Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
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Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
La elfa y el brujo dejaron atrás los bosques del este en cuestión de un par de días, y aunque había resultado duro, más por la marcha de sus compañeros que por el viaje en sí, ambos estaban cada vez más cerca de su destino, la ciudad de los dragones. Una vez allí ella intentaría ayudar con su poder sanador a cuantos pudiese, sabía que Demian la acompañaría pero no por cuanto tiempo, aunque esperaba que al menos fuera el suficiente para que el muchacho pudiera recomponerse tras el incidente con el pescador.
Él había tomado la decisión más acertada, pero se sentía mal por ello y eso se notaba, en cómo miraba sus dagas ahora con extrañeza y evitaba tocarlas, dejándolas casi todo el tiempo guardadas en su bolsa. Lo habían entrenado para ser un asesino, pero quedaba claro que no estaba a gusto matando a personas inocentes y eso era un rayo de esperanza, quizá no terminase convirtiéndose en uno.
Eärwen intentaba distraerlo de vez en cuando, sobre todo ahora que llegaban a una nueva zona desconocida para ella, la gran estepa. - ¿Pasaste por aquí durante tu viaje a Dundarak? Parece una zona muy tranquila, quizá deberíamos descansar y pasar la noche aquí antes de meternos en la llanura nevada, donde seguro el tiempo será mucho peor. - dijo con tono tranquilo mientras detenía su yegua.
Echó un vistazo a los alrededores y pudo ver algunas granjas de yacks en la lejanía, cosa que no la sorprendió ya que el lugar era mucho más agradable para vivir que las tierras de más al norte. Desmontó y guió a Lluvia hasta unos árboles cercanos para atar las riendas, luego tomó el fardo en que guardaba un par de pieles y las extendió en el suelo para que pudiesen sentarse. Desde allí aún podía verse el lago central y el lindero del bosque del que habían salido, con lo que no les faltaría comida si tenían que acercarse a pescarla o recoger frutos y bayas.
Al otro lado se alzaban las imponentes montañas con sus picos cubiertos de nieve y una especie de densa niebla rodeándolas en las partes más altas, dándoles así algo de misterio. Ellos no llegarían tan lejos como para poder verlas bien, ya que su camino solo pasaría por la llanura y luego directamente a Dundarak, pero la de ojos azules se quedó contemplando sus siluetas en la lejanía, impresionada por lo que la naturaleza era capaz de crear.
La joven estaba acostumbrada a los paisajes boscosos, pero su viaje la había llevado a ver otros sitios. Como Lunargenta, una ciudad enorme con más gente de la que podría haber imaginado junta en un solo lugar, Midgar, aquella zona desolada en la que apenas quedaba rastro de vida por culpa de un enorme incendio, Sacrestic Ville y sus alrededores, con esa aura oscura que le daba la presencia de los vampiros y sus ataques en pleno pueblo, dejando tras de sí una estela sangrienta. Por último las tierras del Este, que le habían resultado mucho más semejantes a su hogar en Sandorai y por tanto se había sentido muy bien en ellas.
Y ahora allí estaba, en una extensa estepa de abundantes pastos antes de internarse en la fría llanura nevada, que seguro los pondría a prueba si no se movían con rapidez para alcanzar la ciudad de los dragones. Tomó asiento y dejó que Ness saliera de la bandolera a cotillear el nuevo lugar, mientras ella sacaba algo de comida de otra de las bolsas y le ofrecía un poco al brujo. - ¿Cómo te encuentras Dem? - preguntó, para saber qué tal llevaba la separación del grupo y lo del pescador.
Él había tomado la decisión más acertada, pero se sentía mal por ello y eso se notaba, en cómo miraba sus dagas ahora con extrañeza y evitaba tocarlas, dejándolas casi todo el tiempo guardadas en su bolsa. Lo habían entrenado para ser un asesino, pero quedaba claro que no estaba a gusto matando a personas inocentes y eso era un rayo de esperanza, quizá no terminase convirtiéndose en uno.
Eärwen intentaba distraerlo de vez en cuando, sobre todo ahora que llegaban a una nueva zona desconocida para ella, la gran estepa. - ¿Pasaste por aquí durante tu viaje a Dundarak? Parece una zona muy tranquila, quizá deberíamos descansar y pasar la noche aquí antes de meternos en la llanura nevada, donde seguro el tiempo será mucho peor. - dijo con tono tranquilo mientras detenía su yegua.
Echó un vistazo a los alrededores y pudo ver algunas granjas de yacks en la lejanía, cosa que no la sorprendió ya que el lugar era mucho más agradable para vivir que las tierras de más al norte. Desmontó y guió a Lluvia hasta unos árboles cercanos para atar las riendas, luego tomó el fardo en que guardaba un par de pieles y las extendió en el suelo para que pudiesen sentarse. Desde allí aún podía verse el lago central y el lindero del bosque del que habían salido, con lo que no les faltaría comida si tenían que acercarse a pescarla o recoger frutos y bayas.
Al otro lado se alzaban las imponentes montañas con sus picos cubiertos de nieve y una especie de densa niebla rodeándolas en las partes más altas, dándoles así algo de misterio. Ellos no llegarían tan lejos como para poder verlas bien, ya que su camino solo pasaría por la llanura y luego directamente a Dundarak, pero la de ojos azules se quedó contemplando sus siluetas en la lejanía, impresionada por lo que la naturaleza era capaz de crear.
La joven estaba acostumbrada a los paisajes boscosos, pero su viaje la había llevado a ver otros sitios. Como Lunargenta, una ciudad enorme con más gente de la que podría haber imaginado junta en un solo lugar, Midgar, aquella zona desolada en la que apenas quedaba rastro de vida por culpa de un enorme incendio, Sacrestic Ville y sus alrededores, con esa aura oscura que le daba la presencia de los vampiros y sus ataques en pleno pueblo, dejando tras de sí una estela sangrienta. Por último las tierras del Este, que le habían resultado mucho más semejantes a su hogar en Sandorai y por tanto se había sentido muy bien en ellas.
Y ahora allí estaba, en una extensa estepa de abundantes pastos antes de internarse en la fría llanura nevada, que seguro los pondría a prueba si no se movían con rapidez para alcanzar la ciudad de los dragones. Tomó asiento y dejó que Ness saliera de la bandolera a cotillear el nuevo lugar, mientras ella sacaba algo de comida de otra de las bolsas y le ofrecía un poco al brujo. - ¿Cómo te encuentras Dem? - preguntó, para saber qué tal llevaba la separación del grupo y lo del pescador.
Última edición por Eärwen el Lun 22 Jun - 23:26, editado 1 vez
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Venia volando un viaje muy agotador, llevaba varios kilómetros y deseaba descansar un rato, aterrice sin mirar lo que se encontraba a bajo mio, pues en la gran estepa no suele haber mas que pequeños poblados con escasez de nativos, no habían muchos que saliera de sus granjas.
Por desgracia, muy cerca mio, en realidad a cuestión de centímetros, se encontraban dos personas, una de ellas estaba sentada sobre una manta, y había un caballo atado a un árbol; sentí esa incomodidad por haber interrumpido y sobretodo me sentí culpable por haberlos expuesto a peligro dado a que descendí sin mirar...
Creo que los asusté, pues un dragón de mi tamaño no es algo común de ver, en realidad, los dragones no somos "normales" de por si... reí levemente. Por otro lado, no pude dejar de pensar en el cansancio que tenia, recosté mi cabeza en mis descomunales extremidades, siempre mirándoles atentamente.
Suspiré, me tendría que mover, pero es una cuestión muy complicada; recostada en la tierra caliente... Era tan raro estar en clima "cálido", pues así era, en comparación con las montañas o Dundarak; de todas formas, el frió siempre fue lo mio.
Tome un respiro y decidí que era momento de expresar mis disculpas, a pesar de que odiase hablar como dragón, ¡uhmp!
- ¡Hola! Perdonen, no suele haber mucha gente por los alrededores, no tenia intención de comerlos. ¡Vengo en son de paz! Les recomiendo ir a algún pueblo, quedarse en campo abierto al anochecer no es buena idea...- Intente decirlo de la forma mas amable que pude "están en el medio", a su vez, me dio curiosidad que hacían un par de humanos en la Gran Estepa. Mi tan humilde corazón no lo pudo evitar y opto por preguntar si necesitaban ayuda o transporte.
-¿Requieren de ayuda quizá? Si están yendo camino a la gran ciudad creo que seria una muy buena guía- reí... -Si necesitan transporte yo los puedo llevar rápidamente. Como ustedes gusten, no tengo nada para hacer en estos momentos y solamente descanso debido a un viaje largo, si quieren ayuda en su viaje me ofrezco de acompañante-Dije con una leve sonrisa en la cara, que seguramente ni se notaba, pues tenia unas fauces inmensas que daban mas miedo que seguridad.
Seria bastante entretenido si participase en su viaje, me pregunto sus historias; si se dirigen a Dundarak me conviene acompañarlos, al menos de esa forma no me aburriré.
Por desgracia, muy cerca mio, en realidad a cuestión de centímetros, se encontraban dos personas, una de ellas estaba sentada sobre una manta, y había un caballo atado a un árbol; sentí esa incomodidad por haber interrumpido y sobretodo me sentí culpable por haberlos expuesto a peligro dado a que descendí sin mirar...
Creo que los asusté, pues un dragón de mi tamaño no es algo común de ver, en realidad, los dragones no somos "normales" de por si... reí levemente. Por otro lado, no pude dejar de pensar en el cansancio que tenia, recosté mi cabeza en mis descomunales extremidades, siempre mirándoles atentamente.
Suspiré, me tendría que mover, pero es una cuestión muy complicada; recostada en la tierra caliente... Era tan raro estar en clima "cálido", pues así era, en comparación con las montañas o Dundarak; de todas formas, el frió siempre fue lo mio.
Tome un respiro y decidí que era momento de expresar mis disculpas, a pesar de que odiase hablar como dragón, ¡uhmp!
- ¡Hola! Perdonen, no suele haber mucha gente por los alrededores, no tenia intención de comerlos. ¡Vengo en son de paz! Les recomiendo ir a algún pueblo, quedarse en campo abierto al anochecer no es buena idea...- Intente decirlo de la forma mas amable que pude "están en el medio", a su vez, me dio curiosidad que hacían un par de humanos en la Gran Estepa. Mi tan humilde corazón no lo pudo evitar y opto por preguntar si necesitaban ayuda o transporte.
-¿Requieren de ayuda quizá? Si están yendo camino a la gran ciudad creo que seria una muy buena guía- reí... -Si necesitan transporte yo los puedo llevar rápidamente. Como ustedes gusten, no tengo nada para hacer en estos momentos y solamente descanso debido a un viaje largo, si quieren ayuda en su viaje me ofrezco de acompañante-Dije con una leve sonrisa en la cara, que seguramente ni se notaba, pues tenia unas fauces inmensas que daban mas miedo que seguridad.
Seria bastante entretenido si participase en su viaje, me pregunto sus historias; si se dirigen a Dundarak me conviene acompañarlos, al menos de esa forma no me aburriré.
Hestia
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Las palabras del maestro Emil resonaban en la habitación. “No somos meros asesinos a sueldo, no matamos ni por diversión, ni por gloria, ni por el efímero dinero, somos la mano en la sombra de nuestro pueblo, hacemos el trabajo sucio porque es nuestro deber, porque si no lo hacemos nosotros, ¿quién tomará nuestro lugar?”. Su voz era autoridad, invitaba a bajar la cabeza en señal de respeto, resonando en los salones del templo, donde al instante reinaba el silencio.
Pero ya no estaba en el templo, en cambio se encontraba tan lejos de su hogar, en una tierra donde el viento entraba hasta los huesos y parecía dispuesto a congelar la carne hasta que se rompiese. No, eso no eran las Islas Illidenses, estaba lejos de casa. Miró hacia el horizonte y divisaba el comienzo de la nieve. No llegaban aún, pero el frío era evidente, cargando las corrientes de aire que rugían furiosas. No era de extrañar la escasez de plantas significativas allí, sólo la hierba, dura y resistente, hacía de ese lugar su hogar, estoica como debía ser ahora el niño, ya no tenía al maestro Emil para protegerle.
-Estoy bien -contestó acomodando su capa- ya he estado acá antes.
El pequeño brujo no había comprendido que la elfa preguntaba por su estado emocional, pero es que aquellos temas no eran muy comunes para él. Su maestro le había enseñado a reprimir sus emociones mediante estricta disciplina y meditación, no a expresarla, y de todas maneras en el templo no tenía a nadie a quien ir con esos temas.
-Y tienes razón, es mejor acampar acá que al menos aún no hay nieve, las partes de baja nieve no sólo son frías, sino muy húmedas, la nieve se derrite con facilidad y te moja todo, sólo para volver a congelarse en tus ropas.
Ya había estado por esos parajes, conocía las vicisitudes que acarreaba el recorrerles. Pero entonces algo más atrajo su atención. La sombra de unas alas por sobre su cabeza. Su reflejo fue inmediato, como si de instinto se tratase llevó sus manos a su cintura para sacar sus dagas, pero sus negras compañeras no estaban allí. Claro, las había guardado en el fondo de su bolso luego de los últimos acontecimientos, no porque sufriera remordimientos por haber matado a aquel hombre, no, él había sido criado para no sentir tales emociones, lo que tenía era miedo, miedo de convertirse en un monstruo y matar a su propia compañera en un arranque de insensatez, miedo de traicionar a sus aliados. Miedos, al fin y al cabo, fundados en lo que había visto de si mismo, reforzados por el hecho de haber lastimado a Alanna en apenas un entrenamiento.
Bajó sus manos cuando la dragona aterrizaba frente a ellos, ofreciéndoles transporte y compañía. Demian mantuvo su mirada fría, marcada por aquella permanente sombra bajo sus ojos y su expresión neutra, lo que resultaba aún más el contraste con su apariencia infantil.
-No creo que puedas llevarnos a ambos, en especial si descansas de un largo viaje -expresó el chico, pero en realidad no era preocupación por ella o la seguridad de sus alas, sino mera desconfianza del ofrecimiento de un desconocido. Una de las cosas que le había permitido permanecer con vida era la desconfianza.
Off 1: Según entiendo, el tamaño máximo de un dragón, de cabeza a cola, es de 3 metros.
Off 2: Lo siento por la tardanza, pero había avisado que estos días tendría problemas. De todas maneras ya he vuelto.[/color]
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El pequeño respondió ciñéndose a su estado físico, mientras se recolocaba la capa para estar más cómodo, luego le dio la razón sobre que acampar en aquel lugar era la mejor opción, dadas las inhóspitas condiciones que encontrarían en la llanura. La elfa trató de hacerse una idea sobre lo que tendrían que soportar en los días siguientes hasta que llegasen a Dundarak, sería bueno descansar allí tanto como fuera posible antes de partir de nuevo.
