¿Qué es la felicidad? [Privado Alward-Zöe] [Cerrado]

Un día más, el sol se había puesto en su punto más álgido de su recorrido por la bóveda celeste. Era un día cálido, con una pequeña brisa que a veces se mostraba y se alzaba refrescando el ambiente. En el manto celeste tenían presencia unas mínimas y escasas nubes, decorando este y dando cobijo de los rayos del sol de vez en cuando.

Alward, Moses y Emmanuel iban por un camino que pasaba por un claro de un bosque, muy lejos de Vulwufar y acercándose a la frontera con el territorio elfo, aunque supuestamente aquello pertenecía a la mencionada ciudad. Los tres iban caminando a paso normal y relajado, tenían una misión sencilla; buscar un ingrediente para una receta alquímica por parte de un brujo que vivía en Lunargenta.

-Y... ¿Qué planta buscamos?

-Helvella Contonosa-Dijo con un acento refinado siendo bromista

-¿C-cómo...?

-Verrugas de elfo negro-Intervino el Emmanuel

-Ah, cierto, siempre se me olvida su nombre-Dijo soltando una leve risa

Alward y Emmanuel también rieron. Mientras se internaban en un bosque poco a poco. Este tipo de hongo que buscaban solamente crecía por los reinos del sur, en territorio elfo, por lo que debían de ser cuidadosos de no internarse más de la cuenta y encontrar rápido la Helvella Contonosa.

-¿Son hongos negros, no?-Preguntó Alward mirando al arquero

-Tienen su sombrero de color negro y su tallo de color blanco, de ahí que parezca una verruga

-¡Oh! Como las de Eiko y Gertrude, ¿Verdad?-Dijo soltando una risotada

Tras ese comentario, todos empezaron a reír sin parar y con avidez. Más que una misión o trabajo, parecía una excursión por el campo, ya que estos trabajos de entrega son los que más pacíficos resultaban, debido a que en aquellos sitios alejados si tenían cuidado no habría por qué toparse con nadie peligroso o bestias feroces, al menos la mayoría de las veces era así. Además, viajaban por el día.

-Mejor dicho, como la que tiene Ivens en la nariz-Inquirió

-¿Ivens tiene una verruga?-Preguntó con interés el mercenario

-¡Sí! El otro día jugando a las cartas con él vi que tenía algo blanco y extraño en su nariz, pero no quise mirar mucho para no delatarme

-¡Seguramente te hayas confundido con un poco de espuma de cerveza que se le quedaría de tanto empinar el codo!-Dijo entre pequeños entrecortes de risa

De nuevo, los tres mercenarios estallaron en una carcajada que se oiría por los alrededores debido al único sonido de la naturaleza y el silencio de aquel camino solitario y boscoso. Todos los días que no había un contrato o este no representaba ningún peligro real eran así, entre risas, bromas y felicidad. No era la vida soñada por Alward, pero se sentía feliz y a gusto con la gente que le rodeaba, que por suerte más que compañeros de trabajo, se habían convertido en amigos fieles, e incluso una familia. Aquellos días serían memorables, con el paso del tiempo tenía por seguro que los recordaría con añoranza y nostalgia, pero mientras tanto, intentaba disfrutar cada instante de relajación y felicidad que su vida como mercenario le ofrecía.

Tres días, ocho horas y quince minutos después... Aún sigo aquí, no había señal alguna del cargamento que me habían dicho, era extraño porque se suponía que estaba en el lugar correcto. Podía sentir el sol iluminando las distintas partes de mi cuerpo a medida que salía, se instalaba en lo alto del cielo y comenzaba a bajar. No tenía motivos para verlo, conocía su trayectoria, su intensidad y su función, no era necesario verificarlo con la vista para saber que estaría allí.

Mientras esperaba, el muñeco Neil me hacía compañía, aunque fuera de madera y no tuviera vida alguna, su cercanía me resultaba extrañamente reconfortante. Mis pequeñas creaciones en cambio preferían dar vueltas por la zona y buscar sus propias formas de entretenimiento. ATAC estaba buscando la manera de poder lanzar pedazos de madera con su sistema de aire comprimido, le había quitado los clavos luego de que había intentado dejar clavada a una ardilla contra un árbol.

AMA se dedicaba a romper piedras que iba encontrando por los alrededores, al principio había elegido madera pero eso era muy fácil para él, al parecer los elementos más sólidos le daban cierta sensación de reto. SEPA-IV era el más pacífico, solo se sentó cerca mio y miraba a los insectos pasar, tuvo un pequeño incidente con una mariposa a la que prendió fuego, pero se notaba por sus gestos que estaba arrepentido.

El sonido de unas voces a la distancia hizo que levantara la vista, no podía escuchar el habitual traqueteo de las carretas, pero quizás se habían confundido al darme las órdenes y no había un carromato.

[Activando archivos]

Cuatro días atrás me encontraba en un pueblo al otro lado de las montañas, era solo una parada más en mi camino, pero mi presencia no parecía gustarle a los residentes. Mis sistema llegó a la conclusión de que la mejor opción era continuar caminando hasta encontrar un sitio donde los orgánicos no se mostraran tan desconfiados. Al pedir indicaciones sobre el siguiente poblado no recibí muchas respuestas, finalmente un grupo de humanos jóvenes se decidió a contestarme.

-¿El siguiente poblado? - Se miraron entre ellos y se empezaron a reír - Claro, ve por el camino que rodea a la montaña, justo en la frontera con los árboles del bosque de los elfos, por allí pasa un carro que te guíe hasta el pueblo.

La explicación me pareció algo inusual, pero lo cierto era que la mayoría de las actitudes de los orgánicos me resultaban poco lógicas, así que asentí y les agradecí la información. Luego camine durante casi un día hasta llegar hasta el punto donde me encontraba en este momento.

[Final de los archivos]

Ahora podía ver quienes eran los que se acercaban, tres humanos al parecer preparados para su estadía a la intemperie, por su modo de reír y los gestos de compañerismo podría suponer que se conocían.

-Buenos días - Dije en un tono neutro cuando estuvieron lo suficientemente cerca - Necesito indicaciones para poder llegar a un sitio ¿Correcto? ¿Podrían ofrecerme información? - Termine la pregunta con una sonrisa para que los orgánicos comprendieran que no planeaba hacerles daño. SEPA-IV, AMA y ATAC vinieron corriendo y se alinearon junto a mis pies, preparados para recibir indicaciones también.

---------------------
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

una bio, examinando un muñeco de madera, y alrededor de esta, dispersos, habían tres robots de mucha menor estatura correteando sin ton ni son. Cuando estos visualizaron a los tres mercenarios, la mujer se levantó y camino hacia ellos, al parecer para preguntarles algo. Los tres se pararon, extrañados.

Aquella bio-cibernética sonrió después de hacer la pregunta, aunque se notaba que era una sonrisa carente de personalidad y sentimiento. Era extraño, fría pero a la vez inocente. Los tres robots se acercaron corriendo junto a su compañera, por lo que se podía ver eran compañeros.

-... Claro, pregunta.-Respondió Alward, el cual se encontraba en medio de los tres

-Qué extraño que una bio y cuatro robots anden por aquí sin hacer nada...-Dijo Emmanuel mirando a Moses y en voz baja, como escondiéndose detrás del joven Sevna.

Moses se encogió de hombros e imitó a su compañero

-Los bio-cibernéticos no suelen hacer nada a no ser que se les provoque, así que no tenemos de qué preocuparnos-Susurró detrás de Alward respondiendo al arquero

-Os debe de gustar mucho la naturaleza si andáis por aquí, esto... Señorita...--Dijo cortando su frase al no saber el nombre de la bio-cibernética

Por suerte los orgánicos no se mostraron desconfiados, me miraron y murmuraron entre ellos, pero no se fueron ni me ignoraron. Frente a mi tenía a un hombre joven, de cabello marrón claro y con barba de quizás unos pocos días, se mostraba amable y algo incomodo ante mi presencia. Sus compañeros, uno de cabello oscuro y otro azulado, eran quienes intercambiaban susurros, yo los miraba fijamente sin interrumpir para que pudieran debatir tranquilos sobre mis intenciones.

-En realidad los Bio- cibernéticos podemos hacer lo que queramos siempre y cuando no dañemos a los orgánicos – Dije cuando terminaron, en un susurro tal como ellos habían estado hablando – Así que no deben preocuparse ¿Correcto? No deseo hacerles ningún mal – Volví a sonreír.

Mientras hablábamos mis pequeñas creaciones iban cambiando el peso de un pie al otro, o mirando al cielo, y comenzaban a perseguir a algún insecto, sus periodos de concentración eran muy cortos, pero no había logrado encontrar el modo de solucionar eso. Agarré a ATAC antes de que disparara una lluvia de astillas al pie de uno de los orgánicos, lo mantuve bajo mi brazo y continué la charla.

-Mi nombre es Z03, pero los orgánicos me dicen Zöe. Estos son SEPA-IV, AMA y ATAC – A Neil no lo presentaba porque sería algo extraño presentar a un muñeco de madera – No deben preocuparse, no les aremos daño ¿Correcto? – Volví a afirmar por si no había quedado claro – [Gustar: Desear, querer y tener complacencia en algo] No, no hay nada por lo que sienta gusto, tampoco la naturaleza. Pero tampoco siento disgusto, así que podría ser lo mismo.

