La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
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La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Sonreí ampliamente. Parecía que se unían al plan de acabar con esos vampiros. Sin duda, sería el mejor método de terminar con todo ese asunto de raíz. Entonces podría continuar con mi vida sabiendo que mi hermana estaría a salvo, sin que ningún chupasangre estaría acechándola. Me quedé mirando a Zukura durante algunos segundos. Parecía valiente, decidida. Su hermano en cambio se mostraba poco convencido, temeroso y dubitativo. Si yo hubiera sido su hermana, estaría avergonzado de tener la misma sangre que aquel muchacho. Aun así, finalmente había accedido a formar parte del plan.
– No seas tan negativo –le dije a Yen. Luego me volví hacia mi hermana.
Ella se encogió de hombros.
– Sí. Como sea, lo que tú decidas, supongo –dijo ella.
– Te veo poco convencida.
– Tanto como el hermano de Zukura –Lilja lo miró de reojo–. ¿Sabes por qué? Porque nosotros hemos estado delante de ellos. Nosotros los hemos visto actuar y hacer cosas terribles –hizo una breve pausa–. Ni tú ni Zukura os habéis enfrentado a ellos, ni habéis visto cómo es el jefe y sus secuaces. Creéis que son vampirillos debiluchos, de esos que van en solitario por las calles aprovechandose de los jóvenes ebrios. Y no es así. Son toda una agrupación.
Entonces uno de los hermanos mencionó el orgullo del vampiro. Que tal vez podría ser un defecto que podríamos usar en su contra. Aquello era muy interesante, y me pareció una excelente idea desde un principio. Utilizar el orgullo de un vampiro no debía ser muy diferente a usar el de una persona. De hecho, debía ser incluso más fácil. Yo siempre había pensado que las personas, cuanto más vivían, o más tolerantes e inteligentes se volvían, o más orgullosas y cerradas. Un líder entre los vampiros probablemente habría seguido el segundo camino, dado que siempre es difícil ser una persona equilibrada si se está en la cima. También mencionaron el enfado que teníamos entre mi hermana y yo. Era cierto, no teníamos por qué seguir con aquello.
– Tú tienes razón, hermana –me dirigí hacia Lilja–. Y también ellos. Lo de utilizar el orgullo en su contra me parece una excelente idea. Y Lilja –me dirigí hacia ella nuevamente–, todo está bien y acabará bien. No estoy enfadado contigo. Tan sólo me preocupo por las estupideces que…
– Esa no es una buena forma de arreglarlo –dijo ella con una sonrisa.
– Disculpa. Simplemente dejemos de estar mal. Hagamos esto, acabemos con ellos y olvidémonos de que alguna vez tú o su hermano –dirigí la mirada a Yen– habéis ayudado alguna vez a cualquier vampiro. ¿De acuerdo? –ella asintió, sonriente–. Está bien. Bueno, pues me gustaría adquirir un par de cosas antes de marchar, si no os importa. Tengo mi equipo completamente mojado, la espada desafilada y debo conseguir algunas otras cosas. Podríamos encontrarnos en la fuente que hay fuera dentro de dos horas. ¿Os parece bien?
– No seas tan negativo –le dije a Yen. Luego me volví hacia mi hermana.
Ella se encogió de hombros.
– Sí. Como sea, lo que tú decidas, supongo –dijo ella.
– Te veo poco convencida.
– Tanto como el hermano de Zukura –Lilja lo miró de reojo–. ¿Sabes por qué? Porque nosotros hemos estado delante de ellos. Nosotros los hemos visto actuar y hacer cosas terribles –hizo una breve pausa–. Ni tú ni Zukura os habéis enfrentado a ellos, ni habéis visto cómo es el jefe y sus secuaces. Creéis que son vampirillos debiluchos, de esos que van en solitario por las calles aprovechandose de los jóvenes ebrios. Y no es así. Son toda una agrupación.
Entonces uno de los hermanos mencionó el orgullo del vampiro. Que tal vez podría ser un defecto que podríamos usar en su contra. Aquello era muy interesante, y me pareció una excelente idea desde un principio. Utilizar el orgullo de un vampiro no debía ser muy diferente a usar el de una persona. De hecho, debía ser incluso más fácil. Yo siempre había pensado que las personas, cuanto más vivían, o más tolerantes e inteligentes se volvían, o más orgullosas y cerradas. Un líder entre los vampiros probablemente habría seguido el segundo camino, dado que siempre es difícil ser una persona equilibrada si se está en la cima. También mencionaron el enfado que teníamos entre mi hermana y yo. Era cierto, no teníamos por qué seguir con aquello.
– Tú tienes razón, hermana –me dirigí hacia Lilja–. Y también ellos. Lo de utilizar el orgullo en su contra me parece una excelente idea. Y Lilja –me dirigí hacia ella nuevamente–, todo está bien y acabará bien. No estoy enfadado contigo. Tan sólo me preocupo por las estupideces que…
– Esa no es una buena forma de arreglarlo –dijo ella con una sonrisa.
– Disculpa. Simplemente dejemos de estar mal. Hagamos esto, acabemos con ellos y olvidémonos de que alguna vez tú o su hermano –dirigí la mirada a Yen– habéis ayudado alguna vez a cualquier vampiro. ¿De acuerdo? –ella asintió, sonriente–. Está bien. Bueno, pues me gustaría adquirir un par de cosas antes de marchar, si no os importa. Tengo mi equipo completamente mojado, la espada desafilada y debo conseguir algunas otras cosas. Podríamos encontrarnos en la fuente que hay fuera dentro de dos horas. ¿Os parece bien?
Última edición por Friðþjófur Rögnvaldsson el Sáb Nov 25 2017, 11:10, editado 2 veces
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
- Claro que me e enfrentado a vampiros, por desgracia - dije ante el comentario de Lilja casi como un puchero ¿como se atrevía a decir algo así sin ni siquiera saber las cosas que e echó aunque eso ahora no importaba mucho asi que decidí no decir mas sobre el asuntó.
Luego al parecer las cosas se fueron aliviando entre los dos pelirrojos lo cual a la vez aliviaba el ambiente ya no estaba tan pesado e incomodo como ase unos instantes atrás, no pude evitar esbozar una sonrisa ante la escena, pero me acorde de algo que le quería preguntar a Lilja.
- Oye Lilja... ¿Que fue lo que le dijiste a noche a la dueña de la posada que nos dejo quedar? - en ese momento la vista de Yen también calló sobre ella con algo de curiosidad y luego a mi.
- Deja tu indiscreción por un rato ¿Quieres Zuk? - dijo Yen suspirando mientras se levantaba de su puesto - De acuerdo nos veremos en la fuente - dijo yen para luego caminar de nuevo al cuarto.
- Vale en ese caso preparare mis cosas - dije levantándome para luego ir a poner la silla donde iba para luego ir al cuarto y sentarme en la cama en la que había dormido.
Luego tome mi bolso y saque mi hacha para empezar a afilarla hasta que deje el filo brillante y para confirmar que estaba filosa pase mi dedo gordo con suavidad el cual se gano un leve rasguñó del cual salia un delgado hilo de sangre, luego la deje en la cama y saque el brazalete que tenia la hoja oculta y la solté para afilarla también.
- [color:2361=339933]Al final lograste crear un cuchillo portátil - dijo con una sonrisa mientras también afilaba su espada.
- Recuerdas que la primera que hice era una navaja de papa y un par de tiras de cuero - dije mientras pasaba a afilarla del otro lado la hoja.
- Si lo recuerdo muy bien te cortaste un par de veces... Pero al parecer lo lograste - dije con una sonrisa al terminar.
Ya cuando las dos horas pasaron aun seguía siendo temprano pero el olor a almuerzo se sentía en la cocina, me recordó a cuando a estas horas Yen y yo nos escabullíamos para ver que comida robar de la casa vecina, cuando vayamos la escaleras llevábamos con nosotros las cosas que habíamos traído para luego ir a la fuente a esperar, había bastante sol por lo cual me puse la capucha del abrigo, me senté en la orilla de la fuente silbando una melodía que acababa de inventar, mi hermano se sentó a los pies de la fuente a mi lado con la espada en la espalda y la capucha de su abrigo puesta también.
- ¿Por que teníamos que ser los primeros? - pregunto sin esperar una respuesta.
Yo detuve mi silbido para luego verlo y encogerme de hombros - Aburrimiento, ansiedad o... Quieres estar cerca de cierta pelirroja - dije volteando hacia otro lado.
- Sabes que me gustan todo tipo de mujeres, sobre todo las que tienen pelo de fuego - dijo poniendo las manos detrás de su nuca como si de un alago se tratara.
- Ser mujeriego te traerá problemas -
- Si claro como digas mami - dijo con gesto de mano para decirme que hiciera lo que yo quisiera.
Yo simplemente le mande una leve patada en la cabeza la cual el respondió con un golpe en mi rodilla en forma de juego ya que debíamos matar el tiempo mientras esperábamos.
Luego al parecer las cosas se fueron aliviando entre los dos pelirrojos lo cual a la vez aliviaba el ambiente ya no estaba tan pesado e incomodo como ase unos instantes atrás, no pude evitar esbozar una sonrisa ante la escena, pero me acorde de algo que le quería preguntar a Lilja.
- Oye Lilja... ¿Que fue lo que le dijiste a noche a la dueña de la posada que nos dejo quedar? - en ese momento la vista de Yen también calló sobre ella con algo de curiosidad y luego a mi.
- Deja tu indiscreción por un rato ¿Quieres Zuk? - dijo Yen suspirando mientras se levantaba de su puesto - De acuerdo nos veremos en la fuente - dijo yen para luego caminar de nuevo al cuarto.
- Vale en ese caso preparare mis cosas - dije levantándome para luego ir a poner la silla donde iba para luego ir al cuarto y sentarme en la cama en la que había dormido.
Luego tome mi bolso y saque mi hacha para empezar a afilarla hasta que deje el filo brillante y para confirmar que estaba filosa pase mi dedo gordo con suavidad el cual se gano un leve rasguñó del cual salia un delgado hilo de sangre, luego la deje en la cama y saque el brazalete que tenia la hoja oculta y la solté para afilarla también.
- [color:2361=339933]Al final lograste crear un cuchillo portátil - dijo con una sonrisa mientras también afilaba su espada.
- Recuerdas que la primera que hice era una navaja de papa y un par de tiras de cuero - dije mientras pasaba a afilarla del otro lado la hoja.
- Si lo recuerdo muy bien te cortaste un par de veces... Pero al parecer lo lograste - dije con una sonrisa al terminar.
Ya cuando las dos horas pasaron aun seguía siendo temprano pero el olor a almuerzo se sentía en la cocina, me recordó a cuando a estas horas Yen y yo nos escabullíamos para ver que comida robar de la casa vecina, cuando vayamos la escaleras llevábamos con nosotros las cosas que habíamos traído para luego ir a la fuente a esperar, había bastante sol por lo cual me puse la capucha del abrigo, me senté en la orilla de la fuente silbando una melodía que acababa de inventar, mi hermano se sentó a los pies de la fuente a mi lado con la espada en la espalda y la capucha de su abrigo puesta también.
- ¿Por que teníamos que ser los primeros? - pregunto sin esperar una respuesta.
Yo detuve mi silbido para luego verlo y encogerme de hombros - Aburrimiento, ansiedad o... Quieres estar cerca de cierta pelirroja - dije volteando hacia otro lado.
- Sabes que me gustan todo tipo de mujeres, sobre todo las que tienen pelo de fuego - dijo poniendo las manos detrás de su nuca como si de un alago se tratara.
- Ser mujeriego te traerá problemas -
- Si claro como digas mami - dijo con gesto de mano para decirme que hiciera lo que yo quisiera.
Yo simplemente le mande una leve patada en la cabeza la cual el respondió con un golpe en mi rodilla en forma de juego ya que debíamos matar el tiempo mientras esperábamos.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Lilja y Frith se marcharon de aquel lugar. Recorrieron los alrededores del establecimiento, buscando algún local. Siendo ahora de día, pudieron ver que no había mucho más alrededor, que no se trataba ni siquiera de un pequeño poblado. Era una aldea con algunas casas repartidas, a las que se tenía acceso mediante pequeños caminos entre los bosques. Aun así el sol golpeaba con fuerza, las copas de los árboles no lo cubrían. Frith se había dado cuenta de que había estado transpirando bastante. Se sintió muy sucio de repente y buscó nuevamente el establecimiento donde habían pasado la noche. Lilja lo acompañaba en todo momento, pese a que de tanto en tanto se distraía un poco y se quedaba atrás. Zukura no estaba ya allí, ni tampoco su hermano. Frith se acercó a la dueña del establecimiento, y preguntó si era posible que se diera un baño, a lo cual la mujer respondió con una negativa.
– ¿Y cómo te bañas tú? –preguntó él.
Lilja le había dado un fuerte codazo en las costillas, él había pedido disculpas y se habían marchado a seguir buscando establecimientos por la zona. Finalmente encontraron lo que parecía un pequeño baño público, posiblemente hecho para los viajeros que pasaban por aquella zona. En cuanto se acercaron, vieron que un hombre barrigón esperaba en la entrada.
– ¿Cuánto es? –preguntó Frith en cuanto se acercaron al hombre. Éste sonrió ampliamente, como si hubiera estado esperando todo el día a atender a alguien.
– Son cinco aeros por cabeza. Tres por cabeza si la señorita también entra –dijo, mirando a Lilja. Ella frunció el ceño.
– ¿Hay más gente dentro? –preguntó Frith por curiosidad. El hombre negó con la cabeza. Frith sacó su pequeño monedero y le entregó los aeros.
Los hermanos pasaron en aquellos baños más tiempo del que hubieran esperado. El agua estaba caliente, el vapor ascendía y generaba un ambiente confortable. Pero probablemente la principal razón que los hizo disfrutar de aquellos baños, era que estaban completamente solos y tenían todo aquello para ellos. Tener algo así en Lunargenta era algo prácticamente imposible. El ambiente tenía un fuerte olor a canela y cacao. En cuanto terminaron de darse el baño, salieron y continuaron buscando entre los distintos establecimientos. Frith se sentía renovado, y no podía dejar de esbozar una amplísima sonrisa.
Encontraron también un pequeño local donde vendían algunas prendas de ropa. Frith se había mirado a sí mismo, mirando aquella ropa tan vieja y desastrosa, hecha jirones y despedazada. Lilja en cambio estaba impecable, pero no tenía nada parecido a una armadura. Después de pasar cerca de veinte minutos escuchando las recomendaciones de la anciana que regentaba aquel local, Frith cambió su equipo, adquiriendo unas hombreras nuevas y una cota de malla. Su hermana en cambio, obtuvo algunas piezas de cuero. Ya tenía pantalones de cuero que le había ofrecido la dueña de la posada donde habían descansado, y estos hacían juego con la parte superior que había adquirido, de cuero oscuro. También adquirió nuevas botas y guantes.
Frith ya tenía sus propias armas, sin embargo Lilja no. Así que compró también una espada corta, no muy pesada pero lo suficientemente útil para un enfrentamiento como el que iban a tener. Él no había pensado en que tal vez utilizarían su forma de lobo para poder realizar el enfrentamiento, pero incluso en ese caso, consideraba que era mejor tener armas a mano. Pasaron algunas horas y tras no encontrar nada más de interés, regresaron hasta el punto de encuentro acordado. En cuanto ambos vieron a los dos hermanos, se acercaron rápidamente sonrientes. Frith se dirigió hacia Yen directamente.
– ¿Qué tienes que contarme sobre el jefe? ¿Lo conoces? ¿Qué tanto lo conoces y de qué modo podríamos herir su orgullo? ¿Y cuál es su base y dónde está? –preguntó todo rápidamente–. Disculpa, solo quiero que aclaremos cosas antes de comenzar el plan y marchar hacia allí.
Lilja se había acercado a Zukura sonriente.
– ¿Estáis bien? ¿Habéis adquirido algo? –preguntó ella.
– ¿Y cómo te bañas tú? –preguntó él.
Lilja le había dado un fuerte codazo en las costillas, él había pedido disculpas y se habían marchado a seguir buscando establecimientos por la zona. Finalmente encontraron lo que parecía un pequeño baño público, posiblemente hecho para los viajeros que pasaban por aquella zona. En cuanto se acercaron, vieron que un hombre barrigón esperaba en la entrada.
– ¿Cuánto es? –preguntó Frith en cuanto se acercaron al hombre. Éste sonrió ampliamente, como si hubiera estado esperando todo el día a atender a alguien.
– Son cinco aeros por cabeza. Tres por cabeza si la señorita también entra –dijo, mirando a Lilja. Ella frunció el ceño.
– ¿Hay más gente dentro? –preguntó Frith por curiosidad. El hombre negó con la cabeza. Frith sacó su pequeño monedero y le entregó los aeros.
Los hermanos pasaron en aquellos baños más tiempo del que hubieran esperado. El agua estaba caliente, el vapor ascendía y generaba un ambiente confortable. Pero probablemente la principal razón que los hizo disfrutar de aquellos baños, era que estaban completamente solos y tenían todo aquello para ellos. Tener algo así en Lunargenta era algo prácticamente imposible. El ambiente tenía un fuerte olor a canela y cacao. En cuanto terminaron de darse el baño, salieron y continuaron buscando entre los distintos establecimientos. Frith se sentía renovado, y no podía dejar de esbozar una amplísima sonrisa.
Encontraron también un pequeño local donde vendían algunas prendas de ropa. Frith se había mirado a sí mismo, mirando aquella ropa tan vieja y desastrosa, hecha jirones y despedazada. Lilja en cambio estaba impecable, pero no tenía nada parecido a una armadura. Después de pasar cerca de veinte minutos escuchando las recomendaciones de la anciana que regentaba aquel local, Frith cambió su equipo, adquiriendo unas hombreras nuevas y una cota de malla. Su hermana en cambio, obtuvo algunas piezas de cuero. Ya tenía pantalones de cuero que le había ofrecido la dueña de la posada donde habían descansado, y estos hacían juego con la parte superior que había adquirido, de cuero oscuro. También adquirió nuevas botas y guantes.
