Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
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Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Tras los estragos que la guerra dejo, la ciudad era atractiva para un peregrino de los Celestiales mas sin embargo deje de lado esa misión por lo pronto. La peregrinación era más difícil de lo que los libros plantean y estaba en busca del método para lograr mis objetivos, aun no se me ocurrían muchas ideas, pero solo despejando la mente lograría conectar neuronas en una soluciona dar volumen al reino de los Celestiales.
Camine días hacia Lunargenta, pero me quede en los pueblos a las afueras de la ciudad, campos rurales donde la gente reconstruía sus vidas paso a paso independientemente de lo que acontecía tras las grandes murallas. Al campesino poco le afectaban las noticias de los reyes y lideres, este quien este al mando, sea bueno o malo, el debía levantarse temprano, arar la tierra y desmalezar todo a estas alturas del año de todas formas. Eran lugares que no sufrían la toxicidad de los enfrentamientos bélicos.
Vagaba con lo justo, con hambre y los bolsillos vacíos. Aun no lograba fieles en estos pagos como en muchos otros, por lo que si quería bien pagar una taberna para deleitarme con pecaminosas delicias culinarias, debía trabajar como cualquier otro hijo de los Altísimos y eso fue lo que me trajo finalmente aquí.
Hace meses entre en lo que parecía una búsqueda del tesoro, solo que el cofre eran personas que se escaparon de una prisión. Al principio surgieron mil y una dudas al respecto, no era una persona violenta, y quizás estos hombres eran más peligrosos de lo que mi imaginación alcanzaba a ver, pero siempre podía convertirme en dragón y lidiar con la situación sin mayores inconvenientes. Necesitaba el dinero y hasta el mono baila por monedas. Los rumores me trajeron aquí, uno de tantos aparentemente tenia vínculos por estos lados, familia, terrenos, herencia, y si bien registraron de arriba abajo el lugar, visitantes cazadores venían cada dos por tres en búsqueda del prófugo este sin resultados. Esto aplicaba a todos en la lista, pero por alguno debía empezar... Saber el origen de las habladurías era un buen inicio después de todo y si hay alguien en un poblado que sepa lo que narran las voces del sitio es el que atiende en la taberna local.
Abrí la puerta de madera pesada ya muy tarde por la noche. Un jolgorio de colores y personas residía en el interior disfrutando de buena comida y buena bebida "que envidia..." camine los veinte pasos que me separaban de la barra manteniendo la cabeza gacha y oculta bajo la capucha de mi sotana para no llamar la atención, pero cortésmente me la quite cuando llegue frente al cantinero, o mejor dicho cantinera.
- Wow! Primera vez que veo a una dama trabajando en un lugar así - exprese con admiración y sin mucha delicadeza.
Rosalía: - Dama? Donde esta que no la veo - expresó para luego voltear a verme mientras con un trapo color verde secaba el interior de un jarrón metálico con detalles de madera en el mango - Ohhh... eres un monje - "brillante deducción querida" pensé entonces pero me reserve el comentario, su rostro cambio radicalmente y una sonrisa picara se enmarco, se acerco sin sutilezas parándose derecha, disimulando la joroba sutil y realzando la posición de sus pechos muy voluminosos cubiertos por una blusa a cordones que dejaba muy poco a la imaginación bajo la tela. - Un gusto... soy Rosalía, vienes a llevarme por el buen camino? - se apoyo sobre la mesada con el brazo y colocando sobre este su busto. Una muy clara insinuación, pero no era la primera vez que me ocurría. "Las mujeres tienden a mirar mujeres inconscientemente..." pensé dibujando la mejor sonrisa que podía aun que no sabía disimular la sorpresa como la incomodidad.
- Con gusto te llevaría por el buen camino de los Celestiales, pero no ando en misión de Fe por lo pronto señorita~
Camine días hacia Lunargenta, pero me quede en los pueblos a las afueras de la ciudad, campos rurales donde la gente reconstruía sus vidas paso a paso independientemente de lo que acontecía tras las grandes murallas. Al campesino poco le afectaban las noticias de los reyes y lideres, este quien este al mando, sea bueno o malo, el debía levantarse temprano, arar la tierra y desmalezar todo a estas alturas del año de todas formas. Eran lugares que no sufrían la toxicidad de los enfrentamientos bélicos.
Vagaba con lo justo, con hambre y los bolsillos vacíos. Aun no lograba fieles en estos pagos como en muchos otros, por lo que si quería bien pagar una taberna para deleitarme con pecaminosas delicias culinarias, debía trabajar como cualquier otro hijo de los Altísimos y eso fue lo que me trajo finalmente aquí.
Hace meses entre en lo que parecía una búsqueda del tesoro, solo que el cofre eran personas que se escaparon de una prisión. Al principio surgieron mil y una dudas al respecto, no era una persona violenta, y quizás estos hombres eran más peligrosos de lo que mi imaginación alcanzaba a ver, pero siempre podía convertirme en dragón y lidiar con la situación sin mayores inconvenientes. Necesitaba el dinero y hasta el mono baila por monedas. Los rumores me trajeron aquí, uno de tantos aparentemente tenia vínculos por estos lados, familia, terrenos, herencia, y si bien registraron de arriba abajo el lugar, visitantes cazadores venían cada dos por tres en búsqueda del prófugo este sin resultados. Esto aplicaba a todos en la lista, pero por alguno debía empezar... Saber el origen de las habladurías era un buen inicio después de todo y si hay alguien en un poblado que sepa lo que narran las voces del sitio es el que atiende en la taberna local.
Abrí la puerta de madera pesada ya muy tarde por la noche. Un jolgorio de colores y personas residía en el interior disfrutando de buena comida y buena bebida "que envidia..." camine los veinte pasos que me separaban de la barra manteniendo la cabeza gacha y oculta bajo la capucha de mi sotana para no llamar la atención, pero cortésmente me la quite cuando llegue frente al cantinero, o mejor dicho cantinera.
- Wow! Primera vez que veo a una dama trabajando en un lugar así - exprese con admiración y sin mucha delicadeza.
Rosalía: - Dama? Donde esta que no la veo - expresó para luego voltear a verme mientras con un trapo color verde secaba el interior de un jarrón metálico con detalles de madera en el mango - Ohhh... eres un monje - "brillante deducción querida" pensé entonces pero me reserve el comentario, su rostro cambio radicalmente y una sonrisa picara se enmarco, se acerco sin sutilezas parándose derecha, disimulando la joroba sutil y realzando la posición de sus pechos muy voluminosos cubiertos por una blusa a cordones que dejaba muy poco a la imaginación bajo la tela. - Un gusto... soy Rosalía, vienes a llevarme por el buen camino? - se apoyo sobre la mesada con el brazo y colocando sobre este su busto. Una muy clara insinuación, pero no era la primera vez que me ocurría. "Las mujeres tienden a mirar mujeres inconscientemente..." pensé dibujando la mejor sonrisa que podía aun que no sabía disimular la sorpresa como la incomodidad.
- Con gusto te llevaría por el buen camino de los Celestiales, pero no ando en misión de Fe por lo pronto señorita~
- Rosalía:
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Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Las cosas en Ulmer iban bien, los encargos en la carpintería dejaban buenas ganancias, pero tanto a Lavey como a mi nos llamaba la aventura, yo quería seguir exploraron el mundo, descifrar mi mapa y la joven que ahora era mi hija busca objetivos merecedores de unos buenos flechazos entre ceja y ceja.
Con esas ideas en mente las dos lo vimos claro, hicimos los petates y cerramos la tienda para ponernos en marcha.
El viaje nos trajo hasta los poblados de Lunargenta, íbamos siguiendo la pista a un rufián fugado que sin duda estaría deseoso de recibir el "amor" de la rubia.
Al caer la tarde llegamos a un pueblecito, las huellas que seguíamos eran frescas, pero al entrar en la villa se dispersaban por todos lados y no conseguíamos una información clara.
-Tendremos que sobornar a alguien. -Me decía Lavey sentada en la mesa de la taberna local y con una cuchara de madera en la mano. -Esta gente no va a soltar prenda, quieren el premio gordo para ellos.
-¿Quien te a enseñado esas cosas? -Le preguntaba sorprendida mientras veía como se llevaba un trozo de carne humeante a la boca. -El soborno no es una opción valida en este caso.
-Angélique me lo explico. -Lo cierto era, que el soborno si que era una buena opción, pero necesitamos el dinero para costear el resto del viaje. -Mira ese, es sospechoso.
Dada mi posición no podía ver lo que pasaba en la cantina, pues estaba de espaldas al centro del local mirando por la ventana en busca de nuestro objetivo. Gire el torso sobre el asiento y vi como un encapuchado ataviado con sotana entraba en el local.
-Fíjate mejor en como viste la gente, ese de ahí es un monje.
Lavey levanto las cejas sin comprender.
-¿Y ser monje lo hace menos sospechoso? igual se esta haciendo pasar por otro. -La niña tenia razón una vez mas, pero por algún motivo aquel sujeto no me parecía amenazador así que continué comiendo del plato. -A ese le conozco, mira Centella. Es el chico de aquella vez.
-¿De que chico hablas? -Curiosa gire la cabeza en busca del monje. -Vaya... tienes razón. No solo tienes buena memoria sino que has estado atenta a la gente del local. Te has ganado un Caza-punto. -Lavey sonrió orgullosa mientras me levantaba. -Espérame aquí, voy a ver si lo traigo a la mesa.
La pequeña lagartija siguió sonriendo al mismo tiempo que asentía afirmativa con la cabeza. Al cabo de unos segundos ya estaba en la barra al lado de Saurin.
-Rosi ¿Puedes darme una jarra de vino? de ese caliente y especiado que tienes tu. -Hablaba centrándome en la cantinera, como si no me hubiera dado cuenta del monje, como si fuera una mera sombra. -Buenas noches rapaz. -Y es que esa era la percepción que quería dar, hasta el momento en el que gire el rostro para mirar a la mujer de ojos claros. Sonreí enseñando parcialmente los dientes, una sonrisa que ella conocía de sobra. -Que pequeño es el mundo.
Con esas ideas en mente las dos lo vimos claro, hicimos los petates y cerramos la tienda para ponernos en marcha.
El viaje nos trajo hasta los poblados de Lunargenta, íbamos siguiendo la pista a un rufián fugado que sin duda estaría deseoso de recibir el "amor" de la rubia.
Al caer la tarde llegamos a un pueblecito, las huellas que seguíamos eran frescas, pero al entrar en la villa se dispersaban por todos lados y no conseguíamos una información clara.
-Tendremos que sobornar a alguien. -Me decía Lavey sentada en la mesa de la taberna local y con una cuchara de madera en la mano. -Esta gente no va a soltar prenda, quieren el premio gordo para ellos.
-¿Quien te a enseñado esas cosas? -Le preguntaba sorprendida mientras veía como se llevaba un trozo de carne humeante a la boca. -El soborno no es una opción valida en este caso.
-Angélique me lo explico. -Lo cierto era, que el soborno si que era una buena opción, pero necesitamos el dinero para costear el resto del viaje. -Mira ese, es sospechoso.
Dada mi posición no podía ver lo que pasaba en la cantina, pues estaba de espaldas al centro del local mirando por la ventana en busca de nuestro objetivo. Gire el torso sobre el asiento y vi como un encapuchado ataviado con sotana entraba en el local.
-Fíjate mejor en como viste la gente, ese de ahí es un monje.
Lavey levanto las cejas sin comprender.
-¿Y ser monje lo hace menos sospechoso? igual se esta haciendo pasar por otro. -La niña tenia razón una vez mas, pero por algún motivo aquel sujeto no me parecía amenazador así que continué comiendo del plato. -A ese le conozco, mira Centella. Es el chico de aquella vez.
-¿De que chico hablas? -Curiosa gire la cabeza en busca del monje. -Vaya... tienes razón. No solo tienes buena memoria sino que has estado atenta a la gente del local. Te has ganado un Caza-punto. -Lavey sonrió orgullosa mientras me levantaba. -Espérame aquí, voy a ver si lo traigo a la mesa.
La pequeña lagartija siguió sonriendo al mismo tiempo que asentía afirmativa con la cabeza. Al cabo de unos segundos ya estaba en la barra al lado de Saurin.
-Rosi ¿Puedes darme una jarra de vino? de ese caliente y especiado que tienes tu. -Hablaba centrándome en la cantinera, como si no me hubiera dado cuenta del monje, como si fuera una mera sombra. -Buenas noches rapaz. -Y es que esa era la percepción que quería dar, hasta el momento en el que gire el rostro para mirar a la mujer de ojos claros. Sonreí enseñando parcialmente los dientes, una sonrisa que ella conocía de sobra. -Que pequeño es el mundo.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
No pude llegar a entablar una conversación con mi par, los modales no eran practica común en estas épocas, y pese que a nadie le costaba esperar a ser atendido o tener el decoro siquiera de aguardar un turno o a lugar, no... Era más fácil pasar por encima de quienes nos vemos más endebles para hacerse hoy en este negocio. Triste fue mi reacción al notar que perdí completamente la atención de la cantinera por culpa de aquella femenina voz, de que valía pasar por histérico y hacer una escena si ni aquella dama que se mostraba interesada podía tener su atención en mí por un instante en lo que intentaba conseguir información o incluso pedir algo.
Solo me ofuscaba en mi misma cuando noté que la mujer a mi lado me hablaba, suficiente tenía con que robe la atención de mi informante que ahora también demandaba la mía? Insólito.
Quizás eran estos largos viajes que me volvían urania o el no dormir bien para variar, pero todo mal estar se borró por un instante al notar aquel rostro conocido y familiar. No habría malos saludos para ella de mi parte, pero tampoco esbozaría una sonrisa tan simplemente, pues seguía molesta y en parte era a su causa.
- Demasiado pequeño... - me exprese sin levantar demasiado la voz, sin gesticular y manteniendo la vista clavada en su mirada. - Eres de lo que no esperaba ver en este viaje.
Quería saludarla más, quería conversar con ella, quería incluso dejar de dar vueltas con la migraña que consumía mi sesos para poder disfrutar a su lado de unas cuantas sonrisas pero volvió a pasar. Volví a ser interrumpida.
Rosalía: Ohh! Reencuentros sorpresivos! Qué bien! - su alegre voz atravesaba sin ningún filtro por mi tímpano como una aguja filosa en lo que se volvía a nosotras con el pedido de mi vieja amiga o conocida o lo que fuera - Son cinco aeros centella y me debes aun dos de la otra vuelta... - mantenía su jovial sonrisa mientras giraba revoloteando al otro lado de la barra y era casi hipnótico el exuberante bailar de sus senos, un escalofrió me recorría cuando estos parecían encararme a mí. - Tu sin embargo buen clérigo, pide cuanto quieras que tu servidora fiel invita... - volvía a mostrarse demasiado amable para mi gusto.
- Ehhh... - La mire a Rei de soslayo y volví a centrarme en ella, la oscuridad en su mirada era absorbente y sencilla, algo bastante común en gente decidida - No.. Yo solo vine por el que cuentan las malas voces... Por quien es prófugo y aquí encuentra familia...
Era incomodo tener que hablar desde metáforas y verso, pero así de confuso llego a mis oídos, no había manera más clara de transmitirlo. La mujer retrocedió entonces unos pasos y me miro con una frialdad absoluta, incrédula quizás de que tales datos fueran de mi interés.
Rosalía: - Hace un mes quizás, mas no creo escuche algo... - miro a Rei con cara de preocupación como decidida a hablar sobre ello pero mas abocado a su persona que a mi, presentí que en ella veía a un valeroso guerrero al que le interesaría lo que iba a decir - un hombre escucho una conversación incoherente.. y ebrio vino a cantarme aquellas palabras:
Eso lo escucho en mas hacia el puerto... creo, no se si tiene que ver con lo que quieres saber, pero... - ahora volvía sus ojos a mi y levantaba la mano acercándola a mi cara junto con su cuerpo entero balanceándose hacia adelante como en son de contarme un secreto a lo que por instinto también me incline hacia adelante regalando mi oreja para el chusmerio. - Esto que les cuento... - pronunciaba cada letras mas sutilmente y casi al susurro lo que me dificultaba oír, sujeto uno de mis cabellos para jalarlo a ella y yo intentando acercarme mas para escucharla - te lo tengo que cobrar~
Con esas ultimas palabras sus labios atraparon el lóbulo de mi oreja y con una velocidad sin precedentes de aquella húmeda cavidad salio ágil su lengua para lamer por la concha hasta el cauda helicis. Una sensación estremecedora que alarmo cada terminación nerviosa, di un respingo hacia atrás y cubrí con ambas manos mi sentido afectado.
- Qué demonios le pasa?!?!?!?! - Ahora si estaba algo alterado y ella se echo a reír mientras se saboreaba los labios y gesticulaba como limpiando baba de su boca y lánguida.
Rosalía: - Bien valió la cancioncita, quieres mas de mi, imagina como pedirlo monje... - seguía entre risas mientras sonrojada y acalorada se acomodaba la cofia y yo no podía hacer mas que odiarla por lo que me pareció un completa estupidez.
Solo me ofuscaba en mi misma cuando noté que la mujer a mi lado me hablaba, suficiente tenía con que robe la atención de mi informante que ahora también demandaba la mía? Insólito.
Quizás eran estos largos viajes que me volvían urania o el no dormir bien para variar, pero todo mal estar se borró por un instante al notar aquel rostro conocido y familiar. No habría malos saludos para ella de mi parte, pero tampoco esbozaría una sonrisa tan simplemente, pues seguía molesta y en parte era a su causa.
- Demasiado pequeño... - me exprese sin levantar demasiado la voz, sin gesticular y manteniendo la vista clavada en su mirada. - Eres de lo que no esperaba ver en este viaje.
Quería saludarla más, quería conversar con ella, quería incluso dejar de dar vueltas con la migraña que consumía mi sesos para poder disfrutar a su lado de unas cuantas sonrisas pero volvió a pasar. Volví a ser interrumpida.
Rosalía: Ohh! Reencuentros sorpresivos! Qué bien! - su alegre voz atravesaba sin ningún filtro por mi tímpano como una aguja filosa en lo que se volvía a nosotras con el pedido de mi vieja amiga o conocida o lo que fuera - Son cinco aeros centella y me debes aun dos de la otra vuelta... - mantenía su jovial sonrisa mientras giraba revoloteando al otro lado de la barra y era casi hipnótico el exuberante bailar de sus senos, un escalofrió me recorría cuando estos parecían encararme a mí. - Tu sin embargo buen clérigo, pide cuanto quieras que tu servidora fiel invita... - volvía a mostrarse demasiado amable para mi gusto.
- Ehhh... - La mire a Rei de soslayo y volví a centrarme en ella, la oscuridad en su mirada era absorbente y sencilla, algo bastante común en gente decidida - No.. Yo solo vine por el que cuentan las malas voces... Por quien es prófugo y aquí encuentra familia...
Era incomodo tener que hablar desde metáforas y verso, pero así de confuso llego a mis oídos, no había manera más clara de transmitirlo. La mujer retrocedió entonces unos pasos y me miro con una frialdad absoluta, incrédula quizás de que tales datos fueran de mi interés.
Rosalía: - Hace un mes quizás, mas no creo escuche algo... - miro a Rei con cara de preocupación como decidida a hablar sobre ello pero mas abocado a su persona que a mi, presentí que en ella veía a un valeroso guerrero al que le interesaría lo que iba a decir - un hombre escucho una conversación incoherente.. y ebrio vino a cantarme aquellas palabras:
"Tú crees que en otros lagos las algas más verdes son
Y sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación! "
Y sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación! "
Eso lo escucho en mas hacia el puerto... creo, no se si tiene que ver con lo que quieres saber, pero... - ahora volvía sus ojos a mi y levantaba la mano acercándola a mi cara junto con su cuerpo entero balanceándose hacia adelante como en son de contarme un secreto a lo que por instinto también me incline hacia adelante regalando mi oreja para el chusmerio. - Esto que les cuento... - pronunciaba cada letras mas sutilmente y casi al susurro lo que me dificultaba oír, sujeto uno de mis cabellos para jalarlo a ella y yo intentando acercarme mas para escucharla - te lo tengo que cobrar~
Con esas ultimas palabras sus labios atraparon el lóbulo de mi oreja y con una velocidad sin precedentes de aquella húmeda cavidad salio ágil su lengua para lamer por la concha hasta el cauda helicis. Una sensación estremecedora que alarmo cada terminación nerviosa, di un respingo hacia atrás y cubrí con ambas manos mi sentido afectado.
- Qué demonios le pasa?!?!?!?! - Ahora si estaba algo alterado y ella se echo a reír mientras se saboreaba los labios y gesticulaba como limpiando baba de su boca y lánguida.
Rosalía: - Bien valió la cancioncita, quieres mas de mi, imagina como pedirlo monje... - seguía entre risas mientras sonrojada y acalorada se acomodaba la cofia y yo no podía hacer mas que odiarla por lo que me pareció un completa estupidez.
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Aquello no era lo que esperaba oír ¿Donde había quedado la Sauron que conocí hace casi un año? Pudiera ser acaso que la personalidad de aquel día fue todo efecto de la bebida y de los sentimientos trastocados que te deja un buen revolcon.
Juraría que momentos antes de mirarme tenia las cejas fruncidas ¿Sera que dije algo que la molesto? No lo tenia nada claro, lo cierto era que casi hacia un año de aquella noche, y en un año pueden pasar muchas cosas o simplemente hoy el monje tenia un mal día.
Fuera como fuese, comerme la cabeza con infinitas preguntas que no tendrían respuesta inmediata, no solo era una perdida de tiempo sino también un martirio a mis sentimientos que no me llevarían a buen puerto. Aunque sin lugar a dudas su ultima frese me dejo marcada.
-Que no se diga que no soy buena pagadora.
Quitándome los rancios pensamientos de la cabeza, sonreí a la tabernera y pague el monto acordado. Me resultaba peculiar que me llamara por mi apodo cariñoso, pero a la vista de su personalidad y de que seguro se lo escucho decir a Lavey, lo deje pasar sin mayor importancia. -Vaya... parece que te salen seguidoras por allí por donde pasas.
En mi tono se leían las segundas intenciones, pero por algún motivo mi voz salio un tono mas grave de lo normal, incitando a la alerta o la advertencia, como si aquello que estaba oyendo y viendo fura una broma de mal gusto entre amigos con la mujer de uno delante de la conversación.
Esa mirada lo confirmaba, o quizás no... Sauron me miraba porque se sentía culpable ¿O porque quería que lo salvara de la promiscua camarera? Estaba por irme y dejar a la pareja a solas, pero la información del "hombre" me detuvo, parecía que estábamos buscando lo mismo y aunque yo también había preguntado a la tabernera, ella me había respondido con levantamiento de hombros y un "No e escuchado nada."
