Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
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Todo había sido extraño, rápido y confuso. La Vampira notaba el cuerpo pesado y frío contra la fría y húmeda piedra del suelo. Se movió aún adormilada cuando notó una extraña sensación en su muñeca. Abrió los ojos, por su naturaleza no le costó acostumbrar la vista a la escasa luz del lugar.
Era una especie de cementerio de piedra, veía las paredes de piedra abrirse a pasadizos, el techo cubriendo sus cabezas, deían estar bajo tierra, las catacumbas supuso. Se incorporó despacio y observó su brazo. Un extraño brazalete rojo había aparecido, no sabía de donde, lo último que recordaba era la taberna, la gente...y esa última cerveza.
Cerró los ojos y apretó los dientes furiosa, se había dejado engañar. - JODER! - Gritó frustrada mientras se levantaba y miraba a su alrededor, otros seis cuerpos estaban despertigados a su alrededor, los reconoció a pesar de no conocerlos bien a la mayoría, eran las personas del bar. ¿Que hacían todos allí?
Desde luego había sido la primera en despertar, tras comprobar que respiraban, y evitando la tentación de tomar un tentenpié mientras despertaban, examinó con mas detenimiento el lugar. No muy lejos, a unos metro, había una especie de pedestal de piedra, se aproximó y observó una carta descansando sobre ella. No tardó en tomarla y leerla con detenimiento.
"Felicidades a los seleccionados, han sido elegidos para participar en nuestra carrera anual interurbana. Se dividirán en dos equipos según el color de sus brazaletes, avanzando cada uno por el recorrido que le pertenece por el color encima de sus respectivas salidas.
Nuestros mejores asesinos intentarán conseguir vuestras cabezas, y a cada muerte de ustedes será un punto para nosotros. Si, en cambio, lográis llegar hasta el final, tendréis una recompensa: vuestros objetos, vuestras armas y vuestros animales.
Por cierto, seguro que han pensado en ir todos juntos para mayor seguridad, pero sus brazaletes mágicos segregaran un potente veneno si no parten por el camino correcto, ya que están encantados con las marcas en la pared inversamente a sus respectivos recorridos. Vamos, no se les ocurra ir por el camino contrario asignado si aprecian respirar. Igualmente disfrutaran del dulce y doloroso veneno si deciden intentar quitárselos.
La vampiresa con el brazalete rojo deberá quedarse rezagada hasta nuevo aviso por nuestra parte.
Felices juegos y que la suerte siempre esté de vuestra parte."
Chasqueó la lengua molesta mientras miraba los cuerpos de sus compañeros, estaba claro que todos se las sabían apañar por su cuenta, pero ahora debían estar unidos, y aquello le resultaba sumamente molesto. No estaba acostumbrada a tanta compañía. Miró al mago en el suelo y se acercó para darle unos golpecitos con el pie mientras gritaba para espabilar a todos.
- Buenos días princesos y princesas!- Mas les valía despertarse pronto e idear un plan, estaban en un grave aprieto, o eso pensaba mientras observaba el extraño brazalete de su brazo.
ATENCIÓN:
-Se mantienen los turnos del anterior tema
Todo había sido extraño, rápido y confuso. La Vampira notaba el cuerpo pesado y frío contra la fría y húmeda piedra del suelo. Se movió aún adormilada cuando notó una extraña sensación en su muñeca. Abrió los ojos, por su naturaleza no le costó acostumbrar la vista a la escasa luz del lugar.
Era una especie de cementerio de piedra, veía las paredes de piedra abrirse a pasadizos, el techo cubriendo sus cabezas, deían estar bajo tierra, las catacumbas supuso. Se incorporó despacio y observó su brazo. Un extraño brazalete rojo había aparecido, no sabía de donde, lo último que recordaba era la taberna, la gente...y esa última cerveza.
Cerró los ojos y apretó los dientes furiosa, se había dejado engañar. - JODER! - Gritó frustrada mientras se levantaba y miraba a su alrededor, otros seis cuerpos estaban despertigados a su alrededor, los reconoció a pesar de no conocerlos bien a la mayoría, eran las personas del bar. ¿Que hacían todos allí?
