La Primera Alice [Misión] [Eventos de HalloWyn]

¿Pueden los Bio-ciberneticos soñar? Esa era una buena pregunta, y quizás por estar ocupada con cosas que requerían de mi atención con más urgencia nunca me lo había preguntado. Sabía con certeza que tenía momentos en que mis sistemas se apagaban, o al menos que se cerraban al contacto con la realidad exterior, tal como les sucedía a los seres orgánicos cuando descansaban. Pero, por lo que había oído, tenía la impresión de que nuestros modos de reposo eran muy diferentes.

Y sin embargo, aquí estaba ahora, en un sitio que estaba segura que no era en el que me encontraba cuando cerré los ojos por última vez. Pude reconocerlo con facilidad incluso aunque mis sensores no parecían estar funcionando, era el Bosque del Este, el sitio donde había conocido a Gwynn del clan Drumgelloch. Aunque estaba algo cambiado, quizás eso era normal en los sueños, se supone que son “representaciones de fantasías de sucesos e imágenes mientras se duerme”, tal vez así era en mi mente el Bosque donde vivía el joven licántropo.

No estaba muy segura de qué se suponía que uno hiciera en ese tipo de situaciones, y me disponía a estar allí parada hasta que me despertara cuando una figura apareció. Esa extraña dama hablaba muy rápido, no me dio tiempo a saludarla con los protocolos que había aprendido: “Hola, soy Zöe, no tienes por qué temer”. Y no solo eso, también parecía saber mucho mejor que yo el cómo funcionaba ese mundo, ya que pudo transportarnos a ambas a otro sitio en un segundo.

Estos cambios repentinos me tenían confundida, y el que mis sistemas no funcionaran correctamente no ayudaba, pero al escuchar a esa extraña mujer me sentí algo aliviada. Ahora entendía al menos una cosa: Este no era mi sueño, sino el de ella. Eso tenía mucho más sentido, no era mi cuerpo el que estaba realizando esas proyecciones.

-Yo soy Zöe – Fue lo único que logre decirle antes de que desapareciera, es que quería aclararle que mi nombre no era Alice, quizás me había confundido con alguien más.

Mire con atención los alrededores, pensaría que se trataba de Lunargenta, el sitio donde encontré a Chimar Maquiavelo y a Ulareena, pero no era exactamente igual. Diría que los conocimientos de esa mujer sobre geografía y astronomía eran insuficientes, y por eso había recreado la ciudad con esa forma y sin un sol.

Ya no dependía de mí el poder regresar a la realidad, sino de que la dama despertara. Quizás lo mejor era buscarla y pedirle con educación que se despertara así yo podría regresar a hacer lo que estaba haciendo ¿Qué era lo que estaba haciendo antes de llegar allí? No lo recuerdo con exactitud y eso es extraño porque mi memoria es sumamente precisa.

Comencé a caminar entonces por las calles de esa extraña ciudad que simulaba ser Lunargenta. Los edificios parecían estar en uso, aunque extrañamente no había nadie a la vista, las casas, los negocios, las calles en general estaban vacías, como si se tratara de una maqueta tamaño real de lo que era la ciudad original. Se me ocurrió que quizás mi cuerpo también estaba cambiado, comencé a revisar tanto en el exterior como en el interior, todo parecía estar en su lugar.

Pateo una piedra la cual revota varias veces por la calle y continua hasta perderse, el sonido que produce es hueco y sin gracia, como todo en ese lugar. La mujer que había aparecido antes no dijo su nombre, así que no sé cómo llamarla, aunque por el momento parece que somos los únicos dos seres vivos del lugar.

La primera Alicia estaba llena de valor.
Con espada en mano se adentró en aquel país...

