En lugar desconocido[Libre 5/5]
Página 2 de 3. • Comparte
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La respuesta del elfo fue verdaderamente ingeniosa, pero, por otra parte, estaba claro que con aquel comentario no era igual que la mayoría de los elfos, muchas veces bastante estirados y hasta algunos preferían relacionarse en ese aspecto entre ellos. Entornó los ojos ante la respuesta. Pero luego sobre de donde venía el dinero de Zelas tampoco la preocupó, se podía convertir en un lobo y pasar por un animal salvaje normal y corriente, nadie haría caso a una loba adorable que hacia monerias.
Mientras tanto notó que ante su orden enseguida Iori se sentó a su lado de forma automática como si fuera un bio cibernetico y acatará sus ordenes. Eso la gustaba, así todo era mucho más fácil, aunque los demás la ofrecieron asiento con otras palabras, "¿por que se complicaran tanto para decir a alguien que se siente?" se preguntaba a sí misma mientras intercambiaban diferentes comentarios con la humana.
Fue entonces cuando observó como a Ryuu se le caían varias plumas, entonces su instinto de supervivencia empezó a maquinar. "Si tomó algunas plumas y junto a otras más puedo venderlas para que hagan mantas y cojines, quizás sería interesante quedarse un tiempo más con el hombre bestia y reunir suficientes plumas" meditó para si misma, puesto que vender plumas la haría ganar algún dinero. Tomó varias plumas y abriéndose la cazadora mostrando un corsé y un bonito escote las guardó para luego cerrarse de nuevo la cazadora que portaba.
Fue entonces cuando tras beber un largo trago de hidromiel y dejar el vaso en la mesa, escuchó la voz de otra fémina. La elfa que había entrado antes que Iori. Pero fue entonces cuando de repente la humana se altero se puso a chillar y la tomó del brazo. Fue entonces cuando una mirada fulminante de a Lycan se posó donde la había agarrado y luego posó sus ojos verdes grisáceos en Iori, mientras aquella mirada que fulminaría a cualquiera la mantuvo en ella hasta que la soltara o tuviera que obligarla a que dejara de tocarla.
Había escuchado el nombre de la elfa pero ahora mismo no la importaba en absoluto, solo esperaba que la humana la soltase de aquel agarre antes de tener que hacer un gesto agresivo para que la soltase. Se estaba juntando demasiadas criaturas en aquella mesa y eso la estaba agobiando y quizás la provocaba ponerse más agresiva, tenía que seguir demasiadas conversaciones y prestar atención a mucas cosas, además de intentar no ofender a la gente cuando ella hablará puesto que aquello de socializar no era absolutamente lo suyo
Mientras tanto notó que ante su orden enseguida Iori se sentó a su lado de forma automática como si fuera un bio cibernetico y acatará sus ordenes. Eso la gustaba, así todo era mucho más fácil, aunque los demás la ofrecieron asiento con otras palabras, "¿por que se complicaran tanto para decir a alguien que se siente?" se preguntaba a sí misma mientras intercambiaban diferentes comentarios con la humana.
Fue entonces cuando observó como a Ryuu se le caían varias plumas, entonces su instinto de supervivencia empezó a maquinar. "Si tomó algunas plumas y junto a otras más puedo venderlas para que hagan mantas y cojines, quizás sería interesante quedarse un tiempo más con el hombre bestia y reunir suficientes plumas" meditó para si misma, puesto que vender plumas la haría ganar algún dinero. Tomó varias plumas y abriéndose la cazadora mostrando un corsé y un bonito escote las guardó para luego cerrarse de nuevo la cazadora que portaba.
Fue entonces cuando tras beber un largo trago de hidromiel y dejar el vaso en la mesa, escuchó la voz de otra fémina. La elfa que había entrado antes que Iori. Pero fue entonces cuando de repente la humana se altero se puso a chillar y la tomó del brazo. Fue entonces cuando una mirada fulminante de a Lycan se posó donde la había agarrado y luego posó sus ojos verdes grisáceos en Iori, mientras aquella mirada que fulminaría a cualquiera la mantuvo en ella hasta que la soltara o tuviera que obligarla a que dejara de tocarla.
Había escuchado el nombre de la elfa pero ahora mismo no la importaba en absoluto, solo esperaba que la humana la soltase de aquel agarre antes de tener que hacer un gesto agresivo para que la soltase. Se estaba juntando demasiadas criaturas en aquella mesa y eso la estaba agobiando y quizás la provocaba ponerse más agresiva, tenía que seguir demasiadas conversaciones y prestar atención a mucas cosas, además de intentar no ofender a la gente cuando ella hablará puesto que aquello de socializar no era absolutamente lo suyo
Selene Niktos
Aprendiz
Aprendiz
Cantidad de envíos : : 47
Nivel de PJ : : 0
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Siguieron conversando un rato, mientras comían y bebían. Todo iba bien hasta que Zelas hizo aquel comentario sobre los aeros robados. Ryuu no sabía si era un chiste o hablaba en serio, pero por si acaso se dispuso a guardar mejor sus ahorros... y fue entonces que recordó que ya no tenía nada.
-Ésto se convertirá en un regalo para alguien que conozco y le gusta escribir- comentó el elfo mientras guardaba una de sus recién caídas plumas, acto que Selene copió, tomando las restantes. El joven bestia sonreía divertido por esa acción, cuando la elfa que entró a la posada unos momentos antes le dirigió la palabra a Iori. Al parecer se conocían, pero Ryuu no prestó mucha atención después del repentino grito de la humana.
Menos de un segundo fue lo necesario para que el ave humanoide fuera reemplazado por una nube de plumas cayendo al suelo, ya que Ryuu se había escondido bajo la mesa, temblando y aterrado. No era un simple miedo como el de los niños hacia la oscuridad o al escuchar una historia de terror. Era un miedo primitivo, instintivo, hacia algo desconocido pero a la vez familiar, una sensación que sólo se experimenta al saber que algo viene por ti. Pero ese algo no tiene forma ni nombre, solamente tiene un objetivo, que casualmente eres tú. Una especie de mano invisible se cerraba alrededor de su garganta, impidiendo que respirara de forma normal, o que pensara con claridad.
Al escuchar la disculpa de la humana, dedujo que todo fue un malentendido por parte de la chica y que no había peligro real. Aún así, tuvo que tomarse un par de segundos para recomponerse, tras los cuales se asomó cuidadosamente a la mesa. Seguramente algunos se reirían o quedarían confundidos al ver la parte superior de su cabeza saliendo de su escondite y mirando de un lado al otro, con unas cuantas de las plumas sueltas revoloteando sobre ella.
-Pido disculpas también por mi reacción... Es que se supone que moriré debido a un dragón, según una visión...- Ryuu buscaba excusarse y explicar el motivo de su reacción, sobre todo porque cualquiera podría calificarlo de loco debido a sus acciones. Mientras hablaba, notó la mirada de Selene a Iori, la definición exacta de la expresión miradas que matan. Supuso que no le agradaría demasiado el contacto con otros, y si realmente era una licántropo como él suponía, no era buena idea enfadarla. ¿Y si se enojaba y dejaba que su lado más agresivo o salvaje tomara las riendas? No la conocía lo suficiente como para descartar esa posibilidad.
Se puso de pie y se ubicó detrás de la humana, tratando de tranquilizarla para que quitara sus manos del brazo de Selene y la pierna de Zelas. -Tranquila, no hay problema. Me imagino que debes haber pasado un mal momento con alguna de esas criaturas. Hola Aylizz, me llamo Ryuu. Me disculpo por lo de recién, seguro no fue una buena primera impresión jaja. No suelo ser así, te lo aseguro... saludó a la recién llegada, esperando no haberla espantado con todo lo ocurrido.
-Ésto se convertirá en un regalo para alguien que conozco y le gusta escribir- comentó el elfo mientras guardaba una de sus recién caídas plumas, acto que Selene copió, tomando las restantes. El joven bestia sonreía divertido por esa acción, cuando la elfa que entró a la posada unos momentos antes le dirigió la palabra a Iori. Al parecer se conocían, pero Ryuu no prestó mucha atención después del repentino grito de la humana.
Menos de un segundo fue lo necesario para que el ave humanoide fuera reemplazado por una nube de plumas cayendo al suelo, ya que Ryuu se había escondido bajo la mesa, temblando y aterrado. No era un simple miedo como el de los niños hacia la oscuridad o al escuchar una historia de terror. Era un miedo primitivo, instintivo, hacia algo desconocido pero a la vez familiar, una sensación que sólo se experimenta al saber que algo viene por ti. Pero ese algo no tiene forma ni nombre, solamente tiene un objetivo, que casualmente eres tú. Una especie de mano invisible se cerraba alrededor de su garganta, impidiendo que respirara de forma normal, o que pensara con claridad.
Al escuchar la disculpa de la humana, dedujo que todo fue un malentendido por parte de la chica y que no había peligro real. Aún así, tuvo que tomarse un par de segundos para recomponerse, tras los cuales se asomó cuidadosamente a la mesa. Seguramente algunos se reirían o quedarían confundidos al ver la parte superior de su cabeza saliendo de su escondite y mirando de un lado al otro, con unas cuantas de las plumas sueltas revoloteando sobre ella.
-Pido disculpas también por mi reacción... Es que se supone que moriré debido a un dragón, según una visión...- Ryuu buscaba excusarse y explicar el motivo de su reacción, sobre todo porque cualquiera podría calificarlo de loco debido a sus acciones. Mientras hablaba, notó la mirada de Selene a Iori, la definición exacta de la expresión miradas que matan. Supuso que no le agradaría demasiado el contacto con otros, y si realmente era una licántropo como él suponía, no era buena idea enfadarla. ¿Y si se enojaba y dejaba que su lado más agresivo o salvaje tomara las riendas? No la conocía lo suficiente como para descartar esa posibilidad.
Se puso de pie y se ubicó detrás de la humana, tratando de tranquilizarla para que quitara sus manos del brazo de Selene y la pierna de Zelas. -Tranquila, no hay problema. Me imagino que debes haber pasado un mal momento con alguna de esas criaturas. Hola Aylizz, me llamo Ryuu. Me disculpo por lo de recién, seguro no fue una buena primera impresión jaja. No suelo ser así, te lo aseguro... saludó a la recién llegada, esperando no haberla espantado con todo lo ocurrido.
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Todo era risas, comida y cerveza, una elfa aparecía en el lugar, por suerte les habían asignado una mesa grande, así que no había problema para otro comensal, hablaban de orejas, de plumas, aeros robados, y cuando menos pensaron, alguien hablo de draconidos, Zelas no sabia nada, tampoco entendía porque le apretaban la pierna, por lo mismo su única observación al respecto fue -podrías haberme invitado un trago primero no crees- dijo riendo, restandole importancia al asunto cuando su mirada se poso en Selene, cuya mirada asesina se posaba en la otra chica humana, entonces giro la cabeza para ver a Ryuu, el cual no se encontraba en su lugar, en cambio solo caían lentamente una cantidad no menor de plumas, volteo la cabeza para ver a la elfa con una ceja alzada, quizás ella entendía que estaba sucediendo, todo era demasiado confuso.
Se giro nuevamente para volver a ver a la chica humana, su rostro demostraba una especie de trauma que el elfo recordó haber visto en alguna parte, mas ahora no estaba en condiciones de indagar en su memoria, cuando todo volvió a la pseudo normalidad, la chica presento a la elfa, Zelas ahora estaba mas confundido que antes a la vez que le hacia un gesto con la mano cediendo cordialmente cualquier asiento disponible en la mesa para Aylizz, volvió a observar los rostros de los presentes -de acuerdo eso fue raro, Iori,en lo personal eres libre de agarrar lo que quieras de tu servidor acá presente, sin embargo creo que Selene te cortara el brazo si la sigues tocando- acto seguido le ayudo a apartar su mano de el brazo de Selene, y lo guió hacia sus propias orejas -adelante toca mis orejas, apuesto que nunca tocaste las orejas de un elfo, para que hablar de sus piernas- dijo para calmarla un poco a la vez que Ryuu salia desde debajo de la mesa y intentaba calmar a Iori usando sus emplumadas manos, la escena era bastante chistosa, Ryuu parecía masajear a Iori y Iori por su parte parecía masajear a Zelas.
-muy bien, si alguien tiene algún trauma, creo que seria un buen momento para hablar- dijo el elfo riendo mientras continuaba bebiendo en aquella peculiar mesa.
Se giro nuevamente para volver a ver a la chica humana, su rostro demostraba una especie de trauma que el elfo recordó haber visto en alguna parte, mas ahora no estaba en condiciones de indagar en su memoria, cuando todo volvió a la pseudo normalidad, la chica presento a la elfa, Zelas ahora estaba mas confundido que antes a la vez que le hacia un gesto con la mano cediendo cordialmente cualquier asiento disponible en la mesa para Aylizz, volvió a observar los rostros de los presentes -de acuerdo eso fue raro, Iori,en lo personal eres libre de agarrar lo que quieras de tu servidor acá presente, sin embargo creo que Selene te cortara el brazo si la sigues tocando- acto seguido le ayudo a apartar su mano de el brazo de Selene, y lo guió hacia sus propias orejas -adelante toca mis orejas, apuesto que nunca tocaste las orejas de un elfo, para que hablar de sus piernas- dijo para calmarla un poco a la vez que Ryuu salia desde debajo de la mesa y intentaba calmar a Iori usando sus emplumadas manos, la escena era bastante chistosa, Ryuu parecía masajear a Iori y Iori por su parte parecía masajear a Zelas.
-muy bien, si alguien tiene algún trauma, creo que seria un buen momento para hablar- dijo el elfo riendo mientras continuaba bebiendo en aquella peculiar mesa.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Para nada se esperaba que su saludo pudiera causar tanto revuelo, ahora se arrepentía de haberse acercado. Parecía que Iori estaba bien acompañada, podría haber dejado de lado su instinto protector hacia aquella humana, al fin y al cabo su pasada aventura fue emocionalmente dura especialmente para ella y sería entendible si no quisiera volver a ver nada que le recordara aquellos acontecimientos, incluyendo la cara de Aylizz. -Eh... Iori, tranquila. Todo está bien, no quería asustarte. Bueno, ni a ti ni a nadie.- comentó al observar la rápida reacción del hombre pájaro, que también la sobresaltó, pero sonrió despreocupadamente al escuchar la explicación de su evasiva -Tranquilo, que yo sepa por aquí no hay peligro alguno... O eso espero.- añadió al ver la reacción de la otra humana, sentada al lado de Iori, que por alguna razón había cambiado drasticamente su expresión.
