Convergencias [Privado] [Uri - Zöe] [Cerrado]

Una vida tranquila es lo que Dag Thorlák más necesitaba, luego de mi intervención sus procesos mentales parecían haber vuelto a la normalidad [ANALIZANDO] no se encontraba rastro alguno de alucinaciones, ni de voces y su carácter había sufrido modificaciones considerables. Anteriormente sus cambios de humor eran azarosos y abruptos, ahora se lo notaba tranquilo, la mayor parte del tiempo, y aunque continuaba sin entender la mayoría de sus emociones, en líneas generales estábamos pasando por un momento de paz.

Habíamos encontrado una pequeña casa abandonada donde pasar las horas en las que los rayos de sol alumbraban más fuerte. Y por la noche realizábamos lo que los orgánicos llamaban una “rutina”, organizando el hogar y realizando las comidas correspondientes. De esta manera todo parecía estar bien [ANALIZANDO] Si, eso parecía ser.

Durante el día, como no necesitaba dormir, me encargaba de aquellas tareas que no podíamos realizar de noche. En este caso, necesitaba comprar herramientas para el jardín, ya que la casa carecía de los implementos más básicos, y algunas ollas de barro de distintos tamaños. Había salido a la tarde, pero el herrero había tardado más de lo esperado en entregarme las herramientas, por motivos que no lograba entender consideraba necesario fomentar la charla entre nosotros, la misma se extendió durante horas, para finalmente preguntarme si no podía venderle a mis acompañantes.

-No puedo venderlos, son mis ayudantes ¿Si? – Con unos segundos de demora agregué una sonrisa, para que no se tomara a mal mis palabras.

Luego con la señora encargada del taller de cerámica del pueblo, me había solicitado que la ayudara con algunas tareas de gran esfuerzo que, como consecuencia de su edad, no podía realizar ella misma. Cargue los cajones con arcilla y los baldes con barbotina, hasta tenerlos ordenados en el sótano de la casa, donde la humedad natural del lugar evitaría que se secaran.

Como consecuencia de todo esto, me encontraba regresando a casa en un horario poco habitual, llevando en mi espalda una tela cerrada de modo improvisado con las herramientas y dos vasijas. A mi alrededor corrían SEPA-IV, AMA y ATAC, ninguno de ellos tenía la suficiente fuerza como para poder cargar ninguno de los objetos, así que simplemente andaban en círculos alrededor de mis pies.

A esas horas ya todas las personas del pueblo estaban cenando en sus casas, por lo que el camino se encontraba completamente vacío. Debía apurarme, en ocasiones anteriores, cuando me había demorado en regresar Dag se había mostrado muy ¿Preocupado? ¿Angustiado? [Causar intranquilidad, inquietud o angustia]  [ANALIZANDO] Si, eso parecía ser correcto.

Aun quedaba mucho camino por delante, nos habíamos instalado a las afueras del pueblo para evitar inconvenientes con los humanos, tardaría al menos dos horas, cargando ese peso extra, en llegar.

No te acerques a ninguna ciudad, pueblo o persona. Hijo mio, esto es una orden ¡Ni se te ocurra desobedecerme! En cuanto pueda iré a sacarte de ahí, hasta entonces ni se te ocurra salir de tu escondite actual a menos que aparezcan "cazadores de vampiros", entonces debes correr lo mas que puedas de ese lugar y notificarme inmediatamente.

Esa fue la pequeña carta que recibió de su maestro cuando se enteró de que se encontraba relativamente cerca de una zona en donde, en cualquier momento, explotaría una guerra que podría salpicar al niño al ser de la raza de los vampiros. Uriel era inocente y no entendía nada sobre la guerra o las disputas pero si sabía cuando su maestro hablaba en serio, sabía que esa letra atropellada y escrita con prisas eran la clara muestra de que su maestro no estaba bromeando o siendo sobre protector con él, esto era un riesgo serio para el niño.

Sabiendo que su maestro jamás le mentiría o le asustaría por diversión, el pequeño escogió un pequeño agujero en el tronco de un solitario árbol perdido de la mano de Dios para esconderse. Era un agujero sucio pequeño y húmedo pero perfecto para un niño de cuerpo pequeño como él. Temeroso y expectante de su maestro, el único que sabía de su escondite, Uriel solo salía para cazar animales pequeños o el ganado de las viviendas humanas cercanas, aún así la sangre de animal solo puede alimentarlo parcialmente, tarde o temprano se vera obligado a comer sangre de alguna raza para alimentarse realmente.

Tengo hambre, ya pasaron 5 días desde que el maestro me envió esa nota. Tanta hambre ¿debería salir a cazar otra vez? La señora de los conejos casi me descubre la ultima vez...

Con un rostro serio y pensativo, Uriel barajó su situación, su sabiduría innata le decía que debía quedarse y esperar pero su instinto le decía que  merecía la pena arriesgarse. Estuvo un rato así, pensando, hasta que finalmente le ganó su instinto y hambre. Se arrastrero fuera del agujero, revelando su cuerpo, ropa y cabello sucios llenos de suciedad y polvo procedente de su escondite. Sacudiéndose un poco pero sin mucho éxito, el pequeño vampiro comenzó a correr, de forma infantil y alegre, hacía donde sabía que había viviendas humanas. No hacía mucho que la noche había caído así que sabía que los humanos aún no dormían pero también sabía que entre el viaje y encontrar en un corral fácil de entrar  la hora de sueño de los lugareños ya habrá empezado hace bastante tiempo.

Agilmente atravesó el lugar, pues ya sabía el camino,  solo tardó media hora en casi llegar a su destino. Sabía que por la zona había una casa abandonada, originalmente ese iba a ser  su escondite pero descubrió al llegar que ya estaba siendo ocupada por otras personas, con mal humor y resentimiento infantil, se vio obligado a desistir del a casa y encontrar otro lugar. Un poco de mal humor por recordarlo, Utirl llegó fácilmente a las afueras de las viviendas pero para su sorpresa observó, gracias a su visión nocturna superior, una figura femenina caminando atraves de la oscuridad la noche.

¡ah! D-diablos..