Frith ya tenía sus propias armas, sin embargo Lilja no. Así que compró también una espada corta, no muy pesada pero lo suficientemente útil para un enfrentamiento como el que iban a tener. Él no había pensado en que tal vez utilizarían su forma de lobo para poder realizar el enfrentamiento, pero incluso en ese caso, consideraba que era mejor tener armas a mano. Pasaron algunas horas y tras no encontrar nada más de interés, regresaron hasta el punto de encuentro acordado. En cuanto ambos vieron a los dos hermanos, se acercaron rápidamente sonrientes. Frith se dirigió hacia Yen directamente.
– ¿Qué tienes que contarme sobre el jefe? ¿Lo conoces? ¿Qué tanto lo conoces y de qué modo podríamos herir su orgullo? ¿Y cuál es su base y dónde está? –preguntó todo rápidamente–. Disculpa, solo quiero que aclaremos cosas antes de comenzar el plan y marchar hacia allí.
Lilja se había acercado a Zukura sonriente.
– ¿Estáis bien? ¿Habéis adquirido algo? –preguntó ella.
- OFF:
- Discúlpame que este cambiando todo el tiempo de persona… de escribir en primera persona a tercera. No me termino de decidir. Pero creo que de ahora ondeante escribiré siempre en primera persona. ¡Simplemente quería pedir disculpas porque debe ser un poco molesto ver cómo voy cambiando de un modo a otro!
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Seguíamos jugando a darnos golpes hasta que los pelirrojos llegaron les dedique una sonrisa mie tras me quitaba la capucha del abrigo, mientras nos levantábamos Yen se sacudió el pantalón al igual que yo.
- Hola estoy muy bien no debe preguntar por eso - dijo mi hermano en forma de broma para luego responder las preguntas del pelirrojo - Dependiendo de donde te solicite... Conozco de vista la mansión que tiene cerca de Lunargenta... No se por que estaría fuera de la ciudad supongo que era de cuando era humano... Pues como todo hombre no le gusta que lo llamen débil, seria una forma de buscarle pelea, pero tal vez uno de sus secuaces respondan en vez de el y como tal no lo conozco solo que es un tipo mas frio que el hielo y muy calculador asi que hay que estar atentos con lo que haremos - dijo Yen mientras se quitaba la capucha de su abrigo.
Deje de prestar algo de atención a la conversación entre los dos hombres mientras pasaba a prestarle atención a Lilja que ante su pregunta le mostré dos cuchillos que acababa de comprar y que ocultaba en mis botas.
- Pues eso fue lo que compre, linda ropa y linda espada - dije señalándola - ¿Puedo probarla? - le pregunte.
Aunque me quedaría con las ganas por que luego de eso acordamos ir en dirección de Lunargenta pero algo estaba seguro necesitaríamos transporte por que caminar desde donde estábamos hasta Lunargenta era mucho tiempo y no creo que dispusiéramos de el.
- Necesitáremos caballos.... Desde aqui a Verisar es bastante a pie y no creo que tengamos ese tiempo - dije mientras empezábamos a caminar.
- Ya yo me encargue de eso... Solo que nada mas puede comprar dos caballos espere me aqui ya los traigo - dijo mientras caminaba hacia el pequeño establo donde estaban los caballos.
Mi hermano no se tardo mucho en volver con los dos caballos de las riendas, le entrego las riendas de una a Frith para hacerme seña de que me subiera, me subí y acomode sobre el caballo para que luego mi hermano subiera también.
- Estos caballos no se acostumbran a correr asi que lo mejor seria no esforzarlos tanto y dejarlos descansar de vez en cuando en el camino - dijo mientras tomaba las riendas para hacer andar el caballo.
- ¿Con que compraste los caballos? - no pude evitar preguntarle ya que dos caballos no eran baratos.
- Con el rubí que tenia mi cadena se lo ofrecí al hombre al que se los compre - dijo con una sonrisa mientras cabalgábamos hacia el sendero que debíamos tomar que nos llevaría hasta verisar.
Al principio el viaje era algo aburrido, por lo cual andaba algo inquieta como un niño pequeño que na sabe que hacer, en mas de una ocasión Yen me había dicho que me quedara quieta y llego un momento que incluso me jalo una oreja, por lo cual yo casi lo tire del caballo pero no era momento para que nos jugáramos a los golpes, asi que simplemente me quede quieta aunque me estuviera aburriendo.
- Hola estoy muy bien no debe preguntar por eso - dijo mi hermano en forma de broma para luego responder las preguntas del pelirrojo - Dependiendo de donde te solicite... Conozco de vista la mansión que tiene cerca de Lunargenta... No se por que estaría fuera de la ciudad supongo que era de cuando era humano... Pues como todo hombre no le gusta que lo llamen débil, seria una forma de buscarle pelea, pero tal vez uno de sus secuaces respondan en vez de el y como tal no lo conozco solo que es un tipo mas frio que el hielo y muy calculador asi que hay que estar atentos con lo que haremos - dijo Yen mientras se quitaba la capucha de su abrigo.
Deje de prestar algo de atención a la conversación entre los dos hombres mientras pasaba a prestarle atención a Lilja que ante su pregunta le mostré dos cuchillos que acababa de comprar y que ocultaba en mis botas.
- Pues eso fue lo que compre, linda ropa y linda espada - dije señalándola - ¿Puedo probarla? - le pregunte.
Aunque me quedaría con las ganas por que luego de eso acordamos ir en dirección de Lunargenta pero algo estaba seguro necesitaríamos transporte por que caminar desde donde estábamos hasta Lunargenta era mucho tiempo y no creo que dispusiéramos de el.
- Necesitáremos caballos.... Desde aqui a Verisar es bastante a pie y no creo que tengamos ese tiempo - dije mientras empezábamos a caminar.
- Ya yo me encargue de eso... Solo que nada mas puede comprar dos caballos espere me aqui ya los traigo - dijo mientras caminaba hacia el pequeño establo donde estaban los caballos.
Mi hermano no se tardo mucho en volver con los dos caballos de las riendas, le entrego las riendas de una a Frith para hacerme seña de que me subiera, me subí y acomode sobre el caballo para que luego mi hermano subiera también.
- Estos caballos no se acostumbran a correr asi que lo mejor seria no esforzarlos tanto y dejarlos descansar de vez en cuando en el camino - dijo mientras tomaba las riendas para hacer andar el caballo.
- ¿Con que compraste los caballos? - no pude evitar preguntarle ya que dos caballos no eran baratos.
- Con el rubí que tenia mi cadena se lo ofrecí al hombre al que se los compre - dijo con una sonrisa mientras cabalgábamos hacia el sendero que debíamos tomar que nos llevaría hasta verisar.
Al principio el viaje era algo aburrido, por lo cual andaba algo inquieta como un niño pequeño que na sabe que hacer, en mas de una ocasión Yen me había dicho que me quedara quieta y llego un momento que incluso me jalo una oreja, por lo cual yo casi lo tire del caballo pero no era momento para que nos jugáramos a los golpes, asi que simplemente me quede quieta aunque me estuviera aburriendo.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
El hermano de Zukura me dijo brevemente lo poco que sabia sobre el líder de esa agrupación de vampiros. No era demasiado, pero era lo suficiente como para que comen aramos a trazar un pequeño plan, o para que pudiéramos vislumbrar las posibilidades que teníamos para enfrentarnos a aquel individuo y sus seguidores. Mi hermana parecía sentirse contenta de pasar tiempo con Zukura, le veía una amplia sonrisa cada vez que cruzaba palabra con ella, y aquello me hacia feliz. En cambio yen… con el todavía no conseguía llevarme bien, y mi hermana tampoco había cruzado palabra con el. Aun así, mi hermana sentía una especie de… no aprecio, pero si que sentía un cierto grado de complicidad. Por el hecho de que ambos habían cometido el terrible error de ayudar a los vampiros para ganar algo de dinero.
El hermano de Zukura había pensado en adquirir caballos incluso antes de que nosotros lo hubiéramos planteado, había sido bastante inteligente por su parte.
— Eso ha estado muy bien —no pude evitar comentar al comprobar la audacia de yen—. Esta demasiado lejos, y necesitamos estar frescos para el combate, si es que este se da.
— Combate? —Pregunto mi hermana sobresaltada.
— Que te creías? —La mire confundido—. Que simplemente iríamos y le diríamos: buenos días señor vampiro, podría salir a tomar el sol unas cuantas horas hasta que se convierta en poco mas que un montón de cenizas?
Mi hermana frunció el ceño, no le había agradado que me burlara de ella. Aun así le di una palmada en el brazo y le sonreí, y pareció tomárselo un poco mejor. Tome las riendas del caballo que me había ofrecido el hermano de Zukura, y subí con cierto cuidado. E equipo del caballo no era gran cosa, ni tampoco el caballo en si, pero al menos parecía un animal amigable. No se encabritaría con facilidad. Yen me confirmo que tampoco seria capaz de correr con gran rapidez, así que deberíamos tener cuidado a la hora de cabalgar en dirección a Lunargenta sin agotar al caballo. Ayude a mi hermana a subir, haciendo que me tomara del brazo, y una vez arriba dirigí la mirada hacia los dos hermanos.
— Bueno, entonces podemos marchar ya —dije—. De verdad no podemos hacerles hacer un esfuerzo? Tan baratos fueron? —Solté una risotada. El caballo pareció entender que me estaba burlando de el, y comenzó a caminar con lentitud, pero de pronto comenzó a ir mas y mas rápido. De repente nos vi a Lilja y a mi marchando sobre una montura veloz, un animal entusiasta y lleno de energía. Tal vez lo que decía yen no era tan cierto.
Continuamos el trayecto durante bastante tiempo hasta que nos acercamos a una zona donde se hacia mas común ver algunas pequeñas aldeas y poblados. No debíamos estar muy lejos de Lunargenta. Además, se podía ver como la guardia patrullaba cada tanto los caminos, algo propio de los alrededores de la ciudad. Sin embargo yo no tenia la menor idea de en que parte se encontraba aquella edificación de la que el hermano de Zukura nos había estado hablando. Así que bajamos la marcha y nos acercamos hacia ellos con el caballo, marchando muy despacio.
— Donde esta ese lugar? —Fue Lilja quien pregunto esto directamente a yen esta vez—. El edificio del vampiro.
El hermano de Zukura había pensado en adquirir caballos incluso antes de que nosotros lo hubiéramos planteado, había sido bastante inteligente por su parte.
— Eso ha estado muy bien —no pude evitar comentar al comprobar la audacia de yen—. Esta demasiado lejos, y necesitamos estar frescos para el combate, si es que este se da.
— Combate? —Pregunto mi hermana sobresaltada.
— Que te creías? —La mire confundido—. Que simplemente iríamos y le diríamos: buenos días señor vampiro, podría salir a tomar el sol unas cuantas horas hasta que se convierta en poco mas que un montón de cenizas?
Mi hermana frunció el ceño, no le había agradado que me burlara de ella. Aun así le di una palmada en el brazo y le sonreí, y pareció tomárselo un poco mejor. Tome las riendas del caballo que me había ofrecido el hermano de Zukura, y subí con cierto cuidado. E equipo del caballo no era gran cosa, ni tampoco el caballo en si, pero al menos parecía un animal amigable. No se encabritaría con facilidad. Yen me confirmo que tampoco seria capaz de correr con gran rapidez, así que deberíamos tener cuidado a la hora de cabalgar en dirección a Lunargenta sin agotar al caballo. Ayude a mi hermana a subir, haciendo que me tomara del brazo, y una vez arriba dirigí la mirada hacia los dos hermanos.
— Bueno, entonces podemos marchar ya —dije—. De verdad no podemos hacerles hacer un esfuerzo? Tan baratos fueron? —Solté una risotada. El caballo pareció entender que me estaba burlando de el, y comenzó a caminar con lentitud, pero de pronto comenzó a ir mas y mas rápido. De repente nos vi a Lilja y a mi marchando sobre una montura veloz, un animal entusiasta y lleno de energía. Tal vez lo que decía yen no era tan cierto.
Continuamos el trayecto durante bastante tiempo hasta que nos acercamos a una zona donde se hacia mas común ver algunas pequeñas aldeas y poblados. No debíamos estar muy lejos de Lunargenta. Además, se podía ver como la guardia patrullaba cada tanto los caminos, algo propio de los alrededores de la ciudad. Sin embargo yo no tenia la menor idea de en que parte se encontraba aquella edificación de la que el hermano de Zukura nos había estado hablando. Así que bajamos la marcha y nos acercamos hacia ellos con el caballo, marchando muy despacio.
— Donde esta ese lugar? —Fue Lilja quien pregunto esto directamente a yen esta vez—. El edificio del vampiro.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
No pude evitar reírme ante la burla de Frith hacia mi hermano sobre los caballos no pude evitar reírme de como los caballos reaccionaron, al parecer los animales si entendían lo que le decían por lo cual empezaron a andar rapido saliendo de aquel pequeño poblado, me divertía poder disfrutar de una pequeña carrera en los caballos, a medida que avanzábamos había mas poblados y guardias, sin contar que cada vez se distinguía mas Verisar ya que los bosques dejaban de ser tan sombríos y el aire se hacia mas ligero, aunque el momento se arruinó cuando nos detuvimos, yo solté un resoplido para luego bajarme del caballo y estirar las piernas por que ya seme estaban acalambrando.
- No estamos lejos, mas adelante va haber una intersección donde envés de seguir derecho, que seria el camino que nos llevaría a Lunargenta, cruzaremos a la izquierda por una vereda donde nos llevara a la mansión - dijo mi hermano en un tono tranquilo.
Mi hermano empezó a andar en el caballo a paso calmado mientras yo le seguía ya que tenia las piernas acalambradas y mientras caminaba sentía como el hormigueo bajaba hasta mis dedos, decidí caminar junto a Frith y Lilja los cuales aun seles notaba algo dudosos de mi hermano, no los podía culpar por ello asi que suspire para seguir caminando.
Luego de un par de minutos llegamos a la intersección aunque a simple vista no se veía la vereda hasta que nos acercamos y se veía una vereda que se notaba que casi no tenia uso, también incomodaba pasar por ese lugar es como si el bosque de repente se hubiera vuelto frio de repente seguí caminando junto al caballo en el que los pelirrojos iban, no podía evitar mirar a todos lados, me sentí observada y de repente Yen se detuvo y se bajo del caballo y lo amarro a un árbol.
- Lo mejor será dejar los caballos aqui, los animales se ponen nerviosos cuando nunca an sentido el olor a vampiro... Seguiremos a pie no falta mucho - dijo mientras se detenía en un giro de la vereda.
Yo para ser sincere me sentía cada vez mas incomoda en aquel lugar, cuando estuve a la par de mi hermano se empezaba a ver una gran mansión algo antigua pero se notaba que la mantenían bien cuidada, no era como me imaginaba la casa de un vampiro, voltee a ver a Frith y a Lilja y luego seguir a mi hermano.
- ¿Como entraremos a la mansión sin que nos vean? - pregunte mientras caminaba a su lado.
- Entraremos mientras aun queda sol - dijo señalando el cielo y el sol de la tarde - ¿Quieres entrar a propiedad privada como en los viejos tiempos? -
- Andando - dije mientras nos acercábamos a una de las grandes muros del cercado.
Yen se detuvo frente al muro y se volteo para ver a los pelirrojos con una sonrisa de emoción - Zuk y yo entraremos y abriremos ese portón - señalo el pequeño portón de atrás - Entrarán y luego entraremos a la casa y hay que entrar antes de que se ponga el sol por que es cuando se despiertan a hacer patrulla ¿Entendieron? - dijo mi hermano mientras empezaba a escalar la vieja piedra sobresaliente del muro.
Yo lo seguí con ánimo trepando el muro con ayuda de la piedra sobresaliente, al saltar al otro caímos en un patio bastante descuidado, al parecer no les gustaba la jardinería asi que nos toco caminar por la maleza alta para llegar hasta el portón donde Frith y Lilja nos deberían de estar esperando, gracias a que el portón estaba oxidado y viejo fue fácil romper la cerradura con un cuchillo, la abrimos para que todos entráramos y llevar acabo nuestro plan, aunque aun nos faltaba entrar a la casa.
- Bueno, hora de entrar a la casa - dije con una sonrisa de entusiasmó esperando a que ambos pelirrojos entraran al jardín para seguir con esta disque "Venganza"
- No estamos lejos, mas adelante va haber una intersección donde envés de seguir derecho, que seria el camino que nos llevaría a Lunargenta, cruzaremos a la izquierda por una vereda donde nos llevara a la mansión - dijo mi hermano en un tono tranquilo.
Mi hermano empezó a andar en el caballo a paso calmado mientras yo le seguía ya que tenia las piernas acalambradas y mientras caminaba sentía como el hormigueo bajaba hasta mis dedos, decidí caminar junto a Frith y Lilja los cuales aun seles notaba algo dudosos de mi hermano, no los podía culpar por ello asi que suspire para seguir caminando.
Luego de un par de minutos llegamos a la intersección aunque a simple vista no se veía la vereda hasta que nos acercamos y se veía una vereda que se notaba que casi no tenia uso, también incomodaba pasar por ese lugar es como si el bosque de repente se hubiera vuelto frio de repente seguí caminando junto al caballo en el que los pelirrojos iban, no podía evitar mirar a todos lados, me sentí observada y de repente Yen se detuvo y se bajo del caballo y lo amarro a un árbol.
- Lo mejor será dejar los caballos aqui, los animales se ponen nerviosos cuando nunca an sentido el olor a vampiro... Seguiremos a pie no falta mucho - dijo mientras se detenía en un giro de la vereda.