Con los brazos cruzados observe y escuche a la mujer con atención, y lo que paso a continuación... Si ella hubiera sido una simple amiga me hubiera reído a mas no poder, hubiera felicitado a la tabernera y la habría invitado a una ronda, pero ese no era el caso. Esa oreja es mía. Pensaba enfadad mientras levantaba una ceja, a Saurin tampoco le había hecho gracia, pero en el fondo de mi cabeza una voz de tono perverso dijo "Se lo tiene merecido, eso le pasa por tener cara de niño dulce." Aquella voz tenia razón pero no era el momento de lanzar al rubio al foso, sino de tirar de su cuello y salvarlo al borde del precipicio.
-Se que el celibato es un digno dulce para toda buena moza. -Intervine en la conversación a favor de la rubia antes de que la vaca lechera volviera a por mas. -Pero querida Rosita, este buen monje tiene en muy alta estima sus votos. -No tenia ni idea de lo que iban los votos de Sauron, pero si tenia claro que el celibato y la castidad estaban rotos hace tiempo. -Y se de buena tinta que su voluntad es inquebrantable. -Mentira, una mentira tan grande como las montañas de Dundarak. -Créeme yo misma lo tente. -Y la hice mía. -Y no conseguí nada. Pero... si lo que quieres es un mozo de buen ver, yo te puedo presentar algunos. -Porque para empezar él es una moza. Sin esperar respuesta por parte de Sauron le pase mi brazo por el suyo a la altura del codo y camine hacia la mesa donde esperaba Lavey. -Y por favor, tengo a la niña mirando, contente un poco Rosi. -Durante todo este tiempo hable con soltura y carisma, igual que hice cuando me tuve que librar de los monjes el día que conocí a Saurin. -Cuando tengas un momento llévale la cena a nuestra mesa. La pequeña lagartija tiene ganas de volver hablar con el monje. -Otra mentira, la que quería hablar con él era yo. Mientras nos alejábamos le dije a la rubia en un susurro. -Con esta ya van 2.
Juraría que momentos antes de mirarme tenia las cejas fruncidas ¿Sera que dije algo que la molesto? No lo tenia nada claro, lo cierto era que casi hacia un año de aquella noche, y en un año pueden pasar muchas cosas o simplemente hoy el monje tenia un mal día.
Fuera como fuese, comerme la cabeza con infinitas preguntas que no tendrían respuesta inmediata, no solo era una perdida de tiempo sino también un martirio a mis sentimientos que no me llevarían a buen puerto. Aunque sin lugar a dudas su ultima frese me dejo marcada.
-Que no se diga que no soy buena pagadora.
Quitándome los rancios pensamientos de la cabeza, sonreí a la tabernera y pague el monto acordado. Me resultaba peculiar que me llamara por mi apodo cariñoso, pero a la vista de su personalidad y de que seguro se lo escucho decir a Lavey, lo deje pasar sin mayor importancia. -Vaya... parece que te salen seguidoras por allí por donde pasas.
En mi tono se leían las segundas intenciones, pero por algún motivo mi voz salio un tono mas grave de lo normal, incitando a la alerta o la advertencia, como si aquello que estaba oyendo y viendo fura una broma de mal gusto entre amigos con la mujer de uno delante de la conversación.
Esa mirada lo confirmaba, o quizás no... Sauron me miraba porque se sentía culpable ¿O porque quería que lo salvara de la promiscua camarera? Estaba por irme y dejar a la pareja a solas, pero la información del "hombre" me detuvo, parecía que estábamos buscando lo mismo y aunque yo también había preguntado a la tabernera, ella me había respondido con levantamiento de hombros y un "No e escuchado nada."
Con los brazos cruzados observe y escuche a la mujer con atención, y lo que paso a continuación... Si ella hubiera sido una simple amiga me hubiera reído a mas no poder, hubiera felicitado a la tabernera y la habría invitado a una ronda, pero ese no era el caso. Esa oreja es mía. Pensaba enfadad mientras levantaba una ceja, a Saurin tampoco le había hecho gracia, pero en el fondo de mi cabeza una voz de tono perverso dijo "Se lo tiene merecido, eso le pasa por tener cara de niño dulce." Aquella voz tenia razón pero no era el momento de lanzar al rubio al foso, sino de tirar de su cuello y salvarlo al borde del precipicio.
-Se que el celibato es un digno dulce para toda buena moza. -Intervine en la conversación a favor de la rubia antes de que la vaca lechera volviera a por mas. -Pero querida Rosita, este buen monje tiene en muy alta estima sus votos. -No tenia ni idea de lo que iban los votos de Sauron, pero si tenia claro que el celibato y la castidad estaban rotos hace tiempo. -Y se de buena tinta que su voluntad es inquebrantable. -Mentira, una mentira tan grande como las montañas de Dundarak. -Créeme yo misma lo tente. -Y la hice mía. -Y no conseguí nada. Pero... si lo que quieres es un mozo de buen ver, yo te puedo presentar algunos. -Porque para empezar él es una moza. Sin esperar respuesta por parte de Sauron le pase mi brazo por el suyo a la altura del codo y camine hacia la mesa donde esperaba Lavey. -Y por favor, tengo a la niña mirando, contente un poco Rosi. -Durante todo este tiempo hable con soltura y carisma, igual que hice cuando me tuve que librar de los monjes el día que conocí a Saurin. -Cuando tengas un momento llévale la cena a nuestra mesa. La pequeña lagartija tiene ganas de volver hablar con el monje. -Otra mentira, la que quería hablar con él era yo. Mientras nos alejábamos le dije a la rubia en un susurro. -Con esta ya van 2.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Mas cartas se iban sumando a mi poco y pesado humor y ahora tenía lidiar con el acoso incesable de esta mujer, patético, estaba completamente sacada de mis casillas, pensé por un instante en explotar completamente y denigrar su persona con tanta palabra se cruzara por mi mente y por mis labios, pero Reivy, oportuna y entrometida abogo por mi como si fuese incapaz de defenderme por mi misma.
No podía negarme o contradecirla, sus palabras sonaron más sensatas que cualquier cosa que hubiera escupido tras el maltrato y hasta resultaban creíbles, quería si ver la reacción de la otra a sus comentarios pero fui arrastrada lejos de ahí, era ahora la princesita en apuros, algo que no me hacía muy feliz. Aun así me deje llevar por ella, se había tomado demasiadas molestias innecesarias para darme una mano y no quería que mis malos aires quebraran el vínculo entre nosotras.
- Esta no te la pedí… No debería contar, no puedo vivir debiendo te....– dije en lo que recobraba la postura para no parecer tan arrastrado por ella a la mesa.
Llegamos allí y me senté en un banco vacío, a mi lado una niña de rostro familiar me miraba bastante desconfiada con las cejas arqueadas y sus penetrantes ojos sobre mí. Sonreí de lado y suspire moviéndome ligeramente en mi lugar apartándome de ella, su rostro me era familiar pero no recordaba de donde… “Rei llevaba con ella a una niña aquella vez, pero tampoco puedo recordarla” pensé.
Lo único que me faltaba y colocaba un botón de gracia a esta absurda noche era tener que soportar o lidiar con criaturas, a las cuales no era muy afán.
Volví la vista a la mesera que pareció haberse desilusionado por que seguía en lo suyo, en sus labores de cantinera y, pensé en sus claras palabras que ahora dudaba incluso de la veracidad de la melodía y es que no veía posible tomar en serio a quien que me buscaba con otros fines.
- “Sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación”? – Me repetí en lo que volvía la vista a Reivy con un claro gesto de incertidumbre , duda y curiosidad, quería desde lo más profundo de mi ser, creer que aquellas palabras carecían de sentido por parte de una absurda redada romántica, pero algo me decía que no, algo en cada silaba retumbaba en mi cabeza como si supiera de que se trataba o a que apuntaba la canción, o como si moviera recuerdos , o algo. Nada era seguro, ni en mis propios y esquivos pensamientos, pero amaba los acertijos.
Me volví a enfocar en mi buena amiga tratando de salir de mis delirios vánales y recode que mi humor no era estable, pero hace mucho no la veía. Si he de ser sincera me alegraba muchísimo que nuestros caminos volviesen a cruzarse, pero algo no estaba bien desde que descubrí su presencia: un fuerte dolor en el pecho comenzó a punzarme lastimando como agua meteorizando piedras inamovibles, algo que no esperas que pase.
- Me gustaría decir: “Cuanto tiempo! Como has estado!?!” – estas últimas palabras las gesticule y cambie mi voz ajustándola a un irónico sarcasmo para luego volver a hablar normal – pero tenía la situación en la barra bajo control hasta que llegaras cual caballero de brillante armadura. - mis cejas se arquearon imitando un gesto similar al de la niña a mi lado y casi inflando los cachetes en señal de reproche.
No podía negarme o contradecirla, sus palabras sonaron más sensatas que cualquier cosa que hubiera escupido tras el maltrato y hasta resultaban creíbles, quería si ver la reacción de la otra a sus comentarios pero fui arrastrada lejos de ahí, era ahora la princesita en apuros, algo que no me hacía muy feliz. Aun así me deje llevar por ella, se había tomado demasiadas molestias innecesarias para darme una mano y no quería que mis malos aires quebraran el vínculo entre nosotras.
- Esta no te la pedí… No debería contar, no puedo vivir debiendo te....– dije en lo que recobraba la postura para no parecer tan arrastrado por ella a la mesa.
Llegamos allí y me senté en un banco vacío, a mi lado una niña de rostro familiar me miraba bastante desconfiada con las cejas arqueadas y sus penetrantes ojos sobre mí. Sonreí de lado y suspire moviéndome ligeramente en mi lugar apartándome de ella, su rostro me era familiar pero no recordaba de donde… “Rei llevaba con ella a una niña aquella vez, pero tampoco puedo recordarla” pensé.
Lo único que me faltaba y colocaba un botón de gracia a esta absurda noche era tener que soportar o lidiar con criaturas, a las cuales no era muy afán.
Volví la vista a la mesera que pareció haberse desilusionado por que seguía en lo suyo, en sus labores de cantinera y, pensé en sus claras palabras que ahora dudaba incluso de la veracidad de la melodía y es que no veía posible tomar en serio a quien que me buscaba con otros fines.
- “Sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación”? – Me repetí en lo que volvía la vista a Reivy con un claro gesto de incertidumbre , duda y curiosidad, quería desde lo más profundo de mi ser, creer que aquellas palabras carecían de sentido por parte de una absurda redada romántica, pero algo me decía que no, algo en cada silaba retumbaba en mi cabeza como si supiera de que se trataba o a que apuntaba la canción, o como si moviera recuerdos , o algo. Nada era seguro, ni en mis propios y esquivos pensamientos, pero amaba los acertijos.
Me volví a enfocar en mi buena amiga tratando de salir de mis delirios vánales y recode que mi humor no era estable, pero hace mucho no la veía. Si he de ser sincera me alegraba muchísimo que nuestros caminos volviesen a cruzarse, pero algo no estaba bien desde que descubrí su presencia: un fuerte dolor en el pecho comenzó a punzarme lastimando como agua meteorizando piedras inamovibles, algo que no esperas que pase.
- Me gustaría decir: “Cuanto tiempo! Como has estado!?!” – estas últimas palabras las gesticule y cambie mi voz ajustándola a un irónico sarcasmo para luego volver a hablar normal – pero tenía la situación en la barra bajo control hasta que llegaras cual caballero de brillante armadura. - mis cejas se arquearon imitando un gesto similar al de la niña a mi lado y casi inflando los cachetes en señal de reproche.
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
¿Cual de ella seria la real? En que punto se encontrarían las dos personalidades. ¿Alguna de ellas era falsa? Algo en mi interior comenzó a desinflarse de forma imperceptible. Sin embargo aquella actitud no lograría cambiar la mía, hacia falta algo mas que una cara agria y un humor de perros para deshacer mis buenos modales. -Esta bien. Que sea una y media. -Conteste afable a la peregrina.
Devolviendo mi culo al asiento mire con curiosidad el juego de miradas entre las dos rubias. La mas joven escrutaba a la adulta esperando una reacción, pero al igual que hizo en su día con mis abuelos, Sauron miro con reticencia y pura cordialidad mientras trataba de evitar la inquisitiva mirada de Lavey. -Imagino que te acordaras de ella. Es Lavey, mi hija. -Pero por lo visto su mente estaba pensando en trabajo.
Se quedo en ese estado durante largos segundos, Lavey y yo nos miramos, volvimos la vista al monje y repetimos el ciclo. Al final la pequeña levanto los hombros y volvió a centrarse en su plato, que por ahora, era mucho mas interesante que la recién llegada.
Llene los vasos de la mesa, tente el interior de la jarra y notando que no quedaba demasiado levante el brazo, empine el recipiente y el vino formo un arco que decanto en el interior de mi gaznate. -Que rico. -Una gota comenzaba a deslizarse por la comisura del labio, pero la desdichada no llego lejos. Usando la yema del pulgar la recogí y la encamine hacia mis labios. En el trascurso de esos acontecimientos Saurin decidió dirigirme la palabra, y mientras lamia mi dedo levante una ceja.
-De nada. -Le conteste seria y con una sonrisa ligera. -Solo pretendía saludarte, pero los planes cambiaron por el camino. -La mire incrédula. ¿De verdad creia eso de mi? -Pero no te preocupes, a la próxima dejare que te chupe toda la cera del oído.
Respondí su sarcasmo como si aquello no fuera conmigo, como si no me molestase que Rosalia intimara con Saurin delante de mis narices. Sonreí de oreja a oreja ocultando mis sentimientos y cambie de tema, dejando ver que me importaba poco lo que acababa de pasar. -Parece que estamos aquí por la misma razón.
-Si. Y en cinco minutos descubrió mas cosas que nosotras. -Lavey había dado buena cuenta de su plato y ya casi lo tenia vacío, al parecer la conversación ya volvía a ser de su interés. -Aunque es un galimatias de canción.
Hablando de canciones... Rosalia se acercaba moviendo sus grandes masas de grasa láctea de una lado para otro. Sin ocultar sus intenciones se agacho mas de la cuenta al lado del monje y le dio el plato que había pedido. -A esta invita la caza mozalbete. Y cuando termines pásate por la cocina a dejar el plato, y... hablaremos del resto de la canción.
Devolviendo mi culo al asiento mire con curiosidad el juego de miradas entre las dos rubias. La mas joven escrutaba a la adulta esperando una reacción, pero al igual que hizo en su día con mis abuelos, Sauron miro con reticencia y pura cordialidad mientras trataba de evitar la inquisitiva mirada de Lavey. -Imagino que te acordaras de ella. Es Lavey, mi hija. -Pero por lo visto su mente estaba pensando en trabajo.
Se quedo en ese estado durante largos segundos, Lavey y yo nos miramos, volvimos la vista al monje y repetimos el ciclo. Al final la pequeña levanto los hombros y volvió a centrarse en su plato, que por ahora, era mucho mas interesante que la recién llegada.
Llene los vasos de la mesa, tente el interior de la jarra y notando que no quedaba demasiado levante el brazo, empine el recipiente y el vino formo un arco que decanto en el interior de mi gaznate. -Que rico. -Una gota comenzaba a deslizarse por la comisura del labio, pero la desdichada no llego lejos. Usando la yema del pulgar la recogí y la encamine hacia mis labios. En el trascurso de esos acontecimientos Saurin decidió dirigirme la palabra, y mientras lamia mi dedo levante una ceja.
-De nada. -Le conteste seria y con una sonrisa ligera. -Solo pretendía saludarte, pero los planes cambiaron por el camino. -La mire incrédula. ¿De verdad creia eso de mi? -Pero no te preocupes, a la próxima dejare que te chupe toda la cera del oído.
Respondí su sarcasmo como si aquello no fuera conmigo, como si no me molestase que Rosalia intimara con Saurin delante de mis narices. Sonreí de oreja a oreja ocultando mis sentimientos y cambie de tema, dejando ver que me importaba poco lo que acababa de pasar. -Parece que estamos aquí por la misma razón.
-Si. Y en cinco minutos descubrió mas cosas que nosotras. -Lavey había dado buena cuenta de su plato y ya casi lo tenia vacío, al parecer la conversación ya volvía a ser de su interés. -Aunque es un galimatias de canción.
Hablando de canciones... Rosalia se acercaba moviendo sus grandes masas de grasa láctea de una lado para otro. Sin ocultar sus intenciones se agacho mas de la cuenta al lado del monje y le dio el plato que había pedido. -A esta invita la caza mozalbete. Y cuando termines pásate por la cocina a dejar el plato, y... hablaremos del resto de la canción.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
"Y sueñas con ir arriba, qué gran... que gran... Lavey?" pensé a distancia en la palabra que hizo eco entre tanto palabrerío que Rei dejaba escapar de su boca mientras trataba de recurrí a mi análisis y archivo de memoria fallidamente, suspire profundo decepcionada de mi misma y volví a ella tratando de prestarle atención "haaa... si... su criatura..." gire los ojos a la pequeña confirmando el registro facial en mi almacén de datos racional... "ha crecido un poco, quizás por eso no la reconocí..."
Su disculpa resultó jocosa y me trajo de inmediato aquel amargo recuerdo, de manera inconsciente me estremecí cerrando los ojos, frunciendo el ceño, sacando a vista la punta de la lengua al recordar tan agria sensación, encogiendo los hombros y arrugado el mentón, luego no pude evitar sonreír e incluso transmitirle una risa alojada en una simple carcajada que me apresure a guardar cubriendo mi boca con puño cerrado.
- Cof cof - fingí un carraspeo para luego bajar la mano retomando la compostura seria que trataba de mantener, estaba molesta, no solo ese día, también con ella en sí y, era mi deber (como toda mujer) refregárselo en la cara para que lo note y esperar que adivine él porque; siguió hablando a lo que seguí escuchando, meditando sobre si cenaría algo allí con ellas, o que... hasta que, en sus palabras, algo me llamo la atención y sin poder evitar abrir los ojos grandes como plato termine desconcentrada por el vivaz comentario de la pequeña de lengua filosa.
Y otra vez sonreí descuidadamente y es que la honestidad de los más pequeños siempre me resulto curiosa, no temen herir sentimientos ni nada. Cuando me percate de ello, volví a cubrir mi boca intentando una tos real que dejaba mucho que desear.
Entonces ella volvió y sentí los pelos ponérseme de punta.
-graaaa~ cias... - "esta bien... cenare aqui...” pense con una sonrisa ladina sumamente finjida. Ansiosa a que esta mujer se fuera, no dije más nada y note como parecía causarle gracia a la pequeña mi rostro de incomodidad, una alegría reflejada en una simple mueca ligeramente sonriente y cejas fruncidas. "Detesto a los niños ¬¬"
Aguarde a que Rosa se alejara, no es como si quisiera compartir nada con ella, más si tenía que ver con algún tema de mi interés.
- Sigo la pista de un prófugo mmm - no pensaba compartir con ella cada detalle, pero no me vendría mal compañía en esta búsqueda - alguien, un rumor, uno de los cuantos que se escaparon de prisión.... - Quería poder verla a los ojos fijamente y hablar sin titubear, pero su sola presencia me ponía nerviosa y no lograba sostenerle la mirada ni medio segundo, mis ojos se clavaban en las vetas en la madera oscura de la mesa dañada - seguí pistas... y aqui estoy...
Metí la mano al bolsillo y saque un pequeño cuadernillo de papel donde llevaba apuntes varios de mis estudios principalmente. Lo coloque en la mesa y con el pulso alterado y vibrante busque la hoja para seguir anotando:
Su disculpa resultó jocosa y me trajo de inmediato aquel amargo recuerdo, de manera inconsciente me estremecí cerrando los ojos, frunciendo el ceño, sacando a vista la punta de la lengua al recordar tan agria sensación, encogiendo los hombros y arrugado el mentón, luego no pude evitar sonreír e incluso transmitirle una risa alojada en una simple carcajada que me apresure a guardar cubriendo mi boca con puño cerrado.
- Cof cof - fingí un carraspeo para luego bajar la mano retomando la compostura seria que trataba de mantener, estaba molesta, no solo ese día, también con ella en sí y, era mi deber (como toda mujer) refregárselo en la cara para que lo note y esperar que adivine él porque; siguió hablando a lo que seguí escuchando, meditando sobre si cenaría algo allí con ellas, o que... hasta que, en sus palabras, algo me llamo la atención y sin poder evitar abrir los ojos grandes como plato termine desconcentrada por el vivaz comentario de la pequeña de lengua filosa.
Y otra vez sonreí descuidadamente y es que la honestidad de los más pequeños siempre me resulto curiosa, no temen herir sentimientos ni nada. Cuando me percate de ello, volví a cubrir mi boca intentando una tos real que dejaba mucho que desear.
Entonces ella volvió y sentí los pelos ponérseme de punta.
-graaaa~ cias... - "esta bien... cenare aqui...” pense con una sonrisa ladina sumamente finjida. Ansiosa a que esta mujer se fuera, no dije más nada y note como parecía causarle gracia a la pequeña mi rostro de incomodidad, una alegría reflejada en una simple mueca ligeramente sonriente y cejas fruncidas. "Detesto a los niños ¬¬"
Aguarde a que Rosa se alejara, no es como si quisiera compartir nada con ella, más si tenía que ver con algún tema de mi interés.
- Sigo la pista de un prófugo mmm - no pensaba compartir con ella cada detalle, pero no me vendría mal compañía en esta búsqueda - alguien, un rumor, uno de los cuantos que se escaparon de prisión.... - Quería poder verla a los ojos fijamente y hablar sin titubear, pero su sola presencia me ponía nerviosa y no lograba sostenerle la mirada ni medio segundo, mis ojos se clavaban en las vetas en la madera oscura de la mesa dañada - seguí pistas... y aqui estoy...
Metí la mano al bolsillo y saque un pequeño cuadernillo de papel donde llevaba apuntes varios de mis estudios principalmente. Lo coloque en la mesa y con el pulso alterado y vibrante busque la hoja para seguir anotando:
"Vulwulfar
Los peces son muy felices, aquí tienen libertad
Los peces allí están tristes, sus casas son de cristal
Paso a Baslodia
La vida de nuestros peces muy larga no suele ser
Si al dueño le apetece, a mí me van a comer
Baslodia
¿No ves que tu propio mundo no tiene comparación?
¿Qué puede haber allá fuera que causa tal emoción?
Afueras de Lunargenta
Tú crees que en otros lagos las algas más verdes son
Y sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación!"
Los peces son muy felices, aquí tienen libertad
Los peces allí están tristes, sus casas son de cristal
Paso a Baslodia
La vida de nuestros peces muy larga no suele ser
Si al dueño le apetece, a mí me van a comer
Baslodia
¿No ves que tu propio mundo no tiene comparación?