Tras la presentación, algunos del grupo la invitaron a sentarse. No estaba segura de ser del todo bienvenida, además acababa de cenar y sólo paró en la mesa para saludar, pero después de los inconvenientes causados quizá rechazar el asiento sería descortés, así que decidió sentarse y al menos tomar otro trago, ponerse al día con la que una vez fue su compañera y por qué no, conocer gente nueva... y si finalmente las cosas seguían tensas, disculparse y retirarse. -Camarera, otra jarra, por favor.- pidió al tiempo que se acercaba a una silla vacía para añadirla a la mesa. Estando de espaldas al grupo escuchó cómo el elfo bromeaba acerca de la agarrada de Iori a su pierna y esta vez no pudo evitar una risita. Lo cierto era que se había fijado en su extravagancia desde que entró en el comedor y en cierto modo lo agradecía, estaba cansada de los elfos estirados y arrogantes con los que toda su vida había tratado, haciendo que ella se sintiera fuera de lugar ante aquellos estereotipos que se justamente se había ganado su raza, para su desgracia.
-Para hablar de mis traumas, primero debería saber a quién me dirijo, ¿no crees?- respondió burlona al elfo arqueando una ceja, mientras se sentaba a la mesa en el hueco vacío entre él y Ryuu, guardando las distancias con la mujer al lado de Iori, pues no sabía qué esperar de ella... Al observarles de lejos un rato antes parecía agradable y despreocupada, pero al aparecer ella, su gesto se había torcido y fue la única que no se había pronunciado, tal vez ni si quiera estaba conforme con una desconocida en su mesa... Tendría que ser precavida, por lo que pudiera pasar.
Tras la presentación, algunos del grupo la invitaron a sentarse. No estaba segura de ser del todo bienvenida, además acababa de cenar y sólo paró en la mesa para saludar, pero después de los inconvenientes causados quizá rechazar el asiento sería descortés, así que decidió sentarse y al menos tomar otro trago, ponerse al día con la que una vez fue su compañera y por qué no, conocer gente nueva... y si finalmente las cosas seguían tensas, disculparse y retirarse. -Camarera, otra jarra, por favor.- pidió al tiempo que se acercaba a una silla vacía para añadirla a la mesa. Estando de espaldas al grupo escuchó cómo el elfo bromeaba acerca de la agarrada de Iori a su pierna y esta vez no pudo evitar una risita. Lo cierto era que se había fijado en su extravagancia desde que entró en el comedor y en cierto modo lo agradecía, estaba cansada de los elfos estirados y arrogantes con los que toda su vida había tratado, haciendo que ella se sintiera fuera de lugar ante aquellos estereotipos que se justamente se había ganado su raza, para su desgracia.
-Para hablar de mis traumas, primero debería saber a quién me dirijo, ¿no crees?- respondió burlona al elfo arqueando una ceja, mientras se sentaba a la mesa en el hueco vacío entre él y Ryuu, guardando las distancias con la mujer al lado de Iori, pues no sabía qué esperar de ella... Al observarles de lejos un rato antes parecía agradable y despreocupada, pero al aparecer ella, su gesto se había torcido y fue la única que no se había pronunciado, tal vez ni si quiera estaba conforme con una desconocida en su mesa... Tendría que ser precavida, por lo que pudiera pasar.
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Con los dedos aún engarfiados en el antebrazo y pierna respectivas de sus compañeros, Iori no comprendía qué era lo que le estaba pasando a Selene. La humana no era en absoluto consciente. Miró la reacción de Ryuu como si aquello fuese una escena lejana, subrealista. ¿Una visión había determinado que él moriría a manos de un dragón? Lo notó ponerse detrás de ella y percibió la actitud cálida que había en aquel acto. - Bueno... fue un encuentro en un bosque cerca de Baslodia... hace ya...¿casi un mes...? - comenzó a explicar balbuceando a Ryuu.
Giró el rostro y miró a Zelas enarcando una ceja, reflejando levemente una expresión de no entender. - ¿A un trago primero? ¿Primero de qué?- preguntó. Únicamente cuando el elfo le hizo notar su error la humana comprendió. - ¡Oh lo siento! No era mi intención - Miró a Selene con expresión arrepentida e, incapaz de mantenerle la mirada más de dos segundos se ladeo en dirección al elfo para disculparse ahora con él. - Lo siento, de golpe fue como si todo este lugar se estuviese tambaleando...- Abrió mucho los ojos sorprendida cuando el elfo tomando sus manos, las condujo hacia sus propias orejas en una actitud que a Iori le pareció muy divertida.
No pudo evitar reír suavemente mientras se tomaba las confianzas que Zelas mismo le había dado. - ¿En serio...? Mira que tacto tan curioso... toda esta zona hacia arriba es puro cartílago...- comentó con la sorpresa tiñendo el timbre de voz. Antes de que Ryuu pudiera recuperar su asiento, Iori tomó sin pensarlo una de las ¿manos? con las que la había confortado y puso la oreja de Zelas en ella. - ¿Tú lo notas también? - pregunto sorprendida de aquel tipo de tacto.
Nunca había tenido un elfo tan cerca como para poder analizar a esa distancia la diferencia que había en los rasgos con respecto a los humanos. ¿Nunca? Bueno... no era cierto. Bloqueó antes de que pudiera salir de entre las sombras de sus recuerdos su cara y a su persona. Y casi lo consiguió con su nombre. Nou. Sacudió la cabeza, pretendiendo con ello sacar también de su mente el recuerdo de aquel elfo, y se centró en las personas que tenía delante. - Gracias - musitó esbozando una tierna sonrisa mirando a Zelas.
Situó las manos cruzadas sobre la mesa y se inclinó ligeramente hacia delante, con ánimo de disfrutar de una buena conversación. Aquella posada parecía acogedora, y el ambiente, lejos de la ciudad, parecía prometer calma y diversión. Paseó con la vista por todos los participantes allí, y cuando le tocó el turno a Selene, apartó de nuevo la vista con rapidez, incómoda por el enfado que había generado en ella por su mala reacción. Le gustó que Aylizz se sentase a compartir tiempo con aquel grupo improvisado, aunque una parte de ella se moría de curiosidad por el hombre bestia. Ryuu. Le gustaría preguntarle a qué se refería con eso de la "visión".
Giró el rostro y miró a Zelas enarcando una ceja, reflejando levemente una expresión de no entender. - ¿A un trago primero? ¿Primero de qué?- preguntó. Únicamente cuando el elfo le hizo notar su error la humana comprendió. - ¡Oh lo siento! No era mi intención - Miró a Selene con expresión arrepentida e, incapaz de mantenerle la mirada más de dos segundos se ladeo en dirección al elfo para disculparse ahora con él. - Lo siento, de golpe fue como si todo este lugar se estuviese tambaleando...- Abrió mucho los ojos sorprendida cuando el elfo tomando sus manos, las condujo hacia sus propias orejas en una actitud que a Iori le pareció muy divertida.
No pudo evitar reír suavemente mientras se tomaba las confianzas que Zelas mismo le había dado. - ¿En serio...? Mira que tacto tan curioso... toda esta zona hacia arriba es puro cartílago...- comentó con la sorpresa tiñendo el timbre de voz. Antes de que Ryuu pudiera recuperar su asiento, Iori tomó sin pensarlo una de las ¿manos? con las que la había confortado y puso la oreja de Zelas en ella. - ¿Tú lo notas también? - pregunto sorprendida de aquel tipo de tacto.
Nunca había tenido un elfo tan cerca como para poder analizar a esa distancia la diferencia que había en los rasgos con respecto a los humanos. ¿Nunca? Bueno... no era cierto. Bloqueó antes de que pudiera salir de entre las sombras de sus recuerdos su cara y a su persona. Y casi lo consiguió con su nombre. Nou. Sacudió la cabeza, pretendiendo con ello sacar también de su mente el recuerdo de aquel elfo, y se centró en las personas que tenía delante. - Gracias - musitó esbozando una tierna sonrisa mirando a Zelas.
Situó las manos cruzadas sobre la mesa y se inclinó ligeramente hacia delante, con ánimo de disfrutar de una buena conversación. Aquella posada parecía acogedora, y el ambiente, lejos de la ciudad, parecía prometer calma y diversión. Paseó con la vista por todos los participantes allí, y cuando le tocó el turno a Selene, apartó de nuevo la vista con rapidez, incómoda por el enfado que había generado en ella por su mala reacción. Le gustó que Aylizz se sentase a compartir tiempo con aquel grupo improvisado, aunque una parte de ella se moría de curiosidad por el hombre bestia. Ryuu. Le gustaría preguntarle a qué se refería con eso de la "visión".
Iori Li
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 369
Nivel de PJ : : 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
El hombre bestia se disculpo enseguida tras su reacción y ver que no había nada, aunque si analizaba un poco la situación parecía que aquel hombre con forma de ave parecía tener un miedo no sabía si racional o no hacia los dragones, aunque dado por que iba a morir por manos de uno, era medio normal. Después Zelas empezó a divertirse con la humana mientras la apartaba la mano del cuerpo de la licantropa.
No era que la Niktos no fuera amigable, es que el contacto físico a no ser que fuera necesario o que ella permitiese no lo soportaba y había tenido muchos problemas en otras aldeas o poblaciones por aquel tema. En cuando fue liberada todo el cuerpo de la mujer lobo se relajó mientras se cruzaba de piernas a la vez que tomaba su vaso para tomar un largo trago de hidromiel. Parecía que Zelas la conocía bastante bien como para saber lo que la gustaba y lo agradeció para que pudiera expresar el malestar que ella sentía, seguramente si ella lo hubiera expresado hubiera habido problemas.
Pero entonces notó la disculpa de Iori a la cual miró, parecía bastante arrepentida por aquello incluso temerosa de mirarla. Por una parte la gustaba que la temieran para mantener la distancias, pero por otro lado la daba pena la humana, parecía que había pasado por bastantes cosas y mas tras lo que paso en la otra población-....no importa, ya esta...-quiso quitarle hierro al asunto para que la humana se relajase, estar ante criaturas seguramente mas fuertes que ella en algunos aspectos podía atemorizar a cualquiera.
Las conversaciones iban siguiendo amenamente pero a la Niktos ya la interesaban bastante bien poco, solo iba recogiendo disimuladamente las plumas para entretenerse con algo hasta que su mirada se posó en la ventana. Se quedó mirando hacia allí, parecían unos guardias que buscaban algo o a alguien y se habían parado cerca de aquella posada. Aquello no tenía muy buena pinta, y quizás si esos guardias entraban en el lugar podía haber serios problemas.
No era que la Niktos no fuera amigable, es que el contacto físico a no ser que fuera necesario o que ella permitiese no lo soportaba y había tenido muchos problemas en otras aldeas o poblaciones por aquel tema. En cuando fue liberada todo el cuerpo de la mujer lobo se relajó mientras se cruzaba de piernas a la vez que tomaba su vaso para tomar un largo trago de hidromiel. Parecía que Zelas la conocía bastante bien como para saber lo que la gustaba y lo agradeció para que pudiera expresar el malestar que ella sentía, seguramente si ella lo hubiera expresado hubiera habido problemas.
Pero entonces notó la disculpa de Iori a la cual miró, parecía bastante arrepentida por aquello incluso temerosa de mirarla. Por una parte la gustaba que la temieran para mantener la distancias, pero por otro lado la daba pena la humana, parecía que había pasado por bastantes cosas y mas tras lo que paso en la otra población-....no importa, ya esta...-quiso quitarle hierro al asunto para que la humana se relajase, estar ante criaturas seguramente mas fuertes que ella en algunos aspectos podía atemorizar a cualquiera.
Las conversaciones iban siguiendo amenamente pero a la Niktos ya la interesaban bastante bien poco, solo iba recogiendo disimuladamente las plumas para entretenerse con algo hasta que su mirada se posó en la ventana. Se quedó mirando hacia allí, parecían unos guardias que buscaban algo o a alguien y se habían parado cerca de aquella posada. Aquello no tenía muy buena pinta, y quizás si esos guardias entraban en el lugar podía haber serios problemas.
Selene Niktos
Aprendiz
Aprendiz
Cantidad de envíos : : 47
Nivel de PJ : : 0
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-¿En serio...? Mira que tacto tan curioso... toda esta zona hacia arriba es puro cartílago... ¿Tú lo notas también?- le preguntó la humana, mientras tomaba una de sus garras y hacía que inspeccionara una de las orejas del elfo.
-Pues sí que se siente raro... Pero no creo que a nuestro amigo aquí le haga mucha gracia tener una garra en su oreja ¿no?- comentó divertido (y un tanto incómodo) Ryuu antes de tomar asiento una vez más. Al perecer, Selene ya estaba más tranquila y no parecía querer asesinar salvajemente a nadie con su mirada... Al parecer. El ave tomó nota mental de no acercarse a ella, a menos que la situación (y la loba) lo merite.
A juzgar por las palabras de Zelas y por la curiosidad que notaba en la mirada de Iori, su comentario sobre la visión había llamado la atención del grupo, o al menos de una parte de ellos. El joven bestia tomó un trago de su hidromiel y acto seguido explicó un poco mejor su historia:
-No sé si calificarlo como un trauma, pero aquí va. Mi abuelo es el chaman de mi aldea, y al parecer mi madre heredó de él algunas habilidades chamánicas. Gracias a ellas, mi madre tuvo varias veces el mismo sueño cuando nací. En las visiones, una voz le advertía que yo moriría debido a un dragón. Siempre soñaba lo mismo. por eso mis padres acordaron llamarme Lokiharme Daudinn, que significa "Muerte por dragón" en un antiguo idioma. Como es un poco difícil de pronunciar, me hago llamar Shinoroa Ryuu, o simplemente Ryuu, que significa lo mismo en otro viejo idioma. Podrán entender entonces por qué reaccioné de esa manera antes... Saber qué criatura te va a matar, pero no saber cuándo ni dónde, es... agotador como mínimo...- Terminó su bebida, y notó que Selene seguía juntando sus plumas. En el susto de antes ciertamente había perdido varias de su cabeza. Se ajusto la capucha para que no se notaran tanto los vacíos en su plumaje, cuando vio unos guardias cerca.Sin duda, algo había pasado... o estaba a punto de ocrrir.
