El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
No había querido pensar en la más que evidente reacción del brujo ante la comprobación de sus sangre. Al levantar la cabeza había visto su expresión y notaba, sentía vibrar casi imperceptiblemente su cuerpo. Y ese fue otro motivo para ladearme sin siquiera mirarle, quería tratar de evitar cualquier... "contratiempo", pero, fue inútil.
En menos que uno abre y cierra los ojos, lo tenía detrás, presionándome, pegándome contra la pared y rodeándome con sus brazos, con su cuerpo.
¿Qué demonios haces?
Una parte de mi deseaba aquello, otra sabía que no era el momento idóneo y... Ni siquiera sabía si era lo indicado, y es que por una vez -me dí cuenta entonces- me estaba parando a pensar en si algo era o no correcto.
Me aspiraba, me aprisionaba y a la vez, me trataba con cuidado. No sabía qué pensar, sabía qué sentía y... Mi cuerpo me delataba, relajé los músculos, temblaba y suspiré, pero, no debía... No quería esto sin saber qué pensaba sobre mi, y además, me había dicho que me odiaba. Ese pensamiento seguía escondido, quería que siguiese escondido...
Atrapé sus manos contra mis hombros, me froté, me pegué a él para sentir su calor y cerré los ojos con pesar.- Basta. No es.. El momento ni debemos... -suspiré. Era mi culpa. Pondría más cuidado en ir más vestida la próxima vez, a veces olvidaba lo mal visto que estaba eso y lo mal que podía sentarles a algunos... ¿Se sentiría atrído por m... por lo mismo que todos? Anhelaba equivocarme.
Lo sentía tan cerca, y tenía tantas ganas.. Pero por algún motivo que no comprendía y que odiaba no comprender, era incapaz. No era como el resto de ocasiones y no quería que fuese un revuelo de sábanas más entre tantos. Pero, ¿por qué? Era otra pregunta enterrada que no me apetecía desenterrar. - Wallace. - Llamé ante su insistencia- No es..
Y un torrente de piedras comenzaron a removerse- ...recuerda, Kenzo, debe volver con su mujer. -Estaban cayendo peligrosamente cerca, una detrás de otra, pequeñas... por el momento.- ¡Joder!
Un Ongilith se enganchó a mi pierna, uno de tantos que nos perseguían. Trepó hasta la rodilla, ni supe cómo con tanto ajetreo, lo sentí ya cuando noté sus patitas hundidas levemente en mi piel.- No entenderé jamás cómo acabo metida en todos los fregados... -murmuré.
Solo YO la toco...bicho... vamos! CORRE! -dijo, apremiándome. Abrí la boca para protestar por el trato, ¡yo no era una inútil! Había aprendido a valerme. Pero no llegué a decir nada... Porque una gran roca cayó en medio del camino, quedando obstruído por completo, y el resto seguían cayendo alrededor. Por otra parte me halagaba que alguien se preocupase así por mi... Pero eso no tenía por qué saberlo.. ..aún.
Me llevé un brazo a modo de escudo -inutilmente- sobre la cabeza y corrí, con él, escaleras abajo, escaleras que se deshacían a cada paso que dábamos.
A un ritmo frenético saltamos, de escalón roto en pedazos de piedra, bajando como podíamos. Todo corría alrededor, como una sucesión demasiado rápida de imágenes, creando manchas y sonido ensordecedor. Tenía los sentidos embotados de tanto ruído, por más que tratase de hacer uso de las habilidades de mi raza, era inútil, no podía ni siquiera plantar los pies...
Y se derrumbó. Caímos unos metros, agarrados y confusos, rodamos por el suelo y me apartó del derrumbe... El humo lo inundaba todo, el polvo de las rocas partidas y magulladas.
Tosí, suspiré y me incorporé sobre él - Lo siento... -dije, algo turbada, me bajé de él y me senté más cómodamente, apoyada en la pared. Me quité la alforja (¿zurrón? ¿mochila? Decir que era pequeñita, lo justo para algunos objetos y la comida) del hombro y la dejé en el suelo. Me froté los ojos que lagrimeaban de la carrera, el frenesí y el polvo.
Después de esto...quiero un cerdo asado...entero...y mucha cerveza..
Oooh.. Sí... Que sean dos... -reí, una risa cansada y le sonreí de medio lado. Rebusqué en mi bolsa y di un trago corto a una botella. Tal vez debería mirarme eso del alcohol... Empezaba a aliviarme demasiado- Tengo la comida que nos proporcionó Elionore. Aunque supongo que.. Deberíamos avanzar.. Encontrar a ese chico y lo más importante: otra vía para salir. Me preocupa que el oxígeno comience a escasear.
Lo observé más detenidamente, cansado, magullado, pero con expresión ansiosa por continuar, aquello me hizo sonreir, él estaba vivaz, no perdía el ánimo ni el atractivo, y estaba a salvo... "¿Pero desde cuando piensas esas cosas, estúpida?", torné a una expresión decidida y le tendí la mano.
¿Vamos, niñ... Wallace? -dije a modo de burla, guiñándole un ojo.
En menos que uno abre y cierra los ojos, lo tenía detrás, presionándome, pegándome contra la pared y rodeándome con sus brazos, con su cuerpo.
¿Qué demonios haces?
Una parte de mi deseaba aquello, otra sabía que no era el momento idóneo y... Ni siquiera sabía si era lo indicado, y es que por una vez -me dí cuenta entonces- me estaba parando a pensar en si algo era o no correcto.
Me aspiraba, me aprisionaba y a la vez, me trataba con cuidado. No sabía qué pensar, sabía qué sentía y... Mi cuerpo me delataba, relajé los músculos, temblaba y suspiré, pero, no debía... No quería esto sin saber qué pensaba sobre mi, y además, me había dicho que me odiaba. Ese pensamiento seguía escondido, quería que siguiese escondido...
Atrapé sus manos contra mis hombros, me froté, me pegué a él para sentir su calor y cerré los ojos con pesar.- Basta. No es.. El momento ni debemos... -suspiré. Era mi culpa. Pondría más cuidado en ir más vestida la próxima vez, a veces olvidaba lo mal visto que estaba eso y lo mal que podía sentarles a algunos... ¿Se sentiría atrído por m... por lo mismo que todos? Anhelaba equivocarme.
Lo sentía tan cerca, y tenía tantas ganas.. Pero por algún motivo que no comprendía y que odiaba no comprender, era incapaz. No era como el resto de ocasiones y no quería que fuese un revuelo de sábanas más entre tantos. Pero, ¿por qué? Era otra pregunta enterrada que no me apetecía desenterrar. - Wallace. - Llamé ante su insistencia- No es..
Y un torrente de piedras comenzaron a removerse- ...recuerda, Kenzo, debe volver con su mujer. -Estaban cayendo peligrosamente cerca, una detrás de otra, pequeñas... por el momento.- ¡Joder!
Un Ongilith se enganchó a mi pierna, uno de tantos que nos perseguían. Trepó hasta la rodilla, ni supe cómo con tanto ajetreo, lo sentí ya cuando noté sus patitas hundidas levemente en mi piel.- No entenderé jamás cómo acabo metida en todos los fregados... -murmuré.
Solo YO la toco...bicho... vamos! CORRE! -dijo, apremiándome. Abrí la boca para protestar por el trato, ¡yo no era una inútil! Había aprendido a valerme. Pero no llegué a decir nada... Porque una gran roca cayó en medio del camino, quedando obstruído por completo, y el resto seguían cayendo alrededor. Por otra parte me halagaba que alguien se preocupase así por mi... Pero eso no tenía por qué saberlo.. ..aún.
Me llevé un brazo a modo de escudo -inutilmente- sobre la cabeza y corrí, con él, escaleras abajo, escaleras que se deshacían a cada paso que dábamos.
A un ritmo frenético saltamos, de escalón roto en pedazos de piedra, bajando como podíamos. Todo corría alrededor, como una sucesión demasiado rápida de imágenes, creando manchas y sonido ensordecedor. Tenía los sentidos embotados de tanto ruído, por más que tratase de hacer uso de las habilidades de mi raza, era inútil, no podía ni siquiera plantar los pies...
Y se derrumbó. Caímos unos metros, agarrados y confusos, rodamos por el suelo y me apartó del derrumbe... El humo lo inundaba todo, el polvo de las rocas partidas y magulladas.
Tosí, suspiré y me incorporé sobre él - Lo siento... -dije, algo turbada, me bajé de él y me senté más cómodamente, apoyada en la pared. Me quité la alforja (¿zurrón? ¿mochila? Decir que era pequeñita, lo justo para algunos objetos y la comida) del hombro y la dejé en el suelo. Me froté los ojos que lagrimeaban de la carrera, el frenesí y el polvo.
Después de esto...quiero un cerdo asado...entero...y mucha cerveza..
Oooh.. Sí... Que sean dos... -reí, una risa cansada y le sonreí de medio lado. Rebusqué en mi bolsa y di un trago corto a una botella. Tal vez debería mirarme eso del alcohol... Empezaba a aliviarme demasiado- Tengo la comida que nos proporcionó Elionore. Aunque supongo que.. Deberíamos avanzar.. Encontrar a ese chico y lo más importante: otra vía para salir. Me preocupa que el oxígeno comience a escasear.
Lo observé más detenidamente, cansado, magullado, pero con expresión ansiosa por continuar, aquello me hizo sonreir, él estaba vivaz, no perdía el ánimo ni el atractivo, y estaba a salvo... "¿Pero desde cuando piensas esas cosas, estúpida?", torné a una expresión decidida y le tendí la mano.
¿Vamos, niñ... Wallace? -dije a modo de burla, guiñándole un ojo.
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
- MINA:
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Ébano y Wallace se encuentran en una sala algo más grande que las anteriores. Enfrente de las escaleras, o al menos o que quedan de ella, hay como unos agujeros, repletos de arena, igual que en la otra de las esquinas, la que está situada en el nord-este.
En el centro de la estancia descansan algunas de las rocas y escalones que había caído en su ascensión por las escaleras.
Bajo los escombros de las escaleras hay con cofre, y en las paredes estanterías. En unas hay herramientas de trabajo, y en la otra, ropas de trabajador de recambio… no en muy buen estado.
El camino continúa por el oeste… pero al parecer alguien obstruyó el paso con rocas… grandes y pasadas rocas. Por entre las rocas se puede ver algo de luz, apoyando a la poco que hay en la sala actual.
Los viajeros tardarían un poco en ver todo esto, ya que el derrumbamiento había levantado algo de polvo, pero poco a poco la visión se fue haciendo más nítida.
Todo estaba en silencio, ya no es escuchaban las metálicas patitas de los insectos robot corriendo por las rocas Silencio… ¿sería bueno?
En el centro de la estancia descansan algunas de las rocas y escalones que había caído en su ascensión por las escaleras.
Bajo los escombros de las escaleras hay con cofre, y en las paredes estanterías. En unas hay herramientas de trabajo, y en la otra, ropas de trabajador de recambio… no en muy buen estado.
El camino continúa por el oeste… pero al parecer alguien obstruyó el paso con rocas… grandes y pasadas rocas. Por entre las rocas se puede ver algo de luz, apoyando a la poco que hay en la sala actual.
Los viajeros tardarían un poco en ver todo esto, ya que el derrumbamiento había levantado algo de polvo, pero poco a poco la visión se fue haciendo más nítida.
Todo estaba en silencio, ya no es escuchaban las metálicas patitas de los insectos robot corriendo por las rocas Silencio… ¿sería bueno?
_________________________________________
• Bueno, en cada uno de vuestros siguientes turnos, podéis mirar lo que queráis de esta sala. Hacer y deshacer. Pero ambos debéis acabar quitando rocas… ya es hora de saber hacia dónde van, ¿no?
• Podéis coger las herramientas y ropas, pero ya que están viejas, solo podréis hacer uno de dichos objetos durante un turno.
Ya estabais avisados, pero perdón por la espera.
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Tosiendo, el brujo examinó la sala mientras se levantaba con la ayuda de Ebano, aunque mas bien intentó no tirarla al suelo. Tan pequeñita para el...tan manejable para....Wallace gruño y se limpio el polvo de los hombros. Sudado y sucio, el hombre rasgó lo que le quedaba de la camisa chamuscada, para quedarse finalmente sin nada mas que los pantalones y las piezas de armadura. Se limpió con el trozo de tela, pues estaba cubierto de polvo y le molestaba.
-Parece que estamos a salvo...demomento...-dijo mirandose la mordida de la vampira. Habia dejado de sangrar y la carne estaba palpitante pero se la podia cauterizar con su fuego interno. El brujo miró hacia las rocas y suspiró. Tocaba moverse. Se acercó a ellas y examinó los huecos por donde pasaba la luz. Se podian quitar con cuidado, eso alegro mucho al hombre.
-Ebano...yo voy a quitar estas rocas...creo que sera posible pasar, pero tardare un poco, descansa, lavate y duerme si asilo deseas, yo me ocupo...-le dijo desabrochandose el cinturon que sujetaba la armadura. Se acercó a ella y dejo junto a la bolsa sus cosas y se crujió el cuello, guiñandole un ojo.-...vamos a ello...-susurró cogiendo la primera piedra.