Yo para ser sincere me sentía cada vez mas incomoda en aquel lugar, cuando estuve a la par de mi hermano se empezaba a ver una gran mansión algo antigua pero se notaba que la mantenían bien cuidada, no era como me imaginaba la casa de un vampiro, voltee a ver a Frith y a Lilja y luego seguir a mi hermano.
- ¿Como entraremos a la mansión sin que nos vean? - pregunte mientras caminaba a su lado.
- Entraremos mientras aun queda sol - dijo señalando el cielo y el sol de la tarde - ¿Quieres entrar a propiedad privada como en los viejos tiempos? -
- Andando - dije mientras nos acercábamos a una de las grandes muros del cercado.
Yen se detuvo frente al muro y se volteo para ver a los pelirrojos con una sonrisa de emoción - Zuk y yo entraremos y abriremos ese portón - señalo el pequeño portón de atrás - Entrarán y luego entraremos a la casa y hay que entrar antes de que se ponga el sol por que es cuando se despiertan a hacer patrulla ¿Entendieron? - dijo mi hermano mientras empezaba a escalar la vieja piedra sobresaliente del muro.
Yo lo seguí con ánimo trepando el muro con ayuda de la piedra sobresaliente, al saltar al otro caímos en un patio bastante descuidado, al parecer no les gustaba la jardinería asi que nos toco caminar por la maleza alta para llegar hasta el portón donde Frith y Lilja nos deberían de estar esperando, gracias a que el portón estaba oxidado y viejo fue fácil romper la cerradura con un cuchillo, la abrimos para que todos entráramos y llevar acabo nuestro plan, aunque aun nos faltaba entrar a la casa.
- Bueno, hora de entrar a la casa - dije con una sonrisa de entusiasmó esperando a que ambos pelirrojos entraran al jardín para seguir con esta disque "Venganza"
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Continuamos marchando, y siguiendo el consejo de yen seguimos el camino dirección a Lunargenta, hasta llegar ala intersección donde el camino se dividía en varios. Uno de ellos, era un camino poco confiable, mal cuidado y a simple vista poco frecuentado. Esboce una media sonrisa. Me recordaba a la casa de un anciano que había conocido tiempo atrás: el solía dejar la parte externa de su patio descuidada, para que las miradas curiosas quedaran únicamente en eso, en miradas curiosas, y no trataran de cruzar el otro lado de su hectárea para curiosear un poco mas. Continuamos el camino y llegamos hasta los muros de una mansión que, en mi opinión, estaba demasiado bien cuidada como para pertenecer a una agrupación de vampiros. Aunque claro, tampoco es que hubiera conocido a muchos vampiros en mi vida todavía, como para que juzgar eso fuera demasiado inteligente. Mas bien parecía el hogar de algún millonario ermitaño que quería mantenerse lejos de la ciudad, donde nadie lo molestara. Yen se propuso pasar al otro lado del muro que envolvía los jardines de la mansión, y nos explico brevemente le plan.
— Bueno, aun quedan bastantes horas de luz —dijo Lilja después de escuchar el comentario de yen. Era cierto, debía ser poco mas tarde que la hora común de comer—. Creo que tenemos suficiente tiempo como para entrar y elaborar algún plan o alguna trampa.
— Una trampa. Si están todos durmiendo ahora, podría ser buena idea —comente yo—. Pero no deberíamos confiar mucho en eso. No se si los vampiros están a salvo si están a la sombra. Como funciona eso? —Pregunte a mi hermana esta vez.
— Que quieres decir? —Me pregunto ella confundida.
— Quiero decir… —trate de buscar las palabras para explicarme—. Podrían los vampiros estar dentro despiertos y alerta, siempre y cuando sus cortinas estuvieran cerradas y no entrara ni un haz de luz dentro de la casa?
— Podrían estar despiertos en esas condiciones, si —me respondió rápidamente. Al fin y al cabo, había estado sirviéndolos en algunos trabajos, debía conocerlos mínimamente, con detalles como aquel—. Pero en la agrupación trataban de evitarlo. Preferían esconderse en el sótano hasta que llegara la noche.
Si solían actuar de esa forma de normal, no había motivo por el cual no lo hiciera también en aquella mansión. Sonreí ampliamente, tal vez podríamos elaborar un buen plan en el caso de que los vampiros no estuvieran a simple vista, en las plantas superiores. Yen y su hermana Zukura ya habían abierto el gran portón, y teníamos la entrada libre a los jardines de la mansión. Marchamos a pie Lilja y yo en dirección al portón, y tras atravesarlo, sonreímos a la pareja de hermanos; eran avispados y sabían valerse por si mismos, comenzaba a creer que todo aquello iba a salir mejor de lo que imaginaba. Nos acercamos a la mansión, ahora podíamos verla mucho mejor. Era enorme, con tres plantas y muchísimas ventanas. La mayoría tapiadas, y otras tantas cubiertas con cortinas negras opacas, que impedían que la luz pudiera entrar en su interior, y también que pudiéramos ver algo desde fuera.
— Normalmente este tipo de mansiones —dijo mi hermana, mientras caminaba alrededor—, suele tener una entrada trasera al sótano. Podríamos entrar por ahí.
— Estas loca? —Pregunte yo. Si lo que había dicho antes era cierto, podrían estar en el sótano, y seriamos su carnaza fácil.
— También podríamos quemar el edificio completamente y largarnos —aporto mi hermana una nueva proposición—. Podríamos quemar los jardines, la mansión se consumiría con ellos.
— En realidad eso es bastante inteligente —me quede pensativo durante unos instantes. Pero luego me quede mirando a la mansión. La piedra con la que estaba hecha estaba mohosa y húmeda. Y era piedra, no madera; era difícil de prender. Nos arriesgaríamos a marcharnos de allí sin saber a ciencia cierta si la mansión se habría quemado con los vampiros dentro o no, y tal vez aquella era la única oportunidad que tendríamos para tomarlos por sorpresa, no era conveniente utilizar un método que con tanta facilidad podría fallar—. No, mejor no —dije finalmente—. No es una opción. El jardín prendería fácilmente, pero esta zona es demasiado húmeda como para que el fuego pudiera hacer un daño real a la mansión. Tal vez si lo prendiéramos desde dentro, pero para eso tenemos que entrar dentro.
Alguien nos observaba desde el interior de la casa. Todavía no lo sabíamos en aquellos momentos, pero algo con lo que no habíamos contado, era que en su interior, tenían vigilantes diurnos. Humanos que, al igual que mi hermana y el hermano de Zukura, estaban trabajando para los vampiros. Y mientras estos no podían exponerse a la luz solar, los serviciales humanos se mantenían alerta para proteger a los vampiros mientras la luz del sol colocaba en una situación vulnerable a los vampiros. Y nos estaban mirando esos mismos humanos, desde varias de las ventanas, corriendo levemente la cortina, y observándonos con el ceño fruncido. Muchos ya estaban buscando sus dagas y armas afiladas, preparados para tomarnos por sorpresa cuando nos atreviéramos a entrar en la casa.
— Bueno, aun quedan bastantes horas de luz —dijo Lilja después de escuchar el comentario de yen. Era cierto, debía ser poco mas tarde que la hora común de comer—. Creo que tenemos suficiente tiempo como para entrar y elaborar algún plan o alguna trampa.
— Una trampa. Si están todos durmiendo ahora, podría ser buena idea —comente yo—. Pero no deberíamos confiar mucho en eso. No se si los vampiros están a salvo si están a la sombra. Como funciona eso? —Pregunte a mi hermana esta vez.
— Que quieres decir? —Me pregunto ella confundida.
— Quiero decir… —trate de buscar las palabras para explicarme—. Podrían los vampiros estar dentro despiertos y alerta, siempre y cuando sus cortinas estuvieran cerradas y no entrara ni un haz de luz dentro de la casa?
— Podrían estar despiertos en esas condiciones, si —me respondió rápidamente. Al fin y al cabo, había estado sirviéndolos en algunos trabajos, debía conocerlos mínimamente, con detalles como aquel—. Pero en la agrupación trataban de evitarlo. Preferían esconderse en el sótano hasta que llegara la noche.
Si solían actuar de esa forma de normal, no había motivo por el cual no lo hiciera también en aquella mansión. Sonreí ampliamente, tal vez podríamos elaborar un buen plan en el caso de que los vampiros no estuvieran a simple vista, en las plantas superiores. Yen y su hermana Zukura ya habían abierto el gran portón, y teníamos la entrada libre a los jardines de la mansión. Marchamos a pie Lilja y yo en dirección al portón, y tras atravesarlo, sonreímos a la pareja de hermanos; eran avispados y sabían valerse por si mismos, comenzaba a creer que todo aquello iba a salir mejor de lo que imaginaba. Nos acercamos a la mansión, ahora podíamos verla mucho mejor. Era enorme, con tres plantas y muchísimas ventanas. La mayoría tapiadas, y otras tantas cubiertas con cortinas negras opacas, que impedían que la luz pudiera entrar en su interior, y también que pudiéramos ver algo desde fuera.
— Normalmente este tipo de mansiones —dijo mi hermana, mientras caminaba alrededor—, suele tener una entrada trasera al sótano. Podríamos entrar por ahí.
— Estas loca? —Pregunte yo. Si lo que había dicho antes era cierto, podrían estar en el sótano, y seriamos su carnaza fácil.
— También podríamos quemar el edificio completamente y largarnos —aporto mi hermana una nueva proposición—. Podríamos quemar los jardines, la mansión se consumiría con ellos.
— En realidad eso es bastante inteligente —me quede pensativo durante unos instantes. Pero luego me quede mirando a la mansión. La piedra con la que estaba hecha estaba mohosa y húmeda. Y era piedra, no madera; era difícil de prender. Nos arriesgaríamos a marcharnos de allí sin saber a ciencia cierta si la mansión se habría quemado con los vampiros dentro o no, y tal vez aquella era la única oportunidad que tendríamos para tomarlos por sorpresa, no era conveniente utilizar un método que con tanta facilidad podría fallar—. No, mejor no —dije finalmente—. No es una opción. El jardín prendería fácilmente, pero esta zona es demasiado húmeda como para que el fuego pudiera hacer un daño real a la mansión. Tal vez si lo prendiéramos desde dentro, pero para eso tenemos que entrar dentro.
Alguien nos observaba desde el interior de la casa. Todavía no lo sabíamos en aquellos momentos, pero algo con lo que no habíamos contado, era que en su interior, tenían vigilantes diurnos. Humanos que, al igual que mi hermana y el hermano de Zukura, estaban trabajando para los vampiros. Y mientras estos no podían exponerse a la luz solar, los serviciales humanos se mantenían alerta para proteger a los vampiros mientras la luz del sol colocaba en una situación vulnerable a los vampiros. Y nos estaban mirando esos mismos humanos, desde varias de las ventanas, corriendo levemente la cortina, y observándonos con el ceño fruncido. Muchos ya estaban buscando sus dagas y armas afiladas, preparados para tomarnos por sorpresa cuando nos atreviéramos a entrar en la casa.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Ya encontrándonos dentro de la propiedad era hora de buscar un lugar por donde entrar, y ya teníamos un plan si se podía decir eso, aunque aun no estaba segura sobre prenderle fuego al lugar, supuse que no habría mas opción asi que no le di mas cuerda al asunto y me puse a buscar por donde entrar a la mansión, decidí buscar una ventana abierta en el primer piso ya que dudaba mucho que las puertas estuvieran abiertas y no entraríamos por el sótano si era verdad lo que Lilja había dicho era verdad de que alli entraban los vampiros durante el día, mientras revisaba las ventanas el tic-nervioso de mi cuello el cual hacia que sacudiera la cabeza de forma extraña había aparecido de repente y mire a todos lados sin ver nada, si eso me pasaba era por que algo iba a sucedernos, por instinto mire hacia una de las ventanas del segundo piso con atención como si alli hubiera algo viéndonos, aunque esa sensación de que nos observaban desapareció al instante cuando mi hermano toco mi hombro.
- Creo que ya encontré la puerta de servició - dijo con una sonrisa y luego se fue a la parte trasera de la mansión.
Yo antes de seguirle mire de nuevo la ventana algo dudosa y me puse la capucha del abrigo por el sol que estaba empezando a ponerme algo colorada por el calor, fui hasta la parte de atrás donde estaba mi hermano y trato de abrir la puerta la cual estaba cerrada con llave por lo cual seria mas difícil abrir si no era con la llave.
- ¿No hay otra entrada?, no se por que pero será mejor entrar por una parte en la que no agamos tanto ruido... Tengo un mal presentimiento - dije sobándome el cuello con la mano.
Me dedique a buscar otra entrada dejando a mi hermano con su puerta de servicio mientras seguía revisando las ventanas con cuidado encontrando una abierta, mi hermano estaba en el patio y no me atreví a gritarle, mire hacia los lados para ver si Frith o Lilja estaba cerca pero no vi a ninguno, me aleje de la ventana un momento ya que el presentimiento volvió, no quería entrar sola a la mansión pero si lograba entrar tal vez encontrara la llave y abrir la puerta de servicio sin causar problemas, asi que me hacer que al marco hierro de la ventana para abrirla completamente y poder entrar por ella deslizándome, al entrar pise mal con mi pie derecho y me resbale con la cortina causando que callera sentada, me alegre de que no haber tirado la cortina asi que con cuidado me levante y camine hacia la parte de atrás de la mansión para encontrar la puerta y abrirla.
De acuerdo... Este lugar es mas tétrico por dentro que por fuera me dije a mi misma mientras caminaba en lo que parecía un corredor.
Camine con cuidado de no hacer tanto ruido, llegue a la cocina donde estaba la puerta de servicio, le hice una seña a mi hermano por la ventana para que dejara la cerradura que yo la abriría por dentro.
Yen asintió ante mis señas y dejo la puerta para esbozar una sonrisa - Bueno, solo espero no se tarde mucho - comento el mientras dejaba la cerradura y empezó a buscar a los pelirrojos con la mirada - Deben seguir buscando una forma de entrar - dijo mientras se sentaba sobre una piedra.
Me puse a buscar entre las gavetas de la bajilla en las repisas hasta que vi un gancho junto al marco de una puerta que llevaba a un gran comedor el cual se veía algo oscuro, las tome con cuidado en eso escuche las maderas del piso de arriba crujir el bello del cuerpo seme erizo al momento.
Son solo alimañas de seguro... No es como si se fueran a despertar en pleno día me dije a mi misma mientras las tomaba y caminaba hasta la puerta para empezar a quitar el candado a la puerta.
Lo trate de hacer lo mas lento posible para que no sonara tan fuerte pero la ultima vuelta que le di a la llave sentí como si se hubieran escuchado por todo el lugar la abrí y me lleve la sorpresa de ver a los tres afuera, por fin pude respirar les hice una seña para que entraran mientras yo sentía como mis pulmones tomaban aire, alli fue cuando me di de cuenta que me mordía tan fuerte el labio que seme había hinchado un poco.
- Bien echo hermanita - dijo el en un murmullo pasando junto a mi.
Me exalté un poco al sentir su mano en mi cabeza, cuando los pelirrojos entraron no pude evitar tomar el hombro de Frith - Hay que estar atentos... Tengo el leve presentimiento que no somos los únicos despiertos - le dije antes de entrar a la cocina junto al resto para ir a la sala.
- Creo que ya encontré la puerta de servició - dijo con una sonrisa y luego se fue a la parte trasera de la mansión.
Yo antes de seguirle mire de nuevo la ventana algo dudosa y me puse la capucha del abrigo por el sol que estaba empezando a ponerme algo colorada por el calor, fui hasta la parte de atrás donde estaba mi hermano y trato de abrir la puerta la cual estaba cerrada con llave por lo cual seria mas difícil abrir si no era con la llave.
- ¿No hay otra entrada?, no se por que pero será mejor entrar por una parte en la que no agamos tanto ruido... Tengo un mal presentimiento - dije sobándome el cuello con la mano.
Me dedique a buscar otra entrada dejando a mi hermano con su puerta de servicio mientras seguía revisando las ventanas con cuidado encontrando una abierta, mi hermano estaba en el patio y no me atreví a gritarle, mire hacia los lados para ver si Frith o Lilja estaba cerca pero no vi a ninguno, me aleje de la ventana un momento ya que el presentimiento volvió, no quería entrar sola a la mansión pero si lograba entrar tal vez encontrara la llave y abrir la puerta de servicio sin causar problemas, asi que me hacer que al marco hierro de la ventana para abrirla completamente y poder entrar por ella deslizándome, al entrar pise mal con mi pie derecho y me resbale con la cortina causando que callera sentada, me alegre de que no haber tirado la cortina asi que con cuidado me levante y camine hacia la parte de atrás de la mansión para encontrar la puerta y abrirla.
De acuerdo... Este lugar es mas tétrico por dentro que por fuera me dije a mi misma mientras caminaba en lo que parecía un corredor.
Camine con cuidado de no hacer tanto ruido, llegue a la cocina donde estaba la puerta de servicio, le hice una seña a mi hermano por la ventana para que dejara la cerradura que yo la abriría por dentro.
Yen asintió ante mis señas y dejo la puerta para esbozar una sonrisa - Bueno, solo espero no se tarde mucho - comento el mientras dejaba la cerradura y empezó a buscar a los pelirrojos con la mirada - Deben seguir buscando una forma de entrar - dijo mientras se sentaba sobre una piedra.
Me puse a buscar entre las gavetas de la bajilla en las repisas hasta que vi un gancho junto al marco de una puerta que llevaba a un gran comedor el cual se veía algo oscuro, las tome con cuidado en eso escuche las maderas del piso de arriba crujir el bello del cuerpo seme erizo al momento.
Son solo alimañas de seguro... No es como si se fueran a despertar en pleno día me dije a mi misma mientras las tomaba y caminaba hasta la puerta para empezar a quitar el candado a la puerta.
