[Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
El miembro 'Rauko' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
El bardo observó como el pequeño chimar pasaba por su lado haciéndose con el segundo puesto, mientras su upelero, lastimado, cansado y desorientado seguía quieto y lamentándose, sin hacer ningún intento por volver a la carrera.
El elfo de pelo blanco se hallaba ya casi tocando la meta, y tal y como iba, aunque su upelero se pusiera a correr como si le persiguiera un oso, llegaría a la meta antes de que tuviera el tiempo necesario como para sacarle ventaja alguna.
Había pasado de pelear el primer puesto a quedarse en el tercero, y lo único que podía hacer ahora era intentar llegar antes que el inventor a la meta, aunque parecía una tarea bastante difícil.
Viendo que el upelero no se movía, se tumbó sobre el mismo extendiendo las manos hacia abajo hacia las patas del mismo, concentrandose todo lo que era capaz en esa situación intentó hacer aquello que hacía mucho tiempo no intentaba, usar la poca magia que poseía para curar a la bestia* disimulando como caricias, pues no sabía si podía ser descalificado por usar magía y era mejor evitar que el resto de participantes o espectadores se dieran cuenta.
Solo pretendía calmarle un poco el dolor, y cerrar algunas de ellas, dejando las menos molestas por si alguien luego quería tomarla contra el, al haber visto que su montura salia lastimada, seguir teniendo pruebas de que lo estaba, y que no pudieran aportar nada para culparle por su treta.
El pelero pareció aliviado ante ese gesto, y aunque por ahora no se movía, estaba en mejor estado.
Ahora tocaba la parte complicada, lograr que se moviera.
-¿viste como me preocupo por ti y te cuido?¿No quieres agradecerme corriendo hacia la meta como si no hubiera un mañana precioso?.- le susurró a la bestia sentándose apropiadamente sobre la misma y acariciándole el lomo, mientras lo espoleaba con las riendas a la espera de un milagro.
Ahora compadecía un poco mas a la jinete del upelero rojizo, que aunque seguía moviéndose había aminorado mucho su velocidad. Y veía con mas preocupación a pelinegro que se aceraba peligrosamente a su posición. Una cosa era perder la carrera, y la otra quedar mas con su "patron" perdiendo incluso su privada competición con el adalid del organizador, quien iba muy cerca a su espalda, y gracias a las trampas que habían colocado por toda la carrera tenía ahora posibilidades de llegar antes que el a la meta.
Si antes albergaba alguna duda, ahora estaba sumamente seguro de que era el hombre que había apostado por el upelero azabache el que había estado trucando la contienda para sacarle ventaja a su rival de apuestas, quien era el más beneficiado de los frutos que habían dado los pinchos en el suelo, y el liquido pegajoso que habría tenido que saltar si su upelero se hubiera movido, pero que por ahora, aun no había tenido que enfrentar.
* Uso de la habilidad "Manos sanadoras"
El elfo de pelo blanco se hallaba ya casi tocando la meta, y tal y como iba, aunque su upelero se pusiera a correr como si le persiguiera un oso, llegaría a la meta antes de que tuviera el tiempo necesario como para sacarle ventaja alguna.
Había pasado de pelear el primer puesto a quedarse en el tercero, y lo único que podía hacer ahora era intentar llegar antes que el inventor a la meta, aunque parecía una tarea bastante difícil.
Viendo que el upelero no se movía, se tumbó sobre el mismo extendiendo las manos hacia abajo hacia las patas del mismo, concentrandose todo lo que era capaz en esa situación intentó hacer aquello que hacía mucho tiempo no intentaba, usar la poca magia que poseía para curar a la bestia* disimulando como caricias, pues no sabía si podía ser descalificado por usar magía y era mejor evitar que el resto de participantes o espectadores se dieran cuenta.
Solo pretendía calmarle un poco el dolor, y cerrar algunas de ellas, dejando las menos molestas por si alguien luego quería tomarla contra el, al haber visto que su montura salia lastimada, seguir teniendo pruebas de que lo estaba, y que no pudieran aportar nada para culparle por su treta.
El pelero pareció aliviado ante ese gesto, y aunque por ahora no se movía, estaba en mejor estado.
Ahora tocaba la parte complicada, lograr que se moviera.
-¿viste como me preocupo por ti y te cuido?¿No quieres agradecerme corriendo hacia la meta como si no hubiera un mañana precioso?.- le susurró a la bestia sentándose apropiadamente sobre la misma y acariciándole el lomo, mientras lo espoleaba con las riendas a la espera de un milagro.
Ahora compadecía un poco mas a la jinete del upelero rojizo, que aunque seguía moviéndose había aminorado mucho su velocidad. Y veía con mas preocupación a pelinegro que se aceraba peligrosamente a su posición. Una cosa era perder la carrera, y la otra quedar mas con su "patron" perdiendo incluso su privada competición con el adalid del organizador, quien iba muy cerca a su espalda, y gracias a las trampas que habían colocado por toda la carrera tenía ahora posibilidades de llegar antes que el a la meta.
Si antes albergaba alguna duda, ahora estaba sumamente seguro de que era el hombre que había apostado por el upelero azabache el que había estado trucando la contienda para sacarle ventaja a su rival de apuestas, quien era el más beneficiado de los frutos que habían dado los pinchos en el suelo, y el liquido pegajoso que habría tenido que saltar si su upelero se hubiera movido, pero que por ahora, aun no había tenido que enfrentar.
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Iltharion Dur'Falas
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
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Tyr
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Todo es demencial, será un final de retrato al parecer. No solo tienen unos extraños golpes de suerte si no que además alguien parece bastante decidido a sabotear el encuentro, menudas formas de entretenimiento tiene la gente rural. Chimar sigue motivando como puede a su montura en un intento por asaltar la primera posición aunque sabe que será difícil salir victorioso.
Rayos…
Nuevamente su prodigiosa mente lo hace, el final imaginado sucede. La persona que lleva dominando toda la carrera logra estimular su pollo gigante y lo hace correr el último trayecto con una velocidad envidiable, acaba de ganar. Chimar suspira, las estrellas prácticamente estaban alineadas con ese sujeto desde el principio. Solo queda una cosa por hacer, no quedar tan mal.
Vamos que el segundo puesto es la otra opción lógica.
Calcula algunas trayectorias y logra esquivar por los pelos la brea negra del suelo, tuvo que abrirse más en esa sección pero el dinero está fuera de su alcance ya. Tratará de lograr quedar por encima de los demás, cosas de orgullo infantil y un poco de arrogancia intrínseca. Una idea se manifiesta, si hubiera descargado su arsenal deshonesto sobre el cabecilla tal vez la historia fuera diferente.
Al menos fue entretenido ¿verdad?
Habla con la montura como si esta tuviera suficiente inteligencia para entender, bastante mundano de su parte. Viendo el lado positivo logro obtener algo de comida gratis, se divirtió bastante y consiguió ventilar el ambiente citadino así que “misión cumplida”. La punta del pastel hubiera sido volver a Lunargenta cientos de aeros más rico pero no todas se ganan, es lo malo de jugar legal.
La próxima me robo el premio…
Una solución con cierto riesgo técnico pero que nunca falla… la mayoría de veces al menos. Aquella meta se ve cerca aunque el otro elfo parece tener buena posición también, habrá que pelear un poco en la última recta. Maquiavelo aviva su animal teniendo la segunda posición en mente, sería el colmo que dos elfos ganaran los mejores puestos en una competición humana.
Rayos…
Nuevamente su prodigiosa mente lo hace, el final imaginado sucede. La persona que lleva dominando toda la carrera logra estimular su pollo gigante y lo hace correr el último trayecto con una velocidad envidiable, acaba de ganar. Chimar suspira, las estrellas prácticamente estaban alineadas con ese sujeto desde el principio. Solo queda una cosa por hacer, no quedar tan mal.
Vamos que el segundo puesto es la otra opción lógica.
Calcula algunas trayectorias y logra esquivar por los pelos la brea negra del suelo, tuvo que abrirse más en esa sección pero el dinero está fuera de su alcance ya. Tratará de lograr quedar por encima de los demás, cosas de orgullo infantil y un poco de arrogancia intrínseca. Una idea se manifiesta, si hubiera descargado su arsenal deshonesto sobre el cabecilla tal vez la historia fuera diferente.
Al menos fue entretenido ¿verdad?
Habla con la montura como si esta tuviera suficiente inteligencia para entender, bastante mundano de su parte. Viendo el lado positivo logro obtener algo de comida gratis, se divirtió bastante y consiguió ventilar el ambiente citadino así que “misión cumplida”. La punta del pastel hubiera sido volver a Lunargenta cientos de aeros más rico pero no todas se ganan, es lo malo de jugar legal.
La próxima me robo el premio…
Una solución con cierto riesgo técnico pero que nunca falla… la mayoría de veces al menos. Aquella meta se ve cerca aunque el otro elfo parece tener buena posición también, habrá que pelear un poco en la última recta. Maquiavelo aviva su animal teniendo la segunda posición en mente, sería el colmo que dos elfos ganaran los mejores puestos en una competición humana.
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
El miembro 'Chimar' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Jamás había conocido a nada ni nadie más vago que el upelero que me había tocado montar.
En fin, la cosa era que después de haber esquivados las púas y traspasado con éxito el charco de pringoso y oscuro líquido, mi upelero decidió que estaba demasiado cansado para seguir corriendo, así que volvió a su velocidad natural y caminó sin demasiada prisa por la pista, como si aquello fuese un simple paseo por el prado en una soleada tarde de verano, solo que ni aquello era un prado ni era de día. Dado que el elfo de cabellos plateados prácticamente ya había llegado a la meta me di por vencida mirando a pollo tonto. En verdad debería estar agradecida de que por lo menos no había ido en dirección contraria y había logrado acabar una vuelta. Miré al bicho con una media sonrisa dando por hecho que no podía pedir milagros a aquel pobre animalillo.
- Cuando acabe esto me gustaría saber por qué me odias.
