Cuestión de mirmidones [Interpretativo] [Libre] [Cerrado]

Y ahí estaban los 3, hambrientos según señalaba la situación, Krawler compró 3 manzanas por la simple razón de compartirlas, parece que era el momento adecuado. - jaja, claro chicos, ahora mismo - Metió la mano en el bolso que llevaba a su izquierda y saco las 3 manzanas. Le tendió una de ellas a Kali, la cual la tomó encantada, después de todo fue ella quien aconsejó comérnoslas. Tendió la otra manzana a Zero quien la tomó con ambas manos, Krawler sujetaba su pierna izquierda con su mano para que este no perdiera el equilibrio y cayese. Y con su otra mano se llevo la ultima manzana a la boca y le dio un enorme mordisco. "Que dulce está, supongo que esa ancianita tuvo una buena cosecha. Esta manzana me dará energías para la caza que se avecina."

Siguieron su camino disfrutando de las manzanas hasta llegar a las afueras del la ciudad. Krawler tomó a zero con ambas manos y lo puso en el suelo - abajo campeón, jeje - se paró un momento y miro toda la espesura del bosque y tomó una gran bocanada de aire, y lo exhaló todo de golpe. - Hoy habrá caza. Muy bien muchachos, ahora quiero saber, cazamos cada uno por su cuenta y nos vemos aquí en 1 hora o prefieren que casemos juntos? -

Ya en los hombros de Krawler el muchacho comenzó a decir algo... pero no terminó la frase. Y lo cierto es que la pantera no le dio mayor importancia. Pero no pudo evitar fijarse en que el muchacho se había quedado pensativo, cabizbajo. En esta ocasión decidió dejarle en paz, asumiendo que si el muchacho quisiera, hablaría con ellos. Después de todo, los tres eran en realidad perfectos desconocidos. Apenas sabían sus nombres y poco más. Kali simplemente había aprovechado una circunstancia y ahora se iba a ir de cacería con un cachorro humano y un lobo disfrazado de hombre. Ambos parecían llevarse bien entre ellos. Quizás Krawler tenía hijos o hermanos pequeños.

Aceptó la manzana esbozando una sonrisa. -Gracias.- Comentó de pasada, dándole una mordida a la fruta. No duró mucho en sus manos. Bocado a bocado, acabó con ella en un abrir y cerrar de ojos. No estaba mal, la verdad. Bastante dulce. Kali las solía preferir con un punto ácido. Pero no podía quejarse.

Llegaron al lindero del bosque, la pantera suspiró, luego tendría que deshacer sus pasos de vuelta a la ciudad. En dirección a la zona alta. De momento, en cualquier caso, le venía bien mantenerse al margen. Sobre todo si aquel par de guardias no había cejado en su empeño de buscarla. Podría regresar en cuanto cayera la noche. Siempre pasaría más desapercibida al abrigo de la oscuridad. Podría aprovechar para investigar.

-Mmm...- Masculló la pantera, traída de vuelta a la realidad por las palabras de Krawler. -No creo que el chico sepa cazar... Es decir, no te ofendas, chaval, pero los humanos no tienen garras y sus dientes tampoco sirven de mucho. Necesitan armas y ese tipo de cosas. Además, podría ser peligroso para uno de los tuyos, incluso adulto. El chico se podría encontrar con un jabalí o algo peor...-A ella, la idea de separarse se le antojaba una locura. Puede que no simpatizara con los humanos en general, pero tampoco le deseaba mal alguno al chaval. Y menos cuando no había hecho gala de ningún prejuicio contra ella. Imaginaba que a sus padres no les haría gracia que su hijo se codeara con una mujer bestia y licántropo. Pero al chico no parecía importarle. Por lo menos, por su parte, no estaba segura de que Zero supiera que Krawler era un hombre lobo.

-Si nos separamos el chico debería ir al menos con uno de nosotros.- Sentenció.

