Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
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Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
QUEST: COMO EL PERRO Y EL... ¿GATO? |
“Es la tercera vez esta semana” comentó Eliana, mientras terminaba de barrer la cocina de su señora, con una expresión de fastidio en el rostro.
“¿Pero cuándo harán algo?” respondió Susanne, con el rostro compungido. De verdad era terrible escuchar que otro de sus compañeros había sido atacado, eso le hacía sentir insegura, temerosa. Uno de estos días voy a ir al baño y encontrarán sólo mis huesos, pensó.
“Vuelvan a trabajar, par de víboras” intervino la mayor en la sala. Era una mujer corpulenta, de manos rechonchas y piernas hinchadas por acumulación de líquidos, lo que atribuía a trabajar de pie todo el día, cocinando, lavando. Algún día de estos aprenderé a dormir de pie. “Ya el señor ha tomado cartas en el asunto... sepan que ha puesto un aviso en la posada para solicitar un cazador... y John se lo buscó por andar a solas en el bosque... por suerte el viejo alcanzó a escapar... Edward no tuvo la misma suerte” ella misma no se sentía del todo segura desde que comenzaran los ataques de la fiera a los trabajadores de aquella hacienda, tenía miedo de acercarse a los árboles y pillarse a la criatura allí, al acecho, dispuesta a rasgarla con sus garras. Decían que tenía 2 cabezas, uñas con llamas, ojos capaces de traspasar el alma... seguro todo eso era una exageración, lo más probable es que fuera un animal salvaje.
Volvió a pelar unas zanahorias para el estofado de la cena. Ella tenía que mantener la compostura entre sus pares, era la más antigua y en la práctica hacía de jefa, por lo que tenía que dar el ejemplo. Espero que pronto llegue el cazador.
El señor, lord William, tomaba el sol en una terraza. No podía considerarse un hombre poderoso, su residencia difícilmente podía llamarse un castillo, a pesar de sus murallas, pero tenía dominios sobre algunas zonas aledañas y tenía un buen vivir, sin mayores preocupaciones. El hecho de que el gran escándalo que tuviera que manejar fuera apenas una fiera silvestre que había osado acercarse demasiado a los seres humanos daba cuenta de su relajado estilo de vida.
Era un tipo que demostraba haber sido un guerrero fuerte en sus años mozos, pero ahora ya pasaba los 50 y se consideraba viejo. Hace años había dejado de entrenar en el combate y su cuerpo había ganado algo de peso, pero sin ser obeso. Viste ropas de piel, sin demasiado lujo, lleva una barba blanca y es calvo. Su personalidad es tranquila, aunque está acostumbrado a los seres humanos y puede no tener buenos ojos para los miembros de otras razas.
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Instrucciones:- Debes poner en tu primer post cómo llegas a la pequeña fortaleza de Lord William. Te recibirán un par de guardias que te llevarán a la presencia de su señor, desarmado. Recibirás la instrucción de dar cacería a la bestia que ha atacado a los sirvientes, sin importar si es viva o muerta, con tal que te deshagas del problema. Luego se te devolverán las armas mientras sales a cumplir tu misión.
- Lord William te tratará de manera despectiva, pero al fin y al cabo le sirves para cumplir la tarea, así que no se hará mayores problemas.
- Tienes libertad para poner todos estos detalles sin mi intervención, si en algo te has pasado luego lo corrijo en mi siguiente post.
Rad
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
"Se necesita un cazador experimentado y habil, que no tema a ninguna fiera, para abatir a un gran monstruo que amenaza las tierras de Lord William. Se ofrece recompensa." un cartel en el tablón de la posada destacaba por su aspecto pulido y nuevo. El resto de peticiones estaban ya viejas, trabajos mal pagados que nadie quería coger, pero yo tuve la suerte de toparme con ese poco después de despertarme. Al principio no le presté mucha atención, parecía estar demasiado exagerado, probablemente de algún rico y pomposo lord al que le había asustado una rata o algo. Sin embargo... eso significaba una cosa: Dinero fácil. Arranqué el cartel discretamente y emprendí la marcha hacia el lugar que mencionaba el cartel.
Unas horas más tarde, llegué a un pequeño castillo. O eso creía, las murallas me engañaron, pues una vez me acerqué lo suficiente vi que no era para tanto. Más que decente, eso si, pero no demasiado impresionante. Cuando me dirigí a los guardias, me limité a enseñar el cartel arrancado. Parecieron algo excepticos por mi aspecto, pero se asintieron el uno al otro y exigieron que dejase las armas fuera. Le tendí la espada en su funda al primero e intenté pasar, pero el otro me detuvo. -El gancho también.- puse los ojos en blanco y desenrollé el gancho de mi brazo para dárselo al tipo que llevaba mi espada. Finalmente, me registraron para comprobar que no llevaba nada más. Sonreí internamente cuando me llevaron hacia su señor, no habían encontrado la daga envenenada. Esa capa multibolsillos cumplía bien su función, sin duda.
Fui llevado a los aposentos del tal Lord William, un hombre mayor al que casi confundí con un sirviente. Nada ostentoso y nada que demostrase su puesto, además de la mansión que pretendía ser más de lo que era... me olía que el señor no era tan rico después de todo. -¿Quien es... este?- preguntó el hombre, casi asqueado. -Es.. el cazador, milord. Está bien armado y dice tener experiencia.- titubeó su guardia. El viejo pareció desconfiado. -¿En serio? ¿Un... perro, es el mejor que se ha presentado?- cerré los puños, con ganas de golpear a aquel tipo. Técnicamente, era el mejor, el primero, y el único, pero eso no venía a cuento. -Bah, es increíble que vaya a acudir a uno de los tuyos, pero imagino que si has accedido, vales para el trabajo.- Ya entendía por qué me habían desarmado. -En fin... tu trabajo es deshacerte de una bestia que ha estado matando a mis criados. Ahora, ve. No vuelvas hasta haber terminado.- mientras me daba la vuelta, podía oír los murmullos del carcamal. -...bestias inhumanas...- Empecé a plantearme el si quería ayudar a la fiera o al viejo, pero supuse que la fiera no pagaba...
Antes de salir de la casa tenía que averiguar más cosas, el vejestorio había sido muy poco concreto y no podía simplemente quedarme por la zona persiguiendo sombras con la esperanza de encontrar a la bestia por casualidad. Vagué por la casa, buscando a alguien que no fuese insoportablemente apuñalable, y seguí unas voces hasta la cocina, donde encontré unas mujeres preparando la cena, sirvientas. -Hola. Soy Wernack, me han pagado para buscar una "fiera". ¿Sabeis algo de eso? ¿Que aspecto tiene, por donde se ha visto...?- inquirí. Si había estado atacando a los sirvientes, probablemente los otros sabrían algo.
Unas horas más tarde, llegué a un pequeño castillo. O eso creía, las murallas me engañaron, pues una vez me acerqué lo suficiente vi que no era para tanto. Más que decente, eso si, pero no demasiado impresionante. Cuando me dirigí a los guardias, me limité a enseñar el cartel arrancado. Parecieron algo excepticos por mi aspecto, pero se asintieron el uno al otro y exigieron que dejase las armas fuera. Le tendí la espada en su funda al primero e intenté pasar, pero el otro me detuvo. -El gancho también.- puse los ojos en blanco y desenrollé el gancho de mi brazo para dárselo al tipo que llevaba mi espada. Finalmente, me registraron para comprobar que no llevaba nada más. Sonreí internamente cuando me llevaron hacia su señor, no habían encontrado la daga envenenada. Esa capa multibolsillos cumplía bien su función, sin duda.