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De a poco el entorno parecía volverse algo más reconocible, como si el sueño comenzara a volverse más real, más tangible. Se suponía que cuando uno estaba dentro de un sueño no podía lastimarse, aunque tenía que admitir que por el nivel de realismo que me rodeaba me resultaba difícil de creer. Caminando sin mucha idea de hacia dónde iba o qué se suponía que hiciera, llegué a una comarca humana.

Todo parecía increíblemente normal, los orgánicos hacían su rutina diaria como si nada pasara ¿Serían ellos también personas encerradas en el sueño de alguien más? ¿O eran todas ilusiones?  Me sentía impresionada de que alguien pudiera generar semejante nivel de detalle, los negocios abiertos, los niños jugando, las mujeres charlando y comprando, el barro bajo mis pies, el polvo en las ventanas…

Algo estaba desestabilizando mi sistema, el piso parecía moverse y tuve que agarrarme de una de las columnas del soportal. Había llegado a la plaza central, y nadie parecía notarme por el momento, aunque probablemente tampoco me notarían en la vida real. Cuando me pareció estar lo suficientemente estable, continué caminando, cruzando la plaza, pasar de una batalla semejante a una tranquilidad como la que me rodeaba ahora era más de lo que mis sistemas podían procesar.

Apoyé la mano en el pomo de la espada para infundirme valor, no había tiempo que perder, tenía que encontrar a esa tal Alice, sea quien fuere ella. Hasta el momento era la única pista que tenía en relación a ese sitio… Apoyé la otra mano sobre mi pecho y sentí como mi corazón palpitaba desenfrenadamente, respiraba entrecortado, una transpiración fría recorría mi cuerpo. Tuve que detenerme porque no podía seguir caminando, mi acero parecía pesar una tonelada, abrí el cuello de mi camisa de un tirón porque sentía que me sofocaba.

¿Qué era esta sensación? Un nudo en la garganta… El esófago no tenía esa capacidad, pero el sentimiento me resultaba familiar, era lo mismo que había sentido en medio de la batalla, como si mis miembros se paralizaran y no me permitieran reaccionar. Siempre podías encontrar a alguien que te hablara sobre los horrores de la guerra, pero cuando llegaba el momento de vivirlo en carne propia jamás estaba uno preparado.

Me tape la cara con ambas manos y sentí en la punta de los dedos la cicatriz en mi rostro, seguí esa línea con delicadeza hasta que llegue a los puertos instalados en la cabeza. Fue como si una ola de agua fría hubiese impactado contra mi cuerpo, despertándome de forma abrupta, incluso me parecía estar escuchando a mis procesadores trabajando a un ritmo más tortuoso del habitual.

-Jovencita… - Escuché que decía alguien a mi lado, quité las manos de mi rostro y me encontré con una orgánica muy anciana que me observaba con preocupación - ¿Se siente usted bien?

-No creo estar gozando de muy buena salud en este momento – Le respondí a la mujer, aún no entendía qué me había ocurrido, ni porque estaba perdiendo el tiempo en esa plaza cuando tendría que estar poniendo mí esfuerzo en encontrarla a ella - ¿No sabe dónde podría estar Alice?

La anciana se me quedó mirando desconcertada y entendí que preguntaba en vano, nadie me diría donde estaba. Ajuste el cinturón que sostenía mi espada para intentar calmarme, apoyé una mano en el hombro de la mujer y la aparte de mi camino.

No había tiempo que perder, si no la encontraba pronto algo… Algo iba a suceder.

Spoiler:

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Incontables fueron las pérdidas que causó.
Dejando detrás solo un sendero carmesí...

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Tenía un amplio catálogo de enfermedades orgánicas y la manera más eficaz de tratarlas, sabía que entre las más complejas estaba la locura “Pérdida o trastorno de las facultades mentales” uno de los posibles síntomas era el escuchar voces –Alice…. Acaba con todos… - Las voces parecían provenir de mi interior, pero yo no tenía un sistema de inteligencia interna que actuara de manera autónoma – Así serás la única Alice…- Yo no era esa persona ¿O sí? Quizás en este sueño que no era el mío alguien me había soñado con la existencia de alguien más.

