El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
La posada del rey y la reina es un local de Lunargenta que, si bien no es de los más lujosos de la ciudad, si atrae a gente de posición acomodada que gusta de sus bebidas fuertes y no aguadas, sus sabrosos guisos y el constante fuego de sus chimeneas cuando el tiempo se vuelve frio. El local es amplio y limpio, sus habitaciones aunque no muy grandes son cómodas y pulcras a diferencia de lo que otros establecimientos de ese tipo suelen ofrecer y la familia que lo regenta, los Wood, es ampliamente conocida y apreciada en la zona. Está situada en la calle del hospital de Lunargenta y a poca distancia del mismo lo que la hace un lugar ideal para las familias de los pacientes o para estos mismos si una vez recuperados quieren llenar la panza o descansar antes de partir.
Níniel lleva viviendo en este lugar, durante sus estancias en la mayor de las ciudades de los hombres, desde su primera visita a la ciudad por motivos de trabajo y de colaboración con el hospital. En todo este tiempo ha entablado una fuerte relación con la familia Wood y se ha labrado una reputación favorable como sanadora y alquimista en la zona lo que también le ha permitido sentirse cómoda en la zona a pesar de su naturaleza élfica no siempre apreciada. Recientemente ha decidido ofrecer sus servicios como ingeniera, un hobby ocasional en el que ha terminado por destacar.
Recientemente y gracias a un acuerdo con Beor Wood, el dueño de la posada, ha recibido permiso de éste para usar un anexo de la posada que no se utilizaba para montar en él su creciente laboratorio y taller, pues ya apenas cabía un alfiler en la pequeña habitación que ocupaba hasta ese momento la peliblanca. El lugar resultó ser más grande y espacioso de lo que la elfa imaginaba por lo que pronto pudo llevar allí todo lo necesario para sus labores de medicina, ingeniería además de las de alquimia, e incluso establecer una pequeña clínica y una recepción para aquellos que no pueden permitirse los precios del hospital o de otros artesanos más avariciosos que ella. Y así, de forma casi espontánea, surgió "El vial blanco". (La puerta gris en la imagen)
Níniel lleva viviendo en este lugar, durante sus estancias en la mayor de las ciudades de los hombres, desde su primera visita a la ciudad por motivos de trabajo y de colaboración con el hospital. En todo este tiempo ha entablado una fuerte relación con la familia Wood y se ha labrado una reputación favorable como sanadora y alquimista en la zona lo que también le ha permitido sentirse cómoda en la zona a pesar de su naturaleza élfica no siempre apreciada. Recientemente ha decidido ofrecer sus servicios como ingeniera, un hobby ocasional en el que ha terminado por destacar.
Recientemente y gracias a un acuerdo con Beor Wood, el dueño de la posada, ha recibido permiso de éste para usar un anexo de la posada que no se utilizaba para montar en él su creciente laboratorio y taller, pues ya apenas cabía un alfiler en la pequeña habitación que ocupaba hasta ese momento la peliblanca. El lugar resultó ser más grande y espacioso de lo que la elfa imaginaba por lo que pronto pudo llevar allí todo lo necesario para sus labores de medicina, ingeniería además de las de alquimia, e incluso establecer una pequeña clínica y una recepción para aquellos que no pueden permitirse los precios del hospital o de otros artesanos más avariciosos que ella. Y así, de forma casi espontánea, surgió "El vial blanco". (La puerta gris en la imagen)
Nivel actual de profesiones de Níniel: Alquimia Maestra e Ingeniera avanzada.
Recetas únicas:
Piedra de la vida: [Joya Épica, se liga al Éter, 2 Usos] Sostener esta piedra otorga la siguiente habilidad => Gasto 1 Uso: Altero la edad de alguien durante 2 rondas, pudiendo seleccionar una etapa de vida (Infante, joven, adulto, anciano); o bien, transformo un conjunto de material orgánico de un sujeto en otro de su misma masa o menor pero con diferentes funcionalidades durante 2 rondas; o bien, altero la composición química de un ser vivo para causar uno de los siguientes efectos durante 2 rondas: Síndrome de deficiencia de éter (produce un gran cansancio en el afectado, como si acabase de realizar un gran esfuerzo) o Euforia del éter (el objetivo se siente especialmente lleno de energía).
Volarcina: [Elixir, Limitado, 2 usos] Esencia a base de raíz de volarce. Al rociar abundantemente con ella un objeto, disminuirá su peso a la mitad, facilitando su transporte. El efecto dura hasta dos rondas.
Coste de materiales: 90 aeros
Alquimia, nivel avanzado
Poción de Lluvia. Con ella, podrás hacer que un día soleado se convierta en uno muy lluvioso. Por lo que ahora no puedes curar únicamente personas, sino también fuegos. Pero cuidado, esta poción es Alquimia avanzada y aún no está desarrollada, por lo que si la viertes en un tema, el sol no volverá a lucir durante lo que reste de tema. Podrás sintetizar la poción siempre que desees.
Nombre:Pócima del Iðunn: [Elixir, Limitado, 1 Uso] Bebida que reduce los efectos de aturdimiento en un turno, pero el personaje beneficiado no puede usar habilidades esta ronda.
Creación: 130 Aeros
Nivel: Experto
Nombre: Elixir de Restauración [Elixir, Consumible] Permite a un personaje con especialización sanadora, de nivel 6 o superior, regenerar un miembro perdido del beneficiado.
Creación: 120 Aeros
Nivel: Experto
Nombre: Poción de Cambio de Forma: [Elixir, Consumible] El usuario adquiere la apariencia de quien tenga en frente en ese momento, durante 12 horas.
Creación: 80
Nivel: Avanzado
Pesadilla Embotellada [Veneno, Limitado, 1 Uso] [Única]:
Líquido grisáceo oscuro que parece gas atrapado. Al contacto con el aire se levanta una nube negra, que al ser aspirada causará alucinaciones de los temores más profundos de la persona por un turno.
Precio base: 100 Æ
Precio de venta: 140 Æ
Elixir de Frigg [Elixir, Limitado, 1 Uso] [Única]:
Entras en un estado de conciencia alterada. Durante hasta 5 minutos, una parte de tu Éter deja tu cuerpo y se mueve como una nube visible. No puede atravesar objetos sólidos, pero sí apretarse a través de rendijas. Puedes ver y oír a través de ella, pero pierdes los sentidos de tu cuerpo. Tras despertar, estarás somnoliento hasta tu siguiente turno.
Precio base: 100 Æ
Precio de venta: 140 Æ
Nombre: Elixir Onírico: [Elixir, Consumible] Permite tener un sueño lúcido.
Al crear este objeto, se obtienen 2 de ellos.
Creación: 30 Aeros
Nivel: Principiante
Nombre:Elixir de Recuperación [Elixir, Limitado, 1 Uso] Restaura la energía física y mágica de un personaje para seguir luchando. Durante este turno, los hechizos desde habilidades del personaje que afecten a 2 o más objetivos podrán afectar a un objetivo adicional.
Creación: 140 Aeros
Nivel: Experto
Nombre: Máscara de Anestesia: [Artilugio, Limitado, 1 Uso] Contiene sedantes alquímicos y un mecanismo para su liberación controlada. Al usarla en alguien, éste caerá lentamente dormido a los pocos minutos. En este estado no sentirá dolor ni podrá ser despertado por 8 horas.
Se considera de Ingeniería, pero el artesano debe también tener Alquimia.
Creación: 80 Aeros
Nivel: Avanzado
Nombre: Sellador de Heridas: [Artilugio, Limitado, 2 Usos] Mecanismo similar a una pistola que contiene una aguja con hilo y una pasta antiséptica especial. Al usarse sobre una herida, la coserá y sellará, deteniendo el sangrado.
Creación: 40 Aeros
Nivel: Principiante
Botas Percutoras 2.0 [Botas, Arma] [Única]:
Botas de cuero con recubrimientos metálicos equipados con un sistema mecánico que amplifica la fuerza e impulsan las patadas, agregando mucha potencia. Diseñados para personas de poca fuerza. Si los usa alguien fuerte, se rompen. Calidad Superior
Precio base: 150 Æ
Precio de venta: 220 Æ
Nombre:Gasa de Nymphaea: [Limitado, 1 Uso] Gasa impregnada de esencias alquímicas. Al pegarse bajo la nariz, permite respirar debajo del agua durante 4 turnos.
Creación: 80 Aeros
Nivel: Avanzado
Nombre: Veneno de Loki: [Veneno, Limitado, 1 Uso] Tras beberse, el personaje no podrá mentir durante 2 rondas, o 10 minutos, lo que ocurra primero.
Creación: 160 Aeros
Nivel: Experto
Nombre: Veneno de Loki Alterado: [Veneno, Limitado, 1 Uso] Tras beberse, el personaje no podrá decir la verdad durante 2 rondas, o 10 minutos, lo que ocurra primero.
Creación: 160 Aeros
Nivel: Experto
Nombre:Pócima del Yule: [Elixir, Limitado, 1 Uso] Al beberla, el personaje recuerda los días felices del yule. Se sentirá alegre y lleno de vitalidad (espíritu navideño) durante 2 rondas y todo efecto de hipnosis, tormento y miedo durará la mitad.
El uso frecuente de este elixir causa adicción.
Creación: 30 Aeros
Nivel: Principante
Recetas compradas:
Alquimia: Todas las recetas del mercado disponibles hasta, e incluidas, todas las de nivel experto. Además de:
Poción de omnipotencia[Elixir, se liga al Éter, 1 Uso] Quien beba del Elixir, adquirirá una mejora considerable en sus habilidades de combate físico, como si fuera un guerrero acorde a su nivel de personaje (pero sin técnicas avanzadas), por 2 rondas.
Creación: 4 materiales épicos.
Ingeniería: Todas las recetas del mercado hasta, e incluidas, todas las de nivel experto.
Última edición por Níniel Thenidiel el Sáb 11 Mayo - 21:46, editado 13 veces
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Upgrade:
Taller Grande: 400 aeros. Tu taller es al mismo tiempo una casa, cuenta con bodega y puede tener diseños especiales, no tradicionales. (A descontar de los fondos del clan el séptimo círculo, osea de la cuenta del pj Bio que se ha ofrecido amablemente a financiarme este upgrade).
Taller Grande: 400 aeros. Tu taller es al mismo tiempo una casa, cuenta con bodega y puede tener diseños especiales, no tradicionales. (A descontar de los fondos del clan el séptimo círculo, osea de la cuenta del pj Bio que se ha ofrecido amablemente a financiarme este upgrade).
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Níniel miró a su alrededor y asintió satisfecha al ver el resultado de sus esfuerzos y los de la familia Wood por dejar aquel lugar en aquel estado. Todo estaba limpio, los muebles en su sitio, cada zona bien ordenada y todo su equipo de alquimia y de preparación de medicinas dispuesto para comenzar a trabajar sin los constantes problemas de espacio con los que tanto tiempo había tenido que lidiar en su pequeña habitación. Incluso Geralt y Noctis parecían más que contentos con el cambio y con todo el nuevo espacio del que disponían para corretear y jugar en la planta superior, la parte destinada como vivienda.
Ya no tendría que atender a un ciudadano con una urgencia en una habitación pequeña, ya no tendría que vigilar para no pisarle la cola a Noctis al buscar una referencia en un libro de alquimia. Tampoco tendría que preocuparse por el espacio en el armario para sus vestidos...Todo eran ventajas, y sin perder el trato con los Wood pues bastaba con cruzar una puerta para estar en su salón y disfrutar de sus guisos. Incluso sus hijas se ofrecieron para ayudarla a atender aquel nuevo espacio de alquimia y sanación con el beneplácito de sus padres, que estaban encantados de que sus hijas aprendieran aquellos oficios para así no tener que ser camareras de posada toda la vida. No obtante el lugar en sus ausencias lo llevaría Cath, la mujer-bestia felina que por alguna razón había decidido no separarse mucho de la peliblanca. Su ayuda sería inestimable para las negociaciones de precios pues Níniel no haría si no atender gratis a todo el mundo, lo cual convertiría aquel lugar en algo inviable salvo que la corona decidiera subvencionarlo.
-Creo que le falta un toque floral, algunas flores de Sandorai, pero no se puede negar que hemos hecho un gran trabajo.- Comentó Níniel a su felina amiga que asintió mientras se afilaba las garras.
-Desaprovechar todo este espacio como trastero...y pensar que yo he tenido que dormir en la calle. Por cierto, gracias por hablarle bien de mi al grandullón. Es agradable saber que tendré un techo sobre mi cabeza por las noches y un colchón bien mullido.-
-No fue nada, lo cierto es que me alegra tenerte cerca, aunque empezáramos con mal pie.- Respondió la elfa que no hacía tanto hubiese pensado que aquella felina pelirroja nunca sería alguien de fiar, causando que su amiga moviera la nariz como hacía siempre que algo le gustaba.
-Bueno, técnicamente empezamos con mal pecho. Casi me matas.- Bromeó sacándole los colores a la sacerdotisa que aún no se acostumbraba al descaro de la mujer-bestia.
-Tienes que dejar de contar siempre esa anécdota, bastante mente sucia tienen ya los humanos sin ayuda....Bueno, voy atrás, tengo algunas cosas que preparar.- Añadió dirigiéndose a la trastienda y sonriendo al poder por fin trabajar en unas condiciones decentes y no como antes.
Lo primero en lo que Nín trabajó fue en preparar un Kit de primeros auxilios. Reuniendo algunas vendas limpias y enrollándolas de la mejor manera posible para que no ocuparan mucho espacio y luego sumando un par de pequeños botes de ungüento de hierbas a base de extracto de Varük naranja, flor azul de la montaña y tallo de Barrimorth, machacados y mezclados hasta quedar homogénea. También añadió instrumentos de medicina general necesarios para el tratamiento. Con aquello tendría lo necesario para tratar heridas sin recurrir a sus habilidades y así poder reservarlas para otros propósitos a conveniencia.
Aquello no la llevó mucho tiempo y a continuación comenzó a trabajar en una poción que aumentase sus capacidades mágicas, algo muy necesario para poder sanar mejor y que también podía usar en situaciones comprometidas de muchos tipos. Era una de las muchas recetas que había aprendido a lo largo de años de práctica, concretamente de manos del brujo Otrore en su estancia en las islas. Aquella fórmula usaba el núcleo de un hongo Warrel, destilado mediante alambiques con agua ducal para concentrar su esencia y polen de flor roja mezclado con savia de tallo de cardo lanudo en una proporción que variaba según el alquimista que lo preparara y que debía calcularse juzgando el tono de la mezcla, lo que dependía de una gran habilidad del artesano. El resultado era una poción de color rojizo claro con matices anaranjados de un sabor muy dulce que las criaturas desprovistas de magia era mejor que no ingirieran.
