga, bonita», cavilaba Valeria dirigiendo una mirada divertida hacia la vampiresa, «cuatrocientos años de experiencia es mucha experiencia». La bruja no podía negar que sentía cierta predilección por los dragones y, al contrario que a la tal Itanna, un puñado de años de más no le preocupaban demasiado. «Pero supongo que para gustos se hicieron los colores», se dijo mientras observaba cómo el bichejo peludo que los había reunido en aquella habitación rechazaba elegantemente los intentos de seducción de la vampiro.
La sonrisa divertida se convirtió en una irónica a medida que las acusaciones y amenazas del improvisado detective continuaban su curso. La muerte de Farley había sido una lástima, pero el circo que estaba montando aquella zarigüeya parlante le resultaba aún más triste.
Cansada del espectáculo, volvió a revisar los objetos que portaban los pequeños ayudantes. Sabía que uno estaba destinado a ella, la cuestión era cuál. Pronto, no le cupo ninguna duda y la sonrisa socarrona del dnomo de gorro amarillo que sujetaba en sus manos el pequeño frasco se lo terminó de confirmar. «¿Una poción?, ¿es que piensa amenazarme con veneno?».
—¡Y llegamos a la alquimista! —Valeria levantó la vista del misterioso frasco y se encontró con aquella ridícula espada de madera apuntándole a la cara— ¡Confiesa! ¿Farley te recriminó que anduvieras vendiendo filtros de amor a jóvenes alocadas y decidiste quitártelo de en medio?
La bruja lo miró durante un instante sin comprender. Ella no vendía pociones de amor, nunca se había preocupado de aprender ninguna. ¿A qué venía aquella alusión ridícula cuando hacía apenas veinticuatro horas que, tanto Farley como el propio Hont, habían presenciado cómo un marido furioso la acusaba públicamente de ayudar a su esposa a cometer adulterio proveyéndola de los medios para evitar quedarse embarazada de sus supuestos amantes?
Si había evitado una imputación formal era porque todo el mundo sabía que el tipo era un borracho y un paranoico y que su esposa apenas salía de la casa. La pobre mujer no llegaba a los treinta y ya contaba en su haber con media docena de hijos y otra media de abortos, el último de los cuales casi le había costado la vida. Tampoco eran un secreto las palizas que le propinaba su amantísimo esposo; si bien nadie hacía nada al respecto. Después de todo, era su mujer.
Aquel tipo era el que tendría que haber muerto y no Farley, pero Valeria sabía que las cosas no eran tan simples y una mujer sola con seis críos a su cargo no podía esperar una mejora en sus condiciones de vida. Así que hizo lo que pudo: explicarle cómo evitar más embarazos. Y la muy boba se lo contó a su marido. «Para que aprendas a apiadarte de la gente», se diría la bruja a sí misma mientras soportaba los gritos del esposo enfurecido.
Pues bien, teniendo algo tan jugoso de lo que tirar, ¿por qué inventarse la tontería esa de los filtros de amor? A no ser que aquello no fuese una acusación, sino una amenaza. A Valeria se le abrieron los ojos del horror al comprender la situación. Llevó la mirada al frasco y de nuevo a Hont. Aquel maldito marsupial no podía ser tan sádico, ¿o sí?
—¡Ajá! —exclamó Hont triunfante— ¿Ya has descubierto lo que tengo para ti? Mi amigo, el dnomo amarillo, anda buscando novia y una mujer enamorada no le ocultaría nada a su amado, ¿verdad? —Valeria cruzó los brazos por delante de su cuerpo, abrazándose a si misma, mientras retrocedía, alejándose del dnomo amarillo, hasta chocar con un estante lleno de botellas— No te preocupes, no tendré que usarla si te muestras más colaborativa que estos otros —añadió el chico-bestia señalando con la espada al resto del grupo. Al dnomo del gorro amarillo se le borró la sonrisa—. Farley fue visto saliendo de tu habitación antes de bajar a la taberna. Di la verdad: ¿te recriminó tus artes alquímicas y discutisteis?, ¿por eso decidiste matarle?
—No vino a mí por mis pociones sino por mis conocimientos médicos —respondió Valeria sin apartar la vista del frasco, como si tuviese miedo de encontrárselo de repente pegado a su garganta—. Se quejaba de insomnio y un dolor en el pecho. Le hice un examen exhaustivo: su corazón funcionaba perfectamente; sus pulmones, también. Para el insomnio, le receté ejercicio. —Hizo una breve pausa y dirigió una mirada casi suplicante al chico zarigüeya— Es todo lo que sé. Estaba vivo y perfectamente saludable cuando salió de mi habitación. Yo me acosté inmediatamente, tenía una cita importante con un proveedor a la mañana siguiente. Esta mañana. Tus dnomos pueden confirmarlo: me interceptaron cuando regresaba, confiscaron mis compras.
En apoyo de sus palabras, Valeria señaló con un gesto de la cabeza un pequeño paquete que descansaba sobre la mesa. Aquel era el motivo de que se hubiese desplazado hasta Sacrestic Ville. Eran ingredientes difíciles de encontrar, caros. Sólo esperaba que el pequeño bicho peludo no los echase a perder durante su indagación.
—No sé si creerte —dijo Hont entrecerrando los ojos mientras consideraba su historia—. Hay médicos reputados en la ciudad, ¿por qué acudiría a una visitante?
—No lo sé. —La bruja tragó saliva mientras miraba de reojo el frasquito de poción— A lo mejor quería una segunda opinión. O puede que sintiera nostalgia y sólo buscase una excusa para usar su lengua materna.
Valeria hablaba la lengua de los dragones con fluidez, cosa que el propio Farley había elogiado públicamente un par de noches atrás. Cualquiera que hubiese estado en aquel momento en la taberna lo habría oído. Aún así, era difícil saber si aquello bastaría para convencer al extraño detective de su inocencia. ¿Tendría que investigar ella misma a los sospechosos? Tatsuya había acusado a la vampiresa, pero aquello sonaba más a prejuicios que a otra cosa. Una mujer como Itanna contaba con formas mucho más sutiles de cobrarse una afrenta. El biocibernético, por su parte, no daba el tipo como asesino. No, las apuestas de Valeria iban en otra dirección.
La sonrisa divertida se convirtió en una irónica a medida que las acusaciones y amenazas del improvisado detective continuaban su curso. La muerte de Farley había sido una lástima, pero el circo que estaba montando aquella zarigüeya parlante le resultaba aún más triste.
Cansada del espectáculo, volvió a revisar los objetos que portaban los pequeños ayudantes. Sabía que uno estaba destinado a ella, la cuestión era cuál. Pronto, no le cupo ninguna duda y la sonrisa socarrona del dnomo de gorro amarillo que sujetaba en sus manos el pequeño frasco se lo terminó de confirmar. «¿Una poción?, ¿es que piensa amenazarme con veneno?».
—¡Y llegamos a la alquimista! —Valeria levantó la vista del misterioso frasco y se encontró con aquella ridícula espada de madera apuntándole a la cara— ¡Confiesa! ¿Farley te recriminó que anduvieras vendiendo filtros de amor a jóvenes alocadas y decidiste quitártelo de en medio?
La bruja lo miró durante un instante sin comprender. Ella no vendía pociones de amor, nunca se había preocupado de aprender ninguna. ¿A qué venía aquella alusión ridícula cuando hacía apenas veinticuatro horas que, tanto Farley como el propio Hont, habían presenciado cómo un marido furioso la acusaba públicamente de ayudar a su esposa a cometer adulterio proveyéndola de los medios para evitar quedarse embarazada de sus supuestos amantes?
Si había evitado una imputación formal era porque todo el mundo sabía que el tipo era un borracho y un paranoico y que su esposa apenas salía de la casa. La pobre mujer no llegaba a los treinta y ya contaba en su haber con media docena de hijos y otra media de abortos, el último de los cuales casi le había costado la vida. Tampoco eran un secreto las palizas que le propinaba su amantísimo esposo; si bien nadie hacía nada al respecto. Después de todo, era su mujer.
Aquel tipo era el que tendría que haber muerto y no Farley, pero Valeria sabía que las cosas no eran tan simples y una mujer sola con seis críos a su cargo no podía esperar una mejora en sus condiciones de vida. Así que hizo lo que pudo: explicarle cómo evitar más embarazos. Y la muy boba se lo contó a su marido. «Para que aprendas a apiadarte de la gente», se diría la bruja a sí misma mientras soportaba los gritos del esposo enfurecido.
