Raíces [Privado] [Cerrado]
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-Cómete las verduras, Einar, estos no son tiempos para desperdiciar. ¡Haz como tu hermana! Muy bien, Lena, muy bien, princesa.
Revuelvo el cabello de mi niña con amoroso cuidado antes de volver mi vista al viejo libro que tengo entre manos. ¡Ah, qué bello es volver a las raíces! No puedo contar cuántos años han pasado desde que visité por última vez esta casa, el cálido hogar donde crecí junto a mis hermanos. Ha sido una buena idea traer a los niños aquí; no podíamos seguir viviendo en la nuestra tras el incendio provocado por... ¿cómo se llamaban la bruja y la elfa?
No sé hace cuánto se han ido mis padres, pero ciertamente la casa necesita refacciones. No importa, es algo que haremos poco a poco y lo aprovecharé para enseñarle a Einar las bases de la carpintería. Por ahora, mientras el techo no se desmorone sobre nuestras cabezas, estamos bien. Afortunadamente el barrio es tranquilo, aún más de lo que recordaba. Por alguna razón ahora hay menos vecinos que antes. Al llegar, nadie excepto mis niños salió a recibirme. No me aflige, pues con ellos es más que suficiente.
-Qué suerte que ellos ya estaban aquí. -Pienso mientras los observo con cariño y un deje de preocupación. Desde nuestro reencuentro han estado bastante callados y taciturnos, ya no juegan ni se pelean como antes, ni saltan entre mis brazos para llenarme la cara de besos. -Bueno, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvimos juntos como una familia. Debe ser extraño para ellos... -Suspiro. De Dahlia no hay noticias y no puedo entender por qué ha dejado a los niños a su suerte. Probablemente están tristes por la ausencia de su madre, al fin y al cabo era ella con quien pasaban más tiempo mientras yo trabajaba en la Guardia.
Pasado un rato cierro el libro y me levanto para retirar los platos de la mesa, haciendo una mueca de insatisfacción al ver que los niños, una vez más, se han rehusado a terminarse la comida. Los dejo en la encimera junto a los del día anterior, cuyas coles han comenzado a tomar un desagradable color amarronado, y aplaudo una vez para llamar la atención de los pequeños, que siguen ensimismados en sus respectivos asientos.
-¡Bueno, es hora de dormir! ¿Qué cuento querrán que les lea esta noche?
- Spoiler:
- Bueno, creo que es necesario dar algunas explicaciones:
-Dag se encuentra en la casa de sus padres a las afueras de Lunargenta. Dado que está deshabitada desde hace años, se encuentra en pésimas condiciones.
-Los padres de Dag se dedicaban a la confección y venta de ropa. Así que... estos son Einar y Lena (sus hijos) en este momento
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Dag Thorlák
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Las órdenes para mi sistema eran la base fundamental, aquello que jerarquizaba y daba sentido a todo mi funcionamiento, el núcleo base sobre el que giraban todas mis decisiones. Luego de interactuar con muchos orgánicos había comprendido que ellos, salvo algunas excepciones, eran incapaces de entender este modo de registrar la realidad. Curioso. Resultaba sumamente interesante el ver que los animales que lograban llegar a cierto dominio del razonamiento, se dejaban guiar mayoritariamente por sus emociones antes que por la lógica.
Ellos no me entendían, y yo tampoco lograba comprenderlos del todo [ANALIZANDO] pero creía que en este año de variadas experiencias había logrado acercarme un poco más a su modo de ver el mundo. Aun así, las órdenes eran absolutas, y mi palabra era parte de esta misma lógica, esto era lo que me había llevado hasta este pueblo abandonado.
El viento sopló con fuerza, arremolinando la tierra de las calles, no podía escucharse el sonido de ninguna voz humana [ESCANENADO] mis suposiciones se confirmaban, la mayoría de las casas estaban vacías, muchas de ellas se habían derrumbado y las que no, estaban cubiertas por pastizales y mala hierba. Avance en línea recta, escaneando cada uno de los sitios hasta que encontré el que si estaba habitado.
Había recibido una orden, y tenía que cumplirla hasta el final.
La casa en cuestión no se encontraba en mucho mejor estado que todas las demás, las ventanas estaban tapadas con tablas, pero la madera estaba vieja y amenazaba con derrumbarse en cualquier momento. Parte del techo estaba roto, como resultado de ello una de las habitaciones debía estar en condiciones paupérrimas, con una de las vigas del techo atravesándola de lado a lado. Di algunos pasos hacía la entrada, noté que habían nidos de pájaros bajo las tejas, y la puerta apenas se sostenía en sus goznes.
[ANALIZANDO] Vivir allí era terriblemente peligroso, no solo porque la estructura podría caerse, sino además porque había demasiados sitios por donde podría filtrarse el sol, eso podría matarlo. Aunque sabía que él nunca había sido bueno tomando decisiones acertadas “¿Y tú sí?” Mis decisiones siempre se guiaban por la lógica y los porcentajes de éxito.
Mire hacia el cielo, el sol acababa de ocultarse, y aunque aún podía verse la tonalidad anaranjada y rojiza típicas del atardecer, sabía que ese tipo de luz no lastimaría de gravedad al vampiro. Aun así espere sin moverme frente a la puerta durante quince minutos más, solo para asegurarme que ni un solo rayo se posara sobre la puerta.
Toque dos veces.
Escuché ruido de sillas, una voz familiar, mi razonamiento había sido correcto, por fin había podido encontrarlo. Mire el morral y me asegure que mis acompañantes estuvieran a resguardo, sabía que eran un factor de nerviosismo para el vampiro, y quería generar un ambiente armónico, con la esperanza de que así se mantuviera calmado.
Cuando abrió la puerta lo mire a los ojos, no sonreí, no extendí mi mano, solo esperé unos segundos hasta que el orgánico aceptara mi regreso.
-Buenas noches, Dag Thorlák ¿Puedo ingresar a tu vivienda? -
Ellos no me entendían, y yo tampoco lograba comprenderlos del todo [ANALIZANDO] pero creía que en este año de variadas experiencias había logrado acercarme un poco más a su modo de ver el mundo. Aun así, las órdenes eran absolutas, y mi palabra era parte de esta misma lógica, esto era lo que me había llevado hasta este pueblo abandonado.
El viento sopló con fuerza, arremolinando la tierra de las calles, no podía escucharse el sonido de ninguna voz humana [ESCANENADO] mis suposiciones se confirmaban, la mayoría de las casas estaban vacías, muchas de ellas se habían derrumbado y las que no, estaban cubiertas por pastizales y mala hierba. Avance en línea recta, escaneando cada uno de los sitios hasta que encontré el que si estaba habitado.
Había recibido una orden, y tenía que cumplirla hasta el final.
La casa en cuestión no se encontraba en mucho mejor estado que todas las demás, las ventanas estaban tapadas con tablas, pero la madera estaba vieja y amenazaba con derrumbarse en cualquier momento. Parte del techo estaba roto, como resultado de ello una de las habitaciones debía estar en condiciones paupérrimas, con una de las vigas del techo atravesándola de lado a lado. Di algunos pasos hacía la entrada, noté que habían nidos de pájaros bajo las tejas, y la puerta apenas se sostenía en sus goznes.
[ANALIZANDO] Vivir allí era terriblemente peligroso, no solo porque la estructura podría caerse, sino además porque había demasiados sitios por donde podría filtrarse el sol, eso podría matarlo. Aunque sabía que él nunca había sido bueno tomando decisiones acertadas “¿Y tú sí?” Mis decisiones siempre se guiaban por la lógica y los porcentajes de éxito.
Mire hacia el cielo, el sol acababa de ocultarse, y aunque aún podía verse la tonalidad anaranjada y rojiza típicas del atardecer, sabía que ese tipo de luz no lastimaría de gravedad al vampiro. Aun así espere sin moverme frente a la puerta durante quince minutos más, solo para asegurarme que ni un solo rayo se posara sobre la puerta.