ATAC pataleaba y se removía bajo mi brazo, tenía un gran parecido con un escarabajo cuando se daba vuelta. SEPA-IV lo ignoraba, pero AMA daba saltitos para intentar alcanzarlo, sin demasiado éxito.

-En el pueblo al otro lado de la montaña me dijeron que si esperaba aquí una carreta pasaría y me daría indicaciones sobre cómo llegar al siguiente poblado, pero han pasado tres días y ningún tipo de transporte ha pasado por aquí, temo estar esperando en el lugar incorrecto – Incline la cabeza hacia un lado – ¿Podrían por favor guiarme?

Mientras Emmanuel y Moses murmuraban, la bio-cibernética empezó también a hablar entre susurros, captando así la atención de los tres mercenarios. El arquero y el guerrero del espadón pegaron un respingo al ver que la mujer les había oído y se sintieron incomodados por ello, pero más que nada por vergüenza.

-Bueno es saber que no queréis hacernos daño-Dijo con una amplia sonrisa plácida

Los pequeños autómatas que acompañaban a la bio revoltoseaban por su alrededor, llegando uno de ellos incluso a querer astillar de forma totalmente inocente y sin quererlo a Emmanuel, el cual dio un paso hacia atrás con un rostro de sorpresa.

-¡Cuidado!

La mujer entonces agarró al pequeño robot para que no causase ningún problema y siguió conversando con los tres jóvenes.

-Co-correcto...-Dijo Alward tras la nueva afirmación por parte de la bio de que no tenía intenciones hostiles

Tras una definición literal de la palabra "gustar" tras la frase de Alward, los tres mercenarios se miraron entre ellos extrañados sin saber muy bien qué responder a esa frase que la bio soltó carente de sentido, al menos no del figurado por el humano.

-... Correcto...-Soltó como acto reflejo por decir algo

Tras la explicación de la bio-cibernética del por qué se hallaba allí, Alward giró su cabeza levemente hacia ambos lados, mirando a sus amigos y arrugando el entrecejo, como pensativo.

-Creo que...

-Le han tomado el pelo, señorita-Dijo acabando la frase del arquero

-Sí-Dijo cruzándose de brazos y afirmando la improvisada hipótesis de su compañero con la cabeza

-Por estos lares no suele pasar mucha gente, y mucho menos este sitio es el indicado para que ningún tipo de caravana o carromato pase para llevar y traer gente-Dijo poniendo sus brazos en jarras con una postura relajada. Acto seguido soltó un suspiro y continuó hablando-Os encontráis en la frontera con el territorio elfo, más allá de aquí desconozco lo que os aguarda, pero para nada gente amistosa-Dijo señalando el camino

-No os recomiendo entrar en territorio elfo así por las buenas, parecéis una humana a lo lejos y eso no se lo toman muy bien-Añadió el guerrero del espadón

Tras un breve silencio, Alward volvió a hablar para presentarse y ser cortés con la bio-cibernética

-Yo soy Alward-Miró hacia su derecha, donde se encontraba el arquero-Este es Emmanuel, de los mejores arqueros que puedas encontrar en la península de Verisar-Dijo seguido de una risilla de complicidad con su amigo. El arquero esbozó una sonrisa y asintió con la cabeza. Acto seguido el joven Sevna miró hacia su izquierda-Este es Moses, el tío más fuerte de toda la península de Verisar, aunque eso es lo que él dice-Dijo aún entre alguna que otra risilla de complicidad y sarcasmo

-¡Si eso dicen de mí será porque es cierto!-Dijo dándose un par de golpes en su pechera

-Bueno, en realidad solo él lo dice-Dijo inclinándose hacia Zöe y susurrándole

Moses miró con desdén a Emmanuel y este empezó a reír, risa que continuó Alward y acabó contagiando también al propio Moses. El joven Sevna devolvió la mirada a Zöe y le siguió hablando.

-Venimos aquí buscando un hongo especial que crece por la zona, Helvella Contonosa o más bien Verruga de elfo negro ¿La conoces, Zöe?

-¡Vaya! ¿Ya no la tratas de "usted" o "señorita"?

-Toda esa palabrería formal y de la nobleza me vuelve loco, prefiero hablar como la gente normal y punto-Dijo esbozándo una sonrisa y dirigiendo su mirada hacia Moses

La conversación no fluía con normalidad, o no al menos con la misma naturalidad con la que se desarrollaba la charla entre ellos. Registre las miradas, el tono que utilizaban, las risas, yo no podía hacer nada de eso, y al parecer resultaba un impedimento para poder conversar como lo hacían los orgánicos.

-¿Tomando el pelo? – Agarré un mecho de mi cabello sin entender bien – No, no lo hicieron… - [PROCESANDO]- Ah, es un dicho, tomarle el pelo a alguien significa engañarle, intentar burlarse de él o hacerle creer algo que no es cierto. Entonces… ¿Dijeron algo que no era cierto? ¿Por qué lo hicieron? – No entendía que beneficio podían sacar en decir una mentira así.

Eso daba una nueva perspectiva a todo el asunto, sabía que los orgánicos podían mentir, algo que yo no podía hacer, pero creía que lo hacían cuando eso les deparaba algún provecho. Este no parecía ser el caso, y sin embargo… Era un dato curioso, quedaría registrado en mi sistema para ser tomado en cuenta en futuras conversaciones con orgánicos.

-No iba a entrar en territorio elfo, sé que es una raza muy recelosa al contacto con otras especies… Ahora no estoy segura de hacia donde debería ir- Mire en ambas direcciones del camino, no era que no sabía el camino, sino que era exactamente lo mismo ir en una dirección que en otra – Es un gusto conocerlos, Alward, Emmanuel el arquero y Moses el fuerte, no sabía que la península de Verisar tenía algún tipo de competencia para demostrar quién era el mejor en cada rubro. ¿Tú eres el mejor en algo, Alward? Yo no tengo forma de poder comprobar empíricamente que soy la mejor en algo, probablemente no lo sea – Éramos fabricados en masa, por lo que era probable que hubiesen muchos bio-ciberneticos como yo que realizaban las mismas tareas de la misma forma.

Todos reían a la vez y yo no podía imitar eso, así que solo sonreí y espere a que concluyeran antes de responder.

-La Helvella Contonosa crece en los reinos del sur, posee entre dos o tres bulbos algo arrugados que se asemejan a las verrugas de los orgánicos. Los elfos suelen usarlo para hacer venenos ya que a ellos no les afecta, posiblemente porque crece cercano a sus territorios y ya desarrollaron inmunidad. Pero para el resto de las razas incluso en pequeñas cantidades es altamente tóxico, entre los síntomas que produce están el vomito, la diarrea, dolores estomacales, y más….

Me detuve de repente, estaba hablando de más, seguramente ninguno de estos datos era relevante para los orgánicos, aunque resultaban datos importantes a mi entender.

-Sé más cosas sobre la Helvella Contonosa, mi sistema tiene un ámplio registro de todas las plantas y animales de Aerandir, si no es una molestia podría ayudar en su búsqueda – Mire a Moses y agregué – Nunca entendí bien todo lo relacionado con las formalidades, me resulta indiferente de que manera me hablen – Deje finalmente a ATAC en el piso - ¿Saben por dónde deben buscar?

La mujer se tomó de forma literal la frase hecha que había formulado Moses, lo que extrañó a los tres mercenarios, que intercambiaron miradas entre ellos. La forma en la que hablaba y respondía Zöe era extraña, a la vez que inocente, parecía estar como atolondrada o perdida. Era extraño al fin y al cabo para cada uno de los mercenarios.

-Bueno... Hay gente encaprichada por hacer sufrir a los demás y divertirse a su costa. Seguramente hicieron eso contigo-Dijo llevándose sus manos a la cintura

Y, de nuevo, aquella bio-cibernética sorprendió con otra respuesta extravagante e inesperada para el grupo de tres. "¿Era Alward en algo bueno?", desde luego el joven Sevna se quedó sin respuesta ante aquello, cosa que divirtió a sus compañeros, que empezaron a mofarse sin mala intención.

-¡Sí! ¡Al es experto en romper corazones, por supuesto!-Asintió con seguridad y entre risas

A Moses le divirtió esa respuesta del arquero, pero quiso corregirle

-En realidad, es experto en que se lo rompan a ÉL-Recalcó

Alward, avergonzado, se giró hacia ambos mercenarios y les propinó a cada uno un golpe en el hombro, el cual lamentaron, aunque seguían entre risas. El joven Sevna se volvió a girar hacia Zöe con un rubor algo notable en su rostro y haciendo desdén a las respuestas de sus compañeros.

-Digamos que no tengo ningún rasgo destacable *Ejem*

Tras eso y contarle su plan de encontrar aquel hongo, Zöe empezó a relatar de forma automática y sin parar la descripción y características de dicho hongo en particular, hasta que se detuvo en seco, haciendo que el grupo de tres la mirara con unas caras totalmente desubicadas.

-E-exacto...-Afirmó Emmanuel

-¿"S-sistema..:"?