Con una agilidad única de los niños, Uriel cambió su rumbo para esconderse en el primer lugar que vio, no se paró si era el mejor lugar, simplemente se escondió y rezó para que la figura femenina no le hubiese vito a él. Un poco temeroso, intento apretarse sobre si mismo para poder encogerse y así reducir su tamaño. Podría ser algo exagerado pero para Uriel, quien había tomado la advertencia de su maestro al pie de la letra, era la reacción mas natural.

P-por favor...D-dime que no me vio...waaaa maestro, sá-sálvame.....

La caminata transcurrió sin mayores inconvenientes, llevaba bastante peso, pero mi cuerpo no mostraba síntomas de cansancio alguno, simplemente avanzaba con paso monótono, en silencio. En cambio mis tres acompañantes corrían y saltaban, ATAC estaba empecinado en subirse a cada piedra que nos cruzábamos, llegaba hasta arriba de todo y luego saltaba, haciendo poses que podían interpretarse como de victoria. SEPA-IV era mucho más precavido, parecía preocupado en imitar mi modo de andar, pero como sus piernas eran extremadamente cortas, pronto se quedaba atrás y tenía que correr para alcanzarme. AMA se había negado a andar por sí mismo, había trepado por mi cuerpo hasta llegar al hombro, donde se quedó sentado.

Casi dos horas más tarde ya podíamos ver el perfil de nuestro hogar improvisado, proyectando sombras a través de la luz que salía de sus ventanas. [ANALIZANDO] Era extraño que Dag no estuviera en la puerta, en general cuando llegaba de noche él siempre esperaba afuera, atento a si podía ayudarme con las cosas que traía. A pesar de eso, no apure el paso, no había diferencia alguna entre llegar de inmediato o en algunos minutos.

Cuando estuve frente a la puerta dejé la bolsa con todo lo que había conseguido, no podía escuchar rastros de vida alguna adentro [ANALIZANDO] [CONCLUSIÓN] Dag había salido a algún lado, quizás a buscar algo que pudiera comer, o a buscarme “¿Debería ir a buscarlo también?” deje que mi sistema considerada la propuesta. No, si ambos salíamos había menos posibilidades de que pudiéramos encontrarnos.

ATAC llegó corriendo y vio la pila de cajas de madera que había junto a la puerta, continuando con la actividad que estaba realizando antes, fue hacia ellas a toda la velocidad que le permitían sus pequeñas piernas y se subió con dificultad. Cuando estuvo arriba festejó dando saltitos, pero perdió el equilibrio y cayó del otro lado.

-Eso no es bueno – No tendrían que estar haciendo eso [ANALIZANDO] podría emplear el tiempo estando sola en casa para revisar sus circuitos y encontrar alguna manera de hacerlos más tranquilos. Me acerqué a las cajas y me asome desde arriba - … - Incline la cabeza hacia un lado – Un joven orgánico ¿Correcto? –

Escondido tras las maderas había un niño, se acurrucaba tanto como podía, evidentemente para evitar que lo viera. Examine con mayor detalle el aspecto que presentaba, era muy pequeño, con cabello y ojos oscuros, se lo notaba desalineado y sucio, dejando en evidencia que no recibía ningún tipo de cuidado adulto.

-Niño orgánico ¿Qué haces aquí? ¿Dónde están tus padres o tutores? – Curiosos, AMA y SEPA-IV se acercaron por los lados para ver qué era lo que habíamos encontrado - ¿Estás perdido? – Era extraño que estuviera tan lejos del poblado [BUSCANDO ARCHIVOS] [DATOS ENCONTRADOS] Su rostro no coincidía con el de ninguno de los hijos de las familias campesinas que vivían en los alrededores.

Camine alrededor de las cajas y me agache frente al joven, extendí una mano para ayudarlo a levantase.

-Soy Zöe ¿Si? No debes tener miedo, no te haré daño – Dije en mi habitual tono neutral, y agregué una sonrisa al final para inspirarle confianza - ¿Buscabas comida en la casa? – [ANALIZANDO] parecía estar peligrosamente bajo en peso, la prioridad sería entonces lograr que ingiera algo de alimento.

Rechazando la mano extendida del a mujer, Uri se encogió un poco más y la miro con desconfianza. Esa mujer era extraña, su maestro le enseño a diferenciar las razas mediante olfato, vista y un poco de intuición pero no pudo hacerlo con esa mujer, profundizando mas su desconfianza hacía ella. Miró discretamente hacía los costados buscando una abertura por la cual poder huir pero se encontró con que los pequeños seres mecánico que la acompañaban las estaban tapando ¿Lo había rodeado? La sensación acorralamiento se hizo peor, como ya no tenía adonde huir Uriel finalmente encaró a la mujer desconocida.

P-por favor, dejeme ir....S-soy un niño bueno...Solo p-pasaba por aquí

Curiosamente, esa frase exponía muy fácilmente el echo de que Uriel vino por una razón no muy buena o que como mínimo, estaba tramando algo. No era precisamente un secreto que el resultado de haber convertido un pequeño niño humano ingenuo y desconocedor del mundo resultó, al ser convertido, en un vampiro infantil de 89 años incapaz de mentir o hacer algo con malicia propia así que para Uriel era imposible, debido a su ineptitud como mentiroso, ocultar correctamente a la desconocida que trababa algo malo.

N-n o tengo h-hambre, así que deje...

En el mismo instante que Uriel acababa su frase, su estomago gruño intensamente de la forma mas ruidosa posible. Abrazando su estomago y con un ligero rubor en sus sucias mejillas, Uriel empezó a balbucear escusas que no terminaba ni a decir ¡Su propio cuerpo lo traicionó! Con una mirada e frustración, vergüenza y miedo intentó ponerse de pie para salir corriendo del lugar pero junto al constante sonido de queja de su estomago una pequeña punzada de dolor se extendía en su cuerpo. No fue una buena idea alimentarse únicamente de animales durante 4 días, para bien o para mal los vampiros necesitaban la sangre de las razas para vivir, o al menos para alimentarse con plenitud; No hacerlo era como el equivalente humano de comer comida de dudosa calidad por mucho tiempo, junto al añadido de que Uri era algo delicado debido a que fue criado por su maestro con una cuchara de oro en su boca.

N-no....waaah....yo...n-no t-tengo h-hambre.....

El sonido de su estomago volvió a resonar, como burlándose de Uriel. El pequeño vampiro no oso a volver abrir su boca.