Pues bien, teniendo algo tan jugoso de lo que tirar, ¿por qué inventarse la tontería esa de los filtros de amor? A no ser que aquello no fuese una acusación, sino una amenaza. A Valeria se le abrieron los ojos del horror al comprender la situación. Llevó la mirada al frasco y de nuevo a Hont. Aquel maldito marsupial no podía ser tan sádico, ¿o sí?
—¡Ajá! —exclamó Hont triunfante— ¿Ya has descubierto lo que tengo para ti? Mi amigo, el dnomo amarillo, anda buscando novia y una mujer enamorada no le ocultaría nada a su amado, ¿verdad? —Valeria cruzó los brazos por delante de su cuerpo, abrazándose a si misma, mientras retrocedía, alejándose del dnomo amarillo, hasta chocar con un estante lleno de botellas— No te preocupes, no tendré que usarla si te muestras más colaborativa que estos otros —añadió el chico-bestia señalando con la espada al resto del grupo. Al dnomo del gorro amarillo se le borró la sonrisa—. Farley fue visto saliendo de tu habitación antes de bajar a la taberna. Di la verdad: ¿te recriminó tus artes alquímicas y discutisteis?, ¿por eso decidiste matarle?
—No vino a mí por mis pociones sino por mis conocimientos médicos —respondió Valeria sin apartar la vista del frasco, como si tuviese miedo de encontrárselo de repente pegado a su garganta—. Se quejaba de insomnio y un dolor en el pecho. Le hice un examen exhaustivo: su corazón funcionaba perfectamente; sus pulmones, también. Para el insomnio, le receté ejercicio. —Hizo una breve pausa y dirigió una mirada casi suplicante al chico zarigüeya— Es todo lo que sé. Estaba vivo y perfectamente saludable cuando salió de mi habitación. Yo me acosté inmediatamente, tenía una cita importante con un proveedor a la mañana siguiente. Esta mañana. Tus dnomos pueden confirmarlo: me interceptaron cuando regresaba, confiscaron mis compras.
En apoyo de sus palabras, Valeria señaló con un gesto de la cabeza un pequeño paquete que descansaba sobre la mesa. Aquel era el motivo de que se hubiese desplazado hasta Sacrestic Ville. Eran ingredientes difíciles de encontrar, caros. Sólo esperaba que el pequeño bicho peludo no los echase a perder durante su indagación.
—No sé si creerte —dijo Hont entrecerrando los ojos mientras consideraba su historia—. Hay médicos reputados en la ciudad, ¿por qué acudiría a una visitante?
—No lo sé. —La bruja tragó saliva mientras miraba de reojo el frasquito de poción— A lo mejor quería una segunda opinión. O puede que sintiera nostalgia y sólo buscase una excusa para usar su lengua materna.
Valeria hablaba la lengua de los dragones con fluidez, cosa que el propio Farley había elogiado públicamente un par de noches atrás. Cualquiera que hubiese estado en aquel momento en la taberna lo habría oído. Aún así, era difícil saber si aquello bastaría para convencer al extraño detective de su inocencia. ¿Tendría que investigar ella misma a los sospechosos? Tatsuya había acusado a la vampiresa, pero aquello sonaba más a prejuicios que a otra cosa. Una mujer como Itanna contaba con formas mucho más sutiles de cobrarse una afrenta. El biocibernético, por su parte, no daba el tipo como asesino. No, las apuestas de Valeria iban en otra dirección.
- OFF:
- Espero que no me juzguen muy severamente pero, al leer la declaración de la vampiresa, me vino a la mente esta canción:
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Detective PikaHont [Desafío]
El miembro 'Reike' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
'Runas' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Resultados :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Tyr
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2233
Nivel de PJ : : 0
Re: Detective PikaHont [Desafío]
Paseaba por encima de la mesa con las manos en la espalda a la vez que lanzaba escuetas miradas hacia los sospechosos de la sala (justo como lo hacen los detectives de la tele, con la importante diferencia de tamaño). El lobo Jaylon le causaba mala impresión, de las peores que había sentido jamás. Era guapo, eso no se lo negaba, y si no fuera por el mal pálpito, Hont hubiera querido ser su amigo. Que le hubiera mordido el hocico no ayudó a que le viese con mejores ojos. Luego estaba la vampiresa Itanna. Como dijo el brujo de la perilla: ¿quién sería tan estúpido para confiar en un vampiro? Hont sabía muy bien los peligrosos que podían llegar a ser los vampiros y aunque conocía un par resultaron ser buenos, la mayoría eran malos. Itanna no era una excepción. Por supuesto que no. Tan solo había que fijarse en aquellos ojos rasgados, encerraban pensamientos que Hont no se atrevía a imaginar. Robi, Robe o R0B3, como se llamase, era un caso complicado. Hont no se atrevía a sentenciar si el cibernético era lento raciocinio porque su cerebro estaba hecho de tuercas y tornillos o si estaba fingiendo para ganarse una cuartada. El brujo de la perilla, el señor Tatsuya Suō era un entredicho, igual que Jaylon pero sin su atractivo físico. Vestía con la indumentaria de un asesino e incluso olía como tal. La historia de la alquimista Valeria hacía aguas por todas partes. Los dragones dormían como marmotas, todo el mundo lo sabía. Podían dormir en los lugares más incómodos de Aerandir, en una cueva, por ejemplo, y utilizando frías monedas y joyas preciosas como cama. Un dragón con insomnio... ¿a quién quería engañar?
Todo caballero que se precie tenía a un fiel escudero a su lado (los detectives de la tele tenían secretarias) y Hont tenía a Kimba. Era una chica bestia, cánidos, de una raza pequeña sin clasificar. Medía 80 centímetros; era grande para Hont pero canija para el resto de razas. El deber de Kimba debía consistir en reunir la información que Hont descubría y tomar nota de todo cuánto veía y escuchaba; pero de alguna forma se las arreglaba para virar sus funciones y convertirse en un bicho molesto para Hont, para los sospechosos e incluso para los dnomos de la taberna.
Kimba entró en la sala con una bandeja de planta. Contoneaba sus caderas como si fuera una meretriz. Hont sospechaba que, antes de entrar en la sala, se habría justado en escote para resaltar sus ubres. Kimba no tenía ningún interés en cortejar a los sospechosos, lo hacía para poner nervioso a Hont, porque sabía que el lobo Jaylon cumplía su arquetipo de chico guapo. Kimba dejó la bandeja encima de la mesa en la que Hont paseaba. Hizo como si se sostuviera una falda invisible e hizo una ligera reverencia en la que enseñó más de lo socialmente debido; que la camiseta de tirantes le viniera grande tampoco debía ser una casualidad.
—Aquí tiene, jefe — dijo Kimba adjuntando una sonrisa en la que dejaba ver sus colmillos de perra —. Justo lo que me pidió: todas las cosas raras que viese en el callejón donde mataron al señor Farley.
Hont metió la mano en la bandeja y fue sacando objetos. Primero se los mostró a Kimba, con la que discutió la importancia de éstos.
—¿Qué es esto? Parece una piedra. Huele como una piedra — lo lamió — y sabe como una piedra.
—¡Porque es una piedra, tonto jefe! — Kimba se reía mostrando su perfecta dentadura de sabuesa — Pero no te quedes con lo que es, sino con lo que podría ser. Podría ser una piedra rúnica o el asesino podría haberla usado para afilar su espada. ¿A qué sí?
—Es una piedra — contestó deteniéndose en cada sílaba —. Una simple piedra — Hont lanzó la piedra a un lado —. ¿Y esto, qué es?
—Qué era, querrás decir. Era un barril, ahora es un trozo de madera. Me he adelantado. Huele a cerveza y sabe a cerveza. Me encargué personalmente de olisquearlo y lamerlo bien.
—Eso es una buena pista. ¡Buen trabajo, Kimba! Al señor Farley no le gustaba beber, no tanto como a los otros dragones de su tamaño. Solo bebía cerveza en los eventos sociales. En la intimidad, prefería el vino o la sidra. No, por ninguna de las maneras, el señor Farley no era el tipo de dragón que bebía barriles de cervezas en callejones oscuros.
