La bandera azul y la rosa roja [Gremio de Ladrones][Libre]

Había vuelto para ayudar a aquella pequeña engreída, si no le debiese tanto al gremio no lo habría hecho, pero ya no podía arreglarlo, había vuelto y se encargaría de sacarla de allí con vida; al menos ese era el plan que había ideado.  

Susurró para sí varias veces el recorrido que debería de hacer para salir de allí, no le fue muy difícil plantearse diferentes opciones aún con la alarma activada, vivía de ello, al fin y al cabo. Se sabía de memoria cada habitación, cada pasadizo, cada guarda, e incluso los nombres y los familiares de ellos, el gremio le había encomendado saberlo todo de ese lugar, y él como buen subordinado, había obedecido.

Como si de una sombra se tratase volvió a infiltrar en la mansión en busca de la joven, prácticamente riéndose de la habilidad de detección de los guardas, no era la primera vez que haría algo así, no tardó mucho en localizarla, desafortunadamente, los guardias tampoco lo hicieron.

Afortunadamente ya había previsto aquello, sonriendo se colocó la máscara especial que le habían preparado en el gremio, no le gustaba la apariencia que le daba, pero, al fin y al cabo; le ayudaría en su cometido.

Una vez preparado siguió a Magazubi durante varios minutos hasta que, finalmente, sintió que era el momento idóneo para lanzar el vial. El pequeño frasco repleto de líquido verte voló a través de la zona e impactó contra el suelo, entre los soldados que estaban a punto de apresar a la pequeña ladrona, estos hombres se vieron de prontos envueltos en una niebla de color verdaceo que se liberó en el mismo instante en el que el cristal del que estaba compuesta la botella se fragmentó, Zack volvió a sonreír para sí.

Tomando a la chica por un hombro la arrastró fuera de la niebla toxica y le indicó que debían marcharse de allí, aun cuando no habían recuperado nada, más la chica no parecía ser simplemente palabras, pues de alguna forma se había hecho con la reliquia.

Después de una acalorada y rápida discusión el veterano accedió a ayudar a la joven a recuperar a su mascota, ordenándole de pasó que se marchase de allí ahora que la mayoría de los guardas estaban entumecidos a causa del gas.

Se abrió paso a través de la mansión como la más rápida de las flechas, la mayoría de los guardas le vieron venir, y los que lo hicieron, desearon no haberlo hecho. Para cuando llegó al sótano en el que sabía que guardaban el ser al que tanto cariño tenía su compañera estaba cansado, pero no era nada que no hubiese vivido antes.

La pequeña bola repleta de polvo de cristal que lanzó contra la cara del primero de los guardas se aseguró de que este no viese nada de lo ocurría en aquel lugar, así como que no fuese una amenaza directa.

Su daga se encargó del segundo, el cual se llevó la mano al cuello sin terminar de creerse lo que estaba sucediendo a la vez que se ahogaba en su propia sangre, el capitán en cambio reaccionó más rápido que sus hombres y embistió contra Zack tan pronto como lo vió, quien sin mucho esfuerzo evitó la espada de este hombre y contraatacó con una sucesión de estocadas rápidas contra el pecho del líder de los custodios del lugar, por último el cuarto de los individuos que había custodiando a Pelusa cayó presa de la espada de su propio aliado, quien, cegado, se había dedicado a lanzar estocadas tratando de alcanzar a su atacante, el cual le dejó fuera de combate después de un buen puñetazo en la cara.

Una vez solo en el lugar Zack suspiró y se agachó junto a la jaula en la que la que aquella bola de pelo aguardaba su destino, sin mucho esfuerzo abrió el candado y libero al animal, el cual ni siquiera miró a su rescatador antes de salir corriendo escaleras arriba, en busca de su dueña.

Desafortunadamente para el gran ladrón aquel lugar solo tenía una entrada, solo una, la misma entrada por la que  acababan entrar casi quincena soldados, sin contar los que aguardaban fuera debido a que, simplemente, no cabían más en la habitación.

Sonriendo para si, Zack, desenvainó sus dagas. Se llevó a ocho guardas antes de que la lanza de uno de estos le atravesase el pecho.


Instrucciones:

• Pelusa esta libre, sin embargo esto le ha costado la vida a Zack, quien ha encontrado la muerte luchando contra la mayor parte de los guardias que quedaban en la mansión. Zack ha pagado con su vida el hecho de que le obligases a quedarse a por tu mascota, pero también te da la posibilidad de salir de ahí a salvo. Magazubi, lo único que esta frente a tu libertad es Nicolás.
  
  
• Magazubi tiene un turno para huir antes de que los guardias se reagrupen.
  
  
• Nicolás puede actuar como mejor crea, no obstante, se coherente con tus acciones.
  