Kali demuestra su desapruebo ante la idea de que el pequeño Zero case solo. En parte Krawler entendía su punto, Zero era solo un niño y podría necesitar ayuda, pero Krawler ya comenzaba a cazar conejos, ardillas, gallinas y si aquel día estaba emocionado jabalí inclusive, pero Kali tenia razón el era solo un humano y los humanos a menos que sean entrenados no son buenos para la caza.

A pasar de todo Zero dijo que podría hacer eso solo, a Krawler eso le alegró. - Ese es el espíritu, me recuerdas a mi de pequeño. Yo creo que deberíamos darle una oportunidad - dijo a Kali, pero antes de que dieran su aprobación Zero ya se estaba yendo en busca de su propia presa. Krawler desde lejos le grito - oye, si ves a algún lobo no intentes darle caza jaja... lo digo enserio - .

- Bueno, supongo que tendremos que separarnos, a menos que quieras seguirme o seguirlo a el, no te detendré, pero si decides seguir al niño estarás traicionando su confianza. Yo por mi parte comenzare a buscar alguna presa también -. Dicho esto Krawler puso sus manos en el suelo simulando ser un sabueso y se transformó en lobo, giró un momento la cabeza para ver a Kali, esbozo una pequeña sonrisa y comenzó a correr en busca de algún animal que cazar.

"¿Diferente cómo?"

Antes de que la mujer bestia pudiera preguntarle algo al respecto el muchacho había salido corriendo en dirección al bosque. El chico había decidido que se verían una hora después. Una vez más la pantera arrugó la nariz, aquello le parecía una locura. Kali negó con la cabeza para sí misma.

-Por muy "diferente" que crea que es, es sólo un crío. -La mujer bestia resopló.- Un crío humano de una familia adinerada seguramente. ¿No te has fijado? Huele particularmente limpio. No, limpio no es la palabra... -Era algo más parecido a impersonal. Pero la pantera no sabía concretar la idea. Negó con la cabeza, desaprobando la idea. Aunque no pudo evitar sonreír ante la advertencia de Krawler, algo en la forma en la que lo dijo le hizo gracia.

-Por supuesto.- Se limitó a responder a Krawler. Sin concretar sus intenciones. Por supuesto que no iba a dejar al niño irse sólo por ahí. Prefería traicionar su confianza que tener que llevar su cadáver a sus padres. Así pues, sonrió en respuesta al lobo y tras verlo echar a correr, se dio la vuelta e hizo lo propio. Siguiendo el rastro del niño. Pese a su inexperiencia en ese tipo de entornos, Kali imaginaba que no sería muy difícil encontrar al muchacho. Siguió las huellas allí donde podía, las ramas partidas. Finalmente gracias a su aguda vista pudo descubrirlo en la distancia. Demasiado lejos como para que él la descubriera aún.

La mujer pantera procuró moverse entonces sigilosamente, agazapándose entre la maleza. No necesitaba acercarse mucho, podía mantener la distancia siempre que tuviera a Zero en su campo de visión. No quería que el chaval la descubriera. Su única intención era vigilarle... por lo que pudiera pasar. No obstante, debía acortar algo la distancia, debía poder llegar hasta él rápidamente si algo sucedía.

Escogió una posición ventajosa en lo alto de un árbol. Desde ahí observó el entorno, no parecía haber ningún peligro, al menos a la vista. Tendría que pensar una buena excusa si no conseguía atrapar nada por estar vigilando al chico. Tampoco era ella una excelente cazadora, no estaba acostumbrada a tener que vivir o procurarse alimento en la intemperie.

