La noche no es eterna[Tema Libre][Interpretativo][Sarez+Lars][+18][CERRADO]

Era una oscura noche, casi sin luna, apenas podías ver lo que tenias a tu alrededor, algo que favorecía a Senketsu a la que le daba igual la oscuridad, le habían encargado matar a dos bandidos que habían robado en una taberna a la que solía ir, el tabernero le había pedido que acabase con ellos y le llevara una prueba de ello, -¿Vuestras cabezas servirán? nya- le pregunto Senketsu a los bandidos que se encontraban, ambos, atados a un árbol -Por favor, no nos mates, devolveremos todo lo que robamos, pero perdónanos la vida, te lo suplicamos- dijo uno de ellos con los ojos vidriosos llenos de lagrimas -Hmmmmm ¿Tal vez la lengua?- Senketsu no tuvo compasión con ellos, y mientras lloraban y rogaban por sus vidas, Senketsu dio un fuerte zarpazo en el cuello de uno, arrancándole la cabeza de cuajo y manchando a su compañero de sangre -¿Que has hecho?¿¡Por que nos haces esto!?- -Es mi trabajo, no es nada personal, nya- dijo antes de decapitarlo usando la espada que acababa de desenvainar.

-Hmmmm... puede que si fuese algo personal, no me gustáis mucho los humanos, pero vuestra sangre es deliciosa- dijo mientras bebía todo el contenido de la botella y empezaba a rellenarla con la sangre de sus dos nuevas victimas, -Hmmm necesitare esta bolsa, graciaaas, nya- tras decir esto, cogió la bolsa con los objetos robados de la taberna y metió las cabezas dentro, que poco a poco se iban vaciando de sangre, manchando toda la bolsa, aunque por suerte, sin llegar a ninguna parte del vestido de la chica.

La chica dejo la bolsa cerca de una pila de madera mientras ella tiraba los cadáveres a una zanja que había sido cavada por ellos mismo, y después los cubría con un poco de tierra -Acamare aquí, volveré a encender el fuego que tenían estos qui montado- tras decir esto, registro un poco la bolsa que tenían y saco 2 piedras, con los que encendió el fuego, mientras ella se subía a un árbol que había a pocos metros encima, quedándose relajada, pero completamente despierta.

Me llevo la mano en el bolsillo y cojo el reloj que había quitado al muerto del otro día. ¿Ya es tan tarde? Pronto anochecerá y todavía no he llegado a casa. No sé muy bien por qué fue pero, cambié mi camino. Iba a dirigirme a la ciudad que dijo la humana; ese hubiera sido el mejor lugar para empezar a buscar la familia de aquel hombre. Sin embargo, a medida que avanzaba, me di cuenta del grave error que hubiera cometido si hubiera llegado a la ciudad. Belltrexus, pues así se llama la ciudad, era el hogar de los brujos. Si me hubieran visto dudo mucho que hubiera salido con vida. Además, aquellos hombres no eran brujos, solo eran unos pobres bandidos que estuvieron en el lugar y en el momento equivocado. Al final decidí poner fin a mis aventuras por las islas y volver mi casa. Había pensado que, con suerte, llegaría al puerto de Lunargenta lo suficientemente temprano como para poder preguntar por el propietario del reloj. Sin embargo, ya está anocheciendo, y, de ninguna de las maneras volveré a pasar una noche en un hostal. Después de lo mal que lo pasé por culpa de aquel hostelero preferiría dormir en la calle antes que volver a su hostal.

Cuando por fin desembarcamos, mis temores se hicieron ciertos. Era de noche. Debería estar acostumbrado. No es la primera vez que camino de noche por la ciudad. Debería saber ya lo que ocurre cuando anoche en las grandes ciudades. Es como si la luna trajera consigo todo el mal gusto y la desfachatez del ser humano. Bandidos, borrachos, prostitutas… Bienvenidos a Lunargenta.

A ritmo acelerado huyo de la ciudad. Busco siempre las calles más amplias. Por absurdo que puedo parecer, durante la noche son las menos transitadas y, por tanto, las más seguras. Lo más duro ha pasado. He salido de la ciudad y sin toparme con una sucia meretriz. Solo queda volver a casa. Unas dos horas, como mucho tres horas de camino. El viaje ha sido largo y estoy cansado. Sin pensarlo dos veces me dirijo a uno de los árboles más cercanos. No era un árbol conocido pero eso no importa, tan solo quiero dormir. –Permíteme subir a su copa. Necesito un lugar donde pasar la noche.- Sé muy bien de qué raza es. Lo que desconozco es la vida que hay en el interior del árbol. Por ese motivo, le pido permiso al árbol antes de trepar encima de suya. –Gracias.- Contesto tras esperar unos segundos. Subo a su copa y me recuesto entre sus ramas.