Olvidando aquel ataque de parla repentina que le dio a la Bio, esta se ofreció a ayudar, cosa que cayó de muy buen grado a los tres hombres.

-¡Claro, tu ayuda nos vendrá bien! Parece que sabes bastantes cosas-Dijo dibujando una sonrisa sincera. Se volteó para mirar a sus compañeros, con las manos de nuevo en su cintura-¿Estáis de acuerdo?

Ambos asintieron decididos, después de todo, era cierto que no le vendría mal alguien con las cualidades de una bio para buscar por la zona. Es bien sabido que esta raza es bastante inteligente y posee ciertas características que, aunque extrañas e incomprensibles para la mayoría de Aerandir, eran bastante útiles.

-De acuerdo, Zöe ¡Bienvenida al equipo!

Emmanuel echó mano a su cintura para sacarse nuevamente el mapa de la zona que antes había examinado y asegurarse de a dónde tenían que dirigirse

-Bien, más o menos a una hora de camino hay unas ruinas que nos pueden servir de campamento improvisado y pasar la noche. Mañana por la mañana emprenderemos la búsqueda si os parece bien.-Apartó la mirada del mapa y lo bajó un poco para mirar a los presentes esperando una respuesta

-Ay... Qué te gusta acampar, pillín-Dijo cruzándose de brazos y con un tono irónico

-Es la mejor forma de explorar y adaptarse a un terreno.-Dijo plegando el mapa

-Me parece bien, ¿Tú qué dices Zöe? No tenemos prisa y así podremos conocernos mejor, siempre he tenido curiosidad por los Bio-Cibernéticos-Dijo desviando su mirada hacia la bio y esbozando una sonrisa

Mi comentario pareció causar aún más risas entre los amigos, no entendía a qué se referían exactamente con “romper corazones”, pero tampoco tuve la oportunidad de preguntarles [NOTA: PREGUNTAR LUEGO], claramente no podía tener en verdad el corazón roto, ya que no estaría vivo. Era un dato interesante a analizar, quizás lo que querían decir es que había sido herido en alguna batalla.

-Eso está bien - Le dije a Alward y le sonreí - Tampoco tengo un rasgo destacable.

Era bueno ver que mi propuesta era bien recibida, ninguno de los orgánicos puso reproche alguno a que los acompañara. Me prepare para empezar de inmediato la búsqueda, sin embargo Emmanuel propuso acampar en unas ruinas cercanas. Miré en la dirección que señalaba, luego los miré a ellos y finalmente al cielo, quedaban pocas horas de luz, y los humanos no veían bien de noche.

-Cierto, necesitan que el terreno esté iluminado, y además descansar. Está bien, entonces hay que acampar ¿Correcto? - Asentí para darle más énfasis a mis palabras - Será la primera vez que realice un campamento con otros orgánicos [ERROR] La primera vez que estaré de campamento.

Al no necesitar descansar, eran pocas las veces que requería detenerme y cuando lo hacía no realizaba ningún tipo de preparativo. [Acampar: Lugar al aire libre especialmente dispuesto para acampar y albergar personas con tiendas de campaña, barracas o caravanas] Era una excelente oportunidad para realizar muchas tareas nuevas y agregar así conocimiento a mi sistema.

-Yo también tengo curiosidad sobre los orgánicos - Le respondí a Alward - Me interesa mucho poder entender cómo es... - No lograba encontrar las palabras para explicarlo - ¿Cómo logran entender ese gran número de mensajes gestuales?

Ya habíamos comenzado a caminar en la dirección señalada, pero como nuestro paso era calmado y regular podíamos hablar sin que los humanos se agotaran más de la cuenta. El grupo de Alward había demostrado tener un gran compañerismo, todo el tiempo se miraban entre sí, se daban golpes con los codos, se hacían chistes...

-Me gustaría saber como saben cuando tienen que reírse - Al principio de la caminata mis robots habían intentado correr, ya que por sus pequeñas piernas tenían que trotar sí querían alcanzarnos, pero a los pocos metros se cansaron y optaron por treparse por mis piernas hasta llegar a mis hombros, donde miraban fijamente como hablábamos - Me parece una habilidad fascinante.

Pronto llegamos al lugar señalado por Emmanuel, eran unas ruinas de algún antiguo templo al parecer. Ya no quedaba nada del techo, y la mayoría de las paredes estaban medio destruidas, pero era suficiente para pasar una noche.

-Deberíamos buscar una esquina donde lo que queda de las paredes sirva para protegerlos del viento ¿Cierto? - Les pregunté mientras miraba las diferentes partes de las ruinas, AMA tiro de mi pelo para señalarme uno de los rincones - Tienes razón, ese parece un buen lugar.

Era una esquina así que teníamos dos paredes para usar, me agache y comencé a correr hojas y ramas para que los orgánicos pudieran poner sus camas sí así lo deseaban.

Emprendieron el camino junto a su nueva compañera hacia el lugar que había indicado Emmanuel. En el trayecto tuvieron un charla bastante distendida, donde Zöe preguntó a los mercenarios varias de sus dudas y curiosidades. La pregunta de la Bio-Cibernética les había dejado pensando unos segundos, hasta que Alward se atrevió a responder aquella compleja duda.

-No es que haya un momento concreto para reírse, simplemente lo haces cuando tienes la necesidad... Es decir, no es una obligación, sino una reacción que tenemos a algo que creemos que es... "Gracioso"-Explicó

-¡Exacto! Y más aun cuando te encuentras rodeado de gente con la que te sientes cómodo

-Es nuestro caso, ya que nosotros nos reímos bastante. Siempre haciendo bromas, dobles sentidos y mucho sarcasmo, pero con control y sin pasarse-Aclaró el guerrero

A Alward no le quedó claro si la bio entendió la explicación, pero al menos intentó explicarse todo lo que podía.

-¿Todos los Bio-Cibernéticos sois así?-Preguntó el mercenario-Quiero decir, ¿Ninguno de vosotros tiene "sentimiento" por así decirlo, o es solo en tu caso?-Inquirió

Pasó aproximadamente una hora de camino y al fin llegaron al lugar que el arquero propuso para establecerse temporalmente. El templo parecía ser muy antiguo y las ruinas, aunque se alzaban con robustez, se veían tragadas por la naturaleza de alrededor. Zarzas, arbustos, pequeños y medianos árboles, hierba, musgo y todo tipo de follaje había penetrado en el templo. Por suerte, Zöe despejo un camino y una zona para que pudiesen establecerse allí. No tenían un buen equipo para la acampada, pero al menos tenían dónde y cómo cobijarse.

-¿Alguien me explica de quién fue la genial idea de no traer el carromato?-Dijo con ironía

-Rischer y Gertrude se lo llevaron para poder comprar cosas para la taberna-Se encogió de hombros

-Claro, todo por la cerveza, y a nosotros que nos den...-Dijo con desdén

Dicho esto se dispusieron a buscar algo de madera para al menos tener una fogata con la que calentarse y unos troncos para poder sentarse alrededor de esta. No tenían cama, por lo que deberían de dormir a ras de suelo, entre el musgo y la piedra del templo.

Cayó la noche y ya lo tenían todo dispuesto. Se sentaron alrededor de la fogata encendida, la cual desprendía un calorcito agradable y acogedor. Lo único que se escuchaba era el crujir del fuego y los animales nocturnos de la zona; búhos, grillos y demás pequeñas criaturas nocturnas, nada de lo que preocuparse para la tranquilidad del grupo. Esta misión parecía ser de las tranquilas y las agradables, de las que te llevas un buen sabor de boca y una excursión para contar a tus conocidos. En el caso de los mercenarios, será una agradable historia que contar en la taberna.

Emmanuel se encontraba sentado en uno de los troncos revisando su carcaj y el número de flechas de las que disponía. Moses estaba afilando su espada con cuidado y dedicación, y Alward por su parte se encontraba relajado. Ese último echó un vistazo al cielo y pudo ver como el manto de estrellas nocturno brillaba por encima de ellos. Era una visa agradable y pacífica. Tras eso, devolvió la mirada hacia Zöe y sus pequeños compañeros.

-Oye Zöe, ¿Y ellos?-Preguntó refiriéndose a los pequeños autómatas-¿Son algún tipo de Bio-Cibernéticos de menor estatura o algo?

Asentí ante las explicaciones de los humanos, sin embargo no terminaba de comprender cómo era posible que reírse fuera una “necesidad”, ni cómo aprendían cuando algo era gracioso. [Sarcasmo: Burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo.] ¿Y con cosas así es que los humanos se divertían? Sería mejor dejar mis dudas para otra ocasión, ya que habían otros temas de mayor importancia sobre los cuales hablar.

-En lo que respecta a nuestro origen y nuestros componentes básicos somos todos iguales. Sin embargo, somos creados con distintos objetivos, y eso da como resultado sistemas operativos... mmm... mentes muy diferentes. En lineas generales se podría decir que nuestros creadores se cernían a la función que querían que cumpliéramos y nos daban habilidades de acuerdo a eso - Me detuve y fije mi atención en sus rasgos, intentando captar algún indicio de que entendían lo que les estaba diciendo - Mi falta de habilidad en todo lo relacionado a actividades sociales es porque yo no fui diseñada para generar vínculos con los orgánicos, sino tan solo para reparar Bio - ciberneticos.