Demian conocía la zona de un viaje anterior, así que al menos estaba segura de que el brujo podría guiarla hasta la ciudad de los dragones sin problemas, y también de que a él no le costaría tanto hacerse a las bajas temperaturas del lugar si ya había pasado algún tiempo allí. Eso la tranquilizaba un tanto, no quería que el muchacho estuviese mal por acompañarla y mucho menos después del incidente en las tierras del este, del que había salido algo diferente.
Ya no llevaba las dagas en el cinturón, sus armas descansaban ahora en una bolsa de la que no solía sacarlas, pero tarde o temprano se recuperaría de aquello y volvería a ser el mismo, aunque quizá necesitase un pequeño empujón. Ella misma lo había necesitado a la hora de enfrentarse a los piratas, y finalmente el hecho de que él estuviese en peligro la había sacado de ese bloqueo que tenía por el intento de rapto en su infancia, sacando a la luz una parte de sí misma que no conocía hasta el momento.
Apartó la vista de las montañas e hizo volver a Ness al interior de su bandolera, justo en el momento en que una sombra se cernió sobre ellos y el batir de unas alas atrajo su atención. Un dragón grisáceo se acercaba a su posición, aterrizando a apenas unos centímetros de donde estaban, lo cual podría haber tenido horrible resultado de haberles caído encima. Eärwen se levantó y adoptó una postura algo tensa, después de tantos problemas en el camino el ataque de un dragón no la extrañaría.
Sin embargo, el alado pronto se disculpó dando a entender que no los había visto, para luego añadir que no tenía intención de hacerles daño y recomendarles no pasar allí la noche, por los posibles peligros a los que se podrían exponer. La joven miraba con cierta sorpresa, nunca había visto hablar a un dragón en su forma de bestia, la mayoría solían esperar hasta que su cuerpo adoptaba la humana para expresarse.
De inmediato quedaba claro el por qué, para no parecer una amenaza ante los demás, ya que cualquier mensaje dicho con esas enormes fauces se volvía más amenazador. Aun así, la elfa se calmó un poco al escuchar su ofrecimiento de ayuda para llegar a Dundarak, aunque la idea de viajar en una de sus garras no se le antojaba nada cómoda ni segura, además era imposible que pudiese llevarlos a ellos y también a Lluvia, así que descartó lo del transporte enseguida.
También sentía algo de desconfianza, cosa totalmente normal tras los percances a los que se habían tenido que enfrentar en los últimos días, pero la de ojos azules seguía creyendo que en la mayoría de la gente había un lado bueno. Relajó la postura y escuchó la respuesta del brujo antes de intervenir, mirando de reojo a su yegua para comprobar que no se pusiera demasiado nerviosa por la presencia del dragón.
- No será necesario que nos llevéis pero gracias por el ofrecimiento, ¿Os dirigís a Dundarak? - preguntó, antes de desviar la vista hacia Demian para tratar de intuir su posible opinión acerca de que se les uniese en el camino, ya que no podía preguntarle directamente. - Si es así podéis descansar aquí, y quizá compartamos trayecto hasta la ciudad. - añadió tras unos instantes, dejando la posibilidad en el aire.
La joven esperaba que cambiase de forma, para que ambos pudieran sentirse más a gusto con su presencia y no tuvieran que preocuparse por un repentino ataque, pero eso quedaría a decisión suya, así que esperó en silencio la respuesta.
Demian conocía la zona de un viaje anterior, así que al menos estaba segura de que el brujo podría guiarla hasta la ciudad de los dragones sin problemas, y también de que a él no le costaría tanto hacerse a las bajas temperaturas del lugar si ya había pasado algún tiempo allí. Eso la tranquilizaba un tanto, no quería que el muchacho estuviese mal por acompañarla y mucho menos después del incidente en las tierras del este, del que había salido algo diferente.
Ya no llevaba las dagas en el cinturón, sus armas descansaban ahora en una bolsa de la que no solía sacarlas, pero tarde o temprano se recuperaría de aquello y volvería a ser el mismo, aunque quizá necesitase un pequeño empujón. Ella misma lo había necesitado a la hora de enfrentarse a los piratas, y finalmente el hecho de que él estuviese en peligro la había sacado de ese bloqueo que tenía por el intento de rapto en su infancia, sacando a la luz una parte de sí misma que no conocía hasta el momento.
Apartó la vista de las montañas e hizo volver a Ness al interior de su bandolera, justo en el momento en que una sombra se cernió sobre ellos y el batir de unas alas atrajo su atención. Un dragón grisáceo se acercaba a su posición, aterrizando a apenas unos centímetros de donde estaban, lo cual podría haber tenido horrible resultado de haberles caído encima. Eärwen se levantó y adoptó una postura algo tensa, después de tantos problemas en el camino el ataque de un dragón no la extrañaría.
Sin embargo, el alado pronto se disculpó dando a entender que no los había visto, para luego añadir que no tenía intención de hacerles daño y recomendarles no pasar allí la noche, por los posibles peligros a los que se podrían exponer. La joven miraba con cierta sorpresa, nunca había visto hablar a un dragón en su forma de bestia, la mayoría solían esperar hasta que su cuerpo adoptaba la humana para expresarse.
De inmediato quedaba claro el por qué, para no parecer una amenaza ante los demás, ya que cualquier mensaje dicho con esas enormes fauces se volvía más amenazador. Aun así, la elfa se calmó un poco al escuchar su ofrecimiento de ayuda para llegar a Dundarak, aunque la idea de viajar en una de sus garras no se le antojaba nada cómoda ni segura, además era imposible que pudiese llevarlos a ellos y también a Lluvia, así que descartó lo del transporte enseguida.
También sentía algo de desconfianza, cosa totalmente normal tras los percances a los que se habían tenido que enfrentar en los últimos días, pero la de ojos azules seguía creyendo que en la mayoría de la gente había un lado bueno. Relajó la postura y escuchó la respuesta del brujo antes de intervenir, mirando de reojo a su yegua para comprobar que no se pusiera demasiado nerviosa por la presencia del dragón.
- No será necesario que nos llevéis pero gracias por el ofrecimiento, ¿Os dirigís a Dundarak? - preguntó, antes de desviar la vista hacia Demian para tratar de intuir su posible opinión acerca de que se les uniese en el camino, ya que no podía preguntarle directamente. - Si es así podéis descansar aquí, y quizá compartamos trayecto hasta la ciudad. - añadió tras unos instantes, dejando la posibilidad en el aire.
La joven esperaba que cambiase de forma, para que ambos pudieran sentirse más a gusto con su presencia y no tuvieran que preocuparse por un repentino ataque, pero eso quedaría a decisión suya, así que esperó en silencio la respuesta.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Sentí hostilidad de todos lados, seguramente debido a ese aterrizaje, ¿Qué clase desconocidos confiarían tan rápido en mi? Obviamente que ellos no... Me sentí culpable pues yo solo quería pasar el rato, ante el ofrecimiento de acompañarlos me emocione pero me hubiese gustado mas mostrarles el cielo nocturno centelleante que se mantenía oculto tras las espesas nubes producidas por el clima frío...
- Les propongo algo, dado a que estoy en mi forma de dragón y vengo de un viaje largo, me tomaran otros cinco minutos volver a humano, como compensación por la incomodidad y aterrizaje, les ofrezco, sin ninguna clase de trucos, ver el bello cielo estrellado que se oculta en estas estepas, ata bien ese corcel y subid a mi lomo, no les llevare en las garras así no se asustan o se sienten invadidos-
Lo dije pensando en el enano, que me miraba fríamente, mas que frió, calculador, esperaba a que ataque, no sentí ni una gota de duda en su mirada, lo cual era asombroso ante su edad, seguramente tuvo una infancia complicada...
- Es solo un instante, en seguida los devolveré a tierra, a ti te fascinara, pareces familiarizado con estos parajes, pero.. ¿Acaso conoces en realidad lo que son?- Quizá lograba aflojar su hostilidad hacia mi.. quería llevarme bien...-
Una vez dada mi propuesta, baje mi ala dando camino a mi cuello, en donde los dos se podrían sujetar firmemente y como no iríamos tan alto y mucho menos veloz no habría ningún peligro con que no los lleve sobre mis garras.
- Y cariño, respecto a tu oferta, si la acepto, viajare con ustedes, estoy de paso; sera un placer acompañarlos ¡Les juro que no soy tan terrorífica en persona!- Dulcemente dicho a la elfa que esperaba la respuesta pacientemente.
Los mire atentamente, pero no esperando un ataque, si no cediéndoles el paso a mi escamoso cuello, de verdaaaaaaaaad quería que se suban, seguramente tomaban a la estepa como un lugar deshabitado y de clima frío (Y eso que eran una de las tierras mas cálidas que poseemos en los Reinos del Norte). Muy pocos habían logrado presenciar el bello cielo.
Yo sentía un gran amor por las estrellas, pues las solía ver con mi madre antes de que fuese asesinada... El recuerdo no me cayo muy bien, pero quería mostrarle a todos o por lo menos a los que me caían bien la hermosura que se encontraba a nuestro alcance.
- Les propongo algo, dado a que estoy en mi forma de dragón y vengo de un viaje largo, me tomaran otros cinco minutos volver a humano, como compensación por la incomodidad y aterrizaje, les ofrezco, sin ninguna clase de trucos, ver el bello cielo estrellado que se oculta en estas estepas, ata bien ese corcel y subid a mi lomo, no les llevare en las garras así no se asustan o se sienten invadidos-
Lo dije pensando en el enano, que me miraba fríamente, mas que frió, calculador, esperaba a que ataque, no sentí ni una gota de duda en su mirada, lo cual era asombroso ante su edad, seguramente tuvo una infancia complicada...
- Es solo un instante, en seguida los devolveré a tierra, a ti te fascinara, pareces familiarizado con estos parajes, pero.. ¿Acaso conoces en realidad lo que son?- Quizá lograba aflojar su hostilidad hacia mi.. quería llevarme bien...-
Una vez dada mi propuesta, baje mi ala dando camino a mi cuello, en donde los dos se podrían sujetar firmemente y como no iríamos tan alto y mucho menos veloz no habría ningún peligro con que no los lleve sobre mis garras.
- Y cariño, respecto a tu oferta, si la acepto, viajare con ustedes, estoy de paso; sera un placer acompañarlos ¡Les juro que no soy tan terrorífica en persona!- Dulcemente dicho a la elfa que esperaba la respuesta pacientemente.
Los mire atentamente, pero no esperando un ataque, si no cediéndoles el paso a mi escamoso cuello, de verdaaaaaaaaad quería que se suban, seguramente tomaban a la estepa como un lugar deshabitado y de clima frío (Y eso que eran una de las tierras mas cálidas que poseemos en los Reinos del Norte). Muy pocos habían logrado presenciar el bello cielo.
Yo sentía un gran amor por las estrellas, pues las solía ver con mi madre antes de que fuese asesinada... El recuerdo no me cayo muy bien, pero quería mostrarle a todos o por lo menos a los que me caían bien la hermosura que se encontraba a nuestro alcance.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
La perspectiva de volar, ahorrándose un buen trayecto y viendo la tierra desde otros ojos completamente diferentes sonaba interesante. Demian se imaginó a sí mismo planeando los cielos en las alas de un dragón, dejando que el viento recorriera su cara, gritando a la nada, disfrutando el momento como lo que era, un niño, gozando de una oportunidad para divertirse en grande.
-No -fue la respuesta que salió de sus labios.
No había sobrevivido tanto tiempo en solitario siendo confiado, en especial si su interlocutor insistía permanentemente sobre ello. Eso era signo de que había gato encerrado, o al menos así era en el mundo que conocía Demian, de modo que su cabeza remarcó lo que sus labios habían comenzado. El hecho de que ni siquiera podría atacar a la dragona en el aire sin caer él también le causaba temor y le pondría eventualmente en una situación en donde sólo debía confiar.
-No será necesario… pero si quieres, como dice Ëarwen, puedes venir con nosotros… en esas cosas Ëarwen sabe.
Juntó sus manos como si estuviera frotándolas para calentarlas, pero en realidad sus dedos se habían aferrado al escalpelo escondido en la muñequera. No era un arma grande, pero estaba muy bien afilado y tenía gran precisión. No era como las dagas, pero serviría, en especial si intentaba algo extraño. Pronto quedaría claro que la mejor alternativa era seguir el camino, así que el chico se giró y comenzó a caminar, aunque siempre manteniendo a la dragona en el rabillo de un ojo, por si llegara a traicionarlos.
Demian podía ser muy leal con quienes consideraba sus amigos, pero aquella persona aún no se ganaba tal título. Los últimos hechos acontecidos en la vida del niño le hacían estar especialmente distante, indispuesto hacia abrirse a amistades, no era nada personal con la dragona.
-Mi nombre es Demian -dijo sin girarse- sólo Demian, no tengo apellido… ¿cuál es tu nombre, dragona no-terrorífica?.
Demian miró entonces en las llanuras lejanas y le pareció ver una cabeza esconderse de reojo, pero no estaba seguro. Debía ser apenas su imaginación, un reflejo quizás, alguna paranoia alimentada por la desconfianza de la situación. Entrecerró sus ojos para ver con calma, pero no había nada, descartó la situación pensando que no era nada importante.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
La dragona optó por proponerles otra idea, dejando de lado la anterior de transportarlos hasta la ciudad para ofrecerles que su subieran a su lomo durante unos instantes, lo suficiente como para que pudiese alzar el vuelo y mostrarles la belleza del cielo más allá de las nubes. Quizá la vista valiese la pena, pero ¿quién se subiría a una criatura como aquella sin apenas conocerla? No, no era una opción segura, al menos de momento.
Eärwen miró al brujo, sabiendo que se negaría a participar en algo semejante, ella también lo haría, pero con sumo tacto para que la recién llegada no se sintiese ofendida. Le resultaba extraño ver como se ofrecía de aquel modo a unos completos extraños, que bien podrían tratar de hacerle daño aprovechando cualquier despiste, pero quizá la joven era parecida a ella, y veía la bondad en la gente antes de pensar que tenían malas intenciones.
La hija del bosque se quedó con algo de lo que había dicho, que tardaría unos minutos en cambiar a su forma humana, dejó escapar un leve suspiro y escuchó a Demian, que había tomado la palabra para presentarse. El niño parecía algo inquieto, pero había secundado lo que la elfa había dicho sobre que podían compartir camino, cosa que la tranquilizó. Puede que no confiasen en la alada, por todo lo que les había sucedido en los últimos días, pero de haberse portado así antes no habrían conocido a Eltrant y Alanna, a veces había que arriesgarse.
Al ver que el muchacho optaba por echarse a caminar, volviendo a emprender el camino para evitar en cierto modo pernoctar en aquella extensa estepa, la de ojos azules recogió la piel que había extendido en el suelo y la enrolló para volver a atarla a la silla de montar. - Yo soy Eärwen, mucho gusto. - dijo al tiempo que terminaba de guardar el resto de cosas que había sacado de las alforjas y tomaba las riendas de Lluvia, que empezaba a ponerse visiblemente nerviosa por la presencia de la dragona en su forma de bestia.
