Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
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Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
El sonido de los tablones de madera rechinando al ritmo de cada uno mis pasos, se expandía a través de toda La Posada de Hamelín como un viento recio.
En mis brazos, descansaba el pobre Arthur; con sus mejillas rojas cual el sol de un atardecer. Su presión arterial se hallaba por los cielos, y su cordura en el fondo del abismo. Había ingerido demasiadas sustancias alcohólicas, incluso después que le recordara la advertencia de su padre. Se le oía roncar levemente, como un murmullo, soltando uno que otro quejido amargo de vez en cuando.
Entré en la habitación que nos había sido asignada. Siete metros cuadrados. Iluminada gentilmente por la tenue luz de las linternas colgadas en la pared. Una sola cama, donde posé cuidadosamente al ebrio joven, antes de proceder a retirarle sus botas.
— A... Mmffchufm... Am... —comenzó a quejarse él, retorciéndose y pateando sin fuerza, en oposición. Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras negaba ante la ironía de la situación— Ffuchmmf... rha... tas... —sus quejidos empezaban a cobrar cierto sentido— ¡¡Ratas por todos lados...!! ¡Frihffchmmm...! —gritó de pronto, retorciéndose con más fuerza. No pude evitar reír, ¿atravesaba un mal sueño?
— Te dije que era mala idea quedarnos hasta tan tarde en la taberna. —le comenté, terminando de retirar sus botas— Pero debo admitir que la historia de ese bardo fue muy interesante. —añadí cubriéndole con la manta.
Arthur se envolvió en la manta rápidamente y, con un puchero, recuperó la profundidad de su sueño. Debo comentarlo: El nivel de irracionalidad en las decisiones de mi acompañante era un factor preocupante para su propio bien, sin embargo, realmente lo encontraba... Adorable, por algún motivo.
Me senté a su lado, observando la luz estelar filtrándose por la ventana. Había pasado tanto tiempo desde aquella vez que fui despertado en aquellas ruinas... y aún así sabía tan poco de mi mismo. Sólo entendía que debía cumplir con mi directiva; aunque no sabía realmente lo que debía hacer o ser un "héroe".
Mi línea de pensamiento se vería interrumpida entonces por un relinchar de Carmelita, nuestra yegua, desde el establo de la posada.
En mis brazos, descansaba el pobre Arthur; con sus mejillas rojas cual el sol de un atardecer. Su presión arterial se hallaba por los cielos, y su cordura en el fondo del abismo. Había ingerido demasiadas sustancias alcohólicas, incluso después que le recordara la advertencia de su padre. Se le oía roncar levemente, como un murmullo, soltando uno que otro quejido amargo de vez en cuando.
Entré en la habitación que nos había sido asignada. Siete metros cuadrados. Iluminada gentilmente por la tenue luz de las linternas colgadas en la pared. Una sola cama, donde posé cuidadosamente al ebrio joven, antes de proceder a retirarle sus botas.
— A... Mmffchufm... Am... —comenzó a quejarse él, retorciéndose y pateando sin fuerza, en oposición. Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras negaba ante la ironía de la situación— Ffuchmmf... rha... tas... —sus quejidos empezaban a cobrar cierto sentido— ¡¡Ratas por todos lados...!! ¡Frihffchmmm...! —gritó de pronto, retorciéndose con más fuerza. No pude evitar reír, ¿atravesaba un mal sueño?
— Te dije que era mala idea quedarnos hasta tan tarde en la taberna. —le comenté, terminando de retirar sus botas— Pero debo admitir que la historia de ese bardo fue muy interesante. —añadí cubriéndole con la manta.
Arthur se envolvió en la manta rápidamente y, con un puchero, recuperó la profundidad de su sueño. Debo comentarlo: El nivel de irracionalidad en las decisiones de mi acompañante era un factor preocupante para su propio bien, sin embargo, realmente lo encontraba... Adorable, por algún motivo.
Me senté a su lado, observando la luz estelar filtrándose por la ventana. Había pasado tanto tiempo desde aquella vez que fui despertado en aquellas ruinas... y aún así sabía tan poco de mi mismo. Sólo entendía que debía cumplir con mi directiva; aunque no sabía realmente lo que debía hacer o ser un "héroe".
Mi línea de pensamiento se vería interrumpida entonces por un relinchar de Carmelita, nuestra yegua, desde el establo de la posada.
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Cargaba una cubeta de agua cuando, entrando al establo, pude observar el color rojizo de aquella crin y el blanco pelaje en los cascos; haciendo resaltar a Carmelita entre el resto de caballos. Se hallaba tranquila, echada cerca de un grupo de hatos de heno.
Acaricié su hocico. Sabía que apreciaba los gestos afectivos. Además, Carmelita había recorrido junto a nosotros todo el camino desde la hacienda. Merecía todo el amor del mundo; aunque éste fuera procesado y simulado por un ordenador. Era una yegua muy fiel y fuerte, tan solo faltaba realizar un par de entregas más para que pudiera tomar un merecido descanso.
— Buena chica. —le sonreí, depositando la cubeta frente a ella para que pudiera beber cuando le fuera necesario.
Procedí entonces a marcharme. Temía que Arthur pudiera despertar y ponerse en riesgo en medio de su ebriedad. Sin embargo, mis sensores detectaron un patrón de movimiento no convencional. Algo había hecho un ruido.
— ¿Hola...? —comencé, llamando al origen de aquel ruido— Disculpa si te asusté, no tengo intención de hacerte daño. —expliqué sereno, pero curioso de despejar la incógnita.
Acaricié su hocico. Sabía que apreciaba los gestos afectivos. Además, Carmelita había recorrido junto a nosotros todo el camino desde la hacienda. Merecía todo el amor del mundo; aunque éste fuera procesado y simulado por un ordenador. Era una yegua muy fiel y fuerte, tan solo faltaba realizar un par de entregas más para que pudiera tomar un merecido descanso.
— Buena chica. —le sonreí, depositando la cubeta frente a ella para que pudiera beber cuando le fuera necesario.
Procedí entonces a marcharme. Temía que Arthur pudiera despertar y ponerse en riesgo en medio de su ebriedad. Sin embargo, mis sensores detectaron un patrón de movimiento no convencional. Algo había hecho un ruido.
— ¿Hola...? —comencé, llamando al origen de aquel ruido— Disculpa si te asusté, no tengo intención de hacerte daño. —expliqué sereno, pero curioso de despejar la incógnita.
Última edición por Prometeo el Jue Feb 20 2020, 19:00, editado 1 vez
Prometeo
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Sí había que decir la verdad, lo cierto era que la gran mayoría de las veces el Mausu era bien recibido en la mayoría de las comunidades, sobre todo entre los Humanos, que eran bastante más abiertos de mente que otras razas como los elfos o los Hechiceros. Pero como su territorio de búsqueda era sobre todo la parte Sur del mapa, se pasaba mucho más tiempo con los primeros que con los segundos o los terceros.
Sin embargo, siempre había excepciones a la regla, esa noche sería uno de esos momentos. Había llegado a la posada bastante temprano, el burro que había alquilado para que tirara de su carro se había cansado muy rápido, ahora Amit estaba seguro que lo habían estafado al decirle que era un animal joven y vigoroso, estaba casi seguro que ese bicho apenas y sí podía cargar con su alma.
-Buenas tardes - Dijo con respeto el Mausu.
El dueño del lugar tardó un poco en encontrarlo, tuvo que apoyarse en el borde de la barra y asomarse para ver abajo hasta que entendió de dónde salía esa chillona voz.
-Sí, ejem, deseo alquilar una cama para pasar la noche - Empezó a revisar las monedas de las que disponía.
-Eso no - Se apuró en responder el hombre.
-¿No? ¿Es que acaso tiene el sitio lleno? - Al menos lo que era la sala común no parecía especialmente ocupada.
-No, que camas me sobran, pero no voy a tener a una rata gigante durmiendo en mi establecimiento - Se cruzó de brazos, dando a entender que allí se terminaba la discusión.
-Amit no es una rata ¡Tchik! Es un Mausu - Aunque su falta de gestualidad no lo ayudaba a ser más demostrativo, se notaba en su tono que estaba bastante enfadado.
-Tu llamate como quieras. Rata, Mausu, a mi me da lo mismo. No vas a dormir aquí adentro - Bajó la vista hasta que vio la bolsa llena de aeros del roedor - Pero podría dejar que duermas en el establo -
-¿¿¡¡En el establo!!?? ¿¿¡¡Con los animales!!?? - Amit no podía más de la indignación, su cola se había tensado y sus orejas se giraron levemente hacía atrás, llevó una de las manos hacía su martillo, dispuesto a pelear con ese Humano maleducado.
-Es eso o la calle - Y entonces el Mausu se lo pensó mejor, sabía con certeza que el burro viejo que había alquilado no podría llevarlo hasta otro pueblo, para qué engañarse, siquiera podría arrastrarlo una cuadra aunque estuviera pendiente abajo.
-Tchik, de acuerdo, pero no pagaré como si eso fuera una habitación, sólo pagaré por tener a mi montura en el establo -
-Es justo - Dijo el dueño de la posada, se encogió de hombros y agarró las monedas que el roedor le ofrecía - Ponte cómodo -
El Mausu se fue murmurando maldiciones hacia la parte de atrás, acomodó al animal en el establo, le acercó comida y agua. Lo cierto era que él también estaba bastante cansado, así que se hizo ovillo en un costado, entre la paja y las patas de las monturas y se quedó inmediatamente dormido.
— ¿Hola...? Disculpa si te asusté, no tengo intención de hacerte daño. —
Amit despertó algo atontado cuando escuchó esas palabras, aún refregándose los ojos bostezo y dijo:
-¿Quien tiene miedo? Un Mausu no le tiene miedo a nada Tchik - Entonces vio al hombre que tenía enfrente, no recordaba conocerlo - ¿Y tu quien eres? -
Sin embargo, siempre había excepciones a la regla, esa noche sería uno de esos momentos. Había llegado a la posada bastante temprano, el burro que había alquilado para que tirara de su carro se había cansado muy rápido, ahora Amit estaba seguro que lo habían estafado al decirle que era un animal joven y vigoroso, estaba casi seguro que ese bicho apenas y sí podía cargar con su alma.
-Buenas tardes - Dijo con respeto el Mausu.
El dueño del lugar tardó un poco en encontrarlo, tuvo que apoyarse en el borde de la barra y asomarse para ver abajo hasta que entendió de dónde salía esa chillona voz.
-Sí, ejem, deseo alquilar una cama para pasar la noche - Empezó a revisar las monedas de las que disponía.
-Eso no - Se apuró en responder el hombre.
-¿No? ¿Es que acaso tiene el sitio lleno? - Al menos lo que era la sala común no parecía especialmente ocupada.
-No, que camas me sobran, pero no voy a tener a una rata gigante durmiendo en mi establecimiento - Se cruzó de brazos, dando a entender que allí se terminaba la discusión.
-Amit no es una rata ¡Tchik! Es un Mausu - Aunque su falta de gestualidad no lo ayudaba a ser más demostrativo, se notaba en su tono que estaba bastante enfadado.
-Tu llamate como quieras. Rata, Mausu, a mi me da lo mismo. No vas a dormir aquí adentro - Bajó la vista hasta que vio la bolsa llena de aeros del roedor - Pero podría dejar que duermas en el establo -
-¿¿¡¡En el establo!!?? ¿¿¡¡Con los animales!!?? - Amit no podía más de la indignación, su cola se había tensado y sus orejas se giraron levemente hacía atrás, llevó una de las manos hacía su martillo, dispuesto a pelear con ese Humano maleducado.
-Es eso o la calle - Y entonces el Mausu se lo pensó mejor, sabía con certeza que el burro viejo que había alquilado no podría llevarlo hasta otro pueblo, para qué engañarse, siquiera podría arrastrarlo una cuadra aunque estuviera pendiente abajo.
-Tchik, de acuerdo, pero no pagaré como si eso fuera una habitación, sólo pagaré por tener a mi montura en el establo -
-Es justo - Dijo el dueño de la posada, se encogió de hombros y agarró las monedas que el roedor le ofrecía - Ponte cómodo -
El Mausu se fue murmurando maldiciones hacia la parte de atrás, acomodó al animal en el establo, le acercó comida y agua. Lo cierto era que él también estaba bastante cansado, así que se hizo ovillo en un costado, entre la paja y las patas de las monturas y se quedó inmediatamente dormido.
— ¿Hola...? Disculpa si te asusté, no tengo intención de hacerte daño. —
Amit despertó algo atontado cuando escuchó esas palabras, aún refregándose los ojos bostezo y dijo:
-¿Quien tiene miedo? Un Mausu no le tiene miedo a nada Tchik - Entonces vio al hombre que tenía enfrente, no recordaba conocerlo - ¿Y tu quien eres? -
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Mis sensores se mantuvieron en alerta. Las posibilidades permanecían divergentes y cualquier situación podía presentarse. No podía permitirme bajar la guardia.
Sin embargo, tras parpadear, adaptándose mi visión a la iluminación del lugar, finalmente cedí mis defensas tras detectar en mis radares al individuo respectivo. Me acerqué un par de pasos hacia él, para poder realizar un análisis más efectivo.
Iniciando metodología de estudio del sujeto...