Desde luego había sido la primera en despertar, tras comprobar que respiraban, y evitando la tentación de tomar un tentenpié mientras despertaban, examinó con mas detenimiento el lugar. No muy lejos, a unos metro, había una especie de pedestal de piedra, se aproximó y observó una carta descansando sobre ella. No tardó en tomarla y leerla con detenimiento.
"Felicidades a los seleccionados, han sido elegidos para participar en nuestra carrera anual interurbana. Se dividirán en dos equipos según el color de sus brazaletes, avanzando cada uno por el recorrido que le pertenece por el color encima de sus respectivas salidas.
Nuestros mejores asesinos intentarán conseguir vuestras cabezas, y a cada muerte de ustedes será un punto para nosotros. Si, en cambio, lográis llegar hasta el final, tendréis una recompensa: vuestros objetos, vuestras armas y vuestros animales.
Por cierto, seguro que han pensado en ir todos juntos para mayor seguridad, pero sus brazaletes mágicos segregaran un potente veneno si no parten por el camino correcto, ya que están encantados con las marcas en la pared inversamente a sus respectivos recorridos. Vamos, no se les ocurra ir por el camino contrario asignado si aprecian respirar. Igualmente disfrutaran del dulce y doloroso veneno si deciden intentar quitárselos.
La vampiresa con el brazalete rojo deberá quedarse rezagada hasta nuevo aviso por nuestra parte.
Felices juegos y que la suerte siempre esté de vuestra parte."
Chasqueó la lengua molesta mientras miraba los cuerpos de sus compañeros, estaba claro que todos se las sabían apañar por su cuenta, pero ahora debían estar unidos, y aquello le resultaba sumamente molesto. No estaba acostumbrada a tanta compañía. Miró al mago en el suelo y se acercó para darle unos golpecitos con el pie mientras gritaba para espabilar a todos.
- Buenos días princesos y princesas!- Mas les valía despertarse pronto e idear un plan, estaban en un grave aprieto, o eso pensaba mientras observaba el extraño brazalete de su brazo.
ATENCIÓN:
-Se mantienen los turnos del anterior tema
Lyemin
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
La diversión había acabado en aquella taberna de Lunargenta donde había entrado simplemente a estar un rato en tranquilidad bebiendo una cerveza que, por mis muertos, estaba peor que la sangre mas amarga que hubiera probado en toda mi vida. Claramente después de eso vinieron los ladrones, la sangre y la muerte de varios de ellos. Algo que no me entretuvo lo mas minimo. Aquel que parecía su jefe había caído sin remedio por la hoja de mi espada y los demás por los que allí estaban; después de eso me senté en una mesa pero una de las mujeres-bestia se acerco a mi, la que tenía pinta de gata, para sentarse en mi misma mesa.
La mire por debajo de las gafas con seriedad cuando el camarero sirvió nueva bebida para todos los presentes. Miré un momento aquel vaso con cierta asquedad pues el otro no me lo había terminado pero quien sabía, a lo mejor aquella cerveza estaba mejor que la que me había puesto al principio. Cogí el vaso justo cuando la gata empezó ha hablarme y mientras lo hacía yo le di un sorbo a aquella cerveza. "-Dios que mala.-" Pensé y fue entonces cuando todos empezaron a caer uno a uno de los que allí estaban incluido yo que tras intentar colocarme de pie se me nublo la vista y quede tendido en el suelo.
*****
No sabía cuanto tiempo había pasado incosciente pero si sabía que no estaba en la taberna antes de abrir los ojos. El olor del lugar en el que estaba era asqueroso y húmedo por lo que descartaba taberna. La cerveza sería una porquería pero por lo menos el lugar no olía a podrido como allí. ¿Donde era allí? De momento no lo sabía ni si quiera había abierto los ojos para saberlo aunque estaba apunto de hacerlo y como encontrara al que me había drogado me lo iba a cargar de formas no muy bonitas.
Abrí los ojos, mis gafas seguían en su sitio algo era algo, y me puse de pie para ver que estaba en un lugar un tanto oscuro pero en el cual podía ver bien. En el suelo estaban los cuerpos de aquellos que estábamos en la taberna y solo de pie la otra vampira. Al verla una mueca de desprecio apareció en mi cara, no porque ella estuviera allí, sino por el simple hecho de que yo lo estaba. No sabía donde estaba, me importaba bien poco donde estaba, solo quería encontrar al que me había metido allí y matarlo para luego divertirme con su cadáver empalandolo en algún lugar frío y oscuro. Sí estaba cabreado y mucho.