—Alguien estaría bebiendo con él. La cerveza sabe mejor en pareja — Kimba guiñó el ojo a las dos chicas presentes, ellas entendieron lo que la perra dijo; Hont no lo entendió.
—O el señor Farley se topó con alguien que estuviera bebiendo cerveza, el asesino seguramente. ¡Mejor todavía! La cerveza se topó con el señor Farley. Dices que el barril está roto. Podrían haberlo roto durante el enfrentamiento — dejó el trozo de barril a un lado de la bandeja y cogió otra cosa — ¿Otra piedra?
—¡No! Es un trozo de ladrillo, de la casa de al lado. Es reciente, por lo que podría haberse roto durante la pelea.
—¡Bien visto, Kimba! — buscó otras cosas — ¡Esto es tela de mujer y está manchada de sangre! Eso nos deja con la vampiresa Itanna y la bruja Valeria como sospechosas.
—No exactamente, jefe. La tela es mía, forma parte de mi corsé. Había manchas de sangre en el suelo y, para recoger las muestras, utilicé mi propia ropa.
Menos mal que lo dijo antes de que Hont decidiese a lamer las manchas rojas para comprobar que sabían a sangre. No tenía intención de hacer guarrerías con Kimba. ¡Menudo asco!
—Tú, sí tú, Itanna. Ven aquí. Necesito tu lengua — dicho por Hont, toda la connotación sexual de la frase desaparecía —. Quiero que pruebes esta sangre y me digas de qué persona se trata. ¿Puedes hacerlo? Los de tu raza hacen esas cosas con la sangre.
La vampiresa obedeció. Cogió el lino con las dos manos y lo lamió despacio. Parecía disfrutar. Quizás tuviese razón y su tipo eran chicas jóvenes como Kimba.
—Sangre de dragón.
—¡¿Solo de dragón?! — intervino Kimba — Había varias manchas en el suelo. Nos estás mintiendo.
—¿Por qué habría que mentir? Si lo hiciera tú jefe se daría cuenta y abriréis las cortinas.
—En eso no se equivoca — dijo Hont orgulloso de su trabajo —. Recapitulando. Entonces tenemos al señor Farley en el callejón. ¿Por qué fue al callejón? Porque uno de vosotros, el asesino, se lo dijo. ¡Farley conocía al culpable! Entonces lo pillasteis. El señor Farley estuvo discutiendo con alguien que no alcanzó, no vio o quizás no estabais ahí. Le lanzasteis el barril de cerveza y le empujasteis contra la pared. Él no pudo defenderse. Lo intentó, de ahí a que la pelea se hubiera alargado tanto. Pero no consiguió zafarse porque no os vio o no estabais ahí. — se rascó el mentón (como hacían los detectives de verdad) — ¡Magia! Usasteis magia para atacar. Eso nos deja a Robi y Jaylon fuera de sospecha. —quedaba un último dato —. Cuando terminó la pelea, el dragón estaba en el suelo y uno de vosotros encima de él cuchillo en mano.
—Ya te gustaría que Jaylon estuviera fuera de sospecha — dijo Kimba con rintintín —. Podría haber usado magia arcana. ¡Ja! ¿A qué ahora te arrepientes de lanzar la piedra del principio al suelo?
* Ambos: Hont y Kimba han deducido cómo fue la muerte del dragón Farley. Respecto a las pistas que se han dicho, en este turno, deberéis señalar a un culpable de los presentes.
Para ello lo haremos de la siguiente manera. Jugaremos con la confianza que habéis obtenido y vuestros propios votos. Quien saqué el número más bajo, será declarado culpable del asesinato de Tau Farley. En caso de los npcs, seré yo quien lance sus runas. La runa de Hont cuenta doble. Las runas de muy mala suerte cuentan -2, mala suerte -1, suerte media 0, suerte buena +1, suerte muy buena +2. Las runas de los npcs, respecto la he sacado yo en este tema: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Por el momento, el recuento de la suerte actual queda de esta manera:
Tatsuya Suō: 0 (x2) + 0 + 0 - 2 = - 2
Reike: +2 (x2) -2 - 1 + 1 = +2
Jaylon: 0 (x2) + 0 + 0 = 0
Itanna: +1 (x2) + 1 + 0 = + 3
R0B3: 0 (x2) + 0 + 0 = 0
Al ser 5 sospechosos, deberéis puntuarlos con estas mismas notas: del -2 al +2 sin contar el 0.
Ejemplo, me pongo en la situación de Tatsuya Suō.
Mi votación: -2 para R0B3, -1 para Itanna, +1 Reike, +2 Jaylon.
Todo caballero que se precie tenía a un fiel escudero a su lado (los detectives de la tele tenían secretarias) y Hont tenía a Kimba. Era una chica bestia, cánidos, de una raza pequeña sin clasificar. Medía 80 centímetros; era grande para Hont pero canija para el resto de razas. El deber de Kimba debía consistir en reunir la información que Hont descubría y tomar nota de todo cuánto veía y escuchaba; pero de alguna forma se las arreglaba para virar sus funciones y convertirse en un bicho molesto para Hont, para los sospechosos e incluso para los dnomos de la taberna.
Kimba entró en la sala con una bandeja de planta. Contoneaba sus caderas como si fuera una meretriz. Hont sospechaba que, antes de entrar en la sala, se habría justado en escote para resaltar sus ubres. Kimba no tenía ningún interés en cortejar a los sospechosos, lo hacía para poner nervioso a Hont, porque sabía que el lobo Jaylon cumplía su arquetipo de chico guapo. Kimba dejó la bandeja encima de la mesa en la que Hont paseaba. Hizo como si se sostuviera una falda invisible e hizo una ligera reverencia en la que enseñó más de lo socialmente debido; que la camiseta de tirantes le viniera grande tampoco debía ser una casualidad.
—Aquí tiene, jefe — dijo Kimba adjuntando una sonrisa en la que dejaba ver sus colmillos de perra —. Justo lo que me pidió: todas las cosas raras que viese en el callejón donde mataron al señor Farley.
Hont metió la mano en la bandeja y fue sacando objetos. Primero se los mostró a Kimba, con la que discutió la importancia de éstos.
—¿Qué es esto? Parece una piedra. Huele como una piedra — lo lamió — y sabe como una piedra.
—¡Porque es una piedra, tonto jefe! — Kimba se reía mostrando su perfecta dentadura de sabuesa — Pero no te quedes con lo que es, sino con lo que podría ser. Podría ser una piedra rúnica o el asesino podría haberla usado para afilar su espada. ¿A qué sí?
—Es una piedra — contestó deteniéndose en cada sílaba —. Una simple piedra — Hont lanzó la piedra a un lado —. ¿Y esto, qué es?
—Qué era, querrás decir. Era un barril, ahora es un trozo de madera. Me he adelantado. Huele a cerveza y sabe a cerveza. Me encargué personalmente de olisquearlo y lamerlo bien.
—Eso es una buena pista. ¡Buen trabajo, Kimba! Al señor Farley no le gustaba beber, no tanto como a los otros dragones de su tamaño. Solo bebía cerveza en los eventos sociales. En la intimidad, prefería el vino o la sidra. No, por ninguna de las maneras, el señor Farley no era el tipo de dragón que bebía barriles de cervezas en callejones oscuros.
—Alguien estaría bebiendo con él. La cerveza sabe mejor en pareja — Kimba guiñó el ojo a las dos chicas presentes, ellas entendieron lo que la perra dijo; Hont no lo entendió.
—O el señor Farley se topó con alguien que estuviera bebiendo cerveza, el asesino seguramente. ¡Mejor todavía! La cerveza se topó con el señor Farley. Dices que el barril está roto. Podrían haberlo roto durante el enfrentamiento — dejó el trozo de barril a un lado de la bandeja y cogió otra cosa — ¿Otra piedra?
—¡No! Es un trozo de ladrillo, de la casa de al lado. Es reciente, por lo que podría haberse roto durante la pelea.
—¡Bien visto, Kimba! — buscó otras cosas — ¡Esto es tela de mujer y está manchada de sangre! Eso nos deja con la vampiresa Itanna y la bruja Valeria como sospechosas.
—No exactamente, jefe. La tela es mía, forma parte de mi corsé. Había manchas de sangre en el suelo y, para recoger las muestras, utilicé mi propia ropa.
