[Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
"¿Cómo lobos?" se me hizo un nudo en la garganta. "Si precisamente lucho para no dejarlo salir..."
"Venga, déjame salir ya has escuchado al mosquito chupasangres" en mi interior sonó un largo aullido de victoria. "Primero los mato a todos y luego me zampo a esa rata."
"¡Que no voy a dejarte salir!" no tarde en sentir su replica en forma de un agudo dolor de cabeza. "¿Pero como habrá sabido que soy un licántropo?" miré con gran curiosidad y cierta admiración al que, por las frases de la otra licántropa, debía de ser un vampiro. "¿Tendrá algo que ver con ese gremio?" me pregunté al tiempo que no sabía si estaba bien que sintiera admiración por mi supuesto enemigo natural.
Mientras yo me perdía en mis elucubraciones el grupo se había puesto en marcha. Bio comandaba el grupo formado por él y Nicolás. Mientras que el nuestro lo comandaba Katrina, que no había tardado ni un segundo en ponerse a la cabeza, formado por el lobo grande y yo. Me retrasé en seguirle la pista a mi grupo, y me tocó estar en la retaguardia, a parte de que no podía ir tan rápido como hacían ellos en su forma lobo. Mientras ellos buscaban un sendero yo me entretenía escuchando los sonidos de los perseguidores del otro grupo y parándome de vez en cuando para ocultarme de la luz de sus antorchas. No pasó mucho tiempo para que se escuchará un tremendo jaleo no muy lejos de nuestra posición, supuse que era la distracción que nuestros compañeros nos estaban brindando. Liberados ya de nuestros perseguidores me centré en seguir el camino que Katrina nos marcaba.
Tras unos cuantos minutos de trayecto lento y con precaución de no desvelar nuestra posición llegamos al improvisado campamento de aquellos fanáticos. Aún faltaban muchos de ellos por salir a darnos caza y aún se habían guardado bestias muy peligrosas que seguramente nos hubiesen puesto en tantos aprietos como el rinoceronte. Había leones, tigres, incluso elefantes.
-No podemos atacar de frente. ¡Sería un suicidio!- me apresuré a susurrar a mis compañeros. No conocía demasiado a Katrina pero ya me podía imaginar la idea que se le estaba pasando por la cabeza.
La loba se giró hacia mi y me miró sin comprender.
"¿En nuestra forma lobo no entendemos el lenguaje humano?" comencé a temer que no pudiera comunicarme con ellos.
Pero Katrina volvió a transformarse en humana y me miró inquisitoriamente.
-¡Lo que me faltaba! ¡Otro cobarde! ¿Y por qué no estás transformado?
-Es una larga historia... puede que luego te la cuente... Pero vamos a lo importante. - intenté dar de lado al hecho de que siguiera sin transformar, eso no nos iba a ayudar y no iba a cambiar de opinión al respecto. -Somos lobos, ¿no? No somos toros, no vamos arramblando por ahí sin cabeza. Somos cazadores, acechamos a nuestras presas y cuando menos se lo esperan les hincamos el diente. Pues seamos lobos. - miré tambien al otro licántropo esperando convencerle. -Debemos encontrar otra vía de entrada.
________________________________________________________________________________________________________
Off: Perdón por la tardanza u.u tenía trabajos de la universidad.
Crey te dejo a Katrina para que decidas si optamos por una vía más secundaria y sigilosa o una vía más directa y a saco.
"Venga, déjame salir ya has escuchado al mosquito chupasangres" en mi interior sonó un largo aullido de victoria. "Primero los mato a todos y luego me zampo a esa rata."
"¡Que no voy a dejarte salir!" no tarde en sentir su replica en forma de un agudo dolor de cabeza. "¿Pero como habrá sabido que soy un licántropo?" miré con gran curiosidad y cierta admiración al que, por las frases de la otra licántropa, debía de ser un vampiro. "¿Tendrá algo que ver con ese gremio?" me pregunté al tiempo que no sabía si estaba bien que sintiera admiración por mi supuesto enemigo natural.
Mientras yo me perdía en mis elucubraciones el grupo se había puesto en marcha. Bio comandaba el grupo formado por él y Nicolás. Mientras que el nuestro lo comandaba Katrina, que no había tardado ni un segundo en ponerse a la cabeza, formado por el lobo grande y yo. Me retrasé en seguirle la pista a mi grupo, y me tocó estar en la retaguardia, a parte de que no podía ir tan rápido como hacían ellos en su forma lobo. Mientras ellos buscaban un sendero yo me entretenía escuchando los sonidos de los perseguidores del otro grupo y parándome de vez en cuando para ocultarme de la luz de sus antorchas. No pasó mucho tiempo para que se escuchará un tremendo jaleo no muy lejos de nuestra posición, supuse que era la distracción que nuestros compañeros nos estaban brindando. Liberados ya de nuestros perseguidores me centré en seguir el camino que Katrina nos marcaba.
Tras unos cuantos minutos de trayecto lento y con precaución de no desvelar nuestra posición llegamos al improvisado campamento de aquellos fanáticos. Aún faltaban muchos de ellos por salir a darnos caza y aún se habían guardado bestias muy peligrosas que seguramente nos hubiesen puesto en tantos aprietos como el rinoceronte. Había leones, tigres, incluso elefantes.
-No podemos atacar de frente. ¡Sería un suicidio!- me apresuré a susurrar a mis compañeros. No conocía demasiado a Katrina pero ya me podía imaginar la idea que se le estaba pasando por la cabeza.
La loba se giró hacia mi y me miró sin comprender.
"¿En nuestra forma lobo no entendemos el lenguaje humano?" comencé a temer que no pudiera comunicarme con ellos.
Pero Katrina volvió a transformarse en humana y me miró inquisitoriamente.
-¡Lo que me faltaba! ¡Otro cobarde! ¿Y por qué no estás transformado?
-Es una larga historia... puede que luego te la cuente... Pero vamos a lo importante. - intenté dar de lado al hecho de que siguiera sin transformar, eso no nos iba a ayudar y no iba a cambiar de opinión al respecto. -Somos lobos, ¿no? No somos toros, no vamos arramblando por ahí sin cabeza. Somos cazadores, acechamos a nuestras presas y cuando menos se lo esperan les hincamos el diente. Pues seamos lobos. - miré tambien al otro licántropo esperando convencerle. -Debemos encontrar otra vía de entrada.
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Off: Perdón por la tardanza u.u tenía trabajos de la universidad.
Crey te dejo a Katrina para que decidas si optamos por una vía más secundaria y sigilosa o una vía más directa y a saco.
Ircan
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Ah, esa maldita jinete cayo encima de mi. Menos mal que ese vampiro de prominente barba me la quito de encima y acabo con ella. A mi parecer... estaba un poco gorda por lo que pesaba, no creo que sea algo que si se lo dijese ahora le importase mucho, sobre todo por lo de estar muerta y eso.
Pero centrándome en lo mas importante, los enemigos venían, y probablemente serian mas de los que podríamos controlar nosotros solos. Esto se estaba poniendo peliagudo. Suerte la nuestra que el vampiro que al parecer se llamaba Bio dijo con seguridad que si acabábamos con el tipo rata los enemigos dejarían de perseguirnos... o al menos creo que esta seguro de que así sera. Llegados a este punto no teníamos mucho que perder, mas que la vida. Su idea fue simple, los licantropos por un lado, por fin se dieron cuenta, o al menos eso creo, ya que eramos los mas rápidos, y ellos intentarían mantener ocupados a los que venían. He de reconocerlo, para ser un parásito chupa sangre tiene pelotas. Tristemente no podía decir lo mismo de nuestro compañero "licantropo". En todo el trayecto que hicimos, de los tres, el era el único que aún no estaba transformado. Comenzaba a pensar de que probablemente tendría algún problema con su transformación o con intentar transformarse.
Después de un rato largo, por culpa de alguien que decidió usar piernas por patas, llegamos a donde se encontraba la sucia rata. esta estaba protegida, como era de esperarse. Eran muchos y probablemente no conseguiríamos acabar con todos para llegar a la rata. El tipo y la chica comenzaron a discutir para ver si atacar directamente y optar por una opción mas discreta. El tipo me miro a mi, supongo que esperando que apoyase su punto. La chica hizo lo mismo.
- Y? tu que harás cachorro? - pregunto gruñona, la chica.
Lo siento por el chico, no es que el sigilo no sea un punto fuerte en mi, pero prefiero, al menos en esta situación en concreto, hacer algo de ruido.
Sin que a mis compañeros le diese tiempo a reaccionar salí de los arbustos para llamar la atencion de los presentes. Y así fue. Comencé a gruñir mientras corría hacia ellos. Un par intentó atacarme, pero no lo consiguieron.
- Agárrenlo - gritó el tipo rata.
De pronto me vi rodeado por todo el mundo. Poco a poco se acercaban a mi con las intenciones claras de acabar conmigo. Los deje acercarse un poco mas para que todos estuvieran a rango. Ahora va a ver porque me apellido Howlin. Cuando todos se encontraron los suficientemente cerca de mi utilice mi habilidad "Aullido atronados". Con un poderoso aullido todos aquellos que se encontraron cerca de mi sufrieron un gran daño en sus tímpanos, esto los desoriento y los desestabilizo, dándome la oportunidad de pasar entre ellos y correr para alejarlos de mis otros dos compañeros ocultos.
- No se queden ahí, persiganlo - volvió a gritar la rata.
Algunos no consiguieron escuchar la orden de la rata. Y aquellos que lo hicieron comenzaron a seguirme medio tambaleantes, unos pocos se cayeron por el mareo. Pronto todos estaría siguiéndome pero a duras penas, no serian capaces de alcanzarme después de ese aullido, solo espero que mis compañeros sepan usar bien esta distracción. Y lo digo sobretodo por la licantropa.