Lars Hale
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
Un enorme dolor de cabeza tambaleaba en los oidos de Keira cuando abrió los ojos. Sentía frio, odiaba el frio, y el suelo estaba humedo, asqueroso, con ceño fruncido se levantó del suelo intentando recordar mientras eescuchaba los gritos de la vampiresa, no se callaría, no.
Miró a su alrededor en busca de Fire, pero no estaba, por todos los... ¿qué narices había pasado? recordó como había vosto caer a todos a su alrededor, quedando ella como la última en pie, luchando contra un terrible mareo. Debía haber sido la bebida, ese ron sabía a rayos. Aun recordaba vagamente que había caido sobre la barra, el sonido de Fire piando altisimo y aleteando intentando defenderla, y a un grupo de hombres vestidos de negro, enmascarados, que se acercaban a ellos, intentó moverse, pero la venció el sueño, y ahora estaban allí.
Una voz resonó de repente, provocandole dolor de cabeza, ruido... agh. Así que una gran carrera, y para colmo, no podían separarse, no podrían sacarse esas pulsera, era magia, igual con magia... pero no, más valía prevenir que curar. Bueno, no le importaba, solo quería recuperar a Fire. Notó que le faltaba algo, y se palpó los muslos, sus dagas, no estaban. A su alrededor, los otros de la taberna, dormidos como lo había estado ella. Se agachó junto al que tenía más cerca y le pinchó la mejilla, era el chico rubio que bromeaba con el hombre de barba.
- Despertad, que estamos en lios y no pienso sacaros de aquí a cuestas.
Unas rejas los separaban de los pasillos abiertos, cuando todos estuvieran despiertos se abrirían dando paso a la competición. ¿Tres equipos he? y ellos, la presa, bueno, tal vez el conejo se debía convertir en lobo, ganaría y recuperaría a su ave, nadie la separaba de Fire sin su consentimiento y salía indemne. "Van a arder, van a arder mucho" pensó, aun de cuclillas, esperando a que los otros despertaran.
Miró a su alrededor en busca de Fire, pero no estaba, por todos los... ¿qué narices había pasado? recordó como había vosto caer a todos a su alrededor, quedando ella como la última en pie, luchando contra un terrible mareo. Debía haber sido la bebida, ese ron sabía a rayos. Aun recordaba vagamente que había caido sobre la barra, el sonido de Fire piando altisimo y aleteando intentando defenderla, y a un grupo de hombres vestidos de negro, enmascarados, que se acercaban a ellos, intentó moverse, pero la venció el sueño, y ahora estaban allí.
Una voz resonó de repente, provocandole dolor de cabeza, ruido... agh. Así que una gran carrera, y para colmo, no podían separarse, no podrían sacarse esas pulsera, era magia, igual con magia... pero no, más valía prevenir que curar. Bueno, no le importaba, solo quería recuperar a Fire. Notó que le faltaba algo, y se palpó los muslos, sus dagas, no estaban. A su alrededor, los otros de la taberna, dormidos como lo había estado ella. Se agachó junto al que tenía más cerca y le pinchó la mejilla, era el chico rubio que bromeaba con el hombre de barba.
- Despertad, que estamos en lios y no pienso sacaros de aquí a cuestas.
Unas rejas los separaban de los pasillos abiertos, cuando todos estuvieran despiertos se abrirían dando paso a la competición. ¿Tres equipos he? y ellos, la presa, bueno, tal vez el conejo se debía convertir en lobo, ganaría y recuperaría a su ave, nadie la separaba de Fire sin su consentimiento y salía indemne. "Van a arder, van a arder mucho" pensó, aun de cuclillas, esperando a que los otros despertaran.
- off:
- Que cada cual haga lo que le parezca conveniente, en el correo teneis lo que se pacto en un principio, pero debido al cambio argumetal, podeis hacer lo que os pareca.