Fui llevado a los aposentos del tal Lord William, un hombre mayor al que casi confundí con un sirviente. Nada ostentoso y nada que demostrase su puesto, además de la mansión que pretendía ser más de lo que era... me olía que el señor no era tan rico después de todo. -¿Quien es... este?- preguntó el hombre, casi asqueado. -Es.. el cazador, milord. Está bien armado y dice tener experiencia.- titubeó su guardia. El viejo pareció desconfiado. -¿En serio? ¿Un... perro, es el mejor que se ha presentado?- cerré los puños, con ganas de golpear a aquel tipo. Técnicamente, era el mejor, el primero, y el único, pero eso no venía a cuento. -Bah, es increíble que vaya a acudir a uno de los tuyos, pero imagino que si has accedido, vales para el trabajo.- Ya entendía por qué me habían desarmado. -En fin... tu trabajo es deshacerte de una bestia que ha estado matando a mis criados. Ahora, ve. No vuelvas hasta haber terminado.- mientras me daba la vuelta, podía oír los murmullos del carcamal. -...bestias inhumanas...- Empecé a plantearme el si quería ayudar a la fiera o al viejo, pero supuse que la fiera no pagaba...
Antes de salir de la casa tenía que averiguar más cosas, el vejestorio había sido muy poco concreto y no podía simplemente quedarme por la zona persiguiendo sombras con la esperanza de encontrar a la bestia por casualidad. Vagué por la casa, buscando a alguien que no fuese insoportablemente apuñalable, y seguí unas voces hasta la cocina, donde encontré unas mujeres preparando la cena, sirvientas. -Hola. Soy Wernack, me han pagado para buscar una "fiera". ¿Sabeis algo de eso? ¿Que aspecto tiene, por donde se ha visto...?- inquirí. Si había estado atacando a los sirvientes, probablemente los otros sabrían algo.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
"¡Gracias a los cielos!" exclamó Susanne, levantando dramáticamente los brazos y dejando caer una papa que pelaba "por favor, acabe con esa bestia, he oído que tiene garras de acero, que mide más de 3 metros y que sus pisadas tienen fuego, también dicen que tiene una víbora por cola y que sus ojos son capaces de paralizar"
"Deja esas estupideces ya, Susanne" interrumpió Eliana, con cara de hastío "Esos son cuentos que el borracho de Edmund inventó cuando se orinó en los pantalones al ver a la fiera y correr como un loco, seguro se trata de un animal salvaje, dicen que es de color similar a usted" apuntó a Wernack "aunque más naranja". La mujer tenía una cierta mirada de desprecio hacia Wernack, pero también hacia sus compañeros, era en realidad como si odiara a todo y a todos por igual "No parece estar muy bien preparado, yo que usted tendría cuidado si no quiere ser devorado"
"Mi hijo suele ir a jugar al bosque" dijo Susanne con los ojos húmedos "¡¿Alguien por favor puede pensar en los niños?!" volvió a levantar las manos.
"Ya, ya, par de urracas" se escuchó la voz de mando de la mayor de las mujeres "dejad de cacarear y volved a vuestro trabajo" luego se giró sobre sí misma, secó sus manos en su delantal y miró a Wernack "Usted es el experto, pero me iría con cuidado, no es la primera vez que desaparece gente en ese bosque, la fiera puede no ser lo único que se encuentre allí, la gente no suele entrar más que la distancia de un tiro largo con una piedra, muy pocos van más allá".
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Instrucciones:- Si decides salir al bosque, debes lanzar la Voluntad de los Dioses (al final de la página para postear una respuesta está la opción) para que sea el azar el que determine lo que pasará al comienzo.
- Si decides preguntar más, sólo sabrás que hay distintas versiones sobre el animal, la mayoría inventos ya que casi nadie la ha visto y un sobreviviente estaba borracho, pero todos coinciden en que las heridas sufridas por las personas son garras probablemente felinas. Tú mismo puedes inventar respuestas en esta ronda si lo deseas, para agilizar.
- La zona del bosque que limita con los terrenos de Lord William es espesa y con escasa intervención humana, no hay senderos.
Rad
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Garras de acero, tres metros, serpiente por cola... todo eso sonaba muy creativo, pero ni siquiera había dado un aspecto básico. Suspiré. Una vez más, la gente había resultado no ser útil, lo cual era tristemente normal. Al menos la otra mujer, que era menos agradable, me dio algo de información: era naranja... ¿naranja grisaceo? Sonaba distinto de una rata. Pero tenía una parte buena, no tendría que lidiar con gente más allá del castillo porque todos eran demasiado cobardes. Tal vez pudiese averiguar algo más preguntandole a otro.
Veinte minutos después, estaba saliendo de la mansión, cabreado. Me habían contado tres historias distintas sobre lo que estaba buscando. Uno decía que podía volar, su rugido destruia todo a tres metros, y que el suelo temblaba a su paso, además de que había nacido de la roca y se alimentaba de almas. Lo segundo que oí fue una larga historia sobre como un hombre escuchaba música que venía del bosque, la perseguía, y se encontraba que venía de la criatura, que tenía una cabeza de cabra que emitia ese sonido y que cuando se acercó lo suficiente, cayó dormido y fue devorado por la bestia. Nadie se ponía de acuerdo en el número de cabezas, un guardia me dijo que tenía tres, una exhalaba viento, otra truenos, y la otra creaba vida, además de que podía partir montañas con un mordisco, pero que de alguna forma, era bella. Esta vez se alimentaba de la sangre de los inocentes. Una vez presencié como dos criados se pegaban para decidir si tenía que llevarle de ofrenda oro o lenguas de cordero, me harté y me fui. Lo peor es que la última respuesta que obtuve fue la de un borracho que solo balbuceo como se parecía a mi, y lo decía en serio, estaba asustado.
Recuperé mis armas y salí al bosque, decidido a encontrar lo que buscaba tarde o temprano. "Tal vez... si huelo algo extraño..." me puse a olfatear el aire, buscando algo que no hubiese olido antes, ya que podía darme al menos un rastro de donde había estado el animal. Me adentré más, metiendome en una zona que parecía que nadie había visitado en mucho tiempo. Tenía una mano siempre preparada en la empuñadura de mi espada, por si el ser era tan peligroso como decian.
Veinte minutos después, estaba saliendo de la mansión, cabreado. Me habían contado tres historias distintas sobre lo que estaba buscando. Uno decía que podía volar, su rugido destruia todo a tres metros, y que el suelo temblaba a su paso, además de que había nacido de la roca y se alimentaba de almas. Lo segundo que oí fue una larga historia sobre como un hombre escuchaba música que venía del bosque, la perseguía, y se encontraba que venía de la criatura, que tenía una cabeza de cabra que emitia ese sonido y que cuando se acercó lo suficiente, cayó dormido y fue devorado por la bestia. Nadie se ponía de acuerdo en el número de cabezas, un guardia me dijo que tenía tres, una exhalaba viento, otra truenos, y la otra creaba vida, además de que podía partir montañas con un mordisco, pero que de alguna forma, era bella. Esta vez se alimentaba de la sangre de los inocentes. Una vez presencié como dos criados se pegaban para decidir si tenía que llevarle de ofrenda oro o lenguas de cordero, me harté y me fui. Lo peor es que la última respuesta que obtuve fue la de un borracho que solo balbuceo como se parecía a mi, y lo decía en serio, estaba asustado.