Aullido atronador
Especialización: Cualquiera
Nivel mínimo: 0
El licántropo realiza un aullido muy agudo que perturba los sentidos (no sólo el oído, sino que afecta también el equilibrio por medio del oído y, con ello, la vista por el mareo). Todo ser a menos de 5 metros sufrirá de sus sentidos perturbados un 40% durante 2 turnos.
Pero centrándome en lo mas importante, los enemigos venían, y probablemente serian mas de los que podríamos controlar nosotros solos. Esto se estaba poniendo peliagudo. Suerte la nuestra que el vampiro que al parecer se llamaba Bio dijo con seguridad que si acabábamos con el tipo rata los enemigos dejarían de perseguirnos... o al menos creo que esta seguro de que así sera. Llegados a este punto no teníamos mucho que perder, mas que la vida. Su idea fue simple, los licantropos por un lado, por fin se dieron cuenta, o al menos eso creo, ya que eramos los mas rápidos, y ellos intentarían mantener ocupados a los que venían. He de reconocerlo, para ser un parásito chupa sangre tiene pelotas. Tristemente no podía decir lo mismo de nuestro compañero "licantropo". En todo el trayecto que hicimos, de los tres, el era el único que aún no estaba transformado. Comenzaba a pensar de que probablemente tendría algún problema con su transformación o con intentar transformarse.
Después de un rato largo, por culpa de alguien que decidió usar piernas por patas, llegamos a donde se encontraba la sucia rata. esta estaba protegida, como era de esperarse. Eran muchos y probablemente no conseguiríamos acabar con todos para llegar a la rata. El tipo y la chica comenzaron a discutir para ver si atacar directamente y optar por una opción mas discreta. El tipo me miro a mi, supongo que esperando que apoyase su punto. La chica hizo lo mismo.
- Y? tu que harás cachorro? - pregunto gruñona, la chica.
Lo siento por el chico, no es que el sigilo no sea un punto fuerte en mi, pero prefiero, al menos en esta situación en concreto, hacer algo de ruido.
Sin que a mis compañeros le diese tiempo a reaccionar salí de los arbustos para llamar la atencion de los presentes. Y así fue. Comencé a gruñir mientras corría hacia ellos. Un par intentó atacarme, pero no lo consiguieron.
- Agárrenlo - gritó el tipo rata.
De pronto me vi rodeado por todo el mundo. Poco a poco se acercaban a mi con las intenciones claras de acabar conmigo. Los deje acercarse un poco mas para que todos estuvieran a rango. Ahora va a ver porque me apellido Howlin. Cuando todos se encontraron los suficientemente cerca de mi utilice mi habilidad "Aullido atronados". Con un poderoso aullido todos aquellos que se encontraron cerca de mi sufrieron un gran daño en sus tímpanos, esto los desoriento y los desestabilizo, dándome la oportunidad de pasar entre ellos y correr para alejarlos de mis otros dos compañeros ocultos.
- No se queden ahí, persiganlo - volvió a gritar la rata.
Algunos no consiguieron escuchar la orden de la rata. Y aquellos que lo hicieron comenzaron a seguirme medio tambaleantes, unos pocos se cayeron por el mareo. Pronto todos estaría siguiéndome pero a duras penas, no serian capaces de alcanzarme después de ese aullido, solo espero que mis compañeros sepan usar bien esta distracción. Y lo digo sobretodo por la licantropa.
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OFFROL:Aullido atronador
Especialización: Cualquiera
Nivel mínimo: 0
El licántropo realiza un aullido muy agudo que perturba los sentidos (no sólo el oído, sino que afecta también el equilibrio por medio del oído y, con ello, la vista por el mareo). Todo ser a menos de 5 metros sufrirá de sus sentidos perturbados un 40% durante 2 turnos.
Crey
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
El plan era simple: dividirse en dos grupos. Bio y él se ocuparían de distraer a los perseguidores, mientras que los lobos irían a por su cabecilla en un intento de dividir a sus enemigos.
Hacían ya unos cuantos minutos desde que se habían repartido las funciones, y la verdad es que el poco sigilo de Nicolás sumado a las extrañas dotes de su camarada estaban sirviendo de buen cebo para la cuadrilla que les seguía la pista engañados por las voces imitadas y las sombras apresuradas entre la espesura.
El barbudo se giró para echarle un vistazo más detallado a sus perseguidores: parecían ser cuatro hombres-cabra, pues al menos tenían cuernos espiral como la mayoría. Su equipamiento era bastante simple: apenas unos pantalones de arpillera con botas de cuero raído y hachas rudimentarias por armas.
Su líder, o seo debía de ser por su aspecto, parecía algo mejor equipado, pues vestía una armadura de cuero y además del hacha portaba una pequeña saca con venablos en la espalda.
¡Rápido, no les perdáis el rastro, Urki se enfadará si volvemos sin presas!
Nicolás se volteó de nuevo hacia Bio, indicándole a sus cazadores.
Amigo, creo que ya les hemos distraído lo suficiente de donde sea que tengan el campamento, creo que podemos empezar una emboscada seria. Es más, por una vez tengo una idea, sujetadme esto, pidió mientras le entregaba momentáneamente la lanza.
Barbacero comenzó a trepar como buenamente podía uno de los frondosos árboles cercanos, buscando una posición óptima para su idea. Aquella copa serviría, seguramente.
Una vez arriba le hizo un gesto a su compañero para que trepase también, aprovechando que él parecía más ágil y el árbol era robusto.
Pasaron unos minutos más de expectación en los que Nicolás esperó con toda la paciencia de la que podía hacer gala a que se acercasen en su dirección los incautos, y finalmente la suerte quiso ponerse de su lado cuando uno de estos se acercó lo suficiente.
Sin pensárselo dos veces llevó a cabo su estratagema, saltando del árbol hacia el individuo, únicamente protegido por su escudo y potenciado por la fuerza liberada con su grito de batalla.
Un meteorito de carne y metal llovió sobre el torso del desprecavido hombre-cabra, haciéndolo puré contra el suelo de roca de forma inmediata.
¡Ahora, la lanza!, le gritó a su compañero, aprovechando la mezcla de confusión y horror que había causado en sus enemigos.
El tiempo para las sutilezas había acabado hace mucho, ahora era el momento de cazar a los cazadores.
Hacían ya unos cuantos minutos desde que se habían repartido las funciones, y la verdad es que el poco sigilo de Nicolás sumado a las extrañas dotes de su camarada estaban sirviendo de buen cebo para la cuadrilla que les seguía la pista engañados por las voces imitadas y las sombras apresuradas entre la espesura.
El barbudo se giró para echarle un vistazo más detallado a sus perseguidores: parecían ser cuatro hombres-cabra, pues al menos tenían cuernos espiral como la mayoría. Su equipamiento era bastante simple: apenas unos pantalones de arpillera con botas de cuero raído y hachas rudimentarias por armas.
Su líder, o seo debía de ser por su aspecto, parecía algo mejor equipado, pues vestía una armadura de cuero y además del hacha portaba una pequeña saca con venablos en la espalda.
¡Rápido, no les perdáis el rastro, Urki se enfadará si volvemos sin presas!
- Líder de los hombres-cabra:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Nicolás se volteó de nuevo hacia Bio, indicándole a sus cazadores.
Amigo, creo que ya les hemos distraído lo suficiente de donde sea que tengan el campamento, creo que podemos empezar una emboscada seria. Es más, por una vez tengo una idea, sujetadme esto, pidió mientras le entregaba momentáneamente la lanza.
Barbacero comenzó a trepar como buenamente podía uno de los frondosos árboles cercanos, buscando una posición óptima para su idea. Aquella copa serviría, seguramente.
Una vez arriba le hizo un gesto a su compañero para que trepase también, aprovechando que él parecía más ágil y el árbol era robusto.
Pasaron unos minutos más de expectación en los que Nicolás esperó con toda la paciencia de la que podía hacer gala a que se acercasen en su dirección los incautos, y finalmente la suerte quiso ponerse de su lado cuando uno de estos se acercó lo suficiente.
Sin pensárselo dos veces llevó a cabo su estratagema, saltando del árbol hacia el individuo, únicamente protegido por su escudo y potenciado por la fuerza liberada con su grito de batalla.
Un meteorito de carne y metal llovió sobre el torso del desprecavido hombre-cabra, haciéndolo puré contra el suelo de roca de forma inmediata.
¡Ahora, la lanza!, le gritó a su compañero, aprovechando la mezcla de confusión y horror que había causado en sus enemigos.
El tiempo para las sutilezas había acabado hace mucho, ahora era el momento de cazar a los cazadores.
Nicolás Barbacero
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Corría a toda velocidad haciendo que las voces sonaran desde diferentes direcciones hasta que Nicolás se detuvo argumentando que ya estábamos lo bastante lejos -¿Qué tienes en mente?- Le pregunté mientras levantaba la vista en dirección a los perseguidores que no tardarían en alcanzarnos; mi compañero me cedió su lanza un instante y apenas tocarla sentí un extraño escalofrío por toda la espalda -¿Pero qué rayos tiene esta cosa?- Pensé sin decir nada y levanté la vista siguiendo la trayectoria del vampiro que luego me invitó a subir también.
Ahora comenzaba a entender la idea del barbudo y tras tomar algo de impulso me levanté de un salto y clavé la daga en el árbol usándola luego para levantarme y treparme a unas ramas gruesas que me soportaran mi peso, y no es que estuviera gordo ni nada de eso, tal vez un poco pero no; el punto es que finalmente el grupo de lo que parecía ser hombres cabra llegaron hasta nosotros y uno de ellos presumía orgullosamente mis dagas -Pedazo de engendro- Murmuré con rabia mientras le ponía el ojo encima; justo estaba planeando tomar un pedazo de rama y lanzarlo a un lado para distraerlos cuando sin aviso Nicolás se dejó caer como un cometa sobre uno de los caprinos y lo volvió sopa contra el piso.