Lo trate de hacer lo mas lento posible para que no sonara tan fuerte pero la ultima vuelta que le di a la llave sentí como si se hubieran escuchado por todo el lugar la abrí y me lleve la sorpresa de ver a los tres afuera, por fin pude respirar les hice una seña para que entraran mientras yo sentía como mis pulmones tomaban aire, alli fue cuando me di de cuenta que me mordía tan fuerte el labio que seme había hinchado un poco.
- Bien echo hermanita - dijo el en un murmullo pasando junto a mi.
Me exalté un poco al sentir su mano en mi cabeza, cuando los pelirrojos entraron no pude evitar tomar el hombro de Frith - Hay que estar atentos... Tengo el leve presentimiento que no somos los únicos despiertos - le dije antes de entrar a la cocina junto al resto para ir a la sala.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Zukura se dispuso a entrar en la mansión para poder abrirnos paso, abriéndola a puerta trasera de la edificación. Tardo bastante, aun así su hermano parecía de lo mas tranquilo, como si estuviera completamente seguro de que todo iba a salir bien. Yo me quede mirando largamente a Lilja. Ella en cambio estaba observando los alrededores de la mansión, caminando de un lado a otro buscando otra solución, otra entrada o forma de entrar en el lugar. Todo parecía tan peligroso para ella, que no dejaba de mantener el ceño fruncido, poco convencida de que pudiéramos hacer algo. Era una agrupación de vampiros, al fin y al cabo, y como cualquier agrupación, debían tener sus formas de defenderse. Sino, la guardia o cualquier otro grupo de gente con sed de venganza, podría haberse colado en aquel lugar fácilmente y haber acabado con ellos sin miramientos. Aun así, al cabo de un rato observe con una grata sorpresa que Zukura había cruzado al otro lado de la mansión tras entrar, y nos había abierto la puerta que daba a la cocina, en la parte de atrás del edificio. No harba imaginado que iba ser tan fácil entrar en el edificio de los vampiros.
— Eres estupenda, Zukura —comente, mientras todavía la miraba con sorpresa—. Hay que reconocerlo.
— Sin duda —asintió Lilja sonriente—. No te has encontrado con nadie arriba? —Aquello había sorprendido a mi hermana—. No has tenido que defenderte? No te has cruzado con nadie? Crees que realmente estarán dentro de los vampiros o tal vez estén en otra parte?
Esa había sido una aguda observación. Tal vez si nadie había parado a Zukura mientras cruzaba de un lado a otro de la mansión, era porque en efecto, no había absolutamente nadie en la mansión. En ese caso, no habría servido de nada que hubiéramos ido hasta allí a toda prisa con nuestros planes de clamar venganza y acabar con ellos antes de que ellos pudieran ir a por nosotros en el futuro. Sin embargo, todavía sentía varias presencias en aquel lugar; alguien nos observaba desde alguna parte, y en aquellos momentos habría apostado cualquier cosa porque mi intuición no me estaba traicionando en aquellos momentos. Entramos con cautela en la mansión por la puerta que nos había abierto Zukura. El interior estaba oscuro. La poca luz que iluminaba el entorno provenía de las ventanas que no estaban completamente cubiertas por las cortinas, o por la luz que entraba de la puerta que ahora teníamos abierta. La cocina estaba limpia, aunque vacía. No había signos de que nadie hubiera estado cocinando recientemente, de hecho no parecía que nadie hubiera tocado la cocina en mucho tiempo. Me tome la libertad de explorar un poco la cocina. Abrí el horno y vi que el interior estaba completamente limpio, salvo por una enorme telaraña que colgaba de la parte superior del horno. La araña estaba posada sobre esta, completamente relajada, sabiendo que nadie la iba a molestar, tal y como no la habían molestado en mucho tiempo.
— Típica cocina de un vampiro, supongo —comente.
Mi hermana soltó una leve risita por mi comentario. Luego avanzamos, saliendo de la cocina y entrando en un largo pasadizo. Siguiéndolo, nos sumergimos en una completa oscuridad, hasta que abriendo la puerta que había al final del pasillo, entramos en una sala gigantesca. Mis ojos poco a poco fueron adaptándose a la oscuridad, y pude observar que había varias estatuas, muchos cuadros, un piano gigantesco y algunas armaduras —de decoración— decorando la estancia. Parecía como si aquellos vampiros hubieran estado acumulando ahí una gran cantidad de trofeos, estatuas y cosas bonitas cuya única utilidad era decorar, o recordar logros del pasado. Dirigí la mirada hacia Zukura.
— Habías estado en esta sala antes? Me refiero a cuando entraste antes para abrirnos la puerta . —Le pregunte.
— Deberías hablar mas bajo —me sugirió Lilja. No me había dado cuenta de que estaba hablando en voz alta, como hablaría en cualquier otro momento.
Pedí disculpas con un gesto con la mano y continué avanzando. Detecte un destello por un momento, que provenía de una de las puertas que había en aquella sala. Dirigí la mirada hacia la dirección de donde había venido ese destello. No me lo había imaginado, estaba seguro de aquello, era un destello real, acompañado por el parpadeo propio de una antorcha. Había alguien espiándonos, ya sabían que estábamos allí. De repente escuche el silbido de una flecha que paso muy cerca de mi, clavándose con fuerza en la pared. Cuando me gire, vi que la flecha se había clavado en uno de los cuadros. En cuanto me fije en el cuadro, vi que era el cuadro de un cazador que sujetaba un arco, y justo por debajo de sus rodillas un lobo lo acompañaba; la flecha se había clavado justo sobre el hocico de aquel lobo.
— Vamos al otro lado de la sala, no debemos estar en su ángulo de tiro —dijo Lilja con firmeza.
Rápidamente corrimos hacia un rincón de la gran sala desde el cual no veíamos la puerta de la que había venido disparada la flecha. Estando allí, ninguna flecha podía venir hacia nuestra dirección.
— Sabes? No siento que haya ningún vampiro —admití. Normalmente cuando había un vampiro cerca, de algún modo conseguía sentirlo. Y no era el caso. Aunque hubiera un arquero en alguna parte de la casa, estaba casi seguro de que no se trataba de un vampiro.
— Eres estupenda, Zukura —comente, mientras todavía la miraba con sorpresa—. Hay que reconocerlo.
— Sin duda —asintió Lilja sonriente—. No te has encontrado con nadie arriba? —Aquello había sorprendido a mi hermana—. No has tenido que defenderte? No te has cruzado con nadie? Crees que realmente estarán dentro de los vampiros o tal vez estén en otra parte?
Esa había sido una aguda observación. Tal vez si nadie había parado a Zukura mientras cruzaba de un lado a otro de la mansión, era porque en efecto, no había absolutamente nadie en la mansión. En ese caso, no habría servido de nada que hubiéramos ido hasta allí a toda prisa con nuestros planes de clamar venganza y acabar con ellos antes de que ellos pudieran ir a por nosotros en el futuro. Sin embargo, todavía sentía varias presencias en aquel lugar; alguien nos observaba desde alguna parte, y en aquellos momentos habría apostado cualquier cosa porque mi intuición no me estaba traicionando en aquellos momentos. Entramos con cautela en la mansión por la puerta que nos había abierto Zukura. El interior estaba oscuro. La poca luz que iluminaba el entorno provenía de las ventanas que no estaban completamente cubiertas por las cortinas, o por la luz que entraba de la puerta que ahora teníamos abierta. La cocina estaba limpia, aunque vacía. No había signos de que nadie hubiera estado cocinando recientemente, de hecho no parecía que nadie hubiera tocado la cocina en mucho tiempo. Me tome la libertad de explorar un poco la cocina. Abrí el horno y vi que el interior estaba completamente limpio, salvo por una enorme telaraña que colgaba de la parte superior del horno. La araña estaba posada sobre esta, completamente relajada, sabiendo que nadie la iba a molestar, tal y como no la habían molestado en mucho tiempo.
— Típica cocina de un vampiro, supongo —comente.
Mi hermana soltó una leve risita por mi comentario. Luego avanzamos, saliendo de la cocina y entrando en un largo pasadizo. Siguiéndolo, nos sumergimos en una completa oscuridad, hasta que abriendo la puerta que había al final del pasillo, entramos en una sala gigantesca. Mis ojos poco a poco fueron adaptándose a la oscuridad, y pude observar que había varias estatuas, muchos cuadros, un piano gigantesco y algunas armaduras —de decoración— decorando la estancia. Parecía como si aquellos vampiros hubieran estado acumulando ahí una gran cantidad de trofeos, estatuas y cosas bonitas cuya única utilidad era decorar, o recordar logros del pasado. Dirigí la mirada hacia Zukura.
— Habías estado en esta sala antes? Me refiero a cuando entraste antes para abrirnos la puerta . —Le pregunte.
— Deberías hablar mas bajo —me sugirió Lilja. No me había dado cuenta de que estaba hablando en voz alta, como hablaría en cualquier otro momento.
Pedí disculpas con un gesto con la mano y continué avanzando. Detecte un destello por un momento, que provenía de una de las puertas que había en aquella sala. Dirigí la mirada hacia la dirección de donde había venido ese destello. No me lo había imaginado, estaba seguro de aquello, era un destello real, acompañado por el parpadeo propio de una antorcha. Había alguien espiándonos, ya sabían que estábamos allí. De repente escuche el silbido de una flecha que paso muy cerca de mi, clavándose con fuerza en la pared. Cuando me gire, vi que la flecha se había clavado en uno de los cuadros. En cuanto me fije en el cuadro, vi que era el cuadro de un cazador que sujetaba un arco, y justo por debajo de sus rodillas un lobo lo acompañaba; la flecha se había clavado justo sobre el hocico de aquel lobo.
— Vamos al otro lado de la sala, no debemos estar en su ángulo de tiro —dijo Lilja con firmeza.
Rápidamente corrimos hacia un rincón de la gran sala desde el cual no veíamos la puerta de la que había venido disparada la flecha. Estando allí, ninguna flecha podía venir hacia nuestra dirección.
— Sabes? No siento que haya ningún vampiro —admití. Normalmente cuando había un vampiro cerca, de algún modo conseguía sentirlo. Y no era el caso. Aunque hubiera un arquero en alguna parte de la casa, estaba casi seguro de que no se trataba de un vampiro.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
No pude responder a las preguntas que me hacían los pelirrojos no encontraba palabras para ello pero luego seguimos camino hacia el interior caminamos por el pasillo hasta una habitación con muchas decoraciones antiguas, luego que mi vista se adapto a la oscuridad me envilecí viendo los cuadros que estaban junto al piano del otro lado de la habitación, Yen no se alejaba mucho de mi, me di de cuenta que ya no se veía mas serio de lo normal ya que su expresión era totalmente diferente a cuando habíamos llegando, luego el silbido de una flecha resonó en la sala, mi hermano me tomo del brazo e imito lo que había echo Frith y me jalo había la otra pared del cuarto saliendo de la linea de tiro, mi hermano les hico una seña a los pelirrojos para que nos pusiéramos a los lados de la puerta, mi hermano me tomo del brazo y me jalo y nos quedamos alli mientras unos pasos se acercaban a la habitación.
- Hay gente aqui que no son vampiros - le murmure a mi hermano algo nerviosa.
- Son secuaces, de seguro vigilantes - dijo en voz baja casi murmullo.
Los pasos se detuvieron antes de entrar en la habitación, yo saque la hoja oculta pero mi hermano me bajo la mano y me dijo que no lo hiciera teníamos que evitar causar escándalos asi que asentí y guarde de nuevo la hoja para luego ver la silueta de un hombre atravesar el umbral con un arco en manos, yo cerré los ojos creyendo que no me vería pero solo escuche el crujir del suelo que se acercaba también a la sala, esta vez se escucho una voz masculina.
- ¿Encontraste a los intrusos? - pregunto uno de los individuos.
- [b]Están aqui o eso creo... La puerta estaba abierta[b] - dijo el del arco bajándolo y mirando a todo lados.
- [b]Traeré una vela[b] - dijo el de recién llegado empezando a caminar.
Sentía como mi cuerpo estaba paralizado era primera vez que hacia esto, una cosa era deshacerse de personas haci en la calle pero hacerlo en la base donde habían mas secuaces era una locura, inconscientemente tome la mano de mi hermano, para ser sincera tenia miedo que nos descubrieran y los vampiros nos matarán.
Mi hermano se acerco a mi oreja y me susurró tan bajo que apena le entendí - Calmate, ya se nos ocurrirá algo -
Yo aunque quisiera no me podía calmar, yo no era como el su trabajo era este matar, robar escabullirse pero el mío no yo solo era una cazadora, este no era mi mundo, luego una pequeña luz se empezaba a ver al fondo del inmenso salón hasta que ya se encontraba en el interior yo volví a serrar mis ojos como niña asustada mientras la cuerda del arco se volvía a tensar.
- [b]Veamos donde se esconden[b] - dijo el de la antorcha mientras entraba al salón junto al del arco.
Me sentí un poco mejor al quedar mirando la espalda de ambos desconocidos solté un leve suspiro mientras apretaba con fuerza la mano de mi hermano, ahora temía que fueran a ver a los pelirrojos.
- Hay gente aqui que no son vampiros - le murmure a mi hermano algo nerviosa.
- Son secuaces, de seguro vigilantes - dijo en voz baja casi murmullo.
Los pasos se detuvieron antes de entrar en la habitación, yo saque la hoja oculta pero mi hermano me bajo la mano y me dijo que no lo hiciera teníamos que evitar causar escándalos asi que asentí y guarde de nuevo la hoja para luego ver la silueta de un hombre atravesar el umbral con un arco en manos, yo cerré los ojos creyendo que no me vería pero solo escuche el crujir del suelo que se acercaba también a la sala, esta vez se escucho una voz masculina.
- ¿Encontraste a los intrusos? - pregunto uno de los individuos.
- [b]Están aqui o eso creo... La puerta estaba abierta[b] - dijo el del arco bajándolo y mirando a todo lados.
- [b]Traeré una vela[b] - dijo el de recién llegado empezando a caminar.
Sentía como mi cuerpo estaba paralizado era primera vez que hacia esto, una cosa era deshacerse de personas haci en la calle pero hacerlo en la base donde habían mas secuaces era una locura, inconscientemente tome la mano de mi hermano, para ser sincera tenia miedo que nos descubrieran y los vampiros nos matarán.
Mi hermano se acerco a mi oreja y me susurró tan bajo que apena le entendí - Calmate, ya se nos ocurrirá algo -
Yo aunque quisiera no me podía calmar, yo no era como el su trabajo era este matar, robar escabullirse pero el mío no yo solo era una cazadora, este no era mi mundo, luego una pequeña luz se empezaba a ver al fondo del inmenso salón hasta que ya se encontraba en el interior yo volví a serrar mis ojos como niña asustada mientras la cuerda del arco se volvía a tensar.
- [b]Veamos donde se esconden[b] - dijo el de la antorcha mientras entraba al salón junto al del arco.
Me sentí un poco mejor al quedar mirando la espalda de ambos desconocidos solté un leve suspiro mientras apretaba con fuerza la mano de mi hermano, ahora temía que fueran a ver a los pelirrojos.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Off: antes había descrito que se veía el destello de una antorcha. Así que ya tenían fuego además de esa vela que mencionas. Tenían una antorcha grande. Solo te avisaba por si no me había explicado bien en mi anterior post.
Eran dos individuos. Un arquero, y otra persona que acababa de llegar, pero a quien no habría sabido describir, pues no había conseguido verlo con claridad tras la puerta. Nos habíamos quedado en un rincón, al otro lado de la puerta, contrariamente a los otros dos hermanos. Los desconocidos se habían acercado, y finalmente habían llegado hasta el salón. Nos mantuvimos en un silencio sepulcral, y aprovechamos la inmensa penumbra que había en el salón para poder pasar desapercibidos. No habían visto a los dos hermanos, todavía estaban mirando en dirección a ellos; pero si se giraban, tal vez nosotros no tendríamos la misma suerte. Lilja me agarro con fuerza del brazo y me condujo hacia la puerta, haciendo que saliéramos del gran salón.
- ¿Pero qué haces? -pregunte en voz bajísima.
Afortunadamente no me llegaron a oír, pues ya había atravesado la puerta y me había ido por el pasillo. Lo que sí que consiguieron escuchar, fueron nuestros pasos, pues en seguida se pusieron alerta y se giraron en dirección a la puerta. Lo que habíamos hecho era una tontería de lo más absurda. Si nos hubieran descubierto en eslalon, habríamos sido cuatro contra dos, dado que imaginaba que Zukura y su hermano nos ayudarían a enfrentarnos a esos dos individuos. Ahora en cambio nos encontrábamos en el pasillo completamente solos, a oscuras en una penumbra absoluta, y sin saber si mas allá habría muchos más secuaces despiertos.
- ¡Rápido! ¡No los dejes escapar! -dijo quien llevaba la luz al arquero-. ¡Dispara! ¡Dispara! ¡Creo que son dos!
Aquello era bueno, no se habían percatado de la presencia de los otros dos hermanos y por lo tanto pensaba que únicamente había dos intrusos en la casa. Aquello podía ser utilizado en favor de los dos hermanos, dado que podrían circular por la casa sabiendo que estaban persiguiéndonos a nosotros, y no a ellos. El pasillo era largo y estrecho, y tenía varias puertas. Tal vez era algo arriesgado, pero Lilja y yo tuvimos la misma idea: cada uno entraría en una puerta, y atacaría a uno de los individuos cuando este pasara cerca, por sorpresa. Abrimos una puerta cada uno, y entramos, quedándonos levemente en el interior. Mi hermana extrajo una daga y la dejo preparada en su mano, lista para acechar por sorpresa. Yo tomé mi espada más pequeña e hice lo mismo. Varias flechas silbaron cerca de nosotros. Luego escuchamos como el arco se había destensado y que estos dos individuos corrían hacia el final del pasillo. En su trayecto, nos lanzamos sobre ellos. Fue un corte rápido en el cuello, el que propinamos ambos a cada uno de ellos. Cayeron al suelo en un grito ahogado, y murieron.