Recuperé mis armas y salí al bosque, decidido a encontrar lo que buscaba tarde o temprano. "Tal vez... si huelo algo extraño..." me puse a olfatear el aire, buscando algo que no hubiese olido antes, ya que podía darme al menos un rastro de donde había estado el animal. Me adentré más, metiendome en una zona que parecía que nadie había visitado en mucho tiempo. Tenía una mano siempre preparada en la empuñadura de mi espada, por si el ser era tan peligroso como decian.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El miembro 'Wernack' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Al llegar al bosque Wernack notaría de inmediato unas marcas en los árboles de garras, como si un felino de grandes proporciones hubiera afilado sus uñas en ese lugar. A partir de allí no sería difícil seguir el rastro gracias al aroma, las huellas y las marcas que había dejado el animal por el camino. Parecía que Wernack estaba en su día de suerte.
Todas las señales conducirían a un claro. Una vez allí notaría señales diferentes. Al parecer el animal había tenido alguna especie de batalla, a juzgar por las marcas en el piso y unas manchas de sangre que no era posible determinar con exactitud a qué o quién pertenecían. Luego de eso la huella cambiaba y ya no habían pasos, sino sólo unas marcas de ruedas, como de un carro, el cual se dirigía más profundo en el bosque.
El rastro terminaba en la entrada de una cueva. Todo parecía indicar que el animal había sido llevado hasta allí, pero la cueva estaba custodiada por un guardia. Llevaba sólo armadura de cuero y portaba una espada sencilla y un escudo de madera, pero para suerte de Wernack en ese momento se relajaba comiendo un trozo de pan con carne seca. No es que tuviera mucho trabajo después de todo, nadie iba hacia esos rincones, menos aún desde que corriera el rumor de la bestia.
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Instrucciones:- Bueno, gracias a tu tirada las cosas se te han hecho fáciles para encontrar la cueva y hasta, si decides seguir hacia allá, el guardia estará concentrado más en comer que en cuidar.
- Puedes decidir intentar entrar o esperar si algo sale de allí, aunque es poco probable que de sólo esperar vaya a salir la bestia así nada más, ¿no?.
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Rad
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Prácticamente segundos después de alejarme, vi unos árboles con la corteza destrozada, con marcas de garras. Sonreí, ¿como de fácil podía haber sido? No solo había dejado una señal tan evidente, sino que además, el rastro de la bestia era fácil de seguir, tanto con olfato como sin él: las huellas eran claras, como si las hubiese dejado para mi. Por el tamaño de las huellas y las garras, debía ser del tamaño de un oso, más o menos. La ausencia de fuego, metal y árboles despedazados demostraba que los habitantes de la mansión de William eran unos completos idiotas con nada mejor que hacer que inventarse historias, lo cual no fue ninguna sorpresa.
El rastro me llevó hacia un claro, donde el olor se mezcló con la sangre y algo más. Había señales de batalla, pero ningún cadaver cerca. Las huellas fueron remplazadas por marcas de ruedas... al parecer algún cazador se me había adelantado y había capturado a la bestia, pues no había más huellas. A no ser que la criatura volase, las ruedas me llevarían hacia ella. Por supuesto, podía darme la vuelta y decir que el trabajo estaba cumplido, ya que la bestia no sería un problema... pero había algo que me molestaba. No la habían matado, la sangre no era suficiente. Eso significaba que no se estaban defendiendo ni evitando que matase más gente, querían capturarla. Me puse serio, de ninguna manera iba a dejar que capturasen a una criatura para venderla o quien sabe que cosas peores. Estaba haciendo conjeturas, claro, pero no había nada para convencerme de lo contrario.
Finalmente, acabé cerca de la entrada de una cueva. Sin embargo, vi que estaba protegida por un guardia, aunque este estaba ocupado comiendo. Un guardia en la entrada una cueva... no sonaba a nada legal. Procurando no hacer ruido y escondido entre los árboles, busqué algo que pudiese arrojar, y vi una bellota junto al tronco de un árbol. Sobre este, había una ardilla que me miraba atentamente. Esos bichejos estaban en todas partes. Tomé la bellota y la arrojé contra un árbol lejano a mi posición. Esta rebotó y le dio a un arbusto, produciendo el ruido suficiente para que el guardia dejase de prestar atención a su comida por un segundo. La ardilla parecía especialmente cabreada y empezó a emitir unos extraños ruidos, como si me echase la bronca. Agarré la ardilla, y en un movimiento rápido, la lancé hacia la hierba donde estaba la bellota. El guardia, alarmado por el nuevo ruido, se acercó lentamente al lugar de donde procedía, dándome la espalda y la oportunidad perfecta. Me acerqué sigilosamente al guardia por detrás y coloqué la cadena de mi gancho en torno a su cuello, estrangulándolo. Si conseguía dejarle seco, me metería en la cueva sin problemas.
El rastro me llevó hacia un claro, donde el olor se mezcló con la sangre y algo más. Había señales de batalla, pero ningún cadaver cerca. Las huellas fueron remplazadas por marcas de ruedas... al parecer algún cazador se me había adelantado y había capturado a la bestia, pues no había más huellas. A no ser que la criatura volase, las ruedas me llevarían hacia ella. Por supuesto, podía darme la vuelta y decir que el trabajo estaba cumplido, ya que la bestia no sería un problema... pero había algo que me molestaba. No la habían matado, la sangre no era suficiente. Eso significaba que no se estaban defendiendo ni evitando que matase más gente, querían capturarla. Me puse serio, de ninguna manera iba a dejar que capturasen a una criatura para venderla o quien sabe que cosas peores. Estaba haciendo conjeturas, claro, pero no había nada para convencerme de lo contrario.
Finalmente, acabé cerca de la entrada de una cueva. Sin embargo, vi que estaba protegida por un guardia, aunque este estaba ocupado comiendo. Un guardia en la entrada una cueva... no sonaba a nada legal. Procurando no hacer ruido y escondido entre los árboles, busqué algo que pudiese arrojar, y vi una bellota junto al tronco de un árbol. Sobre este, había una ardilla que me miraba atentamente. Esos bichejos estaban en todas partes. Tomé la bellota y la arrojé contra un árbol lejano a mi posición. Esta rebotó y le dio a un arbusto, produciendo el ruido suficiente para que el guardia dejase de prestar atención a su comida por un segundo. La ardilla parecía especialmente cabreada y empezó a emitir unos extraños ruidos, como si me echase la bronca. Agarré la ardilla, y en un movimiento rápido, la lancé hacia la hierba donde estaba la bellota. El guardia, alarmado por el nuevo ruido, se acercó lentamente al lugar de donde procedía, dándome la espalda y la oportunidad perfecta. Me acerqué sigilosamente al guardia por detrás y coloqué la cadena de mi gancho en torno a su cuello, estrangulándolo. Si conseguía dejarle seco, me metería en la cueva sin problemas.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Para Wernack había salido todo fácil hasta ahora, sin mucha dificultad había localizado el rastro del animal y ahora pillaba a un guardia desprevenido custodiando la entrada a la cueva. Utilizando un viejo, pero efectivo truco, pudo distraerlo aún más para lanzarse sobre él a estrangularlo. El guardia no se dejaría matar tan fácil, golpeando repetidas veces a su atacante como podía, sacudiéndose, pero no estaba en buena posición y ninguno de sus golpes sería muy efectivo, hasta que sus fuerzas le abandonaron y cayó inerte. El hombre-bestia cruzaba una delicada barrera.