Toque dos veces.
Escuché ruido de sillas, una voz familiar, mi razonamiento había sido correcto, por fin había podido encontrarlo. Mire el morral y me asegure que mis acompañantes estuvieran a resguardo, sabía que eran un factor de nerviosismo para el vampiro, y quería generar un ambiente armónico, con la esperanza de que así se mantuviera calmado.
Cuando abrió la puerta lo mire a los ojos, no sonreí, no extendí mi mano, solo esperé unos segundos hasta que el orgánico aceptara mi regreso.
-Buenas noches, Dag Thorlák ¿Puedo ingresar a tu vivienda? -
Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
-...y así fue como el Capitán Lauper salvó a toda la tripulación del malvado Kraken. ¡Uf!
Llego al final de la historia sin aliento, pero feliz de poder pasar un tiempo de calidad con mis hijos después de tanto sin verlos. Les sonrío, mas ellos me miran serios y mustios desde sus asientos.
-¿Qué pasa? Antes les encantaba esta historia... -Rezongo por lo bajo. -No hay caso. Los niños crecen, habrá que buscar pasatiempos más acordes a su edad. -Pienso, encogiéndome de hombros con resignación. ¿Qué haré cuando lleguen a la adolescencia?
La noche ya ha caído y me dispongo a acostarlos para, así, poder dar inicio a mi propia jornada. Necesito cenar y no quiero que estén despiertos mientras salgo a recorrer los alrededores en búsqueda de alimento; aún no me han preguntado por qué no consumo los mismos alimentos que ellos y prefiero que conserven su inocencia mientras puedan; debe ser difícil crecer sabiendo que su padre es un monstruo.
Me acerco a Lena para alzarla en brazos como tanto le gustaba, cuando la puerta suena dos veces. Permanezco estático durante un instante. ¿Quién podría venir de visita a esta hora? Trago saliva; me gustaría echar mano a mi espada, pero hace ya un tiempo la he abandonado en circunstancias que, de solo recordar, me hierve la sangre.
Me aproximo con cautela hacia la puerta y finalmente, tras inhalar, la abro apenas lo suficiente como para asomar el rostro.
Mi boca se abre. Boqueo como un pez.
-... -Aunque tengo los labios separados, ninguna palabra emerge de ellos. Todos estos días de paz me han hecho olvidar cuán doloroso era ser mirado por esos fríos ojos, y ahora esa sensación vuelve a caer sobre mí como un torrente de agua helada. Mi corazón se acelera y mi gesto se endurece. No. Los niños. No quiero que la vean. Abro un poco más solamente para salir, y entonces cierro a mis espaldas para impedir por completo la visión hacia el interior de la casa.
-...No. -Digo por fin, con voz baja pero firme- ¿Qué haces aquí? ¿Y... el otro? -De tan solo pensar en decir su nombre me dan arcadas- Me fui por una razón. ¿Acaso no lo entiendes?
Siseo aquellas palabras con intención de hacerle daño, pero la ira me embarga ante la certeza de que es imposible ofender a aquella mujer que posee la misma sensibilidad que una roca mohosa.
-Nosotros sabemos la manera de hacerle sentir algo... -Murmuran ellos, mas niego con la cabeza. ¡No! Aún siento el dolor de aquella vez y no quiero volver a hacerlo; todavía puedo sentir la sensación del cuello de Zöe entre mis manos.
Dag Thorlák
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
[ANALIZANDO] En base a su expresión podía llegar a la conclusión de que Dag no esperaba mi llegada. No me permitió pasar y me habla en voz baja, inclino la cabeza hacia un lado mientras pienso. No puedo entender porque se comporta así, nunca entiendo la manera de actuar del vampiro.
-¿Qué hago aquí? – Fruncí el ceño, en un gesto que reflejaba mi falta de recursos para entender a que se refería – Prometí quedarme a tu lado hasta el día que me ordenaras que me fuera. Pero… Te marchaste sin decir nada. Eso… - [ANALIZANDO] – Eso no me gusto… - [ERROR] Me resultaba muy difícil poder traducir en palabras esa extraña sensación, pero la definición más cercana parecía ser esa – A menos que me ordenes que me vaya, mi sistema me dirá que debo seguir buscándote ¿SI?-
Sabía que a Dag le costaba mucho entender cómo funcionaba mi lógica Bio, pero esperaba que con esa explicación fuera suficiente [ANALIZANDO] Al principio no entendí quien era “El otro”, revisando los archivos llegue a la conclusión de que solo podía referirse a Skatha.
-Taliesin tenía que visitar a su hija, por lo que tuvimos que ir por caminos diferentes – No me imaginaba porque Dag podía estar interesado en el bienestar de alguien de quien no podía recordar siquiera el nombre - ¿Deseas saber como esta? ¿O donde vive? – Intenté aclarar un poco tan difuso asunto.
La siguiente pregunta del vampiro si parecía ser más pertinente “En realidad es lo que querías que te pregunte” [ERROR] Yo no deseo nada [ERROR] No existe un Yo.
-No, no lo entiendo. Desapareciste sin decir una palabra ¿Correcto? Mi sistema no puede encontrar respuestas si no tiene motivos, analice todos los datos con los que contaba, cada archivo, y no pude llegar a ninguna conclusión – Extendí la mano y lo agarré del brazo. Él tenía más fuerza que yo, no le costaría liberarse. Apreté un poco y me acerque otro paso – Explícame, porque no lo entiendo – Dije en mi habitual tono neutro – Si consideras que mi tarea contigo ha terminado debes darme una orden directa para que me vaya ¿Si? Es lo que exige mi sistema –
Alrededor nuestro solo podía escucharse el sonido de las aves nocturnas, el viento soplaba con fuerza y hacía que las maderas de la casa rechinaran. Era lo que los orgánicos llamaban un pueblo fantasma, no parecía el lugar más adecuado para una persona tan inestable como Dag.
-¿Qué hago aquí? – Fruncí el ceño, en un gesto que reflejaba mi falta de recursos para entender a que se refería – Prometí quedarme a tu lado hasta el día que me ordenaras que me fuera. Pero… Te marchaste sin decir nada. Eso… - [ANALIZANDO] – Eso no me gusto… - [ERROR] Me resultaba muy difícil poder traducir en palabras esa extraña sensación, pero la definición más cercana parecía ser esa – A menos que me ordenes que me vaya, mi sistema me dirá que debo seguir buscándote ¿SI?-
Sabía que a Dag le costaba mucho entender cómo funcionaba mi lógica Bio, pero esperaba que con esa explicación fuera suficiente [ANALIZANDO] Al principio no entendí quien era “El otro”, revisando los archivos llegue a la conclusión de que solo podía referirse a Skatha.
-Taliesin tenía que visitar a su hija, por lo que tuvimos que ir por caminos diferentes – No me imaginaba porque Dag podía estar interesado en el bienestar de alguien de quien no podía recordar siquiera el nombre - ¿Deseas saber como esta? ¿O donde vive? – Intenté aclarar un poco tan difuso asunto.
La siguiente pregunta del vampiro si parecía ser más pertinente “En realidad es lo que querías que te pregunte” [ERROR] Yo no deseo nada [ERROR] No existe un Yo.
-No, no lo entiendo. Desapareciste sin decir una palabra ¿Correcto? Mi sistema no puede encontrar respuestas si no tiene motivos, analice todos los datos con los que contaba, cada archivo, y no pude llegar a ninguna conclusión – Extendí la mano y lo agarré del brazo. Él tenía más fuerza que yo, no le costaría liberarse. Apreté un poco y me acerque otro paso – Explícame, porque no lo entiendo – Dije en mi habitual tono neutro – Si consideras que mi tarea contigo ha terminado debes darme una orden directa para que me vaya ¿Si? Es lo que exige mi sistema –
Alrededor nuestro solo podía escucharse el sonido de las aves nocturnas, el viento soplaba con fuerza y hacía que las maderas de la casa rechinaran. Era lo que los orgánicos llamaban un pueblo fantasma, no parecía el lugar más adecuado para una persona tan inestable como Dag.
Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
-A menos que me ordenes que me vaya, mi sistema me dirá que debo seguir buscándote ¿Si?
Mi entrecejo se arruga mientras observo a Zöe con fijeza, sin saber bien qué nombre ponerle a la emoción que bulle en mi pecho ante semejantes palabras. ¿Eso quiere decir que Zöe nunca se separará de mí mientras yo quiera que se quede? La comisura de mis labios se eleva hacia arriba con un impulso eléctrico y nervioso. Entonces... ¿entonces la decisión es mía?
La cibernética sigue hablando mientras yo aún cavilo sobre el asunto de su libertad, pero cuando menciona aquel nombre que tanto odio, mi atención regresa a la conversación y mi gesto vuelve a tensarse en una mueca de desagrado. ¿Por qué demonios querría saber cómo se encuentra ese pedazo de...? Oh, la segunda pregunta sí que podría interesarme.
-Saber donde vive sería fantástico. -Digo sin intentar ocultar la perversidad en mi tono, dado que Zöe, en su ingenuidad, no entendería de todos modos. “Así que tiene una hija”, pienso, y puedo percibir cómo mis amigos invisibles se regodean ante la nueva información con ideas y planes que me revuelven las tripas del asco.
La conversación regresa al punto inicial. Bajo lentamente la mirada hasta posarla sobre la mano que me toma el brazo. No entiendo. No acabo de comprender lo de las órdenes o lo del sistema, ni puedo entender por qué de pronto ella se interesa tanto en mí. La ignorancia de Zöe me irrita y, como tantas otras veces, un fuerte deseo de zarandearla para que comprenda nace en mi pecho y recorre mis brazos como lava hirviendo para detenerse en mis manos, que se cierran fuertemente para contener el impulso destructivo. No puedo arriesgarme a que los niños salgan y me vean en medio de un arranque de violencia.
-Se suponía que éramos compañeros. -Gruño con los dientes apretados, mirándola desde arriba, preguntándome cómo se atreve a acercarse tanto. ¿Acaso le falla la memoria? ¿No sabe ya lo que soy capaz de hacer?- Cuando nos conocimos, te quedaste conmigo. Terminé acostumbrándome a ti. Te tomé cariño, ¿sabes? -La observo con hastío y niego con la cabeza- No, no sabes lo que es eso. -Suspiro- Y luego aparece ese tipo y me dejas completamente de lado.
Estoy comenzando a sentirme inquieto. Doy un paso hacia atrás; los goznes chirrían al empujar la puerta con mi espalda. Sin embargo, no me deshago del agarre de Zöe. Clavo mis ojos en los de ella, ávido del más mínimo atisbo de humanidad. Ahora que sé que tengo la llave para liberarla, siento aún más deseos de mantenerla presa a mi lado... al menos hasta ver que entiende lo que me ha hecho pasar. Quiero que, literalmente, lo sienta.
-¿Cómo crees que me sentí? -Continúo, con el enfado patente en mi tono- ¿Acaso no encuentras la palabra en tu extenso vocabulario? ¿Ah?
Dag Thorlák
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Asentí ante el comentario de Dag, si de verdad quería saber dónde estaba Taliesin o ir a visitarlo todo debería estar bien “Eres peligrosamente ingenua” [ANALIZANDO] no sabía porque Neil estaba tan activo esta noche, durante el último mes sus intervenciones habían sido mínimas. “Él es una mala cosa, no debes seguirlo” [ERROR] No era una cuestión de opiniones, mi sistema había decidido.
-Vive en Lunargenta. Podemos ir ahora si lo deseas – Cualquier destino parecía ser igual de bueno, y tal vez el estar con Taliesin esta vez si tuviera el efecto apaciguador que había pretendido para su primer encuentro.
[Cariño: Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo] Podía entender eso, muchos de los orgánicos con los que me había cruzado habían manifestado sentimientos similares en nuestros encuentros. Sin embargo, ninguno había demostrado tener niveles de violencia tan incontrolables como los expresados por Dag. No era una variable menor el hecho de que el vampiro sufría de una grave enfermedad mental.
-Puedo entender lo que es eso, aunque no pueda sentirlo – [ANALIZANDO] De acuerdo a los datos aportados por Dag, de alguna manera mis acciones lo habían hecho sentir apartado o desasistido, y ante el dolor que eso le había producido su reacción en consecuencia había sido la violencia – Entiendo – De a poco los acontecimientos de esa noche comenzaban a quedarme más claros, eso era algo bueno - ¿Cuáles fueran exactamente las acciones que te hicieron sentir de esa manera?
No se suelta de mi agarre, aunque me observa de una manera que no logro entender [ANALIZANDO] parece estar disgustado, pero a la vez… ¿Dolido? Entender a los seres vivos era tan complicado, pasaban de una emoción a otra a una velocidad que mi sistema era incapaz de poder registrarlo. Finalmente lo solté y me pare derecha, mirándolo a los ojos.
-Lo siento, mi capacidad para interactuar con los orgánicos es muy limitada, y a veces no logro entender qué es lo que perciben ¿Si? – La siguiente pregunta fue inesperada, y por lo tanto muy difícil, me quede en silencio y Dag interpreto eso como una incapacidad de mi parte. Finalmente negué con la cabeza – Puedo imaginar que se sintió muy mal, puedo entenderlo porque cuando te fuiste sin decir una palabra se sintió algo como… - Nuevamente las palabras no podían ayudarme, tuve que recurrir a gestos – Una sensación desagradable aquí – Dije señalando en el medio de mi pecho – Lo he sentido ya varias veces, y aunque aún no puedo descubrir su origen puedo decir que es algo que deseo evitar ¿Es eso? ¿Fue eso lo que sentiste? – El lenguaje con gestos era más arcaico, pero era lo único que podía ayudarme desde que estas nuevas sensaciones habían comenzado a invadir mi cuerpo.
La puerta detrás de Dag había comenzado a abrirse, lo poco que pudo verse de la casa era desalentador, no parecía estar en mucho mejor estado adentro que afuera.
-No es bueno que vivas en un sitio en este estado y existe la posibilidad de que se derrumbe en cualquier momento. Podríamos encontrar un lugar mejor ¿Correcto? – Un lugar tranquilo donde pudiéramos estar solos y, tal vez, encontrar algún modo de estabilizar la enfermedad de Dag. No conocía ninguna cura, pero afianzar sus rasgos de personalidad positivos era un buen comienzo.
-Vive en Lunargenta. Podemos ir ahora si lo deseas – Cualquier destino parecía ser igual de bueno, y tal vez el estar con Taliesin esta vez si tuviera el efecto apaciguador que había pretendido para su primer encuentro.
[Cariño: Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo] Podía entender eso, muchos de los orgánicos con los que me había cruzado habían manifestado sentimientos similares en nuestros encuentros. Sin embargo, ninguno había demostrado tener niveles de violencia tan incontrolables como los expresados por Dag. No era una variable menor el hecho de que el vampiro sufría de una grave enfermedad mental.
-Puedo entender lo que es eso, aunque no pueda sentirlo – [ANALIZANDO] De acuerdo a los datos aportados por Dag, de alguna manera mis acciones lo habían hecho sentir apartado o desasistido, y ante el dolor que eso le había producido su reacción en consecuencia había sido la violencia – Entiendo – De a poco los acontecimientos de esa noche comenzaban a quedarme más claros, eso era algo bueno - ¿Cuáles fueran exactamente las acciones que te hicieron sentir de esa manera?
