[Terminado]Piedra a Piedra. [Trama Clan Cuervos de Plata - Parte 1][Interpretativo-Libre]

La escasa nieve que caia del cielo cubria los hombros cubiertos por una espesa capa de un individuo que observaba fijamente un paso entre las montañas. De constitución fuerte, ancho y grande, el individuo, un hombre de mediana edad, camina lentamente, llevando con el, detras, a una yegua de color ocre, cargada con alforjas y herramientas.

Hacia semanas que el hombre habia partido desde el sur para poder llegar a ese lugar. Para algunos, un simple paso, para el, su destino. Saco un papel de su bolsa y lo abrio. Un mapa junto con un carta. La volvio a leer, memorizando cada palabra.
Un cuervo bramó desde una rama. El hombre miro hacia el y chasqueó la lengua.
-Estupido cuervo...-el animal sobrevoló al hombre y aterrizo en la silla de la yegua.
-Creck! Creck! Cerca!Creck! Creck! -El cuervo, sin saber como, tenia la habilidad de poder pronunciar palabras. El hombre suspiro, harto de ese animal que lo habia conducido a esto.

1 año antes

-Cuervos le digo señor! Montones de ellos! pero no habia cadaveres...era muy raro...-el campesino mordia un trozo de pan duro mientras intentaba explicarle al brujo lo que habia sucedido. Wallace lo miraba, perdiendo la paciencia. Desde que partió con Bjorn, tras dejar que Amaranth se fuera, los dos habian estado escuchando relatos de los campesinos sobre cuervos actuando extraño. Wallace miro a su maestro y este le sonrio, pidiendole mas paciencia.

-Hacia donde fueron...solo quiero saber eso...-le susurro intentando controlar el impulso de pegarle una buena paliza. Bjorn lo estaba volviendo a educar como cuando lo encontro de niño. Ahora que sabia que era un brujo y sobre todo, sabia el destino que le deparaba, Wallace estaba intentado comportarse como un miembro ejemplar de un clan que seguia dormido. Dejar de gruñir taNto, no pelear sin motivo, ayudar a los demas... Eran cosas que Wallace jamas se habia planteado corregir. Pero Bjorn volvia a estar a su lado.

-Pues al norte señor! a las montañas pero alli no hay nada!- exclamó el campesino mientras se rascaba la cabeza. Bjorn se acerco, montado en su yegua y sonrio amablemente al hombre.
-Muchas gracias buen señor! que los dioses le guien! vamos Wallace...-le dijo, haciendo girar a la yegua, poniendose en marcha, rumbo norte. Wallace lo alcanzo en cuestion de segundos, en su propia yegua. Miraba extrañado al viejo, quien aun tenia una sonrisa en los labios. A Wallace le costaba mucho adivinar que podia estar pensando el anciano. Agito la cabeza, negando y se relajo en la silla.


-Deberas ir solo...Wallace...- susurró Bjorn mientras sazonaba la carne a la brasa. Wallace dejo de tallar un cuervo en madera para mirarlo. Fruncio el ceño y negó.- Pero estaremos juntos...cuando pase un año...
-Un año?...tampoco se tarda tanto en llegar al norte...a no ser que me hagas hacer cosas por el camino...-le dijo alzando solo una ceja. El anciando sonrio, pues habia descubierto sus intenciones. Wallace suspiro y tomo un sorbo del licor que Bjorn mismo preparaba.-Un año...es mucho...que debo hacer....maestro?


Un año, eso es lo que habia tardado exactamente. Wallace seguia caminando por el paso, sin rastro de nada parecido a un bastión o quizas una cueva inusual. El cuervo seguia sobrevolando, como si se burlara de el. Era Rasgo, el animal fiel de Bjorn, quien le habia seguido y acompañado desde que dejo la compañia de la loba Eona y la mujer, Melwyn que lo ayudo a descubrir que era un brujo.