Última edición por Keira Brabery el Jue Jun 18 2015, 23:51, editado 2 veces
Keira Brabery
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
Senketsu estaba mareada, le pitaban los oídos, y estaba medio dormida, cuando entre-abrió los ojos y vio a unos corpulentos y grandes enmascarados, cargando a las personas del bar, intento ver más o menos hacia donde se dirigían, pero, volvió a caer rendida, el dolor de cabeza y el sueño era demasiado como para mantenerse así mucho tiempo.
Senketsu volvió a despertar, oyendo los gritos de la vampiresa, la cual los estaba despertando -¿Dónde demonios estamos? Parecen las catacumbas, sin duda, pero no estoy muy segura, Nya- dijo la gata mientras se ponía en pie, cuando se fijó en que no poseía ni sus guanteletes ni su riñonera, en la cual se encontraba Ryuko durmiendo -¡¿QUIEN SE HA LLEVADO A RYUKO, QUIEN SE HA LLEVADO MI RIÑONERA?!- dijo Senketsu justo antes de leer la carta, -Desgraciados... nadie.... ¡NADIE TOCA A RYUKO Y SE VA DE ROSITAS!- grito, su pelo estaba completamente erizado, estaba muy enfadada.
Senketsu miro su brazalete, no era rojo como el de la vampiresa, si no de un tono verdoso brillante, ¿Iban enserio con lo del brazalete?, daba igual, Senketsu no iba a arriesgar su vida solo por una tontería de conjuro o maldición rara, seguiría el camino verde como decía la carta, recuperaría a Ryuko, y mataría a todo aquel que se interpusiera entre ella y Ryuko, nadie la separaba de su hermano, y menos unos asesinos de poca monta.
Se miro las zarpas, odiaba sus zarpas, eran blancas, aunque ahora eran de un tono rojizo suave, la sangre entraba dentro del guantelete por las aperturas, por lo que su pelaje blanco se había teñido del color de la sangre, aunque eso no importaba ahora, las necesitaba para pelear, por lo que saco las uñas, de un tono mas blanco que la nieve, se notaba que las había usado mucho, y recordó sus años de entrenamiento, cuando las usaba para todo, desde matar hasta cortar cualquier hierba medicinal, aunque tampoco importaba ahora, debía recuperar a Ryuko, y cuanto antes.
Senketsu volvió a despertar, oyendo los gritos de la vampiresa, la cual los estaba despertando -¿Dónde demonios estamos? Parecen las catacumbas, sin duda, pero no estoy muy segura, Nya- dijo la gata mientras se ponía en pie, cuando se fijó en que no poseía ni sus guanteletes ni su riñonera, en la cual se encontraba Ryuko durmiendo -¡¿QUIEN SE HA LLEVADO A RYUKO, QUIEN SE HA LLEVADO MI RIÑONERA?!- dijo Senketsu justo antes de leer la carta, -Desgraciados... nadie.... ¡NADIE TOCA A RYUKO Y SE VA DE ROSITAS!- grito, su pelo estaba completamente erizado, estaba muy enfadada.
Senketsu miro su brazalete, no era rojo como el de la vampiresa, si no de un tono verdoso brillante, ¿Iban enserio con lo del brazalete?, daba igual, Senketsu no iba a arriesgar su vida solo por una tontería de conjuro o maldición rara, seguiría el camino verde como decía la carta, recuperaría a Ryuko, y mataría a todo aquel que se interpusiera entre ella y Ryuko, nadie la separaba de su hermano, y menos unos asesinos de poca monta.
Se miro las zarpas, odiaba sus zarpas, eran blancas, aunque ahora eran de un tono rojizo suave, la sangre entraba dentro del guantelete por las aperturas, por lo que su pelaje blanco se había teñido del color de la sangre, aunque eso no importaba ahora, las necesitaba para pelear, por lo que saco las uñas, de un tono mas blanco que la nieve, se notaba que las había usado mucho, y recordó sus años de entrenamiento, cuando las usaba para todo, desde matar hasta cortar cualquier hierba medicinal, aunque tampoco importaba ahora, debía recuperar a Ryuko, y cuanto antes.