No se suelta de mi agarre, aunque me observa de una manera que no logro entender [ANALIZANDO] parece estar disgustado, pero a la vez… ¿Dolido? Entender a los seres vivos era tan complicado, pasaban de una emoción a otra a una velocidad que mi sistema era incapaz de poder registrarlo. Finalmente lo solté y me pare derecha, mirándolo a los ojos.
-Lo siento, mi capacidad para interactuar con los orgánicos es muy limitada, y a veces no logro entender qué es lo que perciben ¿Si? – La siguiente pregunta fue inesperada, y por lo tanto muy difícil, me quede en silencio y Dag interpreto eso como una incapacidad de mi parte. Finalmente negué con la cabeza – Puedo imaginar que se sintió muy mal, puedo entenderlo porque cuando te fuiste sin decir una palabra se sintió algo como… - Nuevamente las palabras no podían ayudarme, tuve que recurrir a gestos – Una sensación desagradable aquí – Dije señalando en el medio de mi pecho – Lo he sentido ya varias veces, y aunque aún no puedo descubrir su origen puedo decir que es algo que deseo evitar ¿Es eso? ¿Fue eso lo que sentiste? – El lenguaje con gestos era más arcaico, pero era lo único que podía ayudarme desde que estas nuevas sensaciones habían comenzado a invadir mi cuerpo.
La puerta detrás de Dag había comenzado a abrirse, lo poco que pudo verse de la casa era desalentador, no parecía estar en mucho mejor estado adentro que afuera.
-No es bueno que vivas en un sitio en este estado y existe la posibilidad de que se derrumbe en cualquier momento. Podríamos encontrar un lugar mejor ¿Correcto? – Un lugar tranquilo donde pudiéramos estar solos y, tal vez, encontrar algún modo de estabilizar la enfermedad de Dag. No conocía ninguna cura, pero afianzar sus rasgos de personalidad positivos era un buen comienzo.
Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Así que Taliesin vive en Lunargenta. Bufo con decepción ante tan imprecisa información y aprieto los dientes al pensar que, de haberlo sabido antes, habría aprovechado mi tiempo en el trono para mandar a todos los vampiros del reino a despellejar al desgraciado.
-¿Y es un desgraciado porque...?
Sacudo la cabeza. ¿Por qué?... No lo sé. Simplemente lo es. ¿Qué importa? ¡Lo odio! No importa que no tenga la dirección exacta, saber qué rumbo tomar me basta; al fin y al cabo, tengo todo el tiempo del mundo para encontrarlo. Ahora... ahora no puedo hacer más que escuchar a Zöe y observarla con los ojos entrecerrados ante su retahíla de preguntas. Recuerdo entonces a la Zöe de la pantalla y pienso con enfado que ella no necesitaría preguntar semejantes obviedades.
-Ya te lo he dicho. -Mascullo de mala gana, apartando la vista a un lado. Odio tener que explicarlo- Te pegaste a mí. Nos volvimos compañeros, ¿no? Pensé que significaba algo para ti, y entonces llega ese sujeto y... y le ofreces tu sangre como si nada. Tal como hiciste conmigo. Pensé que solo yo podía... -Inhalo profusamente; detesto sentir esta presión en la garganta y la manera en que mi corazón se acelera. Luego de lo de la cueva... sé que las señales que me da mi cuerpo no auguran nada bueno- Sé que piensas que soy un idiota, pero créeme que lo entiendo. Nunca sentirás lo mismo que yo. No eres más que una simple cosa.
Es extraño. Hacía mucho tiempo que quería decir esto, pero no me siento mejor luego de escupir tan dolorosas palabras. Sé que no se va a ofender, ¿entonces por qué? ¡No lo sé, maldición! Solo quiero hacerle daño, tanto daño como ella me ha causado a mí, pero cada vez que lo intento me arde la garganta y debo reprimir el impulso de llorar. Quiero abrazarla. Y estrangularla. No... Lo que quiero es abrazar a la Zöe de la pared y estrangular a la Zöe que tengo justo enfrente.
Aunque, mientras me habla, noto que la Zöe que tengo justo enfrente no es como la que conocía. Tampoco es la de la pared. Es una... distinta, aún muy parecida a la de siempre, pero distinta. Hay algo nuevo en ella. Ésta habla de sentir y, tras soltarme, señala su pecho. Mi expresión se relaja, mutando de la furia a la pena, y mis vista se empaña ligeramente al empatizar con lo que está diciendo.
-Tristeza. Se llama tristeza. -Susurro. ¿Sintió tristeza cuando me fui? Trago saliva y exhalo por la nariz lentamente antes de alzar una de mis manos. Apoyo el dedo índice donde ella ha señalado, justo en medio de su pecho, y presiono con la fuerza justa para hacerle sentir un leve dolor- Añádele a la “sensación desagradable” el dolor de una puñalada y te acercarás un poco más a lo que sentí yo.
Menciona entonces algo sobre la casa y mi ceño vuelve a fruncirse mientras muevo la cabeza en una rotunda negativa.
-No. Esta es mi casa y la de mis hijos, no nos iremos de aquí. -Guardo silencio por un instante. Creo que nunca le he hablado a Zöe de los niños, y desde luego a ellos no les he contado sobre ella. De pronto, se me ocurre una idea: Si están tan tristes por la ausencia de su madre, quizás una visita femenina pueda levantarles los ánimos. Ignorando por completo la advertencia respecto a un posible derrumbe, termino de abrir la puerta y le hago un ademán para que entre.
-Pasa. -Digo en tono de orden. Ahora que sé que Zöe se toma las órdenes realmente en serio, deseo probar poco a poco hasta dónde puedo llegar con eso- Sé amable con los niños. Y... no hables mucho sobre el tiempo que pasamos juntos. Ellos aún no saben que soy... lo que soy.
Dag Thorlák
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Dag se exaltaba, gesticulaba, respiraba con fuerza [ANALIZANDO] en verdad estaba sufriendo, estaba… Sintiendo. El contraste entre nosotros era inmenso, pero intentaba delegar recursos de mi sistema para poder concentrarme solo en lo que me decía, y entender por fin qué era lo que había pasado. El vampiro parecía hacer una extraña relación entre el acto de ofrecer mi sangre y los niveles de “cariño” que eso demostraba.
-¡No soy una cosa! – Me sorprendí porque mi tono de voz fue más elevado de lo que había imaginado, mis acompañantes aún encerrados en el morral se agitaron, pero no lograron salir – No soy…Una cosa –
Mi sistema no permitiría que sienta dolor, pero podía modificar eso [ACCEDER A PERMISOS] [DESBLOQUEAR] sentí el dedo de Dag en mi pecho, y luego la presión que ejerció, hice un gesto de desagrado y retrocedí un paso ¿Era así como sentían los orgánicos?
-Eso no me gusto ¿Es así como te sentiste? – No estaba muy segura de cómo debería responder a una situación así, le había dicho que lo lamentaba, pero no había servido de nada ¿Qué se hacía en una situación como esta? [ANALIZANDO] [ERROR] Mi sistema no tenía respuestas para algo así.
Podía entender que esa vivienda tuviera un valor sentimental para el vampiro, sin embargo, algo en su discurso parecía tener un error [BUSCANDO ARCHIVO] “No nos iremos de aquí”. Mi escáner había registrado que él era el único en esa casa, mientras Dag hablaba volví a revisar [ESCANEANDO] No había señal alguna de vida allí adentro, incline la cabeza sin entender entonces a qué podía referirse, quizás… Era algún tipo de expresión simbólica de los orgánicos, así como los chistes o los dichos.
[ORDEN REGISTRADA] sin mediar palabra alguna entré a la residencia, mi sistema recibió el mensaje y movió mi cuerpo de inmediato. Adentro los muebles están en su mayoría rotos, la cocina, la mesa, las sillas, todo está cubierto por una gruesa capa de polvo. En las ventanas las telarañas cubrían los vidrios, miré hacía la habitación que tenía el techo derrumbado, la puerta estaba bloqueada.