Ya no tendría que atender a un ciudadano con una urgencia en una habitación pequeña, ya no tendría que vigilar para no pisarle la cola a Noctis al buscar una referencia en un libro de alquimia. Tampoco tendría que preocuparse por el espacio en el armario para sus vestidos...Todo eran ventajas, y sin perder el trato con los Wood pues bastaba con cruzar una puerta para estar en su salón y disfrutar de sus guisos. Incluso sus hijas se ofrecieron para ayudarla a atender aquel nuevo espacio de alquimia y sanación con el beneplácito de sus padres, que estaban encantados de que sus hijas aprendieran aquellos oficios para así no tener que ser camareras de posada toda la vida. No obtante el lugar en sus ausencias lo llevaría Cath, la mujer-bestia felina que por alguna razón había decidido no separarse mucho de la peliblanca. Su ayuda sería inestimable para las negociaciones de precios pues Níniel no haría si no atender gratis a todo el mundo, lo cual convertiría aquel lugar en algo inviable salvo que la corona decidiera subvencionarlo.
-Creo que le falta un toque floral, algunas flores de Sandorai, pero no se puede negar que hemos hecho un gran trabajo.- Comentó Níniel a su felina amiga que asintió mientras se afilaba las garras.
-Desaprovechar todo este espacio como trastero...y pensar que yo he tenido que dormir en la calle. Por cierto, gracias por hablarle bien de mi al grandullón. Es agradable saber que tendré un techo sobre mi cabeza por las noches y un colchón bien mullido.-
-No fue nada, lo cierto es que me alegra tenerte cerca, aunque empezáramos con mal pie.- Respondió la elfa que no hacía tanto hubiese pensado que aquella felina pelirroja nunca sería alguien de fiar, causando que su amiga moviera la nariz como hacía siempre que algo le gustaba.
-Bueno, técnicamente empezamos con mal pecho. Casi me matas.- Bromeó sacándole los colores a la sacerdotisa que aún no se acostumbraba al descaro de la mujer-bestia.
-Tienes que dejar de contar siempre esa anécdota, bastante mente sucia tienen ya los humanos sin ayuda....Bueno, voy atrás, tengo algunas cosas que preparar.- Añadió dirigiéndose a la trastienda y sonriendo al poder por fin trabajar en unas condiciones decentes y no como antes.
Lo primero en lo que Nín trabajó fue en preparar un Kit de primeros auxilios. Reuniendo algunas vendas limpias y enrollándolas de la mejor manera posible para que no ocuparan mucho espacio y luego sumando un par de pequeños botes de ungüento de hierbas a base de extracto de Varük naranja, flor azul de la montaña y tallo de Barrimorth, machacados y mezclados hasta quedar homogénea. También añadió instrumentos de medicina general necesarios para el tratamiento. Con aquello tendría lo necesario para tratar heridas sin recurrir a sus habilidades y así poder reservarlas para otros propósitos a conveniencia.
Aquello no la llevó mucho tiempo y a continuación comenzó a trabajar en una poción que aumentase sus capacidades mágicas, algo muy necesario para poder sanar mejor y que también podía usar en situaciones comprometidas de muchos tipos. Era una de las muchas recetas que había aprendido a lo largo de años de práctica, concretamente de manos del brujo Otrore en su estancia en las islas. Aquella fórmula usaba el núcleo de un hongo Warrel, destilado mediante alambiques con agua ducal para concentrar su esencia y polen de flor roja mezclado con savia de tallo de cardo lanudo en una proporción que variaba según el alquimista que lo preparara y que debía calcularse juzgando el tono de la mezcla, lo que dependía de una gran habilidad del artesano. El resultado era una poción de color rojizo claro con matices anaranjados de un sabor muy dulce que las criaturas desprovistas de magia era mejor que no ingirieran.
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Nín fabrica:
1x
Pócima de Inteligencia milagrosa. 360 18 Limitado (1). Pócima. Aumenta un atributo a elección Inteligencia al momento de crear la pócima en 60 puntos por 1 turno.
1x
Kit de primeros auxilios 320 16 Limitado (4). Remedio. Requiere 30 PP en Medicina (pero puede usarse en cualquier otro personaje). Conjunto de implementos para tratar y sanar heridas leves a moderadas, terminando con sangrados y dejando una pasta de hierbas que acelera la curación.
Gana 2pps de medicina. Gasta 340 Aeros
Tema de aprendiza de Otrore
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
-Otro cliente satisfecho y más monedas para nuestros bolsillos.- Expresó con un claro tono de satisfacción Cath mientras contaba las monedas recibidas como pago por el último cliente que recién abandonaba el local, uno de los vendedores de frutas y verduras del mercado según creía recordar Níniel, aunque el humano había tratado de hacerse el misterioso presentándose con el rídiculo pseudónimo de señor Smith. Seguramente que su pedido consistiera en un remedio para el picor de sus partes íntimas tenía algo que ver con tan estraña forma de actuar, algo totalmente innecesario pues la elfa no era una mera distribuidora de pociones y remedios si no que era toda una sanadora. Qué había hecho para parecer tal dolencia solo le interesaba por cuestiones estríctamente médicas, y desde luego no era quién para judgar, al menos públicamente, a sus clientes.
-¿Crées que el señor Smith ha estado plantando sus semillas en jardín ajeno, o quizá haya sido su parienta la que ha buscado un jardinero más apuesto?- Preguntó entonces la felina compañera de Níniel, mucho más dispuesta a comentar tales asuntos si le resultaban curiosos o divertidos. Aunque por suerte sabía que guardar el secreto profesional y solo hablarlo con la peliblanca le convenía para que sus almohadilladas manos pudieran seguir contando las monedas entrantes.
-Podría ser ambas cosas, pero por su modo de actuar apostaría más por lo primero, claro que no es asunto nuestro.- Respondió la elfa con cierto desinterés mientras guardaba en su sitio los ingredientes y preparaba otros de un armarito distinto pues tenía la intención de preparar algo para su uso propio.
-¿Qué vas a preparar ahora, el pedido de aquel guardia que temía no pasar la prueba de habilidad para su ascenso? Nunca pensé que trabajar contigo me brindara tanta información sobre nuestros vecinos.-
-No, no pasará a recogerla hasta la semana que viene así que no corre prisa. Quiero preparar unas dosis de antídoto para llevarlas en mis viajes. Últimamente me he cruzado con demasiadas criaturas insidiosas como para no prepararme mejor.-
-Suena bien, déjame ayudarte.- Se ofreció la joven mujer-bestia acercándose hasta los armaritos repletos de ingredientes, reactivos y materiales.
-Bien, pues búscame el envoltorio de colmena y el ala de dardo azul mientras yo me pongo con esto otro.- Fue la petición de la joven mientras ella misma comenzaba a trabajar en el primero de los dos antídotos con los ingredientes que ya había preparado.
En primer lugar puso agua ducal en el alambique y a la temperatura adecuada vertió en el escama de pargo de río tratada de antemano con esencia de flor naranja para eliminar las propiedades de la misma que no le interesaban en ese momento, y es que quería hacer un antídoto no un veneno. A continuación preparó una pasta con dientes de ajo de la variedad púrpura del oeste y agua destilada y cuando el proceso del alambique terminó y hubo obtenido suficiente esencia destilada la mezcló con la pasta hasta obtener una ampolla de antídoto acelerador bebible.
-Aquí tienes lo que pediste. Parece que vamos algo cortas de dardo azul. Puedo acercarme luego a ver al proveedor, así de paso me da un poco el aire.- Comentó la pelirroja tendiendole los ingredientes.
-Sí, y ya que vas recuérdale que la última remesa de flor azul no estaba en buenas condiciones, apenas pude aprovechar la mitad y es algo que uso mucho para la pasta sanadora.-
-Lo haré, te conseguiré un buen descuento en la siguiente.- Respondió la felina con una medio sonrisa maliciosa en el rostro. Y es que los negocios se le daban realmente bien. Sin duda la vida dura que había llevado antes de conocer a Níniel la había obligado a agudizar su ingenio y la había enseñado a ganarse la vida peleando por cada aero. Eso la convertía en la socia ideal para la sacerdotisa a la hora de regentar un negocio y que no les tomaran el pelo.
Entonces la peliblanca comenzó a cortar la envoltura de colmena en finas y delicadas tiras y las dejó reposar en un bol de madera de arce junto a una solución rebajada de esencia de seta brillante. las dejaría allí exactamente cinco minutos durante los cuales aprovecharía para pulverizar el dardo azul hasta convertirlo en un polvo fino. Con todo preparado secó las tiras de envoltura de colmena y las mezcló en mortero hasta obtener una pasta homogénea que una mezclada con agua de manantial era ya por fin un antídoto protector.
-Pues esto ya está...Ha sido rápido, quizá me ponga con la pócima del soldado después de todo.-
-¿Crées que el señor Smith ha estado plantando sus semillas en jardín ajeno, o quizá haya sido su parienta la que ha buscado un jardinero más apuesto?- Preguntó entonces la felina compañera de Níniel, mucho más dispuesta a comentar tales asuntos si le resultaban curiosos o divertidos. Aunque por suerte sabía que guardar el secreto profesional y solo hablarlo con la peliblanca le convenía para que sus almohadilladas manos pudieran seguir contando las monedas entrantes.
-Podría ser ambas cosas, pero por su modo de actuar apostaría más por lo primero, claro que no es asunto nuestro.- Respondió la elfa con cierto desinterés mientras guardaba en su sitio los ingredientes y preparaba otros de un armarito distinto pues tenía la intención de preparar algo para su uso propio.
-¿Qué vas a preparar ahora, el pedido de aquel guardia que temía no pasar la prueba de habilidad para su ascenso? Nunca pensé que trabajar contigo me brindara tanta información sobre nuestros vecinos.-
-No, no pasará a recogerla hasta la semana que viene así que no corre prisa. Quiero preparar unas dosis de antídoto para llevarlas en mis viajes. Últimamente me he cruzado con demasiadas criaturas insidiosas como para no prepararme mejor.-
-Suena bien, déjame ayudarte.- Se ofreció la joven mujer-bestia acercándose hasta los armaritos repletos de ingredientes, reactivos y materiales.
-Bien, pues búscame el envoltorio de colmena y el ala de dardo azul mientras yo me pongo con esto otro.- Fue la petición de la joven mientras ella misma comenzaba a trabajar en el primero de los dos antídotos con los ingredientes que ya había preparado.
En primer lugar puso agua ducal en el alambique y a la temperatura adecuada vertió en el escama de pargo de río tratada de antemano con esencia de flor naranja para eliminar las propiedades de la misma que no le interesaban en ese momento, y es que quería hacer un antídoto no un veneno. A continuación preparó una pasta con dientes de ajo de la variedad púrpura del oeste y agua destilada y cuando el proceso del alambique terminó y hubo obtenido suficiente esencia destilada la mezcló con la pasta hasta obtener una ampolla de antídoto acelerador bebible.
-Aquí tienes lo que pediste. Parece que vamos algo cortas de dardo azul. Puedo acercarme luego a ver al proveedor, así de paso me da un poco el aire.- Comentó la pelirroja tendiendole los ingredientes.
-Sí, y ya que vas recuérdale que la última remesa de flor azul no estaba en buenas condiciones, apenas pude aprovechar la mitad y es algo que uso mucho para la pasta sanadora.-
-Lo haré, te conseguiré un buen descuento en la siguiente.- Respondió la felina con una medio sonrisa maliciosa en el rostro. Y es que los negocios se le daban realmente bien. Sin duda la vida dura que había llevado antes de conocer a Níniel la había obligado a agudizar su ingenio y la había enseñado a ganarse la vida peleando por cada aero. Eso la convertía en la socia ideal para la sacerdotisa a la hora de regentar un negocio y que no les tomaran el pelo.
Entonces la peliblanca comenzó a cortar la envoltura de colmena en finas y delicadas tiras y las dejó reposar en un bol de madera de arce junto a una solución rebajada de esencia de seta brillante. las dejaría allí exactamente cinco minutos durante los cuales aprovecharía para pulverizar el dardo azul hasta convertirlo en un polvo fino. Con todo preparado secó las tiras de envoltura de colmena y las mezcló en mortero hasta obtener una pasta homogénea que una mezclada con agua de manantial era ya por fin un antídoto protector.
-Pues esto ya está...Ha sido rápido, quizá me ponga con la pócima del soldado después de todo.-
OBJETO | MATERIALES |
Antídoto Protector | 12 |
Antídoto Acelerador | 12 |
TOTAL | 24 |
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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Profesión Usada: Medicina
Título: Aprendiz
Puntos Obtenidos: 3
Materiales en reserva: 0
Aeros Descontados: 240
Ansur
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Me quedé mirando el hospital, pensativo. Había algo en ese sitio que estaba olvidando. Algo relacionado con fuego y alquimia.
No, no. Me equivocaba. Aquello había sido en las catacumbas. Un breve recuerdo de mi vida como guardia. El ataque de un no muerto... aunque fue un año atrás, esa situación era dificil de olvidar. Había usado una poción de fuego para encargarme de aquella abominación. Y había alguien más. Una elfa que...
-Aparta.- gruñó un tipo, empujándome bruscamente y arrancandome de mis pensamientos. Me había quedado quieto en mitad de la calle. Gruñí un improperio y me acerqué a una de las posadas cercanas, aún pensando en que me estaba fallando. ¿Por qué había asociado aquello con ese edificio? ¿Y por qué olia esa posada tan rara? Flores y... ¿Alcohol puro? ¿Medicinas? Tal vez fuese simplemente que estaba demasiado cerca del hospital
Me metí dentro, pero el aroma fue rápidamente reemplazado por el de bebidas alcoholicas y guisos. Fruncí el ceño. No lo entendía, y el lugar estaba tan lleno que resultaba algo ensordecedor. Miré alrededor, buscando a alguien con la mirada. Una de las camareras parecía libre en ese momento. O al menos, no le estaba llevando comida a nadie.
-Eh.- dije, tocándole ligeramente en el hombro. La mujer se volvió y dio un paso atrás, sobresaltada al verme. -¿Hay algún puesto de alquimia cerca?- pregunté.
-¿Qué?- El ruido del local era demasiado alto. ¿Pero aquello no estaba al lado de un hospital? Gruñí.
-Un puesto de alquimia.- repetí, más alto.
-¿Cuenco de salina?- la mujer ladeó la cabeza, confusa.
-AL QUI MIA.- silabeé, casi gritando. La mujer asintió y dijo algo que no alcancé a entender. Pero si señaló al exterior, a la derecha, y... ¿al interior? Cerca. Tenía que estar cerca. Me di la vuelta y salí del lugar, algo irritado. Al menos tenía algo.
No me fue dificil asumir que se refería a la puerta gris que estaba justo al lado de la entrada. Curioso. Sin dudar demasiado, empujé la puerta y me metí en el local. Aquello explicaba el olor. Aún podía oir los ruidos de la posada de al lado, pero estaban tan enmudecidos que apenas resultaba un problema.
Me aproximé al mostrador y miré alrededor. No estaba mal. Finalmente, mis ojos se posaron en la elfa. Algo hizo "click" en mi cabeza.
-Espera. Nos conocemos... tu eres... ¿Iriel? No. Niniel.- sonreí, chasqueando los dedos. -Niniel del clan Thenidiel. Claro. Sabia que rimaba.- dije, satisfecho de haberlo recordado. -Perdona. Recuerdo que me dijiste que tenias una tienda de alquimia aquí, ¿hmm? Cuando nos encontramos en las catacumbas.- murmuré. La elfa me había conocido con mi otro nombre. Recordaba que me había llamado "Wernack" en su momento, lo cual no dejaba de ser algo incómodo para mí. -...en fin. La verdad es que me vendría bien una poción. Una poción... poco sana.-
Me froté la frente. Nunca se me había dado bien lo de ser sutil.