Sudado, caliente. con polvo en los brazos. Cada musculo de su cuerpo se tensaba para coger la siguiente piedra, una tras otra. Las que no podia levantar las rompia, calentandolas primero. Como una maquina que no para de trabajar. Si alguien necesitaba una imagen de lo que era un hombre viril, fuerte, un ejemplo de hombria, Wallace podia serlo en aquel momento.
El brujo se sentó encima de una de las rocas, para descansar un rato, respirando un poco agitado. Miró a la vampira y le sonrio lentamente, mirandola de arriba abajo, repasandola bien. La condenada era hermosa y lo sabia. Le provocaba muchas cosas pero odio no.
No...no era odio.
-Parece que estamos a salvo...demomento...-dijo mirandose la mordida de la vampira. Habia dejado de sangrar y la carne estaba palpitante pero se la podia cauterizar con su fuego interno. El brujo miró hacia las rocas y suspiró. Tocaba moverse. Se acercó a ellas y examinó los huecos por donde pasaba la luz. Se podian quitar con cuidado, eso alegro mucho al hombre.
-Ebano...yo voy a quitar estas rocas...creo que sera posible pasar, pero tardare un poco, descansa, lavate y duerme si asilo deseas, yo me ocupo...-le dijo desabrochandose el cinturon que sujetaba la armadura. Se acercó a ella y dejo junto a la bolsa sus cosas y se crujió el cuello, guiñandole un ojo.-...vamos a ello...-susurró cogiendo la primera piedra.
Sudado, caliente. con polvo en los brazos. Cada musculo de su cuerpo se tensaba para coger la siguiente piedra, una tras otra. Las que no podia levantar las rompia, calentandolas primero. Como una maquina que no para de trabajar. Si alguien necesitaba una imagen de lo que era un hombre viril, fuerte, un ejemplo de hombria, Wallace podia serlo en aquel momento.
El brujo se sentó encima de una de las rocas, para descansar un rato, respirando un poco agitado. Miró a la vampira y le sonrio lentamente, mirandola de arriba abajo, repasandola bien. La condenada era hermosa y lo sabia. Le provocaba muchas cosas pero odio no.
No...no era odio.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Se levantó -casi me tira al suelo de nuevo- y se quitó todo el polvo...
Mentira. Tenía un polvo que no le quitaría nadie, jamás.
Sacudí la cabeza y puse los brazos en jarras, alzando una ceja ante la parsimonia con que él se quitaba el resto de camisa calcinada y se quitaba la tierra y la suciedad del rostro.
"Joder, si es que hasta así está tan... atractivo y apetecible.." - pensaba. Lo examiné indecorosamente con la mirada.
Parece que estamos a salvo...demomento... - dijo. Se miraba la herida, la que yo le había hecho para desinfectarla de veneno- Oh sí, deberías tener cuidado con eso, puedo haberte inyectado un veneno adictivamente mortal con mis colmillos... - dije, exagerando la teatralidad.
Compuse media sonrisa mientras lo veía alejarse hasta las rocas y examinarlas. Lo seguí, de cerca. En aquel momento pensaba incordiarlo con mi presencia, había notado qué provocaba en él y aunque estuviésemos en una tregua, pincharle y molestarle estaba dentro de mis planes; ahora, y siempre.
Y viendo que continuaba examinando las rocas, me senté en una muy grande del derrumbe. Mi espalda me pedía unos minutos de descanso, los necesitaba.. Aunque la necesidad imperiosa de encontrar oxígeno, y a Kenzo, estaba presente todo el rato en mi cabeza. Era una mujer de fijaciones.
Me estiraba la espalda cuando se acercó y dejó ahí el resto de su armadura. Verlo desabrochar el cinturón... Despertó cosas en mi que jamás creí que un gesto así despertaría. Me mordí un labio inconscientemente mientras me dejaba llenar de su voz.
Ébano...yo voy a quitar estas rocas...creo que sera posible pasar, pero tardare un poco, descansa, lavate y duerme si asilo deseas, yo me ocupo...
"¿Q-qué?! ¿Que me quede aquí sin hacer nada?" - pensaba mientras él me guiñaba un ojo seductoramente.
Sí, claro, para que luego te pases el día entero alardeando de tus "hazañas" y no me dejes dormir. - protesté. Pero no me hacía caso. Le escuché susurrar algo acercándose a las piedras, e iba a levantarme para ayudarlo y que no tuviese excusa para presumir, para no parecer una inutil a su lado, cuando aprecié el maravilloso... digo... común, brillo del trabajo y sudor, del esfuerzo, en los marcados músculos de su espalda..
... Por todos los dioses... Enrojecí. - A-además, seguro que haces esto para luego ir alardeando de que no puedo ir a ningún lado sin ti, y decirle a todo el mundo lo varonil y caballeroso que eres con las damas.
Me mordí el labio inferior de nuevo, contemplado a aquel hombre, tan fuerte y de ensueño como cualquier doncella de pueblo pudiese soñar. Podría ser tanto el primogénito de una familia de nobles, sueño de toda señorita, como el héroe huérfano de trágica historia que conquista los corazones de todas las cortesanas y..
¿¡Pero en qué piensas, Ébano!? Él no es para ti, es un brujo, para empezar.
¿Y desde cuando a mi me importan los brujos?
Te importan porque.. porque... ¡sí! Y ya está. Está en tu raza.
Pero si yo no me.. siento.. bueno. Ya lo sabes.
Que te calles.
Cállate tu, y déjame que...
Ooohm... -joder, ¿eso ha sido un... jadeo? Contrólate por los dioses.- Ah... Me duele la espalda.. Y eso. Una roca debe haberme golpeado.
Le miré de soslayo y al ver que se había sentado en una roca grande, para descansar, lo miré sonriente, sabía que me había sonrojado, pero no pensaba decir nada al respecto.
Maldito... Me inspeccionaba con la mirada. Casi podía decir que me estaba desnudando con los ojos. Y es que, bueno, no era dificil con mi atuendo... La respiración de él era agitada, su torso subía y bajaba... Como si acabasen de terminar de yacer juntos, desnudos sobre un lecho de pieles y...
¡Ébano! - pensó mi lado más raciona. Un momento. ¿Tengo de eso? Cerré los ojos y los abrí con expresión renovada. Le lancé mi botella de alcohol y me dirigí a las estanterías laterales.
No apures la botella. Solo tengo una más, y creo que voy a ir necesitándola... Y no, olvídalo si vas a reprenderme por beber, ya tengo una edad. -dije alzando una mano hacia él, como para "parar" sermones, y sin siquiera mirarle. Me paseaba cerca de las rocas, de las estanterías, sabiendo que iba semidesnuda y que... bueno, yo era joven, él era joven, ambos nos atraíamos y me encantaba hacerle rabiar.
Sonreía internamente mientras revolvía en las cosas. Saqué unos harapos que deposité con cuidado en el suelo. - Mira... Un mono de trabajo. Podría ser de Kenzo. O de algún otro minero atrapado... - dije, distraídamente. Saqué una caja vieja y empolvada y la soplé, tosiendo. La dejé en el suelo y me incliné, rodillas rectas, ofreciendo un ángulo especial de mi escote y una linea.. silueta, de mis nalgas.- Mmmh... Herramientas. - Levanté un martillo de entre todo el revoltijo y lo puse en mi bolsa, incorporándome hacia él y encogiéndome de hombros. ¿Mh? Por si acaso. Nunca se sabe, ¿ah?
Anduve hacia él y hacia la montonera de rocas. Muchas las había retirado ya. Quedaba una última capa y podríamos pasar, pues de la parte superior ya había retirado todas, y entraba aire, un poco menos viciado que el que había ahí.- Si quieres coger algo, adelante.... Y acabemos con esto pronto. - comenté quitando rocas de en medio.
Mentira. Tenía un polvo que no le quitaría nadie, jamás.
Sacudí la cabeza y puse los brazos en jarras, alzando una ceja ante la parsimonia con que él se quitaba el resto de camisa calcinada y se quitaba la tierra y la suciedad del rostro.
"Joder, si es que hasta así está tan... atractivo y apetecible.." - pensaba. Lo examiné indecorosamente con la mirada.
Parece que estamos a salvo...demomento... - dijo. Se miraba la herida, la que yo le había hecho para desinfectarla de veneno- Oh sí, deberías tener cuidado con eso, puedo haberte inyectado un veneno adictivamente mortal con mis colmillos... - dije, exagerando la teatralidad.
Compuse media sonrisa mientras lo veía alejarse hasta las rocas y examinarlas. Lo seguí, de cerca. En aquel momento pensaba incordiarlo con mi presencia, había notado qué provocaba en él y aunque estuviésemos en una tregua, pincharle y molestarle estaba dentro de mis planes; ahora, y siempre.
Y viendo que continuaba examinando las rocas, me senté en una muy grande del derrumbe. Mi espalda me pedía unos minutos de descanso, los necesitaba.. Aunque la necesidad imperiosa de encontrar oxígeno, y a Kenzo, estaba presente todo el rato en mi cabeza. Era una mujer de fijaciones.
Me estiraba la espalda cuando se acercó y dejó ahí el resto de su armadura. Verlo desabrochar el cinturón... Despertó cosas en mi que jamás creí que un gesto así despertaría. Me mordí un labio inconscientemente mientras me dejaba llenar de su voz.
Ébano...yo voy a quitar estas rocas...creo que sera posible pasar, pero tardare un poco, descansa, lavate y duerme si asilo deseas, yo me ocupo...
"¿Q-qué?! ¿Que me quede aquí sin hacer nada?" - pensaba mientras él me guiñaba un ojo seductoramente.
Sí, claro, para que luego te pases el día entero alardeando de tus "hazañas" y no me dejes dormir. - protesté. Pero no me hacía caso. Le escuché susurrar algo acercándose a las piedras, e iba a levantarme para ayudarlo y que no tuviese excusa para presumir, para no parecer una inutil a su lado, cuando aprecié el maravilloso... digo... común, brillo del trabajo y sudor, del esfuerzo, en los marcados músculos de su espalda..
... Por todos los dioses... Enrojecí. - A-además, seguro que haces esto para luego ir alardeando de que no puedo ir a ningún lado sin ti, y decirle a todo el mundo lo varonil y caballeroso que eres con las damas.
Me mordí el labio inferior de nuevo, contemplado a aquel hombre, tan fuerte y de ensueño como cualquier doncella de pueblo pudiese soñar. Podría ser tanto el primogénito de una familia de nobles, sueño de toda señorita, como el héroe huérfano de trágica historia que conquista los corazones de todas las cortesanas y..
¿¡Pero en qué piensas, Ébano!? Él no es para ti, es un brujo, para empezar.
¿Y desde cuando a mi me importan los brujos?
Te importan porque.. porque... ¡sí! Y ya está. Está en tu raza.
Pero si yo no me.. siento.. bueno. Ya lo sabes.
Que te calles.
Cállate tu, y déjame que...
Ooohm... -joder, ¿eso ha sido un... jadeo? Contrólate por los dioses.- Ah... Me duele la espalda.. Y eso. Una roca debe haberme golpeado.
Le miré de soslayo y al ver que se había sentado en una roca grande, para descansar, lo miré sonriente, sabía que me había sonrojado, pero no pensaba decir nada al respecto.
Maldito... Me inspeccionaba con la mirada. Casi podía decir que me estaba desnudando con los ojos. Y es que, bueno, no era dificil con mi atuendo... La respiración de él era agitada, su torso subía y bajaba... Como si acabasen de terminar de yacer juntos, desnudos sobre un lecho de pieles y...
¡Ébano! - pensó mi lado más raciona. Un momento. ¿Tengo de eso? Cerré los ojos y los abrí con expresión renovada. Le lancé mi botella de alcohol y me dirigí a las estanterías laterales.
No apures la botella. Solo tengo una más, y creo que voy a ir necesitándola... Y no, olvídalo si vas a reprenderme por beber, ya tengo una edad. -dije alzando una mano hacia él, como para "parar" sermones, y sin siquiera mirarle. Me paseaba cerca de las rocas, de las estanterías, sabiendo que iba semidesnuda y que... bueno, yo era joven, él era joven, ambos nos atraíamos y me encantaba hacerle rabiar.
Sonreía internamente mientras revolvía en las cosas. Saqué unos harapos que deposité con cuidado en el suelo. - Mira... Un mono de trabajo. Podría ser de Kenzo. O de algún otro minero atrapado... - dije, distraídamente. Saqué una caja vieja y empolvada y la soplé, tosiendo. La dejé en el suelo y me incliné, rodillas rectas, ofreciendo un ángulo especial de mi escote y una linea.. silueta, de mis nalgas.- Mmmh... Herramientas. - Levanté un martillo de entre todo el revoltijo y lo puse en mi bolsa, incorporándome hacia él y encogiéndome de hombros. ¿Mh? Por si acaso. Nunca se sabe, ¿ah?
Anduve hacia él y hacia la montonera de rocas. Muchas las había retirado ya. Quedaba una última capa y podríamos pasar, pues de la parte superior ya había retirado todas, y entraba aire, un poco menos viciado que el que había ahí.- Si quieres coger algo, adelante.... Y acabemos con esto pronto. - comenté quitando rocas de en medio.