-¿Niños? – [ESCANEANDO] Nada, no importa cuántas veces registrara, allí solo habían muebles viejos y plantas que poco a poco iban carcomiendo la pared – De acuerdo – No podía contradecirlo, continué caminando en dirección a una habitación con la puerta entreabierta.
Al abrir me encontré con dos camas desvencijadas, y sobre ellas un par de maniquíes, acostados y tapados con unas mantas carcomidas por las polillas. Me quedé de pie contemplando la escena, no podía entender en que estaba pensando Dag [ANALIZANDO]… [ANALIZANDO] esto tenía que ser producto de su enfermedad ¿Cierto? Los niños de los que hablaba podrían ser sus…
-Hijos – Me había hablado sobre ellos, cuando estuvimos en la base militar abandonada me había contado algunas cosas sobre ellos pero, aunque no sabía la cantidad de años exacta, los datos que me había brindado señalaban que ellos habían dejado de existir hace mucho tiempo – Dag… - [ANALIZANDO] No podía cumplir con la orden que me había dado porque no habían niños con los cuales ser amable, solo había dos muñecos – Dag, ellos no son niños –
Fomentar sus delirios no era algo bueno, tenía que lograr que viera la realidad o jamás podría reintegrarse a la sociedad. Me acerque a él, camine hasta estar a su lado y señale a los maniquíes
– Míralos con atención, no dejes que tu mente te engañe, ellos no son niños, son muñecos ¿Si? – Esto podría causar más de esa tristeza, incluso podía aumentar los niveles de violencia nuevamente, pero mi sistema no me permitía mentir – Dag, hace ya mucho tiempo que tu familia no está aquí ¿Correcto? Tú me lo dijiste, ellos ya no están ¿Si? Debes despertar -
-¡No soy una cosa! – Me sorprendí porque mi tono de voz fue más elevado de lo que había imaginado, mis acompañantes aún encerrados en el morral se agitaron, pero no lograron salir – No soy…Una cosa –
Mi sistema no permitiría que sienta dolor, pero podía modificar eso [ACCEDER A PERMISOS] [DESBLOQUEAR] sentí el dedo de Dag en mi pecho, y luego la presión que ejerció, hice un gesto de desagrado y retrocedí un paso ¿Era así como sentían los orgánicos?
-Eso no me gusto ¿Es así como te sentiste? – No estaba muy segura de cómo debería responder a una situación así, le había dicho que lo lamentaba, pero no había servido de nada ¿Qué se hacía en una situación como esta? [ANALIZANDO] [ERROR] Mi sistema no tenía respuestas para algo así.
Podía entender que esa vivienda tuviera un valor sentimental para el vampiro, sin embargo, algo en su discurso parecía tener un error [BUSCANDO ARCHIVO] “No nos iremos de aquí”. Mi escáner había registrado que él era el único en esa casa, mientras Dag hablaba volví a revisar [ESCANEANDO] No había señal alguna de vida allí adentro, incline la cabeza sin entender entonces a qué podía referirse, quizás… Era algún tipo de expresión simbólica de los orgánicos, así como los chistes o los dichos.
[ORDEN REGISTRADA] sin mediar palabra alguna entré a la residencia, mi sistema recibió el mensaje y movió mi cuerpo de inmediato. Adentro los muebles están en su mayoría rotos, la cocina, la mesa, las sillas, todo está cubierto por una gruesa capa de polvo. En las ventanas las telarañas cubrían los vidrios, miré hacía la habitación que tenía el techo derrumbado, la puerta estaba bloqueada.
-¿Niños? – [ESCANEANDO] Nada, no importa cuántas veces registrara, allí solo habían muebles viejos y plantas que poco a poco iban carcomiendo la pared – De acuerdo – No podía contradecirlo, continué caminando en dirección a una habitación con la puerta entreabierta.
Al abrir me encontré con dos camas desvencijadas, y sobre ellas un par de maniquíes, acostados y tapados con unas mantas carcomidas por las polillas. Me quedé de pie contemplando la escena, no podía entender en que estaba pensando Dag [ANALIZANDO]… [ANALIZANDO] esto tenía que ser producto de su enfermedad ¿Cierto? Los niños de los que hablaba podrían ser sus…
-Hijos – Me había hablado sobre ellos, cuando estuvimos en la base militar abandonada me había contado algunas cosas sobre ellos pero, aunque no sabía la cantidad de años exacta, los datos que me había brindado señalaban que ellos habían dejado de existir hace mucho tiempo – Dag… - [ANALIZANDO] No podía cumplir con la orden que me había dado porque no habían niños con los cuales ser amable, solo había dos muñecos – Dag, ellos no son niños –
Fomentar sus delirios no era algo bueno, tenía que lograr que viera la realidad o jamás podría reintegrarse a la sociedad. Me acerque a él, camine hasta estar a su lado y señale a los maniquíes
– Míralos con atención, no dejes que tu mente te engañe, ellos no son niños, son muñecos ¿Si? – Esto podría causar más de esa tristeza, incluso podía aumentar los niveles de violencia nuevamente, pero mi sistema no me permitía mentir – Dag, hace ya mucho tiempo que tu familia no está aquí ¿Correcto? Tú me lo dijiste, ellos ya no están ¿Si? Debes despertar -
Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Mientras Zöe entra a mi hogar la escruto con detenimiento, intentando encontrar una palabra capaz de describir qué es lo distinto que hay en ella. Ahora hace cosas que antes no hacía: habla sobre sentimientos, se sobresalta y... me contradice. Nunca antes me había respondido al decirle que es un objeto. ¿Qué es esto? ¿Qué le ha pasado en todo este tiempo?
Caminamos hacia la recámara juntos y en silencio, como cuando viajábamos por los desolados caminos entre las ciudades sin decir ni una palabra, simplemente disfrutando nuestra mutua compañía. O, bueno, yo la de ella. Antes de llegar a la puerta pienso que quizás es mejor quedarnos en la cocina, pues los niños podrían estar durmiendo. No obstante, puedo oír claramente que siguen conversando y jugando desde sus camas y, con un suspiro, abro la puerta para encontrarlos con las manos en la masa.
-¡Eh! ¡Ya pasó su hora de dormir! -Intento ser estricto, pero soy incapaz de enojarme con ellos. Con el ceño fruncido, pero aún así una sonrisa en los labios, avanzo hasta la cama de Lena para sentarme a sus pies. Desde allí, miro a Zöe y me encojo de hombros. Cuando estoy con mis niños el corazón se me ablanda y me es fácil olvidar los motivos de mi enojo.
Pero la expresión de Zöe me borra la sonrisa del rostro. Está mirándonos con una cara muy rara. Ni siquiera intenta sonreír, como a veces hace mecánicamente con los extraños. Al oírla, enarco una ceja y suspiro.
-Bueno, puede que estén entrando en la adolescencia, pero siempre serán mis ni...
-...ellos no son niños, son muñecos ¿Si?
Entrecierro los ojos. Con la confusión en mis facciones, volteo para mirar a mis hijos. ¿Muñecos? No entiendo lo que está intentando decirme. Puedo ver claramente cómo Einar se hace el dormido para que no lo riña, y la manera en que Lena se tapa la cabeza para que Zöe no la vea, dado que siempre ha sido tímida ante los extraños. ¿Muñecos, en serio?
-Te pedí que fueras amable. -Mascullo mientras me levanto para tomarla del brazo y guiarla fuera de la habitación. Una vez afuera, entorno suavemente la puerta y continúo- Es cierto que ellos no estaban, pero se debía a que habíamos separado nuestros caminos. Gracias a los Dioses, nos hemos encontrado aquí y solo falta Dahlia. ¿Qué te pasa, Zöe? -El enfado trepa de nuevo por mi tono, pero me freno para no alertar a los niños. En un susurro cargado de ansiedad, vuelvo a arremeter contra ella:
-Estás celosa, ¿verdad? Celosa porque tú ya no tienes a tu hija. ¿Y si encontraras a Sophi y te dijera que es un muñeco? ¿Ah? ¿Qué harías?