Recordó entonces ese encuentro, hace meses atras. Recordó la rabia al no haberse dado cuenta y sobre todo, el echo de que Bjorn jamas se lo contara pero una parte de el sabia que no era mas que otra de sus estupidas pruebas. Melwyn y Eona no fueron mas que otro peldaño hacia su destino.
Durante el año de viaje, Bjorn, a traves de Rasgo, le habia estado mandando tareas como por ejemplo, comprar materiales, herramientas, etc. Wallace sabia que tenia que arreglar algo pero el viejo jamas le indico el que.

Y lo vio.

Entre las montañas bajas azotada por el viento y la nieve, una torre de piedra enegrecida. Wallace no pudo evitar sonreir de alegria y triunfo. Si, era aquello, lo notaba, el cuerpo le temblaba y la piel se le puso de gallina.
Animó a la yegua y corrio hacia la torre por el estrecho paso, peligroso para aventureros poco cautos. Se quedo quieto, paralizado, mirando el paisage tan hermoso y gloriosamente imponente.

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El Nido, el legendario bastión de los Cuervos, entre nieve, roca y agua. La contrucción habia sido echa en la misma roca, aprovechando la forma. Era increible que aun siguiera en pie, apesar de los destrozos del tiempo. Wallace suspiro y se acercó al puente, mas conocido como El Puente Alado.
El brujo caminaba lentamente, dsifrutando de aquel momento, acariciando la piedra del puente, mirando hacia abajo, donde un abismo daba una proteccion perfecta al bastión contra asedios pues las pesadas maquinas no podrian pasar por el camino.
Al llegar a la Puerta Negra, Wallace respiro lentamente y empujo la pesada puerta de metal y madera. El sonido llego hasta cada rincón del lugar. Dentro hacia frio pero era soportable. Wallace encendio una antorcha y examino la sala.

Telarañas, polvo, algun que otro animalejo...estaba todo destrozado. La yegua entro detras de el, acariciandole el pelo al hombre. Wallace acaricio el ocico al animal y se acerco a una silla en el suelo, en buen estado a pesar de las condiciones, y la puso bien, sentandose, cansado.
-Parece que tenemos mucho trabajo eh...por hoy creo que...podemos descansar...

La mañana le dio en toca la cara al brujo. El sol lo despertó de golpe, bailando entre las cortinas de color turquesa de la estancia. El brujo abrio los ojos y miro al techo, arreglado y limpio. Habia estado dos meses arreglando las habitaciones y lo que era mas importante, todo el sistema del agua. El brujo podia disfrutar de una cama comoda, digna de un rey. Los aposentos del Gran Cuervo eran preciosos.

Wallace se incorporó, suspirando lentamente. Se levanto, desnudo y corrió la cortina observado el paisage nevado, blanco, puro. Con un leve toque con la mano, encendio la chimenea. Sus poderes de brujo iban en aumento, poco a poco.
Camino por el pasillo, observando como todo estaba limpio y reluciente. Algo pasaba con aquel bastión pues des de que el estaba dentro el polvo que sacaba no volvia  salir. Parecia como si el tiempo no hubiera pasado para aquellas rocas.

La cocina era una de las zonas que mas le gustaba. Era preciosa, de madera oscura y piedra pulida. Wallace se preparo un té y lo bebio mientras miraba por el ventanal. Hoy tocaba mas trabajo pero no le importaba, le gustaba sentirse util.
Vestido con sus pantalones cuero de trabajo y unas botas de punta de hierro, salió al patio principal. El frio choco contra el, pues llevaba el pecho descubierto pero el fuego que corria por sus venas lo calentó. Cogió el martillo y la sierra mientras masticaba un trozo de carne seca. Y se paró de golpe.

- No puede ser...pero si...- susurro mientras se acercaba al puente. Hacia semanas que habia empezado a arreglar la parte final del puente, donde empezaba el patio principal. Debia pulir las estatuas de los antiguos Gran Cuervo y arreglar la barandilla por seguridad.

Pero ya estaba hecho. Wallace parpadeo confuso y miro bien. Marmol pulido, piedra moldeada. Todo estaba perfectamente puesto. Incredulo acario la barandilla y sonrio lentamente.
-...vaya...esto es una locura...- dijo mientras iba hacia la madera apilada, lista para ser cortada para arreglar las sillas de todo el bastión. Cogio las necesarias para hacer una silla, pegamento de hueso y agua y clavos. Lo dejo todo junto y se sentó el suelo y cerró los ojos para esperar lo que sospechaba.