Los huesos sonaron como galletas rotas y solo sus piernas quedaron con esporádicos espasmos que daban un ambiente bastante tétrico, sin embargo no había tiempo para distraerse pues una vez en tierra Nicolás se había convertido en el objetivo de los tres furiosos hombres bestia que quedaban y no perdonarían por nada del mundo al asesino de su compañero -Vamos Bio, lanza la lanza- Me dije a mí mismo mientras intentaba soltarla pero algo en ella me llamaba a hacer algo antes -Mis dagas- Enfoqué la vista en el que portaba mis dagas y sin siquiera pensarlo me dejé caer, afortunadamente estaban tan concentrados en Barbacero que para cuando notó que estaba detrás de él ya fue demasiado tarde; la lanza le atravesó la espalda y salió por el pecho, la sangre recorría la larga y puntiaguda arma haciéndome sentir la necesidad de causar más violencia -Lanza la lanza- Además de ser un bonito juego de palabras, aquella orden intentaba mantenerme a salvo de aquella extraña arma.
Dos, tres y otras veces más agujereó la lanza la espalda del hombre bestia que aún en el piso seguía recibiendo un castigo salvaje de mi parte ante la mirada confusa de sus compañeros; una sonrisa maligna comenzaba a dibujarse en mi rostro cuando al fin pude darme cuenta de la situación y con algo de espanto lancé la lanza a los pies de Barbacero -No sé cómo puedes usar esa cosa- Sacudí mi cabeza para sacarme las ansias de asesinato y sangre que me habían invadido y tomé mis dagas del cadáver en el piso -Pagarán, los dos van a pagar- Amenazó el que parecía líder de los hombres cabra; primero iría contra Barbacero que era a quien tenía más cerca, pero no sin antes señalarle a su compañero que viniera por mí -Son solo presas, no más- Dijo con arrogancia mientras comenzaba su ataque contra Barbacero.
El que se venía contra mí suponía todo un desafío pues no parecía ser un asesino rápido sino uno que apuntaba más hacia el dolor de sus presas, armado con un martillo de guerra comenzó a lanzar ataques que no podría detener con mis frágiles dagas; no tenía más opción que retroceder esperando que se cansara pero no parecía que sucediera pronto; mi camino se terminó al estrellar mi espalda contra un árbol y reaccioné agachándome para evitar que el martillo me aplastara la cabeza contra el tronco; astillas y pedazos de madera salieron disparados a todos lados pero al menos me dieron la distracción que necesitaba y en un rápido movimiento realicé un par de cortes a los antebrazos haciendo que perdiera la fuerza para sostener cualquier cosa, claro, habría sido una buena jugada de no ser porque sostenía su martillo justo sobre mi cabeza.
Al ver que el arma se precipitaba sobre mí me lancé a un lado y rodé por el piso, agarré tierra con una mano y la lancé a la cara del adversario para cegarlo, y finalmente como un buen y digno guerrero curtido en experiencias de batallas y guerras, realicé la más eficaz técnica aprendida y cultivada solo por los más letales guerreros: le di una patada en la entrepierna que seguro lo hizo recordar a todos sus ancestros... o los míos -Nunca pasa de moda- Jugué con mis dagas haciéndolas girar en mis manos hasta que recordé que Nicolás estaba ahí mismo -Ah rayos- Lo busqué con la mirada para conocer su situación al mismo tiempo que pensaba cómo le estaría saliendo todo al otro grupo.
[-] Nicolás, te dejo al líder de los caprinongos, Los lobos podrán usar a Katrina para intentar acabar con la rata, y aunque lo consigan ¿Funcionará para que termine todo? Ahora comenzaba a entender la idea del barbudo y tras tomar algo de impulso me levanté de un salto y clavé la daga en el árbol usándola luego para levantarme y treparme a unas ramas gruesas que me soportaran mi peso, y no es que estuviera gordo ni nada de eso, tal vez un poco pero no; el punto es que finalmente el grupo de lo que parecía ser hombres cabra llegaron hasta nosotros y uno de ellos presumía orgullosamente mis dagas -Pedazo de engendro- Murmuré con rabia mientras le ponía el ojo encima; justo estaba planeando tomar un pedazo de rama y lanzarlo a un lado para distraerlos cuando sin aviso Nicolás se dejó caer como un cometa sobre uno de los caprinos y lo volvió sopa contra el piso.
Los huesos sonaron como galletas rotas y solo sus piernas quedaron con esporádicos espasmos que daban un ambiente bastante tétrico, sin embargo no había tiempo para distraerse pues una vez en tierra Nicolás se había convertido en el objetivo de los tres furiosos hombres bestia que quedaban y no perdonarían por nada del mundo al asesino de su compañero -Vamos Bio, lanza la lanza- Me dije a mí mismo mientras intentaba soltarla pero algo en ella me llamaba a hacer algo antes -Mis dagas- Enfoqué la vista en el que portaba mis dagas y sin siquiera pensarlo me dejé caer, afortunadamente estaban tan concentrados en Barbacero que para cuando notó que estaba detrás de él ya fue demasiado tarde; la lanza le atravesó la espalda y salió por el pecho, la sangre recorría la larga y puntiaguda arma haciéndome sentir la necesidad de causar más violencia -Lanza la lanza- Además de ser un bonito juego de palabras, aquella orden intentaba mantenerme a salvo de aquella extraña arma.
Dos, tres y otras veces más agujereó la lanza la espalda del hombre bestia que aún en el piso seguía recibiendo un castigo salvaje de mi parte ante la mirada confusa de sus compañeros; una sonrisa maligna comenzaba a dibujarse en mi rostro cuando al fin pude darme cuenta de la situación y con algo de espanto lancé la lanza a los pies de Barbacero -No sé cómo puedes usar esa cosa- Sacudí mi cabeza para sacarme las ansias de asesinato y sangre que me habían invadido y tomé mis dagas del cadáver en el piso -Pagarán, los dos van a pagar- Amenazó el que parecía líder de los hombres cabra; primero iría contra Barbacero que era a quien tenía más cerca, pero no sin antes señalarle a su compañero que viniera por mí -Son solo presas, no más- Dijo con arrogancia mientras comenzaba su ataque contra Barbacero.
El que se venía contra mí suponía todo un desafío pues no parecía ser un asesino rápido sino uno que apuntaba más hacia el dolor de sus presas, armado con un martillo de guerra comenzó a lanzar ataques que no podría detener con mis frágiles dagas; no tenía más opción que retroceder esperando que se cansara pero no parecía que sucediera pronto; mi camino se terminó al estrellar mi espalda contra un árbol y reaccioné agachándome para evitar que el martillo me aplastara la cabeza contra el tronco; astillas y pedazos de madera salieron disparados a todos lados pero al menos me dieron la distracción que necesitaba y en un rápido movimiento realicé un par de cortes a los antebrazos haciendo que perdiera la fuerza para sostener cualquier cosa, claro, habría sido una buena jugada de no ser porque sostenía su martillo justo sobre mi cabeza.
Al ver que el arma se precipitaba sobre mí me lancé a un lado y rodé por el piso, agarré tierra con una mano y la lancé a la cara del adversario para cegarlo, y finalmente como un buen y digno guerrero curtido en experiencias de batallas y guerras, realicé la más eficaz técnica aprendida y cultivada solo por los más letales guerreros: le di una patada en la entrepierna que seguro lo hizo recordar a todos sus ancestros... o los míos -Nunca pasa de moda- Jugué con mis dagas haciéndolas girar en mis manos hasta que recordé que Nicolás estaba ahí mismo -Ah rayos- Lo busqué con la mirada para conocer su situación al mismo tiempo que pensaba cómo le estaría saliendo todo al otro grupo.
Bio
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
"¿¡Pero que hace este loco!?" pensé en el mismo instante en el que vi al lobo salir de nuestro escondite sin pensárselo dos veces.
"Por lo menos él hace algo, ¿que haces tú, maldito cobarde?" el lobo de mi interior volvió a irrumpir con fuerza, provocándome una terrible jaqueca que se acentuó con el estallido de un estridente aullido. Un aullido que hizo que el lobo de mi interior se revolviera fieramente contra las cadenas que lo aprisionaban.
Entré en un estado semiconsciente en el que las imágenes que captaban mis ojos parecían sacadas de un sueño, como si yo no estuviera allí.
- ¡Vamos! - escuché la voz de Katrina a mi lado con un extraño eco que retumbaba en mis oídos. - ¡No podemos dejar que se divierta él sólo! Yo me encargo de esos, tu ves a por la rata. - me dio una efusiva palmada en la espalda que apenas noté. Todo aquella escena parecía totalmente ajena a mi, como si en verdad no estuviera allí.
Vi como la licántropa se transformaba y salía disparada para enfrentarse con los hombres bestia que se habían quedado rezagadas, lo que me daba la perfecta ocasión de acercarme al jefe y poder acabar con él. Me llevé la mano a la cabeza, me pesaba, y me reincorporé moviéndome más por instinto que por voluntad. ¿Que esperaban que hiciera yo contra el jefe de todo aquello? Sin duda el episodio del rinoceronte había hecho que me subestimaran, sólo había tenido suerte, en verdad no era tan buen luchador como para enfrentarme a nadie.
-Los lobos cazan...- la voz del lobo sonó a mi lado, no venía de mi cabeza, de alguna forma se había hecho presente en la realidad. -Vamos a cazarlo, no a enfrentarnos a él. Cazar... - se relamió los labios, incluso sentí como lo hacía en los míos propios.
Ande entre la vegetación mientras escuchaba con un eco de fondo los gritos y sonidos de una pelea, así como las ordenes de alguien bastante irritado. Seguí moviéndome con el acariciar de las plantas y las hojas de los arboles en mi piel hasta que salí a un espacio más abierto. Atravesé unos palos apuntalados para dar con una gran tienda de campaña. Los gritos de aquel hombre cada vez se escuchaban más cercanos.
-¡Acabad con esa furcia!
La respuesta fue un sonoro y furioso gruñido.