Dag Thorlák
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El modo en que Dag les habla, el modo en que se mueve, la forma en que los toca, los datos son concluyentes, él está absolutamente seguro de que esos muñecos son sus hijos [ANALIZANDO] todas las maniobras a seguir darán como resultado el desencadenamiento del enojo. Pero mentir no es una opción, lo miro en silencio mientras se acerca a los maniquíes y les habla con ese tono particular que utilizaban los orgánicos cuando se relacionaban con niños pequeños.
No hago nada para impedir que me lleve fuera de la habitación, la manera en que intenta controlar su tono y como desvía la mirada preocupado hacia la habitación [ANALIZANDO] era por eso que no quería dejarme pasar.
-Lo siento, lo siento mucho, no deseo hacer que sientas tristeza de nuevo ¿Correcto? Pero debes entrar en razón – Apoyo la mano en la puerta y la abro para que queden a la vista los muñecos nuevamente – Tu mente te juega trucos, Dag Thorlak, pero es momento de que despiertes –
No conocía ningún método con la medicina actual para poder curarlo de su enfermedad [BUSCANDO ARCHIVOS] pero sabía que había una forma “Una muy cuestionable” pero era una alternativa. Mi respiración se aceleró, mi corazón parecía estar agitándose [ANALIZANDO] no sabía qué estaba pasando pero algo no andaba bien…
-¿Sophi? – Fruncí el ceño y una sensación extraña no me permitió responderle de inmediato – No sé qué es lo que haría, pero estoy segura de que siempre voy a preferir la verdad antes que la mentira, Dag – Apoye ambas manos a los costados de su cabeza [REDIRIGIENDO ENERGÍA] – En verdad lo siento mucho, pero esto es por tu bien, luego podremos irnos de aquí y buscarte un verdadero hogar ¿De acuerdo? – [PROCESO COMPLETADO] pude sentir como la punta de mis dedos se calentaban y en un instante provocaron una descarga eléctrica a través de la mente del vampiro – Aguanta – Sentía que mis fuerzas se iban, pero no permitiría que las cosas terminaran de esta manera, dos nuevas descargas atravesaron su cabeza […] mi sistema ¿Dónde está mi sistema?
Suelto a Dag asustada y miro mis manos…
-Oh no, no, no, no, no ahora – Agarro mi cabeza, no hay nada allí, respiro agitada al percatarme de que estoy encerrada en una casa, en un pueblo abandonado, con un vampiro que puede o no haber comido hace poco ¡Y al que acabo de electrocutar! – No, no, no, no – Ya sabía cómo era Dag ¡Lo sabía! No me dejaría ir.
Apoye una mano sobre mi cuello, aún podía recordar cuando eso había pasado, mis ojos se llenaron de lágrimas, no quiero morir, no de esta manera y mucho menos en sus manos. Retrocedo algunos pasos y choco contra la mesa de la cocina, lo que había hecho era tan poco profesional, siquiera sabía con certeza cuál era el diagnostico de Dag, y entre mis incumbencias profesionales no estaba la psiquiatría. Bien podría haber servido de algo, o quizás le había freído el cerebro ¡No lo sé!
“¡¡Corre estúpida!!”
¿Pero a dónde? Los vampiros eran mucho más rápidos, y manejaban las sombras, no había forma de que escapara de él cuando era una Bio, mucho menos ahora que estaba en mi forma humana. Que espantoso momento para cambiar de especie, que estúpida había sido al ir allí, en mi mente solo había espacio para una idea: Este es el fin.
-Dag espera, por favor, aunque no lo parezca estaba intentando ayudarte – Rogar era lo único que mi brillante mente de científica me permitía hacer.
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5º Turno, se activa el obsequio de Sigel: Zöe es Humana
No hago nada para impedir que me lleve fuera de la habitación, la manera en que intenta controlar su tono y como desvía la mirada preocupado hacia la habitación [ANALIZANDO] era por eso que no quería dejarme pasar.
-Lo siento, lo siento mucho, no deseo hacer que sientas tristeza de nuevo ¿Correcto? Pero debes entrar en razón – Apoyo la mano en la puerta y la abro para que queden a la vista los muñecos nuevamente – Tu mente te juega trucos, Dag Thorlak, pero es momento de que despiertes –
No conocía ningún método con la medicina actual para poder curarlo de su enfermedad [BUSCANDO ARCHIVOS] pero sabía que había una forma “Una muy cuestionable” pero era una alternativa. Mi respiración se aceleró, mi corazón parecía estar agitándose [ANALIZANDO] no sabía qué estaba pasando pero algo no andaba bien…
-¿Sophi? – Fruncí el ceño y una sensación extraña no me permitió responderle de inmediato – No sé qué es lo que haría, pero estoy segura de que siempre voy a preferir la verdad antes que la mentira, Dag – Apoye ambas manos a los costados de su cabeza [REDIRIGIENDO ENERGÍA] – En verdad lo siento mucho, pero esto es por tu bien, luego podremos irnos de aquí y buscarte un verdadero hogar ¿De acuerdo? – [PROCESO COMPLETADO] pude sentir como la punta de mis dedos se calentaban y en un instante provocaron una descarga eléctrica a través de la mente del vampiro – Aguanta – Sentía que mis fuerzas se iban, pero no permitiría que las cosas terminaran de esta manera, dos nuevas descargas atravesaron su cabeza […] mi sistema ¿Dónde está mi sistema?
Suelto a Dag asustada y miro mis manos…
-Oh no, no, no, no, no ahora – Agarro mi cabeza, no hay nada allí, respiro agitada al percatarme de que estoy encerrada en una casa, en un pueblo abandonado, con un vampiro que puede o no haber comido hace poco ¡Y al que acabo de electrocutar! – No, no, no, no – Ya sabía cómo era Dag ¡Lo sabía! No me dejaría ir.
Apoye una mano sobre mi cuello, aún podía recordar cuando eso había pasado, mis ojos se llenaron de lágrimas, no quiero morir, no de esta manera y mucho menos en sus manos. Retrocedo algunos pasos y choco contra la mesa de la cocina, lo que había hecho era tan poco profesional, siquiera sabía con certeza cuál era el diagnostico de Dag, y entre mis incumbencias profesionales no estaba la psiquiatría. Bien podría haber servido de algo, o quizás le había freído el cerebro ¡No lo sé!
“¡¡Corre estúpida!!”
¿Pero a dónde? Los vampiros eran mucho más rápidos, y manejaban las sombras, no había forma de que escapara de él cuando era una Bio, mucho menos ahora que estaba en mi forma humana. Que espantoso momento para cambiar de especie, que estúpida había sido al ir allí, en mi mente solo había espacio para una idea: Este es el fin.
-Dag espera, por favor, aunque no lo parezca estaba intentando ayudarte – Rogar era lo único que mi brillante mente de científica me permitía hacer.
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Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Mis palabras hirientes parecen llegar un poco más allá dentro de Zöe, mas no lo suficiente. Ella aún insiste en arrebatarme mi felicidad para sentirse mejor consigo misma. Ceñudo, permito que me toque con ambas manos; no me había dado cuenta de cuánto he añorado el contacto de su fría piel hasta ahora.
-Este es mi hogar, Zöe, ¿no lo entiendes? Esta es mi verd¡AGHH!
Blanco. Todo es luz. Dolor, nunca he sentido tanto, tanto dolor. No importa cuánto grite, el dolor no se va. Mi vista se nubla y siento que muero dos veces más. Empujo a Zöe con fuerza y caigo sentado hacia atrás, dentro de la recámara, con las manos contra el rostro. Aprieto, refriego, pero no para, escuece, pica, quema, me duele, ¡¡ME DUELE!!