¿Qué puede haber allá fuera que causa tal emoción?
Afueras de Lunargenta
Tú crees que en otros lagos las algas más verdes son
Y sueñas con ir arriba, y qué gran equivocación!"
Al terminar de escribir deje escapar un suspiro, no tenía sentido pero al igual que en otros sitios también conseguí un rumbo de acción y ese era el puerto.
Me aparte a penas de la libreta para que otros pudieran ver.
- Pienso ir al puerto después de comer... - Sin sacar la vista de las hojas se lo arrime - Te suena algo de esto?
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Una burla, una risa mal llevada, un carraspeo vergonzoso y un puño que enmascaraba una sonrisa. Parecía que la Saurin que conocí hace un año todavía seguía por ahí, escondida bajo una fachada huraña de tipo duro y distante. Con que esas tenemos. Pensaba mientras me llevaba la cuchara a la boca.
Aquella sonrisa si que la conocía bien, por el contrario, no conocía el significado por el cual quería ocultar todas aquellas virtudes, pero mi cabeza no tardo en encontrar un razonamiento conveniente que mitigara el dolor que crecía en el pecho. Esta bien, sigue siendo la seria y fría Sauron. La tierna y dulce Saurin sera solo mía, solo te dejare que me la enseñes a mi y cuando nadie más mire. Bueno... y a lo mejor Lavey también puede conocerla, pero solo un poquito. ¡Y muy poquito!
Aquel "gracias" que dijo la rubia sonó casi como si fuera una pregunta. Me cruce de brazos mientras mastica un trozo de carne y levante un ceja para después bajarla y guiñarle el ojo. Si las miradas hablaran la mía diría "Sal tu sólita de esta, ahora no pienso ayudarte."
¡Eso es! Decía mentalmente mirando a la rubia con cara de triunfo. No puedes ni mirarme. ¿Que te pasa? te acuerdas de la tórrida noche ¿O de la salvaje fiesta en el agua? Bebí el final de mi baso y sonreí con arrogancia sin darme cuenta.
Lo cierto era que la respuesta a mis pensamientos solo la tenia la peregrina, pero me sentía demasiado dolida como para preguntarle y recibir una respuesta que no quería oír, era mas fácil seguir pensando lo que mas me convenía.
Entre tanto la pequeña lagartija había acercado sigilosamente la silla junta a la de Sauron y leía por encima del hombro las anotaciones del supuesto hombre. Y por lo visto había reconocido algo porque levanto las cejas y se quedo leyendo.
Yo también leia, pero la cara de la otra mujer. ¿Porque? es algo que aun no consigo saber, o que no quiero saber. Me estaba esforzando por memorizar todas las expresiones, el suspiro, el ceño levemente fruncido, el nervioso repiqueo de sus dedos en la mesa y el labio fruncido que luego se transformó en una pulpa que sus dientes mordían sin prestar atención a nada más que a la pluma y el papel.
-A ver...
Estaba algo ida de la conversación y comía de manera sistemática, tanto es así que la cuchara que me estaba llevando a la boca estaba vacía. Estiré el brazo libre mordisqueando la cuchara.
-Si que me suena si. Estas frases se las oíamos cantar a los marineros que limpiaban redes esta mañana.
-Si, pero eran mucho mas vulgares. -Lavey no estaba mirando la libreta, pero sabia lo que ponían en el interior. -Decían cosas bastante desagradables, pero en fin.. hombres.
-Te acompañamos al puerto, Sauron. -Le dije al rapaz con una sonrisa cuando termino de comer. -A ver si alguien sabe de que va todo esto. -Al levantarme rodee la mesa y me acerque al monje dándole la mano, esperando que el "caballero" condujera a la dama a la salida. -Y dime... -Acerque mi cabeza hacia el pelo rubio que me acompañaba, susurrándole pero sin mirar. -Las heridas, ¿Te tardaron mucho en curar? Espero ser la única que te las hagas de esa manera.
Lavey caminaba por delante de nosotras, abriendo la puerta de la taberna y despidiéndose con la mano de Rosa mientras esperaba que pasáramos por el umbral.
Aquella sonrisa si que la conocía bien, por el contrario, no conocía el significado por el cual quería ocultar todas aquellas virtudes, pero mi cabeza no tardo en encontrar un razonamiento conveniente que mitigara el dolor que crecía en el pecho. Esta bien, sigue siendo la seria y fría Sauron. La tierna y dulce Saurin sera solo mía, solo te dejare que me la enseñes a mi y cuando nadie más mire. Bueno... y a lo mejor Lavey también puede conocerla, pero solo un poquito. ¡Y muy poquito!
Aquel "gracias" que dijo la rubia sonó casi como si fuera una pregunta. Me cruce de brazos mientras mastica un trozo de carne y levante un ceja para después bajarla y guiñarle el ojo. Si las miradas hablaran la mía diría "Sal tu sólita de esta, ahora no pienso ayudarte."
¡Eso es! Decía mentalmente mirando a la rubia con cara de triunfo. No puedes ni mirarme. ¿Que te pasa? te acuerdas de la tórrida noche ¿O de la salvaje fiesta en el agua? Bebí el final de mi baso y sonreí con arrogancia sin darme cuenta.
Lo cierto era que la respuesta a mis pensamientos solo la tenia la peregrina, pero me sentía demasiado dolida como para preguntarle y recibir una respuesta que no quería oír, era mas fácil seguir pensando lo que mas me convenía.
Entre tanto la pequeña lagartija había acercado sigilosamente la silla junta a la de Sauron y leía por encima del hombro las anotaciones del supuesto hombre. Y por lo visto había reconocido algo porque levanto las cejas y se quedo leyendo.
Yo también leia, pero la cara de la otra mujer. ¿Porque? es algo que aun no consigo saber, o que no quiero saber. Me estaba esforzando por memorizar todas las expresiones, el suspiro, el ceño levemente fruncido, el nervioso repiqueo de sus dedos en la mesa y el labio fruncido que luego se transformó en una pulpa que sus dientes mordían sin prestar atención a nada más que a la pluma y el papel.
-A ver...
Estaba algo ida de la conversación y comía de manera sistemática, tanto es así que la cuchara que me estaba llevando a la boca estaba vacía. Estiré el brazo libre mordisqueando la cuchara.
-Si que me suena si. Estas frases se las oíamos cantar a los marineros que limpiaban redes esta mañana.
-Si, pero eran mucho mas vulgares. -Lavey no estaba mirando la libreta, pero sabia lo que ponían en el interior. -Decían cosas bastante desagradables, pero en fin.. hombres.
-Te acompañamos al puerto, Sauron. -Le dije al rapaz con una sonrisa cuando termino de comer. -A ver si alguien sabe de que va todo esto. -Al levantarme rodee la mesa y me acerque al monje dándole la mano, esperando que el "caballero" condujera a la dama a la salida. -Y dime... -Acerque mi cabeza hacia el pelo rubio que me acompañaba, susurrándole pero sin mirar. -Las heridas, ¿Te tardaron mucho en curar? Espero ser la única que te las hagas de esa manera.
Lavey caminaba por delante de nosotras, abriendo la puerta de la taberna y despidiéndose con la mano de Rosa mientras esperaba que pasáramos por el umbral.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
"El puerto..." Tenía lógica y sentido, las frases me sonaban en mis recuerdos pero no recordaba de donde, lo que no me imagine fue que perteneciera a un tipo de canto alegórico para marineros, el haberlas encontrado aún bajo estas circunstancias tenían un lado positivo después de todo. Guardé la libreta nuevamente y proseguí comiendo.
- Lo agradecería - le respondí ya que a pesar de que no deseaba su compañía en este momento, una mano familiar me vendría bien en lugares que desconozco y teniendo en cuenta que solo sabía comunicarme con la gente a través de los sermones, ellas podrían resultar de gran ayuda, mientras no metieran sus narices más allá de lo necesario, pues tenía mis sospechas sobre todo el asunto.
Pensé en negar descortésmente su mano, pues no deseaba ser tocada por ella por lo pronto, pero si íbamos a trabajar juntas, debía ser más cooperativa y menos rencorosa, algo que se me dificultaba desde el momento en que la reconocí.
No acepte su mano, pero tampoco la rechaza como quería hacerlo, solo negué su existencia y me puse de pie por mis propios métodos para así caminar hacia la puerta, lo que no calculaba era el susurro en mi oído que logro ponerme los pelos de punta y termine con aquel rubor facial, expresión incontrolable, imposible de fingir y sin equivalente en otros animales que era una respuesta normal e involuntaria ante una situación imprevista.
"Noooo!!!! No estoy de buenas para esto" pensaba a los gritos tratando de tapar como mi cerebro justificaba el ardor que sentía sobre los pómulos "es solo el sistema simpático liberando adrenalina y este como buen estimulante natural ante la sorpresa aceleró mi respiración" mientras lo pensaba lo notaba y trataba de ocultarlo "aceleró el ritmo del corazón" el fuerte palpitar parecía escucharse por todos lados... "las pupilas se dilataron seguramente y la digestión... " un gruñido se escuchó en la boca de mi estómago "... se ralentizó, genial" trataba de ser deshonesta conmigo misma, pero era inútil, algo dentro de mí no me dejaba estarme tranquila.
Todas estas características buscaban dejarme en evidencia ocurriendo en simultáneo y sin control alguno, pero principalmente odiaba que dilataran los vasos sanguíneos en el rostro el flujo y la entrega de oxígeno, era detestable mostrar ese tipo de vulnerabilidad.
No le respondí y aceleré el paso al exterior pasando junto a la pequeña.
- Lo agradecería - le respondí ya que a pesar de que no deseaba su compañía en este momento, una mano familiar me vendría bien en lugares que desconozco y teniendo en cuenta que solo sabía comunicarme con la gente a través de los sermones, ellas podrían resultar de gran ayuda, mientras no metieran sus narices más allá de lo necesario, pues tenía mis sospechas sobre todo el asunto.
Pensé en negar descortésmente su mano, pues no deseaba ser tocada por ella por lo pronto, pero si íbamos a trabajar juntas, debía ser más cooperativa y menos rencorosa, algo que se me dificultaba desde el momento en que la reconocí.
No acepte su mano, pero tampoco la rechaza como quería hacerlo, solo negué su existencia y me puse de pie por mis propios métodos para así caminar hacia la puerta, lo que no calculaba era el susurro en mi oído que logro ponerme los pelos de punta y termine con aquel rubor facial, expresión incontrolable, imposible de fingir y sin equivalente en otros animales que era una respuesta normal e involuntaria ante una situación imprevista.
"Noooo!!!! No estoy de buenas para esto" pensaba a los gritos tratando de tapar como mi cerebro justificaba el ardor que sentía sobre los pómulos "es solo el sistema simpático liberando adrenalina y este como buen estimulante natural ante la sorpresa aceleró mi respiración" mientras lo pensaba lo notaba y trataba de ocultarlo "aceleró el ritmo del corazón" el fuerte palpitar parecía escucharse por todos lados... "las pupilas se dilataron seguramente y la digestión... " un gruñido se escuchó en la boca de mi estómago "... se ralentizó, genial" trataba de ser deshonesta conmigo misma, pero era inútil, algo dentro de mí no me dejaba estarme tranquila.
Todas estas características buscaban dejarme en evidencia ocurriendo en simultáneo y sin control alguno, pero principalmente odiaba que dilataran los vasos sanguíneos en el rostro el flujo y la entrega de oxígeno, era detestable mostrar ese tipo de vulnerabilidad.
No le respondí y aceleré el paso al exterior pasando junto a la pequeña.
***
Una vez afuera una ventisca helada me recordó la época del año en que estábamos, lo lindo de las zonas costeras era que no caía nieve de ninguna forma ya que había demasiada humedad para ello y el agua se mantenía fría, helada...
No dije nada y comencé a caminar, sabía dónde estaba el puerto, había recorrido el lugar ni bien llegue y antes de sentir hambre.
Mantuve el paso acelerado para marcar mi distancia de ellas y poco a poco las casas tomaban un color más muerto y pálido, el solado dejo de ser graba y piedras, para ser tablones de lado a lado de la calle y el sonido de música jocosa débilmente se escuchaba a lo lejos.
“Por favor Erik, no seas tú…” se me ocurrió pensar cuando una tonada sonó sumamente familiar en los recuerdos de mi juventud.
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Negación, enfado sin sentido, evitar el contacto, hablar lo mínimo imprescindible... aunque esto ultimo en Sauron podía ser normal, el resto de señales no. Eran las típicas de una mujer rencorosa o despechada. Pero ¿Porque conmigo? ¿Que le hice yo para que estuviera así después de una eternidad sin vernos? A menos que... No puede ser. Pensé. Le dije que A LO MEJOR la volvía a ver. ¿Se quedo esperando... cuanto? ¿Todo el año, días... meses?
Miraba a Saurin con los ojos abiertos de incredulidad. El sonrojo en su cara era un premio palpable para mi, pero el nuevo descubrimiento me dejo sin habla durante el camino. No tiene que ser cierto ¿Que tiene 15 años? No eres el centro de mi mundo guapa. Aunque lo cierto era que últimamente sus recuerdos me habían asaltado por las noches. Tenia cosas muy importantes que hacer.
Lo cual era cierto, pues este año había recorrido el este del continente de arriba abajo en varias ocasiones. Pero todo aquello me daba igual, era un ser adulto y racional (casi siempre) y no iba a dejar que esto me afectara, Saurin tenia dos cosas que hacer; enfadarse y desenfadarse. Saber este hecho provoco que el corazón doliera menos.
La monje caminaba por delante de nosotras, Lavey se lo tomaba como un juego e intentaba ponerse a su paso sin correr. Como resultado yo me estaba quedando muy a tras así que tuve que hacer lo propio y comenzar a dar zancadas grandes.
Al llegar al desembarcadero los marineros habían dejado de limpiar la redes para comenzar a recogerlas.
-Mira, son esos de allí.
Dije neutral señalando con la mano. No dejaría que su comportamiento me afectara, pero... en el fondo si lo hacia, porque tenia que controlarme para aparentar mi actitud corriente.
En poco y nada estuvimos al lado de los marineros, que al ver a una mujer, una adolescente y un hombre con falda, no dudaron en lanzar toda clase de improperios, silbidos e insinuaciones muy variadas.
-Ya esta bien muchachos. -Dije autoritaria. -¿Que pensarías las putas del muelle si os ven con la competencia? -No iba a permitir que esos monos de feria me amedrentan. -Aunque no creo que os interese meteros con la doña de un licantropo y su hija. -Sonreí con malicia. Por supuesto, estaba mintiendo, pero ellos no lo sabían.
-Eso, papa es un lobo feroz muy malo. La semana pasada le arranco una mano a señor Marlow por tocarle el brazo a Madre.
No sabia donde, pero la niña había aprendido a mentir a las mil maravillas. Seguramente la imaginación de la edad tenia mucho que ver.
Los marineros dejaron de recoger las redes y se quedaron en silencio.
-Bien caballeros. ¿Donde puedo encontrar a alguien que sepa algo sobre esta gente?
Saque un papel de "Se busca" del morral y se lo enseñe a los trabajadores. Se quedaron callados, se miraron entre si, Lavey les había insuflado miedo en el corazón, ni siquiera se atrevían a hablar. El valiente del grupo empujo a uno de los hombres más jóvenes y este señalo con la mano temblorosa hacia una caseta donde había un cartel con los símbolos de la guardia portuaria.
Sonreí al grupo de trabajadores y me despedí con un simple gracias, poniendo marcha hacia la caseta de los guardas. No mire a tras, suponía que Sauron me seguiría, y aunque una parte de mi quería asegurarse otra me impedía hacerlo.
Miraba a Saurin con los ojos abiertos de incredulidad. El sonrojo en su cara era un premio palpable para mi, pero el nuevo descubrimiento me dejo sin habla durante el camino. No tiene que ser cierto ¿Que tiene 15 años? No eres el centro de mi mundo guapa. Aunque lo cierto era que últimamente sus recuerdos me habían asaltado por las noches. Tenia cosas muy importantes que hacer.
Lo cual era cierto, pues este año había recorrido el este del continente de arriba abajo en varias ocasiones. Pero todo aquello me daba igual, era un ser adulto y racional (casi siempre) y no iba a dejar que esto me afectara, Saurin tenia dos cosas que hacer; enfadarse y desenfadarse. Saber este hecho provoco que el corazón doliera menos.
La monje caminaba por delante de nosotras, Lavey se lo tomaba como un juego e intentaba ponerse a su paso sin correr. Como resultado yo me estaba quedando muy a tras así que tuve que hacer lo propio y comenzar a dar zancadas grandes.
Al llegar al desembarcadero los marineros habían dejado de limpiar la redes para comenzar a recogerlas.
-Mira, son esos de allí.
Dije neutral señalando con la mano. No dejaría que su comportamiento me afectara, pero... en el fondo si lo hacia, porque tenia que controlarme para aparentar mi actitud corriente.
En poco y nada estuvimos al lado de los marineros, que al ver a una mujer, una adolescente y un hombre con falda, no dudaron en lanzar toda clase de improperios, silbidos e insinuaciones muy variadas.
-Ya esta bien muchachos. -Dije autoritaria. -¿Que pensarías las putas del muelle si os ven con la competencia? -No iba a permitir que esos monos de feria me amedrentan. -Aunque no creo que os interese meteros con la doña de un licantropo y su hija. -Sonreí con malicia. Por supuesto, estaba mintiendo, pero ellos no lo sabían.
-Eso, papa es un lobo feroz muy malo. La semana pasada le arranco una mano a señor Marlow por tocarle el brazo a Madre.
No sabia donde, pero la niña había aprendido a mentir a las mil maravillas. Seguramente la imaginación de la edad tenia mucho que ver.
Los marineros dejaron de recoger las redes y se quedaron en silencio.
-Bien caballeros. ¿Donde puedo encontrar a alguien que sepa algo sobre esta gente?
Saque un papel de "Se busca" del morral y se lo enseñe a los trabajadores. Se quedaron callados, se miraron entre si, Lavey les había insuflado miedo en el corazón, ni siquiera se atrevían a hablar. El valiente del grupo empujo a uno de los hombres más jóvenes y este señalo con la mano temblorosa hacia una caseta donde había un cartel con los símbolos de la guardia portuaria.
Sonreí al grupo de trabajadores y me despedí con un simple gracias, poniendo marcha hacia la caseta de los guardas. No mire a tras, suponía que Sauron me seguiría, y aunque una parte de mi quería asegurarse otra me impedía hacerlo.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Era incomodo recibir gritos y alharacas, aun cuando no eran dirigidas a mí y en otras ocasiones no le habría prestado atención a la situación, pero eran de los pechos de ella de quien hablaban, de su pechos, su trasero y de cosas inentendibles que haría, era incómodo y molesto y me dolió el pecho solo escuchándolos, tenia deseos por reprenderlos pero me daba algo de pavor caminar entre hombres, ni pensar siquiera en hablarles.
Vestido con las prendas que iba no recibía mayor atención que la de un alfeñique escueto; mantuve la cabeza agacha y refrene un tanto la marcha algo intimidada pero decidida, les diría algo, les pediría... no les exigiría respeto a nosotros e incluso quería insultarlos y golpearlos ya que no toleraba la repugnante idea de sus ojos sobre aquellas bellísimas curvas, quería detener la violación verbal cuando las damas que pretendía defender se me adelantaron.
Admiraba la actitud con la que Rei y la crianza se mostraban al mundo, con una seguridad que arrasaba poblados sin escrúpulos, como si fueran dueñas del puerto y todo bajo su pie... su territorio. Logro con menos de tres oraciones acallar los aullidos hambrientos de quienes tocaba tierra por horas entre meses y más aún, logro información útil y valida.
Llamo mi atención el papel que mostro para pedir indicaciones pero no dije nada, caminando tras ella hacia la guardia lo recordé.
- No muestres tan ligeramente el pedido de captura… - le propuse cordial y sutil en voz baja inclinándome hacia ella para no necesitar levantar la voz – no necesitamos avivar ineptos…
al reincorporarme mantuve la vista enfrente y la seguí.
La casilla no era mucho más grande que un pórtico o un kiosco pequeño, no contaba con puerta ni vidrios en las ventanas, quien estaba en su interior parecía tener un frio desgarrador y sentirse desolado y es que no podía imaginar que tan entusiasmarte podría resultar su vida atracado detrás del libro de novedades del puerto.
- Los Celestiales te escuchan – exprese para anunciarnos.
- Y a ti también hermano – respondió dejando entrever una sonrisa a la cual correspondí.
Cada tanto lograba dar con fieles en mi camino sin necesidad de convocarlos y eso me demostraba cuanto los Celestiales velaban por mi camino, ellos no permitían que me moviese sola y a ciegas en mi difícil misión.
- Espero no estemos molestando, Mi nombre es Sauron y ellas son las hermanas Reivy y su bendición Lavey, necesitamos saber sobre una persona…
- Soy Simon y estas en el lugar correcto, dime alguna fecha y veré que puedo hacer.
- No… no tenemos una fecha ni parecido... – me apresure a decir algo inquieta.
- Sin fecha no podré ser de tan fallida, cada mes tiene un registro diferente, son dos libros cada 40 noches, todo se archiva por fecha dentro del calendario humano.
Sus palabras eran desalentadoras, la persona que buscábamos podría encontrarse aguas adentro y él no podía ayudarnos a situarlo.
- Se llama Erik Lesher, un hombre no más alto que mi persona, de barba rubia como su cabello y cara de idiota estafador. – Si bien mis recuerdos de Erik eran algo escuetos, tenía su rostro calado en mi memoria de la última vez que nos vimos.
- El nombre no me suena hermano, y sin una fecha no podría buscar en los registros el nombre que me dais.
No era solo una búsqueda lo que necesitaba, si él estaba en aguas abiertas sería útil, sino una pérdida de tiempo. El no saldría sin registrarse, era cauteloso pero no aventurero, jamás apostaría su vida a que nadie lo encuentre tras un naufragio pero tampoco sería tan idiota para utilizar su propio nombre. Entonces lo entendí, quizás no solo no se registraría como Erik sino que tampoco se haría llamar como tal, se supone que esta huyendo de algún tipo de justicia.
- Squishi! – recordé entonces el apodo que le habían puesto cuando éramos pequeños y al cual Simon reaccionó.
- Si, a Squishi sí lo conozco – se expresó con una sonrisa en el rostro, una sonrisa completamente efímera pues no tardo ni tres segundos en desaparecer.