Pronto el sueño y cansancio se apoderan de mí. No sé cuánto tiempo estuve durmiendo. Estaba demasiado agotado cuando subí y no me di cuenta de la hora que era, si sumamos que jamás he tenido reloj y no estoy acostumbrado a mirarlo, no sé si pasaron dos horas o media cuando me vuelvo a despertar tras oír un sonido.

Hay fuego bajo. ¿Una hoguera? A estas horas solo podían significar dos cosas: viajeros despistados o bandidos. Lo más probable es que sean de los segundos. Estamos demasiado cerca de la ciudad para que alguien se pierda. Me pongo de cuclillas  en la rama. Todo detalle es crucial para saber qué estaba pasando ahí abajo. Hay dos piedras y el terreno está un poco removido, como si hubieran intento cavar algo. No lo sé. Se hubiera oscuridad total sería más fácil de distinguirlo todo. Por culpa de esa hoguera, solo puedo lo que está alrededor de la fogata. Y es que, llama más el fuego que la persona que tengo justo al lado. Una especie de mujer felina. No pude evitar dar sobresaltarme por la sorpresa.

-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?- Por muy nervioso que esté, jamás saco el arco ante un animal que no me esté amenazando ni me vaya a servir de alimento. La primera vez que conocí a un hombre bestia pensé que eran crueles como humanos y salvajes como sus bestias. Pero me equivoqué. Son nobles como los animales, y hablan como las personas.

Senketsu no se había dado cuenta de la presencia de otra persona mas en las ramas de ese árbol, medio adormecida y apunto de dormirse, el extraño le pregunto a Senketsu que quien era, y que por que estaba allí -Nya? Hmmm es maleducado preguntar el nombre de otros sin dar el tuyo propio, aun así, os lo diré, me llaman "La blanca" y estoy descansando en las ramas de este árbol, ¿Quien sois vos, y que hacéis aquí?- esperando una pregunta del extraño, se engancho con las piernas en la rama, y se dejo caer sin fijarse si había nadie mas abajo, se golpeo contra alguien, cayendo así del árbol.

A Senketsu no le importo mucho, al caer se puso de pie y miro hacia la persona que ahora se encontraba en el suelo, llevaba un sombrero rojo, del mismo color que el resto de su ropa y sus gafas -Laaaars- su tono había cambiado de indiferencia a un tono mas cariñoso y le ofreció el brazo derecho para ayudarle a levantarse -¿Que haces tu por aquí?, Nya?- le dijo la gata al vampiro mientras esbozaba una sonrisa.

Senketsu se sentía rara, no recordaba desde cuando le pasaba esto con los vampiros, pero un sentimiento extraño la imbuía, no, no era amor, era como si estuviera hablándole a un hermano, a un amigo muy cercano, algo que le pasaba con la mayoría de vampiros, ya fueran hombres o mujeres, algo que siempre acababa mal, ya fuese con ella engañada, o con alguien muerto, no solía acabar muy bien.

-Perdona por lo que acaba de pasar, estaba yo tan tranquila en ese árbol, hasta que alguien me acaba de despertar, y he bajado sin mirar quien había, mis disculpas, Nya- dijo Senketsu mientras bajaba las orejas, es cierto que sentía un poco de vergüenza, algo extraño en ella pues desde hacia mucho no tenia emociones.

Estoy demasiado cansado cómo para prestar atención a lo que dice la joven gata. No es agradable que alguien se esté quejando por, solamente, hacer un par de preguntas. Además, ¿qué clase de nombre es “la blanca”? Eso es un color no un nombre. Me echa las culpas por no decirle mi nombre y ella hace lo mismo. No, lo mismo no. Lo suyo es todavía peor. Por lo menos yo no le he dicho un nombre falso. Y si lo hubiera hecho, no le hubiera dicho uno tan absurdo y tan poco creíble como el suyo.

-Espera.- Le digo mientras la veo caer desde tan alto. –Mi nombre es Sarez.- Susurro cansado. Pero ya se ha ido. No puede escucharme.

¿Qué pretende? ¿Qué la siga? No lo sé. Tampoco me importa. Me llevo la mano hacia el bolsillo de la camisa donde guardo el reloj para ver qué hora es. ¡No está! ¡El reloj, no está! Busco en el otro bolsillo. También en los bolsillos de los pantalones. Les doy la vuelta pero no hay nada. En ninguno de ellos. No está. Me debió haber caído cuando subí al árbol. Recuerdo estar trepando y sentir el peso del reloj en mi bolsillo. Debe estar por ahí abajo. Justo donde ha caído esa gata. “La blanca”. Espero que no encuentre. No antes que yo.

Mido con cuidados mis pasos para bajar del árbol. Me acabo de despertar, mis sentidos no están tan lúcidos como deberían estar. Si tropiezo desde tan alto las consecuencias serán más graves que algún hueso roto. Al bajar veo a “La Blanca” hablando con otro hombre. No, no era un simple humano. Era un vampiro. Como Lyemin o aquel otro hombre que me encontré en  el bosque de aquella isla. No me gustan los vampiros. Son muy orgullosos de sí mismos. Solo saben matar seres inocentes para beberse su sangre.