Desde la maleza una ardilla juraba una eterna vendetta, pero ¿qué podía hacer un animal tan pequeño contra él?, primero debía hacerse más fuerte, así que se retiró con la frente en alto cargando su bellota.
La suerte aún parecía acompañar a Wernack, pues no parecía que nadie le hubiera oído ni visto al despachar al custodio, por lo que pudo entrar a la cueva sin mayores dificultades.
Nada más entrar oyó en la lejanía un rugido de naturaleza felina, el cual parecía retumbar con eco en alguna especie de espacio amplio. Sin duda la cueva era más grande de lo que parecía a simple vista. Nada más dar unos pasos se encontraría con algunas extrañas señales en el camino. Las paredes estaban pintadas con marcas hechas con sangre seca. Su propio olfato le indicaría que había un olor predominante a sangre y carne muerta.
Si continuaba avanzando se encontraría con una bifurcación del camino, 2 vías posibles a seguir. La de la derecha parecía traer el olor más intenso de sangre y muerte, mientras que la de la izquierda mezclaba el aroma con el de otros desechos, como excremento y suciedad.
El suelo era rocoso y no tenía marcas evidentes que pudieran indicar qué camino había tomado el carro.
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Instrucciones:- Es obvio que tienes una elección por delante. Especifica cuál camino tomas y cuáles son tus primeros pasos en el que hayas escogido. Al principio no encontrarás más que marcas de sangre en las paredes.
- PD: Me has matado con lo de la ardilla XD.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El hombre no consiguió oponer demasiada resistencia. Intentó dar golpes y codazos, pero no consiguió ser más que una molestia debido a mi ventaja. Su cara cambió varios tonos de color hasta quedar inerte, asi que le arrastré hasta unos arbustos, desenvainé mi espada, y la hundí en su yugular. No iba a dejar ningún cabo suelto.
Una vez entré en la cueva, escuché un rugido desde las profundidades de la cueva. ¿Sería esa la bestia que buscaba? No parecía estar contenta de estar ahí, desde luego. Acababa de darme cuenta de que tendría que abrirme paso a la fuerza, ya que había entrado con toda mi sutileza en la cueva. Quien quiera que estuviese ahí, no estaría feliz de verme rondando con la espada ensangrentada. No tardé en ver manchas de sangre en las paredes, obviamente prediciendo que al final de la cueva solo habría pensamientos felices y arcoiris.
Cuando todo parecía ser simple, encontré un cruce en el camino. Las manchas de sangre no indicaban direcciones precisamente, lo cual era muy desconsiderado con las visitas, asi que tuve que guiarme por mi olfato. Un camino apestaba a suciedad y recordaba a las repugnantes catacumbas de Lunargenta. El otro solo olía a sangre y muerte, mucho más agradable y más fácil de acostumbrarse a él. Realmente la elección era evidente. Me dirigí hacia el sendero de la derecha, estaba a punto de hacerlo mucho más sangriento de lo que ya era.
Durante un rato, no se veía más que sangre. Era extraño, ¿por qué estaba en las paredes? Era como si alguien hubiese estado chorreando sangre desde la yugular durante demasiado tiempo. Fuera lo que fuese lo que me esperaba, no iba a salir de ahí dialogando, aunque eso nunca había entrado en mis planes.
Una vez entré en la cueva, escuché un rugido desde las profundidades de la cueva. ¿Sería esa la bestia que buscaba? No parecía estar contenta de estar ahí, desde luego. Acababa de darme cuenta de que tendría que abrirme paso a la fuerza, ya que había entrado con toda mi sutileza en la cueva. Quien quiera que estuviese ahí, no estaría feliz de verme rondando con la espada ensangrentada. No tardé en ver manchas de sangre en las paredes, obviamente prediciendo que al final de la cueva solo habría pensamientos felices y arcoiris.
Cuando todo parecía ser simple, encontré un cruce en el camino. Las manchas de sangre no indicaban direcciones precisamente, lo cual era muy desconsiderado con las visitas, asi que tuve que guiarme por mi olfato. Un camino apestaba a suciedad y recordaba a las repugnantes catacumbas de Lunargenta. El otro solo olía a sangre y muerte, mucho más agradable y más fácil de acostumbrarse a él. Realmente la elección era evidente. Me dirigí hacia el sendero de la derecha, estaba a punto de hacerlo mucho más sangriento de lo que ya era.
Durante un rato, no se veía más que sangre. Era extraño, ¿por qué estaba en las paredes? Era como si alguien hubiese estado chorreando sangre desde la yugular durante demasiado tiempo. Fuera lo que fuese lo que me esperaba, no iba a salir de ahí dialogando, aunque eso nunca había entrado en mis planes.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El hombre-perro siguió avanzando por la cueva, que se hacía cada vez más oscura, hasta llegar a una bifurcación. Escogió el camino de la derecha, probablemente con sed de sangre. El camino tenía marcas de sangre, pero estas se hicieron cada vez más difíciles de ver, ya que el camino se hacía tan oscuro que tuvo que tener cuidado de sus propios pasos. En un momento atravesó una reja, pero estaba abierta, de manera que no hubo dificultades para atravesarla. Luego de eso la cueva comenzaba a ensancharse.
La calma reinaba, pero no por mucho, un pequeño brillo en las paredes dio a notar que algo no andaba bien. Era como si un par de las marcas hubiera adquirido fosforescencia, peor no por mucho tiempo, apenas un segundo, aunque en la oscuridad no fue difícil percibirlo. Al instante un par de ojos carmesí brillaron en las sombras.
No eran ojos cualquiera, cada uno era del tamaño de ambos brazos de Wernack, pero obviamente no flotaban en el aire. Estaban unidos a una enorme y negra cabeza escamosa de hocico largo y nariz como 2 pequeñas cuevas. Era la negrura misma convertida en la cabeza de un dragón, que miraba con 2 ojos rojos y centelleantes a quien osaba perturbar sus dominios.
Parecía capaz de devorar a Wernack con un sólo movimiento, pero de momento no se mostraba agresivo, aunque su mirada daba a entender que no estaba particularmente contento de tener visitantes.
"¿Quién osa perturbar mis dominios y qué es lo que buscas?", preguntó la figura del dragón con una voz siniestra y perturbadora, mirando fijamente a Wernack.
- Cabeza:
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Instrucciones:- Este paso es a la vez simple y complejo, ¿qué harás?.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
La cueva se hacía más y más oscura, hasta que apenas podía ver nada incluso con mi visión. Empezaba a perder seguridad e ir con más cautela, todo había sido fácil hasta ahora, pero dudaba de que fuese a seguir así. Aunque casi me tropiezo con ella, atravesé una reja en la oscuridad. "Abierta..." ¿Habrían capturado a más bestias ahí? Empezaba a haber más espacio, cosa que no me hacía excesiva gracia. Durante un rato, solo había silencio. Pero de repente, algo brilló en las paredes, y dos enormes ojos rojos aparecieron en la oscuridad.