Era difícil el explicar cómo funcionaba mi gente sin entrar en un intrincado lenguaje especializado, como resultado, la respuesta que daba era muy extensa pero a la vez poco exacta. Mientras los orgánicos discutían en relación a la falta de implementos para acampar y las prioridades dentro de su grupo, yo me quedé meditando sobre la explicación que les había dado, y las posibilidades a futuro de mejorarla.

Me senté frente a la fogata con las piernas cruzadas y puse a Neil en mi regazo, ATAC jugaba a perseguir a AMA alrededor mío, mientras que SEPA-IV buscaba el modo de meterse entre medio del muñeco y mi cuerpo, pero la marioneta era bastante territorial y a pesar de no tener movimientos lograba impedírselo.

-No, ellos no son Bio- cibernéticos, sino simplemente robots - [ERROR] Probablemente no entendiera la diferencia - Yo fui creada utilizando el cuerpo de una humana, mi piel, mi pelo, mi carne, son todos materiales de mi cuerpo original, sobre esa base orgánica pusieron en mi partes cibernéticas, borraron todos mis recuerdos e implantaron nuevas órdenes en mi mente - Agarre a SEPA-IV y lo levante para que Alward lo viera - En cambio ellos fueron creados por mi a partir de piezas sueltas de chatarra que fui encontrando en mis viajes. Nada en ellos es orgánico - Para que entendiera mejor hice que saliera un destornillador de la punta de mi dedo índice y desatornille la tapa de atrás del autómata, girandolo luego para que el humano viera que adentro solo habían circuitos y metal - Si abrieras mi pecho encontrarías carne y huesos...

Mientras le explicaba señalaba el punto donde debería cortar, en medio de mi pecho, y baje hasta la altura del ombligo. Estaba satisfecha con mi explicación porque parecía haber sido mucho más completa y detallada que la anterior.

-Podría mostrarte más, pero me llevaría demasiado tiempo volver a cerrarme - Las piezas de metal podían soldarse y los circuitos remplazarse, pero la carne y la piel tendrían que cicatrizar como la de cualquiera - ¿Tienes más dudas sobre mi creación? ¿O mi funcionamiento?

Tanto Alward como sus dos compañeros prestaban una curiosa atención a la explicación de Zöe. A los tres les parecía algo muy llamativo todo aquello. Cuando la mujer acabó su explicación, los tres mercenarios se quedaron cavilando y asimilando lo que habían escuchado. No era algo con lo que se encontrasen todos los días ni nada común con lo que lidiar, lo que hacia que aumentase la curiosidad en especial de Alward. Para acabar, la bio-cibernética propuso a medias ser abierta en canal, aunque rechazó la idea porque según ella "le llevaría tiempo volver a cerrarse", cosa que abismó al joven Sevna.

-¡No, no hace falta llegar a eso!-Dijo espasmódico-Creo que lo he entendido-Dijo soltando una risilla incómoda

Tras eso, un silencio acogedor invadió el improvisado campamento el cual estaba rodeado por ruinas casi enterradas en ramaje y maleza. Pasaron los minutos y Emmanuel dejó su carcaj y flechas a un lado, ya todo organizado y listo, Moses por su parte se estiró en el rígido suelo de piedra de lado y de espaldas al grupo, intentando dormir.

-Creo que deberíamos de dormir, no sería bueno quedarnos aquí mucho tiempo mañana

-¿Crees que podríamos incomodar a algún dios élfico?-Dijo esbozando media sonrisa

-No es eso, sino que mañana quiero estar en Vulwufar y en una cama caliente cuando anochezca

-¿Rodeado de cerveza y mozas?

-Rodeado de cerveza y mozas-Afirmó

Ambos mercenarios se echaron a reír. Finalmente Emmanuel puso su arco también a un lado y se recostó mirando hacia el cielo cerrando los ojos seguido de un bostezo.

-Buenas noches, panda-Dijo refiriéndose a Zöe y Alward

-Buenas noches, Emm

El joven Sevna sin embargó no se durmió aún. Observó a Zöe de reojo mientras posaba su mirada en la fogata, callado. Algo le removía la mente, y parecía estar algo afligido por algo. En cuestión de minutos su estado de ánimo había pasado de estar en una sencilla alegría y risotada con su amigo a estar callado y pensativo.

-Ey, Zöe-Dijo posando su mirada en la bio-cibernética-¿Tampoco duermes?-Suspiró y de nuevo lanzó otras dos preguntas a la bio-Y... ¿No tienes a nadie importante para ti...? ¿Y algún lugar al que regresar, un lugar al que llamar "hogar"?

-Buenas noches – Le dije al humano que se disponía a descansar, yo seguía sentada, con Neil sobre mis piernas y el resto de mis robots atentos, SEPA-IV encontraba fascinante la fogata, cuando estábamos solos no era necesario tener un fuego prendido, por lo que era algo novedoso para él. AMA se dedicaba a romper ramas y apilarlas para usarlas como leña, ATAC había tenido demasiada actividad por lo que se había apagado y descansaba apoyado contra mi pierna.

El joven Alward no parecía tener sueño aún, me miraba de reojo mientras que yo me mantenía impasible, por su actitud podía suponer que requería algo de mí, pero no podía hacer nada hasta que no me diera una orden de forma concreta.

Gire mi cabeza cuando por fin se decidió a decir lo que estaba pensando.

-No necesito dormir tal como lo hacen los orgánicos, a veces puedo entrar en estado de reposo si es necesario actualizar… Mmm… revisar mi sistema, pero solo dura unas pocas horas. Así que no debes preocuparte, puedes descansar y yo vigilare – La siguiente pregunta era más difícil “alguien importante”, “un hogar”, tuve que buscar datos y archivos que me permitieran desarrollar el concepto – Tengo prioridades, debo salvaguardar a los orgánicos por encima de mi bienestar, y dentro de todos los orgánicos hay algunos que captan mi interés, pero no puedo tener sentimientos de afecto tal como ustedes lo comprenden – A Neil comenzaba a molestarle la cercanía del humano, pero como no podía moverse ni hablar no era peligroso.

[Hogar: Familia, grupo de personas emparentadas que viven juntas. Centro de ocio en el que se reúnen personas que tienen en común una actividad, una situación personal o una procedencia]

-No tengo familia porque no he nacido, tampoco viví con nadie durante una extensión de tiempo suficiente como para que pueda considerarse significativo. Ni tengo un sitio físico al cual ir donde pueda estar con pares… - No parecía ser suficiente explicación – Cuando me crearon estaba en un lugar, y habían muchos Bio- cibernéticos allí, pero no hacíamos nada, no había ningún orgánico que nos dijera qué teníamos que hacer, así que solo esperamos y dejamos que los años pasen… Al final todos los otros dejaron de funcionar – No me sentía culpable, ni triste, porque no podía procesar datos como esos – Creo que les falle en cierto modo, porque no pude seguir reparándolos.

[NOTA: RECORDAR PREGUNTAR]

-¿Por qué tus compañeros te llamaron “rompe corazones” o “corazón roto”? ¿Qué quiere decir “Corazón roto”? – Señale su pecho para que entendiera que me refería al órgano como tal - ¿Tienes daño en el corazón?

Tras la explicación de Zöe sobre su ausencia de verdaderos "seres queridos" o incluso de un "hogar al que regresar", al mercenario le invadió una sensación de empatía y pena por la bio-cibernética. Sin lugar a dudas su situación era triste, o al menos eso pensaba Alward. Luego, la mujer le preguntó acerca de su corazón, ¿Estaba dañado? Bueno, realmente sí, pero no en sentido literal. Muchos le habían fallado a lo largo de su vida. Amigos en los que confiaba y gente a la que protegía, incluso su máximo icono de respeto le había fallado; el rey de Lunargenta, a quien durante tantos años de su vida había soñado proteger directamente. También tuvo muchos amores perdidos y "te quieros" sin correspondencia, que era a lo que sus amigos se habían referido y de lo cual surgió la pregunta de Zöe. Uno de esos desencuentros, para su desgracia, ocurrió no hace mucho, durante el Ostara.

-No es que tenga problemas de corazón o esté dañado en sí...-Desvió la mirada hacia la fogata-Es una frase hecha. Cuando te traicionan, se suele decir que te "rompen el corazón", aunque suele ser utilizado en cuestiones amorosas más que nada.-Por un breve instante, se detuvo y volvió a mirar a la bio-cibernética-En ese caso, sí. Tengo el corazón bastante roto-Sonrió fugazmente-En el caso de "ser un rompe corazones", se le dice a alguien que flirtea mucho con otros y hacen que estos caigan a sus pies. No me gusta ese tipo de personas, no soy así...-Añadió

Mientras explicaba a Zöe sus dudas, el joven Sevna agarró una de las ramas que se le cayó a uno de los autómatas acompañantes de la mujer y empezó a juguetear con él moviendo los palos que conformaban la hoguera con cuidado.

Echó la mirada hacia la marioneta que sostenía la bio y la analizó unos segundos. Parecía de gran importancia para ella, e incluso la trataba como si estuviese viva y le daba más importancia que a sus compañeros autómatas, al menos esa era la impresión del mercenario al ver que siempre la portaba consigo y la trataba con cuidado.