Sonreí y el pollo giró la cabeza mirándome con su repelente risita. De pronto se sentó sin previo aviso haciendo que cayese de espaldas sobre el suelo de tierra manchándome completamente. Pensé que el animal se iría corriendo dejándome en ridículo tirada sobre el fango, pero en vez de eso se puso frente a mí agachando su cabeza sobre la mía y lamiéndome la mejilla. Ante aquel sorprendente gesto no pude evitar sonreír sintiendo ciertas cosquillas tratando de apartarle.
- Eh eh... - le cogí el hocico riendo ante la situación y mirándole una vez conseguí pararle - Vaya, al final va a resultar que después de todo no me odias.
El pajarraco sonrió con elegancia y me dejó volver a montarme sobre su lomo por lo que le acaricié la nuca recibiendo de su parte un gesto circular de su cabeza en señal de que le agradaba que le acariciasen ahí. Sonreí mirándole.
- Bueno... la buena noticia es que no somos últimos.
Y era cierto, ya que uno de los participantes había tenido que ser sacado de la carrera por problemas que no conocía debido a lo lejos que estaba yo en aquel momento. No tenía mucho sentido seguir ahí ya que estaba cantada la victoria del elfo, pero tampoco perdía nada por seguir intentando avanzar y no quedar tan por detrás de los demás. Aún tenía unos segundos antes de que aquella carrera terminase.
En fin, la cosa era que después de haber esquivados las púas y traspasado con éxito el charco de pringoso y oscuro líquido, mi upelero decidió que estaba demasiado cansado para seguir corriendo, así que volvió a su velocidad natural y caminó sin demasiada prisa por la pista, como si aquello fuese un simple paseo por el prado en una soleada tarde de verano, solo que ni aquello era un prado ni era de día. Dado que el elfo de cabellos plateados prácticamente ya había llegado a la meta me di por vencida mirando a pollo tonto. En verdad debería estar agradecida de que por lo menos no había ido en dirección contraria y había logrado acabar una vuelta. Miré al bicho con una media sonrisa dando por hecho que no podía pedir milagros a aquel pobre animalillo.
- Cuando acabe esto me gustaría saber por qué me odias.
Sonreí y el pollo giró la cabeza mirándome con su repelente risita. De pronto se sentó sin previo aviso haciendo que cayese de espaldas sobre el suelo de tierra manchándome completamente. Pensé que el animal se iría corriendo dejándome en ridículo tirada sobre el fango, pero en vez de eso se puso frente a mí agachando su cabeza sobre la mía y lamiéndome la mejilla. Ante aquel sorprendente gesto no pude evitar sonreír sintiendo ciertas cosquillas tratando de apartarle.
- Eh eh... - le cogí el hocico riendo ante la situación y mirándole una vez conseguí pararle - Vaya, al final va a resultar que después de todo no me odias.
El pajarraco sonrió con elegancia y me dejó volver a montarme sobre su lomo por lo que le acaricié la nuca recibiendo de su parte un gesto circular de su cabeza en señal de que le agradaba que le acariciasen ahí. Sonreí mirándole.
- Bueno... la buena noticia es que no somos últimos.
Y era cierto, ya que uno de los participantes había tenido que ser sacado de la carrera por problemas que no conocía debido a lo lejos que estaba yo en aquel momento. No tenía mucho sentido seguir ahí ya que estaba cantada la victoria del elfo, pero tampoco perdía nada por seguir intentando avanzar y no quedar tan por detrás de los demás. Aún tenía unos segundos antes de que aquella carrera terminase.
Dahlia Lockhart
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
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Tyr
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Un último aliento parecía llenar a los upeleros e imbuirlos con las más poderosas energías para hacerlos correr como nunca, o al menos, todos menos el mío que era el que menos parecía correr, incluso el upelero de Dahly venía pisándome los talones después de haber estado desfilando por unos instantes, de alguna forma ese resultaba ser el más veloz de todos, sin embargo y para la mala fortuna de la vampira, también era el más perezoso -Vamos pajarraco, corre, llegar después del rojo es imperdonable- En apenas unos instantes ya la tenía detrás, había conseguido recuperar distancia en corto tiempo o yo me había vuelto realmente lento, fuera como fuera no pensaba ser el último en cruzar la meta -Dahly, por fin corre tu animal, no te rindas, ya casi me alcanzas- Dije con tono amistoso para luego dirigirme a mi upelero -Ni pienses en dejar que nos alcance- Le susurré en voz baja mientras agitaba las riendas, y es que sería una gran vergüenza quedar en último lugar después de haber estado al menos en la tercera posición.
Nos mantuvimos durante un rato peleando discretamente por la posición, aunque no quería ser descortés con ella, tampoco quería dejarla ganarme tan fácilmente, aunque por cuestiones de aprecio mi competencia con ella resultaba ser menos truculenta y más justa, a pesar de ello, y conociendo la velocidad que podía alcanzar su animalejo, trataba de mantenerme siempre frente a ella para cuando menos obstaculizar su paso y evitar que me adelantara.
El pequeño inventor por su parte vería cada vez más lejos sus ilusiones de alcanzar a Rauko, pues al igual que el mío, su upelero también había perdido algo de velocidad y para cuando logró reponerse ya había perdido la segunda posición que solo consiguió sostener por unos instantes antes de ser alcanzado y sobrepasado por el pelirrojo al cual ya no tenía yo ni la menor oportunidad de alcanzar; miré a las gradas donde el organizador de la carrera no tenía cara de estar muy feliz, aunque si hija seguía eufórica apoyando al pelirrojo, cosa que molestaba aún más al enfurecido padre.
El pequeño e intrépido elfo flacucho había tenido una racha formidable de buena suerte y como era ya inevitable pensar, sería el primero en cruzar la línea de meta, tras una intensa lucha le seguirían Ilth y Chimar que aún se disputaban la segunda y tercera posición y finalmente yo, si seguía con la misma suerte y me mantenía frente a la vampira para interponerme en su camino, conseguiría no ser el último en cruzar la meta.
Nos mantuvimos durante un rato peleando discretamente por la posición, aunque no quería ser descortés con ella, tampoco quería dejarla ganarme tan fácilmente, aunque por cuestiones de aprecio mi competencia con ella resultaba ser menos truculenta y más justa, a pesar de ello, y conociendo la velocidad que podía alcanzar su animalejo, trataba de mantenerme siempre frente a ella para cuando menos obstaculizar su paso y evitar que me adelantara.
El pequeño inventor por su parte vería cada vez más lejos sus ilusiones de alcanzar a Rauko, pues al igual que el mío, su upelero también había perdido algo de velocidad y para cuando logró reponerse ya había perdido la segunda posición que solo consiguió sostener por unos instantes antes de ser alcanzado y sobrepasado por el pelirrojo al cual ya no tenía yo ni la menor oportunidad de alcanzar; miré a las gradas donde el organizador de la carrera no tenía cara de estar muy feliz, aunque si hija seguía eufórica apoyando al pelirrojo, cosa que molestaba aún más al enfurecido padre.
El pequeño e intrépido elfo flacucho había tenido una racha formidable de buena suerte y como era ya inevitable pensar, sería el primero en cruzar la línea de meta, tras una intensa lucha le seguirían Ilth y Chimar que aún se disputaban la segunda y tercera posición y finalmente yo, si seguía con la misma suerte y me mantenía frente a la vampira para interponerme en su camino, conseguiría no ser el último en cruzar la meta.
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Offrol: Considerando que Rauko ya gana la carrera, resulta innecesario lanzar runas, por lo que todos llegaremos a la meta en las posiciones que nos encontramos ahora; Finalmente Ilth consigue mantenerse en el segundo lugar tras un vertiginoso duelo con el pequeño Chimar y finalmente Bio consigue detener el avance del upelero rojo de Dahly que a última hora pareció entender que para ganar la carrera hacía falta correr.Nos vemos en la línea de meta =)
Bio
Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Una vez más funcionó, el upelero al escuchar el desafinado sonido de mi ocarina emprendió una veloz carrera hacia la meta olvidándose completamente del charco pegajoso, esta vez corría con más velocidad, más eficacia, dejando a todos sin la esperanza de obtener la victoria. Los demás competidores habían tenido que sobreponerse ante los obstáculos del terreno y a sus rivales, pero yo no tuve que sufrir como ellos, la buena fortuna estaba de mi lado y nada podía detenerme en la última recta.
Debido a que me encontraba con una gran ventaja decidí mirar hacia atrás y ver la suerte de los demás, pensaba que estarían luchando por el segundo puesto, pero no fue como lo esperaba, ya no tenían el mismo entusiasmo de antes, no obstante, un desagradable recuerdo llega a mi mente, el sujeto que en el establo me había lanzado un cuchillo por alguna razón -(¿Qué le habrá sucedido? Tal vez no era un asesino de elfos como creía)- Pensé sin lograr saber cuál era el paradero de aquel sujeto, pero seguramente al igual que los demás estaría destinado solo a ver mi victoria y ascenso a la gloria.
Por otro lado, nadie en las gradas parecía importarle mi progreso, los espectadores estaban divididos en grupos que se encargaban de admirar a alguien en específico, la mayoría de las mujeres apoyaban al pelirrojo como si él fuese un príncipe, otros animaban al chico para que éste utilizara otro de sus extraños artefactos, unos cuantos hombres gritaban en nombre de la chica al verla avanzar con gran rapidez hasta casi alcanzar al vampiro, y por último estaban los ebrios que ni siquiera se fijaban en otra cosa que no fuese las mujeres, a pesar de que mi victoria era segura, nadie dejaba de apoyar a su competidor favorito -No importa, yo sé cuándo no me quieren- Dije con un tono penoso, aunque en realidad era jugando conmigo mismo.
Entonces por estar pensando estupideces, no pude darme cuenta de que había pasado la meta y seguía recorriendo la pista, de inmediato traté de controlar al upelero pero éste ya no era un mismo pollo sobrealimentado de antes, por un momento se convirtió en… ¿una gallina asustada? -Dejaré la violencia en esta ocasión, así que no te preocupes, tranquilizaré tu corazón- Le susurré al upelero para luego llevar mi ocarina a mis labios y tocar una canción de cuna, suave y relajante, con notas que pueden llegar a calmar el dolor de cualquier alma.