- Me pregunto si solamente estos dos eran los que estaban despiertos -me dijo Lilja, una vez estuvimos seguros de que estaban muertos-. Deberíamos volver a buscar a los hermanos y buscar el lugar donde se encuentran los vampiros, y el líder de la organización.
- ¿Pero qué haces? -pregunte en voz bajísima.
Afortunadamente no me llegaron a oír, pues ya había atravesado la puerta y me había ido por el pasillo. Lo que sí que consiguieron escuchar, fueron nuestros pasos, pues en seguida se pusieron alerta y se giraron en dirección a la puerta. Lo que habíamos hecho era una tontería de lo más absurda. Si nos hubieran descubierto en eslalon, habríamos sido cuatro contra dos, dado que imaginaba que Zukura y su hermano nos ayudarían a enfrentarnos a esos dos individuos. Ahora en cambio nos encontrábamos en el pasillo completamente solos, a oscuras en una penumbra absoluta, y sin saber si mas allá habría muchos más secuaces despiertos.
- ¡Rápido! ¡No los dejes escapar! -dijo quien llevaba la luz al arquero-. ¡Dispara! ¡Dispara! ¡Creo que son dos!
Aquello era bueno, no se habían percatado de la presencia de los otros dos hermanos y por lo tanto pensaba que únicamente había dos intrusos en la casa. Aquello podía ser utilizado en favor de los dos hermanos, dado que podrían circular por la casa sabiendo que estaban persiguiéndonos a nosotros, y no a ellos. El pasillo era largo y estrecho, y tenía varias puertas. Tal vez era algo arriesgado, pero Lilja y yo tuvimos la misma idea: cada uno entraría en una puerta, y atacaría a uno de los individuos cuando este pasara cerca, por sorpresa. Abrimos una puerta cada uno, y entramos, quedándonos levemente en el interior. Mi hermana extrajo una daga y la dejo preparada en su mano, lista para acechar por sorpresa. Yo tomé mi espada más pequeña e hice lo mismo. Varias flechas silbaron cerca de nosotros. Luego escuchamos como el arco se había destensado y que estos dos individuos corrían hacia el final del pasillo. En su trayecto, nos lanzamos sobre ellos. Fue un corte rápido en el cuello, el que propinamos ambos a cada uno de ellos. Cayeron al suelo en un grito ahogado, y murieron.
- Me pregunto si solamente estos dos eran los que estaban despiertos -me dijo Lilja, una vez estuvimos seguros de que estaban muertos-. Deberíamos volver a buscar a los hermanos y buscar el lugar donde se encuentran los vampiros, y el líder de la organización.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Cuando escuche los golpes y los gritos ahogados tuve miedo pero cuando me asomé por la puerta ambos hombres estaban muertos en el suelo, ya me sentía mas tranquila ya que no moriríamos... Al menos no aun, me acerque a ambos hermanos alegre de que estaban sanos y salvos, no pude evitar abrazar a Lilja.
- Eso fue genial era como si supieran lo que el otro iba a hacer primero la puerta y luego los degollaron... Eso fue genial - todo eso lo dije lo mas bajo posible, sabia que actuaba como niña pequeña pero es que no lo podía evitar.
Mi hermano tomo rápido la antorcha que estaba casi apagada por la caída - bueno, mejor busquemos a los vampiros y quemémoslos antes que anochezca y nos maten - dijo en voz baja para luego seguir caminando.
- Si... De seguro esos no eran los únicos - dije mientras seguía a mi hermano.
Salimos de aquel pasillo que iba hacia el salón, caminamos hacia una gran sala en las cual aparecían dos escaleras que llevaban al segundo piso y al jardín principal de la mansión, ambas escaleras iban en espiral hasta el siguiente piso.
- Vamos hay que subir se donde se la mantiene la mano derecha del jefe, pero precisamente no se donde estará el jefe... Acompáñame - dijo mi hermano tomando la escalera de la derecha para subir.
Cuando nos encontrábamos en el pequeño balcón que daba hacia la sala de las escaleras por las que subimos, en ese momento me imagine como era ese lugar con luces y parecía un lugar muy agradable aunque unas voces me sacaron de mi imaginación, esta vez era una femenina, me fije en mi hermano el cual la cara sele puso pálida.
- ¿Que te sucede? - el simplemente me tomo de la mano.
El simplemente me jalo lejos de donde la voz femenina venía, alli fue cuando lo entendí, de seguro trabajaron juntos y mi hermano se aburrió de ella y ahora tendrían ciertos problemas personales que después de la traición tenia razones para matarle. Yo me cruce de brazos ante mi pensamiento el me miro y suspiro como si supiera lo que pensaba.
- Luego me regañas ahora hay que encontrar al jefe - dijo serio.
- ¿Para que quieres ver al jefe? - dijo la voz femenina mie tras desenvainaba una mandoble la cual utilizo para tratar de cortarle la cabeza.
Mi hermano desenvainó la espada y bloqueo el golpe para luego atacarle también, {1}fue alli cuando a lo lejos escuche claramente mas pasos que se acercaban de todas direcciones al pasillo gracias al sonido del metal, tenia que avisarles a Frith y a lilja sobre que seriamos emboscados pero gracias a la oscuridad no los lograba ver muy bien asi que retrocedí dejando a mi hermano pelear con la que supuse era su ex, pero cuando retrocedí me encontré a otro hombre este soltó una risa para luego sacar unas largas dagas, yo tome mi hacha para mirar al hombre y evadir sus ataques.
- Muchas gracias ahora ya nos descubrieron por ti - le dije a mi hermano mi entras evitaba sus cortes.
- Eso fue genial era como si supieran lo que el otro iba a hacer primero la puerta y luego los degollaron... Eso fue genial - todo eso lo dije lo mas bajo posible, sabia que actuaba como niña pequeña pero es que no lo podía evitar.
Mi hermano tomo rápido la antorcha que estaba casi apagada por la caída - bueno, mejor busquemos a los vampiros y quemémoslos antes que anochezca y nos maten - dijo en voz baja para luego seguir caminando.
- Si... De seguro esos no eran los únicos - dije mientras seguía a mi hermano.
Salimos de aquel pasillo que iba hacia el salón, caminamos hacia una gran sala en las cual aparecían dos escaleras que llevaban al segundo piso y al jardín principal de la mansión, ambas escaleras iban en espiral hasta el siguiente piso.
- Vamos hay que subir se donde se la mantiene la mano derecha del jefe, pero precisamente no se donde estará el jefe... Acompáñame - dijo mi hermano tomando la escalera de la derecha para subir.
Cuando nos encontrábamos en el pequeño balcón que daba hacia la sala de las escaleras por las que subimos, en ese momento me imagine como era ese lugar con luces y parecía un lugar muy agradable aunque unas voces me sacaron de mi imaginación, esta vez era una femenina, me fije en mi hermano el cual la cara sele puso pálida.
- ¿Que te sucede? - el simplemente me tomo de la mano.
El simplemente me jalo lejos de donde la voz femenina venía, alli fue cuando lo entendí, de seguro trabajaron juntos y mi hermano se aburrió de ella y ahora tendrían ciertos problemas personales que después de la traición tenia razones para matarle. Yo me cruce de brazos ante mi pensamiento el me miro y suspiro como si supiera lo que pensaba.
- Luego me regañas ahora hay que encontrar al jefe - dijo serio.
- ¿Para que quieres ver al jefe? - dijo la voz femenina mie tras desenvainaba una mandoble la cual utilizo para tratar de cortarle la cabeza.
Mi hermano desenvainó la espada y bloqueo el golpe para luego atacarle también, {1}fue alli cuando a lo lejos escuche claramente mas pasos que se acercaban de todas direcciones al pasillo gracias al sonido del metal, tenia que avisarles a Frith y a lilja sobre que seriamos emboscados pero gracias a la oscuridad no los lograba ver muy bien asi que retrocedí dejando a mi hermano pelear con la que supuse era su ex, pero cuando retrocedí me encontré a otro hombre este soltó una risa para luego sacar unas largas dagas, yo tome mi hacha para mirar al hombre y evadir sus ataques.
- Muchas gracias ahora ya nos descubrieron por ti - le dije a mi hermano mi entras evitaba sus cortes.
- off-rol:
- {1} Habilidad de nivel 0: Oído mejorado, utilizada
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Nos habíamos librado de aquella, habiendo conseguido sincronizar Lilja y yo, pudiendo tomar por sorpresa a los vampiros. Pero tampoco podíamos confinarnos, tenemos que reunirnos nuevamente con los hermanos y seguir avanzando y acabar con el jefe de la agrupación de los vampiros. Lo cierto es que aún faltaban algunas horas hasta que anocheciera, pero debía tener en cuenta que estábamos en otoño, y el invierno se acercaba. Las noches eran más largas y llegaban antes. Y entre que avanzábamos despacio y en silencio, como consecuencia todo pasaba mucho más lento. Incluso las peleas, en las que debíamos usar la estrategia y astucia en lugar de la fuerza bruta. Todo aquello hacia que toda aquella pequeña aventura pasara mucho más lentamente y las horas con ella.
En cuanto nos reunimos nuevamente con los hermanos, nos felicitaron por lo que habíamos hecho Lilja y yo, por esa pequeña actuación en la que nos habíamos sincronizado para cortar el cuello de los dos siervos de los vampiros. Sonreí, complacido. La verdad es que a mí también me gustaba que Lilja y yo tuviéramos esa sincronización. Una sincronización que se había construido durante nuestra infancia, y que luego, después de muchísimo tiempo, todavía seguía funcionando. Era algo increíble que no había tenido con ninguna otra persona. Pensé que tal vez también Zukura tendría eso con su hermano.
- Gracias -agradeció a Zukura Lilja-. Pero no debemos distraernos mucho más. En cualquier momento nos podrían emboscar nuevamente.
Esta vez fueron ellos dos los que fueron avanzando por delante. Subieron, y nosotros detrás de ellos. Una vez estuvimos arriba, pude vislumbrar que el ambiente parecía cambiar, ser distinto al resto de la casa. En otro tiempo posiblemente aquella mansión no había pertenecido a los vampiros, sino que seguramente habría sido de alguna familia adinerada. De hecho, sabía que en esa casa seguramente habrían hecho grandes fiestas y bailes, gente de dinero, familias nobles y otras gentes.
¿Recordáis lo que dije hace un momento o sobre que creía que Zukura y su hermano seguramente sincronizarían igual que Lilja y yo? Me di cuenta de lo equivocado que estaba, en cuanto Yen se vio sorprendido por una mujer. Nosotros habíamos subido detrás de ellos, pero aun así estábamos a algunos metros de distancia, lejos del peligro inminente. Mientras ellos dos estaban siendo atacados, Zukura por un individuo grandullón, y su hermano por una mujer a la que no pude llegar a ver con claridad, nosotros todavía teníamos cierto tiempo para poder armarnos, para poder prepararnos para la lucha. De repente, de detrás de aquella mujer y el hombre que habían sorprendido a los hermanos, aparecieron varios individuos más. Todos ellos eran humanos, estaba seguro de ello. Mas que nada porque la luz del sol entraba por una de las ventanas levemente, y aunque ellos pasaban justo por delante de esa ventana, no parecían sentir ni la más minian molestia. Además, blandían espadas con total seguridad, como si fueran mercenarios cualesquiera.
- ¡¿Cuánta gente trabaja para estos vampiros?! -pregunte alarmado. Parecían ser muchos más de los que habría imaginado en un principio.
Lilja apretó la empuñadura de sus dagas, que llevaban fuera desde el momento en el que las había sacado para degollar a uno de los oponentes con los que nos habíamos encontrado en el piso inferior. Yo mantuve con fuerza mi espada corta, y desenvainé también mi espada larga. Me mantuve firme, hasta que llegaron aquellos humanos. La lucha fue intensa. El ruido de los aceros chocando unos con otros se hizo constante. Mi hermana Lilja había conseguido que dos individuos cayeran al suelo. Les había dado una patada y habían caído por las escaleras hasta el piso interior. Yo mientras tanto, me defendía de otros dos individuos, que me atacaban a diestra y siniestra con enormes espadas. Una de esas espadas logro tocarme levemente, lo suficiente como para formarme una pequeña herida en el brazo, un tajo leve y no muy profundo, pero me distrajo. Tras esa distracción, el otro individuo que también estaba tacándome, aprovecho para lanzarse sobre mi tratando de inmovilizarme. Fue entonces cuando mi hermana Lilja acudió a mi rescate y acuchillo por la espalda a aquel que había tratado de atraparme.
- Gracias -le dije a mi hermana, entre jadeos. Luego me puse en pie. Debíamos continuar luchando y librarnos de esos siervos. Y dejar de hacer ruido, porque si no los vampiros, estuvieran donde estuvieran, se despertarían y de algún modo huirían. Entonces perderíamos nuestra oportunidad de tomarlos por sorpresa.
En cuanto nos reunimos nuevamente con los hermanos, nos felicitaron por lo que habíamos hecho Lilja y yo, por esa pequeña actuación en la que nos habíamos sincronizado para cortar el cuello de los dos siervos de los vampiros. Sonreí, complacido. La verdad es que a mí también me gustaba que Lilja y yo tuviéramos esa sincronización. Una sincronización que se había construido durante nuestra infancia, y que luego, después de muchísimo tiempo, todavía seguía funcionando. Era algo increíble que no había tenido con ninguna otra persona. Pensé que tal vez también Zukura tendría eso con su hermano.
- Gracias -agradeció a Zukura Lilja-. Pero no debemos distraernos mucho más. En cualquier momento nos podrían emboscar nuevamente.
Esta vez fueron ellos dos los que fueron avanzando por delante. Subieron, y nosotros detrás de ellos. Una vez estuvimos arriba, pude vislumbrar que el ambiente parecía cambiar, ser distinto al resto de la casa. En otro tiempo posiblemente aquella mansión no había pertenecido a los vampiros, sino que seguramente habría sido de alguna familia adinerada. De hecho, sabía que en esa casa seguramente habrían hecho grandes fiestas y bailes, gente de dinero, familias nobles y otras gentes.
¿Recordáis lo que dije hace un momento o sobre que creía que Zukura y su hermano seguramente sincronizarían igual que Lilja y yo? Me di cuenta de lo equivocado que estaba, en cuanto Yen se vio sorprendido por una mujer. Nosotros habíamos subido detrás de ellos, pero aun así estábamos a algunos metros de distancia, lejos del peligro inminente. Mientras ellos dos estaban siendo atacados, Zukura por un individuo grandullón, y su hermano por una mujer a la que no pude llegar a ver con claridad, nosotros todavía teníamos cierto tiempo para poder armarnos, para poder prepararnos para la lucha. De repente, de detrás de aquella mujer y el hombre que habían sorprendido a los hermanos, aparecieron varios individuos más. Todos ellos eran humanos, estaba seguro de ello. Mas que nada porque la luz del sol entraba por una de las ventanas levemente, y aunque ellos pasaban justo por delante de esa ventana, no parecían sentir ni la más minian molestia. Además, blandían espadas con total seguridad, como si fueran mercenarios cualesquiera.
- ¡¿Cuánta gente trabaja para estos vampiros?! -pregunte alarmado. Parecían ser muchos más de los que habría imaginado en un principio.
Lilja apretó la empuñadura de sus dagas, que llevaban fuera desde el momento en el que las había sacado para degollar a uno de los oponentes con los que nos habíamos encontrado en el piso inferior. Yo mantuve con fuerza mi espada corta, y desenvainé también mi espada larga. Me mantuve firme, hasta que llegaron aquellos humanos. La lucha fue intensa. El ruido de los aceros chocando unos con otros se hizo constante. Mi hermana Lilja había conseguido que dos individuos cayeran al suelo. Les había dado una patada y habían caído por las escaleras hasta el piso interior. Yo mientras tanto, me defendía de otros dos individuos, que me atacaban a diestra y siniestra con enormes espadas. Una de esas espadas logro tocarme levemente, lo suficiente como para formarme una pequeña herida en el brazo, un tajo leve y no muy profundo, pero me distrajo. Tras esa distracción, el otro individuo que también estaba tacándome, aprovecho para lanzarse sobre mi tratando de inmovilizarme. Fue entonces cuando mi hermana Lilja acudió a mi rescate y acuchillo por la espalda a aquel que había tratado de atraparme.
- Gracias -le dije a mi hermana, entre jadeos. Luego me puse en pie. Debíamos continuar luchando y librarnos de esos siervos. Y dejar de hacer ruido, porque si no los vampiros, estuvieran donde estuvieran, se despertarían y de algún modo huirían. Entonces perderíamos nuestra oportunidad de tomarlos por sorpresa.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Me alegraba de que el hombre fuera tan grande y que la espada que tenia le quitara velocidad ya que me había dado tiempo para hacerle varias heridas, aunque eso no quería decir que no había recibido heridas, eran solamente cortadas nada grave , cuando vi a los pelirrojos unírsenos para salvarnos ya que llegando ellos mas enemigos había llegado, ahora entendía mejor por que estaban en una mansión tan grande ¿Donde mas esconderían tantos secuaces, mientras evitaba las estocadas del hombretón, otros me atacaban por la espalda, le clave el hacha a unos de los que me había atacado por la espalda y lo lance contra en hombretón haciendo que callera del barandal, lego de eso me empece a encargar de los otros que me venían a atacar me.
Mi hermano seguía contra aquella mujer y otros hombres mas, esquivo una estocada de aquella mujer haciendo que le diera a uno de sus compañeros, luego el atravesó a uno con la espada para luego lanzarlo por la escalera.
- Creía que luego de traicionar te esconderías como una rata - dijo ella mientras seguía lanzándole tajos tratando de herirle.