Mis sistemas no podían asociar ninguna especie conocida a las propiedades de aquel ser. Era pequeño, con claras características de un roedor, pero con propiedades de la raza humana; mismas que se encuentran ausentes en todo tipo de ratas o ratones. ¿Qué era entonces...? Pronto descubriría que el sujeto podía artícular en un lenguaje conocido.
— Un... ¿Mausu...? —pregunté en un murmullo.
No existía dato alguno sobre la existencia de ninguna raza identificada con las siglas articuladas por el ratón bípedo. Mi simulador psíquico desarrollaba grandes cantidades de emoción y curiosidad. Tenía una nueva misión.
Objetivo adquirido: Investigar al espécimen.
— Buenas noches. Lamento haberle incordiado, señor. —me disculpé, inclinando el torso hacia delante— Soy Adam. Adam Ront.
Tras reincorporarme, me coloque en cuclillas, reduciendo la diferencia de estaturas.
Su estructura anatómica era diferente a la de un roedor corriente, beneficiando la acción motriz bípeda; pero aún brindándole la opción de optar por un desplazamiento cuadrúpedo. Era impresionante.
— Disculpe mi atrevimiento señor, no tengo intención de seguir perturbándole. —volví a disculparme— Sin embargo, nunca había visto una criatura similar a usted. Es fascinante... ¿Me permitiría realizarle un par de preguntas sobre usted y los suyos? —solicité.
Sin embargo, tras parpadear, adaptándose mi visión a la iluminación del lugar, finalmente cedí mis defensas tras detectar en mis radares al individuo respectivo. Me acerqué un par de pasos hacia él, para poder realizar un análisis más efectivo.
Iniciando metodología de estudio del sujeto...
Mis sistemas no podían asociar ninguna especie conocida a las propiedades de aquel ser. Era pequeño, con claras características de un roedor, pero con propiedades de la raza humana; mismas que se encuentran ausentes en todo tipo de ratas o ratones. ¿Qué era entonces...? Pronto descubriría que el sujeto podía artícular en un lenguaje conocido.
— Un... ¿Mausu...? —pregunté en un murmullo.
No existía dato alguno sobre la existencia de ninguna raza identificada con las siglas articuladas por el ratón bípedo. Mi simulador psíquico desarrollaba grandes cantidades de emoción y curiosidad. Tenía una nueva misión.
Objetivo adquirido: Investigar al espécimen.
— Buenas noches. Lamento haberle incordiado, señor. —me disculpé, inclinando el torso hacia delante— Soy Adam. Adam Ront.
Tras reincorporarme, me coloque en cuclillas, reduciendo la diferencia de estaturas.
Su estructura anatómica era diferente a la de un roedor corriente, beneficiando la acción motriz bípeda; pero aún brindándole la opción de optar por un desplazamiento cuadrúpedo. Era impresionante.
— Disculpe mi atrevimiento señor, no tengo intención de seguir perturbándole. —volví a disculparme— Sin embargo, nunca había visto una criatura similar a usted. Es fascinante... ¿Me permitiría realizarle un par de preguntas sobre usted y los suyos? —solicité.
Prometeo
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
El desconocimiento era mutuo, así como ese extraño miraba a Amit como si fuera la cosa más rara, el Mausu se lo quedaba viendo sin entender de dónde había salido ese sujeto ni porque parecía estar tan fascinado con su presencia. Luego de algunos segundos el ratón se sintió hasta un poco incómodo, dio paso hacía atrás y peinó sus bigotes con nerviosismo, sus pequeños ojitos negros se concentraban por momentos en el hombre y por momentos en el piso.
Luego el Humano se puso en cuclillas, gesto que Amit ya había aprendido a interpretar como que querían hablarle “de igual agual”, las otras razas se acomplejaban mucho por ser tan altos, y el roedor podía comprenderlos, eso de estar allá arriba debía causarles bastante mareo.
-¿Criaturas? ¿Fascinante? - Ciertamente los Mausu no eran una especie que apareciera todos los días, pero por cómo lo decía parecía más bien que jamás se había cruzado con un Hombre-Bestia - Claro, puedes preguntar Tchik aunque tendrá que ser aquí afuera ya que el dueño de ese lugar no me permite entrar - No perdía oportunidad de dejar en claro lo ofendido que estaba por la actitud del humano aquel.
Los caballos comenzaron a moverse nerviosos ante la repentina actividad nocturna, eso no era muy arriesgado para alguien del tamaño de Adam, pero era potencialmente peligroso para alguien de la altura de Amit.
-Mi nombre es Amit´tek, mucho gusto Adam Ront - Fue hacía la salida del establo - Será mejor que hablemos en otro sitio -
Caminó hasta unos barriles que estaban abandonados en el patio trasero de la posada, empujó primero uno y luego el otro hasta que quedaran enfrentados. Pero entonces notó que la altura entre ambos sería mucha sí se sentaban así, y el hombre ya había dejado en claro que le molestaba su altura. Así que por consideración hacia él, cambió uno de los barriles por un balde, de esa manera quedaban a alturas similares.
El Mausu trepó hasta arriba del barril y se sentó.
-Bien ¿Qué era lo que querías preguntar? - Se cruzó de brazos a la espera del interrogatorio.
Luego el Humano se puso en cuclillas, gesto que Amit ya había aprendido a interpretar como que querían hablarle “de igual agual”, las otras razas se acomplejaban mucho por ser tan altos, y el roedor podía comprenderlos, eso de estar allá arriba debía causarles bastante mareo.
-¿Criaturas? ¿Fascinante? - Ciertamente los Mausu no eran una especie que apareciera todos los días, pero por cómo lo decía parecía más bien que jamás se había cruzado con un Hombre-Bestia - Claro, puedes preguntar Tchik aunque tendrá que ser aquí afuera ya que el dueño de ese lugar no me permite entrar - No perdía oportunidad de dejar en claro lo ofendido que estaba por la actitud del humano aquel.
Los caballos comenzaron a moverse nerviosos ante la repentina actividad nocturna, eso no era muy arriesgado para alguien del tamaño de Adam, pero era potencialmente peligroso para alguien de la altura de Amit.
-Mi nombre es Amit´tek, mucho gusto Adam Ront - Fue hacía la salida del establo - Será mejor que hablemos en otro sitio -
Caminó hasta unos barriles que estaban abandonados en el patio trasero de la posada, empujó primero uno y luego el otro hasta que quedaran enfrentados. Pero entonces notó que la altura entre ambos sería mucha sí se sentaban así, y el hombre ya había dejado en claro que le molestaba su altura. Así que por consideración hacia él, cambió uno de los barriles por un balde, de esa manera quedaban a alturas similares.
El Mausu trepó hasta arriba del barril y se sentó.
-Bien ¿Qué era lo que querías preguntar? - Se cruzó de brazos a la espera del interrogatorio.
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Sonreí al recibir una respuesta positiva. Me alegraba saber que el individuo no se sentía amenazado por mi presencia, y estaba dispuesto a cooperar con la investigación.
— Como guste, señor Mausu. —le aclaré con una sonrisa, reincorporándome y caminando junto a él a la salida— Igualmente, un placer.
Archivo almacenado: "amit_tek".
No tenía inconvenientes en relación al campo donde se desarrollaría el estudio. No obstante, me generaba curiosidad su irregular decisión. Estaríamos, no solo más seguros, sino más cómodos en el interior de la posada.
— ¿No es usted un huésped de la posada, señor Amit'tek? —concluí, como única respuesta lógica a mis incógnitas— ¿Tiene algún refugio para descansar esta noche? —me adelanté— Puede acceder a mi habitación, si es de su gusto. Hay suficiente espacio para usted y mi hermano. —le ofrecí cordialmente.
Observaba en silencio mientras el roedor organizaba el área para desarrollar nuestra conversación apropiadamente, estudiando sus movimientos. Era ágil y veloz, además que su fuerza era comparable a la de un ser humano común. Debía mencionar que... Me resultaba sumamente adorable.
— Pues... —comencé diciendo, mientras tomaba asiento en aquel balde— No tengo ningún conocimiento sobre ninguna raza semejante a usted presente en Aerandir. —le comenté— Me gustaría saber qué es usted, ¿qué es un Mausu?—pregunté con ilusión.
— Como guste, señor Mausu. —le aclaré con una sonrisa, reincorporándome y caminando junto a él a la salida— Igualmente, un placer.
Archivo almacenado: "amit_tek".
No tenía inconvenientes en relación al campo donde se desarrollaría el estudio. No obstante, me generaba curiosidad su irregular decisión. Estaríamos, no solo más seguros, sino más cómodos en el interior de la posada.
— ¿No es usted un huésped de la posada, señor Amit'tek? —concluí, como única respuesta lógica a mis incógnitas— ¿Tiene algún refugio para descansar esta noche? —me adelanté— Puede acceder a mi habitación, si es de su gusto. Hay suficiente espacio para usted y mi hermano. —le ofrecí cordialmente.
Observaba en silencio mientras el roedor organizaba el área para desarrollar nuestra conversación apropiadamente, estudiando sus movimientos. Era ágil y veloz, además que su fuerza era comparable a la de un ser humano común. Debía mencionar que... Me resultaba sumamente adorable.
— Pues... —comencé diciendo, mientras tomaba asiento en aquel balde— No tengo ningún conocimiento sobre ninguna raza semejante a usted presente en Aerandir. —le comenté— Me gustaría saber qué es usted, ¿qué es un Mausu?—pregunté con ilusión.
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Amit se lo quedó mirando, el joven no solo era demasiado alto, sino que además sufría de problemas de sordera. El Mausu se lo quedó mirando con un poco de pena, en general los compatriotas del Ratón cuando veían que una cría era defectuosa terminaban con su sufrimiento a los pocos minutos de nacer. Evidentemente los humanos tenían otras costumbres, pero precisamente por eso tenían tanta gente enferma, sorda y hasta ciega dando vueltas por las ciudades.
-¿Eres distraído o sordo? - Se cruzó de brazos y negó varias veces con la cabeza - Pobre muchacho, sí, sí, sí, pobrecito - Suspiró y repitió - No puedo entrar a la posada, el dueño no me deja. Dice que de ninguna manera va a permitir que una rata duerma en su establecimiento - Miró para adentro del negocio por una de las ventanas y chaqueó la lengua - Le dije que no soy una rata - Y agregó en tono enojado - Ni que sus habitaciones estuvieran tan limpias siquiera ¡Tchik! -
Ante la pregunta por sí tenía donde dormir, le señaló el establo.
-Me dejó quedarme allí, junto al perezoso de mi burro que es ese que está ahí - El animal en cuestión ya estaba durmiendo, se lo notaba viejo y cansado - Estoy hablando de ti, bestia perezosa - Lo decía como si el equino en verdad pudiera entenderlo - Eres muy amable, Adam, pero para poder llegar a tu habitación el dueño no tendría que verme, y eso significa entrar escondido - Sacó pecho orgulloso - Y de ninguna manera un Mausu se va a colar en un establecimiento como si fuera... ¡Como si fuera una rata! -
Su charla se vio momentáneamente interrumpida cuando uno de los ebrios del establecimiento salió por la puerta de atrás y tambaleándose fue hasta la pared más cercana para orinar. Cuando terminó se dio la vuelta y sólo entonces notó que había un ratón sentado en un barril y un humano sobre un balde hablando, pareció no entender muy bien la situación.
-¿A qué esperas para entrar? Aquí no hay nada para ti - Dijo Amit enojado, levantando las manos para hacerle gestos de que se fuera - Shu-shu, alejate, hueles horrible - La sensible nariz del Ratón sentía todos los olores multiplicados por cien - Es indignante que a él le permitan entrar y a mi no - Suspiró - Volviendo a tu pregunta. Los Mausu somos una tribu pequeña que vive como al suroeste del Bosque de Midgar ¿Conoces la zona? No recibimos muchas visitas ¡Tchik! Creo que los humanos nos consideran Hombres-Bestia, pero a nosotros ese nombre no nos dice nada -
Para empezar, los Mausu no se habían enterado de que habían otros seres mitad animales hasta hacía bastante poco. O quizás sí lo sabían pero lo habían olvidado. En cualquier caso, la raza de los Hombre-Bestia no se caracterizaban por estar muy unidas.
-¿Eres distraído o sordo? - Se cruzó de brazos y negó varias veces con la cabeza - Pobre muchacho, sí, sí, sí, pobrecito - Suspiró y repitió - No puedo entrar a la posada, el dueño no me deja. Dice que de ninguna manera va a permitir que una rata duerma en su establecimiento - Miró para adentro del negocio por una de las ventanas y chaqueó la lengua - Le dije que no soy una rata - Y agregó en tono enojado - Ni que sus habitaciones estuvieran tan limpias siquiera ¡Tchik! -
Ante la pregunta por sí tenía donde dormir, le señaló el establo.
-Me dejó quedarme allí, junto al perezoso de mi burro que es ese que está ahí - El animal en cuestión ya estaba durmiendo, se lo notaba viejo y cansado - Estoy hablando de ti, bestia perezosa - Lo decía como si el equino en verdad pudiera entenderlo - Eres muy amable, Adam, pero para poder llegar a tu habitación el dueño no tendría que verme, y eso significa entrar escondido - Sacó pecho orgulloso - Y de ninguna manera un Mausu se va a colar en un establecimiento como si fuera... ¡Como si fuera una rata! -
Su charla se vio momentáneamente interrumpida cuando uno de los ebrios del establecimiento salió por la puerta de atrás y tambaleándose fue hasta la pared más cercana para orinar. Cuando terminó se dio la vuelta y sólo entonces notó que había un ratón sentado en un barril y un humano sobre un balde hablando, pareció no entender muy bien la situación.