Me veo obligado a permanecer sentado durante segundos que parecen años, concentrado única y exclusivamente en el punto blanco que se abre camino en el abismo que es mi mente. Las sienes me punzan como si tuviera dos puñales enterrados en ellas y un insoportable pitido en los oídos me impide concentrarme. Todo me da vueltas y podría jurar que mi mismísimo cerebro zumba entre las paredes de mi cráneo. Sin embargo, una sensación aún más desconcertante se sobrepone al dolor:
Silencio.
Mis pensamientos son los únicos que oigo, y de pronto me percato de que, pese a la migraña, me es más fácil razonar. Lentamente, a medida que mengua el dolor, aparto las manos de mis ojos para mirar alrededor. ¿Qué...? Boqueo sin palabras ante las imágenes que veo: la mugre en el suelo, la alfombra raída, los tablones podridos del techo que se tuercen y se desprenden debido a la humedad. ¿Por qué antes no había visto todo esto? ¿Cómo pude...? La piel se me eriza cuando comienzo a voltear para mirar hacia las camas, donde mis niños...
No. Donde los maniquíes yacen, silenciosos y estáticos, con manchas de comida en sus lisos rostros de tela, mirando al techo tal como los he acomodado un rato atrás.
Me tapo la boca con ambas manos y respiro con tanta rapidez que comienzo a marearme. Los maniquíes, la casa, cómo llegué hasta aquí, Ayla, el trono, Iredia, las personas que maté, la cueva, la cueva, ¡la cueva! Todo vuelve a mí, escena a escena, en una línea de tiempo que por primera vez soy capaz de recordar con precisión, y puedo sentir cómo mi alma se retuerce y gime y llora ante la consciencia de lo que soy, de quién soy. Mis manos bajan hasta mi cuello y comienzo a apretar, pero ahora que soy consciente de mí mismo no tengo las fuerzas para terminar con esto. Soy un monstruo. Soy una bestia. Siempre lo he sido y ahora soy consciente de ello.
He perdido la cabeza.
-No... no... ¡NO, NO, NO! ¿¡Por qué!? ¿¡Por...!? -Cierro la boca al darme cuenta de que mis gritos se solapan con los de alguien más. Rápidamente recuerdo que estoy acompañado. Zöe. La biocibernética. La mujer que intenté... Trago saliva con esfuerzo y alzo la mirada para encontrarme con ella, tan horrorizada como yo. Noto enseguida que es distinta a la Zöe que conocía. ¿Cómo puede ser? Es “la Zöe de la pared”, y está aterrada... Aterrada de mí.
Mientras la miro, no soy capaz de pensar en nada. No hay voces que me digan qué hacer. Solo estoy yo. Me pongo de pie lentamente, agarrándome del marco de la puerta, y camino hacia ella mientras me seco las lágrimas que han humedecido mis mejillas, aunque pronto son suplantadas por unas nuevas. ¿Qué debería sentir? ¿Ira, por lo que me ha hecho? No, no tiene la culpa. Ella no ha hecho más que mostrarme la verdad.
-¿Zöe? -Susurro; ver el miedo brillando en su mirada me destroza. ¿Por qué me teme tanto? Yo... no soy tan malo, ¿verdad? -No te haré nada. No... no me temas, Zöe, por favor.
Aunque deseo tocarla, me detengo a un par de pasos de distancia y bajo la mirada. Por fin estoy con la Zöe que tanto quería, pero ahora entiendo que lo mejor para ella es irse, correr tan rápido como pueda para alejarse de este desquiciado. Alzo los hombros y sorbo por la nariz. ¿Servirán las órdenes ahora?
-Deberías marcharte. Vete, eres libre. No te seguiré. -Digo con un hilo de voz.
Dag Thorlák
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Parecemos unos tontos mirándonos con gesto de sorpresa desde las dos puntas de la habitación, como si no nos reconociéramos, o como si fuera la primera vez que nos vemos. En cierto modo es así, es la primera vez que veo a este Dag y él es la primera vez que me ve no siendo Bio. Pero el ver su desconcierto poco a poco me tranquiliza.
¿Sirvió lo que hice?
¿Eh? ¿Era cierto? En lugar de dejar de llorar parece que cada vez salen más y más lagrimas ¡Había funcionado! Esta tenía que ser la tan famosa suerte de principiante. Rápidamente me limpio los ojos y la nariz con las mangas de mi ropa, las miro con detenimiento ¿Cuándo fue la última vez que me cambie? Esto esta asqueroso.
Niego con la cabeza, todavía es demasiada la conmoción, pero sé que no durará, tengo que apurarme antes de que…
-¿Las ilusiones se fueron? ¿Qué hay de las voces? No puedo creer que funcionó ¡Lo hice! – Me pongo en pie de un salto, seguramente aún tengo las marcas de las lágrimas por todo mi rostro, vuelvo a limpiarme pero ¡Ya que importa! ¡Concéntrate en él! – Déjame ver cómo estás – Los sitios donde había apoyado mis manos no parecían tener daños, el vampiro podía seguir mis movimientos con la mirada, parecía estar mucho más lúcido. Sonreí y me tape la cara con las manos – No puedo creer que funcionó, este en verdad eres tu Dag, el verdadero tú, no aquel demente que conocí en la cueva – Apoyé una mano sobre su pecho, podía sentir su cuerpo vivo, su calidez, eso me hizo recordar mi situación – No estaré con esta forma mucho tiempo más, pronto volveré a ser la Zöe de siempre –
¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decirle? “¡Vive la vida!” no, eso es tan cliché. Esto era como un encuentro y una despedida al mismo tiempo, así como había pasado con Taliesin, pero en el caso de Dag… Habían otras cuestiones que aún no habíamos resuelto entre él y yo, y las maldiciones que sufríamos no nos darían más oportunidades que esta.
[REIN…]
¡Demonios!
-Dag, escúchame, tienes que luchar contra la enfermedad – Al principio mis palabras suenan aceleradas, pero pronto voy hablando más despacio, no quiero que nuestros últimos segundos transcurran hablando de esa manera. Levanto la mano y acaricio su pelo ¿Siempre fue tan alto? – Desde el primer momento en que te vi siempre supe que eras esto, un hombre sufriendo. La otra Zöe no lo sabe, pero yo sé que es por eso que quiere ayudarte – Hablar de mi misma en tercera persona suena tan extraño [REINICI…] ¡Apurate! – Por favor no dejes de intentarlo, Zöe estará siempre ahí para ayudarte con esto ¿De acuerdo? –
[REINICIANDO]
Ahí viene, se terminó nuestro tiempo. Lo abrazo y apoyo la cabeza en su pecho, ojala pudiéramos quedarnos así “En verdad amo a este hombre loco” Mi corazón comienza a tener un ritmo más acompasado, las emociones se apagan hasta que prácticamente desaparecen. [ANALIAZANDO] levanto la cabeza y miro a Dag directamente a los ojos, por sus reacciones puedo llegar a la conclusión de que se encuentra estable. Eso es algo bueno.
-Los síntomas se han ido ¿Si? Podemos irnos de este lugar ahora – Espero unos segundos y agrego una sonrisa para que el orgánico entienda que tengo buenas intenciones.
Pero también hay algo más, un desconocido impulso me lleva a besarlo [ANALIZANDO] No había ningún motivo lógico para hacer eso, solo puedo llegar a la conclusión que los recientes cambios en mi cuerpo fomentan el tener actitudes tan ilógicas como la de los orgánicos.
¿Sirvió lo que hice?
¿Eh? ¿Era cierto? En lugar de dejar de llorar parece que cada vez salen más y más lagrimas ¡Había funcionado! Esta tenía que ser la tan famosa suerte de principiante. Rápidamente me limpio los ojos y la nariz con las mangas de mi ropa, las miro con detenimiento ¿Cuándo fue la última vez que me cambie? Esto esta asqueroso.