Corría en busca de un rastro, un olor que le atrajera y pudiera así empezar la caza. Pasaba por las sobras de los árboles, rápido y sigiloso para no espantar a nadie. Sintió algo, paró ahí mismo y levantó el hocico para olfatear el aire. "Huelo algo, no está muy lejos de aquí, derecha... no, izquierda" *snif snif* "por ahí". Comenzó a seguir el rastro a paso ligero pero silencioso, el olor se hacía mas fuerte, disminuyó el paso, *snif snif*,"ahí esta". Frente a el se encontraba una familia de jabalís. "Hoy comeremos bien". Eran 5, un padre, una madre y 3 hijos, todos ellos estaban comiendo bayas de los arbustos. "Lo mejor será atacar al grande primero". Se ocultó detrás de unos arbustos haciendo el menor ruido posible. El padre se acercó a un arbusto muy cerca del de donde estaba Krawler, movió un poco la nariz y miró fijamente al arbusto donde se estaba ocultando, totalmente inmóvil. Krawler se preparaba para saltar, el jabalí no tenía buena espina de la situación, retrocedió una pata, "ahora", rápido y de la nada saltó directamente al cuello de su presa sin darle tiempo a reaccionar, el jabalí intentó moverse y liberarse pero los dientes de Krawler perforaron la carne como si nada, poco a poco el jabalí dejaba de luchar mientras su familia huía despavorida. Estaba muerto, no hacia falta esperar a que desangrara, lo soltó para perseguir a otro de los jabalís, "cuando vuelva ya habrá muerto". Los pobres tenían mucho miedo, corrían sin mirar atrás, sabían que los estaban siguiendo, oían los gruñidos del lobo. Sin darse cuenta uno de los jabalís sintió algo en su cuello, un arañazo, perdió el equilibrio y calló al suelo, quiso levantarse en un intento desesperado pero el lobo ya estaba encima de el arrancando la carne de su cuello con sus dientes. "Con esto bastará". Tomó al jabalí con su hocico y corrió a comprobar que si presa siguiese allí muerta, y así fue. Dejó al cadáver de la cría junto con el de su padre, se transformó en hombre, y se arrodilló delante de los cuerpos de sus presas, junto sus manos y cerró los ojos.

- Gracias madre naturaleza por brindarme esta carne y así alimentarme a mi y a los míos, por favor guía las almas de estás criaturas hacia tu sagrado reino - dicho esto, Krawler cogió al jabalí grande por las patas y lo recostó en su espalda, y a la cría simplemente la llevo de sus patas - es hora de volver -

Desde la distancia la mujer bestia observó cómo el muchacho interactuaba con el conejo.  Resultaba curiosa la forma en la que el animalillo se acercaba, con cierta confianza al crío humano. Aunque la pantera no le dio mayor importancia al asunto. Parecía que el chiquillo no tenía lo que había que tener para matar... Era demasiado blando. No es que aquello fuera malo, era un niño de una familia de comerciantes, probablemente le habían mimado bastante. Qué disfrutara de su inocencia mientras pudiera.

Kali por su parte agradeció que Zero no se hubiera encontrado con nada más peligroso que un conejo. Desde su posición ventajosa continuó observando la situación. Un movimiento a cierta distancia del chico, entre los arbusto, captó su atención. No estaba segura de que el humano lo hubiese visto aún… pero seguro que tenía que haber oído los chillidos y gruñidos que surgían en esa dirección.

La bestia bajó del árbol de un salto, posándose suavemente en el suelo y echando a correr en dirección al humano. De los arbustos surgieron un par de jabalíes, parecían despavoridos. Gritaban y gruñian. Huían de algo.

E iban directamente hacia el niño.

-¡Cuidado, chico!- Kali gritó a pesar de que el muchacho ya debía ser consciente de que se dirigían en su dirección los jabalíes en estampida. Azuzados por el miedo, los animales no parecían encontrar reparo en cargar contra el humano. La pantera recogió una piedra del suelo en su carrera y la lanzó con todas sus fuerzas en dirección a los animales, para tratar de espantarlos. La piedra golpeó fuertemente contra el lomo de uno de los animales, el pequeño. El golpe hizo que el jabalí se desviara, adolorido.

Sin embargo, el otro animal continuaba con su carrera. Se dirigía directamente hacia Zero.

Krawler iba caminando hacia el sitio de encuentro con una sonrisa en la cara, una mirada decidida y el orgullo en alto. Sus años de caza se notaban en las presas que llevaba consigo. "Espero que les guste la carne de jabalí. Kali seguro que la devora sin cocinarla como yo, pero el pequeño Zero no se que le parecerá esta carne, pero a todo el mundo le gusta la carne, jeje".