-Qué curioso muñeco... ¿Qué es?

Habían una gran cantidad de sentimientos en los orgánicos: Respeto, cariño, odio, admiración, celos, envidia, y muchos más, todos ellos estaban registrados y correctamente organizados dentro de mi sistema, todos ellos tenían un motivo de ser y ciertos márgenes lógicos que los albergaban.

Sin embargo... Los llamados “sentimientos amorosos” me resultaban los más misteriosos, no parecían guiados por razón alguna, aparecían de la nada y así mismo podían desaparecer también sin ningún motivo aparente. No parecía guiarse por raza, credo, género, posición social, ni años, simplemente era algo que los orgánicos sentían y que los podía llevar a hacer cosas de lo más absurdas e incoherentes.

-¿Y porque dejas que te rompan el corazón? - Pregunte sin entender del todo como funcionaba - ¿Hay algún tipo de necesidad orgánica involucrada? ¿Y porque te traicionan? ¿Hiciste algo para que esas personas reaccionaran así? - Baje la vista para controlar qué estaban haciendo mis robots, aunque en general se portaban bien, no podía distraerme demasiado tiempo - Yo hago y digo muchas cosas que producen reacciones en los orgánicos sin que me de cuenta. Y a veces se enojan, otras parecen felices, nunca estoy segura de cómo van a responderme.

SEPA-IV se acercaba peligrosamente a Emmanuel, quien dormía profundamente, sin hacer ruido me acerqué y agarre al robot antes de que llegara a tocar al humano, si no tenía cuidado podía repetirse el incidente de la mariposa. Cuando volví a sentarme Neil estaba sumamente ofendido, no podía moverse, no podía hablar, pero por algún motivo yo sabía que así era.

-Él es Neil, es una marioneta que encontré en una tienda - No había analizado mucho la situación, y sí me ponía a pensarlo era extraño que no pensara mucho en ello, pero a la vez mi sistema consideraba que no era necesario examinar la situación en detalle - Era el taller de un maestro titiritero, tuvo algunos problemas y terminó regalándome a Neil. Desde entonces viajamos juntos, creo que tenemos mucho en común, ambos fuimos creados para asemejarnos a los humanos, y sin embargo no lo somos, los dos somos de mentira, según los cánones de los orgánicos.

Acomode nuevamente a Neil en mis piernas.

-----------------------------------

Muñeco Neil:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

No era nada sencillo para Alward explicar todo aquello, aunque ponía todo su empeño en ello. En cierto modo quería que Zöe al menos entendiese de verdad lo que significaba todo eso que le preguntaba y se disiparan sus dudas. Nunca había estado con un bio-cibernético y muchos menos ha tenido conversación con ninguno, así que le era el doble de difícil el poder explicarse y el poder entender cómo funcionaban estos.

-Bueno, no es una cosa que se pueda elegir. Simplemente pasa... No depende de ti del todo. No es que me guste que me "rompan el corazon"-Dijo dibujando una leve sonrisa en su rostro-Supongo que aún no he encontrado a la persona correcta, debo admitir que esto no se me da muy bien-concluyó con el esbozo de una risa

Al consumir gran parte de la rama que había cogido del suelo, el mercenario optó por tirarla completamente a las llamas de la hoguera. Esta se quemó y consumió por completo en pocos segundos.

-¿Si hice algo para que me traicionaran...? Puede, aunque normalmente quienes te traicionan ya tenían pensado hacerlo-Miró a los ojos a la bio-cibernética para ver si comprendía lo que quería decir. Para concretar su explicación siguió-Lo que más caracteriza a una traición es que siempre viene de alguien en quien confiabas, por eso es tan dolorosa

Por unos segundos, el mercenario calló y depositó su mirada en la fogata, contemplándola y casi hipnotizado.

-El amor no es solo una cuestión romántica ni sexual. Puede manifestarse en otros aspectos, como el amor hacia tus seres queridos, amigos, incluso en ciertos momentos de la vida.-Bajó la mirada y entrecruzó sus manos apoyando sus codos en las rodillas-La confianza en cierto modo también puede ser amor, al igual que la lealtad y admiración que son "evoluciones" de esta. Todo esto se rompe con la traición.-Intentaba explicarse. De nuevo, alzó la vista para mirar Zöe-Sigo sin entender el por qué no puedes sentir estas cosas... Es imposible carecer de ellas y considerarte "alguien vivo"

El mercenario se percató de que uno de los pequeños compañeros de la bio-cibernética quería acercarse a Emmanuel, cosa que Zöe evitó de inmediato.

-Son unas criaturas bastante hiperactivas-Le dijo a Zöe con un tono amistoso refiriéndose a los autómatas

Cuando Alward preguntó por la marioneta que muy bien cuidaba Zöe con esmero y precaución, esta se la presentó y le contó de qué o quién se trataba.

-Bueno, la marioneta es un ser inanimado que carece de vida. Pero en tu caso... Creo que aunque te cueste y no lo seas del todo, puedes llegar a ser incluso mejor que los humanos... Para ello tendrás que aprender a expresar tus pensamientos y sentimientos propios, por ejemplo.

[NOTA] Cuando Alward iba a decir algo que lo incomodaba o resultaba doloroso hacía una sonrisa [FIN DE LA NOTA] Una sonrisa era un gesto para demostrar alegría a otros orgánicos, sin embargo este humano en particular parecía usarla con otros propósitos. No era la primera vez que veía a los seres vivos realizar cosas como esas, a veces lloraban aunque estaban felices, o se enojaban porque alguien hacía algo bueno en lugar de algo malo.

-Entonces... Sí la traición es como tu dices, podría decirse que mis creadores me traicionaron ¿Correcto? - [ANALIZANDO] - A mi y a todos los que estábamos en ese depósito - [ANALIZANDO] - Ellos nos crearon y su deber para con nosotros era el darnos un objetivo... Pero no lo hicieron - [CONCLUSIÓN] - Entonces, ellos nos traicionaron ¿Cierto?

Sí mi conclusión era correcta tenía un nuevo dato para añadir a mis archivos, si los orgánicos que nos crearon eran unos traidores la historia cambiaba ¿Cambiaba? En lo real no habría diferencia, ya que por lógica habían muerto hace ya mucho tiempo, pero iba a cambiar el concepto que tenía de ellos.

-Eso es porque no soy “alguien vivo”, por mis características se podría considerar más bien que soy una “cosa” antes que un ser viviente - Estar en una categoría o en otra no me causaba diferencia alguna, pero a Alward parecía importarle el asunto, me acerqué a él y me arrodille para quedar a una altura ligeramente superior a la suya, apoyé mis manos en distintas partes de su cabeza - Las emociones provienen de diferentes partes que están alojadas aquí en tu cerebro - A medida que le explicaba señalaba distintas partes del cráneo - Si bien es un órgano muy moldeable y puede recuperarse de muchas lesiones, también es muy frágil. Sí se realizan lesiones en esta, esta, y esta parte, es muy probable que tus capacidades para sentir y discernir emociones se vea gravemente afectada - Lo solté aunque continúe arrodillada al lado suyo - Probablemente fue algo como eso lo que hicieron, dañaron las partes de mi cerebro que no me servirían y las reemplazaron con partes mecánicas. No puedo asegurarlo porque no puedo abrir mi cabeza.

A estas alturas todos los robots se habían apagado, habían tenido un día largo y tenían que reponer sus baterías. Yo me quede sentada junto a Alward, ya era muy tarde a la noche, el tiempo pasaba de forma diferente para los orgánicos que para mi, pero suponía que el humano debía estar cansado.

-Tengo pensamientos propios, aunque siempre dentro de los márgenes que me permite mi sistema, como tú - Sí cada vez que Alward sonreía era porque iba a decir algo triste, entonces sería mejor no sonreír por el momento, quizás lo entendiera de modo equivocado - Debes dormir, o sino no podrás levantarte temprano y terminar con la búsqueda rápido... Tienen que regresar a tu hogar donde estarán rodeados de cerveza y mozas ¿Correcto?-

Yo en cambio estaría despierta y vigilaría, era poco probable que pasara algo, la zona había demostrado ser bastante tranquila, pero estando al aire libre nunca había que descuidarse.

Para su sorpresa, Zöe entendió lo que trataba de comunicar Alward. Al menos comprendió el concepto y la situación que supone "ser traicionado", o eso pensaba el mercenario.

-Visto desde ese punto, diría que sí. Te traicionaron y abandonaron.-Dijo torciendo el gesto. Calló unos segundos para ver como reaccionaba la bio hasta que rompió su silencio de nuevo-¿Te da igual? ¿No quieres al menos saber el por qué? La venganza y la ira no suele llevar a nada, pero creo que es lo que cualquier mortal sentiría

Zöe no se consideraba siquiera un "ser vivo", más bien era considerada incluso por ella misma como un objeto o herramienta que sirve para un único fin y uso. Una herramienta a la que parece que la abandonaron e incluso le usurparon hasta su simple cometido en la vida; reparar bio-cibernéticos. Esta situación hacía que a Alward se le encogiese el corazón en un puño. Sentía lástima por la mujer. Parecía tan viva que era una profunda pena que ni ella se diese el pequeño lujo de considerarse así ¿Qué clase de vida sería aquella? Desde luego una tremendamente mala bajo el punto de vista del mercenario.


