Tesoro enterrado [Trabajo]
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Tesoro enterrado [Trabajo]
Ryuu se encontraba ahora en la Playa de los Ancestros, contemplando la enorme masa de agua que se encontraba delante de él. No recordaba haber estado antes tan cerca de la tierra de los elfos. Bueno, técnicamente ya estaba allí, pero no en su ciudad principal. Con algo de suerte, al terminar este trabajo podría buscar a aquella elfa pelirroja que creó su arco Zar'roc.
Había llegado antes de tiempo, como siempre. Tenía la mala costumbre de hacer eso cada vez que debía encontrarse con alguien. En esta ocasión esperaba a su compañero en este trabajo y a quien los contrató para llevarlo a cabo. El primero era Zelas, un elfo con el que ya habían cruzado caminos hace un tiempo; el segundo se llamaba Ben Barbalarga. No sabía aún a qué raza pertenecía éste, pero a juzgar por el nombre debía ser un humano. Sus suposiciones se confirmaron al llegar la hora del encuentro, cuando finalmente lo conoció. Antes solo habían hablado con un mensajero que hacía de intermediario.
Al llegar el humano, Ryuu pudo notar que no era un tipo cualquiera. Si bien no parecía alguien con experiencia en el campo de la batalla, se notaba cierta autoridad emanando de él, como si estuviera acostumbrado a llevar las riendas, a dar órdenes. Daba la impresión de ser alguien que sabía lo que hacía. Ben saludó al hombre bestia y consultó por su compañero.
-Tenía entendido que habría también un elfo. ¿Aún no ha llegado?- no parecía molesto, lo cual Ryuu agradeció.
-Bueno, aún es un poco temprano. Estoy seguro que ya estará cerca, no se preocupe.- El ave respondió tratando de sonar seguro, pero en el fondo estaba rezando porque el elfo no apareciera pasado de copas como cuando lo conoció.
Había llegado antes de tiempo, como siempre. Tenía la mala costumbre de hacer eso cada vez que debía encontrarse con alguien. En esta ocasión esperaba a su compañero en este trabajo y a quien los contrató para llevarlo a cabo. El primero era Zelas, un elfo con el que ya habían cruzado caminos hace un tiempo; el segundo se llamaba Ben Barbalarga. No sabía aún a qué raza pertenecía éste, pero a juzgar por el nombre debía ser un humano. Sus suposiciones se confirmaron al llegar la hora del encuentro, cuando finalmente lo conoció. Antes solo habían hablado con un mensajero que hacía de intermediario.
Al llegar el humano, Ryuu pudo notar que no era un tipo cualquiera. Si bien no parecía alguien con experiencia en el campo de la batalla, se notaba cierta autoridad emanando de él, como si estuviera acostumbrado a llevar las riendas, a dar órdenes. Daba la impresión de ser alguien que sabía lo que hacía. Ben saludó al hombre bestia y consultó por su compañero.
-Tenía entendido que habría también un elfo. ¿Aún no ha llegado?- no parecía molesto, lo cual Ryuu agradeció.
-Bueno, aún es un poco temprano. Estoy seguro que ya estará cerca, no se preocupe.- El ave respondió tratando de sonar seguro, pero en el fondo estaba rezando porque el elfo no apareciera pasado de copas como cuando lo conoció.
Última edición por Shinoroa Ryuu el Lun 27 Abr 2020, 03:15, editado 1 vez
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
La playa de los ancestros, sin duda un lugar que le traía malos recuerdos, Aion le acompañaba en esta aventura y estaba asegurado a su protección del hombro, no esperaba el momento en el que creciera un poco y caminara mas rápido por su cuenta, ahora tenia cimitarras nuevas que le permitirían desenvolverse mejor en ambientes hostiles y que no encontraba el momento para probarlas en acción, llego justo a tiempo para toparse con su empleador y su compañero en este trabajo.
Entonces observo al señor Barbalarga, era el tipo de persona que gustaba de mandar a la gente, experiencia de batalla casi nula, y de seguro seria un sabelotodo, su compañero Ryuu, era el hombre pájaro temeroso de los dragones, llego y hizo un gesto con la mano en señal de saludo, como siempre, no le importaba nada con tal de que le pagaran. -Que es lo que traes en el hombro?- pregunto el señor Barbalarga -es solo Aion, un Fèidh que me encontré, no se preocupe, no estorbara y en el peor de los casos, siempre es bueno tener un chivo expiatorio- comento dando a entender que estaba dispuesto a sacrificarlo de ser necesario, el señor Barbalarga asintió ante ese comentario, al parecer le agradaba la practicidad que demostraba el elfo. -umu!- exclamo Aion, como aceptando el posible destino que le deparaba al estar con el elfo. Sin mucho que decir, la pequeña cuadrilla comenzó a caminar hacia el lugar donde se realizaría la búsqueda.
Entonces observo al señor Barbalarga, era el tipo de persona que gustaba de mandar a la gente, experiencia de batalla casi nula, y de seguro seria un sabelotodo, su compañero Ryuu, era el hombre pájaro temeroso de los dragones, llego y hizo un gesto con la mano en señal de saludo, como siempre, no le importaba nada con tal de que le pagaran. -Que es lo que traes en el hombro?- pregunto el señor Barbalarga -es solo Aion, un Fèidh que me encontré, no se preocupe, no estorbara y en el peor de los casos, siempre es bueno tener un chivo expiatorio- comento dando a entender que estaba dispuesto a sacrificarlo de ser necesario, el señor Barbalarga asintió ante ese comentario, al parecer le agradaba la practicidad que demostraba el elfo. -umu!- exclamo Aion, como aceptando el posible destino que le deparaba al estar con el elfo. Sin mucho que decir, la pequeña cuadrilla comenzó a caminar hacia el lugar donde se realizaría la búsqueda.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Finalmente Zelas llegó, cargando un extraño animal en sus hombros. Ante la pregunta de Ben, el elfo declaró que no sería un estorbo en la misión y que no le molestaba sacrificarlo de ser necesario. Ryuu se sorprendió un poco ante sus palabras, pero luego se le ocurrió que tal vez estaba bromeando. En ocasiones era difícil saber cuándo su compañero hablaba en serio y cuándo no.
Tomaron rumbo hacia su destino: un cerro cercano a la costa, donde se encontraban unas ruinas antiguas. Parecían ser sólo eso, edificaciones viejas y mohosas caídas en medio de la nada.
-Pero algo me decía que había más de lo que se ve a simple vista. Encontré un mapa que indica que aquí se encontraba un viejo puesto militar, usado por los brujos en su guerra contra los elfos. Más que un mapa, sería adecuado llamarlo Inventario. Parece tratarse de una lista donde se enumeran las pertenencias, tesoros y armas que tenían los brujos en su torre, con una breve descripción del lugar. Así fue como encontré las ruinas.- Ben había empezado su historia normalmente, pero cuanto más avanzaba en ella, más emocionado se lo notaba. O se trataba de alguien codicioso, o de un fanático de la historia o la magia.
De acuerdo a su guía, lo interesante no estaba en el cerro, sino en su interior. Los brujos se habían tomado el trabajo de crear un fuerte subterráneo bajo la torre. Allí era donde almacenaban sus posesiones más valiosas, y seguramente algún prisionero también. El problema era que el lugar era sumamente peligroso. Estaba repleto de trampas, tanto normales como mágicas. Por eso, el humano no se arriesgaba a entrar por sí solo.
-Bueno... En cuanto lleguemos allí, podremos investigar los alrededores, tal vez encontremos algo fuera o en la entrada de aquella mazmorra que nos sirva de algo. Hasta que no la veamos, será difícil trazar algún plan.- Ryuu no sabía qué esperar de ese lugar, sólo esperaba que sus conocimientos de lo arcano (aunque escasos) fueran suficientes para ayudarlos en esta aventura.
Tomaron rumbo hacia su destino: un cerro cercano a la costa, donde se encontraban unas ruinas antiguas. Parecían ser sólo eso, edificaciones viejas y mohosas caídas en medio de la nada.
-Pero algo me decía que había más de lo que se ve a simple vista. Encontré un mapa que indica que aquí se encontraba un viejo puesto militar, usado por los brujos en su guerra contra los elfos. Más que un mapa, sería adecuado llamarlo Inventario. Parece tratarse de una lista donde se enumeran las pertenencias, tesoros y armas que tenían los brujos en su torre, con una breve descripción del lugar. Así fue como encontré las ruinas.- Ben había empezado su historia normalmente, pero cuanto más avanzaba en ella, más emocionado se lo notaba. O se trataba de alguien codicioso, o de un fanático de la historia o la magia.
De acuerdo a su guía, lo interesante no estaba en el cerro, sino en su interior. Los brujos se habían tomado el trabajo de crear un fuerte subterráneo bajo la torre. Allí era donde almacenaban sus posesiones más valiosas, y seguramente algún prisionero también. El problema era que el lugar era sumamente peligroso. Estaba repleto de trampas, tanto normales como mágicas. Por eso, el humano no se arriesgaba a entrar por sí solo.
-Bueno... En cuanto lleguemos allí, podremos investigar los alrededores, tal vez encontremos algo fuera o en la entrada de aquella mazmorra que nos sirva de algo. Hasta que no la veamos, será difícil trazar algún plan.- Ryuu no sabía qué esperar de ese lugar, sólo esperaba que sus conocimientos de lo arcano (aunque escasos) fueran suficientes para ayudarlos en esta aventura.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Encontré un mapa que indica que aquí se encontraba un viejo puesto militar, usado por los brujos en su guerra contra los elfos. Más que un mapa, sería adecuado llamarlo Inventario. Parece tratarse de una lista donde se enumeran las pertenencias, tesoros y armas que tenían los brujos en su torre, con una breve descripción del lugar. Así fue como encontré las ruinas.- comento el señor Barbalarga, entonces comenzó a contar una extraña historia de la cual el elfo perdió el hilo después de un par de palabras. ya estaban por llegar al lugar cuando le comenzó a prestar atención a su empleador nuevamente.
Hablaba sobre trampas, peligros inimaginables y un sin fin de cosas que al elfo no le interesaban en lo absoluto puesto que su mente solo se centraba en una cosa, la recompensa, cuando Ryuu comenzó a hablar sobre lo de buscar la entrada asintió, -creo que podemos ir en esa dirección, no tengo pruebas sobre porque debemos hacerlo, pero tampoco tengo dudas- comento convencido acerca de lo que acababa de decir, siempre en esa forma peculiar que tenia de comportarse, el pequeño Fèidh que descansaba en su hombro estiro una de sus pequeñas patitas en la dirección que Zelas había indicado, las ruinas del cerro se veían cada vez mas abundantes y cuando menos lo esperaron llegaron a lo que parecía ser una entrada. -tadaaa!- exclamo el elfo al momento que extendía sus brazos hacia adelante y su pequeño Fèidh imitaba el gesto con sus patitas delanteras.
-Me temo que esta no es la entrada, según las indicaciones del mapa debería estar en el otro extremo del cerro- comento el señor Barbalarga, mientras caminaba en otra dirección, -Entonces encontré la salida, siempre he sido bueno para encontrar una forma de escapar- comento el elfo encogiéndose de hombros y riendo mientras miraba a Ryuu, sin mas que añadir siguieron el camino que trazaba su empleador.
Hablaba sobre trampas, peligros inimaginables y un sin fin de cosas que al elfo no le interesaban en lo absoluto puesto que su mente solo se centraba en una cosa, la recompensa, cuando Ryuu comenzó a hablar sobre lo de buscar la entrada asintió, -creo que podemos ir en esa dirección, no tengo pruebas sobre porque debemos hacerlo, pero tampoco tengo dudas- comento convencido acerca de lo que acababa de decir, siempre en esa forma peculiar que tenia de comportarse, el pequeño Fèidh que descansaba en su hombro estiro una de sus pequeñas patitas en la dirección que Zelas había indicado, las ruinas del cerro se veían cada vez mas abundantes y cuando menos lo esperaron llegaron a lo que parecía ser una entrada. -tadaaa!- exclamo el elfo al momento que extendía sus brazos hacia adelante y su pequeño Fèidh imitaba el gesto con sus patitas delanteras.