    Al fin me había alejado por completo de aquel gas verde, mis ojos ya podían ver con claridad al hombre que con falsos intentos de seguridad llevaba la caja que seguramente contendría a mi pequeño aion. Suspiré con cierto cansancio puesto que ese guardia realmente me estaba poniendo obstáculos en la misión, me arrepentía mucho de no haberlo matado antes de entrar a la mansión, pero ya no iba a permitir que siguiera saboteando mis movimientos, era momento de hacerle frente y que se diera cuenta de que no se estaba metiendo con cualquier niñita en busca de su mascota, él estaba en grandes aprietos, estaba retandome a mí, la niña más linda de aerandir que estaba recuperando a su Pelusito; aquel señor había subestimado muy mal la situación.

    Me preparé para seguirlo con sigilo, los guardias en el humo estaban todavía muy ocupados como para ser un problema, por lo que sin esperar mucho me dirigí con velocidad hacía donde se movía con cuidado la caja con mi bebé. Mantenía una distancia prudente pero sin perder de vista nunca aquella preciada caja, seguí los pasos del guardia e incluso traté de sincronizar mi respiración con la de él para no ser detectada por cualquier cosa, le había prometido a Zack que saldría a salvo de ahí y que él se encargaría de mi aionsito, pero ahora que me encontraba tan cerca no podía dejarlo ir.

    Recorrimos el patio pegados a las paredes, nos dirigimos a unas escaleras y bajamos con mucho cuidado por ellas. La tensión y adrenalina en el ambiente podía hasta olerse, aquel sería mi enfrentamiento por la seguridad de mi familia y jamás había tenido la oportunidad de luchar con alguien por algo realmente importante para mí, estaba segura de que esta batalla sería épica y sangrienta, en donde iba a dar mi todo por recuperar a esa bolita de pelos que era el dueño de la mitad de mi corazón, nadie podía entender lo difícil que era para mí estar sola y desde tan chiquita, lo único que me mantenía con ganas de vivir era la compañía de mi travieso amigo, porque las esperanzas de volverme a encontrar con mi papá se estaban disolviendo.

    Estaba tan concentrada inventando planes y estrategias heroicamente imposibles en mi cabeza que sin querer me tropecé un poco en la escalera e hice un pequeño ruido al terminar de bajar por las mismas. Me alerté, saqué de mi bota un cuchillo (1) por si el guardia me había escuchado y terminé de bajar rápido para nivelarme con mi enemigo. Por suerte nos llevábamos unos cuantos metros de distancia lo cuál no había previsto al entrar en ese estado de crisis, ya que cuando levanté mi rostro para ver la ubicación de la caja de mi chiquito la había perdido por completo, pero había un brazo de hombre, seguramente del guardia, que estaba cerrando una puerta al frente mio. Respiré profundo, mi destino se encontraba al otro lado de aquella puerta, el titánico enfrentamiento tan esperado y mi gran recompensa estaban tan cerca pero tan lejos, sólo tenía que cruzar aquella puerta. Fruncí mi cara, cerré mis ojos y me preparé psicológicamente para recuperar aquello que al principio era mio(2). Llevé mensajes de fuerza y determinación a mi cerebro, para luego con el autoestima y la energía a todo potencial girar la manecilla de la puerta y abrirla con lentitud, después di dos pasos hacía adelante controlando mi respiración y concentrándome para tener todos mis sentidos despiertos, quería percibir cualquier movimiento.

    Al estar en la entrada de la habitación detallé por encima todo lo que había en ella y algo curioso pude notar: El gran guardia no era visible. ¿Estaría esperando para atacarme? ¿Estará escondido? ¿Esto es una trampa y caí?, no podía ser casualidad que un hombre tan grande desapareciera por arte de magia, por lo que volví a posicionarme en modo alerta con un cuchillo en la mano y a esperar con poca paciencia el movimiento del guardia.

    Intenté concentrarme mucho en mi oído, tal vez si lograba oír su respiración o sus pasos delataría su ubicación para darle fin a este encuentro, pero no pude obtener nada. Estaba quieta esperando el momento preciso para atacar yo y un sonido muy lindo interrumpió de forma leve mi determinación en cuanto a cortarle la garganta al hombre. Unos tocs tocs pequeños y rápidos se aproximaban por mi espalda, así que me distraje para ver de qué se trataba.

    Al ver a Pelusa me brillaron los ojos, de inmediato lo cargué con una mano, salí corriendo en dirección a la entrada principal de la mansión y mientras lo hacia lo apretaba fuertemente en mi pecho. Sentir el calor de mi mascota tan cerca y saborear la victoria de esa forma me había dado mil razones para dar mi todo en salir sana y salva de aquella misión.

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OffRol

Fehu, mataste a Zack

Cara de Maguita cuando lo leyó:

(1) Ese cuchillo que menciono está en mi lista de tareas(en mis objetos que no son mágicos), y cuando Maga se tropezó se supone que Nicolás estaba entrando a la habitación, puedes haberla escuchado, no hay problema.