El niño orgánico se mostraba desconfiado, no me sorprendía su actitud, al ser tan pequeños y frágiles los cachorros humanos recurrían a otro tipo de tácticas para poder asegurarse la supervivencia. Una de ellas era el mostrarse reticente a aceptar ayuda de desconocidos, pero también utilizaban sus gestos [ANALIZANDO] el modo en que entrecortaba las palabras, como abría los ojos para que parecieran más grandes, el encogerse para parecer aún más pequeño…

[CONCLUSIÓN] No confiaba en mí, e intentaría escapar o, como último recurso, atacarme, lo que fuera necesario para evitar que lo atrapara. Guarde mi mano ya que era evidente que no la aceptaría, mi sistema comenzó a buscar posibles alternativas que pudieran resultarle más amigables al niño.

-No es de mi incumbencia si posees o no bondad – Le respondí en tono neutral – Eres un niño orgánico, y por lo mismo debo asegurarme de que estés bien ¿Si? – Retrocedí un paso, pero mis acompañantes continuaban cerca suyo – Déjenlo tranquilo, lo asustan – Los tres me miraron y retrocedieron hasta esconderse tras mis pies.

El ruido en su estómago indicaba que estaba vacío, el movimiento que se producía adentro del mismo era más fácilmente audible cuando no había comida en él. De todos modos, incluso sin necesidad de eso podía darme cuenta que era necesario que ingiera algún tipo de alimento.

-Solicitud denegada. Tu piel está pálida, tu peso está por debajo de lo necesario para tu edad y la torpeza en tus movimientos me confirman que necesitas alimentarte – Me senté con la intención de resultar menos amenazante [ANALIZANDO] – Soy una Bio- cibernética ¿Correcto? Los de mi raza no pueden hacerte daño, ni a ti ni a ningún otro ser vivo, lo tenemos prohibido – Le mostré las aberturas en mi cabeza, y gire el cuello para que viera la rendija en mi nuca – Si intentara hacerte daño mi cuerpo me detendría provocándome un enorme dolor – Intentaba utilizar palabras sencillas para que pudiera entenderme.

Por más que analizaba sus gestos no lograba comprender por completo qué significaban ¿Por qué se negaba a comer cuando evidentemente necesitaba hacerlo? ¿Aun estando sentada y luego de mis explicaciones continuaba pareciendo amenazante ante sus ojos? Dos de mis acompañantes subieron por mi espalda y se asomaron por arriba de mis hombros, los agarré y los baje con cuidado hasta el piso de nuevo.

-Vayan adentro, enciendan el fuego, será una noche muy fría y es necesario que la casa esté adecuadamente acondicionada – Los tres robots dieron saltos y corrieron hacia adentro – Así como no puedo dañarte, tampoco puedo obligarte a entrar – Le dije al niño mirándolo fijamente – Pero sería en verdad peligroso que estés solo en tu estado actual, por lo que mi sistema me obligara a seguirte hasta que confirme que has llegado a tu hogar, o que has comido lo suficiente como para estar fuera de peligro – Aun estaba sentada, por lo que podía mirar al niño de igual a igual - ¿Lo comprendes? –

Nuevamente extendí la mano hacía él, confiaba en que luego de todo lo que le había dicho pudiera entender la situación.

"¿Bio-cibernetica?.....¿Aquello que los terrestres dejaron atrás? "

El confuso Uriel dejó de temblar y mirarla con miedo para esbozar un rostro curioso y confuso. Su maestro jamas le habló de los bio-ciberneticos  o le trajo sangre de ellos porque sentía un profundo desagrado y rechazo por ellos, así que Uriel no sabía nada de ellos únicamente su nombre y sobre la creencia popular de que fueron aquello que los terrestres dejaron atrás tras ser derrotados. Uriel amaba la ciencia de los terrestres así que no pudo evitar mirarla con curiosidad, ni siquiera se le pasó por la cabeza que la chica estuviese mintiendo.

"....No puedes hacerme daño....¿Y si te atacase? ¿No podrías defenderte?..."

La pregunta no iba con malicia, era mas bien una pregunta inocente para buscar mas información sobre ella . en el mundo en el que Uriel fue criado se le enseñó que todo lo que no fuese un vampiro era ganado y comida con una ligera inteligencia, por lo tanto debía entrenar en el arte de engañar y matar - Aunque Uriel era bastante malo en esta parte.- para poder alimentarse ya que, obviamente, ni siquiera el ganado estaba dispuesto a ser asesinado,  una existencia que no podía herir a nadie era algo que iba en contra de todo lo que se le inculco como vampiro por su maestro.

Se quedó pensativo un rato, meditando que debía hacer. Curiosamente ya no le tenía miedo a la mujer y deseaba saber mas sobre ella pero a su vez no quería desobedecer las ordenes de su maestro, en un principio pensó que o mejor después de todo era irse y evitar volver a ser descubierto pero cuando vio la mano extendida de la mujer extrañamente cambió de parecer, extendió su sucia mano y con algo de timidez  acepto la invitación de la otra.

S-solo par que sepas, yo no como comida normal....Incluso si intentas alimentarme lo único que puedes hacer por mi es darme sangre de animal o tu sa...No, solo un animal debería de bastar...

Uriel bajo su rostro y se detuvo al hablar. Era obvio que se había expuesto como vampiro, pero como malo que era mintiendo ni siquiera se dio cuenta de eso, estaba mas concentrado en intentar entender porque decidió seguirla. Incluso si Uriel lo intentaba era incapaz de entender que la razón por la cual decidió seguirla es porque  era la primera vez que una mujer fue tan amable con él o se preocupo por su bienestar. Su madre solo se preocupo de darle un nombre y nunca más volvió a siquiera hablarle, jamás tuvo hermanas o amigas y su única figura parental era su maestro que era un hombre, Zöe fue la primera mujer en preguntarle si estaba bien e incluso molestarse en intentar que comiese, tal vez fuese porque la bio-cibernetica  solo estaba siguiendo su programa pre establecido pero para Uriel era lo mas cercano a cariño y afecto que jamás había recibido de una mujer antes. Tal vez por eso se detuvo al final de su frase, porque no quería tratar de comida a la primera mujer que le trato bien.