Menos mal que lo dijo antes de que Hont decidiese a lamer las manchas rojas para comprobar que sabían a sangre. No tenía intención de hacer guarrerías con Kimba. ¡Menudo asco!
—Tú, sí tú, Itanna. Ven aquí. Necesito tu lengua — dicho por Hont, toda la connotación sexual de la frase desaparecía —. Quiero que pruebes esta sangre y me digas de qué persona se trata. ¿Puedes hacerlo? Los de tu raza hacen esas cosas con la sangre.
La vampiresa obedeció. Cogió el lino con las dos manos y lo lamió despacio. Parecía disfrutar. Quizás tuviese razón y su tipo eran chicas jóvenes como Kimba.
—Sangre de dragón.
—¡¿Solo de dragón?! — intervino Kimba — Había varias manchas en el suelo. Nos estás mintiendo.
—¿Por qué habría que mentir? Si lo hiciera tú jefe se daría cuenta y abriréis las cortinas.
—En eso no se equivoca — dijo Hont orgulloso de su trabajo —. Recapitulando. Entonces tenemos al señor Farley en el callejón. ¿Por qué fue al callejón? Porque uno de vosotros, el asesino, se lo dijo. ¡Farley conocía al culpable! Entonces lo pillasteis. El señor Farley estuvo discutiendo con alguien que no alcanzó, no vio o quizás no estabais ahí. Le lanzasteis el barril de cerveza y le empujasteis contra la pared. Él no pudo defenderse. Lo intentó, de ahí a que la pelea se hubiera alargado tanto. Pero no consiguió zafarse porque no os vio o no estabais ahí. — se rascó el mentón (como hacían los detectives de verdad) — ¡Magia! Usasteis magia para atacar. Eso nos deja a Robi y Jaylon fuera de sospecha. —quedaba un último dato —. Cuando terminó la pelea, el dragón estaba en el suelo y uno de vosotros encima de él cuchillo en mano.
—Ya te gustaría que Jaylon estuviera fuera de sospecha — dijo Kimba con rintintín —. Podría haber usado magia arcana. ¡Ja! ¿A qué ahora te arrepientes de lanzar la piedra del principio al suelo?
- Kimba:
_____________________
* Ambos: Hont y Kimba han deducido cómo fue la muerte del dragón Farley. Respecto a las pistas que se han dicho, en este turno, deberéis señalar a un culpable de los presentes.
Para ello lo haremos de la siguiente manera. Jugaremos con la confianza que habéis obtenido y vuestros propios votos. Quien saqué el número más bajo, será declarado culpable del asesinato de Tau Farley. En caso de los npcs, seré yo quien lance sus runas. La runa de Hont cuenta doble. Las runas de muy mala suerte cuentan -2, mala suerte -1, suerte media 0, suerte buena +1, suerte muy buena +2. Las runas de los npcs, respecto la he sacado yo en este tema: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Por el momento, el recuento de la suerte actual queda de esta manera:
Tatsuya Suō: 0 (x2) + 0 + 0 - 2 = - 2
Reike: +2 (x2) -2 - 1 + 1 = +2
Jaylon: 0 (x2) + 0 + 0 = 0
Itanna: +1 (x2) + 1 + 0 = + 3
R0B3: 0 (x2) + 0 + 0 = 0
Al ser 5 sospechosos, deberéis puntuarlos con estas mismas notas: del -2 al +2 sin contar el 0.
Ejemplo, me pongo en la situación de Tatsuya Suō.
Mi votación: -2 para R0B3, -1 para Itanna, +1 Reike, +2 Jaylon.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: Detective PikaHont [Desafío]
El bichejo peludo caminó de un lado a otro por la habitación, sin pronunciar ni una palabra. Sin embargo, su penetrante mirada hablaba por si sola: inspeccionaba cada detalle, se acariciaba el mentón cada vez que nos veía sudar, deslizaba su lápiz por una libreta con cada uno de nuestros movimientos... y se rascaba la espalda con mi espada. El interrogatorio transcurrió de esta manera por unos incómodos minutos, hasta que por las escaleras descendió una mujer-bestia de rasgos caninos, vestida ridículamente como una fulana. Contuve la risa en cuanto un chiste con la palabra "perra" se me vino a la mente.
Entre el peluchín y la perrita, inspeccionaron ciertas "pruebas" halladas en la escena del crimen. -Vaya asesino de mierda tienes que ser para dejar tantas pruebas en la escena...-. Las pistas eran: una piedra, un trozo de madera, un ladrillo roto y una tela manchada con sangre. Lo único que se me vino a la cabeza es que hubo forcejeo entre ambas partes, hasta que una salió victoriosa; ¡que debía ser lo más lógico! Pero Hont, nada falto de creatividad, armó toda una historia sobre el asesinato, con tal nivel de detalle que parecía perpetrado por él. A raíz de su versión de la historia, Jaylon y R0B3 quedaron favorecidos, mientras que la moza y yo estábamos bajo sospecha.
—Debes de ser muy estúpido si crees que no nos hemos dado cuenta de cómo ves a Jaylon. Te va el favoritismo. — dije interrumpiendo la conversación del detective y su acompañante. — No soy quién para juzgar tus gustos, pero si vas a señalar con el dedo, más te vale hacerlo bien.
—Te veo algo nervioso, Tatsuya. Seguro que comenzaron a sonar tus alarmas cuando caíste en cuenta de que te he descubierto: tienes la capacidad mágica, la mala fama de asesino, cada vez encajas más en el perfil del asesino. Estabas segurísimo de que te zafarías de mí, ¡pero qué va! Te tengo atrapado.
—Tu amiguita tiene más sentido común que tú. L-La piedra tiene que ser rúnica, no de afilar. Para comenzar, ¿quién afila su arma pocos minutos antes de asesinar a su víctima? ¿Por qué la llevarías a la escena del crimen? Y aún por encima todo eso, si lo mató un mago, ¿para qué usar un cuchillo? ¿Por qué no aplastarle la cabeza con el barril y fin del tema? Es mucho más limpio, desde luego. No, no, no... no. El asesino no posee las capacidades mágicas, pero sí el bolsillo para permitirse una piedra rúnica. Utilizó su poder para empujar al tal Farley, esperando que el golpe lo noqueara. Lamentablemente, no fue así, y tuvo que acabar el trabajo con el cuchillo. ¿No queda mejor e-esa explicación?
—¡Hm! Poco importa la opinión de un mercenario frente a la del mejor detective del mundo. — El cabronazo tiró mi espada al suelo, buscando molestarme. — ¡Ups, se me resbaló!
—Vamos, jefe, lo que dice el feucho este podría ser perfectamente posible. Nada es descartable. — Kimba me dio unas palmaditas en la espalda y me guiñó el ojo.
Luego de analizar la situación, mis votos se inclinaban hacia el cibernético. No era solo que no había dicho ni "mu" en todo lo que llevábamos de interrogatorio, que ya de por sí era sospechoso, sino que era el que compartía el motivo más común por asesinato: dinero. Nadie quiere deberle a nadie, y entre ser deudor y asesino, a veces es preferible lo segundo. Yo habría hecho lo mismo en si situación, solo que con impecabilidad.
Con respecto al resto del grupo, Jaylon parecía más del tipo "ladra pero no muerde", y nunca mejor dicho en su condición como licántropo. La vampiresa aún me daba escalofríos, pero siendo honesto, la prefería libre para llevarla a mi cama que tras las rejas. Por último, ya conocía lo suficiente a la moza como para saber que ese no era su estilo. Los galenos son todos rectos, ya que tienen que hacer juramentos y noséqué mierdas. Por descarte, se llegaba al culpable.
—¿Nadie va a hablar sobre la hojalata andante que tenemos al lado? ¡Si es jodidamente escalofriante! — dije señalando con mis labios a R0B3— N-No se dejen engañar por las apariencias; todavía no he conocido al primer cibernético estúpido. Podrán ser más aburmidos... que digo, aburridos que ver el pasto crecer y tener las emociones de una piedra, pero bien que son astutos los himdeputas. Quiero decir, hideputas.. Las piedras rúnicas son costosas, y hasta donde sé, nadie aquí a excepción de Valeria tiene gran abundancia de dinero. Ahora, si pudieras vender partes de tu cuerpo, las cosas serían distintas. ¿Y si Robi vendió su cuerpo para comprar la piedra rúnica, y así deshacerse de Farley? — conforme hablaba tartamudeaba y enredaba las palabras, producto del nerviosismo. Justo en ese momento era cuando más deseaba haber heredado la mente política de mi padre.