Mi cuerpo siguió caminando, dejando la tienda a mi derecha, mientras mi mano izquierda se deslizaba lentamente por el aire hasta llegar a la empuñadura de la espada que llevaba en la espalda. Me acercaba a una borrosa visión de un hombre regordete con orejas puntiagudas. Me lamí los labios. Mis ojos centellearon. La espada corto el aire. Y una cabeza chocó inerte contra el suelo.
-Los lobos cazan...
Miré con un gesto vació de emociones como el cuerpo sin cabeza se desplomaba. Limpié la sangre de la espada en la ropa del difunto y la envaine mientras en mi interior el lobo aullaba triunfal. Al levantar la vista vi a Katrina mirándome fijamente, no se si asombrada o asustada.
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Perdón por la espera. He tenido temporada de exámenes u.u
"Por lo menos él hace algo, ¿que haces tú, maldito cobarde?" el lobo de mi interior volvió a irrumpir con fuerza, provocándome una terrible jaqueca que se acentuó con el estallido de un estridente aullido. Un aullido que hizo que el lobo de mi interior se revolviera fieramente contra las cadenas que lo aprisionaban.
Entré en un estado semiconsciente en el que las imágenes que captaban mis ojos parecían sacadas de un sueño, como si yo no estuviera allí.
- ¡Vamos! - escuché la voz de Katrina a mi lado con un extraño eco que retumbaba en mis oídos. - ¡No podemos dejar que se divierta él sólo! Yo me encargo de esos, tu ves a por la rata. - me dio una efusiva palmada en la espalda que apenas noté. Todo aquella escena parecía totalmente ajena a mi, como si en verdad no estuviera allí.
Vi como la licántropa se transformaba y salía disparada para enfrentarse con los hombres bestia que se habían quedado rezagadas, lo que me daba la perfecta ocasión de acercarme al jefe y poder acabar con él. Me llevé la mano a la cabeza, me pesaba, y me reincorporé moviéndome más por instinto que por voluntad. ¿Que esperaban que hiciera yo contra el jefe de todo aquello? Sin duda el episodio del rinoceronte había hecho que me subestimaran, sólo había tenido suerte, en verdad no era tan buen luchador como para enfrentarme a nadie.
-Los lobos cazan...- la voz del lobo sonó a mi lado, no venía de mi cabeza, de alguna forma se había hecho presente en la realidad. -Vamos a cazarlo, no a enfrentarnos a él. Cazar... - se relamió los labios, incluso sentí como lo hacía en los míos propios.
Ande entre la vegetación mientras escuchaba con un eco de fondo los gritos y sonidos de una pelea, así como las ordenes de alguien bastante irritado. Seguí moviéndome con el acariciar de las plantas y las hojas de los arboles en mi piel hasta que salí a un espacio más abierto. Atravesé unos palos apuntalados para dar con una gran tienda de campaña. Los gritos de aquel hombre cada vez se escuchaban más cercanos.
-¡Acabad con esa furcia!
La respuesta fue un sonoro y furioso gruñido.
Mi cuerpo siguió caminando, dejando la tienda a mi derecha, mientras mi mano izquierda se deslizaba lentamente por el aire hasta llegar a la empuñadura de la espada que llevaba en la espalda. Me acercaba a una borrosa visión de un hombre regordete con orejas puntiagudas. Me lamí los labios. Mis ojos centellearon. La espada corto el aire. Y una cabeza chocó inerte contra el suelo.
-Los lobos cazan...
Miré con un gesto vació de emociones como el cuerpo sin cabeza se desplomaba. Limpié la sangre de la espada en la ropa del difunto y la envaine mientras en mi interior el lobo aullaba triunfal. Al levantar la vista vi a Katrina mirándome fijamente, no se si asombrada o asustada.
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Ircan
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Un montón de tipos me estaban persiguiendo con rabia en sus corazones, y no tenían buenas intenciones de que hacer conmigo cuando me atrapasen, menos mal que los desgraciados estaban un poco atontados por el aullido.
- Yo iré por la izquierda, tu síguelo por la derecha - dijo un hombre tejón, era pequeño, a su compañero serpentino.
- Que??? tengo lasss orejasss un poco suciasss - le respondió este.
- Pero si no tienes orejas inútil.
- QUE DIJISTE DE MI MADRE ROEDOR DE MIERDA?!?! -
Este no escuchaba nada bien por la sordera. Al parecer confundió comentarios de su compañero y le propino un buen golpe con la cola. El mapache cayo al suelo por el golpe y el hombre serpiente también, había golpeado sin control con su cola que por el efecto péndulo la cola vino hacia el y se golpeo a si mismo.
Definitivamente traigo la fiesta conmigo.
Ya habíamos avanzado un gran tramo por el bosque. Entre el mareo y la distancia recorrida los hombres de esa rata estaban totalmente desorientados. Me paré un momento para ver el panorama. Eran cinco, mas los dos que habían caído. Había un hombre serpiente mas, dos mujeres gato, una mujer jirafa y un hombre leopardo. Creo que es momento de terminar con esta persecusion y dejar que este lobo pueda cazar por un rato.
Me gire hacia ellos y deje que mi instinto se fuese apoderando poco a poco de todo mi ser, es momento de liberar a la bestia que llevo dentro. Di un aullido como grito de batalla y corrí con gran emoción hacia todos ellos. El hombre serpiente estaba delante de todos, me pare justo delante de el.
- Estasss acabado maldito animal - dijo lleno de furia.
Intentó morderme con sus dientes de serpiente, pero este era muy lento, sus sentidos estaban afectados, pero los míos era superiores a los de todos ellos, y mas ahora. Mientras seguía intentando darme varios mordiscos las mujeres gato vinieron a ayudar a su compañero. Parecían gemelas. Ambas fueron por lados opuestos al tipo serpiente. Estas querían usas sus garras, pero el primer intento ya les fue desastrozo. Tan pronto lanzó un zarpaso la primera de las gemelas golpeo por error a su compañero serpiente, arañandole el rostro, yo pude inmiscuirme entre sus piernas cuando ataco, lo cual hizo que este se cayera encima de la gata.
- Agh, mi cara!!!
- Quítate de enésima, maldito reptil.
La otra gemela aun seguía en pie y me miraba fijamente. No parecía que esa fuese una mirada de seducción, mas bien parecía que quería matarme. Que bien, entonces el sentimiento es correspondido. Mientras esta se preparaba para atacar, la mujer jirafa había venido por detrás, y entre ambas me estabas por encerrar. Ambas corrieron hacia a mi, la gata lo hizo a cuatro patas, era ágil. La jirafa venia con intenciones de atraparme, dejándome así cada vez menos y menos espacio de maniobra. La mujer gato salto hacia mi, y la jirafa estaba a punto de atraparme. De un movimiento rápido y bajo hacia adelante evadí el salto de la gata, aprovechándome del impulso mordí su pierna trasera hundiendo mis dientes en ella. Esta grito de dolor. No contento con ello gire sobre mi mismo para tomar impulso y lance a la gata contra le jirafa. Esta recibió de lleno a su compañera y cayo al suelo, como su cuello era tan largo se golpeo la nuca con una rama para finalmente reposar en el suelo. Rápido me acerque a ella y con mis garras le abrí ese cuello largo que tenía. En cuanto a la mujer gato. Se había desmayado, imagino que por el golpe y el dolor juntos.
La mire un momento... supongo que terminaremos el baile otro día guapa. Me giré para volver con los demás a ayudar, y fue entonces que lo vi.
- Acaso quería largarte ya? - preguntó el hombre leopardo con aire sarcastico.
Parece que para irme habré de bailar una ultima pieza.
- Yo iré por la izquierda, tu síguelo por la derecha - dijo un hombre tejón, era pequeño, a su compañero serpentino.
- Que??? tengo lasss orejasss un poco suciasss - le respondió este.
- Pero si no tienes orejas inútil.
- QUE DIJISTE DE MI MADRE ROEDOR DE MIERDA?!?! -
Este no escuchaba nada bien por la sordera. Al parecer confundió comentarios de su compañero y le propino un buen golpe con la cola. El mapache cayo al suelo por el golpe y el hombre serpiente también, había golpeado sin control con su cola que por el efecto péndulo la cola vino hacia el y se golpeo a si mismo.
Definitivamente traigo la fiesta conmigo.
Ya habíamos avanzado un gran tramo por el bosque. Entre el mareo y la distancia recorrida los hombres de esa rata estaban totalmente desorientados. Me paré un momento para ver el panorama. Eran cinco, mas los dos que habían caído. Había un hombre serpiente mas, dos mujeres gato, una mujer jirafa y un hombre leopardo. Creo que es momento de terminar con esta persecusion y dejar que este lobo pueda cazar por un rato.
Me gire hacia ellos y deje que mi instinto se fuese apoderando poco a poco de todo mi ser, es momento de liberar a la bestia que llevo dentro. Di un aullido como grito de batalla y corrí con gran emoción hacia todos ellos. El hombre serpiente estaba delante de todos, me pare justo delante de el.
- Estasss acabado maldito animal - dijo lleno de furia.
Intentó morderme con sus dientes de serpiente, pero este era muy lento, sus sentidos estaban afectados, pero los míos era superiores a los de todos ellos, y mas ahora. Mientras seguía intentando darme varios mordiscos las mujeres gato vinieron a ayudar a su compañero. Parecían gemelas. Ambas fueron por lados opuestos al tipo serpiente. Estas querían usas sus garras, pero el primer intento ya les fue desastrozo. Tan pronto lanzó un zarpaso la primera de las gemelas golpeo por error a su compañero serpiente, arañandole el rostro, yo pude inmiscuirme entre sus piernas cuando ataco, lo cual hizo que este se cayera encima de la gata.
- Agh, mi cara!!!
- Quítate de enésima, maldito reptil.
