La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
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La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
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Astillas flamables de vivo fuego surcan por instantes el espacio más cercano a las ruedas metálicas que en constante choque y fricción contra las rocas del camino dibujan la descontrolada situación del carruaje al que soportan, al conductor descansa, bamboleando su cuerpo de un lado a otro cual péndulo invertido, aún sostiene férreo las riendas del corcel que a estas alturas corre más por mero susto que por cumplir los designios que el hombre a su espalda.
Nada evita que de un súbito salto el animal se desprenda de la vara que lo mantiene hasta ahora unido al carruaje y éste acabe corriendo sin rumbo hasta estrellarse violentamente contra un árbol; la parte posterior del carruaje, una especie de gruesa jaula de madera acaba rota por un lado y volcada a un lado del camino, algo dentro ruge con salvajismo y antes que pueda distinguirse su figura, salta para perderse entre los verdes matorrales.
Silencioso y taciturno se encuentra el camino cuando han pasado ya un par de horas; una angustiada mujer, aquejumbrada por indecibles pesares esparce al viento sus preocupados sollozos -Oh, Timmy, mi pequeño Tmmy- Se lamenta mientras camina alrededor del carruaje maltrecho y destruido por el sórdido infortunio -Si tan solo te hubieras quedado a dormir entre mis brazos- Se lamenta de nuevo dando a ratos, intermitentes y esporádicos gritos de angustiante zozobra.
Una luna adormecida entre algodones gigantes que la noche oscureció, ilumina a medias el lúgubre sendero donde se anida el desafortunado suceso; además de la mujer no se escucha nada más, el camino es oscuro y frío, bastante misterioso como para deambularlo pero a la misteriosa dama de ropajes rojos parece importarle poco su seguridad, pues el paradero de ese a quien llama Timmy le resulta más importante que su misma integridad física.
Resuenan a los lejos algunos gritos, y al cabo de unos instantes un presuroso carruaje se acerca a la posición de la mujer, deteniéndose apenas unos instantes para avisarle del desventurado desenlace que ha tenido aquel lugar -La bestia, la bestia atacó al pueblo ¡Huya, huya!- Gritaba una anciana a bordo de aquel modesto carruaje cuyo conductor no quiso dar más tiempo y partió sin mirar atrás; a saber qué tipo de cosas habría visto para andar tan asustado, eso tal vez te tocará descubrirlo.
∞ Bienvenida, joven aventurera, como verás, has encontrado una trama llena de enigmas y misterios por resolver, creo que eso te agrada, será un tema más dirigido a resolver un misterio a cambio de algo que deseas, además tendrás un aliado inesperado.
∞ En esta primera respuesta deberán explicar cómo llegan al lugar y sus primeras impresiones al respecto, pueden ver los últimos acontecimientos, tendrán que hacer muchas preguntas para llegar al fondo de todo.
Nada evita que de un súbito salto el animal se desprenda de la vara que lo mantiene hasta ahora unido al carruaje y éste acabe corriendo sin rumbo hasta estrellarse violentamente contra un árbol; la parte posterior del carruaje, una especie de gruesa jaula de madera acaba rota por un lado y volcada a un lado del camino, algo dentro ruge con salvajismo y antes que pueda distinguirse su figura, salta para perderse entre los verdes matorrales.
Silencioso y taciturno se encuentra el camino cuando han pasado ya un par de horas; una angustiada mujer, aquejumbrada por indecibles pesares esparce al viento sus preocupados sollozos -Oh, Timmy, mi pequeño Tmmy- Se lamenta mientras camina alrededor del carruaje maltrecho y destruido por el sórdido infortunio -Si tan solo te hubieras quedado a dormir entre mis brazos- Se lamenta de nuevo dando a ratos, intermitentes y esporádicos gritos de angustiante zozobra.
Una luna adormecida entre algodones gigantes que la noche oscureció, ilumina a medias el lúgubre sendero donde se anida el desafortunado suceso; además de la mujer no se escucha nada más, el camino es oscuro y frío, bastante misterioso como para deambularlo pero a la misteriosa dama de ropajes rojos parece importarle poco su seguridad, pues el paradero de ese a quien llama Timmy le resulta más importante que su misma integridad física.
Resuenan a los lejos algunos gritos, y al cabo de unos instantes un presuroso carruaje se acerca a la posición de la mujer, deteniéndose apenas unos instantes para avisarle del desventurado desenlace que ha tenido aquel lugar -La bestia, la bestia atacó al pueblo ¡Huya, huya!- Gritaba una anciana a bordo de aquel modesto carruaje cuyo conductor no quiso dar más tiempo y partió sin mirar atrás; a saber qué tipo de cosas habría visto para andar tan asustado, eso tal vez te tocará descubrirlo.
- Mujer misteriosa:
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∞ En esta primera respuesta deberán explicar cómo llegan al lugar y sus primeras impresiones al respecto, pueden ver los últimos acontecimientos, tendrán que hacer muchas preguntas para llegar al fondo de todo.
Última edición por Ansur el Sáb Mayo 06 2017, 03:10, editado 1 vez
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Después de unos días de descanso de arduos intentos de montar a Pelusa, era momento de volver a intentarlo. Mi aion aún estaba chiquito como para igualar a un caballo, pero ya tenía el tamaño promedio de un pony; y tenía entendido que habían niños que montaban a este tipo de animales. Pelusa obviamente no estaba acostumbrado a llevar una carga de peso en su lomo, siempre a sido mi consentido; pero ya era hora de que empezara a acostumbrarse, porque cuando creciera mi intención era montarlo cuál caballo. Él no parecía muy contento con nuestras prácticas, pero igual accedía porque me quería… o bueno, porque no le quedaba de otra, porque me ponía brava con él y no lo consentía.
Hace poco había adquirido información sobre un pueblo pequeño que se encontraba en las afueras de la ciudad; en el, estaba ubicado uno de los restaurantes más sabrosos de la península, o al menos eso decían; así que le propuse a Pelusa que me acompañara a probar exquisiteces sin irnos tan lejos.
Partimos temprano el viaje; por suerte logramos agarrar un modesto carruaje que nos acercara al pueblo.
La comida en aquel restaurant era realmente asombrosa. Unas horas antes de ir, tuve que hacer unos pequeños robos estratégicos y cambiarlos por aeros para poder entrar; y luego tuve que ingeniármelas para hacer que Pelusa pudiese comer también. Aquel establecimiento estaba lleno de gente, así que yo pedí la comida para llevar, y Pelusa y yo no las comimos fuera.
Estábamos caminando tranquilos viendo el anochecer mientras hacíamos la digestión en cuanto unos destroces, y múltiples gritos empezaron a hacer estragos en el pequeño pueblo.
-¡¡Yo no fui!!- le dije a Pelusa como para que supiera que yo no había sido la del alboroto, y él me negó con la cabeza.
-Pelusa hay que irnos ya… No quiero involucrarme en cosas extrañas- le dije montándome en su lomo sin preguntar mucho.
Pelusa a pesar de no ser tan grande podía desplazarse relativamente rápido, o al menos más rápido que yo al caminar, así que le dí un besito en la cabeza como para que se motivara y partimos alejándonos del pueblo.
En poco tiempo unos carruajes nos alcanzaron y una cantidad considerable de gente gritaba a lo lejos, al parecer todos hablaban de un supuesto monstruo; pero definitivamente no me quería quedar para averiguarlo.
En el camino de regreso había una mujer, que parecía estar ahí, simplemente ahí parada en medio de la nada buscando algo de un lado al otro, y en cuanto uno de los carruajes se acercó a avisarle sobre lo ocurrido en el pueblo esta mujer no le prestó mucha atención.
Me bajé rápidamente de Pelusa, ya que así le daría un poco de descanso, y aproveché de ver si podía convencer a la mujer de rojo que se fuera lejos, porque al parecer había algo peligroso y suelto cerca.
-¡¡Ey!! Señorita… - me acerqué a la mujer haciéndole señas - ¿Se encuentra bien? Tenemos que irnos- hice una pausa -Creí escuchar que hay algo peligroso cerca, y por seguridad sería bueno que nos vayamos lo antes posible de aquí- volteé a los lados buscando alternativas de traslado para las dos y mi vista se posó en el carruaje volteado -¿Y su caballo?- pregunté señalando el carruaje.
Hace poco había adquirido información sobre un pueblo pequeño que se encontraba en las afueras de la ciudad; en el, estaba ubicado uno de los restaurantes más sabrosos de la península, o al menos eso decían; así que le propuse a Pelusa que me acompañara a probar exquisiteces sin irnos tan lejos.
Partimos temprano el viaje; por suerte logramos agarrar un modesto carruaje que nos acercara al pueblo.
La comida en aquel restaurant era realmente asombrosa. Unas horas antes de ir, tuve que hacer unos pequeños robos estratégicos y cambiarlos por aeros para poder entrar; y luego tuve que ingeniármelas para hacer que Pelusa pudiese comer también. Aquel establecimiento estaba lleno de gente, así que yo pedí la comida para llevar, y Pelusa y yo no las comimos fuera.
Estábamos caminando tranquilos viendo el anochecer mientras hacíamos la digestión en cuanto unos destroces, y múltiples gritos empezaron a hacer estragos en el pequeño pueblo.
-¡¡Yo no fui!!- le dije a Pelusa como para que supiera que yo no había sido la del alboroto, y él me negó con la cabeza.
-Pelusa hay que irnos ya… No quiero involucrarme en cosas extrañas- le dije montándome en su lomo sin preguntar mucho.
Pelusa a pesar de no ser tan grande podía desplazarse relativamente rápido, o al menos más rápido que yo al caminar, así que le dí un besito en la cabeza como para que se motivara y partimos alejándonos del pueblo.
En poco tiempo unos carruajes nos alcanzaron y una cantidad considerable de gente gritaba a lo lejos, al parecer todos hablaban de un supuesto monstruo; pero definitivamente no me quería quedar para averiguarlo.
En el camino de regreso había una mujer, que parecía estar ahí, simplemente ahí parada en medio de la nada buscando algo de un lado al otro, y en cuanto uno de los carruajes se acercó a avisarle sobre lo ocurrido en el pueblo esta mujer no le prestó mucha atención.
Me bajé rápidamente de Pelusa, ya que así le daría un poco de descanso, y aproveché de ver si podía convencer a la mujer de rojo que se fuera lejos, porque al parecer había algo peligroso y suelto cerca.
-¡¡Ey!! Señorita… - me acerqué a la mujer haciéndole señas - ¿Se encuentra bien? Tenemos que irnos- hice una pausa -Creí escuchar que hay algo peligroso cerca, y por seguridad sería bueno que nos vayamos lo antes posible de aquí- volteé a los lados buscando alternativas de traslado para las dos y mi vista se posó en el carruaje volteado -¿Y su caballo?- pregunté señalando el carruaje.
Magazubi
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Unos días más tarde de ese insólito e infortunado encuentro con aquella chica exhibicionista1, aun no podía asimilar el porque de mis aspecto, había partido como solo un brote en mi mejilla que no lo había notado hasta verme reflejado en un charco, y se extendió como la mala hierva por todo mi cuerpo. Y el solo hecho de sacar un par de hojas era infructuoso ya que a los pocos minutos ya habían salido de nuevo, haciendo vano todo mi esfuerzo. Por lo menos no me molestaba en nada y parece que a mi linda Mirla poco o nada le importaba.
Bueno, mi estado actual no quita mis ansías de exploración y tras el abandono de Vulwulfar ,creí que lo mejor para seguir mi viaje era el norte -nadie me conoce por ahí, así que me evitare esas incomodas preguntas de mi apariencia, después de todo por que si hay hombres bestia no podían haber hombres planta- en lo única que falla es que tendría que pasar por las afueras de Lunargenta y existe la remota posibilidad, de que me encuentre con la brujita linda que conocí por ahí. Bueno las posibilidades son bajas, así que vale la pena.
El viaje transcurrió sin problemas, no nos habíamos demorado mas que un par de días en llegar a las cercanías de Lunargenta, con solo paradas para comer y dormir. Lo único es que cada vez que veía a alguien me aprovechaba de mis hojitas para simplemente parecer un arbusto y evitar posibles rumores de que un monstruo enredadera caminaba por Aerandir.
Nos alejábamos cada vez mas, por ramificaciones de senderos menos transitados y como ya estaba anocheciendo era más fácil pasar desapercibido. a la escasa luz que quedaba vi que el ripio del sendero estaba suelto con marcas en la tierra como si hubiese pasado un batallón por el. me causo mucha intriga unas huellas de animal pesado que estaban por el costado, pero igual dudo que pueda enterarme de mucho con esta apariencia imaginé un detective planta, interrogando a un sospechoso y una risita hizo que Mirla me mirara con cara de "de que re ríes". Años viendo su cara hacían que pudiéramos tener una conversación no verbal.
Tan solo unos minutos más adelante en el camino, vi que el causal de las marcas no era un ejercito ni nada parecido si no que era un carro que había perdido el control y justo atrás del carruaje había una señora más bien una señora casi nudista, mejor dicho con mucha ligereza de ropa -den... no te acerques, ¿que aprendiste de los exhibicionistas?- igual tenía que pasar por ahí para seguir mi camino así que como buen ¿arbusto que se mueve? me desplacé hasta estar bastante cerca.
Y en ese momento, precisamente ese momento paso lo que no quería que pasara. Se estaba acercando Maguita en su aion, no es que no la quiera ver porque no me agrada, al contrario es muy amorosa conmigo y me encanta pasar rato con ella pero no se como reaccione a que sea una maceta que camina.
Moverme, me delataría así que intente quedarme quieto, pero "peluso" al parecer sintió mi olor o el de Mirla y comenzó a mover su cola en mi dirección shhhh, shhh tranquilo peluso le susurraba pero al parecer fue contraproducente ya que incremento el contorneo de sus caderas. -den... que te dije... -
Bueno, mi estado actual no quita mis ansías de exploración y tras el abandono de Vulwulfar ,creí que lo mejor para seguir mi viaje era el norte -nadie me conoce por ahí, así que me evitare esas incomodas preguntas de mi apariencia, después de todo por que si hay hombres bestia no podían haber hombres planta- en lo única que falla es que tendría que pasar por las afueras de Lunargenta y existe la remota posibilidad, de que me encuentre con la brujita linda que conocí por ahí. Bueno las posibilidades son bajas, así que vale la pena.
***
El viaje transcurrió sin problemas, no nos habíamos demorado mas que un par de días en llegar a las cercanías de Lunargenta, con solo paradas para comer y dormir. Lo único es que cada vez que veía a alguien me aprovechaba de mis hojitas para simplemente parecer un arbusto y evitar posibles rumores de que un monstruo enredadera caminaba por Aerandir.
Nos alejábamos cada vez mas, por ramificaciones de senderos menos transitados y como ya estaba anocheciendo era más fácil pasar desapercibido. a la escasa luz que quedaba vi que el ripio del sendero estaba suelto con marcas en la tierra como si hubiese pasado un batallón por el. me causo mucha intriga unas huellas de animal pesado que estaban por el costado, pero igual dudo que pueda enterarme de mucho con esta apariencia imaginé un detective planta, interrogando a un sospechoso y una risita hizo que Mirla me mirara con cara de "de que re ríes". Años viendo su cara hacían que pudiéramos tener una conversación no verbal.
Tan solo unos minutos más adelante en el camino, vi que el causal de las marcas no era un ejercito ni nada parecido si no que era un carro que había perdido el control y justo atrás del carruaje había una señora más bien una señora casi nudista, mejor dicho con mucha ligereza de ropa -den... no te acerques, ¿que aprendiste de los exhibicionistas?- igual tenía que pasar por ahí para seguir mi camino así que como buen ¿arbusto que se mueve? me desplacé hasta estar bastante cerca.
Y en ese momento, precisamente ese momento paso lo que no quería que pasara. Se estaba acercando Maguita en su aion, no es que no la quiera ver porque no me agrada, al contrario es muy amorosa conmigo y me encanta pasar rato con ella pero no se como reaccione a que sea una maceta que camina.
Moverme, me delataría así que intente quedarme quieto, pero "peluso" al parecer sintió mi olor o el de Mirla y comenzó a mover su cola en mi dirección shhhh, shhh tranquilo peluso le susurraba pero al parecer fue contraproducente ya que incremento el contorneo de sus caderas. -den... que te dije... -
--off-rol--
1Referencia a Sonagashira tema: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] el mismo tema es responsable de la maldición que me hace ver como un chico enredaderaDendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Ayuda es lo último que espera recibir aquella chica, sin embargo el destino se empeña en ofrecerla; una pqueña jovencita montada en un animal peludo y extraño se acerca para alertarla del peligro -No, no, Timmy- Habló nerviosa -¿Irnos? No, no, no puedo irme, no puedo, no, irme no- Balbuceó sin dejar de caminar en busca de algo entre los restos del accidente aunque tristemente no llegaría a encontrar nada -¿Caballo?- Preguntó con la mirada perdida hacia el cielo y el dedo índice sobre sus labios -Cierto, un caballo, solo necesito un caballo- Aseguró entonces respondiendo la pregunta de una manera bastante extraña.
Ni siquiera parece prestar atención a las advertencias de la pequeña bruja, quien luce muy interesada en alejarse de ese lugar, aunque no tanto como su rara montura que se dirige lentamente hasta una especie de planta humanoide que parece estar cada vez más cerca; el astuto aión se acerca hasta la rara planta llamando la atención de la mujer de rojo y seguramente también de la pequeña bruja -¿Qué es esa cosa?- Pregunta la mística dama señalando al hombre bestia que distaba mucho de parecerse a un hombre bestia normal, si es que alguno de ellos era normal.
Se ve como una planta pero a la vez como otra cosa, al menos de momento y con tan poca luz resulta algo difícil identificarlo; aunque la mujer parece más interesada en otras cosas no puede evitar la curiosidad y tras agacharse para tomar una barra de madera del piso y prepararse para golpear a lo que fuera esa cosa; se acerca lentamente hacia Dendrei -¿Hay alguien ahí?- Pregunta dubitativa -¿Quién se esconde tras la planta?- Toma con más fuerza la barra de madera.