Ante su primera pregunta simplemente asentí, el dato no era completamente correcto, pero la idea general estaba bien. Si, los Humanos Terrestres nos habían traído a Aerandir, y cuando se retiraron de nuevo a su mundo nos habían dejado de este lado, pero sus motivos eran un misterio. Tampoco sabíamos si se habían llevado a una parte y dejado al resto… No tenía mayor relevancia, sea como fuere, la información sobre esa época se había perdido, y nosotros seguiríamos estando aquí.

La curiosidad parecía solucionar la falta de confianza, el niño orgánico se olvidó de su hambre y me observaba con [ANALIZANDO] ¿Interés? Sí, eso parecía ser.

-Si me atacaras analizaría las probabilidades de que me infligieras daño real, si llegara a la conclusión de que las lesiones no serían de gravedad, entonces no me defendería y te permitiría continuar – En más de una oportunidad los orgánicos habían producido laceraciones en mi cuerpo, incluso Dag había [ERROR] [DATO NO ENCONTRADO] – Si fueras a provocarme un daño que pudiera en verdad afectar mi funcionamiento entonces reduciría tus movimientos y te pediría que te detuvieras –

El niño orgánico aceptó finalmente mi mano, lo agarré con cuidado y lo inste a acercarse, era importante hacer un análisis más detallado y eso solo podía hacerlo si aceptaba arrimarse a mí. Rodee su muñeca con dos dedos, estaba muy delgado, pero su pulso parecía estar bien, apoyé una mano en su frente para sentir su temperatura, [ANALIZANDO] no había signo alguno de fiebre. Lo tome del mentón y mire de cerca sus ojos, estaba cansado [CONCLUSIÓN] Agotamiento y mala alimentación.

-Lo que quieres decir es que eres un vampiro ¿Correcto? – Dije en tono monocorde – Ese no será un problema, vivo con alguien de tu raza en esta misma casa – Mire hacia la residencia y luego de nuevo al niño – Aunque ahora mismo no se encuentra aquí –

Me puse de rodillas y pase ambos brazos alrededor de la cintura del niño para luego levantarme con él, hice un gesto para que se agarrara de mis hombros y luego camine hacia la vivienda. Adentro no teníamos demasiadas cosas, una mesa con dos sillas, la cocina estaba vacía aunque había algunos yuyos colgados secándose. No teníamos decoración alguna, ni objetos de valor, a la izquierda de la habitación teníamos un hogar con un fuego que mis acompañantes comenzaban a prender, y frente al mismo había un sillón de madera para una persona.

-Si no bebes sangre de otras razas te debilitaras hasta entrar en un estado de frenesí o morir ¿Si? – Senté al niño en la mesa – Tomaras de mi sangre ¿Correcto? Aunque… Mmm… Quizás no tenga un sabor agradable – Sabia que Dag detestaba el gusto de mi sangre, aunque en casos de emergencia podía beberla. Por otro lado, Taliesin me había asegurado que la sensación que le provocaba era agradable, como una comida sabrosa, pero sin el efecto excitante que le generaba la sangre humana – Hasta que no la pruebes no lo sabremos –

Había notado que sus dientes eran muy pequeños, quizás le resultaría difícil el poder romper mi gruesa piel con ellos. Hice que saliera un bisturí de mi dedo índice y con eso corté la palma de mi mano, el líquido que servía para refrigerar mi cuerpo comenzó a brotar, así que la acerqué al niño orgánico para que comiera.

-Una vez que hayas terminado pasaremos a bañarte, las bajas temperaturas y la falta de higiene pueden producir daños a largo plazo en tu cuerpo – Los Vampiros eran mucho más resistentes que los Humanos, pero aun así no podía asegurar cuanto afectaba el ambiente a su salud general – Luego podrás descansar, el dormir bien es parte de los cuidados que necesitas para no enfermar ¿Si? -

Por instinto obedeció y se sujeto del os hombros del a mujer que lo alzó del suelo. Un poco incomodo se sonrojo con timidez, su maestro lo había alzado de la misma forma muchas veces pero esta era la primera vez que una persona que no fuera él lo hacia, sentía una sensación de timidez y vergüenza inexplicables. Como si intentara ocultarse, Uriel bajo su rostro y evito observar a la mujer hasta que lo sentó en la mesa, para disipar esa inexplicable sensación le pregunto a la joven.

¿No te disgusta que lo sea? Mi maestro dice que todas las razas nos detestan porque no quiere admitir que somos superiores a ellos...

Uriel miraba sus muslos con la cabeza gacha mientras balanceaba sus piernas colgantes de arriba hacia abajo en un intento de inhibirse y ocultar sus emociones. El corazón del pequeño vampiro estaba tranquilo y algo tibio pero también inseguro, confuso y extraño ¿Porque esa mujer iba tan lejos por alguien que ni conocía? Si Uriel entendiese lo diferente que es el, un ser viviente de carne y hueso, de una bio-cibernetica, un ser creado mediante parámetros y cálculos, podría entender que esa mujer simplemente hacía lo que sus parámetros ordenaba pero la ingenua ignorancia de Uriel era espesa y su alma desprovista de malicia le impedía entender la naturaleza de esa mujer.

Uriel siguió observando sus muslos con la cabeza baja hasta que Zöe habló de alimentar, con una mirada problemática y confusa levantó su rostro y clavó su mirada de un bonito color marrón-miel a la mujer. En el mundo de Uriel no cabía la posibilidad de una presa que voluntaria mente entregaría su sangre. todo suplicaría, gritarían y lucharían antes de finalmente dejarse chupar la sangre, eso fue lo que le enseñó su maestro. Para colmo esa mujer no dejó de mencionar cosas como la higiene, que debía descansar y sobre mantenerse saludable, Uriel terminó de romperse cuando se dio cuenta de que esa mujer iba muy en serio con lo de cuidarlo.

"¿Po-porque tu...? ....Ni siquiera sabes mi nombre o procedencia. N-No ganaras nada con esto ¿sabes?... "

La desconfianza volvió a brillar en su mirada, no hacía ella sino hacía la antinatural situación en la que estaba. Mirando la mano del a bio-cibernetica y escuchando sus palabras se estremeció y confundió mas ¿Porque habla tan agradablemente? ¿Que gana con esto? Uriel era ingenuo e inocente así que rara vez le buscaba la quinta pata al gato pero la situación era tan rara y disonante de todo lo que aprendió como vampiro que hasta él no pudo evitar sentir que había algo mal; Había algo extraño en esa mujer que lo incomodaba pero le hacía sentir bien por alguna razón.