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Bueno de momento no añadiré nada de explicaciones y eso hasta que paséis a la siguiente sala.
Pero si pondré un par de puntos… ya que parece que entre los dos el ambiente está un poco…
•Vaya… parece que con las rocas una de las cintas que sujeta el corpiño de Ébano se ha pelado, y al agacharse se ha acabado de romper. Por lo que cuando estés andando, debes poner que se te rompe, y si no vas con cuidado se te caerá.
•Y para que Wallace no se pase… pongamos que te has sentado sobre una roca que tiene un poco de musgo… digamos que es un musgo muy extraño, que solo crece en cuevas, contaminado por los polvos de las extracciones de rocas y minerales. Empiezas a sentir un leve escozor en tu zona masculina, impidiéndote así estar “contento”. Bueno si puedes estarlo, pero te hará daño.
Bueno niños, tened en cuenta las siguientes ordenes… y ¡suerte!
Pero si pondré un par de puntos… ya que parece que entre los dos el ambiente está un poco…
•Vaya… parece que con las rocas una de las cintas que sujeta el corpiño de Ébano se ha pelado, y al agacharse se ha acabado de romper. Por lo que cuando estés andando, debes poner que se te rompe, y si no vas con cuidado se te caerá.
•Y para que Wallace no se pase… pongamos que te has sentado sobre una roca que tiene un poco de musgo… digamos que es un musgo muy extraño, que solo crece en cuevas, contaminado por los polvos de las extracciones de rocas y minerales. Empiezas a sentir un leve escozor en tu zona masculina, impidiéndote así estar “contento”. Bueno si puedes estarlo, pero te hará daño.
Bueno niños, tened en cuenta las siguientes ordenes… y ¡suerte!
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Ohh... Bueno, me parece que ya está. -dije, observando el gran boquete en la pared. Había continuado quitando unas pocas rocas más y el polvo se estaba acumulando allí dentro.
Tenía ganas de salir de ahí, sobre todo porque, aunque habituada más al frío que al calor... La falda que tenía era prácticamente inexistente, y la capa la había dejado en la entrada de la casa. al cabo de un rato, si descendíamos más... Probablemente haría frío.
De modo que era hora de bajar.
Será mejor que avancemos, brujo. -le dije, examinando el montón de rocas- Eh... Gracias y eso. -le guiñé un ojo por el "trabajo" y subí por entre las rocas sin esperar, pero...
...De pronto, algo me golpeó con suavidad el brazo. Eché la mano atrás extrañada y.... Casi, se cae el corpiño. Ahogué una exclamación y lo sujeté con la otra mano mientras, me giraba a tratar de ver mi espalda- Oh, venga ya.... No puede ser que.. -y ahí murió la frase.
Resbalé, resbalé, y caí.
..Caí... Y el corpiño, cayó conmigo. Las cintas traseras se rompieron, se desprendió, y apenas pude sujetarlo. La mitad de mi torso estaba al descubierto, con una mano traté de sujetarlo, pero las rozaduras en la roca escocían, bastante, por no mencionar la impresión...
...Y que no estaba sola.
Oye qué te crees que...! -comencé a decir, intuyendo que Wallace estaría ahí mirando, quieto, pero callé y traté de incorporarme como bien pude, mirándolo fijamente, tratando de actuar con la misma normalidad de siempre, al fin y al cabo.. Nunca me había importado estar desnuda. Pero por algún motivo.... Aquella vez sí me importaba.
Tenía ganas de salir de ahí, sobre todo porque, aunque habituada más al frío que al calor... La falda que tenía era prácticamente inexistente, y la capa la había dejado en la entrada de la casa. al cabo de un rato, si descendíamos más... Probablemente haría frío.
De modo que era hora de bajar.
Será mejor que avancemos, brujo. -le dije, examinando el montón de rocas- Eh... Gracias y eso. -le guiñé un ojo por el "trabajo" y subí por entre las rocas sin esperar, pero...
...De pronto, algo me golpeó con suavidad el brazo. Eché la mano atrás extrañada y.... Casi, se cae el corpiño. Ahogué una exclamación y lo sujeté con la otra mano mientras, me giraba a tratar de ver mi espalda- Oh, venga ya.... No puede ser que.. -y ahí murió la frase.
Resbalé, resbalé, y caí.
..Caí... Y el corpiño, cayó conmigo. Las cintas traseras se rompieron, se desprendió, y apenas pude sujetarlo. La mitad de mi torso estaba al descubierto, con una mano traté de sujetarlo, pero las rozaduras en la roca escocían, bastante, por no mencionar la impresión...
...Y que no estaba sola.
Oye qué te crees que...! -comencé a decir, intuyendo que Wallace estaría ahí mirando, quieto, pero callé y traté de incorporarme como bien pude, mirándolo fijamente, tratando de actuar con la misma normalidad de siempre, al fin y al cabo.. Nunca me había importado estar desnuda. Pero por algún motivo.... Aquella vez sí me importaba.
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Al fin, el hueco inexistente se había convertido en una salida segura. Cansado pero satisfecho, el brujo se sentó de nuevo a descansar. Miraba como la vampiresa se movía, repasando cada curva de cuerpo, como cada musculo se movía. Sonrió cuando ella se miró las escasas ropas que llevaba. A pesar de que era un buen momento para dar rienda suelta a la imaginación, el brujo se preocupó mas por encontrar ropa para que ella se tapara.
-Salgamos de aquí...-susurró levantándose. Pero algo extraño le pasaba. Con el pantalón mojado, Wallace miró la piedra donde se había sentado y comprobó que, con el ceño fruncido, había una especie de musgo. Wallace lo toco con cuidado.- Joder! -gritó. Un gran ardor empezó a crecer en su entrepierna, haciéndolo moverse de golpe, tocándose el trasero y luego su miembro. El escozor cada vez era peor lo que retorcerse de dolor y picor.-...hideputa...-jadeo mientras se apoyaba en el suelo, con la cara roja de rabia y dolor.
Junto a el, la vampiresa también tenia sus problemas. Su corpiño parecía rebelarse ante ella, haciéndola caer los dioses saben como. Y se abrió. Esa maldita tela se abrió, dándole al brujo una visión perfecta y deliciosa de sus pechos. El brujo estaría contento y vivaz de ver aquello si no fuera porque le escocia la entrepierna.
-Puta mina...joder...-blasfemaba mientras se acercaba a ella. No podía estar pensando en tetas ni sexo, debían salir de allí. Cogió a la rubia del brazo y la levanto.-...no miro, tranquila..-le dijo, alzando la mirada, desviándola de esa bonita visión.
Así pues, el brujo, cubriéndose aun sus partes nobles, que no habían dejado de arder, paso por el agujero despejado a la siguiente sala.
-Salgamos de aquí...-susurró levantándose. Pero algo extraño le pasaba. Con el pantalón mojado, Wallace miró la piedra donde se había sentado y comprobó que, con el ceño fruncido, había una especie de musgo. Wallace lo toco con cuidado.- Joder! -gritó. Un gran ardor empezó a crecer en su entrepierna, haciéndolo moverse de golpe, tocándose el trasero y luego su miembro. El escozor cada vez era peor lo que retorcerse de dolor y picor.-...hideputa...-jadeo mientras se apoyaba en el suelo, con la cara roja de rabia y dolor.
Junto a el, la vampiresa también tenia sus problemas. Su corpiño parecía rebelarse ante ella, haciéndola caer los dioses saben como. Y se abrió. Esa maldita tela se abrió, dándole al brujo una visión perfecta y deliciosa de sus pechos. El brujo estaría contento y vivaz de ver aquello si no fuera porque le escocia la entrepierna.
-Puta mina...joder...-blasfemaba mientras se acercaba a ella. No podía estar pensando en tetas ni sexo, debían salir de allí. Cogió a la rubia del brazo y la levanto.-...no miro, tranquila..-le dijo, alzando la mirada, desviándola de esa bonita visión.
Así pues, el brujo, cubriéndose aun sus partes nobles, que no habían dejado de arder, paso por el agujero despejado a la siguiente sala.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
- MINA:
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Las rocas estaban frías y húmedas, por lo que los aventureros debían andarse con cuidado, si no quería caer al suelo, claro.
La sala en la cual habían entrado era enorme, iluminada simplemente por unas velas que había en el centro, aunque bastaba para ver todo el interior.
Parecía que estaba todo a medias, ya que habían palas tiradas por los suelos, y algunas partes aún tenían montones de arena apilados.
A los lados, tumbas adornaban la estancia, algunas cerradas, otras a medio abrir, incluso las había con la tapa rota… Justo en el centro, como soporte de las velas, sobre un “pedestal” con unas escaletas de piedra refinada, se encontraba una especie de ataúd, pero era más grande que uno convencional. Un ave con las alas extendidas rodeaban la construcción. Lo único que estaba en malas condiciones de aquella estatua era la cabeza del ave, ya que esta carecía de pico. Aunque no parecía que estuviese roto, ya que los bordes eran limpios.
Siguiendo hacia el oeste, tras subir un par de escalones, había un pozo de agua, tras el cual había un féretro, cerrado también. Junto a este último ataúd, en el suelo, apartado a un lado, había un montón de huesos mal colocados. En esta parte un poco más elevada no faltaban tampoco los montones de arena.
La excavación acababa allí, no había más salas.
Tres cuerpos, tres cadáveres, estaban cerca de la gran estatua. Sus cuerpos tenían arañazos y cortes, posiblemente fuesen los causantes de la muerte.
Todo parecía estar en un silencio absoluto.
La sala en la cual habían entrado era enorme, iluminada simplemente por unas velas que había en el centro, aunque bastaba para ver todo el interior.
Parecía que estaba todo a medias, ya que habían palas tiradas por los suelos, y algunas partes aún tenían montones de arena apilados.
A los lados, tumbas adornaban la estancia, algunas cerradas, otras a medio abrir, incluso las había con la tapa rota… Justo en el centro, como soporte de las velas, sobre un “pedestal” con unas escaletas de piedra refinada, se encontraba una especie de ataúd, pero era más grande que uno convencional. Un ave con las alas extendidas rodeaban la construcción. Lo único que estaba en malas condiciones de aquella estatua era la cabeza del ave, ya que esta carecía de pico. Aunque no parecía que estuviese roto, ya que los bordes eran limpios.
Siguiendo hacia el oeste, tras subir un par de escalones, había un pozo de agua, tras el cual había un féretro, cerrado también. Junto a este último ataúd, en el suelo, apartado a un lado, había un montón de huesos mal colocados. En esta parte un poco más elevada no faltaban tampoco los montones de arena.
La excavación acababa allí, no había más salas.
Tres cuerpos, tres cadáveres, estaban cerca de la gran estatua. Sus cuerpos tenían arañazos y cortes, posiblemente fuesen los causantes de la muerte.
Todo parecía estar en un silencio absoluto.
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• Bien chicos, habéis introducido todo lo que os había dicho, bien hecho. En este siguiente turno podéis ponerle fin, pero eso ya es cosa vuestra… si queréis, claro.
- PROMETO QUE ES EL ULTIMO...:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
• Recordad que no podéis ir por las escaleras, ya que estas se han venido abajo.
• Podéis mirar lo que queráis, pero los ataúdes que están cerrados no se pueden abrir. Y por mucha fuerza que empleéis, la del centro es totalmente imposible.
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
El brujo examino la sala y alzo una mano, invocando una pequeña llama para dar mas luz. Soltó a la vampiresa y camino con cautela por aquella estancia. Los ataúdes le llamaron la atención, sobre todo el del medio. Dejando lo que quedaba de sus cosas a un lado, se acercó a uno de los ataúdes cerrado e intento abrirlo, pero era inútil. Estaban perfectamente sellados. Mirando bien, se acercó al del medio, mas majestuoso. Al subir los escalones el picor en su entrepierna se volvió a acentuar, haciéndolo gemir de dolor.
-Joder...así uno no puede...-jadeo mientras se apoyaba en la lapida. Al hacer eso, puso observar que detrás de todo, había una especie de pozo, aunque dudaba que el agua estuviera en buen estado. Alejándose de la lapida, miró los cadáveres, con una mueca de asco. Habían unos cuantos y la causa de su muerte estaba bien marcada. Arañazos y dientes...Wallace no sospecho de los escorpiones, por su falta de dientes mas que nada. Pero que extraña criatura podría haber hecho eso?
Acercándose al pozo, acaricio el agua y cogiendo un poco, la olio. Estaba bien, fresca, sin veneno ni nada. Wallace tomó un poco y suspiro. Estaba buenísima. A pesar de que sabia que la rubia estaría mirando, el brujo cogió mas agua y se la metió directamente en la entrepierna, soltando un suspiro de placer y alivio.
- Joder....- blasfemó, llenando su petate de agua. Caminando por la sala, se quedo mirando a la vampiresa. Estaba preocupado por ella y por su desnudez, algo que debía resolver rápido. Así pues, sea cercó a un cadáver, en huesos lleno de polvo y le quitó la capa que lo medio cubría.