- Tranquila amiga, todo está bien. - musitó, acariciándole el hocico con suavidad para reforzar el estado de calma al que quería inducirla. La yegua resopló y trató de apartarse cuando su dueña comenzó a caminar hacia Demian, poniendo tanta distancia con la extraña como le permitiese la correa. La de cabellos negros le permitió hacerlo para que la situación no empeorase, pero seguía esperando que todo se normalizase cuando su nueva compañera adoptara la forma humana.
- Espero que no esté demasiado cansada. - añadió hacia la dragona, preguntándose de dónde habría venido en aquel largo viaje. Avanzó unos pasos más y se detuvo repentinamente, con la vista clavada en el horizonte. Una extraña sensación que ya conocía de antes embargó su ser, como cuando salía en el bosque y los animales la observaban desde sus escondrijos. Escrutó los alrededores con la mirada en busca de alguna pista, mientras en su mente sonaba la voz de su madre, con la advertencia que tantas veces le había dado: “Cuando los pájaros cesan sus cantos y todo se sume en el silencio, ten cuidado hija, algo malo se acerca.”
Su cuerpo volvió a tensarse, mientras sus ojos recorrían con rapidez los extensos pastos de la estepa y se preguntaba interiormente si no estaría imaginándoselo por los incidentes que el brujo y ella habían sufrido desde que se encontraron en Midgar.
Eärwen miró al brujo, sabiendo que se negaría a participar en algo semejante, ella también lo haría, pero con sumo tacto para que la recién llegada no se sintiese ofendida. Le resultaba extraño ver como se ofrecía de aquel modo a unos completos extraños, que bien podrían tratar de hacerle daño aprovechando cualquier despiste, pero quizá la joven era parecida a ella, y veía la bondad en la gente antes de pensar que tenían malas intenciones.
La hija del bosque se quedó con algo de lo que había dicho, que tardaría unos minutos en cambiar a su forma humana, dejó escapar un leve suspiro y escuchó a Demian, que había tomado la palabra para presentarse. El niño parecía algo inquieto, pero había secundado lo que la elfa había dicho sobre que podían compartir camino, cosa que la tranquilizó. Puede que no confiasen en la alada, por todo lo que les había sucedido en los últimos días, pero de haberse portado así antes no habrían conocido a Eltrant y Alanna, a veces había que arriesgarse.
Al ver que el muchacho optaba por echarse a caminar, volviendo a emprender el camino para evitar en cierto modo pernoctar en aquella extensa estepa, la de ojos azules recogió la piel que había extendido en el suelo y la enrolló para volver a atarla a la silla de montar. - Yo soy Eärwen, mucho gusto. - dijo al tiempo que terminaba de guardar el resto de cosas que había sacado de las alforjas y tomaba las riendas de Lluvia, que empezaba a ponerse visiblemente nerviosa por la presencia de la dragona en su forma de bestia.
- Tranquila amiga, todo está bien. - musitó, acariciándole el hocico con suavidad para reforzar el estado de calma al que quería inducirla. La yegua resopló y trató de apartarse cuando su dueña comenzó a caminar hacia Demian, poniendo tanta distancia con la extraña como le permitiese la correa. La de cabellos negros le permitió hacerlo para que la situación no empeorase, pero seguía esperando que todo se normalizase cuando su nueva compañera adoptara la forma humana.
- Espero que no esté demasiado cansada. - añadió hacia la dragona, preguntándose de dónde habría venido en aquel largo viaje. Avanzó unos pasos más y se detuvo repentinamente, con la vista clavada en el horizonte. Una extraña sensación que ya conocía de antes embargó su ser, como cuando salía en el bosque y los animales la observaban desde sus escondrijos. Escrutó los alrededores con la mirada en busca de alguna pista, mientras en su mente sonaba la voz de su madre, con la advertencia que tantas veces le había dado: “Cuando los pájaros cesan sus cantos y todo se sume en el silencio, ten cuidado hija, algo malo se acerca.”
Su cuerpo volvió a tensarse, mientras sus ojos recorrían con rapidez los extensos pastos de la estepa y se preguntaba interiormente si no estaría imaginándoselo por los incidentes que el brujo y ella habían sufrido desde que se encontraron en Midgar.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El niño me rechazo enseguida, tsch, ¡Que aburrido! A lo que la elfa respecta, no termino de responder la pregunta... Por otro lado, el cansancio había disminuido bastante, de echo, casi todo. Me sentí contenta ya que si no querían subir al cielo conmigo... Yo les bajare el cielo.
- Ya que tanto desconfían de mi, les demostrare que estoy aquí de la mejor voluntad. Si no suben al cielo conmigo.. Yo se los traeré a ustedes, sera por breves instantes.- Al instante que mencione eso tome mucho aire de mis fauces, basicamente, respiré profundamente y... BOOM, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] este vino acompañado de un gran rugido.
No creí que mi cansancio fuese a molestarme, pero de esa forma fue, pues la habilidad había sido algo débil y no duraría tanto.
El gran cielo era muy visible, las nubes se habían disipado, mejor dicho, habían sido cortadas, aun así en cuestión de minutos, formarían prontamente.
- Espero que lo disfruten, el cielo fue abierto para ustedes y únicamente para ustedes... ¿No son aquellas estrellas las mas centelleantes que han visto? Cerca de las tundras, la noche suele ser muy fría, pero si obtienes otra vista, el frío se convierte en calidez.- Palabras dulces salieron de mi boca, parecía tan irónico, pues era una bestia enorme diciendo cursiladas.
Me dio un escalofrió...
Sentí como si me estuvieran observando y no por mi acto de abrir cielos, si no por otro motivo y mi instinto me decía que no era bueno; y como siempre, mi instinto es obedecido a raja tabla.
- ¿Ustedes también sintieron eso?- Comencé a sentirme muy incomoda.
- ¿Acaso estoy loca o sienten una clase de observador?- La situación se torno complicada, no quería luchar, en realidad, lo que mas deseaba era convertirme a humano en este momento.
- Me convertiré, salgamos de aquí, si quieren conozco un pueblo a 20km, en el cual hay una posada, podríamos pasar la noche allí. Además, nos queda de camino.- Comente al mismo tiempo que tome un gran aire y me transforme, me costo muchísimo, había bajado de las montañas mas altas y viajado a varios pueblos en busca de respuestas sobre el asesinato de mis padres y ahora planeaba ir a Dundarak a ver si conseguía algunas pistas.
- Es aquel- señale a la distancia.
La transformación me costo tanto, que una vez humana necesite sentarme. Quizá algo de comer me vendría bien, ir a ese pueblo seria la mejor idea que pude tener. De todas formas, si lo deseara podría volver a dragón, pero no es algo que quiera en este momento.
- ¡Oh!- exclame.
- Alguno tiene una prenda o harapo para compartirme, pues no llevaba rompa cuando descendí de las montañas... Disculpen- Me sentí bastante avergonzada, pues no tenia ropa y tampoco algo con que cubrirme, con una simple manta me bastara, total no sufro el frío.
El viaje me traería muchas sorpresas, de todas formas, esa presencia me molestaba bastante. Claramente ese no era un lugar para quedarse.
---------
1. Tsch: Es una onomatopeya, es como un "Uffaaa o Sniff" No se si los conocerán, pero por si las dudas, es como si dijeras... dale, en serio. Por si no queda completamente claro, les dejo este [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que explica lo que es, sin embargo, esta en ingles.
2. La habilidad impulso cortante se uso para un placer, pero en realidad es un ataque.
3. Cuando menciono la habilidad y dicho (click) es que esta adjunto el enlace.
- Ya que tanto desconfían de mi, les demostrare que estoy aquí de la mejor voluntad. Si no suben al cielo conmigo.. Yo se los traeré a ustedes, sera por breves instantes.- Al instante que mencione eso tome mucho aire de mis fauces, basicamente, respiré profundamente y... BOOM, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] este vino acompañado de un gran rugido.
No creí que mi cansancio fuese a molestarme, pero de esa forma fue, pues la habilidad había sido algo débil y no duraría tanto.
El gran cielo era muy visible, las nubes se habían disipado, mejor dicho, habían sido cortadas, aun así en cuestión de minutos, formarían prontamente.
- Espero que lo disfruten, el cielo fue abierto para ustedes y únicamente para ustedes... ¿No son aquellas estrellas las mas centelleantes que han visto? Cerca de las tundras, la noche suele ser muy fría, pero si obtienes otra vista, el frío se convierte en calidez.- Palabras dulces salieron de mi boca, parecía tan irónico, pues era una bestia enorme diciendo cursiladas.
Me dio un escalofrió...
Sentí como si me estuvieran observando y no por mi acto de abrir cielos, si no por otro motivo y mi instinto me decía que no era bueno; y como siempre, mi instinto es obedecido a raja tabla.
- ¿Ustedes también sintieron eso?- Comencé a sentirme muy incomoda.
- ¿Acaso estoy loca o sienten una clase de observador?- La situación se torno complicada, no quería luchar, en realidad, lo que mas deseaba era convertirme a humano en este momento.
- Me convertiré, salgamos de aquí, si quieren conozco un pueblo a 20km, en el cual hay una posada, podríamos pasar la noche allí. Además, nos queda de camino.- Comente al mismo tiempo que tome un gran aire y me transforme, me costo muchísimo, había bajado de las montañas mas altas y viajado a varios pueblos en busca de respuestas sobre el asesinato de mis padres y ahora planeaba ir a Dundarak a ver si conseguía algunas pistas.
- Es aquel- señale a la distancia.
La transformación me costo tanto, que una vez humana necesite sentarme. Quizá algo de comer me vendría bien, ir a ese pueblo seria la mejor idea que pude tener. De todas formas, si lo deseara podría volver a dragón, pero no es algo que quiera en este momento.
- ¡Oh!- exclame.
- Alguno tiene una prenda o harapo para compartirme, pues no llevaba rompa cuando descendí de las montañas... Disculpen- Me sentí bastante avergonzada, pues no tenia ropa y tampoco algo con que cubrirme, con una simple manta me bastara, total no sufro el frío.
El viaje me traería muchas sorpresas, de todas formas, esa presencia me molestaba bastante. Claramente ese no era un lugar para quedarse.
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1. Tsch: Es una onomatopeya, es como un "Uffaaa o Sniff" No se si los conocerán, pero por si las dudas, es como si dijeras... dale, en serio. Por si no queda completamente claro, les dejo este [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que explica lo que es, sin embargo, esta en ingles.
2. La habilidad impulso cortante se uso para un placer, pero en realidad es un ataque.
3. Cuando menciono la habilidad y dicho (click) es que esta adjunto el enlace.
Hestia
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Al parecer su mirada hacia el horizonte había causado la preocupación de los otros, pero por más que miraba no se apreciaba nada distinto, nada especial. Quizás sólo había sido algún pequeño animal, un reflejo, el viento. Había tantas explicaciones posibles que lo más razonable parecía ser ignorar ese detalle.
La dragona decidió entonces hacer una demostración de sus habilidades, realizando un ataque a las nubes para armar un pequeño claro que pronto sería cubierto por el resto. Este acto le hizo al chico sentir incómodo. Entrenado para ser un asesino, pero débil físicamente, la especialidad de Demian era permanecer oculto, actuar desde las sombras y sorprender a sus enemigos, sin embargo su nueva compañera era totalmente lo opuesto, llamando la atención a cada paso que daba y ahora acababa de dar señal de su presencia a todo ser inteligente a al menos un par de kilómetros a la redonda con su acto. ¿Con qué objetivo?, ¿impresionar?.
-Las estrellas son las mismas acá que en Beltrexus… dijo dando una fugaz mirada al cielo- una vez mi maestro me dijo, “no importa donde estés, siempre tendrás el cielo para guiarte”.
La dragona hizo comentarios sobre sentir algo y sobre un posible observador. La verdad es que Demian difícilmente podía estar seguro de haber visto nada relevante, así que se encogió de hombros. Muchas veces creía ver cosas peligrosas donde en verdad sólo había ramas o sombras. Sin tener más evidencia que meros presentimientos, el grupo no pareció tomar acción alguna, al menos de momento, y hasta la propio chica nueva decidió que sería seguro volver a su forma humana, más vulnerable… y así lo hizo… y vaya que lo hizo.
Demian, criado en un templo y de apenas 12 años, jamás había visto una mujer desnuda, mucho menos de una manera tan imprevista. Quedó inmóvil unos instantes, sin saber qué hacer. ¿Era correcto mirarle?, ¿debía pedir perdón?, ¿debía mirar hacia otro lado?. Su cabeza se llenaba de preguntas más rápido de lo que era capaz de responderlas. Finalmente atinó a girarse sobre sus talones y darle la espalda. En un acto de improvisada caballerosidad se quitó la capa y la arrojó hacia atrás, pero sin darse vuelta.
-P…pp….p…puedes qued…d…dártela.
Odiaba cuando eso pasaba, le hacía sentir ridículo, no pasaba siempre, pero cuando estaba nervioso solía tartamudear, como si fuera incapaz de hilar las palabras, lo que sólo podía agregar aún más incomodidad a la situación, como si aquello hiciera falta.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
La dragona, de la cual aún no conocían el nombre, decidió mostrarles las estrellas de otro modo al escuchar la rotunda negativa del brujo, abrió las fauces y respiró hondo antes de que un concentrado viendo surgiese de su interior, acompañado de un sonoro rugido. El aire cortó las nubes y las disipó durante unos segundos, los suficientes como para que ambos pudiese admirar el cielo despejado.
Eärwen observó la vista que aquella extraña les estaba ofreciendo, sin dejar de prestar atención a las palabras que salían de su boca, y que en esta ocasión sonaron mucho más suaves que antes, a pesar de estar hablando desde su forma de bestia. No era demasiado prudente hacer algo tan visible en un terreno desconocido, pero trató de no pensar en la posibilidad de que aquella muestra atrajese a los posibles maleantes que habría en los alrededores. A fin de cuentas ¿quién se atrevería a enfrentarse a un dragón abiertamente? no era algo inteligente, a no ser que esperasen al cambio de forma para intentarlo.
De todos modos sabía poco acerca de las transformaciones de aquella raza, aunque si había visto algunos licántropos en los bosques y debía ser parecido, con lo que no tardarían mucho en pasar de una forma a otra. Pronto la alada notó lo mismo que ella había creído sentir, que alguien los estaba vigilando, pero no había pistas ni ninguna prueba de que aquello fuera cierto, podía tratarse de un mero presentimiento sin razón.
