Y el amor triunfó de nuevo [trabajo] [Chimar]

“¡Como decía, es totalmente una insensatez! ¿Verdad? Zero terminó por irse con ese extraño adulto ¡No me da nada de confianza! Adultos astutos como ese son los que más segundas intenciones tienen...”


Uriel caminaba por la poco concurrida avenida comercial de Lunargenta mientras se quejaba apasionadamente de su anterior aventura con sus dos amigos y hermanos mayores Chimar y Canel ¡En verdad necesitaba desahogarse! No podía evitar encontrar preocupante y molesto el resultado de su anterior periplo ¡Totalmente inaceptable! Estaba agradecido con el extravagante humano, de no ser por él habrían muerto pero sencillamente no podía aceptarlo ¡Podría haberlo aceptado de cualquier otro humano pero no de él! ¿Porqué? El propio Uriel no podía comprenderlo pero probablemente era más bien celos y frustración, no pudo hacer nada por su amigo y por si fuera poco el adulto que los salvó lo hizo en apenas unos minutos ¡Era como una bofetada en su cara! Le admiraba y estaba agradecido pero envidia su capacidad. Como no podía comprender esas complicadas emociones le infante se descargaba con sus hermanos quienes junto a él salieron de patrulla, o traducido al idioma de los niños, a jugar por Lunargenta.


“¿No piensas lo mismo, Chimar? ¡Adultos así son espeluznantes!”


La noche había apenas comenzado, el Sol hace apenas 10 minutos terminó de ocultarse y finalmente el vampirito pudo caminar sin necesidad de cubrirse ¡Fue una verdadera tortura! Apenas habían rayos del Sol que iluminaran las plateadas calles de Lunargenta pero el infante tuvo cubrirse si no quería sentir un doloroso picor por su pálida piel vampírica ¡Aunque para Chimar era su salvavidas! Antes de que cayera totalmente la noche Uriel apenas hablaba o actuaba enérgico, estaba más centrado en evitar salir con un sarpullido en los brazos fruto de los rayos residuales, pero una vez la noche inundó todo y ya no hacía falta temer reventó cual bomba a descargar sus frustraciones e historias de aventuras a sus dos pobres hermanos mayores.


Las tiendas comenzaban a terminar de cerrar y las últimas personas comenzaban a regresar a sus seguros hogares para cenar y dormir, pero la enérgica figura del infante hizo que algunos adultos los miraran, algunos con cariño y tolerancia pero otros con cansancio y molestia. Ignorando las miradas, el vampirito siguió caminando y hablando con su usual aura enérgica e infantil. Entonces la voz de una mujer resonó, superponiéndose a la de Uriel.


“¡Por favor! A-ayudad a Letty ¡Os lo ruego! ¿Q-Quereis dinero? ¡O-Os pagaré lo que queráis!”


La voz pertenecía a una joven de no más de 30 años, tal vez 27 o 28 años recién cumplidos que se aferraba con fuerza a la capa de un hombre, que por la vestimenta formal, debía ser un miembro del a guardia. Su cabello pelirrojo era corto hasta el final de sus hombre, ondulados como si imitaran a las ondas del viento y pelirrojo como los colores del atardecer, sus dos ojos eran hermosos como un par de bloques de hielo puro que brillaban como gemas ¡Una chica realmente bonita! Aunque Uriel no podía evitar sentir que había algo raro sobre ella. La muchacha iba vestida con un traje de aventurero harapiento pero aún funcional, una capa y lo que parecía ser una alabarda plegable puesta en su espalda junto a un par de dagas de aspecto antiguo..

Chica:

El miembro de la guardia apartó a la mujer de mala forma con el ceño fruncido, como si luchara para seguir siendo educado con ella le dijo con un tono molesto;


“Como ya hemos dicho, no podemos hacer nada por usted, señorita. Notifiqué a la guardia de esto y ellos harán el resto a su debido tiempo”


Ella parecía darse por vencida, con una expresión desesperada impidió que el hombre pudiera irse sujetando su brazo, con lágrimas en sus ojos suplicó.


“¡Ese momento será demasiado tarde! Ya han pasado 2 meses desde que se lo notifique a la guardia y nada hizo algo por ella aún ¡A este paso ella y los niños serán asesinados!”


Perdiendo la paciencia, el hombre empujó al suelo a la mujer quien cayó con un sordo sonido. La alabarda cayó a su lado pero ella tardó unos segundos en recogerlo, el hombre le gritó visiblemente enfadado antes de girarse e irse de mal humor;


“¡Ya le hemos dicho que no podemos hacer nada! Si no me suelta en estos momentos consideraré esto una agresión y te encerraré en el calabozo. ”

La mujer miró a Chimar en silencio, habían pequeñas lágrimas en sus ojos desesperados que se inundaron de una profunda resignación. Finalmente bajó la cabeza y aceptó dejar marchar al hombre con un rostro repleto de tristeza. Uriel la miró fijamente, no porque le importara, sino porque algo en ella le llamaba la atención ¿Que podría ser? Quizás…..Uriel entrecerró los ojos pero enseguida negó suavemente, había algo raro en ella pero no era momento para eso. Acercándose al lado de Chimar, habló con ella:


“¿Se encuentra bien, señorita? ¡Ese golpe fue realmente fuerte! Podría haberse torcido el pie!”


El infante se arrodillo al lado de la mujer con un tono amable. Ella parecía al principio algo confusa y sorprendida, pero al cabo de unos pocos segundos asintió con un rostro decaído sin apartar la mirada de Uriel. Finalmente se puso en pie, su pie parecía en perfecto estado, el infante la imitó y se puso también parado. Ella no era demasiada alta incluso para una adulta, Chimar debía llegarle hasta la altura del pecho mientras que Uriel un poco más abajo y su cuerpo era bastante proporcionado en el sentido de que se notaba que era una mercenaria, o que, al menos poseía un cuerpo finamente musculado en alguna clase de ejercicio que le dio un tonificado cuerpo. Parecía ser humana.