Un fuerte y terrorífico sonido repentinamente surge desde el camino al pueblo; parece que se acerca al pequeño grupo de viajeros pero finalmente cambia de grupo y se pierde entre arbustos fuera del camino -¿Escucharon eso?- Señala en dirección a donde se escuchó el sonido y sin soltar la barra de metal comienza a acercarse al escondite; finalmente azota con su improvisada arma los matorrales sin lograr golpear nada, fuera lo que fuera que había ya se ha marchado.
Respira profundo desesperanzada y baja la barra; de momento ha puesto sus ojos en algo que le dará mejores resultados; el interior del carruaje parece contener un pequeño cofre con un frágil candado, seguramente cederá con un par de golpes de algo contundente; la mujer entra a registrar y lanza el cofre hacia afuera sin prestarle mucha atención; salvo por eso no hay nada más, pero ¿Qué esconderá el enigmático cofre?
∞ Magazubi: encuentras a un amigo inesperado ¿Podrás reconocerlo? También debes estar atenta a los descubrimientos de la dama misteriosa; con algo de ingenio y sin muchas complicaciones, podrás abrir el cofre para encontrar dentro un pequeño y enigmático libro.
∞ Dendrei: tu compañera parece estar a punto de embarcarse en una aventura peligrosa, como caballero no puedes permitir que vaya sola, será tu debes cuidarla y mantenerla a salvo.
Ni siquiera parece prestar atención a las advertencias de la pequeña bruja, quien luce muy interesada en alejarse de ese lugar, aunque no tanto como su rara montura que se dirige lentamente hasta una especie de planta humanoide que parece estar cada vez más cerca; el astuto aión se acerca hasta la rara planta llamando la atención de la mujer de rojo y seguramente también de la pequeña bruja -¿Qué es esa cosa?- Pregunta la mística dama señalando al hombre bestia que distaba mucho de parecerse a un hombre bestia normal, si es que alguno de ellos era normal.
Se ve como una planta pero a la vez como otra cosa, al menos de momento y con tan poca luz resulta algo difícil identificarlo; aunque la mujer parece más interesada en otras cosas no puede evitar la curiosidad y tras agacharse para tomar una barra de madera del piso y prepararse para golpear a lo que fuera esa cosa; se acerca lentamente hacia Dendrei -¿Hay alguien ahí?- Pregunta dubitativa -¿Quién se esconde tras la planta?- Toma con más fuerza la barra de madera.
Un fuerte y terrorífico sonido repentinamente surge desde el camino al pueblo; parece que se acerca al pequeño grupo de viajeros pero finalmente cambia de grupo y se pierde entre arbustos fuera del camino -¿Escucharon eso?- Señala en dirección a donde se escuchó el sonido y sin soltar la barra de metal comienza a acercarse al escondite; finalmente azota con su improvisada arma los matorrales sin lograr golpear nada, fuera lo que fuera que había ya se ha marchado.
Respira profundo desesperanzada y baja la barra; de momento ha puesto sus ojos en algo que le dará mejores resultados; el interior del carruaje parece contener un pequeño cofre con un frágil candado, seguramente cederá con un par de golpes de algo contundente; la mujer entra a registrar y lanza el cofre hacia afuera sin prestarle mucha atención; salvo por eso no hay nada más, pero ¿Qué esconderá el enigmático cofre?
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∞ Magazubi: encuentras a un amigo inesperado ¿Podrás reconocerlo? También debes estar atenta a los descubrimientos de la dama misteriosa; con algo de ingenio y sin muchas complicaciones, podrás abrir el cofre para encontrar dentro un pequeño y enigmático libro.
∞ Dendrei: tu compañera parece estar a punto de embarcarse en una aventura peligrosa, como caballero no puedes permitir que vaya sola, será tu debes cuidarla y mantenerla a salvo.
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
La joven parecía perdida o nerviosa, sin embargo sus primeras palabras fueron para expresar que no quería irse. Mi atención permanecía en el comportamiento de la chica, era muy extraño que una persona normal en casos de peligro no quisiera alejarse huyendo, y no por su valentía, sino por alguna otra extraña razón.
Mi objetivo era hacer que la chica entrara en razón, apreciara su vida y quisiera alejarse lo más rápido posible del lugar; pero ella seguía pendiente de todo menos de la huida, parecía cada segundo encontrar una razón o una escusa para quedarse.
No pretendía perder mucho más tiempo con ella; me acaricié la nuca con suavidad, y luego cuando ella llamó mi atención volteé a ver de que se trataba. Mis ojos aumentaron su tamaño y mi cabeza se ladeó levemente al ver frente a mí al hombre jaguar que había conocido hace un tiempo y había compartido conmigo algunas experiencias agradables. Mis mejillas se tornaron un poco coloradas, no sabía si me veía linda para la ocasión, y sinceramente después de nuestro encuentro había querido volverlo a ver y estar guapa ante sus ojos.
Traté de acomodarme rápidamente el cabello y sonreí; observé de arriba a abajo su cuerpo repleto de ramas y hojas y no pude evitar reírme. ¿Qué hacía él aquí? ¿Por qué estaría tan lleno de ramas? ¿Por qué sigo sonriendo?
Borré la sonrisa de mi rostro y volví a concentrarme, debía mantener la seriedad del asunto que nos competía, luego sería momento para hacerle preguntas al felino.
-¡Ey! Calma… Es un amigo- le dije a la chica para que no lastimara a Dendrei -Por cierto, ¿cuál es tu nombre?-
Un fuerte sonido interrumpe la tranquilidad del momento, suponía que debía provenir de aquello por lo que huíamos; pero sonaba peligrosamente cerca. Busqué con la mirada a mi aion y al localizarlo me quedé más tranquila. Me quedé expectante a los movimientos de la chica y luego volteé a mirar otra vez al felino. No sabía qué se traía entre manos aquella joven, pero no quería perderme de nada. Observé a la joven de nuevo mientras esta entraba en el carruaje y lanzaba algunas cosas al aire, entre ellas un cofre… que para la chica parecía sin importancia, pero tal vez podría darme algunos créditos en el gremio de ladrones, si en el interior había algo de valor.
Sin pensarlo mucho, como si de instinto se tratara me abalancé al suelo para revisar el cofre, saqué dos de mis agujas y empecé a moverlas de distintas formas para ver si lograba abrir aquel tesoro. ¿Qué habría dentro?
Mi objetivo era hacer que la chica entrara en razón, apreciara su vida y quisiera alejarse lo más rápido posible del lugar; pero ella seguía pendiente de todo menos de la huida, parecía cada segundo encontrar una razón o una escusa para quedarse.
No pretendía perder mucho más tiempo con ella; me acaricié la nuca con suavidad, y luego cuando ella llamó mi atención volteé a ver de que se trataba. Mis ojos aumentaron su tamaño y mi cabeza se ladeó levemente al ver frente a mí al hombre jaguar que había conocido hace un tiempo y había compartido conmigo algunas experiencias agradables. Mis mejillas se tornaron un poco coloradas, no sabía si me veía linda para la ocasión, y sinceramente después de nuestro encuentro había querido volverlo a ver y estar guapa ante sus ojos.
Traté de acomodarme rápidamente el cabello y sonreí; observé de arriba a abajo su cuerpo repleto de ramas y hojas y no pude evitar reírme. ¿Qué hacía él aquí? ¿Por qué estaría tan lleno de ramas? ¿Por qué sigo sonriendo?
Borré la sonrisa de mi rostro y volví a concentrarme, debía mantener la seriedad del asunto que nos competía, luego sería momento para hacerle preguntas al felino.
-¡Ey! Calma… Es un amigo- le dije a la chica para que no lastimara a Dendrei -Por cierto, ¿cuál es tu nombre?-
Un fuerte sonido interrumpe la tranquilidad del momento, suponía que debía provenir de aquello por lo que huíamos; pero sonaba peligrosamente cerca. Busqué con la mirada a mi aion y al localizarlo me quedé más tranquila. Me quedé expectante a los movimientos de la chica y luego volteé a mirar otra vez al felino. No sabía qué se traía entre manos aquella joven, pero no quería perderme de nada. Observé a la joven de nuevo mientras esta entraba en el carruaje y lanzaba algunas cosas al aire, entre ellas un cofre… que para la chica parecía sin importancia, pero tal vez podría darme algunos créditos en el gremio de ladrones, si en el interior había algo de valor.
Sin pensarlo mucho, como si de instinto se tratara me abalancé al suelo para revisar el cofre, saqué dos de mis agujas y empecé a moverlas de distintas formas para ver si lograba abrir aquel tesoro. ¿Qué habría dentro?
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Pe... Pero se suponía que "si no me muevo soy invisible" eso siempre funciona, o en mi mente lo hacía, lamentablemente había captado su atención, tal vez no era tan planta como creí y ya me estaba resignado a recibir el ataque. Vamos definitivamente ¡las nudistas tienen algo en contra de mí! o intentan lapidarme a pedradas, o están a punto de pegarme con un palo. Que he hecho para merecer el odio de las chicas livianas de ropas.
¿Magui me reconoció? es casi seguro, sus palabras no eran claras, pero ¿por qué otra cosa habría dicho eso? bueno si no podía disimular más lo mejor era confirmar que estaba aquí, si no creerá que la estoy evitando -Den, prácticamente si la estabas evitando hace unos momentos- si, pero no... ¡Deja de pensar! -grr-. La chica dio unos pasos atrás y se fue al carruaje.
-¡Maguiiiiiiii!- grité fingiendo sorpresa y salé sacudiendo todas "mis" hojas, me divertía bastante el escuchar los movimientos que hacía ahora que tenía todas estas cosas, me recordaba las noches en familia cuando escuchábamos al viento pasar por entre el follaje de los escasos arboles de Midgar. Después de haberme incorporado corrí a ella sonriendo -¡que bonito volver a verte tan pronto!- dudaba si abrazarla o no, tal vez piense que se pegan estas hojas como una enfermedad, es más ni yo estaba seguro de que no fuera así, pero en el fondo estaba tan contento que no pude evitarlo.
Vi como atrapaba la caja, y casi al instante la intentaba abrir -¿Eso es tuyo? ?- sin esperar respuesta seguí hablando -haber déjame ayudarte ¿perdiste la llave acaso?- Tomé con cuidado la caja de sus de sus manos, me sentí extraño al pasar a tocarlas, tal vez por que no había tenido contacto alguno con nadie durante días o quizá otra cosa... -¿qué haces aquí? ¿Ibas e el carro? ¿Estás bien, te pasó algo?- involuntariamente estaba moviendo la cola haciendo ver el que estaba realmente feliz, pero muy preocupado, me sentí mal al haber querido eludirla. Pese a "esto" -no se por qué aparecieron- dije en un sollozo que cambio mi semblante -¿La conoces?-.
Teniendo ya en las patas el cofrecito, hice un poco de fuerza en una de mis extremidades, dejando al descubierto la zarpa retráctil del índice -por suerte no tienes hojas también en las uñas- pensé mientras comenzaba a mover, girar y voltear el dedo intentando abrir la caja -Mmm… ¿Cómo has estado?- estaba nervioso al hablarle, y supongo que una pregunta fácil, me relajaría un poco.
Intentando mantener el pulso comencé a hablar yo. Quería ponerla al tanto de todo lo que me había pasado, aunque dudaba si contarle sobre la chica mariposa -despues de que te fuiste me perdí por Lunargenta, jajaja, ¡Así es! Completamente perdido, en ese momento me encontré con otro gato, uno blanco, su nombre era Sora- cada vez hablaba más emocionado -¡ah!, ¡ah! Luego fui a Vulwu… Wulvuar algo así, tienes que ir conmigo, encontré el mejor pescado que he comido en la vida- dude si seguir, pero por alguna idea mía creí que era mejor contárselo todo -Después, conocí a una chica loca, pero no loca buena, andaba sin ropa por las calles, gritando y… volando ¡Tenía alas! De mariposa, yo quería hablar con ella, dentro de su locura parecía amigable, pero no hiso más que tirarme piedras y abofetearme- y así nada de tiempo, ya le había contado lo que me había pasado, creo que hablé muy rápido y no estaba seguro si me había dado a entender bien.
Un -Click- confirmo que mi garra había encontrado la posición ideal para terminar de abrir la cerradura. Retirando con cuidado mi garrita, no quería romperme la uña, que por experiencia se que es bastante doloroso -¡Listo!- destape la pieza superior que tenía un extraño grabado y se lo pasé descubierto a Mag sin ver el interior -¡Fácil! ahí lo tienes- dije burlonamente, pese a que realmente me había costado por los nervios. Le sonreí, mostrando un colmillo y fui a ver si la chica del vestido rojo necesitaba algo.
-¿Estas bien?- Pregunté apoyándome en el carro volteado, el cual se movió y produjo una torpe perdida de equilibrio la cual terminó en una caída de cara al suelo -por qué eres así- pensé durante un momento, antes de ponerme de pie. Tosí un poco de polvo y me sacudí los pelos -uff, ¿buscas algo?-
¿Magui me reconoció? es casi seguro, sus palabras no eran claras, pero ¿por qué otra cosa habría dicho eso? bueno si no podía disimular más lo mejor era confirmar que estaba aquí, si no creerá que la estoy evitando -Den, prácticamente si la estabas evitando hace unos momentos- si, pero no... ¡Deja de pensar! -grr-. La chica dio unos pasos atrás y se fue al carruaje.
-¡Maguiiiiiiii!- grité fingiendo sorpresa y salé sacudiendo todas "mis" hojas, me divertía bastante el escuchar los movimientos que hacía ahora que tenía todas estas cosas, me recordaba las noches en familia cuando escuchábamos al viento pasar por entre el follaje de los escasos arboles de Midgar. Después de haberme incorporado corrí a ella sonriendo -¡que bonito volver a verte tan pronto!- dudaba si abrazarla o no, tal vez piense que se pegan estas hojas como una enfermedad, es más ni yo estaba seguro de que no fuera así, pero en el fondo estaba tan contento que no pude evitarlo.
Vi como atrapaba la caja, y casi al instante la intentaba abrir -¿Eso es tuyo? ?- sin esperar respuesta seguí hablando -haber déjame ayudarte ¿perdiste la llave acaso?- Tomé con cuidado la caja de sus de sus manos, me sentí extraño al pasar a tocarlas, tal vez por que no había tenido contacto alguno con nadie durante días o quizá otra cosa... -¿qué haces aquí? ¿Ibas e el carro? ¿Estás bien, te pasó algo?- involuntariamente estaba moviendo la cola haciendo ver el que estaba realmente feliz, pero muy preocupado, me sentí mal al haber querido eludirla. Pese a "esto" -no se por qué aparecieron- dije en un sollozo que cambio mi semblante -¿La conoces?-.
Teniendo ya en las patas el cofrecito, hice un poco de fuerza en una de mis extremidades, dejando al descubierto la zarpa retráctil del índice -por suerte no tienes hojas también en las uñas- pensé mientras comenzaba a mover, girar y voltear el dedo intentando abrir la caja -Mmm… ¿Cómo has estado?- estaba nervioso al hablarle, y supongo que una pregunta fácil, me relajaría un poco.
Intentando mantener el pulso comencé a hablar yo. Quería ponerla al tanto de todo lo que me había pasado, aunque dudaba si contarle sobre la chica mariposa -despues de que te fuiste me perdí por Lunargenta, jajaja, ¡Así es! Completamente perdido, en ese momento me encontré con otro gato, uno blanco, su nombre era Sora- cada vez hablaba más emocionado -¡ah!, ¡ah! Luego fui a Vulwu… Wulvuar algo así, tienes que ir conmigo, encontré el mejor pescado que he comido en la vida- dude si seguir, pero por alguna idea mía creí que era mejor contárselo todo -Después, conocí a una chica loca, pero no loca buena, andaba sin ropa por las calles, gritando y… volando ¡Tenía alas! De mariposa, yo quería hablar con ella, dentro de su locura parecía amigable, pero no hiso más que tirarme piedras y abofetearme- y así nada de tiempo, ya le había contado lo que me había pasado, creo que hablé muy rápido y no estaba seguro si me había dado a entender bien.
Un -Click- confirmo que mi garra había encontrado la posición ideal para terminar de abrir la cerradura. Retirando con cuidado mi garrita, no quería romperme la uña, que por experiencia se que es bastante doloroso -¡Listo!- destape la pieza superior que tenía un extraño grabado y se lo pasé descubierto a Mag sin ver el interior -¡Fácil! ahí lo tienes- dije burlonamente, pese a que realmente me había costado por los nervios. Le sonreí, mostrando un colmillo y fui a ver si la chica del vestido rojo necesitaba algo.
-¿Estas bien?- Pregunté apoyándome en el carro volteado, el cual se movió y produjo una torpe perdida de equilibrio la cual terminó en una caída de cara al suelo -por qué eres así- pensé durante un momento, antes de ponerme de pie. Tosí un poco de polvo y me sacudí los pelos -uff, ¿buscas algo?-
Dendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Arriba en el cielo, las nubes ocultan a ratos el brillo de la pálida luna; bajo la cual los tres desconocidos... O más bien, los dos conocidos y una desconocida, inician una intrigante situación que no termina de ser resuelta, la mujer no para de hablar de su pequeño Timmy. Gracias a la intervención de la pequeña bruja la dama de rojo detiene su ataque dejando intacto al chico planta; de momento se ha salvado, al menos de ella, pero en tan peligroso sendero y con una bestia cerca no se puede estar completamente a salvo.
No pasa mucho tiempo antes que las amenazas surjan, aunque ésta parecer ser una muy indirecta; el misterioso sonido, mezcla de grito y rugido se escucha no muy lejos pero por fuera del camino, hay algo cerca, definitivamente lo hay, pero por más que se esfuercen no llegarán a ver nada y al perder la esperanza también abandonan el estado de alerta; la mujer registra el interior del carruaje en busca de algo que al parecer no encuentra, aunque la pequeña Maga sí que sale beneficiada al hacerse con un pequeño cofre que intenta abrir por todos los medios, aunque la tarea se le da un poco mejor al joven bestia-planta y es quien la termina abriendo al final.