-Usa esto Ébano...vamos...limpia lo si quieres pero no manches el agua.
-Joder...así uno no puede...-jadeo mientras se apoyaba en la lapida. Al hacer eso, puso observar que detrás de todo, había una especie de pozo, aunque dudaba que el agua estuviera en buen estado. Alejándose de la lapida, miró los cadáveres, con una mueca de asco. Habían unos cuantos y la causa de su muerte estaba bien marcada. Arañazos y dientes...Wallace no sospecho de los escorpiones, por su falta de dientes mas que nada. Pero que extraña criatura podría haber hecho eso?
Acercándose al pozo, acaricio el agua y cogiendo un poco, la olio. Estaba bien, fresca, sin veneno ni nada. Wallace tomó un poco y suspiro. Estaba buenísima. A pesar de que sabia que la rubia estaría mirando, el brujo cogió mas agua y se la metió directamente en la entrepierna, soltando un suspiro de placer y alivio.
- Joder....- blasfemó, llenando su petate de agua. Caminando por la sala, se quedo mirando a la vampiresa. Estaba preocupado por ella y por su desnudez, algo que debía resolver rápido. Así pues, sea cercó a un cadáver, en huesos lleno de polvo y le quitó la capa que lo medio cubría.
-Usa esto Ébano...vamos...limpia lo si quieres pero no manches el agua.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Pues, al parecer, no, no me había estado mirando, porque se había estado metiendo en problemas. Se había sentado en algo extraño y se había acercado a ayudarme, pero... Quitando sus ojos que trataban de evitar mi piel... Su pantalón se había mojado por completo.
Puta mina...joder... ...no miro, tranquila.. -maldecía. Se había acercado a mi y me había ayudado a levantarme. Estaba colorada, ¿me estaba dando vergüenza de aquella situación? Ébano, por los dioses.... Alcé una ceja mirando su incomodidad, andaba raro y se estaba cogiendo toda la.... Ay... En fin, todo el rato, con la mano removiendo el pastel.
Respetó por ese momento -todo hay que decirlo- su palabra de no mirar el desastre de mis ropas, desastre, según se mirase, claro.
Pasamos al otro lado de la estancia. Y a juzgar por las apariencias... No parecía que pudiesemos explorar más salas, al menos, aquella parecía de más importancia que la anteriores. Wallace prendió fuego, mientras todo cobraba parte de su color y yo me sujetaba aún el colmillo como podía. La estancia era considerablemente grande...
Me moví alrededor.. - La tierra está... removida, de hace poco... O al menos, no de hace demasiado tiempo. Además huele, es reciente, diría. -giré en torno a mi y miré el resto de la estancia. Un ataúd en medio, sobre un pedestal; paseé hacia él, examinandolo con una mano, suavemente- Esto es curioso... -murmuré para mi. Acaricié la nariz del ave que rodeaba el ataúd, inclinándome sobre ella y mirándo por encima de aquello al brujo, en el fondo de la estancia. Parecía estar trajinando algo con agua- Oh.. Mmh... Diría que esto no está roto, que está... perdido o.. desencajado, pero, no roto. Los bordes no son punzantes..
Suspiré y me incorporé, tratando de razonar con todo lo que se nos había dicho a lo largo de aquel trabajo improvisado. Caminé hasta el brujo, que se estaba... ¿M-mojando?
Alcé una ceja y le acaricié el trasero suavemente, pero incidiendo con las uñas para hacerme notar, era un oportunidad imposible de desperdiciar para ver su cara de molestia, además... Estaba tan jodidamente bueno... - ¿Necesitas caricias para calmar tu.. molestia? ¿Se puede saber qué te pasa? Llevas un rato toqueteándote y sé que soy bonita, pero... bueno. -dije, fingiendo inocencia. Era obvio que algo le pasaba, e intuía algo, sobre aquella piedra y el pringue de sus pantalones que ahora trataba de aliviar con agua.
Dejé que se explicase y esbocé una sonrisilla pícara mientras me paseaba entre los cadáveres.. Pensativa. Arrugué el gesto y miré al brujo- Eso son cortes.. laceraciones.. Mordiscos diría. Y si no ha sido un animal... Solo conozco a unos seres capaces de eso .-dije, pensativa en mi misma... En la cripta donde encontré a Thorek. Una punzada de dolor acudió.. No estaba bien aquello, me decía una lejana voz en mi cabeza; me dije a mi misma que tendría que solucionar eso.
Bien... Esto es.. raro. Parece que alguien ha estado enterrando esos.. cadáveres, si es que había más. Porque aquellos montones de los lados de tierra -dije, señalando a la sala anterior- parecen frescos, igual que los cadáveres... Además, recuerda lo que nos dijo el capataz: que algo extraño estaba ocurriendo y que los responsables y los jefes no eran mineros esta vez. Y lo que me mosquea, es ese ataúd de en medio. Y este de aquí... Por no mencionar que al.. pájaro, ese, le falta el pico. O alguien ha estado enterrándo cadáveres, o alguien ha estado buscando el pico. Y visto lo visto, parece que no ha terminado, y creo que no me gustaría estar aquí cuando vuelva...
Le escruté el rostro mientras rebuscaba la capa de un cadáver y me la tendía; la cogí con dos dedos y gesto de asco. - Usa esto Ébano...vamos...limpia lo si quieres pero no manches el agua. -gesticulé imitandolo y lo desprendí de sus manos con brusquedad.
¿Y bien? -dije, acercándome a la pila, tendí la capa sobre la tumba y me desprendí sin cuidado del corpiño, a posta y con parsimonia, tracé la última pregunta -sobre mi teoría de lo ocurrido..- con segundas y gesto de inocencia- ¿Qué te parece, todo esto? -dejé el corpiño a un lado, ya casi completamente desnuda, a excepción de la ropa interior oscura y la abrazadera en el muslo de los puñales. Alcé una ceja esperando su respuesta.
Mojé con las manos tranquilamente la capa, a montones. Dejé que cayera por mi cuerpo aunque estaba.. bastante helada; sentí la piel erizarse, y froté la tela, para cuando decidí que estaba al menos "menos sucia" me rodeé el cuerpo haciendo un nudo en un lateral.- Si te soy sincera... Me cuadra que sea algo así lo que haya ocurrido, pero me apenaría mucho que esta capa fuese Kenzo...
Puta mina...joder... ...no miro, tranquila.. -maldecía. Se había acercado a mi y me había ayudado a levantarme. Estaba colorada, ¿me estaba dando vergüenza de aquella situación? Ébano, por los dioses.... Alcé una ceja mirando su incomodidad, andaba raro y se estaba cogiendo toda la.... Ay... En fin, todo el rato, con la mano removiendo el pastel.
Respetó por ese momento -todo hay que decirlo- su palabra de no mirar el desastre de mis ropas, desastre, según se mirase, claro.
Pasamos al otro lado de la estancia. Y a juzgar por las apariencias... No parecía que pudiesemos explorar más salas, al menos, aquella parecía de más importancia que la anteriores. Wallace prendió fuego, mientras todo cobraba parte de su color y yo me sujetaba aún el colmillo como podía. La estancia era considerablemente grande...
Me moví alrededor.. - La tierra está... removida, de hace poco... O al menos, no de hace demasiado tiempo. Además huele, es reciente, diría. -giré en torno a mi y miré el resto de la estancia. Un ataúd en medio, sobre un pedestal; paseé hacia él, examinandolo con una mano, suavemente- Esto es curioso... -murmuré para mi. Acaricié la nariz del ave que rodeaba el ataúd, inclinándome sobre ella y mirándo por encima de aquello al brujo, en el fondo de la estancia. Parecía estar trajinando algo con agua- Oh.. Mmh... Diría que esto no está roto, que está... perdido o.. desencajado, pero, no roto. Los bordes no son punzantes..
Suspiré y me incorporé, tratando de razonar con todo lo que se nos había dicho a lo largo de aquel trabajo improvisado. Caminé hasta el brujo, que se estaba... ¿M-mojando?
Alcé una ceja y le acaricié el trasero suavemente, pero incidiendo con las uñas para hacerme notar, era un oportunidad imposible de desperdiciar para ver su cara de molestia, además... Estaba tan jodidamente bueno... - ¿Necesitas caricias para calmar tu.. molestia? ¿Se puede saber qué te pasa? Llevas un rato toqueteándote y sé que soy bonita, pero... bueno. -dije, fingiendo inocencia. Era obvio que algo le pasaba, e intuía algo, sobre aquella piedra y el pringue de sus pantalones que ahora trataba de aliviar con agua.
Dejé que se explicase y esbocé una sonrisilla pícara mientras me paseaba entre los cadáveres.. Pensativa. Arrugué el gesto y miré al brujo- Eso son cortes.. laceraciones.. Mordiscos diría. Y si no ha sido un animal... Solo conozco a unos seres capaces de eso .-dije, pensativa en mi misma... En la cripta donde encontré a Thorek. Una punzada de dolor acudió.. No estaba bien aquello, me decía una lejana voz en mi cabeza; me dije a mi misma que tendría que solucionar eso.
Bien... Esto es.. raro. Parece que alguien ha estado enterrando esos.. cadáveres, si es que había más. Porque aquellos montones de los lados de tierra -dije, señalando a la sala anterior- parecen frescos, igual que los cadáveres... Además, recuerda lo que nos dijo el capataz: que algo extraño estaba ocurriendo y que los responsables y los jefes no eran mineros esta vez. Y lo que me mosquea, es ese ataúd de en medio. Y este de aquí... Por no mencionar que al.. pájaro, ese, le falta el pico. O alguien ha estado enterrándo cadáveres, o alguien ha estado buscando el pico. Y visto lo visto, parece que no ha terminado, y creo que no me gustaría estar aquí cuando vuelva...
Le escruté el rostro mientras rebuscaba la capa de un cadáver y me la tendía; la cogí con dos dedos y gesto de asco. - Usa esto Ébano...vamos...limpia lo si quieres pero no manches el agua. -gesticulé imitandolo y lo desprendí de sus manos con brusquedad.
¿Y bien? -dije, acercándome a la pila, tendí la capa sobre la tumba y me desprendí sin cuidado del corpiño, a posta y con parsimonia, tracé la última pregunta -sobre mi teoría de lo ocurrido..- con segundas y gesto de inocencia- ¿Qué te parece, todo esto? -dejé el corpiño a un lado, ya casi completamente desnuda, a excepción de la ropa interior oscura y la abrazadera en el muslo de los puñales. Alcé una ceja esperando su respuesta.
Mojé con las manos tranquilamente la capa, a montones. Dejé que cayera por mi cuerpo aunque estaba.. bastante helada; sentí la piel erizarse, y froté la tela, para cuando decidí que estaba al menos "menos sucia" me rodeé el cuerpo haciendo un nudo en un lateral.- Si te soy sincera... Me cuadra que sea algo así lo que haya ocurrido, pero me apenaría mucho que esta capa fuese Kenzo...
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Las tumbas no parecían inmutarse de la fuerza que empleaba el brujo, no se abrían, ni siquiera parecían ceder unos centímetros.
Las aguas de pozo se movían lentamente antes de que el hombre metiera las zarpas de manera brusca, aliviando el picor y escozor de su zona intima.
Las voces de la vampira parecían resonar en aquella sala a medio desenterrar, dándole a su tono más fuerza.
Todo seguía igual, lo único que parecía moverse en aquel lugar era ellos dos. Con un poco más de luz que Wallace había proporcionada, se podían ver una especie de columnas en las paredes, con unas escrituras, aunque estaban en una lengua no muy común. Las mismas rocas de las columnas y paredes parecían rotas por el tiempo, y algunas estaban rayadas, como a propósito. Aunque no obtendrían mucha información de aquellas letras, a parte que ninguno de los dos tena los conocimientos adecuados para tal traducción.
Las aguas de pozo se movían lentamente antes de que el hombre metiera las zarpas de manera brusca, aliviando el picor y escozor de su zona intima.
Las voces de la vampira parecían resonar en aquella sala a medio desenterrar, dándole a su tono más fuerza.
Todo seguía igual, lo único que parecía moverse en aquel lugar era ellos dos. Con un poco más de luz que Wallace había proporcionada, se podían ver una especie de columnas en las paredes, con unas escrituras, aunque estaban en una lengua no muy común. Las mismas rocas de las columnas y paredes parecían rotas por el tiempo, y algunas estaban rayadas, como a propósito. Aunque no obtendrían mucha información de aquellas letras, a parte que ninguno de los dos tena los conocimientos adecuados para tal traducción.
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•Wallace, tu mal por poner el culito donde no debes ha sanado.
•Ébano, en cuanto te pongas las ropas del cadáver tu desnudez habrá sido resuelta..
•No os he puedo mucho, porque aun debéis seguir vosotros. Tenéis que buscar algún modo de seguir adelante, chicos.
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
El brujo gruño ante la atención de la vampiresa y siguió calmando los picores. Aliviado al fin, mas que nunca, escucho con atencion a la rubia mientras ella recitaba sus teorías sobre que demonios había pasado allí. Estaba claro que sabia lo que decía y eran unas ideas muy buenas.