—He tenido suficiente. ¡Rasputín! — Hont llamó a uno de los dnomos, que se acercó tambaleándose. El peluche hizo un ademán con la mano, y el dnomo me dio una cachetada. — Cada vez que hables, mi amigo aquí se asegurará de golpearte.
—Vete al carajo. — recibí una segunda bofetada, aún más fuerte. Deseaba arrancarle la cabeza al bicharraco canijo, pero el temor por mi espada me hizo callarme a regañadientes. Me las iban a pagar, tarde o temprano.
-------------------------
Mi votación es:
R0B3: -2
Jaylon: -1
Itanna: -1
Reike: +2
Entre el peluchín y la perrita, inspeccionaron ciertas "pruebas" halladas en la escena del crimen. -Vaya asesino de mierda tienes que ser para dejar tantas pruebas en la escena...-. Las pistas eran: una piedra, un trozo de madera, un ladrillo roto y una tela manchada con sangre. Lo único que se me vino a la cabeza es que hubo forcejeo entre ambas partes, hasta que una salió victoriosa; ¡que debía ser lo más lógico! Pero Hont, nada falto de creatividad, armó toda una historia sobre el asesinato, con tal nivel de detalle que parecía perpetrado por él. A raíz de su versión de la historia, Jaylon y R0B3 quedaron favorecidos, mientras que la moza y yo estábamos bajo sospecha.
—Debes de ser muy estúpido si crees que no nos hemos dado cuenta de cómo ves a Jaylon. Te va el favoritismo. — dije interrumpiendo la conversación del detective y su acompañante. — No soy quién para juzgar tus gustos, pero si vas a señalar con el dedo, más te vale hacerlo bien.
—Te veo algo nervioso, Tatsuya. Seguro que comenzaron a sonar tus alarmas cuando caíste en cuenta de que te he descubierto: tienes la capacidad mágica, la mala fama de asesino, cada vez encajas más en el perfil del asesino. Estabas segurísimo de que te zafarías de mí, ¡pero qué va! Te tengo atrapado.
—Tu amiguita tiene más sentido común que tú. L-La piedra tiene que ser rúnica, no de afilar. Para comenzar, ¿quién afila su arma pocos minutos antes de asesinar a su víctima? ¿Por qué la llevarías a la escena del crimen? Y aún por encima todo eso, si lo mató un mago, ¿para qué usar un cuchillo? ¿Por qué no aplastarle la cabeza con el barril y fin del tema? Es mucho más limpio, desde luego. No, no, no... no. El asesino no posee las capacidades mágicas, pero sí el bolsillo para permitirse una piedra rúnica. Utilizó su poder para empujar al tal Farley, esperando que el golpe lo noqueara. Lamentablemente, no fue así, y tuvo que acabar el trabajo con el cuchillo. ¿No queda mejor e-esa explicación?
—¡Hm! Poco importa la opinión de un mercenario frente a la del mejor detective del mundo. — El cabronazo tiró mi espada al suelo, buscando molestarme. — ¡Ups, se me resbaló!
—Vamos, jefe, lo que dice el feucho este podría ser perfectamente posible. Nada es descartable. — Kimba me dio unas palmaditas en la espalda y me guiñó el ojo.
Luego de analizar la situación, mis votos se inclinaban hacia el cibernético. No era solo que no había dicho ni "mu" en todo lo que llevábamos de interrogatorio, que ya de por sí era sospechoso, sino que era el que compartía el motivo más común por asesinato: dinero. Nadie quiere deberle a nadie, y entre ser deudor y asesino, a veces es preferible lo segundo. Yo habría hecho lo mismo en si situación, solo que con impecabilidad.
Con respecto al resto del grupo, Jaylon parecía más del tipo "ladra pero no muerde", y nunca mejor dicho en su condición como licántropo. La vampiresa aún me daba escalofríos, pero siendo honesto, la prefería libre para llevarla a mi cama que tras las rejas. Por último, ya conocía lo suficiente a la moza como para saber que ese no era su estilo. Los galenos son todos rectos, ya que tienen que hacer juramentos y noséqué mierdas. Por descarte, se llegaba al culpable.
—¿Nadie va a hablar sobre la hojalata andante que tenemos al lado? ¡Si es jodidamente escalofriante! — dije señalando con mis labios a R0B3— N-No se dejen engañar por las apariencias; todavía no he conocido al primer cibernético estúpido. Podrán ser más aburmidos... que digo, aburridos que ver el pasto crecer y tener las emociones de una piedra, pero bien que son astutos los himdeputas. Quiero decir, hideputas.. Las piedras rúnicas son costosas, y hasta donde sé, nadie aquí a excepción de Valeria tiene gran abundancia de dinero. Ahora, si pudieras vender partes de tu cuerpo, las cosas serían distintas. ¿Y si Robi vendió su cuerpo para comprar la piedra rúnica, y así deshacerse de Farley? — conforme hablaba tartamudeaba y enredaba las palabras, producto del nerviosismo. Justo en ese momento era cuando más deseaba haber heredado la mente política de mi padre.
—He tenido suficiente. ¡Rasputín! — Hont llamó a uno de los dnomos, que se acercó tambaleándose. El peluche hizo un ademán con la mano, y el dnomo me dio una cachetada. — Cada vez que hables, mi amigo aquí se asegurará de golpearte.
—Vete al carajo. — recibí una segunda bofetada, aún más fuerte. Deseaba arrancarle la cabeza al bicharraco canijo, pero el temor por mi espada me hizo callarme a regañadientes. Me las iban a pagar, tarde o temprano.
-------------------------
Mi votación es:
R0B3: -2
Jaylon: -1
Itanna: -1
Reike: +2
- Disculpa:
- Aprovecho este pequeño espacio para disculparme por la tardanza. La última semana fue de parciales y estuve demasiado ocupado. Ya salí de vacaciones, por lo que puedo dedicarme mucho más al foro.
Tatsuya Suō
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 136
Nivel de PJ : : 1
Re: Detective PikaHont [Desafío]
Mientras observaba el intercambio entre el peludo detective y su no menos peluda ayudante, Valeria empezó a pensar que tal vez había subestimado al marsupial parlante. Tenía la imaginación desbordada de un jovenzuelo y le faltaba experiencia, pero eso se curaba con los años, si uno no se quedaba por el camino. El chico tenía potencial. «Quien sabe, tal vez en una o dos décadas pueda llegar a ser el gran detective que se cree», se dijo.
Respondió al guiño de la mujer-bestia con una media sonrisa, no tanto por lo ingenioso de su comentario, como por la conveniencia de establecer una cierta complicidad. Aunque, por la forma en que la perrita se enfrentó a la vampiro cuando creyó que los podía estar engañando, iba a ser un hueso más duro de roer de lo que había aparentado al entrar.
El chico-bestia terminó de componer su historia y Valeria fue dolorosamente consciente de cómo había reducido la lista de sospechosos y de que ella, como usuaria de la magia, aún permanecía dentro. Aún así, continuó apoyada contra aquél estante de botellas y en silencio. Necesitaba defenderse pero, consciente del dicho de “quien se excusa, se acusa”, no quería ser la primera en intervenir. Fue Tatsuya el que interrumpió el relato de su captor y la bruja no pudo evitar cruzar una mirada con Itanna, la otra sospechosa. Algo en el rostro de la vampiro le sugirió que ambas estaban pensando lo mismo.
Valeria avanzó despacio hacia donde había caído la piedra que ahora rescataba el brujo en su relato. Podía haberla atraído mediante la telequinesis, pero el pequeño paseo le daba una excusa para alejarse un poco más del dnomo del gorro amarillo y su poción de amor, por no decir que prefería no llamar más la atención haciendo uso de la magia en aquel momento. Apartando hacia un lado el bajo de la falda para no tapar el objeto con ella al agacharse, se puso en cuclillas y la tomó en su mano. La observó y la consideró por un momento mientras Tatsuya compartía su propia historia con los presentes.