Senketsu Hanekawa
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
La mujer bestia protestó, soltando un quejido aún en sueños. Sentía una aguda punzada en la cabeza que le taladraba el cerebro. Escuchó voces y palabras sueltas, pero su cerebro aún no era capaz de asimilar la información. Abrió los ojos lentamente. Se había quedado dormida de forma bastante poco digna, con la boca abierta, y había babeado el suelo. Se incorporó lentamente, colocándose a cuatro patas en el húmedo y frío suelo. Enseguida se pasó un brazo para el hocico para limpiarse. Esperando que nadie se hubiera percatado. Sus ojos se adaptaron con facilidad a la escasez de luz. Pero a su mente le costó hacerse a la idea de donde estaba y de la situación en la que se encontraba.
Los olores familiares de la gente a su alrededor le refrescaron la memoria. Ahí estaban todos los clientes de la taberna. Bueno, todos no, faltaban los asaltadores... los que quedaban vivos al menos. Vael repasó mentalmente lo que había pasado. La taberna, el cuasi atraco, la bebida... Oh. Probablemente se había tratado de eso. Les debían haber drogado...
La mujer bestia observó el entorno, era un lugar cerrado, de piedra, se podían distinguir varios pasadizos, probablemente estaban bajo tierra. Poco más se podía deducir del lugar en el que se encontraban. Una angustiosa sensación se apoderó del pecho de la joven. Como si le faltara el aire. Soltó un jadeo y cerró los ojos, intentando relajarse. La sensación pasó, al menos, la peor parte. Respiró hondo. De nada serviría ser presa del pánico.
Con la mente algo más despejada, pudo recordar aquellas palabras que había oído, y que en su momento había achacado a un sueño. Recordaba algo de una carrera y de un brazalete... La joven bestia se miró el brazo, ahí estaba. Eso significaba que pertenecía a un equipo ¿cierto? Intentó no pensar mucho en todo lo que suponía aquella carrera por su vida. A su alrededor tanto la bruja como la mujer gato parecían sumamente cabreadas. Vael estaba más bien asustada, debía reconocerlo. Luchaba con todas sus fuerzas para resistir otro ataque de pánico. Para colmo alguien había tenido la bondad de librarle de sus propias armas.
¿Quién me mandaría a mi a venir a la ciudad? Se decía mentalmente. Sólo un día y había que ver la situación en la que había acabado.
Con resignación la mujer bestia buscó a aquellos que compartían el color de su brazalete con la mirada.
Los olores familiares de la gente a su alrededor le refrescaron la memoria. Ahí estaban todos los clientes de la taberna. Bueno, todos no, faltaban los asaltadores... los que quedaban vivos al menos. Vael repasó mentalmente lo que había pasado. La taberna, el cuasi atraco, la bebida... Oh. Probablemente se había tratado de eso. Les debían haber drogado...
La mujer bestia observó el entorno, era un lugar cerrado, de piedra, se podían distinguir varios pasadizos, probablemente estaban bajo tierra. Poco más se podía deducir del lugar en el que se encontraban. Una angustiosa sensación se apoderó del pecho de la joven. Como si le faltara el aire. Soltó un jadeo y cerró los ojos, intentando relajarse. La sensación pasó, al menos, la peor parte. Respiró hondo. De nada serviría ser presa del pánico.
Con la mente algo más despejada, pudo recordar aquellas palabras que había oído, y que en su momento había achacado a un sueño. Recordaba algo de una carrera y de un brazalete... La joven bestia se miró el brazo, ahí estaba. Eso significaba que pertenecía a un equipo ¿cierto? Intentó no pensar mucho en todo lo que suponía aquella carrera por su vida. A su alrededor tanto la bruja como la mujer gato parecían sumamente cabreadas. Vael estaba más bien asustada, debía reconocerlo. Luchaba con todas sus fuerzas para resistir otro ataque de pánico. Para colmo alguien había tenido la bondad de librarle de sus propias armas.
¿Quién me mandaría a mi a venir a la ciudad? Se decía mentalmente. Sólo un día y había que ver la situación en la que había acabado.
Con resignación la mujer bestia buscó a aquellos que compartían el color de su brazalete con la mirada.