Mis robots habían terminado de prender el fuego, SEPA-IV decidió quedarse sentado en el sillón mirando las llamas, mientras AMA rompía ramas y las tiraba a la hoguera. En cambio ATAC estaba mucho más atento de lo que el niño orgánico hacía, de mis acompañantes él era el más combativo, así que siempre mostraba recelo cuando alguien que no conocía estaba cerca de mío.

De a poco el ambiente se calentaba, eso era algo bueno, el pequeño cuerpo del vampiro no retenía el calor tan fácilmente, la falta de grasa corporal hacía que necesitara de más abrigo.

-La raza a la que pertenezcas no es algo que me afecte, solo me indica qué parámetros debo seguir para asegurarme que tu vida no corra riesgo – [ANALIZANDO] Sabia que las distintas especies inteligentes de Aerandir tenían entre ellas diferencias que estaban justificadas por acontecimientos históricos, pero nada de eso era de mi incumbencia - ¿Tu Maestro? Entonces hay alguien que cuide de ti, eso es bueno – Agregué una sonrisa ya que parecía lo correcto – Todas las razas parecen tener diferencias tanto biológicas como sociales. No podría asegurar si alguna es superior a las demás –

La sangre en mi mano continuaba saliendo, goteaba por las comisuras con algo más de densidad de lo que lo haría la sangre humana. El niño no parecía convencido [BUSCANDO ARCHIVOS] con los anteriores vampiros había sido igual las primeras veces, quizás el alimentarse tenía más significado para ellos de lo que yo había conjeturado.

-No necesito conocer tu nombre ni tu lugar de origen para ayudarte, mi sistema te reconoce como un Ser Vivo y por lo mismo tengo que asegurarme de que estés bien sea como sea – Mi programación era tajante en relación a este punto, tenía que proteger y cuidar a todo orgánico inteligente de Aerandir [ANALIZANDO] incluso aunque eso significara poner en riesgo mi existencia – No deseo nada a cambio, solo necesito que recuperes tus fuerzas –

Acerqué nuevamente la mano herida al niño, si aun así no deseaba beber la situación se tornaría complicada, tendría que encontrar alguna otra manera para que comiera y no parecían haber muchas opciones.

-Por favor, toma un poco ¿Si? De esa manera estarás fuerte de nuevo. Una vez que te hayas recuperado, si lo deseas, puedes escapar, no te retendré – Cuando estuviera curado no sería necesario que continuara pendiente de su estado, había hablado de un Maestro, así que suponía que tenía a alguien para que lo cuidara.

ATAC no lo perdía de vista, pero había quitado los clavos de su brazo ya que era muy peligroso que fuera con su arma cargada, no tendría que causar ningún problema. En cambio AMA se mostraba preocupado, al ver el charco de sangre que se estaba juntando bajo mi mano creía que estaba en peligro, así que tiraba del dobladillo de mi pantalón en busca de respuestas.

-Todo está bien, no deben preocuparse ¿Si? Nada malo va a pasarme – Le dije a mis robots sin hacer gesto alguno, era mejor comunicarse con ellos en oraciones cortas y sin ademanes innecesarios que pudieran confundirlos.

Eres rara, no se supone que debas ofrecer tu sangre de esa forma a un vampiro....

Su mirada de confusión seguía pero extrañamente la sensación de incomodidad había desaparecido. Con cuidado tomó la mano de la mujer y la observó un par de segundo; Rara vez bebe sangre de personas vivas, su mordisco era malo así que practicaba con animales pequeños des bosque, era bien sabido que los vampiros anestesiaban sus presas pero era menos difundido que los vampiros entraban en un trance cuando bebían, o al menos eso le sucedía a Uriel y su maestro. Suspirando, Uriel acerco sus labios a la mano de Zöe y comenzó, sin morder o siquiera dejar que sus colmillos tocasen su piel, a chupar la sangre de su herida lo mas gentilmente y amablemente que pudo, luchando un poco con sus ganas de morder y el trance, que por su hambre era mas intenso que nunca, que le pedía abrir mas la herida para poder beber mas rápidamente de la sangre que brotaba.

Si hubiera sido otra persona, Uriel hubiese echo caso a su hambre y hubiese atacado la mano frente él con violencia y desespero pero extrañamente Uriel sintió que era incorrecto. Uri lo achacó a la sensación de inquietud que sentía cuando estaba cerca d ella y sus acciones que eran incompresibles para él, pero lo cierto era que, a pesar de considerar a todo lo que no fuera su raza como ganado, consideraba a esa mujer y su extraña forma de comportarse como las de una "Buena persona" que merecía ser sacada de la zona de "ganado". Para Uriel, la bio-cibernetica ya estaba al mismo nivel que alguien de la raza vampirica, y por lo tanto la trataba como una igual. Al ser una igual a él, ya no la miraba como un saco de sangre de la cual podía alimentarse , sino como un igual, dándole una punzada de culpabilidad e incomodidad por beber sangre de un igual.

Una vez terminó, Uriel separó sus labios sucios con la "sangre" de la mujer y la miro con una mirada agradecida. Jamás bebió sangre de bio-ciberneticos pero curiosamente le recordó a la miel que un día probó antes de ser convertido, era dulce y amargo a la vez pero no era desagradable. Con una sonrisa suave, Uriel sacó un trozo de tela de uno de los bolsillos de su chaqueta, era un pañuelo que una vez su maestro le regaló pero con el largo viaje estaba desgastado, sucio e irreconocible, y tapó la herida de Zöe con ella.

"Gracias por la sangre, señorita. Lamento mi actitud, pensé que era uno de esos "cazadores" que el maestro me mencionó."

Uriel saltó de la mesa y aterrizó sobre sus dos pies, acomodando su postura, le ofreció una introducción adecuada a la joven.

"Mi nombre es Uriel , hijo adoptivo de los Nova ¡Llamarme Uri esta bien! Como ya sabe soy un vampiro y el aprendiz de mi maestro ¡Es un placer conocerla, señorita! "

Con educación se inclinó y ofreció una presentación completa, derrochando una adorable y elegante sensación de pequeño caballero esforzándose para parecer adulto. Uriel tenía dos formas de presentarse, una para los que consideraba "ganado" y otra para los que consideraba "iguales" Cuando se presentaba a "ganado" era amable y respetuoso pero ofrecía nada, pero cuando se presentaba a un "igual" era la viva imagen del lado mas elegante y caballeroso que un vampiro "noble" podía ofrecer, solo que Uriel daba mas ternura que respeto. Era obvio que presentación le ofreció a Zöe.

