[Zona de Culto] Casa de Helga
Página 1 de 1. • Comparte
[Zona de Culto] Casa de Helga
Casa de Helga
En algún lugar recóndito del lago de la luna vive una bruja en la copa de un árbol. Nadie qué llevó a la bruja a construirse una casa tan alejada de sus islas, cuáles son sus intenciones en el pantano o, ni siquiera, si la mujer necesita de alimento. Jamás se la ha visto fuera de su casa. Siempre espera, arrodillada en el suelo frente a una mesa redonda, a los curiosos que vienen en busca de respuestas. El nombre de la bruja es Blavatsky. Bienvenido a su hogar.
La pequeña casa árbol dispone de estantería pequeñas estanterías rebosantes de pócimas, runas y extraños artilugios por clasificar.
Existe un rumor que cuenta que la bruja era una de las habitantes del Oráculo que, por algún motivo, abandonó a sus hermanas. Si se le pregunta, ella callara. No dice nada acerca de su vida, solo habla del presente, pasado y futuro de aquellos que la visitan.
Información
1. Este apartado es para rezar, hacer sacrificios, plegarias y ofrendas a los dioses, a cambio de que ellos te den suerte. Por tanto, aquí se lanzarán las runas, pero se hará a petición de un máster y on rol.
2. Al ser on rol, se deberán cumplir todas las normas en cuanto a los posts: ortografía, número de líneas…
3. No se podrán hacer posts off rol para lanzar las runas.
4. No se podrá rolear entre usuarios.
5. La dinámica es la misma que en “Suerte oficial de temas aleatorios”: uno escribe su post y lanza runas. La única diferencia será que se deberá hacer en on rol, mostrando respetos a los dioses a los que pides suerte.
6. Se puede elegir el lugar de culto para que se adapte mejor a las creencias del personaje, los másters lo tendrán en cuenta a la hora de mandarte a hablar con los dioses.
Sigel
Master
Master
Cantidad de envíos : : 2297
Nivel de PJ : : 0
Re: [Zona de Culto] Casa de Helga
Me abrí paso a través de las ciénagas buscando la Casa de Helga. Me habían hablado en Sacrestic Ville de esta peculiar mujer, la anciana bruja que vivía en aquel lugar recóndito y que adivinaba el pasado y el porvenir de toda persona que iba a visitarla. Con gran curiosidad, estaba dispuesto a comprobar qué había de cierto en aquellas historias y ver qué podía decirme a mí, persona que no creía en Dioses ni Héroes.
Al anochecer, encontré su hogar, después de una larga caminata entre las pantanosas y apestosas aguas de las ciénagas. La casa se encontraba en lo más alto de un árbol, cuya copa estaba casi inerte. La vivienda estaba rodeada de pequeñas luciérnagas que emitían una luz verdácea pálida. Del interior de la casa, salía una débil luz, quizás procedente de una vela.
Unas estrechas y ruinosas escaleras de madera daban acceso a la vivienda. Subí con cuidado temiendo que en cualquier momento, la estructura cediera debajo de mí, pero con suerte, conseguí llegar hasta la plataforma de la casa, que parecía mucho más sólida.
Golpeé un par de veces la vieja puerta de madera y de su interior, brotó una débil voz, anciana y femenina, cansada.
- Adelante, joven Eden- escuché, quedando asombrado de que la bruja conociera mi nombre antes ni siquiera de contemplarme.
Al abrir la quejosa puerta, encontré una pequeña y sucia estancia. Las paredes estaban repletas de todo tipo de estanterías, con numerosos brebajes y extraños objetos cuya funcionalidad eran difíciles de determinar.
En el centro de la mesa, allí se encontraba la vieja bruja. Blavatsky estaba arrodillada en el suelo, junto a una mesa redonda, contemplándome con mirada curiosa y una sucia sonrisa en sus labios. Vestía una larga capa de color negro, que hacía contraste con su larga cabellera completamente blanca. Su tez tenía una extraña tonalidad sombría y sus ojos eran de un ámbar oscuro y brillante, un color que jamás había podido imaginar para unos ojos.