La bio-cibernética, de pronto, se puso en pie y se arrodilló frente a Alward sin dar aviso previo, cosa que alarmó un poco al mercenario, y más aún cuando empezó a tocar diferentes partes de su cabeza. Con el tacto de aquella mujer sobre su cabeza sintió un escalofrío repentino pero a la vez paz y serenidad en cuestión de segundos, mientras, prestaba total atención a la explicación de esta totalmente callado.

Cuando terminó su explicación, Zöe soltó al mercenario.

-N-no sabía que el cerebro hiciese esas cosas... Y menos aún que puedan anularse.

Aunque de campo, Alward era un chico bastante culto comparado con los de su aldea natal, pero obviamente carecía en muchos aspectos de una buena educación escolar y muchas cosas que le rodeaban no sabía entenderlas de una forma que apelase a la lógica. Cosas como que por ejemplo el cerebro era el mayor responsable de las emociones, pensamientos o sentimientos.

La cabeza de Alward, o su cerebro nunca mejor dicho, se llenaban de preguntas que necesitaba responder, pero la bio le recordó que ya era demasiado tarde. Y era cierto, tenían que levantarse a la mañana siguiente temprano para poder encontrar cuanto antes el hongo que estaban buscando.

El último comentario dejó escapar a Alward una amplia sonrisa sincera acompañada de una pequeña y breve risa

-¡Ojalá fuese cierto el estar rodeado por cerveza y mozas!-Dijo extendiendo los brazos en cruz y agitándolos levemente-Pero sí, debería de dormir...-Dijo soltando un repentino bostezo

Sin más, el mercenario se puso en pie y se apartó un poco de Zöe para dejar la funda de sus dos armas recostadas en el suelo. Él, acto seguido, se echó también en este encogiéndose y dando la cara a la hoguera, a la vez que miraba a la bio

-Si quieres puedes apagar la fogata o dejarla encendida-Calló y pensó un instante a la vez que esbozaba una sonrisa-¡Ey, podría servirte de entrenamiento para poder controlar tus sentimientos y emociones! ¿No?-Dijo soltando otro bostezo-Como sea. Buenas noches, Zöe

El mercenario terminó por recostar su cabeza entre sus dos manos y acomodar todo el cuerpo, para tenerlo listo y cómodo para así dormir. Cerró los ojos y de nuevo, soltó otro bostezo, para finalmente quedarse profundamente dormido con el paso de los minutos.

Me quedé analizando las palabras de Alward durante algunos segundos, fruncí el ceño porque no sabía exactamente como debía sentirme, creía que tenía que sentir algo y sin embargo allí no había nada, estaba absolutamente vacío.

-Sí, me gustaría saber el porqué… Pero no siento nada como rencor o deseos de venganza – Negué con la cabeza, volviendo a mi gesto neutro de siempre – Simplemente lo aceptaría como a cualquier otro registro en mis archivos, como un dato valioso que me permite saber un poco más sobre mi pasado.

Asentí ante el comentario del humano, era lógico que no supiera nada sobre cómo funcionaba el cerebro humano, las personas de Aerandir estaba aún muy lejos de todo eso. Sabía que la gente en promedio consideraba que las emociones estaban en lugares como el alma, pero ese tipo de teorías no tenían validez científica, otros consideraban que se encontraban en el corazón, pero eso estaba muy lejos de su función real.

-… - ¿Fogata encendida? ¿O fogata apagada? ¿Importaba eso? [ANALIZANDO] No me importaba – El fuego debe continuar encendido para alejar a animales salvajes y que ustedes los orgánicos no tengan frío – Había un motivo lógico por el cual debía seguir así, no era una cuestión de interés, emoción u opinión – Buenas noches Alward.

El campamento quedó en absoluto silencio, los orgánicos dormían profundamente, mis robots descansaban apagados junto a mí, el único que no dormía era Neil, quien constantemente susurraba a mi oído cosas. Aunque por las noches todo parecía estar más deshabitado, en realidad estaba lleno de vida, muchos animales nocturnos salían de sus escondites para conseguir alimento, buscar pareja, encontrar un nuevo refugio, y muchas otras cosas.

Cuando no había ningún orgánico que me dijera qué hacer, o con el cual pudiera hablar simplemente no hacía nada, me quede perfectamente quieta y en silencio, repasando los archivos que había adquirido en esa tarde. Había tenido mucha suerte de encontrarme con estos orgánicos, me habían permitido aprender muchas cosas.

Los primeros rayos de sol asomaron por el horizonte, SEP-IV, AMA y ATAC se activaron ni bien los toco la luz, pero los humanos aún estaban cansados. Les hice una seña a mis acompañantes para que no hicieran ruido y salimos del campamento en busca de algo que pudieran desayunar. Se decía que la primer comida del día era la más importante, esto se debía a que en las primeras horas era cuando el cuerpo más vitaminas y minerales absorbía, así que era importante el lograr ingerir la mayor variedad de alimentos posible.

Regrese al campamento luego de una hora, había encontrado algunas bayas, AMA había sacado unas manzanas de un árbol, y SEPA-IV había encontrado algunos huevos en un nido.

Había amanecido. Alward estaba en ese típico estado catatónico entre el despertar y el mundo onírico. Notaba como sus tripas empezaban a crujir, tenía hambre y su vejiga estaba apunto de estallar también; doble problema. No podía seguir durmiendo mucho más, ya que tenía que, aparte de satisfacer sus necesidades vitales, tenía que encontrar la dichosa Helvella Contonosa. Poco a poco fue abriendo sus ojos hasta tenerlo completamente abiertos. Echó un rápido vistazo a su alrededor; Moses estaba enfrente de la hoguera haciendo algo, no sabía el qué ya que desde ahí no podía avistarlo. Dicha hoguera seguía encendida, por lo que presupuso que Zöe al final la había mantenido encendida. ¿Fue decisión suya o no actuó? No lo sabría nunca.

Se recompuso sentado y, con un profundo bostezo de los que saltan las lágrimas, echó un nuevo vistazo a su alrededor. Vio a Zöe con sus autómatas, probablemente mirando qué es lo que estaba haciendo Moses o simplemente estando allí observando al resto del grupo. Emmanuel, por su parte, se encontraba sentado en uno de los troncos a las espaldas de Moses y al lado de Alward. El arquero notó que el joven Sevna había despertado y fue el primero en saludarle

-Buenos días, Al

-Buenas, Emm-Notó que el arquero toqueteaba su pierna izquierda, donde hacia ya casi dos meses que le habían disparado una flecha-¿Qué pasa?

-La pierna me está dando pequeñas punzadas, pero no es nada grave

-Aunque Lady Calhoun te dijese que te recuperarías pronto y que no era nada grave, deberías de haber guardado más reposo-Torció el gesto-Al menos un mes mas... Tío, que te han disparado

-Necesito cobrar, hombre-Dijo esbozando una sonrisa

Alward también sonrió. Sabía que cuando a su amigo se le metía algo en la cabeza era muy difícil sacárselo, y Emm quería volver a las andadas después de estar dos meses inactivo.

Tras eso, miró a Moses. Un olor demasiado rico se estaba levantando y parecía venir de la hoguera. Alward al fin se puso en pie y se puso al lado de su amigo. Entonces vio que estaba clavando en palos las bayas y manzanas que Zöe y sus compañeros habían traído. En ese instante al joven Sevna se le hizo la boca agua

-¿Comida nada más levantarme? Esto es nuevo

-Agradéceselo a Zöe y a los pequeñajos-Dijo refiriéndose con eso último a los autómatas

Alward miró a la bio sonriente

-Te lo agradezco desde lo más profundo de mi ser-Dijo con un tono exagerado

-También han traído huevos, pero les he explicado que para hacerlos necesitamos una sartén, y no tenemos

Mientras se hacía la comida, Alward fue a vaciar la vejiga detrás de uno de los arbustos más lejanos. Al fin y al cabo tenía una necesidad biológica que cumplir. Acabado esta, se fue a saciar su otra necesidad; la incesante hambre mañanera. Los mercenarios se sentaron cada uno en un tronco diferente y empezaron a comer. Estaban absortos en las manzanas y bayas que devoraban. Tan solo Moses echó un vistazo a Zöe para ver qué hacía.

-¿No comes?

El humano llamado Moses había agarrado los ingredientes en cuanto me vio llegar con ellos, por suerte se encargo de la tarea de preparar el desayuno. Había intentado en otras oportunidades el preparar alimentos para orgánicos y, si bien podía seguir una receta, al no tener sentido del gusto ni interés en la actividad de comer, el resultado terminaba por no ser tan apetecible para quien tenía que consumirlo.

Me quede sentada a su lado, mirando como preparaba los alimentos con mucho interés, y preguntándole en algunas oportunidades porque hacía algo de cierto modo y no de otro, aunque las respuestas solían ser bastante poco esclarecedoras, cosas como “Así me enseñaron que se hacía” o “Porque así se hace”. Me daba cuenta que no era que no quisiera contestarme, simplemente no tenía una explicación clara.