Eso era demasiado rebuscado…

-Yo no soy Alice… - Volví a decir, aunque no hubiese allí nadie para escucharme, técnicamente estaba hablando con las voces en mi cabeza. Comencé a sentirme inestable de nuevo ¿Sería eso un efecto secundario de estar soñando? Había sangre, muerte ¿Qué clase de mente perturbada podía crear ese tipo de imágenes? De cualquier manera toda esa destrucción no me asustaba, cosas peores había visto en el campo de batalla, compañeros desmembrados, arrastrándose por el barro para intentar salvarse de un final ineludible.

Mi cuerpo ya no me pertenecía, era como volver a estar en el laboratorio, y ver como manipulaban tus extremidades sin que pudieras hacer nada para evitarlo. Pero entonces no había emoción alguna que pudiera sentirse perturbada, en cambio ahora, una espantosa sensación se estaba abriendo paso lentamente en mi interior. Me costaba respirar, era como tener un agujero a la altura del corazón,

Saque la espada de su funda, y me quedé contemplando, como si fuera un simple espectador, el maravilloso movimiento de la misma mientras partía a la mitad a un hombre. Gritos a mi alrededor, gente que no podía creer lo que estaba viendo, algunos comenzaron a correr, no iba a dejar que se escapen, esto era una guerra. Llegue a alcanzar a un joven que pasaba junto a mí, tire de su ropa para que cayera al piso y una vez allí lo atravesé con la espada, intentó sacarla agarrándola por el filo, pero solo se cortó en el intento. Apoyé una bota en su cara para poder tirar y sacar mi arma.

Una mujer se colgó de mi brazo, tal vez era la madre del anterior joven, sé que estaba gritando, pero ningún sonido parecía llegar a mis oídos. La tome del cuello y apreté hasta que me soltó, luego pase la espada lentamente por su cogote, dejando salir un reguero de sangre que empapo la calle ¿Había tenido suficiente? Pareciera que no, pues continué caminando. Ahora ya nadie se ponía en mi camino, más bien se alejaban de mi a toda velocidad ¿Cómo haría ahora para alcanzarlos?

Sería cuestión de agarrar a los más débiles, a aquellos que no podían escapar tan rápido o que no eran rivales para mí en cuanto a fuerza. A los niños pequeños, a las madres con sus bebes, a los ancianos… ¿Ancianos? Desperté, aunque en realidad parecía seguir dentro del sueño, un sueño dentro de otro sueño, o tal vez fuera una alucinación. Pero allí frente a mi estaba la misma anciana que me había preguntado cómo me sentía, ahogue una exclamación de sorpresa, le había arrancado parte del rostro con las manos, podía saberlo porque aun sujetaba los trozos con fuerza.

Eso no era bueno, las leyes de los bio- cibernéticos eran muy estrictas con todo lo que se refería a asesinar humanos. Me quedé procesando la información, comenzaba a dudar de si esto era en verdad un sueño, la sangre entre mis dedos se sentía tan real, el peso de la carne, los restos bajo mis uñas… Todo era demasiado preciso ¿Y si había matado a esa anciana de verdad? Podría decirse que me sentiría culpable, aunque en realidad no pudiera sentir eso... Pero si entendía el concepto.

Solté los resto sobre el cuerpo inerte, de pronto a mi alrededor parecía haber demasiada gente, me observaban, me juzgaban, me odiaban... Me di la vuelta y comencé a caminar, luego aceleré el paso y finalmente corrí, nadie parecía seguirme, pero nada en ese sitio tenía algún sentido, ni las extrañas visiones, ni mi cuerpo que no era mío, ni que yo matara a alguien sin motivo aparente. Tenía que alejarme de ese pueblo lo antes posible, buscar algún sitio donde pudiera poner en orden mis pensamientos, y luego... Luego entregarme a la justicia de los Bio- Cibernéticos, evidentemente estaba descompuesta, sería muy irresponsable de mi parte el continuar viajando en este estado. Pero no, eso no tenía lógica alguna ¡Esta realidad no existía! ¡Es solo un sueño! ¿O no?