Vael
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
Empecé a despertar,cuando alguien me pellizco una mejilla,un mosquito tal vez,como amaba dormir en el bosque,pero un momento no olía a bosque,una voz se escuchó,mientras intentaba no dormirme de nuevo,me sonaba esa voz,de pronto recordé todo lo que había pasado en la taberna;me desperté de un salto poniéndome en guardia,me maree un poco pero ni siquiera tambalee.
Un momento,porque estoy rodeado de la gente que había en la taberna,no recordaba haber acabado allí,vuelvo a echar un vistazo alrededor,buscando alguna explicación,descubro una nota,tras leerla me percato del brazalete de color azul,tan intenso como el cielo,con lo que parece un complejo mecanismo,y me doy cuenta de que no es ninguna broma,va en serio.
Aguanto la risa pensando en que salí a buscar una pequeña aventura,conocer a alguien,contar alguna historia y que mejor que jugarme la vida con unos desconocidos.
Veo que efectivamente no tengo mis armas rústicas,pero,que mas da,solo las uso si no estoy transformado,por no llamar la atención,en cambio parece que la mayoría echan algo en falta,después de todo no tener algo de valor,iba a valer para algo,bueno es la hora de seguir con esto-EQUIPO AZUL-grito para que se me oiga-Parece que os toca cargar conmigo-digo sonriendo
Un momento,porque estoy rodeado de la gente que había en la taberna,no recordaba haber acabado allí,vuelvo a echar un vistazo alrededor,buscando alguna explicación,descubro una nota,tras leerla me percato del brazalete de color azul,tan intenso como el cielo,con lo que parece un complejo mecanismo,y me doy cuenta de que no es ninguna broma,va en serio.
Aguanto la risa pensando en que salí a buscar una pequeña aventura,conocer a alguien,contar alguna historia y que mejor que jugarme la vida con unos desconocidos.
Veo que efectivamente no tengo mis armas rústicas,pero,que mas da,solo las uso si no estoy transformado,por no llamar la atención,en cambio parece que la mayoría echan algo en falta,después de todo no tener algo de valor,iba a valer para algo,bueno es la hora de seguir con esto-EQUIPO AZUL-grito para que se me oiga-Parece que os toca cargar conmigo-digo sonriendo
Daren
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
El brujo fue despertado por unos golpes, que pronto fueron obviados por un fuerte dolor de cabeza. Tenía resaca o algo parecido, aunque ello no le cuadraba. Hacía años que no tenía resaca y su aguante al alcohol era bastante notable. Con tan pocas copas no podía haberse emborrachado.
- El servicio en esta ciudad cada vez es peor-, comentó acariciándose la frente.
Era evidente que lo habían drogado. No encontraba otra explicación posible para lo que había pasado. Además, estaban todos los parroquianos de la taberna. Con una simple ojeada tuvo suficiente para saber que estaban en una trampa.
Vinc se incorporó lentamente para no marearse, notándose distinto por algún motivo. Algo no estaba en su sitio y una inspección con sus manos le hizo comprobar que le faltaban la espada y la daga. Sin contar el extraño brazalete azul que tenía puesto. Un toque de sus dedos le hizo comprobar que estaba imbuido en magia. El tipo de magia ya lo ignoraba.
Cogió el papel que estaban todos leyendo por turnos y ya no hubo dudas al respecto sobre la trampa. Lo escrito sobre el brazalete podría ser verdad o no. No era momento para hacer estupideces, así que tendría que seguir los pasos de la carta. Por ahora.
- Lye, aquí dice que tienes que quedarte atrás. No me hace gracia dejarte sola pero es mejor seguir las instrucciones. Sé que eres lo suficientemente fuerte para desenvolverte sin ayuda-, comentó a la vampiresa devolviéndole la nota.
El brujo se fijó en los brazaletes de los demás y eso le dio la idea de la confección de los grupos. La fiesta de la salchicha le había tocado. Él era más de pechugas asadas pero tendría que conformarse. Los patrocinadores habían decidido el menú sin consultarle. Ya les “pediría” el libro de reclamaciones por ello pensó.
- Claro rubio. Bienvenido a mi equipo. Garantizo espectáculo y sarcasmos por igual-, bromeó mientras se encaminaba hacia la ruta asignada. - Por cierto Lye, ten cuidado-, dijo andando sin girarse. - Chicas, suerte y espero verlas de nuevo algún día-, se despidió con la mano por encima del hombro, siguiendo su camino.