Dos ojos que pertenecían a un enorme dragón. Debía ser mucho más grande que al que me había enfrentado dias antes, en el lago, y contra ese había tenido ayuda. Empecé a plantearme mis posibilidades cuando la figura habló, exigiendo saber quien era y que quería. Respiré hondo. Tenía que mantener la calma y, por una vez, controlar mi lengua, la situación no me era favorable. Bajé la espada, intentando no mostrarme como una amenaza, y me pensé bien mis palabras. -Mi nombre es Wernack.- dije, bajando un poco la cabeza y con la cola literalmente entre las piernas, como inconsciente señal de sumisión. Ese noble no me pagaba lo suficiente para enfrentarme a un dragón. -Me han pagado para cazar a una bestia que ha matado a algunos sirvientes de un cretino con castillo, no muy lejos. Sin embargo, creo que es un felino, uno grande.- decir la verdad parecía la mejor idea. Ahora había respondido a su pregunta con la diplomacia que había podido reunir, pero el encuentro no iba a acabar ahí. Tenía preguntas como la criatura curiosa que era.
-Mis disculpas por invadir este sitio así.- dije, inclinandome ligeramente e intentando ser lo más educado posible. -Si me indicases donde puedo encontrar lo que busco, dejaré este sitio y no volveré a molestar. O incluso podría ayudar de alguna forma, si hay algo que un gran y poderoso dragón desee y yo pueda conseguir- Si no estuviese en una desventaja tan sobrecogedora, esas palabras no habrían salido de mi boca nunca, pero en ese momento no tenía mucho más remedio, y si mantenía la cabeza fría, el dialogo podía ayudarme más que la espada.
Dos ojos que pertenecían a un enorme dragón. Debía ser mucho más grande que al que me había enfrentado dias antes, en el lago, y contra ese había tenido ayuda. Empecé a plantearme mis posibilidades cuando la figura habló, exigiendo saber quien era y que quería. Respiré hondo. Tenía que mantener la calma y, por una vez, controlar mi lengua, la situación no me era favorable. Bajé la espada, intentando no mostrarme como una amenaza, y me pensé bien mis palabras. -Mi nombre es Wernack.- dije, bajando un poco la cabeza y con la cola literalmente entre las piernas, como inconsciente señal de sumisión. Ese noble no me pagaba lo suficiente para enfrentarme a un dragón. -Me han pagado para cazar a una bestia que ha matado a algunos sirvientes de un cretino con castillo, no muy lejos. Sin embargo, creo que es un felino, uno grande.- decir la verdad parecía la mejor idea. Ahora había respondido a su pregunta con la diplomacia que había podido reunir, pero el encuentro no iba a acabar ahí. Tenía preguntas como la criatura curiosa que era.
-Mis disculpas por invadir este sitio así.- dije, inclinandome ligeramente e intentando ser lo más educado posible. -Si me indicases donde puedo encontrar lo que busco, dejaré este sitio y no volveré a molestar. O incluso podría ayudar de alguna forma, si hay algo que un gran y poderoso dragón desee y yo pueda conseguir- Si no estuviese en una desventaja tan sobrecogedora, esas palabras no habrían salido de mi boca nunca, pero en ese momento no tenía mucho más remedio, y si mantenía la cabeza fría, el dialogo podía ayudarme más que la espada.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El dragón pareció esbozar una sonrisa, si tal cosa era posible debajo de esas tiesas escamas y esos ojos rojos. Entonces pareció tomar aire y en sus entrañas el fuego mismo cobraba vida. Wernack no tenía la más mínima opción de huir a tiempo si el dragón descargaba su furia.
Espiró, las llamas emergieron de su hocico y envolvieron al hombre-bestia. Pero no sintió nada. No hubo dolor, ni siquiera calor, mientras las llamas desaparecían como si se esfumaran en el aire. Al mirar donde estaba la cabeza del dragón también esta se desvanecía en el aire, dando paso a poder ver lo que había más allá.
Ciertamente no era un dragón, sino una inmensa bóveda. Estaba iluminada por antorchas y el olor a muerte era indescriptible. Lo que se veía allí parecía sacado de una historia de terror, sobre una mesa central, que más bien parecía un altar, estaba recostado un ser de particular apariencia. Todo daba a entender que había sido una persona, pero sus brazos y piernas eran las de un oso. Sin embargo bastaba con mirar la manera cómo se daba la unión para percatarse que no era un hombre-bestia, sino que las extremidades estaban literalmente cocidas al hombre mediante hilos de cuero. Los restos de las extremidades originales estaban a un costado, excepto una que era devorada por un león enjaulado. El cadáver de un oso sin extremidades estaba también en el suelo. Otros 2 cadáveres humanos, aún completos, esperaban en una especie de cesta.
"Vaya, vaya... alguien quiere robar nuestros juguetes, ¡qué poco amable de su parte!"
La figura que hablaba era un anciano de aspecto arrugado y manchas en la piel. Llevaba una túnica y un báculo y en ese momento jugueteaba con una jarra de vidrio llena de sangre. A su lado había otro guardia, pero este lucía más fornido, equipado con una armadura metálica y armado con una espada bastarda.
"¿Acabo con él, mi señor?", preguntó.
"No, no... nuestro amigo será un excelente voluntario para nuestros experimentos, ¿no es así señor Wernack?, prometo que le serán útiles... ¿nunca ha deseado tener garras más grandes y filosas?"
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Instrucciones:- El dragón era sólo una ilusión, no te preocupes, por ahora no serás devorado.
- La situación creo que está clara, así que te toca especificar qué harás a continuación.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
En vez de una respuesta, de la boca del dragón salieron llamas, a punto de envolverme. Los breves segundos antes de que escupiese la llamarada se expandieron tremendamente, no tenía oportunidad de escapar, no había forma. ¿Iba a morir calcinado, así sin más? No era posible, no de esa forma. Las llamas me cubrieron, pero no sentí nada, ni calor ni frío. La cabeza del ser desapareció. ¡Era una maldita ilusión! ¿¡Me había sometido ante eso!? Indignado, di unos pasos al frente, buscando al culpable. Ahora era una cuestión de orgullo.
La siguiente habitación era extraña, como una sala de rituales. El olor a muerte y sangre era mucho más fuerte, más de lo que estaba acostumbrado. En el centro, había un ser extraño. Era como un humano, pero con extremidades de oso. Sin embargo, al mirarlo más atentamente, pude ver que estaban cosidas a su cuerpo. Abrí los ojos, asqueado y furioso. ¿Que clase de engendro era ese? ¿Uno envidioso de mi raza? No le culpaba, claro, cualquier cosa era mejor que un simio. El cadaver del oso despedazado no estaba muy lejos... Hacer daño a un animal para eso no tenía ningún perdón posible. Me llevé la espada al hombro, con las orejas y los sentidos alerta. El hombre estaba ofreciendo conseguir lo que fuese que estaban haciendo allí conmigo. Reí ligeramente. -Interesante propuesta. Aquí está mi contraoferta.- en un rápido movimiento, agarré el cuchillo envenenado de mi capa y se lo arrojé a aquel repulsivo ser. Mientras el cuchillo volaba, lancé mi gancho hacia el arma del guardia a su lado.
