[ENIGMA] El igual a Habakhuk

Al pronunciar el nombre del señor de los vampiros... no pasó nada.

MIreya seguía dando vueltas por el peligroso territorio vampiro, armada con unos ajas y una estaca de madera asta encontrar la extraña lapida. La miro un rato a ella y a su inscripción.. No tenia idea de quien podía ser esa persona. pero sabia algo de la leyenda Habakhuk y es que aun después de muerto seguía comiendo sangre.. si era su igual también debería. Asi que se puso a buscar un conductos donde volcar sangre y que llegue directamente al señor... falso Habakhuk...

Eso si una ves encontró dicho conducto (si es que esta) espero que falte una hora para que salga el sol y luego vertió un poco de la sangre de su pierna. y luego puso su oido sobre las tierra para ver si había respuesta. Ciertamente no tenia que temer. que la desmiembre o que le muerdan el cuello no le aria mucho daño la verdad el primero ya se lo hicieron antes de nacer y lo segundo seria muy difícil de lograr. pero igual no hay que confiarse con los vampiros.

Mireya buscó pero no encontró conducto alguno. Sin embargo si que descubrió algo más inspeccionando la tumba, y es que por detrás había un reguero de sangre fresca que tenía su fuente en la piedra misma. Solo si observabas con detenimiento podías llegar a verlo, pues estaba oscuro y pocas eran las horas de luz que podía llegar a haber en aquél lugar.

Noctis volaba en las alturas mientras Tarken se adentraba en aquel bosque. Ciertamente le parecía sombrío a pesar de encontrarse en su elemento. Pese a ser medio elfo, encontrarse en la espesura de los bosques siempre le habría producido una sensación que lo reconfortaba, mas allí, en aquel bosque había algo que no acababa de tranquilizar a Tarken, algo extraño que lo turbaba.

Al cabo de un rato adentrándose en aquel bosque, una pequeña luz azulada, una luz que bailaba entre los árboles y en ese instante Tarken recordó lo que significaba aquella luz, lo que representaba para los elfos:

-Aquí hay algo maldito....-

El semielfo comenzó a mirar a su alrededor buscando posibles amenazas aunque decidió seguir aquella luz azulada que lo invitaba a ello. Noctis, mientras tanto, proseguía sobrevolando la arboleda vigilando a su compañero desde las alturas escudriñando la espesura con sus ojos de halcón. Al cabo de un rato, Tarken llegó a una espeluznante lápida con una insultante inscripción. Con una expresión de asco, el joven semielfo exclamó:

-No hay nadie igual a ese mal nacido, el fue el primero y gracias a la luz no hay nadie igual a él, Habakhuk, maldad y arrogancia sin límites.....sólo puedes ser tú Habakhuk, aunque si me equivoco, espero que no exista en Aerandir nadie igual a ti....-

Tarken habló pero la tumba continuó silenciosa. Nada ocurrió entonces.

Tarken observaba la lápida con detenimiento, escudriñaba cada palmo de piedra y de sangre reseca que había en aquel trozo de piedra tan siniestro como el mismo bosque en el que se encontraba. Lentamente, repasó la inscripción que tenía frente a sí y paseo la tema de los dedos por el líquido reseco que se había utilizado como tinta. Tras unos minutos observo igualmente un reguero de sangre que nacía desde la misma lápida.

El joven semielfo se llevó la mano al rostro pensativo y exclamó en voz baja para sí mismo:

-Alguien igual a Habakhuk, alguien igual de corrompido e impío que él, por Imbar, sólo conozco a alguien que hubiere perdido su alma en favor del Dragón Oscuro tanto como ese maldito vampiro, el asesino del rey, aquel que dicen es causante de la nube de azufre que asoló Aerandir y el buscador de la resurrección del Oscuro, pero...¿acaso podría tratarse de Frendrel?-

Al pronunciar aquel nombre Tarken casi lo escupió con desprecio pues Frendrel podía ser si cabe el ser más impío sobre la faz de Aerandir.

La tumba permaneció tan silenciosa como hasta ahora, pues nada ocurrió.

MIreya en cierta formo encontró lo que buscaba. La tumba  no era como la de Habakhuk, y no tenia un ducto de sangre, el cual estaba lleno. O tal ves era la misma, y esto era la verdadera salida Y EL VAMPIRO ESTABA VIVO. El lugar en si debía de tomarse con mas cambas antes de intentar llamarlo, la maquina se fue del lugar.


Unos días mas tardes, la maquina vuelve aparecer cargando a rastras a un hombre en mal estado, Probablemente un asaltante de caminos. Siendo asaltada y tan cerca del lugar la curiosidad le gano al sentido común y aprovecho ese momento. El Difunto en la tumba en si no era alguien poderoso o famoso como Habakhuk. Sino pondrían su propio nombre. Por lo que mejor seria para averiguar su nombre era preguntarle. Iba hacer esta noche lo que no se atrevió la otra noche. Llamarlo de vuelta a esta tierra.

