[Evento de Pascuas] La niña elfa

El camino de regreso a casa había sido extraño, aún no conseguía nada para amarrar mi pie y el dolor iba en aumento, además me sentía un genio por caminar sin carruaje, ¿Cómo no se me ocurrió alivianar el viaje de esa manera? Pero no, el muy estúpido se había dignado en caminar todo el trayecto hacia Sacrestic a pie.

No me agradaba este bosque, o en realidad sí, era muy bonito, era yo el que no le agradaba…o más bien no le agradaba a quienes vivían en este bosque. Los elfos y yo no éramos buenas duplas, ha habido pocos amigos elfos pues los vampiros no somos bien vistos por ellos, no somos puros, por decirlo de alguna manera.
El camino era dificultoso no solo por lo poco parejo del terreno, sino también por aquel dolor punzante que me hacía parar a cada rato, dolores molestos que impedían mi avance con normalidad, rápido como el de un vampiro. Así que debí de hacer una pausa más. Me senté en la falda de un árbol para beber un poco de sangre, el agua de los vampiros, pero cuando me disponía a beber un leve ruido me distrajo y me produjo un susto que me sorprendió, una pequeña niña frente a mi comenzó a decir cosas extrañas… ¿cómo es que no pude sentirla? ¿Quién demonios era ella? ¿era acaso un elfo y su grupo pronto vendría a por mí? ¿o era una trampa tendida por algún viejo enemigo?

Luego de que me dijera recién entendí más o menos de lo que se trataba… ¿Magia?, yo no tenía nada, solo era un vampiro que podía hacer algunas ilusiones pero con el poder actual de mi nueva vida no podía hacer nada…excepto… pensé un poco en lo que podía hacer y pensé en mis ojos, levanté él parche que cubrí mi ojo izquierdo y apareció el color rojizo de siempre, luego puse mis dedos sobre él, lo saqué y ya era de color negro. Tapé mi ojo derecho y con ayuda de Dennis, el color del otro ojo también se puso rojo. Era un poco gracioso hacer eso, parecía más un subnormal que un mago pero podía funcionar. Tapé ambos ojos y luego los destapé, ambos estaban de color rojizo…solo esperaba que ella con sus ojitos estuviera pensando que lo que hacía era impresionante. Los volví a tapar y descubrir y ya eran negros de nuevo. Tapé mi ojo con el parche luego de terminar mi hazaña y volví a caminar marchándome, de alguna manera eso me había parecido bastante gracioso, pero aún quedaba un largo trayecto a casa, debía pasar por un par de lugares más hasta llegar a mi pueblo, así que era mejor continuar.