-Pues sí que se siente raro... Pero no creo que a nuestro amigo aquí le haga mucha gracia tener una garra en su oreja ¿no?- comentó divertido (y un tanto incómodo) Ryuu antes de tomar asiento una vez más. Al perecer, Selene ya estaba más tranquila y no parecía querer asesinar salvajemente a nadie con su mirada... Al parecer. El ave tomó nota mental de no acercarse a ella, a menos que la situación (y la loba) lo merite.
A juzgar por las palabras de Zelas y por la curiosidad que notaba en la mirada de Iori, su comentario sobre la visión había llamado la atención del grupo, o al menos de una parte de ellos. El joven bestia tomó un trago de su hidromiel y acto seguido explicó un poco mejor su historia:
-No sé si calificarlo como un trauma, pero aquí va. Mi abuelo es el chaman de mi aldea, y al parecer mi madre heredó de él algunas habilidades chamánicas. Gracias a ellas, mi madre tuvo varias veces el mismo sueño cuando nací. En las visiones, una voz le advertía que yo moriría debido a un dragón. Siempre soñaba lo mismo. por eso mis padres acordaron llamarme Lokiharme Daudinn, que significa "Muerte por dragón" en un antiguo idioma. Como es un poco difícil de pronunciar, me hago llamar Shinoroa Ryuu, o simplemente Ryuu, que significa lo mismo en otro viejo idioma. Podrán entender entonces por qué reaccioné de esa manera antes... Saber qué criatura te va a matar, pero no saber cuándo ni dónde, es... agotador como mínimo...- Terminó su bebida, y notó que Selene seguía juntando sus plumas. En el susto de antes ciertamente había perdido varias de su cabeza. Se ajusto la capucha para que no se notaran tanto los vacíos en su plumaje, cuando vio unos guardias cerca.Sin duda, algo había pasado... o estaba a punto de ocrrir.
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Zelas alzo una ceja cuando sintió la garra en sus orejas, por suerte esta no le hizo daño, viendo como ya todos estaban un poco mas calmados, cuando la elfa pregunto a quien se dirigía, Zelas ya recuperando la sobriedad volvió a su comportamiento habitual. -solo soy un elfo mas- dijo mientras comía un trozo de pollo, el hombre pájaro entonces tomo la palabra para comenzar a contar su trauma -oh entonces lo estamos haciendo de verdad, de acuerdo- dijo mientras hacia el gesto universal para describir que no había nada que se pudiera hacer al respecto, en otras palabras, levanto sus hombros e hizo el gesto respectivo con sus manos.
-todos vamos a morir eventualmente sabes?, no sabemos cuando, ni donde, tampoco quien o que, no deberías vivir motivado por tus temores, la vida eterna no existe- dijo con casi nada de tacto, como solía hablar siempre, ya que no concebía el que alguien viviera atemorizado por algo tan trivial, seguían comiendo y bebiendo cuando aparecieron unos guardias en la puerta, Zelas los observo de reojo y continuo comiendo y bebiendo, al fin y al cabo, no tenia nada que temer.
-todos vamos a morir eventualmente sabes?, no sabemos cuando, ni donde, tampoco quien o que, no deberías vivir motivado por tus temores, la vida eterna no existe- dijo con casi nada de tacto, como solía hablar siempre, ya que no concebía el que alguien viviera atemorizado por algo tan trivial, seguían comiendo y bebiendo cuando aparecieron unos guardias en la puerta, Zelas los observo de reojo y continuo comiendo y bebiendo, al fin y al cabo, no tenia nada que temer.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La imagen de su congénere teniendo sus orejas expuestas a las manos de Iori y las emplumadas garras de Ryuu, hizo que un escalofrío le recorriese la espalda y erizase su piel. Al elfo no parecía importarle demasiado aquella intrusión en su espacio vital, pero a ella ese cartílago puntiagudo le resultaba muy sensible al tacto, le provocaba una sensación incómoda y se mostró bastante aprensiva. Un elfo más, eh... Ya, claro. pensó ante la vaga respuesta que recibió del que estaba a su lado, aunque tampoco insistió, considerando que si prefería no revelar su nombre a ella poco le importaba el motivo.
Escuchó con curiosidad lo que contaba Ryuu mientras bebía de su jarra, casi se atragantó cuando explicó la profecía que dictaba su muerte a causa de un dragón, ¿cómo reaccionaría si supiera de sus experiencias con los de esa raza? Miró a Iori con gesto divertido, ahora el encontronazo en el bosque con aquella bestia parecía lejano -Bueno, si necesitas escolta, aquí la humana es experta en ensartarlos. Hace apenas un mes dejó ciego a uno.- bromeó guiñandola un ojo, sin pensar mucho en cómo esas palabras podrían calar en la que había sido su compañera de aventuras anteriormente, más habiendo visto la reacción de hacía unos minutos... Pero de alguna manera empezaba a notarse la ingesta de aquella cerveza anterior, sumada a lo que ya llevaba bebido de la que no hacía mucho le habían servido y la lengua empezaba a ir más rápido que la cabeza.
La tensión en el ambiente que antes se respiraba se fue desvaneciendo poco a poco, advirtiendo que la expresión ruda de la chica que tenía sentada en frente se había suavizado. Sus acompañantes quedaron repentinamente en silencio y llevaron su mirada hacia el exterior de la posada, que quedaba a espaldas de la rubia, por lo que tuvo que girar la cabeza por encima de su hombro para ver qué era lo que miraban con tanto interés y entonces descubrió tras la ventana a varios guardias que remoloneaban alrededor de la posada. No conocía muy bien aquella parte de Sandorai, ciertamente nunca antes había llegado a cruzar el río, de hecho no hacía mucho que había llevado su búsqueda a aquella zona. Desconocía cuál era el pueblo más cercano al cual podrían pertenecer aquellos guardias, tampoco si sería elfico o humano, ya que en aquel bosque comenzaba a disiparse la línea divisoria entre ambas razas, por algo era llamado "bosque de los humanos".
En cualquier caso, por mera precaución, se subió la capucha para tapar los rasgos que delataban su origen y de nuevo se giró hacia la mesa. Ciertamente, no tendría por qué haber problemas, podrían ser soldados que acababan su jornada de trabajo y simplemente se habían acercado allí para beber, aunque ¿en una posada tan oculta entre los árboles, en mitad de la nada? Fuera como fuese, estuvo en calma, al fin y al cabo todavía no habían entrado, quizá ni llegaban a hacerlo, y estaba segura de no haber hecho nada que motivara su persecución, más allá de ser foránea... Pero sus anteriores encuentros con aquel gremio en ciudad ajena no la permitían confiarse, por lo que se mantuvo alerta.
Escuchó con curiosidad lo que contaba Ryuu mientras bebía de su jarra, casi se atragantó cuando explicó la profecía que dictaba su muerte a causa de un dragón, ¿cómo reaccionaría si supiera de sus experiencias con los de esa raza? Miró a Iori con gesto divertido, ahora el encontronazo en el bosque con aquella bestia parecía lejano -Bueno, si necesitas escolta, aquí la humana es experta en ensartarlos. Hace apenas un mes dejó ciego a uno.- bromeó guiñandola un ojo, sin pensar mucho en cómo esas palabras podrían calar en la que había sido su compañera de aventuras anteriormente, más habiendo visto la reacción de hacía unos minutos... Pero de alguna manera empezaba a notarse la ingesta de aquella cerveza anterior, sumada a lo que ya llevaba bebido de la que no hacía mucho le habían servido y la lengua empezaba a ir más rápido que la cabeza.
La tensión en el ambiente que antes se respiraba se fue desvaneciendo poco a poco, advirtiendo que la expresión ruda de la chica que tenía sentada en frente se había suavizado. Sus acompañantes quedaron repentinamente en silencio y llevaron su mirada hacia el exterior de la posada, que quedaba a espaldas de la rubia, por lo que tuvo que girar la cabeza por encima de su hombro para ver qué era lo que miraban con tanto interés y entonces descubrió tras la ventana a varios guardias que remoloneaban alrededor de la posada. No conocía muy bien aquella parte de Sandorai, ciertamente nunca antes había llegado a cruzar el río, de hecho no hacía mucho que había llevado su búsqueda a aquella zona. Desconocía cuál era el pueblo más cercano al cual podrían pertenecer aquellos guardias, tampoco si sería elfico o humano, ya que en aquel bosque comenzaba a disiparse la línea divisoria entre ambas razas, por algo era llamado "bosque de los humanos".
En cualquier caso, por mera precaución, se subió la capucha para tapar los rasgos que delataban su origen y de nuevo se giró hacia la mesa. Ciertamente, no tendría por qué haber problemas, podrían ser soldados que acababan su jornada de trabajo y simplemente se habían acercado allí para beber, aunque ¿en una posada tan oculta entre los árboles, en mitad de la nada? Fuera como fuese, estuvo en calma, al fin y al cabo todavía no habían entrado, quizá ni llegaban a hacerlo, y estaba segura de no haber hecho nada que motivara su persecución, más allá de ser foránea... Pero sus anteriores encuentros con aquel gremio en ciudad ajena no la permitían confiarse, por lo que se mantuvo alerta.
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Abrió mucho los ojos escuchando la narración de Ryuu completamente arrobada. El hombre bestia hablaba de su propia vida como si fuese un evento de una novela con una calma que Iori admiraba. Terminó la historia y terminó la bebida, y a ojos de la humana la figura de Ryuu parecía resplandecer, con el mismo color que los héroes debían de brillar según lo que ella se imaginaba. Le pareció una persona muy dura aún siendo conocedor de aquellas visiones de su madre. Sin embargo, pensar en si el destino como tal existía, o cada uno iba haciendo su propio camino era algo que intrigaba a Iori si se paraba a pensar en ello.
En cambio Zelas parecía una persona mucho más práctica. Su forma de afrontar la vida sonaba más a la escuela de "aprovecha el momento mientras estés en el presente". La humana lo miró entrecerrando los ojos. Ambos exponían buenos argumentos, marcados por las circunstancias de cada uno. Y a pesar de ello, Iori sintió dentro de ella que en el fondo, lo único con lo que podían contar, lo único que era real era el aquí y ahora. Pensar en el futuro a largo plazo nunca había entrado dentro de sus planes. Se cruzó de brazos pensando en ello, ajena a las observaciones que sus compañeros de mesa podían haber hecho de lo que sucedía en su entorno.
Miró para Aylizz al instante en el que la elfa habló. Aunque había sido poco tiempo, apenas dos días los que habían compartido juntas, la intensidad de los eventos que se sucedieron hizo posible que Iori desarrollada una especie de sensibilidad hacia ella. Había pensado muchas veces en la hermosa elfa rubia de la que se había despedido a las afueras de Baslodia, y a pesar de las semanas que habían pasado, el timbre de su voz funcionaba como una llamada, accionando en ella el resorte de la atención. - ¿Qué? No no, no... aquello solo fue porque el ojo en ese tamaño resulta bastante más grande -
Alzó las manos con las palmas hacia arriba. - Era más sencillo acertarle. No es nada como lo que Aylizz está diciendo... De hecho creo que de todos los que estamos aquí...- Pasó la vista por Zelas y su arma, por Ryuuu y sus garras, por Selene con aquella aura de peligro, y volvió a fijar los ojos en Aylizz. Aunque la elfa resultara encantadora podría cometer un error juzgándola solamente por su físico. Pero para bien o para mal, Iori la había visto pelear. Y era algo inenarrable. - Estoy segura de que soy la más inútil en cuanto a combates se refiere -
En cambio Zelas parecía una persona mucho más práctica. Su forma de afrontar la vida sonaba más a la escuela de "aprovecha el momento mientras estés en el presente". La humana lo miró entrecerrando los ojos. Ambos exponían buenos argumentos, marcados por las circunstancias de cada uno. Y a pesar de ello, Iori sintió dentro de ella que en el fondo, lo único con lo que podían contar, lo único que era real era el aquí y ahora. Pensar en el futuro a largo plazo nunca había entrado dentro de sus planes. Se cruzó de brazos pensando en ello, ajena a las observaciones que sus compañeros de mesa podían haber hecho de lo que sucedía en su entorno.
Miró para Aylizz al instante en el que la elfa habló. Aunque había sido poco tiempo, apenas dos días los que habían compartido juntas, la intensidad de los eventos que se sucedieron hizo posible que Iori desarrollada una especie de sensibilidad hacia ella. Había pensado muchas veces en la hermosa elfa rubia de la que se había despedido a las afueras de Baslodia, y a pesar de las semanas que habían pasado, el timbre de su voz funcionaba como una llamada, accionando en ella el resorte de la atención. - ¿Qué? No no, no... aquello solo fue porque el ojo en ese tamaño resulta bastante más grande -
Alzó las manos con las palmas hacia arriba. - Era más sencillo acertarle. No es nada como lo que Aylizz está diciendo... De hecho creo que de todos los que estamos aquí...- Pasó la vista por Zelas y su arma, por Ryuuu y sus garras, por Selene con aquella aura de peligro, y volvió a fijar los ojos en Aylizz. Aunque la elfa resultara encantadora podría cometer un error juzgándola solamente por su físico. Pero para bien o para mal, Iori la había visto pelear. Y era algo inenarrable. - Estoy segura de que soy la más inútil en cuanto a combates se refiere -
Iori Li
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 369
Nivel de PJ : : 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Todos vamos a morir eventualmente sabes?, no sabemos cuando, ni donde, tampoco quien o que, no deberías vivir motivado por tus temores, la vida eterna no existe- comentó Zelas.
-Y te doy toda la razón, uno no debería vivir siempre con miedo. Por eso mismo es que decidí dejar mi aldea. Ya me cansé de vivir encerrado por temor. Prefiero conocer el mundo y conseguir mis objetivos, y enfrentar ese final cara a cara en vez de ocultarme de él. Pero... las viejas costumbres son difíciles de eliminar- respondió Ryuu.