“Gracias, pequeños. Lamento haber tenido que ver un lado tan feo de los adultos….No te preocupes, cielo, mi pie está bien y no me hice daño en ninguna parte.”


Con una gentil sonrisa, observó al trío de infantes y terminó de sacarse el polvo de la ropa. Portaba una armadura ligera de cuero, su calidad era más bien normal tirando a pobre pero se mantenía firme en su propósito de proteger a su dueña adecuadamente. Una larga capa marrón gruesa rozaba el suelo. Ella parecía luchar por mantener la compostura delante de los niños pero estaba al borde de las lágrimas, su mirada era realmente triste y lamentable. No sentía especial simpatía por ella pero sí despertó la curiosidad de Uriel, con un gesto curioso comenzó a interrogarla:


“¿Qué fue lo de antes, señorita? ¡Se escuchaba como algo realmente serio!”


“Sobre eso...Esta bien pequeño, es responsabilidad de los adultos ¿Sabes? No es nada de lo que tengas que preocuparte.”


“Oh, no se preocupe~ No lo parece pero los tres nos podemos defender muy bien ¿sabe? ¡Especialmente este par de aquí!”


Hablando animadamente hacia la preocupada y esquiva mujer, Uriel se coló entre Chimar y Canel, tomándolos desde sus brazos con una mano a cada uno, los medio abrazó con una amplia sonrisa ¡Sabía perfectamente la fuerza de ese par de primera mano! Incluso si los tiran en medio de una guerra encarnizada de bestias salvajes no tendría miedo gracias a ese dúo de confiables y poderosos hermanos mayores. La mujer se les quedó viendo con un rostro pensativo, primero miró a Chimar, luego pasó sus ojos por Canel y finalmente se quedó mirando fijamente a Uriel, tras un suspiro dijo:


“Mi….mi nombre es…..E-Estia…..Solamente Estia. Probablemente ya lo habéis escuchado de antes, pero tengo una amiga de la infancia realmente importante para mí…..Veréis…..Mi amiga, Letty, y yo crecimos juntas en un pueblo cercano a Lunargenta hasta que cumplimos 22 años. yo me fui a buscar una vida mejor…..Se suponía que…..Letty debía ser feliz…..pero…. ”


Al principio la mujer parecía bastante compuesta aunque triste, hablando lenta e insegura pero con el tiempo ganando más fluidez y confianza. Sin embargo al llegar a la última parte las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos y a caer por sus mejillas. Con vergüenza continuó.


“L-Lo siento…..yo…….Es solo que…..S-Se suponía que Letty debía de ser feliz p-pero su f-f-familia….Poco después de que me fuera la vendieron a un mercenario al que le debían dinero ¡Ese mercenario es un hombre despreciable! Trata a Letty como un objeto y la golpea por las razones más tontas, no solo a ella, sino que también le hace lo mismo a los dos hijos gemelos que tienen ¡Solo tienen 11 años! Es tan lamentable…..yo….yo….”


Sin poder contener las lágrimas, la mujer siguió llorando lamentablemente ¡Que curioso! Había conocido muchas mercenarias pero no una con lágrimas tan suelta ¡Debe de importarle mucho esa amiga suya! Si algo compartían todas las aventureras y mercenarias, en gran medida, era una voluntad y orgullo firmes. Uriel mantuvo su mirada curiosa y su sonrisa infantil imperturbables ante la triste historia, enseguida se dio cuenta de algo extraño en el discurso de la mujer ¡Había algo que no cuadraba! Pero no sabía el que, miró a Chimar en busca de una respuesta.


¿Debemos ayudarla? ¡Hay algo raro en todo esto!


Eso era lo que su mirada le decía.

Ante la declaración de Chimar, Uriel sonrió suavemente ¡Ya se venía venir esa respuesta! No estaba particularmente interesado en ayudar a la mujer a salvar su amiga pero dado que Chiamar parecía interesado el infante también pondría de su parte. Estia asintió un poco insegura mientras secaba el rastro de lágrimas de sus mejillas rápidamente, le ofreció al trío de niños una comida caliente en una taberna mientras les explicaba los detalles.


La taberna era como cualquier taberna de una capital debería de ser; Grande, sucia, ruidosa y repleta de mercenarios/aventureros borrachos explicando a gritos su nueva batallita de turno con un coro de risas por detrás. Se sentaron en un rincón apartado, donde oídos curiosos no podían llegar y en donde a su vez las risas no entorpecieron la comunicación. Estia les habló mientras les veía comer con una suave mirada gentil;


“El hombre de ese hijo de puta es Jalay, un mercenario retirado. En sus tiempos fue realmente influyente por los barrios bajos y tiene su propio séquito de vagabundos sin escrúpulos. La familia de Letty originalmente era una familia muy pobre del barrio, los padres eran talentosos pero ¿Existe alguien que emplee a unos pordioseros? Jalay clavó sus ojos en Letty desde que era un niña, le ofreció apoyo a su familia a cambio de entregarla en cuanto…...Bueno, madurase como mujer.”


Tratando de contener su furia y asqueo de los pequeño frente a ella, Estia tomó la jarra de hidromiel y le dio un trago en silencio. No era bonito tener que explicar cómo su mejor amiga fue vendida siendo apenas un niña a un bastardo despreciable por el bienestar familiar incluso si era una historia frecuente en Aerandir.


“Letty y yo nos conocimos antes que eso…...Letty…..Ella es una muchacha realmente dulce, nos llevamos un puñado de años siendo yo la mayor. Me fui antes de que su fertilidad la condenase, quería sacarla de ahí y traerla conmigo a una mejor vida pero…..Parece que llegué demasiado tarde….No, desde el inicio era imposible llegar a tiempo, simplemente fui arrogante……...Jalay es un completo bastardo pero es cuidadoso y poderoso, un verdadero veterano, no tuve oportunidad contra él cuando intenté sacar a Letty de ahí por mi cuenta ¡Parece que incluso la Guardia está de su parte!”


En cuanto habló de su amiga los ojos se le empañaron pero a su vez brillaron con una fuerte resolución, se había decidido a salvarla. Incluso si no lo explico a los niños, Letty fue lo único que la mantuvo cuerda en los barrios más sucios, pordioseros y asquerosos de Lunargenta, que fue donde Estia nació y creció. Letty la trató mejor de lo que una rata de cloaca como ella merecía y siempre compartía su escasa comida con una amplia sonrisa ¡No difería de su única persona que podía llamar como “preciada”!


“Se todo sobre los movimientos de Jalay…..Pasa toda la mañana cazando, si consigue algo “bueno” irá a presumir por la tarde justo aquí, en esta taberna y cuando cae la noche pasa unas horas en los baños públicos de la calle mayor. Finalmente, dará un paseo por los jardines Bajorío, cerca de la salido oeste de la ciudad antes de volver a casa para hacer miserable a Letty y los niños….”


Hablaba con desprecio y rabia de Jalay, probablemente había tenido encuentro de frente con él que solo afianzaron su odio hacía el. Antes dijo que no pudo hacer nada contra él, y sabía al dedillo el horario de mercenario ¡Realmente se preparó bien!Pero parece ser que no se podía subestimar al mercenario retirado.


“Escuché rumores sobre vosotros….Los Gorriones. Fundados por un brujo que no llega a los 15 años que pudo plantarle cara a un dragón, su sublíder es un humano de apenas 11 años capaz de crear…..criaturas de metal de poder increíble…...Si en verdad podéis matar a ese hombre, por favor….Se que no está bien como adulta pedirle algo así a unos niños pero os ruego que matéis a ese bastardo ¡No! ¡Os imploro que lo hagáis! Si es por dinero os pagaré….solo…. ”


La mujer bajó la cabeza con una suplicante voz. Las aventureras eran orgullosas y astutas, sin una pizca de humildad y con una confianza en sí mismas apabullantes, ver a una mujer adulta bajar la cabeza a tres niños de esa forma debía de ser humillante pero igualmente lo hizo con tal de que la ayudaran ¡Realmente tenía a esa amiga en tan alta estima! Uriel sonrió un poco nervioso, no entendía porque esa mujer llamada Letty era importante, pero desde que Chimar proclamó que iba a ayudarla el pequeño ya se hizo a la mente.


“¡No se preocupe, señorita! Como ya hemos dicho, incluso con esta apariencia somos bastante fuertes~ ¡Mi nombre es Uriel Nova, Uri está bien! Mataremos a ese desgraciado ¡No se preocupe!”

“Hmmmm Creo que podemos hacerlo…..La Guardia parecía no querer meterse pero tampoco darles favoritismo, no creo que tengamos problemas siempre y cuando lo hagamos bien….”


Murmuró el infante mientras le ofrecía a los dos hermanos su plato de comida, con un amplia sonrisa. Era un mercenario al cual era mejor no enfrentarse pero tampoco lo suficiente para que la guardia le favorezca, para eso se necesitaba ser como mínimo, un comerciante bastante rico. Incluso si lo mataban al guardia no investigaría demasiado.


La mujer sonrió aliviada al ver que los 3 iban a aceptar su petición. Sacó un pequeño mapa de Lunargenta, el papel estaba gastado y algunas calles estaban desactualizadas pero parecía bastante fiable. Estia señaló con el dedo los baño públicos, no muy lejos de ahí; Unas 6 o 7 calles abajo.


“A estas hora estará en los baños públicos, se quedará ahí aproximadamente una hora más. Una vez termine, se irá a caminar por este parque de aquí siguiendo esta ruta”


Deslizó la punta de su dedo por el mapa, mostrando el camino hasta un enorme parque que estaba cerca del barrio noble, Uriel se percató enseguida que jamás había ido ahí; Es un lugar vacío de gente y con una seguridad medianamente buena. No era un buen lugar para un vampiro ¿Porque dejarían pasar a un mercenario así? Puede que cara al público fuera visto con buenos ojos….


“Os recomiendo que lo matéis antes de que entre al parque, una vez entre estará protegido por la seguridad y se os hará difícil, durante el viaje está desprevenido y solo; Es el mejor momento. Yo…..yo me temo que no podré ir con vosotros”


Explicándoles el momento idóneo, ella bajó la cabeza y con un poco de seriedad dijo eso. Su mirada decía que no le gustaba la idea de dejarlos solos con el mercenario pero a su vez mostraba determinación. Uriel ladeó la cabeza curioso de su repentino cambio ¡A pesar de que parecía estar realmente triste antes! Aunque ahora si parecía una aventurera.


“Aprovecharé el momento para ir con Letty  los niños….los aseguraré y os esperaré en esta misma taberna con ellos ¿Os parece bien?”


La mujer dobló de vuelta el mapa, pero en vez de guardarlo se lo entregó al trío de niños, seguramente para que pudieran volver a mirarlo en caso de que se perdieran. Uriel tomó la iniciativa de guardarlo, seguía sintiendo que había algo realmente malo en las palabras de Estia y una sensación de incomodidad le llenaba cuando la veía, sabía que no les estaba contando algo pero sabía él que.

Uriel asintió animadamente a las palabras del humano ¡Sería una misión en el amparo de la noche! Algo que el vampirito dominaba de maravilla~ Esperó pacientemente a que sus dos hermanos mayores se prepararan mientras observaba cómo Estia abandonaba la taberna sin ser notada.


“Siento que nos está ocultando algo…..”


Le murmuró al dúo de hermanos, mientras salían al poco ellos también de la taberna. Sentía que algo en la historia de la mujer no encajaba, especialmente cuando habló de su historia y la de Letty ¿Pero que podía ser? Su inteligencia no era demasiado elevada y no podía comprender del todo como pensaban los adultos, aún así su sabiduría le decía que algo iba mal; Estia les estaba mintiendo o como mínimo ocultando algo ¿El qué? No podía saberlo.


“Veamos….¡Por aquí~! Con un poco de suerte llegaremos antes de que salga~....Ese hombre, dudo que vaya solo aún así….”