-Me temo que esta no es la entrada, según las indicaciones del mapa debería estar en el otro extremo del cerro- comento el señor Barbalarga, mientras caminaba en otra dirección, -Entonces encontré la salida, siempre he sido bueno para encontrar una forma de escapar- comento el elfo encogiéndose de hombros y riendo mientras miraba a Ryuu, sin mas que añadir siguieron el camino que trazaba su empleador.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
El pájaro se rió por la interacción del elfo y su nueva mascota. Parecía que Aion iba en camino a convertirse en un mini-Zelas. El humano no les prestó demasiada atención y siguió su camino hacia la entrada del lugar. A Ryuu no le agradaban ciertas actitudes de Ben, era bastante antipático. No sabía si eran guiadas por la experiencia y la practicidad (al fin y al cabo, nadie querría acercarse demasiado a sus compañeros si existía la posibilidad de que murieran por una trampa) o si se debían a otra cosa. De todas formas, ellos habían aceptado el trabajo por la paga, no para hacer amigos.
Tardaron un rato en llegar a la entrada, la cual consistía en una "puerta" de piedra hábilmente camuflada. No había forma de detectarla, a menos que uno supiera que estaba ahí. El contratista tocó unas cuantas rocas cercanas que parecían sueltas, en un orden específico, y la abertura apareció como por arte de magia... Y debía serlo, porque no había forma no mágica de lograr ocultar eso.
-Desde aquí hasta el arco que se encuentra a mitad del primer pasillo es una zona segura. Más allá de eso, es territorio desconocido para mí. Según el inventario, las armas más peligrosas y los objetos de valor están en la zona más profunda junto con "círculos mágicos". Deduzco que se trata de algún tipo de trampa, y que habrá más de ellas en el camino hacia esa sala.-
Ryuu guardó silencio, tratando de acomodar en su cabeza aquella nueva información. Entró con cuidado, hasta estar a un paso del arco mencionado por el humano, tomó una piedra pequeña que se encontraba por ahí y la lanzó hacia adelante. Quería comprobar si había alguna trampa, y al parecer ese no era el caso aquí.
-Diría que no hay peligro aún, pero no está de más tener cuidado. Habría que hacer esto cada cierto tiempo para probarlo, y prestar mucha atención a los sonidos y luces a nuestro alrededor.- El ave terminó esas palabras y empezó a avanzar lentamente, observando con atención los alrededores.
Tardaron un rato en llegar a la entrada, la cual consistía en una "puerta" de piedra hábilmente camuflada. No había forma de detectarla, a menos que uno supiera que estaba ahí. El contratista tocó unas cuantas rocas cercanas que parecían sueltas, en un orden específico, y la abertura apareció como por arte de magia... Y debía serlo, porque no había forma no mágica de lograr ocultar eso.
-Desde aquí hasta el arco que se encuentra a mitad del primer pasillo es una zona segura. Más allá de eso, es territorio desconocido para mí. Según el inventario, las armas más peligrosas y los objetos de valor están en la zona más profunda junto con "círculos mágicos". Deduzco que se trata de algún tipo de trampa, y que habrá más de ellas en el camino hacia esa sala.-
Ryuu guardó silencio, tratando de acomodar en su cabeza aquella nueva información. Entró con cuidado, hasta estar a un paso del arco mencionado por el humano, tomó una piedra pequeña que se encontraba por ahí y la lanzó hacia adelante. Quería comprobar si había alguna trampa, y al parecer ese no era el caso aquí.
-Diría que no hay peligro aún, pero no está de más tener cuidado. Habría que hacer esto cada cierto tiempo para probarlo, y prestar mucha atención a los sonidos y luces a nuestro alrededor.- El ave terminó esas palabras y empezó a avanzar lentamente, observando con atención los alrededores.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ya habían andado un rato cuando finalmente lograron llegar a la entrada, lo que elfo no esperaba era que el señor Barbalarga supiera aquel delicado mecanismo para abrir la puerta, estarían las instrucciones en el mapa, o quizás había estado antes en ese lugar con otro grupo.
-Desde aquí hasta el arco que se encuentra a mitad del primer pasillo es una zona segura. Más allá de eso, es territorio desconocido para mí. Según el inventario, las armas más peligrosas y los objetos de valor están en la zona más profunda junto con "círculos mágicos". Deduzco que se trata de algún tipo de trampa, y que habrá más de ellas en el camino hacia esa sala.- esas palabras del señor Barbalarga corroboraron los pensamientos de Zelas, observo como Ryuu arrojaba una piedra con cautela, notando como lanzaba una piedra viendo si podía activar una trampa. -necesitaras mas que eso para lograr que se active una trampa, normalmente necesitas algo con mas peso, o con mas vida, yo iré adelante- comento al grupo mientras tomaba la delantera, internándose al interior del cerro, basto con que avanzaran un par de metros para que el elfo activara algo sin darse cuenta, grandes placas de algún extraño material cubierto de tierra oscureciera todo por unos momentos.
-Y así es como activas una trampa- dijo mientras se sacudía el polvo, en las alturas antorchas comenzaban a prenderse dando un poco de claridad al lugar, al ver los muros a sus alrededores, Zelas comprendió que se encontraban ahora en un laberinto, volviendo las cosas un poco mas complicadas mientras avanzaban intentando no perderse en el lugar.
OFF: 1era complicacion, el lugar se convierte en un labertino de espejos por gran parte de los turnos siguientes.
-Desde aquí hasta el arco que se encuentra a mitad del primer pasillo es una zona segura. Más allá de eso, es territorio desconocido para mí. Según el inventario, las armas más peligrosas y los objetos de valor están en la zona más profunda junto con "círculos mágicos". Deduzco que se trata de algún tipo de trampa, y que habrá más de ellas en el camino hacia esa sala.- esas palabras del señor Barbalarga corroboraron los pensamientos de Zelas, observo como Ryuu arrojaba una piedra con cautela, notando como lanzaba una piedra viendo si podía activar una trampa. -necesitaras mas que eso para lograr que se active una trampa, normalmente necesitas algo con mas peso, o con mas vida, yo iré adelante- comento al grupo mientras tomaba la delantera, internándose al interior del cerro, basto con que avanzaran un par de metros para que el elfo activara algo sin darse cuenta, grandes placas de algún extraño material cubierto de tierra oscureciera todo por unos momentos.
-Y así es como activas una trampa- dijo mientras se sacudía el polvo, en las alturas antorchas comenzaban a prenderse dando un poco de claridad al lugar, al ver los muros a sus alrededores, Zelas comprendió que se encontraban ahora en un laberinto, volviendo las cosas un poco mas complicadas mientras avanzaban intentando no perderse en el lugar.
OFF: 1era complicacion, el lugar se convierte en un labertino de espejos por gran parte de los turnos siguientes.
Última edición por Zelas Hazelmere el Vie 15 Mayo 2020, 19:47, editado 1 vez
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Sí, ese es el caso con las trampas normales, pero las mágicas pueden detectar objetos cercanos sin importar su peso o tamaño. Conque un laberinto... Las paredes no son tan altas, pero aún así nos impiden ver al otro lado.- Ryuu observaba el lugar. Tenía una forma semi-esférica, como si tuviera un techo abovedado. Al parecer, parte del interior del cerro estaba hueco y en él los brujos habían creado el laberinto.
La trampa que había activado su compañero no sólo creó aquel lío de piedras, sino que parecía haber alterado otras cosas.
En cuanto dieron unos pasos dentro del laberinto y doblaron en la primera esquina, los muros de roca cambiaron. No sabía si se habían transformado o si solo era algún tipo de ilusión, pero el laberinto repentinamente se volvió de espejos. Era difícil saber en que dirección debían avanzar, ya que donde sea que miraran sólo lograban ver una multitud de Zelas, Ryuus, Aions y Bens devolviéndoles la mirada.
-Esto es... raro. Nadie resultaría herido por esto, a menos que corriera contra un muro. Supongo que esta trampa estaba diseñada para hacerte perder el tiempo...- Ryuu trataba de encontrar una explicación a ésto. Por lo pronto, se limitó a avanzar con cuidado y con las alas extendidas, tocando con ellas las paredes a sus lados.
La trampa que había activado su compañero no sólo creó aquel lío de piedras, sino que parecía haber alterado otras cosas.
En cuanto dieron unos pasos dentro del laberinto y doblaron en la primera esquina, los muros de roca cambiaron. No sabía si se habían transformado o si solo era algún tipo de ilusión, pero el laberinto repentinamente se volvió de espejos. Era difícil saber en que dirección debían avanzar, ya que donde sea que miraran sólo lograban ver una multitud de Zelas, Ryuus, Aions y Bens devolviéndoles la mirada.
-Esto es... raro. Nadie resultaría herido por esto, a menos que corriera contra un muro. Supongo que esta trampa estaba diseñada para hacerte perder el tiempo...- Ryuu trataba de encontrar una explicación a ésto. Por lo pronto, se limitó a avanzar con cuidado y con las alas extendidas, tocando con ellas las paredes a sus lados.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-oh genial, como si esto no pudiera ser mas tedioso- dijo el elfo al notar como en las paredes del laberinto se reflejaban en infinidad de cantidades, el elfo desenvaino una cimitarra y la apunto hacia el frente, para tener una noción del espacio donde se encontraba, camino hasta que la cimitarra choco con el muro, giro hacia la derecha para toparse con otro muro, por ende dio media vuelta para avanzar en la dirección contraria.
Ya habían avanzado un tramo considerable cuando Aion comenzó a moverse desenfrenadamente, -UMU!UMU!UMU!- exclamaba exaltada la pobre criatura, -Qué te pasa Aion? ah ya se, de seguro quieres hacer tus necesidades, siempre esperas hasta ultima hora- comento el elfo mientras lo desamarraba rápidamente y lo dejaba en el piso, al momento de hacerlo este salio corriendo, Zelas no le tomo mucha importancia, mas el Fèidh seguía gritando -de seguro esta algo tímido, ya se le pasara- comento el elfo al momento que Aion volvía corriendo y mordía su pantalón como pidiéndole que lo siguiera, el elfo observo a sus acompañantes y después al Fèidh, -de acuerdo quieres jugar al guía, bien por mi, si algo malo te sucede, sera tu responsabilidad- dijo al momento que lo seguía y les hacia una seña a sus acompañantes para que lo siguieran también.
Ya habían avanzado un tramo considerable cuando Aion comenzó a moverse desenfrenadamente, -UMU!UMU!UMU!- exclamaba exaltada la pobre criatura, -Qué te pasa Aion? ah ya se, de seguro quieres hacer tus necesidades, siempre esperas hasta ultima hora- comento el elfo mientras lo desamarraba rápidamente y lo dejaba en el piso, al momento de hacerlo este salio corriendo, Zelas no le tomo mucha importancia, mas el Fèidh seguía gritando -de seguro esta algo tímido, ya se le pasara- comento el elfo al momento que Aion volvía corriendo y mordía su pantalón como pidiéndole que lo siguiera, el elfo observo a sus acompañantes y después al Fèidh, -de acuerdo quieres jugar al guía, bien por mi, si algo malo te sucede, sera tu responsabilidad- dijo al momento que lo seguía y les hacia una seña a sus acompañantes para que lo siguieran también.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Siguieron avanzando pese a las quejas del elfo, perfectamente entendibles por supuesto. El humano no hablaba mucho, tal vez debido a la concentración para no chocarse contra uno de los muros espejados. Ryuu notó que cada uno de los tres hombres había optado por una forma diferente para evitar accidentes... Zelas empuñaba una de sus cimitarras hacia adelante (¿dos de ellas eran nuevas?), mientras que el jefe eligió la clásica e infalible técnica de caminar con los pies pegados a los muros.
En un momento, la mascota del elfo se puso inquieta. Suponiendo que sería el llamado de la naturaleza, Zelas lo soltó para que hiciera lo suyo, pero el pequeño Aion no volvía aunque ya había pasado un buen rato.
-Ey Zelas, ¿qué le das de comer a ese pobre animal? Le está tomando una eternidad...- Ryuu se sentía un poco mal por el animalito. Ya se imaginaba a su dueño alimentándolo a base de alcohol y lo que sea que encontrará por ahí.
Sin embargo, su compañero elfo asumió que Aion los estaba guiando hacia algún lado. El pájaro no podía asegurarlo ni negarlo, ya que desconocía si esos animales eran buenos rastreadores o no. Ante la mirada del humano, que contenía una mezcla de curiosidad y asombro, siguieron al pequeñín. Izquierda, derecha, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda... -Pero ¿que clase de laberinto es éste? Entiendo que sea un desorden, pero tiene demasiados giros hasta en los pasillos que parecen correctos...-
Un buen rato después llegaron a destino: un camino sin salida, en el cual se encontraba un elfo malherido. Era realmente un milagro que todavía respirase, debido a que llevaba casi la mitad de su cuerpo marcado por el paso de las llamas. No hacía falta ser un sanador para darse cuenta que no le quedaba mucho tiempo más de vida.
