Re: Lo que el fuego se llevó [Consecuencia Ohdà][Cerrado]

Mefisto Jue Jun 06 2019, 18:26

La alada perdía serenidad con cada paso que dábamos, incluso había empezado a juguetear con su cabello, evidencia clara de algo de ansiedad. El aire se había tornado incómodo, y me pregunté si abrir la boca había sido buena idea.

Al escuchar mi pregunta su ánimo pareció descender, y no pude evitar sentirme algo culpable, y arrepentirme por haber sido tan directo. Me disponía a retirar mi pregunta, cuando empezó a responder como exprimiendo sus palabras.

¿Oh? Si no es con elfos, entonces...

Ava se detuvo súbitamente, acto que imité al darme cuenta, un par de metros más adelante. Con la fuerza necesaria para empujar a un toro, logró pronunciar la última palabra, mientras me señalaba, su rostro dominado por el amarillo y el rojo.

—Oh. —respondí simple e inocentemente. Una de mis hipótesis estaba en lo correcto.

Pensé en comentar algo, pero preferí dejar hasta allí aquella curiosa conversación. Además, no podía concentrarme mucho en qué decir, pues la imagen que tenía enfrente —Alguien con tal armadura y tal presentación de hacha, haciendo un gesto tan cómico y femenino— se me antojaba hilarante. Tanto que no pude evitar soltar una pequeña risita, que cubrí volviéndome de espaldas y siguiendo el camino.

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—Me harán saber de la evolución de su estado —añadí a la respuesta de Ava—, si no vas tú misma, en el futuro te llenaré yo de detalles. Sólo pregunta por mí en la Pulgantina —Hice lo mismo que con los padres de Mirane, y señalé la dirección general del bar, y comenté la forma de ubicarlo.

Si bien no era tan peculiar como Ava, la bruja había demostrado buena actitud, y un carácter brillante que me instigaron a, como mínimo, seguir en contacto.

La pregunta que le hizo la alada era una que yo también me hacía, pero dudaba que Nahir supiera responder con certeza. De todas formas le di el beneficio de la duda, y me uní a Ava en interrogarla con la mirada.

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Por fin respondo D:

Nahir Miér Jun 12 2019, 11:14

Nahir escuchaba a la morena mientras una sonrisa se apoderaba de ella, creciendo más y más con cada palabra que esta añadía. Aquello era magnifico, por fin la niña volvía a estar en casa.
¿Todas las niñas estaban volviendo a sus casas?
La sonrisa se le borró de golpe, para ahora entrecerrar los ojos a la vez que fruncía el ceño. Todo lo rodeado con aquella noche y lo de las niñas era muy extraño.

-Pues…no lo sé- respondió la morena llevándose la mano al mentón, pensativa. –Pero, yo sería incapaz de poder hacer algo así: hacer desaparecer a tanta gente durante tanto tiempo, y devolverlas a la vez, más o menos, claro. Nunca he conocido a nadie que siquiera pudiese hacerlo con dos personas…Contando que se trate de una persona, claro. Debería ser alguien con mucho poder. - solo con pensar en aquello todos los pelos de su cuerpo se pusieron de punta. –Y más que quien lo ha hecho… ¿Por qué? Quizás con un poco de tiempo las niñas puedan dar algo de información sobre lo que ha pasado o lo que han visto. –O que les pase algo más…pensó la bruja mirando a sus compañeros –Siento no ser de ayuda, lo mío es más bien llenar cubos de agua o distraer a niños con trucos baratos…- dijo con tono gracioso, intentando cambiar de tema.

La bruja siguió con la mirada la dirección que había marcado el elfo hasta la tarberna.

-Si…estaría bien saber que todo le va bien a Mirane…-

Ya iba a despedirse cuando miró a la mujer, tenía ganas de preguntarle sobre sus alas, si podía volar... pero seguro que todos estaban cansados después de aquel día tan extraño, además que la morena parecía reservada, no quería incomodarla con una lluvia de preguntas. Se las apuntaría para su siguiente encuentro, si es que lo había.

Tras despedirse de sus compañeros, la bruja se iría directa a la posada en la que estaba hospedada, apenas pensaba quedarse un par de días más en aquella cuidad, así que debía preparase para partir.

Ava Kenrith Dom Jun 16 2019, 10:04

Ava observó a la hechicera con esperanza y mucha curiosidad, ansiosa por descubrir qué clase de magia era la causante de los sucesos de la Ohdà, pero Nahir no tenía la respuesta que buscaba, o al menos nunca había visto a nadie capaz de hacer algo semejante.

- Una persona con mucho poder… - repitió mentalmente las palabras de la morena, preguntándose si de verdad existiría alguien con la experiencia suficiente como para ir por ahí haciendo desaparecer a grupos enteros a su antojo para luego devolverlos.

¿Sería cosa de los dioses humanos como había proclamado la anciana? No, la Midgardiana se negaba a creer que sus deidades los hubiesen castigado de tal forma, ¿con qué razón podrían justificar lo que habían causado a las familias?