-Quiero un veneno. Algo rápido, potente, y que entre por la sangre. No es necesario que mate de por sí. Algo que... debilite mucho. Digamos que quiero cazar algo grande y fuerte.- expliqué. -...algo de mi tamaño. Pues un veneno que le tumbase. Como belladonna, pero... fuerte. ¿Puedes hacerlo?- pregunté, sacando mi monedero. -También... fuego. Una poción de fuego, cuanto más concentrada mejor.- añadí.
No, no. Me equivocaba. Aquello había sido en las catacumbas. Un breve recuerdo de mi vida como guardia. El ataque de un no muerto... aunque fue un año atrás, esa situación era dificil de olvidar. Había usado una poción de fuego para encargarme de aquella abominación. Y había alguien más. Una elfa que...
-Aparta.- gruñó un tipo, empujándome bruscamente y arrancandome de mis pensamientos. Me había quedado quieto en mitad de la calle. Gruñí un improperio y me acerqué a una de las posadas cercanas, aún pensando en que me estaba fallando. ¿Por qué había asociado aquello con ese edificio? ¿Y por qué olia esa posada tan rara? Flores y... ¿Alcohol puro? ¿Medicinas? Tal vez fuese simplemente que estaba demasiado cerca del hospital
Me metí dentro, pero el aroma fue rápidamente reemplazado por el de bebidas alcoholicas y guisos. Fruncí el ceño. No lo entendía, y el lugar estaba tan lleno que resultaba algo ensordecedor. Miré alrededor, buscando a alguien con la mirada. Una de las camareras parecía libre en ese momento. O al menos, no le estaba llevando comida a nadie.
-Eh.- dije, tocándole ligeramente en el hombro. La mujer se volvió y dio un paso atrás, sobresaltada al verme. -¿Hay algún puesto de alquimia cerca?- pregunté.
-¿Qué?- El ruido del local era demasiado alto. ¿Pero aquello no estaba al lado de un hospital? Gruñí.
-Un puesto de alquimia.- repetí, más alto.
-¿Cuenco de salina?- la mujer ladeó la cabeza, confusa.
-AL QUI MIA.- silabeé, casi gritando. La mujer asintió y dijo algo que no alcancé a entender. Pero si señaló al exterior, a la derecha, y... ¿al interior? Cerca. Tenía que estar cerca. Me di la vuelta y salí del lugar, algo irritado. Al menos tenía algo.
No me fue dificil asumir que se refería a la puerta gris que estaba justo al lado de la entrada. Curioso. Sin dudar demasiado, empujé la puerta y me metí en el local. Aquello explicaba el olor. Aún podía oir los ruidos de la posada de al lado, pero estaban tan enmudecidos que apenas resultaba un problema.
Me aproximé al mostrador y miré alrededor. No estaba mal. Finalmente, mis ojos se posaron en la elfa. Algo hizo "click" en mi cabeza.
-Espera. Nos conocemos... tu eres... ¿Iriel? No. Niniel.- sonreí, chasqueando los dedos. -Niniel del clan Thenidiel. Claro. Sabia que rimaba.- dije, satisfecho de haberlo recordado. -Perdona. Recuerdo que me dijiste que tenias una tienda de alquimia aquí, ¿hmm? Cuando nos encontramos en las catacumbas.- murmuré. La elfa me había conocido con mi otro nombre. Recordaba que me había llamado "Wernack" en su momento, lo cual no dejaba de ser algo incómodo para mí. -...en fin. La verdad es que me vendría bien una poción. Una poción... poco sana.-
Me froté la frente. Nunca se me había dado bien lo de ser sutil.
-Quiero un veneno. Algo rápido, potente, y que entre por la sangre. No es necesario que mate de por sí. Algo que... debilite mucho. Digamos que quiero cazar algo grande y fuerte.- expliqué. -...algo de mi tamaño. Pues un veneno que le tumbase. Como belladonna, pero... fuerte. ¿Puedes hacerlo?- pregunté, sacando mi monedero. -También... fuego. Una poción de fuego, cuanto más concentrada mejor.- añadí.
OBJETO | AEROS |
Veneno maldito de Constitución | 180 (precio acordado con Niniel) |
Pócima de Fuego concentrada | 150 (precio acordado con Niniel) |
TOTAL | 330 |
Asher Daregan
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Níniel miraba el brillo que emitía aquel frasco intensamente, como si quisiera captar con sus ojos de elfa hasta el más mínimo de sus matices y cada una de sus sutiles variaciones de tono y color. Muy despacio y con extremo cuidado elevó su mano derecha y, mordiéndose el labio inferior por lo delicado del proceso, vertió gota a gota un líquido transparente, esperando tras cada pequeño añadido unos segundos para comprobar que todo iba tal y como debía ir. Las cantidades debían ser exactas, los tiempos precisos, los ingredientes seleccionados uno a uno descartando aquellos cuyo buen estado no estuviera garantizado. Solo así el resultado podía ser calificado de pócima maestra, con todo lo que ello implicaba.
-Perfecto...Ni el maestro Otrore lo habría hecho mejor.-Comentaría con orgullo para sí misma mientras observaba el resultado. Alejándose un poco de aquella mesa de laboratorio y anotando algunos apuntes en uno de sus numerosos tomos de alquimia, ya repletos con sus anotaciones propias basadas en su experiencia, algunas de las cuales directamente contradecían el contenido del propio libro, seguramente debido malas traducciones o a haber sido escritos por alquimistas menos hábiles que ella. A continuación salió de la trastienda.
-¿Ya terminaste?- Preguntaría la voz de su amiga y compañera desde el pequeño mostrador, donde debía de llevar un rato esperando pacientemente a sabiendas de que mientras realiza ciertos trabajos no debía molestarla pues podría resultar nefasto para la poción e incluso peligroso. -¿Ha salido todo bien? - Se interesó la pelirroja.
-Si, así es, incluso mejor aún de lo que esperaba. ¿Qué hora es? No me digas que me he vuelto a perder la comida mientras trabajaba...-Inquirió la peliblanca por desgracia acostumbrada a que la respuesta a aquella pregunta fuera afirmativa. La alquimia, como sus labores de sanadora, la absorbían tanto tan a menudo...
-No, por una vez no. Beor acaba de comenzar a servir la comida principal. -Respondió mostrando una felina sonrisa. -Hoy pediré el especial de pescado a la brasa.- Añadió aumentando dicha sonrisa mientras se adentraba a la trastienda dispuesta a ayudar a recoger el laboratorio cuanto antes para poder hincar el diente a tan suculento plato de pescado. Y Níniel no pudo sino contagiarse por su felicidad y entusiasmo.
Más antes de seguirla a la trastienda el sonido de unas campanillas de metal sobre la puerta de entrada al abrirse pronto denotaría que la comida tendría que esperar. Un cliente era un cliente, y algunos no podían esperar.
-Bienvenido al Vial Blanco, pócimas y ungüentos. ¿Puedo ayudarle?- Comenzó a recitar sin ni siquiera haberse girado aún a ver al recién llegado. Sorprendiéndose al ver allí, en su tienda y hogar, ni más ni menos que a Wernack...o Asher como había dicho llamarse la última vez que se vieran, hacía un tiempo ya. Era un hombre-bestia un tanto extraño y confuso...Y desde luego parecía tener serios problemas de memoria.
-Sí, nos conocemos...-Dijo algo extrañada la joven que le recordaba perfectamente. Bueno había mejorado algo en ese aspecto, la vez anterior no la recordó, con rima o sin ella. Incluso recordaba que al llamarle por el nombre por el que lo conocía en aquel entonces se había mostrado contrariado. -Asher, de la guardia. A veces he trabajado con la guardia. Incluso como alquimista.- Comentó mirándole directamente a los ojos escuchando su pedido. No sabía cómo sentirse exactamente porque alguien tuviera tantos problemas por recordarla a ella pero sí que recordara que regentaba un negocio relacionado con la alquimia.
-Ya veo. Algo grande y vulnerable al fuego...No es difícil. Tengo ingredientes más que suficientes. Si puedes esperar un momento podría tenerlas listas en unos minutos. En cuanto al precio sería este. Lleva descuento para compañeros exterminadores de no-muertos.- Comunicó informándole del tiempo de espera y del precio antes de adentrarse en la trastienda, donde le dijo a su amiga, algo molesta por tener que retrasar su comida, que solo serían unos minutos y que saliera fuera para no dejar solo a Asher mirando a un mostrador vacío.
-Ummm, vaya, menudo tamaño.- Le diría nada más verlo mirándole desde su mucho más baja estatura, algo menor que la de una humana promedio de su edad. -Níniel también fabrica una poción que fortalece el pelaje, lo suaviza y le da brillo. Por si te interesa. Solo tienes que mirar el mio, muchas elfas se morirían de envidia si me vieran.- Dijo acariciándose largos mechones de su efectivamente muy bien cuidado cabello pelirrojo y su pelaje gris claro. -Te dejaría tocar...pero estoy trabajando...- Añadió guiñando un ojo.
Mientras, en la trastienda, Níniel trabaja para tenerlo todo listo en el tiempo señalado. Agua pura en los alambiques. Ingredientes seleccionados en los armarios a mano sobre la mesa de trabajo, sus herramientas nuevo colocadas donde ella quería. -Comencemos.-
Lo primero fue cortar la raíz de jarrín con su daga. Otras partes de aquellas raíces podían servir para otro tipo de pociones pero para el veneno que Asher pedía solo servían aquellas partes cuyo diámetro superara los dos centímetros, de lo contrario no encontraría en ella la fibra central. Una vez extraída dicha fibra Níniel comenzó a concentrar su esencia mediante los alambiques, aprovechando el tiempo de duración de dicho proceso para tomar algo de ranúnculo encorvado, cortarlo y tomar de él el líquido de su tallo, mezclándolo con polvo de hueso ya preparado. Una vez lista la esencia de raíz de jarrín Níniel la añadió también a la mezcla. Dando como resultado una pequeña cantidad de un líquido ligeramente aceitoso transparente que embotelló en un frasquito de cristal con una banda de color verde bajo su tapón. El veneno estaba listo.
La pócima de fuego era más rápida de hacer aún, aunque también requería de mayor habilidad y experiencia. Sales de fuego, ya pulverizadas en un recipiente especial sin aire, medidas con precisión. Esporas de corona sangrante, que iniciarían la combustión una vez el contenido del frasco fuese liberado, añadidas con extrema precaución y en la cantidad exacta. Demasiado poca haría que la pócima no ardiera, demasiada la volvería inestable y de difícil transporte. Y para acabar el líquido del tallo de la corona sangrante, concentrado, como líquido inflamable. Todo ello embotellado sin aire en una botella roja como la sangre. Y es que era mejor tener claro qué contenía cada frasco...Podía evitar desagradables incidentes.
-Aquí están. No son baratas pero garantizo personalmente su calidad. Explicar cómo usar un veneno sobra supongo. La pócima de fuego solo requiere ser lanzada, tan pronto el contenido entre en contacto con el aire la ignición comenzará enseguida. Espero les des buen uso.- Fueron las palabras de Níniel tras salir de la trastienda y tenderle dichas pócimas indicando cual era cual.
-Perfecto...Ni el maestro Otrore lo habría hecho mejor.-Comentaría con orgullo para sí misma mientras observaba el resultado. Alejándose un poco de aquella mesa de laboratorio y anotando algunos apuntes en uno de sus numerosos tomos de alquimia, ya repletos con sus anotaciones propias basadas en su experiencia, algunas de las cuales directamente contradecían el contenido del propio libro, seguramente debido malas traducciones o a haber sido escritos por alquimistas menos hábiles que ella. A continuación salió de la trastienda.
-¿Ya terminaste?- Preguntaría la voz de su amiga y compañera desde el pequeño mostrador, donde debía de llevar un rato esperando pacientemente a sabiendas de que mientras realiza ciertos trabajos no debía molestarla pues podría resultar nefasto para la poción e incluso peligroso. -¿Ha salido todo bien? - Se interesó la pelirroja.
-Si, así es, incluso mejor aún de lo que esperaba. ¿Qué hora es? No me digas que me he vuelto a perder la comida mientras trabajaba...-Inquirió la peliblanca por desgracia acostumbrada a que la respuesta a aquella pregunta fuera afirmativa. La alquimia, como sus labores de sanadora, la absorbían tanto tan a menudo...
-No, por una vez no. Beor acaba de comenzar a servir la comida principal. -Respondió mostrando una felina sonrisa. -Hoy pediré el especial de pescado a la brasa.- Añadió aumentando dicha sonrisa mientras se adentraba a la trastienda dispuesta a ayudar a recoger el laboratorio cuanto antes para poder hincar el diente a tan suculento plato de pescado. Y Níniel no pudo sino contagiarse por su felicidad y entusiasmo.
Más antes de seguirla a la trastienda el sonido de unas campanillas de metal sobre la puerta de entrada al abrirse pronto denotaría que la comida tendría que esperar. Un cliente era un cliente, y algunos no podían esperar.
-Bienvenido al Vial Blanco, pócimas y ungüentos. ¿Puedo ayudarle?- Comenzó a recitar sin ni siquiera haberse girado aún a ver al recién llegado. Sorprendiéndose al ver allí, en su tienda y hogar, ni más ni menos que a Wernack...o Asher como había dicho llamarse la última vez que se vieran, hacía un tiempo ya. Era un hombre-bestia un tanto extraño y confuso...Y desde luego parecía tener serios problemas de memoria.
-Sí, nos conocemos...-Dijo algo extrañada la joven que le recordaba perfectamente. Bueno había mejorado algo en ese aspecto, la vez anterior no la recordó, con rima o sin ella. Incluso recordaba que al llamarle por el nombre por el que lo conocía en aquel entonces se había mostrado contrariado. -Asher, de la guardia. A veces he trabajado con la guardia. Incluso como alquimista.- Comentó mirándole directamente a los ojos escuchando su pedido. No sabía cómo sentirse exactamente porque alguien tuviera tantos problemas por recordarla a ella pero sí que recordara que regentaba un negocio relacionado con la alquimia.
-Ya veo. Algo grande y vulnerable al fuego...No es difícil. Tengo ingredientes más que suficientes. Si puedes esperar un momento podría tenerlas listas en unos minutos. En cuanto al precio sería este. Lleva descuento para compañeros exterminadores de no-muertos.- Comunicó informándole del tiempo de espera y del precio antes de adentrarse en la trastienda, donde le dijo a su amiga, algo molesta por tener que retrasar su comida, que solo serían unos minutos y que saliera fuera para no dejar solo a Asher mirando a un mostrador vacío.
-Ummm, vaya, menudo tamaño.- Le diría nada más verlo mirándole desde su mucho más baja estatura, algo menor que la de una humana promedio de su edad. -Níniel también fabrica una poción que fortalece el pelaje, lo suaviza y le da brillo. Por si te interesa. Solo tienes que mirar el mio, muchas elfas se morirían de envidia si me vieran.- Dijo acariciándose largos mechones de su efectivamente muy bien cuidado cabello pelirrojo y su pelaje gris claro. -Te dejaría tocar...pero estoy trabajando...- Añadió guiñando un ojo.