Ryuu se acercó y se agachó a un lado del desconocido. Gracias a los reflejos de los muros, pudo ver el rostro de Ben, deformado por el asco e incapaz de mantener la mirada sobre semejantes heridas. No le prestó demasiada atención ya que era una reacción normal. El ave movió un poco el hombro sano del hombre, con cuidado, tratando de ver si podía despertarlo.
Abrió los ojos lentamente, como quien está muy agotado y no quiere despertarse aún. Al ver al grupo, su mirada pareció aclararse un poco y abrió aún más los ojos.
-Tengan... mucho cuidado. Fuera del laberinto hay una trampa. Mi compañero Barbalarga regresó a... buscar ayuda. El pobre hombre no podía hablar normalmente. Se veía obligado a hacer pausas para recuperar el aliento a mitad de una frase, o para toser sangre. Ryuu prestó mucha atención a sus palabras, ya que sin duda serían las últimas. No sólo porque les serviría cualquier pista para terminar su trabajo, sino también como muestra de respeto para el desconocido.
Yo... seguí adelante y encontré la salida. Pero entonces activé la trampa al tomar este anillo. Podría haberla evitado si no... hubiera sido por ese desgraciado. Un brujo nos siguió sin que nos diéramos cuenta y me atacó. No estoy seguro... de la función de este anillo. Pero sé que sirve para algo. Tengan cuidado... con ese maldito... bruj...-
El joven bestia se quedó en silencio unos momentos, aún en el suelo. Tomó el anillo de la mano sin vida de aquél pobre elfo. El objeto parecía estar finamente elaborado, con un estaño patrón a modo de sello en su parte superior. Guardó la pieza de plata en el bolsillo interno de su túnica, de manera que nadie pudiera quitárselo fácilmente.
Se puso de pie, y empezó a hablar, visiblemente alterado por lo ocurrido:
-Sigamos. Debemos tener cuidado con esa trampa que mencionó, y con el brujo que lo atacó. Si no les molesta, cuando salgamos querría sacar el cuerpo y darle sepultura.-
En un momento, la mascota del elfo se puso inquieta. Suponiendo que sería el llamado de la naturaleza, Zelas lo soltó para que hiciera lo suyo, pero el pequeño Aion no volvía aunque ya había pasado un buen rato.
-Ey Zelas, ¿qué le das de comer a ese pobre animal? Le está tomando una eternidad...- Ryuu se sentía un poco mal por el animalito. Ya se imaginaba a su dueño alimentándolo a base de alcohol y lo que sea que encontrará por ahí.
Sin embargo, su compañero elfo asumió que Aion los estaba guiando hacia algún lado. El pájaro no podía asegurarlo ni negarlo, ya que desconocía si esos animales eran buenos rastreadores o no. Ante la mirada del humano, que contenía una mezcla de curiosidad y asombro, siguieron al pequeñín. Izquierda, derecha, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda... -Pero ¿que clase de laberinto es éste? Entiendo que sea un desorden, pero tiene demasiados giros hasta en los pasillos que parecen correctos...-
Un buen rato después llegaron a destino: un camino sin salida, en el cual se encontraba un elfo malherido. Era realmente un milagro que todavía respirase, debido a que llevaba casi la mitad de su cuerpo marcado por el paso de las llamas. No hacía falta ser un sanador para darse cuenta que no le quedaba mucho tiempo más de vida.
Ryuu se acercó y se agachó a un lado del desconocido. Gracias a los reflejos de los muros, pudo ver el rostro de Ben, deformado por el asco e incapaz de mantener la mirada sobre semejantes heridas. No le prestó demasiada atención ya que era una reacción normal. El ave movió un poco el hombro sano del hombre, con cuidado, tratando de ver si podía despertarlo.
Abrió los ojos lentamente, como quien está muy agotado y no quiere despertarse aún. Al ver al grupo, su mirada pareció aclararse un poco y abrió aún más los ojos.
-Tengan... mucho cuidado. Fuera del laberinto hay una trampa. Mi compañero Barbalarga regresó a... buscar ayuda. El pobre hombre no podía hablar normalmente. Se veía obligado a hacer pausas para recuperar el aliento a mitad de una frase, o para toser sangre. Ryuu prestó mucha atención a sus palabras, ya que sin duda serían las últimas. No sólo porque les serviría cualquier pista para terminar su trabajo, sino también como muestra de respeto para el desconocido.
Yo... seguí adelante y encontré la salida. Pero entonces activé la trampa al tomar este anillo. Podría haberla evitado si no... hubiera sido por ese desgraciado. Un brujo nos siguió sin que nos diéramos cuenta y me atacó. No estoy seguro... de la función de este anillo. Pero sé que sirve para algo. Tengan cuidado... con ese maldito... bruj...-
El joven bestia se quedó en silencio unos momentos, aún en el suelo. Tomó el anillo de la mano sin vida de aquél pobre elfo. El objeto parecía estar finamente elaborado, con un estaño patrón a modo de sello en su parte superior. Guardó la pieza de plata en el bolsillo interno de su túnica, de manera que nadie pudiera quitárselo fácilmente.
Se puso de pie, y empezó a hablar, visiblemente alterado por lo ocurrido:
-Sigamos. Debemos tener cuidado con esa trampa que mencionó, y con el brujo que lo atacó. Si no les molesta, cuando salgamos querría sacar el cuerpo y darle sepultura.-
- Patrón del anillo:
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Última edición por Shinoroa Ryuu el Sáb 02 Mayo 2020, 21:41, editado 1 vez
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Oye!, ese Fèidh come mejor que yo- comento el elfo al hombre pájaro, mientras seguía el camino que les señalaba Aion. Izquierda, derecha, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda... entonces Ryuu hizo una observación bastante obvia, -primera vez en un laberinto? la mayoría son así, están hechos para que deambules por siempre- se interrumpió a si mismo cuando vio el lugar al que habían llegado.
Una habitación sin salida donde yacía un elfo al borde de la muerte, rápidamente Zelas se acerco junto a Ryuu, Ben por su parte miraba la escena asqueado, Aion por su parte, sonreía esperando su premio debido a su descubrimiento, Zelas saco unas mandarinas de su bolsillo y se las dejo al animal el cual comenzó a comer de ellas feliz mente.
El elfo comenzó a relatar una historia y advertencias para que no terminaran como el, algo del relato sin embargo, llamo la atención de Zelas, su compañero Barbalarga había ido a buscar ayuda y el Barbalarga que tenia detrás de el no estaba ni cerca de ayudar a alguien, se encontraba asqueado de quien se suponía fuera su compañero y jamas menciono tener uno, todo demasiado sospechoso, así que Zelas hizo lo que hacia mejor, actuó como si nada pasara. Cuando el elfo le extendió el anillo a Ryuu, Zelas le bloqueo la visión a Ben con su propio cuerpo, haciendo un gesto de asco ante la escena al igual que Barbalarga había hecho anteriormente. (1)
Ante las palabras de Ryuu, Zelas decidió probar algo, -el día que encontré al Fèidh habían dos semillas que si bien no sabia para que servían, creo que ahora vale la pena probarlo- acto seguido saco una de las semillas de un pequeño bolsillo de cuero que estaba en su arnés. alimento a Aion con ella y entonces la creatura comenzó a emitir un brillo intenso que obligo a todos a cubrirse el rostro, cuando acabo un Feidh adulto estaba frente a ellos. -Asombroso, ahora me siento mal por desperdiciarlo en esto.... de acuerdo, Aion recuerdas como llegar a la entrada?- el animal asintió, ante lo cual Zelas asqueado subió el cadáver sobre el Fèidh -vuelve a la entrada y dale sepultura en las afueras, después puedes ir a comer arboles mientras me esperas, esto puede volverse complicado y seras un estorbo ahora que estas de este porte, ahora vete- Aion salio del lugar con ellos y se separaron en el punto donde el Fèidh les había hecho las señas(2). -no se supone que ese era tu seguro contra trampas?- pregunto Ben, Zelas por su parte se golpeo el pecho -tranquilo, ya vimos que los elfos servimos como buen señuelo en el peor de los casos- dijo riendo ante aquel cruel chiste, cosa que hizo que Ben también riera mientras se encogía de hombros y dejaba el paso libre para el elfo, Zelas avanzo y miro a Ryuu fijamente por unos segundos, esperando que se hubiera dado cuenta, el elfo volvió a tomar la delantera del grupo.
OFF:(1) 2da complicación, en el laberinto aparece un moribundo elfo el cual relata que su compañero Ben Barbalarga fue a buscar ayuda, sin embargo el Ben Barbalarga que los ha contratado no menciona nada de eso generando dudas con respecto a la naturaleza del trabajo.
(2) Uso de objeto master.
Una habitación sin salida donde yacía un elfo al borde de la muerte, rápidamente Zelas se acerco junto a Ryuu, Ben por su parte miraba la escena asqueado, Aion por su parte, sonreía esperando su premio debido a su descubrimiento, Zelas saco unas mandarinas de su bolsillo y se las dejo al animal el cual comenzó a comer de ellas feliz mente.
El elfo comenzó a relatar una historia y advertencias para que no terminaran como el, algo del relato sin embargo, llamo la atención de Zelas, su compañero Barbalarga había ido a buscar ayuda y el Barbalarga que tenia detrás de el no estaba ni cerca de ayudar a alguien, se encontraba asqueado de quien se suponía fuera su compañero y jamas menciono tener uno, todo demasiado sospechoso, así que Zelas hizo lo que hacia mejor, actuó como si nada pasara. Cuando el elfo le extendió el anillo a Ryuu, Zelas le bloqueo la visión a Ben con su propio cuerpo, haciendo un gesto de asco ante la escena al igual que Barbalarga había hecho anteriormente. (1)
Ante las palabras de Ryuu, Zelas decidió probar algo, -el día que encontré al Fèidh habían dos semillas que si bien no sabia para que servían, creo que ahora vale la pena probarlo- acto seguido saco una de las semillas de un pequeño bolsillo de cuero que estaba en su arnés. alimento a Aion con ella y entonces la creatura comenzó a emitir un brillo intenso que obligo a todos a cubrirse el rostro, cuando acabo un Feidh adulto estaba frente a ellos. -Asombroso, ahora me siento mal por desperdiciarlo en esto.... de acuerdo, Aion recuerdas como llegar a la entrada?- el animal asintió, ante lo cual Zelas asqueado subió el cadáver sobre el Fèidh -vuelve a la entrada y dale sepultura en las afueras, después puedes ir a comer arboles mientras me esperas, esto puede volverse complicado y seras un estorbo ahora que estas de este porte, ahora vete- Aion salio del lugar con ellos y se separaron en el punto donde el Fèidh les había hecho las señas(2). -no se supone que ese era tu seguro contra trampas?- pregunto Ben, Zelas por su parte se golpeo el pecho -tranquilo, ya vimos que los elfos servimos como buen señuelo en el peor de los casos- dijo riendo ante aquel cruel chiste, cosa que hizo que Ben también riera mientras se encogía de hombros y dejaba el paso libre para el elfo, Zelas avanzo y miro a Ryuu fijamente por unos segundos, esperando que se hubiera dado cuenta, el elfo volvió a tomar la delantera del grupo.
- Aion Adulto:
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OFF:(1) 2da complicación, en el laberinto aparece un moribundo elfo el cual relata que su compañero Ben Barbalarga fue a buscar ayuda, sin embargo el Ben Barbalarga que los ha contratado no menciona nada de eso generando dudas con respecto a la naturaleza del trabajo.
(2) Uso de objeto master.
Última edición por Zelas Hazelmere el Vie 15 Mayo 2020, 19:59, editado 1 vez
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ryuu agradeció el gesto del elfo, sorprendido por la transformación del pequeño animalito en una majestuosa y elegante bestia. No pasó por alto la mirada de Zelas. Podía parecer un tipo de lo más distraído, pero sin duda era listo. Tal vez sólo se trataba de una actuación o de una extraña combinación de rasgos lo que formaba aquella llamativa personalidad suya. Agradeció también aquél comentario sobre la utilidad de los elfos como sacrificio. Si bien era de muy mal gusto, era la prueba perfecta... Y Ben no la había pasado. Tendrían que tener cuidado.
Retomando el camino desde el punto en donde Aion partió con el cuerpo del elfo, el grupo avanzó lentamente hasta llegar por fin a la salida. Ante ellos se extendía un gran salón, en el cual podrían ubicar suficientes mesas como para celebrar un festín digno de la realeza, con cientos de invitados que podrían caber con total comodidad... Si es que no les importaba encontrarse en una enorme cueva, por supuesto.