Finalmente la dragona decidió transformarse, justo después de recomendarles pasar la noche en una posada de un pequeño pueblo que conocía y señalar la dirección que tendrían que seguir para llegar hasta allí. Su figura fue cambiando y empequeñeciendo hasta convertirse en una joven de cabellos blancos y piel clara, completamente desnuda. Sin duda aquel debía ser el aspecto más engorroso de los cambios, por lo expuesto que dejaba al individuo tras el esfuerzo que se veía obligado a realizar.
La elfa tiró de una de las alforjas y sacó una de sus mudas de ropa para tendérsela de inmediato, ya que con el único abrigo de una capa no podría ir por la estepa, mucho menos entrar en las frías tierras de la llanura nevada. - Toma esto, espero que te sirva. - musitó, imaginándose por un momento la vergüenza que sentiría ella si quedase en paños menores ante unos desconocidos.
Demian se había girado para no verla, probablemente incómodo por la situación, cosa que resultaba comprensible dada su corta edad y el hecho de que hubiese sido entrenado para ser un asesino, lo que no le habría dejado tiempo para familiarizarse con el sexo opuesto. La de ojos azules frunció levemente el ceño al pensar en la idea de que le resultase más fácil ver a alguien con las entrañas fuera del cuerpo que aquello, negó con la cabeza y volvió junto a la yegua, dejando algo de espacio a la joven para que se cambiase tranquila.
- ¿Conoces ese pueblo del que habla? - preguntó al muchacho en un susurro, en parte para distraerlo y que se relajase. - No quiero que la noche nos alcance aquí, hay algo en este lugar que me pone nerviosa y no sé bien el que, preferiría seguir avanzando hasta un lugar más seguro y en el que no tengamos que dormir a la intemperie. - añadió, echando un leve vistazo hacia atrás para ver si la dragona había terminado. - Si queremos llegar a ese pueblo tendremos que ponernos en marcha cuanto antes, ¿qué opinas? - prosiguió, para luego guardar silencio y esperar la respuesta de su compañero, cuya opinión para ella era importante.
Eärwen observó la vista que aquella extraña les estaba ofreciendo, sin dejar de prestar atención a las palabras que salían de su boca, y que en esta ocasión sonaron mucho más suaves que antes, a pesar de estar hablando desde su forma de bestia. No era demasiado prudente hacer algo tan visible en un terreno desconocido, pero trató de no pensar en la posibilidad de que aquella muestra atrajese a los posibles maleantes que habría en los alrededores. A fin de cuentas ¿quién se atrevería a enfrentarse a un dragón abiertamente? no era algo inteligente, a no ser que esperasen al cambio de forma para intentarlo.
De todos modos sabía poco acerca de las transformaciones de aquella raza, aunque si había visto algunos licántropos en los bosques y debía ser parecido, con lo que no tardarían mucho en pasar de una forma a otra. Pronto la alada notó lo mismo que ella había creído sentir, que alguien los estaba vigilando, pero no había pistas ni ninguna prueba de que aquello fuera cierto, podía tratarse de un mero presentimiento sin razón.
Finalmente la dragona decidió transformarse, justo después de recomendarles pasar la noche en una posada de un pequeño pueblo que conocía y señalar la dirección que tendrían que seguir para llegar hasta allí. Su figura fue cambiando y empequeñeciendo hasta convertirse en una joven de cabellos blancos y piel clara, completamente desnuda. Sin duda aquel debía ser el aspecto más engorroso de los cambios, por lo expuesto que dejaba al individuo tras el esfuerzo que se veía obligado a realizar.
La elfa tiró de una de las alforjas y sacó una de sus mudas de ropa para tendérsela de inmediato, ya que con el único abrigo de una capa no podría ir por la estepa, mucho menos entrar en las frías tierras de la llanura nevada. - Toma esto, espero que te sirva. - musitó, imaginándose por un momento la vergüenza que sentiría ella si quedase en paños menores ante unos desconocidos.
Demian se había girado para no verla, probablemente incómodo por la situación, cosa que resultaba comprensible dada su corta edad y el hecho de que hubiese sido entrenado para ser un asesino, lo que no le habría dejado tiempo para familiarizarse con el sexo opuesto. La de ojos azules frunció levemente el ceño al pensar en la idea de que le resultase más fácil ver a alguien con las entrañas fuera del cuerpo que aquello, negó con la cabeza y volvió junto a la yegua, dejando algo de espacio a la joven para que se cambiase tranquila.
- ¿Conoces ese pueblo del que habla? - preguntó al muchacho en un susurro, en parte para distraerlo y que se relajase. - No quiero que la noche nos alcance aquí, hay algo en este lugar que me pone nerviosa y no sé bien el que, preferiría seguir avanzando hasta un lugar más seguro y en el que no tengamos que dormir a la intemperie. - añadió, echando un leve vistazo hacia atrás para ver si la dragona había terminado. - Si queremos llegar a ese pueblo tendremos que ponernos en marcha cuanto antes, ¿qué opinas? - prosiguió, para luego guardar silencio y esperar la respuesta de su compañero, cuya opinión para ella era importante.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El niño critico las estrellas de las estepas, como si las hubiese subestimado, me molesto bastante que razón tiene para tratar tan mal a alguien, seguramente había sido criado de forma cruel...
Por otro lado, me dieron una capa y una tanda de ropa, la verdad estaba agradecida ya que a muchos le podía incomodar mi desnudez; sin embargo, el frío no era mi mayor problema. Pensar que los dragones dormimos en cuevas de las altas montañas nevadas...
- Gracias, es bastante incomodo ser vista así, pero no suelo llevar ropa conmigo, ya que la pierdo en pleno vuelo.- una dulce sonrisa brotaba de mi rostro.
- Seria buena idea que nos pongamos en marcha, la luna ya esta marcando su territorio y la noche aquí es bastante dura, nos convendría avanzar lo mas que podamos.- Los rayos de luna daban sobre mi plateado y lacio pelo, causando un resplandor hermoso, parecía un espíritu divino mas que un temible dragón...
Me acordé que no me había presentado como debía así que opte por dar una introducción a mi ser.
- ¡Oh! Por cierto, me he olvidado, yo soy Hestia, dragona elemental de aire, si bien ya me presente antes, no lo hice como era debido, creo que es mejor presentarme de esta forma- sonrei alegremente. La luna continuaba subiendo, ocupando su lugar en el cielo, la noche avanzaba de forma fugaz...
- Normalmente no diría nada sobre mi persona o habilidades, pero de momento necesito confianza; el verdadero motivo por el cual os acompaño a Dundarak es en busca de pistas, mis padres han sido asesinados en frente mio y deseo saber quienes han sido, me han dicho que en la ciudad hay un informante que provee pistas, por eso opte acompañarles; si, podía volar e ir sola, pero de esa forma no sería divertido; mi madre comentaba que las aventuras se viven de a varios, hoy en día sigo creyéndolo... Trate de ganar algo de confianza, pues seria necesario para las próximas aventuras que tengamos, no quisiera que nos ataquen y duden si soy su compañera o una traidora.
Noté que no eramos solamente dos, también había un hermoso caballo. Siempre fui fanática de estos animales, pero raras veces tenia oportunidad de montarles, ya que normalmente me la pasaba volando... "Para que ir por tierra si puedo volar".
Me acerque lentamente a la yegua, intentando no asustarle, pues hace un rato era un inmenso dragón, seguramente estaba algo aterrorizada.
- Hola linda- le acaricié la sien, que pelaje tan suave que poseía...
- ¿Demi, Eärwen, como se llama?- les mire con los ojos abiertos como platos, mas bien fascinada, no lo podía evitar, adoraba esos animales.
Sacando al caballo, me sentía impaciente por partir, pero los dos parecían estar discutiendo al respecto... No aguantaba mi curiosidad..
Por otro lado, me dieron una capa y una tanda de ropa, la verdad estaba agradecida ya que a muchos le podía incomodar mi desnudez; sin embargo, el frío no era mi mayor problema. Pensar que los dragones dormimos en cuevas de las altas montañas nevadas...
- Gracias, es bastante incomodo ser vista así, pero no suelo llevar ropa conmigo, ya que la pierdo en pleno vuelo.- una dulce sonrisa brotaba de mi rostro.
- Seria buena idea que nos pongamos en marcha, la luna ya esta marcando su territorio y la noche aquí es bastante dura, nos convendría avanzar lo mas que podamos.- Los rayos de luna daban sobre mi plateado y lacio pelo, causando un resplandor hermoso, parecía un espíritu divino mas que un temible dragón...
Me acordé que no me había presentado como debía así que opte por dar una introducción a mi ser.
- ¡Oh! Por cierto, me he olvidado, yo soy Hestia, dragona elemental de aire, si bien ya me presente antes, no lo hice como era debido, creo que es mejor presentarme de esta forma- sonrei alegremente. La luna continuaba subiendo, ocupando su lugar en el cielo, la noche avanzaba de forma fugaz...
- Normalmente no diría nada sobre mi persona o habilidades, pero de momento necesito confianza; el verdadero motivo por el cual os acompaño a Dundarak es en busca de pistas, mis padres han sido asesinados en frente mio y deseo saber quienes han sido, me han dicho que en la ciudad hay un informante que provee pistas, por eso opte acompañarles; si, podía volar e ir sola, pero de esa forma no sería divertido; mi madre comentaba que las aventuras se viven de a varios, hoy en día sigo creyéndolo... Trate de ganar algo de confianza, pues seria necesario para las próximas aventuras que tengamos, no quisiera que nos ataquen y duden si soy su compañera o una traidora.
Noté que no eramos solamente dos, también había un hermoso caballo. Siempre fui fanática de estos animales, pero raras veces tenia oportunidad de montarles, ya que normalmente me la pasaba volando... "Para que ir por tierra si puedo volar".
Me acerque lentamente a la yegua, intentando no asustarle, pues hace un rato era un inmenso dragón, seguramente estaba algo aterrorizada.
- Hola linda- le acaricié la sien, que pelaje tan suave que poseía...
- ¿Demi, Eärwen, como se llama?- les mire con los ojos abiertos como platos, mas bien fascinada, no lo podía evitar, adoraba esos animales.
Sacando al caballo, me sentía impaciente por partir, pero los dos parecían estar discutiendo al respecto... No aguantaba mi curiosidad..
Hestia
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El chico tardó un tiempo prudente y hasta exagerado en darse vuelta. No era simplemente que estuviera nervioso, era toda una formación como brujo centrada en la disciplina y el autocontrol. En el templo no se permitía la libre expresión, sino la obediencia, así que el niño había aprendido ciertos patrones de comportamiento incorporados casi a hierro. Uno de esos era el que un hombre jamás debía ver a una mujer debajo de su ropa sin su consentimiento. Una vez que Hestia estuvo cubierta ya se sintió más cómodo, aunque no sería fácil librarse de la imagen de lo que acababa de ver. Así que así era como lucían en verdad... interesante.
-La p.p...primera vez que pasé no hice escala allí -confesó Demian- pero supongo que es el mejor lugar donde ir en este momento, el aire de la estepa se siente como cuchillas... juro que mataría por una cama.
De pronto cayó en cuenta de lo que acababa de decir y puso mala cara para sí mismo. No lograba quitarse de la mente el hecho de que sus "hábitos" podían ser un peligro para sus amigos y se le ocurría bromear con ello.
La dragona comenzó a acariciar a la yegua, mientras Demian trataba de divisar un camino despejado para ir hacia el pueblo mencionado, pero entonces algo vino a interrumpir su calma. Comenzó como un pequeño zumbido, un silbido leve, pero que se repetía. El chico se giró de inmediato, pero ya era muy tarde para cualquier acción relevante. No era una, ni dos, sino múltiples, como una pequeña lluvia, las flechas que iban en el aire hacia ellos. Había salido sin aviso e iban a alta velocidad, no había tiempo para nada.
En apenas un reflejo Demian estiró sus manos y alcanzó a detener con su telekinesis una flecha que, de lo contrario, le habría perforado medio a medio el pecho. Pero dio un pequeño grito cuando otra le rozaba las costillas, haciendo un rápido y profundo corte en su costado. De haber tenido un pelo menos de suerte, sólo unos centímetros de diferencia y la flecha le hubiera atravesado un pulmón.
Se agachó de inmediato para obtener cobertura de parte de la hierba, tratando de encontrar la ubicación exacta de sus atacantes. No sabía aún cómo les había ido a sus compañeras, pero no podía distraerse.
-A la elfa y al niño los quiero vivos... podéis hacer de la dragona como os plazca -se oyó una voz que resultaba ligeramente familiar. No pudo recordar de inmediato de quién se trataba, pero claramente no era amistoso.
Tras varios segundos lo recordó finalmente, se trataba del capitán. Los piratas habían regresado.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Demian parecía estar de acuerdo con la idea de buscar aquel poblado, pero no lo conocía, con lo que ambos quedaban en manos de Hestia, que ya había terminado de vestirse y se había acercado a la blanca yegua de la elfa para acariciarla. Al parecer la dragona también tenía asuntos que resolver en Dundarak, debía buscar a un informante que la ayudase a encontrar pistas sobre la identidad de los asesinos que habían terminado con la vida de sus padres.
Era sin duda una triste historia, pero la joven no parecía estar demasiado afectada por ello, probablemente solo buscase justicia. - Se llama Lluvia, es algo nerviosa pero si se le da tiempo se acostumbra a las personas nuevas. - musitó la elfa en respuesta, antes de escuchar aquel silbido tan característico de las flechas y alzar la vista al cielo. Abrió desmesuradamente los ojos al ver la multitud de proyectiles que se dirigían directamente hacia ellos, sin apenas darles tiempo para actuar antes de que cayesen.
- ¡Vanya sínomello!* - exclamó tras tomar sus armas, acompañando las palabras de una contundente palmada en la cadera de la montura para que huyese y se pusiera a salvo. Lluvia entendió de inmediato lo que su dueña de ordenaba, galopó rápidamente hasta alejarse del lugar donde los tres se encontraban, pero sin desaparecer del todo, para volver cuando el peligro hubiese pasado.
Eärwen se echó al suelo y tiró de Hestia para que hiciera lo mismo, antes de que alguna de aquellas saetas la alcanzase en su forma humana, que sin duda era más vulnerable que la de dragón. El grito del brujo la alertó de inmediato, le habían dado. Lo buscó con la mirada para ir en su ayuda, pero con las flechas aun cayendo sería complicado acercarse sin recibir algún impacto.
De todos modos decidió arriesgarse, Demian era su compañero y no permitiría que aquellos atacantes acabasen con él. Se levantó y echó a correr hacia donde estaba el muchacho, valiéndose del entrenamiento que había recibido en Sandorai y su agilidad para esquivar los proyectiles que iban hacia ella, pero eran demasiados. Notó como una de las flechas le pasaba rozando el hombro, cortando la camisa y también su piel, pero al menos no la había atravesado, podría ocuparse de aquella herida en cuanto los tres estuviesen a salvo.