[Raro: Extraordinario, singular, poco común o frecuente. Escaso en su clase o especie. De comportamiento e ideas extravagantes] Si, desde la perspectiva de un orgánico podía pensarse que ese era un adjetivo que se aplicaba a mi existencia. Los Bio – cibernéticos éramos muy diferentes a todo el resto de las razas, nuestra creación se había dado en circunstancias muy particulares y también nuestro modo de ver el mundo era distinto.

Pero desde nuestra perspectiva los orgánicos eran aún más extraños, reaccionaban de maneras imposibles de predecir a estímulos similares, tomaban decisiones poco lógicas, incluso a veces llegando al punto de hacerse daño. Su razonamiento era inválido [ANALIZANDO] Y por eso nosotros debíamos cuidarlos, para evitar que se lastimaran a ellos mismos.

-No es necesario agradecer ¿Si? Hice lo que mi sistema ordena – Sonreí de modo mecánico y agregué – Es cierto que están cazando vampiros, debes evitar que más personas te vean, sobre todo los Humanos –

Los recientes acontecimientos en la guerra de Lunargenta había potenciado el odio que naturalmente tenían entre si las distintas razas. En las últimas semanas habíamos tenido que aumentar las medidas de seguridad que teníamos con Dag para evitar que lo descubran. Ya habíamos sido perseguidos una vez por un grupo de personas furiosas, y el resultado no era bueno.

-Ya veo – Asentí y mantuve la mirada fija en el vampiro – Entonces, Uriel hijo adoptivo de Nova, es un… mmm placer conocerte – Las formalidades en los saludos de los orgánicos tenían muy poco sentido y a mi sistema le resultaba difícil entender cuando debía usar uno u otro – Si ya estás satisfecho es momento de que tomes un baño ¿Correcto? Luego podrás descansar adecuadamente –

La casa era muy chica como para tener un baño, pero al ser el niño vampiro tan pequeño alcanzaría con usar uno de los baldes de madera grande que usábamos para transportar el agua desde el rio. Fui hasta la parte de atrás de la vivienda, donde estaba el cubo aun casi lleno y lo traje adentro, acomodándolo junto a la chimenea. Mire a mis robots.

-Traigan una de las ollas que compré hoy, tenemos que calentar el agua – Levantaron los brazos en señal de que habían entendido y fueron corriendo a buscar lo que les pedí – Esto no tardará en estar listo – Le dije a Uri mientras acomodaba el balde para que no estuviera demasiado cerca del fuego, sabía que los vampiros le tenían recelo.

Los tres robots regresaron con la olla, la llene de agua y la puse en el fuego, de esa manera el baño sería tibio, perfecto para el cuerpo de un niño. Fui agregando agua caliente hasta que le temperatura estuvo en el punto exacto y luego mire a Uriel.

-Puedes dejar la ropa sobre la silla, intentare limpiarla y arreglarla mientras te bañas ¿Si? – Afuera, la inclemencia del tiempo no perdonaría el que anduviera con sus ropas mojadas o rotas, y dado que tendría que marchar antes de que saliera el sol era importante que estuviera adecuadamente vestido.

Asintiendo a Zöe, Uriel comenzó a desabrochar su gabardina. El niño vampiro fue convertido a la edad de 11 años, una edad en donde se empieza a tener consideración sobre el cuerpo de uno mismo, pero en el caso de él, criado siendo ignorado y sin muchos conocimientos sobre el exterior, no siente pudor alguno sobre su propio cuerpo, no ve la diferencia entre cuerpos o sexos así que sin dudarlo un segundo comenzó a desvestirse. No es como si Uriel obedeciese a cualquier adulto sobre quitarse la ropa, pero la mujer ya se había ganado su confianza y respeto así que, al pequeño vampiro, no le pareció mal obedecer a la mujer bio-cibernetica.

Cantando una canción infantil, Uriel dejó toda su ropa encima de la silla tal y como Zöe le pidió que lo hiciera ¡Uriel es un niño obediente que hace caso a sus mayores! Sonriendo con felicidad, pues hace un largo tiempo que no tomaba un baño, Uriel comenzó a observar a los pequeños compañeros una vez entró al agua caliente.

Señorita, ¿Quienes son ellos? ¿Porque se mueven solos? Jeje son muy monos..

Con curiosidad, Uriel sacó su mano del agua para intentar alcanzarlos pero como sus brazos cortos y las pequeña maquinitas tampoco estabas ta cerca de él, se quedó en el intento. Con un rostro ligeramente resignado, Uriel se acomodó en el agua mientras volvía a encogerse sobre si mismo para que cada parte de su cuerpo estuviese sumergida en la tibieza del agua ¡Hacía tanto que no tomaba un baño! Desde que el vampiro fue criado por un autoproclamado "vampiro noble", Uriel adquirió ciertas manías entre las cuales estaba la higiene. El niño odiaba la suciedad, era por eso que tampoco cazaba, odiaba las cosas "sucias" así que evitaba acercarse a ellas, como viajero aprendió a tolerar su propia suciedad pero era imposible hacer desaparecer del todo su gusto por la higiene propia. Con una risita, Uriel comenzó a juguetear en el agua a la vez que se limpiaba por su propia cuenta ¡Uriel es un niño adulto capaz de limpiarse solo! El agua comenzaba a oscurecerse por la suciedad del cuerpo del pequeño, pero el siguió jugando y limpiándose alegremente.

¡Señorita, Señorita! ¿Cual es su nombre? ¿Que es un bio-cibernetico? ¿Como eran los terrestres? ¿Porque esta...?

Con una amplia sonrisa, Uriel empezó a bombardear con preguntas a la chica. Ahora que no tenía miedo y había pillado confianza, Uriel se mostró como lo que es; Un niño bastante curioso, hiperactivo y alegre.