- Lo conozco pero no lo encontraran aquí… - no pude evitar demostrar la preocupación y decepción en el rostro – veran... hace tres meses … - coloco su mano bajo el mentón y levanto la vista haciendo memoria - esta aguas al norte creo…
Entonces se giró y desplazo hasta un armario cercano, que al abrirlo maravillaba ver como desbordaba de libros cargados de conocimiento. Tomo uno entre tantos y se acercó para desparramarlo sobre el mostrador y abrirlo cerca de las ultimas páginas.
Se introdujo en una preocupante búsqueda minuciosa entre textos más chicos que el ancho de la lúnula en mis dedos. No deseaba mantener una conversación con Reivy, pero de reojo me atrevía a mirarla, al menos cuando notaba que no era objetivo de sus ojos, el silencio me incomodaba pero en nuevo sonido de un fuerte golpe sobre la mesa me despabilo en lo que un segundo libro se sobrecargaba al primero con lo que contener ser los mismos datos del anterior.
- Squishi Leiher, 26954N;45268S
- Disculpa? – pregunte inquieta ante los números que me había proporcionado…
Vestido con las prendas que iba no recibía mayor atención que la de un alfeñique escueto; mantuve la cabeza agacha y refrene un tanto la marcha algo intimidada pero decidida, les diría algo, les pediría... no les exigiría respeto a nosotros e incluso quería insultarlos y golpearlos ya que no toleraba la repugnante idea de sus ojos sobre aquellas bellísimas curvas, quería detener la violación verbal cuando las damas que pretendía defender se me adelantaron.
Admiraba la actitud con la que Rei y la crianza se mostraban al mundo, con una seguridad que arrasaba poblados sin escrúpulos, como si fueran dueñas del puerto y todo bajo su pie... su territorio. Logro con menos de tres oraciones acallar los aullidos hambrientos de quienes tocaba tierra por horas entre meses y más aún, logro información útil y valida.
Llamo mi atención el papel que mostro para pedir indicaciones pero no dije nada, caminando tras ella hacia la guardia lo recordé.
- No muestres tan ligeramente el pedido de captura… - le propuse cordial y sutil en voz baja inclinándome hacia ella para no necesitar levantar la voz – no necesitamos avivar ineptos…
al reincorporarme mantuve la vista enfrente y la seguí.
La casilla no era mucho más grande que un pórtico o un kiosco pequeño, no contaba con puerta ni vidrios en las ventanas, quien estaba en su interior parecía tener un frio desgarrador y sentirse desolado y es que no podía imaginar que tan entusiasmarte podría resultar su vida atracado detrás del libro de novedades del puerto.
- Los Celestiales te escuchan – exprese para anunciarnos.
- Y a ti también hermano – respondió dejando entrever una sonrisa a la cual correspondí.
Cada tanto lograba dar con fieles en mi camino sin necesidad de convocarlos y eso me demostraba cuanto los Celestiales velaban por mi camino, ellos no permitían que me moviese sola y a ciegas en mi difícil misión.
- Espero no estemos molestando, Mi nombre es Sauron y ellas son las hermanas Reivy y su bendición Lavey, necesitamos saber sobre una persona…
- Soy Simon y estas en el lugar correcto, dime alguna fecha y veré que puedo hacer.
- No… no tenemos una fecha ni parecido... – me apresure a decir algo inquieta.
- Sin fecha no podré ser de tan fallida, cada mes tiene un registro diferente, son dos libros cada 40 noches, todo se archiva por fecha dentro del calendario humano.
Sus palabras eran desalentadoras, la persona que buscábamos podría encontrarse aguas adentro y él no podía ayudarnos a situarlo.
- Se llama Erik Lesher, un hombre no más alto que mi persona, de barba rubia como su cabello y cara de idiota estafador. – Si bien mis recuerdos de Erik eran algo escuetos, tenía su rostro calado en mi memoria de la última vez que nos vimos.
- El nombre no me suena hermano, y sin una fecha no podría buscar en los registros el nombre que me dais.
No era solo una búsqueda lo que necesitaba, si él estaba en aguas abiertas sería útil, sino una pérdida de tiempo. El no saldría sin registrarse, era cauteloso pero no aventurero, jamás apostaría su vida a que nadie lo encuentre tras un naufragio pero tampoco sería tan idiota para utilizar su propio nombre. Entonces lo entendí, quizás no solo no se registraría como Erik sino que tampoco se haría llamar como tal, se supone que esta huyendo de algún tipo de justicia.
- Squishi! – recordé entonces el apodo que le habían puesto cuando éramos pequeños y al cual Simon reaccionó.
- Si, a Squishi sí lo conozco – se expresó con una sonrisa en el rostro, una sonrisa completamente efímera pues no tardo ni tres segundos en desaparecer.
- Lo conozco pero no lo encontraran aquí… - no pude evitar demostrar la preocupación y decepción en el rostro – veran... hace tres meses … - coloco su mano bajo el mentón y levanto la vista haciendo memoria - esta aguas al norte creo…
Entonces se giró y desplazo hasta un armario cercano, que al abrirlo maravillaba ver como desbordaba de libros cargados de conocimiento. Tomo uno entre tantos y se acercó para desparramarlo sobre el mostrador y abrirlo cerca de las ultimas páginas.
Se introdujo en una preocupante búsqueda minuciosa entre textos más chicos que el ancho de la lúnula en mis dedos. No deseaba mantener una conversación con Reivy, pero de reojo me atrevía a mirarla, al menos cuando notaba que no era objetivo de sus ojos, el silencio me incomodaba pero en nuevo sonido de un fuerte golpe sobre la mesa me despabilo en lo que un segundo libro se sobrecargaba al primero con lo que contener ser los mismos datos del anterior.
- Squishi Leiher, 26954N;45268S
- Disculpa? – pregunte inquieta ante los números que me había proporcionado…
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
En el camino a la guardia costera Saurin se acerco y casi me susurro al oído. Solo la vi una vez, solo estuve con ella unas horas. ¿Porque mierdas suspiraba tanto? No tenia sentido, ella podía ser una entre muchas de las que visite este año. ¿Porque diantres no podía ser una más?
La cabeza me daba vueltas, vueltas por ella. Cuando se incorporo afirme en silencio con la cabeza, no porque quisiera dejar de hablar con ella, sino porque sabia que tenia razón. Cuanto menos habláramos en publico sobre el recluso, mejor.
Permanecí al lado de Sauron durante toda la interacción con el guardia, no estaba ni cerca ni lejos, lo justo para poder verla con la visión periférica. -Tres meses es mucho tiempo, quizás estén náufragos. ¿Alguien fue a comprobarlo? -El creyente de los celestiales negó con la cabeza. -Son coordenadas Sau. Mira.
Metí la mano en el zurrón y saque el mapa de mi bisabuela Leo, el cual cada día tenia mas marcas, porque a las de mi ancestro ahora se sumaban las mías.
-Aquí, es donde tenemos que ir. -Dije señalando con el dedo. -Vamos, necesito madera y tela.
Si el barco estaba naufragado no conseguiríamos el cuerpo del reo, y por tanto no tendríamos recompensa. Pero si estaba varado o encallado teníamos mas posibilidades. Camine, esta vez al lado de Sauron y con Lavey a mi izquierda, hasta llegar a los astilleros. Me dirigí al carpintero mas cercano y pedí prestado un puesto de trabajo, pagando, por supuesto, por los materiales que use.
Aunque la madera y la vela de barco que me dieron estaba desgatadas, eran lo suficientemente fuertes como para aguantar el peso de un humano. Serré cuatro tablones y raje las lonas para formar unas camillas portables. Sujete la lona a la madera con clavos en forma de V y las enrolle. Una me la quede yo y la otra se la di a Lavey.
-Ahora si, ya esta todo listo. Podemos irnos. -Mire a mi niña con complicidad y luego a Saurin que me miraba como si fuera tonta. -Tranquila, no necesitamos barco. Confía en mi.
Le guiñe el ojo a la mujer que se hacia pasar por un hombre y camine hasta llegar de nuevo a los embarcaderos, es cogí uno que tenia dos lugares adyacentes vacíos. -Vey ve a ese que esta vacío, y recuerda lo que te he enseñado. -La rubia sonrió contenta, le encantaba hacer alardes de su verdadera forma, igualita que su madre.
Como si estuviera ensayado (y en el fondo lo estaba porque así fue como le enseñó a controlar el cambio) Hija y madre comenzaron a cambiar a la vez y en sincronía. Primero las piernas y el torso, que fue alargándose y cambiando el color de la tela y el cuero del invierno, por escamas monocromáticas en la niña y multicolor en la adulta. Luego los brazos y la cola, para finalizar con las alas y la cabeza. Sabiendo que tendría jinete en este vuelvo, me prepare de antemano y concentre una pequeña parte de mi magia en cancelar mis impulsos eléctricos. Recogí del suelo la camilla con una de las garras delanteras y tumbe todo mi cuerpo sobre el muelle hasta que el estomago toco suelo. Lavey ya rugía feliz y aleteaba aun en tierra, preparada para partir.
Hacia mucho tiempo que no viajaba por el mar, la ultima vez que lo hice recibí un golpe que casi me hace perder mi brazo derecho, prueba de ello era la cicatriz redonda que había quedado en la parte baja de mi pata, donde las escamas ya habían crecido, pero con un color mas claro.
______
Off: Cambio de forma en pj y npc.
Uso mi profesión de carpintería para crear dos camillas plegables de rescate.
La cabeza me daba vueltas, vueltas por ella. Cuando se incorporo afirme en silencio con la cabeza, no porque quisiera dejar de hablar con ella, sino porque sabia que tenia razón. Cuanto menos habláramos en publico sobre el recluso, mejor.
Permanecí al lado de Sauron durante toda la interacción con el guardia, no estaba ni cerca ni lejos, lo justo para poder verla con la visión periférica. -Tres meses es mucho tiempo, quizás estén náufragos. ¿Alguien fue a comprobarlo? -El creyente de los celestiales negó con la cabeza. -Son coordenadas Sau. Mira.
Metí la mano en el zurrón y saque el mapa de mi bisabuela Leo, el cual cada día tenia mas marcas, porque a las de mi ancestro ahora se sumaban las mías.
-Aquí, es donde tenemos que ir. -Dije señalando con el dedo. -Vamos, necesito madera y tela.
Si el barco estaba naufragado no conseguiríamos el cuerpo del reo, y por tanto no tendríamos recompensa. Pero si estaba varado o encallado teníamos mas posibilidades. Camine, esta vez al lado de Sauron y con Lavey a mi izquierda, hasta llegar a los astilleros. Me dirigí al carpintero mas cercano y pedí prestado un puesto de trabajo, pagando, por supuesto, por los materiales que use.
Aunque la madera y la vela de barco que me dieron estaba desgatadas, eran lo suficientemente fuertes como para aguantar el peso de un humano. Serré cuatro tablones y raje las lonas para formar unas camillas portables. Sujete la lona a la madera con clavos en forma de V y las enrolle. Una me la quede yo y la otra se la di a Lavey.
-Ahora si, ya esta todo listo. Podemos irnos. -Mire a mi niña con complicidad y luego a Saurin que me miraba como si fuera tonta. -Tranquila, no necesitamos barco. Confía en mi.
Le guiñe el ojo a la mujer que se hacia pasar por un hombre y camine hasta llegar de nuevo a los embarcaderos, es cogí uno que tenia dos lugares adyacentes vacíos. -Vey ve a ese que esta vacío, y recuerda lo que te he enseñado. -La rubia sonrió contenta, le encantaba hacer alardes de su verdadera forma, igualita que su madre.
Como si estuviera ensayado (y en el fondo lo estaba porque así fue como le enseñó a controlar el cambio) Hija y madre comenzaron a cambiar a la vez y en sincronía. Primero las piernas y el torso, que fue alargándose y cambiando el color de la tela y el cuero del invierno, por escamas monocromáticas en la niña y multicolor en la adulta. Luego los brazos y la cola, para finalizar con las alas y la cabeza. Sabiendo que tendría jinete en este vuelvo, me prepare de antemano y concentre una pequeña parte de mi magia en cancelar mis impulsos eléctricos. Recogí del suelo la camilla con una de las garras delanteras y tumbe todo mi cuerpo sobre el muelle hasta que el estomago toco suelo. Lavey ya rugía feliz y aleteaba aun en tierra, preparada para partir.
Hacia mucho tiempo que no viajaba por el mar, la ultima vez que lo hice recibí un golpe que casi me hace perder mi brazo derecho, prueba de ello era la cicatriz redonda que había quedado en la parte baja de mi pata, donde las escamas ya habían crecido, pero con un color mas claro.
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Off: Cambio de forma en pj y npc.
Uso mi profesión de carpintería para crear dos camillas plegables de rescate.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
No entendía mucho de indicaciones marinas, ni mapas o cartografía, no era mi fuerte la geografía en general como disciplina cuando me dedique a los estudios de adolecente. Agradecí entonces que Reivy me acompañase ya que ni nadando adivinaría hacia donde tenía que ir con tan solo estos absurdos números y letras.
Antes de salir pase la manos a Simon con una gran sonrisa y agradecí su colaboración y ayuda sin precedentes.
- Un placer hermano y que los Celestiales los acompañen en su travesía.
- Mientras te bendicen a ti, aquí... - le respondí y a paso apresurado seguí a mis dos compañeras quienes parecían tener todo resuelto. Reivy se tomó un rato armando algo para transportar personas? o ni idea... mientras su hija y yo observábamos entretenidas, luego hacia el puerto comando y en su rostro no se notaba ni una mueca de inseguridad.
Nos habíamos encontrado hace no más de una hora, desconocía como llegaron al lugar por lo que por un segundo me imagine que quizás tenían una flota de la cual presumir, pero terminamos en un hueco vacío.
- Emmm...
Pensé también por un momento que esperaban a que me transformara y así llevarlas en mi lomo como si el barco fuera yo, pero eso además de ser sumamente peligroso, ellas no sabían de mi condición y no era tan idiota para demostrar mi naturaleza tan ligeramente. La incertidumbre se me notaba en el rostro y las palabras de Rei solo me confundieron aún más hasta que empezó su transformación.
"Dragones alados..." pensé maravillada mientras observaba como si iba convirtiendo hasta volverse una espléndida y majestuosa criatura "ellas también son dragones!" estaba anonadada y a pesar de esta gran revelación que termino dejándome sin habla, no podía quitar mis ojos de Reivy, simplemente bella. Sentí mis mejillas nuevamente ruborizadas, me parecía hermosa hasta su forma original "estúpida..." pensé y borre de mi rostro la cara anonadada.
Todo parecía indicar que sería ella quien me llevara encima "mejor así..." pensé, no necesitaba mostrarme ni nada, solo debía actuar con normalidad. "Por esto se sentían tan seguras..."
- Esto si es novedoso de ti - dije acercándome - usaste el mismo método para salir de las Islas Illidenses? - pregunte en un tono desafiante no intencional, queria decirle por que andaba molesta, pero algo en mi orgullo no me lo permitia. Quede a su lado para montarme sobre ella pero, solo tocar su rígida piel escamosa y helada hizo que me sintiera avergonzada y nerviosa, era su piel desnuda después de todo, su verdadera piel. Anhelaba este tacto y cercanía con ella desde hacía un año. Levante mi túnica para poder acomodar mis piernas a cada lado y me aferré.
Empezó el vuelo e iba sujeta a su cuello como me era posible, abrazando con firmeza lo que cubría de la circunferencia. Con el rostro a un lado sintiendo como mis cabellos golpeteaban mi rostro incontrolables. La briza era ahora una corriente fuerte que se interponía a nosotros y levantarme solo traería complicaciones si queríamos llegar rápido, quizás no poseía alas, pero conocía los principios de aerodinámica que le permitían a los de su clase despegarse del suelo.
Nunca había volado antes, ni junto a los dragones con los que me crié y esta sería por lejos, una gran, grata y emocionante experiencia de no ser que mi cabeza trataba de concentrarse en la misión y en el momento de manera limpia ya que pecaminosas ideas asaltaban cualquier lógica.
Mi rostro, mis brazos, mi pecho y abdomen, hasta piernas y entrepierna estaban contra ella, era un abrazo completo y podía sentir su piel a lo largo de mi ser. No me percate en que momento ya respiraba agitado y es que deseaba con tanto ahínco que ella volviera por mí que terminó por convertirse en una inalcanzable fantasía.
“Déjate de estupideces!!!” me decía a mí misma y trataba de volver a la misión, pero entonces ideas más corrompidas se alojaban en mi subconsciente, imaginar que sus garras me tocaran, su larga cola, su lengua… el calor subía a mi cabeza y cosquilleaba en el vientre. “Que carajos me pasa! Por que acepte viajar asiiii...”
Antes de salir pase la manos a Simon con una gran sonrisa y agradecí su colaboración y ayuda sin precedentes.
- Un placer hermano y que los Celestiales los acompañen en su travesía.
- Mientras te bendicen a ti, aquí... - le respondí y a paso apresurado seguí a mis dos compañeras quienes parecían tener todo resuelto. Reivy se tomó un rato armando algo para transportar personas? o ni idea... mientras su hija y yo observábamos entretenidas, luego hacia el puerto comando y en su rostro no se notaba ni una mueca de inseguridad.
Nos habíamos encontrado hace no más de una hora, desconocía como llegaron al lugar por lo que por un segundo me imagine que quizás tenían una flota de la cual presumir, pero terminamos en un hueco vacío.
- Emmm...
Pensé también por un momento que esperaban a que me transformara y así llevarlas en mi lomo como si el barco fuera yo, pero eso además de ser sumamente peligroso, ellas no sabían de mi condición y no era tan idiota para demostrar mi naturaleza tan ligeramente. La incertidumbre se me notaba en el rostro y las palabras de Rei solo me confundieron aún más hasta que empezó su transformación.
"Dragones alados..." pensé maravillada mientras observaba como si iba convirtiendo hasta volverse una espléndida y majestuosa criatura "ellas también son dragones!" estaba anonadada y a pesar de esta gran revelación que termino dejándome sin habla, no podía quitar mis ojos de Reivy, simplemente bella. Sentí mis mejillas nuevamente ruborizadas, me parecía hermosa hasta su forma original "estúpida..." pensé y borre de mi rostro la cara anonadada.
Todo parecía indicar que sería ella quien me llevara encima "mejor así..." pensé, no necesitaba mostrarme ni nada, solo debía actuar con normalidad. "Por esto se sentían tan seguras..."
- Esto si es novedoso de ti - dije acercándome - usaste el mismo método para salir de las Islas Illidenses? - pregunte en un tono desafiante no intencional, queria decirle por que andaba molesta, pero algo en mi orgullo no me lo permitia. Quede a su lado para montarme sobre ella pero, solo tocar su rígida piel escamosa y helada hizo que me sintiera avergonzada y nerviosa, era su piel desnuda después de todo, su verdadera piel. Anhelaba este tacto y cercanía con ella desde hacía un año. Levante mi túnica para poder acomodar mis piernas a cada lado y me aferré.
Empezó el vuelo e iba sujeta a su cuello como me era posible, abrazando con firmeza lo que cubría de la circunferencia. Con el rostro a un lado sintiendo como mis cabellos golpeteaban mi rostro incontrolables. La briza era ahora una corriente fuerte que se interponía a nosotros y levantarme solo traería complicaciones si queríamos llegar rápido, quizás no poseía alas, pero conocía los principios de aerodinámica que le permitían a los de su clase despegarse del suelo.
Nunca había volado antes, ni junto a los dragones con los que me crié y esta sería por lejos, una gran, grata y emocionante experiencia de no ser que mi cabeza trataba de concentrarse en la misión y en el momento de manera limpia ya que pecaminosas ideas asaltaban cualquier lógica.
Mi rostro, mis brazos, mi pecho y abdomen, hasta piernas y entrepierna estaban contra ella, era un abrazo completo y podía sentir su piel a lo largo de mi ser. No me percate en que momento ya respiraba agitado y es que deseaba con tanto ahínco que ella volviera por mí que terminó por convertirse en una inalcanzable fantasía.
“Déjate de estupideces!!!” me decía a mí misma y trataba de volver a la misión, pero entonces ideas más corrompidas se alojaban en mi subconsciente, imaginar que sus garras me tocaran, su larga cola, su lengua… el calor subía a mi cabeza y cosquilleaba en el vientre. “Que carajos me pasa! Por que acepte viajar asiiii...”
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
De tener labios hubiera sonreído, pero como en este momento carecía de ellos lo único que paso es que las pupilas de mis ojos se encogieron. Moví la testa de manera afirmativa a su pregunta. Espere paciente (como hice en su día en el lecho) y cuando tuve a mi jinete en su sitio agite las alas y dando un salto comencé a surcar el aire marino.
Poco a poco la energía que suprimía fue cargando mis cuernos, la electricidad comenzaba a escucharse en el ambiente y los rayos pasaban en lineas azules y purpuras de un extremo a otro de los cuernos.
¿Presión? Saurin me estaba apretando y eso quería decir que se estaba jugueteando muy fuerte, pues la gran mayoría de mi cuerpo tenia un sensibilidad muy reducida, así que, para que yo lo pudiera notar...
Gire la cabeza para mirarla y ahí estaba, sujeta a la raíz de mi cuello como si fuera una escama mas de mi cuerpo, apenas se le veía la cara, el pelo se la tapa movido por el aire, le exhale una pizca de mi aliento para que se pusiera en su sitio momentáneamente, antes de que un nuevo aleteo removiera el aire que nos envolvía. ¿Que es lo que tienes? ¿Que artimañas guardas para que me preocupe por ti de esta forma? Apenas te conozco.
Estábamos alcanzando el punto indicado y efectivamente, ahí había un barco pesquero, pero no estaba pescando nada. Tan solo tenia una polea con una cuerda que baja hasta el fondo. Abrí la boca para pronunciar algo, pero de repente llego el sonido de un proyectil. Otra vez no... Por suerte el tiro fallo y pude ver como un arpón paso por debajo de mis patas. ¡Es la ultima vez que vengo al mar! Rugí a todo pulmón, un nuevo arpón salio disparado y esta vez tuve que birar para no ser alcanzada.
Tenia que pensar algo rápido, no solo la vida Sauron dependía de ello, también la de Lavey. En su actual forma solo podía provocar daño físico y para eso tenia que acercarse mucho al barco. Mire rápidamente a mis costados, pero la niña no estaba, la chica era lista había aprendido bien. Teníamos el sol de espaldas, y ella no solo estaba varios metros por detrás mía sino que estaba volando mas alto y sobre la mancha del sol, no la verían venir.
Muy bien, venid a por mi cabrones.
Baje en picado hacia el barco y lance toda la carga que tenia acumulada en la cornamenta, el chasquido de la madera partiéndose y quemándose fue música para mis oídos. Lo malo de aquella estrategia es que al pasarlos de largo deje mi retaguardia al descubierto, por suerte y por desgracia escuche venir la salva de proyectiles. Cerré las alas y di un giro de 360 grados para esquivarlas. La desgracia vino al descubrir que Sauron había caído al mar.