Todo me llevaba a una pregunta ¿Cómo se despierta uno de un sueño? – Error - ¿Cómo despierta uno de una pesadilla?

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Esa Alicia en el bosque se perdió
y en castigo a sus pecados encerrada se quedó...

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Mi cuerpo ya no parecía ser mío, no reaccionaba como siempre, no respondía a mis intenciones, era como si el sistema hubiese tomado el control y decidiera ignorar por completo mi consciencia. Mis procesadores trabajaban a una velocidad que siquiera sabía que podían alcanzar, hacían mucho ruido y me hacían sentir algo aturdida, como si me costara razonar con claridad.

Solo una idea parecía instalarse con claridad: “Regresa a la aldea. Debes convertirte en Alice” era lo único que tenía en claro dentro del remolino insondable que era mi mente. Pero no por eso tenía que hacerle caso ¿Qué sentido tenía el regresar a ese sitio? Mis funciones estaban fallando, necesitaba apagarme, no ir al pueblo. Pero si iba podría ser Alice…

Unas válvulas se abrieron en mis bazos y espalda, dejando escapar una gran cantidad de vapor hirviendo, [ERROR] Los sistemas estaba fallando, le había exigido a mi procesador de datos más de lo que podía darme y se había sobrecalentado, podía sentir como todo mi cuerpo ardía y probablemente en ese mismo instante ningún orgánico hubiese podido tocarme con sus manos desnudas. [ERROR] Una punzada en mi cabeza me hizo arrodillarme del dolor, se había formado una niebla a mi alrededor como consecuencia del escape de vapor.

Tuve que agarrame de un árbol para poder levantarme, los niveles de líquido en mi cuerpo estaban peligrosamente bajos, necesitaba agua. Necesitaba ser Alice. Me moví de modo lento y penoso de regreso al pueblo, una vez que no tuve más árboles para apoyarme utilice mi espada como bastón hasta que estuve nuevamente en el lugar. Las personas me miraban, pero no se alejaban de mi, su comportamiento ya no me resultaba extraño, habían sido puestos allí solo por un motivo.

Sentí el filo de mi espada resbalando delicadamente para salir de la vaina, era en verdad hermosa, su peso era perfecto y la sensación que me generaba al moverla era sumamente agradable [ERROR] era un goce indescriptible. Ahora las personas que me rodeaban si se percataron de mi presencia, aunque la mayoría continuó con lo que estaba haciendo. Con un solo y veloz movimiento partí por la mitad a una niña que pasaba junto a mi corriendo, su sangre salpico mi cuerpo, pero al estar tan caliente rápidamente se secó y el vapor alrededor mío tomo una tonalidad algo más bermellón.

Mi visión se ofusco, [FALLA EN EL SISTEMA] no podía ver con claridad lo qué hacia mi cuerpo, pero podía escuchar con claridad los gritos de agonía [FALLA EN EL SISTEMA] Sentí que alguien me agarraba de un brazo, para luego soltarme rápidamente, la temperatura de mi piel debió dejarle toda la piel con espantosas quemaduras. [PREPARANDO SISTEMA PARA REINICIO] El piso bajo mis pies estaba húmedo y pegajoso, los orgánicos por dentro son exactamente así ¿Estaría caminando sobre ellos? [REINICIANDO]

Una cabeza aplastada por mis manos, un cuerpo atravesado por mi espada ¿Ya estaría más cerca de ser Alice? ¿Me dejarían ser como ella? ¡Oh, cuanto lo deseaba! Aunque fuera solo un instante yo quisiera….

[APAGANDO]

…
…

Wyn: