Re: La Muerte Visita Al Alquimista [Noche][Trabajo]

**Zagreus** Miér 13 Abr 2022 - 21:24

Al llegar al carruaje vi los cuerpos ensangrentados en el suelo mientras Cohen me indicaba una seña para acercarme y quitar mis manos de los oídos.

Supongo que estabas aburrido…- dije de forma capciosa, la escena, si bien acarrearía comentarios en la Villa por la mañana, no me sorprendía en realidad, siendo honestos, viniendo de Cohen me esperaba que la fiesta que se había montado anteriormente con los encapuchados hubiese subido de tono…

Aquí está el líder del gremio de alquimistas de Sacrestic, supongo que tendrá algunas cosas que comentar contigo o Lannet. – le dije a Cohen mientras veía a Stouk que se cubría su mano ensangrentada en sus prendas.

Cohen lo golpeó directamente en el rostro, ya no sabía cuantas veces durante esa noche el vampiro había reaccionado a partir de sus impulsos. Sin embargo, posterior a eso buscó un libro dentro de la carreta, se lo mostró sonriendo y no se dirigió nuevamente al líder. Luego solo dijo para volver al taller con Lannet.

Nos pusimos en marcha moviéndonos nuevamente por las sombras de la ciudad, el hombre calvo no estaba en condiciones de hacer ninguna imprudencia, ya había visto de lo que éramos capaces. No obstante, la reacción de mi compañero me dejaba intrigado, me esperaba un final similar al que tuvieron los subordinados que escoltaban el carruaje, sangriento y seguramente doloroso… o incluso una sesión de tortura o manipulación vampírica para obtener respuestas de los motivos del gremio y todo lo que significaba este golpe… pero no, al parecer nos desprenderíamos de toda situación con esta gente y se la dejaríamos a Lannet, cuestión que me parecía prudente, pero… diferente a las que me hubiese imaginado minutos atrás.

Cohen… ¿Se lo entregaremos a Lannet y que él se encargue? Admito que me esperaba que lidiaras con este tipo de forma personal… - le pregunté a mi compañero mientras caminábamos por los callejones, buscando alguna explicación al final de toda esta travesía…

Ya faltando pocas cuadras para llegar al taller en Puertoverde.

Será mejor que me dirija al taller yo solo y le explique a Lannet la situación. Espera aquí, es obvio que sería inadecuado que tú y … él… se presentarán así en esta zona. Ya falta poco para el alba y las calles empiezan a estar transitadas por humanos… - le dije señalando y haciendo énfasis en su ropa y mentón cubiertos de sangre.

Te dejo a solas con tu amigo… no tardaré, luego hay que considerar el pergamino de Houndman, merecemos una recompensa digna.

Avancé varias calles en solitario, ocultándome de los faroles y ojos humanos de esa parte de la Villa, llegué al taller, en la entrada estaba Ajax que caminaba de forma errática mientras trataba de respirar. Al cruzar miradas me abrió la puerta sin mediar palabra y enseguida continuó con su ritual de duelo.

Dentro del taller Shy se encontraba inconsciente y encadenado, Lannet tomaba una taza de té que había preparado Margaret quien ya se había acostado a dormir.

Al ver al asesino inconsciente y cruzar mirada con el oficial humano, este me respondió casi excusándose – el mudo empezó a hablar de más… ¿y Cohen?, ¿lograron detener a los del gremio?

Sí, Cohen se encuentra con el líder del gremio 4 calles al oeste, digamos que no están presentables para transitar por estos lados…

Entiendo… ¿habló? ¿sigue en una pieza?

Bueno, le faltan algunas partes, pero nada que ponga en peligro su vida, estoy seguro de que tendrá varias cosas de las que hablar contigo en su debido momento. Aunque tenía dos subordinados que no creo que puedas conocer, Cohen se encargó de ellos.