Y, hablando de sangre, eso no es precisamente lo que sobra en el suelo. ¿Qué demonios ha pasado mientras yo estaba durmiendo? Está todo recubierto de sangre. Hay un par de cadáveres en el suelo. Su deplorable aspecto hace que tenga que taparme la boca para no vomitar allí mismo. Rápidamente, aparto de la vista de todo, de los cadáveres, de la sangre, del vampiro; de todo. “La Blanca” sabe que estoy aquí. Pero no alcanzo a oír nada sobre un elfo dormido entre los árboles. Suerte. Estoy demasiado cansado para tener otra discusión de juicios morales con otro vampiro.

Al apartar la mirada veo algo brillar con el reflejo de la fogata. Mi reloj. Mejor dicho, el reloj tengo que devolver a la familia de su difunto propietario. –Ya te tengo.- Lo cojo y lo meto en el bolsillo de mi camisa. El lugar donde nunca debió salir.

El vampiro le respondió a sus preguntas, para luego formular el otras dirigidas hacia la gata -Cazar- dijo en un tono ahora mas serio y relajado -¿Es que no reconoces las marcas de mis garras en el tronco de ese árbol?... me decepcionas...n-yahh, claro que he sido yo, me habían contratado para acabar con sus vidas y recuperar objetos robados de una taberna que suelo visitar en las catacumbas, ¿Acaso viniste guiado por el olor de su sangre? anda, toma, que te veo con hambre- tras decir esto, Senketsu se descolgó la botellita y se la dio a Lars -No te lo bebas todo,nya- le dijo en un tono un poco mas fraternal.

Senketsu se dio cuenta de que el extraño había bajado del arbol -Lars, te presento a Mr. Extraño, Mr. Extraño,nya, te presento a Lars-dijo antes de sentarse en el suelo, esquivando toda la sangre -Perdón por esta matanza y toda esta sangre por todas partes, se pusieron a suplicar clemencia y... quise hacer lo mas rápido pero doloroso posible, les arranque la cabeza de cuajo...nya- tras decir esto, cogió la bolsa que estaba oculta y saco una de las cabezas, enseñándosela a sus dos acompañantes -Este aseguraba tener familia e hijos,nya, a los que alimentar- hizo una pausa, guardo la cabeza y saco la otra -Y este aseguraba que el no había robado nada y que solo estaba aquí acompañando a su amigo, nya-.

Cuando termino de enseñarles las cabezas de sus dos victimas, se acerco al extraño, le miro fijamente y le dijo -Mas te vale no ser un guardia de la ciudad, o saldrás muy mal parado de esta, ahora, preséntate como es debido y yo te daré mi verdadero nombre-

De la rama del árbol también bajo Ryuko, su gato negro-azulado, que se poso en el regazo de su ama y empezó a restregar su cabeza contra el pecho de esta -Ryukooo... ¿Que estas celoso, Nya? anda, ven aquí- Senketsu lo cogió en brazos y lo abrazo, sintiendo una paz que la dejo medio adormecida.

Cuando me quiero dar cuenta tengo a la mujer gato encima delante de mí. En un principio había pensado que, al llegar aquel vampiro, se había olvidado de mí. No ojala hubiera sido así, pues me habría ido sin que nadie me viera. Esto se está poniendo muy difícil. “La Blanca” había matado a estos hombres. No entiendo cómo puede estar tan alegre después de haber acabado con la vida de una persona.

-No soy Mr. Extraño.-  Digo de forma tosca. No es mi intención ser desagradable pero apenas he podido dormir nada. Estoy molesto por haberme despertado, y también nervioso al ver que todo está recubierto de sangre. Es una extraña combinación de sentimientos.  “La Blanca” saca de su bolsa las cabezas de los hombres que había matado. Noto como se me hace un nudo en la garganta al verlos. La joven felina habla de ellos de la misma manera que un niño se enorgullece de matar unas hormigas. Aprieto los puños cargados de ira. Tenían familia… tenían amigos… tenían unas vidas. Y ahora, por culpa de esa mujer, ya no les queda nada.

El vampiro se acerca a la espalda de la joven. Sin decir nada, la coge y hace lo que todos los vampiros acaban haciendo: se bebe su sangre. ¿Qué debo hacer? No puedo seguir viendo como el vampiro se aprovecha de “La Blanca”, por otro lado, es una asesina. Ella misma ha confesado. Poco a poco, me alejo entre los árboles. A pesar de estar oculto entre la maleza sigo notando la fría mirada del vampiro clavada en mí.  