A cada lado de aquel salón se podían distinguir pequeños "depósitos", excavados en la roca, en los cuales se guardaban los diferentes tesoros y herramientas que buscaba Barbalarga. Todos al alcance de la mano.
Ryuu tomó al humano por su ropa, deteniendo su avance. Ben se giró y lo miró a la cara, su rostro deformado por la ira.
¿Pero qué crees que haces, pajarraco? ¿Piensas robarte la gloria y los tesoros?- Sorpresivamente, Ben tomó una daga que llevaba en la cintura e intentó atacar al ave. Sin embargo, éste lo detuvo fácilmente con su garra, sujetando su muñeca de modo tal que la hoja no llegó a dañar al hombre bestia.
-No seas idiota y escucha. Tómate un segundo y piensa con tu cabeza en vez de hacerlo con tus bolsillos, ¿o es que un pajarraco como yo es más listo que tú? Semejante tesoro no puede estar desprotegido, debe haber alguna trampa por ahí. Recuerda cómo terminó tu compañero...- Hizo énfasis en esa última frase, mientras le quitaba la daga sin mucho esfuerzo.
Ryuu observó los alrededores, y notó en el otro extremo del salón una especie de pedestal, rodeado de cofres llenos de artefactos y riquezas de valor incalculable. Justo encima del pedestal, un enorme grabado en la pared, con un extraño patrón que el ave había visto recientemente en un anillo.
Sin perder tiempo, lanzó la daga hacia adelante, a ningún lugar en particular. En cuanto el arma blanca pasó la mitad del salón, un círculo mágico apareció a en las paredes. Acto seguido, un enorme muro de llamas inundó el lugar, dejando apenas un pequeño espacio en las afueras del laberinto para que el grupo se mantuviera a salvo.
-Y así es como se activa una trampa mágica, Zelas. Si cualquiera de nosotros hubiera avanzado sin cuidado, ahora estaríamos haciéndole compañía a ese pobre elfo. Debemos buscar una forma de desactivar esa trampa. Lo más sencillo sería borrar el círculo mágico, pero está pasando las llamas. Hay algo que no encaja, pero no logro darme cuenta...-
Off rol:
Aparición de la tercera complicación, un muro se fuego que impide el avance de cualquier intruso.
Retomando el camino desde el punto en donde Aion partió con el cuerpo del elfo, el grupo avanzó lentamente hasta llegar por fin a la salida. Ante ellos se extendía un gran salón, en el cual podrían ubicar suficientes mesas como para celebrar un festín digno de la realeza, con cientos de invitados que podrían caber con total comodidad... Si es que no les importaba encontrarse en una enorme cueva, por supuesto.
A cada lado de aquel salón se podían distinguir pequeños "depósitos", excavados en la roca, en los cuales se guardaban los diferentes tesoros y herramientas que buscaba Barbalarga. Todos al alcance de la mano.
Ryuu tomó al humano por su ropa, deteniendo su avance. Ben se giró y lo miró a la cara, su rostro deformado por la ira.
¿Pero qué crees que haces, pajarraco? ¿Piensas robarte la gloria y los tesoros?- Sorpresivamente, Ben tomó una daga que llevaba en la cintura e intentó atacar al ave. Sin embargo, éste lo detuvo fácilmente con su garra, sujetando su muñeca de modo tal que la hoja no llegó a dañar al hombre bestia.
-No seas idiota y escucha. Tómate un segundo y piensa con tu cabeza en vez de hacerlo con tus bolsillos, ¿o es que un pajarraco como yo es más listo que tú? Semejante tesoro no puede estar desprotegido, debe haber alguna trampa por ahí. Recuerda cómo terminó tu compañero...- Hizo énfasis en esa última frase, mientras le quitaba la daga sin mucho esfuerzo.
Ryuu observó los alrededores, y notó en el otro extremo del salón una especie de pedestal, rodeado de cofres llenos de artefactos y riquezas de valor incalculable. Justo encima del pedestal, un enorme grabado en la pared, con un extraño patrón que el ave había visto recientemente en un anillo.
Sin perder tiempo, lanzó la daga hacia adelante, a ningún lugar en particular. En cuanto el arma blanca pasó la mitad del salón, un círculo mágico apareció a en las paredes. Acto seguido, un enorme muro de llamas inundó el lugar, dejando apenas un pequeño espacio en las afueras del laberinto para que el grupo se mantuviera a salvo.
-Y así es como se activa una trampa mágica, Zelas. Si cualquiera de nosotros hubiera avanzado sin cuidado, ahora estaríamos haciéndole compañía a ese pobre elfo. Debemos buscar una forma de desactivar esa trampa. Lo más sencillo sería borrar el círculo mágico, pero está pasando las llamas. Hay algo que no encaja, pero no logro darme cuenta...-
Off rol:
Aparición de la tercera complicación, un muro se fuego que impide el avance de cualquier intruso.
Última edición por Shinoroa Ryuu el Vie 15 Mayo 2020, 20:18, editado 1 vez
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ya habían cruzado aquel laberinto y lo que yacía frente a los ojos de Zelas era confuso, aquel lugar le daba un mal presentimiento, y el ya sabia que debía seguir sus presentimientos a como de lugar, por lo que antes de avanzar de hizo a un lado y espero, Ben avanza sin temor cuando fue detenido por Ryuu, el intercambio entre ambos fue significativo y dejo ver mas de algún detalle que solo aumentaba las sospechas del supuesto Barbalarga, por lo que ni bien Ryuu activo la trampa, este actuó como intermediario separandolos.
-Yo te diré lo que no calza, no puedes tratar así a nuestro empleador- dijo al momento que los separaba y comenzaba a disculparse con Ben, acto seguido comenzó a ordenar las ropas del hombre, registrando sutilmente los bolsillos en el proceso, notando algo en un bolsillo interno de este -bueno si nos permite, seguiremos realizando nuestro trabajo, buscaremos como desactivar esto, espera acá- comento mientras le hacia señas a Ryuu para que lo siguiera, comenzaron a bordear el muro de fuego mientras buscaban como desactivar la trampa y poner distancia entre ellos y Ben -tiene algo extraño en uno de sus bolsillos- comento el elfo en voz baja -no se que pueda ser, pero probablemente sea mágico, no se como lo se, solo son cosas de elfos, tenemos cierta afinidad por detectar cosas mágicas- siguieron viendo como abordar aquel obstáculo cuando recordó el anillo -oye porque no pruebas con tu anillo, aprovecha que el supuesto Ben no puede ver y guárdalo rápido- le sugirió Zelas a su plumifero compañero.
-Yo te diré lo que no calza, no puedes tratar así a nuestro empleador- dijo al momento que los separaba y comenzaba a disculparse con Ben, acto seguido comenzó a ordenar las ropas del hombre, registrando sutilmente los bolsillos en el proceso, notando algo en un bolsillo interno de este -bueno si nos permite, seguiremos realizando nuestro trabajo, buscaremos como desactivar esto, espera acá- comento mientras le hacia señas a Ryuu para que lo siguiera, comenzaron a bordear el muro de fuego mientras buscaban como desactivar la trampa y poner distancia entre ellos y Ben -tiene algo extraño en uno de sus bolsillos- comento el elfo en voz baja -no se que pueda ser, pero probablemente sea mágico, no se como lo se, solo son cosas de elfos, tenemos cierta afinidad por detectar cosas mágicas- siguieron viendo como abordar aquel obstáculo cuando recordó el anillo -oye porque no pruebas con tu anillo, aprovecha que el supuesto Ben no puede ver y guárdalo rápido- le sugirió Zelas a su plumifero compañero.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Sin duda el anillo debe servir de algo, pero viendo que el mismo sello se encuentra en aquella pared del fondo junto al pedestal, deduzco que hay que usarlo ahí. Hay que lidiar primero con la trampa de fuego para poder alcanzar el pedestal...-
Ryuu seguía observando los alrededores, manteniendo disimuladamente vigilado al humano. Barbalarga parecía ansioso, caminaba de un extremo al otro del lugar, echando miradas rápidas al tesoro. Al parecer, ya no podía mantener la compostura.
Finalmente, cuando ya estaba a punto de darse por vencido y volver al laberinto, el pájaro tuvo una idea. Comenzó a escalar los muros del laberinto, aprovechando que el exterior del mismo seguía siendo roca común y corriente. Una vez arriba, pudo observar con más detenimiento y detalle el salón. La parte a la que podían acceder de momento, es decir antes del muro de fuego, no parecía ser de mucha utilidad. No se veían salas anexas o algún tipo de artefacto o mecanismo que pudieran utilizar. Algunos círculos mágicos se desperdigaban por el lugar, pero a juzgar por sus ubicaciones y composición sólo eran "cerraduras" para abrir depósitos de poca importancia.
Recordando lo llamativo que le resultó el laberinto y sus numerosos giros sin sentido (más de lo normal en un laberinto), Ryuu giró y observó la construcción de la que habían salido hace unos momentos.
-Zelas, ¿recuerdas cuando me quejaba del laberinto? Tenía razón, tiene demasiadas vueltas sin sentido. Es porque el laberinto en sí es un círculo mágico. Si rompemos el círculo, la trampa se desactivará... Probablemente.- El ave gritaba a su compañero, ya que la altura a la que se encontraba era considerable. Al hacer esto y mirar hacia su posición, Ryuu notó un cuerpo, al otro lado de la trampa. Sin duda aún estaba con vida, ya que se retorcía de un lado al otro, pero no parecía estar en peligro de quemarse. No estaba suficientemente cerca del fuego.
De momento, no podía hacer nada por el desconocido, así que el joven bestia decidió concentrarse en encontrar una forma de romper el círculo del laberinto. Sus flechas y las hojas del elfo no podrían destruir un muro de roca, por lo que tendrían que encontrar otra forma de lograrlo. -Busquen cerca de la salida del laberinto, tal vez haya una palanca o algún mecanismo similar que nos sirva. Si llegan a encontrar alguno, no lo activen y avísenme, por favor. Tengan mucho cuidado.- Por supuesto, esa última frase era para Zelas principalmente, aunque la hizo sonar como si se preocupara por ambos. Ya no tenía nada de confianza en Barbalarga, pero no podían permitir que él lo notará.
El humano comenzó a revisar los alrededores, ofuscado por ver pausado su progreso. No sentía nada por el elfo que había visto morir justo frente a sus ojos, ni lástima ni dolor o pena. Sí, era su compañero, y había probado ser útil al menos en una circunstancia: frente al peligro, sirvió como sacrificio para que él pudiera escapar. Y si hacía falta, ahora contaba con dos... No. Con tres potenciales sacrificios. Conseguiría ese tesoro a cualquier precio, sin importar cuántas vidas ajenas deba destruir para ello. Como acostumbraba hacer siempre que se sentía ansioso o nervioso, jugó con el instrumento mágico de su bolsillo, preparado para darle uso si llegara a ser preciso.
-----------------------
Off rol:
Uso de sus conocimientos sobre Arcanos para identificar el círculo mágico y su posible uso.
Ryuu seguía observando los alrededores, manteniendo disimuladamente vigilado al humano. Barbalarga parecía ansioso, caminaba de un extremo al otro del lugar, echando miradas rápidas al tesoro. Al parecer, ya no podía mantener la compostura.
Finalmente, cuando ya estaba a punto de darse por vencido y volver al laberinto, el pájaro tuvo una idea. Comenzó a escalar los muros del laberinto, aprovechando que el exterior del mismo seguía siendo roca común y corriente. Una vez arriba, pudo observar con más detenimiento y detalle el salón. La parte a la que podían acceder de momento, es decir antes del muro de fuego, no parecía ser de mucha utilidad. No se veían salas anexas o algún tipo de artefacto o mecanismo que pudieran utilizar. Algunos círculos mágicos se desperdigaban por el lugar, pero a juzgar por sus ubicaciones y composición sólo eran "cerraduras" para abrir depósitos de poca importancia.
Recordando lo llamativo que le resultó el laberinto y sus numerosos giros sin sentido (más de lo normal en un laberinto), Ryuu giró y observó la construcción de la que habían salido hace unos momentos.
-Zelas, ¿recuerdas cuando me quejaba del laberinto? Tenía razón, tiene demasiadas vueltas sin sentido. Es porque el laberinto en sí es un círculo mágico. Si rompemos el círculo, la trampa se desactivará... Probablemente.- El ave gritaba a su compañero, ya que la altura a la que se encontraba era considerable. Al hacer esto y mirar hacia su posición, Ryuu notó un cuerpo, al otro lado de la trampa. Sin duda aún estaba con vida, ya que se retorcía de un lado al otro, pero no parecía estar en peligro de quemarse. No estaba suficientemente cerca del fuego.