Seguidamente el chico se acercó a conversar con la angustiada mujer; difícil resulta saber lo que pueda estar pensando pero también intrigante a la vez -Nada, no hay nada, deben ayudarme, mi pequeño Timmy- Repite de nuevo con las manos sobre la cara expresando evidente angustia; alza una ceja al notar la caída del chico y aunque en un primer momento parece querer ayudarle, sus prioridades son otras y mucho distan de enfocarse en ayudar a un chico ornamentado en hojas y raro aspecto -Solo, yo solo debo encontrar a Timmy antes que...- Sin terminar la frase comienza a mirar a ambos lados del camino.
Un pequeño libro es lo que se encuentra guardado en el cofre que le fue concedido a la joven bruja, pero no cualquier libro, éste parece ser bastante particular, no solo por su llamativa portada sino porque además en su interior todas las páginas están en blanco ¿Será acaso algún tipo de chiste cruel? De momento no habrá manera de saberlo; un fuerte rugido se escucha de nuevo entre los árboles cercanos y la mujer sin siquiera pensarlo inicia una veloz carrera que termina en un par de pasos y no más.
Repentinamente una feroz criatura aparece frente a ella, no es tan grande como se escuchaba pero sobrepasa fácilmente el metro de largo; sin dar tiempo a reacción alguna se lanza sobre la mujer de rojo y la derriba aunque; la mujer grita aunque no parece que aquel ser le esté haciendo daño; a lo lejos del camino se puede ver algunos aldeanos que se acercan corriendo, traen consigo antorchas y armas, tal parece que desean atrapar al agresivo y raro animal.
∞ Decisiones rápidas, la mujer se encuentra aparentemente bajo ataque, deben actuar rápido o puede que luego sea demasiado tarde..
∞ Magazubi: has encontrado un misterioso libro con páginas en blanco, más adelante será necesario así que no lo pierdas; al ir primero marcarás el camino de las acciones, ayudar a la mujer o mantenerse al margen deberás elegir con cautela.
∞ Dendrei: te has convertido, quieras o no, en el hombre del grupo, por ello puede que sea tu deber proteger a ambas damas ¿Qué clase de caballero serías si no? Puedes planificar las acciones junto con Magazubi de modo que trabajen en equipo coordinado; además los aldeanos furiosos parecen ser una amenaza peor que la criatura.
∞ Pueden encontrar la información de la criatura en este link: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
No pasa mucho tiempo antes que las amenazas surjan, aunque ésta parecer ser una muy indirecta; el misterioso sonido, mezcla de grito y rugido se escucha no muy lejos pero por fuera del camino, hay algo cerca, definitivamente lo hay, pero por más que se esfuercen no llegarán a ver nada y al perder la esperanza también abandonan el estado de alerta; la mujer registra el interior del carruaje en busca de algo que al parecer no encuentra, aunque la pequeña Maga sí que sale beneficiada al hacerse con un pequeño cofre que intenta abrir por todos los medios, aunque la tarea se le da un poco mejor al joven bestia-planta y es quien la termina abriendo al final.
Seguidamente el chico se acercó a conversar con la angustiada mujer; difícil resulta saber lo que pueda estar pensando pero también intrigante a la vez -Nada, no hay nada, deben ayudarme, mi pequeño Timmy- Repite de nuevo con las manos sobre la cara expresando evidente angustia; alza una ceja al notar la caída del chico y aunque en un primer momento parece querer ayudarle, sus prioridades son otras y mucho distan de enfocarse en ayudar a un chico ornamentado en hojas y raro aspecto -Solo, yo solo debo encontrar a Timmy antes que...- Sin terminar la frase comienza a mirar a ambos lados del camino.
Un pequeño libro es lo que se encuentra guardado en el cofre que le fue concedido a la joven bruja, pero no cualquier libro, éste parece ser bastante particular, no solo por su llamativa portada sino porque además en su interior todas las páginas están en blanco ¿Será acaso algún tipo de chiste cruel? De momento no habrá manera de saberlo; un fuerte rugido se escucha de nuevo entre los árboles cercanos y la mujer sin siquiera pensarlo inicia una veloz carrera que termina en un par de pasos y no más.
- Libro:
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Repentinamente una feroz criatura aparece frente a ella, no es tan grande como se escuchaba pero sobrepasa fácilmente el metro de largo; sin dar tiempo a reacción alguna se lanza sobre la mujer de rojo y la derriba aunque; la mujer grita aunque no parece que aquel ser le esté haciendo daño; a lo lejos del camino se puede ver algunos aldeanos que se acercan corriendo, traen consigo antorchas y armas, tal parece que desean atrapar al agresivo y raro animal.
- Criatura:
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∞ Decisiones rápidas, la mujer se encuentra aparentemente bajo ataque, deben actuar rápido o puede que luego sea demasiado tarde..
∞ Magazubi: has encontrado un misterioso libro con páginas en blanco, más adelante será necesario así que no lo pierdas; al ir primero marcarás el camino de las acciones, ayudar a la mujer o mantenerse al margen deberás elegir con cautela.
∞ Dendrei: te has convertido, quieras o no, en el hombre del grupo, por ello puede que sea tu deber proteger a ambas damas ¿Qué clase de caballero serías si no? Puedes planificar las acciones junto con Magazubi de modo que trabajen en equipo coordinado; además los aldeanos furiosos parecen ser una amenaza peor que la criatura.
∞ Pueden encontrar la información de la criatura en este link: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Logré hacer que la chica dejara de amenazar a Den y este muy extrañado me saludó fingiendo que no me había reconocido antes. Me reí y recibí alegremente su abrazo sincero, me encantaba que estuviera ahí conmigo para ayudarme con la chica extraña.
Ante sus muchas preguntas y su gran demostración de aprecio y cariño preferí no contestar nada hasta que realmente terminara su intervención, estaba muy emocionado como para cambiarle los ánimos contestando sus preguntas, dejé que hablara, se expresara, y luego me preparé para contestarle todo junto. Me comentó sobre sus recientes aventuras, de las cuales no pude evitar hacer un gesto facial de desaprobación de algunas cosas.
-El cofre no es mío, es de la joven de rojo- suspiré -Gracias por ayudarme a abrirlo, sin ti no lo hubiese podido hacer- sonreí -Estoy bien, yo no vine con ella, sólo quería ayudarla- tomé su manito peluda y lo miré a los ojitos para seguir hablando -No tienes por qué preocuparte; ya estoy contigo-.
El sonido del cofre abierto había sido la señal para detener mi charla con él, le sonreí ampliamente muy emocionada y con un fuerte abrazo le demostré mi agradecimiento. Rápidamente me desesperé en ver el contenido y se trata de un libro, muy lindo de hecho.
-Gracias, gracias, gracias- dije repetidas veces y estampándole un beso en una de sus mejillas aprovechando que estaba a mi altura. Lo noté un poco nervioso y luego se alejó con la chica. Yo saqué el libro del cofre, pasé mis dedos por la cubierta y respiré profundo antes de decidir abrirlo; en cuanto lo abrí estaba vacío, bueno tenía hojas, pero estaban en blanco; pasé varias páginas y seguían en blanco ¿Qué haría una chica como esa con un libro en un cofre con candado? Era muy extraño que alguien atesorara tanto un libro vacío, a menos que no estuviese realmente vacío o, tal vez, poseía alguna característica especial o un valor sentimental; aunque esto último realmente lo dudaba, ella no parecía muy preocupada por su cofre. Decidí quedarme con el libro, ayudaría a la chica en lo que necesitara y luego hablaría con ella para saber un poco más de ese extraño libro.
Ella seguía preocupada por ese ¨Timmy¨, que yo no sabía muy bien de qué o de quién se trataba. Suspiré preocupada y le dije -Te ayudaremos a encontrarlo- quería que confiera en nosotros y además nos ayudara a salir de ahí lo más rápido posible.
Todo ocurrió muy rápido; segundos después de que le dije a la chica aquello llegó Mirla y la atacó ¿Esa era Mirla? Volteé a ver a Dendrei preocupada y me di cuenta de que Mirla estaba junto a él. Sacudí mi cabeza un poco confundida y escuché a lo lejos una horda de gente que se acercaba haciendo gritos de guerra hacía nosotros, o tal vez iban en contra de Mirla dos. Le dirigí una mirada a Dendrei que significaba más de lo que cualquiera pudiese entender y sin pensarlo mucho le silbé a Pelusa, me monté sobre él de un pequeño salto y cabalgamos en contra de la corriente de pueblerinos molestos.
Me sentía como una heroína en su precioso corcel dorado, con el viento en contra y con unas ganas enormes en el corazón de ayudar a aquella chica. Me detuve frente al pueblo furioso y grité -¡ALTO!-. Ellos no parecían muy dispuestos a escucharme, se veían decididos con sus antorchas y armas, estaban listos para deshacerse del felino extraño, el problema es que no era sólo uno, ahora eran dos los que estaban en peligro; no podía dejar que Mirla saliera herida.
-¡Dije que se detuvieran!- volví a gritar molesta -Un amigo y yo nos encargaremos de la criatura… no hace falta que nos ayuden. Vayan a sus casas a cuidar a su familia. Dejen a los expertos hacer su trabajo- los miré con más fuerza en mis ojos – Si quieren pasar tendrán que primero pasar sobre mí, es decir, tendrán que matar a una niñita ¿Quieren eso?- esperaba que su respuesta fuera que no quisieran matarme.
Ante sus muchas preguntas y su gran demostración de aprecio y cariño preferí no contestar nada hasta que realmente terminara su intervención, estaba muy emocionado como para cambiarle los ánimos contestando sus preguntas, dejé que hablara, se expresara, y luego me preparé para contestarle todo junto. Me comentó sobre sus recientes aventuras, de las cuales no pude evitar hacer un gesto facial de desaprobación de algunas cosas.
-El cofre no es mío, es de la joven de rojo- suspiré -Gracias por ayudarme a abrirlo, sin ti no lo hubiese podido hacer- sonreí -Estoy bien, yo no vine con ella, sólo quería ayudarla- tomé su manito peluda y lo miré a los ojitos para seguir hablando -No tienes por qué preocuparte; ya estoy contigo-.
El sonido del cofre abierto había sido la señal para detener mi charla con él, le sonreí ampliamente muy emocionada y con un fuerte abrazo le demostré mi agradecimiento. Rápidamente me desesperé en ver el contenido y se trata de un libro, muy lindo de hecho.
-Gracias, gracias, gracias- dije repetidas veces y estampándole un beso en una de sus mejillas aprovechando que estaba a mi altura. Lo noté un poco nervioso y luego se alejó con la chica. Yo saqué el libro del cofre, pasé mis dedos por la cubierta y respiré profundo antes de decidir abrirlo; en cuanto lo abrí estaba vacío, bueno tenía hojas, pero estaban en blanco; pasé varias páginas y seguían en blanco ¿Qué haría una chica como esa con un libro en un cofre con candado? Era muy extraño que alguien atesorara tanto un libro vacío, a menos que no estuviese realmente vacío o, tal vez, poseía alguna característica especial o un valor sentimental; aunque esto último realmente lo dudaba, ella no parecía muy preocupada por su cofre. Decidí quedarme con el libro, ayudaría a la chica en lo que necesitara y luego hablaría con ella para saber un poco más de ese extraño libro.
Ella seguía preocupada por ese ¨Timmy¨, que yo no sabía muy bien de qué o de quién se trataba. Suspiré preocupada y le dije -Te ayudaremos a encontrarlo- quería que confiera en nosotros y además nos ayudara a salir de ahí lo más rápido posible.
Todo ocurrió muy rápido; segundos después de que le dije a la chica aquello llegó Mirla y la atacó ¿Esa era Mirla? Volteé a ver a Dendrei preocupada y me di cuenta de que Mirla estaba junto a él. Sacudí mi cabeza un poco confundida y escuché a lo lejos una horda de gente que se acercaba haciendo gritos de guerra hacía nosotros, o tal vez iban en contra de Mirla dos. Le dirigí una mirada a Dendrei que significaba más de lo que cualquiera pudiese entender y sin pensarlo mucho le silbé a Pelusa, me monté sobre él de un pequeño salto y cabalgamos en contra de la corriente de pueblerinos molestos.
Me sentía como una heroína en su precioso corcel dorado, con el viento en contra y con unas ganas enormes en el corazón de ayudar a aquella chica. Me detuve frente al pueblo furioso y grité -¡ALTO!-. Ellos no parecían muy dispuestos a escucharme, se veían decididos con sus antorchas y armas, estaban listos para deshacerse del felino extraño, el problema es que no era sólo uno, ahora eran dos los que estaban en peligro; no podía dejar que Mirla saliera herida.
-¡Dije que se detuvieran!- volví a gritar molesta -Un amigo y yo nos encargaremos de la criatura… no hace falta que nos ayuden. Vayan a sus casas a cuidar a su familia. Dejen a los expertos hacer su trabajo- los miré con más fuerza en mis ojos – Si quieren pasar tendrán que primero pasar sobre mí, es decir, tendrán que matar a una niñita ¿Quieren eso?- esperaba que su respuesta fuera que no quisieran matarme.
Magazubi
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Me alegraba oír que no se iba en ese carruaje que había quedado tan maltratada. El beso en la mejilla había sido la causa principal de la torpe caída, me había sorprendido y dejado nervioso incluso más que cundo le contaba lo que me había pasado desde nuestra despedida.
¿Qué está pasando? como solo en un segundo todo había cambiado de forma tan repentina, hace nada estaba feliz tendido en el suelo, nervioso pero feliz por haberme encontrado con Mag, que no me juzgara por estas hojas y sin ningún tipo de peligro, y ahora que ya estoy de pie Mirla está atacando a la chica y una turba se nos aproxima…
Pero ¿por qué mirla querría atacarla? No la juzgaba, muchas veces su instinto me protegía, Recordé ese día en que estábamos caminando y ella sin razón atacó un arbusto yo me había enojado por el susto que me había dado. Pero más tarde me enteré de que unos bandidos estaban planeando una emboscada… Entonces la chica si podía ser peligrosa, e incluso podría poner a Mag y a mi en peligro… si es que no lo había hecho ya.
Aunque viendo más detenidamente, me di cuenta que ¡ese gato no era Mirla!... Por un momento quedé confundido, al final mi animalito estaba a mi lado y casi con la misma cara de desconcierto que yo. Es más creo que, fue raro que la confundiera con ese otro, mi gata no tiene como mucho mitad del tamaño que el gato de ¿aseherisade, ashire? Algo así, la verdad es que había olvidado como se llamaba la especie.
Estaba preocupado nuevamente tenía que ver como estaba reaccionando Magui ante todo esto. Tras un rápido cambio de miradas, con la brujita sabía perfectamente que debía hacer —Es curioso, jamás me había comunicado de tal forma con nadie que fuera Mirla, y con ella me costó bastante a interpretar su rostro— Bueno no era momento para estar pensando en eso.
Pese a que me hubiese gustado ir con Mag para asegurarme de que no le hicieran nada, tenia que ayudar a la otra chica. Esta parecía estar teniendo problemas, me acerque planeando que hacer, Tenía cierta ventaja, conocía bien a la especie —Den… ¿Cómo piensas sacárselo de encima?— ya estaba a solo unos pasos. Más de cerca no parecía que la estuviese atacado, conozco bien cuando se ven enojados estos animales. No tiene el lomo erizado, ni siquiera está con las fauces abiertas. —Igualmente tienes que hacer algo, no puedes dejarla así por una suposición ¿verdad?— será el tal Timmy del que estaba tan preocupada… Para mi tenía cara de… Timmy, bueno también tenía rostro de bestia feroz pero me inclino más por el primero porque me conviene básicamente.
— ¿Estás bien?— No recibí respuesta, ya que el gato se veía bastante “ocupado” estando sobre ella… me acerqué aprovechando su distracción, el tamaño de cerca era imponente —bueno ya estas al lado ¿y ahora qué?— tomándolo del Cogote, como lo haría una gata para llevar a su cachorro a otro lado, o como lo hacía mamá… solo tuve que emplear ambas manos, ya que era bastante pesado, solo esperaba que no se diera vuelta a morderme… me estaba costando moverlo más de lo que había pensado, en un mal movimiento resbalé rodando con el animal. Mientras giraba veía como Mag de forma valiente hacía frente a la horda, de entre los sonidos de la multitud se destacaban —Y por sobre mí— pensé cuando ella decía algo parecido. Aunque en este momento ni cerca estoy, me mortificaba por no estar con ella. El movimiento había acabado —Se lo sacaste de encima por lo menos— Pensé.
¿Qué está pasando? como solo en un segundo todo había cambiado de forma tan repentina, hace nada estaba feliz tendido en el suelo, nervioso pero feliz por haberme encontrado con Mag, que no me juzgara por estas hojas y sin ningún tipo de peligro, y ahora que ya estoy de pie Mirla está atacando a la chica y una turba se nos aproxima…
Pero ¿por qué mirla querría atacarla? No la juzgaba, muchas veces su instinto me protegía, Recordé ese día en que estábamos caminando y ella sin razón atacó un arbusto yo me había enojado por el susto que me había dado. Pero más tarde me enteré de que unos bandidos estaban planeando una emboscada… Entonces la chica si podía ser peligrosa, e incluso podría poner a Mag y a mi en peligro… si es que no lo había hecho ya.
Aunque viendo más detenidamente, me di cuenta que ¡ese gato no era Mirla!... Por un momento quedé confundido, al final mi animalito estaba a mi lado y casi con la misma cara de desconcierto que yo. Es más creo que, fue raro que la confundiera con ese otro, mi gata no tiene como mucho mitad del tamaño que el gato de ¿aseherisade, ashire? Algo así, la verdad es que había olvidado como se llamaba la especie.
Estaba preocupado nuevamente tenía que ver como estaba reaccionando Magui ante todo esto. Tras un rápido cambio de miradas, con la brujita sabía perfectamente que debía hacer —Es curioso, jamás me había comunicado de tal forma con nadie que fuera Mirla, y con ella me costó bastante a interpretar su rostro— Bueno no era momento para estar pensando en eso.
