Clanes élficos

La sociedad élfica se caracteriza por ser de carácter tribal, esto quiere decir que cada familia pertenece a una tribu, estas tienen sus características peculiares según su clan, así como la vestimenta, apellidos y al dios al que se consagren, tanto dioses menores como dioses mayores. Dentro de esta sociedad tribal la familia es lo que perdura y es el núcleo social fundamental, dentro de esta familia en un sentido amplio, es decir, desde padres, abuelos, tíos, primos... Hasta incluso abarcar redes clientelares -Clanes que se subordinan a otros clanes- y los lazos de consanguinidad más alejados. Dentro de estas tribus existe un cabeza de familia, según la tribu y al dios que se consagren estos clanes pueden ser matriarcales, en cuyo caso será una mujer la que sea la cabeza de familia, o patriarcales, en cuyo caso será el varón quien desarrolle este rol social.

En esta pirámide social, tras el cabeza de familia encontramos los consejos, estos son convocados en los pequeños poblados donde se asientan. Las más importantes familias residen en el Árbol Madre, donde debatirán con el consejo supremo o Tekhnä¹, asuntos que comprometen a toda la sociedad élfica. Pese a esta sociedad de carácter tribal cuya decisiones se toman por medio de consejos en los que participan estos cabeza de familia, siempre existirá una supremacía de una tribu o clan sobre las demás que serán los portavoces del pueblo élfico en la resolución de problemas externos.

En este contexto de redes clientelares, existen algunos clanes o tribus que tienen más relevancia por diferentes cuestiones, bien por contribuciones a la comunidad o por su antigüedad.

Si hay un clan reconocido y poderoso en Sandorái, ese es el de los Neril de Edén. Cuando uno piensa en ellos, se le viene a la mente los sacerdotes y sacerdotisas más poderosos del bosque. Sus habilidades de sanación mediante luz y agua son únicas y reconocidas en todo el mundo, siendo capaces de dar vida mediante éstas habilidades y regenerar prácticamente cualquier tipo de herida.

Sin embargo, este clan es uno de los más antiguos, cerrados y conservadores del bosque de Sandorái. Su filosofía está íntimamente ligada a la religión y a las tradiciones élficas. Son muy creyentes para con los dioses Imbar y Anar. Y entienden la sabiduría y la inteligencia como toda fuente de poder.

Su característica principal es, como no podía ser de otra manera, los ojos verdes y brillantes que iluminan los rostros de cada miembro de la familia. Los Ojosverdes constituyen el clan más radical de los elfos de Sandorái. Y aunque forman parte del consejo, su modus operandi no suele estar aprobado por éste.

Además, son el único clan de Sandorái que no cuenta con el don de la magia, pero a cambio son unos excelentes arqueros y asesinos con doble daga. Viven principalmente en varios campamentos al Sur del bosque. Conectan sus zonas mediante pasarelas sobre los árboles, por lo que se desplazan rápidamente sin ser vistos.

El clan Nemaniel tiene por valores la valentía y el honor. Desde hace siglos luchan no sólo por la protección de Sandorái, sino de Aerandir. Por esta histórica familia pasaron varios portadores de las reliquias de los centinelas. La última de las cuales, Tyrande, portadora de la Capa Blanca, fue la primera centinela capaz de acabar con uno de los Jinetes Oscuros: Verzela Tarmúnil.

Por esto y por ser claramente el grupo más abierto a los extranjeros, los Nemaniel no son muy bien vistos entre el resto de clanes de Árbol Madre. Son mirados con cierto recelo o envidia por sus grandes capacidades mágicas y no cuentan con una representación importante en el Concilio. Estando su acceso a las distintas áreas del árbol está restringido. También son, sin duda, el clan más minoritario, y sus diversos integrantes se encuentran muy dispersos y no cuentan con una base establecida.

Si bien nunca fue un clan poderoso ni con peso en el Consejo, acontecimientos recientes han otorgado una creciente fama a este clan. En el año 1272, Atreyu Santya, Nowo Khan (sabia guía) de los Sondve, fue desterrada junto con aquellos miembros del clan que desearon permanecer a su lado. El resto del clan permaneció en Sandorai, bajo el mando de Danethil Sein.

Durante su exilio, los Sondve pusieron su vista en Midgard y se instalaron en una antigua aldea de leñadores humanos a ambas orillas del Tymer, en la confluencia entre el este y el oeste, Midgard y Sandorai. Rebautizaron la aldea con el nombre de Nytt Hus (nueva casa) y permitieron que los humanos permanecieran a su lado a cambio de adoptar las costumbres élficas, renunciando a la tala de árboles. Lamentablemente, la aldea se vio envuelta en un conflicto con el malvado nigromante Randall Flagg.

Sin embargo, lograron salvarse gracias a una ayuda inesperada y actualmente, se han convertido en uno de los clanes más cosmopolitas, dado que además de los antiguos leñadores humanos, se les han ido uniendo otros elfos desterrados y hasta un grupo de spriggan midgardianos (dicen que incluso han adoptado a una vampiro). El Consejo los tolera, pero sin aceptarlos en sus filas. Tienen una cuenta pendiente con algunos miembros del Clan Ojosverdes que intentaron eliminarlos en su momento de vulnerabilidad.