Tuvo que girar de forma poco natural para evitar que otra le diese, con lo que el filo de la saeta no acertó en su vientre, pero sí paso rozándole el muslo, profiriéndole otro corte más. Torció el gesto y se dejó caer entre la hierba para arrastrarse hasta el mago, que ya estaba cerca y visiblemente herido en un costado. - ¡Demian! - exclamó sin alzar mucho la voz, preocupada por la cantidad de sangre que manaba del corte y lo profundo que parecía.
Colocó las manos de forma que hicieran presión en la herida y utilizó su don sanador para tratarlo, intentando que al menos dejase de perder sangre antes de desviar su atención hacia el líder de aquellos atacantes, que resultó ser el capitán de los piratas. Maldijo interiormente por no haber terminado con él cuando tuvieron ocasión de intentarlo, ahora habría reagrupado a sus hombres y la estepa no les ofrecía mucho donde cubrirse.
Las flechas se detuvieron tras la primera lluvia, y los hombres del capitán comenzaron a avanzar en su dirección para atraparlos y llevarlos ante a su jefe, que por alguna razón los quería vivos. - Una muerte rápida no le sirve, quiere que suframos por lo que hicimos. - pensó la elfa para sí, antes de volver la vista nuevamente hacia el brujo. - ¿Puedes correr? Si llegamos a mi yegua les sacaremos algo de ventaja, Hestia puede volar no creo que tenga problemas para alejarse de aquí. - musitó, al tiempo que sacaba del carcaj una de sus saetas y colocaba el arco en posición, para cubrirlos a ambos en la retirada o tratar de hacer el mayor daño posible si no podían ir hasta su montura.
La clave estaría en encontrar al capitán y herirlo a él primero, cortar la cabeza a la serpiente.
Off: ¡Vanya sínomello!* = ¡Vete de aquí!
Era sin duda una triste historia, pero la joven no parecía estar demasiado afectada por ello, probablemente solo buscase justicia. - Se llama Lluvia, es algo nerviosa pero si se le da tiempo se acostumbra a las personas nuevas. - musitó la elfa en respuesta, antes de escuchar aquel silbido tan característico de las flechas y alzar la vista al cielo. Abrió desmesuradamente los ojos al ver la multitud de proyectiles que se dirigían directamente hacia ellos, sin apenas darles tiempo para actuar antes de que cayesen.
- ¡Vanya sínomello!* - exclamó tras tomar sus armas, acompañando las palabras de una contundente palmada en la cadera de la montura para que huyese y se pusiera a salvo. Lluvia entendió de inmediato lo que su dueña de ordenaba, galopó rápidamente hasta alejarse del lugar donde los tres se encontraban, pero sin desaparecer del todo, para volver cuando el peligro hubiese pasado.
Eärwen se echó al suelo y tiró de Hestia para que hiciera lo mismo, antes de que alguna de aquellas saetas la alcanzase en su forma humana, que sin duda era más vulnerable que la de dragón. El grito del brujo la alertó de inmediato, le habían dado. Lo buscó con la mirada para ir en su ayuda, pero con las flechas aun cayendo sería complicado acercarse sin recibir algún impacto.
De todos modos decidió arriesgarse, Demian era su compañero y no permitiría que aquellos atacantes acabasen con él. Se levantó y echó a correr hacia donde estaba el muchacho, valiéndose del entrenamiento que había recibido en Sandorai y su agilidad para esquivar los proyectiles que iban hacia ella, pero eran demasiados. Notó como una de las flechas le pasaba rozando el hombro, cortando la camisa y también su piel, pero al menos no la había atravesado, podría ocuparse de aquella herida en cuanto los tres estuviesen a salvo.
Tuvo que girar de forma poco natural para evitar que otra le diese, con lo que el filo de la saeta no acertó en su vientre, pero sí paso rozándole el muslo, profiriéndole otro corte más. Torció el gesto y se dejó caer entre la hierba para arrastrarse hasta el mago, que ya estaba cerca y visiblemente herido en un costado. - ¡Demian! - exclamó sin alzar mucho la voz, preocupada por la cantidad de sangre que manaba del corte y lo profundo que parecía.
Colocó las manos de forma que hicieran presión en la herida y utilizó su don sanador para tratarlo, intentando que al menos dejase de perder sangre antes de desviar su atención hacia el líder de aquellos atacantes, que resultó ser el capitán de los piratas. Maldijo interiormente por no haber terminado con él cuando tuvieron ocasión de intentarlo, ahora habría reagrupado a sus hombres y la estepa no les ofrecía mucho donde cubrirse.
Las flechas se detuvieron tras la primera lluvia, y los hombres del capitán comenzaron a avanzar en su dirección para atraparlos y llevarlos ante a su jefe, que por alguna razón los quería vivos. - Una muerte rápida no le sirve, quiere que suframos por lo que hicimos. - pensó la elfa para sí, antes de volver la vista nuevamente hacia el brujo. - ¿Puedes correr? Si llegamos a mi yegua les sacaremos algo de ventaja, Hestia puede volar no creo que tenga problemas para alejarse de aquí. - musitó, al tiempo que sacaba del carcaj una de sus saetas y colocaba el arco en posición, para cubrirlos a ambos en la retirada o tratar de hacer el mayor daño posible si no podían ir hasta su montura.
La clave estaría en encontrar al capitán y herirlo a él primero, cortar la cabeza a la serpiente.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Eärwen me comento acerca de la bella yegua, su nombre era Lluvia; iba con su carácter también. Desgraciadamente, alguien no deseado interrumpió nuestra charla, una lluvia de flechas venía, si no fuese por Demi, no me hubiese alertado, pues no estaba prestando atención; fui echada de la acción y alejada un poco de las flechas, pero ya que soy un dragón por que no hacer provecho de esto, me alcé del suelo y comencé a correr a toda prisa a donde mis compañeros se situaban, en el camino, mientras me preparaba para la ultima transformación que podría realizar durante un buen tiempo, aproximadamente seis horas sin poder cambiar de vuelta, eso si no volaba y si tenía suerte...
Siendo consiente al respecto, corrí sin mas, hasta estar en frente del niño y elfa; en el transcurso me dieron tres flechas en el hombro, una roso mi cara provocando un tajo, otra de las que me lastimo se ubicaba en la pierna izquierda y por ultimo una flecha que no logre esquivar correctamente para defender mis puntos vitales se alojo en la parte inferior de mi abdomen. El daño dificultaba seriamente la transformación, pero gracias al tiempo tomado pase a ser una bestia temible, aun así, ni en mi forma de dragón, aflojaba el sangrado, si no terminábamos pronto me iba a costar caro.
En defensa de mis compañeros, desplegué mis grandes alas y comencé a agitar aire, para ver si podía detener la lluvia de flechas, algunas pasaron, muy pocas se clavaron en mis alas y tórax pero otras debido a la dureza de mis escamas, simplemente caían la suelo. Mi objetivo principal se basaba únicamente en la defensa de aquellos dos, por suerte mi inmenso cuerpo les sirvió de escudo.
No sabía por que siempre acudí a aquellos que necesitaban ayuda o ni siquiera eso, siempre estuve dispuesta a ayudar, supongo que las frases "El poder es para defender" o "Si sos poderoso usa tu poder para ayudar a los demás" realizaban efectos en mi, desde que era un dragón bebe acudí siempre, aunque fuese en lo mas mínimo; aveces me metía en problemas que ponían mi vida en riesgo... Se supone que los dragones somos una raza legendaria distinguida por su sabiduría, pero donde esta eso en mi, ningún dragón se pondría en semejante riesgo.
- ¿Están bien? No puedo luchar, quizá pueda causar un tifon, pero temo que se me sera difícil, no soy un dragón fuerte, estoy en pleno entrenamiento. Si desean luchar, les acompañare, pero no podre hacer mucho, quizá tirarlos al piso con mis garras o defenderles a ustedes, pero no les aseguro nada.- Mire hacia abajo, la herida del abdomen se abría cada vez mas, el cansancio no me ayudaba en nada, volví a batir mis alas para retirar las flechas que se habían logrado clavar, gracias a la protección de mis escamas no me había sucedido nada, aun así las lastimaduras que me hice en mi forma humana me estaban jugando una mala pasada, ¿Cuánto mas duraría esto? Mejor dicho, ¿Cuánto mas podre soportarlo?
- Por cierto, la transformación no fue fácil, no podre volar durante un tiempo y mucho menos volver a ser humana; así que podemos batallar o se suben a mi lomo y corremos, pero me preocupa Lluvia.- No comenté nada respecto de mi herida abdominal ni el daño sufrido en mi forma humana, preferí no decirles nada y cuando lleguemos al pueblo buscar algún medico, quiza la elfa me pueda sanar, pero no era una buena idea durante la pelea, necesitamos daño y lo ultimo que requerimos ahora es un dragón lastimado que ni volar puede y encima que a gatas puede pelear sin desmayarse, pues la perdida de sangre me jugaba en contra.
Que seria de esta batalla... Al menos tengo dos compañeros que pueden luchar.
Siendo consiente al respecto, corrí sin mas, hasta estar en frente del niño y elfa; en el transcurso me dieron tres flechas en el hombro, una roso mi cara provocando un tajo, otra de las que me lastimo se ubicaba en la pierna izquierda y por ultimo una flecha que no logre esquivar correctamente para defender mis puntos vitales se alojo en la parte inferior de mi abdomen. El daño dificultaba seriamente la transformación, pero gracias al tiempo tomado pase a ser una bestia temible, aun así, ni en mi forma de dragón, aflojaba el sangrado, si no terminábamos pronto me iba a costar caro.
En defensa de mis compañeros, desplegué mis grandes alas y comencé a agitar aire, para ver si podía detener la lluvia de flechas, algunas pasaron, muy pocas se clavaron en mis alas y tórax pero otras debido a la dureza de mis escamas, simplemente caían la suelo. Mi objetivo principal se basaba únicamente en la defensa de aquellos dos, por suerte mi inmenso cuerpo les sirvió de escudo.
No sabía por que siempre acudí a aquellos que necesitaban ayuda o ni siquiera eso, siempre estuve dispuesta a ayudar, supongo que las frases "El poder es para defender" o "Si sos poderoso usa tu poder para ayudar a los demás" realizaban efectos en mi, desde que era un dragón bebe acudí siempre, aunque fuese en lo mas mínimo; aveces me metía en problemas que ponían mi vida en riesgo... Se supone que los dragones somos una raza legendaria distinguida por su sabiduría, pero donde esta eso en mi, ningún dragón se pondría en semejante riesgo.
- ¿Están bien? No puedo luchar, quizá pueda causar un tifon, pero temo que se me sera difícil, no soy un dragón fuerte, estoy en pleno entrenamiento. Si desean luchar, les acompañare, pero no podre hacer mucho, quizá tirarlos al piso con mis garras o defenderles a ustedes, pero no les aseguro nada.- Mire hacia abajo, la herida del abdomen se abría cada vez mas, el cansancio no me ayudaba en nada, volví a batir mis alas para retirar las flechas que se habían logrado clavar, gracias a la protección de mis escamas no me había sucedido nada, aun así las lastimaduras que me hice en mi forma humana me estaban jugando una mala pasada, ¿Cuánto mas duraría esto? Mejor dicho, ¿Cuánto mas podre soportarlo?
- Por cierto, la transformación no fue fácil, no podre volar durante un tiempo y mucho menos volver a ser humana; así que podemos batallar o se suben a mi lomo y corremos, pero me preocupa Lluvia.- No comenté nada respecto de mi herida abdominal ni el daño sufrido en mi forma humana, preferí no decirles nada y cuando lleguemos al pueblo buscar algún medico, quiza la elfa me pueda sanar, pero no era una buena idea durante la pelea, necesitamos daño y lo ultimo que requerimos ahora es un dragón lastimado que ni volar puede y encima que a gatas puede pelear sin desmayarse, pues la perdida de sangre me jugaba en contra.
Que seria de esta batalla... Al menos tengo dos compañeros que pueden luchar.
Hestia
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El dolor le paralizó unos instantes, mientras buscaba refugio agachándose entre la alta hierba, pero pudo contemplar las acciones de sus compañeras... las cuales carecían completamente de sentido, al menos a los ojos del pequeño brujo. "Escóndanse, maldita sea", pensó al verlas arriesgarse a avanzar hacia donde él estaba para protegerle. "¿Por qué arriesgaban su vida así?, ¿por qué, en especial aquella dragona que apenas le conocía?".
Ëarwen llegó a su lado y de inmediato usó su magia para sanarle a él, a pesar de que ella misma se encontraba herida. El chico tardó unos segundos en reaccionar procesando todo aquello, en especial al ver a la dragona ser cruelmente acribillada y quedar con serias heridas.
-Estoy bien -dijo a Ëarwen- , pero no creo que podamos huir... están heridas, tienen flechas y no sabemos si ya nos rodean.
Metió su mano a su bolso, tocó las dagas... pero no pudo sacarlas, sentía una desagradable mezcla de emociones al tocar esas dagas, representaban lo más oscuro de sí mismo. No, no podía, no aún. Las dejó allí y sacó el pequeño bisturí que llevaba oculto en la muñequera.
-Me las apañaré con esto
Aplicó una capa de veneno en su pequeña arma, mientras comenzaba a desplazarse entre la hierba. De alguna manera sentía que debía hacer también su parte para proteger a sus compañeras que se habían lastimado. La herida en su costado no había cerrado del todo, pero al menos no había hemorragia.
Utilizó entonces su magia para volverse invisible. Debía aprovechar el factor sorpresa y devolverles la mano a los piratas que les habían atacado de manera cobarde. Caminó agachado, cubierto por sus ilusiones, hasta que se encontró con uno de los enemigos, que en ese momento preparaba una flecha para dispararle a la dragona.
Bastó un movimiento, una puñalada desde la espalda, a la altura de los riñones, luego se retiró inmediatamente, como una sombra a meterse en la alta maleza. El sujeto se llevó una mano a la herida, sorprendido. El veneno se encargaría de hacer el resto. Había perdido la cobertura de su magia, pero seguiría su labor, uno a uno, de ser necesario, al menos mientras no le encontraran.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El profundo corte del brujo había dejado de sangrar de momento, pero tal como decía, los tres estaban heridos y no llegarían muy lejos si intentaban huir, no si los piratas volvían a descargar otra lluvia de flechas sobre ellos. Tendrían que idear rápidamente alguna estrategia y contraatacar con lo que tenían, aunque pudiese no ser suficiente para repelerlos. Demian tomó un pequeño bisturí de su bolsa e impregnó el filo con algo de veneno, para que el arma se volviese más letal a pesar de su reducido tamaño.
La elfa se preparó para crear un fuego de cobertura con las pocas flechas que le quedaban, reservando una en todo momento para el capitán, al que trataría de disparar en cuanto lo viese. Hestia por su parte también decidió actuar, a pesar de que aquel conflicto no tenía nada que ver con ella, volvió a su forma dragón para situarse entre los atacantes y ellos a modo de protección, lo que por desgracia le costó el llevarse varios impactos de aquellos proyectiles.