Aquellos actos que habían cometido eran repugnantes. Esa escoria solo merecía una muerte lenta, y yo estaría encantado de proporcionarsela. Ya no luchaba porque me pagasen. Tampoco por orgullo. Por primera vez en mucho tiempo, luchaba por principios, e iba a destrozar a esos gusanos. -Pienso arrancaros vuestras extremidades una a una mientras mirais.- dije, friamente aunque con una mueca de repugnancia en mi cara. Con la espada en mano, corrí hacia los dos hombres, dispuesto a cumplir mi promesa.
La siguiente habitación era extraña, como una sala de rituales. El olor a muerte y sangre era mucho más fuerte, más de lo que estaba acostumbrado. En el centro, había un ser extraño. Era como un humano, pero con extremidades de oso. Sin embargo, al mirarlo más atentamente, pude ver que estaban cosidas a su cuerpo. Abrí los ojos, asqueado y furioso. ¿Que clase de engendro era ese? ¿Uno envidioso de mi raza? No le culpaba, claro, cualquier cosa era mejor que un simio. El cadaver del oso despedazado no estaba muy lejos... Hacer daño a un animal para eso no tenía ningún perdón posible. Me llevé la espada al hombro, con las orejas y los sentidos alerta. El hombre estaba ofreciendo conseguir lo que fuese que estaban haciendo allí conmigo. Reí ligeramente. -Interesante propuesta. Aquí está mi contraoferta.- en un rápido movimiento, agarré el cuchillo envenenado de mi capa y se lo arrojé a aquel repulsivo ser. Mientras el cuchillo volaba, lancé mi gancho hacia el arma del guardia a su lado.
Aquellos actos que habían cometido eran repugnantes. Esa escoria solo merecía una muerte lenta, y yo estaría encantado de proporcionarsela. Ya no luchaba porque me pagasen. Tampoco por orgullo. Por primera vez en mucho tiempo, luchaba por principios, e iba a destrozar a esos gusanos. -Pienso arrancaros vuestras extremidades una a una mientras mirais.- dije, friamente aunque con una mueca de repugnancia en mi cara. Con la espada en mano, corrí hacia los dos hombres, dispuesto a cumplir mi promesa.
Asher Daregan
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El brujo no pareció intimidado por la respuesta del hombre-perro y dio un golpe en el suelo con su báculo, generando una especie de pulso con su telekinesis que detuvo los proyectiles y los hizo caer lentamente al suelo.
"Qué fastidio, tú te encargas" dijo con desprecio a quien osaba amenazarle en medio de sus experimentos.
El guardia dio un paso al frente para enfrentar al atacante, mostrando gran seguridad en su capacidad. En efecto, no tuvo mayores dificultades para detener un primer ataque de Wernack, desviando su espada para luego plantarse firmemente entre él y su amo, espada en alto.
"No pasarás" exclamó con una voz firme y decidida, clavando de modo desafiante su espada al piso.
Mientras esto pasaba, el brujo avanzó hacia el que hasta ahora lucìa como un cadáver recostado sobre el altar y derramaba la sangre contenida en el jarro en su boca, al tiempo que comenzaba a pronunciar oscuras palabras en un extraño lenguaje.
El cadáver comenzó a tiritar.
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Instrucciones:- Ando corto de tiempo hoy, pero no quería hacerte esperar más.
- Debes tirar la Voluntad de los Dioses para que veamos cómo andará tu suerte en esta batalla, pero descuida, no todo lo decidirá la suerte.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Al parecer, el lunático era un brujo. Como no.. Detuvo mi preciado cuchillo que había arrojado con una frase más que decente como si no fuese nada, y también mi gancho, lo cual era muy desconsiderado. Además, envió a su guardia, un simple guardia que me copiaba en arma y llevaba armadura pesada. Recogí el gancho, mirando indignado al guardia -Veremos lo útil que es esa armadura cuando estés cubierto de tu sangre.- sonreí. El capullo me había copiado hasta el gesto desafiante, el matarle no era una opción, sino una necesidad.
Entonces vi una excelente oportunidad. Había dejado esa espada suya en el suelo... -¡Piensa rápido!- giré el gancho a mi alrededor, a la altura de su cabeza, amenazando con desgarrarle la cara pero con tiempo suficiente para que lo esquivase, cosa que hizo sin problema, pero entonces redirigí el gancho para que su trayectoria fuese más baja. Este se enrolló en torno al mango de su espada, y sin perder un segundo, tiré de ella para dejarle sin un arma que usar.
Después, me lancé en una serie de estocadas y cortes rápidos, buscando una apertura en su defensa. No iba a darle ninguna oportunidad para contraatacar, tenía que seguir golpeando e ir directo al cuello. Esa armadura le protegía, pero no podría esquivar muy bien con ella, y esperaba agotarle con mi asalto desenfrenado. Tras la ristra de ataques, vi mi oportunidad. Lancé mi gancho hacia sus pies, e intenté derribarle de su posición. Si lo conseguía, intentaría acabar con ello de una última estocada.
Entonces vi una excelente oportunidad. Había dejado esa espada suya en el suelo... -¡Piensa rápido!- giré el gancho a mi alrededor, a la altura de su cabeza, amenazando con desgarrarle la cara pero con tiempo suficiente para que lo esquivase, cosa que hizo sin problema, pero entonces redirigí el gancho para que su trayectoria fuese más baja. Este se enrolló en torno al mango de su espada, y sin perder un segundo, tiré de ella para dejarle sin un arma que usar.
Después, me lancé en una serie de estocadas y cortes rápidos, buscando una apertura en su defensa. No iba a darle ninguna oportunidad para contraatacar, tenía que seguir golpeando e ir directo al cuello. Esa armadura le protegía, pero no podría esquivar muy bien con ella, y esperaba agotarle con mi asalto desenfrenado. Tras la ristra de ataques, vi mi oportunidad. Lancé mi gancho hacia sus pies, e intenté derribarle de su posición. Si lo conseguía, intentaría acabar con ello de una última estocada.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El miembro 'Wernack' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El soldado parecía bastante confiado, pero no se esperó lo que Wernack haría en ese momento. Pronto se vio completamente desarmado y eso lo ponía en una horrible situación. Su rostro cambió por completo, dándose cuenta muy tarde que había cometido un grave error. Intentó ir tras su arma, pero el perro bípedo le plantó cara con una serie de estocadas. Un hombre desarmado bien podría darse por muerto. A pesar de su armadura, no tardaría en ser herido, especialmente al ser derribado para luego ser finiquitado de manera rápida.
El brujo miró la pelea con cierto desinterés. Parecía no importarle mucho el hecho de que su aliado hubiera perdido la vida ni que el culpable de ello tuviera una actitud desafiante hacia él mismo.
La respuesta a su tranquilidad pronto sería evidente. Lo que antes parecía un cadáver se levantaba ahora. Sus brazos y piernas eran de oso, pero el resto era humano... o lo había sido. Llevaba unas ropas viejas y ensangrentadas.
"Formarás parte de mis experimentos aunque no quieras, probarás mi creación y, quién sabe, quizás seas la base para la próxima", dijo confiado el del báculo.
En el fondo se oyó el rugido de un león enjaulado.
La criatura mitad oso dio un salto considerable para salir del altar y caer desafiante en el camino entre Wernack y el hechicero. Su velocidad y destreza eran claramente superiores a las del guardia caído. Abrió la boca para hablar algún desafío, pero sólo sonaron ruidos extraños, indescifrables. Comenzó a caminar hacia Wernack.