Rugí con todas mis fuerza, colérica y presa del miedo. -Os voy a desintegrar mamarrachos. -La voz gruesa y potente salio de nuevo de mi hocico insuflada por la energía mágica del anillo en mi garra.
______
Off:
La negrita es dialogo dicho en mi forma dragon gracias al objeto Anillo del dragon parlanchin.
A continuacion la voz que tengo en mi forma actual, pero sin el eco.
Poco a poco la energía que suprimía fue cargando mis cuernos, la electricidad comenzaba a escucharse en el ambiente y los rayos pasaban en lineas azules y purpuras de un extremo a otro de los cuernos.
¿Presión? Saurin me estaba apretando y eso quería decir que se estaba jugueteando muy fuerte, pues la gran mayoría de mi cuerpo tenia un sensibilidad muy reducida, así que, para que yo lo pudiera notar...
Gire la cabeza para mirarla y ahí estaba, sujeta a la raíz de mi cuello como si fuera una escama mas de mi cuerpo, apenas se le veía la cara, el pelo se la tapa movido por el aire, le exhale una pizca de mi aliento para que se pusiera en su sitio momentáneamente, antes de que un nuevo aleteo removiera el aire que nos envolvía. ¿Que es lo que tienes? ¿Que artimañas guardas para que me preocupe por ti de esta forma? Apenas te conozco.
Estábamos alcanzando el punto indicado y efectivamente, ahí había un barco pesquero, pero no estaba pescando nada. Tan solo tenia una polea con una cuerda que baja hasta el fondo. Abrí la boca para pronunciar algo, pero de repente llego el sonido de un proyectil. Otra vez no... Por suerte el tiro fallo y pude ver como un arpón paso por debajo de mis patas. ¡Es la ultima vez que vengo al mar! Rugí a todo pulmón, un nuevo arpón salio disparado y esta vez tuve que birar para no ser alcanzada.
Tenia que pensar algo rápido, no solo la vida Sauron dependía de ello, también la de Lavey. En su actual forma solo podía provocar daño físico y para eso tenia que acercarse mucho al barco. Mire rápidamente a mis costados, pero la niña no estaba, la chica era lista había aprendido bien. Teníamos el sol de espaldas, y ella no solo estaba varios metros por detrás mía sino que estaba volando mas alto y sobre la mancha del sol, no la verían venir.
Muy bien, venid a por mi cabrones.
Baje en picado hacia el barco y lance toda la carga que tenia acumulada en la cornamenta, el chasquido de la madera partiéndose y quemándose fue música para mis oídos. Lo malo de aquella estrategia es que al pasarlos de largo deje mi retaguardia al descubierto, por suerte y por desgracia escuche venir la salva de proyectiles. Cerré las alas y di un giro de 360 grados para esquivarlas. La desgracia vino al descubrir que Sauron había caído al mar.
Rugí con todas mis fuerza, colérica y presa del miedo. -Os voy a desintegrar mamarrachos. -La voz gruesa y potente salio de nuevo de mi hocico insuflada por la energía mágica del anillo en mi garra.
______
Off:
La negrita es dialogo dicho en mi forma dragon gracias al objeto Anillo del dragon parlanchin.
A continuacion la voz que tengo en mi forma actual, pero sin el eco.
- Spoiler:
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
No abría los ojos ni por casualidad, mi debate interno era más interesante que eso y lo extrañaba, lo mismo paso la última vez, un mar de experiencias que ocurrían en mi cuerpo la cual solo sabía de libros y muchas de ellas no tenían una clara explicación, principalmente aquellas que abatían a mis emociones. Sabía lo relacionada que estaba la DOPAMINA a todo el proceso, pero no creí nunca llegar a estar tan involucrada con la práctica... Solo de chica tuve una sensación así, pero lejos estaba de compararse con este momento.
No podía afirmar que se trataba de una adicción, pero antes de aquella vez, jamás me sentí incitada a buscar estoy y luego de no verla tampoco lo buscaba en cada rincón de Aerandir, ella lo despertaba, o quizás solo mis pensamientos la relacionaban a ella con la estimulación sensorial del lívido.
Lo que fuera tenía que tener explicación y quería encontrarlo, pero este aparentemente no era el momento; un brusco movimiento en Rei me saco del trance en el cual me encontraba...
- Que carajos! - grite tratando de mirar más allá y note otro más acercándose, la dragona los esquivaba de manera impecable y como buena madre se preocupó por buscar a la niña quien junto a ella noté se encontraba lejos, allá donde no podía verla, justo al eje del sol. "Que audaz..." Pensé y una nueva vuelta me sorprendió y no pude sujetarme de mi compañera.
- Rei...
Alcance a decir antes de empezar a caer a toda velocidad hacia el agua, volaba bajo, pero aun así era una altura considerable. Tampoco antes había vivido una sensación así, el estómago me dolía desde la boca y sentía mi cuerpo ligero con el repiqueteo de mi corazón histeriqueando en todos lados. El miedo se había apoderado de mí y por un segundo me visualice muerta, como si se tratara de mi crudo y pronto final, pero razone que solo moriría si la superficie a la cual me dirigía hubiese sido tierra.
Como pude abrí mi sotana y este por resistirse al viento embolsándose, se salió sola de mis brazos en cuestión de uno o dos segundos. Quede completamente desnuda tan rápido que resultaba práctico y no pude evitar sonreír.
Escuche una voz gruesa gritando pero no quise distraerme a ver, estaba a punto de transformarme.
Contraje cada musculo cerrando piernas y cruzando brazos para luego balancear mi cuerpo con la cabeza hacia abajo, entraría al agua como un proyectil. Segundos antes del impacto, mi cuerpo muto rápidamente y comenzó a expandirse desprolijamente, un brazo luego una pierna, la otra garra el rostro y el cuerpo. Para cuando solo se veían las olas que genere ya no había rastro de mi forma humana.
Descendí cómodamente disfrutando del mágico líquido que me abrigaba, era un pez en el agua nadando con plena felicidad. Apresure el nado y me fui hasta el barco, donde encare el borde a toda velocidad para salir de un salto disparada, apareciendo con toda mi enorme majestuosidad y caer sobre la proa, volviendo a cambiar forma arriba antes de rodar con delicadeza, eran movimientos a los que estaba acostumbrada.
Los marines no me esperaban desde las profundidades, suficientemente entretenidos estaban con Rei cuando yo aparecí.
- Por favor deténganse! – grite poniéndome de pie y levantando las manos hacia unos cuantos que ya apuntaban a mi persona. – No somos enemigos!!! – Sentía vergüenza de estar desnuda frente a tantos hombres pero me preocupaba más la seguridad de mis amigas que detalles menores como esos. – Soy amiga de Squishi!
- Squishi? - un hombre más alto que el resto, de mayor porte y sin cabello se acercó a mí con una sonrisa que intimidaba bastante - jajaja el menciono tener amistades dragones... A caso tú eres Saurin?
Mi cara de confusión se notó de inmediato. Estaba desconcertada de que supiese mi nombre, nadie bajaba la guardia, ni ellos ni yo, y Rei seguramente estaba alerta en caso de que me atacaran pero todo pasaba demasiado rápido.
- Ehhh.. Si, como sabe mi nombre?
- JAJAJA... Bajen las armas muchachos - se acercó aún más a mí y me cubrió con la chaqueta que tenía puesta, la cual desprendió botón a botón quedando con el torso descubierto - y echen una gaviota más a la olla, que tenemos invitadas...
No entendía absolutamente nada el hombre colgó su brazo por sobre mi hombro de lado a lado sujetándome y girando hacia las dragonas.
- Es amiga tuya?
- Ah.. Emmm.. Si, si lo es...
- BAJA! NO PASA NADA SEÑORITA!! - Grito con una mano junto a su boca como para aumentar el volumen del sonido y difundirlo sin tanto éxito luego volvió a mirarme - es mujer también no? si no esto seguro habrá sonado descortés... JAJAJA
Su risa era muy escandalosa y podría asegurar que salpicaba saliva al hacerlo. Pero las cosas parecían mejorar por lo que me quede tranquila por el momento.
- Rubia de piel clara y ojos en tu color, eres el aspecto humano del cual Squishi siempre fanfarronea como novia de la infancia….
- Heee!?!?!?! – una vergüenza diferente me invadió y sentí la necesidad de encontrar y matar a mi viejo amigo. El hombre me soltó y caminaba por donde llego. - Pónganse cómodas, ahí te daremos algo de ropa seca.
Última edición por Sauron Guardgris el Lun Ene 14 2019, 20:40, editado 1 vez
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Al verla caer se me callo el mundo (aunque no lo quisiera admitir) y a ella la sotana, espera... mientras caí me percate de dos puntos rosa y una extensión rubia que conocía. ¡A estado desnuda todo este tiempo! Encima mía, su... tocando mi, mis escamas... Al darme cuenta deje de batir la alas y mi cuerpo descendió unos metros hasta casi tocar el agua. No era la primera mujer que subía en mi lomo, pero si era la primera vez que un cuerpo desnudo se acoplaba en mi estando transformado. Si hubiera tenido músculos faciales habría sonreído como una boba. Pero no tenia tiempo, tenia que sacar a Saurin del agua y destruir el barco y toda la vida que había en él.
Saltó, apareció del agua como si fuera una orca, no, una orca no, eso era insultar su belleza, solo podía llamarla de una forma. -Dragona de agua. -Aquellas dos palabras me salieron solas. Azul como el mar con unas púas en la parte baja y una caperuza a la altura de cabeza que bajaba por el cuello y un culo hermoso y pálido...
Parpadee al tiempo que aleteaba para no caerme al agua. Se encendieron todas mis alarmas, ahí habían por lo menos 15 hombres con arpones, que llevaban 3 meses en el mar sin probar bocado, comiendo solo naranjas, verduras y carne seca.
En un rápido aleteo me coloque encima de la mujer, mi sombra tapaba toda la proa del barco, estaba apunto de mandarlos todos a volar (literalmente) cuando el capitan ordeno bajar las armas y le tendió su camisa a Saurin, si, a Saurin. El hombre parecía conocer su verdad identidad. Ella es solo mía, dejad de miradla cerdos.
A regañadientes pare en seco y cuando la monja se salio de mi sombra aterrice, clave las garras (a sabiendas) en la madera del barco y la electricidad que ahora rodeaba mi cuerpo empezó a quemar la madera dejando impresa las marcas de mis zarpas, la diferencia de peso desequilibro el barco y este comenzó a hundirse lentamente.
Gruñí gutural y famélica de sangre, una advertencia y una orden. No habían visto a Vey, era imposible que lo hicieran. Volaba muy alto y estaba escondida en el sol, y ahí seguiría hasta que se lo dijera. No me fiaba de esta gente.
Cambie de forma con rapidez y dando zancadas largas alcance a Saurin y la agarre con fuerza del brazo, espere unos segundo para que el hombre se alejara.
-No vuelvas hacer eso nunca. -Estaba enfadada, estaba furiosa. Tenia el ceño fruncido y aunque hablaba en voz baja enseñaba todos los dientes al hablar. -¿Me oíste? -No estaba enfadada con ella, estaba preocupada y tenia miedo. Las cosas podían a ver salido muy mal. Todavía podían salir mal. -Nunca.
Las cejas se me distendieron un momento, pero al recordar la escena de hacia unos segundos las apreté más todavía. Solté el brazo de la rubia y sin importar las replicas o miradas, me pegue a ella. Ya podía acabarse el mundo, que mientras estuviera en este barco no me separaría de la rubia.
Los matare a todos, les sacare los ojos, les cortare las manos, despellejare sus insignificantes penes, se los haré comer, y luego los quemare a ellos y al barco. Os hundiré hasta el fondo del mar cabrones impíos. Os aniquilare por ver lo que es solo mio, MIO. Bastardos mal paridos, hijos de una mutación biotica. Desechos humanos...
¡NO! Mejor todavía, os matare, os destripare os pondré a secar en una cueva como si fuerais patas cerdo en sal, os curare, haré morcillas con vuestra y ahumare vuestra carne más tierna. Y luego... luego os llevare junta a Merida para que de buena cuenta de vosotros.
La incansable sarta de insultos mentales continuo por un buen rato.
Saltó, apareció del agua como si fuera una orca, no, una orca no, eso era insultar su belleza, solo podía llamarla de una forma. -Dragona de agua. -Aquellas dos palabras me salieron solas. Azul como el mar con unas púas en la parte baja y una caperuza a la altura de cabeza que bajaba por el cuello y un culo hermoso y pálido...
Parpadee al tiempo que aleteaba para no caerme al agua. Se encendieron todas mis alarmas, ahí habían por lo menos 15 hombres con arpones, que llevaban 3 meses en el mar sin probar bocado, comiendo solo naranjas, verduras y carne seca.
En un rápido aleteo me coloque encima de la mujer, mi sombra tapaba toda la proa del barco, estaba apunto de mandarlos todos a volar (literalmente) cuando el capitan ordeno bajar las armas y le tendió su camisa a Saurin, si, a Saurin. El hombre parecía conocer su verdad identidad. Ella es solo mía, dejad de miradla cerdos.
A regañadientes pare en seco y cuando la monja se salio de mi sombra aterrice, clave las garras (a sabiendas) en la madera del barco y la electricidad que ahora rodeaba mi cuerpo empezó a quemar la madera dejando impresa las marcas de mis zarpas, la diferencia de peso desequilibro el barco y este comenzó a hundirse lentamente.
Gruñí gutural y famélica de sangre, una advertencia y una orden. No habían visto a Vey, era imposible que lo hicieran. Volaba muy alto y estaba escondida en el sol, y ahí seguiría hasta que se lo dijera. No me fiaba de esta gente.
Cambie de forma con rapidez y dando zancadas largas alcance a Saurin y la agarre con fuerza del brazo, espere unos segundo para que el hombre se alejara.
-No vuelvas hacer eso nunca. -Estaba enfadada, estaba furiosa. Tenia el ceño fruncido y aunque hablaba en voz baja enseñaba todos los dientes al hablar. -¿Me oíste? -No estaba enfadada con ella, estaba preocupada y tenia miedo. Las cosas podían a ver salido muy mal. Todavía podían salir mal. -Nunca.
Las cejas se me distendieron un momento, pero al recordar la escena de hacia unos segundos las apreté más todavía. Solté el brazo de la rubia y sin importar las replicas o miradas, me pegue a ella. Ya podía acabarse el mundo, que mientras estuviera en este barco no me separaría de la rubia.
Los matare a todos, les sacare los ojos, les cortare las manos, despellejare sus insignificantes penes, se los haré comer, y luego los quemare a ellos y al barco. Os hundiré hasta el fondo del mar cabrones impíos. Os aniquilare por ver lo que es solo mio, MIO. Bastardos mal paridos, hijos de una mutación biotica. Desechos humanos...
¡NO! Mejor todavía, os matare, os destripare os pondré a secar en una cueva como si fuerais patas cerdo en sal, os curare, haré morcillas con vuestra y ahumare vuestra carne más tierna. Y luego... luego os llevare junta a Merida para que de buena cuenta de vosotros.
La incansable sarta de insultos mentales continuo por un buen rato.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Sentí cercana toda la bronca y el enojo de Reivy el cual era justificable y no tenía razón alguna para no arrastrarla con ella luego de mi aventurera, absurda y arriesgada hazaña la cual terminaba por ser bastante riesgosa para las tres, jugada al filo de un arpón, pero es que, si nos seguían atacando con esos arpones, Rei destruiría la flota y Erik podía estar aquí, no dejaría que le hiciera nada, por más idiota que este sea. Viví una vida valiéndome de mis instintos, por qué dejaría de hacerlo justo ahora?
Me dolía el brazo tras su agarre al punto de inclinar ligeramente el cuerpo y levantando en puntillas un pie, evite su mirada escuchándola y notando como punzaba mi pecho en un dolor inexplicable, no tenía como justificar mi proceder sin provocar una reacción peor en ella, un desencadenante del que no me quería hacer cargo y menos en este momento. Quería replicarle pero no me atrevía a cuestionar porque su enojo.
“Pero que le pasa! Cada quien puede hacerse cargo de sus buenas o malas decisiones.” No me gustaba ser regañada como una crianza, me sentí más pequeña que la joven Lavey y está bien... habíamos tenido "algo" pero eso no la convertía en mi madre o mi pareja y ella lo dejo bien claro olvidándose de mi por más de un año. El agarre dolió aún más y me retorcí un poco más también pero finalmente me soltó. Gire a verla tan molesta y desafiante como ella me miraba, intente bajo cualquier circunstancia concentrarme en la misión y tratar de llevar las fiestas en paz pero mi boca acelerada pronuncio palabras de las cuales tal vez me arrepentiría luego. No me importó.
- Si madre… - le respondí y le gire el rostro sin decir más. Aun sentia muchas miradas sobre nosotras, algunas temblorozas otras asquerosamente lacibas, y es que mas de uno parecia no temernos a pesar de conocer nuestra naturaleza. Aun asi, me preocupaba mas el enojo en el que me ofusque.
"Adivina que Rei... hago estas estupideces todo el tiempo obrando desde mi intuición bien brindada por los Celestiales, he sobrevivido hasta ahora y lo seguiré haciendo aun si soy olvidada por muchos... Y ahora se supone que mi delirante manera de obrar te preocupa?" Como decirle algo así sin alejarla. Tenía demasiados sentimientos encontrados y es que a pesar de estar sumamente enojada por el regaño de no más de cinco palabras, estaba algo feliz por sentir que me cuidaba tanto. No quería encariñarme y que volviera a dejarme otro año más.
- Dragonas… - se acercó otro joven, bastante escueto y caucásico de cabellos claros y rostro manchado por el sol con unas telas prolijas en sus manos. – Esto es para … - parecía moverse con cautela… con miedo, y es que la llegada de Rei al barco había sido bastante dramática – para ustedes…
Lo recibí dejando escapar un suspiro, levante la vista al sol recordando a la pequeña que pareció no habernos acompañado, pero no era quien para meterme en sus decisiones, al menos yo era consciente de ello.
Volví la vista adelante y abrí las telas dejando caer un par al suelo, eran demasiadas, tome un par de pantalones acomodándolo por mis piernas y sujetándolos a mi cintura con eso y la camisa estaría bien.
Y me apresure a donde aquel hombre estaba.
- Disculpe.. Emm.. Oiga!... - levante la voz pues este se alejó y había demasiada gente a bordo aparte de nosotras. Este se güiro y siguió sonriendo en lo que subía por una escalera casi de espaldas, se notaba que conocía su barco a la perfección.
- Capitán Bottel es mi nombre, y luego del almuerzo les contare sobre Squishi!
- No andamos con tiempo a favor, realmente tenemos apuro por encontrarlo.
- También andan detrás de su cabeza? – esta última pregunta la hizo colocando la mano sobre la empuñadura de su espada.
- Si… Pero no de esa manera…. – Era absurdo pretender que no supiera sobre los carteles de “se busca” y es que esconderse en el mar tras un seudónimo era una inteligente idea que esperaría de Erik, pero quería encontrarlo y ayudarlo, no lo contrario. – Quiero encontrarlo para darle una solución a todo esto…
No es como si tuviera realmente un plan para él, pero más que un amigo, era un hermano, y lejos estaban mis planes de entregarlo o permitir que lo maten.
- Pues, a no ser que sepan cómo hace para seguir con vida por más de 10 días bajo el agua, creo que él parece estar resolviéndolo bien solo… - dijo y se recostó contra la baranda sacando la espada de su funda y con ella apuntando donde la cuerda se sumergía a lo profundo. – No está muerto, pero nos pidió que no lo traigamos a superficie aun…
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
¿Su madre? ¿¡SU MADRE!? Si fuera tu madre te aseguro que no harías esas cosas. Una ira irracional recorría mi cuerpo. Caminaba con los puños cerrados, los nudillos estaban blancos y las uñas se clavaban en mis carnes. "¿Viste a la rubia?" se escuchaba decir a un marinero que hablaba con sus compañeros. "En cuanto la pille a solas me la cepillo." Aquello fue la gota que colmo el vaso.
Cambie de dirección mientras el capitán y Saurin hablaban y me fui hacia el tripulante. -¡He tu! -Grite con cara de pocos amigos. -Ni la mires, trozo de carne pustuloso.
Terminaba la frase y el hombre aun se estaba girando para mirar, por lo visto le importaba bien poco lo que tuviera que decirle, pero el insulto llamo su atención lo justo y necesario para que al girarse encajara un puñetazo en la garganta.
-Ni se te ocurra pensar en ella. -Le decía furiosa mientras el pobre tosía y los amigos lo ayudaban a levantarse. -Ni te atrevas a mirarla de reojo. Porque si lo haces lo voy a saber y entonces seré yo la que te agarre y te meta un palo por el culo. Atare ese palo a la cuerda de la bandera y te dejare colgado para que las gaviotas coman tus ojos. ¡¿A quedado claro!?
El hombre no podía hablar, le había roto la nuez con el golpe y lo único que pudo hacer fue asentir con la cabeza. Me puse recta con todos los centímetros que tenia mi cuerpo y como si fuera un cabestro resople para inmediatamente dar media vuelta y volver junto al capitán.
-Como sabéis que no esta muerto.
Cuestionaba ahora, notablemente mas tranquila. El capitán me miro con una sonrisa y le dio un codazo a Saurin.
-Tu amiga es de armas tomar. -Por lo visto no le molestaba la reprimenda que había hecho a su tripulación. -La campana de submarinismos con la que se sumergió Squishi tiene una campana mas pequeña en el interior. Nosotros nos comunicamos con él con eso y él se comunica con nosotros lanzando mensajes en botellas que suben a la superficie.
-¿Y porque no sube?
-Encontró una cueva submarina con una estatua de... bueno. -El dirigente del barco parecía reacio a compartir el descubrimiento. -Podría decirse que encontró un tesoro y que lo esta haciendo transportable. Pero lleva días sin mandar botellas.
-¿Y eso no te pareció raro? ¿Y si le paso algo? -Suspire. Hombres... -Voy a bajar. Cuanto antes acabemos mejor.
Tenia varias opciones, podía mandar subir la campana y bajar en ella, pero eso tardaría mucho y no quería rebelar la posición de Lavey para que los ayudara. Podía transformarme en dragón y crear una burbuja de aire a mi alrededor, pero mi electricidad era muy peligrosa en contacto con el agua, habían demasiadas posibilidades de que la burbuja se rompiera y acabara frita bajo el agua.
Mientras me acercaba al borde pensé en que Saurin me llevara, aquella opción me fascinaba, nunca había montando un dragón. En mi familia eran reacios a transformarse y luego de salir de la ciudad no me había topado con mas dragones, bueno... estaban Rakan y Oromë pero no tenia la confianza como para pedírselo.