Mientras caminaba Krawler escucho algo, un pequeño aullido. Decidió ir en dirección en donde escucho aquel ruido, cruzando unos 5 arboles, detrás de unos arbustos, lo vio. Dos cachorros de lobo y uno mas grande, aparentemente su madre. Esta tenia una pata delantera atrapada por una trampa para osos - por la madre luna -. Krawler se acercó poco a poco a la loba, los cachorros se interpusieron entre el y su madre. - No voy a hacerles daño - Krawler dejó ambas presas en el suelo y dejo que ambos lobos lo olfateasen - confíen en mi, no voy a hacerles daño - poco a poco se acercó mas a la madre y los lobos se lo permitieron. Poso su mano en el cuello de la madre acariciando su quijada con suavidad, esta lo miró a los ojos y el percibió en ellos el dolor de la criatura. - Voy a sacarte - tomó con ambas manos la trampa para osos y haciendo acoplo de todas sus fuerzas tiró con ambos brazos para abrirla, poco a poco la trampa fue cediendo lo suficiente para que la loba pudiese sacar su pata - vamos, ahora - la loba se libero y Krawler muy rápidamente quitó ambas manos para que la trampa no le atrapase los dedos. La loba se acercó a Krawler y le lamió la cara - jaja, de nada - los cachorros frotaron sus cabezas en el regazo de Krawler en signo de gratitud. - Deben estar hambrientos. Tengan -. Cogió el cadáver de la cría de jabalí y de los dejó a los lobos. - Recuperate y vuelve con tu manada, y ten mas cuidado -. Tomó el cadáver grande y lo volvió a poner en su espalda. "Hora de continuar mi camino". Antes de partir dio un ultimo vistazo, los lobos estaban comiendo del cadáver que les dejó, y la madre loba miraba fijamente a los ojos de Krawler, este le dedicó una sonrisa y desapareció entre los arboles para encontrarse con sus compañeros.

Zero hizo un quiebro en el aire, haciendo gala de agilidad, evitando la embestida del jabalí. No parecía necesitar mucha ayuda, la pantera se detuvo en seco.

-Buen trabajo, chico.- Admitió la mujer bestia, sorprendida. Había salido de entre los árboles pensando que el joven humano estaba en problemas. Ahora que ya no era necesaria su intervención, tenía que buscar una excusa que explicara qué hacía allí. No quería que el chaval se diera cuenta de que había estado haciendo de niñera.

-Qué casualidad que pasara por aquí justo en este momento…- Exclamó sin haber concretado aún la excusa que iba a poner. Aunque no tardó en añadir una explicación. -Verás, estaba persiguiendo a esos jabalíes cuando te vi...- Mintió la pantera, con cierta torpeza pero sin dejar de sonreír.- Ha sido una suerte, la verdad, aunque veo que te manejas bastante bien.-

Rápidamente la mujer bestia cambió de tema, como quién no quiere la cosa.

-Bueno, creo que sería buena idea que regresemos al punto de partida. Krawler debe estar esperándonos ya, puede que esté preocupado.- Comentó la pantera, haciendo un gesto con la mano para que el chico la siguiera.

-Es una pena haber perdido a los animales, pero me alegro de que estés bien, cachorro. Esperemos que el lobo haya tenido más suerte que nosotros.- Se limitó a decir Kali con tono ligero, encogiéndose de hombros para restar importancia al asunto. No tardó en ponerse en marcha.

La mujer bestia guió al chico al lugar de encuentro, seguía sin saber que aquel humano, aparentemente desvalido, era más de lo que parecía.

Llevaba caminando ya un buen rato, su estomago le recordaba continuamente que tenía carne a su espalda y que en cualquier momento podría arrancar un poco. Sin embargo imaginó que sus camaradas esperarían con sus cazas para comer todos juntos. Realmente detesto tener hambre y no poder saciarlo en el momento que yo quiera, pero cuando unos compañeros de caza juntan presas es de todo respeto conservarlas lo más intactas posibles y disfrutar de una agradable comida en compañía.