(2) Uso de habilidad nivel 1

Habilidad:

Aclaratoria: Con los nuevos cambios en las habilidades, lo que había usado para mi excelente puntería como tirador ahora es mi maestría en arco, y mi habilidad nivel 1 el aumento de moral.
Si los nuevos cambios no aplican, pues el aumento de moral era mi habilidad nivel 2 así que sigue teniendo vigencia.


No es por analizar la velocidad de Maga al final de su post, pero... es una niña con las energías a mil, acaba de encontrar su preciado compañero y a demás tiene un +20% de velocidad, destreza y etc. Nico... tienes especialización tanque. Si sumamos y restamos... los cálculos dan...

Expresión de Maguita ante este análisis:

    Salí corriendo con todas mis energías, estaba muy contenta por tener a mi peludo amigo en mis brazos, lo apreté fuerte contra mi pecho e incluso casi me incrusto sus hermosos cachitos en las costillas, pero es que no podía dejarlo solito otra vez, porque a pesar de ser una chica extrovertida, la única relación que realmente me importaba era con ese aionsito desde que no estoy con mi vampirito peludo; ahora que lo pienso con detenimiento, me acabo de dar cuenta que los dos amores de mi vida son más peluditos que los hombres lobos, no creo que eso sea una simple coincidencia.

    La adrenalina me estaba consumiendo, por lo que se me hizo relativamente sencillo salir de la mansión por la puerta trasera que daba al jardín, me alejé bastante de aquella casa y me refugié bajo un árbol durante unos segundos para descansar y comerme a besos a mi bebé, sin embargo el frío estaba empezando a ser más violento, así que no pasó mucho tiempo antes de que me alejara más de la escena del crimen en busca de un verdadero refugio para terminar de pasar la noche mientras esperaba a Zack para comérmelo a besos por ir a ayudar a Pelusa. Decidí por fin irme al establo en donde había sido nuestra primera reunión, puesto que ahí había dejado mis cambios de ropa y de seguro él tendría que pasar por ahí. Llegué al lugar en cuestión, me puse ropa más abrigada y me acosté a dormir apretando a Pelusa mientras esperaba la llegada de mi compañero.

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    El cacareo de una gallina en la mañana me despertó a medio sueño, me limpié los restos de baba que salían de mi boca y me toque varias veces las mejillas para verificar si los cuernos de mi aion se me habían marcado en la cara; efectivamente mi cachete izquierdo amaneció con una textura extraña y sin duda era por dormir tan apretada con Pelusa, así que lo solté para que fuese libre un ratico y me puse a buscar rastros de Zack en el establo.

    Me parecía muy raro que no hubiese pasado por ahí aún, sin embargo estaba tranquila buscando algún rastro; hasta que me acorde -¡La gema!- dije mientras mi mirada se dirigía con velocidad hasta mi muñeca derecha para ver el color que tenía aquella prenda -Rojo sangre, casi vinotinto-, observé unos instantes más esperando que se pusiera verde de nuevo pero eso no estaba sucediendo. Impactada por lo que estaba viendo no lo quise creer, así que aparté mi vista para ahora buscar con la mirada a Pelusa. Mi chiquito se acercaba lentamente a mí con su cabecita agachada y las paticas más juntas de lo que deberían; en seguida me senté en el suelo a esperar su llegada y preguntarle muy triste y preocupada -Gordito, ¿Estás de luto?- mientras pronunciaba esas palabras se me aguaron los ojitos -Todo va a estar bien, te lo prometo- dije con la voz cortada y ya hundiéndome en lágrimas cuando Pelusa se acostó sobre mis piernas.

    Después de un tiempo sintiéndome mal y culpable por lo ocurrido me fui poco a poco caminando con mi aionsito hacia las catacumbas, necesitaba pensar cómo le iba a explicar a los del gremio la muerte de Zack.

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OffRol

Maga se entera de la muerte de Zack es por la gema que él le dio [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y por la reacción de Pelusa en cuanto vio que lo estaba buscando.

Gracias por todo a los dos.
-Nico amé tu último post.
-Fehu... mataste a Zack, malo.

Misión Completada:

Recompensas:

• Magazubi:
  - 15 puntos de experiencia por recuperar ambos objetivos.
  - 2 Puntos de Experiencia en pasiva (Arcanos)
  - 250 Aeros base - 200 Aeros por la muerte de Zack = 50 Aeros.
  - Espera noticias del gremio.
  
  
• Nicolás Barbacero:
  - 7 puntos de experiencia por participar como invitado.
  - Ligero aumento de dificultad a la hora de encontrar trabajo después de haber abandonado tu puesto durante el robo.
  
  

Recordad registrar vuestra experiencia y las recompensas en los apartados correspondientes.