La dragona de agua parecía seguir con su espectáculo desafiante, pues al llegar al borde se puso delante mía.
-Sau, yo...
Comencé a decirle bajando el tono de voz y mirando su espalda, quería abrazarla decirle que lo sentía y que me había comportado como una puerca. En lugar de eso puse mis manos en sus hombros.
-No tenia derecho a decirte todo eso, ni a agarrarte del brazo, espero no haberte hecho daño, pero... -Suspire ¿Porque esto era tan difícil? apoye mi frete sobre su rubio pelo y baje más la voz. -Me dijiste que tu sexo era un secreto y cuando e visto todo lo que a pasado. Yo... -Me separe de ella y mire el mar. -No dejes que todo el mundo vea tu desnudez, eso es algo que solo tienen que ver quien tu quieras que lo vea. -Bese la coronilla de la muchacha y dije una sola palabra, tan suave y tan leve que incluso en esa distancia costaba oírla. -Discúlpame.
Solté a la moza, respire profundo y me di la vuelta. Todos los marineros estaban mirando expectantes a que alguna o las dos cambiáramos de forma. Mi cara volvió a ser a la de un hidra enfurecida.
-¡A ver panda de mentecatos! ¿Que estáis esperando? ¿El desfile de las 2 en punto? daros todos la vuelta. -Pero no hicieron caso. ¿Porque deberían? llene mis pulmones de aire. -¡ME CAGO EN LA HOSTIA Y EN LA MADRE QUE OS PARIO, QUE OS GIRÉIS OS DIGO! -El primero en girarse fue el pobre diablo con la nuez rota y sus amigos. Los tripulantes ya no tenían los arpones en las manos. -¡CAGÜEN DIOS YA! Daros la vuelta u os tiro por la borda de un zarpazo y quemo vuestro barco hasta hundirlo en el mar.
Con reticencias y refunfuños todos fueron girándose menos uno que parecía ser el macho alfa. Me acerque con pasos rápidos y decididos hacia el.
-Te e dicho que no mires. Me vas a obligar hacerte cerrar los ojos ¡gusano!.
De un tirón rompí la cuerda que aseguraba mi espada al cinto y sin desenfundarla le di en la boca del estomago con todo el ancho de la hoja. El marinero no se lo vio venir, callo de rodillas al suelo tosiendo su propia bilis. Ahora si, ya estaban todos los machos cabrios de espalda a la hembra suculenta.
Cambie de dirección mientras el capitán y Saurin hablaban y me fui hacia el tripulante. -¡He tu! -Grite con cara de pocos amigos. -Ni la mires, trozo de carne pustuloso.
Terminaba la frase y el hombre aun se estaba girando para mirar, por lo visto le importaba bien poco lo que tuviera que decirle, pero el insulto llamo su atención lo justo y necesario para que al girarse encajara un puñetazo en la garganta.
-Ni se te ocurra pensar en ella. -Le decía furiosa mientras el pobre tosía y los amigos lo ayudaban a levantarse. -Ni te atrevas a mirarla de reojo. Porque si lo haces lo voy a saber y entonces seré yo la que te agarre y te meta un palo por el culo. Atare ese palo a la cuerda de la bandera y te dejare colgado para que las gaviotas coman tus ojos. ¡¿A quedado claro!?
El hombre no podía hablar, le había roto la nuez con el golpe y lo único que pudo hacer fue asentir con la cabeza. Me puse recta con todos los centímetros que tenia mi cuerpo y como si fuera un cabestro resople para inmediatamente dar media vuelta y volver junto al capitán.
-Como sabéis que no esta muerto.
Cuestionaba ahora, notablemente mas tranquila. El capitán me miro con una sonrisa y le dio un codazo a Saurin.
-Tu amiga es de armas tomar. -Por lo visto no le molestaba la reprimenda que había hecho a su tripulación. -La campana de submarinismos con la que se sumergió Squishi tiene una campana mas pequeña en el interior. Nosotros nos comunicamos con él con eso y él se comunica con nosotros lanzando mensajes en botellas que suben a la superficie.
-¿Y porque no sube?
-Encontró una cueva submarina con una estatua de... bueno. -El dirigente del barco parecía reacio a compartir el descubrimiento. -Podría decirse que encontró un tesoro y que lo esta haciendo transportable. Pero lleva días sin mandar botellas.
-¿Y eso no te pareció raro? ¿Y si le paso algo? -Suspire. Hombres... -Voy a bajar. Cuanto antes acabemos mejor.
Tenia varias opciones, podía mandar subir la campana y bajar en ella, pero eso tardaría mucho y no quería rebelar la posición de Lavey para que los ayudara. Podía transformarme en dragón y crear una burbuja de aire a mi alrededor, pero mi electricidad era muy peligrosa en contacto con el agua, habían demasiadas posibilidades de que la burbuja se rompiera y acabara frita bajo el agua.
Mientras me acercaba al borde pensé en que Saurin me llevara, aquella opción me fascinaba, nunca había montando un dragón. En mi familia eran reacios a transformarse y luego de salir de la ciudad no me había topado con mas dragones, bueno... estaban Rakan y Oromë pero no tenia la confianza como para pedírselo.
La dragona de agua parecía seguir con su espectáculo desafiante, pues al llegar al borde se puso delante mía.
-Sau, yo...
Comencé a decirle bajando el tono de voz y mirando su espalda, quería abrazarla decirle que lo sentía y que me había comportado como una puerca. En lugar de eso puse mis manos en sus hombros.
-No tenia derecho a decirte todo eso, ni a agarrarte del brazo, espero no haberte hecho daño, pero... -Suspire ¿Porque esto era tan difícil? apoye mi frete sobre su rubio pelo y baje más la voz. -Me dijiste que tu sexo era un secreto y cuando e visto todo lo que a pasado. Yo... -Me separe de ella y mire el mar. -No dejes que todo el mundo vea tu desnudez, eso es algo que solo tienen que ver quien tu quieras que lo vea. -Bese la coronilla de la muchacha y dije una sola palabra, tan suave y tan leve que incluso en esa distancia costaba oírla. -Discúlpame.
Solté a la moza, respire profundo y me di la vuelta. Todos los marineros estaban mirando expectantes a que alguna o las dos cambiáramos de forma. Mi cara volvió a ser a la de un hidra enfurecida.
-¡A ver panda de mentecatos! ¿Que estáis esperando? ¿El desfile de las 2 en punto? daros todos la vuelta. -Pero no hicieron caso. ¿Porque deberían? llene mis pulmones de aire. -¡ME CAGO EN LA HOSTIA Y EN LA MADRE QUE OS PARIO, QUE OS GIRÉIS OS DIGO! -El primero en girarse fue el pobre diablo con la nuez rota y sus amigos. Los tripulantes ya no tenían los arpones en las manos. -¡CAGÜEN DIOS YA! Daros la vuelta u os tiro por la borda de un zarpazo y quemo vuestro barco hasta hundirlo en el mar.
Con reticencias y refunfuños todos fueron girándose menos uno que parecía ser el macho alfa. Me acerque con pasos rápidos y decididos hacia el.
-Te e dicho que no mires. Me vas a obligar hacerte cerrar los ojos ¡gusano!.
De un tirón rompí la cuerda que aseguraba mi espada al cinto y sin desenfundarla le di en la boca del estomago con todo el ancho de la hoja. El marinero no se lo vio venir, callo de rodillas al suelo tosiendo su propia bilis. Ahora si, ya estaban todos los machos cabrios de espalda a la hembra suculenta.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
"Que haces allí abajo... idiota"
Escuche atenta mientras pensaba cómo hacer para ir a buscarlo. Temía que estuviera muy profundo o algo parecido y no quería arriesgarme a ir sola.
Pero estaba molesta con Rei para hablarle o sugerir siquiera ideas para que como equipo decidamos esto. Camine hasta el borde adelantándome, estaba eufórica, tanto que ni quería analizarlo demasiado, solo me transformara y ya... al agua, que se joda pero entonces ella me dejo sin palabras.
- Hablaremos luego... - solo pude decir, no sabía que pensar, quería decirle lo feliz que me hicieron sus palabras y que todo estaba bien, perfecto pero aun algo dentro de mí no se quedaba ni conforme ni tranquilo. Seguía molesta y es que de todas maneras no entendía ciertas cosas de su postura.
Ella empezó a los gritos de nuevo y sentí algo de vergüenza ajena, por que le daba tanta importancia a cuestiones tan absurdas como que nos miren o no, no todos los días se ve a un dragón después de todo y, aun que se tuviera tanta suerte, tampoco se presencian tan acerca una transformación, menos de los míos, los de agua, que ya quedamos tan pocos. Era más el show que ella armaba que el que ellos querían presenciar. "Mujeres. Hombres... salvo por detalles reproductivos todos tenemos dos brazos, dos piernas, la misma estructura ósea que sostiene un cuerpo similar, no es como si hubiera algo en nuestros físicos que no hayan visto en cualquier otra mujer..."
- Ey... Amiga... No maltrates tanto a mis niños que es entendible el hambre que tienen... Me disculpo por ellos pero se comprensiva... - dijo el capitán riéndose, él fue el único que no se giró y dudaba que lo hiciera. Yo estaba lejos de querer causarles más problemas a las personas que estaban, de cierta manera, escondiendo a mi amigo; no debían ser tan malas personas.
No espere a que ella se sulfure con el también, le hice un gesto al mismo asintiendo mientras el seguía riendo confiado y con ropas y todo salté al agua. Si llegaba a desnudarme sobre la proa, Rei los mataría a ellos o me mataría a mí, ninguna de las opciones era viable.
Ya con el cuerpo helado por las bajas temperaturas del mar me quite la camisa muy fácilmente por la costumbre al igual que los pantalones. Fue un préstamo muy considerado por lo que no rompería aquellas ropas.
- Rei! Salta! - le grite desde el agua, una vez que cambiara ya no podría hablarle y nunca acordamos un plan de acción, decidí tomar riendas, aunque ella no estuviera de acuerdo - Yo te llevo! Iremos mas rápido si yo manejo... - quise sonar graciosa pero tenía razón en lo que decía, por más que las dos fuéramos dragones, jamás un alado nadaría más rápido que un pez en el agua como los anfibios que éramos.
No espere demasiado, con o sin ella me iría igual. Cambiar en el agua era mil veces más cómodo que cambiar en tierra, mi cuerpo se agrandaba con mayor fluidez y al no resecarse, dolía menos la piel. El agua salada no era de mi gusto, pero podía respirar igual aunque con algo de dificultad.
Era como andarse por un lugar putrefacto y tener que usar allí los pulmones. Un gusto detestable.
Las piernas, mi cola, brazos y finalmente el rostro, en segundos ya no era la débil mujer que ella parecía ver en mí. Sujete con la boca las prendas que me prestaron y me eleve contra el barco para soltarlas al borde del mismo y volver a meterme. Tenía costumbre tratando con embarcaciones. Los elfos tenían unos más adornados y detallados de donde yo venía.
Espere a que se sujetara y me sumergí en lo profundo siguiendo la cuerda.
La placentera y mágica sensación me resultaba disfrutable y gozosa, años habían pasado desde que pude sumergirme tanto o nadar tan libremente en espacios tan grandes. De no ser por el asqueroso sabor, ya habría estado dando vueltas y disfrutando al máximo de esta maravillosa libertad.
Conforme bajábamos, la claridad dejaba de estar presente y es que, si estaba en una cueva o caverna submarina esta no era superficial ya que vivirían encallándose flotas y animales. El fondo aún estaba muy hondo y no llegaba a verse, mas sin embargo, una pared parecía levantarse más adelante, una columna subterránea antiquísima ya que contaba con diferentes tipos Acroporas, Acropora palmatas, Scleractinia, Acroporidae. Monjes de mi clase pasaron años documentando estas especies y no a la mayoría, pero lograba reconocer las más comunes y populares de aguas saladas. Muchas de ellas hasta tenían unos brillos propios que surgían por efecto del cloruro de sodio presente.
Escuche atenta mientras pensaba cómo hacer para ir a buscarlo. Temía que estuviera muy profundo o algo parecido y no quería arriesgarme a ir sola.
Pero estaba molesta con Rei para hablarle o sugerir siquiera ideas para que como equipo decidamos esto. Camine hasta el borde adelantándome, estaba eufórica, tanto que ni quería analizarlo demasiado, solo me transformara y ya... al agua, que se joda pero entonces ella me dejo sin palabras.
- Hablaremos luego... - solo pude decir, no sabía que pensar, quería decirle lo feliz que me hicieron sus palabras y que todo estaba bien, perfecto pero aun algo dentro de mí no se quedaba ni conforme ni tranquilo. Seguía molesta y es que de todas maneras no entendía ciertas cosas de su postura.
Ella empezó a los gritos de nuevo y sentí algo de vergüenza ajena, por que le daba tanta importancia a cuestiones tan absurdas como que nos miren o no, no todos los días se ve a un dragón después de todo y, aun que se tuviera tanta suerte, tampoco se presencian tan acerca una transformación, menos de los míos, los de agua, que ya quedamos tan pocos. Era más el show que ella armaba que el que ellos querían presenciar. "Mujeres. Hombres... salvo por detalles reproductivos todos tenemos dos brazos, dos piernas, la misma estructura ósea que sostiene un cuerpo similar, no es como si hubiera algo en nuestros físicos que no hayan visto en cualquier otra mujer..."
- Ey... Amiga... No maltrates tanto a mis niños que es entendible el hambre que tienen... Me disculpo por ellos pero se comprensiva... - dijo el capitán riéndose, él fue el único que no se giró y dudaba que lo hiciera. Yo estaba lejos de querer causarles más problemas a las personas que estaban, de cierta manera, escondiendo a mi amigo; no debían ser tan malas personas.
No espere a que ella se sulfure con el también, le hice un gesto al mismo asintiendo mientras el seguía riendo confiado y con ropas y todo salté al agua. Si llegaba a desnudarme sobre la proa, Rei los mataría a ellos o me mataría a mí, ninguna de las opciones era viable.
Ya con el cuerpo helado por las bajas temperaturas del mar me quite la camisa muy fácilmente por la costumbre al igual que los pantalones. Fue un préstamo muy considerado por lo que no rompería aquellas ropas.
- Rei! Salta! - le grite desde el agua, una vez que cambiara ya no podría hablarle y nunca acordamos un plan de acción, decidí tomar riendas, aunque ella no estuviera de acuerdo - Yo te llevo! Iremos mas rápido si yo manejo... - quise sonar graciosa pero tenía razón en lo que decía, por más que las dos fuéramos dragones, jamás un alado nadaría más rápido que un pez en el agua como los anfibios que éramos.
No espere demasiado, con o sin ella me iría igual. Cambiar en el agua era mil veces más cómodo que cambiar en tierra, mi cuerpo se agrandaba con mayor fluidez y al no resecarse, dolía menos la piel. El agua salada no era de mi gusto, pero podía respirar igual aunque con algo de dificultad.
Era como andarse por un lugar putrefacto y tener que usar allí los pulmones. Un gusto detestable.
Las piernas, mi cola, brazos y finalmente el rostro, en segundos ya no era la débil mujer que ella parecía ver en mí. Sujete con la boca las prendas que me prestaron y me eleve contra el barco para soltarlas al borde del mismo y volver a meterme. Tenía costumbre tratando con embarcaciones. Los elfos tenían unos más adornados y detallados de donde yo venía.
Espere a que se sujetara y me sumergí en lo profundo siguiendo la cuerda.
La placentera y mágica sensación me resultaba disfrutable y gozosa, años habían pasado desde que pude sumergirme tanto o nadar tan libremente en espacios tan grandes. De no ser por el asqueroso sabor, ya habría estado dando vueltas y disfrutando al máximo de esta maravillosa libertad.
Conforme bajábamos, la claridad dejaba de estar presente y es que, si estaba en una cueva o caverna submarina esta no era superficial ya que vivirían encallándose flotas y animales. El fondo aún estaba muy hondo y no llegaba a verse, mas sin embargo, una pared parecía levantarse más adelante, una columna subterránea antiquísima ya que contaba con diferentes tipos Acroporas, Acropora palmatas, Scleractinia, Acroporidae. Monjes de mi clase pasaron años documentando estas especies y no a la mayoría, pero lograba reconocer las más comunes y populares de aguas saladas. Muchas de ellas hasta tenían unos brillos propios que surgían por efecto del cloruro de sodio presente.
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
¿Que salte? Sera una placer arrancarles la... ¿Espera, que? Por un segundo pensé que Sauron me dio vía libre para cargarme a toda esa panda me mamelucos, pero el raciocinio de mi mente volvió a pensar en las frases que había escuchado.
Gire sobre mis pies sin darme la vuelta y ella ya no estaba en el barco, mire al capitán y me señalo con la mano hacia el agua sin dejar de reír. Sin pensarlo dos veces corrí por la cubierta y al llegar al borde salte de cabeza al mar. Ella ya estaba transformada y sino estuviéramos en el agua yo estaría con la boca abierta, pero claro, mis pulmones no respiran agua y la sal vuelve a uno tarumba si la bebe. Nade hasta su cuello y trepe por el hasta llegar a la caperuza, me puse de pie y haciendo uso del equilibrio camine hasta sentarme tras uno de sus cuernos. -Cuando quieras Sau. -Le dije con emoción al tiempo que me aseguraba al asta con los brazos y las piernas como si fuera un mono.
Respire pausadamente tres veces antes de sumergirnos para aguantar mas tiempo bajo el agua y pegue mi cabeza a la cornamenta. Jamas había montando en dragón, menos en uno acuático, mi familia era de esas que se negaba a mostrar su forma pues era algo divino. Y cuando yo puede transformarme me gustaba tanto que nunca pensé en ir encima de alguien más.
Quería abrir los ojos y observar todo el mundo marino, pero la velocidad me lo negaba, sentía los movimientos sinuosos de Saurin en mi cuerpo, era simplemente sublime. La presión tapaba mis oídos y comprimía mis pulmones, no pensé que aquello fuera tan problemático, apreté más los ojos y me concentre en permanecer tranquila y soltar el aire lentamente, agitarme solo empeoraría las cosas.
Aquello se me estaba haciendo eterno y apenas había pasado un minuto y poco cuando note la falta de aire. Cerré la mano y comencé a dar golpes en el cuerno con los nudillos como si golpeara a una puerta. Por todos los celestiales, espero que no haya pasado la campana. La falta de oxigeno se convertía en golpes mas rápidos y fuertes en la cabeza de la rubia, cuando pensaba que moriría asfixiada deje de sentir agua sobre mi cuerpo. Abrí los ojos por instinto y siguiendo el impulso la boca busco recoge aire con una gran bocanada.
-Cof, cof, Aire... bendito y sa... -Entre palabra y palabra llenaba los pulmones. -Sagrado aire. Gracias hermosa. -Ahora me dirigía a Sauron. -Gracias por no pasarte la parada. -Le sonreía a esos relucientes ojos brillantes y anaranjados. -Dame... dame unos minutos. -Ahora miraba hacia el cielo de la campana revisando la estructura. -No se si alguna vez te lo dijeron. -Me di la vuelta y tumbe mi cuerpo sobre la parte plana de su cráneo. -Pero el azul te sienta muy bien. Eres muy guapa.
Dudaba que pudiera verme porque estaba justo entre sus dos ojos, pero le sonreí coqueta para luego darle un beso en la frente, estaba saldo, pero ahorra mismo todo tenia gusto a sal. -Vale, creo que ya estoy lista. -Volví a sujetarme al cuerno y a repetir las respiraciones. -Cuando quieras Azul. -Di una ultima bocanada de aire y cerré los ojos esperando a sumergirnos de nuevo.
El segundo tramo se me hizo más rápido o más corto, no lo se, pero cuando volví a sentir que mi cuerpo salia del agua estábamos ya en la caverna, Saurin acerco la cabeza al borde del agua y baje de su testa.
-Muy amable por tu parte. -Le dije con una sonrisa, sentándome en el borde y mirando como cambiaba de forma. -Estoy bastante segura de que nunca me cansare verte hacer eso.
Le tendí la mano para ayudarla a salir del agua y me puse de pie, aun no había dado dos pasos que ya tenia el ceño fruncido. -Ag... odio cuando las botas se llenan de agua. -Deje caer mi cuerpo al suelo y me quite el calzado, ate los cordones de las dos botas y las anude al cinturón. -Mucho mejor.
Ahora que no había nada que me distrajera pude darme cuenta de que podía ver en una cueva a la que no le llegaba la luz del sol. Mire atónita a mi alrededor y me acerque a las paredes. La roca tenia extrañas vetas de un mineral brillante y de color verde, las vetas se dividan y bifurcaban desde el suelo hasta la bóveda de la caverna.
Arriba habían estalactitas y en ellas crecía alguna especie de liquen azulado, en las paredes que daban a la entrada de agua afloraban corales multicolor. Conforme nos adentrábamos las vetas se volvían mas intensas y pequeños miriópodos brillaban en la oscuridad con los colores del mar.
-Desde luego el mar guarda muchos secretos. -Dije anonadada al tiempo que pasaba la mano por el extraño mineral. -¿Crees que podre llevarme un poco? -Mire a Sauron que ahora tenia los ojos de un matiz pardo amarillento por la luz del lugar. -Podría hacer muchas cosas con esto en mi taller.
Gire sobre mis pies sin darme la vuelta y ella ya no estaba en el barco, mire al capitán y me señalo con la mano hacia el agua sin dejar de reír. Sin pensarlo dos veces corrí por la cubierta y al llegar al borde salte de cabeza al mar. Ella ya estaba transformada y sino estuviéramos en el agua yo estaría con la boca abierta, pero claro, mis pulmones no respiran agua y la sal vuelve a uno tarumba si la bebe. Nade hasta su cuello y trepe por el hasta llegar a la caperuza, me puse de pie y haciendo uso del equilibrio camine hasta sentarme tras uno de sus cuernos. -Cuando quieras Sau. -Le dije con emoción al tiempo que me aseguraba al asta con los brazos y las piernas como si fuera un mono.
Respire pausadamente tres veces antes de sumergirnos para aguantar mas tiempo bajo el agua y pegue mi cabeza a la cornamenta. Jamas había montando en dragón, menos en uno acuático, mi familia era de esas que se negaba a mostrar su forma pues era algo divino. Y cuando yo puede transformarme me gustaba tanto que nunca pensé en ir encima de alguien más.
Quería abrir los ojos y observar todo el mundo marino, pero la velocidad me lo negaba, sentía los movimientos sinuosos de Saurin en mi cuerpo, era simplemente sublime. La presión tapaba mis oídos y comprimía mis pulmones, no pensé que aquello fuera tan problemático, apreté más los ojos y me concentre en permanecer tranquila y soltar el aire lentamente, agitarme solo empeoraría las cosas.