De pronto oigo un extraño sonido. Una explosión. Fuego. Viene de la dirección donde estaban el vampiro y la mujer felina. Seguramente me arrepienta, pero debo ver que ha pasado. Voy corriendo, arco en mano,  hacia donde estaba antes. Hay mucho humo. Siento como me cuesta respirar cada vez más a medida que llego al claro. Me arranco un trozo de tela de la camisa y me lo pongo en la nariz para taparme del humo. Al llegar me encuentro un inmenso aro. En medio del círculo están “La Blanca” y Lars, el vampiro. -¡¿Qué ha pasado?!- Hablo alto para que mi voz sobrepase el ruido de las llamas.

No hace falta que me contesten para saber qué había ocurrido. Un brujo. Acaba de volver de volver de la isla de los brujos y mi instancia allí no fue que digamos acogedora. Tuve que combatir contra un brujo y dos osos que había hechizado para que nos atacaran. Juego con el factor sorpresa. Agarro una flecha. La cargo en Vientoatroz y disparo contra el brujo. La flecha pasa rozando sus telas. Por culpa del humo no pude apuntar. –Déjalos ir.- Le advierto con un tono amenazador. - El próximo disparo no lo fallaré.-

Después de acariciar a Ryuko, se levanto, aun andaba un poco cansada, pero lo que paso a continuación la despertó del todo, Lars se lanzo hacia ella, mordiendo su cuello, y succionando un poco de sangre, aunque no lo suficiente como para matarla o dejarla anemica, Senketsu se sintió extrañada, era la primera vez que era mordida por un vampiro, y seguramente fuera la ultima, no estaba en su naturaleza, o "código" dejarse morder, pero en aquella ocasión se encontraba demasiado cansada, como para poder quejarse, o siquiera interactuar contra su agresor, aparte, aunque habían pasado poco tiempo juntos, Senketsu consideraba a Lars como a un hermano, y no iba a atacar a su propia familia.

-Haber pedido permiso primero, duele ¿Sabes?, y es incomodo saber que te están succionando la sangre, la próxima vez, pídelo antes, por favor- tras decir esto, vio como Lars se tumbaba bajo un árbol, y como el que ella suponía que era un elfo también desaparecía tras unos matorrales, aunque Lars siempre miraba hacia el mismo punto fijo, seguramente el elfo se escondiera allí, cuando de repente, un extraño fuego de color oscuro salio del suelo, encerrándolos, tanto a Lars como a ella.

De las llamas salio un extraño personaje, el conocía su nombre y su trabajo, y venia a ofrecerle otro, ayudarle en la conquista de las Islas Illinenses, a lo que ella respondió -Acepto, con una condición, ser "general" de mi propio escuadrón de ese "ejercito" que estáis montando, y si ganamos la lucha, una parte del territorio-.

De entre las llamas se oyó un grito, que exigía al brujo que se alejara de ¿Ellos?... seguramente fuese el elfo que se encontraba por la zona, pues poco tiempo después una flecha salio despedida, rozando las ropas del brujo, y paso rozando a la gata, la cual se asusto un poco, y si hubiera estado un metro mas hacia la izquierda, seguramente habría muerto -¿En que demonios estas pensando?, no nos esta atacando, ¡me esta ofreciendo trabajo, estúpido!- dijo con su mismo tono serio y frió.

OFF: Senket, edita y quita lo del tatuaje. Por otro lado, no me controleis el pnj porque es un personaje muy importante para la trama y la dirigire a traves de el por lo que necesito controlarlo yo solo porque sino me lio jeje. Voy a dejar el aviso en el tema de la trama

El crepitar de las llamas negruzcas ensordecía la noche, no lo suficiente como para no oír nada, pero basto para ocultar el sonido de unos pasos que caminaban lentamente hacia la dirección del grupo, pero cuando los nuevos integrantes de ese diverso grupo llegaron a los veinte metros, nada podía acallar el tintineo de la armadura metálica que portaba uno de ellos.

¿Estas seguro perrito? dijo una voz metalizada procedente de un enorme guerrero que portaba una armadura de placas. Combinado con su escudo y la lanza, ese guerrero, de nombre Kraig, representaba una montaña, una mole de casi dos metros revestida de puro metal.

Completamente lagartija, es esa chica contesto un tipo de largo cabello cobrizo, que había estado andando a cuatro patas durante el camino. Al levantarse, pudo verse que llevaba una simple armadura de cuero junto a un par de espadas cortas.

¿Es que nadie se ha fijado en las llamas negras? Hacia años que no veía un brujo capaz de hacerlas el tercer y ultimo integrante del trío era una misteriosa figura cubierta de ropa roja y ajustada, que ocultaba su rostro gracias a una mascara plateada, pero que fallaba estrepitosamente en disimular sus ojos de color fuego.

¿Demasiado para ti, Jack? el aludido no pudo evitar soltar una carcajada. Claro, mira como tiemblo

Seguid vuestro camino... Xenzor no parecía entusiasmado con la interrupción de sus malévolos planes, es más, su tono denotaba furia apenas contenida. Esto de aquí no os incumbe, Blades

Discrepo, veras, resulta que algunos guardias han hecho una colecta, una colecta bastante generosa y para recibir todos esos brillantes aeros necesitamos... bueno, a cierta gata Kraig miro a Senketsu Nada personal cariño, toda acción tiene sus consecuencias... Un torrente de llamas negras como la noche silencio al gigante de hierro, aunque no llegaron a tocarle, ni de lejos, un enorme muro de piedra se interpuso entre el fuego y su objetivo, sin que ninguno de los tres integrantes del grupo hiciera aparentemente nada.