Una ola de fría humedad chocó contra su cara en cuanto entró en la gruta azul. Una ola que anunciaba una nueva aventura no elegida. Al menos el frío ayudó a despejarlo. A partir de ahora necesitaría su mente despierta.
- Caballeros, el espectáculo debe continuar-, sonrió a sus acompañantes. - Démosle uno que no olviden en toda su vida.
- El servicio en esta ciudad cada vez es peor-, comentó acariciándose la frente.
Era evidente que lo habían drogado. No encontraba otra explicación posible para lo que había pasado. Además, estaban todos los parroquianos de la taberna. Con una simple ojeada tuvo suficiente para saber que estaban en una trampa.
Vinc se incorporó lentamente para no marearse, notándose distinto por algún motivo. Algo no estaba en su sitio y una inspección con sus manos le hizo comprobar que le faltaban la espada y la daga. Sin contar el extraño brazalete azul que tenía puesto. Un toque de sus dedos le hizo comprobar que estaba imbuido en magia. El tipo de magia ya lo ignoraba.
Cogió el papel que estaban todos leyendo por turnos y ya no hubo dudas al respecto sobre la trampa. Lo escrito sobre el brazalete podría ser verdad o no. No era momento para hacer estupideces, así que tendría que seguir los pasos de la carta. Por ahora.
- Lye, aquí dice que tienes que quedarte atrás. No me hace gracia dejarte sola pero es mejor seguir las instrucciones. Sé que eres lo suficientemente fuerte para desenvolverte sin ayuda-, comentó a la vampiresa devolviéndole la nota.
El brujo se fijó en los brazaletes de los demás y eso le dio la idea de la confección de los grupos. La fiesta de la salchicha le había tocado. Él era más de pechugas asadas pero tendría que conformarse. Los patrocinadores habían decidido el menú sin consultarle. Ya les “pediría” el libro de reclamaciones por ello pensó.
- Claro rubio. Bienvenido a mi equipo. Garantizo espectáculo y sarcasmos por igual-, bromeó mientras se encaminaba hacia la ruta asignada. - Por cierto Lye, ten cuidado-, dijo andando sin girarse. - Chicas, suerte y espero verlas de nuevo algún día-, se despidió con la mano por encima del hombro, siguiendo su camino.
Una ola de fría humedad chocó contra su cara en cuanto entró en la gruta azul. Una ola que anunciaba una nueva aventura no elegida. Al menos el frío ayudó a despejarlo. A partir de ahora necesitaría su mente despierta.
- Caballeros, el espectáculo debe continuar-, sonrió a sus acompañantes. - Démosle uno que no olviden en toda su vida.
Vincent Calhoun
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Re: Comienza el juego [LIBRE Vael, Senketsu, Keira, Daren, Lars, Vincent, Lyemin]
Los hombres ya habían comenzado a reunirse. En cierto sentido, Vael daba las gracias de que no le hubiera tocado trabajar con el vampiro. Le ponía bastante nerviosa, y llegado el caso, probablemente habría estado más pendiente de él que de las catacumbas y sus perseguidores. Y lo mejor, para todos, era que tuviera todos los sentidos alerta. Si fallaba un sólo eslabón, la cadena se rompería. Le resultaba muy difícil en ese momento dejar atrás sus ideas preconcebidas sobre los vampiros, particularmente cuando ya había visto a ese hombre matar.
Vael le dedicó un gesto de reconocimiento al hombre cuando les deseó suerte. Pero se le atragantaron las palabras y no pudo responder. Tenía la garganta seca. Tragó saliva con cierta dificultad. Aquel tipo, parecía "animado". Debía ser un gran guerrero, por la forma en la que se tomaba la situación a broma.