Abrio un ojo. Nada.

Otra vez. Nada.

Asi hasta diez veces. El brujo se cansó y se levantó dispuesto a seguir con su trabajo. Seguramente arregló todo aquello pero estaba tan agotado que ni se acordaba.

Y escuchó un crujido. Se giro de golpe.

La silla estaba hecha.

-...joder...- dijo de golpe acercandose mientras alzaba el martillo. Que extraña magia era aquella ?. Con cautela, se sento en la silla y sonrio al ver que era comoda y resistente.

Crack.

Cayo al suelo, la silla rota y el cabreado. Chutó la madera y maldijo dispuesto a seguir trabajando, malhumorado.

En una de las torres alguien lo observaba, con una sonrisa.

La nieve volvia a cubrir el patio y cada teja del bastion. El brujo miraba desde el porche principal como su dia seria claramente de descanso. La pureza blanca de la nieve le hacia sonreir. En aquella soledad, el brujo tenia tiempo de pensar en cosas como el futuro y el pasado. Incluso habia estado pensado en personas que echaba de menos. Aunque algunas de esas veces acabo en la despensa del bastión que, sin saber como, tenia una buena coleccion de bebidas.

Asi pues, el brujo aprovecho para explorar partes del bastion que aun no habia visto, como la parte baja, hecha directamnte en la piedra de aquella montaña. Bajaba y subia escalera, mirando con curiosidad las cosas que magicamente se habian recosntruido solas.

El bastión estaba vivo, o eso creia el brujo. Desde que el habia llegado el lugar parecia haber cobrado vida, arreglandose, pareciendo menos muerto. Wallace acariciaba las estatuas de antiguos Cuervos mientras paseaba por los pasillos amoquetados, llenos de libros y armas. Se sentia como en casa y eso era raro para el. Un lugar el cual llamar hogar.

Sus paseos lo llevaron hasta las bodegas inferiores y la forja. Sacó el polvo y puso los muebles en pie. Se acerco al yunque y lo acaricio. Cuantas armas habrian sido forjadas alli?
El brujo encendio el fuego de la forja iluminando la sala y examino las cantidades que hierro que tenia. Habia bastante y bien conservado a pesar del tiempo. Los utensilios como martillos y pinzas estaban tambien en buen estado. Pronto se pondria con ello, debia parender a forjar pues era uno de sus pequeños hobbies.

En aquella sala le llamo la atencion una pequeña puerta de metal con la marca del cuervo grabada en ella. Wallace empujó la puerta que se abrio sin resistencia y antorcha en mano descubrio unas escaleras que iban mas abajo aun. Wallace suspiro, sonriente de ese nuevo descubrimiento y empezo  a bajar las escaleras. Casa paso que daba estaba seguro que aquello tenia muchos años que todo el bastion junto pero algo le decia que debia seguir bajando.
No sabia cuanto rato hacia que baja peldaños. Estaba en un punto donde la unica pared que veia era rocosa y al otro lado solo habia vacio. Era un camino peligroso y los peldaños era simpes rocas clavadas en las paredes, algunos, agrietados incluso. Otra cosa que arreglar pensó el. Por suerte habia huecos para antorchas asi que Wallace iba encendiendo todas las que encontraba. Era realmente profundo pero al fin llego al final de un salto. El agua y el barró que piso al caer le indicaron que era una cueva profunda y que seguramente habia huspedes animales. Si, parecia una cueva, grande con agua y pequeñas cascadas por los lados. Escucho un ruido y movio la antorcha para iluminar bien.
- Hola?...
Al no tener respuesta el brujo camino por el lugar, cuidando sus pasos hasta llegar a lo que parecia un nido...de metal. Tenia forma de...trono. Wallace frunció el ceño y se giro de golpe al escuchar un aleteo.
- Rasgo?...Moriarty?..- llamó a los cuervos que habitaban el bastión, esperando que fueran ellos pero no obtuvo respuesta, de nuevo.