Mientras, en la trastienda, Níniel trabaja para tenerlo todo listo en el tiempo señalado. Agua pura en los alambiques. Ingredientes seleccionados en los armarios a mano sobre la mesa de trabajo, sus herramientas nuevo colocadas donde ella quería. -Comencemos.-
Lo primero fue cortar la raíz de jarrín con su daga. Otras partes de aquellas raíces podían servir para otro tipo de pociones pero para el veneno que Asher pedía solo servían aquellas partes cuyo diámetro superara los dos centímetros, de lo contrario no encontraría en ella la fibra central. Una vez extraída dicha fibra Níniel comenzó a concentrar su esencia mediante los alambiques, aprovechando el tiempo de duración de dicho proceso para tomar algo de ranúnculo encorvado, cortarlo y tomar de él el líquido de su tallo, mezclándolo con polvo de hueso ya preparado. Una vez lista la esencia de raíz de jarrín Níniel la añadió también a la mezcla. Dando como resultado una pequeña cantidad de un líquido ligeramente aceitoso transparente que embotelló en un frasquito de cristal con una banda de color verde bajo su tapón. El veneno estaba listo.
La pócima de fuego era más rápida de hacer aún, aunque también requería de mayor habilidad y experiencia. Sales de fuego, ya pulverizadas en un recipiente especial sin aire, medidas con precisión. Esporas de corona sangrante, que iniciarían la combustión una vez el contenido del frasco fuese liberado, añadidas con extrema precaución y en la cantidad exacta. Demasiado poca haría que la pócima no ardiera, demasiada la volvería inestable y de difícil transporte. Y para acabar el líquido del tallo de la corona sangrante, concentrado, como líquido inflamable. Todo ello embotellado sin aire en una botella roja como la sangre. Y es que era mejor tener claro qué contenía cada frasco...Podía evitar desagradables incidentes.
-Aquí están. No son baratas pero garantizo personalmente su calidad. Explicar cómo usar un veneno sobra supongo. La pócima de fuego solo requiere ser lanzada, tan pronto el contenido entre en contacto con el aire la ignición comenzará enseguida. Espero les des buen uso.- Fueron las palabras de Níniel tras salir de la trastienda y tenderle dichas pócimas indicando cual era cual.
OBJETO | MATERIALES |
Veneno maldito de [Fuerza / Destreza / Constitución / Inteligencia / Sabiduría] | 18 |
Pócima de Fuego concentrada | 15 |
TOTAL | 33 |
- Aclaraciones:
- Tal como indica Asher solo cobraré los materiales.
He querido mediante alquimia hacer que la pócima de fuego comience sola su ignición al romperse el frasco y entrar en contacto el aire con la mezcla que esta contiene. Por comodidad del cliente. Si Asher solo quiere el líquido inflamable o supone algún problema entonces que sea solo el líquido inflamable.
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
ACTUALIZADO
Profesión Usada: Alquimia
Título: Maestro
Puntos Obtenidos: 0
Materiales en reserva: 0
Aeros Descontados: 330 a Asher
Conforme a las nuevas reglas se añaden dos puntos de experiencia a cada uno por el uso de talleres.
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Aviso a navegantes: Esta preparación tiene lugar en el taller de alquimia de la Logia de Dundarak.
Níniel transmuta su ingrediente alquímico épico a una esquirla que puede ser imbuida en un arma por un herrero, otorgándole el siguiente efecto:
-Una vez por rol, reinicia el CD de todas las habilidades.
También fabrica un veneno maldito de destreza. Pago 180 aeros.
Níniel debía extremar las precauciones ante la rareza del ingrediente principal de aquella fórmula. Un paso en falso y lo más probable era que nunca tuviera la ocasión de volver a intentarlo, por muchos años que su sangre élfica pudiera otorgarle. Su primera oportunidad sería la última, y por ello no había querido dejar nada al azar, estudiando decenas de tomos de la más avanzada alquimia, consultando cada paso que habría de dar con sus maestros y sus círculos, asegurándose de contar con el equipo de la más alta calidad. Incluso Catherine vigilaba la puerta para que nadie apareciera de imprevisto, a pesar de sus avisos sobre lo delicado del trabajo que iba a llevar a cabo.
Con cuidado, la peliblanca colocó aquellos pocos granos de arena del tiempo en un alambique y vertió una cantidad medida de licor élfico, una sustancia destilada a partir de frutas de Sandorai fermentadas en cuba de árboles del corazón del bosque y cuyo resultado era una bebida bastante ligera y dulce. Era importante, pues aquel ingrediente debía ser algo de su hogar. A continuación la joven tomó su daga y se hizo un pequeño corte en el dedo pulgar de su mano izquierda, vertiendo en el alambique exactamente siete gotas de su propia sangre, ni una más ni una menos. Aquello era algo suyo y que vincularía el resultado a ella.
Tan pronto como la última gota se mezcló con el resto, la arena reaccionó y comenzó a brillar intermitentemente, deshaciéndose poco a poco hasta dejar de ser visible en una disolución del color del oro. Aquello era buena señal, indicaba que el proceso iba bien y que había llegado el momento de iniciar la segunda parte, la cual requería que la sacerdotisa aplicara su magia durante todo el tiempo que tomara que el alambique destilara la mezcla. Lo cual llevó varios minutos. Tiempo en el cual la joven, vinculada a la fuerte magia de la arena, rememoraría recuerdos de su vida, desde su más tierna infancia hasta el presente, así como recuerdos que no eran suyos, pero que la arena tenía almacenados. La guerra entre elfos y Brujos, tal y como les mostrara el amo del tiempo, fragmentos de vidas pasadas, quizá de otras personas que entrasen en contacto con la magia de aquel extraño ser, o con la propia arena que una vez fuese piedra, y antes montaña.
Resultaba abrumador pero para nada desagradable, y cuando por fin el proceso hubo acabado, y las visiones desaparecieron, el resultado fue un líquido dorado y brillante como el mar bañado por el sol. Aunque aún faltaba un último paso. Níniel tomó un paño entre sus manos y lo abrió, revelando que contenía parte de los restos de su bastón original. Aquel que durante tanto tiempo la había servido tan bien y que fue quebrado al golpear a uno de los jinetes oscuros, allá en su mundo agonizante. Con cuidado la joven colocó aquella esquirla de irregulares formas dentro del líquido y observó con asombro cómo el líquido pareció reaccionar ante ella, envolviéndola, ganando consistencia y uniéndose ambos. Convirtiéndose en una esquirla dorada del tamaño de la palma de la mano de la peliblanca. Resultaba hipnótico observar como su superficie, a pesar de ser sólida, parecía moverse y agitarse.
-Algo de mi hogar, algo mio, algo de mi pasado y mi magia...Nunca antes había creado algo así.- Comentó orgullosa colocando su obra a contra luz y deleitándose con sus brillos. Era similar a aquella esquirla que obtuviera del pico de aquella loca fanática, pero la magia que emanaba era muy distinta.
Envolvió la esquirla con el paño la guardó en su bolso. Pronto le daría utilidad. Por el momento, y aprovechando el estar allí, aún prepararía algo más, aunque esta vez para su hermana Catherine. Algo que sin duda la pelirroja encontraría de lo más útil teniendo en cuenta sus habilidades de lucha.
En los armarios buscó un poco de raíz canina, taburete de diablillo y vaina fúngica de pantano y tras medir las cantidades las colocó sobre la mesa de trabajo. Lo primero fue cortar la raíz canina y extraer su núcleo, el cual colocó en uno de los alambiques junto a agua ducal. A continuación extrajo las esporas del taburete de diablo y las mezcló con las vainas del pantano, pulverizándolas hasta obtener un finísimo polvo al que añadió un poco de agua hasta obtener una mezcla pastosa homogénea. Una vez el destilado hubo acabado, añadió la esencia de núcleo de raíz canina a la pasta y movió hasta obtener una vez más una pasta homogénea aunque menos densa. Entonces añadió más agua ducal y destilo nuevamente, mezclando su resultado con aceite espeso, para que fuera fácil aplicarlo a toda clase de armas y embotellándolo en un pequeño frasco.
Ya con todo cuanto quería hacer completado, la peliblanca salió del laboratorio y agradeció la ayuda a Catherine ofreciéndole el frasco, aunque jugando con ella a ver si averiguaba qué era.
-Es una poción que me haga escupir fuego por la boca...No, ummm, una que hará que mi pelo sea aún más extraordinario...¿Volar?...Pues no sé Nín dime.- Acabó rindiéndose con un mohín de frustración.
-Es un veneno que hará que aquellos a los que afecte se muevan más despacio y torpemente. Úsalo con cuidado y no te dediques a gastar bromas con él a la gente, es bastante potente.- Le explicó la peliblanca acariciándole el pelo rojo con cariño. Catherine esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Sí, sin duda iba a sacarle partido a algo así.
Con cuidado, la peliblanca colocó aquellos pocos granos de arena del tiempo en un alambique y vertió una cantidad medida de licor élfico, una sustancia destilada a partir de frutas de Sandorai fermentadas en cuba de árboles del corazón del bosque y cuyo resultado era una bebida bastante ligera y dulce. Era importante, pues aquel ingrediente debía ser algo de su hogar. A continuación la joven tomó su daga y se hizo un pequeño corte en el dedo pulgar de su mano izquierda, vertiendo en el alambique exactamente siete gotas de su propia sangre, ni una más ni una menos. Aquello era algo suyo y que vincularía el resultado a ella.
Tan pronto como la última gota se mezcló con el resto, la arena reaccionó y comenzó a brillar intermitentemente, deshaciéndose poco a poco hasta dejar de ser visible en una disolución del color del oro. Aquello era buena señal, indicaba que el proceso iba bien y que había llegado el momento de iniciar la segunda parte, la cual requería que la sacerdotisa aplicara su magia durante todo el tiempo que tomara que el alambique destilara la mezcla. Lo cual llevó varios minutos. Tiempo en el cual la joven, vinculada a la fuerte magia de la arena, rememoraría recuerdos de su vida, desde su más tierna infancia hasta el presente, así como recuerdos que no eran suyos, pero que la arena tenía almacenados. La guerra entre elfos y Brujos, tal y como les mostrara el amo del tiempo, fragmentos de vidas pasadas, quizá de otras personas que entrasen en contacto con la magia de aquel extraño ser, o con la propia arena que una vez fuese piedra, y antes montaña.
Resultaba abrumador pero para nada desagradable, y cuando por fin el proceso hubo acabado, y las visiones desaparecieron, el resultado fue un líquido dorado y brillante como el mar bañado por el sol. Aunque aún faltaba un último paso. Níniel tomó un paño entre sus manos y lo abrió, revelando que contenía parte de los restos de su bastón original. Aquel que durante tanto tiempo la había servido tan bien y que fue quebrado al golpear a uno de los jinetes oscuros, allá en su mundo agonizante. Con cuidado la joven colocó aquella esquirla de irregulares formas dentro del líquido y observó con asombro cómo el líquido pareció reaccionar ante ella, envolviéndola, ganando consistencia y uniéndose ambos. Convirtiéndose en una esquirla dorada del tamaño de la palma de la mano de la peliblanca. Resultaba hipnótico observar como su superficie, a pesar de ser sólida, parecía moverse y agitarse.
-Algo de mi hogar, algo mio, algo de mi pasado y mi magia...Nunca antes había creado algo así.- Comentó orgullosa colocando su obra a contra luz y deleitándose con sus brillos. Era similar a aquella esquirla que obtuviera del pico de aquella loca fanática, pero la magia que emanaba era muy distinta.
Envolvió la esquirla con el paño la guardó en su bolso. Pronto le daría utilidad. Por el momento, y aprovechando el estar allí, aún prepararía algo más, aunque esta vez para su hermana Catherine. Algo que sin duda la pelirroja encontraría de lo más útil teniendo en cuenta sus habilidades de lucha.
En los armarios buscó un poco de raíz canina, taburete de diablillo y vaina fúngica de pantano y tras medir las cantidades las colocó sobre la mesa de trabajo. Lo primero fue cortar la raíz canina y extraer su núcleo, el cual colocó en uno de los alambiques junto a agua ducal. A continuación extrajo las esporas del taburete de diablo y las mezcló con las vainas del pantano, pulverizándolas hasta obtener un finísimo polvo al que añadió un poco de agua hasta obtener una mezcla pastosa homogénea. Una vez el destilado hubo acabado, añadió la esencia de núcleo de raíz canina a la pasta y movió hasta obtener una vez más una pasta homogénea aunque menos densa. Entonces añadió más agua ducal y destilo nuevamente, mezclando su resultado con aceite espeso, para que fuera fácil aplicarlo a toda clase de armas y embotellándolo en un pequeño frasco.
Ya con todo cuanto quería hacer completado, la peliblanca salió del laboratorio y agradeció la ayuda a Catherine ofreciéndole el frasco, aunque jugando con ella a ver si averiguaba qué era.
-Es una poción que me haga escupir fuego por la boca...No, ummm, una que hará que mi pelo sea aún más extraordinario...¿Volar?...Pues no sé Nín dime.- Acabó rindiéndose con un mohín de frustración.
-Es un veneno que hará que aquellos a los que afecte se muevan más despacio y torpemente. Úsalo con cuidado y no te dediques a gastar bromas con él a la gente, es bastante potente.- Le explicó la peliblanca acariciándole el pelo rojo con cariño. Catherine esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Sí, sin duda iba a sacarle partido a algo así.
Níniel transmuta su ingrediente alquímico épico a una esquirla que puede ser imbuida en un arma por un herrero, otorgándole el siguiente efecto:
-Una vez por rol, reinicia el CD de todas las habilidades.
También fabrica un veneno maldito de destreza. Pago 180 aeros.
OBJETO | MATERIALES |
Veneno maldito de [Fuerza / Destreza / Constitución / Inteligencia / Sabiduría] | 18 |
TOTAL | 18 |
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
ACTUALIZADO
Felicidades, has creado el primer objeto de calidad épica en la historia de los talleres.
Efecto: Una vez por rol, reinicia el CD de todas las habilidades a un objetivo.
Ahora bien, tal poder no puede ser gratis y algún costo ha de tener aunque la elfa lo ignore, pues cada vez que use el poder de su preciada piedra, un día de sus recuerdos ha de desaparecer de su memoria, como si jamás hubiese sucedido, lo cual irá creando pequeños agujeros y vacíos mentales.
Profesión Usada: Alquimia
Título: Maestro
Puntos Obtenidos: Completo
Aeros Descontados: 180
Se añaden dos puntos de experiencia por el uso de talleres.