Al escuchar las palabras de Aylizz sobre Iori y su encuentro con un dragón, el pájaro no pudo evitar observar a la humana bajo una nueva luz. Ciertamente, no parecía una guerrera, pero no sería la primera vez en que las apariencias lo engañaban. ¿O acaso no estuvo a punto de comerse a dos mausus unos días atrás pensando que eran roedores comunes y corrientes?
-Lo tendré en cuenta para futuras ocasiones. Si alguna vez debo ir al norte, me aseguraré de contratarte como guardaespaldas- comentó el ave , riendo.
-¿Qué? No no, no... aquello solo fue porque el ojo en ese tamaño resulta bastante más grande. Era más sencillo acertarle. No es nada como lo que Aylizz está diciendo... De hecho creo que de todos los que estamos aquí... Estoy segura de que soy la más inútil en cuanto a combates se refiere- Iori se justificaba, al parecer un poco nerviosa por volverse el centro de la conversación.
Ryuu no sabía aún nada sobre el desempeño en combate de las recién llegadas, pero no podía negar que la humana no parecía estar al nivel de los otros ocupantes de aquella mesa. Selene había demostrado con sólo una mirada que era una mujer peligrosa si así lo deseaba, sin contar el hecho de su capacidad para transformarse; Zelas seguramente era un guerrero bastante capaz, hecho que se podía comprobar con sus capacidades acrobáticas incluso pasado de copas; y el propio hombre bestia ya tenía experiencia en combate de sus días como cazador y guardia de su aldea. En cambio la humana parecía ser una chica común y corriente...
-Si realmente lograste cegar a un dragón, sólo se me ocurren dos explicaciones... O tuviste muchísima suerte, o realmente tienes talento para las batallas. Cualquiera sea la razón, hay una cosa cierta: siempre se puede mejorar, así que no deberías sentirte mal por ser la más "inútil" de nosotros. O quizá tu punto fuerte no sea el combate, sino otra cosa...- comentó el joven bestia, mientras se encogía de hombros.
Selene no parecía seguir la charla, o al menos no intervenía en ella. Tal vez se había quedado absorta mirando hacia fuera o a los guardias...
-Y te doy toda la razón, uno no debería vivir siempre con miedo. Por eso mismo es que decidí dejar mi aldea. Ya me cansé de vivir encerrado por temor. Prefiero conocer el mundo y conseguir mis objetivos, y enfrentar ese final cara a cara en vez de ocultarme de él. Pero... las viejas costumbres son difíciles de eliminar- respondió Ryuu.
Al escuchar las palabras de Aylizz sobre Iori y su encuentro con un dragón, el pájaro no pudo evitar observar a la humana bajo una nueva luz. Ciertamente, no parecía una guerrera, pero no sería la primera vez en que las apariencias lo engañaban. ¿O acaso no estuvo a punto de comerse a dos mausus unos días atrás pensando que eran roedores comunes y corrientes?
-Lo tendré en cuenta para futuras ocasiones. Si alguna vez debo ir al norte, me aseguraré de contratarte como guardaespaldas- comentó el ave , riendo.
-¿Qué? No no, no... aquello solo fue porque el ojo en ese tamaño resulta bastante más grande. Era más sencillo acertarle. No es nada como lo que Aylizz está diciendo... De hecho creo que de todos los que estamos aquí... Estoy segura de que soy la más inútil en cuanto a combates se refiere- Iori se justificaba, al parecer un poco nerviosa por volverse el centro de la conversación.
Ryuu no sabía aún nada sobre el desempeño en combate de las recién llegadas, pero no podía negar que la humana no parecía estar al nivel de los otros ocupantes de aquella mesa. Selene había demostrado con sólo una mirada que era una mujer peligrosa si así lo deseaba, sin contar el hecho de su capacidad para transformarse; Zelas seguramente era un guerrero bastante capaz, hecho que se podía comprobar con sus capacidades acrobáticas incluso pasado de copas; y el propio hombre bestia ya tenía experiencia en combate de sus días como cazador y guardia de su aldea. En cambio la humana parecía ser una chica común y corriente...
-Si realmente lograste cegar a un dragón, sólo se me ocurren dos explicaciones... O tuviste muchísima suerte, o realmente tienes talento para las batallas. Cualquiera sea la razón, hay una cosa cierta: siempre se puede mejorar, así que no deberías sentirte mal por ser la más "inútil" de nosotros. O quizá tu punto fuerte no sea el combate, sino otra cosa...- comentó el joven bestia, mientras se encogía de hombros.
Selene no parecía seguir la charla, o al menos no intervenía en ella. Tal vez se había quedado absorta mirando hacia fuera o a los guardias...
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Entonces brindo por enfrentar a los finales a la cara- comento alegremente Zelas cuando siguieron las conversaciones, todos reían y comentaban distintas cosas, cuando Aylizz comento la hazaña de la humana y después lori le resto importancia, Zelas aprovecho para hacer una broma al respecto. -Nadie es inútil lori, hasta los cadáveres tienen utilidad- comento al momento que se encogía de hombros.
El elfo alzo la ceja al momento que Ryuu comentaba sobre las otras habilidades de Iori, no lo hacia por el comentario del hombre pájaro en si, sino por el hecho que los guardias estaban preguntando por un nombre en particular, por suerte la mayoría de los comensales eran de distintas razas, así que cuando los guardias llegaron a la mesa de ellos, Zelas no tuvo ningún problema en recibirlos con una sonrisa. -Buenas tardes, lamentamos la interrupción pero esta mañana alguien cometió la fechoría de robarle a nuestro empleador, el señor que nos contrato solo nos dijo el nombre y la raza del malhechor, el individuo en cuestión se hace llamar Zelas del viento, por lo que sabemos es un elfo que se encuentra vagando en el bosque, si alguno de ustedes lo conoce estaríamos agradecidos de cualquier información que puedan aportar- comentaron los guardias, prestando singular atención en como reaccionarían los dos elfos que se encontraban en esa mesa.
Zelas sin cambiar para nada su sonrisa y se desentendió del asunto, -lamento lo sucedido, no conozco a nadie con ese nombre, pero con gusto les diré los nuestros, la chica seria se llama Selene, se ve toda ruda pero es un encanto de persona cuando la llegas a conocer, la otra muchacha llama lori, así como la ves que no pareciera matar una mosca, puede arrancarle los ojos a cualquier dragon que le mire feo, mi coterranea se llama Aylizz, caza dragones junto a lori, el hombre pájaro se llama Ryuu, esta en una cruzada para enfrentar a su destino, y este servidor se llama Cornaith Hazelmere, solo soy una espada que trabaja para el mejor postor- comento mientras se restaba importancia a si mismo, y mentía sin descaro alguno, los guardias se miraron extrañados ante semejante introducción, -bueno no necesitábamos todo un resumen al respecto, lamentamos las molestias- comentaron sin encontrar nada extraño y siguieron con su investigación en las siguientes mesas. Zelas volvió a tomar un trago de cerveza, esta vez con la sensación de que había logrado salirse con la suya.
El elfo alzo la ceja al momento que Ryuu comentaba sobre las otras habilidades de Iori, no lo hacia por el comentario del hombre pájaro en si, sino por el hecho que los guardias estaban preguntando por un nombre en particular, por suerte la mayoría de los comensales eran de distintas razas, así que cuando los guardias llegaron a la mesa de ellos, Zelas no tuvo ningún problema en recibirlos con una sonrisa. -Buenas tardes, lamentamos la interrupción pero esta mañana alguien cometió la fechoría de robarle a nuestro empleador, el señor que nos contrato solo nos dijo el nombre y la raza del malhechor, el individuo en cuestión se hace llamar Zelas del viento, por lo que sabemos es un elfo que se encuentra vagando en el bosque, si alguno de ustedes lo conoce estaríamos agradecidos de cualquier información que puedan aportar- comentaron los guardias, prestando singular atención en como reaccionarían los dos elfos que se encontraban en esa mesa.
Zelas sin cambiar para nada su sonrisa y se desentendió del asunto, -lamento lo sucedido, no conozco a nadie con ese nombre, pero con gusto les diré los nuestros, la chica seria se llama Selene, se ve toda ruda pero es un encanto de persona cuando la llegas a conocer, la otra muchacha llama lori, así como la ves que no pareciera matar una mosca, puede arrancarle los ojos a cualquier dragon que le mire feo, mi coterranea se llama Aylizz, caza dragones junto a lori, el hombre pájaro se llama Ryuu, esta en una cruzada para enfrentar a su destino, y este servidor se llama Cornaith Hazelmere, solo soy una espada que trabaja para el mejor postor- comento mientras se restaba importancia a si mismo, y mentía sin descaro alguno, los guardias se miraron extrañados ante semejante introducción, -bueno no necesitábamos todo un resumen al respecto, lamentamos las molestias- comentaron sin encontrar nada extraño y siguieron con su investigación en las siguientes mesas. Zelas volvió a tomar un trago de cerveza, esta vez con la sensación de que había logrado salirse con la suya.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La reacción de Iori fue tal y cómo se esperaba, aunque al juzgar por los comentarios que ambos varones hicieron al respecto la hizo pensar si habría sonado demasiado convincente en aquella broma. No quiso hacer sentir mal a la que por segunda vez compartía con ella una mesa de taberna, sin embargo, la última vez no tuvieron tiempo para estar tranquilas y tener conversaciones banales entre bromas y aquella parecía una buena oportunidad para hacerlo. Además, la situación provocada por la mención al dragón en cierta medida había servido para romper el hielo, no sólo porque el llamado Ryuu se hubiera mostrado abierto a contar su mayor temor a pesar de encontrarse con un puñado de desconocidos, sino porque el ocurrente humor del elfo amenizaba la conversación. Levantó la jarra, ya medio vacía, para unirse al brindis propuesto y tras el trago correspondiente, añadió unas palabras de aliento para la humana -Bah... Suerte o no, ¡saliste viva! La naturaleza es sabia, alguien realmente inútil habría sido pasto de gusanos ante la primera amenaza- se reclinó hacia delante ligeramente sobre la mesa, para acercarse a la chica, señalándola directamente a la cara -Y tú te libraste de unas cuantas, amiguita- dijo, dándole un toquecito en la nariz, poniéndole el punto a aquella frase.
No se había percatado de que los guardias habían entrado en la posada, acercándose a las mesas, una por una. Cuando quiso reaccionar, ya habían llegado a la que ellos ocupaban y se notó lenta al escuchar preguntar por un tal Zelas del Viento. Fue su congénere el que tomó la iniciativa de responder, dando a conocer las identidades de los allí presentes... Aunque con cierta inexactitud, ¿cazadoras de dragones? Tuvo que contener las fuertes ganas de reírse que le entraron al escuchar aquello, si bien no tanto por lo que a ella le pareció una broma, como por la situación de verse presentada de aquella forma ante unos guardias que miraban al grupo con cara de pocas amistades. Todo les debió parecer en orden, puesto que sin más preguntas continuaron la ronda. -Perdona, pero... ¿has dicho Hazelmere?- preguntó cuando aquel apellido resonó en su cabeza -He oído hablar de tu familia, pero nunca había conocido a uno. Nunca hubiera esperado encontrarlo en un lugar como este, en tierras de los hombres.- le miró, intentado simular una mirada de sospecha -Cornaith... Estás lejos de casa.- añadió, susurrando eso último.
Viendo que no parecía correr peligro y empezando a notar una sensación de calidez, decidió que de nada servía mantenerse oculta bajo la tela, más aún cuando el elfo ya se había encargado de identificarla públicamente. Se bajó la capucha y se desabrochó el cuello, dejando caer su túnica a la espalda para que se enganchara en el respaldo de la silla. A pesar de la indiferencia que se desprendía del ambiente, en el que todos los presentes en el lugar estaban inmersos en sus propias conversaciones o juegos de taberna, la irrupción de los soldados habían generado cierta turbiedad. Comenzó a tener la sensación de que algunos ojos les dedicaban miradas de desconfianza y no tardaron en ser señalados por un par de hombres sentados a la barra, cuando las autoridades llegaron a ellos. Con brusquedad, el grupo armado se acercó nuevamente a su mesa, colocándose a espaldas de la humana y el elfo, y el que anteriormente había indagado con amabilidad, ahora apoyó firmemente su mano sobre el hombro del sandoriano. -A ver, Cornaith Hazelmere, tenemos un problema por aquí. Hay unos hombres que dicen haberte visto entrar... Animado, digamos, presentándote a gritos ante el pájaro y la chica ruda. Y es curioso que aseguren haberte escuchado nombrar Zelas. Pero eso no puede ser, ¿verdad? Porque eso significaría que has tenido la poca agudeza de habernos mentido-
No se había percatado de que los guardias habían entrado en la posada, acercándose a las mesas, una por una. Cuando quiso reaccionar, ya habían llegado a la que ellos ocupaban y se notó lenta al escuchar preguntar por un tal Zelas del Viento. Fue su congénere el que tomó la iniciativa de responder, dando a conocer las identidades de los allí presentes... Aunque con cierta inexactitud, ¿cazadoras de dragones? Tuvo que contener las fuertes ganas de reírse que le entraron al escuchar aquello, si bien no tanto por lo que a ella le pareció una broma, como por la situación de verse presentada de aquella forma ante unos guardias que miraban al grupo con cara de pocas amistades. Todo les debió parecer en orden, puesto que sin más preguntas continuaron la ronda. -Perdona, pero... ¿has dicho Hazelmere?- preguntó cuando aquel apellido resonó en su cabeza -He oído hablar de tu familia, pero nunca había conocido a uno. Nunca hubiera esperado encontrarlo en un lugar como este, en tierras de los hombres.- le miró, intentado simular una mirada de sospecha -Cornaith... Estás lejos de casa.- añadió, susurrando eso último.