Aquello se me estaba haciendo eterno y apenas había pasado un minuto y poco cuando note la falta de aire. Cerré la mano y comencé a dar golpes en el cuerno con los nudillos como si golpeara a una puerta. Por todos los celestiales, espero que no haya pasado la campana. La falta de oxigeno se convertía en golpes mas rápidos y fuertes en la cabeza de la rubia, cuando pensaba que moriría asfixiada deje de sentir agua sobre mi cuerpo. Abrí los ojos por instinto y siguiendo el impulso la boca busco recoge aire con una gran bocanada.
-Cof, cof, Aire... bendito y sa... -Entre palabra y palabra llenaba los pulmones. -Sagrado aire. Gracias hermosa. -Ahora me dirigía a Sauron. -Gracias por no pasarte la parada. -Le sonreía a esos relucientes ojos brillantes y anaranjados. -Dame... dame unos minutos. -Ahora miraba hacia el cielo de la campana revisando la estructura. -No se si alguna vez te lo dijeron. -Me di la vuelta y tumbe mi cuerpo sobre la parte plana de su cráneo. -Pero el azul te sienta muy bien. Eres muy guapa.
Dudaba que pudiera verme porque estaba justo entre sus dos ojos, pero le sonreí coqueta para luego darle un beso en la frente, estaba saldo, pero ahorra mismo todo tenia gusto a sal. -Vale, creo que ya estoy lista. -Volví a sujetarme al cuerno y a repetir las respiraciones. -Cuando quieras Azul. -Di una ultima bocanada de aire y cerré los ojos esperando a sumergirnos de nuevo.
El segundo tramo se me hizo más rápido o más corto, no lo se, pero cuando volví a sentir que mi cuerpo salia del agua estábamos ya en la caverna, Saurin acerco la cabeza al borde del agua y baje de su testa.
-Muy amable por tu parte. -Le dije con una sonrisa, sentándome en el borde y mirando como cambiaba de forma. -Estoy bastante segura de que nunca me cansare verte hacer eso.
Le tendí la mano para ayudarla a salir del agua y me puse de pie, aun no había dado dos pasos que ya tenia el ceño fruncido. -Ag... odio cuando las botas se llenan de agua. -Deje caer mi cuerpo al suelo y me quite el calzado, ate los cordones de las dos botas y las anude al cinturón. -Mucho mejor.
Ahora que no había nada que me distrajera pude darme cuenta de que podía ver en una cueva a la que no le llegaba la luz del sol. Mire atónita a mi alrededor y me acerque a las paredes. La roca tenia extrañas vetas de un mineral brillante y de color verde, las vetas se dividan y bifurcaban desde el suelo hasta la bóveda de la caverna.
Arriba habían estalactitas y en ellas crecía alguna especie de liquen azulado, en las paredes que daban a la entrada de agua afloraban corales multicolor. Conforme nos adentrábamos las vetas se volvían mas intensas y pequeños miriópodos brillaban en la oscuridad con los colores del mar.
-Desde luego el mar guarda muchos secretos. -Dije anonadada al tiempo que pasaba la mano por el extraño mineral. -¿Crees que podre llevarme un poco? -Mire a Sauron que ahora tenia los ojos de un matiz pardo amarillento por la luz del lugar. -Podría hacer muchas cosas con esto en mi taller.
Última edición por Reivy Abadder el Dom Ene 27 2019, 15:16, editado 1 vez
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
“GUAPA!!” Sentí pena al escucharla en la campana, y es que era muy ágil para decir cosas que lograban alterar mis nervios, igual nunca lo notaria pues carecía de expresiones faciales claras estando como dragón. Sus pulmones rogaban por aire así que espere allí hasta que estuviera lista, no calcule que el tramo que Squishi nado fuera tan largo, aquel idiota podía ser muy intenso en cuanto al mar se refería, pero esto era una clara exageración. Volví a sumergirme cuando ella se agarró.
Seguí nadando hasta meterme por un pequeño canal donde se perdía la cuerda, esta, repentinamente subió y un brillo raro se veía más adelante.
“Superficie… finalmente.” Me acerque a tierra y ni bien ella se aferró al borde yo volví a mutar en mi forma humana.
Mi rostro seguía algo rojo por la incomodidad de sus palabras y no le dije más nada pero acepte su mano para salir del agua. La vi cambiarse y escuche como se quejaba de una de las maravillas que más adoraba del medioambiente, me mire las manos entonces pensativa “Mejor me seco también” y tense los músculos para cambiar reguladamente; como un ligero movimiento en mi piel todo mi cuerpo creo escamas que llegaron a teñirse de color azul ligeramente y volvieron de inmediato a mostrarse como una epidermis bípeda, era un proceso de secado más prolijo y rápido que sacudirme como lobo.
Ahora estaba seca, desnuda y seca. “No tengo ropas…. Mmmm… ” No es como si a mí me trajera preocupación o problemas, pero considerando el humor con el que andábamos las dos era otra historia “espero que no se enoje más Rei…” Suspire y me acerque donde ella.
- No creo que sea problemas en que te lleves cosas de aquí… No es como que tuviesen dueño - levante la vista l igual que ella admirando sonriente, a diferencia de Rei, lugares como estos conocía por montones, eran bellísimos escondites secretos, y mientras relajeaba el lugar cruce con sus ojos un segundo y la note mirándome a lo que rebatí el rostro “porque actúa así… ella fue quien no vino, quien no me busco en todo un año… de que me vio cara!?!?!?!?” me enoje en mis pensamientos chillando sola contra ella y contra mí, me molestaba que me afectara tanto que se mostrara interesada cuando yo pensé mil veces en renunciar a cualquier tipo de sentimiento. – Rei… deberíamos seguir… De última juntas algo antes de que volvamos a sumergirnos.
Me adelante sin decirle nada y deje de pensar en lo maravilloso del lugar para avanzar un poco más hacia lo obscuro. La cuerda llegaba hasta una roca a la cual se aferraba por lo que más al fondo de aquel pasillo seguro encontraremos a quien nos hizo bajar a estos lugares.
El aire empezaba a viciarse, lo note pero estaba más concentrada en mi mal humor que en el entorno… No le dije nada y seguí caminando, ignorando se decía algo o no, no quería hablarle y mi cerebro seguía respondiéndole y juzgándola “Una disculpa… disculpa??? Como si un lo siento repararía todo lo que yo experimente, jamás en la vida me sentí tan sola, y era feliz no teniendo a nadie, no sabía que era la soledad porque nunca aprecie a otro como para que me importe y de ti que recibí, una linda noche y el dinero para un carruaje de ida(? Absurdooo”.
Pronto respirar comenzó a dificultarse y lleve la mano al rostro para carraspear, la inmunda sensación parecía pegarse al tejido de mis pulmones, un olor simplemente asqueroso, algo no marchaba bien y el ardor en la garganta y en los ojos, fue la alarma que necesitaba para dejarme de estupideces sentimentales y volver a la misión que teníamos en frente.
-Oye Rei… Aquí... No se puede respirar…
Última edición por Sauron Guardgris el Sáb Ene 26 2019, 06:44, editado 1 vez
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Asentí con la cabeza haciendo sonar mis cuerdas vocales de manera afirmativa y seguí por el pasillo. ¿Porque no se pone ropa? Osea no me molesta que vaya desnuda, aquí estamos solo nostras, pero que no soy de piedra. Mientras mi mente divagaba mis ojos recorrían la espalda de la rubia recordando las marcas que hice en su día, de ellas ya no quedaba ni rastro. Seguí el recorrido de su columna hasta llegar a su culo, que no tenia mucho, pero aun así era atractivo al ser proporcional a su figura y las piernas, largas y estilizadas, delgadas, pero sensuales.
Parpadee y me pare un instante al darme cuenta de las reacciones que estaba teniendo. Fue solo una vez, una noche, una chica más y ni siquiera es de las más guapas, es solo del montón. Ni siquiera se nada de ella, solo su nombre y que es monja. Esto es absurdo. Bufe y fruncí el ceño enfadada conmigo misma.
Debería haber notado el aire enrarecido y denso que había en el interior de la instancia, era una dragona de aire, tendría que haberme dado cuenta hacia muchos metros, pero estaba tan obcecada con mis asuntos que no me di cuenta hasta que Saurin habló.
La sala parecía un santuario abandonado, uno muy antiguo. Habían columnas de alabastro que sujetaban la bóveda de la sala, estatuas de luminiscentes con forma de sirena talladas sobre la piedra y el extraño mineral de la caverna, a muchas de ellas les faltaban las vetas verdes y otras directamente habían desaparecido. Se encontraban hechas pedacitos por el suelo y en el suelo junto a una de esas estatuas despedazadas se encontraba una bolsa repleta de aquel material luminoso y un hombre al que apenas se le veía respirar.
-Tenemos que irnos de aquí, ahora.
Mire a los ojos de Sauron, o mejor dicho, intente que la mirada no se me fuera a otro lado y después camine hacia el hombre. Al llegar a su altura pude escuchar como salia gas de la grieta de una pared donde antes hubo una estatua.
-El muy inteligente abrió una grieta de gas toxico al romper la estatua, si esto sigue así se inundara toda la caverna hasta la salida. -Cogí al hombre por los brazos y comencé a arrastrarlo. -Sau ayúdame antes de que nos quedemos las dos igual que este.
Cuanto menos habláramos mejor, había que ahorrar aire hasta salir de la zona intoxicada. Por suerte eso no estaba muy lejos.
-Este sitio se a vuelto un peligro. -Le dije a la rubia soltando los brazos del hombre y respirando de nuevo aire puro. -Ya e visto esto antes, en las minas del norte. -Mire seriamente al monje. -Tenemos que cerrar este sitio, el gas no solo afecta a los pulmones también es incendiario, una chispa y adiós a la vida. -Me agache, volví a recoger al hombre y no abrir de nuevo la boca hasta llegar a la entrada acuática. -Haré estallar el lugar, tu sal con el alfeñique este y espérame en la campana, creo que podre llegar hasta ahí sin problemas.
No me importo si Sauron estaba enfadada o si le molestaba lo que haría con aquel sitio, ni siquiera me pare a pensar en la presencia de aquel individuo y la relación que pudiera compartir con la rubia. El gas que salia de aquella sala era un problema muy real y peligroso.
Recuerdos sobre una mina de plata comenzaron a recorrer mis memorias, era joven, estaba yendo con mi padre a visitar a un tio que era minero, cuando llegamos él estaba empujando una vagoneta y de repente se escucho un gran estruendo y una llamarada recorrió todos los túneles hasta la salida. La vagoneta voló, mi tío se prendió fuego, trozos de vigas salieron despedidos por todos lados y las astillas se clavaron en todo el mundo.
Al acabar el recuerdo ya estaba en mi forma dragón. No, definitivamente no dejaría que eso pasara.
-Sal de aquí. Estaré bien.
La voz grabe y gruesa que salia por mi garganta retumbo en toda la cueva. En esta ocasión la electricidad corría por todo el cuerpo saltando de escama en escama con pequeños chispazos violáceos y azulados.
Espere a que Saurin se alejara y me adentre en el pasillo. Ahora que estaba en mi autentica forma podía percibir sin problemas las distintas densidades que habían en el aire solo con lanzar un pequeño sondeo desde los pulmones. Me quede parada en mitad del pasillo y seguidamente dispare un rayo desde la cornamenta y comencé a correr hacia la salida.
Una explosión, fuego corriendo por el aire transformando el gas en una llamarada que me perseguía, la grieta se había roto al entrar en contacto con el fuego y todo el gas estaba saliendo por el único sitio que podía. Salte al agua sintiendo que la llamas rozaban mi cola, empece a cambiar de forma a toda velocidad, cabeza, cuerpo, brazos, cola, cuernos... los cuernos que siempre eran los últimos en irse, los que guardaban siempre la electricidad. Aquellos que tanto me gustaban ahora jugaron en mi contra al llegar al agua aun seguían estando en mi cabeza y por consiguiente la electricidad también.
Dolor, eso es todo lo que recuerdo de ese instante, un dolor en el pecho y mi cuerpo hundiéndose en el agua fría mientras el fuego ardiente se comía toda la caverna y la derrumbaba con rapidez.
____________
Off: Segunda complicación, el prisionero esta moribundo por inhalación de gases tóxicos.
Parpadee y me pare un instante al darme cuenta de las reacciones que estaba teniendo. Fue solo una vez, una noche, una chica más y ni siquiera es de las más guapas, es solo del montón. Ni siquiera se nada de ella, solo su nombre y que es monja. Esto es absurdo. Bufe y fruncí el ceño enfadada conmigo misma.
Debería haber notado el aire enrarecido y denso que había en el interior de la instancia, era una dragona de aire, tendría que haberme dado cuenta hacia muchos metros, pero estaba tan obcecada con mis asuntos que no me di cuenta hasta que Saurin habló.
La sala parecía un santuario abandonado, uno muy antiguo. Habían columnas de alabastro que sujetaban la bóveda de la sala, estatuas de luminiscentes con forma de sirena talladas sobre la piedra y el extraño mineral de la caverna, a muchas de ellas les faltaban las vetas verdes y otras directamente habían desaparecido. Se encontraban hechas pedacitos por el suelo y en el suelo junto a una de esas estatuas despedazadas se encontraba una bolsa repleta de aquel material luminoso y un hombre al que apenas se le veía respirar.
-Tenemos que irnos de aquí, ahora.
Mire a los ojos de Sauron, o mejor dicho, intente que la mirada no se me fuera a otro lado y después camine hacia el hombre. Al llegar a su altura pude escuchar como salia gas de la grieta de una pared donde antes hubo una estatua.
-El muy inteligente abrió una grieta de gas toxico al romper la estatua, si esto sigue así se inundara toda la caverna hasta la salida. -Cogí al hombre por los brazos y comencé a arrastrarlo. -Sau ayúdame antes de que nos quedemos las dos igual que este.
Cuanto menos habláramos mejor, había que ahorrar aire hasta salir de la zona intoxicada. Por suerte eso no estaba muy lejos.
-Este sitio se a vuelto un peligro. -Le dije a la rubia soltando los brazos del hombre y respirando de nuevo aire puro. -Ya e visto esto antes, en las minas del norte. -Mire seriamente al monje. -Tenemos que cerrar este sitio, el gas no solo afecta a los pulmones también es incendiario, una chispa y adiós a la vida. -Me agache, volví a recoger al hombre y no abrir de nuevo la boca hasta llegar a la entrada acuática. -Haré estallar el lugar, tu sal con el alfeñique este y espérame en la campana, creo que podre llegar hasta ahí sin problemas.
No me importo si Sauron estaba enfadada o si le molestaba lo que haría con aquel sitio, ni siquiera me pare a pensar en la presencia de aquel individuo y la relación que pudiera compartir con la rubia. El gas que salia de aquella sala era un problema muy real y peligroso.
Recuerdos sobre una mina de plata comenzaron a recorrer mis memorias, era joven, estaba yendo con mi padre a visitar a un tio que era minero, cuando llegamos él estaba empujando una vagoneta y de repente se escucho un gran estruendo y una llamarada recorrió todos los túneles hasta la salida. La vagoneta voló, mi tío se prendió fuego, trozos de vigas salieron despedidos por todos lados y las astillas se clavaron en todo el mundo.
Al acabar el recuerdo ya estaba en mi forma dragón. No, definitivamente no dejaría que eso pasara.
-Sal de aquí. Estaré bien.
La voz grabe y gruesa que salia por mi garganta retumbo en toda la cueva. En esta ocasión la electricidad corría por todo el cuerpo saltando de escama en escama con pequeños chispazos violáceos y azulados.
Espere a que Saurin se alejara y me adentre en el pasillo. Ahora que estaba en mi autentica forma podía percibir sin problemas las distintas densidades que habían en el aire solo con lanzar un pequeño sondeo desde los pulmones. Me quede parada en mitad del pasillo y seguidamente dispare un rayo desde la cornamenta y comencé a correr hacia la salida.
Una explosión, fuego corriendo por el aire transformando el gas en una llamarada que me perseguía, la grieta se había roto al entrar en contacto con el fuego y todo el gas estaba saliendo por el único sitio que podía. Salte al agua sintiendo que la llamas rozaban mi cola, empece a cambiar de forma a toda velocidad, cabeza, cuerpo, brazos, cola, cuernos... los cuernos que siempre eran los últimos en irse, los que guardaban siempre la electricidad. Aquellos que tanto me gustaban ahora jugaron en mi contra al llegar al agua aun seguían estando en mi cabeza y por consiguiente la electricidad también.
Dolor, eso es todo lo que recuerdo de ese instante, un dolor en el pecho y mi cuerpo hundiéndose en el agua fría mientras el fuego ardiente se comía toda la caverna y la derrumbaba con rapidez.
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Off: Segunda complicación, el prisionero esta moribundo por inhalación de gases tóxicos.
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
- Irnos? - replique mirándola fijamente y volteando a ver el sitio cuando note a Schushi mas adelante tumbado en eso suelo. Corrí hacia él, muy preocupada. - OOYEEEE!! Scuishiii!!! Soy YO! SAURIN! - su respirar era débil, dificultoso, volví a carraspear en lo que Rei se acercaba a nosotros con una explicación de los hechos. Levante la vista a la grieta de la que ella hablaba y quede pensativa unos segundos.
"Con razón ese hediondo aroma... Ácido sulfhídrico..." Por dejar que mi mente se distraiga con idioteces sobre hechos tan históricos fue una falla imperdonable como Monje, totalmente decepcionante, leí tantas veces sobre peligros en estas cuevas, y recorrimos tantas veces sitios iguales con Scuishi que no entiendo como no asimile aquel fétido olor al químico que lo procedía.
"Y cómo es que él se descuidó así?" Podía ser un idiota avaricioso, pero también sabia de estos riesgos, ahora no lograba entender por qué estaba en la situación que estaba "tan necesario es este yacimiento para él, como para exponerse estúpidamente así?"
Rei no espero a que espabilara de mis análisis científicos, rápidamente levanto a mi amigo y reclamo mi ayuda sacándome de mis conjeturas detectivescas que solo demoraban y facilitaban la contaminación de mis pulmones. "Hablar si es una complicación... no me arriesgare."
Empezamos a movernos y vi su rostro de soslayo, tenía esa cara de preocupada que no me gustaba que hiciera, cuando sus facciones mutaban así, parecía no pensar con precaución, ni lógica y casi diría sin coherencia. Es como si la preocupación o lo que fuere, bloqueara su capacidad de síntesis y se volviera irresponsable e impulsiva, una característica bastante reprochable. Comenzó a hablar mientras parecía alejarse en sus recuerdos dejando a Scuishi por lo que me amañe para que no cayera con brusquedad sobre el solado de piedra. Clavó sus ojos en los míos y sentí mi cuerpo helarse solo de la impresión, odiaba ese rostro de miedo, una expresión que solo me transmitía tormento.
Ella decidió que era mejor por si sola.
Iba a decirle que si... sabía que era ese gas... que se quedara tranquila... que sabía qué hacer en circunstancias como estas, pero ella me gano con la locura que sus ideas cargaban.
"VOLAR EL LUGAR!?!?!?!? POR QUE!?!?!?!" No tenía sentido, era una emanante natural de descomposición orgánica a metros y metros de la superficie, cuevas como estas se abrían y cerraban solas en miles de procesos naturales que destruían y generaban vida constantemente, si lo pensaba detenidamente por un segundo, no había necesidad alguna para ello.
- Rei!!! - Quería hablar lo justo y necesario. Ya me había dejado sola con mi familiar y miraba fijo hacia el túnel del cual veníamos - REI!! - le grite pero no me escuchaba, estaba sumida en sí misma "Diablooooos!!! Detesto a las personas vehementes!" No tenía sentido seguir llamándola, si soltaba a Scui e iba por ella no lograría detenerla por la fuerza, mi amigo esta débil y también necesita cuidados. No había forma en que nos pusiéramos a pelear ahora cuando ella estaba tan enfocada en lo que "Debía Hacer".
Seguí marchando, arrastrándole y una vez en el borde del agua lo tire primero. El frio helado pareció hacerlo reaccionar, pero aún se le notaba como cambiar incluso le costaba.
- Sau... Saurin?
- Sí, soy yo... no te distraigas y cambia de una vez que tenemos que irnos... - el gas sulfhídrico era sumamente toxico pero como dragones éramos más resistentes que un humano común, cambiaba lento, pero ya en el agua recobraría algo de fuerza cuando sus escamas se empaparan nuevamente. El agua para nosotros resultaba vigorizante.
Salte detrás de él y rápidamente me transforme en dragón para sumergirme arrastrando a mi amigo sin antes voltear a ver como Rei, quien también cambiaba de forma se dirigía a una proeza kamikaze e innecesaria. "Tengo que volver por ella..."
Nade lo más rápido que pude incentivando a Scui que hiciera lo mismo, una vez en la campana el solo se sujetó pero no quiso saber nada de mutar a humano de nuevo, era lógica la acción ya que nuestras fortalezas relucían siendo pescaditos pero no podía quedarme allí a cuidar de él. "Rei..."
Me zambullí una vez más, cada aleteada retrasada que lograba era un segundo menos de aire que ella tenía, pronto una onda expansiva sacudió el océano en el que estábamos y entendí que ya estaba hecho. Los corales que se formaban alrededor de la entrada donde el hilo se perdía se escondían ahora, entre nubes grises de polvo y tierra, muriendo rápidamente por el polvillo que saturo sus aguas.
Ella había salido expulsada tras la onda, era un pequeño ser cayendo lentamente mientras parecía desinflarse. Apresure paso sumamente asustada, moriría si no la llevaba a la campana y pese a que en estos tiempos las personas morían con mucha facilidad, no deseaba eso para ella, no podía perderla así.
Abrí la boca grande y saque la lengua para sujetarla sin causarle más daños de los que tenía, teniendo particular cuidado en que su cabeza quedara bajo mi paladar , como empujándola gire sobre mi eje y me moví desesperada notando aquellas burbujas que golpeaban contra mis fauces cuando escapaban a la superficie. “Aguanta por favor… aguanta!”
Llegué donde Scuishi en cuestión de nada, desconocía que podía moverme tan rápido y por cómo me miraba mi amigo, el también estaba sorprendido. Me abrió paso bajo el agua para salir dentro de la campana y el deje caer a un lado ya donde había aire. Pero ella no se movía.
Me transforme y me apresure a su lado, estaba quieta y llena de pequeñas heridas como raspones.
- Rei!!!! – le grite bastante alterada mientras la sacudía y abofeteaba ligeramente para que respondiera, pero no había reacción alguna.