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Instrucciones:- Los dioses te han sonreído, peludo amigo, pero ante un nuevo enemigo los dioses tienen que dar un nuevo veredicto de su favor.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Mi estrategia había sido un éxito espléndido, y pude ver la cara de idiota que se le quedó al hombre al ver el error tan estúpido que había cometido. Sonreí cruelmente ante su expresión, eso le pasaba por provocarme. Su sangre tiñó mi espada de rojo, y se acabó el "No pasarás". Muy seguro de si mismo para eso...
El cadaver del altar empezó a levantarse. ¿Nigromancia? ¿Eso estaba acaso permitido? Fuera como fuese, la escena era totalmente macabra, con las extremidades cortadas de oso... parecía mentira que pudiese usarlas realmente, después de todo, estaban atadas con hilos. "Un momento..." pensé. La sonrisa sarcástica volvió a mi rostro, aquello iba a ser fácil. -Se me ocurre un experimento. Te corto la cabeza y veamos si puedes reanimarte.- provoqué. Ahora tenía que ocuparme del semioso, claro, pero confiaba en mis posibilidades.
La abominación dio un gran salto. Para estar muerto y reconstruido, era bastante rápido, y esas garras no parecían ser ninguna broma. -No me lo digas, tampoco siente dolor, ¿hmm?- era dificil de adivinarlo, pues no tenía ni idea de como estaba vivo, aparte de la respuesta evidente, "magia". Malditos brujos. El ser se estaba acercando hacia mi, y me planteé dos opciones. Podía ir a buscar al felino y confiar en que me ayudase, aunque tampoco tenía realmente motivos... o podía encargarme de eso después de lidiar con el semioso.
Tenía que mantenerme a cierta distancia para asegurarme de que esas garras no me tocaban, pero al mismo tiempo... apunté al ser con mi espada, y cuando se acercó a la distancia suficiente, lancé un tajo dirigido a la unión de su brazo y el torso. Si cortaba esos hilos, no podría usar sus garras... probablemente.
El cadaver del altar empezó a levantarse. ¿Nigromancia? ¿Eso estaba acaso permitido? Fuera como fuese, la escena era totalmente macabra, con las extremidades cortadas de oso... parecía mentira que pudiese usarlas realmente, después de todo, estaban atadas con hilos. "Un momento..." pensé. La sonrisa sarcástica volvió a mi rostro, aquello iba a ser fácil. -Se me ocurre un experimento. Te corto la cabeza y veamos si puedes reanimarte.- provoqué. Ahora tenía que ocuparme del semioso, claro, pero confiaba en mis posibilidades.
La abominación dio un gran salto. Para estar muerto y reconstruido, era bastante rápido, y esas garras no parecían ser ninguna broma. -No me lo digas, tampoco siente dolor, ¿hmm?- era dificil de adivinarlo, pues no tenía ni idea de como estaba vivo, aparte de la respuesta evidente, "magia". Malditos brujos. El ser se estaba acercando hacia mi, y me planteé dos opciones. Podía ir a buscar al felino y confiar en que me ayudase, aunque tampoco tenía realmente motivos... o podía encargarme de eso después de lidiar con el semioso.
Tenía que mantenerme a cierta distancia para asegurarme de que esas garras no me tocaban, pero al mismo tiempo... apunté al ser con mi espada, y cuando se acercó a la distancia suficiente, lancé un tajo dirigido a la unión de su brazo y el torso. Si cortaba esos hilos, no podría usar sus garras... probablemente.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
El rostro del brujo parecía complacido, su experimento había resultado todo un éxito, al parecer, pues la cosa que atacaba a Wernack, fuese lo que fuese, se movía con total libertad y parecía luchar muy bien.
Desde su jaula hasta el león lucía nervioso, asustado, rugiendo y dando vueltas en el pequeño espacio que tenía. Su instinto le decía que lo que fuera que estaba pasando allí no era normal, la carne muerta no podía hacer esas cosas, la carne muerta era para comer y punto.
El brujo se sentó con toda naturalidad junto a una pequeña mesa, tomando una pluma y escribiendo en unos papeles notas de lo que estaba viendo. Era la oportunidad de ver su creación en una situación real, no podía desperdiciarla.
En tanto, Wernack probaba una estrategia arriesgada, pero aquel día parecía que los dioses estaban de su lado. Las mismas fuerzas del cosmos parecían rechazar lo que en esa cueva se llevaba a cabo. Le bastó cortar algunos hilos para que todo el brazo quedara colgando.
La criatura trató de lanzar un zarpazo con ese lado, pero sólo se movieron los dedos, el brazo siguió allí, colgando. Era casi como si no se hubiera percatado que ya no lo tenía a su disposición. Trató nuevamente, pero nada. Pareció enfurecer y lanzó un ataque con su otro brazo. A pesar de haber perdido una extremidad, su ataque tenía una velocidad impresionante.
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Instrucciones:- El combate continúa, sigue describiendo lo que haces para enfrentarte a la abominación.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
Sonreí al ver como mi hoja atravesó los hilos y el brazo del monstruo quedó colgando, casi inerte. Había bastado para inutilizarlo, lo cual dejaba claro cual era su punto débil. Con una extremidad menos, sus ataques se hicieron más previsibles, aunque igualmente rápidos. Sin embargo, al venir del mismo lado, rechazarlos se convirtió en tarea fácil. Mientras, el brujo se quedó tomando notas, sin importarle la amenaza que suponía para él, subestimando mi habilidad o sobreestimando la suya. Tal vez solo estuviese loco, o tal vez no tenía realmente habilidades de combate.
El león enjaulado estaba cada vez más nervioso, hasta él sabía que aquello era una abominación. No podía seguir escuchando eso mucho más, se me encogía el corazón al escuchar los rugidos del pobre animal. Sin embargo, liberarlo era arriesgado. Al estar tan alterado, era probable que me atacase a mi... aunque si tenía suerte, iría primero a por lo que causaba su agitación. Lancé otro tajo hacia el brazo restante del oso, si acababa con eso, dejaría de ser una amenaza.
Después, fui corriendo hacia la jaula del animal. Cerrada, por supuesto. Algo me decía que el irritante brujo tenía la llave, o tal vez, aquel tipo ahora muerto. No me apetecía que me enviase volando contra la pared de un pulso telequinético aún, así que probé a golpear el mecanismo de cerradura con mi espada con toda mi sutilidad habitual. Si se abría, me echaría a un lado antes de que el león se abalanzase sobre mi, por si acaso.
El león enjaulado estaba cada vez más nervioso, hasta él sabía que aquello era una abominación. No podía seguir escuchando eso mucho más, se me encogía el corazón al escuchar los rugidos del pobre animal. Sin embargo, liberarlo era arriesgado. Al estar tan alterado, era probable que me atacase a mi... aunque si tenía suerte, iría primero a por lo que causaba su agitación. Lancé otro tajo hacia el brazo restante del oso, si acababa con eso, dejaría de ser una amenaza.