Viendo que no parecía correr peligro y empezando a notar una sensación de calidez, decidió que de nada servía mantenerse oculta bajo la tela, más aún cuando el elfo ya se había encargado de identificarla públicamente. Se bajó la capucha y se desabrochó el cuello, dejando caer su túnica a la espalda para que se enganchara en el respaldo de la silla. A pesar de la indiferencia que se desprendía del ambiente, en el que todos los presentes en el lugar estaban inmersos en sus propias conversaciones o juegos de taberna, la irrupción de los soldados habían generado cierta turbiedad. Comenzó a tener la sensación de que algunos ojos les dedicaban miradas de desconfianza y no tardaron en ser señalados por un par de hombres sentados a la barra, cuando las autoridades llegaron a ellos. Con brusquedad, el grupo armado se acercó nuevamente a su mesa, colocándose a espaldas de la humana y el elfo, y el que anteriormente había indagado con amabilidad, ahora apoyó firmemente su mano sobre el hombro del sandoriano. -A ver, Cornaith Hazelmere, tenemos un problema por aquí. Hay unos hombres que dicen haberte visto entrar... Animado, digamos, presentándote a gritos ante el pájaro y la chica ruda. Y es curioso que aseguren haberte escuchado nombrar Zelas. Pero eso no puede ser, ¿verdad? Porque eso significaría que has tenido la poca agudeza de habernos mentido-
Última edición por Aylizz Wendell el Mar Mayo 12 2020, 10:11, editado 1 vez
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Los ojos azules se clavaron en el rostro de Ryuu. Entendió por su comentario que aquello era una broma. Evidentemente no había nada en Iori que pudiera ser relacionado con el oficio de guardaespaldas. Para arar la tierra en líneas rectas y ser capaz de seleccionar las semillas que mejor fruto darían, ah sí, en eso sí que podía contar con ella. Le sonrió de forma genuina al hombre bestia, sintiendo una extraña camaradería naciendo hacia él.
Alzó el vaso de agua cuando Zelas propuso el brindis con alegría, y enarcó una ceja a la mención de los cadáveres. Por su manera de ser, él no se parecía a ningún elfo que hubiese conocido antes. Claro que eso en la corta experiencia de Iori significaba a Nousis por un lado, y a Aylizz por el otro. Suponía que con tan poco recorrido no podía saber si aquellas criaturas tenían a un comportamiento más similar a la elegancia y serenidad que transmitían sus compañeros de aventuras en Baslodia, o si era habitual un carácter despreocupado como el que mostraba él.
Se rió por lo bajo acercando el vaso a sus labios para beber. Ensanchando un poco más la sonrisa al comprobar que en compañía, era capaz de pasar de puntillas sobre el recuerdo metálico de los ojos de Nou. Mientras tragaba con el vaso en lo alto, observó a su lado como Aylizz se inclinaba hacia ella sobre la mesa, acortando la distancia. Aún con la capucha cubriendo parcialmente su rostro, la humana pudo distinguir de forma perfecta sus facciones. Parpadeó y se atragantó, apartando el vaso a tiempo para dejar que por la comisura resbalase un fino hilo de agua mal controlado por su boca. En aquel lugar, el rostro de la elfa suponía una visión que quitaba el aliento. Y todavía más cuando realizaba esas peligrosas aproximaciones no anunciadas.
Se imaginó ponerle un cascabel en el pelo, o en su cuello, para anticipar sus movimientos y tenerla localizada. Y se encontró a si misma comprendiendo que aquella idea la complacía. Limpió con el dorso de la mano la comisura mojada de su labio y se quedó congelada, sin poder apartar la mirada engarzada en la de la elfa. Le estaba hablando de haber salido viva, tras lo mucho que pasaron, pero sus palabras llegaban casi amortiguadas mientras el corazón de Iori latía rápido, encargándose de ensordecer un poco sus oídos con la velocidad con la que sentía la sangre zumbar tras las orejas. Entreabrió los labios por inercia cuando el dedo de su compañera se extendió, tocando con suavidad la punta de su nariz.
Se dio cuenta de que se había olvidado de respirar cuando los pulmones comenzaron a protestar con molestia. Parpadeó y clavó la vista en el horizonte, en el otro lado de la sala, mirando sin ver. Joder. De todos los sonidos que había en aquel momento en la animada posada, lo que escuchaba Iori con más claridad eran los latidos de su propio corazón. Notó como bajaba la capucha, pero asumió que era mejor idea evitar mirarla de nuevo, hasta que no se relajase un poco más. En cambio, la superficie del agua en su vaso, le pareció súper entretenida, algo digno de focalizar la atención.
La aparición de los guardias la tomó por sorpresa, ayudando que el ambiente en su mente bajase de intensidad. Miró a todos los presentes, con toda la inocencia que su condición transmitía. Más perdida que un pulpo en el bosque. Esbozó una sonrisa suave y los observó alejarse, antes de dirigir una expresión de incomprensión hacia ¿Zelas? Aylizz parecía también confundida por el cambio de nombre, sin embargo en su caso había una información de la que la humana carecía. Entre familias de elfos debían de conocerse. Prestó atención a la conversación que iniciaban cuando los guardias... decidieron volver. Iori se estiró hacia atrás ligeramente, y sin ser consciente adquirió una actitud ligeramente defensiva hacia el elfo que estaba sentado hacia su lado frente a los guardias. No lo conocía de nada pero, hasta que se demostrarse lo contrario, para la humana todas las personas eran buenas. Evidentemente, gran error de pensamiento que no la llevaría muy lejos.
Alzó el vaso de agua cuando Zelas propuso el brindis con alegría, y enarcó una ceja a la mención de los cadáveres. Por su manera de ser, él no se parecía a ningún elfo que hubiese conocido antes. Claro que eso en la corta experiencia de Iori significaba a Nousis por un lado, y a Aylizz por el otro. Suponía que con tan poco recorrido no podía saber si aquellas criaturas tenían a un comportamiento más similar a la elegancia y serenidad que transmitían sus compañeros de aventuras en Baslodia, o si era habitual un carácter despreocupado como el que mostraba él.
Se rió por lo bajo acercando el vaso a sus labios para beber. Ensanchando un poco más la sonrisa al comprobar que en compañía, era capaz de pasar de puntillas sobre el recuerdo metálico de los ojos de Nou. Mientras tragaba con el vaso en lo alto, observó a su lado como Aylizz se inclinaba hacia ella sobre la mesa, acortando la distancia. Aún con la capucha cubriendo parcialmente su rostro, la humana pudo distinguir de forma perfecta sus facciones. Parpadeó y se atragantó, apartando el vaso a tiempo para dejar que por la comisura resbalase un fino hilo de agua mal controlado por su boca. En aquel lugar, el rostro de la elfa suponía una visión que quitaba el aliento. Y todavía más cuando realizaba esas peligrosas aproximaciones no anunciadas.
Se imaginó ponerle un cascabel en el pelo, o en su cuello, para anticipar sus movimientos y tenerla localizada. Y se encontró a si misma comprendiendo que aquella idea la complacía. Limpió con el dorso de la mano la comisura mojada de su labio y se quedó congelada, sin poder apartar la mirada engarzada en la de la elfa. Le estaba hablando de haber salido viva, tras lo mucho que pasaron, pero sus palabras llegaban casi amortiguadas mientras el corazón de Iori latía rápido, encargándose de ensordecer un poco sus oídos con la velocidad con la que sentía la sangre zumbar tras las orejas. Entreabrió los labios por inercia cuando el dedo de su compañera se extendió, tocando con suavidad la punta de su nariz.
Se dio cuenta de que se había olvidado de respirar cuando los pulmones comenzaron a protestar con molestia. Parpadeó y clavó la vista en el horizonte, en el otro lado de la sala, mirando sin ver. Joder. De todos los sonidos que había en aquel momento en la animada posada, lo que escuchaba Iori con más claridad eran los latidos de su propio corazón. Notó como bajaba la capucha, pero asumió que era mejor idea evitar mirarla de nuevo, hasta que no se relajase un poco más. En cambio, la superficie del agua en su vaso, le pareció súper entretenida, algo digno de focalizar la atención.
La aparición de los guardias la tomó por sorpresa, ayudando que el ambiente en su mente bajase de intensidad. Miró a todos los presentes, con toda la inocencia que su condición transmitía. Más perdida que un pulpo en el bosque. Esbozó una sonrisa suave y los observó alejarse, antes de dirigir una expresión de incomprensión hacia ¿Zelas? Aylizz parecía también confundida por el cambio de nombre, sin embargo en su caso había una información de la que la humana carecía. Entre familias de elfos debían de conocerse. Prestó atención a la conversación que iniciaban cuando los guardias... decidieron volver. Iori se estiró hacia atrás ligeramente, y sin ser consciente adquirió una actitud ligeramente defensiva hacia el elfo que estaba sentado hacia su lado frente a los guardias. No lo conocía de nada pero, hasta que se demostrarse lo contrario, para la humana todas las personas eran buenas. Evidentemente, gran error de pensamiento que no la llevaría muy lejos.
Iori Li
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 369
Nivel de PJ : : 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La aparición de los guardias en la posada tomó un poco desprevenido al joven. Estaba pendiente de las palabras de sus compañeros de mesa, por lo que no prestó demasiada atención a lo que decían aquellos soldados. En cuanto el ambiente entre Iori y Aylizz se puso un poco... animado, el chico desvió la mirada un poco incómodo.
Cuando los guardias llegaron a su mesa y preguntaron por Zelas, Ryuu abrió los ojos bastante sorprendido. Para fortuna del elfo, este hecho pasó desapercibido ya que la mitad del rostro del ave estaba tapado en ese momento por su jarra. Una vez que se retiraron y el lugar parecía más seguro, comentó en voz baja: -Así que no era una broma, realmente robaste esas monedas... No pienso delatarte, pero tampoco cubrirte. Lo siento... Aunque debo agradecerte por la comida y la bebida.-
Cuando los soldados volvieron unos momentos después, el pájaro se limitó a mirar distraídamente a sus alrededores y balbucear algunas cosas sin sentido, simulando estar ebrio. No tuvo que esforzarse demasiado, ya que no le faltaba mucho para llegar realmente a esa condición.
Cuando los guardias llegaron a su mesa y preguntaron por Zelas, Ryuu abrió los ojos bastante sorprendido. Para fortuna del elfo, este hecho pasó desapercibido ya que la mitad del rostro del ave estaba tapado en ese momento por su jarra. Una vez que se retiraron y el lugar parecía más seguro, comentó en voz baja: -Así que no era una broma, realmente robaste esas monedas... No pienso delatarte, pero tampoco cubrirte. Lo siento... Aunque debo agradecerte por la comida y la bebida.-
Cuando los soldados volvieron unos momentos después, el pájaro se limitó a mirar distraídamente a sus alrededores y balbucear algunas cosas sin sentido, simulando estar ebrio. No tuvo que esforzarse demasiado, ya que no le faltaba mucho para llegar realmente a esa condición.
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Mi familia es conocida y numerosa, es inevitable llamar un poco la atención- comento Zelas Cornaith al momento que escuchaba como mencionaba que se encontraba lejos de casa este se encogió de hombros, Ryuu comento que no le cubriría la espalda ante lo cual Zelas Cornaith no pudo estar mas de acuerdo.
Los guardias regresaron entonces diciendo que otros lo habían escuchado presentarse como Zelas e incluso insinuaban que el elfo estaba mintiendo,Zelas con una sonrisa inquebrantable comenzó lo que mas tarde se conocería como una de las maniobras mas descaradas vistas en un elfo. -Vamos acaso no es obvio, analiza la situación por un momento, que necesidad tengo de mentir, en primer lugar estoy en la mejor mesa de esta posada, estoy acompañado por 3 bellezas y un pájaro, es obvio que les desagrado de entrada, hubieras llegado preguntando por Lorenzo Lamas, por darte un nombre cualquiera, y estoy mas que seguro que te habrían dicho que yo había llegado presentándome con ese nombre, quien realmente llega presentándose con bombos y platillos?, Soy un elfo, soy bien parecido según me han dicho y te recalco el hecho que estoy sentado con 3 bellezas y un pájaro.... realmente necesito argumentar mas?- los guardias se observaron un momento y observaron a los demás comensales. -No encuentro fallas en su lógica- comento uno de los guardias al otro, -pues si, si lo pones en ese punto Cornaith, incluso yo estoy un poco envidioso de la situación, disculpa la molestia ya no los molestaremos mas- comento el guardia disculpándose y así ambos guardias salieron de la posada siguiendo su búsqueda por el elfo fugitivo.
Varios comensales comenzaron a reír ante la desfachatez del elfo, incluso el mismo Zelas se rió de la situación y bebió otro sorbo de su cerveza -ja! nunca pensé que mi hermano mayor alguna vez seria de utilidad jajajaja los beneficios de tener una familia numerosa es que siempre puedes cambiarte el nombre cuando sea necesario.- acto seguido se levanto un momento aprovechando que ya había pasado un rato desde que los guardias se habían ido -la siguiente ronda va por mi cuenta brindo por Lorenzo Lamas- comento el elfo divertido y la mayoría de los comensales correspondieron su brindis, animando el ambiente de aquella posada considerablemente.
Los guardias regresaron entonces diciendo que otros lo habían escuchado presentarse como Zelas e incluso insinuaban que el elfo estaba mintiendo,
Varios comensales comenzaron a reír ante la desfachatez del elfo, incluso el mismo Zelas se rió de la situación y bebió otro sorbo de su cerveza -ja! nunca pensé que mi hermano mayor alguna vez seria de utilidad jajajaja los beneficios de tener una familia numerosa es que siempre puedes cambiarte el nombre cuando sea necesario.- acto seguido se levanto un momento aprovechando que ya había pasado un rato desde que los guardias se habían ido -la siguiente ronda va por mi cuenta brindo por Lorenzo Lamas- comento el elfo divertido y la mayoría de los comensales correspondieron su brindis, animando el ambiente de aquella posada considerablemente.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La elocuente respuesta del elfo terminó de convencer a los guardias, que por otro lado tampoco parecían tener una mente demasiado astuta. Aylizz miraba a sus compañeros de mesa perpleja ante la facilidad del Hazelmere para inventar respuestas rápidas, aunque a cada palabra que escuchaba estaba más convencida de que él era al que buscaban, eso explicaría por qué antes no había querido presentarse ante ella, aunque por lo visto los demás si parecían ser conocedores de la farsa. Poco después de marchar el grupo de hombres, lo dejó claro, aquel sí era su apellido pero el nombre lo tomó prestado, así que por lógica, sí era Zelas del Viento.