¿De verdad quieres hacerlo personal? No has sido precisamente sutil, también hay una recompensa por tu cabeza... Te estamos dejando al margen por respeto... Xen El brujo oscuro se dio por aludido y desapareció en una llamarada y, con el, cualquier rastro de su magia, incluyendo el circulo de llamas negras que inmovilizaba a parte del grupo.

No tenemos nada contra el resto, y la ley esta de nuestra parte, así que podéis iros a tomar el aire, o a un burdel, me da igual El hombre del grupo al que habían llamado perrito, seguramente un licántropo, desenfundo sus armas y se acerco tranquilamente a la mujer-gata, con una espada a cada lado, tranquilamente, hasta pararse a los diez metros, la mitad del trayecto. ¿Y bien? Se limito a decir, con una sonrisa siniestra.


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•Toda acción tiene su reacción, tanto las pasadas como las futuras, actuad con cuidado.
•Podéis intentar escapar, al fin y al cabo, aparentemente solo buscan a una persona y vuestras madres siempre os decían que podíais confiar en los desconocidos ¿verdad?
•Vuestro oscuro aliado sigue cerca, observando, pero no os salvara, no cuando no habéis demostrado aun vuestra valía.
•No tiréis runas, al menos de momento, la suerte no os podrá ayudar esta vez.

¿Estúpido? Está loca si cree que puede confiar en la palabra de un brujo. Los brujos solo saben destruir. Un ejemplo de ello es todo este fuego. Incluso para “pedir trabajo” tienen que arrasan un bosque. –Estúpida.- Digo en un susurro apagado por el ruido de las llamas. En verdad, ¿qué esperaba de una asesina? A ellos solo les interesa el dinero y el poder matar. Sangre a cambio de oro.

Unos hombres aparecen de la nada. Según dicen, hay una recompensa por quien capturé a la gata. ¿Viva o muerta? Eso es lo único que no dicen. Espero que sea lo segundo. “La blanca” es demasiado peligrosa. Tiene la inteligencia de un niño y la sed de sangre de un vampiro. No, no es sed de sangre. Los vampiros cazan para comer, al menos eso aseguraba Lyemin, ella cazaba por diversión. Hay una gran diferencia.

-Quedáosla.- Digo con total indiferencia. La van a matar. Ella no puede contra tantos hombres a la vez. Si la abandonó su muerte recaerá sobre mi conciencia. ¡No! Ella es una asesina que hace tratos con brujos. No me gustan los asesinos, y menos todavía me gustan los brujos. –Me voy.-  Intento aparentar tener un aspecto frío, sin embargo sé que no lo consigo. No puedo evitar sentirme culpable.  –Lo siento.- Le digo directamente a “La Blanca”. La van a matar. Dicho esto me alejo entre los árboles. Huiré de aquí. No quiero pensar en lo ocurrido. Quiero volver a mi bosque y allí descansar.

Después de aceptar de buena gana la proposición de Xenzor, este se dirigió hacia Lars, aunque este no acepto el trato, alegando que el no se dejaba vender para matar, -Que pena, podríamos haber trabajado juntos, Nya- comento Senketsu, cuando de repente, de no mas de 20 metros, un sonido de golpes metálicos resonaba -¿Nya?,¿Quien va?- pregunto Senketsu, aunque no obtuvo respuesta ninguna, vio aparecer a tres personajes, a cada cual mas variopinto, el primero de ellos era un hombre de una altura considerable, con una armadura de placas de metal, y en las manos un escudo y una lanza, a su lado otro hombre, de cabellos rojizos, portaba una armadura de cuero y unas espadas, y el ultimo de todos, completamente tapado con túnicas rojas y tapándose la cara con una mascara plateada.

Los tres individuos se dirimieron hacia el brujo, parece ser que lo conocían, aunque, cuando el de la túnica le llamo "Xen", el brujo levanto el báculo que portaba, lanzando a Senketsu un rayo de extraña luz, que se engancho a su muñeca, tatuando su piel, para luego desaparecer en una nube de fuego oscuro.

El que llevaba armadura de cuero hablo hacia el grupo, aunque se refería a Lars y al elfo, y seguramente ambos le harían caso, Un elfo y un vampiro, nya... el elfo se mantendrá al margen, después de la gran guerra, no creo que me ayude al haberme visto hacer un trato con un brujo, aunque no se de que forma puede reaccionar Lars... pensó, mientras observaba lo que ocurría a continuación.