Pese a que me hubiese gustado ir con Mag para asegurarme de que no le hicieran nada, tenia que ayudar a la otra chica. Esta parecía estar teniendo problemas, me acerque planeando que hacer, Tenía cierta ventaja, conocía bien a la especie —Den… ¿Cómo piensas sacárselo de encima?— ya estaba a solo unos pasos. Más de cerca no parecía que la estuviese atacado, conozco bien cuando se ven enojados estos animales. No tiene el lomo erizado, ni siquiera está con las fauces abiertas. —Igualmente tienes que hacer algo, no puedes dejarla así por una suposición ¿verdad?— será el tal Timmy del que estaba tan preocupada… Para mi tenía cara de… Timmy, bueno también tenía rostro de bestia feroz pero me inclino más por el primero porque me conviene básicamente.
— ¿Estás bien?— No recibí respuesta, ya que el gato se veía bastante “ocupado” estando sobre ella… me acerqué aprovechando su distracción, el tamaño de cerca era imponente —bueno ya estas al lado ¿y ahora qué?— tomándolo del Cogote, como lo haría una gata para llevar a su cachorro a otro lado, o como lo hacía mamá… solo tuve que emplear ambas manos, ya que era bastante pesado, solo esperaba que no se diera vuelta a morderme… me estaba costando moverlo más de lo que había pensado, en un mal movimiento resbalé rodando con el animal. Mientras giraba veía como Mag de forma valiente hacía frente a la horda, de entre los sonidos de la multitud se destacaban —Y por sobre mí— pensé cuando ella decía algo parecido. Aunque en este momento ni cerca estoy, me mortificaba por no estar con ella. El movimiento había acabado —Se lo sacaste de encima por lo menos— Pensé.
- off:
- Master, Magui siento la demora pero fui absorbido del mundo esta semana por estudios espero tomar el ritmo lo antes posible
Dendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Aquella turba enfurecida que se acercaba apenas y se detuvo al ver la cercanía de la niña, una que apenas representaba un mero estorbo -¡Apártate, mocosa!- Le gritó un viejo que sostenía una pala y la agitaba con la mano -¡Ve con tus padres, niña, es peligroso estar aquí!- Le dice otro sin terminar de tomarla en serio, y es que a fin de cuentas, una niña mimada montada sobre un coso raro no es algo que imponga mucho respeto.
Nada de lo que hizo sirve para evitar que la multitud avance, más aún cuando ven a la criatura a la que buscaban -¡Hay más de una!- Grita alguien entre las personas -¡Y ese chico-planta debe ser el líder!- Argumenta otro -¡Hay que detenerlos antes que ataquen otros pueblos!- Dice una señora mayor que ni siquiera debería estar ahí; es entonces cuando algo extraño comienza a suceder, el libro en las manos de la pequeña bruja comienza a palpitar y al abrirlo las páginas se revuelven pasando una tras otra hasta detenerse en una donde solo se escriben tres palabras “όνειρο”, “φόβος” y “σεβασμός” rodeadas por un círculo de color rojo y una flecha que señala a la multitud.
Sorpresivamente la segunda Mirla no ataca a Dendrei, aunque de hecho podrá notar que en realidad se trata de un Mirlo luego de que la mujer lo reclame -¡¡Timmy!!- Grita desesperada -¡Mi pequeño Timmy!- Se acerca efusivamente a la criatura hasta sentarse despreocupadamente frente a ella, aunque aquello solo sirvió para enfurecer a la multitud quienes asustaron al pobre Timmy y de nuevo huyó escondiéndose entre los matorrales cercanos -Esa turba enfurecida asusta a mi Timmy- Exclama la mujer de rojo.
Un ruido se escucha no muy lejos de donde se encuentran, pero ahora sí se trata de un rugido espantoso, Dendrei lo reconocería de inmediato si se tratara del sonido hecho por otro gato de aresire así que definitivamente no lo es, sino algo más grande y peligroso -Timmy, ven, vámonos- Llama la mujer esperando que el pequeño le obedezca pero no sucede, tendrán que sacarlo de donde se encuentra para poder alejarse de ese peligroso lugar.
Relámpagos en el cielo anuncian la inminente lluvia, algo que al menos podría servir para calmar a los aldeanos o tal vez los ponga peor, sea como sea no es momento de detenerse a pensar mucho las cosas, hay que actuar de prisa si quieren salir con vida, más aún cuando han descrito a Dendrei como el líder de las criaturas que atacan los pueblos.
∞ El peligro se acerca, es tiempo de comenzar a resolver problemas para evitar que se acumulen.
∞ Magazubi: Al parecer el libro tiene voluntad propia y te ha ofrecido tres palabras de hechizo de las que tendrás que activar solo una en contra de la multitud, úsala sabiamente.
∞ Dendrei: Muy bien, guardián, eres lo que el peligro teme que haya bajo su cama, como todo un experto en gatos de aresire, debes calmar a Timmy y hacerlo salir para irse de ese lugar donde claramente no son bien recibidos.
Nada de lo que hizo sirve para evitar que la multitud avance, más aún cuando ven a la criatura a la que buscaban -¡Hay más de una!- Grita alguien entre las personas -¡Y ese chico-planta debe ser el líder!- Argumenta otro -¡Hay que detenerlos antes que ataquen otros pueblos!- Dice una señora mayor que ni siquiera debería estar ahí; es entonces cuando algo extraño comienza a suceder, el libro en las manos de la pequeña bruja comienza a palpitar y al abrirlo las páginas se revuelven pasando una tras otra hasta detenerse en una donde solo se escriben tres palabras “όνειρο”, “φόβος” y “σεβασμός” rodeadas por un círculo de color rojo y una flecha que señala a la multitud.
Sorpresivamente la segunda Mirla no ataca a Dendrei, aunque de hecho podrá notar que en realidad se trata de un Mirlo luego de que la mujer lo reclame -¡¡Timmy!!- Grita desesperada -¡Mi pequeño Timmy!- Se acerca efusivamente a la criatura hasta sentarse despreocupadamente frente a ella, aunque aquello solo sirvió para enfurecer a la multitud quienes asustaron al pobre Timmy y de nuevo huyó escondiéndose entre los matorrales cercanos -Esa turba enfurecida asusta a mi Timmy- Exclama la mujer de rojo.
Un ruido se escucha no muy lejos de donde se encuentran, pero ahora sí se trata de un rugido espantoso, Dendrei lo reconocería de inmediato si se tratara del sonido hecho por otro gato de aresire así que definitivamente no lo es, sino algo más grande y peligroso -Timmy, ven, vámonos- Llama la mujer esperando que el pequeño le obedezca pero no sucede, tendrán que sacarlo de donde se encuentra para poder alejarse de ese peligroso lugar.
Relámpagos en el cielo anuncian la inminente lluvia, algo que al menos podría servir para calmar a los aldeanos o tal vez los ponga peor, sea como sea no es momento de detenerse a pensar mucho las cosas, hay que actuar de prisa si quieren salir con vida, más aún cuando han descrito a Dendrei como el líder de las criaturas que atacan los pueblos.
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∞ Magazubi: Al parecer el libro tiene voluntad propia y te ha ofrecido tres palabras de hechizo de las que tendrás que activar solo una en contra de la multitud, úsala sabiamente.
∞ Dendrei: Muy bien, guardián, eres lo que el peligro teme que haya bajo su cama, como todo un experto en gatos de aresire, debes calmar a Timmy y hacerlo salir para irse de ese lugar donde claramente no son bien recibidos.
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
La gente parecía ignorarme y enfurecerse conmigo llamandome enana y tratándome como si fuese una niña atravesada en un camino, no porque lo fuera… En fin, aquellos aldeanos no parecían estar dispuesto a escucharme y mucho menos darse la vuelta e irse para dejarnos a nosotros el control del Mirla dos.
Me amenazaron varias veces a que me quitara del camino, pero muchos empezaron a caminar rodeándome para dejarme ahí parada. Yo no lo iba a permitir, por lo que cabalgue a Pelusa y me moví de un lado a otro evitando el paso lo más que pude.
-Ojalá que Dendrei se apure- pensé.
De repente algo empezó a hacer movimientos extraños en mi mano; volteé a ver y se trataba de aquel misterioso diario en blanco de la joven de rojo. -Quédate quieto- le dije al diario mientras lo golpeaba a un lado de Pelusa para que se calmara. Aquel libro seguía moviéndose, era como si tuviera vida propia. Entre tanto desastre, no podía estar pendiente del libro y de la turbia al mismo tiempo, así que sin querer solté el libro, el cual cayo abierto en una página que casualmente no estaba en blanco.
-¡Ciudadanos! Si no se retiran ahora… no sólo tendrán que preocuparse por esas bestias, sino que también les caerá una muy malévola maldición- digo tratando de hacer una voz malvada mientras estiraba una mano y hacía levitar el libro con vida propia, pasé la vista por la hoja que no estaba en blanco y luego dije -He aquí un maleficio que durará eternamente- movía mis manos de forma extraña y mística sobre el libro mientras trataba de entender lo que quería decir -¡Apartaos!- dije seriamente – Si se van, nada les pasará, si se les ocurre intentar algo en contra de mis amigos y yo… Desearan estar muertos- -¿Me acabo de declarar como una bruja... y malvada? Esto no puede ser peor; juro que después de esto saldré corriendo a investigar un encantamiento de voz malévola-.
-¿Qué voy a hacer si intentan ir contra nosotros?- pensaba de forma acelerada – Debería aprenderme algún encantamiento maligno para por lo menos hacer la actuación bien… Bueno libro extraño es hora de hacer tu magia-.
-Fóvos-(1) dije esperando que el libro hiciera algo, luego de unos segundos lo batuquee en el aire a ver si de el salía alguna cosa ¡Haz algooooo por favor, me estás haciendo quedar como Lazid! ¿En serio me vas a hacer lanzarte a la cabeza de alguno de los protestantes? -Fóvos- repetí, pero esta vez colocando un mano con firmeza sobre la página escrita del libro. -Confío en ti- entre cerré mis ojos y dejé que mi acto de estupidez sirviera para algo, aunque sea para que el gatito ganara un poco de tiempo y se llevara a Mirla lejos.
Repentinamente empezó a llover -¿Esa es tu magia?- le pregunté al libro mentalmente sin esperar respuesta.
Me amenazaron varias veces a que me quitara del camino, pero muchos empezaron a caminar rodeándome para dejarme ahí parada. Yo no lo iba a permitir, por lo que cabalgue a Pelusa y me moví de un lado a otro evitando el paso lo más que pude.
-Ojalá que Dendrei se apure- pensé.
De repente algo empezó a hacer movimientos extraños en mi mano; volteé a ver y se trataba de aquel misterioso diario en blanco de la joven de rojo. -Quédate quieto- le dije al diario mientras lo golpeaba a un lado de Pelusa para que se calmara. Aquel libro seguía moviéndose, era como si tuviera vida propia. Entre tanto desastre, no podía estar pendiente del libro y de la turbia al mismo tiempo, así que sin querer solté el libro, el cual cayo abierto en una página que casualmente no estaba en blanco.
-¡Ciudadanos! Si no se retiran ahora… no sólo tendrán que preocuparse por esas bestias, sino que también les caerá una muy malévola maldición- digo tratando de hacer una voz malvada mientras estiraba una mano y hacía levitar el libro con vida propia, pasé la vista por la hoja que no estaba en blanco y luego dije -He aquí un maleficio que durará eternamente- movía mis manos de forma extraña y mística sobre el libro mientras trataba de entender lo que quería decir -¡Apartaos!- dije seriamente – Si se van, nada les pasará, si se les ocurre intentar algo en contra de mis amigos y yo… Desearan estar muertos- -¿Me acabo de declarar como una bruja... y malvada? Esto no puede ser peor; juro que después de esto saldré corriendo a investigar un encantamiento de voz malévola-.
-¿Qué voy a hacer si intentan ir contra nosotros?- pensaba de forma acelerada – Debería aprenderme algún encantamiento maligno para por lo menos hacer la actuación bien… Bueno libro extraño es hora de hacer tu magia-.
-Fóvos-(1) dije esperando que el libro hiciera algo, luego de unos segundos lo batuquee en el aire a ver si de el salía alguna cosa ¡Haz algooooo por favor, me estás haciendo quedar como Lazid! ¿En serio me vas a hacer lanzarte a la cabeza de alguno de los protestantes? -Fóvos- repetí, pero esta vez colocando un mano con firmeza sobre la página escrita del libro. -Confío en ti- entre cerré mis ojos y dejé que mi acto de estupidez sirviera para algo, aunque sea para que el gatito ganara un poco de tiempo y se llevara a Mirla lejos.
Repentinamente empezó a llover -¿Esa es tu magia?- le pregunté al libro mentalmente sin esperar respuesta.
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OffRol
(1) Fóvos,“φόβος”, miedo.
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Magazubi
Honorable
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Al final el gato de un metro, sí era el “pequeño” Timmy del que tanto hablaba la chica de rojo. Bueno este animal si tiene un nombre que corresponde a su género, jajaja ya estaba aburrido de las sorpresas, la Pelusa que termina siendo “Peluso”. El pensar en la mascota de Mag me hiso instintivamente voltear a verla, fue un poco dificultoso moverme todavía con el gato encima, que de pequeño tiene poco y su peso es considerable —al menos no me ataca—
Magui parecía que no había tenido surte aplacando a la multitud, y ahora parecía que todo el odio se enfocaba a los gatos y ¡En mí! Según ellos yo era el líder de un ataqué o algo así. Yo a lo más robé un pescado por hambre de camino, no me enorgullecía, pero encontraba desmedida la reacción. Estaba a punto de vomitarles el almuerzo para pedir perdón.
Timmy dejó de verme un momento, levantó su cabeza y salió corriendo por el mismo lugar por donde había aparecido, la diferencia es que esta vez mirla huyó con el — ¡Mirla! — grité causando más exaltación en los aldeanos.
Mag comenzó a hablar sobre una maldición o algo así, no conocía todo lo que podía hacer esa adorable brujita, pero sonaba como si ni siquiera ella creía lo que decía —Lo que sea que estés planeando deberías apresurarte brujita— me preocupaba la multitud y lo que podrían hacerle a mi gatita… o a mí.
Una torrencial lluvia había comenzado a caer después de un destello, no supe si había sido causado por un rayo o por el conjuro de Mag. Nunca me ha gustado mucho el agua, de todas formas no eran momentos donde mis gustos importaran mucho, las gotas compensaron a empapar mis hojas y pelos dando como resultado una sensación indescriptible, el contacto con mi pelo como siempre, era desagradable, pero por otro lado cada gota que caía en las hojas era como una caricia, parecía que las plantas que me cubren me tuvieran una pseudoconciencia y me agradecieran.
Ignorando a la multitud volví a gritar —¡Mirlaaaa!— estaba desesperándome, la pobre debe estar aterrada escuchando alguno de los truenos y sola. Solo unos momentos después ya estaba estilando, Estaba confundido y no sabía si ir por los animales o reunirme con la chica de rojo y Mag. ¿Otro trueno? Pero esta vez no se iluminó nada… El ruido se volvió a repetir esta vez pude identificar que era un rugido, con una mezcla entre valentía para proteger a los gatos y miedo por aquel intimidante y desconocido rugido —Hoy era el día de las emociones mezcladas— fue un pensamiento fugaz que terminó con al fin decidir adentrarme en el bosque.
Un gruñido de aresire me interrumpió —Tranquila mira ya voy— corría siguiendo el ruido de ramas crujiendo y las pisadas que sonaban en la hojarasca. Mi corazón se aceleraba, el miedo se apoderaba de mi y no por el animal si no por la posibilidad de perder a Mirla. Me detuve un segundo, los ruidos se habían dejado de oír, solo quedaba el constante bombeo de mi corazón y las miles de gotas que parecía que los Dioses las estuvieran tirando con un balde.
Dando una vuelta completa ya había perdido el lugar por donde había entrado, además de solo poder ver a unos cuantos metros más delante de mí —¡Magui! ¡Mirla! ¡Timmy!— gritaba en busca de cualquiera. —Mirla…— alcancé a decir en un pequeño sollozo que dieron paso a las lagrimas que se perdían con las gotas, necesitaba un respiro por lo que me apoyé en el árbol que tenía más cerca y permanecí unos segundos cabizbajo.
Al levantar la mirada di con el inconfundible pelaje delos gatos, no se como no los había notado… tal vez el Angulo o la lluvia no me había dejado verlos, ambos estaban bajo un árbol y ¿tiritaban? Timmy al ser más grande había envuelto a mi gata. Me acerqué lo mas lento que pude reteniendo mis ganas de correr, bueno no funcionó mucho el volver a verla me había emocionado. Ambos miraban para todos lados. Terminé agachándome para tomarlos eh irnos de una vez por todas, solo quedaba volver por la brujita.
Magui parecía que no había tenido surte aplacando a la multitud, y ahora parecía que todo el odio se enfocaba a los gatos y ¡En mí! Según ellos yo era el líder de un ataqué o algo así. Yo a lo más robé un pescado por hambre de camino, no me enorgullecía, pero encontraba desmedida la reacción. Estaba a punto de vomitarles el almuerzo para pedir perdón.
Timmy dejó de verme un momento, levantó su cabeza y salió corriendo por el mismo lugar por donde había aparecido, la diferencia es que esta vez mirla huyó con el — ¡Mirla! — grité causando más exaltación en los aldeanos.
Mag comenzó a hablar sobre una maldición o algo así, no conocía todo lo que podía hacer esa adorable brujita, pero sonaba como si ni siquiera ella creía lo que decía —Lo que sea que estés planeando deberías apresurarte brujita— me preocupaba la multitud y lo que podrían hacerle a mi gatita… o a mí.
Una torrencial lluvia había comenzado a caer después de un destello, no supe si había sido causado por un rayo o por el conjuro de Mag. Nunca me ha gustado mucho el agua, de todas formas no eran momentos donde mis gustos importaran mucho, las gotas compensaron a empapar mis hojas y pelos dando como resultado una sensación indescriptible, el contacto con mi pelo como siempre, era desagradable, pero por otro lado cada gota que caía en las hojas era como una caricia, parecía que las plantas que me cubren me tuvieran una pseudoconciencia y me agradecieran.