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
En toda guerra los sanadores eran siempre la contraparte de los soldados. Mientras que unos eran entrenados y equipados para herir y matar, los otros hacían todo lo posible por mantener con vida a sus pacientes. Tarea nada sencilla y que desde luego requería de mayores conocimientos y recursos que la primera. Y es que cualquiera podía blandir una espada con mayor o menor habilidad y usarla para dañar a otra persona, pero pocos sabrían cómo desinfectar y coser una herida, o cómo evitar que un hueso roto acabara mal soldado y convirtiendo a un joven en un tullido de por vida. Por no hablar de los remedios que algunos aplicaban basados en supercherías sin sentido. La mayoría de las veces solo lograban agravar la situación y convertir un simple dolor de estómago en una dolencia grave y potencialmente mortal.
-¿Realmente vamos a necesitar todo esto?- Preguntó Catherine mientras se afanaba por moler una gran cantidad de flor azul y la iba mezclando poco a poco con agua de manantial hasta formar una masa azulada homogénea. A la felina no le gustaban las tareas manuales repetitivas, lo único que le gustaba repetir eran sus rutinas de ejercicios y sus prácticas de combate.
-Estamos en guerra contra criaturas viles. El esfuerzo de hoy podría salvar muchas vidas mañana, puede que incluso las nuestras. Debemos estar preparadas.- Respondió la peliblanca mientras ponía agua ducal en el alambique y adecuaba la temperatura antes de verter escama de pargo de río y esencia de flor naranja. A continuación preparó una pasta con dientes de ajo púrpura del oeste y agua destilada y, cuando el proceso del alambique terminó, la mezcló con la pasta hasta obtener una ampolla de antídoto acelerador.
-Me duele la mano de tanto darle al mortero...Me motivaría más si esto fuese a darnos dinero...-Siguió quejándose la pelirroja, tendiéndole la mezcla de flor azul que tenía ya hecha.
-Me lo agradecerás si te hieren y no estoy cerca.- Se limitó a decir a sacerdotisa, usando su daga para extraer el corazón de varias setas brillantes y añadirlo a la mezcla de flor azul hasta crear suficiente pasta curativa como para varias aplicaciones. -Pásame el polvo de ala de dardo azul.- Pidió a continuación.
Entonces la peliblanca comenzó a cortar una envoltura de colmena en tiras y las dejó reposar en un bol de madera con aceite de pescado de cola de espada del mar de los ancestros. Con todo preparado secó las tiras de envoltura de colmena y las mezcló en un mortero hasta obtener una pasta homogénea, que una mezclada con agua de manantial dio como resultado antídoto protector.
-¿Hemos acabado ya? En serio, mi muñeca va a necesitar una poción curativa si tengo que machacar más flores azules...o insectos azules...o cualquier otra cosa azul...-
Níniel y catherine preparan:
Níniel gasta 660 Aeros. Gana 13 puntos de medicina. 1 material de medicina queda en reserva.
-¿Realmente vamos a necesitar todo esto?- Preguntó Catherine mientras se afanaba por moler una gran cantidad de flor azul y la iba mezclando poco a poco con agua de manantial hasta formar una masa azulada homogénea. A la felina no le gustaban las tareas manuales repetitivas, lo único que le gustaba repetir eran sus rutinas de ejercicios y sus prácticas de combate.
-Estamos en guerra contra criaturas viles. El esfuerzo de hoy podría salvar muchas vidas mañana, puede que incluso las nuestras. Debemos estar preparadas.- Respondió la peliblanca mientras ponía agua ducal en el alambique y adecuaba la temperatura antes de verter escama de pargo de río y esencia de flor naranja. A continuación preparó una pasta con dientes de ajo púrpura del oeste y agua destilada y, cuando el proceso del alambique terminó, la mezcló con la pasta hasta obtener una ampolla de antídoto acelerador.
-Me duele la mano de tanto darle al mortero...Me motivaría más si esto fuese a darnos dinero...-Siguió quejándose la pelirroja, tendiéndole la mezcla de flor azul que tenía ya hecha.
-Me lo agradecerás si te hieren y no estoy cerca.- Se limitó a decir a sacerdotisa, usando su daga para extraer el corazón de varias setas brillantes y añadirlo a la mezcla de flor azul hasta crear suficiente pasta curativa como para varias aplicaciones. -Pásame el polvo de ala de dardo azul.- Pidió a continuación.
Entonces la peliblanca comenzó a cortar una envoltura de colmena en tiras y las dejó reposar en un bol de madera con aceite de pescado de cola de espada del mar de los ancestros. Con todo preparado secó las tiras de envoltura de colmena y las mezcló en un mortero hasta obtener una pasta homogénea, que una mezclada con agua de manantial dio como resultado antídoto protector.
-¿Hemos acabado ya? En serio, mi muñeca va a necesitar una poción curativa si tengo que machacar más flores azules...o insectos azules...o cualquier otra cosa azul...-
Níniel y catherine preparan:
OBJETO | MATERIALES |
Antídoto Acelerador | 12 |
Antídoto Protector | 12 |
Pasta Sanadora | 14 |
Pasta Sanadora | 14 |
Pasta Sanadora | 14 |
TOTAL | 66 |
Níniel gasta 660 Aeros. Gana 13 puntos de medicina. 1 material de medicina queda en reserva.
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Níniel machacaba la flor de la amapola con pericia ante la atenta mirada de Catherine, que parecía considerar aquella fabricación como algo casi prohibido, como si el resultado fuese a ser algo totalmente diferente a lo que su hermana hacía habitualmente.
-No te veo trabajar, Cath.- La amonestó la peliblanca al ver cómo había dejado de hacer su tarea, consistente en obtener una buena cantidad de fino polvo de hueso y mezclarlo con aceite de perca de lomo plateado.
-Sí, sí, ya voy pero es que...- Trató de justificarse la pelirroja sin dejar de mirar al lechoso resultado del trabajo de su amiga. -Esa sustancia es a la que tanta gente se vuelve adicta...He oído que en los barrios bajos hay gente que se dedica a venderla, y que hasta los nobles envían a sus sirvientes a por ella.- Expresó, y Níniel supo enseguida que no le estaba contando todo, sabía de sobra cuando intentaba dar un rodeo con sus palabras para evitar inculparse de algo.
-Cuando pasó lo de tu...pierna...- Tanteó la peliblanca logrando que la felina arrugara un poco la nariz. -Ya veo. Es una sustancia que sin un control adecuado puede producir adicción. Por desgracia no falta dolor en Aerandir, mucha gente habrá caído en la tentación. Pero no estoy creando esto para vendérselo a algún noble adicto, por muy bien que pague. Planeo usarlo como anestésico, o más bien para que puedan usarlo otras personas cuando yo no esté presente para calmar el dolor con mi magia.- Explicó la elfa, pidiéndole a continuación su mortero a la pelirroja y realizando la mezcla en las proporciones adecuadas, destilando el resultado y finalmente cargando dos pequeños viales con el sedante. Esos viales se colocarían en las jeringuillas y solo haría falta inyectarlos para que hicieran su efecto.
-Me alegra que nos encontráramos en la biblioteca y que me...ayudaras. Realmente me salvaste de más maneras de las que quisiera reconocer.- Dijo la gata recordando su vida pasada. Los robos para gente indeseable para poder tomar leche de la amapola y tratar de paliar el dolor de su pierna, la mendicidad para poder apenas comer unas raspas de pescado y un vaso de leche, la oscuridad de la casa ruinosa donde vivía. La idea de no valer para nada, de estorbarle a todo el mundo...
-Yo también me alegro. No me di cuenta en ese momento pero, los dioses me presentaron a mi hermana ese día. Me alegro mucho de que me buscaras después.- Respondió la elfa achuchando a Catherine, y la felina no hizo nada por disimular que aquello le encantaba.
-No te veo trabajar, Cath.- La amonestó la peliblanca al ver cómo había dejado de hacer su tarea, consistente en obtener una buena cantidad de fino polvo de hueso y mezclarlo con aceite de perca de lomo plateado.
-Sí, sí, ya voy pero es que...- Trató de justificarse la pelirroja sin dejar de mirar al lechoso resultado del trabajo de su amiga. -Esa sustancia es a la que tanta gente se vuelve adicta...He oído que en los barrios bajos hay gente que se dedica a venderla, y que hasta los nobles envían a sus sirvientes a por ella.- Expresó, y Níniel supo enseguida que no le estaba contando todo, sabía de sobra cuando intentaba dar un rodeo con sus palabras para evitar inculparse de algo.
-Cuando pasó lo de tu...pierna...- Tanteó la peliblanca logrando que la felina arrugara un poco la nariz. -Ya veo. Es una sustancia que sin un control adecuado puede producir adicción. Por desgracia no falta dolor en Aerandir, mucha gente habrá caído en la tentación. Pero no estoy creando esto para vendérselo a algún noble adicto, por muy bien que pague. Planeo usarlo como anestésico, o más bien para que puedan usarlo otras personas cuando yo no esté presente para calmar el dolor con mi magia.- Explicó la elfa, pidiéndole a continuación su mortero a la pelirroja y realizando la mezcla en las proporciones adecuadas, destilando el resultado y finalmente cargando dos pequeños viales con el sedante. Esos viales se colocarían en las jeringuillas y solo haría falta inyectarlos para que hicieran su efecto.
-Me alegra que nos encontráramos en la biblioteca y que me...ayudaras. Realmente me salvaste de más maneras de las que quisiera reconocer.- Dijo la gata recordando su vida pasada. Los robos para gente indeseable para poder tomar leche de la amapola y tratar de paliar el dolor de su pierna, la mendicidad para poder apenas comer unas raspas de pescado y un vaso de leche, la oscuridad de la casa ruinosa donde vivía. La idea de no valer para nada, de estorbarle a todo el mundo...
-Yo también me alegro. No me di cuenta en ese momento pero, los dioses me presentaron a mi hermana ese día. Me alegro mucho de que me buscaras después.- Respondió la elfa achuchando a Catherine, y la felina no hizo nada por disimular que aquello le encantaba.
Níniel fabrica 2x Sedante anestésico.(Receta propia) Utiliza 10 materiales, paga 100 aeros, sube 2 puntos de medicina. Un material de medicina queda en reserva.
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Se adentró en el local.
- ¿Estará abierto? – Preguntó la ojiazul, justo tras él, adelantándose inmediatamente a curiosear las distintas cosas que había en el lugar, ordenadamente colocadas para que todo aquel que entrase los viese.
- No toques nada. – dijo Eltrant casi de inmediato, corriendo a sujetarla antes de que pueiese sus manos sobre algo delicado. – Y, bueno… el posadero nos ha dicho que sí. – Aseveró Eltrant estirando los brazos por encima de su cabeza, esperando a ver a alguien tras el mostrador.
Sonrió al ver, al final, a Níniel allí. Quizás se habían presentado un poco tarde, pero no es como si Lyn tuviesen demasiadas ocasiones en las que visitar lugares aquel.
- Hola, Níniel. – dijo saludando a la sacerdotisa. Le habían recomendado una y otra vez los servicios alquímicos de Níniel y, de algún modo, no había tenido la ocasión de pasarse por allí. – Es un buen sitio, muy acogedor. – dijo cruzándose de brazos, mirando a su alrededor.
- ¡Mejor que el cuchitril que este llama su taller! – Intervino Lyn de inmediato. - ¿Sabes que pagó mil Aeros por una chabola que sale ardiendo con nada? – Preguntó dejando escapar una pequeña risita.
- ¿¡Por qué tienes que decírselo a todo el mundo!? – Taladró a la vampiresa con la mirada, esta se limitó a ampliar la sonrisa.
- ¡Pues porque es divertido, claro! – Respondió Lyn de vuelta, mostrándose ligeramente sorprendía, casi como si no terminase de comprender como Eltrant podía hacer una pregunta como aquella.
Negando con la cabeza, Eltrant se colocó y dejó que Lyn siguiese curioseando por el taller de la elfa a sus anchas.
- ¿Qué es esto? – Lyn señaló un cuenco lleno de algún tipo de pasta blanquecina.
- Algo que no debes tocar – Contestó Eltrant rápidamente.
El castaño se giró hacía Níniel de nuevo y le dedicó la mejor sonrisa que pudo poner dadas las circunstancias.
- Siento presentarme tan tarde y… - Se llevó la mano hasta la cara y suspiró. – No te molestaremos mucho, lo prometo. – afirmó segundos después, volviéndose a vigilar a la vampiresa.
- ¿Y esto otro? –
- ¡Que no toques nada! – Dejando escapar un gruñido por lo bajo, sacudió la cabeza y volvió a centrarse en el motivo por el que estaba allí.
- ¿Dónde está Cath, Nín? ¡Quiero saludarla! ¿Puedo llamarte Nín? ¿Puedo llamarla a ella Cath? –
- Aunque parezca mentira a veces se queda sin energía… - Se atusó la barba y señaló tras de sí, a Lyn, con el pulgar. – ¿Tienes algo para que no se desmaye después de un esfuerzo muy grande? – Preguntó – Suele funcionar con sangre… pero últimamente no parece ser suficiente. – Se llevó una de las manos hasta la sien. – También me gustaría comprar algo para las heridas, si lo tienes claro, me vale con que pueda usarse en mitad de una pelea… - Volvió a sonreír, cansado. – No siempre puedo tener a elfos curándome cuando más lo necesito… - Se apoyó sobre la mesa que tenía delante y sacudió la cabeza.
- Y, por último… - Se señaló en el pecho. – Si no es mucha molestia. ¿Podrías echarme un ojo a las cicatrices? – Preguntó – No sé si es por el tiempo... que hay tormenta o algo. Pero últimamente me duelen algo más al moverme. – Señaló. – No tienes que borrarlas, con que se calme el dolor me vale. – dijo al final, esperando ver que de lo que había pedido podía proporcionarle su vieja amiga.
Llevó su mano útil hasta el bolsillo en el que llevaba los Aeros. Estaba, por supuesto, dispuesto a pagar la cantidad que ella creyese necesaria por sus servicios.
El precio lo pones tú Nín, pago lo que quieras. :'D
- ¿Estará abierto? – Preguntó la ojiazul, justo tras él, adelantándose inmediatamente a curiosear las distintas cosas que había en el lugar, ordenadamente colocadas para que todo aquel que entrase los viese.
- No toques nada. – dijo Eltrant casi de inmediato, corriendo a sujetarla antes de que pueiese sus manos sobre algo delicado. – Y, bueno… el posadero nos ha dicho que sí. – Aseveró Eltrant estirando los brazos por encima de su cabeza, esperando a ver a alguien tras el mostrador.
Sonrió al ver, al final, a Níniel allí. Quizás se habían presentado un poco tarde, pero no es como si Lyn tuviesen demasiadas ocasiones en las que visitar lugares aquel.
- Hola, Níniel. – dijo saludando a la sacerdotisa. Le habían recomendado una y otra vez los servicios alquímicos de Níniel y, de algún modo, no había tenido la ocasión de pasarse por allí. – Es un buen sitio, muy acogedor. – dijo cruzándose de brazos, mirando a su alrededor.
- ¡Mejor que el cuchitril que este llama su taller! – Intervino Lyn de inmediato. - ¿Sabes que pagó mil Aeros por una chabola que sale ardiendo con nada? – Preguntó dejando escapar una pequeña risita.
- ¿¡Por qué tienes que decírselo a todo el mundo!? – Taladró a la vampiresa con la mirada, esta se limitó a ampliar la sonrisa.