- Me sorprende que pienses tan mal de mi - dijo mi hermano antes herirle el brazo izquierdo con la espada y luego atravesarle despues de medio esquivar un tajo que le dio en la pierna derecha.
Luego de eso se abalanzó sobre mas de los mercenarios que trabajaban para los vampiros.
Luego de una buena hora que parecía una eternidad habíamos logrado acabar con ese grupo, estaba cansada y los brazos me ardían, tome mi hacha de la frente de uno de los cadáveres para luego guardarla y acercarme a mi hermano y tomándolo del cabello y jalándolo haciendo que estirara el cuello hacia atrás.
- Si vuelves a trabajar para vampiros seré yo la que te cortara la cabeza - lo amenace enserio mientras lo soltaba.
Camine hacia la ventana abriendo la cortina haciendo que algo de luz de lo que empezaba ser el final de la tarde entrara a ese lugar donde estábamos, no pude evitar quedar sorprendida frente a tantos cadáveres en el suelo, tendrían que ser mas de unos 20, suspire para luego ver los lugares donde mi abrigo se había roto por los rostes, aunque casi todos no eran de que preocupar otros si habían echo que sangrara mas como la que tenia en la cintura del lado derecho la cual había causado una buena mancha, aunque la herida no hera letal, suspire para luego ver a los hermanos pelirrojos y acercándome a ellos con una media sonrisa, aunque solo fue por un pequeño instante.
- Apurémonos antes que termine de caer el sol - dije con un suspiro mientras le dirigía a mi hermano una mirada de enojo.
- Les dije que donde matabas a un secuaz dies mas aparecían para remplazarle - dijo mientras pasaba junto a los pelirrojos - Por ese pasillo - señalo el pasillo principal - Esta el despacho en el cual pues nos llevan cuando nos contratan... Luego están las escaleras al tercer piso... Ese si solo era pisado por vampiros, alli es donde tenemos que ir, aunque alli yo ya no conozco, solo se que allí es donde se reúnen los vampiros - dijo el suspirando revisándose la pierna.
Yo mire el pasillo algo dudosa, luego de lo de hace un rato ya no estaba segura de hacer esto pero ya estábamos muy lejos como para rendirnos aqui, asi que suspire y seguí caminando por el pasillo jalando a mi hermano, tenia ganas de dormir ya pero sabia que eso no seria posible asi que seguí caminando junto a el hacia la dichosa escalera para llegar al tercer piso de una vez y acabar con esto.
Mi hermano seguía contra aquella mujer y otros hombres mas, esquivo una estocada de aquella mujer haciendo que le diera a uno de sus compañeros, luego el atravesó a uno con la espada para luego lanzarlo por la escalera.
- Creía que luego de traicionar te esconderías como una rata - dijo ella mientras seguía lanzándole tajos tratando de herirle.
- Me sorprende que pienses tan mal de mi - dijo mi hermano antes herirle el brazo izquierdo con la espada y luego atravesarle despues de medio esquivar un tajo que le dio en la pierna derecha.
Luego de eso se abalanzó sobre mas de los mercenarios que trabajaban para los vampiros.
Luego de una buena hora que parecía una eternidad habíamos logrado acabar con ese grupo, estaba cansada y los brazos me ardían, tome mi hacha de la frente de uno de los cadáveres para luego guardarla y acercarme a mi hermano y tomándolo del cabello y jalándolo haciendo que estirara el cuello hacia atrás.
- Si vuelves a trabajar para vampiros seré yo la que te cortara la cabeza - lo amenace enserio mientras lo soltaba.
Camine hacia la ventana abriendo la cortina haciendo que algo de luz de lo que empezaba ser el final de la tarde entrara a ese lugar donde estábamos, no pude evitar quedar sorprendida frente a tantos cadáveres en el suelo, tendrían que ser mas de unos 20, suspire para luego ver los lugares donde mi abrigo se había roto por los rostes, aunque casi todos no eran de que preocupar otros si habían echo que sangrara mas como la que tenia en la cintura del lado derecho la cual había causado una buena mancha, aunque la herida no hera letal, suspire para luego ver a los hermanos pelirrojos y acercándome a ellos con una media sonrisa, aunque solo fue por un pequeño instante.
- Apurémonos antes que termine de caer el sol - dije con un suspiro mientras le dirigía a mi hermano una mirada de enojo.
- Les dije que donde matabas a un secuaz dies mas aparecían para remplazarle - dijo mientras pasaba junto a los pelirrojos - Por ese pasillo - señalo el pasillo principal - Esta el despacho en el cual pues nos llevan cuando nos contratan... Luego están las escaleras al tercer piso... Ese si solo era pisado por vampiros, alli es donde tenemos que ir, aunque alli yo ya no conozco, solo se que allí es donde se reúnen los vampiros - dijo el suspirando revisándose la pierna.
Yo mire el pasillo algo dudosa, luego de lo de hace un rato ya no estaba segura de hacer esto pero ya estábamos muy lejos como para rendirnos aqui, asi que suspire y seguí caminando por el pasillo jalando a mi hermano, tenia ganas de dormir ya pero sabia que eso no seria posible asi que seguí caminando junto a el hacia la dichosa escalera para llegar al tercer piso de una vez y acabar con esto.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Habíamos acabado con gran cantidad de secuaces. Alrededor de unos veinte yacían ahora sobre el suelo. Mi hermana miraba al suelo horrorizada. Si bien ella sabía pelear, ella había matado a cuatro personas en toda su vida. Y en los tiempos que corrían, era difícil permanecer con las manos limpias durante tanto tiempo. Yo en cambio había matado a decenas de personas, trabajando como mercenario. Pero mi hermana todavía se sentía mal por aquello que había hecho, incluso aun teniendo la razón y los motivos por los que lo hizo. Pero ahora lela también tenía las manos sucias de muchos de esos secuaces. Mas de cinco los había matado ella. Lilja miraba con espanto, hasta que decidió que era mejor apartar la vista y continuar con el camino.
- ¿Dónde están esos amparos? -pregunto directamente Lilja, con frialdad-. Quiero que terminemos con esto cuanto antes.
Se quedo durante algunos segundos más mirando a su alrededor. Como la sangre recorría el suelo despacio, cubriendo todo el suelo y cayendo parte de este por las escaleras, gota a gota.
- Yo llegue a trabajar para ellos -me dijo Lilja en voz baja-. Fue un error. Y podría haber acabado como cualquiera de estos secuaces…
- Pero solucionaste ese error. Dejaste de servirles y nunca más lo harás. Y aquí estas, sana, viva y coleando -le dije con una sonrisa. Le di un breve abrazo y me puse firme de nuevo-. Tenemos que continuar. Ya hablaremos de todo esto más tarde, hermana.
Ella me sonrió, y asintió. Continuamos avanzando. Me dirigí hacia los hermanos y me dispuse a decirles algo, pero al final no dije nada en absoluto. Zukura parecía estar realmente furiosa con su hermano, y justo me había acercado a ellos en el momento en el cual ella lo amenazaba con cortarle el cuello la próxima vez que se dispusiera a contribuir con los vampiros.
A medida que avanzamos, un hedor terrible se hacía más presente. Era un olor que nunca antes había olido. Era repugnante. De hecho, sentí arcadas en varias ocasiones. Continuamos avanzando hasta que nos hallamos frente a una enorme puerta de tono marrón rojizo. Tenía a los lados dos figuras hechas de oro, de la cara de dos leones. Y en la parte superior del marco, había cuatro gárgolas de bronce que miraban hacia abajo, amenazantes.
Mi hermana se acercó levemente a la enorme puerta, y empujo con fuerza. No pudo hacer nada. así que me coloque a su lado, y la ayude a empujar yo también. entre los dos conseguimos mover despacio el gran portón, hasta que, haciendo un terrible ruido, termino de abrirse. El interior estaba oscuro, tan solo iluminado por algunas velas y alguna que otra antorcha. Pero aun así la visión era escasa, con tan poca luz. Al fondo, había varios individuos, pude avistar sombras moviéndose en la oscuridad con rapidez.
- ¿Dónde están esos amparos? -pregunto directamente Lilja, con frialdad-. Quiero que terminemos con esto cuanto antes.
Se quedo durante algunos segundos más mirando a su alrededor. Como la sangre recorría el suelo despacio, cubriendo todo el suelo y cayendo parte de este por las escaleras, gota a gota.
- Yo llegue a trabajar para ellos -me dijo Lilja en voz baja-. Fue un error. Y podría haber acabado como cualquiera de estos secuaces…
- Pero solucionaste ese error. Dejaste de servirles y nunca más lo harás. Y aquí estas, sana, viva y coleando -le dije con una sonrisa. Le di un breve abrazo y me puse firme de nuevo-. Tenemos que continuar. Ya hablaremos de todo esto más tarde, hermana.
Ella me sonrió, y asintió. Continuamos avanzando. Me dirigí hacia los hermanos y me dispuse a decirles algo, pero al final no dije nada en absoluto. Zukura parecía estar realmente furiosa con su hermano, y justo me había acercado a ellos en el momento en el cual ella lo amenazaba con cortarle el cuello la próxima vez que se dispusiera a contribuir con los vampiros.
A medida que avanzamos, un hedor terrible se hacía más presente. Era un olor que nunca antes había olido. Era repugnante. De hecho, sentí arcadas en varias ocasiones. Continuamos avanzando hasta que nos hallamos frente a una enorme puerta de tono marrón rojizo. Tenía a los lados dos figuras hechas de oro, de la cara de dos leones. Y en la parte superior del marco, había cuatro gárgolas de bronce que miraban hacia abajo, amenazantes.
Mi hermana se acercó levemente a la enorme puerta, y empujo con fuerza. No pudo hacer nada. así que me coloque a su lado, y la ayude a empujar yo también. entre los dos conseguimos mover despacio el gran portón, hasta que, haciendo un terrible ruido, termino de abrirse. El interior estaba oscuro, tan solo iluminado por algunas velas y alguna que otra antorcha. Pero aun así la visión era escasa, con tan poca luz. Al fondo, había varios individuos, pude avistar sombras moviéndose en la oscuridad con rapidez.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Seguí a mi hermano cruzada de brazos lo único que quería ahora era terminar rápido con todo esto y volver a casa con o sin Yendri solo quería destripar de una vez a aquellos vampiros y descansar por una vez de todas, pero luego un putrefacto aroma llano el pasillo, era tan pero tan asqueroso que el estomago y la comida trataba de subir por mi garganta, instintivamente me tape la boca, luego note que mi hermano también sentía nauseas, no me fije si los pelirrojos lo sintieron o no ero lo claro era que mientras mas caminábamos al fondo del pasillo ¿Qué cosa puede estar haciendo un olor tan desagradable me dije mentalmente mientras seguíamos caminando hasta dar con una inmensa puerta decorada y lo primero que pensé fue ¿Por qué decorar tanto una puerta de interior? Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el horrible chirrido de la gran puerta de madera dejando ver una gran estancia oscura y espeluznante.
Yen desenvaino su espada mirando con atención la habitación oscura mientras las pisadas parecidas a las de ratas iban de aquí para allá – Estén atentos ya está oscureciendo, posiblemente estén despertando – dijo Yen con esa extraña seriedad que muy poco utilizaba.
Yo asentí y tome mi hacha teniendo mucho cuidado de los ruidos cuando de repente una brisa fría salió del cuarto, era una brisa tan helada que me llego a los huesos, luego una silueta empezó a salir de la estancia, rimero salió un muchacho joven parecía mas un niño que está pasando la pubertad luego salió un sujeto que me lleno de miedo con aquellos ojos rojos penetrantes y su traje blanco no ayudaba mucho a apaciguar mi miedo, mi manos empezaron a temblar ante la presencia del vampiro el cual le dedico una sonrisa sádica a Yendri y a Lilja.
- Valla si son mis pulgosos favoritos… Para la próxima traten de no ensusiar tanto mi humilde morada – dijo como si todo lo que había pasado fuera algo de todos los días.
Mi hermano le dedico un mirada seria al vampiro para luego resonderle – Señor Macrey… - fue todo lo que mi hermano le dijo a aquella criatura.
- Parece que trajeron amigos… aunque no creo que ellos logren pagar las deudas que ustedes dos me deben – dijo el vampiro pasando una mirada sobre Frith y Sobre mi.
- Sabe bien a que venimos – dijo mi hermano conseriedad
- Pudieron contra aquellos incompetentes pero contra mi y los míos no – dijo mientras detrás de el salían mas vampiros, uno mas corpulento que el jefe dos mas esbeltos y una muchacha que aparentaba ser contemporánea con nosotros.
Estaba claro que teníamos una pequeña desventaja todo ellos eran vampiros y aunque a simple vista no sele notaran las armas era muy obvio que tenían armas ocultas, el jefe mostro una última sonrisa para luego volver al salón haciendo que la gran puerta volviera a cerrarse dejando al grupo de 5 vampiros frente a nosotros.
Esto no acabara nada bien dije en mi mente algo nerviosa.
Yen desenvaino su espada mirando con atención la habitación oscura mientras las pisadas parecidas a las de ratas iban de aquí para allá – Estén atentos ya está oscureciendo, posiblemente estén despertando – dijo Yen con esa extraña seriedad que muy poco utilizaba.
Yo asentí y tome mi hacha teniendo mucho cuidado de los ruidos cuando de repente una brisa fría salió del cuarto, era una brisa tan helada que me llego a los huesos, luego una silueta empezó a salir de la estancia, rimero salió un muchacho joven parecía mas un niño que está pasando la pubertad luego salió un sujeto que me lleno de miedo con aquellos ojos rojos penetrantes y su traje blanco no ayudaba mucho a apaciguar mi miedo, mi manos empezaron a temblar ante la presencia del vampiro el cual le dedico una sonrisa sádica a Yendri y a Lilja.
- Valla si son mis pulgosos favoritos… Para la próxima traten de no ensusiar tanto mi humilde morada – dijo como si todo lo que había pasado fuera algo de todos los días.
Mi hermano le dedico un mirada seria al vampiro para luego resonderle – Señor Macrey… - fue todo lo que mi hermano le dijo a aquella criatura.
- Parece que trajeron amigos… aunque no creo que ellos logren pagar las deudas que ustedes dos me deben – dijo el vampiro pasando una mirada sobre Frith y Sobre mi.
- Sabe bien a que venimos – dijo mi hermano conseriedad
- Pudieron contra aquellos incompetentes pero contra mi y los míos no – dijo mientras detrás de el salían mas vampiros, uno mas corpulento que el jefe dos mas esbeltos y una muchacha que aparentaba ser contemporánea con nosotros.
Estaba claro que teníamos una pequeña desventaja todo ellos eran vampiros y aunque a simple vista no sele notaran las armas era muy obvio que tenían armas ocultas, el jefe mostro una última sonrisa para luego volver al salón haciendo que la gran puerta volviera a cerrarse dejando al grupo de 5 vampiros frente a nosotros.
Esto no acabara nada bien dije en mi mente algo nerviosa.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Al transpasar la puerta, nos encontramos con cinco vampiros. Pero fue uno, un sexto, el que habló. Parecía conocer a mi hermana, y también al hermano de Zukura. De hecho los miró a ellos antes que a Zukura y a mí e incluso estuvo dirigiéndose a ellos al hablar. Fruncí el ceño y me pregunté si aquel era para el que ambos hermanos habían trabajado. Ingenuos, desgraciados, malditos, cómo odiaba en aquellos momentos a mi hermana y a Yen.
- Hermanos. Como si la vida no trajera problemas ya de por sí -comenté mientras miraba a Zukura.
El vampiro hizo un monólogo y nos dejó con los cinco vampiros mientras daba media vuelta y se escabullía entre las sombras. La oscuridad se hacía cada segundo más notable, dado que habían pasado muchas horas desde que habíamos ido hasta allí y estaba cayendo le sol, trayendo consigo la peligrosa noche. Escuché el sonido del metal deslizándose en sus vainas. Los vampiros estaban guardando sus armas, y también preparando sus colmillos para cuando se nos abalanzaran. Lilja se había colocado en posición para poder defenderse en elc aso de que nos atacaran.
Yo tomé mis dos espadas, la grande con la derecha y la más corta con la izquierda, como solía hacer. Pelearía hasta el final, y si la cosa se ponía más fea, me transformaría. Pocas veces lo hacía dado que al revertir la transformación me sentía agotado, demasiado cansado, y no podía permitirme estar en esas condiciones en un nido de vampiros incluso aun después de derrotarlos. ¿Qué habría pasado si unos refuerzos hubieran llegado después de acabar con ellos? Yo en mi pobre forma humana, desgastada y cansada por haber usado la transformación, habría sido pan comido para ellos.
Fueron dos de los cinco vampiros los que comenzaron aquella pelea. Lilja y yo reaccionamos rápidamente. El hedor se hacía ahora mucho más notable, un olor repugnante que nos resultaba difícil no tener presente. ¿Serían los vampiros? ¿O cuerpos en descomposición que habrían dejado tirados por alguna parte? No lo sabía, pero no debía pensar en ello. Debía pensar en pelear y sobrevivir. Acabar con todos ellos. Y el siguiente sería aquel que se había marchado, aquel que había introducido a mi hermana en todo aquello. Vi como Zukura extraía su hacha.
- Bonita arma -comenté, antes de lanzarme hacia los vampiros con mis espadas en alto, dispuesto a clavarlo en lo más profundo de sus corazones. Si es que tenían eso.
- Hermanos. Como si la vida no trajera problemas ya de por sí -comenté mientras miraba a Zukura.
El vampiro hizo un monólogo y nos dejó con los cinco vampiros mientras daba media vuelta y se escabullía entre las sombras. La oscuridad se hacía cada segundo más notable, dado que habían pasado muchas horas desde que habíamos ido hasta allí y estaba cayendo le sol, trayendo consigo la peligrosa noche. Escuché el sonido del metal deslizándose en sus vainas. Los vampiros estaban guardando sus armas, y también preparando sus colmillos para cuando se nos abalanzaran. Lilja se había colocado en posición para poder defenderse en elc aso de que nos atacaran.