El infante guió por el largo camino de piedra plateada en el suelo, la misma que le da su nombre a la ciudad humana y su fama  cuando es de día ¡Estaba todo casi completamente vacío! Las tiendas comenzaban a terminar de baja sus persianas, los trabajadores se apresuraban a regresar a sus casas  y cada vez se veía más actividad en los barrios bajos y los prostíbulos ¡Los baños no estaban lejos de una zona de ocio para adultos, de echo! No era como la zona roja, asfixiantes y teñido de carmesí; Era más bien una zona de apuestas, peleas y trapicheo. La calle estaba iluminada y bastante concurrida ¡Aunque era fácil notar que no estaba en su máxima potencia! Apenas comenzaban a abrir sus puertas y a verse las risas embriagadas de los apostadores. Esta no era la primera vez que Uriel visitaba este lugar, lo frecuentaba casi tanto como el barrio rojo, de hecho ¡Era un lugar entretenido para un vampiro! Aunque se debía tener mucho más cuidado que en el barrio rojo; Al menos las prostitutas solían ser amables con los niños y los adultos no eran muy agresivos, pero en este lugar no tendrían reparos en herir niños si notasen un comportamiento raro ¡Una vez Uriel es casi apuñalado!


Aunque de día es un barrio de referencia para que todos vayan a divertirse y a socializar, de noche se vuelve una jungla donde le que es más fuerte y tiene más dinero gana


Para evitar problemas, Uriel guió a sus hermanos mayores por las callejuelas y caminos más seguros del barrio, donde había menos probabilidades de salir con una puñalada en la espalda ¡Lograron llegar a los baños en apenas un ratito! De día los baños era un lugar donde relajarse, limpiarse y restaurar tanto el espíritu como la integridad física ¡Un verdadero lugar de ensueño para un cuerpo y mente cansados! Pero de noche….Cuando la noche caía se volvía un lugar más bien…..problemático. Las leyes de Lunargenta solo permitían la prostitución y la promiscuidad dentro del barrio rojo, fuera de él era condenado e ilegal, después de todo, no querían volver su amada ciudad plateada algo “pecaminoso e inmoral” pero eso era simplemente la “teoría” ¡A nadie le importaba realmente la integridad moral de la ciudad! Los baños eran una prueba de ello; De día un lugar de relajación y limpieza física y espiritual, de noche un punto de lujuria morbosa respaldado pro algún grupo ilegal ¡Que contraste!


“Esperemos en la callejuela,  si lo que nos dijo Estia es verdad, debería salir en un ratito….”

“Jeje~ ¡Carol me ha estado ayudando a estudiar, y Ralphy me echa una mano también muy seguido! El otro día aprendí como hacer ecuaciones básicas~ ¡Dicen que mi conocimiento pronto será mayor que la media de los nobles humanos! ¿No soy realmente listo~? Oh…..¡Pero Ralphy no parecen gustarle mucho las matemáticas! Cuando le pregunté porque dijo que pronto, cuando llegase a las ecuaciones de segundo y tercer grado, lo comprendería…..¡Aunque yo estoy bastante impaciente~! Oh....Aunque soy algo mas torpe con los números.....¡Estoy mucho mas avanzado en la biología~!”


Habló animadamente, sentado sobre una caja de madera en mal estado mientras procuraba no alzar demasiado la voz ¡Se había centrado tanto en quejarse de ese molesto humano que acompañaba a Zero que se olvidó de todo lo demás! No hace mucho que regresó a la Esfera y que retomó sus estudios ¡De los cuales se sentía bastante orgulloso, por cierto! Al ser un niño la información le entraba rápidamente, y su curiosidad le empujaba a estudiar y repasar todo por su cuenta, no le tomaba demasiado aprender conceptos y asimilarlos ¡Aunque reconoce que las matemáticas no son precisamente su punto fuerte! Algo que le frustraba un poco dado que quería, como cualquier hermano menor, alcanzar a su inteligente hermano mayor inventor ¡Carol mas de una vez le forzó a dejar la biblioteca por esa obsesión! Ralphy dijo que tampoco permitiría que estuviera centrado en el libro de texto mas de 3 horas seguidas, le forzaba a descansar y hablar con él al menos media hora ¡Gracias a eso había intimado bastante con el responsable vampirito! Uriel le agradaba mucho la aura tranquila de Ralphy.


“¿Pasó algo con Ver-...? ¡Oh! Parece que ya tenemos a nuestro objetivo aquí~”


Uriel quería saber más sobre las circunstancias de Vermellón, quien estaba pasando un mal rato para adaptarse y abrirse a los demás de las Esfera pero enseguida tuvo que dejarlo de lado ¡El deber le llamaba! Tal y como Estia dijo, el hombre no tardó en salir, supieron que era él porque la gente que le rodeaba se refería a él como “Jalay”


Era un hombre de uno 45-50 años, alto y fornido de cabello castaño desacomodado y repleto de cicatrices de antiguas batallas. Su ropa estaba desgastada y su equipamiento algo descuidado, pero parecía más que Jalay prefería invertir en sus placeres antes que en sus equipamientos más que la falta de dinero. Sus rasgos y porte eran bastante promedio, pero su aura si que era mas amenazante que la media, daba la impresión que era la clase de hombre que comenzaría una pelea por una tontería. A su lado había otros tipos que por sus ropas y armas supieron eran mercenarios, se burlaban y reían ruidosamente mientras salían de los baños. Uriel miró a Chimar y asintió;


“¿Cómo lo hacemos? Deberíamos alejar al máximo número de mercenarios posibles antes de matarlo, sino será problemático….”


Confiaba en sus poderosos hermanos mayores pero sabía que había límites hasta para ellos, si habían demasiados mercenarios rodeando a su objetivo sería problemático para tres niños matar a Jalay, uno debía de distraerlos y alejarlos para que los otros fueran a por el veterano. Uriel miró a Chimar con carita de “Déjamelo a mi”, como buen niño pequeño quería mostrarle su lado más genial al par de mayores y a su vez, entendiéndolo sin llegar a comprenderlo directamente, sabía que Jalay era demasiado para él; Entre estorbar a sus hermanos y hacer algo útil, era mejor que se encargara de distraer a los mercenarios para que no interfirieran y el resto fueran a por el hombre.