-¿A qué esperas para entrar? Aquí no hay nada para ti - Dijo Amit enojado, levantando las manos para hacerle gestos de que se fuera - Shu-shu, alejate, hueles horrible - La sensible nariz del Ratón sentía todos los olores multiplicados por cien - Es indignante que a él le permitan entrar y a mi no - Suspiró - Volviendo a tu pregunta. Los Mausu somos una tribu pequeña que vive como al suroeste del Bosque de Midgar ¿Conoces la zona? No recibimos muchas visitas ¡Tchik! Creo que los humanos nos consideran Hombres-Bestia, pero a nosotros ese nombre no nos dice nada -
Para empezar, los Mausu no se habían enterado de que habían otros seres mitad animales hasta hacía bastante poco. O quizás sí lo sabían pero lo habían olvidado. En cualquier caso, la raza de los Hombre-Bestia no se caracterizaban por estar muy unidas.
Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Amit'tek realmente demostraba ser un individuo muy particular. Muchas de las teorías sociales que solía implementar parecían no funcionar apropiadamente. Debía buscar otra modalidad para resolver el inconveniente y mejorar la comunicación.
Mi curiosidad aumentaba exponencialmente a cada palabra.
— Negativo, señor. —contesté a su pregunta— Me encuentro actualmente en perfecto estado. —afirmé con calma— Mi pregunta anterior fue realizada con el objetivo de confirmar una incógnita que podía tener diversas respuestas. —le expliqué.
Correcto, una explicación seguida de cada afirmación podría funcionar para desarrollar apropiadamente una conversación con el Mausu. Procedería de ese modo entonces.
Su siguiente afirmación me llevó a una conclusión importante: Amit'tek defendía fieramente su orgullo.
Sus palabras me llevaron a establecer una diferencia clave entre los roedores corrientes y los Mausu. Debía ser precavido con el tema.
— Lamento que haya sido irrespetado de esa forma, señor Amit'tek. —comenté con sinceridad— Respeto su decisión, pero mantengo en pié mi oferta; por si cambia de opinión. —añadí posteriormente.
Fue entonces cuando aquel sujeto salio por la puerta trasera. No necesitaba realizar un análisis exhaustivo para comprobar su elevado estado de ebriedad.
En mi rostro se dibujó una sonrisa, observando al roedor espantar al ebrio sujeto.
Actualizando base de datos...
A diferencia de él, yo no podía detectar ningún aroma fétido. Los Mausu debían tener entonces sentidos amplificados, muy superiores a los del humano promedio.
— Hasta el momento no he accedido a esa zona. —confesé, comprobando mi mapa interno— Me encantaría poder visitar su tribu en alguna oportunidad, si no hay ningún inconveniente. —consulté sonriendo.
De hecho, nuestra misión de entrega requería atravesar el Bosque de Midgar. Marqué la localización con un recordatorio.
— Carezco de información alguna sobre Hombres-bestia. —acoté, mientras consultaba mis sistemas en busca de información, sin éxito— Observo que los Mausu son seres honorables y valientes. —compartí con él mis deducciones— Deben ser buenos luchadores, de modo que puedan asegurar su supervivencia en el bosque, ¿correcto?
Parpadeé, en el momento en que pude establecer una relación entre mis deducciones y mis dudas.
— Los Mausu... Deben ser grandes héroes, ¿correcto? —pregunté con ilusión— ¿Es usted un héroe, señor Amit'tek?
Mi curiosidad aumentaba exponencialmente a cada palabra.
— Negativo, señor. —contesté a su pregunta— Me encuentro actualmente en perfecto estado. —afirmé con calma— Mi pregunta anterior fue realizada con el objetivo de confirmar una incógnita que podía tener diversas respuestas. —le expliqué.
Correcto, una explicación seguida de cada afirmación podría funcionar para desarrollar apropiadamente una conversación con el Mausu. Procedería de ese modo entonces.
Su siguiente afirmación me llevó a una conclusión importante: Amit'tek defendía fieramente su orgullo.
Sus palabras me llevaron a establecer una diferencia clave entre los roedores corrientes y los Mausu. Debía ser precavido con el tema.
— Lamento que haya sido irrespetado de esa forma, señor Amit'tek. —comenté con sinceridad— Respeto su decisión, pero mantengo en pié mi oferta; por si cambia de opinión. —añadí posteriormente.
Fue entonces cuando aquel sujeto salio por la puerta trasera. No necesitaba realizar un análisis exhaustivo para comprobar su elevado estado de ebriedad.
En mi rostro se dibujó una sonrisa, observando al roedor espantar al ebrio sujeto.
Actualizando base de datos...
A diferencia de él, yo no podía detectar ningún aroma fétido. Los Mausu debían tener entonces sentidos amplificados, muy superiores a los del humano promedio.
— Hasta el momento no he accedido a esa zona. —confesé, comprobando mi mapa interno— Me encantaría poder visitar su tribu en alguna oportunidad, si no hay ningún inconveniente. —consulté sonriendo.
De hecho, nuestra misión de entrega requería atravesar el Bosque de Midgar. Marqué la localización con un recordatorio.
— Carezco de información alguna sobre Hombres-bestia. —acoté, mientras consultaba mis sistemas en busca de información, sin éxito— Observo que los Mausu son seres honorables y valientes. —compartí con él mis deducciones— Deben ser buenos luchadores, de modo que puedan asegurar su supervivencia en el bosque, ¿correcto?
Parpadeé, en el momento en que pude establecer una relación entre mis deducciones y mis dudas.
— Los Mausu... Deben ser grandes héroes, ¿correcto? —pregunté con ilusión— ¿Es usted un héroe, señor Amit'tek?
__________________________
Mientras tanto, en la otra esquina del poblado, un encapuchado acechaba siniestro; de pié sobre la copa de un árbol.
Quien le viera podría observar cómo, entre sus ropajes, con un destello lunar, emergía lo que parecía ser un arma... Un arma musical, una flauta que apuñalaría las mentes de aquellos que le escuchen.
Pronto a sus labios le llevaría, entonando su tétrica melodía .
¿Qué destino le esperaba a aquel poblado? Quién pronto entre las notas quedaría hipnotizado.
Quien le viera podría observar cómo, entre sus ropajes, con un destello lunar, emergía lo que parecía ser un arma... Un arma musical, una flauta que apuñalaría las mentes de aquellos que le escuchen.
Pronto a sus labios le llevaría, entonando su tétrica melodía .
¿Qué destino le esperaba a aquel poblado? Quién pronto entre las notas quedaría hipnotizado.
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
A medida que se desarrollaba la charla Amit iba notando que había algo extraño en ese sujeto. En primer lugar su modo de hablar era curioso, sus entonaciones eran perfectas, como si cada sílaba fuera dicha con calculada exactitud. Pero además sus movimientos parecían poco fluidos, incluso su mirada le causaba cierta sospecha, esos ojos no solo miraban, analizaban. El ratón se acomodó en su asiento, ahora que era consciente de todos esos detalles no sabía muy bien cómo comportarse.
-Es una zona muy hermosa. Pero los elfos lo mantienen fuertemente vigilado, sí quieres ir tendrás que tener su permiso para pasar, o arriesgarte a que te disparen - Dijo el roedor mientras se peinaba los bigotes - A mi nunca me atrapan, corro mucho más rápido y puedo escabullirme muy bien - Habiendo pasado tantas veces por el mismo camino se había convertido en un experto en esquivar a los guardias elficos.
Adam le confirmó lo que Amit ya había supuesto, no era que no conociera a los Mausu, era que no conocía a la raza de los Hombres-Bestia en general. Resultaba sumamente curioso, al Ratón le costaba calculas la edad de los Humanos, pero al menos podía decir que se veía como un adulto ¿En dónde había vivido ese muchacho para desconocer la existencia de una raza entera?
-Amit es un excelente luchador - Dijo el roedor señalandose a sí mismo con el pulgar - Pero no todos los Mausu peleamos, Tchik, cada uno tiene sus propias tareas y nos esmeramos en hacer nuestro trabajo a la perfección ¡La tribu depende de eso! -
¿Era Amit un héroe?
Lo cierto es que el Mausu nunca se lo había planteado, él simplemente había demostrado tener buenas condiciones para cumplir con el trabajo de explorador, así lo había señalado el chamán cuando nació y sí los dioses lo decían no había lugar a discusión alguna. Sí lo pensaba cuidadosamente, podía decir que era una persona respetable, que intentaba hacer las cosas bien, ayudar a la gente a veces, sí estaba a su alcance ¿Eso era ser un héroe?
-No lo sé ¿Qué es ser un héroe? - Preguntó el Ratón, mirando fijamente a Adam con sus pequeños ojos negros.
Movió las orejas, le había parecido escuchar algo, como un sonido a la vez muy hermoso y aterrador. Pero era demasiado lejano, en seguida Amit supuso que había sido su imaginación y nada más.
-Más importante que eso, dime ¿Por qué eres tan raro? - Podría considerarse que era de mala educación preguntarle algo así a una persona que acababa de conocer, pero a Amit no le importaban esas formalidades de los Humanos - Dices que te encuentras en perfecto estado, pero hablas y te mueves como si fueras un muñeco - Se inclinó un poco hacía adelante y literalmente olió al joven - Incluso tu aroma es extraño, tu ropa huele a Humano, pero tu cuerpo no tiene... ¿No tiene olor? ¿Es eso posible? ¡Tchik! -
-Es una zona muy hermosa. Pero los elfos lo mantienen fuertemente vigilado, sí quieres ir tendrás que tener su permiso para pasar, o arriesgarte a que te disparen - Dijo el roedor mientras se peinaba los bigotes - A mi nunca me atrapan, corro mucho más rápido y puedo escabullirme muy bien - Habiendo pasado tantas veces por el mismo camino se había convertido en un experto en esquivar a los guardias elficos.
Adam le confirmó lo que Amit ya había supuesto, no era que no conociera a los Mausu, era que no conocía a la raza de los Hombres-Bestia en general. Resultaba sumamente curioso, al Ratón le costaba calculas la edad de los Humanos, pero al menos podía decir que se veía como un adulto ¿En dónde había vivido ese muchacho para desconocer la existencia de una raza entera?
-Amit es un excelente luchador - Dijo el roedor señalandose a sí mismo con el pulgar - Pero no todos los Mausu peleamos, Tchik, cada uno tiene sus propias tareas y nos esmeramos en hacer nuestro trabajo a la perfección ¡La tribu depende de eso! -
¿Era Amit un héroe?
Lo cierto es que el Mausu nunca se lo había planteado, él simplemente había demostrado tener buenas condiciones para cumplir con el trabajo de explorador, así lo había señalado el chamán cuando nació y sí los dioses lo decían no había lugar a discusión alguna. Sí lo pensaba cuidadosamente, podía decir que era una persona respetable, que intentaba hacer las cosas bien, ayudar a la gente a veces, sí estaba a su alcance ¿Eso era ser un héroe?
-No lo sé ¿Qué es ser un héroe? - Preguntó el Ratón, mirando fijamente a Adam con sus pequeños ojos negros.
Movió las orejas, le había parecido escuchar algo, como un sonido a la vez muy hermoso y aterrador. Pero era demasiado lejano, en seguida Amit supuso que había sido su imaginación y nada más.
-Más importante que eso, dime ¿Por qué eres tan raro? - Podría considerarse que era de mala educación preguntarle algo así a una persona que acababa de conocer, pero a Amit no le importaban esas formalidades de los Humanos - Dices que te encuentras en perfecto estado, pero hablas y te mueves como si fueras un muñeco - Se inclinó un poco hacía adelante y literalmente olió al joven - Incluso tu aroma es extraño, tu ropa huele a Humano, pero tu cuerpo no tiene... ¿No tiene olor? ¿Es eso posible? ¡Tchik! -
Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Actualizando base de datos...
Definitivamente, mi encuentro con Amit'tek representaba un factor muy conveniente.
El roedor me estaba otorgando una valiosa cantidad de información vital, tanto para el cumplimiento de la misión actual, como para el desarrollo y éxito de futuros encargos.
Adicionalmente, me demostraba lo poco actualizada que se hallaba mi base de datos. ¿Y si la existencia de criaturas semejantes a Amit'tek no era la única información que no figuraba en mis archivos? Debía hacer algo al respecto para solucionar este inconveniente.
Objetivo adquirido.
Marqué en el mapa el Bosque de Midgar como zona de riesgo. Deberíamos ser precavidos una vez continuemos nuestra ruta, o nos veríamos asediados por los guardias élficos.
— Entendido. —afirmé, una vez fue almacenada exitosamente toda la información— Lo tendré presente cuando tenga la oportunidad de visitar el lugar. —le comenté con una sonrisa.
Añadí los nuevos datos aportados por el roedor sobre el poblado de los Mausu. Demostraban ser un grupo social bastante inteligente y, de acuerdo a los cálculos elaborados, superiores a muchas de las sociedades humanas.