Ignorando a la multitud volví a gritar —¡Mirlaaaa!— estaba desesperándome, la pobre debe estar aterrada escuchando alguno de los truenos y sola. Solo unos momentos después ya estaba estilando, Estaba confundido y no sabía si ir por los animales o reunirme con la chica de rojo y Mag. ¿Otro trueno? Pero esta vez no se iluminó nada… El ruido se volvió a repetir esta vez pude identificar que era un rugido, con una mezcla entre valentía para proteger a los gatos y miedo por aquel intimidante y desconocido rugido —Hoy era el día de las emociones mezcladas— fue un pensamiento fugaz que terminó con al fin decidir adentrarme en el bosque.
Un gruñido de aresire me interrumpió —Tranquila mira ya voy— corría siguiendo el ruido de ramas crujiendo y las pisadas que sonaban en la hojarasca. Mi corazón se aceleraba, el miedo se apoderaba de mi y no por el animal si no por la posibilidad de perder a Mirla. Me detuve un segundo, los ruidos se habían dejado de oír, solo quedaba el constante bombeo de mi corazón y las miles de gotas que parecía que los Dioses las estuvieran tirando con un balde.
Dando una vuelta completa ya había perdido el lugar por donde había entrado, además de solo poder ver a unos cuantos metros más delante de mí —¡Magui! ¡Mirla! ¡Timmy!— gritaba en busca de cualquiera. —Mirla…— alcancé a decir en un pequeño sollozo que dieron paso a las lagrimas que se perdían con las gotas, necesitaba un respiro por lo que me apoyé en el árbol que tenía más cerca y permanecí unos segundos cabizbajo.
Al levantar la mirada di con el inconfundible pelaje delos gatos, no se como no los había notado… tal vez el Angulo o la lluvia no me había dejado verlos, ambos estaban bajo un árbol y ¿tiritaban? Timmy al ser más grande había envuelto a mi gata. Me acerqué lo mas lento que pude reteniendo mis ganas de correr, bueno no funcionó mucho el volver a verla me había emocionado. Ambos miraban para todos lados. Terminé agachándome para tomarlos eh irnos de una vez por todas, solo quedaba volver por la brujita.
Dendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Aunque llenos de ingenio, los esfuerzos de la pequeña bruja por alejar a la multitud de furiosos aldeanos resultaron en vano -¡A un lado enana! ¡Ve a jugar muñecas!- Reprochó el que caminaba más cerca de ella sin prestarle mucha atención hasta que el extraño libro comenzó a moverse por su cuenta, lo que al menos causó que se detuvieran en su andar -¿Qué le pasa a esa cosa?- Preguntó uno de ellos mientras un pequeño perro comenzaba a ladrar; la niña supo hacer teatro aprovechando el fenómeno y tras decir su palabra mágica... nada sucedió.
Nada parecía que iba a pasar, se miraron unos a otros un tanto desconcertados y luego comenzaron a andar agitando sus armas, aunque estas no eran más que herramientas de granjas; aunque ahora algo era diferente; la pequeña bruja emanaba un aura tétrica que había conseguido detener a las personas y mantenerlas a raya -Es, ella es...- Dijo el más cercano a Magazubi señalándola para luego comenzar a correr gritando -¡Despiértenme, alguien despiérteme!- Cosa que parecía no tener mucho sentido, pero lentamente uno y otro de los aldeanos comenzaron a retroceder aterrados con la sola imagen de la pequeña aunque ésta ya no hiciera nada más.
Sutilmente, el poder de aquellas mágicas blancas comenzaba a seducir a la niña que al ver a los aldeanos correr se sentiría influenciada por una oscura sed de maldad, cosa contra la que ahora debería luchar pero además eso no era todo; en una de las páginas del libro apareció la imagen de un hombre sin rostro, largos cabellos caían en cascada a los lados de una inexistente faceta; por ahora sin un significado claro.
Unos metros más lejos, el joven peludo y enhojado perseguía a los otros animalitos ¿Quién imaginaría una escena así? Un gato persiguiendo gatos, uno que saldría de la vista de Magazubi en poco tiempo pero ésta podría seguirlo gracias a los constantes gritos; aunque tardaría en alcanzarlo, debía darse prisa pues el chico-bestia no la tendría nada fácil; a quién sí alcanzaría de prisa sería a la dama de rojo, quien de inmediato se exaltó al ver el libro -¡¡Deshaste de esa cosa!!- Gritó la mujer al reconocerlo; parecía ser peligroso por la manera como había reaccionado, pero aunque la brujita tratara de hacerlo, el libro la seduciría de tal manera que no tendría voluntad para dejar ir semejante poder.
Repentinamente el peligro se presentó acechando el gato-planta pues ambos gatitos se encontraban al acecho de algo más grande, muy grande y feo, de enormes colmillos y muy mal carácter; uno que ahora también estaba sobre el ingenuo Dendrei que se había acercado sin notar que sobre el árbol se encontraba una espantosa criatura; un primer rugido de advertencia fue seguido de las pesadas patas de la criatura cayendo a unos metros del joven leopardo; esa sí parecía ser la bestia que había atacado a los pueblos y por la que acusaban al pobre Timmy, y ahora también a Mirla, si podía detenerlo podrían demostrar la inocencia de todos, pero ¿Podría lograrlo?
∞ Todo poder tiene un alto precio.
∞ Magazubi: Tu truco con el libro ha funcionado, los aldeanos han huído aterrados pero no serán los únicos, durante el resto de este tema, todos los que estén cerca de ti sentirán cierto temor hacia ti, además de eso el libro te seduce para que lo sigas usando; no alcanzarás a Dendrei en este turno, ambos están por separado pero sí podrás interactuar con la dama de rojo.
∞ Dendrei: Es tiempo de ser el gato alfa y proteger a los otros, aunque luchar contra esa criatura no es la mejor idea; si usas la cabeza por sobre la fuerza podrás resistir hasta que llegue la ayuda, no será necesario lanzar runas, pero ten en cuenta que de momento no puedes vencer a tal adversario.
Nada parecía que iba a pasar, se miraron unos a otros un tanto desconcertados y luego comenzaron a andar agitando sus armas, aunque estas no eran más que herramientas de granjas; aunque ahora algo era diferente; la pequeña bruja emanaba un aura tétrica que había conseguido detener a las personas y mantenerlas a raya -Es, ella es...- Dijo el más cercano a Magazubi señalándola para luego comenzar a correr gritando -¡Despiértenme, alguien despiérteme!- Cosa que parecía no tener mucho sentido, pero lentamente uno y otro de los aldeanos comenzaron a retroceder aterrados con la sola imagen de la pequeña aunque ésta ya no hiciera nada más.
Sutilmente, el poder de aquellas mágicas blancas comenzaba a seducir a la niña que al ver a los aldeanos correr se sentiría influenciada por una oscura sed de maldad, cosa contra la que ahora debería luchar pero además eso no era todo; en una de las páginas del libro apareció la imagen de un hombre sin rostro, largos cabellos caían en cascada a los lados de una inexistente faceta; por ahora sin un significado claro.
Unos metros más lejos, el joven peludo y enhojado perseguía a los otros animalitos ¿Quién imaginaría una escena así? Un gato persiguiendo gatos, uno que saldría de la vista de Magazubi en poco tiempo pero ésta podría seguirlo gracias a los constantes gritos; aunque tardaría en alcanzarlo, debía darse prisa pues el chico-bestia no la tendría nada fácil; a quién sí alcanzaría de prisa sería a la dama de rojo, quien de inmediato se exaltó al ver el libro -¡¡Deshaste de esa cosa!!- Gritó la mujer al reconocerlo; parecía ser peligroso por la manera como había reaccionado, pero aunque la brujita tratara de hacerlo, el libro la seduciría de tal manera que no tendría voluntad para dejar ir semejante poder.
Repentinamente el peligro se presentó acechando el gato-planta pues ambos gatitos se encontraban al acecho de algo más grande, muy grande y feo, de enormes colmillos y muy mal carácter; uno que ahora también estaba sobre el ingenuo Dendrei que se había acercado sin notar que sobre el árbol se encontraba una espantosa criatura; un primer rugido de advertencia fue seguido de las pesadas patas de la criatura cayendo a unos metros del joven leopardo; esa sí parecía ser la bestia que había atacado a los pueblos y por la que acusaban al pobre Timmy, y ahora también a Mirla, si podía detenerlo podrían demostrar la inocencia de todos, pero ¿Podría lograrlo?
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∞ Magazubi: Tu truco con el libro ha funcionado, los aldeanos han huído aterrados pero no serán los únicos, durante el resto de este tema, todos los que estén cerca de ti sentirán cierto temor hacia ti, además de eso el libro te seduce para que lo sigas usando; no alcanzarás a Dendrei en este turno, ambos están por separado pero sí podrás interactuar con la dama de rojo.
∞ Dendrei: Es tiempo de ser el gato alfa y proteger a los otros, aunque luchar contra esa criatura no es la mejor idea; si usas la cabeza por sobre la fuerza podrás resistir hasta que llegue la ayuda, no será necesario lanzar runas, pero ten en cuenta que de momento no puedes vencer a tal adversario.
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Esperé desilusionada unos segundos mientras el libro se tomaba su tiempo para hacer su trabajo. Al principio pensé que sólo sería una obra de teatro y que me pasarían por encima como si nada, pero de repente todos empezaron a correr despavoridos, me señalaban y me miraban con terror.
No estaba muy segura de qué era lo que había pasado, del libro no parecía salir alguna ilusión o algún símbolo terrorífico. Me quedé mirando a la gente que corría y se tropezaba; incliné un poco mi cabeza confundida mientras todo sucedía -¿Esa mala actuación surtió efecto? Ni siquiera me esforcé mucho- pensé mientras recordaba que fue mucho después de mi actuación que los aldeanos se fueron.
-Muajajaa- dije en un tono tétrico que ni yo misma sabía de dónde había salido. Pretendía hacer aquel sonido en broma, pero había salido muy macabro realmente.
Quedé impresionada por mi voz segundos antes, así que con mucha duda e inseguridad bajé la mirada para observar el libro, parpadeé muchas veces al ver que algo empezaba a surgir de aquellas páginas; era como un dibujo de un circulito medio ovalado, y luego una especie de ¿cabello? ¿Era eso una cara?
Toda mi atención estaba puesta en aquellas páginas que me invitaban a conocer más y más. Como si se tratara de una especie de hipnosis empecé a tocar el borde de la página sintiendo con mucho interés la textura de las hojas. Quería tocar el dibujo… una parte de mí no quería, necesitaba, ver lo que sucedería con aquella figura.
Sin poder controlar mi curiosidad pasé levemente la yema de mi dedo indice por el largo y oscuro cabello del dibujo. Lo recorrí lentamente con mucho cuidado e interés, pues esto estaba dejando que una especie de energía escalofriante entrara en mí. No aparté la vista de aquella imagen tan extraña mientras estuve acariciando el poder que claramente podía sentir provenir de esas páginas.
Mis ojos abiertos como platos seguían el recorrido sutil de mis manos sobre el libro mientras notaba como mis poros se empezaban a erizar.
-Deshaste de esa cosa- escuché a lo lejos un susurro apenas audible.
¿Ah? Volteé bruscamente mientras cerraba el libro y lo ponía bajo mi brazo, para luego darme cuenta de que no me estaba susurrando, sino que por el contrario gritaba como con gran preocupación. No le presté atención a lo que la chica decía, realmente no me importaba, a demás presentía que ella no entendería ni que se lo explicara, lo que yo sentí con ese libro. Obviamente no se lo iba a dar y mucho menos me iba a deshacer de el.
Apreté con recelo el libro y lo puse más cerca de mi cuerpo, en señal de que nada de lo que ella hiciera podría hacerme cambiar de opinión.
Había estado tan distraída con todo que se me había olvidado por completo Dendrei y Mirla, incluso había omitido el comportamiento extraño de Pelusa que parecía inquieto e incomodo. Supuse que sería por la desaparición de Den, o tal vez era otra cosa.
-¿Vas a subir?- invité a la chica para que se subiera conmigo sobre Pelusa, pero enseguida este se negó moviendo rotundamente los cuernos. -Bueno- suspiré -Vamos, te toca caminar, hay que encontrar a los felinos- dije mientras miraba de reojo mi nueva e interesante adquisición. - ¿Te da miedo?- le pregunté a la chica que no parecía muy contenta – Sólo es poder… no es malo- dije para tratar de calmarla.
No estaba muy segura de qué era lo que había pasado, del libro no parecía salir alguna ilusión o algún símbolo terrorífico. Me quedé mirando a la gente que corría y se tropezaba; incliné un poco mi cabeza confundida mientras todo sucedía -¿Esa mala actuación surtió efecto? Ni siquiera me esforcé mucho- pensé mientras recordaba que fue mucho después de mi actuación que los aldeanos se fueron.
-Muajajaa- dije en un tono tétrico que ni yo misma sabía de dónde había salido. Pretendía hacer aquel sonido en broma, pero había salido muy macabro realmente.
Quedé impresionada por mi voz segundos antes, así que con mucha duda e inseguridad bajé la mirada para observar el libro, parpadeé muchas veces al ver que algo empezaba a surgir de aquellas páginas; era como un dibujo de un circulito medio ovalado, y luego una especie de ¿cabello? ¿Era eso una cara?
Toda mi atención estaba puesta en aquellas páginas que me invitaban a conocer más y más. Como si se tratara de una especie de hipnosis empecé a tocar el borde de la página sintiendo con mucho interés la textura de las hojas. Quería tocar el dibujo… una parte de mí no quería, necesitaba, ver lo que sucedería con aquella figura.
Sin poder controlar mi curiosidad pasé levemente la yema de mi dedo indice por el largo y oscuro cabello del dibujo. Lo recorrí lentamente con mucho cuidado e interés, pues esto estaba dejando que una especie de energía escalofriante entrara en mí. No aparté la vista de aquella imagen tan extraña mientras estuve acariciando el poder que claramente podía sentir provenir de esas páginas.
Mis ojos abiertos como platos seguían el recorrido sutil de mis manos sobre el libro mientras notaba como mis poros se empezaban a erizar.
-Deshaste de esa cosa- escuché a lo lejos un susurro apenas audible.
¿Ah? Volteé bruscamente mientras cerraba el libro y lo ponía bajo mi brazo, para luego darme cuenta de que no me estaba susurrando, sino que por el contrario gritaba como con gran preocupación. No le presté atención a lo que la chica decía, realmente no me importaba, a demás presentía que ella no entendería ni que se lo explicara, lo que yo sentí con ese libro. Obviamente no se lo iba a dar y mucho menos me iba a deshacer de el.
Apreté con recelo el libro y lo puse más cerca de mi cuerpo, en señal de que nada de lo que ella hiciera podría hacerme cambiar de opinión.
Había estado tan distraída con todo que se me había olvidado por completo Dendrei y Mirla, incluso había omitido el comportamiento extraño de Pelusa que parecía inquieto e incomodo. Supuse que sería por la desaparición de Den, o tal vez era otra cosa.
-¿Vas a subir?- invité a la chica para que se subiera conmigo sobre Pelusa, pero enseguida este se negó moviendo rotundamente los cuernos. -Bueno- suspiré -Vamos, te toca caminar, hay que encontrar a los felinos- dije mientras miraba de reojo mi nueva e interesante adquisición. - ¿Te da miedo?- le pregunté a la chica que no parecía muy contenta – Sólo es poder… no es malo- dije para tratar de calmarla.
Magazubi
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Repentinamente el peligro se presentó acechando el gato-planta pues ambos gatitos se encontraban al acecho de algo más grande, muy grande y feo, de enormes colmillos y muy mal carácter; uno que ahora también estaba sobre el ingenuo Dendrei que se había acercado sin notar que sobre el árbol se encontraba una espantosa criatura; un primer rugido de advertencia fue seguido de las pesadas patas de la criatura cayendo a unos metros del joven leopardo; esa sí parecía ser la bestia que había atacado a los pueblos y por la que acusaban al pobre Timmy, y ahora también a Mirla, si podía detenerlo podrían demostrar la inocencia de todos, pero ¿Podría lograrlo?
El alivio que me había causado encontrar a ambos gatos, se disipó de forma súbita al ver aquella criatura descender del árbol, Lucía con una apariencia aterradora —!Aaah cosa fea, peluda que ruge y cae del cielo!— no sabía como referirme a eso para gritar así que dije sin pensar lo primero que vi.
Con toda la calma que podía tener, cuando estaba casi al borde que mi corazón se detuviera. Logré ver un poco mejor a la criatura; pelos erizados, hojas erizadas y un escalofrío. Me causó el simple hecho de verlo —Ahora entendía el porqué estaban tan aterrados los pobres gatitos— la cosa grande, peluda y fea tomaba forma mientras la lluvia continuaba, ahora se podía decir que parecía un lobo, pero extremadamente tonificado, parecía que tenía músculos en los musculo. Además de eso tenía algunas cadenas, seguramente estuvo contenido de alguna forma y escapó, entre ellas había una que destacaba, más que una cadena parecía un collar con un... ¿anillo?
—Papas con carne— creí escuchar atrás de mí, voltee lo más rápido que pude para ver si había realmente alguien atrás mío y me pudiese ayudar. Intentando no descuidarme de el animal, pero no alcancé a ver a nadie 1. El punto es que estábamos solo los "tres gatos y el lobo" hasta parecía nombre de cuento infantil, pero lamentablemente de infantil no tenía nada y estaba en un serio problema. Si el animal era tan ágil para caer de esa forma, el correr seguramente era inútil, un enfrentamiento directo contra ese costal de músculos sería casi un suicidio.
Las opciones se estaban reduciendo y los rugidos de la bestia aumentaban, con el corazón a mil por hora y mi mente pensando cada posibilidad llegué a una, posible pero asquerosa solución ¿que tal si le lanzo a Timmy y con Mirla huimos mientras está ocupado? pese a que no me gustaba poco más podía hacer. Pero estos animales son hermosos ¿cómo podrías hacer eso? —Pero si no haces nada tal vez nos coma a los tres— tenía un conflicto interno, mientras lo intentaba resolver el animal se impacientaba, comenzaba a resoplar y se preparaba para envestir —No, definitivamente, no puedo hacerlo. Aunque eso resulte en los "Tres Tristes Tragados" no puedo contradecir mis principios— Después de tomar esa determinación miré a Mirla y le ordené que se fuera, esperando que Timmy también la siguiera —Por allá— le indiqué a mirla la dirección de la cual creía que venía.