Se suponía que el evento era para honrarlos, y los ciudadanos habían cumplido con su parte haciendo ofrendas y sacrificios, simplemente no tenía sentido, al menos no para ella, cuyos espíritus guía nunca se habían mostrado tan crueles.

Dentro de su bolsa de cuero, la mujer bestia llevaba consigo dos pequeñas tallas de madera, la del gran cuervo, símbolo de sabiduría e inteligencia, amuleto del oráculo y según algunos miembros de su aldea, también de aquellos que desean tener visiones o convertirse en clarividentes, y por otra parte la del toro, símbolo de fuerza, belleza, nobleza y fertilidad.

Ambos representaban a sus padres y estaban también presentes en ella, en sus rasgos bestiales y de dónde procedía, razón por la que solía rezarles y pedirles su protección, algo que nunca le había faltado. Por eso no podía entender que los dioses humanos fuesen tan mezquinos como para llevarse a las vírgenes en mitad de los festejos y mantener en vilo a toda la ciudad hasta el día siguiente, no, debía hallar otra explicación.

Quizá algún mago estuviese poniendo a prueba sus habilidades y hubiese elegido aquella noche para divertirse a costa del sufrimiento de la gente, pero ¿con qué finalidad? ¿por qué se había llevado a las niñas? Y lo que la intrigaba aún más, ¿a dónde?

Estaba claro que pasaría algún tiempo antes de que aquellas dudas que inundaban su cabeza obtuviesen respuesta, pero al menos tenía una baza que seguir investigando, Mirane, de cuyo estado se mantendría muy pendiente hasta que la muchacha lograse recordar lo que le había pasado y estuviese lista para hablar del tema.

Una tímida sonrisa curvó los labios de la joven cuando Nahir terminó de hablar, puede que no viese como gran cosa lo que era capaz de hacer con el agua pero para Ava hasta el más simple de los trucos resultaba asombroso, su curiosidad por la magia no hacía sino aumentar y eso que aún le quedaba mucho por ver.

Durante unos instantes esa parte de ella quiso lanzar todas las preguntas que se le venían a la mente, igual que había hecho con Karen al descubrir sus poderes telequinéticos, pero sabiendo que podía llega a agobiar a la gente, sobre todo cuando apenas los conocía, se limitó a dar por concluida la conversación y con ello, su tiempo juntos.

- Muchas gracias a los dos, sin vuestra ayuda me habría resultado mucho más complicado traer a Mirane hasta aquí. - dijo, inclinando la cabeza en una sutil reverencia. - Debo irme, pero estoy segura de que volveremos a vernos. - añadió para despedirse, confiando en que el interés de todos por los posibles avances de la pelirroja propiciase otro encuentro.

Y sin decir nada más, la cuerva se dio la vuelta para encaminarse hacia la zona comercial, donde le tocaría buscar algún trabajo para el resto del día ya que regresar al bosque no era una opción.

¡Gracias a los dos por participar en el tema! ^^
Creo que con la siguiente respuesta de Mefisto podríamos cerrarlo si os parece bien, a no ser que Nahir quiera completar la ronda, ¡como prefiráis!

Mefisto Miér Jun 19 2019, 18:08

Asentía a intervalos regulares mientras escuchaba la teoría de Nahir. Ciertamente, aquello estaba muy lejos del alcance del hechicero promedio. Por ello mi apuesta estaba en intervención de otras fuerzas.

"Un capricho. Uno egoísta, descarado e indiferente, como suelen ser.

El método me es desconocido, pero el flujo de los acontecimientos me trajo hasta aquí, a conocer a Mirane, la niña perdida, a Nahir, la bruja sonriente y a Ava, la de alas negras.

Aún sigo a su merced, interpretando un papel que me empieza a cansar. "

—Tus "trucos baratos" fueron de mucha utilidad el día de hoy, muchacha. Regocíjate, pues tienes el don, y la capacidad de hacer cosas aún mayores. Tú dale tiempo y esfuerzo. —dije sonriente, dándole una ligera palmada en la espalda a la bruja.

Las miradas de ambas mujeres parecían contener un destello de curiosidad, la una por la otra. Me despedí por mi parte también, y sin más, partieron, con esperanzas de un futuro reencuentro.

Las vi alejarse, y eventualmente fui el único que quedó en el lugar. Miré a la gente a mi alrededor, y suspiré.

"Y así se acaba este acto, y los personajes salen de escena.
Pero el telón nunca baja, y la obra nunca termina."

Habiéndose despejado el asunto, ya nada quedaba para distraerme, y con ello sentí otra vez la intranquilidad que me perseguía.

Me ajusté el sombrero, y me encaminé por una callejuela cercana, en dirección a la cantina.

—...Al menos tengo otra historia que contarle a los muchachos. —me susurré.

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Un placer haber participado! Me parece bien cerrarlo con esto, si Nahir está de acuerdo.
Encantado de haber conocido a Ava y a Nahir! Y a la pequeña Mirane. Ya haré uso de eso en algún momento del futuro.

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