Sonrió divertida cuando el elfo se puso en pie e invitó a todos los presentes a una ronda, ¿en serio tenía tanta cara de pedir bebida para todos a costa de quien fuera que fuese el legítimo dueño de todo ese dinero? En un primer momento, aceptar le pareció de dudosa moralidad, aunque dando el último trago a su jarra y viendo que el ambiente parecía animarse, rápido dejó de pensar en ello. Bueno, en ello y en todo lo demás en realidad, estaba a punto de empezar su tercera cerveza, así que las ideas claras comenzaban a disiparse. Levantó la mano, animada, y con un gesto pidió que trajeran bebida para los cinco, apreciando lo parados que estaban sus acompañantes... -Vaya.. Por un momento he pensado que esto se iba a poner feo- comentó dejándose caer sobre el respaldo de su silla, con postura relajada, -¿De verdad no pensabas cubrirle?- preguntó Aylizz al hombre-pájaro al reparar en el comentario que momentos antes había hecho, señalando con dejadez al ladrón de orejas largas.
Reparó entonces en el rostro de Iori, parecía algo descompuesto y hacía rato que no decía nada. Arqueó una ceja y a continuación agarró la jarra que le correspondía y se la puso en la mano, cambiándola por el vaso de agua que estaba sujetando. -¿Y a ti qué te pasa? Relájate, ¡anímate! Los guardias se han ido y estamos invitadas.- soltó una pequeña risa, a pesar del tenso inicio, la velada había tornado a una situación relajada y se sentía a gusto en esa extraña compañía. Hacía tiempo que no realizaba un alto en el camino para relacionarse y divertirse sin más, y la verdad era que sus experiencias anteriores en zonas rurales habían sido agradables, nada comparadas con las de ciudad. Hasta los guardias de pueblo parecían más despreocupados, quién lo diría. Cuando el elfo volvió a su sitio, se vio obligada a preguntar -¿Por qué "del Viento"? ¿Es porque los aeros vuelan si estás cerca? ¿Debería guardar mejor mis pertenencias ahora que sé que eres un ratero?- bromeó, llevándose la mano a su morral.
Sonrió divertida cuando el elfo se puso en pie e invitó a todos los presentes a una ronda, ¿en serio tenía tanta cara de pedir bebida para todos a costa de quien fuera que fuese el legítimo dueño de todo ese dinero? En un primer momento, aceptar le pareció de dudosa moralidad, aunque dando el último trago a su jarra y viendo que el ambiente parecía animarse, rápido dejó de pensar en ello. Bueno, en ello y en todo lo demás en realidad, estaba a punto de empezar su tercera cerveza, así que las ideas claras comenzaban a disiparse. Levantó la mano, animada, y con un gesto pidió que trajeran bebida para los cinco, apreciando lo parados que estaban sus acompañantes... -Vaya.. Por un momento he pensado que esto se iba a poner feo- comentó dejándose caer sobre el respaldo de su silla, con postura relajada, -¿De verdad no pensabas cubrirle?- preguntó Aylizz al hombre-pájaro al reparar en el comentario que momentos antes había hecho, señalando con dejadez al ladrón de orejas largas.
Reparó entonces en el rostro de Iori, parecía algo descompuesto y hacía rato que no decía nada. Arqueó una ceja y a continuación agarró la jarra que le correspondía y se la puso en la mano, cambiándola por el vaso de agua que estaba sujetando. -¿Y a ti qué te pasa? Relájate, ¡anímate! Los guardias se han ido y estamos invitadas.- soltó una pequeña risa, a pesar del tenso inicio, la velada había tornado a una situación relajada y se sentía a gusto en esa extraña compañía. Hacía tiempo que no realizaba un alto en el camino para relacionarse y divertirse sin más, y la verdad era que sus experiencias anteriores en zonas rurales habían sido agradables, nada comparadas con las de ciudad. Hasta los guardias de pueblo parecían más despreocupados, quién lo diría. Cuando el elfo volvió a su sitio, se vio obligada a preguntar -¿Por qué "del Viento"? ¿Es porque los aeros vuelan si estás cerca? ¿Debería guardar mejor mis pertenencias ahora que sé que eres un ratero?- bromeó, llevándose la mano a su morral.
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
La cara de sorpresa de Iori fue más que evidente cuando Zelas terminó de hacer su argumentación. Cuando los soldados parecieron conformes con ello, simplemente no fue capaz de evitar que su mandíbula se descolgase ligeramente abriéndosele la boca completamente anonadada. Los argumentos del elfo eran peregrinos y sin embargo habían funcionado. Cuando aquella pareja que parecía no tener especialmente ganas de trabajar se marchó, la humana se giró hacia el elfo y lo miró con una sonrisa de medio lado. - Tienes experiencia en esto - apuntó completamente segura de que únicamente la práctica permitía obtener aquella maestría.
Miró a Ryuu clavando los ojos en él, y se dio cuenta de que su actitud había sido la más inteligente. Compañeros de mesa conocidos desde hacía un rato, no significaba que en caso de problemas ella hubiera tenido que poner la cara por él. Y sin embargo había estado dispuesta. Meneó la cabeza, recordándose por enésima vez que no estaba en su aldea y que aquel no era el grupo de personas al que pertenecía. En el futuro le vendría mejor escoger sus lealtades de otra manera. Observó la jarra de cerveza que dejaron delante de ella en la mesa y se sobresaltó cuando la elfa se volvió a dirigir a ella. ¿Qué quería tocar ahora? ¿A caso sabía lo que estaba provocando en ella?
Se tensó en el sitio mirándola como si fuese algún tipo de animal cuya picadura podía resultar venenosa. Por las mejillas ligeramente encendidas y a juzgar por el escaso ejercicio físico que llevaba haciendo en los últimos minutos, el alcohol era el que estaba detrás de su subida de temperatura. La humana soltó una risa tensa mientras empujaba la jarra hacia Ryuu con determinación. No sería buena idea darle más de beber a ella. ¿O sí? - ¿Porque eres ágil para idear excusas que te eviten problemas? - Apuntó Iori dispuesta a dejarse llevar por las bromas en lo que quedaba de noche.
Miró a Ryuu clavando los ojos en él, y se dio cuenta de que su actitud había sido la más inteligente. Compañeros de mesa conocidos desde hacía un rato, no significaba que en caso de problemas ella hubiera tenido que poner la cara por él. Y sin embargo había estado dispuesta. Meneó la cabeza, recordándose por enésima vez que no estaba en su aldea y que aquel no era el grupo de personas al que pertenecía. En el futuro le vendría mejor escoger sus lealtades de otra manera. Observó la jarra de cerveza que dejaron delante de ella en la mesa y se sobresaltó cuando la elfa se volvió a dirigir a ella. ¿Qué quería tocar ahora? ¿A caso sabía lo que estaba provocando en ella?
Se tensó en el sitio mirándola como si fuese algún tipo de animal cuya picadura podía resultar venenosa. Por las mejillas ligeramente encendidas y a juzgar por el escaso ejercicio físico que llevaba haciendo en los últimos minutos, el alcohol era el que estaba detrás de su subida de temperatura. La humana soltó una risa tensa mientras empujaba la jarra hacia Ryuu con determinación. No sería buena idea darle más de beber a ella. ¿O sí? - ¿Porque eres ágil para idear excusas que te eviten problemas? - Apuntó Iori dispuesta a dejarse llevar por las bromas en lo que quedaba de noche.
Iori Li
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 369
Nivel de PJ : : 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Así es. Apenas lo conocí hoy. Estoy seguro que la mayoría de la gente no se arriesgaría a cubrir a alguien que apenas conocen, menos aún cuando el dinero que robó es el que compró esta comida y bebida. Indirectamente, somos sus cómplices, tal y como dijo momentos antes que ustedes llegaran.- respondió el arquero a la pregunta que le hacía la elfa. Tras una breve pausa en la que terminó el contenido de su jarra, continuó hablando. -Por eso mismo tampoco quise delatarlo. Aunque debo admitir que no esperaba ese desenlace... Creí que escaparía por la ventana o algo así. He visto cómo hace acrobacias estando ebrio, por eso pensé que haría algo de ese estilo.
-¿Por qué "del Viento"? ¿Es porque los aeros vuelan si estás cerca? ¿Debería guardar mejor mis pertenencias ahora que sé que eres un ratero?-
- ¿Porque eres ágil para idear excusas que te eviten problemas?- comentaron las chicas sobre el apodo del elfo. El pájaro no pudo evitar dar su aporte a la lluvia de teorías, entre risas.
-Yo diría que se debe a la velocidad con la que gasta dinero que no es suyo, o la rapidez con la que bebe alcohol... O quizá todas esas son razones válidas.-
Terminó lo poco que le quedaba de comida, mientras el ambiente de la posada se animaba gracias a la generosidad de "Cornaith". Viendo que se encontraba actualmente en una zona donde empezaban a abundar los elfos, y que dos de ellos ahora compartían mesa con él, Ryuu se preguntaba si alguno conocería al creador de Zar'roc, o si podrían brindarle algo de información sobre el lugar. No estaba seguro de preguntarlo, o de cómo hacerlo. No tenía el nombre de aquél armero... Ni siquiera sabía si era un hombre o una mujer.
Por un momento, la mirada de Ryuu pareció perderse en la nada. No estaba muy acostumbrado al alcohol, y empezaba a notarse un poco. -Diría que no es buena idea quedarse mucho más por aquí. Si los superiores de esos guardias son un poco más listos que ellos, probablemente vuelvan a buscarte, "Corn". Además, un grupo tan variopinto como el nuestro sería muy fácil de encontrar, ¿no creen?-
-¿Por qué "del Viento"? ¿Es porque los aeros vuelan si estás cerca? ¿Debería guardar mejor mis pertenencias ahora que sé que eres un ratero?-
- ¿Porque eres ágil para idear excusas que te eviten problemas?- comentaron las chicas sobre el apodo del elfo. El pájaro no pudo evitar dar su aporte a la lluvia de teorías, entre risas.
-Yo diría que se debe a la velocidad con la que gasta dinero que no es suyo, o la rapidez con la que bebe alcohol... O quizá todas esas son razones válidas.-
Terminó lo poco que le quedaba de comida, mientras el ambiente de la posada se animaba gracias a la generosidad de "Cornaith". Viendo que se encontraba actualmente en una zona donde empezaban a abundar los elfos, y que dos de ellos ahora compartían mesa con él, Ryuu se preguntaba si alguno conocería al creador de Zar'roc, o si podrían brindarle algo de información sobre el lugar. No estaba seguro de preguntarlo, o de cómo hacerlo. No tenía el nombre de aquél armero... Ni siquiera sabía si era un hombre o una mujer.
Por un momento, la mirada de Ryuu pareció perderse en la nada. No estaba muy acostumbrado al alcohol, y empezaba a notarse un poco. -Diría que no es buena idea quedarse mucho más por aquí. Si los superiores de esos guardias son un poco más listos que ellos, probablemente vuelvan a buscarte, "Corn". Además, un grupo tan variopinto como el nuestro sería muy fácil de encontrar, ¿no creen?-
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Jamas le pediría a alguien que me cubra, como han podido observar puedo salir de estos problemas sin esforzarme mucho, la convicción con que digas las cosas importa mucho en un lugar como este- comento divertido, al fin y al cabo era verdad, como era de esperar su apodo comenzó a generar preguntas sobre su origen, sin embargo, ninguno podía estar mas lejos de la verdad. Zelas se termino su vaso y de nueva cuenta se relleno el mismo con aquel brebaje que soltaba lenguas.
-Ninguna de las anteriores, el asentamiento Hazelmere podrá ser el lugar donde nací, pero no es mi hogar, el apodo "del viento" viene porque siempre estoy de paso, como las corrientes de aire que nunca se detienen, fue un apodo que me puso alguien que quise y pues se pego- dijo lo ultimo con una leve mirada de melancolía, la cual ahogo en un sorbo de alcohol y volvió a retomar expresión habitual sonriente y bufonesca que tenia desde que lo habían visto. escucho a Ryuu hablando sobre marcharse del lugar por el asunto de los guardias y Zelas bufo ante la idea -si quieres marcharte eres libre, yo tengo que emborracharme un poco mas para ir a buscar la cimitarra que me falta... no se donde la perdí así que planeo volver por el mismo camino que llegue y de la misma forma- comento apuntando la vaina vacía que estaba en su espalda, irónico desde cierto punto de vista ya que tenia 3 cimitarras mas, y pocas personas cargan múltiples armas como el.
-Ninguna de las anteriores, el asentamiento Hazelmere podrá ser el lugar donde nací, pero no es mi hogar, el apodo "del viento" viene porque siempre estoy de paso, como las corrientes de aire que nunca se detienen, fue un apodo que me puso alguien que quise y pues se pego- dijo lo ultimo con una leve mirada de melancolía, la cual ahogo en un sorbo de alcohol y volvió a retomar expresión habitual sonriente y bufonesca que tenia desde que lo habían visto. escucho a Ryuu hablando sobre marcharse del lugar por el asunto de los guardias y Zelas bufo ante la idea -si quieres marcharte eres libre, yo tengo que emborracharme un poco mas para ir a buscar la cimitarra que me falta... no se donde la perdí así que planeo volver por el mismo camino que llegue y de la misma forma- comento apuntando la vaina vacía que estaba en su espalda, irónico desde cierto punto de vista ya que tenia 3 cimitarras mas, y pocas personas cargan múltiples armas como el.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Se encogió de hombros ante la respuesta del pájaro, ellos ya estaban sentados cuando llegó a la taberna y al verlos juntos, tan alegremente, no imaginó que se habían conocido aquel día. -Si me acusaran de cómplice supongo que me defendería. Bueno... Intentaría explicar mi inocencia, claro, pero por experiencias pasadas sé que no se me da bien tratar con guardias. Ellos no me creerían, yo me enervaría, todo es demasiado...- un repentino bostezo interrumpió la frase -¿qué estaba diciendo? Ah, sí... Complicado. Los guardias son complicados. ¡La vida es complicada!- empezaba a soltar frases sin sentido, pensamientos que se cruzaban por su cabeza indiscriminadamente y sin filtro salían de su boca. La última vez que había bebido de aquella manera fue hacía ya no sabía, ¿dos meses? Fue en aquella acogedora villa en la que le hablaron de la supuesta colonia de Vulwufar... Menuda pérdida de tiempo aquella búsqueda... En fin. Por un momento sus pensamientos tornaron a un tono gris y la duda existencial sobre lo que estaba haciendo con su vida comenzó a inundar su mente, ¡maldito alcohol! Sacudió su cabeza, como si de esa manera las ideas de fracaso se difuminaran y pegó otro trago, centrando su atención de nuevo en la conversación que se mantenía a la mesa.