- ¡Pues porque es divertido, claro! – Respondió Lyn de vuelta, mostrándose ligeramente sorprendía, casi como si no terminase de comprender como Eltrant podía hacer una pregunta como aquella.
Negando con la cabeza, Eltrant se colocó y dejó que Lyn siguiese curioseando por el taller de la elfa a sus anchas.
- ¿Qué es esto? – Lyn señaló un cuenco lleno de algún tipo de pasta blanquecina.
- Algo que no debes tocar – Contestó Eltrant rápidamente.
El castaño se giró hacía Níniel de nuevo y le dedicó la mejor sonrisa que pudo poner dadas las circunstancias.
- Siento presentarme tan tarde y… - Se llevó la mano hasta la cara y suspiró. – No te molestaremos mucho, lo prometo. – afirmó segundos después, volviéndose a vigilar a la vampiresa.
- ¿Y esto otro? –
- ¡Que no toques nada! – Dejando escapar un gruñido por lo bajo, sacudió la cabeza y volvió a centrarse en el motivo por el que estaba allí.
- ¿Dónde está Cath, Nín? ¡Quiero saludarla! ¿Puedo llamarte Nín? ¿Puedo llamarla a ella Cath? –
- Aunque parezca mentira a veces se queda sin energía… - Se atusó la barba y señaló tras de sí, a Lyn, con el pulgar. – ¿Tienes algo para que no se desmaye después de un esfuerzo muy grande? – Preguntó – Suele funcionar con sangre… pero últimamente no parece ser suficiente. – Se llevó una de las manos hasta la sien. – También me gustaría comprar algo para las heridas, si lo tienes claro, me vale con que pueda usarse en mitad de una pelea… - Volvió a sonreír, cansado. – No siempre puedo tener a elfos curándome cuando más lo necesito… - Se apoyó sobre la mesa que tenía delante y sacudió la cabeza.
- Y, por último… - Se señaló en el pecho. – Si no es mucha molestia. ¿Podrías echarme un ojo a las cicatrices? – Preguntó – No sé si es por el tiempo... que hay tormenta o algo. Pero últimamente me duelen algo más al moverme. – Señaló. – No tienes que borrarlas, con que se calme el dolor me vale. – dijo al final, esperando ver que de lo que había pedido podía proporcionarle su vieja amiga.
Llevó su mano útil hasta el bolsillo en el que llevaba los Aeros. Estaba, por supuesto, dispuesto a pagar la cantidad que ella creyese necesaria por sus servicios.
____________________________________________________________________
OBJETO | MATERIALES |
Pasta sanadora | 21 |
Elixir de restauración x 2 | 20 |
TOTAL | 41 |
El precio lo pones tú Nín, pago lo que quieras. :'D
Eltrant Tale
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
-Sumo la venta al hospital y resto el cargamento de alias nocturna...¡Ah! y el de aguijón naranja...aunque la mitad llegó en mal estado...Bueno, de todos modos Cath lo consiguió tirado de precio, así que salimos ganando.- Decía la peliblanca en voz baja mientras cuadraba las cuentas del taller en la trastienda, escribiendo las cantidades en un libro con perfecto orden. -Ummm, los materiales de medicina no fueron baratos, suerte de aquellos trabajos bien pagados...- Concentrada como estaba no oyó la puerta abrirse, y dado que Catherine estaba entrenando en el sótano, no había nadie para avisarla, lo cual causó que se sobresaltara cuando una voz conocida pronunció su nombre.
-Oh, Eltrant, que grata sorpresa. Lo lamento, estaba algo concentrada y me has sobresaltado.- Se disculpó mientras se acercaba al mostrador y saludaba también a la vampiresa. -Gracias, costó lo suyo adecentarlo, no era más que un anexo de la posada al que nunca dieron uso.- Agradeció el cumplido.
-Ya veo...-Logró responder ante lo que parecía una mala adquisición por parte del humano esbozando una sonrisa. No quería que la morena creyera que la reprendía por su comentario, pero tampoco sumarse a la broma contra Eltrant. -El mercado inmobiliario ha sido una locura en la ciudad últimamente...- Quiso animarle, le podía haber pasado a cualquiera.
-Ah, es extracto de babosa marina y aloe vera. Un ungüento para la piel. La mantiene joven y ayuda con las manchas. Nada que necesites realmente.- Respondió a la duda de Lyn haciendo referencia a que debido a su naturaleza su piel era joven y blanca. -No pasa nada, me hago cargo de que aparecer con el sol en lo más alto no era una opción.- Disculpó al humano. -Un veneno concentrado de escorpión del arenal. Un par de gotas bastan para causar la muerte por insuficiencia respiratoria...Mueres por no poder respirar. Ten cuidado.- Volvió a saciar la infinita curiosidad de la vampiresa.
-Cath está abajo. Desde que su pierna sanó del todo ha redoblado sus entrenamientos. Allí tiene un par de muñecos de práctica y se pasa horas golpeándolos o levantando pesas.- Realmente era todo un tsunami de preguntas. -Cuesta de creer...Así que necesitas bastantes cosas...Veamos.- Quedó pensativa por un momento.
-Una poción restablecedora no es ningún problema, ni siquiera para una vampiresa. Lo segundo puede ser más complicado. No por la dificultad de darte algo para las heridas, sino por su aplicación. En combate siempre llevas esa aparatosa armadura pesada, para aplicarte cualquier cosa a una herida te va a estorbar, la magia elfa puede actuar directamente. Puedo darte algo de pasta sanadora concentrada. Un poco sobre la herida y detendrá el sangrado, prevendrá infecciones y acelerará la curación.- Explicó dejando patente su fácil aplicación. -Borrar las cicatrices es sencillo, aunque voy a tener que... verlas. Ya sabes, tendrás que quitarte la ropa.- Dijo algo nerviosa, aquella era la parte de su profesión que peor llevaba, y más aún cuando los pacientes hacían lo posible por encontrar un procedimiento puramente médico como algún tipo de contacto íntimo.
-Prepararé todo, cuando esté listo nos ocuparemos de las cicatrices.- Indicó volviendo a la trastienda y comenzando a cumplir con el pedido.
Con extracto de flor azul mezclado con esencia de corazón de hongo brillante depurado en una solución de agua destilada y musgo colgante fresco machacado, la peliblanca preparó una pasta sanadora concentrada de color blanco azulado y pequeños toques de verde y la envasó en un pequeño tarro bajo. Suficiente para una aplicación generosa sobre una herida, incluidas las que el humano solía recibir.
A continuación, y trabajando con soltura y sin descanso, molió semillas de cardo lanudo y las mezcló con jugo ácido de uvas jazvay, colocando la mezcla resultan en un alambique y empezando a realizar el mismo proceso con algo de ajo y lavanda. Una vez que ambos procesos terminaron, añadió a la esencia de cardo lanudo y uvas jazvay polvo fino de tórax de luciérnaga y añadió el resultado a la segunda esencia en una proporción de 4:1 con un instrumento de precisión, dando como resultado dos pequeños viales de color violáceo que podían ser ingeridos de un solo trago.
-Bien, lamento la espera. Aquí tenéis. Pasta sanadora y algo que yo llamo Elixir de restauración, dos dosis. No sustituirá su necesidad de sangre, pero le ayudará a recobrar energías rápidamente, y a tí también, sirve para todas las razas, no solo para vampiros. Se bebe de un trago y, sabe a cereza.- Explicó señalando a cada cosa. -Ahora, si me acompañas, por esa puerta hay una pequeña sala más íntima...Quiero decir, donde no nos molestaran...Osea porque no querrás que nadie que entre te vea en...paños menores...- Indicó tratando de corregir sus palabras para que no sonaran tan mal. -Ve tu primero y cuando estés listo túmbate en la camilla y avísame.- Instruyó con algo de rubor en las mejillas.
Vale, ahí está todo. El precio es...Quedarme con Lyn. Ciao ciao, vuelve otro día...¿Que no?...Bueno pues veamos...25 por el servicio de eliminación de cicatrices (cuesta 50 en el mercado) Y las pociones y ungüentos son un total de 500 (Serían 820 en el mercado) Nín gana 90+25: 115
-Oh, Eltrant, que grata sorpresa. Lo lamento, estaba algo concentrada y me has sobresaltado.- Se disculpó mientras se acercaba al mostrador y saludaba también a la vampiresa. -Gracias, costó lo suyo adecentarlo, no era más que un anexo de la posada al que nunca dieron uso.- Agradeció el cumplido.
-Ya veo...-Logró responder ante lo que parecía una mala adquisición por parte del humano esbozando una sonrisa. No quería que la morena creyera que la reprendía por su comentario, pero tampoco sumarse a la broma contra Eltrant. -El mercado inmobiliario ha sido una locura en la ciudad últimamente...- Quiso animarle, le podía haber pasado a cualquiera.
-Ah, es extracto de babosa marina y aloe vera. Un ungüento para la piel. La mantiene joven y ayuda con las manchas. Nada que necesites realmente.- Respondió a la duda de Lyn haciendo referencia a que debido a su naturaleza su piel era joven y blanca. -No pasa nada, me hago cargo de que aparecer con el sol en lo más alto no era una opción.- Disculpó al humano. -Un veneno concentrado de escorpión del arenal. Un par de gotas bastan para causar la muerte por insuficiencia respiratoria...Mueres por no poder respirar. Ten cuidado.- Volvió a saciar la infinita curiosidad de la vampiresa.
-Cath está abajo. Desde que su pierna sanó del todo ha redoblado sus entrenamientos. Allí tiene un par de muñecos de práctica y se pasa horas golpeándolos o levantando pesas.- Realmente era todo un tsunami de preguntas. -Cuesta de creer...Así que necesitas bastantes cosas...Veamos.- Quedó pensativa por un momento.
-Una poción restablecedora no es ningún problema, ni siquiera para una vampiresa. Lo segundo puede ser más complicado. No por la dificultad de darte algo para las heridas, sino por su aplicación. En combate siempre llevas esa aparatosa armadura pesada, para aplicarte cualquier cosa a una herida te va a estorbar, la magia elfa puede actuar directamente. Puedo darte algo de pasta sanadora concentrada. Un poco sobre la herida y detendrá el sangrado, prevendrá infecciones y acelerará la curación.- Explicó dejando patente su fácil aplicación. -Borrar las cicatrices es sencillo, aunque voy a tener que... verlas. Ya sabes, tendrás que quitarte la ropa.- Dijo algo nerviosa, aquella era la parte de su profesión que peor llevaba, y más aún cuando los pacientes hacían lo posible por encontrar un procedimiento puramente médico como algún tipo de contacto íntimo.
-Prepararé todo, cuando esté listo nos ocuparemos de las cicatrices.- Indicó volviendo a la trastienda y comenzando a cumplir con el pedido.
Con extracto de flor azul mezclado con esencia de corazón de hongo brillante depurado en una solución de agua destilada y musgo colgante fresco machacado, la peliblanca preparó una pasta sanadora concentrada de color blanco azulado y pequeños toques de verde y la envasó en un pequeño tarro bajo. Suficiente para una aplicación generosa sobre una herida, incluidas las que el humano solía recibir.
A continuación, y trabajando con soltura y sin descanso, molió semillas de cardo lanudo y las mezcló con jugo ácido de uvas jazvay, colocando la mezcla resultan en un alambique y empezando a realizar el mismo proceso con algo de ajo y lavanda. Una vez que ambos procesos terminaron, añadió a la esencia de cardo lanudo y uvas jazvay polvo fino de tórax de luciérnaga y añadió el resultado a la segunda esencia en una proporción de 4:1 con un instrumento de precisión, dando como resultado dos pequeños viales de color violáceo que podían ser ingeridos de un solo trago.
-Bien, lamento la espera. Aquí tenéis. Pasta sanadora y algo que yo llamo Elixir de restauración, dos dosis. No sustituirá su necesidad de sangre, pero le ayudará a recobrar energías rápidamente, y a tí también, sirve para todas las razas, no solo para vampiros. Se bebe de un trago y, sabe a cereza.- Explicó señalando a cada cosa. -Ahora, si me acompañas, por esa puerta hay una pequeña sala más íntima...Quiero decir, donde no nos molestaran...Osea porque no querrás que nadie que entre te vea en...paños menores...- Indicó tratando de corregir sus palabras para que no sonaran tan mal. -Ve tu primero y cuando estés listo túmbate en la camilla y avísame.- Instruyó con algo de rubor en las mejillas.
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Vale, ahí está todo. El precio es...Quedarme con Lyn. Ciao ciao, vuelve otro día...¿Que no?...Bueno pues veamos...25 por el servicio de eliminación de cicatrices (cuesta 50 en el mercado) Y las pociones y ungüentos son un total de 500 (Serían 820 en el mercado) Nín gana 90+25: 115
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Volví a entrar en el establecimiento. La última vez, había quedado más que satisfecho con las creaciones de la sacerdotisa. Sería un buen momento para conseguir algunos suministros más.
-Hola, Niniel. Gracias por tu ayuda la última vez.- dije, olisqueando el aire con curiosidad. Sacudí la cabeza. Tardaría en acostumbrarme. -Espero que te vaya bien con el negocio. Con la calidad de estas cosas, bien podrías venderlas en uno de esos negocios cerca del castillo. Esos en los que no me dejan entrar.- dije, esbozando media sonrisa.
Me estiré, desperezándome y bostezando. Aún era algo temprano.
-¿Tienes algo que de energía? ...No para el sueño.- expliqué -Más bien, algo para cuando te has agotado físicamente. Cuanto más rápido y potente sea, mejor. Es posible que tenga que usarlo entre situaciones peligrosas.- No tenía sentido ocultar aquello. La elfa debía saber perfectamente que clase de vida llevaba. De cualquier forma, algo así podía ser práctico en muchas situaciones.
-También algo que pueda hacerme más rápido, temporalmente... no, olvida eso. Más fuerte. ¿Tienes algo por el estilo?- pregunté. Con los efectos apropiados, los estallidos que provocaba podían ser devastadores. Si jugaba mis cartas bien, podía acabar un combate con tan solo aquello. Tamborileé mis dedos sobre el mostrador, aún algo pensativo. Había muchos venenos y pociones que podían ser útiles. Por otra parte, quizás fuese buena idea el comprar algo que sirviese contra heridas.
No podía recurrir a aquel unguento maloliente para siempre.
-¿Tienes vendas?- pregunté. -Preferiblemente resistentes... que mantengan mi sangre en su sitio, incluso si me muevo.- añadí. -No es que planee salir herido, pero mejor prevenir que curar.- dije. -No, espera, eso no funciona en este caso. Da igual. Vendas, si.-
Saqué los aeros de mi bolsillo, haciendo algunos cálculos mentales. Aquello se merecía ser bien pagado.
-Hola, Niniel. Gracias por tu ayuda la última vez.- dije, olisqueando el aire con curiosidad. Sacudí la cabeza. Tardaría en acostumbrarme. -Espero que te vaya bien con el negocio. Con la calidad de estas cosas, bien podrías venderlas en uno de esos negocios cerca del castillo. Esos en los que no me dejan entrar.- dije, esbozando media sonrisa.
Me estiré, desperezándome y bostezando. Aún era algo temprano.