Al cabo de un rato, se levantó, con la piedra aún en la mano, y dirigió la mirada al bio-cibernético, que no se había movido de su rincón ni para volver a ponerse la camisa. Durante meses, Valeria había leído todo lo que caía en su mano sobre aquella raza, también había conocido a varios de sus miembros, había mantenido una extensa entrevista con una de ellas. No había nada, entre todo lo que había averiguado hasta el momento, que le llevara a sospechar de aquel tipo. Era cierto que Zöe le había hablado de “individuos defectuosos”, y había visto a Sandra/Rachel, o como diablos se llamara, atacar a unos humanos cuando sus ojos se volvieron rojos. Pero, a juicio de Valeria, el tal Robi, simplemente, no daba el tipo. Runa o no runa, seguía pareciéndole el menos viable de los sospechosos.
—Es una hipótesis interesante —dijo con calma cuando Tatsuya fue obligado a dejar de hablar—, pero me temo que se apoya en una premisa errónea. He de admitir que no soy experta en magia arcana, pero tengo entendido que las piedras rúnicas deben partirse para liberar su magia. Además, aún después de haberse usado, dejarían un rastro en el éter. No sé tú —continuó, lanzándole la piedra a Tatsuya para que la examinara—, pero yo aquí no noto nada. Estoy con Hont en esto, no es más que una piedra. —El chico pareció satisfecho con su conclusión, lo que la animó a seguir hablando— Pero en algo tengo que darle la razón a Tatsuya: en ocasiones, la explicación más sencilla es la más acertada.
Se acercó a los improvisados detectives y alargó tentativamente una mano hacia los objetos que había traído Kimba. Hont pareció dudar durante un momento, pero finalmente le dio vía libre con un leve gesto de cabeza. La bruja tomó el pedazo de madera y le fue dando vueltas con ambas manos. Una expresión triste asomó a su rostro mientras lo observaba con detenimiento.
—Dices que le lanzaron un barril de cerveza. ¿No sería más realista pensar que, o bien él o su atacante, chocaron contra el barril en medio de la reyerta? El cuchillo, la sangre, el barril y el ladrillo rotos… todo esto sugiere una pelea, como tú mismo indicas. —A medida que hablaba, levantó la vista del pedazo de madera para dirigirla hacia el chico-bestia— Apuntas a un usuario mágico. ¿Por qué? ¿Es el hecho de que sólo se haya encontrado sangre de dragón en el lugar? Eso puede tener varias explicaciones: puede que el atacante fuese otro dragón, lo cual excluiría a cualquiera de los aquí reunidos, —se escucharon un par de risitas en la sala, a pesar de que Hont entrecerró los ojos muy poco convencido con esa explicación— o puede que fuese más hábil. Puede que Farley supiera defenderse, pero no era ningún jovenzuelo. Pillado por sorpresa y sin su espada…
La bruja dejó la frase en el aire al tiempo que una sombra de tristeza pasaba de nuevo por sus ojos. Al bajar la mirada, se dio cuenta de que aún sostenía en la mano el pedazo roto de madera. Volvió en sí con un suspiro y colocó de nuevo el objeto sobre la bandeja.
—Yo diría que las pruebas sugieren dos elementos —concluyó mientras daba un par de pasos hacia atrás, alejándose de la mesa—: fuerza física y destreza en combate.
Mientras dejaba que Hont sacara sus propias conclusiones, llevó la mirada a Jaylon, primero, y después, a Tatsuya. No le cabía duda de que el licántropo era fuerte, sobre todo si se transformaba. Por otro lado, tal y como había dicho al principio, en caso de que se hubiera transformado, habría atacado con garras y dientes, no con un cuchillo.
En el caso del brujo, sin embargo, todo parecía encajar. Valeria sabía, pues le había visto pelear, que el hombre era diestro en combate. Por no hablar de que el pequeño marsupial ya estaba claramente predispuesto contra él. Para más detalles, era brujo, ya que tan empeñados estaban Hont y Kimba en que el culpable utilizaba la magia. Era, sin lugar a dudas, el sospechoso más viable. Lo único a lo que Valeria seguía dándole vueltas era a la cuestión del motivo. Uno no mata sin motivo alguno y ella sabía perfectamente que la espada del brujo no era nueva, ya la tenía la primera vez que se encontraron. En cualquier caso y tratándose de un mercenario, ¿realmente hacía falta un motivo personal? Era posible que, simplemente, le contrataran para la tarea.
----------
OFF: Aquí mi votación, que creo que ya se deduce de mi post: Tatsuya -2, Jaylon -1, Itanna +1, R0B3 +2
Respondió al guiño de la mujer-bestia con una media sonrisa, no tanto por lo ingenioso de su comentario, como por la conveniencia de establecer una cierta complicidad. Aunque, por la forma en que la perrita se enfrentó a la vampiro cuando creyó que los podía estar engañando, iba a ser un hueso más duro de roer de lo que había aparentado al entrar.
El chico-bestia terminó de componer su historia y Valeria fue dolorosamente consciente de cómo había reducido la lista de sospechosos y de que ella, como usuaria de la magia, aún permanecía dentro. Aún así, continuó apoyada contra aquél estante de botellas y en silencio. Necesitaba defenderse pero, consciente del dicho de “quien se excusa, se acusa”, no quería ser la primera en intervenir. Fue Tatsuya el que interrumpió el relato de su captor y la bruja no pudo evitar cruzar una mirada con Itanna, la otra sospechosa. Algo en el rostro de la vampiro le sugirió que ambas estaban pensando lo mismo.
Valeria avanzó despacio hacia donde había caído la piedra que ahora rescataba el brujo en su relato. Podía haberla atraído mediante la telequinesis, pero el pequeño paseo le daba una excusa para alejarse un poco más del dnomo del gorro amarillo y su poción de amor, por no decir que prefería no llamar más la atención haciendo uso de la magia en aquel momento. Apartando hacia un lado el bajo de la falda para no tapar el objeto con ella al agacharse, se puso en cuclillas y la tomó en su mano. La observó y la consideró por un momento mientras Tatsuya compartía su propia historia con los presentes.
Al cabo de un rato, se levantó, con la piedra aún en la mano, y dirigió la mirada al bio-cibernético, que no se había movido de su rincón ni para volver a ponerse la camisa. Durante meses, Valeria había leído todo lo que caía en su mano sobre aquella raza, también había conocido a varios de sus miembros, había mantenido una extensa entrevista con una de ellas. No había nada, entre todo lo que había averiguado hasta el momento, que le llevara a sospechar de aquel tipo. Era cierto que Zöe le había hablado de “individuos defectuosos”, y había visto a Sandra/Rachel, o como diablos se llamara, atacar a unos humanos cuando sus ojos se volvieron rojos. Pero, a juicio de Valeria, el tal Robi, simplemente, no daba el tipo. Runa o no runa, seguía pareciéndole el menos viable de los sospechosos.
—Es una hipótesis interesante —dijo con calma cuando Tatsuya fue obligado a dejar de hablar—, pero me temo que se apoya en una premisa errónea. He de admitir que no soy experta en magia arcana, pero tengo entendido que las piedras rúnicas deben partirse para liberar su magia. Además, aún después de haberse usado, dejarían un rastro en el éter. No sé tú —continuó, lanzándole la piedra a Tatsuya para que la examinara—, pero yo aquí no noto nada. Estoy con Hont en esto, no es más que una piedra. —El chico pareció satisfecho con su conclusión, lo que la animó a seguir hablando— Pero en algo tengo que darle la razón a Tatsuya: en ocasiones, la explicación más sencilla es la más acertada.
Se acercó a los improvisados detectives y alargó tentativamente una mano hacia los objetos que había traído Kimba. Hont pareció dudar durante un momento, pero finalmente le dio vía libre con un leve gesto de cabeza. La bruja tomó el pedazo de madera y le fue dando vueltas con ambas manos. Una expresión triste asomó a su rostro mientras lo observaba con detenimiento.
—Dices que le lanzaron un barril de cerveza. ¿No sería más realista pensar que, o bien él o su atacante, chocaron contra el barril en medio de la reyerta? El cuchillo, la sangre, el barril y el ladrillo rotos… todo esto sugiere una pelea, como tú mismo indicas. —A medida que hablaba, levantó la vista del pedazo de madera para dirigirla hacia el chico-bestia— Apuntas a un usuario mágico. ¿Por qué? ¿Es el hecho de que sólo se haya encontrado sangre de dragón en el lugar? Eso puede tener varias explicaciones: puede que el atacante fuese otro dragón, lo cual excluiría a cualquiera de los aquí reunidos, —se escucharon un par de risitas en la sala, a pesar de que Hont entrecerró los ojos muy poco convencido con esa explicación— o puede que fuese más hábil. Puede que Farley supiera defenderse, pero no era ningún jovenzuelo. Pillado por sorpresa y sin su espada…
La bruja dejó la frase en el aire al tiempo que una sombra de tristeza pasaba de nuevo por sus ojos. Al bajar la mirada, se dio cuenta de que aún sostenía en la mano el pedazo roto de madera. Volvió en sí con un suspiro y colocó de nuevo el objeto sobre la bandeja.