— Afirmativo. —estuve de acuerdo con su explicación— El cumplimiento de las labores básicas por parte de los individuos más capacitados, es la mejor forma de asegurar la supervivencia de una sociedad.
Lamentablemente, aunque me hallaba fascinado con el roedor; disfrutando en gran manera la recaudación de información, el individuo no podía contestar a mi incógnita más importante:
¿Qué significaba ser un héroe...?
— Lo siento, señor. Yo tampoco tengo una respuesta precisa para esa anécdota. —me disculpé— Tengo cierta... necesidad de responder a esa pregunta. Para aclarar mis ideas. Esperaba que usted pudiera ayudarme. —le expliqué.
Era complicado. Últimamente se habían generado muchas fallas entorno a esta incógnita. La eficiencia de mi sistema se veía amenazada.
— Un hombre sabio me dijo en una oportunidad... —evoqué las palabras del señor Ront— Que un hombre de verdad no le teme a la muerte. Nunca pierde la esperanza, y se enfrenta al peligro en medio de la adversidad. —proclamé con firmeza— Creo que es efectivo asociar ambos términos.
¡Alerta! Estado incógnito: En riesgo.
Mis algoritmos funcionaban entorno al factor de que mi imitación humana era eficiente. Colapsaron en errores en el momento en que el roedor expuso sus dudas. Mi exoestructura se hallaba tensa.
Amit'tek, de alguna manera, había logrado observar las imperfecciones en mi patrón de comportamiento. Ahora sospechaba de mi y de mi naturaleza biocibernética.
Me mantuve en silencio, analizando y calculando los diversos escenarios que podían presentarse. Dudé en un principio, pero finalmente opté por tomar mi decisión.
Esperaba que no tuviera efectos adversos.
— Señor Amit'tek. —le llamé, mirándole directamente a los ojos con un gesto sereno— La información a la que intenta acceder es confidencial. —le expliqué— No quiero ser un individuo que le transmita inseguridad, pero debo asegurarme de que usted es cap...
No obstante, no alcanzaría a terminar el mensaje, puesto que la puerta se abrió con un golpe seco.
De ella emergió un individuo: El dueño de la posada. Me puse de pié instintivamente, interponiéndome entre él y el roedor. No permitiría ninguna agresión en mi guardia.
Sin embargo, había algo mal en su patrón de movimiento. Se movía lento, siguiendo un cierto ritmo, y no parecía mostrar reacción alguna ante mi acción; no parecía que pudiera vernos.
— ¿Qué... Está sucediendo? —dudé, tratando de hallar sentido en los hechos.
A su espalda, un enorme grupo de personas abandonaban la taberna, realizando exactamente el mismo movimiento. No tardé en reconocerlos...
Eran los otros huéspedes de la posada.
Definitivamente, mi encuentro con Amit'tek representaba un factor muy conveniente.
El roedor me estaba otorgando una valiosa cantidad de información vital, tanto para el cumplimiento de la misión actual, como para el desarrollo y éxito de futuros encargos.
Adicionalmente, me demostraba lo poco actualizada que se hallaba mi base de datos. ¿Y si la existencia de criaturas semejantes a Amit'tek no era la única información que no figuraba en mis archivos? Debía hacer algo al respecto para solucionar este inconveniente.
Objetivo adquirido.
Marqué en el mapa el Bosque de Midgar como zona de riesgo. Deberíamos ser precavidos una vez continuemos nuestra ruta, o nos veríamos asediados por los guardias élficos.
— Entendido. —afirmé, una vez fue almacenada exitosamente toda la información— Lo tendré presente cuando tenga la oportunidad de visitar el lugar. —le comenté con una sonrisa.
Añadí los nuevos datos aportados por el roedor sobre el poblado de los Mausu. Demostraban ser un grupo social bastante inteligente y, de acuerdo a los cálculos elaborados, superiores a muchas de las sociedades humanas.
— Afirmativo. —estuve de acuerdo con su explicación— El cumplimiento de las labores básicas por parte de los individuos más capacitados, es la mejor forma de asegurar la supervivencia de una sociedad.
Lamentablemente, aunque me hallaba fascinado con el roedor; disfrutando en gran manera la recaudación de información, el individuo no podía contestar a mi incógnita más importante:
¿Qué significaba ser un héroe...?
— Lo siento, señor. Yo tampoco tengo una respuesta precisa para esa anécdota. —me disculpé— Tengo cierta... necesidad de responder a esa pregunta. Para aclarar mis ideas. Esperaba que usted pudiera ayudarme. —le expliqué.
Era complicado. Últimamente se habían generado muchas fallas entorno a esta incógnita. La eficiencia de mi sistema se veía amenazada.
— Un hombre sabio me dijo en una oportunidad... —evoqué las palabras del señor Ront— Que un hombre de verdad no le teme a la muerte. Nunca pierde la esperanza, y se enfrenta al peligro en medio de la adversidad. —proclamé con firmeza— Creo que es efectivo asociar ambos términos.
¡Alerta! Estado incógnito: En riesgo.
Mis algoritmos funcionaban entorno al factor de que mi imitación humana era eficiente. Colapsaron en errores en el momento en que el roedor expuso sus dudas. Mi exoestructura se hallaba tensa.
Amit'tek, de alguna manera, había logrado observar las imperfecciones en mi patrón de comportamiento. Ahora sospechaba de mi y de mi naturaleza biocibernética.
Me mantuve en silencio, analizando y calculando los diversos escenarios que podían presentarse. Dudé en un principio, pero finalmente opté por tomar mi decisión.
Esperaba que no tuviera efectos adversos.
— Señor Amit'tek. —le llamé, mirándole directamente a los ojos con un gesto sereno— La información a la que intenta acceder es confidencial. —le expliqué— No quiero ser un individuo que le transmita inseguridad, pero debo asegurarme de que usted es cap...
No obstante, no alcanzaría a terminar el mensaje, puesto que la puerta se abrió con un golpe seco.
De ella emergió un individuo: El dueño de la posada. Me puse de pié instintivamente, interponiéndome entre él y el roedor. No permitiría ninguna agresión en mi guardia.
Sin embargo, había algo mal en su patrón de movimiento. Se movía lento, siguiendo un cierto ritmo, y no parecía mostrar reacción alguna ante mi acción; no parecía que pudiera vernos.
— ¿Qué... Está sucediendo? —dudé, tratando de hallar sentido en los hechos.
A su espalda, un enorme grupo de personas abandonaban la taberna, realizando exactamente el mismo movimiento. No tardé en reconocerlos...
Eran los otros huéspedes de la posada.
Prometeo
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Asintió satisfecho al ver que Adam lo entendía. A veces las personas no comprendían a la comunidad Mausu, y es que casi todas las razas eran sumamente egoístas e individualistas, solo les importaba su propio bien y sí en el camino lastimaban a sus iguales eso les daba lo mismo. Amit suponía que por eso les iba tan mal como sociedad, vivían en esas ciudades enormes y frías, donde se la pasaban robando y matándose entre sí. Podrían tener mucha tecnología, sí, pero en lugar de usarla para ayudarse lo utilizaban para matarse entre sí como si fueran animales.
-Tchik, pues sí la respuesta es tan importante... - El Ratón se rascó la barbilla mientras pensaba - Supongo que un héroe es aquel que busca hacer el bien más allá de cualquier cosa, incluso aunque es perjudicial para sí mismo, y sin buscar recompensa por ello más que la satisfacción de haber podido ayudar - Miró fijamente el muchacho - Sí, creo que algo así podría ser considerado un héroe -
Tampoco le daba tanta importancia, para los Humanos un “héroe” era una figura relevante porque estaban acostumbrados a vivir en sociedades mezquinas, en cambio para cualquier Mausu promedio lo más normal era hacer el bien sin mirar a quien. Así que no parecían ser características destacables, solo hacías lo que se suponía que debías hacer.
-¿Información? ¿Acceder? ¿Confidencial? - Amit no entendía nada de lo que decía ese sujeto. Se removió incómodo en el barril y hasta se tiró un poco hacía atrás al escucharlo hablar de forma tan rara - ¿De qué estás hablando? -
No pudieron terminar su interesante charla, de pronto la puerta de la taberna volvió a abrirse, en un primero momento el Mausu pensó que sería otro ebrio que salía a hacer sus necesidades y ya se estaba preparando para echarlo, pero no fue nada de eso...
Para empezar, no era sólo una persona, sino que toda la gente que estaba dentro del local comenzaron lentamente a salir. Además de eso, no parecían estar en su sano juicio, se movían con torpeza, su mirada estaba como perdida, y aunque los tenían en frente no parecían notar que Amit y Adam estaban allí.
-Por todos los dioses ¿Qué les pasa? - Eso no podía ser efecto del alcohol, quizás alguna droga o sino... - ¿Magia? - El roedor había tenido varias experiencias con seres mágicos y cuando algo raro pasaba siempre parecía ser culpa de algún Hechicero.
La primer idea del Mausu era salir corriendo de allí, ya no quería quedarse en un sitio donde estaban pasando cosas tan raras. Aunque tuviera que empujar a su burro durante todo el camino, prefería eso a quedarse cerca de esos locos. Pero entonces recordó algo.
-Dijiste que tu hermano estaba en la habitación que alquilaron - Apretó la boca y fue hasta su mochila, por suerte los Humanos esos eran muchos pero andaban muy lentamente - Vamos a buscarlo - Dijo Amit ahora con su martillo en la mano.
-Tchik, pues sí la respuesta es tan importante... - El Ratón se rascó la barbilla mientras pensaba - Supongo que un héroe es aquel que busca hacer el bien más allá de cualquier cosa, incluso aunque es perjudicial para sí mismo, y sin buscar recompensa por ello más que la satisfacción de haber podido ayudar - Miró fijamente el muchacho - Sí, creo que algo así podría ser considerado un héroe -
Tampoco le daba tanta importancia, para los Humanos un “héroe” era una figura relevante porque estaban acostumbrados a vivir en sociedades mezquinas, en cambio para cualquier Mausu promedio lo más normal era hacer el bien sin mirar a quien. Así que no parecían ser características destacables, solo hacías lo que se suponía que debías hacer.
-¿Información? ¿Acceder? ¿Confidencial? - Amit no entendía nada de lo que decía ese sujeto. Se removió incómodo en el barril y hasta se tiró un poco hacía atrás al escucharlo hablar de forma tan rara - ¿De qué estás hablando? -
No pudieron terminar su interesante charla, de pronto la puerta de la taberna volvió a abrirse, en un primero momento el Mausu pensó que sería otro ebrio que salía a hacer sus necesidades y ya se estaba preparando para echarlo, pero no fue nada de eso...
Para empezar, no era sólo una persona, sino que toda la gente que estaba dentro del local comenzaron lentamente a salir. Además de eso, no parecían estar en su sano juicio, se movían con torpeza, su mirada estaba como perdida, y aunque los tenían en frente no parecían notar que Amit y Adam estaban allí.
-Por todos los dioses ¿Qué les pasa? - Eso no podía ser efecto del alcohol, quizás alguna droga o sino... - ¿Magia? - El roedor había tenido varias experiencias con seres mágicos y cuando algo raro pasaba siempre parecía ser culpa de algún Hechicero.
La primer idea del Mausu era salir corriendo de allí, ya no quería quedarse en un sitio donde estaban pasando cosas tan raras. Aunque tuviera que empujar a su burro durante todo el camino, prefería eso a quedarse cerca de esos locos. Pero entonces recordó algo.
-Dijiste que tu hermano estaba en la habitación que alquilaron - Apretó la boca y fue hasta su mochila, por suerte los Humanos esos eran muchos pero andaban muy lentamente - Vamos a buscarlo - Dijo Amit ahora con su martillo en la mano.
Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Realizando análisis de los sujetos...
Los individuos no mostraban indicios de hallarse conscientes. No demostraban capacidad alguna de detectar mi presencia o la de Amit'tek, apesar de que se hallaban cruzando muy cerca de nosotros.
— No demuestran comportamiento hostil... —susurré mientras realizaba mi análisis— ¿Magia? —dudé, considerando la pregunta del roedor como respuesta al fenómeno— Por supuesto.
Pérdida del control de procesos cognitivos y conductuales. Síntomas claros de hipnosis.
Existía, sin duda alguna, la posibilidad de que se estuviera dando una manipulación mental global a través de un proceso mágico. El mayor inconveniente con esta teoría: ¿Por qué no nos hallabamos nosotros bajo los mismos efectos?
Iniciando parámetros de operación...
No contaba con una forma efectiva de responder a aquella incógnita, no todavía. Debía estudiar a profundidad este fenómeno, y buscar un método para disipar sus efectos.
Pero antes de proceder, debía localizar a Arthur y comprobar que no se hallaba en riesgo. Era necesario evacuarle a una zona fuera del rango de efecto de aquella supuesta magia.
— Afirmativo. —respondí al roedor— Pero... —comencé diciendo...
Calculaba un escenario que me permitiera proceder sin la compañía del Mausu. Su ayuda era sumamente valiosa, con él no perderíamos el rastro del poblado hipnotizado. Pero, acceder a la habitación a solas, me daría una oportunidad clave de transformarme efectivamente en Prometeo, sin levantar más sus sospechas.