Después, fui corriendo hacia la jaula del animal. Cerrada, por supuesto. Algo me decía que el irritante brujo tenía la llave, o tal vez, aquel tipo ahora muerto. No me apetecía que me enviase volando contra la pared de un pulso telequinético aún, así que probé a golpear el mecanismo de cerradura con mi espada con toda mi sutilidad habitual. Si se abría, me echaría a un lado antes de que el león se abalanzase sobre mi, por si acaso.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
La pelea parecía inclinarse levemente a favor del hombre-perro, pero aún nada estaba definido. Incluso sin un brazo la vriatura parecía perfectamente capaz de luchar y la suerte pendía de un hilo. Wernack decidió ir por un ataque que esperaba inutilizar las capacidades de combate del ser, mediante un intento de amputación, pero sólo logró causarle una herida importante, pero no alcanzó los hilos que sostenían el brazo en su lugar.
Realizada esa acción se dirigió a toda velocidad hacia donde el animal, bueno, el otro animal, estaba enjaulado, procediendo a intentar liberarle de una manera directa, rompiendo la cerradura. Su intento fue exitoso, pero el león estaba muy asustado para andarse con agradecimientos, saltando de inmediato sobre Wernack. Éste, a su vez, se había intentado mover hacia un costado, evitando con ello que el león le agarrara el cuello, pero a cambio no pudo evitar que el león le diera una fuerte mordida en el antebrazo derecho.
Los dientes cerrándose sobre su carne le producirían una herida considerable, casi como si le fueran a partir el brazo, pero el león no alcanzó a terminar su ataque, pues en ese momento sintió los pasos cercanos del híbrido no-muerto.
Priorizando su enemigo, el felino dejó de inmediato a Wernack, lo que le salvaría de heridas peores, para enfrentarse a la criatura, que sólo tenía un brazo medio colgando a estas alturas, pero que aún podía mover. El león peleó fiero, pero la abominación tenía una enorme fuerza en ese brazo herido y de un zarpazo mandaría al león a volar varios metros antes de caer. El animal se quedó quejando en un rincón, lastimado.
La abominación se acercó a Wernack, dispuesto a terminarle, pero antes de que pudiera descargar un zarpazo contra él el león nuevamente se lanzaba al ataque, esta vez aferrándose a su espalda en un sólido mordisco. Era la oportunidad para terminar con esa pelea.
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Instrucciones:- Bien, la pelea contra la criatura llega a su fin. Si decides darle el golpe de gracia en este momento la liquidarás, pero recuerda que hay un león suelto.
- Mientras siga vivo el enemigo, el león se concentrará en él.
- El león está herido, pero aún puede luchar.
- Se nos va a acercando el final de esta quest, pero aún hay cosas que debemos terminar.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
No había conseguido cortarle el brazo, pero no importaba. Conseguí romper la cerradura de la jaula, liberando al aterrorizado león, pero este, como había previsto, me atacó sin pensarselo. A pesar de mi intento de evitarlo, las fauces del felino se hundieron en mi brazo, haciendome gruñir de dolor y nublandome la mente. Ese animal era completamente capaz de arrancarle un brazo a alguien sin problema,
Sin embargo, la presión sobre mi brazo se alivió, y el animal atacó al monstruo semi muerto, sin mucho éxito, pues fue herido. Intenté levantarme, pero la herida sangrante hacía que me replantease mis acciones... no, no podía quedarme lamiendome las heridas, aún no había terminado. Me repuse y me giré solo para ver como la abominación estaba a punto de asestar un golpe letal. Antes de poder reaccionar, el león me salvó de un ataque peor que el suyo inmovilizando al enemigo. Era la oportunidad que necesitaba.
Sabía que el león podría volver a atacar, pero eso no me importaba tanto. No tenía energía ni ganas de enfrentarme al felino, solo quería arrancarle la cabeza a ese brujo. Con la espada en ambas manos, di un paso al frente y hundí mi hoja en su cabeza, acabando con la amenaza y tiñendo el arma de carmesí. Aquel insulto a la naturaleza se derrumbó en el suelo, poniendo fin a ese experimento. Miré al brujo y le apunté con la espada. -Se te había olvidado una variable en tus experimentos. La variable "Wernack" cuya ley dice "JO-DE-TE".- Con ambos le arrojé mi espada, esperando que se le clavase en algún sitio doloroso.
Sin embargo, la presión sobre mi brazo se alivió, y el animal atacó al monstruo semi muerto, sin mucho éxito, pues fue herido. Intenté levantarme, pero la herida sangrante hacía que me replantease mis acciones... no, no podía quedarme lamiendome las heridas, aún no había terminado. Me repuse y me giré solo para ver como la abominación estaba a punto de asestar un golpe letal. Antes de poder reaccionar, el león me salvó de un ataque peor que el suyo inmovilizando al enemigo. Era la oportunidad que necesitaba.
Sabía que el león podría volver a atacar, pero eso no me importaba tanto. No tenía energía ni ganas de enfrentarme al felino, solo quería arrancarle la cabeza a ese brujo. Con la espada en ambas manos, di un paso al frente y hundí mi hoja en su cabeza, acabando con la amenaza y tiñendo el arma de carmesí. Aquel insulto a la naturaleza se derrumbó en el suelo, poniendo fin a ese experimento. Miré al brujo y le apunté con la espada. -Se te había olvidado una variable en tus experimentos. La variable "Wernack" cuya ley dice "JO-DE-TE".- Con ambos le arrojé mi espada, esperando que se le clavase en algún sitio doloroso.
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Re: Quest: Como el perro y el... ¿Gato? [Wernack]
La abominación había finalmente caído muerta y no quedaba más que el brujo y el león, que aunque herido ya se ponía de pie y rugía furioso, aunque atemorizado. Ese pobre animal había visto muchas cosas allí que, aunque no alcanzaba a comprender, sus instintos le habían dejado entender que cuando un cadáver ataca es que hay algo mal.
Wernack se paró desafiante ante el brujo responsable de todo ello, hablando de manera agresiva y hasta arrojando su espada con la intención de hacerle daño. Éste ni siquiera pareció mostrarse insultado, volviendo a repetir el truco que había usado al comienzo para detener el gancho, generando un pulso que la haría detenerse en el aire y caer.
"Tuvo su oportunidad, señor Wernack, pero me temo que mi propio señor necesita estos resultados, de manera que no me puedo quedar a jugar"
Un rugido interrumpió la conversación, el león se abalanzaba sobre el brujo con furia, dispuesto a acabarlo. El animal se alcanzaba a dar cuenta que el mayor peligro allí era él, de modo que iría primero por su cabeza. El brujo, por supuesto, no pareció asustado, sino que volvió a dar un golpe con su báculo en el piso, pero esta vez una bola de energía negra salió de la punta de éste, impactando en el león para arrojarlo por los aires.
"Lamento que nuestra conversación deba acabar acá, pero hay un pueblo que requiere de nuestra... atención"
Retrocedió, dando la impresión de que se fundía con las sombras y desaparecía. Al instante las marcas de sangre hechas en la muralla comenzaron a brillar y un sonido de crujido se empezó a extender por la cueva.
Pocos instantes después las grietas por todo el lugar serían evidentes. Toda la cueva estaba a punto de colapsar.
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Instrucciones:- Como puedes notar, la cueva está comenzando a desmoronarse.
- El león no está muerto, pero está muy herido como para luchar, pero cuidado, darle una oportunidad demasiado fácil terminará inevitablemente en una mordida.
- La herida en tu brazo es seria, no es un mero rasguño, ten eso en cuenta.
- El final de esta misión se acerca.
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Rad
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