De momento, no podía hacer nada por el desconocido, así que el joven bestia decidió concentrarse en encontrar una forma de romper el círculo del laberinto. Sus flechas y las hojas del elfo no podrían destruir un muro de roca, por lo que tendrían que encontrar otra forma de lograrlo. -Busquen cerca de la salida del laberinto, tal vez haya una palanca o algún mecanismo similar que nos sirva. Si llegan a encontrar alguno, no lo activen y avísenme, por favor. Tengan mucho cuidado.- Por supuesto, esa última frase era para Zelas principalmente, aunque la hizo sonar como si se preocupara por ambos. Ya no tenía nada de confianza en Barbalarga, pero no podían permitir que él lo notará.
El humano comenzó a revisar los alrededores, ofuscado por ver pausado su progreso. No sentía nada por el elfo que había visto morir justo frente a sus ojos, ni lástima ni dolor o pena. Sí, era su compañero, y había probado ser útil al menos en una circunstancia: frente al peligro, sirvió como sacrificio para que él pudiera escapar. Y si hacía falta, ahora contaba con dos... No. Con tres potenciales sacrificios. Conseguiría ese tesoro a cualquier precio, sin importar cuántas vidas ajenas deba destruir para ello. Como acostumbraba hacer siempre que se sentía ansioso o nervioso, jugó con el instrumento mágico de su bolsillo, preparado para darle uso si llegara a ser preciso.
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Uso de sus conocimientos sobre Arcanos para identificar el círculo mágico y su posible uso.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Ya no estoy seguro de que sea mitad pájaro... quizás es mitad araña o lagartija- le comento Zelas al señor "Barbalarga" mientras veía a su compañero escalar como si fuera una de las alimañas mencionadas anteriormente, el humano por su parte ni se inmuto ante el comentario del elfo, solo se paseaba de un lado a otro, estando tan cerca y a la vez tan lejos de su objetivo, eso desesperaría a cualquiera.
-De acuerdo, ya veo como lo soluciono- comento el elfo al momento que tomaba un poco de distancia, envainaba nuevamente su cimitarra y procedía a guardarse las manos en sus bolsillos, emprendió carrera y salto poniendo su espalda primero para impactar de lleno el muro del laberinto para que entonces.... No pasara nada. El laberinto ni se movió y el elfo por su parte termino un poco golpeado ya con las manos fuera de sus bolsillos y sobándose un poco la espalda se quedo en el piso por un momento.
"parecía una buena idea por un momento, ay primera vez que esto no funciona" pensó para si mismo mientras seguía descansando en el piso, entonces observo que el muro de espejo tenia un ladrillo en la parte inferior, era lo único que no era espejo en ese muro, cosa que le llamo la atención, así que llamo a su compañero -lo encontré!!, esto es lo único que no encaja, ve si puedes hacer algo al respecto- le grito el elfo a su compañero mientras señalaba su extraño descubrimiento.
-De acuerdo, ya veo como lo soluciono- comento el elfo al momento que tomaba un poco de distancia, envainaba nuevamente su cimitarra y procedía a guardarse las manos en sus bolsillos, emprendió carrera y salto poniendo su espalda primero para impactar de lleno el muro del laberinto para que entonces.... No pasara nada. El laberinto ni se movió y el elfo por su parte termino un poco golpeado ya con las manos fuera de sus bolsillos y sobándose un poco la espalda se quedo en el piso por un momento.
"parecía una buena idea por un momento, ay primera vez que esto no funciona" pensó para si mismo mientras seguía descansando en el piso, entonces observo que el muro de espejo tenia un ladrillo en la parte inferior, era lo único que no era espejo en ese muro, cosa que le llamo la atención, así que llamo a su compañero -lo encontré!!, esto es lo único que no encaja, ve si puedes hacer algo al respecto- le grito el elfo a su compañero mientras señalaba su extraño descubrimiento.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Siguiendo las indicaciones de Zelas, Ryuu bajó de un salto, abriendo sus alas para frenar la caída y no lastimarse. Se estiró un poco y luego se acercó al lugar que ocupaba el elfo.
-Hace un tiempo que no trepaba así. Me recordó a las cacerías en mi aldea. A ver qué es esto...- murmuraba el ave mientras inspecciona a el ladrillo. Sobresalía un poco del muro, destacando frente al resto lo suficiente como para notarlo si uno lo buscaba, pero no tanto como para detectarlo a simple vista. Ryuu trató de quitarlo, pero fue en vano. Entonces decidió empujarlo, y esta vez sí hubo un cambio.
Al presionar el ladrillo, todo el muro comenzó a temblar, liberando algo de polvo y pequeñas piedras sueltas. El sonido aumentaba su volumen cada vez más, de a poco pero a un ritmo constante, hasta que se convirtió en un ruido grave y un tanto amenazante. Los muros externos del laberinto no parecían haber cambiado, solo temblaban un poco. Pero el interior del lugar era un caos: a juzgar por el sonido parecía que... -se está moviendo. Todo el interior se mueve. Zelas, volveré a trepar para ver qué pasa en el laberinto. Mantente en guardia y ten tus armas cerca. Algo me dice que nuestro jefe va a mostrar sus verdaderas intenciones dentro de poco. No soy un peleador cuerpo a cuerpo, así que mi ventaja será mayor desde allí arriba.- Ryuu dijo estas palabras cerca de su compañero y en voz baja, de manera que Barbalarga no los oyera. El constante sonido del laberinto era una ayuda también.
El joven bestia volvió a subir al muro. Al llegar a destino, observó que los muros internos del laberinto, al moverse, cambiaban el patrón del círculo mágico que formaban. De esta manera, cuando todo el proceso terminó, el círculo había sido desactivado y con él, también la trampa de fuego.
Con una leve sonrisa en el rostro, Ryuu dio la vuelta en el lugar y tomó su arco. Viendo hacia la posición de Zelas, comprobó que su corazonada era correcta. El humano se acercaba a su compañero lentamente, daga en mano. El pájaro no perdió tiempo, y disparó la primera flecha entre ambos, impactando en el suelo. Una advertencia, que Barbalarga entendió perfectamente... pero decidió ignorarla, cargando contra el elfo nuevamente.
-Hace un tiempo que no trepaba así. Me recordó a las cacerías en mi aldea. A ver qué es esto...- murmuraba el ave mientras inspecciona a el ladrillo. Sobresalía un poco del muro, destacando frente al resto lo suficiente como para notarlo si uno lo buscaba, pero no tanto como para detectarlo a simple vista. Ryuu trató de quitarlo, pero fue en vano. Entonces decidió empujarlo, y esta vez sí hubo un cambio.
Al presionar el ladrillo, todo el muro comenzó a temblar, liberando algo de polvo y pequeñas piedras sueltas. El sonido aumentaba su volumen cada vez más, de a poco pero a un ritmo constante, hasta que se convirtió en un ruido grave y un tanto amenazante. Los muros externos del laberinto no parecían haber cambiado, solo temblaban un poco. Pero el interior del lugar era un caos: a juzgar por el sonido parecía que... -se está moviendo. Todo el interior se mueve. Zelas, volveré a trepar para ver qué pasa en el laberinto. Mantente en guardia y ten tus armas cerca. Algo me dice que nuestro jefe va a mostrar sus verdaderas intenciones dentro de poco. No soy un peleador cuerpo a cuerpo, así que mi ventaja será mayor desde allí arriba.- Ryuu dijo estas palabras cerca de su compañero y en voz baja, de manera que Barbalarga no los oyera. El constante sonido del laberinto era una ayuda también.
El joven bestia volvió a subir al muro. Al llegar a destino, observó que los muros internos del laberinto, al moverse, cambiaban el patrón del círculo mágico que formaban. De esta manera, cuando todo el proceso terminó, el círculo había sido desactivado y con él, también la trampa de fuego.
Con una leve sonrisa en el rostro, Ryuu dio la vuelta en el lugar y tomó su arco. Viendo hacia la posición de Zelas, comprobó que su corazonada era correcta. El humano se acercaba a su compañero lentamente, daga en mano. El pájaro no perdió tiempo, y disparó la primera flecha entre ambos, impactando en el suelo. Una advertencia, que Barbalarga entendió perfectamente... pero decidió ignorarla, cargando contra el elfo nuevamente.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Siguio señalando el ladrillo desde el piso hasta el momento que Ryuu descendió desde el muro, sin duda de forma muy melodramática, lo cual hizo que el elfo pensara en la utilidad de tener plumas, sin duda era una forma vistosa y entretenida de bajar. Cuando su compañero llego a ver el lugar Zelas finalmente se levanto -sabias que podías darte una voltereta al tocar el piso, así terminabas de presumir mas- dijo bromeando mientras Ryuu comenzaba a hacer las investigaciones necesarias. Ben por su lado cada vez estaba mas histérico, balbuceando cosas sin sentido.
Cuando el ruido emergió desde todos los rincones del interior del cerro Zelas desenvaino rápidamente 2 de sus cimitarras y las unió volviéndolas una espada de doble hoja, ya se había acostumbrado y había practicado lo suficiente para hacer el movimiento lo mas rápido posible, aquel temblor que remecía el lugar no seria un impedimento para que hiciera los típicos giros de su arma cuando las unía, "este temblor que remece el lugar no sera un impedimento para realizar los típicos giros que hago siempre que uno las cimitarras" pensó el elfo para si mismo y alcanzo a realizar 2 giros antes que se le cayera la espada de doble hoja.
-Maldición, casi siempre pasa lo mismo- se lamento el elfo cuando se disponía a recoger su arma, deliberadamente dejo su espalda al descubierto tras haber escuchado las palabras de su compañero, estaba seguro de que Ben intentaría algo contra el, al fin y al cabo, no parecían agradarle los elfos. Los temblores ya habían cesado cuando escucho el sonido de una flecha impactar el piso tras de el, Zelas rápidamente se volteo e indirectamente desvió la daga con la que Ben cargaba contra el, gracias a la longitud de su arma. -¿Por qué haces esto Ben?, creí que te agradaba, rompes mi corazón!- dijo el elfo fingiendo un innecesario dramatismo al llevarse una de sus manos al pecho, acto seguido fingió limpiarse una lagrima -con esto se da por finalizado oficialmente nuestra relación de trabajador y empleador, ahora aprovechare de quitarme unas cosas del pecho, hueles mal y tu barba no es tan larga para que tu apellido sea Barbalarga(?)- de alguna forma Ben se tomo lo ultimo demasiado mal y mientras cambiaba la daga de una mano a otra comenzaba a refunfuñar cosas que el elfo no entendía, Zelas observo a Ryuu y le hizo una señal apuntándose a la oreja con una mueca de confusión, dándole a entender que no entendía nada de lo que el humano hablaba. Cuando Ben se lanzaba a la carga Zelas bloqueaba su ataque o lo esquivaba, el plan era cansar al humano lo suficiente para que Ryuu se encargara de darle el golpe de gracia.
OFF: Habilidad de nivel 0: Exasperante:(Rasgo) La perfección provoca irritabilidad en la gente, Zelas lo sabe muy bien e incluso le divierte, por lo mismo su estilo de combate se enfoca en enojar a sus enemigos para evadir y desviar con mayor éxito los ataques de sus adversarios gracias a su agilidad potenciada por el poder de la luz, esperando siempre el momento adecuado para desarrollar contraataques oportunos.
Cuando el ruido emergió desde todos los rincones del interior del cerro Zelas desenvaino rápidamente 2 de sus cimitarras y las unió volviéndolas una espada de doble hoja, ya se había acostumbrado y había practicado lo suficiente para hacer el movimiento lo mas rápido posible, aquel temblor que remecía el lugar no seria un impedimento para que hiciera los típicos giros de su arma cuando las unía, "este temblor que remece el lugar no sera un impedimento para realizar los típicos giros que hago siempre que uno las cimitarras" pensó el elfo para si mismo y alcanzo a realizar 2 giros antes que se le cayera la espada de doble hoja.