— No podemos abandonar a estos individuos, señor. —afirmé con seriedad— Usted no pierda su rastro. Yo puedo encargarme de mi hermano. —aseguré, antes de correr al interior de la posada.
Maniobré entre los sujetos hipnotizados; no podía lastimarlos, esperando que aquel alegato fuera suficiente para evitar que el roedor insistiriera en seguirme.
De lo contrario, no tendría más alternativa que revelar mi identidad ante Amit'tek.
Subí con prisa los mismos escalones de madera, dirigiéndome directamente a la habitación.
Pero al entrar... No había rastro alguno de Arthur.
Los individuos no mostraban indicios de hallarse conscientes. No demostraban capacidad alguna de detectar mi presencia o la de Amit'tek, apesar de que se hallaban cruzando muy cerca de nosotros.
— No demuestran comportamiento hostil... —susurré mientras realizaba mi análisis— ¿Magia? —dudé, considerando la pregunta del roedor como respuesta al fenómeno— Por supuesto.
Pérdida del control de procesos cognitivos y conductuales. Síntomas claros de hipnosis.
Existía, sin duda alguna, la posibilidad de que se estuviera dando una manipulación mental global a través de un proceso mágico. El mayor inconveniente con esta teoría: ¿Por qué no nos hallabamos nosotros bajo los mismos efectos?
Iniciando parámetros de operación...
No contaba con una forma efectiva de responder a aquella incógnita, no todavía. Debía estudiar a profundidad este fenómeno, y buscar un método para disipar sus efectos.
Pero antes de proceder, debía localizar a Arthur y comprobar que no se hallaba en riesgo. Era necesario evacuarle a una zona fuera del rango de efecto de aquella supuesta magia.
— Afirmativo. —respondí al roedor— Pero... —comencé diciendo...
Calculaba un escenario que me permitiera proceder sin la compañía del Mausu. Su ayuda era sumamente valiosa, con él no perderíamos el rastro del poblado hipnotizado. Pero, acceder a la habitación a solas, me daría una oportunidad clave de transformarme efectivamente en Prometeo, sin levantar más sus sospechas.
— No podemos abandonar a estos individuos, señor. —afirmé con seriedad— Usted no pierda su rastro. Yo puedo encargarme de mi hermano. —aseguré, antes de correr al interior de la posada.
Maniobré entre los sujetos hipnotizados; no podía lastimarlos, esperando que aquel alegato fuera suficiente para evitar que el roedor insistiriera en seguirme.
De lo contrario, no tendría más alternativa que revelar mi identidad ante Amit'tek.
Subí con prisa los mismos escalones de madera, dirigiéndome directamente a la habitación.
Pero al entrar... No había rastro alguno de Arthur.
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Valorando la situación, sí era cierto que esos sujetos no parecían muy capacitados para cuidar de sí mismos, Amit creía que sí se les cruzaba un agujero o acantilado todos ellos caminarían derecho hasta caer en el vacío. El roedor miró a los Humanos Hipnotizados, luego a la posada, y finalmente a Adam, entonces puso un gesto serio y asintió, había tomado una decisión.
-De acuerdo ¡Ve rápido a por tu hermano! Yo seguiré el rastro de estos... Estos sujetos raros Y los mantendré a salvo- Miró de nuevo a los Humanos que se alejaban lentamente - ¡No tardes! -
Luego volvió a ponerse en cuatro patas y corrió hacía el grupo.
No era muy difícil seguirlos, pero tampoco quería dejar atrás a Adam, así que parecía más inteligente el intentar averiguar hacia dónde iban, para así poder regresar a la posada sin problemas. A medida que avanzaban se dio cuenta que no era solo en ese negocio, ni en las casas de alrededor ¡Era en todo el pueblo! Cada hombre, cada mujer, jóvenes y niños, todos andaban con paso lento y mirada perdida hacia un mismo sitio.
Luego de dar algunas vueltas, la conclusión a la que llegó Amit es que el sitio al que se dirigían era la plaza central del pueblo. Allí había un pozo de agua bastante grande y no mucho más, pero por algún motivo todos se quedaban quietos en cuanto llegaban a esa parte. También notó otra cosa, la curiosa canción que le había parecido escuchar antes ahora era mucho más notoria, y seguía siendo hermosa pero escalofriante.
Con todos esos datos Amit se dio la vuelta y volvió corriendo a la posada, entró sin detenerse y subió las escaleras.
-¡Adam! ¡Adam! Tienes que venir rápido, esto es más extraño de lo que imaginabamos - Recorrió todas las habitaciones, pero estaban totalmente vacías ¿Acaso había huido? No podía creer que un muchacho tan serio y atento se hubiese marchado sin dar explicaciones - O quizás... - Tal vez la música había surtido efecto en él también, al fin y al cabo, era un humano como todo el resto.
Con eso en mente deshizo el camino que había hecho hace tan solo unos segundos, fue hasta donde estaba su montura atada y sacó todas sus cosas, incluyendo su cinturón y la mochila con las trampas. A los equinos no parecía afectarles la música, pero no estaban durmiendo tranquilos, lo cual tenía bastante sentido, que no pudieran hablar no significaba que fueran tontos, se daban cuenta que algo estaba ocurriendo.
Le hizo unos pocos mimos al burro y prometió regresar.
Con todo su equipo listo, se dirigió a la plaza central, dispuesto a acabar con lo que sea que estaba produciendo toda esa serie de extraños acontecimientos.
--------------------------------------------------------------
-Me tomé la libertad de suponer que tu pj no iba a dejar que Amit lo vea, así podría transformarse ^^
-De acuerdo ¡Ve rápido a por tu hermano! Yo seguiré el rastro de estos... Estos sujetos raros Y los mantendré a salvo- Miró de nuevo a los Humanos que se alejaban lentamente - ¡No tardes! -
Luego volvió a ponerse en cuatro patas y corrió hacía el grupo.
No era muy difícil seguirlos, pero tampoco quería dejar atrás a Adam, así que parecía más inteligente el intentar averiguar hacia dónde iban, para así poder regresar a la posada sin problemas. A medida que avanzaban se dio cuenta que no era solo en ese negocio, ni en las casas de alrededor ¡Era en todo el pueblo! Cada hombre, cada mujer, jóvenes y niños, todos andaban con paso lento y mirada perdida hacia un mismo sitio.
Luego de dar algunas vueltas, la conclusión a la que llegó Amit es que el sitio al que se dirigían era la plaza central del pueblo. Allí había un pozo de agua bastante grande y no mucho más, pero por algún motivo todos se quedaban quietos en cuanto llegaban a esa parte. También notó otra cosa, la curiosa canción que le había parecido escuchar antes ahora era mucho más notoria, y seguía siendo hermosa pero escalofriante.
Con todos esos datos Amit se dio la vuelta y volvió corriendo a la posada, entró sin detenerse y subió las escaleras.
-¡Adam! ¡Adam! Tienes que venir rápido, esto es más extraño de lo que imaginabamos - Recorrió todas las habitaciones, pero estaban totalmente vacías ¿Acaso había huido? No podía creer que un muchacho tan serio y atento se hubiese marchado sin dar explicaciones - O quizás... - Tal vez la música había surtido efecto en él también, al fin y al cabo, era un humano como todo el resto.
Con eso en mente deshizo el camino que había hecho hace tan solo unos segundos, fue hasta donde estaba su montura atada y sacó todas sus cosas, incluyendo su cinturón y la mochila con las trampas. A los equinos no parecía afectarles la música, pero no estaban durmiendo tranquilos, lo cual tenía bastante sentido, que no pudieran hablar no significaba que fueran tontos, se daban cuenta que algo estaba ocurriendo.
Le hizo unos pocos mimos al burro y prometió regresar.
Con todo su equipo listo, se dirigió a la plaza central, dispuesto a acabar con lo que sea que estaba produciendo toda esa serie de extraños acontecimientos.
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Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Realizando análisis del perímetro...
No había señales. No había rastros de Arthur. Solo las irregularidades en la extensión de las sábanas, que formaban la silueta de la figura que alguna vez reposó en aquella cama.
Arthur no acostumbraba, de igual modo, a tender su cama. Aquél factor no significaba ningún dato relevante que me indicara si había sido raptado, o si había partido por su propia cuenta; junto al resto de víctimas de la hipnosis.
La inconsistencia con aquel último escenario: ¿Por qué no había sido detectado por mis radares en el momento en que efectuó su salida de la posada? ¿No era esa la principal razón por la que había optado por regresar a la habitación y no proceder a actuar directamente en contra del ataque? Evacuar y asegurar a Arthur era la orden efectuada por mi directiva.
Objetivo adquirido: Salvar al pueblo.
No podía perder más tiempo realizando cálculo deductivo. Debía proceder en la misión.
Las incógnitas sobre la ubicación de Arthur podrían ser contestadas de forma más efectiva, una vez fuera neutralizada la magia. Localizarle pasaría a un segundo plano, aunque aquello generara anomalías en mi procesador emocional.
En especial cuando existía la ligera posibilidad de que Amit'tek regresara a comprobar la causa de mi demora.
Preparando dispositivos de anclaje y adaptación...
Los conectores de mis brazos destellaron con un brillo celeste, ramificándose hasta mi cuello y piernas, mientras me acercaba a la exoarmadura que reposaba en la esquina de la habitación; la cual también adoptó un brillo azulado.
Con un pulso electromagnético, la armadura se ancló a mi estructura en un cierre de pistones.
Instalación completa.
Todos los sistemas: En línea.
Buenos días, Prometeo.
Era hora de ser héroe.
Escuché la voz del Mausu chillar mi nombre desde el pasillo. Me escondí tras el reverso de la puerta, dejándole abierta intencionalmente, esperando que el roedor no pudiera detectar el aroma de mi ropa bajo la armadura.
Quizás no pudo detectarme, o quizás las circunstancias no le permitieron hacerlo. Cualquier respuesta era probable.
Debía apresurarme. Salí de la habitación, y descendí a un nivel de la posada donde pude saltar hacia el patio, justo a tiempo para salir al encuentro del roedor, quién salía del establo.
— Es usted el Mausu, ¿co...? —quise preguntar tras recomponerme, pero recordé que el roedor era perspicaz. Debía modificar mi léxico para evitar que pudiera reconocerme— ¿Verdad? —alteré— El muchacho me habló de ti, dijo que podrías ayudarme a salvar al pueblo. —le comenté con seriedad— Le pedí que se trasladara a un lugar seguro junto a su hermano. Te envía saludos. —le expliqué, finalizando con una sonrisa— Soy Prometeo, a su servicio.
Frecuencia sonora paranormal detectada...
Podía escuchar una melodía misteriosa. Era sumamente hermosa y perfectamente entonada, pero había algo entre sus notas que generaba perturbaciones en mis sistemas.
— Esa música... —susurré analizándo— Norte. En desplazamiento. —dicté, observando como su señal se debilitaba— ¿Se dirige hacia el bosque?
No había señales. No había rastros de Arthur. Solo las irregularidades en la extensión de las sábanas, que formaban la silueta de la figura que alguna vez reposó en aquella cama.
Arthur no acostumbraba, de igual modo, a tender su cama. Aquél factor no significaba ningún dato relevante que me indicara si había sido raptado, o si había partido por su propia cuenta; junto al resto de víctimas de la hipnosis.
La inconsistencia con aquel último escenario: ¿Por qué no había sido detectado por mis radares en el momento en que efectuó su salida de la posada? ¿No era esa la principal razón por la que había optado por regresar a la habitación y no proceder a actuar directamente en contra del ataque? Evacuar y asegurar a Arthur era la orden efectuada por mi directiva.
Objetivo adquirido: Salvar al pueblo.
No podía perder más tiempo realizando cálculo deductivo. Debía proceder en la misión.
Las incógnitas sobre la ubicación de Arthur podrían ser contestadas de forma más efectiva, una vez fuera neutralizada la magia. Localizarle pasaría a un segundo plano, aunque aquello generara anomalías en mi procesador emocional.
En especial cuando existía la ligera posibilidad de que Amit'tek regresara a comprobar la causa de mi demora.
Preparando dispositivos de anclaje y adaptación...
Los conectores de mis brazos destellaron con un brillo celeste, ramificándose hasta mi cuello y piernas, mientras me acercaba a la exoarmadura que reposaba en la esquina de la habitación; la cual también adoptó un brillo azulado.
Con un pulso electromagnético, la armadura se ancló a mi estructura en un cierre de pistones.
Instalación completa.
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Buenos días, Prometeo.
Era hora de ser héroe.
Escuché la voz del Mausu chillar mi nombre desde el pasillo. Me escondí tras el reverso de la puerta, dejándole abierta intencionalmente, esperando que el roedor no pudiera detectar el aroma de mi ropa bajo la armadura.
Quizás no pudo detectarme, o quizás las circunstancias no le permitieron hacerlo. Cualquier respuesta era probable.
Debía apresurarme. Salí de la habitación, y descendí a un nivel de la posada donde pude saltar hacia el patio, justo a tiempo para salir al encuentro del roedor, quién salía del establo.