“¡A sus ordenes~!”


Con una juguetona voz y una amplia sonrisa infantil, el vampirito salió fuera de la calle y, sin hacer ruido alguno, se comenzó a aproximar al grupo de unos 7 o 8 personas que se alejaban por un callejón entre risas.


Intentaré llevarme al máximo número de personas posibles...


El infante sabía que no podía con todos, si mataba a uno o dos sería un milagro ¡Pero podría retrasarlos sin que vieran su rostro! Después de todo, no sabían qué tan lejos llegaba llegaba la influencia de ese bastardo ¡Entonces lo mejor era matarlo sin permitir que se supiera demasiado de sus identidades! Aunque era dudoso que la guardia buscara problemas con Los Gorriones, era mejor ser precavido ¡Pero lo más importante es que Uriel no tenía oportunidad contra tres adultos! Si fueran animales, podría derrotarlos pero eran adultos, astutos y tramposos. Era mejor tratar con ellos desde la distancia.


“Fufu~”


Conteniendo una risita, el niño se escondió entre las sombras mientras veía al grupo cada vez más a tiro ¡Ahora solo hacía falta que los hiciera enfadar~! Dado que eran del tipo "adulto temperamental" era bastante sencillo hacerlos enfadar ¿Y qué mejor que hacer lo que los Gorriones mejor saben hacer? Uriel se cubrió con la tela andrajosa que usaba como capa, ocultando lo mejor posible su rostro y haciéndose fácilmente pasar como un “huérfano de los barrios bajos” y, sin dudarlo un segundo, corrió hacía el grupo de hombres.


“Tch ¡Puto mocoso, ve con más cuidado!”


“¡S-Señor, s-su bolsa de a-aeros!”


“¿....? ¡Mierda! ¡Esa maldita rata de alcantarilla robó mi dinero! ¡Todos menos Hector, Marcos y Gyo, matad a ese criajo ladrón y traedme la bolsa de nuevo! No hace falta decir lo que pasará si no me traéis al cabeza del niñato ese y la bolsa ¿Verdad?”


Uriel pudo robar fácilmente la bolsa. Tal y como Estia dijo, Jalay baja la guardia mucho cuando sale de las termas ¡Fue tan sencillo que solo tuvo que “chocar” con él y quitarla! Hizo una mueca disgustada al notar que no fue tan imbécil como para quedarse totalmente solo ¡Aunque no era un fracaso del todo! Si eran tres imbéciles de poca monta y un mercenario aventurero confiaba en que Chimar y Canel podían hacerlo ¡Sus hermanos mayores son muy poderosos y confiables~!


“¡Deja de correr, niñato!”


“¿De dónde ha salido este crío? Corre como un jodido rayo….”


Conteniendo su risa, el infante corrió por las estrechas calles agilmente ¡Obviamente que no podrían alcanzarlos! No se podía subestimar a un vampiro, menos aún si a logrado sobrevivir casi diez años por su cuenta ¡Alcanzarlo sería difícil~! Aún así, no corrió ni huyó lo mejor que podía, quería que le siguieran, no perderles.


Esto debería ser suficiente….


Los había alejado al menos unas 4 o 5 calles, debería bastar para que Chimar hiciera su parte ¡Ahora era cuestión de mantenerlos a raya sin permitir que vieran su rostro! El lugar que el infante escogió era un oscuro, solitario y apartado callejón ¡Justo la zona de batalla que un vampiro le gusta! Oculto detrás de unas cajas, el infante vio a los tres adultos buscarlo impacientemente ¡Debía entretenerlos lo máximo posible!

“¡Sal de donde estés, mocoso!”


“¡Joder! no solo es rápido sino que además se oculta bien”


El grupito de adultos buscaban violentamente al escurridizo Uriel, quien de vez en cuando se dejaba ver para atraer y retener a los adultos ¡Era como el juego del gato y el ratón! aunque claramente el ratón estaba mareando al gato~


Creo que con esto ya….


Habían pasado cerca de 10 minutos, suficiente tiempo para que Chimar hubiera logrado matar  al objetivo ¡Confiaba plenamente en su hermano mayor! Sabía que 10 minutos eran más que suficientes para cometer un asesinato. Sonriendo, decidió que era hora de dirigirse al punto acordó con Chimar, fue cuando el infante se dispuso a irse a escondidas que se percató:


“Estia…..Esa mujer….No acordó ningún ponto de encuentro…¡Huaaaaah! ¿¡....!? ¡S-Suéltame!”


Uno de los adultos logró pillar desprevenido a Uriel, cogiéndolo desde de la andrajosa “capa” y levantándolo cual cachorrito ¡El infante intentó luchar mientras maldecía haberse distraído tan tontamente! Sin más alternativas, el infante se quitó la andrajosa capa y salió disparado, rezando para que no viera su rostro.


“Puto niño escurridizo..”


“No te preocupes, vimos su rostro. luego le haremos saber que significa molestar a un adulto... ”


Mierda.


el infante maldijo en su mente, una vez tuvo mala suerte ¡Aún así no tenía tiempo que perder! Corriendo entre las callejuelas ágilmente, el niño no tardó demasiado en llegar al punto de encuentro con Chimar ¡Reconoció la figura de sus dos hermanos entre la oscuridad! Ensanchando su sonrisa, Uriel desaceleró un poco y controlando la fuerza, se tiró encima de Canel para abrazarlo del cuello desde un costado ¡Menos mal que reguló la fuerza! Casi tira al pobre humano al suelo.


“¡Volví~! Jeje~ ¡Misión cumplida!”