Como ella había previsto, el elfo se marcho, o se quedo oculto entre los arboles, que mas da, la cosa es que abandono el combate que era inminente... el pelirrojo desenfundo sus espadas, avanzando lentamente hacia Senketsu, y se quedo a 10 metros de ella, para decirle en un tono burlón, y de clara provocación -¿Y bien?- Senketsu no cayo en la provocación, bebió un trago de su botella, y volvió a colgársela al cuello, cogió a Ryuko y le dijo -Tu quédate aquí ¿Vale? luego volveré a por ti, nya- y tras esto, estiro el cuello y adopto una pose defensiva, no atacaría a lo loco, pues eso era lo que estaban esperando.

La sonrisa de Zigor, el licántropo, se ensanchaba cada vez más a medida que los aliados de la mujer gato abandonaban la escena, uno detrás de otro. -Pobre, tan sola en el mundo... Sin ese come-hierba y mordisquitos.... se limito a comentar en tono burlón.

-En fin, tengo un trabajo que hacer, y una colección que completar el de cabellos cobrizos saco ambas espadas de sus respectivas empuñaduras, que resonaron en medio de la noche con un agudo chirrido.

-Creo que no va a atacar Zigor... dijo el enmascarado

-¿No me digas? ¿Eso también lo aprendiste entre todos esos estúpidos libros? Mira y aprende... El licántropo recorrió la distancia que los separaba de su rival, en poco más de un par de segundos para lanzar un tajo horizontal con su mano derecha, seguido de una puñalada al estomago. Aunque esos golpes al torso de Senketsu no podían considerarse como lentos, dejaban mucho que desear de un supuesto caza-recompensas, especialmente de uno que poseía la velocidad demostrada hacia unos instantes. O bien no se lo estaba tomando en serio, rebajándose por descuido a un nivel que su rival pudiera igualar o bien lo hacia a propósito, es decir, estaba jugando con ella, aunque también había la pequeña posibilidad de que fuera más rápido corriendo que atacando.

El resto de acompañantes del licántropo permanecieron quietos durante el intercambio de golpes, si sus caras no hubieran estado tapadas, seguramente habrían mostrado hastío o aburrimiento.

-Córtasela de una vez y déjala inconsciente, quiero dormir en una taberna esta noche...

Dejad trabajar al artista


• La buena noticia es que Lars podrá permanecer oculto, hasta que de repente ya no lo esté. Obviamente podría decirte cuando ocurrirá eso, pero no lo haré. Si no intervienes antes, estarás automáticamente implicado puesto que seras detectado. Ten en cuenta que al estar apartado, tardaras mucho más en reaccionar, por lo que no esperes poder apartar a Senketsu de un ataque salvo que sea extremadamente previsible.

• Respecto a la principal afectada, no usaremos runas, al menos de momento, hazlo bien y las cosas serán más fáciles en un futuro.

Lars también se marcho, la chica sintió un poco de tristeza y un vacío en el pecho, aunque ahora no debía pensar en eso, su método no era escapar, aunque su instinto lo guiaba a ello, y en su interior se brindaba una batalla, ¿Huir como habían hecho los demás o quedarse y morir con honor? fuese como fuese debería decidir ya, aunque el comentario del caminante de cuero fue la gota que colmo el vaso -Si, que pena, no podrán ver como acabo con vuestra vida o vos acabáis con la mía, aunque que mas da, no me hace falta ayuda para acabar con alguien como tú, Nya- respondió Senketsu a su picardia, ya había decidido, no huiría, seria malo para el negocio, ¿Que mercenario que se precie huiría de un combate?

El pelirrojo demostraba una velocidad impresionante, acercándose a Senketsu en pocos segundos, aun teniendo una distancia de 10 metros entre ellos, para luego dar un tajo horizontal, que Senketsu intento esquivar, aunque recibió un dagazo en el estomago, haciendo que este sangrara, aunque Senketsu solo se rió -Una velocidad impresionante, sin duda, Nya, aunque a la hora de atacar no tenéis la misma que a la hora de correr ¿Estáis siendo blando conmigo?- le dijo con un tono un poco burlón, queriendo provocarle para que errara, la herida no le dolía, parecía que tanto entrenamiento había dado su fruto, sabia que estaba herida, y que si se infectaba podria llegar a ser mortal, pero no le dolía, algo que le beneficiaba a la hora de combatir, a la vez que le perjudicaba, pues cualquier herida superficial envenenada podía ser mortal y al no sentirla, podría morir sin siquiera enterarse.

Senketsu intento contraatacar, intentando coger a "Zigor" del brazo con el que la había apuñalado, para asestarle un puñetazo con su brazo izquierdo, esperando golpearle con la suficiente fuerza como para empujarlo un par de metros, aunque con su velocidad no seria fácil darle, Senketsu miro hacia al árbol en el que se encontraba Ryuko, y este no estaba allí, si no que se encontraba a varios metros hacia atrás de su ama, acercándose seguramente para ayudarla, a lo que Senketsu grito -¡Ryuko!¡Compórtate y vuelve al árbol o mama se va a enfadar! Nya!- el gato no le hizo caso, y se quedo quieto, no avanzaba hacia ella, pero tampoco retrocedía.