Agitó el aire para intentar desestabilizar a los enemigos más cercanos, mientras el mago utilizaba sus ilusiones para desaparecer y buscar el momento oportuno para atacar de forma desprevenida. Eärwen aprovechó la cobertura que le daba la alada para adoptar una postura que le resultase cómoda y comenzar a lanzar las saetas que quedaban en su carcaj, calculando fríamente cada tiro para no desperdiciar ninguna de ellas, ya que le resultaría sumamente complicado recuperarlas.
Alcanzó a varios de los piratas más adelantados, acertando en aquellas zonas vulnerables del cuerpo que de ser heridas causaban una hemorragia grave, así los individuos caían pronto al suelo, sin poder hacer nada mientras se desangraban. Una vez abatidos los primeros, la de ojos azules corrió hacia ponerse a la altura en que se encontraba la dragona, para poder ver el estado en que se encontraba y determinar la gravedad de los impactos que había recibido, pero nunca antes había tratado a un dragón, con lo que resultaba complicado.
- ¡Hestia cúbrete! - exclamó con preocupación al ver la cantidad de sangre que tenía en el abdomen. Debía tratarla pronto o aquello podría costarle caro, pero en medio de la pelea sería imposible, así que tenían que terminar con los piratas cuanto antes. - No te preocupes por Lluvia, se mantendrá lejos del combate hasta que vuelva a llamarla, intenta que no vuelvan a alcanzarte. - dijo, con la vista clavada en el enemigo, que volvía a avanzar hacia ellos sin importar las bajas que estaban teniendo.
El capitán se mantenía lejos, observando con satisfacción como sus hombres habían conseguido dañar a aquel par de problemáticos y también a la dragona, pero esperaba que recordasen la orden que había dado, los quería vivos. Aún no había decidido lo que haría con ellos una vez los apresaran, pero sin duda se cobraría con creces las pérdidas que le habían causado al matar a los suyos en el barco, de forma harto dolorosa.
Eärwen avanzó y echó mano a las dagas, dejando así las últimas tres flechas que le quedaban para cuando tuviese ocasión de acercarse más al líder de aquellos maleantes. Haciendo gala de su agilidad en combate, consiguió reducir al primero de los adversarios que se acercó a ella, desarmándolo tras asestarle un tajo en la muñeca con que sostenía la espada, para luego golpearlo de forma contundente en la sien, valiéndose de la empuñadura de una de las dagas. El hombre se tambaleó levemente antes de desplomarse sobre el suelo, inconsciente y perdiendo sangre a través del corte que le había hecho, lo que le debilitaría considerablemente, sino terminaba con él.
- ¡Inútiles! ¡Atrapadlos de una vez! - se oyó gritar al capitán, que empezaba a ponerse nervioso al ver como sus tripulantes iban cayendo a manos de aquellos a los que había venido a cazar.
La elfa se preparó para crear un fuego de cobertura con las pocas flechas que le quedaban, reservando una en todo momento para el capitán, al que trataría de disparar en cuanto lo viese. Hestia por su parte también decidió actuar, a pesar de que aquel conflicto no tenía nada que ver con ella, volvió a su forma dragón para situarse entre los atacantes y ellos a modo de protección, lo que por desgracia le costó el llevarse varios impactos de aquellos proyectiles.
Agitó el aire para intentar desestabilizar a los enemigos más cercanos, mientras el mago utilizaba sus ilusiones para desaparecer y buscar el momento oportuno para atacar de forma desprevenida. Eärwen aprovechó la cobertura que le daba la alada para adoptar una postura que le resultase cómoda y comenzar a lanzar las saetas que quedaban en su carcaj, calculando fríamente cada tiro para no desperdiciar ninguna de ellas, ya que le resultaría sumamente complicado recuperarlas.
Alcanzó a varios de los piratas más adelantados, acertando en aquellas zonas vulnerables del cuerpo que de ser heridas causaban una hemorragia grave, así los individuos caían pronto al suelo, sin poder hacer nada mientras se desangraban. Una vez abatidos los primeros, la de ojos azules corrió hacia ponerse a la altura en que se encontraba la dragona, para poder ver el estado en que se encontraba y determinar la gravedad de los impactos que había recibido, pero nunca antes había tratado a un dragón, con lo que resultaba complicado.
- ¡Hestia cúbrete! - exclamó con preocupación al ver la cantidad de sangre que tenía en el abdomen. Debía tratarla pronto o aquello podría costarle caro, pero en medio de la pelea sería imposible, así que tenían que terminar con los piratas cuanto antes. - No te preocupes por Lluvia, se mantendrá lejos del combate hasta que vuelva a llamarla, intenta que no vuelvan a alcanzarte. - dijo, con la vista clavada en el enemigo, que volvía a avanzar hacia ellos sin importar las bajas que estaban teniendo.
El capitán se mantenía lejos, observando con satisfacción como sus hombres habían conseguido dañar a aquel par de problemáticos y también a la dragona, pero esperaba que recordasen la orden que había dado, los quería vivos. Aún no había decidido lo que haría con ellos una vez los apresaran, pero sin duda se cobraría con creces las pérdidas que le habían causado al matar a los suyos en el barco, de forma harto dolorosa.
Eärwen avanzó y echó mano a las dagas, dejando así las últimas tres flechas que le quedaban para cuando tuviese ocasión de acercarse más al líder de aquellos maleantes. Haciendo gala de su agilidad en combate, consiguió reducir al primero de los adversarios que se acercó a ella, desarmándolo tras asestarle un tajo en la muñeca con que sostenía la espada, para luego golpearlo de forma contundente en la sien, valiéndose de la empuñadura de una de las dagas. El hombre se tambaleó levemente antes de desplomarse sobre el suelo, inconsciente y perdiendo sangre a través del corte que le había hecho, lo que le debilitaría considerablemente, sino terminaba con él.
- ¡Inútiles! ¡Atrapadlos de una vez! - se oyó gritar al capitán, que empezaba a ponerse nervioso al ver como sus tripulantes iban cayendo a manos de aquellos a los que había venido a cazar.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Descubrí que el niño no era un simple humano, si no que era un brujo, verlo asesinar de tan joven me hizo entender su desconfianza, ya me parecía extraño su falta de inocencia... Por otro lado, estaba la elfa que no se quedaba atrás con su precisa puntería, no erraba ni un tiro...
Ya que ellos dos estaban dando todo de si mismos, era mi turno de actuar; aun así no era para nada fácil, la herida abdominal dificultaba mi recuperación de energía y aun seguía muy cansada por la transformación, pero nada me impedía correr. Viendo que el brujo ya estaba entre las fuerzas enemigas, opte por abirles el paso.
- Eärwen, se de mi condición, soy un dragón, no caemos tan fácilmente, no te preocupes... Emm, seria mejor que te cubras los oídos.- Dije mientras juntaba aire concentrado, realizar impulso cortante era muy costoso con este cansancio, pero no imposible, quizá pueda hacer este y uno mas, aunque preferiría invocar un tifon, pero no esta en mi alcance en estos momentos.
El aire seguía concentrándose. Como advertencia hacía el enano, para que no quede en medio de mi ataque, rugí lo mas fuerte que pude; los atacantes quedaron inmovilizados, parecían estatuas, se ve que el estruendo causado les asustó.
De mi boca salió un aire tan afilado como una cuchilla, atravesó a una gran cantidad de unidades, cortándolos por el medio; literalmente sus piernas fueron separadas del resto de su cuerpo, una escena horripilante; con el niño ahí esta no era una de mis opciones pero al ver su costumbre y su comodidad ante el asesinato no creí que le hiciese daño psicológico.
De todas formas, odiaba lo que acababa de hacer, siempre fui un dragón pacifico, pero el dolor visto en estos dos me hizo reaccionar, si deseaba vengar la muerte de mis padres no puedo ser siempre "una niña buena" es hora de abrir los ojos y enfrentar el mundo real, aquel mundo lleno de avaricia, crueldad, dolor y muerte.
- ¡Demian! ¡AVANZA!- grite agotada por el esfuerzo realizado, me quede como escudo para Eärwen para poder recuperar energías en caso de que realicen un contra-ataque.
Ya que ellos dos estaban dando todo de si mismos, era mi turno de actuar; aun así no era para nada fácil, la herida abdominal dificultaba mi recuperación de energía y aun seguía muy cansada por la transformación, pero nada me impedía correr. Viendo que el brujo ya estaba entre las fuerzas enemigas, opte por abirles el paso.
- Eärwen, se de mi condición, soy un dragón, no caemos tan fácilmente, no te preocupes... Emm, seria mejor que te cubras los oídos.- Dije mientras juntaba aire concentrado, realizar impulso cortante era muy costoso con este cansancio, pero no imposible, quizá pueda hacer este y uno mas, aunque preferiría invocar un tifon, pero no esta en mi alcance en estos momentos.
El aire seguía concentrándose. Como advertencia hacía el enano, para que no quede en medio de mi ataque, rugí lo mas fuerte que pude; los atacantes quedaron inmovilizados, parecían estatuas, se ve que el estruendo causado les asustó.
De mi boca salió un aire tan afilado como una cuchilla, atravesó a una gran cantidad de unidades, cortándolos por el medio; literalmente sus piernas fueron separadas del resto de su cuerpo, una escena horripilante; con el niño ahí esta no era una de mis opciones pero al ver su costumbre y su comodidad ante el asesinato no creí que le hiciese daño psicológico.
De todas formas, odiaba lo que acababa de hacer, siempre fui un dragón pacifico, pero el dolor visto en estos dos me hizo reaccionar, si deseaba vengar la muerte de mis padres no puedo ser siempre "una niña buena" es hora de abrir los ojos y enfrentar el mundo real, aquel mundo lleno de avaricia, crueldad, dolor y muerte.
- ¡Demian! ¡AVANZA!- grite agotada por el esfuerzo realizado, me quede como escudo para Eärwen para poder recuperar energías en caso de que realicen un contra-ataque.
Hestia
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Era como una sombra al desplazarse entre la maleza, buscando su siguiente objetivo. Realizar tareas tras las líneas enemigas era su especialidad y debía reconocer que había algo, quizás la adrenalina, quizás el saber que existía un riesgo le daba emoción, pero el peligro parecía atraerle. Ya había hecho esos trucos antes con Ëarwen, confiaba en que ella le apoyaría manteniendo presión sobre los enemigos para que los ojos no estuvieran puestos en el pirata que misteriosamente había caído.
Limpió la sangre de la pequeña arma que sostenía en su mano frotándola en la maleza, para volver a aplicar una gota de veneno. El mundo cerca suyo estaba en caos, pero él seguía sereno, aprovechando su sigilo para buscar el objetivo preciso. Ya había probado sangre su arma y se sentía con más confianza, era hora de dirigirse al líder. Sabía que bastaría una puñalada bien puesta en una zona sensible y todo acabaría. Podrían ser muchos, la tripulación completa vertida en la escampada tras ellos, pero si caía la cabeza se desparramarían como bichos escondidos a los que súbitamente se retira su piedra.
Se oyó un rugido enorme y Demian supo que algo iba a pasar. La dragona parecía extremadamente poderosa, tanto que el chico se preguntó si no sobraba allí metido entre los enemigos cuando ella parecía poder despacharse sola a todos los piratas y un pequeño ejército adicional sin problemas. Casi inmune a las flechas, capaz de abrir las nubes, ¿no sería mejor retirarse y dejarle la pelea a ella sola?. Como si ella quisiera confirmar sus impresiones, mostró un poder impresionante, arrasando con múltiples enemigos, partiéndolos literalmente con un sólo impulso de sus pulmones. Decidió que se retiraría, no tenía sentido su rol tras las líneas enemigas si ella podía cargarse al grupo completo sola, pero entonces algo cambió sus planes.
El ataque había arrasado con buena parte de la maleza, agachado la restante y la dragona le gritaba que avanzara, revelando así su ubicación. De pronto notó que había ojos puestos en él. Algunos piratas huían por lo que acababa de pasar, pero otros aún leales a su capitán, o quizás temerosos de las repercusiones, se quedaban allí y el chico acababa de perder su cobertura mientras estaba literalmente rodeado de enemigos.
-Mierda -exclamó con una contradictoria calma.
Una pesada red cayó sobre él, atrapándole. No tenía sentido volverse invisible en ese momento, ya que su posibilidad de moverse era limitada, era mejor guardar el truco como un arma secreta para cuando tuviera una posibilidad real.
El capitán lucía realmente furioso y algo asqueado al ver la masacre en que se había convertido todo, de verdad parecía como si allí hubiera ocurrido una pequeña batalla.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
A pesar de sus heridas, que de por sí resultaban preocupantes, la dragona decidió seguir luchando para ayudarlos, lo que a ojos de la elfa la dejó como una joven bondadosa y altruista, capaz de poner en riesgo su vida por dos simples extraños. Escuchando su sugerencia, se agazapó y cubrió los oídos, con la vista clavada en los enemigos que caían de forma repentina y misteriosa, por obra del brujo.
Hestia rugió con fuerza, haciendo que la decisión de algunos de los piratas flaquease y quedaran inmóviles momentáneamente, luego liberó el aire que había estado concentrando contra ellos, partiéndolos literalmente por la mitad, ante los sorprendidos ojos de la hija del bosque. Nunca había visto algo semejante, así que aquella escena sin duda la dejó pasmada durante unos instantes, hasta que la dragona instó a Demian a seguir avanzando, lo que dejó al muchacho al descubierto.
No había tiempo que perder, echó a correr y recuperó las flechas que pudo por el camino, librándose de los tripulantes que le salían al paso tan rápido como le era posible, sirviéndose de las dagas. El capitán estaba furioso, pero sus hombres al menos habían conseguido lanzar una red sobre el niño y atraparlo, solo tendrían que reducir a la joven y ocuparse del dragón para completar el plan, que tantas vidas les había costado ya.
Eärwen volvió a tomar el arco y disparó a los piratas más cercanos a la red, abatiéndolos con tiros certeros al cuello o pecho, pero las flechas se acabaron antes de que pudiese ocuparse de todos, tendría que avanzar y meterse en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los que quedaban, pero no podía engañarse, eran muchos y ella sola no conseguiría terminar con ellos. Aun así debía hacer cuanto pudiese por liberar a su compañero, tomó aire y avanzó con decisión hacia los que quedaban en pie, blandiendo las afiladas dagas de acero élfico.
Al principio no tuvo demasiados problemas, los enemigos venían de uno en uno o como mucho en parejas, lo que no le complicaba el avance, pero pronto los hombres empezaron a agruparse y rodearla, hasta cortarle todas las rutas de escape posibles. El único modo de salir de allí sería abriéndose paso peleando, pero la elfa no se iría hasta haber sacado a Demian de la red que lo mantenía cautivo, así que primero tendría que idear una forma de acercarse a él.