-Si...esto es demasiado sospechoso sobre todo lo de la estatua...podríamos rebuscar entre la tierra, quizás alguien escondió el pico y..no..no es la ropa de Kenzo, el sigue vivo, estoy seguro...-dijo el mientras caminaba hacia las herramientas de minero. Las examino y cogió una pala en buen estado, tenia un poco de oxido pero aguantaría. Agachándose enfrente de un montoncito de tierra excavó con calma, encontrando nada mas que tierra y el suelo.- nada...aquí no hay nada...siguiente..- Pero el brujo se fijo de nuevo en las marcas de las columnas. Dejo la pala clavada en un montón de tierra y se acercó entrecerrando los ojos.-..estas marcas...me suenan..Circenn tenia un libro donde salían grabados parecidos...pero jamas pude aprender que eran...-susurro acariciando los surcos. El brujo suspiro sintiéndose inútil y se acerco a la tumba central, acariciando el pico cortado.-..sin duda...quien lo izo tenia mucha precisión...estoy totalmente de acuerdo contigo.-finalizó sentándose en el borde de la piedra, cogiendo el saco de víveres y comiendo algo. Estaba agotado sobre todo por el uso de sus poderes pero no quería fallar a la muchacha.
Pensó entonces en el Nido, en todo lo que quedaba hacer y en lo solo que estaba en ese bastion de piedra. Necesitaba reclutar a gente y la vampiresa se le cruzo por la cabeza. La miro de nuevo y contemplo la posibilidad de reclutarla. Ella con el, un Cuervo...le parecio una idea estupida pero algo en el le sugirió que seria delicioso...Agitó la cabeza y se concentro en la faena.
-Si...esto es demasiado sospechoso sobre todo lo de la estatua...podríamos rebuscar entre la tierra, quizás alguien escondió el pico y..no..no es la ropa de Kenzo, el sigue vivo, estoy seguro...-dijo el mientras caminaba hacia las herramientas de minero. Las examino y cogió una pala en buen estado, tenia un poco de oxido pero aguantaría. Agachándose enfrente de un montoncito de tierra excavó con calma, encontrando nada mas que tierra y el suelo.- nada...aquí no hay nada...siguiente..- Pero el brujo se fijo de nuevo en las marcas de las columnas. Dejo la pala clavada en un montón de tierra y se acercó entrecerrando los ojos.-..estas marcas...me suenan..Circenn tenia un libro donde salían grabados parecidos...pero jamas pude aprender que eran...-susurro acariciando los surcos. El brujo suspiro sintiéndose inútil y se acerco a la tumba central, acariciando el pico cortado.-..sin duda...quien lo izo tenia mucha precisión...estoy totalmente de acuerdo contigo.-finalizó sentándose en el borde de la piedra, cogiendo el saco de víveres y comiendo algo. Estaba agotado sobre todo por el uso de sus poderes pero no quería fallar a la muchacha.
Pensó entonces en el Nido, en todo lo que quedaba hacer y en lo solo que estaba en ese bastion de piedra. Necesitaba reclutar a gente y la vampiresa se le cruzo por la cabeza. La miro de nuevo y contemplo la posibilidad de reclutarla. Ella con el, un Cuervo...le parecio una idea estupida pero algo en el le sugirió que seria delicioso...Agitó la cabeza y se concentro en la faena.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Ya, pues si en la tierra no hay nada... Algo debe haber en alguna otra parte. - Examiné las paredes al tiempo que el lo hacía, mirando sin cesar aquellas extrañas marcas. Pasé las manos por ellas, suponiendo que eran marcas relativamente recientes.- Supongo que ya te habrás percatado de ello, pero no parecen marcas.... Naturales en la piedra, ciertamente.
Me alejé un tanto y me dispuse a caminar por el resto de la habitación, llevando de un lado a otro la lámpara de aceite (o antorcha, no recuerdo muy bien :S) para alumbrar bien el suelo y traté de buscar... Algo, supuse. El pico de la escultura, tal vez. Lo que sí había, era marcas, marcas en el suelo de pisadas, de los harapos que habiamos movido. El polvo de las rocas se había esparcido y nuevas pisadas del pelirrojo y mías se había unido a las anteriores.
Suspiré exasperada y dejé caer los brazos hasta mis costados golpeando.- No lo entiendo. Y empiezo a ponerme nerviosa. Algo me dice que no va a ser fácil volver por donde hemos venido y tampoco quiero hacerlo sin hallar respuestas para Elionore, y sin embargo, ¡no hay nada! Ni en los agujeros con tierra, ni en el suelo, las tumbas no se mueven y no entiendo esas marcas en la pared... Tal vez nos habrían sonado de algo. De ahora en adelante me versaré en conocimientos antiguos... -dije, finalmente más para mi que para Wallace.
El brujo se sentó a un lado y se dispuso a comer algo. Lo miré de soslayo, pasé por su lado y me acerqué a esa fuente extraña en el centro. La examiné.
Es extraño, Wallace. La superficie titila... como una llama. - entrecerré los ojos indecisa y alargué una mano hacia dentro. Sabía que tal vez aquello no era lo más indicado pero, a la mierda con todo. Alguna respuesta tenía que hallar, y comenzaban a acabárseme las ideas. Tanteé por el fondo de la fuente con un mohín frustrado en el rostro.
Me alejé un tanto y me dispuse a caminar por el resto de la habitación, llevando de un lado a otro la lámpara de aceite (o antorcha, no recuerdo muy bien :S) para alumbrar bien el suelo y traté de buscar... Algo, supuse. El pico de la escultura, tal vez. Lo que sí había, era marcas, marcas en el suelo de pisadas, de los harapos que habiamos movido. El polvo de las rocas se había esparcido y nuevas pisadas del pelirrojo y mías se había unido a las anteriores.
Suspiré exasperada y dejé caer los brazos hasta mis costados golpeando.- No lo entiendo. Y empiezo a ponerme nerviosa. Algo me dice que no va a ser fácil volver por donde hemos venido y tampoco quiero hacerlo sin hallar respuestas para Elionore, y sin embargo, ¡no hay nada! Ni en los agujeros con tierra, ni en el suelo, las tumbas no se mueven y no entiendo esas marcas en la pared... Tal vez nos habrían sonado de algo. De ahora en adelante me versaré en conocimientos antiguos... -dije, finalmente más para mi que para Wallace.
El brujo se sentó a un lado y se dispuso a comer algo. Lo miré de soslayo, pasé por su lado y me acerqué a esa fuente extraña en el centro. La examiné.
Es extraño, Wallace. La superficie titila... como una llama. - entrecerré los ojos indecisa y alargué una mano hacia dentro. Sabía que tal vez aquello no era lo más indicado pero, a la mierda con todo. Alguna respuesta tenía que hallar, y comenzaban a acabárseme las ideas. Tanteé por el fondo de la fuente con un mohín frustrado en el rostro.
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
El fondo… resulto que no había fondo, al menos no hasta donde alcanzaba el brazo de la vampira. El pozo parecía tener un camino subterráneo, lo que hacia el que agua se arrugase en la superficie. El agua estaba fría, anquen no de aquel modo en que entumece los músculos y corta la respiración. Estaba fría, pero se podía aguantar.
La temperatura del agua acompañaba a la del lugar. Todo parecía estar calmado y silencioso, como si nunca hubiese sido perturbado, aunque las palas y los montones de arena no parecían decir lo mismo.
Frente a ellos, frente al pozo, frente a la bella mujer rubia con la mano introducida en las frías aguas, hacia el ataúd que estaba separado de los demás, con el montón de huesos apostatados a un lado, ¿Qué hacían fuera del cajón? El cráneo carecía de globos oculares, pero este parecía mirarles de todos modos, a pesar de estar inclinado hacia un lado por culpa de lo que parecía ser la tibia.
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•Bueno chico, debéis seguir buscando. Y para que no os sea tan aburrida la búsqueda… ¡unos pequeños juegos!
•El siguiente post (de cada uno) debe contener al menos tres de estas palabras:
-gato
-relámpago
-mojado/a
-posaderas
-puñetazo
•Aposta o de manera involuntaria, vuestros pj deben decir algo que rime… Sacad al poeta que lleváis dentro
Poned ambas cosas en cursiva, si vais realizando los “minijuegos” al final del tema obtendréis mayores recompensas.
La temperatura del agua acompañaba a la del lugar. Todo parecía estar calmado y silencioso, como si nunca hubiese sido perturbado, aunque las palas y los montones de arena no parecían decir lo mismo.
Frente a ellos, frente al pozo, frente a la bella mujer rubia con la mano introducida en las frías aguas, hacia el ataúd que estaba separado de los demás, con el montón de huesos apostatados a un lado, ¿Qué hacían fuera del cajón? El cráneo carecía de globos oculares, pero este parecía mirarles de todos modos, a pesar de estar inclinado hacia un lado por culpa de lo que parecía ser la tibia.
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•Bueno chico, debéis seguir buscando. Y para que no os sea tan aburrida la búsqueda… ¡unos pequeños juegos!
•El siguiente post (de cada uno) debe contener al menos tres de estas palabras:
-gato
-relámpago
-mojado/a
-posaderas
-puñetazo
•Aposta o de manera involuntaria, vuestros pj deben decir algo que rime… Sacad al poeta que lleváis dentro
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Me acerqué a Ébano, cauteloso de no pisar nada extraño. Tenia razón, el agua no estaba en calma. Acaricie la superficie y metí la mano. La temperatura del agua variaba a pocos segundos. Un túnel acuático? Sopesé la idea de meterme en el agua con riesgo a que si hubiera final y ahogarme. Entonces me fijé en el cráneo.
Era una sensación extraña. La muerte parecía asomarse por los agujeros de los ojos. Estoico, allí postrado, el cráneo me miraba, acusador, como si viera a través de mi. Trague saliva y me acerque sacando la mano del agua, cogiéndolo con cuidado, examinándolo. Parecía estar hablándome, como si buscara alguna brecha y me quisiera destrozar. Lo miraba fijamente, acercándomelo. Vi algo dentro de el que me asusto. Me heló la sangre. el cráneo salto de mis manos y impactó al suelo.
-Mierda! -gruñí mientras cogía la mandíbula rota, como si le hubieran dado un puñetazo, y el resto del cráneo. Me había dado un buen susto. Si no fuera por que yo era muy espabilado me habría mojado, y en los pantalones me hubiera cagado!. Como un relámpago deje el cráneo en su sitio, intentando montar la mandíbula-...ya esta...nada ha pasado...e sido ligero como un gato y el cráneo he montado...-susurré sintiéndome un poco extraño por mis palabras. Pero entonces mi mente volvió a ser brillante y me di cuenta que no tenia mucho sentido que los huesos estuvieran fuera de su sitio. Mi experiencia me había llevado a muchas situaciones parecidas. Me acerqué al ataúd y lo examine con determinación.
Era una sensación extraña. La muerte parecía asomarse por los agujeros de los ojos. Estoico, allí postrado, el cráneo me miraba, acusador, como si viera a través de mi. Trague saliva y me acerque sacando la mano del agua, cogiéndolo con cuidado, examinándolo. Parecía estar hablándome, como si buscara alguna brecha y me quisiera destrozar. Lo miraba fijamente, acercándomelo. Vi algo dentro de el que me asusto. Me heló la sangre. el cráneo salto de mis manos y impactó al suelo.
-Mierda! -gruñí mientras cogía la mandíbula rota, como si le hubieran dado un puñetazo, y el resto del cráneo. Me había dado un buen susto. Si no fuera por que yo era muy espabilado me habría mojado, y en los pantalones me hubiera cagado!. Como un relámpago deje el cráneo en su sitio, intentando montar la mandíbula-...ya esta...nada ha pasado...e sido ligero como un gato y el cráneo he montado...-susurré sintiéndome un poco extraño por mis palabras. Pero entonces mi mente volvió a ser brillante y me di cuenta que no tenia mucho sentido que los huesos estuvieran fuera de su sitio. Mi experiencia me había llevado a muchas situaciones parecidas. Me acerqué al ataúd y lo examine con determinación.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Saqué la mano del agua cuando él la introdujo y esperé a ver su reacción, pero más que eso, se alejó hacia el craneo que había unos pasos más allá.
No me había fijado en él hasta ese momento, cuando él lo había cogido. Me sequé la mano mojada en mis ropas y me ladeé para observarla. Tenía algo profundo en la mirada. Él la mantenía a la altura de su rostro, observándola pero desde el lateral yo podía sentir la mirada clavándose en mi, como dos témpanos de hielo, con la fuerza del relámpago y el sigilo del gato que cruza la noche. Internamente y sin saberlo, busqué algo que me permitiese apartar la vista de la calavera y me agaché en torno a la fuente, tocándola, notando....
Se le cayó de las manos.
Me reí con ganas. - Mierda!... Ya esta...nada ha pasado... he sido ligero como un gato y el cráneo he montado... - me detuvé de mi momento de risa espasmódica cuando dijo aquello. Me lo quedé mirando tratando de contenerme y volví a reirme descaradamente.
Oh, ¿qué te pasa? La poesía es un método muy usado para conquistar una dama.. Pero en este caso tiran más dos tetas, unas monedas y una o más camas... - dije con desdén, riéndome francamente muy divertida. Me detuve extrañada pensando en que lo que había dicho también rimaba, extrañamente. Como fuere, sacudí la cabeza, y me aclaré la garganta.