—Yo diría que las pruebas sugieren dos elementos —concluyó mientras daba un par de pasos hacia atrás, alejándose de la mesa—: fuerza física y destreza en combate.
Mientras dejaba que Hont sacara sus propias conclusiones, llevó la mirada a Jaylon, primero, y después, a Tatsuya. No le cabía duda de que el licántropo era fuerte, sobre todo si se transformaba. Por otro lado, tal y como había dicho al principio, en caso de que se hubiera transformado, habría atacado con garras y dientes, no con un cuchillo.
En el caso del brujo, sin embargo, todo parecía encajar. Valeria sabía, pues le había visto pelear, que el hombre era diestro en combate. Por no hablar de que el pequeño marsupial ya estaba claramente predispuesto contra él. Para más detalles, era brujo, ya que tan empeñados estaban Hont y Kimba en que el culpable utilizaba la magia. Era, sin lugar a dudas, el sospechoso más viable. Lo único a lo que Valeria seguía dándole vueltas era a la cuestión del motivo. Uno no mata sin motivo alguno y ella sabía perfectamente que la espada del brujo no era nueva, ya la tenía la primera vez que se encontraron. En cualquier caso y tratándose de un mercenario, ¿realmente hacía falta un motivo personal? Era posible que, simplemente, le contrataran para la tarea.
----------
OFF: Aquí mi votación, que creo que ya se deduce de mi post: Tatsuya -2, Jaylon -1, Itanna +1, R0B3 +2
Reike
Admin
Admin
Cantidad de envíos : : 1878
Nivel de PJ : : 5
Re: Detective PikaHont [Desafío]
Si no fuera lo suficientemente difícil confiar en la supuesta inocencia de los sospechosos y leer las pruebas que Kimba trajo, los sospechosos complicaban, todavía más, el asunto al acusarse unos a otros por temas intrascendentes. Hont fingía no escucharles, daba vueltas en círculos sobre la mesa de madera que se había subido para ponerse a la misma altura que los acusados e intentaba inútilmente poner la mente en blanco. Dio un golpe seco con la punta de la espada de madera al tablero de la mesa tan fuerte que Kimba dio un sobresalto. No dijo nada, miró a los cinco sospechosos que reunió en el sótano con aire enfadados. Al próximo que hable le daré una zurra, claro que sí. Diré a Kimba que se tape los ojos y a los dnomos que se dieran la espalda. Le zurraría en el culete con el lateral de la espada hasta que quede rojito como un tomate.
Fue Tatsuya quien habló, su voz sonó por encima de las otros cuatro. Hont detuvo su constante paseo y lo miró de frente. Tenía una mano levantada, bastaba que la bajase para indicar al dnomo del gorro gris que le traiga el martillo del almacén. Di adiós a tu espada de metal. Tendrás que probar con las de madera, conozco al mejor ebanista de la ciudad. Dejó que el brujo lanzase su acusación porque era posible que fuera la última vez que lo escuchase hablar. Los otros sospechosos se habían puesto en su contra, incluido R0B3, que se había sentado con las piernas cruzadas en el suelo y lloraba como un niño. Robe promete. Robe ser bueno. Robe no hacer daño. Brujo decir mentiras. Robe promete.
Hont recordó que la primera defensa de Tatsuya fue acusar a la vampiresa. Jugó sus rápidas tan rápido como pudo, con un movimiento de distracción contra Itanna. Como éste fracasó, lo probó con R0B3. Muy inteligente, pero no lo suficiente para engañar a un detective de talla mundial.
Luego, habló la bruja y presentó dos atributos que podría tener el verdadero asesino que Hont no tuvo en cuenta: fuerza física y destreza en combate. Faltaba añadir la magia, Hont estaba convencido que se usó la magia telequinética para hacer que el señor Farley cayese al suelo. El tonel podría haber sido movido por magia. ¿Y qué había de los golpes contra la pared? Podrían haber obligado a Farlye a dar puñetazos contra el muro hasta que sus manos se hicieran papilla. Un brujo podría hacerlo, también una vampiresa con sus artes de sombras e hipnosis. Hont apuntaba con la punta de su espada al brujo Tatsuya, fue el mismo nombre que la bruja Valeria mencionó.
Hont bajó el brazo izquierdo. El dnomo del gorro gris trajo un martillo del almacén.
—Engañaste al señor Farley para que fuese al callejón y cayese en tu trampa. Te escondiste detrás de unos cubos, donde él no podía verte. Entonces empezaste a lanzarles cosas encima utilizando tu magia. Un movimiento de distracción. Piedras, barriles, cajas… todo lo que tenías por delante. Cuando estuvo lo suficientemente confuso como para no saber de dónde venía el ataque y, después de asegurarte que en un lugar tan pequeño no se transformaría en dragón, fuiste a por él. Le empujaste contra el muro a la vez que clavabas esta misma espada en el cuello del dragón. — Hont estuvo orgulloso de su deducción —. Debiste limpiarla muy bien. Seguro que si mando a Itanna a lamer tu espada no reconocerá la sangre del señor Farley.
Dejó la espada del brujo en la mesa y la golpeó repetidas veces con el martillo que el dnomo del gorro gris le trajo.
—¡Tú mataste al señor Farley! — gritaba a la vez que rompía el arma —¡Los guardias te esperan fuera!
Kimba se encargó de despechar a los sospechosos que quedan libres mientras los guardias y Hont apresaban al brujo Tatsuya. Kimba caminaba al lado de la bruja Valeria. Le guiñó el ojo en un sentido de complicidad. Entre chicas nos entendemos. Si bien Hont era astuto como un zorro y tenía una imaginación propia de un escritor, era demasiado casto para ser detective. La escena del crimen apestaba a sexo. A Jaylon le gustaban los chicos peludos y pequeños como Hont, R0B3 no tenía con lo que jugar allí abajo, a Itanna, como bien dijo, le gustaban mayores y el brujo Tatsuya no tenía pinta de que le gustasen los hombres. Kimba olfateó el perfume que emanaba la bruja Valeria. Apestaba a sexo. Entre chicas nos entendemos. Le guilló el ojo una segunda vez.
* General: la verdadera culpa era Reike. Antes de empezar con el tema, me puse en contacto con ella. El mensaje de cómo le mato al señor Farley será publicado en el tablón del bardo. Algo importante que he de deciros: si os ha gustado este tema, que ha sido un experimento, por favor, decídmelo por privado y haré más de este estilo. A mí sí me ha gustado hacerlo, pero quizás el sistema de las runas combinado con la votación no sea el mejor o quizás he complicado el tema más de la cuenta. No lo sé, todos los consejos que me podáis decir sobre este experimento serán bien recibidos. Podéis opinar vosotros dos, Tatsuya y Reike, como cualquier otro curioso que haya leído el desafío y le gustaría ver temas similares a éste en un futuro. También quiero felicitaros, a los dos, porque pese a ser un desafío con una temática muy novedosa habéis hecho unos posts excelentes y lograsteis entender la esencia que no estaba segura si había logrado plasmar.
* Tatsuya Suō:
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
Obsequio:
Cadenas de condenado: esta recompensa no la recibes en este tema, sino en un tema posterior que te hablaré en seguida. Las cadenas se consideran un arma flexible de calidad común.
Consecuencia:
Deberás hacer un tema libre en Sacrestic en el que, la trama principal, será salvarte del día de tu ejecución. El tema con un ejecutor mandándote al paredón por haber, supuestamente, matado al señor Farley. Será después de este tema, o durante, que te liberes de las cadenas. Te quedarás con las cadenas, una vez cortadas, y las usarás como arma.
El arma que ha roto Hont es la katanna de calidad pobre con que empezaste a rolear. Te queda con la empuñadura con la esperanza de que algún día (futuro tema Master) pueda ser reconstruida.