— Es usted el Mausu, ¿co...? —quise preguntar tras recomponerme, pero recordé que el roedor era perspicaz. Debía modificar mi léxico para evitar que pudiera reconocerme— ¿Verdad? —alteré— El muchacho me habló de ti, dijo que podrías ayudarme a salvar al pueblo. —le comenté con seriedad— Le pedí que se trasladara a un lugar seguro junto a su hermano. Te envía saludos. —le expliqué, finalizando con una sonrisa— Soy Prometeo, a su servicio.
Frecuencia sonora paranormal detectada...
Podía escuchar una melodía misteriosa. Era sumamente hermosa y perfectamente entonada, pero había algo entre sus notas que generaba perturbaciones en mis sistemas.
— Esa música... —susurré analizándo— Norte. En desplazamiento. —dicté, observando como su señal se debilitaba— ¿Se dirige hacia el bosque?
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
La música parecía hacerse poco a poco más clara, incluso Amit tenía la sensación de que empezaba a entender la letra “Me deshare de las ratas”, parecía decir “No hay nadie mejor que yo para acabar con ellas”. El roedor se metió un dedo en cada oreja e hizo fuerza como si quisiera destapar sus oídos, pero no había forma, la canción seguía allí, no era ningún error ni una alucinación, alguien estaba tocando una suave melodía que afectaba a los habitantes de ese pueblo.
Justo entonces un humano con piezas de metal apareció frente a Amit, el Mausu dio un chillido de sorpresa. Nunca había visto a un Bio en su vida, así que su primera reacción fue pararse en posición de guardia y apuntarle con el martillo.
-Sí lo soy ¿Quién eres tú? ¿Me conoces? - Lo miraba fijamente, sin acobardarse a pesar de la desventaja física - ¿Adam? ¿Él te dijo que me busques? Tchik - Cuando escuchó eso bajó el arma, ahora tenía sentido que el muchacho no estuviera allí - Hiciste bien en decirle que se vaya, la situación es muy peligrosa y podrían lastimarlo - Aún no sabían a quienes afectaba la música, y hubiese sido bueno el poder quedarse allí y pensar un poco en las circunstancias - No hay tiempo para charlas, sí lo que deseas es ayudar, tenemos que ir a la plaza -
Se puso en cuatro patas y comenzó a correr, guiando a Prometeo hasta donde había visto que se juntaban todas las personas. Mientras corrían el Bio detectó la melodía también, Amit asintió ante la pregunta.
-Entonces tú también lo escuchas, creo que eso es lo que está controlando a las personas. Debemos encontrar de dónde sale la música - Cuando llegaron a la plaza las personas estaban todas paradas en el sitio, balanceándose ligeramente al ritmo de la canción - ¿Como hacemos que reaccionen? ¿Pueden darte cuenta de dónde sale el sonido? - Trepando por uno de las paredes se subió a un techo y levantó las orejas tanto como pudo - Creo que es en el bosque, tal como dijiste -
De pronto la frecuencia de la canción comenzó a cambiar, todas las personas del pueblo giraron a la vez hasta quedarse viendo hacía el norte, y luego lentamente empezaron a caminar. Amit saltó del techo y encabezó la marcha, quería encontrarse con su enemigo primero que todos, tenía un mal presentimiento.
En un claro alejado de la ciudad, sobre una piedra, se encontraba sentado el causante de todo eso, con el rostro cubierto por una capucha tocaba una flauta mientras seguía las partituras escritas en un libro.
-¡Alto rufian! - Grito Amit, parándose en dos patas y señalandolo - Deja de tocar en este preciso instante ¡Tchik! -
-Esto si no me lo esperaba ¿Qué hace un Mausu aquí? - El tono del hombre era extremadamente agudo.
-Detenerte, eso hago - Sacó su martillo.
-Escucha al menos mi historia - Al retirar la capucha ambos pudieron ver que se trataba, de hecho, de un Hombre-Rata - Este pueblo no es lo que parece... -
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Justo entonces un humano con piezas de metal apareció frente a Amit, el Mausu dio un chillido de sorpresa. Nunca había visto a un Bio en su vida, así que su primera reacción fue pararse en posición de guardia y apuntarle con el martillo.
-Sí lo soy ¿Quién eres tú? ¿Me conoces? - Lo miraba fijamente, sin acobardarse a pesar de la desventaja física - ¿Adam? ¿Él te dijo que me busques? Tchik - Cuando escuchó eso bajó el arma, ahora tenía sentido que el muchacho no estuviera allí - Hiciste bien en decirle que se vaya, la situación es muy peligrosa y podrían lastimarlo - Aún no sabían a quienes afectaba la música, y hubiese sido bueno el poder quedarse allí y pensar un poco en las circunstancias - No hay tiempo para charlas, sí lo que deseas es ayudar, tenemos que ir a la plaza -
Se puso en cuatro patas y comenzó a correr, guiando a Prometeo hasta donde había visto que se juntaban todas las personas. Mientras corrían el Bio detectó la melodía también, Amit asintió ante la pregunta.
-Entonces tú también lo escuchas, creo que eso es lo que está controlando a las personas. Debemos encontrar de dónde sale la música - Cuando llegaron a la plaza las personas estaban todas paradas en el sitio, balanceándose ligeramente al ritmo de la canción - ¿Como hacemos que reaccionen? ¿Pueden darte cuenta de dónde sale el sonido? - Trepando por uno de las paredes se subió a un techo y levantó las orejas tanto como pudo - Creo que es en el bosque, tal como dijiste -
De pronto la frecuencia de la canción comenzó a cambiar, todas las personas del pueblo giraron a la vez hasta quedarse viendo hacía el norte, y luego lentamente empezaron a caminar. Amit saltó del techo y encabezó la marcha, quería encontrarse con su enemigo primero que todos, tenía un mal presentimiento.
En un claro alejado de la ciudad, sobre una piedra, se encontraba sentado el causante de todo eso, con el rostro cubierto por una capucha tocaba una flauta mientras seguía las partituras escritas en un libro.
-¡Alto rufian! - Grito Amit, parándose en dos patas y señalandolo - Deja de tocar en este preciso instante ¡Tchik! -
-Esto si no me lo esperaba ¿Qué hace un Mausu aquí? - El tono del hombre era extremadamente agudo.
-Detenerte, eso hago - Sacó su martillo.
-Escucha al menos mi historia - Al retirar la capucha ambos pudieron ver que se trataba, de hecho, de un Hombre-Rata - Este pueblo no es lo que parece... -
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Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Objetivo adquirido:
Neutralizar la amenaza
— Procedamos entonces. No hay tiempo que perder. —estuve de acuerdo con su moción— Guía el camino, yo te seguiré. —afirmé antes de emprender nuestro rumbo.
Carecía de la agilidad y destreza del roedor desplazándose en sus cuatro extremidades, por lo cual me costaba seguirle el paso; pero podía predecir el camino que este seguiría mediante cálculos y ligeros rastros, así como siguiendo el aumento de la intensidad en la melodía que adquiría un tono más y más profundo.
Parecía tener una letra, pero mis sistemas eran incapaces de descifrar su melodía. No tenía suficiente volumen para entrar en el rango de percepción de mis sensores.
No tardamos en trasladarnos desde la posada hasta la plaza central.
Realizando análisis...
— Se trata de un ataque mental mágico a través de los sentidos. Las ondas sonoras transportan el Éter para atacar directamente al cerebro y sus partes; tomando control de sus víctimas. —expliqué mi diagnóstico de la situación— Básicamente, si detenemos la emisión del sonido, la hipnosis se romperá y el pueblo será libre. —simplifiqué mi teoría— Al bosque, en marcha.
Pude detectar el cambio en la frecuencia de la canción, como si entrara en la segunda parte de la melodía. El poblado comenzó a desplazarse en dirección a la música. Debíamos detener el control mental inmediatamente.
Me adentré en la espesura del bosque nocturno, maniobrando entre los árboles y los troncos caídos, siguiendo los pasos del roedor.
Descifrando frecuencia sonora...
"Yo exterminaré la plaga"
"No hay nadie mejor que yo para acabar con ella"
A cada paso podía entender mejor la letra de la canción, como susurros en mi oído que entonaban palabras tenebrosas.
Las brumas oscuras se dispersaron en la tenue luz lunar de un claro. Sentado sobre un tronco seco, sosteniendo la flauta que entonaba aquellas macabras notas, se hallaba la figura que auspiciaba la hipnosis.
— Cesa y desiste. —le ordené al individuo, apuntándole con el dedo; simulando la postura de Amit'tek— Si detienes esto ahora, quizás las consecuencias de tus actos no sean tan graves.
Analizando al sujeto...
Me sorprendió descubrir que el encapuchado presentaba una estructura anatómica muy similar a la de Amit'tek. ¿Se trataba igualmente de un Mausu...? Negativo, su morfología se asemejaba más al de una rata.
— El fin no justifica los medios. —dicté con seriedad, como única respuesta a su solicitud.
— Es fácil para ustedes decirlo. —argumentó con serenidad— No han estado en mis zapatos.
Analicé las posibilidades. Existía la variable de que se tratase de una trampa, en búsqueda de tiempo. El pueblo hipnotizado se dirigía hacia algún punto. ¿Y si intentaba llevarlos ahí antes que pudiéramos detenerle?
— Tienes tres minutos. —le indiqué autoritario.
— Muy bien, tchik. —rió siniestro— ¿Habéis escuchado alguna vez sobre el flautista de Hamelín?
Mis sistemas desplegaron la historia que relató aquel bardo de la taberna. Pero claro, tenía sentido, debía existir alguna relación en la fábula con los sucesos de esta noche...
Pero, habían demasiadas inconsistencias.
— Por supuesto que no, porque a nadie le interesa. ¿A quién le importaría que un extraño flautista se deshiciera de la peste que atormentaba este pueblo? —musitó— Nadie reconoció mi esfuerzo. Yo soy el flautista de Hamelín. —reveló.
— Imposible. —contradije su hipótesis— El flautista de Hamelín era un hombre humano.
— Vaya, así que conoces mi historia. —comentó con malicia— ¿Te contaron alguna vez las terribles consecuencias de jugar con la magia de ésta flauta maldita? —informó— Quise jugar al héroe y acabar con las ratas. ¡Y ahora mírame! ¡Me transformó en una de esas asquerosas alimañas! —explicó, mientras regresaba su instrumento a sus labios— Por eso me desharé del mismo modo de este pueblo, las auténticas ratas. ¡Y volveré a ser humano! —explicó su plan— Les guste o no. No pueden detenerme.
Adopté una postura defensiva, antes de que el roedor de la flauta entonara otra melodía misteriosa.
De entre las ramas, orificios, raíces; pronto emergieron un conjunto de ratas que empezaron a rodearnos. No eran muestras convencionales de la especie. Eran más grandes, y sus ojos brillaban con un tono rojizo.
Estábamos rodeados.
Neutralizar la amenaza
— Procedamos entonces. No hay tiempo que perder. —estuve de acuerdo con su moción— Guía el camino, yo te seguiré. —afirmé antes de emprender nuestro rumbo.
Carecía de la agilidad y destreza del roedor desplazándose en sus cuatro extremidades, por lo cual me costaba seguirle el paso; pero podía predecir el camino que este seguiría mediante cálculos y ligeros rastros, así como siguiendo el aumento de la intensidad en la melodía que adquiría un tono más y más profundo.
Parecía tener una letra, pero mis sistemas eran incapaces de descifrar su melodía. No tenía suficiente volumen para entrar en el rango de percepción de mis sensores.
No tardamos en trasladarnos desde la posada hasta la plaza central.
Realizando análisis...
— Se trata de un ataque mental mágico a través de los sentidos. Las ondas sonoras transportan el Éter para atacar directamente al cerebro y sus partes; tomando control de sus víctimas. —expliqué mi diagnóstico de la situación— Básicamente, si detenemos la emisión del sonido, la hipnosis se romperá y el pueblo será libre. —simplifiqué mi teoría— Al bosque, en marcha.
Pude detectar el cambio en la frecuencia de la canción, como si entrara en la segunda parte de la melodía. El poblado comenzó a desplazarse en dirección a la música. Debíamos detener el control mental inmediatamente.
Me adentré en la espesura del bosque nocturno, maniobrando entre los árboles y los troncos caídos, siguiendo los pasos del roedor.
Descifrando frecuencia sonora...
"Yo exterminaré la plaga"
"No hay nadie mejor que yo para acabar con ella"
A cada paso podía entender mejor la letra de la canción, como susurros en mi oído que entonaban palabras tenebrosas.
Las brumas oscuras se dispersaron en la tenue luz lunar de un claro. Sentado sobre un tronco seco, sosteniendo la flauta que entonaba aquellas macabras notas, se hallaba la figura que auspiciaba la hipnosis.
— Cesa y desiste. —le ordené al individuo, apuntándole con el dedo; simulando la postura de Amit'tek— Si detienes esto ahora, quizás las consecuencias de tus actos no sean tan graves.
Analizando al sujeto...
Me sorprendió descubrir que el encapuchado presentaba una estructura anatómica muy similar a la de Amit'tek. ¿Se trataba igualmente de un Mausu...? Negativo, su morfología se asemejaba más al de una rata.
— El fin no justifica los medios. —dicté con seriedad, como única respuesta a su solicitud.
— Es fácil para ustedes decirlo. —argumentó con serenidad— No han estado en mis zapatos.