Eso no va a sacarnos de aquí... Deberíamos aplicarnos. Antes cuando me he inclinado para palpar la piedra de la fuente, dura como posaderas de una buena cortesana, cierta... fluctuación en el calor. Soy sensible a eso. La superficie de la piedra está más cálida, y al final, donde se achica... digamos el cuello, está más frío. Y antes cuando he metido la mano... - volví a repetir el movimiento y lo miré con el rostro iluminado - ¡Eso es! No tiene un fondo, es grande, amplio, y cada vez más frío. Eso implica que hay una corriente, que está conectada a algo...
Saqué de nuevo la mano y miré alrededor. No parecía que fuesemos a poder salir de allí. - Los dos sabemos que no tenemos muchas opciones
- dije, con gesto de cirunstancia, seria - Puedes seguir inspeccionando aquí, pero esa fuente es muy delgada para que puedas pasar, y ambos sabemos que el agua fría implica corriente y eso, una abertura. Voy a entrar.
Comencé a quitarme la poca ropa que llevaba y lo miré con el gesto duro - No insistas..
No me había fijado en él hasta ese momento, cuando él lo había cogido. Me sequé la mano mojada en mis ropas y me ladeé para observarla. Tenía algo profundo en la mirada. Él la mantenía a la altura de su rostro, observándola pero desde el lateral yo podía sentir la mirada clavándose en mi, como dos témpanos de hielo, con la fuerza del relámpago y el sigilo del gato que cruza la noche. Internamente y sin saberlo, busqué algo que me permitiese apartar la vista de la calavera y me agaché en torno a la fuente, tocándola, notando....
Se le cayó de las manos.
Me reí con ganas. - Mierda!... Ya esta...nada ha pasado... he sido ligero como un gato y el cráneo he montado... - me detuvé de mi momento de risa espasmódica cuando dijo aquello. Me lo quedé mirando tratando de contenerme y volví a reirme descaradamente.
Oh, ¿qué te pasa? La poesía es un método muy usado para conquistar una dama.. Pero en este caso tiran más dos tetas, unas monedas y una o más camas... - dije con desdén, riéndome francamente muy divertida. Me detuve extrañada pensando en que lo que había dicho también rimaba, extrañamente. Como fuere, sacudí la cabeza, y me aclaré la garganta.
Eso no va a sacarnos de aquí... Deberíamos aplicarnos. Antes cuando me he inclinado para palpar la piedra de la fuente, dura como posaderas de una buena cortesana, cierta... fluctuación en el calor. Soy sensible a eso. La superficie de la piedra está más cálida, y al final, donde se achica... digamos el cuello, está más frío. Y antes cuando he metido la mano... - volví a repetir el movimiento y lo miré con el rostro iluminado - ¡Eso es! No tiene un fondo, es grande, amplio, y cada vez más frío. Eso implica que hay una corriente, que está conectada a algo...
Saqué de nuevo la mano y miré alrededor. No parecía que fuesemos a poder salir de allí. - Los dos sabemos que no tenemos muchas opciones
- dije, con gesto de cirunstancia, seria - Puedes seguir inspeccionando aquí, pero esa fuente es muy delgada para que puedas pasar, y ambos sabemos que el agua fría implica corriente y eso, una abertura. Voy a entrar.
Comencé a quitarme la poca ropa que llevaba y lo miré con el gesto duro - No insistas..
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Como bien había deducido la vampira, el pozo conducía a otro lugar, como si un pasadizo subterráneo se tratase. Como también había dicho, las aguas estaban frías, por lo que su cuerpo notaria las consecuencias.
El túnel estaba falto de luz, y era algo largo, con alguna que otra curvatura, ¿aguantaría la respiración suficiente tiempo?
Por otra parte, el brujo había sido abandonado en la superficie, sin nada que poder hacer… bueno si, podía seguir a la vampira, pero posiblemente le esperase una buena tunda después… siempre podía inspeccionar como le habían mandado, no?
El pozo conducía a una sala cuadrada, en la que había dos armaduras, al sur y al norte. Estas armaduras parecían estar rellenas de algo, ya que pesaban una barbaridad. No se podían ni mover ni despojar de algunas de las partes de esta. Hacia el este había un pasillo bastante amplio e iluminado.
Unas columnas con grabados adornaban las paredes, contra las que habían uno tiestos con fuego, vivo e intenso, que no moría y apenas se movía por el aire. Y frente a ellos, dos cofre, que por la apariencia parecían de… ¿oro?
Al final del bonito pasilla había una gran puerta de madera, enorme. Por mucho que la vampira buscase, no hallaría manera de abrirla.
El túnel estaba falto de luz, y era algo largo, con alguna que otra curvatura, ¿aguantaría la respiración suficiente tiempo?
Por otra parte, el brujo había sido abandonado en la superficie, sin nada que poder hacer… bueno si, podía seguir a la vampira, pero posiblemente le esperase una buena tunda después… siempre podía inspeccionar como le habían mandado, no?
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El pozo conducía a una sala cuadrada, en la que había dos armaduras, al sur y al norte. Estas armaduras parecían estar rellenas de algo, ya que pesaban una barbaridad. No se podían ni mover ni despojar de algunas de las partes de esta. Hacia el este había un pasillo bastante amplio e iluminado.
Unas columnas con grabados adornaban las paredes, contra las que habían uno tiestos con fuego, vivo e intenso, que no moría y apenas se movía por el aire. Y frente a ellos, dos cofre, que por la apariencia parecían de… ¿oro?
Al final del bonito pasilla había una gran puerta de madera, enorme. Por mucho que la vampira buscase, no hallaría manera de abrirla.
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Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
No me dio tiempo a quejarme. Cuando volví a mirar la vampiresa ya se había hundido. Maldita sea esa vampiresa. Gruñí y dio un golpe al pozo, lleno de rabia. Y si le pasaba algo? Yo quizás no cabía en ese lugar pero no podía quedarme allí parado.
Me puse a caminar por la sala mirando los ataúdes y decidí hacer algo útil.
Poniéndome la espada en el cinto de la espalda, examine cada uno de los ataúdes, sin dejar ninguno por mirar. Se que estuve rato y que la cabeza me daba vueltas de tanto mirar. Al fin llegué al ultimo, donde reposaba la calavera que yo había roto. Me acerqué a los huesos y los moví, cauteloso de no romper nada y de que nada me rompiera a mi. Era extraño que estuvieran separados de aquella manera. Me incliné y busque en el ataúd, apartando la tapa sin mucho esfuerzo.
[Acción sin terminar]
Me puse a caminar por la sala mirando los ataúdes y decidí hacer algo útil.
Poniéndome la espada en el cinto de la espalda, examine cada uno de los ataúdes, sin dejar ninguno por mirar. Se que estuve rato y que la cabeza me daba vueltas de tanto mirar. Al fin llegué al ultimo, donde reposaba la calavera que yo había roto. Me acerqué a los huesos y los moví, cauteloso de no romper nada y de que nada me rompiera a mi. Era extraño que estuvieran separados de aquella manera. Me incliné y busque en el ataúd, apartando la tapa sin mucho esfuerzo.
[Acción sin terminar]
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Dentro de aquella tumba apartada de las demás había un cuerpo, un cuerpo algo más reciente que los huesos que había fuera de esta, parecía más o menos del mismo tiempo que los cuerpos que había esparcidos por aquella gran sala.
Era un hombre, alto, de pelo negro, ojos rasgados… portaba unas ropas de trabajador, y junto al cadáver unos papeles.
Era un hombre, alto, de pelo negro, ojos rasgados… portaba unas ropas de trabajador, y junto al cadáver unos papeles.
- dia 10:
- A mí quería esposa:Hola estimada, los días se hacen largos, y las noches aún más… aunque ya no se distinguir entre ambas aquí abajo.
Hemos arreglado una zona para el descanso, con camas. Si, como lees, camas, no duermo en el suelo, puedes estar tranquila, mi amor.
No paramos de trabajar, pero lo que importa es el dinero que gane con esto… podremos comprarnos la casa…
Siento no haberte escrito antes, con todo el lio que teníamos no he podido, no me olvides nunca.Te amo ni morenita.
Parecían simples papeles a primera vista, pero el brujo vería que no eran solo eso.
- dia 12:
- Querida Elionore:
Esto es fascinante, parece que no solo hay piedra aquí abajo, estoy seguro que esto te fascinaría… espero poder llevarme algo a casa. Hay unas piedras preciosas que quedarían preciosas en tu dedo, como anillo de promesa.Morenita, te echo de menos.
Había un buen montón de cartas.
- dia 15:
- Hola preciosa:
Añoro tanto sus besos y tus caricias… aunque creo que añoro aún más tus guisos, aquí nos dan pan duro con agua sucia, y poco más… aunque no sabe a nada, podría ser peor, supongo.
No te puedes ni imaginar el mucho tiempo que tengo para pensar en ti aquí abajo. Sabes, he pensado que me gustaría tener como mínimo tres hijo, ¿Qué te parece? Estoy seguro que te parece genial, siempre te han encantado los niños… deseo tanto verte con una barriguita…Te amo Morenita.
Parecía que algunas cartas estaban manchadas de sangre seca en algunas esquinas.
- dia 17:
- Hola morenita:
Ha pasado algo… extraño. Hemos encontrado un mineral algo raro… al menos yo no lo había visto antes. Es… bueno es como que te llama a que lo mires y que lo toques… pero ya sabes, no me acercare hasta sabes lo que es, mejor prevenir…
Siempre tuyo, princesa.
Algunas páginas estaban arrugadas y casi rotas en los extremos.
- dia 19:
- Elionore, no te lo vas a creer,
Han venido unos hombres, no son mineros, parecían más bien hombres listos, de estos de libros y escuelas. No nos dejan seguir con la excavación. Sabes, ya no estamos solo buscando piedras, hemos encontrado una de mina, con salas y objetos muy antiguos.
Estos hombres están fascinados con las excavaciones, pero más con la piedra esas, las llaman lágrimas sangrantes, porque son como cristales de color rojo. Lo más curioso es que no nos dejan acercaros ni seguir con el trabajo, pero tampoco nos dejan irnos…
Esto es muy extraño mi amor, yo solo quiero acabar el trabajo y estar junto a ti…
Ya solo quedaba una carta. De apariencia diferente a las demás. Las letras de esta carta estaban más mal hechas, y no seguían una línea continua, sino que las letras iban saltando, como si bailaran por el amarillento papel.
- dia -:
- Mi amor esto está muy mal. La gente que te conté pare haber enloquecido. Han tapado las salidas al exterior e incluso han matado a uno de los trabajadores… pero esto antes de huir y dejarnos a mí y a dos hombre más aquí encerrados.
Empezamos a tener hambre, no hay comida… creo que uno de ellos está pensando en… Elionore, te amo. No lo olvides nunca, por favor.
Han aparecido unas criaturas… parecen sacadas de pesadillas, nos están atacando. He logrado esconderme en un ataúd… puedo escuchar los gritos de los otros… pero soy cobarde, no quiero salir a ayudarles, no quiero morir aquí abajo, no quiero morir sin verte una vez más. No puedo imaginar una vida sin ti… no puedo imaginar que será de ti ahora que me estoy apagando…
Elionore, eres la mujer de mi vida, nunca te olvidare, pase lo que pase. No quiero que estés triste, no lo hagas, por favor.
Me estoy quedando sin espacio en la hoja, ya no sé qué día es, ni cuanto llevo aquí dentro. Siento que los ojos me pesan, y que el corazón me arde, desearía poder verte por una solo vez antes de… quiero besarte…Te amor, siempre.
Así finalizaban las cartas dirigidas a Elionore, en manos del brujo.
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Con la duda y el miedo en mis manos, cojo las cartas del ataúd y leo una por una. A medida que las palabras entran por mi cabeza mis piernas flaquean y caigo al suelo, apoyado en el ataúd.
No me lo puedo creer. Tanto esfuerzo, tanta esperanza...
Apoyo la cabeza en mi mano, encogido sobre mi mismo y acerco las cartas a mi corazón. Dioses, cuando queréis sois injustos y cabrones. Siento algo frió caer por mis mejillas. Estoy llorando? Yo? Miro las cartas una vez mas y me tapo la boca, de la rabia, para contener los sollozos. Mis ojos dejan salir lagrimas mientras mis ojos miran esas cartas. Como se lo iba a decir a Elionore? Dioses...malditos seáis....
Mi cabeza empezó a proyectar imágenes del pasado. El dolor de la perdida. La esperanza perdida. Veo el rostro de Sarah y su dolor. La rabia, el odio, la sangre. Gruño y me levantó dejando caer las cartas.
Golpeo un ataúd haciéndome daño. Me da igual. Rompo jarrones y tiro cosas mientras maldigo, blasfemo e insulto. Me hago daño en las manos mientras golpeo los ataúdes.
Siento mi sangre arder, hervir, salir de mi. Lanzo llamaradas por todas partes, furioso. Grito y rujo. Pero de nada sirve. Eso no iba a devolver a Kenzo a la vida.