Miró cómo Iori apartaba su bebida y arrugó la cara, haciéndola una mueca burlona de desagrado. La broma que había hecho acerca del sobrenombre del elfo fue seguida por sus acompañantes, que aportaron su propia opinión sobre el origen del curioso alias. La respuesta ante tales elucubraciones no se acercó, ni por un momento, a la imaginada y al escucharla, una ráfaga de melancolía la removió por dentro, "hogar", qué palabra más vacía a sus oídos. -De paso...- suspiró -Bueno, supongo que todos aquí lo estamos.- sonrió ligeramente. Se fijó en la expresión del pájaro, algo perdida, que no tardó en volver a la realidad para sugerir una retirada a tiempo -¿Vas a emprender el vuelo ya? ¿Tan pronto?- lo dijo sin pensar, como mera expresión, tardó unos segundos en darse cuenta de las palabras que había utilizado y cuando lo hizo se tapó la boca, como acto reflejo, con expresión de sorpresa en su rostro -Uh! Perdón, quería decir si te ibas ya. Caminando, no volando. O sea... Eh... Olvídalo.- empezó a ponerse nerviosa, no quería haberle ofendido, tampoco tendría por qué, no había dicho nada malo, ¿no? Pero hay gente que se ofende por nada y, al fin y al cabo, ellos no se conocían de nada. Decidió cambiar de tema como pudo -Iori, ¿y tú qué haces por aquí? Tu aldea queda lejos...- lanzó la primera pregunta que se le vino a la cabeza, sólo quería salir del paso y evadir sus turbios pensamientos.
La última aportación del elfo la pilló desprevenida, pero su razonamiento la divirtió, sobre todo sabiendo que no encontraría nada en el bosque -¿Y crees que la encontrarás? Digo... Si la perdiste por ir borracho, tal vez buscarla en ese estado no sea la mejor idea- preguntó con inocencia -En cualquier caso, tampoco no pareces preocupado. Si yo perdiera mi arma, estaría histérica... Además de indefensa. Aunque veo que en esto último no tienes problema.- añadió, mirando su espalda cargada. Bostezó una vez más y aquella fue la señal que su cuerpo la mandó para la retirada. -Uf... Bueno, ha sido una agradable velada, en buena compañía, pero creo que este es mi final aquí. Tengo una habitación arriba y no quiero hacerla esperar más.- se echó la capa por encima y se levantó despacio, algo mareosa, y una vez estabilizada rebuscó en su zurrón -Ten, la encontré tirada entre la maleza, puedes ahorrarte el paseo. Pensé en quedármela, pero me has caído bien.- depositó la mencionada cimitarra sobre la mesa, delante del maleante, y le guiñó un ojo. Acto seguido levantó la mano en señal de despedida y se retiró.
Miró cómo Iori apartaba su bebida y arrugó la cara, haciéndola una mueca burlona de desagrado. La broma que había hecho acerca del sobrenombre del elfo fue seguida por sus acompañantes, que aportaron su propia opinión sobre el origen del curioso alias. La respuesta ante tales elucubraciones no se acercó, ni por un momento, a la imaginada y al escucharla, una ráfaga de melancolía la removió por dentro, "hogar", qué palabra más vacía a sus oídos. -De paso...- suspiró -Bueno, supongo que todos aquí lo estamos.- sonrió ligeramente. Se fijó en la expresión del pájaro, algo perdida, que no tardó en volver a la realidad para sugerir una retirada a tiempo -¿Vas a emprender el vuelo ya? ¿Tan pronto?- lo dijo sin pensar, como mera expresión, tardó unos segundos en darse cuenta de las palabras que había utilizado y cuando lo hizo se tapó la boca, como acto reflejo, con expresión de sorpresa en su rostro -Uh! Perdón, quería decir si te ibas ya. Caminando, no volando. O sea... Eh... Olvídalo.- empezó a ponerse nerviosa, no quería haberle ofendido, tampoco tendría por qué, no había dicho nada malo, ¿no? Pero hay gente que se ofende por nada y, al fin y al cabo, ellos no se conocían de nada. Decidió cambiar de tema como pudo -Iori, ¿y tú qué haces por aquí? Tu aldea queda lejos...- lanzó la primera pregunta que se le vino a la cabeza, sólo quería salir del paso y evadir sus turbios pensamientos.
La última aportación del elfo la pilló desprevenida, pero su razonamiento la divirtió, sobre todo sabiendo que no encontraría nada en el bosque -¿Y crees que la encontrarás? Digo... Si la perdiste por ir borracho, tal vez buscarla en ese estado no sea la mejor idea- preguntó con inocencia -En cualquier caso, tampoco no pareces preocupado. Si yo perdiera mi arma, estaría histérica... Además de indefensa. Aunque veo que en esto último no tienes problema.- añadió, mirando su espalda cargada. Bostezó una vez más y aquella fue la señal que su cuerpo la mandó para la retirada. -Uf... Bueno, ha sido una agradable velada, en buena compañía, pero creo que este es mi final aquí. Tengo una habitación arriba y no quiero hacerla esperar más.- se echó la capa por encima y se levantó despacio, algo mareosa, y una vez estabilizada rebuscó en su zurrón -Ten, la encontré tirada entre la maleza, puedes ahorrarte el paseo. Pensé en quedármela, pero me has caído bien.- depositó la mencionada cimitarra sobre la mesa, delante del maleante, y le guiñó un ojo. Acto seguido levantó la mano en señal de despedida y se retiró.
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Todas las alarmas en la mente de Iori saltaron cuando notó la inflexión melancólica en la voz de Zelas. Se sintió sorprendida de que una persona tan enérgica, que aparentaba despreocupación como él pudiese dejar fluir un sentimiento como aquel en una mesa. A decir verdad, no dejaba de ser otra evidencia de que el elfo iba por la vida sin frenos. Ligeramente como ella. En su pasado debían de existir personas importantes, seres que marcaban de una forma especial, para bien o para mal.
Era algo que ella solo alcanzaba a imaginar. Tenía visto relaciones de aquel tipo muchas veces. Sin embargo ella no había establecido ese tipo de conexión íntima con nadie. Tampoco lo echaba de menos. Lo miró con una consideración diferente, intrigada por lo que apenas se intuía que debía de ser el complicado mundo interior del elfo. En parte centrarse en él la estaba ayudando a bloquear la presencia de Aylizz. ¿Sabía la elfa que cuando bebía sus mejillas se coloreaban? Tenía el mismo aspecto que las manzanas que crecían en las ramas superiores al sol. Y resultaban igualmente de apetecibles para moder. Las manzanas y sus mejillas.
Y allí no había manzanas. Pero mejillas... - Regresé un tiempo, pero pensé en volver a explorar... - Su respuesta era lacónica, poco precisa. Había una razón de peso que la había movido esta vezfuera de la aldea, y sin embargo no era el momento de compartir aquella información. Ladeó la cabeza pensando que era mejor retirarse por esa noche, asintiendo a lo que Ryuu propuso. Fue entonces cuando el objeto de su desconcentración comentó que ella se retirada en busca de la prometida cama para descansar. Iori se puso de pie a su lado, y sin pensar realmente esbozó una sonrisa mirando a los presentes. Observó como la elfa le entregaba la cimitarra que parecía ser la que Zelas había perdido, y sin titubear se alejó escaleras arriba. Por un instante valoró la posibilidad de ayudarla a subir. Pero mejor así. Mejor distancia.
Resopló cansada, como si hubiera estando haciendo un gran esfuerzo en los últimos minutos y se frotó los músculos del cuello con una mano. - Ha sido un placer compartir mesa con vosotros esta noche. Os deseo suerte en vuestro camino. ¡Cuidaos mucho! - La sonrisa fue genuina. Para bien o para mal, la humana solía confiar rápidamente en las personas con las que se cruzaba. Alzó la mano en gesto de despedida y se dirigió hacia el mostrador para solicitar una habitación que pudiera pagar. Esperaba que el cansancio del día, y la calidez del colchón fuesen razones de suficiente peso como para ayudarla a quedar dormida tan pronto como apoyase la cabeza en la almohada.
[Iori se retira por esa noche y sube a la habitación a descansar]
Era algo que ella solo alcanzaba a imaginar. Tenía visto relaciones de aquel tipo muchas veces. Sin embargo ella no había establecido ese tipo de conexión íntima con nadie. Tampoco lo echaba de menos. Lo miró con una consideración diferente, intrigada por lo que apenas se intuía que debía de ser el complicado mundo interior del elfo. En parte centrarse en él la estaba ayudando a bloquear la presencia de Aylizz. ¿Sabía la elfa que cuando bebía sus mejillas se coloreaban? Tenía el mismo aspecto que las manzanas que crecían en las ramas superiores al sol. Y resultaban igualmente de apetecibles para moder. Las manzanas y sus mejillas.
Y allí no había manzanas. Pero mejillas... - Regresé un tiempo, pero pensé en volver a explorar... - Su respuesta era lacónica, poco precisa. Había una razón de peso que la había movido esta vezfuera de la aldea, y sin embargo no era el momento de compartir aquella información. Ladeó la cabeza pensando que era mejor retirarse por esa noche, asintiendo a lo que Ryuu propuso. Fue entonces cuando el objeto de su desconcentración comentó que ella se retirada en busca de la prometida cama para descansar. Iori se puso de pie a su lado, y sin pensar realmente esbozó una sonrisa mirando a los presentes. Observó como la elfa le entregaba la cimitarra que parecía ser la que Zelas había perdido, y sin titubear se alejó escaleras arriba. Por un instante valoró la posibilidad de ayudarla a subir. Pero mejor así. Mejor distancia.
Resopló cansada, como si hubiera estando haciendo un gran esfuerzo en los últimos minutos y se frotó los músculos del cuello con una mano. - Ha sido un placer compartir mesa con vosotros esta noche. Os deseo suerte en vuestro camino. ¡Cuidaos mucho! - La sonrisa fue genuina. Para bien o para mal, la humana solía confiar rápidamente en las personas con las que se cruzaba. Alzó la mano en gesto de despedida y se dirigió hacia el mostrador para solicitar una habitación que pudiera pagar. Esperaba que el cansancio del día, y la calidez del colchón fuesen razones de suficiente peso como para ayudarla a quedar dormida tan pronto como apoyase la cabeza en la almohada.
[Iori se retira por esa noche y sube a la habitación a descansar]
Iori Li
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 369
Nivel de PJ : : 3
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-Ninguna de las anteriores, el asentamiento Hazelmere podrá ser el lugar donde nací, pero no es mi hogar, el apodo "del viento" viene porque siempre estoy de paso, como las corrientes de aire que nunca se detienen, fue un apodo que me puso alguien que quise y pues se pego-. La respuesta del elfo sorprendió un poco a Ryuu, no tanto por la razón tras su sobrenombre (que era muy poética, por cierto) sino por la triste mirada que apareció en su rostro mientras hablaba. Fue algo sumamente fugaz, ahogada rápidamente por el contenido de su jarra. Tal vez no era realmente un tipo tan despreocupado como parecía. Quizá la razón que lo lleva a moverse continuamente tiene relación con ese ser querido que mencionó. No iba a preguntar, por supuesto, ya que no era de su incumbencia.
Ante la sugerencia del arquero, Zelas comentó que "debía" emborracharse nuevamente para buscar su arma extraviada. Ryuu no terminaba de comprender qué tenía que ver una cosa con la otra, pero su atención pronto fue trasladada a Aylizz. El color de sus mejillas y sus constantes balbuceos demostraban que el alcohol ya estaba haciendo estragos en la chica.
-¿Vas a emprender el vuelo ya? ¿Tan pronto? Uh! Perdón, quería decir si te ibas ya. Caminando, no volando. O sea... Eh... Olvídalo.-
El ave no pudo contener la risa ante sus atropelladas palabras. Cuando le respondió, aún entre algunas risas, se hizo evidente que el alcohol también le estaba jugando una mala pasada.
-No te preocupes por eso, me pasa todo el tiempo. Incluso yo mismo hago esa clase de comentarios sobre mí.-
Luego de buscar casi con desesperación cambiar el tema de conversación con Iori, Aylizz se despidió del resto, dejando en la mesa la cimitarra perdida de Zelas. La humana también se retiró luego de una educada despedida.
-Ha sido un placer compartir mesa con vosotros esta noche. Os deseo suerte en vuestro camino. ¡Cuidaos mucho!-
-Si necesito ayuda con un dragón alguna vez, iré a buscarte Iori- respondió Ryuu con una sonrisa.
Una vez que se fueron ambas mujeres, el joven bestia miró a un tablón de anuncios cercano. Tomó uno que decía algo sobre un "tesoro enterrado" y se lo mostró al elfo. -Si tienes problemas con el dinero como para robar, ¿qué te parece si buscamos ese tesoro?-
Unos aeros extra no dañaban a nadie, y tal vez ese trabajo sería una historia interesante para contar luego. Una vez escuchada la respuesta del elfo, se despidió y se dirigió al límite del bosque cercano a la posada. Decidió que dormiría en lo alto de un árbol, como ya era costumbre en él, antes de continuar su travesía hacia parajes desconocidos.
Ante la sugerencia del arquero, Zelas comentó que "debía" emborracharse nuevamente para buscar su arma extraviada. Ryuu no terminaba de comprender qué tenía que ver una cosa con la otra, pero su atención pronto fue trasladada a Aylizz. El color de sus mejillas y sus constantes balbuceos demostraban que el alcohol ya estaba haciendo estragos en la chica.
-¿Vas a emprender el vuelo ya? ¿Tan pronto? Uh! Perdón, quería decir si te ibas ya. Caminando, no volando. O sea... Eh... Olvídalo.-
El ave no pudo contener la risa ante sus atropelladas palabras. Cuando le respondió, aún entre algunas risas, se hizo evidente que el alcohol también le estaba jugando una mala pasada.