Tuve que tocar por un par de minutos hasta conseguir que se detuviera el upelero, sin embargo, al lograr mi objetivo el estúpido pollo se tira al suelo en un estado de sueño profundo haciéndome caer vergonzosamente -(Descuida, en el futuro me convertiré en leyenda y nadie se burlará de mí)- Pensé mientras me levanta para dirigirme nuevamente a la meta, pero esta vez dejando detrás al upelero, ya no me sería útil y de todas formas él se merecía un descanso. Habiendo hecho todo lo anterior, era hora de tomar mi merecido premio y, si llegaba a sentir suficiente confianza entonces presumiría de haber ganado.
Debido a que me encontraba con una gran ventaja decidí mirar hacia atrás y ver la suerte de los demás, pensaba que estarían luchando por el segundo puesto, pero no fue como lo esperaba, ya no tenían el mismo entusiasmo de antes, no obstante, un desagradable recuerdo llega a mi mente, el sujeto que en el establo me había lanzado un cuchillo por alguna razón -(¿Qué le habrá sucedido? Tal vez no era un asesino de elfos como creía)- Pensé sin lograr saber cuál era el paradero de aquel sujeto, pero seguramente al igual que los demás estaría destinado solo a ver mi victoria y ascenso a la gloria.
Por otro lado, nadie en las gradas parecía importarle mi progreso, los espectadores estaban divididos en grupos que se encargaban de admirar a alguien en específico, la mayoría de las mujeres apoyaban al pelirrojo como si él fuese un príncipe, otros animaban al chico para que éste utilizara otro de sus extraños artefactos, unos cuantos hombres gritaban en nombre de la chica al verla avanzar con gran rapidez hasta casi alcanzar al vampiro, y por último estaban los ebrios que ni siquiera se fijaban en otra cosa que no fuese las mujeres, a pesar de que mi victoria era segura, nadie dejaba de apoyar a su competidor favorito -No importa, yo sé cuándo no me quieren- Dije con un tono penoso, aunque en realidad era jugando conmigo mismo.
Entonces por estar pensando estupideces, no pude darme cuenta de que había pasado la meta y seguía recorriendo la pista, de inmediato traté de controlar al upelero pero éste ya no era un mismo pollo sobrealimentado de antes, por un momento se convirtió en… ¿una gallina asustada? -Dejaré la violencia en esta ocasión, así que no te preocupes, tranquilizaré tu corazón- Le susurré al upelero para luego llevar mi ocarina a mis labios y tocar una canción de cuna, suave y relajante, con notas que pueden llegar a calmar el dolor de cualquier alma.
Tuve que tocar por un par de minutos hasta conseguir que se detuviera el upelero, sin embargo, al lograr mi objetivo el estúpido pollo se tira al suelo en un estado de sueño profundo haciéndome caer vergonzosamente -(Descuida, en el futuro me convertiré en leyenda y nadie se burlará de mí)- Pensé mientras me levanta para dirigirme nuevamente a la meta, pero esta vez dejando detrás al upelero, ya no me sería útil y de todas formas él se merecía un descanso. Habiendo hecho todo lo anterior, era hora de tomar mi merecido premio y, si llegaba a sentir suficiente confianza entonces presumiría de haber ganado.
Rauko
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
El elfo de pelo blanco atravesó la meta con una suculenta ventaja que ni el bardo ni el pequeño inventor habían podido salvar, pero sin embargo, no se detuvo, siguió como si hubiera una tercera vuelta, casi haciendo dudar al bardo de aquello. Sin embargo, uno de los mozos empezó a correr detrás del peliblanco para retirarle el upelero y llevarlo a los establos, disipando cualquier duda que pudieran tener el resto de los competidores.
Por su lado, el bardo logró llegar a la meta unos instantes antes que el pequeño Chimar. Tiró fuertemente de las riendas, haciendo detenerse a su animal, y bajó del mismo, premiandolo con varias caricias en el cuello y en la cabeza.
-Me has hecho sufrir.- declaró, riendose, al jinete del upelero azul cuando este quedó a su lado habiendo pasado ya a la meta.- Tus ingenios son realmente impresionantes.-Alabo con sinceridad aquellas trampas que había hecho, y que por suerte el no había tenido que sufrir.
Se agachó delante de su propia bestia apra mirarle bien las patas ahora que había terminado la carrera, y sacó de su morral un poco de agua y unas vendas, para curar el resto de lastimaduras de las cuales no se había podido hacer cargo durante el certamen.
No era que le importasen en especial los animales, aunque aquel le había caído bien, pero mostrar un corazón "noble" y "bondadoso" quizás haría que las damas se olvidaran de que había quedado en un segundo puesto.
Limpió las heridas hechas por las púas, y sacó una de ellas que no había visto al revisarle rápidamente en la pista. Probablemente aquel fuera el motivo de que después de pasar por aquella trampa, su upelero no hubiera vuelto a ser el mismo. usando su hombro para que la bestia no perdiera apoyo le levanto una de las patas y se a vendo pulcramente, para realizar luego la misma tarea con la otra. Por lo menos, con las heridas moderadamente limpias y vendadas, sanarian mas rapido, o no se le meteria barro ni piedras en ellas.
Se levantó al terminar, sin dejar de sostener las riendas de su upelero a la espera de que vinier alguien a buscarlo. No se olvidó naturalmente del publico femenino quien lo había estado animando, al cual le dedicó una cortés reverencia, y algunas sonrisas y guiños, completamente satisfecho de su popularidad y con el ego henchido.
Al ver al otro elfo volviendo caminando hacia la linea de meta se le acercó y le extendió la mano.
-Has sido un digno rival, y me has apalizado legítimamente.- y tenía que reconocerlo, había ganado sin hacer ni una sola trampa al resto de participantes, mientras que los otros, no podían alardear de estar limpios. A excepción de la muchacha, quien no había tenido oportunidad de molestar a los otros participantes, porque había estado detrás de ellos, muy atrás, durante casi toda la carrera.
Por su lado, el bardo logró llegar a la meta unos instantes antes que el pequeño Chimar. Tiró fuertemente de las riendas, haciendo detenerse a su animal, y bajó del mismo, premiandolo con varias caricias en el cuello y en la cabeza.
-Me has hecho sufrir.- declaró, riendose, al jinete del upelero azul cuando este quedó a su lado habiendo pasado ya a la meta.- Tus ingenios son realmente impresionantes.-Alabo con sinceridad aquellas trampas que había hecho, y que por suerte el no había tenido que sufrir.
Se agachó delante de su propia bestia apra mirarle bien las patas ahora que había terminado la carrera, y sacó de su morral un poco de agua y unas vendas, para curar el resto de lastimaduras de las cuales no se había podido hacer cargo durante el certamen.
No era que le importasen en especial los animales, aunque aquel le había caído bien, pero mostrar un corazón "noble" y "bondadoso" quizás haría que las damas se olvidaran de que había quedado en un segundo puesto.
Limpió las heridas hechas por las púas, y sacó una de ellas que no había visto al revisarle rápidamente en la pista. Probablemente aquel fuera el motivo de que después de pasar por aquella trampa, su upelero no hubiera vuelto a ser el mismo. usando su hombro para que la bestia no perdiera apoyo le levanto una de las patas y se a vendo pulcramente, para realizar luego la misma tarea con la otra. Por lo menos, con las heridas moderadamente limpias y vendadas, sanarian mas rapido, o no se le meteria barro ni piedras en ellas.
Se levantó al terminar, sin dejar de sostener las riendas de su upelero a la espera de que vinier alguien a buscarlo. No se olvidó naturalmente del publico femenino quien lo había estado animando, al cual le dedicó una cortés reverencia, y algunas sonrisas y guiños, completamente satisfecho de su popularidad y con el ego henchido.
Al ver al otro elfo volviendo caminando hacia la linea de meta se le acercó y le extendió la mano.
-Has sido un digno rival, y me has apalizado legítimamente.- y tenía que reconocerlo, había ganado sin hacer ni una sola trampa al resto de participantes, mientras que los otros, no podían alardear de estar limpios. A excepción de la muchacha, quien no había tenido oportunidad de molestar a los otros participantes, porque había estado detrás de ellos, muy atrás, durante casi toda la carrera.
Iltharion Dur'Falas
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Los peores miedos se cumplen, Chimar queda de tercero al final. En un desenlace extraño su contrincante bardo logra superarle, jodidamente perturbador. Maquiavelo afianza su posición y estrella la cabeza ligeramente contra el lomo del animal en señal de fatiga, no se esperaba quedar tan atrás. Algunas veces la suerte puede ser bastante cruel, especialmente en competencias.
Bah… menuda babosada de último minuto.
Resopla molesto para sí mismo, el tercer lugar es un castigo por sí solo. Baja de su montura y un sujeto se encarga de llevársela, no lo hizo tan mal pero tampoco es el pollo ganador. Aquel pequeño sonríe ante el comentario del bardo pero no emite palabra alguna, obviamente el gesto de cortesía es completamente fingido. Los tres primeros lugares se reúnen y detallan como llegan el resto de participantes.
La próxima me robo el premio…
Susurra de manera personal, hubiera sido mucho más fácil y mejor remunerada esa opción. Extrañamente parte del público parece animar al niño a pesar de su terrible posición, sin duda recuerdan con fascinación las extrañas manifestaciones de ciencia. Es un consuelo efectivo, apelar al ego personal de alguien siempre resulta satisfactorio. No cabe duda de que esta fue la carrera más entretenida en años para la comunidad rural.
Y ahora…
Solo resta esperar que premien al elfo “el ganador” para volver a la mesa de comida, técnicamente Chimar aún tiene un pase libre por esa área de la fiesta. En un universo paralelo el jovencito le prendería fuego al primer lugar solo por desquite, desgraciadamente no quiere quedar como mal perdedor en esta realidad. Suspira mientras intenta evitar contacto visual con el pelinegro, no debe estar muy feliz después de recibir el repertorio completo de artilugios defensivos.
Bueno… pude quedar peor jeje.