Entre los arboles a lo lejos consiguió ver una silueta humanoide pequeña. Será Zero?. No se dio tiempo de meditar esa pregunta que el licántropo echo a correr como si estuviese desesperado por llegar. Comer, comer, comer, solo un poco mas.

Mientras corría pudo corroborar que en efecto era Zero quien estaba allá. Este siguió corriendo y grito para que sepan que estaba a punto de llegar. - Chicos estoy aquiiiii!!! - Saltó de entre los arbustos y calló de pie frente a ellos. El estaba muy emocionado porque en breves momentos estaría arrancando la carne de el jabalí que consiguió. Si estuviese transformado en licántropo seguro estaría moviendo tanto la cola que parecería que se deprendería de su trasero. - Chicos ya llegué, ya llegué. Comemos aho.. digo. Que tal les fue?. Yo conseguí este jabalí - Tomó en jabalí de su espalda y lo puso justo en medio de los 3 - más que suficiente para los 3. Seguramente sobre algo para mas tarde. Ustedes que consiguieron? -. Krawler no llego a ver nada al alcance de su vista que fuera comestible. Antes de decir nada prefirió esperar a que ellos respondieran.

-Tsé, no me preocupo muchacho.- Mintió malamente la pantera, sin dejar de sonreír. Lo cierto es que se había desviado de su camino con la intención expresa de vigilar al chico y procurar que no se hiciera daño. Claro que se preocupaba. Los humanos eran muy desvalidos, y más aún sus cachorros. Aunque al final su intervención no había sido necesaria.

Finalmente llegaron al claro, la pantera dejó que el chico se adelantara. A veces Krawler realmente parecía el lobo que era. En realidad en aquel momento podría decirse que parecía más un perro. Incluso en su forma humana. Estaba visiblemente emocionado y activo cuando se encontraron con él. A Kali no le costaba mucho imaginárselo moviendo la cola. Al parecer el licántropo había tenido mejor suerte que ellos en su cacería. Quizás por eso estaba de tan buen humor. Y no era para menos. Llevaba con él un jabalí de buen tamaño. Tenía razón al decir que probablemente sobraría comida.

-Eh... no conseguimos nada, la verdad.- Comentó la mujer bestia, casi a modo de disculpa. -No tuvimos suerte.- Añadió, sin entrar mucho en detalles. Prefería que el lobo no se enterara de que había hecho de niñera.

-Wow, menuda pieza...- Comentó la pantera, contemplando el animal muerto, relamiéndose el hocico sin darse cuenta. Pero esperando a los demás para llevarse una pieza. Sobre todo porque había sido el lobo quién había dado caza al jabalí.

-Oh, espera... ¿Chico, comerás la carne cruda?- Se le ocurrió a la pantera, justo cuando iba a sentarse para disfrutar de la comida. -Creo que los humanos son más de quemarla y luego comérsela.- Bromeó, aunque lo cierto era que la carne cocinada no le disgustaba particularmente. Si decidían cocinar, tendrían que hacer un fuego. La pantera aún no sabía como encender uno pero podría ayudarles a buscar leña. Y si no, bueno, se sentaría junto a ellos para disfrutar de la comida.

Tal parece que ellos no consiguieron comida. Bueno, Krawler ya se esperaba eso, después de todo no confiaba en que el pequeño pudiera cazar, aun que se le vio bastante motivado. En cambio Kali simplemente no tuvo mucha suerte. No importa, con el jabalí tenemos suficiente carne para rato.

Zero intentó hacer un fuego y en el intento rompió unas piedras. Jaja los niños de hoy en día guardan muchas sorpresas. Al final lo consiguió. Parece que el pequeño Zero sabia alguna que otra cosa. Pero parece que necesitaba ramas, Krawler notó que Zero ya estaba pensando en ello, puesto que lo vio mirando a muchos sitios buscando algo, seguramente ramas. Krawler quiso darle un pequeño empujon.

- Hey Zero, yo no necesito cocinar mi carne, e imagino que Kali tampoco, porque no buscas unas ramas secas para hacer mas grande el fuego, dejaré la mejor parte del jabalí para ti. La cabeza - dijo esto haciéndole un guiño al pequeño y dedicándole una sonrisa.