Yo tomé mis dos espadas, la grande con la derecha y la más corta con la izquierda, como solía hacer. Pelearía hasta el final, y si la cosa se ponía más fea, me transformaría. Pocas veces lo hacía dado que al revertir la transformación me sentía agotado, demasiado cansado, y no podía permitirme estar en esas condiciones en un nido de vampiros incluso aun después de derrotarlos. ¿Qué habría pasado si unos refuerzos hubieran llegado después de acabar con ellos? Yo en mi pobre forma humana, desgastada y cansada por haber usado la transformación, habría sido pan comido para ellos.
Fueron dos de los cinco vampiros los que comenzaron aquella pelea. Lilja y yo reaccionamos rápidamente. El hedor se hacía ahora mucho más notable, un olor repugnante que nos resultaba difícil no tener presente. ¿Serían los vampiros? ¿O cuerpos en descomposición que habrían dejado tirados por alguna parte? No lo sabía, pero no debía pensar en ello. Debía pensar en pelear y sobrevivir. Acabar con todos ellos. Y el siguiente sería aquel que se había marchado, aquel que había introducido a mi hermana en todo aquello. Vi como Zukura extraía su hacha.
- Bonita arma -comenté, antes de lanzarme hacia los vampiros con mis espadas en alto, dispuesto a clavarlo en lo más profundo de sus corazones. Si es que tenían eso.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Al tener el hacha en mi mano saque de una de mis botas uno de los cuchillos que había comprado, me puse en guardia cuando de reojo miraba a mi hermano con ganas de arrancarle la cabeza de una vez, suspire para luego darme cuenta que los vampiros empezaban a prepararse para el ataqué, justo despues de que Frith hizo su comentario sobre mi hacha y le mostré una media sonrisa para luego esquivar la una cuchilla que se dirigía a toda velocidad a mi cara, al ver que la vampira había lanzado el cuchillo y se preparaba para lanzarme otro y el vampiro corpulento sostenía dos espadas pesadas y se lanzaba al ataque contra mi hermano el cual mostraba una sonrisa para luego lanzarse al ataqué, al igual que yo mientras los otros dos vampiros peleaban contra los pelirrojos, yo me dedicaba a esquivar los cortes de los cuchillos o al menos la mayoría ya que tenia que admitir que esta vampiresa era muy rápida por lo cual era muy poco el daño que le causaba. Mi hermano esquivaba los ataques de aquel vampiro corpulento, teníamos que admitir que no era igual que los secuaces, los reflejos de estos vampiros eran mejores que el de los mercenarios de hace un rato, tanto asi que en mas de una ocasión me vi acorralada por la vampiresa, aunque me lograba zafar de sus ataques ella los lanzaba con un frenesí supuse que era por el olor a sangre que, pues estaba enzima de mi, no me había puesto a pensar que las heridas recientes tentarán a los vampiros, sin contar que los cortes que me hacia al no lograr esquivar los cuchillos tan bien dejaban salir el olor a sangre fresca, fue alli cuando me arte ¿Por que no acabar con esto de una vez?, tome una bocanada de aire para luego lanzarme sobre la vampiresa para tratar de cortarle la cabeza, me lance sobre ella, rodamos por el suelo yo esquivando los cortes de sus cuchillos y ella esquivando los cortes de los míos hasta que por fin logre clavarle la hoja oculta en un costado de su cuello, aun que yo me gane un cuchillo clavado en la pierna, el cual dolía mucho y dolió aun mas cuando lo saque, no era una cicatriz larga pero si era profunda y sangraba mucho por lo cual tome una tira larga de tela de la ropa de la vampira mientras los demás estaban distraídos peleando para poder hacerme algo parecido a un vendaje para apretar la parte de la herida y evitar desangrarme rápido o al menos poder terminar con esta locura y luego ir por ayuda. Cuando termine que me levante dirigí mi mirada a un costado del pasillo donde estaba el quinto vampiro mirando la pelea con una mirada penetrante, parecía una estatua no parecía que estuviera vivo por lo cual cuando dirigió la mirada hacia mi los bellos seme erizaron como una mala señal, luego de eso lo perdí repentinamente y no lo logre ver de nuevo, cuando volví a reaccionar, tenia una espada apunto de atravesar.e si mi hermano no hubiera empujado al vampiro corpulento el cual le faltaba una mano supuse que mi hermano se la había cortado. - Ya levántate y deja de distraerte ¿No cres? - dijo Yen con seriedad para volver al combate Yo me levante sintiendo el dolor punzante de la pierna para luego ir tras el vampiro que había perdido de vista o mejor dicho había salido de mi campo visual por que al darme vuelta lo tenia atrás aun viéndome con esa mirada espelúznate, volví a tomar mi hacha cuando este se lanzo sobre con su espada corta, al ver que incluso era mejor que yo y que la vampiresa que había matado no ase mucho tuve que suponer que de ese grupo tenia que ser el mas experimentado aunque era algo confuso ya que parecía literalmente un niño.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Pude ver cómo mi hermana avanzaba por delante de mí. En un rápido gesto, sus manos parecían casi bailar alrededor del cuerpo del desafortunado vampiro que se había antepuesto en su camino. Varias puñaladas tomaron por sorpresa al vampiro, que trataba con urgencia de atacar inútilmente a Lilja. Ella era demasiado rápida, además de muy alta, lo cual le permitía alejarse de los ataques con tan solo dar un breve paso atrás. Luego volvía a cargar hacia adelante, con más agresividad que antes, pronunando un fuerte y certero golpe letal. El vampiro se dejó caer al suelo. No vi sangre emanando de él, pero había gritado lo suficiente como para que yo supiera que estaba malherido y que no se movería de allí abajo. ¿Se regeneraban? No tenía ni idea. Pero si volvía a levantarse, confiaba en que mi hermana lo enviaría de vuelta al descanso eterno.
También yo había tenido que lidiar contra otro vampiro. Se me había acercado casi juguetón, mirándome con una amplia sonrisa. Lilja en un ágil movimiento le había lanzado una de las dagas, que se había clavado en el brazo derecho del vampiro que se me aproximaba. Este miró con fastidio la daga, y tomándola con fuerza por la empuñadura se la extrajo como quien arrancaba una flecha de un árbol. Luego la lanzó al suelo, escupió sobre ella y volvió a mirarme a mí con todavía mucha más furia.
- No tienes tan buenos reflejos, ¿eh? -le dije, mientras preparaba mis dos espadas.
En cuanto se lanzo, dirigí de frente la espada larga. Él la evadió, echándose a un lado y tratando de atacarme con lo que parecían una especie de puñales que iban sujetos a sus nudillos. Trató de asestarme una puñada pero falló, entonces aproveché para lanzar una estocada con mi espada más corta. Conseguí asestarle con esta por debajo de su brazo. Él soltó un fuerte chillido de dolor y de furia, y trató de golpearme nuevamente con aquellos puñales de sus nudillos. Desvié cada uno de sus golpes, hasta que en uno de sus descuidos, logré seccionarle su cabeza, haciendo que esta cayera al suelo rodando. Le di una patada, lanzándola en dirección a mi hermana, quien hizo una mueca de repugnancia.
- ¡¿Por qué has hecho eso?! -se quejó ella.
- Eh… -no supe qué responder. Realmente, no sabía por qué lo había hecho.
Entonces dirigí la mirada hacia Zukura y su hermana. Quería asegurarme de que ellos estuvieran bien y no en problemas.
También yo había tenido que lidiar contra otro vampiro. Se me había acercado casi juguetón, mirándome con una amplia sonrisa. Lilja en un ágil movimiento le había lanzado una de las dagas, que se había clavado en el brazo derecho del vampiro que se me aproximaba. Este miró con fastidio la daga, y tomándola con fuerza por la empuñadura se la extrajo como quien arrancaba una flecha de un árbol. Luego la lanzó al suelo, escupió sobre ella y volvió a mirarme a mí con todavía mucha más furia.
- No tienes tan buenos reflejos, ¿eh? -le dije, mientras preparaba mis dos espadas.
En cuanto se lanzo, dirigí de frente la espada larga. Él la evadió, echándose a un lado y tratando de atacarme con lo que parecían una especie de puñales que iban sujetos a sus nudillos. Trató de asestarme una puñada pero falló, entonces aproveché para lanzar una estocada con mi espada más corta. Conseguí asestarle con esta por debajo de su brazo. Él soltó un fuerte chillido de dolor y de furia, y trató de golpearme nuevamente con aquellos puñales de sus nudillos. Desvié cada uno de sus golpes, hasta que en uno de sus descuidos, logré seccionarle su cabeza, haciendo que esta cayera al suelo rodando. Le di una patada, lanzándola en dirección a mi hermana, quien hizo una mueca de repugnancia.
- ¡¿Por qué has hecho eso?! -se quejó ella.
- Eh… -no supe qué responder. Realmente, no sabía por qué lo había hecho.
Entonces dirigí la mirada hacia Zukura y su hermana. Quería asegurarme de que ellos estuvieran bien y no en problemas.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Mi hermano por fin había logrado tirar al vampiro corpulento y se lanzo para ayudarme ya que el dolor de la pierna no me ayudaba mucho, los dos nos lanzamos contra el vampiro que parecía percibir todos los ataques que le lanzábamos, era rápido y ágil o al menos hasta que Lilja soltó aquel chillido cuando una cabeza le todo a los pies, que el vampiro quito la vista de nosotros y miro brevemente a Lilja aunque cuando se dio cuenta ya tenia la espada de mi hermano en el pecho y mi hacha en la frente, el cuerpo callo a nuestros pies junto al resto, para luego sentarme contra la pared y volver a apretar mas aquel pedazo de tela que tenia en la herida para evitar desangrarme tan rápido, lo apreté lo mas posible luego mire a mi hermano para luego ver a los pelirrojos con una sonrisa cansada. - Si les soy sincera... Yo no sirvo de mercenaria como ustedes, mejor me quedo como cazadora - dije mientras tomaba aire ya que sentía que me ahogaría de lo cansada que estaba. Mi hermano no pudo evitar mostrar una sonrisa ante mi comentario para luego verme la pierna, al ver aquello le hice una seña de que no se preocupara que estaría bien, y lo estaría mas rápido si alli nos hubiéramos quemado aquella casa e irnos de alli y hacer como si nada de esto hubiera pasado pero sabia que ellos tres pensaban diferentes asi que me levante y trate de ignorar el dolor punzante en la pierna para luego tomar mi hacha y guardarla. - De seguro el estará esperando a que entremos o a que quememos la casa y húyanos... Pero como sea tendrá un plan eso no hay que dudarlo - dijo Yen con seriedad mientras miraba la puerta y guardaba la espada en su funda. - Y ¿Qué aremos? - no pude evitar preguntar ya que no seme ocurría otra cosa que hacer, luego mire a los pelirrojos. Quien sabe de seguro estaban planeando algo o tal vez no, lo que era seguro era que teníamos que terminar con aquello ese mismo día y lo mejor seria actuar de una vez, por lo cual empezaba a caminar hacia la puerta junto a mi hermano. - Oye ¿Segura que podrás? - me susurro mientras nos acercábamos a la puerta. - Claro que puedo, de regreso es que empezare a quejarme - le dije dándole un pequeño golpe en el hombro. Yen me sonrío para luego ver la puerta serio para luego empezar a empujarla, yo me puse junto a el a empujar hasta que logramos abrir la puerta, esta vez no se escuchaba nada adentro, yo voltee a ver a los pelirrojos y luego ver el interior de la sala oscura. - ¿Lista? - pregunto mi hermano en tono bajo. Yo asentí para luego entrar junto a el a aquella habitación tenebrosa que me ponía los nervios de punta y aquel horrible hedor hacia que me dieran ganas de vomitar.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
La pelea parecía haber terminado. Tanto mi hermana como yo nos habíamos estado defendiendo durante un largo rato, hasta que nuestros adversarios ya yacían tendidos sobre el suelo. Dirigí una rápida mirada hacia Zukura y comprobé que también ellos habían terminado de pelear. Sin embargo, el jefe seguía mas allá, tal vez esperándonos con alguna clase de trampa, o con más secuaces. Tal vez en otras circunstancias habríamos decidido que era mejor dejarlo estar, no caer en la trampa, dar media vuelta y volver en otra ocasión dado que ya habíamos perdido la ventaja del factor sorpresa. Pero ya habíamos avanzado mucho, y era una tontería dar marcha atrás y huir. A estas alturas, lo mejor que podíamos hacer era continuar hasta el final. Al fin y al cabo, ya habíamos demostrado que éramos capaces de abatir a tantos vampiros como nos lanzara.
- ¿Estáis bien? -pregunte en general.
Mi hermana precia preocupada con su brazo. Vi como goteaba algo de sangre de este.
- Solo tengo una pequeña herida, no es importante -me respondió ella. En cambio, fijo la vista en Zukura, quien parecía tener una herida mucho más grande que había tratado de tapar como había sido capaz-. ¿Estás bien tú, Zukura? Eso parece grave.
- Estamos a tiempo de retirarnos -mencione-. Si es que no sentís que estamos preparados para continuar.
Aunque en realidad lo que quería era que me respondieran que estaban listos, que aquella herida no era más que un rasguño, y que debíamos continuar para acabar con aquel jefe. Quería terminar de una vez por todas con lo que vinculaba a su hermano y Lilja con los vampiros. Cuando el cayera, todo aquello quedaría olvidado.
Yen, el hermano de Zukura, compartió el pensamiento que yo había tenido momentos atrás. Sobre que probablemente debía tener un plan y debía estar esperándonos con alguna trampa audaz. Pero al mismo tiempo también ambos hermanos coincidieron en que lo mejor era continuar. Parecían tan dispuestos como yo a terminar con aquello. Comenzaron a empujar con fuerza la enorme puerta, que soltó un ruido desgarrador terrible. Mas allá, una penumbra inmensa. Estaba tan oscuro que, pese a que mis ojos trataban de acomodarse a la poca luz que había, eran incapaces de vislumbrar nada. Solo vi algunas figuras moviéndose rápidamente. Lilja camino a mi lado con un paso calmado y cuidadoso. También yo camine despacio, teniendo cuidado con donde ponía cada uno de mis pasos. En cuanto Zukura y yen avanzaron un poco más, no supe muy bien quien, de los dos, pero alguien pisó algo en el suelo que causo un ruido inmenso. De repente, los dos hermanos cayeron a través de una trampilla, hasta un foso. El foso estaba lleno de calaveras, carne humana en proceso de pudrición, y ratas, muchas ratas.
Me quede quieto y tenso de repente, y tome el brazo de mi hermana para que no cometiera el mismo error de caer allí. Trate de pensar en que podía hacer para sacarlos de ahí, antes de que nos tomaran por sorpresa nuevamente.
- ¿Estáis bien? -pregunte en general.
Mi hermana precia preocupada con su brazo. Vi como goteaba algo de sangre de este.
- Solo tengo una pequeña herida, no es importante -me respondió ella. En cambio, fijo la vista en Zukura, quien parecía tener una herida mucho más grande que había tratado de tapar como había sido capaz-. ¿Estás bien tú, Zukura? Eso parece grave.
- Estamos a tiempo de retirarnos -mencione-. Si es que no sentís que estamos preparados para continuar.
Aunque en realidad lo que quería era que me respondieran que estaban listos, que aquella herida no era más que un rasguño, y que debíamos continuar para acabar con aquel jefe. Quería terminar de una vez por todas con lo que vinculaba a su hermano y Lilja con los vampiros. Cuando el cayera, todo aquello quedaría olvidado.
Yen, el hermano de Zukura, compartió el pensamiento que yo había tenido momentos atrás. Sobre que probablemente debía tener un plan y debía estar esperándonos con alguna trampa audaz. Pero al mismo tiempo también ambos hermanos coincidieron en que lo mejor era continuar. Parecían tan dispuestos como yo a terminar con aquello. Comenzaron a empujar con fuerza la enorme puerta, que soltó un ruido desgarrador terrible. Mas allá, una penumbra inmensa. Estaba tan oscuro que, pese a que mis ojos trataban de acomodarse a la poca luz que había, eran incapaces de vislumbrar nada. Solo vi algunas figuras moviéndose rápidamente. Lilja camino a mi lado con un paso calmado y cuidadoso. También yo camine despacio, teniendo cuidado con donde ponía cada uno de mis pasos. En cuanto Zukura y yen avanzaron un poco más, no supe muy bien quien, de los dos, pero alguien pisó algo en el suelo que causo un ruido inmenso. De repente, los dos hermanos cayeron a través de una trampilla, hasta un foso. El foso estaba lleno de calaveras, carne humana en proceso de pudrición, y ratas, muchas ratas.
Me quede quieto y tenso de repente, y tome el brazo de mi hermana para que no cometiera el mismo error de caer allí. Trate de pensar en que podía hacer para sacarlos de ahí, antes de que nos tomaran por sorpresa nuevamente.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Al entrar en aquella sala algo pasaba, por alguna mala razón todo estaba callado y justo alli caíamos por una trampilla, trate de agarrarme del borde pero al final termine cayendo por la pared lisa, al tocar el final de la trampilla había caído sentada, no podía ver a Yen ya que estaba todo en penumbras y mi vista se tardaba en acostumbrarse a la oscuridad, trate de levantarme pero me dolía mas la pierna por la caída ademas, ya había mos descubierto de donde venia el mal olor, eran cadáveres ya que sentía algunos huesos humanos, seguí intentado levantarme con ayuda de la pared pero la pierna me temblaba y me costaba mantenerme parada, cuando logre mantenerme derecha voltee a ver la oscuridad tenia que buscar a mi hermano pero ¿Como lo haría? Gritar seria una estupidez anuqué ¿Que importa ahora?.