- Hace tiempo que no me visitaba ningún hijo de la mina. Llevas Baslodia dibujada en tu rostro, joven Eden. Arrodillate ante mí y deja que la pobre Blavatsky contemple el destino que ha sido escrito para ti.
Después de cerrar la puerta tras de mí, caminé unos pasos hacia aquella baja mesa redonda. Me arrodillé siguiendo las órdenes de la bruja, quedando mi rostro a la altura del suyo. Las arrugas de su cara parecieron aumentar y al sonreír, pude oler el aliento fétido procedente de sus labios.
- Veo la soledad de la orfandad en tus ojos, aunque encontraste una peculiar protección, el hombre que te convirtió en lo que eres ahora, ¿verdad? Aún crees que te ayudó, pero no es así. ¡No es así! Te utilizó hasta el último momento, incluso te hizo vengar su muerte… la daga que llevas contigo es un regalo envenenado. Deberías desprenderte de Ámbar. Te hace más mal que bien…
Quedé asombrado por sus palabras y la anciana bruja rió, contemplando mi rostro de sorpresa. Cuándo me dispuse a hablar, llevó el dedo índice hasta sus labios y susurró, ordenándome guardar silencio. Antes de retirar su dedo, sacó la lengua y lo lamió a la vez que lo retiraba hacia abajo. Luego, sonrió, mostrándose sus escasos dientes amarillentos, en claro proceso de putrefacción.
- Tu presente es turbio, poco claro… no brilla tanto cómo el anillo de amatistas que llevas contigo. Baslodia se está convirtiendo en una ciudad conflictiva, joven Eden, y ese anillo demuestra que has tomado partido ya... Vas de prisión en prisión, creyéndote libre. ¡Libre! Pero estás preso, encadenado, y ni siquiera eres capaz de verlo, pero… lo verás. ¡Sí, lo verás!
Alzó su brazo izquierdo y manteniendo la palma de su mano hacia arriba, dijo una extraña palabra que no supe comprender. De la estantería, un pequeño tarro de cristal levitó el aire lentamente hasta posarse en la palma de su mano, provocando que la anciana riera, de forma histérica, frente a la cara del chico.
- El futuro se encuentra ante ti, joven Eden… este elixir es tu futuro. Te dará la protección que necesitas, pero cuidado… ¡cuidado! Pues una profecía tengo para ti. Pero si las deseas, debes tomar el elixir, el sabroso elixir de los sapos…
Me tendió la pequeña botella de cristal, en cuyo interior, un líquido verdoso y espeso, burbujeaba sin tregua. Alcé la mirada hasta la anciana que me incitaba a beber.
- ¡Bébelo! ¡Bébelo, joven Eden!
Sin pensarlo, vertí el líquido en el interior de mi boca, tragándolo cómo pude. Notaba cómo la sustancia se movía por su propia voluntad y durante unos segundos, creí que terminaría expulsándola, pero poco a poco, conseguí tragarla con gran esfuerzo.
- ¡Quedas protegido, hijo de la mina! Ahora, deja que te cuente la profecía que te he prometido.
Guardó silencio durante unos segundos, cerrando los ojos y aspirando el húmedo y apestoso aire que inundaba la ciénaga. Luego, al volver a abrirlos, sonrió y exclamó las palabras de mi futuro.
- La amatista se romperá ante tus ojos. La casa Burzán caerá, su sangre quedará vertida y toda la protección de la que gozas quedará inerte. Ten cuidado, pues las sombras ocultan a muchos más aparte de a ti… y estarán dispuestos a hacerte caer a toda costa. A pesar de todo, conseguirás una pequeña fortuna, que te traerá más complicaciones que ventajas… ¡Joven ingenuo, eres preso de lo que crees que necesitas!
Volvió a llevar su dedo índice hacia sus labios y lo lamió de nuevo, antes de sonreír. Luego, señaló con ese mismo dedo la puerta, invitándome a marcharme.