Suelta aire con las manos en su nuca, tiene razón. Técnicamente a todos les fue bien si son comparados con la mujer o el sujeto inutilizado, esos dos presentaron un impresionante caso de mala suerte. El organizado debería estar a punto de aparecer, sin duda no resulta fácil desprenderse de una cantidad tan astronómica. Una cosa esta clara para el pequeño, fue una noche muy divertida.
Bah… menuda babosada de último minuto.
Resopla molesto para sí mismo, el tercer lugar es un castigo por sí solo. Baja de su montura y un sujeto se encarga de llevársela, no lo hizo tan mal pero tampoco es el pollo ganador. Aquel pequeño sonríe ante el comentario del bardo pero no emite palabra alguna, obviamente el gesto de cortesía es completamente fingido. Los tres primeros lugares se reúnen y detallan como llegan el resto de participantes.
La próxima me robo el premio…
Susurra de manera personal, hubiera sido mucho más fácil y mejor remunerada esa opción. Extrañamente parte del público parece animar al niño a pesar de su terrible posición, sin duda recuerdan con fascinación las extrañas manifestaciones de ciencia. Es un consuelo efectivo, apelar al ego personal de alguien siempre resulta satisfactorio. No cabe duda de que esta fue la carrera más entretenida en años para la comunidad rural.
Y ahora…
Solo resta esperar que premien al elfo “el ganador” para volver a la mesa de comida, técnicamente Chimar aún tiene un pase libre por esa área de la fiesta. En un universo paralelo el jovencito le prendería fuego al primer lugar solo por desquite, desgraciadamente no quiere quedar como mal perdedor en esta realidad. Suspira mientras intenta evitar contacto visual con el pelinegro, no debe estar muy feliz después de recibir el repertorio completo de artilugios defensivos.
Bueno… pude quedar peor jeje.
Suelta aire con las manos en su nuca, tiene razón. Técnicamente a todos les fue bien si son comparados con la mujer o el sujeto inutilizado, esos dos presentaron un impresionante caso de mala suerte. El organizado debería estar a punto de aparecer, sin duda no resulta fácil desprenderse de una cantidad tan astronómica. Una cosa esta clara para el pequeño, fue una noche muy divertida.
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Pollo tonto decidió correr, y tanto fue así que logró alcanzar incluso a Bio que se sorprendió de verme tan cerca de él. Sonreí al mirarle mientras animaba a mi bicho a seguir corriendo, pero al final su ventaja había sido muy grande desde el principio y su victoria fue imposible de alcanzar.
Cuando llegamos a la línea de meta quise hablar con Bio, pero no supe donde se había metido, pues la gente comenzó a entrar a la pista a saludar a los ganadores y a hablar entre ellos. Bajé del lomo de mi upelero mientras le acariciaba el pico. Entonces un encargado de la finca se acercó y me ayudó a quitarle la montura que tanto le molestaba. Una vez se vio libre el animal extendió sus alas moviéndolas con ligereza sobre el viento. Sonreí mirándole y descubriendo lo verdaderamente hermoso que era.
- No me extraña que seas un presumido la verdad.
Reí tras mi comentario y continué buscando a Bio con la mirada en vano. Entonces descubrí que a pocos metros de mí se encontraban los dos elfos ganadores. La verdad es que me daba vergüenza acercarme y hablarles ya que nunca había sido una persona muy social, pero en aquella ocasión era justo felicitarles, así que me adentré entre la muchedumbre esquivando a varias personas para llegar hasta ellos sin ser consciente que se me había caído mi capa negra, la cual hacía juego con el resto de mi vestimenta masculina.
- Perdonad - les dije a ambos elfos una vez los tuve frente a mí. Cuando crucé mi mirada con las suyas no pude evitar sonreírles con simpatía y algo avergonzada dado que nunca había hablado con ningún elfo- Quería felicitaros por la carrera, en especial a vos - dije mirando al de pelo plateado y liso- Igual debería plantearme seriamente pediros que me deis clases -reí- Habéis sido un corredor increíble.
Aproveché aquel momento para mirarles fijamente y realmente eran seres incomparables con nadie que hubiese visto nunca. El pelirrojo era una belleza fácil de captar desde un principio, aunque yo no sabía diferenciar muy bien lo bello de lo que no lo era ya que nunca había conocido una percepción de belleza exterior a lo que veía en mi casa, pero sin duda aunque no conociera ese concepto era difícil mirarle sin sonrojarme o sin sentirme inferior. En cambio el de pelo plateado era de una hermosura más misteriosa y profunda que te invadía en sus llamativos ojos que tanto contrastaban con su piel y cabello.
Les volví a sonreír a ambos metiendo mis manos en los bolsillos donde toqué algo que no recordaba que estaba ahí. De pronto recordé lo que era y lo saqué ofreciéndoselo al pelirrojo.- ¡Ay! Perdon, casi se me olvida devolvéroslo - saqué las cintas que anteriormente aquel elfo me había dejado en la carrera - La verdad es que teníais razón. Aunque no las he usado, desde que me las disteis mi pollo empezó a correr aún más rápido, aunque no sirvió de mucho. En fin, lo importante es que ha sido una carrera muy divertida.
No pude evitar advertir que tras ellos había un grupo de chicas hablando entre ellas y señalándoles, o al menos al pelirrojo. Cuando las miré fijamente apartaron la cara mirándome mal y cuchicheando entre ellas. Como no entendía lo que estaba pasando volví a mirar a ambos dos elfos.
- Bueno será mejor que me vaya. Creo que esas chicas de ahí atrás son amigas vuestras o algo así y quieren acercarse a saludaros, así que os veo ahora recogiendo los premios.
Hice una pequeña y algo torpe inclinación de cabeza y me giré y dando apenas un par de pasos cortos mirando a mi alrededor buscando a Bio sin encontrarle.
- ¿Donde narices se ha metido?
Cuando llegamos a la línea de meta quise hablar con Bio, pero no supe donde se había metido, pues la gente comenzó a entrar a la pista a saludar a los ganadores y a hablar entre ellos. Bajé del lomo de mi upelero mientras le acariciaba el pico. Entonces un encargado de la finca se acercó y me ayudó a quitarle la montura que tanto le molestaba. Una vez se vio libre el animal extendió sus alas moviéndolas con ligereza sobre el viento. Sonreí mirándole y descubriendo lo verdaderamente hermoso que era.
- No me extraña que seas un presumido la verdad.
Reí tras mi comentario y continué buscando a Bio con la mirada en vano. Entonces descubrí que a pocos metros de mí se encontraban los dos elfos ganadores. La verdad es que me daba vergüenza acercarme y hablarles ya que nunca había sido una persona muy social, pero en aquella ocasión era justo felicitarles, así que me adentré entre la muchedumbre esquivando a varias personas para llegar hasta ellos sin ser consciente que se me había caído mi capa negra, la cual hacía juego con el resto de mi vestimenta masculina.
- Perdonad - les dije a ambos elfos una vez los tuve frente a mí. Cuando crucé mi mirada con las suyas no pude evitar sonreírles con simpatía y algo avergonzada dado que nunca había hablado con ningún elfo- Quería felicitaros por la carrera, en especial a vos - dije mirando al de pelo plateado y liso- Igual debería plantearme seriamente pediros que me deis clases -reí- Habéis sido un corredor increíble.
Aproveché aquel momento para mirarles fijamente y realmente eran seres incomparables con nadie que hubiese visto nunca. El pelirrojo era una belleza fácil de captar desde un principio, aunque yo no sabía diferenciar muy bien lo bello de lo que no lo era ya que nunca había conocido una percepción de belleza exterior a lo que veía en mi casa, pero sin duda aunque no conociera ese concepto era difícil mirarle sin sonrojarme o sin sentirme inferior. En cambio el de pelo plateado era de una hermosura más misteriosa y profunda que te invadía en sus llamativos ojos que tanto contrastaban con su piel y cabello.
Les volví a sonreír a ambos metiendo mis manos en los bolsillos donde toqué algo que no recordaba que estaba ahí. De pronto recordé lo que era y lo saqué ofreciéndoselo al pelirrojo.- ¡Ay! Perdon, casi se me olvida devolvéroslo - saqué las cintas que anteriormente aquel elfo me había dejado en la carrera - La verdad es que teníais razón. Aunque no las he usado, desde que me las disteis mi pollo empezó a correr aún más rápido, aunque no sirvió de mucho. En fin, lo importante es que ha sido una carrera muy divertida.
No pude evitar advertir que tras ellos había un grupo de chicas hablando entre ellas y señalándoles, o al menos al pelirrojo. Cuando las miré fijamente apartaron la cara mirándome mal y cuchicheando entre ellas. Como no entendía lo que estaba pasando volví a mirar a ambos dos elfos.
- Bueno será mejor que me vaya. Creo que esas chicas de ahí atrás son amigas vuestras o algo así y quieren acercarse a saludaros, así que os veo ahora recogiendo los premios.
Hice una pequeña y algo torpe inclinación de cabeza y me giré y dando apenas un par de pasos cortos mirando a mi alrededor buscando a Bio sin encontrarle.
- ¿Donde narices se ha metido?
Dahlia Lockhart
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Al final de la carrera, apartando la necesidad de ganar a toda costa ya habiendo perdido las esperanzas, me divertí al menos bloqueándole el paso a Dahly que aunque su upelero buscaba la manera de adelanzarme, yo siempre lograba adelantarme y bloquearla, aunque al final por ir pendiente de ella no me fijé que llegaba el final del camino, ante la inminente estrellada contra los corredores que ya habían llegado y los asistentes que entraban a la pista para hacerse cargo de los upeleros ya cansados, mi pobre pajarraco tuvo que maniobrar por sí mismo para no estrellarse con nada, aunque al costo de ir a dar contra un mesón de comida y recuerditos de la carrera que ahora no era más que piezas desbaratadas en el piso.
Incapaz de sostenerme salí disparado de nuevo, para variar, cayendo sobre algunos cestos de comida que se desparramaron por el piso pero al menos sirvieron para amortiguar la que esperaba que fuera mi última caída de aquella noche; sacudí la cabeza rápidamente para orientarme de nuevo y me levanté un poco mareado, a pesar de los golpes la carrera había sido divertida, ahora tocaba acercarme a los ganadores y ver cómo les entregaban sus respectivos premios.