-Maldición, casi siempre pasa lo mismo- se lamento el elfo cuando se disponía a recoger su arma, deliberadamente dejo su espalda al descubierto tras haber escuchado las palabras de su compañero, estaba seguro de que Ben intentaría algo contra el, al fin y al cabo, no parecían agradarle los elfos. Los temblores ya habían cesado cuando escucho el sonido de una flecha impactar el piso tras de el, Zelas rápidamente se volteo e indirectamente desvió la daga con la que Ben cargaba contra el, gracias a la longitud de su arma. -¿Por qué haces esto Ben?, creí que te agradaba, rompes mi corazón!- dijo el elfo fingiendo un innecesario dramatismo al llevarse una de sus manos al pecho, acto seguido fingió limpiarse una lagrima -con esto se da por finalizado oficialmente nuestra relación de trabajador y empleador, ahora aprovechare de quitarme unas cosas del pecho, hueles mal y tu barba no es tan larga para que tu apellido sea Barbalarga(?)- de alguna forma Ben se tomo lo ultimo demasiado mal y mientras cambiaba la daga de una mano a otra comenzaba a refunfuñar cosas que el elfo no entendía, Zelas observo a Ryuu y le hizo una señal apuntándose a la oreja con una mueca de confusión, dándole a entender que no entendía nada de lo que el humano hablaba. Cuando Ben se lanzaba a la carga Zelas bloqueaba su ataque o lo esquivaba, el plan era cansar al humano lo suficiente para que Ryuu se encargara de darle el golpe de gracia.
OFF: Habilidad de nivel 0: Exasperante:(Rasgo) La perfección provoca irritabilidad en la gente, Zelas lo sabe muy bien e incluso le divierte, por lo mismo su estilo de combate se enfoca en enojar a sus enemigos para evadir y desviar con mayor éxito los ataques de sus adversarios gracias a su agilidad potenciada por el poder de la luz, esperando siempre el momento adecuado para desarrollar contraataques oportunos.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ahora que el muro de fuego había desaparecido, Ryuu observó con más atención el cuerpo que estaba más adelante. Su aguda visión lo ayudaba un poco, aunque en ese lugar con escasa iluminación no podía hacer demasiado. Llegó a ver que se trataba de alguien con ropas muy similares a las de Barbalarga... Si es que no eran exactamente iguales. No podía ver bien su rostro, pero sus sospechas casi se confirmaron al atar cabos.
Tal y como esperaba, Barbalarga no logró asestar el golpe. La capacidad del elfo para llevar la palabra "exasperante" al siguiente nivel no dejaba de sorprender a Ryuu. Sin lugar a dudas, era un estilo de pelea muy poco ortodoxo, pero muy eficaz. Conteniendo la risa ante las acciones de su compañero, el pájaro observaba atentamente al humano. En cuanto vio la oportunidad, disparó su segunda flecha. Esta vez, no se trataba de una advertencia.
Barbalarga cortó repentinamente su carrera, gracias a aquella flecha en su rodilla. El arquero bajó nuevamente del muro. Repitió su maniobra anterior (abriendo las alas para amortiguar el impacto de la caida) pero ahora agregó una voltereta al final, terminando agachado justo frente al humano y apuntándole con el arco.
-¿Este aterrizaje estuvo mejor, Zelas?- preguntó sonriendo, con una mezcla de soberbia y diversión. Luego, observó la herida de Barbalarga. -Supongo que dejarás lo de aventurero y serás guardia de alguna ciudad, ¿eh? Dime, ¿eras realmente Barbalarga? Es demasiado extraño que la muerte de "tu" compañero no te afecte en lo más mínimo...
-Para ser una bestia, realmente eres bastante listo...- Mientras se quitaba la flecha y la partía en dos pedazos, "Ben Barbalarga" hablaba. Su voz, en un principio bastante grave, iba mutando poco a poco, volviéndose más aguda. Su rostro también se modificó, hasta mostrar a un tipo totalmente diferente. -¿Cómo es posible que un estúpido animal y un asqueroso elfo hayan logrado superar ese laberinto y desactivado esa trampa? Es impensable que superen a un ilusionista de mi nivel, al gran Raze.-
El brujo sacó de su bolsillo un anillo, similar al que Ryuu había conseguido hace poco, pero color dorado. Se lo puso en el índice derecho, y la herida en su rodilla se sanó al instante. A su vez, y con una velocidad sorprendente, conjuró una copia de sí mismo. Uno atacó a Zelas y el otro a Ryuu.¹
Sin saber cuál era el real y cuál era la copia, el ave desvió la daga que se acercaba con un golpe rápido de su arco. Acto seguido, acabó forcejeando con el agresor, usando la afilada garra de su mano libre para mantener alejada la hoja del oponente.²
------------------------
¹ Skill usada por Raze
Espejo
Especialización: Escuela de Ilusionismo
Nivel Mínimo: 2
(Activable) El brujo crea una ilusión de sí mismo o de algún cercano que puede atacar a un enemigo, copiando el estilo de combate del original. El daño que inflige no es físico sino mental, la persona atacada creerá que siente dolor. Al agotarse la duración del efecto, las heridas causadas por el espejo desaparecerán con éste. Cuando el brujo sobrepase el nivel 6, el daño causado será real y las heridas no desaparecerán.
² Uso de skill Nivel 0: Maestría en Combate Desarmado
Tal y como esperaba, Barbalarga no logró asestar el golpe. La capacidad del elfo para llevar la palabra "exasperante" al siguiente nivel no dejaba de sorprender a Ryuu. Sin lugar a dudas, era un estilo de pelea muy poco ortodoxo, pero muy eficaz. Conteniendo la risa ante las acciones de su compañero, el pájaro observaba atentamente al humano. En cuanto vio la oportunidad, disparó su segunda flecha. Esta vez, no se trataba de una advertencia.
Barbalarga cortó repentinamente su carrera, gracias a aquella flecha en su rodilla. El arquero bajó nuevamente del muro. Repitió su maniobra anterior (abriendo las alas para amortiguar el impacto de la caida) pero ahora agregó una voltereta al final, terminando agachado justo frente al humano y apuntándole con el arco.
-¿Este aterrizaje estuvo mejor, Zelas?- preguntó sonriendo, con una mezcla de soberbia y diversión. Luego, observó la herida de Barbalarga. -Supongo que dejarás lo de aventurero y serás guardia de alguna ciudad, ¿eh? Dime, ¿eras realmente Barbalarga? Es demasiado extraño que la muerte de "tu" compañero no te afecte en lo más mínimo...
-Para ser una bestia, realmente eres bastante listo...- Mientras se quitaba la flecha y la partía en dos pedazos, "Ben Barbalarga" hablaba. Su voz, en un principio bastante grave, iba mutando poco a poco, volviéndose más aguda. Su rostro también se modificó, hasta mostrar a un tipo totalmente diferente. -¿Cómo es posible que un estúpido animal y un asqueroso elfo hayan logrado superar ese laberinto y desactivado esa trampa? Es impensable que superen a un ilusionista de mi nivel, al gran Raze.-
El brujo sacó de su bolsillo un anillo, similar al que Ryuu había conseguido hace poco, pero color dorado. Se lo puso en el índice derecho, y la herida en su rodilla se sanó al instante. A su vez, y con una velocidad sorprendente, conjuró una copia de sí mismo. Uno atacó a Zelas y el otro a Ryuu.¹
Sin saber cuál era el real y cuál era la copia, el ave desvió la daga que se acercaba con un golpe rápido de su arco. Acto seguido, acabó forcejeando con el agresor, usando la afilada garra de su mano libre para mantener alejada la hoja del oponente.²
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¹ Skill usada por Raze
Espejo
Especialización: Escuela de Ilusionismo
Nivel Mínimo: 2
(Activable) El brujo crea una ilusión de sí mismo o de algún cercano que puede atacar a un enemigo, copiando el estilo de combate del original. El daño que inflige no es físico sino mental, la persona atacada creerá que siente dolor. Al agotarse la duración del efecto, las heridas causadas por el espejo desaparecerán con éste. Cuando el brujo sobrepase el nivel 6, el daño causado será real y las heridas no desaparecerán.
² Uso de skill Nivel 0: Maestría en Combate Desarmado
Última edición por Shinoroa Ryuu el Vie 15 Mayo 2020, 20:25, editado 1 vez
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
El elfo se enfrentaba contra quien fuera su empleador hace unos minutos atrás, esquivaba y desviaba ataques cuando una flecha se incrusto en la rodilla de Barbalarga, cuando observo el descenso de Ryuu -Así es como presumes con estilo- comento mientras levantaba su pulgar en señal de aprobación.
El humano comenzó a cambiar su voz y su apariencia, al parecer había decidido acabar con las sutilezas y comenzaba a denostar a quienes le habían descubierto, ante lo cual el elfo no podía mantenerse callado al respecto -Oye, Ryuu ya tiene suficiente con ser un hombre bestia- acto seguido se olfateo una axila, mas no sintió un olor tan asqueroso como el que comentaba aquel sujeto, por ende de seguro eran mentiras las acusaciones en su contra. Entonces se multiplico, Zelas perplejo ante lo sucedido tardo unos segundo en reaccionar, esperando que su vista no le jugara una mala pasada esquivo el ataque por los pelos y en un movimiento rápido lo apuñalo en el cuello, sin embargo su hoja no sintió ninguna resistencia ni se mancho de sangre.
-Este es una ilusión, ten cuida.. AAAHH! HIJO DE PUTA!!- la frase del elfo se vio interrumpida por un abrupto improperio debido a que la ilusión le había apuñalado en uno de sus hombros, y lo mas extraño de todo era que lo había sentido como una herida real, sin embargo, su hombro no sangraba para nada, Zelas tuvo que mantenerse en movimiento, sujetando su arma con una mano ya que el otro brazo estaba paralizado debido al dolor, -ten cuidado, no entiendo que clase de hechicería esta usando, pero el hombro me duele como si me lo hubieran apuñalado de verdad- comento mientras esquivaba las puñaladas de la ilusión, acto seguido lanzo su espada de doble hoja como si de una lanza se tratase, en contra del enemigo contra el que Ryuu forcejeaba, si tenían suerte, esto obligaría al mago a retroceder lo suficiente para que su compañero lo llenara de flechas.
El humano comenzó a cambiar su voz y su apariencia, al parecer había decidido acabar con las sutilezas y comenzaba a denostar a quienes le habían descubierto, ante lo cual el elfo no podía mantenerse callado al respecto -Oye, Ryuu ya tiene suficiente con ser un hombre bestia- acto seguido se olfateo una axila, mas no sintió un olor tan asqueroso como el que comentaba aquel sujeto, por ende de seguro eran mentiras las acusaciones en su contra. Entonces se multiplico, Zelas perplejo ante lo sucedido tardo unos segundo en reaccionar, esperando que su vista no le jugara una mala pasada esquivo el ataque por los pelos y en un movimiento rápido lo apuñalo en el cuello, sin embargo su hoja no sintió ninguna resistencia ni se mancho de sangre.
-Este es una ilusión, ten cuida.. AAAHH! HIJO DE PUTA!!- la frase del elfo se vio interrumpida por un abrupto improperio debido a que la ilusión le había apuñalado en uno de sus hombros, y lo mas extraño de todo era que lo había sentido como una herida real, sin embargo, su hombro no sangraba para nada, Zelas tuvo que mantenerse en movimiento, sujetando su arma con una mano ya que el otro brazo estaba paralizado debido al dolor, -ten cuidado, no entiendo que clase de hechicería esta usando, pero el hombro me duele como si me lo hubieran apuñalado de verdad- comento mientras esquivaba las puñaladas de la ilusión, acto seguido lanzo su espada de doble hoja como si de una lanza se tratase, en contra del enemigo contra el que Ryuu forcejeaba, si tenían suerte, esto obligaría al mago a retroceder lo suficiente para que su compañero lo llenara de flechas.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ryuu escuchó la advertencia de Zelas, y se sorprendió al oír aquel insulto. Mirando por encima del hombro de su atacante, logró ver las espadas acercándose. En un rápido movimiento que sorprendió a Raze (no por la velocidad, sino por lo ilógico que parecía), el ave dejó de forcejear y torció un poco su figura. Como resultado, la daga se clavó en su cuerpo, lastimando una de sus alas. Debido a la repentina ausencia de resistencia, el brujo perdió el equilibrio, momento que Ryuu aprovechó para alejarse de él y alistar nuevamente su arco.
Raze tuvo la mala idea de seguir con la vista a su plumífero oponente, motivo por el que no pudo evadir el ataque del elfo. Las espadas impactaron contra el brujo, clavándose en su espalda baja. La batalla parecía haber terminado, pero el anillo dorado volvió a sanar al ilusionista, haciendo que las hojas clavadas en él cayeran al suelo. Ryuu, sorprendido por un momento por el poder de aquella herramienta, actuó inmediatamente después de recuperarse. Corrió con toda la velocidad de la que era capaz hacia su contrincante, su arco colgando de su cinturón. Al llegar hasta Raze, el arquero lo empujó a un lado, tomando las espadas de su compañero elfo y siguiendo su marcha hasta Zelas.