- Yen ¿Estas bien? - pregunte al aire ya que no sabia donde estaba el.
- Si sólo que caí sobre huesos y carne podrida - dijo Yen con su típico tono burlón.
No pude evitar sonreír y seguir el camino por donde había venido la voz, termine pisándole una mano a Yen sin querer ya que no veía el camino, cuando este se había puesto de pie empezó a caminar buscando un lugar por donde salir lo cual nunca encontramos, yo me mordía el labio con cada paso ue daba no solo por el miedo sino que cada vez la pierna palpitaba mas y mas ya que la caída había empeorado la herida pero no era el momento para quejarme.
- ¿Como saldremos? - pregunte algo nerviosa.
- No lo se - dijo mi hermano con algo de fastidio en la voz.
Mientras nosotros dos seguíamos abajo, al otro lado de la trampa se encontraba el dichoso vampiro cruzado de brazos esta vez sin su sonrisa burlona, chasqueo un dedos y un par de antorchas mas se encendieron iluminando un poco mas el lugar que aun seguía sumergido en penumbras pero al menos ya se veía el suelo que se pisaba.
- Bueno supongo que me encargare primero de ustedes dos y luego los que cayeron - dijo el vampiro en tono serio y algo sombrío - Aunque los felicito, son pocos los que se dignan a revelarse y tratar de acabar con el problema - dijo esta vez con una media sonrisa.
El vampiro paso al lado de la trampilla para quedar frente a ella y estar mas cerca de los pelirrojos a los cuales veía con gran atención - Bueno ¿Que planean hacer? - dijo mientras la puerta se serraba y la sala volvía a quedar a oscuras.
- Yen ¿Estas bien? - pregunte al aire ya que no sabia donde estaba el.
- Si sólo que caí sobre huesos y carne podrida - dijo Yen con su típico tono burlón.
No pude evitar sonreír y seguir el camino por donde había venido la voz, termine pisándole una mano a Yen sin querer ya que no veía el camino, cuando este se había puesto de pie empezó a caminar buscando un lugar por donde salir lo cual nunca encontramos, yo me mordía el labio con cada paso ue daba no solo por el miedo sino que cada vez la pierna palpitaba mas y mas ya que la caída había empeorado la herida pero no era el momento para quejarme.
- ¿Como saldremos? - pregunte algo nerviosa.
- No lo se - dijo mi hermano con algo de fastidio en la voz.
Mientras nosotros dos seguíamos abajo, al otro lado de la trampa se encontraba el dichoso vampiro cruzado de brazos esta vez sin su sonrisa burlona, chasqueo un dedos y un par de antorchas mas se encendieron iluminando un poco mas el lugar que aun seguía sumergido en penumbras pero al menos ya se veía el suelo que se pisaba.
- Bueno supongo que me encargare primero de ustedes dos y luego los que cayeron - dijo el vampiro en tono serio y algo sombrío - Aunque los felicito, son pocos los que se dignan a revelarse y tratar de acabar con el problema - dijo esta vez con una media sonrisa.
El vampiro paso al lado de la trampilla para quedar frente a ella y estar mas cerca de los pelirrojos a los cuales veía con gran atención - Bueno ¿Que planean hacer? - dijo mientras la puerta se serraba y la sala volvía a quedar a oscuras.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Escuchamos como caían Zukura y su hermano. Me di cuenta de que ya estaban abajo, cuando escuché el golpe de sus cuerpos contra una gran masa de carne y huesos.
― No os preocupéis —dije en voz alta—. En seguida os socorremos.
Aunque no estábamos solos, era evidente. Estaba aquel vampiro. Paso justo al lado de la trampilla después de que se prendieran dos antorchas y pudiéramos ver la localización exacta de esta, y se situó justo frente a nosotros dos. Lilja estaba seria, frunciendo el ceño y un poco tensa. También yo lo estaba. Aun así, no vi a más vampiros, parecía que tan solo estaba el.
― ¿Qué planeamos hacer? —pregunte yo entonces, con una media sonrisa. Si sabia algo de los vampiros, es que la eternidad los había hecho ser extremadamente pacientes. Sabían que tenían toda una vida eterna para escuchar hasta la última palabra que cualquiera tuviera que decir. Me serví de ello para darnos a Lilja y a mí una segunda de más para pensar e que hacer—. Vamos a acabar contigo, te dejaremos tirado por algún rincón. Después buscaremos alguna soga y socorreremos a nuestros dos compañeros. Luego volveremos a ti, te cortaremos la cabeza y nos la llevaremos de trofeo para colgarla de alguna pared.
― Frith… —Lilja comenzó a hablar.
― Está bien, te la daré a ti para que la cuelgues en tu habitación. Así te diviertes disparándole flechas —continúe.
― No, no.
― Me parece que tu chica ya se ha dado cuenta de que estáis rodeados —dijo el vampiro con serenidad. Entonces volvió a dar media vuelta y alejarse de nosotros. ¿Mas vampiros? ¿Pero cuantos se alojaban en esa casa?
Pero esta vez sí que estábamos rodeados de verdad. El vampiro parecía cansado, parecía que tan solo quería divertirse con un buen espectáculo. En seguida todas esas sombras que eran los vampiros que habían acompañado al primero, se abalanzaban sobre nosotros. En cuanto uno de ellos se lanzó sobre nosotros, Lilja le clavo una daga en el cuello. Después, siendo todavía el mismo vampiro, lo apuñalo en el corazón repetidas veces, hasta estar segura de que estaba muerto.
― Úsalo como soga —le dije a Lilja.
― ¿Que? —me pregunto ella alarmada.
― Que lo uses como soga. Tómalo por una pierna y que los hermanos se agarren a él.
Lilja dudosa, tomo el cuerpo del vampiro, que parecía mucho más ligero de lo que ella había imaginado, y tomándolo por una pierna lo coloco por la trampilla, de modo que los hermanos pudieran tomar sus extremidades para subir, tal y como si se tratara de una soga.
― No os preocupéis —dije en voz alta—. En seguida os socorremos.
Aunque no estábamos solos, era evidente. Estaba aquel vampiro. Paso justo al lado de la trampilla después de que se prendieran dos antorchas y pudiéramos ver la localización exacta de esta, y se situó justo frente a nosotros dos. Lilja estaba seria, frunciendo el ceño y un poco tensa. También yo lo estaba. Aun así, no vi a más vampiros, parecía que tan solo estaba el.
― ¿Qué planeamos hacer? —pregunte yo entonces, con una media sonrisa. Si sabia algo de los vampiros, es que la eternidad los había hecho ser extremadamente pacientes. Sabían que tenían toda una vida eterna para escuchar hasta la última palabra que cualquiera tuviera que decir. Me serví de ello para darnos a Lilja y a mí una segunda de más para pensar e que hacer—. Vamos a acabar contigo, te dejaremos tirado por algún rincón. Después buscaremos alguna soga y socorreremos a nuestros dos compañeros. Luego volveremos a ti, te cortaremos la cabeza y nos la llevaremos de trofeo para colgarla de alguna pared.
― Frith… —Lilja comenzó a hablar.
― Está bien, te la daré a ti para que la cuelgues en tu habitación. Así te diviertes disparándole flechas —continúe.
― No, no.
― Me parece que tu chica ya se ha dado cuenta de que estáis rodeados —dijo el vampiro con serenidad. Entonces volvió a dar media vuelta y alejarse de nosotros. ¿Mas vampiros? ¿Pero cuantos se alojaban en esa casa?
Pero esta vez sí que estábamos rodeados de verdad. El vampiro parecía cansado, parecía que tan solo quería divertirse con un buen espectáculo. En seguida todas esas sombras que eran los vampiros que habían acompañado al primero, se abalanzaban sobre nosotros. En cuanto uno de ellos se lanzó sobre nosotros, Lilja le clavo una daga en el cuello. Después, siendo todavía el mismo vampiro, lo apuñalo en el corazón repetidas veces, hasta estar segura de que estaba muerto.
― Úsalo como soga —le dije a Lilja.
― ¿Que? —me pregunto ella alarmada.
― Que lo uses como soga. Tómalo por una pierna y que los hermanos se agarren a él.
Lilja dudosa, tomo el cuerpo del vampiro, que parecía mucho más ligero de lo que ella había imaginado, y tomándolo por una pierna lo coloco por la trampilla, de modo que los hermanos pudieran tomar sus extremidades para subir, tal y como si se tratara de una soga.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Yo me senté sobre unos huesos ya que me había lastimado un poco con la caída mientras arriba habían ruidos de pelea, solo escuche la ligera maldición de mi hermano ya que eramos inútiles aqui abajo hasta que escuchamos un ruido seco el cual fue de un cuerpo inerte que colgaba de la trampilla, apenas logre distinguir la figura femenina de lo que esperaba fuera Lilja, empece a amontonar unos cadáveres debajo de donde estaba el cadáver colgado y subirme sobre la pila para tomar un brazo y empezar a subir con un horrible dolor en la pierna herida hasta que logre subir y me encontré con el rostro de Lilja al cual le dirigí una sonrisa.
- Yo me encargo de subir a Yen y luego los ayudaremos con los vampiros - le dije a la pelirroja para tomar el cadáver para que mi hermano subiera por donde yo había subido.
Cuando los dos estuvimos afuera de la trampilla para luego tomar nuestras armas e ir a ayudar a los pelirrojos los cuales estaban rodeados por vampiros y supuse que eran muchos aunque solo se veían aquellos que los atacaban, yo me lance sobre uno que se acercaba a Frith por la espalda clavándole el hacha en la nuca haciendo que se desplomara.
- Gracias por ayudarnos a salir - dije simulando una sonrisa ya que en si no quería parecer devil con el dolor horrible que tenia en la pierna.
Mi hermano termino atravesando a un vampiro con su espada para luego quedar los cuatros en medio de todos los vampiros que estaban en la sala turnándose para tratar de matarnos por su jefe, solo tenia ganas de transformarme y descuartizarlos a todos aunque sabiendo lo agotada que quedaría seria un punto débil y claro blanco para atacar.
- ¿No acabaríamos mas rapido si nos transformamos? - pregunto yen algo fastidiado mientras seguía defendiéndose de los ataques de los vampiros.
Durante un momento se escucho una risa resonar en el salón - Háganlo, no seria nada malo ver a un pulgoso defenderse - dijo aquel vampiro con ese estupido tono burlón al cual me dio muchas ganas de contestar pero solo estaría cayendo en su juego de provocaciones.
- Yo me encargo de subir a Yen y luego los ayudaremos con los vampiros - le dije a la pelirroja para tomar el cadáver para que mi hermano subiera por donde yo había subido.
Cuando los dos estuvimos afuera de la trampilla para luego tomar nuestras armas e ir a ayudar a los pelirrojos los cuales estaban rodeados por vampiros y supuse que eran muchos aunque solo se veían aquellos que los atacaban, yo me lance sobre uno que se acercaba a Frith por la espalda clavándole el hacha en la nuca haciendo que se desplomara.
- Gracias por ayudarnos a salir - dije simulando una sonrisa ya que en si no quería parecer devil con el dolor horrible que tenia en la pierna.
Mi hermano termino atravesando a un vampiro con su espada para luego quedar los cuatros en medio de todos los vampiros que estaban en la sala turnándose para tratar de matarnos por su jefe, solo tenia ganas de transformarme y descuartizarlos a todos aunque sabiendo lo agotada que quedaría seria un punto débil y claro blanco para atacar.
- ¿No acabaríamos mas rapido si nos transformamos? - pregunto yen algo fastidiado mientras seguía defendiéndose de los ataques de los vampiros.
Durante un momento se escucho una risa resonar en el salón - Háganlo, no seria nada malo ver a un pulgoso defenderse - dijo aquel vampiro con ese estupido tono burlón al cual me dio muchas ganas de contestar pero solo estaría cayendo en su juego de provocaciones.
Zukura Kito
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Re: La caza tras el descanso [Libre] [Cerrado]
Frith se giró sobresaltado hacia aquel vampiro a quien Zukura, justo un instante antes había matado propinándole un severo hachazo. Todo se había vuelto bastante caótico. El pelirrojo se llevó las manos a la cabeza, sintiéndose ligeramente mareado, pero luego, sintiéndose mucho más despejado, volvió a colocarse en posición para continuar peleando.
- ¿Transformarnos? -pregunto Lilja, ante la cuestión de Yen.
Frith se giró hacia ella y negó con la cabeza, abriendo mucho los ojos. Él sabía que en el caso de que se transformara, por lo menos pasaría cerca de veinte minutos sufriendo terribles dolores óseos hasta que su cuerpo se fuera amoldando a su forma de lobo. Era un infierno que no podía pasar allí mismo, dado que estaría durante un rato muy largo en un estado completamente vulnerable. Y debían acabar con aquello rápidamente, no podía permitirse tomarse veinte minutos para poder convertirse en lobo. Lilja en cambio, podía convertirse mucho más rápido.
- Yo lo hare -dijo Lilja, mientras miraba a su hermano-. Y te protegeré en el caso de que lo necesites. Tú no te transformes, podría ser peligroso.
Hablaba rápidamente, tomando el tiempo justo y necesario para dejar claras las cosas. No podía perder demasiado el tiempo hablando estando en aquella situación. Frith asintió complacido, y tras ver su afirmación, Lilja cerró los ojos. Su cuerpo comenzó a transformarse. Algunos vampiros quisieron aprovechar aquel momento para tomarla por sorpresa. Frith se mantuvo alerta en todo momento, situándose a poco menos de un metro de distancia de su hermana, propinando estocadas a todos los que se acercaban, ansiosos por aprovechar el momento de vulnerabilidad de Lilja.
Un vampiro acabo tomando por sorpresa a Frith, jopeándolo y haciéndolo caer al suelo. Ese mismo vampiro estaba a punto de girarse hacia Lilja para poder atacarla, cuando en lugar de la joven y bella pelirroja, se encontró de frente con un enorme lobo de pelaje anaranjado. La bestia se abalanzo sobre el vampiro, y lo despedazo. Lilja desvió la mirada hacia la posición donde se encontraba el jefe de los vampiros. Dejo escapar un gruñido de furia, y comenzó a correr en su dirección.
- ¡Lilja! ¡No vayas sola! -grito Frith, alarmado.
Pero ella no lo escucho. No solía hacerlo cuando se encontraba en su forma de lobo. Tan solo hacia lo que sentía hacer. No haría caso a su hermano, ni tampoco a Zukura o Yen, ni a nadie que se interpusiera en su camino. La forma de lobo de Lilja era una bestia salvaje indomable, que en aquel momento trataría por todos sus medios de atacar al jefe vampiro sin siquiera pensar en los riesgos o las consecuencias. Frith se puso rápidamente en pie, y miro escandalizado a los dos hermanos.
- ¡Por favor! -les gritó-. ¡Id con ella! ¡Rápido! ¡No puede ir sola!
Aunque lo que realmente les quería pedir, era que se transformaran y fueran con ella para atacar juntos al vampiro. Si el jefe se batía contra Lilja a solas, ella tendría todas las de perder.
- ¿Transformarnos? -pregunto Lilja, ante la cuestión de Yen.
Frith se giró hacia ella y negó con la cabeza, abriendo mucho los ojos. Él sabía que en el caso de que se transformara, por lo menos pasaría cerca de veinte minutos sufriendo terribles dolores óseos hasta que su cuerpo se fuera amoldando a su forma de lobo. Era un infierno que no podía pasar allí mismo, dado que estaría durante un rato muy largo en un estado completamente vulnerable. Y debían acabar con aquello rápidamente, no podía permitirse tomarse veinte minutos para poder convertirse en lobo. Lilja en cambio, podía convertirse mucho más rápido.
- Yo lo hare -dijo Lilja, mientras miraba a su hermano-. Y te protegeré en el caso de que lo necesites. Tú no te transformes, podría ser peligroso.
Hablaba rápidamente, tomando el tiempo justo y necesario para dejar claras las cosas. No podía perder demasiado el tiempo hablando estando en aquella situación. Frith asintió complacido, y tras ver su afirmación, Lilja cerró los ojos. Su cuerpo comenzó a transformarse. Algunos vampiros quisieron aprovechar aquel momento para tomarla por sorpresa. Frith se mantuvo alerta en todo momento, situándose a poco menos de un metro de distancia de su hermana, propinando estocadas a todos los que se acercaban, ansiosos por aprovechar el momento de vulnerabilidad de Lilja.
Un vampiro acabo tomando por sorpresa a Frith, jopeándolo y haciéndolo caer al suelo. Ese mismo vampiro estaba a punto de girarse hacia Lilja para poder atacarla, cuando en lugar de la joven y bella pelirroja, se encontró de frente con un enorme lobo de pelaje anaranjado. La bestia se abalanzo sobre el vampiro, y lo despedazo. Lilja desvió la mirada hacia la posición donde se encontraba el jefe de los vampiros. Dejo escapar un gruñido de furia, y comenzó a correr en su dirección.
- ¡Lilja! ¡No vayas sola! -grito Frith, alarmado.
Pero ella no lo escucho. No solía hacerlo cuando se encontraba en su forma de lobo. Tan solo hacia lo que sentía hacer. No haría caso a su hermano, ni tampoco a Zukura o Yen, ni a nadie que se interpusiera en su camino. La forma de lobo de Lilja era una bestia salvaje indomable, que en aquel momento trataría por todos sus medios de atacar al jefe vampiro sin siquiera pensar en los riesgos o las consecuencias. Frith se puso rápidamente en pie, y miro escandalizado a los dos hermanos.
- ¡Por favor! -les gritó-. ¡Id con ella! ¡Rápido! ¡No puede ir sola!
Aunque lo que realmente les quería pedir, era que se transformaran y fueran con ella para atacar juntos al vampiro. Si el jefe se batía contra Lilja a solas, ella tendría todas las de perder.
Friðþjófur Rögnvaldsson
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