Analicé las posibilidades. Existía la variable de que se tratase de una trampa, en búsqueda de tiempo. El pueblo hipnotizado se dirigía hacia algún punto. ¿Y si intentaba llevarlos ahí antes que pudiéramos detenerle?
— Tienes tres minutos. —le indiqué autoritario.
— Muy bien, tchik. —rió siniestro— ¿Habéis escuchado alguna vez sobre el flautista de Hamelín?
Mis sistemas desplegaron la historia que relató aquel bardo de la taberna. Pero claro, tenía sentido, debía existir alguna relación en la fábula con los sucesos de esta noche...
Pero, habían demasiadas inconsistencias.
— Por supuesto que no, porque a nadie le interesa. ¿A quién le importaría que un extraño flautista se deshiciera de la peste que atormentaba este pueblo? —musitó— Nadie reconoció mi esfuerzo. Yo soy el flautista de Hamelín. —reveló.
— Imposible. —contradije su hipótesis— El flautista de Hamelín era un hombre humano.
— Vaya, así que conoces mi historia. —comentó con malicia— ¿Te contaron alguna vez las terribles consecuencias de jugar con la magia de ésta flauta maldita? —informó— Quise jugar al héroe y acabar con las ratas. ¡Y ahora mírame! ¡Me transformó en una de esas asquerosas alimañas! —explicó, mientras regresaba su instrumento a sus labios— Por eso me desharé del mismo modo de este pueblo, las auténticas ratas. ¡Y volveré a ser humano! —explicó su plan— Les guste o no. No pueden detenerme.
Adopté una postura defensiva, antes de que el roedor de la flauta entonara otra melodía misteriosa.
De entre las ramas, orificios, raíces; pronto emergieron un conjunto de ratas que empezaron a rodearnos. No eran muestras convencionales de la especie. Eran más grandes, y sus ojos brillaban con un tono rojizo.
Estábamos rodeados.
Prometeo
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Amit jamás había escuchado de ese tal flautista, o quizás sí pero ya lo había olvidado, así que no entendía la referencia ni a qué venía toda la discusión de Prometeo con el Hombre-Rata. Para el Mausu la cuestión era bastante clara, si no lo detenían las personas de ese pueblo saldrían heridas, o perjudicadas de algún modo, así que había que pararlo aunque sí se podía evitar lastimarlo mejor.
-No, pero no me importa saber nada sobre ese flautista de no sé qué - Respondió tajante el ratón - Solo deja de tocar y punto final -
-La memoria no es un rasgo muy destacable para ustedes los Mausu - Dijo el Hombre-Rata con un poco de sarcasmo en el tono.
A Amit se le levantaron los pelos de la espalda por el enojo, no permitiría que ninguna rata anduviera insultando a los suyos. Fue sacando fragmentos del cuento en base a la charla, parecía ser una historia sobre un humano que se había deshecho de muchas ratas, o algo similar a eso, y aparentemente ese Hombre-Bestia exigía el reconocimiento.
-¡Vaya motivo más egoísta! - Dijo Amit sumamente enfadado - ¿Haces todo esto solo por la fama? ¡Tchik! ¡Eres una vergüenza para los Hombres-Bestia! -
De pronto cientos de ratas comenzaron a salir de todos lados, Amit chilló y de inmediato comenzó a balancear su martillo en todas direcciones, sacando a volar a cada roedor que se le acercaba. Pero luego de algunos segundos resultaban ser demasiadas como para poder alejarlas a todas, el Mausu gritó de dolor cuando una de las ratas le mordió la cola, y por más que se agitaba en todas direcciones no lograba sacarsela.
Aprovechando el momento, varios roedores más se colgaron de Amit, hasta que llegó un momento que era difícil ver el cuerpo del Ratón. Lo mordían, lo rasguñaba, eran heridas pequeñas, pero sí seguían así terminarían siendo un daño severo.
-¡¡Basta!! - Gritó Amit con toda la fuerza de sus pulmones, con esfuerzo llegó hasta uno de los bolsillos de su capa y sacó una piedra, activó la runa. De pronto una onda expansiva dibujó un círculo alrededor del Mausu, empujando a todo el que estuviera cerca en un radio de tres metros.*
Respiraba agitado y todo su cuerpo estaba lleno de pequeñas heridas que sangraban, aunque sus gestos no lo denotaban con claridad: Estaba muy enojado. De pie con la runa en alto, y el cuerpo de una rata muerta agarrada entre los dientes, escupió el cadáver y señaló al flautista.
-¡Pelea conmigo frente a frente, cobarde! - En algún momento el mazo de Amit se había caído, no estaba muy lejos, pero el Mausu estaba tan enojado que no parecía verlo, simplemente fue corriendo hacía su enemigo, saltando a último momento sobre él.
De pronto ambos roedores estaban chillando, rodando, mordiendo y rasguñando por el claro, absolutamente compenetrados en la pelea. Pero, por lo mismo, la música se había detenido...
-------------------------------------------------------------------------------------------
*-Runa Impulso: Piedras grabadas con símbolos arcanos. Al lanzarse al suelo o a una persona, crea una onda expansiva que la lanza los objetos de su entorno a 3m. Útil para alejar enemigos o utilizar sobre el mismo personaje para poder saltar a mayor distancia.
-No, pero no me importa saber nada sobre ese flautista de no sé qué - Respondió tajante el ratón - Solo deja de tocar y punto final -
-La memoria no es un rasgo muy destacable para ustedes los Mausu - Dijo el Hombre-Rata con un poco de sarcasmo en el tono.
A Amit se le levantaron los pelos de la espalda por el enojo, no permitiría que ninguna rata anduviera insultando a los suyos. Fue sacando fragmentos del cuento en base a la charla, parecía ser una historia sobre un humano que se había deshecho de muchas ratas, o algo similar a eso, y aparentemente ese Hombre-Bestia exigía el reconocimiento.
-¡Vaya motivo más egoísta! - Dijo Amit sumamente enfadado - ¿Haces todo esto solo por la fama? ¡Tchik! ¡Eres una vergüenza para los Hombres-Bestia! -
De pronto cientos de ratas comenzaron a salir de todos lados, Amit chilló y de inmediato comenzó a balancear su martillo en todas direcciones, sacando a volar a cada roedor que se le acercaba. Pero luego de algunos segundos resultaban ser demasiadas como para poder alejarlas a todas, el Mausu gritó de dolor cuando una de las ratas le mordió la cola, y por más que se agitaba en todas direcciones no lograba sacarsela.
Aprovechando el momento, varios roedores más se colgaron de Amit, hasta que llegó un momento que era difícil ver el cuerpo del Ratón. Lo mordían, lo rasguñaba, eran heridas pequeñas, pero sí seguían así terminarían siendo un daño severo.
-¡¡Basta!! - Gritó Amit con toda la fuerza de sus pulmones, con esfuerzo llegó hasta uno de los bolsillos de su capa y sacó una piedra, activó la runa. De pronto una onda expansiva dibujó un círculo alrededor del Mausu, empujando a todo el que estuviera cerca en un radio de tres metros.*
Respiraba agitado y todo su cuerpo estaba lleno de pequeñas heridas que sangraban, aunque sus gestos no lo denotaban con claridad: Estaba muy enojado. De pie con la runa en alto, y el cuerpo de una rata muerta agarrada entre los dientes, escupió el cadáver y señaló al flautista.
-¡Pelea conmigo frente a frente, cobarde! - En algún momento el mazo de Amit se había caído, no estaba muy lejos, pero el Mausu estaba tan enojado que no parecía verlo, simplemente fue corriendo hacía su enemigo, saltando a último momento sobre él.
De pronto ambos roedores estaban chillando, rodando, mordiendo y rasguñando por el claro, absolutamente compenetrados en la pelea. Pero, por lo mismo, la música se había detenido...
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*-Runa Impulso: Piedras grabadas con símbolos arcanos. Al lanzarse al suelo o a una persona, crea una onda expansiva que la lanza los objetos de su entorno a 3m. Útil para alejar enemigos o utilizar sobre el mismo personaje para poder saltar a mayor distancia.
Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Iniciando parámetros de combate...
El grupo de ratas nos tenía rodeados, preparándose amenazantes para atacar. Mantuve la guardia arriba, de espaldas a Amit'tek para cubrír sus puntos ciegos en formación defensiva, esperando que la primera de ellas atacara.
No tardaron en saltar, una tras otra, así como yo en reaccionar. Barrí a un grupo con un golpe extendiendo todo mi brazo, rotando sobre mi mismo para atacar al siguiente con una patada alta, acompañando con dos ganchos directos.
Tenía una ventaja clara: la longitud de mis extremidades me permitía atacar a varios objetivos simultáneamente.
Sin embargo, mis proporciones no demoraron en transformarse en una hoja de doble filo. Las ratas eran demasiadas y, mientras trataba de impedir su avance de la forma más efectiva, estas empezaron a escalar por mis piernas.
¡ALERTA!
Daños en la estructura externa...
Energía de escudos externos: 95%...
Recalibrando niveles atómicos...
Adopté una postura firme para evitar caer mientras las ratas cubrían toda mi estructura, neutralizando mi movimiento y visión.
Corrían con prisa por todo mi cuerpo, mordían y aruñaban, buscando incesantes una forma de atravesar las defensas de mi exoarmadura; generando daños mínimos.
Debía detenerles. Liberé los electrones de mi núcleo con un pulso magnético que creó una barrera eléctrica a mi alrededor, lanzando por los aires a todas las ratas que se hallaban sobre mi.
Deshice la barrera inmediatamente, tras observar al Mausu saltar sobre el hombre-ratón; logrando que este dejara de tocar la flauta y detuviera el control mental sobre las ratas y, probablemente, sobre el poblado de Hamelín.
— ¡Amit'tek! —llamé al roedor, preocupado.
Quise acudir en su socorro pero, no sólo detecté que este combate era algo personal para el Mausu y no debía intervenir, sino que entraron en mi radar las señales de la flauta maldita y el libro que contenía las partituras de aquella canción; a escasos metros de mi posición.
Tomé entre mis manos la flauta y la partí en dos. Procedí del mismo modo con aquel libro.
— No tiene caso, flautista. No puedes derrotarlo. —le informé— Tu codicia es lo que te ha llevado al fracaso. La causa de tu maldición. —explicaba mientras caminaba hacia a un tercer objeto en mi radar— Alguien sabio me enseñó que un héroe es aquel que busca hacer el bien más allá de cualquier cosa, incluso aunque es perjudicial para sí mismo, y sin buscar recompensa por ello más que la satisfacción de haber podido ayudar. —me detuve— ¡Derrótelo, señor Amit'tek!
Cogí del suelo el mazo del roedor, y lo lancé hacia él para que pudiera dar el golpe final.
El grupo de ratas nos tenía rodeados, preparándose amenazantes para atacar. Mantuve la guardia arriba, de espaldas a Amit'tek para cubrír sus puntos ciegos en formación defensiva, esperando que la primera de ellas atacara.
No tardaron en saltar, una tras otra, así como yo en reaccionar. Barrí a un grupo con un golpe extendiendo todo mi brazo, rotando sobre mi mismo para atacar al siguiente con una patada alta, acompañando con dos ganchos directos.
Tenía una ventaja clara: la longitud de mis extremidades me permitía atacar a varios objetivos simultáneamente.
Sin embargo, mis proporciones no demoraron en transformarse en una hoja de doble filo. Las ratas eran demasiadas y, mientras trataba de impedir su avance de la forma más efectiva, estas empezaron a escalar por mis piernas.
¡ALERTA!
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Energía de escudos externos: 95%...
Recalibrando niveles atómicos...
Adopté una postura firme para evitar caer mientras las ratas cubrían toda mi estructura, neutralizando mi movimiento y visión.
Corrían con prisa por todo mi cuerpo, mordían y aruñaban, buscando incesantes una forma de atravesar las defensas de mi exoarmadura; generando daños mínimos.
Debía detenerles. Liberé los electrones de mi núcleo con un pulso magnético que creó una barrera eléctrica a mi alrededor, lanzando por los aires a todas las ratas que se hallaban sobre mi.
Deshice la barrera inmediatamente, tras observar al Mausu saltar sobre el hombre-ratón; logrando que este dejara de tocar la flauta y detuviera el control mental sobre las ratas y, probablemente, sobre el poblado de Hamelín.
— ¡Amit'tek! —llamé al roedor, preocupado.
Quise acudir en su socorro pero, no sólo detecté que este combate era algo personal para el Mausu y no debía intervenir, sino que entraron en mi radar las señales de la flauta maldita y el libro que contenía las partituras de aquella canción; a escasos metros de mi posición.
Tomé entre mis manos la flauta y la partí en dos. Procedí del mismo modo con aquel libro.
— No tiene caso, flautista. No puedes derrotarlo. —le informé— Tu codicia es lo que te ha llevado al fracaso. La causa de tu maldición. —explicaba mientras caminaba hacia a un tercer objeto en mi radar— Alguien sabio me enseñó que un héroe es aquel que busca hacer el bien más allá de cualquier cosa, incluso aunque es perjudicial para sí mismo, y sin buscar recompensa por ello más que la satisfacción de haber podido ayudar. —me detuve— ¡Derrótelo, señor Amit'tek!
Cogí del suelo el mazo del roedor, y lo lancé hacia él para que pudiera dar el golpe final.