Me puse de pie, intentando asimilar sus palabras y cuándo estaba ya con un pie en el exterior, dispuesto a cerrar la puerta, escuché su últimas palabras:
- Volveremos a vernos, joven Eden. Aquí mismo te estaré esperando.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Al anochecer, encontré su hogar, después de una larga caminata entre las pantanosas y apestosas aguas de las ciénagas. La casa se encontraba en lo más alto de un árbol, cuya copa estaba casi inerte. La vivienda estaba rodeada de pequeñas luciérnagas que emitían una luz verdácea pálida. Del interior de la casa, salía una débil luz, quizás procedente de una vela.
Unas estrechas y ruinosas escaleras de madera daban acceso a la vivienda. Subí con cuidado temiendo que en cualquier momento, la estructura cediera debajo de mí, pero con suerte, conseguí llegar hasta la plataforma de la casa, que parecía mucho más sólida.
Golpeé un par de veces la vieja puerta de madera y de su interior, brotó una débil voz, anciana y femenina, cansada.
- Adelante, joven Eden- escuché, quedando asombrado de que la bruja conociera mi nombre antes ni siquiera de contemplarme.
Al abrir la quejosa puerta, encontré una pequeña y sucia estancia. Las paredes estaban repletas de todo tipo de estanterías, con numerosos brebajes y extraños objetos cuya funcionalidad eran difíciles de determinar.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En el centro de la mesa, allí se encontraba la vieja bruja. Blavatsky estaba arrodillada en el suelo, junto a una mesa redonda, contemplándome con mirada curiosa y una sucia sonrisa en sus labios. Vestía una larga capa de color negro, que hacía contraste con su larga cabellera completamente blanca. Su tez tenía una extraña tonalidad sombría y sus ojos eran de un ámbar oscuro y brillante, un color que jamás había podido imaginar para unos ojos.
- Hace tiempo que no me visitaba ningún hijo de la mina. Llevas Baslodia dibujada en tu rostro, joven Eden. Arrodillate ante mí y deja que la pobre Blavatsky contemple el destino que ha sido escrito para ti.
Después de cerrar la puerta tras de mí, caminé unos pasos hacia aquella baja mesa redonda. Me arrodillé siguiendo las órdenes de la bruja, quedando mi rostro a la altura del suyo. Las arrugas de su cara parecieron aumentar y al sonreír, pude oler el aliento fétido procedente de sus labios.
- Veo la soledad de la orfandad en tus ojos, aunque encontraste una peculiar protección, el hombre que te convirtió en lo que eres ahora, ¿verdad? Aún crees que te ayudó, pero no es así. ¡No es así! Te utilizó hasta el último momento, incluso te hizo vengar su muerte… la daga que llevas contigo es un regalo envenenado. Deberías desprenderte de Ámbar. Te hace más mal que bien…
Quedé asombrado por sus palabras y la anciana bruja rió, contemplando mi rostro de sorpresa. Cuándo me dispuse a hablar, llevó el dedo índice hasta sus labios y susurró, ordenándome guardar silencio. Antes de retirar su dedo, sacó la lengua y lo lamió a la vez que lo retiraba hacia abajo. Luego, sonrió, mostrándose sus escasos dientes amarillentos, en claro proceso de putrefacción.
- Tu presente es turbio, poco claro… no brilla tanto cómo el anillo de amatistas que llevas contigo. Baslodia se está convirtiendo en una ciudad conflictiva, joven Eden, y ese anillo demuestra que has tomado partido ya... Vas de prisión en prisión, creyéndote libre. ¡Libre! Pero estás preso, encadenado, y ni siquiera eres capaz de verlo, pero… lo verás. ¡Sí, lo verás!
Alzó su brazo izquierdo y manteniendo la palma de su mano hacia arriba, dijo una extraña palabra que no supe comprender. De la estantería, un pequeño tarro de cristal levitó el aire lentamente hasta posarse en la palma de su mano, provocando que la anciana riera, de forma histérica, frente a la cara del chico.
- El futuro se encuentra ante ti, joven Eden… este elixir es tu futuro. Te dará la protección que necesitas, pero cuidado… ¡cuidado! Pues una profecía tengo para ti. Pero si las deseas, debes tomar el elixir, el sabroso elixir de los sapos…
Me tendió la pequeña botella de cristal, en cuyo interior, un líquido verdoso y espeso, burbujeaba sin tregua. Alcé la mirada hasta la anciana que me incitaba a beber.