Respiro fuertemente, sudado y con los nudillos en sangre. Escupo al suelo y me froto la barba. Ya basta, ya he tenido suficiente. Me siento en el suelo, junto al ataúd de Kenzo. Apoyo la cabeza en mis manos y respiro lentamente. Quería ver a Ébano.
[ACCION TERMINADA]
No me lo puedo creer. Tanto esfuerzo, tanta esperanza...
Apoyo la cabeza en mi mano, encogido sobre mi mismo y acerco las cartas a mi corazón. Dioses, cuando queréis sois injustos y cabrones. Siento algo frió caer por mis mejillas. Estoy llorando? Yo? Miro las cartas una vez mas y me tapo la boca, de la rabia, para contener los sollozos. Mis ojos dejan salir lagrimas mientras mis ojos miran esas cartas. Como se lo iba a decir a Elionore? Dioses...malditos seáis....
Mi cabeza empezó a proyectar imágenes del pasado. El dolor de la perdida. La esperanza perdida. Veo el rostro de Sarah y su dolor. La rabia, el odio, la sangre. Gruño y me levantó dejando caer las cartas.
Golpeo un ataúd haciéndome daño. Me da igual. Rompo jarrones y tiro cosas mientras maldigo, blasfemo e insulto. Me hago daño en las manos mientras golpeo los ataúdes.
Siento mi sangre arder, hervir, salir de mi. Lanzo llamaradas por todas partes, furioso. Grito y rujo. Pero de nada sirve. Eso no iba a devolver a Kenzo a la vida.
Respiro fuertemente, sudado y con los nudillos en sangre. Escupo al suelo y me froto la barba. Ya basta, ya he tenido suficiente. Me siento en el suelo, junto al ataúd de Kenzo. Apoyo la cabeza en mis manos y respiro lentamente. Quería ver a Ébano.
[ACCION TERMINADA]
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
El agua estaba helada. Buceé tratando de racionar el aire y pasé con cierta dificultad por el conducto más reducido que era el final de la fuente. No veía nada.... Me comencé a agobiar y a pensar si no me había metido en un suicidio.
Las paredes se abrían de nuevo y me topé con una frontal, oscura, pero la luz inundó tenuemente el agua de nuevo. Del impacto, súbito aunque suave, dejé escapar el aire y nadé de nuevo hasta la superficie. Asomé la cabeza despacio pues no sabía qué podría encontrarme allí o a quién... Pero no había nada. Salí, me sacudí y me escurrí el pelo medio tiritando y miré alrededor: dos armaduras y un largo pasillo.
Me quedé muy quieta a escuchar alrededor, pero no parecía oirse nada, ni siquiera el crepitar de los fuegos que tan vivamente ardían... Aquello era extraño. Tampoco podía oir la voz ni los gruñidos del brujo, y deduje por ello que estaría examinando algo, esperando simplemente o maldiciendo a mi estirme. Qué equivocada estaba.
Me adelante mientras esperaba... ¿qué, alguna señal de él? ¿Tal vez su voz llamándome? ..hasta una de las armaduras y pasé las manos por ella: helada y fría como el metal. No se podían mover.... Empujé, y nada. Me puse a tirar de uno de los brazos, y nada. El yelmo tampoco daba de sí ni se movía, y tampoco ocurrió nada cuando apoyé mi espalda y presioné con toda mi fuerza. Me reprendí por ser tan debil, frustrada.
Con el ceño fruncido y helada de frío me acerqué al pasillo y me situé junto a los fuegos. Aquella parte era más extraña.. Había cofres de oro, brillantes y sumamente atrayentes... como si tuviesen una voz que me llamase poco a poco. Sacudí la cabeza y reparé en los grabados de las columnas, que eran iguales a los anteriores. ¿Serían simples escrituras ornamentales? ¿O tal vez eran indicaciones? ¿Consejos a modo de mapa? ¿Advertencias...? Aquello parecía una especie de antesala o... entrada, recibidor ante la gran puerta de madera. ¿Estaríamos por fin cerca de detectar algo? Suspiré de nuevo y me quedé unos instantes hipnotizada por la quietud pesada y cadenciosa de las llamas.
Llamas.
Wallace.
Ya hacía un rato que estaba allí, de modo que decidí volver a la fuente, meterme de nuevo en el agua helada y volver al punto donde lo dejé.... Quería volver a la nueva sala con él y averiguar qué estaba pasando. Tal vez los cofres guardasen algo interesante, total, eran tan llamativos... Tal vez el fuego estaba encantado, ¿o tal vez tras la puerta no había nada? A esas alturas me lo esperaba todo.
Salí del agua con una extraña sensación de peligro en el cuerpo, de angustia. Me sacudí de nuevo y salí como pude, con agua aún en los ojos. - Creo que la sala es muy especial, hay una puerta, y bueno se supone que no todo el mundo puede entrar, si no no tendría una entrada tan húmeda y complicada... - silencio - .. ¿Wal....?
Palidecí y tragué una vez que me quité el agua de los ojos y vi por qué había silencio. Todo estaba destrozado, jarrones, los ataudes, las tapas. Algunos lugares en la roca chamuscados. El calor se percibía en el aire, o algo menos yo lo notaba y me ponía muy nerviosa. Y en medio de todo, junto a un ataud más apartado, estaba él, sentado, cabizbajo, apoyado en sus manos. No sabía bien cómo reaccionar....
¿Estás bien? - fue el primer impulso, mientras me precipitaba caminando; pero si había ocurrido algo lo mejor era ir con calma... - W-Wallace. ¿Qué..? No he oido nada allí... ¿Qué ha pasado?
Me acerqué hasta estar junto a su espalda. Me arrodillé contra la roca afilada y posé las manos en sus hombros. Nada. Toqué su pelo y su cara. - Dime algo..
No sabía bien qué temerme. Vi entonces varias hojas esparcidas por ahí. Tragué de nuevo, temiéndome lo peor y cerré los ojos fuerte momentaneamente, tratando de concienciarme para lo que nadie nunca está preparado. Mi instinto me alertaba de un estrepitoso fracaso por nuestra parte... Pero quería saber qué había ocurrido.
Las paredes se abrían de nuevo y me topé con una frontal, oscura, pero la luz inundó tenuemente el agua de nuevo. Del impacto, súbito aunque suave, dejé escapar el aire y nadé de nuevo hasta la superficie. Asomé la cabeza despacio pues no sabía qué podría encontrarme allí o a quién... Pero no había nada. Salí, me sacudí y me escurrí el pelo medio tiritando y miré alrededor: dos armaduras y un largo pasillo.
Me quedé muy quieta a escuchar alrededor, pero no parecía oirse nada, ni siquiera el crepitar de los fuegos que tan vivamente ardían... Aquello era extraño. Tampoco podía oir la voz ni los gruñidos del brujo, y deduje por ello que estaría examinando algo, esperando simplemente o maldiciendo a mi estirme. Qué equivocada estaba.
Me adelante mientras esperaba... ¿qué, alguna señal de él? ¿Tal vez su voz llamándome? ..hasta una de las armaduras y pasé las manos por ella: helada y fría como el metal. No se podían mover.... Empujé, y nada. Me puse a tirar de uno de los brazos, y nada. El yelmo tampoco daba de sí ni se movía, y tampoco ocurrió nada cuando apoyé mi espalda y presioné con toda mi fuerza. Me reprendí por ser tan debil, frustrada.
Con el ceño fruncido y helada de frío me acerqué al pasillo y me situé junto a los fuegos. Aquella parte era más extraña.. Había cofres de oro, brillantes y sumamente atrayentes... como si tuviesen una voz que me llamase poco a poco. Sacudí la cabeza y reparé en los grabados de las columnas, que eran iguales a los anteriores. ¿Serían simples escrituras ornamentales? ¿O tal vez eran indicaciones? ¿Consejos a modo de mapa? ¿Advertencias...? Aquello parecía una especie de antesala o... entrada, recibidor ante la gran puerta de madera. ¿Estaríamos por fin cerca de detectar algo? Suspiré de nuevo y me quedé unos instantes hipnotizada por la quietud pesada y cadenciosa de las llamas.
Llamas.
Wallace.
Ya hacía un rato que estaba allí, de modo que decidí volver a la fuente, meterme de nuevo en el agua helada y volver al punto donde lo dejé.... Quería volver a la nueva sala con él y averiguar qué estaba pasando. Tal vez los cofres guardasen algo interesante, total, eran tan llamativos... Tal vez el fuego estaba encantado, ¿o tal vez tras la puerta no había nada? A esas alturas me lo esperaba todo.
Salí del agua con una extraña sensación de peligro en el cuerpo, de angustia. Me sacudí de nuevo y salí como pude, con agua aún en los ojos. - Creo que la sala es muy especial, hay una puerta, y bueno se supone que no todo el mundo puede entrar, si no no tendría una entrada tan húmeda y complicada... - silencio - .. ¿Wal....?
Palidecí y tragué una vez que me quité el agua de los ojos y vi por qué había silencio. Todo estaba destrozado, jarrones, los ataudes, las tapas. Algunos lugares en la roca chamuscados. El calor se percibía en el aire, o algo menos yo lo notaba y me ponía muy nerviosa. Y en medio de todo, junto a un ataud más apartado, estaba él, sentado, cabizbajo, apoyado en sus manos. No sabía bien cómo reaccionar....
¿Estás bien? - fue el primer impulso, mientras me precipitaba caminando; pero si había ocurrido algo lo mejor era ir con calma... - W-Wallace. ¿Qué..? No he oido nada allí... ¿Qué ha pasado?
Me acerqué hasta estar junto a su espalda. Me arrodillé contra la roca afilada y posé las manos en sus hombros. Nada. Toqué su pelo y su cara. - Dime algo..
No sabía bien qué temerme. Vi entonces varias hojas esparcidas por ahí. Tragué de nuevo, temiéndome lo peor y cerré los ojos fuerte momentaneamente, tratando de concienciarme para lo que nadie nunca está preparado. Mi instinto me alertaba de un estrepitoso fracaso por nuestra parte... Pero quería saber qué había ocurrido.
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Bueno, parece que aquí aun no tengo nada que decir, así que tenéis vía libre para seguir con vuestras cosas, ya que parece que tenéis cosas de las que hablar
Peque para que no os aburráis ¡mini juegos!
Peque para que no os aburráis ¡mini juegos!
•En vuestro siguiente post tenéis que introducir, de manera que concuerde con el hilo con conversación, el título de tres películas –marcarlo con subrayado-
•Suerte!
Wyn
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
La voz de Ébano y su olor me saca del trance. En los minutos que ella a tardado en volver me ha dado tiempo a serenarme. La miro a los ojos mientras ella me toca, se asegura de que estoy vivo, a salvo. Le entrego las notas, las cartas de Kenzo a su mujer. No digo nada mas, me levanto, tranquilo y me apoyo en el pozo, mirándola.
-Son de Kenzo...-digo, mientras señalo con la cabeza al ataúd, donde reside el cadáver del hombre. Parece dormido, como en una jungla de cristal, intacto, pero la muerte ha dejado huella. Me paso la mano por el pelo y respiro hondo. No se como reaccionara ella, no me espero nada. Lagrimas? Un cabreo monumental? Me acerco al ataúd y observo el cuerpo. Era Kenzo. Que hago yo ahora con un maldito cadáver en medio de la nada. El maldito muerto estará en el reino del cielo, disfrutando del Valhala como un rey. No, no podía pensar así, el no se lo merecía. Miro el pozo, analizo la situación, las opciones que tenemos.-....tenemos que salir de aquí...Ébano...-le digo sin mas mientras cojo las cosas, por suerte aun intactas por mi ataque de rabia. Se me enciende la luz. El agua es un estorbo. Me acerco a Ébano y me pongo a su altura.-...pase lo que pase si el muerto que tenemos aquí es Kenzo, se lo entregaremos a ella.- la miro a los ojos y la cojo del rostro.- pase lo que pase.
Tengo que ocuparme del agua. He gastado mucha energía con mi rabieta pero aun puedo hacerlo. Dejo las cosas a un lado, lejos por si acaso y meto las manos. Cierro los ojos, debo estar concentrado. Siento como el fuego empieza a crecer en mi, se expande por mi espalda, por cuello. Apretó los dientes, duele. Llega hasta mis manos y sale por mis dedos. el agua empieza a moverse. Hierve en pocos segundos. Me estoy calentando muy deprisa, demasiado quizás pero no hay tiempo. El agua sigue hirviendo, sale vapor. Esta funcionando, solo espero que Ébano no sea tonta y no me toque ahora, se quemaría al instante.
El agua se evapora con rapidez pero mis manos ya casi no la alcanzan. Debo meterme. Miro a la mujer de reojo y sonrío a medias, se que me reñirá pero debo hacerlo. Saltó dentro del agua y aguanto la respiración, Con todo mi cuerpo ardiendo el agua se evapora rápidamente. Estoy empezando a marearme, no puedo perder el conocimiento, no hasta que el agua este mas baja. Toco el suelo pedregoso, el agua esta a temperaturas abismales, lo siento en mi piel, la ropa aguanta de momento. El vapor sale por todas partes. Me tiembla el cuerpo, no puedo seguir. Siento la roca en mi espalda, ya no floto, el agua ha bajado. Me caigo de culo, mis fuerzas se han ido. El agua me cubre apenas los pies. Lo he conseguido? no lo se, veo borroso.