Era algo bueno el que Uriel aceptara la parte del baño con más tranquilidad que la comida, asentí para demostrarle mi aprobación, mientras con la mano revolvía el agua a un ritmo constante, de esa forma la temperatura fuera más homogénea. Le ofrecí una mano al vampiro para que no se resbalara al entrar al balde, y luego me aparté un poco.

-Ellos son mis acompañantes. Sus nombres son SEPA-IV, ATAC y AMA – Le expliqué al niño mientras señalaba cual era cual – Yo los construí para que me ayudaran en las reparaciones a otros Bio-ciberneticos – [ANALIZANDO] Tenía que pensar alguna manera de poder transmitirle la información a Uriel de modo tal que pudiera entenderlo – Se mueven porque… Yo los fabrique y sé cómo hacer para que seres inanimados puedan moverse –

Fui hacía la silla donde el vampiro había dejado sus ropas, las estire sobre la mesa y comencé a revisarlas para evaluar su estado y comprobar si aun eran utilizables. Más allá de la suciedad, indicios claros de que el niño había pasado mucho tiempo a la intemperie, eran pocas las roturas, solo algunos cortes y estaban gastadas en la parte de las rodillas y los codos.

-Mi nombre es Zöe – Le repetí al niño. Acerqué una silla a Uriel y comencé a coser las rasgaduras de su camisa – Los Bio-cibernéticos somos entidades artificiales creadas por los Humanos de la tierra, pensados para facilitarles algunas tareas que con sus débiles complexiones no podían realizar – Levanté la tela y la analicé en detalle para asegurarme que había quedado bien – Nuestros cuerpos eran de humanos originalmente, pero reemplazaron diferentes partes y modificaron nuestro cerebro para que no recordáramos nada de nuestro pasado – Deje a un lado la camisa y agarre los pantalones – Por lo mismo no tengo recuerdos sobre mi vida con los Humanos de la Tierra – [BUSCANDO ARCHIVOS] [ERROR] – Por más que quiera acceder a esos datos mi sistema se niega a obedecer –

Para las partes de la tela que estaban gastadas necesitaba un trozo de tela entero. A la vez que continuaba contestando las preguntas del niño busqué en mi mochila de viaje una camisa vieja que Dag ya no usaba, la corté y con eso hice los parches para la ropa de Uriel. Una vez arregladas intenté sacarle las manchas de tierra más importantes, no podía lavarlas por completo, ya que tardarían mucho en secarse.

Para cuando el vampiro terminó de bañarse, sus ropas estaban sin polvo y cosidas.

-Acércate al fuego, te secaras más rápido – Luego le pase sus prendas – Ahora pareces estar mejor ¿Correcto? ¿Quieres descansar? – Aun faltaban bastantes horas antes de que amaneciera, le daba tiempo suficiente al niño para que durmiera.

"Hubo días en los que eras humanas y te convirtieron en algo artificial....hmmm...No lo entiendo del todo ¡Pero seguro que la señorita Zöe era tan buena persona como lo es ahora, incluso si no lo recuerda! "

Uriel miraba a Zöe como "buena persona" porque era incapaz de entender que un bio-cibernetico era algo pre programado y porque, para un niño, era difícil entender que había seres que, no necesariamente, necesitaban de una personalidad o identidad propia. Para
Uriel, Zöe era una bondadosa persona que le ayudó y alimentó sabiendo que era un vampiro sin pedir nada a cambio ¡Una persona realmente amable! A sus ojos la mujer era algo así como una santa, por eso ignoró su muy arraigada creencia de superioridad racial y aceptó a la bio-cibernetica como un igual. Un verdadero y magnifico mal entendido.

"Jejeje ATAC, AMA y SEPA, que criaturitas mas interesantes y adorables ¡La señorita Zoe debe de ser muy poderosa si puede crear cosas como estas."

Una vez salió del agua y dejaba que su cuerpo se secara con el fuego, Uriel se puso de cuclillas para ver mejor a las pequeñas maquinas pero esta vez no intento tocarlas, simplemente las miró de lejos con curiosidad y fascinación. Una vez vio que la mujer quería vestirle hizo un pequeño puchero lleno de timidez y un poco de molestia como si dijese "¡Puedo vestirme solo, sabes!" pero no protestó o se puso rebelde, haciendo alarde de su docilidad ante lo que el consideraba como un adulto de fiar, permitió sin rechistar que Zöe le vistiese.

"Jejeje Estas ropas son un regalo de mi maestro ¡Gracias por arreglarlo! Aunque me pregunto si tu acompañante se tomará bien que utilizases una camisa suya como parches! ¿sabes? Los vampiros somos, por lo general, algo caprichosos y celosos de sus cosas ¡Aunque dudo que el compañero de la señorita Zöe sea una mala persona!"

Con una risita, Uriel miro con cariño las ropas de invierno que su maestro le entregó antes de partir. Para su maestro, ahogado en riquezas robadas de sus presas y con bastantes contactos, comprarle cosas a su hijo no era la gran cosa pero para Uriel, quien jamas recibió nada de sus padres, esas ropas y todo lo que su maestro le entregó era del valor del oro y la plata juntas ¡Estaba realmente agradecido por arreglarlas!

"¿E-esta bien si me quedó un poco más? A decir verdad, mi maestro dijo que vendría a sacarme de esta zona una vez fuera seguro, ya ha pasado un tiempo y estoy seguro de que vendrá en nada a por mi ¿Puedo esperarle con la señorita Zöe? Hace mucho que no conozco a alguien que no le importa que sea un vampiro....¡Ah! ¡Pero si es una molestia para la señorita Zöe entonces me iré, si salgo ahora podría llegar a mi escondite antes del amanecer!"

Uriel realmente quería hablar un poco mas con Zöe, su maestro sabía la zona en donde estaba y su escondite estaba relativamente cerca de la casa, para su padre sería sencillo ver la casa y entender que su aprendiz estaba ahí, o al menos es lo que Uriel podía decir tras 89 años conociendo a su maestro.

“Ser buena persona”, “Ser tan buena como lo era antes” [ANALIZANDO] eran oraciones muy sencillas, pero a mi sistema le resultaba difícil el analizarlas correctamente. En varias oportunidades los orgánicos habían asegurado que mis acciones podían ser consideradas como “bondadosas”, pero a pesar de que en el tiempo que llevaba con ellos había logrado entender muchas cosas, seguía sin saber a qué se referían cuando me describían con ese tipo de adjetivos.