—¡Por acá lobo sobrealimentado!— le grité aventándole lo que tenía a mano para posibilitar que se fueran las mascotas. —Buena idea Den lanzarle cosas a un animal furioso— mortificaba mi elección. Si mandé a los gatos en la dirección correcta tal vez se encontraran con la brujita linda que siempre me está cuidando, y tal vez solo tenga que esperarla. Eso en el mejor de los casos, ahora con tantas vueltas que me di tal vez solo pueda hacerles tiempo para que se salven.
1 mientras escribía escuché eso offrol y me pareció gracioso agregarlo (si suena muy fuera de contexto mp y lo quito)
siento haberme demorado y no haber avisado antes
El alivio que me había causado encontrar a ambos gatos, se disipó de forma súbita al ver aquella criatura descender del árbol, Lucía con una apariencia aterradora —!Aaah cosa fea, peluda que ruge y cae del cielo!— no sabía como referirme a eso para gritar así que dije sin pensar lo primero que vi.
Con toda la calma que podía tener, cuando estaba casi al borde que mi corazón se detuviera. Logré ver un poco mejor a la criatura; pelos erizados, hojas erizadas y un escalofrío. Me causó el simple hecho de verlo —Ahora entendía el porqué estaban tan aterrados los pobres gatitos— la cosa grande, peluda y fea tomaba forma mientras la lluvia continuaba, ahora se podía decir que parecía un lobo, pero extremadamente tonificado, parecía que tenía músculos en los musculo. Además de eso tenía algunas cadenas, seguramente estuvo contenido de alguna forma y escapó, entre ellas había una que destacaba, más que una cadena parecía un collar con un... ¿anillo?
—Papas con carne— creí escuchar atrás de mí, voltee lo más rápido que pude para ver si había realmente alguien atrás mío y me pudiese ayudar. Intentando no descuidarme de el animal, pero no alcancé a ver a nadie 1. El punto es que estábamos solo los "tres gatos y el lobo" hasta parecía nombre de cuento infantil, pero lamentablemente de infantil no tenía nada y estaba en un serio problema. Si el animal era tan ágil para caer de esa forma, el correr seguramente era inútil, un enfrentamiento directo contra ese costal de músculos sería casi un suicidio.
Las opciones se estaban reduciendo y los rugidos de la bestia aumentaban, con el corazón a mil por hora y mi mente pensando cada posibilidad llegué a una, posible pero asquerosa solución ¿que tal si le lanzo a Timmy y con Mirla huimos mientras está ocupado? pese a que no me gustaba poco más podía hacer. Pero estos animales son hermosos ¿cómo podrías hacer eso? —Pero si no haces nada tal vez nos coma a los tres— tenía un conflicto interno, mientras lo intentaba resolver el animal se impacientaba, comenzaba a resoplar y se preparaba para envestir —No, definitivamente, no puedo hacerlo. Aunque eso resulte en los "Tres Tristes Tragados" no puedo contradecir mis principios— Después de tomar esa determinación miré a Mirla y le ordené que se fuera, esperando que Timmy también la siguiera —Por allá— le indiqué a mirla la dirección de la cual creía que venía.
—¡Por acá lobo sobrealimentado!— le grité aventándole lo que tenía a mano para posibilitar que se fueran las mascotas. —Buena idea Den lanzarle cosas a un animal furioso— mortificaba mi elección. Si mandé a los gatos en la dirección correcta tal vez se encontraran con la brujita linda que siempre me está cuidando, y tal vez solo tenga que esperarla. Eso en el mejor de los casos, ahora con tantas vueltas que me di tal vez solo pueda hacerles tiempo para que se salven.
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1 mientras escribía escuché eso offrol y me pareció gracioso agregarlo (si suena muy fuera de contexto mp y lo quito)
siento haberme demorado y no haber avisado antes
Dendrei
Experto
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Abundan los peligros en el basto mundo de Aerandir, desde los más grandes hasta los más pequeños, desde los más poderosos hasta los más sutiles, tristemente ese con que se ha tropezado el joven leopardo no es pequeño ni tampoco es sutil, esa cosa peluda que ruge y cae del cielo parece ser una completa máquina asesina que no se detendrá hasta arrancar hasta el último hálito de vida a cualquiera de sus víctimas, aunque de momento parece que su menú del día se enfoca en gatos.
No parecía haber nada capaz de salvar al pobre Dendrei, que flaco y frágil como se veía, seguramente lo partirían como una ramita seca al primer golpe; aunque al menos el joven felino tenía algo a su favor, algo que seguramente le daría la victoria, tenía su... bueno, la verdad es que no tenía nada que asegurara su supervivencia, y se puso peor en el momento que decidió sacrificarse para asegurar la vida de los otros gatos que sin mirar atrás partieron por mero instinto de supervivencia.
Seguramente el cachorro de gato tenía un plan, debía tenerlo ¿O no? La enorme criatura saltó de inmediato a perseguir a los pequeños pero los gritos de Dendrei llamaron su atención y lo marcaron como la víctima más fácil; un primer rugido, por ahora de advertencia, salió de la boca del colosal adversario, uno que podría ser escuchado incluso por la pequeña Magazubi, quien podría orientarse para llegar a donde se encontraba su peludo amigo.
Unos instantes de silencio se sucedieron antes que la colosal bestia saltara sobre el chico leopardo, afortunadamente ser pequeño tiene sus ventajas, una bestia tan pesada tenía problemas para frenar y acabaría estrellándose con más de un árbol en sus intentos por capturar a Dendrei; aunque justo en el momento en que la bestia se lanzaba repetidas veces intentando alcanzar a Dendrei llegaría su ayuda.
Relativamente cerca, Magazubi y la mujer de rojo avanzaban guiadas por los ruidos de la criatura -¿Escuchaste eso?- Preguntó la otra chica que seguía manteniendo su distancia con respecto a la pequeña bruja; no pasaría mucho antes que el par de gatos se estrellaran contra el frente de Pelusa, estaban claramente asustados, a pesar del aura maligna de la brujita que no ayudaba mucho, Mirla decidiría confiar en ella y llevarla hasta donde se encontraba Dendrei, quien tenía la tarea de esquivar a la criatura para asegurar su supervivencia.
∞ Pueden cambiar el orden de los turnos por esta ronda si lo consideran oportuno.
∞ Magazubi: al llegar a la escena encuentras a la furiosa bestia lanzándose sobre Dendrei, pero justo cuando todo parece tan poco esperanzador, el libro vuelve a reaccionar mostrándote las dos palabras que no habías usado antes: “όνειρο” y “σεβασμός”, podrás usar una de ellas contra la criatura y esperar el resultado.
∞ Dendrei: es el momento de demostrar tu pericia, sería una locura tratar de luchar contra semejante bestia pero si decides hacerlo deberás lanzar una runa, si te dedicas a evadir haciendo uso de tu destreza felina no será necesario ninguna runa.
No parecía haber nada capaz de salvar al pobre Dendrei, que flaco y frágil como se veía, seguramente lo partirían como una ramita seca al primer golpe; aunque al menos el joven felino tenía algo a su favor, algo que seguramente le daría la victoria, tenía su... bueno, la verdad es que no tenía nada que asegurara su supervivencia, y se puso peor en el momento que decidió sacrificarse para asegurar la vida de los otros gatos que sin mirar atrás partieron por mero instinto de supervivencia.
Seguramente el cachorro de gato tenía un plan, debía tenerlo ¿O no? La enorme criatura saltó de inmediato a perseguir a los pequeños pero los gritos de Dendrei llamaron su atención y lo marcaron como la víctima más fácil; un primer rugido, por ahora de advertencia, salió de la boca del colosal adversario, uno que podría ser escuchado incluso por la pequeña Magazubi, quien podría orientarse para llegar a donde se encontraba su peludo amigo.
Unos instantes de silencio se sucedieron antes que la colosal bestia saltara sobre el chico leopardo, afortunadamente ser pequeño tiene sus ventajas, una bestia tan pesada tenía problemas para frenar y acabaría estrellándose con más de un árbol en sus intentos por capturar a Dendrei; aunque justo en el momento en que la bestia se lanzaba repetidas veces intentando alcanzar a Dendrei llegaría su ayuda.
Relativamente cerca, Magazubi y la mujer de rojo avanzaban guiadas por los ruidos de la criatura -¿Escuchaste eso?- Preguntó la otra chica que seguía manteniendo su distancia con respecto a la pequeña bruja; no pasaría mucho antes que el par de gatos se estrellaran contra el frente de Pelusa, estaban claramente asustados, a pesar del aura maligna de la brujita que no ayudaba mucho, Mirla decidiría confiar en ella y llevarla hasta donde se encontraba Dendrei, quien tenía la tarea de esquivar a la criatura para asegurar su supervivencia.
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∞ Pueden cambiar el orden de los turnos por esta ronda si lo consideran oportuno.
∞ Magazubi: al llegar a la escena encuentras a la furiosa bestia lanzándose sobre Dendrei, pero justo cuando todo parece tan poco esperanzador, el libro vuelve a reaccionar mostrándote las dos palabras que no habías usado antes: “όνειρο” y “σεβασμός”, podrás usar una de ellas contra la criatura y esperar el resultado.
∞ Dendrei: es el momento de demostrar tu pericia, sería una locura tratar de luchar contra semejante bestia pero si decides hacerlo deberás lanzar una runa, si te dedicas a evadir haciendo uso de tu destreza felina no será necesario ninguna runa.
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Estaba montada en Pelusa, y nos dirigíamos con bastante calma al lugar de encuentro con los felinos, mientras que yo seguía pensando en lo bien que me había sentido utilizando aquella palabra contra los aldeanos. Volví a mirar de reojo mi libro nuevo y esbocé una sonrisa.
Luego escuché un fuerte rugido que me alertó, y cómo si Pelusa y yo compartiéramos cerebros, empezó a correr más fuerte en dirección al ruido. En el camino nos encontramos a Timmy y a Mirla, que me miraban de forma extraña y mantenían distancia, pero que al final nos terminaron de llevar hasta donde estaba Dendrei, y las cosas parecían bastante peligrosas.
La lluvia no ayudaba a la escena, se veía como una de esas peleas épicas, o al menos se veía similar a como yo me las imaginaba y eso lo hacía parecer muy místico. Suspiré al recordar las múltiples aventuras que había tenido con aquel sexy jaguar, ¿sexy? ¿dije sexy? Esperaba que mi papá no me estuviera leyendo.
No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, ¿Dendrei no apreciaba su vida? ¿Por qué estaba llamando la atención de aquel león tan grande y peligroso? No había mucho tiempo para cuestionarme los argumentos explicativos por lo cuál mi compañero había hecho semejante cosa, pero no se lo reprochaba, yo a veces, la mayoría, también hacía muchas locuras en momentos importantes.
El león gigante estaba a punto de lanzarse sobre mi chico, y tenía que salvarlo rápido -¡Ey! Por aquí- grité tratando de llamar su atención, para luego darme cuenta de que mi libro mágico también quería participar en aquella batalla. Sonreí complacida -Amo este libro- pensé mientras leía las opciones que me daba ahora.
-Sevasmós- dije sin pensarlo mucho.(1)
Luego escuché un fuerte rugido que me alertó, y cómo si Pelusa y yo compartiéramos cerebros, empezó a correr más fuerte en dirección al ruido. En el camino nos encontramos a Timmy y a Mirla, que me miraban de forma extraña y mantenían distancia, pero que al final nos terminaron de llevar hasta donde estaba Dendrei, y las cosas parecían bastante peligrosas.
La lluvia no ayudaba a la escena, se veía como una de esas peleas épicas, o al menos se veía similar a como yo me las imaginaba y eso lo hacía parecer muy místico. Suspiré al recordar las múltiples aventuras que había tenido con aquel sexy jaguar, ¿sexy? ¿dije sexy? Esperaba que mi papá no me estuviera leyendo.
No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, ¿Dendrei no apreciaba su vida? ¿Por qué estaba llamando la atención de aquel león tan grande y peligroso? No había mucho tiempo para cuestionarme los argumentos explicativos por lo cuál mi compañero había hecho semejante cosa, pero no se lo reprochaba, yo a veces, la mayoría, también hacía muchas locuras en momentos importantes.
El león gigante estaba a punto de lanzarse sobre mi chico, y tenía que salvarlo rápido -¡Ey! Por aquí- grité tratando de llamar su atención, para luego darme cuenta de que mi libro mágico también quería participar en aquella batalla. Sonreí complacida -Amo este libro- pensé mientras leía las opciones que me daba ahora.
-Sevasmós- dije sin pensarlo mucho.(1)
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(1) Sevasmós, σεβασμός, Respeto.
Magazubi
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Acorralado entre el árbol y aquel lobo sobrealimentado, tenía poco que hacer. Haberlo hecho enfurecer no había sido para nada una buena idea, ahora estaba entre el árbol y el animal, mi pelo erizado como si fuese un gato que intenta hacerle frente a un perro diez veces mas grande. Bueno en realidad hasta ese gato tenía más posibilidades que yo en este momento.
El impulso de huir era constante, pero me mantenía convencido de que era la única opción. El animal rugió ensordeciendo incluso más que el primero, movió sus patas delanteras como una preparación de embestida, por mi parte estaba tan aterrado, crispado que no podía moverme, cada pensamiento se resumía en un grito mental de ¡CORRE! pero mis músculos no obedecían.
El animal ya estaba de camino a mi, apenas un par de metros antes de que impactara conmigo, un grito el único estimulo reconocible por mi en ese momento, era la maravillosa voz de la brujita, en menos de un segundo pasaron fugaces pensamientos, tienes que moverte por Mag, no puedes dejar que te vea herido, ¡protégela! tienes que hacer algo mue... ¡MUÉVETE! la poderosa orden que me di, logró sacarme del trance momentos antes de que impactara.
Logre encontrar a la linda brujita con la mirada —Mag— alcancé a decir casi como un suspiro inaudibble, mi cara seguramente no le transmitido seguridad ninguna, pero al verla con todos me apaciguo, dentro del pavor que sentía en ese momento. Igualmente parecía ya muy tarde para evadirlo completamente… pensé que si hubiera reaccionado antes… o peor que habría pasado si reaccionaba después.
El impulso de huir era constante, pero me mantenía convencido de que era la única opción. El animal rugió ensordeciendo incluso más que el primero, movió sus patas delanteras como una preparación de embestida, por mi parte estaba tan aterrado, crispado que no podía moverme, cada pensamiento se resumía en un grito mental de ¡CORRE! pero mis músculos no obedecían.
El animal ya estaba de camino a mi, apenas un par de metros antes de que impactara conmigo, un grito el único estimulo reconocible por mi en ese momento, era la maravillosa voz de la brujita, en menos de un segundo pasaron fugaces pensamientos, tienes que moverte por Mag, no puedes dejar que te vea herido, ¡protégela! tienes que hacer algo mue... ¡MUÉVETE! la poderosa orden que me di, logró sacarme del trance momentos antes de que impactara.
Logre encontrar a la linda brujita con la mirada —Mag— alcancé a decir casi como un suspiro inaudibble, mi cara seguramente no le transmitido seguridad ninguna, pero al verla con todos me apaciguo, dentro del pavor que sentía en ese momento. Igualmente parecía ya muy tarde para evadirlo completamente… pensé que si hubiera reaccionado antes… o peor que habría pasado si reaccionaba después.
Dendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Algunas veces los más pequeños peleadores son capaces de usar su astucia para vencer a los más grandes oponentes, algunas veces un poco de determinación y esperanza son suficientes para enfrentarse a los problemas sin importar lo grandes que sean, algunas veces un simple chico puede llenarse de valor y derrotar a una terrible bestia sin importar lo grande y espantosa que sea, tristemente esta no sería una de esas veces y el pobre Dendrei acabaría recibiendo un golpe de la feroz criatura que lo lanzó hacia un lado aunque afortunadamente no le dejo ningún daño más allá de algunos raspones y un pequeño mareo; obviamente molestar a una criatura feroz no le llevaría a ningún final feliz.
Nuevamente el valiente felino fue salvado por la joven bruja que apenas llegar lanzó una palabra que hizo sonar su libro como una enigmática campana; una luz roja salió del objeto y como un rayo atravesó a la criatura que se detuvo tras retroceder un par de pasos; estaba atontada ciertamente y aunque no había un daño físico por fuera, su mente había sido domada por una simple palabra de la pequeña que ahora sería atacada por un fuerte dolor de cabeza que menguaría la fuerza de sus piernas hasta hacerla perder el equilibrio.
Serena y silenciosa, la noche volvía a tornarse pacífica, la bestia completamente calmada, aunque lanzando algunos gruñidos, se acercó a un par de metros de Magazubi y se inclinó levemente en señal de respeto; apenas y tendrían tiempo para preocuparse por la seguridad del otro cuando un grito de frustración los tomó por sorpresa -¡No! ¿¡Qué haces!? ¡¡Animal estúpido!!- Una voz conocida le hablaba a la enorme bestia exigiendo obediencia -No te quedes ahí, destrúyelos, necesito sus vidas para alargar la mía- Dijo la misma mujer de rojo mientras su cuerpo comenzaba a cambiar drásticamente y pelo negro comenzaba a salir por todo su cuerpo y junto a unas orejas de gato le dieron un aspecto de fiera, de bestia -¡Malditos mocosos, ustedes, ustedes!- Gritaba alterada mirando con asco sus propios brazos peludos.