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INFORMACIÓN
- Hago uso de mi habilidad Escudo de Electrones como medio de defensa.
Prometeo
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Ambos roedores rodaban por el claro, las personas del pueblo habían llegado al sitio pero cuando la música dejó de sonar se habían quedado parados con la mirada perdida en el vacío. Finalmente Amit pudo agarrar a su contrincante del pecho y apoyando las patas traseras en el estómago del ratón, lo arrojó hacia atrás, haciendo que chocara sobre la misma piedra en la que lo habían encontrado sentado minutos antes.
-Tendrás tu merecido - Dijo el Mausu, levantando la mano para agarrar el martillo que le arrojaba Prometeo - Jamás volverás a hacerles daño - Levantó el arma, mirando fijamente a la rata que temblaba y se cubría con las manos.
El peso del martillo cayó y partió la flauta en montones de pedazos, como por un acto de magia las personas que estaban alrededor comenzaron a despertar. Amit exhaló con fuerza y asintió, seguro de que lo que había hecho era lo correcto, guardó su arma y miró a la rata a los ojos.
-Corre antes de que se den cuenta que fuiste tu quien los manipuló ¡Tchik! - El Hombre-Rata se levantó tan rápido como pudo y salió corriendo, empujando a algunos de los habitantes en el proceso - Vaya con estos roedores sin moral, no hay nada que hacer, sin importar el tamaño una Rata es una Rata - Se encogió de hombros.
Desde la visión de un Mausu había una diferencia radical entre una especie y la otra, de hecho, resultaba bastante ofensivo que los Humanos los confundieran. En cualquier caso, Amit no tenía ganas de explicarle a todas esas personas lo que había pasado, y que quizás por prejuicios lo terminaran relacionando con el Hombre-Rata.
-Será mejor que vaya a buscar a mi montura - Le dijo a Prometeo - Cuanto antes salga de aquí, mejor -
Le hizo una seña a Prometeo para que lo siguiera sin hacer demasiado espamento, desandando el camino hasta la posada donde se habían conocido. Allí todo seguía tal como lo habían dejado, las mesas del comedor aún servidas, las puertas de las casas abiertas, las monturas en los establos. Amit sacó a su caballo y le amarró su carro.
-Bien, sin tu ayuda no podría haberlo logrado - Extendió la mano para estrecharla con la del Bio - Es bueno encontrar a gente que aún tiene moral en este mundo loco - Ya le estaba dando escozor todas las pequeñas heridas que tenía en el cuerpo, quería alejarse para poder curarse adecuadamente - Adiós Camarada -
Agitó las riendas y el carro salió del pueblo en el preciso momento en que los locales empezaban a llegar.
-Tendrás tu merecido - Dijo el Mausu, levantando la mano para agarrar el martillo que le arrojaba Prometeo - Jamás volverás a hacerles daño - Levantó el arma, mirando fijamente a la rata que temblaba y se cubría con las manos.
El peso del martillo cayó y partió la flauta en montones de pedazos, como por un acto de magia las personas que estaban alrededor comenzaron a despertar. Amit exhaló con fuerza y asintió, seguro de que lo que había hecho era lo correcto, guardó su arma y miró a la rata a los ojos.
-Corre antes de que se den cuenta que fuiste tu quien los manipuló ¡Tchik! - El Hombre-Rata se levantó tan rápido como pudo y salió corriendo, empujando a algunos de los habitantes en el proceso - Vaya con estos roedores sin moral, no hay nada que hacer, sin importar el tamaño una Rata es una Rata - Se encogió de hombros.
Desde la visión de un Mausu había una diferencia radical entre una especie y la otra, de hecho, resultaba bastante ofensivo que los Humanos los confundieran. En cualquier caso, Amit no tenía ganas de explicarle a todas esas personas lo que había pasado, y que quizás por prejuicios lo terminaran relacionando con el Hombre-Rata.
-Será mejor que vaya a buscar a mi montura - Le dijo a Prometeo - Cuanto antes salga de aquí, mejor -
Le hizo una seña a Prometeo para que lo siguiera sin hacer demasiado espamento, desandando el camino hasta la posada donde se habían conocido. Allí todo seguía tal como lo habían dejado, las mesas del comedor aún servidas, las puertas de las casas abiertas, las monturas en los establos. Amit sacó a su caballo y le amarró su carro.
-Bien, sin tu ayuda no podría haberlo logrado - Extendió la mano para estrecharla con la del Bio - Es bueno encontrar a gente que aún tiene moral en este mundo loco - Ya le estaba dando escozor todas las pequeñas heridas que tenía en el cuerpo, quería alejarse para poder curarse adecuadamente - Adiós Camarada -
Agitó las riendas y el carro salió del pueblo en el preciso momento en que los locales empezaban a llegar.
Amit'tek
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Re: Corazón de héroe [Privado - Amit'tek] [Cerrado]
Analizando al sujeto...
Admiraba con ensueño al roedor, mientras este combatía fieramente contra aquel hombre-rata; tomando ventaja con una ágil maniobra y capturando en sus manos el mazo de combate.
La postura. El valor. Su discurso. La forma en que blandía su arma. Cada una de sus acciones denotaban heroísmo en cualquier circunstancia. Amit'tek era un concepto viviente de lo que un héroe debía ser. Mis labios dibujaron una enorme sonrisa, pues mis dudas habían sido aclaradas y mis algoritmos despejados.
Me convertiría en un héroe como el Mausu.
Con una nota final, que liberó una onda expansiva a través del claro, el último golpe del Mausu redujo aquella flauta a pedazos.
Objetivo cumplido...
Amenaza neutralizada exitosamente...
La energía paranormal se disipó en el ambiente, mientras la rata flautista escapaba. El pueblo despertaba de su hipnosis, y la justicia triunfaba sobre el mal una vez más.
— ¿Entonces debe partir de inmediato, señor Mausu? —preguntaba con melancolía, mientras observaba al roedor empacar en la pequeña carroza sus aún más pequeñas maletas.
Habíamos regresado nuevamente donde tuvimos nuestra charla. El ratón había optado por marcharse como una medida de precaución. Aquello, por alguna razón, causaba anomalías en mis sistemas, junto a una especie de vacío punzante en mi núcleo.
Es lo que se conoce como... Tristeza, o nostalgia, ¿correcto...?
Aunque sólo fueron un par de horas, los datos obtenidos a través de nuestro encuentro habían significado un avance fundamental para mi directiva. Había desarrollado un vínculo importante con el roedor.
— Cuenta conmigo para cualquier operación, señor Amit'tek. —afirmé con una sonrisa sincera, tenía muchas cosas que agradecerle, pero ninguna que pudiera expresarle sin poner en riesgo mi estado incógnito— Espero que algún día vuelvan a unirse nuestros caminos, camarada. —le sonreí, mientras el mausu subía al carruaje y tomaba las riendas— Le entregaré sus saludos al muchacho y a su hermano.
Un raudo golpe de cuerdas, y el carro se puso en marcha, lejos del poblado.
Objetivo adquirido:
Localizar a Arthur...
El mal había sido neutralizado y mi propósito cumplido. Podía enfocarme ahora en la búsqueda de mi hermano, el cual, en definitiva, no se hallaba entre el poblado hipnotizado.
Subí rápidamente hacia nuestra habitación, debía buscar pistas que me ayudaran a encontrarle. Caminé con prisa por el pasillo, hacia la puerta, abriéndole y...
— ¡¡¡AAAH!!! —gritó asustado el joven muchacho, cubriéndose el rostro con los brazos y protegiendo su estómago con la pierna; de pié frente a la cama, en una improvisada posición defensiva— ¿¡Qué ese cerebro tuyo de hojalata no sabe que se debe tocar antes de entrar!? —soltó airado recomponiéndose.
— A-A-Arthur... ¿P-Pero tú...? —dudé mientras procesaba y buscaba sentido en los hechos e información— N-No estabas aquí hace unas horas... P-Pensaba que algo malo te había acontecido... —expliqué confundido.
— Fui al baño, genio. —afirmó arqueando una ceja, con un tono irónico y mordaz.
— Pero claro... —razoné mirando al suelo, soltando una risilla igual de irónica, teniendo todo sentido.
— ¿En serio te pusiste tu armadurita y saliste a buscarme, solo porque desaparecí cinco minutos? —preguntó regañándome, acercándose a mi con las manos en la cintura— En serio necesitas un médico, Adam... O un herrero, carpintero, algo. No sé, no tengo idea. —concluyó obstinado, negando con la cabeza.
No pude evitar reír, levemente en un principio, para luego explotar en carcajadas.
— ¿¡Qué!? ¿De qué te ríes? —exigió Arthur sin entender nada— ¿Se te safó un tornillo o algo...? En serio estás loco. —añadió luego, le callé envolviéndole en mis brazos, no pudiendo contener la alegría de verle a salvo— ¡N-No tan fuerte...! —se quejó adolorido.
— ¡Ups! Lo siento, lo siento, jaja. —me disculpé sonriendo, liberándole de mi abrazo— Siéntate. ¡Tengo una larga historia que contar!
Admiraba con ensueño al roedor, mientras este combatía fieramente contra aquel hombre-rata; tomando ventaja con una ágil maniobra y capturando en sus manos el mazo de combate.
La postura. El valor. Su discurso. La forma en que blandía su arma. Cada una de sus acciones denotaban heroísmo en cualquier circunstancia. Amit'tek era un concepto viviente de lo que un héroe debía ser. Mis labios dibujaron una enorme sonrisa, pues mis dudas habían sido aclaradas y mis algoritmos despejados.
Me convertiría en un héroe como el Mausu.
Con una nota final, que liberó una onda expansiva a través del claro, el último golpe del Mausu redujo aquella flauta a pedazos.
Objetivo cumplido...
Amenaza neutralizada exitosamente...
La energía paranormal se disipó en el ambiente, mientras la rata flautista escapaba. El pueblo despertaba de su hipnosis, y la justicia triunfaba sobre el mal una vez más.
[…]
— ¿Entonces debe partir de inmediato, señor Mausu? —preguntaba con melancolía, mientras observaba al roedor empacar en la pequeña carroza sus aún más pequeñas maletas.
Habíamos regresado nuevamente donde tuvimos nuestra charla. El ratón había optado por marcharse como una medida de precaución. Aquello, por alguna razón, causaba anomalías en mis sistemas, junto a una especie de vacío punzante en mi núcleo.
Es lo que se conoce como... Tristeza, o nostalgia, ¿correcto...?
Aunque sólo fueron un par de horas, los datos obtenidos a través de nuestro encuentro habían significado un avance fundamental para mi directiva. Había desarrollado un vínculo importante con el roedor.
— Cuenta conmigo para cualquier operación, señor Amit'tek. —afirmé con una sonrisa sincera, tenía muchas cosas que agradecerle, pero ninguna que pudiera expresarle sin poner en riesgo mi estado incógnito— Espero que algún día vuelvan a unirse nuestros caminos, camarada. —le sonreí, mientras el mausu subía al carruaje y tomaba las riendas— Le entregaré sus saludos al muchacho y a su hermano.
Un raudo golpe de cuerdas, y el carro se puso en marcha, lejos del poblado.
Objetivo adquirido:
Localizar a Arthur...
El mal había sido neutralizado y mi propósito cumplido. Podía enfocarme ahora en la búsqueda de mi hermano, el cual, en definitiva, no se hallaba entre el poblado hipnotizado.
Subí rápidamente hacia nuestra habitación, debía buscar pistas que me ayudaran a encontrarle. Caminé con prisa por el pasillo, hacia la puerta, abriéndole y...
— ¡¡¡AAAH!!! —gritó asustado el joven muchacho, cubriéndose el rostro con los brazos y protegiendo su estómago con la pierna; de pié frente a la cama, en una improvisada posición defensiva— ¿¡Qué ese cerebro tuyo de hojalata no sabe que se debe tocar antes de entrar!? —soltó airado recomponiéndose.
— A-A-Arthur... ¿P-Pero tú...? —dudé mientras procesaba y buscaba sentido en los hechos e información— N-No estabas aquí hace unas horas... P-Pensaba que algo malo te había acontecido... —expliqué confundido.
— Fui al baño, genio. —afirmó arqueando una ceja, con un tono irónico y mordaz.
— Pero claro... —razoné mirando al suelo, soltando una risilla igual de irónica, teniendo todo sentido.
— ¿En serio te pusiste tu armadurita y saliste a buscarme, solo porque desaparecí cinco minutos? —preguntó regañándome, acercándose a mi con las manos en la cintura— En serio necesitas un médico, Adam... O un herrero, carpintero, algo. No sé, no tengo idea. —concluyó obstinado, negando con la cabeza.
No pude evitar reír, levemente en un principio, para luego explotar en carcajadas.
— ¿¡Qué!? ¿De qué te ríes? —exigió Arthur sin entender nada— ¿Se te safó un tornillo o algo...? En serio estás loco. —añadió luego, le callé envolviéndole en mis brazos, no pudiendo contener la alegría de verle a salvo— ¡N-No tan fuerte...! —se quejó adolorido.
— ¡Ups! Lo siento, lo siento, jaja. —me disculpé sonriendo, liberándole de mi abrazo— Siéntate. ¡Tengo una larga historia que contar!
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