-No creo ser tan… poderosa. Fabricar robots es para lo que fui hecha, por lo tanto es esperable el que pueda hacerlo bien, o al menos, de manera razonable – Mis tres acompañantes observaban a Uriel con curiosidad, ATAC siempre era más directo, lo apuntó con su arma e hizo el movimiento como si le disparara, aunque al no tener clavos… - Su mecanismo es bastante sencillo en realidad. No pueden hablar, ni entender oraciones complejas –

Le puse las prendas con cuidado [BUSCANDO ARCHIVO] mi sistema encontró similitud con otras situaciones, cuando Gwynn apareció en aquel claro sin ropa alguna, o los niños huérfanos que se hacían llamar Gorriones andando por la esfera, negándose a ponerse sus atuendos. Debía haber algún motivo por el que a los niños orgánicos parecía agradarles más el estar sin prenda alguna.

-¿Tomárselo a mal? – No había pensado en esa posibilidad, observe la camisa rota y luego los parches ¿Los orgánicos se enojaban por ese tipo de cosas? [ANALIZANDO] En general Dag era muy descuidado con su apariencia, aunque ahora que había regresado a la cordura intentaba ser más prolijo. Si pensaba en Taliesin, él siempre vestía bien, incluso se fijaba en detalles que mi sistema siquiera detectaba - Si se molesta, le conseguiré una nueva, con eso debería alcanzar ¿Correcto? – Allí estaba de nuevo ese término, ser una buena o mala persona – No sabría decirte que tipo de personas es Dag, solo sé que está muy enfermo –

Como mis tareas para poner fuera de riesgo a Uriel habían concluido fui hasta el sillón y me senté, ya no había ninguna otra tarea pendiente hasta que Dag Thorlák regresara de donde sea que había ido. Ese era mi comportamiento habitual cuando ningún orgánico solicitaba nada de mí, simplemente esperar.

-¿Quieres quedarte? Puedes hacerlo si así lo deseas. Eso sería algo bueno, así no correrías riesgo de que vuelva a ocurrirte algo – El asiento en el que estaba era para una sola persona, pero recordé otra acción que solían tener en común la mayoría de los niños, sobre todo los mamíferos – Podrías sentarte en mis piernas mientras esperas a que tu Maestro llegue ¿Si? – De esa manera, el calor del fuego compensaría la frialdad de mi contacto.

"¿Enfermo? hmmm Pero los vampiros muy rara vez enfermamos ¿Consumió algo que no fuera sangre?"

Ladeando su cabeza con curiosidad, Uriel se quedó un poco pensativo ¿Un vampiro enfermo? ¡Cuanto menos curioso! Para su mentalidad infantil cosas como una enfermedad mental eran inexistentes. Quería seguir preguntando pero enseguida Uriel distrajo su atención a otra cosa con la volatilidad de un niño pequeño. Con una sonrisa miró como ATAC le apuntaba y hacia el gesto de disparar, ignorando la clara amenaza, el niño seguía mirándoles e intentando que se aproximaran como si de pequeños animales se trataran. En cuanto vio que definitivamente no iban a cercarse demasiado a él, Uriel puso una mueca decepcionada y le rindió definitivamente en eso de poder mirarlos de cerca. Además, no quería enfadar a Zöe si los dañaba sin querer.

En cuanto escuchó que podía quedarse su rostro se ilumino y poco le faltó para dar saltitos de alegría. En verdad no quería inoportunarla ni a ella ni a su acompañante, pero en verdad estaba feliz de poder estar con un poco mas con esa mujer. En cuanto la bio le dijo que podía sentarse en su regazo si quería, Uriel ya no contuvo su emoción y con una risita feliz corrió hasta estar frente a ella, sin dudarlo se acomodó en su regazo. Su maestro también le permitía muy seguido sentarse en su regazo mientras leían o le enseñaba algo nuevo pero esta vez, por alguna razón que no entendía, se sentía distinto; Era una sensación cálida, incluso si el tacto de la piel de Zöe era fría hasta el punto de ser casi artificial, para Uriel se sentía como algo realmente cálido y amable similar a la primera vez que su maestro acaricio su cabeza, el mismo día que le entregó su verdadero nombre y su apellido.

Uriel casi se había dormido en el regazo de Zöe cuando escuchó un ruido proveniente de la ventana. Era un sonido rítmico y seco, como si algo estuviese dando golpecitos en el cristal. Uriel miró haciendo pucheros molestos mientras buscaba con resentimiento el origen del ruido detrás de la ventana, en cuanto vio el origen de la pequeña figura sus ojos infantiles se abrieron grandes y sorprendidos.

"¡Es Asazel!"

Con un saltito Uriel bajó del cálido regazo de la mujer y corrió hasta la ventana, en cuanto la abrió una pequeña y bonita urraca entró volando y se posó en la cabeza del vampiro. Como si estuviese acostumbrado, el niño la tomo gentilmente con sus manos y la puso frente a el con una sonrisa feliz, como si viese un amigo tras mucho tiempo. Girándose a Zöe dijo.

"Señorita Zöe, esta ave es Asazel, la ave mensajera y una de las mascotas de mi maestro ¡Parece que la envió a avisarme de que ya esta aquí y su ubicación actual! Lamento mi mala educación pero parece que ya tengo que irme ¡Muchas gracias por todo! ¡Realmente no se si hubiese podido aguantar sin cazar mas tiempo! En el futuro, si necesita algo o si nos volvemos encontrar haré todo lo posible para devolverle el favor. "

Inclinándose con respeto ante la mujer, Uriel se despidió de la forma mas educada posible. realmente estaba agradecido con esa mujer por echarle una mano. Si Uriel se hubiera visto en un aprieto serio se habría visto obligado a cazar a algún aldeano dela zona , lo que aumentaría el riesgo de ser encontrado y dificultaría a su maestro el poder ir a recogerlo. Las acciones de Zöe salvaron a Uriel y de forma indirecta a un pobre diablo humano que el pequeño vampiro hubiera necesitado cazar para sobrevivir hasta la llegada de su maestro. Recogiendo sus cosas y abriendo la puerta principal para irse, Uriel se giró y miró a Zöe y una vez mas murmuro un agradecimiento antes de salir de la casa siguiendo a Asazel, quien volaba gracilmente en dirección al bosque.