-¿Tienes algo que de energía? ...No para el sueño.- expliqué -Más bien, algo para cuando te has agotado físicamente. Cuanto más rápido y potente sea, mejor. Es posible que tenga que usarlo entre situaciones peligrosas.- No tenía sentido ocultar aquello. La elfa debía saber perfectamente que clase de vida llevaba. De cualquier forma, algo así podía ser práctico en muchas situaciones.
-También algo que pueda hacerme más rápido, temporalmente... no, olvida eso. Más fuerte. ¿Tienes algo por el estilo?- pregunté. Con los efectos apropiados, los estallidos que provocaba podían ser devastadores. Si jugaba mis cartas bien, podía acabar un combate con tan solo aquello. Tamborileé mis dedos sobre el mostrador, aún algo pensativo. Había muchos venenos y pociones que podían ser útiles. Por otra parte, quizás fuese buena idea el comprar algo que sirviese contra heridas.
No podía recurrir a aquel unguento maloliente para siempre.
-¿Tienes vendas?- pregunté. -Preferiblemente resistentes... que mantengan mi sangre en su sitio, incluso si me muevo.- añadí. -No es que planee salir herido, pero mejor prevenir que curar.- dije. -No, espera, eso no funciona en este caso. Da igual. Vendas, si.-
Saqué los aeros de mi bolsillo, haciendo algunos cálculos mentales. Aquello se merecía ser bien pagado.
____________________________________
OBJETO | MATERIALES |
Elixir revitalizante concentrado | 9 |
Pócima de Fuerza reforzada | 15 |
Vendaje reforzado | 9 |
TOTAL | 33 |
Pago el coste de los materiales + 63 aeros (o sea, 393... todo lo que llevo encima) como es acordado.
Asher Daregan
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
-¿Cerca del castillo? Lo he pensado, pero este lugar tiene ventajas de las que no gozan ni en alta ciudad. Los hijos de Beor me ayudan mucho y si alguien tratase de robarme o atacarme ellos no lo permitirían. Soy como de la familia.- Respondió afable mientras señalaba con la mirada en la dirección de la posada. -Además su esposa cocina mejor que los cocineros de muchos nobles, creeme, he estado en varias de sus fiestas.- Añadió cláramente satisfecha de su pequeño nidito en la mayor de las ciudades de los hombres.
-Entiendo...Nunca está de más un empujón durante situaciones peligrosas que tienden a alargarse, y menos en la vanguardia. Tengo lo que necesitas.- Indicó positivamente a su primera petición.
-¿Fuerza al final? También puedo ayudarte con eso. Será temporal, pero los enemigos suelen durar menos que su efecto.- Se jactó la peliblanca, orgullosa de su fórmula. -Las vendas sin duda es lo más sencillo de tu pedido.- Expresó ante su último requerimiento. -Estas las he hecho yo misma, tejido élfico, trenzado reforzado.- Sacó las vendas de debajo del mostrador y le invitó a comprobar su calidad.- Asegúrate de que presionen bien la herida y cumplirán su cometido.- Indicó antes de dirigirse a la trastienda, indicando al Nómada que tendría el resto de las cosas en unos minutos.
Con esencia de ajo previamente machacado y mezclado con agua destilada y esencia de lavanda, la joven tenía ya hecho la mitad del trabajo para el elixir revitalizante, la otra mitad consistía en corazón de amanita muscaria concentrada y pasada por el calcinador para eliminar sus propiedades venenosas, conservando las beneficiosas y mezclando el resultado con el ajo y la lavanda, llenando un pequeño vial. Su color era violeta claro.
Para la pócima de fuerza extrajo manualmente corteza de raíz trepadora y la pulverizó hasta obtener un fino polvo de color marrón que mezcló con el gelatinoso núcleo de dos ranúnculos encorvados obtenido con cuidado, pues otras partes de dicho hongo tenías propiedades distintas. Sumo agua ducal y destilo el resultado, al que añadió una vez terminado el proceso esencia de pétalos de lengua de dragón en una proporción de 5:1. Envasando a continuación el preparado de color marrón en un pequeño frasco.
-Aquí tienes. El vial contiene el elixir revitalizante, suficiente para dos usos. El frasco, pócima de fuerza para un uso.- Explicó añadiendo la duración estimada de dicha pócima teniendo en cuenta su género, tamaño y raza.
-Gracias por la compra. Si necesitas algo más ya sabes dónde encontrarme.-Se despidió.
-Entiendo...Nunca está de más un empujón durante situaciones peligrosas que tienden a alargarse, y menos en la vanguardia. Tengo lo que necesitas.- Indicó positivamente a su primera petición.
-¿Fuerza al final? También puedo ayudarte con eso. Será temporal, pero los enemigos suelen durar menos que su efecto.- Se jactó la peliblanca, orgullosa de su fórmula. -Las vendas sin duda es lo más sencillo de tu pedido.- Expresó ante su último requerimiento. -Estas las he hecho yo misma, tejido élfico, trenzado reforzado.- Sacó las vendas de debajo del mostrador y le invitó a comprobar su calidad.- Asegúrate de que presionen bien la herida y cumplirán su cometido.- Indicó antes de dirigirse a la trastienda, indicando al Nómada que tendría el resto de las cosas en unos minutos.
Con esencia de ajo previamente machacado y mezclado con agua destilada y esencia de lavanda, la joven tenía ya hecho la mitad del trabajo para el elixir revitalizante, la otra mitad consistía en corazón de amanita muscaria concentrada y pasada por el calcinador para eliminar sus propiedades venenosas, conservando las beneficiosas y mezclando el resultado con el ajo y la lavanda, llenando un pequeño vial. Su color era violeta claro.
Para la pócima de fuerza extrajo manualmente corteza de raíz trepadora y la pulverizó hasta obtener un fino polvo de color marrón que mezcló con el gelatinoso núcleo de dos ranúnculos encorvados obtenido con cuidado, pues otras partes de dicho hongo tenías propiedades distintas. Sumo agua ducal y destilo el resultado, al que añadió una vez terminado el proceso esencia de pétalos de lengua de dragón en una proporción de 5:1. Envasando a continuación el preparado de color marrón en un pequeño frasco.
-Aquí tienes. El vial contiene el elixir revitalizante, suficiente para dos usos. El frasco, pócima de fuerza para un uso.- Explicó añadiendo la duración estimada de dicha pócima teniendo en cuenta su género, tamaño y raza.
-Gracias por la compra. Si necesitas algo más ya sabes dónde encontrarme.-Se despidió.
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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Aeros Descontados: 393 (Asher) / 525 (Eltrant Tale)
Aeros añadidos: 178 (Níniel Thenidiel)
Se añaden dos puntos de experiencia por el uso de talleres (cuatro para Níniel por doble post).
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Si algo me había quedado bien claro en mis aventuras recientes era que mi extraordinaria y asombrosa habilidad para disfrazarme y pasar desapercibido era un completo desastre, mis disfraces no me duraban ni la mitad de la aventura y aparte de eso me moría de calor, definitivamente necesitaba una mejor alternativa para la próxima vez que intentara infiltrarme necesitaría un método más efectivo.
Así fue como terminé recordando a mi vieja amiga (y no porque sea vieja ¿o sí?) en fin, mi amiga Niniel, y aunque se me quedó un rato en la mente la curiosidad por saber su edad, traté de despejarme rápidamente para pensar en lo realmente importante, recordar dónde estaba su taller. Deambulé por Lunargenta durante un rato al llegar la noche y tras preguntar y repreguntar varias veces por el señor Wuk no la encontré, desde luego, el apellido correcto era Wood y usando ese sí llegué al llegadero.
Toqué la pequeña puerta gris un par de veces pues me habían señalado que por ahí atendía a sus clientes, por alguna razón no hubo respuesta, así que insistí algunos minutos y luego cambié de estrategia, tomé un pedazo de papel y dejé una pequeña nota pidiéndole un par de pociones que tuvieran la propiedad de cambiar mi aspecto físico por otro durante un tiempo bastante prolongado y sin efecto secundario, implorando por favor que tuviera buen sabor, no como esos mejunjes raros que me había dado antes y que me hacían pensar muy mal de sus habilidades culinarias.
En fin, el punto es que pasé la pequeña nota por debajo de la puerta y al no saber cuánto podría costar esa cosa comencé a pasar también por debajo de la puerta, una tras otra las iba contando hasta llegar a una suma considerable y como tampoco llevaba la cuenta ni siquiera supe que había pasado 580 aeros a cambio del par de pociones, además de eso la nota tenía una pequeña postdata que servía como invitación a la próxima carrera de Upeleros que estaba planeando.
[1] Pues eso, par de pociones para cambiar de forma, como no le pones precio, he dejado 80 para cubrir los materiales y otros 500 porque soy chévere y porque eres la mejor en alquimia y porque "Feliz Cumpleaños" =) Así fue como terminé recordando a mi vieja amiga (y no porque sea vieja ¿o sí?) en fin, mi amiga Niniel, y aunque se me quedó un rato en la mente la curiosidad por saber su edad, traté de despejarme rápidamente para pensar en lo realmente importante, recordar dónde estaba su taller. Deambulé por Lunargenta durante un rato al llegar la noche y tras preguntar y repreguntar varias veces por el señor Wuk no la encontré, desde luego, el apellido correcto era Wood y usando ese sí llegué al llegadero.
Toqué la pequeña puerta gris un par de veces pues me habían señalado que por ahí atendía a sus clientes, por alguna razón no hubo respuesta, así que insistí algunos minutos y luego cambié de estrategia, tomé un pedazo de papel y dejé una pequeña nota pidiéndole un par de pociones que tuvieran la propiedad de cambiar mi aspecto físico por otro durante un tiempo bastante prolongado y sin efecto secundario, implorando por favor que tuviera buen sabor, no como esos mejunjes raros que me había dado antes y que me hacían pensar muy mal de sus habilidades culinarias.
En fin, el punto es que pasé la pequeña nota por debajo de la puerta y al no saber cuánto podría costar esa cosa comencé a pasar también por debajo de la puerta, una tras otra las iba contando hasta llegar a una suma considerable y como tampoco llevaba la cuenta ni siquiera supe que había pasado 580 aeros a cambio del par de pociones, además de eso la nota tenía una pequeña postdata que servía como invitación a la próxima carrera de Upeleros que estaba planeando.
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
Árboles en flor, deliciosos perfumes naturales llenos de matices, una ligera y agradable brisa meciendo su blanco cabello totalmente suelto, y el cantarín sonido de las aguas cristalinas transcurriendo lentamente no muy lejos de allí...No existía un lugar más hermoso que aquel. No había nada como estar en casa, lejos de los problemas que surgían uno tras otro en aquel "otro mundo" que se extendía más allá de los límites de Sandorai...Daban hasta ganas de cantar y bailar solo por estar allí. de hecho, ¿por qué no hacerlo?
La joven elfa tomó aire y se dispuso a entonar una de las canciones que su madre le cantara de niña. Aquella sobre aquella elfa altonata que al tocar el arpa amansaba incluso a las más feroces bestias del bosque...Más antes de que el primer sonido brotara de su boca, un fuerte ruido hizo que se despertara.
-Ummm...pero qué...- Murmuró aún medio dormida e incorporándose en su cama del primer piso de su taller en Lunargenta, un lugar mucho menos agradable que aquel con el que acababa de soñar. -¿Qué hora es?- Se preguntó a sí misma al mirar por la cercana ventana y percatarse de que la luna aún era visible en el cielo, faltaba bastante aún para el amanacer. Entonces el ruido volvió a escucharse y por fín pudo comprender que se trataba de la puerta de abajo. Era de lo más inusual que nadie acudiera allí tan tarde, aunque lo cierto era que dedicándose a lo que se dedicaba no es que pudiese decirse que fuese la primera vez que sufría ese tipo de desvelos.
-¿Quién será? Espero que no sea la señora Bellamy...Ya le dije que el comerciante que tenía que traerme los ingredientes para lo suyo no llegaría hasta el martes...- Expresó bajando de la cama, generando un orbe de luz y dispuesta a salir de su habitación. Aunque volviendo en el último momento sobre sus pasos para ponerse algo por encima. No podía abrir la puerta a vete tú a saber quién medio desnuda.
-¿Quién coño es tan tarde? Estaba teniendo un sueño maravilloso en el que había montones de carne...-La recibió malhumorada Catherine, que también había salido de su habitación. Seguramente ella habría escuchado aquellos golpes mucho antes que la peliblanca, pero aún así había decidido seguir tumbada hasta que no escuchó levantarse a su hermana.
-No espero a nadie. Quizá sea una emergencia.- Respondió Níniel bajando ya las escaleras. Aunque aquel modo de llamar a la puerta no le pareció urgente. -¿Pero qué?- No pudo evitar añadir sorprendida al ver por el suelo junto a la puerta una gran cantidad de monedas. Prácticamente toda la entrada estaba llena de ellas, como si alguien se hubiese entretenido un buen rato en deslizarlas poco a poco. También había una pequeña nota.
-Pero qué...¿De dónde ha salido todo ese dinero?- Proclamó la pelirroja bajando de un salto y comenzando a agarrar las monedas a una velocidad pasmosa. -Vaya...aquí hay cientos de de aeros...muchos cientos...-
Por su parte Níniel tomó la nota y, apartando con el pié varias de las monedas, abrió la puerta, asomándose a la misma al no ver a nadie allí y mirando a ambos lados de la calle, la cual se encontraba totalmente vacía y solo iluminada por un brasero unos metros calle abajo y por su propio orbe de luz. En ese momento y aún en la puerta abrió la nota extrañada y confundida.
-Bio...- Dijo únicamente antes de volver a entrar y cerrar la puerta.
-¿El vampiro? ¿Este dinero es suyo? Vaya...Desde luego que tienes todo un grupo de admiradores...Si tuviera yo uno así de generoso lo mismo incluso le dejaría conservar el brazo si intentara tocarme...- Se burló la felina, que seguía amontonando las monedas sobre el mostrador. -Y tal vez tu también. ¿No llevas demasiada poca ropa para atender la puerta?- Aquello le sacó los colores a la joven.
-Es un pedido...unas pócimas bastante peculiares de hecho. No sabía lo que podían costar y...-Respondió airada. Claro que había pensado en aquello, por eso se había puesto la capa por encima. ¿Qué quería, que se hubiese vestido del todo en tan poco tiempo? Si incluso solo con la capa ya había tardado demasiado en abrir...
-Oh...Pues debe de ser todo un pedido...aquí hay suficiente oro como para equipar a un caballero...-
-En realidad los ingredientes no son tan caros...pero hasta donde yo sé solo hay dos personas en Aerandir que puedan preparar algo así. Una soy yo y otra un asesino licántropo que pasará el resto de sus días en un calabozo en el norte.- Fueron las palabras de la elfa.
-Osea que básicamente puedes cobrar lo que quieras por esa cosa...Creo que ya no estoy enfadada por haberme despertado...- Dijo con una amplia sonrisa.
-Algo así...En fin, volvamos a la cama. Prepararé el pedido por la mañana. No es que vaya a venir a recogerlo durante el día...Quizá incluso prefiera que se lo lleve el día que pretende repetir aquella loca carrera de upeleros...- Convino subiendo de nuevo las escaleras y dejando a Catherine con mirada interrogante.