A lo lejos se podían ver las exóticas cabelleras del pelirrojo y el peliblanco, ambos elfos habían dejado en ridículo al resto de los corredores, en cambio a mí, hasta un niño me había derrotado; alcé la vista buscando al dueño de la granja pero no había rastros de él por ningún lado, seguramente no le había sentado nada bien la idea de perder la apuesta en una carrera organizada por él mismo, sin embargo su hija sí avanzaba decidida a encontrarse con el elfo pelirojo, caminaba como si no existiera nada más, incluso al llegar a donde estaban los elfos, apartó con una mano a Rauko quitándolo del camino sin siquiera mirarlo -No has ganado la carrera, pero sí mi corazón- Dijo abiertamente sin importarle quién la oyera -Sería un honor estrechar la mano de tan galante y hábil jinete- Dijo ofreciendo su mano al pelirrojo; si accedía a tomarla, encontraría oculta discretamente en la palma de la chica, una llave que sostenía una pequeña nota “Tienes la llave de mi habitación, si la encuentras podrás abrir más que una simple puerta”.
Yo por mi parte me dirigía al ajetreo cuando de pronto vi a lo lejos como una capa negra caía al piso mostrando la figura de Dahly, intenté avanzar a donde se encontraba pero fui detenido por un tumulto de personas que se acercaban a saludar a los ganadores y me impidieron el paso, cuando quedé libre al fin Dahly ya se había escurrido, pero me alegré al verla salir de nuevo -¡¡Dahly!!- Grité esperando que me escuchara pero había demasiado ruido para ello así que tras mucho esfuerzo conseguí acercarme -Dah... Ly...- Dije agotado y con la respiración entrecortada exagerando el cansancio por haber corrido unos metros para alcanzarla -Qué agradable verte, jamás habría imaginado verte montada en un upelero- Dije emocionado de poder saludarla por fin con calma -¿Te vas a perder la premiación?- Le advertí mientras le señalaba en dirección contraria a donde se encontraba el ganador.
Avancé esperando que me siguiera aunque de venir encontraría una nefasta sorpresa al ver que el organizador había resultado ser un mal perdedor y se negaba a entregar el premio, más aún porque su rival se encontraba celebrando que el pelirrojo al que apoyaba había llegado antes que yo -Tú, enano pálido, me has hecho perder ya mucho dinero- Dijo con aires de malcriado -Y ustedes dos también- Dijo señalando al pelirrojo y a mí que apenas venía apareciendo -Hombre, no seas mal perdedor y desembucha esos aeros- Dijo burlonamente el otro sujeto riendo a carcajadas hasta que finalmente hizo enojar al organizador -Puedes quedarte hasta mañana, entonces tal vez te pague- Le dijo furioso a Rauko para luego marcharse dejando a su hija muy apenada frente a todos los presentes -Ha habido una carrera y de ella ha salido un ganador- Dije en voz alta para que todos pudieran escuchar -Aquí tienes tu premio, y mi respeto como ganador- Le dije a Rauko mientras le arrojaba una pequeña bolsa donde había contado 500 de mis propios aeros, no era justo que después de haber ganado se quedara sin su premio, me acerqué al victorioso y extraño elfo, no sin antes extender mi mano respetuosamente al pelirrojo -Has dado una gran carrera- Al hacerlo pude notar también la presencia del pequeño niño tramposo -Tú también diste una gran carrera- Le dije al pequeño -Y tus... Inventos... Son sin lugar a dudas, interesantes... ¿Dónde puedo encontrarte? Me gustaría hacerte un encargo especial- A pesar de las trampas y la lucha durante la carrera, nadie parecía tener resentimientos, lo que convirtió el momento en algo bastante emotivo.
El regocijo se adueñaba de todo el lugar y un pequeño grupo de músicos comenzaron a tocar alegres melodías que convertirían la granja en una gran fiesta...
Incapaz de sostenerme salí disparado de nuevo, para variar, cayendo sobre algunos cestos de comida que se desparramaron por el piso pero al menos sirvieron para amortiguar la que esperaba que fuera mi última caída de aquella noche; sacudí la cabeza rápidamente para orientarme de nuevo y me levanté un poco mareado, a pesar de los golpes la carrera había sido divertida, ahora tocaba acercarme a los ganadores y ver cómo les entregaban sus respectivos premios.
A lo lejos se podían ver las exóticas cabelleras del pelirrojo y el peliblanco, ambos elfos habían dejado en ridículo al resto de los corredores, en cambio a mí, hasta un niño me había derrotado; alcé la vista buscando al dueño de la granja pero no había rastros de él por ningún lado, seguramente no le había sentado nada bien la idea de perder la apuesta en una carrera organizada por él mismo, sin embargo su hija sí avanzaba decidida a encontrarse con el elfo pelirojo, caminaba como si no existiera nada más, incluso al llegar a donde estaban los elfos, apartó con una mano a Rauko quitándolo del camino sin siquiera mirarlo -No has ganado la carrera, pero sí mi corazón- Dijo abiertamente sin importarle quién la oyera -Sería un honor estrechar la mano de tan galante y hábil jinete- Dijo ofreciendo su mano al pelirrojo; si accedía a tomarla, encontraría oculta discretamente en la palma de la chica, una llave que sostenía una pequeña nota “Tienes la llave de mi habitación, si la encuentras podrás abrir más que una simple puerta”.
Yo por mi parte me dirigía al ajetreo cuando de pronto vi a lo lejos como una capa negra caía al piso mostrando la figura de Dahly, intenté avanzar a donde se encontraba pero fui detenido por un tumulto de personas que se acercaban a saludar a los ganadores y me impidieron el paso, cuando quedé libre al fin Dahly ya se había escurrido, pero me alegré al verla salir de nuevo -¡¡Dahly!!- Grité esperando que me escuchara pero había demasiado ruido para ello así que tras mucho esfuerzo conseguí acercarme -Dah... Ly...- Dije agotado y con la respiración entrecortada exagerando el cansancio por haber corrido unos metros para alcanzarla -Qué agradable verte, jamás habría imaginado verte montada en un upelero- Dije emocionado de poder saludarla por fin con calma -¿Te vas a perder la premiación?- Le advertí mientras le señalaba en dirección contraria a donde se encontraba el ganador.
Avancé esperando que me siguiera aunque de venir encontraría una nefasta sorpresa al ver que el organizador había resultado ser un mal perdedor y se negaba a entregar el premio, más aún porque su rival se encontraba celebrando que el pelirrojo al que apoyaba había llegado antes que yo -Tú, enano pálido, me has hecho perder ya mucho dinero- Dijo con aires de malcriado -Y ustedes dos también- Dijo señalando al pelirrojo y a mí que apenas venía apareciendo -Hombre, no seas mal perdedor y desembucha esos aeros- Dijo burlonamente el otro sujeto riendo a carcajadas hasta que finalmente hizo enojar al organizador -Puedes quedarte hasta mañana, entonces tal vez te pague- Le dijo furioso a Rauko para luego marcharse dejando a su hija muy apenada frente a todos los presentes -Ha habido una carrera y de ella ha salido un ganador- Dije en voz alta para que todos pudieran escuchar -Aquí tienes tu premio, y mi respeto como ganador- Le dije a Rauko mientras le arrojaba una pequeña bolsa donde había contado 500 de mis propios aeros, no era justo que después de haber ganado se quedara sin su premio, me acerqué al victorioso y extraño elfo, no sin antes extender mi mano respetuosamente al pelirrojo -Has dado una gran carrera- Al hacerlo pude notar también la presencia del pequeño niño tramposo -Tú también diste una gran carrera- Le dije al pequeño -Y tus... Inventos... Son sin lugar a dudas, interesantes... ¿Dónde puedo encontrarte? Me gustaría hacerte un encargo especial- A pesar de las trampas y la lucha durante la carrera, nadie parecía tener resentimientos, lo que convirtió el momento en algo bastante emotivo.
El regocijo se adueñaba de todo el lugar y un pequeño grupo de músicos comenzaron a tocar alegres melodías que convertirían la granja en una gran fiesta...
Bio
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Mientras caminaba hacia la meta no dejaba de preocuparme en lo que los demás pensaran sobre mí, seguramente me verían como un tonto por seguir corriendo al pasar la meta, tal vez podría decir alguna cosa para tratar de recuperar mi dignidad y mantener intacto mi orgullo, entonces el pelirrojo decidió acercarse a mí, no sabía si quería burlarse o quejarse por mi victoria, pero me mantuve preparado para cualquier combate, sin embargo, no fue necesario tanta preocupación, el elfo solo quiso felicitarme por mi logro y estrechar mi mano, debí imaginarlo, mi raza no lucharía con uno de nosotros a menos que sea por una buena razón -No exageres, solo ha sido buena suerte. Si nadie hubiera colocado los obstáculos en el camino, tal vez me hubieras vencido- Dije para luego estrechar su mano, normalmente no sería tan modesto con alguien pero mentirle me pareció innecesario.
No había conseguido la admiración del público como lo quería, pero por lo menos había conseguido la del pelirrojo, no obstante, la corredora se aproximó a nosotros y luego de que pronunciara la primera palabra se dibujó en su rostro una hermosa y tímida sonrisa, entonces felicitó al elfo y a mí por la carrera, a pesar de que no logró ganar, tampoco sentía envidia, así que sonreí ante su halago -Pero tu actuación será difícil de olvidar, te colocaste de pie sobre tu upelero dejando completamente impresionados a todos los espectadores, eres más de lo que crees- Comenté para motivar a la chica, y así también asegurarme de que no me guardara algún rencor. Ella habló con el pelirrojo y le devolvió unas cintas, luego nos revela que unas mujeres detrás de nosotros querían saludarnos, después de eso se retiró haciendo un gesto… algo torpe, pero al mismo tiempo tierno.