La mujer bestia se acercó a las dos mujeres. Seguía agobiada pero intentaba mantener la mente ocupada. ¿Cómo se llamaban...? No recordaba sus nombres, ¿se habían llegado a presentar? Creía recordar que la bruja sí, pues habló con ella directamente, aunque no recordaba en aquel momento su nombre. Era posible que también hubiera escuchado el nombre de la mujer gato en la taberna. No obstante, el constante martilleo que aún sentía la cabeza la mantenía parcialmente distraída de sus propios pensamientos. Definitivamente, beber no era lo suyo. Decidió prometerse, de forma un tanto vacía, que si salía de ahí con vida no volvería a dejarse llevar por la presión social y se conformaría con su vaso de leche.
-B-bueno, parece que tendremos que trabajar juntas...- Casi susurró, con cierto nerviosismo. Luego carraspeó, intentando aclarar la voz que había salido un poco ronca. -Q-quizás deberíamos comenzar cuanto antes...- Propuso tímidamente. Se reprendió a sí misma, sonaba como si fuera a realizar algún trabajo rutinario con ellas. Dar de comer a las gallinas por ejemplo, en lugar de jugarse la vida, huyendo de unos asesinos por las catacumbas. Pero ciertamente el tiempo corría en su contra. Estaba dispuesta a seguirlas en cuanto emprendieran el camino, pero no se le daba bien llevar la iniciativa.
Dioses.
Si superaba ese trance visitaría alguno de los templos y les ofrecería un cabrito bien gordo a los dioses, aunque ella tuviera que pasar hambre. De alguna forma tenía que corregir su ya más que evidente mala suerte.
--------------
Off: Por cuestiones de conveniencia, Keira me ha dado permiso para postear antes que ella. Supongo que el resto seguirá con el orden anterior: Keira, Sen, Daren y Vincent. Se ha saltado el turno de Lars puesto que tras las 48 horas y un período considerable de gracia no ha posteado ni ha avisado de ausencia. No obstante, creo que no habría problema en que respondiera al final de este mismo turno.
Keira ha movido el tema de las chicas a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Vael le dedicó un gesto de reconocimiento al hombre cuando les deseó suerte. Pero se le atragantaron las palabras y no pudo responder. Tenía la garganta seca. Tragó saliva con cierta dificultad. Aquel tipo, parecía "animado". Debía ser un gran guerrero, por la forma en la que se tomaba la situación a broma.
La mujer bestia se acercó a las dos mujeres. Seguía agobiada pero intentaba mantener la mente ocupada. ¿Cómo se llamaban...? No recordaba sus nombres, ¿se habían llegado a presentar? Creía recordar que la bruja sí, pues habló con ella directamente, aunque no recordaba en aquel momento su nombre. Era posible que también hubiera escuchado el nombre de la mujer gato en la taberna. No obstante, el constante martilleo que aún sentía la cabeza la mantenía parcialmente distraída de sus propios pensamientos. Definitivamente, beber no era lo suyo. Decidió prometerse, de forma un tanto vacía, que si salía de ahí con vida no volvería a dejarse llevar por la presión social y se conformaría con su vaso de leche.
-B-bueno, parece que tendremos que trabajar juntas...- Casi susurró, con cierto nerviosismo. Luego carraspeó, intentando aclarar la voz que había salido un poco ronca. -Q-quizás deberíamos comenzar cuanto antes...- Propuso tímidamente. Se reprendió a sí misma, sonaba como si fuera a realizar algún trabajo rutinario con ellas. Dar de comer a las gallinas por ejemplo, en lugar de jugarse la vida, huyendo de unos asesinos por las catacumbas. Pero ciertamente el tiempo corría en su contra. Estaba dispuesta a seguirlas en cuanto emprendieran el camino, pero no se le daba bien llevar la iniciativa.
Dioses.
Si superaba ese trance visitaría alguno de los templos y les ofrecería un cabrito bien gordo a los dioses, aunque ella tuviera que pasar hambre. De alguna forma tenía que corregir su ya más que evidente mala suerte.
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Off: Por cuestiones de conveniencia, Keira me ha dado permiso para postear antes que ella. Supongo que el resto seguirá con el orden anterior: Keira, Sen, Daren y Vincent. Se ha saltado el turno de Lars puesto que tras las 48 horas y un período considerable de gracia no ha posteado ni ha avisado de ausencia. No obstante, creo que no habría problema en que respondiera al final de este mismo turno.
Keira ha movido el tema de las chicas a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Vael
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Johannes
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