El infante habló alegremente sin soltar a Canel, quien estaba siendo abrazado desde el cuello ¡Incluso restregó su cara levemente en su cuello, una muestra de cariño por parte de los vampiros! Era similar a decir  “¿Ves? Podría morderte pero no lo haré porque somos amigos”. en cuanto quedó satisfecho, Uriel dejó ir finalmente a su pobre hermano menor, y con una amplia sonrisa reportó;


“¡Logré distraerlos exitosamente! ¿No soy el mejor? ¡Oh! P-Pero sin querer yo....”


“¡Lo encontramos! Vamos a vengar al señor Jalay, putos niños….”


“Pero sin querer les mostré mi rostro jeje~”


Y así, aparecieron como 7 o 8 adultos, rodeándolos con una clara cara de querer matarlos ¡Ahora si que estaban en un aprieto!

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Primera complicación ¡Saben nuestros rostros! Parece que esto será bastante problemático, estos tipos parecen muy cabreados y con ansias de venganza~

“¡Corramos~!”


Tomó la mano de sus hermanos mayores y los arrastró para que corrieran junto a él ¡En serio que esto se volvió muy problemático! Estaba bastante emocionado porque podría demostrarle a Chimar lo confiable e increíble hermano menor que es ¡Pero todo acabó mal! Aunque su sonrisa no se había desvanecido y su espíritu infantil seguía tan activo como siempre una leve sensación de culpa llenó su pecho ¡Aunque lo más importante ahora era huir!


“¡Chimar! ¿Estia dijo algún lugar donde reunirnos? Yo no me acuerdo de que dijera que debíamos hacer luego de esto”


Mientras corrían entre las callejuelas de Lunargenta, el infante le comentó al joven humano sobre su miedo ¿Tal vez fue su imaginación? Tal vez Estia sí les dijo un lugar de encuentro y el no lo escuchó, o tal vez se le olvidó ¡Aún así tenía un horrible presentimiento! Desde el principio la mujer se le hizo extremadamente sospechosa y sentía que les estaba ocultando algo.


“¡Os pillamos! ¡Dejad de correr putos mocosos!”


En medio de la carrera un adulto se interpuso en frente de los tres pequeños, claramente hostil. Debía ser un tipo de unos 35-40 años y estaba bastante furioso, por detrás otros dos adultos aparecieron ¡Un vez más estaban rodeados! Aunque los números eran más bajos, así que podían defenderse;


“¡Tenemos prisa~!”


Uriel, sin dejar siquiera que el adulto sacara su arma, se abalanzó sobre el adulto con su puñal en mano y sin dudarlo asestó un golpe en el pecho del tipo, el líquido carmesí débilmente desparramado brilló en el abrazo de la noche. Uriel no pretendía matar al adulto, más bien quería apartarlo por la fuerza del camino, en cuanto desclavó el afilado puñal y el tipo cayó al suelo, Uriel hizo un rápido gesto a sus hermanos para que siguieran corriendo mientras el shock de los adultos aún siguiera ahí.


“¡Que persistentes!”


No importaba cuán rápidos fueran o que tanto se camuflaran entre la noche, siempre un adulto saltaba para intentar atraparlos ¡Afortunadamente lograron escapar de todos ellos! Pero, parece que si querían perderlos, habrá que abrirse paso más violentamente ¡sino serán detenidos cada medio metro!

¿Fuimos engañados?


Eso fue lo primero que pensó al ver el rostro de su hermano mayor ¡Verdaderamente la cagaron! Uriel notó, en aquel entonces, algo extraño y un inquietud pero no sabía su origen ¡Si tan solo fuera más listo! Pero ya no se podía llorar sobre la leche derramada, lo más importante en aquellos instantes es salir de esa enteros….O como mínimo vivos.


No desperdició un solo segundo de la apertura que Chimar hizo, sin esperar casi que el fuego se apagara del todo, Uriel salió corriendo ¡Ya casi ni prestaba atención por que calles estaba corriendo! Por instinto estaba tomando el camino que le llevaba al lugar que más confortable y familiar encontraba; El bosque.


Ante ellos estaba el gran muro que separaba Lunargenta de los grandes y amplios prados de Verisar ¡La enorme puerta de madera estaba totalmente cerrada! Pero estaba bien, Uriel no tenía intenciones de pasar por la puerta grande precisamente. Sin dudarlo, se dirigió a una parte concreta del muro y sin dudarlo se arrodilló frente a ella:


“¡La reja está débil! Ayúdame a quitarlo...”


Dado que los vampiros no podían precisamente pasar por la puerta grande por lo general se buscaban otras formas como, por ejemplo, las alcantarillas. Una de las primeras veces que llegó a Lunargenta se dedicó casi únicamente a averiguar cual alcantarillado del muro era el más endeble y fácil de atravesar ¡Encontró una reja de metal que nisiquiera estaba atornillado! Pero incluso si no estaba fijado, seguía siendo una enorme masa de metal pesada e incómoda de mover así que Uriel la desechó como posible entrada ¡En su lugar prefiere el sistema de alcantarillado bajo la ciudad! De todas formas, si eran tres niños podrían moverla perfectamente ¡La alcantarilla era lo suficientemente pequeño para permitir que solo niños pudieran cruzarla! Les daría tiempo para ocultarse en el bosque.

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Pudo escuchar vagamente las voces molestas de los adultos desde el otro lado de los altos muros de Lunargenta, pero eso al infante no le importó, siguió corriendo un poco más hasta sentirse protegido entre los árboles negruzcos y borrosos, casi imperceptibles por  el velo de la noche ¡En cuanto el abrazo de la noche lo envolvió, solo cuando nisiquiera la Luna y la estrellas eran invisibles, solo entonces se detuvo!


No estaban demasiado lejos de Lunargenta, aún así, Uriel podía ver entre las rendijas de los árboles el camino de tierra que daba al portón de Lunargenta ¡Aún así dudaba de que esos adultos pudieran encontrarlos! O al menos, le daría el suficiente tiempo para desaparecer. El infante, respirando agitadamente por la carrera, miró a sus dos hermanos mayores y dijo:


“P-Parece que los perdimos por ahora ¿Que deberíamos hacer ahora….?”