Maldición:
Los tres días que has pasado en prisión, sin comer y bebiendo agua sucia del color del hollín, te pasan factura. Los siguientes dos temas que realices, incluido el de la consecuencia anterior, te sentirás débil y sin fuerzas. Esto se traduce en una pérdida de 5 puntos en los atributos Fuerza y Constitución.
* Reike: has absorbida una buena cantidad del éter del dragón, lo cual le ha hecho más daño que cualquier amenazada relacionada con su cuello. Los dragones se maravillan de tu relación con el éter. Se preguntan si es cosa de todos los brujos o únicamente tuya. Si han de apostar, jugarían todas sus fichas a la segunda opción.
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
* +50 aeros adicionales por haber conseguido que Tatsuya fuera acusado como culpable en tu lugar.
Obsequio:
Dnomo de gorro marrón: Es uno de los sirvientes del señor Farley. Al quedarse sin hogar, accede a viajar contigo y servirte en tus aventuras.
Publicarás en el tablón del bardo, como quedamos, la carta en la que confiesas el asesinato del dragón Farley.
Fue Tatsuya quien habló, su voz sonó por encima de las otros cuatro. Hont detuvo su constante paseo y lo miró de frente. Tenía una mano levantada, bastaba que la bajase para indicar al dnomo del gorro gris que le traiga el martillo del almacén. Di adiós a tu espada de metal. Tendrás que probar con las de madera, conozco al mejor ebanista de la ciudad. Dejó que el brujo lanzase su acusación porque era posible que fuera la última vez que lo escuchase hablar. Los otros sospechosos se habían puesto en su contra, incluido R0B3, que se había sentado con las piernas cruzadas en el suelo y lloraba como un niño. Robe promete. Robe ser bueno. Robe no hacer daño. Brujo decir mentiras. Robe promete.
Hont recordó que la primera defensa de Tatsuya fue acusar a la vampiresa. Jugó sus rápidas tan rápido como pudo, con un movimiento de distracción contra Itanna. Como éste fracasó, lo probó con R0B3. Muy inteligente, pero no lo suficiente para engañar a un detective de talla mundial.
Luego, habló la bruja y presentó dos atributos que podría tener el verdadero asesino que Hont no tuvo en cuenta: fuerza física y destreza en combate. Faltaba añadir la magia, Hont estaba convencido que se usó la magia telequinética para hacer que el señor Farley cayese al suelo. El tonel podría haber sido movido por magia. ¿Y qué había de los golpes contra la pared? Podrían haber obligado a Farlye a dar puñetazos contra el muro hasta que sus manos se hicieran papilla. Un brujo podría hacerlo, también una vampiresa con sus artes de sombras e hipnosis. Hont apuntaba con la punta de su espada al brujo Tatsuya, fue el mismo nombre que la bruja Valeria mencionó.
Hont bajó el brazo izquierdo. El dnomo del gorro gris trajo un martillo del almacén.
—Engañaste al señor Farley para que fuese al callejón y cayese en tu trampa. Te escondiste detrás de unos cubos, donde él no podía verte. Entonces empezaste a lanzarles cosas encima utilizando tu magia. Un movimiento de distracción. Piedras, barriles, cajas… todo lo que tenías por delante. Cuando estuvo lo suficientemente confuso como para no saber de dónde venía el ataque y, después de asegurarte que en un lugar tan pequeño no se transformaría en dragón, fuiste a por él. Le empujaste contra el muro a la vez que clavabas esta misma espada en el cuello del dragón. — Hont estuvo orgulloso de su deducción —. Debiste limpiarla muy bien. Seguro que si mando a Itanna a lamer tu espada no reconocerá la sangre del señor Farley.
Dejó la espada del brujo en la mesa y la golpeó repetidas veces con el martillo que el dnomo del gorro gris le trajo.
—¡Tú mataste al señor Farley! — gritaba a la vez que rompía el arma —¡Los guardias te esperan fuera!
_____________________
Kimba se encargó de despechar a los sospechosos que quedan libres mientras los guardias y Hont apresaban al brujo Tatsuya. Kimba caminaba al lado de la bruja Valeria. Le guiñó el ojo en un sentido de complicidad. Entre chicas nos entendemos. Si bien Hont era astuto como un zorro y tenía una imaginación propia de un escritor, era demasiado casto para ser detective. La escena del crimen apestaba a sexo. A Jaylon le gustaban los chicos peludos y pequeños como Hont, R0B3 no tenía con lo que jugar allí abajo, a Itanna, como bien dijo, le gustaban mayores y el brujo Tatsuya no tenía pinta de que le gustasen los hombres. Kimba olfateó el perfume que emanaba la bruja Valeria. Apestaba a sexo. Entre chicas nos entendemos. Le guilló el ojo una segunda vez.
_____________________
* General: la verdadera culpa era Reike. Antes de empezar con el tema, me puse en contacto con ella. El mensaje de cómo le mato al señor Farley será publicado en el tablón del bardo. Algo importante que he de deciros: si os ha gustado este tema, que ha sido un experimento, por favor, decídmelo por privado y haré más de este estilo. A mí sí me ha gustado hacerlo, pero quizás el sistema de las runas combinado con la votación no sea el mejor o quizás he complicado el tema más de la cuenta. No lo sé, todos los consejos que me podáis decir sobre este experimento serán bien recibidos. Podéis opinar vosotros dos, Tatsuya y Reike, como cualquier otro curioso que haya leído el desafío y le gustaría ver temas similares a éste en un futuro. También quiero felicitaros, a los dos, porque pese a ser un desafío con una temática muy novedosa habéis hecho unos posts excelentes y lograsteis entender la esencia que no estaba segura si había logrado plasmar.
* Tatsuya Suō:
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
Obsequio:
Cadenas de condenado: esta recompensa no la recibes en este tema, sino en un tema posterior que te hablaré en seguida. Las cadenas se consideran un arma flexible de calidad común.
- Cadenas de condenado:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Consecuencia:
Deberás hacer un tema libre en Sacrestic en el que, la trama principal, será salvarte del día de tu ejecución. El tema con un ejecutor mandándote al paredón por haber, supuestamente, matado al señor Farley. Será después de este tema, o durante, que te liberes de las cadenas. Te quedarás con las cadenas, una vez cortadas, y las usarás como arma.
El arma que ha roto Hont es la katanna de calidad pobre con que empezaste a rolear. Te queda con la empuñadura con la esperanza de que algún día (futuro tema Master) pueda ser reconstruida.
Maldición:
Los tres días que has pasado en prisión, sin comer y bebiendo agua sucia del color del hollín, te pasan factura. Los siguientes dos temas que realices, incluido el de la consecuencia anterior, te sentirás débil y sin fuerzas. Esto se traduce en una pérdida de 5 puntos en los atributos Fuerza y Constitución.
* Reike: has absorbida una buena cantidad del éter del dragón, lo cual le ha hecho más daño que cualquier amenazada relacionada con su cuello. Los dragones se maravillan de tu relación con el éter. Se preguntan si es cosa de todos los brujos o únicamente tuya. Si han de apostar, jugarían todas sus fichas a la segunda opción.
Recompensas:
* +2 ptos de experiencia en función de la calidad del texto.
* +3 ptos de experiencia en función de la originalidad del usuario.
* 5 ptos totales de experiencia
* +50 aeros adicionales por haber conseguido que Tatsuya fuera acusado como culpable en tu lugar.
Obsequio:
Dnomo de gorro marrón: Es uno de los sirvientes del señor Farley. Al quedarse sin hogar, accede a viajar contigo y servirte en tus aventuras.
- Dnomo:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Publicarás en el tablón del bardo, como quedamos, la carta en la que confiesas el asesinato del dragón Farley.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 23:05 por Tyr
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Hoy a las 19:21 por Seraphine Valaryon
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Hoy a las 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Hoy a las 04:12 por Amice M. Hidalgo
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 18:00 por Sango
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Días de tormenta + 18 [Privado]
Dom Nov 10 2024, 00:41 por Sango
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr
» 89. Una compañía hacia el caos [Privado]
Jue Nov 07 2024, 20:51 por Aylizz Wendell
» Clementina Chonkffuz [SOLITARIO]
Jue Nov 07 2024, 16:48 por Mina Harker
» [Zona de Culto]Santuario del dragón de Mjulnr
Mar Nov 05 2024, 21:21 por Tyr