-¿No necesitas ayuda?  El tono del licántropo era distendido, como si se encontrara de juerga en una taberna, pero alcanzo un tono irritante cuando su espada se clavo en la gata. -Ni dejándome pareces tener oportunidad pero hizo un gesto de asco al ver que el semblante de Senketsu no se alteraba, sin embargo, antes de hacer nada más, recibió un golpe en la cara que lo hizo dar una voltereta en el aire, para caer de pie en una acrobacia digna de un gato.

-¿Ni un gemidito? Entonces pierde toda la gracia... su tono se volvió serio, frío. Le echo un vistazo a sus armas y las lanzo contra su rival, así, sin más.

-Ya era hora... Coge tu estúpido trofeo de una vez y nos la llevamos.

El cuerpo del pelirrojo se convulsiono, su cara se alargo, formando un morro de afilados dientes y sus brazos se alargaron ligeramente, con uñas que dejaron paso a garras. Seguía siendo humano, más o menos, por lo que se trataba de una transformación parcial.

-¿Unas ultimas palabras?

-Oye, Jack... dijo la voz metalizada procedente de Kraig, el tipo de la armadura metálica.

-Lo se Kraig... El enmascarado se giro hacia la dirección en la que Lars ejecutaba su carrera y, con las manos a los lados, alzo ligeramente la palma de su mano derecha. El movimiento fue seguido por la tierra de su alrededor, que se levanto como si de barro se tratara para interceptar el vampiro. Pero una defensa tan efectiva necesitaba un tiempo para ejecutarse, un tiempo que la estocada de Lars no dejo, atravesando parcialmente la tierra antes de que se solidificara y bloqueara el golpe.

-¿Jack?

-Estoy bien, solo es un pinchazo se limito a decir el de la mascara blanca, retrocediendo un paso y tocándose la parte inferior de las costillas -Mátalo Kraig... Jack le dio la espalda al vampiro, cuya espada estaba bien sujeta por el muro de piedra y en su lugar fue sustituido por el gigante acorazado, que reventó de un golpe de lanza la pared de piedra.


• Senketsu, hora de la verdad, tu combate se ha vuelto serio.
• Lars, sacar tu espada te costara, pero es posible. Tu enemigo usa armadura muy pesada, por lo que tus ataques no harán mucho, podrías querer quitársela pieza a pieza... Te dejo avanzar un poco el combate hasta que intentes arrancarle una pieza o algún otro método que se te ocurra, recuerda que es un enemigo lento pero fuerte y que a cada pieza que pierda se volverá más rápido.

Senketsu acertó con el puño, dándole un puñetazo en la cara, haciendo que el lycano se enfadase aun mas, y sus compañeros le metieran prisa, por lo que lanzo sus armas hacia Senketsu, y esta, les intento golpear con el guante de metal, para asi bloquear su avance y, si alguno pasaba, la bloquearia con el cuerpo, pues no queria que nada dañase a Ryuko, tras esto, el lycano se transformo, pero no del todo, sus garras crecieron, al igual que su cabeza, que se alargo formando un morro con los característicos dientes de lobo, aparte del crecimiento de piernas y brazos -A si que te guardabas un as en la manga eh, vaya vaya, parece que el cabeza zanahoria tiene familia loba... tsk tsk tsk, Nya-

Aunque respondió en un tono prepotente y burlón, Senketsu estaba extrañada ¿Un licantropo capaz de controlar tan bien su propia transformación? el combate acababa de empezar, y cada vez se ponía mas interesante, aunque no hacia falta ser muy listo como para saber que 3 son mas que 1 hasta que lo vio aparecer, de detrás del brujo una mancha roja salio de la maleza, y una pared se interpuso entre ambos, haciendo que la espada golpeara al brujo, pero encerrando la espada en la pared de barro y piedra, aunque momentos después el gigante de hierro la destrozo usando su lanza, intentando golpear a... -¿Lars...?¿Nya?¿Eres tú?¿Has vuelto?¿Por...por mi?...-Senketsu se sentía ¿Feliz? una alegría y un calor amable envolvían ahora su cuerpo, sus mejillas se sonrosaron, y el vacío que sentía en el pecho ahora se había llenado por una extraña sensación, felicidad, alegría amor y sobretodo cariño, ahora recorrían su cuerpo, de arriba abajo, hasta que vio al gigante de hierro intentar golpearle con la lanza, y sus instintos actuaron por ella Senketsu dejo de pensar, dejo de razonar, sus instintos le guiaban a derrotar a su enemigo, y correr hacia el gigante de metal para acabar con el, acabar con todos uno por uno, por haber intentado matarlos, tanto a ella como a Lars, por lo que en poco tiempo lanzo una lluvia de puñetazos, zarpazos y patadas a su enemigo, sin tener ningún punto en concreto al que apuntar, simplemente quería destrozarlo, matarlo, acabar con su patética vida, quería ver su sangre recorriendo las manos de la gata, quería acabar esto de una vez