-Buenos días, Alward – Salude al humano en cuanto se acercó al grupo, sonriéndole de forma mecánica – No tienes porque agradecer, es mi deber el cuidar de los orgánicos.

Me dispuse a esperar mientras terminaban de desayunar, agarré la porción que me ofrecieron, pero solo por educación, no me lo lleve a la boca y planeaba ofrecérselo a ellos cuando terminaran sus respectivas partes. Pero Moses notó mi intención antes de que pudiera llevarlo a cabo.

-No necesito comer, puedo hacerlo si es necesario, pero solo para aparentar – Mire las frutas y se las acerque a los humanos – Pero en este caso me parece más importante que las tengan ustedes, es necesario que se mantengan fuertes para la búsqueda.

Una vez terminado el desayuno comenzaron los preparativos para dejar el campamento, los orgánicos levantaban sus cosas y preparaban las mochilas, yo me aseguraba que mis tres acompañantes estuvieran óptimos, y que Neil se sintiera cómodo en mi morral.

Mire en los alrededores analizando las posibilidades, no tenía un mapa de la zona, pero sabía que los humanos si tenían uno.

-¿Saben por dónde deberíamos empezar a buscar? – Les pregunte agregando una sonrisa – Sé que tienen un mapa ¿Me permitirían verlo?

No tenía datos concretos, pero si sabía en líneas generales las zonas donde crecían ese tipo de plantas y también el estilo de ambiente que necesitaba para proliferar. Lo más eficiente sería empezar por allí y luego ir expandiendo el terreno de búsqueda.

Mire hacia abajo y allí estaban mis acompañantes, parecían entusiasmados con la idea de la búsqueda, SEPA-IV se agarraba de mi pantalón pero miraba con insistencia hacía adelante, AMA se sacudía, un gesto que había aprendido a interpretar como de emoción, y ATAC corría alejándose algunos metros y me hacía señas.

Emmanuel no se cortó a la hora de aceptar la comida que Zöe les ofrecía. Fugaz, se levantó y extendió sus brazos con una sonrisa de oreja a oreja, acercándose peligrosamente al fuego.

-¡Cubo de basura humano al rescate!

-Tío, que te vas a quemar...

-Mi hambre voraz no conoce límites-Dijo una vez que Zöe le entregó las bayas y las manzanas que tenía. Acto seguido, se sentó de nuevo en su sitio

-Creí que Eiko era la única que comía tanto

-Rischer y Emm tienen estómagos voraces, y Eiko simplemente lo que tiene es una bestia en el suyo.-Intervino en tono humorístico-Es un pozo sin fondo-Agregó

-Cierto, lo de tu mujer se pasa de los límites mortales-Dijo riendo

A la risa de Alward se unieron tanto Emmanuel como Moses. Este primero echó un vistazo a Zöe, seguramente no entendería nada de lo que estaban hablando, así que quiso aclararle el de qué iba el tema.

-Eiko es una compañera nuestra y su mujer-Dijo señalando a Moses-¡Y come como si no hubiera un mañana!-Dijo expandiendo los brazos para demostrar la cantidad a la que se refería

Una vez que terminaron de desayunar y de digerir un poco la comida, los tres mercenarios empezaron a recoger sus cosas. Emmanuel lo primero que hizo fue apagar la fogata extinguiendo su fuego al dejarla sin más ramas como combustible, acto seguido se enfundó el arco a la espalda y su carcaj. Por su parte, Moses y Alward recogieron sus respectivas espadas y también se las enfundaron.

Zöe se ofreció a ser de ayuda y guía, parecía como si conociese el terreno, o al menos dónde podrían encontrar el hongo que buscaban. En cualquier caso, el arquero sacó su mapa plegable de su zurrón y se lo entregó a la bio-cibernética

-Verás, nosotros nos encontramos aquí-Djio acercándose con lentitud a Zöe por si le resultaba molesto. Cuando estuvo a su lado, le indicó con su dedo índice la posición exacta del grupo en el mapa-Tomando este camino se iría a la región de los elfos, pero no es algo muy aconsejable-Dijo dibujando con su dedo una ruta y siguiendo un camino ya marcado en el planisferio. Desvió su mirada a la bio-cibernética un segundo para luego volver a incrustarla en el mapa-¿Reconoces la zona que recoge este mapa, verdad?

Mientras Emmanuel charlaba con Zöe, unos metros alejados se encontraban Alward y Moses esperando a ver qué decidían hacer estos primeros, ambos de brazos cruzados, mientras veían como los pequeños compañeros de la mujer alborotaban alrededor suya como de costumbre. Uno de ellos se alejó más de lo normal y empezó a hacer señas. El joven Sevna miró a su amigo y ambos se encogieron de hombros. Parecía que la bio estaba centrada en la charla con el arquero, por lo que Alward se acercó hasta el pequeño autómata alejado.

Una vez estaba cerca de él, hincó su rodilla derecha en el suelo y se agachó un poco para hablarle.

-¿Qué ocurre, amiguito?-Dijo con un tono amistoso

Nuevamente la conversación entre los orgánicos estaba llena de analogías, dobles sentidos y bromas que no lograba entender. Luego de la charla que había tenido con Alward, comprendía que cuando hablaban de lo que hablaban, no querían decir exactamente lo que estaban diciendo [ANALIZANDO] ... [ERROR] No tenía manera de saber a lo que se referían, por lo que decidí quedarme callada.

-Ya veo - Le dije a Alward mientras asentía - ¿Y Eiko está ahora en ese sitio lleno de cerveza y mozas? - Sí era de buen comer quizás también era partidaria del resto de los placeres de los que tanto disfrutaban los orgánicos.

Mire el mapa con atención, estaba bien diseñado para haber sido hecho por humanos, habían progresado bastante en la cartografía en los últimos años. Seguí con atención los señalamientos de Emmanuel, incluso aunque me indicara cosas que ya sabía, gracias a eso pude darme una idea también de dónde venían y por lo tanto a donde deberían regresar.

-Sí, reconozco la zona, mi sistema no posee un mapa incorporado pero tengo sentido de la orientación y mmm una brújula interna - Ese parecía un buen modo de explicarlo de forma tal que el humano lo entendiera - Las zonas que más probablemente tendrán abundancia del hongo que buscan son estas. Necesita de un suelo húmedo para poder crecer, por lo que es mejor comenzar por estas partes del bosque donde el piso se mantiene mojado gracias al colchón de hojas que la recubre.

ATAC estaba sumamente feliz de que por fin alguien prestara atención a sus gestos, dio varios saltos y le señaló a Sevna que lo siguiera. Primero corrió dos metros hasta una piedra en la que se subió como si eso significara algo, luego de un salto bajó y corrió hasta unos arbustos, sacudió las ramas y nuevamente salió corriendo hasta que se cruzó con un camino de hormigas el cual se quedó mirando asombrado. Pronto se le sumaron SEPA-IV y AMA, igual de interesados que el primero.

-No es necesario que le hagas caso, ATAC tiene un poder de concentración muy efímero, y le gusta llamar la atención. Probablemente en verdad quería que vieras algo al principio, pero rápidamente lo olvidó y comenzó a señalar cosas al azar - Me encogí de hombros, gesto que había aprendido de los humanos - No es su culpa, no les instale un procesador demasiado potente...

Doble el mapa y se lo devolví a Emmanuel.

-Será mejor comenzar por allí - Empecé a caminar y al pasar junto a los robots uno a uno se fueron sumando.

Según mis cálculos, si manteníamos el ritmo de caminata podríamos llegar al sitio en apróximadamente una hora y trece minutos. Lo que no podía estar segura es como encontraríamos el sitio, de tener satélites todo ese asunto hubiese sido mucho más sencillo.

-¿Mozas... Y cerveza...?-Preguntó el guerrero extrañado mientras miraba a sus dos compañeros

-Es... Una historia demasiado larga-Respondió llevándose una mano tras la cabeza en señal de vergüenza

Emmanuel no dijo nada, solo añadió una leve risa ante la incomprensión de Moses.

Una vez que la bio comprendió y explicó dónde deberían de ir, el arquero la miró totalmente sorprendido de buenas maneras.

-No deja de sorprenderme la cantidad de cosas que sabes-Dijo cruzándose de brazos-Si te parece bien, serás nuestra guía

El pequeño autómata que había captado la atención de Alward parece que se "emocionó", si se le puede llamar así, cuando el mercenario se acercó a él y le preguntó de a qué venía tanto alboroto. El pequeño empezó a correr y el joven Sevna fue tras él, tras un par de metros recorridos, se paró en seco y eso obligo al mercenario a también hacerlo. Esa repentina parada hizo que Alward casi se cayese hacia adelante y, de milagro y con mucho trabajo logró estabilizarse para no estrellarse de cara contra el suelo. El autómata se subió a una piedra y pegó varios saltos como indicándole algo al mercenario. A todo esto, Moses lo miraba desde la distancia de brazos cruzados y con el gesto torcido por incomprensión.

-¿Q-qué, qué? ¿Dónde?-Dijo mirando hacia todos lados en busca de lo que quizás fuese el hongo que andaban buscando. Alward deseaba que fuese así, ya que podrían acabar su trabajo incluso antes del mediodía.