La otra gemela aun seguía en pie y me miraba fijamente. No parecía que esa fuese una mirada de seducción, mas bien parecía que quería matarme. Que bien, entonces el sentimiento es correspondido. Mientras esta se preparaba para atacar, la mujer jirafa había venido por detrás, y entre ambas me estabas por encerrar. Ambas corrieron hacia a mi, la gata lo hizo a cuatro patas, era ágil. La jirafa venia con intenciones de atraparme, dejándome así cada vez menos y menos espacio de maniobra. La mujer gato salto hacia mi, y la jirafa estaba a punto de atraparme. De un movimiento rápido y bajo hacia adelante evadí el salto de la gata, aprovechándome del impulso mordí su pierna trasera hundiendo mis dientes en ella. Esta grito de dolor. No contento con ello gire sobre mi mismo para tomar impulso y lance a la gata contra le jirafa. Esta recibió de lleno a su compañera y cayo al suelo, como su cuello era tan largo se golpeo la nuca con una rama para finalmente reposar en el suelo. Rápido me acerque a ella y con mis garras le abrí ese cuello largo que tenía. En cuanto a la mujer gato. Se había desmayado, imagino que por el golpe y el dolor juntos.
La mire un momento... supongo que terminaremos el baile otro día guapa. Me giré para volver con los demás a ayudar, y fue entonces que lo vi.
- Acaso quería largarte ya? - preguntó el hombre leopardo con aire sarcastico.
Parece que para irme habré de bailar una ultima pieza.
Crey
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
El impacto había sido fuerte, eso sin dudarlo, aunque por fortuna gran parte del golpe lo amortiguaron los huesos del finado.
Barbacero, nuevamente en pie y con una égida de sangre, echó un vistazo rápido a su alrededor.
Antes eran cuatro hombres-cabra, pero ya habían caído el suyo y uno más gracias a Bio, quedaban solo el del martillo y el líder, que portaba [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Entonces, casi como respuesta de la naturaleza, su propia lanza cayó a sus pies, lista para ser levantada una vez más, refulgente carmesí ante la luna pálida.
Vaya, vaya, la suerte te sonríe hoy, chupasangre. ¿Cuántos llevas ya, cuatro, cinco?
Como sea, tu racha acaba aquí. Pienso llevarte ante Urki esta misma noche, y seguro que te diviertes de lo lindo con tus amiguitos del norte en la cueva... No por nada le pagamos bien a esa rata, ¿sabes?
Entonces, sin dar tiempo a mediar palabra alguna arremetió rápidamente contra Nicolás.
El choque del metal resonaba en la distancia, agudo y chirriante. El vampiro había logrado bloquear los filos en el último segundo.
Él ya llevaba una noche entera de agotamiento, y su rival en cambio estaba lozano y descansado, henchido del ímpetu vital de la juventud.
¿Amigos del norte? ¿Qué farfullas, bestia peluda?
Pero su contrincante no iba a darle el lujo de conversar, no ahora mismo.
Nuevamente se toparon daga y broquel, y el viejo guerrero resistió el ataque como pudo.
Diantres, es bue- Una fría punzada en el abdomen le hizo interrumpir el tren de pensamiento. Una de las dos dagas había logrado flanquear completamente sus defensas, hincándose firmemente en la parte inferior de una de sus costillas.
El grito de dolor no pasaría desapercibido para los demás combatientes.
Bueno, pues el viejo Barbacero no es tan temible al final como decían esos botarates del coliseo. Meh, supongo que las viejas leyendas acaban convirtiéndose en polvo.
El guerrero, rodilla hincada en el suelo, aún enfrentaba a su rival, armado nuevamente con una daga de repuesto que había escurrido desde una bota.
Supongo que mi tiempo sí que va tocando a su final, al fin y al cabo vivía de tiempo prestado.
El hombre-bestia se acercaba lentamente hacia él con una sonrisa de oreja a oreja mientras jugueteaba hábilmente con los filos entre sus manos.
Vamos, vamos, ¿no vas a decir unas últimas palabras antes de la siesta? ¿No?
No te atrevas a morirte aún, te necesitamos como cebo para más escamitas mágicas de esas.
Barbacero, nuevamente en pie y con una égida de sangre, echó un vistazo rápido a su alrededor.
Antes eran cuatro hombres-cabra, pero ya habían caído el suyo y uno más gracias a Bio, quedaban solo el del martillo y el líder, que portaba [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Entonces, casi como respuesta de la naturaleza, su propia lanza cayó a sus pies, lista para ser levantada una vez más, refulgente carmesí ante la luna pálida.
Vaya, vaya, la suerte te sonríe hoy, chupasangre. ¿Cuántos llevas ya, cuatro, cinco?
Como sea, tu racha acaba aquí. Pienso llevarte ante Urki esta misma noche, y seguro que te diviertes de lo lindo con tus amiguitos del norte en la cueva... No por nada le pagamos bien a esa rata, ¿sabes?
Entonces, sin dar tiempo a mediar palabra alguna arremetió rápidamente contra Nicolás.
El choque del metal resonaba en la distancia, agudo y chirriante. El vampiro había logrado bloquear los filos en el último segundo.
Él ya llevaba una noche entera de agotamiento, y su rival en cambio estaba lozano y descansado, henchido del ímpetu vital de la juventud.
¿Amigos del norte? ¿Qué farfullas, bestia peluda?
Pero su contrincante no iba a darle el lujo de conversar, no ahora mismo.
Nuevamente se toparon daga y broquel, y el viejo guerrero resistió el ataque como pudo.
Diantres, es bue- Una fría punzada en el abdomen le hizo interrumpir el tren de pensamiento. Una de las dos dagas había logrado flanquear completamente sus defensas, hincándose firmemente en la parte inferior de una de sus costillas.
El grito de dolor no pasaría desapercibido para los demás combatientes.
Bueno, pues el viejo Barbacero no es tan temible al final como decían esos botarates del coliseo. Meh, supongo que las viejas leyendas acaban convirtiéndose en polvo.
El guerrero, rodilla hincada en el suelo, aún enfrentaba a su rival, armado nuevamente con una daga de repuesto que había escurrido desde una bota.
Supongo que mi tiempo sí que va tocando a su final, al fin y al cabo vivía de tiempo prestado.
El hombre-bestia se acercaba lentamente hacia él con una sonrisa de oreja a oreja mientras jugueteaba hábilmente con los filos entre sus manos.
Vamos, vamos, ¿no vas a decir unas últimas palabras antes de la siesta? ¿No?
No te atrevas a morirte aún, te necesitamos como cebo para más escamitas mágicas de esas.
Última edición por Nicolás Barbacero el Miér Dic 06 2017, 13:13, editado 1 vez (Razón : Corrección estilística.)
Nicolás Barbacero
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Estaba a punto de correr para ayudar a Barbacero cuando de pronto una mano tomó mi pierna y me hizo caer al piso; el hombre cabra aún adolorido por el golpe parecía negarse a perder y con una mano en la entrepierna usaba la otra para apretarme la pierna con tal fuerza que mis huesos comenzaban a hacer sonidos raros y preocupantes -¿Por qué no- Comencé a patearle la cabeza con mi pierna libre -Te rindes de una vez?- Continué pateando pero parecía decidido a no dejarnos ir, fue entonces cuando entendí lo que buscaba; entretenernos hasta que llegaran más.
Solté un grito cuando la mano me apretó más pero gracias a eso conseguí patearlo con más fuerza y liberarme de su agarre -Nicolás, de prisa, solo están ganando tiempo para que lleguen otros- Tristemente mi advertencia llegaba algo tarde y algunos pasos apresurados comenzaban a escucharse entre los arbustos desde varias direcciones -Maldita sea, están por todos lados- Por si aquello no fuera suficientemente malo, el hombre cabra comenzaba a levantarse de nuevo con los ojos rojos de furia -Pagarás por eso- Dijo el hombre cabra justo antes de recibir mi segunda patada en su entrepierna que le hizo soltar un grito desgarrador.
Parece que tendremos más problemas de los que esperábamos tener- Dije en voz alta para que Nicolás me escuchara solo por si no había notado ya la cercanía de más amenazas -¿Qué rayos están haciendo esos lobos?- Murmuré para mí mismo pensando que tal vez habían escapado por su cuenta; Katrina no es que me tuviera mucha estima pero no la consideraba capaz de abandonarme pero ¿y si habían fallado? También era una posibilidad
Negué sacudiendo la cabeza y mi momento de meditación casi me cuesta una pierna, desde el piso el hombre cabra había lanzado un golpe con su pesada arma que casi deja mi pierna anclada al piso, salté hacia atrás tan rápido como pude y fue entonces cuando se oyó el sonido de un cuerno en la dirección a la que habían ido los lobos, aquellos que nos rodeaban no tardaron mucho en volver al origen del sonido que parecía un llamado de emergencia -Lo lograron, los lobos lo lograron- Dije en voz alta y con doble intención, tanto para avisarle a mi compañero como también para asustar a los cazadores y hacer que se apresuraran en volver aunque ahora había otro problema ¿Podrían los lobos escapar antes que llegara la marea de enemigos que se dirigían hacia ellos?
Incluso el hombre cabra que peleaba contra mí ahora se levantaba de nuevo pero con la intención de ir al origen del llamado -Eso, huye, que a la próxima te irá peor- Le dije al muy desgraciado y aunque se detuvo y creí que vendría por mí de nuevo, decidió continuar su camino ignorándome, me dolía la pierna en el punto donde me había apretado, por lo que ya no podría ser tan rápido como antes, sin embargo estaba seguro que la distracción nos daría suficiente tiempo para escapar -Hora de irnos, Nicolás- Dije confiando que esta vez lo lograríamos sin problemas, solo esperaba que los lobos también pudieran salir de esta.
[-] Sin indicaciones, solo escapar =) Solté un grito cuando la mano me apretó más pero gracias a eso conseguí patearlo con más fuerza y liberarme de su agarre -Nicolás, de prisa, solo están ganando tiempo para que lleguen otros- Tristemente mi advertencia llegaba algo tarde y algunos pasos apresurados comenzaban a escucharse entre los arbustos desde varias direcciones -Maldita sea, están por todos lados- Por si aquello no fuera suficientemente malo, el hombre cabra comenzaba a levantarse de nuevo con los ojos rojos de furia -Pagarás por eso- Dijo el hombre cabra justo antes de recibir mi segunda patada en su entrepierna que le hizo soltar un grito desgarrador.