Hmmm, yo me encargaré de eso… Con respecto al líder, iré a llevar al idiota pretencioso de Shy al cuartel, allá enviaré a alguien de gran confianza a que se encuentre con ustedes y lo traiga, les recomiendo que se separen de él, no sería una buena imagen para los oficiales humanos que unos vampiros sean quienes hagan justicia en la Villa… luego, pueden venir al cuartel para hablar… aunque ya la noche se acaba al igual que mi turno…

Entendido, iré a encontrarme con Cohen y comentarle lo que dices. Nos veremos en el cuartel entonces Lannet. No creas que ya se nos olvidó por lo que venimos a verte en primer lugar… y si, unos vampiros resolvieron el crimen del alquimista de la calle Puertoverde, así que ten en cuenta eso. Un placer… - dije mientras me marchaba con una sonrisa que era correspondida por Lannet.

A los minuto ya estaba encontrándome con Cohen nuevamente y le explicaba toda la situación

**Cohen** Vie 15 Abr 2022 - 11:13

Cohen caminaba tras Zagreus y el alquimista. Confiaba en su compañero y en su control. Sin embargo, él podía tener un comportamiento más errático en situaciones de estrés.

Cuando Zagreus propuso adelantarse y esperar en el callejón, el vampiro asintió al comprobar que su presencia, totalmente ensangrentado, en el barrio de la ciudad que controlaban los soldados humanos, no era precisamente positiva.

―De acuerdo. Me comprometo a dejarle de una pieza.

Cuando se quedó a solas con el prisionero, lo agarró fuertemente por sus ropas, introduciéndolo en la parte central del callejón, alejándole lo más posible de los dos extremos del mismo, que daban a calles concurridas.

Si alguien viese a un humano siendo prisionero de un vampiro, podría sacar sus propias conclusiones y por experiencia, sabía que él no sería visto cómo el bueno de la historia. Aunque se preguntaba si lo era.

Lo tiró al suelo con fuerza. Antes de que el líder de los alquimistas lograse ponerse en pie, colocó uno de sus zapatos en el centro de su pecho, aprisionándole con su peso.

―¡Vamos hombre! ¿Pensabas que ibas a matar a uno de los alquimistas más importantes de la ciudad y escapar libremente? Tienes suerte de que los soldados humanos estén en esta ciudad. Si no, yo mismo me hubiera encargado de abrirte en canal y haber expuesto tu feo cadáver colgado de un poster en mitad de la calle.
― Maldito malnacido…
―Si vuelves a hablar, te pongo el pie en el cuello hasta asfixiarte. Tú eliges.

Tras la amenaza, alargó su pie propiciando una patada a aquel puto vejestorio.

Mientras esperaba la vuelta de Zagreus, estuvo hojeando el libro que le había robado al alquimista. Aunque conocía la mayoría de las pociones y elixires, algunas eran realmente sorprendentes.

Al aparecer el vampiro, se mostró algo sorprendido por cómo había cambiado el escenario. Al decirle que uno de los hombres de Lannet estaba en camino, puso al prisionero en pie. Con las manos, limpió de su ropa todo resto de tierra y polvo.

Poco después, apareció el soldado y Zagreus, que estaba algo más presentable, entregó al mismo. Una vez se alejaron, Cohen avanzó hasta colocarse a la salida del callejón.

―Apenas queda una hora para el amanecer. Me temo que no vamos a poder a ver a Lannet esta noche. Sin embargo, aún podremos pasarnos por la casa de la viuda. Tenemos una recompensa que cobrar.

Caminaron de nuevo hacia el lugar de los hechos, en silencio. Por el camino, Cohen encontró un barril lleno de agua de lluvia de la mañana anterior. Aunque estaba algo sucia, la usó para lavar su cara.

El taller estaba totalmente cerrado, pero la puerta anexa al mismo, que era la vivienda del difunto, se encontraba abierta. Una mujer de gran tamaño estaba allí atendiendo a una vecina que, al parecer, ya se había enterado de tal terrible suceso.

―Deberías ser tú quién se encargue de esta conversación, ¿no crees? Tú eres el amable―le dijo a su compañero, mientras buscaba el manuscrito para cedérselo.

**Zagreus** Dom 17 Abr 2022 - 19:28

Al llegar le expliqué la situación rápidamente a Cohen y el enviado por Lannet que llegó prácticamente detrás de mí se llevó al líder del gremio sin mediar palabra, supongo que al ver a Cohen ensangrentado sería prudente salir de ese lugar de inmediato.