Acomodé su cuerpo lo más extendido posible y con la cabeza hacia arriba. Coloque la palma de una mano en el centro de su pecho entre ambas montañas y la otra sobre la anterior. Manteniendo los codos derechos y posicionando los hombros directamente arriba de las manos comencé a usar el peso de mi parte superior para presionar contra la caja torácica con fuerza al menos 2 pulgadas aproximadamente. Constante, concentrada, con firmeza y decidida mantenía una velocidad estable a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto.
- Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… - contaba hasta llegar a treinta mientras comenzaba a agitarme. Debía abrir las vías respiratorias enderezando completamente el camino, levantándole el mentón y llevando la cabeza hacia atrás.
- Vamos Rei… despierta… - dije en lo que tome una gran bocanada de aire, sujete su nariz impidiendo el paso, abrí su boca desde la pera y pegando sus labios a los míos comencé a exhalar con fuerza por un instante, atenta a que su pecho se levantase; lo que así fue. Me separe a tomar aire y allí estaba Scuishi transformado, observando sin poder ser de ayuda.
- Va la segunda… - dijo entonces.
- Lo seee…. – respondí y tome aire para volver a repetir la acción. Un segundo beso de un minuto.
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Primer complicacion: Sabes que el objetivo será asesinado cuando lo entregues, pero este es un conocido tuyo o alguien a quien prefieres con vida.
"Con razón ese hediondo aroma... Ácido sulfhídrico..." Por dejar que mi mente se distraiga con idioteces sobre hechos tan históricos fue una falla imperdonable como Monje, totalmente decepcionante, leí tantas veces sobre peligros en estas cuevas, y recorrimos tantas veces sitios iguales con Scuishi que no entiendo como no asimile aquel fétido olor al químico que lo procedía.
"Y cómo es que él se descuidó así?" Podía ser un idiota avaricioso, pero también sabia de estos riesgos, ahora no lograba entender por qué estaba en la situación que estaba "tan necesario es este yacimiento para él, como para exponerse estúpidamente así?"
Rei no espero a que espabilara de mis análisis científicos, rápidamente levanto a mi amigo y reclamo mi ayuda sacándome de mis conjeturas detectivescas que solo demoraban y facilitaban la contaminación de mis pulmones. "Hablar si es una complicación... no me arriesgare."
Empezamos a movernos y vi su rostro de soslayo, tenía esa cara de preocupada que no me gustaba que hiciera, cuando sus facciones mutaban así, parecía no pensar con precaución, ni lógica y casi diría sin coherencia. Es como si la preocupación o lo que fuere, bloqueara su capacidad de síntesis y se volviera irresponsable e impulsiva, una característica bastante reprochable. Comenzó a hablar mientras parecía alejarse en sus recuerdos dejando a Scuishi por lo que me amañe para que no cayera con brusquedad sobre el solado de piedra. Clavó sus ojos en los míos y sentí mi cuerpo helarse solo de la impresión, odiaba ese rostro de miedo, una expresión que solo me transmitía tormento.
Ella decidió que era mejor por si sola.
Iba a decirle que si... sabía que era ese gas... que se quedara tranquila... que sabía qué hacer en circunstancias como estas, pero ella me gano con la locura que sus ideas cargaban.
"VOLAR EL LUGAR!?!?!?!? POR QUE!?!?!?!" No tenía sentido, era una emanante natural de descomposición orgánica a metros y metros de la superficie, cuevas como estas se abrían y cerraban solas en miles de procesos naturales que destruían y generaban vida constantemente, si lo pensaba detenidamente por un segundo, no había necesidad alguna para ello.
- Rei!!! - Quería hablar lo justo y necesario. Ya me había dejado sola con mi familiar y miraba fijo hacia el túnel del cual veníamos - REI!! - le grite pero no me escuchaba, estaba sumida en sí misma "Diablooooos!!! Detesto a las personas vehementes!" No tenía sentido seguir llamándola, si soltaba a Scui e iba por ella no lograría detenerla por la fuerza, mi amigo esta débil y también necesita cuidados. No había forma en que nos pusiéramos a pelear ahora cuando ella estaba tan enfocada en lo que "Debía Hacer".
Seguí marchando, arrastrándole y una vez en el borde del agua lo tire primero. El frio helado pareció hacerlo reaccionar, pero aún se le notaba como cambiar incluso le costaba.
- Sau... Saurin?
- Sí, soy yo... no te distraigas y cambia de una vez que tenemos que irnos... - el gas sulfhídrico era sumamente toxico pero como dragones éramos más resistentes que un humano común, cambiaba lento, pero ya en el agua recobraría algo de fuerza cuando sus escamas se empaparan nuevamente. El agua para nosotros resultaba vigorizante.
Salte detrás de él y rápidamente me transforme en dragón para sumergirme arrastrando a mi amigo sin antes voltear a ver como Rei, quien también cambiaba de forma se dirigía a una proeza kamikaze e innecesaria. "Tengo que volver por ella..."
Nade lo más rápido que pude incentivando a Scui que hiciera lo mismo, una vez en la campana el solo se sujetó pero no quiso saber nada de mutar a humano de nuevo, era lógica la acción ya que nuestras fortalezas relucían siendo pescaditos pero no podía quedarme allí a cuidar de él. "Rei..."
Me zambullí una vez más, cada aleteada retrasada que lograba era un segundo menos de aire que ella tenía, pronto una onda expansiva sacudió el océano en el que estábamos y entendí que ya estaba hecho. Los corales que se formaban alrededor de la entrada donde el hilo se perdía se escondían ahora, entre nubes grises de polvo y tierra, muriendo rápidamente por el polvillo que saturo sus aguas.
Ella había salido expulsada tras la onda, era un pequeño ser cayendo lentamente mientras parecía desinflarse. Apresure paso sumamente asustada, moriría si no la llevaba a la campana y pese a que en estos tiempos las personas morían con mucha facilidad, no deseaba eso para ella, no podía perderla así.
Abrí la boca grande y saque la lengua para sujetarla sin causarle más daños de los que tenía, teniendo particular cuidado en que su cabeza quedara bajo mi paladar , como empujándola gire sobre mi eje y me moví desesperada notando aquellas burbujas que golpeaban contra mis fauces cuando escapaban a la superficie. “Aguanta por favor… aguanta!”
Llegué donde Scuishi en cuestión de nada, desconocía que podía moverme tan rápido y por cómo me miraba mi amigo, el también estaba sorprendido. Me abrió paso bajo el agua para salir dentro de la campana y el deje caer a un lado ya donde había aire. Pero ella no se movía.
Me transforme y me apresure a su lado, estaba quieta y llena de pequeñas heridas como raspones.
- Rei!!!! – le grite bastante alterada mientras la sacudía y abofeteaba ligeramente para que respondiera, pero no había reacción alguna.
Acomodé su cuerpo lo más extendido posible y con la cabeza hacia arriba. Coloque la palma de una mano en el centro de su pecho entre ambas montañas y la otra sobre la anterior. Manteniendo los codos derechos y posicionando los hombros directamente arriba de las manos comencé a usar el peso de mi parte superior para presionar contra la caja torácica con fuerza al menos 2 pulgadas aproximadamente. Constante, concentrada, con firmeza y decidida mantenía una velocidad estable a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto.
- Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… - contaba hasta llegar a treinta mientras comenzaba a agitarme. Debía abrir las vías respiratorias enderezando completamente el camino, levantándole el mentón y llevando la cabeza hacia atrás.
- Vamos Rei… despierta… - dije en lo que tome una gran bocanada de aire, sujete su nariz impidiendo el paso, abrí su boca desde la pera y pegando sus labios a los míos comencé a exhalar con fuerza por un instante, atenta a que su pecho se levantase; lo que así fue. Me separe a tomar aire y allí estaba Scuishi transformado, observando sin poder ser de ayuda.
- Va la segunda… - dijo entonces.
- Lo seee…. – respondí y tome aire para volver a repetir la acción. Un segundo beso de un minuto.
_______________
Primer complicacion: Sabes que el objetivo será asesinado cuando lo entregues, pero este es un conocido tuyo o alguien a quien prefieres con vida.
Última edición por Sauron Guardgris el Sáb Ene 26 2019, 23:54, editado 1 vez
Sauron Guardgris
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Llego la tercera respiración asistida y luego una cuarta, no fue hasta la quinta que gire la cabeza y comencé toser tirando agua salada y boqueando en busca de aire. Estaba tumbada sobre algo frió y pequeño, se me fueron los ojos al cielo y solo vi metal, quise acariciar al ángel rubio que tenia encima, pero la mano se quedaba sin fuerzas y a medio camino cayo al agua. -Te dije que llegaría a la campana. -La voz me pesaba, me costaba hablar, la fuerza se me iba literalmente por la boca y aun así estaba sonriendo de medio lado al ver a la rubia delante mía. Los ojos se me cerraron sin que pudiera hacer nada por mantenerlos abiertos, quería seguir mirando, quería oír lo que Sauron me decía, pero volví a perder la consciencia.
-En ese estado no llegar a la superficie si la llevamos. -Al preso también le costaba hablar pero parecía estar en mejores condiciones desde que toco el agua. -Sera mejor que ella se quede aquí y la suban. -Entonces Erik comenzó a mover la cuerda que llevaba al barco. Arriba una campana comenzó a tañer y la tripulación empezó a moverse y a subir la campana.
Todo estaba negro a mi al rededor, no veía nada, pero olía el humo y la sangre. Palpe con las manos y toque algo blando y algo duro. Con los ojos rojos y llorosos abrí los parpados para encontrarme la figura de mi tío aplastado por la vagoneta de plata, con el brazo en una posición antinatural y el cuello partido por el perfil de la carretilla.
Abrí los ojos de golpe levantando el cuerpo hasta quedarme sentada gritando el nombre de mi difunto familiar. Con la respiración agitada notaba como la brisa marina se metía en mi pecho, a mi espalda se escuchaba un griterío de voces y se había formado un circulo al rededor de alguien. Me puse de pie sintiendo que todo el cuerpo me dolía y camine tambaleándome hasta el lugar.
Aparté a los marineros hasta que pude ver un cuerpo pequeño y ensangrentado en el suelo, tenia el pelo rubio y lloraba de rabia por el dolor mientras gritaba llamando a su ser más querido.
Era Lavey, tenia una herida muy fea en el cuádriceps derecho y se sujetaba la pierna al tiempo que miraba a todas partes con lagrimas rodando por su cara. Saque fuerza de los celestiales saben donde y corrí los pocos metros que me separaban de ella.
-¿Que te a pasado mi niña? Vey... Lagartija mírame. -Le cogí la cara asustada y la mire a los ojos, ella solo escondió su cara en mi pecho y lloro gritando que le dolía la pierna. -¡Desgraciados! ¿Que le hicisteis?
Ira, dolor, pena, pánico, preocupación. No sabia si levantarme y matar a toda aquella gente o quedarme cobijando a mi hija. Al final me quede en el sitio tratando de serenar a la adolescente y mirando su pierna, alguno de los presentes le había parado la hemorragia con un torniquete, mire a la multitud y el único que tenia las manos manchadas era el capitán. Entre los marineros se podían oír escusas que se repetían sin parar por la culpa y el arrepentimiento "Nos salio de la nada, aprecio como demonio por el cielo, nos asustamos, pensamos que nos atacaría."
-¡Es solo una niña! Por todos los dioses ni siquiera llega a los 3 metros y medio. -La impotencia hizo que gruesas lagrimas recorrieran mis mejillas al tiempo que acunaba a Lavey. -Te vas a poner bien cielo, mama te sacara de aquí. -Mire iracunda a los marineros. -Vosotros, imbéciles. ¿Donde están las camillas que trajimos? ¡Por el gran luminoso! ¿Nadie vio que era un dragón de rescate?
Mientras hablaba alguien entro al ruedo con la camilla y la desplegó en el suelo, el marino cogió la niña por hombros, yo me separe de ella y con cuidado y tragándome mi propio dolor sujete sus piernas para montarla en la camilla.
Quería cambiar de forma, pero en mi estado actual no llegaría a ninguna parte, no me quedaban fuerzas para volar hasta la costa y el barco tardaría demasiado en volver al puerto.
Ahora acariciaba la frente de la niña y buscaba con la mirada a Sauron.
-¿Sau que puedo hacer? Si no me la llevo ya se...
No quería decirlo estando la niña delante, pero sino encontrábamos un medico la pequeña moriría desangrada por el corte que el arpón le había hecho en la pierna.
Ya no me importaba el trabajo, ya no quería saber nada de Erik ni de la recompensa, ni de la pelea que tendría que librar con la monje porque ella lo conocía. No hacia falta ser muy lista para saber que Saurin no dejaría que lo entregara a la guardia.
_________
Off: Mi acompañante sufre una herida grave con la que no puede regresar a tierra firme, uso una de las camillas que cree con carpintería para evacuarla hasta el puerto.
Inicio una complicación para que Sauron use su profesión.
Recalco también 1 de las 3 complicaciones elegidas: Tu objetivo no está solo; es escoltado por un grupo de guardias personales. (En este caso el capitán y la tripulación del barco.)
-En ese estado no llegar a la superficie si la llevamos. -Al preso también le costaba hablar pero parecía estar en mejores condiciones desde que toco el agua. -Sera mejor que ella se quede aquí y la suban. -Entonces Erik comenzó a mover la cuerda que llevaba al barco. Arriba una campana comenzó a tañer y la tripulación empezó a moverse y a subir la campana.
Todo estaba negro a mi al rededor, no veía nada, pero olía el humo y la sangre. Palpe con las manos y toque algo blando y algo duro. Con los ojos rojos y llorosos abrí los parpados para encontrarme la figura de mi tío aplastado por la vagoneta de plata, con el brazo en una posición antinatural y el cuello partido por el perfil de la carretilla.
Abrí los ojos de golpe levantando el cuerpo hasta quedarme sentada gritando el nombre de mi difunto familiar. Con la respiración agitada notaba como la brisa marina se metía en mi pecho, a mi espalda se escuchaba un griterío de voces y se había formado un circulo al rededor de alguien. Me puse de pie sintiendo que todo el cuerpo me dolía y camine tambaleándome hasta el lugar.
Aparté a los marineros hasta que pude ver un cuerpo pequeño y ensangrentado en el suelo, tenia el pelo rubio y lloraba de rabia por el dolor mientras gritaba llamando a su ser más querido.
Era Lavey, tenia una herida muy fea en el cuádriceps derecho y se sujetaba la pierna al tiempo que miraba a todas partes con lagrimas rodando por su cara. Saque fuerza de los celestiales saben donde y corrí los pocos metros que me separaban de ella.
-¿Que te a pasado mi niña? Vey... Lagartija mírame. -Le cogí la cara asustada y la mire a los ojos, ella solo escondió su cara en mi pecho y lloro gritando que le dolía la pierna. -¡Desgraciados! ¿Que le hicisteis?
Ira, dolor, pena, pánico, preocupación. No sabia si levantarme y matar a toda aquella gente o quedarme cobijando a mi hija. Al final me quede en el sitio tratando de serenar a la adolescente y mirando su pierna, alguno de los presentes le había parado la hemorragia con un torniquete, mire a la multitud y el único que tenia las manos manchadas era el capitán. Entre los marineros se podían oír escusas que se repetían sin parar por la culpa y el arrepentimiento "Nos salio de la nada, aprecio como demonio por el cielo, nos asustamos, pensamos que nos atacaría."
-¡Es solo una niña! Por todos los dioses ni siquiera llega a los 3 metros y medio. -La impotencia hizo que gruesas lagrimas recorrieran mis mejillas al tiempo que acunaba a Lavey. -Te vas a poner bien cielo, mama te sacara de aquí. -Mire iracunda a los marineros. -Vosotros, imbéciles. ¿Donde están las camillas que trajimos? ¡Por el gran luminoso! ¿Nadie vio que era un dragón de rescate?
Mientras hablaba alguien entro al ruedo con la camilla y la desplegó en el suelo, el marino cogió la niña por hombros, yo me separe de ella y con cuidado y tragándome mi propio dolor sujete sus piernas para montarla en la camilla.
Quería cambiar de forma, pero en mi estado actual no llegaría a ninguna parte, no me quedaban fuerzas para volar hasta la costa y el barco tardaría demasiado en volver al puerto.
Ahora acariciaba la frente de la niña y buscaba con la mirada a Sauron.
-¿Sau que puedo hacer? Si no me la llevo ya se...
No quería decirlo estando la niña delante, pero sino encontrábamos un medico la pequeña moriría desangrada por el corte que el arpón le había hecho en la pierna.
Ya no me importaba el trabajo, ya no quería saber nada de Erik ni de la recompensa, ni de la pelea que tendría que librar con la monje porque ella lo conocía. No hacia falta ser muy lista para saber que Saurin no dejaría que lo entregara a la guardia.
_________
Off: Mi acompañante sufre una herida grave con la que no puede regresar a tierra firme, uso una de las camillas que cree con carpintería para evacuarla hasta el puerto.
Inicio una complicación para que Sauron use su profesión.
Recalco también 1 de las 3 complicaciones elegidas: Tu objetivo no está solo; es escoltado por un grupo de guardias personales. (En este caso el capitán y la tripulación del barco.)
Última edición por Reivy Abadder el Dom Ene 27 2019, 16:13, editado 2 veces
Reivy Abadder
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Re: Búsqueda del Tesoro(? [Trabajo]
Al fin reacciono y me quede más tranquila, la explosión fue muy mala idea, estaba bastante golpeada, pero estaba con vida, eso era lo importante.
-Idiota...- dije entre dientes en lo que me acomodaba hacia atrás respirando más normal, tratando de tranquilizarme, había pasado unos nervios terribles y no era fácil volver a estabilizarme de situaciones así. Erik me miraba con un recelo entre ceja y ceja. Y aun así se comunicó con el barco para que nos suban, Scuishi se manejaba como si estuviera en casa, asentí prontamente y observe como tras una comunicación pautada, la campana comenzaba a moverse a la superficie.
Levante mi mano y entrelace mis dedos en su oscuro cabello peinándola.
- Ella es amiga tuya? - los celos eran evidente en su rostro, tenía esa mirada que siempre hacia cuando los demás querían participar conmigo de alguna búsqueda o jugar a las aventuras del mar.
- No.... no lo es... dudo que ella me considere algo en su vida...
- Lo dices como si odiaras la idea... - sus cejas se arquearon más y el claramente detectaba algo en mi tono al hablar de lo cual no me percataba.
- No lo sé...
Erik volvió a toser y se acomodó a descansar unos instantes hasta que estuviéramos arriba, había respirado demasiado de esa cosa. Aun así no me quitaba los ojos de encima, ni a mí ni a mi pecho. Ruborizándose pero su cara me decía que no estaba tan conforme con mi respuesta.
Mi mente estaba en otros lados, me gustaba tenerla así recostada, donde yo pudiera acariciarla rogando que el tiempo se detuviera en nosotras por siempre.
Nos desprendimos del agua y ahora volábamos por sobre la cristalina superficie. Una gran pieza de madera tenia las poleas que levantaron el armatoste que nos cargaba y lo deslizaron hasta arriba. Scuishi fue el primero en bajar de la celda, tambaleando, aun cansado y con tos convulsa, al igual que el Capitán en su momento, se quitó la blusa que traía puesto para exigirme que me lo ponga rápidamente con la cara completamente roja. Y es que no tenía sentido la preocupación de todos ellos, ya estaban actuando como Rei. Las prendas estaban mojadas, pero sanas, gracioso de ver ya que las creía rotas tras su transformación. Quizás estaban encantadas o algo….
Había más movimiento de lo normal, pensé en el capitán, pero no vino a recibirnos y es que parecía más entretenido con otras cosas.
Rei entonces despertó asustada, creí que era una simple desorientación por el cambio de lugar pero no me dio tiempo a terminar de vestir las ropas y acercarme a ella que fue hasta donde los demás se reunían. Me acerque a prisa, ella no debía moverse tan bruscamente luego de lo ocurrido, pero lo que vimos luego fue peor de lo que me imaginaba.
-Noo… demonio…. – dije para mí misma acercándome entre los hombres al notar que quien estaba en el suelo era la cría de Reivy. Su pierna estaba muy mal herida, pero no podíamos dejar que siguiera así, Erik tampoco estaba bien luego de estar expuesto al gas tanto tiempo y Rei seguía mal herida por la explosión, un panorama absurdo en complicaciones y este trabajo nos estaba costando más de lo que creí que me costaría. Que podía hacer, la mire a Rei preocupada y pensativa hasta que se me ocurrió una idea.
-La guardia marina tiene médicos en el puerto, allí podrían darle una mano – menciono quien ayudo a colocar a la niña en la camilla.
-Disculpe! Capitán… Mis cosas? – pregunte acelerada, pronunciando la oración completa en menos de un segundo. Este me indico solo con el brazo extendido a un costado, donde la escalera se alzaba y mi toga junto con el bolso estaban extendidos en el barandal. Corrí donde el bolso para abrirlo y sacar algunas cosas del interior.
Ruidos de frascos volvieron a oírse como cuando juntaron las cosas del suelo. Pequeñas botellas con ramas y hojas discriminadas con etiquetas y tintas de colores. Buscaba entre unas y otras, y otras y otras, tenía demasiadas cosas y mis manos comenzaban a temblar de los nervios. Desprendí el morral de donde colgaba para voltearlo cerca del suelo vaciando el interior sobre la madera. Los pequeños frascos comenzaron a caer y a rodar junto a unas pierdas, cuchillos, tiras de cuero y otros artefactos que tenía.
Las miraba una a una todas las de tapita roja. Al dar con la que buscaba, la separaba y volvía a buscar una segunda y una tercera.
-Bien… - me dije a mi misma cuando encontré hasta el último material que necesitaba. Abrí mi anotador y busque en el las dosificaciones para elaborar un elixir que nos ayudara con todo esto.
Sobre un gran trozo de cuero grueso tire los ingredientes medidos y comencé a golpearlos con una piedra. Busque la botella con agua que siempre llevaba y arroje unas gotas para que comenzara a formarse una pasta. Luego cargue de agua un frasquito y disolví la mescla en el interior hasta que se tiño completamente de un color amarillo naranja. Lo cerré con un corcho y me levante a prisa sin ordenar nada hasta donde Rei para darle la botella en la mano.
-Bebe esto y vete con la pequeña, yo necesito resolver unas cosas con Erik y luego las alcanzare en el puerto. – abrí sus dedos, coloque la botella y le cerré la mano – No durara mucho la energía que te dé, así que no la desperdicies.
Mire a la pequeña y miré su herida. -Las buscaré… lo prometo. Y Rei… Gracias~
_____________Uso mi profecion de Alquimia para crear un Elixir revitalizante menor.
Sauron Guardgris
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