-No te preocupes por eso, me pasa todo el tiempo. Incluso yo mismo hago esa clase de comentarios sobre mí.-
Luego de buscar casi con desesperación cambiar el tema de conversación con Iori, Aylizz se despidió del resto, dejando en la mesa la cimitarra perdida de Zelas. La humana también se retiró luego de una educada despedida.
-Ha sido un placer compartir mesa con vosotros esta noche. Os deseo suerte en vuestro camino. ¡Cuidaos mucho!-
-Si necesito ayuda con un dragón alguna vez, iré a buscarte Iori- respondió Ryuu con una sonrisa.
Una vez que se fueron ambas mujeres, el joven bestia miró a un tablón de anuncios cercano. Tomó uno que decía algo sobre un "tesoro enterrado" y se lo mostró al elfo. -Si tienes problemas con el dinero como para robar, ¿qué te parece si buscamos ese tesoro?-
Unos aeros extra no dañaban a nadie, y tal vez ese trabajo sería una historia interesante para contar luego. Una vez escuchada la respuesta del elfo, se despidió y se dirigió al límite del bosque cercano a la posada. Decidió que dormiría en lo alto de un árbol, como ya era costumbre en él, antes de continuar su travesía hacia parajes desconocidos.
Shinoroa Ryuu
Honorable
Honorable
Cantidad de envíos : : 246
Nivel de PJ : : 2
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
-yo seguiré bebiendo un poco mas- comento mientras notaba como la mayoría ya comenzaba a despedirse, cuando Aylizz dejo su cimitarra perdida en la mesa este le correspondió con una sonrisa burlona -ja! quien es la maleante descarada ahora- dijo bromeando y se llevo dos dedos a la frente y luego apunto a la elfa en señal de despedida, cuando lori también se dispuso a marcharse a los pocos segundos este realizo el mismo gesto. Zelas entonces con una sonrisa un tanto mas picarona separo los dedos indices y medios de cada mano, giro una de las manos e hizo chocar ambos, como si de 2 tijeras se tratase, acto seguido se puso a reír y guardo su cimitarra que estaba en la mesa.
-Si robo no es por tener problemas de dinero, lo hago porque me divierte, pero si necesitas ayuda lo haré con gusto, solo dame 2 semanas, tengo algo importante que hacer, si en esas 2 semanas no aparezco pues haz el trabajo sin mi- comento mientras terminaba de acordar cosas con Ryuu hasta que se marcho, Zelas entonces siguió bebiendo solo por un largo rato, acto seguido se dirigió a buscar sus pertenencias a su habitación, cuando ya tuvo todo volvió a la parte inferior de la posada, compro una botella de un licor fuerte e hizo la siguiente declaración a los pocos que aun seguían en el comedor, -cualquiera que tenga ganas de sentirse como Zelas Hazelmere, la habitación mas cara esta ese nombre y la dejo libre para quien quiera dormir en ella, ya esta pagada- aquellas ultimas palabras hicieron la magia y gran parte de las personas se apuro a correr hacia ella, mientras el elfo emprendía su camino amparado por la noche y el viento.
Al día siguiente tres personas estaban siendo escoltadas por ser Zelas Hazelmere y llevadas a prisión injustamente debido a la treta del elfo, el cual seguramente estaría riéndose borracho en alguna otra parte lejos de allí.
-Si robo no es por tener problemas de dinero, lo hago porque me divierte, pero si necesitas ayuda lo haré con gusto, solo dame 2 semanas, tengo algo importante que hacer, si en esas 2 semanas no aparezco pues haz el trabajo sin mi- comento mientras terminaba de acordar cosas con Ryuu hasta que se marcho, Zelas entonces siguió bebiendo solo por un largo rato, acto seguido se dirigió a buscar sus pertenencias a su habitación, cuando ya tuvo todo volvió a la parte inferior de la posada, compro una botella de un licor fuerte e hizo la siguiente declaración a los pocos que aun seguían en el comedor, -cualquiera que tenga ganas de sentirse como Zelas Hazelmere, la habitación mas cara esta ese nombre y la dejo libre para quien quiera dormir en ella, ya esta pagada- aquellas ultimas palabras hicieron la magia y gran parte de las personas se apuro a correr hacia ella, mientras el elfo emprendía su camino amparado por la noche y el viento.
Al día siguiente tres personas estaban siendo escoltadas por ser Zelas Hazelmere y llevadas a prisión injustamente debido a la treta del elfo, el cual seguramente estaría riéndose borracho en alguna otra parte lejos de allí.
Zelas Hazelmere
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 775
Nivel de PJ : : 6
Re: En lugar desconocido[Libre 5/5]
Entró en la habitación con cierta dificultad, pero ya que le había ganado la partida a las escaleras, no podía dejarse vencer por la cerradura. La alternativa sería dormir en el pasillo o volver abajo para que alguien le hiciera el favor de abrir su puerta y por supuesto ninguna de esas dos opciones eran validas. Se dejó caer sobre la cama y allí quedó tendida unos minutos, intentando planificar lo que haría al día siguiente, aunque sin éxito, por supuesto aquel momento no era el idóneo para utilizar la cabeza. Aquel soldado de la playa le había recomendado dirigirse hacia la zona oeste de Sandorai, pero tras varios días vagando por el basto bosque hasta los límites de las tierras élficas, no había encontrado un sólo rastro del clan que buscaba. -Será bastardo, ¡se burló de mí!- pensó para sí, algo crispada. Después de los años que habían pasado desde que, siendo unos críos, se dedicaba a tomarla el pelo, aquel odioso elfo no había cambiado nada. Ni aun vistiendo una elegante armadura era capaz de comportarse como un caballero, o al menos un mortal medianamente decente.
Notó cómo el sueño se apoderaba lentamente de ella, por lo que decidió incorporarse para desvestirse y meterse en la cama. Dio varias vueltas sobre sí misma, intranquila, sin comprender por qué le estaba costando tanto dormirse si estaba rendida, entre el cansancio del viaje y el estado de ligera embriaguez. Se forzó a mantener los ojos cerrados, pero un montón de turbias imágenes comenzaron a inundar su mente y una incontrolable sensación de inseguridad empezó a invadir su cuerpo. Finalmente levantó los párpados y observó alrededor de la habitación, fijando sus mirada en la puerta. Recordó los sucesos vividos en la última posada en la que se alojó y precavida, aunque no había advertido ninguna manzana amenaza, creyó conveniente cerrar por dentro y trancar la puerta. Como si no hubiera tenido suficiente con pelearse con esa maldita llave una vez, tuvo el valor de enfrentarse a ella en un segundo asalto. Algo más tranquila, regresó al catre y logró descansar.
Una ruda voz dando voces y el estruendo de los golpes aporreando una de las puertas contiguas la sacó de la fase rem y sobresaltada pegó un bote sobre la cama. -¡Zelas Hazelmere, le habla la guardia, queda usted detenido. Sabemos que está ahí dentro, salga inmediatamente o tiraremos la puerta abajo!- Se quedó de piedra al escuchar aquello, al parecer los guardias de la noche anterior había decidido volver y al juzgar por el revuelo que podía percibirse aun estando dentro de la habitación, no pensaban darle al elfo una nueva oportunidad para excusarse. Con cautela se acercó a la puerta, agarrando su capa para echarsela por encima, e intentado ser silenciosa, a pesar de que el estruendo de fuera ocultase cualquier otro sonido, abrió ligeramente y por una rendija observó la escena. Tres personas salieron con las manos en alto de aquella estancia y fueron apresadas, pero ninguna de ellas era el pillastre con el que había estado bebiendo la noche anterior. Con la misma suavidad, cerró la puerta antes de que alguien reparase en su presencia y no pudo evitar soltar una carcajada al comprender que, de alguna manera, el chico Viento había logrado librarse, una vez más, de acabar entre rejas. Reparó en que apenas había claridad en el cielo, por lo que decidió aprovechar su más absoluta falta de planes para dormir unas horas más, pero una nueva voz irrumpió gritando en el pasillo, aunque esta vez su timbre era conocido -¿Iori?- Unos segundos después, empezó a escucharse lejana y supuso que habría bajado al comedor. Suspiró, como arrepintiéndose de sus siguientes acciones aun antes de cometerlas, y decidió vestirse, a pesar de no serpersona elfa todavía.
Bajó las escaleras y solicitó en el mostrador de la entrada una mesa para tomar algo de desayuno, ya que la habían forzado a madrugar al menos se deleitaría con pan recién hecho. El muchacho que atendía la indicó que podía elegir asiento libremente, pues apenas había gente, un par de mesas ocupadas con viajeros solitarios, otra más con un grupo de cinco que hablaba de la jornada de caza que tenían por delante y en la más alejada estaba la humana. Se acercó decidida a sentarse con ella, ni siquiera se preocupó de preguntar si podía acompañarla, dando por hecho que ya había cierta confianza, y se limitó a dedicarla un "buenos días" acompañado de una adormecida sonrisa.
Notó cómo el sueño se apoderaba lentamente de ella, por lo que decidió incorporarse para desvestirse y meterse en la cama. Dio varias vueltas sobre sí misma, intranquila, sin comprender por qué le estaba costando tanto dormirse si estaba rendida, entre el cansancio del viaje y el estado de ligera embriaguez. Se forzó a mantener los ojos cerrados, pero un montón de turbias imágenes comenzaron a inundar su mente y una incontrolable sensación de inseguridad empezó a invadir su cuerpo. Finalmente levantó los párpados y observó alrededor de la habitación, fijando sus mirada en la puerta. Recordó los sucesos vividos en la última posada en la que se alojó y precavida, aunque no había advertido ninguna manzana amenaza, creyó conveniente cerrar por dentro y trancar la puerta. Como si no hubiera tenido suficiente con pelearse con esa maldita llave una vez, tuvo el valor de enfrentarse a ella en un segundo asalto. Algo más tranquila, regresó al catre y logró descansar.
(...)
Una ruda voz dando voces y el estruendo de los golpes aporreando una de las puertas contiguas la sacó de la fase rem y sobresaltada pegó un bote sobre la cama. -¡Zelas Hazelmere, le habla la guardia, queda usted detenido. Sabemos que está ahí dentro, salga inmediatamente o tiraremos la puerta abajo!- Se quedó de piedra al escuchar aquello, al parecer los guardias de la noche anterior había decidido volver y al juzgar por el revuelo que podía percibirse aun estando dentro de la habitación, no pensaban darle al elfo una nueva oportunidad para excusarse. Con cautela se acercó a la puerta, agarrando su capa para echarsela por encima, e intentado ser silenciosa, a pesar de que el estruendo de fuera ocultase cualquier otro sonido, abrió ligeramente y por una rendija observó la escena. Tres personas salieron con las manos en alto de aquella estancia y fueron apresadas, pero ninguna de ellas era el pillastre con el que había estado bebiendo la noche anterior. Con la misma suavidad, cerró la puerta antes de que alguien reparase en su presencia y no pudo evitar soltar una carcajada al comprender que, de alguna manera, el chico Viento había logrado librarse, una vez más, de acabar entre rejas. Reparó en que apenas había claridad en el cielo, por lo que decidió aprovechar su más absoluta falta de planes para dormir unas horas más, pero una nueva voz irrumpió gritando en el pasillo, aunque esta vez su timbre era conocido -¿Iori?- Unos segundos después, empezó a escucharse lejana y supuso que habría bajado al comedor. Suspiró, como arrepintiéndose de sus siguientes acciones aun antes de cometerlas, y decidió vestirse, a pesar de no ser
Bajó las escaleras y solicitó en el mostrador de la entrada una mesa para tomar algo de desayuno, ya que la habían forzado a madrugar al menos se deleitaría con pan recién hecho. El muchacho que atendía la indicó que podía elegir asiento libremente, pues apenas había gente, un par de mesas ocupadas con viajeros solitarios, otra más con un grupo de cinco que hablaba de la jornada de caza que tenían por delante y en la más alejada estaba la humana. Se acercó decidida a sentarse con ella, ni siquiera se preocupó de preguntar si podía acompañarla, dando por hecho que ya había cierta confianza, y se limitó a dedicarla un "buenos días" acompañado de una adormecida sonrisa.
Aylizz Wendell
Moderador/a
Moderador/a
Cantidad de envíos : : 584
Nivel de PJ : : 2
Página 2 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» Cuando lo desconocido te mira de frente [Libre] [Noche] [2/3]
» ¿Un lugar inapropiado? [Interpretativo] [Libre] [Cerrado]
» Lugar y tiempo equivocado [3/4] [Libre] [Noche]
» Un extraño lugar para descansar [Libre]
» Un lugar en donde descansar [INTERPRETATIVO][LIBRE][3/3][CERRADO]
» ¿Un lugar inapropiado? [Interpretativo] [Libre] [Cerrado]
» Lugar y tiempo equivocado [3/4] [Libre] [Noche]
» Un extraño lugar para descansar [Libre]
» Un lugar en donde descansar [INTERPRETATIVO][LIBRE][3/3][CERRADO]
Página 2 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 02:17 por Tyr
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Hoy a las 01:19 por Tyr
» 89. Una compañía hacia el caos [Privado]
Ayer a las 20:51 por Aylizz Wendell
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Ayer a las 19:48 por Reike
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 18:38 por Merié Stiffen
» Clementina Chonkffuz [SOLITARIO]
Ayer a las 16:48 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 13:24 por Tyr
» [Zona de Culto]Santuario del dragón de Mjulnr
Mar Nov 05 2024, 21:21 por Tyr
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Mar Nov 05 2024, 17:01 por Seraphine Valaryon
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Mar Nov 05 2024, 14:32 por Tyr
» [Zona de Culto] Oráculo de Fenrir
Mar Nov 05 2024, 03:02 por Tyr
» Solas, corazón del pueblo [Evento Sacrestic] [Noche] [Libre]
Dom Nov 03 2024, 17:02 por Zagreus
» Ecos De Guerra [Evento Sacrestic] [Noche]
Sáb Nov 02 2024, 23:21 por Sein Isånd
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Sáb Nov 02 2024, 19:21 por Zagreus
» De héroes olvidados y Rubíes Azules [Interpretativo] [Libre] [4/4] [Noche]
Miér Oct 30 2024, 21:54 por Eltrant Tale