Parece que tendremos más problemas de los que esperábamos tener- Dije en voz alta para que Nicolás me escuchara solo por si no había notado ya la cercanía de más amenazas -¿Qué rayos están haciendo esos lobos?- Murmuré para mí mismo pensando que tal vez habían escapado por su cuenta; Katrina no es que me tuviera mucha estima pero no la consideraba capaz de abandonarme pero ¿y si habían fallado? También era una posibilidad
Negué sacudiendo la cabeza y mi momento de meditación casi me cuesta una pierna, desde el piso el hombre cabra había lanzado un golpe con su pesada arma que casi deja mi pierna anclada al piso, salté hacia atrás tan rápido como pude y fue entonces cuando se oyó el sonido de un cuerno en la dirección a la que habían ido los lobos, aquellos que nos rodeaban no tardaron mucho en volver al origen del sonido que parecía un llamado de emergencia -Lo lograron, los lobos lo lograron- Dije en voz alta y con doble intención, tanto para avisarle a mi compañero como también para asustar a los cazadores y hacer que se apresuraran en volver aunque ahora había otro problema ¿Podrían los lobos escapar antes que llegara la marea de enemigos que se dirigían hacia ellos?
Incluso el hombre cabra que peleaba contra mí ahora se levantaba de nuevo pero con la intención de ir al origen del llamado -Eso, huye, que a la próxima te irá peor- Le dije al muy desgraciado y aunque se detuvo y creí que vendría por mí de nuevo, decidió continuar su camino ignorándome, me dolía la pierna en el punto donde me había apretado, por lo que ya no podría ser tan rápido como antes, sin embargo estaba seguro que la distracción nos daría suficiente tiempo para escapar -Hora de irnos, Nicolás- Dije confiando que esta vez lo lograríamos sin problemas, solo esperaba que los lobos también pudieran salir de esta.
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Limpie la sangre de mi espada en la ropa del cadáver a mis pies, luego baje de aquella especie de plataforma y me dirigí hacia donde estaba Katrina.
-Buen trabajo. - dijo secamente. Parece que aún no sabia que imagen tenía de mi.
Entonces sonó una especie de cuerno cerca nuestra. Uno de los agonizantes asaltantes, de los que Katrina se había hecho cargo, utilizó su ultimo aliento para hacer sonar la que supuse que era la señal de alama.
-Debemos encontrar al otro lobo, esto se va a poner muy feo. - me giré para mirar a Katrina, aún estaba algo descolocado por como había actuado mi cuerpo. -No podemos pelear más, es el momento de escapar. - por lo poco que la había conocido aquella noche sabía que no le iba a gustar la idea, pero la miré con el rostro más serio y suplicante que pude.
-Bueno... supongo que ya nos hemos vengado de ese desgraciado... - Katrina me miró sopesando la propuesta. - Supongo que me puedo dar por satisfecha. ¡Venga! ¡Vamos a por el lobito!
No espero a mi respuesta para transformarse en loba y salir disparada hacia el bosque, parece que había encontrado el rastro de nuestro compañero lycos. Por desgracia, aquello también nos acercaba peligrosamente a las antorchas.
Seguí como pude a Katrina, que parece que se había olvidado de mi o que me estaba dando una reprimenda por no transformarme. Al fin la maleza dio paso a una especie de claro. Nuestro lobo en cuestión se estaba enfrentando a un....
"¡Un gato!" el lobo en mi interior se enrabieto. Hasta yo lo hice. "¡Vayamos a matar a ese escupepelo!"
La idea de unirse a aquella batalla de la propia naturaleza era tentadora, pero Katrina se adelantó, de algo debía de servir tener cuatro patas. Yo la seguí a la batalla, aunque estaba bastante alejado de ella, esperaba poder ayudar de algo.
________________________________________________________________________________________________________
Bueno Crey te dejo a Katrina para si quieres usarla para la pelea y si quieres puedes usar también a Ircan en plan apoyo, pero te dejo la pelea a ti y la forma de huir.
-Buen trabajo. - dijo secamente. Parece que aún no sabia que imagen tenía de mi.
Entonces sonó una especie de cuerno cerca nuestra. Uno de los agonizantes asaltantes, de los que Katrina se había hecho cargo, utilizó su ultimo aliento para hacer sonar la que supuse que era la señal de alama.
-Debemos encontrar al otro lobo, esto se va a poner muy feo. - me giré para mirar a Katrina, aún estaba algo descolocado por como había actuado mi cuerpo. -No podemos pelear más, es el momento de escapar. - por lo poco que la había conocido aquella noche sabía que no le iba a gustar la idea, pero la miré con el rostro más serio y suplicante que pude.
-Bueno... supongo que ya nos hemos vengado de ese desgraciado... - Katrina me miró sopesando la propuesta. - Supongo que me puedo dar por satisfecha. ¡Venga! ¡Vamos a por el lobito!
No espero a mi respuesta para transformarse en loba y salir disparada hacia el bosque, parece que había encontrado el rastro de nuestro compañero lycos. Por desgracia, aquello también nos acercaba peligrosamente a las antorchas.
Seguí como pude a Katrina, que parece que se había olvidado de mi o que me estaba dando una reprimenda por no transformarme. Al fin la maleza dio paso a una especie de claro. Nuestro lobo en cuestión se estaba enfrentando a un....
"¡Un gato!" el lobo en mi interior se enrabieto. Hasta yo lo hice. "¡Vayamos a matar a ese escupepelo!"
La idea de unirse a aquella batalla de la propia naturaleza era tentadora, pero Katrina se adelantó, de algo debía de servir tener cuatro patas. Yo la seguí a la batalla, aunque estaba bastante alejado de ella, esperaba poder ayudar de algo.
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Bueno Crey te dejo a Katrina para si quieres usarla para la pelea y si quieres puedes usar también a Ircan en plan apoyo, pero te dejo la pelea a ti y la forma de huir.
Ircan
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
- Acaso querías largarte ya? - preguntó el hombre leopardo con aire sarcástico.
Parece que no me iré tan fácilmente como esperaba. El efecto del aturdimiento debe habersele pasado a este, por lo cual esta batalla sera mas interesante que las anteriores. Ambos comenzamos a caminar despacio formando un circulo. Me recuerda a las batallas entre licántropos que suele haber dentro de nuestro clan. Ambos oponente entran en un circulo y comienzan a caminar alrededor de el sin dejar de mirarse y, cuando ambos sienten el momento, empieza la batalla.
Ambos seguíamos caminando caminando despacio, quien atacase primero podría ser aquel que decida la victoria, o por el contrario, seria el primero en caer. Como si de un trance se tratase ninguno de los dos daba el primer paso, y como si la mismísima naturaleza fuese expectante de este acontecimiento sonó un cuerno que resonó en todo el bosque, ninguno de los dos se paro a pensar que significaba ese cuerno, pero en cuanto sonó, ambos nos lanzamos el uno por el otro.
El hombre leopardo corrió hacia mi con sus garrar preparadas. Ambos nos lanzamos sin piedad sobre el otro. Mis fauces fueron directas a su brazo izquierdo, las cuales de incrustaron bien en su carne. El con su brazo derecho clavo sus garras en mi espalda y rajo tanto como pudo. El guito de dolor, yo en cambio presione mas su brazo con mis dientes para reprimir el aullido del dolor que me había provocado ese ataque. A diferencia de mi el podía seguir arañando mi espalda tanto como pudiese, pero yo en cambio solo conseguía hacer daño en un solo sitio. Así que decidí zarandear el brazo del maldito gato y arrojarlo contra el suelo. Una vez ahí este se palpo la herida. Salia sangre a chorros de los huecos que dejaron mis dientes. Parecía que ese brazo no se volvería a mover en un tiempo. Yo por mi parte sentía el escozor del aire en la herida que el muy desgraciado me hizo en la espalda. El tipo decidió levantarse como pudo, quería continuar. "Al parecer no dará su brazo a torcer", pensé yo, y me reí un poco en mi interior. Yo desde luego no seria menos, así que me prepare para lo que sea.
Algo que no me esperaba ocurrió. Cuando el hombre leopardo y yo nos acerábamos poco a poco el uno hacia el otro, de los arbustos saltó la licántropa que estaba con nosotros antes. Esta fue directa hacia su otro brazo sin que el se diera cuenta. Creo que le resultara difícil. El tipo se hecho para atrás viendo que se encontraba en desventaja.
- No me esperaba un combate sucio de tu parte - dijo el tipo casi ofendido.
La verdad es que mi intención nunca fue esa, pero esta señorita no es alguien que entienda a razones, por lo cual intentar decirle que no pelee seria inútil. A parte, antes ellos eran cinco contra uno. Si corre a lo mejor pueda irse con vida. Al parecer el hombre no quiso ser temerario y salio corriendo. Pero tan pronto se dio vuelta se encontró de cara el filo de una hoja que le rebanó el cuello.
- A donde ibas, lindo gatito? - pregunto retóricamente su asesino.
Era el licántropo que tenia fobia a transformare. Aproveche un momento la situación para acercarme al cadáver del que alguna vez fue un felino. Me puse de espaldas a el y con mis patas traseras le eche un poco de tierra. Ahora si que podía dar por terminada la batalla.
- Ya cumplimos con la misión, debemos irnos ya - dijo el licántropo intrasformable.
Creo que ya fueron suficientes emociones por un día, mejor nos vemos como indica nuestro compañero. Solo espero que no haya mas percances.
Parece que no me iré tan fácilmente como esperaba. El efecto del aturdimiento debe habersele pasado a este, por lo cual esta batalla sera mas interesante que las anteriores. Ambos comenzamos a caminar despacio formando un circulo. Me recuerda a las batallas entre licántropos que suele haber dentro de nuestro clan. Ambos oponente entran en un circulo y comienzan a caminar alrededor de el sin dejar de mirarse y, cuando ambos sienten el momento, empieza la batalla.