Se acerco a Kali y le dijo susurrándole al oído, - mientras Zero busca ramas podrías contarme aquello que nos quedo pendiente -. Se reincorporó en su sitio y sacó un cuchillo de su gabardina, hizo un corte en la piel del jabalí y comenzó a despellejarlo. Dio una breve mirada a Kali y le dijo, - este cazador no olvida las palabras de sus compañeros -. Dio una pequeña sonrisa y siguió despellejando al jabalí.

-No te preocupes, muchacho.- La pantera le resta importancia al asunto a pesar de que ella tampoco consiguió cazar nada, o quizás precisamente por ello.

Zero parecía realmente ser un niño con ciertas habilidades. A Kali le sorprendía, sobre todo para alguien que parecía proceder de una familia burguesa. Enseguida se había puesto a tratar de hacer fuego con un par de piedras. La pantera observó el proceso, las piedras se rompieron inicialmente. "No debe ser el tipo de piedra apropiado..." Se dijo la mujer bestia. El chico no obstante no tardó en dar con la piedra apropiada. Consiguió hacer saltar unas chispas. Kali decidió tomar nota mental por si alguna vez volvía a hallarse en la necesidad de encender un fuego. Aún recordaba su inutilidad en el incidente con aquel niño y la mujer bestia, Oüna.

-La cabeza no es la mejor parte del jabalí.- Discutió la pantera, aparentando estar casi ofendida.- La cabeza es todo hueso prácticamente... Ahora, el vientre o una de las patas... Eso es otra cosa.- Sentenció la pantera, con una sonrisa.

La mujer bestia perdió la sonrisa cuando Krawler volvió a mencionar el tema de lo sucedido en la ciudad, estaba con la guardia baja. Aunque tras el ligero momento de vacilación volvió a sonreír. Tratando de alejar a sus propios demonios. Esperó a que el chico estuviera lo suficientemente lejos para responder al lobo.

-Verás, sufrimos un ataque de bandidos.- No estaba segura de que se tratara de bandidos propiamente, o si eran mercenarios, fuera como fuese, bandidos parecía más sencillo de contar. -Los mataron a todos y sólo sobreviví yo, por un capricho extraño de los dioses.- Prefería omitir detalles de momento. Aunque Krawler la había protegido y no parecía un mal tipo, quizás al saber que varias de las víctimas eran de casa noble se le ocurría pedir una recompensa por llevarles a la principal "asesina". -Resumiendo, ahora la guardia me busca y estoy segura de que me tiene como sospechosa número uno en alguna lista. Creerán que estoy compinchada con los bandidos y buscarán alguna excusa para colgarme o encerrarme.- Continuó la pantera, sentándose sobre una raíz de aspecto recio.- Si fuese humana las cosas serían distintas, no te quepa duda. Pero la guardia no tendrá problemas en linchar a una mujer bestia sin necesidad de pruebas. -

Zero eligió el muslo - todo tuyo pequeño - luego este se fue a buscar mas madera. Cuando Krawler y Kali se quedaron solo ello comenzó a contar su historia. Krawler escucho atentamente, prefirió reservarse los comentarios para el final. Bandidos, ese fue el enemigo de Kali, y por infortunios de la vida la culpa recayó sobre ella.

- El paso evolutivo aunque forzoso de los humanos a hombres bestia o licántropos no fue bien recibido, y es normal, pero nosotros no elegimos nacer así, simplemente vivimos con ello. hace cuanto sucedió esto, encontraste una forma de demostrar tu inocencia? -

Antes de que Kali pudiese responder apareció Zero, por lo cual tuvieron que dejar el tema, traía más ramas para avivar el fuego, lo hizo el solo. Hizo un comentario sobre cocinar la carne de todos, seria "dañino" para Krawler y para Kali comerla cruda. - jaja, veras chico, no creo que Kali tenga problemas con eso, y en cuanto a mi, soy un licántropo, estoy acostumbrado a la carne cruda -. Zero mostró una cara de sorpresa pero también de desagrado, esto confundió un poco a Krawler pero entendió porque, el niño estaba con la mirada en el jabalí, al cual el licántropo aun estaba despellejando, solo le faltaba las la cadera. - Parece que no te gusta mucho ver una escena como esta, es comprensible - supongo que estarás mas acostumbrado a ver la carne de otra forma, y no es su estado mas visceral, jeje - Cortó el muslo y se lo dio a Zero para que se lo cocine a gusto, mientras que a Kali le ofreció el cuchillo y le dijo que tomara lo que gustase del jabalí.