-Debemos quitarle ese anillo de alguna forma o no podremos dañarlo. ¿Crees poder robárselo de alguna forma?- comentaba el hombre bestia, mientras devolvía las espadas a su dueño. Podrían intentar usar el anillo plateado, pero no sabían si tendría algún beneficio para ellos, o si sólo traería más problemas. Las garras impedirían que Ryuu lo usara, y no se sentía cómodo poniendo en riesgo al elfo. Otra opción sería intentar liberar al hombre atado, pero no sabían si era amigo o enemigo, o si estaba en condiciones de mantener un combate.
Raze no les dio tiempo para charlar mucho más, ya que nuevamente se acercó a ellos daga en mano. Esta vez, el real fue tras Zelas, y el espejo contra Ryuu,
Raze tuvo la mala idea de seguir con la vista a su plumífero oponente, motivo por el que no pudo evadir el ataque del elfo. Las espadas impactaron contra el brujo, clavándose en su espalda baja. La batalla parecía haber terminado, pero el anillo dorado volvió a sanar al ilusionista, haciendo que las hojas clavadas en él cayeran al suelo. Ryuu, sorprendido por un momento por el poder de aquella herramienta, actuó inmediatamente después de recuperarse. Corrió con toda la velocidad de la que era capaz hacia su contrincante, su arco colgando de su cinturón. Al llegar hasta Raze, el arquero lo empujó a un lado, tomando las espadas de su compañero elfo y siguiendo su marcha hasta Zelas.
-Debemos quitarle ese anillo de alguna forma o no podremos dañarlo. ¿Crees poder robárselo de alguna forma?- comentaba el hombre bestia, mientras devolvía las espadas a su dueño. Podrían intentar usar el anillo plateado, pero no sabían si tendría algún beneficio para ellos, o si sólo traería más problemas. Las garras impedirían que Ryuu lo usara, y no se sentía cómodo poniendo en riesgo al elfo. Otra opción sería intentar liberar al hombre atado, pero no sabían si era amigo o enemigo, o si estaba en condiciones de mantener un combate.
Raze no les dio tiempo para charlar mucho más, ya que nuevamente se acercó a ellos daga en mano. Esta vez, el real fue tras Zelas, y el espejo contra Ryuu,
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
El ataque había resultado en primera instancia, sin embargo el brujo no tardo en recuperarse de la herida, cuando Ryuu se acerco con su arma y escucho las posibilidades, el elfo inmediatamente se decanto por la venganza -ve a ver que tiene que ver ese sujeto en todo esto, yo me encargare del brujo y su jueguito de ilusiones- señalo el elfo con un semblante molesto, podría ser la herida de la ilusión, el engaño en si, o quizás solo era el dolor lo cual lo tenia molesto, mas había una cosa en claro, Zelas quería venganza y la obtendría a como de lugar.
Zelas tenia un plan sencillo, clavo su espada de doble hoja en el piso y desenvaino otra cimitarra, lanzandola hacia el brujo que estaba mas cerca, el arma atravesó limpiamente al brujo el cual ni siquiera se inmuto, revelando que el original era el que estaba un poco mas lejos, el elfo sujeto su espada de doble hoja con solo un brazo ya que el otro seguía inutilizado por el dolor, en un movimiento ágil esquivo el ataque de la ilusión y emprendió la carrera hacia el que ya sabia era el brujo original, con su pulgar libero parte de una pieza que lograba que ambas cimitarras se mantuvieran juntas conformando la espada de doble hoja, así cuando el brujo fue al intercambio de golpes confiado en su habilidad, al momento de que las armas chocaron, el elfo solo tuvo que golpear su arma con la palma abierta, mientras la daga hacia el contrapeso necesario al chocar su hoja contra una de las hojas de acero del arma de Zelas. El resultado fue que las armas se cerraron como si de una mandíbula se tratase en dirección al brujo haciendo que una se clavara en el hombro y la otra en la cadera de este, el brujo se vio obligado a soltar la daga, la cual el elfo tomo breve mente para posteriormente lanzarle de vuelta la misma hacia su mano, con la intención de cortarle un par de dedos, mas lo que no contaba el elfo era que el brujo bloquearía el ataque con su otra mano, cosa que le jugo en contra pues ahora ambas manos estaban atrapadas por la hoja de una daga que estaba clavada y atravesaba ambas palmas.
Zelas actuó rápido desenvainando la ultima cimitarra que quedaba en su arnés, y cortando de un solo movimiento 8 dedos y 2 puntas de pulgares, -AAAAAAAAAAAHHHH! MALDITO BASTARDO AAAAHH- el dolor del hombro en el cuerpo del elfo disminuyo en gran manera luego de eso, al igual que la ilusión que se había lanzado a atacar a Ryuu desapareció, Zelas entonces busco entre el tumulto de dedos por aquel que tenia el anillo, el cual removió del dedo y guardo en su bolsillo. -Sujeta esto por mi un momento, tengo que ir a buscar mi otra arma- dijo al momento de clavar fuertemente su cimitarra en uno de sus muslos, haciendo que el brujo volviera a gritar fuertemente de dolor. el elfo fue calmadamente a buscar su cimitarra que estaba en piso a un par de metros de el, cuando la recupero la guardo en una de las vainas desocupadas del arnés de su espalda y volvió hacia donde estaba el brujo gritando de dolor, lo sujeto del pelo y lo arrastro hacia donde se encontraba Ryuu.
-Mi lado esta solucionado, que encontraste por acá?- comento al momento que llegaba con el brujo el cual aun tenia 3 de las cuatro cimitarras de Zelas enterradas en su cuerpo y las manos sin dedos salvo los pulgares a los cuales les faltaba la punta, unidas por la hoja de su propia daga, una visión horrorosa de ver y que, sin embargo, hacia difícil apartarle la vista.
Zelas tenia un plan sencillo, clavo su espada de doble hoja en el piso y desenvaino otra cimitarra, lanzandola hacia el brujo que estaba mas cerca, el arma atravesó limpiamente al brujo el cual ni siquiera se inmuto, revelando que el original era el que estaba un poco mas lejos, el elfo sujeto su espada de doble hoja con solo un brazo ya que el otro seguía inutilizado por el dolor, en un movimiento ágil esquivo el ataque de la ilusión y emprendió la carrera hacia el que ya sabia era el brujo original, con su pulgar libero parte de una pieza que lograba que ambas cimitarras se mantuvieran juntas conformando la espada de doble hoja, así cuando el brujo fue al intercambio de golpes confiado en su habilidad, al momento de que las armas chocaron, el elfo solo tuvo que golpear su arma con la palma abierta, mientras la daga hacia el contrapeso necesario al chocar su hoja contra una de las hojas de acero del arma de Zelas. El resultado fue que las armas se cerraron como si de una mandíbula se tratase en dirección al brujo haciendo que una se clavara en el hombro y la otra en la cadera de este, el brujo se vio obligado a soltar la daga, la cual el elfo tomo breve mente para posteriormente lanzarle de vuelta la misma hacia su mano, con la intención de cortarle un par de dedos, mas lo que no contaba el elfo era que el brujo bloquearía el ataque con su otra mano, cosa que le jugo en contra pues ahora ambas manos estaban atrapadas por la hoja de una daga que estaba clavada y atravesaba ambas palmas.
Zelas actuó rápido desenvainando la ultima cimitarra que quedaba en su arnés, y cortando de un solo movimiento 8 dedos y 2 puntas de pulgares, -AAAAAAAAAAAHHHH! MALDITO BASTARDO AAAAHH- el dolor del hombro en el cuerpo del elfo disminuyo en gran manera luego de eso, al igual que la ilusión que se había lanzado a atacar a Ryuu desapareció, Zelas entonces busco entre el tumulto de dedos por aquel que tenia el anillo, el cual removió del dedo y guardo en su bolsillo. -Sujeta esto por mi un momento, tengo que ir a buscar mi otra arma- dijo al momento de clavar fuertemente su cimitarra en uno de sus muslos, haciendo que el brujo volviera a gritar fuertemente de dolor. el elfo fue calmadamente a buscar su cimitarra que estaba en piso a un par de metros de el, cuando la recupero la guardo en una de las vainas desocupadas del arnés de su espalda y volvió hacia donde estaba el brujo gritando de dolor, lo sujeto del pelo y lo arrastro hacia donde se encontraba Ryuu.
-Mi lado esta solucionado, que encontraste por acá?- comento al momento que llegaba con el brujo el cual aun tenia 3 de las cuatro cimitarras de Zelas enterradas en su cuerpo y las manos sin dedos salvo los pulgares a los cuales les faltaba la punta, unidas por la hoja de su propia daga, una visión horrorosa de ver y que, sin embargo, hacia difícil apartarle la vista.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Ryuu se mostró de acuerdo con el elfo. Se dirigió rápidamente al hasta el desconocido, mientras su compañero enfrentaba al brujo. Al llegar junto al hombre atado, pudo confirmar sus sospechas: se trataba del (suponía) verdadero Barbalarga. El pájaro ya esperaba que el desconocido fuera alguien del grupo de Ben, gracias a lo que comentó el elfo que le entregó el anillo de plata.
Mientras ayudaba al humano a liberarse y lo ponía al tanto de la situación actual, ambos escucharon unos cuantos gritos de dolor. La sangre se le heló. Por un momento creyó que el brujo era mucho más poderoso de lo que habían imaginado en un principio, y que aquellos gritos eran de Zelas. La tensión del momento parecía haber frenado su capacidad de razonar, no lo dejaba identificar correctamente las voces. Cuando pensaba que había llegado a su tumba, su compañero le avisó que ya todo estaba en orden, como si todo el problema no hubiera sido nada más que una pequeña piedra en el zapato.
Al girarse, pudo comprobar que el ilusionista era quien gritaba. Y no podía culparlo realmente. Pasó de ser un orgulloso brujo a convertirse en una vaina para las cimitarras de Zelas. El elfo recurrió a medidas más extremas de las que Ryuu había pensado, y optó por cortar el problema de raíz... Literalmente.
-Muchas gracias por la ayuda. Si no fuera por ustedes, habría terminado igual que mi compañero Rhya. Hay que usar ambos anillos en el pedestal del fondo para desactivar la seguridad del tesoro. Una vez hecho eso, podremos tomar los objetos de valor y los artefactos. Siéntanse libres de tomar lo que les plazca, hay demasiado para mí solo. Lo único que necesito es un poco para sobrevivir con tranquilidad durante un buen tiempo y algunos artefactos mágicos para estudiarlos- comentó agradecido Ben. También les advirtió que no usaran ninguna otra palanca o pedestal similar, ya que todos activaban trampas.
Ryuu se dirigió al final de aquel enorme salón, con el anillo de plata en mano y preparado para activar el último dispositivo. Se había asegurado de dejar a Ben lo más alejado posible del brujo, por si acaso. Mientras esperaba que Zelas se acercara, observó a Raze. El ilusionista seguía en la misma posición en la que el elfo lo había dejado. Se lo veía derrotado y resignado, como si estuviera dispuesto a quedarse allí hasta desangrarse.
Mientras ayudaba al humano a liberarse y lo ponía al tanto de la situación actual, ambos escucharon unos cuantos gritos de dolor. La sangre se le heló. Por un momento creyó que el brujo era mucho más poderoso de lo que habían imaginado en un principio, y que aquellos gritos eran de Zelas. La tensión del momento parecía haber frenado su capacidad de razonar, no lo dejaba identificar correctamente las voces. Cuando pensaba que había llegado a su tumba, su compañero le avisó que ya todo estaba en orden, como si todo el problema no hubiera sido nada más que una pequeña piedra en el zapato.
Al girarse, pudo comprobar que el ilusionista era quien gritaba. Y no podía culparlo realmente. Pasó de ser un orgulloso brujo a convertirse en una vaina para las cimitarras de Zelas. El elfo recurrió a medidas más extremas de las que Ryuu había pensado, y optó por cortar el problema de raíz... Literalmente.
-Muchas gracias por la ayuda. Si no fuera por ustedes, habría terminado igual que mi compañero Rhya. Hay que usar ambos anillos en el pedestal del fondo para desactivar la seguridad del tesoro. Una vez hecho eso, podremos tomar los objetos de valor y los artefactos. Siéntanse libres de tomar lo que les plazca, hay demasiado para mí solo. Lo único que necesito es un poco para sobrevivir con tranquilidad durante un buen tiempo y algunos artefactos mágicos para estudiarlos- comentó agradecido Ben. También les advirtió que no usaran ninguna otra palanca o pedestal similar, ya que todos activaban trampas.