Mantuvo las armas en todo momento alzadas, mientras giraba lentamente para controlar con la vista los movimientos de cualquiera de los que la rodeaban, que no terminaban de decidirse entre mantener la posición o atacar. La joven se había llevado por delante a bastantes y eso lo tenían muy presente, así que no cometerían el error de precipitarse otra vez, buscarían el momento preciso para lanzarse contra ella todos a la vez.
Sin embargo la de ojos azules no les dio ocasión de hacerlo, clavó la vista en el individuo que se encontraba entre ella y el lugar donde estaba el brujo y fue directa hacia él, que al verla venir tan decidida tardó un poco en reaccionar, lo suficiente para que ella le alcanzase y le acertase en la sien con la empuñadura de una de las dagas. Eärwen siguió su camino hacia el muchacho, pero justo cuando estaba a punto de llegar hasta él alguien la sujetó con fuerza por el brazo, poco después ya no era solo uno de los atacantes el que la agarraba, con lo no pudo seguir adelante.
- ¡Ocupaos de la dragona muchachos! Ya tenemos lo que queríamos. - gritó algo más animado el capitán, que ahora si se atrevía a ponerse en primera fila y encarar a aquellos dos individuos que tantos quebraderos de cabeza le habían dado.
Hestia rugió con fuerza, haciendo que la decisión de algunos de los piratas flaquease y quedaran inmóviles momentáneamente, luego liberó el aire que había estado concentrando contra ellos, partiéndolos literalmente por la mitad, ante los sorprendidos ojos de la hija del bosque. Nunca había visto algo semejante, así que aquella escena sin duda la dejó pasmada durante unos instantes, hasta que la dragona instó a Demian a seguir avanzando, lo que dejó al muchacho al descubierto.
No había tiempo que perder, echó a correr y recuperó las flechas que pudo por el camino, librándose de los tripulantes que le salían al paso tan rápido como le era posible, sirviéndose de las dagas. El capitán estaba furioso, pero sus hombres al menos habían conseguido lanzar una red sobre el niño y atraparlo, solo tendrían que reducir a la joven y ocuparse del dragón para completar el plan, que tantas vidas les había costado ya.
Eärwen volvió a tomar el arco y disparó a los piratas más cercanos a la red, abatiéndolos con tiros certeros al cuello o pecho, pero las flechas se acabaron antes de que pudiese ocuparse de todos, tendría que avanzar y meterse en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los que quedaban, pero no podía engañarse, eran muchos y ella sola no conseguiría terminar con ellos. Aun así debía hacer cuanto pudiese por liberar a su compañero, tomó aire y avanzó con decisión hacia los que quedaban en pie, blandiendo las afiladas dagas de acero élfico.
Al principio no tuvo demasiados problemas, los enemigos venían de uno en uno o como mucho en parejas, lo que no le complicaba el avance, pero pronto los hombres empezaron a agruparse y rodearla, hasta cortarle todas las rutas de escape posibles. El único modo de salir de allí sería abriéndose paso peleando, pero la elfa no se iría hasta haber sacado a Demian de la red que lo mantenía cautivo, así que primero tendría que idear una forma de acercarse a él.
Mantuvo las armas en todo momento alzadas, mientras giraba lentamente para controlar con la vista los movimientos de cualquiera de los que la rodeaban, que no terminaban de decidirse entre mantener la posición o atacar. La joven se había llevado por delante a bastantes y eso lo tenían muy presente, así que no cometerían el error de precipitarse otra vez, buscarían el momento preciso para lanzarse contra ella todos a la vez.
Sin embargo la de ojos azules no les dio ocasión de hacerlo, clavó la vista en el individuo que se encontraba entre ella y el lugar donde estaba el brujo y fue directa hacia él, que al verla venir tan decidida tardó un poco en reaccionar, lo suficiente para que ella le alcanzase y le acertase en la sien con la empuñadura de una de las dagas. Eärwen siguió su camino hacia el muchacho, pero justo cuando estaba a punto de llegar hasta él alguien la sujetó con fuerza por el brazo, poco después ya no era solo uno de los atacantes el que la agarraba, con lo no pudo seguir adelante.
- ¡Ocupaos de la dragona muchachos! Ya tenemos lo que queríamos. - gritó algo más animado el capitán, que ahora si se atrevía a ponerse en primera fila y encarar a aquellos dos individuos que tantos quebraderos de cabeza le habían dado.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
La situación me dejo sorprendida, pues lo habían encerrado en una red y a la pobre de la elfa sujetado hasta que no pudiese ni mover los dedos; no había mucho para hacer, las cosas se tornaron complicadas y no sabía si podía salvar a los dos...
Por otro lado, una cantidad extremadamente alta de piratas corrían hacia mi, deshacerme de ellos no era el problema, si no que temía el asesinato de aquellos dos... Me eche a correr, empujando a los piratas con mis patas, algunos de ellos me clavaban sus dagas, algunas se rompían otras se incrustaban, eran realmente molestos, uno quiere llegar a sus compañeros y no le dejan... ¡JA!
Logre acercarme a la posición de la elfa y rugí con el fin de que se alejen, a muchos les flaqueo la voluntad y determinación, otros por miedo estaban paralizados, aun así no liberaban a la elfa...
El problema no yacía en si podía o no liberarlos a ambos, era obvio que si, solamente humanos sobrenaturales pueden vencer a un dragón, como la elfa o el brujo. La cuestión era no matarlos cuando los liberaba, mis fauces son inmensas, llego a intentar sacar la red con ella y probablemente le arranque la cabeza al crío, aunque lo intentase con las garras quizá le hiera la espalda, lo mismo me pasaba con la mujer, en el amontonamiento de gente no lograba ver bien donde estaba ella, una acción sin cuidado y seguramente le lastime. Sin embargo, no tenia tiempo para detenerme a pensar, mi herida era una bomba por tiempo, faltaba poco para que me desmaye, me sentía mareada y agotada, no me quedaban muchas fuerzas.
Rogué por el bien de la elfa, principalmente la rescataría a ella, me seria mas fácil que arrancarle la cabeza al muchacho en el intento... Alcé una de mis garras y con sumo cuidado la apoye en un pirata, lo levante desde la pansa y lo moví; realicé lo mismo con cinco piratas mas hasta que me corrió un escalofrío por las escamas, pues un pirata me estaba... ¿Cabalgando? Enloquecí cuando me di cuenta, empecé a moverme de lado a lado, llevándome puesto todo lo que me rodeara, me puse en dos patas y rugí, ante el ruido y el desequilibrio causado, el pirata que no tenía de donde agarrarse, cayó y murió aparentemente por el golpe.
Mire a ver que lió había realizado cuando me moví, afortunadamente, ambos estaban bien, pero una de mis patas había caído cercanamente de las piernas de la mujer, me alegro de no haberle echo daño...
- Eärwen, ¿Todo bien?- mire asustada hacía el piso. Solo tres piratas la sujetaban, uno se encontraba en una posición bastante cómoda para que lo retire de ahí, claramente... tuvo mala suerte; agaché mi cabeza, abrí mis fauces y mordí la cabeza de este, decapitandole ante mis afilados dientes, la sangre salto a mi hocico y a las prendas de Eärwen, quien presenciaba el vil asesinato.
Escupí la cabeza de mi boca y una vez en el suelo la intente levantar desde los pelos, era algo muy resbaladizo y complicado, la alcé y se la mostré al capitán para que viera con quienes se estaba metiendo, no permitiría que alguien invada tierra de dragones y encima lastime a los viajeros.
Con la cabeza alzada provoque al capitán... ¿Y ahora como reaccionara? Por alguna razón, esto me divertía, sentí como un lado sádico surgía de mi, era aterrador, nunca me había gustado disfrutar del temor que les causaba a mis enemigos, pero hoy lo comencé a saborear...
Por otro lado, una cantidad extremadamente alta de piratas corrían hacia mi, deshacerme de ellos no era el problema, si no que temía el asesinato de aquellos dos... Me eche a correr, empujando a los piratas con mis patas, algunos de ellos me clavaban sus dagas, algunas se rompían otras se incrustaban, eran realmente molestos, uno quiere llegar a sus compañeros y no le dejan... ¡JA!
Logre acercarme a la posición de la elfa y rugí con el fin de que se alejen, a muchos les flaqueo la voluntad y determinación, otros por miedo estaban paralizados, aun así no liberaban a la elfa...
El problema no yacía en si podía o no liberarlos a ambos, era obvio que si, solamente humanos sobrenaturales pueden vencer a un dragón, como la elfa o el brujo. La cuestión era no matarlos cuando los liberaba, mis fauces son inmensas, llego a intentar sacar la red con ella y probablemente le arranque la cabeza al crío, aunque lo intentase con las garras quizá le hiera la espalda, lo mismo me pasaba con la mujer, en el amontonamiento de gente no lograba ver bien donde estaba ella, una acción sin cuidado y seguramente le lastime. Sin embargo, no tenia tiempo para detenerme a pensar, mi herida era una bomba por tiempo, faltaba poco para que me desmaye, me sentía mareada y agotada, no me quedaban muchas fuerzas.
Rogué por el bien de la elfa, principalmente la rescataría a ella, me seria mas fácil que arrancarle la cabeza al muchacho en el intento... Alcé una de mis garras y con sumo cuidado la apoye en un pirata, lo levante desde la pansa y lo moví; realicé lo mismo con cinco piratas mas hasta que me corrió un escalofrío por las escamas, pues un pirata me estaba... ¿Cabalgando? Enloquecí cuando me di cuenta, empecé a moverme de lado a lado, llevándome puesto todo lo que me rodeara, me puse en dos patas y rugí, ante el ruido y el desequilibrio causado, el pirata que no tenía de donde agarrarse, cayó y murió aparentemente por el golpe.
Mire a ver que lió había realizado cuando me moví, afortunadamente, ambos estaban bien, pero una de mis patas había caído cercanamente de las piernas de la mujer, me alegro de no haberle echo daño...
- Eärwen, ¿Todo bien?- mire asustada hacía el piso. Solo tres piratas la sujetaban, uno se encontraba en una posición bastante cómoda para que lo retire de ahí, claramente... tuvo mala suerte; agaché mi cabeza, abrí mis fauces y mordí la cabeza de este, decapitandole ante mis afilados dientes, la sangre salto a mi hocico y a las prendas de Eärwen, quien presenciaba el vil asesinato.
Escupí la cabeza de mi boca y una vez en el suelo la intente levantar desde los pelos, era algo muy resbaladizo y complicado, la alcé y se la mostré al capitán para que viera con quienes se estaba metiendo, no permitiría que alguien invada tierra de dragones y encima lastime a los viajeros.
Con la cabeza alzada provoque al capitán... ¿Y ahora como reaccionara? Por alguna razón, esto me divertía, sentí como un lado sádico surgía de mi, era aterrador, nunca me había gustado disfrutar del temor que les causaba a mis enemigos, pero hoy lo comencé a saborear...
Hestia
Aprendiz
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Por unos instantes el joven brujo pensó que estaba en graves aprietos y recordó los duros momentos vividos a bordo de ese barco, en especial cuando los piratas intentaron hacer eso tan horrible a Ëarwen. La rabia y la impotencia habían sido mucho en esa ocasión, por lo que sólo cabía esperar que el trato que iban a recibir de los piratas sólo podía ser peor.
De alguna manera sus pensamientos iban más a su compañera de ese largo viaje más que a su propia seguridad. No es que no tuviera miedo, lo tenía, vaya que lo tenía, no era precisamente una mole capaz de soportar tortura como si nada, pero estar en compañía de Ëarwen le daba seguridad y odiaba la idea de perderla o que la dañaran seriamente.
Cuando vio que la sujetaban entre varios sacó uno de sus cuchillos arrojadizos de sus botas y utilizó la telekinesis en él. El filoso objeto atravesó sin problemas los espacios de la red, para elevarse y arrojarse en la espalda de su enemigo. No parecía ser suficiente para matarle, pero al menos le había creado una herida profunda y el sujeto caía al suelo revolcándose de dolor, sangrando.
En ese momento recibió una patada de uno de sus captores, suficientemente fuerte para hacerle caer de costado y quedar mareado. El terreno le dio vueltas, incapaz de distinguir bien qué pasaba. Le pareció oír un fuerte rugido, pero no estaba seguro, bien podría haber sido el viento, todo daba vueltas y vueltas, no sabían bien dónde era arriba o abajo.
Demian
Aerandiano de honor
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Todo iba de mal en peor, la elfa había acudido en ayuda del brujo y solo había conseguido que la atrapasen, eso sí, llevándose por delante a unos cuantos. De repente uno de los hombres que la sujetaban profirió un sonoro quejido y se llevó la mano a la espalda, donde encontraría clavado uno de los cuchillos arrojadizos del muchacho. El herido cayó al suelo mientras otro pirata propinaba una patada a Demian a modo de castigo, lo que preocupó bastante a la joven.
Aprovechando que podía mover casi libremente uno de sus brazos, lanzó un tajo al rostro del enemigo más cercano, para tratar de liberarse de su agarre e ir junto al muchacho, al que podía ver visiblemente dolorido por el golpe que acababa de recibir. El rugido cercano de la dragona le dio cierta esperanza, a ella aún no la habían atrapado y en realidad sería complicado que lo hicieran, pero estaba herida de gravedad y debía ser atendida cuanto antes.
Hestia se fue ocupando de los piratas, hasta darse cuenta de que uno se las había ingeniado para subirse a ella, lo que la puso muy nerviosa. Se movía de forma descontrolada, llevándose por delante a algunos de los que intentaban acercarse a ella con la cola. Por suerte se tranquilizó justo cuando ya estaba peligrosamente cerca de la elfa, que podría haber corrido la misma suerte que los hombres del capitán.
Eärwen asintió con la cabeza a su pregunta, antes de ver con cierto horror como decapitaba a uno de los que la mantenían cautiva valiéndose de sus dientes y escupía la cabeza para mostrarla al capitán. Hasta hacía poco ni siquiera levantaba un arma contra otra persona, y sin embargo en los últimos días se había visto obligada a matar a más gente de la que nunca hubiese imaginado, siempre en defensa propia claro, pero aun así no dejaba de pensar en el enorme cambio que había dado desde que su camino se cruzó con el del brujo.
Los otros dos piratas, con el miedo reflejado en sus rostros, retrocedieron y la dejaron libre, ya habían caído muchos de los suyos y no creían que valiese la pena perder las suyas también por un capricho del capitán. La de ojos azules avanzó hacia la red con las dagas en alto, intentando no centrarse demasiado en la sangre que ahora cubría sus ropajes, y que le confería un aspecto algo más intimidante de lo normal.
- ¡Malditos seáis los tres! - exclamó el capitán furioso, pues lo que tenía que ser una rápida y simple cacería, con quizá unas cuantas bajas, se había convertido en una masacre. - ¡No retrocedáis inútiles! ¡Deben pagar por lo que han hecho! - añadió poco después, instando a los tripulantes que le quedaban para que volviesen al ataque y no se dejasen asustar, aunque claramente para él resultaba cómodo decirlo desde su posición tras las líneas, que le daba algo de seguridad.