En su conversación con Krawler, la mujer bestia no entendió bien aquello de la evolución... ni la referencia histórica. No sabía mucho sobre el tema. Nadie se había preocupado por darle una educación propiamente dicha. Decidió no obstante no evidenciar su ignorancia y limitarse a asentir con la cabeza.

La pantera enmudeció con la aparición de Zero, pero no del todo debido a su presencia. La pregunta de Krawler le habían hecho darse cuenta de que había pasado algo así como un mes desde... Y no se había percatado del paso del tiempo. Eso sí, recordaba perfectamente el momento, la pelea, caer, recuperar la conciencia, los muertos, la conversación con su señora... Después de eso se había sentido bastante perdida. De hecho, seguía sintiéndose un tanto perdida. Depositar su lealtad en alguien sin reservas le había hecho sentir bien, con un propósito. Ahora... ¿qué era un guardián sin nadie a quién proteger? ¿Era acaso por eso que se había dedicado a meterse en líos y ayudar a gente en problemas? ¿Estaba tratando de llenar un hueco?

Las palabras de ambos, niño y lobo, la trajeron de vuelta a la realidad.

-Ah, yo estoy bien de cualquier forma.- Sonrió la pantera.- Aunque sé de buena mano que algunos manjares se consideran así precisamente si están crudos.- No es que hubiera participado de tal lujo, pero lo había podido ver. Aunque normalmente se trataba de otro tipo de alimentos, no de carne. En realidad, lo de Kali era más bien postureo, ella prefería la carne cocinada... pero por otro lado, no quería hacer hincapié en ello. Aludía al hecho de haber vivido entre humanos casi toda su vida. Cosa de la que en parte, se avergonzaba.

-Gracias.- Murmuró la mujer bestia cuando el lobo le dio el cuchillo. Aunque sabía usarlo para matar, probablemente no había hecho un buen corte al hacerse con otra pierna del jabalí. Tenía buenos muslos el animal, aunque no tanto como un cerdo doméstico. No tardó en darle un bocado.

-Chico, si no puedes terminarte tu trozo, yo te ayudo.- Dijo, con la boca llena. A su parecer una pierna entera igual era mucho para el muchacho, aunque estaba en crecimiento. Quizás Zero podría con toda la pierna después de todo.

Kali se había cortado su trozo, y Zero estaba cocinando ya el suyo, la caballerosidad de Krawler ya no tenia razón de se. No esperó mas, tomó la parte que quedaba del jabalí y comenzó a devorar. Sus dientes cortaban parcialmente la carne, tirando con la boca arrancaba el pedazo de carne que masticaba y tragaba. El sabor de la carne era excepcional, no había pasado ni 2 horas desde que había conseguido la presa. Volvió a dar gracias entre mordiscos a la madre naturaleza por brindarle este banquete. Tan contento estaba de haber podido comer por fin que podría haber llorado. Desde luego no es difícil complacer a este hombre.

Ya estando lleno decidió recostarse en un tronco el cual habían usado para sentarse mientras comían. El sol seguía en lo alto, aun quedaba un buen rato para la tarde. Los rayos de este eran agradables y soplaba una suave brisa agradable. Escuchó la pregunta que hizo Zero.

- Jeje. Es normal. En días como estos, y aun más, después de comer, cuando todo esta calmado y parece que la naturaleza muestra su lado mas majestuoso es normal buscar descansar y dejarte llevar por la calma. Así que adelante pequeño Zero, descansa, así volverás a soñar -.