Un secreto muy bien guardado se escondía en aquella extraña transformación, una antigua maldición que obligaba a la mujer a comer corazones de niños para mantener una apariencia humana, o al menos eso era lo poco que alcanzaría a leer Magazubi cuando de nuevo su libro se abrió y tras hojearse acabó mostrando un par de imágenes y la descripción de aquello a lo que se enfrentaban; la mujer levantó sus manos y sacó unas afiladas garras con brillos rojizos para luego correr directamente hacia Magazubi, quien aún se encontraba ligeramente mareada y con dolor de cabeza pero antes que la mujer alcanzara a poner un dedo encima de la niña bruja, la enorme bestia que antes había atacado a Dendrei se puso frente a ella para protegerla -¿Cómo te atreves?- Dijo la mujer de rojo al detenerse bruscamente mientras la enorme criatura le gruñía protectora.
Rió la mujer y dio un par de pasos atrás, en su cuello reposaba un collar con 3 esferas de cristal, dos de ellas de color rojo y una de color negro; puso su mano izquierda en una de las esferas rojas que de inmediato comenzó a oscurecerse al mismo tiempo que la enorme y feroz bestia comenzaba a perder masa corporal hasta convertirse en un pequeño gato de aresire tal como las mascotas que el gato planta había salvado -Son reemplazables, todos son reemplazables- Dijo hablando para sí misma -Timmy- Alzó la voz llamando a su mascota, o más bien, a su otra mascota -¡Timmy!- Repitió ahora con más fuerza, el pequeño gato apareció tras unos arbustos con temor a acercarse, pero contra su voluntad algún tipo de magia lo obligaba a volver -Los acabaré, par de mocosos- Avanzó de prisa hacia los chicos que ahora ya no tendrían quién los defendiera, así que adoloridos y mareados tendrían que ayudarse entre ellos.
∞ Los eventos han dado un giro inesperado para demostrar que a veces nada es lo que parece.
∞ Magazubi: Al usar de nuevo el libro podrás ver entre las páginas el rostro del vampiro que te cuidó de pequeña, sabes que lo conoces pero has olvidado su nombre, por más que lo intentes no podrás recordarlo; adicional a eso encontrarás también los datos acerca de la maldición que sufre la mujer, pero si le preguntas al libro (que parece tener voluntad) podrías tener más respuestas; aunque solo podrás hacer una pregunta, elige con cuidado, incluso puedes dejarla para el siguiente turno si lo consideras prudente.
∞ Dendrei: Pues me temo que al final no ha sido muy heroico el desenlace pero al menos estás vivo y completo, tu conocimiento acerca de la mascota que posees te ayuda a sentir algo de empatía hacia las otras criaturas, podrás sentir el dolor y la angustia de la bestia mientras se hace pequeña y también a la inversa, el miedo de Timmy que lucha para no convertirse en otro monstruo; puedes advertirle a Magazubi acerca de tu presentimiento o actuar de inmediato si lo prefieres, si rompes el collar en el cuello de la mujer de rojo puede que interrumpas la tranformación pero tendrás que lanzar una runa si lo intentas.
Nuevamente el valiente felino fue salvado por la joven bruja que apenas llegar lanzó una palabra que hizo sonar su libro como una enigmática campana; una luz roja salió del objeto y como un rayo atravesó a la criatura que se detuvo tras retroceder un par de pasos; estaba atontada ciertamente y aunque no había un daño físico por fuera, su mente había sido domada por una simple palabra de la pequeña que ahora sería atacada por un fuerte dolor de cabeza que menguaría la fuerza de sus piernas hasta hacerla perder el equilibrio.
Serena y silenciosa, la noche volvía a tornarse pacífica, la bestia completamente calmada, aunque lanzando algunos gruñidos, se acercó a un par de metros de Magazubi y se inclinó levemente en señal de respeto; apenas y tendrían tiempo para preocuparse por la seguridad del otro cuando un grito de frustración los tomó por sorpresa -¡No! ¿¡Qué haces!? ¡¡Animal estúpido!!- Una voz conocida le hablaba a la enorme bestia exigiendo obediencia -No te quedes ahí, destrúyelos, necesito sus vidas para alargar la mía- Dijo la misma mujer de rojo mientras su cuerpo comenzaba a cambiar drásticamente y pelo negro comenzaba a salir por todo su cuerpo y junto a unas orejas de gato le dieron un aspecto de fiera, de bestia -¡Malditos mocosos, ustedes, ustedes!- Gritaba alterada mirando con asco sus propios brazos peludos.
Un secreto muy bien guardado se escondía en aquella extraña transformación, una antigua maldición que obligaba a la mujer a comer corazones de niños para mantener una apariencia humana, o al menos eso era lo poco que alcanzaría a leer Magazubi cuando de nuevo su libro se abrió y tras hojearse acabó mostrando un par de imágenes y la descripción de aquello a lo que se enfrentaban; la mujer levantó sus manos y sacó unas afiladas garras con brillos rojizos para luego correr directamente hacia Magazubi, quien aún se encontraba ligeramente mareada y con dolor de cabeza pero antes que la mujer alcanzara a poner un dedo encima de la niña bruja, la enorme bestia que antes había atacado a Dendrei se puso frente a ella para protegerla -¿Cómo te atreves?- Dijo la mujer de rojo al detenerse bruscamente mientras la enorme criatura le gruñía protectora.
Rió la mujer y dio un par de pasos atrás, en su cuello reposaba un collar con 3 esferas de cristal, dos de ellas de color rojo y una de color negro; puso su mano izquierda en una de las esferas rojas que de inmediato comenzó a oscurecerse al mismo tiempo que la enorme y feroz bestia comenzaba a perder masa corporal hasta convertirse en un pequeño gato de aresire tal como las mascotas que el gato planta había salvado -Son reemplazables, todos son reemplazables- Dijo hablando para sí misma -Timmy- Alzó la voz llamando a su mascota, o más bien, a su otra mascota -¡Timmy!- Repitió ahora con más fuerza, el pequeño gato apareció tras unos arbustos con temor a acercarse, pero contra su voluntad algún tipo de magia lo obligaba a volver -Los acabaré, par de mocosos- Avanzó de prisa hacia los chicos que ahora ya no tendrían quién los defendiera, así que adoloridos y mareados tendrían que ayudarse entre ellos.
- Aspecto actual de la mujer de rojo:
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∞ Los eventos han dado un giro inesperado para demostrar que a veces nada es lo que parece.
∞ Magazubi: Al usar de nuevo el libro podrás ver entre las páginas el rostro del vampiro que te cuidó de pequeña, sabes que lo conoces pero has olvidado su nombre, por más que lo intentes no podrás recordarlo; adicional a eso encontrarás también los datos acerca de la maldición que sufre la mujer, pero si le preguntas al libro (que parece tener voluntad) podrías tener más respuestas; aunque solo podrás hacer una pregunta, elige con cuidado, incluso puedes dejarla para el siguiente turno si lo consideras prudente.
∞ Dendrei: Pues me temo que al final no ha sido muy heroico el desenlace pero al menos estás vivo y completo, tu conocimiento acerca de la mascota que posees te ayuda a sentir algo de empatía hacia las otras criaturas, podrás sentir el dolor y la angustia de la bestia mientras se hace pequeña y también a la inversa, el miedo de Timmy que lucha para no convertirse en otro monstruo; puedes advertirle a Magazubi acerca de tu presentimiento o actuar de inmediato si lo prefieres, si rompes el collar en el cuello de la mujer de rojo puede que interrumpas la tranformación pero tendrás que lanzar una runa si lo intentas.
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Amaba a ese libro, y es que ¿cómo no hacerlo cuando siempre estaba ahí listo para ayudarnos a Den y a mi cuando más lo necesitábamos? ¿será que tendría cerebro propio? No estaba segura de que fuera así pero realmente lo importante es que el condenado funcionaba.
Claramente yo no veía nada peligroso al usar un libro mágico desconocido que hacía sonidos tenebrosos, así que cuando escuché el sonido que provenía del libro abrí mis ojos más para saber de qué se trataba, pero sin estar preocupada, más bien me encontraba cada vez más maravillada con todo lo que hacía. De repente del libro salió un espectro rojo intenso que como una espada atravesó el pecho de nuestro oponente dejándolo atontado, pero en cuanto él rayo atravesó su cuerpo me atacó un fuertísimo dolor de cabeza, aquello era insoportable, por lo que rápidamente solté el libro y me llevé las manos a la cabeza, para luego flexionar mis rodillas, quedar en cuclillas y frotarme el cuero cabelludo; pero los acontecimientos no sucedieron así de lindos; no sabía cómo, ni qué había pasado, pero de un momento a otro ya estaba tirada en el suelo sin tener muchas fuerzas como para levantarme de inmediato.
Hubo un momento de silencio y tranquilidad, y aunque yo aún sentía corrientazos en mi cerebro, logré apoyar mis manos en el suelo para observar lo que sucedía. Me percaté de que el león se comportaba de forma extraña, incluso hasta llegó a inclinarse en forma respetuosa ¿se debía a la palabra? Pasé mis ojitos por el cuerpo de Dendrei para confirmar si se encontraba bien y luego suspiré con fastidio cuando la mujer de rojo empezaba a gritar y a desesperarse. Enarqué una ceja al oírla y me quedé mirándola con un rostro muy frío. Batuqueé la cabeza de forma brusca cuando vi que su cuerpo empezó a cambiar y suspiré pensativa -Genial, el universo le pone en frente a mi chico una mujer semi desnuda y felina-. Me encogí un poco de hombros al pensar en que Den era mayor que yo y que seguramente le alegraría la vista ver a una felina con ese aspecto, pero sabía que yo no podía ofrecerle tales vistas. No conforme con ser tres mil veces más sexy que yo la muy acaparadora parecía también dejarme una cicatriz. Mi cerebro no estaba en condiciones para hacer algún tipo de magia que no fuera con ayuda del libro, y no tenía nada cerca con qué defenderme, así que me cubrí con las manos el rostro, para ver ver entre mis deditos como el león súper desarrollado se interponía entre nosotras.
Odiaba sentirme tan débil y sin el control de la situación; mi mente estaba aún aturdida y de verdad lo menos que tenía ganas era de un enfrentamiento con aquella peluda. Solté un jadeo ahogado por otro corrientazo mental y bajé la mirada para ver el libro, que esta vez explicaba un poco sobre lo que hacía la chica, y a demás mostraba una imagen de un hombre… ¿quién diablos era él? ¿sería el dueño del libro?
Me levanté como pude y me rasqué la nuca con una mano mientras con la otra sostenía el libro bajo el brazo. Miré con poca paciencia lo que la felina hacía y le expliqué un poco a Den -Ella come corazones de niños para ser humana- pronuncié volteando a verlo -Destruye el collar…- le propuse al chico mientras empezaba a caminar lentamente hacía los dos gatos y a la mujer.
Caminé sintiéndome en un momento épico porque Pelusa y Mirla me respaldaban atrás, mientras yo caminaba al frente. El viento de la noche estaba suave y movía un poco mi cabello, mientras yo colocaba una cara de mala y por dentro rogaba a todos los dioses que mientras yo distrajera a la chica y Den pudiese quitarle aunque sea un poco de poder.
-¡Tengo un corazón fresco y jugoso!- dije en un tono serio que ni yo misma sabía de donde había salido -Me enfermo poco, jamás he hecho pactos de sangre, y supongo que debe ser carnoso porque bombea con mucha fuerza cuando corro ¿quieres oírlo?-
Claramente yo no veía nada peligroso al usar un libro mágico desconocido que hacía sonidos tenebrosos, así que cuando escuché el sonido que provenía del libro abrí mis ojos más para saber de qué se trataba, pero sin estar preocupada, más bien me encontraba cada vez más maravillada con todo lo que hacía. De repente del libro salió un espectro rojo intenso que como una espada atravesó el pecho de nuestro oponente dejándolo atontado, pero en cuanto él rayo atravesó su cuerpo me atacó un fuertísimo dolor de cabeza, aquello era insoportable, por lo que rápidamente solté el libro y me llevé las manos a la cabeza, para luego flexionar mis rodillas, quedar en cuclillas y frotarme el cuero cabelludo; pero los acontecimientos no sucedieron así de lindos; no sabía cómo, ni qué había pasado, pero de un momento a otro ya estaba tirada en el suelo sin tener muchas fuerzas como para levantarme de inmediato.
Hubo un momento de silencio y tranquilidad, y aunque yo aún sentía corrientazos en mi cerebro, logré apoyar mis manos en el suelo para observar lo que sucedía. Me percaté de que el león se comportaba de forma extraña, incluso hasta llegó a inclinarse en forma respetuosa ¿se debía a la palabra? Pasé mis ojitos por el cuerpo de Dendrei para confirmar si se encontraba bien y luego suspiré con fastidio cuando la mujer de rojo empezaba a gritar y a desesperarse. Enarqué una ceja al oírla y me quedé mirándola con un rostro muy frío. Batuqueé la cabeza de forma brusca cuando vi que su cuerpo empezó a cambiar y suspiré pensativa -Genial, el universo le pone en frente a mi chico una mujer semi desnuda y felina-. Me encogí un poco de hombros al pensar en que Den era mayor que yo y que seguramente le alegraría la vista ver a una felina con ese aspecto, pero sabía que yo no podía ofrecerle tales vistas. No conforme con ser tres mil veces más sexy que yo la muy acaparadora parecía también dejarme una cicatriz. Mi cerebro no estaba en condiciones para hacer algún tipo de magia que no fuera con ayuda del libro, y no tenía nada cerca con qué defenderme, así que me cubrí con las manos el rostro, para ver ver entre mis deditos como el león súper desarrollado se interponía entre nosotras.
Odiaba sentirme tan débil y sin el control de la situación; mi mente estaba aún aturdida y de verdad lo menos que tenía ganas era de un enfrentamiento con aquella peluda. Solté un jadeo ahogado por otro corrientazo mental y bajé la mirada para ver el libro, que esta vez explicaba un poco sobre lo que hacía la chica, y a demás mostraba una imagen de un hombre… ¿quién diablos era él? ¿sería el dueño del libro?
Me levanté como pude y me rasqué la nuca con una mano mientras con la otra sostenía el libro bajo el brazo. Miré con poca paciencia lo que la felina hacía y le expliqué un poco a Den -Ella come corazones de niños para ser humana- pronuncié volteando a verlo -Destruye el collar…- le propuse al chico mientras empezaba a caminar lentamente hacía los dos gatos y a la mujer.
Caminé sintiéndome en un momento épico porque Pelusa y Mirla me respaldaban atrás, mientras yo caminaba al frente. El viento de la noche estaba suave y movía un poco mi cabello, mientras yo colocaba una cara de mala y por dentro rogaba a todos los dioses que mientras yo distrajera a la chica y Den pudiese quitarle aunque sea un poco de poder.
-¡Tengo un corazón fresco y jugoso!- dije en un tono serio que ni yo misma sabía de donde había salido -Me enfermo poco, jamás he hecho pactos de sangre, y supongo que debe ser carnoso porque bombea con mucha fuerza cuando corro ¿quieres oírlo?-
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
La bestia, había acabado de envestir, como era de esperar algo tan grande, de tanta magnitud me mandó a volar, afortunadamente los gatos caen de pie... O por lo menos eso dicen.
Habiendo descendido de manera no muy agraciada, quizá incluso rodando unos cuantos metros, logre sortear de manera levemente eficaz las posibles heridas que me pude haber causado al caer. Palpé mi cuerpo para confirmar que... ¿estaba vivo? al parecer mi suerte me seguía acompañando. Solo me dolió el costado de mi cuerpo impactado, que había perdido las hojas dejando expuesto mi mojado pelaje.
Después de haber hecho un recuento rápido de los daños, me apresuré por ver como estaba mi brujita que una vez más había logrado socorrerme, me parecía un tanto irrisoria la situación, desde que nos conocimos, a escepcion de la situacion con aquel wendingo, yo no he parado de ser la damisela en apuros y ella mi príncipe valiente.
Mi principe sacó un nuevo truco de su al parecer innumerable repertorio, y que todavía no he podido ahondar n cuantos tiene. Esta vez me sorprendió con un destello rojo que me encandiló, no logre ver bien pero parecía que la luz tuviera forma y conciencia ya que llegó hasta el lobo y lo paralizó. No alcancé a saborear nuestra aparente victoria ya que vi a mi pobre brujita retorciéndose de dolor en el suelo. —Maaag— grité desesperado al no saber lo que le pasaba.
Corrí con dificultad por el dolor que me causaba la tensión del área afectada por el golpe, pero ignoré el dolor con la determinación de llegar a Mag. Como si no fuera suficiente problema la chica nudista, que cuando la vi en un principió no quería acercarme a ella por simple intuición, o por la mala experiencia con la anterior chica mariposa exhibicionista. Ahora se estaba transformando en... En una ¡chica felina exhibicionista! que además tenía intenciones de golpear a mi brujita mientras seguía indefensa. Le rugí instintivamete, por mas atractiva que sea no me importaba nada más que mantener a salvo a mi principe, al menos una vez.
Cosa que no pude realizar ya que el lobo ssobrealimentado que antes nos atacaba inatamente nos ayudó, sentía algo diferente en su actitud, se podría decir que estaba liberado, o mejor dicho actuando por su cuenta.
por fin llegué a su lado, alcancé a ver tirado el libro que estaba en la caja y este mostraba a aquel señor que conocí en la odha, mi memoria normalmente me falla, pero ¿cómo olvidar a aquélla persona que me presento Mag como su padre y que me llamó mascota? además parecía un buen sujeto, solo que estaba padando por problemas —la sangre...— recordé que podía ser ¿un padre con impulsos suicidas?. ahora la pregunta que me surgió era que hacía precisamente ahí. Igual eso no importaba ahora.
Mag se había incorporado y me explicó vagamente sobre aquélla chica gato, la brujita no se veía todavía recompuesta del todo así que decidí hacerle frente a la come corazones.
Está comenzó a realizar extrañas cosas con Timmy parecía que los torturaba. lo que creí que era un lobo gigante, agachaba las orejas como si escuchara un chirrido o algo parecido, su gran talla parecía disminuir rápidamente, creí por un segundo que el golpe me había hecho alucinar, pero a medida que la criatura que se interponía entre la nudista y nosotros, se transformada en un casi inofensivo gato de ashaire incluso más pequeño que Mirla, me causaba dolor ver como sufrían con aquella forzada transformación. Así mismo Timmy comenzó a crecer, solo que este no parecía dolerle, sino que se veía ansioso. No podía estar indiferente ante eso, llegaba asentir la angustia del animal más cercano a nosotros, y buscando respuestas al porqué estaba pasando eso, encontré con la mirada al collar de la chica que parecía brillar, y de cierta forma me atraía el resplandor.