Ambos seguíamos caminando caminando despacio, quien atacase primero podría ser aquel que decida la victoria, o por el contrario, seria el primero en caer. Como si de un trance se tratase ninguno de los dos daba el primer paso, y como si la mismísima naturaleza fuese expectante de este acontecimiento sonó un cuerno que resonó en todo el bosque, ninguno de los dos se paro a pensar que significaba ese cuerno, pero en cuanto sonó, ambos nos lanzamos el uno por el otro.
El hombre leopardo corrió hacia mi con sus garrar preparadas. Ambos nos lanzamos sin piedad sobre el otro. Mis fauces fueron directas a su brazo izquierdo, las cuales de incrustaron bien en su carne. El con su brazo derecho clavo sus garras en mi espalda y rajo tanto como pudo. El guito de dolor, yo en cambio presione mas su brazo con mis dientes para reprimir el aullido del dolor que me había provocado ese ataque. A diferencia de mi el podía seguir arañando mi espalda tanto como pudiese, pero yo en cambio solo conseguía hacer daño en un solo sitio. Así que decidí zarandear el brazo del maldito gato y arrojarlo contra el suelo. Una vez ahí este se palpo la herida. Salia sangre a chorros de los huecos que dejaron mis dientes. Parecía que ese brazo no se volvería a mover en un tiempo. Yo por mi parte sentía el escozor del aire en la herida que el muy desgraciado me hizo en la espalda. El tipo decidió levantarse como pudo, quería continuar. "Al parecer no dará su brazo a torcer", pensé yo, y me reí un poco en mi interior. Yo desde luego no seria menos, así que me prepare para lo que sea.
Algo que no me esperaba ocurrió. Cuando el hombre leopardo y yo nos acerábamos poco a poco el uno hacia el otro, de los arbustos saltó la licántropa que estaba con nosotros antes. Esta fue directa hacia su otro brazo sin que el se diera cuenta. Creo que le resultara difícil. El tipo se hecho para atrás viendo que se encontraba en desventaja.
- No me esperaba un combate sucio de tu parte - dijo el tipo casi ofendido.
La verdad es que mi intención nunca fue esa, pero esta señorita no es alguien que entienda a razones, por lo cual intentar decirle que no pelee seria inútil. A parte, antes ellos eran cinco contra uno. Si corre a lo mejor pueda irse con vida. Al parecer el hombre no quiso ser temerario y salio corriendo. Pero tan pronto se dio vuelta se encontró de cara el filo de una hoja que le rebanó el cuello.
- A donde ibas, lindo gatito? - pregunto retóricamente su asesino.
Era el licántropo que tenia fobia a transformare. Aproveche un momento la situación para acercarme al cadáver del que alguna vez fue un felino. Me puse de espaldas a el y con mis patas traseras le eche un poco de tierra. Ahora si que podía dar por terminada la batalla.
- Ya cumplimos con la misión, debemos irnos ya - dijo el licántropo intrasformable.
Creo que ya fueron suficientes emociones por un día, mejor nos vemos como indica nuestro compañero. Solo espero que no haya mas percances.
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Las fuerzas flaqueaban, pues a pesar de su condición actual Nicolás no podía ignorar la enorme herida punzante en su abdomen.
El hombre cabra de las dagas se encontraba ya a apenas un palmo de su cara, dispuesto a noquearlo.
¿Entonces no quieres una frase por la que te recordarte? Qué pena.
El estruendo de un cuerno de guerra retumbó a través del bosque, causando reacciones diversas en sus moradores.
Oh, mierda, esos idiotas han fallado. Supongo que tendré que dejarte aquí por hoy, Urki no va a estar contento.
El tipo se encogió de hombros, aún acuclillado contra el guerrero.
Toma, un regalo de despedida, nos volveremos a ver muy pronto, Barbacero.
Esas fueron las últimas palabras que escuchó el vampiro antes del rotundo impacto en la sien que le hizo perder la consciencia.
Con un claro vacío en su memoria, lo siguiente que vieron sus ojos fueron las tablas de una modesta y sucia cabaña de madera.
Parecía completamente opaca, sin una triste ventana, como si fuese un cobertizo para guardar los aperos de labranza.
A su lado se encontraba un figura muy alta, claramente humanoide pero envuelta en un amplio hábito parduzco que ocultaba sus facciones. Sus manos sostenían un raído mapa de tela a través del cual se podían ver líneas trazadas con carboncillo.
Por fin en pie. Vais a tener que responder a mucho, chupasangre, empezando por vuestra relación con esto.
La figura levantó de dentro de un saco de arpillera la cabeza cercenada de un hombre-cabra.
Barbacero, aún intentando volver en sí completamente, no reconocía los rasgos de quien hubiese sido el fiambre, aunque se daba un aire a aquel del martillo con el que había visto pelear a Bio.
Yo... Definitivamente sí que tenemos que hablar...
-------------------------------------------------------------------------------------------
Esto marca el final de mi participación en el tema y el enlace de otro que comenzaré muy pronto.
El hombre cabra de las dagas se encontraba ya a apenas un palmo de su cara, dispuesto a noquearlo.
¿Entonces no quieres una frase por la que te recordarte? Qué pena.
El estruendo de un cuerno de guerra retumbó a través del bosque, causando reacciones diversas en sus moradores.
Oh, mierda, esos idiotas han fallado. Supongo que tendré que dejarte aquí por hoy, Urki no va a estar contento.
El tipo se encogió de hombros, aún acuclillado contra el guerrero.
Toma, un regalo de despedida, nos volveremos a ver muy pronto, Barbacero.
Esas fueron las últimas palabras que escuchó el vampiro antes del rotundo impacto en la sien que le hizo perder la consciencia.
Con un claro vacío en su memoria, lo siguiente que vieron sus ojos fueron las tablas de una modesta y sucia cabaña de madera.
Parecía completamente opaca, sin una triste ventana, como si fuese un cobertizo para guardar los aperos de labranza.
A su lado se encontraba un figura muy alta, claramente humanoide pero envuelta en un amplio hábito parduzco que ocultaba sus facciones. Sus manos sostenían un raído mapa de tela a través del cual se podían ver líneas trazadas con carboncillo.
Por fin en pie. Vais a tener que responder a mucho, chupasangre, empezando por vuestra relación con esto.
La figura levantó de dentro de un saco de arpillera la cabeza cercenada de un hombre-cabra.
Barbacero, aún intentando volver en sí completamente, no reconocía los rasgos de quien hubiese sido el fiambre, aunque se daba un aire a aquel del martillo con el que había visto pelear a Bio.
Yo... Definitivamente sí que tenemos que hablar...
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Esto marca el final de mi participación en el tema y el enlace de otro que comenzaré muy pronto.
Nicolás Barbacero
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
La batalla estaba decidida y no quedaba ya nada más qué hacer, la cacería estaba llegando a su fin al menos por esta noche, aunque en ausencia de la rata era solo cuestión de tiempo para que alguien más tomara su lugar y comenzaran de nuevo con este espantoso ritual de bestias; incluso podría ser que se iniciara una guerra por el control de esta celebración clandestina cuyos propósitos no me quedaban del todo claros pero que de alguna manera me gustaría investigar, luego, algún día.
Vamos Nicolás, no te detengas- Le dije a mi compañero al ver que los enemigos estaban huyendo, estaba seguro que ahora todo iría mejor que antes -Solo sígueme, conozco este bosque como la palma de m...- Dejé la frase inconclusa al resbalar aparatosamente por un barranco que me dejó comiendo hojas, arena e incluso algunas piedras en el camino; tras un largo descenso acabé deslizándome por el piso hasta llegar cerca de un riachuelo en donde pude al menos descansar -Espero que Nicolás haya encontrado un mejor camino- Dije un poco mareado y con los ojos cerrados.
Acostado en el piso con los brazos abiertos me dediqué a mirar las estrellas por unos instantes antes de levantarme listo para ponerme de nuevo en marcha; Nicolás era un sobreviviente, seguramente encontraría el camino, y Katrina pues, resultaba bastante difícil de matar, por lo que seguramente me estaría esperando cuando llegara a la base del gremio, tan solo para resaltarme lo mucho que había tardado; aproveché de beber un poco de agua y respirar antes de comenzar a trotar hasta la salida del bosque.
Por otro lado, Katrina había logrado su objetivo y se encontraba en compañía de sus congéneres, poco le importaban a la licántropa todos esos rollos del honor y la lealtad, solo le importaba cumplir su objetivo y salir con vida, por lo que aprovechar la oportunidad en que el rival se encontraba distraído era algo que no iba a desaprovechar de ningún modo -¿Qué esperan niños? ¿Una pijamada?- Dijo retadora a sus compañeros antes de ponerse en marcha, aunque no sin antes entregar a Ircan una pequeña tarjeta con indicaciones para llegar a la casa de Manuela -No lo haces nada mal... Si necesitas ayuda solo ve a ese lugar y pregunta por Katrina- Mencionó en tono serio aunque con algo que si no se era muy exigente hasta podría parecer una sonrisa -Gracias pequeñín- Se refirió burlesca al otro lobo que claramente no era tan “pequeñín” como decía.
Vamos Nicolás, no te detengas- Le dije a mi compañero al ver que los enemigos estaban huyendo, estaba seguro que ahora todo iría mejor que antes -Solo sígueme, conozco este bosque como la palma de m...- Dejé la frase inconclusa al resbalar aparatosamente por un barranco que me dejó comiendo hojas, arena e incluso algunas piedras en el camino; tras un largo descenso acabé deslizándome por el piso hasta llegar cerca de un riachuelo en donde pude al menos descansar -Espero que Nicolás haya encontrado un mejor camino- Dije un poco mareado y con los ojos cerrados.