Este momento hizo recordar a Krawler sus momentos en la tribu en la que estaba. La nostalgia lo invadió. Recordaba esos momentos en que ellos cazaban en manada y luego disfrutaban juntos de la presa. Recordaba los momentos de tranquilidad después de probar la carne y disfrutar de la calma. Pero eso es cosa del pasado. El decidió irse de la tribu para emprender su propio camino.

"Sueños". Esa palabra resonaba en la mente de Krawler. - Chicos, que objetivo tienen ustedes en esta vida -.

El muchacho tenía apetito después de todo, se zampó la pata entera. La mujer bestia le restó importancia con una sonrisa.

Poco tiempo después, Zero parecía adormilado. El chico no tardó en preguntar si aquello era normal... ¿Acaso nunca le había entrado sueño después de comer? Tampoco era tan raro. Aquel muchacho estaba lleno de peculiaridades. El lobo, por su parte, respondió a la pregunta del joven. La mujer pantera bostezó ampliamente, mostrando sus colmillos en toda su envergadura. Y finalmente soltó un ligero suspiro con aire distraído mientras lobo y chico hablaban. "Igual ya es hora de regresar". Se dijo. Tenía cosas que hacer en el centro. La voz de Krawler no obstante, hizo que volviera a centrarse en la conversación.

-¿Objetivo? - La mujer bestia esbozó una sonrisa burlona, acomodándose. -Mi objetivo es vivir, comer todos los días y tener un sitio donde dormir... sin tener que pagar.- Medio bromeó la mujer bestia. No quería entrar en detalles sobre su realidad actual. Sobre su misión. En cualquier caso, vivir, comer y dormir no eran malos objetivos diarios.

-¿Y tú, Krawler? ¿Cual es tu objetivo?- Le devolvió la pregunta la mujer bestia, limpiándose los dientes con un huesesillo fino y afilado. Esperó a que el hombre respondiera, si quería hacerlo, antes de ponerse en pie y estirarse.

-Bueno, tengo asuntos que atender.... Ha sido una buena comida. -Sentenció la mujer bestia. -Con buena compañía… para un humano y un perro.- Bromeó Kali, con una sonrisa medio socarrona.- Te debo una, por cierto.- Dijo mirando a Krawler -Así que si alguna vez tienes algún problema…- Le tendió la zarpa al hombre lobo. Había estado bien. Casi encontronazo con la guardia incluido. Si regresaba ahora tendría que tener bastante cuidado. Era mejor evitar nuevos sobresaltos. Lo mejor sería utilizar los tejados en la medida de lo posible.

Disfrutando del momento, Kali le respondió a la pregunta que hizo. Conque sobrevivir, supongo que después de lo que le pasó es normal. No me imagino como debe ser vivir apartado de la sociedad por miedo a que un día te reconozcan por un crimen que no cometiste. Krawler pensaba esto sin tener en cuenta que el mismo vivía ya apartado de la sociedad porque casi siempre estaba cazando y conociendo lugares, pocas veces iba a las ciudades o pueblos, y los reinos ni mencionarlos. La única diferencia es que el no huía ni se escondía de nada ni nadie, solo le gustaba ir a su aire.

Kali le devolvió la pregunta al licántropo. - La verdad es que mi objetivo es conocer todas las especies de animales que hay en este mundo y cazarlas. Soy un aventurero. - Krawler estaba orgulloso de su respuesta, pero no pensaba que Kali pensara lo mismo. Los de su tribu respetaron su deseo de conocer mundo, el se había criado en ese entorno y realmente le encantaba.

Zero dice que el quiere jugar. - Jaja, aun te falta crecer chico. -

Kali se levanta y esta dispuesta a marcharse. Fue un buen día pero Krawler debía continuar su camino también, así que la propuesta de Kali le pareció completamente adecuada. Volveré donde estaban esos lobos.

- De acuerdo chicos, realmente me lo pase genial con ustedes. También espero verlos en otra ocasión. - Dio media vuelta. Se transformó en licántropo y se perdió en la espesura del bosque.