Uriel aplaudió halagando a su hermano mayor animadamente, con una juguetona sonrisita. Enseguida el infante hizo memoria de la ciudad ¿Como era? ¡Oh! ¡Cierto, cierto! Conoce un buen camino por las cloacas~ Aunque no estaba demasiado seguro de si estos tipos se les hubiera ocurrido que los niños podían estar ahí, era arriesgado ¡Pero más arriesgado era ir por la ciudad!


“¡Tomemos el camino de las cloacas, entonces! Deberíamos poder acercarnos bastante por ahí~ Aunque no sé si habrán adultos buscándonos ahí~”


No tenían demasiado tiempo, la mitad de la noche ya había pasado y probablemente los adultos no se quedarían de brazos cruzados ¡Probablemente irían a por la mujer llamada Letty! Lo mejor era darse prisa, afortunadamente el atajo era bastante directo ¡En nada de tiempo estarían ahí!


La entrada y salida de las cloacas era escalofriantemente sencillo ¡Si se sabía como, cualquier podría pasar sin problemas! Estaba mal cuidado y repleto de malas hierbas, por no hablar del hierro oxidado y la piedra carcomida en moho ¡Pero si se era ágil se podía acceder con suma facilidad! Avisando a sus hermanos de donde debían y donde no debían pisar, el infante logró meterlos en el interior de las cloacas sin mucha dificultad ¡Es el lugar por donde hace casi medio años ayudó al humano llamado Kosir a huir junto a cierta muchacha! Lo recordaba bastante bien….


“¡Está oscuro! ¡No os preocupéis! Solo pisad donde yo pise~”


Uriel podía ver notablemente la alcantarilla ¡De echo no tenía ningún problema! Pero sus dos hermanos humanos eran diferentes, Uriel procuro caminar lo suficientemente lento como para que sus hermanos pudieran seguirlo sin problemas y a su vez, a pesar de ser incómodo, procuró que sus pasos hicieran ruido ¡De esa forma se les haría más fácil notar donde estaba! Aunque no era sencillo, estaba acostumbrado a no hacer ruido al caminar.


Sorprendentemente no tuvieron demasiados problemas ¡De hecho casi ninguno! Salvo las voces de adultos que los buscaban por esas malolientes instalaciones de piedra mohosa no hubieron más percances ¡Si se podía decir que fue un percance casi! Si era en la oscuridad, tu mejor amigo siempre será un vampiro; Les deseaba suerte intentado ganar en las escondidas a un vampiro en su ambiente natural, la oscuridad. Al rato lograron llegar a su destino.


La calle estaba anormalmente silenciosa y vacía, oscura por la falta de antorchas ¡Sólo podía ser escuchado los quejidos de los ratones y ratas ir y venir por el lugar! Uriel salió sin pensarlo dos veces, obviamente habituado a la visión de una Lunargenta a altas horas de la noche. Abriendo el mapa para orientarse, el niño miró a sus alrededores hasta finalmente situarse ¡El hogar de Letty no quedaba tan lejos! Si eran rápidos no tardarían ni 10 minutos.


Espero que no sea demasiado tarde...


Si en verdad Estia les había mentido entonces era probable que la historia de Jalay y Letty fuera mentira también ¡A saber que planeaba hacer con la humana y sus hijos! No le importaba demasiado a Uriel, honestamente ¡Pero le molestaba pensar que habían sido engañados tan fácilmente! Y tampoco le haría demasiada gracia saber que esos niños salieron heridos o asesinados por sus descuidos ¡Era un gorrión! Se supone que el destino de los niños deben de importarle ¿Verdad? ¡Entonces se enfadará si algo les pasa a pesar de que en el fondo tampoco le importa demasiado!

Estia caminaba con un semblante sereno, no parecía la mujer desesperada de antes que se vio obligada a pedir ayuda a unos niños para rescatar a su amiga de la infancia ¡Era como ver a alguien completamente diferente! Sus cabellos rojizos estaban atados en una cinta y su mirada era totalmente desprovista de inseguridad o desesperación….En sus brazos ¿Hmmm? ¿Estaba sosteniendo algo? No….¿Estaba sosteniendo alguien? Uriel podía verlo más o menos desde donde estaba, lo que ella estaba sosteniendo era una preadolescente de no más de 14 años, desnutrida y con varias heridas por su cuerpo. Estia la sujetaba con cuidado y gentileza, como si fuera su propia hija.


“Está sosteniendo una chica…¿13 años quizá? No veo del todo bien desde aquí...”


Intentando no ser notados, el trío de hermanos siguieron silenciosamente hacía donde estaba llevando Estia a la pequeña preadolescente. Por el camino, apilados y tirados por la calle asfaltada en piedra plateada estaba…..Cuerpos, los cuerpos de los adultos que antes los persiguieron no hace mucho desperdigados por el suelo ¿Estaban muertos? Apenas pasaron por el lado de uno, Uriel les dirigió una mirada.


“Solo han perdido la conciencia….”


Tras una rápida inspección el vampirito se percató de que estabas respirando y no poseían heridas graves, solo unos pocos estaban sangrando y aún así no era grave, no morirán desangrados ¿Estia lo hizo? Era una mercenaria, era fácil saberlo porque estaba armada, pero le costaba visualizar a esa mujer pudiendo lidiar con tantos adultos por su cuenta ¡Incluso estaban los que no dejaban de perseguirlos!


Siguiendo a Estia, los niños se adentraron por las callejuelas siguiendo al sombra de la mujer, hasta alcanzar uno de los muros de piedra plateada que delimita Lunargenta del exterior, había una única carreta en el pequeño claro, vieja y algo maltratada pero bastante grande. La mujer se aproximó a la carreta y, delicadamente, dejó a la joven humana en la carreta. Por un momento el infante vampiro pudo ver el interior;


“¡Ah! Hay más gente en la carreta...Errrr….Una mujer de unos 40 años, un adolescente de unos 17-18 años y….¿....? Hay un par de adultos jóvenes también…..¿Porque....?”