Yo sabía que en realidad las chicas querían saludar al pelirrojo y no a mí, eso quedó demostrado cuando la hija del dueño de la granja me aparta de su camino con una mano para hablarle al elfo, me sentí humillado con eso, pero decidí ignorarla largándome de ahí mientras le enseñaba al pelirrojo mi puño con el pulgar arriba -(Si él se atreve a besarla o alguna cosa así entonces su padre lo odiará por toda la vida, sin mencionar que también lo verían como un pedófilo, espero que no mache el nombre de los elfos)- Pensé al mismo tiempo que una gran multitud de personas me rodeaban por alguna razón, los miré extrañado y llevé mi mano derecha a mi espada en caso de que sucediera algo -¡¡Felicidades blanquito, nos has hecho ganar las apuestas!!- Vociferó un sujeto para luego estrechar mi mano -¡Tus habilidades son impresionantes, nadie antes había logrado mantener despierto a ese upelero dormilón por más de un segundo!- Comentó uno de los trabajadores de la granja -Gracias por recomendarme al niño, él me dio un buen consejo para conquistar chicas, el truco está en comenzar con las más feas- Dijo el ebrio que anteriormente me había confundido con una mujer, el momento me pareció agradable -Con mucho entrenamiento y años de experiencia he logrado llegar hasta aquí, si siguen mis pasos también serán asombrosos como yo- Dije dejando de una lado la modestia, era la hora de disfrutar el momento.
Después de tantos halagos quedé satisfecho, por fin había ganado la admiración y el respeto de todos, lo último que me quedaba por hacer era recibir mi merecido premio, sin embargo, el dueño de la granja se negaba a soltar los aeros, resultó ser un niño mimado y un mal perdedor, lo único que recibí de su parte fue un insulto y otro dato que no me importaba en lo absoluto, solo quería mi premio no saber si él había perdido dinero -(No importa, en el futuro atacaré tu granja, tomaré el control de tus tierras y luego haré que te comas tus entrañas)- Pensé conteniéndome de matarlo frente a todos, podía hacerlo y no me importaba las consecuencias, nadie podía tratarme así y salir ileso.
Estuve a punto de atacar y vengarme del dueño de la granja, pero Bio comenzó a hablar en voz alta y me distrajo de mis ganas de asesinar, él si respetaba los acuerdos de la carrera y me lanzó una bolsa llena de aeros, miré dentro para contar la cantidad y era bastante, no sabía cuánto en específico, pero tal vez era como 400 o 500 aeros, después los contaría con más calma -(No me ha regalado solo los aeros, también me ha dado la obligación de mostrar mi gratitud, así que de cierta forma me veré obligado a ayudarle cuando me necesite)- Pensé mientras mostraba una sonrisa de hipocresía, tarde o temprano tendría que hacerle un favor al vampiro y eso me disgustaba, pero por lo menos logró que me olvidara de asesinar.
Después del discurso de Bio y su interacción con los otros corredores, el lugar se llenó de música y alegría dando inicio a una fiesta, aunque el dueño de la granja no parecía estar muy feliz por el resultado final, su hija se olvidó completamente de que todo el evento era para celebrar su boda, ella solo quería estar con el elfo pelirrojo, pero el prometido de ella no había hecho notar su presencia en el lugar así que perdió a quien se iba a convertir en su esposa, creo que él fue el que terminó con la peor suerte de la noche. Pero dejando de un lado esos detalles me dirigí hacia las mesas de comida para llenar mi estómago con todo lo que encontrara, al final la noche terminó siendo muy divertida y una grata experiencia que sería difícil de olvidar.
No había conseguido la admiración del público como lo quería, pero por lo menos había conseguido la del pelirrojo, no obstante, la corredora se aproximó a nosotros y luego de que pronunciara la primera palabra se dibujó en su rostro una hermosa y tímida sonrisa, entonces felicitó al elfo y a mí por la carrera, a pesar de que no logró ganar, tampoco sentía envidia, así que sonreí ante su halago -Pero tu actuación será difícil de olvidar, te colocaste de pie sobre tu upelero dejando completamente impresionados a todos los espectadores, eres más de lo que crees- Comenté para motivar a la chica, y así también asegurarme de que no me guardara algún rencor. Ella habló con el pelirrojo y le devolvió unas cintas, luego nos revela que unas mujeres detrás de nosotros querían saludarnos, después de eso se retiró haciendo un gesto… algo torpe, pero al mismo tiempo tierno.
Yo sabía que en realidad las chicas querían saludar al pelirrojo y no a mí, eso quedó demostrado cuando la hija del dueño de la granja me aparta de su camino con una mano para hablarle al elfo, me sentí humillado con eso, pero decidí ignorarla largándome de ahí mientras le enseñaba al pelirrojo mi puño con el pulgar arriba -(Si él se atreve a besarla o alguna cosa así entonces su padre lo odiará por toda la vida, sin mencionar que también lo verían como un pedófilo, espero que no mache el nombre de los elfos)- Pensé al mismo tiempo que una gran multitud de personas me rodeaban por alguna razón, los miré extrañado y llevé mi mano derecha a mi espada en caso de que sucediera algo -¡¡Felicidades blanquito, nos has hecho ganar las apuestas!!- Vociferó un sujeto para luego estrechar mi mano -¡Tus habilidades son impresionantes, nadie antes había logrado mantener despierto a ese upelero dormilón por más de un segundo!- Comentó uno de los trabajadores de la granja -Gracias por recomendarme al niño, él me dio un buen consejo para conquistar chicas, el truco está en comenzar con las más feas- Dijo el ebrio que anteriormente me había confundido con una mujer, el momento me pareció agradable -Con mucho entrenamiento y años de experiencia he logrado llegar hasta aquí, si siguen mis pasos también serán asombrosos como yo- Dije dejando de una lado la modestia, era la hora de disfrutar el momento.
Después de tantos halagos quedé satisfecho, por fin había ganado la admiración y el respeto de todos, lo último que me quedaba por hacer era recibir mi merecido premio, sin embargo, el dueño de la granja se negaba a soltar los aeros, resultó ser un niño mimado y un mal perdedor, lo único que recibí de su parte fue un insulto y otro dato que no me importaba en lo absoluto, solo quería mi premio no saber si él había perdido dinero -(No importa, en el futuro atacaré tu granja, tomaré el control de tus tierras y luego haré que te comas tus entrañas)- Pensé conteniéndome de matarlo frente a todos, podía hacerlo y no me importaba las consecuencias, nadie podía tratarme así y salir ileso.
Estuve a punto de atacar y vengarme del dueño de la granja, pero Bio comenzó a hablar en voz alta y me distrajo de mis ganas de asesinar, él si respetaba los acuerdos de la carrera y me lanzó una bolsa llena de aeros, miré dentro para contar la cantidad y era bastante, no sabía cuánto en específico, pero tal vez era como 400 o 500 aeros, después los contaría con más calma -(No me ha regalado solo los aeros, también me ha dado la obligación de mostrar mi gratitud, así que de cierta forma me veré obligado a ayudarle cuando me necesite)- Pensé mientras mostraba una sonrisa de hipocresía, tarde o temprano tendría que hacerle un favor al vampiro y eso me disgustaba, pero por lo menos logró que me olvidara de asesinar.
Después del discurso de Bio y su interacción con los otros corredores, el lugar se llenó de música y alegría dando inicio a una fiesta, aunque el dueño de la granja no parecía estar muy feliz por el resultado final, su hija se olvidó completamente de que todo el evento era para celebrar su boda, ella solo quería estar con el elfo pelirrojo, pero el prometido de ella no había hecho notar su presencia en el lugar así que perdió a quien se iba a convertir en su esposa, creo que él fue el que terminó con la peor suerte de la noche. Pero dejando de un lado esos detalles me dirigí hacia las mesas de comida para llenar mi estómago con todo lo que encontrara, al final la noche terminó siendo muy divertida y una grata experiencia que sería difícil de olvidar.
Rauko
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
-Fuere como fuere, los y si no cambian que ha podido saltearse los obstáculos mejor que yo. -Le concedió al peliblanco que pecaba de modesto antes de que fueran interrumpidos.
La ultima contendiente del certamen se acercó a su posición. Pese los ropajes de hombre, de cerca podía apreciarse que era mucho mas agraciada de lo que su atuendo había dejado entrever en la lejanía o en la brevedad de su encuentro en medio de la carrera.
-Puede guardarla si le da suerte.-Con una sonrisa amable el bardo alzó la mano con la palma hacia el frente negando con ese grácil ademán al devolución.-Lo importante es que nos hayamos divertido.- Terminó por inclinarse igualmente que la muchacha acompañando aquel gesto de una breve despedida con la mano, empezando a pispear de reojo el grupo de mujeres a los cual había hecho mención.
Fue una sorpresa a medias que la que mas se adelantara de entre las féminas fuera la novia para quien se celebraban los festejos, la había visto animandole durante gran parte de la carrera, pero por otro lado, la hubiera imaginado mas fácilmente disfrutando de aquello bajo la estricta supervisión de alguna solterona o de sus damas de honor. Lo que si lo dejo completamente estupefacto fue esa aclaración sin pudor ninguno de la joven, ante la cual intento mantener una expresión serena y una cortes sonrisa mientras su piel perdía el color esperando que el padre de la joven no hubiese escuchado semejante atrevimiento en publico.
El bardo tomó su mano pero en vez de estrecharla le dio un beso en los nudillos inclinándose cortésmente, saludándolo como a una dama en vez de como a un caballero, y recogiendo disimuladamente entre los dedos aquel pequeño objeto metálico y el papel que lo acompañaba.
-Es un honor haberla tenido animándome durante la carrera.- Respondió dejando que la joven marchase y metiendose las manos en los bolsillos para examinar su pesquía cuando ya no fuera el centro de tantas atenciones, y ya hubieran entregado el premio.
Para su suerte, el dueño y por lo tanto quien tenía que poner la torta, parecía mas atento a los aeros que había perdido, probablemente no solo los del premio, si no los que habría apostado con su acérrimo rival que de lo que pudiera hacer o decir su hija, y se disponía ahora, no solo a no pagar, si no a vejar con sus comentarios a aquel quien había proclamado su adalid antes de que empezara la carrera.
Quizás el pelinegro era con quien el bardo había tenido mayor rivalidad, si bien no en la pista si para sus adentros, pero tenía que concederle de que era un hombre de honor, o por lo menos mucho mas honrado que el, puesto que cuando el dueño del lugar se negó a pagar al ganador, puso el premio de su propio bolsillo.