- ¡Bébelo! ¡Bébelo, joven Eden!
Sin pensarlo, vertí el líquido en el interior de mi boca, tragándolo cómo pude. Notaba cómo la sustancia se movía por su propia voluntad y durante unos segundos, creí que terminaría expulsándola, pero poco a poco, conseguí tragarla con gran esfuerzo.
- ¡Quedas protegido, hijo de la mina! Ahora, deja que te cuente la profecía que te he prometido.
Guardó silencio durante unos segundos, cerrando los ojos y aspirando el húmedo y apestoso aire que inundaba la ciénaga. Luego, al volver a abrirlos, sonrió y exclamó las palabras de mi futuro.
- La amatista se romperá ante tus ojos. La casa Burzán caerá, su sangre quedará vertida y toda la protección de la que gozas quedará inerte. Ten cuidado, pues las sombras ocultan a muchos más aparte de a ti… y estarán dispuestos a hacerte caer a toda costa. A pesar de todo, conseguirás una pequeña fortuna, que te traerá más complicaciones que ventajas… ¡Joven ingenuo, eres preso de lo que crees que necesitas!
Volvió a llevar su dedo índice hacia sus labios y lo lamió de nuevo, antes de sonreír. Luego, señaló con ese mismo dedo la puerta, invitándome a marcharme.
Me puse de pie, intentando asimilar sus palabras y cuándo estaba ya con un pie en el exterior, dispuesto a cerrar la puerta, escuché su últimas palabras:
- Volveremos a vernos, joven Eden. Aquí mismo te estaré esperando.
____________________________________________________________
Como expone la norma del Evento de Samhain 2019, tomo "el elixir de los sapos" de la anciana bruja cómo protección...
Eden
Experto
Experto
Cantidad de envíos : : 115
Nivel de PJ : : 0
Temas similares
» [Zona de Culto] Templo de Tyr
» [Zona de culto] Nueva Uppsala
» [Zona de Culto] Santuario de Thorbald
» [Zona de Culto] Oráculo de Fenrir
» [Zona de culto] Oráculo de las Valquirias
» [Zona de culto] Nueva Uppsala
» [Zona de Culto] Santuario de Thorbald
» [Zona de Culto] Oráculo de Fenrir
» [Zona de culto] Oráculo de las Valquirias
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 23:14 por Iori Li
» Laboratorio Harker [Alquimia+Ingeniería]
Ayer a las 19:13 por Zelas Hazelmere
» Pócimas y Tragos: La Guerra de la Calle Burbuja [Interpretativo] [Libre]
Ayer a las 16:18 por Mina Harker
» El vampiro contraataca [Evento Sacrestic]
Ayer a las 05:53 por Lukas
» El retorno del vampiro [Evento Sacrestic]
Ayer a las 00:33 por Vincent Calhoun
» La Procesión de los Skógargandr [Evento Samhain (Halloween)]
Mar Nov 19 2024, 22:49 por Eltrant Tale
» Entre Sombras y Acero [LIBRE][NOCHE]
Mar Nov 19 2024, 22:42 por Cohen
» [Zona de culto] Altar de las Runas de los Baldíos
Lun Nov 18 2024, 12:29 por Tyr
» Susurros desde el pasado | Amice H.
Lun Nov 18 2024, 04:12 por Amice M. Hidalgo
» [Zona de culto] Iglesia del único Dios
Sáb Nov 16 2024, 21:38 por Tyr
» Enjoy the Silence 4.0 {Élite]
Miér Nov 13 2024, 20:01 por Nana
» Vampiros, Gomejos, piernas para qué las tengo. [Privado]
Mar Nov 12 2024, 04:51 por Tyr
» Derecho Aerandiano [Libre]
Dom Nov 10 2024, 13:36 por Tyr
» Propaganda Peligrosa - Priv. Zagreus - (Trabajo / Noche)
Vie Nov 08 2024, 18:40 por Lukas
» Lamentos de un corazón congelado [Libre 3/3]
Vie Nov 08 2024, 01:19 por Tyr