“¿Necesitáis algo, queridos? Lleváis ahí un buen rato siguiéndome ¿Porque no salís? Seguro que tenéis mucho que preguntarme….”


Estia miró el lugar donde se estaban escondiendo con una amable sonrisa, invitándoles con su mano a salir de su escondrijo. Uriel clavó sus ojos marrón-miel en ella, había algo que no cuadraba, algo que le molestó desde el primer encuentro pero….Oh….Podría ser. Uriel frunció el ceño, y, obendientemente, salió del escondite para encarar a la “humana”. Estia ensancho su sonrisa al ver la expresión del vampirito


“Señorita…¿Podría ser que….?”



“¿Vampiresa? Si, lo soy…..”



“¡.....! ¿Como…..?”


“¿Como logré ocultarlo tan bien? Bueno...Al igual que hay vampiros bastante buenos identificando a su propia gente ¡También los hay especialmente buenos ocultándose!”


Uriel se sentía bastante orgulloso de su habilidad para reconocer rápidamente alguien de su propia raza ¡Solo un vistazo rápido se lo confirmaba! Parte de su entrenamiento como vampiro consistió en ello ¡Y sin embargo una vampiresa más joven y errante logró engañarlo! Sintiéndose avergonzadamente frustrado, el vampirito miró molesto a Estia, quien ensanchó su sonrisa.


"Gracias por vuestra ayuda, gracias a vosotros podré sacara Letty y sus hijos de esta maldita ciudad…..Veréis, os estoy agradecida pero….Será un problema si, cuando amanezca, esos tipos no tienen nada con lo que desquitar su frustración…..”


Mientras hablaba con una gentil sonrisa, desplegó su alabarda y adoptó una postura mas hostil, quedándose en frente de la carreta. Señaló hacía le trío de niño y, con una mirada mas aguda y amenazante, añadió:


"Os estaré eternamente agradecida por siempre por esto....Ahora.....¿Podríais por favor ser mi cabeza de turco, pequeños?"


---------------------Off-rol----------------------------------

Segunda complicación Nuestra empleadora nos a estado engañando ¡Quiere llevarse a la mujer y cargarnos el muermo! Y tampoco parece que quiera razonar, tampoco.

“¿Comérmelos? Hmmm….Lo siento, chaval ¡Le estás pidiendo lo imposible a un vampiro~!”


Esbozando una sarcástica dulce sonrisa, Estia se abalanzó sin dudarlo sobre los infantes. Era rápida, bastante más que una persona normal. Uriel apenas pudo echarse a un lado, evitando por nada la estocada de la alabarda ¿Eso que veía era un pequeño mechón de su cabello? ¡Mierda! Uriel se quedó mirando a Estia, quien sonreía suavemente, como si lo que estuviera intentando cortar no fueran 3 niños, sino un par de dianas de entrenamiento.


“Esta mujer va en serio….”


Apenas Uriel tocó el suelo, se puso en guardia y sacó el puñal de su cintura ¡Estia estaba planeando herirlos seriamente! Parecía que no buscaba matarlos aún así, la estocada estaba más enfocada hacía el suelo o puntos no vitales como extremidades o lejos de órganos importantes.


“Pequeños mocos escurridizos….”


Murmuró la vampiresa, poseía la misma aura gentil que antes pero su mirada estaba congelada, incluso sin hostilidad, era claro que no planeaba detenerse a escuchar lo que tenían que decir. Apretó el alargado mango de metal de su arma, y tomó impulso con sus piernas a la par que ponía en posición para volver a abalanzarse sobre los niños.


“¡E-Espera! ¿Q-Qué estás...? ¡Ah! ¡Par-....! ¡Wuuuah!”


Uriel intentó hablar con la vampiresa mientras evadía por poco la afilada hoja de la alabarda ¡No servía de nada! Apenas el vampirito abría la boca era brutalmente atacado ¡Era como si Estia le estuviera diciendo que se callara! Finalmente, tras unos pocos minutos de jugar al gato y el ratón con alabardas de por medio, algunas estocadas alcanzaron a dañar al vampiro ¡Aunque afortunadamente no eran heridas demasiado serias! De todas formas, seguían siendo laceraciones bastante profundas en un costado de su tripa y en su brazo derecho ¡Y eso que apenas se recuperaba de las costillas! ¿Porque diablos se mete en tantos líos?


Conteniendo sus lágrimas, miró con un gesto a su hermano ¡Si no acaban esto enseguida saldrían heridos seriamente! Apretó con fuerza la herida en su costado, el aroma a sangre comenzaba a inundar el ambiente, aunque únicamente era relevante para Uriel y Estia. Los ojos de la vampiresa se volvieron un tanto brumosos, por lo general, los vampiros rechazaban la sangre de su propia gente ¡Después de todo, beber la sangre de un vampiro no es diferente del canibalismo! Pero, la maldición era indiferente a la sangre de su gente y a la de otras razas, el instinto de vampiro actuaba exactamente igual siempre y cuando se percibiera la esencia de la sangre ajena en el ambiente ¡Uriel se puso pálido apenas vio la mirada de la vampiresa! Sabía perfectamente qué significaba y conllevaba esa mirada perdida y brumosa ¡Esto no es bueno! Uriel se giró para advertir a sus hermanos por instinto pero fue demasiado tarde ¡Antes de que se diera cuenta ya tenía a Estia sobre él!


“¡Aghh! ¡S-Suéltame!”


Estia levantó sin una pizca de auto control al pequeño vampirito por el cuello de su ropa, sin ocultar su sed de sangre y sus instintos raciales de masacrar vidas ¡Sus intenciones eran claramente matarlo! ¿Perdió el control? ¡En ese estado no había nada que razonar con ella! Luchó desesperadamente pero la fuerza de la vampiresa era claramente superior ¡Uriel sintió terror al notar como la mujer se preparaba para atravesarlo con la alabarda! Cerró fuertemente los ojos sin dejar de moverse.