-¿Carrera de upeleros?-
A la mañana siguiente, tal y como dijo, Níniel comenzó el proceso para satisfacer la demanda de Bio.
En aquella ocasión, varios de los procesos tardarían horas en completarse. Por ejemplo el destilado de la "Mimosa mimética", la peligrosa planta carnívora cambia formas era bastante lento. Requería un tallo completo fresco y de él solo se extraerían unas pocas gotas de esencia concentrada. Y eso asegurando la temperatura óptima y teniendo el equipo adecuado, de lo contrario necesitarías muchos más tallos.
Algo similar ocurría con el polvo de escama de serpiente camaleón, aunque en este caso el proceso era lento por el cuidado que había que tener al pulverizar cada escama y mezclar el resultado con alcohoest.
Por fortuna el último ingrediente necesario no requería tanto esfuerzo. Se trataba de agua de manantial mezclada con esporas del hongo Warrel, lo que le daría al resultado final un aspecto anaranjado y como con partículas tenuemente brillantes en suspensión. Nada extraño a sabiendas de que dicho hongo era la base de muchas pócimas dirigidas a potenciar las capacidades mágicas.
Una vez todo listo, la joven solo tuvo que mezclar el polvo de escamas con el agua de manantial en la proporción adecuada y, tras dejarlo reposar, añadir una gota de esencia de Mimosa por cada tres medidas de lo segundo, obteniendo como resultado tres pequeños frasquitos llenos del anaranjado líquido.
-Al final he obtenido más de lo que esperaba...Estupendo, seguro que puedo encontrarle uso a lo que ha sobrado. Nunca se sabe cuando vas a necesitar hacerte pasar por otra persona.- Expresó la peliblanca guardando el vial sobrante a parte de los dos pedidos por el pelinegro. Ya pasara aquella noche a por ello o no, estaban listos.
La joven elfa tomó aire y se dispuso a entonar una de las canciones que su madre le cantara de niña. Aquella sobre aquella elfa altonata que al tocar el arpa amansaba incluso a las más feroces bestias del bosque...Más antes de que el primer sonido brotara de su boca, un fuerte ruido hizo que se despertara.
-Ummm...pero qué...- Murmuró aún medio dormida e incorporándose en su cama del primer piso de su taller en Lunargenta, un lugar mucho menos agradable que aquel con el que acababa de soñar. -¿Qué hora es?- Se preguntó a sí misma al mirar por la cercana ventana y percatarse de que la luna aún era visible en el cielo, faltaba bastante aún para el amanacer. Entonces el ruido volvió a escucharse y por fín pudo comprender que se trataba de la puerta de abajo. Era de lo más inusual que nadie acudiera allí tan tarde, aunque lo cierto era que dedicándose a lo que se dedicaba no es que pudiese decirse que fuese la primera vez que sufría ese tipo de desvelos.
-¿Quién será? Espero que no sea la señora Bellamy...Ya le dije que el comerciante que tenía que traerme los ingredientes para lo suyo no llegaría hasta el martes...- Expresó bajando de la cama, generando un orbe de luz y dispuesta a salir de su habitación. Aunque volviendo en el último momento sobre sus pasos para ponerse algo por encima. No podía abrir la puerta a vete tú a saber quién medio desnuda.
-¿Quién coño es tan tarde? Estaba teniendo un sueño maravilloso en el que había montones de carne...-La recibió malhumorada Catherine, que también había salido de su habitación. Seguramente ella habría escuchado aquellos golpes mucho antes que la peliblanca, pero aún así había decidido seguir tumbada hasta que no escuchó levantarse a su hermana.
-No espero a nadie. Quizá sea una emergencia.- Respondió Níniel bajando ya las escaleras. Aunque aquel modo de llamar a la puerta no le pareció urgente. -¿Pero qué?- No pudo evitar añadir sorprendida al ver por el suelo junto a la puerta una gran cantidad de monedas. Prácticamente toda la entrada estaba llena de ellas, como si alguien se hubiese entretenido un buen rato en deslizarlas poco a poco. También había una pequeña nota.
-Pero qué...¿De dónde ha salido todo ese dinero?- Proclamó la pelirroja bajando de un salto y comenzando a agarrar las monedas a una velocidad pasmosa. -Vaya...aquí hay cientos de de aeros...muchos cientos...-
Por su parte Níniel tomó la nota y, apartando con el pié varias de las monedas, abrió la puerta, asomándose a la misma al no ver a nadie allí y mirando a ambos lados de la calle, la cual se encontraba totalmente vacía y solo iluminada por un brasero unos metros calle abajo y por su propio orbe de luz. En ese momento y aún en la puerta abrió la nota extrañada y confundida.
-Bio...- Dijo únicamente antes de volver a entrar y cerrar la puerta.
-¿El vampiro? ¿Este dinero es suyo? Vaya...Desde luego que tienes todo un grupo de admiradores...Si tuviera yo uno así de generoso lo mismo incluso le dejaría conservar el brazo si intentara tocarme...- Se burló la felina, que seguía amontonando las monedas sobre el mostrador. -Y tal vez tu también. ¿No llevas demasiada poca ropa para atender la puerta?- Aquello le sacó los colores a la joven.
-Es un pedido...unas pócimas bastante peculiares de hecho. No sabía lo que podían costar y...-Respondió airada. Claro que había pensado en aquello, por eso se había puesto la capa por encima. ¿Qué quería, que se hubiese vestido del todo en tan poco tiempo? Si incluso solo con la capa ya había tardado demasiado en abrir...
-Oh...Pues debe de ser todo un pedido...aquí hay suficiente oro como para equipar a un caballero...-
-En realidad los ingredientes no son tan caros...pero hasta donde yo sé solo hay dos personas en Aerandir que puedan preparar algo así. Una soy yo y otra un asesino licántropo que pasará el resto de sus días en un calabozo en el norte.- Fueron las palabras de la elfa.
-Osea que básicamente puedes cobrar lo que quieras por esa cosa...Creo que ya no estoy enfadada por haberme despertado...- Dijo con una amplia sonrisa.
-Algo así...En fin, volvamos a la cama. Prepararé el pedido por la mañana. No es que vaya a venir a recogerlo durante el día...Quizá incluso prefiera que se lo lleve el día que pretende repetir aquella loca carrera de upeleros...- Convino subiendo de nuevo las escaleras y dejando a Catherine con mirada interrogante.
-¿Carrera de upeleros?-
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A la mañana siguiente, tal y como dijo, Níniel comenzó el proceso para satisfacer la demanda de Bio.
En aquella ocasión, varios de los procesos tardarían horas en completarse. Por ejemplo el destilado de la "Mimosa mimética", la peligrosa planta carnívora cambia formas era bastante lento. Requería un tallo completo fresco y de él solo se extraerían unas pocas gotas de esencia concentrada. Y eso asegurando la temperatura óptima y teniendo el equipo adecuado, de lo contrario necesitarías muchos más tallos.
Algo similar ocurría con el polvo de escama de serpiente camaleón, aunque en este caso el proceso era lento por el cuidado que había que tener al pulverizar cada escama y mezclar el resultado con alcohoest.
Por fortuna el último ingrediente necesario no requería tanto esfuerzo. Se trataba de agua de manantial mezclada con esporas del hongo Warrel, lo que le daría al resultado final un aspecto anaranjado y como con partículas tenuemente brillantes en suspensión. Nada extraño a sabiendas de que dicho hongo era la base de muchas pócimas dirigidas a potenciar las capacidades mágicas.
Una vez todo listo, la joven solo tuvo que mezclar el polvo de escamas con el agua de manantial en la proporción adecuada y, tras dejarlo reposar, añadir una gota de esencia de Mimosa por cada tres medidas de lo segundo, obteniendo como resultado tres pequeños frasquitos llenos del anaranjado líquido.
-Al final he obtenido más de lo que esperaba...Estupendo, seguro que puedo encontrarle uso a lo que ha sobrado. Nunca se sabe cuando vas a necesitar hacerte pasar por otra persona.- Expresó la peliblanca guardando el vial sobrante a parte de los dos pedidos por el pelinegro. Ya pasara aquella noche a por ello o no, estaban listos.
OFF: Preparo 3x Poción de cambio de forma. (Receta única) 3x8 mats cada una son 24 mats usados. Dos de las pociones son para Bio y una para Níniel, Níniel gana: 580 (que deja Bio) -240 (de los mats)= 340 aeros netos.
OFF2: Gracias por el regalo Bio^^. No me esperaba que fueras a pasarte por el taller de Nín para felicitarme^^ Parece una tontería pero me hizo ilusión. /kiss^^.
Níniel Thenidiel
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
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Aeros Descontados: -580 (Bio)
Aeros añadidos: +240 (Níniel Thenidiel)
Se añaden dos puntos de experiencia por el uso de talleres.
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Re: El vial blanco 2.0. [Taller de Alquimia-Ingenieria de Níniel]
[justify]Al final había que concederle a Catherine cierto grado de razón con respecto al lado bueno de la fama y la gloria, así como del hecho de no poder pasar desapercibidas con facilidad. Y es que difícilmente hubiese llegado hasta su poder aquel libro de notas, que en aquellos momentos estudiaba con suma atención, de no ser considerada como una de la grandes figuras del momento, y mucho menos grátis.
¿Acaso era común que el joven y casadero heredero de una de las familias nobles de Lunargenta acudiera a la calle del hospital para entregarle en persona a una elfa, que no conocía en persona hasta ese momento, algo tan valioso como obsequio? Un "detalle por su gran servicio a Aerandir" le había dicho al dárselo en mano con ademanes cohibidos y cierto rubor en el rostro. "Algo sin demasiado valor práctico para mi, pero que seguro que una alquimista de vuestro calibre podría encontrar muy útil, o eso creo. Mi abuelo lo adquirió en uno de sus viajes hace mucho. Por lo visto tiene cerca de quinientos años. Tras su muerte, me temo que el resto de la familia no compartimos su pasión por la alquimia", había añadido a continuación mostrándose reticente a levantar la mirada por más de un par de segundo seguidos durante el tiempo que duró su encuentro.
Difícilmente habría podido la peliblanca saber en aquel momento lo corto que "muy útil" se quedaba para describir los conocimientos que aquel volumen contenían. Solo varios días de concienzudo y atrapante estudio revelarían la verdad a los expertos ojos de la sacerdotisa.
Efectivamente Níniel había podido comprobar la antigüedad de aquel libro. Contenía varias y muy interesantes investigaciones alquímicas por las que muchos maestros alquimistas estarían dispuestos a pagar grandes sumas de oro...Pero lo más interesante comenzaría hacia la mitad de sus páginas, donde el autor, tras considerar las primeras investigaciones como meros preliminares, narraba con todo lujo de detalles y diagramas la fabricación de algo que él llamaba "piedra de la vida". Sus capacidades de ser ciertas, y el escritor aseguraba que lo serían una vez estuviese completa, eran realmente fascinantes.
En las últimas páginas del libro, mucho más recientes que el resto, se encontraban las notas e investigaciones propias del que debía de ser el abuelo del amable noble que le había hecho entrega del tomo. Parecía haberle dedicado mucho tiempo a comprobar y actualizar las notas del autor original, así como a realizar sus propios experimentos para crear la "piedra de la vida". Sin éxito lamentablemente, aunque todo parecía indicar que había logrado acercarse mucho, teniendo que abandonar a punto de lograrlo y tras casi veinte años de investigación debido a una enfermedad grave causada por su avanzada edad.
Para Níniel continuar aquella investigación y culminar los esfuerzos de sus predecesores sería solo cuestión de resolver los últimos inconvenientes e incógnitas. Usando su dilatada experiencia y conocimientos para triunfar donde ellos habían tropezado sentía que estaba ya muy cerca, habiendo incluso obtenido grandes logros con sus primeras teorías y pruebas. Claro que una cosa tenía clara mientras añadía sus propias notas y esquemas a las fórmulas; los ingredientes para la versión definitiva no iban a ser fáciles de conseguir.
OFF:Narración de cómo Níniel obtiene la receta de Piedra de la vida. Receta recompensa por profesión alquimia subido al máximo.
¿Acaso era común que el joven y casadero heredero de una de las familias nobles de Lunargenta acudiera a la calle del hospital para entregarle en persona a una elfa, que no conocía en persona hasta ese momento, algo tan valioso como obsequio? Un "detalle por su gran servicio a Aerandir" le había dicho al dárselo en mano con ademanes cohibidos y cierto rubor en el rostro. "Algo sin demasiado valor práctico para mi, pero que seguro que una alquimista de vuestro calibre podría encontrar muy útil, o eso creo. Mi abuelo lo adquirió en uno de sus viajes hace mucho. Por lo visto tiene cerca de quinientos años. Tras su muerte, me temo que el resto de la familia no compartimos su pasión por la alquimia", había añadido a continuación mostrándose reticente a levantar la mirada por más de un par de segundo seguidos durante el tiempo que duró su encuentro.
Difícilmente habría podido la peliblanca saber en aquel momento lo corto que "muy útil" se quedaba para describir los conocimientos que aquel volumen contenían. Solo varios días de concienzudo y atrapante estudio revelarían la verdad a los expertos ojos de la sacerdotisa.
Efectivamente Níniel había podido comprobar la antigüedad de aquel libro. Contenía varias y muy interesantes investigaciones alquímicas por las que muchos maestros alquimistas estarían dispuestos a pagar grandes sumas de oro...Pero lo más interesante comenzaría hacia la mitad de sus páginas, donde el autor, tras considerar las primeras investigaciones como meros preliminares, narraba con todo lujo de detalles y diagramas la fabricación de algo que él llamaba "piedra de la vida". Sus capacidades de ser ciertas, y el escritor aseguraba que lo serían una vez estuviese completa, eran realmente fascinantes.
En las últimas páginas del libro, mucho más recientes que el resto, se encontraban las notas e investigaciones propias del que debía de ser el abuelo del amable noble que le había hecho entrega del tomo. Parecía haberle dedicado mucho tiempo a comprobar y actualizar las notas del autor original, así como a realizar sus propios experimentos para crear la "piedra de la vida". Sin éxito lamentablemente, aunque todo parecía indicar que había logrado acercarse mucho, teniendo que abandonar a punto de lograrlo y tras casi veinte años de investigación debido a una enfermedad grave causada por su avanzada edad.
Para Níniel continuar aquella investigación y culminar los esfuerzos de sus predecesores sería solo cuestión de resolver los últimos inconvenientes e incógnitas. Usando su dilatada experiencia y conocimientos para triunfar donde ellos habían tropezado sentía que estaba ya muy cerca, habiendo incluso obtenido grandes logros con sus primeras teorías y pruebas. Claro que una cosa tenía clara mientras añadía sus propias notas y esquemas a las fórmulas; los ingredientes para la versión definitiva no iban a ser fáciles de conseguir.
OFF:Narración de cómo Níniel obtiene la receta de Piedra de la vida. Receta recompensa por profesión alquimia subido al máximo.
Última edición por Níniel Thenidiel el Sáb 11 Mayo - 21:53, editado 1 vez
Níniel Thenidiel
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