El pelinegro se juntó con la muchacha de las ropas de varón, y el ganador era ahora rodeado de aquellos quienes habían ganado dinero a su costa, y otros muchos espectadores exaltados con su victoria. El pequeño chimar había quedado fuera de su vista, quizás porque por su estatura era opacado por la acumulación de adultos que se habían congregado en la meta.
Así pues después de satisfacer en parte a su propio publico se escabullo a leer la nota, esbozó para si mismo una sonrisa ladina y de triunfo, y cuando se vio fuera de las atenciones se escabullo al encuentro que le prometía aquella pequeña llave antes de que la novia se enfriase y decidiera abandonar su alcoba para guardar sus encantos para su marido.
La ultima contendiente del certamen se acercó a su posición. Pese los ropajes de hombre, de cerca podía apreciarse que era mucho mas agraciada de lo que su atuendo había dejado entrever en la lejanía o en la brevedad de su encuentro en medio de la carrera.
-Puede guardarla si le da suerte.-Con una sonrisa amable el bardo alzó la mano con la palma hacia el frente negando con ese grácil ademán al devolución.-Lo importante es que nos hayamos divertido.- Terminó por inclinarse igualmente que la muchacha acompañando aquel gesto de una breve despedida con la mano, empezando a pispear de reojo el grupo de mujeres a los cual había hecho mención.
Fue una sorpresa a medias que la que mas se adelantara de entre las féminas fuera la novia para quien se celebraban los festejos, la había visto animandole durante gran parte de la carrera, pero por otro lado, la hubiera imaginado mas fácilmente disfrutando de aquello bajo la estricta supervisión de alguna solterona o de sus damas de honor. Lo que si lo dejo completamente estupefacto fue esa aclaración sin pudor ninguno de la joven, ante la cual intento mantener una expresión serena y una cortes sonrisa mientras su piel perdía el color esperando que el padre de la joven no hubiese escuchado semejante atrevimiento en publico.
El bardo tomó su mano pero en vez de estrecharla le dio un beso en los nudillos inclinándose cortésmente, saludándolo como a una dama en vez de como a un caballero, y recogiendo disimuladamente entre los dedos aquel pequeño objeto metálico y el papel que lo acompañaba.
-Es un honor haberla tenido animándome durante la carrera.- Respondió dejando que la joven marchase y metiendose las manos en los bolsillos para examinar su pesquía cuando ya no fuera el centro de tantas atenciones, y ya hubieran entregado el premio.
Para su suerte, el dueño y por lo tanto quien tenía que poner la torta, parecía mas atento a los aeros que había perdido, probablemente no solo los del premio, si no los que habría apostado con su acérrimo rival que de lo que pudiera hacer o decir su hija, y se disponía ahora, no solo a no pagar, si no a vejar con sus comentarios a aquel quien había proclamado su adalid antes de que empezara la carrera.
Quizás el pelinegro era con quien el bardo había tenido mayor rivalidad, si bien no en la pista si para sus adentros, pero tenía que concederle de que era un hombre de honor, o por lo menos mucho mas honrado que el, puesto que cuando el dueño del lugar se negó a pagar al ganador, puso el premio de su propio bolsillo.
El pelinegro se juntó con la muchacha de las ropas de varón, y el ganador era ahora rodeado de aquellos quienes habían ganado dinero a su costa, y otros muchos espectadores exaltados con su victoria. El pequeño chimar había quedado fuera de su vista, quizás porque por su estatura era opacado por la acumulación de adultos que se habían congregado en la meta.
Así pues después de satisfacer en parte a su propio publico se escabullo a leer la nota, esbozó para si mismo una sonrisa ladina y de triunfo, y cuando se vio fuera de las atenciones se escabullo al encuentro que le prometía aquella pequeña llave antes de que la novia se enfriase y decidiera abandonar su alcoba para guardar sus encantos para su marido.
Iltharion Dur'Falas
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
No tarda mucho para que la multitud forme un pequeño círculo de admiración en torno a los competidores, todo el mundo tiene algo que decir. Las mujeres por alguna razón se decantan en admirar al bardo, el motivo de esto permanece oculto para el pequeño Chimar. Un grupo de apostadores da su visto bueno al ganador principal por llenar sus bolsillos, es imposible que nadie apueste en una competición.
Algunas personas incluso expresan buenos comentarios acerca del jovencito, sus trucos fueron bien recibidos por el público joven. Tantos halagos elevan su lastimado orgullo, al final ríe nerviosamente para responder de alguna manera. No se esperaba tal recibida debido a su terrible lugar, al parecer las personas rurales saben reconocer una buena demostración de inteligencia concentrada.
Tranquilos, la próxima traeré más cosas… quizás compita con un pollo mecanizado jeje.
Siempre se debe terminar dando vestigios de algo mejor, eso deja al público cautivo o así repiten varios libros de elocuencia. Se estira un poco mientras detalla su alrededor, el lugar está bastante animado. Viene siendo hora de la premiación oficial, el momento más esperado. Maquiavelo decide pausar su ataque a la mesa de comida para ser testigo aunque pronto algo diferente ocurre.
Pero que infantil…
La persona organizadora realiza un numérico propio de cualquier niño pequeño, menuda inmadurez. El joven científico obviamente siente algo de envidia por su contrincante pero no le gusta el desenlace actual, los ganadores deben premiarse. Ese adulto se retira molesto aunque antes de que alguien pueda reaccionar otro sujeto toma la responsabilidad, sorpresivamente resulta ser uno de los competidores.
Quién lo diría.
Eso no lo hubiera podido adivinar ni el mejor místico dragón, un caso del millón como dicen los estadísticos. El enano suspira, esa bolsa se ve bastante gorda. Tal vez debería robar al mal perdedor solo para contribuir con el karma, además ahora que su reputación está bajo el suelo nadie le prestara atención por un par de semanas. El niño ladrón tiene una nueva misión para más tarde pero primero debe comer, tales pensamientos son interrumpidos por otra intervención.
Gracias… pues siempre estoy en Lunargenta, tengo una ruta de ro… trabajo en el mercado… Si quieres algún encargo da varias vueltas y te abordare, por cierto no cobro barato.
Quizás se pueda salvar algo de la noche, los inventos a medida generan buenos dividendos. Es una de las primeras veces que el chico recibe petición semejante aunque sabe por referencias dicha realidad, la creación resulta costosa. Es inteligente diversificar sus ganancias, no se puede depender totalmente de una fuente. Sea como sea la celebración estalla en el lugar y algo le dice que será una noche para desvelarse con tanta comida flotando.
Algunas personas incluso expresan buenos comentarios acerca del jovencito, sus trucos fueron bien recibidos por el público joven. Tantos halagos elevan su lastimado orgullo, al final ríe nerviosamente para responder de alguna manera. No se esperaba tal recibida debido a su terrible lugar, al parecer las personas rurales saben reconocer una buena demostración de inteligencia concentrada.
Tranquilos, la próxima traeré más cosas… quizás compita con un pollo mecanizado jeje.
Siempre se debe terminar dando vestigios de algo mejor, eso deja al público cautivo o así repiten varios libros de elocuencia. Se estira un poco mientras detalla su alrededor, el lugar está bastante animado. Viene siendo hora de la premiación oficial, el momento más esperado. Maquiavelo decide pausar su ataque a la mesa de comida para ser testigo aunque pronto algo diferente ocurre.
Pero que infantil…
La persona organizadora realiza un numérico propio de cualquier niño pequeño, menuda inmadurez. El joven científico obviamente siente algo de envidia por su contrincante pero no le gusta el desenlace actual, los ganadores deben premiarse. Ese adulto se retira molesto aunque antes de que alguien pueda reaccionar otro sujeto toma la responsabilidad, sorpresivamente resulta ser uno de los competidores.
Quién lo diría.
Eso no lo hubiera podido adivinar ni el mejor místico dragón, un caso del millón como dicen los estadísticos. El enano suspira, esa bolsa se ve bastante gorda. Tal vez debería robar al mal perdedor solo para contribuir con el karma, además ahora que su reputación está bajo el suelo nadie le prestara atención por un par de semanas. El niño ladrón tiene una nueva misión para más tarde pero primero debe comer, tales pensamientos son interrumpidos por otra intervención.
Gracias… pues siempre estoy en Lunargenta, tengo una ruta de ro… trabajo en el mercado… Si quieres algún encargo da varias vueltas y te abordare, por cierto no cobro barato.
Quizás se pueda salvar algo de la noche, los inventos a medida generan buenos dividendos. Es una de las primeras veces que el chico recibe petición semejante aunque sabe por referencias dicha realidad, la creación resulta costosa. Es inteligente diversificar sus ganancias, no se puede depender totalmente de una fuente. Sea como sea la celebración estalla en el lugar y algo le dice que será una noche para desvelarse con tanta comida flotando.
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
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Entraba ya la noche en la celebración, los participantes se habían movido entre conocidos y nuevas amistades, entre jarras de cerveza, comida y por qué no, también se habían movido para evitar a otros invitados. La luna se alzaba limpia y no quedaba rastro ya del sol, era la hora perfecta, la capa de oscuridad que todo valiente pícaro necesita para sus argucias.
Era moreno, llevaba perilla, barba de unos pocos días, un pendiente de aro en una oreja y la expresión de picardía que todo buen tejedor de líos posee. La granja era de un tío lejano suyo, la dama casadera era su prima. Y él… Digamos que él hacía mucho que no se encontraba cerca debido a según qué tratos con según qué damas que, extrañamente, habían renegado de la actitud del joven con rubor en las mejillas y humed… Temblequeo en las piernas.
– ¡Saludos! Disculpad, orejas picudas, se os ha caído esto. –dijo el pintoresco muchacho. Hizo una inclinación con un florete agitando su sombrero con algunas plumas enganchadas en el mismo y una amplia sonrisa. Le tendió, con un brillo inusual en la mirada, la bolsa con el dinero que había ganado el elfo– ¡He visto la carrera desde lejos! Enhorabuena por la batida y por vuestro juego, uno puede ver a muchos ganar, pero no siempre se disfruta así de ello.