-Ébano...creo que...ya esta...-consigo decir, cerrando los ojos apoyándome como puedo en la roca. Dioses que mala idea.
-Son de Kenzo...-digo, mientras señalo con la cabeza al ataúd, donde reside el cadáver del hombre. Parece dormido, como en una jungla de cristal, intacto, pero la muerte ha dejado huella. Me paso la mano por el pelo y respiro hondo. No se como reaccionara ella, no me espero nada. Lagrimas? Un cabreo monumental? Me acerco al ataúd y observo el cuerpo. Era Kenzo. Que hago yo ahora con un maldito cadáver en medio de la nada. El maldito muerto estará en el reino del cielo, disfrutando del Valhala como un rey. No, no podía pensar así, el no se lo merecía. Miro el pozo, analizo la situación, las opciones que tenemos.-....tenemos que salir de aquí...Ébano...-le digo sin mas mientras cojo las cosas, por suerte aun intactas por mi ataque de rabia. Se me enciende la luz. El agua es un estorbo. Me acerco a Ébano y me pongo a su altura.-...pase lo que pase si el muerto que tenemos aquí es Kenzo, se lo entregaremos a ella.- la miro a los ojos y la cojo del rostro.- pase lo que pase.
Tengo que ocuparme del agua. He gastado mucha energía con mi rabieta pero aun puedo hacerlo. Dejo las cosas a un lado, lejos por si acaso y meto las manos. Cierro los ojos, debo estar concentrado. Siento como el fuego empieza a crecer en mi, se expande por mi espalda, por cuello. Apretó los dientes, duele. Llega hasta mis manos y sale por mis dedos. el agua empieza a moverse. Hierve en pocos segundos. Me estoy calentando muy deprisa, demasiado quizás pero no hay tiempo. El agua sigue hirviendo, sale vapor. Esta funcionando, solo espero que Ébano no sea tonta y no me toque ahora, se quemaría al instante.
El agua se evapora con rapidez pero mis manos ya casi no la alcanzan. Debo meterme. Miro a la mujer de reojo y sonrío a medias, se que me reñirá pero debo hacerlo. Saltó dentro del agua y aguanto la respiración, Con todo mi cuerpo ardiendo el agua se evapora rápidamente. Estoy empezando a marearme, no puedo perder el conocimiento, no hasta que el agua este mas baja. Toco el suelo pedregoso, el agua esta a temperaturas abismales, lo siento en mi piel, la ropa aguanta de momento. El vapor sale por todas partes. Me tiembla el cuerpo, no puedo seguir. Siento la roca en mi espalda, ya no floto, el agua ha bajado. Me caigo de culo, mis fuerzas se han ido. El agua me cubre apenas los pies. Lo he conseguido? no lo se, veo borroso.
-Ébano...creo que...ya esta...-consigo decir, cerrando los ojos apoyándome como puedo en la roca. Dioses que mala idea.
Wallace Mcgregor
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
No. Me había equivocado: no quería saber lo que había ocurrido. Wallace volvió el rostro hacia mi tendiendome algunos de los papeles y se incorporó sin mediar palabra, pasando por mi lado.
Yo me levanté también, y comencé a mirar aquellas cartas, porque de eso se trataba, de cartas, del desaparecido esposo de Elionore a su señora. Me sumí en la piedra, cerré los ojos mientras la voz del brujo sonaba gradualmente amortiguada desde el exterior, penetraba en la fortaleza que me había construído.
"Son de Kenzo..." - Alcancé a escuchar desde sus labios. No me podía dejar derrumbar, aquel estado era el idóneo , de modo que me dejé sumir por la impasividad y alcé la vista hasta el ataúd que tenía delante. Solté los papeles y examiné los huesos. Yo parecía aislada del mundo, todo me llegaba amortiguado, como cubierto de almohadones. Pero así, al menos , sabía actuar, sabía cómo proceder.
Sí, los huesos cuadran con un hombre joven como él. - me escuché decir. Me levanté, cogi los papeles y los metí en la bolsa del brujo sin mediar palabra. Me levanté impasible hasta el brujo y lo miré con el semblante serio. - Tanto ella como los padres de él tienen derecho a enterrarlo, pero no podemos cargar con todo; llevaremos las cartas y lo que podamos de su cadáver.
Él cogió sus cosas y luego, me cogió del rostro. El contacto con su piel me sacó en cierto modo del embotamiento - ...tenemos que salir de aquí... Ébano.... pase lo que pase si el muerto que tenemos aquí es Kenzo, se lo entregaremos a ella; pase lo que pase.
Asentí con la cabeza con seriedad y me puse la ropa que me había dejado allí antes de pasar por el tunel, divagando con la mente, sabiendo que estaba evitando pensar en la cruda realidad. Sin embargo, yo había aprendido cómo actuar en esos casos, fueron muchas las ocasiones en las que hube de matar a personas, a veces inocentes. A veces, yo lo sabía.
A veces se gana, a veces se pierde. - murmuré casi sin darme cuenta mientras terminaba de vestirme; cuando me di la vuelva, Wallace estaba haciendo un sobre esfuerzo por eliminar el agua, según me parecía. Era cierto... Yo podía pasar por ahí, tal vez él también, pero si teníamos que cargar con parte de Kenzo... Me recorrió un escalofrío y cerré fuertemente los ojos para volver a abrirlos con actitud renovada. Debíamos deshacernos del agua para pasar, ahora que creía que la única salida era a través de la fuente.
Lo observé con cautela, parecía muy ardiendo. La temperatura de la sala aumentaba por momentos y antes de poder darme cuenta él estaba metido en el agua, evaporándola. Lo miré con angustia, incapaz de mantenerme fría por más tiempo y sintiendo cómo las emociones volvían a mi; di varios pasos lanzándome hacia él, pero no podía, o me quemaría y eso sería fatal para mi. Mascullé una maldición y me quedé allí, quieta, esperando sin remedio:
Oh, Wallace.. - dije, ya cuando lo vi derrumbarse y el agua casi completamente desaparecida. Corrí hasta él y me arrodillé, acunándolo en mi regazo siguiendo un instinto que creía dormido, desaparecido en mi por completo; no me importaba - Tranquilo... Ya está. Te has pasado un poco, necio - dije, acariciando su frente. Estaba muy cálido, pero no tanto como antes - Lo has hecho muy bien. Al otro lado hay una puerta, creo que es la única salida, aunque aún creo que algo tiene que ocurrir con todas las inscripciones y demás... - tragué y besé su frente, esperando que se recuperase para poder pasar - Saldremos de aquí, como bien has dicho, y aunque Kenzo ya habrá sido recogido sin duda por las Valkirias, lo llevaremos a casa.
Cuando se recuperase, recogería los restos de kenzo en uno de los sacos y pasaríamos por la puerta.
Yo me levanté también, y comencé a mirar aquellas cartas, porque de eso se trataba, de cartas, del desaparecido esposo de Elionore a su señora. Me sumí en la piedra, cerré los ojos mientras la voz del brujo sonaba gradualmente amortiguada desde el exterior, penetraba en la fortaleza que me había construído.
"Son de Kenzo..." - Alcancé a escuchar desde sus labios. No me podía dejar derrumbar, aquel estado era el idóneo , de modo que me dejé sumir por la impasividad y alcé la vista hasta el ataúd que tenía delante. Solté los papeles y examiné los huesos. Yo parecía aislada del mundo, todo me llegaba amortiguado, como cubierto de almohadones. Pero así, al menos , sabía actuar, sabía cómo proceder.
Sí, los huesos cuadran con un hombre joven como él. - me escuché decir. Me levanté, cogi los papeles y los metí en la bolsa del brujo sin mediar palabra. Me levanté impasible hasta el brujo y lo miré con el semblante serio. - Tanto ella como los padres de él tienen derecho a enterrarlo, pero no podemos cargar con todo; llevaremos las cartas y lo que podamos de su cadáver.
Él cogió sus cosas y luego, me cogió del rostro. El contacto con su piel me sacó en cierto modo del embotamiento - ...tenemos que salir de aquí... Ébano.... pase lo que pase si el muerto que tenemos aquí es Kenzo, se lo entregaremos a ella; pase lo que pase.
Asentí con la cabeza con seriedad y me puse la ropa que me había dejado allí antes de pasar por el tunel, divagando con la mente, sabiendo que estaba evitando pensar en la cruda realidad. Sin embargo, yo había aprendido cómo actuar en esos casos, fueron muchas las ocasiones en las que hube de matar a personas, a veces inocentes. A veces, yo lo sabía.
A veces se gana, a veces se pierde. - murmuré casi sin darme cuenta mientras terminaba de vestirme; cuando me di la vuelva, Wallace estaba haciendo un sobre esfuerzo por eliminar el agua, según me parecía. Era cierto... Yo podía pasar por ahí, tal vez él también, pero si teníamos que cargar con parte de Kenzo... Me recorrió un escalofrío y cerré fuertemente los ojos para volver a abrirlos con actitud renovada. Debíamos deshacernos del agua para pasar, ahora que creía que la única salida era a través de la fuente.
Lo observé con cautela, parecía muy ardiendo. La temperatura de la sala aumentaba por momentos y antes de poder darme cuenta él estaba metido en el agua, evaporándola. Lo miré con angustia, incapaz de mantenerme fría por más tiempo y sintiendo cómo las emociones volvían a mi; di varios pasos lanzándome hacia él, pero no podía, o me quemaría y eso sería fatal para mi. Mascullé una maldición y me quedé allí, quieta, esperando sin remedio:
Oh, Wallace.. - dije, ya cuando lo vi derrumbarse y el agua casi completamente desaparecida. Corrí hasta él y me arrodillé, acunándolo en mi regazo siguiendo un instinto que creía dormido, desaparecido en mi por completo; no me importaba - Tranquilo... Ya está. Te has pasado un poco, necio - dije, acariciando su frente. Estaba muy cálido, pero no tanto como antes - Lo has hecho muy bien. Al otro lado hay una puerta, creo que es la única salida, aunque aún creo que algo tiene que ocurrir con todas las inscripciones y demás... - tragué y besé su frente, esperando que se recuperase para poder pasar - Saldremos de aquí, como bien has dicho, y aunque Kenzo ya habrá sido recogido sin duda por las Valkirias, lo llevaremos a casa.
Cuando se recuperase, recogería los restos de kenzo en uno de los sacos y pasaríamos por la puerta.
Ébano
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Re: El tiempo y sus estragos [Quest] [Wallace + Ébano] PAUSADO
Mmmh… bien lo habéis hecho bien. Seguid, yo intervendré cuando se precise, por el momento podéis seguir ya que no tengo que hacer intervención de mapa… ni con vosotros.
Bueno, si un poquito.
•No podéis llevaros a Kenzo, al menos no tal y como esta: es cuerpo no pasa por el pozo, si se intenta manipular mucho el cuerpo, puede que se desprendan algunas extremidades. Tal y como esta no se puede mover.
•Wallace, aun tardaras un post más en estar del todo recuperado, si tienes puedes hacer uso de alguna poción o similares. Aun así, después de recuperarte, al usar tanto poder, te verás restringido en todo o que queda de tema, haciendo que no puedas llegar a tales extremos de nuevo.
•Ébano… mmh… “La joven creció reprimida, asustada, con añoranza en los ojos y sed de vida en su interior.” ¿No crees que sería un buen momento para empezar a recordar cosas del pasado que hacía tiempo que no pensabas? Lleváis mucho rato dentro de la cueva, oscura y fría, los pensamientos empiezan a oscurecerse y enfriarse también, y la noticia de Kenzo no lo ayuda.
Aunque mira el lado positivo, tienes a tu lado a un hombre, con el que parece que tienes afinidad… quizás si compartís el pasado y esas cosas os sentís mejor, ¿no?
suerte ^^ Bueno, si un poquito.
•No podéis llevaros a Kenzo, al menos no tal y como esta: es cuerpo no pasa por el pozo, si se intenta manipular mucho el cuerpo, puede que se desprendan algunas extremidades. Tal y como esta no se puede mover.
•Wallace, aun tardaras un post más en estar del todo recuperado, si tienes puedes hacer uso de alguna poción o similares. Aun así, después de recuperarte, al usar tanto poder, te verás restringido en todo o que queda de tema, haciendo que no puedas llegar a tales extremos de nuevo.
•Ébano… mmh… “La joven creció reprimida, asustada, con añoranza en los ojos y sed de vida en su interior.” ¿No crees que sería un buen momento para empezar a recordar cosas del pasado que hacía tiempo que no pensabas? Lleváis mucho rato dentro de la cueva, oscura y fría, los pensamientos empiezan a oscurecerse y enfriarse también, y la noticia de Kenzo no lo ayuda.
Aunque mira el lado positivo, tienes a tu lado a un hombre, con el que parece que tienes afinidad… quizás si compartís el pasado y esas cosas os sentís mejor, ¿no?
Wyn
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