Ryuko vio la reacción de su ama, y asustado volvió hacia atrás, al árbol donde la había dejado, y empezó a maullar, tratando de atraer su atención, intentando distraer a su propia ama para que se relajase, para que volviese a ser ella, algo que no funciono, pues Senketsu se giro, le miro y le grito -¡ESTÚPIDO GATO PARA DE UNA VEZ!- la furia de Senketsu aumentaba, mientras que Ryuko sabia que su ama no lo decía enserio, a la vez que sabia que esa bestia no era del todo su ama, y por lo tanto se callo, aunque unas lagrimas cayeron de su rostro.

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Off:Lo subrayado es el uso dela habilidad racial.

Lars juzgo la situación y concluyo que sus posibilidades eran escasas, por lo que opto por evitar al gigante, rodeándolo, para centrarse en Jack, que había vuelto a observar el combate, pero había una diferencia, una crucial. Esta vez no se trataba de u ataque sorpresa, el brujo podía ver al vampiro acercarse a el, y aunque no hubiera tenido tiempo de levantar otro muro, esta vez estaba preparado con otro truco. El vampiro pudo notar como sus pies se hundían cada vez más en el suelo, hasta que de repente, no pudo moverse más. Como si de arenas movedizas se tratara, la tierra había adquirido una textura esponjosa, hundiendo sus botas y, cuando su ataque estuvo a apenas palmos del brujo, este la había endurecido, paralizando los pies del vampiro en su sitio. Jack tenia pensado algo para contrarrestar a ese molesto estorbo, a esa interferencia en sus planes, pero no pudo hacer mucho más, en vez de mirar al vampiro, lo usual en alguien que lanzaba un ataque, estaba observando algo por encima de su hombro.

-No, no no no no, Kraig, NI SE TE OCURRA había muchos motivos por el cual un conjuro como el que sujetaba a Lars perdía fuerza, el principal era la falta de concentración, falta de concentración causado, por ejemplo, por el miedo que se percibía en la voz del brujo. Para cuando Jack se lanzo contra el suelo como si temiera que le cayera un rayo, todo lo que rodeaba los pies del vampiro no era más que simple y blanda tierra, pero tenia otros problemas de los que preocuparse.

¿Como podía un armatoste como Kraig perseguir a un vampiro que, en comparación, prácticamente iba desarmado? Parecía un acertijo cuya única solución suponía la rendición, un "No puede", pero ese "No puede" era a la vez la solución al enigma, no hacia falta. El gigante de hierro no dudo un instante y en cuando Lars lo rodeo, avanzo su pie izquierdo, giro su lanza y apunto. Si Jack no hubiera temido por su vida, la saeta habría atravesado a un inmóvil Lars como si de una brocheta se tratara, podía decirse que fallar el golpe había sido algo bueno, puesto que le daba unos segundos antes de que el silbante proyectil le abriera el pecho.

Aparentemente, las heridas de Senketsu fueron lo suficientemente grabes como para despertar los instintos más escondidos en todo hombre bestia, una habilidad muy útil pero con un alto coste, que impulso a la mujer gato a ignorar por completo al licántropo y centrarse en el guerrero acorazado, el que mejor podría soportar el súbito incremento de fuerza y velocidad. Kraig recibió los golpes, parando algunos con su escudo pero prácticamente sin oponer resistencia, puesto que estaba desarmado. Aparecieron arañazos aquí y allá, alguna abolladura, incluso la placa que cubría su hombro izquierdo perdió sus correas, saltando al suelo, pero el caballero seguía indemne. Cuando este finalmente se canso de la gata, se limito a empujarla con el escudo, haciéndola retroceder mientras iba en busca de su lanza.

Y quedaba otro participante del combate, Zigor, ahora un grotesco híbrido de lobo y humano, al que no le hizo ni pizca de gracia ser ignorado y mucho menos que le dieran la espalda, fue un descuido que Senketsu pago caro cuando el hombre lobo se acerco por detrás y le mordió la oreja derecha, arrancándole un pedazo.

Mientras tanto, Jack había optado por la opción segura, dirigiéndose a toda prisa hacia la posición anteriormente ocupada por Zigor, en un intento de alejar a los enemigos de el en la máxima de lo posible.



• Senketsu, puedes disfrutar de otro post con frenesís antes de sufrir sus consecuencias, actúa con precaución. Desarrolla bien el combate y puede que recuperes el pedazo de oreja, aunque encontrar a alguien que te la vuelva a pegar es otro tema.
• Parecéis insistir en un combate 2vs3 como si no sufrierais peligro, basta deciros que perder en un 2vs2 ya era una opción muy real, puede que queráis concentraros en acabar con ellos de uno en uno.