Tomo al hombre que no reaccionaba a lo que pasaba, lo puso delante de ella y enfrente de la tumba y se dispuso a membrarlo de forma de que los gritos del hombre despierten a los mismos muertos (eso era vital). Luego pronuncio con la vos mas profunda que pudo - o gran señor de la noche acepta este sacrificio para saciar tu sed - y luego de eso lo degollo en frente a la tumba y se quedo parada cubierta de sangre a ver si el "ritual" surgía efecto.

El único punto débil de su plan es que no sabia si era su cumpleaños o no. Pero igual podía salir a jugar no? y de paso revelar el secreto de la inmortalidad para ella.

PD: aun lleva la estaca de madera

La tumba se manchó de sangre, probablemente si ésta tuviese propietario y nadie la limpiase antes de que apareciese, se cabrearía. A parte de esto, no pasó nada más.

En una especie de expedición suicida, Sora se internó en los bosques del territorio vampiro, en busca de una mítica tumba que su hermano podría visitar. Decían por ahí que sangraba la piedra, y que había una extraña inscripción.
Así que allí estaba, en medio de ninguna parte. Esperando algo. Cualquier señal que le indicase el camino. Cualquier indicio de su hermano o de la tumba.

-Por el sagrado Dragón de la Luz, ¿qué demonios...? - exclamó Sora con asombro al ver un fuego azul entre dos árboles.

Esa luz azulada que levitaba entre los enormes árboles le invitaba a seguir un camino, así que se puso en marcha.
Corriendo, tras unos minutos, llegó a la tumba que buscaba. Se agachó y leyó en alto la inscripción.

-"Después de ti, solo querré a una persona, aquél que es considerado por todos el igual a Habakhuk, yo mismo". Mmm... - Sora pensó durante unos instantes. - No puede ser el lider de los chupasangre, no es igual a un Dios Vampírico. Solo otro Dios sería igual, y no recuerdo ninguna deidad humana equiparable a Habakhuk... ¿Loki? - le preguntó a la piedra inerte. - ¿El Sagrado Oscuro? Mmm... Ahora entiendo por qué mi hermano busca estas cosas.

Preguntó a la tumba y ésta no respondió.

Sora esperó pacientemente, pero nada pasaba.La tumba continuó tan silenciosa como antes.

-Mmm... Fenrir... - Miró al cielo mientras musitó aquel antiguo nombre. Sin esperar respuesta por parte de la piedra, siguió pensando. - A ver, entre ellos a veces se llaman Los Hijos Olvidados, recuerdo a esos dos asquerosos bichos de hace unos años que... Arg, ya estoy divagando - Sora se dio a sí mismo un puñetazo en la cabeza, mientras su mente seguía trabajando. -. Supongo que no tendrás nada que ver con el Huevo de Jade y Bakthut, y Bakshel, ¿verdad, piedra inútil? - Pateó suavemente la piedra, esperando así arrancarle alguna reacción.

Como siempre, la piedra se mantuvo callada.

Sora se quedó mirando con enfado a la piedra inerte. Ni un brillo. Ni una señal o música o coros celestiales, nada. Contuvo su impulso de gritar y patear la tumba hasta romper la piedra, y se tiró al suelo de espaldas, cayendo sobre el manto de hojas. El cielo apenas era visible entre las copas de los árboles, pero el brillo pálido de la luna se podía percibir en toda la escena. Sonrió con nostalgia, pensando en la luz del satélite.

-Eres el vampiro más importante, Habakhuk... La casa Carsten es la más importante entre los humanos... Odín es el dios más importante para ellos... Fenrir y Thorbald Bukhard son leyendas entre los nuestros... Imbar entre los elfos es la más venerada... ¿Acaso esa pareja de dioses élficos son los enamorados? ¿Anar e Isil? - Sora seguía un hilo de pensamientos, intentando encontrar sentido a aquella tumba del demonio. - ¡Claro, lo he enfocado mal! Tengo que buscar parejas de Dioses, no dioses solitarios - Sora sintió que tenía una epifanía. Se levantó de un salto y se acercó a la tumba con la emoción reflejada en sus facciones. -. Odín y Frigg, los dioses más grandes de los humanos... ¿Acaso sois vosotros dueños de esta tumba? - Se arrodilló junto a la tumba y acarició la piedra, esperando que un toque más cariñoso activase algún mecanismo.

El contacto a la piedra era frío, casi era como tocar un fiambre, eso pudo notarlo bien al acariciarla, además también pudo pasar los dedos por la sangre seca, pero nada pasó.

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Felicidades, has completado el enigma.

Recompensa:
- 10 puntos.
- Espejo mágico el cual revela la persona de la que se está enamorado cuando la persona se mira.