Eärwen alcanzó la red y la cortó con una de sus dagas, al tiempo que vigilaba por el rabillo del ojo los movimientos de los enemigos más cercanos, que dudaron un momento entre hacer caso a su líder o no. - ¿Cómo te encuentras Demian? Vamos, tenemos que salir de aquí. - musitó al mago, aprovechando el momento en que lo sujetaba para dejar que su don sanador hiciera algo por él, para que el dolor desapareciera un poco.
Los piratas finalmente decidieron obedecer, pero ya quedaban pocos gracias a la ayuda de Hestia, detalle que les daba cierta esperanza.
Aprovechando que podía mover casi libremente uno de sus brazos, lanzó un tajo al rostro del enemigo más cercano, para tratar de liberarse de su agarre e ir junto al muchacho, al que podía ver visiblemente dolorido por el golpe que acababa de recibir. El rugido cercano de la dragona le dio cierta esperanza, a ella aún no la habían atrapado y en realidad sería complicado que lo hicieran, pero estaba herida de gravedad y debía ser atendida cuanto antes.
Hestia se fue ocupando de los piratas, hasta darse cuenta de que uno se las había ingeniado para subirse a ella, lo que la puso muy nerviosa. Se movía de forma descontrolada, llevándose por delante a algunos de los que intentaban acercarse a ella con la cola. Por suerte se tranquilizó justo cuando ya estaba peligrosamente cerca de la elfa, que podría haber corrido la misma suerte que los hombres del capitán.
Eärwen asintió con la cabeza a su pregunta, antes de ver con cierto horror como decapitaba a uno de los que la mantenían cautiva valiéndose de sus dientes y escupía la cabeza para mostrarla al capitán. Hasta hacía poco ni siquiera levantaba un arma contra otra persona, y sin embargo en los últimos días se había visto obligada a matar a más gente de la que nunca hubiese imaginado, siempre en defensa propia claro, pero aun así no dejaba de pensar en el enorme cambio que había dado desde que su camino se cruzó con el del brujo.
Los otros dos piratas, con el miedo reflejado en sus rostros, retrocedieron y la dejaron libre, ya habían caído muchos de los suyos y no creían que valiese la pena perder las suyas también por un capricho del capitán. La de ojos azules avanzó hacia la red con las dagas en alto, intentando no centrarse demasiado en la sangre que ahora cubría sus ropajes, y que le confería un aspecto algo más intimidante de lo normal.
- ¡Malditos seáis los tres! - exclamó el capitán furioso, pues lo que tenía que ser una rápida y simple cacería, con quizá unas cuantas bajas, se había convertido en una masacre. - ¡No retrocedáis inútiles! ¡Deben pagar por lo que han hecho! - añadió poco después, instando a los tripulantes que le quedaban para que volviesen al ataque y no se dejasen asustar, aunque claramente para él resultaba cómodo decirlo desde su posición tras las líneas, que le daba algo de seguridad.
Eärwen alcanzó la red y la cortó con una de sus dagas, al tiempo que vigilaba por el rabillo del ojo los movimientos de los enemigos más cercanos, que dudaron un momento entre hacer caso a su líder o no. - ¿Cómo te encuentras Demian? Vamos, tenemos que salir de aquí. - musitó al mago, aprovechando el momento en que lo sujetaba para dejar que su don sanador hiciera algo por él, para que el dolor desapareciera un poco.
Los piratas finalmente decidieron obedecer, pero ya quedaban pocos gracias a la ayuda de Hestia, detalle que les daba cierta esperanza.
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Todo daba vueltas estaba sumamente agotada... La herida causada por la flecha al no haber sido tratada me dejo incapacitada... Ya no podia hacer nada, completamente sin fuerzas, me aleje unos pocos centimetros de la pelea y me acoste. Presentaba dificultades hasta para respirar; en el abdomen sentia un dolor punzante, intente ver que tanta sangre perdia pero ni la cabez podia mover.
Observe a aquellos dos que seguian envueltos con los piratas, bueno yo tambien estaba envuelta pero ya no podia dar batalla...
¿Como decidiria actuar el capitan respecto a esta nueva situacion? ¿La tripulacion ganaria nuevos animos y atacaria con todo? Miles de similares preguntas rondaban en mi cabeza.
De repente vi todo negro, mi cabeza cayo a mis patas y el mareo finalizo junto al agonizante dolor de mi abdomen. Asumi que debido a la hemorragia me habia desmayado... Quede totalmente fuera de combate.
------------
Disculpen la ortografia y demora. Estoy escribiendo desde el celular debido a que fui internada hace una semana mas o menos por problemas de presion... No poste antes porque pense que me darian antes el alta pero no fue asi.. Sinceramente perdonen por las faltas de ortografia pues es complicado escribir con el celu y el suero en el brazo. Gracias por esperarme y perdon!!
Observe a aquellos dos que seguian envueltos con los piratas, bueno yo tambien estaba envuelta pero ya no podia dar batalla...
¿Como decidiria actuar el capitan respecto a esta nueva situacion? ¿La tripulacion ganaria nuevos animos y atacaria con todo? Miles de similares preguntas rondaban en mi cabeza.
De repente vi todo negro, mi cabeza cayo a mis patas y el mareo finalizo junto al agonizante dolor de mi abdomen. Asumi que debido a la hemorragia me habia desmayado... Quede totalmente fuera de combate.
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Disculpen la ortografia y demora. Estoy escribiendo desde el celular debido a que fui internada hace una semana mas o menos por problemas de presion... No poste antes porque pense que me darian antes el alta pero no fue asi.. Sinceramente perdonen por las faltas de ortografia pues es complicado escribir con el celu y el suero en el brazo. Gracias por esperarme y perdon!!
Hestia
Aprendiz
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
Es difícil describir el complejo de pensamientos y sensaciones que sintió Demian en los instantes posteriores, en el límite entre la conciencia y una entrada forzada al mundo de Morfeo, pero todo comenzó a ordenarse con el suave toque de la elfa.
En ese momento Demian se dio cuenta que había algo especial, algo que le gustaba, de recibir cuidados de la elfa cuando estaba herido. ¿Era por eso que a veces era tan arriesgado?, no podía saberlo con certeza. No podía, sin embargo, perder tiempo en concentrarse en eso, sino que debía salir de esa red y... para su sorpresa ya no estaba apresado y, de hecho, la amenaza de los piratas había disminuido de manera drástica.
Contempló una cabeza desprendida de su cuerpo, rodando como una pelota en el suelo, restos desmembrados, a la propia Ëarwen cubierta en sangre y a la dragona herida. ¿Cómo rayos habían llegado a ese punto?, eso parecía un verdadero campo de batalla, una carnicería que hasta a Demian le resultaba chocante de observar.
Se puso de pie en ese valle de sangre y miró desafiante a los piratas. Podía notar el miedo en sus ojos, incluso el capitán ya parecía horrorizado por lo que pasaba y sólo atinaba a dar órdenes desde detrás de su posición segura. Sólo bastaría un pequeño empujón para acabar con todo eso y un mago ilusionista podía darlo con total confianza.
Demian levantó una mano en dirección a los atemorizados piratas y pronunció unas palabras en un idioma inexistente, palabras que inventó en el momento.
-Fasssha elgarwa moohiveus, balaná, aghmmenó.
Procuró que su tono fuera siniestro, gutural, agregando un pequeño efecto especial en un brillo rojo en sus ojos. El cadáver del pirata sin cabeza se levantó del suelo, avanzando hacia sus antiguos compañeros con un aire asesino. Para agregar un toque aún más impactante a la situación, la cabeza se giró y comenzó a gritar como enojada.
La reacción, por supuesto, no tardó en ocurrir, los escasos piratas que quedaban con vida salieron corriendo a todo pulmón, uno incluso orinándose los pantalones. Primero un dragón devoraba a sus camaradas y ahora zombies, eso no estaba bien, no estaba nada de bien.
El propio capitán intentó detenerles un momento, pero pronto él mismo emprendía la huída.
Demian no trataría de alcanzarles, simplemente cayó al suelo sentado, profundamente agotado. Las ilusiones se esfumaron en el aire. El cadáver seguía botado, la cabeza cercenada yacía inmóvil, nada de aquella muestra de supuesta magia oscura era real, pero la concentración necesaria para producir aquello, sumado a los golpes y el aún palpitante dolor de cabeza por la patada cobraban las fuerzas del chico.
-La dragona primero -dijo a Ëarwen- Parece muy herida... yo estoy bien, cansado, pero bien.
Off: Cuida tu salud, es lo primero. Espero te recuperes pronto.
Demian
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Re: Tras la despedida [Interpretativo][Demian + libre][CERRADO]
El rostro de la elfa palideció al ver como la dragona se alejaba de la pelea para dejarse caer sobre el suelo, demasiado agotada a causa de las heridas como para seguir luchando a su lado. ¿Cuánto daño le habían causado ya? Eärwen debía darse prisa en sacar a Demian del peligro para acudir junto a ella y hacer lo posible por sanarla, pero aún quedaban piratas que tratarían de impedírselo.
El brujo se levantó y alzó una mano hacia los enemigos que aún quedaban, para acto seguido pronunciar unas extrañas palabras que para la joven resultaron completamente desconocidas. Instantes después, el cadáver del pirata decapitado se levantó del suelo, ante las atónitas miradas de sus compañeros, que pudieron ver como avanzaba hacia ellos con intención de atacarlos.
Para terminar de completar la escena, la cabeza cercenada comenzó a gritar desde el suelo, asustando a los pocos que quedaban y consiguiendo que se alejasen a toda prisa, sin hacer caso al capitán, que trató de detenerlos al menos durante unos segundos, antes de unirse a ellos en la huida. Una vez solos y a salvo, el muchacho cayó sentado sobre el suelo y la ilusión se deshizo, mostrando a la de ojos azules que el cuerpo inerte no se había movido en ningún momento del lugar en que había caído, ni la cabeza tampoco.
Todo parecía haber terminado por fin, y sin perder tiempo la elfa tenía que ocuparse de curar a sus compañeros, pero Demian la envió primero a tratar a la dragona, que era la que se encontraba en peor estado. Eärwen echó a correr en su dirección y se arrodilló a su lado nada más alcanzarla, para poder revisar las heridas que tenía y su gravedad. - Hestia ¿me oyes? - preguntó mientras reparaba en lo que le costaba respirar.
- Vamos despierta, no te vayas. - añadió, al tiempo que sacaba la flecha de la herida y colocaba sus manos sobre la misma para sanarla, pero nunca había probado sus poderes con un dragón. Solo cabía esperar que el efecto fuese igual de rápido que con los humanos, pero no podía estar segura de ello hasta que Hestia empezara a reaccionar. Buscó con la mirada el resto de heridas y cerró los ojos, para concentrarse tanto como le fuese posible y dejar fluir el don curativo a través de sus palmas.
La magia de la hija del bosque se extendería poco a poco por el cuerpo de la dragona, ocupándose de los cortes superficiales primero para luego centrarse en la herida más grave, que costaría un poco más curar. Una vez hecho lo posible, teniendo en cuenta las limitaciones de su poder, volvería a abrir los ojos y silbaría para que Lluvia se acercase, a lo que la yegua obedeció de inmediato, tal como la tenía enseñada.
Tomó algunas cosas de la alforja más cercana y aplicó sobre la herida un ungüento para que se cerrase más pronto, y de ese modo conseguir que dejara de perder sangre. La preocupación estaba grabada en su rostro, y no desaparecería hasta que la joven comenzara a dar señales de mejora, solo entonces se permitiría llamar a Demian para terminar de ocuparse de los golpes que había recibido, y luego tendría que echarse un vistazo a sí misma, pero eso no le importaba tanto como el cuidar de sus compañeros.
Off: No te preocupes por nada, espero que te mejores pronto y vuelvas a estar bien del todo. Cuídate mucho Hestia.
El brujo se levantó y alzó una mano hacia los enemigos que aún quedaban, para acto seguido pronunciar unas extrañas palabras que para la joven resultaron completamente desconocidas. Instantes después, el cadáver del pirata decapitado se levantó del suelo, ante las atónitas miradas de sus compañeros, que pudieron ver como avanzaba hacia ellos con intención de atacarlos.
Para terminar de completar la escena, la cabeza cercenada comenzó a gritar desde el suelo, asustando a los pocos que quedaban y consiguiendo que se alejasen a toda prisa, sin hacer caso al capitán, que trató de detenerlos al menos durante unos segundos, antes de unirse a ellos en la huida. Una vez solos y a salvo, el muchacho cayó sentado sobre el suelo y la ilusión se deshizo, mostrando a la de ojos azules que el cuerpo inerte no se había movido en ningún momento del lugar en que había caído, ni la cabeza tampoco.
Todo parecía haber terminado por fin, y sin perder tiempo la elfa tenía que ocuparse de curar a sus compañeros, pero Demian la envió primero a tratar a la dragona, que era la que se encontraba en peor estado. Eärwen echó a correr en su dirección y se arrodilló a su lado nada más alcanzarla, para poder revisar las heridas que tenía y su gravedad. - Hestia ¿me oyes? - preguntó mientras reparaba en lo que le costaba respirar.
- Vamos despierta, no te vayas. - añadió, al tiempo que sacaba la flecha de la herida y colocaba sus manos sobre la misma para sanarla, pero nunca había probado sus poderes con un dragón. Solo cabía esperar que el efecto fuese igual de rápido que con los humanos, pero no podía estar segura de ello hasta que Hestia empezara a reaccionar. Buscó con la mirada el resto de heridas y cerró los ojos, para concentrarse tanto como le fuese posible y dejar fluir el don curativo a través de sus palmas.
La magia de la hija del bosque se extendería poco a poco por el cuerpo de la dragona, ocupándose de los cortes superficiales primero para luego centrarse en la herida más grave, que costaría un poco más curar. Una vez hecho lo posible, teniendo en cuenta las limitaciones de su poder, volvería a abrir los ojos y silbaría para que Lluvia se acercase, a lo que la yegua obedeció de inmediato, tal como la tenía enseñada.
Tomó algunas cosas de la alforja más cercana y aplicó sobre la herida un ungüento para que se cerrase más pronto, y de ese modo conseguir que dejara de perder sangre. La preocupación estaba grabada en su rostro, y no desaparecería hasta que la joven comenzara a dar señales de mejora, solo entonces se permitiría llamar a Demian para terminar de ocuparse de los golpes que había recibido, y luego tendría que echarse un vistazo a sí misma, pero eso no le importaba tanto como el cuidar de sus compañeros.
Off: No te preocupes por nada, espero que te mejores pronto y vuelvas a estar bien del todo. Cuídate mucho Hestia.
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