Niego con la cabeza, todavía es demasiada la conmoción, pero sé que no durará, tengo que apurarme antes de que…
-¿Las ilusiones se fueron? ¿Qué hay de las voces? No puedo creer que funcionó ¡Lo hice! – Me pongo en pie de un salto, seguramente aún tengo las marcas de las lágrimas por todo mi rostro, vuelvo a limpiarme pero ¡Ya que importa! ¡Concéntrate en él! – Déjame ver cómo estás – Los sitios donde había apoyado mis manos no parecían tener daños, el vampiro podía seguir mis movimientos con la mirada, parecía estar mucho más lúcido. Sonreí y me tape la cara con las manos – No puedo creer que funcionó, este en verdad eres tu Dag, el verdadero tú, no aquel demente que conocí en la cueva – Apoyé una mano sobre su pecho, podía sentir su cuerpo vivo, su calidez, eso me hizo recordar mi situación – No estaré con esta forma mucho tiempo más, pronto volveré a ser la Zöe de siempre –
¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decirle? “¡Vive la vida!” no, eso es tan cliché. Esto era como un encuentro y una despedida al mismo tiempo, así como había pasado con Taliesin, pero en el caso de Dag… Habían otras cuestiones que aún no habíamos resuelto entre él y yo, y las maldiciones que sufríamos no nos darían más oportunidades que esta.
[REIN…]
¡Demonios!
-Dag, escúchame, tienes que luchar contra la enfermedad – Al principio mis palabras suenan aceleradas, pero pronto voy hablando más despacio, no quiero que nuestros últimos segundos transcurran hablando de esa manera. Levanto la mano y acaricio su pelo ¿Siempre fue tan alto? – Desde el primer momento en que te vi siempre supe que eras esto, un hombre sufriendo. La otra Zöe no lo sabe, pero yo sé que es por eso que quiere ayudarte – Hablar de mi misma en tercera persona suena tan extraño [REINICI…] ¡Apurate! – Por favor no dejes de intentarlo, Zöe estará siempre ahí para ayudarte con esto ¿De acuerdo? –
[REINICIANDO]
Ahí viene, se terminó nuestro tiempo. Lo abrazo y apoyo la cabeza en su pecho, ojala pudiéramos quedarnos así “En verdad amo a este hombre loco” Mi corazón comienza a tener un ritmo más acompasado, las emociones se apagan hasta que prácticamente desaparecen. [ANALIAZANDO] levanto la cabeza y miro a Dag directamente a los ojos, por sus reacciones puedo llegar a la conclusión de que se encuentra estable. Eso es algo bueno.
-Los síntomas se han ido ¿Si? Podemos irnos de este lugar ahora – Espero unos segundos y agrego una sonrisa para que el orgánico entienda que tengo buenas intenciones.
Pero también hay algo más, un desconocido impulso me lleva a besarlo [ANALIZANDO] No había ningún motivo lógico para hacer eso, solo puedo llegar a la conclusión que los recientes cambios en mi cuerpo fomentan el tener actitudes tan ilógicas como la de los orgánicos.
Zöe
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Re: Raíces [Privado] [Cerrado]
Siento un inmenso alivio al ver que Zöe hace caso omiso a mis órdenes aunque, por otro lado, temo por su seguridad. ¿Quién sabe por cuánto tiempo seré capaz de mantener apartado el velo de irrealidad que suele cubrir mis ojos? ¿Y si vuelvo a intentar hacerle daño? Cuando se acerca doy un paso atrás, pero pronto permito que salve la distancia que nos separa. Quiero tenerla cerca a cualquier precio; no soy más que un egoísta.
-Se fueron. -Corroboro con voz ronca, casi sin poder creérmelo. Este silencio es demasiado raro y, extrañamente, me siento solo. El desasosiego me embarga al ser consciente de que la realidad es mucho menos colorida e intensa de la manera en que suelo percibirla. Aunque una profunda tristeza amenaza con partirme en dos, ni siquiera se acerca a la gravedad con que usualmente experimento las emociones- ¿El verdadero yo? -¿Y ese quién es? ¿El padre? ¿El guardia? ¿El hombre que fue abandonado en la cueva? No sé quién soy; me he perdido y ahora me siento como un cascarón vacío. Pero sé quién no quiero ser, y la sombra del vampiro lunático aguardando en un rincón de mi consciencia hace que mis manos y mis rodillas tiemblen. ¿Sigue ahí? ¿Cuándo volverá?
La mano que acaricia mi pecho me desconcierta, y dejo de pensar en mí para poner mi atención en la mujer que llora, ríe y me toca con tan melancólica calidez humana. ¿Por qué tiene que volver a ser la de antes? No comprendo cómo funciona su cuerpo ni por qué el destino es tan injusto. Sólo se que no quiero que eso pase y, antes de darme cuenta, cedo a la tentación de estrecharla entre mis brazos.
-No te vayas. -Ruego con la nariz contra su cabello y los ojos cerrados- No quiero que vuelvas a seguir órdenes ni que me sigas a todas partes sólo porque no puedes negarte, Zöe, debes quedarte así, tienes que sentir, ¿sí? Quédate, por favor, ¡quédate así!
No importa cuánto se lo pida, puedo ver que el brillo en su mirada comienza a cambiar. Ella también lo sabe, y escucho sus palabras con dolida atención. Quiero memorizar sus ojos, sus mejillas enrojecidas, la manera en que curva sus labios de múltiples maneras distintas, esa voz que se quiebra, sube y baja con nuevos matices mientras hunde sus trémulos dedos en mi cabello. Quiero que se quede así de imperfecta, porque sé que de esta manera me ayudará a mantenerme tan despierto como ahora, y que sea frágil, así nunca se me ocurrirá volver a ponerle un dedo encima.
-¿Y si la Zöe de siempre no basta? -Inquiero con desesperación, mas sé que, quiera o no, tendrá que bastar. Ahora sé que en la Zöe de siempre vive esta, tal como en mí vive la cordura esperando pacientemente su oportunidad para salir. Pero, aunque lo sé, es demasiado duro verla desaparecer, y por eso vuelvo a cerrar los ojos mientras la abrazo con fuerza.
Cuando vuelve a mirarme, la Zöe de siempre se ha ido y soy incapaz de contener las lágrimas ante la sonrisa medida y estudiada que me dedica. Le respondo con una igual mientras asiento, repitiéndome que tras esa sonrisa está la verdadera y que quizás es solo cuestión de tiempo y paciencia antes de verla resurgir. Y entonces presencio la prueba de ello: Zöe, la Zöe cibernética, posa sus labios sobre los míos en un beso que nada tiene que ver con la frialdad que la caracteriza.
Deshago el abrazo para llevar las manos a los costados de su rostro y correspondo largamente, encontrando consuelo a esta realidad amarga y dura al menos por un instante. ¿Acaso, tras todo lo que he hecho, soy merecedor de esta redención? Probablemente no, pero me niego a pensar en eso ahora. Cuando necesitamos respirar, no satisfecho con aquello, beso su frente, sus párpados, su nariz y sus mejillas todavía húmedas y saladas en una despedida que no quiero que termine nunca.
Quizás no ría ni llore pero, ahora, sé que ambas Zöe son, de alguna manera, la misma.
-Lamento mucho haberte llamado “cosa” -Susurro mientras, reticente, lentamente la libero de mi abrazo para mirarla directamente a los ojos- Te quiero, Zöe. -No deseo ni espero que me entienda; quizás lo haga con el tiempo.
Me alejo con suavidad hacia la habitación y observo a los maniquíes durante un momento para, cabizbajo, terminar de taparlos con las sábanas. Entonces regreso a la cocina y, tras tomar la mano de la cibernética, me dirijo hacia la salida mientras, para mis adentros, me despido por siempre del que fue mi hogar. Quizás es hora de empezar de nuevo.
-Podemos irnos.
Dag Thorlák
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