Acostado en el piso con los brazos abiertos me dediqué a mirar las estrellas por unos instantes antes de levantarme listo para ponerme de nuevo en marcha; Nicolás era un sobreviviente, seguramente encontraría el camino, y Katrina pues, resultaba bastante difícil de matar, por lo que seguramente me estaría esperando cuando llegara a la base del gremio, tan solo para resaltarme lo mucho que había tardado; aproveché de beber un poco de agua y respirar antes de comenzar a trotar hasta la salida del bosque.
Por otro lado, Katrina había logrado su objetivo y se encontraba en compañía de sus congéneres, poco le importaban a la licántropa todos esos rollos del honor y la lealtad, solo le importaba cumplir su objetivo y salir con vida, por lo que aprovechar la oportunidad en que el rival se encontraba distraído era algo que no iba a desaprovechar de ningún modo -¿Qué esperan niños? ¿Una pijamada?- Dijo retadora a sus compañeros antes de ponerse en marcha, aunque no sin antes entregar a Ircan una pequeña tarjeta con indicaciones para llegar a la casa de Manuela -No lo haces nada mal... Si necesitas ayuda solo ve a ese lugar y pregunta por Katrina- Mencionó en tono serio aunque con algo que si no se era muy exigente hasta podría parecer una sonrisa -Gracias pequeñín- Se refirió burlesca al otro lobo que claramente no era tan “pequeñín” como decía.
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Aerandiano de honor
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
- ¿A dónde ibas, lindo gatito? - me salió de repente. Pude notar como en aquel momento de violencia el lobo estaba más presente en mi voluntad de lo que me hubiera gustado1. Zarandeé la cabeza mientras el lobo comenzaba a echarle tierra al cadáver de mis pies. Intenté recomponerme, volver a ser yo mismo, pero me estaba costado mucho mantener a la bestia en su jaula cuando cada vez había más victimas para mi espada. - Ya cumplimos con la misión debemos irnos ya.
Marqué el ritmo de aquel improvisado grupo, no podíamos desaprovechar el momento de confusión que sufrirían nuestros enemigos al ver a su jefe muerto. Aunque a la licántropa no le gustará la idea si volvían a armar la cacería estaríamos perdidos, nuestro numero no era el de antes, y yo por lo menos ya podía notar tanto el cansancio en mi cuerpo como la presencia del lobo que cada vez era más fuere, lo que no sería una ayuda.
Cuando estuvimos lo suficientemente alejados detuve nuestro avance.
- Creo que deberíamos dividirnos. Ahora estarán confusos y desperdigados les costara mucho armar una batida que siga tres rastros distintos. - miré a mis compañeros con confianza; sin duda habíamos creado un vinculo extraño, no todos los días sobrevives con alguien a una cacería ritual macabra. - Así que es hora de despedirnos. Por cierto, me llamo Ircan, espero que volvamos a vernos en... - miré hacía la zona del bosque de la que huíamos. -... circunstancias más agradables.
Katrina fue la primera en reaccionar. Se despidió de nosotros con dureza, aunque intuí que con aquel gesto ella estaba siendo amable y le había gustado la compañía. Me dio una extraña tarjeta, una especie de mapa. Era algo misterioso, por lo que no dudaría en ir rápidamente a aquel lugar, la enfermedad no podría parar mi mal sana curiosidad. También tuvo su gesto cariñoso hacía el lobo, lo que confirmo mi teoría.
- Que tengas buena caza. - le sonreí al animal. Espere su reacción antes de volver a meterme en el bosque, tomando una dirección diferente a la de mis compañeros.
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1: Crey tenía permiso para esas frases y son acordes al pj.
Es mi ultima participación en este tema. Ha sido un placer haberlo llevado a cabo con todos vosotros ^^
Marqué el ritmo de aquel improvisado grupo, no podíamos desaprovechar el momento de confusión que sufrirían nuestros enemigos al ver a su jefe muerto. Aunque a la licántropa no le gustará la idea si volvían a armar la cacería estaríamos perdidos, nuestro numero no era el de antes, y yo por lo menos ya podía notar tanto el cansancio en mi cuerpo como la presencia del lobo que cada vez era más fuere, lo que no sería una ayuda.
Cuando estuvimos lo suficientemente alejados detuve nuestro avance.
- Creo que deberíamos dividirnos. Ahora estarán confusos y desperdigados les costara mucho armar una batida que siga tres rastros distintos. - miré a mis compañeros con confianza; sin duda habíamos creado un vinculo extraño, no todos los días sobrevives con alguien a una cacería ritual macabra. - Así que es hora de despedirnos. Por cierto, me llamo Ircan, espero que volvamos a vernos en... - miré hacía la zona del bosque de la que huíamos. -... circunstancias más agradables.
Katrina fue la primera en reaccionar. Se despidió de nosotros con dureza, aunque intuí que con aquel gesto ella estaba siendo amable y le había gustado la compañía. Me dio una extraña tarjeta, una especie de mapa. Era algo misterioso, por lo que no dudaría en ir rápidamente a aquel lugar, la enfermedad no podría parar mi mal sana curiosidad. También tuvo su gesto cariñoso hacía el lobo, lo que confirmo mi teoría.
- Que tengas buena caza. - le sonreí al animal. Espere su reacción antes de volver a meterme en el bosque, tomando una dirección diferente a la de mis compañeros.
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1: Crey tenía permiso para esas frases y son acordes al pj.
Es mi ultima participación en este tema. Ha sido un placer haberlo llevado a cabo con todos vosotros ^^
Ircan
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Re: [Cerrado] La Última Runa del Cazador [Libre-Noche]
Luego de que el hombre-guepardo cayera solo nos quedaba salir de ese sitio. Sentía como si en cualquier momento el cansancio me vencería. Es un gran contratiempo para mi ignorar la fatiga y que de golpe me atrape en todo su esplendor. Sera mejor alejarnos de aquí antes de que el peligro vuelva. Así mismo lo dijo el licántropo incapaz de transformarse a mi parecer. Por lo cual todos abandonamos lo que alguna vez fue un campo de caza en el que por extraña razón, era yo la presa esta vez.
Una vez lejos de aquel sitio todos pudimos respirar con mas calma. El otro licántropo, el cual al parecer se llamaba Ircan, sugirió dividirnos. Bueno, supongo que aquí acaba esta conmovedora velada, a mi parecer fue una pena no haber tenido algún aperitivo para conmemorar la ocasión, y eso que no fue por falta de carne. Ircan se despidió de nosotros, deseando un futuro reencuentro en circunstancias mas agradables, y con algo de comer a mi parecer. La mujer se despidió de este también y le entrego una tarjeta. Luego se despidió de mi... a su manera. "No hay tarjeta para mi, señorita gruñona?". Ambos comenzaron a partir cada cual por su lado. Yo por mi parte tenia una herida en la espalda que seria mejor curar cuanto antes.
Me puse camino hacia mi hogar. Ahora que lo pienso, esta caza comenzó y acabo conmigo en mi forma de lobo, ellos no vieron mi rostro humano en ningún momento. Eso solo resalta mas a la vista lo conectado que estoy con mi lado animal. La verdad es que nunca represento un problema para mi, de hecho, las cosas suelen ser mas divertidas cuando uno sigue su instinto. Todo aquello me resultaba gracioso de pensar mientras me dirigía camino a casa corriendo. Pero de golpe paso lo que hacia rato supuse temer, mi mente me abandono y mi conciencia se desvaneció, dejando un cuerpo exhausto e inconsciente tirado en el suelo. Rodé un poco al haberme dormido mientras corría, pero sin que me diese cuenta alguien acudió a mi ayuda.
- Oh Crey... de nuevo te desmayaste? - dijo un compañero licántropo del pueblo - parece que estas herido. Has tenido algo de diversión hoy eh? jeje, ven, vamonos a casa a que te curen.
El sujeto se transformo en licántropo y cargo en su lomo con mi cuerpo inconsciente hasta el pueblo en donde me tratarían.
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Ha sido un placer muchachos. Espero volvernos a encontrar en otro post.
Una vez lejos de aquel sitio todos pudimos respirar con mas calma. El otro licántropo, el cual al parecer se llamaba Ircan, sugirió dividirnos. Bueno, supongo que aquí acaba esta conmovedora velada, a mi parecer fue una pena no haber tenido algún aperitivo para conmemorar la ocasión, y eso que no fue por falta de carne. Ircan se despidió de nosotros, deseando un futuro reencuentro en circunstancias mas agradables, y con algo de comer a mi parecer. La mujer se despidió de este también y le entrego una tarjeta. Luego se despidió de mi... a su manera. "No hay tarjeta para mi, señorita gruñona?". Ambos comenzaron a partir cada cual por su lado. Yo por mi parte tenia una herida en la espalda que seria mejor curar cuanto antes.
Me puse camino hacia mi hogar. Ahora que lo pienso, esta caza comenzó y acabo conmigo en mi forma de lobo, ellos no vieron mi rostro humano en ningún momento. Eso solo resalta mas a la vista lo conectado que estoy con mi lado animal. La verdad es que nunca represento un problema para mi, de hecho, las cosas suelen ser mas divertidas cuando uno sigue su instinto. Todo aquello me resultaba gracioso de pensar mientras me dirigía camino a casa corriendo. Pero de golpe paso lo que hacia rato supuse temer, mi mente me abandono y mi conciencia se desvaneció, dejando un cuerpo exhausto e inconsciente tirado en el suelo. Rodé un poco al haberme dormido mientras corría, pero sin que me diese cuenta alguien acudió a mi ayuda.
- Oh Crey... de nuevo te desmayaste? - dijo un compañero licántropo del pueblo - parece que estas herido. Has tenido algo de diversión hoy eh? jeje, ven, vamonos a casa a que te curen.
El sujeto se transformo en licántropo y cargo en su lomo con mi cuerpo inconsciente hasta el pueblo en donde me tratarían.
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Ha sido un placer muchachos. Espero volvernos a encontrar en otro post.
Crey
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