Estaba planeando como hacercarme, en teoría era fácil "saltas, garras, rompes cosa linda que brilla, ganas"o algo así imaginaba en ese momento. Pero de pronto, Mag comenzó a actuar de forma extraña, tal vez cuando se tiró al suelo calló bajo un hechizo, o estará delirando. ¿Quién se le ofrece como comida de esa forma? o tal vez peor, los impulsos suicidas son de familia.
—Mag ¡cuidado atrás! ¿Qué haces— la tome de la mano y la intente tirar hacia mi, la chica gato desnuda parecía molesta por aquello. Para no insistir más dejé atrás a Magui y salí corriendo la mayor velocidad que permitía las secuelas del golpe, mis hojas, pelo y cola se movían con el viento y la lluvia agregaba un aspecto dramático. arremetiendo contra la gata. Todo mi "elaborado" plan anterior se había desvanecido, y ahora no quedaba más que improvisar algo en el momento, saqué un puñado de hojas fue un poco menos doloroso que quitarse un pelo, estando a pocos metros se lo lancé intentando confundirla, o algo así uno no piensa muy claramente en situaciones como esta, extendí brazo, tense la extremidad sacando las garras he intenté quitarle el collar, tal como me sugirió Mag, que parecía la causa de la tortura a aquellas inocentes criaturas.
Habiendo descendido de manera no muy agraciada, quizá incluso rodando unos cuantos metros, logre sortear de manera levemente eficaz las posibles heridas que me pude haber causado al caer. Palpé mi cuerpo para confirmar que... ¿estaba vivo? al parecer mi suerte me seguía acompañando. Solo me dolió el costado de mi cuerpo impactado, que había perdido las hojas dejando expuesto mi mojado pelaje.
Después de haber hecho un recuento rápido de los daños, me apresuré por ver como estaba mi brujita que una vez más había logrado socorrerme, me parecía un tanto irrisoria la situación, desde que nos conocimos, a escepcion de la situacion con aquel wendingo, yo no he parado de ser la damisela en apuros y ella mi príncipe valiente.
Mi principe sacó un nuevo truco de su al parecer innumerable repertorio, y que todavía no he podido ahondar n cuantos tiene. Esta vez me sorprendió con un destello rojo que me encandiló, no logre ver bien pero parecía que la luz tuviera forma y conciencia ya que llegó hasta el lobo y lo paralizó. No alcancé a saborear nuestra aparente victoria ya que vi a mi pobre brujita retorciéndose de dolor en el suelo. —Maaag— grité desesperado al no saber lo que le pasaba.
Corrí con dificultad por el dolor que me causaba la tensión del área afectada por el golpe, pero ignoré el dolor con la determinación de llegar a Mag. Como si no fuera suficiente problema la chica nudista, que cuando la vi en un principió no quería acercarme a ella por simple intuición, o por la mala experiencia con la anterior chica mariposa exhibicionista. Ahora se estaba transformando en... En una ¡chica felina exhibicionista! que además tenía intenciones de golpear a mi brujita mientras seguía indefensa. Le rugí instintivamete, por mas atractiva que sea no me importaba nada más que mantener a salvo a mi principe, al menos una vez.
Cosa que no pude realizar ya que el lobo ssobrealimentado que antes nos atacaba inatamente nos ayudó, sentía algo diferente en su actitud, se podría decir que estaba liberado, o mejor dicho actuando por su cuenta.
por fin llegué a su lado, alcancé a ver tirado el libro que estaba en la caja y este mostraba a aquel señor que conocí en la odha, mi memoria normalmente me falla, pero ¿cómo olvidar a aquélla persona que me presento Mag como su padre y que me llamó mascota? además parecía un buen sujeto, solo que estaba padando por problemas —la sangre...— recordé que podía ser ¿un padre con impulsos suicidas?. ahora la pregunta que me surgió era que hacía precisamente ahí. Igual eso no importaba ahora.
Mag se había incorporado y me explicó vagamente sobre aquélla chica gato, la brujita no se veía todavía recompuesta del todo así que decidí hacerle frente a la come corazones.
Está comenzó a realizar extrañas cosas con Timmy parecía que los torturaba. lo que creí que era un lobo gigante, agachaba las orejas como si escuchara un chirrido o algo parecido, su gran talla parecía disminuir rápidamente, creí por un segundo que el golpe me había hecho alucinar, pero a medida que la criatura que se interponía entre la nudista y nosotros, se transformada en un casi inofensivo gato de ashaire incluso más pequeño que Mirla, me causaba dolor ver como sufrían con aquella forzada transformación. Así mismo Timmy comenzó a crecer, solo que este no parecía dolerle, sino que se veía ansioso. No podía estar indiferente ante eso, llegaba asentir la angustia del animal más cercano a nosotros, y buscando respuestas al porqué estaba pasando eso, encontré con la mirada al collar de la chica que parecía brillar, y de cierta forma me atraía el resplandor.
Estaba planeando como hacercarme, en teoría era fácil "saltas, garras, rompes cosa linda que brilla, ganas"o algo así imaginaba en ese momento. Pero de pronto, Mag comenzó a actuar de forma extraña, tal vez cuando se tiró al suelo calló bajo un hechizo, o estará delirando. ¿Quién se le ofrece como comida de esa forma? o tal vez peor, los impulsos suicidas son de familia.
—Mag ¡cuidado atrás! ¿Qué haces— la tome de la mano y la intente tirar hacia mi, la chica gato desnuda parecía molesta por aquello. Para no insistir más dejé atrás a Magui y salí corriendo la mayor velocidad que permitía las secuelas del golpe, mis hojas, pelo y cola se movían con el viento y la lluvia agregaba un aspecto dramático. arremetiendo contra la gata. Todo mi "elaborado" plan anterior se había desvanecido, y ahora no quedaba más que improvisar algo en el momento, saqué un puñado de hojas fue un poco menos doloroso que quitarse un pelo, estando a pocos metros se lo lancé intentando confundirla, o algo así uno no piensa muy claramente en situaciones como esta, extendí brazo, tense la extremidad sacando las garras he intenté quitarle el collar, tal como me sugirió Mag, que parecía la causa de la tortura a aquellas inocentes criaturas.
Dendrei
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
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Tyr
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Aullidos y gritos se aletargaban entre la noche y el viento mientras aquella mujer bestia furiosa con los niños que se negaban a ser su comida, apretaba los puños presa de una incontenible cólera, más aún cuando aquella mocosa parecía retarla de tal manera -Tendré sus corazones, es inevitable, los quiero, los necesito- Balbuceaba la gata frente a la niña suicida mientras Timmy tomaba proporciones gigantescas; sus patas lucían más largas y grandes garras se asomaban de sus dedos, eso sin mencionar los largos y afilados colmillos que seguramente podría partir en dos al pobre Dendrei -No existe otro final posible- Dijo la gata poniéndose en guardia ante la arremetida del chico planta que no parecía suponer un gran problema.
No tuvo tiempo a reaccionar cuando el astuto chico le arrojó las hojas a la cara y mientras intentaba cubrirse con las manos, las garras del joven felino impactaron contra su collar arrancándolo de su cuerpo y lanzándolo al piso; de inmediato se detuvo la transformación de Timmy, quien rodeado de un extraño vapor oscuro comenzaba a volver a su forma física normal; definitivamente habían logrado equilibrar la difícil situación, ahora ellos eran varios y la mujer una sola; como era de esperarse, al verse rodeada y sin su collar para controlar a sus mascotas, retrocedió un par de pasos -Malditos mocosos- A pesar de todo se negaba a marcharse, no sin tener aquellos jugosos órganos.
Sombras etéreas comenzaron a envolver a la mujer que de inmediato entró en pánico -No, aún no, me falta muy poco, muy poco- Gritaba mirando a todos lados como si le hablara alguien que Maga y Dendrei no podían ver -Ustedes, malditos mocosos, todo es su culpa- Acusó con voz gutural mientras colocaba las manos a los lados y sacaba también sus garras; giró el rostro a un lado para ver su collar en el piso, ahora que estaba roto no le serviría de ayuda; no le quedaba más remedio que atacar al par de mocosos que habían retrasado sus planes y debía darse prisa, pues su peluda piel parecía comenzar a desquebrajarse y caerse a pedazos.
Un nuevo impulso de utilidad del misterioso libro se hizo presente mientras la mujer corría hacia ellos dispuesta a despellejarlos; las hojas comenzaron a pasar y moverse hasta que se detuvo en un par de páginas en blanco, en una de ellas comenzaban a aparecer los rostros de varios conocidos de la pequeña bruja, esta vez no solo olvidaría a una persona sino a todas las que guardaba en sus recuerdos a cambio de usar la última palabra; sin embargo en la página de al lado había una nueva palabra que no había visto antes “Να καταστρέψει”.
Rápidos golpes cortantes eran lanzados por aquella gata en contra de Dendrei que era quien estaba más cerca de ella, una vez que lo derrotara iría seguramente contra la brujita quien debía apresurarse en tomar la decisión de usar la última palabra que le estaba ofreciendo el libro a un alto costo que tal vez podría imaginar; Dendrei por su parte solo tendría que resistir, pues aquella agresiva felina parecía descomponerse mientras luchaba; su piel peluda comenzaba a mostrar fisuras brillantes como si se tratara de una figura de arcilla con una luz en su interior.
∞ Magazubi: estará en un dilema entre usar alguna de las dos palabras o ninguna de ellas; pero Dendrei parecer estar en problemas y el libro pide ser usado ¿Cuál será la solución? Deberás lanzar una runa que determinará la suerte de Dendrei:
∞ Buena o mejor suerte: Den gana y la mujer se rompe sin mucho esfuerzo.
∞ Suerte media: El pequeño jaguar logrará vencerla aunque con mucho esfuerzo y algunas heridas recibidas.
∞ Mala o peor suerte: Dendrei será derrotado pero al menos logrará detener a la gata el tiempo suficiente.
∞ Dendrei: Tras una batalla de Rasguños, tal vez consigas derrotar a la gata aunque más que todo porque su cuerpo comenzará a romperse sin explicación, basado en la suerte de runas que salgan a tu compañera deberás describir la lucha para evitar que la felina llegue a donde se encuentra Magazubi.
No tuvo tiempo a reaccionar cuando el astuto chico le arrojó las hojas a la cara y mientras intentaba cubrirse con las manos, las garras del joven felino impactaron contra su collar arrancándolo de su cuerpo y lanzándolo al piso; de inmediato se detuvo la transformación de Timmy, quien rodeado de un extraño vapor oscuro comenzaba a volver a su forma física normal; definitivamente habían logrado equilibrar la difícil situación, ahora ellos eran varios y la mujer una sola; como era de esperarse, al verse rodeada y sin su collar para controlar a sus mascotas, retrocedió un par de pasos -Malditos mocosos- A pesar de todo se negaba a marcharse, no sin tener aquellos jugosos órganos.
Sombras etéreas comenzaron a envolver a la mujer que de inmediato entró en pánico -No, aún no, me falta muy poco, muy poco- Gritaba mirando a todos lados como si le hablara alguien que Maga y Dendrei no podían ver -Ustedes, malditos mocosos, todo es su culpa- Acusó con voz gutural mientras colocaba las manos a los lados y sacaba también sus garras; giró el rostro a un lado para ver su collar en el piso, ahora que estaba roto no le serviría de ayuda; no le quedaba más remedio que atacar al par de mocosos que habían retrasado sus planes y debía darse prisa, pues su peluda piel parecía comenzar a desquebrajarse y caerse a pedazos.
Un nuevo impulso de utilidad del misterioso libro se hizo presente mientras la mujer corría hacia ellos dispuesta a despellejarlos; las hojas comenzaron a pasar y moverse hasta que se detuvo en un par de páginas en blanco, en una de ellas comenzaban a aparecer los rostros de varios conocidos de la pequeña bruja, esta vez no solo olvidaría a una persona sino a todas las que guardaba en sus recuerdos a cambio de usar la última palabra; sin embargo en la página de al lado había una nueva palabra que no había visto antes “Να καταστρέψει”.
Rápidos golpes cortantes eran lanzados por aquella gata en contra de Dendrei que era quien estaba más cerca de ella, una vez que lo derrotara iría seguramente contra la brujita quien debía apresurarse en tomar la decisión de usar la última palabra que le estaba ofreciendo el libro a un alto costo que tal vez podría imaginar; Dendrei por su parte solo tendría que resistir, pues aquella agresiva felina parecía descomponerse mientras luchaba; su piel peluda comenzaba a mostrar fisuras brillantes como si se tratara de una figura de arcilla con una luz en su interior.
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∞ Magazubi: estará en un dilema entre usar alguna de las dos palabras o ninguna de ellas; pero Dendrei parecer estar en problemas y el libro pide ser usado ¿Cuál será la solución? Deberás lanzar una runa que determinará la suerte de Dendrei:
∞ Buena o mejor suerte: Den gana y la mujer se rompe sin mucho esfuerzo.
∞ Suerte media: El pequeño jaguar logrará vencerla aunque con mucho esfuerzo y algunas heridas recibidas.
∞ Mala o peor suerte: Dendrei será derrotado pero al menos logrará detener a la gata el tiempo suficiente.
∞ Dendrei: Tras una batalla de Rasguños, tal vez consigas derrotar a la gata aunque más que todo porque su cuerpo comenzará a romperse sin explicación, basado en la suerte de runas que salgan a tu compañera deberás describir la lucha para evitar que la felina llegue a donde se encuentra Magazubi.
Ansur
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
Estaba de lo más tranquila provocando a la gata; sabía que era un gran riesgo, pero al menos le daría una ventana de tiempo suficiente a Dendrei para que pudiera deshacerse del collar que la mujer de rojo tenía.
Mi gatito parecía un poco desesperado por ayudarme e impresionado por mi discurso en donde describía lo sabroso que podía llegar a ser mi corazón. Internamente quería decirle a Den que no se preocupara, y que no iba a dejar que aquella loca me tocara, pero debía mantener las apariencias, así que cuando el me jaló, yo simplemente me quedé quieta mirando hacía la gata, y esperando a que mi chico no siguiera insistiendo.
Gracias a todos los dioses, mi terco gatito se alejó de mí y se dispuso a atacar el collar. Cosa que agradecía con creces porque el gatito de la mujer empezó a crecer de forma desmesurada. Vi con temor las garras del gato que crecía y luego… Mi héroe rompió el collar. Eso claramente no le gustó a la mujer… y empezó a gritar, llamarnos mocosos y a pedirle tiempo ¿al tiempo? Porque al parecer necesitaba de aquel collar para vivir, o de nuestros corazones. Me encogí de hombros con aire inocente pero pícaro y le lancé una sonrisa de victoria al ver que teníamos la balanza de nuestro lado. Eso a ella no le pareció gracioso y saco sus afiladas garras para atacar a mi gatito. Solté un grito ahogado mientras sentía una presión en el pecho por miedo a que le sucediera algo a Dendrei.
-¡Abajo!- le grité como una orden a Dendrei y de mi pequeño bolso saqué tres agujas, una de cascabel, que lancé hacía la corteza de un árbol como distracción y luego las otras dos directamente a los ojos de la gata.
Estaba tan asustada y desesperada por ayudar a mi chico que al ver que el libro empezó a mostrar más frases y caras simplemente lo lancé a un lado. No tenía tiempo de lidiar con resultados inciertos, y sentía que esta vez podía controlar la situación sin ayuda de unas páginas. Por más provocativo que era usar aquel libro, porque me encantaba, era más importante para mí asegurar que Dendrei se encontrará bien.
Mi gatito parecía un poco desesperado por ayudarme e impresionado por mi discurso en donde describía lo sabroso que podía llegar a ser mi corazón. Internamente quería decirle a Den que no se preocupara, y que no iba a dejar que aquella loca me tocara, pero debía mantener las apariencias, así que cuando el me jaló, yo simplemente me quedé quieta mirando hacía la gata, y esperando a que mi chico no siguiera insistiendo.
Gracias a todos los dioses, mi terco gatito se alejó de mí y se dispuso a atacar el collar. Cosa que agradecía con creces porque el gatito de la mujer empezó a crecer de forma desmesurada. Vi con temor las garras del gato que crecía y luego… Mi héroe rompió el collar. Eso claramente no le gustó a la mujer… y empezó a gritar, llamarnos mocosos y a pedirle tiempo ¿al tiempo? Porque al parecer necesitaba de aquel collar para vivir, o de nuestros corazones. Me encogí de hombros con aire inocente pero pícaro y le lancé una sonrisa de victoria al ver que teníamos la balanza de nuestro lado. Eso a ella no le pareció gracioso y saco sus afiladas garras para atacar a mi gatito. Solté un grito ahogado mientras sentía una presión en el pecho por miedo a que le sucediera algo a Dendrei.
-¡Abajo!- le grité como una orden a Dendrei y de mi pequeño bolso saqué tres agujas, una de cascabel, que lancé hacía la corteza de un árbol como distracción y luego las otras dos directamente a los ojos de la gata.
Estaba tan asustada y desesperada por ayudar a mi chico que al ver que el libro empezó a mostrar más frases y caras simplemente lo lancé a un lado. No tenía tiempo de lidiar con resultados inciertos, y sentía que esta vez podía controlar la situación sin ayuda de unas páginas. Por más provocativo que era usar aquel libro, porque me encantaba, era más importante para mí asegurar que Dendrei se encontrará bien.
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OffRol
Giro inesperado, Maguita no usará el libro.
Maga ataca.
Primer dado mi suerte, y el segundo la de Den.
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Giro inesperado, Maguita no usará el libro.
Maga ataca.
Primer dado mi suerte, y el segundo la de Den.
Magazubi
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Re: La noche de la bestia [Mastereado][Magazubi+Dendrei]
El miembro 'Magazubi' ha efectuado la acción siguiente: La voluntad de los dioses
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Tyr
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