Mi compañero vampiro me hizo entrar en razón, el tiempo se nos acababa y debíamos atender primero la situación con la viuda. Pensar en ello me causaba cierta incomodidad, a veces la maldición de no poder movernos bajo la luz del sol podía ser limitante.

Pese a la frustración de no poder ir con Lannet durante ese día y por fin atender el tema de Zana, nos dirigimos nuevamente al taller, ya que la viuda vivía al lado, esperando que la recompensa de la carta del viejo Houndman valiera la pena. Aunque, para mis adentros, me repetía la idea de que Lannet nos debía una, no solo habíamos resuelto el crimen del alquimista, habíamos prácticamente frustrado toda una operación del gremio en su Villa, y el jefe de esa organización en Sacrestic ahora estaba en el calabozo del cuartel… de solo suponer que una figura como él tuviera una deuda conmigo ya me esbozaba una sonrisa en mi rostro, los humanos como él solían tener mucha influencia en el continente. Ya no solo bastaba con ayudarnos con la información por la que veníamos, pero eso ya tendría que discutirse la próxima noche.

Al acercarnos vimos la dama en la puerta de la casa junto al taller, era la viuda de Houndman que hablaba con una vecina. Cohen con un sutil eufemismo me dejó la tarea de llevar la conversación. Ja, amable dice, será que tengo el suficiente autocontrol para no golpear a la gente en el primer contacto visual que tengo.

Está bien yo hablaré, luego de terminar aquí volveré a la posada, mañana a la misma hora nos vemos para ir al cuartel con Lannet. – le dije a mi compañero mientras caminábamos en dirección a la viuda.

Saludos, lamento su perdida señora. – la dama despidió a la otra mujer y con silencio me miró fijamente, sus ojos hinchados denotaban que ya había llorado por toda la situación.

Mi nombre es Zagreus, mi compañero es Cohen, venimos de parte de Lannet – una pequeña mentira para difuminar dudas de nuestro rol – y necesitamos hablar con usted sobre lo que sucedió con su esposo…

La señora aún se mantenía sin contestar y escéptica a mis palabras.

Ya estuvimos con sus estudiantes y bueno queremos hablar con usted sobre sus últimas palabras. – le hice un pequeño gesto a Cohen para sacar el pergamino firmado por el alquimista.

La señora al escuchar "últimas palabras" soltó una lágrima y dispuso de mayor atención a nuestra conversación.

Ya hablé con Ajax que me dio la noticia, no he podido pegar un ojo en toda la noche – la voz se entrecortaba - apenas pudo hablar conmigo porque luego un oficial lo llamó desde adentro del taller. No he querido pasarme por ahí, pero pobres chicos, deben estar destruidos, Margaret, Ajax y Shy.

No teníamos tiempo que perder, debía ser concreto - Señora, yo y Cohen tenemos en nuestras manos un escrito del señor Houndman, donde dice que fue envenenado y que lo que desea es justicia. Además, agrega que el que consiga detener a su asesino será recompensando, señala que él guardaba un dinero en cierto lugar de la casa y que usted puede ahora tenerlo para vivir y además pagar la recompensa mencionada…

La señora rompió en llanto y me agarró por mi brazo - ¡¿Lo encontraron?! ¡¿Quién fue?! ¡¿Por qué?!

Si… nosotros ya nos encargamos de todo, fue Shy – la señora al oír ese nombre me miró y frunció el ceño mientras murmuraba “no” reiteradas veces - se trataba de un sicario contratado por el líder del gremio de alquimistas aquí en la Villa, también lo capturamos Cohen y yo.

Pasado varios segundos en silencio la viuda se recompuso.

Gracias, me podrías entregar la carta de mi esposo, quiero asegurarme que sea de él, si es así me gustaría que esperaran aquí. Deseo confirmar lo que dicen con Ajax al lado y si me dice que lo que ustedes comentan es verdad, con gusto buscaré su recompensa.

La señora entró al taller con su propia llave, y tras unos minutos volvió con nosotros, sin mediar palabras me abrazó a mí y luego se acercó a Cohen para también abrazarlo.

Él era un buen hombre, el mejor. Gracias por vengar su muerte y hacer justicia. Subiré a buscar lo que les corresponde por su labor, gracias.

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