De nuevo, el robot salió corriendo y se escondió entre unos arbustos. El mercenario lo siguió e intentó internarse en el arbusto, sin mucho éxito ya que solo encontraría zarzas, espinas y hojas que pinchaban. Alward salió del arbusto dando unos pasos hacia atrás molesto con lo que se encontró en ese lugar.

-¿Hay ahí algo?-Dijo mientras se quitaba el resto de hojas y pequeños fragmentos del arbusto de encima

De nuevo, el robot salió corriendo hacia otra dirección aleatoria y el mercenario fue tras él. Otra vez, el autómata se detuvo repentinamente y Alward de casi se cae de nuevo, lo que le llevó otra vez a luchar para mantener el equilibrio. El pequeño robot parecía estar mirando absorto una fila de hormigas que se dirigía hacia un hormiguero. Para no pisarlo, el mercenario pegó un salto hacia adelante para evitar caerse y evitar una catástrofe hormiguil.

-¿E-esto es lo que estabas buscando...?-Djio agachando los hombros y con total decepción

Moses y Emmanuel desde la distancia empezaron a reír, mientras que Zöe se acercó a donde estaban tanto el pequeño autómata como Alward, explicándole el comportamiento de este primero.

-Ajá...-Dijo con desilusión

Parecía que Zöe ya tenía una ruta clara en su mente y le devolvió el mapa al arquero. Sin más y con todo el día por delante, el grupo nuevamente se puso en marcha, dejando las ruinas atrás y reincorporándose al camino que cruzaba ese lugar.

Mientras caminaban, Alward se acercó a la bio-cibernética para preguntarle algo mientras dejaba a sus dos amigos unos pasos más atrás, también se aseguraba de no pisar a ninguno de los autómatas, ya que se movían de un lado para otro a menudo y cualquier despiste podría acabar en una patada involuntaria.

-Oye Zöe... ¿Tú antes eras humana, verdad?-Dijo esperando ver una respuesta de la mujer-Lo digo porque ayer por la noche me diste a entender que no siempre fuiste... Como eres ahora-Dijo con un tono que no sonase a malas

-¿Eras humana? ¿Y tenías emociones y sentimientos?

-¿No te acuerdas de nada?

Las preguntas no paraban de sucederse las unas a las otras quizás sin que Zöe tuviese tiempo real para responder a ninguna, pero la verdad que los bio-cibernéticos no eran muy comunes y le resultaban extrañamente curiosos a los mercenarios y, sobre todo, de donde han salido. No parecen seres que se reproduzcan o que incluso nazcan de forma "natural".

La curiosidad de los orgánicos no tenía límite, se sentía extraño que alguien demostrara tanto interés por saber sobre mi origen, en general solo aceptaban sin más que yo era tal como me veían, no era habitual que hicieran preguntas. No me molestaba, y hasta me parecía lógico que quisieran saber más detalles sobre la persona que los estaba guiando en aquella búsqueda.

Analicé durante algunos segundos cuál sería el mejor modo de explicarles sobre la naturaleza de los Bio- cibernéticos, era una buena oportunidad para derribar mitos y establecer verdades que pudieran luego transmitir a más orgánicos.

-Eso es correcto, originalmente era una humana, probablemente una humana de la tierra. Todos los Bio- cibernéticos fuimos alguna vez seres orgánicos, algunos se ofrecían como voluntarios para ser modificados, otras veces se tomaban cuerpos sin vida y se los reutilizaba - [INFORMACIÓN CONFIDENCIAL] otras veces se modificaba a personas que por algún motivo u otro eran de menor valor para la sociedad, en ese caso no se contaba con su consentimiento y simplemente se implementaban los cambios necesarios.

Las siguientes preguntas eran más complicadas de responder.

-Por lógica debo deducir que tenía emociones, ya que era una humana como cualquier otra, pero lo cierto es que no lo recuerdo, no puedo saber quién era, qué hacía, ni porque me ofrecí para que me convirtieran en una Bio- cibernética - Prestaba atención al camino mientras les respondía, atenta a que nuestro rumbo no se desviara - Toda esa información fue extraída de mi cerebro para que no causara problemas en el sistema.

Se había comprobado que al dejarle a los cuerpos sus recuerdos y personalidad a la larga siempre terminaba trayendo consecuencias negativas sobre el sistema operativo, las emociones interfieren en el buen funcionamiento de un autómata.

-Aun así, sería interesante averiguar algún día cuáles fueron mis orígenes, aunque eso haya sucedido hace algunos cientos de años - No podía saber la fecha exacta en la que había dejado de ser humana, pero las guerras contra los terrestres habían terminado hace mucho tiempo.

Salí del camino principal para comenzar a subir por una zona escarpada, en un comienzo solo se notaba ligeramente inclinado hacia arriba, pero a medida que avanzabamos el declive se hacía más pronunciado. Yo no podía sentir el cansancio, por lo que mantenía siempre el mismo ritmo sin alterarme en lo absoluto, a mis robots les costaba un poco más así que finalmente decidí llevarlos en mis brazos y hombros.

Llegué primera a la parte más alta del monte, miré hacia atrás pero los humanos estaban algo lejos aún. Cerca se podía escuchar el sonido de un rio, por lo que podía sentirse una mayor humedad en el ambiente, comencé a buscar en los alrededores pero no había señal alguna del hongo.

Spoiler:

-¿"La Tierra..."? ¿Qué es eso?

-La Tierra... He escuchado historias sobre ella, pero creí que solo eran antiguos cuentos y demás invenciones de hace mil años-Añadió

Sin duda la historia de Zöe y los bio-cibernéticos se tornaba cada vez más fascinante. Cuanto más sabía Alward, más quería preguntar e informarse.

-Vaya... Parece un poco triste...-Dijo a la respuesta sobre los sentimientos y recuerdos de la mujer

-Todo parece muy doloroso, maldigo mil veces a los que te hicieron eso

Pasaron los minutos y, mientras se dirigían hacia su objetivo, el lugar donde probablemente se hallase la Hellvela Contonosa, Alward de pronto soltó un esporádico grito de afirmación.

-¡DECIDIDO!

Emmanuel, que se encontraba a su lado, pegó un respingo por tan repentino comentario

-¿¡Q-qué, qué!?

-¡Zöe, en el camino que nos queda te ayudaremos a recuperar tus sentimientos!-Dijo señalando a la bio-cibernética

-¿Acaso lo ves sencillo?

-¡Claro! Nada más hay que mostrarle cómo.-Dijo asintiendo sonriente-Empezaremos por la felicidad. Algo básico, ¿Sabes qué es la felicidad?

-¿Reírse?

-¿Estar a gusto?

-Más o menos-Dijo ladeando de lado a lado su mano derecha-Emm, cuenta un chiste-Dijo posando su mano sobre el hombro del arquero mientras seguían caminando

-¿...Por qué yo?

-Eres el más gracioso del grupo-Afirmó-Vamos-Dijo empujando un poco su hombro

-¡Eso, Castle!-Dijo pronunciando el apellido del arquero mientras daba palmadas y reía

El arquero se quedó unos segundos pensando, mientras sus dos amigos le animaban para que se atreviese. Le habían metido en un lío, ya que esas cosas no suelen salir forzadas, sino de forma esporádica.

-Esto...-Tomó aire, y se lanzó-Mi... Mi madre me dijo que no jugara con fuego y fuego se quedo sin amigos-Dijo añadiendo una sonrisa nerviosa al final

Tras el final del chiste, todos se quedaron esperando para ver si había algo más... ¿Eso era todo...? Alward se quedó con una sonrisa falsa sobrepuesta y Moses simplemente suspiró decepcionado. Emmanuel bajó los hombros y la cabeza con vergüenza

-O-olvidemos esto...-Miró a Zöe-Seguiremos con la clase sobre felicidad más adelante-Dijo añadiendo una sonrisa

Pasó el tiempo y Zöe se salió del camino principal. Iba la primera, se había colocado la primera, ya que era la guía o simplemente no quería escuchar más chistes del arquero, quién sabe. En cualquier caso hacía bien. Se adentraron más y más en el bosque hasta que llegaron a una inclinación, una zona escarpada que a medida que se avanzaba se iba inclinando más. Zöe superó por varios metros a los humanos, los cuales intentaron seguir el ritmo de la bio-cibernética pero inevitablemente se quedaron atrás. La mujer se paró en lo que parecía el culmen de aquella zona, al otro lado probablemente habría un gran precipicio, por lo que no estaban seguros si sería buena idea seguir por ahí. Cuando llegaron a la cima, Emmanuel y Alward se pusieron de rodillas y con la lengua fuera, jadeando e intentando recuperar el aliento. Moses por su parte no estaba tan cansado y echó la vista al frente. Sin duda se trataba de un precipicio bastante inclinado. Al fondo de este había un valle el cual era cruzado por un pequeño río.


Alward echó la vista al frente, aún de rodillas, y se quedó bastante sorprendido por lo que escondía aquella cuesta al otro lado.

-Bonito paisaje... Pero no podemos pasar de aquí si no queremos rodar cuesta abajo

-Si el hongo está por aquí no tendremos más remedio...

-¿Zöe, ves algo?-Dijo ya recuperado