Llevaba las calzas y la camisa en tonos pardos, pero el chaleco de cuero estaba repleto de colores, parches de extraños tejidos y llevaba sobre los hombros un tejido completamente emplumado en vivos colores. Esperó a examinar la reacción de su interlocutor mientras se cruzaba de brazos y mordía una manzana de la mesa.
– ¡Dejad que me presente! Soy familia lejana de los granjeros, pero por desgracia no fui invitado a la boda… En calidad de amigo, claro está. Me dedico a contar cuentos y alabanzas, hazañas que no suelen llegar a todas partes, ¡yo, amigo mío, soy quien las lleva de pueblo en pueblo! Alguien me dio el soplo de la fiesta y decidí venir a probar suerte, así qu…
Levantó la vista, alzó el cuello detrás de él y pareció ver a una de las muchachas con las que había tenido… Un… Trato personalizado que terminó de forma… insatisfactoria.
– Perdonad… Enhorabuena, ¿eh? Sí sí… Todo eso… ¡La bolsa! No la olvidéis… –terminó, mirando de reojo al elfo.
No llegó a decirle su nombre al elfo. No llegó a mirar más allá de la nuca del mismo pues tampoco había nadie detrás de Rauko, quien también se dio la vuelta y quien tampoco… vio a nadie. Nadie había; y tampoco nadie estaba cuando se volvió para continuar la charla con el cuentacuentos. Ni rastro ni sombra había dejado, en cambio, sí una plumilla de color verde muy vivo en el suelo, como expectante. Llamando…
_______________________________
Rauko, enhorabuena por tu suerte en la carrera, y a todos por vuestros posts. Como habrás supuesto, el juego de manos de nuestro cuentacuentos es impecable. Tu bolsa de aeros ya no es la misma, sustrajo la tuya y luego te la devolvió pero me temo que podrás apreciar… Ciertos cambios. La pluma, también es tuya, estoy seguro de que querrás añadirla a tu bolsa de Aeros.
Y también estoy seguro de que a partir de ahora notarás cierto movimiento extraño en la bolsa, parece que tiene vida, que se mueve y refunfuña, y parece que la pluma está muy cómoda ahí, sin embargo… Ten cuidado, no te fíes, pero tampoco te desprendas de tu bolsa y de tu nueva y flamante pluma…
La transacción de Aeros ha sido efectuada. Saludos.
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Re: [Cerrado] Segunda Gran Carrera de Upeleros [Interpretativo-Libre]
Antes de toparme con los elfos ganadores y darles mi más sincera enhorabuena no pude evitar escuchar y girarme ante el sonido de una voz familiar. Se trataba de Bio llamándome y elevando sobre su mano derecha la capa que se me acababa de caer. Al percatarme me volví y me acerqué a él sonriendo y recogiendo así mi capa volviendo a colocarla sobre mis hombros. El vampiro no pudo evitar soltar que le resultaba curioso verme montada en un pajarraco de esos, y la verdad es que a mí también me sorprendía. Al no saber qué decir me encogí de hombros sonriendo.
- La verdad yo tampoco, en fin, supongo que soy una caja de sorpresas. - Me mordí el labio inferior riendo mientras escuchaba al vampiro añadir que me diese prisa si no quería perderme la entrega de premios. - Si, ya voy, pero antes me gustaría felicitar a los ganadores.
Tras aquella despedida me acerqué a los dos elfos y con cierta vergüenza y les felicité. El peliblanco se mostró increíblemente tímido y formal destacando mi actuación en la carrera. Pensaba que aquel elfo me iba a mirar mal pero en vez de eso me pareció completamente adorable. El otro también fue muy considerado regalándome las cintas sin prácticamente dejarme la opción de devolvérselas así que mantuve mi sonrisa inclinando la cabeza.
- Muchas gracias.
Me mantuve entre las primeras filas del pelotón de gente que rodeaban al dueño de la granja y al ganador. Al parecer el dueño quiso echarse atrás y no pagar los aeros prometidos, cosa que me pareció muy ruin por su parte, peor Bio apareció como buen competidor obligando a aquel hombre a pagar las monedas prometidas, y al ver aquel gesto tan humilde no pude evitar mostrar una sonrisa de orgullo por tener un amigo como él.
De pronto pasó algo muy extraño. Un ser de apariencia extraña apareció de la nada creando así un extraño silencio entre los demás. El dueño de la granja se quedó paralizado de verle, pero el sujeto apenas le miró, simplemente se acercó a Rauko. El físico de aquel hombre me recordaba mucho al que llevaban algunos de los piratas que había conocido, sobretodo por la perilla y los aros en la oreja. Empezó a explicar su oficio sin que nadie le preguntase y mantuve una posición defensiva, pues aquel sujeto no tenía pinta de estar ahí por casualidad, y más aún cuando nadie le había invitado.
La cosa es que el hombre cogió la bolsa de aeros y con cordialidad se la entregó a Rauko .
"Eres una paranoica."
Podía ser... o no. A pesar de todo estaba inquieta así que por si las moscas pensé en no perder de vista al sujeto, o al menos esa era mi intención porque para cuando quise volver a mirarle ya había desaparecido dejando en su lugar una pluma larga y de un verde tan intenso que cualquiera diría que brillaba. Aquello era muy extraño pero sabía que no podía hacer mucho más.
Una mujer aprovechó aquella desaparición cogiendo la pluma del suelo y colocándosela en el escote del vestido a la vez que se giraba hacia sus amigas mostrándoles aquella espectacular pieza.
- Mirar chicas ¿A que sentaría muy bien de broche?
Las otras empezaron a reír pasándose la pluma de una chica a otra, de un escote a otro. Yo las miraba con decepción y no me extrañaba que con mujeres así luego nos llamasen el "sexo débil"
"Bueno, tú calla que has perdido la carrera"
Me acerqué a las chicas y les cogí la hermosa pluma verde que decoraba el vestido de una de ellas. Cuando levantaron la mirada para verme expusieron su peor cara de decepción y enfado.
- Eh... devuélvenosla.
- Perdonar chicas - les sonreí con cierta falsedad- Pero esta pluma no os pertenece a ninguna de vosotras ni a vuestros preciosos vestidos. Esta pluma pertenece al elfo ganador, así que si me disculpáis... - Me giré mirando de nuevo los claros y profundos ojos del peliblanco y le sonreí- Tomad, esto os pertenece.
El hombre misterioso había desaparecido dejando solo aquella pluma en el suelo. No había dicho nada,pero estaba segura de que su intención era que aquello le fuese entregado también al ganador, ya que se veía a leguas que aquella no era una pluma normal y corriente.
- La verdad yo tampoco, en fin, supongo que soy una caja de sorpresas. - Me mordí el labio inferior riendo mientras escuchaba al vampiro añadir que me diese prisa si no quería perderme la entrega de premios. - Si, ya voy, pero antes me gustaría felicitar a los ganadores.
Tras aquella despedida me acerqué a los dos elfos y con cierta vergüenza y les felicité. El peliblanco se mostró increíblemente tímido y formal destacando mi actuación en la carrera. Pensaba que aquel elfo me iba a mirar mal pero en vez de eso me pareció completamente adorable. El otro también fue muy considerado regalándome las cintas sin prácticamente dejarme la opción de devolvérselas así que mantuve mi sonrisa inclinando la cabeza.
- Muchas gracias.
Me mantuve entre las primeras filas del pelotón de gente que rodeaban al dueño de la granja y al ganador. Al parecer el dueño quiso echarse atrás y no pagar los aeros prometidos, cosa que me pareció muy ruin por su parte, peor Bio apareció como buen competidor obligando a aquel hombre a pagar las monedas prometidas, y al ver aquel gesto tan humilde no pude evitar mostrar una sonrisa de orgullo por tener un amigo como él.
De pronto pasó algo muy extraño. Un ser de apariencia extraña apareció de la nada creando así un extraño silencio entre los demás. El dueño de la granja se quedó paralizado de verle, pero el sujeto apenas le miró, simplemente se acercó a Rauko. El físico de aquel hombre me recordaba mucho al que llevaban algunos de los piratas que había conocido, sobretodo por la perilla y los aros en la oreja. Empezó a explicar su oficio sin que nadie le preguntase y mantuve una posición defensiva, pues aquel sujeto no tenía pinta de estar ahí por casualidad, y más aún cuando nadie le había invitado.
La cosa es que el hombre cogió la bolsa de aeros y con cordialidad se la entregó a Rauko .
"Eres una paranoica."
Podía ser... o no. A pesar de todo estaba inquieta así que por si las moscas pensé en no perder de vista al sujeto, o al menos esa era mi intención porque para cuando quise volver a mirarle ya había desaparecido dejando en su lugar una pluma larga y de un verde tan intenso que cualquiera diría que brillaba. Aquello era muy extraño pero sabía que no podía hacer mucho más.
Una mujer aprovechó aquella desaparición cogiendo la pluma del suelo y colocándosela en el escote del vestido a la vez que se giraba hacia sus amigas mostrándoles aquella espectacular pieza.
- Mirar chicas ¿A que sentaría muy bien de broche?
Las otras empezaron a reír pasándose la pluma de una chica a otra, de un escote a otro. Yo las miraba con decepción y no me extrañaba que con mujeres así luego nos llamasen el "sexo débil"
"Bueno, tú calla que has perdido la carrera"
Me acerqué a las chicas y les cogí la hermosa pluma verde que decoraba el vestido de una de ellas. Cuando levantaron la mirada para verme expusieron su peor cara de decepción y enfado.
- Eh... devuélvenosla.
- Perdonar chicas - les sonreí con cierta falsedad- Pero esta pluma no os pertenece a ninguna de vosotras ni a vuestros preciosos vestidos. Esta pluma pertenece al elfo ganador, así que si me disculpáis... - Me giré mirando de nuevo los claros y profundos ojos del peliblanco y le sonreí- Tomad, esto os pertenece.
El hombre misterioso había desaparecido dejando solo aquella pluma en el suelo. No había dicho nada,pero estaba segura de que su intención era que aquello le fuese entregado también al ganador, ya que se veía a leguas que aquella no era una pluma normal y corriente.
Dahlia Lockhart
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