Ryuu se dirigió al final de aquel enorme salón, con el anillo de plata en mano y preparado para activar el último dispositivo. Se había asegurado de dejar a Ben lo más alejado posible del brujo, por si acaso. Mientras esperaba que Zelas se acercara, observó a Raze. El ilusionista seguía en la misma posición en la que el elfo lo había dejado. Se lo veía derrotado y resignado, como si estuviera dispuesto a quedarse allí hasta desangrarse.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Al final, el verdadero Ben Barbalarga dio la cara, o mas bien fue rescatado por Ryuu, el cual en agradecimiento comenzó a hablar cosas que el elfo como siempre no prestaría atención, Zelas se enfocaba en el enemigo que acababa de derrotar mientras poco a poco recuperaba la movilidad de su brazo, el cual la ilusión del brujo había lesionado sin generar herida alguna. -Me engañaste bien por un momento, pero creo que mi brazo ya esta mejor, permiteme quitarte ese peso de encima, pareces estar sobrecargado- comento el elfo en un tono sarcástico mientras comenzaba a retirar las cimitarras del cuerpo del brujo y las agitaba en el aire para quitarles el exceso de sangre, para luego proceder a guardarlas en las vainas sujetadas al arnés de su espalda.
Una vez con sus armas listas recordó solo una parte de lo que el verdadero Barbalarga había dicho, algo de ocupar los anillos así que rápidamente se metió la mano al bolsillo y saco el anillo, el cual lanzo a su compañero, -te sientes capacitado para dar el ultimo paso Ryuu, solo queda un ultimo trabajo por hacer y podremos cobrar e irnos por nuestros respectivos caminos, ya estoy adolorido y algo preocupado por Aion... nunca se sabe que hará ahora que es grande- aquella ultima preocupación era la mas grande, ya que la gente suele pagar una buena suma de aeros por un Fèidh grande, y no había nada peor que no estar ahí para cobrarlos.
Una vez con sus armas listas recordó solo una parte de lo que el verdadero Barbalarga había dicho, algo de ocupar los anillos así que rápidamente se metió la mano al bolsillo y saco el anillo, el cual lanzo a su compañero, -te sientes capacitado para dar el ultimo paso Ryuu, solo queda un ultimo trabajo por hacer y podremos cobrar e irnos por nuestros respectivos caminos, ya estoy adolorido y algo preocupado por Aion... nunca se sabe que hará ahora que es grande- aquella ultima preocupación era la mas grande, ya que la gente suele pagar una buena suma de aeros por un Fèidh grande, y no había nada peor que no estar ahí para cobrarlos.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Zelas le entregó el ensangrentado anillo de oro al arquero, quien lo usó en el pedestal junto con el anillo de plata. El pedestal brilló un momento y regresó a la normalidad. Nada parecía haber cambiado. Cuando estaba a punto de preguntarle a Ben qué era lo que no estaba pasando, unos sonidos detrás del muro sorprendieron a Ryuu. Al parecer, unos mecanismos fueron activados (¿o desactivados?) gracias a los anillos. El enorme grabado del muro, aquel que tenía el mismo patrón que los anillos, se movía también, cambiando su aspecto. Todo indicaba que se trataba de una ingeniosa combinación de círculos mágicos y artefactos mecánicos lo que ponía en marcha las trampas del lugar.
Hecho ésto, se acercaron a los diversos cofres y depósitos donde descansaban todos esos objetos de valor, desde hace quién sabe cuánto tiempo. Ryuu tomó algunas piezas de oro, pequeñas como para poder llevarlas en sus bolsillo sin que estorbe o pesen demasiado, pero que aun así parecían valiosas. Ben optó por tomar algunos objetos mágicos para estudiarlos: un bastón y dos libros.
Razer no podía hacer nada para evitar ese resultado. Sus manos eran prácticamente inútiles ahora que no tenía más que dos medios dedos. Sólo algunos elfos eran capaces de regenerar miembros, al menos hasta donde él sabía, y jamás se rebajaría al punto de buscar ayuda en alguno de esos asquerosos orejas-largas. La pérdida de sangre estaba dejando su huella en él, y ya no era capaz de levantarse o de crear ilusiones. Aunque una ilusión no serviría de mucho en este caso. Si pudiera crear ilusiones más poderosas, o si tuviera otro tipo de magia que fuera capaz de atacar directamente a ese maldito grupo...
Pero la tenía. Claro. Telekinesis. No solía usarla demasiado, tan solo para alcanzar objetos lejanos cuando quería levantarse de la cama o cosas parecidas. No podría levantar una persona con ella. Pero tampoco hacía falta. Sólo necesitaba bajar una palanca, y alguna trampa se activaría. Pero ¿por qué contentarse con una sola palanca?
Dos palancas cercanas a la mitad del salón bajaron por sí solas, seguidas por el golpe seco de un cuerpo que ya no podía mantenerse erguido.
Poco a poco, algunas piedritas sueltas comenzaron a caer del techo. Poco a poco, esas "piedritas" pasaron a ser rocas más grandes, y luego, porciones enteras de la estructura donde se encontraban elfo, humano y hombre bestia.
-¡Este lugar se viene abajo! ¡Les dije que no activaran nada más que el pedestal! gritaba Ben, visiblemente asustado,mientras echaba a correr.
-Nosotros no Activamos nada... Y de todas formas, es más importante salir de aquí ahora mismo- respondió el arquero, igualmente asustado.
Para fortuna de los tres hombres, el laberinto había modificado su forma al Desactivar el círculo mágico. Gracias a ésto, ahora solo se trataba de un largo pasillo recto. Aún así, no les quedaba demasiado tiempo.
Unos escasos pero eternos minutos después, el lugar se vino abajo. Tanto Ben como Ryuu habían logrado salir con algunas magulladuras y golpes, pero con vida. La polvareda que rodeaba la entrada no permitía ver los alrededores con claridad. El pájaro no podía comprobar si Zelas había logrado salir de allí, aunque esperaba que así fuera.
Hecho ésto, se acercaron a los diversos cofres y depósitos donde descansaban todos esos objetos de valor, desde hace quién sabe cuánto tiempo. Ryuu tomó algunas piezas de oro, pequeñas como para poder llevarlas en sus bolsillo sin que estorbe o pesen demasiado, pero que aun así parecían valiosas. Ben optó por tomar algunos objetos mágicos para estudiarlos: un bastón y dos libros.
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Razer no podía hacer nada para evitar ese resultado. Sus manos eran prácticamente inútiles ahora que no tenía más que dos medios dedos. Sólo algunos elfos eran capaces de regenerar miembros, al menos hasta donde él sabía, y jamás se rebajaría al punto de buscar ayuda en alguno de esos asquerosos orejas-largas. La pérdida de sangre estaba dejando su huella en él, y ya no era capaz de levantarse o de crear ilusiones. Aunque una ilusión no serviría de mucho en este caso. Si pudiera crear ilusiones más poderosas, o si tuviera otro tipo de magia que fuera capaz de atacar directamente a ese maldito grupo...
Pero la tenía. Claro. Telekinesis. No solía usarla demasiado, tan solo para alcanzar objetos lejanos cuando quería levantarse de la cama o cosas parecidas. No podría levantar una persona con ella. Pero tampoco hacía falta. Sólo necesitaba bajar una palanca, y alguna trampa se activaría. Pero ¿por qué contentarse con una sola palanca?
Dos palancas cercanas a la mitad del salón bajaron por sí solas, seguidas por el golpe seco de un cuerpo que ya no podía mantenerse erguido.
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Poco a poco, algunas piedritas sueltas comenzaron a caer del techo. Poco a poco, esas "piedritas" pasaron a ser rocas más grandes, y luego, porciones enteras de la estructura donde se encontraban elfo, humano y hombre bestia.
-¡Este lugar se viene abajo! ¡Les dije que no activaran nada más que el pedestal! gritaba Ben, visiblemente asustado,mientras echaba a correr.
-Nosotros no Activamos nada... Y de todas formas, es más importante salir de aquí ahora mismo- respondió el arquero, igualmente asustado.
Para fortuna de los tres hombres, el laberinto había modificado su forma al Desactivar el círculo mágico. Gracias a ésto, ahora solo se trataba de un largo pasillo recto. Aún así, no les quedaba demasiado tiempo.
Unos escasos pero eternos minutos después, el lugar se vino abajo. Tanto Ben como Ryuu habían logrado salir con algunas magulladuras y golpes, pero con vida. La polvareda que rodeaba la entrada no permitía ver los alrededores con claridad. El pájaro no podía comprobar si Zelas había logrado salir de allí, aunque esperaba que así fuera.
Shinoroa Ryuu
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
-Ahora esto si parece una cueva del tesoro- comento mientras los múltiples cofres comenzaban a aparecer, del primero que abrió noto unos cuantos aeros y los tomo, del segundo noto unas extrañas rocas las cuales pensó que le servirían de utilidad con Rauko cuando quisiera pedirle algún arma, así que las ajusto con algunas correas de su arnés y cuando estaba por darse por pagado el tercer cofre que vio tenia una espada corta que le pareció bonita y se la llevo en la mano. -ahora me lamento de no tener a Aion conmigo, estoy seguro que me habría ayudado bastante- se lamento para si mismo el elfo cuando escucho una piedra caer.
-Oh mierda hay que salir de acá ahora!!!- comento mientras emprendía carrera esperando que no le cayera nada por la cabeza, por suerte ahora solo debían recorrer un camino recto el cual se hizo endemoniadamente largo, parecía que no alcanzarían, pero al final en un ultimo esfuerzo, el elfo se lanzo hacia afuera con todo lo que tenia, alcanzando a salir por los pelos, entre la polvareda y el cansancio Zelas se movió en busca de aire un poco mas limpio, por desgracia solo encontró un olor nauseabundo y cuando observo bien de donde venia, no podía creer lo que sus ojos veían, Aion ahora en su tamaño normal se acercaba alegremente, y el lugar del cual venia era un árbol con un montículo de heces anormalmente grande... como tapando un cadáver.... Zelas observo a Aion, el Fèidh observo al elfo y luego ambos observaron el montículo de la sepultura de mierda. -Eso nunca paso y nadie puede probarlo- dijo para posteriormente caminar en busca de su compañero y su empleador, alejándose de ese lugar lo mas posible.
-Oh mierda hay que salir de acá ahora!!!- comento mientras emprendía carrera esperando que no le cayera nada por la cabeza, por suerte ahora solo debían recorrer un camino recto el cual se hizo endemoniadamente largo, parecía que no alcanzarían, pero al final en un ultimo esfuerzo, el elfo se lanzo hacia afuera con todo lo que tenia, alcanzando a salir por los pelos, entre la polvareda y el cansancio Zelas se movió en busca de aire un poco mas limpio, por desgracia solo encontró un olor nauseabundo y cuando observo bien de donde venia, no podía creer lo que sus ojos veían, Aion ahora en su tamaño normal se acercaba alegremente, y el lugar del cual venia era un árbol con un montículo de heces anormalmente grande... como tapando un cadáver.... Zelas observo a Aion, el Fèidh observo al elfo y luego ambos observaron el montículo de la sepultura de mierda. -Eso nunca paso y nadie puede probarlo- dijo para posteriormente caminar en busca de su compañero y su empleador, alejándose de ese lugar lo mas posible.
Zelas Hazelmere
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Re: Tesoro enterrado [Trabajo]
Por fortuna, los tres lograron salir a salvo de aquel lugar. No se veía a Raze por ninguna parte, pero debido a sus heridas y a que parecía estar inconsciente cuando pasaron a su lado, era muy probable que no haya salido con vida de allí. Si bien era un enemigo, Ryuu no pudo evitar sentir algo de admiración por sus últimas acciones. -Ese tipo estaba dispuesto a matar y morir para conseguir su objetivo. Es una lástima que esa meta fuera guiada por algo como la avaricia...-
Ayudando a Ben a caminar, y huyendo de un repentino y asqueroso olor, el hombre bestia se dispuso a seguir su camino hasta la posada donde tomaron el trabajo. Unos cuantos pasos más atrás iban Zelas y su nueva mascota. Parecían murmurar algo, y la cara del elfo delataba su intención de ocultar algo. Pero el arquero ya estaba agotado y no tenía fuerzas suficientes ni siquiera para interrogarlo, por lo que continuó la marcha en silencio.
Ayudando a Ben a caminar, y huyendo de un repentino y asqueroso olor, el hombre bestia se dispuso a seguir su camino hasta la posada donde tomaron el trabajo. Unos cuantos pasos más atrás iban Zelas y su nueva mascota. Parecían murmurar algo, y la cara del elfo delataba su intención de ocultar algo. Pero el arquero ya estaba agotado y no tenía fuerzas suficientes ni siquiera para interrogarlo, por lo que continuó la marcha en silencio.
Shinoroa Ryuu
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